Las quemaduras ocasionan daño celular con necrosis por
coagulación de vasos de la piel y del tejido subyacente, cuya magnitud depende de la elevación de la temperatura y del tiempo de exposición.
Estas lesiones son generadas por calor directo, algunas sustancias
químicas o electricidad, y aunque el esquema terapéutico general es común, cada agente etiológico tiene particularidades terapéuticas que más adelante se tratan de manera individual.
Por su profundidad, las lesiones térmicas se clasifican como de
primer, segundo y tercer grados.
VAPOR En general los vapores a altas temperaturas no producen quemaduras profundas, aunque si extensas. Afectan también a zonas cubiertas por vestidos.
Quemaduras de vapor se producen cuando la piel está expuesta a
los vapores emitidos por sustancias calientes, como café, té, alimentos calientes, humidificadores y el agua del baño. Debido a que el vapor puro es invisible, puede expones a quemaduras sin siquiera saberlo.
Estas quemaduras varían en gravedad - de primer grado, segundo
grado y tercer grado quemaduras. Las quemaduras de primer grado afectan sólo la capa externa de la piel, dejando la piel roja con hinchazón. Quemaduras térmicas
Esta es la causa más común de quemaduras, con un estimado del
90% de los casos que ocurren. Se deben al contacto con cualquier fuente externa de calor que pueda aumentar la temperatura de la piel como, líquido hirviendo, fuego, metales calientes y vapor. Este tipo de quemadura hace que mueran o queden carbonizadas las células de los tejidos.
En este tipo de quemaduras la fuente de calor puede ser húmeda o
seca. En el primer caso, son las provocadas por líquidos calientes como agua hirviendo, vapor de agua, aceites, entre otros. La gravedad de estas lesiones depende de varios aspectos: de la temperatura, del tiempo de exposición y de la zona del cuerpo afectada.