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MÓDULO 2.

AUTOGESTIÓN DEL APRENDIZAJE


TEMA 4. CONSTRUYO MI RUTA DE APRENDIZAJE

Una de las variables más importantes para aprender es la metacognición.; tiene que ver con la reflexión
que hacemos sobre lo que estamos pensando. Esta variable se estudió desde Aristóteles, pero en
realidad la primera vez que se aborda de una forma enfocada a la psicología cognitiva es con John
Flavell en 1976;

Se trata de una serie de actividades que nos permiten, por un lado conocer cuáles son nuestros recursos
cognitivos para ser eficientes cuando aprendemos o cuando solucionamos un problema, por otro lado
cómo le hacemos para controlarlos de manera que todo salga maravillosamente bien y finalmente
también nos indica cuando debemos usar qué cosa, es decir la parte condicional, la parte que está ligada
a las circunstancia o al tipo de tarea en el que estamos aprendiendo o resolviendo algo.
 Conocer recursos cognitivos
 controlar recursos cognitivos
 cuándo usar recursos cognitivos

Metacognición y diagnóstico de nuestra metacognición


¿cuáles son los recursos eficientes con los que estamos contando?

Vamos a introducir el concepto de metacognición con una frase de Sócrates, solo se que no se nada.
Esta frase revela un gran conocimiento de sí mismo, cuando una persona se da cuenta de lo que sabe y
de lo que no sabe, se está autoevaluando.

La autoconsciencia facilita la autoregulación que lleva a la planeación a la búsqueda de alternativas y a


la autocorrección, estas son habilidades metacognitivas. La metacognición es lo que distingue al
aprendizaje pasivo que puede considerarse una destreza, del aprendizaje activo basado en estrategias
por medio de los cuales el aprendiz transfora la información en otra que para él sea más significativa.

Las habilidades metacognitivas representan el nivel más alto de habilidad mental y por lo tanto tienen
un gran impacto en el aprendizaje. Para ser eficiente un estudiante necesita ser metacognitivo, es decir
conocer y ser capaz de controlar su aprendizaje y a sí mismo como aprendiz. La metacognición es
pensar sobre el propio pensamiento.

Diagnóstico metacognitivo que tiene que ver con entender cuáles son los recursos que tenemos para
aprender de manera eficiente y para ello hay una pregunta clave que es, ¿cómo le hice?

Vamos a ver un ejercicio en el que Lau tiene que resolver un problema.


Laura se puso una camiseta pero no se fijó que se puso lo de adelante para atrás y lo de adentro por
afuera. Normalmente la etiqueta con las instrucciones de lavado está en la parte interior de su manga
izquierda, ahora ¿dónde está?
¿Te quedó claro cómo hacer el diagnóstico metacognitivo? Acuérdate que solo se trata de preguntarte al
final de una experiencia de aprendizaje, ¿cómo le hice para llegar a la respuesta? Y no importa si es
acertada o no porque vamos a ver que todo todo sirve.

-¿Cuántos años tienes?


-35 años..
-Llevas años diciéndome que tienes 35 años.
-Pero esta vez es cierto, no estoy tomando en cuenta los fines de semana.
¿qué edad tiene Julio entonces?
No importa si lo tuviste bien o no, lo que importa es que hagamos un diagnóstico metacognitivo. Y eso
implica que contestes a la pregunta ¿cómo le hice?
Si acertaste y dijiste que tenía 49 años pues entonces ya sabrás que cuando hay una situación en la que
te preguntan por el todo y solo te dan una parte ligada a la cantidad, la estrategia que usaste es
excelente. En caso de que no acertaste y no dijiste 49 años también es bueno saberlo, porque al igual
que en el primer caso, tú guardarás esa estrategia asociada a algo que no debes hacer y eso te permitirá
saltarte pasos en el futuro cuando te enfrentes con este tipo de problema.

¿Cómo funciona la metacognición incluso en cuestiones que ya estan automatizadas?


