Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Gestalt y Juego Libre PDF
Gestalt y Juego Libre PDF
LA GESTALT Y EL JUEGO:
Autores:
Ferran Lacoma Pons
Quim Mesalles Bisbe
Nela Moreno Maeso
Tutora de la tesina:
Ángeles Jorge Blanco
1
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ÍNDICE
Introducción ................................................................................................. 6
Marco teórico
El Darse Cuenta................................................................................................ 33
2
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
metodología gestáltica.
3
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Marco práctico
Grupo 1.
Taller 1.
Taller 2.
Taller 3.
Grupo 2
Taller 1:
Taller 2:
4
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Taller 3:
Conclusiones ..................................................................................................268
Anexos
5
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
INTRODUCCIÓN
Shivananda
Empezamos a desarrollar ideas según, claro está, las preferencias personales de cada uno
de nosotros. Oscilaban entre temas tan diversos como “Gestalt y Meditación” –preferencia
de Nela-, o “Crecimiento Personal y Gestalt” –preferencia de Quim y Ferran-… pero
6
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En esta tesitura estábamos cuando una idea se impuso sobre todas las demás. ¿Qué era
aquello que nos había vinculado a los tres desde el principio de trabajar juntos, hacía ya
unos 6 años? Obviamente, aparte de la formación en Gestalt y de estarlo aplicando en
diferentes grupos de Crecimiento Personal, lo que nos había unido y que igualmente
estábamos aplicando era: “EL JUEGO”, nada más y nada menos.
Tenía sentido: escribir acerca de algo que realmente era para nosotros una vía importante
en esto de compartir la práctica de Gestalt.
También era auténtico, real, tangible, pues más allá de la cuestión práctica, se había
convertido en una filosofía de vida. ¿Hay algo más auténtico que aquello en lo que nos
inspiramos como sostén existencial?
Para que quede claro nuestro trabajo, es necesario hacer una aclaración previa: cuando nos
referimos a la palabra "juego", le damos un sentido más amplio, que el propiamente
gestáltico de Zinker, Perls y Levitsky, que hablan de "Reglas y Juegos Gestálticos".
Tras la satisfacción inicial por tener por fin el tema que iba a dar forma a nuestra obra,
quedaba el ponernos en acción y buscar un título satisfactorio. Después de reflexionar
sobre ello quedó de esta manera:
Nos gustaba. Definía claramente el trabajo desarrollado a lo largo de los últimos años.
Nos mueve y nos inspira a la hora de desarrollar esta tesina poder compartir con todos
vosotros, lectores, aquellos a quien realmente va dirigida, algunas de nuestras
experiencias, inquietudes, dudas, reflexiones, retazos de nuestras vidas con el ánimo de
poder poner una gota de agua más en el vasto Océano Terapéutico.
Deciros, eso sí, que la vía del juego ha sido y está siendo un aprendizaje gozoso, creativo,
7
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
chispeante, emotivo, profundo. En esta vía hemos encontrado cómo paradójicamente los
opuestos o polaridades pueden darse a veces simultáneamente. De ahí su grandeza y su
simpleza. De ahí lo profundo y lo superficial. De ahí lo obvio y lo sutil.
Es nuestro deseo que precisamente por ser tres los que participamos en la confección de
esta Tesina la información se amplíe y se nutra de cada uno de nosotros, con nuestras
vivencias, con nuestras percepciones, con nuestra figura-fondo, facilitando con ello un
CONTACTO real y auténtico con todos vosotros.
8
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
QUIM MESALLES.
Mi primer contacto con la Gestalt fue con mis profesores polacos de teatro, y estos ya
hablaban de técnicas teatrales relacionadas con el aquí y ahora; más adelante, tras
licenciarme en arte dramático, empecé a trabajar como clown, partiendo de
improvisaciones individuales y grupales. Este aprendizaje desarrolló en mí la creatividad y
la acción, elementos esenciales que formaron parte de mi vida y que después me han
servido para trabajar con los grupos terapéuticos.
Desde muy joven el “juego” estaba ya muy cerca de mí, aunque en un plan más creativo.
Formé parte de la corriente conocida como “Arte Pobre” o “Arte Efímero” allá en la época
hippie. También trabajé con el Circ Cric (circo alternativo, sin fieras) como clown, y ahí
pude experienciar en vivo y en directo la improvisación, el pasar de la nada, de cero, hasta
que salía algo que podía ser aprovechado. Más tarde, durante mis años de Formación en
Gestalt relacionaría todo esto con el vacío fértil gestáltico.
NELA MORENO.
9
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En un primer intento por mi parte de hacer la tesina iba a hacerlo sobre: “Gestalt y
Meditación”, pero no salió, no fructificó. Curiosamente ahora, a través del juego tengo la
oportunidad -como más adelante expongo- de poder unir e integrar estas dos vías tan
importantes en mi crecimiento.
FERRAN LACOMA.
A los 33 años ocurre un hecho que influiría notablemente en mi vida: Nela está en
Formación Gestalt, y es por este cauce que empiezo a tener información de qué es y en
qué consiste. Comienzo a tener una gran curiosidad hacia esta parte de la psicología hasta
que me decido a hacer la Formación. Me sirvió y me está sirviendo muchísimo. ¿Qué
destacaría? Sobre todo el poder entender y entenderme, el dar forma a aquellas terribles
preguntas sin respuestas, a dar mucho más sentido al sinsentido.
10
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Para terminar, aunque no por ello es menos importante, me gustaría exponer que comparto
plenamente con Nela el gusto y en anhelo por la Meditación, por lo espiritual, y a ello
estamos dedicando gran parte de nuestro tiempo y de nuestra energía en los últimos años.
11
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Esta “mesa redonda” surge de un primer encuentro entre Quim, Nela y Ferran para
intercambiar opiniones en la búsqueda de puntos de encuentro sobre la Gestalt y el Juego,
que más tarde nos llevaría a la confección de esta Tesina.
QUIM: Vamos a buscar una frase con la que introducir el tema del juego y la Gestalt.
NELA: Algo así como: “nos hemos reunido aquí para explicar todo lo que la Gestalt y los
juegos nos han aportado a nuestras vidas”.
12
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
FERRAN: Pues para mí, la mente en el juego tampoco existe. Es como un estado
meditativo, en el que no hay mente.
(Ferran se toma su tiempo. Los tres nos quedamos callados, reflexionando, podríamos
decir que es una espera confiada, sí, confiada en que la información necesaria llegará, es
algo parecido al vacío fértil. Transcurridos unos instantes, Ferran parece conectar con un
esa parte lúcida…)
QUIM: ¡Es verdad! Tengo otros temas en la cabeza y no me estoy permitiendo estar en el
aquí y ahora. Estoy forzándome a que me vengan ideas fantásticas con las que conquistar a
nuestros lectores, y no me viene nada…
NELA: Yo creo que no estamos centrados en el tema que nos ocupa y hasta este momento
no le habíamos puesto conciencia.
FERRAN: Creo que este es un momento interesante en el que aplicar una de las cuestiones
que vamos a proponer… Hemos llegado hoy con la intención de trabajar sobre la
introducción de esta tesina, con la estructura prefijada de que íbamos a desarrollar la
introducción, en forma de diálogo entre los tres: estaba claro y decidido que eso era lo que
“debíamos” hacer. Y la vida nos ha empujado hacia otras cosas. Y me doy cuenta que no
estoy aquí y ahora, sino que estoy en la fantasía.
NELA: ¿Recordáis lo que decimos en los cursos? Que los juegos sirven entre otras cosas
para situarse de lleno en el presente, en el ahora. ¡Cuánta Gestalt se puede aprender
jugando!
13
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
FERRAN: Realmente creo que sería muy importante tomarse la vida como un juego y
aprovechar lo que ésta nos trae en cada momento, como esta situación concreta, en la que
a partir de un “breve colapso mental” provocado en parte por conflictos externos, podemos
darnos cuenta y tomar contacto con lo que emerge -que en este caso era nuestro enfado y
esfuerzo infértil- para posteriormente pasar a la acción.
QUIM: Sí, pero espera… Cuando te tomas la vida como un juego, desde esa actitud lúdica
y poco complicada, no te apegas al resultado. Siempre aprovechas lo que hay en ese
momento, en el aquí-ahora; siempre tiene un sentido y siempre hay un aprendizaje. Es
como el niño pequeño: rompe algo y no se siente culpable, ni piensa en qué hubiera
pasado si lo hubiera roto de otra manera (¿Mejor? ¿Peor? ¿Se puede romper “bien” un
plato?). O si no lo hubiera roto… En general, se pone a jugar con los trozos de loza…
NELA: Hasta que viene su madre y se los quita, o le riñe, o le habla del miedo a hacerse
daño, o él experimenta por sí mismo que “aquello” con lo que estaba disfrutando también
puede causarle dolor… Está en la fase de exploración y desde ahí puede tener diferentes
aprendizajes: aprendería que la loza puede cortar… También podría aprender que puede
reconstruir el plato, o que puede construir un castillo… Umm… O que puede hacer
trocitos aún más pequeños con los que dibujar un mosaico… Resumiendo, los
aprendizajes pueden ser múltiples y variados según cual sea su experiencia. Desde esa
actitud de juego, de búsqueda de nuevos descubrimientos, el niño puede aprender
CUALQUIER COSA.
QUIM: Y ahí llegamos a nuestra teoría: “El juego es la vía natural de aprendizaje del
organismo”. A través del juego podemos entrar en la actitud gestáltica. El problema es que
en cuanto nos hacemos adultos, perdemos esa capacidad de jugar, y buscamos siempre el
resultado “bueno”, vamos en búsqueda de “conocimientos”, intentamos llegar a la
solución del conflicto a través del “esfuerzo”.
NELA: Está claro que desde ese planteamiento, la creatividad y la imaginación tienen un
espacio muy reducido. La actitud de juego me abre a otras posibilidades no previstas en el
contexto de lo “políticamente correcto”, de lo preestablecido.
14
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
FERRAN: Yo creo que el juego enlaza perfectamente con toda la base de la Gestalt en lo
que a la autorregulación del organismo se refiere. Ese inicio de discusión o desacuerdo que
hemos tenido al principio, en cuanto si la mente existe o no en el juego, se resolvería
principalmente a partir de la autorregulación organísmica: no predomina la mente, ni el
cuerpo, ni la sabiduría innata del ser, ni el conocimiento, ni la emoción, ni la mano, ni el
pie… Ninguno de los factores implicados en el juego tiene un papel más importante que el
resto. Simplemente se confía en esa autorregulación, que en cada momento gobernará el
elemento de nuestro ser que va a ser más adecuado que actúe. El organismo no elige desde
la mente qué va a hacer, ni lo elige la mano, ni ninguna a otra parte: el organismo se vierte
a la vida y deja, simplemente, que su propio fluir le lleve a la mejor solución en ese juego.
Dependiendo de las características de lo que en ese momento se esté viviendo, tomará
protagonismo uno u otro: en juegos de estrategia, la mente tomará el poder; en juegos de
intuición, esa sabiduría innata por la cual el bebé sabe cómo y para qué debe agarrarse al
pezón de la madre; en juegos de velocidad, las piernas se pondrán en movimiento en la
dirección que sea.
NELA: Ferran, recuerdo un juego en… en el que te pusiste a correr como un gamo…
¡Estabas como poseído! No parecías ni tú, desde lo que yo conozco de ese tú. Ahí eran tus
piernas las que actuaban, el resto de ti no formaba parte más que al servicio de las piernas
que mandaban porque era lo realmente emergente en ese aquí-ahora. Y desde ahí, tras
haber cubierto la necesidad completamente, sí que cabe una retirada satisfactoria.
QUIM: Porque el niño se retira, ¿no? Desde fuera del juego, en la vida, cuando me tomo
las cosas tan en serio, me es más difícil retirarme, estoy pegado a eso porque es demasiado
importante. Aunque yo quiero, no me puedo retirar… O si lo hago, en gran cantidad de
ocasiones, lo haré a medias con la consiguiente insatisfacción. En cambio el niño sí que lo
hace. El niño puede completar el ciclo de la experiencia pasando de retirada a nueva
sensación sin interrupción.
NELA: Sí, el niño ha experimentado algo. Por ejemplo: una situación le ha hecho llorar y
lo ha pasado mal. Lo vive, está ahí hasta que algo atrae de nuevo su atención y se dirige
hacia este otro punto, ya ha salido de ese llorar y ese pasarlo mal para irse a otra cosa, a
otro juego, a otra Gestalt. Creo que un factor importante para que esto ocurra es la
“intensidad” del momento presente para él: es tan absolutamente intenso que no existe
nada más, ni pasado, ni futuro, sólo aquello que está aconteciendo y que vive plenamente.
15
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
QUIM: Sí, estoy de acuerdo. El niño va haciendo gestalts completas a cada momento.
FERRAN: Escuchando todo esto, me gustaría poder explicar cómo hemos llegado hasta
nuestro momento actual.
QUIM: Cuando empezamos a dar formación, que los tres ya éramos terapeutas,
empezamos a dar talleres de verano y a hacer las cosas que ya sabíamos, y empezamos con
juegos… El primer taller que hicimos fue un taller de verano basado en juegos.
FERRAN: Bien, pues a partir de esta idea hicimos un primer taller, con las experiencias
que había aportado Quim…
QUIM: Yo venía del mundo del teatro y del clown. Después de realizar la Formación en
Gestalt, nos unimos para poner en marcha la idea de hacer un taller de comunicación y
relación. Para ello cogimos una parte importante de juegos gestálticos y los utilizamos
para construir taller que llamamos “de lo lúdico a lo lúcido”.
FERRAN: Bueno, y también introduciendo las ideas y los juegos que cita John O. Stevens
en su libro El Darse Cuenta.
QUIM: sí, es verdad. Mi parte sería más la ideológica y de juego; la vuestra, en cambio,
más la terapéutica.
16
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
comiendo pan, como si ellas mismas se hubieran colocado en esa forma (un poco como la
coreografía de las bandadas de pájaros al volar, pero en el suelo). Yo y mi colegas íbamos
viendo y grabando la reacción de la gente ante esos “sucesos increíbles” para aquellos que,
como no sabían, lo tomaban como un misterio, un acto mágico, un milagro. O también
había el que pensaba que era una tomadura de pelo.
Otro ejemplo que recuerdo es el de poner en un sitio muy transitado de Barcelona (creo
que en Las Ramblas) una maleta vieja abierta (que por supuesto no nos había costado
nada: estábamos en la corriente del Arte Pobre y en realidad no había dinero: esa maleta la
habíamos sacado de un contenedor de basura) con una piel de plátano dentro y un cartel
encima que ponía: “lo que Dios se dejó por decir”. Era impresionante ver las reacciones de
la gente al verla: “esto debe ser una secta”, “esto significa que vayamos con cuidado de no
resbalar”, “esto es una tomadura de pelo”… Había reacciones de todo tipo y
escuchábamos los comentarios de la gente. Se llamaba “Arte Efímero” y era una corriente
que venía de Holanda, en la época hippie y se basaba en hacer una acción “especial” -
sorprendente, divertida, exótica, inexplicable- que provoque una reacción en la gente
durante unos momentos.
También recuerdo una época en la que en los encuentros de amigos, en los que
quedábamos para cenar por ejemplo, nos aburríamos, y pensamos: “¿por qué no hacemos
algo diferente, algo más que comer, bailar y escuchar música o beber?”. Claro, yo ligar,
no, porque tenía pareja; fumar porros, pues como todo, te cansas, y entonces empezamos a
pensar en preparar juegos donde todo el mundo pudiera participar. Juegos, hacer una
representación teatral… Por ejemplo, ahora recuerdo una actividad muy divertida que
montamos con unos amigos, con los que nos fuimos diez días… o no tantos, quizás cinco
días a una playa de la Costa Brava, y decidimos hacer una película. Empezamos
inventándonos el argumento, después repartiendo los papeles, luego buscando la manera
de caracterizarnos según el personaje que nos había tocado (todo esto, sin ningún tipo de
recurso económico, lo cual nos llevaba a ser el máximo de creativos y a desarrollar la
imaginación hasta el límite), ensayando y por fin, grabando. Nos disfrazamos como si
fuéramos aborígenes y fue tan divertida la experiencia y nos dimos cuenta de tantas cosas,
que junto con las otras experiencias y ese algo que yo creo que ya estaba en mí desde
siempre, esa conducta lúdica y de tomar el juego como algo imprescindible en mi vida,
empecé a elaborar dentro de mi cabeza cómo sería poderle sacar partido a toda esa
17
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
potencialidad. Viendo cómo el juego es una herramienta potenciadora del darse cuenta. Y
a partir de aquí, cuando estuve formándome en la Gestalt, empecé con Ferran a probar
dinámicas de juegos, en los primeros intentos de unir la terapia de la Gestalt a una parte
más divertida, en la intuición de que había otra manera de crecer e integrar los conceptos y
aprendizajes recibidos en la Gestalt con toda la vertiente del juego. También con una
intuición más: que esto podía llevarse a cualquier ámbito de nuestra vida….
Yo recuerdo que en medio de la formación de Clown había estado trabajando mucho con
la improvisación. Trabajé con el Circ Cric y basábamos el desarrollo de los números en
partir de la nada, de cero, haciendo caras, gestos… hasta que salía algo que podíamos
aprovechar. Era pasar de “nada” a “algo”, cosa que después relacioné como un milagro
con el vacío fértil de la Gestalt: era como si esa intuición que me acompañó durante mi
época de clown pudiera leerla en libros y escucharla desde teorías importantes y
extendidas. Para mí todas esas experiencias previas y todo ese mundo que en mi interior se
abría a partir de los juegos, me llevó en la vida a las personas con las que tenía que estar:
con Ferran, con Nela. Otros colaboradores se quedaron por el camino, y también les
recuerdo y agradezco un montón la aportación que en su momento tuvieron. El equipo de
trabajo definitivo… somos nosotros tres, y yo estoy muy contento de haber llegado hasta
aquí con vosotros.
FERRAN: Está bien el juego porque es la acción y experimentación. Pero éste tiene que ir
acompañado de una reflexión y un darse cuenta; en definitiva, yo creo que fue la unión de
ambas partes: cómo unir el juego con el crecimiento personal gestáltico para que no fuera
sólo juego y poder extraer todo su sentido.
NELA: Sí. En las primeras épocas en la que empezamos a hacer todo esto, se jugaba y se
jugaba mucho, era pura experimentación y acción. Y al acabar no recogíamos desde la
reflexión. No había esa parte de conciencia, de profundización, de darse cuenta.
QUIM: Ahora me acuerdo de una de las primeras historias que hicimos en el Pueblo
Español. Era para gente que estaba o se sentía sola:”venid a jugar y que se produzca una
18
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
experiencia especial”.
NELA: Los que venían se lo pasaban muy bien y se divertían mucho, pero nosotros nos
quedábamos con una sensación de vacío, de banalidad. Me planteaba ¿qué estoy haciendo
yo aquí? ¿Realmente, esto tiene alguna utilidad?
FERRAN: A mí me motivo mucho el tema del juego porque yo vivía la vida siempre
como muy preocupado, siempre estaba preocupado. Con los juegos conseguí darme cuenta
de mi preocupación y de cómo ésta me paralizaba, para finalmente poder pasar a
ocuparme de mis necesidades. Yo creo que la formación nos ayudó a poder cerrar gestalts
inacabadas de nuestras vidas y de esta manera poder entrar en un vacío y dejar espacio a
lo nuevo, a lo que nosotros fuimos incorporando.
QUIM: Estaba pensando en cómo poco a poco fuimos abriendo y abriéndonos a esa otra
perspectiva lúdica llena de posibilidades. ¿Cómo podríamos explicar esto? Explicar que la
experiencia de la formación Gestalt fue muy enriquecedora y que posteriormente pudimos
unirla e integrarla con esta nueva parte, nuestra, personal.
QUIM: Se me ocurre una metáfora: tu madre es tu madre, pero no por eso tienes que
seguir siempre haciendo exactamente lo mismo que ella hacía, aunque muchos aspectos te
resulten satisfactorios y formen parte de ti. Con la formación Gestalt habría una especie de
19
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
NELA: Cómo poder transitar y utilizar ambas partes: la antigua y la nueva, en un todo
integrado. Ahora me doy cuenta que a mí fundamentalmente lo que me aportó la
formación en Gestalt fue facilitar “mi darme cuenta” y el hacerme más conciente, era
como un fuerte anhelo por “despertar”
FERRAN: A mí en cambio una de las cosas que más me motivaba era que aprendía.
Aprendía mucho a conocerme y a conocer otras realidades. Conseguía avanzar y dar
pasos importantes hacia delante conmigo. Me ayudaba a crecer. A ser diferente.
NELA: Interesante. A cada uno de nosotros nos aportó valores diferentes: a ti, Quim,
poner conciencia a la acción; a ti, Ferran, el de aprender, el de avanzar y pasar a la acción
para ocuparte de tus necesidades; en mi caso, a ser más consciente y mostrarme
dejándome ver por los otros. Es curioso constatar las preferencias que nos mueven en una
dirección u otra.
FERRAN: A mí me dijeron que no servía para terapeuta. Que no servía y que nadie me
podía ayudar… Eso me dejó hecho polvo, me destrozó… Ahora me doy cuenta que esto
era una gestalt inconclusa mía, en concreto reforzaba el introyecto paterno de”los otros sí
y tu no”; esta confrontación favoreció -apoyándome en la ayuda terapéutica gestáltica que
recibí- que pudiera sustituir esta neurosis por un sano autoapoyo. Actualmente soy
terapeuta… En individual, en grupos… ¡Qué cambio!
NELA: Retomando el objetivo que nos ha llevado a este encuentro, creo que es muy
importante reconocer todo lo bueno que nos ha aportado la Gestalt en nuestras vidas.
Cuando empecé la Formación, estaba mucho en el plano mental porque me sentía un poco
más segura, mi universo mental dominaba por encima de cualquier otra cosa. Durante la
Formación, pude recuperar y reconocer algo tan importante para mí como son las
emociones, lo sensorial y ¡cómo no, el cuerpo, “esa cosa desconocida”! Actualmente
pienso que tanto la mente, como las emociones, como el cuerpo, como lo sensorial….
Todo ha de ser atendido y armonizado para poquito a poco recuperar la naturaleza esencial
de la persona.
FERRAN: Recuerdo un taller de fin de año al que vino mucha gente… En éste ya
20
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
utilizábamos no sólo los juegos sino que incorporamos las ruedas finales de reflexión, de
introspección y de conciencia. Ya no nos quedábamos vacíos, veíamos que había un
aprovechamiento mayor.
NELA: A mí me gustaría desarrollar más esa idea de que nada más comenzar a dedicar un
tiempo del total de la dinámica a la reflexión, al darse cuenta, los que lo probaban volvían
más. Se creaba un vínculo con mucha más consistencia, más allá de lo lúdico. La gente se
marchaba dándose cuenta que habían aprendido algo más, que esos juegos no acababan
allí, sino que se llevaban consigo unas experiencias con un contenido útil y trasladable a
su vida cotidiana. En esta época estábamos ya transitando más hacia el equilibrio y hacia
el reconocimiento de las dos fuerzas que, conjuntamente, ayudan al crecimiento y al
autoconocimiento.
Conclusión: Coincidimos los tres en la importancia que tuvo y tiene para nosotros el
darnos cuenta de cómo contribuye el juego en el aprendizaje de la metodología gestáltica.
Desde ahí nuestro deseo de aportar y compartir a través de esta tesina: La Gestalt y el
Juego: una vía de aprendizaje.
21
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
MARCO TEÓRICO - 1
Para ser realmente adultos que viven en el presente y no en la fantasía del futuro o del
pasado, tenemos que recuperar esa capacidad. Jugar es atender a lo que se hace en el
momento en que se está haciendo, tal como hacen los niños, para quienes lo importante es
la actividad en sí y no sus consecuencias.
Porque el juego es un elemento básico de nuestra condición humana. El juego, como modo
22
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Recuperar el juego como uno de los fundamentos de nuestro vivir cotidiano puede
devolver a nuestra vida su conexión espontánea con el mundo natural ancestral del que
somos parte.
A través de todas las culturas, los juegos, tanto los competitivos como los lúdicos, han
sido una forma de acercarse a las personas y a los dioses. Así como ha hecho que al final,
en algunos rituales, se haya fundido juego y trascendencia: se ha pasado de ceremonias
donde hay bailes y juegos a ceremonias trascendentes que contactan con la parte más
existencial.
En estos juegos gestálticos que se practican en los talleres, podemos pasar de una
polaridad de comportamiento sobreadaptado a una polaridad de comportamiento trasgresor
y prohibido. Al poder hacerlo en un contexto de taller gestáltico o de laboratorio, el Darse
Cuenta acontece a través de ese experimento, y así en ese juego, la persona experimenta
más allá de los que en su vida cotidiana pudiera hacer. Ese recurso le hace ganar nuevas
habilidades para aplicar en su vida, fuera del contexto terapéutico. Sin ese juego gestáltico
y esa experimentación que acontece al Darse Cuenta, podría ser que la persona a partir de
aquí continuara utilizando sus mecanismos de evitación del contacto, para no salir de su
zona de comodidad. Por tanto, podríamos decir que el juego y la experimentación, hacen
que se desarrollen nuevos recursos y nuevas habilidades, por el hecho de ser juego: de
experimentar sin una meta concreta, con el sólo objetivo de experimentar, de jugar.
Probablemente antes de que existiera la terapia Gestalt como tal, este acontecimiento de
23
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
experimentación lo han venido repitiendo los niños y los adultos en sus tiempos lúdicos, a
lo largo de toda la historia. La Gestalt lo utiliza añadiendo el “continuum de conciencia”,
dándole así un valor curativo.
Nos gusta el término inglés “Play”, que recoge en mayor medida que el español o el
catalán el significado que desde la Gestalt se le da al juego. Play significa “poner en
marcha, accionar”, confiere al término la capacidad de arrancar y activar al individuo: las
premisas del juego nos pondrán en situación de comenzar a accionar nuestras habilidades
internas, a través de las experiencias que de él se desprendan. Y aprendidas de esta
manera, no van a ser olvidadas. Como si del “play” se pudiera, después de la
experimentación, pasar al “awareness”.
Toda la experiencia que hemos obtenido con juegos, nos lleva a la conclusión de que se
puede aprender mucha psicoterapia Gestalt a través de los mismos y de poner conciencia
en lo acontecido.
Al respecto del significado que el juego ha tenido a través de la historia y del que está
ocupando actualmente en la sociedad, incluimos como anexo (anexo 1) un artículo
seleccionado entre las “Contras” de La Vanguardia.
24
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Este milenio nos enfrenta a dos grandes retos como seres humanos. Por una parte debemos
aprender toda una serie de técnicas y habilidades, cada vez más complejas, para poder
desarrollar nuestro trabajo. Y por otra, se hace necesario desaprender algunos de los
bloqueos y estereotipos que algunos desfasados paradigmas han podido implantar en
nuestra conducta, si es que queremos desarrollar plenamente todas nuestras capacidades.
Nosotros estamos convencidos de que la época en que vivimos es una oportunidad para
aprender desde nuevos enfoques que nos permitan desarrollar y extender nuestras
capacidades a diferentes contextos, dando un paso más hacia un desarrollo humano pleno
y armónico, integral. Creemos que la Gestalt puede aportar un enfoque que facilite ese
desarrollo.
Una oportunidad también para co-crear un mundo diferente, actuando en nuestra realidad
cotidiana desde nuevos paradigmas que alientan un diferente modo de pensar, un diferente
modo de ser. Más humano, más saludable, más gestáltico. Dando más sentido a nuestra
vida, mejorando nuestra comprensión del mundo y de la realidad. Una oportunidad para
enriquecer y dar mayor bienestar a nuestras vidas.
Nos gusta considerar tres niveles o valores que participan en el juego y el jugar gestáltico.
Uno, en un primer nivel de lectura, tiene que ver con la sensibilidad, el placer y la
integración senso-motora. En una palabra, con la diversión. Es un valor que surge del
puro hacer, y que permite expresar desde el cuerpo y algunos de los canales sensoriales
normalmente sacrificados por la dominación de la vista (el oído, el tacto…). La
25
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
26
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
MARCO TEÓRICO – 2
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA.
27
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
EL DARSE CUENTA
28
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Podría decir que el Darse Cuenta y yo hemos ido de la mano hace ya unos cuantos años.
Lo descubrí cuando estaba aún en plena formación de Gestalt hace…. Pues bien, no podría
decir, pero bastantes años.
Este libro de John O. Estevens EL DARSE CUENTA explica la relación que tiene el
juego con la Gestalt. John es terapeuta gestáltico e hijo de Barry Stevens, una de las
pioneras de la Gestalt. Es un libro que está, sobre todo, lleno de experiencias, juegos y
fantasías, para que cualquier persona que quiera experimentar con ellas pueda hacerlo; y a
la vez explica cómo se pueden manejar estos juegos sacándoles aprendizaje y buenos
recursos. Todo ello desde uno de los pilares de la Gestalt: “el Darse Cuenta”.
Desde que yo empecé mi búsqueda personal pasé por muchas facetas en este caminar, que,
por lo que estoy viendo, me va a llevar toda mi vida. En mis principios de búsqueda
pensaba que cuando encontrase la piedra filosofal de cómo ser feliz - en mi caso
particular, dejar de tener miedo-, ya estaría todo conseguido, y con el tiempo he ido
descubriendo, como acabo de señalar hace un minuto, que esto no va a ser así y la
susodicha piedra filosofal pareciera que es como un mapa de piratas donde siempre acaba
faltando una parte de éste, porque está escondido en no sé que lugar y se necesita para
poder encontrar el tesoro, que en este caso es el sentirme a gusto con migo mismo en cada
momento.
En este caminar he pasado por diferentes etapas; la primera etapa fue el probar diferentes
tipos de drogas durante 5 o 6 años, sobre todo LSD, que me permitía poder liberar toda
clase de fantasías reprimidas y poder volar tranquilamente por mundos imaginarios donde
me sentía libre y con mucha creatividad… hasta que llegaron los malos viajes, y las
fantasías se empezaron a convertir en experiencias negras y autodestructivas, llevándome
29
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
casi al suicidio. Luego vino el alcohol que me ayudó a descubrir mi faceta alegre, divertida
y espontánea y también me permitía dejar mi vergüenza de comunicarme con los demás y
poder expresarme más libremente, hasta que mi querido hígado se inflamó lo suficiente
como para tener que dejar de beber. Luego fueron años de búsqueda espiritual a partir de
que alguien me habló de que Dios existía, y empecé a buscarlo con mucho énfasis y con
buenos resultados a nivel de sentirme mucho mejor y más feliz en este mundo que, hasta
ese momento, todo esto había sido difícil de encontrar. Junto con esto también inicié una
larga etapa de 12 años a través del masaje Shiatsu como terapeuta, hasta que un día
apareció mi amiga la depresión y empecé a no entender cosas y a crearme un mundo que
me diera seguridad, pero que a la vez y sin darme cuenta, me recluía cada vez más en mi
casa con miedo a salir a la calle. La siguiente etapa –primordial en mi vida- fue conocer la
terapia Gestalt.
En la Gestalt me empecé a sentir cómodo porque por primera vez podía unir estas partes
que habían aportado tanto en mi camino como persona y terapeuta y, aún las sigo
practicando; todas menos el LSD y el alcohol, pues ya no tengo la necesidad de explorar a
través de este camino.
Desde la Gestalt, la parte que más me ayudo al principio de mi depresión fue el Darse
Cuenta, el Aquí y Ahora, el Presente, para mi tan preciado y buscado hasta ese
momento… A medida que lo fui practicando y adaptándolo en mi vida cotidiana, comencé
a encontrarme mejor y a sentirme más en paz con lo que yo soy.
El Darse Cuenta lo encuentro fundamental para poder crecer como persona. Entiendo que
sin esta parte seguiríamos cometiendo los mismos errores una y otra vez, nos costaría
aprender y nuestra evolución sería muy limitada. Hay muchas filosofías que trabajan con
la parte del observador, del estar atento a aquello que va sucediendo en cada momento sin
enjuiciarlo, sin ponerle ni nombre, ni forma a lo que está pasando para poder ser lo más
neutro posible delante de lo observado y así poder conseguir un “awareness”. El Darse
Cuenta tiene la maravillosa misión de conseguir que paulatinamente expanda mi
conciencia de lo que realmente soy, de cómo me muevo, hablo, gesticulo, pienso, me
emociono, etc. Un Darse Cuenta limpio y sincero nos lleva a ser grandes sabios de
nosotros mismos, grandes descubridores e investigadores de nuestra propia persona y, para
que aún sea más completo, éste ha de ser divertido, juguetón. Porque si lo hago serio,
reflexivo y con juicio hacia mí mismo y hacia a aquello de lo que me he dado cuenta,
30
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
31
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Estoy totalmente de acuerdo en lo que dicen los sabios de vaciar la mente. Y qué mejor
manera que jugando. Con el juego, yo personalmente he podido dejar de controlar lo que
quería que pasase; con el juego, yo veo como la gente entra en situaciones donde la mente
no interrumpe el presente con recuerdos o con juicios y deseos. El presente del juego es tal
que ayuda a descubrir multitud de personajes que habitan dentro de nosotros.
32
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Para mí como terapeuta que trabajo con Juegos y Gestalt, este libro siempre me acompaña
ya que constantemente me anima a seguir experimentando con cualquier idea que me
viene a la cabeza para luego, poderla transformar en un juego con el propósito de que mis
alumnos o clientes puedan Darse Cuenta de lo que en ese momento esté surgiendo en la
terapia o en el grupo.
El Darse Cuenta
Darse cuenta es la traducción del original inglés awareness que nos llegó de las
ediciones chilenas de Fritz Perls. En publicaciones argentinas se puede hablar de
tomar conciencia y Claudio Naranjo utiliza otro verbo percatarse. Awareness
tiene también las connotaciones de estar alerta y atento, como actitud de estar
despierto, no como esfuerzo voluntarioso. (Terapia Gestalt .La vía del vacío fértil,
Francisco Peñarrubia, 1999. 94)
El darse cuenta puede definirse como la toma de conciencia integral sobre lo qué
“me” pasa (sensaciones físicas, sentimientos, imaginación) y de lo que pasa en el
medio ambiente en el que estoy integrado: El darse cuenta parte de cuatro preguntas
claves.
33
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
El darse cuenta… ¿Qué serían los juegos sin el darse cuenta? Pues eso, sólo serían juegos
para divertirnos, para salir del aburrimiento, para entretenernos, para reír, para pasarlo
bien. Gracias al darse cuenta, estos juegos se convierten en una herramienta terapéutica
muy efectiva para usar.
Por ejemplo, hay un juego que se hace por parejas y con los ojos cerrados. Se trata de
confiar en que el otro lo va a cuidar sólo guiándolo por el nombre; este juego ayuda a que
recuerden otra vez el significado de estar alerta y atento. Lleva también a estar en el
presente, porque cuando no lo estás y te vas a fantasear en peligros o en otras cosas, dejas
entonces de escuchar la voz del que te guía; a la vez hay una conciencia mayor de
sensaciones internas por todo el cuerpo. La devolución que suelen hacer los alumnos con
este juego es que se han dado cuenta de la importancia del sentido del oído, y que si estás
atento se puede confiar en el exterior, ya que los sentidos guían mejor de lo que pensaban
y esto sucede de esta manera porque el darse cuenta forma parte de la autorregulación
organísmica que explica Perls.
La Autorregulación organísmica
34
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Con el juego, lo que conseguimos es que la mente cada vez este más quieta y se vayan
despertando los sentidos. Como dice Perls, con el juego buscamos que las personas
pierdan su control sobre sus actos ya conocidos. Con el juego conseguimos que las
personas vuelvan otra vez a la sencillez del niño, buscamos que conecten con las ganas de
dejarse asombrar por las cosas que van aconteciendo en día a día. El niño para poder
aprender, comprender y amar el funcionamiento de la vida, constantemente explora y se
aventura en situaciones nuevas, para así poder conocer mejor todo tipo de posibilidades de
cada acción que realiza. El niño investiga constantemente todo aquello que la vida le trae,
ya que está conectado con las ganas de descubrir y de asombrarse y de esta manera puede
percibir sensaciones diferentes constantemente. El niño deja de experimentar y jugar
cuando deja de asombrarse por todo lo que le pasa y empieza desde la mente a decidir
cómo lo tiene que vivir según el recuerdo que tiene de las anteriores veces que ha vivido
algo parecido a esa experiencia.
35
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Con el juego lo que buscamos es que los adultos dejen de pensar y de controlar todos sus
actos, que dejen con la cabeza de negar lo que sienten o dejen de percibir sus necesidades
para que así el organismo se pueda expresar sin control. Me viene a la memoria un juego
donde participaba un alumno que durante toda su vida había sido ridiculizado y agredido
por unos defectos físicos que tiene; esto le ha provocado el que no se atreva a relacionarse
con las mujeres tranquilamente a causa de su miedo a que se rían de él o lo rechacen como
hombre.
36
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ya que éstas eran mujeres, y ellas también, como explicaron posteriormente en la rueda de
reflexión, gracias a tener los ojos cerrados en el juego tuvieron la oportunidad de descubrir
a un hombre con un alto grado de sensibilidad. Este nuevo dato ayudó a romper una
frontera limitante, “hombre = rudo y tosco”. Podemos por tanto constatar gracias a este
juego que tanto él como ellas obtuvieron un awareness.
Otro juego interesante donde podemos entender la autorregulación organísmica del darse
cuenta es el siguiente: lo llamaremos “bofetadas virtuales”. A un grupo se les pide que se
pongan por parejas, a una distancia de dos metros entre ellos, y desde aquí se les da la
consigna que desde ese lugar y sin tocar al compañero exploren el jugar a pegar o agredir
al otro. Esto lo hacen una vez cada uno durante dos o tres veces y luego se cambian de
pareja y lo repiten. En este juego se descubre fácilmente la agresividad que tenemos
guardada dentro de nosotros y que algunos la controlamos para que no se note en el
exterior. Al ser éste un juego donde no hay peligro de hacer daño- y además estar
catalogado como “juego”-, la gente después de un pequeño calentamiento donde la cabeza
ya va perdiendo su poder, empieza a ver cómo va saliendo lo emergente a la superficie:
cada vez hay más agresividad en las parejas; las técnicas para agredir al otro son más
sofisticadas o más salvajes ya que se utilizan cuchillos, sierras mecánicas, metralletas, etc.,
todo lo imaginario. Con este juego conseguimos un darse cuenta fuerte y como dice Perls,
sanador, y al ponerle atención o conciencia a las preguntas: ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué
siento ahora? ¿Evito algo?, se produce un awareness claro de sus emociones y de su
relación con la rabia en cada uno de los participantes.
37
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
a) El darse cuenta del mundo exterior. “Esto es, contacto sensorial actual con
objetos y eventos en el presente: lo que en este momento veo, palpo, toco, escucho,
degusto o huelo. En este momento veo mi lapicero deslizándose sobre el papel,
formando palabras, escucho un zumbido, huelo el humo de la chimenea, siento la
textura del papel en mis manos y siento en mi boca un fresco sabor a frutillas ”
b) El darse cuenta del mundo interior. “Esto es contacto sensorial actual con eventos
internos en el presente: lo que ahora siento desde debajo de mi piel, escozor,
tensiones musculares y movimientos, manifestaciones físicas de los sentimientos y
emociones, sensaciones de molestia, agrado, etc. En este momento siento presión
en el extremo de mi dedo índice izquierdo a medida que sostengo el papel. Siento
una sensación desagradable de tensión en el lado derecho de mi cuello y en la
medida que muevo mi cabeza me siento un tanto mejor, etc. “
Estos dos tipos de darse cuenta engloban todo lo que puedo saber acerca de la
realidad presente como yo la vivencio. Este es el terreno sólido de mi experiencia;
estos son los datos de mi existencia aquí en el momento que ocurren.
Independiente de cómo yo u otros piensen o juzguen este darse cuenta, existe y
ningún argumento, ni alegato, ni teoría podrán hacerlo no-existente.
38
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
pregunto cuanto voy a tardar en escribir este libro. Tengo una idea de cómo se va
ver terminado y me pregunto cual va ser la reacción suya, señor lector.
¿Encontrará que es útil y le gustaré yo por haberlo escrito? Todo esto es
irrealidad. Este libro aún no está hecho y usted no puede verlo ni responder a él.
Está todo en mi fantasía, en mi imaginación.” (John O. Stevens ,1976, 21)
a) El darse cuenta del mundo exterior: En este momento veo como levanto la pierna y
veo mi pie a la altura de la persona que tengo delante (esto ocurre al dar una patada
en la cara del otro). También escucho cómo en la sala hay diferentes tipos de gritos
de ataques (todo el mundo está gritando y sacando sonidos de ataque contra el
adversario). Huelo el olor del sudor que se respira dentro de la clase (con tanta
pelea, golpes, tirarse al suelo y levantarse, el sudor se empieza a oler)…
b) El darse cuenta del mundo interior: Siento como mi puño está muy apretado, junto
con una gran rabia que me recorre todo el brazo (esto ocurre cuando se está
conectando el pegar un puñetazo con la rabia que hay acumulada en el interior de
la persona). Siento mucho calor en mi cara (de tanto salto y sensaciones intensas,
la sangre empieza a subir a la cara). Siento cómo respiro mejor y estoy más alegre
(después de haber descargado rabia viene la sensación de alegría y de poder
respirar mejor)…
39
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
a poder insultar más” (esta fantasía viene cuando se hace un movimiento como de
cortarle la lengua al compañero)…
Tras la exposición de los tres diferentes darse cuenta, paso a explicar la importancia que
tiene poderlos diferenciar bien. Para que la persona pueda ser consciente de cuáles son sus
mecanismos de evitación del contacto o se dé cuenta de las necesidades no satisfechas, es
necesario que sepa distinguir estos tres darse cuenta.
a) El darse cuenta del mundo exterior: una de sus funciones es ayudar a poder
diferenciar lo que realmente esta ocurriendo en el mundo presente de lo que está
ocurriendo en el mundo de las fantasías. En el caso del juego de las Bofetadas
virtuales, sería poder diferenciar el darnos cuenta de cómo levantamos la pierna
para dar una patada al compañero que tenemos delante, con la fantasía de un
recuerdo de un personaje que en nuestra vida nos causó dolor, y que si no estamos
atentos, podemos empezar a ver a este personaje en nuestro compañero de juego.
Esta diferencia ayuda a poder discernir la realidad de una fantasía que ha surgido
con relación a la dinámica creada que no tiene nada que ver con el presente actual.
Otro juego que podemos relacionar con este tema es el siguiente: pedimos al grupo
que de uno en uno -como si estuvieran desfilando por una pasarela- muestren sus
cualidades en silencio a los demás y sólo a través del cuerpo. Después, los que han
estado mirando, tienen que devolverles qué cualidades han visto en ellos. Este
juego ayuda a tomar conciencia de cómo cuesta escuchar cómo nos ven los demás,
dejando de escuchar para ello nuestras voces interiores sobre lo que nosotros
creemos que han visto o lo que tendrían que haber visto. También ayuda a darnos
cuenta de que a veces la fantasía de lo que tendría que ser tiene más peso que la
realidad que estamos escuchando en el momento presente: aprender a escuchar lo
que nos viene de fuera y dejar de poner atención a las voces internas que muchas
veces están fuera de la realidad que acontece.
40
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
b) El darse cuenta del mundo interior: una de sus funciones es ayudar a ser
conscientes de lo que ocurre dentro de nuestra piel, poder escuchar y atender
nuestras necesidades internas y poner atención en cómo el organismo nos habla y
nos guía hacia la autorregulación. En el caso del juego de las Bofetadas virtuales,
el darnos cuenta del mundo interior nos ayudara a ser conscientes de la rabia o
enfado que se está acumulando en el brazo y en el puño, y que estoy respirando
mejor a medida que voy descargando agresividad. Si ponemos atención en lo que
está ocurriendo, obtendremos una información importante de que nuestro
organismo nos está indicando que hay algo inconcluso con la rabia, y que si la
sacamos y la descargamos, respiraremos mejor y podremos estar más alegres. Pero
para poder llegar a este darse cuenta, una de las cosas que hay que hacer es saber
diferenciar claramente este darse cuenta del darse cuenta de la fantasía, pues nos
podemos explicar -por introyectos o proyecciones o cualquier tipo de mecanismo-
que esto que estamos sintiendo no es verdad, y acordarnos que la última vez que
dejamos salir la rabia nos trajo problemas, con lo cual es mejor no hacerle caso y
evitar lo que sentimos -aunque respiremos peor y no estemos tan contentos, que es
lo conocido hasta ahora-. Pero si conseguimos diferenciar el darse cuenta de la
fantasía del darse cuenta interior, lograremos poder sacar y vivenciar qué ocurre
con esta rabia que tenemos y qué está pidiendo atención.
Personalmente, para mí es uno de los darme cuenta al que le tengo que poner a
menudo atención. Trabajando con los clientes, hay veces que siento un enfado por
dentro según el tema que estemos tocando y tengo que estar muy alerta para
aceptar el enfado que tengo y mostrarlo y no explicarme cualquier historia. Tengo
que estar muy alerta para no evitar contactar con esta parte de mí que es el enfado,
y que aún me cuesta de aceptar y, que cuando lo saco, la terapia funciona mucho
mejor, y cuando la evito por no atreverme, se pierde la sesión.
c) El darse cuenta del mundo de la fantasía. Tal como dice John O. Stevens:
41
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Otro ejemplo para explicar el darse cuenta de la fantasía es el juego de decir “YO
SI, VOSOTROS NO”. Suele ocurrir que la gente no lo puede decir porque conecta
con una fantasía de desaprobación o rechazo por parte del grupo si se atreven a
decir “vosotros no”. En este momento es importante aprovechar la fantasía para ver
qué es lo que no se permite o qué es lo que se evita en esta situación. En este caso,
la fantasía es lo que nos ayudará a que la persona encuentre sus recursos para poder
satisfacer sus necesidades.
Hay también juegos donde se les pide a los clientes que se imaginen cómo será su
vida dentro de unos años. Esta fantasía proporciona mucha información de cuáles
son sus necesidades no satisfechas, ya que el organismo se autorregula
proyectando en un futuro lo emergente e inconcluso. Un ejemplo de cómo
podemos aprovechar la fantasía para sacar información de nuestro presente es el
siguiente: un cliente, en un juego de imaginarse cómo quería que fuera su vida
dentro de unos años, tuvo una vivencia de sensaciones tan agradable que al acabar
el juego decidió llevarlo a la práctica a partir de ese momento, sin esperar a que
tuvieran que pasar los años que se habían pedido en el ejercicio.
Para mí es importante que las personas puedan diferenciar claramente estos tres darse
cuenta, para poder tener así una vida plena y poder alcanzar cómo satisfacer todas sus
necesidades. O lo creo que es más elemental: ser consciente de cuáles son y decidir en
42
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
cada momento que hacer con ellas. Fundamentalmente, lo que se persigue es que después
de cada juego -a través del darse cuenta- haya una comprensión mayor en cada uno de los
participantes.
Hay otros juegos donde podemos percibir cómo se pueden vivenciar los tres darse cuenta.
Por ejemplo, para abrir grupos de gente nueva utilizamos juegos donde les hacemos cerrar
los ojos y se encuentran entre parejas; aquí ya empiezan a trabajar el darse cuenta del
mundo interno, ya que empiezan a percibir sensaciones en su piel y emociones en su
presente actual que para ellos son totalmente reales, y que las sienten cuando el otro, por
ejemplo, les aprieta la mano, o si sienten frío o calor en sus cuerpos en esos momentos.
Todo esto son vivencias personales que les hacen percibir una realidad interna de cómo
ellos están experimentando este presente -esto es el darse cuenta del mundo interior-. A
esta primera experiencia podemos unir como a lo anterior se añade “el darse cuenta de la
fantasía”, al empezar a imaginar lo que estará pensando el otro de lo que él esta haciendo,
o si se tocan o se huelen. Todo esto hace que sus fantasías de cómo es el otro puedan ser
diversas y que a veces sí que son ciertas, pero otras no tienen nada que ver con la realidad.
Y para acabar, el tercer paso se produce cuando les toca abrir los ojos: es entonces cuando
empieza a trabajar el darse cuenta del mundo exterior mezclándose a su vez con el darse
cuenta de las fantasías; esto sucede por ejemplo cuando se experimenta el “me doy cuenta
que estoy mirando”, o “que estoy oliendo”, o que “siento la textura de la piel de la otra
persona”… Y todo esto se mezcla a la vez con las fantasías de aquello que estoy pensando
sobre esa otra persona o de cómo o cuándo me imagino que va acabar el juego.
Asegúrese intentando algunos de los experimentos básicos del darse cuenta que
siguen a continuación, y vuelva sobre ellos al menos una o dos veces para darse la
oportunidad de descubrir su utilidad. Lo que descubre en estos primeros
43
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
EL CONTINUUM DE CONCIENCIA
John O. Stevens habla de las “Zonas de Conciencia”: “El terapeuta está a su vez, atento a
su propio flujo de sensaciones. Esto se conoce como continuum de conciencia”. (John O.
Stevens, 1976, 24).
44
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Para practicar estas zonas de conciencia los juegos nos dan muchas posibilidades. Por
ejemplo, un juego de relacionarse: todos los participantes de un grupo, tocándose solo con
un dedo entre ellos mientras van andando por la sala … al mismo tiempo tienen que
tocarse a sí mismos su barriga con la otra mano mientras van cantando sus nombres a la
vez que continúan tocando el dedo de alguien. Con este juego conseguimos utilizar
simultáneamente los tres diferentes darse cuenta, de tal forma que puede ser utilizado para
que los alumnos comiencen a diferenciar tranquilamente estos tres darse cuenta citados:
El darse cuenta exterior lo pueden percibir estando atentos a cómo mueven sus
dedos, cómo verbalizan sus nombres, cómo se tocan su pecho, percibiendo los
45
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
olores del espacio donde están trabajando, los colores de las paredes o la textura
del suelo ….
El darse cuenta interior lo pueden percibir con las sensaciones de molestia o agrado
según con quién estén trabajando, dejándose sentir y reconociendo las emociones o
sentimientos que están teniendo, percibiendo cómo esta su cuerpo en este ejercicio.
El objetivo perseguido es permitir que emerja lo inconcluso y desde ahí poderlo atender tal
y como expone Francisco Peñarrubia en la cita siguiente:
La técnica que estamos utilizando es restablecer el continuum del darse cuenta. Este
continuum es requerido por el organismo para poder funcionar de acuerdo al sano
principio gestáltico: siempre surgirá la situación inconclusa más importante y podrá
entonces ser atendido. (Perls. 1969. p. 62). (Terapia Gestalt .La vía del vacío fértil,
Francisco Peñarrubia, 1999. 100)
46
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Continúo ahora con una cita de Joseph Zinker, que guarda una estrecha relación con lo que
estamos viendo, dice así:
Renuncia a permitir que el proceso siga por si solo: Procurar con demasiada
decisión resolver el problema; incapacidad para dejar que las cosas se incuben, o
sucedan naturalmente, falta de confianza en las capacidades humanas.
47
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Las vivencias o imágenes que a veces pueden surgir durante las experiencias pueden
parecernos extrañas y poco familiares. Debemos tener mucho cuidado y estar muy atentos,
pues son momentos donde la persona puede haber conectado con algo evitado durante
tiempo; es importante que tengamos en cuenta que sólo ella puede encontrarle sentido, y
si en estos momentos de apertura recibe risas irónicas, juicio o burla saldrá rápidamente de
la experiencia y es probable que no quiera profundizar más en el tema.
Cuando la persona se siente mal con la experiencia que está vivenciando, hay que prestar
mucha atención en no quererla salvar y ayudar en exceso, pues probablemente lo que
conseguiremos es sacarla de su experiencia; es importante darnos cuenta que en la mayoría
de los casos esto es más un necesidad nuestra que no de la persona.
En lo referente a cómo no hay que obligar, me gusta cómo lo explica John O. Stevens: “la
única obligación que tienen las personas es la de experimentar,” (John O. Stevens, 1976,
134)
Para mi, esto quiere decir que cada persona entra donde quiere o puede, y no podemos ni
debemos obligarla a llegar a un objetivo que nosotros los terapeutas nos hemos propuesto
de antemano. Por ejemplo, lo importante en el juego es empezar y llegar hasta donde la
experiencia lo permita, y es precisamente en ese lugar donde la persona puede encontrar
la información necesaria para ese momento, para ese presente. La obligación, por tanto, lo
único que hará es sacarlos de la experiencia propia y llevarlos a donde nosotros creemos
que tendrían que estar o vivir en ese momento, y al hacer esto, dejamos de “ver” a la
persona en su auténtico proceso.
En mi proceso particular terapéutico y de formación una de las cosas que mas agradecí a
mis terapeutas fue el no sentirme nunca obligado, el que me permitieran experimentar.
Creo que hay que estar muy atento a no proyectar nuestras propias experiencias sobre lo
48
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
que les está pasando a nuestros clientes o alumnos. A veces los sacamos de su experiencia
genuina con nuestra interpretación de lo que les pasa. Es importante poder sostener lo que
ellos están viviendo, aunque pongan caras de no entender o no saber lo que les pasa; estos
momentos de vacío que se obtienen a través del juego son importantes para facilitar
nuevas comprensiones sobre ellos mismos. Y si es precisamente allí cuando nosotros, los
terapeutas, interpretamos lo que les está pasando, los sacamos totalmente de su
experiencia para llevarlos a la nuestra: es obvio que esto no sólo no ayuda en nada
realmente sustancial de sus vidas, sino que en muchas ocasiones, entorpece.
John O. Stevens nos habla el número de personas que considera adecuado para trabajar:
En cambio, mi experiencia con los juegos me indica que el número no es tan importante.
Sí que es cierto que si el grupo es grande, es mejor empezar en subgrupos de dos algunos
juegos, para que se vayan conociendo por parejas, y así se sientan más cómodos y el
vínculo que establezcan también sea más rápido. Yo he llevado grupos de hasta 45
personas, y si la dinámica de los juegos es la adecuada, la gente entra rápidamente a jugar
todos con todos, sin ningún problema; incluso a veces este elevado número de personas
ayuda -si el movimiento de los juegos es rápido y dinámico, y por lo tanto no están mucho
tiempo con la misma pareja y han de rotar bastante- a que ellos se sientan más tranquilos
49
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
porque el contacto que establecen con todos los miembros del grupo dura poco tiempo; y
además, al poderse encontrar con la misma persona varias veces durante el juego, se
consigue que al final todos se conozcan o hayan hablado de sus cosas casi sin enterarse,
que es lo que en el inicio de un grupo a veces se necesita.
Con los juegos es interesante empezar con una dinámica que al principio sea divertida, ya
que lo importante es que la gente se relaje y se ría. Nosotros hemos comprobado que si
empezamos con contactos breves y suaves donde puedan expresar aspectos de su vida –
sus hobbies, su trabajo o donde viven, etc.- que no impliquen descubrir partes íntimas,
obtenemos una mayor apertura. Y si además pueden soltar alguna risa, eso ya es genial
para que se vaya creando un vínculo fácil entre ellos. Para mí es importante que se
empiecen a relacionar desde la tranquilidad y la confianza. Después, cuando ya han pasado
un par de horas con este tipo de dinámica, sí que podemos emplear ya otro tipo de juegos,
aquellos cuyo sentido es que puedan experimentar más el Darse cuenta y tener un espacio
para la reflexión.
Cuanto más trabaje el terapeuta con los juegos, experimente y se familiarice con
ellos, más creativo será en la manera de hallar modos para adaptar estos juegos a
su situación, inventando nuevos experimentos y utilizándolos en todo lo que usted
haga. (John O. Stevens, 1976, 139)
Este enfoque de trabajo como dice (John O. Stevens, 1976, 19) no dará soluciones a los
problemas de la vida. Lo que sí hace es entregar herramientas que se puedan utilizar para
explorar la vida y de esta manera ayudar a descubrir sus propias respuestas.
En los talleres de juegos, priorizo que cada uno se dé cuenta de cuáles son sus necesidades
interrumpidas, y a través precisamente de estos juegos vaya encontrando recursos para
saber qué quiere hacer con aquello de lo que acaba de darse cuenta.
