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Libro de Clan Tremere 3 Ed PDF
Libro de Clan Tremere 3 Ed PDF
TREMERE
E L L I B R O D E L C L A N
TREMERE
La Biblioteca de la Hermandad
La Biblioteca de la Hermandad ha sido creada como una forma de promover y rescatar los libros descatalogados del
Viejo Mundo de Tinieblas mediante el escaneo, traducción, recopilación, creación y maquetación de manuales de todas sus
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Tinieblas y la versión 20º Aniversario NO tienen cabida en la Biblioteca de la Hermandad, ya que están siendo publicados
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Debido a su temática, este producto se recomienda sólo para lectores adultos. 12
TREMERE
Índice
Introducción: Iluminados por la oscuridad 4
Capítulo uno: El precio de la inmortalidad 10
Capítulo dos: Dentro de la Pirámide 24
Capítulo Tres: Las piedras de la Pirámide 70
Iluminados por
la Oscuridad
A veces me siento atrapado entre dos mundos distintos: el que vemos todos y estamos de acuerdo en aceptar,
y aquel que una parte reptiliana primordial de nuestro cerebro comprende sólo subconscientemente. Nos despla-
zamos por el mundo común y lo aceptamos como normal porque el pelar Ias capas para ver que hay debajo sería
más de lo que podemos soportar.
He pasado gran parte de mí pida reforzando 1a creencia en el mundo común: magia de escenario, prestidi-
gitación, desacreditar fenómenos paranormales y similares. Solía decir que existen explicaciones racionales para
todo, y hacía lo que fuera para encontrarlas. Por supuesto, tales explicaciones puede que no sean plausibles, pero
estamos tan seguros de nuestra capacidad de definir nuestro pequeño mundo que de buena gana descartamos el
sentido común en interés de convertir lo inexplicable en algo que podamos racionalizar como “científico” y “ló-
gico”. La Navaja de Occam no respalda esa idea, pero la gente prefiere creer algo inverosímil en tanto demuestre
que no están locos y que el mundo funciona de acuerdo a términos que pueden comprender.
Permitidme un ejemplo: la gente no cree en los vampiros, hay una copiosa literatura sobre ellos, las historias,
películas y series de televisión nos entretienen con sus proezas, los relatos sobre los no muertos se remontan hasta
la Antigua África y Sumeria, y tienen raíces en los cuentos populares de casi cualquier cultura en el mundo. Pero
todo el mundo sabe que los vampiros no existen. La noción de algo que vuelve de entre los muertos y bebe sangre
para sobrevivir... ¡ridículo! La idea de que una bestia monstruosa pueda vivir para siempre en una existencia
maldita privada de la luz del sol o la esperanza... ¡absurdo! El pensamiento de que haya algo ahí fuera que pu-
diera obrar de formas que los humanos no comprenden, desafiar el mismísimo orden de la existencia que la gente
da por supuesta, hacer presa en los humanos, influirlos, merodear entre ellos, sobrepasarlos... sería impensable, los
humanos son la cúspide de la creación. Ciertamente no vamos a cambiar esa idea. Si los humanos son sólo ga-
nado, si pueden morir sin sentido alguno sólo para saciar los caprichos perversos de monstruosidades malévolas,
bueno, eso basta para alterar nuestra percepción de que tenemos las riendas de nuestros propios destinos.
