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Ensayo Sobre Pulsión y Cuerpo
Ensayo Sobre Pulsión y Cuerpo
2019
En el campo del psicoanálisis, Freud fue el primero en establecer una clara
diferencia entre organismo, (del cual se ocupaba la medicina de su época) y cuerpo, este
que era un enigma para los galenos de su época y que se caracterizaba por una incidencia
psíquica sobre lo orgánico, que producía una serie de efectos diversos, entre ellos:
las concepciones que tenían la medicina y la ciencia sobre el cuerpo hasta esa época,
La histeria es una neurosis en el sentido más estricto del término; vale decir que no se han
hallado para esta enfermedad alteraciones (anatómicas) perceptibles del sistema nervioso y,
además, ni siquiera cabe esperar que algún futuro refinamiento de las técnicas anatómicas
una diferencia esencial entre organismo y cuerpo, aunque este autor no desarrolle de manera
enfocado en comprender el cuerpo desde el punto de vista del organismo, dirigiendo sobre el
mismo una mirada principalmente biologicista o mecánica, para asumirlo como un sistema,
Ahora bien, el cuerpo dentro del psicoanálisis cobra un estatuto específico y distinto al de
él, sino que se construye con otros y mediatizado además por el lenguaje. Por lo tanto, el
cuerpo, sólo se da en seres hablantes. Ante esto, Crisorio (1998) dice: “no se nace con un
hecho, Lacan considera que “para hacer un cuerpo es necesario un organismo vivo más una
imagen” (Soler, 1998, pp. 12-13), y que por tanto, es necesario reconocer la cohesión de un
organismo; no obstante, sin olvidar que esta cohesión no será suficiente para otorgarle un
cuerpo. (Soler, 1998, pp. 13). Es por eso que desde el psicoanálisis, se concibe el cuerpo
como algo secundario; es decir, como una realidad que es construida paralelamente, o
Decir que el cuerpo es realidad quiere decir que el cuerpo no es primario. Quiere decir
que no se nace con un cuerpo. Dicho de otra forma, yo digo que es de la realidad, pero
Freud, por su parte establece una relación entre el yo y el cuerpo, aunque no se trata de
un cuerpo formalizado con el de Lacan, sino un cuerpo efecto de la formación del yo, como
refiere así: “El yo es sobre todo una esencia-cuerpo; no es sólo una esencia-superficie, sino,
siguiente cita:
El cuerpo propio y sobre todo su superficie es un sitio del que pueden partir
proporciona al tacto dos clases de sensaciones, una de las cuales puede equivaler a una
construcción, y desde Lacan pasa por varios registros: imaginario, simbólico y real.
Desde el registro imaginario, podemos pensarlo desde el estadio del espejo que se
produce entre los 6 y los 18 meses. A partir del cual, ese cuerpo que antes se vivía como
desintegrado empieza a unificarse a partir de una imagen que es dada como Gestalt, en
tanto figura cerrada o completa del cuerpo que se instaura para dar apertura a conquistas
Es que la forma total del cuerpo, gracias a la cual el sujeto se adelanta en un espejismo a la
maduración de su poder, no es dada sino como Gestalt, es decir en una exterioridad donde sin
duda esa forma es más constituyente que constituida... (Lacan, 2009, p 100).
Es decir, en la primerísima infancia, antes del estadio del espejo, según Lacan, el niño es
Experimenta también el niño una serie de pulsiones parciales orales y anales desarticuladas,
pero luego, gracias al estadio del espejo se realiza una primera estructuración del cuerpo
imaginario a través de la imagen y la identificación con ella, a partir del momento en que el
niño se mira por primera vez en el espejo y reconoce la imagen suya que de allí regresa. Al
verse allí, se pregunta: -¿Soy yo?, - si eres tú, le confirma la madre. Él asume entonces que
es él, y se reconoce en dicha imagen, para identificarse a ella y producir una primera
una alienación al otro. Según, Lacan (2009) “Basta para ello comprender el estadio del
espejo como una identificación en el sentido pleno que el análisis da a este término: a saber
Durante el estadio del espejo el niño conquista una imagen completa de su propio cuerpo
y una identificación a ella como una unidad, lo cual le permite una formación incipiente de
su yo, dándole una sensación imaginaria de dominio, que contrasta con su falta de
propia imagen es primaria, pero dará lugar luego a identificaciones secundarias, al yo ideal,
al ideal del yo, lo cual es en el orden de lo imaginario, pues luego habrá de devenir el
cuerpo en lo simbólico.
