Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Taxonomía de Usos Manejo Biodiversidad (M. Gual) (2018) PDF
Taxonomía de Usos Manejo Biodiversidad (M. Gual) (2018) PDF
Revisión de textos
Luz Elena Vargas
Portada Joven indígena chamula realizando un ritual de limpia espiritual. Emplea principalmente velas de
cera blanca, incienso, una tintura de hierbas y semillas hecha a base de alcohol de caña, las imprescindibles
hierbas medicinales de albahaca (Ocimum basilicum), poleo (Mentha pulegium), pirú (Schinus molle), romero
(Rosmarinus officinalis) y ruda (Ruta chalepensis), entre otras; así como ramos de flores de la región formando
un adorno ceremonial. Las hierbas, el incienso, la canasta, las flores y la tintura, son recursos biológicos que,
intervenidos con los conocimientos, las creencias y las prácticas tradicionales, forman una unidad indisoluble
con un significado vital. La joven curandera y su ritual representa la suma de conocimiento heredado,
adquirido o por don, un ejemplo de la integridad de los saberes de los pueblos indígenas y campesinos del
país. San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Contraportada La sabiduría de los pueblos indígenas sobre la biodiversidad se produce de manera
colectiva, se acumula y se hereda a través de las generaciones. Los niños indígenas son educados bajo el
contexto cultural y biológico que conforma el conjunto de usos y costumbres sobre los organismos vivos
y los ambientes en los que viven. Niña chamula mostrando orgullosamente su vestimenta típica, un huipil
hecho de lana y algodón, teñido con pigmentos naturales; representa la esperanza de la permanencia y
continuidad de la sabiduría popular. Templo de San Juan Bautista, San Juan Chamula, Chiapas.
Forma sugerida de citar: Gual Díaz, M. (coord.). 2018. Taxonomía de los usos y manejo
de la biodiversidad de México para la construcción de sistemas de información. Comisión Nacional
para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Ciudad de México.
Miguel Ángel Martínez Alfaro,
destacado pionero en la etnobotánica mexicana y latinoa-
mericana, miembro e impulsor de la Sociedad Botánica de
México desde 1965 y entregado colaborador con diversas
sociedades científicas, entre las que destacan: la Sociedad
de Historia y Filosofía de la Medicina, la International Socie-
ty of Ethnobiology (en la que formó parte de diversas mesas
directivas y fue delegado para América Latina), la Asocia-
ción Latinoamericana de Botánica, el Grupo Etnobotánico
Latinoamericano (gela, del cual era representante para
Norteamérica) y los Amigos del Natural History Museum de
Londres. Su colaboración con éstas y otras sociedades cien-
tíficas lo llevó a participar en la organización de congresos:
fue miembro del comité organizador permanente de las Re-
uniones latinoamericanas sobre religión popular, identidad
y etnociencia y a partir de mediados de los años 90 impar-
tió el curso intensivo de “Metodología etnobotánica cuali-
tativa” durante los congresos mexicanos de etnobiología.
Formó parte de comités y consejos editoriales de diversas
revistas científicas como: Acta Botanica Mexicana, Etnobio-
logía (de la Asociación Etnobiológica Mexicana, A.C.) y el
Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine; árbitro en re-
vistas como el Boletín de la Sociedad Mexicana de Botánica,
Polibotánica, Dimensión Antropológica, Geografía Agrícola
y Etnobiología y evaluador de proyectos del Conacyt.
Era un enamorado y un mecenas de la cultura y la cien-
cia; disfrutaba de la pintura, la música, el cine y el teatro, so-
bre todo lo experimental. Le interesaba la política y militó en
los partidos de la izquierda mexicana; también gustaba de
estudiar la bóveda celestial, tema sobre el que tenía un am-
plio conocimiento. Otra de sus pasiones, quizá la mayor, era
la enseñanza, ser maestro. Cuando se le consultaba sobre
algo, perdía la noción del tiempo, podía pasar horas y horas
compartiendo su saber con colegas, alumnos o público en
general. En el trabajo de campo, los estudiantes aprendían
de él tanto conceptos botánicos y ecológicos como historia
y geografía de nuestro país. Tenía gran capacidad para asi-
milar el saber científico y transmitirlo en un lenguaje sencillo
e inteligible para todos, en particular, para los campesinos.
5
6
Solía decir que tuvo suerte al encontrar entender, desde la perspectiva antropológi-
un trabajo en la Comisión Nacional para el ca, a los grupos humanos. Preocupado por
Estudio de las Dioscóreas (creada en 1959), la marcada diferenciación entre las clases
donde tuvo como maestros a los Drs. Efraím sociales de la India y bajo la dirección del
Hernández Xolocotzi, Arturo Gómez Pompa Dr. Ángel Palerm, eminente antropólogo,
y José Sarukhán. Fue el segundo su director desarrolló un ensayo sobre las “Castas de
de tesis, misma que tituló: “Ecología huma- la India”. Veintiún años después de haber
na del ejido Benito Juárez o Sebastopol (Tu- escrito ese ensayo viajó a la India y, gracias a
xtepec, Oaxaca)”, estudio pionero en Méxi- su memoria prodigiosa —que le permitía re-
co en el campo de la ecología humana y la cordar todo lo que había leído sobre ese país
etnobotánica, que le sirvió para graduarse en sus épocas de estudiante—, disfrutó de
de Biólogo en 1970. Con las heridas del la cultura india, a la vez que sufrió al com-
movimiento de 1968 aún latiendo, Miguel probar la prevalente existencia de las castas.
Ángel, congruente con sus ideas sociales, En 1976 ingresó como investigador en
se daba el tiempo para participar en mar- el ahora desaparecido Instituto Mexicano
chas de protesta por los diversos atropellos para el Estudio de las Plantas Medicinales,
sufridos. sentando bases para la metodología en la
Hizo sus estudios de maestría en ciencias investigación de la etnobotánica médica en
en el Colegio de Postgraduados de Chapin- ese Instituto. Su carrera dentro de la Uni-
go y en el Colegio Superior de Agricultura versidad Nacional Autónoma de México
Tropical en Cárdenas, Tabasco. Bajo la di- (unam) como profesor e investigador inició
rección de su admirado maestro Dr. Efraím ese mismo año, cuando en la Facultad de
Hernández Xolocotzi, desarrolló el trabajo: Ciencias impartió por primera vez la cáte-
“Ecología humana: revisión del campo y dra de Etnobotánica y la Biología de Campo
programación del curso”, con el que alcan- “Uso y conocimiento diferenciado en una
zó el grado en 1971 y que constituye los región cálido-húmeda de la Sierra Norte
cimientos del curso de Etnobotánica en el de Puebla”, dejando profunda huella en el
Colegio de Postgraduados. La estancia en grupo de estudiantes que tuvieron la suer-
Tabasco significó un cambio radical en la te de tenerlo como maestro. Algunos son
vida de Miguel Ángel puesto que se infectó ahora investigadores dedicados a diferentes
de Leishmania y perdió la capacidad audi- aspectos de la etnobotánica y la botánica,
tiva en un oído. Eso no aminoró su interés como: Arturo Argueta, Cristina Mapes,
por seguir estudiando la tierra y la gente de Daniel Zizumbo, Guadalupe Miranda, José
su país, particularmente de las zonas cáli- Arellano, Juan Manuel Rodríguez, Lourdes
do-húmedas. Villers, Martha Méndez, Patricia Colunga y
En 1972-1973 cursó la maestría en antro- Sergio Zamudio.
pología social en la Universidad Iberoame- En 1978 ingresó al Instituto de Biología de la
ricana, pues sabía que para su práctica unam y llegó a ser director del Jardín Botánico
profesional como etnobotánico tenía que del mismo instituto de 1987 a 1990. La multi-
7
Son innumerables los cursos formales que apoyar los proyectos productivos y de salud
impartió en diferentes universidades del país: de los indígenas y campesinos de México y
además de la unam, estuvo en la uam-Izta- Latinoamérica. Gran formador de etnobo-
palapa, la Escuela Nacional de Antropología tánicos, tenía la preocupación constante de
e Historia, la Escuela de Antropología de la compartir sus conocimientos con los jóve-
uaem, la enep-Zaragoza, la Facultad de Cien- nes estudiantes. En su incesante interés por
cias Químicas y Biológicas de la Universidad sumar perspectivas profesionales a su que-
Autónoma de Guerrero, la Escuela de Cien- hacer, estableció canales de comunicación
cias Químicas de la Universidad Autónoma y trabajo con médicos, historiadores, antro-
Benito Juárez de Oaxaca y las Escuelas de pólogos, ingenieros agrónomos, botánicos,
Agronomía y Biología de la Universidad de zoólogos, ecólogos, taxónomos y geógra-
Guadalajara, además de cursos de Etnobo- fos. Su personalidad abierta y generosa, su
tánica en el Jardín Botánico de Córdoba en saber enciclopédico y gran sentido del hu-
España. mor dejan huella en quienes lo tratamos y
En 2006, le fue otorgado un reconoci- conocimos.
miento por su labor etnobotánica y cons- Se dedica esta contribución a la memo-
tancia en el IX Congreso Latinoamericano ria de Miguel Ángel Martínez Alfaro (1942-
de Botánica (República Dominicana). Des- 2007), quien consideró y enalteció a los
de 2007 se le han hecho reconocimientos pueblos indígenas por su conocimiento y
póstumos, uno de ellos en el IV Congreso sabiduría.
de la Asociación Colombiana de Botánica, Querido y admirado Migue, sé que es-
país que amó y con cuya población se iden- tás en alguna parte de la bóveda celestial,
tificó. En el mismo año, en México, en el ahí te busco cuando necesito sabio consejo,
VI Congreso de la Asociación Etnobiológi- siempre estás presente en quienes te admi-
ca Mexicana, el pueblo mixe, de Oaxaca, le ramos y extrañamos.
hizo una ofrenda; los colegas etnobiólogos
le dedicaron un papalote creado por el pin- Martha Gual Díaz
tor oaxaqueño Francisco Toledo (a quien julio de 2018
admiraba y era su amigo), y se instauró el
“Premio Miguel Ángel Martínez Alfaro” a
la mejor tesis de licenciatura que concurse
sobre temas etnobiológicos.
Tenía un enorme respeto y admiración
por los saberes de los pueblos indígenas
y campesinos del país, de América Latina
y del mundo, muchos de los cuales cono-
ció de cerca y disfrutó. No sólo reconoció
y estudió la sabiduría popular, aprendiendo Fuentes: Aguilar, C.A., 2007; Corona, M.E, 2007;
de ella, sino que siempre buscó colaborar y Colunga, G.-M. P. et al., 2007.
PRÓLOGO Su gran diversidad biológica y cultural, así como su larga
historia de poblamiento y desarrollo civilizador hacen de
Javier Caballero México una de las regiones del mundo donde las interac-
ciones de los humanos con las plantas y los animales han
alcanzado gran complejidad. Esto ha resultado en una vas-
ta herencia etnobiológica, la cual incluye, en el caso de las
plantas, el conocimiento, uso y manejo de unas 7,409 es-
pecies de plantas, que comprenden 5,517 especies nativas,
es decir, más de un cuarto de la flora conocida de México,
así como el uso de alrededor de 1,006 especies exóticas,
tanto cultivadas como arvenses y silvestres, las cuales han
sido introducidas a México desde la época prehispánica y
colonial, desde otras regiones del continente americano y
del Viejo Mundo.
Estas plantas han sido utilizadas por la población mesti-
za, así como por la población indígena, perteneciente a los
68 grupos étnicos que habitan en México, para satisfacer
necesidades alimentarias, de salud, de vivienda y otras, de
las unidades familiares no sólo en las poblaciones rurales,
sino también en las ciudades. Los usos de estas plantas son
muy diversos y un subconjunto significativo de ellas tiene
más de un uso. En mayor proporción, estas plantas se uti-
lizan para el autoconsumo, aunque un importante número
de ellas constituyen recursos forestales no maderables, pues
las plantas o sus partes y productos se venden en mercados
locales y regionales e inclusive en mercados internaciona-
les, lo cual aporta un ingreso monetario para la economía
doméstica.
En esta obra se reconoce que el aprovechamiento de re-
cursos forestales no maderables puede contribuir de una
manera efectiva no sólo a mejorar los niveles de vida de las
poblaciones rurales, sino también a conservar la biodiversi-
dad mediante su aprovechamiento sostenible. Se reconoce
también que la investigación etnobiológica es un instru-
mento de primera importancia para los dos fines menciona-
dos. La identificación de recursos forestales no maderables y
el desarrollo de estrategias para su manejo sostenible debe
basarse en la recopilación, sistematización y estudio de la
información sobre los usos y el manejo tradicional de plan-
9
PRÓLOGO 11
PRÓLOGO 9
Javier Caballero
EL CONOCIMIENTO TRADICIONAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS
DE MÉXICO Y SU SISTEMATIZACIÓN 17
Martha Gual Díaz
Generalidades 17
Propuesta 21
Casos de estudio 22
Productos forestales no leñosos 22
La abeja beichi y la apicultura 24
Usos y valores de los vertebrados terrestres 27
Sistemas de información etnobiológicos y manejo de información 29
Propuesta de la taxonomía de los usos y manejo de los recursos
biológicos para la sistematización de información etnobiológica en bases de datos 32
Bases de datos con información etnobiológica 36
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 39
Martha Gual Díaz
Hábitat 39
Vegetación 42
Integración de información de hábitat y vegetación de los taxones en una base de datos 47
Literatura citada 50
Componentes de las comunidades vegetales en México 52
Fenología 53
Formas biológicas 54
Formas de vida (Raunkiaer, 1934) 54
Formas de crecimiento 56
Tipo de vida 57
Hábito 57
Polinización 61
Dispersión de frutos y semillas 67
Integración de información de los componentes
de las comunidades vegetales en una base de datos 76
Literatura citada 78
Zonas ecológicas terrestres de México 82
Integración de información de las zonas ecológicas terrestres en una base de datos 85
Literatura citada 86
Categorías de riesgo de las especies en México 86
NOM-059-SEMARNAT-2010 87
UICN 89
CITES 90
Integración de información de las categorías de riesgo en una base de datos 90
Literatura citada 94
Biogeografía 94
Distribución de las especies 94
Fitogeografía 96
Zoogeografía 98
Áreas de endemismo 99
Especies introducidas 104
Migración 105
Integración de información biogeográfica de los taxones en una base de datos 108
Literatura citada 111
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 115
Manejo y aprovechamiento 115
Martha Gual Díaz y Alejandro Rendón Correa
Estatus cultural 118
Formas o prácticas de manejo 120
Tipos de manejo de vida silvestre 123
Tipos de aprovechamiento de vida silvestre 125
Procedencia y destino de consumo 127
Comercio 130
Conclusiones 136
Época de uso de los recursos biológicos 137
Integración de información de manejo y aprovechamiento
de los recursos biológicos en una base de datos 142
Literatura citada 143
Propiedades y características de los recursos maderables 147
Martha Gual Díaz y Lorena Alamilla Fonseca
Características de la corteza 148
Características de la madera 149
Propiedades mecánicas de la madera 152
Nombre comercial 153
Integración de información sobre propiedades y características
de los recursos maderables en una base de datos 154
Literatura citada 156
Propiedades químicas, clínicas y culturales de los recursos biológicos 157
Martha Gual Díaz y Alejandro Rendón Correa
Propiedades bromatológicas 158
Propiedades fitoquímicas 159
Propiedades farmacológicas 160
Propiedades clínicas 161
Propiedades tóxicas 163
Propiedades cosmogónicas 166
Integración de información de las propiedades químicas, clínicas
y cosmogónicas de los recursos biológicos en una base de datos 169
Literatura citada 171
Agroecosistemas tradicionales de México 173
Martha Gual Díaz
Sistemas agroforestales 176
Integración de información de los recursos biológicos y su función
en los agrecosistemas en una base de datos 185
Literatura citada 186
Funciones y servicios ambientales de los ecosistemas 188
Martha Gual Díaz
La estructura del ecosistema 191
Las funciones ambientales 191
Servicios ambientales 193
Planta multipropósito 196
Integración de información de los servicios ambientales
que proporcionan los recursos biológicos en una base de datos 199
Literatura citada 200
Uso de los recursos biológicos de México 203
Martha Gual Díaz, Alejandro Rendón Correa y Lorena Alamilla Fonseca
Recursos alimentarios 203
Integración de información sobreel uso alimenticio
de los recursosbiológicos en una base de datos 211
Literatura citada 213
Recursos artesanales 214
Integración de información sobre el uso artesanal
de los recursos biológicos en una base de datos 226
Literatura citada 227
Recursos ceremoniales y rituales 230
Integración de información sobre el uso ceremonial o ritual
de los recursos biológicos en una base de datos 237
Literatura citada 239
Recursos combustibles 243
Integración de información sobre el uso combustible
de los recursos biológicos en una base de datos 251
Literatura citada 252
Recursos para elaboración de instrumentos y construcción de viviendas 254
Integración de información sobre el uso de los recursos biológicos para la
elaboración de instrumentos y construcción de viviendas en una base de datos 263
Literatura citada 266
Recursos medicinales 269
Integración de información sobre el uso medicinal
de los recursos biológicos en una base de datos 288
Literatura citada 297
Acerca de los nombres comunes de los recursos biológicos 300
Martha Gual Díaz
Fuentes de información y nominación 303
Problemática en su transcripción 308
Forma de escribirlos 309
Importancia de la región 310
Nombres comunes de especies introducidas 310
Integración de los nombres comunes de los recursos biológicos en una base de datos 311
Literatura citada 312
ANEXOS
Anexo I. Consideraciones generales para el manejo de la clasificación en Biótica 317
Anexo II. Nomenclatura para la integración de información de los recursos medicinales 327
Anexo III. Glosario (términos populares de enfermedades y padecimientos) 333
Anexo IV. Sinonimia popular (enfermedades y padecimientos) 369
EL CONOCIMIENTO Generalidades
Martha Gual Díaz
TRADICIONAL DE LOS
RECURSOS BIOLÓGICOS La cultura es uno de los rasgos distintivos de la humanidad;
se da a partir de un proceso de aprendizaje y acumulación
DE MÉXICO Y SU de conocimientos, que se transmite de generación a gene-
17
18 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Atardecer en un matorral
xerófilo en El Pedregoso
dentro del Área de Protección
de Flora y Fauna Valle de los
Cirios, Baja California.
Foto: David Rodríguez/Conabio
EL CONOCIMIENTO TRADICIONAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS DE MÉXICO Y SU SISTEMATIZACIÓN 19
no, incremento de los recursos alimenticios, y Parra, 2007). El segundo es que México
control biológico y secuestro de dióxido de ocupa, en el continente americano, el primer
carbono, entre otros. Aparte de los ejemplos lugar en cuanto al número de indígenas y el
mencionados, reflejo del reconocimiento de cuarto en cuanto al número de etnias; de és-
los valores de uso y de cambio de la biodi- tas, un poco más de dos tercios habitan en
versidad, creemos que cada especie tiene, zonas rurales ubicadas por debajo del para-
además, un valor intrínseco, independiente lelo 27º, área del país que, en términos gene-
de su valor utilitario actual o potencial para rales, concentra una gran diversidad vegetal
la humanidad. Este es otro móvil de nuestro terrestre, distribuida en un variado mosaico
interés por perpetuar su existencia en Méxi- ambiental y que es reconocida como parte de
co, y de nuestra convicción de que el futuro la “faja génica” o “zona de megadiversidad”
de la sociedad humana se habrá de construir y como un centro mundial de domesticación.
sobre la base del respeto a todas las formas El tercero es que precisamente dentro de
de vida con las que compartimos el planeta este ambiente de megadiversidad (se calcula
(Conabio, 2000). que México es el segundo país en número
En la actualidad esta relación persiste y se de especies de plantas vasculares, ca. 23 000,
puede constatar en varios aspectos. El prime- de acuerdo con Villaseñor, 2016), existe un
ro es que actualmente sobreviven en México gran número de especies que son utilizadas
aproximadamente 60 grupos étnicos, que de alguna forma. Al momento se tiene un
son reconocidos principalmente por sus di- registro de aproximadamente 7 000 especies
ferentes lenguas (cerca de 291, según Casas de plantas con algún tipo de uso (Casas y Pa-
Cascadas de Micos en la
Huasteca Potosina, rodeadas
de bosque tropical caducifolio,
Ciudad Valles, San Luis Potosí.
Foto: Alejandro Harlow Godoy/
Conabio
20 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
rra, 2007), y de éstas, 3 300 tienen específi- ble para dichos propósitos. La investigación
camente uso medicinal. Esta situación refleja científica y técnica sobre la biodiversidad
no sólo una alta potencialidad en la diversifi- deberá contar con las capacidades huma-
cación del uso de los recursos, sino además, nas, institucionales y de presupuesto nece-
un alto riesgo latente de incrementar el nivel sario para su desarrollo, por lo que habrá de
de impacto en el hábitat y su diversidad bio- aumentar sustancialmente los aportes que
lógica (Pérez, 2001). En México, el acelerado la sociedad mexicana destina a este asun-
ritmo de deterioro y destrucción de los recur- to. La información sobre la biodiversidad de
sos naturales es prueba irrefutable de que los México deberá ser accesible para todos los
patrones vigentes de producción y consumo usuarios y administradores de estos recur-
dañarán considerablemente toda esta rique- sos, de cualquier sector de la sociedad. Sólo
za, y, de no revertirse las actuales tendencias, así, la toma de decisiones y las acciones que
el daño será tal que México se convertirá en se deriven sobre el aprovechamiento, ma-
una de las naciones con mayor pérdida de nejo, protección y conservación de la diver-
biodiversidad en el mundo (Conabio, 2000). sidad biológica estarán fundamentadas en
La búsqueda de nuevos conocimientos y el conocimiento (Conabio, 2000).
el manejo de la información deberán enfo- La educación ambiental sobre la bio-
carse, en el corto y mediano plazos, prin- diversidad, y la difusión de ésta, deberán
cipalmente en los aspectos de protección, estar enfocadas en crear o revitalizar en la
manejo y uso de la biodiversidad; en utilizar cultura de los mexicanos el reconocimiento
la información existente y hacerla disponi- de los valores y de la importancia de nues-
Invierno en la Sierra
Tarahumara, Lago de Arareco.
Venta de artesanías por
mujeres rarámuris con su
vestimenta típica, Bocoyna,
Chihuahua. Foto: Ulrike Erika
Stein Holler/Conabio
22 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
ción, medicinales y artesanales, entre otros. fines de subsistencia como para comerciali-
De acuerdo con la Organización de las Nacio- zación (Adger et al., 1998). Entre estas es-
nes Unidas para la Agricultura y la Alimenta- pecies destacan varios miembros del género
ción (fao, 1999), los productos forestales no Quercus (Fagaceae). Este género presenta
leñosos se refieren a los “bienes de origen su centro de diversificación en México, ya
biológico diferentes de la madera, derivados que de las 450 especies estimadas a nivel
de bosques, terrenos arbolados y árboles si- mundial, entre 135 y 150 se encuentran en
tuados fuera de los bosques” y comprenden, nuestro país (86 se consideran endémicas)
específicamente, productos provenientes de (Nixon, 1998; Zavala et al., 1998). Los en-
raíces, tallos, corteza, hojas, agallas, flores y cinos representan uno de los componentes
frutos. Dicha definición excluye, en conse- florísticos notables en diversas comunidades
cuencia, el uso de madera, astillas, carbón templadas y tropicales del país. Como ar-
y leña, así como herramientas, utensilios bustos, forman parte de diversos matorrales
pequeños y figurillas elaborados de madera y, como árboles, conforman comunidades
(Luna-José et al., 2003). vegetales características de las zonas mon-
En México existe una gran variedad de tañosas de México. Los estudios que han
productos no leñosos provenientes de dife- abordado el uso de los encinos en México
rentes especies, los cuales representan una resaltan el maderable debido a sus propie-
fuente importante de materiales para di- dades físicas, mecánicas y anatómicas. Es-
versos grupos étnicos y mestizos, tanto con tos atributos hacen de la madera un recurso
adecuado para la elaboración de recipientes
e instrumentos de uso culinario, para pisos,
postes, durmientes, chapa, embarcaciones,
muebles, mangos para herramientas y par-
tes de instrumentos musicales, entre otros
(Reyes, 1995; de la Paz Pérez, 2000).
A nivel nacional, la madera de encino
ocupa el segundo lugar de aprovecha-
miento y los usos a los que se destina prin-
cipalmente son: celulosa (54%), escuadría
(30%), leña (7%) y carbón (6%) (de la Paz
Pérez et al., 2000). Si bien el uso made-
Venta de bellotas de encino
amarillo (Quercus germana,
rable y los derivados de los encinos son
especie endémica considerada ampliamente reconocidos, su utilidad no
como vulnerable por la uicn)
maderable o no leñosa, por el contrario,
por un niño de la comunidad
nahua, para uso diverso ha sido poco valorada, a pesar de que en
(trompos, decoración, etc.), diversas comunidades étnicas y mestizas
en el mercado de los domingos
en Cuetzalan, Puebla.
del país la obtención y elaboración de di-
Foto: Martha Gual Díaz versos productos medicinales o alimenti-
24 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
al igual que el monte. Al realizar los rezos y lo contrario, el apicultor puede enfermarse;
las ofrendas, el hombre es perdonado por en ese caso, la ceremonia se realiza para
Vista interior de un jobón
o colmena rústica de abeja tomar su miel (y por tocar a sus insectos). reparar el daño, para sanar. La segunda ce-
melipona, Campeche. Esto explica el extremo cuidado que se tenía remonia u hedz luumil cab es para mover
Foto: Christian Dreckmann/
Conabio
al extraer la miel (por ejemplo, si una abe- las colmenas (jobones) o cuando se añade
ja caía en la miel, se le limpiaba y secaba; una colmena (Redfield y Villa-Rojas, 1962).
Pobladores de Cuetzalan en la
si una abeja se ahogaba en la miel, se le Por ejemplo, para mover las colmenas sólo
práctica de la meliponicultura
, término que proviene de enterraba envuelta en una hoja); y también se debía hacer los sábados, pues ese día, al
“melipona”, nombre con el el hecho de no cosecharla toda. Por cada igual que los hombres, las abejas descansan
que se conoce a las abejas
nativas sin aguijón. Foto: Haydée
cosecha se debe ofrecer comida a los due- y se hallan todas en la colmena. Si un apia-
Morales/Conabio ños (u hanli cab) y agradecer la colecta; de rio se cambiaba de lugar, había que avisar al
“gran señor de las abejas” para que enviara
a los cuidadores o deidades menores a pro-
teger el apiario (Rosales y Rubio, 2010).
Los españoles trajeron consigo la especie
Apis mellifera, que se extendió en el país y
aún es la más conocida. A su llegada encon-
traron que los mayas cultivaban una especie
diferente que no tenía aguijón, originaria
de esa región, que producía cera de cali-
dad mayor que la europea. Para los nativos,
la miel era su forma de pago, es decir, su
moneda, pues le daban un alto valor por
sus usos medicinales. Algunos historiadores
reconocen que incluso crearon dioses para
honrar a estas abejas, a los que llamaron
Bakabs, siendo el más venerado Ah Mucen
Kab (Jerez, 2015).
La forma de tratarlas y de utilizar su miel,
en el marco de la concepción maya del uso
y cuidado de los recursos naturales, da a la
meliponicultura un sentido muy diferente
del que tiene la apicultura actual. La miel
de ambas es incluso de naturaleza distinta:
la miel nativa es muy caliente y apropiada
para personas debilitadas por enfermeda-
des o partos, y la de la abeja “extranjera” se
considera fría y peligrosa para parturientas
(Merril-Sands, 1984). Tec y Boccara (1980)
26 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
silvestre en lo general, como una industria permiso (36.2%); uso directo (87%) vs. uso
que puede proveer grandes ganancias, con- indirecto (13%); uso consuntivo (73.3%)
traponiéndose a prácticas tradicionales de vs. uso no consuntivo (26.7%); regulado
uso del suelo. Aquí también debemos incluir (34.5%) vs. sin regular (65.5%). Estos con-
las diversas formas de disfrute de los am- juntos no son mutuamente excluyentes, ya
bientes naturales con el propósito primario o que hay actividades en las que concurren a
secundario de observación directa o indirec- un tiempo condiciones aparentemente con-
ta de la fauna silvestre. De forma indirecta tradictorias (se realizan colectas científicas
—incluso sin percatarnos de ello, pero inelu- con y sin permiso de colecta, hay a la venta
diblemente—, estamos sacando ventaja de artesanía elaborada a partir de elementos
las funciones y procesos que de manera inin- de los vertebrados terrestres cuya captura
terrumpida se desarrollan en la naturaleza y es ilegal para algunas especies y legal para
que hacen posible la vida sobre el planeta. otras, por mencionar dos ejemplos). Las ac-
Hacemos uso de los servicios que brinda la tividades legales de uso de los vertebrados
fauna silvestre. La información genética de silvestres representan 35.6% contra 64.4%
las especies que son fuertemente usadas se de actividades ilícitas o ilegales.
conserva tan sólo por su valor económico. Por encima de las otras modalidades, es
Adicionalmente, parientes silvestres de estas en los aspectos culturales donde se refleja la
especies están siendo objeto de conserva- mayor diversidad de usos y actividades, y es
ción y estudio mediante activos programas también donde es más difícil cuantificar, en
internacionales. Hasta la más común de las
especies domésticas representa un paquete
único y singular de información genética y
muchas de estas especies son, de hecho,
de las más cotizadas (por los mercados tra-
dicionales). En el componente genético de
la biodiversidad radica otra serie de valores
(actuales y potenciales), usos e importancia
de la vida silvestre (Pérez Gil, 1998).
Si bien hay actividades de aprovecha-
miento o disfrute de los vertebrados te-
rrestres, cuya realización está permitida por
Plumas de pavo de monte
las leyes nacionales, hay otras que, por el o pavo ocelado (Meleagris
contrario, están prohibidas explícita o tá- ocellata), especie endémica
de la Península de Yucatán,
citamente. La diferenciación entre las acti-
considerada casi amenazada
vidades lícitas de las ilegales se refiere a la (uicn, 2010). Se emplean
condición de legalidad o ilegalidad y es po- para decoración o artesanías,
Nuevo Becal, Calakmul,
sible agruparlas de la siguiente manera: con Campeche.
permiso (63.8% de las actividades) vs. sin Foto: Dídac Santos Fita
EL CONOCIMIENTO TRADICIONAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS DE MÉXICO Y SU SISTEMATIZACIÓN 29
datos de temas parciales, regionales o que existente de las especies arbóreas de Méxi-
tratan sólo ciertos grupos (véase Bases de co. Para la optimización del tiempo de este
datos con información etnobiológica). proyecto, se ha desarrollado lo siguiente:
La meta de este nuevo plan estratégico es
contar con el primer sistema de información • Conformación de tesauros. Lista de tér-
sobre el conocimiento taxonómico-biogeo- minos o contenidos que se emplearán
gráfico-cultural de las especies mexicanas en la búsqueda de la información, cla-
de las plantas vasculares y los vertebrados sificados en tres categorías: jerárquicos,
terrestres. Con base en la experiencia del de equivalencia y asociativos. La informa-
proyecto del bosque mesófilo (si-bmm), que ción sería la siguiente:
es básicamente sistematizar información, ◦ Nombres taxonómicos (válidos y sinó-
se construirá este sistema de información nimos)
etnobiológico. El anterior proyecto dejó, ◦ Tipos de usos jerarquizados, con si-
como avance, esbozos sobre una propuesta nónimos (sistema de clasificación de
de una taxonomía de los tipos de usos en usos)
el bmm (actualmente renovada y concluida ◦ Enfermedades o padecimientos
para su perfecta función en este proyecto). ◦ Nombres comunes
Este proyecto inició en julio de 2014, será • Pruebas de indexación, marcado y cla-
de largo plazo y desarrollado en etapas. Ac- sificación de la información de las refe-
tualmente se encuentra en la fase I, que rencias que se tenga en formato digital
corresponde al conocimiento etnobiológico (actualmente más de 13,000 publicacio-
nes). Para reducir los tiempos de revisión,
detección y extracción de información
sobre especie/uso/nombre común de las
publicaciones es importante considerar la
utilización de herramientas informáticas
(software) que permitan, como primera
aproximación, la detección y marcaje de
la información, para su posterior incor-
poración en la base de datos taxonómi-
ca-biogeográfica-cultural.
• Búsqueda de literatura y construcción de
la biblioteca. Para las publicaciones dispo-
nibles en Internet se utilizan buscadores
como Yahoo, Google, etc. Sin embargo,
Equipo de trabajo en la se realiza otro tipo de búsquedas con los
integración de información principales buscadores de libros, artículos
etnobiológica en el sistema
de información, Conabio.
científicos, bibliotecas y librerías (p. ej.
Foto: Martha Gual Díaz Scirus: <http://www.scirus.com/>, Sco-
32 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
los diferentes términos que designan un tas cultivadas, etc.). En tales códigos se en-
mismo concepto (sinónimos). El resulta- cuentran las disposiciones y reglas para la
do de este proceso es el establecimiento correcta formación de los nombres, su orto-
de la relación de equivalencia entre todos grafía y su uso en la literatura.
los términos de la taxonomía. En resumen, cualquier taxonomía está ci-
• Establecimiento de la estructura de or- mentada en dos elementos principales: uno
ganización de los términos o categorías es su clasificación (agrupación con proximi-
(clasificación). El esquema de organiza- dad funcional y relaciones causales entre sus
ción incluye el(los) criterio(s) utilizado(s) componentes), y el segundo es la represen-
para dividir y agrupar las categorías. Los tación semántica, la cual provee un vocabu-
criterios son ilimitados y su idoneidad de- lario para describir la información, esto es,
pende del objeto que deba representarse un significado cuidadosamente considera-
en la clasificación. El modelo estructural do, ofreciendo la relación entre los vocablos.
define el tipo de relación que se estable- La taxonomía de los usos y del manejo de
ce entre las agrupaciones de categorías los recursos biológicos para sistematizar in-
derivadas del esquema de organización; formación etnobiológica en bases de datos,
supone la identificación inicial de un nú- desarrollada por la Conabio, tiene, homólo-
mero limitado de categorías superiores y gamente a lo anteriormente expuesto, dos
la agrupación del resto de categorías en componentes:
niveles sucesivos de subordinación, hasta
alcanzar los niveles de categorías más es- 1. Sistema de clasificación (componentes
pecíficas (estructural jerárquico). basales de la clasificación)
◦ Ambiente (donde se incluye: comu-
La intención de clasificar debe obedecer nidades vegetales, hábitat, tipo de ve-
a propósitos muy concretos, como la de- getación, zona ecológica y categorías
marcación de fronteras muy claras y preci- de riesgo)
sas, basadas en criterios objetivos. De igual ◦ Agroecosistema (incluye todos los
manera, se debe buscar que las divisiones sistemas reconocidos para México)
o categorías sean lo más naturales posible. ◦ Biogeografía (incluye afinidades fito
Respecto a la objetividad de la clasificación, y zoogeográficas, áreas de endemis-
se debe excluir ambigüedades, debe ser mo, distribución, migración y origen)
incluyente y seguir un sistema jerárquico, ◦ Manejo y aprovechamiento (incluye
consistente y abierto (Valdez y Luna, 2012). comercio, destino de consumo, época
Traducido en términos biológicos, la ta- de uso, estatus cultural, forma de ma-
xonomía es la ciencia de los taxones e inclu- nejo, procedencia del recurso, tipo de
ye sus reglas, nomenclatura, la cual asigna aprovechamiento y tipo de manejo)
nombres y categorías a la clasificación, y es ◦ Propiedades o características quí-
regida por los Códigos Internacionales de micas, clínicas y cosmogónicas (in-
Nomenclatura (botánica, zoológica, plan- cluye bromatológicas, clínicas, cosmo-
34 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Literatura citada
Adger, W.N., K. Brown, R. Cervigni y D. Moran. 1998. Díaz y A. Rendón-Correa (comps.). Bosques mesófi-
Total economic value of forests in Mexico. Ambio los de montaña de México: diversidad, ecología y
24:286-296. manejo. Comisión Nacional para el Conocimiento y
Ayala, R. 1999. La cacería en Yaxcabá, Yucatán. En: Uso de la Biodiversidad, México, pp. 69-108.
Hernández-X., E., E. Bello y S. Levy (eds.). La milpa Gual-Díaz, M. y A. Rendón-Correa (comps.). 2014. Bos-
en Yucatán. Colegio de Posgraduados, Montecillos, ques mesófilos de montaña de México: diversidad,
México, pp. 271-285. ecología y manejo. Comisión Nacional para el Cono-
Becerra, R. 1996. Estudio de caso: la apicultura en Mé- cimiento y Uso de la Biodiversidad, México.
xico. Capítulo 4. Uso de la biodiversidad. En: La di- Jerez Morales, C.M. 2015. Principios y técnicas de in-
versidad biológica de México: Estudio de País 1998. vestigación. ¿Cuáles son los beneficios de la abeja
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la melipona y qué productos se obtiene de la abeja
Biodiversidad, México. melipona a nivel regional, nacional e internacional?
Camacho Valdez, V. y A. Ruiz Luna. 2012. Marco con- Facultad de Contaduría y Administración, Universi-
ceptual y clasificación de los servicios ecosistémicos. dad Nacional Autónoma de México, México.
Bio Ciencias 1(4):3-15. Jones, M.B., M.P. Schildhauer, O.J. Reichman y S.
Canhos, V.P, S. Souza, R. Giovanni y D.A.L. Canhos. 2004. Bowers. 2006. The new bioinformatics: integrating
Global biodiversity informatics: setting the scene for a ecological data from the gene to the biosphere.
“new world” of ecological modeling. Biodiversity In- Annu. Rev. Ecol. Evol. Syst. 37:519-544.
formatics 1:1-13. Luna-José, A. de L., L. Montalvo-Espinosa y B. Rendón-
Casas, A. y F. Parra. 2007. Agrobiodiversidad, parientes Aguilar. 2003. Los usos no leñosos de los encinos de
silvestres y cultura. LEISA 23(2):5-8. México. Boletín de la Sociedad Botánica de México
Conabio. 2000. Estrategia nacional sobre biodiversi- 72:107-117.
dad de México. Comisión Nacional para el Conoci- Merrill-Sands, D. 1984. The mixed subsistence comer-
miento y Uso de la Biodiversidad, México. cial production system in the peasant economy of
Davenport, T.H. y L. Prusak. 1998. Working knowle- Yucatán México: an anthropological study in com-
dge: How organizations manage what they know. mercial beekeeping. Tesis de doctorado, Faculty of
Harvard Business School Press. Boston. The Graduate School, Cornell University.
de la Cruz M. y J. Badiano. 1991. Libellus de Medicina- Nixon, K.C. 1998. El género Quercus en México. En:
libus Indorum Herbis. Fondo de Cultura Económica T.P. Ramamoorthy, R. Bye, A. Lot y J. Fa (eds.). Bio-
e Instituto Mexicano del Seguro Social, México. diversidad biológica de México: orígenes y distri-
de la Paz Pérez Olvera, C. 2000. Relación estructura bución. Instituto de Biología, Universidad Nacional
propiedades fisico-mecánicas de la madera de algu- Autónoma de México, México, pp. 435-448.
nas especies de encinos (Quercus) mexicanos. Tesis Pérez, H.M.A. 2001. En: Rendón-Aguilar, B., S. Rebo-
de doctorado, Facultad de Ciencias, Universidad Na- llar Domínguez, J. Caballero y M.A. Martínez-Alfaro
cional Autónoma de México, México. (eds.). Plantas, cultura y sociedad. Estudios sobre la
de la Paz Pérez Olvera, C., R. Dávalos Sotelo y E. Gue- relación entre seres humanos y plantas en los albo-
rrero Cuacuil. 2000. Aprovechamiento de la madera res del siglo xxi. Universidad Autónoma Metropoli-
de encino en México. Madera y Bosques 6(1):3-13. tana, Unidad Iztapalapa-Secretaría del Medio Am-
Escalante, T., J. Llorente-Bousquets, D. Espinosa y J. biente, Recursos Naturales y Pesca, México.
Soberón. 2000. Bases de datos y sistemas de infor- Pérez Gil, S.R. 1998. Una contribución de los usos, va-
mación: aplicaciones en biogeografía. Rev. Acad. lores y tipos de importancia que representan los ver-
Colomb. Cienc. 24(92):325-341. tebrados terrestres de México. En: H. Benítez Díaz,
fao. 1999. Hacia una definición uniforme de los pro- E. Vega López, A. Peña Jiménez y S. Ávila Foucat
ductos forestales no madereros. Unasylva 50:63-66. (eds.). Aspectos económicos de la biodiversidad de
González Acereto, J.A. y J.J. Quezada-Euán. 2010. México. Conabio-Semarnap, México, pp. 89-110.
