Nuestras relaciones tienen que llenar los espacios que se merecen, pero

no por haberle dado cabida a alguien, tenemos que doblegarnos a su

presencia de forma indeterminada. Si alguien no nos aporta, nos daña y no
podemos dejar esa relación a un lado y concedernos dejar espacios en blanco
u llenarlo con personas que merezcan determinadas posiciones.

Puede ser que te tachen de radical, pero en muchos momentos será preciso
alejar a personas de tu vida sin ningún tipo de anestesia, no vayas a sentir
culpa porque estimes que no has dado explicaciones al respecto, porque por lo
general estas personas poseen más información que tú mismo que les ayudará
a asimilar tu decisión.

Se entiende que muchas veces una explicación ayuda a cerrar de mejor forma
un capítulo, pero en otras circunstancias no merecerá la pena dedicar más
tiempo y energías a aquello que sencillamente no lo merece.

Tienes que aprender a poner tus energías en aquello que merece tu atención y
aceptar cuando no hemos sido muy selectivos en el instante de permitir que
entrarán determinadas personas a nuestra vida.

Ahora bien es bueno que sepamos que nadie se cruza en nuestras vidas por
casualidad, cada quien es maestro de quien se cruza en su camino y así
vamos aprendiendo a conocer a los demás y a conocernos a nosotros mismos.