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Supervisión

Es la acción y efecto de supervisar, un verbo que supone ejercer la inspección de


un trabajo realizado por otra persona.

Quien supervisa se encuentra en una situación de superioridad jerárquica, ya que


tiene la capacidad o la facultad de determinar si la acción supervisada es correcta
o no. Por lo tanto, la supervisión es el acto de vigilar ciertas actividades de tal
manera que se realicen en forma satisfactoria.

La supervisión se utiliza sobre todo en el ámbito de las empresas, donde suele


existir el puesto de supervisor. En este sentido, la supervisión es una actividad
técnica y especializada cuyo fin es la utilización racional de los factores productivos.
El supervisor se encarga de controlar que los trabajadores, las materias primas, las
maquinarias y todos los recursos de la empresa se encuentren coordinados para
contribuir al éxito de la compañía.

La labor de supervisión suele enmarcarse dentro de un esquema organizativo,


donde cada estamento responde a un nivel superior. Así como los trabajadores de
un área deben rendir cuentas al supervisor, éste tiene que presentar sus informes
a un gerente general, por ejemplo.

El supervisor no sólo debe ser alguien experimentado en el área que supervisa, sino
que debe tener la autoridad suficiente para dirigir al resto de las personas. Por
eso, entre las principales características de un supervisor se encuentran el
conocimiento del trabajo (respecto a los materiales, la tecnología, los
procedimientos, etc.) y de sus responsabilidades (incluyendo las políticas y
reglamentos de la empresa), y la habilidad para instruir (adiestramiento del
personal) y dirigir (liderar al personal).
Las 5 funciones principales de un supervisor

1- Coordinar

Además de combinar dos o más elementos del mismo nivel jerárquico, coordinar es
dar seguimiento a los trabajos operativos, organizativos, logísticos y administrativos
de la empresa.

2- Vincular departamentos

Un supervisor debe alinear a las diversas áreas y unidades hacia el objetivo de la


organización.

Esto sirve para asegurar que haya un vínculo entre el trabajo, las actuaciones y las
decisiones de todos los individuos que laboran en la empresa.

3- Distribuir el trabajo

Después de realizar el diseño de los puestos del trabajo, sigue la distribución del
mismo. Esta función es necesaria para la creación de los equipos.

El supervisor definirá quiénes son responsables de las actividades, a quién hay que
preguntar y a quién se va a informar, siempre cuidando que la repartición del trabajo
sea equitativa.

4- Mediar y asesorar

Los supervisores suelen resolver situaciones entre los empleados y los altos
mandos. Un supervisor puede tener un papel de consejero y consultor.

Para poder asesorar se requiere tener una opinión experta, con la que se puede
influir en otra persona en el ámbito de la toma de decisiones.
Asesorar no significa ejecutar; sin embargo, un buen asesoramiento puede influir en
la consecución de los objetivos.

5- Evaluar

Esta función se refiere a estimar los conocimientos, aptitudes y rendimiento de los


trabajadores y del supervisor en sí mismo.

Para hacerlo, los supervisores deben conocer las técnicas de evaluación. Algunas
son el análisis del puesto, la medición del desempeño laboral y la aplicación de
pruebas, así como la identificación de rasgos de la personalidad de los empleados.
Habilidades que deben tener los supervisores
Comunicación
La comunicación es quizás la habilidad más importante que un supervisor exige. Él
tiene que transmitir información e instrucciones de forma clara y eficaz a las
personas que no entienden debido a las diferencias culturales o educativas.
Asegurar que la persona que está hablando entiende perfectamente lo que está
diciendo es una habilidad vital.

Buena redacción
Muchos supervisores tienen la obligación de registrar y presentar una serie de
informes sobre aspectos como el desempeño del empleado. Debido a esto, el
supervisor tiene que ser capaz de escribir con claridad, de manera legible y con
buena gramática para expresar plenamente el significado de su informe. También
puede ser necesario escribir memos, notas y correos electrónicos que se emitirán a
todos los empleados.

Escuchar
Otra habilidad de supervisión importante es escuchar a tu equipo. A menudo, los
supervisores no están llevando a cabo las mismas tareas que sus empleados, y por
lo tanto no entran en contacto con los problemas y dificultades. Escuchar estos
problemas y trabajar juntos para resolverlos es una habilidad vital que deben de
tener. Un supervisor también debe tener la capacidad de escuchar las
preocupaciones y sugerencias y absorberlas.

Enseñar
Un supervisor a menudo requiere enseñar a sus empleados cómo llevar a cabo sus
tareas con eficacia. Con el fin de hacer esto, es posible que necesiten recibir
formación para aprender más acerca de las responsabilidades que implica el trabajo
y aumentar su propio conocimiento. Un buen supervisor tiene las habilidades
necesarias para impartir ese conocimiento a otras personas.

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