Incluso en los aprendizajes que parecen automáticos, la metacognición juega un papel importante, por
ejemplo parecería que para aprender a andar en bicicleta solo se requieren una serie de destrezas para
dominar la tarea y hacerlo cada vez mejor; como se suele decir, la práctica hace al maestro; sin
embargo, cuando se presentan circunstancias diferentes, obstáculos, complicaciones, resulta necesario
tomar decisiones como disminuir la velocidad y o modificarla, cambiar el camino, etcétera. Intervienen
aquí la planeación, el monitoreo, la búsqueda de alternativas y la autorregulación. Sin estas habilidades
difícilmente podríamos hablar de aprendizaje.

En esta sesión vimos qué es la metacognición y entendimos que involucra como tres pasos, tres
cuestiones. Una tiene que ver con lo declarativo, es decir ¿qué recursos tengo para poder pensar bien y
eficientemente? La segunda tiene que ver con lo procedimental ¿que es cómo hago para controlar esos
procesos de pensamiento de tal manera que sean eficientes y efectivos? y la tercera tiene que ver con lo
condicional, es decir ¿qué circunstancias son aquellas en donde debo usar, cuál tipo de estrategia?

Por otro lado también vimos qué es el diagnóstico metacognitivo, en donde respondemos a la pregunta
¿cómo le hice? Una vez que hemos aprendido algo o resuelto algún problema.

7 TÉCNICAS DE ESTUDIO
1. Gana concentración
Evitar notificaciones de redes sociales (correo, mensajes, facebbok…) usar ommwriter para evitar las
notificaciones.

