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Hoy había sido un día duro especialmente, tres operaciones y no pudo hacer nada por uno de ellos, "era
un niño", se repetía Leonor una y otra vez. Había terminado su turno, ahora solo quería ir a casa y
refugiarse en Rachel, aunque rara era la vez que se encontraba en casa, pero siempre se quedaba a
esperarla, aunque suele llegar agotada, siempre trata de esperarla despierta para saber como le fue el
día y hoy no sería distinto. Subió al coche, bajó la ventanilla y dejó que el aire jugara con su pelo corto.
Rachel por su parte había estado entrevistando a las jóvenes que ingresarían a la agencia de modelos
que ella misma manejaba, estaba realmente agotada, conversar con tantas jóvenes era cansador pero
placentero.
Leonor estaba en casa, había preparado algo para cenar, tenía la esperanza de que hoy Rachel volviera
pronto para poder cenar juntas, hacia ya una semana que no lo conseguía y deseaba pasar mas tiempo
con ella, cogio el teléfono y marcó su número, esperaba impaciente escuchar su voz tras los tonos, el
móvil de Rachel comenzó a sonar pero casualmente ella estaba charlando con Ivana, su joven y
prodigiosa modelo estrella, Rachel estaba sentada sobre su escritorio con el móvil a un lado y tenía por
la cintura a Ivana a quien le besaba el cuello, el móvil la fastidió y...
R: ¿Hola? ---inquirió molesta sin siquiera molestarse en ver el número de quien llamaba---
L: Rachel... ---su voz sonaba algo apagada--- ¿Te... llamo en mal momento?
R: Ehm... ¡Leonor!, cariño ---se apartó de Ivana, Leonor era algo verdaderamente especial para ella pero
no podía evitar serle infiel de vez en cuando--- no, tu nunca llamas en mal momento ---bajó del
escritorio y caminó hacia la ventana--- ¿Qué pasa?
L: Solo quería saber si vendrías a cenar hoy, preparé algo... pero si estas ocupada no te preocupes... ---se
moría por decirle cuanto la necesitaba hoy---
R: No estoy tan ocupada... --- volteó hacia Ivana y ésta salió de la oficina dando un portazo--- en quince
minutos llegaré a casa ¿Ok? ---maldijo por la forma en que la modelo se fue pero era un caso especial, se
trataba de Leonor, su pareja de años---
El ambiente era romántico, Leonor se había ocupado de que todo quedara perfecto, esperaba
impaciente a su morena, se había puesto un ligero vestido de verano, tenía un escote considerable y la
falda no llegaba ni a la mitad del muslo, quería estar hermosa para Rachel.
R: Hola linda...
Lo primero que hizo Leonor fue tirarse a sus brazos, rodeando fuertemente a la morena por la cintura y
escondiendo la cara en su cuello la saludó...
L: Hola cariño ---se sentía como una colegiala enamorada, sentía ese cosquilleo en el estómago al estar
con Rachel, se apretó mas contra ella disfrutando de aquel momento---
R: ¿Me extrañabas? ---sonriendo mientras dejaba caer su chaqueta para rodear el cuerpo de Leonor con
una sola mano--- lamento haber venido tan tarde.
L: La verdad es que... me moría por estar así ---dijo con sus ojos cerrados--- necesitaba verte.
R: Bueno ya me has visto ¿Me dejas entrar a casa? ---sonreía, Leonor era tan cálida con ella que a veces
la abrumaba---
L: ¿Qué tal el día? ---preguntó sonriente clavando sus ojos verdes en ella, nunca se cansaba de mirarla---
R: Bien ---sonrió nerviosa, solo Leonor tenía en ella ese efecto--- ... entrevisté a varias chicas y... estuve
con Ivana... por trabajo ya sabes ---levantó su chaqueta y entró a la casa mientras hablaba---
L: ¿Alguna futura promesa? ---la rubia no podía evitar sentirse celosa, siempre estaba rodeada de
mujeres hermosas y se moría por dentro, pero trataba de controlarse lo mejor posible---
R: Si ---sonrió ampliamente, era capaz de saber cuando su novia sentía celos--- es una bella promesa
---había dejado el portafolios y su chaqueta en el sofá y se acercó a Leonor--- pero no se compara
contigo ---se inclinó hacia ella y le dio un suave beso en los labios---
Leonor respondió al beso gustosamente, era cierto que era muy bella, su corta melena rubia, sus ojos
verdes eran algo que la caracterizaba mucho y se podía decir lo mismo de su cuerpo, estaba en forma y
tenía las curvas adecuadas.
L: Siempre estarás rodeada de chicas mucho más hermosas que yo... ---sonrió amargamente--- pero es
normal, para eso son modelos.
R: Puede ser que sean más hermosas, pero yo te quiero a ti ---sonrió de ese modo chueco y levemente le
mordió el labio inferior a la rubia---
L: Es un consuelo... ---en verdad esperaba otra respuesta, le dio un beso lento, mas lento de lo que creía,
disfrutándolo al máximo---
L: Tu pescado favorito ---le señaló la mesa, en ella lucía una gran cena adornada con unas velas---
R: ¡Vaya! ¿Y... a qué se debe el detalle? ---aun estaba pegada a ella y le hablaba cerca del oído---
L: ¿Tiene que haber algún motivo? ---sonrió--- eres la persona con la que estoy compartiendo mi vida, es
lo mínimo que puedo hacer ---acarició levemente su rostro---
R: Me haces sentir un poco mal, yo no te he traído ni flores ---ahora estaba seria, tenía cierto
sentimiento de culpabilidad, casi siempre le pasaba eso con la rubia--- ... es que... no he tenido tiempo
de nada...
L: No quiero que te sientas mal, soy feliz con tu presencia, no necesito flores ---sonrió calidamente---
R: ¿No exageras un poco? no puede ser suficiente conmigo ---sonreía---
L: Para mi es más que suficiente ---era totalmente sincera--- anda siéntate, se te va a enfriar todo, yo te
sirvo ---haciéndola que se sentara en la mesa---
R: Deja que te ayude un poco, así no me sentiré tan mal ---caminó a paso lento y siguió a Leonor---
La rubia disfrutaba de cada segundo junto a la morena, le encantaban sus gestos, el detalle de querer
ayudarle, sus bromas, la verdad es que hoy se sentía feliz. Tras una agradable cena, ambas fueron a la
habitación, era algo tarde y mañana tendrían que ir a trabajar. Leonor estaba colocándose el pijama,
Rachel salía de la ducha, cuando vio a Leonor en ropa interior, se le acercó por la espalda y empezó a
besarle los hombros mientras le decía...
L: Desde que tu exceso de trabajo te hace llegar tan tarde ---respondió triste, pero sin ser indiferente a
sus besos, ardía en deseo por ella, volver a sentir sus manos, su cuerpo y sus besos como la primera
vez---
R: Auch, no tenías que ser tan directa ---sonrió pegada a su hombro izquierdo a la vez que jugueteaba
con el borde de su panty---
L: Te echo tanto de menos... ---se giró para besar sus labios calidamente---
Leonor no esperó más, sin el sostén dejando a la vista sus bien formados pechos se tumbó sobre la
morena, quitándole la toalla que rodeaba su cuerpo dejándola en la mas absoluta desnudez, sus ojos
recorrieron todo su cuerpo...
L: Nunca imaginé que alguien pudiera hacerme sentir tanto deseo como lo haces tu... ---le susurró en el
oído mientras sus labios comenzaban a jugar con su lóbulo---
R: Dios... ---susurró--- no sabes como lamento haber esperado tanto... ---apretó sus glúteos y volvió a
besarla---
El beso se hizo cada vez más intenso, sus lenguas se entrelazaban una y otra vez, sus manos recorrían
todo el cuerpo de la morena y sus labios seguían el camino, hasta llegar a unos de sus pechos el cual
aprisionó en sus labios llena de pasión mientras que su mano acariciaba su firme vientre.
L: Eres tan hermosa... ---susurró para seguir con lo que estaba haciendo---
R: Tu... lo... eres... ---respondió por lo bajo a duras penas, la boca de la rubia la encendía---
Leonor siguió jugando con su pecho, su mano libre acariciaba y apretaba su entrepierna, sus labios
siguieron bajando hasta su ombligo, allí se detuvieron para besarlo despacio, se colocó entre sus
piernas, de manera que su centro se juntara con el de ella y comenzara a mover sus caderas en un ritmo
acompasado pero intenso. La ojiazul estaba dolorosamente excitada, quizá eran las cuatro copas de vino
que se había tomado en la cena, quizá era que echaba de menos el cuerpo de Leonor o quizá que era
una persona fácil, no importaba solo sabía que lo estaba así que...
L: ¿Quieres que te bese?... ---entrelazó sus manos y las coloco sobre la cabeza de la morena mientras los
movimientos de sus caderas se volvían mas intensos, pero cada embestida se prolongaba más y más---
Acarició sus labios con la punta de la lengua humedeciéndolos para después sonreír.
L: No será ahora... ---fue directa a su cuello, mordiéndolo y besándolo mientras que su ritmo cambió
radicalmente a algo mas pasional, embistió fuertemente a la morena a la vez que aumentaba la
velocidad, sus pechos se frotaban con los de ella fuertemente---
Rachel rió fuertemente mientras apretaba los ojos ante las embestidas de la rubia, comenzó a gemir
discretamente a la vez que sentía a Leonor contra ella...
R: Eres... tan...
L: ¿Tan...? ---mordió su hombro para después besarle, el sudor de sus cuerpos se mezclaba, el aroma de
ambas, era algo que a la rubia le encantaba---
R: Mala... y... excitante ---intentaba romper el agarre de la rubia para poder tocarla, necesitaba
hacerlo---
Leonor no la dejó, al contrario la agarró mas fuerte, estaba liberando toda su pasión, todo su amor y
quería entregarse al completo.
Finalmente, tras un largo forcejeo, Rachel rompió el agarre de la rubia y comenzó a acariciar su espalda
con una mano mientras que la otra la posaba sobre los curvilíneos y fuertes glúteos de Leonor, la besó
profundamente e introdujo su lengua mientras la apretaba contra sí.
La rubia introdujo una de sus manos entre sus piernas y sus dedos comenzaron acariciar su centro
tortuosamente, los gemidos de Rachel hacían que Leonor se excitara más, finalmente hizo que la
morena llegara al placer absoluto, sus cuerpos estaban totalmente empapados, sus respiraciones
estaban agitadas, la rubia aún sobre ella la besó suavemente, para después mirarla a los ojos...
R: ¿Y... en dónde quedó la mala? ---sonrió y mordió suavemente su barbilla para luego decir...--- también
te quiero ---la besó fugazmente---
L: No soy mala, solo una mujer apasionada ---sonrió picaramente--- y muy enamorada ---su tono fue mas
serio---
R: ¿Enamorada desde hace cuánto? ---su clásica sonrisa de medio lado no desaparecía de su rostro, le
gustaba cuestionar así a las personas---
R: ¿Oh si? ---dio un giro dejándola debajo y...--- ¿Fue entonces amor a primera vista? ---comentó un
tanto burlona---
L: Algo así... ---rió, le gustaba sentir su peso sobre ella ---
R: Mmm, ya veo, si no me hubiera caído de esa pasarela no te habría conocido ---se acercó a su rostro y
la besó de nuevo---
L: Fue una suerte que saliera tu lado patoso en ese instante ---ambas reían, pero el sonido del teléfono
de Leonor las distrajo, la rubia estiró el brazo y cogio el teléfono--- ¿Si?... ya veo... si, enseguida ---con
cara desanimada dejó el teléfono de nuevo--- voy a tener que irme... ---se abrazó a la morena como si
no quisiera soltarla---
R: ¿Que pasó? ---preguntó un poco desanimada, le molestaba cuando la rubia la dejaba en esas
condiciones--
L: Uno de mis pacientes se puso grave, tengo que ir ---contestó triste mientras se levantaba--- lo siento...
---en sus ojos se veía la tristeza, solo esperaba que Rachel lo comprendiera---
R: Bien, espero que puedas salvarle la vida ---salió de la cama y volvió a la ducha, definitivamente la
necesitaba---
Leonor la siguió, aunque ella no se dio cuenta, se metió en la ducha y la abrazó por detrás...
L: Te prometo que la próxima vez seré toda tuya... ---la besó en la espalda---
R: Bien... ---volteó a verla y le sonrió no muy convencida--- báñate tu primero, creo que es urgente que
lo hagas ---salió del baño y volvió a la cama---
La rubia sabía que no le había sentado nada bien a Rachel y le dolía, pero ahora no tenía tiempo para
convencerla, se duchó rápido y al salir vio ala morena en la cama dormida, se acercó a ella y le dio un
suave beso en la mejilla, para después salir de allí.
A la mañana siguiente cuando Rachel despertó ya la rubia estaba ahí, salió de la cama tratando de hacer
el menor ruido y se dio una rápida ducha, sacó uno de sus trajes Carolina Herrera en un tono
aguamarina y vistió las zapatillas de su marca favorita, Jimmy Choo, ésta mañana tenía un desayuno
importante y no podía llegar tarde, buscó en su colección de gafas tomó unas a juego y salió de la
habitación. La rubia despertó al no notar el cuerpo de la morena a su lado, sintió algo de frío, sabía que
se había ido a trabajar, giró en la cama y se colocó donde aun perduraba el calor de esta, con una
sonrisa dejó que sus palabras llenaran el vacío de la habitación...
L: Ya te echo de menos... ---trató de dormir, ya que por la guardia de anoche hoy entraba mas tarde a
trabajar---
Al llegar al restaurante Rachel se encontró con Ivana, se acercó a ella y amigablemente le besó la mejilla,
caminó junto a ella mientras buscaban donde tomar asiento, tomaron una de las del centro y tras
sentarse...
R: Antes que nada me disculpo por lo de anoche ---sonrió dejando sus gafas a un lado de la mesa---
Leonor ya estaba en el trabajo, hoy estaba más contenta y se debía a la noche anterior, la cena con
Rachel, volver a sentirla, la verdad es que se moría por volver a estar con ella, quería llamarla pero no
deseaba molestarla, estaba a punto de entrar a quirófano, tenia una operación importante, eran
prioritarias las decisiones que tomaría, todo dependía de ella y sabía que tendría que quitarse ala
morena de la mente.
Rachel trataba de contentar a Ivana cuando llegaron los dueños de una importante firma de una línea de
belleza, ambas tomaron sus posturas profesionales e intentaron sacar lo mejor del contrato.
La rubia salió del quirófano, la operación había sido un éxito, tras las felicitaciones de sus compañeros
fue a la cafetería para descansar un rato y como era costumbre no pudo evitar pensar en Rachel y en
que estaría haciendo.
Rachel firmó el contrato, los inversionistas de Star Makeup cubrieron el contrato que ella deseaba,
lograron que Ivana y ella misma fueran la imagen de la empresa, cada una sería el rostro de
determinado producto, las modelos salieron felices del lugar y para celebrar se dirigieron al
departamento de Ivana, ahí Rachel tuvo un ardiente desayuno en la cama con la joven modelo.
Leonor salió de trabajar antes de lo que pensaba, decidió ir a darle una sorpresa a Rachel, fue hasta su
trabajo, se dirigió a su secretaria y...
L: Disculpe, ¿Quería saber si se encontraba Rachel? ---dijo amablemente---
S: Leonor... ehm... ---quiso cubrir a su jefa, sabía donde se encontraba ésta...--- ella está en un desayuno
con unos inversionistas ---contestó amablemente---
S: Realmente no lo sé, esos desayunos suelen tardar mucho, ¿Puedo darle un recado de parte tuya?
L: Solo déle esto... ---le entregó un ramo precioso de rosas rojas--- gracias ---sonrió a la secretaria y se
fue de allí---
Rachel, salía de la cama de Ivana, estaba satisfecha, la joven modelo era muy complaciente, se le acercó
a la cama donde descansaba y...
Ivana y Rachel tomaron un baño entre besos y caricias, aunque era buen sexo el vacío inundaba a la
ojiazul, al salir se vistieron y cada una tomó su auto para ir a la oficina, al llegar Rachel habló con su
secretaria, ésta le explicó que Leonor había ido a buscarle y que no la encontró, la morena no le dio
mucha importancia pero todo cambió cuando entró a su oficina y vio el hermoso ramo de rosas.