50
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Voy a aprovechar para hablar de una de las primeras lecturas que hice sobre la Gestalt y
fue determinante para que yo me apuntara a hacer la formación. A través de Nela –mi
mujer- cayó en mis manos el libro de Joseph Zinker (El proceso Creativo de la Terapia
Gestalt, 1991, 56). Allí me encontré con un capítulo que habla de los factores que
bloquean la creatividad del terapeuta. En concreto, expone que hay 14 diferentes tipos de
bloqueo. Creo recordar que cuando lo leí por primera vez, “me identifiqué con casi todos”
y esto curiosamente fue uno de los factores determinantes que me ayudaron a decidirme
por apuntarme a la formación en terapia Gestalt.
Creo que existe una estrecha relación entre lo que afirma John O. Stevens y Joseph Zinker,
ya que la creatividad y el juego han de ir de la mano, acompañándose y ayudándose
mutuamente. Considero que para poder crear juegos gestálticos y llevarlos a cabo, el
terapeuta tiene que poseer experiencia en cómo realizarlos. Para mí, va muy unido el
trabajo que yo haya efectuado a nivel personal y profesional con poder trasmitir mucho
mejor al exterior.
1. “Miedo a fracasar”: Para poder crear juegos y llevarlos a cabo, hay que aceptar
que a veces es posible que no salgan bien o que no gusten. Así que si yo como
terapeuta sé aceptar y sostener la vergüenza del fracaso, podré transmitir que es
éste el primer paso para crear juegos.
3. “Miopía ante los recursos”: Saber utilizar en cada momento y según lo que le esté
sucediendo al cliente o al grupo cualquier herramienta que tengas a tu disposición.
Esto nos ayudará a trasmitir que una parte muy importante del juego es estar
51
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
abierto a lo que la vida te ofrece, así como saber ver o escuchar lo que te pide en
cada momento.
7. “Vida empobrecida de la fantasía”: ¡Qué serían los juegos sin fantasía! Para jugar
hay que dejar que vuele la imaginación y no valorar en exceso el mundo objetivo y
real. Y para enseñar a imaginar, hay que saber imaginar y soñar y confiar en las
imágenes que nos vienen.
8. “Miedo a lo desconocido”: Hay que saber salir fuera de la zona de seguridad. Jugar
es probar cosas nuevas, experimentar. Si yo como terapeuta no me arriesgo, es
52
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
difícil que pueda ayudar a que mi cliente lo haga, y de esta manera continuará
repitiendo “lo mismo de siempre”, “lo conocido”.
11. “Renuncia a permitir que el proceso siga por sí solo”: Saber jugar es aceptar que
las cosas se aprenden con el tiempo y cuando llega el momento, y esto sólo lo sabe
la vida, y no nosotros. Dice Zinker al respecto -me parece muy divertido-: “No
podemos masticar el material y transfundirlo a las arterias del paciente”. Que el
cliente aprenda a nuestro ritmo o cuando lo creamos oportuno. De esta manera,
dejamos de respetar su propio flujo y lo sacamos de su propia experiencia, a la vez
que dejamos de confiar en el proceso de nuestra labor que es fundamentalmente
acompañar a la persona hasta que le vengan los cambios que le han de suceder.
53
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
13. “Falta de integración entre Yin y Yang”: En los juegos hay que saber combinar,
unificar lo que va ocurriendo. Gracias a la movilidad de los juegos, a veces se
crean situaciones en ellos donde aparecen aspectos opuestos de la persona. Si
nosotros como terapeutas no tenemos la capacidad de saber encontrar lo mejor de
ambas partes vamos a dejar a nuestro cliente partido en dos y polarizado.
Para terminar sólo me queda agradecer a John O. Stevens por haber creado una gran
biblioteca de juegos, donde gracias a ellos nosotros, los terapeutas, podemos acceder a la
historia personal de nuestros clientes y de nuestros grupos de una manera creativa, lúdica y
gestáltica.
54
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
de Joseph Zinker.
55
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
para experimentar alegría, para jugar con nuestras más bellas posibilidades
J. ZinKer
Durante la Formación en Gestalt, cuando cayó en mis manos por primera vez, me
entusiasmó. No podría recordar exactamente por qué a nivel mental y de raciocinio, pero
sí que retuve con precisión la sensación que me quedó: maravillosa, de gusto por lo
leído… Esa sensación de que el libro se ha hecho corto y quieres postergarlo y alargarlo
un poco más, que no se acabe aún. Ahora, es curioso que en esta segunda o tercera lectura
me haya gustado de la misma manera. Y digo lo de curioso porque al ir cambiando con el
paso de los años -y de las terapias, del darte cuenta- me ha pasado que libros que me
habían gustado mucho, luego no me entusiasmaba: pertenecían a una etapa de mi vida ya
pasada, que no encajaba en mi presente. Pues este libro, no. No sólo encaja en mi presente,
sino que además me reafirma en muchas de las “herramientas” que estoy utilizando
actualmente en terapia. Es como si Zinker hubiera puesto forma y teoría a aquello a lo que
56
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
He escogido también este libro por la relación que yo creo que existe entre Creatividad y
Juego. Partiendo de la base de que en la Terapia Gestalt la creatividad es una de sus
principales herramientas, por no decir parte de su sostén filosófico, establecer un vínculo y
un puente de unión entre Gestalt, Creatividad y juego me pareció fascinante. Y desde ahí,
desde esa sensación, me era más fácil poder abordarlo.
Considero que tanto para crear como para jugar, has de estar plenamente presente, en el
aquí y ahora. El acto del juego no puede desarrollarse de una manera plena sin estos
requisitos; la creatividad y la terapia, tampoco. Ambos requieren de esa frescura no
inventada, de ese dejarse sorprender, de la aparición de ese niño interno y sabio con ganas,
ante todo, de explorar.
Precioso. Aquí Zinker define como nadie la Creatividad. Uno de mis máximos intereses
57
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Vemos por un lado el paralelismo que existe entre las “fronteras” de Wilber y los “límites”
de Zinker, creo que ambos están hablando de lo mismo. Para el primero es obvia la
estrecha correlación que existe entre trazar fronteras y crear “limitación”, “batalla”,
“fragmentación”, etc. Uno de los objetivos básicos que persigue la psicoterapia Gestalt es
conseguir que haya más “unidad” e “integración” en la persona, pues son precisamente las
polaridades no encontradas las que ocasionan, en la mayor parte de los casos, sufrimiento
58
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Veamos, por ejemplo, el caso de una persona con una frontera limitadora como es la
vergüenza. A través de un juego específico, se puede conseguir –por supuesto que
parcialmente y durante una secuencia de tiempo: una sola experiencia no lleva al sostén de
la misma- romper esta limitación, quebrantando los parámetros establecidos desde la
“educación” y el “buen comportamiento”, permitiéndose la exploración de ciertas
conductas a los que habitualmente no tiene acceso. Esta experiencia que el juego le ha
proporcionado –seguida, por supuesto, de un buen darse cuenta-, a buen seguro que
incidirá en poder romper un poquito el límite, el caparazón que aprisiona la expresión de
su yo más genuino.
Me parece interesante añadir también que ésta se habrá roto de una manera no dolorosa
para la persona: el juego, pues, habría aportado la parte lúdica que se incorpora a la parte
de dolor inherente al rompimiento. Además, minimiza el esfuerzo aplicado gracias a los
valores que nos aporta esta forma de experimentarlo: pueril, sencillo y armonioso.
59
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
60
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Continúa Zinker:
Podemos apreciar la invitación magistral que nos entrega Zinker a nosotros, terapeutas,
para crear, para inventar, para sacar de la chistera como hace el mago con el conejo o
cualquier otro objeto que pueda apetecerle y gustar de él. Lo importante aquí, en la
creatividad terapéutica, es poder darse el permiso para ser lo que realmente se es,
61
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Acepto pues, gustosa, la invitación ofrecida y mi compromiso desde aquí, desde este
espacio de expresión, para volcar todo lo que pueda aportar y que tal vez ayude a reforzar
el sostén filosófico a que antes hacía alusión.
CONTEXTO Y METÁFORA.
Un hombre dice que tiene un problema con su hijo. En consecuencia, yo pienso a ese
hombre como maestra, como niñera, como animal que tiene cría; lo pienso a él
como niño. Tal vez yo debería inducirlo a portarse como si fuera él ese niño que le
trae problemas a ver qué le sucede, pues ya sé que su contexto, su metáfora y su
enfoque literal, ajeno al juego, no le sirven, y que ésta es la razón por la que recurre
a mí.
De modo que él juega como ese niño que insiste en hacer “cosas malas” para llamar
la atención. Después dice: “Papá, quiero que me lleves contigo en tu próximo viaje”.
El formular esta declaración, comprende que, en cierto nivel, está descuidando, en
su propio interior, la voz del niño que él mismo es. Esa nueva metáfora, en virtud de
la cual el hombre mismo es un niño, termina por tornarse más útil que lo que yo
esperaba al principio, pues él empieza a comprender el aislamiento, la soledad y la
ira de su hijo”. (Zinker, El proceso creativo en la terapia guestáltica. 1.991, 33)
62
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
¿Por qué he escogido este párrafo? Ha llamado mi atención por dos razones diferentes;
una de ellas es la utilidad de la experiencia, de la vivencia, de “encarnar” durante un
espacio de tiempo a aquella persona con la que tenemos un conflicto, o un apego, o un
enfado, etc. La información adquirida durante este proceso, considero que es muy
importante y que, por muchas conceptualizaciones y comprensiones verbales que podamos
ofrecer o aportar al otro, no pueden tener el mismo nivel de profundidad que la de
“meterse de lleno en la piel del otro” y sentir y comprender desde ese espacio nuevo
creado para ello. Y desde ahí, como dice Zinker, poder crear una nueva metáfora, un
nuevo contexto o enfoque.
EL NIÑO INTERNO
La otra razón a la que antes aludía –y que para mí tiene más relevancia en este momento-
es como a través del trabajo terapéutico realizado, la persona puede llegar a conectarse con
“su niño-a interno-a”, con ese niño que una vez fue y que, de una manera u otra, continúa
allí, presente.
A menudo, durante el transcurso de alguna sesión suele aparecer este niño-a interno-a,
pidiendo o necesitando atención. Considero de vital importancia para el desarrollo integral
de la persona que asiste a terapia el poder trabajar con su propio niño o niña, al menos
durante los primeros estadios; si tuviera que utilizar una metáfora –y quiero utilizarla- para
enmarcar este enunciado lo haría de la siguiente manera:
Trabajar con nuestro niño-a es como si a la hora de restaurar una casa antigua,
de esas con solera y carácter que a mí tanto me gustan, revisáramos con
detenimiento cómo están sus pilares, sus cimientos, sus vigas; por supuesto, desde
63
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
la planta baja hacia arriba –es obvio que esta casa mía tiene más de una planta-.
Este examen radiográfico desde lo más elemental permitirá que la casa pueda tener una
buena estructura donde apoyarse, firme, sólida; y desde ahí, poder capear con los
cambiantes ritmos climatológicos: lluvia, sol, nieve, viento, etc. Ella puede apoyarse en sí
misma porque sus cimientos son sólidos, no tiene ninguna viga con carcoma. Desde esta
firmeza podemos luego decorarla y embellecerla cuanto queramos y a nuestro gusto, pero
si este trabajo previo y minucioso no está hecho, para mi no tendrá ninguna base sólida.
Hay un refrán que utilizaba mi abuela y que creo oportuno incluirlo ahora: “no es bueno
empezar la casa por el tejado…”. No, para mí no tiene sentido empezarla desde arriba, de
ahí la importancia del trabajo con el niño- interno-a. Por supuesto que no ha de ser
obligatoria su ejecución como si de un ritual se tratara: no, tampoco es esto lo que quiero
expresar; la propia dinámica de la terapia enmarcará lo que la persona necesita, y
considero que es nuestro deber como terapeutas aportar justo desde allí, desde su
demanda.
Además, el juego le sirve de lenguaje al niño –un simbolismo que sustituye a las
palabras. El niño vivencia muchas cosas en su vida que todavía no puede expresar
en lenguaje, y entonces usa el juego para formular y asimilar lo que experimenta.”
64
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Por supuesto que Violet Oaklander habla en este caso desde la perspectiva de terapia con
niños y para niños, pero ocurre que los métodos, juegos y herramientas que utiliza son
aplicables también para los adultos, y más explícitamente para “los niños y niñas de los
adultos” que asisten a terapia, tanto individual como grupal. Es ahí donde considero que el
juego terapéutico tiene un valor importante ya que permite de una manera fácil poder
trabajar con “estos niños grandes”, y desde ahí colaborar en su nutrición y posterior
crecimiento. Muchos de los juegos que Violet Oaklander describe tan magistralmente en
su libro, he podido utilizarlos en terapia, y desde esta práctica quiero afirmar que con
resultados muy interesantes. Para apoyar esta afirmación voy a transcribir un párrafo de
este mismo libro:
Confieso que los ejercicios de Violet ya no sólo los apliqué a mis pacientes
infantiles sino que también los usé con adultos y parejas, y que cuando temía que
mi propia creatividad tambaleara recurría al libro que guardaba celosamente ¡en
una canasta para ropa de cama que había en el pasillo y que podría consultar sin
que el paciente se enterara, so pretexto de pasar al baño!” (Violet Oaklander.
Ventanas a nuestros niños.1.991, Prólogo).
Por otro lado, Nathaniel Branden (me parece importante incluir a este autor ya que, al no
ser gestaltista, puede aportar un enfoque diferente enriqueciendo con ello esta exposición
al nutrirse con diversas corrientes) dice lo siguiente al respecto:
Todos nosotros hemos sido niños una vez y, aunque quizá no nos demos cuenta,
llevamos ese niño dentro de nosotros, como un aspecto del sujeto que somos. A
veces nos trasladamos al estado de conciencia del niño que fuimos, y respondemos
a situaciones de nuestra vida adulta como si, para todos los fines prácticos,
fuéramos todavía ese niño, con sus valores, emociones, perspectivas y su peculiar
manera de interpretar la experiencia. A veces esto es conveniente –por ejemplo,
65
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
66
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
“Una de las cosas que tuve que hacer para sobrevivir fue…”
Personalmente, he de decir que suelo emplear la técnica de completar oraciones tanto para
el trabajo con el niño interno como para cualquier otro tema que se esté desarrollando en
la sesión. Me ayuda, complementa muchas veces información inconsciente a la que la
persona no suele tener acceso. El uso ha de ser rápido, expresando casi sin pensar, en lo
que vaya emergiendo. En cualquier caso, es el uso combinado de diferentes técnicas lo que
suele enriquecer el desarrollo de la sesión sin olvidar ni un ápice la parte humana, intuitiva
y creativa del propio terapeuta en contacto con el otro.
Deseo terminar este apartado con una cita de lo que constituye para mí un ser humano
excepcional además de una gran terapeuta: Barry Stevens. Prefacio. Dice lo siguiente:
“Algunos adultos nunca se han encontrado. Para ellos, este libro puede ser el comienzo
de su autodescubrimiento: un reencuentro de aquellas partes de sí mismos que fueron
dejadas atrás en su niñez”. “(Oaklander. Ventanas a nuestros niños. 1.991. Prefacio)
67
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
LA ACTITUD CREATIVA.
El amor por el juego forma parte esencial de la vida creadora. El juego no resulta
de un conjuro; no se lo maquina para ver qué ocurre. Más bien, forma parte
intrínseca de la propia vida. Al escribir esto, por ejemplo, estoy jugando con
distintas maneras de tachar casi todas las líneas que escribí antes. Las ondulantes
rayas que tachan me resultan de sumo interés, porque se parecen al océano; puedo
navegar o nadar sobre ellas. Me gusta jugar con mis amigos y mis hijos y también
solo. Disfruto de la capacidad de otros para jugar. En terapia, “jugar con algo”, o
tomarlo por el lado del juego, significa salir de lo literal, inventar contextos
violentos para situaciones cuya chatura se torna hipnótica. Jugar significa advenir
a la vida, experimentar a otros con ojos vivientes”. (Zinker. El proceso creativo
en la terapia guestáltica. 1.991, 39).
68
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Para quien escucha durante todo el día historias de infortunio, poseer cierto
sentido del humor es indispensable. El humor es un amigo, un homúnculo que,
sentado sobre mi hombro, se ríe disimuladamente de lo que sucede cada vez que
tiene oportunidad. El humor es mi bufón sabio que me posibilita apartarme y
reírme de mi propia arrogancia. Empieza por pronunciar declaraciones generales
sobre las grandes contradicciones de la vida y termina por lanzar fragmentos de
humorismo extravagante. Es otra manera de imponer mil plantillas contextuales
sobre la acción existente, otra forma de trascender lo obvio.”.(Zinker. El proceso
creativo en la terapia guestáltica. 1.991,40).
No creo que mi vida terapéutica fuera a ser muy larga sin el empleo del sentido del humor
al que alude Zinker: imposible. Para hacer honor a la verdad y a toda la verdad, he de
decir que es algo que he incorporado a mi vida y a mi profesión, pero que de entrada no
estaba en mí. No sé si nací o no con ello, pero sí que puedo afirmar que ya desde una edad
temprana no podía contarse entre mis “dones”. Me iba más bien –no es que ahora no me
vaya, lo que ocurre es que está más complementado- la profundidad, lo serio, lo sobrio. El
sentido del humor era juzgado por mí como mínimo de superficial, banal y estúpido en la
mayoría de los casos. Como mucho, me gustaba el humor inglés (y aún me sigue
gustando, hay cosas que no cambian…). Creo que ni tan siquiera de pequeña tuve el
privilegio de asistir a un circo: no era un valor importante en mi familia de origen y
además no había dinero para “semejantes excentricidades”. Visto lo cual, es fácil
comprender que ni por “herencia” ni por “don genuino” el humor estaba presente en mi
vida. Fue muchos años después cuando lo he ido incorporando, sobre todo después de
muchos e importantes infortunios acontecidos en mi vida. Actualmente es una de mis
mejores herramientas, tanto en el plano profesional como en el personal. Sí, y lo que
69
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En terapia es totalmente imprescindible. Poder ofrecer “al otro” una pizca de ese sanador
sentido del humor, de la risa es actualmente para mi imprescindible. Hace años, cuando
estaba en Formación, oía hablar a mis profesores del “contagio” terapéutico. Por aquel
entonces, si bien comprendía la expresión a nivel intelectual no había tomado forma en mí
en otros niveles del “darme cuenta”. Contagio, vaya palabreja. ¿Y cómo se hará esto de
contagiar al otro?... Muy misterioso. Hoy puedo afirmar que “sé” lo que esto significa por
experiencia propia: aparte de las técnicas con que el terapeuta pueda contar durante el
desarrollo de las sesiones, hay algo que a mí me parece aún de mayor importancia y es la
herramienta básica, ésta es el terapeuta mismo, su personalidad, su forma, su presencia, lo
que emana, lo que emite, etc. Creo que es una cuestión a veces más energética que
sensorial o emocional o intelectual. Eso también, claro, pero en concreto en esto del
“contagio”, considero que es energético, sutil, abstracto. Hay un intercambio energético
que ni tan siquiera depende de mi control, no: es algo que está en mí y que me
“pertenece”, y que en contacto real con otro ser humano, en la intimidad terapéutica, se
mezcla y se relaciona con el otro campo de energía. Hilando con lo que comentaba antes
del sentido del humor y del contagio, es fácil deducir que si este aspecto se ha ido
desarrollando en mí, ahora de alguna manera puedo o puede transmitirse hacia el otro
como corriente energética. Que el otro retome o no, en la mayoría de las ocasiones no está
en mi mano, pero en cualquier caso lo que podía operar desde mí o a través de mí ya está
hecho, pues se hace por sí mismo, casi como el virus contagia a las personas con las que se
tiene contacto sin que su poseedor tenga que hacer algo especial: la naturaleza ya sabe.
Me viene ahora a la cabeza el recuerdo de una sesión grupal donde investigábamos “el
sentido del humor”, en concreto era una sesión de Clown. Los participantes primero tenían
que tomar contacto con “su neura”, explorarla, exponerla y desde ahí “atenderla”. Una vez
hechos los primeros pasos, habían de colocarla –con ayuda de un cojín o algo similar- en
medio de la sala, todas juntas, como las protagonistas que son en sus vidas. Desde ahí
nuevamente las observaban y en una pequeña rueda exponían verbalmente cómo se
sentían, de qué se habían dado cuenta, etc. Era justo después de todos estos prolegómenos
cuando les pedíamos que se giraran y cerraran los ojos; les entregábamos entonces unas
“narices de payaso” que habían de colocarse. La consigna ahora era que nuevamente se
70
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En este apartado, Zinker expone los bloqueos que experimenta el terapeuta en su actitud
de hombre creativo. Concretamente habla acerca de 14 posibles bloqueos y que éstos lejos
de ser independientes entre sí se relacionan entre ellos. De este total he seleccionado uno
de ellos, en concreto el número 2; la selección la he efectuado por la relación tan directa
con el tema que nos ocupa: el juego.
Dice así:
71
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Aquí vemos al terapeuta grave y serio, a quien le resulta difícil dar cabida al
humor en su trabajo. Le cuesta hacer experimentos con nuevas maneras de sentir y
vivir a su paciente. No es capaz de reírse de sí mismo. (Zinker. El proceso creativo
en la terapia guestáltica. 1.991, 56)
Si bien estoy totalmente de acuerdo con las afirmaciones anteriores, quiero no obstante
romper una lanza a favor también de la seriedad, de la sobriedad. Creo que tanto en la
exposición de Zinker como en mi propia opinión, no es que haya de incorporarse el juego
y el sentido del humor en contra de lo serio, lo grave, etc. No, yo no creo que vaya por ahí,
ya que ambos aspectos son necesarios. Mi exposición no aboga a favor de terapias
unilaterales donde se fomenta sólo uno de los lados de la polaridad en detrimento del otro
–me estoy refiriendo en concreto a terapias incluidas en la línea New Age (Nueva Era) que
en mi opinión adolecen de este mal-. Cuando hablamos de bloqueo en la creatividad del
terapeuta es cuando éste se ve incapacitado para transitar por este lado de la polaridad
quedándose fijado sólo en uno de ellos. Anteriormente, cuando hablaba de reírme un poco
tanto de mí misma como de mis pacientes, no significaba en ningún momento que no
estuviera tomándolos en serio o que me estuviera mofando de ellos. Por supuesto que no.
Considero que existe una diferencia notable entre “burlarse y mofarse” de alguien a “reírse
de uno mismo y del otro” desdramatizando algunas situaciones, pero sin dejar de
acompañar el proceso en ningún momento. La risa de la que hablo entraña respecto hacia
uno mismo y por supuesto hacia el otro. Es por eso que puedes reírte: porque hay respeto.
Y esta risa aligera, descarga, es liviana y actúa como un bálsamo sanador. Veamos que
piensa Zinker al respecto de este tema en el siguiente apartado.
POLARIDADES Y CONFLICTOS
Tengo para mí que el sine qua non del conocimiento, la felicidad y la existencia
72
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
73
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Comparto plenamente todo lo anterior. Tal vez ello sea debido a que podría definirme
como una persona bastante polar, aunque probablemente esto corresponde –en gran
medida pero por supuesto no en todo- ya a algo pasado. Una de las “técnicas” que para mí
han sido decisivas a lo largo de todos estos años de “crecimiento” ha sido precisamente la
de poder reconciliar la guerra existente entre muchas de mis polaridades, con el
consiguiente sufrimiento que me generaba, además de la disipación de energía y la
parálisis en la acción. El conocimiento en primer lugar de estas partes en conflicto, su
posterior diálogo -que progresivamente culminaría en su integración- ha sido totalmente
decisivo para mí. Tal vez sea por todo esto que actualmente para mí sea sencillo detectar
en terapia “el lado oscuro de la polaridad o la sombra desconocida”. Sí, definitivamente
me resulta sencillo, emerge como un figura contra fondo y se hace protagonista.
“Curiosamente”, la demanda terapéutica de muchos de mis clientes es precisamente ésta,
aunque muchas veces no verbalizado explícitamente.
74
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Muchos de mis clientes me han dicho: “Usted es un hombre, pero distinto; usted es
tierno, y eso resulta espléndido. “Cuando un lado de la polaridad se estira,
también se estira el otro lado, en algún punto, casi automáticamente. Tal es el
fenómeno que llamo “alrededor del mundo”: vuele usted hacia el Norte por
bastante tiempo y terminará volando hacia el Sur.” (Zinker. El proceso creativo
en la terapia guestáltica. 1.991, Pág. 162)
Continúo con mi exposición acerca del juego, del sentido del humor en terapia, etc.
Anteriormente exponía que el sentido del humor no tenía muy buena prensa para mí y que
éste es algo que fui incorporado progresivamente. Resulta paradójico que pensando de esta
manera esté precisamente escribiendo algo en principio tan opuesto. ¿Y cómo es esto, qué
es lo que ocurrió? Zinker lo llama “volar alrededor del mundo”. Y es que es esto
precisamente: con tanta seriedad, sobriedad y profundidad terminé precisamente en sus
antípodas: en el juego, en el sentido del humor…. Y si esto opera en una dirección,
también ha de hacerlo en la contraria: a través del juego podemos acceder precisamente a
aquellas partes que a mí tanto me fascinan: la seriedad, lo profundo, lo misterioso, etc. Sí,
sólo jugando. A través de la experiencia que van ofreciendo, a la persona le es fácil y poco
doloroso tomar contacto con partes de ella que estaban negadas, a la vez que de lo
divertido pueden pasar a un trabajo de “darse cuenta” y de ser conscientes de aspectos
suyos realmente profundos: “de lo lúdico a lo lúcido”. De esta manera, irremediablemente
el tránsito por lo divertido te lleva inexorablemente al otro extremo: a la seriedad que
conlleva toda terapia que se precie. Curioso y paradójico además de fácil.
Otro aspecto a tener en cuenta del juego es cómo opera positivamente en “despenalizar y
despenalizarse a uno mismo”; sí, es mucho más sencillo poder ser permisivo con aquellas
zonas oscuras que voy descubriendo de mí mismo si estoy jugando, si me estoy sirviendo
de mi sentido del humor, que no desde un aspecto serio y mucho menos dramático. Sí,
desde el juego puedo despenalizarme un poquito más, puedo aligerar un tanto mi mochila,
pues hasta puedo permitirme el “fracasar”, el “no estar a la altura”; puedo conocer a ese
personaje “odioso y temido” que llevo dentro y que de ninguna manera quiero aceptar sin
que necesariamente haya de pasar por algo traumático; puedo, en fin, aceptar y jugar
aquello que en principio es tan inaceptable y desde ahí puedo empezar un proceso
sanamente integrativo de todas mis parte, sí, jugando.
75
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
La invitación sería por tanto a poder transitar por ambos lados de la vida: lo serio con lo
divertido; lo inteligente con lo tonto; lo grave con lo liviano. Para aquellos que a lo largo
de su vida hayan transitado más por uno que por otro, la invitación sería precisamente
ésta: atreverse a posarse y experimentar la vida desde la parte menos visitada, menos
conocida y menos explorada. Y para los serios, graves y profundos no estaría de más
dejarse caer y sentir en este otro lado. Puedo asegurarles que la vida se torna más ligera,
más divertida, más lúdica y por ende mucho más placentera. Algo así:
DE LA METATERAPIA
76
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Maslow adelanta la conjetura de que toda vez que las metanecesidades son
frustradas, sobreviene una metaenfermedad. Si una persona que necesita belleza
vive en un ambiente feo, presentará síntomas resultantes de la fealdad del
ambiente. (Zinker. El proceso creativo en la terapia guestáltica. 1991, 102)
Al principio de esta Tesina –creo recordar que durante la presentación- hacía alusión a que
la causa fundamental de que yo en la actualidad esté aquí, ahora, en el mundo de la terapia
fue debido fundamentalmente y como motor principal al diagnóstico de una enfermedad.
En concreto ésta fue –y sigue siendo- una fuerte afección o malformación en una arteria
del cerebro. Un fuerte diagnóstico que no admitía muchas opciones. Estoy hablando del
año 1.990 y yo por aquel entonces no tenía claras muchas cosas. Es más, yo diría que mi
vida en aquel entonces era un caos; pero en concreto con este diagnóstico sí que “sabía” o
“intuía” claramente algo: yo no tenía muchas opciones al respecto, y si existía alguna ésta
era la de efectuar un fuerte cambio en mi vida, en mis percepciones, en mi ser. Puede
sonar fuerte pero como adopté el compromiso de honestidad y sinceridad en cuanto a
darme a conocer, voy a escribirlo. El mensaje interno que yo podía percibir era más o
menos así: “o cambias de rumbo o te mueres”. Contundente mensaje; aunque claro que yo
podría haber optado por continuar como hasta entonces, pero ni tan siquiera eso era
opcional en mí y en este caso específico. Mi metanecesidad marcaba un rumbo claro y
definido y por más rebeldía que pudiera existir en mí, “ella” marcaba la dirección a seguir,
el camino… Pareciera como si esta metaenfermedad estuviera dirigiéndome con bastante
premura hacia mi metanecesidad, hacia aquel lugar donde había de dirigirme. La
afirmación de Maslow cobra un sentido intenso en mí. De todas maneras cabe hacer una
aclaración al respecto: no estoy sosteniendo ni apoyando esta línea de pensamiento
terapéutico que incluye una amplia gama de las enfermedades con su consiguiente
interpretación exhaustiva del por qué se ha producido. Es algo así: la jaqueca equivale a tal
cosa… Si lo que tienes es dolor de rodilla (diferenciando incluso si es la rodilla derecha de
la izquierda), pues es porque… No, quiero dejar muy claro que esta no es mi intención, ya
77
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
que ni tan siquiera estoy de acuerdo con estas interpretaciones que, para mi gusto, en
muchos casos son como mínimo reduccionistas y simplistas. Mi opinión es que el ser
humano es lo suficientemente complejo y sencillo a la vez como para reducirlo de esta
manera. En lo que sí estoy plenamente de acuerdo es que cuando nuestras
metanecesidades son frustradas, en muchos casos puede producirse una metaenfermedad
de cualquier índole, y que ésta ha de ser abordada en terapia en la medida en que se
presente. Estaríamos entonces hablando de la metaterapia, cuyo objetivo fundamental sería
el poder atender las metanecesidades. Dice Zinker al respecto:
Y continúa:
Me atrevo a creer que, en nuestra mayor parte, los terapeutas estamos bastante
bien equipados para habérnoslas con la sintomatología habitual, pero sospecho
que no lo estamos para enfrentar la metaenfermedad. Tal es la causa por la cual
muchas escuelas de pensamiento oriental, se han popularizado tanto en Estados
Unidos durante los últimos años. (Zinker. El proceso creativo en la terapia
guestáltica. 1.991, 103)
78
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Leyendo esta último párrafo, en mí despierta poderosamente una cuestión, una pregunta:
¿no estaría bien incluir en las formaciones terapeutas gestálticas cómo abordar estos temas
planteados de las metaenfermedades? ¿Acaso no sería mucho más completa la formación
si pudieran incluirse temas que yo considero tan cruciales como éste? Paso ahora de la
pregunta a la afirmación: personalmente yo considero que sí, que estaría muy bien, que se
completaría mucho más; tal vez para hacer honor a la verdad vivida por mí, esto ya se está
haciendo aunque a veces de una manera más sutil y no tan explícita. Sin ir más lejos,
considero que toda la aportación hecha por Claudio Naranjo abarca tanto el aspecto
psicológico como el espiritual, tanto la necesidad “más mundana” como la “mas
profunda”, hecho que puede constatarse fácilmente con la consulta de cualquiera de sus
libros.
En cualquier caso, tal y como continúa Zinker, por más que esto pueda enseñarse en las
aulas, igual requiere de la propia experiencia del terapeuta, de sus propias vivencias
personales:
A medida que tengo experiencia de mi propia evolución, aspiro cada vez más a
tener acceso a la persona en el plano que para ella es más significativo. A veces,
también es importante brindar inspiración, modelar en su dimensión completa la
condición humana que impulsa a otros hacia metas que nunca comprendieron y a
veces ni siquiera contemplaron. (Zinker. El proceso creativo en la terapia
guestáltica. 1.991, 103).
79
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Me parece interesante para reforzar la exposición anterior incluir un cuento del autor
citado arriba. Se titula “El Budha reilón”:
Hay una historia en Japón, sobre el Budha reilón, Hotei. Toda su enseñanza era
solamente la risa. Iba de un lugar a otro, de un mercado a otro. Solía ponerse de
pie en el medio del mercado y empezaba a reírse -ese era su sermón- . Su risa era
contagiosa, pegajosa: una verdadera risa, todo su vientre pulsando de risa,
sacudiéndose de risa. Se revolcaba de risa en el suelo. La gente que se juntaba a
verle, empezaba a reír y entonces la risa se extendía, inmensas olas de risa y todo
el pueblo se estremecía de risa.
La gente solía esperar la llegada de Hotei a su pueblo, porque traía tal alegría, tal
bienaventuranza. Nunca pronunciaba ni una sola palabra, nunca. Le preguntabas
sobre Buddha y él reía; le preguntabas sobre la iluminación y reía; le preguntabas
sobre la verdad y reía. La risa era su único mensaje.”. (Osho. Meditación. La
primera y última libertad.1.990, 80).
80
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
unos años, en un primer intento de realizar este trabajo, aposté por hacerlo -e incluso lo
comencé- con el tema de la meditación, de la espiritualidad. Y no salió. Mi presente no
acompañó al trabajo que quería abordar. Paradójicamente, ahora me encuentro que
habiendo optado por el juego, puedo unir ambas vías y que ello me hace sentir feliz,
completa. Es curiosa la forma que tiene la vida a veces de conducirnos: a primera vista
podría resultar caprichosa e ininteligible, pero con una mirada más atenta es posible
escudriñar el auténtico sentido de este “aparente caos”.
Quiero poner fin a este capítulo sirviéndome de unas bellas palabras de Zinker que hacen
alusión al terapeuta creativo. Acabo desde aquí, pues quién mejor que él para poner el
broche, para facilitar una retirada, no sólo sana, sino bella.
No ya hombre o mujer
Un sabio
sin preocupaciones-
81
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
tajadas de mediocridad
que él señaló.
82
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
MARCO TEÓRICO - 3
HIPÓTESIS A DEMOSTRAR.
de la metodología gestáltica.
La experiencia del juego es muy parecida al modelo del Ciclo de la Experiencia, que está
compuesto por siete etapas sucesivas: la sensación, la toma de conciencia, la
energetización, la acción, el contacto, la realización y la retirada.
83
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En la siguiente etapa habría una toma de conciencia que hará que me esté dando cuenta
de esta actitud de juego. Esa sensación toma forma y la convierto en algo identificable
para mi intelecto, donde se produce una sensación automática, que es un acto reflejo
consciente.
Por tanto, al pasar de sensación a conciencia, me prepara para el siguiente paso que será la
liberación de la energía en el juego. La energetización se produce cuando esa toma de
conciencia se libera en energía, se manifiesta por una actividad muscular, para estar
preparado para pasar a la acción. Como se trata de un juego, esa energetización no se verá
interrumpida y se pasará a la acción. Con este paquete de energía, como cuando la caldera
está bajo presión, puedo pasar a la acción, ponerme en marcha, arrancar, dar un paso hacia
lo que me rodea. Es decir, puedo cambiar lo externo. Por tanto, toda acción implica
movimiento y me conecta con la supervivencia. La acción es la gestión para conseguir un
cambio en mi relación con el ambiente que me rodea. Hace que me conecte con el “play”
del juego.
84
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
tocar, ver, sentir, disfrutar, comprender, aquello que había suscitado mi interés. Me siento
en contacto con el exterior, por tanto hay cambio: ya no soy el mismo, he incorporado y he
hecho mías cosas exteriores.
Y en los juegos este contacto es el límite entre la unión y la separación, entre la fusión y la
distinción. El verdadero contacto es el punto flexible y móvil entre dos fuerzas. Y el juego
propicia que lo pueda realizar y llegar hasta el cumplimiento.
Realización o satisfacción: sexta etapa de este ciclo. El disfrute del contacto obtenido. Es
la etapa donde puedo obtener placer y disfrutar el instante presente, tan buscado en el
juego. En el momento de contacto, establezco un puente entre lo que me rodea y yo, he
logrado obtener lo que quería: mi necesidad está satisfecha. Sería el arte de la celebración,
el punto culminante en el que hay explosión y terminamos el ciclo para que finalmente
podamos retirarnos, para que pueda entrar algo nuevo.
Tal como vemos el modelo en la terapia Gestalt, la persona es tal como integrada por todas
sus partes. Es decir, consideramos a todas las partes del individuo aunque estén separadas,
como el mismo individuo.
85
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
El juego y lo lúdico hace que esta estructura psicológica y física (cuerpo, mente y
emociones) participen en un mismo proceso con igual intensidad: tendiendo un puente en
la experiencia de cada una de ellas, de una forma autorreguladora:
Por tanto, estaríamos hablando de un enfoque integrado donde cada una de las partes se
puede expresar en su forma más genuina, según la necesidad que convenga en el
momento. De esta manera, todas las partes buscan su proceso de integración y
autorregulación, como si pretendieran buscar una armonía por el solo hecho de estar en un
punto lúdico, de juego; de esta manera dejan de estar desasociadas y lanzan lazos de unión
e integración, a través de la experiencia corporal, cognitiva y emocional.
Para que algo se llene, necesitamos que ese algo esté vacío o tenga un espacio contenedor.
Si este contenedor está lleno, necesitamos vaciarlo. Por tanto, en la terapia Gestalt a veces
es necesario desaprender actitudes para aprender nuevas. Necesitamos de ese vacío para
que pueda acontecer la fertilidad.
Casi siempre los aprendizajes suceden o a través del cambio o a través de la conciencia. El
cambio a su vez puede surgir a través de la saturación (el estar demasiado lleno hasta
desbordar) o a través de la experiencia y la toma de conciencia. En ambos casos el
aprendizaje ocurre después de un desaprendizaje.
86
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
desarrollarse.
Y es que cuando nuestra atención está puesta en el aquí y ahora del juego, sin propósito o
intención más allá de lo que acontece mientras jugamos, aparece la conciencia, el
descubrimiento de lo que hacemos y cómo lo hacemos, permitiendo que lo lúdico
transmute en lúcido: aprender y, además, pasándoselo muy bien.
Sin duda, la potencia explicativa del concepto del juego está en su validez teórico-
práctica. En el juego, acción e interpretación son indisolubles. El juego actúa como patrón
cognitivo que guía las decisiones, y estas decisiones, crean y recrean el juego mismo.
Con el desarrollo del juego, se generan pequeños cambios de actitud desde una perspectiva
ecosistémica de las organizaciones y los grupos, actitudes más co-responsables, más
cooperativas y participativas y en consecuencia, que los participantes incorporen
aprendizajes que:
• Reconozcan y potencien los recursos que poseen para resolver problemas con
más facilidad.
87
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Los juegos vienen a ser metáforas de la vida. Refieren situaciones que guardan analogías o
cierto nivel de similitud con dificultades o problemas que podemos enfrentar en la vida
cotidiana. El hecho de enfrentar conflictos desde el jugar permite una disposición en un
óptimo estado de recursos. Por un momento, podemos suspender toda una serie de
creencias, suposiciones, miedos, que limitan, en la experiencia real, nuestra capacidad de
resolución, el uso óptimo de nuestras habilidades. Decimos que un niño copia o
representa, imita, porque, como observadores que no están en la experiencia, no podemos
más que referirnos a lo que vemos desde "fuera". Cuando en lugar de observar lo que
hacemos es jugar, nos damos cuenta que, conforme practicamos o nos dejamos llevar por
el juego (ya que, como adultos, nos falta práctica) en realidad VIVIMOS en el juego,
somos el personaje que representamos (como lo son los buenos actores que actúan, no
representan). Sólo al finalizar el juego, a posteriori nos damos cuenta que no lo somos.
Cuando jugamos con nuestros niños, o con amigos o con el perro, no nos estamos diciendo
a nosotros mismos que eso es un juego. Al contrario, cuando nuestra mente está puesta en
otra cosa, en un tema del trabajo, en una dificultad -la que sea-, nos damos cuenta de que
no estamos por lo que hacemos y decimos que estamos dispersos, con falta de
concentración, con la atención en otra cosa, etc.
88
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
1- Favorecer el presente.
En las técnicas de terapia gestáltica, las reglas para jugar son escasas. Sobre todo se trata
de proporcionar los medios eficaces para unir sentimiento y pensamiento, es decir, el
propósito es ayudar a sacar a la luz las resistencias para promover una toma de conciencia,
para facilitar un proceso de maduración. Para poder vivir el máximo de experiencias
posibles.
El juego tiene un valor de chequeo para demostrar al individuo de cuántas formas evita
experimentarse plenamente a sí mismo y al ambiente. Y a la vez darle la capacidad de
conciencia para que pueda experimentar formas más plenamente satisfactorias de relación
consigo mismo y el ambiente. Digamos que el “cómo jugar” tiene como principal regla el
principio del Ahora, del momento inmediato, de la experiencia actual, atendiendo a la
experiencia personal que está aconteciendo, y experimentando la fascinante sensación de
percatarse de lo que está sucediendo en el momento.
2- Principio de Yo y Tú
Con este principio de Yo-Tú, expresa de forma clara y concreta la idea de que la verdadera
comunicación incluye tanto al emisor como al receptor, es decir, que cuando uno escucha
un problema, ya es parte del problema. Cuando uno escucha una solución, ya es parte de la
solución.
En el terreno del lenguaje, es “siempre que nos comuniquemos, decir directamente a quién
89
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
se le está diciendo eso, y no hablar de generalidades”, para que las palabras toquen
realmente al otro: que haya contacto real entre el Yo y el Tú.
Por tanto, en cualquier juego gestáltico, se tiene que mantener esto hasta las últimas
consecuencias.
3- Lenguaje personal
Esta es una regla semántica, que en los juegos de la Gestalt implica un principio de
responsabilidad. Convertir el lenguaje impersonal en personal. Por ejemplo: en lugar de
decir “siento un ahogo”, “estoy ahogándome”. En este caso, entendemos que en este juego
el individuo experimenta un grado de responsabilidad mayor, en este cambio de lenguaje.
Así, en los juegos, podemos ver que las cosas no ocurren (sino que yo hago que ocurran),
y en este juego, vamos ganando responsabilidad para llegar a cambiar el “no puedo” por el
“no quiero”.
4- Continuum de conciencia
90
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
bueno poner la atención sobre el contacto y la retirada, como paralelismo con la totalidad
de los procesos vitales, es decir, con la polaridad también de figura-fondo: la capacidad de
amar frente a la incapacidad por resistirse a la ira; la inclinación natural al contacto o la
huída o retirada como resistencia.
También en los juegos gestálticos podemos utilizar toda la línea de juegos teatrales, como
serían el Psicoteatro, la representación, la exageración, la repetición, la fantasía…
A través del juego del teatro, hay una parte de los mecanismos de fabricación de evitación
con el contacto que tienen que ver con todo lo que no queremos mostrar de nosotros, con
la parte que escondemos, con la parte que creemos que no es comprable al resto de
mortales y que podemos experimentar con el psicoteatro a través de diferentes roles
inexplorados en la vida cotidiana.
Cuando nacemos y vivimos en contexto familiar y social, tenemos que aprender unas
estrategias relacionales, así conseguimos ser seres más adaptados para vivir en sociedad.
Este aprendizaje que hace que el tú y el vosotros pase por delante del Yo en algunas
ocasiones, puede derivar en un alejamiento de las necesidades del Yo que dará como
consecuencia los mecanismos de interrupción de las necesidades que la Gestalt desarrolla
como mecanismos neuróticos: cómo para ser aceptados y queridos perdemos una parte de
nuestra autenticidad o de nuestro Yo, en esta dicotomía constante entre libertad y
adaptación.
El juego con elementos teatrales tiene como finalidad recuperar numerosos roles que nos
pertenecen, entre ellos, la posibilidad de recuperar la ingenuidad, es decir, el “no saber”, el
dejarnos sorprender.
El trabajo con el teatro nos permite explorar diferentes capacidades no desarrolladas y que
son potenciales que tenemos: ¿qué pasaría si yo no tuviera miedo y me mostrara con lo
más ridículo de mí, con lo que peor llevo y con lo que me da más miedo? Porque hay la
91
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
creencia que el adulto tiene que esconder y filtrar algunas cosas. Como si pudiéramos, de
alguna manera, recuperar a través del teatro la capacidad de juego que tienen los niños de
ser el personaje que en cada momento les apetece.
La terapia Gestalt a través del juego teatral nos permite trabajar eso: la inocencia de vivir
la vida con un asombro constante, con actitud de presencia en el momento, no hay
anticipación, sólo hay experimentación.
El juego teatral de descubrir todos los roles que conviven con nosotros y en nuestro
entorno, equivaldría a la misma actitud (con conciencia) de un niño de 4 años que va
caminando y se cae; cuando cae, llora; inmediatamente ve una cosa bonita y se olvida de
que se ha caído para dirigirse y perderse en esa cosa que le agrada en ese preciso instante;
que al coger una pelota del suelo, sin querer, da una patada y la envía más lejos y al ver
cómo sus mayores le ríen esa gracia espontánea, repite la patada y se ríe también, y sigue
repitiendo mientras ve que ese acto tiene resultado: el resultado de entregar esa parte
inocente de mí, a veces ridícula, para hacer sonreír a los demás… Se va asombrando a
cada momento y no pone un juicio antes de que ocurra algo, sino que sabe sacar partido de
cada momento, sin poner en marcha ningún mecanismo de evitación del contacto y deja
surgir la autenticidad, lo real. Eso es difícil para el adulto, ya que los adultos tenemos una
carga de heridas, de traumas, de introyectos (sobre el ridículo, el bien y el mal…), de
anticipaciones… El teatro nos ayuda a intentar experimentar otra actitud delante de los
acontecimientos.
92
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
papeles donde puedo experimentar la parte sádica, cruel, o agresiva, para de esta manera
saber dónde están mis verdaderos límites.
Podríamos hablar de una actitud muy parecida a la actitud Zen, en el sentido de que
contacto con la austeridad del pensamiento y la emoción, me dejo sorprender por la vida,
confiando en que hay un poder autorregulador que me llevará al mejor lugar.
Esa verdad espontánea empieza cuando no hay nada, en el “vacío fértil”: no voy a hacer
nada para gustar a los demás. Cuando yo me muestro, es tal como soy. Ayuda a mostrar la
decepción, la autenticidad en el sentido de que el ridículo ocurre no tanto por lo que
hacemos sino por nuestra reacción; los demás muchas veces no piensan “qué tonto eres,
qué ridículo eres”. Aquí estamos poniendo en marcha nuestras estrategias proyectivas,
porque los demás pueden estar observando nuestras conductas y actitudes y hacer
93
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
El teatro utilizado en la terapia Gestalt es también una forma de jugar, un “como si” de
transitar otras polaridades desde un aspecto de experimentación y juego. Tiene que ver con
explorar lo que normalmente creemos que sería ridículo o no gustaría: lo evitado. Cuantos
más segundos nos quedemos en esa zona (vacío), más posibilidades nos ofrecemos de
entrar en contacto con la parte oscura que no hemos explorado, a causa de su “mala
prensa”.
Si lo mío lo entrego a los demás, voy a recibir mucho porque los demás se van a reír y a
jugar conmigo. Es un acto de generosidad espléndido… Lo doy todo para que disfrutéis,
para que riáis conmigo, para que lloréis conmigo.
También en el psicoteatro existe el público, pero en este caso sería como el principio Tú-
Yo; es decir, el experimentador es parte del experimento: si hay testigos, ese mismo hecho
hace que confiera una importancia distinta que si lo hago solo ante el espejo. Por ese
hecho es importante que en la experiencia del teatro gestáltico se haga en grupo, o que
exista al menos un testigo.
94
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Cuando estamos actuando en el juego de teatro terapéutico, la mirada del otro puede
darnos o quitarnos energía, en el sentido de que si soy comunicativo y mi acción hace de
espejo hacia el contacto, eso me llenará de satisfacción; si en cambio noto y siento la
retirada de los otros, esto incrementará mis dificultades en lo relacional.
Puede ocurrir que el ser observado también me haga explorar zonas evitadas, o que no
estoy acostumbrado a explorar, y descubra que la mirada de los otros me puede llevar a
una actitud placentera, aunque no narcisista. Cuando acompaño a un niño a un parque
donde hay columpios y toboganes, enseguida detecto cómo reclama mi atención cuando,
por ejemplo, está encima del tobogán, listo para tirarse, y me llama: “¡Mira qué hago, mira
qué hago!”, y lo repite… Y tengo que estar ahí, pendiente… Y lo que hace el niño, el
adulto lo ha visto mil veces, nada hay de extraordinario en un niño que baja por un
tobogán. Pero la actitud de asombro, de entrega, de darme todo lo que en ese momento
tiene (su emoción, su satisfacción, su pericia para subir al tobogán y dejarse caer, su
querer compartirlo conmigo) es lo que me mueve a estar pendiente de él con la máxima
atención de la que dispongo. Es este juego de que el niño se asombra, comparte conmigo
la emoción que él siente y cree que sin duda yo la vivo con él.
95
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Otro ejemplo: cuando un adulto vuelve del viaje de su vida y te enseña unas fotografías
con la emoción del sentimiento, como si te estuviera enseñando el viaje.
La capacidad de asombrarse, de imaginarte que lo que está ocurriendo está ocurriendo sólo
en ese momento, y con esa actitud de entrega, de regalo, de presencia, de entregar lo que
yo soy, sin más, a vosotros, sin reserva. Y esa es la manera de que el público capte de
verdad el mensaje de entrega y lo acepte sin condiciones: por su condición de autenticidad
y porque esta autenticidad es la que les llega a un nivel externo a lo intelectual, lo
“compran” sin reservas.
96
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
A veces para comunicar algo no es necesario ser muy bueno en eso, sino ser auténtico: esa
verdad llega más que alguien pomposo con un discurso súper-elaborado. Con la perfección
de lo que cada uno es, dar la parte auténtica a los demás.
Me gustaría introducir aquí una parte de la conversación que tuve con Claret al ir haciendo
conjuntamente estos talleres de crecimiento personal y Gestalt, que llamamos “Clown
gestáltico” o “Gestalt y Clown”.
Sobre todo, partir de la base de la generosidad: vamos a aprender de los demás. Esta
técnica es para potenciar el conflicto, el fracaso, el ridículo, el no saber hacer o hacer
mal… Se basa en estas premisas. Yo digo que “para hacer las cosas bien, tendríamos que
97
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Es cierto que también hemos visto payasos tocando el saxofón, pero es evidente que
mientras tocan el saxofón están haciendo música, no Clown. Es una excusa para estar un
rato más en escena, para acabar el número, para que luego explote el saxofón… Para que
surja algún problema. Pero mientras el Clown se entrega a la tarea de hacer de malabarista
o tocar el saxofón, no está desarrollando la faceta de Clown; diríamos que está en su
Clown-intelectual, aprovechando el escenario para mostrar otras habilidades ajenas a las
que le son propias.
Yo diría que mi forma de trabajar el clown concuerda con todas las premisas de la Gestalt
de Fritz Perls, y a la vez permiten estar vinculadas al juego y al ejercicio del clown, es
decir: el Aquí-Ahora, la toma de conciencia, la relación entre el Yo y el Tú, el contacto y
la retirada, y la capacidad de asombrarse del presente, y la plasticidad de la adaptación al
cambio, según o que acontece.
Como cuesta, siempre en los grupos pedimos un poco de generosidad, porque en algún
momento tú estarás en el escenario, en otro momento harás de público y cuando más
aprendemos es cuando somos parte del público; por lo tanto, al salir a escena, siempre
digo: “entregaos para que vuestros compañeros puedan aprender de vosotros y luego
recojáis de las demás actuaciones la generosidad que habéis entregado, con la forma
propia de cada uno… Con lo que hay en cada uno en ese momento…”.
Vamos a potenciar el juego: el juego es muy importante, hay que jugar como los niños y
las niñas para entregarse en la libertad inmensa del juego. Y luego las emociones: si
98
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
enseguida nos vamos al intelecto, no dejamos que aparezca nuestra autenticidad si nos
vamos al pensamiento de que estoy haciendo el ridículo…: “ostras, qué digo yo ahora…
No se me ocurre nada… Y es que hay ahí delante treinta personas… Y están esperando
que diga algo… Cuidado, cuidado… ¡Aquí estoy quedando fatal…!” Vamos a dejar que
crezca este conflicto, a ver qué pasa.” Y esperar a que ese vacío se vuelva fértil; es decir,
darle un espacio.
Os voy a poner otro ejemplo de la Gestalt y el juego: un músico americano que hacía un
concierto de piano que se llamaba “4-40”. Era una performance sobre la vida. Abría la
tapa del piano y se quedaba cuatro minutos cuarenta segundos sin hacer nada. Allí se
creaba el concierto, cada vez era distinto: por un lado, la importancia del no hacer nada,
del vacío, del silencio; y por otra, los comentarios del público, sus miradas de asombro y
de no entender nada, sus expresiones: “¿qué debe pasar?”, “¿Se encuentra mal?”, “¿Se
ha estropeado el piano?”, “Yo creo que está colapsado, tiene un bloqueo y no se acuerda
de nada…”, “No, si ya dicen por ahí que se droga… Ahora debe estar en pleno efecto”. El
público, con su carga de asombro, estaba desarrollando parte del concierto, llenando ese
vacío y haciéndolo fértil.
99
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
por detrás de nuestra conciencia y por delante de nuestro intelecto, y nos lleven a sufrir
ante la propia decepción de no saber cómo manejar una situación, desde el punto de vista
de lo social y políticamente correcto. Poder convivir con la parte oculta que a veces nos
dicta a través de los introyectos que somos personas ridículas, no aceptadas, no tan bonitas
o perfectas como deberíamos ser supuestamente…
¿Cómo se pueden transitar todas las polaridades que están ocultas en nuestros
talleres?
La experimentación con el teatro terapéutico nos enseña esas facetas que normalmente
escondemos. Y al trabajar con la mirada de los demás, comprobaremos cómo lo oculto,
aquello que no quiero mostrar, sale a la superficie aunque yo no quiera, cómo los demás sí
ven lo que celosamente guardo de mi personalidad porque yo no lo acepto y quiero
guardarlo. Aprendo que es mucho más cansado y desgastador pasar todo el tiempo
escondiéndolo que aceptarlo y mostrarlo. Al compartirlo, podemos reírnos conjuntamente,
y al entregarlo a los demás, podemos conectar y comunicarnos a través de la simplicidad
de mi imperfección, de mi propia peculiaridad.
Las reglas que se fijan al principio o los parámetros que se proponen para su desarrollo en
un caso concreto son meras orientaciones desde las cuales desarrollar la imaginación y la
creatividad. Suponen para los jugadores retos que superar, de manera que la aportación
100
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
precisa de cada uno de ellos, surgida del momento presente y de la intuición, añaden a su
participación el gozo de crear, de sentir emerger ideas válidas en ese momento, que le
sorprenderán respecto a sí mismo: “si en mi vida no soy capaz de innovar, de modificar las
estructuras que la sustentan… ¿qué ha pasado en este momento, en el que, sin pensarlo, fui
capaz de inventar?”. Esto vuelve a enlazar con el vacío fértil, que nos lleva a una nueva
creación.
El valor expansivo del juego: la necesidad de los espejos que nos reflejan los demás.
Enfocado al valor grupal que aporta. Cómo en estos tiempos se está enfocando la
conciencia grupal, estamos en los albores. Se nota que hay algo desde lo que las personas
necesitan ir más allá del individualismo. Si lo comparamos con la época del Renacimiento,
en el Siglo XVI o XVII no había nada al respecto, era una época oscura.
