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UNIVERSIDAD DE NARIÑO

ESTUDIANTE: DIEGO FERNANDO BOLAÑOS MIER


CODIGO: 2130602019
DOCENTE: MANUEL ENRIQUE MARTINEZ RIASCOS
CATEDRA EN FORMACION HUMANISTICA: CINE, VIOLENCIA Y CULTURA

La película Relatos Salvajes nos enseña la estrecha barrera que existe entre la civilización y la
barbarie según las palabras del mismo director del filme; dentro de los cortometrajes,
encontramos una temática en común, es la presión social que se ejerce sobre cada uno de los
protagonistas de cada relato que interfiere en diferentes factores de su vida íntima y que
hacen que las historias concluyan con hechos violentos, demostrándonos así que tan fácil una
persona “de a pie” puede perder la cordura y entrar en un estado de descontrol absoluto, lo
cual lleva a una pregunta: ¿Que tan instintiva es la violencia en la actualidad?.

Dentro del primer relato titulado “Pasternak”, un grupo de personas se ven reunidas en el
mismo vuelo, por la interacción de uno de los pasajeros con una bella mujer que se
encontraba sentada a su lado, descubren que en algún momento de su vida conocieron a un
tal Gabriel Pasternak, lo que parecía una inocente coincidencia, pero fue más raro aun cuando
todas las personas reunidas ahí conocían a dicho personaje. Todos habían interferido de
manera muy íntima en la vida del hombre y, según él, le hicieron daño de una u otra manera,
como resultaba que el mencionado personaje estaba en la cabina de los pilotos, cuando la
azafata intento hacer contacto con ellos nadie respondió, termino en tragedia cuando el
avión se estrella contra una pareja de ancianos que según los créditos eran los padres de aquel
hombre.

La frustración de toda una vida llena de desgracias que el atribuyo a las demás personas a su
alrededor, hizo que Gabriel Pasternak actuara de una manera tan violenta siniestrando el
avión y acabando así con todas aquellas personas dentro del mismo, esto es una forma de
demostrar lo absurdos que pueden ser los comportamientos de los seres humanos que, en
ocasiones, pueden llegar a los límites de la cordura y la racionalidad y terminando en gran
tragedia.

El segundo relato titulado “Las ratas”, nos enseña una cafetería en medio de una noche llena
de lluvia, a la cual llega un hombre a comer con un carácter bastante arrogante y déspota, la
mesera que lo atiende resulta que lo conoce de una manera bastante lamentable, aquel
personaje era del mismo pueblo al cual la joven pertenecía, el hombre, al ser alguien bastante
acaudalado de dinero y con mucho poder, logro que su familia entrara en una crisis que por
consecuencia hizo que el padre de la mesera se suicidara y ella tuviera que huir con su madre
de su tierra natal, la joven al comentarle esto a la cocinera, le propuso echar veneno para ratas
en la comida y así tomar venganza de quien había destruido su familia pero la joven se opuso.
Al estar la comida ya servida en la mesa, ella se da cuenta que la cocinera en un descuido había
echado aquel veneno, se sentía culpable pero de algún modo quizás no quería hacer nada y
terminar con la vida del hombre, pero al llegar el hijo de esta persona también al restaurante,
la mesera intenta retirar el plato de comida envenenada y el hombre termina maltratándola a
lo cual la cocinera acude a ayudarla propinándole unas cuantas puñaladas al agresor y así
terminando con su vida y el relato.
Esto es algo que muchas personas han deseado en algún momento, tener a su agresor de
frente y tomar venganza por cada suceso trágico de sus vidas, como lo ocurrido en el anterior
relato, pero de una manera mucho más personal; en nuestro país, el desplazamiento es un
problema bastante frecuente, como el de la joven existen miles de casos, en donde su mismo
agresor resulta estar en la política y esto lo hace más similar a la situación colombiana, hay
quienes dirán que esa no es la manera correcta de actuar, pero de nuevo recurrimos al
pensamiento de que la violencia es algo instintivo en las personas y más aún cuando hecho
como la muerte de un ser querido están de por medio.