Leonor estaba de escaparate en escaparate, no tenía muy claro que regalarle a la morena, recordó que
en una semana sería su aniversario, tres años juntas ya, deseaba que fueran muchos más, en estos años
nunca hablaron de compromiso, a la rubia se le ocurrió algo al pasar por delante de una joyería, una
sonrisa se dibujó en sus labios...
L: ¿De veras querrás compartir tu vida conmigo? ---preguntó mirando un hermoso anillo, para después
entrar en la tienda---
La ojiazul fue donde el fotógrafo y la modelo la esperaban, le gustaba tomar cartas en todos los asuntos,
por eso era la mejor del negocio, así que se dirigió a la sesión de fotos.
Leonor seguía yendo de compras, salió muy contenta de la joyería, ahora solo tenía que tener cuidado
de que la morena no lo viera, estaba en el supermercado cogiendo lo necesario hundida en sus
pensamientos hasta que el grito de una mujer le llamó la atención...
M: ¡Por favor llamen a una ambulancia!, ¡Mi hijo no puede respirar! ---gritaba desesperada, la rubia
soltó lo que llevaba y corrió hacia el chico que comenzaba a ponerse morado---
E: Tranquila, soy médico, se lo que tengo que hacer ---trató de calmar a la mujer a la vez que comenzaba
averiguar lo que le pasaba al pequeño---
La ojiazul por su parte inspeccionaba cada detalle de la sesión fotográfica, no le gustaban los errores,
por ello prestaba la mayor atención, además Jackeline era una joven hermosa que empezaba a llamar su
atención.
Leonor se hizo cargo del niño, fue al hospital y fue ella la que llevó su caso, sabía que hoy la que volvería
tarde a casa sería ella, el niño estaba grave y no quería perder otro.
La sesión de Jackeline terminó al atardecer, Rachel volvió a la oficina y se encontró de nuevo con ese
ramo de rosas, pensó en la doctora y le llamó para ver que tal le iba el día...
R: ¿Cariño?
R: Si... bueno, es que supe que estuviste aquí... y... yo estaba ocupada...
L: Lo entiendo, siento si fui inoportuna, solo quise pasar a verte ---estaba realmente cansada, hoy no era
su día, pensó---
R: No, no fuiste inoportuna, lamento no haberte encontrado pero me encantaron tus flores ---sonrió---
siempre tan detallista.
R: Ni pienses que voy a disculparte tan fácil ---rió--- me dejaste en tercera velocidad... ---bromeó---
R: Tampoco... ---comentó burlona--- buscaré a una profesional ---dijo finalmente sonriendo, tratando de
provocarle celos a la rubia---
L: No tendrás que irte muy lejos, estas rodeada de ellas ---sabía que bromeaba pero le dolían ese tipo de
bromas--- hoy... llegaré tarde a casa ---quiso cambiar de tema---
R: ¿Llegaras tarde? ¿Por qué? ---su sonrisa desapareció y cuestionó levemente molesta---
L: Tengo un paciente, un niño... esta muy grave, podría morir en cualquier momento y no quiero que eso
suceda ---notó la molestia en su voz y eso hizo que se sintiera mal---
R: Bien, espero que... puedas hacer algo por él... ---calló por un instante y...--- yo me iré en una hora o
dos, así que te dejo trabajar...
L: Nos vemos luego en casa ---la voz de uno de sus compañeros la llamo cariñosamente como era de
costumbre---
Leonor se quedó sin moverse durante un instante, odiaba estar así con ella, la quería tanto, iba a
llamarla de nuevo pero sabía que estaba molesta y no era muy buen momento, hablaría con ella
después, guardó el teléfono y fue con su compañero a ver al niño.
Rachel revisó algunos contratos de las modelos, cuando terminó prefirió ir a casa, hoy no le apetecía
estar con nadie, estaba realmente de malas, condujo a casa y al llegar dejó sus cosas y se sentó frente al
televisor.
Era de noche cuando Leonor salió del hospital, había conseguido dejar al chico estable y eso le alegraba,
condujo hasta casa sin quitarse de la cabeza a la morena, ¿Seguiría molesta?, seguro que si y eso era
algo que le preocupaba, minutos más tarde estaba en casa, al entrar se encontró a la morena en el sofá,
estaba dormida, se acercó despacio a ella y depositó un suave beso en los labios...
R: Mmm... ¿Qué hora es? ---preguntó algo ronca, había perdido noción del tiempo---
R: Vaya... ---se apartó de ella y...--- voy a la cama... ---caminó desganada a la habitación---
L: Rachel... lo siento, no quiero que estemos así... me duele ---clavando la vista en el suelo---
R: Leonor, no estoy de humor para esto... ---le dio la espalda y continuó caminando hacia a la
habitación---
Sus ojos verdes la veían entrar en la habitación, sintió como su corazón se encogía, metió la mano en
uno de sus bolsillos, ahí encontró el pequeño regalo que le había comprado, sus ojos se humedecieron
pensando que tal vez Rachel no querría comprometerse con ella. Sabía que si iba a la habitación no
podría evitar hablarle, tocarla... así que cogió una manta y se tumbó en el sofá, con los ojos húmedos,
esperando que el sueño viniera a por ella y le aliviara del vacío que sentía sin tener a la morena a su
lado.
La ojiazul se acomodó en la cama, a veces le pesaba ser tan distante con Leonor pero le molestaba que
siempre la profesión de la rubia estuviera por encima de ella, por eso se sentía con el derecho de
engañarla, buscaba fuera lo que según ella no tenía en casa, realmente había perdido el sueño desde
que los labios de la ojiverde se posaron sobre ella pero ahora estaba molesta, dolida, echaba de menos
el cuerpo de Leonor junto al suyo pero prefirió dejar que la doctora descansara de ella, sabía que le
había hecho daño y pensaba que si iba a buscarla discutirían.
Estaba amaneciendo, Leonor estuvo toda la noche en el sofá, hoy tenía el día libre así que podría dormir
tranquila, a esta hora ya estaría despierta, pero estaba tan cansada que el sueño la venció.
Rachel se despertaba, dio un par de vueltas en la cama y recordó que Leonor estaba en el sofá, suspiró
agobiada y salió en busca de la rubia, la ojiazul se asomó al salón y vio a la rubia que aún dormía
profundamente, se sintió conmovida y un poco apenada por su actitud de la noche anterior, se le acercó
y quiso besarla pero por algún motivo no pudo hacerlo, volvió a la habitación, buscó ropa y se dio una
rápida ducha para salir rumbo a la oficina.
L: ¿Rachel? ---nadie contestó, supuso que se había ido a trabajar y por lo tanto aun estaba molesta,
decidió levantarse y darse una ducha, no sabía muy bien que hacer, pero la necesitaba---
La morena tenía casi veinte minutos de haber llegado a la oficina, no tenía mucho trabajo pero no había
querido quedarse en casa, miraba el paisaje a través de la ventana cuando Ivana irrumpió en su oficina,
Rachel volteó a verla y le sonrió, sabía lo que venía después, siempre era lo mismo, una sonrisa ladeada
de ella y una sesión de candentes besos y caricias, Ivana se acercó a ella y...
I: Hola...
R: Hola... ---respondió atrayéndola hacia si con una sola mano para darle un beso profundamente
apasionado---
Leonor acababa de llegar a recepción, necesitaba arreglar las cosas con la morena y haría lo que fuera
para ello, como de costumbre se encontró a la secretaria...
S: Un momento señorita Leonor ---nerviosa, llamó por teléfono a su jefa que sabía con quien estaba---
Rachel se negaba a responder al teléfono, estaba ensimismada besando el cuello de la modelo mientras
sus manos le estrujaban el pecho, dada la insistencia de su secretaria maldijo mentalmente y se separó
de Ivana...
R: ¿Si? ---inquirió molesta---
S: Se encuentra aquí la señorita Leonor, quiere verla ---dijo la secretaria tratando de controlar sus
nervios---
La secretaria no sabía muy bien que hacer. ¿Cómo podía distraerla?, recordó que Leonor era doctora así
que fingió un fuerte dolor de cabeza, colocando una de sus manos en ella y quejándose.
L: Déjeme verla...
L: De todos modos quisiera verla ---hizo que la mujer siguiera su dedo con la vista, tras varias preguntas
le pareció muy extraño que le doliera tanto la cabeza si no parecía tener ningún síntoma--- que extraño,
no encuentro nada fuera de lo normal.
L: De todos modos... pásese por el hospital y hágase un chequeo, eso siempre viene bien ---sonrió
amablemente---
Mientras su secretaria actuaba, Rachel intentaba borrarse las marcas del labial de Ivana sobre su boca,
Ivana reacomodaba su blusa mientras se miraba en un espejo que traía en el bolso, ambas hicieron su
mejor trabajo para tapar su infidelidad pero no estaban seguras que hubiera sido suficiente, a Ivana
realmente no le importaba si Rachel era o no descubierta pero ya que quería tenerla contenta la
complacía en todo, tampoco quería perderla, cuando la ojiazul estuvo lista, abrió la puerta e Ivana salió
encontrándose con Leonor que atendía a la joven secretaria.
Leonor levantó la vista viendo a una espectacular mujer, se notaba que era modelo, detrás vio a Rachel,
siempre pensó que su belleza era inigualable, y aunque la mujer era realmente hermosa para la rubia,
Rachel seguía siendo única...
L: Hola... ---con una leve sonrisa---
R: Hola... ---sonrió y fingió--- ¿Qué pasa aquí? ---Ivana dio un par de pasos hacia la rubia forzando a
Rachel para que las presentara---
Leonor estaba frente a Ivana, que parecía mirarla con aire de superioridad, pero trató de hacer caso
omiso...
L: Necesitaba... ---dejo de hablar cuando el movimiento de Ivana hizo que su aroma llegara a su nariz, el
olor que invadió su nariz le era familiar, conocido, se trataba del olor de Rachel y sabía que era
imposible que ambas olieran igual, para eso tendría que haber estado tan cerca como lo había estado
ella en todos estos años--- ... hablar contigo... ---apartó la mano de Ivana de un brusco movimiento---
I: Bueno yo me retiro ---comentó irónica y sonriendo ampliamente, volteó hacia Rachel y...--- Nos vemos
---le guiñó un ojo y...--- Hasta luego Leonor... ---se retiró sin esperar más---
Rachel quiso recuperar la atención de la rubia que parecía pensar en algo y...
Leonor pasó al despacho sin decir nada, se quedó de pie esperando a que la morena cerrara la puerta.
Rachel cerró y con un ademán invitó a la rubia a tomar asiento, caminó hasta el escritorio y se sentó
sobre él para quedar de frente y cerca a la rubia...
L: Yo... bueno, quería que habláramos, no soporto que estemos así.... no soporto este distanciamiento
---se veía tristeza en su expresión---
R: Lo se y lo siento, a mi también me incomoda que estemos así ---la miraba a los ojos, a pesar de todo
era sincera--- ... pero... a veces es molesto que tengas que salir en mitad de la noche o que te obsesiones
tanto con tu trabajo, se que yo también suelo sumergirme en el trabajo pero si continuamos así...
---calló---
L: ¿Crees qué a mi me gusta llegar a casa y encontrarla vacía? ---se estaba controlando por no llorar---
¿Crees que me gusta cenar sola?... entiendo que a veces tienes que trabajar hasta tarde y nunca te lo he
reprochado... creía que entendías mi trabajo ---quería abrazarla pero...--- daría lo que fuera por no tener
que separarme de ti en mitad de la noche.
R: Para mi tampoco es fácil y lo sabes, a mi no me complace llegar siempre tarde a nuestras cenas,
tomar vuelos inesperados a Milán pero es lo que hago y francamente no se que nos está pasando,
parece que... que ya no disfrutamos de lo nuestro, que estamos juntas solo por costumbre...
L: Se sincera... ¿Estas conmigo solo por costumbre? ---tenía el corazón en un puño, no estaba preparada
para la respuesta---
R: Porque... ---ver a la rubia a punto de llorar le causaba dolor--- te... te quiero ---lo dijo casi con
angustia--- pero... no es suficiente.
L: Comienzo a dudar que eso sea cierto... ---se estaba rompiendo por dentro, no soportaba más estar
ahí, se dio la vuelta y corrió hasta la puerta saliendo de allí, no sabía donde ir, pero ahora tampoco le
importaba, solo quería alejarse---
Rachel tardó en reaccionar, la actitud de la rubia la tomó por sorpresa, tras un breve instante salió en su
busca y la encontró subiendo al ascensor, la ojiazul corrió y alcanzó a detener el ascensor, entonces...
R: Por favor, no te vayas así ---se sentía avergonzada y los sentimientos con las palabras se agolpaban en
su garganta--- volvamos a la oficina ¿Si?... necesitamos aclararlo todo ---su mirada era de angustia---
L: Rachel... esta claro ---no tenía fuerzas para discutir, las lágrimas apenas la dejaban hablar--- no te
preocupes, ve a trabajar.
L: No puedes dejar el trabajo ---estaba sorprendida por la actitud de la morena--- estoy bien... enserio
---se giró para darle al botón del ascensor---
R: Me iré contigo ---volteó hacia su secretaria y le hizo una seña, ni siquiera tomó su portafolios, se
quedó ahí en el ascensor con Leonor---
No había manera de hacerla cambiar de opinión, Leonor se apoyó en el ascensor y tapó su cara con las
manos, estaba angustiada, no sabía que hacer, Rachel estaba nerviosa, no sabía como actuar, lo primero
que hizo fue presionar el botón del ascensor y pararse junto a la rubia.
El ascensor seguía bajando pisos, ninguna de las dos se movió, hasta que el ascensor paro en uno de
ellos, entró una de las modelos, era muy hermosa también, con mirada lasciva se acercó a Rachel
rodeándola por el cuello.
M: ¿Qué tal se encuentra mi jefa favorita? ---dijo muy sexy, Leonor no creía lo que estaba viendo---
R: Monique... ---la tomó por los brazos y se apartó--- estoy bien, muy bien ---sonreía nerviosa a la vez
que miraba por el rabillo del ojo a la rubia--- ¿Tu cómo estás?
M: Desde la última vez que nos vimos muy bien ---sonrió y acarició su rostro--- aunque te he echado de
menos... ---los celos que tanto había controlado Leonor se volvían insoportables, ya no aguantaba más,
de un movimiento apartó a Monique y le dio un bofetón---
L: Si quieres seguir desfilando aléjate de ella, soy médico y créeme... se muy bien donde hay que cortar
para que alguien no vuelva andar ---dijo muy desafiante---
Rachel sonrió impresionada y volteó hacia Leonor, intentó calmar las cosas...
R: Leon... trata de calmarte ¿Si? esto no es lo que parece ---se interpuso entre ella y la modelo, volteó
hacia la chica y...--- escucha Monique lo siento, ella es mi NOVIA ---reafirmó--- y está un poquito
alterada ---hizo un ademán con el índice y el pulgar---, así que me disculpo.
La puerta del ascensor se abrió, Leonor salió a paso ligero, estaba triste y llena de celos, necesitaba
calmarse, la ojiazul salió detrás de ella sin tomar en cuenta a la modelo, la tomó del brazo y la hizo girar
hacia ella...
L: Para ser una modelo se cree con muchos derechos sobre ti... ¿No crees? ---sentía como comenzaba a
faltarle el aire---
R: Es una niña, y así se comportan todas las chicas aquí ---pretextos y mas pretextos---
L: Ya... ---Leonor no se lo terminaba de creer, algo se olía y no le gustaba, ya no sabia como podía
arreglar esto---
L: No se que decirte... no se que pensar ya... ---se giro y comenzó a caminar de nuevo---
L: Demuéstramelo... ---fue todo lo que dijo quedando ahí parada frente a ella---
Rachel no tenía mas que una carta para seguir en el juego, así que haciendo acopio de todo el
sentimiento que la rubia le inspiraba se acercó a ella firmemente y la besó, era su última jugada y
esperaba que fuera lo suficientemente buena como para no perder a Leonor, ésta le rodeó el cuello con
sus brazos profundizando aquel beso, quería olvidarse de todo lo sucedido, quería pensar en los buenos
momentos que habían vivido juntas todos estos años...
L: Te quiero... y me duele no tener las suficientes vidas para poder demostrarte hasta que punto llega mi
amor por ti.
R: Yo lamento no demostrarte lo suficiente cuanto te quiero en esta vida ---volvió a besarla mientras le
rodeaba la cintura y la apretaba contra ella---
L: Vamonos de aquí... ---susurró en sus labios mientras cogia su mano y caminaban hacia el garaje,
donde tenían el coche---
La morena se dejó arrastrar pero al llegar al auto de la rubia no pudo mas y...