2. Elavorar un calendario de estudio


google calendar
the homework app

1- Gana concentración. Los ordenadores y las tabletas han robado parte de protagonismo al papel a la
hora de estudiar. Cada vez se usan más, ya sea para leer los temarios o realizar mapas conceptuales
online. Pero también pueden distraer fácilmente y perjudicar la concentración. “Los avisos de la
entrada de nuevos correos electrónicos o las interacciones en Twitter o Facebook son continuas y es
importante desconectar mientras uno estudia”, señala Anna Iñesta. Para lograrlo, la experta propone
utilizar la herramienta Ommwriter, que una vez instalada en el ordenador o dispositivo móvil, corta
todo intercambio de informaciones a través de la Red. Es un programa que recrea la nada y cuando se
pone en marcha siguen llegando correos pero no saltan las alertas. Al abrirlo, se escoge un fondo, un
ruido (el sonido de una biblioteca o de una pecera) y el tipo de letra con la que se va a escribir. “Este
procesador de texto de estilo zen permite mayor concentración y reflexión”, añade Iñesta.
2- Elabora un calendario de estudio. Aplicaciones como Google Calendar, Sunrise Calendar,
Awesome Calendar, o The Homework App son útiles para organizarse. “Es recomendable utilizar un
formato mensual que te permita visualizar todos los días disponibles de un solo vistazo. Hay que
señalar las fechas de los exámenes y tachar los días en los que no te será posible estudiar”, señala Nuria
Suñé, psicóloga y directora del Centre Future. Además, hay que dividir los días de estudio en dos
bloques (mañana y tarde) y distribuir de forma estratégica el tiempo que se destinará a las distintas
asignaturas en función de su complejidad. “Aunque tengas el calendario en la cabeza, para tu cerebro
no es lo mismo escribirlo o programarlo que sólo imaginarlo. El hecho de organizarlo te permite
rebajar tu sensación de indefensión y de falta de tiempo y fomenta un análisis de la situación más
realista y ajustado”. Suñé recalca que disminuir la ansiedad es aumentar la productividad, y aconseja
dedicar una mañana si es necesario a la elaboración del calendario. “Una vez lo hayas acabado, te
sentirás mucho más tranquilo”, asegura.
3- Crea mapas conceptuales online. Aplicaciones como Mindmeister o Vue permiten crear mapas
conceptuales online. “Al elaborar estos esquemas, el estudiante realiza un esfuerzo importante para
distinguir lo esencial de lo superfluo y procesa mejor la información. Estos mapas son como un árbol
que entrelaza conceptos clave sobre una temática; aportan una visión global”, indica Anna Iñesta, de
ESADE. Estas aplicaciones permiten trabajar de forma individual y colectiva; los mapas pueden ser
diseñados por diferentes estudiantes desde distintos lugares, siempre y cuando estén conectados a
Internet. Además, se puede grabar el proceso de elaboración del mapa y reproducirlo cuantas veces se
quiera. Una vez finalizados, los estudiantes pueden quedar para exponer la parte que han realizado.
“Científicamente está demostrado que el aprendizaje colaborativo tiene ventajas en el proceso de
adquisición de conocimientos”, dice Iñesta en referencia a estudios como Student-student interaction:
The neglected variable in education, de Johnson, D. W. y Johnson, R (publicado en Educational
Researcher en 1981). “Explicar algo a otra persona es la mejor manera de interiorizarlo, el proceso de
adquisición de conocimientos finaliza cuando se verbaliza. Si no lo sabes explicar, no te lo sabes”.
4- Crea foros online para preparar el examen. Ya sea a través de los campus virtuales de las
universidades o de espacios web como Blogger (de Google) o Wikispaces, el alumno puede crear foros
para proponer distintas preguntas sobre la materia que va a examen y propiciar que el resto de
estudiantes participen para dar la mejor respuesta. Ángel Sobrino, vicedecano de Investigación de la
Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra, considera que a través de estas
plataformas los alumnos se motivan a estudiar: “Al comprobar que otros controlan un tema que a ellos
se les escapa, se ponen las pilas para no quedarse atrás”. En ocasiones son los propios docentes los que
generan estos foros. “Hasta ahora este tipo de herramientas solo se usaban en el e-learning
(universidades online), ahora cada vez se emplean más en las universidades presenciales”. Si el centro
no dispone de un campus virtual, el alumno puede crear un espacio para compartir información en
canales como Blogger o a través de redes sociales como Facebook.
5- Amplía tus apuntes con tu propia investigación. El profesor de Ciencias Políticas y vicerrector de
la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) Josu Ahedo recomienda ir más allá del temario
ofrecido por el docente y complementar los apuntes con datos adicionales obtenidos con búsquedas
rigurosas. Una de las opciones es Google Académico. “Se pueden encontrar ensayos de autores de
referencia que ayudarán al estudiante y le diferenciarán del resto”.
6- Ponte a prueba. La mejor forma de preparar un examen es simularlo. “Estudiar no consiste en
hincar los codos y memorizar, sino en hacerse una representación muy clara de cómo va ser el examen
y diseñarlo”, explica Antoni Badia, profesor del departamento de Psicología y Educación de la
Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Hay que analizar cuáles son las competencias que más valora
el docente y atender a las pistas que da sobre cómo será el examen. Además de preparar una prueba tipo
test o de desarrollo, el alumno puede consultar las publicaciones del docente para fijarse en la forma en
que describe el fenómeno, en qué puntos se extendió más y qué priorizó.
7- Representa con gráficos el texto (infografías, líneas de tiempo). “Cuando un profesor pide que se
compare A con B no espera una explicación de A y B por separado”, asegura Badia. Es necesario
identificar qué herramienta de aprendizaje puede ser útil según la temática. Por ejemplo, para estudiar
las obras del Barroco puede ser útil elaborar fichas con la información. Para relacionar unos conceptos
con otros son convenientes las infografías, líneas de tiempo o gráficos con flechas que expliquen causas
y consecuencias (en materias como historia o física). “Gran parte del texto se puede representar
gráficamente. No se trata de hacer esquemas de todo, sino de aquello que requiera una mayor
profundización”. Es lo que Badia llama uso estratégico de las herramientas.