Había recorrido el circuito de los espectáculos y trabajos asociados durante un par de años. Iba de gira por
ciudades pequeñas y daba representaciones de magia escénica, ilusiones y prestidigitación. También seguía la
política de revelar siempre el secreto de un truco por espectáculo. Otros profesionales me detestaban, pero a las
audiencias les gustaba, así garantizaba el llenar las butacas. Por otra parte, enseñaba a chicos curiosos, investi-
gaba historias extrañas, a peces incluso aparecía en algún programa de televisión para desacreditar las afirma-
ciones sobre poderes psíquicos o fenómenos sobrenaturales. Cuando veía un informe sobre algún suceso extraño
Iluminados por la Oscuridad
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mi mente inmediatamente se aceleraba tratando de imaginar cómo obraba, como sucedía, como se podría hacer
que pareciera auténtico y cómo podría duplicarlo yo. En algunos aspectos me encantaban las complejidades, pero
creo que disfrutaba aún más con someter esos fenómenos a mi comprensión. Los encajaba en términos sencillos
y fácilmente explicables, demostraba que todos eran fraudes, y me quedaba con la satisfacción de que el mundo
aún encajaba en mi marco de pensamiento. Los charlatanes, mentirosos, y farsantes era la gente que desenmas-
caraba. Supongo que en cierto sentido me sentía mejor que ellos. El mundo funcionaba de la forma que yo decía,
y si querían aferrarse a nociones ridículas como la “fe”, la “parapsicología” y la “magia”, obviamente no eran tan
inteligentes e instruidos como yo.
En fin, como iba diciendo, mi gira me llevó inevitablemente a Nueva York, el tercer bastión de espectáculos
basura después de Las Vegas y Hollywood. Broadway parece vieja en estos días, y cuando estás fuera de Bro-
adway, en los suburbios, guetos y casas de crack de la televisión de entretenimiento de madrugada, lo confirmas.
Todo el mundo tiene dos trucos y un agente. Mi último trabajo: hacer un rápido circuito de espectáculos, y luego
quedar con los cámaras para desmitificar una casa “encantada” para Hard Copy o A&E.
El espectáculo no fue 1a parte importante. Resultó como esperaba: hacer levitar a una ayudante, sacar pañue-
los de seda de la nada, atravesar una pared de ladrillos y demás. La prestidigitación acostumbrada dio paso a una
noche de cansancio. Me hice retocar el maquillaje y salí con los cámaras en una furgoneta a la “mansión de los
fantasmas”. Ooh, qué miedo. Me sentía como un ridículo extra de El sexto sentido, por Dios.
La casa en sí estaba en los suburbios, era de estilo quizás de los 50, probablemente construida durante el auge
económico tras la II Guerra Mundial. Tenía un pequeño jardín alrededor, estaba aislada en un vecindario lleno
de casas ruinosas, apartamentos y licorerías. No parecía encantada, sólo cansada, le dije bromeando al cámara.
El interior de la casa era más de lo mismo: polvoriento, crujiente, desierto, con algún montón de escombros, una
cortina que se agitaba con el viento o una extraña marca de humedad. Nada fuera de lo común, pero ciertamente
la clase de cosas que podrían ser tomadas por los supersticiosos o los vecinos ansiosos de emociones como “prue-
bas” de encantamiento.
Pasé dos días examinando la maldita casa. Ni un solo fantasma asomó la cabeza, ya fuera en persona o en el
visor infrarrojo. Los cámaras filmaron en su mayor parte mis comentarios despectivos sobre la gente crédula.
Las cosas se volvieron raras tras el trabajo. Había empaquetado las últimas cosas de mi equipo de investiga-
ción: sensores de calor, brújulas, detectores de campo, todo metido en pequeñas y pulcras cajas grises de metal sin
superfluas luces destellantes o similares, cuando recibimos un visitante. El sol ya se había puesto, había esperado
irme a casa antes, pero los cámaras habían insistido en un par de tomas nocturnas siniestras. Salía por la puerta
principal para poner el resto de las cosas en la furgoneta cuando una voz de mujer me sorprendió desde atrás.
“Discúlpeme”.
Simples palabras, pero me dieron un susto de muerte. Acababa de demostrar que no había ni una pizca de
extraordinario en una vieja casa, y una voz a mi espalda consiguió hacerme sentir un escalofrió y ponerme los
pelos de punta. Me volví apresuradamente y advertí una mujer alta vestida en un austero traje de negocios de
pie en el porche, pegada a la pared, justo donde no podía verla cuando salí por la puerta de la entrada. Conseguí
serenarme.