R: No soportaré llegar a casa ---acorralándola contra el auto y haciéndola girar para besarla
apasionadamente---
R: Entonces sabrán lo que es bueno ---la subió a la parte delantera del auto y metió sus manos bajo la
falda de la rubia---
No iba a negarse a ello, la deseaba demasiado, deseaba que le hiciera el amor ahora mismo, bajo la vista
de cualquiera, nada importaba, atrajo la cara de la morena hacia la suya para morderle el labio...
R: Eso pensaba...
Dejando una de sus manos dentro de la falda de la rubia fue acariciando la entrepierna de ésta, mientras
que con la otra hábilmente le desabotonaba la blusa, sin dejar de besarla tomó uno de los senos de
Leonor y lo estrujó, su lengua viajaba dentro de la boca de la rubia a la vez que ambas gemían unidas en
un beso, la excitación recorría todo su cuerpo, rodeó con sus piernas la cintura de Rachel apretándola
contra si, necesitaba más de ella...
R: ¿Si? ---completamente encendida--- ¿Lo quieres? ¿Lo quieres ahora? ---se reclinó sobre ella y
acariciaba el palpitante centro de la rubia mientras el sudor de sus rostros se mezclaba---
Las caricias de Rachel llevaban un ritmo que se unía al que marcaban sus labios sobre el pecho de
Leonor.
L: Dios si... te quiero... te quiero ahora... ---con los ojos cerrados dejándose llevar por su pasión,
entregándose a ella---
Una puerta se oyó llamando su atención, miró y vio a varias modelos contemplando la escena, a Rachel
muy poco le importó, la penetró con pasión animal y le mordió el cuello mientras empezaba a
embestirla, las modelos al ver a su apasionada jefa volvieron al ascensor y subieron, la ojiazul se
apoderó de los labios de Leonor para llamar su atención, tras mordisquearle los labios susurró cerca de
su boca...
L: Nunca... ---los gemidos eran intensos--- no... Me dejes... tu a mi... ---sus caderas se movían al compás
de las acometidas de la morena, la beso en el cuello y mordió provocándole un enorme chupetón---
Rachel sintió a la ojiverde cerrarse a sus caricias, de un momento a otro los gemidos se hicieron
constantes y el cuerpo de Leonor se tensó bajo la ojiazul, ambas sabían lo que pasaba y Leonor se aferró
a la espalda de la morena mientras que ésta continuaba su labor, tras un profundo suspiro Leonor se
entregó por completo al placer que Rachel le estaba provocando, ambas calmaron sus movimientos
hasta que cesaron, la morena quedó sofocada sobre su no menos sofocada amante...
L: Creo que... tendrás que llevarme en brazos a casa ---sonrió para después besar su mejilla--- tu pasión
cada día aumenta más y me deja muerta ---rió---
R: Lo siento si fui muy brusca... ---respondió levantándose para dejarla respirar pero devolviéndole la
sonrisa---también lamento que nos vieran---sonrió pícara---
L: Ha merecido la pena...---la agarró de la camisa y la acerco de nuevo pasa besarla--- contigo todo vale
la pena.
Rachel se entregó al beso y la abrazó fuertemente.
L: Es mi turno ---dejó que su dedo índice acariciara uno de sus pechos--- pero en casa, ¿te... gusta la
idea? ---dijo juguetona---
El pago era lo mejor de ser una modelo, con él había podido comprarse ese deportivo que en momentos
como este le era muy pero muy útil, la ojiazul encendió el motor y arrancó quemando llantas. Leonor
hizo lo mismo con su coche, era de la misma gama que el de la morena, lo diferenciaban algunas cosas
una de ellas el color, lo puso azul, por los ojos de Rachel. El chirrido de las ruedas le hizo saber que esto
era una carrera en toda regla, iba igualada a Rachel.
La ojiazul miraba por los espejos, no podía evitar sonreír, Leonor venía a su costado, eso fue lo que un
principio le gustó de ella, era de arranques no pensaba cuando se apasionaba con algo, era su igual, de
una forma distinta pero lo era, de pronto el semáforo cambió y a ella apenas le dio tiempo de frenar, el
motor se amarró por completo pero no sufrió ningún accidente, volteó hacia a un lado y descubrió a la
ojiverde luciendo una descomunal sonrisa. Cada segundo que pasaba con ella estaba más segura de que
quería estar el resto de su vida con ella. La miró directamente a los ojos, esos ojos que la volvían loca,
sacó su lengua mojando sus labios provocativamente, cuando el semáforo se puso en verde guiñó un ojo
a la morena y arrancó dejándola atrás. Rachel se había quedado como una total idiota, ese gesto de
Leonor la había distraído demasiado así que al reaccionar pisó acelerador y condujo tras ella. Leonor
miraba por el retrovisor a la morena que la pisaba los talones, estaba tan distraída que no vio que un
coche se le cruzó, pero le dio tiempo a reaccionar de un volantazo, estuvo a punto de perder el control
pero consiguió dominarlo.
Rachel continuó conduciendo y pasó a un lado del Targa azul, volteó y le sonrió con superioridad a la
rubia. Ambas siguieron conduciendo hasta llegar a casa, salieron del coche y quedaron una frente a la
otra, ambas sonrientes sabiendo lo que venía ahora.
Sus cuerpos desnudos estaban entrelazados en las suaves sábanas de la cama, trataban de que sus
respiraciones volvieran a la normalidad, Leonor estaba sobre ella, su cara apoyada en el pecho de la
morena que la rodeaba por la cintura.
L: ¿Eso es bueno no? ---rió y le acarició el pecho con la yema de sus dedos--- soy tan feliz contigo... ---su
tono se volvió más serio--- no sabría que hacer sin ti ---a la mente le vino el anillo que le compro,
necesitaba estar segura de que la morena quisiera compartir su vida con ella---
R: Yo estaría perdida sin ti... me alegra que hayas ido por mi a la oficina ---le acariciaba la espalda---
L: Cariño... nunca hemos hablado sobre el compromiso ---la miró directa a los ojos--- ¿Qué piensas de
ello? ---sentía algo de temor por la respuesta---
L: Pues creo que... el único que hay... el de... para toda la vida ---rió---
R: ¿Entre nosotras, dices? ---la miraba sonriente pero los latidos de su corazón se aceleraron una
milésima---
R: No, no hay nadie mas... ---relativamente era cierto, las demás no significaban nada en su vida---
bueno y... ¿Qué es exactamente lo que quieres saber?
L: Pues... no se, solo que opinas sobre el compromiso, si te agrada o no ---no se atrevía a decirle más---
R: Si lo que quieres saber es si me comprometería contigo... si lo haría ---la miró como quien mira a un
niño, le sonreía--- pero es... complicado...
R: A que me gustas y te quiero, pero dadas nuestras últimas noches... ---carraspeó--- no se si...
comprometernos sea lo mejor, podrías encontrar alguien mejor que yo... ---sonrió amargamente--- y no
digas que soy suficiente porque no es verdad.
L: Te quiero a ti, no quiero a nadie más, entiendo que no quieras comprometerte conmigo... ---dijo
triste--- tampoco te pido que lo hagas, soy feliz con que estés a mi lado ---se abrazó mas fuerte a ella---
R: No es que no quiera... es... que... ---pensaba y nada se le ocurría, así que...--- ¿Por qué no me dejas
pensarlo un tiempo?... ---sonrió como toda una tonta---
L: Claro, con esto no quería decirte que quisiera que fuera ahora ---tendría que guardar el anillo más
tiempo del que pensó--- solo quería saber que pensabas sobre ello ---sonrió dulce---
R: Yo... te quiero Leon... pero... creí que por tu trabajo no querrías compromisos al igual que yo... es muy
difícil mantener algo estable con nuestras agendas de trabajo... ---a pesar de todo no había dejado de
tocar su cuerpo ni un instante---
L: Se que es difícil... pero realmente estoy enamorada de ti y ya no me imagino la vida sin ti ---cerró los
ojos y aspiró con fuerza su aroma--- aunque no te lo creas... tu eres lo primero para mi.
Rachel guardó silencio, no sabía como reaccionar ante la propuesta de Leonor, la ojiazul siempre había
sido una persona libre, vivía cómoda si estaba sin ataduras, la rubia era un caso especial pero no estaba
segura de lograr tener una vida seria y estable con ella, menos tomando en cuenta sus seguidas
infidelidades, no era que no la quisiera era algo que normalmente hacía para sentirse viva, segura, fue
así desde muy joven y no creía poder cambiar.
L: Puede que creas que estoy loca pero... ¿podrías dejar de ir a trabajar unos días?, quisiera que
estuviéramos unos días juntas ---su cara era casi de súplica---
R: ¿Eh? ¿Estás segura? Por mi no hay problema, puedo posponer mis asuntos ---comentó sonriente pero
sorprendida--- ¿Tu podrás? ¿Y tus pacientes?
L: Estoy segura que uno de mis compañeros me cubrirá ---sonrió abiertamente--- me emociona la idea
de poder pasar unos días contigo... hace mucho que no lo hacemos.
R: Lo se... la última vez que lo hicimos fue... ¿Hace cuánto? ---había perdido la cuenta--- ¿Dos años?
L: Mas o menos... ---quedó pensativa--- ¿te acuerdas cuánto disfrutamos al conocernos? ---sonrió al
recordar aquello--- todo iba genial... daría lo que fuera por que ahora fuera igual ---sus ojos verdes se
clavaron en los de ella llenos de amor---
L: ¿Pero te cure bien no? ---rió--- aun con el chichón te veías espectacular.
R: ¿Si? ¿Me veía bien? ---rió--- ¿Vas a querer que ahora tenga uno? Como quieres que seamos iguales
---dijo burlona---
L: No me provoques ---rió--- se donde hay que darle para que te salga un buen chichón ---posó sus labios
en la frente de la morena para besarla suavemente---
R: ¿Serías capaz doctora? ---cerró los ojos al sentir los húmedos labios de la rubia sobre su frente---
L: De lo único que sería capaz es de amarte toda la noche... ---la besó muy despacio, con leves
movimientos---
Rachel se dejaba amar, siempre le pasaba lo mismo con la rubia, no podía limitar su atracción mucho
menos su pasión, no existían horas específicas para quererse o desearse simplemente cuando estaba
con Leonor se perdía en el universo que la ojiverde se ocupaba de crear para las dos.
Finalmente ambas pidieron los días libres en el trabajo y pasaron unos momentos estupendos,
recordando los años atrás, amándose a cada instante, dedicar cada segundo la una a la otra, como debía
ser y en mucho tiempo no hicieron, nuevamente volvieron a disfrutar de las pequeñas cosas, los
pequeños detalles.
La noche había caído y decidieron ir a cenar a un restaurante, tras cenar bailaron varias canciones lentas
y al terminar decidieron volver a casa dando un paseo, hacía una espléndida noche, ambas cogidas de la
mano siendo la luna testigo de su amor.
L: Estoy de acuerdo ---apretó el agarre de su manos, iba con una sonrisa en los labios que casi parecía
estúpida---
Seguían caminando tranquilamente cogidas de la mano. Leonor se sentía tan feliz... casi le daban ganas
de llorar, se paró y quedó mirando al cielo que estaba lleno de estrellas.
L: Dicen que nunca se alcanza la felicidad por completo... ahora se que se equivocan.
R: De verdad espero que se equivoquen ---le sonrió y la levantó a la vez que empezaba a dar vueltas con
ella en brazos--- Leon... Creo que te amo ---la besó---
Leonor reía como una quinceañera, le encantaban esos prontos que tenía la morena.
L: Me encantas cuando te pones así... ---la rodeó la cintura por detrás al ver que la morena se paró
frente a un árbol---
R: Tu me pones así ---sonriente buscó en el bolsillo de sus jeans y sacó una vieja navaja de explorador
que su padre le regaló cuando era niña---
L: Si un día nos perdiéramos... ---puso su mano sobre la marca--- encontrémonos aquí... justo aquí.
R: De acuerdo... ---la besó cálidamente y después...--- es una promesa ---le acarició el rostro---
L: Las promesas no se rompen... ¿Verdad? ---sus ojos estaban humedecidos, dios como la quería---
R: Claro, dime... ---la miraba a los ojos, estaba desnudándose íntimamente delante de ella a través de las
palabras---
L: Se que nunca demuestro mis celos pero... la verdad es que me muero al pensar que estas rodeada de
chicas tan guapas... no soportaría que te tocaran, que estuvieran así... como yo ahora... ---la abrazó muy
fuerte---
R: Ellas no son nada Leon, son guapas pero no como tu... ---le acariciaba el rostro y se acercaba a sus
labios--- nunca te habías quejado... ---empezaba a sentir remordimiento---
L: No me quejo... es que... tal vez pienses que me da igual que estés rodeada de mujeres, que no me
importa solo por que no digo nada... pero me muero por dentro... ---necesitaba decírselo--- te quiero y...
confío en ti ---acarició su rostro tiernamente---
La ojiazul comenzó a toser, ese "confío en ti" la caló profundo...
L: Siempre me ha importado, pero para que esto funcione tengo que confiar ---sonrió feliz--- se que no
me harías daño.
R: No... No a propósito ---su rostro empezaba denotar angustia--- ¿Vamos a casa ya?
Tomadas de la mano volvieron a casa, al llegar Leonor se dirigió a la habitación mientras que Rachel se
quedó un momento en la cocina, buscó una botella de vodka y se sirvió una copa, desde que vivía con
Leonor no bebía pero ésta noche le hacía falta un trago, lo bebió de golpe y se sirvió otro, las palabras
de la rubia le habían tocado el corazón.
Leonor estaba en la habitación, miraba el anillo que le había comprado, mañana sería su aniversario,
sabía que tendría que buscar otro regalo, por lo que hablaron del compromiso, pero aun así estaba
ilusionada.
En silencio la ojiazul derramaba algunas lágrimas mientras tomaba su copa, se sentía fatal, la
culpabilidad y el sentimiento indescriptible que sentía hacia la rubia la tenían confundida, estaba mal y
lo sabía.
La rubia ya estaba en la cama, estaba despierta esperando a la morena, no quería dormir sin darle las
buenas noches.
Rachel sabía que Leonor la esperaba en la habitación así como sabía que si no llegaba allá pronto la
rubia saldría de la cama para ir a buscarla, así que guardó la botella de vodka limpió sus lágrimas y fue a
donde la ojiverde la esperaba, al entrar comenzó a quitarse la ropa y la dejó por el camino, buscó el
pijama se lo puso y se metió en la cama.
Los brazos de Leonor enseguida rodearon al cuerpo más grande, pegándose bien a ella.
L: Buenas noches mi vida ---cerró sus ojos acomodándose en ella con una sonrisa---
Tras despedirse cada una se fue por su lado, la rubia tenía algo pensado, una sorpresa especial.
La morena llegó a la oficina, iba decidida a terminar todos sus amoríos, no tenía las vísceras ni el valor
para seguir engañando a Leonor, la noche anterior se había dado cuenta de lo mucho que amaba a la
rubia y no quería perderla sabía que si eso pasaba moriría de dolor, como de costumbre miraba el
paisaje a través de la ventana y pensaba en como resolver sus problemas.
Su secretaria fue llamada para aun recado, aprovechando que nadie la veía Ivana entró en el despacho
de la morena.
R: Ivana ---se hizo para atrás y...--- necesitamos hablar... ---palabras mágicas---
I: Eso podemos hacerlo luego... ---fue directa a su cuello, mientras que con sus manos agarraba su
trasero---
Rachel no estaba muy segura de querer negarse, así que le permitió a Ivana seguir, pero en ese
momento recordó la fecha del día, era su 4° aniversario, Leonor vino a su mente e intentó apartarse
pero la modelo se lo impidió tomándola con fuerza del rostro y dándole un apasionado beso.
Ivana comenzó a quitarle la camisa, seguía besándola por los pechos. La secretaria de Rachel volvió a su
puesto, justo para recibir a Leonor.
L: Gracias ---fue todo lo que dijo antes de dirigirse hacia el, justo al llegar a la puerta oyó que unos
gemidos salían de aquel despacho, quiso pensar que era un mal sueño, despacio abrió la puerta para ver
lo que le partiría el corazón en mil pedazos---
Rachel estaba tumbada sobre su escritorio dejándose querer por aquella modelo, Leonor dejó caer el
móvil que en ese momento llevaba en su mano, no se lo podía creer, Rachel le estaba siendo infiel,
¿pero desde cuándo?, sintió que en aquel lugar no había oxígeno y salió corriendo de allí, como alma
que persigue el diablo, la secretaria se quedó muy sorprendida al verla salir así.