Producción tradicional de miel: abejas nativas sin Quezada-Euán, J.J. 2005. Biología y uso de las abejas
aguijón (trigonas y meliponas). En: R. Durán García sin aguijón de la Península de Yucatán, México (Hy-
y M.E. Méndez González (eds.). Biodiversidad y de- menoptera: Meliponini). Tratados 16, Ediciones de
sarrollo humano en Yucatán, pp. 382-384. la Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida.
Gual-Díaz, M. 2014. Sistema de Información del Bos- Redfield, R. y A. Villa-Rojas. 1962. Chan Kom: a Maya
que Mesófilo de Montaña en México: recopilación y Village. University of Chicago Press. Chicago.
sistematización de datos e información. En: M. Gual- Reyes, J.I. 1995. Los bosques de encino en México: ri-
36 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
queza que se convierte en carbón. Contactos 8:28-35. Base de datos etnobotánicos de plantas de México
Rosales, G.M. y A. Rubio H. 2010. Apicultura y organi- (Badeplam). Disponible en <http://unibio.unam.mx/
zaciones de apicultores entre los mayas de Yucatán. html/proyectos/badeplam.htm>.
En: Estudios de Cultura Maya vol. XXXV. Universidad Comisión Permanente de la Farmacopea Mexicana
Nacional Autónoma de México, Instituto de Investi- de los Estados Unidos Mexicanos. Disponible en
gaciones Filosóficas, México, pp. 163-186. <http://www.farmacopea.org.mx/>.
Tec, P.J. y M. Bocara. 1980. Abejas y hombres de la Convenio sobre la Diversidad Biológica (cdb). Disponi-
tierra maya. Boletín de la Escuela de Ciencias Antro- ble en <http://www.cbd.int/traditional/>.
pológicas de la Universidad de Yucatán 7(42):2-24. Instituto Mexicano de Medicinas Tradicionales Tlahui-
Villaseñor, J.L. 2016. Checklist of the native vascular lli A.C. Disponible en <http://www.tlahuilli.org.mx/
plants of Mexico. Rev. Mex. Biodivers. 87(3):559- articulos.html>.
902. Instituto Nacional de Estadística y Geografía-Catálogo
Zavala C.F., E. Estrada M. y V. Arriola P. 1999. Los en- de Especies y Productos Agropecuarios, Forestales
cinos del herbario de la Universidad Autónoma de y Pesqueros (Cepafop). Disponible en <http://www.
Chapingo. Universidad Autónoma de Chapingo, inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/aspectosme-
México. todologicos/clasificadoresycatalogos/catalogo_es-
pecies.aspx>.
Maya Ethnobotany themes. Disponible en <http://
Bases de datos con información www.maya-ethnobotany.org/>.
Maya Ethnozoology themes. Disponible en <http://
etnobiológica www.maya-ethnozoology.org/>.
Atlas digital de la medicina tradicional mexicana. Dis- Red de Etnoecología y patrimonio biocultural de Mé-
ponible en <http://www.medicinatradicionalmexica- xico. Disponible en <http://etnoecologia.uv.mx/
na.unam.mx/>. Red_quees.html>.
EL CONOCIMIENTO TRADICIONAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS DE MÉXICO Y SU SISTEMATIZACIÓN 37
Conceptos básicos
39
40 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
1988); por esto, para entender cómo la va- primavera forma parvadas de cuatro o cinco
riación de un recurso afecta a la población individuos, pero durante el invierno, éstas
de cualquier organismo, es necesario exa- pueden alcanzar los 200 individuos. La or-
minar las relaciones entre la calidad del há- ganización de las parvadas está basada en
bitat y el proceso de alteración de la super- jerarquías que siguen un sistema social bien
vivencia y la reproducción de sus individuos. establecido: los machos y las hembras tie-
Por ejemplo, el estudio sobre la evalua- nen categorías separadas con ciertos niveles
ción del hábitat del guajolote (Meleagris dentro y entre las parvadas del mismo sexo.
gallopavo) en Estado Unidos, así como el co- Los guajolotes no son territoriales, pero lu-
nocimiento y la comprensión del hábitat de chan por establecer una posición jerárquica
crianza son necesarios para los manejadores y pueden compartir o sobreponer los ámbi-
de fauna, pues la calidad del hábitat puede tos hogareños (Kennamer, 2005). Son po-
afectar la supervivencia de las crías (Metzler y lígamos y el tamaño del harem está deter-
Speake, 1985). La densidad de la vegetación minado por el número de hembras que el
puede estar altamente correlacionada con la macho pueda reclutar (Wright, 1946).
densidad de invertebrados y la tasa de ali- El periodo de cortejo ocurre en primavera
Guajolote o pavo blanco
mentación de los pollos (Healy, 1985), lo cual (temporada de gorgoreo o de canto); duran- (Meleagris gallopavo). Forma
se traduce en mayor sobrevivencia. En otras te el mismo, los machos realizan despliegues parte del patrimonio ancestral
de México. Fotografía tomada
áreas, la alta densidad relativa de los pastos propios de la reproducción y son agresivos en Chiapas. Foto:
ha definido una preferencia de microhábi- ante sus congéneres del mismo sexo, cum- Ramón Mariaca Méndez
pliendo así dos funciones: la de definir la les, así como la unión de diferentes hembras
posición jerárquica entre los machos y la de con sus polluelos (generalmente más de diez
atraer el mayor número de hembras para crías por hembra).
formar su harem de apareamiento (Garza y En México existen dos subespecies del
Servín, 1993; Garza, 1994; 2005). Las hem- guajolote: en la Sierra Madre Oriental, el de-
bras construyen sus nidos y cuidan de las nominado guajolote de Río Grande (M. ga-
crías (Leopold, 1959). El nido es una simple llopavo intermedia) y en la Sierra Madre Oc-
oquedad en el suelo, abierta mediante la re- cidental, el llamado guajolote de Gould (M.
moción de material vegetal y la hojarasca, gallopavo mexicana) (Tapley et al., 2001).
además del efecto del peso de la hembra Recientemente se reportó que esta última
sobre dicha superficie. Las hembras tienen subespecie es la más divergente de todas
un instinto muy fuerte para permanecer en las existentes en Norteamérica; el análisis del
sus nidos, por lo que es muy improbable que adn así lo evidencia (Mock et al., 2001). Esta
deserten (Donohoe et al., 1968). Los machos característica subraya la importancia de con-
jóvenes alcanzan la edad reproductiva a los siderar la estructura genética de la población
dos años y en la temporada reproductiva se en los trasplantes de la especie a otras áreas
mantienen en pequeños grupos, aunque y el manejo de subespecies mezcladas; resul-
ocasionalmente un macho joven se mantie- ta relevante no sólo en términos biológicos,
ne cerca de un adulto (Leopold, 1959). Las sino desde el punto de vista de su manejo.
hembras alcanzan su edad reproductiva a los Se ha registrado que su hábitat prefe-
diez meses (Leopold, 1959; Eaton, 1992). rencial son bosques maduros con espacios
La nidificación y la crianza se presentan abiertos, aunque se ha visto que tienen gran
en verano y otoño, respectivamente. La adaptabilidad a otros hábitats, como cam-
hembra pone entre 10 y 12 huevos y los pos sobrepastoreados, sitios con actividad
incuba durante 26 a 28 días. Los nidos se humana y con uso agrícola; en bosques con
caracterizan por ubicarse en los estratos manejo forestal, se ha visto que prefieren
herbáceos abundantes, sotobosque arbusti- plantaciones de pinos (con más de 14 años
vo moderadamente denso y un dosel relati- de edad); de manera resumida, prefieren
vamente abierto, con una cobertura vege- bosques de coníferas, de latifoliadas (bos-
tal vertical adyacente densa (Cobb y Doerr, que de Quercus) o mezcla de ambos. En la
1989). Los pollos son nidífugos (precoces y sierra de Durango ocupan bosques mixtos
capaces de caminar desde que salen del cas- (Pinus-Quercus), con gran cantidad de pas-
carón) y permanecen con la madre el primer tos; se alimentan de hojas, flores y semillas
año (Williams et al., 1969; Leopold, 1977; de encinos (Quercus spp.) y de manzanitas
Treviño, 1980). En otoño inicia la formación (Arctostaphylos pungens), especies que lle-
de las grandes parvadas invernales, las cua- gan a formar pequeñas áreas de matorral;
les pueden ser mixtas o de un solo sexo; el también se alimentan de diversos artrópo-
gran número de individuos en algunas par- dos, y se ha documentado que en verano se
vadas obedece al reclutamiento de juveni- alimentan de gramíneas (como Muhlenber-
42 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
gia flaviseta) e insectos; en otoño, de semi- cales, bosques templados y páramos de al-
llas de pastos y frutos de diferentes especies tura. Asimismo, los ecosistemas que compo-
de plantas, como el fruto del cedro (Juni- nen un cierto paisaje pueden variar en su es-
perus deppeana), la manzanita y bellotas, y tructura, función y composición de especies.
también se alimentan de vegetación acuá- En el presente, la conservación de especies
tica de los alrededores de los estanques; enfrenta el reto de su sostenimiento, frente
como alimento alternativo, pueden llegar a una realidad caracterizada por la presión
a consumir avena (Avena sativa, cultivada antropogénica que se ejerce sobre los ecosis-
cerca de su hábitat natural). temas (Saunders et al., 1991, Bustamante y
Grez, 1995), lo cual amenaza con degradar,
disminuir e incluso desaparecer los rema-
Vegetación nentes de hábitats nativos aún disponibles
(Murcia, 1995). Por esto, para comprender
Considerando la definición de Forman y Go- y preservar los sistemas naturales y su biota,
dron (1986), un paisaje es “un área de tierra estos deben ser primeramente identificados
heterogénea compuesta por un grupo de y cuantificados (Villavicencio-Enríquez y Val-
ecosistemas que se repiten a todo lo largo dez-Hernández, 2003), aun con el problema
y ancho en formas similares”. Nuestro país adicional de no contar con los recursos sufi-
alberga casi todos los paisajes naturales del cientes para catalogar toda la biodiversidad
planeta, desde zonas desérticas hasta selvas de estos ecosistemas, que debería ser prote-
exuberantes, pasando por matorrales tropi- gida (Beever et al., 2006).
Figura 1. [termina]
50 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
de Picachos, N. L. Informe Técnico. Instituto de Eco- Miranda, F. y E. Hernández-X. 1963. Los tipos de ve-
logía, A.C.–Sedesol. Durango, México. getación de México y su clasificación. Bol. Soc. Bot.
Garza, A. 2005. Biología, ecología y alimentación del Méx. 28:29-179.
cócono silvestre en Durango (Aves: Meleagris gallo- Murcia, C. 1995. Edge effects in fragments: implica-
pavo). Tesis de maestría, Facultad de Ciencias, Uni- tions for conservation. Tree 10:58-62.
versidad Nacional Autónoma de México, México. Mock, K.E., T.C. Theimer, D.L. Greenberg y P. Keim.
Garza, A. y J. Servín. 1993. Estimación de la población 2001. Conservation of genetic diversity within and
y utilización del hábitat del cócono silvestre (Melea- among subspecies of wild turkey. En: W.F. Porter y
gris gallopavo, aves: phasianidae) en Durango, Mé- K.K. Fleming (eds.). Proceedings of the Eighth Na-
xico. Ecología Austral 3:15-23. tional Wild Turkey Symposium. National Wild Turkey
Gómez-Pompa, A. 1965. La vegetación de México. Federation, Augusta, pp. 35-42.
Bol. Soc. Bot. Méx. 29:76-120. Priego Martínez, K. 2002. Género y medio ambiente
González-Medrano, F. 2003. Las comunidades vegeta- en experiencias exitosas en la incorporación de la
les de México. Instituto Nacional de Ecología y Se- perspectiva de género. Instituto Nacional de las Mu-
cretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, jeres, México, pp. 133-174.
México. Rands, M.R. 1988. Habitat quality and gamebird po-
Gual-Díaz, M. y F. González-Medrano. 2014. Los bos- pulation ecology. En: P.J. Hudson y M.R.W. Rands
ques mesófilos de montaña en México. En: Gual- (eds.). Ecology and management of gamebirds. BSP
Díaz, M. y A. Rendón-Correa (comps.). Bosques me- Professional Books, Oxford, pp. 134-158.
sófilos de montaña de México: diversidad, ecología Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Limusa,
y manejo. Comisión Nacional para el Conocimiento México.
y Uso de la Biodiversidad, México, pp. 27-68. Rzedowski, J. 1965. Relaciones geográficas y posibles
Healy, W.M. 1985. Turkey poult feeding activity, inver- orígenes de la flora de México. Bol. Soc. Bot. Méx.
tebrate abundance, and vegetation structure. Jour- 29:121-177.
nal of Wildlife Management 49:466-472. Sarukhán, J., P. Koleff, J. Carabias, J. Soberón, R. Dir-
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). zo, J. Llorente-Bousquets, G. Halffter, R. González,
1993. Serie II de uso del suelo y vegetación a escala I. March, A. Mohar, S. Anta y J. de la Maza. 2009.
1:250 000, México. Capital natural de México. Síntesis: conocimiento
Kennamer, M.C. 2005. Gould’s wild turkey (Meleagris actual, evaluación y perspectivas de sustentabilidad.
gallopavo mexicana). National Wild Turkey Federa- Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la
tion. Edgefield, South Carolina Wildlife Bulletin No. 5. Biodiversidad, México.
Leopold, A.S. 1959. Wildlife of Mexico: the game birds Saunders, D.A., R.J. Hobbs y C.R. Margules. 1991. Bio-
and mammals. University of California Press, Berkeley. logical consequences of ecosystems fragmentation:
Leopold, A.S. 1977. Fauna silvestre de México. Imer- a review. Conserv. Biol. 5:18-32.
nar, México. Schmutz, J.A., C.E. Braund y W.F. Andelt. 1990. Brood
lgvs. 2000. Ley General de Vida Silvestre. Nueva Ley habitat use of rio Grande wild turkeys. The Prairie
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 3 Naturalist 22:177-184.
de julio de 2000. Texto vigente: última reforma pu- Tapley, J.L., R.K. Abernethy y J.E. Kennamer. 2001. Status
blicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de and distribution of the wild turkey in 1999. Proceedings
junio de 2011. Estados Unidos Mexicanos. Cámara of the National Wild Turkey Symposium 8:179-185.
de Diputados del H. Congreso de la Unión, México. Treviño, J.C. 1980. Fauna del Norte: guajolote silvestre
Low, G. 2003. Landscape scale conservation: A practi- (Meleagris gallopavo). Boletín Pastizales 11(2). relc-
tioner’s guide. The Nature Conservancy. Consultado ipn-sarh, México.
en agosto de 2007 en <http://fws-case-12.nmsu. Villavicencio-Enríquez, L. y J.I. Valdez-Hernández.
edu/case/santafe/documents/Landscape_Practicitio- 2003. Análisis de la estructura arbórea del sistema
ners_Handbook_July03_PR.pdf>. agroforestal rusticano de café en San Miguel, Vera-
Maas, J.M. y A. Martínez-Yrízar. 1990. Los ecosiste- cruz, México. Agrociencia 37:413-423.
mas: definición, origen e importancia del concepto. Williams, L.E., N.F. Eichholz, T.E. Peoples y R.W. Phil-
Ciencias (Núm. especial) 4:10-20. lips. 1969. A study of nesting turkeys in southern
Metzler, R. y D.W. Speake. 1985. Wild turkey pout Florida. Proceedings of the Annual Conference of
mortality rates and their relationship to brood habi- Southeastern Association of Game and Fish Com-
tat structure in northeast Alabama. Proceedings of missions 22:16-30.
the Fifth National Wild Turkey Syposium. The Wildli- Wright, S. 1946. Isolation by distance under diverse
fe Society. Des Moines. 5:103-111. systems of mating. Genetics 31:39-5.
52 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Izquierda Helecho
arborescente (Cyathea
bicrenata) del bosque mesófilo
de montaña, Santiago
Comaltepec, Oaxaca.
pa sobre el tronco de árboles, fijándose a Fastigiada. Planta con ramas y tallos erec-
ellos por raíces adventicias y llegando a tos y paralelos entre sí.
ser totalmente dependientes de la otra Postrada. Planta extendida sobre el suelo,
planta. Dentro de este grupo se encuen- sin la formación de raíces en los nudos.
tra un gran número de especies con for- Rastrera. Planta extendida sobre la super-
ma biológica de lianas o con forma de ficie del suelo, con la formación de raíces
crecimiento de enredadera (Anthurium, en los nudos.
Monstera o helechos como Polybotrya). Rizomatosa. Planta con rizoma (tallo que
Suculenta. Planta perenne, raramente anual, crece horizontal y subterráneo), tubércu-
con tallos u hojas, o ambas estructuras, lo o bulbo.
muy carnosas. Supina. Planta postrada con los extremos
Terófita. Planta anual. hacia arriba.
Trepadora. Planta que encarama, trepa y
Formas de crecimiento se sostiene por medio de zarcillos, pecío-
Es la forma de desarrollo de una planta, los, raíces adventicias u otros medios.
considerando la posición y el aspecto del Voluble. Planta que crece en forma espi-
tallo y las ramas. ralada alrededor de algún soporte.
Amacollada. Planta que forma macolla
(conjunto de vástagos nacidos de la base
de un mismo pie).
Cespitosa. Planta que forma una mata
aglomerada, como césped.
Colgante. Planta con tallos no erguidos y
que tienden a crecer hacia el suelo.
Columnar. Planta perenne carnosa con
tallos erectos.
Decumbente. Planta con tallos rastreros,
cuyo crecimiento es horizontal y paralelo
al suelo (sin enraizar en él). Tiene como
sinónimo, ‘postrado’.
Enredadera. Planta trepadora que se en-
reda y se extiende sobre un soporte cual-
quiera sin la ayuda de estructuras espe-
cializadas.
Erecta. Planta con tallo en posición ver-
tical.
Escandente. Planta que trepa y que se sos- Agave terrestre en Reserva
Ecológica del Pedregal de
tiene en diferentes soportes sin la ayuda San Ángel, Ciudad de México.
de estructuras especializadas. Foto: Miguel Ángel Sicilia Manzo
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 57
na haga uso de recursos comunes, logrando consume presas terrestres, por lo que es
coexistir y explotar los recursos del hábitat una especie semiacuática. Con respecto al
de manera eficiente (Tavizón, 1998). patrón de actividad alimenticia, come du-
Como aporte documental de los hábitos rante el día y, probablemente y en parte, al
alimenticios de las especies, damos el ejem- atardecer; pasa poco tiempo en asoleo, una
plo de una especie endémica de nuestro característica conductual de las tortugas
país: la tortuga dulceacuícola Kinosternon carnívoras, en comparación con las herbí-
herrerai, que habita corrientes perennes e voras, asociada a una diferente digestibili-
intermitentes y otros cuerpos de agua, des- dad relativa entre materia animal y vegetal.
de el nivel del mar hasta los 1200 msnm, Otras investigaciones realizadas con tortu-
en los estados de Tamaulipas, Veracruz, San gas dulceacuícolas han demostrado que los
Luis Potosí, Hidalgo y Puebla. En un estudio hábitos alimenticios varían en función de la
realizado en arroyos cercanos a la ciudad de presencia de otras especies de tortugas, la
Xalapa, Veracruz, se concluye que esta tor- calidad del hábitat y la disponibilidad de los
tuga tiene patrones alimenticios omnívoros, recursos alimentarios (Aguirre-León y Aqui-
tanto las hembras como los machos ingieren no-Cruz, 2004).
prácticamente lo mismo; en orden de im- Las siguientes categorías de patrón ali-
portancia, ingieren: crustáceos decápodos o menticio (arregladas con base en la espe-
acociles (Procambarus sp.), ranas adultas y cialización alimenticia y su evolución), se to-
sapos adultos (Eleutherodactylus sp., Rana maron de Arita (1998); se hicieron algunas
sp. y Rhinella marina), frutos de Ficus sp., modificaciones para incluir hábitos de toda
larvas de libélulas (odonatos) y larvas de la fauna silvestre. Momoto cejiazul (Eumomota
ranas y sapos; además, consumen carroña, superciliosa) especie omnívora
(se alimenta de insectos,
en particular del sapo marino (R. marina) Herbívoro. Existen dos clasificaciones pequeños reptiles y frutos).
(Aguirre-León y Aquino-Cruz, 2004). para este patrón: los ramoneadores, que Foto: Ramón Mariaca Méndez
da con el mismo, puesto que, para realizar Fosorial. Animales que despliegan sus há-
la ingesta, estos animales requieren veloci- bitos bajo tierra, dentro de madrigueras;
dad de vuelo y capacidad de sustentación en pueden salir a la superficie, pero poseen
el aire. Así, las especies insectívoras tienen una especialización dominante que les
alas estrechas y alargadas, lo cual les permite permite pasar casi toda su vida bajo tierra.
una mayor velocidad de vuelo y entonces, Semifosorial. Animales que despliegan
capturar a sus presas en espacios abiertos; sus hábitos tanto bajo la tierra como en
los murciélagos, por el contrario, con alas la superficie; cavan madrigueras que uti-
anchas y cortas, tienen un vuelo lento, pero lizan como refugio y, a veces, cavan para
mayor maniobrabilidad, lo que les permite obtener alimento.
revolotear sobre las flores en busca de néctar Troglodita. Animales que despliegan sus
o bien, ingerir frutos (Viveros, 2010). hábitos en cavernas o cuevas.
Las siguientes categorías de patrón loco- Volador. Animales que despliegan algu-
motor se tomaron de Arita (1998). Se les nos de sus hábitos volando.
hicieron algunas modificaciones para incluir
Zorrita gris o zorro gato
hábitos de toda la fauna silvestre. Patrones de actividad
de monte (Urocyon
La forma en que las especies distribuyen sus cinereoargenteus). Especie
Acuático. Animales que despliegan sus actividades en el tiempo permite establecer semiarborícola y único cánido
que regularmente trepa los
hábitos principalmente en ríos, arroyos y cómo utilizan las horas y cómo organizan árboles, ya sea para descansar,
cuerpos de agua. un patrón, es decir, qué hacen (actividades) escapar o buscar alimentos;
presenta patrones de actividad
Semiacuático. Animales que despliegan sus y cuándo lo hacen (tiempo). Por lo tanto,
diurna y nocturna. Es un
hábitos dentro y fuera del agua, es esen- los patrones de actividad de una especie animal solitario, activo de día
cial para ellos tener un nido en el cual pue- son respuestas adaptativas determinadas y de noche. Cañón del Sabino,
Santa María Tecomavaca,
dan secarse y conservar el calor corporal. por las características intrínsecas del animal, Oaxaca. Foto: Alan Axel
Arborícola. Animales que despliegan sus como: fisiología, tamaño corporal, compor- Sotomayor Betancourt
tamiento, sexo, locomoción, entre otros, y bilidad genética y, con ello, la diversidad ve-
por componentes extrínsecos, como la dis- getal (Viejo y Ornosa, 1997; Escobedo, 2007;
tribución y abundancia de los recursos. Por Martínez, 2007; Vergara et al., 2008).
ejemplo, los grandes mamíferos del neotró- La autogamia es la polinización directa o
pico tienen requerimientos energéticos ma- autopolinización. Ocurre cuando un grano
yores, forrajean durante todo el día; entre de polen llega al estigma de la propia flor o
ellos está el pecarí (Tayassu pecari y Pecari de diferente flor, pero del mismo individuo,
tajacu) y el venado temazate (Mazama te- entonces se autofecunda. Este sistema re-
mama), a diferencia del tapir centroameri- presenta un gasto energético menor, garan-
cano (Tapirus bairdii), cuya actividad es ex- tiza la polinización y asegura la producción
clusivamente nocturno crepuscular (Gómez, de semillas. Un ejemplo de autogamia ocu-
2009; Lira-Torres y Briones-Salas, 2012). rre en las flores de especies cleistógamas
Las siguientes categorías de patrones de (aquellas que no abren su corola), las cuales
actividad se tomaron de Lira-Torres y Brio- tienen estambres y pistilos pequeños, se re-
nes-Salas (2012). producen obligatoriamente por autopolini-
zación (por lo tanto, autofecundación) y sí
Crepuscular. Especies que realizan sus producen frutos y semillas; sin embargo, se
principales actividades al amanecer o al conocen otras que son autoincompatibles,
atardecer. es decir, no producen semillas después de
Diurno. Especies que realizan sus princi- la autogamia (de Escobar y Girón, 1982; Es-
pales actividades durante el día. cobedo, 2007).
Nocturno. Especies que realizan sus prin- La alogamia se refiere a la polinización
cipales actividades durante la noche. cruzada, es decir, el polen de una flor se de-
posita en el estigma de otra flor, de diferen-
Polinización te individuo, logrando así una fecundación
La polinización es un proceso biológico que con material genético diferente. Este sistema
permite el transporte del polen desde los ór- requiere un mayor gasto energético, ya que
ganos masculinos, donde se forma, hasta los las especies vegetales tienen que expresar
órganos femeninos, donde el óvulo es fecun- características específicas, como flores atrac-
dado y posteriormente se desarrolla la semi- tivas o no, olores atrayentes o producir re-
lla. Este proceso se conoce como reproduc- compensas alimenticias, como néctar, que
ción sexual de una planta. Debido a que las atraigan a los agentes polinizadores, para así
especies vegetales son inmóviles, requieren lograr el transporte de polen de un individuo
agentes para el transporte del polen. Estos a otro(s). Este cruzamiento de polen entre
pueden ser abióticos, como el agua o el vien- plantas otorga mayor variabilidad genética
to, o bióticos, como son diversos grupos de entre los descendientes y, con ello, una ma-
animales. Estas interacciones abióticas y bió- yor capacidad de adaptación a las condicio-
ticas, junto con los sistemas de apareamiento nes ambientales (de Escobar y Girón, 1982;
(autogamia y alogamia), mantienen la varia- Escobedo, 2007).
62 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
de polen conespecífico que puede depositar polinización por aves u ornitofílico; por otro
sobre el estigma, mientras que la calidad del lado, las flores de color amarillo o azul-mo-
agente se manifiesta en el grado de especifi- rado con labio ancho y tubos florales cortos
cidad respecto de una planta, es decir, cuán generalmente corresponden al síndrome de
exclusivo es como polinizador (Caballero et polinización por abejas o melitofílico (Espi-
al., 2012; Martínez y Mandujano, 2012). no et al., 2012).
La morfología floral es una característi- Los síndromes de polinización son una
ca relevante para las plantas que dependen relación entre las convergencias de carac-
de agentes bióticos como polinizadores; terísticas florales en diferentes especies (re-
por ello, muchas de las especies muestran lacionadas o no) y el tipo de polinizadores
patrones en las flores, además de señales que atraen. Estas características se interpre-
que sirven de atrayentes para gremios es- tan como adaptaciones evolutivas que per-
pecíficos de polinizadores, como el color miten una transferencia óptima de polen
de sus pétalos, guías de néctar, fragancias entre los individuos de una misma especie
o aromas, y, por supuesto, la morfología que asegura la fecundación; sin embargo,
floral en su conjunto. A este cúmulo de en algunos casos, la relación planta-animal
características florales relacionadas con la no es exclusiva, ya que se ha visto que exis-
atracción de uno o más grupos particula- ten sistemas de polinización generalistas en
res de polinizadores se le llama síndrome de los que las flores de muchas especies vege-
polinización. Como ejemplo, las flores rojas tales son visitadas por un grupo numeroso y
de corola tubular, larga y estrecha, y abun- taxonómicamente diverso de polinizadores
dante néctar corresponden al síndrome de (Gómez, 2002; Martínez, 2007).
Por ejemplo, las especies del género Aga- las abejas que visitan y polinizan las flores
ve (Agavaceae) tienen diversos grupos de de siete especies del género Ariocarpus son
polinizadores dependiendo de la zona geo- de tamaño mediano y grande, entre ellas,
gráfica en la que se encuentren: en los de- especies de los géneros Diadasia, Agapos-
siertos del norte de México especies como A. temon, Megachilidae, Augochlorella y, tam-
schotti y A. lechuguilla son polinizadas por bién, la especie Apis mellifera, y dentro de
una gran variedad de insectos (entomófila); las pequeñas, las especies de los géneros
especies como A. mckelveyana, A. havardia- Perdita y Lisioglossum. Estos himenópteros
na, A. chrysantha y A. subsimplex son poli- son especies solitarias, que hacen sus ni-
nizadas por un amplio espectro de insectos y dos en la tierra (una sola hembra por nido),
aves (ornitofilia). En contraste con el centro donde depositan las larvas, que son alimen-
del país, las poblaciones de A. lechuguilla tadas con el polen que colectan de dichas
de los estados de Hidalgo y San Luis Poto- flores. Por lo anterior, son polinizadoras es-
sí son polinizadas por polillas (falaenofilia); pecíficas o preferenciales, que contribuyen
mientras que A. macroacantha, en el Valle a garantizar la reproducción sexual exitosa
de Tehuacán, es polinizada por murciélagos de estas especies (Martínez, 2007; Martínez
nectarívoros (quiropterofilia) (Flores, 2005). y Mandujano, 2012).
Otro insecto polinizador es la avispa me
Polinización entomófila xicana de miel (Bachygastra mellifica). En
En este tipo de polinización el aroma de las huertas comerciales de aguacate (Persea
flores es una propiedad esencial para atraer americana) de Chiapas, México y Michoa-
a los insectos; por ejemplo, las flores que son cán, se le ha observado en las flores mas-
visitadas por abejas suelen producir aromas culinas y femeninas del aguacate recolec-
que el ser humano percibe como dulces, tando néctar (para alimentar a sus larvas) y
suaves y agradables; mientras que las flores llevando grandes cantidades de polen en su
que son visitadas por las polillas suelen tener cabeza, en la región ventral del tórax y en
aroma dulce y fuerte, y las que atraen a las las patas. En un estudio realizado en Texas
moscas carroñeras producen aromas desa- se reportó que recolecta néctar y transpor-
gradables para el hombre. Así, los aromas ta grandes cantidades de granos de polen
florales indican la interacción de los volátiles de especies de familias como Asteraceae,
de cada planta con sus polinizadores, siendo Malvaceae, Mimosaceae, Scrophulariaceae
ésta una relación estrecha y algunas veces y Zygophyllaceae; por lo que esta avispa
específica (Grajales et al., 2011). favorece la polinización y fertilización de es-
Los ejemplos de insectos polinizadores pecies silvestres y cultivadas (Castañeda-Vil-
son numerosos (cuadro 2), pero existen re- dózola et al., 1999; Ish-Am et al., 1999).
laciones obligadas para la reproducción de
especies endémicas y en peligro de extinción Polinización quiropterófila
como Ariocarpus fissuratus (Cactaceae). En Los murciélagos representan ventajas como
Cuatro Ciénegas (Coahuila), se observó que polinizadores ya que, por sus dimensiones
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 65
corporales y porque cuentan con pelo, son especies nectarívoras de la familia Phyllos-
capaces de transportar grandes cantidades tomidae puedan realizar el forrajeo (Arias,
de polen y recorrer largas distancias. La ma- 2005; Caballero et al., 2012).
yoría de las plantas polinizadas por quiróp- En Ixtapan del Oro, Estado de México,
teros son árboles o plantas leñosas trepado- se ha podido observar al murciélago rabón
ras; sin embargo, se ha visto que también lengüilargo (Anoura geoffroyi) polinizando
polinizan arbustos, incluso herbáceas tre- las flores del cazahuate (Ipomoea muru-
padoras, pero deben poseer características coides), árbol con flores tubulares y corola
florales específicas (cuadro 3) para que las blanca. Este mamífero posee un patrón de
millas están constituidos por carbohidratos, ñez et al., 2004). La dispersión es un aspec-
varios minerales, aminoácidos libres, proteí- to funcional de una comunidad. Su estudio
nas, lípidos y otros componentes químicos aporta elementos esenciales para entender
secundarios a fin de proteger el material de la composición, distribución y abundancia
patógenos y depredadores (Wilson, 1983). de especies, así como su variación espa-
Esto, en consecuencia, eleva la calidad del cio-temporal (Martínez et al., 2009).
sustrato en las estructuras reproductoras, lo
cual las hace más apetecibles que otras es- Importancia y beneficios
tructuras vegetales (León-Rico, 2003). de la dispersión de frutos y semillas
El estudio de la fenología y los patrones Es importante profundizar en las investiga-
de producción de frutos son fundamentales ciones que aclaren las bases ecológicas de
al momento de investigar los procesos de las diferencias en el espectro de dispersión,
dispersión de frutos y semillas, pues permi- en términos de disponibilidad de agentes
te conocer cuándo, dónde y cuántas semi- de dispersión, tamaño de la diáspora (se-
llas podrán ser dispersadas y entender cómo millas) y limitantes ecológicas. Asimismo,
interactúan, por ejemplo, los animales con resulta elemental entender los patrones de
las plantas por los recursos alimenticios que dispersión y sus variantes en gradientes de
éstas proveen (Parrado-Roselli, 2007). Ade- humedad, de fertilidad de suelo, estructura
más, tiene potenciales implicaciones para un de la vegetación, entre otros, y comparar
futuro manejo de semilleros destinados a la datos de diferentes estudios, incluyendo
reforestación y el establecimiento de planta- variantes geográficas y climáticas. Estu-
ciones forestales de especies nativas (Ordó- dios de dispersión en una comunidad que
5) en una comunidad vegetal está deter- aquenios se deslizan por dentro del pedún-
minada por las características del ecosiste- culo hueco.
ma, como aspectos ambientales, y por la Benzing (2000) describe la dispersión
estructura y composición florística de la ve- de semillas entre los miembros de la fa-
getación (Van der Pijl, 1982; Hughes et al., milia Bromeliaceae como muy diversa. La
1994). Por lo tanto, el conocimiento sobre dispersión por el viento, por ejemplo, es el
la proporción de los mecanismos de disper- mecanismo empleado por semillas de bro-
sión en las comunidades de plantas provee meliáceas que poseen uno o dos apéndices
una visión general sobre la ecología local plumosos que ayudan tanto a la dispersión
(Howe y Westley, 1988). de la semilla como a su adhesión al sustrato
Una de las formas de dispersión de semi- donde cae. El sustrato puede ser: cortezas
llas más estudiada es la que efectúan los fru- de árboles (en el caso de las epífitas), rocas
gívoros arbóreos o voladores, directamente (especies saxícolas), e incluso cables de luz
en la copa de los árboles en fruto, conocida (la Tillandsia recurvata es un ejemplo de es-
también como dispersión primaria. En estas pecie que prospera en este tipo de sustrato).
investigaciones se ha registrado la actividad Un segundo mecanismo es la dispersión por
frugívora en árboles de los principales con- animales, favorecida por los apéndices pe-
sumidores de sus frutos y semillas (De Vries, gajosos y flexibles de las semillas de ciertas
1994; Bernal y Saldarriaga, 1995). bromeliáceas, pues quizás estos apéndices
Se ha registrado gran variación en las es- les permiten adherirse a la piel o plumas;
tructuras asociadas a un tipo de dispersión, ejemplos de este tipo de dispersión son:
la cual puede ser detectable a nivel de fami- Aechmea angustifolia, A. bromeliifolia y A.
lia. Por ejemplo, la familia Asclepiadaceae kuntzeana. Otras semillas que son disper-
típicamente posee semillas o frutos (diás- sadas por animales pueden presentar adap-
poras) con apéndices plumosos o una es- taciones para pasar por el tracto digestivo
tructura conocida como ‘coma’, y son dis- sin ser degradadas, y así salir íntegras en las
persadas por el viento, al igual que algunas heces fecales de los animales que las con-
especies de la familia Asteraceae. Estudios sumieron. Un ejemplo de esto es Bromelia
registran a varias especies del género Tage- pinguin, cuyas semillas están contenidas
tes, con distribución en zonas templadas, en bayas que son consumidas por aves. Un
cuya dispersión de aquenios es favorecida tercer conjunto de taxa cuyas semillas son
por el viento o por animales. El trabajo de transportadas por animales (varias especies
Serrato y Cervantes (2012) sobre el cempa- del género Aechmea) liberan feromonas
súchil sencillo (T. moorei, especie endémi- que atraen a las hormigas, que activamente
ca en ambientes semiáridos de los estados las transportan. En esta familia, la disper-
de Hidalgo y Querétaro) reporta que esta sión de semillas a manera de proyectiles o
especie presenta dispersión autócora-anti- balas se conoce para Ronnbergia deleonii y
telécora, es decir, el pedicelo se desintegra R. explodens, las cuales presentan un fruto
y se separa del involucro, y entonces los globoso, que, al más leve contacto, explo-
72 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
tan liberando grandes cantidades de semi- abiertos, claros y acahuales; también se han
llas mucilaginosas (pegajosas), las cuales al- encontrado las especies persistentes de las
canzan distancias de varios metros desde la familias Moraceae (Ficus insipida, F. lundelli,
planta madre. La dispersión por agua se ha etc.) y Myrtaceae (Syzygium jambos).
documentado para Pitcairnia aphelandriflo- El haya (Fagus grandifolia var. mexicana,
ra y Pepinia punicea, las cuales crecen jun- endémica de México) es reportada con dis-
to al río Napo, en Ecuador, y cuyas semillas persión barócora, término que designa a las
presentan un ala con textura esponjosa que especies que producen semillas carentes de
les permitiría ser transportadas por agua. adaptaciones morfológicas y que son disper-
Los murciélagos frugívoros (quirópteros) sadas mediante agentes atmosféricos (vien-
llevan a cabo la dispersión endozoocoria y to). De este modo, los únicos factores que
son calificados como uno de los grupos más determinan el lugar de caída de las semillas
efectivos, pues tienen características que son la fuerza de la gravedad, que actúa so-
permiten una mayor movilidad de la semilla, bre el peso de la semilla, y la topografía del
lejos de la planta progenitora debido a sus terreno, que, si es abrupta, puede favorecer
largas distancias de vuelo (Fleming, 1982; su desplazamiento ladera abajo a una dis-
Galindo-González et al., 2000) y un tiempo tancia limitada. Para el caso del haya, como
de ingestión más prolongado, puesto que la para el de la mayoría de fagáceas, diversos
ingestión de la pulpa junto con las semillas grupos de vertebrados contribuyen a la di-
incrementa el tiempo que las semillas están seminación de las semillas de manera se-
dentro del organismo (Janzen, 1970). La cundaria, ya que los frutos de estas especies
presencia de semillas de especies vegetales representan un aporte calórico importante
en las excretas del murciélago cara listada en su dieta, principalmente durante los pe-
(Artibeus lituratus) y del murciélago frutero ríodos otoñal e invernal (Suárez, 2008).
