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La arteria renal principal suministra pequeñas ramas a la glándula suprarrenal, el uréter, el tejido perinéfrico y
la cápsula renal ( 1 ). Las ramas prehiliares de la arteria renal principal que surgen a menos de 1.5–2.0 cm del
origen deben notarse en pacientes que están siendo evaluados como posibles donantes renales, porque estas
ramas tempranas pueden complicar la anastomosis arterial quirúrgica ( 6 ). Cerca del hilio renal, la arteria renal
principal se divide en arterias segmentarias que atraviesan el seno renal para suministrar cinco segmentos
arteriales del riñón, específicamente, los segmentos apical, superior, medio, inferior y posterior ( 1 ). Existe un
plano relativamente avascular conocido como la línea de incisión sin sangre de Brödel entre el segmento
posterior y los segmentos anteriores restantes (2 , 7 ). Este plano avascular se encuentra en la unión de los dos
tercios anteriores y el tercio posterior del riñón y se considera una ruta óptima para minimizar las complicaciones
hemorrágicas durante la nefrostomía percutánea o la nefrolitotomía anatrófica.
Por ende, ambas arterias trazan un arco que se dispone en paralelo con la pared
abdominal anterior. Esto dificulta la exploración Doppler; sin embargo, dicha
visualización también se ve impedida por el intestino, que se superpone en gran
parte del curso de ambas arterias renales.
Por tanto, cada arteria renal debe valorarse con una técnica flexible. Las
variantes anatómicas resultan particularmente difíciles de visualizar por
ecografía, aunque cada vez se identifican más arterias suplementarias con la
mejora de resolución de los equipos y por la mayor sensibilidad del Doppler
color y energía.
Las venas renales siguen un curso paralelo al de las arterias renales.
La vena renal derecha: es la más corta, y cursa en dirección anterior, medial y
cefálica, por delante de la arteria renal derecha. Normalmente se une a la vena
cava inferior inmediatamente por encima de donde la arteria renal derecha
cruza posteriormente a la vena cava inferior.
No suele tener tributarias mayores.
La vena renal izquierda: discurre medial y anteriormente habitualmente por
encima de la arteria renal, pasando entre la aorta y la arteria mesentérica
superior, punto en el que en ocasiones puede verse comprimida por el «efecto
pinza» entre los dos vasos. Esto puede causar la dilatación de la zona más
proximal de la vena, pero no tiene importancia clínica alguna.
TRIBUTARIAS: Las venas (adrenal, lumbar y gonadal) suelen unirse a la vena
renal; de ellas, sólo la vena gonadal resulta visible habitualmente en la ecografía
cuando desemboca en la parte inferior de la vena renal cerca de la aorta.
VARIANTES ANATÓMICAS
Se ha encontrado que el 40% de los individuos no presenta esta disposición
anatómica simple, y muestra una o más arterias accesorias que nutren
cualquiera o ambos riñones. Éstas pueden originarse en la aorta inmediatamente
adyacentes a la arteria renal principal, pero su origen puede ser cualquiera a lo
largo de la aorta abdominal en dirección distal, incluidas las arterias ilíacas.
La arteria polar es otra variante frecuente, que se ramifica al principio de la
arteria renal principal para dirigirse al polo superior o, más frecuentemente, al
inferior sin atravesar el hilio renal. Con frecuencia hay múltiples venas renales,
que aparecen en aproximadamente un tercio de la población. La más común de
ellas es una vena renal izquierda accesoria que se dirige hacia la derecha por
detrás de la aorta, una vena retroaórtica.
Los espectros típicos de las arterias renales se muestran en la figura 8.24. Hay
un ascenso sistólico rápido, que en ocasiones va seguido de otro secundario más
lento hasta el pico sistólico (aunque esto se ve con mayor frecuencia con la edad
avanzada, la hipertensión, etc.). A continuación, hay una caída diastólica gradual,
pero con un flujo anterógrado persistente durante la diástole.
Los espectros venosos renales reflejan normalmente las pulsaciones
transmitidas desde la aurícula derecha. La vena renal derecha es corta y muestra
este rasgo en todos los casos, excepto cuando hay un compromiso de las venas
renal o cava. La vena renal izquierda, particularmente cuando se estudia a la
izquierda de la arteria mesentérica superior, puede mostrar únicamente una
ligera variabilidad de las velocidades del flujo. Este patrón de flujo atenuado
puede venir asociado al síndrome de la pinza y refleja la congestión venosa renal.
Sin embargo, los hallazgos no resultan constantes en este cuadro y pueden
encontrase de forma similar en pacientes asintomáticos.