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sana.

Si los in<livi<luos con lesiones del tipo Je la ,Je Gage o con esquizofrenia
no tienen más probabilidades de cometer crímenes violentos
que ninguna otra persona. parece que el hecho Je padecer uno de estos trastornos
cerebrales no basta para eludir la responsabilidad.
16. E. D. Bigler y otros, op. cit.

sana. Si los in<livi<luos con lesiones del tipo Je la ,Je Gage o con esquizofrenia
no tienen más probabilidades de cometer crímenes violentos
que ninguna otra persona. parece que el hecho Je padecer uno de estos trastornos
cerebrales no basta para eludir la responsabilidad.
16. E. D. Bigler y otros, op. cit.

sana. Si los in<livi<luos con lesiones del tipo Je la ,Je Gage o con esquizofrenia
no tienen más probabilidades de cometer crímenes violentos
que ninguna otra persona. parece que el hecho Je padecer uno de estos trastornos
cerebrales no basta para eludir la responsabilidad.
16. E. D. Bigler y otros, op. cit.

No obstante, estos datos resultan muy poco convincentes para los deterministas
puros. Su postura se basa en la teoría de la causalidad, y como
creen que todas las acciones tienen causas definibles, también sostienen que
nuestras deficiencias actuales en la comprensión de la causalidad no son más
que eso, meras deficiencias. Sin embargo, hay otro indicio de la existencia del
libre albedrío en un mundo determinista.

No obstante, estos datos resultan muy poco convincentes para los deterministas
puros. Su postura se basa en la teoría de la causalidad, y como
creen que todas las acciones tienen causas definibles, también sostienen que
nuestras deficiencias actuales en la comprensión de la causalidad no son más
que eso, meras deficiencias. Sin embargo, hay otro indicio de la existencia del
libre albedrío en un mundo determinista.
El predominio de las descripciones mecanicístas sobre el desarrollo conductual
del cerebro físico refuerza la idea general del determinismo, pero
tanto los filósofos como los científicos coinciden en que se puede mantener
el concepto de libre albedrío, aunque se acepte que el cerebro es tan mecánico
como un reloj. Estas perspectivas ponen en entredicho la idea de que la
explicación del mecanicismo conduce a la exculpación.
En 1 954, A. J. Ayer formuló la teoría del «determinismo blando». Al
igual que muchos filósofos, como David Hume, Ayer sostiene que, aunque
exista el determinismo, una persona puede actuar libremente. Ayer postula
que las acciones libres son resultado de deseos, intenciones y decisiones

El predominio de las descripciones mecanicístas sobre el desarrollo conductual


del cerebro físico refuerza la idea general del determinismo, pero
tanto los filósofos como los científicos coinciden en que se puede mantener
el concepto de libre albedrío, aunque se acepte que el cerebro es tan mecánico
como un reloj. Estas perspectivas ponen en entredicho la idea de que la
explicación del mecanicismo conduce a la exculpación.
En 1 954, A. J. Ayer formuló la teoría del «determinismo blando». Al
igual que muchos filósofos, como David Hume, Ayer sostiene que, aunque
exista el determinismo, una persona puede actuar libremente. Ayer postula
que las acciones libres son resultado de deseos, intenciones y decisiones

El predominio de las descripciones mecanicístas sobre el desarrollo conductual


del cerebro físico refuerza la idea general del determinismo, pero
tanto los filósofos como los científicos coinciden en que se puede mantener
el concepto de libre albedrío, aunque se acepte que el cerebro es tan mecánico
como un reloj. Estas perspectivas ponen en entredicho la idea de que la
explicación del mecanicismo conduce a la exculpación.
En 1 954, A. J. Ayer formuló la teoría del «determinismo blando». Al
igual que muchos filósofos, como David Hume, Ayer sostiene que, aunque
exista el determinismo, una persona puede actuar libremente. Ayer postula
que las acciones libres son resultado de deseos, intenciones y decisiones

El predominio de las descripciones mecanicístas sobre el desarrollo conductual


del cerebro físico refuerza la idea general del determinismo, pero
tanto los filósofos como los científicos coinciden en que se puede mantener
el concepto de libre albedrío, aunque se acepte que el cerebro es tan mecánico
como un reloj. Estas perspectivas ponen en entredicho la idea de que la
explicación del mecanicismo conduce a la exculpación.
En 1 954, A. J. Ayer formuló la teoría del «determinismo blando». Al
igual que muchos filósofos, como David Hume, Ayer sostiene que, aunque
exista el determinismo, una persona puede actuar libremente. Ayer postula
que las acciones libres son resultado de deseos, intenciones y decisiones

El predominio de las descripciones mecanicístas sobre el desarrollo conductual


del cerebro físico refuerza la idea general del determinismo, pero
tanto los filósofos como los científicos coinciden en que se puede mantener
el concepto de libre albedrío, aunque se acepte que el cerebro es tan mecánico
como un reloj. Estas perspectivas ponen en entredicho la idea de que la
explicación del mecanicismo conduce a la exculpación.
En 1 954, A. J. Ayer formuló la teoría del «determinismo blando». Al
igual que muchos filósofos, como David Hume, Ayer sostiene que, aunque
exista el determinismo, una persona puede actuar libremente. Ayer postula
que las acciones libres son resultado de deseos, intenciones y decisiones

