En qué fragmentos se puede encontrar la forma de sentir, pensar y de expresarse del
gaucho? Que los gauchos expresan sus sentimientos cantando o tocando su guitarra. Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar, y cantando he de llegar al pie del Eterno Padre- dende el vientre de mi madre
Yo no tengo en el amor quien me venga con querellas, como esas aves tan bellas que saltan de rama en rama- yo hago en el trébol mi cama, y me cubren las estrellas
Con la guitarra en la mano
ni las moscas se me arriman, naides me pone el pie encima, y cuando el pecho se entona, hago gemir a la prima y llorar a la bordona también puedemos manifestar la forma de hablar que ellos tiene propio de los gauchos por ejemplo dice nadies no dice nadie estao no dicen estado 2. Muestre, a partir del texto, los arranques inmoderados del gaucho en lo que concierne a la altivez y que llega hasta el crimen. El gaucho Martín Fierro es arrancado del seno de su familia y de la pampa por el gobierno y, enrolado en el ejército, se le envía a combatir a las bandas de indios del interior que no quieren renunciar a su modo de vida libre y salvaje. La existencia de los fuertes en la frontera es una sucesión de arbitrariedades y de injusticias; el gaucho llega incluso a ser privado fraudulentamente de su paga de soldado y Martín Fierro acaba desertando por ese motivo, para volver tres años después, a su aldea de origen; allí se encuentra con que su rancho ha sido destruido, en tanto que su mujer y sus hijos han desaparecido. Entonces decide vengarse, y se convierte en gaucho malo, para hacerse justicia por su mano, mediante la fuerza; el resultado es que la autoridad constituida lo persigue y, de violencia en violencia, él mismo acaba por hundirse en el vicio, en el juego y en el alcoholismo, dándose a una vida de vagabundeo, pero sin abdicar en ningún momento de la nobleza intrínseca de, su naturaleza. 3. ¿Por qué se dice que es una protesta contra el mundo injusto que vive el gaucho? Se capta claramente la intención de contraponer a un mundo injusto y violento, al que aporta el gaucho su propia contribución pese a todo, otro mundo pacífico en el que triunfa la justicia, sobre el fondo mítico de la pampa, dominio indiscutible durante tanto tiempo del gaucho. 4. Por qué se dice que es la defensa del mundo rural. En el conflicto entre el bien y el mal convergen eficazmente la revalorización del mundo rural, la antigua oposición entre campo y ciudad, o simplemente lugar habitado. En una sociedad que parece imponer cada vez más el predominio de la ciudad y de la organización, toma cuerpo una desconfianza total, hacia el porvenir. 5. Por qué se dice que el campo tiene incontaminados valores espirituales? Que por ser el lugar donde vivía el gaucho, donde se sentía libre y gozaba de su vida 6. Qué elementos constituyen el orden establecido? Ejército, gobierno, justicia, vida ciudadana. Ejército Gobierno Justicia 7. Qué simboliza el retorno de Martín Fierro al mundo civilizado? El retorno de Martín Fierro al mundo civilizado se convierte en el símbolo de la aventura del hombre argentino, suspendido dramáticamente entre la atracción de la libertad original y la necesidad de implantar un orden social estable. 8. Qué reflexiones le merece las posturas tanto de Unamuno como de Borges? Unamuno En la República Argentina ha existido y existe esta poesía del pueblo o del vulgo al lado de la poesía sabia. Desde muy antiguo, desde que hubo gauchos en la Pampa, los cuales no me puedo persuadir a pesar de cuanto dice Daireaux- de que sean más árabes o más moros que cualquier habitante de mi lugar o de otro cualquier lugar de Andalucía o de Extremadura, hubo entre dichos gauchos cantores y tocadores de guitarra, músicos y poetas a la vez, que han lucido y nos han dejado en sus coplas y canciones tesoros de inspiración original y fieles pinturas de la vida nómada que en aquellos campos se hacía. Los poetas de esta clase eran llamados o se llaman payadores, y se cita como los más ilustres entre ellos a Estanislao del Campo, a José Hernández y a Ascasubi." A esta noticia, y ella inexacta por cuanto José Hernández, antiguo redactor del Río de la Plata, no puede llamársele payador, a tal noticia se reduce todo lo que del prestigioso autor de Martín Fierro dice D. Juan Valera en sus cartas americanas. Y cuándo persona tan curiosa y erudita como nuestro crítico académico no dice más de él, tengo por seguro que le desconocerán en absoluto los más de mis lectores. Martín Fierro es la flor de la literatura gauchesca, de esa literatura aquí casi desconocida, en que brillan tras de Hidalgo, que es el que los precedió, su Homero le llama Mitre, Lavardén, Anastasio el Pollo, Ascasubi, Del Campo; literatura creada para hacer reír al hijo de la ciudad con la rusticidad es del gaucho, aunque a las veces se revelara potente el alma de éste; literatura que pasa entre muchos argentinos por algo indígena, algo privativo de ellos, algo que les divide y separa de la madre España, la consagración de su independencia, la flor del espíritu criollo. Borges El Martín Fierro es de índole realista, y es de común observación que las obras de este tipo parecen evidentes y fáciles, sobre todo cuando están bien ejecutadas. Zolá pudo hablar de tajadas de vida y de transcribir la realidad; ello es inexacto, ya que la vida no es texto sino un misterioso proceso, pero corresponde a lo que suele pensar la gente. Toda obra realista parece mera transcripción, mero periodismo, y los literatos tienden a creer que basta condescender a esta empresa para ejecutarla felizmente. Para nosotros, el tema del Martín Fierro ya es lejano y, de alguna manera, exótico; para los hombres de mil ochocientos setenta y tantos, era el caso vulgar de un desertor, que luego degenera en malevo. Buena prueba de ello es que Eduardo Gutiérrez abundó luego en argumentos análogos, sin que a nadie se le ocurriera pensar que éstos procedían del Martín Fierro. Se objetará que Zolá deslumbró a sus coetáneos con libros de tipo realista; en ese deslumbramiento obraron las teorías pseudocientíficas del autor y el escándalo de lo sexual. El Martín Fierro, en cambio, prescinde de tales estímulos, por voluntad de Hernández y porque la vida erótica de los gauchos era rudimentaria. Además, el Martín Fierro tiene mucho de alegato político; al principio, no lo juzgaron estéticamente, sino por la tesis que defendía. Agréguese que el autor era federal federalote o mazorquero se dijo entonces); vale decir, que pertenecía a un partido que todos juzgaban moral e intelectualmente inferior. En el Buenos Aires de entonces, todo el mundo se conocía y la verdad es que José Hernández no impresionó mucho a sus contemporáneos.