“¿Puedo ayudarla en algo? Vamos a marcharnos”, dije de pasada.
La mujer dio dos pasos hacía mí. Por alguna razón sentí un nudo en el estómago y la boca seca. Aún se-
guía sintiendo algún escalofrío, incluso bajo mi suéter informal, que llevo para “hacer que la audiencia se sienta
cómoda”.
La mujer ajustó sus estrechas gafas y me miró con calma antes de continuar. “Me gustaría tener la oportuni-
dad de hablar con usted un momento”.
Suspiré. “Si es sobre los permisos, los tiene el tipo de la furgoneta. La casa está abandonada y la cadena lo
tiene todo en regla. Si es sobre el espectáculo de magia, hable con mi agente. Me temo que estoy muy cansado
esta noche. Siento ser descortés, pero sólo quiero irme a casa. Ha sido un día muy largo”.
Me desperté cubierto por un sudario, yaciendo sobre una fría mesa de mármol. La oscuridad en derredor dio
paso lentamente a formas agazapadas a un brazo de distancia. La cámara reverberaba con susurros. No podía ver
bombillas, ni paredes familiares, sólo los destellos de una lámpara de aceite que pendía de un alto techo above-
dado. Mis ropas habían desaparecido. Mi cuerpo sólo estaba cubierto por la sábana blanca, pero la frialdad de la
piedra no me molestaba. Me di cuenta con cierta indiferencia de que no respiraba, que los ecos de la sala parecían
sonar más altos como si se me fuera un ruido de fondo, y que estaba sediento.
“Levantaos”, entonó una voz rasposa. De nuevo, la multitud de susurros subieron de volumen, y luego se
desvanecieron. Me senté, agudamente consciente de que faltaba algo, temeroso y deseoso al mismo tiempo, casi
una sensación excitante, pero más una lujuria intelectual, como el ansia de saber o de venganza. Lo deseaba, pero
no sabía el qué.
“Levantaos de entre los muertos, postulante”, entonó la voz, seguida por los susurros. Oí fragmentos de síla-
bas en latín que resonaban en la bóveda mientras una figura vestida con una túnica se acercó a mí portando un
cáliz. Me sentí repentinamente débil y mareado. Me sujeté con las manos y me bajé de la mesa.
“¿Descansarás para siempre, o buscarás para siempre?”, preguntó la figura.
Mi voz graznó ásperamente. “Quiero vivir”. La voz en un rincón de mi mente suplicó, gritó, gimoteó, Estás
muerto y van a matarte otra vez. Morirás una y otra vez, continuó cada vez más débil mientras me erguía.
“Decid conmigo”, declamó la figura. Me acercó el cáliz, un aroma emanó del cáliz, atractivo y repulsivo a la
vez. Alargué la mano para tomarlo, pero la figura retrocedió, repitiendo: “Decid conmigo”.
Una frase en latín surgió de los labios de la figura. Le siguió un sutil siseo de palabras susurradas por las
otras figuras en la estancia. Tartamudeé las palabras, a través de frases y declinaciones en latín mientras que
el mundo parecía dar vueltas en torno a mí. Al fin, el hombre me dio el cáliz y me mandó beber, y sintiendo un
deseo desconocido y creciente, bebí de la copa.
El gusto viscoso de la sangre salobre inundó mis sentidos y bajó por mi garganta, llevándose el hambre, el
deseo y la incertidumbre. Sentí la frialdad muerta del líquido, su gusto podrido y agrio, y un hedor de podredum-
bre. En torno a mí, las figuras en túnicas aguardaban quietas como estatuas, pero vi que les rodeaba una terrible
malevolencia, como si de alguna forma reflejaran la antigua potencia de la sangre que había tragado. Sentí un
súbito calor y dolor, luego nada. El cáliz, vacío, cayó de mis labios y fue rápidamente agarrado por los largos
dedos de la figura delante de mí.
“Dónde... ¿qué es esto?”, conseguí decir.