S: ¡Señorita Leonor!
La morena no podía seguir así con Ivana, hizo uso de su fuerza y la alejó de ella, fue lo mas honesta y
directa que pudo...
I: ¿Qué?, ¿y se puede saber por qué esta decisión?, bien que te gustaba ---sonrió lasciva---
I: No la querrás tanto cuando le has sido infiel con la mayoría de tus modelos ---se dio la vuelta para
salir, cuando lo hizo tropezó con algo, se agachó para cogerlo, era un móvil--- ten más cuidado y no
vayas perdiendo los móviles, tu amor podría llamarte ---se lo tiró para que lo cogiera, después se
marchó---
Rachel atrapó el móvil y lo reconoció, salió de la oficina y habló con su secretaria, estaba alarmada...
S: Si señorita, estuvo un momento, dijo que iba a verla pero después salió corriendo despavorida, no
pude detenerla.
R: ¡Maldita sea!
Tomó el ascensor y corrió a su auto, condujo a toda velocidad de vuelta a casa, aun tenía la esperanza
de poder encontrarse con ella.
Leonor había tomado una decisión, no podía seguir con ella después de lo que había visto, todo había
terminado aunque la amaba con toda su alma, fue a casa y recogió todas sus cosas, antes de irse
escribió una carta, que dejó en la mesa junto con el anillo que iba a regalarle, ya nada importaba y no
necesitaba ese anillo para nada, no quería ningún recuerdo.
Rachel llegó a casa poco después de que Leonor lo hiciera, encontró la casa medio vacía y empezó a
maldecir, suponía lo que había pasado, llegó hasta la mesa y encontró la nota con el que sería su anillo:
"No he tenido el valor suficiente para decirte esto a la cara, al igual que tu no lo has tenido para decirme
lo que estabas haciendo... ahora que se la verdad, espero que entiendas que ya no puedo seguir contigo,
a pesar de que te dije que nunca te dejaría... tu me dejaste hace mucho tiempo por lo que veo y yo no lo
vi. Si en algún momento me has llegado a querer o aunque solo sea cariño... te pido que no me busques,
no trates de comunicarte conmigo... haz eso por mí. El anillo que esta al lado de esta carta... era el anillo
con el que quería pedirte que te comprometieras conmigo, ya no tiene ningún valor, no significa nada,
has lo que quieras con el. Será la última vez que vuelvas a oír o a leer un te quiero viniendo de mi. Te
quiero... Adiós Rachel."
Rachel empuñó la carta y pateó la mesa provocando que esta cayera de lado, del mismo modo comenzó
a romper floreros, ceniceros y cada adorno que se encontraba en el camino, mientras lo hacía maldecía
y las lágrimas mojaban su rostro, no podía creer lo estúpida que era por haber perdido de ese modo a la
rubia, pero le caía peor sabiendo que hoy quiso intentar olvidar a sus amantes para tener algo estable
con ella, ese era el pago por sus actos y sabía que lo merecía.
Leonor estaba apunto de subir al avión, por un momento se detuvo, no quería irse, pero al cerrar los
ojos le volvió la terrible imagen de Rachel con su amante y eso fue lo que la empujó a caminar sin mirar
atrás, dejando toda su vida y llevándose las lágrimas que la acompañarían todo el camino.
La ojiazul trató de calmarse, pensó que aun podía encontrarla en el hospital, se dirigió hacia allá a toda
velocidad y al llegar habló con una joven de información, ahí le explicaron que Leonor había pedido un
traslado a otra ciudad y que de igual modo pidió que a nadie le dieran esa información, Rachel pensó
que lo mejor era no armar ningún escándalo, desconsolada volvió a casa, pasó a la cocina por su botella
de vodka y terminó de tomársela en su habitación a la vez que rompía en llanto y sus recuerdos le
volvían a la mente, lloraba sin control, sus sollozos inundaban la habitación, no podía creer que había
perdido a Leonor, no lo aceptaba, cuando de pronto comenzó a recordar...
FLASBACK
Eres la siguiente en salir le dijo un joven a Rachel, quien lucía un vestido de alta costura, se encontraban
en la ciudad para un evento de caridad y a ella le tocaba lucir un vestido de D. Versace, pese a que la
noche anterior, la había pasado de fiesta hoy debía hacer su trabajo, finalmente su compañera entró y
salió a pasarela, al instante los flashes de las cámaras fueron disparados y el exceso de luz causó que la
ojiazul perdiera visibilidad, de pronto todo se nubló y cayó al suelo golpeándose fuertemente el rostro y
quedando sin sentido. Enseguida llamaron a una ambulancia y la llevaron al hospital más cercano, seguía
sin sentido cuando Leonor entró en la habitación donde se encontraban las enfermeras preparándolo
todo.
E: Es una modelo, al parecer cayó en medio de la pasarela golpeándose en la cabeza, se ha quedado sin
sentido, pero sus constantes son buenas, tiene un hematoma en la frente y un esguince en el tobillo.
L: Ya veo, podéis iros, ya me encargo yo ---la rubia no se había fijado hasta ahora en ella, cogió un
pequeño bote para ponérselo en la nariz para que comenzara a reaccionar, quedó embobada al ver su
rostro, era una mujer realmente guapa.---
Rachel despertó de golpe y eso aumentó el dolor de cabeza, se quejó a la vez que se tocaba la frente, al
subir la mirada se encontró de frente con una bella doctora y haciendo uso de su habitual coquetería
dijo...
L: La paciente despierta delirando... ---cogió su pequeña linterna y miró las pupilas de la morena ---
¿Cómo te llamas?
R: Veintiséis... ¿Y la suya? ---comenzó a jugar con la tarjeta que colgaba del uniforme de la doctora---
L: ¿Qué es lo último que recuerda antes de perder el sentido? ---dijo agarrándola de la mano para que
soltara su tarjeta---
R: Déjeme ver... ---jugueteó con la mano de la rubia y no dejó que ésta la apartara--- lo último fue "te
toca salir" salí y suelo... si eso.
Leonor toco su moretón haciéndole que le doliera, eso hizo que la soltara.
R: Auch, me hubiera pedido que me quedara quieta, no tenía que ser tan mala... ---puso cara de niña
regañada---
L: Se comporta como una niña pequeña ---cogió su tobillo y comenzó a moverlo despacio--- ¿le duele si
hago esto? ---lo movió en forma circular---
L: Lo tiene algo inflamado, se lo vendaré y tendrá que estar una semana en reposo ---fue a una
estantería y cogió una venda---
R: Dios... ¿No puede darme mejor un analgésico? Tengo un viaje dentro de dos días.
L: No le hará nada, la cura para esto es reposar ---comenzó a vendarle el tobillo, una vez termino--- bien,
ahora le curaré el golpe de la frente ---se acercó a ella para verlo bien, quedo a muy pocos centímetros
de su cara---
L: Se va a quedar en observación unas horas, mandaré unas pruebas más ---comenzó a recoger las cosas
para salir--- una enfermera se hará cargo de usted.
Leonor no tenía ni cinco minutos de haber salido cuando Rachel empezó a tocar todos los botones del
tablero buscando cual era para llamar a la doctora. La rubia estaba con uno de sus pacientes cuando le
avisaron de que la necesitaban en la habitación 22, fue hacia ella y vio a la morena tranquilamente.
L: Me llamo Leonor y para su información, hay gente que si necesita de mis servicios ---se giró para irse
de nuevo---
La vio partir una vez más y dejó que pasaran 10 minutos para volver a llamarla.
Leonor volvió aparecer en la habitación, solo que esta vez llevaba una jeringuilla algo más grande de lo
común, se acerco hacia ella y...
L: Como veo que se encuentra muy mal haré algo para remediarlo...
R: Es que me dan nervios las agujas, sobre todo las de ese tamaño ---señaló la jeringa que traía Leonor---
L: Tranquila, tendré cuidado... ---clavándole la aguja mientras la hablaba cerca del rostro para que no se
pusiera nerviosa--- tienes unos ojos muy hermosos... ---según entraba el líquido sus ojos se iban
cerrando---
Rachel cayó en un profundo sueño, el sedante surtió efecto rápidamente. Tres horas más tarde la
morena fue despertando, Leonor estaba allí firmando el alta, aunque por primera vez se lo pensó, por
alguna razón la gustaba tenerla ahí.
Rachel sentía que el dolor había disminuido por lo menos un cincuenta por ciento, al abrir los ojos se
encontró de nuevo con la doctora y...
R: ¿Por qué le caigo tan mal? ---se sentó en la cama y sonriente clavó su mirada en la rubia---
L: Nunca he dicho que me cayera mal ---la miró fijamente a los ojos--- solo me parece incorrecto que mis
pacientes coqueteen conmigo ---sonrió amable---
R: No puedo evitarlo, es usted muy bella ---sonrió ampliamente--- pero si le molesta me disculpo...
L: Disculpas aceptadas ---le dedicó una de sus mejores sonrisas--- ya se puede ir, aquí tiene el alta ---le
entregó la hoja---
L: Necesitará esto ---le dio una muleta--- trate de no apoyar demasiado el pie.
Con calma salió del hospital tomó un taxi y se dirigió a casa, al llegar aventó las llaves a la mesa de
centro del salón y se recostó en el sofá, tan solo el pensamiento de la rubia la hacía sonreír no podía
sacarla de su cabeza.
El día por fin terminó y con él el trabajo. Leonor recogió todas sus cosas y fue a casa, no entendía por
que pensaba en aquella paciente, en Rachel, tenía algo especial, nunca antes nadie había coqueteado
con ella de la forma en la que la ojiazul lo hizo, le gustaría volver a verla, pero lo único que sabía de ella
era que era modelo, una espectacular modelo.
La rubia salía cuando una enfermera la detuvo diciéndole que tenían un caso urgente y no había
médicos disponibles, no le quedó mas remedio que aceptar, le dieron la dirección y fui allí con su
maletín, al llegar se sorprendió al ver la casa, era como una mansión, llamó a la puerta que para su
sorpresa fue abierta por la modelo que había estado desfilando en su mente todo el día.
DE VUELTA A LA REALIDAD
Rachel seguía llorando, ese recuerdo de Leonor pasaba por su mente una y otra vez, se había tomado la
última gota de vodka y no sabía que hacer para recuperar a la rubia, los ojos le ardían la cabeza parecía
que iba a estallarle de tanto llorar pero no podía hacer nada mas, hoy en el día del 4 aniversario todo
había terminado y por culpa de ella misma.
Leonor estaba en el avión, sus ojos estaba completamente hinchados de tanto llorar, estaba tan dolida...
daría lo que fuera por volver y tirarse a los brazos de Rachel, pero no podía perdonarla... era imposible,
tendría que vivir con el recuerdo, necesitaba estar cerca de ella y ahora solo podía hacerlo con su
mente, cerró los ojos y dejó que aquellos momentos de felicidad volvieran a su vida...
FLASBACK
R: Si yo estaba muriendo... por verla de nuevo ---sonreía de ese modo tan especial--- pase por favor, no
se quede ahí.
L: Me dijeron que era una urgencia y usted no parece estarlo --dijo seria---
Leonor así lo hizo, se sentó en uno de los hermosos sofás que decoraban la casa de la morena estaba
nerviosa, no sabía que es lo que estaba haciendo allí.
R: Pues de hecho si... ---empezaba a disfrutar el hecho de que ponía nerviosa a la doctora--- ¿Qué tal si
tenemos una cita?
R: No estoy bromeando, para nada, es solo que ya no soy su paciente y ya tengo permitido coquetearle
¿No?
L: Sigue siendo mi paciente ---sonrió--- yo estoy aquí por una urgencia, aunque no negaré... que es usted
una mujer muy hermosa.
L: Déme solo una razón por la que debería salir con usted ---le gustaba la morena, ¿por qué iba a perder
la oportunidad?---
R: Porque si no acepta me rompería el corazón ---sonrió con un leve brillo en los ojos---
L: No es suficiente ---se levantó y se dirigió hacia la puerta, antes de salir se giró y...--- pero acepto, en
cuanto se recupere de su tobillo, vaya a verme ---fue lo último que dijo antes de salir de allí.
DE VUELTA A LA REALIDAD
Las lágrimas parecían no acabar, hacía solo unas horas que se había alejado de la morena y ya la echaba
de menos, fue tan feliz en esos momentos... ahora tendría que empezar una nueva vida lejos de ella.
Cerró los ojos y dejó que el avión llegara a su destino.
Un mes había pasado, eran tan solo 30 días que habían parecido una vida de agonía a la ojiazul, aunque
seguía trabajando últimamente había perdido el gusto por las fiestas, dejó escapar muchas propuestas
de diferentes modelos y no dormía muy bien, solo hacía una comida y esperaba el atardecer para
embriagarse, el alcohol era lo único que tenía, aun no sabía que hacer, no encontraba solución alguna
para su dolor y su carrera estaba siendo totalmente descuidada.
Leonor había conseguido trabajo en otro hospital, pidió el máximo de horas para no pensar en la
morena, pero ni aun así lo conseguía, llegó a odiar las noches, solo la torturaban, cada noche veía a la
morena a su lado en la cama, el amor que sentía por ella a pesar de todo le jugaban malas pasadas, más
de una vez estuvo a punto de llamarla, pero tuvo que controlarse para no hacerlo. No tenía mas vida
social que la del trabajo, solo salía de casa al trabajo y del trabajo a casa, nada ni nadie le importaba,
seguía hundida en dolor, mientras que su alma seguía gritando por la falta del amor de Rachel.
La morena estaba en casa cuando su secretaria llamó, como no tenía humor alguno de responder dejó
que la máquina contestadora lo hiciera, tenía que salir de la ciudad había un desfile de caridad y había
sido invitada, hizo acopio de toda su fuerza y confirmó su presencia pero aun así siguió con su noche de
tragos, al día siguiente tomaría un vuelo y desfilaría, no estaba interesada pero no podía negarse.
Leonor hoy tenía el día libre, ya que le tocaba estar toda la noche de guardia, aprovechó para hacer unas
compras, justo pasó por delante de una joyería, inevitablemente recordó el día que le compró el anillo a
Rachel.
L: ¿Qué habrás hecho con el?...---sus ojos se humedecían una vez mas---
La ojiazul se puso de pie, esa noche de tragos le estaba pasando mas lenta de lo normal, fue a la cocina
por hielo y jugo de naranja para mezclar con el vodka, caminaba sin zapatos cuando algo se le clavó en el
pie, no le causó ningún daño pero si llamó su atención, levantó el pie y se encontró con el anillo que la
rubia le había dejado junto a la nota, lo recogió y se lo puso, no tuvo el valor para tirarlo a la basura,
estando el doble de desanimada tomó el jugo y los cubos de hielo para volver a la habitación y continuar
la noche de tragos.
Luces por todas partes, todo lleno de gente, los modelistas preparaban todo para el gran desfile, Rachel
sería de las primeras en salir, lucía un estupendo vestido azul, haciendo juego con sus ojos, un gran
escote, con los hombros descubiertos, lucía totalmente espléndida. Los tragos de la noche anterior le
estaban causando un terrible dolor de cabeza a la ojiazul, era lo que algunos llaman "cruda realidad",
estaba nerviosa, aunque se sabía una profesional había mas fotógrafos de los que hubo en la última
ocasión, estaba esperando las indicaciones cuando las luces y la música cambiaron, sabía que esa era su
entrada y salió, lucía tan perfecta como una diosa griega, pero a menos de la mitad de la pasarela los
fotógrafos descargaron los flashes y la cegaron por completo, no pudo evitarlo, mal colocó el pie y se
resbaló golpeándose en la cabeza, mientras caía no pudo evitar pensar que todo era un Deja Vu.
Leonor estaba mirando unos informes cuando una enfermera le dio un aviso, se dirigió a la habitación y
cogio el informe.
E: Una modelo ha caído en mitad de un desfile golpeándose la cabeza, no tiene conocimiento y parece
que se torció un tobillo también.
Leonor dejó caer el informe al suelo, todos aquellos recuerdos golpeaban su mente.
L: No... ---comenzó a levantar la vista para y fue entonces cuando su corazón dio un vuelco, Rachel era
aquella modelo, todo se volvía a repetir--- no puede ser...
