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LA DEFENSA SUIZA
habitantes.
* * *
por lo tanto— hubo que esperar hasta la Constitución de 1874 para que se pudiera adoptar —
uná fórmula satisfactoria al respecto. Hasta entonces, en efecto, las dificultades habían
hecho vanas las tentativas de modificar la situación heredada de 815, que había vuelto a
dar a los cantones las prerrogativas importantes perdidas con ocasión de la Revolución Fran
cesa.
—2—
Confederaci6n, a la que la Constituci6n confía, desde aquella fecha, una msi6n capital
en esta cuesti6n? (1). Tres organismos se ven directamente afectados: el Parlamento, el —
Inmediatamente después de la. Segunda Guerra Mundial, que había puesto en evi
dencia la importancia del problema de la movilizaci6n econ6mica, la Constituci6n fué —
Pero resultS que los problemas de Defensa no se limitaron solamente a los aspectos
militares y econ6micos de ésta, sino que se refirieron igualmente a la Defensa Civil, que
engloba la Protección Civil, por un lado, y por otro la Defensa Nacional Psicol6gica (o es
piritual). Entonces, se consider6 indispensable coordinar los esfuerzos que se imponían en
esos distintos terrenos, creando una primera serie de organismos. Pero estos, quiz6 porque
habían sido mal concebidos, nunca pudieron funcionar en buenas condiciones, lo que Ile—
a buscar una f6rmula ms satisfactoria.
1970. En lugar del sistema precedente, prevé un Estado Mayor de la Defensa,, una Ofici
na Central de Defensa y un Consejo de Defensa.
(1) Las competencias y responsabilidades militares de los cantones no son nulas por ello.
Ademós, la Oficina Central de la. Defensa debe estar enlazada con los cantones pa
ra todo lo relacionado con la Defensa, y seguir constantemente el progreso de las medidas
de defensa adoptadas.
La misión exacta del Consejo de Defensa, que es un órgano consultivo del Consejo
Federal, no fu precisada por el texto legal antes citado.
La figura adjunto indica los lugares que ocupan ‘os distintos organismos en el seno
del Gobierno Helvético,
suizo -llamada Defensa Total- se simboliza frecuentemente por un edificio soportado por -
cuatro pilares, todos ellos Imprescindibles para su equilibrio, que son: la Defensa Militar,
la Defensa Económica, la Protección Civil y la Defensa Psicológica.
Los Cuerpos de Ejército son de dos tipos por una parte, Cuerpos de Ejército de Carn
paña (de los que hay tres) que comprenden coda uno una División de Frontera, una División
de Campaña, uno División Mecanizado y un cierto número de Brigadas de Frontera y, por —
otra parte, un solo Cuerpo de Ejército de Montaña que dispone de tres Divisiones de Monta
ña y de un cierto número de Brigadas de Frontera, de Fortaleza y de Reducto,
Las misiones encomendadas al Ejército suizo son, en primer lugar, disuadir, por el
hecho de su existencia, toda posible agresión y, a continuación, si un adversario llegara a
franquear sus fronteras, causarle e 1 mayor daño posible, para mantener la soberanra de la
Confederación sobre la mayor parte del territorio nacional,
CONSEJODEDEFENSA FEDERAL
CONSEJO CANCILLERIAFEDERAL
[EstadoMayordelaDefensa
]OficinaCentraldeIal
] Defensa
-6-
En el marco de esta concepción general, que excluye tanto una guerra de movrnien
fo como una defensa lineal en las fronteras del país, estó previsto que los Cuerpos de Ejér
cito de Campaña llevarían a cabo —enel Jura, en la Meseta y en los Prealpes—un comba
te defensivo de tipo clósico. Tal maniobro comprendería, inicialmente, accones retarda—
frrices efectuadas por las Brigadas Fronterizas que deberían reforzar muy rópidamente a las
Divisiones de Frontera0 A continuación, se trataría de neutralizar al enemigo mediante la
acción conjugada de las Divisiones de Campaña -distribuidas en puntos fuertes adecuados y
utilizando numerosasdestrucciones preparadas— y de las Divisiones Mecanizadas que des
encadenarían contra-ataques blindados0
Respecto a las Tropas de Aviación y de D,C.A., estón constituidas, por una parte,
por una Brigada Aérea que tiene alrededor de 400 aviones y helicópteros (tipos Hunter, Ve
nom (1), Mirage III, Alouette II y liD y, por otra parte, por unidades de Artillería Antia
rea clósica ligera, media y pesada, así como por un Regimiento de Cohetes.