Has bebido del cáliz y has renacido en nuestro sacramento”, entonó la figura con un deje de impaciencia.
Bajo la tenue luz de la lámpara, una de las figuras se adelantó. La mujer que había conocido antes echó hacia
atrás su capucha y me sonrió, de nuevo de una forma que me hizo sentir incómodo. Esta vez mi estómago no
se encogió y no sentí escalofríos por mi espalda; en vez de eso sentí una lenta sospecha, una paranoia crecien-
te mientras hablaba: “Bienvenido a nuestro círculo, chiquillo, has cruzado el umbral. Ahora tienes mucho que
aprender”.
Guerra medieval
Como recién llegados a la escena de los Vástagos, los in-
cipientes Tremere estaban en posición precaria. Las pociones
originales habían dotado a Tremere y su círculo con vitae extre-
madamente poderosa, pero no con la habilidad de usarla. Otros
Tremere, menos afortunados, tenían sólo los equivalentes limi-
tados de generaciones de Vástagos más débiles para sustentar-
los. Sin un conocimiento detallado del potencial, misticismo o
convenciones sociales de los Vástagos, los fundadores afron-
taban una batalla difícil. Otros Vástagos vieron a estos recién
llegados como blancos fáciles. Los vampiros de la Casa Tremere
afrontaban los prejuicios y el desprecio de los Vástagos estable-
cidos, que insultaban a los conversos como blasfemos y usurpa-
dores que no poseían los auténticos dones de Caín (como si la
herencia de un labrador enloquecido y asesino fuera algo de lo
que estar orgulloso). Un simple paso en falso podía fácilmente
significar la ruina para un Tremere desprevenido que no cono-
ciera los entresijos de la sociedad de los Vástagos, especialmen-
te porque los Tremere tenían sólo una maestría limitada de sus
Disciplinas con las que protegerse. La situación pronto cayó en
La poción fatídica
La poción de Goratrix en efecto indujo el vam-
pirismo, pero tal vez sea una suerte que los aprendices
como éste no sepan que ése no era su objetivo inicial.
Si la poción hubiera funcionado como se esperaba, nos
habríamos convertido en inmortales mediante el poder
de la sangre, pero habríamos seguido siendo humanos en
nuestras capacidades físicas.
El hecho de que los Gangrel y Tzimisce no fueran
exactamente socios voluntarios en el asunto puede por
supuesto, atribuirse a las complicaciones habituales de los
tratos entre Vástagos.
Por mi parte, pienso que la pérdida de la luz del día
es un precio pequeño a pagar por el poder y resistencia
fenomenales que ganamos.
Rangos
Los Tremere leales reconocen posiciones de rango dentro de la
pirámide, para facilitar el ejercicio de la autoridad y sean una tenta-
dora promesa de poder. El rango no es tanto una medida de influen-
cia directa sobre otros Tremere como reconocimiento al servicio, la
capacidad, y la maña política. Los Tremere en puestos de autoridad
a menudo emplean su influencia en beneficio de sus iguales espe-
rando ser correspondidos. Aprenden los secretos ocultos y reparten
porciones de estos entre sus subordinados para animarles a seguir
siendo leales y productivos. El rango no lo es todo para un Tremere;
de hecho, algunos Tremere de bajo rango ni siquiera se interesan
por la estructura del clan, teniendo en cambio intereses personales
en otros aspectos de la sociedad mortal o de los Vástagos. No obs-
tante, el rango es la mejor forma de progresar en el conocimiento
especial del clan, obtener la asistencia de poderosos Vástagos Tre-
mere, y adquirir influencia sobre los recursos del clan Tremere.
