AYARKUNAQ YACHAYWASIN
Comprendemos las formas de bienestar en nuestra
TÍTULO DE LA SESIÓN
PROPÓSITO: Escuchar un texto narrativo oral para comprender y reflexionar
sobre las formas de bienestar en nuestra comunidad y elaborar
un díptico.
¿Qué significa comprender un texto oral?
Es entender lo que se comunica. Es un proceso
activo, continuo, atento y diverso que activan
diversos procesos cognitivos, como:
MITO Están relacionados con la vida social de cada pueblo, ya que mediante ello se muestran los
valores, las creencias y los comportamientos aceptados como pautas morales que regulan la
conducta de sus habitantes, con el fin de garantizar el equilibrio y el buen funcionamiento de la
sociedad.
LA MADRE TIERRA Y LOS HARAGANES
Ella no solamente quería a sus hijos, les adoraba, les
mimaba. Les cuidaba con todo el cariño y devoción
de quien se queda viuda y con tres niños pequeños, y
tiene que ser padre y madre para ellos.
¡Cuidado! -le decían sus vecinos-. Engríes demasiado
a tus hijos. Se volverán egoístas y entonces te harán
sufrir y llorarás, porque la pena por un hijo malo es
cinco veces pena.
Pasaron los años y la pobre mujer perdió sus
facultades para labrar la tierra. Le fallaba la vista y le
temblaban las manos. Aun así, seguía trabajando
mientras que sus hijos eran cada vez más haraganes,
comilones y desconsiderados.
Con el temor de que se cumplieran las palabras de
sus vecinos, quienes hacían trabajar a sus vástagos,
desde pequeños en el campo, la madre reunió todas
las semillas que pudo, llenó de fiambre las alforjas de
sus hijos y les habló:
- ¡Ya no puedo más! ¡Crucen el río y siembren estas
semillas en las tierras comunales y no vuelvan si
no traen la cosecha! ¡Y para vivir pueden pescar
en el río y cazar pequeños animales!
- ¡Por nuestro Dios, hijos míos, demuestren que
no son haraganes!
Los muchachos eran tan ociosos que ni se tomaron el
trabajo de refunfuñar. Cargaron las semillas y se
alejaron cantando. Cruzaron el río y, a duras penas,
construyeron una pequeña choza para protegerse del
sol y dormir.
Llevaron una vida de haraganes, no sembraron, no
salieron a pescar, mucho menos ir a cazar. Solo
comían lo que les dio su madre, hasta que se les
acabó el fiambre.
Así, medio asustados tratando de pescar junto al río
vieron que venían tres mujeres, que venían con sus
atados de ropa para lavar. Y sin pensarlo dos veces
fueron a ellas y les propusieron invitarles de su
comida si les ayudaran a preparar los alimentos. Ellas
no esperaron más y se fueron con los mozos. Como
comunidad a través de un texto narrativo y elaboramos
un díptico.
¿texto oral?
 Reconocer palabras del idioma que hablamos.
 Seleccionar la información que nos parece
importante.
 Inferir información no explícita con ayuda del
contexto situacional.
 Interpretar el sentido de lo que oímos.
ya eran seis los que tenían hambre comenzaron a
comerse hasta las semillas que habían llevado.
Comenzaron a robar algunos ganados y comieron
pachamanca. Se dieron a la fiesta y al desenfreno,
hasta que se agotaron las semillas.
Sin comida, las mujeres se fueron y los dejaron a los
hermanos, más pobres que nunca
Comenzaron a vivir del robo y de la poca pesca que
hacían. Tenían vergüenza de regresar a casa porque
la conciencia les remordía.
Pronto llegó el invierno y deciden retornar a casa, con
un plan malévolo. Le dijeron a su madre que habían
tenido exitosa cosecha, pero, al regresar a casa,
fueron asaltados y golpeados duramente por eso
volvían con las manos vacías.
El mayor de los hermanos cuando notó que la madre
no se encolerizaba y que más bien se mostraba tierna
con ellos, alzando la voz le dijo:
- ¡Hemos tenido mala suerte! En otra nos irá
mejor. Ahora, sírvanos comida porque
tenemos mucha hambre.
- Hijos, tengo muy pocos alimentos, no sé qué
darles –respondió la pobre mujer, y se le
cayeron las lágrimas.
- ¡Tú verás de donde lo sacas, para eso eres
nuestra madre!, dijo el menor de ellos.
La infeliz madre volvió a llorar y les preguntó qué
querían comer.
- Carne, respondieron los tres. Queremos
comer carne para reparar nuestras fuerzas,
dijeron los tres.
- Está bien –dijo ella y se fue hacia el corral.
La pobre madre se alzó la pollera y con un
cuchillo afilado se cortó un pedazo de sus
glúteos. Luego, lo tomó como si fuera de un
animal y así con el pedazo aún sangrante se
dirigió a sus hijos:
- ¿Quieren comer carne?, ¡aquí la tienen!
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Ellos ni le contestaron, haciéndose a los cansados
fingieron un largo bostezo
La madre sazonó la carne y les dio de comer.
Cuando comían los primeros bocados, tembló la
tierra. Los muchachos instintivamente dejaron los
platos y corrieron hacia su madre, llenos de pánico.
En ese instante, ella los separó de su lado
aventándoles con ambas manos. Les maldijo y les
gritó que por su ociosidad y glotonería habían comido
la carne de su propia madre. La madre, se dirigió
hacia el mayor de los hermanos y le dijo:
- Heredaste todos los fuegos de tu padre,
menos su sabiduría y por eso, de hoy en
adelante serás la helada.
El muchacho sintió que un frío de muerte se
apoderaba de su cuerpo. Quiso hablar, pero su
lengua y los labios se habían endurecido. Al igual
que sus ojos, se cerraron y no abrieron más. Se
quedó ciego. Y después, su cuerpo adelgazó
hasta quedar como una frágil nubecilla que se
elevó al cielo y desapareció.
Luego, la madre se dirigió hacia el otro hijo, el
mediano, y le dijo:
- ¡Tú serás el granizo!
- Andarás deprisa entre las chacras con y serás
el que corta las hojas y cala las hojas.
El castigado sintió que se volvía rígido como una
piedra, se convirtió en un nubarrón y subió al
cielo.
Desesperado, el menor de los hermanos salió
corriendo de la casa y la anciana madre detrás de él.
El muchacho, al ver que la anciana no podría
alcanzarle, apresuró la marcha, riéndose y burlándose
de ella, conseguía fugarse.
-¡Serás el maaal vientoooooo! -Le gritó desde
lejos su madre.
Efectivamente el joven comenzó a flotar- y por
burlarte no solo molestarás a la cementera, serás
el mal viento enemigo de la lluvia y por más que
soples con todas tus fuerzas, ella finalmente
vencerá y caerá sobre la tierra para que nazcan y
crezcan los frutos hermosos.
Tropezando con lo encontraba el viento se alejó
rugiendo y silbando su desgracia.
Mientras tanto, ya atardecía en el vale y la madre
seguía llorando. El dios padre Wallallo,
compadecido por el dolor de la madre, le dijo:
No llores más mujer, tú ahora te convertirás en
terreno fértil y habitarás únicamente en los
lugares donde las personas sean laboriosas,
colaboren entre ellos y que tengan mucha
gratitud. Nunca te llegará ni el viento, ni la helada,
ni el granizo. Darás siempre frutos generosos a
los hombres.
Por ello, se dice que en los valles de los andes
peruanos, hay comunidades que tienen esos terrenos
fértiles, porque su población cumple con las
características que dio el dios Wallallo.

