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Este documento habla sobre el séptimo mandamiento "No robarás". Robar es apoderarse de forma injusta de la propiedad ajena y va en contra de la justicia y la caridad. El mandamiento prohíbe tomar bienes de otros que puedan causarles perjuicio. También señala que se puede hurtar otras cosas valiosas como el honor, la dignidad o la fe de una persona.
Este documento habla sobre el séptimo mandamiento "No robarás". Robar es apoderarse de forma injusta de la propiedad ajena y va en contra de la justicia y la caridad. El mandamiento prohíbe tomar bienes de otros que puedan causarles perjuicio. También señala que se puede hurtar otras cosas valiosas como el honor, la dignidad o la fe de una persona.
Este documento habla sobre el séptimo mandamiento "No robarás". Robar es apoderarse de forma injusta de la propiedad ajena y va en contra de la justicia y la caridad. El mandamiento prohíbe tomar bienes de otros que puedan causarles perjuicio. También señala que se puede hurtar otras cosas valiosas como el honor, la dignidad o la fe de una persona.
Robar es apoderarse de la propiedad ajena, saltándose a la
matadora razón y es una ofensa a la justicia, además de a la caridad. El séptimo mandamiento prohibe coger o tener injustamente bienes que, de cualquier modo, puedan perjudicarle. Nadie roba al que le pertenece, una cosa es recuperar y otra robar. Vemos esto reflejado en cosas como no pagar o hacer cuentas alegres a los sueldos de las personas, la evasión de impuestos, la corrupción en el país, en los negocios es más obvio MÁS ENFOCADO A LO MATERIAL Y NATURAL Se puede hurtar el honor a una persona, la dignidad, la tranquilidad: hasta la fe. Incluso la inocencia a un niño, la paternidad/maternidad a un recién nacido, la esperanza a un anciano, el cónyuge o el afecto a un necesitado. MÁS ENFOCADO AL SER DE LA PERSONA Se puede hurtar el honor a una persona, la dignidad, la tranquilidad: hasta la fe. Incluso la inocencia a un niño, la paternidad/maternidad a un recién nacido, la esperanza a un anciano, el cónyuge o el afecto a un necesitado. ENFOCADO A DIOS: A veces por la posición o la cercanía que tenemos al Señor llegamos a robarle lo que a él le pertenece como los diezmos, el tiempo (incluso llegamos a creer que él nos roba nuestro tiempo), los créditos que él merece, su gloria, la honra, nos ponemos delante de él para recibir los aplausos, los agradecimientos y todo eso, que no nos damos cuenta que eso le pertenecía a Dios. Sentiremos que el enemigo nos robó algo siempre y cuando hayamos tenido convicción de eso, por ejemplo aveces nos dejamos robar las promesas, suelos o metas que Dios nos ha dado, pero porque no los hemos recibidos y no los consideramos nuestros. Consideremos cómo el apóstol Pablo describe lo opuesto de robar: “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad” (Efesios 4:28). o Con las bendiciones que Dios nos ha dado bendecir Obtener es lo opuesto de dar