Por supuesto que se puede jugar solo. Pero ayuda mucho compartir el entretenimiento con
los amigos, puesto que además se enriquece a partir de las propuestas que cada uno
incluya. El juego resta a la frontera individual para salir a jugar con los compañeros, a
compartir y a disfrutar conjuntamente. Mi juego solitario, que es válido y rico en las
circunstancias en que sea necesario para mí, es “más pequeño”. No es lo mismo estar con
uno que compartiendo con, por ejemplo, veinte personas más. No es lo mismo que a ratos
vuelvas a ti, que sería contacto y retirada de la Gestalt (a veces me canso y vuelvo), un
101
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
rato. Como algo sanador y nutritivo, algo flexible. La importancia del espejo que nos
hacen los otros para poder recuperar las proyecciones que realizamos.
102
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
MARCO PRÁCTICO
Para dar soporte práctico a toda la teoría expuesta hasta ahora y a las opiniones de
profesionales relacionados con nuestro trabajo, hemos considerado necesario tomar en
cuenta las experiencias de diferentes personas que hayan estado formándose con Gestalt a
partir de juegos.
Una de las diferencias más notables es la duración de ambos: mientras que el primero es
un grupo de un año de duración, el segundo abarca un total de 3 años. Tendremos entonces
la oportunidad de poder comprobar qué ocurre en ambos procesos, cuáles son los avances
más significativos, qué se consolida en uno y que se consolida en el otro etc.
103
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En ambos grupos vamos a charlar con algunos de sus componentes. Vamos a contemplar
sus expectativas, la realidad con la que se encontraron, sus momentos de
desencuentro/reencuentro, los desencantos, las crisis, las aplicaciones que han encontrado
en su vida a partir de los juegos gestálticos, los cambios en su ser y hacer, la aceptación….
Estos testimonios son, si cabe, los más importantes para nosotros, los que nos han
señalado el camino a seguir y a partir de los cuales hemos ido adaptando y desarrollando
nuestro modelo, cuestionándonos continuamente cómo hacer que fuera cada vez más
efectivo, práctico y “real”.
104
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
“Un grupo es como un ser amado. Es preciso atender a sus sentimientos, sus necesidades
y su energía disponible”.
Joseph Zinker.
Septiembre del 04. Estamos como terapeutas conductores Ferran y yo, Nela. Hay una
novedad interesante, y es que por primera vez contamos también con una observadora:
Susana. De todas maneras, siento un poco de incertidumbre ante este hecho, ya que no sé
como va a reaccionar el grupo, no tengo referencia para poder comparar.
¿Qué hacemos?
Tras nuestras presentaciones y la explicación de algo del contenido de lo que va a ser este
grupo pasamos a algo vivencial.
1) Para presentarse: un juego fácil y simple que facilita las presentaciones entre
ellos. Utilizamos para ello una herramienta “potente”: un cojín. La persona que lo
105
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
106
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
4) El Mercadillo: “Ir a por vuestras pertenencias, pues vais a necesitarlas para lo que
vamos a hacer a continuación”. “¿Qué?” Pues montamos como un mercadillo
ambulante o un “zoco” compuesto por múltiples paradas. Cada parada es de uno de
ellos y en ella han de colocar sus pertenencias, aquellas que tienen en sus bolsos o
en sus bolsillos. El objetivo perseguido aquí es generar un clima donde puedan
empezar a mostrarse: sus pertenencias definen en cierta manera quiénes son ellos,
cuáles son sus gustos, preferencias etc. Damos también una consigna: pueden si lo
desean “esconder” debajo de su cojín algún o algunos objetos que no quieren
mostrar, de esta manera estamos dándoles la opción de “escoger” y sutilmente
“marcar un límite” de hasta dónde si y hasta dónde no.
107
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
(Redacta: Nela)
Hemos estado valorando con Ferran ¿a quién escogemos para ello? Como son tres talleres,
decidimos que también fueran tres personas las entrevistadas y éstas habían de estar
además en proceso terapéutico individual para de esta manera facilitar el trabajo y que éste
pudiera ser más completo. Debo hacer también otra aclaración: cuando intervenga en las
entrevistas para el proceso analítico lo voy a hacer en otro color, el naranja. Ferran en
cambio se decanta por el color azul. A momentos nuestros comentarios y análisis serán a
dúo, porque es a dúo como llevamos este grupo y porque así podremos dejar constancia
de que ante el mismo hecho las percepciones pueden ser a veces bien diferentes: lo que es
figura para mi no tiene que serlo para él y viceversa.
Personas entrevistadas
b) Primeras impresiones tras el primer taller. ¿Cómo fue el primer contacto con el
grupo? ¿Hubo dificultades de comunicación? ¿Cómo viviste tu primera experiencia
en cuanto a:
108
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ii. Responsabilidad de yo
c) ¿Cómo vivías la diferencia de lo que ibas aprendiendo cuando lo vivías dentro del
grupo y cuando lo reconocías fuera, en tu vida cotidiana?
Entrevistas
FERRAN: vamos allá. Las primeras aproximaciones para centrarnos en el trabajo, serían –
para cada una-: ¿Cuál fue tu motivación para apuntarte a un grupo de crecimiento personal
a través de la Gestalt y el Juego? ¿Cuál era tu momento personal, qué síntomas tenías para
buscar apoyo terapéutico, qué te estaba pasando en esa etapa de tu vida? ¿Por qué
escogiste este sistema de la Gestalt y el juego: conocías algo antes, te habían hablado de
ello, cómo fue que decidiste entrar a formar parte de este grupo de crecimiento personal
gestáltico?
Además, la Gestalt la empecé a conocer por Jorge Bucay. Por casualidad llegó a mis
manos… alguien me contó unos cuentos… a mí me gustaba mucho eso de los cuentos, así
que a partir de aquel primer contacto, me busqué algún libro de cuentos y descubrí a Jorge
Bucay, que para mí fue un regalo.
Me leí todos los libros. En esa época fue cuando ya me animé a venir, a meterme en esto,
porque sabía que por una parte estaba el tema de los juegos, y también la Gestalt me
109
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Chelo procede de terapia individual con Ferran. Podemos percibir como el tomar
conciencia del área corporal y emocional le ayuda a que el plano mental no sea tan
protagonista en su vida. Este cambio de percepción de su Figura Fondo resulta
sanador para ella ya que acostumbrada como estaba a analizar todo cuanto
acontecía, no se había dado cuenta que precisamente esto la sacaba del ahora, del
presente perdiendo con ello el contacto con sus auténticas necesidades.
Recuerdo que el primer concepto gestáltico que me llegó fue el famoso “Aquí-Ahora” que
me dejó ir un día Ferran, y que me pareció algo como muy grande y muy misterioso…
Muy misterioso porque no había oído hablar de ello, o nunca le había puesto atención. Y
muy grande porque intuí que si conseguía entenderlo y empezar a vivir mi vida de acuerdo
a esos parámetros iban a cambiar muchas cosas. Era lo único que conocía, porque yo no
había leído nada de Jorge Bucay; apenas algo de Paulo Coello, que tampoco tiene que ver
mucho con la Gestalt, así en la teoría, y que tampoco tiene mucho que ver con el tema
este. Y no conocía nada más.
110
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Bien, cuando empezó el curso ya no estaba en el bache en el que había llegado, pero
todavía sentía que necesitaba trabajar mucho mi relación con los demás. Para sentirme
cómoda. Yo antes no me sentía demasiado cómoda tratando con el resto del mundo,
quitando a mis amigos, los más íntimos. Cuando estaba con gente estaba siempre como en
tensión. No acababa de sentirme relajada.
También hice un stage de cuatro días para probarlo. Entonces descubrí que con las
dinámicas de juego, si me encontraba un poco bien, lo podía hacer. Me daba una sensación
de estar mucho más sana… Esto del incorporarme también a nivel juegos y movimiento a
nivel corporal fue un agradable descubrimiento en mi vida. Entonces, como me lo pasaba
bien, también era como intentar yo saber -y esto es lo que me costaba más cuando me lo
pasaba muy bien jugando-, pues intentar, por mi problema, ceder, parar. Esto es lo que
111
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
más me costaba, el decir “ahora no juego porque me duele”, ¿no? Yo seguía jugando…
Por eso me ha costado un poco a nivel personal adaptarme a los ritmos de los talleres,
¿no? Porque todo el mundo cuando se lo pasa bien quiere seguir.
Otra dificultad importante radica en exponer lo anterior delante del grupo, ya que
lo habitual para ella hasta ahora es el “esconder“ y disimular públicamente,
interpretando el personaje de “que no pasa nada”, “que no duele” y que todo va
bien. En su proceso terapéutico individual pudimos darnos cuenta que esto se debe
a un fuerte introyecto proveniente de su sistema familiar de origen.
Pero a nivel personal me ha servido mucho. A mí, sobretodo a nivel de poderme relacionar
con gente y contar lo que me pasa, ¿no? Que antes me encerraba mucho y me daba como
mucha vergüenza, por… sobretodo por el hecho de sentirme víctima de los demás y que
no me gustaba exponer lo que le pasaba. Sí, eso.
ELISENDA: Sí, me costó un poco, pero cuando vi que la incorporación del movimiento
también me ayudaba a nivel mental, lo encontré muy interesante. Me gustó, vaya.
NELA: ¿podríamos comentar cuáles fueron vuestras primeras impresiones después del
primer taller? Intentad traer al presente ese momento, y sentir que ahora es como si
estuvierais saliendo del primer taller o del segundo taller. Vuestra experiencia inicial, en
definitiva… ¿Cómo fue el primer contacto con el grupo? ¿Hubo dificultades de
comunicación? Si lo podéis relacionar con el tema del juego…
112
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
grupo. Porque yo había estado en el taller de verano anteriormente. Ese mismo verano me
había apuntado a Crecimiento Personal. El verano en Mas Carbó fue muy idílico, fue mi
primer acercamiento a todo el mundo de la Gestalt y de los juegos. Fue un grupo de 12
personas maravilloso, que yo idealicé muchísimo.
Por eso el volver a empezar, encontrarme ahora con nueva gente… Y empecé estando
bastante a la defensiva. En los juegos participaba y demás, pero… Por ejemplo, en el
juego de la pasarela lo primero que me dijeron más de uno es que veían en mí mi “mala
leche”… ¡Y eso me sentó fatal, imagínate! Que vieran a simple vista mi estado de crisis, y
que estaba realmente con mucho enfado interior. Y que yo sin quererme mostrar a gente
totalmente extraña que se dieran cuenta a primera vista de eso de mí, fue muy duro… Esa
sesión lo pasé muy mal. Era en mi cabeza: “Ostras, esta gente que no me conoce de nada,
solamente por pasar por ahí en medio, ya han visto mi mala leche…”. Recuerdo que salí
muy… muy mosqueada conmigo misma…
NELA: ¿Enfadada?
CHELO: sí, enfadada… De que se notara tanto… Además, una cosa que… ¡yo nunca
mostraba mi mala leche! Era muy buena niña, yo… Nada de enfadarme… Y descubrí que
se veía a la legua.
Podemos constatar como a través del juego de “La Pasarela”, Chelo pudo darse
cuenta y tomar contacto con que no iba a serle tan fácil seguir con su
comportamiento habitual de ocultar su rabia, su enfado. Sobre todo porque en el
grupo ya se habían percatado. De esta manera sale de la zona conocida para
adentrarse en una zona nueva.
Ese es el primer recuerdo que tengo de esa primera sesión, de un susto y de pensar: “¡Que
fuerte, lo que me va a tocar hacer aquí…! No todo es tan bonito, tan… Voy a tenérmelo
que currar….” Además veía que había una distancia, una barrera muy grande con la gente
del grupo nuevo y que me costaba acercarme, porque los comparaba con el grupo del
verano.
113
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Este ha sido un tema importante también para ella: realmente no nos veía, no veía
al grupo. Enamorada como estaba de su “ideal” de grupo, aquel del verano, no
podía integrarse en el de ahora. No fue sino hasta más de la mitad del taller que
empezó a “dejarse caer” en nosotros. Pudimos enlazarlo con su vida: el
enamoramiento del “ideal”, de la fantasía, no deja que atienda a su realidad más
inmediata perdiéndose con ello una buena parte de su existencia.
JUDITH: pues yo recuerdo que empecé la primera sesión riéndome, y salí riéndome,
habiendo disfrutado mucho, y pensé que me había apuntado a un curso que me iba a
ayudar mucho. Lo vi claro.
Recuerdo los juegos que habéis comentado. En el de la pelota imaginaria, me acuerdo que
al principio éramos un grupo grande, de unos 15 o 16, luego disminuyó un poquito, pero…
Y nada, no dábamos pie con bola en ese juego... Nos liábamos, decíamos PUM cuando era
ZAS, y la supuesta pelota estaba por un lado y el que la tenía ni se había enterado, y… De
nuevo salió el concepto del Aquí-Ahora y la atención, que lo introdujo uno de los
conductores, Ferran o Nela, no sé. Me acuerdo porque todo el grupo se dio cuenta de lo
que estaba pasando, y de lo que tenía que hacer: estar presente. Y a partir de ahí, fuimos
capaces de sostener la pelota mucho rato entre unos y otros.
114
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
(ja, ja, ja), pero ese día se me puso la mar de bien la situación y pude aprovecharla…
FERRAN: la pasarela…
JUDITH: ¡Ah, sí…! La pasarela, ¡claro…! La pasarela… Bueno, yo venía como he dicho
de una ruptura sentimental y de no llevar muy bien mis relaciones con los hombres. Y en
aquel grupo había, si no recuerdo mal, tres chicos…
JUDITH: sí, estaba Salva, estaba Ricard y luego otro Ricard que luego se desapuntó…
ELISENDA: y estaba aquel, ¿cómo se llamaba? Aquel que estaba tan bueno…
ELISENDA: Rubén…
Vale, pues estaban estos chicos. Hicimos la pasarela, y venga, a salir. Y yo me acuerdo
que salí, y yo supongo que iba… a romper… Y lo que yo quería era en aquel momento
era… pues yo qué sé… que me hubieran dicho “atractiva, sexy”… ¡Yo qué sé…! Y todo
eso se lo dijeron a Elisenda, y a mi me dijeron tres o cuatro cosas que podríamos resumir
en “alegre”… Claro, el grupo vio “alegría”… Y yo me fui puteadísima a mi sitio
pensando:” ¡Pues vaya mierda de cualidad…! Alegría…”. Y ahora me da hasta pudor
decirlo, ¿no?, porque ya ves la alegría que es un don genial. Pero yo en aquel momento
quería oír otra cosa, y no era capaz de valorar que la gente viese en mí “alegría”. Y bueno,
115
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
recuerdo también del juego del cojín de lanzarlo diciendo el nombre, el de presentación…
Recuerdo que al acabar Marta dijo: “Me he sentido un poco apartada porque de mi nombre
la gente no se ha acordado, por lo que sea, y no me han pasado el cojín… O sea, no he
podido participar”. Y me llamó mucho la atención el valor que tuvo de decirlo. El valor y
la honestidad de reconocer: “estoy aquí y me siento mal por esto”. Porque es algo que yo
en mi vida, con la gente con la que yo trataba nunca me había encontrado. Con algo tan
sencillo como eso, expresar en ese momento lo que estaba sintiendo. Me acuerdo que me
quedé muy impresionada y pensé… en ese momento pensé: “qué valiente, qué valiente…”
JUDITH: sí, sí. A parte de que como trabajamos en esas primeras dos sesiones el
presentarnos a través de los diferentes juegos, el romper las barreras físicas, como con el
de La Mancha,
JUDITH: para mí, sí. Porque siempre hay una primera vez en la que toco a alguien que es
como muy… ¡Oh, lo he tocado! Y luego ya, lo he tocado una vez y no tiene más
importancia, ¿no? Pero la primera vez que toco a alguien es como un gesto de intimidad
que tiene que llegar, y que yo lo necesito para luego poder seguir esa relación con los
demás, ¿no? Y recuerdo que el de La Mancha, pues claro, había que salvarse agarrándose
a una pareja y aquello era… Además de romper el momento del primer contacto físico, lo
viví como un momento de recreo. A mí me llevó al mis tiempos de infancia en el recreo.
Cuando jugábamos a “polis” y ladrones, y esas cosas. Sí, recuerdo vivirlo como muy
116
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: Pues… Yo también recuerdo los juegos como algo muy divertido. Lo que
pasa que muchas veces, por ejemplo, el de La Pasarela, recuerdo de retenerme y no querer
hacerlo. Entonces, cuando me lancé, entonces dije: “¡¡a por todas!!” y entonces me sentí
muy bien. Eso es lo que recuerdo. Que primero iba dejando pasar el rato pensando:
“esperaré, esperaré… Ahora no…” y entonces al ponerme a hacerlo piensas: “Ostras, no
hay para tanto…” ¿no?
ELISENDA: sí, sí… Me cuesta mucho, pero entonces cuando paso… ¡Ostras, qué bien…!
Y luego el que me costó un poco más fue el de La Mancha a mí, por lo de correr, por la
implicación a nivel físico. Pero lo que podía hacer, hasta donde podía llegar, también era
como un disfrute de recreo. De pasarlo bien a nivel de cómo cuando eres pequeño.
Tanto Judith como Elisenda han hablado a través de los juegos de su niña pequeña,
y dentro de su niña de un momento muy especial: el recreo del colegio. Se
establece una relación muy evidente entre el recreo y el goce, el disfrute. Creo que
es un dato importante sobre todo si tenemos en cuenta que es el primer taller.
117
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: sí, me sentí cómoda. O sea, en un principio pensaba que no, al entrar al grupo,
pero a medida que fui jugando, sí, me sentí cómoda. Aunque siempre pensaba que
tampoco había mucho en común con nadie, ¿no? Pero luego fui viendo que da igual, que
tampoco importa tanto esto de las cosas en común. Estas fantasías que te haces en la mente
de: “ostras, es que no tienen nada que ver… Es que tal… Es que cual… Como voy yo a
compartir con ellos”. Y luego no es así. Te integras y encuentras la parte bonita de todo
esto…
NELA: bueno…
FERRAN: ¿está bien así? ¿Queréis decir algo más respecto a vuestras primeras
impresiones y vuestra dificultad o facilidad de comunicaros e integraros en el grupo al
principio?
FERRAN: bien, pues sigamos. Ahora vendría la parte de cómo vivisteis vuestra primera
experiencia en cuanto a focalizar en el daros cuenta, la responsabilidad del yo y la
atención en el Aquí-Ahora.
FERRAN: sí, claro. Sería una pregunta en tres partes: cómo vivisteis vuestra primera
experiencia, cómo fue vuestro primer contacto con lo que son las tres premisas básicas de
la Gestalt: el “darse cuenta”, la “responsabilidad del yo” y la atención en el “Aquí-Ahora”.
CHELO: No…
JUDITH: sí, sí… Sería cómo hemos experimentado estos conceptos, ¿no? a través de un
juego.
NELA: sí…
JUDITH: (pensativa) Lo que pasa es que el “darse cuenta” yo no sé a qué juego lo ligo…
NELA: lo podríais ver más, quizás, a través del juego de “Veo e imagino”. (Es este un
juego o un ejercicio que consiste en que los participantes puedan darse cuenta de la
118
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
JUDITH: es verdad…
NELA: ¿Sí? ¿Lo recordáis? Yo creo que el concepto de “El darse cuenta” lo podríamos
llevar más por aquí.
ELISENDA: Al dolor.
119
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Además me sirve para concentrarme. Que a veces pienso que estoy concentrada, por
ejemplo en el trabajo, y no lo estoy. Lo que estoy es muy atenta a una cosa concreta, pero
igual estoy pensando en cinco o seis.
Y luego recuerdo que me di cuenta de cómo cortaba las cosas, cómo las censuraba, porque
también eran los primeros pasos del grupo como tal y aún yo no tenía la familiaridad como
para dejarme ir y realmente hacer el juego tal cual. O sea, decir: “Veo tal, me imagino tal”
y decir realmente lo primero que me venía a la cabeza. Ahí me autocensuraba.
120
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CHELO: sí… Ahora a veces pienso que no sé qué pasará mañana, y pienso: “bueno, pues
ya llegará…”. No estoy tan preocupada por lo que va a pasar. Entonces me obliga a estar
conectada y en paz.
CHELO: a ver, yo pienso que las herramientas de aquí se llegan a incorporar. Al menos en
mi caso: yo las iba incorporando. A partir del juego y eso. Yo notaba que lo que trabajaba
a nivel de “hablar” en terapia no me llegaba tanto, no se me incorporaba tan fácilmente
como a partir del juego, ¿no? Entonces, según en qué circunstancias, el recordar el juego
me ayudaba, viviendo los efectos del Aquí-Ahora –que me ayudaba a estar en el presente
y a no dejarme ir tanto por no sé dónde del tiempo- me ayuda a entrar en mi vida normal y
corriente, cuando empezaban otra vez mis ansiedades y mis historias, recordaba: “vuelve
al presente, vuelve al Aquí-Ahora”… Es una de las cosas que he ido utilizando desde el
principio.
NELA: a ver, Chelo, sería cómo en cualquier juego, como el de Veo e Imagino o cualquier
otro: qué te llevabas, de qué te dabas cuenta. Si había diferencia entre cómo llegabas y
cómo te ibas después de una experiencia concreta con un juego determinado, ¿te lo he
explicado mejor? Me he dado cuenta de Tal, o Cuál. Por ejemplo, de que mi mala leche se
nota más de lo que creía. O me he dado cuenta de que idealizo a los que me rodean…
¿Qué cositas te llevabas ya por el sólo hecho de haberte fijado en ellas?
121
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CHELO: Vale. Ahora pienso que enseguida en el primer taller, con referencia al Darse
Cuenta, lo que comentábamos antes, me di cuenta de que idealizaba muchísimo al otro
grupo y que eso, al comparar, no me permitía abrirme al nuevo. Entonces, aunque no era
capaz de dar el paso de abrirme, sí que me di cuenta enseguida que no me ayudaba para
nada el seguir idealizando al otro grupo, el quedarme en un grupo que ya no estaba.
NELA: es como le pasaba a Elisenda cuando decía lo de pasar a la acción, que en tu caso,
Chelo, también sería aplicable a tu vida, ¿no?
JUDITH: yo de los primeros talleres no sé si pude exportar nada. Yo creo que fue más
adelante, un poquito más adelante.
Sí que, enseguida, lo del hablar desde el Yo, el responsabilizarme de Yo, sí que eso me
quedó desde el principio. Y lo detectaba sobretodo en los demás. Y en mí misma, ¿eh? O
sea, hablaba y pensaba: “Fíjate, estás hablando otra vez desde el “te” ese extraño que
hacemos”.
Respecto al Darse Cuenta: una de las cosas que creo que me di cuenta más rápido es que
por algún motivo yo reprimía mucho el contacto cariñoso con los demás. El DAR y el
RECIBIR cariño, con gestos, abrazos… Eso sí que pronto lo empecé a poner en práctica
con amigos, con familia y con compañeros de trabajo… Bueno, con algunos, los más
cercanos. Eso sí que recuerdo que fue bastante rápida la exportación.
122
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
que lo que trabajo aquí, por el tipo de grupo y el ambiente que se crea y el espíritu de
grupo que hay, tiene bastante poco que ver con mi vida laboral, sobretodo, que es donde
más horas paso al final del día. Siempre he tenido un poco el freno mental, que a lo mejor
lo creo yo pero ahí está, que lo que hago y aprendo aquí, no lo puedo llevar a mi trabajo.
Por ejemplo, porque es un sector muy competitivo, muy estresante… Es la publicidad y…
Buff… Yo recuerdo que oía sobretodo a los del grupo que son profesores, que enseguida
hablaban de los experimentos que habían hecho con sus alumnos. Recuerdo a Chelo
diciendo: “Pues les he puesto un juego”, “Y he aplicado lo de los "quereres"…” Y lo
explicaba con una alegría, y con un entusiasmo, y…. Y a mí me daba envidia. Pensaba:
“¡Qué suerte, fíjate…! Lo puede llevar fuera, y para mí se queda siempre en las cuatro
paredes de Espai Lúdic.
Aquí Judit está proyectando en su mundo laboral su parte competitiva, pone en los
demás la parte competitiva que no ve en ella y que también le suele salir en los
juegos. Su manera de funcionar en los juegos, como luego se verá, es competitiva y
a veces agresiva.
Aunque un poquito, poquito a poquito, sí que he ido llevando alguna cosita incluso al
trabajo. De hecho, últimamente me llaman “La Mística”, en la oficina… ¡Ja, ja, ja!
(Todos se ríen)
ELISENDA: yo recuerdo especialmente un taller, más que al principio, fue por en medio
de ese año de Crecimiento: el de Clown. Aquí, a nivel personal me llevé como mucha
satisfacción conmigo misma, porque yo siempre pensaba: “Ostia, qué poco que me río,
qué poco buen humor tengo, por mi enfermedad… ¡Estoy amargada...¡” Y entonces
descubrí que tenía un sentido del humor y muy poca vergüenza, muy en contraste con lo
que yo pensaba hasta ese momento.
Al salir del taller, empecé a aplicar bastante ese sentido del humor que había descubierto a
muchas cosas, sobretodo con mi pareja, con mi hijo… Con mi hijo lo aplicaba más. Me
proporcionó mucho bienestar al poderlo llevar a mi vida, ¿no? Ese sentido de “ser
payasa”, ¿no? Y me produjo mucha satisfacción, a nivel personal. Eso es lo que recuerdo y
de lo que me di cuenta: que me gustó mucho descubrir que tengo más sentido del humor
del que intuía, y que eso no era cosa del taller: era parte de mí y me aportaba felicidad:
para mí, y también para mi familia. Fue muy, muy bello.
123
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Elisenda hace alusión a un taller que no hemos descrito ya que se realizo a los
cuatro o cinco meses de empezar el grupo; es éste un taller conducido por un
Clown profesional a la vez que con un terapeuta, en concreto yo estaba llevando el
grupo con Claret Clown. Entre otras cosas, el objetivo de este trabajo es que la
persona pueda contactar con ese “payaso-a” interna a la vez que se descubre al
destapar un poco el sentido del ridículo y la vergüenza. Algo muy importante que
yo descubrí cuando lo realicé como participante y que me resultó muy duro es que
el payaso no busca gustar, busca que se le acepte desde lo que es y de ahí había
ejercicios concretos donde “no había que hacer nada”, “sólo” estar allí delante del
público contactando con ellos. La relación que podemos establecer entre este “no
hacer” y este “no tratar de gustar, sólo ser” con algunas premisas gestálticas es
importante –por ejemplo la vía del vacío fértil- y ambas buscan el mismo objetivo.
Volviendo a Elisenda: quiero destacar que pudo contactar con una parte suya que
estaba en la sombra, en este caso era “el sentido del humor”, el “ser payasa”.
Rescatarlas y poderlas incorporar a lo cotidiano me parece más que interesante
para ella.
Elisenda tiene un Perro de Abajo fuerte, entendiendo por tal a esta parte suya que
le hace poner todo tipo de excusas y pretextos para realizar cosas nuevas y
experimentar estados diferentes a los que conoce hasta el momento. Esto lo veo
fundamentalmente al principio de los juegos donde le sale casi siempre la excusa y
pretextos para no hacerlos.
A Elisenda le van muy bien los juegos, porque como se divierte, son la mejor
manera para que entre en acción, cosa que tiene paralizada de momento por su
enfermedad. Con la acción consigue conectarse con sus deseos y necesidades y a la
vez darse cuenta de sus recursos y mecanismos para poder satisfacerlas.
FERRAN y NELA: Bien… Respecto al primer taller, ¿eso es todo? ¿Queréis añadir algo
más?
CHELO, ELISENDA y JUDITH: no, está bien así. Ya irán saliendo más cosas, si es que
tienen que salir…
124
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Vamos a dar paso ahora a esta Sección más personal. En ella nos vamos a descubrir más
nosotros, “los terapeutas”. ¿Qué nos pasa? ¿Qué se nos despierta personalmente con el
movimiento propio del grupo y de sus participantes?... ¿Y lo profesional? Porque ¿dónde
termina lo personal y empieza lo profesional, y viceversa? Transferencia.
Contratransferencia. Resonancia. Personal. Profesional…
Nos pareció importante para complementar nuestra Tesina este espacio abierto para poder
mostrarnos y comunicar desde lo que hay, con la honestidad que podamos aportar y con
ese ser humano que -qué duda cabe- aparece y está presente en toda terapia.
Nela.
Y aquí estoy, comenzando con estas 16 personas: a veces me muestro más y otras
me agazapo. No hay problema, hoy me lo puedo permitir al no estar sola.
Tengo una terrible fantasía que espero y deseo no se haga realidad. Aquí he de
decir que me fantasía y mis sensaciones no van a la vez. La sensación es agradable,
curiosa por conocerlos más y un tanto divertida. Pero claro, ahí está esta terrible
fantasía… ¿Y en qué consiste? Pues… me voy diciendo….”y si esto se desmadra
mucho y no les gusta”. Y claro “si no les gusta, lo expondrán y habrá que
confrontar”…”
125
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
“No: está bien, el grupo está bien”, me digo también con ánimo tranquilizador, a la
vez que constato algo que es bastante obvio.
Ocurre también que mi fantasía tiene su origen, que sí, que ya viene conmigo desde
el principio de mis tiempos pero también tiene una procedencia más inmediata…
Fue, en el grupo del año pasado. Tremendo, devastador para mí. Ahí si que se
materializó la fantasía de confrontación y de que manera. Ocurrió en uno de los
talleres que yo llevé sola. También me gusta poder conducir grupos yo sola, es
todo un reto para mi y cada vez que lo hago gano en confianza y seguridad, me da
aplomo o me doy aplomo al poderlo realizar.
En cualquier caso, en el grupo del año pasado si que se materializó “mi desastre
temido”. .. Una de las componentes en un momento dado empezó a quejarse de
cómo estaba siendo la dinámica del taller. Lo que un principio fue queja fue
transformándose en agresión verbal y ésta pasó de dirigirse del grupo hacia mi
persona, de una manera muy, muy personal. Y allí estaba yo: totalmente sola con
aquel maremagnum. Para acabar de complicarse la situación “la agresora” se alió
con una de sus amigas y entonces fueron dos las que arremetieron contra mí.
¡Terrorífico! Conduje y sostuve la situación tanto como pude aunque realmente no
sabría decir si airosa o no, según desde el lado donde lo analice. Añado además que
¡como es de suponer! todo el grupo fue afectado e intervino en “la guerrilla”
tomando además partido entre un bando u otro. Quiero comentar que, eso si,
aguanté “estoicamente” hasta el final de la sesión; y resaltar que no fue nada fácil.
Fue mucho lo que aprendí con todo lo ocurrido sobre todo después de supervisarlo.
Sí que me aportó. Al materializarse la pesadilla dejó de tener tanto control sobre mí
ya que a fin de cuentas ¿qué más en cuanto a agresión podría ocurrirme
conduciendo un grupo? Otras cosas si que podrían pasar, pero esta ya no tenía
tanto peso en mi vida terapéutica. Había ocurrido por lo tanto ¿de qué tener
miedo?....
126
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Aunque esta mañana de sábado, con este grupo nuevo, donde al parecer la
situación va fluyendo y empieza a tomar forma, yo… pues tengo miedo… La
fantasía, si bien no con tanta fuerza, vuelve a aparecer.
Está bien, todo está bien, y a fin de cuentas ¿acaso el conflicto no está también
bien, aunque pase un miedo paralizante donde mis extremidades se quedan
heladas? Bueno, forma parte del conjunto.
Son las dos de la tarde y es hora de cerrar el taller. Estoy sorprendida gratamente.
¿Por qué? Es un grupo bastante emocional y hoy en la primera sesión ya lo han
dejado notar. Me sorprende y me gusta, aunque para mi es un tanto excesivo y me
retiro un poco hacia una zona de más seguridad donde no me toque tan de lleno
este contacto.
Me despido con un buen sabor de boca. La calidez de este grupo empieza a derretir
las estalactitas de hielo que se habían forjado en mí con el grupo anterior. Es un
calorcito tibio, pero me insufla de energía para continuar y experimentar con otros
grupos, con más gente. Me gusta, me hace bien. Creo que van a tener para mí un
efecto balsámico que estaba necesitando para continuar en el camino terapéutico.
127
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Primero empezamos con todo el grupo junto y por toda la sala. Se van encontrando
y mirándose han de decirse varias consignas; la primera es remarcando el “Yo” y
el “Tú”. Luego empiezan a decirse “Yo sí y Tú no”; han de hacerlo golpeándose el
pecho con el Yo y apuntando al otro con el dedo con el Tú. Pasamos luego a juntar
a todo el grupo en un extremo de la sala y de ahí sale uno solo y se pone enfrente
de todos ellos y ha de decirles: “Yo sí y Vosotros no”. Así varias veces. Cuando ha
terminado sale un nuevo participante hasta que todos lo han realizado. Se va
recogiendo lo que les está pasando con el trabajo. Cuando se ha terminado se les
junta nuevamente por la sala y se termina con un “Yo sí y vosotros también”.
Recogida.
128
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
3) Cuento de Infancia: Este juego está enfocado primordialmente para darse cuenta
de “su guión de vida”. En la mayoría de las ocasiones éste ha sido fijado en la
infancia y sigue operando “compulsivamente” sin que la persona muchas veces sea
consciente de ello.
Se pide a los asistentes que escriban algún cuento, cómic, tebeo… El que más
recuerden de cuando eran niños/as, aquel que tal vez sus padres les leían cuando
iban a dormir (esto, si es que se ha producido; por ejemplo, en mi caso, nadie me
contaba cuentos y era yo misma la que lo hacía, así como muchos libros de
“adultos” que caían en mis manos) o que en el momento presente les venga con
más facilidad al recuerdo.
Una vez escrito se les pide de leerlos en voz alta y compartirlo con el grupo. La
lectura ha de hacerse con dos consignas previas: en primer lugar, identificarse con
uno de los personajes que aparezcan y después leerlo en primera persona. Es muy
importante la recogida que se haga después para que la persona pueda integrar o al
menos darse cuenta de la información que haya aparecido.
129
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
El segundo paso es que, una vez han contactado con su niño/a, este/a va a
contestarles. Para ello se les pide que escriban esta contestación utilizando para
ello la mano contraria de la que habitualmente usan. Cuando todos han terminado –
y esta vez SI-, se les invita a leerla en voz alta –yo personalmente, si alguno no
desea hacerlo en este punto, lo respeto: para mi es algo muy íntimo y así como
otras veces lo considero totalmente necesario, aquí puede dejarse la opción
(aunque no suelo expresarlo en voz alta: sólo si alguien lo pide o lo necesita; y
desde ahí poder recoger todo lo anterior). El trabajo se termina con una
visualización lo más integradora posible del niño /a y el adulto/a.
a) ¿Cuáles han sido las crisis que ha hecho aflorar el trabajo terapéutico de la
Gestalt y el juego en tu vida? ¿Cuáles las aportaciones más significativas?
e) ¿Cómo ha sido la relación con los terapeutas (la autoridad)? ¿Cómo la has
vivido? ¿Has detectado cambios desde el inicio?
130
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entrevistas
FERRAN: Vale, sigamos. Ahora nos vamos a situar hacia la mitad del curso, más o menos
hacia diciembre o enero. Ya lleváis unos cuantos sábados trabajando juntos. Ya han salido
a la luz algunas cosas nuevas, a través de las experiencias que habéis pasado en el curso.
Las preguntas para este tiempo, a grandes rasgos y de una manera general, serían: ¿Cuáles
han sido las crisis que ha hecho aflorar el trabajo terapéutico de la Gestalt y el juego en tu
vida? ¿Cuáles las aportaciones más significativas?
JUDITH: un momento… ¿Estas preguntas tienen que ver con los juegos que acabamos de
repasar y recordar?
NELA: Los juegos los hemos explicado y recordado para ubicaros en el tiempo, para que
recordéis cuál era vuestro momento en el proceso evolutivo de crecimiento personal que
estáis llevando a cabo.
NELA: podéis apoyaros en ellos para decir: “Pues sí, yo recuerdo que más o menos hacia
la mitad, en aquella época en la que jugamos a esto o aquello, yo estaba pasando por…”.
¿Sí? Podéis contestar las preguntas a partir de esta información. Sería como para
acordarnos, refrescar un poquito. Luego Ferran y yo elaboraremos la información
enlazando los juegos con vuestras respuestas, desde una perspectiva de Gestalt.
FERRAN: Vale, entonces sería: la crisis o las crisis que podían haber surgido una vez
pasados esos cinco meses, con todo lo que representa y todos los juegos que hemos ido
recordando. Qué cosas han salido, tanto para las crisis como para los aprendizajes más
significativos.
ELISENDA: no sé, yo por ejemplo, a través de los juegos de lo que me doy cuenta es que
son como una meditación; desde mi experiencia, en la que vivo mucho el presente. Y
también me llevan mucho la inocencia, y eso me aporta… me hace vivir de una manera
131
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
que no vivo normalmente, ¿no? Por mucho que a lo mejor incluso practique meditación u
otras cosas, mediante el juego es diferente. Es como más… Prestar la atención… Es
sentirme muy bien… No sé cómo decirlo. Yo creo que es porque vivo mucho el presente y
me lo estoy pasando muy bien. Y no me da tiempo a pensar en otra cosa.
FERRAN: la pregunta es como que gracias al juego, qué crisis podrías detectar.
NELA: crisis, aunque luego se pueda subir o no. Qué planteamientos nuevos os han
surgido a través de estar jugando con los compañeros del grupo en los espacios dedicados
a los talleres.
ELISENDA: hombre, en mi caso, la crisis es… Creo… Creo… Supongo que también tiene
mucho que ver a nivel mental, pero es algo muy personal que me pasa a mí. Y es que me
da rabia no poder llegar a más, ¿no?
NELA: Mmmm.
ELISENDA: … a nivel de no poderme tirar más a jugar, si quisiera hacerlo a nivel físico
más “bestia”… Me encuentro con mi realidad: que no puedo hacerlo. Eso me da bastante
bajón y tristeza. Pero no sé si esto se puede considerar una “crisis”.
NELA: sí, claro. Sería como que dentro del taller de Crecimiento Personal y Juego, tú
querrías estar más a tope y no puedes. Y eso te provoca insatisfacción… Tristeza…
ELISENDA: sí, como frustración… De preguntarme por qué coño me pasa a mí esto, qué
he hecho yo. O por qué yo no puedo y ellas sí, o ellos sí, ¿no?
NELA: o sea, que el juego te conecta con algo que ya es tuyo, ¿no? Y en este punto sería el
no poder hacer lo que los otros. Y entonces te comparas.
ELISENDA: sí… Me comparo mucho. Yo creo que demasiado. Que no hay una
conformidad con lo que hay. Es así y punto.
132
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: exacto, un verme en lo que soy. Decir: "bueno, es así y yo disfruto hasta
donde puedo, y ya me está bien". Pero no, no hay conformidad, hay frustración. Hay algo
en el taller que no está hecho para mí.
Aquí, en este punto, estamos contactando con algo importante en ella y que ha
surgido bastantes veces a nivel individual: la NO ACEPTACIÓN. El no verse -y
sobre todo, no aceptarse- en su realidad del momento actual, genera mucha tristeza
y mucha frustración sobre su vida. Un punto sano para ella sería poder quedarse
con lo que hay, con lo que es ahora y desde ahí sacar el máximo potencial de sus
posibilidades reales.
NELA: en el punto en que decías “estoy muy seria y no me atrevo a hacer el payaso”
Elisenda está conectando con algo importante para poder aceptar su realidad tal
como es. Podemos percibir una polaridad entre “su mujer enferma” y “su mujer
espléndida”. Progresivamente, está empezando a ver que no hay que estar
espléndida para poder sonreír o hacer cosas, sino que esto también se puede hacer
sin tener que estar al 100 % de todas sus posibilidades; que aunque tenga dolor,
también tiene alegría y puede seguir actuando en la vida, y que el dolor no tiene
por qué interrumpir su contacto con el exterior.
JUDITH: yo del juego de las manos y el aceite recuerdo que me emocioné mucho. A lo
mejor es uno de los juegos que más recuerdo de todo el curso, de todo el año. Porque me
133
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
conectó con varias cosas. Primero, con una creencia que está muy arraigada en mí que es
que parece que la vida me trae momentos amargos, gente que me lo hace pasar mal,
decepciones y tal… pero que en el fondo, la vida es… la vida vale la pena y siempre hay
más… Me conecta mucho con la esperanza, mucho. Y con el optimismo, que creo que es
algo que tengo bastante marcado. Y el positivismo. Porque hay un momento del juego que
la mano se atreve, se la juega o le dan por saco, y entonces se retrae… Pero hay como un
mensaje final de: “Oye, no, fuera, en el mundo hay gente buena, y gente que te quiere, y
gente que te va a aportar algo”. Y yo estaba en un momento… esto debía ser en febrero,
¿no?
JUDITH: vale, pues en enero. Claro, en noviembre se había suicidado mi padre, yo estaba
en un momento muy, muy sensible. Y estaba un poco en ese momento en que piensas que
la vida es tan dura… Y me acuerdo que me emocioné mucho… Se me caían las lágrimas a
raudales…
Momento para Judith a través del juego “Manos y Aceite” de conectarse con la
confianza en la vida y en algunas personas: empieza a tener un mayor contacto
hacia el exterior.
Y me conectó también con… A ver, este juego lo hacíamos entre tres. O entre cuatro. Y en
el cuarteto en que yo estaba, había un chico. Y la sensación de las manos, del aceite, a mí
me llevaba a un mundo muy sensual, de los sentidos, de la suavidad… y me conectó con la
necesidad del contacto con un cuerpo de hombre. Que también la tenía muy… la tengo
muy arraigada, pero muy poco satisfecha. Y en aquel momento también era así. Tampoco
estaba satisfecha. Y me conectó con eso, con mi necesidad de notar la masculinidad
física…
Este juego de “Manos con Aceite” le ayuda a Judith a conectar con la necesidad del
contacto con los hombres interrumpido éste por el suicidio de su padre y por el
abandono de su última pareja, Aquí, gracias a que este juego potencia sobre todo el
sentido del tacto y a la vez el sentido de la vista- y por tanto, el control-, ayuda a
que se despierte otra vez la confianza hacia ellos, y permita poder abrirse
134
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Esa fue una… no sé si fue una crisis, pero fue como un… Sí, me dejó tocadilla, me dejó
tocadilla.
FERRAN: sí…
JUDITH: Sí, era: “Yo sí, tú no”,”Yo sí, tú también”, “Yo sí, vosotros no” y “Yo sí,
vosotros también”, ¿no? Bueno, pues… no podía decir “Tú, no”. (Silencio). Yo decía “Yo,
sí” o “Tú, sí”, pero el negar al otro… imposible. Vaya, imposible del todo… Se me
quedaba aquí (abarca toda la zona de la garganta con la mano), en la garganta, es que no
me salía… Me sentía la persona más miserable del mundo, diciéndole al otro “Tú, no”. Y
mira que me lo habían explicado, ¿eh? Era Aquí y Ahora, no era nada más, pero no podía.
JUDITH: sí, era muy buena… Sigo siendo buena, pero también soy mala ahora… Ja, ja,
ja.
FERRAN: eras tan buena, que comprabas, ¿qué era lo que comprabas? Creo que croissant
pequeñitos para los de la oficina, ¿no?
JUDITH: sí, yo llevaba… ¡Joder con la memoria! ¡Ja, ja, ja! Sí, algunos viernes llevaba
croissants a los compañeros, a la gente de mi equipo de trabajo, a cambio de… de: “¡Qué
buena es Judith, cómo nos cuida, cómo nos quiere…!”. Sí, compraba croissants. De hecho,
135
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
NELA: eso, de alguna manera eso hacías. Aunque también había una parte…
JUDITH: sí, también había otra parte. Había ahí una parte de generosidad, pura y dura.
Pero había… yo esperaba también recibir. Esperaba recibir cariño: que me quisieran más
por llevar croissants.
Y recuerdo estar ahí, en el centro, con Ferran… Llorando también a lágrima viva. No
podía. Y aún hoy me cuesta. Lo digo pero… No sé… Me da como un pinchazo aquí
(señala el plexo solar), bajo el pecho… Me cuesta, me cuesta, me cuesta mucho.
Este juego para mí es una maravilla por lo que llega a mover en la gente cuando lo
hace. En este caso, a Judith le ayuda a Darse Cuenta de las dificultades que tiene en
verbalizar sus necesidades afectivas. Gracias a este juego consigue poder
explicitar a través de la voz el poder decir “no”. Le ayuda también a darse cuenta
que puede satisfacer sus necesidades y decir “no” cuando lo necesite, aunque para
ello tenga que dejar de ser una buena niña.
NELA: vale.
136
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Y en los juegos de contacto eso se hacía más patente. Me refiero a aquellos en los que
había que mostrarse de alguna manera con el cuerpo. A mí, de verdad, me costaba un
montón. Y me ayudó mucho el taller de este año pasado al ver que no era verdad la idea
que yo me había hecho de que “yo no necesitaba de los hombres” y que “ya estaba bien mi
vida así”, tal y como me la había montado desde mi separación… Sin hombres. Y el
despertar otra vez al deseo de tener pareja, de volver a estar con una pareja. Pues para mí
fue… Una crisis muy grande, porque era reconocer una cosa que yo no quería reconocer.
NELA: sí, que luego se comentó mucho la relación entre el cuento y el cómo era en ti la
necesidad del hombre.
NELA: ¿Cómo era el cuento? ¿Con qué te identificabas, con Caperucita? No me acabo de
acordar.
CHELO: no, era una niña que… Era una niña que perdió su anillo en la fuente, y el
hombre del saco aparece por ahí, y le dice que dentro del saco encontrará su anillo; ella se
mete para buscarlo y entonces él, la encierra en el saco. Ese era el cuento que mi mamá me
contaba de pequeña.
137
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
NELA: ¿Y qué era lo que se había movido más, Chelo? ¿El habértelo creído…?
CHELO: A ver, era la cosa esa: la idea de que el hombre hace daño. Es el miedo a que los
hombres, en mi vida, me han hecho daño. Y que, tal como explicaba el cuento, me
seguirían haciendo daño.
Entonces, claro, como justamente había empezado a acercarme de nuevo al hombre, era
otra vez un miedo aterrador. Por una parte descubrir que deseaba tener de nuevo relación
con los hombres, pero por otra pare el miedo aterrador a que los hombres hacen daño.
Y lo del cuento aquel me hizo otra vez despertar toda esa historia.
Recuerdo especialmente este trabajo con Chelo. Creo que ahí empezó firmemente a
cuestionar unas creencias dañinas arraigadas en su más tierna infancia y desde ahí
pudo empezar poco a poco a modificar su guión de vida. Me parece interesante
también cómo después de Darse Cuenta de la necesidad del hombre, surgen
nuevamente todos sus terrores hacia esto mismo: dos pasitos hacia delante y uno
hacia atrás.
Aquí también coincido con Nela en que Chelo empieza a romper con introyectos
depositados por su madre y que hasta ahora no se había planteado que los podía
vivir o sentir diferente a como los vivía ella. Aquí vemos cómo lo introyectado
interviene en que la relación con los hombres sea de miedo y desconfianza. ¡Qué
bien que este juego le ayudó a ver al hombre desde la mujer adulta que es!
Y me acuerdo cuando lo comentamos en grupo. Había una chica, María José, que cuando
me oyó explicar mi historia, me dijo: “Hombre, es una fantasía tremenda, ¿no? Pero a mí
138
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
lo que me llega es que tú tienes unas ganas tremendas de vivir tu vida a tope, y de
disfrutarla, y de viajar, y de hacer cosas, y tal y cual…”. Y fue también como una… una
revelación, porque yo misma no me había dado cuenta. Yo creía que había plasmado ahí
una alucinación tremenda, pero no le conseguía sacar el qué. Y cuando ella me lo dijo, fue
una de esas verdades que me golpearon la cabeza y me dejaron aturdida durante un buen
rato, porque no… Y me di cuenta, dije: “¡Jope, pues lo que quiero es eso, pues sí, eso
quiero…!” Y también, conectándolo con la muerte de mi padre, que tampoco… La Vida…
que un día estamos y otro día ya no estamos, y se ha acabado todo, y todo lo que no hayas
disfrutado pues ya no lo vas a disfrutar… También fue un momento de crisis, pero
positiva. La verdad es que a partir de ahí mi vida cambió en cuanto a la línea general, ¿no?
Porque decidí también que me iba a pegar unas súper-vacaciones porque me lo merecía, y
no me dolió gastarme el dinero que me gasté… Fue como un empezar a darme permiso a
mí misma a partir de ese momento para disfrutar de mi vida a tope. Sí, sí, es verdad. No
me acordaba y ahora me ha venido todo así…
Aquí Judith hace alusión al juego de Misión, Visión y Valores que no he descrito
en el apartado correspondiente por considerarlo excesivamente largo y más
apartado en el tiempo ya que estamos hablando de Enero y éste juego fue de los
del final del taller. En cualquier caso, podemos comprobar que fue muy efectivo
para ella: vivir la vida con más intensidad (ella de por si es muy intensa) y darse
permiso para disfrutar de placeres que puede permitirse y que los tenía negados.
CHELO: y luego, la carta de nuestra niña. Era nuestro Yo-Adulto que le escribía una carta
a nuestra Niña. Y luego nuestra Niña nos contestaba.
CHELO: yo esa carta la tengo guardada en casa. La tengo ahí muy, muy guardada.
139
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CHELO: A ver… Tenía totalmente olvidada a mi Niña ¿no? A mi parte de Niña. Entonces,
el escribirme la carta, al principio, me gustó hacerlo porque era volver a comunicarme con
ella: volver a recordar que estaba ahí dentro, aunque sí la tenía muy olvidada. Pero lo que
más me llegó fue cuando “ella” me contestó, ¿no? La escribimos con la mano izquierda
para que la letra saliera como mala letra de niña pequeña. Entonces me di un hartón de
llorar tremendo, luego la tuvimos que leer delante de los demás, me costó un montón
leerla… Y de vez en cuando la releo.
Eso sí que es una de las cosas que sí he notado un cambio grande, la dejo que actúe más, a
esa niña pequeña que tenía tan olvidada. Esa parte más tierna... más de inocencia, de hacer
realmente lo que me apetezca en un momento dado, ¿no? La mimo más. Sí, creo que la
mimo más, que hay momentos en los que soy muy dura conmigo misma, muy crítica.
Entonces cuando me pongo en plan tan rígido y tan crítica… me acuerdo de mi niña y
entonces empiezo a hablar con ella, y a mimarla más y… A aceptarme más, me ayuda a
aceptarme más.
Muy bella esta reflexión y este Darse Cuenta. Como expuse anteriormente para mi
fue un trabajo muy impactante y que actualmente utilizo mucho, tanto en grupo
como en individual, ya que me parece básico para tener una “buena vida presente”
revisar los “pilares” de nuestro niño/a interno/a.
NELA: Entonces es como que te ayudó a poner más ternura, más mimo en tu vida.
NELA: Aparte de mimar a la niña, si lo extrapolamos, Chelo, en conjunto, sería como que
te mimas más. Que te das más permisos. Como más suave en tu vida, ¿sería así?
CHELO. Sí, y además no busco tanto que el otro me quiera o que el otro… Porque
siempre estaba pendiente de que el otro me quiera, que el otro me valore. Soy más capaz
de Darme Cuenta de cuándo está actuando mi niña, con sus miedos y sus inseguridades,
buscando que el otro la quiera. Entonces me hago cargo de ella, me hago más cargo de mi
misma. No depender tanto del otro.
Aquí gracias a este bonito Darse Cuenta que ha tenido Chelo, empieza a apoyarse
en sí misma y a encontrar recursos y potenciales nuevos.
NELA: hay más autoapoyo, ¿no? ¿Te ayuda a eso, Chelo, también, lo has conseguido?
140
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CHELO. Sí. Y de vez en cuando, ya te digo, la voy leyendo porque me ayuda mucho.
JUDITH: a mí también me pasó hacia mitad de curso, el entender que cuando juegas y te
equivocas… (Judith para un momento y rectifica para poner la frase en primera
persona)… que cuando juego y me equivoco, no pasa nada. Y también fue una revelación
de esas de pensar a ver si era capaz de llevarlo al día a día, y cuando me equivoco, en
lugar de hacer un drama y llevarme las manos a la cabeza, decir: “bueno, no pasa nada, me
he equivocado y ya está”. Como cuando un niño juega.
JUDITH: Sí.
Viene ahora una buena tanda de respuestas por parte de Elisenda en “tercera
persona” hablando de la “primera persona”.
(Risas)
Bueno, quiero decir que ME cuesta más… Me cuesta mucho, ¿no? Lo que pasa es que
cada vez lo tienes más integrado, estás más en tu atención…
(Risas)
141
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: sí…
JUDITH: aparte, yo lo vivo como que cuando hablo desde el Yo me estoy exponiendo
mucho al otro. No sé por qué, ¿eh? Porque me estoy responsabilizando de mí, con lo cual
es como una especie de autoafirmación, y siento que debería vivirlo más al revés, como un
”me pongo en el Yo, y aquí estoy”, pero sintiéndome protegida, porque es MI elección, me
pongo en el Yo y estoy hablando con todas las consecuencias, ¿no? Pero me siento muy
vulnerable cuando hablo desde el Yo. Y además me da como un pudorcillo estúpido...
Emocionalmente me siento “en pelotas”.
NELA: claro…
JUDITH: los demás hablan desde el “te” este, o desde “la gente”. Y ahí estoy Yo, con mi
Yo, y con toda mi mochila a cuestas, diciendo “Yo”, y “Me” y tal, y es como que me estoy
exponiendo a los demás y me siento… Pues eso, “en pelotas”.
NELA: Bien, pero también es importante saber que podéis escoger cuándo lo utilizáis y
cuando no.
CHELO: sí, lo del yo. Hay veces que me siento con… Voy intentando probar, por
ejemplo, con los grupos más reducidos. Cuando estoy con el grupo que tengo de 15
alumnos, me sale más fácil, ¿no? Con ellos hago un taller de valores humanos. Entonces,
cuando quiero intentar algo nuevo con ellos, pero no me atrevo, me da miedo o lo que sea,
en lugar de escaquearme, como antes hacía, pues pruebo a veces de exponer cómo me
142
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
siento. Que quiero intentar algo con ellos, pero no me siento capaz, me da miedo… O sea,
me expongo… Me expongo delante de ellos como humana, con mis miedos y desde mi
Yo, y eso me acerca un montón a ellos. Entonces ellos están dispuestos y cambian la
relación. Consigo que ellos estén dispuestos a probar las cosas conmigo… De hecho, en
algunas ocasiones me ha ayudado muchísimo.
ELISENDA: es que claro, es más auténtico. Sería como que eres más auténtica.
(Risas)
JUDITH: yo también he usado alguna vez esos recursos que comenta Chelo, de decir en el
Aquí y en el Ahora lo que me está pasando, y esto sí que consigo hacerlo en mi trabajo,
decir: “Ay, qué nerviosa estoy ahora que tengo que hablar delante de todos vosotros”. Y…
¡Buaaa! ¡Es una descarga…! El momento de decirlo y a partir de ahí, siento que puedo
hacer cualquier cosa. Claro, me quito miedos de encima y ya no siento aquella tenaza en la
garganta, de tener que tirar “pa’ lante” pase lo que pase y que nadie note nada.
NELA: con lo cual, hay más vulnerabilidad, y también hay más fuerza.
Intento hacer una reflexión para unir esta polaridad tan desintegrada. La mayoría
de la gente “hemos” confundido “fuerza” con “dureza” y “sostén” con “aguante”.
Poder unir lo vulnerable con lo fuerte, considero que es un pilar y un sostén
importante para el crecimiento humano.
JUDITH: sí
NELA: están las dos cosas, la polaridad. Parece paradójico pero ambas coexisten.
JUDITH. Pero con el Yo, creo que tengo algún problema, porque me pasa también al
revés. Cuando yo he hecho algo y se lo estoy explicando a alguien, me da como vergüenza
decir que lo he hecho yo sola. Y entonces utilizo un “nosotros” falso, porque no hay nadie
más, y digo: “Hemos hecho esto”. Y pienso: ¿quién? Si no hay nadie más, si lo has hecho
tú, no lo ha hecho nadie más… Es como…no sé… Como que estoy luchando mucho
contra la arrogancia, que es algo que he descubierto… No ha sido una crisis pero sí un
143
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En esta parte están presente el Perro de Arriba con la necesidad de explicar que lo
ha hecho ella y el Perro de Abajo con la excusas y pretextos. Estos dos partes
suelen salir en Judith en otros trabajos.
