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SISTEMA UNICAMERAL

En el mundo existen diferentes sistemas democráticos, heredados de las revoluciones


americana y la francesa, inspirados en los principios de democracia, libertad y la
salvaguarda de los derechos humanos, presentando diferentes fórmulas como son los
sistemas presidenciales o parlamentario, la república, estructuras unitarias o federales.
Tenemos entonces que la mayoría de Estados democráticos de occidente, desarrollan un
sistema político parlamentario, en el cual los integrantes de sus corporaciones son
elegidos de manera popular a través del sufragio universal, ya sea de forma directa
(Colombia, Argentina, Perú) o ya sea de forma indirecta (Estados Unidos). En este tipo de
sistema, se considera que el voto o sufragio Universal es la voz del pueblo. Por ejemplo,
Estados Unidos y en menor medida Francia, manejan un sistema parlamentario pero
presidencialista. En Estados Unidos el poder ejecutivo está en manos de un presidente,
elegido de forma indirecta, que a su vez es jefe de estado y jefe de gobierno por sufragio
Universal. Este tipo de democracia parlamentaria delega gran cantidad de poderes en el
ejecutivo, el cual se le permite crear una administración formada por secretarios y que
solo responden ante él. Acá el poder legislativo esta en cabeza del Congreso, el cual
cuenta con dos cámaras, la primera es la de representantes y la segunda la de Senadores.
(Bicameral).
Otro grupo de Estados democráticos de Occidente, entre los cuales tenemos por ejemplo
a Perú, Ecuador, Venezuela, Egipto, Luxemburgo, Noruega, Etc., han optado por elegir un
tipo de parlamento Unicameral, el cual de acuerdo a sus necesidades y su homogeneidad
consideran innecesaria tener una cámara alta. En algunos casos estos estados tuvieron
una cámara alta la cual después decidieron abolir, para tener un trámite legislativo más
ágil y practico que se ajustara más a sus necesidades. Repúblicas como la Argentina han
optado por adoptar un sistema Federal, el cual se distribuye de tal forma, que las partes u
organismos que la conforman delegan parte de sus poderes políticos y parte de sus
libertades a un ente superior llamado Estado Federal Central.
Ahondando en el desarrollo de la temática, y haciendo algo de derecho comparado
tomaremos de ejemplo a Colombia, el cual maneja un sistema parlamentario bicameral
(Cámara de representantes y senado) fallido. Uno de los problemas del sistema bicameral
colombiano es la corrupción, el cual viene de la mano con el clientelismo y lo cual lleva a la
llamada “mermelada” (actos de corrupción). Esto como tal genera que aquellos proyectos
de Ley que se desarrollen dentro de las dos cámaras, tienen que ir no solo aprobados por
los partidos que estén a favor del gobierno, también de ciertos favores no solo de índole
político sino de todo tipo de favores económicos (entrega de dineros, contratos, etc.,).
Tomando la tesis de Carlos Nino, en su libro Un país al margen de la Ley cuando sostiene
que la figura anomia boba, constituye un flagelo en nuestros países latinoamericanos, es
menester de nosotros mismos tratar de buscar la solución acorde a nuestras
herramientas, cultural, de derecho, para superar esa enfermedad que hemos creado. Es
decir, el sistema bicameral asumiendo que estamos en una anomia boba, un mar de
corrupción de carácter cultural, es necesario que nosotros mismos busquemos una salida
para que este tipo de sistemas pueda funcionar. Otro inconveniente es el gran gasto
Publico que genera tener dos cámaras en una corporación, el cual ese dinero podría ser
destinado o aprovechado ya sea en áreas como la salud, educación, tecnología,
investigación, seguridad, etc. Un inconveniente adicional, es que el trámite legislativo es
más largo, lo cual provoca que a veces la implementación o aplicabilidad de leyes en
Colombia sea de carácter muy tardío, acrecentando el problema de los diferentes núcleos
de la sociedad. Esto trae como resultado que en ocasiones las altas cortes colombianas,
legislen de manera indirecta a través de sentencias que generan un precedente judicial
que entra a llenar ese vacío jurídico, generado por el andar paquidérmico y cansino de la
rama legislativa Colombia. Mas sin embargo esto no es algo inéditos de las cortes
colombianas, en Argentina la Corte Suprema de Justicia, en el caso Mendoza busca llenar
esos vacíos que en definitiva hacen parte de un estudio del derecho que ahora no nos
compete entrar a tratar. Las cortes están equipadas para resolver disputas en asuntos
específicos que llegan a su conocimiento, de modo reactivo. Son incapaces del
involucramiento sostenido en la planificación e implementación de las políticas públicas
necesarias para una transformación socioeconómica significativa; e incluso, cuando
puedan efectivamente abordar esas disputas tienen limitados poderes para emitir
remedios judiciales efectivos
En la Argentina sería viable y nada despreciable un sistema unicameral, el cual permita
tener un manejo más efectivo de la legislatura y que a su vez represente la unidad
nacional. Esto generaría más empatía de los ciudadanos para con los diputados que ellos
eligen y que velan por sus derechos. Otra ventaja es la utilización de menos recursos que
abarataría el gasto del Estado, no solo en el pago de salarios para los diputados y
auxiliares, sino también en el uso de logística e infraestructura.
Podría decirse también que, al existir menos diputados, los casos de corrupción y la
demora en la votación y aplicación de nuevas leyes, serían menores y que se mostraría
como una rama legislativa más independiente y fortalecida frente al poder ejecutivo. Lo
cual sucede muy a menudo en sistemas bicamerales, los cuales son más susceptibles a ser
manejados por los intereses del ejecutivo y por la pluralidad de partidos políticos
existente, la cual contribuye a querer congraciarse con el ejecutivo para sacar dividendos
clientelistas. Esto como anteriormente se menciona, nos lleva a la anomia boba, aquel
mar de corrupción que nos carcome y que no nos deja avanzar como sociedad, aquel vil
gusano que corrompe todo estamento no solo judicial, sino personal, laboral.
Agradezco mucho la tarea encomendada por el partido socialista me haya elegido para
hacer semejante propuesta que incluso puede quedar en la historia moderna de
Argentina, como representante de mi provincia y que tengo sobre mi ser el velo de la
soberanía popular por el cual siempre luchare. Considero entonces que, por el bien de
nuestra Nación y nuestra provincia, el sistema unicameral expresa el clamor, la
efervescencia, el sentir del pueblo argentino, que en la pasividad del subconsciente
expresa la realidad del sentimiento patrio.

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