(Carollia perspicillata) muestra que ambas De acuerdo con Álvarez (2012), la mir-
especies de quirópteros son importantes mecocoria es el mecanismo de dispersión
para la colonización temprana de plantas de semillas por medio de hormigas (del
pioneras, pues probablemente desempe- género Pheidole, uno de los más diversos:
ñan un papel en el establecimiento de espe- unas 51 especies en México). Usualmente la
cies arbóreas persistentes en sitios abiertos, mirmecocoria requiere que las semillas pre-
con lo que participarían en la regeneración senten cuerpos oleaginosos llamados elaio-
vegetal o sucesión secundaria (Olea et al., somas, los cuales, generalmente, son con-
2007). Las especies vegetales que se han en- sumidos por las hormigas debido a su alto
contrado en las excretas de ambas especies contenido en lípidos, vitaminas, almidón y
de quirópteros pertenecen a las familias So- azúcar (Fernández, 2003). Estos cuerpos
lanaceae (Soalum americanum, S. torvum, oleaginosos pueden contener otras señales
Phylalis angulata, etc.), Melastomataceae bioquímicas que desencadenan la atracción
(Clidemia sp.) y Piperaceae (Piper hispidum, de las hormigas y las obliga a transportar
P. auritum, etc.), plantas pioneras en sitios las semillas a sus nidos (Handel y Beattie,
74 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
1990). Las plantas que son dispersadas por procesos de depredación postdispersión, la
estos organismos poseen otros mecanismos mortalidad distancio y denso-dependiente
y estructuras para que se lleve a cabo la dis- y los patrones de deposición y distribución
persión, como tallos y pedicelos delgados, de las semillas (sombra de semillas) pueden
que fácilmente se doblan y espigan hacia el llegar a ser más importantes que los eventos
suelo, haciendo que las flores se encuentren de dispersión primaria (Janzen,1970; Con-
cerca del suelo (Handel y Beattie, 1990). La nell, 1971; Nathan y Muller-Landau, 2000;
mirmecocoria puede ser primaria o secun- Wenny, 2000). Por ejemplo, para muchas
daria (Vander Wall et al., 2005). La primaria especies de plantas, los dispersores terres-
se refiere a las semillas removidas por las tres son los principales y más efectivos agen-
hormigas directamente de las plantas, y la tes dispersores de semillas, mientras que
secundaria es aquella en la cual las hormi- para otras la depredación de sus semillas es
gas remueven las semillas de las heces de la que da forma a la distribución de plántu-
otro animal. También se conoce como se- las y juveniles (Schupp, 1990; Forget, 1996;
cundaria la que ocurre cuando las plantas Bleher y Böhning-Gaese, 2001).
liberan sus semillas por medio de un meca- En las diferentes comunidades se pueden
nismo propio llamado autocoria y estas se- observar algunos patrones comunes de dis-
millas son recogidas por las hormigas (Pas- persión, ya sea con apéndices especializa-
sos y Ferreira, 1996). dos o simplemente con características mor-
fológicas particulares que las asocian con
Dispersión secundaria un tipo de dispersión. Por ejemplo, en am-
y patrones de dispersión bientes áridos, se han explorado los efectos
Aun cuando en muchos estudios se ha do- de la dispersión y latencia de diásporas en
cumentado que la dispersión primaria de se- la dinámica de poblaciones en matorra-
millas y frutos puede moldear el patrón de les o desiertos. Es común encontrar espe-
distribución de plántulas e individuos adul- cies con diásporas muy pequeñas y ligeras,
tos (Bleher y Böhning-Gaese, 2001; Parra- cuyo vector de dispersión es el viento; es el
do-Rosselli, 2005; Jordano y Schupp, 2009), caso de las cariopsis (un tipo de fruto) de
no se puede llegar a este tipo de conclu- los pastos, o aquenios diminutos de espe-
siones sólo por la relación de casualidad. El cies de la familia Cyperaceae. Por otro lado,
efecto de los eventos bióticos y abióticos hay cactáceas que pueden producir frutos
que ocurren una vez que las semillas han carnosos con muchas semillas, como las del
sido removidas de la copa de los parentales género Opuntia, cuyas semillas son disper-
puede variar de especie en especie y de tipo sadas por coyotes, venados y diferentes es-
de bosque a tipo de bosque. De tal forma pecies de aves, como los cuervos, los cuales
que la dispersión secundaria de semillas (por se alimentan de estos frutos y regurgitan
dispersores terrestres después de la acción o defecan las semillas en diferentes sitios,
de dispersores arbóreos y reacomodamiento alejados de la planta progenitora. Es posible
de la distribución inicial de las semillas), los encontrar esta forma de dispersión en las
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 75
División Magnoliophyta
Clase Magnoliopsida
Burseraceae
Bursera ovalifolia (Schltdl.) Engl., 1881
Ambiente/Componentes comunidades
vegetales/Fenología/Floración
Observaciones
De mayo a junio (Rzedowski et al., 2007).
MÉXICO
Ambiente/Componentes comunidades
78 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Caballero-Martínez, L.A., L.I. Aguilera-Gómezz, I.V. Ri- Espino Espino, J., Y.E. Baños Bravo y E. Cuevas García.
vas-Manzano, C.J. Aguilar-Ortigoza y V. Lamus-Mo- 2012. Biología reproductiva y visitantes florales de
lina. 2012. Biología floral y polinización de Ipomoea dos especies de Salvia con síndrome de polinización
murucoides Roem. & Schult. (Convolvulaceae) en por aves y abejas. Ciencia Nicolaita 55:52-60.
Ixtapan del Oro, estado de México (México). Anales Fernández, F. (ed.). 2003. Introducción a las hormigas de
de Biología 34:65-76. la región Neotropical. Instituto de Investigación de Re-
Castañeda-Vildózola, A., A. Equihua-Martínez, J. Val- cursos Biológicos Alexander von Humboldt, Bogotá.
dés-Carrasco, A.F. Barrientos-Priego, G. Ish-Am y S. Fleming, T.H. 1982. Foraging strategies of plant-vi-
Gazit. 1999. Insectos polinizadores del aguacatero siting bats. En: T.H. Kunz (ed.). Ecology of bats.
en los estados de México y Michoacán. Revista Cha- Plenum, Nueva York.
pingo Serie Horticultura 5:129-136. Flores, T.A. 2005. Competencia por polinización en dos
Chapman, C.A. y D.A. Onderdonk. 1998. Forests wi- especies de agaves con floración traslapada del Valle
thout primates: primate/plant codependency. Amer. de Tehuacán, México. Tesis de maestría, Instituto de
J. Primatol. 45:127-141. Ecología, Universidad Nacional Autónoma de Méxi-
Connell, J.H. 1971. On the role of natural enemies in co, México.
preventing competitive exclusion in some marine Font Quer, P. 1977. Diccionario de botánica. Editorial
animals and in rain forest. En: Den Boer, P.J. y G.R. Labor. Barcelona.
Gradwell (eds.). Dynamics of Populations. Center Font Quer, P. 1982. Diccionario de botánica. Editorial
for Agricultural Publishing and Documentation. Wa- Labor. Barcelona, España.
geningen, Países Bajos, pp. 298-312. Forget, P.M. 1996. Removal of seed of Carapa procera
Dansereau, P. y K. Lems. 1957. The grading of dispersal (Meliaceae) by rodents and their fate in rainforest in
types in plant communities and their ecological sig- French Guiana. Journal of Tropical Ecology 12:751-761.
nificance. Contr. Inst. Bot. Univ. Montreal 71:1-52. Galindo-González, J., S. Guevara y V.J. Sosa. 2000. Bat
de Escobar, P. y M. Girón. 1982. Biología de la repro- and bird generated seed rains at isolated trees in
ducción en plantas superiores. Introducción a las pastures in a tropical rainforest. Conservation Biolo-
metodologías empleadas en su estudio. Actividades gy 14:1693-1703.
Biológicas 11 (41):78- 85. García, B.J. 2007. Comparación de la riqueza de ma-
de Vega, C. y J.M. Gómez. 2014. Polinización por hor- míferos medianos en un gradiente de manejo de
migas: conceptos, evidencias y futuras direcciones. cafetales del centro de Veracruz. Tesis de maestría,
Ecosistemas 23(3):48-57. Instituto de Ecología, A.C. Veracruz, México.
De Vries, N. 1994. Seed dispersal by birds and primates Gautier-Hion, A., J.M. Duplantier, R. Quris, F. Feer, C.
during a period of fruit scarcity in the Amazonian Sourd, J.P. Decoux, G. Dubost, L. Emmons, C. Erard,
tropical rain forest of Peña Roja. Tesis de pregrado. P. Hecketsweiler, A. Moungazi, C. Roussilhon y J.M.
Facultad de Ciencias, Universidad de Utrecht. Utre- Thiollay. 1985. Fruit characters as a basis of fruit
cht, Países Bajos. choice and seed dispersal in a tropical forest verte-
Delabie, J.H.C., M. Ospina y G. Zabala. 2003. Rela- brate community. Oecologia (Berlin) 65:324-337.
ciones entre hormigas y plantas: una introducción. Gentry, A.H. 1982. Patterns of Neotropical plant spe-
En: Fernández, F. Introducción a las hormigas de cies diversity. Evol. Biol. 15:1-84
la región Neotropical. Instituto de Investigación de Gómez, J.M. 2002. Generalización en las interacciones
Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, Smi- entre plantas y polinizadores. Revista Chilena de His-
thsonian Institution Press. Colombia, pp. 167-180. toria Natural 75:105-116.
Duque, J. y J. Vélez-García. 2014. Descripción anató- Gómez, P.C. 2009. Patrón de actividad y de alimenta-
mica y funcional del húmero del tití gris (Saguinus ción de un grupo aprovisionado de Cebus apella en
leucopus). International Journal of Morphology un bosque húmedo tropical (Meta, Colombia). Bole-
32(1):147-150. tín Científico, Museo de Historia Natural 13(1):49-62.
Ellstrand, N.C. y D.R. Elam. 1993. Population genetic Gottsberger, G. e I. Silberbauer-Gottsberger. 1983. Dis-
consequences of small population size: implications persal and distribution in the Cerrado vegetation of
for plant conservation. Annual Review of Ecology Brazil. Sonderberichten Naturwis. Verein 7:315-352.
and Systematics 24:217-242. Graham, C., J.E. Martínez-Leyva y L. Cruz-Paredes.
Escobedo, S.G.J. 2007. Biología de la reproducción de 2002. Use of fruiting trees by birds in continuous
Tillandsia prodigiosa (Lem.) Baker, Bromeliaceae. Te- forest and riparian forest remnants in Los Tuxtlas,
sis de maestría, Centro Interdisciplinario de Investi- Veracruz, Mexico. Biotropica 34:589-597.
gación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Grajales-Conesa, J., V. Meléndez-Ramírez y L. Cruz-
Oaxaca, ipn, Oaxaca, México. López. 2011. Aromas florales y su interacción con
80 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
los insectos polinizadores. Revista Mexicana de Bio- Ciénegas, Coahuila, México. Tesis de licenciatura,
diversidad 82:1356-1367. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Autóno-
Guzmán, M., F. San Vicente y D. Daizi. 2008. Flujo de ma de México, México.
polen entre híbridos tropicales de maíz de diferente Martínez, P.C. y M.C. Mandujano. 2012. Biología de
color de endospermo. Bioagro 20(3):159-166. la polinización y fenología reproductiva del género
Handel, S. y A.J. Beattie. 1990. Semillas dispersadas Ariocarpus Scheidweiler (Cactaceae). Cactáceas y
por hormigas. Investigación y Ciencia 169:64-71. Suculentas Mexicanas 57(4):114-127.
Howe, H.F. y J. Smallwood. 1982. Ecology of seed dis- Medel, N.A. 2003. Biología floral y estructura pobla-
persal. Ann. Rev. Ecol. Syst. 13:201-228. cional de cardón [Pachycereus pringlei (S. Wats.)
Howe, H.F. y L.C. Westley. 1988. Mechanics and ecolo- Britton & Rose (Cactaceae)] en El Comitán, Baja Ca-
gy of mutualism. En: H.F. Howe y L.C. Westley (eds.). lifornia Sur. Tesis de maestría, Centro de Investiga-
1988. Ecological relationships of plants and animals. ciones Biológicas del Noroeste, S.C. Baja California
Oxford University Press. Oxford, pp. 107-160. Sur, México.
Ish-Am, G., F. Barrientos-Priego, A. Castañeda-Vildózo- Moreno, N.P. 1984. Glosario botánico ilustrado. Edito-
la y S. Gazit. 1999. Avocado (Persea americana Mill.) rial Continental, México.
pollinators in its region of origin. Revista Chapingo Mueller-Dumbois, D. y H. Ellenberg. 1974. Aims and
Serie Horticultura 5:137-143. methods of vegetation ecology. John Wiley and
Jordano, P. y E.W. Schupp. 2000. Seed disperser effec- Sons, Nueva York.
tiveness: the quantity component and patterns of Nabors, M.W. 2006. Angiospermas: plantas con flo-
seed rain for Prunus mahaleb. Ecological Monogra- res. En: Introducción a la botánica. Pearson Addi-
phs 70:591-615. son-Wesley. España, pp. 545-569.
Jamieson, B.G.M. y J.F. Reynolds. 1967. Tropical plant Nathan, R. y H. Muller-Landau. 2000. Spatial patter-
types. Pergamon Press. Oxford Press, Londres. ns of seed dispersal, their determinants and conse-
Janzen, D. 1970. Herbivores and the number of tree quences for recruitment. Trends and Ecology and
species in tropical forest. The American Naturalist Evolution 15:278-285.
104:501-528. Nora, S., R.G. Albaladejo, S.C. González-Martínez, J.J.
León-Rico, R. 2003. Efectos de la descomposición, la Robledo-Arnuncio y A. Aparicio. 2011. Movimiento
frugivoría y la remoción de frutos y semillas de es- de genes (polen y semillas) en poblaciones fragmen-
pecies arbóreas sobre patrones de descomposición tadas de plantas. Ecosistemas 20(2):35-45.
in situ en el suelo de la selva húmeda. En: J. Álva- Olea, W.A., C. Lorenzo, E. Naranjo, D. Ortiz y L. León-
rez-Sánchez y G.E. Naranjo. Ecología del suelo en la Paniagua. 2007. Diversidad de frutos que consumen
selva tropical húmeda de México. Universidad Na- tres especies de murciélagos (Chiroptera: Phyllosto-
cional Autónoma de México–Instituto de Biología– midae) en la selva lacandona, Chiapas, México. Re-
Instituto de Ecología, A.C., México. vista Mexicana de Biodiversidad 78:191-200.
Lira-Torres, I. y M. Briones-Salas. 2012. Abundancia Ordóñez, L., M. Arbeláez y L. Prado (eds.). 2004. Mane-
relativa y patrones de actividad de los mamíferos jo de semillas forestales nativas en la Sierra Ecuato-
de los Chimalapas, Oaxaca, México. Acta Zoológica riana y Norte del Perú. EcoPar–Fosefor–Samiri, Quito.
Mexicana (n.s.) 28(3):566-585. Osbahr, K., P. Acevedo, A. Villamizar y D. Espinosa.
Lodh, S.B. y E.B. Pantastico. 1979. Introducción gene- 2009. Comparación de la estructura y de la función
ral: cambios fisicoquímicos durante el crecimiento de los miembros anterior y posterior de Cuniculus
de órganos de almacenamiento. En: E.B. Pantastico taczanowski y Donomys branickii. Revista UDCA Ac-
(ed.). Fisiología de la postrecolección, manejo y uti- tualidad y Divulgación Científica 12(1):37-50.
lización de frutas de hortalizas tropicales y subtropi- Parrado-Roselli, A. 2005. Fruit availability and seed dis-
cales. cecsa, México, pp. 59-76. persal in terra firme forests of Colombian Amazonia.
Lowe, A.J., D. Boshier, D. Ward, C.F.E. Bacles y C. Na- Tesis de doctorado, Universidad de Amsterdam.
varro. 2005. Genetic resource impacts of habitat Parrado-Roselli, A. 2007. Estudio de caso. La dispersión
loss and degradation; reconciling empirical evidence de semillas como herramienta para comprender la
and predicted theory for neotropical trees. Heredity composición y estructura de los bosques amazóni-
95:255-273. cos. En: S.L. Ruiz, E. Sánchez, E. Tabares, A. Prieto,
Martínez Orea, Y., S. Castillo Arguëro y P. Guadarrama J.C. Arias, R. Gómez, D. Castellanos, P. García y L.
Chávez. 2009. La dispersión de frutos y semillas y la Rodríguez (eds.). Diversidad biológica y cultural del
dinámica de comunidades. Ciencias 96:38-41. sur de la Amazonia Colombiana-Diagnóstico. Cor-
Martínez, P.C. 2007. Biología floral de Ariocarpus fissu- poAmazonia, Instituto Alexander von Humboldt,
ratus (Engelmann) Schumann (Cactaceae) en Cuatro Instituto sinchi, uaespnn Bogotá, pp. 109-116.
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 81
Passos, L. y S. Ferreira. 1996. Ant dispersal of Croton van der Hammen, M.C. 1992. El manejo del mundo:
priscus (Euphorbiaceae) seeds in a tropical semi- naturaleza y sociedad entre los Yukuna de la Ama-
deciduous forest in Southeastern Brazil. Biotropica zonia colombiana. Estudios en la Amazonia colom-
28(4b):697-700. biana. IV. Tropenbos-Colombia, Bogotá.
Pavón, N.P., H. Hernández T. y V. Rico-Gray. 2000. Dis- van der Pijl, L. 1982. Principles of dispersal in higher
tribution and plant life forms along an altitudinal plants. Tercera edición. Springer-Verlag. Berlin.
gradient in the semi-arid Valley of Zapotitlan, Mexi- van Tussenbroek, B.I., M.G. Barba-Santos, J.G. Ricar-
co. J. Veg. Sci. 11:39-42. do-Wong, J.K. van Dijk y M. Waycott. 2010. Guía
Rathcke, B. y E.P. Lacey. Phenological patterns and te- de los pastos marinos tropicales del Atlántico oeste.
rrestrial plants. Annual Review of Ecology and Syste- Universidad Nacional Autónoma de México, México.
matics 16:179-214. Vander Wall, S.B., K.M. Kuhn y M.J. Beck. 2005. Seed
Raunkiær, C. 1934. The life forms of plants and statisti- removal, seed predation and secondary dispersal.
cal plant geography. Clarendon Press, Oxford. Ecology 86(3):801-806.
Reichel-Dolmatoff, G. 1997. Chamanes de la selva plu- Vázquez, S.M., T. Terrazas y S. Arias. 2012. El hábito y
vial: ensayos sobre los indios Tukano del Noroeste la forma de crecimiento en la tribu Cactae (Cacta-
Amazónico. Themis Books. Londres. ceae, Cactoideae). Botanical Science 90(2):96-108.
Robinson, J.G. y K.H. Redford. 1986. Body size, diet, Vázquez-Yanes, C., A. Orozco, M. Rojas, M.E. Sánchez
and population density of Neotropical forest mam- y V. Cervantes. 1997. La reproducción de las plan-
mals. The American Naturalist 128(5):665-680. tas: semillas y meristemos. Fondo de Cultura Econó-
Rojas, N.S.V. 2005. Ecología de la comunidad de pin- mica, México.
chaflores (Aves: Diglossa y Diglossopis) en un bos- Velázquez, L.R. 2010. Biología floral e historia natural
que altoandino. Tesis de maestría, Facultad de Cien- de Tigridia pavonia (Iridaceae) en la Reserva Ecológi-
cias, Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. ca del Pedregal de San Ángel, México, D. F. Tesis de
Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Conabio, licenciatura, Facultad de Ciencias, Universidad Na-
México. cional Autónoma de México (unam), México.
Schupp, E.W. 1990. Annual variation in seedfall, Vergara, C., J. Contreras, R. Ferrari y J. Paredes. 2008.
post-dispersal predation, and recruitment of a neo- Polinización entomófila. En: R.H. Manson, O.V.
tropical tree. Ecology 71:504-515. Hernández, S. Gallina y K. Mehltreter (eds.). Agro-
Serrato Cruz, M.A. y T. Cervantes Martínez. 2012. ecosistemas cafetaleros de Veracruz. Biodiversidad,
Morfología de estructuras florales relacionados manejo y conservación. Instituto de Ecología, A.C.
con la dispersión antitelécora de frutos en Tagetes (Inecol), Instituto Nacional de Ecología (ine), México,
moorei H. Rob. var. breviligulata Villareal. rchscfa pp. 247-257.
doi:10.5154/r.rchscfa.2010.11.122. Viejo, J.L. y C. Ornosa. 1997. Los insectos polinizado-
Solomon, E.P., L.R. Berg y D.W. Martin. 2008. Repro- res: una aproximación antropocéntrica. Boletín de la
ducción en las plantas con flores. En: Biología. Oc- Sociedad Entomológica Aragonesa 20:71-74.
tava edición. McGraw-Hill Interamericana, México, Viveros, V.J.C. 2010. Diversidad alfa y abundancia de
pp. 767-788. los murciélagos de hoja nasal (Phyllostomidae) en
Stephenson, A.G. 1981. Flower and fruit abortion: Xpujil, Campeche. Tesis de licenciatura, Facultad
proximate causes and ultimate functions. Annual de Biología, Universidad Veracruzana. Veracruz,
Review of Ecology and Systematics 12:253-279. México.
Stork, N.E., T.J.B. Boyle, V. Dale, H. Eeley, B. Finegan, Wenny, D.G. 2000. Seed dispersal, seed predation, and
M. Laws, N. Manokaran, R. Prabhu y J. Soberón. seedling recruitment of a neotropical montane tree.
1997. Criteria and indicators for assessing the sus- Ecological Monographs 70:331-351.
tainability of forest management: conservation of White, G.M., D.H. Boshier y W. Powell. 1999. Genetic
biodiversity. Working paper No. 17 cifor. Indonesia. variation within a fragmented population of Swiete-
Suárez, G.A.I. 2008. Efecto de ensambles de leñosas nia humilis Zucc. Molecular Ecology 8:1899-1909.
nativas en la restauración del bosque mesófilo. Tesis Whitmore, T.C. 1998. An introduction to tropical rain
de doctorado, Instituto de Ecología, A.C. Veracruz, forest. Oxford University, Nueva York.
México. Wilson, M.F. 1983. Plant reproductive ecology. Wiley
Tavizón, G.J.P. 1998. Estudio del nicho alimenticio de los and Sons, Nueva York.
mamíferos depredadores del orden Carnívora en la Young, A., T. Boyle y T. Brown. 1996. The population
Sierra del Carmen, noroeste de Coahuila, México. Tesis genetic consequences of habitat fragmentation for
de maestría, Facultad de Ciencias Biológicas, Universi- plants. Trends in Ecology and Evolution 11:413-418.
dad Autónoma de Nuevo León. Nuevo León, México.
82 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
porada de secas muy corta o ausente, tiente del Golfo de México (ocho esta-
sus regímenes térmicos de temperatura dos), desde Tamaulipas hasta Chiapas,
muy altos (por encima de los 22° C), pre- abarcando los estados de Oaxaca y Ve-
cipitación muy alta (2 000 mm anuales racruz. Representa 3% de la superficie
o más) y una cubierta original de selvas del país; tiene clima tipo subtropical, con
medianas a altas y sabanas. En cuanto a una temporada seca corta. Su principal
la biodiversidad, esta zona es abundan- importancia biológica radica en contener
te en especies, pero no en endemismos gran abundancia de especies y de ende-
de plantas vasculares y animales. A partir mismos de algunos mamíferos, anfibios,
de 1970, entre 40 y 90% de esta área reptiles y mariposas (centro de especies
ha sido drásticamente alterada, debido autóctonas). Constituye una formación
a la explotación forestal (sobre todo en fitoclimática y biogeográfica distinta del
los estados de Veracruz, Tabasco, Oaxaca resto de las montañas de México. El bos-
y Chiapas) y especialmente a la ganade- que mesófilo de montaña es característi-
ría (transformación en pastizales, sobre co de esta zona, cuya cobertura forestal
todo Veracruz, Tabasco y Chiapas). abarca 64% del área; sin embargo, en
2. Tropical subhúmeda. Esta zona se distri- los últimos años ha sido alterado casi en
buye en una porción de la planicie coste- 60% por los usos de suelo asociados a la
ra del Pacífico, la Península de Yucatán, el agricultura y a la ganadería.
centro de Veracruz, el sur de Tamaulipas 4. Templada subhúmeda. Se distribuye a
y el occidente y sur de México, abarcan- lo largo de las grandes cadenas monta-
do aproximadamente 17% del territorio ñosas del país, ocupando 14% del terri-
mexicano. Se caracteriza por tener un torio mexicano. Tiene un clima templado
clima cálido húmedo con una temporada y húmedo en el que la temporada de
larga de sequía y una marcada estaciona- lluvias coincide con la época caliente del
lidad de la precipitación, así como vege- año. Está cubierta principalmente por
tación del bosque tropical caducifolio. Es bosques de pino, de encino y de bosques
importante por su abundancia de espe- mixtos. Es una de las zonas ecológicas
cies y por presentar índices elevados de más importantes por su diversidad de
endemismo de flora y herpetofauna (esta especies y endemismos, tanto de plantas
última, especialmente en la vertiente del vasculares como de vertebrados; así ocu-
Pacífico). Se calcula que más de 55% de rre en el Eje Neovolcánico Transversal. Sin
su cubierta vegetal ha sido eliminada por embargo, debido a las prácticas agríco-
la extracción forestal y por la agricultura. las, casi 37% de la vegetación natural ha
3. Templada húmeda. Tiene una distri- sido alterada.
bución restringida principalmente a las 5. Árida y semiárida. Es la zona con ma-
partes intermedias de las cadenas mon- yor extensión en nuestro país, abarca casi
tañosas del país, con altitudes que van la mitad del territorio. La zona árida se
entre los 600 y 2 500 msnm, en la ver- caracteriza por tener una precipitación
84 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Integración de información
de las zonas ecológicas terrestres
en una base de datos
A continuación, se muestra la propuesta de a nivel de país ya que se trata de una regio-
clasificación según las zonas ecológicas. Los nalización a nivel nacional.
componentes principales corresponden a Si existe información complementaria
las categorías más amplias de zonas ecoló- importante, puede capturarse en un cam-
gicas que Toledo y Ordóñez (1993) desig- po observaciones, el cual se encontrará en
naron para México; los siguientes niveles el mismo componente. A continuación, se
jerárquicos corresponden a sus categorías ejemplifica lo anterior:
inferiores. En este caso, al tratarse de una
clasificación establecida por otros autores, Acacia acatlensis Benth., 1842
no es correcto adicionar ni eliminar compo- Ambiente/Zona ecológica (Toledo y Ordóñez,
nentes (figura 3). 1993)/Tropical subhúmedo/Selva baja caducifolia
Existen tres elementos mínimos necesa- MÉXICO
rios para la integración de la información en
una base de datos: taxón/zona ecológica/ En el caso de información reportada en
región. Todos los componentes deben estar publicaciones, es necesario integrar una o
obligatoriamente asociados a alguna región más referencias bibliográficas directamente
86 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
mundo se calculan 486 especies desapare- ficar las especies o poblaciones de flora y fau-
cidas desde el año 1600 (Eldredge, 1998). na silvestres en riesgo en México, mediante la
Sin embargo, este proceso seguramente se integración de las listas correspondientes de
subestima en virtud del número de especies especies (emitidas en ocho grandes grupos
que se extinguen sin que el humano se per- taxonómicos: anfibios, aves, hongos, inverte-
cate de ello. No obstante, la incorporación brados, mamíferos, peces, plantas y reptiles).
del concepto de sustentabilidad, la profun- Establece los criterios de inclusión, exclusión
dización en el conocimiento sobre los proce- o cambio de categoría de riesgo para las es-
sos que afectan la permanencia y extinción pecies o poblaciones, mediante el Método
de las especies, aunado a una creciente con- de Evaluación de Riesgo (mer) de extinción.
ciencia respecto de los efectos que la pér- Al referirnos a la determinación del riesgo de
dida de la biodiversidad puede acarrear al extinción, forzosamente se debe considerar a
desarrollo, han conducido al diseño de polí- la especie como eje central de la evaluación.
ticas públicas tendientes a incidir en las con- El mer aporta elementos de información
ductas humanas para revertir el fenómeno. sobre el estado del hábitat de la especie en
A su vez, en el marco de las políticas cuestión, su vulnerabilidad biológica intrín-
públicas para la conservación de la biodi- seca y el impacto de las actividades humanas
versidad, se han desarrollado una serie de en ésta, lo que permite unificar los criterios
diversos instrumentos legales y reglamen- para asignar las categorías de riesgo. Hay
tarios para la protección, conservación y toda una variedad de métodos para medir
aprovechamiento sostenible de las especies la diversidad biológica, pero en México son
silvestres, así como instrumentos de carác- los métodos oficiales los que determinan
ter técnico, como la norma oficial mexicana el grado de deterioro que puede presentar
NOM-059-SEMARNAT-2010, y a nivel global: la una especie, o bien establecer la categoría
Convención sobre el Comercio Internacional de riesgo a la que deben pertenecer los gru-
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora pos taxonómicos o especies. Para México es
Silvestres (The Convention on International el caso de la NOM-059-SEMARNAT-2010. Para
Trade in Endangered Species of Wild Fauna mayor detalle y entender mejor el método,
and Flora, cites) y la Convención sobre el consultar Sánchez et al. (2007).
Comercio Internacional de Especies Amena- Considera las siguientes categorías:
zadas de Fauna y Flora Silvestres (Internatio-
nal Union for Conservation of Nature, iucn). Probablemente extinta en el medio silves-
tre (E). Aquella especie nativa de México
NOM-059-SEMARNAT-2010 cuyos ejemplares en vida libre dentro del
Esta norma prevé la posible desaparición to- territorio nacional han desaparecido, has-
tal de las poblaciones de una especie nativa ta donde la documentación y los estudios
del territorio mexicano, por lo tanto, atiende realizados lo prueban, y de la cual se co-
la situación de riesgo de extinción de los ta- noce la existencia de ejemplares vivos en
xones a nivel de país. Tiene por objeto identi- confinamiento o fuera del territorio mexi-
88 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
en plantas, hongos y animales que han sido de tiempo apropiados al ciclo de vida y
evaluados a nivel mundial utilizando las cate- formas de vida del taxón.
gorías y los criterios de esta lista. Este sistema Peligro crítico (critically endangered-cr).
está diseñado para determinar el riesgo rela- Un taxón está en peligro crítico cuando
tivo de extinción, y el propósito principal de enfrenta un riesgo extremadamente alto
la lista es catalogar y destacar aquellas plan- de extinción en estado silvestre en el fu-
tas y animales que se enfrentan a un mayor turo inmediato, según queda definido
riesgo de extinción global (es decir, los que por cualquiera de los criterios (de la A
figuran como en peligro crítico, en peligro hasta la E, Anexo 3 de la Lista Roja).
y vulnerable). Esta lista también incluye in- En peligro (endangered-en). Un taxón está
formación sobre plantas, hongos y animales en peligro cuando no está en peligro crí-
que se clasifican como Extinto o Extinto en tico, pero está enfrentando un muy alto
estado silvestre; de los taxones que no pue- riesgo de extinción en estado silvestre en
dan ser evaluados por falta de información el futuro cercano, según queda definido
(es decir, son insuficientes los datos que se por cualquiera de los criterios (de la A
tienen), y de las plantas, hongos y animales hasta la E, Anexo 3 de la Lista Roja).
que están cerca del umbral de amenazados o Vulnerable (vulnerable-vu). Un taxón es
que estarían amenazados si no fuera por un vulnerable cuando no está en peligro crí-
programa de conservación de cada taxón, en tico o en peligro, pero enfrenta un alto
curso (es decir, están casi amenazadas). riesgo de extinción en estado silvestre a
Considera las siguientes categorías: mediano plazo, según queda definido
por cualquiera de los criterios (de la A
Extinto (extinct-ex). Un taxón está extinto hasta la E, Anexo 3 de la Lista Roja).
cuando no queda duda alguna de que el Casi amenazado (near threatened-nt).
último individuo ha muerto. Un taxón se considera casi amenazado,
Extinto en estado silvestre (extinct in the cuando, tras ser evaluado por la uicn,
wild-ew). Un taxón está extinto en es- no satisface los criterios de las categorías
tado silvestre cuando sólo sobrevive en vulnerable, en peligro o en peligro críti-
cultivo, en cautiverio o como población co, dictados por la organización, aunque
(o poblaciones) naturalizadas completa- está cercano a cumplirlos o se espera que
mente fuera de su distribución original. así lo haga en un futuro próximo.
Un taxón se presume extinto en estado Preocupación menor (least concern-lc).
silvestre cuando relevamientos exhausti- Un taxón se considera de preocupación
vos en sus hábitats conocidos y/o espe- menor cuando, habiendo sido evaluado,
rados, en los momentos apropiados (dia- no cumple ninguno de los criterios que
rios, estacionales, anuales) a lo largo de definen las categorías de en peligro críti-
la distribución histórica, han fracasado co, en peligro, vulnerable o casi amena-
en detectar un individuo. Los relevamien- zado. Se incluyen en esta categoría taxo-
tos deberán ser realizados en períodos nes abundantes y de amplia distribución.
90 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Datos insuficientes (data deficient-dd). Un niveles de restricción del comercio para las
taxón se incluye en la categoría de datos especies incluidas en cada uno. El Apén-
insuficientes cuando no hay información dice IV establece las disposiciones para el
adecuada para hacer una evaluación, di- otorgamiento de los permisos que se re-
recta o indirecta, de su riesgo de extinción quieren para autorizar el comercio inter-
basándose en la distribución o condición nacional de las especies incluidas en los
de la población. Un taxón en esta catego- apéndices I, II o III.
ría puede estar bien estudiado y su biolo- Apéndice I incluye especies amenazadas
gía ser bien conocida, pero carecer de los de extinción. El comercio de individuos de
datos apropiados sobre su abundancia o estas especies se permite solamente en cir-
distribución. Datos insuficientes no es, por cunstancias excepcionales.
lo tanto, una categoría de amenaza. Apéndice II incluye las especies que no nece-
No evaluado (not evaluated-ne). Un taxón sariamente están amenazadas con la extin-
se considera no evaluado cuando toda- ción, pero cuyo comercio debe de ser con-
vía no ha sido clasificado en relación con trolado para evitar un uso incompatible con
estos criterios. su supervivencia.
Algunos ejemplos de especies considera- Apéndice III contiene las especies que están
das en la uicn en sus diferentes categorías protegidas al menos en un país y para las
se muestran en los cuadros 6 y 7. que se ha solicitado, a otras partes de la ci-
tes, ayuda para controlar su comercio.
CITES Algunos ejemplos de especies considera-
El Tratado fue desarrollado en respuesta a das en la cites en sus diferentes categorías
la preocupación por los potenciales efec- se muestran en los cuadros 6 y 7.
tos perjudiciales, para la supervivencia de
las especies, de los altos niveles de comer-
cio internacional de animales y plantas sil- Integración de información
vestres. Establece un marco de referencia de las categorías de riesgo
legal internacional para la prevención del en una base de datos
comercio de especies amenazadas y para A continuación, se muestra la propuesta de
una regulación efectiva. Los principios fun- la clasificación correspondiente a categorías
damentales del tratado establecen que las de riesgo. Sus componentes principales re-
especies sean incluidas en varios apéndi- fieren los instrumentos legales, nacionales
ces con base en los diferentes niveles de e internacionales, que establecen las cate-
amenaza que resultan del comercio inter- gorías. Los siguientes niveles jerárquicos
nacional y detalla los niveles apropiados de corresponden básicamente a las categorías
regulación del comercio. Los cuatro apén- relativas a cada uno de los componentes.
dices de la Convención son el fundamento Si es necesario, se pueden integrar nuevos
para la instrumentación del tratado. Los componentes a la clasificación, de acuerdo
apéndices I, II, y III establecen diferentes con el contexto de la misma (figura 4).
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 91
Cuadro 6. Especies de vertebrados terrestres y categorías de riesgo en las que se han incluido
vertebrados terrestres
Nombre común Nombre científico NOM-059 UICN CITES
Anfibios
ajolote de Pátzcuaro Ambystoma dumerilii* Pr cr II
sapo de montaña Anaxyrus (Bufo) debilis Pr lc -
rana fisgona de Pátzcuaro Eleutherodactylus angustidigitorum* P vu -
salamandra chiapaneca o
Cryptotriton (Nototriton) alvarezdeltoroi* Pr en -
salamandra Álvarez del Toro
rana leopardo Lithobates (Rana) berlandieri Pr lc -
salamandra pigmea de Veracruz Thorius pennatulus* Pr cr -
Aves
águila arpía Harpia harpyja P nt I
guacamaya enana Rhynchopsitta pachyrhyncha* P en I
halcón peregrino Falco peregrinus Pr lc I
perico mexicano Psittacara (Aratinga) holochlora A lc II
quetzal Pharomachrus mocinno P nt I
tucancillo verde o tucaneta verde Aulacorhynchus prasinus Pr lc -
Mamíferos
murciélago magueyero Natalus lanatus* - lc -
tlacuachín Tlacuatzin canescens* - lc -
musaraña desértica Megasorex gigas* A lc -
pecarí labios blancos Tayassu pecari P nt II
tayra Eira barbara P lc III
tlacuache colorado Caluromys derbianus A lc -
Reptiles
tortuga casco suave Apalone ater* P cr I
cuija yucateca Coleonyx elegans Pr lc -
culebra real potosina Lampropeltis mexicana* A lc -
lagartija perrilla de arena Uma notata P nt -
iguana verde Iguana iguana Pr - II
culebra listonada Thamnophis nigronucaulis Pr - -
* Especie endémica.
92 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Cuadro 7. Especies de plantas vasculares y categorías de riesgo en las que se han incluido
plantas vasculares
Nombre común Nombre científico NOM-059 UICN CITES
Pteridofitas
anguila Psilotum complanatum A - -
helecho Asplenium auritum A - -
malque Cyathea schiedeana Pr - II
selaginela Selaginella porphyrospora P - -
paque Huperzia dichotoma A - -
helecho Marattia laxa Pr - -
Gimnospermas
granadillo Taxus globosa Pr en -
pinabete Picea chihuahuana* P en -
abeto de Guatemala Abies guatemalensis P vu I
acalocote Pinus chiapensis Pr vu -
cícada Ceratozamia kuesteriana* P cr I
chamal Dioon edule* P nt II
Plantas con flor
encino o roble Quercus germana* - vu -
biznaga trompo Strombocactus disciformis A vu I
maguey pajarito Agave ornithobroma Pr - -
flor de Candelaria Guarianthe skinneri A - II
pita del Istmo Furcraea macdougallii E
- Chiangiodendron mexicanum - en -
* Especie endémica.
División Magnoliophyta
Clase Magnoliopsida
Meliaceae
Cedrela odorata L., 1759
Ambiente/Categorías de riesgo/
NOM-059-SEMARNAT-2010/Sujeta a protección
especial (Pr)
MÉXICO
Ambiente/Categorías de riesgo/UICN/
Vulnerable (VU)
Observaciones
A1cd+2cd (1998).
No Aplica
94 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
del territorio, alcanzando su valor máximo no está descrita completamente, sus grupos
en el centro-noreste de Oaxaca, donde con- mejor estudiados son los vertebrados; a pe-
vergen la Sierra Madre del Sur, el Eje Neovol- sar de ello, en los últimos 20 años, las clasifi-
cánico, la Sierra Madre Oriental, la Sierra del caciones de aves, mamíferos, anfibios y rep-
Norte de Oaxaca y el valle de Tehuacán-Cui- tiles han sido modificadas sustancialmente,
catlán (Villaseñor et al., 2005). Los endemis- con base en análisis sobre la filogenia de las
mos son más frecuentes tanto en las mon- especies (Frost y Etheridge, 1989; Sibley y
tañas del sur de México como en las áreas Ahlquist, 1990; Duellman, 1993; Macey et
del medio tropical semiárido y subhúmedo al.,1997; Glaw y Kohler, 1998).
(Rzedowski,1991b; Llorente y Luis, 1993). En un contexto geográfico, a escala re-
El número de especies endémicas se eleva gional, hay dos grandes orientaciones de
a lo largo de la vertiente del Pacífico y sobre estudio, complementarias, de la diversidad
el altiplano. En las cordilleras, las áreas de biológica de México: la ecogeográfica o
endemismo son mayores en el noroeste, y macroecológica, que estudia los patrones
aumentan en número y disminuyen en ta- de variación geográfica con base en grupos
maño hacia el sureste. El patrón geográfi- funcionales, como el número de especies
co de heterogeneidad ambiental determina o la composición de formas de vida; y la
parcialmente los patrones geográficos de biogeográfica, que estudia los patrones de
riqueza de especies; eso explica por qué el distribución en función de la evolución de
territorio mexicano puede mantener una la Tierra y la diversificación de los taxones.
biota tan diversa. El endemismo ha sido explicado como el
El origen de esa diversidad de flora y resultado de la evolución conjunta de va-
fauna mexicanas es un asunto distinto. De rios linajes que fueron afectados por los
acuerdo con Espinosa et al. (2008), existen mismos eventos de fragmentación de sus
dos grandes explicaciones: la primera con- distribuciones (Humphries y Parenti, 1999).
siste en que hubo invasiones o expansiones Una vez fragmentadas las poblaciones, el
de grupos de plantas y animales, en distin- intercambio genético se interrumpe, y a lo
tos lapsos geológicos, desde el norte y el sur, largo de muchos miles de años de tal ais-
que convergieron en diferentes áreas del lamiento, se generan especies nuevas. Au-
país, lo cual incrementó el número de espe- tores como Toledo (1982) y Wendt (1993)
cies; la segunda explicación añade la partici- han explicado la alta diversidad de especies
pación de eventos geológicos y paleoclimáti- a partir de las fluctuaciones climáticas: mo-
cos que fragmentaron la distribución pasada tor generador de especies en México; la
de las especies y que derivó en la formación alternancia de climas seco-húmedo y cáli-
o diversificación de muchas especies nuevas, do-frío ha actuado como agente fragmen-
que evolucionaron in situ, lo cual explica tador de la distribución de especies. Este
tanto la elevada riqueza de especies como modelo de distribución-especiación ha sido
el gran número de taxones endémicos. Has- llamado “modelo de refugios pleistocéni-
ta la fecha, la riqueza biológica de México cos” (Toledo, 1982; Wendt, 1993).