Mientras que los cargos políticos como príncipes o azotes va-
rían de una ciudad a otra, la pirámide Tremere permanece relati-
vamente coherente a través del globo. Un aprendiz en una ciudad
conoce inmediatamente su posición con respecto a un regente en
otra. Cada rango: aprendiz, regente, lord y pontífice; consta de siete
círculos de misterio cada uno; un postulante empieza en el primer
círculo y (con suerte) progresa hasta el séptimo. Cada círculo indi-
ca un grado de comprensión mística y responsabilidad personal. De
esta forma, un aprendiz del quinto círculo supuestamente conoce
más secretos ocultos y esgrime mayor autoridad que un aprendiz
del tercer círculo. Por supuesto, en la práctica el favoritismo y la
prestación entran en juego: El mismo aprendiz del quinto círculo
puede tener la posición simplemente gracias a descender del linaje
de un lord importante, mientras que el aprendiz del tercer círculo
podría ser un taumaturgo de pavoroso talento con pocas ambicio-
nes políticas. A pesar de esto, los Tremere de los círculos superiores
superan en rango a los de los círculos inferiores por lo que respecta
al clan, y un puesto más elevado como el de regente naturalmente
está muy por encima del de un simple aprendiz. Aquellos que al-
canzan los rangos más altos de los círculos de misterio de un título
dado (esto es los círculos cinco y mayores) son a veces conocidos
como “altos” miembros de su rango. Aunque la usanza varía, pues
pocos se molestan con retórica pomposa como “alto aprendiz”, ta-
les distinciones a menudo satisfacen el orgullo (y vanidad) que tan
a menudo acompaña a los logros Tremere.
Generalmente, un nuevo Abrazado recibe el rango de
aprendiz del primer círculo. Ha habido excepciones: ghouls de
Hijos de la Pirámide
Al igual que algunos neonatos se agarran a la pirámide
como una estructura paterna sustitutiva que les ayude en su
transición a la no muerte, algunos Tremere ven la pirámide
como algo más que una jerarquía. Para aquellos obsesionados
con la idea de la pirámide, el mismo concepto tiene poder, ad-
quiere divinidad por la adhesión de sus muchos seguidores. Por
y prácticas
Dada la estructura de rangos del clan Tremere, te pregun-
los intereses del clan, ésa es probablemente la razón por la cual
fueron Abrazados, después de todo. Un Tremere diplomático
se encarga de las negociaciones con otros clanes. Un financie-
tarás cómo funciona en la práctica. ¿El Tremere sublima sus am- ro se asegura de que los proyectos tengan el suficiente dinero.
biciones personales en favor del clan? Obviamente no. ¿Ignora Los especialistas en investigación descubren rituales perdidos o
la jerarquía en favor de su ganancia personal? De nuevo, no. El nuevos usos para viejos rituales y los difunden.
equilibrio entre los dos da un camino estrecho, pero aquellos Las responsabilidades del clan no ocupan todo el tiempo
que caminan por es cuerda floja tienen mucho que ganar en la del Tremere. No tiene sentido mantener a los aprendices enca-
sociedad de los Vástagos. denados a sus escritorios en una capilla dickensiana; eso simple-
menos que se pateen los pedestales bajo sus pies. Además, como No hay ninguna magia que ate a cualquier Tremere al ju-
Fidel Castro dijo, “Úsalo, o lo usarán contra ti”. Un Tremere ramento, a menos que algún regente severo decida imponerlo
que se abstenga “humanamente” de putear a sus compañeros es activamente, en vez de eso el código es un listado de facto de lo
muy probable que se convierta en el blanco de tales acciones. que constituye una conducta aceptable para un miembro de la
augusta Casa de Tremere. El código explica en detalle lo que se
La ley y la disciplina interna espera de los Tremere, y qué actividades se desaprueban.
