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La crisis de 1890 fue una crisis financiera, como resultado de la especulación que estaba
aconteciendo en Uruguay, ya que se venían disfrutando de los frutos de la modernización,
durante el modelo económico, ‘agroexportador’.
Durante el gobierno del Coronel Lorenzo Latorre, y en los últimos años del militarismo, se pudo
observar un crecimiento ‘aparente’ de la economía, y un aumento de la especulación, que
desencadenará en la crisis del ‘90.
En los años ‘80s, el país alcanzo la producción límite en el sector pecuario, con 8 millones de
vacunos, y 5 millones de ovinos; salvo los años 1888 y ‘89, cuando las precipitaciones fueron
abundantes, trayendo como secuela la disminución del stock lanar, al mismo tiempo a nivel
internacional comienza la caída de los precios internacionales de nuestros productos
pecuarios, debido a la onda depresiva que había dejado, las crisis financieras de 1873 y 1875.
El gobierno por su parte, decidió suspender el pago de la deuda pública, lo que incrementó las
protestas de los sectores altos de la sociedad y de aquellos extranjeros residentes en el país,
porque tenían en sus manos, los bonos de la deuda pública.
También se emitió una suma importante de bonos de deuda, que tenían como garantía
propiedades inmuebles del Estado, y se decreta el curso forzoso e inconvertibles.
Todas estas medidas que se instrumentaron como respuesta a las crisis, afectaba los intereses
del alto comercio ya que aumentaban los impuestos de la Aduana que ellos controlaban, se
dejaba de pagar una deuda pública que ellos poseían y se emitía papel moneda sin la base en
oro, que el alto comercio monopolizaban.
Esta ‘elite comercial’ pactó en no utilizar el papel moneda para satisfacer todos sus
compromisos, los cuales eran pagos en oro, y suspendieron las relaciones comerciales con
quienes no cumplieran con lo establecido.
Al país llegó $ 15.000.000, luego de haberse deducido gastos por la transacción y comisiones,
un porcentaje del monto que recibió nuestro país sería empleado en proyectos de colonización
y obras públicas.
Los argentinos que habían invertido en nuestro país, para salvar sus empresas, ya que los
británicos que habían colocado sus capitales en el Río de la Plata, se vieron obligados retirar
sus inversiones, para salvar sus casas matrices que se encuentran en Londres. A esto se le debe
de sumar la quiebra de la Baring Brothers, y con ella varias quiebras en el Río de la Plata, resto
en América Latina, Europa y los EE.UU.
Por ejemplo en 1889 quiebra un importante banco en París, al año siguiente quebró la
Compañía del Canal de Panamá, y comienzan las dificultades en Baring Brothers. Ya habían
pasado tres años de la crisis continuaban registrándose importantes quiebras a nivel
internacional, por ejemplo 600 bancos y 4 compañías de ferrocarriles en EE.UU.
Es así que muchos señalan que esta crisis era una 'crisis de falsos valores', ambientada en gran
medida por la cantidad de capitales que Santos y Tajes habían volcado al mercado en su afán
de fomentar la inversión.
Como ya se detalló anteriormente, es una crisis dada por la especulación y producida en gran
medida por el mercado interno, cosa que no se ha de repetir muy a menudo en el futuro,
acompañado de un déficit de la Balanza Comercial y de la Balanza de Pagos.
El gobierno de Julio Herrera y Obes instrumento una serie de medidas importantes para sanear
la situación:
· Aumento de los derechos de importación sin discriminar si eran productos de primera
necesidad. o de lujo.
· Rebaja de los sueldos a los empleados públicos entre un 10% y un 20%, y las pensiones
en un 15%.
Frente a esta situación, las medidas perjudicaron a los sectores más vulnerables, porque
percibían rentas fijas, y las soluciones parecía como muy difícil de lograr, una vez más, los
cambios en la situación mundial se encargaran de marcar el rumbo, para salir de los problemas
económicos, que afectaban al país.
Nuestras lanas y otros productos del sector agrícola comienzan a tener mucha aceptación en la
industria francesa; de esta forma hasta los inicios del siglo XX, la economía uruguaya logrará
constantes índices que marcan su recuperación luego del triste acontecer de 1890.