(1) Los “Venom” existentes deben ser reemplazados, de aquí a 1975, por un avión de apo
yo al suelo, cuyo modelo a6n no se ha decidido pero que se escogeró entre el “Corsair
AD7” americano, el ‘Fiat G 91 Y” italiano, el “Milan francés y el “Jaguar” franco—bri—
tónico.
-7-
Hay que indicar, por otro lado, el papel particular encomendado al Servicio —
Territorial, verdadero pivote entre el Ej&cito y el país, cuyas misiones fueron defi
nidos por decreto de. 7 de febrero de 1964: “El Servicio Territorial estó encargado de
secundar al Ejército y de ayudar militarmente a las Autoridades civiles y a la pobla
ción. Es el órgano de enlace entre el Ejército, la Protección Civil y la Economía de
Guerra”.
El Servicio Territorial estó animado por una organización militar territorial que
divide el territorio de la Confederación en circunscripciones que corresponden, bien a
grupos de cantones, bin a un solo cantón (en los mós grandes). Esta organización de
pende directamente del Jefe del Estado Mayor General para su puesta en servicio y —
sus misiones, pero estó subordinado a los diferentes Cuerpos de Eíército para la elecu
ción de estas últimas.
esas fuerzas.
***
En efecto, los gastos militares previstos para 1970 en Suiza por el Presu
puesto de la Confederación son de 1798 millones de francos suizos —que equiva
len a unos 2280 millones de francos franceses de 1970—, es decir, una cantidad
sensiblemente del mismo orden que las de los años anteriores. Estas cifras presen—
tan la particularidad de ser mós bajas que las de los países cuya relación figura
en las tablas que van a continuaCión, ya que solo llegan al 3% del Producto —
Nacional suizo.
3-.
1970
Gran Países
F ranca Bretaña R, E. A. U. S. A. Suecia
(1.) (1) (1)
Presupuestomilitar . .. . 27.188 30.205 28,362 452,765 6.502 5.956
(2) i2) (2) (2-) (2)’
Id. (Porcentajedel presupues
17,6% 19,53% 22,6% 41,7% 14,4% 13,4%
Id. (Porcentaje
del P,N,B,), 3,4% 6% 3, 7/o 9% 4,3% 3,9%
Por Km,2 (3) ,,,,,,,, ,,,, 45,410 123.790 114,362 48.243 14.448 177,844
La raz6n esencial para la parquedad relativa de los gastos militares suizos es que
la Confederaci6n no mantiene Fuerzas Armadas permanentes y que la duraci6n de lo que
podría corresponder a nuestro servicio mflitar es solo de cuatro meses. Las Unidades que
constituyen el Ejército suizo no se ponen en servicio, en principio, mús que durante tres
semanas al año, incluso soio cada dos o tres años para los reemplazos de mayor edad. Por
(1) Presupuesto
1969 70
supuesto que exTsteun núcleo de militares de carrera del que sería difícil prescindir por
completo, pero es extremadamente reducdo (del orden de 500 oFiciales y unos pocos sub
oficiales mas), lo que implica que todos los dem6s mandossean de la milica0 Algunos de
los mandosde carrera constituyen e. Estado Mayor y los Organos de Direcci6n del Ejrci—
to (1), otros se ocupan de la preparací6n y desarrollo de los cursos y pr6cticas, particular
mente numerosos, y otros, por último -en las Tropas de Aviaci6n— permiten tener algunas
formaciones de caza en alerto casi permanente (2) Señalemos, ademús, la existencia de
personal de estado semi—militar o civil, encargados del entretenimiento y custodio de las
fortificaciones o empleados en los arsenales,
Hoy otros factores, aunque sean menos determinantes, que contribuyen también a
limitar las necesidades de crd?tos por parte de las Fuerzas Armados suzas la Marina’
se limita a algunas pequeñas embarcaciones rúpidas encargadas de vigilar los grandes lagos;
la Aviaci6n de Transporte Militar es totalmente inexistente, lo que es bT& l6gico si tene
mos en cuenta las dimensiones de Suiza; la conf iguraci6n montañosa de una gran parte del
país, en donde pr’cticamente solo los soldados de infantería pueden evolucionar sin dema
siadas dificultades, ha llevado a mantener un gran número de Unidades de Infantería cl—
sica, menoscostosas que las formaciones mecanizadas y blindadas0 Y, por último, no pue
den despreciarse las economías que se derivan de las disposiciones en que se prev que la
custodia y entretenimiento, no solo del equipo, sino tambin del armamento individual y
de una parte de las municones est& a cargo de los soldados de la milicia, lo que presen
ta, ademas, otra ventaja, que es la de permitir ms rápidas puestas en servicio de las Uni
dades en casa de movilización, puesto que los llamados llegan a sus lugares de presenta—
ción equipados y armados0
una red de depósRos multi—servicios, con frecuencia enterrados, y para facilitar su manio
bra mediante un número muy elevado de destrucciones preparadas desde tiempo de paz.