96 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
núa más allá de la frontera de México con 14. Provincia de la depresión del Balsas: se
América Central. intercala con el Eje Volcánico Transmexi-
cano y la Sierra Madre del Sur, incluyen-
Reino Neotropical do partes de los estados de Jalisco, Mi-
Región Xerofítica Mexicana choacán, Estado de México, Guerrero,
7. Provincia de Baja California: abarca el Morelos, Puebla y Oaxaca.
área peninsular de Baja California. 15. Provincia del Soconusco: corresponde a
8. Provincia de la planicie costera del no- una franja estrecha en las estribaciones
roeste: ocupa la mayor parte del estado inferiores de la Sierra Madre de Chiapas,
de Sonora y se extiende por la costa de prolongándose hacia Guatemala.
Sinaloa en forma de franja angosta. 16. Provincia de la costa del Golfo de Méxi-
9. Provincia de la altiplanicie: se extiende co: se extiende en forma de franja conti-
desde Chihuahua y Coahuila en el nor- nua a lo largo de las partes bajas de los
te hasta Michoacán, Estado de México, estados de Veracruz y Tabasco, además
Tlaxcala y Puebla en el sur. Es la provincia de algunas porciones adyacentes de Ta-
más extensa del país. maulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Pue-
10. Provincia de la planicie costera del no- bla, Oaxaca, Chiapas y probablemente
reste: comprende la zona fisiográfica ho- de Campeche.
mónima, en los estados de Tamaulipas, 17. Provincia de la Península de Yucatán:
Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y comprende la península de Yucatán, una
el norte de Veracruz, e incluye también parte de Belice y el departamento de El
una porción adyacente del estado de Petén en Guatemala.
Texas en Estados Unidos.
11. Provincia del valle de Tehuacán y Cui- En cuanto a las afinidades geográficas en
catlán: corresponde a un área pequeña plantas, de acuerdo con Rzedowski (1978) y
del sureste del estado de Puebla y por- en función de la ubicación del país respecto
ciones adyacentes de Oaxaca y Veracruz. al resto del continente americano, las rela-
ciones geográficas de su flora se manifiestan
Región Caribea fundamentalmente en dos direcciones: ha-
12. Provincia de la costa pacífica: se extiende cia el sur y hacia el norte, es decir, contrarias.
en forma de franja angosta e ininterrum- La evolución de la flora moderna de México
pida desde el este de Sonora y suroeste comenzó a fines del Cretácico, cuando se
de Chihuahua, en el norte, hasta Chiapas inició el contacto hacia el norte con la Amé-
en el sur, prolongándose a lo largo de la rica boreal; no así hacia el sur y el este, ya
misma vertiente hasta América Central. que las conexiones con América Central y
13. Provincia de las islas Revillagigedo: in- las Antillas se establecieron e interrumpieron
cluye las islas Socorro, San Benedicto y durante el Cenozoico (Rzedowski, 1978).
Clarión, situadas en el océano Pacífico, a Básicamente la flora mexicana está inte-
más de 350 km del continente. grada por tres elementos principales: meri-
98 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
El componente Neártico incluye las áreas América del Sur y, más lejanamente, en los
áridas subtropicales del norte del país, en trópicos del resto del reino Holotropical (Áfri-
las provincias de California, Baja California, ca, sudeste de Asia y parte de Australia).
Sonora, Altiplano Mexicano y Tamaulipas.
En este componente (región Neártica en Áreas de endemismo
sentido estricto) predomina el elemento Las especies endémicas resultan de gran in-
original. Desde el punto de vista filogené- terés desde el punto de vista florístico, bio-
tico, los taxones emparentados con los que geográfico e indican condiciones especiales
habitan este componente con frecuencia se de suelo, clima, regiones de aislamiento eco-
hallarán en el resto de la región Neártica y lógico, etc. Son especialmente útiles para la
el Viejo Mundo (taxones del elemento Pa- determinación de áreas de protección am-
leoamericano), o sólo en la región Neártica biental (Villaseñor, 1991) y para la delimi-
(taxones del elemento Neártico). tación de provincias florísticas. Rzedowski
El componente Transicional incluye las (1991a; 1991b) estimó que el porcentaje
áreas básicamente montañosas del centro del de especies de fanerógamas endémicas al
país, que se asignan a las provincias de la Sie- país debía ser cercano a 52% (50% según
rra Madre Oriental, Sierra Madre Occidental, Villaseñor, 2016), aunque señaló también la
Eje Volcánico Transmexicano, cuenca del Bal- falta de un inventario depurado que permi-
sas y Sierra Madre del Sur. En este componen- tiera contar con datos más precisos.
te (Zona de Transición Mexicana en sentido Considerando que la repartición geográ-
estricto) coexisten los elementos Paleoame- fica de los organismos está delimitada por
ricano, Neártico, Mesoamericano Tropical y las regiones naturales y que, éstas, a su vez,
Mesoamericano de Montaña, este último de están definidas por condiciones fisiográficas,
afinidad neotropical. La provincia de la cuen- climáticas, edáficas, etc., Rzedowski (1991a)
ca del Balsas es la que exhibe una influencia propone cuatro áreas de referencia para la
mayor del elemento Mesoamericano Tropical. definición de endemismos en México.
El componente Neotropical incluye áreas
tropicales húmedas y subhúmedas del sur México. Cuando esté restringido al terri-
de México, asignadas a las provincias de la torio mexicano.
Costa pacífica mexicana, del Golfo de Méxi- Megaméxico 1. Cuando se incluyan las
co, de Chiapas y de la Península de Yucatán. partes de zonas áridas sonorense, chi-
En este componente (región Neotropical en huahuense y tamaulipeca, que pertene-
sentido estricto) predomina el elemento Me- cen a Estados Unidos de América.
soamericano tropical. En la provincia de la Megaméxico 2. Cuando la región que
Península de Yucatán se encuentra también abarca llegue hasta territorio centroame-
el elemento Antillano, y en la provincia de ricano (hasta el norte de Nicaragua).
Chiapas hay relictos del elemento Neárti- Megaméxico 3. Cuando se incluyen am-
co. Los taxones emparentados con los me- bas extensiones (1 y 2, Norteamérica y
soamericanos tropicales se encontrarán en Centroamérica).
100 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
México ha sido lugar de origen y desa- las familias Arecaceae, Nolinaceae y Agava-
rrollo de un gran número de grupos diver- ceae, y si bien su representación numérica es
sos de plantas, algunas de ellas endémicas. baja, sus poblaciones son muy abundantes
Por ejemplo, en zonas áridas y semiáridas y constituyen elementos fundamentales en
el endemismo es propio no sólo de grupos palmares, izotales y diversos tipos de mato-
taxonómicos, sino hasta de categorías ele- rrales xerófilos (Rzedowski, 1978).
vadas (por ejemplo, familia) o de formas En cuanto a endemismo en las aves de
biológicas, responsables de la singularidad México, hay 194 especies endémicas; 212 si
de la flora. La familia Cactaceae, por ejem- incluimos aquellas que tienen algún grado
plo, aunque originaria de Suramérica, ha de endemismo, es decir: las cuasiendémi-
alcanzado en el país su máxima diversidad, cas (aquellas cuya distribución se extiende
abundancia e importancia, pues existen al- ligeramente fuera de los límites políticos de
rededor de 900 especies, de las cuales casi México por continuidad ecológica u oro-
95% es de distribución restringida a Me- gráfica) y las semiendémicas (aquellas que
gaméxico 1 (Rzedowski, 1991a). se restringen a México solamente durante
Especialmente para el grupo de Liliopsi- una parte de su ciclo anual). Esta cantidad
da (monocotiledóneas), y de acuerdo con representa entre 18 y 20% del total de es-
los datos que reporta Espejo-Serna (2012), pecies registrado en el país, lo que lo coloca
sabemos que en México prosperan 4,562 en el cuarto lugar mundial en este rubro.
especies silvestres, de las cuales 2,010 son De acuerdo con Navarro-Singüenza et al.
especies nativas, de las que 44.05% son (2014), se observa que, a diferencia de la
endémicas al país; y considerando el con- riqueza total de especies, los valores altos
cepto de Megaméxico 3, de las regiones de de riqueza de especies endémicas (más de
Rzedowski (1991b), el número de especies 30 especies) y la proporción de especies en-
endémicas asciende a 2 764. Si analizamos démicas (más de 16%) se concentran a lo
la distribución del endemismo tomando en largo del oeste de México, principalmente
cuenta las formas biológicas (en realidad, en las zonas montañosas del Eje Neovolcá-
formas de crecimiento, de vida y biológicas) nico, las Sierras Madre Occidental y del Sur,
presentes en las monocotiledóneas mexica- y la planicie costera del Pacífico. Se observa
nas, es posible observar que la mayor pro- también un alto endemismo en la faja norte
porción de especies endémicas se encuentra de la Península de Yucatán, en las montañas
en las geófitas (26.41%), seguidas por las de la región oaxaqueña y en la Sierra Madre
epífitas (25.87%), las hierbas (22.13%) y las Oriental. Las zonas de mayor porcentaje de
rosulifolias (14.72%). En el restante 10.87% endemismo se encuentran en la cuenca alta
se agrupan las demás formas de vida: arbo- del Balsas y el Eje Neovolcánico, cuya pro-
rescentes, trepadoras, acuáticas y saprófitas; porción de especies endémicas representa
por ejemplo, 404 especies (5.17%) de las hasta 26% de la avifauna total.
monocotiledóneas endémicas de México son El mayor porcentaje de endemismo en la
arborescentes, la gran mayoría pertenece a avifauna mexicana se encuentra en los am-
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 101
bientes de montaña, como los bosques de planicie del Pacífico de México; el rascador
pino-encino (17%), el bosque mesófilo de nuca rufa (Melozone kieneri), de matorrales
montaña (11%) y el bosque de pino (10%). xerófilos desde Sonora hasta Oaxaca-Pue-
En las tierras bajas, destacan la selva baja bla, en las regiones Centro de la planicie del
caducifolia (16%) y los bosques de galería Pacífico, Montañas del centro, Montañas
(8%). El cuasiendemismo mostró aproxima- del sureste, Planicie del Pacífico del noroes-
damente el mismo comportamiento, aun- te y Sur de la planicie del Pacífico de Méxi-
que es mayor en el manglar (6%), el bosque co, o bien, el zacatonero rayado (Oriturus
secundario (6%) y en la selva alta perennifo- superciliosus) de los bosques de Quercus de
lia (4%). Algunos ambientes sólo contienen Guerrero y en las regiones: Montañas del
especies cuasiendémicas, como las aguas centro, Montañas del noroeste y Montañas
costeras (5%), las playas (4%) y los pastiza- del sureste de México.
les húmedos (4%). En cuanto a la herpetofauna, ha dado
Algunas especies endémicas de distribu- fama mundial a México por su enorme di-
ción restringida son el colibrí coqueta de versidad y por su alto grado de endemis-
cresta corta (Lophornis brachylopha), habi- mo; México y Australia son los países más
tante de bosques tropicales subcaducifolios ricos en herpetofauna (Santos-Barrera et al.,
del estado de Guerrero, en la región Centro 2014). En la actualidad, se conocen en Mé-
de la planicie del Pacífico y Montañas del xico 1 164 especies, 360 de anfibios y 804
centro de México; la cotorra serrana orien- son reptiles (Flores-Villela y Canseco-Már-
tal (Rynchopsitta terrisi) que habita bosques quez, 2004). Alrededor de 60% de las espe-
de Pinus, de Pinus-Abies-Pseudosuga o de cies de reptiles y anfibios son endémicas del
Quercus-Pinus de los estados de Aguasca- país (606 especies). El grupo de endémicas
lientes, Chihuahua, Durango, Guanajuato, se concentra principalmente en las islas del
Jalisco, Michoacán, Nayarit, Sonora y Zaca- Golfo de California (isla Cedros con 27 es-
tecas, y en las regiones Montañas del cen- pecies), la Sierra Madre del Sur de Guerrero
tro de México y Montañas del noroeste de (387 especies), Chiapas (378 especies) y Oa-
México; la urraca enana (Cyanolyca nanus), xaca (parte centro 234 especies), así como
habitante de bosque mesófilo de montaña, el Eje Volcánico Transversal (302 especies)
bosques húmedos de Pinus, de Quercus y (Adler, 1996; Grismer, 2002; Campbell y La-
de Abies, de los estados de Hidalgo, Oaxaca mar, 2004). Un alto porcentaje de las espe-
y Veracruz, en la región Montañas del Cen- cies, tanto endémicas como no endémicas,
tro y Montañas del Sureste de México; el son de distribución restringida (aquellas que
loro corona lila (Amazona finschi), habitan- habitan en sólo una de las regiones bióti-
te de los bosques tropicales caducifolios y cas, propuestas por Flores-Villela, 1993). En
los bosques de Pinus-Quercus y de Quercus, este sentido, 717 especies (62% del total
de Jalisco, en la región Centro de la plani- nacional) presentan una distribución restrin-
cie del Pacífico, de Montañas del noroeste, gida, de las cuales 253 son anfibios (35%)
Planicie del Pacífico del noroeste y Sur de la y 464 son reptiles (65%) (Santos-Barrera et
102 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Las aves es el grupo en el que más se camente se les puede observar durante
ha estudiado el síndrome de migración, por esta estación.
lo que, para este grupo, se han propuesto Transitorias o migratorias de paso. Espe-
etapas estacionales o estatus de residencia, cies que durante la migración hacen es-
los cuales han sido determinados por el des- calas en distintas regiones, para descan-
plazamiento que realizan las especies para sar o alimentarse, ya que se dirigen a sus
reproducirse o invernar. Este movimiento áreas de invernación o reproducción; por
cíclico origina que el número de especies en consiguiente, es posible observarlas úni-
un área se modifique en diferentes épocas camente en el otoño o la primavera.
del año (Arroyo, 2010; Figueroa y Puebla, Visitantes de invierno o migratorias de in-
2014; Berlanga et al., 2015). Con base en vierno. Especies que migran a zonas cáli-
lo anterior, la estacionalidad de las aves se das para invernar, por lo que sólo se les
ha podido clasificar en: puede observar durante esta temporada.
también en murciélagos. Durante el vera- fielmente regresan una vez que termina la
no, algunas especies de quirópteros ocu- anidación (Medellin et al., 2009).
pan una parte de su área de distribución Otra especie que se ha documentado
en el norte de México y sur de Estados como migrante es el tiburón blanco (Carcha-
Unidos. La gran mayoría, más de 90% de rodon carcharias), que pasa al menos cinco
los individuos, son hembras preñadas que meses en los alrededores de la isla Guadalu-
llegan a esa región para aprovechar la gran pe (Baja California), donde su alimentación
abundancia de alimento, y así maximizar se basa en tres especies de pinnípedos que
las probabilidades de supervivencia de las habitan la isla: el lobo fino de Guadalupe
crías. Por lo tanto, los murciélagos copulan (Arctocephalus townsendi), el lobo marino
en los refugios de invernada, y el proceso de California (Zalophus californianus califor-
de desarrollo del feto se inicia y continúa nianus) y el elefante marino del norte (Mi-
a lo largo de la migración, para culminar rounga angustirostris). Algunos individuos
en las regiones del norte de la distribución de C. carcharias comienzan, a mediados de
de verano, y es cuando las hembras paren febrero, la migración hacia la costa oeste de
a las crías. El murciélago magueyero (Lep- Hawai; se desplazan 3800 km, a lo largo de
tonycteris curasoae) lleva a cabo este tipo un corredor migratorio, para llegar a una
de migración, latitudinal, ya que se des- zona de alimentación compartida, donde
plaza desde regiones tropicales de alimen- permanecen alrededor de 140 días. Otros
tación invernal, donde se aparea (centro individuos de tiburón blanco migran hacia
de México), hacia regiones subtropicales, otra región subtropical del Pacífico oriental;
donde pare a sus crías (sudoeste de Esta- los machos regresan a la isla alrededor del
dos Unidos). Esto implica que la especie se 22 de julio, y las hembras hasta el otoño.
encuentra todo el tiempo en condiciones Se ha observado que algunos sitios alrede-
alimenticias y climáticas favorables (Mora- dor de la isla Guadalupe sirven como área
les, 2007; Medellín et al., 2009). de crianza secundaria para los tiburones, es
La migración de las tortugas marinas está decir, la etapa en que los juveniles alcanzan
relacionada con los cambios ontogenéticos la madurez (Hoyos, 2009).
que sufren. La distancia y ubicación de los
hábitats de alimentación con respecto a los Integración de información
de reproducción varían entre especies; en biogeográfica de los taxones
buena medida, los hábitats de alimentación en una base de datos
son consecuencia de los desplazamientos A continuación, se muestra la propuesta de la
por dispersión en los grandes sistemas de clasificación correspondiente a biogeografía.
corrientes durante las etapas oceánicas (ju- Los componentes principales refieren la dis-
veniles), de sus desplazamientos entre há- tribución geográfica de las especies, las afini-
bitats intermedios de desarrollo (juveniles dades geográficas de las plantas, así como su
tardíos) y de la fijación en sitios finales de ocurrencia temporal (migración) y su origen.
alimentación en la fase adulta, a los que La clasificación se basa en lo que algunos es-
CONOCIMIENTO AMBIENTAL DE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 109
Figura 5. Biogeografía
pecialistas han establecido para cada rubro. mente, el componente área de endemismo pue-
Si es necesario, se puede integrar nuevos de tener asociado más de un país.
componentes a la clasificación, de acuerdo Si existe información complementaria
con el contexto de la misma (figura 5). importante, puede capturarse en un cam-
Existen tres elementos mínimos necesarios po observaciones, el cual se encontrará en el
para la integración de la información en una mismo componente. La información en este
base de datos: taxón/biogeografía/región. To- campo, para las especies introducidas, tiene
dos los componentes deben estar asociados que ser el lugar de origen de la especie, y
con alguna región a nivel de país, a excepción para las endémicas, los tipos de vegetación
del componente endemismo, que puede estar e intervalo altitudinal donde se distribuye. A
integrado a nivel de país/estado. Adicional- continuación, se ejemplifica lo anterior:
110 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
ican herpetofauna: Dispersal or vicariance? Annals xico: una guía hacia la conservación. Acta Bot. Mex.
of the Missouri Botanical Garden 69:464-547. 15:29-46.
Sibley, G.C., y J.E. Ahlquist. 1990. Phylogeny and clas- Villaseñor, J.L. y F.J. Espinosa-García. 2004. The alien
sification of birds. Yale University Press, New Haven. flowering plants of México. Diversity and Distribu-
Sullivan, J., E. Arellano y D.S. Rogers. 2000. Compar- tions 10:113-123.
ative phylogeography of mesoamerican highland Villaseñor, J.L. y P. Magaña. 2006. Plantas introducidas
rodents: concerted versus independent response to en México. Ciencias 82:38-40.
post fluctuations. The American Naturalist 155:755- Villaseñor, J.L., P. Maeda, J.J. Colín-López y E. Ortiz.
768. 2005. Estimación de la riqueza de especies de Aste-
Toledo, V.M. 1982. Pleistocenic changes of vegetation raceae mediante extrapolación a partir de datos de
in tropical Mexico. En: G. Prance (ed.) Biological presencia-ausencia. Boletín de la Sociedad Botánica
diversification in the tropics. Columbia University de México 76:5-18.
Press, Nueva York, pp. 93-111. Wendt, T. 1993. Composition, floristic affinities, and
Villalpando, R.J.A. 2006. Dinámica poblacional de origins of the canopy tree flora of the Mexican At-
Leptonycteris yerbabuenae en el centro de México. lantic Slope rain forests. En: Ramamoorthy, T.P., R.
Tesis de maestría, Instituto de Biología, Universidad Bye, A. Lot y J. Fa. (eds.). Biological diversity of Mexi-
Nacional Autónoma de México, México. co. Origins and distributions. Oxford University Press,
Villaseñor, J.L. 1991. Las Heliantheae endémicas a Mé- Nueva York, pp. 595-680.
CONOCIMIENTO Manejo y aprovechamiento
Martha Gual Díaz y Alejandro Rendón Correa
SOBRE LOS RECURSOS
BIOLÓGICOS EN MÉXICO En Mesoamérica y en las zonas áridas de Norteamérica hay
una historia cultural de entre 12 000 y 14 000 años de anti-
güedad (MacNeish, 1967). La larga historia de interacción
entre las culturas y la diversidad biológica locales ha dado
como resultado una extraordinaria riqueza de saberes y téc-
nicas de manejo de los recursos y ecosistemas de México
(Casas et al., 2001; 2008); por ejemplo, el manejo in situ de
poblaciones y comunidades vegetales silvestres, así como el
cultivo de especies en ambientes creados por los seres huma-
nos ex situ (Bye, 1993; Casas et al., 1996; Casas et al., 1997).
El panorama anterior ha motivado el estudio de las dis-
tintas formas en que las culturas interactúan con el ambien-
te en, al menos, tres campos (Caballero et al., 1998):
115
116 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
mente bajo cultivo; todas ellas pueden ser De este modo, el conjunto de recursos
nativas o introducidas de otras partes de vegetales utilizados tradicionalmente por las
México o del mundo. Las plantas cultivadas poblaciones de México puede verse como
pueden ser llevadas desde sus poblaciones una pirámide cuya punta está formada por
silvestres a los campos agrícolas o huertos las plantas cultivadas y domesticadas, mien-
caseros, y además muchas de éstas pueden tras que en su nivel inferior encontramos un
presentar características que indican que gran número de plantas bajo manejo inci-
están pasando por un proceso de domes- piente (Caballero et al., 1998).
ticación. Sin embargo, no se descarta que Así, las condiciones de uso y manejo de
las plantas domesticadas también tengan las plantas se clasifican bajo la denomina-
antecesores silvestres, malezas o ruderales ción de Estatus Cultural, y de acuerdo con
(Casas et al., 2001). Las plantas silvestres, Casas et al. (2001) son los siguientes:
malezas y ruderales pueden tener cierta
forma de manejo in situ, por ejemplo: la • Cultivada
propagación selectiva de malezas dentro • Cultivada e introducida
de las áreas que son clareadas durante la • Manejada in situ
preparación de los terrenos para agricultu- • Ruderal o maleza
ra. Asimismo, algunas poblaciones silvestres • Ruderal o maleza introducida
pueden ser deliberadamente propagadas y • Silvestre
mejoradas dentro de su hábitat. • Silvestre e introducida
Es posible que una especie presente va- silvestres de la misma región, lo cual sugiere
rios estatus simultáneamente, por ejemplo: que los materiales cultivados provienen de
Crescentia cujete, cuyos frutos se utilizan otro lugar, y muestra cómo la percepción de
para elaborar jícaras en la Península de Yu- la variabilidad morfológica afecta la selec-
catán, puede encontrarse silvestre y cultiva- ción de algunas variedades sobre otras. A su
da, además de que tiene un manejo in situ: vez, esto afecta la composición genética de
tolerada y propagada (Casas et al., 2014); las poblaciones manejadas a nivel regional,
otro ejemplo son las cactáceas columnares, pues las variedades cultivadas preferidas se
de las que existen 80 especies en México propagan de un huerto a otro, entre comu-
y cuyos frutos son comestibles y los tallos nidades (Casas et al., 2014).
se utilizan como forraje. Por tal motivo, en
México, la recolección de productos útiles Formas o prácticas de manejo
en poblaciones silvestres es una práctica co- Se ha documentado que las comunidades
mún; sin embargo, es posible observar otro practican diferentes formas de manejo de
tipo de interacciones con algunas especies, individuos, poblaciones y comunidades ve-
como las poblaciones silvestres de 19 espe- getales, como la recolecta, la tolerancia, el
cies, que son sujetas a formas de manejo in fomento o inducción, la protección y el cul-
situ, por ejemplo: Myrtillocactus geometri- tivo (Bye, 1993; Casas et al., 1996; 1997).
zans, M. schenckii, Pachycereus hollianus, El conocimiento tradicional de las plantas
Stenocereus montanus, etc. Por medio de —que mucho se ha documentado— tiene
este manejo, los campesinos dejan en pie al- una expresión en técnicas de manejo (tres Cultivo de chayote (Sechium
gunos individuos y promueven su abundan- niveles), que moldean la interacción hu- edule) empleado el fruto
y la guía como hortaliza.
cia por medio de propagación vegetativa. En mana con las poblaciones o comunidades Huatusco, Veracruz.
el caso de Polaskia spp. y Escontria chiotilla, vegetales. El primer nivel se refiere a la reco- Foto: Heike Vibrans Lindemann
portado que los mayas practicaban este tipo más, protegen de plagas y fertilizan plantas
de manejo desde hace siglos con especies arvenses, como el tomatillo (Physalis phila-
útiles nativas, como el zapote (Manilkara za- delphica) y el tomatito o tomate silvestre
pota), ramón (Brosimum alicastrum), Anno- (Solanum lycopersicum) (Casas et al., 2007).
na spp., Sabal spp., entre otras (Casas et al., Lira et al. (2009) la definen como la prácti-
2007). Ampliando la definición y empleando ca consistente en una serie de actividades
el trabajo de Lira et al. (2009), la tolerancia encaminadas al cuidado de los individuos
permite la permanencia de ciertas especies in situ, por ejemplo: podas periódicas, re-
de plantas útiles, en ocasiones, con fenoti- moción de competidores, protección de los
pos particulares, en sitios que están siendo herbívoros, cubrir las plantas del ambiente,
perturbados (clareados, desyerbados, etc.); protección en contra de parásitos, adición
generalmente estas especies existían antes de fertilizantes, entre otros, con el fin de
de que se modificaran esos sitios. asegurar la disponibilidad de esas plantas.
En la práctica de promoción o fomento Para siembra y transplante tenemos como
tenemos como ejemplo el manejo de la pal- ejemplo las especies silvestres de pitayas
ma soyate o palma dulce (Brahea dulcis) por (Stenocereus spp.), colorines (Erythrina spp.)
parte de los mixtecos del estado de Guerre- y copales (Bursera spp.), cuyas estructuras
ro, en donde los pobladores queman áreas reproductivas son plantadas con mucha fre-
para remover competidores y favorecer la
regeneración de individuos. Esta especie es
resistente al fuego (Casas et al., 2007). Esta
práctica es denominada por Lira et al. (2009)
como fomento o inducción. De acuerdo con
estos autores, la práctica implica aplicar es-
trategias para propagar las plantas útiles in
situ, mediante la dispersión de sus estructu-
ras sexuales (semillas) o vegetativas, para así
aumentar el tamaño poblacional y, con ello,
su disponibilidad.
En cuanto a la práctica de protección, los
mixtecos y nahuas de la zona de la cuenca
del río Balsas ocasionalmente podan ramas
y controlan plagas de individuos silvestres
con fenotipos favorables de especies arbó-
Cultivo de plantas
reas, como el guamúchil (Pithecellobium
ornamentales en traspatios
dulce), ciruela roja (Spondias mombin), gua- domésticos, alcatraz
je colorado o guaje rojo (Leucaena esculen- (Zantedeschia aethiopica),
especie introducida de
ta), nanchi o nanche (Byrsonima crassifolia), Sudáfrica a México.
guayaba (Psidium spp.), entre otras; ade- Foto: Jean Louis Lacaille Múzquiz
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 123
cuencia en huertos y otros sistemas agríco- y ecológicas de las especies, así como aspec-
las, tanto en la cuenca del río Balsas como tos culturales, sociales y tecnológicos (Casas
en el valle de Tehuacán (Casas y Caballero, et al., 2014). Además, se ha demostrado que
1995). Lira et al. (2009) subdividen esta prác- las comunidades manejan sus recursos vege-
tica en cultivo —en el cual sólo contemplan tales utilizando prácticas dirigidas a mante-
la propagación de plantas ex situ, ya sea ner su disponibilidad, a incrementarlos y a
con semillas o con partes vegetativas, pero mejorar su calidad (Lira et al., 2009).
tomadas de poblaciones silvestres— y en La elaboración de trabajos de esta índole
Cría de pecarí de collar
trasplante, en la cual se hace la remoción de es indispensable para el desarrollo de estra-
(Pecari tajacu) en Campeche.
La especie es social y individuos completos de su hábitat natural, tegias regionales de manejo sustentable de
culturalmente aceptada sobre todo los que poseen un fenotipo apro- los recursos vegetales en cualquier parte del
en las poblaciones locales
(carne, cuero, colmillos,
piado, y se les coloca en otros lugares, como país (Lira et al., 2009).
mitos). Forma parte de la huertos, solares, milpas, etc., practicando la
mitología de los pueblos de
propagación ex situ. Ejemplos de esta prác- Tipos de manejo de vida silvestre
los bosques tropicales que
habita; por tanto, también tica se observan en la montaña de Guerrero, La reglamentación mexicana establece que
de la educación e identidad con el maguey mezcalero (Agave cupreata) y todo tipo de manejo se debe realizar en zo-
de las comunidades. Se le ha
observado como mascota
una guayaba silvestre, conocida localmente nas registradas como Unidades de Manejo
de los núcleos familiares como guayaba tlahuanca (Psidium guajava) para la Conservación de la Vida Silvestre
indígenas. Se fabrican collares
(Casas y Caballero, 1995). (uma), las cuales son criaderos extensivos
con los dientes y coronas con
el pelo (cerdas), que se usan Todas las formas o prácticas de manejo o intensivos de fauna silvestre, viveros e
como adornos relevantes en están sujetas a distintos grados de intensi- invernaderos, áreas para aprovechamiento
las casas. Del cuero del animal,
fabrican tambores y prendas
dad, para marcar los ritmos de la interacción cinegético, así como todas las alternativas
de vestir. Foto: Dídac Santos Fita que influyen en las características biológicas viables que permitan la propagación de
especies y elaboración de productos y sub-
productos que puedan ser incorporados al
mercado legal de vida silvestre (Semarnat/
Conafor, 2009).
Las uma fueron concebidas como instru-
mentos capaces de contribuir a los esfuerzos
de conservación in situ emprendidos por el
Estado mexicano. Esto es evidente en los di-
versos documentos base generados a lo lar-
go de la construcción del concepto de uma
y de su inclusión en el bagaje de políticas
para la conservación del patrimonio natural,
como la Estrategia Nacional para la Vida Sil-
vestre y el programa especial emanado de
ella. En este último, el Programa de Conser-
vación de la Vida Silvestre y Diversificación
124 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Productiva en el Sector Rural, México 1997- adecuado de todos sus recursos biológicos;
2000 tiene como objetivo general conservar al mismo tiempo es elemental que los miem-
la biodiversidad de México y generar opor- bros de la comunidad sean los beneficiarios
tunidades de diversificación socioeconómica principales de los valores de la vida silves-
para el sector rural. Para lograr su cumpli- tre, lo cual debe estimular usar este recurso
miento, se identificaron diversas necesidades de manera sostenible, es decir, mediante el
que sirvieron para desarrollar los siguientes manejo adecuado de la vida silvestre (Se-
objetivos particulares (Robles, 2009). marnat/Conafor, 2009). De acuerdo con las
anteriores entidades, existen dos categorías
• Establecer incentivos para la configura- para el manejo de vida silvestre:
ción de intereses privados y públicos en
favor de la conservación de la flora y fau- Manejo extensivo (en vida libre). El que se
na silvestres mediante su aprovechamien- hace con ejemplares o poblaciones de
to sustentable. especies que se desarrollan en condicio-
• Promover y facilitar la conservación de nes naturales, sin imponer restricciones
grandes extensiones de hábitat para la a sus movimientos. Funciona por medio
vida silvestre, y de ese modo reducir las de técnicas de conservación y manejo
probabilidades de extinción y fomentar la del hábitat, monitoreo de poblaciones y
recuperación de especies de alto signifi- reproducción de especies de interés con
cado ecológico, simbólico y económico fines de aprovechamiento para conser-
para la identidad regional y nacional. var aquellas que poseen valor de uso, así Manejo de especies en
vida libre con fines de
• Fortalecer el marco normativo institucio- como las comunidades y ecosistemas a aprovechamiento, Chiapas.
nal apegándose al cumplimiento de la ley los que se encuentran asociadas. Foto: Ramón Mariaca Méndez
dad para realizar el aprovechamiento sin Uno de los recursos más frecuentemente
afectar el crecimiento de la población. aprovechados de manera extractiva son los
Algunas formas de este tipo de aprove- maderables, alrededor de los cuales se de-
chamiento son: cacería deportiva, captu- sarrolla una industria para la fabricación de
ra de animales para mascotas, ornato o muebles, artículos decorativos, carpintería,
exhibición, extracción de animales para recubrimientos de pisos y paredes, materiales
alimento, obtención de insumos bioló- de construcción, entre otros; existen muchas
gicos para la industria, colecta científica, especies de árboles que se utilizan con estos
obtención de recursos forestales madera- propósitos a nivel nacional, por mencionar
bles y no maderables, entre otros. sólo algunas: en climas áridos se utilizan va-
En el aprovechamiento no extractivo las rias especies de mezquite (Prosopis spp.); en
actividades realizadas con la vida sil- climas templados, el oyamel (Abies religio-
vestre son en su hábitat, no implican la sa), varias especies de encino (Quercus spp.)
remoción de individuos, de sus partes o y de pino (Pinus spp.), y en climas tropicales
derivados, como el ecoturismo, la inves- las más importantes son la caoba (Swietenia
tigación, la educación ambiental, la foto- macrophylla) y el cedro (Cedrela odorata).
grafía, video o cine. Este aprovechamiento maderable puede
En el aprovechamiento mixto se realizan ser tanto en poblaciones silvestres como en
actividades tanto extractivas como no plantaciones forestales comerciales sin dejar
extractivas. de ser extractivo, y su aprovechamiento co-
mercial representa una oportunidad de de- Por ejemplo, de acuerdo con Viesca et al.
sarrollo para algunas comunidades. (2012), en Toluca, Estado de México, se con-
sumen algunas especies de insectos: esca-
Procedencia y destino de consumo moles (Liometopum apiculatum), padrecitos
Procedencia (Anax sp.), chapulines (Sphenarium histro),
La disponibilidad de especies útiles en un entre otros, los cuales son recolectados y
lugar determinado depende de algunas consumidos en zonas rurales del estado. Sin
características, como las condiciones eco- embargo, también pueden ser comercializa-
lógicas del lugar, las biológicas propias de dos a baja escala en los tianguis, mercados
cada especie (por ejemplo, su fenología), así o central de abastos de la capital del estado.
como las características culturales de la po- En este caso, la procedencia de las especies
blación (usos y costumbres). Esto significa es local para los habitantes de la zona rural
que, por un lado, las poblaciones humanas donde se colectan, o foránea para los habi-
utilizan recursos biológicos de procedencia tantes de la ciudad de Toluca que los con-
local cuando estos están disponibles en los sumen. Otro aspecto por destacar en este
sitios donde acostumbran recolectarlos, ca- ejemplo es que en la ciudad de Toluca es
zarlos o incluso cultivarlos; de lo contrario, posible encontrar vendedores que ofrecen
existe la necesidad de obtener los recursos chapulines (Sphenarium sp.), provenientes
de otras regiones, es decir, de procedencia del estado de Oaxaca, es decir, un recurso
foránea. de procedencia foránea.
Otro caso es el de las plantas medicina-
les. De acuerdo con Hersch-Martínez y Fie-
rro (2001), la mayor parte de la flora medi-
cinal comercializada en México es de origen
silvestre, por lo que existe un evidente inter-
cambio comercial de especies recolectadas,
una red de mercadeo entre acopiadores re-
gionales. En un punto de venta se puede
encontrar especies procedentes de muchas
partes del país.
A manera de ejemplo de lo dicho en el
párrafo anterior, Tena et al. (2012) encon-
Puesto de productos
traron que la riqueza de plantas silvestres
regionales: aguacate criollo, en los mercados de la ciudad de Guadala-
cilantro, capulín, epazote,
jara, estado de Jalisco, no corresponde a
flor de calabaza, lechuga
romana, nopales, perejil, la riqueza florística de la región. Las razo-
rábanos y una pequeña nes son diversas, entre otras: la mutación
flor silvestre de temporal.