El Código Tremere hace que el clan sea único, ningún otro Puesto que el código es simplemente un juramento co-
grupo se adhiere a un conjunto unificado de reglas que descri- rriente, pocos Tremere lo siguen al pie de la letra. De hecho,
ben la conducta aceptable. Mientras que los Assamitas tienen se pueden ganar ventajas sustanciales mediante la “interpre-
la palabra de sus profetas, y los Setitas siguen las parábolas de tación” flexible del código; a menudo, según la regla de que el
su dios muerto, todos y cada uno de los Tremere hacen un jura éxito justifica, tales interpretaciones pueden ser disculpadas en
mento singular transmitido por el consejo. casos individuales si los resultados parecen prometedores. No
Por paradójico que parezca, cada Tremere es singularmente cionamiento, cualquier debilidad abre la puerta a la destrucción
único. La imagen de los Tremere como una jerarquía estrecha- a manos de Vástagos suspicaces, superiores descontentos o su-
mente controlada es tan fuerte que las debilidades de cada Tre- bordinados ambiciosos.
mere se convierten en signos de individualidad: “Es un Treme- El vampirismo les sirvió a los Tremere como un medio para
re, pero no estudia Taumaturgia”. “Es una Tremere, pero anda conseguir poder e inmortalidad. La Camarilla proporciona pro-
con anarquistas”. “Son Tremere pero son sorprendentemente tección. La unidad del clan facilita el intercambio de favores
honrados”. Cualquier desviación del estereotipo simplemente necesarios para sobrevivir. Todo Tremere obtiene sólo lo que
subraya la personalidad de los Tremere. Aunque los vampiros pueda tomar, el horror de su existencia es un mundo en el que
podrían hablar del clan Tremere como un todo en términos am- los lazos de lealtad y comercio están tan ritualizados, son tan
plios y genéricos, no hay un solo vampiro que encaje totalmente formales y tan artificiales, que no hay lugar para las relaciones
en ese perfil. De hecho, los Tremere no podrían existir si todos auténticas. El Tremere debe ser amo si no quiere convertirse en
se ajustaran a un estereotipo; una reunión de robots idénticos esclavo de alguien.
no funciona mejor que una morralla dividida. Cada Tremere
contribuye al clan mediante sus propias habilidades especiales.
Lo que caracteriza a los Tremere más que cualquier rasgo Una nota sobre conversiones
de personalidad o unión sobrenatural es su búsqueda de pro- del Teatro de la Mente
greso: el propio, el de rango en la jerarquía, el de la magia de Te darás cuenta de que estos personajes tienen a ve-
sangre, el saber o el poder. Ya se vean presionados para des- ces Disciplinas de tercer nivel, y que sus conversiones de
tacar dentro de la pirámide, u obligados a sobrevivir fuera de Teatro de la Mente tienen en correspondencia Disciplinas
ella, ningún Tremere puede descansar jamás. En su mundo hay Intermedias. Pero los personajes principiantes del Teatro
poca confianza y ninguna amistad. La unidad de su clan de la de la Mente sólo reciben Disciplinas Básicas, ¿qué hacer?
que tanto alardean no es más que una unidad de conveniencia Eso depende de ti. Puedes decidir “copiar y pegar” cual-
contra extraños demasiado numerosos y peligrosos para igno- quiera de estos personajes para usarlos en un juego, si se
rarlos, una mentalidad de asedio adoptada durante sus primeras usan como personajes del Narrador pueden tener cuales-
noches de lucha contra los Vástagos de Europa Oriental. La quier Rasgo que necesites de todas formas. Si quieres li-
supervivencia es un juego de equilibrar a los enemigos de fuera mitar a los nuevos personajes de los jugadores a las reglas
contra los rivales de dentro. En verdad los Tremere mantienen estrictas presentadas en La Ley de la Noche, basta con
a sus camaradas cercanos, y a sus enemigos aún más cerca. que cambies la Disciplina intermedia por alguna otra Dis-
Dada la reputación del clan (justamente merecida), el Tremere ciplina Básica de clan.
debe ser autosuficiente y tener un deseo constante de perfec-
Fuentes Secundarias
De todos los clanes, se puede decir que los Tremere son los
cimientos. En tal situación, el clan Tremere llama sus chiqui-
llos leales para que encuentren juntos la fuente del misterio de
modo que puedan ocuparse de la causa en vez de los síntomas.