(1) El Estado Mayor del EjrcTto suizo cuenta, también, con un número nada despreciable
de Oficiales de milicia que trabalan en 1 como civiles.
(2) La mayor parte de los mandos instructores tienen un destino en tiempo de paz distinto
del que ocuparían en caso de movilización del Ej&cito, y que no ocupan mósque tres se
manas al año0
(3) Fin de noviembre de 1969.
- lo
Parlamento haya ratificado este tratado para estar seguros de que el Ejército suizo seguiró
siendo durante 25 aflos un Ejército clsko,
del importante problema de si era oportuno, para Suiza, disponer de armas nucleares y de
las condic fones de adquisición o de fabricación de e)las, No se mantuvo a los ciudadanos
Suizos apartados de los debates que la cuesti6n podía provocar, puesto que en dos ocasio
nes rechazaron, poco después de 1960, proyectos de iniCiativa constitucional —alos que el
Consejo Federal ya se había opuesto—que habrían prohibido la posesión de tales armas,
Aunque no se hayan publicado los resultados del estudio hecho sobre dicho tema —
Sin embargo, Suiza aumentó el número de los países firmantes del tratado, Esta de
cisión, que limito a fuerzas convencionales las posibilidades de disuasión del Ejército sui
zo y que no se habré tomado sin profundas dudas, habré sido dictada, seguramente, porque
se habré juzgado que la posesión del arma nuclear era incompatible con la vocación af ir—
moda por la Confederación de nación neutra por excelencia y deseosa, siempre, de prestar
sus buenos oficios en todos los terrenos para aliviar los sufrimientos de la humanidad.
Pero puede admitirse como cierto que se ejercieron numerosas influencias para tra
tar de diferir, e incluso de rechazar por el Consejo Nacional y por el Consejo de los Esta
dos l ratiffcac6n de dicho tratado, baséndoseen el malestar cierto que la decisión toma
da creó en e) seno del Ejército.
* * *
Volvendo a nuestro Ejército de milicia, que tiene casi todas las probabilidades de
no disponer pronto de armas nucleares, constatamos que una fórmula que prevé un servicio
militar de cuatro mesesde duración es tentadora, no solo para un Ministro de Hacienda,
sino también para los ciudadanos que estiman, con razón o sin ella, que su permanencia en
filas es, frecuentemente, tiempo perdido.
No obstante, antes de entusiasmarse por el sistema suizo a causa de las cargas limi
tadas que lleva consigo en materia de servicio militar, hay que darse bién cuenta de todo
lo que, como obligaciones, implica el Ejército de milicia, lo cual constituye lo que podría
mos llamar el reverso de la medalla,
11—
Vamos a ver, en efecto, que las obligaciones militares de los ciudadanos suizos re
basan con mucho esos cuatro mesesde servicio militar propiamente dicho, que se ven su¡e—
tos, con regularidad, a Hornadasa Filas bastante frecuentes, cuya duraci6n es de 3 semanas,
y que los mandos del Ejército tienen, finalmente, cargas —enlo que se refiere a la duración
total de las obligaciones militares que han de cumplir efectivamente— casi iguales a las nues’
tras paralossuboficiales, y muy superiores paraios oficiales
En el curso de ese mismo año, debe presentarse a una sesión de reclutamiento, que
comprende un somero reconocimiento médico y una serie de pruebas físicas (carrera, salto,
trepa, lanzamiento de granadas). De acuerdo con los resultados de estas pruebas y con las
indicaciones que figuran en la ficho de educación física, el oficial de reclutamiento de—
terminaró el Arma en que servirá el futuro soldado, asf como su especialidad, siempre que
el interesado sea considerado apio para el servicio, lo que ocurre en un promedio del 80%
de los jóvenes. Los restantes, o bién posan al servicio complementario (10%), o bién son
declarados inútiles (lO0k igualmente) y obligados, por ello, a pagar un impuesto de exen—
De acuerdo con las directivas dictada por el Coronel Comandante de Cuerpo Jefe
de la Instrucción —quees uno de los tres subordinados directos del Jefe del Departamento
Militar Federal— los llamados son convocados por los cantones en una escuela de reclutas,
en donde permanecen durante un período que, corno hemos visto, es de 4 meses. La escue
la de reclutas se desarrolla, durar.te un primer período de 5 a 7 semanas, en un cuartel per