El tercer relato titulado “El más fuerte”, nos sitúa en una carretera lejos de cualquier ciudad,
por la cual transita un hombre con un auto lujoso y nuevo a gran velocidad, en un punto se
topa con otro personaje el cual sin ningún motivo le cierra el paso, al poder rebasar al
conductor de adelante, el hombre del auto nuevo lo insulta y continua su camino como si
nada, unos kilómetros más adelante a este personaje se le pincha un neumático y tiene que
bajarse a repararlo pero antes llama a la grúa, mientras realizaba esta tarea, el otro hombre
que había dejada atrás hacia unos minutos llega al mismo sitio y al parecer estaba muy
ofendido, toma represalias innecesarias contra el auto lujoso del primer sujeto y este al ver su
auto semidestrudo, manda contra un pequeño barranco a su agresor, el cual se baja de su
coche volcado he intenta acabar con la vida del hombre agredido, el conductor sabe que esto
le podría traer problemas y toma la decisión de dar vuelta y atropellar al agresor sin tener
éxito, manda su auto el mismo contra el barranco donde estaba el otro auto volteado y así
comienza una sangrienta pelea entre los dos sujetos, cuando ya pelea estaba casi concluida, el
agresor quiso salir e incendiar los autos para no dejar ninguna pista, pero el hombre del auto
nuevo, logra tomarlo de una pierna y así los dos mueren incinerados dentro del coche.

Los actos de extrema intolerancia pueden terminar en gran tragedia como ocurrió en este
caso, los conductores a veces no miden las consecuencias de lo pueda pasar al tomar malas
decisiones en la carretera o en calles de una ciudad, todas estas acciones pueden ser muy
cotidianas en algunas partes, seguramente no todas terminan como el relato, pero si hay casos
en los que se termina de maneras igualmente graves.

El cuarto relato titulado “Bombita”, habla sobre Simón Fisher, un ingeniero experto en
explosivos al cual una grúa remolca su auto debido a que estaba presuntamente mal
estacionado. El conductor no puede dejar de pensar en que se trató de una injusticia y decide
ir a reclamar al lugar donde habían llevado su coche y pide la anulación de la multa corriendo
el riesgo de llegar tarde al cumpleaños de su hija. Después de un intento frustrado de vencer la
burocracia, termina pagando la infracción y llega tarde a la fiesta. Su mujer, enfadada de su
tendencia a defraudarla y “encontrar excusas para todo” le pide el divorcio. Al día siguiente
Simón va a reclamar a la secretaria de transito que le anule la multa, nuevamente sin solución.
En medio de esa situación estalla en ira y golpea con un extintor el panel de vidrio del
empleado que lo estaba atendiendo. El caso se vuelve famoso, pierde su trabajo y durante los
trámites de divorcio la abogada de su mujer usa el evento como un argumento para pedir que
el ingeniero no posea custodia compartida de su hija. Simón, irritado y extenuado de no
conseguir otro trabajo, se ve obligado otra vez a sacar su coche que nuevamente se
encontraba mal estacionado. Cansado de esto, pone explosivos en su vehículo y lo estaciona
mal a propósito para que sea remolcado, después hace estallar el auto en el lugar donde lo
dejo la grúa y esto tiene un impacto tremendo en los medios. Dentro de las redes sociales
comienzan a llamarle “Bombita” y se transforma en un ídolo, un ídolo de la gente harta del
infierno burocrático. Al final del relato la mujer y su hija le llevan un pastel de feliz cumpleaños
al ingeniero, quien se encontraba encarcelado, festejando el día como una familia feliz
mientras los demás presos lo felicitan eufóricamente.