más propensos a emplear un enfoque sistemático para solucio- Si un fantasma embruja un área, o un aprendiz descubre un
nar un problema. Cuando surge algo difícil o inusual, es sólo artefacto místico, la respuesta es simple: asignar los recursos ne-
cuestión de tiempo que un mensaje recorra la red Tremere y cesarios para tratar con el incidente específico. No obstante, si
eventualmente llega alguna respuesta. Si los Tremere no saben el problema elude el análisis, es el momento de enviar un equi-
como explicar una situación, recurren a una de sus formidables po que pueda codificar los patrones, leer los libros y descubrir
capacidades: su habilidad para descomponer implacable y efi- qué demonios está pasando.
cientemente un problema en sus elementos fundamentales y Los Narradores pueden usar a Fuentes Secundarias como
estudiarlo con un rigor que ningún otro clan practica. un grupo que haga acto de presencia para subrayar alguna tra-
La cuadrilla Fuentes Secundarias es uno de esos grupos de ma local en sus crónicas o como un elemento de trasfondo para
tareas. Cuando un Tremere envía un mensaje de que una situa- un personaje jugador. Tal vez uno de los Tremere de tu grupo
ción escapa a su conocimiento, a menudo encuentra compañe- trabajó con (o en) la cuadrilla en el pasado, o quizá un vampiro
ros de clan dispuestos a compartir sus conocimientos acumu- no-Tremere trató con alguno de ellos en una situación de com-
lados por un precio. Si un problema estuviera muy alejado del partir conocimientos. Debido a que la cuadrilla de las Fuentes
de renombre
La jerarquía Tremere difunde información con una eficien-
cuyas consecuencias culminaron con la destrucción de los Tre-
mere antitribu. Ten en cuenta, sin embargo, que Tremere y sus
partidarios guardan silencio sobre tales cuestiones; si se exten-
cia atemorizadora, mas sus miembros más destacados siguen dieran los rumores de que Tremere es un diabolista, que Saulot
envueltos en misterio. Aquellos que alcanzan alguna medida ejerce control sobre su cuerpo, o que destruyó a toda una línea
de fama y éxito ven sus rasgos distorsionados en cada relato de sangre, otros Vástagos actuarían con mucha más decisión
sucesivo y oyen rumores engañosos sobre sus increíbles poderes para purgar el clan Tremere. No quedan más de una docena de
y secretos: después de todo, aquellos miembros del clan que individuos en el mundo (incluyendo, quizá, a los personajes de
necesitan saber la verdad aprenderán, mientras que los posi- tus jugadores, si participan en las Crónicas de Transilvania)
bles adversarios no tendrán nada salvo insinuaciones y relatos que conozcan la verdad en torno a estos horribles sucesos.
absurdos sobre los cuales basar sus conjuras. Cuanto más pode-
roso el Tremere, más legendarias son las historias; pero en las El Consejo de los Siete
Noches Finales a veces parece que los relatos más extraños y Por debajo del mítico Tremere hay siete vampiros de te-
aterradores son demasiado ciertos. rrible poder que supervisan juntos los asuntos mundanos (y de
otro mundo) de todo el clan Tremere. Debido a que no se puede
Tremere esperar que el fundador guíe personalmente al clan en todas las
¿Qué no se ha dicho del renegado fundador, hechicero, an- cosas, o ni siquiera de que sea consciente del estado del mundo
tiguo y enigma? Como con cualquiera que se cuente entre los moderno, el consejo opera como un órgano administrativo para
míticos Antediluvianos las historias son fantásticamente con- todos los Tremere. Mientras que el fundador se oculta tras el
tradictorias. Los relatos históricos, si se les puede llamar así, mito y la superstición, el consejo es muy real, especialmente
describen a Tremere como un mago astuto y manipulador que para aquellos que fallan al clan Tremere de alguna forma lo bas-
robó la inmortalidad, pero todas las demás especulaciones están tante espectacular para atraer su ira.