manente que pertenece a la Confederación o a un cantón, Una vez que el joven soldado es
desbastado, el resto de su escuela de reclutas se consagro a hacer instrucción colectiva
y tiros de campaña0 A lo salido de esta escuela de reclutas, los jóvenes son licenciados,
pero afectóndoles a una Unidad del Ejército, cuya suerte seguirn durante doce años. Vuel
ven a sus hogares llevando su equipo, su arma individual y municiones, la custodio y en—
tretanimiento de todo lo cual queda o su cargo hasta el fin de sus obligaciones militares,
es decir, hasta los 50 años cumplidos para la tropo. Algunos llevan, ademós, un bicicleta,
un caballo o un vehículo ligero que han podido adquirir a bajo precio y que deberón lle
var con ellos cada vez que sean Harnados; y veremos que tales llamamientos son relativa
mente frecuentes, al menosdurante la primera parte de su existencia como soldados de mi
licia, que se divide en tres períodos0
12 —
Durante el primer período, que dura 12 años, formaran parte de la “élite”, viéndo
se, por ello, obligados casi todos los años (ocho veces en 12 años) a asistir con la unidad a
que están afectos a un período de reserva, llamado en Suiza Curso de ensayo” y cuya du
raci6n es de tres semanas. Los años en que no son convocados por su Comandante de Uni—
dad, deben dedkar una jornada a una inspecci6n de equipo y armamento, Ademas, tienen
que realizar cada año un ejercicio de tiro obligatorio en la instalac6n de tiro de su loca
lidad (con un mínimo de 24 cartuchos); si los resultados no son considerados satisfactorios,
se convoca al interesado para una jornada suplementario de instrucci6n Caso de no presen
tarse a esta convocatoria, debe entonces efectuar dos días suplementarios de servicio en —
Después de estos diez años, o sea a los 42 de edad el soldado de milicia pasa a la
“Londsturm’ (2), en la que permanecerá durante sus ocho iltirnos años de servicio militar
No tiene más tiros anuales que efectuar y solo cumple 15 días de servicio en una o dos ve
ces. Sin embargo, debe presentar anualmente su material hasta el momento en que sea li
brado de toda obligación respecto al Ejército; entonces devuelve el equipo, armas y muni
ciones, aunque va a continuar sometido durante 10 años, todavía, a otra obligación: la de
servir en la Protección Civil,
Si, para la tropa, la duración del servicio efectivo es igual, por término medio, a
dos veces y media de la duración de la escuela de reclutas once mesesen total), los man
dos deben dar al Ejército una parte más importante de sij tiempo, como vamos a ver tras in’
dicar que la instrucción que les capacita para llegar a Suboficiales o a Oficiales es segui
da por los futuros mandos, sean o no voluntarios, desde que en la escuela de reclutas se es
timó que poseían las cualidades requeridas.
Las obligaciones militares de los Suboficiales son, pués, más pesadas que las de la
tropo porque, además de los servicios que ésta presta, deben hacer servicio suplementario
no solo durante el mes que dura su escuela de Suboficial —loque es una carga relativamen
te pequeña—sino también durante los cuatro meses de una escuela de reclutas, que será la
segunda para ellos, y en la que formarán parte de los mandos,
Como nadie puede llegar a Oficial sin haber sido antes Suboficial, los futuros Te—
nientes (1) estn sometidos a dos períodos de servicio suplementarios de 4 meses uno en -
una escuela de Oficiales y el segundo formando parte de los mandos como Jefe de Sec—
ci6n, esta vez-’ de una escuela de reclutas(2).
Por apiicaci6n del mismo sistemaS,el ascenso a Capit6n esta subordinado a una es
cuela de mandosde 4 semanasy a la obligacin de servir 4 mesesms en una escuela de re
clutas como Comandante de Unidad0 Por último, los futuros Comandantes y los futuros Te
nientes Coroneles tienen que asistir a una nueva escuela de mandos de 4 semanasy cumplir
un servicio practico de mando de otras 4 semanas0
Suiza, han seguido obligatoriamente el mismo proceso que siguen los Oficiales de milicia,
es decir, que han sido Oficiales de milicia antes de ser admitidos —por deseo propio, des
de luego—en el Politécnico de Zurich, en donde durante un año se les da una formaci6n
militar y general.