17 técnicas de estudio para primaria, ESO y bachillerato


Por
 Marcel Gratacós
Aprender técnicas de estudio ya seas niño, adolescente o adulto es fundamental para aprender mejor y
más rápido, y por supuesto para tener éxito en los exámenes. Te explicaré métodos que sirven para
primaria, la ESO o bachillerato; pero si no has aprendido este tipo de técnicas antes, también te
ayudarán si estás en la universidad o estás estudiando oposiciones. Si las conviertes en un hábito y
además estudias de la forma correcta, verás grandes resultados.
A veces pensamos que estudiar mucho significa estudiar mejor, adquirir más conocimientos y
conseguir resultados académicos más altos, sin embargo esto no es del todo así. Evidentemente cuantas
más horas invirtamos en estudiar más tiempo le daremos a nuestro cerebro para adquirir conocimientos,
pero esto no nos garantiza un mejor resultado.
Como prácticamente todo en la vida, lo realmente importante no es lo que hacemos sino el cómo lo
hacemos. Así pues, si tus resultados académicos no son todo lo buenos que desearías o notas que te
cuesta adquirir conocimientos formúlate esta pregunta: ¿estoy estudiando bien?
Índice [Ocultar]
 1 Técnicas de organización del estudio
 1.1 – Ponerse objetivos
 1.2 – Concentración previa
 2 Técnicas de lectura
 2.1 – Prelectura de ampliación
 2.2 – Lectura comprensiva
 2.3 – Análisis de la información
 3 Técnicas para mantener la concentración 
 3.1 – Estudia con energía y sin hambre
 3.2 – Alterna los lugares de estudio
 3.3 – Intenta interesarte por lo que estudias
 4 Técnicas para tomar apuntes
 4.1 – Realiza tus propios apuntes
 4.2 Síntesis
 5 Técnicas para memorizar
 5.1 – Mapas mentales
 5.2 – Técnica de la asociación
 5.3 – Escribir para memorizar
 5.4 – Hablar para memorizar
 5.5 – Dibujar para memorizar
 5.6 – Hacer tests
 6 Técnicas para antes de los exámenes
 6.1 – Haz ejercicio o da paseos antes de los exámenes
 7 Referencias

Técnicas de organización del estudio

Fuente: pixabay.com
– Ponerse objetivos
El primer requisito para que tu estudio sea productivo es que este contenga una estructura. Nunca
estudiarás de forma adecuada si lo haces sin ningún tipo de organización y si vas leyendo y mirando
cosas sin ningún orden.
Así pues, antes de empezar organiza la materia que vas a estudiar, qué tienes que aprender y cómo lo
vas a hacer. Para ello la mejor técnica es ponerse objetivos.
Por ejemplo: durante esta semana tengo que estudiarme el tema 4 entero, por lo que hoy estudiaré las
primeras 5 páginas hasta que me las sepa perfectamente, mañana las 5 siguientes y el jueves las 5
últimas.
Con esta simple organización del tiempo y del contenido, tu estudio ya adquirirá un sentido, un
propósito y sabrás qué es lo que tienes que aprender.
Si tu ritmo de estudio es lento o necesitas más tiempo del previsto para aprender algunos aspectos no
pasa nada, adapta los objetivos a tus capacidades, hazlo más poco a poco si así lo requieres pero hazlo
de una forma organizada.
– Concentración previa

Una vez tengas bien organizado el tiempo y el contenido de estudio, lo siguiente que debes hacer es
prepararte a ti mismo. Y eso no es otra cosa que asegurarte de que tienes la concentración necesaria
para que cuando empieces a estudiar no tengas tu mente pensando en otras cosas y estés realmente
atento a lo que estás haciendo.
Para ello lo primero que deberás hacer es crearte tu espacio de estudio. Intenta tener un espacio
ordenado, limpio, silencioso y en el que no haya elementos que te puedan distraer con facilidad como
el móvil, internet, televisión, etc.
Así mismo, es necesario que en ese momento estés tranquilo, relajado y que no estés pensando en otras
cosas.
Si en el momento en el que te dispongas a estudiar estás nervioso o inquieto, dedica unos minutos a
tranquilizarte y acomodarte.