Texcoco, Estado de México.
de valores culturales, los nuevos modos de
Foto: Heike Vibrans Lindemann comercialización, la agricultura moderna y
128 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
De acuerdo con lo anterior, el consumo han reportado 1,608 especies útiles (Casas
de algún recurso biológico útil puede ser a et al., 2014). Debido a lo anterior, las plan-
nivel de autoconsumo, local, regional, na- tas —provenientes de la recolecta o del cul-
cional e internacional, o incluso más de uno tivo y que se comercializan o intercambian
de estos. en la zona— se comercializan tanto a nivel
A manera de ejemplo, en el norte del local (mercados y tianguis locales) como a
estado de San Luis Potosí habitan los hui- nivel regional, es decir, en los mercados de
choles. Dentro de esta comunidad existen todo el Valle de Tehuacán-Cuicatlán, que
los denominados jicareros o peyoteros, que incluye municipios del estado de Puebla y
son personas dedicadas específicamente a Oaxaca. Se aprovechan plantas útiles como:
la recolección del peyote (Lophophora wi- el fruto del coyol (Acrocomia aculeata), que
lliamsi) en el desierto sagrado de Wirikuta se recolecta con fines alimenticios en Cox-
(Alonso, 2010). Esta planta es una cactácea catlán; la anona (Annona reticulata), que se
enteógena de uso ceremonial que se con- cultiva en huertos familiares de Tehuacán;
sume exclusivamente en la comunidad (au- el maguey (Agave kerchovei), cuya fibra se
toconsumo), teóricamente no está sujeta a extrae en Zapotitlán; distintas especies de
ningún tipo de comercialización. chile (Capsicum spp.), que se cultivan en
Por otro lado, es bien sabido que el Valle Miahuatlán, entre otras (Colín, 1987).
de Tehuacán es una región con una diversi- En la Sierra Norte de Oaxaca existe una
dad biocultural excepcional. En el área exis- gran diversidad étnica y de recursos biológi-
ten comunidades nahuas, mixtecas, popo- cos. En este lugar las comunidades indíge-
locas, chochas, ixcatecas, chinantecas, ma- nas mantienen un sistema de distribución
zatecas, cuicatecas y mestizas; además, se de tierras, mediante el cual las familias usan
una parte para la agricultura de autoconsu-
mo y otra parte se emplea de forma colec-
tiva para la extracción comercial de produc-
tos maderables y no maderables. Algunos
de estos productos son los hongos, como el
hongo de huevo (Amanita caesarea), duraz-
nillo (Cantharellus cibarius), hongo de pan
(Boletus edulis) y hongo blanco (Tricholoma
magnivelare). Estas especies provienen de
la recolecta, ya que no es posible cultivar-
las. El hongo de huevo y hongo de pan son
Venta de productos regionales:
parte de cadenas comerciales a baja escala,
ciruela amarilla (Spondias
mombin), flor de izote (Yucca que es cuando se recolectan para autocon-
gigantea) y tomate (Physalis sumo, para venta en los mercados locales,
philadelphica) en el mercado
de Huatusco, Veracruz.
o bien son vendidos en otros sitios de la
Foto Martha Gual Díaz misma región. El comercio a mayor escala
130 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
de épocas muy tempranas (3 400 a.C.). La chile (Capsicum spp.), pieles, tortillas, tama-
cultura maya seleccionó y cultivó aproxima- les, frutos nativos, leña, madera de pino (Pi-
damente 138 especies frutales. Aunque no nus sp.) para antorchas, tabaco (Nicotiana
puede establecerse con seguridad cuántas sp.), entre otros.
especies se cultivaban antes del año 1492, Un hecho importante es que, de acuerdo
se estima que fueron entre 250 y 300, ade- con Aranda (2005), tanto en Mesoamérica
más se sabe que los mayas aprovechaban como en el Altiplano Central de México, la
entre 300 y 500 especies de plantas (Gon- semilla del cacao era tan importante que se
zález y del Amo, 2012). utilizaba como moneda o unidad de trueque,
Entre los recursos naturales y sus pro- práctica que permaneció en el sistema de in-
ductos que más se intercambiaban o co- tercambio de la Nueva España como una for-
mercializaban estaban: la ropa de algo- ma de pago a los indígenas por su trabajo y
dón, colorantes para teñir, tinturas para el en los mercados; aunque también llegó a uti-
cuerpo (para protección del calor y frío), lizarse mantas de algodón, conchas, hachue-
tea para alumbrarse, resina de pino (Pinus las de cobre y plumas. Dado el uso extensivo y
sp.) para los sahumerios, cuentas coloradas predominante del cacao, pudo haber servido
de conchas de caracoles, pieles de jaguar como un estándar por medio del cual se equi-
(Panthera onca) y venado, y caparazones de paraban otros productos para el intercambio,
tortuga, pero el producto especializado por muestra de ello es el siguiente párrafo de la
excelencia era el cacao (Theobroma cacao). obra de Toribio (1910):
Asimismo, las mercancías que llegaban eran
alimentos, plantas medicinales, cera, miel, ... que un conejo valía allí diez almendras (de
productos de maguey (Agave spp.) y hene- cacao); ocho pomos o nísperos de aquella tie-
quén (Agave sp.), fibras de palmas, ceste- rra (el zapote) por cuatro almendras; un escla-
ría, canoas, artefactos de maderas diversas, vo cien más o menos.
pelo de conejo (tochomitl) y algunos mine-
rales (Attolini, 2009). Los lugares en donde se llevaba a cabo el
Por otro lado, en la cultura azteca exis- comercio e intercambio prehispánico eran
tían dos tipos de comerciantes: los locales los mercados o tianquiztli (náhuatl), sitios
y los que se dedicaban al comercio exterior, con organización, apariencia y localización
denominados pochtecas. La existencia de específica. Ahí se encontraban los grupos
dos tipos de comercialización pudo obede- de mercaderes. La venta de artesanías, plan-
cer a diversas situaciones. Según Almanza tas y animales se realizaba mediante una o
(1992), se debió principalmente a la caren- varias personas que pertenecían a la familia
cia o dificultad para obtener de sus propios que los producía; también se vendían artícu-
recursos naturales algunos satisfactores, o los de uso común, como: petates, plumas,
bien, por principios culturales e inclusive mecapales y copales (Fernández, 2014).
por la incapacidad técnica para producirlos. Al respecto, Sahagún (2006) describe lo
Ejemplos de productos que se vendían son: que observan en los mercados prehispáni-
132 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
cos y nos da idea de la gran diversidad bio- productos por plata, siguiendo, por ejem-
lógica y cultural que se podía encontrar en plo, la ruta transoceánica, que comunicaba
estos lugares de intercambio y comercio: la Nueva España con Asia y Europa, a bordo
de la Nao de China, que salía y llegaba jus-
En otra parte se ordenaban los que venden tamente al puerto de Acapulco, estado de
fruta, como cerezas y aguacates, ciruelas sil- Guerrero (Pacheco, 2006; 2009).
vestres, huayavas, batatas de raízes que se Se sabe que alrededor de 230 especies
llaman cuauhcamutli. También con éstos se de plantas útiles fueron intercambiadas
ordenaban los que vendían turrones de chían, entre el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo,
castañas de raízes de yerva, erizos, pepitas de por ejemplo: el arroz (Oryza sativa), origi-
calabaza. También con éstos se ordenan los nario de Asia, llegó a constituir una de las
que venden peces y ranas, y otros pescadillos semillas primordiales para el mundo; igual-
que son como lagartillos. También con éstos mente, el maíz (Zea mays) llegó a España
se ordenan los que venden papel que se haze y a China en menos de un siglo (Pacheco,
de cortezas de árboles, y encienso blanco, y 2006; 2009). Con el paso del tiempo se
goma negra que se llama ulli, y cal, y navajas, fueron comercializando nuevas especies
y leña para quemar, y maderos para techar las con valor medicinal, alimenticio, madera-
casas, nequén y cuero labrado… ble, ornamental, así como para la industria
de la construcción y textil. Del Viejo Mundo
Época colonial proviene la caña de azúcar (Saccharum offi-
Cuando los españoles llegaron a América cinarum), el café (Coffea arabica) y el plá-
se sorprendieron tanto de las costumbres tano (Musa spp.). México y Asia intercam-
de los pueblos indígenas como de la diver- biaron palo de Campeche (Haematoxylum
sidad de flora y fauna de estas tierras. A campechianum), cacao (Theobroma cacao)
partir de entonces, las plantas americanas y el insecto grana cochinilla (Dactilylopius
han despertado un interés especial debido coccus). Algunas especies lograban culti-
a sus formas, colores y utilidad, y por estas varse, otras no y tenían que importarse o
características, los europeos comenzaron a exportarse (García, 1991).
seleccionar las especies vegetales del Nuevo A los españoles no les interesó modifi-
Mundo y a difundirlas al resto del planeta. car, en principio, la instancia encargada de
Esto promovió el uso de algunas especies a proveer a la ciudad de bienes para la po-
nivel mundial, por lo que la demanda de los blación, tanto española como autóctona,
productos nativos y extranjeros en América es decir, los tianguis o mercados. Aunque
y Europa requirió el establecimiento formal pocas, aparecieron especies de origen neta-
de un sistema de intercambio; sin embargo, mente europeo, sobre todo árboles frutales
la demanda de especies se incrementó tan- y trigo (Triticum sp.), y se mantuvieron espe-
to que en el siglo xvi cambió la intención de cies americanas como maíz, frijol (Phaseolus
los intercambios, y a partir de entonces se sp.), maguey (Agave sp.) y chile (Capsicum
intercambiaron nuevas especies útiles y sus sp.) (Almanza, 1992).
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 133
forma parte de la dinámica económica rural tisyphilitica), de la cual se extrae cera, tanto
o campesina. para uso tradicional como industrial (Agui-
De acuerdo con la fao (2004, en Torres, lar et al., 2005; Edouard y Quero, 2005; Ca-
2004), en México se utilizan más de 1,000 nales et al., 2005; Chanfón, 2005; Conafor,
productos forestales no maderables, de los 2009; Tapia-Tapia y Reyes-Chilpa, 2008).
cuales sólo 10% se comercializa y está suje- Ahora bien, México también tiene con
to a regulación. diciones para la generación de productos
Entre los productos forestales no made- maderables, tanto para su uso a nivel tra-
rables comerciales más comunes, podemos dicional como industrial. Durante el periodo
mencionar las resinas (extraídas de algunas 2004-2013, la producción forestal madera-
especies de Pinus y Abies), fibras (sobre todo ble disminuyó de forma constante. Los prin-
para textiles), gomas (para la industria ali- cipales estados productores en 2013 fueron
mentaria y cosmética), ceras, rizomas (para Durango y Chihuahua, con una participa-
la industria farmacéutica y alimentaria), tie- ción conjunta de 49.6% de la producción
rra de monte, frutos, hongos, semillas, plan- forestal maderable total. Los principales
tas medicinales, plantas ornamentales, en- productos que se obtuvieron fueron: ma-
tre otros. Todos estos productos de interés dera para aserrío (escuadría y durmientes),
comercial provienen principalmente de bos- combustibles (leña y carbón) y el restante se
ques tropicales, bosques templados y zonas destinó a celulósicos (chapa, triplay, postes,
áridas (Tapia-Tapia y Reyes-Chilpa, 2008). pilotes). De la producción forestal nacional
Ejemplos de plantas comercializadas en maderable, las coníferas (Pinus spp., Abies
México en los bosques tropicales son: el chi- spp. y otras) contribuyeron con 82.4%,
cozapote (Manilkara zapota), del cual se ex- las latifoliadas (Quercus spp. y otras) con
trae el látex para elaborar el chicle; la palma 12.2% y las maderas tropicales, preciosas y
soyate (Brahea dulcis), para elaborar ceste- comunes, con 5.4% (Semarnat, 2014).
ría y otros instrumentos domésticos; la vai- Ejemplos de plantas leñosas maderables
nilla (Vanilla planifolia), que se utiliza para la comercializadas en México son: de los bos-
alimentación a nivel doméstico e industrial; ques tropicales, el linaloe (Bursera linanoe),
de los bosques templados y húmedos se con el que se elaboran artesanías; maderas
extrae para su comercio: el hongo blanco preciosas, como la caoba (Swietenia macro-
(Tricholoma magnivelare), para la alimenta- phylla) y el cedro rojo (Cedrela odorata), con
ción, especies de plantas medicinales, como los que se fabrican muebles; especies de los
mil hojas (Phyllonoma laticuspis), y el árbol bosques templados y húmedos son: los en-
de las manitas (Chiranthodendron penta- cinos (Quercus chihuahuensis, Q. grisea, Q.
dactylon); de las zonas áridas y semiáridas laeta, entre otros), con los que se elaboran
se obtienen muchas cactáceas ornamenta- tablas, barricas y muebles, y los pinos (Pinus
les, como el bonete (Astrophytum myrios- spp.), de los que se obtiene madera para la
tigma), la damiana (Turnera diffusa), con construcción, muebles y tarimas (Conafor,
uso medicinal, y la candelilla (Euphorbia an- 2009).
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 135
vados son: mascotas, pieles para indumen- economía campesina e indígena fueron se-
taria, árboles para uso maderable, plantas llo distintivo de economías microrregionales
ornamentales, animales como ornamentos, o regionales, los tianguis y mercados cam-
invertebrados para colección, plantas y ani- pesino-indígenas habrán de permanecer un
males comestibles, plantas medicinales y de buen tiempo más, hasta que la expansión
uso ceremonial o ritual (Low et al., 2012). de una economía mercantil, basada en la
Entre las especies de fauna más comer- producción manufacturera industrial, haga
cializadas ilegalmente en México destacan: innecesaria su existencia (Villela, 2013).
el perico cabeza amarilla (Amazona oratrix), Existen grandes dificultades para desa-
la guacamaya roja (Ara macao), la guaca- rrollar políticas públicas, sistemas de cose-
maya verde (Ara militaris), el tucán pecho cha, producción, mercados y mecanismos
amarillo (Ramphastos sulfuratus), el halcón para incentivar la comercialización y uso
de Harris (Parabuteo unicinctus), el mono sustentable de los recursos biológicos. Un
araña (Ateles geoffroyi), el mono aullador mecanismo básico para remontar esas difi-
(Allouatta palliata), la tarántula rodillas rojas cultades es un buen sistema de información
(Brachypelma smithi), la iguana negra (Cte- sobre este tema; es difícil consultar la infor-
nosaura pectinata), la iguana verde (Iguana mación con que se cuenta debido a que no
iguana) y víboras de cascabel (Crotalus spp.); existe un sistema de compilación específico
en el caso de la flora: especies de cactáceas (Tapia-Tapia y Reyes-Chilpa, 2008).
Decomiso de aves silvestres
del género Mammilaria, especies de palmas La biodiversidad es el activo natural más por parte de la Procuraduría
del género Chamaedorea, así como un gran importante que posee nuestro país y como Federal de Protección al
Ambiente (Profepa),
número de orquídeas (Nadal et al., 2013). tal, podemos valorarla y aprovecharla, y por venta ilegal.
Existen mercados asiáticos que deman- también debemos protegerla y conservarla. Foto: Manuel Grosselet/Conabio
Conclusiones
Como espacios de interacción económica,
donde los olores, colores y sabores de la
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 137
dulce y salada; a las orillas y en las islas del cervatillos amamantándolos y criándolos con
sistema se levantó la población de Tenoch- maíz (McClung y Sugiyama, 2012).
titlán. En estos lagos se practicó el méto- Uno de los usos durante la época prehis
do de horticultura denominado chinampa, pánica y que no es frecuente encontrar do-
aprovechando el suelo extremadamente cumentado es como adhesivos. Los pueblos
rico para diversos cultivos. Los recursos bo- nativos de Mesoamérica conocían diversos
tánicos lacustres incluían juncos y espada- productos con estas propiedades. Con el
ñas, así como aquellos que ofrecían materia objetivo de satisfacer ciertas necesidades, el
prima para fabricar esteras y sillas, y paja hombre prehispánico desarrolló soluciones,
para construir techos. Otras plantas acuáti- en las que empleaban resinas, pegamentos,
cas, como el amamalócotl (Solidago panicu- aprestos, etc. Por ejemplo, el principal pro-
lata), que tuvo un significado simbólico por ducto adhesivo que los nahuas emplearon,
su asociación con el agua, también fue co- unas veces como pegamento y otras como
mestible. Otros recursos aprovechados eran aglutinante, era de origen vegetal; lo obte-
aves, peces, ranas, renacuajos, moluscos y nían de pseudobulbos de orquídeas llama-
tortugas (McClung y Sugiyama, 2012). das tzácuhtli, cortados en trozos, secados
Evidencias arqueológicas sobre el uso de al sol, hechos polvo y disuelto en agua. A
las plantas sugieren que muchos recursos en partir de estudios botánicos se sabe que se
esta época fueron manejados con éxito, por puede tratar de 12 especies diferentes, aun-
ejemplo: se sabe que, en el centro de Méxi- que las orquídeas más usadas para este fin
co, los habitantes practicaron el manejo de son las del género Bletia. El uso principal de
especies secundarias, incluyendo una selec- este adhesivo tenía un significado simbólico
ción de especies multipropósito, oportunis- muy importante: se usaba en el arte pluma-
tas y perennes; asimismo, manejaban áreas rio, el cual representaba sacralidad divina
forestales de las que obtenían tanto plantas para los antiguos nativos (Martínez, 1974).
leñosas secundarias como pinos (Pinus spp.) La abundancia de determinadas materias
y encinos (Quercus spp.) para usar como primas en cierta región pudo ser la causa
combustible. En cuanto a animales, se sabe del origen o desarrollo de la artesanía que
que mantenían algunas especies en cautive- se elaboraba con aquellos productos.
rio o en espacios pequeños domésticos para Otro ejemplo el uso de las cactáceas en
su manejo, como el conejo (S. cunicularius) la época prehispánica. Sánchez (1982) men-
y las abejas; domesticaron sólo dos especies, ciona que los coprolitos y restos semifosi-
el guajolote (Meleagris gallopavo) y el perro lizados de tallos, frutas y semillas brindan
(Canis familiaris), como fuente de alimento; la información suficiente para identificar la
además, el guajolote y el venado (Odocoi- mayoría de las especies de cactáceas usadas
leus virginianus) tuvieron un lugar importan- en tiempos prehispánicos. Sin lugar a dudas,
te en la vida ritual de los pueblos antiguos. el principal uso de las cactáceas fue como
Las estrategias de manejo de venado eran fuente de alimento y bebida en su dieta bá-
practicadas por las mujeres, quienes criaban sica. Se sabe que algunas tribus del noroes-
140 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
al resquebrajamiento de los sistemas agríco- nales mexicanas, ya que con ellas se inicia-
las autóctonos, produjo cambios en aspec- ron estudios científicos; por ejemplo: para
tos tan importantes para la identidad de los los europeos, el descubrimiento de las pro-
antiguos pueblos como la alimentación, el piedades purgativas de la “raíz de Michoa-
vestido, la ornamentación y el ocio (León, cán” (Ipomoea jalapa) era razón suficiente
1992; Estrada y Aguirre, 1999). Ejemplo de para justificar su expedición a Nueva Espa-
lo anterior son los frutos. En España había ña. Numerosas plantas fueron incorporadas
un prejuicio contra las frutas, porque se creía a la farmacopea europea (León, 1992).
que el consumo era laxante. El hábito de no De acuerdo con Martínez-Alfaro et al.
consumir frutas estaba muy arraigado por lo (1992), la adopción de productos europeos,
que muchos frutos fueron considerados in- más que desplazar, ha complementado el
dignos del paladar europeo, por ejemplo: la uso de los recursos biológicos americanos,
guayaba (Psidium guajava). En 1524, Hernán en la gastronomía, la medicina, los ritos y
Cortés restringió a la población indígena por ceremonias, etc., siendo lo anterior un sin-
medio de su disposición: “que siembren ár- cretismo cultural. Los colores, sabores y tex-
boles y plantas de España o sufrirán la pena turas de las plantas del Viejo Mundo llena-
dicha”. Sin embargo, a pesar del desdén ron las expectativas de los indígenas y, por
hacia las frutas, fueron reconociendo cua- tal motivo, algunas plantas nativas se con-
lidades benéficas e incluso terapéuticas o sideran actualmente marginadas; ejemplos
coadyuvantes para la curación de enferme- de ello: el achiote (Bixa orellana), el nanche
dades, por ejemplo, de la guanábana (An- (Byrsonima crassifolia), el zapote blanco
nona muricata) se dijo: “de esta fruta usan (Casimiroa edulis), entre otras.
para curar las diarreas y calenturas; es muy Las sociedades prehispánicas fueron pri-
fresca y sana”. En este sentido, la riqueza vilegiadas al beneficiarse de la enorme ri-
de los frutales mexicanos se incrementó con queza biológica de las zonas tropicales y los
las especies introducidas durante la Colonia altiplanos, incluyendo los recursos de fauna
por los españoles. Entre las más importantes y flora en los desiertos, praderas, sistemas
estaban las manzanas (Malus communis), la lacustres y forestales. Desde la Colonia has-
ciruela extranjera (Prunus domestica) y las ta la actualidad, amplias extensiones del te-
peras (Pyrus communis). Actualmente, en rritorio nacional han sido modificadas por
países mesoamericanos, puede haber fruta- el urbanismo, la sobreexplotación de los re-
les con fuerte influencia indígena, enormes cursos biológicos y el abandono de la tierra,
extensiones dedicadas a cultivos introduci- además de las causas políticas y económi-
dos, mas la flora y los cultivos nativos juegan cas, conflictos étnicos y factores externos,
un papel muy importante en la economía como cambios climáticos. Aunque es claro
local, regional e incluso en la internacional que sería imposible regresar a métodos pre-
(González y del Amo, 2012). hispánicos de utilización y manejo de los
Otro de los campos más importantes du- recursos, podemos aprender de las estrate-
rante esta época fueron las plantas medici- gias de adaptación tradicionales enfocadas
142 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
corresponda e integrar la cita, si existe infor- Oaxaca. Tesis de maestría. Facultad de Ciencias,
mación, en el campo observaciones. Universidad Nacional Autónoma de México,
En el siguiente ejemplo se muestra una México,
propuesta de salida de la información sis-
Flores, G.J.S. 1998. Etnobotánica de las
tematizada para la generación del conoci- leguminosas de la Península de Yucatán: uso
miento sobre el manejo y aprovechamiento y manejo entre los mayas. Tesis de doctorado.
de los recursos biológicos. Facultad de Ciencias, Universidad Nacional
Autónoma de México, México.
División Magnoliophyta Román, M.L., A. Mora-Santacruz y A. Gallegos.
Clase Magnoliopsida 2011. Árboles tropicales de uso múltiple en
Bombacaceae la costa de Jalisco, México. En: A.R. Endara-
Quararibea funebris (La Llave) Vischer, 1919 Agramont, A. Mora-Santacruz y J.I. Valdez-
(1920) Hernández (eds.). Bosques y árboles del trópico
Manejo y aprovechamiento/Comercio/Legal mexicano: estructura, crecimiento y usos.
MÉXICO/OAXACA/SAN ANDRÉS HUAYAPAM/San
Centro Universitario de Ciencias Biológicas y
Andrés Huayapam Agropecuarias, Universidad de Guadalajara.
Observaciones Jalisco, México, pp. 81-106.
Las flores secas se venden en mercados
(Cervantes, 1999).
Literatura citada
Mimosaceae Aguilar, J., C. Illsley, J. Acosta, T. Gómez, A. Tlacotem-
Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb., pa, A. Flores, J. Flores, E. Miranda, D. Sazoxoteco y
E. Teyuco. 2005. Fibras y madera para artesanías.
1860
Palma soyate. En: C. López, S. Chanfón y G. Segu-
Manejo y aprovechamiento/Tipo de ra (eds.). La riqueza de los bosques mexicanos: más
aprovechamiento del recurso/Extractivo allá de la madera. Experiencias de comunidades ru-
rales. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Na-
MÉXICO/JALISCO/TOMATLÁN/La Quebrada turales, Center for International Forestry Research,
Observaciones México, pp. 16-23.
Almanza, S.M. 1992. Historia y transformaciones del
Maderable, para madera aserrada, lambrín,
mercado indígena; un estudio etnobotánico en dos
chapa y triplay, páneles, carretas, ruedas, mercados del Valle de México. Tesis de licenciatura.
carpintería, ebanistería y embarcaciones (Román Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo,
Morelia.
et al., 2011). Alonso Vázquez, O.F. 2010. La función psicoterapéu-
MÉXICO/YUCATÁN tica del mito y ritual huichol. Tesis de licenciatura.
Facultad de Psicología. Universidad Nacional Autó-
Observaciones
noma de México, México.
Maderable (Flores, 1998). Aranda, K.L. 2005. El uso del cacao como moneda en
Referencias la época prehispánica y su pervivencia en la época
colonial. En: C. Alfaro, C. Marcos y P. Otero. Actas
Cervantes, S.L.M. 1999. Estudio etnobotánico, del XIII Congreso Internacional de Numismática,
histórico, de manejo y explotación de “rosita Madrid-2003, Madrid, pp. 1439-1450.
Arellanes, Y. y A. Casas. 2011. Los mercados tradiciona-
de cacao” Quararibea funebris (La Llave) Visher,
les del Valle de Tehuacán-Cuicatlán: antecedentes y
Bombacaceae, en los Valles Centrales de situación actual. Nueva Antropología 24(74):93-123.
144 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Ashworth, L., M. Quesada, A. Casas, R. Aguilar y K. Casas, A. 2002. Uso y manejo de cactáceas columna-
Oyama. 2009. Pollinator-dependent food production res mesoamericanas. Biodiversitas 40:18-23.
in Mexico. Biological Conservation 142:1050-1057. Casas, A., J. Caballero, C. Mapes y S. Zárate. 1997.
Attolini Lecón, A. 2009. Intercambio y caminos en el Manejo de la vegetación, domesticación de plantas
mundo maya prehispánico. En: T.J. Long y A. Attoli- y origen de la agricultura en Mesoamérica. Boletín
ni Lecón. Caminos y mercados de México. Instituto de la Sociedad Botánica de México 61:31-47.
de Investigaciones Históricas, Universidad Nacional Casas, A., S. Rangel-Landa, I. Torres, E. Pérez-Negrón,
Autónoma de México, México, pp. 51-78. L. Solís, F. Parra, A. Delgado, J. Blancas, B. Far-
Attolini Lecón, A. 2013. Los placeres del paladar. Los fán-Heredia y A. Moreno. 2008. In situ manage-
caminos de las mercaderías entre los mayas prehis- ment and conservation of plant resources in the Te-
pánicos. Arqueología Mexicana 21(122):48-53. huacan-Cuicatlan Valley, México: an ethnobotanical
Balderas, A.S., L.I. García y V.D.N. Barrón. 2014. Plan and ecological approach. En: U.P. De Albuquerque,
de manejo tipo para la conservación y aprovecha- y M. Alves-Ramos (eds.). Current topics in ethnobo-
miento del cocodrilo de pantano (Crocodylus mo- tany reserch. Kerala, pp. 1-23.
reletii). Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Casas, A., J.L. Viveros y J. Caballero. 1994. Etnobotáni-
Naturales, México. ca mixteca: sociedad, cultura y recursos naturales en
Beaurregard, B.S. 1996. Plantas útiles expedidas en el la montaña de Guerrero. Instituto Nacional Indige-
mercado de Coatepec, Veracruz, México. Tesis de nista, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
licenciatura. Universidad Veracruzana, México. México.
Bye, R. 1993. The role of humans in the diversification Casas, A., M. del C. Vázquez, J.L. Viveros y J. Caballe-
of plants in Mexico. En: T.P. Ramamoorthy, R. Bye, A. ro. 1996. Plant management among the Nahua and
Lot y J. Fa (eds.). Biological diversity of Mexico, ori- Mixtec in the Balsas River Basin, México: an ethno-
gins and distribution. Oxford University Press, Nueva botanical approach to the study of plant domestica-
York, pp. 707-731. tion. Human Ecology 24(4):455-478.
Caballero, J. 1982. Notas sobre el uso de los recur- Casas, A., A. Valiente-Banuet, J.L. Viveros, J. Caballero,
sos naturales entre los antiguos purépecha. Biotica L. Cortés, P. Dávila, R. Lira e I. Rodríguez. 2001. Plant
7(1):31-42. resources of the Tehuacan–Cuicatlan Valley. Econo-
Caballero, J. 1984. Recursos comestibles potenciales. mic Botany 55(1):129-166.
En: T. Reyna (ed.). Seminario sobre alimentación en Casas, A., A. Otero-Arnaiz, E. Pérez-Negrón y A. Va-
México. Instituto de Geografía, Universidad Nacio- liente-Banuet. 2007. In situ management and do-
nal Autónoma de México, México, pp. 114-125. mestication of plants in Mesoamerica. Annals of
Caballero, J. y L. Cortés. 2001. Percepción, uso y ma- Botany 100:1101-1115.
nejo tradicional de los recursos vegetales en Méxi- Casas, A., A. Camou, A. Otero-Arnaiz, S. Rangel-Lan-
co. En: B. Rendón, S. Rebollar, J. Caballero y M.A. da, J. Cruse-Sanders, L. Solís, I. Torres, A. Delgado,
Martínez-Alfaro (eds.). Plantas, cultura y sociedad. A.I. Moreno-Calles, M. Vallejo, S. Guillén, J. Blan-
Universidad Autónoma Metropolitana–Semarnat, cas, F. Parra, B. Farfán-Heredia, X. Aguirre-Dugua,
México, pp. 79-100. Y. Arellanes y E. Pérez-Negrón. 2014. Manejo tradi-
Caballero, J., A. Casas, L. Cortés y C. Mapes. 1998. Pa- cional de biodiversidad y ecosistemas en Mesoamé-
trones en el conocimiento, uso y manejo de plantas rica: el Valle de Tehuacán. Investigación Ambiental
en pueblos indígenas de México. Estudios Atacame- 6(2):23-44.
ños 16:181-195. Casas, A. y J. Caballero. 1995. Domesticación de plan-
Camou, G.A. 2008. Los recursos vegetales en una co- tas y origen de la agricultura en Mesoamérica. Cien-
munidad rarámuri: aspectos culturales, económicos cias 40:36-44.
y ecológicos. Tesis de doctorado en Ciencias, Centro Casas, A. y F. Parra. 2007. Agrobiodiversidad, parientes
de Investigaciones en Ecosistemas, Universidad Na- silvestres y cultura. leisa 23(2):5-8.
cional Autónoma de México, México. Chanfón, K.S. 2005. Especias, alimentos, bebidas y
Canales, E., V. Canales y E.M. Zamarrón. 2005. Exuda- medicinales. Flor de manita. En: C. López, S. Chan-
dos para uso tradicional e industrial. Cera de can- fón y G. Segura (eds.). La riqueza de los bosques
delilla. En: C. López, S. Chanfón y G. Segura (eds.). mexicanos: más allá de la madera. Experiencias de
La riqueza de los bosques mexicanos: más allá de comunidades rurales. Secretaría de Medio Ambiente
la madera. Experiencias de comunidades rurales. y Recursos Naturales–Center for International Fores-
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natura- try Research, México, pp. 80-85.
les-Center for International Forestry Research, Mé- Colín, M.P.J. 1987. Estudio de mercados agrícolas: re-
xico, pp. 100-107. cursos genéticos del Valle de Tehuacán, Puebla. Tesis
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 145
de licenciatura. Escuela Nacional de Estudios Profe- García, N.C. 2007. Cosmovisión prehispánica: una
sionales Iztacala, Universidad Nacional Autónoma propuesta personal. Tesis de licenciatura. Escuela
de México, México. Nacional de Artes Plásticas. Universidad Nacional
Conafor. 2009. Catálogo de recursos forestales made- Autónoma de México, México.
rables y no maderables. Árido, tropical y templado. García, P.J. 1991. Intercambio y difusión de plantas de
Comisión Nacional Forestal–Secretaría de Medio consumo entre el Nuevo y el Viejo Mundo. Minis-
Ambiente y Recursos Naturales, México. terio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid.
Conafor. 2009. Manejo de vida silvestre. Secretaría de Gómez, A. y N. Pacheco. 2010. Uso medicinal de ser-
Medio Ambiente y Recursos Naturales, México. pientes comercializadas en dos mercados de la Mé-
Conafor . 2013. Estrategia Nacional de Manejo Fores- xico. Etnobiología 8:51-58.
tal Sustentable para el Incremento de la Producción González Basulto, R. y S. del Amo Rodríguez. 2012.
y Productividad (Enaipros) 2013-2018. Comisión Frutos mesoamericanos. Breve historia de sabores y
Nacional Forestal, México. sinsabores. Biodiversitas 103: 6-11.
Comisión para la Cooperación Ambiental. 2005. El co- Götz, C.M. 2014. La alimentación de los mayas prehis-
mercio ilegal mundial de vida silvestre. En: El comer- pánicos vista desde la zooarqueología. An. Antrop.
cio ilegal de flora y fauna silvestres. Perspectiva de 48:97-121.
América del Norte. cca, Montreal, pp. 8-13. Hersch-Martínez y A.A. Fierro. 2001. El comercio de
Corona-M, E. y P. Enríquez Vázquez. 2012. A la bús- plantas medicinales. Algunos rasgos significativos
queda de tendencias históricas en el consumo de en el Centro de México. En: A.B. Rendón, D.S. Re-
vertebrados en Chiapas (México). Un estudio de caso bollar, N.J. Caballero y A.M.A. Martínez. Plantas,
combinando evidencias. Revista Española de Antro- cultura y sociedad. Estudios sobre la relación entre
pología Americana 42(1):29-43. seres humanos y plantas en los albores del siglo XXI.
dof. 2015. Ley General de Vida Silvestre (lgvs). Últi- Universidad Autónoma Metropolitana, Secretaría de
ma Reforma. Diario Oficial de la Federación, 26 de Medio Ambiente Recursos Naturales y Pesca, Méxi-
enero de 2015. co, pp. 60-75.
Díaz, G.F. 2010. El proceso de domesticación en las León, J. 1992. Los recursos fitogenéticos del Nuevo
plantas. Tiempo III(28):66-70. Mundo. En: Hernández, J.E. y J. León (coords.). Cul-
Edouard, F. 2003. Proyecto de comercialización de pro- tivos marginados: otra perspectiva de 1492. Colec-
ductos forestales no maderables: factores de éxito y ción fao. Italia, pp. 3-22.
fracaso. El mercado de los hongos silvestres en Méxi- Lira, R., A. Casas, R. Rosas-López, M. Paredes-Flores,
co. unep–wcmc. Methodus Consultora S.C., México. E. Pérez-Negrón, S. Rangel-Landa, L. Solís, I. Torres
Edouard, F. y R. Quero. 2005. Especias, alimentos, bebi- y P. Dávila. 2009. Traditional knowledge and use-
das y medicinales. Hongos silvestres comestibles. En: ful plant richness in the Tehuacán-Cuicatlán Valley,
C. López, S. Chanfón y G. Segura (eds.). La riqueza Mexico. Econ. Bot. 63(3):271-287.
de los bosques mexicanos: más allá de la madera. Llorente-Bousquets, J. y A.L. Michán. 2008. Desarrollo
Experiencias de comunidades rurales. Secretaría de y situación del conocimiento de las especies. En: J.
Medio Ambiente y Recursos Naturales–Center for Sarukhán, J. Soberón, G. Halffter y J. Llorente-Bous-
International Forestry Research, México, pp. 48-55. quets (comps.). Capital Natural de México. Vol. I.
Estrada Lugo, E.I.J., et al. 1989. El Códice Florentino. Conocimiento actual de la biodiversidad, México,
Su información etnobotánica. Colegio de Postgra- pp. 193-214.
duados, México. Low, A., D. Jorquera y E. Peters. 2012. Tráfico ilegal
Estrada Martínez, E. y J.R. Aguirre R. 1999. La alimen- de especies silvestres y sus impactos. Seminario de
tación de los antiguos mexicanos. En: V.A. Sánchez Divulgación. Tráfico Ilegal de Especies Silvestres: una
y S. Bravo (coords.). La destrucción de las Indias y amenaza para la biodiversidad. Instituto Nacional de
sus recursos renovables. Universidad Autónoma Ecología, Procuraduría Federal de Protección al Am-
Chapingo, México, pp. 141-152. biente, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Fernández, R.B. 2014. Antiguos tianquiztli, nuevos Naturales, México.
tianguis: cambios en los mercados y el comercio en MacNeish, R.S. 1967. A summary of the subsistence.
México en el siglo xvi. Tesis de doctorado. Universi- En: D.S. Byers (ed.). The prehistory of the Tehuacan
dad Complutense de Madrid, Madrid. valley. Vol. I. Environment and Subsistence. Universi-
Flores-Manzanero, A., G.E. González-Pérez, M.A. Vás- ty of Texas Press. Austin, pp. 290-23.
quez-Dávila y G.I. Manzanero-Medina. 2013. Cono- Martínez-Alfaro, M.A., R. Ortega Paczka y A. Cruz
cimiento y usos de Odoicoleus virginianus en Santo León. 1992. Repercusiones de la introducción de
Domingo Tonalá, Oaxaca. Therya 4(1):103-112. la flora del Viejo Mundo en América y causas de la
146 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
marginación de los cultivos. En: J.E. Hernández y J. Robles, de Benito, R. 2009. Las unidades de manejo
León (coords.). Cultivos marginados: otra perspecti- para la conservación de vida silvestre y el Corredor
va de 1492. Colección fao, Roma, pp. 23-33. Biológico Mesoamericano México. Serie Acciones,
Martínez, C.F. 1970. Pegamentos, gomas y resinas en núm. 2. Comisión Nacional para el Conocimiento y
el México prehispánico. Secretaría de Educación Pú- Uso de la Biodiversidad, Corredor Biológico Mesoa-
blica, México. mericano México, México.
Martínez-Pérez, A., L.P. Antonio, A. Gil-Muñoz y A. Rojas, T (coord.). 1991. La agricultura en tierras mexi-
Cuevas-Sánchez. 2012. Plantas silvestres útiles y canas desde sus orígenes hasta nuestros días. Con-
prioritarias identificadas en la Mixteca Poblana, Mé- sejo Nacional para la Cultura y las Artes, Grijalbo,
xico. Acta Bot. Mex. 98:73-98. México.
Maya, M.R. 2011. El papel amate, soporte y recurso Sahagún, Fray B. de. 2006. Historia general de las co-
plástico en la pintura indígena del Centro de Méxi- sas de la Nueva España. Porrúa, México.
co. Tesis de doctorado. Universidad Complutense de Sánchez, M.R.H. 1982. Algunos usos prehispánicos de
Madrid, Madrid. las cactáceas entre los indígenas de México. Gobier-
McClung, de T.E. y N. Sugiyama. 2012. El uso de algu- no del Estado de México, México.
nas plantas y animales en el pasado y el presente. Semarnat. 2014. Anuario Estadístico de la Producción
Arqueología Mexicana XIX(114):20-25. Forestal 2013. Secretaría de Medio Ambiente y Re-
Mendoza, C.G., P.J. García y L.E. Estrada. 1997. Catá- cursos Naturales, México.
logo y usos terapéuticos de plantas medicinales que Tapia-Tapia, E. del C. y R. Reyes-Chilpa. 2008. Produc-
se comercializan en fresco en el mercado de Sonora. tos forestales no maderables en México: aspectos
Serie: Materiales para la docencia. Universidad Au- económicos para el desarrollo sustentable. Madera
tónoma Chapingo, México. y Bosques 14(3):95-112.
Molina Luna, N.G., E. Martínez y Ojeda, Y. Arellanes Tena, M.M., P.R. Ávila y S. Bahuchet. 2012. Los merca-
Cancino, A. Arellanes Mexueiro, O. Hernández dos de Guadalajara, México. Ejemplo de consumo
Ordoñez, G.V. Campos Ángeles y J.R. Enríquez de plantas silvestres. stvdivm. Revista de Humanida-
del Valle. 2014. Plantas silvestres y arvenses inter- des 18:169-191.
cambiadas en mercados tradicionales de los Valles Toledo, V.M. 1992. What is ethnoecology? Origins,
Centrales de Oaxaca. Rev. Mex. Agroecosistemas scope and implications of a rising discipline. Etnoe-
1(2):69-81. cológica 1(1):5-23.
Nadal, L., A. Carmona y M. Trouyet. 2013. Tráfico ile- Toledo, V.M. 1996. Saberes indígenas y modernización
gal de vida silvestre. Procuraduría Federal de Protec- en América Latina: historia de una ignominia tropi-
ción al Ambiente, Secretaría de Medio Ambiente y cal. Etnoecología 3(4-5):135-147.
Recursos Naturales, México. Toribio, J.M. 1910. Monedas usadas por los indios de
Pacheco, O.R.M. 2006. Análisis del intercambio de América al tiempo del descubrimiento, según los
plantas entre México y Asia de los siglos xvi al xix. antiguos documentos y cronistas españoles. En:
Tesis de maestría. Universidad Nacional Autónoma Actas Congreso Americanista XVII. Argentina, pp.
de México, México. 556-567.
Pacheco, O.R.M. 2009. El intercambio de plantas en la Torres, R.J.M. 2004. Estudio de tendencias y perspecti-
Nao de China y su impacto en México. En: J. Long vas del sector forestal en América Latina. Documen-
y A. Attolini (coords.). Caminos y mercados de Mé- to de Trabajo. Informe Nacional, México. Organiza-
xico. Instituto de Investigaciones Históricas, Univer- ción de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
sidad Nacional Autónoma de México, México, pp. Alimentación. Roma.
593-608. Turner, N.J. 1988. “The importance of a Rose”: evalua-
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profe- ting the cultural significance of plants in Thompson
pa). Resultados en materia de vida silvestre. Consul- and Lillooet Interior Salish. American Anthropolo-
tada el 11 de febrero de 2016 en: <www.profepa. gist, New Series 90(2):272-290.
gob.mx/innovaportal/v/2664/1/mx/resultados_en_ Viesca, G.F.C., V.D. Barrera y A.J.A. Juárez. 2012. La
materia_de_vida_silvestre.html>. recolección, venta y consumo de insectos en Tolu-
Rangel, R.B.X. 2014. Plan de manejo tipo para la con- ca, México y sus alrededores. Rosa dos Ventos 4(II):
servación y aprovechamiento sustentable del vena- 96-109.
do cola blanca (Odocoileus virginianus) en climas Villela Flores, S. 2013. Mercados indígenas en México.
templados y tropicales de México. Extensivo y cría Arqueología Mexicana 21(122):74-79.
en cautiverio. Secretaría de Medio Ambiente y Re-
cursos Naturales, México.
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 147
o partes: corteza exterior, corteza interior, del sauz (Salix bonplandiana). Otra carac-
albura y duramen. Cada parte presenta ca- terística (presente o no) en la corteza ex-
racterísticas y propiedades diferentes. terna son las lenticelas, que son pequeñas
protuberancias, frecuentemente suberosas,
Características de la corteza de contorno circular o lenticular (permiten
La corteza es la capa del tronco que protege el intercambio gaseoso), como las que se
el árbol de las inclemencias del tiempo y del observan en la corteza del chechén (Me-
ataque de insectos y parásitos. Está cons- topium brownei) (Pennington y Sarukhán,
tituida por tejido muerto y generalmente 2012; Santiago et al., 2013; Presa, 2015).
es de color oscuro, por ejemplo: la corte- La corteza interna está constituida por
za del ilite (Ulmus mexicana) se caracteriza tejido vivo, generalmente presenta colores
por ser pardo grisácea a moreno oscura. En claros y es de grosor variable. La textura
cuanto a la textura, se ha logrado identifi- varía desde fibrosa a muy quebradiza, esta
car patrones, por ejemplo: lisa (sin fisuras ni última es de estructura bastante granulosa,
escamas), de apariencia más o menos tersa, como la del escalán (Beilschmiedia anay). Si
como la del amate blanco (Ficus cotinifolia); se realiza un corte en la corteza, puede o
o bien, escamosa, es decir, que se despren- no emanar una exudación, que, de acuerdo
de en piezas semejantes a tejas, de grosor con su color, olor o consistencia, puede ser
y tamaños variables, como la del pinabete resina, látex o savia, por ejemplo: el exuda-
(Picea chihuahuana); o bien, fisurada con do del guanacaste (Enterolobium cyclocar-
surcos y costillas longitudinales, como la pum) es una resina pegajosa, de sabor dul-
ce, que se coagula al contacto con el aire. El el duramen del cedro (Cedrela odorata) es
sabor también cambia entre especies: desde de color castaño rojizo claro a oscuro y con-
muy amargo, como el del capulín (Trema tiene sustancias aromáticas que le confieren
micrantha), hasta el dulce del masamorro mayor durabilidad (González, 2008; Cruz,
(Poulsenia armata) (Pennington y Sarukhán, 2010; Santiago et al., 2013; Ministerio del
2012; Santiago et al., 2013). Ambiente del Ecuador y Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la
Características de la madera Agricultura, 2014).