Para terminar con las obligaciones Iegales de los mandos, debemos precisar que
cada vez que lo Unidad en que están destinados es convocada para un curso de ensayo, los
Oficiales y Suboficiales son convocados algunos días antes que el personal de tropa.
(1) Correspond btenente en el Ejrc7to francas,
(2) Los Tenientes hacen, pus, en total 17 mesesde servicio antes de acabar de apagar sus
gaIones 4 mesesde reclutas, 1 mes en la escuela de Suboficiales, 4 mesesen la es——
cuela de Oficialesy4 mesesen la escuela de reclutas como Oficiales.
- 14-
330 dios
Cuerpo de Ejórcito ejercen, —
40 2c.c.
san a serlo por este hecho)
160 8 C.R.
—
La f6rmula “Ejército
de mi—
— _______________ 27 E.S.O. 27 E.S.O. licio”,
tiene,pus, unasexi
118 E.R. E.R.
118 118E.R. genciasmuchomoyoresd
lo
que podrían pensarlosno ini
ciados.Tiene,igualmente, re
PERSONAL CABO ALFEREZ percusiones nadodespreciables
DE TROPA (Primera categoriade Suboficial) la
sobre
vkla econ6micadel —
tiempo que, evidentemente, sesumana los de las vacacionesanuales. Y esto constituye, tam
bién una servidumbreque hay que tener en cuenta cuando se consideranlas ventajas y los in
convenientes de la fórmula.
— 15
Por otra parte, es interesante comparar el sistema de milicia suiza con lo que se —
hace entre nosotros, por ejemplo en lo referente al grado de instrucción del personal. Aun
que es, desde luego, difrcil establecer juicios perentorios sobre este tema, es posible ha
cer unas cuantas afirmaciones
— Las Unidades del Ejrcito suizo que constituyen la ¿lite, en las que estn desti
nados los soldados de milicia hasta la edad de 32 años, estón formadas por 12 —
— Atn admitiendo que el grado de instrucción del personal que constituye una Uni
dad en la ¿lite no sea tan bueno como en una de nuestras Unidades de la Fuerza
de Intervención o del Cuerpo de Batalla de nuestro Ejército, el hecho de que -
aquella Unidad esté constiturda por personal cuya edad estó regularmente reparti
da entre los 20 y los 32 años le da una cohesión superior, que puede paliar, en —
les y, sobre todo, de Suboficiales parece bastante corta0 Esto, que es ciertamen
te un inconveniente, puede quedar en cierto modo compensado por las activida
des militares fuera del servicio antes citadas, y tambin por el hecho de que tos
mandos de la milicia lo son tarnbin, generalmente, en la vida civil, lo que les
da ocasi6n de mejorar su experiencia de mando en el marco de sus obligaciones
profesionales.
tiempo de paz. Pero, tenendo en cuenta los considerables esfuerzos financieros que supo’
nía esta política, hubo de tomar muchas disposiciones para repartirlos lo mejor posible y,
eventualmente, aligerar las cargas correspondientes
oa5 cargas tan pesadas que para un Suboficial u Oficial de milicia Ile—
va consigo el servicio en aviación, hay cada año unos 10600 candidatos, de los que —
una reserva de 2 mesesde productos esenciales azúcar, arroz, grasa y aceite, jabón, pas
tas alimenticias y conservas), destinada a paiiar la probable suspensión de entregas de es
tos productos durante un mes, al menos, en caso de crisis, destinada a permitir a las auto
ridades efectuar el inventario de los víveres existentes y poner a punto un sistema de racio
namiento previsto, con cartifias ya existentes y almacenadas en los cantones,
E5 cierto que se conceden ventajas a las empresasque firman contratos: los Bancos
les conceden préstamos a un bajo interés (3,5% por término medio); tienen la posibilidad
de deducir de sus impuestos los gastos de amortización de los almacenamientos e, incluso,
derecho a desgravaciones suplementarias si la constitución de las reservas implica riesgos
particulares; por último, tiene la certeza, en caso de movilización, de poder utilizar en
su propio beneficio el 5O/. al menos, de la reserva constituída,
ble— en caso de alarma, empezar a combatir los incendios en caso de bombardeo y a res
catar a los enterrados en los escombros.
Los enloces entre los ¡efes locales de Protecci6n Civil y la Oficina Federal son nu
merosos, puesto que esta 6lima organiz& en 1969, para provecho de 900 de ellos, 11 reu—
20
niones de trabajo durante las que se trataron problemas tales como: la organización y de—
pendencia en tiempo de paz de los órganos locales de Protección Civil, la planificación —
general de los refugios en una comuna, el estado actual del servicio sanitario total (1), la
movilización de la Protección Civil, la requisa de los locales que le son necesarios, el pro
blema de la instrucción (especialmente de los mandos), los centros de instrucción, la pro—
fección de los bienes culturales, los mandos a nivel superior al local, la alarma—agua (aler
ta en caso de ruptura de presas)y los socorros aportados por el Ejercito.
montar una organización, ademós han tratado de favorecer la creación de refugios, priva
dos y públicos.