NELA: fue durante… ¿Te fue más fácil descubrirlo durante este año de talleres? ¿Te llegó
alguna información nueva?
JUDITH: Sí. Me vino información de diferentes sitios y me di cuenta de que soy muy
arrogante. MUY arrogante, además. Pero me gusta, ¡que es lo peor! Bueno, a veces, y es
lo peor de todo, me gusta ser arrogante. Me ayuda a sobrevivir.
Entonces, creo que cada cosa que digo, casi, me descubro la arrogancia ahí… Estoy
adoptando una postura contraria, que tampoco es buena; porque es desvalorarme cuando
no toca. Pues si he hecho algo y lo he hecho yo sola, ¡olé! Tampoco tengo por qué fardar
en exceso, pero tampoco tengo que inventarme un colaborador invisible fantasma, y un
“nosotros” que está vacío de nadie…
NELA: pero fíjate, Judith, ahora se me ocurre, llevándolo al juego que decíamos antes del
Yo-Tú ¿recuerdas lo que te costaba negar al otro? Tú en este punto, lo que te sale fácil es:
“Yo sí, tú también”. No podías decir lo de “Yo sí, tú no”, y en este caso que comentas es
así “Yo si que lo he hecho y Tú no”.
NELA: pero sigues centrando el “tú también”, lo metes. Sería “tú también, aunque no
existas”.
NELA: es curioso...
FERRAN: y desde aquí, y con todos esos descubrimientos y crisis, a pesar de las
dificultades, ¿qué es lo que me hace continuar? ¿Cómo es que no me voy?
144
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
JUDITH: al revés…
NELA: eso, ¿porqué continuáis? A pesar de las crisis de Caperucita, del Tú invisible, de la
arrogancia, de lo que cuesta poner límites físicos al esfuerzo por no poder hacer todo lo
que los demás hacen… ¿Qué es lo que os hace continuar?
CHELO: hombre, porque habían avances, ¿no? A pesar de las crisis iba conociéndome
más, iba viendo pequeños avances. Después de las crisis siempre había un poco de luz, de
ver que había avanzado, ¿no? Y que valía la pena seguir trabajando.
Y bueno, pues supongo que vi que estaba consiguiendo respetarme más a mí misma,
valorarme más. A medida que me iba conociendo y que iba viendo las cosas que me
costaban y los problemas que iba teniendo en mis relaciones con los otros, el ser más
consciente me ayudaba a ir superando esas dificultades que tenía en mi relación con los
demás. Y veía que había logros y que había mejoras. Y que quería seguir trabajando en ese
camino.
Una bonita explicación por parte de Chelo de lo que aporta el Darse Cuenta.
CHELO: Sí.
JUDITH: prácticamente lo mismo. Que había crisis pero además… Por esas fechas, creo
que el siguiente mes, tratamos que las crisis también eran buenas. Que servían para revisar
cosas y muchas veces para conectar con una parte como muy desnuda de todo, como
muy… Yo cuando me iba de aquí jodida, porque algo me había tocado mucho, hacía como
una especie de encuentro con una parte muy, muy, muy, muy íntima de mí, donde
teníamos un diálogo esa parte y yo, y era: “Bueno, vale, ahora ya lo sé, o ahora ya lo he
entendido”. Y a partir de ahí, era como un… como un momento muy de abandono al estar
mal, a la tristeza, que a mí me cuesta mucho. O me costaba.
JUDITH: sí, muchos juegos me han facilitado conectar con esta parte de lo he hecho mal,
no me ha salido, no me he sentido bien, estoy triste, estoy jodida, estoy abajo… Y bueno,
es como un momento de mucha calma y a partir de ahí empezar otra vez a subir. Y lo
entendí. En lugar de vivir las crisis como: “qué horror, qué horror, qué mal estoy”, era
como: “bueno, pues aquí viene una crisis, vamos a sacar lo mejor de ella y a seguir”. Y
145
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
como veía que el balance era infinitamente positivo, pues claro, seguía.
NELA: en tu caso lo que te seguía enganchando era utilizar la crisis como punto de
aprendizaje.
JUDITH: sí. Sí, sí. Bueno, y veo que con muchos juegos no había crisis pero había
aprendizajes, sin tener que llegar a la crisis. Había insights, el Darse Cuenta uno de…
(corrige) Uno, no: YO… Darme cuenta de revelaciones de estas de… ¡Ostras! Momentos
de aquellos en que salía flipada con lo que había descubierto.
ELISENDA: para mí hay más cosas positivas que negativas. Las crisis eran más que nada
por lo que he comentado antes, por no poder hacer más lo que pueden hacer los demás a
nivel físico. Entonces he visto que también puedo disfrutar mucho con lo que hay, aunque
cuesta, me cuesta mucho. Pero que también hay mucho en lo que puedo disfrutar y
pasármelo bien.
ELISENDA: Sí
FERRAN: Bien… Y al cabo de seis meses de trabajo, ¿cómo ha cambiado la relación con
el grupo? ¿O estáis en el mismo punto? ¿O qué vínculos se han establecido?
CHELO: Yo, hubo un momento, la verdad es que muy consciente, ¿no? en que dejé de
comparar con el grupo anterior, corté el cordón umbilical, el lazo que corté a conciencia
para asumir a ESTE grupo. A aceptar que aquel grupo del verano fue muy bonito, me
ayudó mucho en el momento, pero ya está, quedó en el pasado y también vale la pena el
aceptar el Aquí-Ahora con el grupo presente que tengo.
Ese momento fue muy consciente, yo sentí que al fin aceptaba al grupo…
146
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Lo que sí tenía de bueno nuestro grupo es que cada uno de nosotros nos volcamos al
máximo. Dimos lo mejor de nosotros mismos y compartimos con los demás lo momentos
de crisis, los de no-crisis… Bueno, no sé, que la gente se mojaba del todo. Que es la suerte
que también tuve con el grupo del verano: que la gente se mojaba mucho. Además sentía
mucho el apoyo de los demás. El día que yo me sentía muy agobiada porque las cosas me
afectaban mucho, pues tenía el apoyo de los otros, ¿no? Y cuando le pasaba al otro,
también estaba yo dispuesta a apoyarle. Entonces se creó un vínculo como muy afectivo,
muy positivo. Y eso también ayudaba a seguir, el contacto con el grupo. Había mucha
sinceridad.
Veo que a Chelo aquí aún le sale la parte de Proyección donde no se hace
responsable del todo “de la suerte que ha tenido con los grupos porque se mojan
mucho”. Según mi punto de vista, esto puede ser porque ella lo facilita, ya que
cuando se pone a trabajar considero que trabaja con ganas y esto motiva al resto del
grupo, siendo ésta una parte que a Chelo aún le cuesta reconocer y hacerla suya.
También es importante cómo a medida que ella ha aprendido a estar más en el
presente, el grupo actual -que es donde esta ahora- ha pasado a ser más Figura y el
anterior ha pasado a ser más Fondo.
NELA: O sea, que otra de las razones por las que continuabas era el apoyo y el vínculo con
el grupo. La parte afectiva.
CHELO: Sí. Aunque a veces durante la sesión iba de bajada, al salir de aquí salía llena de
cariño. Salía con mucha energía y con mucho cariño. También me salía el dar mi cariño.
CHELO: sí, porque hay mucho contacto. Mucho contacto y mucho exponerse delante del
otro. Y dejar la mente de lado, y dejar todo el cuerpo y dejar que salgan las emociones…
Eso facilita el acercamiento al otro. A mí me lo facilitaba, el acercamiento a los demás.
Nuevamente Chelo cita lo positivo y rico que es para ella “bajar” más a lo corporal
y lo emocional.
147
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Hacia la mitad del curso yo recuerdo algo, no que pasara dentro del curso sino fuera
precisamente, que fue que empezamos a socializarnos fuera de Espai Lúdic. Empezó a
haber “quedadas”, de ir a comer, de… Recuerdo una primera vez, acabando el sábado a las
dos, que Carmen dijo: “Oye, quien se viene a comer por ahí” y acabamos en un libanés de
la calle Verdi. Yo me sentí muy cómoda porque vi que era algo que funcionaba también
fuera del centro. Y que realmente se estaban creando unos vínculos que eran fuertes y que
eran muy sinceros… y que había cariño, y que lo de los hippies pues no estaba tan mal…
Ja, ja, ja... Que estaba muy bien. Que era muy gratificante y me hace sentir muy bien ver
que había gente que respondían con cariño… Y eso…
ELISENDA: yo también, sobretodo la afectividad a nivel del grupo, que notaba mucho. Y
en situaciones concretas que me han pasado, como la muerte de mi hermano, pues vino
gente…
ELISENDA: sí… Vino gente… No sé, mucha sinceridad. A mí lo que me ha aportado más
es que he visto una afectividad sincera en mucha gente. Evidentemente, no la ves en la
totalidad del grupo, ¿no? Pero lo podía percibir en personas concretas.
ELISENDA: sí, porque era bastante reacia a creerme algo así al principio.
NELA: ¿A creer qué, Elisenda? ¿Cómo entonces podrías definir el proceso? ¿Creció la
credibilidad hacia el resto del grupo en cuanto a su capacidad afectiva y, como tú dices,
148
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
sincera?
Empieza a admitir que “fuera de sus límites conocidos” también puede existir
afecto; lo relaciono directamente con “ir ganando confianza y credibilidad en lo
externo”.
Parece ser que de la misma manera que antes sólo había dolor, también sólo tenía
desconfianza. Elisenda ahora ha podido reconocer que hay disfrute y paralelamente
encuentra confianza en el exterior. El proceso interno va a la par con el externo.
CHELO: yo sobretodo recuerdo los finales de la sesión. Que hacíamos una rueda, y
acabábamos abrazándonos, y acabábamos de la mano con una música de fondo, nos
mirábamos a los ojos unos a otros, y cada uno decía al final cómo salía de las sesiones…
Entonces salía con mucho cariño.
JUDITH: el proceso de apertura de los compañeros. Ver cómo la gente pues iba
evolucionando, como iba creciendo. Como la gente, a lo mejor… Bueno, digo esto porque
yo soy bastante de expresar, ¿no? A mí no me cuesta, y nunca me ha dado vergüenza llorar
ante los demás, o cosas así, pero en el grupo sí había gente que estaba ahí resistiendo como
un jabato. Y hacia mitad del curso todo el mundo ya se había roto alguna vez, había
llorado, o había sacado esqueletos del armario, de aquellos, entre comillas, inconfesables,
y eso también ayudaba. A mí me ayudó, el ver cómo el grupo estaba vivo, y se movía, y
todo el mundo estamos pasando más o menos por lo mismo.
FERRAN: ¿Y cómo era, a aquellas alturas, la relación con la autoridad, con los terapeutas?
Con nosotros, vamos…
NELA: sí, desde la Gestalt y el juego, cómo os relacionabais con las figuras de autoridad.
CHELO: a ver, yo no los veía como figuras de autoridad. Para nada. Supongo que al ser
“profe” veo a la autoridad de otra manera. Como más rígida, como por encima, más que
vosotros. Siempre os veía como personas muy cercanas, y lo que me llegaba mucho era
que en ciertos momentos expresabais cómo os sentíais también.
149
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Eso es lo que a mí me ayudó, de aprenderlo, para hacerlo también luego con mis alumnos.
Si me sentía nerviosa, u otra emoción, pues exponerlo. Como vosotros a veces exponíais
cómo estabais… Nerviosos porque era algo nuevo, o… Eso hacía que os sintiera como
personas cercanas a mí. No os veía como una autoridad, tal y como yo la entiendo.
Compartíais con nosotros lo que sabíais hacer y la manera en que nos podíais ayudar.
CHELO: ¿Confrontación?
NELA: ¿Sí?
JUDITH: Sí, que Salva te dijo algo así como: “Hombre, ¿pero tú no puedes no-sé-
qué…?”, y tú dijiste: “Sí puedo, y ahora no quiero…” Fue un tono muy claro, muy
afirmador de tu postura y muy… (Silencio, pensativa)… Yo no diría que fue “autoritario”,
pero desde luego no hubo réplica. No sé, sí que debía ser autoritario. Pero es el único
episodio que recuerdo.
ELISENDA: era como una vía, yo diría. No veía autoridad-autoridad. Si en algún momento
os hubiera dicho algo… Pero decía… No, no me atrevía, tampoco. Pero era con una
persona concreta… Que alguna vez le hubiera dicho a lo mejor: “Oye, pues yo creo que te
estás equivocando”, pero tampoco era tanto…
Está esquivando la respuesta; la percibo entre ganas de exponer y temor ante ello.
He de decir que a Elisenda le cuesta mucho la confrontación directa; más bien se
aleja de aquello que le provoca malestar entre indiferente y arrogante.
150
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
(Risas)
NELA: Hablando de la responsabilidad del Yo, ja, ja, ja, ¿a quién de nosotros te refieres?
ELISENDA: bueno, a ver… En este caso era con Ferran… Evidentemente, ¿no? Yo pienso
que…
ELISENDA: pues que alguna vez le hubiera dicho algo, pero no sé, tampoco…
ELISENDA: vi que algunos comentarios desafortunados en él, a lo mejor vistos por mí,
¿no? Pero que pensé que tampoco sabía suficiente, que tampoco… también podía ser
normal esa postura… Entonces tampoco sabía cómo… No sé… Tampoco me lanzaba a
hablarle. O sea…
Es más que obvia la evitación: Ferran esta allí delante y ella dale que dale con el
tercera persona.
ELISENDA: que él quería que yo me lanzara a algo que tampoco sabía bien qué quería,
pero él quería algo, que me lanzara a algo. Pero la manera en que me lo decía, la manera
en que se dirigía a mí, no acababa de llegar.
151
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
cualquier momento según fuera mi relación con ella; si a esto le sumo el hecho del
cariño que le tiene Nela en su relación terapéutica, junto con la ilusión de los tres
porque mejore de su enfermedad, es fácil de imaginar que “este cóctel“ ha hecho
que yo mida mis palabras y mis acciones con ella provocando lo anterior: que
Elisenda no supiera exactamente qué es lo que yo le pedía y que no le llegara mi
manera de decirle las cosas.
En este apartado quiero darle las gracias más sinceras por permitirme aprender lo
que no debo hacer dándome cuenta también, que he estado negando información
que le hubiese ayudado en su proceso terapéutico por mi “necesidad neurótica” de
que Quim y Nela pensaran de mi que la “estaba ayudando mucho“.
Lo que me pasa a mí con Elisenda es que “me pongo de los nervios” cada vez que
la veo como una muñeca salida del escaparate, perfecta y sin ningún defecto, pero
luego resulta que a la muñeca no la puedes ni tocar ni decirle nada porque todo le
duele, todo le afecta. Total, que sólo es para mirarla y para nada más…Ah, sí, se
me olvidaba: para escuchar toda su infinidad de quejas sobre lo mal que la trata la
vida y los demás -ahora, al escribir, me estoy dando cuenta de lo enfadado que
estoy con ella-. Claro, yo cuando veo que me tengo de comer “su puesto perfecto”,
a la vez que se queja, y no me doy permiso para decirle nada de lo que pienso
realmente sobre ella, me pongo muy nervioso y de mala leche, ya que no aguanto
tanta falsedad. Claro que el primero que estoy falseando la situación soy yo al no
ser sincero con ella.
En mi opinión, Elisenda no quiere aceptar su realidad tal como es y cada vez que la
ve, huye despavorida, proyectando rápidamente en el exterior todo aquello que no
le gusta de sí misma, como es su dolor, su enfado con la vida, su mirar a los demás
por encima del hombro… Resumiendo: le cuesta responsabilizarse de su vida y de
su mundo. Y nuevamente, retomando lo mío, pues es que tampoco me estoy
haciendo responsable de lo que realmente necesito en mi relación con ella.
NELA: como que lo hace por desconocimiento. Vale… es para saber cómo cada uno
152
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: entonces, sí, pensaba que lo hacia con desconocimiento y pensaba: “bueno, es
igual, porque no he hablado con él lo suficiente, no sabe lo suficiente y entonces… no
tengo ganas de enfadarme con él, ni de…”
NELA: Pues tu caso, Chelo, es bien diferente al tuyo, Elisenda, ¿y tú, Judith? ¿Cómo era
para ti?
JUDITH: pues yo vivía a los conductores o terapeutas con mucha confianza. Yo me sentía
muy arropada por ellos, muy… Bueno, también mi postura fue “CONFIAR”: esta gente
sabe lo que hace y yo me pongo en sus manos, no creo que me lleven a ningún sitio malo o
a ninguna cosa que me vaya a perturbar.
JUDITH: sí, yo me dejé, me dejé llevar mucho. Sí, muy en plan de reconocer que ellos
saben de esto y tú déjate llevar y no te hagas la lista. Confía. Por una vez deja que lleven
otros el timón, en lugar de Yo.
Este paso es importante para Judith, ya que con sus padres ejercía de autoridad.
JUDITH: claro. Yo ya tenía una relación de un año previo con Ferran, de… Jope, pues de
haberle contando todo de mi vida, sobre mis miserias y mis alegrías, y claro, quizás de los
tres, Ferran es un poco el que… El más agresivo, el que siempre se moja un poco más y
dice lo más polémico, el que se atreve, el que…
JUDITH: sí, el que provoca más. Pero claro, yo lo conocía mucho, ya. Y a parte, a mí las
provocaciones de Ferran nunca me sentaban mal… Siempre digo: “Coño, qué verdad
153
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
tiene, cómo me ha calado”. No hay espacio para que me enfade o me sienta mal con él…
JUDITH: sí, y tardé mucho en descubrirlo, y lo descubrí a final de curso en Mas Llaneta…
Yo tenía un algo que no me permitía estar relajada contigo, y no sabía lo que era. Sí que
tengo claro que normalmente me relaciono mejor con los hombres que con las mujeres…
Puedo tener ahora una cierta idea de por qué,… A Quim no le conocía mucho… Con
Quim he transitado más como el profesor y la alumna. Es decir, si Quim me regaña, me
agacho más, orejas gachas y: “ala, lo he hecho mal… Me ha echado la bronca…”. Más de
padre-hija, profesor-alumna. Con Ferran es más… No sé, era más… Ostras, pues eso, un
colega que te conoce bien y que te da un toquecillo de vez en cuando, y yo reconocía que
lo que él me decía siempre me ayudaba, y contigo… Uuuuiiii… Había algo que no
podía…
Creo que esto es más mío que suyo, me refiero a lo de la distancia. No acababa de
sentirme a gusto con Judith: me caía bien y la encontraba como una parte
importante del grupo, sobre todo en cuanto a cómo cohesionaba. Si, y también
había distancia, como una frialdad allá en medio que no conseguía transitar. Siento
que por parte mía tal vez la distancia se debe –y creo también que es la
contratransferencia- a que es “demasiado emocional“ para mi gusto, excesiva en
sus demostraciones afectivas: ¿igual que mi madre? Pues puede ser, ya que ambas
coinciden en emociones muy desbordadas y yo ahí me relaciono mal o como
mínimo molesta: no sé que hacer con todo ello ¡suponiendo que haya que hacer
algo, claro!
154
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
JUDITH: sí, había algo que no me dejaba estar tranquila, que no me dejaba acercarme a ti
del todo… No sé, Había algo que me, que me incomodaba. Y no lo descubrí hasta el
final… (Silencio). ¿Lo digo ahora, o lo digo luego?
JUDITH: Ja, ja, ja… Lo que al final me di cuenta es que yo te identificaba con mi madre.
Y yo con mi madre he tenido siempre una relación muy polémica. Una relación de… muy
difícil. Por carácter y por muchas cosas. Tanto físicamente como en tu forma de hablar, y
el tono de voz y todo, me recordabas mucho. Entonces, yo creo que me creé una fantasía
en la que tú me juzgabas mucho. Pero era mi madre, no eras tú. Y yo venía y contigo
estaba como más intranquila: “Ay, ya me está mirando mal…”. O: “Ay, esto que he hecho
no le ha gustado, o no le parecerá bien”. Pero era mi madre…
Más tarde probablemente pueda hacer alusión a este juego que a Judith le produjo
tal “awareness”.
NELA: vale, pues empezamos el taller final contigo, y luego continuamos con Elisenda y
Judith.
155
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Nela.
Vuelvo al grupo.
156
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
pasadas juntas. Todo esto facilita que la relación sea fácil, sin conflictos ya que
también siento mucho cariño hacia ella.
157
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Este taller va llegando a su fin. Estamos –el grupo y nosotros- satisfechos del
trabajo realizado. Personalmente he aprendido mucho, fundamentalmente por el
hecho de atreverme a mostrarme, sin más, con lo que hay y con lo que soy:
MOSTRÁNDOME. Sé positivamente que cada pasito realizado en esta línea va
añadiéndome, va aportándome… O tal vez sea más oportuno decir “me voy
añadiendo” y “me voy aportando”.
158
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entramos ya en el último encuentro con este grupo. Voy a transcribir el taller que
realizamos en una masía fuera de Barcelona, fuera del espacio habitual. Solemos hacerlo
en este tipo de grupos: acabamos con un encuentro de fin de semana fuera de la ciudad, en
el campo, en la naturaleza. La dinámica es muy diferente ya que todo se altera: el espacio
físico, el tiempo, el compartir durante horas con el grupo -tanto comida como, a veces,
habitación-, etc. Todo cambia y por supuesto, la dinámica también.
Me gusta realizar este tipo de encuentros, son más intensos y a veces son muy “gustosos”,
pues permiten recoger “resultados y frutos” de lo que hemos trabajado durante el año,
recoger la siembra.
La sala de trabajo es un poco extraña: es toda redonda y tiene muchos metros cuadrados.
Su techo es en forma de cúpula y justo en su centro hay una abertura tapada con un cristal
que permite el acceso a la luz del día. Lo más extraño de ella es que el sonido -cualquiera
que realices- produce como un eco o una resonancia; creo que inicialmente su diseño
estuvo pensado como sala de meditación y posteriormente fue abriéndose a otro tipo de
grupos. El sitio físico está un poco dejado, aunque a mi personalmente me compensa al ser
de naturaleza muy silvestre: quiero decir que no está muy manoseada por el hombre. Otro
aspecto que me gusta es que te dejan con mucha libertad y no tienes que estar “cuidando”
todo el rato el ruido, los zapatos, etc. En otros sitios que hemos estado es así y yo termino
muy agobiada: me encanta la sensación de libertad e ir a mi aire, sin trabas y sin
coacciones excesivas; yo ya soy cuidadosa con el entorno sin necesidad de carceleros
159
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
detrás de mí.
Cuando todos tienen ya su pareja, se les pide que uno de ellos ha de vendarse los
ojos mientras que su compañero-a los tendrá descubiertos. Es un juego de
confianza -entre otras cosas-. El siguiente paso consiste en ir explorando el espacio
acompañados de su “pareja”, al que denominamos “ángel”: los que tienen los ojos
vendados son acompañados y guiados por su “ángel personal”. El tiempo de
explorar acompañados se termina y ahora… pues ahora se les pide que sigan
explorando el espacio sin el ángel salvador: éste igualmente estará, pero a distancia
y sólo intervendrá en caso necesario –como por ejemplo que “estén en peligro” y
vayan a chocar con otros/as-. Los obstáculos se amplían cuando lo hacemos en el
bosque, en la naturaleza, pues es obvio que allí, entre otras cosas, hay árboles,
piedras etc. La distancia progresivamente será mayor, dejando un campo de
actuación del ciego importante. La última consigna que damos es que ahora… pues
el ángel se va a ir, me explico, el ángel personal va a poder cuidar de todos los
cieguitos menos del suyo; el suyo, así pues, es cuidado por cualquiera menos por
él. La movilización que acompaña es fuerte y las reflexiones posteriores y el Darse
Cuenta es importante. Por ejemplo:
160
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
3) El Camino: dos pasos hacia delante y uno hacia atrás. Desentrañamos la premisa
gestáltica de hacia delante y hacia atrás. Este juego es una metáfora de lo que es en
realidad el Crecimiento y el Autoconocimiento, la Vida misma.
Se sitúan en un camino de montaña, esta vez con los ojos abiertos y los sentidos
agudizados. Han de recorrer un tramo del mismo –en el otro tramo solemos
introducir alguna variante, como recorrerlo a ojos cerrados individualmente, o bien
todo el grupo junto, etc.- con la siguiente consigna: han de dar dos pasos
caminando hacia delante, pararse un momento dejándose sentir y siendo
conscientes de esto, de la parada, y dar un nuevo paso hacia atrás. Aunque a
primera vista puede parecer un tanto simplón es profundamente movilizador, como
quedó demostrado en todos los awaraness que tuvo Judith a través de él.
161
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
4) Fábula con moraleja: Este juego me gusta mucho y creo que permite obtener
unas reflexiones muy interesantes acerca de la vida de cada uno.
a) Conclusiones personales que has sacado durante todo este año de trabajo en cuanto
a:
i. Darte cuenta
ii. Autorresponsabilidad
162
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
gestáltica y lúdico-formativa?
f) Parte negativa del trabajo efectuado a través de la Gestalt y los juegos: ¿qué parte
mejorarías, qué parte has vivido como “contra” en el proceso terapéutico?
Entrevistas
NELA: aquí vamos a reflexionar sobre las siguientes cuestiones: conclusiones finales
personales que has sacado durante todo este año de trabajo, en cuanto a Yo Mismo, Darme
Cuenta, Autorresponsabilidad, Presencia, Aquí-Ahora… Y detección y satisfacción de tus
necesidades, mecanismos de interrupción, etc. Como una valoración general. ¿Empezamos
con Chelo, que se tiene que ir? Sería un poco tus conclusiones con todo el proceso,
siguiendo esta línea de trabajo de perspectiva gestáltica y juego a la vez. Qué partes
nuevas has asumido como propias y también parte negativa del trabajo efectuado con
Gestalt y juegos. Si hubiera una parte negativa, pues también ponerla en evidencia. O sea,
“está muy bien, pero esto no…”. O qué parte mejorarías, qué parte has vivido como “en
contra”.
CHELO: yo, sobretodo, en Mas Llaneta, lo que saqué en claro es la poca confianza que
tenía yo en la vida y en los demás.
CHELO: sí, por ejemplo cuando íbamos por parejas, lo de los ángeles. Ibas al lado de
alguien con los ojos vendados, que era tu ángel, y te avisaba de los peligros y demás, y aún
163
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
así me acuerdo de que aunque estaba a mi lado agarrando y avisándome de los peligros yo
no lo soltaba para nada y no me fiaba de él, ¿no? Y luego cuando me soltó ya, fue peor,
fue horrible.
Poco a poco me fui relajando, fui confiando en que siempre había alguien que estaba ahí
para ayudarme. Y con ese juego y con el otro de que también era con los ojos vendados,
que era lanzarte corriendo, lanzarte que los demás te recogerían… Todos esos juegos me
ayudaron sobretodo a eso, a saber que en cada momento en la vida lo que me va pasando -
a pesar de que me cabré mucho, me fastidie mucho, me cabreé con la vida…- Que a pesar
de todo, me ayudaba a confiar en que solamente irá pasando lo que sea mejor para mí,
¿no? Y a aceptar. Meramente a tener más confianza en la vida, a aceptar más lo que va
pasando y que eso es lo mejor que me puede pasar en ese momento. Me ha ayudado
bastante en el tema de no querer controlar tanto. No solamente controlar mi vida, sino no
querer controlar tanto, por ejemplo, cuando mis hijas salen, ¿no? Ahora tengo más
confianza. Antes estaba más “a ver si pasa algo, no les pasará…” Y ahora confío en la
vida. Sé que hay un ángel ahí que también está cuidando de ellas, y lo que tenga que pasar,
pasará, y que no tiene nada que ver con esa ansiedad, con ese miedo de querer controlar
continuamente todo lo que pasa en la vida. Eso sí que me ha ayudado mucho a estar con
más serenidad, con más confianza… Y dejar fluir… Esta palabra ahora la digo mucho, me
gusta: dejar que las cosas pasen, ¿no? Que fluyan…
Chelo constata cómo a través de un par de juegos se dio cuenta del control
excesivo que ejercía sobre las situaciones de su vida y sobre ella misma y también
de su falta de confianza. Desde ahí, desde ese Darse Cuenta, pudo empezar a
modificar un poco su “armadura” de control, pasando a estar más suelta y más
relajada. Cuando habla del “ángel que cuida de ella y de su familia” creo que
conecta con la “magia de la vida”, con aquello que no es racional y que por tanto
no puede tratarse desde ahí. Tal vez esto último sea tan sólo una buena proyección
mía, porque de lo que si que estoy convencida es que yo lo experimento de esta
manera: MAGIA dentro de lo cotidiano, en el día a día.
CHELO: sí, sigo, y tanto. Todo lo que me ayude a conectar más con… con… pues eso.
Primero, todo esto me ha ayudado mucho a ser más consciente de lo que me pasa. Antes
era mucho el escaquearme: no querer pensar, no querer plantearme nada de lo que me
164
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
pasa…
NELA: vale, entonces enlazamos también con la pregunta de que sí que sabes reconocer
más mecanismos de evitación
CHELO: sí, y tanto. A veces lo paso fatal porque soy tan consciente de lo que me está
pasando, que… no estoy acostumbrada a eso. Antes me escaqueaba mucho, y ahora no:
cuando estoy evitando algo, cuando estoy en una situación concreta, ahí está el “ya estás
huyendo, ya te está pasando aquello, o lo otro…”. Entonces siento que es muy pesado el
tener siempre ahí alguien que me va hablando, que me va recordando. De tan consciente,
todavía me cuesta el aceptar esto, ¿no? Que soy muy consciente.
NELA: ¿Cuáles son tus mecanismos de evitación entonces, Chelo? ¿Cómo evitas en la
vida?
CHELO: huyo por patas físicamente o… Las dos cosas. Huyo físicamente y cuando no es
físicamente, no viendo y no enfrentándome a las cosas.
Chelo en lugar de coger la energía para pasar a la acción de las cosas que quiere
coge la energía para “huir por patas”, como ella dice. Creo sinceramente que está
haciendo un trabajo importante de Darse Cuenta de cómo proyecta fuera todo eso
que piensa de sí misma. A ella le es muy fácil imaginarse que los demás son
mejores que ella, que físicamente no gusta a los hombres, etc. Por eso ahora puede
explicar que confía más en la vida: al no verse a sí misma con tan malos ojos,
tampoco proyecta que el exterior la ve igual. Así que al no haber una proyección
165
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
NELA: Y alguna cosa negativa. La parte negativa de trabajo que se efectúa a partir de
Gestalt y juegos. Qué parte mejorarías, qué parte has vivido como contra.
CHELO: sí, de que no pueda… hacer otro tipo de cosas, ¿no? Que tenga la necesidad para
siempre de seguir aquí, ¿no? Por los siglos de los siglos. Yo sé que me engancho mucho a
las personas y a las cosas.
CHELO: no, son las personas. Las personas, que me engancho a las personas.
Entonces lo que no quiero llegar es el seguir aquí, seguir adelante más años… Pues eso,
por los formadores, o por las personas que ya llevo más de un año con ellas… Pienso qué
es lo que haré con eso.
NELA: como que la relación afectiva que antes decías que te ayudó a vincularte, no sea
ahora la causa que te haga depender, o algo así.
CHELO: Sí.
166
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
JUDITH: un besito y que vaya bien la celebración familiar. ¡Y felicita a tu hija, con esa
carrera que se ha sacado!
CHELO: sí…
NELA: Seguimos con vuestras conclusiones, un poco con lo de Chelo. Judith, cómo
seguiría aquello que quedó pendiente… Aquello pendiente entre tú y yo…
JUDITH: bueno, en Mas Llaneta fue realmente la cristalización de todo lo que llevaba
trabajando en el curso. O sea, todavía hoy que ya hace un año, casi… Ya ha hecho un año,
de hecho… Lo pienso y me parece increíble todo lo que llegué a aprender en aquel fin de
semana. Aprendí tanto y me di cuenta de tantas cosas… Y tantas tan… Y aparte me
acuerdo que yo le dije a Ferran: “¡Es que esto se me va a olvidar…!”, y él me dijo
rotundo: “No, esto ya no se te olvida. Esto lo has aprendido de una manera que ya no se te
va a olvidar”. Y, bueno, de momento no se me ha olvidado.
A ver, lo que me pasó con la autoridad fue que hicimos un juego en el que teníamos que
vendarnos los ojos y salir corriendo hacia delante a ciegas, y enfrente había gente que te
iba… que me iba a parar y evitar que me fuera con un barranco o contra un árbol, ¿no? Y
167
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
yo, no sé por qué, se me fue… me fui del Aquí y el Ahora y estaba pensando
constantemente en mi padre, no sé por qué. De hecho hice la primera carrera y me fui
hacia la derecha, y algún compañero comentó: “hacia la derecha es el padre”. Y todavía
me metí más. Y entonces hubo posibilidad de repetir y yo dije: “yo, yo, yo repito…”. Y yo
no sé, no sé qué hice, pero ¡salí corriendo tan a lo loco…! Y bueno, me llevé por delante…
¡a la terapeuta! (Risas. También risas de Nela). Arrollé, Arrollé. Y además, cuando me di
cuenta de que había arrollado fue: “pero bueno, aquí no había alguien que me parara o
qué”. O sea, me enfadé, lo puse en el otro totalmente. No puse conciencia en lo que yo
había hecho para nada. Entonces, bueno, esto desencadenó una mini-crisis porque…
Bueno, tú te habías arañado con unas zarzas, estabas sangrando, Susana se había caído, yo
me sentí muy mal, conecté con la niña… Aparte yo soy bastante de tender a la culpa
siempre, entonces yo me sentí fatal. Bueno, ya dramaticé un montón. Peor lo que has
hecho a Nela… Y encima como con Nela había esta barrera, pues eso, me sentí fatal…
Pero, no sé, encontré una forma recogerte en un aparte y hablar, y de repente salió todo, y
lo entendí. Entendí que yo en ti veía a mi madre, y que claro, yo había corrido y la inútil
de mi madre, en lugar de pararme, pues mira, encima me la había llevado por delante,
encima se había hecho daño… ¡Como siempre!… Y bua, ahí salió todo. Y me quedé muy
tocada durante un buen rato. Lloré, lloré, lloré, no quería… Los compañeros venían y no
me consolaba nada, me sentía muy mal.
168
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
durante unos días. Por si todo esto no fuera ya suficiente encima nos regañó a mi y
a Susana: “¿cómo es que no me habéis parado? Vaya, pues yo confiaba en
vosotras…” Pudimos hablarlo y recogerlo. Yo le expuse cómo me había sentido y
creo que, por primera vez a lo largo de todo el taller, hubo un acercamiento sincero
entre nosotras, un poder compartir y expresar.
Es cierto que en terapia individual salía a menudo el enfado con su madre por no
haberla cuidado como ella quería. Me alegro de que tuviera esta confrontación con
Nela en este juego ya que por fin esto produjo el “awaraness” que necesitaba Judith
para poder dar un nuevo paso con el conflicto con su madre.
Pero bueno, al cabo de un rato seguimos con las dinámicas del taller y ya, más o menos,
remonté.
Luego, aquel juego de dos pasos para adelante y uno para atrás. En aquel juego tuve tres
revelaciones de estas muy fuertes. Y todavía me acuerdo, un año después.
No sé, yo me fui muy tranquila de ahí, con la sensación de haber aprendido mucho y con
la sensación de cargar con un maletín de herramientas tremendas, para transitar por la
vida.
¿Qué más?
JUDITH: ¡Uffff...! Bueno, no sé si fue hacia el final o antes, descubrí que evito mucho el
conflicto. Sí, soy una gran evitadota del conflicto. Pienso que si me enfrento a alguien va a
salir un torrente de ira de mí, que va a arrollar. Como arrollé saliendo a correr.
Y al contrario de lo que ha dicho Chelo, que a ella le cuesta confiar en la vida, yo también
me di cuenta -a lo largo del curso y especialmente en Mas Llaneta- que a mí me pasa lo
contrario, que soy demasiado de confiar. Llega un punto en que el optimismo y las ganas
de vivir me desbordan y me voy a lo otro. Al: “¡Venga!”, el “¡Dejaos llevar!”. Es el no-
medir. Es igual lo que pase. Que lo conecto mucho con el suicidio de mi padre, con esta
inconsciencia. Aparte recuerdo que algo me dijiste tú, de “es que tienes que aprender a
poner límites”, que también fue como un pensar: “Joder, que no tengo límites”.
169
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Recuerdo con claridad esta conversación con Judith allá en el verano: cómo pasa
de estar un tanto reprimida a “ir a por todas” sin ningún tipo de freno. En ese
momento le da igual matar que matarse. Yo diría que es un punto de euforia tan
grande que ni se ve ni ve al otro, un tremendo desborde que puede llegar a hacer
daño o al entorno o a ella misma. Encontré este Darse Cuenta de una importancia
vital para su crecimiento.
JUDITH: sí, sí, totalmente. Y luego, a ver, luego en mi vida nunca me he puesto en una
situación de riesgo. Como que al final la cabeza siempre pesa mucho en mí. Pero en estos
momentos de falta de conciencia, se me va… Se me va… Refrenar la pasión es una de mis
cosas pendientes, también.
NELA: la regulación.
Y siempre hago este gesto, como de tirar de bridas de un caballo, porque es como yo me
siento, ¿no? La pasión ésta, cabalgando, desbocada, y que tengo que aprender a llevar yo,
las riendas…
NELA: y cuál sería tu parte negativa. Igual que Chelo decía que en su caso era el miedo de
estar siempre ahí, dependiendo.
JUDITH: Ah, bueno (recordando), otra cosa que me he dado cuenta es el poco contacto
con mi parte femenina que tenía, que esto también lo he ido… A través del juego, y del
contacto físico y tal, lo he ido reconduciendo y ahí estoy muy satisfecha de lo que he
conseguido. De reconciliarme con esta parte… Creo que aquí lo he hecho muy bien, he
avanzado más casillas que en otras cosas. Y era una parte muy importante para mí con lo
cual estoy satisfecha.
170
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Cuando definía antes a Judith como un ciclón creo que me estaba refiriendo
precisamente a esto: a esa energía masculina, brusca y arrolladora. A mi no es que
me parezca mal lo masculino, no, ni mucho menos. Ocurre en su caso que, al no
estar tan presente lo femenino, resulta un todo incompleto y desde ahí, desde esa
falta de integración de esta polaridad, es desde donde puede dañar o dañarse.
Lo negativo ha sido… Lo que más se me ocurre es que a veces… Que tiene mucho que
ver con lo de la arrogancia, es que claro, vengo aquí, aprendo y tal, y luego salgo a fuera y
voy sermoneando, a veces por la vida, ¿no? A la gente que me cuenta cosas… como que
me cuesta de no empezar a soltar un rollete donde salen palabras como estas, como la
conciencia, el Aquí-Ahora… y lo hago con buena intención, pero hay una parte de mí que
está ahí, esa arrogancia de: “¡Eh! ¡Que yo sé más, que ya llevo un tiempo
trabajándomelo!” Esta parte es la que más veo como posiblemente negativa, de todo lo
relacionado.
Y bueno, que luego, cuando nos juntamos los del grupo, sólo sabemos hablar de cosas de
estas de Crecimiento Personal, y de Gestalt, y nos cuesta un poco desconectar, salir un
poco de todo este ambiente. Pero vaya, negativo, negativo, tampoco.
Me siento en este último punto muy identificada con Judith. Cuando estaba
haciendo la Formación en Gestalt y bastantes años después de acabarla, me pasaba
precisamente esto mismo: era monotema, mi conversación giraba siempre en torno
a lo mismo y además “juzgaba” a los que no lo hacían de “superfluos” y de “no
enterarse”. Ahora no ocurre de este modo; si es cierto que selecciono con quién
deseo compartir el escaso tiempo libre que me queda, pero ya no opera como antes.
Ahora puedo estar o no, ya no es tan importante el entorno, sino la actitud frente a
él. Cuando no me interesa exponer, pues no lo hago. Es sencillo: no lo hago. Por
supuesto, me doy mucho más permisos en la gente con la que quiero estar y no me
exijo ni me juzgo por no estar con los otros. Es todo más sencillo, más simple. El
Ahora trae a personas que en ese momento pues me son cercanas y más adelante,
pues a veces continuamos juntas y a veces no. Es simple. Lo que al presente le
sobra, sencillamente lo descarta y a por otra cosa.
NELA: pero en concreto de Gestalt y juegos, ¿cómo sería? Para Chelo era: obtengo cariño,
pero puedo caer en la dependencia.
171
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: Sí, en Mas Llaneta… Recuerdo que me costó porque coincidió que en ese
mismo día me dolía todo mucho, a nivel físico. Y me costó decidirme a lanzarme y más
que nada por miedo, porque siempre es por miedo a lo que puede pasar a nivel físico, a
que los otros me vean tan hecha polvo… Todo es una escena que se monta en mi cabeza
de muchos miedos a cosas que puedan pasar, porque en realidad no es nada más que “a lo
que pueda pasar”…
Me daba miedo irme tantos días, bueno, unos días, porque para mí eran bastantes, y estar
mal tantos días. Y ahí la verdad es que demostré mucho lo mal que estaba. Porque yo creo
que en todo ese tiempo no había… Claro, en la formación de los sábados eran menos
horas, daba menos tiempo… Ahí eran más horas y la verdad es que destapé más mi dolor
físico, porque no podía hacer cosas, me entristecí mucho, lloré… Me sentí bastante mal.
ELISENDA: sí, eso también. Estaba lejos de casa, de poder decir a mi pareja: " es que no
puedo más…”. No sé, estaba con un grupo que no sabía cómo manejarme la historia.
Entonces, lo que pasa es que lo pasé muy mal durante días, y lloré, y vinieron a
consolarme… y me sentí muy apoyada y muy querida, que también eso era muy positivo,
¿no? Que tampoco hace falta estar en el grupo reducido de la gente que sabe lo que te
pasa, sino que también puedes estar en un grupo que sepan y que te apoyen sin ser los
seres de siempre. Que yo siempre me acojo a ese mundo muy reducido.
ELISENDA: sí, sí. Entonces para mí fue positiva la manera de llegar y la manera de irme.
172
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
NELA: ¿Algún juego en concreto, que te recuerde más cosas? ¿Cuál te viene más?
ELISENDA: más que nada, por ejemplo, todo lo físico. Por ejemplo, Judith es muy melosa,
ja, ja, ja, y a mí me cuesta mucho más. Y sobretodo con gente con la que no puedo, que no
me cae bien
Como entiendo a Elisenda en esto del contacto... Creo que uno de los factores que
influyen más en el cariño que le tengo es porque en muchas cosas hay mucho
paralelismo, mucho parecido. De todas formas, las dos hemos cambiado mucho en
el tema “contacto”. Recuerdo a Elisenda que para saludarme con un beso dejaba el
cuerpo estático y acercaba sólo su cara, y de la cara la mejilla, como si esta fuera
independiente del resto. Era muy curioso el observarla. Ahora, la distancia se ha
roto bastante entre las dos y, si bien nunca llegaremos a ser Judith, hemos ganado
en proximidad; a veces, hasta me da un abrazo cuando viene a terapia o cuando se
va.
173
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: sí, sí. Cada vez menos, ¿no? Pero sí, es algo que no lo vivo bien. Pienso ¡qué
enganchosos!
ELISENDA: sí. Y luego también lo que alguna vez me veo como decía Judith. Que me veo
por encima.
NELA: eso, cuando estábamos con las relaciones de autoridad, que cada una mostraba
cómo os habíais relacionado con la autoridad, que para Chelo era como una relación muy
sencilla, y para ti, Judith, era “según con quién”, en tu caso –que ya lo tenía claro para
ponerlo- era como que te pones de superior.
ELISENDA: sí.
NELA: sí. Es interesante ver cómo cada una os habéis relacionado de distintas maneras con
la autoridad.
Y en este caso, claro, con Ferran es como más confrontativo y conmigo, no sé,
también nos conocíamos más de terapia individual
Elisenda pudo tener en terapia grupal ambas cosas: apoyo por mi parte y
confrontación por parte de Ferran –o al menos esa es su percepción ya que yo
también la confronto pero de una “forma” muy diferente a la que utiliza Ferran-.
Creo que el poder tener ambas cosas ha sido importante en su crecimiento, aunque
es obvio que ella vive peor la confrontación.
174
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ELISENDA: sí. Exacto. Eras mi apoyo total. Mi complicidad, la persona que me conocía.
Todo lo contrario, lo opuesto totalmente a lo que yo veía en Ferran.
NELA: entonces, Elisenda, lo que te vas diciendo es: “bah, si en definitiva tampoco sabe”.
ELISENDA: a ver, y que yo lo he dicho así a nivel de Ferran, pero también lo siento así a
nivel de grupo, esto mismo.
ELISENDA: pues que en ocasiones en que pienso diferente, pienso para qué… para qué
voy a…
NELA: ¿A confrontar?
(Risas)
Elisenda, ¿podría ser que evitas la confrontación a través de ponerte por encima?
ELISENDA: sí.
JUDITH: yo evito el conflicto, pero yo creo que lo evito siendo pues súper-maja, para
decirlo de alguna manera. O sea, siendo cariñosa, tal, muy comprensiva, siempre
mediando entre los conflictos y tal… Me da que va por ahí. Siendo muy buena, lo que
decía Ferran.
NELA: en tu caso, Elisenda, sería evito el conflicto a través de ponerme por encima.
ELISENDA: sí. Un poco sin que esa persona… Sin mala educación ni nada de esto.
Es una cosa mía, que lo noto yo, lo percibo yo. Para qué voy a confrontarme con esta
persona si no…
175
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
NELA: ¿Y el juego te lo facilitó? El que pudieras contactar con el dolor, quiero decir. Si te
lo hizo más fácil.
JUDITH: sí, cuando hicimos el juego de los cuadrantes, de dividir la sala en cuatro
lugares.
JUDITH: sí, las cuatro emociones. Por la alegría transito súper-bien. Yo creo que es mi
cuadrante natural. Por el miedo… no me cuesta, lo que pasa es que me meto muy poco en
el miedo, no soy miedosa. El enfado: tengo una parte ahí, pero encima lo minimizo porque
evito el conflicto y la ira. Y la tristeza también, como que lloro lo justito. Parece que llore
mucho, pero realmente creo que si me dejara sentir la pena de verdad, podría llora días
enteros.
Este “no sé” es una muletilla que utiliza muy a menudo. En terapia individual a
veces hemos hecho un pacto, “un juego”: no podía utilizar el “no sé” mientras
durara la sesión. ¡Vaya cambio! Accedía a un caudal de información importante
velada tras el “no sé”.
NELA: OK, y qué parte destacarías como negativas, qué parte mejorarías… En Gestalt y
juegos, ¿eh? Qué parte mejorarías, qué parte has podido vivir como parte un poco en
contra del proceso.
ELISENDA: no sé. Alguna vez que otra, algún juego a lo mejor me ha sido como
repetido… ¿Sabes? No sé cómo explicarlo… lo recibo como: “Qué aburrido y qué poco
me va a aportar”. Pero muy pocas veces. En realidad me lo he pasado mejor que… Es por
176
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
decir algo.
ELISENDA: o un juego que me ha aburrido más. Pero algo como…. Como en casi todos
los juegos, la verdad es que te diviertes mucho, también notas la diferencia en los juegos
en los que no te implicas.
NELA: ¡Ahhh…! ¡Eso está bien…! A ver, Elisenda, a ver qué te parece: sería como que
como vives con tanta intensidad lo que te gusta tanto, luego cuando no te gusta, lo vives
como mediocre…
Opino que es justo lo mismo que le ocurre con su proceso de enfermedad: vive
muy intensamente el placer y “reniega” totalmente de los ratos en los que hay
dolor. Hace ya un tiempo que estamos trabajando equilibrar o armonizar estos dos
lados tan opuestos. Algo muy importante que quiero destacar es que este dolor
suyo ha hecho que los espacios en donde no está puedan ser absolutamente
placenteros. En definitiva, el dolor le está conectando con saborear minuto a
minuto el presente y disfrutar de cientos de pequeñas cosas que al estar sanos no
tenemos en cuenta. Ratifico plenamente todo lo anterior como algo también mío,
ya que mi enfermedad me ha ido aportando a mi vida algo muy similar a lo
anteriormente descrito.
ELISENDA: mmm…
NELA: ¿Sería que cuando no estás del todo satisfecha, es mediocre. ¿Sería un poco eso?
ELISENDA: sí. Es que como me hace subir mucho lo que me gusta, cuando no me gusta
me aburro y pienso “vaya mierda”, ¿no? Sí, sí. Es eso.
177
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
NELA: muy bien… ¿Se os ocurre algo más? Y si no, si tuvierais que quedaros con algún
juego, con uno sólo, ¿con cuál os quedaríais, para poder elaborarlo más detalladamente?
JUDITH: yo, por la intensidad con la que lo viví y por lo que aprendí, porque es que
fueron como cuatro revelaciones, en un solo juego, en Mas Llaneta, el de dos pasos
adelante y un paso atrás. Ese juego creo que me ha enseñado más de mi misma que
cualquier otra cosa que haya vivido.
Pura Gestalt: dos pasos adelante y uno hacia atrás. ¡Qué bueno tenerlo en cuenta en
esto de crecer y madurar!
JUDITH: bueno, pues me di cuenta de que… Lo viví con mucho enfado. O sea, yo daba
los golpes atrás y daba golpes de caballo. Levantaba un polvo en el camino… ¡Me hubiera
dejado arrancar una muela antes que tener que ir hacia atrás! ¡Tenía un cabreo…! Luego,
me di cuenta de lo que me cuesta, eso, el fallar, y el ir para atrás, y la sensación esa de no
estar avanzando… Y luego ya, pues nada, empezamos a andar, y a andar, y a andar…
Y tuve una tercera revelación que fue: “no siempre tienes que cuidar de todo el mundo”.
La gente ya tiene ángeles que van por ahí… no tienes que salvar al mundo y arreglarlo
todo, ¿no? Que es algo que… Un peso que también me impongo mucho, de salvar al
mundo, solucionarlo todo.
Y al final, entre pitos y flautas, llegué de las últimas. Y entonces me iba agobiando porque
178
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
No veo necesario añadir algo a estas reflexiones, ya que por sí mismas son
bastantes significativas.
ELISENDA: sí, el mismo y el de la fábula con moraleja. Esos dos. Que nos parábamos en
las escaleras de la fábula, que tenía que estar en cada uno. Ese juego también me revelaba
como muchas cosas. Yo me decía: “qué fuerte que de una persona en nada… puedas
adivinar… ¡tanto!”
ELISENDA: sí, eso me llamó mucho la atención. Además, aprendí mucho, también.
179
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Nela.
Llegamos al fin del taller y al fin del proceso de este grupo. Estoy más que
satisfecha del resultado global… Tanto que me está ocurriendo algo que, si bien ya
había percibido en otras ocasiones, no se había producido con tanta intensidad y
volumen. Es lo siguiente: me gustaría que no acabara este grupo nunca; que el
proceso que empezamos allá por octubre se prolongara en el tiempo y no finalizara
aquí. No lo siento justo –desde la cabeza sí, pero emocionalmente no- porque ahora
que existía un vínculo, un lenguaje común, una dinámica creada -todo esto facilita
el crecer, el expandirse-, pues justo ahora, a mí no me apetece que todo acabe.
Antes definía uno de los juegos –en concreto el del angelito- como un trabajo entre
otras cosas de desapego. Pues bien, creo que esto también es aplicable a mí:
contacto-retirada. He de transitar por ambas. Me doy cuenta que mi contacto es
muy progresivo, muy poco a poco y supongo que la retirada también es así: no me
gusta que sea de golpe, aunque antes yo lo hacía mucho. Me refiero a retirarme sin
previo aviso y la mar de feliz. Claro que ahora puedo hacerlo si no estoy a gusto o
no me apetece un contacto determinado; lo que ha cambiado es que mi vínculo
afectivo con el entorno ahora es mayor y más sólido, y por tanto –como es ahora
con el grupo- me cuesta retirarme y pasar a otra cosa.
Creo que también tiene que ver con que ahora disfruto más con la gente; en la
medida en que me permito “ser más yo” y concederme mis espacios , mis pequeñas
retiradas y moverme y sentirme en libertad pues disfruto más y de ahí que no
quiero acabar.
180
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Me despido de este grupo con un buen sabor de boca y muy complacida. Cerrar
una gestalt para abrir otra nueva .
181
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Este último apartado tiene como objetivo una conclusión del análisis que hemos ido
efectuando a lo largo de todo el capítulo anterior.
Para ello cabe que nos preguntemos: ¿qué es lo que realmente han conseguido a lo largo
de todo este tiempo trabajando? ¿Cuáles han sido los cambios efectuados durante el
transcurso del taller? ¿De qué aspectos fundamentales se “han dado cuenta“, tanto de sí
mismas como de su entorno? Y con independencia de los cambios, ¿existe algo más de
aceptación, paz, alegría o simplemente sentirse más a gusto con ellas y con sus vidas?
Visto lo cual, vamos a traer nuevamente al ahora a las tres protagonistas del mismo,
Elisenda, Chelo y Judith, y sintetizar en unas pocas líneas el trabajo efectuado en el grupo.
Primer taller:
Segundo Taller:
182
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Tercer taller:
Ü Establece contacto con el poco contacto que tiene con su feminidad, con su mujer.
Ü “Se rinde”: más entrega hacia la vida – “no siempre he de ser la mejor ni siempre
he de salvar a los demás”-.
Ü ¿Qué es lo que más ha evitado? Sobre todo el conflicto a través de su niña buena
que hace de mediadora. Las emociones que evita son la tristeza y el dolor.
Primer Taller:
Ü Abre una ventana al mundo: tiene mucha mayor expresión externa de lo que le
acontece internamente.
Ü Redescubre su sentido del humor y que tiene menor vergüenza escénica de lo que
pensaba.
Segundo Taller:
183
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü Es un poquito más consciente de cómo evita, utilizando para ello la tercera persona
(este punto creo que es uno de los más inmaduros).
Tercer Taller:
Primer Taller:
Ü Tiene más capacidad para salir -a ratos- de su universo mental, y de esta manera
puede contactar más con su cuerpo y con sus emociones.
Ü Muestra más su rabia, su ira, con lo cual empieza a transitar por el otro lado de la
polaridad: niña buena-niña enfadada. La segunda, obviamente, la tenía en la
sombra.
184
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü Posee mayor contacto con el ahora, con el Presente: esto le aporta PAZ
Segundo Taller:
Tercer Taller:
185
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü Pueden transitar más fácilmente por ambos lados de algunas de sus polaridades.
Ü SE DAN CUENTA.
186
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
1) La estatua de sal: consiste en que hay una persona que se denomina “el escultor”,
y el resto del grupo huye, a manera de “tocar y parar”. Cuando el escultor, que
persigue, toca a un miembro del grupo, este queda parado como una estatua de sal:
vista hacia delante y no puede mover la cabeza, con los brazos en cruz y extendido,
y las piernas abiertas, de manera que si otro compañero que no está convertido en
estatua, pasa por debajo, éste queda liberado y puede moverse de nuevo. La
manera de descansar o estar salvado sería quedándote un tiempo debajo de la
estatua, ahí el escultor no te puede tocar.
El primer objetivo de este juego es simple: situar a la gente en el contexto de juego. Esto
quiere decir que utilizamos los 3 niveles de funcionamiento (mental, físico y emocional),
intentando poner “la mente en blanco” para que lo que va a ocurrir no sea anticipativo, con
lo cual llegamos a la vivencia del Darse Cuenta.