S: Aquí le dejo todo, iré a ver a otros pacientes ---fue lo último que dijo la enfermera antes de salir de allí
dejándolas solas---
Las piernas le temblaban, apenas podía dar un paso, no sabía que hacer, tardó en llegar, pero
finalmente se puso a su lado, ahí estaba como la primera vez.
L: ¿Qué te ha pasado? ---vio que en su cara se reflejaba cansancio, tenía ojeras, la encontraba más
delgada, pero aun así seguía siendo hermosa. Como la primera vez cogio el frasco y se lo pasó por la
nariz para que comenzara a reaccionar.---
Rachel tardó en reaccionar, ésta vez el golpe fue peor así como la noche de tragos, al abrir los ojos se
encontró con Leonor y no lo podía creer, pensó que era una mala jugada de su cerebro y parpadeó un
par de veces hasta que supo que todo era real...
R: Leon... ---las lágrimas se acumularon en sus ojos pero se negaba a dejarlas caer---
La rubia se moría por abrazarla, jamás pensó encontrase en aquel estado a la morena, pero no podía,
tenía que ser fuerte y aguantar, sacó su linterna pequeña y la miró las pupilas.
R: Tu sabes como me llamo... ---su voz sonaba apagada--- no me ignores... lo merezco pero no puedo
soportarlo.
R: Leon... por favor ---se alejó de la linterna e intentó tomarle una mano--- déjame explicarte.
L: Si no me dices tu nombre dejaré tu caso en manos de otro médico ---se apartó de ella soltando el
agarre---
R: ¡Rachel, mi maldito nombre es Rachel! ---al levantar la voz el dolor de la cabeza se intensificó y se la
agarró con ambas manos--- ¡Maldición!
L: Tranquilízate ---hizo que se tumbara de nuevo--- Dime tu edad ---miraba el golpe de su cabeza era
más feo que aquel que tuvo y eso la hizo preocuparse---
L: ¿Lo último que recuerdas antes de perder el sentido? ---cada vez estaba mas preocupada, cogió una
gasa y comenzó a curar su herida, quedando a pocos centímetros de su rostro---
L: ¡Maldita sea! ---estaba furiosa--- no vuelvas hacerlo..., pasaré tu caso a otro medico, yo no puedo
hacerme cargo de ti ---se giró para salir de la habitación---
R: ¡Te quiero! ---gritó y luego maldijo porque la cabeza empezó a dolerle fuertemente de nuevo---
L: Deja de alterarte, voy a sedarte para que no sientas el dolor ---cogió una jeringuilla---
Leonor la pinchó, aunque era muy leve acariciaba el brazo de la morena con sus dedos, vio como
despacio se fue quedando dormida, momento que aprovechó para despedirse de ella, se acercó y la
besó suavemente en los labios...
Leonor fue a la cafetería, necesitaba pensar, que pasaría ahora, tocó sus labios con la yema de sus dedos
recordando el beso que le dio la morena, de eso le vino a la mente la primera cita que tuvo con la
morena.
FLASHBACK
La rubia estaba a la salida del hospital, había quedado con ella ahí para ir a cenar, estaba muy nerviosa,
le costaba creer lo que estaba haciendo, pero ya estaba hecho y no iba a retroceder.
Rachel en aquel entonces viajaba en una motocicleta y de pronto apareció luciendo la mejor de sus
sonrisas, se quitó el casco y le dedicó una cálida mirada a la doctora...
L: Hola ---le devolvió la sonrisa--- Ya veo que estas totalmente recuperada de tu tobillo.
R: Por suerte así es... y yo veo que usted sigue igual de bella ---sonrió ampliamente---
L: Gracias... ---no pudo evitar ponerse roja--- tu también por lo que veo.
L: Claro ---se subió detrás, no sabía si agarrarse a ella, le daba algo de vergüenza, así que buscó sitio
donde agarrarse sin tener que tocarla---
R: ¿No me quieres tocar? ---dijo burlona a la vez que hacía ruido con el motor sin arrancar---
R: No me molestas.
Despacio colocó sus manos alrededor de la cintura de la morena, comenzó a sentir cosquilleo en el
estómago, le gustaba esa sensación, Rachel sonrió al contacto de la rubia y arrancó, condujo hasta un
sencillo restaurante de comida italiana, era el lugar donde mas le gustaba comer cuando estaba en la
ciudad, aunque normalmente cuidaba su figura en algunas ocasiones hacía excepciones.
Leonor estaba encantada, le encantaba la comida italiana y aquel lugar era estupendo.
R: ¿Si? Que bien ---sonreía mientras hablaba--- ¿Cuántos puntos debo acumular para que me concedas
otra cita? ---bebió un trago de vino---
Leonor no contestó, solo sonrió coqueta mientras la miraba fijamente a los ojos.
R: Yo siempre puedo ---enarcando una ceja dando a entender que aceptaba el reto---
L: Ya lo veremos... ---en la cena no faltó coqueteo, en todo momento ambas estuvieron lanzándoselas,
finalmente salieron del restaurante para ir a dar un paseo---
Lado a lado caminaron hacia la motocicleta, la ojiazul se detuvo unos pasos antes y...
R: No hay problema... ---ambas comenzaron la caminata en silencio, la ojiazul no sabía que mas decir,
sus frases de conquista se habían terminado durante la cena---
La rubia se sentía muy bien caminando al lado de ella, era la primera vez que sentía algo parecido. Uno
de sus defectos según ella, es que era muy sincera y no se pudo callar.
L: Ehm... ¿qué buena noche verdad?, tu compañía hace que sea distinta... ---mirando hacia el cielo---
R: Es verdad, es una buena noche, pero no creo que mi compañía tenga algo que ver.
L: Pues yo creo que... ---no pudo terminar la frase, justo tropezó con la única piedra que había en el
camino haciéndola perder el equilibrio, pero unos fuertes brazos la agarraron impidiéndole caer---
Leonor sintió como la morena la pegaba a su cuerpo, dejando sus rostros a pocos centímetros.
L: Yo... creo que... ---sus ojos bajaron a los labios de ella sin poder evitarlo--- tienes mucho que ver...
---cerró sus ojos tratando de evitar la tentación que le provocaban---
El beso fue muy lento, suave, eran apenas roces, hasta que sus labios comenzaban a abrirse para
chuparse mutuamente. Leonor se estremeció al sentir como las manos de Rachel apretaban su cintura
contra ella, la ojiazul se apartó milimétricamente, miró intensamente a los ojos de Leonor y se acercó de
nuevo a ella, pasó la punta de su lengua suave y lentamente sobre los labios de la rubia y volvió a
besarla, la rubia sintió como las piernas le flaqueaban, como le gustaba sentirla, besarla, era muy
sensual y excitante y eso le estaba provocando muchas mas cosas, rodeo el cuello de la morena,
poniéndose de puntillas y apretándose mas contra ella para profundizar el beso, la morena se inclinó
para facilitarle el asunto a Leonor y la estrechó mas fuerte contra ella.
Despacio se separó de ella para mirarla a los ojos, los ojos azules que tanto la gustaban.
R: ¿Solo uno más? Eres un poco injusta ---le sonrió y le ofreció la mano para seguir caminando---
DE VUELTA A LA REALIDAD
Leonor seguía con los dedos en sus labios, era incapaz de contener las lágrimas, cada vez le dolía más,
quería ir y besarla de nuevo, estar con ella pero... no podía, pasaría su caso a otro médico, pero estaría
al pendiente de la morena sin que esta lo supiera.
Tras varias horas Rachel despertó, al abrir los ojos se encontró con un joven doctor que leía sus
resultados, entonces...
Dr: Señorita... ehm estaba leyendo y... resulta que tiene usted una deficiencia ocular ---Rachel no
respondió estaba mirándolo directamente a la cara--- pero creo que tiene solución...
En ese preciso momento Leonor pasaba por delante de la habitación cuando su compañero la llamó,
entró sin mirar a la morena...
Dr: Mira, ¿Qué te parece? ---le enseñó los informes, Leonor los miró detenidamente, la expresión de su
cara cambió a preocupación---
R: ¡Rayos! ---fue lo único que dijo dejándose caer por completo en la cama---
No lo pudo evitar, se acercó de nuevo a ella y miró detenidamente sus ojos, para luego ponerla un dedo
delante.
L: Sigue mi dedo...
Rachel hizo lo que rubia ordenó y tras largo rato de pruebas y más pruebas llegaron a la misma
conclusión, tenían que operarla, entre más pronto mejor...
R: Si no quieres hacerlo no voy a forzarte, pero también creo que eres la mejor.
L: Lo pensaré... ---fue lo único que dijo antes de salir de allí, no tenía nada que pensar, ella misma lo
haría, ese tipo de operaciones era de las que mejor se le daban y no correría el riesgo de que algo le
ocurriera---
El médico salió detrás de Leonor dejando a solas en la habitación a Rachel, estaba pensativa,
preocupada por los estragos que esa operación causaría en su carrera pero no podía hacer mas.
Leonor hizo que lo prepararan todo, iba a operarla hoy mismo, no quería perder mas tiempo, hizo que
llevaran a la morena al quirófano, aun no la habían anestesiado cuando entró con el gorro y la mascarilla
de tela, se puso a su lado, Rachel apretó la mano de Leonor, estaba sumamente nerviosa y la frialdad de
sus manos la delataba...
R: Confío en ti...
L: Todo saldrá bien ---le devolvió el apretón, quería tranquilizarla--- estaré aquí cuando despiertes.
R: Besarte...
L: ¡No vas a morir! ---eso le molestó, jamás permitiría que eso sucediera--- trata de relajarte.
Parecía que no iba a dejar de insistir, así que finalmente cedió, se bajó la mascarilla y despacio se acercó
a ella mirándola fijamente a los ojos, se paró milímetros antes de rozar sus labios, la ojiazul se desesperó
así que ella concretó el beso, fue dulce y corto pero le supo a un trozo de cielo...
Rachel asintió y minutos después se quedó dormida por la anestesia. Leonor dio comienzo a la
operación, esta operación era totalmente distinta, y sabía que necesitaba mas concentración que nunca,
quería que todo saliera perfecto, no permitiría que nada le pasara a su amor. Las horas pasaron, nadie
excepto Leonor se preocupaba por la ojiazul, la operación fue todo un éxito, Rachel estaba ya en su
habitación y comenzaba a recobrar el sentido, aunque no podría ver nada ya que estaba vendada...
L: Es normal, sentirás molestias durante algunos días y es posible que no veas por el momento, tienes
que recuperarte.
L: La vista puede que la recuperes en una semana, pero por completo tardaras varios meses.
R: Demonios, perderé lo único que me queda, me lo merezco por estúpida... ---se molestó su profesión
era ya lo único que tenía---
L: Puedes tirarte a tus modelos sin ver, tienes la garantía de que son guapas... ---sin querer se le escapó
el comentario, no quiso decirlo, pero aun estaba dolida--- será mejor que me vaya, necesitas descansar.
R: ¡Si tienes razón, me las puedo tirar sin ver! ---levantó la voz---
L: Seguro que no perdiste el tiempo ---cogió los informes y fue hacia la puerta, estaba dolida---
Jamás imaginó un comentario así de la morena, ni siquiera volteó a verla para decirle...
L: Que curioso, te escondes tras esa excusa de tus errores... si te das cuenta, hoy tu has sido parte de ese
mundo el cual dices que salvo, hoy te he salvado a ti... ---sin decir mas salió de la habitación, con los ojos
llenos de lágrimas---
Rachel se quedó en silencio, la situación comenzaba a parecerle insoportable, solo quería salir de ahí lo
mas pronto posible pero sabía también que eso iba a ser un poco difícil.
Leonor no volvió a aparecer en la habitación, pero mandaba constantemente a una enfermera a ver
como seguía la morena, sabía que sería inevitable que la viera mañana, pero tomó la posición
profesional, no hablaría con ella de otro tema que no fuera sobre lo que le ocurría. Al día siguiente tras
hacer toda la ronda por sus pacientes sabía cual le tocaba ahora, con paso decidido fue a la habitación,
al abrir la puerta Leonor se encontró con que Ivana visitaba a la ojiazul, vio que estaba sentada en la
cama a un lado de Rachel, le sostenía la mano mientras platicaban, la morena de vez en cuando sonreía
ante el comentario de Ivana y continuaban la charla.
Los celos la estaban comiendo por dentro, tenía ganas de gritar, llorar y decirle a la morena que la
odiaba, pero que se moría por ella, que no la dejara... tomó aire varias veces, para después entrar con
los informes en la mano.
L: No es horario de visitas, le pido que salga de aquí ---su voz fue firme y tajante---
I: Me disculpo doctora ---respondió con burla y...--- lo siento cariño debo irme... ---se acercó a Rachel y
la besó profundamente en los labios, fue la venganza de las modelos, ambas querían hacerlo por
diferentes motivos---
Leonor estaba a punto de estallar, no soportaba lo que estaba viendo, fue hacia la puerta y esperó a que
la modelo saliera, una vez pasaba por ella la cerró con fuerza dándole con ella, volvió donde Rachel y
comenzó a tomarle la tensión sin decir ni una sola palabra, Rachel tampoco decía nada, de sobra sabía
que la rubia estaba celosa aunque eso no significaba que la doctora volvería con ella, así que prefirió
dejarla hacer su trabajo.
La rubia seguía haciendo lo adecuado sin decir ni una sola palabra, apuntaba los resultados en el
informe, después comenzó a quitarle la venda de los ojos, tenía que cambiársela, todo aquello lo hizo en
silencio. La morena tampoco pensaba hablar, así que orgullosamente siguió en silencio.
Leonor terminó de ponerle la venda de nuevo, la situación era muy tensa, comenzó a encontrase mal,
en parte del cansancio, no se había movido en toda la noche, prácticamente llevaba allí 48 horas sin
dormir, comenzó a tener sudores fríos y se estaba mareando, una de las enfermera entró para arreglarle
la habitación a la morena y se dio cuenta.
L: Estoy bien... ---cerró los ojos, los mareos eran más fuertes, necesitaba sentarse--- por favor... sigue tu
con esto... solo quedan los últimos detalles ---le dio la carpeta y salió de la habitación, sentándose en
una de las sillas de fuera.---
Rachel pidió a la enfermera que llamara a Leonor, necesitaba hablar con ella acerca de su condición, la
enfermera hizo caso y llamó a la rubia, al entrar...
L: ¿Querías algo? ---dijo seria---
R: Si... quiero pedirte que me des de alta, lo mejor para las dos es que esté en casa, sabes que detesto
los hospitales y... creo que te incomoda tenerme aquí ---estaba seria y...--- además en casa podré recibir
visitas a la hora que quiera.
L: Ve por el alta de esta paciente, cuando lo tengas me lo das para que lo firme ---fue todo lo que dijo
antes de salir de la habitación---
Rachel se acomodó en la cama, lo único que hacía era pensar en como alejarse lo antes posible de la
rubia y del dolor que ésta le causaba.
Era lo mejor para las dos... era lo que iba pensando la rubia cuando la enfermera se acercó y le dio la
bolsa con todas las pertenencias de la morena, una vez la dejó sola... la curiosidad pudo con ella,
además que era una bolsa transparente, sus ojos se abrieron como platos al ver el anillo que le regaló,
¿Lo llevaba puesto?, ¿Pero por qué?, quiso asegurarse de algo, sacó su cartera y al abrirla encontró la
foto que un día pusieron ambas, estaban las dos juntas, Rachel la abrazaba por detrás, ambas felices...
como la echaba de menos, volvió a meter todas sus cosas en la bolsa y fue a entregársela, los ojos se le
humedecían, pero no importaba la morena no podía verla, llegó a la habitación y lo dejó encima de la
mesita.
R: Bien ---bajó de la cama e intentó caminar pero se dio con el buró en el pie...--- ¡Maldita sea!
---inclinándose para tocarse el pie y se dio en la frente con el mismo buró---
Leonor no pudo contenerse, enseguida fue ayudarla, la sentó en la cama y comenzó a quitarle el
camisón del hospital, dejándola solo con la braga, cogió su camisa y ayudó a ponérsela al igual que el
resto de la ropa.
R: Las modelos son solo eso, modelos, no son nada importante ---con total sinceridad---
L: Claro, por eso las tienes aquí y te besan con total libertad, como si fueran tu pareja de toda la vida.