El predominio de las descripciones mecanicístas sobre el desarrollo conductual


del cerebro físico refuerza la idea general del determinismo, pero
tanto los filósofos como los científicos coinciden en que se puede mantener
el concepto de libre albedrío, aunque se acepte que el cerebro es tan mecánico
como un reloj. Estas perspectivas ponen en entredicho la idea de que la
explicación del mecanicismo conduce a la exculpación.
En 1 954, A. J. Ayer formuló la teoría del «determinismo blando». Al
igual que muchos filósofos, como David Hume, Ayer sostiene que, aunque
exista el determinismo, una persona puede actuar libremente. Ayer postula
que las acciones libres son resultado de deseos, intenciones y decisiones

El predominio de las descripciones mecanicístas sobre el desarrollo conductual


del cerebro físico refuerza la idea general del determinismo, pero
tanto los filósofos como los científicos coinciden en que se puede mantener
el concepto de libre albedrío, aunque se acepte que el cerebro es tan mecánico
como un reloj. Estas perspectivas ponen en entredicho la idea de que la
explicación del mecanicismo conduce a la exculpación.
En 1 954, A. J. Ayer formuló la teoría del «determinismo blando». Al
igual que muchos filósofos, como David Hume, Ayer sostiene que, aunque
exista el determinismo, una persona puede actuar libremente. Ayer postula
que las acciones libres son resultado de deseos, intenciones y decisiones

No obstante, estos datos resultan muy poco convincentes para los deterministas
puros. Su postura se basa en la teoría de la causalidad, y como
creen que todas las acciones tienen causas definibles, también sostienen que
nuestras deficiencias actuales en la comprensión de la causalidad no son más
que eso, meras deficiencias. Sin embargo, hay otro indicio de la existencia del
libre albedrío en un mundo determinista.

son libres. Nuestra libertad se manifiesta en la inter


acción del mundo social.
Pensemos de nuevo en Harry y su delito de asesinato. Según el sistema
jurídico estadounidense, un crimen tiene dos elementos definitorios: el a ctus
rcus. o acto proscrito, y la mcns rea, o mente culpable. Para que Harry vaya
a la cárcel , la acusación tiene 4ue probar ambus elementos con un margen dt'
fiabilidad razonable'. En términos generales, los tribunales y el sistema jurídico
se afanan en determinar la autoría del crimen. El punto en que la neurociencia
les puede ser de ayuda t'S la determinación de si Harry tiene una «responsabilidad
personal». ¿Lo hizo Harry o lo hizo su

son libres. Nuestra libertad se manifiesta en la inter


acción del mundo social.
Pensemos de nuevo en Harry y su delito de asesinato. Según el sistema
jurídico estadounidense, un crimen tiene dos elementos definitorios: el a ctus
rcus. o acto proscrito, y la mcns rea, o mente culpable. Para que Harry vaya
a la cárcel , la acusación tiene 4ue probar ambus elementos con un margen dt'
fiabilidad razonable'. En términos generales, los tribunales y el sistema jurídico
se afanan en determinar la autoría del crimen. El punto en que la neurociencia
les puede ser de ayuda t'S la determinación de si Harry tiene una «responsabilidad
personal». ¿Lo hizo Harry o lo hizo su

son libres. Nuestra libertad se manifiesta en la inter


acción del mundo social.
Pensemos de nuevo en Harry y su delito de asesinato. Según el sistema
jurídico estadounidense, un crimen tiene dos elementos definitorios: el a ctus
rcus. o acto proscrito, y la mcns rea, o mente culpable. Para que Harry vaya
a la cárcel , la acusación tiene 4ue probar ambus elementos con un margen dt'
fiabilidad razonable'. En términos generales, los tribunales y el sistema jurídico
se afanan en determinar la autoría del crimen. El punto en que la neurociencia
les puede ser de ayuda t'S la determinación de si Harry tiene una «responsabilidad
personal». ¿Lo hizo Harry o lo hizo su

son libres. Nuestra libertad se manifiesta en la inter


acción del mundo social.
Pensemos de nuevo en Harry y su delito de asesinato. Según el sistema
jurídico estadounidense, un crimen tiene dos elementos definitorios: el a ctus
rcus. o acto proscrito, y la mcns rea, o mente culpable. Para que Harry vaya
a la cárcel , la acusación tiene 4ue probar ambus elementos con un margen dt'
fiabilidad razonable'. En términos generales, los tribunales y el sistema jurídico
se afanan en determinar la autoría del crimen. El punto en que la neurociencia
les puede ser de ayuda t'S la determinación de si Harry tiene una «responsabilidad
personal». ¿Lo hizo Harry o lo hizo su