187
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
También hay un tercer Darme Cuenta en este juego: cómo vivo el fracaso si me cazan. Si
durante un tiempo me culpo, entro en el proceso de fracaso, o lo vivo como una invitación
al descanso. Cuánto tiempo tardo en ser plástico y adaptarme al cambio, cuánto tarda mi
organismo de salir de la reacción que me ha provocado el hecho de que me convirtieran en
estatua; entraría en un mecanismo neurótico, que es un gatillo que me lleva a las veces que
he fracasado en función de si para mí el que me cacen es un fracaso quiere decir que ese
gatillo me llevará a todos los fracasos de mi vida, y tardaré más tiempo en autorregularte y
que pueda aceptar la situación como buena. Si tengo aceptado el “fracaso” como
aprendizaje, que es el caso del juego, tardaré menos tiempo en parar, aceptarlo y
adaptarme a la nueva circunstancia. El proceso de plasticidad gestáltico tardaría más o
menos en función de lo neurótico o no que estoy al fracaso. Esto me hará Darme Cuenta
de cómo me permito o me sanciono el fracaso. O cómo todo el tiempo estoy esperando
que me salven, y no salgo de mi neurosis, esperando a que ocurra algo que no está
ocurriendo y que puede ser que no ocurra, con lo cual otra vez salgo de mí Aquí-Ahora.
188
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
b) “El desmayo de FEHÓ”: es el mismo juego que el anterior, pero aquí las demás
personas van caminando por la sala, decimos un nombre de alguien que está
presente, y tiene que hacer como si se cae desmayada en redondo. Antes de que se
caiga, sus compañeros, los más cercanos, tienen que acercarse para evitar ese
desmayo, que la persona se rompa la crisma.
¿Qué trabajan a nivel de Gestalt estos 2 juegos? Se puede trabajar como el juego de antes:
poner conciencia en cada nivel (mental, emocional y físico), o trabajar la confianza, que es
el objetivo principal. En el juego lo importante es la sensación de incertidumbre o vacío
fértil: no sabes lo que va a ocurrir un instante después. Eso, llevado al terreno máximo de
las consecuencias, se traduce en la confianza en la vida: cada organismo vivo tiene de por
sí lo suficientes elementos como para sobrevivir y su supervivencia, de alguna manera, es
un valor para la evolución humana. Hacerlo o no es una decisión, e implica que el vacío se
convierta en fértil. Cuanto más tiempo podemos estar en el vacío sin esperar nada, sin
llenarlo de una expectativa o de un objetivo, más oportunidades nos brindamos para dar
paso a que trabaje la parte más inconsciente, la parte no controladora. Y a que el siguiente
paso sea el desarrollo y el proceso natural de la persona, en el contexto en que se está
jugando.
189
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En los dos juegos se trabaja en la confianza y el vacío: no saber qué va a ocurrir, y saber
que lo que ocurra siempre va a tener una respuesta fuera, incluso si me llego a caer. O el
sentir que me entrego a la experiencia sin saber el resultado, sin saber si mis compañeros
me van a recoger. Cuantos más segundos esté en este vacío, más facilito que salga mi
parte de desarrollo, mi parte más de proyecto vital para que mi autorregulación se
encargue de mí. Ocurra lo que ocurra (me caiga, me recojan o frene con mi cuerpo),
entiendo que esa es la respuesta de mi organismo a la actitud que acontece.
También podemos trabajar este juego en la línea de estar despierto o estar dormido.
Una vez comprendido el Ciclo de la Experiencia, por grupos, cada persona elige una
forma donde ha concluido una experiencia hasta la retirada, pasando por las 7 fases.
Eso se comparte con los demás compañeros, y los otros indican en qué momento he
interrumpido el ciclo, para que a través de ejemplos prácticos, cada uno entienda
dónde ha interrumpido o si ha completado ese ciclo concreto de su vida.
En este ejercicio sería hablar de los mecanismos de evitación por un lado y por otro lado,
cómo es el Ciclo. Podemos levarlo a que se vea en diferentes terrenos de mi vida: cómo
acabo o interrumpo los ciclos.
190
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
4) La estrella.
Se sitúan 5 personas formado una cruz, una en el centro, una a su izquierda, una a la
derecha, una delante y otra detrás, todas mirando hacia el mismo lugar. Se pone
música y siempre hay que seguir e imitar a la persona que mira de frente: se empieza
hacia donde se tiene la mirada y cuando esta persona gira, por ejemplo, a la derecha,
pasa el liderazgo a la persona que está situada a la derecha, y todos miran hacia allí y
la imitan. El del centro siempre sigue a los otros, no tiene autonomía; hay que irse
turnando y conservar siempre la misma equidistancia en el grupo.
La música es una proposición creativa para que el cuerpo pueda encontrar un movimiento
que le sugiera la emoción que el músico ha propuesto. Por tanto, en Gestalt a veces se
trabaja con espejos diferentes de mí mismo: 5 personas me están imitando y me hacen
Darme Cuenta de mi yo Observador; es decir, como los espejos de los demás me hacen
salir de mi posición.
Es un juego que conecta la actitud de movimiento rítmico del cuerpo, con lo cual entra la
autorregulación organísmica a través de una propuesta emocional que es la música, y el
espejo de otras 4 personas, dándome la postura de Observador.
También cómo vivo la confrontación, cómo de alguna manera me atrevo a ser consciente
de mi Yo amplificado, esa imagen de espejo que es una copia de mi mismo, que yo no
puedo ver directamente y que aquí observo a través de los otros. Y puesta la atención en la
Figura-Fondo: veo un poco más aquello que yo, de mi, me gusta o no me gusta; en esta
observación, destacas aquello que mis compañeros reproducen de mi y que yo percibo
como mi yo-agradable o mi yo-desagradable, me hacen Dar Cuenta qué destaco de mi
mismo como aceptado o no, qué partes quiero esconder y qué partes no. Con ejemplos: del
fondo destaco “fíjate, los hombros estrechos que tengo”, e identifico cómo “tener los
hombros estrechos no es bonito”; o al revés: “fíjate qué sensual soy”, destaco de los
movimientos de mis compañeros la sensualidad, que reconozco en mí y acepto y me gusta.
191
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
masaje al que tiene delante, para dejar ir las tensiones, insistiendo sobretodo en
cuello y espalda, y con una finalidad principalmente energetizante, no relajante. Al
cabo de unos minutos, nos damos la vuelta, de manera que hacemos masaje a quien
nos lo estaba haciendo hasta ahora a nosotros.
El contacto físico en Gestalt es muy importante porque hace que tome contacto con la
realidad y con lo físico: cuando toco al otro, estoy tocando materia, que es la forma
energética más densa, y eso me dificulta irme a la conducta neurótica.
Fritz Perls hacía mucho hincapié en la práctica del Darme Cuenta cuando empiezo a
hablar desde la fantasía neurótica, desde ese campo mental inventado: atención en el Aquí-
Ahora y cuando salgo del campo de lo físico, de lo evidente, de lo constatable, entro en un
campo que puede ser armónico, pero también a terrenos no tangibles, y por tanto a la
fantasía, y el camino de vuelta se realiza tocando algo: ahora me Doy Cuenta de que toco
un sofá, ahora me Doy Cuenta de que piso el suelo… Sino, cada vez me escapo más a
terrenos neuróticos, o de fantasía mental. Fritz Perls hablaba de la experiencia creativa de
la cultura como neurosis social, en el sentido de que la cultura y conocimiento no es más
que pequeñas fantasías evitativas de la realidad de personas que las han producido con la
mente, por tanto no están en un terreno tangible si no tienen un camino de vuelta; cada
cosa que alguien escribe en un libro es su fantasía evitativa de la realidad, por tanto no es
real. Sea novela o sea ciencia, no es real: es teoría paranoica de aquella persona. Que a
veces está consensuada por la sociedad. Sirve para el que la ha escrito. Sí, yo la puedo leer
y me puede gustar, pero no me sirve: es SU neurosis. Y la acumulación de neurosis es la
cultura que me lleva a irme de mi Yo-tangible.
El valor de la cultura, que está muy valorada por la sociedad, es muy diferente al “tener
conciencia de”. Perls hacía mucho énfasis en este término.
192
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Dividimos la sala en 7 espacios, donde cada espacio tiene un cartel colgado con cada
mecanismo de evitación o con cada resistencia. Y las personas van transitando los
diferentes espacios buscando compañeros donde compartir experiencias de esa
resistencia o compartir momentos donde haya interrumpido un ciclo de una
experiencia en ese mismo lugar. De esa manera voy viendo diferentes modelos en
función del lugar en que estoy situado.
7) Ejercicios para poder salir de la mente y volver a entrar: Música rítmica (jazz).
Todos los participantes andan por la sala y se van saludando unos a otros. Al
cruzarse con un compañero, se paran delante de él, le observan y le hacen aquello
que creen que necesita: (un abrazo, un beso, una sonrisa, una broma, un masaje...).
Vamos cambiando de pareja.
Esta dinámica tiene mucho que ver con contacto-retirada: tomo contacto con el otro o me
anticipo a lo que el otro yo creo que necesita. En este juego se puede trabajar la toma de
contacto real, para evitar el proyectar en el otro lo que yo creo que necesita. Me doy
cuenta de si coincido o no coincido, si el otro es una proyección, o si realmente tomo
contacto. El mirar a los ojos me puede permitir un contacto real y el desviar la mirada
sería más una evitación. Por tanto, se abre la oportunidad de Darme Cuenta de si evito el
contacto o tomo contacto; si proyecto lo que yo quiero o si realmente tomo contacto.
Así pues, se trabaja el mecanismo de proyección y todas las evitaciones del contacto, y a
ver cómo vivo la retirada: una vez tomo contacto y confluyo con mi compañero, ¿sé
193
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Al acabar el intercambio con la pareja inicial, nos separamos y buscamos a otra: ¿me retiro
y busco una nueva experiencia, o estoy confluyendo y me quedo “enganchado” a esa
primera? ¿Sé retirarme?
El trabajo con introyectos es muy interesante en grupo, porque vemos diferentes creencias,
diferentes actitudes y principios rectores que nos hemos tragado y que de alguna manera
aún actúan, porque están “tragados sin masticar”: los hemos asimilado en el inconsciente y
continúan actuando hoy como si fueran creencias propias.
Al Darme Cuenta de ese introyecto, puedo diferenciar entre la conducta y la persona. Por
ejemplo: mi madre, como madre, es alguien a quien yo quiero, y puede ser que tenga
creencias y conductas con las que yo ahora, como adulto, no estoy de acuerdo, aunque de
pequeño me las hubiera tragado sin masticar y de alguna manera, ahora, al ponerlas al día,
haya tenido una sensación de enfado hacia esa persona. Y ahí tengo la oportunidad de
diferenciar entre “persona” y “conducta”: acepto a la persona y no extrapolo esa conducta
o comportamiento hacia ella, sino que las considero como elementos distintos, que puedo
querer y rechazar por separado.
194
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
seres educadores (padre, madre, maestros…) en las conductas, pero no a las personas,
porque si cargo contra la persona sería como cargar contra una parte de mí. En la medida
en que hablo de mis introyectos y los pongo al día, puedo diferenciar las conductas que en
la actualidad estoy o no de acuerdo.
9) Juego para trabajar las proyecciones: Aquí, una persona sale de la sala y el resto
del grupo “proyecta” o dice por qué lo echaría y por qué lo incluiría en el grupo.
Una vez todos han hablado, se hace entrar a la persona, y se le pregunta por qué
cree que cada uno de los miembros de su grupo le echarían o le incluirían, y se lo
explicita a cada uno, poniéndose delante (ellos no responden, sólo escuchan).
Luego, se recuperan las proyecciones: aquello que veo de ti, lo recupero en mí.
Los mecanismos de proyección son muy importantes para entender cómo yo veo al mundo
a través de mi propia realidad, cómo lo configuro a través de lo que proyecto en mi propia
visión del mundo.
Este es un buen ejercicio para entender que los otros me ven de la manera en cómo
proyectan sobre mí mis actitudes y cómo a la vez yo proyecto en los demás miembros del
grupo aquellas cosas que yo quiero destacar como Figura del Fondo. Diríamos que
aquellos comportamientos que yo tengo como aceptados serán aquellas proyecciones de
mí que circularán sobre mí y me penetrarán sin que haya ningún impacto emocional
relevante. En cuanto hay un impacto emocional relevante, tendrá que verán aquellas
proyecciones de mí no aceptadas, con aquellas formas que existen en mí pero que no están
integradas desde la conciencia, que no están aceptadas como hábito personal, sino que las
veo como rechazables o admirables en los otros. Lo que yo admiro de los otros son
aquellas partes de mí que no me atrevo a reconocer para no autorresponsabilizarme de
ellas, o porque hay un introyecto que dice que no me pertenecen. A la vez, las partes de mí
que rechazo y critico, que no me gustan, serían aquellas partes en las que yo actúo pero no
acepto como propias; aquellas partes de mí que yo califico como negativas o evitables y
que yo proyecto en los otros cuando hago crítica destructiva contra ellos. En la medida en
que yo proyecto hacia fuera aquello que no reconozco en mí, empiezo a criticar, y aquí
empieza lo que llamamos “crítica destructiva”: en la medida en que me destruyo al otro,
195
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
no me tengo que responsabilizar de cambiar nada de mí: el otro es el que actúa “mal”, yo
me percibo como “bueno” y por tanto, mi percepción se limita a que “aquello no me
pertenece, está fuera de mí”.
En grupo es muy útil hacer este juego porque hay un awareness cuando yo salgo de la sala
y al volver a entrar, conecto con el Darme Cuenta de la gran diferencia que hay entre lo
que opino de mí y lo que realmente constato que los demás opinan de mí, y veo la gran
diferencia que hay entre cómo me percibo y cómo los otros me perciben. Y a la vez, cómo
yo percibo a los otros y cómo se perciben ellos a sí mismos.
Es un juego que sólo por el hecho de estar atento a ver la reacción de los otros ya me
dirige al Darme Cuenta, a salir de la idea egocentrista de creer que mi realidad es objetiva.
Y hace ampliar mi visión de que sólo veo el mundo en función de lo que yo destaco del
fondo. Me hace entrar en que no es importante lo que ocurre, sino cómo yo percibo lo que
ocurre. Por tanto, en la medida en que veo diferentes formas de reaccionar ante un mismo
hecho, actitud o persona, me hace ampliar mi mundo, hace que tenga diferentes visiones
de una sola cosa y hace que salga de mi limitada realidad. A la vez, el recuperar la
proyección, me ayuda a aceptar en mí mismo cosas que rechazo de forma consciente pero
que actúan en mí. Integro polaridades posiblemente separadas o no aceptadas por mí.
Recupero partes satisfactorias para mí y que rechazo por no creerlas propias, o cosas que
rechazo por creer que no son positivas, y que actúan con una actitud autocrítica, es decir,
que están en la polaridad no escuchada o no integrada. Por tanto, cuando esa polaridad
habla a través de la proyección y puedo recuperarla, me hace Dar Cuenta de que esa
polaridad es algo propio… Y eso puede llevarme a una integración de las dos polaridades,
incluyendo esa parte excluida, aceptando qué parte de esa proyección me pertenece y qué
parte no me pertenece, comprendiendo que siempre que proyecto algo fuera, es porque al
menos una parte me pertenece, porque sino no sería capaz de reconocerlo. Por tanto, en la
medida en que lo proyecto fuera, me da la posibilidad de aceptar y elegir si quiero
reconocerlo en mí y dentro de mi inconsciente. Lo que veo en el otro no es más que una
parte de mí muchas veces no aceptada o no vista como propia.
196
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entrevistas
Entrevistada por Ferran. Se hacen las mismas preguntas que en el primer grupo y
primer taller.
FERRAN: (repaso brevemente los juegos y dinámicas efectuados durante este taller).
Bueno, Carme, vamos a empezar con las preguntas concretas. ¿Cuál fue tu motivación
para apuntarte a un grupo de Crecimiento Personal a través del Juego y la Gestalt? ¿Cuál
era ti momento personal, qué síntomas tenías para buscar apoyo terapéutico, y por qué
escogiste este sistema de la Gestalt y el Juego?
CARME: mi motivación personal era una inquietud interna bastante fuerte de cambio. Yo
necesitaba cambio. Cambiar. No sabía hacia dónde enfocarme, pero sí que necesitaba
cambiar. Luego me pareció muy interesante porque a la vez que yo cambiaba, aprendía
técnicas y herramientas para yo poder ayudar a los demás. No era sólo el cambio, sino que
era el doble de enriquecimiento.
Y he escogido este tipo de formación sobre todo porque es una manera vivencial de
aprender. Una manera que se queda, que me impacta… y es sentir. A través de la
experiencia, aprender a cómo llevar a cabo todo. No es mental, es de la experiencia. Y
también me ayudo el que ya os conocía, ya había trabajado en Crecimiento Personal con
vosotros, a otro nivel. Hice un año de talleres, conocía el centro, os conocía a vosotros y
sabía cuál es vuestra manera para el aprendizaje. Y a mí me apetecía mucho. La primera
vez no tenía ni idea. Es más, una de las primeras veces pensaba: “¿qué hago yo aquí?” Lo
que pasa es que era salir de mi esquema de actuación como persona… Yo había aprendido
otras cosas y estaba sorprendida, de decir:” ¿Qué es esto?”. Pero salía con ganas de volver.
Siempre salía con ganas de volver… Cuando me hacíais hacer según qué ejercicios
pensaba: “¿Qué es esto? ¿Lo sabré hacer, no lo sabré hacer…?”. Me hacían sacar cosas de
mí misma que ni yo misma sabía que las tenía. Entonces, claro, era mucha sorpresa. Y
descubría cosas, salía sorprendida, y esas cosas luego se desarrollaban a lo largo de la
semana.
197
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Y eso para mí también era importante. Saber que luego lo que crecía dentro de mí era
agradable. Era MUY agradable. El cambio fue agradable. Entonces, claro, siempre tenía
ganas de volver porque tenía una inquietud pero no sabía lo que tenía que hacer. A mí me
aconsejaron que fuera a Espai Lúdic. Yo no los conocía, pero iba pidiendo algo diferente.
Fui a una homeópata, que hacía pocos días vino a este centro a la Jornada de Puertas
Abiertas y os conoció. Yo me planté delante de ella y le dije que quería un cambio, que
quería algo diferente. Le estoy muy agradecida sobre todo porque me ayudó a empezar a
encontrarme.
CARME: claro, claro. Más satisfacción en cuanto a esa inquietud interna mía. Entonces…
me está satisfaciendo. Qué necesidad tengo de ir a otro sitio a hacer otras actividades…
FERRAN: ¿cuáles fueron tus primeras impresiones después del primer taller? ¿Cómo fue
el primer contacto con el grupo, si hubo dificultades de comunicación? Estas dos cosas,
primero.
(Silencio)
Aquí podemos ver su proyección y cómo se desvaloriza: siente que todos son más
que ella y le cuesta la aceptación de su persona, de sus capacidades , de sus valores
198
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Como por ejemplo cuando… Yo creo que me ven… que van a ver mi debilidad. Y eso no
llega: la gente me ve fuerte. Mis compañeros me ven fuerte y “cañera”. Entonces mi
debilidad interna se ve que la llevo muy interna… Ja, ja… Mi falta de autoestima,
quizás… ¿La debilidad? No sé, no sé como explicarlo, ahora…
FERRAN: ¿Los juegos Gestálticos te ayudaron a establecer ese primer contacto con el
grupo?
CARME: Totalmente, más bien para mí fueron divertidos. Entonces al llegar a un sitio en
el que yo me formo y a la vez me divierto, o sea… Y veo que el grupo se divierte
conmigo, ¿no? Y que todos somos uno, ¿no? O sea, no hay uno que se quede desplazado,
sino que son juegos asequibles a todo el mundo, a todo el personal. Claro. También lo que
descubrí es el espejo que me hacen los compañeros. El cómo me puedo equivocar
pensando lo que mi compañero puede pasar de mí, que puede que no tenga nada que ver la
idea que yo me formo y con la realidad de lo que él piensa de mí, ¿vale? Mmm….También
me di cuenta que soy bastante clara a la hora de mostrarme a los demás, porque todos
coincidían más o menos en decir lo mismo de mí. O sea que en ese sentido estoy contenta
porque llega que soy tal y cual soy. Transparente. Y eso llega bastante.
Como bien dice Carme, gracias a los espejos que le hacen sus compañeros en los
juegos realizados empieza a Darse Cuenta de cómo se muestra ante los demás y ahí
descubre que hay una parte que imagina y que no tiene que ver con la realidad, y
otra parte que sí que está acorde con lo que ella quiere mostrar.
Y luego, que me hacen ver que tengo rigidez corporal, y también a la hora de expresarme,
¿vale? Es una ayuda en el Darme Cuenta, en esas cosas que puedo mejorar: mi falta de
confianza en mí misma. Todo esto creo que lo demás lo verán y no lo ven, porque me ven
fuerte. Porque realmente fuera soy capaz de todo, y en mi interior a veces no me veo capaz
de todo. Y eso la gente no lo ve y sin embargo lo llevo dentro. A veces dudo de que yo sea
capaz de ser. Pero pienso que los demás lo deben ver, porque está ahí, yo lo siento, lo
vivo…
Carme sigue poniendo la atención en que los demás no ven en ella algo que es muy
obvio: su parte dudosa e incapaz.
199
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
FERRAN: ¿y recuerdas cómo viviste tus primeras experiencias en cuanto al Darte Cuenta,
en el responsabilizarte del Yo? ¿Cómo lo viviste?
Y no es fácil, ¿eh? Porque es un trabajo de día a día. Pero soy más consciente de lo que
vivo. Y eso va muy relacionado con el Aquí-Ahora. El “me doy cuenta” va muy
relacionado con el “aquí-ahora”. Porque Aquí-Ahora me Doy Cuenta de… Cuando me
ducho, por ejemplo. Que me cae el agua. O sea, cuántas cosas me llego a perder si no vivo
el Aquí Ahora. O si no me Doy Cuenta del Aquí-Ahora, ¿vale? Y todo eso junto con
hablar desde el Yo me hace ser más responsable de mis actos, de mis pensamientos, de
conocerme a mí misma, de sentirme a mí misma… Sobre todo de tomar conciencia de
cómo soy como persona. No estar tan pendiente de lo de fuera, sino de conocerme a mí
misma. Y de esa manera creo que lo importante es Darme Cuenta para, a partir de ahí, dar
un cambio en lo que yo quiera. No puedes hacer un cambio de conciencia, un cambio
incluso corporal si no te das cuenta de cómo estás en ese mismo momento.
200
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CARME: a ver, por ejemplo. Yo estoy inquieta, siento una sensación de inquietud, pero no
sé qué es lo que me pasa. Ahora, practicando el me Doy Cuenta en cosas sencillas, como
puede ser deleitarse con una comida, o notar cómo cae el agua por el cuerpo, luego eso lo
puedo aplicar a cosas más complicadas. Y ahora viene el ejemplo: hablo con una persona
X, la que sea, y cuando acabo de hablar con esa persona me noto inquieta. Pues puedo
Darme Cuenta qué es lo que ha pasado, qué es lo que me ha hecho conectar con esa
ansiedad, qué es lo que me ha hecho inquietarme. La conversación de esa persona, la
actitud de esa persona, o algo que yo misma he notado que me sabe mal.
En otro tiempo me hubiera quedado con la sensación pero no me hubiera dado cuenta de
dónde viene esa inquietud. A partir de ahí, como mínimo, ya no tiene tanta fuerza. Esa
sensación de inquietud desaparece. Y eso es magnífico, porque no la voy acumulando. Y
además, si quisiera hacer algo, sabría por dónde empezar. Ahora ya sé por qué esa persona
me pone inquieta. Como mínimo otro día puedo hacer algo diferente. Pero si no me doy
cuenta, seguiré haciendo lo mismo que hago siempre. Y sabré qué hacer con esa inquietud.
O por ejemplo, el Darme Cuenta de que no quiero hacer algo. No querer hacer algo
también es importante, el Darme Cuenta que debo hacer algo y en ese momento no me
apetece y eso para mí es muy importante. Porque yo soy muy autoexigente, conmigo
misma. Entonces para mí es importante. O sea, el Darme Cuenta y el Aquí-Ahora lo aplico
en lo que más me es beneficioso. Y también sería ahí el responsabilizarme de no hacerlo.
Te responsabilizas porque eres consciente de tus actos.
Es interesante observar la importancia del trabajo del Darse Cuenta ya que la está
ayudando fundamentalmente a hacerse más responsable de sus actos y de sus
consecuencias; de esta manera también le será más fácil hablar en primera persona
de sí misma.
Y de los juegos… El que más me viene a la cabeza es el de que nos ponemos en círculo,
que te toca por ejemplo Quim y te caes hacia delante y el grupo tiene que venir a salvarte.
Pues, yo a coger, sí. Pero dejar que a mí recojan, porque como soy tan controladora… o
era tan controladora… Ponlo como quieras…
201
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CARME: yo desde luego ya no soy tan controladora. Menos mal, gracias a Dios…mi
cuerpo lo nota… Pero, claro, en esos juegos se me despiertan además de emociones
muchas maneras de actuar mías que no me son beneficiosas. O sea, el juego está muy bien,
jugar está muy bien. Y detrás de todos esos juegos hay una parte muy constructiva, que
toca partes de mí, de mi manera de ser, que me las despierta…y es que el juego me ayuda
a Darme Cuenta de cómo yo actúo y cómo esa manera de actuar mía puede perjudicarme o
beneficiarme. Por ejemplo este de la confianza, de dejarme caer, me descubrió que yo me
resisto a confiar en los demás. Que los demás confíen en mí, sí. Porque yo SALVO, hago
lo que sea. Pero yo confiar en los demás… pues como que soy más reservada. Como que
no acepto tanto la ayuda en lo que me cuesta. Y esto también me ha hecho Darme Cuenta
de cómo me aíslo de las personas porque claro, pedir ayuda es una manera de cariño y
todo esto me ayudó sentir la dureza que había en mí. Sentí esa dureza y cómo esa dureza
se refleja en mi cuerpo. Esa rigidez. Cómo se refleja también en como a veces mis
compañeros no se acercaban a mí. Yo lo notaba, es como que había un aislamiento, o que
yo me notaba aislada, aparte de que yo tengo la neura de que me da mucho miedo estar
sola, y a la vez que me da miedo, yo estaba creando estar sola. Porque no pido ayuda, ni
dejo que me ayuden, ni dejo que se acerquen… pero no conscientemente, sino por una
actitud rígida mía, de decir: “no, yo puedo sola”. Entonces, Darme Cuenta me da un
poco… de pena… es una mezcla de todo, al ver cómo actúo y a la vez de alivio porque eso
hace que esa rigidez se diluya en cierta manera. Que pueda modificar mi conducta porque
me he Dado Cuenta…
Este juego es muy interesante porque nos hace rápidamente ser conscientes del
control que ejercemos hacia el exterior, de cómo no confiamos en lo de fuera. Para
mí siempre ha sido el que me lleva a Darme Cuenta de los cambios importantes
que yo he hecho como persona, y cuando lo veo en mis clientes- como Carme-
entiendo perfectamente que efectué en ellos un “ awareness” y de esta manera
puedan obtener tanta información de sus vidas. Que de un simple “atreverse a
dejarse caer en los demás” pueda entender tranquilamente las resistencias que está
poniendo para relacionarse con el exterior, y que se dé cuenta de cómo evita pedir
ayuda y que se acerquen a ella, para así seguir manteniendo el introyecto de “yo
puedo sola”. Y así Darse Cuenta de su necesidad interrumpida de pedir ayuda
cuando realmente lo necesita (esta parte ya la veíamos al principio del taller).
202
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ferran.
Me encanta ver la cara que van poniendo cuando van teniendo acceso a la
información que les facilita darse cuenta de nuevas comprensiones referentes a lo
que pensaban hasta ahora. ¿Y por qué me encanta que les pasen estas cosas? Pues
me encanta porque a mí aún me sigue pasando, sigo teniendo “awaraness”
fantásticos acerca de introyectos que tengo que no me dejan ser libre. Me doy
cuenta gracias a este trabajo de todo lo que yo también me tragué sin masticar y
que a veces, cuando no estoy atento sigo haciéndolo, sigo comiéndome nuevos
introyectos. Eso hace que me sienta cercano a Carme cuando escucho “lo
buenecita” que es ella, o cómo intenta venderse al grupo para que la acepten .Y
con las proyecciones ¡qué os voy a contar! Con ellas me especialicé en mi
juventud, en ver como los demás fastidiaban mi vida, y a la que me despisto ahí
estoy echando fuera todo lo que puedo. El percibir como Carme ve a sus
compañeros maravillosos me resulta conocido; y a la vez también me doy cuenta
de las herramientas que he podido desarrollar en todo este tiempo para abordar
diferente este tema.
De este taller de juegos gestálticos salí con el buen sabor de boca de Darme más
Cuenta de cuán importante es para mí seguir revisando constantemente mis
introyectos y mis proyecciones, cómo he crecido como persona y cómo Ser desde
que estoy atento a estos dos mecanismos de evitación, con lo cual, si a mí me ha
aportado tanto, me gusta pensar que lo mismo le puede pasar a Carme o a
cualquiera de las personas que están en mis grupos.
203
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entrevistas
Entrevistados por Quim. Se hacen las mismas preguntas que en el primer grupo y
primer taller.
QUIM: la primera pregunta sería, ¿cuál fue vuestra motivación para apuntaros a un grupo
de Crecimiento Personal a través del Juego y la Gestalt? ¿Cuál era tu momento personal,
qué síntomas tenías para buscar apoyo terapéutico y por qué escogiste este sistema de la
Gestalt y el juego?
OSCAR: yo escogí este tipo de trabajo en grupo porque tenía el deseo oculto de dedicarme
a la terapia y me parecía una buena herramienta para llevar grupos. A través del juego. El
tipo de aprendizaje con el juego. Para aprender a llevar grupos y, en este caso, que también
se puede utilizar en la empresa.
Respecto a mi momento personal, conscientemente sólo lo hacía para llevar grupos. Pero
el primer fin de semana ya me di cuenta de que era un trabajo personal fuertísimo. Yo
antes de empezar, tenía poca percepción de mí mismo, estaba deformada… Con el tiempo
me he dado cuenta de que estaba deformada. Años atrás tenía una sensación de mí
infravalorada; y cuando llegué aquí, era sobrevalorada: mi vida estaba solucionada, todo
trabajado, todo controlado… Y este trabajo de Gestalt y juegos me hizo… me situó más en
mi lugar. Me dio una perspectiva más real. Había pasado de sentirme muy poca cosa a
sentirme muy importante y lo que me dio este tipo de trabajo fue... ser más conciente de
cómo estaba.
Aquí veo que la perfección de uno mismo tiene mucho que ver con seguir el modelo
estándar, aunque dentro hay un vacío. Es decir, que la persona empieza a sentir que
aunque aparentemente se haya percibido como exitosa o como fracasada, hay algo
no desarrollado que tiene que ver con el Darse Cuenta del sentido de la existencia:
encontrar la verdadera clave del sentido de la propia vida, vivir la vida desde la
barrera, desde la neurosis, sin ser consciente de que hay neurosis. Y la percepción de
204
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
En cuanto al momento personal, recuerdo que era un momento dulce y amargo… Era…
Había iniciado una relación hacía muy poquito, pero había una parte de mí que seguía
llorando y mal, ¿no? Era como un poco contradictorio porque el peso que suponía de
ilusión y de fuerza cuando empiezas una relación, había otra parte de mí que no se acababa
de encontrar bien. Anímicamente o… no sé. Tenía problemas con el trabajo y también
inquietudes… Esta fue una de las cosas que me motivó, ¿no? Intentar conocerte un poco
más y por otro lado porque profesionalmente me encontraba mal y todo esto podía
representar un poco una vía de escape. Y bueno, tomé esta decisión. Apoyada por mi
pareja.
QUIM: Y ¿por qué escogiste el sistema del juego y la Gestalt en esta formación de 3 años?
PILAR: bueno, es que como yo he dicho, ya lo conocía, del curso anterior. Para responder
esto, nos tendríamos que remontar a por qué hice el primer curso, con el mismo método. Y
te diría que en mí había una parte en aquel momento de mucha… de mucha seriedad, de
mucho peso a lo que era mi vida, ¿no? Y llega un momento en que te das cuenta de que
205
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
todo es muy serio, todo es muy responsable, todo es muy rígido… Y que la parte que a mí
me faltaba era la lúdica, la de reír, la de pasarlo bien…
Veo claramente cómo Pilar excluye una parte que sólo ve fuera y que ansía: tiene
una parte conocida (la parte lúdica) pero no la ve como propia: la excluye de su vida
interponiendo unas expectativas que se esperan de ella a través de su familia, de los
compañeros de trabajo… y no toma contacto con una necesidad real que sí ve
proyectada fuera, porque excluye, por una serie de introyectos (hay que ser útil, hay
que ganar dinero, hay que hacer las cosas muy bien hechas), y se percibe como
incompleta: su parte lúdica no la ve como propia. Intuye que hay una necesidad de
integrar una parte proyectada fuera que tiene que ver con escenas más lúdicas o más
relacionadas con su satisfacción en cuanto a lo lúdico.
Y por ahí vino la inquietud de decir: a ver, en estos momentos quiero conocerme y trabajar
un poco sin olvidarme de la parte de diversión y de reírme, que también la quiero. Se
dieron un poco las dos circunstancias.
Sobretodo un poco… pues por quitarle tanto peso a todo lo de mi vida. Cualquier decisión
era muy complicada, muy seria, como que tenía que acertar, realmente no equivocarme,
¿no? Y para mí el poderle quitar trascendencia a todo, y poder reírme un poco de mí…
OSCAR: yo recuerdo que llevé un recorte de Espai Lúdic en la cartera, durante un tiempo.
Hablaba de trabajo personal, y el trabajo personal “era serio”, ¿sabes? Todo era muy serio,
demasiado serio. Y no sabía por qué, pero me atraía esto de los juegos… Lo llevaba en la
cartera, y me parecía bien porque era como buscar una parte más lúdica, más divertida. Ser
igual de profundo pero desde la parte divertida. Y con el tiempo se ha demostrado que sí.
En el caso de Óscar, vemos también cómo hay una neurosis introyectada en el “tú
206
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
debes”, tipo obediencia incondicional, “Yo tengo que ser…”: unos introyectos que le
llevan a una cierta desconexión de la parte de niño, más lúdica y espontánea de la
existencia.
QUIM: ¿Cómo fueron las primeras impresiones con el grupo? El contacto con el grupo:
dificultades de comunicación… No sé si podría servir cómo vivisteis el juego de la
confianza, de dejarse ir, o…
Aquí vemos cómo las escenas temidas (el fracaso, el que me riñan, el que no lo voy
a hacer bien) que son evitadas, a través del juego invitan a la persona a permitírselas,
y trasgredirlas a través de la palabra “juego”. Y permite la observación de la persona
dentro de un contexto social: me puedo percibir a mí mismo diferente del contexto
social diario, que es el trabajo; permite otra resonancia amplificada por las otras
personas para acentuar el Darse Cuenta de que no hay una sola manera de
comportarse, sino que puedo ser de otras maneras y aquí mis escenas temidas puedo
experimentarlas, porque en el grupo puedo percibirme de otra manera, ya que actúa
como un resonador energético que amplifica el proceso de Pilar y le hace entender
que puedo transgredir, sin castigo ni culpa, estos principios rectores.
PILAR: claro…
207
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
A través del juego deja de haber aquel formalismo de que: “ay, ahora nos tenemos que
conocer…”. A la que habías jugado a algo, ya me había conocido, ya te habías visto el
culo. Estabas jugando y ya sabías un montón de cosas de los demás, jugando; y luego te
sentabas y podías hablar tranquilamente… Yo no recuerdo hacer un proceso de acercarme
al grupo, y los primeros meses de distancia, y cosas que he vivido en otros lugares y
formaciones.
En una formación de un año, los 3 o 4 primeros meses, midiendo, tomando distancias con
la gente… Juzgando… Y aquí, no.
PILAR: eso de “este por dónde va, este por donde viene”… En mi primer momento, antes
de empezar, sí que miras al grupo, ¿no? No sé, con inquietud, con curiosidad, a ver con
quién te vas a relacionar. Pero yo creo que las barreras… desaparecen mucho antes.
208
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
“pero”, o atiendo al proceso del “cómo” en lugar de al “por qué”, convierto las
preguntas a veces en afirmaciones y hago consciente lo que no lo era (tanto). Voy
viendo como mi Figura va emergiendo del Fondo y voy emergiendo en la Zona
Intermedia: esa zona entre los sentidos internos y los externos. Y voy haciendo ese
puente…
De alguna manera me voy Dando Cuenta de que esto está basado en la necesidad
dominante del organismo, que da lo que se necesita en cada momento, sin tener que
poner una conciencia clara, y esto te hace completar, conocer la realidad de la
situación tal como es en el momento, aunque en el momento salgan cosas distintas
de las habituales, porque en el Aquí-Ahora se va cambiando continuamente, no
siempre es de esa manera “fija”que predomina en cada uno.
OSCAR: y no tiene que caerme bien, ¿eh? Si había alguien que no te caía bien o te
enfadabas, todo era muy rápido. Porque enseguida que se montaba una dinámica, te
mostrabas, y si a mí alguien me generaba resistencias, no necesitaba tres meses para
saberlo. Era tan rápido para poderlo ver como después para poderlo trabajar. Claro. Es
como en las parejas, ¿no? Si tú te muestras claro, puedes mostrarte, menos tiempo
necesitarás para deshacer malentendidos.
209
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Es como: “Ya sé que aquella persona me genera resistencias”, “ya sé que aquella persona
me atrae mucho, ya sé…”. Es como ganar mucho tiempo, la sensación es esta, un poco.
PILAR: no…
(Silencio, pensativos…)
PILAR: primero cuesta mucho. Bueno, a mí me costaba mucho, por no estar habituada.
Normalmente, supongo que funciono de manera más mental. El Darme Cuenta qué pasa
en mi cuerpo, mis emociones y demás para mí era complicado. No, párate y a ver, ahora
qué te está pasando… Es como un ejercicio muy grande, es complicado. Yo no estaba
habituada. Era: “Me siento triste, me siento contenta”… Esto, más o menos son emociones
que sí las identifico porque son muy expresivas en mi. Pero qué hay antes de esa tristeza,
cuál es la motivación, qué es lo que me ha hecho estar triste,… no, me voy directamente a
la tristeza, o al enfado, o a la alegría. Pero hay una parte de mí que corporalmente no me
doy cuenta qué está pasando, no. Entonces, eso era complicado ponerlo en práctica.
Cuando estoy delante de alguien: “te estoy mirando…” y tenía que haber algo más. Y para
210
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
mí era: “pues te estoy mirando, y te estoy mirando”, y basta. Por nerviosismo, por… Para
mí, difícil. Creo que es un tema de ponerlo en práctica y practicarlo mucho. Y que…
luego… sentía enfado.
QUIM: ¿enfado?
PILAR: claro, porque era mucha responsabilidad… Ya no puedes echarle la culpa al otro,
decir: “ese tío es un borde, me ha jodido”; era algo como muy visceral: me gusta o no me
gusta, y punto, y no tengo por qué perder el tiempo en gente que no me gusta. No me gusta
y ya está.
Mi teoría era: “con la cantidad de gente que hay que vale la pena, por qué voy a perder el
tiempo con alguien que no me gusta. Pues fuera. A este lo descarto y ya”.
Y esta era un poco mi filosofía: voy a los que me gustan y ya está. Ahora es: “¿Cómo,
cómo? Me cae mal y resulta que precisamente porque no me gusta, tengo más que
aprender…” Joder… Qué jodido que es esto, ja, ja, ja… Con lo cual ahora también me
tengo que fijar en la gente que no me gusta, porque de ahí puedo sacar información sobre
mí. Esto me cabreaba, me ha cabreado mucho. Me genera un esfuerzo tremendo, tener que
estar ahí. Esta parte no me gustó, y reconozco que es por lo que implicaba de trabajo.
Prefería mi teoría: me quedo con los que valen la pena, y los que no valen la pena, fuera,
ya está.
211
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Como Fritz Perls decía en “Yo, hambre y agresión”, uno jamás supera algo
evitándolo o resistiéndose. Sólo se puede superar entrando más profundamente en
ello. Cuando utilizamos técnicas supresivas –escoger sólo a los que nos gusta, hacer
ver que algo no existe, desviar la atención hacia otro lado- lo único que hacemos es
evitar tomar contacto con algo que más tarde saldrá y de alguna manera acabará
mandando en nuestra vida Esa parte de mi sombra se apropiará de mí mismo
haciéndome esclavo de ello. Aquí daríamos la razón a Fritz Perls otra vez, donde
uno jamás supera algo si se resiste o si lo evita: sólo entrando en ello podremos
superarlo o entrar en la conciencia. Aunque nos retiremos, vamos a tomar contacto
manera de una manera u otra, hasta que no la tomemos contacto y entrar en ese
mecanismo totalmente.
OSCAR: yo tengo la sensación de que me fue muy fácil, porque era una necesidad. El estar
presente, Aquí-Ahora se convirtió en una necesidad, con lo que me costaba muy poco.
Tenía mucha tendencia a la dispersión, a estar fuera de mí, a investigar qué me pasaba
pero no poderme hacer responsable y hacer responsables a los demás… y al descubrir que
yo me podía hacer responsable de mis cosas, con lo cual modificarlas, y la sensación de
estar presente, de sentir lo que me pasaba, para mí era súper-nueva y súper-agradable.
Sería: “ostia, me está pasando esto… Esta respiración así es nueva… Yo estoy mirando a
aquella persona y estoy proyectando en ella mi rabia o mi malhumor y soy capaz de
Darme Cuenta de que es mío”. Para mí se convirtió casi en una adicción, para mí era una
necesidad el mover las cosas desde allí, porque me daban la posibilidad de hacer algo, de
centrarme de moverme en mí mismo, y para mí eso era bastante nuevo.
Por tanto de aquí podríamos concluir que lo importante no es el objetivo sino el estar
en ello: cuando quiero clasificar algo, salgo de la experiencia. En este modelo donde
no hay clasificación ni diagnóstico, sino entrada directa en el acompañamiento de
nuestro propio recorrido. Ahí entra el catalizador de los procesos de transformación:
asumimos los propios hechos y las propias emociones, conociéndonos, aceptándonos
y respetándonos tal como somos, donde el Darse Cuenta, sin expresar ni manipular,
hace que experienciemos la totalidad de nuestras partes. Y desde ahí vivimos como
un proceso el ir integrando cada experiencia, que nos hace de catalizador para fluir
en ella y experimentarla.
Había hecho terapia y era nuevo ejercitar todo esto, y me ayudaba a sentirme que estaba
212
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
cerca de mí mismo. Ahora, al cabo de tres años, tengo la sensación de que me costó poco;
por eso, porque era como un vicio, como la necesidad continua de: “a ver, a ver qué
siento… Concéntrate…”
Tenía la sensación de que, después de muchos años, esto me permitía tomar las riendas de
mi vida, porque era: “no, tío, si eres tú quien decides, es a ti que te pasan estas cosas, no
son los demás que se enfadan, y están irascibles, y tienen rabia… No, ¡eres tú!“ Era en
algunos momentos una sensación de desencanto, de cansancio… de pensar: ¿por qué estoy
así? Pero a la vez la sensación inconsciente de que aquello era bueno, que me llevaría
hacia un lugar mejor. Un poco inconsciente, era la confianza…
Oscar está utilizando sus percepciones como guía, es por donde se le asoma el alma
y donde nada se puede enmascarar: directamente deja de ser carcelero de sus
mecanismos de evitación para que salgan, y una vez transcurridas, se apropie del sí
mismo; con este fluir empiece a tener contacto con la aceptación y con su parte de
espontaneidad y desapego, que favorecen y acompañan todos los movimientos de su
organismo y se libera más de su ego.
QUIM: o sea que para ti fue más un descanso, en el sentido de: “Oh, qué bien, puedo hacer
algo” y para ti, Pilar, era: “Joder, qué cansancio… Ahora resulta que me tengo que
responsabilizar…”.
Esta apertura y este fluir sin directividad es el resultado de un proceso que tiende a
autogestionarse solo. Es decir, a través de la autorregulación organísmica.
QUIM: La respuesta a cómo era la diferencia entre lo que vivías en el grupo y cómo lo
vivías fuera, sería esto… No sé si tenéis algo que añadir…
213
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
OSCAR: si hablamos del primer fin de semana, yo venía pensando que venía a hacer una
formación para llevar grupos, que duraba todo el sábado y el domingo por la mañana, y ya
el sábado al mediodía tuve que salir y irme al Tibidabo a que me diera el aire. Porque tenía
una sensación de ahogo, de decir: “Ostia, llevar grupos es currarte primero tú, y hasta que
no te curres tú, hasta que no experimentes tú mismo… Si no hacer tú el trabajo personal,
tampoco te servirá aprender a llevar grupos. Y aprender a llevar grupos es un trabajo que
empieza por el personal”. Y eso fue… Ufff… Qué mierda…. Y al Tibidabo a tomar el aire
y con un sentimiento de: “¿Dónde me he metido?”… Había una ambivalencia de “dónde-
me-he-metido-vaya-mierda” y “qué-bien-tengo-que-pasar-por-aquí”. Tendré que aprender
a jugar yo para poder llevar grupos.
El perro de arriba y el perro de abajo entablan una conversación, que permite a los
alumnos permite la observación de la persona dentro de un contexto. Permite una
resonancia amplificada que acentúa el Darse Cuenta.
Conscientemente no me había metido donde quería, pero estaba donde tenía que estar. El
primer fin de semana, la sensación era esta…
Quim.
214
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
me gustaría llegar a que “ocurra lo que ocurra, siempre es lo mejor para mí”, y me
estoy Dando Cuenta de que estoy en el camino de ello.
215
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Hemos escogido este taller porque es significativo en cuanto a lo que el juego puede
aportar para aprender Gestalt.
1) Juego de los palos: Se hace un círculo formado por las personas participantes, de
pie. El terapeuta va introduciendo una caña de bambú larga, donde la van pasando,
de mi mano derecha a mi mano izquierda, y luego a la mano derecha del
compañero que tengo a mi derecha. Así, vamos introduciendo más cañas,
fabricando un ritmo donde al pasar el palo, golpeamos el suelo intentando
conseguir un ritmo al unísono, sin que se caga ningún palo ni nadie pierda el ritmo.
Al final se produce la sensación que es un solo organismo que da golpes al mismo
tiempo, pasándose cada vez un palo.
Es un juego que consiste en irse integrando poco a poco con el grupo. Nos lleva un poco
de la Gestalt a la sistémica, en el sentido de que el fallo de cada uno, no es un conflicto
propio, sino que es un conflicto grupal.
A la vez, nos hace estar muy presentes: en la medida que no estoy en el Ahora-Aquí no
puedo coger el ritmo de mis compañeros. En otras palabras: todo el sistema forma parte de
una unidad y si no estoy presente, pierdo la conciencia del presente. A la vez es un juego
donde hay contacto, y puedo unir el logro y la satisfacción: el logro u objetivo sería “que
no se caiga el palo y lo pueda pasar al compañero siguiente”, y a la vez si soy capaz de
mirarles, puedo entender que, con la presencia y con el contacto, el objetivo ya tiene una
216
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
autorregulación del propio organismo del sistema compuesto por varias personas, y a la
vez tomo contacto con las personas del sistema; estoy contactando con los compañeros y a
la vez cumpliendo con un objetivo común que nos favorece a todos, en cuanto que partes
del sistema.
Si fuera un organismo vivo, en este caso el objetivo sería irse pasando el palo uno a uno y
a la vez tomar contacto con los otros: vamos tomando conciencia de cómo la energía está
conducida a una acción, tomo contacto con la acción, también con mis compañeros,
realizo el ejercicio y cuando consigo coger un ritmo, hay una sensación de satisfacción
para luego emprender la retirada.
Ese ciclo se inicia cada vez que se pasa el palo y a la vez en la completitud del ejercicio,
cada vez que tomo contacto con los otros, a partir de las 7 etapas sucesivas del Ciclo de la
Experiencia, (toma de conciencia en el Aquí-Ahora, energetización pasando el palo, la
acción tomándole palo, el contacto con el palo y la mirada de los otros, y la satisfacción
habiendo realizado el ejercicio), hasta la retirada, pasando el palo al compañero para
iniciar un nuevo ciclo, desde el yo individual.
Este juego tiene un enfoque dinámico en el sentido de empiezan tomando contacto dos
217
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
personas: la dualidad de “yo mando” o “me dejo mandar”, cómo yo potencio el que en un
momento determinado tú tengas el poder, para luego yo poderlo tener. Hacemos que cada
parte de las dos polaridades, en lugar de estar enfrentadas, cedan el lugar a otro y alternen
su prevalencia y su energía, según la conveniencia en cada momento. Podemos decir que
es un juego de polaridades donde cada una tiene su propia voz sin que estén enfrentadas.
Eso hace que cuando vea que una manda sobre la otra, o que la otra no se deja mandar,
vemos que en la dualidad de las polaridades existe un enfoque que evita el tomar
conciencia de qué parte manda sobre la otra. El Darse Cuenta de qué parte es (si mi
dificultad está en ceder el poder o en dejarme mandar), sería el reflejo de lo que cada uno
tiene con su Yo-interno y Yo-externo: el otro hace de espejo y su reflejo me hace tomar
conciencia de cómo yo me comunico con mi interno y mi externo.
Luego pasamos a un ejercicio donde, sin que nos pongamos de acuerdo, sin una
convención de quién manda o no, nos volvemos un solo organismo, para entender que
mandará el que en el momento sea el adecuado para el beneficio del conjunto; sin que
haya una comunicación consciente le damos un poder a la parte inconsciente para que la
autorregulación del organismo compuesto por dos o más personas, según el momento del
juego, sea el que tenga el poder óptimo en el momento como persona más adecuada para
sugerir el mejor movimiento. Mientras no acabamos de saber cómo funciona, pasamos por
la frustración de querer llevar o de no querer ser llevado. La perspectiva que nos da la
experimentación del ejercicio al cabo de un tiempo nos hará sentir cuál es el mejor camino
para aquel organismo. Con otras personas puede ocurrir que esa lucha dure todo el tiempo:
vuelve a entrar el Darse Cuenta, esta vez en el sentido de cómo no saben el lugar de
comodidad, no son plásticos a una nueva situación.
Otro Darse Cuenta: si la persona es muy reactiva, en el sentido de que sólo se somete, o si
es una persona demasiado proactiva, que sólo ve el mundo como lo quiere ver, y cree que
su poder es el que debe instaurarse, sin percibir la necesidad del otro. Por tanto diríamos
que aquí habría que entrar en contacto directo con el otro para que haya discriminación de
en qué momento es el Tú y en qué momento es el Yo, para que a la larga se convierta en
un ejercicio donde no haya dualidad y cada polaridad se exprese en el momento adecuado
según lo que acontezca.
Hay veces que este ejercicio invita a que una dualidad, se una a otra pareja formando un
cuadro, e iríamos a la idea del primer ejercicio: cómo cada uno es parte del organismo y
218
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
3) Baile siguiendo al Rey con emociones: Es como el juego de “siguiendo al Rey” pero
con diferentes músicas. El grupo se pone en forma de círculo, uno sale al centro y va
bailando la emoción que le produce la música, y los otros le imitan reproduciendo los
movimientos y la emoción, y pasa “la vez” a otro del grupo cuando se cansa; es decir,
se repite lo mismo cuando el que hace de Rey se cansa y traspasa su papel a otro, que
sale al centro para que los demás le imiten. También se puede hacer en fila, de manera
que seguimos al primero de la fila que propone un baile y estado emocional con su
movimiento acorde con la música, los demás le imitan y vamos haciendo el relevo.
Propone que uno lidere y que los demás le hagan de espejo. Es con movimiento a través de
la sala, tenemos la responsabilidad de entender cómo en un momento determinado soy
responsable de la totalidad del grupo, y eso hace que me dé cuenta de cómo mi actuación
tiene reverberación sobre todos mis compañeros: si yo me adormezco, mis compañeros se
adormeces; si yo vibro, mis compañeros vibran. El grupo se convierte en un amplificador
de mi mundo emocional interno. Y yo, con mis interrupciones, con mis interludios, con
mis recreos, formaré la cabeza visible de todo un organismo. Por tanto hablaríamos de
nuevo de que el participar en grupo, o llevar un grupo, o ser el líder, me permite la
observación dentro de un contexto social de cómo yo me comporto, si me comporto igual
cuando estoy solo o cuando estoy mirado por los demás miembros del grupo, y recibo una
resonancia amplificada de cómo soy en las dos ocasiones. Y me permite ver si en mi
proceso de mostrarme a los otros soy igual con la intervención grupal y con la
intervención individual. El ser observador y observado me hacer verme, de alguna manera,
distinto. Y cuando me canso, me lleva a ceder el poder a otros. Este juego provoca una
conexión, ya que el que se divierte, hace divertir al grupo; el que se muestra con miedo o
vergüenza, hace tener miedo o vergüenza al grupo… Es decir, me permite amplificar todas
mis emociones internas y trasladarlas al grupo.
219
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Es un ejercicio que hace salir del mundo de la comodidad: propone explorar lo que habría
al otro lado del espejo. Qué partes de alguna manera tengo prohibidas y no quiero
transgredir, qué mecanismos están interrumpiendo mi ciclo de experiencia. Así, con este
código de que lo que suceda ahí no saldrá fuera, me permite entrar en las fases donde yo
me haya prohibido en mi vida normal. Puedo explorar lo no-explorado, hace que pueda
vivir lo prohibido, que me dé cuenta de cuántas cosas dejo de vivir por introyectos,
proyecciones, o cualquiera de los mecanismos de evitación de la experiencia. Me conecta
directamente con la toma de conciencia de todos los mecanismos de evitación. Y ahí, al
rato, aunque me pueda parecer que estoy llegando a lugares prohibidos o distintos, eso
220
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
hace que de alguna manera tome contacto con algo realmente me lo prohíbo o si
simplemente es un introyecto u otro mecanismo. Eso hace que pueda darme cuenta de que
parte de mis fantasías prohibidas simplemente son eso: fantasías… Cuando tengo la
posibilidad, me doy cuenta de la fuerza de mis introyectos o de la gran cantidad de
insensibilización hacia ciertas cosas. Ahí salen mis “Yoes” prohibidos. Eso puede ser muy
sanador, en el sentido que esas partes ignoradas o evitadas, en el momento en que, en
contexto de laboratorio, se me permiten explorarlas junto con otros, me facilita el Darme
Cuenta de cuántas partes de mí no están expresadas. Y esas, en mi vida habitual toman
fuerza o viven a través de mis proyecciones o de mis valoraciones hacia los demás, y
actúan sin que yo tenga control sobre ellas, toman vida y toman forma de otros, o de
amenazas, o de principios rectores de mis padres o tutores… Ahí me doy cuenta de mis
introyectos, proyecciones, cómo me castigo a mí mismo por no atreverme, o cómo desvío
con cosas que necesito hacia las necesidades de los otros, o cómo me desvaloro, o cómo
confluyo –me atrevo a hacer lo que siento dentro o repito lo que veo que llevan a cabo los
demás, debido a mi insensibilización, porque ya no recuerdo qué es lo que realmente
quiero y me prohíbo-.
El resultado de ponerle reflexión a este juego puede provocar que la persona tome
conciencia de su insensibilización, que tome conciencia de sus introyectos, de qué
proyecta fuera, de cómo se daña a sí mismo o cómo desvía hacia lugares que no son
propios. También me hace dar cuenta cómo algo que yo necesito, por confluencia, puedo
dejar de realizarlo para irme a lo que hacen los demás.
Este juego aporta mucha conciencia si después le sigue una buena reflexión. Y, si uno se
221
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
entrega a él, puede sacar mucho partido de en qué parte del ciclo se encalla.
Entrevistas
Carme.
CARME: Lo que me salió fue más bien de insultar (la palabra insultar en voz muy baja),
que yo nunca insulto. ¡Cómo voy a insultar yo, hombre, por favor! Yo siempre he sido
asquerosamente buena… Yo de pequeña era muy buena, muy buena, muy buena, y de
mayor, como pretendo ser tan buena, tan buena, tan buena, pues es agotador… Ser tan
buena es agotador. La verdad es que no me acuerdo muy bien. Pero lo que me viene ahora
es esto: insultar. Pero es que del taller de La Sombra no me acuerdo mucho, no me
acuerdo que tuviera mucha cosa ahí…
Quiero aprovechar este párrafo para resaltar un mecanismo claro que le está
ocurriendo a Carme: evitar tomar contacto con el no acordarse de sus ganas de
insultar aunque a la vez, también le molesta no poderla sacar a la luz por ser tan
buena. Empiezan a surgir dos partes claramente diferenciadas.