La albura es un tejido que forma una banda La parte del árbol que se comercializa en
y se encuentra inmediatamente después de el ámbito forestal es el duramen, por lo que
la corteza; contiene células vivas y materiales las siguientes propiedades hacen referencia
de reserva. Es responsable del transporte de únicamente a éste. El veteado en la superficie
la savia desde la raíz hasta las partes aéreas de la madera son las figuras que se forman
y es susceptible de ser atacada por hongos por la disposición, tamaño, configuración,
e insectos. Cuando se expone al aire, puede color y abundancia de los elementos cons-
adquirir tonalidades oscuras; generalmente titutivos o anatómicos (vasos, radios, parén-
es de color más claro que el duramen. En al- quima y anillos de crecimiento). El veteado
gunas especies no existe una clara distinción determina en parte el uso que se le dé a la
de color entre la albura y el duramen, por madera, por ejemplo: el veteado irregular y
ejemplo: la madera del ramón (Brosimum ali- acentuado del siricote (Cordia dodecandra),
castrum) presenta un color uniforme, va del compuesto por vetas de color café oscuro a
amarillo claro al beige crema. Respecto a la negras, lo coloca como una de las maderas
textura, fluctúa entre especies, por ejemplo: tropicales más vistosas, útil para elaborar pi-
la de la mala mujer (Cnidoscolus multilobus) sos, muebles finos, artesanías y en los fondos
es muy suave; la del jabín (Piscidia piscipula) de guitarras (González, 2008; Cruz, 2010;
es muy gruesa (González, 2008; Cruz, 2010; Pennington y Sarukhán, 2012; Silva, 2013).
Pennington y Sarukhán, 2012; Silva, 2013; La textura está dada por la dimensión,
Ministerio del Ambiente del Ecuador y Or- distribución, proporción y tamaño de los ele-
ganización de las Naciones Unidas para la mentos celulares que componen la madera
Alimentación y la Agricultura, 2014). (poros, parénquima y fibras). De acuerdo con
El duramen, localizado después de la González (2008), Santiago et al. (2013) y Sil-
albura, es la parte central del árbol, el va (2013), se ha catalogado básicamente en
elemento estructural y de sostén más im- tres tipos:
portante; presenta colores variables según
el contenido de elementos químicos, por Textura gruesa, representada por elemen-
ejemplo: iones metálicos, hidrocarburos ali- tos anatómicos grandes y tejido fibroso
fáticos y aromáticos, alcoholes, fenoles, ce- escaso, por ejemplo: la de la ceiba (Ceiba
tonas, ceras, etc. A mayor contenido de es- pentandra), que además de ser gruesa es
tos, más durable es la madera, por ejemplo: áspera.
150 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Textura mediana, que presenta elemen- eje del árbol; se observa bandas encon-
tos constitutivos medianos y regular can- tradas en la sección radial, haciendo que
tidad de tejido fibroso, por ejemplo: la la separación de la madera sea más difí-
del pino real (Pinus ponderosa). cil, por ejemplo: la madera del chakté-vi-
Textura fina, constituida por elementos ga (Coulteria platyloba).
celulares pequeños y abundante tejido fi- Grano ondulado, cuando la dirección de
broso, como la del guayacán (Guaiacum los elementos es ondeada u ondulada y
coulteri). presentan una trayectoria sinuosa, en on-
das, con orientación paralela al eje del ár-
El grano, hilo o fibra de la madera es la bol, por ejemplo: en la madera de la riño-
disposición de los elementos anatómicos nilla (Stemmadenia donnell-smithii), cla-
longitudinales (vasos, fibras, traqueidas, pa- sificado como ondulado a entrecruzado.
rénquima, etc.), con respecto al eje longitu- Grano oblicuo o inclinado, cuando la di-
dinal del tronco. Es observable en la sección rección de los elementos forma ángulos
o corte radial o tangencial de la madera, y, agudos con respecto al eje del árbol, por
de acuerdo con González (2008) y Santiago ejemplo: en la madera del barí o leche
et al. (2013), se clasifica en: María (Calophyllum brasiliense), catalo-
gado de inclinado a entrecruzado.
Grano recto, cuando la dirección de los El olor del duramen es derivado de sus- Izquierda Campincerán,
gomerata o tampiciran
elementos leñosos o xilemáticos están tancias químicas, como gomas, resinas y
(Dalbergia congestiflora).
orientados de forma paralela o forman aceites esenciales, almacenados en las cé- Corte transversal del
un ángulo recto con respecto al eje del lulas parenquimatosas, que, al volatilizarse, tronco, se observan algunas
características de la madera,
árbol, como se observa en la madera del emanan olores característicos, por ejemplo: como albura amarilla grisácea;
tejocote (Crataegus mexicana). la madera en estado verde del palo blanco duramen de color rojo violáceo
con vetas más obscuras, de
Grano entrecruzado, cuando la dirección (Guaurea glabra) tiene aroma a canela, pero
grano entrecruzado y textura
de los elementos es alterna u opuesta al al secarse no está presente; o la madera en media (fes-Iztacala, unam.
Lab. 12 de Botánica, Unidad
de Morfofisiología y Función).
Foto: Alan Axel Sotomayor
Betancourt.
verde del huapaque o palo de lacandón (Dia- shiquímico), cuyas combinaciones con otros
lium guianense), que presenta un olor desa- compuestos orgánicos determinan la gran
gradable. Como regla general se puede decir variedad de preservadores de la madera,
que cuanto más olor tenga una madera, me- capaces de ejercer efectos tóxicos o repe-
nor será el deterioro, especialmente a causa lentes contra los xilófagos; por lo tanto, a
de los insectos (González, 2008; Cruz, 2010; mayor contenido de compuestos químicos,
Santiago et al., 2013; Silva, 2013). mayor durabilidad natural de una madera
El sabor de la madera se determina por (Guevara y Lluncor, 1993; Honorato et al.,
el sentido del gusto, por lo que puede o no 2001; Cruz, 2010; Touza, 2013).
ser perceptible, por ejemplo: el sabor de la Entre los organismos xilófagos se encuen-
madera de la mora de montaña (Cornus dis- tran los hongos cromógenos y mohos, que
ciflora) es amargo, al igual que el del cedro afectan aspectos de tipo físico, ya que son
rojo (Cedrela odorata), el cual es, además, los causantes del azulado y del enmoheci-
picante; la madera del hallarín (Abies vejari) miento de la madera; no se alimentan de los
posee un sabor amargo y salado. La madera componentes de la pared celular (celulosa,
del chicharro o jobo de montaña (Tapirira hemicelulosa y lignina), sino de las sustan-
mexicana) no presenta olor ni sabor (Nava- cias de reserva disponibles en la albura. Otros
rro y Juárez, 1992) . hongos son los denominados de pudrición,
La durabilidad natural de una madera se que causan daños estructurales graves en
define como su resistencia intrínseca, es decir, la madera ya que, mediante la secreción de
sin haber recibido ningún tratamiento para enzimas, son capaces de alimentarse de los
poder resistir daño físico o mecánico causado componentes de la pared celular, llegando
por un agente xilófago. Esta propiedad varía a provocar la destrucción completa de ésta.
de una especie a otra, o incluso entre ejem- Su efecto es la pérdida de la densidad y re-
plares de una misma especie (como ocurre sistencia, acompañada de un cambio en la
en la madera procedente de plantaciones de coloración y aumento del contenido de hu-
crecimiento rápido y la que procede de bos- medad en la madera (Touza, 2013).
ques naturales; siendo de la misma especie, Otros organismos son los insectos de ciclo
cada una presenta una durabilidad distinta). larvario: voladores cuyo ciclo biológico se ini-
También puede ocurrir que una parte de la cia cuando una hembra deposita sus huevos
misma madera (duramen) presente durabili- sobre la superficie de la corteza; las larvas, ya
dad distinta de otra parte (albura). en la albura, se alimentan de las sustancias
La resistencia de la madera frente al de reserva y excavan galerías en el interior.
deterioro depende de la composición quí- Algunas especies penetran hasta el dura-
mica de la pared celular y de la presencia men, sobre todo si la madera tiene una ele-
de otros compuestos químicos en las cavi- vada humedad; otros organismos xilófagos
dades celulares, por ejemplo: en las células son los insectos sociales o termitas, que cau-
del duramen se depositan sustancias poli- san grave daño estructural y cuya presencia
fenólicas (básicamente derivados del ácido se debe a los altos contenidos de humedad
152 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
genérico (por ejemplo, afzelia, albizia, alsto- Zarauz, 2003; Duery et al., 2009; Villasante
nia); sin embargo, algunas maderas pueden et al., 2014).
tener docenas de tales nombres, cambiar
de país a país o de distrito a distrito dentro Integración de información sobre
de los países (Chudnoff, 1984), algo muy propiedades y características
parecido a lo que sucede con los nombres de los recursos maderables
vernáculos o comunes de las especies (véa- en una base de datos
se Acerca de los nombres comunes de los A continuación se muestra la propuesta de
recursos biológicos). la clasificación correspondiente a propiedades
Podemos dar el ejemplo de la caoba de y características de los recursos maderables.
Honduras, nombre comercial para la madera Los componentes principales refieren las es-
de Swietenia macrophylla, derivado del país tructuras de un árbol que, por su importan-
productor en que se centró la atención para cia biológica y económica, son mayormente
decidir dicho nombre. Sin embargo, esta de- estudiadas, a saber: la corteza y la made-
nominación se aplica a la madera ya cose- ra. Posteriormente, para cada uno de estos
chada en la región comprendida desde Mé- componentes, sus siguientes niveles jerár-
xico hasta el sur y el este de Bolivia. Por otro quicos se relacionan con las características
lado, el nombre de caoba, con un modifica- macroscópicas, mecánicas y organolépticas.
dor geográfico, también se refiere a las es- Otro componente esencial en esta clasifica-
pecies de Khaya distribuidas en África y para ción es el nombre comercial de la madera.
las especies botánicamente no relacionadas Si es necesario, se pueden integrar nuevos
de Shorea de las Filipinas (Chudnoff, 1984). componentes a la clasificación, de acuerdo
Continuando con el ejemplo del nombre con el contexto de la misma (figura 7).
comercial caoba (Swietenia spp.), en Haití, a Existen tres elementos mínimos necesarios
la especie Swietenia mahagoni se le conoce para la integración de la información en una
con el nombre común de kaóban (idioma base de datos: taxón/propiedades y carac-
taíno). Por las similitudes en las caracterís- terísticas maderables/región. Cada compo-
ticas físicas y propiedades mecánicas de las nente debe estar obligatoriamente asociado
tres especies (S. mahagoni, S. macrophylla a una o más regiones de cualquier nivel, ya
y S. humilis), se llegó a denominarles ‘cao- sea país/estado/municipio/localidad, depen-
ba’. En la actualidad se comercializan con el diendo de la fuente de información. Si exis-
nombre de mahogany (vocablo inglés), aca- te información complementaria importante,
jou (francés) y caoba o aguano (español). puede capturarse en un campo observaciones,
En México aún se vende S. macrophylla con mismo que se encontrará en cada región
el nombre de caoba, es decir: no existe un asociada. En este caso tiene que ser propia-
consenso internacional para nombrar co- mente la característica que se está asocian-
mercialmente a la madera; el nombre de- do, por ejemplo: color, olor, sabor y textura
pende de la región o del país que importe de la corteza; color del duramen y la albura,
la madera (Flórez, 1955; Chudnoff, 1984; etc. Un ejemplo de lo anterior es el siguiente:
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 155
División Magnoliophyta
Clase Magnoliopsida
Meliaceae
Swietenia macrophylla King, 1886
Propiedades y características maderables/
Características de la madera/Descripción/
Albura/Color
MÉXICO
Observaciones
Pardo grisáceo (Haro, 1994).
Referencias
Haro, F.J.J. 1994. La madera como material de
construcción. Tesis de licenciatura. Universidad
Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí.
División Pinophyta
Pinus montezumae Lamb., 1832 Clase Pinatae
Propiedades y características maderables/ Pinaceae
Características de la madera/Descripción/ Pinus arizonica Engelm., 1878
Duramen/Brillo
Propiedades y características maderables/
MÉXICO/MÉXICO
156 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Extracto metanólico de
cachiste, malacate o quiebra
machete (Vernonanthura
patens), empleado para
diferentes afecciones en
medicina tradicional (fes-
Iztacala, unam, Unidad de
Biotecnología y Prototipos,
Laboratorio de Fitoquímica).
Foto: Alan Axel Sotomayor
Betancourt
158 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
de los resultados del estudio bromatológico nonas, saponinas, taninos, terpenos, este-
determinaron que las tres especies con más roides, cumarinas, lignanos (Gutiérrez y Es-
alto contenido de proteína cruda en hojas tévez, 2009; Waizel y Waizel, 2009).
y ramas son: tacote (Verbesina fastigiata), La importancia de su identificación radi-
guaje (Leucaena esculenta) y tasajillo (Acacia ca en su función, sea para la preparación de
riparia), mientras que los pastos típicos de la sustancias bioactivas o como materia prima
región tuvieron hasta seis veces menos. para la síntesis de sustancias de interés far-
macológico o industrial (Gutiérrez y Estévez,
Propiedades fitoquímicas 2009); también tienen importancia agro-
El análisis fitoquímico tiene como objetivo ecológica, ya que como parte de la defensa
determinar la presencia y naturaleza quími- química contra el daño que ocasionan las
ca de determinados metabolitos secundarios heridas y el ataque de microorganismos pa-
en las plantas, mismos que, por tener cierta tógenos en las plantas se induce la síntesis
actividad biológica, se utilizan desde hace de metabolitos secundarios, generalmente
siglos en la elaboración de medicamentos o terpenoides, alcaloides y fenilpropanoides,
sirven de base para su síntesis (Waizel y Wai- los cuales pueden tener actividad antimicro-
Aceite de lináloe (Bursera
linaloe), especie endémica
zel, 2009; Pérez y Gabriel y Galán, 2010). biana, antifúngica o inhibir la alimentación
de México. En medicina Dichos metabolitos son producidos por los de insectos herbívoros, lo que es potencial-
tradicional, este aceite se usa
organismos para la adaptación a un ecosis- mente valioso para el desarrollo de bioin-
como antiinflamatorio y para
contrarrestar los efectos de tema en particular. En el año 2000 se co- secticidas (Sepúlveda et al., 2003).
la picadura de alacrán; en nocían alrededor de 100 000, entre los que El estudio de compuestos fitoquímicos en
aromaterapia es remedio para
el dolor de cabeza. Morelos.
destacan: alcaloides, glucósidos y glicósidos, México se encuentra mayormente orientado
Foto: Heike Vibrans Lindemann flavonoides, gomas, mucílagos, resinas, qui- hacia las plantas medicinales, a las de efec-
to psicotrópico y a las plantas tóxicas. Desde
hace más de un siglo hay un interés crecien-
te por conocer cuáles son los compuestos
químicos de las plantas que son los causan-
tes de esos efectos en los humanos (véase
Propiedades farmacológicas); por ejemplo,
Domínguez (1976) menciona los aspectos
químicos de las plantas tóxicas y medicinales
del noreste de México; reporta 38 especies
en total, entre ellas la anacahuita (Cordia
boissieri), chaparro amargoso (Castela texa-
na), yerba de la víbora (Lobelia cardinalis),
gobernadora (Larrea divaricata), tullidora
(Karwinskia humboldtiana), entre otras; sus
compuestos son, respectivamente: glicósi-
dos, un simarobolidano, llamado chaparrina,
160 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
por parásitos), antiséptica (destruye gérme- dre (Calea ternifolia), también utilizada para
nes), antitusiva (reduce o elimina la tos), an- la adivinación, por indígenas chontales.
tiulcerosa (trata las úlceras), diurética (provo- Otro ejemplo es el estudio de la hierba del
ca eliminación de agua), expectorante (ayuda golpe (Oenothera rosea), utilizada para tra-
a arrojar flemas), hipoglucemiante (baja la tar heridas y golpes. Juárez (2004) evaluó en
concentración de glucosa), laxante (facilita la modelos in vivo la actividad antiinflamatoria
expulsión de excremento), psicotrópica (actúa y analgésica de algunos extractos metanóli-
en sistema nervioso central), sedante (calma cos de esta especie. Los resultados muestran
o tranquiliza), entre otras (Flórez et al., 1997; que los extractos sí tienen tales efectos, lo
Waizel y Waizel, 2009). cual es de gran importancia para el desa-
En 1967 surge el concepto etnofarmaco- rrollo de nuevas moléculas que sirvan como
logía, término utilizado por primera vez en el modelo para la industria farmacéutica.
simposio “Investigación Etnofarmacológica Un grupo de interés farmacológico son
de Drogas Psicoactivas” y cuyas memorias, las esponjas marinas (Porífera). Una de las
publicadas por Efron et al. (1967), dan rele- características más importantes de las es-
vancia científica al término. Después de algu- ponjas, desde el punto de vista biotecno-
nas redefiniciones, Schultes y Raffauf (1990) lógico, es la gran variedad de productos
vierten una nueva definición: la observación, naturales derivados, ya que es el grupo
identificación, descripción e investigación ex- marino más importante en cuanto a la pro-
perimental de los efectos de las drogas uti- ducción de compuestos bioactivos. Gracias
lizadas en la medicina tradicional. De esta a la actividad citotóxica de algunas especies
manera, la etnofarmacología es un campo de este grupo, se han utilizado con fines de
con enfoque interdisciplinario, comprende e investigación para elaborar fármacos con
integra el estudio de la etnografía médica, la propiedades antivirales, antitumorales y an-
etnobiología y la farmacología. tibióticas; de hecho, uno de los pocos fár-
Díaz (1976) presenta algunos de los estu- macos con acción antiviral de origen mari-
dios realizados en el laboratorio de psicofar- no que se comercializan en la actualidad se
macología de la unam sobre la etnofarma- encontró en 1950 en la esponja del Caribe
cología de plantas con acción psicotrópica, Tethrya crypta (actualmente Crypthopterya
utilizadas por grupos indígenas de México, cripta). Existe también un producto natural
con el objetivo de que puedan ser emplea- (halicondrina B) aislado de la esponja ma-
das en psiquiatría y neuroquímica. Algunas rina Halichondria okadai, indicado para el
de las plantas estudiadas son: la denomina- cáncer de mama por su acción antitumoral
da por los mazatecos como ska (Salvia di- (Torruco y González, 2010; Carballo et al.,
vinorum) y que es consumida para la adi- 2014).
vinación; de esta planta se logró extraer
diversos alcaloides responsables del efecto Propiedades clínicas
psicodisléptico en las personas. Algo similar El estudio científico de las plantas medici-
ocurre con la planta zacatechichi u hoja ma- nales implica conocer los perfiles fitoquími-
162 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Revilla-Monsalve et al. (2007) realizaron en- guayaba, entre ellos para su uso en enteritis
sayos clínicos administrando extractos acuo- viral en niños, infecciones gastrointestinales
sos de guarumbo a pacientes humanos. Las y dismenorrea.
infusiones fueron preparadas de acuerdo Otras especies con estudios clínicos en
con las recomendaciones de médicos tradi- pacientes son la calderona amarilla (Gal-
cionales, y los resultados mostraron que tie- phimia glauca) y la flor de la pasión o pa-
nen un gran potencial en fitomedicina. sionaria (Passiflora edulis). Ambas se han
Otra planta que ha sido estudiada en for- probado para desórdenes generalizados de
ma clínica es la guayaba (Psidium guajava), ansiedad, así como la pasionaria para el in-
que se utiliza para tratar desórdenes de la somnio, trastornos del sueño, síntomas de
menstruación. Vladislavovna et al. (2007) la menopausia y desórdenes de déficit de
realizaron el estudio clínico en humanos para atención (Herrera-Arellano et al., 2007; Mi-
Flor de guayaba (Psidium probar la eficacia de dos diferentes dosis de roddi et al., 2013).
guajava), por sus propiedades extracto de guayaba en el manejo de la dis- No solo se han llevado a cabo estudios
antibacteriana, antidiarreica,
menorrea. Los resultados de este estudio clínicos con plantas. Durante las últimas dé-
antiinflamatoria y analgésica
es empleada en medicina muestran que los extractos a dosis correctas cadas se ha demostrado una alternativa te-
tradicional. Se ha demostrado pueden ser usados terapéuticamente para rapéutica efectiva para un anticoagulante y
la actividad antibiótica
de sus hojas. reducir el dolor menstrual. Asimismo, Pérez antitrombótico que proviene de la sanguijue-
Foto: Daniel Tejero Díez et al. (2008) reportan estudios clínicos con la la medicinal Hirudo medicinalis, la hirudina.
Este compuesto es un potente anticoagu-
lante natural perteneciente al grupo de los
inhibidores de la trombina. Se han hecho en-
sayos clínicos para demostrar niveles de anti-
coagulación en humanos (Bates, 1997; Pias-
cik, 1997; Cornejo-Esquerra et al., 2007).
Propiedades tóxicas
La toxicología estudia las sustancias quí-
micas o agentes capaces de producir alte-
raciones patológicas en los seres vivos, los
mecanismos de producción y los medios
para contrarrestarlas. Las propiedades de
estas sustancias no siempre son conocidas
porque no son evidentes o porque no existe
información confiable; de ahí la necesidad
de conocer, recopilar y documentar las con-
diciones en la que los compuestos biológi-
cos ejercen su efecto y establecer los riesgos
(Domínguez et al., 2006). De acuerdo con
164 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
García et al. (2002), una forma de clasificar muchas de las cuales se encuentran en sel-
los agentes tóxicos es: en función de su na- vas bajas, otras pocas en matorrales y dunas
turaleza (animal, vegetal, mineral y sintético) costeras, y algunas cultivadas en huertos fa-
y en función de la vía de entrada (ingestión, miliares, parques y jardines. Las estructuras
inhalación, tópica, ocular, parenteral, rectal y tóxicas reportadas pueden ser: tallo, hojas,
vaginal). Los efectos que los agentes tóxicos frutos, semillas, corteza, raíz, látex o toda la
pueden causar se clasifican en: inmediatos o planta; los efectos tóxicos van desde come-
retardados, reversibles o irreversibles, y loca- zón en la piel, quemaduras, náuseas, vómi-
les o sistémicos (Gutiérrez y Fortoul, 1997). to y asfixia, hasta la muerte. La mayoría de
Piñeyro (1976), basado en el criterio del las plantas tóxicas encontradas pertenecen
síntoma principal observable, agrupa los di- a cinco familias: Euphorbiaceae (15 espe-
ferentes tipos de tóxicos de la flora mexi- cies), Araceae (9 especies), Anacardiaceae
cana: 1) abortivos, 2) cardiotóxicos, 3) irri- (4 especies), Apocynaceae (3 especies) y So-
tantes, 4) hemotóxicos, 5) hepatotóxicos, 6) lanaceae (3 especies). Un dato importante
nefrotóxicos y 7) neurotóxicos. Entre los pri- es que 50% de las especies tóxicas son de
meros están, sobre todo, los condimentos, uso ornamental (Flores et al., 2001).
como el epazote (Dysphania ambrosioides) y Déciga-Campos et al. (2007) llevaron a Mala mujer, chichicaste u
el zoapatle (Montanoa tomentosa); entre los cabo un estudio para determinar la toxicidad ortiga de mano (Cnidoscolus
multilobus), planta tóxica
segundos están los que tienen acción sobre aguda y actividad mutagénica de plantas usa-
(urticante) que se llegó a usar
el miocardio, como la nochebuena (Euphor- das en la medicina tradicional mexicana. Ba- para torturar en tiempos
bia pulcherrima); en el tercer grupo están sándose en la frecuencia de uso e importancia de Porfirio Díaz; aunque
también se usa en la medicina
los que se usan como purgantes o los que comercial, eligieron 14 especies: Amphiptery- tradicional (reumas).
tienen efecto externo, como la mala mujer ngium adstringens, Arracacia tolucensis, Bric- Foto: Daniel Tejero Díez
nes del género Centruroides y las arañas de cas pueden dividirse en: aquellas que toman
los géneros Loxosceles y Latrodectus, consti- forma en un ritual establecido y las que no
tuyen un problema de salud pública. El vene- lo requieren.
no de los alacranes está compuesto por en- Por ejemplo, en las prácticas agrícolas,
zimas proteolíticas y aminoácidos de acción el conocimiento tradicional sobre el me-
neurotóxica; el veneno de la araña capulina dio ambiente es fundamental, sobre todo
o viuda negra (Latrodectus mactans) tiene para el diseño y ejecución de estrategias;
actividad neurotóxica, y el de la araña parda esto se ve reflejado en la minimización de
o violinista (Loxosceles spp.) activa los meca- riesgos y en una producción efectiva. Para
nismos de coagulación e induciendo la for- ello, los campesinos emplean su conoci-
mación de microtrombos (Tay et al., 2004). miento en sistemas de predicción del clima,
basados en indicadores naturales como la
Propiedades cosmogónicas fenología de especies locales, las observa-
La mayoría de los pueblos que se asien- ciones astronómicas y el comportamiento
tan en estrecho contacto con la naturale- animal. En los Llanos de Serdán, Puebla, los
za tienen una concepción muy especial de campesinos utilizan especies como capulín
ésta. A través de la naturaleza se revelan a (Prunus serotina), ciruelo (Prunus domes-
la imaginación del hombre modos de vida tica), durazno (Prunus persica), pino (Pi-
diferentes, por ejemplo: el sentimiento que nus spp.), palmos (Yucca spp.) y azomiate
aporta la observación del sol, de la luna y (Barkleyanthus salicifolius) para predecir el
de la Tierra puede simbolizar realidades que inicio, cantidad y distribución de lluvias:
trascienden la experiencia humana. La vege- si estas especies florecen antes del 21 de
tación manifiesta toda clase de poderes sa- marzo, entonces el año vendrá con lluvias
grados y divinizados; árboles, flores y frutos adelantadas; o bien, el año tendrá buena
revelan la presencia de poderes divinos. Los cantidad de lluvias si los árboles presentan
animales también han estimulado la cos- frutos a fines de mayo; igualmente, el año
movisión de los hombres: aves, serpientes e agrícola será bueno si los duraznos florecen
insectos han sido el centro de adoración de desde mediados de enero (Miranda-Trejo et
diferentes culturas (González, 2001a). Esto al., 2009).
quiere decir que algunas especies de flora y En el conocimiento del clima, la fauna
fauna, desde la cosmovisión de las diferen- también ha tenido un importante papel
tes culturas, poseen propiedades (mágicas, para los grupos humanos. Existen animales
espirituales, míticas, religiosas, simbólicas) cuyo comportamiento es indicador de cam-
a las que se les atribuyen significados im- bios en el clima, por ejemplo: se afirma que
portantes para las actividades diarias de las cuando el pájaro vaquero (Tringa flavipes)
personas, incluso de sus propias vidas, de canta durante toda una mañana, habrá llu-
su origen, de su futuro, de las labores en el via por la tarde o noche; de igual manera,
campo, del clima, entre otros. De acuerdo el mono aullador (Alouatta sp.) dos o tres
con Mariaca (2003), estas creencias y prácti- días previos a la lluvia comienza a aullar en
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 167
forma lúgubre; el pájaro correa (Aramus sangrado. Otras especies cultivadas en esta
guarauma), la tuza (Pappogeomys sp.), la región a las que se aplica conocimiento tra-
culebra ratonera (Boa constrictor), entre dicional sobre las fases de la luna son: el fri-
otros, son asociados con la llegada de lluvia jol (Phaseolus vulgaris), café (Coffea arabi-
en próximos días (Mariaca, 2003). ca), chinín (Persea schiedeana), yuca (Mani-
Las observaciones e interpretación de los hot esculenta), macal (Colocasia esculenta),
astros son también parte del conocimien- almendra (Terminalia catappa), cedro (Ce-
to tradicional de los pueblos, por ejemplo: drela odorata), ente otras (Mariaca, 2003).
los campesinos de la región de los Llanos Por otro lado, hay especies que poseen
de Serdán, Puebla, siembran el maíz (Zea propiedades por las cuales se relacionan con
mays) en la fase de luna llena, al hacerlo así sucesos mágico-religiosos o míticos. De acuer-
se espera que las plantas presenten menos do con Serrano et al. (2011), entre esas pro-
plagas, tengan más fuerza y vigor (Miran- piedades destaca la facultad de presagiar dife-
da-Trejo et al., 2009). En la región de Ta- rentes sucesos que influyen de manera directa
basco, la luna llena marca la siembra para en la vida de las personas. A estas especies
el plátano (Musa sp.), en espera de obte- se les denomina tradicionalmente como ago-
ner variedades muy grandes. Asimismo, en reras, las cuales pueden dividirse en: las que
cuarto menguante es el tiempo de castrar presagian desgracias, las que avisan sucesos
cerdos (Sus scrofa), becerros (Bos indicus) y particulares que pueden ser benéficos o per-
perros (Canis familiaris) porque hay menor judiciales y las que intervienen en la vida de
una persona, ya sea atrayendo buena suerte
o enfermándola.
Serrano et al. (2011) realizaron un trabajo
con los grupos tzotziles y tojolabales del esta-
do de Chiapas con el objetivo de documen-
tar especies de fauna que estos grupos indí-
genas consideran como agoreros. En la co-
munidad tzotzil se registraron 17 animales,
entre ellos el jukub toj ó ciempiés (Chilopo-
da), que anuncia enfermedad, y el kux kux o
tecolote (Otus flammeolus), que anuncia que
algún familiar enfermará. En la comunidad
Búho cornudo (Bubo
tojolabal se registraron 12 animales relacio-
virginianus), considerado nados con diferentes augurios, por ejemplo:
“agoguero”, pues se cree que
las turtux o mariposas (Eurytides sp.) avisan
verlo o escucharlo es de mala
suerte; se asocia con un mal la llegada de un visitante agradable a casa
presagio o el anuncio de una cuando revolotea dentro de ella, y el machi o
muerte. Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca. Foto: Alan Axel
mono araña (Ateles geoffroyi) anuncia suce-
Sotomayor Betancourt sos desafortunados.
168 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
ceptos básicos de toxicología ambiental. En: L.A. y Galán (coords.). Las plantas medicinales de Perú.
Albert (ed.). Introducción a la toxicología ambien- Etnobotánica y viabilidad comercial. Los Libros de la
tal. Organización Mundial de la Salud–Secretaría de Catarata. Perú, pp. 115-132.
Ecología, Gobierno del Estado de México, México, Pérez, G.R.M., S. Mitchell y R. Vargas. 2008. Psidium
pp. 54-79. guajava: a review of its traditional uses, phytochemis-
Herrera-Arellano, A., L. Aguilar-Santamaría, B. García- try and pharmacology. J. Ethnopharmacol. 117:1-27.
Hernández, P. Nicasio-Torres y J. Tortoriello. 2004. Pérez, O.G. 2009. Estudio etnobotánico y fitoquímico
Clinical trial of Cecropia obtusifolia and Marrubium de Tilia americana L. var. mexicana (Schltdl.) Hardin
vulgare leaf extracts on blood glucose and serum li- en el estado de Michoacán. Tesis de maestría. Facul-
pids in type 2 diabetics. Phytomedicine 11:561-566. tad de Ciencias. Universidad Nacional Autónoma de
Herrera-Arellano, A., E. Jiménez-Ferrer, A. Zamilpa, M. México, México.
Morales-Valdez, C.E. García-Valencia y J. Tortorie- Pérez-Silva, E., M. Esqueda y T. Herrera. 2008. Macro-
llo. 2007. Efficacy and tolerability of a standardized micetos tóxicos de Sonora, México. Rev. Mex. Mic.
herbal product from Galphimia glauca on genera- 28 n. spe.:81-88.
lized anxiety disorder. A randomized, double-blind Piascik, P. 1997. Medicinal leeches: ancient therapy is
clinical trial controlled with Lorazepam. Planta Med. a source of biotech drugs. Biotechnology update
73:713-717. NS37(3):285-286.
Juárez, C.M. 2004. Evaluación de la actividad antiinfla- Piñeyro, L.A. 1976. Toxicología de las plantas mexica-
matoria y analgésica de los extractos de Oenothera nas. En: L.X. Lozoya (ed.). Estado actual del conoci-
rosea en diferentes modelos in vivo. Informe de Ser- miento en plantas medicinales mexicanas. Instituto
vicio Social. Universidad Autónoma Metropolitana, Mexicano para el Estudio de las Plantas Medicinales,
Unidad Iztapalapa, México. A.C., México, pp. 163-172.
Kocyba, H.K. 2001. Consideraciones críticas en torno Revilla-Monsalve, M.C., A. Andrade-Ceto, M.A. Pa-
al significado religioso de la ceiba entre los mayas. lomino-Garibay, H. Wiedenfeld y S. Islas-Andrade.
En: Y. González Torres (coord.). Animales y plantas 2007. Hypoglycemic effect of Cecropia obtusifolia
en la cosmovisión mesoamericana. Plaza y Valdés, Bertol aqueous extracts on type 2 diabetic patients.
México, pp. 65-88. J. Ethnopharmacol. 111:636-640.
Lincoff, G. y D.H. Mitchel. 1977. Toxic and hallucino- Ruiz Sánchez, D., J. Tay Zavala, J.T. Sánchez Vega y H.
genic mushroom poisoning. A handbook for physi- Martínez García. 1999. Los micetismos y su relevan-
cians and mushroom hunters. Van Nostrand Rein- cia en medicina. Rev. Iberoam. Micol. 16:121-125.
hold, Nueva York. Schultes, R.E. y R.F. Raffauf. 1990. The healing forest:
López-Mejía, O.A., A. López-Malo y E. Palou. 2010. medicinal and toxic plants of the Northwest Amazo-
Granada (Punica granatum L.): una fuente de an- nia. Dioscorides Press, Portland.
tioxidantes de interés actual. Temas Selectos de In- Sepúlveda-Jiménez, G., H. Porta-Ducoing y M. Ro-
geniería de Alimentos 4-1:64-73. cha-Sosa. 2003. La participación de los metabolitos
Magaña Benítez, W. 2012. Aprovechamiento posco- secundarios en la defensa de las plantas. Rev. mex.
secha de la moringa (Moringa oleifera). Rev. Iber. fitopatol. 21(3):355-363.
Tecnología Postcosecha 13(2):171-174. Serrano González, R., F. Guerrero Martínez y R. Serrano
Mariaca, M.R. 2003. Prácticas, decisiones y creencias Velázquez. 2011. Animales medicinales y agoreros
agrícolas mágico-religiosas presentes en el sureste entre tzotziles y tojolabales. Estudios Mesoamerica-
de México. Etnobiología 3:66-78. nos 11:29-42.
Miranda-Trejo, J., B.E. Herrera-Cabrera, J.A. Paredes- Tay, Z.J., J.G. Díaz, J. Sánchez, L. Castillo, D. Ruiz y L. Cal-
Sánchez y A. Delgado-Alvarado. 2009. Conoci- derón. 2004. Picaduras por alacranes y arañas ponzo-
miento tradicional sobre predictores climáticos en la ñosas de México. Rev. Fac. Med. unam. 47(1):6-12.
agricultura de Los Llanos de Serdán, Puebla, México. Torruco Gómez, D. y A. González Solís. 2010. Diver-
Tropical and Subtropical Agroecosystems 10:151- sidad faunística. Invertebrados. Las esponjas y su
160. importancia. En: R. Durán García y M.E. Méndez
Miroddi, M., G. Calapai, M. Navarra, P.L. Minciullo y S. González (eds.). Biodiversidad y desarrollo humano
Gangemi. 2013. Passiflora incarnata L.: ethnophar- en Yucatán. Parte II. Biodiversidad. Centro de Inves-
macology, clinical application, safety and evaluation tigación Científica de Yucatán–Programa de Peque-
of clinical trials. J. Ethnopharmacol. 150:791-804. ñas Donaciones del Fondo para el Medio Ambiente
Pérez, M.J. y J.M. Gabriel y Galán. 2010. Los análisis Mundial–Comisión Nacional para el Conocimiento
fitoquímicos en estudios etnobotánicos. Experien- y Uso de la Biodiversidad–Secretaría de Desarrollo
cias en Perú. En: M. Puelles, V. Gómez y J.M. Gabriel Urbano y Medio Ambiente, pp. 202-203.
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 173
Vladislavovna, D.S., H. Reyes, S. Flores, M. del C. Martí- determinado, maneja los recursos disponi-
nez-García, M. González de Cossío, M.A. Chávez, E. bles (naturaleza, energía e información) para
Rivera y X. Lozoya. 2007. Effect of a Psidii guajavae
folium extract in the treatment of primary dysmeno- producir los alimentos que satisfagan sus ne-
rrheal: a randomized clinical trial. J. Ethnopharma- cesidades. La raíz eco refiere la interrelación
col. 110:305-310.
Waizel, H.S. y J. Waizel. 2009. Algunas plantas utili- e interacción entre los organismos y su am-
zadas en México para el tratamiento del asma. An. biente (Ruiz, 2006b); a su vez, se considera
Orl. Mex. 54(4):145-171. un área de estudio con ciertas características
que la diferencian de otras por encima de lo
que puede ser un ecosistema natural (Maria-
Agroecosistemas tradicionales ca, 1993). En 1987, Conway aplicó la teoría
de México y el enfoque de sistemas al estudio de los
Martha Gual Díaz agroecosistemas. Un agroecosistema se con-
ceptúa como un ecosistema modificado por
La palabra agroecosistema está compuesta el hombre que interactúa con factores socioe-
por los vocablos agro y ecosistema: agro hace conómicos y tecnológicos para la utilización
referencia al campo o tierra, entendidos como de los recursos naturales con fines de produc-
fuente de producción (Ruiz, 2006a), estrecha- ción para la obtención de alimento y servicios
mente relacionado con la agricultura y que, en beneficio del hombre (Ruiz, 1995).
según Hernández-X. (1988), es la actividad Hernández X. (1977) fue el pionero en
mediante la cual el hombre, en un ambiente introducir el concepto en las investigaciones
permite el éxito de los cultivos a lo largo del jol (Phaseolus) con cinco especies y diversas
calendario agrícola anual y explica, de algún razas, la calabaza (Cucurbita) con cuatro
modo, la gran gama de razas y variedades de especies y algunas razas. A esta riqueza de
maíz que aún se encuentran en México. En especies y variedades en las milpas, se suele
su esencia más básica, la milpa se ha mane- sumar una buena cantidad de otras especies
jado mediante el sistema roza-tumba-que- comestibles, como los quelites (Amaranthus
ma y abandono (barbecho), el cual ha sido spp., Chenopodium spp., etc.), tomates (Phy-
descrito por autores como De Landa (1983), salis ixocarpa), chiles (Capsicum annuum y C.
Pérez (1942), Morley (1946), Hernández-X. frutescens, diversas variedades), cacahuates
(1959), así como Terán y Rasmussen (1994); (Arachis hypogaea, especie introducida de
el manejo poscosecha, es decir, el almacena- América del Sur), tubérculos (Manihot escu-
miento del grano para consumo y obtención lenta, Ipomoea batatas, entre otras), algunas
de semilla para la siguiente siembra ha sido condimenticias, como el epazote, y otras
descrito por Latournerie et al. (2005). medicinales; además de los animales que se
Hoy día los campesinos herederos de la han adaptado para convivir en este agroeco-
milpa la manejan según sus necesidades: al sistema (Linares y Bye, 2012). Así, el campe-
Coaxustles en Zapotitlán
de las Salinas, nombre local
tiempo que aprovechan, también conservan sino actual encuentra en la milpa una opción
o regional de un tipo de la agrodiversidad de su entorno. Si bien las de seguridad alimentaria ya que obtiene sus
agroecosistema de zonas
milpas se integran principalmente con plan- alimentos básicos y, en ocasiones, hasta un
áridas, caracterizado por ser un
sistema de terrazas, inmerso tas de maíz, frijol y calabaza, cada una de medio de ingreso directo por la venta de sus
en un matorral xerófilo con éstas es de distintas razas (Ortiz et al., 2014). productos (Warman, 1985).
especies como pata de elefante
(Beaucarnea gracilis).
El maíz, representado por una especie, cuen- En el estado de Veracruz (municipio de
Foto: Ana Isabel Moreno Calles ta con alrededor de 60 razas nativas, el fri- Jesús Carranza) reportan Ortiz et al. (2014)
la práctica de dos tipos de milpa. La milpa
de tapachol, que es un policultivo y se siem-
bra de noviembre a diciembre en tierras ba-
jas, cerca de los ríos y arroyos; y milpa de
temporal, que se cultiva entre mayo y junio
en tierras altas, utilizadas para potreros. En
estas milpas el principal cultivo es el maíz
(como ya se mencionó, especie central de
este agroecosistema), el cual está represen-
tado por cinco variedades criollas propias
de la región (criollo, brilloso, criollo blanco,
olotillo criollo y criollo amarillo) y tres híbri-
das comerciales (chaparro, híbrido blanco y
Tornado Cristian). El promedio de siembra
por hectáreas, por familia varía, puede ir
desde 21, 12 y 11 ha/familia.
