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Mundo virtual, agosto de 2020

Mis valientes estudiantes:

¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro


banquete, quiero deciros unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas!
¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!… ¡Muchas gracias!

¡Bienvenidos a un nuevo curso en Hogwarts! Tengo algunas cosas que deciros a


todos, y como una es muy seria, la explicaré antes de que nuestro excelente
banquete os deje aturdidos.

Antes del banquete, retomo las palabras del director Albus Dumbledore para
darles la bienvenida, no solo a Hogwarts, sino también al País de Nunca
Jamás, al reino del revés, al lugar donde viven los monstruos, al país de las
maravillas, al reino Fantasía, a la isla de Liliput, al país de Narnia, al
asteroide B 612, a Goab, el Desierto de Colores, y a tantos otros lugares que
la lectura nos permitirá visitar. En síntesis, les doy la bienvenida al
Seminario de Literatura Infantil y Juvenil (LIJ) 2020. A pesar del contexto
ASPO, ustedes están cursando. ¡Bravo por esa valentía!

Espero que ya tengan todos sus materiales preparados: por un lado, la


canasta para cruzar el bosque, por otro, los libros de hechizos, la varita
mágica, el caldero y la escoba. ¡No nos olvidemos del barbijo y del alcohol en
gel! Trataremos de que el seminario resulte ameno a partir de las lecturas,
los comentarios y la participación clase a clase. Es decir, que no resulte
como las clases de Historia de la Magia del profesor Binns en el Colegio
Hogwarts de magia y hechicería:

Historia de la Magia era la asignatura más aburrida de todas. El profesor


Binns, que la impartía, era el único profesor fantasma que tenían, y lo más
emocionante que sucedía en sus clases era su entrada en el aula, a través de
la pizarra. Viejo y consumido, mucha gente decía de él que no se había dado
cuenta de que se había muerto. Simplemente, un día se había levantado para ir
a dar clase, y se había dejado el cuerpo en una butaca, delante de la chimenea
de la sala de profesores. Desde entonces, había seguido la misma rutina sin la
más leve variación.

Como evaluación no se les pedirá que leviten ni que atraviesen bosques


encantados, no tendrán que enfrentar monstruos gigantes ni brujas malvadas,
no van a tener que vencer dragones ni a Volde…, no mejor, no lo nombremos.
Sí van a tener que frecuentar eso que apasiona a Bastián:

La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros. Quien no haya pasado
nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo
caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de
que tenía hambre o se estaba quedando helado...

Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque


una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los
que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que
había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida le parecería vacía y sin
sentido...

Quien no conozca todo eso por propia experiencia, ahora tendrá la


oportunidad de vivirlo. En el caso de reclamos, observaciones o quejas,
habilitaremos un cuaderno para anotar allí todos los planteos necesarios. Ya
sabemos que estos pueden cumplir diversas funciones:

Para explicar qué eran los «cuadernos de quejas», Cósimo dijo: «Probemos a
hacer uno.» Cogió un cuaderno de escuela y lo colgó del árbol con un cordel;
cada uno iba allí y apuntaba las cosas que no marchaban. Surgían quejas de
toda clase […]. Cósimo pensó que aunque era un «cuaderno de quejas» no estaba
bien que fuera tan triste, y se le ocurrió la idea de pedir a cada uno que
escribiese la cosa que más le habría agradado. Y de nuevo cada uno iba para
decir la suya, esta vez todo para bien […]: en suma, todo cuanto hay de bueno
en el mundo era escrito en el cuaderno, o, a veces, dibujado, porque muchos no
sabían escribir, o incluso pintado a colores.

La situación que atravesamos todavía no nos permite recorrer nuestros


barrios ni llegar hasta nuestro Instituto. De todas maneras, quizás podamos
dominar las calles de nuestro mundo desde la literatura y dejar para más
adelante la caminata por el mundo propio, esa que nuestro vecino escritor de
San Miguel expone en su premiada novela juvenil:

San Miguel es así: un poco campo, un poco ciudad, un poco todo junto. Hay días
en los que me gusta; hay días en los que me pone triste. Aunque sé que hay un
mundo más grande que este, el otro no me importa. Yo quiero, me propuse,
dominar todas las calles del mío, San Miguel. Por eso camino mucho. Por eso
miro mucho.

Así, para cuando finalicen este seminario, quizás puedan llevarse guardadas
todas las lecturas, tal como aquella joven llamada Ofelia carga sus libros:

El único trozo de hogar que Ofelia pudo llevar consigo consistía en algunos
de sus libros: apretaba con fuerza los dedos alrededor del que llevaba en el
regazo, acariciando la portada. Cuando abrió el libro, las brillantes páginas
contrastaban con las innumerables sombras que poblaban el bosque, y las
palabras ahí inscritas le ofrecieron cobijo y consuelo. Las letras eran como
huellas en la nieve: un amplio pasaje blanco que no conocía el dolor, un lugar
libre de recuerdos demasiado oscuros para guardarlos y demasiado dulces para
dejarlos ir.

Niñas, niños, una niña con sombra de niño, un muñeco de madera devenido
niño, jóvenes con vaqueros y trenzas, duendes, reinas, bellas y bestias, rey y
rey, una cenicienta que no quiere comer más perdices, caperucitas de todos
los colores: una roja, una verde, una amarilla, una azul y una blanca,
fantásticas autoras y maravillosos autores, famosos recopiladores y
olvidadas recopiladoras, entre otras personas, además de un gran personita,
un principito y otros extraterrestres, serán parte de este seminario que
tiene como principal protagonista a cada estudiante que asuma el desafío de
leer, releer, escuchar, escribir, reescribir y compartir. Por todo eso, en este
mágico acto damos por iniciado el Seminario de Literatura Infantil y
Juvenil (LIJ) 2020. ¡Que empiece el banquete!

El profe
Posdata (actividad diagnóstica)

En la carta de bienvenida, muchas obras literarias son mencionadas, citadas y aludidas. A continuación se
las presenta ordenadas alfabéticamente. Les propongo dos actividades: por un lado, enumeren los textos
según su orden aparición en la carta; por el otro, indiquen quién escribió cada una de esas obras.

Alicia en el país de las maravillas

Caperucita Roja

Caperucita roja, verde, amarilla, azul y blanca

Donde viven los monstruos

El barón rampante

El gran personita

El laberinto del fauno

El principito

El reino del revés

2. Harry Potter y el prisionero de Azkaban

Harry Potter y la cámara secreta

1. Harry Potter y la piedra filosofal

Julia, la niña que tenía sombra de niño

Koi

La bella y la bestia

La cenicienta que no quería comer más perdices

La historia interminable

Las aventuras de Pinocho

Las crónicas de Narnia

Los viajes de Gulliver

Peter Pan

Rey y rey

Vaqueros y trenzas

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