son libres. Nuestra libertad se manifiesta en la inter


acción del mundo social.
Pensemos de nuevo en Harry y su delito de asesinato. Según el sistema
jurídico estadounidense, un crimen tiene dos elementos definitorios: el a ctus
rcus. o acto proscrito, y la mcns rea, o mente culpable. Para que Harry vaya
a la cárcel , la acusación tiene 4ue probar ambus elementos con un margen dt'
fiabilidad razonable'. En términos generales, los tribunales y el sistema jurídico
se afanan en determinar la autoría del crimen. El punto en que la neurociencia
les puede ser de ayuda t'S la determinación de si Harry tiene una «responsabilidad
personal». ¿Lo hizo Harry o lo hizo su
son libres. Nuestra libertad se manifiesta en la inter
acción del mundo social.
Pensemos de nuevo en Harry y su delito de asesinato. Según el sistema
jurídico estadounidense, un crimen tiene dos elementos definitorios: el a ctus
rcus. o acto proscrito, y la mcns rea, o mente culpable. Para que Harry vaya
a la cárcel , la acusación tiene 4ue probar ambus elementos con un margen dt'
fiabilidad razonable'. En términos generales, los tribunales y el sistema jurídico
se afanan en determinar la autoría del crimen. El punto en que la neurociencia
les puede ser de ayuda t'S la determinación de si Harry tiene una «responsabilidad
personal». ¿Lo hizo Harry o lo hizo su
son libres. Nuestra libertad se manifiesta en la inter
acción del mundo social.
Pensemos de nuevo en Harry y su delito de asesinato. Según el sistema
jurídico estadounidense, un crimen tiene dos elementos definitorios: el a ctus
rcus. o acto proscrito, y la mcns rea, o mente culpable. Para que Harry vaya
a la cárcel , la acusación tiene 4ue probar ambus elementos con un margen dt'
fiabilidad razonable'. En términos generales, los tribunales y el sistema jurídico
se afanan en determinar la autoría del crimen. El punto en que la neurociencia
les puede ser de ayuda t'S la determinación de si Harry tiene una «responsabilidad
personal». ¿Lo hizo Harrwnano que existe sólo en d mundo social, donde
hay más de una persona. Es una regla, construida socialmente, que existe
sólo en el contexto de la interacción humana. Ningún píxel dt' una imagen
cerebral podrá manifestar culpabilidad o no culpabilidad.
En la práctica, las autoridades legales tienen grandes dificultades para
redactar normas que establezcan un límite' claro entre la responsabilidad y
la no responsabilidad. Las diversas reglas destinadas a definir la locura legal
, desde la decisión de M'Naghten de 1 843 hasta los test de Durham y
el Código Penal Modelo del Instituto Estadounidense de Derecho (ALI) ,
del siglo X,'\I, presentan deficiencias.10 Los t'xpertos de la defensa y de la acusación
sostienen puntos de vista diferentes a partir de los mismos

wnano que existe sólo en d mundo social, donde


hay más de una persona. Es una regla, construida socialmente, que existe
sólo en el contexto de la interacción humana. Ningún píxel dt' una imagen
cerebral podrá manifestar culpabilidad o no culpabilidad.
En la práctica, las autoridades legales tienen grandes dificultades para
redactar normas que establezcan un límite' claro entre la responsabilidad y
la no responsabilidad. Las diversas reglas destinadas a definir la locura legal
, desde la decisión de M'Naghten de 1 843 hasta los test de Durham y
el Código Penal Modelo del Instituto Estadounidense de Derecho (ALI) ,
del siglo X,'\I, presentan deficiencias.10 Los t'xpertos de la defensa y de la acusación
sostienen puntos de vista diferentes a partir de los mismos
wnano que existe sólo en d mundo social, donde
hay más de una persona. Es una regla, construida socialmente, que existe
sólo en el contexto de la interacción humana. Ningún píxel dt' una imagen
cerebral podrá manifestar culpabilidad o no culpabilidad.
En la práctica, las autoridades legales tienen grandes dificultades para
redactar normas que establezcan un límite' claro entre la responsabilidad y
la no responsabilidad. Las diversas reglas destinadas a definir la locura legal
, desde la decisión de M'Naghten de 1 843 hasta los test de Durham y
el Código Penal Modelo del Instituto Estadounidense de Derecho (ALI) ,
del siglo X,'\I, presentan deficiencias.10 Los t'xpertos de la defensa y de la acusación
sostienen puntos de vista diferentes a partir de los mismos
wnano que existe sólo en d mundo social, donde
hay más de una persona. Es una regla, construida socialmente, que existe
sólo en el contexto de la interacción humana. Ningún píxel dt' una imagen
cerebral podrá manifestar culpabilidad o no culpabilidad.
En la práctica, las autoridades legales tienen grandes dificultades para
redactar normas que establezcan un límite' claro entre la responsabilidad y
la no responsabilidad. Las diversas reglas destinadas a definir la locura legal
, desde la decisión de M'Naghten de 1 843 hasta los test de Durham y
el Código Penal Modelo del Instituto Estadounidense de Derecho (ALI) ,
del siglo X,'\I, presentan deficiencias.10 Los t'xpertos de la defensa y de la acusación
sostienen puntos de vista diferentes a partir de los mismos
y o lo hizo su

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