176 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
En la milpa tapachol existen, además del herbicidas para el control de las arvenses. El
maíz y el frijol, otros cultivos como calabaza término milpa sigue siendo empleado por
criolla (Cucurbita pepo), cebollín colorado y los campesinos de las comunidades estudia-
blanco (Allium schoenoprasum, introducida das; los productos obtenidos de estos culti-
al parecer de Europa y norte de Asia), toma- vos se usan esencialmente para autoconsu-
te ojo de venado (Solanum lycopersicum), mo, pero algunas veces se vende el maíz y
cilantro (Coriandrum sativum, introducido frijol cosechados en el mercado local.
de Asia), plátano (Musa acuminata, intro-
ducido de Asia), camote (Ipomoea batatas), Sistemas agroforestales
yuca (Manihot esculenta), hierbamora (Sola- Los sistemas agroforestales tradicionales y
num nigrum) y quelite blanco (Amaranthus sus prácticas son formas de uso del suelo
hybridus, endémico de México); la calabaza, con una larga historia de manejo en Méxi-
camote y otros productos se intercalan con co, incluso precolombina (Krishnamurthy y
el maíz y el frijol; la yuca y el plátano gene- Ávila, 1999). En estos sistemas se desarrolla:
ralmente se siembran en el centro y en las 1) la preservación selectiva de componentes
orillas del terreno. En estas comunidades los forestales o silvícolas (silvestres), principal-
campesinos practican la rotación del culti- mente leñosos y perennes, los cuales pue-
vo, es decir: donde primero se sembró maíz, den estar bajo manejo incipiente mediante
después se siembra frijol, y viceversa. En prácticas de tolerancia, fomento, protección
cuanto a la milpa de temporal, que en reali- y siembra de grupos de plantas y especies
dad es un monocultivo de maíz (de manera particulares (Casas et al., 1997; 2007); 2) el
general en el país), se utilizan comúnmente manejo de elementos agrícolas, que inclu-
yen plantas perennes o anuales, cultivadas y (Chiapas y Tabasco), el te´lom (San Luis Po-
con niveles avanzados de domesticación; 3) tosí) y el kuojtakiloyan (Puebla).
en algunas ocasiones, el manejo de anima- • Sistemas de parcela muy intensivos, de-
les silvestres en proceso de domesticación sarrollados en las laderas de zonas tem-
o domesticados y, 4) unidades sociales de pladas y áridas, son manejados por gru-
producción que realizan el manejo de los pos nahuas y mestizos. El ejemplo que se
distintos componentes para maximizar las describe es el metepantle de Tlaxcala.
interacciones ecológicas, entre los elemen- • Sistemas de parcela y de casa de alta inten-
tos forestales y los agrícolas del sistema sidad, que se desarrollan en los humedales
dentro de un contexto ecológico, cultural y del centro de México y que actualmente
económico particular (Nair, 1997). son practicados por grupos mestizos. En
La clasificación propuesta por Moreno et estos sistemas se incluye la chinampa del
al. (2013) para los denominados sistemas centro de México y el calal del suroeste de
agroforestales, basada en los más represen- Tlaxcala.
tativos y con largo tiempo de permanencia • Sistemas de casa intensivos, que se desa-
en México, además de ser sistemas utiliza- rrollan en condiciones templadas, áridas,
dos en la actualidad, son: semiáridas, subhúmedas y cálido húme-
das y por casi todos los grupos humanos
• Sistemas de parcela de baja intensidad que se revisaron. Existen ejemplos de gru
en zonas templadas, subhúmedas y cáli- pos purhépecha, zapotecos, mestizos y
do-húmedas, practicados por comunida- mayas. Los nombres locales de los ejem-
des nahuas, me´phaa, ñu savi, mayas y plos presentados en el texto son solar,
mestizas. En este tipo se incluyen los sis- huerto, ekuaro y patio.
temas agroforestales de tlacolol de Gue-
rrero y kool de la Península de Yucatán. El kuojtakiloyan de la Sierra Norte de Pue-
• Sistemas de parcela y de casa de media- bla, el te´lom de San Luis Potosí, el cacaotal en
na intensidad y de alta intensidad, desa- el Soconusco, Chiapas, y la Chontalpa, Tabas-
rrollados en zonas áridas y semiáridas, co, son agrobosques (bosques intermedios,
manejados por grupos mestizos y ran- bosques artificiales, bosques alterados, entre
cheros. Se describen el sistema agrofo- otros nombres aplicados), también definidos
restal de milpa-chichipera en el Valle de como espacios donde el humano ha dirigido
Tehuacán, el huamil en Guanajuato y los la composición de los árboles de acuerdo con
oasis de Baja California Sur. sus necesidades, preservando las característi-
• Sistemas de monte, de media a alta intensi- cas estructurales y procesos ecológicos que se
dad, ubicados en condiciones cálido-húme desarrollan en los bosques considerados na-
das y semicálido-húmedas, que son mane turales (Alcorn, 1990; Wiersum, 2004).
jados por grupos mestizos, mayas, teenek
y nahuas. Se incluyen en esta categoría los El kuojtakiloyan —que en náhuatl significa
llamados agrobosques, como el cacaotal ‘bosque que produce’ o ‘bosque útil’— es un
178 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
sistema en el que hombres y mujeres de co- sistema ocupa una cuarta parte del área de
munidades nahuas de la Sierra Norte de Pue- la comunidad y pudo registrarse alrededor
bla manejan plantas silvestres y cultivadas y de 300 especies de plantas, de las cuales
en el que las características estructurales de 221 spp. se encontraban en la categoría
los bosques originales son preservadas, aun- de uso medicinal, 81 spp. para el consumo
que la composición de las especies ha sido humano, 33 spp. para construcción y otras
modificada. Este sistema se encuentra ubica- 65 especies tenían usos diversos, como la
do entre los 250 y los 1 000 msnm; forma elaboración de utensilios y colorantes. En
parte de un paisaje regional que incluye mil- sitios donde existen manantiales, los árbo-
pas, tierras en barbecho, tierras en pastoreo les denominados unup (Ceiba pentandra)
y remanentes de bosques templados y bos- son tolerados y plantados por considerarse
ques mesófilos (Toledo y Moguel, 2012). El como remedio para el sarampión y porque
conjunto de especies que se cultiva da como se piensa que protegen el agua superficial.
resultado una rica composición florística: Otras plantas son consumidas como fru-
aproximadamente 300 especies de plantas, tos durante la estancia de las personas en
de las cuales 96% son consideradas útiles, el te´lom o bien preparadas en atoles, tales
principalmente como alimento (125 spp.), como el maap (Acrocomia mexicana), ha’pe-
medicinales (40 spp.), así como numerosas hte´ (Eugenia oerstediana), tsabak (Masticho-
especies ornamentales, combustibles, melífe- drendron capiri) y maan´te (Pouteria campe-
ras y especies que son comercializadas, como chiana). Las semillas de tiyow (Enterolobium
canela (Cinnamomum verum), macadamia cyclocarpum) son recolectadas y usadas para
(Macadamia integrifolia), mango (Mangifera preparar una bebida parecida al café. Otras
indica) y café (Coffea arabica) (Moguel y To- plantas que pueden ser encontradas en el
ledo, 1999; 2004; Toledo y Moguel, 2012). te’lom por sus usos comestibles, medicinales,
rituales y para obtener ingresos monetarios
El te´lom —que
significa ‘grupos de árbo- son: uh (aguacate, Persea americana), bolom
les’— es un sistema manejado por los teenek it ‘ath (mamey, Pouteria mammosa), tsab it´a-
que viven en las zonas de bosque tropical th (Manilkara zapota), bek (guayaba, Psidium
perennifolio de San Luis Potosí y Veracruz. guajava), kukay (anona, Annona reticulata),
Este sistema parece un bosque no pertur- tsatsa’ (pitaya, Hylocereus undatus) y maan-
bado, pero la composición y distribución de go (mango, M. indica). Se practica la remo-
las especies muestran el efecto del manejo ción de árboles que no brindan algún uso,
humano; contiene elementos de vegetación la de plantas que afectan la producción de
primaria, bosque secundario y especies in- otros recursos, o la de aquellos que están cre-
troducidas (Alcorn, 1984). Generalmente se ciendo mucho y que, debido al viento, pue-
establece en zonas de pendiente pronun- den caer y poner en peligro otros recursos.
ciada, brinda diversos recursos, así como
sombra para el ganado o para el café. En El cacaotal. Los mayas son considerados los
el estudio realizado por Alcorn (1983), este principales diseñadores de un sistema que
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 179
Terrazas. Tierras de ladera pronunciadas, zo- rrentía y sus hojas se emplean como abono
nas secas con largas temporadas sin lluvias y combustible (Altieri y Trujillo, 1987).
y con épocas del año con bajas temperatu- Los campesinos de Tlaxcala suelen ha-
ras son algunos de los rasgospredominan- cer referencia a los pancles o pantles como
tes en los escenarios agrícolas de México las zonas cultivables de un bancal, y nom-
(Rojas-Rabiela, 1991). En este contexto, la bran como metepancles o metepantles a
lucha por mantener el suelo, la fertilidad, los bordos de tierra que dividen dicha su-
la humedad y disminuir el efecto de las he- perficie y que contienen una serie de plan-
ladas en los sistemas agrícolas ha sido y es tas, como magueyes y frutales (González,
una de las preocupaciones constantes de 2003). Entre las especies más utilizadas se
los campesinos (Wilken, 1987). Una de las ha mencionado el maguey manso (Agave
formas de resolver tales problemas ha sido salmiana), aunque puede haber otras es-
el desarrollo de sistemas de terrazas, de los pecies de magueyes (Agave spp.) y nopales
cuales se han encontrado registros con una (Opuntia spp.), además de: sabino (Junipe-
antigüedad de entre 3 000 y 2 000 años en rus deppeana), tepozán o toposán (Budd-
el centro de México, el valle de Tehuacán y leja americana), encino (Quercus castanea),
Oaxaca (Donkin, 1979). Estos sistemas tam- pino (Pinus leiophylla); árboles frutales na-
bién se han registrado en distintos periodos tivos, como tejocote (Crataegus mexicana)
en el noroeste de Chihuahua, el valle de y capulín (Prunus capuli); especies introdu-
Sonora, la sierra de Tamaulipas, la cuenca cidas, como el durazno (Prunus persica) o
de México, la cuenca de Toluca, el estado el chabacano (Prunus armeniaca), además
de Hidalgo, el valle del río Chilchota, en de especies de arbustos como palo dulce
Michoacán, el valle poblano-tlaxcalteca, la (Eysenhardtia polystachya) y jarilla (Senecio
Mixteca Alta y el suroeste de México (More- salignus) (Donkin, 1979; Altieri y Trujillo,
no et al., 2013). 1987; Wilken, 1987; Mountjoy y Gliess-
En Tlaxcala se les conoce como mete- man, 1988; Evans, 1990; Rojas-Rabiela,
pantli, metepantle o metepancle, palabras 1991; Whitmore y Turner, 2001; González,
que derivan del náhuatl metl, que significa 2003; Magdaleno et al., 2005). Estos árbo-
‘maguey’, y pantli ‘espacio entre’; aunque les y arbustos generalmente son resistentes
también se discute si el significado de mete- a la sequía y tienen importantes funciones;
pantli pudiera corresponder a ‘pared de ma- por ejemplo, los magueyes son empleados
gueyes’. Los metepantli son terrazas cons- por sus amplias raíces superficiales y agluti-
truidas en pendientes suaves, modificando nantes, pues la función del metepantle es
levemente la superficie con el levantamiento prevenir la erosión y acumular humedad.
de bordos, que son estabilizados con plan- Las diversas especies de magueyes que se
tas, con la finalidad de reducir la erosión y encuentran en los metepantles tienen múl-
absorber la humedad (Rojas-Rabiela, 1991). tiples usos: para la preparación de bebidas,
Adicionalmente, los magueyes represan y como aguamiel, pulque y el mezcal; son el
recolectan agua de lluvia, ayudan a la esco- hábitat de especies valoradas local y regio-
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 181
Milpa en terrazas en la
comunidad tzotzil San
Juan Chamula, Chiapas.
Agroecosistema tradicional
antiguo que se emplea para
el control de la erosión
del suelo y la retención de
sedimentos en laderas y bordes
de barrancas; sus terrazas
proporcionan un espacio para
cultivar, mantienen la fertilidad
del suelo y retienen el agua
de lluvia.
Foto: Ramón Mariaca Méndez
182 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Huertos familiares o solares. En las comuni- te del país. Mariaca et al. (2007) han defini-
dades rurales del territorio mexicano, una do el huerto familiar como:
de las estrategias utilizadas por las familias
campesinas e indígenas es la ampliación y ... un agroecosistema con raíces tradicionales,
preparación de espacios en donde se cul- en el que habita la unidad familiar, donde los
tivan especies vegetales, las cuales pueden procesos de selección, domesticación, diversi-
ser utilizadas para varios fines y propósitos. ficación y conservación están orientados a la
Estos espacios adyacentes a la vivienda y en producción y reproducción de flora y fauna, y
donde se cultivan especies vegetales útiles eventualmente de hongos. Está en estrecha
para las familias son denominados huertos relación con la preservación, las condiciones
familiares; son diversos en su estructura, sociales, económicas y culturales de la familia
diversidad, dimensiones y funciones: eco- y el enriquecimiento, generación y apropia-
nómica, ambiental, ecológica, ornamental, ción de tecnología (Juan, 2013).
ritual, ceremonial, alimenticia, medicinal,
recreativa, sociocultural, paisajística y edu- El conocimiento tradicional es resultado
cativa (Juan, 2013). de la experimentación, la transmisión de ex-
De origen prehispánico, es uno de los periencias, la convivencia, el intercambio de
agroecosistemas más frecuente en el sures- ideas y de la conformación de prácticas y
De origen prehispánico, el
sistema de producción más
frecuente en el sureste de
México es el huerto familiar,
solar o traspatio; por lo regular,
cada casa rural y muchas
(sub)urbanas tienen uno.
Actualmente es el mayor
proveedor de alimentos y
otros satisfactores vegetales
y animales para la familia
campesina, al mismo tiempo
que es el mayor santuario de
agrobiodiversidad de México.
Es el espacio de reproducción
social, cultural y simbólica que
da sentido a la identidad de
quien lo cultiva y lo habita.
Valladolid, Yucatán.
Foto: Ramón Mariaca Méndez
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 183
con fines de alimentación, o bien los perros o mayor grado en el cuidado y manteni-
(Canis familiaris), utilizados como mascota, miento del solar (como lo registrado para el
cuidadores y para la caza; también es posible estado de Tabasco).
encontrar fauna de tipo silvestre, por ejem- De acuerdo con Hernández et al. (2013),
plo: el tepezcuintle (Agouti paca), empleado el tamaño promedio del solar es de 400 m2.
como mascota, el cotorro (Amazonas albi- El área donde se localizan las plantas útiles
frons), el pij’je (Dendrocygna autumnalis), con es en promedio de 25 m2 y los corrales de
fines ornamentales, y otros que permanecen los animales abarca en promedio 30 m2. No
como animales silvestres, como: búhos, ardi- existe un patrón estructural, pues la impor-
llas, ratones de campo, chachalacas, serpien- tancia e interés está dado por tres principa-
tes, entre otros, cuya presencia depende de la les categorías: ornamentales, medicinales y
colindancia del huerto con la selva, el pastizal comestibles (fruto, hoja, raíz). En cuanto a
o zonas de cultivo. la estratificación de los solares, se observó
Otro ejemplo es San Pedro Ixtlahuaca, que el más representativo fue el herbáceo,
Oaxaca, en donde la producción en los pa- compuesto por especies con menos de un
tios de las unidades familiares, denomina- metro de altura, como el carrizo (Arundo
dos solares (sinónimo de huerto familiar), donax, especie introducida de Asia) con uso
juegan un papel importante dentro del ritual y para la elaboración de cestería; la
núcleo familiar campesino. Ahí es donde el hierba santa (Piper sanctum), como condi-
conocimiento tradicional acerca de las es- mento y medicinal; el chile solterito (Cap-
pecies vegetales permite obtener productos sicum annum) y la menta (Mentha sativa),
alimenticios y medicinales, cubre necesida- como condimento; el cempasúchil (Tagetes
des socio-culturales y provee alimentos e erecta), como ornamental; la hierba maes-
ingresos económicos (Gispert et al., 1993; tra (Artemisia absinthium) y el toloache
Herrera et al., 1998, Manzanero et al., 1998 (Datura stramonium), como medicinales. El
Jiménez-Osornio et al. 1999). La concepción siguiente estrato es el arbóreo, con especies
del solar para las unidades familiares de esta de 2 a 5 metros de altura, compuesto, por
región es el sistema donde se encuentran ejemplo, de especies como el aguacate (Per-
plantas y animales que destinan a diversas sea americana), empleada como sombra y
actividades. Las responsables de tomar las condimento; el borreguito (Ehretia tinifolia)
decisiones de las especies vegetales que se para sombra y como ornamental; el guaya-
establecen en el solar son las mujeres; esto bal (Psidium guajava) como alimento y me-
concuerda con lo mencionado por Reinhardt dicinal; el huamúchil (Pithecellobium dulce)
(2007) y Solís et al. (1998), quienes obser- como medicinal y alimenticio; la jacaranda
varon que las mujeres son las que determi- (Jacaranda mimosifolia) como ornamental;
nan en gran parte qué plantas se siembran y el nanche rojo (Malphigia mexicana) y la
mantienen, además de ser las que atienden ciruela (Spondias mombin) como comesti-
y cuidan los solares. Sin embargo, todos los bles, entre otras especies. El estrato arbus-
miembros de la familia participan en menor tivo consta de especies de 1 a 2 metros de
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 185
Integración de información
de los recursos biológicos y su
función en los agrecosistemas
en una base de datos
A continuación se muestra la propuesta de
la clasificación correspondiente a agroeco-
sistema. Los componentes principales refie-
ren los tipos de agroecosistemas que exis-
ten en México; para los agroforestales, sus
siguientes niveles jerárquicos refieren los
sistemas existentes a nivel regional o local,
de acuerdo con características particulares
(especies, terreno, etc.). Las denominacio-
nes corresponden a las de uso popular en
distintas regiones del país. Si es necesario,
se pueden integrar nuevos componentes a ser, por ejemplo, la función que cumple la
la clasificación, de acuerdo con el contexto especie dentro del agroecosistema, etc. En
de la misma (figura 9). el caso de información reportada en publi-
Existen tres elementos mínimos necesa- caciones, es necesario integrar una o más
rios para la integración de la información en referencias bibliográficas a la(s) región(es)
una base de datos: taxón/agroecosistema/re- que corresponda, y transcribir la cita si exis-
gión. Cada componente debe estar obligato- te información en el campo observaciones. A
riamente asociado a una o más regiones de continuación, se ejemplifica lo anterior:
cualquier nivel, ya sea país/estado/municipio/
localidad, dependiendo de la fuente de infor- Erythrina americana Mill., 1768
mación. Si existe información complementa- Agroecosistema/Agroforestal/Cacaotal
ria importante, puede capturarse en un cam- MÉXICO
po observaciones, mismo que se encontrará
en cada región asociada. En este caso puede
186 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
González Jácome, A. 2011. Historias varias: un viaje en Guerrero, Tlaxcala, México. Revista Fitotecnia Mexi-
el tiempo con los agricultores mexicanos. Universi- cana 28:203-212.
dad Iberoamericana, México. Manzanero, G.I., A. Flores y J. García. 1998. Etnobio-
Hernández, F. 1942 [1790]. Historia de las plantas de logía de los huertos familiares zapotecos en Talea
Nueva España. Instituto de Biología, unam, México. de Castro, Sierra Norte, Oaxaca. En: III Congreso
Hernández-Ruiz, J., R.A. Juárez-García, N. Hernán- Mexicano de Etnobiología, Oaxaca, México. Asocia-
dez-Ruiz y N. Hernández-Silva. 2013. Uso antropo- ción Etnobiológica Mexicana, itao No. 23, Oaxaca,
céntrico de las especies vegetales en los solares de México.
San Pedro Ixtlahuaca, Oaxaca, México. Ra Ximhai Mariaca, M.R. 1993. Agroecosistemas, concepto cen-
9(1):99-108. tral de la ecología: Búsqueda del desarrollo de un
Hernández-X., E. (ed.). 1977. Agroecosistemas de Mé- modelo aplicativo. En: Seminario Internacional de
xico: contribuciones a la enseñanza, investigación Agroecología. Universidad Autónoma Chapingo,
y divulgación agrícola. Colegio de Postgraduados, México.
Chapingo, México. Mariaca, M.R., A. González y T. Lerner. 2007. El huerto
Hernández-X., E. 1988. La agricultura tradicional en familiar en México: avances y propuestas. En: O.J.F.
México. Comercio Exterior 38 (8):673-678. López, G.A. Aragón y R.A.M. Tapia (eds). Avances
Hernández-X., E. 1959. La agricultura en la península en agroecología y ambiente. Vol. 1. Benemérita Uni-
de Yucatán. En: Beltrán, E. (ed.). Los recursos natu- versidad Autónoma de Puebla. Puebla, México, pp.
rales del Sureste y su aprovechamiento. Vol. 3. Ins- 119-138.
tituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables, Moguel, P. y V.M. Toledo. 1999. Biodiversity conserva-
México, pp 3-57. tion in traditional coffee systems of Mexico. Conser-
Herrera, C.N.D., A. Gómez-Pompa, L. Cruz y J. Flores. vation Biology 13:11-21.
1998. Los huertos familiares mayas en Xuilub, Yuca- Montaldo, P. 1982. Agroecología del Trópico America-
tán, México. Aspectos generales y estudio compara- no. IICA, San José, Costa Rica.
tivo entre la flora de los huertos familiares y la selva. Moreno-Calles, A.I., V.M. Toledo y A. Casas. 2013.
Biótica, Nueva Época 1:19-36. Los sistemas agroforestales tradicionales de Méxi-
Jiménez-Osornio, J.J., M.R. Ruenes y P. Montañez. co: una aproximación biocultural. Botanical Science
1999. Agrodiversidad de los solares de la Penínsu- 91(4):375-398.
la de Yucatán. Red, Gestión de Recursos Naturales Morley, S.G. 1946. The ancient Maya. Standford Uni-
14:30-40. versity Press. Stanford, California.
Juan, P.J.I. 2013. Los huertos familiares en una pro- Mountjoy, D.C. y S.R. Gliessman. 1988. Traditional ma-
vincia del subtrópico mexicano. Análisis espacial, nagement of a hillside agroecosystems in Tlaxcala,
económico y sociocultural. Facultad de Geografía. Mexico: An ecologically based maintenance system.
Universidad Autónoma del Estado de México. American Journal of Alternative Agriculture 3:3-10.
Krishnamurthy, L. y M. Ávila. 1999. Agroforestería bá- Nair, P.K.R. 1997. Directions in tropical agroforestry re-
sica. Programa de las Naciones Unidas para el Medio search: past, present, and future. Agroforestry Sys-
Ambiente, Red de Formación Ambiental para Amé- tems 38:223-246.
rica Latina y el Caribe. Serie de Textos Básicos para Odum, E. 1983. Basic Ecology. Saunders. Filadelfia.
la Formación Ambiental No. 3, México. Ogata, N. 2003. Domestication and distribution of
Latournerie, L., E. de la Cruz Yupi M., J. Tuxill, M. Men- chocolate tree (Theobroma cacao L.) in Mesoame-
doza, L.M. Arias, G. Castañón y J.L. Chávez. 2005. rica. En: A. Gómez-Pompa, M.F. Allen, S.L. Fedick y
Sistema tradicional de almacenamiento de semilla J.J. Jiménez-Osornio (eds.). The Lowland Maya Area:
de frijol y calabaza en Yaxcabá, Yucatán. Revista Fi- Three Millennia at the Human-Wildland Interface.
totecnia Mexicana 28(1):47-53. The Haworth Press Inc. Nueva York, pp. 415-438.
Linares, E. y R. Bye. 2012. La milpa: patrimonio bioló- Ortiz-Timoteo, J., O.M. Sánchez-Sánchez y J.M. Ra-
gico y cultural de México. En: El frijol –un regalo de mos-Prado. 2014. Actividades productivas y ma-
México al mundo. Fundación Herdez, México, pp. nejo de la milpa en tres comunidades campesinas
69-83. del municipio de Jesús Carranza, Veracruz, México.
Magaña, A.M.A. 2006. Catálogo de nombres vulgares Polibotánica 38:173-191.
y científicos de plantas de Tabasco. 2ª ed. Universi- Pérez, A.T. 1942. La Milpa. Gobierno de Yucatán. Mé-
dad Juárez Autónoma de Tabasco, Tabasco. rida, Yucatán.
Magdaleno, M.L., M.E. García, J.I. Valdés-Hernández Reinhardt, S. 2007. Huertos familiares; tesoros de di-
e I.V. de la Cruz. 2005. Evaluación del sistema agro- versidad. Hojas temáticas people and biodiversity
forestal “árboles en terrenos de cultivo” en Vicente in rural areas. Echbom, Alemania. Consultada el 11
188 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
de febrero de 2016 en <www2.gtz.de/dokumente/ Whitmore, T.M. y B.L. Turner. 2001. Cultivated Lands-
bib/04-5108ª4.pdf>. capes of Middle America on the Eve of Conquest.
Rojas-Rabiela, T. 1991. La agricultura en la época prehis- Oxford University Press, Nueva York.
pánica. En: Rojas-Rabiela, T. (coord.). La agricultura Young, A.M. 1994. The chocolate tree: a natural his-
en tierras mexicanas desde sus orígenes hasta nues- tory of cacao. Smithsonian Institution Press, Washin-
tros días. Conaculta–Grijalbo, México, pp. 15-138 gton, DC.
Ruiz, O. 1995. Agroecosistema. Término, concepto y
su definición bajo el enfoque agroecológico y sisté-
mico. En: Seminario Internacional de Agroecología.
uach. Estado de México, pp. 29-31.
Ruiz, O. 2006a. Enfoque de sistemas y agroecosiste- Funciones y servicios ambientales
mas. En: O. López, S. Ramírez, M. Ramírez, G. More- de los ecosistemas
no y A. Alvarado (eds.). Agroecología y Agricultura
Orgánica en el Trópico. Universidad Pedagógica y
Martha Gual Díaz
Tecnológica de Colombia, Universidad Autónoma
de Chiapas, pp. 27- 35. La forma en que la sociedad se beneficia de la
Ruiz, O. 2006b. Agroecología: Una disciplina que tien-
de a la transdisciplina. Interciencia 31(2):140-145. disponibilidad y el funcionamiento de la bio-
Salgado-Mora, M.G., G. Ibarra-Núñez, J.E. Macías-Sá- diversidad representa la transición conceptual
mano y O. López-Báez. 2007. Diversidad arbórea en
cacaotales del Soconusco. Chiapas, México. Inter-
de función ambiental a servicio ambiental,
ciencia 32:763-768. de modo que los componentes o procesos
Solís, V., P. Madrigal e I. Ayales. 1998. Convenio sobre de los ecosistemas que entran, directa o in-
la diversidad biológica. Un texto para todos. Con-
vention on Biological Diversity. Secretariat. uicn– directamente, al sistema social empiezan a
fes–fao–farben, San José, Costa Rica. reconocerse como y a denominárseles ‘servi-
Staller, J.E., R.H. Tykot y B.F. Benz (eds.). 2006. Histo-
ries of maize. Multidisciplinary approaches to the
cios ambientales’. Estos pueden presentarse
prehistory, linguistics, biogeography, domestication, como productos o servicios económicos tradi-
and evolution of maize. Elsevier, Academic Press. cionales, como: materias primas, frutos, em-
Amsterdam.
Terán, S. y C. Rasmussen. 1994. La milpa de los mayas. pleo, etc., o también como otros servicios no
Centro de Investigación Científica de Yucatán–Mi- tradicionales, como: captación de carbono,
nisterio de Relaciones Exteriores de Dinamarca. Mé-
rida, Yucatán.
diversidad genética, medicamentos o mate-
Toledo, V.M. y P. Moguel. 2012. Coffee and sustainabi- ria prima para su producción, protección del
lity: the multiple values of traditional shaded coffee. suelo contra la erosión y mantenimiento de
Journal of Sustainable Agriculture 36:353-377.
Warman, A. 1985. Estrategias de sobrevivencia de los su fertilidad, protección de fuentes o mantos
campesinos mayas. En: Cuadernos de Investigación de agua, valores paisajísticos, entre otros (En-
Social núm. 13. Instituto de Investigaciones Sociales,
unam, México.
calada, 2006). A continuación se presentan,
Watson, J.W. y P.B. Eyzaguirre (eds.). 2002. Home gar- en orden cronológico, algunas definiciones
dens and in situ conservation of plant genetic re- de servicios ambientales o ecosistémicos:
sources in farming systems. En Proceedings of the
Second International Home Gardens Workshop. In-
ternational Plant Genetic Resources Institute, Roma. • Las condiciones y los procesos a través de
Wiersum, K.F. 2004. Forest gardens as an “interme-
diate” land-use system in the nature-culture conti-
los cuales los ecosistemas naturales y las
nuum: characteristics and future potential. Agrofo- especies que los constituyen sustentan y
restry Systems 61:123-134. satisfacen la vida humana (Daily, 1997).
Wilken, G.C. 1987. Good Farmers: Traditional Agricul-
ture Resources Management in México and Central • Los bienes (como alimentos) y servicios
America. University of California Press, Berkeley. (como asimilación de residuos) de los eco-
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 189
sistemas que la población humana obtie- • Son los aspectos de los ecosistemas utili-
ne, directa o indirectamente, de las fun- zados (activa o pasivamente) para produ-
ciones de los ecosistemas y que represen- cir bienestar humano (Fisher et al., 2009).
tan beneficios para la misma (Costanza et
al., 1997). Definiciones más recientes inciden en as-
• Funciones del ecosistema: capacidad de pectos particulares, como la de la Agencia
los procesos y componentes naturales para de Protección Ambiental (epa, en inglés) de
proporcionar bienes y servicios que satis- los Estados Unidos, que incluye los servicios
facen las necesidades humanas, directa o potenciales, no considerados por otras de-
indirectamente (De Groot et al., 2002). finiciones (Camacho y Luna, 2012). Por su
• Los beneficios que la población obtiene parte, Boyd y Banzhaf (2007) enfatizan que
de los ecosistemas (ma, 2003). el consumo o disfrute de los servicios debe
• Aquellas funciones o procesos ecológi- ser directo, lo que, de acuerdo con Freeman
cos que directa o indirectamente contri- (2010), resultaría ventajoso para evitar du-
buyen al bienestar humano o tienen un plicidad en la estimación del valor de los
potencial para hacerlo en el futuro (U.S. servicios al considerar únicamente la fase
EPA, 2004, en Camacho y Luna, 2012). final de los procesos para que la población
• Son componentes de la naturaleza, disfru- pueda beneficiarse directamente. En con-
tados, consumidos o directamente usados traste, Fisher et al. (2009) destacan que los
para producir bienestar humano (Boyd y servicios son fenómenos estrictamente eco-
Banzhaf, 2007). lógicos (estructura, procesos o funciones),
cuyo uso, pasivo o activo, puede ser directo señar un único sistema de clasificación debe
o indirecto, y se convierten en servicios si los abordarse con precaución y fundamentarse
humanos se benefician de ellos, por lo que en las características del ecosistema o fe-
sin estos beneficiarios, no hay servicios. nómeno a investigar y en el contexto de la
Es evidente que esta disciplina está en toma de decisiones en el que los SA serán
proceso de consolidación y es objeto de una considerados (Turner et al., 2008).
discusión que intenta cimentar el proceso De acuerdo con la definición de la ma
de valoración de la naturaleza como un me- (2003), probablemente la más difundida
Manglar en Barra de Potosí,
dio para generar conciencia sobre la impor- y aceptada, los sa son “los beneficios que
Zihuatanejo, Guerrero,
tancia de los fenómenos ecológicos que be- la población obtiene de los ecosistemas”. considerado como el
nefician a la humanidad (Camacho y Luna, Ofrece un sistema de clasificación con pro- ecosistema más importante
y productivo del mundo,
2012). Es claro entonces que se requiere pósitos puramente operacionales, basa- debido a su alta producción de
una mínima comprensión de la estructura do en cuatro líneas funcionales dentro del materia orgánica, además de
albergar una rica fauna (peces,
y de los procesos ecológicos que permiten marco conceptual de la ma, que incluye
mamíferos e invertebrados).
el buen funcionamiento de los ecosistemas servicios de soporte, regulación, aprovisio- Los manglares son áreas
y que proveen los servicios a las poblaciones namiento y culturales, donde: de anidada de diferentes
especies de aves, residentes
humanas, así como es necesario un marco y migratorias o en peligro
teórico que permita reconocer, ubicar, me- • Los servicios de soporte son los necesa- de extinción. Desempeñan
funciones clave como
dir, modelar y mapear los servicios ecosis- rios para la producción de todos los de-
estabilizadores costeros
témicos, relacionando sus cambios con los más servicios ecosistémicos. básicos, puesto que evitan
posibles efectos sobre el bienestar huma- • Los servicios de aprovisionamiento son la erosión producida por las
corrientes y olas que golpean
no (Fisher et al., 2009). Por lo anterior, el los productos obtenidos del ecosistema. la costa, entre otras más.
proceso de evaluación de los servicios am- • Los servicios de regulación son los bene- Foto: Enrique Barquet
los pinos: el pino negro (Pinus jeffrey) es indispensable tener un profundo conoci-
muy sensible a la contaminación del aire, miento sobre la biología, la ecología, la
la cual le causa defoliación y muerte de propagación y el manejo de las especies
sus acículas; esto le confiere la capacidad disponibles, a fin de posibilitar el desarro-
de ser una especie indicadora (Semarnat, llo de técnicas eficientes de propagación,
2014). Otro ejemplo son los helechos, de e incluso llegar a mejorar, por selección
los que se ha documentado que, a ojos sexual, clonal o ingeniería genética, al-
de los tarahumaras, la abundancia de la gunas de sus características más valiosas,
doradilla y de la pivora (Cheilanthes bona- sin dejar de lado la utilidad de las espe-
riensis y Pellaea ternifolia, repectivamen- cies para la población local, ya que ello
te) responde a condiciones de un deterio- redundará en una mejor conservación de
ro considerable, formando incluso parte las zonas restauradas (Vázquez-Yánez et
de paisajes modificados drásticamente al., 1999). Las características deseables
por desmonte (Huerta et al., 2013). de las especies a utilizar son: que fijen el
nitrógeno en el suelo (por ejemplo, legu-
Polinizador. La abeja de la miel (Apis me- minosas); que tengan buena capacidad
llifera) es una especie que actualmente para rebrotar; que crezcan rápidamen-
tiene una distribución global debido a te; que resistan condiciones limitantes
su domesticación e introducción en dife- (inundación, sequía, baja fertilidad, sue-
Abejas polinizando flor
rentes lugares del mundo. Además de su los compactados, acidez o salinidad del de girasol (Apis mellifera/
manejo para la producción de miel, esta suelo); que no tiendan a propagarse de Helianthus annuus) en un
campo de cultivo en Polotitlán,
especie es la más ampliamente maneja- manera invasiva; que atraigan animales Estado de México. Foto: Alan
da y utilizada como proveedora del ser- dispersores de semillas (por ejemplo, que Axel Sotomayor Betancourt
tenga frutos carnosos), y finalmente que cerco vivo, combustible, para construir
tengan algún valor adicional (económi- viviendas rurales y con fines medicinales
co, ecológico o cultural). (aunque es reportada como tóxica); tam-
A muchas especies se les ha dado múl- bién el jolotzin (Heliocarpus appendicula-
tiples usos, son las llamadas especies tus), que se utiliza para realizar amarres,
multipropósito; corresponden a impor- como forraje y material para construcción
tantes prestadoras de servicios al medio de casas rurales; o bien, el palencano (Tri-
ambiente, proveedoras de uno o varios chospermum mexicanum), con otros usos
productos útiles al hombre y con caracte- como el artesanal, cerco muerto, alimen-
rísticas prometedoras para emplearse en tación animal, para elaborar instrumentos
programas de restauración y reforestación de trabajo y de pesca, construcción de vi-
en las diferentes regiones ecológicas del viendas rurales y muebles, y para tapesco
país (Meli y Carrasco-Carballido, 2011). o tejidos (Cabrera, 2011).
En Tenosique, Tabasco, especies multipro-
pósito son el cuinicuil (Inga jinicuil), utili- Ornamental. Son especies que se utilizan
zable para cerco vivo o muerto, alimen- con fines estéticos en la decoración del
tación animal y humana, combustible, entorno, en interiores y exteriores de ca-
construcción de instrumentos de trabajo sas habitación (patios, jardines, terrazas
y como especie ornamental en el hogar, y balcones), huertos familiares, parques,
en ceremonias y ritos; el laurel (Nectandra calles y celebraciones especiales (Leszc-
ambingens), que se usa para elaborar ar- zyñska-Borys, 1990; Juan y Madrigal,
tesanías e instrumentos de trabajo, como 2005). En México existe un gran número
de especies nativas ornamentales, aun-
que en la industria hortícola se producen
y comercializan de manera dominante
las especies introducidas. Su valor or-
namental, de acuerdo con lo propues-
to por Rendón-Correa (2007), toma en
consideración los atributos de la planta
para estos fines, como la forma o estruc-
tura de toda la planta, considerando la
simetría, la disposición de todas sus es-
tructuras morfológicas evidentes: color,
forma, tamaño, textura y abundancia de
Plaza Santo Domingo,
su follaje; color, aroma, tamaño, abun-
Oaxaca. Árbol de framboyán
o tabachín (Delonix regia), dancia y forma de las flores o inflores-
especie introducida de África, cencias; así como el color, tamaño, forma
ampliamente empleada
como ornamental.
y abundancia de los frutos o infrutescen-
Foto: Ángel Osorio Pascual cia. En el estado de Querétaro se repor-
196 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Wood y Burley (1995) clasifican las es- En el International Council for Research
pecies multipropósito de acuerdo con los in Agroforestry (icraf) se desarrolla el Rapid
atributos de la especie y su papel funcional Appraisal Methodology for Selecting Priori-
en una tecnología agroforestal. A cada atri- ty Species, y en 1986 (a, b) el Multipurpose
buto de la especie le corresponde una fun- tree and Shrub Seed Directory; a partir de
ción o beneficio, por ejemplo: el atributo de ambos se desarrolló la Multipurpose Tree
una especie sería que su fenología foliar es and Shrub Data Base, que es una herra-
perennifolia, y su función o beneficio es su mienta que proporciona características bio-
utilidad como árbol de sombra. Izaguirre y lógicas, ecológicas, de manejo y uso de más
Martínez (2008) mencionan las siguientes de 1,400 especies leñosas perennes de uso
características de los árboles multipropósito: múltiple en los trópicos y subtrópicos del
crecen bien en época de sequía, mejoran las mundo Carlowitz (1985).
características del suelo, proporcionan servi- Otro proyecto de gran envergadura para
cios ambientales como captura de carbono, los países centroamericanos es el proyecto
refugio para la biodiversidad, captación de Cultivo de Árboles de Uso Múltiple (Made-
agua, entre otros, además de ser útiles a las leña), implementado por el Centro Agronó-
comunidades como medicinales, artesana- mico Tropical de Investigación y Enseñanza
les, alimenticias, para la construcción de vi- (catie). En una primera fase, el proyecto
viendas rurales, etc. identificó 150 especies, exóticas y nativas,
Por lo anterior, este tipo de especies ha productoras de leña; en la siguiente fase se-
sido considerado como concepto en el de- leccionó 24 especies por su potencial como
sarrollo de sistemas informáticos que pre- árboles de uso múltiple para investigarlas
tenden ayudar a identificar y seleccionar las ampliamente, y en la tercera fase se creó la
especies de acuerdo con las necesidades base de datos Manejo de Información so-
utilitarias y las características propias de bre Recursos Arbóreos (mira), la cual inclu-
las especies para adaptarse a un lugar es- ye datos sobre silvicultura y socioeconomía
pecífico. Actualmente estos sistemas no se de las especies de uso múltiple de América
encuentran disponibles para su consulta vía Central (Belaunde y Rivas, 1994).
