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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE

HONDURAS

Tema:
La Costumbre Internacional
Catedrática:
Abog. Karla Josselin Espinal

Cátedra:
Ética Profesional

Alumnas:
Marshy Jennifer Orban Arias
Rosa Michelle Rodríguez Osorto

Modalidad:
Virtual

Choluteca, 16 de julio del 2020


La Costumbre internacional
La costumbre en general, es concebida como la repetición de conductas (precedentes) durante
un tiempo en general prolongado (esto no es requisito ineludible), de manera espontánea
(elemento material), que convertidas en hábitos, y con aceptación general, generan la
convicción en quienes las practican de que son obligatorias o vinculantes (elemento
psicológico).
En el Derecho Internacional, estas conductas, cuyo sujeto activo es el Estado, y para algunos
autores, también los organismos internacionales; que las ejecutan con el convencimiento de
responder a una necesidad común, son una importante fuente de Derecho, no escrito, que
tiene aplicación cuando no haya tratados entre los países involucrados. Para el Estatuto de la
Corte Internacional de Justicia es la práctica utilizada por los sujetos internacionales que
generalmente aceptan como Derecho. Algunas de estas costumbres son generales, pues se
aplican en todos los Estados, salvo si las objetaron en su proceso de formación (como en el
caso del conflicto pesquero entre El Reino Unido y Noruega originado en 1950, sobre los
límites del mar territorial, pues Noruega no aceptaba la costumbre internacional, y la Corte le
reconoció su derecho de fijar límites pues se había opuesto a tal costumbre en su etapa de
formación).
Estas objeciones no deben ser opuestas a valores universales; por ejemplo, la abolición de la
esclavitud; otras son practicadas en unos pocos Estados (dos o más) integrantes de una región
o liga de naciones, y quien las alega debe probar su existencia, por ejemplo, el derecho de
asilo. Son normas cambiantes, y por lo tanto flexibles, que se van adaptando a las
circunstancias del paso del tiempo y sus contingencias.
La función del Juez que aplica la costumbre en un caso de Derecho Internacional es muy
importante, y de gran libertad, ya que al estar la norma no escrita, puede ejercer un gran
poder de interpretación, aunque claro está, no cambiándolas a su capricho.
Elementos de la costumbre internacional

La costumbre internacional está formada por dos elementos; el elemento material, de


repetición de actos o prácticas constantes y uniformes de los sujetos; y el llamado elemento
espiritual, es decir, la convicción por parte de los sujetos de Derecho Internacional de que se
trata de una práctica que obliga jurídicamente. Alguno de los caracteres que afectan a la
costumbre es que carece de forma escrita y es de formación espontánea. Se concreta en forma
de reglas, puede producir normas tanto de Derecho Internacional particular como general y
precisa en su formación de una práctica continuada. La importancia de la costumbre en
Derecho internacional es enorme. Se puede afirmar que prácticamente todo el Derecho
internacional general que rige en la Sociedad Internacional está formado por normas
consuetudinarias y principios generales del Derecho. Por otro lado, existe una amplia
corriente doctrinal que ve en la costumbre la clave para los estudios de la fundamentación del
Derecho internacional.
Quiénes participan en la formación de la costumbre
En la formación de la costumbre participan los propios sujetos de la Sociedad Internacional.
Ello supone una de las singularidades del Derecho internacional comparado con el Derecho
interno, de que sean los propios destinatarios de las normas los que las creen, modifiquen o
extingan.
Los Estados continúan siendo los principales creadores de la costumbre, sobre todo en sus
relaciones mutuas, pero también a través de su práctica en el seno de las Organizaciones
internacionales.
La opinio iuris sive necessitatis
El elemento espiritual no es otra cosa que la convicción de que los sujetos internacionales se
encuentran ante una norma obligatoria jurídicamente. La necesidad de este elemento hoy
ofrece pocas dudas, dado lo inequívoco de la jurisprudencia al respecto y las rectificaciones
de la doctrina. Guggenheim negó inicialmente la necesidad de este elemento. Sin embargo,
años más tarde (en 1967) rectificó sus criterios anteriores, afirmando que “según la teoría hoy
dominante, la repetición prolongada y constante de ciertos actos no es suficiente para
engendrar una norma consuetudinaria; es necesario que el autor de dichos actos tenga la
intención, al ejecutarlos, de cumplir con una obligación o de ejercer un derecho (…)” La
forma de manifestarse la opinio iuris, importante para la prueba de la misma, puede ser muy
diversa, pero siempre se manifestará a través de la práctica de los Estados y otros sujetos.
Destaca el papel desempeñado por las Resoluciones de la Asamblea General de la ONU en la
formación de la opinio iuris.
Clases de costumbre y su obligatoriedad
 Costumbres generales o universales:
Tienen ámbito universal y obligan en principio a todos los Estados, salvo que se hayan
opuesto a la misma en su período de formación de manera inequívoca y expresa (regla de la
objeción persistente). Por tanto, el litigante que se oponga a que le sea aplicada una
costumbre general habrá de probar que la ha rechazado en el período de formación,
recayendo sobre él la carga de la prueba.
 Costumbres particulares:
Costumbres regionales. Son aquellas que han nacido entre un grupo de Estados con
características propias. Cabe hablar de ellas, por ejemplo, en el ámbito de Iberoamérica o en
el de la Unión Europea. Las referidas costumbres, en el caso de un litigio internacional,
habrán de probarse por la parte que las alega.
Costumbres locales o bilaterales. Su ámbito de aplicación es más reducido que el de las
anteriores, pudiendo afectar solamente a dos Estados. En este caso podemos hablar de una
costumbre bilateral.
Conclusión
En conclusión podemos decir que La costumbre se ubica entre las fuentes
principales del derecho internacional, pudiendo mencionarse como medios
complementarios a la jurisprudencia y la equidad, en el sentido de que no
constituyen estos últimos, procedimientos de generación directa y efectiva de
normas jurídicas en el derecho internacional, es por ello que únicamente pueden
funcionar como medios complementarios de interpretación o complementación
del razonamiento de los magistrados al momento de dictaminar, facilitando el
trabajo para la verificación de la existencia de una norma.

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