En lo referente a los privados, estó previsto desde 1950 que en los inmuebles nuevos
las paredes y techos de los sótanos deben estar reforzados y que deben estar preparados como
refugios contra los efectos de las armas nucleares, con puerta blindada y acceso en zig-zag.
Ademós, siempre que es posible se crean refugios públicos en los edificios públicos
cuya construcción estó prevista (escuelas, hospitales, casas comunales, iglesias), pero co
mo esta fórmula estó lejos de satisfacer las necesidades existentes, se ha decidido crear,
tambn, refugios públicos en grandes inmuebles particulares. En este caso, hay previstas
unas reglas para determinar las condiciones de utilización del refugio público en tiempo nor
mal y de su puesta a disposición de la colectividad en caso de necesidad.
42% de la población suiza podrra encontrar sitio en refugios que ofrecieran una protección
relativamente satisfactoria Las realizaciones de refugios se subvencionan con los créditos
previstos en el presupuesto de la Confederación para el apartado protección (151 millones
de francos suizos en 1970); pero estos créditos se emplean, también, para la financiación
de otras realizaciones, en particular de centros de instrucción.
En efecto, los problemas de instrucción son, aún, difrciles de resolver por la Pro
tección Civil. La HtropalP no falta, puesto qúe estó constitufda por los diez últimos reem
plazos que quedan libres de obligaciones militares; pero hay que instruirles y, para ello,
es necesario disponer, no solo de locales, sino también de instructores que, si es posible,
trabajen en plena dedicación.
(1) Fórmula que consiste en reagrupar la totalidad de los medios civiles y militares.
cierto número de responsables y, en particular, de los guardas de inmuebles0
parte de la Protección Civil del cantón asciende a 1750OO, de los que l60000son mandos0
* * *
Eje, y se pudo temer, en aquella época, que e Gobierno Helvético no estuviera decidido
a resistir a toda costa en caso de invasión del territorio0 Ello produjo en el General Gui
san —puestoal frente del Ejército suizo en 1939—una reacción que algunos historiadores —
han estimado decisiva, Reunió en Gritl —reductohistórico suizo (1)—a todos los Coman
dantes de las Grandes Unidades y a los Jefes de Cuerpo hasta el nivel Batallón, comuni—
cóndoles su intención de situar al Ercito en el “reducto nacional” en donde sería posible,
no solo resistir a un ataque, sino tarnbi& destruir por mucho tiempo los túneles y pasosal
pinos (especialmente el del Simplón y el del San Gotardo), cuya utilización habría sido,
evidentemente, mósque preciosa para las potencias del Eje0 La manifestación de esta de
terminación constituyó, sin duda, una defensa eficaz. contra la lucha psicológica a que Ale
mania e Italia se entregaban entonces en Suiza0
Otras medidas eran igualmente necesarias para limitar todo lo que podría constituir
causa de propaganda subversiva entre las tropas movilizadas: por ello se creó el servicio
“Ejrcito y Hogar”, con el doble fin de “elevar la moral” de la tropa y de hacer que toma
ra conciencia del sentido del sacrificio que se le podía pedir, y se tomaron disposiciones
de orden social tales como la Ley Federal sobre la Compensación de Salario y Benefkios
que vino a completar al Seguro Militar Federal7 existente ya desde 19010
Los acontecimientos desarrollados en todo el mundo a partir de 1945 hacen que sea
supérfluo todo esfuerzo para demostrar que el aspecto psicológico de la Defensa es mós im
portante que nunca. Y sin duda a causa de esta misma importancia es difícil escoger ade
cuadamente los medios para alcanzar el objetivo filado, al menos en tiempo de paz, porque
las circunstancias políticas pueden provocar7 en esas condiciones, dificultades ciertas,
El Consejo Federal tuvo ocasión recientemente de sufrir esta experiencia, con oca
sión de la difusión de un pequeño libro titulado “Defensa civil’,quese distribuyó por to
dos los hogares suizos a fines del año pasado
La finalidad de esta obra era doble, ya que se proponía instruir a los ciudadanos so
bre la forma de protegerse, no solo contra las acciones de guerra deun enemigo eventual
(bloqueo, bombardeos clósicos y nucleares), sino también contra las acciones del adversa
rio que intentaran minar la moral de la población antes de un conflicto y predisponer a esa
población para el caso de ocupación, en todo o en parte, del territorio helvético.
