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LECCION 11: PRINCIPIO DE LIBERACIÓN FINANCIERA

INTRODUCCIÓN

Todo cristiano es un mayordomo, puesto que todo lo que tiene le pertenece


a Dios: Su tiempo, talentos y posesiones, y él demanda una fiel
administración en cada uno de estos aspectos. En esta lección nos
referiremos a la mayordomía de los bienes.

DIOS ES DUEÑO ABSOLUTO DE TODAS LAS COSAS

Razones bíblicas.

1. Es el creador del universo (Génesis 1: 1). 2. Es el dueño de la tierra y su


plenitud (Salmo 24: 1) 3. Es dueño de la vida animal (Salmo 50: 10-11). 4.
Es dueño de toda riqueza mineral (Hageo 2: 8) 5. Es fuente de toda buena
dádiva (Santiago 1: 17). 6. Creó y redimió al hombre (1 Corintios 6: 20)

EL HOMBRE ES MAYORDOMO DE LA CREACION

Desde el principio Dios quiso que el hombre fuera el mayordomo de la


creación; él dependía de Dios y sus recursos, pero después del pecado
comenzó a depender de sí mismo. Para tal efecto, le asignó
responsabilidades honrosas (Génesis 1: 28). Cuando el hombre pecó, tuvo
que asumir la responsabilidad de manejar sus intereses, tuvo que
enfrentar el destino que él mismo se había forjado (Génesis 3: 17-23).

Un mayordomo es “quien maneja la propiedad de otro”. En este mundo


somos únicamente mayordomos de las propiedades de Dios; él puede
escoger, confiarnos mucho o poco, según nuestra fidelidad (Tito 1: 7).
Hasta cuando un cristiano no reconoce la propiedad absoluta que Dios
tiene sobre todo, no puede experimentar la dirección de Dios en los asuntos
financieros.

EL PRINCIPIO DEL DAR

La voluntad de Dios siempre ha sido la libertad para el hombre. La manera


como Dios consigue liberar al hombre del egoísmo, es enseñándole dos
principios básicos:
1. Volver a poner la confianza en Dios: a. Aceptar que Dios le ama y desea
lo mejor para su vida; b. Reconocer su necesidad y limitaciones. c. Estar
dispuesto a hacer su voluntad y seguir sus principios de vida; d. Entregar a
Dios la responsabilidad de su vida y sus intereses.

2. Aprender el principio liberador del dar: Dar es el principio que nos


libera del egoísmo y nos abre la puerta de la prosperidad. Pero hay que dar
con sabiduría. ¿A quién debemos dar? a. Debemos dar a Dios el diezmo de
todo lo que recibamos (Génesis 28: 22). Esto debemos hacerlo como
reconocimiento de nuestra dependencia y pertenencia a él, como
testimonio de su provisión en nuestra vida y como identificación y
compromiso con sus planes para el mundo. b. A nuestros padres
proveyendo para sus necesidades (1 Timoteo 5: 8); c. A los de la familia en
la fe (2 Corintios 8: 14-15); d. Al prójimo que presenta necesidad (Lucas 6:
30).

EL PRINCIPIO DEL DIEZMO

1. ¿Qué es el diezmo? El diezmo es nuestro testimonio de la propiedad


que Dios tiene sobre nuestras pertenencias. En un sentido cuantitativo
quiere decir que el diez por ciento (10%) de nuestros ingresos los
entregamos para la obra de Dios (Deuteronomio 14: 22-29)

2. ¿Con qué actitud debemos diezmar? Nuestra actitud debe ser de


alegría y gratitud; es decir, que al entregarle el diezmo estamos
reconociendo y agradeciendo a Dios por su provisión para nuestras vidas
(2 Corintios 9: 7)

3. Beneficios del diezmo: a. Materiales (Proverbios 3: 9-10); b. A todo


nivel (Filipenses 4: 17-19); c. Tesoros en el cielo (Marcos 9: 41); d.
Crecimiento Espiritual (Lucas 16: 10-12)

El mismo Dios nos exhorta en Su Palabra para que probemos su poder y su


capacidad de derramar bendiciones que sobreabunden en nuestra vida.
Además, dice que seremos “tierra deseable”, lo que quiere decir que
hallaremos gracia y buena opinión ante los demás para ayudarles en sus
necesidades (Malaquías 3: 10-12).

APLICACION TEOTERAPICA
Debemos practicar permanentemente el principio liberador del dar. Dar
con liberalidad el diezmo quiere decir que estamos viviendo de
conformidad con los principios de Dios. El dar es una de las reglas más
efectivas para atraer bendiciones abundantes de Dios. Pero todo se inicia
en un corazón alegre y libre de egoísmos y temores.

GUÍA DE ESTUDIO PERSONAL

1. Lea los siguientes versículos y anote las bendiciones que trae el aprender
a dar y compartir lo que se tiene:

(Proverbios 28: 27), (Mateo 13: 12), (Lucas 6: 30-35),( Lucas 6: 38).

2. Haga una lista de sus necesidades económicas y dispóngase a obedecer


el principio del diezmo en su vida, para que experimente personalmente la
prosperidad de Dios.

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