de considerarlo construido y habitado por significantes, por palabras que vienen del otro.
que se puede decir “Yo tengo un cuerpo”. De manera que una alteración en la relación del
sujeto con el lenguaje tendrá como correlato posible un trastorno en la asunción del cuerpo
Las palabras tocan el cuerpo, lo inventan, le dan forma, pero también lo afectan y le
Ahora bien, el cuerpo en lo real, estaría dado por aquello imposible de decir o
regular respecto del cuerpo, lo que no se puede normalizar. Aquello del cuerpo que escapa
pulsión. Acá el cuerpo habla o es hablado, puede experimentarse como poseído por aquello
imposible de bordear o simbolizar. Es el caso de una joven paciente de un hospital que vio
hace algunos años como su esposo fue asesinado y a partir de ese momento desarrolla
de la enfermera que le brindaba asistencia social), porque aquella escena vivida como
horrorosa fue algo que mantuvo siempre en silencio, debido a un imposible de decir, o
Por otra parte, respecto de la relación entre pulsión y cuerpo, Freud (2012b/1933-
en tanto es constante y nunca logra ser satisfecha de manera definitiva. En otras palabras:
situadas en el interior del cuerpo, actúa como una fuerza constante y la persona no puede
sustraérsele mediante la huida, como es posible en el caso del estímulo externo. (Freud,
2012b/1933-1932, p. 89).
De otro lado, respecto de lo anterior, según, Millas (2012), “Lacan por su parte define a
las pulsiones como el eco en el cuerpo de que hay un decir [1]”. (S. P), es decir, el cuerpo
está habitado, poseído por las pulsiones, ellas producen un decir en él y lo hablan. Dice
satisfacción en diversos objetos, no puede negarse que también es en el territorio del propio
cuerpo donde reside su fuente y desde donde empuja hacia su objeto en la búsqueda de la
satisfacción.
Pero el cuerpo y la pulsión tienen sus propias dinámicas y lógicas, a veces extrañas y
armoniosa como si lo hace el instinto en el organismo o los animales. Ejemplos de ello son
los diversos casos de inhibición, angustia o síntoma, las parafilias, las zoofilias, las
perversiones o las dificultades sexuales maritales. Es por ello que en algunos casos pueden
presentarse desviaciones en la pulsión respecto del objeto, debido a que éste objeto cae bajo
advertir, sin embargo, la relación estrecha existente entre cuerpo y pulsión, pero también
ejemplo en los siguientes casos: Una mujer de 30 años, que presenta inhibición sexual
respecto del acceso a poder gozar del cuerpo de su compañero sentimental. Ella lo ama,
pero esta inhibida para acceder sexualmente a él. No logra franquear ese dique
inhibitorio, no se autoriza a gozar del goce corporal, sino que lo deja en la fantasía. Cada
que intenta acceder a él, experimenta inhibición, algunas veces, acompañada de miedo o
angustia, tal vez, porque para el yo dicha satisfacción pulsional del ello podría resultar
peligrosa. Esta inhibición le produce sufrimiento, pero ahí también goza, porque en ella
amado, esta se desvía hacia el síntoma que lo sustituye, es decir el sufrimiento que esto
impotente ante la mujer que ama, pero no ocurre lo mismo si se trata de una prostituta a
quien puede llegar a desear intensamente. O un joven de 16, a quien tuve la oportunidad
poco, que refería no gustar de hombres ni de mujeres, sino que preferiría masturbarse o
tener sexo con animales, razones por las cuáles se sentía raro y extraño respecto de su
que ella era un hombre, cosa que su esposa ignoraba y por la que él sentía culpa. En los
anteriores casos puede experimentase el cuerpo propio o ajeno, como algo extraño,
Surge entonces la idea de la pulsión como algo que no hace lazo, en tanto algo de ella es
autista y solitaria, por no tener en cuenta al otro como sujeto, sino como un objeto de
¿Es posible que un final de análisis logre siempre integrar una ética de la pulsión y sus
formas de goce del cuerpo?, ¿Cuáles serían sus límites y sus alcances?. Pues la pulsión es lo
que es, algo que no cesa de empujar y que busca satisfacerse, a pesar de los esfuerzos
Lacan, J. (2009) El estadio del espejo como formador de la función del yo [je] tal como se
nos revela en la experiencia psicoanalítica en Escritos, Tomo 1. México: Siglo XXI,
editores. (Pp. 99- 105).