abiertas a interpretación. Algunos rumores afirman que es un Esto no quiere decir que el consejo sea como una especie
diabolista y un demonólogo, otros creen que piensa fundir la de parlamento no-muerto que promulga legislación y se dedica
condición de Vástago con su propio saber místico para sobrepa- al fraude político. Más bien cada consejero tiene su visión de lo
sar la Maldición de Caín. Las historias le han retratado de for- que es aceptable en la conducta y los negocios, y fija las normas
ma alterna como un poderoso hechicero de temible semblante, por las que se mide a los Tremere de su región. El consejo en sí,
como un gigantesco gusano blanco, como una bestia con tres es una fraternidad de iguales o casi iguales, cada uno con ob-
ojos o como una figura marchita y demoníaca. Con todo, la apa- jetivos personales y visiones individuales del dan Tremere, que
riencia no significa nada para alguien de la estatura de Tremere. reclutan partidarios para sus proyectos y diseminan informa-
Mientras que la Camarilla niega con vehemencia las leyendas ción importante, mientras que al mismo tiempo se aseguran de
de los Antediluvianos, los hechos apócrifos de Tremere indudable- presentar un frente unido contra los problemas que amenacen
mente parecen igualarse en poder (aunque no en edad). Algunos a todo el clan Tremere. Por ejemplo, si un pontífice no se pre-
Vástagos familiarizados con el clan Tremere creen que no existe ocupara por la escena política de un pequeño país europeo, un
un “Tremere” singular, pero aquellos en puestos de autoridad en consejero disgustado podría enviar una carta señalando que la
la jerarquía de vez en cuando murmuran imprecaciones sobre di- elección de un candidato Demócrata liberal sobre un Socialista
rectivas transmitidas a los antiguos, secretos en lo más alto que estatal no encaja con su visión del futuro país. De modo simi-
provienen de los sueños dementes de lo que sólo se puede descri- lar los consejeros toman decisiones de amplio alcance sobre la
bir como un antiquísimo monstruo. Sin duda hay algo que parece política del clan. Si un imprudente neonato Tremere entregara
guiar a los miembros leales del clan, pero ¿Se trata de Tremere? secretos taumatúrgicos a otros no Tremere, otros aprendices y
¿Murió el mago hace mucho tiempo, o simplemente se convirtió regentes despreciarán al desventurado neonato y quizá incluso
en algo aún más aterrador cuando la monstruosa maldición de actuarán contra él para ganarse el favor de los Tremere “res-
Caín devoró su alma? ¿Sigue existiendo en estas noches, o es la petables”; aquellos que siguen los deseos del consejo. Rara vez
sombra de Tremere simplemente una conspiración impuesta sobre actúa el consejo directamente contra alguien; en vez de eso, un
toda una raza de vampiros? Las respuestas varían de facción a fac- consejero hace saber a sus pontífices y lores lo que le complace
ción. Aquellos que investigan demasiado profundo sobre la suerte y lo que le desagrada y permitirá a los subordinados decidir cuál
última de Tremere a menudo se ven vinculados al clan Tremere es el curso de acción apropiado para aquellos que deseen con-
por una magia poderosa, si no se desvanecen sin dejar huella. servar su favor. El consejo es visto a menudo como poseedor de
En definitiva, todo lo que puede decirse con certeza sobre un juicio impecable y una planificación con miras a muy largo
Tremere, si es que existe él o ello, es que fue un misterio más plazo, por lo que pocos Tremere individuales osan pensar que
allá de la comprensión de tanto hechiceros como de los conde- saben más que el consejo.
nados. Tremere fue único, un individuo que no puede describir- El consejo consta de los más astutos y viejos de los Tremere
se con categorías simples. supervivientes, de hecho, su pertenencia incluye a aquellos que
Para los Narradores que quieran tener una idea del “autén- se convirtieron de magos mortales a no-muertos en las primeras
tico Tremere” ver Crónicas de Transilvania IV. Tremere dia- noches de la usurpación del clan. Cada consejero supervisa un
EnOcH
La Biblioteca de EnOcH
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