R: Ivana es... una amiga y ya que actualmente no tengo pareja no veo el problema... ---tocándose las
piernas, tenía algo de preocupación, no sabía como iba a ponerse los pantalones---
La rubia se dio cuenta y cogió los pantalones, se arrodilló para ponérselo, era demasiado tentador ver
esas piernas desnudas, siguió poniéndoselos hasta que terminó.
Rachel empezó a sentirse mal, aunque no lo intentaba siempre terminaba lastimando a la rubia, sabía
que estaba arrodillada frente a ella y de pronto sintió como comenzaba a subirle los pantalones cuando
calculó que estaba frente a ella se inclinó levemente e intentó besarla, la rubia iba a corresponderle
pero se apartó...
L: Será mejor que los guardes para Ivana ---se puso de pie---
La morena se apartó de Leonor y dio un par de pasos, iba tanteando el camino cuando de repente se
mareó, sintió desvanecerse pero la rubia la atrapó a tiempo, le ayudó a volver a la cama y Rachel se
sentó, entonces...
L: Recuéstate, ahora no estas para eso ---haciéndola que se tumbara de nuevo en la cama---
R: Necesito hacer esa llamada, debo reservar mi vuelo para volver a casa ---volvió a sentarse---
L: Ni lo pienses, en tu condición no puedes viajar ---la tomó de nuevo la tensión, la tenía algo alta, por
eso el mareo--- debes descansar.
R: Tengo que volver a casa, debo atender mis negocios ---no iba a dejarse convencer---
L: Claro que si, soy tu médico y aquí tengo tu hoja de alta, al igual que las firmo las puedo romper, no
iras a ningún lado.
R: ¡No voy a quedarme en el hospital! ---fue lo único que dijo como defensa---
L: Te quedaras en mi casa.
R: No... La idea era salir del hospital para no incomodarte ---casi como una niña terca---
L: Cambio de planes y no pienso discutir más, iré a cambiarme y nos vamos ahora ---dándose la vuelta
para irse---
No dijo nada ante el comentario, salió para cambiarse, minutos mas tarde volvió a la habitación y
guiando a la morena ambas salieron del hospital.
Leonor condujo a Rachel hacia el auto y le ayudó a tomar asiento en el lugar del copiloto, le puso el
cinturón de seguridad y tomó su lugar, cuando la rubia subió Rachel le dijo...
R: Es un buen auto.
R: Si, también me gusta... ---subió la mano y abrió la visera la tocó y notó que la foto de ellas que la rubia
guardaba ahí seguía en su lugar, eso significaba algo...--- es muy veloz.
L: Si lo es... ---la rubia se giró para verla y vio que estaba tocando la foto--- sigue ahí... ---dijo sin mas.
R: Aunque no lo creas... me importa ---cruzó los brazos sobre su pecho e hizo el rostro a un lado---
Rachel y Leonor durmieron por separado, la rubia descansó en el sofá ya que amablemente cedió su
cama a la ojiazul.
A la mañana siguiente Rachel despertó pero como no quería molestar a Leonor esperó a que ésta
entrara a la habitación para darle los buenos días...
L: Buenos días... ---la encantó verla de nuevo por la mañana, recién despierta--- ¿qué tal estas? ---se
acercó a ella quedando enfrente---
L: Bien, después de dos días sin dormir cualquier sitio es bueno ---fue al armario para coger algo de
ropa---
R: ¿Vas a... darte una ducha? ---preguntó sonriente había escuchado las cajoneras del armario---
L: Si, ¿quieres ducharte? ---se arrepintió de esa pregunta, solo pensar en verla desnuda---
R: Claro ---no desaprovechó la oportunidad--- aunque nada podré ver... ---sonreía ampliamente---
R: Ehm... creo que si, pero no sabré donde están las cosas.
L: Te lo mostraré ---la cogió del brazo y la llevó hasta la ducha--- quítate la ropa ---ella fue encendiendo
el agua caliente---
R: Pídemelo con un poco mas de cariño ¿No? ---reía mientras intentaba quitarse la camisa---
Leonor sonrió por el comentario, al ver que la morena no lograba hacerse con la camisa sus manos
apartaron las suyas para ayudarla, lo mismo hizo con el resto de la ropa, hasta dejarla completamente
desnuda, la guió hasta la ducha, y le mostró donde estaban todas las cosas.
Leonor se quedó allí viéndola como se duchaba, contemplando su cuerpo, deseando meterse con ella y
hacerle el amor como muchas veces lo habían hecho bajo el agua.
Rachel dejaba al agua correr por su cuerpo y al tomar el jabón éste resbaló de sus dedos y cayó al suelo,
la ojiazul se arrodilló con cuidado y empezó a tantear terreno intentando encontrarlo, siguió tanteando
hasta que consiguió encontrarlo, pero para su sorpresa se encontró con otra mano y un cuerpo tras de
ella, ese cuerpo que tan bien conocía, pegada a su espalda, las manos de la rubia acariciaban su vientre
con la pastilla de jabón.
L: ... ¿Si? ---sus labios se pegaron al hombro de la morena, mientras sus lágrimas caían por su mejilla,
uniéndose a las gotas de agua, la había echado tanto de menos...---
R: Te extraño...
L: Me encantaría creerte... pero después de lo que he visto no puedo... ---su voz se quebraba, apoyó su
cara en su espalda húmeda---
R: No entiendo... ---se giró y quedó de frente a ella...--- yo... lo que te dije aquella noche, cuando hicimos
el grabado en el árbol es cierto...
L: ¿Cuánto tiempo llevas engañándome? ---la miró a la cara, aunque ella no podía verla---
R: Empecé... hace dos años... pero, no es lo que piensas, no dejé de quererte nunca...
L: ¿Cómo tienes la cara de decirme eso? ---lágrimas caían de nuevo--- ¿por qué lo hacías?, ¿yo no era
suficiente?
R: No es que no fueras suficiente... es que... ¿Sabes lo intimidante que puedes llegar a ser? a veces... era
demasiado, necesitaba aire.
L: Pues esto no tiene sentido entonces... yo nunca cambiaré y creo que tu tampoco, sigue con tus
modelos, al parecer ellas te dan el aire que necesitas ---estaba muy dolida, estaba por salir de la ducha---
R: Ellas no son nada, te lo he dicho un millón de veces... ---por pura suerte la tomó del brazo--- te quiero
Leon eso es verdad...
L: Si lo intentáramos de nuevo... ¿Dejarías a tus modelos?, ¿Te quedarías sin ese aire que tanto
necesitas?
R: Si lo intentáramos de nuevo te diría las cosas que nunca te dije porque pensé que eran demasiado
cursis y las dejaría para dedicarme solo a ti.
Leonor se acercó mas a ella, acortando la distancia que las separaba, dejó que sus labios probaran los de
la morena una vez mas, tal vez la última, pensaba ella, la amaba, pero no podía soportar lo que la había
hecho. Rachel la tomó del rostro, el agua continuaba cayendo pero al parecer no les importaba.
El beso se profundizó, pero en ningún momento dejó de ser tierno y suave, a pesar de que la pasión se
apoderaba de ellas, Leonor la abrazaba fuertemente por el cuello, las chicas continuaban con ese beso
debajo de la regadera cuando el sonido del timbre de la puerta las hizo separarse.
Leonor estaba algo confundida, no sabía por qué lo había hecho, pero tenía que dejárselo claro.
La rubia se puso un albornoz y fue hacia la puerta para encontrarse con las últimas personas que
esperaba... sus padres, ellos estaban enterados de su relación y les encantaba Rachel.
L: ¿Papá?... ¿mamá? pero... ---no pudo decir nada, sus padres enseguida entraron dándole un abrazo---
M: Hija mía, que alegría verte, estas guapísima ---dijo su madre alegre---
L: Pa... pasad y sentaos... ---no les había dicho nada de lo ocurrido, tenía que ir a avisar a la morena---
ahora mismo vuelvo ---de inmediato fue al baño, donde se encontró a la morena buscando una toalla---
tenemos que hablar... mis padres están aquí ---dándole la toalla---
R: Gracias ---tomando la toalla, se secó el cuerpo y...--- ¿De qué quieres que hablemos?
L: Mis padres no saben que ya no estamos juntas y creo que si se enteran les dará algo ---no pudo
apartar la mirada de su cuerpo---
R: ¿Será? ---rió--- mejor que lo sepan ahora a después ¿No? ---sacudió su cabello lado a lado y se enrolló
en la toalla, iba a salir---
L: No lo pueden saber, tu sabes lo mucho que te quieren... tendremos que hacer algo de teatro.
R: Está bien ---sonreía mientras hablaba eso era tener suerte, pensaba--- solo me visto y te ayudo con el
teatrito.
L: Espero que no te aproveches de la situación... ---aunque tal vez ella misma lo haría---
La ayudó a llegar a la habitación y con la ropa, una vez estuvieron ambas listas salieron hacia donde
estaban los padres de la rubia.
Rachel caminaba detrás de la rubia, una de sus manos se apoyaba sobre el hombro de la rubia que le
servía de guía, antes de llegar con los padres de Leonor se acercó a ella y...
L: No es nada mamá, tuve que operarla, tenía un problema en la vista ---la condujo hasta el sofá para
sentarse---
R: No se alarmen, sufrí un pequeño accidente pero Leonor lo resolvió todo a tiempo ---sonriente
respondió--- tienen ustedes una hija espectacular ---cruzó las piernas y se relajó en el sillón---
L: Perfectamente ---cogió la mano de la morena y entrelazó sus dedos con los de ella--- ¿Verdad?
R: No exageres cariño, así como que "perfecto" no nos va, pero estamos bien ---se acercó al costado de
la rubia y pasó su nariz por el brazo de ésta---
R: Lo cierto es que estamos tomando las cosas con calma... ---apretó suavemente su mano para que se
tranquilizara--- pero no es culpa de Leonor, es solo que mi trabajo es un poco absorbente.
M: Ya llevan mucho tiempo hijas... es hora de que tomen las cosas mas en serio.
L: Mama... así estamos bien, todo llegara... ---se tranquilizó al sentir a la morena a su lado---
P: Hacéis tan buena pareja... Rachel siento que no puedas verla, esta preciosa... veo que sigue igual de
coqueta y solo para ti ---rió el padre---
R: No hace falta que la vea, se muy bien lo bella que es, y aunque es cierto que llevamos mucho tiempo
ambas pensamos que es mejor estar seguras antes de dar ese paso, les agradezco que se preocupen por
nosotras pero quizá esperemos un poco mas.
M: Claro, nos parece bien ---la madre miró a su hija--- cariño, ¿duermes bien?, tienes ojeras ---dijo
preocupada---
L: Si mamá, es solo algo de cansancio ---se levantó separándose de la morena, iría por algo de beber---
Rachel tiró de la muñeca de la rubia e hizo que ésta cayera sobre ella, casi a tientas encontró su rostro y
la besó sin más, Leonor no pudo hacer otra cosa que seguirle la corriente, y besarla dejando una de sus
manos en el rostro de la morena.
P: Es estupendo.
R: Mejor salgamos a comer con ellos ---susurró cerca de sus labios y le dio un beso más---
Leonor ayudó a la morena, siempre la cogía de la mano. Finalmente llegaron a un restaurante muy
famoso en la zona.
Rachel como era lógico se sentó al lado de la rubia, se acercó a ella y le habló al oído...
R: ¿Traes falda? ---sonriendo de la manera mas inocente que pudo---
R: No lo hago ---le besó justo debajo de la oreja--- como me gustaría verte en falda...
L: Siento decirte que no podrás verme ---la agarró de la barbilla y le susurró en los labios...--- en cuanto
se vayan mis padres... creo que te quitaré la venda de un tortazo... ---le mordió el labio---
Tras la comida y una larga conversación los padres de Leonor se fueron dejándolas solas, ambas estaban
en un parque y caía la tarde, en cuanto se fueron Leonor se separó de ella.
L: ... No es eso... ---a pesar de no ver sus ojos pudo notar su tristeza en su voz---
R: ¿Entonces?
L: No es fácil para mi... ---se llevó las manos a la cara--- no puedo borrar esas malditas imágenes de mi
mente ---casi parecía desesperada---
R: Entiendo... ---suspiró decepcionada--- no es tan fácil perdonarme, es lógico, para serte franca hasta
mucho haces por mi... ---sonrió amargamente---
L: Yo... lo siento no... No puedo, te quiero Rachel, pero es demasiado difícil aunque me muera por
tenerte a mi lado, besarte... ---acarició sus labios con la yema de sus dedos--- que me abraces... ---cerró
los ojos con fuerza tratando de evitar la tentación---
R: Está bien, lo comprendo ---se acercó mas a ella y la abrazó--- ... necesitas tiempo y yo necesito
descansar.
Leonor se quedó entre sus brazos, se sentía la persona mas feliz del mundo, después de mucho tiempo
se dejó envolver por esa felicidad sin medir el tiempo o las consecuencias.
L: Vamos a casa...
Cogidas de la mano volvieron a casa, Leonor pensó mucho en el camino en que debería hacer con su
relación, si realmente esto valía la pena o no.
Tras la visita de los padres Leonor la semana pasó de forma veloz, la rubia la pasaba en el trabajo y la
morena trataba de descansar y seguir las indicaciones de Leonor para recuperarse, hoy iban a quitarle
las molestas vendas, al parecer por un tiempo tendría que usar gafas pero estaba bien, en cuanto a la
relación todo había quedado estancado, se trataban lo mejor que podían pero evitaban a toda costa
ponerse románticas. Ambas estaban en la sala de curas, Leonor le iba a quitar ya las vendas.
L: Puede que lo veas todo borroso al principio, pero es normal... ---cortando la venda---
R: ¿Y si no veo nada?
L: Si no ves nada tendré que cargar contigo toda la vida ---trató de bromear---
Leonor esperaba frente ella, quería ver de nuevo esos ojos azules.
L: ¿Qué tal?
R: Ya no tendrás que cargar conmigo ---sonrió--- ¿Qué te parece? ---se sentía aliviada de algún modo---
L: No eres una carga... ---se levantó y comenzó a hacer una receta, una enfermera entró dejando una
cajita--- aquí tienes tus gafas, tendrás que utilizarlas durante un mes y tomarte estas pastillas.
R: Dios, si la prensa me ve con gafas perderé todo el estilo ---tomó las gafas y se las puso mientras
esperaba la receta--- ¿Ya puedo tomar ese avión para volver a casa?
Quiso dejar a un lado su lado profesional y ser egoísta, decirle que no, que aun tendría que quedarse,
pero sabía que no podía retenerla, de espaldas a ella contestó con un hilo de voz.
R: ¿De veras? ---quiso darle otra oportunidad para que la detuviera--- ¿No me hará daño volar?
L: Bueno... teniendo en cuenta que te la acabo de quitar... sería bueno que al menos esperaras un día...
pero eso ya es decisión tuya... a partir de ahora ya tienes el alta, por lo que no soy tu médico ---no
quería mirarla, si se iba a ir prefería que lo hiciera ya, porque no sabía lo que podía hacer...---
R: Pues... quizá debería quedarme un par de días mas, ¿Tu que crees? confió en ti.
R: Veo bien pero... no estoy segura... ---se acercó a ella y...--- ¿Por qué no me miras?
L: Prefiero no hacerlo... ---su mirada... sabía que esa mirada tenía mucho poder sobre ella---
R: Vaya... entonces si me quedo tendré que irme al hotel... como no quieres verme...
L: No es eso ---se dio la vuelta y la miró, pero enseguida apartó la vista--- puedes quedarte en casa...
---pasó su mano sobre su frente, estaba nerviosa, su mirada siempre la ponía nerviosa---
R: Entonces ¿Qué tienes? ---se acercó a ella y le pasó la mano por el rostro--- si estás cansada mejor
vamonos a casa.
L: Si... estoy cansada... vámonos ---cogió sus cosas para salir, justo uno de sus compañeros entró en la
sala---
F: Leonor, necesitamos que vengas, es una urgencia, se que tu turno ha terminado pero... es importante.
L: ¿No hay nadie que pueda sustituirme? ---se encontraba realmente cansada---
L: Bueno... está bien ---comenzó a dejar sus cosas, después miró a la morena--- ve a casa, luego te
alcanzo... ---tanto en su voz como en su rostro se notaba la falta de descanso---
R: Un momento... ---la agarró por la muñeca--- nos vamos a casa y no pienso discutir ---miró al joven
doctor y lo miró casi con ojos asesinos---
L: Cariño tengo que... ---se dio cuenta de lo que acababa de decir y trató de rectificar--- quiero decir...
