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Es difícil resistirse a los arrebatos por obtener una fortuna pues desgraciadamente
para el hombre existe la necesidad de obtener riqueza para sentirse con poder. Un
príncipe que hoy vive en la prosperidad y mañana en la ruina se debe a que confía
ciegamente en la fortuna. Es grato el príncipe que se conforme con su manera de
obrar asegurando su fortuna en las circunstancias. Los hombres para lograr el fin
que se proponen proceden de manera distinta: con cautela, con eficacia, por
violencia o por astucia. Dos que actúan de distinta manera obtienen el mismo
resultado y de otros dos que actúan de igual manera uno alcanza su objetivo y el
otro no. No existe hombre lo suficientemente flexible como para adaptarse a todas
las circunstancias ya que el hombre es inconforme y tiende a prepararse muy poco
cuando llegan las épocas de crisis.
El hombre precavido fracasa cada vez que es necesario actuar de forma irreflexiva
y precipitada a que si cambiase de conducta junto con las circunstancias o
realmente fuera reservado y serio en su forma de hablar, de actuar y comportarse
pues la fortuna varia y los hombres se empeñan en obrar de un mismo modo,
serán felices mientras vayan de acuerdo con la suerte, e infelices cuando estén en
desacuerdo con ella.
COMPARACIÓN:
CAPÍTULO XVI
EXHORTACIÓN PARA LIBRAR A ITALIA DE LOS BÁRBAROS
Para finalizar, Maquiavelo hace una última reflexión sobre si sería posible en esos
tiempos que surgiera un nuevo príncipe que instaurase un gobierno que hiciese
feliz a todo el pueblo italiano. Es más, lo ruega. Dice que podría ser, ya que la
situación es perfecta: era necesario que se encontrase esa Italia oprimida,
desorganizada, sin leyes ni jefes claves, que se viera castigada, despojada e
invadida para que alguien la liberara.
Solo hace falta alguien virtuoso que siguiese los pasos del autor, basándose en
esos hombres ejemplares (o evitando imitarlos).
COMPARACIÓN:
Este capítulo lo podemos comparar con Venezuela el cual este país requiere
urgentemente de un nuevo mandatario el cual no viole, no prive y mucho menos
desconozca los derechos de sus gobernados. Venezuela necesita de un
presidente que los ayude a salir de la crisis económica tan trágica que están
viviendo ya que por falta de trabajo y los altos costos de los bienes y servicios que
es mismo Estado demanda están viviendo una época de escases donde
lamentablemente ni si quiera sus empresas pueden producir porque ya no son de
uso de su propiedad si no del Estado.