Lo que se me ocurre ahora mismo, es la parte… esa parte…. Ese no ser suficiente, de no
ser suficiente para los demás… De valer tan poco, tan poco, tan poco, que los demás se
pudieran dar cuenta de lo poco que valgo.
222
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Continúan saliendo con fuerza dos partes diferenciadas: una de ellas es la del darse
permiso para hablar y exponer aquellos aspectos de sí misma de los que se da
cuenta que tiene en su sombra, reprimidos, como son las ganas de insultar, de
desnudarse, o de sexo, etc. La otra se compone básicamente de pretextos o
excusas como “no creerse que lo hubiera hecho o que no se hubiera atrevido….”
La primera tiene mucho que ver con el deseo, con la trasgresión de límites de lo
reprimido, con el instinto mientras que la segunda se compone básicamente de
normas introyectadas de cómo ha de comportarse y que es lo que está bien hacer
frente a lo que no está bien.
Aunque más que del sexo, la cosa viene como que es la manera que he conseguido más
cariño. O sea, que conseguir más cariño es de esa manera, ¿no? A través del sexo, claro.
Como que si yo complazco a la otra persona a través del sexo, pues esa persona me va a
querer mucho…
CARME: Bueno, en mi matrimonio lo quiero cambiar, eso, por supuesto… Es una de las
cosas que tengo que cambiar. Mis relaciones sexuales son buenas, pero en mí es: si va a
estar contento en la cama, me va a querer muchísimo, y nunca me va a abandonar. Y ahora
me está saliendo una cosa muy fuerte… (Suspira profundamente y toma aire y espacio)…
¡Fíjate…! Pues es que mi madre… Mi padre se me quejaba mucho siempre de mi madre…
Yo me enteraba de todo. Se quejaba mucho de que era una mujer muy arisca, de que no se
le podían hacer caricias, de que no… Entonces, mi padre… Yo sé que se iba con otras
mujeres… ¡Me estoy dando cuenta ahora, no te lo pierdas…!
223
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entonces por eso yo tengo ese, ese introyecto… Si yo no hago feliz a mi marido en la
cama, no me va a querer y se va a ir con otras mujeres. Y me va a dejar, me va a
abandonar.
Estos juegos, como el de La Sombra, ayudan sobre todo a que las personas que
asisten a los talleres puedan conectarse con partes de ellos mismos evitadas hasta
el momento. Al atreverse a vivirlas a través del juego y poderlas explicar en
primera persona y en presente, les aportan y facilitan un nuevo y abundante Darse
Cuenta.
(Silencio)
CARME: bien, estoy bien… Estoy bien. Estoy siguiendo con ese problema… Siento no
haber ayudado más. Si me acordara de algo ya te lo enviaría…
Carme vuelve a conectar con la proyección de pensar que los de fuera- en este caso
yo- consideran que no da lo suficiente.
FERRAN: Carme, está bien… Está muy bien… Ahora vamos a seguir con otras preguntas,
¿te parece?
FERRAN: ¿Cuáles han sido las crisis que han aflorado a través de este trabajo terapéutico
de Gestalt y juegos en tu vida?
CARME: Yo, después del Crecimiento Personal y ahora en la terapia Gestalt, he conectado
con lo que quiero ser. He encontrado de una manera asequible a mí, mi profesión, cosa que
me hace estar tranquila. O sea, es como si todo me hubiera ido encaminando, encaminando
hasta el lugar donde estoy ahora. Y ahora estoy recta, de pie, mirando al frente, segura. Yo
antes era profesora de gimnasia. Me sentía satisfecha y a la vez notaba que me faltaba
224
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
algo. Entonces lo dejé todo y dije que necesitaba un año lúdico, un año sabático, un año
sin hacer nada. Y dejé el trabajo, dejé a mi marido, rompí con la familia… Sobre todo con
mi hermana. Mi hermana ha tenido cáncer, y es muy absorbente, y es un poco como que
yo no podía darles a ellos nada, porque necesitaba las pocas energías que tenía para mí….
No sé qué explicar más… Bueno, lo de la gimnasia. Era: yo daba las clases, pero en
realidad mi creatividad no quería que fuera dedicada a la gimnasia. Quería dedicarlo a
otras cosas… Y por esto estaba con la formación en Gestalt y Juegos. Era romper con todo
porque no estaba a gusto con lo que en aquel momento tenía en mi vida. Como si me
encontrara atada. Atada. Y de esa manera fui cortando lazos, en el sentido de que el
tiempo que tenía no lo quería dedicar a los demás: lo quería dedicar a mí misma. Y si no
era así, no podía llegar a saber cuál era mi meta. Era como reivindicar que yo quería
formarme, como que todos me veían como la mamá, la hermana, la mamá de mis hijos, la
mujer de mi marido, la hermana que siempre estaba ahí para llevar en coche a quien sea,
para invitar a comer a quien sea, para… ¿Entiendes?
Fue romper con todo, romper con todo. Reivindicar que yo necesito mi espacio y mi
tiempo para mí y para mis cosas.
Creo que gracias al juego gestáltico de La Sombra Carme ha podido conectar con
sus ganas de insultar y de estar harta de ser buena chica. Parece ser que con el
tiempo ha ido floreciendo esta toma de conciencia y ha podido dejar de evitar estos
mecanismos, a la vez que se ha hecho responsable de su comportamiento y esto ha
facilitado que rompa barreras en la forma de relacionarse que tenía con su familia
de origen y con la actual. Esto le está ayudando a conectar con su auto apoyo y
recursos personales, que eran sus objetivos fundamentales al principio de
formación.
CARME: ¿Venir aquí? Sí. Sí que me ayudaba. Cuando lo compartía con el grupo, conectar
con realmente lo que yo quería… A mí me costó, porque yo era de aquellas que decía que
no, qué va. Porque me cuesta mucho conectar con mis necesidades. Pero mis necesidades
cada vez iban tomando más fuerza, aunque yo no era consciente. Yo a mí misma me
engañaba, me he engañado a mí misma y engañaba a los de alrededor, diciendo que no
pasaba nada. Hasta que mis necesidades y mis inquietudes fueron tomando fuerza,
225
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
FERRAN: O sea, que las aportaciones más significativas ¿serían en el sentido de que has
encontrado tu camino?
CARME: sí. Sí. Y le he puesto luz a mi interior, a lo que yo realmente quiero ser como
persona. Porque yo tampoco lo sabía…y ahora quiero ser terapeuta. Quiero ser terapeuta
Gestalt. Sí, sí. Lo tengo clarísimo. Y de eso me he dado cuenta a través de esta formación.
Si yo no hago todo esto, por supuesto, hubiera estado ciega. Hubiera estado como… pues
como años atrás. Notando que había un vacío en mi interior. Y ese vacío pues ya no existe.
Yo no tengo vacíos en mi interior, yo me siento plena. Me siento enriquecida y con ganas
de seguir trabajando. En este camino y con esta formación.
Aquí Carme no se queda el tiempo necesario en contacto con su vacío para poder
saber qué le está aportando o cómo se produce y cierra demasiado rápido el Ciclo
de la Experiencia. Podemos percibir que tiene muchas ganas de no volver a
experimentar esta sensación y esto hace que la gestalt se quede abierta, inconclusa
con el resultado que el vacío le volverá surgir en otros talleres, más adelante.
CARME: ¿¿Qué por qué continúo?? Hombre, porque son crisis curativas, y sanadoras, está
clarísimo… Y porque aunque las tenga, la vida sigue, y yo cada día me pregunto qué es lo
que yo quiero ser y qué es lo que estoy haciendo…
Y porque a pesar de las crisis yo no he estado ciega en ningún momento, creo que he
sabido lo que quería. Lo que pasa es que es un tiempo y un precio que he tenido que pagar,
pero estoy contenta. Si no hubiera pasado esas crisis, no hubiera encontrado el camino y
actualmente no estaría donde estoy. A pesar de las crisis. Hay una evolución total, por
supuesto…
226
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
su faceta laboral. A la vez también habla de que acepta todo lo que le ha ocurrido.
Esto la lleva a experimentar cambios y sentir que está evolucionado como persona.
FERRAN: ¿Cómo ha sido la relación con el grupo hasta ahora? ¿Cómo ha ido
evolucionando?
CARME: ¿La relación con el grupo? Ha sido y es más abierta en cuanto a que yo me
dejo… Me he quitado mis resistencias. Como me dijo uno de mis terapeutas, Quim, si yo
soy una persona que todo me va bien, todo me va bien, todo me va bien, pues claro, en
cierta manera hago que los demás sean pequeños a mi lado. Claro.
CARME: ¡Totalmente! Claro que sí. Totalmente. A mí si me dicen directamente: “tú eres
una orgullosa”, primero, que lo rechazo; y segundo, que no sé ni cómo cambiarlo. A través
del juego y de mis compañeros que me han hecho de espejo, ¿eh? yo me he dado cuenta,
nadie me lo ha tenido que decir. Yo me he dado cuenta de que soy una orgullosa.
Entonces, sí que lo he asumido, y al Darme Cuenta puedo cambiarlo. Por ejemplo, como
me pasó en un juego en que ellos, mis compañeros, me hacían de terapeutas. Que cada uno
exploraba una parte de terapeuta: uno hacía de confrontador, otro de conciliador, otro era
empático, otro preguntador, otro apoyador… ¿vale? Ahí me di cuenta… (Silencio) que
rechazaba lo que me decían mis compañeros. Era que no tenían razón en decirme lo que
me decían, la que tenía la razón era yo. Eso me llevó a Darme Cuenta de este orgullo. Y
con tu ayuda, Ferran, que en aquel momento eras nuestro terapeuta supervisor. Hubo una
de mis compañeras-terapeutas que intervino, y directamente le dije a ella: “¡esto sí que me
ha servido!”. Y me dijiste: “vale, le acabas de dar una patada a todos los demás…”.
Parece ser que gracias a este juego de mostrarse delante de diferentes terapeutas,
227
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Carme puede conectar con el orgullo que mencionaba al principio del primer taller,
aunque ahí ella lo definía como no saber pedir ayuda o no confiar en los demás. Y
es que Carme tiene también su Polaridad de por un lado no saber nada, creerse
menos que los demás y por el otro el sentirse superior. Según mi experiencia, es
una polaridad que cuesta mucho de reconocer en las personas que como Carme se
identifican más con el rol de inseguras. Les resulta muy costoso hacerse
responsables y aceptar que realmente muchas veces se sienten superiores a los
demás; prefieren evitar el Darse Cuenta de esta parte para poder así continuar con
el “pobrecito de mí”, con la víctima.
FERRAN: Y con los terapeutas, ¿cómo ha sido la relación? ¿Cómo ha sido eso con la
autoridad?
En esta respuesta vuelve a aparecer el rol de niña buena. Creo que en su caso es
fundamentalmente por miedo a que la dejemos de querer.
CARME: pues con la confianza que os tengo. Y me he sentido tranquila porque sé que
todo lo que hagáis me beneficiará. Incluso a veces os pido que me machaquéis más.
Porque es muy beneficioso que me machaquéis. Esa confrontación es muy positiva, muy
positiva. Y todo es porque, como mínimo, primero os habéis ganado mi respeto. Siempre
habéis tenido mi respeto. Y nunca he dudado: nunca.
Pienso que aquí sí que ha podido retomar su responsabilidad de cómo quiere ser
con respecto a su familia, aunque también sale que aún tiene miedo a dejar emerger
a esa parte insultona prefiriendo seguir relacionándose con nosotros desde la niña
buena. Me doy cuenta que de momento está bien la confrontación que hizo con su
familia, pero que en el espacio terapéutico -que es el que la está ayudando a
cambiar y decidir qué quiere hacer en su vida- no se atreve a confrontar. Tengo la
sensación que por mucho que indague acerca de de cómo se siente realmente con
nosotros, lo evitará del todo. Mi experiencia me dice que cuando el paciente hace
228
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
una evitación fuerte es mejor dejarlo para que así él mismo, por el poder de
autorregulación, se dé cuenta de este mecanismo. Todo esto es lo que me pasa en
estos momentos con Carme después de la respuesta que me ha dado en esta
pregunta. No tengo prisa, la escucho y la acompaño y hasta la siguiente…
FERRAN: Por ahora, y para este taller, ya hemos acabado, si no quieres añadir nada más…
Ferran.
¡Muy intenso para mí el tema de La Sombra…! Me toca por todos los lados… Yo
nunca imaginé cuando empecé mi formación en Gestalt que tenía tantas partes de
mí mismo sumergidas en La Sombra.
Descubrí también que soy bastante “peleón”, y que estoy harto de ser niño bueno,
y que tenía muchas fantasías que evitaba dejar salir a la luz bien sea por vergüenza,
por miedo a que no me quisieran si las explicaba o por no poder seguir ejerciendo
control sobre ellas una vez aceptara que yo pensaba de esa manera. Me acuerdo de
cuantas veces trabajé con el Perro de Arriba y el Perro de Abajo, y esta técnica la
sigo utilizando actualmente en momentos donde me pierdo y no soy consciente de
si evito o no.
Me siento muy identificado con ella en el tema profesional pues yo también decidí
dedicarme a ser terapeuta a medida que iba rompiendo con patrones antiguos; esto
me hacía sentir más confianza en mi mismo y ganas de poderlo ofrecer a los
demás.
229
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entrevistas.
Óscar y Pilar.
QUIM: vale. La pregunta seria ¿cuáles han sido las crisis que ha hecho aflorar el trabajo de
Gestalt y juego en tu vida, y cuáles las aportaciones más significativas? Esto, más o menos
situados al cabo de un año de formación. Más o menos, situaros en esta época y si lo
podéis vincular a algo relacionado con la Sombra, pues perfecto.
230
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
zona sin evitarla, permite que ese dolor pueda tener una expresión como un sí
propio; el mismo dolor puede provocar ya un mecanismo de expresión, con lo cual
puede salir ese Yo doloroso que no estaba expresado, y que seguramente pertenece
a una época antigua que luego se ha trasferido o repetido en una separación. Tiene
que ver con la separación de la madre y con la separación matrimonial: son 2 veces
en que se rompe esa dualidad, cuando se separa de su ser querido para empezar a
vivir su individualidad.
Aquí vemos claramente que hay una retroflexión en cuanto a pasar a la acción, a la
expresión del dolor. Cada vez que ese dolor de separación o ese dolor no
expresado, Óscar lo retroflecta y lo siente como una parte pesada propia no
expresada.
OSCAR: sí. Sí… Porque necesitaba un proceso de aceptar que este dolor era mío…
En el caso de Óscar y ese dolor podíamos ver, a través de la terapia, que tras una
separación matrimonial de 15 años de convivencia con 3 hijos en común, aunque él
decidiera la separación, el dolor por ese hecho no estaba expresado, y retroflectaba
hacia dentro en forma de sentimiento de culpa, sin haber tomado contacto con él
mismo, a causa de la desviación. También a la vez le conectaba con un antiguo
dolor en cuanto al no reconocimiento de la separación de la madre.
Aquí Oscar estaba trabajando cómo salir del ciclo sin desviar, sino tomando
contacto-retirada con ese dolor. Y a través de este juego, tomando contacto real con
231
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ese dolor, pudo empezar la retirada de, por un lado, la separación matrimonial y
por otro, de la madre. Con lo cual, la persona crece desde la autorresponsabilidad
como adulto.
PILAR: yo… creo que mi crisis ese fin de semana fue, una vez más, el hecho de no poder
mostrarme. Creo que permanecí más tiempo en la zona de seguridad que en la Sombra.
Entonces pues… bueno, vi realmente lo que me costaba el hecho de pasar a la parte de
mostrarme, la de “soy así, esto es lo que hay”, y poder permitirme cualquier cosa que se
me ocurriera, ¿no? Fue una crisis entre comillas. Fue una crisis en el sentido de que aquí
estoy fija, tan, tan, anclada ahí, tan arraigada… Rígida en esta parte… Supongo que la
gran crisis también era un poco a: “Si me desmonto, me desmonto mucho”, como que te
desmontas del todo…
El gran miedo, la gran fantasía o la gran… Y eso me hizo estar ahí rígida. En mi postura, y
en el no-mostrarme, en no mostrar mi Sombra. Algo que a nivel particular, profesional, en
casa, como que… No sé… Tenía los dos extremos: me daba cuenta que en casa el
desmontarme me es muy fácil, y que hasta a mi pareja la agobio porque estoy más
desmontada que montada, parece… Pues era como que delante de la gente no quería,
siempre estoy en un estado estable, sin bajar la guardia. Esto cuesta… no sé… Me daba
mucha rabia, realmente.
QUIM: si esto lo relacionamos con el principio, donde decías que con el grupo ningún
232
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
PILAR: no, no… Sí me muestro… Lo que pasa es que, primero, me cuesta mucho. Y
segundo, que es como que… una cosa es el mostrarte y otra cosa es el desmontarte. Para
mí es diferente. Consigo mostrarme, paulatinamente… pero el desmontarme… es
complicado para mí… como que la fantasía era que no voy a poder montarme otra vez,
¿cómo salgo de ahí?
Esta declaración de Pilar tiene que ver con algún introyecto de alguna experiencia,
en la que cuando uno se desmonta o pierde los papeles, le va a ser muy difícil
recuperar otra vez la postura social.
Y para mí fue una crisis. Porque claro, en un momento determinado no poder hacer lo que
quiero… No sé. En aquel momento me parece que el simbolismo era un poco desnudarme,
¿no? Y lo único que conseguí fue girarme la camiseta, sin saber qué estaba haciendo,
realmente. Era muy simbólico: me había dado la vuelta a la camiseta. O sea, sí me había
mostrado, pero no me la había quitado, con lo cual seguía manteniendo una postura, ¿no?
La parte positiva de la formación de Gestalt y Juegos… Yo creo que las tiene, y que tiene
muchas, ¿no?
OSCAR: en mi caso es que las crisis lo que hacen es descubrirme algo que era mío y que
llevaba escondido. Y cómo conectar con esta parte de la Sombra era una descarga de
liberación. El dolor hacía un daño diferente… En el fondo agradable… Sentirme más
ligero.
OSCAR: antes era como algo que estaba actuando igualmente, pero yo no sabía qué era. Y
me hacía estar agresivo, violento, irritable, irascible… Cuando me permití sentir el dolor,
pues sólo estaba triste.
233
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Yo no quería tener ira y la tenía. Es como si hiciera algo que no quería hacer. Y cuando
entendí que este dolor, el no conectar con este dolor, me hacía sentir otras cosas diferentes
y me hacía tener actitudes que lo taparan; al permitirme sentírmelo, me ayudó a
entenderme más. Era como que permitirme el dolor, sólo era permitírmelo, y no afectaba a
nadie más; en cambio, no permitírmelo afectaba a otras personas: a mis hijos, a mi primera
pareja, a mi pareja actual…
En el trabajo era como que para no sentir el dolor conectaba con la agresividad. Había
cosas que yo no quería hacer y las hacía igualmente. Y dejar de hacerlas era mucha
comprensión. Era súper-liberador. Me liberaba. Me sentía más… durante muchos años he
tenido al sensación de como si tuviera un “alien” dentro que hacía cosas por mí que no
quería hacer. Y por más que no quisiera ser agresivo o irascible, había algo que me poseía
que me hacía ser irascible o agresivo. Y la Gestalt con los Juegos, junto con terapia y otras
cosas, me ha ayudado a sentir que lo que salía era otra forma. Y al verlo me ha ayudado a
que, cuando estoy más tendente a estar irascible, miro y… No es fácil, pero miro, y a
veces me es más fácil no hacerlo. Y es como que lo decido yo, entonces. No actúa un
“alien” que me posee.
Oscar toma conciencia, y tras esa toma de conciencia de la aceptación de ese dolor
234
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
PILAR: para mí hay una parte de mucho machaque, ¿no? Sobre mi persona, y de mucha
exigencia. Pero también una parte en la que yo creo que he sido más tolerante conmigo
misma. Hasta dónde puedo llegar y hasta dónde no puedo llegar. Y hasta donde no puedo
llegar… es que no puedo llegar.
Aquí vemos con Pilar, que a partir de la aceptación, también hay una toma de
conciencia y deja esa exigencia, que se convierte en más sensibilidad; deja esos
introyectos sobre lo perfecto que hay que ser. El trabajo en el grupo y con los
juegos le hacen tener más conciencia de un yo más auténtico, y así puede poner la
energía en pasar a la acción, en lugar de creer que la acción tiene que ser perfecta y
correcta en cada momento. Hay toma de conciencia sobre que puedo hacer una
acción, puedo tomar contacto con una realidad, puedo satisfacerme, aunque no
acierte o no dé en el lugar adecuado. O sea, que me permite pasar de los
introyectos a la acción, que es muy importante para Pilar. Sino esos introyectos que
fuerzan a la perfección, hacen que no pase a la acción.
235
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
sentimientos, piensa en que esas partes de ella son posibles sin tanta crítica
personal, sin tanta sensación de insatisfacción, sin tanta ira reprimida. Deja de ser
menos retroflectora consigo misma, sobre todo desde menos exigencia, y empieza
a expresarse fuera de su vida privada, a mostrar más su talento sin que esos
introyectos le coarten tanto.
QUIM: ¿Ha habido algún cambio en la relación con el grupo, a estas alturas?
OSCAR: yo estoy de acuerdo. Cada fin de semana, como nos íbamos conociendo más,
pues vas queriendo más a la gente. Porque hasta con la gente que me generaba
resistencias, como más le veía y más cosas entendía de esta persona, pues la iba queriendo
236
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
más.
Y en ese fin de semana de la Sombra, con la cuerda, como otros, pero concretamente en
este, era como al ver la agresividad de la persona en la que estoy pensando ahora, ver la
locura de otro, ver la tristeza de otro, a mí me liberaba de mi agresividad, locura, tristeza,
y me hacía ver que los demás también tenían cosas de estas, me los hacía mucho más
próximos y yo me podía mostrar más.
Aquí vemos cómo Oscar y Pilar tienen una mayor conciencia de sí mismos al ver
los comportamientos de los otros. Al ver comportamientos distintos pueden asumir
que también les son propios, o al menos participan de sus propias experiencias en
lugar de proyectarlas sobre los demás. Y aprenden a tomar conciencia de que ellos
también son como los demás, y a partir de aquí, se permiten satisfacer partes de
ellos rechazadas, y avanzan hacia un contacto más pleno, con sus sensaciones, y
aprecian así más aspectos de sí mismos. Por tanto, hay un avance en la experiencia
de su poder y la satisfacción de sostenerse por sí mismos en vez de correr al
gimoteo, a los reproches, a la culpa –propia o ajena-. Se quitan sus corazas y
aprenden a asumir otras partes de sus acciones y consecuencias, se sienten más
cómodos y más en contacto con la vida y su expresión.
Era como un espacio donde te podías permitir todo, y veías que estas partes ocultas mías,
otro las mostraba. Y entonces pensaba: “menos mal… Fíjate, aquel se permite decir que
está chalado… Y no pasa nada… Porque yo también pienso que estoy loco, a veces, y no
puedo decírselo a nadie, porque qué pasaría si lo dijera a mi familia… O a mis padres… Y
a veces tengo pensamientos obscenos… y tendencias sádicas, y… ¿qué hago con todo
esto, aquí solito?”. O la agresividad, llevada al límite que yo no me permito… era que la
relación con el grupo sí que crecía, porque les quiero más. Les quiero porque les entiendo
más y porque me ayudan a sostener mis “derias”, mis “cosas”.
Aquí vemos que los bloqueos personales entre la sensación y la conciencia hacen
que se vean otros modelos, que de alguna manera generan una actitud menos
rígida: descubro que hay otros individuos que padecen mi locura, mis deseos, mis
interpretaciones erróneas del mundo, padecen sus dolores, tienen sus fantasías y
estados sentimentales parecidos a los míos, y eso me facilita aceptar todos los
míos, y así podemos entender mejor hacia dónde queremos ir: estamos en
condiciones de desarrollar mucha más energía, y sabemos hacia donde dirigirla, y
237
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
en lugar del “debería”, pasamos a la acción, y esta energía bloqueada por el miedo
o por un concepto moral o por temores o… si empezamos a dejarnos llevar por
nuestra ira, o sexualidad, y dejamos de percibirnos como maniáticos o perversos…
estos bloqueos se empiezan a disipar, disminuyen al vaciarse, los veo como propios
y permiten una expresión saludable de los propios sentimientos.
OSCAR: para mí también. Yo cuando has dicho “la relación con los terapeutas” al
principio era un poco… Me sentía supervisado. Eran juegos y cosas, pero… bueno, que yo
ya sabía… Una sensación de autosuficiencia. Con el tiempo se convirtió en pedir
confrontación, en pedir… Yo vivía las cosas con amabilidad, porque yo venía de un tipo
de terapia muy confrontativa, de dar caña. Y me parecía que era muy “light”, esto. Que era
para principiantes, que era algo muy suavecito y… muy hippie… pero que tenía “poca
chicha”, porque aquí no se machacaba a la gente y no se les llevaba hasta el límite…
Y a medida que iban pasando los fines de semana, era: “¡Ala, si no hace falta!” Si con
amor y comprensión, y poniendo tiempo y dejando que las cosas pasen… Y jugando…
pues se llega igual de lejos.
238
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Y respecto a la relación con los terapeutas era: qué lejos se puede llegar… jugando… con
amor y con cariño. Para mí… sobre todo con amor. Yo lo que les he visto siempre es
mucho amor. Y me ha permitido irme mostrando, y llegar a sitios que a lo mejor sino, no
habría llegado.
PILAR: y sobretodo la parte esta de cómo por ejemplo el enfado, se le puede dar la vuelta
y volverlo en algo positivo para el grupo. Yo me acuerdo una vez en que me enfadé
mucho con vosotros, porque “ya está bien, ya os estáis pasando, o sé qué…”.
La sensación de que si piensas que yo llevo un grupo y alguien se enfada, ¿cómo manejas
esa situación? Y sin embargo, fue como si utilizaran aquel momento. Me acuerdo
perfectamente. Fue con X, y le hicieron hacer algo que no recuerdo exactamente, pero yo
les dije que se habían pasado, y que ya estaba bien, y solté golpes con el cojín porque me
239
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
enfadaba mucho, y me invitaron a que lo sacara más, y más… Y al final resultó que era el
enfado de X que no había salido. Me quedé… Porque por un lado piensas: ¿lo saco? ¿No
lo saco? ¿Lo cohíbo, no lo cohíbo? ¿Me enfrento a ellos, no me enfrento? Claro, siempre
había una lucha de seguir manteniendo el respeto hacia los terapeutas, ¿no? Pero por otra
parte, siempre me he sentido libre para poder mostrar la emoción que en ese momento,
incluso la negativa que yo pensaba que podía hacerles daño, como es el enfado, pues cómo
le disteis la vuelta y fue positivo ver cómo que una persona no sacara una emoción hacía
que al final otra tuviera que hacerlo por ella.
Todos estos pasos, a medida que iba viendo, me iba sintiendo más libre para poder ver la
emoción que sea, positiva o negativa. Me sentía en un entorno claramente tranquila y con
confianza para poder mostrarlo.
PILAR: aunque no lo tuviera, podía llevarte a una emoción que… Es decir, que era
preparatorio para el siguiente juego.
OSCAR: claro. Y supongo que me ayudaba porque era: “bueno, estoy jugando”. Entonces
lo elaborabas y volvías a jugar, con lo cual… A mí me ha enseñado también que la vida es
esto. Para mí la vida era una cosa súper-trascendente, súper-mística y súper… Primero
había sido súper-trivial, y luego se volvió muy seria. Y aquí se podía tocar lo más
profundo de nosotros mismos y al cabo de un momento volver a jugar. O a bailar. Porque
240
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
la vida es esto.
Aquí podemos ver cómo el juego disipa esa energía de elucubraciones donde se
piensa en el temor al fracaso, al ridículo, al disgusto, a la desaprobación de los
otros… Es decir, de alguna manera hace que el cliente se atreva a vivir la
experiencia de un modo real, aunque con la convención de juego; por tanto, deja
que vaya más allá y tome más conciencia de sus deseos. Deseos que a veces ni
reconoce, que sólo los ve una vez está en este contexto de juego. La diferencia
invita al ritmo con el contacto y la retirada, y el ritmo es más natural, como si la
forma natural del ser humano fuera la de la capacidad de experimentar, de vivir el
fracaso… Como si formara parte de un orden en que el ser humano tiene una
capacidad de experimentar, de su “play”, en el sentido de que toma contacto con
las cosas jugando, experimentando; y ese propósito hace que la persona no esté tan
neurótica, tan el en qué-vendrá, o qué-hubo, o el por-qué. Eso le hace entregarse a
la experiencia del Aquí-Ahora.
Por tanto la acción y el contacto están más presentes, en una forma más rítmica. Es
decir, el que juega está en un estado mucho más presente y toma conciencia en
mucho menos tiempo de lo que sería en un contexto serio, o de buscar porqués, o
académico y más profesional, que le haría atascarse en cierto sentimiento de “no
estoy a la altura”, o “yo no comprendo”, o…
Yo recuerdo cuando era pequeño, que si los otros no aceptaban y parecía que no
entendían, sólo por el hecho de no verme como diferente, seguía el juego. Es decir,
hace que la persona no se sume a la actividad o pensamiento de los otros, o
confluya con los otros; le facilita tomar contacto con su bienestar personal o con
sus fracasos personales.
PILAR: primero llevarte y luego poder salir también, de una manera rápida.
OSCAR: claro, yo me acuerdo con la tristeza. La tristeza era como… ¡Mmmmm! Qué
bien… y me quedaba allí, en la tristeza. Y luego venía otra cosa: ahora ponte a bailar… Y
241
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Quim.
Viendo al grupo observo cómo poco a poco, al yo estar como formador, he ido
integrando un proceso de cómo vivir mi “yo” y mi “vosotros”.
Cómo poco a poco he ido dejando atrás cierta dualidad y cierta pelea interna.
242
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
- edades
- DNI
- Altura
- Teléfono móvil
- Peso
Establece contacto físico entre personas y jerarquías, ya que al ponernos uno detrás del
243
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
otro, nos da conciencia sobre el lugar que ocupamos en referencia a los demás, y nos hace
de referente en cómo sentimos desde lo corporal y lo emocional el lugar que ocupamos en
el grupo, en función de lo propuesto.
2) La balsa (1): Solo puede quedar uno en la balsa (que es un colchón sobre el que
están todos los participantes. Por culpa del peso hay que tirar uno fuera. Luego a
otro… Luego a otro… Al final, cuando sólo queda uno, comentar como ha ido el
trabajo.
Es un juego que también pone hincapié en el contacto con los otros y la retirada.
Nos conecta con las leyes de la supervivencia, en las que cada estrategia de la
personalidad nos puede ayudar o perjudicar para conservar la vida en el juego. Es decir, el
que pasa desapercibido puede utilizarlo como estrategia de supervivencia; el que habla
mucho, eso puede ir en su contra; y así, cada estrategia de la personalidad, que es una
suma de evitaciones del contacto, nos puede llevar a que el resto del grupo nos rechace o
nos admita, aprendiendo que en cada momento tengo que dar plasticidad a lo que
acontece, sin tener tiempo de gestionar muchas estrategias desde lo cognitivo.
También este juego me permite vivir el grado de implicación con la vida, o el grado de
renuncia hacia ella. Y explorar cómo emocionalmente puedo sentir que los otros me
rechazan o me admiten.
3) La balsa (2). Igual que en el juego anterior, se tiene que tirar de la balsa:
244
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
- Tirar al mental
- intuitivo, juguetón, amable, sensual, sacrificado, sufridor, que gana mas dinero,
mas pobre, etc.……………………………………………..
Este juego es muy parecido al sociograma, ya que cada uno tiene que conectarse a qué
parte proyecto en el otro (se trabajan las proyecciones), qué figura proyecto en el fondo en
el otro. Y en esas proyecciones puede haber coincidencias. Además, esta dinámica está
conectada a la idea de también ver cómo vivo el que me seleccionen para algo
determinado, desde la imagen que he dado al exterior, y cómo vivo según qué tipo de
rechazo (cuando los otros me tiran de la balsa por mentiroso, por orgulloso, etc.). O cómo
lo vivo cuando la gente me tira por humilde o por valiente.
Trabajamos pues las proyecciones, la figura-fondo y, a la vez, qué lugar ocupo en el grupo
o qué imagen he vendido al grupo. Es un reflejo de cómo me vendo yo a los otros, o qué
imagen doy yo a los otros.
4) Sociograma: de entre los integrantes del grupo, hay que decidir e ir a tocara quién
elegirías para:
- ir de fiesta
- cuidar un bebe
- contarle un secreto
245
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
- montar un negocio
- ir de vacaciones
- sobrevivir en un desierto
- ir a un restaurante
- preparar comida
- ligar…
A la vez, hace que me atreva a mostrar delante de los otos de una forma auténtica a quién
elijo cada vez para algo. Eso hace que salgan a la superficie los Temas Pendientes o cosas
no habladas. Facilita que el grupo recupere cierto grado de autenticidad y de franqueza.
Entrevistas
Carme.
CARME: a ver, aunque no está en este taller, un juego que recuerdo con fuerza y que me
impactó fue el de las manos (se refiere a “Manos con aceite”)… (Mira al cielo, y respira
hondo)… porque al cerrar los ojos es… Sentir… Es como despertar más los sentidos.
246
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Darme Cuenta de cómo los sentidos los tengo dormidos. Por ejemplo, si miro, no escucho
tanto ni siento tanto. Entonces, de esta manera, cerrando los ojos, es no juzgar. Para mí es
no juzgar. Entonces siento diferente. La sensación, si no me dejara llevar por mi visión,
por lo que veo visualmente, podría tomar otra percepción de las cosas. Sería como no pre-
juzgar. Este juego me ayudó a ver que la vista me hace juzgar…
O desarrollar los otros sentidos. Tomar más conciencia de cómo los otros sentidos me
pueden llevar a… a vivir otras sensaciones. Que si me quedo sólo con la vista, no noto la
percepción. A esto me refiero: si pudiera agrupar con la misma intensidad todos mis
sentidos, podría ser más sensitiva, no juzgaría tanto…. Y disfrutaría mucho más.
Disfrutaría mucho más de las cosas. No sé de qué, seguramente de todo, y de lo importante
que son el resto de los sentidos. No solamente el oído y la visión. Cómo puede unirme a
un grupo el sentido, el sentir ese calor, sin mirar, sin ver a las personas. Qué tanto me es
una mano más grande, más pequeña, sin ver a esa persona.
CARME: ¡Hombre, por la responsabilidad! Esto está claro. Sería eso. Por la
responsabilidad y porque a veces yo… Líder, líder…. Bueno, tienes que tener mucha
responsabilidad de cara al grupo y hay que saber. Entonces a mí más bien me gusta
escuchar. No estar callada, sino… Tengo paciencia: en un grupo espero, y cuando estoy
segura, me dejo ver o hablo. Mi rol de líder lo tengo bien porque no se me ve. No se me ve
247
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Y lo de La Balsa, pues por qué me echaron… Me echaron por cosas ya más banales, no
por cosas importantes…me echaron porque ya tocaba.
Mi fantasía es que este juego movilizó bastante a Carme, ya que como podemos
apreciar “echa pelotas fuera” explicando y explicándose que la echaron “por cosas
banales” y “porque ya tocaba”. Esta parte me hace reflexionar sobre los
mecanismos neuróticos y evitativos de cada uno de nosotros: no desaparecen por
habernos Dado Cuenta una vez; el darnos cuenta nos hace estar más atentos pero el
o los mecanismos siguen operando hasta que tengamos el hábito establecido de
percatarnos cada vez que lo evitemos.
Dentro del ámbito terapéutico serio –no me estoy refiriendo a las terapias
milagrosas y breves- es frecuente escuchar que se necesitan años para ser lo que
realmente somos. De la misma manera, para mí es importante recordar que mis
pacientes o alumnos, al descubrir un mecanismo, no significa que ya lo han
cambiado, sino que a partir de este momento van a tener que poner mas y más
atención para no volver a caer en él, y así progresivamente hasta que el Darse
Cuenta se sostenga por sí mismo y sin esfuerzo permitiendo acceder al paso
siguiente, o sea la energetización para después pasar a la acción que en este caso
sería hacer algo diferente como paso previo del cambio (ciclo de la experiencia).
Todo esto lo explico porque Carme estaba contenta de haber hecho cambios
importantes en su vida y sin embargo aquí le vuelve a salir su mecanismo de “niña
buena”: no se da cuenta y además se lo explica de maravilla para que no le duela.
Según mi experiencia, cada vez que he llevado a cabo el juego de la balsa he
podido comprobar que la gente conecta con temas que les son duros de aceptar y
prefieren “echar la pelota fuera”.
Porque las personas que quedaron eran más importantes para poder llegar a la isla. Claro.
Y me echaron porque yo no tuve fuerza como para quedarme, porque yo luché. Si no, yo
me quedo en la balsa. Yo lucho. Cada vez tenía que quedar uno menos en la Balsa.
Entonces se tenía que decidir a quién echaban en ese momento, entre todos. Muy duro.
Entonces pues… Yo qué sé… ¿Por qué echamos a esa persona? Yo no me acuerdo por
qué me echaron… Porque ya habían otras personas… ¡Ah, sí, porque yo estaba cansada!
Y yo no sería útil en la isla, si llegábamos a la isla. Claro, por eso me echaron. Porque
248
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
como estaba cansada, pues a la hora de trabajar y eso pues me cansaría. Y me echaron por
eso. Me extrañaba que no me hubieran echado antes, o sea que llegar a ese momento, ya
me estaba bien. Para mí ya estaba bien, haber llegado a no ser una de las bastante
primeras.
Aquí Carme vuelve a proyectar en los demás que ellos son más importantes que
ella y se desvalora delante de una situación donde “le va la vida”. No se
responsabiliza de su falta de fe y confianza en ella misma.
Me sorprendía ver cuándo me echarían. Y ya duré mucho, para mí fue una satisfacción ver
que duré tanto. Pero saber que iba a ser la última que iba a quedar en la balsa, seguro que
no…
Al faltarle confianza en sí misma aún se asombra de cómo los demás tienen mejor
opinión de ella, que ella misma. Denota otra vez la falta de contacto con sus
propios valores y recursos.
CARME: sí, porque había otras personas que eran más importantes que yo en cuanto a
recursos para estar en una isla. Por ejemplo, de imaginación. De fuerza física: habían
hombres que son más fuertes; a la hora de cortar por ejemplo un árbol para hacer una
cabaña… pues yo ya me empeñé en decir que sí, que sería fuerte, que sería muy creativa y
que tenía muchos recursos, pero no sirvió de nada porque fui al agua, o sea que… No se lo
creyeron.
A Carme no le sirve de nada lo que ella explica a los demás y por mucho que ella
no quiere, la acaban echando al agua. Carme no puede sostener el escuchar el
reproche de los demás con respecto a su necesidad de quedarse; ante los
obstáculos con los que se encuentra prefiere abandonar la lucha de satisfacer su
necesidad y explicarse que los demás no la creyeron y la echan al agua. Es un
mecanismo repetitivo en ella: LA EXPLICACIÓN. Al explicar el hecho consigue
justificar y justificarse liberando con ello una cierta dosis de dolor aunque el
precio que pague con ello es la desconexión de lo que realmente está sintiendo y
de su necesidad o necesidades emergentes quedando de esta manera una Gestalt
abierta e inconclusa.
249
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
FERRAN: Carme, las preguntas finales para acabar, serían: conclusiones finales personales
que has podido obtener durante la formación de juego y Gestalt en estos tres años de
trabajo, en cuanto a darse Cuenta, Autorresponsabilidad, Aquí-Ahora… Y detección y
satisfacción de necesidades, tus mecanismos de interrupción.
CARME: Sí, yo creo… creo que desvío. Me doy cuenta de que tengo una sensación, le
pongo conciencia y cuando me pongo a hacer X acción, normalmente, cuando es algo
intelectual, lo dejo a medias.
Me he Dado Cuenta durante estos años de formación –y para eso me sirvió mucho el taller
del Ciclo de la Experiencia- de que tengo como un automático que me dice que no soy
capaz de hacerlo. Ese automático lo he tenido puesto, y es lo que me ha hecho desviarme
de muchas cosas. Ahora soy más conciente y como mínimo… me doy cuenta cuando me
voy a beber agua o me voy a comer algo. Me voy a comer, sobretodo con la comida lo he
hecho bastante. Tener una sensación de irme a comer, cuando realmente no tengo hambre,
lo tapo con la comida. Es mi manera de desviar. En cambio en el plano afectivo no dejo
nada a medias. De hecho, dejo bastante pocas cosas a medias. Porque soy bastante tenaz,
lo que pasa es que… A ver… Lo que tú harías en un día, yo a lo mejor necesito el doble o
el triple de tiempo. Yo soy muy, muy, muy… Tengo que emplear mucho tiempo. Eso
quiere decir que yo gasto muchas energías inútiles. Porque también lo podría hacer con el
mínimo esfuerzo, no tendría que esforzarme tanto. Porque claro, lo cojo y lo dejo; lo cojo
y lo dejo; lo cojo y lo dejo… Lo cojo y me voy a comer. Y el estar delante de un… papel
para hacer un escrito, y hacerlo veinte veces. Porque no estoy haciendo y a la vez tengo
esa sensación de que no me va a salir bien, de que no lo voy a hacer bien. Hacerlo, lo
hago, ¡claro que lo hago! Y lo acabo. Pero dedico tantas horas, tantas horas y tanta
energía, y tanto “coco”… Y entre hacerlo y dejarlo, hacerlo y dejarlo, hacerlo y dejarlo,
tengo esa sensación de que lo tengo pendiente y de que no lo hago bien.
250
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CARME: Confluyo mucho. Esto sí. Si alguien está triste, yo estoy triste. Si alguien está
preocupado, yo estoy preocupado con ella, me quedo con su preocupación. No sé
desconectar, y es como que voy cargando mis espaldas todas las inquietudes de todas las
personas que me rodean. Esto sí que he tenido que hacerlo bastante en mi vida. Por eso
rompí, creo, con la familia. Al romper con mi matrimonio, con la familia, porque me he
preocupado siempre. De mis padres me he preocupado demasiado, cuando no es una
responsabilidad que me toque a mí… Su matrimonio es su matrimonio y yo, pues he
confluido mucho con ellos. Estoy en un momento de no aguantar una situación que para
mí ya no era buena. Era como una fuerza mía de dentro que, poco a poco, a medida de ir
haciendo esta formación, ha cogido más fuerza, mi inquietud interna. Entonces, llegó un
momento que ya no pude soportarlo más… Y tenía que ser de esta manera, porque no
podía ser de otra, yo no podía hacerlo de otra manera. Y ahora, después de haberlo hecho,
estoy contenta porque ahora puedo recuperarlo todo bajo una seguridad y una madurez
En este apartado Carme si que ha conseguido cerrar una Gestalt con su familia al
dejar de Confluir, y de esta manera poder retirarse para empezar a dejarse sentir
cuáles son sus necesidades actuales, conectándose con sus propios recursos y
soluciones. Durante todo este tiempo, Carme ha efectuado un bonito trabajo con su
familia, ha trabajo muchos introyectos- sobre todo de cómo tiene que ser una
mujer- y se ha atrevido a trabajar más el YO SI y TU NO, pues cuando empezó su
proceso estaba totalmente en el YO NO, TU SI, respecto a su familia de origen y a
la actual.
CARME: por supuesto. De hecho estoy en ello. Estoy en el master y en Gestalt. No lo voy
a dejar, no, no lo voy a dejar.
FERRAN: ¿Cómo han evolucionado las relaciones con el grupo? Desde un punto de vista
de confrontación y apoyo.
251
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Es algo que también me lo estoy empezando a permitir, pero en eso… Soy lenta, me
cuesta… De todas maneras me lo empiezo a permitir y a veces me atrevo a decir “me
pones nerviosa cada vez que te haces así con el pelo o cada vez que hablas”. Eso para mí
ya es confrontar, porque el que tú hagas esto con el pelo me provoca que me ponga
nerviosa. Y nunca antes lo había dicho, eso sí que es confrontar y esto me ayuda a Darme
Cuenta de que realmente mi postura también es cómoda, porque es no-mojarme. Tampoco
me produce una gran inquietud dentro, un gran malestar. No es que me muerda la lengua.
Simplemente, yo entiendo que es comodidad. Es una parte de crecimiento que me pierdo.
CARME: claro, porque no saben realmente lo que pienso de ellos. Es decir: “bueno, a mí
todo me está bien”. Es una postura cómoda. También me lo estoy trabajando, pero
forzarlo, no, porque me siento muy incómoda. Yo forzar y confrontarme a una persona,
pues no. Porque tampoco es mi potencial, ni tampoco es una necesidad para mí. En ese
sentido me tomo mi tiempo y voy tranquila. Lo que pasa que sí que es bueno practicarlo
para que nunca salga de una manera dañina o desorbitada, impulsiva… Más vale
gestionarlo y que salga con cariño y con respeto, si algún día tengo que decirlo. Pero lo
necesito porque cuando algo no quiero hacerlo, empiezo a permitirme el lujo de decir “no
quiero hacer aquello”. O ya no me ofrezco tanto a las personas…De todas maneras soy
consciente que para trabajar como terapeuta este tema me lo tengo que trabajar y lo sé,
porque sale de esa manera, como que no quiero y me sale de una manera brusca. Entonces
sí puedo hacer daño. Y las consecuencias también pueden ser malas. Y de esa manera es
algo que se puede dialogar, y se puede acoger. Si yo le digo a una persona de una manera
confrontativa algo, con cierta ternura, de esa manera puede ser enriquecedor para la
persona que tengo delante y para mí, ¿vale?
252
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Me doy cuenta cómo a Carme le sigue saliendo su niña buena, y que le encanta
quedar bien y que la quieran por lo respetuosa que es con los demás. Veremos más
adelante cómo el mecanismo de Retroflexión trabaja en ella causándole dolores y
cansancio extremos, pues genera tanto esfuerzo para evitar que no salgan sus ganas
de insultar y que sólo le vean su parte tierna, que todo este esfuerzo para reprimir
estos mecanismos tienen que salir por algún sitio.
FERRAN: vale. Lo último sería: ¿Qué parte negativa del trabajo efectuado a través de la
Gestalt y los juegos querría destacar? Qué partes mejorarías, qué partes has vivido como
contra para ti en el proceso terapéutico…
CARME: qué partes mejoraría… (Silencio) Bueno, la rueda se hace larga y pesada. La
rueda, sí; se hace larga. Bueno, no sé…Es que mejorar… El lugar está bien…Me hubiese
gustado que no hubieran juegos que se tuviera que correr mucho, o que no fueran
agresivos, ya que yo tampoco tengo mucha energía para correr y tal, pues me cansan. Sería
eso. Que no fueron de tanto esfuerzo físico.
Bueno eso es lo que se me ocurre. No lo sé. En este sentido, pues por ejemplo que de los
dos terapeutas… ¿puedo…? Quim habla mucho y no le deja espacio a Ferran. Y que
cuando a veces me gustaría más escucharte, Ferran, porque cuando hablas o coges un poco
el mando de voz, encuentro que tienes cosas muy interesantes que aportar. Esto sí que lo
diría, que no fueras tan cómodo y te colgaras tanto en Quim.
253
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CARME: quiero añadir algo que creo importante y no tocamos en la entrevista del lunes, y
es referente en cómo ha afectado positivamente mi formación a mis síntomas de fatiga
crónica.
Actualmente tengo el diagnóstico de fibromialgia y fatiga crónica. Las dos van muy
paralelas y al explicar actualmente mi enfermedad creo más conveniente decir que tengo
fibromialgia, porque socialmente es más conocida.
A medida que acepté y comprendí cuáles eran mis limitaciones y que es una enfermedad
que actualmente no tiene cura, empecé a preguntarme de dónde podía venir y qué
desencadenantes provocan más cansancio y dolor muscular...
Y aquí es donde entra todo el trabajo que realizamos a través de los juegos. El trabajo en
grupo me ha hecho de espejo para Darme Cuenta de mi resistencia en general (de delegar
responsabilidades por ejemplo) y de mi rigidez mental. A medida de tomar conciencia del
cambio mental, también lo he notado en lo corporal y eso si que me ha dado los ánimos y
la confianza de que este camino de la Gestalt y los juegos es el adecuado para dar un
cambio progresivo y duradero.
Esta es la parte sobre su enfermedad que aún no había salido y que yo estaba
esperando cuando a Carme le apeteciera compartirla. Desde que Carme está
retroflectando menos y se está atreviendo a expresar más sus sentimientos, su
enfermedad se está volviendo cada vez más llevadera. No me atrevo a decir que su
enfermedad viene por no expresar lo que le pasa, pero sí que se le acentúa más
cuando niega o desvía realidades de lo que le está pasando: al no poder salir hacia
fuera, lo retroflecta hacia dentro, provocándole más cansancio y dolor. Yo que
254
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ferran.
Aquí me doy cuenta de la importancia que tienen los juegos gestálticos para
conseguir “awareness”. Como decía antes, hay muchos mecanismos que tardan
muchos años en construirse y consolidarse y esto se lleva a cabo a través de hacer
el mismo mecanismo muchas veces sin darse cuenta. Y he aquí la importancia del
juego, pues llevamos a la persona a situaciones que no puede controlar o que no las
conoce y al movilizar las fijaciones puede ver salidas diferentes, puede darse
cuenta de comportamientos y aptitudes nuevas de vivir los conflictos.
Estoy seguro que sin esta parte yo no estaría trabajando con la gente pues la
necesito con todo mi ser y además, me devuelven muchas veces que les va muy
bien mi manera de confrontarlos.
Entrevistas
Óscar y Pilar.
255
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
QUIM: conclusiones personales que habéis sacado durante los tres años de trabajo en
cuanto a Darse Cuenta, Autorresponsabilidad, Aquí-Ahora y detección y satisfacción de
necesidades, y los mecanismos de evitación o interrupción.
OSCAR: yo después de casi tres años, a través del juego y de dinámicas, me acuerdo de
un ejercicio con Carme, en que se evidenció uno de mis mecanismos de interrupción, que
es irme a la cabeza para no sentir. Y a través del juego me he podido dar cuenta. Que yo
cuando empiezo a sentir, si no me gusta lo que siento, me voy a bla-bla-bla, y me
desconecto. Me desconecto y dejo de sentir. Este es un mecanismo que he descubierto a lo
largo de este tiempo de trabajo con Gestalt y juegos.
Otra sería mi “ralladura”. Lo rallado que estoy, esa neurosis. Lo rallado que puedo llegar a
estar con un tema. Y a través del juego y la terapia he descubierto que actuando puedo
parar la neurosis y que estando presente también. Me sirve hasta para irme a dormir. Yo
no tengo problemas de sueño, pero si un día estoy que no me duermo, me centro en la
respiración y ¡pum! No me doy cuenta y ya estoy dormido. Sólo centrarme.
Óscar se ha dado cuenta de que mientras haga caso sólo de la parte cognitiva (sólo
de su pensamiento), aunque este sea neurótico, le impide pasar a la acción. Así se
ha Dado Cuenta de que, a veces, el pasar a la acción implica que todo el organismo
sufre un cambio, y de esa manera el mecanismo de evitación del contacto deja de
prevalecer sobre los otros sentidos y sobre la parte física. La acción le lleva a parar
el pensamiento neurótico.
Y yo soy una persona con mucha tendencia a la neurosis, con mucha ralladura. Y todos
estos juegos de presencia, de estar Aquí-Ahora, me sirven mucho. Para evitarla o hacerla
más grande y burlarme de ella para interrumpirla, llevándola al límite. Esto no es si es más
256
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
de terapia o de juego…
Aquí Óscar habla de que empieza a ser consciente de que la neurosis es salir del
Aquí-Ahora. Implica irse hacia el pasado o proyectarse hacia el futuro, y de esta
manera, dejar de vivir el presente, y se está Dando Cuenta que eso le produce más
ansiedad. Por tanto, está aprendiendo a través de los juegos de presencia, a hacer la
práctica repetidas veces de centrarse en el Aquí-Ahora, en oposición al antes o al
después.
OSCAR: pues es cuando pienso qué pasaría si pasara “eso” tan terrible. Vale, pues ir
pensando lo peor que puede pasar si pasa esto. Pues pasará esto, y lo otro, y lo otro… ay, y
se morirá mi hijo… ah, y lo enterraremos… y después me desesperaré, y… Y cuando es
tan grande, no te lo crees ni tú. Es una manera de pararlo. No es mi favorita, pero alguna
vez también la he utilizado.
OSCAR: pero cuando estás muy rallado, sirve. Aunque a mí me es más útil centrarme.
Mirarme las manos, las venas, notarme la respiración, ver qué tal está… Aunque he
descubierto que desgraciadamente esto no se automatiza. El Darse Cuenta es que tienes
que estar pensando en eso constantemente. No es “Me Doy Cuenta y ya me he dado
Cuenta para siempre”. Es: “me rallo, y me Doy Cuenta”… “Me rallo y me Doy Cuenta”.
Y hace tres años que lo practico y cada vez lo tengo que repetir. Lo que hago más rápido
es ver dónde está mi interrupción, que es en el rallarme, y cortarlo, pero no dejo de
rallarme. Voy más rápido en cortar, pero no dejo de rallarme.
La sensación después de estos tres años es que he aprendido herramientas, jugando, para
aprender a convivir mejor conmigo mismo. Y uno de los fines de semana, el de la
máscara, fue muy liberador cuando tuve la comprensión –que tenía mentalmente pero no
257
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
me había bajado- de decir: hay cosas que no cambiaré nunca… Nunca. Y fue como un
descanso… No me dejaré de rallar nunca. Y seguramente nunca dejaré de tener tendencia
a la irritabilidad. O a la impulsividad.
Pero estos tres años me han facilitado MUCHOS mecanismos de Darme Cuenta, de que
estoy haciendo estas cosas, y así me retiro rápido. Me Doy Cuenta más rápido, antes no
tenía herramientas para no quedarme pegado a ese estado, para poder cambiarlo. De
hecho, hemos hecho muchos juegos de coger y soltar, de pasar de un estado de ánimo a
otro, de uno a otro, de uno… Y si lo puedes hacer jugando es porque puedes hacerlo.
Entonces: puedo estar rallado y al cabo de diez minutos dejar de estarlo. En cambio, antes
estaba rallado y al cabo de una semana yo no sabía qué me pasaba, ahí metido… Todo era
una nube, como unas nubes de cemento. Y ahora, con el juego, he aprendido a salir rápido.
¿Que estoy triste? ¡Vale, pues estoy triste! Pero he aprendido técnicas, jugando, para no
quedarme enganchado. Y claro, es muy reconfortante.
Otra vez, a partir de la aceptación, está hablando del fluir, es decir, de no empujar
el río porque fluye sólo. Estamos hablando de poder transitar por varios estados
emocionales, dándoles un espacio a cada uno y averiguando, en este caso de Óscar,
que no sólo se identifica con uno, sino que él puede ser todos o la suma de todos.
PILAR: yo, sobretodo me estoy Dando Cuenta que uno de mis mecanismos evitativos era
la retroflexión. Y antes me quejaba porque tenía dolor de cabeza, y migrañas. Y ahora yo
creo que me Doy hasta Cuenta de cuándo estoy haciéndolo, a notar momentos antes de
que me duela la cabeza a ver que no estoy pasando a la acción y que he conseguido
identificar que llega el nerviosismo, por no saber qué hacer –qué hago, qué hago, qué
hago, qué hago, qué hago… ¡es que no hago nada!-, y al final me iba al dolor de cabeza. Y
ahora me estoy Dando Cuenta de cómo me está avisando antes de que llegue, y cómo el
mensaje es: “haz algo, lo que sea, da igual, pero haz algo”. Yo creo que he dado un paso
más, me he adelantado un poco a esa parte.