No hizo falta mós para que se unieran, no solamente los simpatizantes de la ideo
logía marxista, sino todos los que estiman que el respeto de la neutralidad suiza es incorn
patble con una postura partidista corno aquella. También las reacciones de la prensa fue
ron muy Vivas, lo que estuvo en parte justificado por ciertas torpezas cometidas por los au
tores de la obra, torpezas que el Consejo Federal fué el primero en reconocer cuando el —
Efectivamente, nada permite afirmar que Suiza se encuentre a cubierto de esta nue
va forma de lucha contra la que prócticamente todos los países tratan de defenderse con ah
ticipación, sea cual sea su régimen, y es evidente que el deseo de “hacer algo!! en este as
pecto respondíaa un loablereflejo de defensa,Peroel asuntodel libro de la DefensaCi
vil demostróhasta qué punto es delicada, en un régimen dernocrótico, la preparación de
(1) No obstante, algunas semanasdespués de la difusión del libro, Suiza firmaba el trata
do de no proliferación de armasnucleares,
23
los espíritus que tal empresa implica. De igual forma2 los créditos previstos en 1970 para —
* * *
Pero también hoy que tener presente que esta fórmula se adoptó, finalmente, en Su
za porque la historia de este país y la influencia de esta historia sobre la manera de compor
tarse de sus habitantes, la hacían preferible a cualquier otra, en su caso particular0
económicas
Poco después de 1291, año del célebre juramento de Griitli que ya hemos evocado,
los “Waldsldtten” de Schwyz, de Un y de Unterwald —oprovech6ndosede la rivalidad que
hacía tiempo enfrentaba al emperador con sus señores los Habsburgo, y conscientes de la im
portancia estratégica del camino que llevaba a Italia- consiguieron poner en pié este em
brión de Confederación que debía, después, constituir un po1o de atracción para las comu
nidades vecinas, c;iudades de la planicie o comunas alpinas0
Durante algo mós de dos siglos y siempre por las armas- los confederados desempe
ñaron en la escena política europea un papel decisivo, que llegó a su apogeo en el momen
to de la lucha del rey de Francia Luis Xl contra Carlos el Temerario, que tuvo su fin en —
1 515 en Marignan. Pero una vez que los suizos se dieron cuenta, sabiamente, de que ya —
- 24 -
no les interesaba batirse por su país fuera de sus fronteras, no tuvieron otra salida para su
temperamento bélico que el servicio extranjero, cuyas ventajas para la economía del país
no eran nada despreciables (1) Francia -con la que los suizos habían establecido una paz
perpetua después de Marignan— (2), pero no fué el inico pars al que los suizos vinieron
a servir, ya que hubo suizos en Prusia, en Inglaterra, en España, en el reino de las Dos Si
cilias, en Holanda, en Savoya y en Austria, lo que dió lugar a que en la batalla de Mal
plaquet, en 1709, se atacaran y dieran muerte contingentes suizos pertenecientes a campos
opuestos
Los temperamentos bélicos habrían podido escoger otras formas de servicio distintas
del Ejército de milicia y, sin duda, no es ésta la razón esencial de esta selección, Lo que,
probablemente, ha constituído una razón predominante en esta cuestión ha sido el deseo del
ciudadano suizo de que 1’ios militaresli no llegaran a constituir una clase especial de la na
ción, menos, desde luego, porque se les temiera, que porque el derecho de llevar armas
estaba considerado “como un privilegio, un signo de nobleza, y no como una carga o un —
servicio” (3) Se trata de una vieja idea germónica que, en nuestros días, a5n subsiste en
algunos cantones de la montaña, cuyos habitantes asisten a las asambleas de los Landsge
meinde con la espada ceñida al costado, y que no era solamente un símbolo cuando los sui
zos hubieron de defender su “patria”, es decir, mós su cantón o, incluso, su valle, que l
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Confederacion (4), Por eso es por lo que la obligacion de servir , prevista por el arhculo
18 de la Constitución de 1874, corresponde a una tradición profundamente arraigada en —
las costumbres.
(1) Louvois dijo un día a Luis XIV, en presencia del grisón Juan—Pedrode Stuppa, Tenien
te General de los Ejércitos del rey Con todo el dinero que Vuestra Majestad ha da
do a los suizos, se podría empedrar con monedas de escudo el camino de París a Basi
lea”, lo que provocó la siguiente respuesta por parte del Oficial suizo: “Sire, con tó
da la sangre que mis compatriotas han derramado por Francia, se llenaría un canal des
de Basilea a París”.