Técnicas de lectura
– Prelectura de ampliación

Cuando empieces a estudiar no lo hagas «a lo loco» y sigue una metodología concreta. Para empezar, lo
más útil es realizar una prelectura de ampliación. Consiste en leer de forma general y más o menos
rápida todo el contenido que quieres estudiar durante el día sin prestar mucha atención en los detalles.
Este ejercicio es ideal para que subrayes las cosas más importantes que vayas leyendo y que vayas
adquiriendo un significado general del temario.
El objetivo es que esta lectura te proporcione un conocimiento amplio de todo lo que aprenderás con
detalle posteriormente, puedas subrayar los aspectos más importantes y hacerte una idea de todo lo que
tendrás que estudiar.
Si mientras haces esta lectura hay algún apartado o detalle que no entiendes a la perfección no pasa
nada, déjalo pasar, ya tendremos tiempo luego para detenernos a examinarlo.
De esta forma, con relativamente poco tiempo ya tendremos una idea sobre todo el temario y nos será
más fácil hacer la lectura más profunda que haremos a continuación.
– Lectura comprensiva
Una vez tengas la lectura general realizada tendrás que pasar a hacer una lectura comprensiva. La
lectura comprensiva, como su propio nombre indica, tiene que permitirte comprender todos los
conceptos que contenga el temario.
Así pues, esta lectura debe ser más lenta que la anterior, parando y examinando esas partes que te
cueste más comprender y asegurar que no queda ningún aspecto por repasar.
¡Pero ojo! Que lo entendamos todo no significa que lo tengamos que memorizar todo.
Con esta lectura el objetivo es comprender no memorizar, ya que si intentamos memorizarlo todo de
golpe nos será imposible.
Así pues, esta lectura nos servirá para que nos quede todo el temario claro y para evidentemente,
aprender varias cosas sobre lo que estamos leyendo, pero no es necesario recordarlo todo, esto lo
haremos a continuación.
– Análisis de la información
Una vez comprendida toda la información debemos pasar a analizarla. Esto consiste en mirar qué es lo
que hay en ese temario que acabamos de leer.
¿Hay mucha información o poca? ¿Donde están las cosas más importantes? ¿Cuáles son las partes
claves que me tengo que aprender?
Analiza el texto y marca las partes más importantes, poniendo números, apartados o subapartados, y
escribiendo ideas clave al lado cada apartado.
De esta forma, la próxima vez que leas el texto tendrás la información mucho más clara, sabrás cuales
son las partes más importantes y adquirirás el significado de cada apartado más fácilmente.

Técnicas para mantener la concentración 


– Estudia con energía y sin hambre
Tener hambre hará que estés distraído y sin energía, haciendo mucho más difícil la concentración. Por
ello, es muy importante que hayas desayunado o comido antes de comenzar a estudiar.
Entre otros alimentos, las almendras y las frutas son buenas opciones.
– Alterna los lugares de estudio
Si alternas los lugares donde estudias mejorarás la atención y la retención del aprendizaje. Además,
estudiar durante semanas en un mismo lugar puede llegar a ser fatigoso y aburrido.
Alternar entre diversas bibliotecas o salas de estudio y tu casa es una buena opción.
– Intenta interesarte por lo que estudias
Si tienes asco a lo que estas estudiando avanzarás como una hormiga.
Pero si tienes un auténtico interés, no te costará esfuerzo estudiar. Será como pasar tiempo libre
informándote sobre lo que te gusta.

Técnicas para tomar apuntes


– Realiza tus propios apuntes
Aunque el temario que tengas sea muy bueno, con toda la información completa y con una buena
estructura, siempre es recomendable que tus apuntes los hagas tú mismo.
Así pues, en este momento deberías tomar el texto que ya está subrayado, organizado y con ideas clave
y conceptos importantes marcados, y empieces a redactar tus propios apuntes.
Es importante que los apuntes que realices adquieran la forma de resumen, por lo que deben ser más
cortos que el texto original, aunque sin dejar de apuntar ningún aspecto importante de la lectura.
Lo puedes hacer a mano o a ordenador. Si lo haces a mano te asegurarás memorizar un mayor número
de cosas mientras transcribas el temario a tus apuntes, sin embargo si el temario es muy extenso puede
no salirte rentable, así que debes decidir tú mismo qué modalidad te podrá ir mejor.
Síntesis
Cuando tengas tu resumen hecho ya tendrás el material necesario para poder memorizar al detalle, sin
embargo si lo sintetizas más aprenderás un mayor número de cosas y con menos tiempo. Así pues, haz
un «resumen del resumen».
Según el temario que tengas te será más útil hacer un resumen con la misma forma que el anterior, un
esquema o tablas con contenido.
Aquí no hay uno que vaya mejor que otros sino personas que prefieren realizar un tipo de síntesis o
temarios que son más fáciles de sintetizar de una forma que otra.
Debes elegir qué forma te irá mejor y te será más útil, lo importante es que queden todas las cosas bien
sintetizadas.

