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aumentado más de lo que se había predicho a principios de siglo. Muchos centros agrícolas
anteriormente productivos ( p.ej Australia, Brasil, Estados Unidos y países del sur de Europa) han
luchado para mantener la productividad frente al clima cada vez más impredecible. Estas
presiones ambientales, junto con la creciente demanda mundial de productos alimenticios de
mayor valor, han llevado a la industria privada a invertir fuertemente en nuevas tecnologías para
mantenerse al día con los mercados. La biotecnología ha proporcionado los medios para aumentar
el rendimiento en condiciones de sequía y proporcionar los rasgos de valor agregado (como una
mejor nutrición, sabor y facilidad de preparación) que exigen los consumidores tanto en productos
agrícolas como en variedades ganaderas. Con el aumento de las temperaturas asociadas con el
cambio climático, las condiciones maduraron para infestaciones de plagas y enfermedades.
Muchos expertos creen que los alimentos transgénicos son seguros y proporcionarán beneficios
significativos en el futuro. Pero la opinión pública sobre el uso y seguridad de estos alimentos no
está tan clara, a pesar de que esta tecnología permite mejorar el sabor, el color, los aspectos
nutritivos y la frescura de los alimentos, algunas personas se preocupan sobre los potenciales
efectos sobre la salud, como pueden ser las alergias. Los escépticos suelen comentar que “los
alimentos transgénicos van en contra de la naturaleza”.
En el futuro el cambio climático y el aumento de población, serán los factores que más
perjudicarán a nivel mundial, aumentarán las necesidades, tendremos un mayor consumo de
agua, una mayor demanda de alimentos, aumentará el uso de combustibles fósiles; y todo esto
dejará una escasez en los recursos indispensables para el ser vivo (agua, alimentos).
¿Seguiremos pensando en si será una opción consumir los alimentos transgénicos debido a todos
estos factores?
En 2030, los países desarrollados y los mercados ricos (principalmente en China e India) exigen
alimentos con características de valor agregado, como cualidades nutricionales mejoradas,
sabores, bajos en calorías y que requieren un tiempo de preparación corto. Las aplicaciones de la
nanotecnología desarrolladas para cosméticos y medicamentos han beneficiado a la industria
alimentaria al ofrecer aplicaciones que mejoran los sabores y las texturas en los alimentos. Los
países en desarrollo exhiben una creciente clase media que ha aumentado el poder adquisitivo y
exige una gama más amplia de alimentos, incluidas carnes y aceites. Esta demanda de carnes fue
parte del impulso para adoptar cultivos genéticamente modificados para asegurar el suministro de
alimento para el ganado. Además, la mayor demanda de aceites ejerció presión sobre los
rendimientos de los cultivos y la biotecnología para asegurar el suministro.
La primera generación de soluciones relacionadas con la salud en los alimentos se logró mediante
avances genéticos y moleculares e incluyó ingredientes bioactivos para combatir enfermedades
comunes como los antioxidantes para combatir el cáncer, la vitamina B y la niacina para combatir
las enfermedades cardíacas, y los polifenoles y los ácidos grasos para combatir las enfermedades
cardiovasculares. Además, se desarrollaron productos alimenticios funcionales como alimentos
enriquecidos con enzimas para metabolizar azúcares en el estómago antes de la absorción y
coenzimas para estimular el metabolismo para combatir la obesidad y el aumento de peso. La
segunda generación de soluciones relacionadas con la salud en los alimentos fue el producto de la
investigación "nutrigenómica", en la que los alimentos se desarrollaron para atender a grupos
específicos de personas de acuerdo con su etapa de vida o composición genética. Por ejemplo, Se
desarrollaron alimentos para niños y adolescentes con vitamina B y folatos para apoyar el rápido
crecimiento y desarrollo. Dichos productos fueron etiquetados como fortificados con nutrientes
para este grupo de edad y comercializados vigorosamente.
Poner fin a la pobreza y al hambre –el primero y segundo de los ODS– son quizá unos de los
objetivos más ambiciosos.
El agrícola es uno de los que más ha apostado en los últimos años por las soluciones
biotecnológicas. Muchos agricultores utilizan bionutrientes y biofertilizantes (bacterias, hongos,
levaduras) como sustitutos de los químicos y tóxicos que afectan tanto a la salud medioambiental
como a la de las personas. Pero eso no es todo. La aplicación de la biotecnología en la agricultura
permite aumentar el rendimiento y convertir el modelo productivo en uno más sostenible. Un
ejemplo de ello es la modificación de cultivos como el maíz o la soja para que sean más resistentes
a las sequías, más tolerantes a las plagas o, sencillamente, tengan unas mejores cualidades
nutricionales. Estos avances, todavía en desarrollo, podrían contribuir a que en lugares como el
continente africano –uno de los más afectados por las sequías–, las plantaciones no se echen a
perder tan rápidamente. Además, las mejoras en las propiedades de los cultivos contribuirían a
reducir la malnutrición y a acabar con el hambre en el mundo.
ACA
En los últimos años la nanotecnología emerge como una interesante alternativa para el diseño de
sistemas para el tratamiento de aguas. El pequeño tamaño de las nanopartículas y las
características de los nanomateriales hacen que el potencial de la nanotecnología en este campo
sea enorme. No obstante, se deben considerar además las limitantes del uso de esta tecnología, ya
que, si bien existen estudios toxicológicos el verdadero efecto en humanos, fauna y flora aún no
ha sido estudiado a profundidad.
Materiales para filtración por membrana. La nanotecnología podría tener avances revolucionarios
en la industria de la desalinación de agua, aunque el desarrollo de dichas membranas está aún en
un proceso inicial y existen varios problemas por resolver (Lee et al. 2011). Los desafíos principales
son: el alto costo de los materiales nanoestructurados y la dificultad en escalar los procesos de
manufactura de membrana para uso comercial.
Por otro lado, las membranas de grafeno (MATERIAL DEL FUTURO NANOTECNOLOGICO), tienen
excelentes propiedades de permeabilidad y científicos en Manchester recientemente demostraron
que es posible controlar la intercapa para hacerla selectivamente permeable permitiendo así su
uso en procesos de desalinación, alcanzando hasta 97% de remoción de NaCl (Abraham et al.
2017). Sin embargo, su costo no es sostenible para tratamientos de aguas residuales a gran escala.
La introducción de estos nuevos materiales está empezando a despertar un interés renovado en la
osmosis. En este proceso de desalinización, una solución de enjuague permite extraer agua fresca
a partir de agua salada o aguas residuales tratadas, (basado en la diferencia de presión osmótica y
no en la presión hidráulica impuesta), entonces la energía termal de grado bajo se usa para
reconcentrar la solución de enjuague diluida y recuperar el agua fresca.
Los nanomateriales en el agua no afectan directamente a los humanos, pero existe la posibilidad
de que se puedan ingerir nanomateriales al consumir pescados. Por lo tanto, el impacto de los
nanomateriales en organismos acuáticos debe ser tomado en cuenta. Los efectos dañinos de los
nanomateriales en organismos acuáticos están relacionados principalmente a nanopartículas.
RESUMEN DE NANOTCN