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CONSULTA LVDT

En el ambiente eléctrico se suelen emplear las palabras blandos y duros para clasificar algunos
materiales magnéticos; pero esas palabras no se refieren a la dureza mecánica. Un material duro es el
que conserva el magnetismo y, por eso, es apropiado para fabricar imanes permanentes, por ejemplo,
para altoparlantes, motores, discos rígidos y otras aplicaciones. Uno blando es el que no retiene el
magnetismo, propiedad útil para hacer transformadores, cabezas grabadoras y reproductoras, porteros
eléctricos y grúas magnéticas. Los nombres “blando y duro” se justifican en que los primeros materiales
magnéticos de importancia industrial fueron los aceros, y se da la coincidencia de que los más duros y
templados son los que más sirven para hacer imanes permanentes. [1]

Los metales pueden tener una estructura cristalina, en la que los átomos están, regularmente, orientados
como las naranjas en una frutería. Pero ese orden no abarca más que regiones pequeñas, llamadas
granos, visibles sólo al microscopio. Los diferentes granos tienen cada uno su propia orientación, y las
del conjunto de granos están dispuestos al azar. [1]

El hierro–silicio de grano orientado es el material magnético que más se emplea hoy en la industria. Se
lo usa en el armado de generadores, transformadores y motores eléctricos. Se lo hace con una aleación
en la que intervienen, principalmente, el hierro y el silicio, pero cuando se lo estira en láminas, en
caliente, sus granos se orientan en la dirección de la laminación, y eso refuerza sus propiedades
magnéticas. [2]

La ferrita, conocida también por su nombre en inglés, ferrita, es un material cerámico compuesto por
hierro y sus óxidos, bario, estroncio, molibdeno, y otros elementos no metálicos, como el boro. Se la
prepara en forma de polvo fino compactado a presión y después horneado como una porcelana. Hay
ferritas de varios tipos, tanto para hacer imanes permanentes como para fabricar objetos que se deban
desmagnetizar. Después del hierro–silicio, las ferritas son hoy los materiales magnéticos más usados.
Las podemos ver en audífonos, altoparlantes, imanes domésticos, en los transformadores de artefactos
fluorescentes alimentados con baterías, en adaptadores de antena de TV, y en el abultamiento que tienen
algunos cables de impresoras y computadoras, donde se coloca un anillo de este material para
interceptar las interferencias. [2]

Una variante de las ferritas son los imanes de goma, que se fabrican con la incorporación de los mismos
polvos a un elastómero. Este material se usa para hacer burletes flexibles para las puertas de las
heladeras, y anuncios para adherir a muebles de hierro. Se los fabrica de modo que los polos norte y sur
quedan del mismo lado, en forma de surcos alternados paralelos. [2]
El metal mu, más conocido como mu metal, como se le dice en inglés, es una aleación de níquel, hierro,
cromo y molibdeno. Es un material altamente magnetizable (técnicamente se dice que tiene elevada
permeabilidad). Deja pasar las líneas de campo magnético ochenta mil veces mejor que lo que lo hacen
el aire o el vacío. Su nombre proviene de la letra griega con la que se designa la magnitud física
permeabilidad magnética. Una aleación de propiedades semejantes es el permalloy o aleación
permeable, de hierro y níquel, pero menos dúctil que el metal mu. [2]

Hay líquidos magnéticos, en realidad suspensiones de polvo magnético en líquidos, que se emplean
para detectar fisuras invisibles en piezas de acero. Se pintan las piezas con ese líquido, se las somete a
un campo magnético; y donde hay una fisura, el campo se dispersa, atrae las partículas de la suspensión,
y con eso se revela el defecto. [2]

En algunos centros de investigación se desarrollan materiales magnéticos para emplearlos en


refrigeración, en reemplazo de los sistemas convencionales de compresión de gases. Se magnetiza el
material con un imán o un electroimán, El material, con eso, eleva su temperatura. Se espera a que se
enfríe. Se lo pone en otro sitio, se le quita el magnetismo, y el material se enfría. Quizás algunas
heladeras del futuro enfríen con una cinta de goma magnética sinfín, que pase frente a un imán, y
después por el gabinete del refrigerador. El fenómeno se conoce como demagnetización adiabática. [2]

 Cómo construir un LVDT

Un LVDT (Linear Variable Differential Transformer) se utiliza como un tipo de sensor de


desplazamiento que ha alcanzado mucha popularidad en la industria y hasta en los aficionados a los
sistemas móviles, que necesitan tener una realimentación de sus mecanismos (posición). La función que
antes cumplía un potenciómetro, ahora se realiza mediante este tipo de transformadores especiales que
permiten una instalación sencilla y una resolución sorprendente en la medición. En muchos aspectos, se
podría considerar como el sensor de desplazamiento lineal “ideal” ya que combina facilidad de
construcción y excelente funcionamiento [3].

Un Transformador Variable, de respuesta Lineal y con arrollamientos secundarios conectados en modo


Diferencial, sería el nombre apropiado para este tipo de sensores. Se trata de un dispositivo que se
utiliza para detectar y cuantificar desplazamientos entre partes mecánicas. Reiteramos entonces el
concepto: “Un dispositivo que será capaz de informarnos, mediante una señal eléctrica, si una pieza de
un mecanismo se ha desplazado respecto a otra y cuánto lo ha hecho”. Este razonamiento es muy
importante de comprender, asimilar y razonar para aprovechar al máximo las posibilidades de utilidad
que nos brinda este tipo de sensor de desplazamiento [3].