Técnicas para memorizar


– Mapas mentales

Otra técnica eficaz para realizar después de haber sintetizado toda la información son los mapas
mentales. Un mapa mental es un diagrama en el que apuntas las palabras claves que te permiten
comprender y memorizar todo el contenido del temario.
Por ejemplo, el mapa mental de este artículo sería:
– Técnica de la asociación
Esta técnica es excelente para aprender nombres, datos y en general cualquier cosa que tengas que
memorizar. Consiste en que asocies lo que tienes que aprender con algo llamativo o que ya conoces
bien.
Por ejemplo; si quieres aprender que la dopamina es un neurotransmisor del sistema nervioso central,
podrías imaginar «una mina de oro que está en el centro de un país».
Si tienes que aprender nombres difíciles (como en medicina, fisiología, farmacia, biología…) te
resolverá un gran problema y los recordarás con facilidad.
Puedes aprender más de ella en este artículo.
– Escribir para memorizar
Si haces los apuntes a mano retendrás un mayor número de información ya que la escritura favorece a
la memorización.
Así pues, toma esos conceptos clave de la materia estudiada que sean realmente importantes y que te
cueste memorizar y escríbelas una y otra vez. No obstante, si no te gusta escribir y te resulta aburrido,
no es aconsejable que utilices esta técnica, ya que puede que asocies el estudio al aburrimiento.
– Hablar para memorizar
Si al intentar memorizar una cosa además de pensarla, la decimos en voz alta y por lo tanto la
escuchamos, nuestra capacidad de retención será mayor.
Así pues, al igual que en el paso anterior dedícate a repetir en voz alta esos conceptos que te cuesten
memorizar
– Dibujar para memorizar
Si al lado de los conceptos hacemos un dibujo entrará en juego nuestra memoria visual, la cual
reforzará a la memoria verbal que está trabajando.
Dibuja algo relacionado con el concepto que te cuesta recordar y lo memorizarás más fácilmente.
– Hacer tests
Una técnica que ayuda muchísimo a aprender y sobre todo a consolidar el aprendizaje de una forma
global, es la realización de tests. Si tienes exámenes o tests disponibles sobre la materia que estés
estudiando no dudes ni un instante en tomarlos y realizarlos.
Al hacer exámenes de prueba cambias tu forma de memorizar, ya que no recordarás a través de las
partes con las que has estado estudiando, sino que lo harás de una forma global, que por otro lado será
el tipo de recuerdo que se te requerirá en el examen.

Técnicas para antes de los exámenes


– Haz ejercicio o da paseos antes de los exámenes
No tienes que estar amargado, triste o nervioso antes de los exámenes. Si has estudiado con antelación
deberías ir con seguridad y con tranquilidad. Estar nervioso solo hará que olvides más fácilmente lo
que has aprendido.
Por tanto, intenta relajarte antes de los exámenes; con ejercicio físico, dando paseos, estando con tus
mascotas o amigos, etc. Estudiar justo antes de un examen no sirve para nada en la mayoría de veces.
Referencias
1. Castelló, A., Genovard, C. (1990). El límite superior. Aspectos psicopedagógicos de la
excepcionalidad intelectual. Madrid: Pirámide.
2. Clariana, M. (2000) Ensenyar i apendre. Bellaterra: Serveis de Publicacions de la UAB.
3. Coll, C.; Palacios, J y Marchesi, A (Eds) (2001). Desarrollo Psicológico y Educación. 2.
Psicología de la Educación Escolar. Alianza Editorial.
4. Sternberg, Robert, J; Wendy W. Williams. (2002). Educational Psychology. Boston [etc.] Allyn
and Bacon cop.
5. Pintrich, P. R. y Schunk, D. H. (2006). Motivación en contextos educativos. Teoría,
investigación y aplicaciones. Madrid: Pearson. Prentice Hall.
6. Pontecorvo, C. (2003). Manual de psicología de la educación  Editorial Popular.
7. Trianes, M.V. y Gallardo, J.A. (Coord.) (2004). Psicología de la educación y del desarrollo en
contextos escolares. Madrid: Pirámide.
8. Woolfolk, A. (2006). Psicología Educativa. Pearson Education. México.