Igual que Óscar, aquí Pilar está hablando de que el pensamiento le impide pasar a
la acción. Es decir, la evitación del contacto implica un mecanismo de interrupción
de pasar a la acción, y retroflecta esa energía hacia su cabeza. A través de los
258
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
juegos y la Gestalt, ha percibido que pasando a la acción, hay una liberación de esa
energía, y deja de retroflectar.
QUIM: a ver, seguimos… ¿Continuarías con tu proceso siguiendo con esta misma línea de
trabajo desde esta perspectiva de trabajo gestáltica y lúdica?
QUIM: ¿Cómo han evolucionado las relaciones con el grupo? Confrontación, apoyo…
259
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
El asumir las partes rechazadas y darles un espacio hace que estas partes puedan
actuar de forma clara y tomar contacto con la verdadera necesidad: la de se visto,
de ser importante, ser reconocido… De una manera clara.
OSCAR: la tristeza sí que era algo que ya conocía. Con lo que no conectaba era con el
dolor. Tristeza era para mí… siempre… Tristeza, melancolía… Pero no con el dolor.
OSCAR: estoy en un proceso de evolución en esto que voy a decir, ¿eh? Pero durante
mucho tiempo ha habido una parte de mí -que en algún momento aún lo pide-, que sería…
Confrontar. En este caso, tal y como lo lleváis vosotros, hay muy poca confrontación, yo
lo he vivido con muy poca confrontación. Hay veces que yo sería más confrontativo.
Aunque últimamente me estoy dando cuenta de que quizás no hace falta. Pero hay una
parte de mí que aún duda. El juego es muy divertido, es muy tal, se va muy lejos, pero a
veces combinarlo con una confrontación más directa. Aunque lo vivo desde la duda, cada
vez con menos fuerza, aunque a veces… No hace mucho lo cuestioné en una sesión, dije:
“Ostia, ¿aquí no tendríais que apretar un poco?”
260
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
OSCAR: sí, no se me ocurre más… Es como lo que nos dicen ahora los que empiezan la
formación: llevan apenas seis meses y explican: “es que vienes cada semana y cada
semana es algo nuevo y distinto, y aprendes…”. Pues yo he vivido los 3 años así… Dos,
digamos dos años… El tercer año de máster es distinto, es un complementar cosas, muy
bien… Pero los dos primeros años eran: “Yo no me lo pierdo, pase lo que pase aquí
estaré”.
Porque salía del fin de semana con la cesta llena. De herramientas, un montón de
herramientas y de conocimiento de mí mismo, y habiendo disfrutado.
Claro, ¡es que soy un fan, yo! Yo disfruto mucho, muchísimo… Siempre… Es como… No
he sabido ver la parte negativa. Sólo esa duda respecto a la confrontación. Si lo tuviera que
hacer yo, sería más confrontativo.
PILAR: sigo con mis mecanismos de evitación. Detecto la desviación, también un poco.
Cuando un tema no me interesa… Pero sobre todo, lo hago cuando me están hablando y
me doy cuenta de que no me interesa nada lo que me están diciendo, y mi mente va hacia
otro lado y entonces saca otro tema. Me pasa en dos casos: uno, cuando me hablan de algo
que no me interesa, y otras veces cuando me están tratando de un tema que yo no quiero
hablar. Entonces desvío rápidamente, lo hago muy rápido, lo tengo muy integrado, muy
automático.
Estamos hablando del Darse Cuenta de cómo el mecanismo de evitación que tiene
que ver con la desviación; es decir: cuando con algo no quiero tomar contacto -o
con alguna emoción-, Pilar se está Dando Cuenta de cómo pone en marcha ese
mecanismo. Está tomando conciencia sobre su forma de evitar a través de la
261
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
desviación.
PILAR: sí… bueno, a veces. A veces lo tengo tan integrado que me cuesta verlo. Pero
otras veces sí, me estoy Dando Cuenta de cómo me están hablando y no estoy escuchando,
y me rallo por otro lado, estoy en otra cosa. De eso sí me Doy Cuenta.
QUIM: ¿Continuarías con tu proceso siguiendo esta misma línea de trabajo, desde esta
misma perspectiva gestáltica y lúdica?
PILAR: Creo que lo que he vivido aquí ha sido muy intenso, y ahora, después de 3 años,
como que tengo pensar que se ha acabado. El periodo de fin de semana… Yo ya siento
algo de nostalgia, de ganas de volver a empezarlo… Por todo lo que conlleva, la ilusión
con la que vienes el fin de semana…
Aquí vemos cómo Pilar aún confluye con la última etapa de la formación, donde
obtenía satisfacción con los compañeros y a través de los contenidos formativos.
No ha emprendido la retirada para que entre algo nuevo; aún está confluyendo con
sus compañeros y las sensaciones que obtenía en esos fines de semana. No es
consciente de ello, y por eso habla como si hubiera perdido algo, queriendo
reproducirlo desde esa confluencia. La retirada no se ha iniciado y en el caso de
Pilar, casi siempre tiene cierta dificultad con la retirada.
Estaba muy cansada, pero a mí me estimulaba mucho, el “a ver qué pasa hoy, qué vamos a
hacer…” Era como mucha energía, ¿no? En todos los sentidos. Este tipo de emociones
realmente enganchan, ¿no? Las positivas y yo te diría… Bueno, yo llamo “positivas” a la
alegría; y el miedo y la tristeza no tienen por qué ser negativas, ¿no? También te dan
señales de por dónde va tu vida. Pero sí, es algo que es un introyecto y las tengo así
clasificadas: positivas y negativas. Pero las que te crean enganche son tanto unas como
otras. La tristeza también engancha, de eso me he Dado Cuenta, es como que también ahí
tienes una parte de enganche importante.
Aquí otra vez Pilar está hablando de confluencia, eso que ella llama “enganche”: a
partir de un estímulo que le hace de gatillo, transfiere una emoción del pasado a
algo del presente; confluye con algo que está ocurriendo y no emprende la retirada.
Y lo percibe como un “enganche”.
262
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
No sé, no sabría explicarte por qué, pero así como que hay una parte de mí que necesita:
“ahora voy a quedarme quietecita, que no me toquen”. Es como cuando… Quizás como
cuando tienes una herida: la hurgas y la estás curando; la curas cada día y estás deseando
que no te la toquen, sabes que las curas son buenas, son positivas porque te desinfectan,
pero claro, cada vez que te tocan, te está doliendo. Entonces, esa situación es de que tengo
ganas de que cicatrice, y que se quede la parte de piel, para volver, quizás, a empezar,
¿no? Tengo esta sensación, como de “quietecita un rato”. Es una dualidad que tengo, es
una lucha. (Suspiro).
PILAR: yo creo que hubiese confrontado algo más. Yo, ¿eh? A alguien en particular…
PILAR: sí, a eso me refiero. Yo como participante… Bueno, se me pueden dar momentos
en los que, cuando sobre todo explicaba algo negativo, algo mío… y de repente alguien te
salía apoyándote…
A Pilar, al igual que a Óscar, le cuesta mucho tomar; es decir, le cuesta encarar las
cosas que tengan que ver con resaltar sus partes creativas y potenciadoras, y le
cuesta que hablen bien de ella; le es más fácil aprender a través de la confrontación
que del apoyo. También, por no tomar, prefiere confrontar.
Esa sensación de… No sé explicarlo… Claro, es mi parte de ver antes lo negativo que lo
positivo. Entonces, en determinadas ocasiones, yo sé que si tengo que comentar algo, pues
263
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
realzo lo negativo, porque estoy tan entrenada en ver lo negativo de las cosas, lo que no
acaba de estar bien, que lo positivo es una parte que me cuesta mucho de ver. Supongo que
en ese sentido, cuando el grupo decía algo, a mí me salía la otra parte; cuando estábamos
en plan positivo, yo sacaba mi parte negativa. Pero es que es mi dificultad, la que tengo de
ver la otra parte. Me cuesta mucho verla y sobretodo me cuesta mucho verbalizarla.
Porque a veces me quedo con “me gusta, no me gusta, estoy a gusto, no estoy a gusto”.
Pero ¿por qué estoy a gusto, por qué me gusta…? O sea, el ver el qué es exactamente lo
que me gusta, me cuesta mucho. Lo negativo me es fácil, es lo que siempre he hecho.
Aquí Pilar llama “prudencia” a introyectos que posiblemente tienen que ver con su
manera de percibir las cosas. Introyectos como: “cuidado con lo que dices”, “no
vayas a quedar mal”, “ojo con lo que pensarán de lo que digo”… Digamos que
identifica prudencia como algo positivo para ella y para los demás, cuando en
cambio es un mecanismo de evitación de conectar con la verdadera emoción que le
produce, o sea, con la confrontación o el apoyo real.
(Silencio)
No sé, ahora mismo estoy hablando y me parece que lo que estoy diciendo no tiene mucho
sentido, pero bueno. Pero seguro, que algo quiero decir con todo esto… Ja, ja, ja…
QUIM: no te preocupes, está bien… ¿Hay alguna parte nueva de ti que hayas descubierto
y que hayas podido asumir como propia?
264
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ella, intento aceptarla... No sé… Yo creo que este proceso me va a durar toda la vida,
porque no se me va a acabar nunca. Bueno… al menos la he identificado.
¿Qué más? Sobre todo el, una vez más, qué hay detrás de no darme la importancia a mí
misma, de no valorarme a mí misma. Sé que no me valoro, pero qué intención positiva hay
detrás de todo esto de no valorarme, por qué lo hago, qué es lo que tengo arraigado ahí, a
lo que me aferro y sigo sin valorarme, ¿no? Entonces yo creo que ahí también ha habido
un trabajo importante durante este tiempo, y bueno, pues detrás de todo hay una serie de
creencias, introyectos, muchas cosas… Comodidad… Si no me valoro yo y no me valoran
los demás, no me puedo desarrollar… Hay tantas cosas tan arraigadas que están ahí
bastante… Hacen mucha mella. Lo que hablábamos antes, es difícil desmontar eso para
crear algo nuevo. Me cuesta desmontarlo, me cuesta mucho. Incluso a la hora de hablar
me Doy Cuenta de que el “me cuesta mucho”, el “no podré nunca”, el “irá conmigo toda la
vida” son constantes… De la forma en la que me expreso también veo que hay mucho
arraigo en una serie de convicciones que me cuesta desmontar.
De todas esas cosas me he Dado Cuenta. Y las incorporo… De momento lo único que
puedo decir es que las observo… Y todo este pensamiento y toda esta manera de afirmar
tan profundamente, pues claro, hay algo a lo que me estoy agarrando, ¿no? Sí, tengo esa
sensación de que hay mucho introyecto y mucha creencia; pero el por qué no dejarla de un
lado, dejar paso a algo nuevo, a verme de una manera diferente a la que me he visto hasta
ahora… Ahí hay algo que todavía no ha acabado de desmontarse.
Aquí Pilar aún está mucho en el “por qué” y poco en el “para qué”… Aún no ha
descubierto que se trata más de darle un espacio al sentimiento y escuchar al
cuerpo.
Es como cuando construyes un edificio: si quieres construir uno nuevo primero tienes que
derrumbar el que hay. Y yo ahí me doy cuenta de que me estoy aferrando a algo. Y eso es
lo que a lo mejor me evita el dejar hueco para incorporar cosas que son actuales. Y no al
pasado, ¿no? A una manera de hacer y de ser que posiblemente era hace unos años. Ahora
soy otra cosa, he cambiado. Es como que me cuesta incorporarlo todos estos cambios a
hoy y a ahora. Sé que es diferente, y (resalta el “y”) me cuesta.
QUIM: Pilar, lo último es la parte negativa del trabajo. Si ves alguna cosa que mejorarías,
265
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
PILAR: no sé, me cuesta ver de qué otro modo podría ser… ¿Sabes lo que pasa? Es que
para mí cada persona es como si hubiera una forma de llegarle, entonces por ejemplo, con
la confrontación: a mí no me gusta, hubiese parado, hubiese huido. En cambio a Óscar le
gusta la confrontación, pero a mí la confrontación me hubiese hecho no continuar, por
ejemplo. Irme. Y de esta forma, a mí me he sentido apoyada, me he sentido libre en todo
momento de expresar… No sé no se me ocurre. A lo mejor algún trabajo concreto, pero…
no sé, lo he dicho por decir, no sabría decirte… Siempre me ha parecido muy mágica la
combinación de Ferran y Quim, vuestra combinación. Quim, tú en una parte más lúdica,
más… Y Ferran en una parte más terapéutica… No sé, creo que os complementáis muy
bien…
No se me ocurre. Y claro que lo hay… No sé. También lo puedo comparar con el inicio de
la otra formación de Gestalt, que me pareció tan diferente, tan… No me gustó…
No se me ocurre nada.
Quim.
Cada vez que veo a un grupo participar en una dinámica que tenga que ver con
elegir o ser elegido, recuerdo cómo antes creía que utilizando una buena estrategia
a nivel competitivo, yo podía obtener un mejor resultado. Observando a los
participantes en nuestros grupos, me di cuenta de cuánta energía gastaba por. no
entrar en contacto con la verdadera esencia de cada uno, con la lucha por no
obtener algo, con la creencia de que obteniendo aquello puedo ganar energía o los
demás pueden tener una buena opinión de mí, cuando en realidad, lo único que
estoy haciendo es desperdiciar mi energía y alejarme de mi verdadera necesidad.
266
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
267
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Primer taller:
Ü Siente sorpresa ante la propia capacidad de llevar a cabo cosas que ella misma
desconocía que podía hacer. Este Darse Cuenta produce un aumento de su
autoestima . Aumenta la propia aceptación.
Ü A través de los espejos de los demás, se da cuenta de cuáles de sus partes muestra
y cuáles no.
Segundo Taller:
Ü Conecta con Su Sombra, deja entrever esa parte que no se atreve a mostrar por
miedo a romper con la imagen de niña buena, y que los demás dejemos de
quererla.
Ü Sale con fuerza el Perro de Arriba, ante conductas o preferencias suyas que
prefiere no desvelar.
268
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Tercer Taller:
Ü Consigue cerrar una Gestalt relacionada con la relación con sus padres, y deja vía
libre para entregarse a la búsqueda de sus propias necesidades.
Si tenemos en cuenta que Carme parte de una fuerte desvalorización hacia ella misma,
los resultados son doblemente satisfactorios. A lo largo de la formación podemos
apreciar cómo va consiguiendo una mayor autoestima y más autoapoyo, sobre todo al
darse cuenta de algunas de sus “capacidades dormidas” a la hora de realizar
determinados actos; todo ello conlleva que pueda ir dejando de lado un fuerte
introyecto arraigado profundamente: “esto yo no puedo hacerlo, los demás sí…”
269
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Primer taller:
Ü Descubre que, en sus palabras, “puedo ser igual de profundo, desde la parte
divertida”. Cómo puede actuar al margen de la fuerza de algunos introyectos
relacionados con que las cosas deben ser de determinada manera.
Segundo Taller:
Ü Abertura hacia el dolor que durante mucho tiempo se había negado mediante la
desviación, y que se manifestaba en retroflexión. Eso le lleva a la posibilidad de
cerrar esa Gestalt a través de un adecuado contacto-retirada.
Ü También Oscar reconoce que siente más cariño, más aceptación por los demás
miembros del grupo.
Ü Igual que Pilar, Oscar se refiere a una mayor conciencia de sí mismo a través de la
270
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
relación con los demás miembros del grupo. Eso facilita la eliminación de las
corazas de protección ante los demás.
Ü Conciencia de que el juego le facilita el proceso terapéutico sin tener que entrar en
excesivas confrontaciones y límites.
Tercer Taller:
Ü También que este punto le facilita pasar a la acción. Todo esto, gracias al hacer
consciente el Aquí-Ahora en los momentos de su vida en que lo cognitivo se
vuelve neurótico.
Ü Más contacto
Por parte de Óscar ha habido un camino recorrido hacia el darse Cuenta y poner más
conciencia en cómo actúan sus mecanismos de evitación. A través de los talleres ha sido
más consciente de cómo repite modelos de comportamiento que le llevaron a ir a “la
razón”, dejando de lado su parte emocional, quedándose anclado sólo en la emoción que
corresponde al enfado o la rabia.
271
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Primer taller:
Ü En esta primera fase, Pilar no ve como propia su parte lúdica y la excluye por una
serie de introyectos (relacionados con ser seria, no permitirse el error, no “hacer el
ridículo”, hacerlo todo bien) que empieza a detectar.
Ü A través del juego, Pilar siente que hay más maneras de solucionar sus escenas
temidas, y las lleva a la práctica en su vida.
Segundo Taller:
Ü Aceptación de sus propios límites: “hasta donde no puedo llegar… es que no puedo
llegar”. La exigencia consigo misma disminuye a partir de esta aceptación, que por
272
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü Mayor conciencia de sí misma a través de la relación con los demás miembros del
grupo.
Ü Más cariño, más aceptación por los demás miembros del grupo.
Tercer Taller:
Ü Pilar descubre que el paso a la acción elimina esa retroflexión, y desaparecen sus
dolores de cabeza. Acepta la parte mental como algo que le lleva a escaparse de
sus verdaderas necesidades, y puede pasar a la acción.
Ü También baja el peso de los introyectos referido a “hacerlo todo bien” cuando
manifiesta que “aunque me equivoque, hacer algo”.
Ü Toma de conciencia (incipiente) por parte de Pilar de cómo está actuando en ella
un mecanismo de confluencia respecto al grupo y los compañeros, que no le
permite cerrar la Gestalt de la formación y dejar paso a algo nuevo.
Por parte de Pilar, es muy parecida la conclusión a la de Óscar, aunque añadiría que
además del enfado es consciente también de que hay un miedo a mostrarse, en el sentido
de “riesgo a la acción”. Es decir, al final de los talleres es más consciente de que no pasa a
la acción por miedo a equivocarse, a n hacerlo bien. Al darse cuenta de esto, ya no se cree
tanto sus razonamientos paralizantes, donde las posibilidades están vividas en la fantasía
de su mente: ahora ya sabe que son fantasías, a veces paralizantes, y esa consciencia la
lleva a escuchar más sus sensaciones corporales y a guiarse más por ellas. Y de esta
manera, se atreve a pasar más a la acción.
273
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Marcelo, habíamos preparado unas cuántas preguntas.... Por ejemplo, para empezar
¿cómo fue en tu trayectoria personal y profesional que tú llegaras a incluir también
juegos en tus talleres? ¿Cómo operan los juegos en tus talleres?
Bueno, yo creo que la primera pregunta como lo que el primer contacto que yo tuve con la
terapia fue a través del Psicodrama, antes de tomar contacto con la Gestalt. Y lo primero
que pude vivenciar es que en el Psicodrama se dramatizan situaciones en conjunto, y
cuando es terapia individual, se acompaña la dramatización con lo que se llama un “Yo
auxiliar”. Entonces, el hecho de entrar en lo que llamaríamos en Gestalt “las polaridades” -
porque se trabaja mucho la polaridad o la parte negada de uno-, el hecho de entrar
corporalmente en la parte negada o exagerar la parte vivenciada, corporalmente y
emocionalmente, producía un cambio. Esto también lo pude vivenciar mucho en los
trabajos de la línea Gurdjieff, que se utiliza mucho el juego muy antiguo.
274
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
De Gurdjieff. Por lo menos como yo la recibí, lo que se utilizaban era toda una amalgama
de juegos de la Edad Media, de otras culturas…
¡Qué bonito!
Y entonces, como que también es un trabajo con la atención, pero que parte de la premisa
que hay una carga energética que una vez, diremos, la carga reconocida, el hecho de
traspasar una barrera… Entonces el juego se veía como un modo de que, poniendo
atención, ver que esta carga energética, interaccionada en un juego, a dónde a uno lo
llevaba. Y el trabajo con la atención de qué me doy cuenta.
Lo que… Hay una cuestión que para mí… Yo lo utilizo mucho en la terapia, en individual,
pero una parte es que yo parto de una premisa muy freudiana, que esto justamente dentro
de la línea de la Gestalt con Perls… si me oyera decirlo me corregiría, me parece…
(risas)… Pero que yo, como que siento que Perls justamente fue un analista, un
psicoanalista. Entonces, aunque él mucho se cargó la terapia freudiana, la parte del punto
ciego… es un punto inconsciente. ¿Quién descubrió el inconsciente? Fue Freud.
Entonces la persona en primer momento, lo que le viene… Esto también así expresado
como “LA ROTTENMEIER” (en un tono de voz más elevado y haciendo ademanes de
Rottenmeier), no sé si me…
La exageración como que yo sentado ahí no más, me puedo poner de pie, y yo haciendo el
papel, señalando, y señalando el castigo… “Entonces, nadie, nadie, nadie, en el castigo, no
puedo mirar a nadie…”
Como que ahí si nos ponemos a ver, en esa metáfora entra la figura simbólica, porque lo
275
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
inconsciente no es racional.
Claro, por eso es símbolo. Como que el juego permite terapéuticamente poder darle vida al
símbolo. Porque la persona está en lo consciente, lo vive internamente pero no lo sabe
simbolizar. Y si lo simboliza, el aire es dramático, la exageración. Porque el juego también
es un punto de exageración.
Sí, sí.
Es una exageración, y ahí lo interesante es que el rol que se han dado los juegos es que
dentro del “como si”, lo que me permite es reconocer interna y externamente el cómo es.
Por eso es que el juego de los policías y ladrones, o cualquier juego, cuando es tomado
demasiado en serio por los niños, es cuando terminan las narices sangrantes. No como en
la interacción que vamos simbolizando, descubriendo, viendo y reconociendo. No. Eso es
en la neurosis. De alguna forma, hay juegos aprendidos que seguro que nos ayudaron en
etapas muy largas, a veces para salvar la vida. Y ese es un juego que nos ayudó. Pero ese
juego no es necesario seguirlo jugando de la misma manera, sino que tengo que aprender
otro juego que me permita descubrir otros aspectos de mí mismo y del otro.
Mmmmm…
Lo que… (silencio) Claro, como que hay una parte que la Gestalt, lo que (largo silencio)…
Por ejemplo, cogiendo el Ciclo de las Necesidades…
Mmm… Claro, como tratando aquí lo que… como que todo juego tiene unas reglas. Y
justamente las reglas del juego tienen: “tú tienes que hacer esto, y yo tengo que hacer
esto…”. Como que las reglas anteceden al juego. Esto es muy importante. Las reglas
anteceden al juego, y tienen un objetivo.
Hablando de juego, justamente, como que toda interacción de alguna manera tiene un
objetivo. Pero si nos ponemos con los juegos, los juegos en sí mismo tienen un objetivo. Y
si hay un objetivo, hay unas reglas, un reglamento que dice cada uno cómo tiene que jugar.
Si yo estoy jugando de policía, yo soy policía y tú eres el ladrón. Y vamos a desarrollar…
276
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Se va desarrollando, y habrá un punto en que habrá que finalizar el juego. Será porque el
ladrón evitó al policía o porque el policía cazó al ladrón. Entonces, como que uno de los
aspectos es que desde el momento que se establece unas reglas, ambos quedan sujetos a un
objetivo que es común y a una norma que ambos tienen que obedecer. Porque no obedecer
alguna de esas normas hace que uno quede fuera de juego. Y esta dinámica del juego es
muy importante, porque es un convencionalismo social en que el objetivo está planteado, y
qué es cada uno, qué tiene que hacer, y si no lo hace, tiene una determinada penalización o
una determinada… Es decir, que yo si estoy jugando al policía en el juego, si me quiero
transformar en el ladrón, ya he salido del juego.
Entonces, como visto esto y llevado al Ciclo de las Necesidades, diremos que como
trabajo de toma de conciencia, hay una parte del Ciclo de las Necesidades que sería:
éntrate dentro de ti mismo y toma conciencia qué sensación tienes: primer paso de las
reglas del juego. Cómo es la sensación; tienes que atender a la sensación, qué es lo
primero que te viene… Normalmente lo primero que viene es un introyecto, y el primer
introyecto es “tengo que cumplir las reglas del juego”… Claro, “¡tengo que cumplir las
reglas del juego!”, no sé si…
O qué me pasa… Segundo paso de las Reglas: como que en este juego, en la primera parte
del juego, sería: qué dificultad y qué facilidad tengo yo para entrar en la sensación. El
juego es ese. Claro, si el juego resulta ser la primera parte del examen, después cuando se
elabora un poco: “me ha sido fácil conectar…” A lo que venía es al introyecto, claro,
porque si no tiene ningún introyecto, este juego, ¿me entiendes?, en este juego no hago
nada, ¿me entiendes? En ese momento está en el Aquí-Ahora y en la sensación, claro. Hay
unas reglas de juego que han establecido como objetivo que uno entre en uno mismo y
tome conciencia de la sensación. Esa es la regla del juego.
277
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Sí, un cambio de reglas del juego. Las reglas del juego es: con lo que yo estoy sintiendo y
con lo que a mí me pasa, cómo me conecto con el otro. Cómo me conecto, cómo me
desconecto, qué dificultades y qué facilidades tengo. Es decir, que entonces hasta aquí hay
una primera regla de juego: cómo me conecto conmigo mismo, cómo me hago cargo de lo
que me está pasando, cómo mantengo la sensación, cómo me escapo de la sensación,
cómo me escapo de la carga, cómo me cargo, cómo me descargo.
Segunda parte: aparece el otro. Porque en la terapia del darse cuenta, un jueguito, y el otro
jueguito… ¡La terapia del contacto! Claro. Es parte de este jueguito. Y ¿cuál es el
objetivo? Despertar. Porque se parte de la conciencia que uno, el objetivo del juego es que
uno aprenda a reconocer las necesidades porque se parte de la idea que uno está neurótico,
y entonces, ¡cómo va a ver su neurosis! Neurosis como punto ciego. Y el otro, que no es
una terapia sólo para que uno reconozca lo que le pasa, sino que como hay una relación
organismo-medio, tiene que aprender a gestionar esa relación e interacción con otro,
porque no es autosuficiente.
Diremos que ese es el sentido que le damos a este juego. Porque si ese juego sólo le veo
sentido de explorar que nosotros estamos así… Mmmmm… Cómo sería… Como que es
importante que el ser humano aprenda a gestionar sus necesidades. Reconocer sus
necesidades y gestionarlas. No es sólo reconocerlas, sino también es gestionarlas. Y que
las dos cosas, o los dos aspectos el ser humano lo van aprendiendo.
Y es una relación entre lo interno y lo externo, para que el otro… Para yo conocerme
necesito un “otro”. Y para que haya un “yo” necesito un “otro”, y para que haya “otro” se
necesita un “yo”. Entonces, en esa relación de planta-tierra, nosotros somos plantas que
278
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
podemos movernos. Y tenemos que gestionar ese desequilibrio que es necesitar al otro,
necesitar lo externo. No sé si me…
Bueno, eso es, diremos, el objetivo del juego. Estoy hablando del objetivo del juego. Si yo
digo el objetivo del juego y digo: “vaya estupidez esa”, me entiendes, o no veo sentido el
trabajar eso, el explorar eso… Porque los juegos son exploratorios.
Los juegos son exploratorios. No es que en un juego se busque ver qué es el policía, qué es
el ladrón. Cómo vives el ser policía y el ser ladrón, no sé si me… Que tiene como objetivo
jugar a que te corre y que te pillo, o que te cazo….
Lo que vamos es: que en la segunda parte del juego, lo que va a aparecer es el otro.
Tenemos como segunda regla de juego el otro. Qué hago con el otro, qué me pasa a mí en
el otro, qué me pasa con lo mío interaccionando con el otro.
Vale.
Entonces, en eso lo que entra es otra regla de juego. Entonces, en lo primero es: “Ah, no
me doy cuenta de qué me pasa”. En el otro: “lo que me doy cuenta es lo que le pasa al
otro”, es decir, estoy proyectando. ¡A mí no me pasa nada! Al otro es al que le pasa. Pero
si lo sacas al otro ya volvemos a la otra regla de juego, a la primera. Entonces, diría uno, el
terapeuta: “no, no te estoy preguntando qué le pasa al otro. Te estoy preguntando qué te
pasa a ti con las ganas que tienes de pegarle al otro...”. O “qué es lo que te pasa con el
otro”. No sé si me…
Se la bebe el otro, y yo… ¿para qué necesito el agua? Claro, pero eso es lo que irá
279
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
apareciendo en el juego.
Entonces como que lo que… (silencio)… Entonces el juego tiene como sentido que todo
juego tiene un objetivo. Como que toda interacción humana tiene un objetivo aunque no
haya reglas explícitas, pero a medida que se van interaccionando, va a aparecer la regla
implícita. Entonces, qué pasa, que las reglas implícitas y parte de las situaciones de la vida
es que hay muchas situaciones que tal como están las reglas del juego –y son muchas- hay
una relación de una gran desigualdad.
Hay una relación de desigualdad, y hay una relación de una gran desigualdad, y es que en
las reglas del juego hay una tendencia a ponerse uno de superior y otro de inferior. Uno de
salvado y otro de salvador; pero como hecho, diremos, como contexto estructural, esa
desigualdad existe. Porque si yo no tengo trabajo y voy a buscar trabajo y no tengo qué
comer, yo estoy en una desigualdad respecto a otro que va a buscar trabajo y tiene qué
comer y que puede elegir si le dicen en ese trabajo sí o si le dicen no. Claro, hay una
desigualdad. Entonces, ¿qué ocurre?, que en las relaciones de desigualdad y sobre todo, y
eso hablando de las reglas de juego, el que tiene el poder es importante que sea… A ver,
porque los juegos ¿cómo se hacen? Hablando de este punto: “Yo te pido que juegues
conmigo o tú te ofreces a jugar conmigo”. Pero que yo te pida que juegues conmigo no
quiere decir que tú me hayas dicho o que tú me digas que sí quieres jugar conmigo. Tú no
te has comprometido por el hecho de que yo te pida, a jugar conmigo. Por el hecho que tú
ofrecerte a jugar conmigo, si yo no digo que quiero jugar contigo, no quiere decir que tú te
comprometas. En esta parte estamos en la historia de cuándo se formulan unas reglas de
juego.
Claro, pero lo que pasa es entonces que como que ¿cuándo queda un juego establecido de
alguna forma? Cuando uno dice “yo me ofrezco para trabajar” y como me ofrezco para
trabajar, yo me hago responsable que yo sé hacer tal cosa, y te ofrezco que te la puedo
hacer”. Y tú decirme a mí: “sí, tú te has comprometido a hacer tal cosa, yo necesito que
me hagas tal cosa, y esto lo haremos en un espacio de cuatro días, de cinco años, de siete
años, de ocho años…”. Porque las reglas del juego tienen principio y tienen final. Claro
que esto a nivel de lo convencional no se habla que las cosas tienen principio y tiene
280
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
final…
No…
Se confunden promesas… Claro, aquí tiene las historias de todos los juegos estos, viene
cómo se aprovechan todas las historias en lo revuelto. Claro, aquí ya estamos en lo
revuelto: yo me vengo, te pido trabajo a ti, entonces lo que estoy esperando es que, bueno,
con tal que me des un trabajo, te puedo decir que te voy a ayudar en todo. Porque yo ahí
qué es lo que estoy ofreciendo. Porque tú también puedes oír: “Marcelo ha venido y me ha
dicho: mira, Nela, lo que sea y para lo que sea”. Y tú dices: “sí, Marcelo, para lo que sea y
en lo que sea…”. ¿Qué puedes disponer de mí en este juego? Estás como este edificio: es
un acuerdo con un juego muy incierto si yo soy el necesitado y tú me vas a pagar por eso,
estoy a merced tuya y tú estás a merced mía porque llegará un momento en que tú dirás:
“Marcelo, ¡tú no sabes cocinar!”. Y yo digo: “no, pero yo no te dije que sabía cocinar…”.
Como que ahí no se explicita, no queda explicitado. Y ese punto es muy importante que en
las relaciones, claro que hay una parte que es implícita. Pero hay una parte que en las
reglas del juego tiene que explicitarse. Uno: que el hecho que yo te ofrezca trabajo no
quiere decir que yo acepto el trabajo. Y sobre todo, ¿qué es lo que he aceptado? Y tú, ¿qué
es lo que me dices que yo voy a hacer? Y eso ¿en qué tiempo y en qué manera?. Porque
las reglas del juego que se utilizan mucho, implícitas, es no dejar nada explícito, dejar el
juego abierto… Y entonces es donde viene el resentimiento. En todo eso lo que después
viene es resentimiento. Porque si yo necesito, yo fantaseo, que tú lo que vas a nombrar es
–porque yo quiero y porque lo necesito- directora de juegos, yo cuando te digo “quiero
trabajar, quiero tener una entrevista”. “Bueno, sí yo te digo que sí a la entrevista y quiero
trabajar en Espai Lúdic”…
Creo que estamos hablando como de dos tipos de juegos: uno sería los juegos para
experimentar, dentro de la Gestalt por ejemplo, y tú de los que estás hablando me
parece que son ya como los interpersonales.
Claro, entonces los juegos interpersonales… Lo que se presenta como objetivo en todos
281
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
los juegos, es que unos son exploratorios y otros son juegos para satisfacer las
necesidades. Porque si yo estoy buscando… que quiero tener un amigo, estoy tratando de
gestionar una necesidad de gestionar un amigo. Entonces, en ese juego de tener un amigo,
estableceré un acuerdo con respecto a qué es explícito o implícito tiene como objetivo el
uno y el otro, a qué nos comprometemos y qué estamos haciendo. Porque si yo no
reconozco a qué me estoy comprometiendo,… Y ahí está la historia de la promesa y la
historia del compromiso, que en todo juego hay un compromiso. Y en las relaciones
humanas hay unos compromisos. Que nos cuesta mucho entrar en ese juego de la vida, del
compromiso… Porque claro, si mostramos mucho, el otro no me da, y si no muestro
mucho, el otro no se queda. Ahí es donde vemos lo mucho, por ejemplo en los trabajos:
“bueno, ya te ascenderé, ya te ascenderé, ya te ascenderé….”, ¿me entiendes? El otro
piensa que lo vas a hacer jefe, y en realidad nunca has pensado en hacerlo jefe. Entonces,
ahí aparece el resentimiento de no haber sido claro.
Mmmmm.
Bueno. Hablando del sentido de las reglas del juego, que en la vida cotidiana hay reglas de
juego, y reglas de juego que están basadas en la desigualdad, y reglas del juego que
mientras estén basadas en la desigualdad, el de arriba tiene que ser más claro, para no
aprovecharse del de abajo: qué es lo que él paga y qué es lo que le está dispuesto a dar.
Como el otro, qué es lo que da.
282
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Claro, en los juegos que se dan en las distintas sociedades y en los distintos juegos que se
dan, cómo yo me sitúo ante los juegos que se dan… Porque yo cuando entro en una
empresa, o me voy al instituto o me voy a trabajar en un banco, ese banco tiene un
objetivo, tiene unas reglas del juego, y yo cómo gestiono mis necesidades dentro de esas
reglas de juego; y el otro, cómo se hace cargo de mis necesidades dentro de esas reglas de
juego. Porque estamos todos gestionando necesidades.
Y justamente en la terapia lo que uno tiene conciencia es de cómo juego los juegos. Y los
juegos cómo se ganan. Yo no me he inventado, ¿me entiendes? el matrimonio. Yo me he
encontrado con reglas sociales. Ahora, ¿cómo me sitúo ante esas reglas sociales? No sé si
me… Porque aquí, al final, nadie inventó el agua caliente… Es tomar conciencia por un
lado que yo puedo decir: “no, estas reglas no las cumplo, pero ¿qué hago con mi necesidad
de tener un hijo?” Claro, cómo gestiono lo del otro, cómo me comprometo con el otro.
¿Cómo puedes ligar estos juegos que estás hablando, el juego de la vida cotidiana,
con utilizar juegos para que la gente se siga dando cuenta? O sea, tú estás hablando
de un juego donde uno pide algo, que no es del todo explícito, o donde el juego tiene
unas reglas, o donde el juego se acaba en un momento dado. Pero la persona lo vive
como algo real, no como un juego.
Qué bueno.
283
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Y esas reglas existen igual que en la dinámica de la vida, hay unas reglas que se están
cumpliendo. Que si yo no sé si yo no diferencio cuando me pido algo que ya creo que por
pedirlo me lo van a dar, yo ahí hay una regla de juego que yo no me estoy… no me doy
cuenta que por pedir lo que necesito, el otro se comprometa. Y el otro, cómo se
compromete el otro. Eso es una regla de juego que si no soy claro en esa, en la interacción
con el otro… ¡estoy perdido! Estoy jugando al juego del despiste.
Entonces para que el otro se dé cuenta, sería importante poder crear juegos o
dinámicas para que entendieran ese juego…
Claro, claro. La parte justamente que para mí tiene el sentido. Porque estamos hablando a
nivel de terapia del sentido de los juegos.
Sí.
El sentido de los juegos es que en los juegos hay unas reglas implícitas. Las reglas no las
elijo yo, las reglas nos ajustamos. Este juego tiene un objetivo, el objetivo lo conocemos
los dos. Claro. Entonces, eso permite, ¿no es así? irse situando en esa interacción,
simbolizando, viendo cómo me siento con el otro, cómo me dejo pillar, o si soy ladrón…
No sé, voy viendo todo eso. En el vivir cotidiano también hay unas reglas generales.
Tenemos que satisfacer las necesidades de distinto índole.
En el juego de la vida.
En el juego de la vida. Hay instituciones que se han hecho cargo de gestionar esas
necesidades. Por ejemplo, hay una institución que se ha hecho cargo de gestionar las
necesidades de los minusválidos con los autobuses, con las rampas, con… Esto en París no
existe, en Londres no existe… Ahí el minusválido tendría que montarse una historia que la
sociedad no le da.
Claro, no existe.
¿Ah, no?
Claro, ahí hay unas reglas. Entonces, ahí hay un objetivo que la sociedad no toma en
cuenta, dentro de un contexto cultural. Y hay otros objetivos que sí se toman en cuenta.
284
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entonces, que yo tenga una necesidad no quiere decir que la sociedad lo haya puesto como
objetivo. Que si yo me voy a buscar trabajo…
Entonces, estamos hablando que para darnos cuenta del juego de la vida, es
importante crear juegos que faciliten el que se den cuenta de cómo juegan.
Claro, de cómo juegan y que en la vida, en la interacción social que uno, dentro del juego,
tiene que aprender a jugar en los juegos de la vida y en la satisfacción de las necesidades,
tiene que aprender a jugar roles.
Permiten tomar conciencia y que todo juego, como tiene un objetivo, tiene un final. Que
hay una parte que, así como al policía yo no lo puedo transformar en ladrón, al jefe no lo
puedo transformar en amante. Bueno, a través de la proyección sí que te puedo poner
cualquier cosa, no sé si me… Pero eso no es… porque aquí también el juego, por un lado
permite reconocer la individualidad y por otro permite reconocer al otro.
Para unirlo con la tesina, sería como que los juegos gestálticos ayudan a tomar una
conciencia muy clara de los juegos de la vida.
Sí, no sólo en la Gestalt, sino en forma clara que en esto entra el cuerpo y la emoción: los
tres niveles. Porque hay un juego, por ejemplo, que es un juego de cartas. Es un juego que
también se puede ver mucho, porque en el juego de cartas también se entienden muchas
cosas. Pero se da bastante primacía a los juegos en que la persona en el juego, en las tres
ventanas (emocional, corporal y cognitivo), que son tres ventanas de un mismo edificio,
como que en la neurosis, están disociadas alguna de esas, o negadas. O una de esas partes
no sabe gestionar la persona.
Entonces en la terapia, lo que se va a buscar en el juego, es que la persona utilice una parte
de su potencial, que lo tiene poco conocido o lo tiene negado. Es decir, si alguien es muy
emocional, lo que voy a utilizar es juegos e interacciones que tienen como objetivo el
darse cuenta de que tiene una parte cognitiva o de conciencia para darse cuenta de lo que
está pasando. Si la persona es muy mental, la llevaré a lo corporal –no a lo emocional, tal
vez, para que reconozca que tiene una interioridad-, que le permite reconocer las
285
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
sensaciones y que descanse la cabeza; que no es solo cabeza lo que le permite que pueda
reconocerse que está vivo.
Entonces aquí, fíjate, estamos hablando de distintos tipos de juego, para equilibrar la toma
de conciencia de estos tres niveles.
Entonces la propuesta de juego… Porque claro, aquí el director del juego es el terapeuta.
Sí.
Y él tiene un cartel que dice “yo te voy a ayudar, yo ayudo a conocerse, ayudo a curarse,
ayudo…”, claro, porque nosotros tenemos un cartelazo así (con las manos reproduce un
cartel grande), claro, no han venido a buscar al fontanero… Es que en las reglas del juego
ya viene implícito, ¿me entiendes?, el cartel me lo he puesto. Entonces claro, en este caso
el fontanero juega el juego de que para la persona se dé cuenta, llevarla a tomar conciencia
a equilibrar estos tres niveles.
Muy bien. … Yo creo que está bastante completo. Esta parte que estás aportando a la
tesina es la de… no habíamos tocado nada de los juegos de la vida. Habíamos estado
siempre con juegos de taller; juegos exploratorios dentro de un taller gestáltico. Me
parece muy interesante esta aportación de los juegos de la vida.
Bueno, es que claro, en coaching y todo eso lo que van a decirte es la historia de los
objetivos, cuáles son las reglas, qué se pide… Aclarar esas historias, ¿no?
Entonces, que lo que sientes interesante es esta parte del juego de la vida, ¿no es cierto?
286
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Actualizarlo, ¿no?
Claro, la sensación. Porque en los juegos lo que es importante es actualizar y ver qué
reglas y qué tengo que aprender para ser policía. Nadie nace policía, nadie nace hombre,
nadie nace marido. Uno en la interacción se va haciendo.
Claro. Y del objetivo. Como que haya un objetivo implícito. Claro, por ejemplo, la historia
de la Gestalt: uno que está muy metido en la meditación dirá: “cómo pierden el tiempo”,
¿no es así?
Claro, claro, es que este es un punto muy importante. Es muy interesante que justamente
se parte -y eso es la gran diferencia con Oriente-, se parte de que en la presencia, necesito
al otro como presencia. Y hay un punto que la presencia del otro no es un imaginario. Es
orgánico. Como que la comida no es una… claro que me puedo imaginar que la comida es
la Hostia de Dios, me la puedo imaginar o simbolizar. Pero hay un punto en que la
comida, la necesito. Este punto es muy importante, en eso se diferencia Oriente de
Occidente. El gran aporte de las meditaciones, el gran aporte de los Chakras, todo eso lo
va a hacer y después lo van a desarrollar de alguna forma uniéndose, pero la presencia
física del otro no es sólo una fantasía. Porque para la meditación, “el otro Yo” es una
buena fantasía, ¿me entiendes? El ego… Claro que en la interacción entrará el ego, pero
hay una parte que es la necesidad humana. Como en lo de la comida, claro, que sólo me
alimento de ostras: me alimentaré de ostras porque tengo mucho dinero, pero es seguro
287
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entonces como que el juego tiene sentido, ahí. Y además hay para mí otra parte
importante: dentro de lo que se ha jugado mucho, partiendo de Platón, el juego que se ha
jugado mucho en Occidente, como cultura, es: uno, que existe la Verdad; y que el ser
humano no puede acceder a esa verdad directamente, sino tiene que acceder a través de
Dios o a través de descubrir la verdad, pero que la verdad es una, Dios es uno. Entonces,
que yo me relacione con una mujer que me quiere mucho, tiene sentido en la medida que
me conecta con la verdad del amor, o que me conecta con Dios. Esa es la mujer que
interesa…
Mmmm…
Claro, porque si me toca la mujer mala, esto me permite conocer la maldad, relacionarme
con lo trascendente y trascender hacia la gran Verdad. La mujer mala poco interesa…
Incluso en circunstancias, poco intereso yo, ¿me entiendes? Porque lo que estamos
alimentando es un Uno, un Absoluto, un Algo. Eso la Gestalt lo cambió mucho.
¿Cambió?
Lo que tenemos que aprender en la vida es aprender a satisfacer las necesidades y aprender
a cuidarnos. Y el cuidarse también es cuidarse del otro, no ese cuento del lirio en la mano:
digo cuidarse del otro porque si no, no recibo del otro. A cuidarse del otro, y a cuidarse
288
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ese es el juego.
Claro, es que al principio lo encontraba un tema muy amplio, entonces no sabía qué iba a
aportar. En la parte de lo simbólico, toda esa parte… Hay partes que sí he verbalizado
antes, pero partes, como esto del Juego de la Vida Cotidiana, es la primera vez que la
verbalizo más claramente.
289
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Javier, tú también has realizado talleres donde incluyes juegos gestálticos. Nos
gustaría que nos explicaras tu trayectoria, cómo llegaste a incluir los juegos en tus
talleres. Cuáles fueron los aspectos de tu trayectoria personal o profesional que te
llevaron hasta aquí.
Yo empecé en un entorno en el que me di cuenta de cuánto había para jugar... Lo que pasa
es que eso me doy cuenta ahora. Entonces, cuando en las formaciones jugábamos, lo
consideraba como un taller de expresión, como algo que servía para desdramatizarlo o
para… A través del juego tenía el permiso para hacer cosas que no…
Cuando yo empecé a hacer terapia, había algo muy lúdico, muy expresivo. Después,
cuando empecé a llevar los primeros grupos yo, era mucho al aire libre, eran en Sitges o
residenciales, una semana. Entonces, lo hacía al lado de otra gente, y entre todos
empezamos a hacer algo muy lúdico. A partir de ahí, había como dos formas de trabajar:
una, el juego, en que vemos lo que va a pasar.
290
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Y otra, el juego como experiencia, y fuente en el propio juego. Pero no como algo sólo
divertido sino como algo terapéutico en sí.
Quieres decir que el juego, aunque luego no se extraiga nada de él, por el simple
hecho de jugar, ya de por sí es terapéutico.
Exacto. No el juego como algo movilizador, sino como algo terapéutico en sí mismo.
Como el niño… Sería más como un juego desde el niño, del niño loco, que no extrae
una reflexión del juego sino que el propio juego ya conlleva dentro de sí el propio
Darse Cuenta.
Exacto.
La otra manera es el juego como un elemento movilizador con el que se trabaja sobre lo
que ha pasado. Pones las cosas en un estado que facilita trabajar aspectos que han salido
en la experiencia. O no. Se toma el juego como algo que ya de por sí tiene… ya es un
trabajo gestáltico. A mí cada vez me gusta más esto.
Mmmmm…
El trabajo con el cuerpo como algo a dinamizar, desde la Gestalt, con la experiencia.
291
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Por ejemplo, no es tanto uno u otro, sino que de momento, yo lo recibí como: el juego en
sí, sin reflexión posterior, sin hablar sobre ello. Entonces yo lo recibí así. Dentro de unos
talleres de crecimiento.
Después, yo lo empecé a trabajar como los juegos para movilizar y más tarde se hablaba
de eso, se hace una rueda gestáltica, o un compartirlo.
Sí…
Y después, poco a poco, me fui atreviendo a trabajar el juego sin recogida, integrando la
recogida dentro del propio juego. Es una experiencia real. Y cada vez lo voy haciendo más
así.
¿Sí? Nos gustaría que nos explicaras un poquito de dónde viene, cuál ha sido la
trayectoria y en qué punto estás ahora.
Yo, por ejemplo, la parte del juego la incorporé cuando empecé a entrar en el trabajo
corporal: ahí introduje el juego. Porque me era… Como hay contacto en el juego, es muy
fácil favorecerlo a través del juego. Ahí lo recuperé. Cada vez lo que veo más es que es
curativo de por sí, que no hay que dar tanta pauta y que la gente desde el juego ya integra
cosas.
¿En individual?
Sí, en individual. En grupo no hay problema: para los que son rígidos, para los que no lo
son: da igual. En individual si la persona es muy rígida, va muy bien añadir algún juego.
Pero son casos específicos, depende de lo que necesite la persona.
292
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Sí.
Sí.
¿Qué lugar crees que ocupa el cuerpo dentro de los juegos gestálticos? ¿Cómo crees
que se integra, cómo crees que se puede…?
En el juego gestáltico… Yo creo que no hay una cosa sin la otra. Si la persona no nota el
cuerpo, no hay experiencia. Así de directo: sin cuerpo, no hay experiencia. Es una
entelequia.
Hombre, en juegos como jugar al ajedrez, no. Juegos de mesa, no… Yo pienso en un
juego gestáltico que no tiene nada que ver con un juego de ajedrez… a no ser que se saque
un tablero muy grande, y uno sea el caballo, y se vaya a comer al Rey. Aún así, me traería
al cuerpo. Si pienso un juego gestáltico pienso en que la persona se mueve, corre, etc.….
Y eso es dirigido al cuerpo. Si no está el cuerpo, no hay juego y no hay gestalt. No hay
experiencia. La experiencia es a través del cuerpo, y la emoción es la base del cuerpo, sino
no hay.
O sea que el juego sería como un buen antídoto para salir de la mente y entrar en el
cuerpo, entrar en la sensación, entrar en la experiencia.
Claro, sin cuerpo no hay experiencia. Mira, yo lo que veo por ejemplo en el juego o en
cualquier cosa es que lo que se mueve es la persona. Entonces, la persona tiene diferentes
aspectos: mental, emocional y corporal. Pero son piezas de la misma habitación. Entonces,
entras por una, por la otra, o por dos a la vez… pero eso no quiere decir que no se pongan
las otras. El cuerpo va a estar presente siempre. Y si no hay cuerpo, no hay emoción, ¡eso
está clarísimo! Entonces, sino hay trabajo emotivo, será otro tipo de trabajo, pero no será
un trabajo gestáltico. Yo qué sé: análisis transaccional, psicoanálisis, por decir algo: muy
terapéutico, pero no será una terapia de la Gestalt. Para repasar el cuerpo, que es algo
fenomenológico, y el juego es algo fenomenológico. No hay tu tía: si no hay cuerpo, no
hay nada.
Entonces, ¿qué crees que aporta el juego y el sentido del humor a la terapia Gestalt?
293
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Exacto, le saca de ahí. Y es posible que ahí la persona actúe fuera de la mecanicidad de
siempre. Con lo cual, lo que aporta es que la persona puede llegar, por ejemplo, a partir de
esa experiencia, a un lugar diferente de donde se queda pillado.
Eso. Exacto. Puede dar una persona que no sea mecánica, que no sea la automática. Eso lo
proporciona el encuadre del juego, en cuanto a terapia Gestalt.
Lo que te proporciona el juego son muchas variantes de “como si”; hacer “como si” cosas
diferentes: como si fuera… tu padre; como si yo no tuviera ese problema, como si ya lo
tuviera resuelto, como si ya lo supiera, como si yo fuera el que manda… Son muchos
patrones de “como sí”, básicamente eso es bastante importante.
El juego es una posibilidad de saltarse el mecanismo. Sin darse cuenta, deja de dar
importancia a su papel, a lo que aquella persona cree sobre sí, y el juego le da una
oportunidad de poner un poquito en suspenso eso, y descubrir que puede hacer algo
diferente…pero cuando ya lo ha hecho: “¡Ahí va, lo que he hecho!”.
294
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Bueno, por lo que vas explicando, es como que el juego para ti es una herramienta
base. Como para aprender Gestalt, para aprender de ti mismo, para conocerte desde
otro aspecto, para saber quién eres, para un “como sí”…
¿Cuánta Gestalt se puede aprender jugando? Ligarlo también, por ejemplo, con el
Ciclo de la Experiencia… Profundizar un poco más en tu experiencia de “yo hago
jugar a la gente y desde aquí, qué cambio me produce”…
Por ejemplo sería: qué diferencias resaltarías cuando haces un taller en el que está
incluido el juego, y otro igual en el que no lo utilizas, y así vemos qué aporta. Qué
beneficios tiene, si hay algún tipo de ventaja… Referido, sobre todo, a la terapia
Gestalt.
El juego es un recurso didáctico por excelencia. Puedo emplearlo en una formación de una
forma didáctica, porque permite que la persona aprenda jugando, aprenda de la propia
experiencia. ¿Cómo hacemos que la persona aprenda de la propia experiencia? Jugando.
Armándole un juego, armándole una experiencia. Ahí aprende.
Es diferente armar un juego para que la persona descubra algo pre-establecido: “quiero
que la persona explore polaridades” o “quiero que explore introyectos”; armas un juego
para que conecte con eso. O sea, un juego con intención, y eso puede ser una vertiente del
juego. Lo puedo utilizar para que en un grupo conecten con ese algo concreto. Y puedo
utilizar algún tipo de juego o de estrategia lúdica con el intento de llevarlo ahí, de que
conecten con eso.
O puedo armar una experiencia lúdica para llevarles a jugar, que lleguen ellos a jugar por
sí solos, y salgan del juego, y hagan algo espontáneamente, “yo-qué-sé-qué”: que se suba
una a una silla y esté cantando… o bailando… pero que sea que armen el juego
295
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Esa sería la parte que busca la gestalt: que la persona recupere la espontaneidad.
Entonces: un grupo con eso o un grupo sin eso, es totalmente diferente. Y cada vez lo que
busco, son más grupos así.
¿Con juegos?
Con juegos, y con juegos que poquito a poco lleven a que ellos acaben jugando a su
manera. Eso no se puede hacer desde el primer día. Igual desde el principio empiezo con
más pautas, hasta que la persona pierde un poquito la vergüenza de jugar, de tocar, de
mirar, de contactar… Cuando pierde un poquito el sentido del ridículo, entonces conoce al
otro, coge más confianza… y ahí, a la larga, lo que busco cuando pasa un tiempo –un mes,
dos, tres, cuatro…- la gente, el grupo solo ya va allí. A veces el juego demasiado pautado
más bien puede ser un límite para el propio grupo.
Hombre, es diferente. Totalmente diferente. Los talleres donde no se realizan juegos por
narices son más verbales, y estos que yo describo tienen mucho menos de verbal. Ahí si
los paras y al final pretendes que te digan algo… cuesta. Porque lo que es terapéutico en sí
es la experiencia, no lo que después puedan elaborar verbalmente, o con la ayuda del
terapeuta, sobre la experiencia.
¿Seguimos?
Lo que quiero decir también es que estoy explicando la parte lúdica de un grupo con
trabajo corporal. Y el trabajo corporal tiene mucho de juego. A lo mejor habría una técnica
determinada que trabaje con puntos, y respiraciones… esto que yo explico se trabaja desde
lo lúdico, desde el contacto, desde el sentir… desde el plantear situaciones en las que
juego con el cuerpo… o con uno o dos objetos (una pintura, una pelota, o arrojarse unos
trapos…). No hago un grupo “de juego”: hago un grupo de “trabajo corporal”, y entonces
lo lúdico y el juego me aparece por todos lados.
Tiene un papel muy bueno para el aprendizaje, lo que pasa es que no todo se puede
aprender a través del juego. Yo lo utilizo mucho en lo que serían las dinámicas de grupo.
296
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
A ver, el Instituto funciona de manera que hay una parte teórica y una parte de taller, lo
que toca. Y el domingo se hace dinámica de grupos. Yo cada vez me inclino más en los
que yo llevo hacia el juego corporal, de contacto: empiezo por el trabajo corporal y
llevarlos al juego espontáneo. Yo creo que eso es el espacio de autorregulación de un
grupo: cuando llegan al juego espontáneo, de jugar a lo que quieren, de acercarse a lo que
quieren…
Sí, sí. Pero haciéndoles jugar primero un poquito antes. Como calentar motores… Y
poniéndote tú a jugar.
Sí, sí, para empujar. A veces, para empujar, me integro: estoy ahí. Entonces, desde ahí, ese
espacio de juego libre es el espacio de autorregulación, donde la persona busca lo que
necesita, o qué es lo que necesita, o le pasa algo… Y a partir de ahí, se empieza a mover…
Con lo cual y a partir de todo lo dicho, sí parece que para ti en la formación Gestalt
el juego es un factor importante.
Sobre todo en la parte de… yo cada vez lo meto más en la parte de dinámica. En lo que
sería la dinámica grupal del último día. Si no hay grandes temas sobre los que hablar o
alguien no se queda especialmente transpuesto, yo sistemáticamente evito la rueda. Y hago
un espacio de autorregulación donde el juego es un gran motor, y que entren en lo
espontáneo, y que entre el grupo en madurez.