Por lo general, una de las opciones válidas para determinar la magnitud de un desplazamiento lineal (o
circular) de una pieza móvil, respecto a otra fija, era instalar un potenciómetro deslizante lineal en
cualquiera de las dos y obtener una referencia de tensión de acuerdo a la magnitud del desplazamiento
de las piezas entre sí. Como es lógico de suponer, en ambientes de trabajo hostiles, los potenciómetros
tienen una vida útil muy limitada al igual que la mayoría de los sistemas mecánicos que están expuestos
al rozamiento, a la fricción y en consecuencia, a un desgaste que obliga su recambio en forma periódica.
Un LVDT es eterno gracias a que no requiere contacto alguno entre las partes que se utilizan para
determinar el desplazamiento. Básicamente, tal como puedes ver en las imágenes, se trata de un cilindro
dividido, en al menos tres partes, donde se bobinan los arrollamientos de este transformador especial,
que constará de un primario y dos secundarios ubicados (físicamente) a ambos lados del bobinado
primario [3].

El principio de funcionamiento de este tipo de dispositivos es muy sencillo de comprender y esto ayuda
a perfeccionar, modificar, adaptar, rediseñar y hasta crear nuestros propios LVDT para las aplicaciones
donde entendamos que es necesario el uso de un detector de desplazamiento. Un bobinado primario
central recibe una tensión alterna cuya frecuencia de trabajo puede variar, dependiendo del tipo de
núcleo que utilicemos en la construcción final, pero que por lo general se ubica entre 1Khz y 10Khz [3].

Por su parte y como ya mencionamos, el cuerpo central del transformador está construido por tres
bobinados. Uno central, que será el excitado, el que recibirá la señal activa y dos laterales que deben
construirse en la forma más idéntica que sea posible. De ello dependerá que, al momento de funcionar,
la salida diferencial sea efectivamente una tensión muy cercana a 0 Volt; de lo contrario, obtendremos
una falta de equilibrio en la inducción desde el primario a los secundarios y esto se verá en la salida
como una tensión positiva o negativa. Este tipo de construcciones pueden alcanzar un alto grado de
calidad artesanal, aunque utilicemos el tubo plástico de un bolígrafo y separadores de cartón para los
tres bobinados. La prioridad siempre es el esmero, el orden, la prolijidad y la creatividad de cada uno
para adaptar los elementos que posee, dentro de la aplicación deseada [3].

Al bobinado primario podríamos activarlo con cualquier tipo de forma de onda (cuadrada, senoidal o
triangular) mientras los resultados sean los deseados. Sin colocar ningún tipo de núcleo entonces, la
conexión diferencial (en oposición) de los bobinados secundarios, nos devolverá una tensión que
tenderá a cero al activar el sistema y energizar el bobinado primario. A medida que el núcleo
seleccionado comienza a ingresar al transformador, el flujo magnético en el interior del LVDT se
encuentra favorecido hacia uno de los bobinados provocando en éste una mayor inducción y en
consecuencia una tensión que, como vemos en el video, se presenta en un sentido determinado. Para
nuestra comodidad y conveniencia, podemos determinar si deseamos que sea positiva o negativa.
Luego, a medida que avanzamos hacia el centro, el núcleo logrará un equilibrio de inducción desde el
bobinado primario hacia los bobinados secundarios laterales. En ese punto del recorrido longitudinal, la
tensión de salida será igual a cero [3].
Al alejar el núcleo desde el centro hacia el otro bobinado secundario, obtendremos el mismo efecto que
en el caso anterior, pero con la polaridad de la tensión invertida, indicándonos que hemos pasado el
punto central de equilibrio. Sobre este punto en particular, podemos mencionar que la tensión
recuperada desde los bobinados secundarios puede ser manipulada para ofrecer el tipo de información
que tú creas conveniente. Vale decir, si deseas rectificar y obtener tensiones positivas y negativas que
indiquen el desplazamiento, puedes hacerlo, o quizás prefieras tener siempre indicaciones positivas por
sobre cero, si la aplicación así lo permite o requiere. Es decir, la manipulación de la señal obtenida, a
partir de este trabajo conceptual, es una decisión que se ajustará a la necesidad de cada uno de nosotros
y nuestras aplicaciones. Porque aquí no estamos indicando el método para construir un sensor de
desplazamiento específico, sino que estamos aprendiendo a comprender su funcionamiento y los
beneficios que puede brindarnos. Eso nos permitirá crear nuestro sensor a nuestra conveniencia [3].

Tal como te expresamos anteriormente, la longitud total del sistema también será un elemento
importante a considerar dentro de nuestro diseño. Para algunas situaciones serán necesarios
desplazamientos extensos y para otros, un grupo pequeño de bobinados serán suficientes para cumplir la
misión de controlar, por ejemplo, la profundidad de trabajo de una herramienta de fresado sobre el
cabezal móvil de una máquina de control numérico [3].

Finalmente, podemos agregar que estamos ante un tipo de sensor que puede ser utilizado y colocado en
lugares tan insólitos como en la parte dorsal de una mano robótica para detectar y cuantificar el
movimiento de cada dedo, hasta en medidores de nivel dentro de tanques de combustible. Su falta de
rozamiento y posterior desgaste mecánico, de contacto eléctrico peligroso y su facilidad de aplicación
nos invitan a tenerlo en cuenta para múltiples aplicaciones mecanizadas [3].

REFERENCIAS

[1] Rela A. "Electricidad y electrónica". Ministerio de Educación - Instituto Nacional de Educación Tecnológica.
Industria Argentina.

[2] Claudio P. "Componentes Electrónicos". Biblioteca Electrónica Alsin@.

[3] NeoTeo. “Cómo construir un LVDT”. [Online]. Disponible: https://www.neoteo.com/como-construir-lvdt-diy/

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