Aprendizaje autodirigido
¿Alguna vez te has preguntado cómo son las personas con éxito? Parte de la respuesta tiene que ver con
la autorregulación: estas personas tienen una alta motivación para aprender, autocontrol y gran
autoeficacia.
Aprender a aprender es una necesidad ante los retos que la sociedad nos presenta, así que ser un
estudiante independiente, autónomo y con capacidad de autoaprender es un objetivo para quien
pretende tener éxito en su vida personal y profesional.
Como vimos, además de contar con la habilidad de autoaprender, es necesario planear nuestra propia
ruta de aprendizaje.
Para Casares y Siliceo (2003) un proyecto de vida es un proceso de realización personal, profesional o
social, que requiere de un claro conocimiento y contacto con uno mismo, y en el cual se ven
involucrados valores, creencias, experiencias y emociones. Dichos autores mencionan que existen
cuatro áreas de contacto con los objetivos que se plantea todo individuo a lo largo de su vida:
Planificar la vida y la carrera implica diversos procesos, pero sobre todo el análisis de los factores
relacionados. Uno de los primeros procesos se relaciona con la identificación de nuestras necesidades
personales y las de las personas que nos rodean o que están integradas en nuestro contexto inmediato.
Este proceso no inicia o termina en un momento determinado, ya que conforme va transcurriendo el
tiempo, las personas vamos cambiando y pueden surgir nuevas necesidades.
Una vez que identificamos nuestras necesidades actuales es momento de tomar decisiones sobre qué
necesidad cubrir y qué estrategias podemos emplear para ello. Lo anterior significa que un plan es
flexible, puesto que se está reconstruyendo continuamente, pero siempre ha de incluir opciones
realistas que puedan llevarse a cabo.
Otro proceso que debemos considerar para el plan de acción, plan de vida o la carrera es la manera
como juzgamos los éxitos y fracasos, lo que nos motiva de manera extrínseca (necesidad de logro, de
ejercer el poder en otras personas, ganancias económicas, etc.) o de manera intrínseca (porque nos
satisface personalmente).
Debido a que las personas buscamos satisfacción y realización personal, profesional o laboral de
manera continua, puede suceder que hagamos ajustes en aquello que valoramos; sin embargo, la
realización personal siempre debe verse como un reto progresivo, en constante movimiento, ajustado a
las circunstancias que se nos presentan a lo largo de la vida. Pero ¿qué es planificar?
Planificar implica la determinación clara de una intención que permite iluminar el camino que hemos
de seguir; es ser conscientes de los pasos que hay que dar para llegar a una meta determinada, analizar
los recursos con los que se cuenta o hacen falta, así como las responsabilidades que debemos aceptar.
Además, la planificación involucra necesariamente actividades en diversos momentos:
 cuando planteamos una meta
 en el momento de una elección
 para toda una vida
 antes y después de una experiencia prevista
Aunque un plan requiere la identificación clara de dónde estamos, a dónde queremos ir y cómo
podemos hacer para llegar a donde queremos, también es importante llevar un seguimiento de los
avances y analizar aquello que no funcionó como lo planeamos; esto permitirá ser un gestor de tu
propio proceso de aprendizaje; por ejemplo, existen algunas ventajas de planificar el estudio:

Ahorras tiempo y energía, dosificando el esfuerzo en función de las leyes de aprendizaje.


Creas un hábito o costumbre, y de esta manera te cuesta menos ponerte a estudiar y puedes
concentrarte.
Aumenta tu motivación, ya que al terminar tu horario diario de trabajo sentirás la satisfacción del deber
cumplido y esto te animará la vez siguiente.
Si racionalizas tu tiempo, no tendrás necesidad de recurrir a las presiones finales ni las sesiones de
estudio con detenimiento antes del examen pues resultan tardadas.
Todo plan de acción, su aplicación y seguimiento requieren necesariamente de una adecuada
administración del tiempo. El tiempo es un recurso finito; todas las personas poseemos la misma
cantidad de tiempo en un día, pero no todas las personas sabemos cómo utilizar ese tiempo para
alcanzar nuestras metas.
Hasta este momento has revisado la importancia de uno de los pilares en la educación, aprender a
aprender y cómo se relaciona con la autorregulación en el estudiante para llegar a un aprendizaje
autónomo.

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