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SEPARACIÓN Y ABANDONO… PARADOJAS DEL MATRIMONIO ESTABLE

INTRODUCCIÓN
Los matrimonios de hoy se han asumido como desechables… Se mantienen por un
rato y luego, de manera tan simple, se aplastan y se echan a la basura.
Siempre resultará más fácil desechar lo viejo, arrugado, gastado y manchado que
repararlo… Así se ha hecho con el matrimonio.
Lo más lamentable es que hay matrimonios que, aunque están unidos bajo un
techo, en el interior de cada cónyuge, ya están disueltos, desechados y día a día
van arrojándose al bote de basura.
Un matrimonio considerado como estable por los muchos años de vida juntos,
pero sin la renovación y la unidad que trae la acción de la presencia de Dios en
cada cónyuge, sencillamente es como una prisión, están ahí los dos, pero
experimentando frustración, rutina, amargura, decepción y olvido.

1. ENTENDIENDO 1 de Corintios 7:10-11


“Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no
se separe del marido…y que el marido no abandone a su mujer.”

 “UNIDOS EN MATRIMONIO”: se defiende la legitimidad del matrimonio. Nunca


será igual estar unidos simplemente, a estarlo bajo la bendición del matrimonio.
 “MANDA EL SEÑOR”: no es una opción, no es una alternativa en la vida, no es una
posibilidad que se permite… Es un mandato de Dios hacer lo que se deba hacer
para conservar la unión y la unidad del matrimonio.
 “LA MUJER NO SE SEPARE Y EL HOMBRE NO ABANDONE”: Dios especifica dentro
de la naturaleza de cada cónyuge el mandato a cumplir para mantener la unión del
matrimonio. ¿Qué implica todo esto?

2. LA MUJER NO SE SEPARE…
Separe: “jorízo”: Poner espacio, alejarse.
La mujer por su diseño, tiene la capacidad de unir, concertar, agrupar.
Su gran capacidad emocional le da la habilidad de conectar a los demás, de
emparejar, de convocar.
Las mejores celestinas y conciliadores son las mujeres… Ése es el diseño divino.
Una mujer que en su matrimonio opta por alejarse y poner espacio entre ella y su
esposo, está yendo en contra de su propio diseño, en contra de lo que es y eso
siempre va a causarle frustración.
Su gran dote emocional, si no está bajo el control de Dios, también puede
convertirse en un arma en contra de la unidad, que fomente la distancia y el
desapego.
Dios ordena que la mujer siempre propenda por la unidad de su hogar, por
conectarse con su pareja, por agruparlos en torno al amor y a los principios de
Dios.
¿Qué actitudes están poniendo espacio entre usted y su esposo? ¿Qué cosas
albergadas en su corazón la hacen alejarse más y más de su pareja?
Cuando Dios dice: No se separe, está diciendo: haz lo necesario para acercarte…
No te canses de hacerlo.

3. EL MARIDO NO ABANDONE…
Abandonar: dejar solo algo o a alguien alejándose de ello o dejando de cuidarlo. Lo
contrario de abandonar es: amparar, proteger, abrigar, conservar.
El varón fue diseñado para ser en el matrimonio quien protege, quien cuida, quien
ampara como el símil de Cristo con la iglesia.
El hombre por su autoridad, su fuerza, su valentía tiene la capacidad de dar
amparo y protección en el hogar brindando seguridad a su esposa e hijos.
Los mejores guardaespaldas son los varones. Naturalmente fueron diseñados para
proteger y cubrir con cuidados… Ése es el diseño divino.
Un hombre no direccionado por Dios, atenta contra su diseño y fácilmente,
renuncia, se marcha, desatiende su hogar; no sólo físicamente, sino espiritual y
emocionalmente.
Dios le ordena al hombre sustentar, cuidar a su mujer y darle honor. Lo que se
abandona es porque se le ha restado todo honor y honra.
¿Emocionalmente cuánto ha abandonado a su esposa? ¿A nivel espiritual, su mujer
está protegida y sustentada por usted? ¿Qué actitudes cotidianas expresan
abandono, renuncia y desatención a su hogar?

4. CONSECUENCIAS DE LA SEPARACIÓN Y EL ABANDONO


 Si la “cabeza” abandona el cuerpo… El cuerpo se desestabiliza, se acaba toda orden
que lo hace funcionar, y el cuerpo perderá 4 de los 5 sentidos para comprender
todo su alrededor… Así, el hombre que renuncia y desatiende su esposa, está
dejando su hogar sin dirección, tambaleando, lleno de confusión y sin sentido.
 Si la “costilla” se separa del cuerpo, quedan expuestos, vulnerables y propensos al
daño los órganos vitales del corazón y los pulmones… Así, la mujer que pone
distancia entre ella y su esposo, simplemente está dejando su hogar expuesto al
daño, se paraliza el hogar y se acaba todo aire de amor y ternura.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA
Un matrimonio cristiano no puede conformarse a este siglo, convirtiendo su vida
de pareja en algo desechable que esté pronto a perderse.
Hoy es preciso reconocer que, aunque estén juntos bajo un mismo techo, puede
que hace tiempo, la mujer se haya separado de su esposo y el hombre haya
abandonado a su mujer por cultivar actitudes que desde el interior han disuelto la
unión legítima del matrimonio.
Levántese como hombre y como mujer que, obedeciendo a Dios y creyendo en su
poder, hace lo necesario para conservar la unión genuina en su matrimonio, siendo
“uno” para amarse y respetarse mutuamente.

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