Aquí notamos como el estrés normal del día a día puede llevar a estallar a una persona a veces
de las maneras más inadecuadas, no solo por el hecho de protagonizar un escándalo y casi
causar una tragedia si no porque el infierno burocrático dentro de las ciudades y entidades
públicas no cambiara jamás, resulta frustrante el hecho de que enfrentarse al sistema es algo
casi inútil y que estos hechos de estrés absoluto pueden desembocar en absoluta violencia.

El quinto relato titulado “La propuesta”, habla de Santiago, un joven que llega a su casa
después de causar un terrible accidente en el auto de su padre a quien despierta para contar
todo el sucedido. La millonaria familia se niega a que Santiago se entregue a la policía y vaya a
la cárcel. Su padre y su abogado le proponen al jardinero asumir la responsabilidad del hecho a
cambio de una gran suma de dinero; la historia se complica cuando el fiscal pide un soborno y
el abogado pide unos honorarios millonarios. El padre de Santiago estalla en furia cuando
descubre que su abogado lo está engañando con el dinero que le pide y por un momento
piensa en parar todo el plan para salvar a su hijo, hasta que el abogado, el conserje y el fiscal lo
convencen para poder obtener el beneficio económico que en un principio se les había
propuesto. La historia termina cuando el marido de la mujer asesinada decide hacer justicia
por su propia mano, matando al jardinero, que era el supuesto asesino según transmitieron los
noticieros.

Dentro del relato, encontramos varios tipos de violencia, comenzando por el accidente que
causo un conductor ebrio e irresponsable y también podemos notar como la necesidad hace e
incluso la avaricia pueden llevar a una persona de escasos recursos a aceptar tratos que en
principio beneficiosos; el segundo tipo de violencia es con el cual concluye en el relato, la
venganza que ya se había mencionado antes puede cegar a una persona llevándola a perder
por completo los cabales y sacando a flor de piel su más alta naturaleza salvaje.

El último relato titulado “Hasta que la muerte nos separe”, nos muestra el matrimonio de
Romina y Ariel que están festejando su boda con una lujosa fiesta en un gran hotel, de repente
Romina descubre que Ariel hace tiempo la engaña con una compañera del trabajo, quien
además ha sido invitada a la fiesta, la reacción de la herida novia es caer en gritos, llantos e ira,
Romina escapa de la fiesta y Ariel sale a buscarla, esta se encuentra en la azotea con un
empleado de la cocina del hotel y después de una corta charla mantiene relaciones sexuales en
aquel sitio, a modo de plena venganza, acto seguido, Romina le dice a su marido que le hará
vivir una vida lamentable y que no le dará el divorcio; posteriormente, baja a continuar la
fiesta y alegrar a los confundidos invitados, en donde el novio es incapaz de detener la locura
de Romina, al extremo de empezar a bailar frenéticamente con la amante de Ariel y estrellarla
contra un espejo. La conmoción es tal que Ariel rompe en llanto y su madre, desesperada, se
abalanza contra Romina. La novia queda en estado de shock y el novio se va reincorporando
poco a poco, la invita a bailar a pesar de lo sucedido y la ira que contenían los dos se convierte
en un torrente desenfrenado de pasión y lujuria, el relato termina cuando todos los invitados
comienzan a salir de la fiesta mientras el par de recién casados mantiene relaciones sexuales
sobre una de las mesas del salón.

Resulta irónico demostrar un tipo de violencia que acabe en pasión absoluta, todos los sucesos
violentos dentro del relato se dieron por la ira a la cual se vio enfrentada la novia y
posteriormente el novio, demostrando así que tan poca distancia abstracta existe entre el
amor y el odio.

Para concluir, los sucesos que se señalan en el filme son casi cotidianos, claro está que no
terminan la de manera más adecuada posible, pero existen infinidad de historias similares a los
relatos que han sucedido realmente. El mundo está cada vez más hundido en la intolerancia, la
ira, la venganza, el reconocer y muchos otros sentimientos que demuestran que la película
Relatos salvajes es solo un reflejo de la sociedad moderna.

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