(2) Había una distinción fundamental entre el servicio extranjero y el mercenariado, Al
contrario que esta segunda fórmula que consistía en que los individuos se enrolaban en
Unidades extranjeras, el servicio extranjero consistía en un convenio establecido por
las Ligas con otros países, en el que, aparte de disposiciones particulares para los con
tingentes que se constituían —disposicionesque no se limitaban a la soldada (bandera,
mando y jurisdicción suiza)—, se preveían considerables ventajas para Suiza, especial
mente en materia económica y aduanera,
(3) André Siegfried: “Suiza, democracia ejemplo”.
(4) Esta es una de las razones por las que las Unidadés suizas se reclutan regionalmente,
salvo que ello sea irnposible La otra razón importante es el problema lingUísfico.
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Ademós, una fórmula tal elimina todo posible riesgo de que los militares lleguen a
ejercer una influencia sobre la vida políticp del país, lo que sería contrario a los princi
pios aceptados por los ciudadanos suizos. Por otra parte, esta preocupación de que el Ejéi
cito no se emplée con fines antigubernamentales estó plasmada en la organización del Al
to Mando, En efecto, éste se caracteriza, al menos en tiempo de paz, por la ausencia de
un militar que tenga balo su mando a los responsablesde las distintas grandes Subdivisiones
del Ejército, Solo en tiempo de guerra o de peligro de guerra, es decir, cuando el Ejérci
to se moviflza, prevé la Constitución suiza la designación de un General en Jefe, desmin
tiendo, de esta manera, la célebre frase: la guerra es una cosa demasiado seria para con
fiórselaa losmilitares1!,
que esta fórmula se corresponde bién con la mentalidad del francés medio, quizó porque -
éste tiene conciencia del carócter discutible de ciertos sacrificios que se le han pedido o
que en el pasado se pidieron a sus padres en cuestiones de Defensa, y también porque su —
También hay que darse cuenta de que, aparte de algunos conflictos religiosos que
no han tenido consecuencias duraderas, la historia de Suiza, desde hace varios siglos, ca
rece de esas graves dificultades que han caracterizado determinadas épocas de la historia
en la mayor parte de los pa(seseuropeos, contribuyendo a que una parte de sus habitantes
se alzaran contra los otros, y que, ademós, las ideologías basadas en la lucha de clases o
que tendieran a la instauración de un poder dictatórial no han contado nunca en este país
con muchos adeptos, porque su situación económica y social ha sido, sin duda, mejor que
en los otros, y también porque los suizos no estón dispuestos a enajenar su libertad indivi
duaL Esta es, sin duda, la razón esencial por la que Suiza, imitando a susantepasados le
¡anos, puede conservar un arma que ya no es ni una lanza ni una ballesta, sino un temible
fusil automótico ¡unto con sus municiones ¿Podría tal fórmula adoptarse fuera de Suiza?
Limitémonos a plantear la cuestión
El estudio del concepto suizo de la Defensa resulta, pués, interesante desde mósde
un punto de vista, por un lado porque la Confederación ha aceptado las consecuencias que
podría tener un conflicto en todos los aspectos y, por ello, no ha limitado sus esfuerzos de
Defensa a las cuestiones militares solo, y por otra parte porque la parte militar de esta De
fensa que se traduce en la existencia de un Ejército cuyos efectivos son superiores a 1/5 de
la población masculina —lo que es considerable- no supone, desde el punto de vista finan
ciero, mós que gastos muy pequeños. Como hemosvisto, esta sorprendente situación se de
be a la existencia de un Ejército de milicia,
sientan seducidos a primera vista por la fórmula suiza; pero deben darse cuenta de que las
condiciones históricas, geogróficas y político-económicas que han llevado a Suiza con fo
da naturalidad a adoptarla, estón lejos de darse en Francia.
Esto no significa, sin embargo, que no haya nada aplicable a nuestro país en el
concepto suizo de la Defensa: hemos visto que éste se basaba esencialmente en el civismo
de los ciudadanos y que estos estón listas, en su gran mayoría, a soportar los sacrificios que
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su pafs les pide, y que son mucho ms pesados de lo que suele creerse: indudablemente es
en este aspecto, y tambin en el del esfuerzo considerable hecho para la Protecci6n Civil,
en los que convendrfa que nos inspirsemos en lo que hacen nuestros vecinos suizos.