Responde a la siguiente pregunta: En el texto encontramos lo siguiente: “Con el temor de que se cumplieran las
palabras de sus vecinos, quienes hacían trabajar a sus vástagos, desde pequeños en el campo”.
 ¿Qué significa la palabra vástagos, en el texto?
 ¿Qué parte del texto te ha llamado más la atención? ¿Por qué?
 ¿Cuál es el mensaje que nos transmite este mito?

DÍPTICO Un folleto formado por una lámina de papel o cartulina que se dobla en dos partes.
El díptico tiene los siguientes elementos

 Una tapa (primera hoja). Allí pones el título de la leyenda o mito, usando letras
grandes. Si puedes te ayudas de una imagen.
 Titulares internos (segunda y tercera hoja). Subtítulos, acerca de las ideas que deseas
expresar del mito o leyenda que has escuchado. Igual, si deseas, ayúdate de imágenes.
 Texto resumido (cuarta hoja). Realiza un resumen de la leyenda o mito.

¿cómo relacionamos los mitos y leyendas con las formas de bienestar en nuestra comunidad?

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RETO
1. Vas a solicitar a un miembro de tu familia, de preferencia que sea mayor (mamá, papá, tío, abuelo) que les
narre un mito o leyenda que conocen.
2. Vas a seguir los procesos de comprensión que hoy hemos desarrollado:
 Reconocer palabras del idioma que hablamos.
 Seleccionar la información que nos parece importante.
 Inferir información no explícita con ayuda del contexto situacional.
 Interpretar el sentido de lo que oímos.
3. Tus respuestas lo presentarás en un díptico, siguiendo los procesos que se indicó.
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