Rachel tengo que ir.
R: No, no tienes que ir, estás cansada ¿Cuánto bien puede hacer que operes así?, ven conmigo a casa
---la miraba directamente a los ojos---
L: Estoy cansada, pero tengo todos mis sentidos, puedo operar ---apenas se lo creía---
R: A esto me refería cuando te dije que tenía que buscar algo que hacer mientras intentabas salvar el
mundo... Mírate, estás cansada, no solo te arriesgas tu también arriesgas al paciente, puede que seas la
mejor, no lo dudo pero ahora no estás bien.
L: No pongas esto como excusa por tus actos ---eso le molesto, se soltó del agarre de ella y salió fuera
mientras le decía a su compañero--- que lo haga otro, yo no puedo ---siguió caminando saliendo de allí---
R: No me refería a eso... ---caminando detrás de ella--- es solo que pones tu trabajo por encima de todas
las cosas.
L: Un médico tiene que estar siempre disponible, no es lo mismo hacer un desfile de modelos que se
puede atrasar que salvar una vida... el paciente no tiene ese tiempo ---siguió andando--- y tu siempre
has sido lo mas importante para mi, aunque no supieras verlo.
R: Eso es lo que no funciona entre tu y yo, crees que solo tu trabajo es importante y subestimas a los
demás, no fui mas importante que tu trabajo y lo entiendo yo no podía darte la gloria y la satisfacción
que te da tu trabajo.
L: ¿Sabes?, no te golpeó por no dejarte ciega de nuevo, ¿cómo puedes decirme eso si cuando te
esperaba sola en casa pensando que trabajabas te tirabas a tus modelos? ---estaba enfadada--- jamás he
puesto el trabajo por encima de ti, aunque de ti no se pueda decir lo mismo, has puesto a muchas
encima de mi ---volvió a emprender camino---
R: Una cosa es que tuviera con ellas sexo y otra que las pusiera por encima de ti, además para que lo
sepas el sexo que tuve con ellas fueron todas esas noches que me quedaste a deber por tu trabajo y
puedes golpearme no tengas miedo de dejarme ciega.
L: ¡No te excuses en mí! ---se cansaba de aquello--- y las pusiste por encima de mi, en el momento que
olvidaste como me sentiría yo al estar tirándote a esas... fulanas ---ya no lo soportaba mas, sus ojos
comenzaron a humedecerse---
R: ¿Y pensaste tu, cómo me sentía cada vez que te ibas? Lo siento ¿Si? No soy perfecta.
L: ¿Crees que yo no me sentía igual al dejarte?, ¡pero iba a salvar vidas! no a tirarme a mis pacientes
dios... ---el cansancio y la alteración comenzó a afectarla, se apoyó en la pared, le dolía demasiado la
cabeza---
R: Lo siento, lo siento... no se que mas decir... ---se acercó y la tomó por los hombros--- ve a casa yo te
llevo y me voy al hotel.
L: Quédate, no me encuentro bien y no quiero estar sola ---sus ojos estaban cerrados---
L: Si... ---tanto discutir para terminar así... ¿de que servía? se apoyó en ella y se dejó llevar---
Llegaron al auto y Rachel ayudó a la rubia para subir, como tiempo atrás la rubia hizo con ella le puso el
cinturón y luego tomó el lugar del conductor...
Leonor no dijo nada, sus ojos se cerraron quedando profundamente dormida, el cansancio pudo con
ella. Al llegar a casa Rachel bajó, abrió la puerta del copiloto y despertó a la rubia con una caricia en el
rostro...
R: Tú también tienes que descansar, no has dormido bien en el sofá, tienes ojeras y si no descansas no
darás lo mejor de ti cuando vayas a cirugía.
Leonor estaba que no aguantaba mas, fue hacia la habitación, pero arrastrando a la morena con ella.
L: Somos lo suficientemente mayorcitas para poder dormir juntas sin que pase nada ---se metió en la
cama y dejó espacio para la morena---
R: ¿Tu crees? ---respondió burlona--- tu mejor que nadie sabes que no me he caracterizado por
aguantarme las ganas, nunca me he aguantado las ganas contigo ---rió---
L: Pues aguántatelas, aunque creo que si me hicieras algo ni me enteraría... estoy demasiado cansada...
---su voz comenzaba a sonar adormilada---
R: ¿Si? ---se acostó a su lado y rodeó su cintura con un brazo--- que lástima...
Leonor no dijo mas, solo se arrastró hasta acurrucarse en la morena, como siempre hacía, se abrazó a
ella y oyendo el latido de su corazón se quedó dormida, Rachel la pegó mas abrazándola delicadamente,
el suave perfume de su cabello llenaba los sentidos de la ojiazul y ésta sin poder evitarlo empezó a
hablar...
R: Es cierto Leon... no hay justificación para lo que te hice, pero te quiero, lamento no habértelo dicho lo
suficiente... es estupido pero estaba con ellas y pensaba en ti y ahora siento mucho haberte perdido, te
quiero tanto que me duele el pecho, te amo como nunca pensé que podía hacerlo ---se acercó a ella y la
besó---
Leonor seguía dormida, pero un susurro de sus labios dejo escapar algo...
L: Te quiero... ---a pesar de su cansancio la rubia era consciente de la felicidad que sentía en ese
momento, al estar con Rachel---
R: ¿Me quieres? ---sonreía y hablaba muy bajo--- ¿Me das otro beso?
La ojiazul se acercó de nuevo a los labios de Leonor y la besó, al terminar se apartó de ella y la dejó
dormir.
Los primeros rayos del sol se fueron colando por la ventana, alumbrando a dos cuerpos abrazados.
Leonor se acababa de despertar, aun no se había movido, solo abrió los ojos para encontrarse con lo
que tantas veces había soñado, que Rachel fuera lo primero que viera al amanecer, sin moverse la
observó silenciosamente, sabía que no estaba bien pero... lo necesitaba.
Un par de rayos se filtraron hasta llegar a iluminar el rostro de la morena quien comenzó a abrir los ojos,
cuando despertó por completo se encontró con la mirada de Leonor, así que...
L: Mucho mejor... hacía mucho tiempo que no dormía así... ---era cierto, desde que se separó de ella
apenas dormía---
L: ¿Y tu? ---no se dio cuenta cuando sus dedos acariciaban su espalda lentamente---
R: Bien... ---sonrió cálidamente y cerró los ojos al sentir a la rubia acariciando su espalda--- lo único que
me molesta es tener que usar las gafas.
R: Ni lo digas ---rió--- es hacer el ridículo caerse así en una pasarela y peor si sucede dos veces.
L: No serás ni la primera ni la última, eres la mejor, solo que tenías un problema ---sonrió y la miró de
nuevo a los ojos, sentía como si volviera toda aquella confianza---
R: No recuerdo a ninguna otra modelo que se haya caído dos veces ---rió una vez mas--- pero tienes
razón tenía un grave problema, de no haber sido por ti mi querida doctora maravilla no se que habría
pasado ---la miró directo a los ojos y tomó su barbilla--- siempre a tiempo...
L: Es curioso... nos hemos vuelto a encontrar tal y como nos conocimos... ---la miraba fijamente---
R: ¿Será el destino?
L: No lo se... ---cerró los ojos deseando que el tiempo se parara--- pero de todos modos cada una volverá
a su mundo.
El móvil de Leonor comenzó a sonar, lo cogió apartándose un poco pero sin dejar de tocarla.
L: Uhm... del trabajo... ---se quedó mirando el número, no sabía qué hacer---
L: Puedo enseñarte la ciudad si quieres... ---¿pero qué estaba haciendo?, le estuvo engañando durante
años, pero deseaba estar con ella, por última vez---
R: Claro, me encantaría.
Ambas se levantaron de la cama, se ducharon por separado y después salieron de la casa, estuvieron
horas caminando por toda la ciudad, hicieron varias compras, reían, bromeaban... parecía que nada
había pasado, que todo estaba bien, pero aun les faltaba algo, estuvieron juntas pero sin llegar a
tocarse.
Caminaban tranquilas cuando vieron un corrillo de gente, decidieron acercarse y vieron a un hombre
tirado en el suelo, su mujer gritaba desesperada.
L: Dejen paso por favor, soy médico ---se acercó hasta el hombre--- ¿Qué ha pasado?
M: No lo se, estábamos paseando cuando de repente dijo que no podía respirar y se cayó al suelo
---lloraba nerviosa---
Leonor le tocó el pecho, vio que lo tenía totalmente hinchado, le rompió la camisa dejándolo al
descubierto.
L: Tiene el pecho lleno de aire, tengo que hacer que salga, necesito algo de alcohol un cuchillo de punta
y un boli ---enseguida uno de los que estaban allí fue al bar que tenían al lado trayendo todo lo que
pidió---
H: Aquí lo tiene.
Leonor echó un poco de alcohol por su costado, clavó la punta del cuchillo haciendo un agujero, quitó el
interior del boli y se lo metió, eso hizo que el aire comenzara a salir y el pecho volviera a su forma
normal, el hombre recobró la consciencia.
L: Todo saldrá bien... ---les sonrió para tranquilizarlos, todos los allí presentes comenzaron a aplaudir a la
rubia---
Rachel se quedó viendo a la doctora en acción, le sorprendió la manera tan apasionada en que defendía
su trabajo su forma de entregarse para ayudar a los que necesitaran de ella, era quizá esa pasión para
defender sus sueños y la vida lo que le hacía falta a ella, cuando escuchó los aplausos se sintió orgullosa
de Leonor y se hizo participe en ellos.
Leonor miró los ojos azules que la observaban y la dedicó la sonrisa mas sincera, agradecida porque
estuviera allí.
R: ¿Sabes?... ---pensaba en como tocar el tema--- No se donde quedaron las cosas que llevaba cuando
llegué al hospital... perdí... algo importante.
Leonor hizo memoria, recordó cuando vio la bolsa de las pertenencias de ella y solo llevaba un anillo, el
que ella le regaló, pero no podía decirle que había estado mirando en la bolsa.
R: Ok... ---volteó a verla y le sonrió--- espero que ahí estén todas mis cosas, les tengo cierto cariño.
L: Te entiendo... ---le devolvió la sonrisa, unas tremendas ganas de decirle que la quería se apoderaron
de ella, y ahora que pensaba en eso, no sabía si había sido un sueño o había pasado de verdad, quería
quitarse la duda--- Oye... anoche... ¿te dije algo mientras dormía? ---preguntó sin mirarla---
R: Si... ---sonrió como una tonta a la vez que se ruborizaba, no podía evitar sentirse como una
colegiala--- dijiste... que, que me querías.
Leonor se paró en seco, se puso toda roja, creía que había sido un sueño.
L: No tiene mucho sentido... que te diga que no puedo estar contigo y luego te diga eso... ---su cuerpo
reaccionó por el contacto de la morena---
R: El amor no se comprende, se siente ---se acercó mas a ella y le besó detrás de la oreja---
L: ¿Por qué siempre haces que sea débil ante ti? ---necesitaba dejarse llevar, poso sus manos en la de la
morena---
Leonor se giro en sus brazos quedando frente a ella, se miraban fijamente y despacio fueron acercando
sus rostros, para susurrarle...
Leonor acarició sus labios con los suyos propios, sus manos agarraron la cara de la morena, acariciándola
suavemente, finalmente apretó sus labios contra los de ella, despacio se fue intensificando el beso,
ninguna se separaba, no les quedo mas remedio que hacerlo cuando el aire comenzó a faltar...
L: ... No sabes como te echo de menos... ---su voz se quebraba a cada palabra---
L: ¿Importa eso ya? ---dijo amargamente--- en cuanto te vayas podrás hacer lo que quieras, sin tener
que dar explicaciones a nadie.
R: Si importa, a mi me importa, porque lo único que quiero es estar contigo ---la besó una vez mas---
Rodeó su cuello con sus brazos, poniéndose de puntillas, dejó que su lengua entrara en la boca de la
morena, saboreándola una vez mas, Rachel respondió al beso de forma apasionada mientras estrechaba
fuertemente su cintura. Sin poder evitarlo se fueron a casa, y consumieron esa desatada pasión que las
devoraba por dentro, se olvidaron de todo aquella noche, con la única intención de amarse hasta el
amanecer, como siempre habían hecho.
A la mañana siguiente Rachel despertó primero, salió de la cama y casi en silencio se dio una rápida
ducha, tenía que volver a casa, todos los negocios habían estado detenidos y no podía esperar mas, la
noche con Leonor había sido estupenda pero no estaba segura si significaba una disculpa, estaba
vistiéndose cuando vio a la rubia moverse en la cama, así que...
L: ¿Ya... te vas?
R: Si... es que... debo resolver unos asuntos, de negocios, tu sabes... había firmado un contrato para ser
la imagen de un producto y necesito ir a un par de sesiones fotográficas y grabar un comercial.
L: Tranquila, lo entiendo ---fue hacia el baño para darse una rápida ducha, al salir...--- Te llevo al
aeropuerto.
Cuando estaban listas salieron del departamento, se metieron en el coche y condujo hasta el aeropuerto
en silencio, más de una vez se le ocurrió la idea de llevarla a otro lado, de pedirle que se quedara con
ella, pero esto era lo mejor.
Al llegar al aeropuerto Rachel verificó su reservación y le fue entregado el ticket, volvió junto a Leonor
y...
Esperaba una respuesta cuando anunciaron su vuelo, entonces se acercó a ella, le dio un fugaz beso en
los labios y...
Había pasado una semana desde que la morena se fue, Leonor no podía dejar de pensar en ella, en si la
llamaría, en si estaría con alguna modelo... había tenido el teléfono tantas veces en sus manos, con su
número marcado... pero nunca se animó a ello. Estaba en el sofá de su casa cuando el teléfono sonó...
L: ¿Si?
L: Bien, estoy bien, ¿Tus ojos que tal? ---no podía dejar de sonreír---
R: Si... aunque he tenido que quitármelas un par de veces para la sesión de fotos.
L: Trata de quitártelas lo menos posible... ---hizo una pausa antes de volver a hablar--- me alegro de que
me hayas llamado...
R: ¿Si, te alegra? Que bueno, a mi me alegra haberlo hecho, espero no haber interrumpido nada
importante.
L: Estaba viendo la tele... ---no estaba segura de decirlo pero era lo que sentía--- lo cierto es que... te
echo de menos...
R: Y yo a ti, aun no me acostumbro a dormir sola... ---como de costumbre miraba a través de la ventana
de su oficina---
L: ¿Has... estado sola estos días? ---esa duda no la había dejado vivir tranquila estos días--- lo siento yo...
no es asunto mío...
R: Si... ---aunque escuchó como la rubia se retractaba respondió--- he estado sola estos días, muy sola
para serte franca...
L: Seguro tienes a todas las modelos tras de ti... y mas con esas gafas, te hacen mas intelectual ---trató
de bromear---
R: Ya te dije que esas modelos no me interesan, aunque no puedo negar que andan detrás de mí.
L: Ya... ---las modelos seguían tras de ella, se moría de celos, a veces prefería ir con ella que dejársela a
esas buitres---
R: Pero yo solo pienso en ti... ¿Sabes? Nuestra cama aun tiene tu olor.
L: Rachel...
R: Dime.
L: ... Te quiero...
R: Y yo a ti Leon...
L: Bueno... voy a tener que dejarte... ---la puerta de su departamento se abrió dando paso a uno de sus
compañeros---
J: Leon preciosa, tenemos que irnos ---la rubia asintió---
R: De acuerdo hasta luego... ---no pudo evitar ponerse seria, ese tipo le llamaba Leon, como ella le decía
a la rubia... sin esperar mas terminó la llamada---
Los celos empezaron a carcomerla por dentro al terminar la llamada lanzó a un lado el teléfono, no
imaginaba que la rubia empezara a salir y peor aun con un hombre.
Leonor se quedó mirando el teléfono, no entendía por que se despidió así, si todo iba tan bien... colgó el
teléfono y fue con su amigo que la estaba esperando para ir a trabajar.
Rachel estaba mas que furiosa, condujo a casa casi de forma irracional se pasó un par de altos y al llegar
a casa fue directo a la cocina, iba a empezar su ya famosa "noche de tragos" pero algo la detuvo, el solo
recuerdo de la rubia fue suficiente, se puso a pensar... no estaba lista para dejarla ir tan fácil, no quería
perderla sin luchar siquiera un poco, fue al salón tomó el teléfono e hizo una reservación en el primer
vuelo para ir donde Leonor, hizo una pequeña maleta y fue en busca de la rubia.