Sí, claro, pues evito la rueda para que no “hablen sobre”, sino que entren en regularse: si a
mí me ha pasado algo contigo…
Vale, vale, ¿cómo sería autorregularse con un juego? Imagínate que yo no sé lo que
es regularse, ¿lo puedes explicar?
Ja, ja, ja… Es que yo me pongo a hablar en “gestaltés”, ja, ja, ja…
Ja, ja, ja… Sí, podríamos ir pasito a pasito… ¿Cómo se produce la regulación desde
el juego espontáneo?
297
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
grupo, y aquello que tú dijiste ayer me ha sonado a truenos, creo que se me va a pasar
antes o lo voy a mostrar mejor –y “mejor” no es “más fácil, sino “de una forma más
consistente”- si me pongo delante de ti y empiezo a pegar gruñidos. O bufidos, o
rugidos… que el planteamiento es… “Me entiendes, aquí estamos en un bosque… y hay
pájaros que son de noche… y pájaros que son de día… ¿me entiendes?... Y hay cosas
que… pájaros que se acercan a hacer las cosas a los pájaros de noche cuando están
dormidos. O sea, que tú puedes ser un búho y yo puedo ser un águila, y cuando tú, búho,
estás dormido, yo me pongo delante de ti y empiezo a pegar: “¡¡¡grrrruaaaahhhh!!!”, desde
el enfado que llevo yo ahí. Y tú como estás dormido… Claro que, a lo mejor te
despierto… Y veamos qué pasa si te despierto… Bueno, es por poner un mínimo de
esquema, este me lo acabo de inventar.
Entonces, no verbalmente, la persona pueda mostrar lo que haya. Yo creo que ahí, eso
hace que haya una regulación en el grupo: que las cosas circulen, que las cosas se vean,
que las cosas se muestren, que emocionalmente la cosa no se quede anclada, que las
emociones tengan otra forma de mostrarse que no sea a través de las palabras. Me parece
que es más efectivo.
El ponerse uno delante del otro y empezar a decir, y dale… para regularse.
Sí. Es mucho mejor, ¿me entiendes? Que nos vayamos al árbol del bosque, que no que
hagamos unas casitas. O aquello del espacio del cojín, que uno se pone delante… Jugando
con ese juego se empieza a desarrollar más una actitud más gestáltica, que no estar aquí
plantado escuchando lo que digo.
Muy interesante, esto que explicas. Sería la autorregulación organísmica a través del
juego.
Para llegar a un juego espontáneo es muy interesante… como haber jugado pautadamente
antes.
Como un aprendizaje…
298
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Esto es algo nuevo que puede aportar mucho a la tesina, ya que toda nuestra
aportación es a través de los juegos pautados. Y tú nos hablas del juego espontáneo…
Esto, por ejemplo, claro, yo lo estoy sacando a través del trabajo corporal. Porque yo
empecé a hacer trabajo corporal pautado. Con bioenergética, con ejercicios… Y después,
claro, lo que descubrí es que había otros tipos de trabajo corporal, que sin tanta pauta, te
llevaban a lo espontáneo. Y entonces empecé a encadenar unos con otros. Porque son
juegos paralelos.
Ahí empecé a desarrollar juegos, porque antes había jugado, había hecho cosas de este
estilo.
Hay un libro, que es de Kepner que habla de trabajo corporal gestáltico. Y depende de
cómo estén las personas, hacerlo de una forma o de otra. Eso se puede aplicar
perfectamente al juego.
Kepner es… Editorial Mensajero… “La Gestalt, un proceso corporal”. Este libro dice, por
ejemplo, que hay clientes que lo primero que tienes que hacer es hablar, para llegar a un
estado, porque tienen muy separado el cuerpo, lo viven como un estado aparte. Saben que
tienen cuerpo, pero les molesta: entrar en el cuerpo es donde se genera lo rechazado. A
esos, el juego ha de ser muy pequeñito; primero es como que quepa en la cabeza que
pueden mover el cuerpo, que pueden jugar, que pueden hacer aspavientos, que pueden…Si
no se lo das de una forma pautada, como una gimnasia que tú también haces, o juegas un
poco al principio con él, no funciona. Cuando toman un poquito más de conciencia
corporal, puedes empezar a hacerlo estratificado: un poco de verbal y un poco de juego:
“Venga, ahora hablemos sobre el juego”. O sobre la experiencia corporal. Sería: “Ahora
vamos a tener una experiencia corporal y después vamos a hablar “sobre” lo que ha
pasado. Entonces, es por estratos. De esta manera, la persona gana expresividad, y
empieza no a hablar sobre la emoción, sino a vivir la emoción, en el contacto. Después
cuando la persona se va poniendo mejor, lo verbal tiene cada vez menos espacio, porque
todo pasa en el trabajo corporal o en el juego, ya se relaciona corporalmente con el juego
más espontáneamente contigo. No le tienes que decir… Y eso ya es terapéutico de por sí.
Pero se ha tenido que recorrer todo lo anterior.
299
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Entonces, el juego pautado llegaría incluso cuando es estratificado: en algún rato de juego
corporal, y hablar “sobre”. Eso por ejemplo sería en el trabajo individual, y también puede
ser en el grupo, cuando el grupo ya aprende, ya ha cogido como una dinámica. Llega un
momento en que hay que estar atento, y ya puedo ver cómo el grupo toma las riendas. Eso
seguro que lo hacéis.
Es un gran espacio. De hecho, es lo que le gustaría a la Gestalt, que las habilidades del
grupo y las habilidades de la persona se desarrollan cuando entra en la espontaneidad,
cuando entra en…
Hablas de que lo utilizas como trabajo de recogida muchas veces el domingo, ¿no?
Sí. Es una forma de limpiar, de ajustar las cosas, de que el grupo esté saneado… También
de que las personas encuentren una forma de vivir lo que sienten de una forma expresiva
sin tener que poner tanta palabra, ¿no? Es más eficiente.
Casi todo lo que tenga que ver con juego gestáltico, yo creo que son juegos
psicodramáticos.
Yo creo que mucho de lo que se puede llamar juego gestáltico son juegos psicodramáticos.
Y que sobre todo, la parte emocional ha podido expresarse sin que tú le tengas que poner
un medio intermedio, pensar cómo lo hago para que se exprese: lo ha hecho de un modo
300
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
directo.
Háblanos un poco del Darse Cuenta a través del juego. Cómo sería para ti, porque
para nosotros es muy importante. Sería como: “¡guau, me he dado cuenta!… Si soy
capaz de enfrentarme a este, que le tenía miedo… Y ahora como soy un gorila, y
desde ese gorila, me doy cuenta de que… ¡plas!, ya puedo”. Por ejemplo…
Experiencias de este tipo que tengas.
A mí cuando me hacían jugar, de lo que me daba cuenta es que intentar jugar y poner la
atención a cómo estoy jugando era un desastre…
Totalmente
(Javier se ríe).
Entonces… demasiada pauta si estoy jugando y me dicen: “vaya usted dándose cuenta
de…”. Yo creo que el Darse Cuenta… Una forma para Darse Cuenta es el stop, la
interrupción del juego. En ese momento, claro, es como si uno anda corriendo, le ponen
una mano, y tiene la inercia. Lo que nota es la inercia, hacia dónde iba. No es que tenga
que reflexionar hacia donde iba… Es como si tú te pones en un gimnasio en una cinta, a
correr y a correr, y como te paren… ¡Plas! Te das cuenta de a cuánta velocidad ibas. Ahí
no es que tengas que reflexionar, es que tú lo experiencias.
Por ejemplo, el stop o interrupción es el recurso del darse Cuenta por excelencia. Porque si
tienes que jugar y poner atención, no juegas.
¿Sería a posteriori?
¿Recuerdas aquello famoso que el observador altera el objeto observado? Que cualquier
persona que está haciendo un experimento, altera el experimento. Cualquier observador
altera el proceso observado. Si tú y yo estamos aquí hablando y sabemos que nos está
301
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
observando alguien…
Entonces, yo la única forma que he vivido de poderme Dar Cuenta es cuando ha habido
una interrupción en el sí del juego. Así, instantáneo. A veces lo pillas y a veces, no.
Porque a pesar de estar jugando, te das cuenta de que estás en la cabeza.
Otra forma que para mí es potente cuando soy yo el que… es el cambio de lo temporal:
hacer lo mismo, más despacio. Entonces cambio la percepción.
Pues si tú te subes a un árbol, hacerlo pero despacio. Si por ejemplo, un juego: entre los
que estamos aquí, desarmemos la sala, podría darme más cuenta de asuntos de qué me
pasa si lo hago a cámara lenta. La alteración del tiempo…
Pero sería que el Darse Cuenta puede operar después del juego, ¿no? La reflexión,
después…
Bien, es que yo cada vez creo menos en las cosas reflexivas, ja, ja, ja… No me acabo de
creer lo reflexivo.
Pero a veces ocurre que estás “cogido” al otro. Y de golpe, sólo la persona que habla
su experiencia… hablar cerca de lo que ha vivido… Tiene algo, ahí… Porque
hablando de lo que le ha pasado, entiende, a veces…
Ufff… No lo sé… No lo sé… Yo ahí a lo mejor estoy muy influenciado por la cosa
302
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
corporal. En lo corporal se buscan experiencias que sean factibles desde el insight, donde
esté involucrado todo: lo emocional, lo corporal…lo mental. Entonces, claro, como el
Darse Cuenta fuera de la experiencia no es tan valorado, y yo igual estoy un poquito
viciado por eso, ¿no?
Bueno, Javier, eso es más que nada una pregunta nuestra. Tu enfoque es diferente al
nuestro en este punto. Al revés…
Relacionado con lo que os decía: que durante la experiencia del juego se produjera una
integración. Después, cuando hemos acabado, hemos acabado, ¿me entiendes? La
reflexión final, como que cada vez… no me interesa tanto.
Mmmm… Por lo que estamos viviendo es: desde que hay más reflexión, la gente tiene
más ganas de buscar.
Ah, vale, sí. Pero eso es otra cosa: por ejemplo, con Montse, cuando dirigimos un grupo,
ahora hablamos más. Pero no es con finalidad terapéutica: es para ligar la mayonesa del
grupo.
Sí, para que salga más grupo, para que haya interacciones, para que nos oigan a
303
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Claro, pero que para nosotros el trabajo, ya se acabó. No pretendemos que en ese espacio
la persona trabaje; pretendemos que se ligue el grupo, que se arme, que la persona pueda
encontrar alguna explicación a la cosa que ha vivido. Pero lo que le va a hacer cambiar o
mejorar, es lo que ha vivido, no la explicación que le demos.
Es como que cuidar a la persona, cuidar al grupo… Que las personas necesitamos que nos
expliquen… Claro, lo que pasa es que a la persona le has de explicar, le has de decir, le
has de… decirle dónde trabaja, qué es lo que le pasa, que lo que a él le pasa le pasa
también al otro… Entonces…. Se da un espacio verbal. Pero es para que la personase
tranquilice… ¡o se permita volver al día siguiente! (Sonríe…). Como que para el
paciente… ya me irán pasando cosas, lo que escucha al otro a mí también me pasa… Pero
es para ligar la mayonesa. Para ligar el grupo, no es el aspecto terapéutico en sí.
A ver si lo acabo de entender… Son enfoques diferentes… Javier lo enfoca como que
la propia experiencia facilita el cambio. Nosotros lo enfocamos como la experiencia y
después, el Darse Cuenta de la experiencia. Desde allí, es solidificarlo.
A nosotros nos costó mucho, por ejemplo, cuando conocimos Río Abierto, nos costó
muchísimo que no nos explicaran lo que pasaba. Por ejemplo, como venía de una
formación corporal, nos rebelábamos, que no nos dijeran… Experiencia, experiencia,
experiencia, experiencia… Después ya fuimos viendo…
Por ejemplo, nosotros cuando nos metimos a trabajar con grupos, que nos metíamos más
en experiencia y no en hablar, la gente no se nos quedaba demasiado.
Nos poníamos nosotros en algo que es lo que tenía que ser finalmente. Pero claro, por ahí,
no podemos tratarlos como si estuvieran al final del proceso.
Es como llevar un coche, que no lo puedes poner a 180 así como así.
Ya empezamos a vestirlo más y a hablar más. Pero a sabiendas que el trabajo se basa en la
experiencia. Que lo otro es para acoger al grupo, generar confianza… Generar el marco
304
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
para poder pintar el cuadro. Pero que la integración… lo que buscamos es que pasen la
experiencia. A veces puede ir bien, según qué personas, ponerle palabras. Porque al
ponerle palabras, estructuran. Pero no siempre es así. No siempre es así…
Claro, pero si yo me cojo no una formación de Gestalt, sino un grupo de trabajo gestáltico,
una de las herramientas principales es el vacío.
Entonces ahí, como que darle a la persona… Como hables en el vacío, hay la posibilidad
de que algo acontezca. De decir: “a ver, por qué me voy a poner aquí yo a darle
explicaciones cuando…”. Bueno, ya se autorregulará ella, como que el organismo ya lo
regulará. Pero, claro, eso es un futurible. El explicarle más, es más el atenderle para que
pueda llegar ahí, pero la finalidad sería esa, que ya integrará. No se puede hacer la
digestión por él.
Por ejemplo: hay gestaltistas que el punto fuerte lo tienen en la terapia individual en
grupo. Entonces, entienden que se ha de trabajar la terapia individualmente dentro del
grupo, y son pequeños trabajos. Que pueden movilizar o tocar a los otros. Pero si te metes
en el aspecto grupal, y ahí lo que buscan es el enfoque de trabajar con el grupo, en el
grupo… y ahí ya trabajará la persona. Entonces lo que buscan es que la persona recupere
la espontaneidad, y continuamente la están metiendo en la espontaneidad, la
espontaneidad, la espontaneidad… Y esos no trabajan mucho la individual, no buscan el
impacto directo. Es como si pusiera más hincapié en la confianza y en que la persona se va
a ir regulando. Entonces genera mucho más vacío, experiencias muy abiertas. Y el gran
entrenamiento para eso, la herramienta, es el juego. Hacer jugar a lo que sea: a la gallina
ciega; a que vamos a ponernos la mitad con los ojos vendados y desnudos del torso para
arriba, y la otra mitad van a ir dando vueltas y les van a dar un masaje y saber quiénes son,
y tenéis que distinguir tactos diferentes, y ahora se van y los que hemos recibido vamos a
cotillear cómo ha sido esto, y después va a ser al revés… O sea, experiencias desde algo
muy… Y ahora a ver si yo adivino quién ha sido… O que me vuelvan a tocar, pero esta
305
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
vez con los ojos abiertos… Como juegos, muchos, de sensibilización. En fin.
Yo creo que ni eso. Porque “para qué me ha servido”… Bueno, si me lo cuentan dentro de
un mes… El “me ha servido” hay que esperar que pase algo fuera. Entonces, preguntarle
después de la experiencia “para qué me ha servido” la experiencia es como alguien que
compra un taladro y antes de que lo saque de la caja le preguntan “para qué te ha servido
el taladro”. Y contesta: “para qué me servirá, en todo caso”. El reflexionar sobre qué
posibilidades tiene abrir algo, ¿no?
Uno sería que has facilitado la sensibilización, y otro sería tomar conciencia de que
“cómo me gusta”, y eso me facilita las ganas de repetir. O al revés, no quiero que me
toquen nunca más, ahora me doy cuenta de que no quiero que me toquen más. Yo,
por ejemplo, el último masaje ayurvédico que me hice, decidí que nunca más me
tocaban…
Y para mí fue un Darme Cuenta importante, que se iba dando conforme pasaban los
minutos… Estaríamos hablando de cómo opera el Darse Cuenta: directamente desde
lo espontáneo, o a mí me gusta desde el espacio de estructurarlo un poco más.
Claro, hay personas que al ponerle palabras es cuando lo fijan. Se cierra el broche.
Yo, en el SAT. Pero tiene que ser con grupos que hayan trabajado por lo menos un
añito. Porque si no, los dejas ahí, y te miran como diciendo: “no entiendo nada, esta
mujer se ha vuelto loca”…
En el juego, lo mismo.
306
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Pero tiene que ser una experiencia con gente que haya tenido un rodaje previo, al
menos de un año. Si no… En el SAT, lo ponen en el cuarto año. ¿Por qué? Porque la
mayoría de la gente no accede directamente a ese tipo de Darse Cuenta.
Yo hice esta semana un día, con mi grupo de movimiento. Después de 4 meses. Y claro,
bien. Pero llevaban 4 meses.
Por ejemplo, el juego más espontáneo en una dinámica de Gestalt, tiene un recorrido.
Juegos más pautados…
El fin de semana de Ludo, los juegos que hicimos, ahí sí que era más teatrera la
cosa… Pero bueno, una mujer teniendo que hacer de Coto Matamoros, ahí se dio
cuenta que le encanta incluso pegar si es necesario.
Por eso yo la reflexión que me hago es: cuánto yo aprendí jugando… Y como que no me
tenían que parar para decirme: “¿qué has aprendido?”. Aunque no me diera cuenta, yo
aprendía. Pero parece que al adulto, nos tienen que segurizar más. Y está bien que nos
seguricen.
Es que los adultos tenemos mucha más adulteración que en un niño de 5 años…
Claro, y los niños necesitan mucho contacto. Luego está el ponerte a jugar con ellos y
valorar lo que están haciendo. Si un niño está destruyéndolo todo, cómo volverlo a montar
o construir para que lo vea y aprenda que hay otra posibilidad, no sólo destruir. O que está
solo…. No sé… La intervención es importante, porque son…
Me gustaría una frase esencial para concluir. Tú como terapeuta experimentado que
has pasado por muchas fases… ¿Cuánta Gestalt se puede aprender jugando?
O sea, que se aprende Gestalt si el terapeuta sabe jugar… ¿Y qué tiene que ver, que
el terapeuta sepa jugar, para que se aprenda Gestalt? ¿Cómo lo relacionas?
A mí, quien más me ha hecho jugar ha sido Marcelo. Claro, es un terapeuta caótico, con lo
307
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Si pilláis libros por ahí, lo califican como una terapia hedonista. Entonces, si el terapeuta
no tiene un poco esa actitud, no va a facilitar la exploración. La Gestalt “a golpe de pito”,
no… Es como potenciar lo exploratorio, potenciar seguir la experiencia, no interrumpirla,
conectar con la necesidad e ir hacia lo que te la cubriría o saciaría. Es más una terapia de
“sigue adelante, no interrumpas; lo que estás viviendo, vívelo”. Al menos la Gestalt que yo
recibí.
Yo por eso creo que un terapeuta que es más permisivo, que permite jugar más, te puede
confrontar, pero te puede confortar desde el permiso. Y “confrontar” no es “machacar”. Es
más… Se puede confrontar, pero primero ha de apoyar. Mi visión es que es algo más de
permiso, de experiencia… más desde lo dionisiaco. Me parece…
Sí, sí, sí… Lo que nos interesa es tu punto de vista. Muchas gracias Javier por tu
aportación. Hemos disfrutado mucho.
308
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CONCLUSIONES FINALES
Ü A través de todas las culturas, los juegos, tanto los competitivos como los lúdicos,
han sido una forma de acercarse a las personas y a los dioses. Así como ha hecho
que al final, en algunos rituales, se haya fundido juego y trascendencia: se ha
pasado de ceremonias donde hay bailes y juegos a ceremonias trascendentes que
contactan con la parte más existencial.
Ü Uno, en un primer nivel de lectura, tiene que ver con la sensibilidad, el placer y la
integración senso-motora. En una palabra, con la diversión.
309
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü Con el juego, lo que conseguimos es que la mente cada vez este más quieta y se
vayan despertando los sentidos. Como dice Perls, con el juego buscamos que las
personas pierdan su control sobre sus actos ya conocidos. Con el juego
conseguimos que las personas vuelvan otra vez a la sencillez del niño, buscamos
que conecten con las ganas de dejarse asombrar por las cosas que van aconteciendo
en día a día.
LA AUTORREGULACIÓN ORGANÍSMICA
310
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü El terapeuta que coordina o dirige el grupo, tiene que estar en un Darse Cuenta
constante y prestar atención a cómo está la gente para desde ahí poder escoger el
juego idóneo para ese momento.
311
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü Un terapeuta que es más permisivo, que permite jugar más, puede confrontar, pero
puede confrontar desde el permiso, más desde lo dionisiaco.
312
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
EL NIÑO INTERNO
“Todos nosotros hemos sido niños una vez y, aunque quizá no nos demos cuenta,
llevamos ese niño dentro de nosotros, como un aspecto del sujeto que somos.”
Ü Trabajar con nuestro niño-a es como si a la hora de restaurar una casa antigua,
revisáramos con detenimiento cómo están sus pilares, sus cimientos, sus vigas.
POLARIDADES Y CONFLICTOS
Ü Vivimos en una sociedad polar que da preponderancia a una de las partes frente a
la otra: salud contra enfermedad, vida contra muerte, felicidad contra tristeza,
diversión contra aburrimiento, etc.
313
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
314
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Ü Los juegos vienen a ser metáforas de la vida. Refieren situaciones que guardan
analogías o cierto nivel de similitud con dificultades o problemas que podemos
enfrentar en la vida cotidiana. El hecho de enfrentar conflictos desde el jugar
permite una disposición en un óptimo estado de recursos.
Ü El juego con elementos teatrales tiene como finalidad recuperar numerosos roles
que nos pertenecen, entre ellos, la posibilidad de recuperar la ingenuidad, es decir,
el “no saber”, el dejarnos sorprender.
Ü El valor expansivo del juego: la necesidad de los espejos que nos reflejan los
demás.
315
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
APORTACIONES EXTERNAS
Ü Todo juego tiene unas reglas. Y justamente las reglas del juego tienen: “tú tienes
que hacer esto, y yo tengo que hacer esto…”. Como que las reglas anteceden al
juego. Esto es muy importante. Las reglas anteceden al juego, y tienen un objetivo.
Se va desarrollando, y habrá un punto en que habrá que finalizar el juego.
Javier Muro
Ü El juego como experiencia, y fuente en el propio juego. Pero no como algo sólo
divertido sino como algo terapéutico en sí mismo.
Ü El juego sin recogida, integrando la recogida dentro del propio juego. Es una
experiencia real.
316
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
317
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ANEXO 1 .
DEMOCRACIA
Cuando en el “cole” preguntaban a sus hijos a qué se dedicaba mamá, ellos decían:
“¡Al juego!”. “¡Y los profes me tomaban por ludópata!”, ríe ella. Consultora
pedagógica, vive del juego y jugando: lo fomenta como herramienta educativa,
anima ludotecas, imparte cursos y másters, asesora a fabricantes de juguetes y
juegos, introduce juegos en las prisiones: “¡Les encanta el juego del Uno!”.
318
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
¡Una muñeca! Alguna niña o niño de la Edad de Piedra jugaba a mimar, acunar, cuidar a
su bebé…
Es emocionante…
El juguete existe desde que existe el juego, y el juego existe desde que existe el ser
humano. O más allá.
¿Más allá?
Muchos animales juegan durante su formación, pero el ser humano juega toda la vida.
Homo Ludens: ¡así nos bautizó el estudioso Huizinga!
En hacer algo por el placer de hacerlo, hacerlo libremente y sin esperar ganancias, sólo por
el reto que entraña, por la alegría que procura.
Esa es la actitud. Yo juego siempre. Usted y yo, ahora, estamos jugando, ¿no lo ve?
¡La vida es juego! ¿Qué otra cosa? “El hombre sólo es verdaderamente humano cuando
juega", dijo el poeta Schiller. La especificidad humana, más que razonar, ¡es la de jugar
por jugar, la de gozar de su vida!
La vida tiene muchas partidas… La vida te reparte unas cartas, es cierto, pero quien decide
cómo las juega, eres tú. ¡Juega!
¿Sí? Pero no todos saben jugar, gozar la vida: haber jugado de niño enseña a superar
frustraciones, a disfrutar de la relación con el otro, a sacar jugo de todo… Jugando se
319
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Pues me apena mucho ver que las estadísticas revelan que los niños están dejando de jugar
cada vez más tempranamente.
¿A qué edad?
Hacia los once años. Ansiamos que los niños sean mayores y por eso penalizamos el
juego: “¡Deja de jugar!”, “eso es de niños”, “a ver cuándo te haces mayor”, y así…
Deberíamos contagiarles una actitud juguetona: echarles una carrera, jugar con ellos a lo
que sea, que la actitud de jugar permanezca… Así verán que ser adulto no equivale a dejar
de jugar. ¡Juega siempre, juega hasta el final!
¿No hay tiempo para disfrutar la vida que te ha tocado, hasta el último día? ¡Jugar es vivir
la vida que tienes! Si de niño gozas viendo girar una peonza, de mayor gozará con una
puesta de sol, disfrutarás de todo lo que venga, aunque seas muy viejecito…
Quizá esa peonza… Existe desde hace más de 2.500 años en todos los tiempos, lugares y
culturas…
Seguir al rey (o a la reina, o a la madre…): este es un juego, ¿ve? Que enseña empatía,
enseña a ponerse en la piel del otro.
Lanzar una taba (es un hueso, el astrágalo), que al caer podía quedar en diversas
posiciones. Se usaba para augurios o para apostar. De ahí derivaron los dados. ¡Los
320
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
No lo conozco.
Se juega en un tablero con cuatro agujeros en las esquinas, hacia los que dos jugadores
empujan las fichas. En India lo juegan en todas partes, en la calle… ¡Los adultos! Los
niños miran, esperando crecer para jugar.
Sí. En África juegan al mandala o aweles, un madero con cuencos y con piedritas… que
simbolizan campos, y gana el que se queda con las del otro: es propio de una cultura
agraria. En Japón juegan al “go”, consistente en acorralar las fichas del otro, y en China
juegan al ajedrez chino: juegos belicosos...
¡Apasionante juego! En verano guardo bajo llave las partidas inacabadas con mis hijos
para seguirlas al día siguiente…
¿Sí? Le devuelvo el consejo: ¡no deje ganar a sus hijos! Así aprenden a aceptar el azar, a
perder: ¡son defensas ante la frustración!
Mejor curtirse jugando en casa, ¿verdad? Eso le hará luego personas más alegres. Y
respetuosas: así aprenden que hay límites. Ah, y pacientes: aprenden a esperar su turno.
Todos los que le apetezca: el Memory (encontrar parejas de cartas), el dominó, las cartas
321
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
del Uno… Jugar con los hijos establece vínculos emocionales que sería imposible
improvisar luego, cuando ya sean adolescentes.
¡Y el sexo! No olvide los juegos de cama…, en los que lo mejor son, siempre, los juegos
preliminares, ya sabe…
Pues ¡a jugar!
Sólo es creativo quien juega. Ya dijo Platón: “se conoce más a un hombre en una hora de
juego que en un año de conversación”.
322
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ANEXO 2 .
Conversaciones informales
Este grupo lo llevamos a cabo durante el transcurso de los años Octubre del 2004 hasta
Julio del 2005. La entrevista la realizamos en un principio a modo de prueba, sin saber
aún si la incluiríamos o no. Posteriormente, cuando estuvo transcrita nos gustó lo informal,
lo espontánea que resultaba y desde ahí decidimos añadirla a nuestro trabajo desde lo que
era: una conversación informal acerca del “crecer” diario.
323
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
JUDITH: Lo que me he encontrado es, producto quizás de apuntarme con una decisión
muy clara y firme de que lo quería hacer y sin saber bien en qué consistía un curso de
Crecimiento, me he encontrado con un contenido teórico mucho más profundo del que me
esperaba, en el sentido de que todas las sesiones y dinámicas que hacemos tienen detrás un
buen material de consulta en forma de apuntes. Para mí es un cambio respecto de las
anteriores terapias o cursos que he hecho. Añadido al tema de los “quereres”, de llevarte a
casa trabajo para reflexionar. Es la principal diferencia entre lo que esperaba y lo que he
encontrado.
No me he puesto ninguna expectativa, porque lo mío es que lo tengo que hacer y lo hago.
No tengo nada que pensar. En todo caso será al final, una vez terminado, que pueda decir
324
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
algo.
O por ejemplo en las reuniones: los viernes tenemos reuniones en las que tenemos que
exponer lo que nos hemos encontrado durante la semana, los rapports, no sé qué más… Y
me estoy encontrando que sin querer, las llevo yo las reuniones. Y si yo no voy, por lo que
sea, porque la niña está mala, porque tengo algún tipo de contratiempo, pues o no hay
reunión o acaba mucho antes. Pero está creciendo así como un mito en la empresa porque
si no… ¿Me entiendes?
EVA: bueno, uno dice que se le hace muy aburrido, otro dice que se le hace muy largo…
Entonces, claro, todo eso es a partir de las herramientas que he sacado de aquí. Todo eso
sí, ahora… ¡no me pidas que lo escriba…! ¡Vaya tortura!
NELA: no, mujer, por eso he venido con esto (señalo la grabadora)…
JUDITH: yo todo lo que decía Eva, en la sesión de hoy precisamente, cuando nos han
explicado la relación entre la palabra “Presentación” ligado al significado de la palabra
“regalo”… Buff, para mí ha sido un flash, uno de los más fuertes. Yo trabajo en una
325
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
empresa de publicidad, es un trabajo bastante estresante en donde parece que lo que más
cuenta es la rentabilidad y la productividad… Y muchas veces se hacen las cosas
fingiendo muy conscientemente, fingiendo papeles y roles que sabes que son fingidos y
creados ex profeso para ese momento, para esa situación. Y a mí es una cosa que
personalmente me desgasta bastante, el tener que fingir o construir un estado de ánimo o
un personaje que no soy en ese momento. Y simplemente el hecho de tomarme las
presentaciones como un regalo me va a ayudar a relajarme bastante a la hora de
enfrentarme a esas situación que, quizás, la manera como está planteada no es la más me
gusta a mí, pero le puedo dar una vuelta muy positiva con el sentido de “regalo”.
MARTA: Una de las cosas que veo desde que estoy haciendo Crecimiento… creo que he
interiorizado o al menos soy más consciente de que lo hago, es por ejemplo cuando hablo.
Es decir, no lo veo tanto en la aplicación a nivel laboral, como decís vosotras, sino a nivel
más personal. Por ejemplo en mi relación con mi pareja, ¿vale? O con mis amigos. Y lo
veo básicamente en el lenguaje, en cómo expreso las cosas. En principio yo tenía
tendencia a hablar desde el “tú”: “porque claro, cuando te pasa… Cuando dices…”. Y
realmente ahora, no: es “Yo hago”, “Yo digo”… O sea, “YO”. Y me gusta… Y me doy
cuenta de que cuando escucho a los demás, la gran mayoría de la gente habla desde el tú,
incluso cuando están hablando de ellos Y pienso: seguro que si no hubiera hecho
Crecimiento, no me habría dado cuenta.
MARTA: pues el tomar partido, ¿no? El responsabilizarme… Es como que dices algo pero
como de pasada… Y no, ahora es “yo digo esto” y “yo hago esto”.
CHELO: a mí lo que me ha cambiado muchísimo con todo el tema de los juegos es el que
he vuelto a recuperar mi sentido del humor. Era una cosa que tenía súper-olvidada: todo
era muy serio, todo era muy rígido… Bueno, ahora llevo unos meses que al recuperar este
sentido del humor disfruto un montón de las clases con los chavales, me río muchísimo…
Yo entro en las clases ya riéndome. Antes era la rígida y seria y ahora, además, lo noto: los
chavales, por ejemplo, los de Primero de Secundaria, ya están esperando a que llegue yo, a
326
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
ver qué les voy a contar hoy, qué locura les voy a contar o de qué manera les voy a dar la
sorpresa del día.
CHELO: Pues entre doce y trece años. Sobre todo con un curso que tengo muchas horas
con ellos, sobre todo por las tardes. Las tardes eran horribles a principio de curso, ¿no? Y
ahora lo que pasa es que pasan rapidísimas. Yo ahora esta semana pasada que he estado
enferma, que he estado sin ir al “cole”, pues ya me dijeron que estaban añorados de mis
tomates, y de mis locuras, y del perderlo todo y volverlo a encontrar, ¿no? Nos hemos
reído muchísimo con mi despiste, ¿no? Bueno, pues eso, que cuando he estado una semana
sin ir, el jueves este pasado que volví por la tarde, me hicieron como un homenaje: estaban
todos sentados y cuando entré todos me aplaudieron,…
CHELO: Sí, sí… Yo pensé: “ufff… alumnos de 12 años me aplauden porque he vuelto…”
CHELO: Sí, sí, una pasada… Me emocionó tanto… Muy bonito, sí. Entonces… pues eso.
Y claro, pues les cuentan a sus padres mis locuras, que a mitad de una clase salgo del aula,
y me voy al laboratorio a mitad de lo que sea, y vuelvo con alguna cosa, lo que sea…
Siempre estoy montando el número, haciendo el circo… Pero gracias a eso hemos
erradicado el pasotismo, el aburrimiento, el estar medio dormidos… porque nunca saben
cómo voy a actuar ni qué les voy a llevar, ¿no? Entonces, se ha creado un vínculo, una
relación súper bonita. Yo disfruto un montón, ellos disfrutan, aprenden, nos reímos… Hay
ocasiones en las que hay que decir “se acabó la broma ya por el momento”, pero se ha
creado un vínculo, una relación en que ellos disfrutan un montón. Y claro, pues para mí
verles en la cara las ganas de más, y de intentar descubrir la sorpresa, el qué va a pasar
hoy, para mí es muy gratificante.
El año pasado fue terrible… Llegué al extremo de llegar a la desesperación total, hasta
tuve que coger la baja. Y pensé: “o me planteo otra manera de enseñar o no sé… Tengo
que hacer algo, porque yo así no puedo seguir”. Y empecé a aplicar ahí el tema de los
juegos y eso, y a recuperar mi sentido del humor. También aprendí a reírme de los errores,
327
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
no solamente de los míos sino de los errores de los chavales. Ahora sale el niño a la
pizarra, se equivoca y antes le pegaba una bronca: “¡Pero qué dices, qué haces, cómo es
que esto no lo sabes!”. Y ahora no, se me escapa la risa, tengo que hacer un esfuerzo
porque se me escapa la risa, y luego, pues igual él también se ríe y le invito a que se ría
abiertamente: “¡Venga, quién lo dice bien, que lo ha dicho mal!”. Entonces se crea otra
dinámica de que “se ha equivocado”. Bueno, pues se ha equivocado y no pasa nada, no es
tan grave y nos reímos juntos. Es algo muy rico, muy agradable.
JOSÉ ANTONIO: A mi me está ayudando muchísimo sobre todo para conocerme, ¿no?
Me sirve en el trabajo, me sirve en todas partes. En realidad, lo que me está haciendo ser
es más consciente de que todo esto lo puedo utilizar en todas partes, sin diferenciar el
contexto, ¿no? Porque sin darme cuenta, es como que soy consciente, ¿no? Lo que antes
era como que estoy desperdigado, no sé dónde estoy, ni que hacer ni nada, ahora es como
que ¡pum! Hay ese enganche con el que automáticamente conectas. Además es sin
quererlo casi, es como mágico. Es: “¡Pum!... ¡Claro, es que esto no es así, lo tengo que
hacer de otra forma!” porque sino voy a entrar en lo mismo de siempre, en la misma
dinámica, me voy a enfadar con aquel porque a mí me parece que no hace bien las cosas…
Y eso cambia tu manera de vivir.
MARTA: es que yo creo que es un camino que, una vez empiezas, no puedes volver atrás.
Una vez conoces lo que es ser consciente, no puedes volver atrás. Al menos, a mí me pasa.
Si soy consciente de que hago esto, no puedo… A ver, lo puedo hacer, puedo engañarme a
mí misma ¿no?
HELENA: lo que cambia es que tienes más decisión. Que a lo mejor la misma dinámica te
arrancaba una conducta o reacción sin pensarlo, y ahora decides. Lo que sea, puedes decir
sí, lo hago así, lo que sea, o lo cambio, y la cambias. Para mí es la clave brutal de, en los
momentos, lo que tú decías, que llega un momento en que al principio te vas dando cuenta
de que has ido cayendo en la misma dinámica de siempre, y luego dices: “Ay, mira, he
caído otra vez”. Y cuando llegan momentos en que antes de caer puedes reaccionar, es
brutal. Puedes decidir, y decir: “¡eh!“, y eso es que decides, que te sientes con el control y
328
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
CHELO: El poder elegir… Lo de elegir ante cada situación, quiere decir esto que dice
Helena… Si quieres caer, yo qué sé, en lo que sea, o seguir adelante.
JOSÉ ANTONIO: es que incluso a veces yo me conecto con la libertad. Te sientes libre
por primera vez en tu vida, te estás dando cuenta de que eres libre. El hecho de no entrar
dentro de todas esas porquerías que llevas encima, pues… te sientes libre. Y pienso:
“¿Cómo puede ser?” La libertad por la libertad. Ahora por fin puedo hacer y deshacer
como yo decido. Me equivoque o no me equivoque, eso es otro tema, ¿sabes? Pero me
siento libre… Y cada vez me equivoco menos, pues…
CHELO: otra cosa que también cambia mucho con los juegos, al menos para mí, es el
tema del contacto. Yo antes era una persona de “a mí no me toques, no te acerques”, de
guardar mucho la distancia personal con los otros. Interiormente si me daba mucho de
cariño y tal, pero no lo expresaba ni dejaba que se acercara nadie para expresarlo, ¿no? Y
aquí, con todo el trabajo que hacemos de grupo, que es de mucho contacto, de mucho
abrazo, me he ido acostumbrando a abrazar mucho, a tocar mucho, y no me cuesta en el
trabajo, no me cuesta con los amigos el dar abrazos. Hay a algunos que les cuesta más y
entonces pues me regulo, y es su problema, no el mío. En el fondo, también se van
habituando cada vez más a eso, a ese contacto, a ese abrazo. Es muy importante.
Además, en las relaciones, lo que también he visto es que cada vez soy más auténtica.
Tengo cada vez más claro lo que quiero, lo que deseo, y soy coherente y auténtica.
Entonces… ya no me valen relaciones de apariencias, ¿no? De quedar bien. Digo lo que
pienso y lo que siento. Y entonces los amigos, los que tengo ahora -tanto en el trabajo
como los que tengo fuera-, son relaciones que yo quiero, porque pienso que valen la pena
y además que yo he elegido por mí misma, con conciencia de querer ser parte de esa
relación. Entonces, también las cosas que hacemos y de lo que hablamos es muy diferente
también: antes hablábamos del tiempo y de chorradas y ahora hablamos de nosotros, de…
Es una conexión mucho más íntima, más auténtica.
CARME: a mí me ha ayudado incluso en la relación con mis hijas a poner las cosas un
poco en su sitio, ¿no? Y a ver que la expectativa que tú te montas no tiene nada que ver
con la realidad y que luego te hieren cosas… Vamos a ver… O sea, me está ayudando
329
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
HELENA: Hostia…
CARME: sí, y la digo, ya. Ya la digo. Lo que pasa es que no sé si me siento un poco
culpable aún, pero ya la digo… Digo que soy más importante yo que mis hijas. Lo primero
ha sido… no es que sea más importante yo que mis hijas, nadie es más importante que los
demás… Sería: “lo primero soy yo”. “Lo primero soy yo”. Para que ellas también estén
bien, tengo que estar bien yo. Si no, no hay manera.
(Todos los presentes aplauden a Carme. Ella se ríe y los demás la acompañan)
EVA: Sí, yo lo que quería es hacer un inciso para explicar una cosa que se dice en un
minuto: mucha gente con la que yo me relacionaba…A ver, quiero decir que ha cambiado
mi manera de relacionarme, con lo cual, se han separado de mí, ¿sabes? Entonces sí es
cierto que estoy en un momento de mi vida en que estoy más centrada, más… bueno, todo
lo que hemos hablado de tener más conciencia y saber mejor qué quieres realmente y qué
sucede fuera, pero también es cierto que es un momento de mi vida en la que más sola
estoy, porque también cada vez me cuesta más encontrar gente con la que compartir esta
manera de funcionar. A mí me era más fácil encontrar gente funcionando como
funcionaba, que tal como busco ahora a las personas. Ahora soy una persona más íntegra,
más libre, pero estoy más sola. Es una soledad escogida esta vez, lo sé, y no quiero volver
a lo de antes; pero me encuentro con esto también: la soledad.
330
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
JUDITH: yo gracias a los juegos gestálticos me he reconciliado con una parte mía que a
mí no me gustaba, a pesar de que para mucha gente es una cualidad muy buena, que es la
alegría. Cuando empecé en este centro, haciendo el curso de Crecimiento Personal,
recuerdo que una de las primeras dinámicas que hicimos era montar una especie de
pasarela con la gente sentada a los lados por la que tenías que desfilar, cada uno de
nosotros tenía que desfilar por el centro a ritmo de una música durante un espacio de
tiempo x, durante unos segundos. Después te sentabas, o no, o te quedabas de pie y la
gente te devolvía lo que había visto en ti cuando habías caminado por la pasarela. Y yo
quería que me devolvieran cosas como guapa… atractiva… sexy… Cosas así: era mi
fijación en ese momento. Y recuerdo que me dijeron: “alegría, simpatía, divertida, tal…”
Y dije: “pues vaya mierda…” (Risas). “Fíjate, vaya mierda ser alegre, fíjate”. Y ahora lo
pienso y me parece… Vaya, hasta un pecado, ¿no? Quiero decir el pensar “vaya mierda
ser alegre”. Con lo guay que es tener una persona que transmita alegría a tu alrededor.
Y entonces a través de las dinámicas y de explorar este lado de niña que yo me he perdido
un poco… Porque ahora estoy pensando en mis juegos infantiles: mis juegos han sido
mucho más intelectuales que físicos. He sido más de leer y dibujar, o de jugar al Trivial
que de jugar a cosas físicas. Entonces, esto lo he podido explorar aquí. Y he sacado ese
lado de niña traviesa, juguetona, de follón, de pegarte con la gente, contacto físico y tal, y
me ha servido para reconciliarme con la alegría. Y ahora lo digo con la boca llena: soy una
persona alegre y me encanta, y además me encanta que los demás me lo reconozcan.
MARTA: para mí la relación con los juegos gestálticos es que yo me he reconciliado con
el cuerpo, ¿vale? Yo soy muy mental y mi trabajo es sentada y tengo que trabajar con la
cabeza, ¿no? Y el cuerpo y la expresión corporal y esas cosas me cuesta un poco
reconocerlas, sentirlas, y sentir las emociones. Y que de dentro sale más. Y los juegos me
han ayudado pues a eso, a descubrir que también tengo un cuerpo, que puede expresar
mucho y que tiene esas funciones. Y creo que eso sólo se puede aprender con el juego. Ya
te pueden explicar la teoría, que si esto es así o asá, que sólo se puede aprender
haciéndolo. Ya te pueden explica teoría, que yo de teoría sé mucho… Bueno, “sé
mucho”… O no: “sé”. Es otra manera de hacerte oír, es vivirlo. Es total, si lo haces con un
juego con una dinámica, con algo de juego, de actividad lo aprendes. Si no, te quedas en lo
mental, “no baja”.
JUDITH: es que yo creo que socialmente los juegos ahora, en nuestra sociedad está muy
331
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
enfocado a la infancia únicamente, ¿no? Y parece como que hay una edad en la que yo ya
no puedo jugar porque la sociedad ha decidido que soy demasiado mayor para jugar. Y esa
actitud le quita al juego todo el valor que tiene como modo de aprendizaje. Y creo que no
tiene que estar ceñido ni a una edad, ni a un contexto, ni a un sexo ni a un nada.
JUDITH: claro…
HELENA: esto justamente tiene mucha relación en lo que yo he unido con mi proyecto,
porque justamente en la educación se nos ha dado siempre mucho hincapié en lo que
conocemos como el hemisferio izquierdo del cerebro, el verbal, el lógico, el... y se ha
olvidado, como que se ha apartado, el lado derecho del cerebro al que se le atribuye lo
intuitivo, lo visual, lo perceptivo. Y para mí, trabajar con el juego y a través del juego es
como rescatar ese olvido. En definitiva, son dos formas de conocimiento que tenemos y
que, por naturaleza una -porque somos con asimetría funcional-, y por la educación por
otro lado -porque también nos ha hecho estar más anclados en el izquierdo-, pues hay una
parte de conocimiento, ya que nuestro cerebro está más especializado en adquirir los
conocimientos de una forma, y hay otra más sencilla, y no le dejamos utilizarla, ¿no? A
través del juego es como abrir ese canal y facilitarnos el aprendizaje de todo: de la vida, de
una materia en sí, de… en definitiva se amplía a cualquier ámbito.
EVA: a mí por ejemplo el tema del juego me ha gustado mucho porque muchas veces tú
eres reticente…
EVA: Perdón… Yo soy reticente a reconocer o a hablar de según qué cosas mías. O en
una primera toma de contacto con una persona, yo no voy a reconocer ni sacar a flote una
serie de cosas que a mí me pueden dar mejor o peor resultado en cuanto a emociones o
sentimientos. El juego, yo me di cuenta el año pasado en la dinámica de que empezabas
con juegos muy tontos… Era divertido, ahora bailas, ahora juegas, te relacionas, te ríes…
y te vas relajando, te vas relajando… Haces un juego un poquito más profundo, pero como
ya te has relajado en el primero, ya te das un poco más. Y al final, eso tiene un contenido y
un efecto emocional que no sabes ni cómo ha llegado, porque has empezado jugando a
332
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
juegos tan simples como el del gato: vas en pareja, y el gato tenía que tal… Y yo me lo
estaba pasando bomba y acabé gritándome con Ferran. ¿El proceso? Diversos juegos,
¿sabes? Yo creo que es una manera de ir trabajando cosas sin cortar a la gente. Y creo que
muchas veces, antes de reconocer que tienes un problema, te tienes que dar de morros con
ello. Y creo que los juegos son una buena manera de hacer que te encuentres con cosas, sin
tú ser quien lo has puesto delante, quien lo has expuesto directamente, y creo que a partir
de ahí el que está jugando no ha hecho nada concreto para sacar ese problema o conflicto
que a lo mejor ni siquiera intuía, pero ya lo ha visto. Y además de una manera muy poco
agresiva, tanto en cuanto no ha sido una persona que me ha dicho “tú eres esto” (con voz
de bruja mala), sino tú te lo encuentras. Y por eso también me enganchó esta dinámica y
por esto también yo quise hacer Crecimiento, porque esto me parecía fascinante, el
proceso de llegar a la persona, o de llegar yo, a encontrarme con algo que está ahí,
profundo, y que no siempre se ve, o no puedes, o no quieres, o no… Es una manera de que
te encuentres con ello muy poco agresiva y siempre respetándote tú. Y eso, que no ha sido
otra persona que te lo ha dicho, sino que eres tú que te lo has encontrado.
HELENA: es muy interesante que quizás esto en la vida diaria fuera muy difícil. Pero aquí
sabes que estás en un espacio en el que todos estamos trabajando para lo mismo. En un
momento dado, por lo que sea, llegas a un punto de estos en que te rompes, en que entras
en una crisis porque te has dado cuenta de algo… esa parte que socialmente esconderías,
mantendrías, mirarías de ocultar, aquí es como que puedes dejarla, verla y te permites
sacarla para poder trabajarla. Y el hecho de que la gente que te rodea está para lo mismo es
como… como…
HELENA: sí, como unos almohadones a los lados, ¿no? que facilitan ese rompimiento
personal.
CHELO: A ver, yo había trabajado muchos años, bueno, había recibido muchos años
psicoanálisis, había estado trabajando con una psicoanalista. Lo tenía todo muy aprendido,
me conocía muchísimo pero todo a nivel mental: el retroceso a la infancia, los procesos en
mi infancia, lo que sentía, lo que… Me conocía en teoría mucho, pero todo muy mental.
Entonces, a partir de empezar aquí el año pasado, he ido viendo que a través de las
experiencias de los juegos llego a ver cosas clarísimas, con una luz tremenda, en cuestión
de muy poco tiempo. De esta manera es todo muy sencillito, ahora un juego y luego otro
333
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Luego también en mi vida diaria cuando hay una situación parecida, me aparece la imagen
de este juego, eso que sentí, eso que me ayudó y puedo volver a poner en práctica otra vez
aquello que hice y aprendí , aunque a veces también pasas muy malos ratos, ¿no? pero ves
clarísimamente las cosas.
EVA: ¡Y jugando!
MARTA: yo me acuerdo un poco de algo que me pasó el año pasado con un juego, que
realmente pensé: “Hostia, pues quizás, Marta, tienes un problema, con esto”… Era el
juego aquel, no sé si os acordáis, de “Yo sí, tú no” o “Yo sí, vosotros no”…
MARTA: yo descubrí realmente que yo tenía ahí un problema con los límites, con decir no
a los demás… Y yo sabía que tenía muchos otros problemas, ¡pero ESTE no lo había
visto…! Y fue en ese momento que, hasta incluso Ferran me dijo: “Marta, me ha
sorprendido que te pasara esto”. Y es una frase, el decir: “Yo sí, vosotros no”, pero
hostia… no podía…
334
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
JUDITH: Sí, eso, los demás me querían ayudar a que yo… Me veían tan mal, que me lo
facilitaban poniéndose más en una actitud inferior a mí para que yo me pudiera atrever,
pero imposible. En el centro de la sala llorando a moco tendido, con un compañero,
Salva… ¡Fatal! Pero yo he conseguido ya decir “eso” en algunas situaciones de mi vida.
Varias veces. Lo he dicho, ¿eh? Y lo he dicho además creyéndomelo.
HELENA: sí, para mí es muy importante eso. Una de las cosas para mí, volviendo al
principio, que me decidiera para hacer el curso, una de las claves fue los profesionales.
Luego, hablando de la experiencia de uno de los juegos, yo me acuerdo mucho de una
dinámica que es el traspaso por las 4 emociones básicas, lo quiero relacionar en cuanto a
lo que supuso para mí trabajar en grupo: yo había hecho 6 meses de terapia y trabajo
335
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
personal, individual, con Susana, me había ido estupendo. Había descubierto… Quizás lo
que más recuerdo de esa terapia fue descubrir cómo mi adulta maltrata… o maltrataba… -
ya no la maltrata tanto…- a mi niña que llevo dentro, y entonces a través de los juegos y
trabajar en grupo, el juego me ayudaba a sacar a la niña y que la niña también sabe,
también puede aportar cosas positivas, no sólo la adulta y la seria, ¿no?
Y luego en esta dinámica que decía de las 4 emociones, transitando por ellas, de lo que yo
recuerdo es que en el enfado, cuando nos pidieron el feedback de qué sentíamos y qué nos
pasaba, yo deduje mi pelota, pero la deducción que dio Marta, yo la oí y dije: “lo tuyo es
una pelota, lo suyo lo reconoces también como tuyo”. Quiero decir que a veces lo
individual, nuestra propia conclusión, a la que todavía no llegamos porque nos lo estamos
negando, otro te hace un espejo y te ves ahí y dices: “Hostia, esto me suena, esto también
es mío”. Y me acuerdo de que ese día salí del curso y me iba a la otra punta de Barcelona
que me esperaban, y con el coche entendí cómo transitaba yo con el enfado, que fue donde
me di cuenta de ese reflejo que me dio Marta, y, bueno, tuve que parar el coche, ponerme
a apuntar, de lo… de la enorme revelación que tuve. Entonces para mí el grupo aporta
esto, también: que es un espejo en el que yo, que todavía no llego, o no puedo ver algo
mío, lo veo a través de alguien.
Creo que la gracia de todo lo que voy descubriendo es intentar integrarlo como parte del
día a día. Jugar con las dos partes: con la más centrada en un momento y con la más lúdica
en otra. Y escoger, que al fin y al cabo es lo rico: escoger.
EVA: en ese momento yo creo que sin querer… A ver, yo era una persona que antes lo
decía todo, lo explicaba todo y lo justificaba todo. Y también en eso he puesto conciencia:
a veces es mejor ir haciendo e ir llevando las cosas a donde a ti te va mejor, pero con
menos ruido, de manera más discreta. Y en el trabajo a mí me está funcionando mucho.
JOSÉ ANTONIO; eso también depende del trabajo, porque yo trabajo sólo con otro chico.
EVA: sí, es verdad. Yo soy comercial, trabajo con un equipo de comerciales, ahí se presta
a ponerlo en marcha. Yo les he hablado, de Crecimiento, que hay unos cursos para trabajar
en equipo, que va mucho mejor…
336
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
HELENA: quería hacer un comentario sobre lo que dice José, que en tu trabajo no puedes
aplicarlo. Por lo que yo veo es una forma que es aplicar en tu propia vida o en el trabajo
las dinámicas adaptadas a lo que hagas, y la otra es en ti, ¿no? En cómo yo me tomo la
vida, y ahí sí que no es necesario un ambiente concreto.
NELA: como se nos acaba el tiempo por hoy, me gustaría hacer una rueda, una recogida,
en un frase o dos, de cómo han afectado los juegos gestálticos a mi vida, qué han aportado.
EVA: conocerme mejor, a consecuencia quererme más y ser más flexible con todo lo
demás. No sólo con otras personas sino también con las situaciones, mi hija, mi entorno,
mi situación. Me he ido flexibilizando.
JUDITH: reconciliarme con mi alegría, permitirme más fallar, equivocarme, bajar mi nivel
de autoexigencia, aceptar que soy competitiva -cuando yo decía que no era competitiva y
soy tremendamente competitiva-, e incluso relajarme en la relación con los hombres.
Como tomármelo todo más como un juego y disfrutarlo mucho más. Y con la parte sexual,
también me ha ayudado bastante a tomármelo todo más como un juego. Cuando volvimos
de vacaciones este año hicimos un par de sesiones de reenganche los de Crecimiento
Personal, algunos, y yo me acuerdo de que la pregunta era “¿Qué tal el verano?” y yo lo
dije claramente: he ligado todo lo que he querido y más, como cuando tenía 20 años,
porque he sacado la parte lúdica por delante…
CHELO: a mí los juegos me han devuelto esa parte espontánea, el sentido del humor, y el
337
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
hecho de dejar de ser tan mental y quererlo tener todo tan pensado, tan controlado, tan
organizado y dejar más fluir, ¿no? Dejar la espontaneidad libre.
HELENA: a mí los juegos y la Gestalt me han aportado aceptarme más y a través de esto
mejorar mi relación con los otros, y reconciliarme con esta parte mía de la niña que
también es válida, que también tiene y puede aportar valores.
MARTA: A mi me han permitido descubrirme, que tengo un cuerpo, que tengo unas
emociones y que las puedo utilizar para bastantes cosas. Y después, que en un juego te
planteas cuatro cosas, vas allí y te pones a jugar. Quiero decir que no está tan planificado,
¿no?
JUDITH: ¿os acordáis del juego de confiar en la vida? Taparte los ojos, y confiar en la
vida, y andar por la sala, y confiar que en el momento que te ibas a estampar contra la
pared, siempre iba a haber alguien que lo iba a impedir, que te protegería, como un ángel
de la guarda.
JOSÉ ANTONIO: mi resumen ha sido conocerme más, ser más auténtico sobre todo, ser
yo. El autoconocimiento y a través de ello conocer un poco más a los demás.
NELA: muy bien, muchas gracias. Me gustaría poder seguir otro rato con esta charla,
porque están saliendo cosas muy interesantes y parece que hay mucho que decir todavía.
En otro momento seguimos, con grabadora o no… Gracias de verdad.
338
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Bibliografía
Libros de apoyo
Delgado, F. & del Campo, P. (1.993). Sacando Jugo al Juego. Barcelona. Editorial
RBA libros, S.A..
Peñarrubia, F. (1.999). Terapia Gestalt, la Vía del vacío fértil. Madrid: Alianza
Editorial.
339
La Gestalt y el Juego: una Vía de aprendizaje.
Sinay, S. & Blasberg, P. (1.995). Gestalt para principiantes. Buenos Aires. Era
Naciente SRL.
Terr, L (2.000). Por qué los adultos necesitan jugar. Barcelona. Ed. Paidós.
Tripodi, E., & Garzón, G. (1.999). El cuerpo en juego. Buenos Aires. Grupo Editorial
Lumen.
340