Al llegar a la casa de Leonor era casi media noche, Rachel tocó por largos minutos a su puerta y ésta no
apareció, supuso que estaba de guardia en el hospital así que tomó un taxi y fue hasta ella, preguntó por
ella y la enviaron a la sala de descanso de los doctores, iba tan rápido que entró sin tocar, dentro de la
sala estaban hablando dos doctores, dio la casualidad de que uno de ellos era el amigo de la rubia.
T: Que suerte tienes, con la doctora más guapa del hospital ---rieron ambos---
J: No me puedo quejar.
R: Es cierto, no puedes quejarte pero tampoco te ilusiones, por que ella tiene pareja ---mintió mientras
veía a los doctores casi con furia---
J: ¿Y tu quién eres?
R: Yo soy la novia de Leonor... ---sonriendo con superioridad aunque sabía que estaba mintiendo---
J: Vaya, encantado ---muy sonriente--- que cayadito se lo tenía, no me había contado nada.
R: Bueno no creo que tuviera porque decírselo ---sonreía aguantándose las ganas de romperle la cara al
tipo---
Leonor entró por la puerta mirando unos archivos, no se dio cuenta de la presencia de la morena.
L: ¿Qué? ---levantó la vista para encontrarse con la morena, se quedó clavada en el sitio---
R: Hola... ---sonriendo para después voltear a ver al joven doctor y...--- como vuelvas a decirle así
delante de mi te rompo la cara... ---le decía como advertencia a la vez que lo señalaba
amenazadoramente con el índice---
R: Tu... ---dio un par de pasos hacia el, ahora si iba a romperle la cara si nadie intervenía--- limpiaré el
suelo contigo ---lo agarró de la camisa para darle el primer golpe---
R: A mi no me pasa nada... ---respondió de mala gana a la rubia--- es este idiota el que se hace el
gracioso.
R: Estoy así por que se me da la gana... ---estaba alterada así que salió de la habitación y empezó a
caminar hacia la salida---
Leonor fue tras ella, la agarró del brazo haciéndola parar.
L: Un momento, aun no me has dicho por qué has venido y por qué estabas así ---se puso delante de ella
mirándola a los ojos---
L: ¿Celos? ¿Y de quién?, porque que yo sepa no tengo ninguna relación con nadie.
R: Celos de ese idiota, estaba hablando de ti con otro tipo... ---casi los acusaba como una chiquilla acusa
a quien le robó sus dulces---
L: ¿En serio? ¿Y decían cosas buenas de mi? ---nunca antes la había visto así de celosa---
R: Pues... ---iba a decirle cuando recapacitó y...--- No te hagas la graciosa, ¿Sabes qué? Fue un error
haber venido aquí, sigue con tu "compañero" ---dio la vuelta e intentó huir se sentía como toda una
idiota, completa y totalmente fuera de lugar---
L: Rachel... ---justo llevaba en el bolsillo la cartera y el anillo de la morena, que finalmente no se llevó---
esto creo que es tuyo ---ofreciéndoselo---
R: La billetera si era mía, el anillo... ---no sabía que decir, prefirió tomarlo y se lo puso---
L: Es tuyo también... ---sus ojos verdes solo podían mirarla llenos de amor---
R: Yo... Leon, cuando venía en el taxi hacia acá había planeado muchas cosas que decirte pero ahora no
se que decir... solo se que te amo, que los últimos días sin ti han sido los mas tristes, vacíos y horribles
de mi vida, que no creo que pueda vivir sin ti y que quisiera que me perdonaras y... ---se le agotaron las
palabras---
L: Yo también te quiero... no puedo negártelo, estos días sin ti se hacían casi insoportables... he pensado
mucho sobre esto, y estoy dispuesta a perdonarte, aunque aun no estoy segura de que tu quieras
realmente estar conmigo y no quiero sufrir de nuevo ---la quería, pero la quería para siempre---
L: ¿Qué? ---no creía lo que estaba oyendo--- creo que no sabes lo que me acabas de pedir.
Leonor comenzó a reír como una boba, lágrimas de emoción salían de sus ojos.
R: ¿Estas segura? ---sonrió y la abrazó--- por que soy un asco y la casa esta toda desordenada.
L: Esté como esté la casa... me caso contigo ---le dio un profundo beso---
Esa noche salieron a celebrar, necesitaban platicar sobre el asunto y juntas decidieron que lo mejor sería
esperar un mes para llevar a cabo los preparativos, aunque sería una fiesta sencilla en la que estarían
rodeadas de los amigos más cercanos.
El mes pasó volando, juntas habían escogido las cosas para la boda.
Leonor se encontraba en su habitación, estaba dándose los últimos detalles, ambas quisieron que la
boda se celebrara en casa, querían que fuera algo privado e intimo, solo invitaron a los buenos amigos y
familiares. La rubia estaba frente al espejo con una gran sonrisa.
La rubia llego del brazo de su padre, allí estaba Rachel esperándola, se veía preciosa y se moría por ser
su mujer. Despacio su padre la llevó hasta el altar y se la entregó a la morena.
R: Yo... ---acarició su rostro a la vez que sonreía--- aun no me la creo, estás preciosa.
Leonor solo le sonrió, cogidas de la mano ambas se pusieron frente al cura, ninguna dejó de sonreír. Tras
una larga ceremonia las sonrisas seguían, los amigos lanzaban arroz y pétalos de rosas, por fin eran
esposas, Rachel se acercó a Leonor y...
R: ¿Felizmente casada? ---sonriendo dejando a sus labios jugar con los de la rubia---
L: Yo también ---se abrazó mas a ella--- y quiero que sea la última... ---su cara se torno más seria---
La música comenzó a sonar, todos comenzaron a gritar que bailaran las recién casadas.
R: Dios, yo a ti te concedo todo... ---sonrió y se tomó el último poco de champagne en su copa para
después darle la mano a la rubia y caminar hasta la pista---
Ambas salieron a la pista de baile, una canción lenta comenzó a sonar, las dos muy pegadas bailaban
dedicándose sonrisas, Leonor acariciaba su cara con la mano...
L: Te quiero... ---con los ojos llenos de amor---
R: Yo también te quiero... ---iba a besarla pero se detuvo a unos centímetros, intentó seguir bailando
pero...--- ¿Me das un segundo? Necesito arreglar algo.
Leonor extrañada la vio ir, la siguió un poco para ver que pasaba... Ivana... ella era lo que pasaba, jamás
pensó que Rachel hiciera esto el mismo día de su boda, quedó contemplando la escena, quería estar
segura, Rachel caminó hasta llegar donde Ivana y sin decir nada la tomó del brazo y la arrastró a "donde
nadie pudiera verlas" no imaginaba que la rubia las seguía de cerca, cuando pensó que estaban lo
suficientemente alejadas...
I: Vine a felicitarte ---se acercó para abrazarla pero Rachel se hizo para atrás---
R: Lo nuestro terminó, el juego se acabó ---hizo un ademán haciendo notar que era definitivo---
I: Vamos no seas así, lo nuestro es muy... satisfactorio... ---rió y la agarró para darle un beso forzado---
Rachel no pudo apartarse a tiempo y ese beso pareció ante los ojos de Leonor algo que no era.
Llena de rabia Leonor se acercó a ellas para cuando ambas se separaban, su mano se estampo contra la
cara de Ivana y sus ojos llenos de dolor se clavaron en los azules.
L: Eres lo peor.... ¿cómo has podido? ---comenzó a llorar mientras echó a correr hacia la casa---
R: Maldita seas... ---dijo a Ivana mientras la hacía a un lado y corría detrás de la rubia...--- ¡Leon, no es lo
que crees! ---corría para detenerla---
Leonor no se detuvo, siguió corriendo hasta llegar a su dormitorio y de ahí salio al balcón.
L: ¿Aun no habías terminado con ella? ---dijo muy sorprendida--- dios... ¿Cómo me has hecho esto?...
---sentía un gran dolor en el pecho---
R: Me refiero a que le estaba pidiendo que se fuera, hace mucho que terminé con ella, en serio...
L: Estoy cansada... nunca imaginé que fueras hacerme esto... ---era incapaz de pensar con claridad
ahora, estaba llena de celos, despacio se quitó el anillo que antes le había puesto la morena, se lo quedó
mirando llena de dolor--- se acabó...
R: ¿Así de fácil? ¡¿Se acabó?! ---la ojiazul comenzaba a alterarse--- ¡No es lo que crees! ¡¿Cómo
demonios te lo digo?!
L: No soy yo la que tiene amantes que vienen a buscarme el día de mi boda... ---gotas de agua
comenzaban a caer sobre ellas, el tiempo cambio y con él vino una fuerte lluvia---
R: No es mi amante, ella vino a... a provocar esto ---intentó acariciarle el rostro--- créeme...
Las lágrimas de la rubia se fundían con las gotas del agua, ambas estaban empapadas.
R: ¿No vas a creerme? ¡De acuerdo, al demonio con esto! ---se quitó el anillo y tomando el que la rubia
le había dado los lanzó con fuerza fuera del balcón--- ¡Se acabó! ¿Estás feliz? ---se dio la vuelta para salir
de ahí, estaba molesta, frustrada---
R: ¡¿Qué no querías que se acabara?! ¡Pues se acabó! ¡Todo se puedo ir al maldito infierno ya!
L: Vete con ella si es lo que tanto deseas ---con rabia pero muriéndose por ella--- coge lo que tanto
deseas.
Leonor la besó con la misma pasión, ambas se devoraban mutuamente, se besaban sin parar, en cada
beso había amor, dolor, placer...
R: ¿Y... por qué me... pides que me aleje? ---respondió pausadamente mientras besaba su cuello y
comenzaba a bajarle el cierre del vestido---
L: Por que me ciegan los celos... no soporto verte con nadie y menos con esa... ---cerró sus ojos sintiendo
los besos de la morena--- Te quiero solo para mi... ---la cogio de la cara y la beso una vez mas,
pegándose a su cuerpo empapado, el agua seguía cayendo, pero no les importaba---
R: Solo soy para ti... ---le había abierto el vestido y comenzaba a quitárselo---
L: Dios... ---susurró--- tenemos que ir a buscar los anillos... ---sus manos paseaban por los glúteos de la
morena---
R: Luego... ---la lluvia seguía cayendo y mientras los invitados se embriagaban en la fiesta, ellas...---
Rachel tomó las manos de la rubia y se las colocó en la espalda, la tomó por la cintura y la levantó
apoyándose apenas en la baranda.
L: Hazme el amor Rachel... ahora soy tu mujer... hazme tuya... ---sus manos estrujaban los pechos de
Rachel---
La ojiazul hizo caso a la suplica de si amante, entró en ella y acompañada de movimientos de cadera
comenzó a embestirla, el aliento les faltaba, ambas suspiraban y sus labios se unían una y otra vez,
Leonor movía sus caderas al compás de sus movimientos, los gemidos se ahogaban en la boca de la
morena, Leonor agarró la mano que estaba entrando en ella y la empujó con mas fuerza e hizo que
quedara dentro unos segundos para empezar de nuevo.
Sus cuerpos casi resbalaban, Leonor no pudo evitar pensar lo sexy que se veía su morena y eso la
excitaba mas, echó su cabeza hacia atrás, dejando que el agua cayera en su cara, mientras dejaba salir
sus gemidos mezclados con suplicas.
Rachel sonrió ampliamente y sin responder mordió el cuello de la rubia intensificando las embestidas
contra ella, a duras penas cargaba a Leonor, el agua causaba que sus manos resbalaran.
Leonor se abrazaba fuertemente a ella, sus pechos se estrujaban entre ellos, era tan placentero que casi
causaba dolor. Tras varias embestidas mas la rubia llegó al clímax gritando el nombre de su mujer,
estaba casi sin fuerzas, pero el deseo de hacerle el amor era mayor, despacio se bajó de la morena y
empujó a ésta hacia la barandilla, haciendo que se sentara encima...
L: Te voy a devorar entera... ---le susurró en el oído mientras sus manos abrían sus piernas y rozaban de
manera tortuosa su entrepierna---
R: ¿Podrás? ---sonrió maliciosa y cerró los ojos, las caricias de la rubia la hacían perder la cordura---
Sus labios fueron bajando por todo su cuerpo, entreteniéndose en sus pechos, siguió bajando por su
ombligo, hasta quedar entre sus piernas...
L: Agárrate... no quisiera quedarme viuda antes de la luna de miel ---bromeó para después delinear con
su lengua en la entrepierna hasta llegar al sitio que deseaba, pasó la yema de sus dedos por él en una
caricia... segundos después se tiró a devorarlo como una loba hambrienta, movía su lengua recorriendo
cada rincón, a cada segundo aumentaba su velocidad, era como una serpiente devorando a su presa---
Rachel gemía sin control, echó la cabeza hacia atrás y aunque el agua continuaba cayendo se sentía
hirviendo, el rubor de su rostro se intensificó, mordía su labio inferior mientras la rubia le marcaba un
ritmo.
Leonor introdujo su lengua en ella mientras que con sus labios torturaba su clítoris con fuerza, sus
manos agarraban sus muslos, tirando de ellos para pegarla más a ella y entrar mas al fondo la morena
perdió todo su autodominio, cayó en un profundo orgasmo y su lengua recorría sus propios labios.
Leonor despacio salió de ella, subiendo dejando un sendero de besos por todo su cuerpo, hasta llegar a
sus labios...
R: ¿Tan pronto? ---bajó de la baranda y tomándola del brazo tiró de ella para besarla...--- eres una
aguafiestas.
L: ¿Quién ha dicho que no terminaremos ahí dentro? ---rió--- si seguimos aquí cogeremos una
pulmonía... ---la besó de nuevo---
Ambas fueron al baño para secarse, entre risas y juegos llegaron a la cama, pensaron en volver a la
fiesta, pero nadie las echaba de menos, así que podrían ir luego, Leonor estaba tumbada sobre el pecho
de la morena...
L: Solo las he tenido un rato y ya echo de menos ver nuestras alianzas ---mirando su mano---
R: Fuiste tu la que empezó ---entrelazó su mano con la de la ojiverde y sonrió--- compraremos otras.
L: Las buscaras tú, ya que tú las lanzaste... ---sonrió y quedó viéndola a los ojos---
R: Olvídalo, prefiero comprar otras a salir y mojarme, además pareceré toda una idiota tirada en el pasto
buscando algo que se supone no debí haber perdido.
L: Te ves muy sexy mojada... ---en su cara se veía la travesura que planeaba--- te veré desde arriba...
---rió--- desnuda y mojada... no se si podré controlarme... ---comenzó a dar besos en su vientre---
Leonor comenzaba a jugar de nuevo cuando la puerta se abrió de repente dejando ver a la madre de
Leonor.
M: Lo siento hijas, pero encontré estas alianzas en el jardín, que curiosamente son idénticas a las
vuestras ---Leonor miró a la morena y no pudo evitar reír a carcajadas mientras se escondía en la
morena y se tapaba hasta arriba---
R: Sabe... ---sonreía como toda una cínica--- casualmente son nuestras ---extendió la mano y la madre de
Rachel colocó las sortijas en su mano--- gracias.
M: Claro, claro ---contestó aun con los ojos cerrados--- pero bajad a la fiesta, los invitados ya comienzan
a sospechar... ---tanteando consiguió salir de la habitación dejándolas solas---
L: Te libraste de una buena... ---sonrió divertida cogiendo una alianza y colocándosela de nuevo a la
morena---
R: Si, si pero ¿No va a aparecerse siempre tu madre de este modo, verdad? ---reía mientras se dejaba
poner el anillo---
L: Espero que no ---sonrió terminando de ponerle la alianza, para después besar su mano.
R: Si... ---la besó suavemente y...--- ¿Irás a la fiesta? tu madre puede delatarnos ---rió---
L: Iremos ---rió--- pero luego... ---se acercó a ella besándola profundamente, sabiendo que no saldrían de
ahí sin amarse una vez mas---
La ojiazul besó a la rubia una vez mas, juntas encendieron de nuevo esa llama de pasión amándose por
completo. Unas horas después volvieron a la fiesta quedándose hasta la madrugada, al despedir a todos
los invitados volvieron a la cama y durmieron profundamente sabiendo que nunca más despertarían
solas.
Fin