Internet; sin embargo, son de los primeros En México, uno de los trabajos destacados
intentos por sistematizar el conocimiento como referencia obligada en cuanto a infor-
disponible sobre este tipo de especies. mación sobre especies multipropósito es el
Un ejemplo es el sistema inspire, desa- desarrollado por Vázquez-Yanes et al. (1999):
rrollado en la Universidad de Oxford, In- Árboles y Arbustos Nativos Potencialmente
glaterra, el cual, hasta el año 2000, incluía Valiosos para la Restauración Ecológica y la
650 especies tropicales y subtropicales del Reforestación. Los autores seleccionaron 240
mundo, con información de cada especie, especies leñosas, nativas e introducidas, cuya
como: clima, suelo, distribución, caracterís- característica principal es que todas son es-
ticas de la madera, usos (Webb et al., 1984; pecies multipropósito; ellos las definen como:
Smith, 2002). prestadoras de servicios al ambiente, provee-
198 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
doras de uno o varios productos útiles al hom- categorías de uso para esta especie en el
bre y con características prometedoras para municipio de Xochitepec, Morelos. Los usos
la restauración y reforestación en diferentes registrados son: el comestible, combustible
regiones del país. Destacan especies como el (leña y carbón), para construcción de herra-
ciruelo (Spondias purpurea), zapote (Annona mientas de trabajo, de artesanías, cerco vivo,
muricata), liquidámbar (Liquidambar styracif- árbol de sombra, medicinal, abono y forraje.
lua) y uva (Coccoloba uvifera); con diversos Otra especie es Brosimum alicastrum, que en
usos como: alimenticio, artesanal, combusti- la selva zoque del estado de Chiapas se uti-
ble, curtiente, forraje, medicinal y maderable. liza como forraje para porcinos y bovinos, la
A nivel estatal existen trabajos como el de madera es cortada in situ para fabricación de
Terrones et al. (2004), quienes enlistan las es- muebles, viviendas, herramientas de trabajo,
pecies arbustivas nativas de uso múltiple en así como para leña; la especie también se
Guanajuato; así mismo, Benítez et al. (2004) aprovecha como melífera, comestible y me-
elaboraron las fichas de los árboles multiu- dicinal (Orantes et al., 2012). Trema micran-
sos nativos de Veracruz, para reforestación, tha es otra especie multipropósito, su made-
restauración y plantaciones. Existen especies ra se utiliza para construcciones ligeras, en la
Ciruela agria, ciruelo cimarrón
multipropósito que, debido a su importancia medicina tradicional y el árbol como sombra o cupú (purépecha, Spondias
ecológica, agroforestal, comercial o cultural, para café; las comunidades hñähñús de San purpurea), planta considerada
multipropósito: cerca o
son objeto de diversos estudios dirigidos a Pablito, Puebla, utilizan la corteza para ela-
poste vivo, para sombra de
documentar los diferentes atributos de estas borar papel amate (Cruz et al., 2011). ganado, alimentación animal
especies, ya sea a nivel nacional, regional Finalmente, y de acuerdo con Encalada y humana, combustible, para
construcción de viviendas y en
o local, por ejemplo: el negrito (Simarou- (2006), se evidencia la estrecha relación que la medicina tradicional. Foto:
ba amara), ocotillo (Fouquieria spelndens), existe entre la conservación de ecosistemas Fernanda Dorantes Hernández
Integración de información
de los servicios ambientales
que proporcionan los recursos
biológicos en una base de datos
A continuación, se muestra la propuesta de
la clasificación correspondiente a servicio
ambiental. Sus componentes refieren los be-
neficios que las especies proporcionan tan-
to al medio ambiente como a los humanos.
Si es necesario, se pueden integrar nuevos
componentes a la clasificación, de acuerdo
con el contexto de la misma (figura 10).
Existen tres elementos mínimos necesa-
rios para la integración de la información en Pinus chiapensis (Martínez) Andersen, 1890
una base de datos: taxón/servicio ambiental/ Servicio ambiental/Barrera rompevientos
región. Cada componente debe estar obliga- MÉXICO/VERACRUZ
toriamente asociado a una o más regiones de
cualquier nivel, ya sea país/estado/municipio/ Albizia lebbek (L.) Benth., 1844
localidad, dependiendo de la fuente de infor- Servicio ambiental/Ornamental
mación. Si existe información complementa- MÉXICO/CAMPECHE
ria importante, puede capturarse en un cam- MÉXICO/QUINTANA ROO
po observaciones, mismo que se encontrará
en cada región asociada. Puede mencionar- En el caso de información reportada en pu-
se, por ejemplo, en qué parte de la vivienda blicaciones, es necesario integrar una o más
se utiliza (para cercas o postes), el lugar don- referencias bibliográficas a la(s) región(es) que
de se utiliza como árbol ornamental (parque, corresponda, y añadir la cita, si existe infor-
jardines, casas), quién hace uso de la som- mación, en el campo observaciones.
bra (sombra para ganado o personas), etc. A En el siguiente ejemplo se muestra una
continuación, se ejemplifica lo anterior: propuesta de salida de la información sis-
200 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Carlowitz, P. von. 1985. Some considerations regarding multipurpose trees. Section four, part 4D. Internation-
principles and practice of information collection on al Centre for Research Agroforestry–Commonwealth
multipurpose trees. Agroforestry Systems 3:181-195. Forestry Institute and the Board of Science and Tech-
Chavelas, P.J. 1981. El negrito (Simarouba glauca), nology for International Development, pp. 1-39.
una especie nativa de uso múltiple. Ciencia Forestal Islam, A.K.M.A., Z. Yaakob y N. Anuar. 2011. Jatropha:
6(29):3-16. a multipurpose plant with considerable potential for
Claeys, M., M. Graham, M., G. Vas, W. Wang, R. Ver- the tropicos. Sci. Res. Essays 6(13):2597-2605.
meylen, V. Pashynska, J. Cafmeyer, P. Guyon, M.O. Izaguirre, F.F. y J.J. Martínez 2008. El uso de árboles mul
Andreae, P. Artaxo y W. Maenhaut. 2004. Formation tipropósito como alternativa para la producción ani-
of secondary organic aerosols through photooxida- mal sostenible. Tecnología en Marcha 21-1:28-40.
tion of Isoprene. Science 303:1173-1176. Juan, J.I. y D. Madrigal. 2005. Huertos, diversidad y
Costanza, R., R. d’Arge, R. de Groot, S. Farber, M. Gras- alimentación en una zona de transición ecológica
so, B. Hannon, K. Limburg, S. Naeem, R.V. O’Neill, del Estado de México. Ciencia Ergo Sum 12:54-63.
J. Paruelo, R.G. Rskin, P. Sutton y M. van den Belt. Juan-Pérez, J.I., J.G. Gutiérrez-Cedillo, N.X. Antonio,
1997. The value of the world’s ecosystem services M.A. Balderas-Plata y J.F. Ramírez-Dávila. 2010.
and natural capital. Nature 387:253-260. Multifuncionalidad y manejo campesino del chapu-
Cornejo, C., A.E. Rojas, M. Aguilar, S.D. Hernández y lixtle (Dodonae viscosa) en una región cálida del Es-
G. Juárez. 2007. Murciélagos, flores y frutos en la tado de México. Agricultura, Sociedad y Desarrollo
Barranca de Metztitlán. Una relación desconocida. 7(1):18-33.
Herreriana 3(1):14-16. Lieberman, D., M. Lieberman, R. Peralta y G. Harts-
Cruz, U., C. López y P. Negreros. 2011. Una especie horn. 1996. Tropical forest structure and compo-
multiusos del trópico mexicano Trema micrantha (L.) sition on a large-scale altitudinal gradient in Costa
Blume. Ciencias 101:16-22. Rica. Journal of Ecology 84:137-152.
Daily, G.C. (ed.). 1997. Nature’s Services: Societal De- Leszczyñska-Borys, H. 1990. Introducción a la horti-
pendence on Natural Ecosystems. Island Press, Was- cultura ornamental. Universidad Popular Autónoma
hington. del Estado de Puebla. Escuela de Fitotecnia, Puebla.
De Groot, R.S., M.A. Wilson y R.M.J. Boumans. 2002. Mann, K. 1982. Ecology of coastal waters: a system
A typology for the classification, description and va- approach. University of California, Berkeley.
luation of ecosystem functions, goods and services. Meli, P. y V. Carrasco-Carballido. 2011. Restauración
Ecological Economics 41:393-408. ecológica de riberas. Manual para la recuperación
Encalada, R.G.L. 2006. Pago por servicios ambientales de la vegetación ribereña en arroyos de la Selva La-
(psa) del recurso hídrico como una alternativa de con- candona. Serie Diálogos núm. 5, Conabio–cbmm,
servación. Tesis de maestría en economía, Facultad México.
Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Quito. Millennium Ecosystem Assessment (ma). 2003. Ecosys-
Fisher, B., K.R. Turner y P. Morling. 2009. Defining and tems and human well-being: a framework for as-
classifying ecosystem services for decision making. sessment. Island Press. Washington,Comisión Nacio-
Ecological Economics 68:643-653. nal para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,
Freeman, A.M.III. 2010. The wealth of nature: valuing Corredor Biológico Mesoamericano México, México.
ecosystem services. Proceedings 2010 eepsea Im- Monroy, R. y H. Colín. 2004. El guamúchil Pithecello-
pact Conference. Vietnam. Consultada en <http:// bium dulce (Roxb.) Benth, un ejemplo de uso múlti-
www.eepsea.org/pub/sp/12792703701Hanoi-Pa- ple. Madera y Bosques 10(1):35-53.
per_%28Rick_Freeman%29-Final-7-10.pdf>. Naranjo, L.G. 1997. A note on the birds of the Pacific
Hetherington, E.D. 1987. The importance of forests in mangroves of Colombia. En: B. Kjerfve, L.D. de La-
the hydrological regime. En: M.C. Healy y R.R. Wa- cerda y H.S. Diop (eds.). Mangrove ecosystem stu-
llace (eds.). Canadian Aquatic Resources. Department dies in Latin America and Africa unesco. Internatio-
of Fisheries and Oceans. Ontario, pp. 179-211. Con- nal Society for Mangrove Ecosystems–Forest Service
sultada en <https://www.for.gov.bc.ca/hfd/library/ffip/ Department of Agriculture. Paris, pp. 64-70.
Hetherington_ED1987aCanBullFishAquatSci.pdf>. Olson, M.E. y J.W. Fahey. 2011. Moringa oleifera: un
Huerta-Zavala, J., M. de la L. Arreguín-Sánchez, D.L. árbol multiusos para las zonas tropicales secas. Rev.
Quiroz-García y R. Fernández-Nava. 2013. Ciclo de Mex. Biodiversidad 82:1071-1082.
vida de Pellaea ternifolia (Cav.) Link subsp. ternifolia Orantes-García, C., A. Caballero-Roque y M.A. Veláz-
(Pteridaceae-Ploypodiidae). Polibotánica 35:65-84. quez-Méndez. 2012. Aprovechamiento del árbol
Huxley, P.A. (ed.). 1983. The tree crop interface. En: nativo Brosimum alicastrum Swartz (Moraceae) en la
Methodology for the exploration and assessment of Selva Zoque Chiapas, México. Lacandonia 6(1):71-82.
202 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Pike, R. 2003. Forest hydrologic cycle basics. Streamline: ecosystem services: the case of multi-functional
Watershed Management Bulletin 7(1). Disponible en, wetlands. Cromwell Press, Londres.
<ww.forrex.org/streamline/ISS24/streamline_vol7_ Vásquez-Dávila, M.A. 1995. El uso múltiple de Bursera
no1.pdf>. simaruba (L.) Sargent. en México. En: Recursos vege-
Potts, S., G. Jacobus, C. Biesmeijer, C. Kremen, P. Neu- tales de Oaxaca. Sociedad y Naturaleza en Oaxaca 2.
mann, O. Schweiger y W.E. Kunin. 2010. Global po- Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, México,
llinator declines: trends, impacts and drivers. Trends pp. 53-60.
Ecol. Evol. 25:345-353. Vázquez-Yanes, C., A.I. Batís, M.I. Alcocer-Silva, M.
Ramírez, J. 1995. Los magueyes, plantas de infinitos Gual-Díaz y C. Sánchez-Dirzo. 1999. Árboles y ar-
usos. Biodiversitas 3:1-7. bustos potencialmente valiosos para la restauración
Rendón-Correa, A., 2007. Plantas con potencial uso ecológica y la reforestación. Reporte técnico del pro-
ornamental del estado de Morelos. Tesis de licencia- yecto J084. Comisión Nacional Para el Conocimiento
tura. Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Insti- y Uso de la Biodiversidad–Instituto de Ecología-Uni-
tuto Politécnico Nacional, México. versidad Nacional Autónoma de México, México.
Reyes, C.R. y G.A.M. García. 1982. El uso múltiple del Villanueva-Díaz, J., A. Hernández-Reyna y A. Ramírez-
ocotillo (Fouquieria splendens Engelm) en las zonas García. 2000. Mesquite: a multi-purpose species in
áridas. Ciencia Forestal 7(36):3-18. two locations of San Luis Potosi, Mexico. usda Fo-
Semarnat. 2014. Plan de manejo tipo para la conser- rest Service Proceedings rmrs, pp. 269-272.
vación y aprovechamiento sustentable de los pinos Webb, D., P. Wood, J. Smith, y S. Henman. 1984. A
(Pinus jeffrey, Pinus quadrifolia y Pinus chiapensis) guide to species selection for tropical and subtropi-
manejo extensivo. Secretaría del Medio Ambiente y cal plantations. Tropical forestry papers 15. 2a. edi-
Recursos Naturales, México. ción. Oxford University Press, Oxford.
Smith, J.P. 2002. Seventy-seventh annual report 2001. Wood, P.J. y J. Burley. 1991. A tree for all reasons: the
Oxford Forestry Institute, Oxford. introduction and evaluation of multipurpose trees
Terrones, R.T. del R.L., S.C. González y R.S.A. Ríos. for agroforestry. International Centre for Research
2004. Arbustivas nativas de uso múltiple en Guana- Agroforestry, Kenia.
juato. Libro Técnico núm. 2. Centro de Investigación Wood, P.J. y J. Burley. 1995. Un árbol para todo propósi-
Regional del Centro, Instituto Nacional de Investi- to. Introducción y evaluación de árboles de uso múl-
gaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, México. tiple para agroforestería. Iica. San José, Costa Rica.
Turner, R.K., S. Georgiou y B. Fisher. 2008. Valuing
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 203
Uso de los recursos biológicos mente de los productos que obtenían por
de México medio de la caza, la pesca y la recolección;
Martha Gual Díaz, Alejandro Rendón Correa de los animales extraían su carne y aceite
y Lorena Alamilla Fonseca para preparar alimentos, nada sabían de la
crianza y del cultivo intencional de plantas
Recursos alimentarios (Cueto, 2001; Ávila, 2002).
En la alimentación de cualquier grupo huma- Con el paso del tiempo, fueron obser-
no no sólo intervienen los nutrientes para el vando con detenimiento los fenómenos na-
desarrollo físico del ser, también influyen los turales, la germinación y el crecimiento de
factores ecológicos, la historia económica, el las plantas, el ciclo de vida de los animales,
ambiente sociocultural y la cosmovisión, por etc.; estas observaciones, aunadas a la iden-
lo que la tradición alimentaria es una cons- tificación de las propiedades alimenticias de
trucción social y colectiva, conformada miles animales y plantas, les fueron sugiriendo
de años atrás y que guarda profundos signi- cambios en sus formas de vida, dando paso
ficados reflejados en los usos y costumbres, al surgimiento de la agricultura y la domesti-
los símbolos, las tradiciones, el ritual y en la cación de ciertas plantas y animales (Zizum-
memoria de los pueblos (Cervantes, 2006). bo-Villarreal y García-Marín, 2008).
Durante un largo periodo, que abarca Un claro ejemplo es la civilización mesoa-
aproximadamente desde 30 a 25,000 años mericana. Zizumbo-Villarreal et al. (2012)
a.C., los primeros grupos humanos que se mencionan que el sistema alimentario se
asentaron en México subsistieron básica- conformó desde el periodo Arcaico (7 000
a.C.- 2 400 a.C.), basado en por lo menos teínas y grasas. Bebidas no alcohólicas, como
68 especies de plantas, tales como agaves el bate, y alcohólicas, como el tejuino, fueron
(Agave spp.), maíz (Zea mays), frijol (Phaseo- probablemente las de uso cotidiano y ritual;
lus spp.), calabaza (Cucurbita argyrosper- los licores de mezcal fueron las primeras be-
ma), chile (Capsicum annuum), chía (Hyptis bidas para las actividades sociales y religiosas.
suaveolens) y jobo (Spondias purpurea), lo Todo lo anterior gracias a las dos innovacio-
que implica que en esta época y con estas nes tecnológicas ocurridas en este periodo: la
especies pudo haber sido el inicio de la do- nixtamalización y, posiblemente, la destilación
mesticación en Mesoamérica, además del (Zizumbo-Villarreal et al., 2014).
inicio del desarrollo de un complejo sistema En la época prehispánica, en los valles
tradicional en esa área: la milpa. centrales de la cuenca de México, la subsis-
Posteriormente, los grupos humanos co- tencia era principalmente por medio de la
menzaron a elaborar utensilios para cocinar agricultura, fuera de temporal o de riego,
(sobre todo de cerámica) y a desarrollar téc- tanto en planicies de valles como en laderas
nicas que pudieron haber ampliado su capa- de los cerros, usando sistema de terrazas.
cidad de transformar, almacenar y consumir Se sabe que en esta región existían por lo
alimentos, que llevó, a su vez, a la diversifi- menos 27 géneros de plantas consideradas
cación de platillos y al desarrollo de la capa- como alimenticias; entre las principales es-
cidad de selección de plantas y animales, au- pecies están: el cintli o maíz, el ayocotli o
Cosecha de calabaza o
mentando la complejidad y productividad del frijol (Phaseolus vulgaris y P. coccineus), las
kabocha, conocida también
sistema agroalimentario (Zizumbo-Villarreal semillas de chien (Salvia spp.), las semillas como calabaza japonesa
et al., 2014). (auauhtli) del amaranto (Amaranthus spp.) (Cucurbita maxima), cuyo
destino es el mercado oriental.
Presumiblemente, para el periodo Forma- o su hoja (quiltonilli), la aiotli o calabaza Tamaulipas.
tivo (2 400 a.C.-100 d.C.) ya existían más de (Cucurbita pepo) o tzilacaiotli (C. ficifolia), Foto: Jean Louis Lacaille Múzquiz
el fruto del xocotl o ciruela (Spondias sp.), sumían reptiles, como tortugas y serpientes
las vainas del mizquitl o mezquite (Prosopis (Valadez y Rodríguez, 2014).
sp.), el auácatl o aguacate (Persea amaerica- La cultura maya, que tuvo su auge entre
na), texocotl o tejocote (Crataegus mexica- el año 200 y 800 d.C., también basaba su
na), el capulín (Prunus serotina ssp. capuli), alimentación en el maíz, aunque la comple-
los tallos (nopalli) o los frutos (nochtli) del mentaban con plantas, como: chile, aguaca-
nopal (Opuntia spp.), el romerito o iztaquilitl te, zapote (Pouteria campechiana), jitomate
(Suaeda mexicana), el chilamalacatl o girasol (Solanum lycopersicum), chayote (Sechium
(Helianthus annuus), las semillas, raíz y fru- edule) y cacao (Theobroma cacao); además,
tos de xaltomatl (Jaltomata procumbens), el sembraban tubérculos, como la yuca (Mani-
xitomatl (Solanum sp.), el miltomatl (Physa- hot esculenta), el camote (Ipomoea batatas)
lis sp.), el epacotl o epazote (Dysphania am- y la jícama (Pachyrhizus erosus); en tiempos
brosioides) y el chilli (McClung et al., 2014). de escasez consumían el ramón (Brosimum
Tostado de cacao criollo En cuanto a la alimentación con anima- alicastrum), la jícara cimarrona (Eryngium
(Theobroma bicolor), también
les, las especies más consumidas en tiem- foetidum) y otras hojas, frutos y raíces silves-
conocido como pataxte,
mocambo o balamteen en la pos prehispánicos eran: liebres (Sylvilagus tres que obtenían por medio de la recolec-
Chinantla, Oaxaca. La pulpa floridanus), conejos (S. cunicularius), vena- ción. Los grupos mayas consumían el maíz
y los granos de pataxte se
utilizan principalmente para dos, guajolotes y aves lacustres, como la preparado en waaj o tamales, cha’j o pinole,
la elaboración de golosinas gallareta (Fulica americana); entre los peces atole en sus diversas modalidades (sa’, sakha´
(mazapán, turrón y melcocha),
se encontraban especies provenientes del y ul) y en la bebida llamada posol; también
chocolate (mezclado con
semillas de T. cacao), bebidas Golfo de México, como huachinangos (Lut- elaboraban bebidas alcohólicas como el chi´
(atole, pozol, polvillo y janus sp.), robalos (Centropomus sp.), peces o chij, que era preparada con savia fermen-
popo) y en menor medida se
consumen como fruta fresca. bobo (Joturus pichardi) y mojarras (Eucinos- tada de henequén (Agave fourcroydes); y el
Foto: Janett de los Santos tomus sp. y Diapterus sp.); también se con- b´alche’, el cual se preparaba con agua, miel
silvestre y la corteza fermentada del árbol del
mismo nombre (Lonchocarpus longistylus).
Una de las bebidas más importantes, porque
además de alimenticia era empleada con fi-
nes ceremoniales, era el chocolate, el cual se
preparaba con la planta de kakaw o cacao
(González, 2010).
En cuanto a la fauna, los mayas prehispá-
nicos consumían animales domésticos y sil-
vestres como venados, perros, jabalíes, co-
nejos, armadillos (Dasypus novemcinctus),
tuzas (Orthogeomys cuniculus), tlacuaches
(Didelphis marsupialis), patos, pavos, loros
(Amazona spp.) y tecolotes (Strigiformes);
en los sitios costeros de la Península de
206 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Yucatán, los restos arqueozoloógicos con- et al., 2014); al pozol, bebida prehispánica
firman el consumo de fauna marina, sobre a base de maíz, se le incorporó la carne de
todo de tortuga caguama (Caretta caret- cerdo y se transformó en el actual pozole;
ta), carey (Eretmochelys imbricata) y blan- al mulli, salsa propia de los nahuas elabo-
ca (Dermatemys mawii), además: peces de rada con una combinación de chiles, ade-
gran tamaño, tiburones, manatíes (Triche- más de chocolate y guajolote, se le incor-
chus sp.) y focas (Götz, 2014). poraron elementos hispanos, como el clavo
En la época colonial, el sistema alimen- (Syzygium aromaticum) y la canela (Cinna-
tario indígena encontrado por los euro- momum verum), para convertirse en lo que
peos fue modificado por la conquista y la ahora es el mole (Niembro y Téllez, 2012).
subyugación de la población nativa; algu- Ejemplos de otros productos alimenticios
nas especies nativas fueron sustituidas por europeos que los españoles trajeron por
otras introducidas. La conquista española considerarlos importantes en su alimenta-
implicó, por ejemplo, la casi desaparición ción son: semillas, como almendra (Prunus
del consumo de hoauhtli o amaranto (Ama- dulcis), avellana (Corylus avellana), castaña
ranthus hybridus), por considerarlo una (Castanea sativa) y piñón (Pinus pinea); ce-
práctica pagana, impuso el desprecio por el reales, como avena (Avena sativa), centeno
consumo de insectos o animales que fueran (Secale cereale) y cebada (Hordeum vulga-
considerados raros, como el ajolote (Amb- re); hortalizas, como chícharo (Pisum sati-
ystoma mexicanum), y también implicó la vum), espinaca (Spinacia oleracea), nabo
Limpieza de parcela de caña
introducción de ganado, animales de corral (Brassica rapa), rábano (Raphanus sativus) y en Valles Centrales, Oaxaca,
y un conjunto de cereales, con los que se zanahoria (Daucus carota); hierbas de olor cultivo que se practica desde
la época colonial.
modificó la dieta de los indígenas. Además, y especias, como azafrán (Crocus sativus), Foto: Adán Martínez Morales y
se introdujeron ciertas prácticas culinarias albahaca (Ocimum basilicum), jengibre (Zin- Janett de los Santos
giber officinale) y orégano (Origanum vul- del colorín (Erythrina americana) y la flor de
gare); frutos, como pera (Pyrus communis), maguey (Agave spp.) forman parte de una
granada (Punica granatum), melón (Cucu- gran variedad de recetas tradicionales; con-
mis melo) y manzana (Malus domestica), dimentos como epazote y achiote (Bixa ore-
entre otros (González, 2010). llana) se usan desde épocas remotas para
Actualmente, a pesar de las consecuen- dar sabor a diversos platillos mexicanos; el
cias de la modificación de la dieta prehispá- guaje (Leucaena leucocephala), el chayote y
nica y dada la importancia cultural de los ali- la chaya (Cnidosculus aconitifolius) son em-
mentos en esa época, una parte de los pla- pleadas en sopas o ensaladas; semillas como
tillos ha sobrevivido como alimentos de uso el maíz y el amaranto siguen siendo fuente
común, por ejemplo: el pinole, los tamales, de prodigiosidad culinaria (Gispert, 1997).
el tepache, el tejuino y la horchata, que son El uso de las diversas especies alimenti-
todavía consumidos en zonas rurales y ur- cias depende en gran medida (además del
banas (Zizumbo-Villarreal et al., 2014). componente cultural) de las regiones geo-
Así como sucede con los platillos, muchos gráficas y de los tipos de vegetación exis-
de los recursos biológicos de origen silves- tentes a lo largo del territorio mexicano. Al
tre utilizados durante la época prehispánica respecto, Bye (1998) menciona que cerca de
Cesta con rabanitos (Raphanus
aún se consumen en las diferentes regiones 50% de las plantas silvestres se utiliza con
sativus, introducida); guajes y localidades del país, debido a que mu- fines alimentarios y medicinales. Los nahuas
(Leucaena leucocephala,
chas de las especies aún están disponibles y los mixtecos de los bosques tropicales ca-
endémica,) y pipicha o pápalo
delgado (Porophyllum linaria, y son aprovechadas de manera tradicional ducifolios de Puebla y Guerrero obtienen de
endémica) utilizados como por los diferentes grupos étnicos de México, la vegetación silvestre 50% de las especies
verduras o condimento.
Oaxaca.
por ejemplo: la flor de calabaza (Cucurbita que utilizan como alimento. En el bosque
Foto: Janett de los Santos pepo), flor de yuca (Manihot esculenta), flor tropical perennifolio de la sierra de Tenosi-
que, Tabasco,, Ochoa-Gaona et al. (2012)
reconocieron 36 especies comestibles, entre
cultivadas y silvestres, como el chicozapote
(Manilkara zapota) y el chicle (M. chicle), de
los cuales se consume el fruto; el chichón
(Astrocaryum mexicanum), del que se con-
sumen las flores y los frutos; del pichoco
(Erythrina folkersii) se comen las flores; del
colorado (Garcinia intermedia) y del ramón
se consumen los frutos, entre otras especies.
Con respecto a la fauna de este tipo de ve-
getación, Galindo (2012) menciona algunas
especies de mamíferos utilizadas como ali-
mento en comunidades indígenas del norte
de Oaxaca, entre los que destacan el oso
208 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
latifolia) se consumen las hojas y los brotes vechan las semillas, frutos y flores, es de los
hervidos; también se come el corazón de la pocas especies que pueden ser cultivadas;
mesagóli (Agave sp.), horneado bajo la tie- los tallos de los agaves (Agave cerulata ssp.
rra o se machaca y se mezcla con tegüino. dentiens y A. subsimplex) son cocidos en
En el bosque tropical caducifolio, Zizum- hornos cavados en la tierra; las semillas del
bo-Villarreal et al. (2012) identificaron 68 es- amaranto del desierto (Amaranthus wat-
pecies de plantas silvestres alimenticias que sonii) y de la pata de gallo (Chenopodium
se utilizan en el municipio de Zapotitlán (Jalis- murale) son tostadas y molidas para prepa-
co), por ejemplo: la guázima (Guazuma ulmi- rar una harina, en cambio las semillas del
folia) y el guamúchil (Pithecellobium dulce), plántago (Plantago insularis) se mezclan
cuyos frutos se consumen secos, y en el caso con agua y azúcar para preparar una masa
del guamúchil también asados; del mezquite gelatinosa comestible; de las biznagas (Fe-
(Prosopis laevigata) se come el fruto fresco; rocactus emoryi y F. wislizenii) se consumen
de la jícama de monte (Pachyrhizus erosus) las semillas y los frutos frescos.
se consume la raíz fresca; del nopal (Opuntia También de los ecosistemas acuáticos se
decumbens) se comen los tallos asados; del aprovechan las especies de uso alimenticio,
bonete (Jacaratia mexicana) se consume el por ejemplo: los humedales del noreste de
fruto fresco y asado, entre otras. En cuanto Chiapas constituyen el mayor complejo de
a la fauna de este tipo de vegetación, en el ecosistemas acuáticos de Mesoamérica; en
municipio de Jungapeo (Michoacán) se con- algunas localidades se consume el manatí
sume la rana (Lithobates forreri) y la carne de (Trichechus manatus), la nutria (Lontra longi-
iguana (Ctenosaura pectinata), con la que se caudis), el cocodrilo (Crocodylus moreletii), la
prepara un caldo (Arias, 2004). tortuga blanca (Dermatemys mawii), la tor-
En los matorrales xerófilos también tuga jicotea (Trachemys scripta), entre otras
abundan las especies comestibles, por especies (González-Bocanegra et al., 2011).
ejemplo: en la zona de la costa noroeste del Por otro lado, además de la flora y la
desierto de Sonora habitan los indígenas se- fauna como recursos biológicos alimenta-
ris; debido a las condiciones climáticas de rios, existen otros organismos con alto valor
su territorio, no es común que practiquen nutrimental cuyo consumo es más común
la agricultura, por lo que tradicionalmente en comunidades rurales que en urbanas, y
son cazadores, pescadores y recolectores. forman parte también de la cultura gastro-
Felger y Moser (1976) informaron que, de nómica mexicana heredada desde la época
aproximadamente 310 especies de plantas prehispánica: los hongos y los insectos.
del territorio seri, 75 especies (24%), entre En la actualidad se reconocen 371 es-
nativas e introducidas, son utilizadas para pecies de hongos comestibles (Garibay y
la alimentación, por ejemplo: el mezquite Ruan, 2014), que crecen en los diversos
(Prosopis glandulosa), cuyas vainas se uti- ecosistemas de México, incluyendo los
lizan para elaborar una bebida dulce; del agroecosistemas; de norte a sur, de oriente
xáasx o cardón (Pachycereus pringlei) apro- a occidente, los hongos figuran, en mayor o
210 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
menor medida, como un importante recur- el resto, el número varía de 1 a 15. Todas
so alimentario en la época de lluvias de cada estas especies corresponden a 80 familias y
región del país, especialmente en el verano 241 géneros (Ramos-Elorduy, 2004). Se les
y otoño, aunque hay especies que apare- encuentra en diversos tipos de vegetación,
cen en el invierno, como Pleurotus djamor. desde matorral xerófilo, bosque mesófilo
Existen hongos comestibles en llanos o po- de montaña, bosques tropicales, mangla-
treros (Agaricus, Calvatia, Macrolepiota), en res, vegetación acuática y hasta en terrenos
la milpa o cafetal (Ustilago, Lentinus, Auri- agrícolas y de pastoreo. Existen diversas for-
cularia, Calvatia, Amanita), en el magueyal mas de obtención, mediante colecta manual
(Pleurotus opuntiae), en el bosque de pino o con instrumentos y mediante el cultivo,
(Amanita, Boletus), en el bosque de encino aunque sólo se ha logrado cultivar algunas
(Cantharellus, Hypomyces, Russula), en el especies, como las chinches acuáticas de los
bosque de oyamel (Morchella, Helvella), en géneros Krizousacorixa, Corisella, Notonec-
bosques mesófilos (Pleurotus albidus), entre ta, Graptocorixa y Hespecorixa (Ramos-Elor-
otros (Moreno, 2014). duy y Viejo, 2007). La gran mayoría de los
Alonso-Aguilar et al. (2014) reportaron insectos comestibles se consumen asados
46 especies de hongos silvestres comesti- en comal y en taco, o también formando
bles en la comunidad de San Mateo Huexo- parte de platillos tradicionales, como los tla-
yucan, Tlaxcala, como el hongo de agua coyos rellenos de gusano rojo, las quesadi-
(Agaricus campestris), pata de toro (Boletus llas rellenas de gusanos de los palos, gusano
subvelutipes), azules (Lactarius indigo), es- blanco de maguey o gusanos del nopal, los Muestra de la diversidad de
hongos silvestres comestibles
cobeta rosa (Ramaria persicina) y trompa tamales rellenos de chicatanas, axayacatl o en México.
de toro (Strobilomyces strobilaceus), entre padrecitos, los sopes con gusano elotero, Foto: Heike Vibrans Lindemann
entre otros; pocas especies se comen vivas, hacen la comida más variada. Sin duda, en
como los jumiles o la hormiga mielera (Ra- el México tradicional existe una amplia gama
mos-Elorduy, 1997). de recursos biológicos para la elaboración de
A manera de ejemplo, Ramos-Elorduy et alimentos; cada familia, pueblo o región tie-
al. (1998) registraron 104 especies de insec- ne una única forma de preparar un platillo,
tos comestibles del estado de México, entre aunque éste, a su vez, tenga similitud con
los que se encuentran las moscas de mayo los preparados en otros lugares y en otros
(Ephemera sp.) y los padrecitos (Aeschna mul- tiempos.
ticolor), de los que se comen las ninfas; los
chapulines (Sphenarium purpurascens) y las Integración de información sobre
esperanzas (Petaloptera zandala), de los que el uso alimenticio de los recursos
se comen los adultos; el ahuahutle (Corise- biológicos en una base de datos
lla edulis), del que se comen los huevos; el A continuación se muestra la propuesta de
gusano del pino (Trichoderes pini), la gallina la clasificación correspondiente al uso ali-
Salsa de chinche de mezquite
o xahue (Thasus gigas), ciega (Melolontha sp.), el gusano de rojo de mentación. Sus dos principales componentes
insectos que se encuentran maguey (Comadia redtembacheri) y los esca- refieren el destino del recurso alimenticio, ya
entre los huizaches, mezquites
o capulincillos y que son moles (Liometopum apiculatum), de los que sea animal o humano; posteriormente, para
consumidos por los otomíes se consume la larva, entre otras especies. alimentación humana, los siguientes niveles
en Querétaro e Hidalgo. Se
Según McClung et al. (2014), la alimen- jerárquicos refieren el tipo de alimento que
consumen desde la época
prehispánica y, como todos tación se considera tradicional cuando con- se consume, ya sea preparado o fresco. Las
los insectos, son ricos en serva pautas culturales que se han transmi- denominaciones corresponden a las de uso
proteínas. Ixmiquilpan,
Hidalgo. Foto: Marcelo Rojas- tido de generación en generación, aunque popular en distintas regiones del país. Si es
Oropeza y Nathalie Cabirol se vayan incorporando nuevos recursos que necesario, se puede integrar nuevos com-
ponentes a la clasificación, de acuerdo con
el contexto de la misma (figura 11).
Existen tres elementos mínimos necesa-
rios para la integración de la información en
una base de datos: taxón/uso alimentación/
región. Cada componente debe estar obli-
gatoriamente asociado a una o más regio-
nes de cualquier nivel, ya sea país/estado/
municipio/localidad, dependiendo de la
fuente de información.
Si existe información complementaria
importante, puede capturarse en un cam-
po observaciones, mismo que se encontrará
en cada región asociada. La información en
este campo puede ser, por ejemplo: la parte
del organismo usada, los animales que lo
212 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
División Magnoliophyta
Clase Magnoliopsida
Icacinaceae
Oecopetalum mexicanum Greenm. & C. H.
Thomps., 1914 [1915]
Uso/Alimentación/Humana/Botana
MÉXICO/CHIAPAS/OCOSINGO/Nahá
Observaciones
La semilla se hierve con sal, luego se consume
seca (Durán, 1999).
Lauraceae
Persea americana Mill., 1768
Uso/Alimentación/Humana/Condimento
MÉXICO / PUEBLA / TEHUACÁN
consumen, temporalidad de consumo, etc. Observaciones
A continuación, se ejemplifica lo anterior: Las hojas se adicionan al “guaxmole” (mole
elaborado con semillas de guaje rojo, Leucaena
Opuntia hyptiacantha F. A. C. Weber, 1898 esculenta) (Zárate, 1999).
Uso/Alimentación/Humana/Fruta Referencias
MÉXICO/GUANAJUATO/SAN JOSÉ ITURBIDE Durán, F.A. 1999. Estructura y etnobotánica de
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 213
la selva alta perennifolia de Nahá, Chiapas. Tesis Etnobiológica Mexicana, Universidad Autónoma del
Estado de Hidalgo, Universidad Nacional Autónoma
de maestría. Facultad de Ciencias, Universidad
de México, México.
Nacional Autónoma de México, México. Gispert Cruells, M. 1997. La cultura alimentaria mexi-
Zárate, S. 1999. Ethnobotany and domestication cana: fuente de plantas comestibles para el futuro.
Monograf. Jard. Bot. Córdoba 5:51-57.
process of Leucaena in Mexico. J. Ethnobiol. González, E.I.V. 2010. La alimentación prehispánica y
19(1):1-23. su adaptación tras la conquista en el siglo xvi. Tesis
de licenciatura. Facultad de Filosofía y Letras, unam,
México.
Literatura citada González-Bocanegra, K., E.I. Romero-Berny, M.C. Es-
Alonso-Aguilar, L.E., A. Montoya, A. Kong, A. Estra- cobar-Ocampo y Y. García-del Valle. 2011. Apro-
da-Torres y O.R. Garibay. 2014. The cultural signi- vechamiento de fauna silvestre por comunidades
ficance of wild mushrooms in San Mateo Huexoyu- rurales en los humedales de Catzajá-La Libertad,
can, Tlaxcala, México. Journal of Ethnobiology and Chiapas, México. Ra Ximahi 7(2):2198-230.
Ethnomedicine 10:27. Götz, C.M. 2014. La alimentación de los mayas prehis-
Arias, B.S.F. 2004. Anfibios y reptiles del bosque tropi- pánicos vista desde la zooarqueología. An. Antrop.
cal caducifolio y vegetación circundante del munici- 48:97-121.
pio de Jungapeo, Michoacán. Tesis de licenciatura. Hernández, M.S. 2005. Flora útil no maderable de la
Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Universi- comunidad indígena Nuevo San Juan Parangaricu-
dad Nacional Autónoma de México, México. tiro, Michoacán. Tesis de licenciatura. Facultad de
Ávila, A.R.M. 2002. Los pueblos mesoamericanos. Ins- Agrobiología. Universidad Michoacana de San Nico-
tituto Politécnico Nacional, México. lás de Hidalgo. Morelia.
Bye, R. 1998. La intervención del hombre en la diver- La Rochelle, S. y F. Berkes. 2003. Traditional ecological
sificación de las plantas en México. En: T.P. Rama- knowledge and practice for edible wild plants: bio-
moorthy, R. Bye, A. Lot y J. Fa (comps.). Diversidad diversity use by the Rarámuri in the Sierra Tarahu-
biológica de México. Instituto de Biología. Universi- mara. Int. J. Sustain. Dev. World Ecol. 10:361-375.
dad Nacional Autónoma de México, pp. 689-713. McClung de Tapia, E., D. Martínez Yrízar, E. Ibarra Mo-
Cervantes, M. 2006. El pasado prehispánico en la ali- rales y C.C. Adriano Morán. 2014. Los orígenes pre-
mentación y el pensamiento de hoy. Arqueología hispánicos de una tradición alimentaria en la Cuen-
Mexicana 13(78):18-25. ca de México. An. Antrop. 48:97-121.
Cueto, G.H.J. 2001. Desarrollo de la agricultura de los Moreno, F.A. 2014. Un recurso alimentario de los gru-
pueblos prehispánicos como parte fundamental de pos originarios y mestizos de México: los hongos
la evolución de su cultura. Tesis de licenciatura. Fa- silvestres. An. Antrop. 48-I:241-272.
cultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Universi- Mota, C.C. 2008. Plantas comestibles en la Sierra Ne-
dad Nacional Autónoma de México, México. gra de Puebla, México. Tesis de maestría. Colegio de
Estrada Martínez, E. y J.R. Aguirre R. 1999. La alimen- Postgraduados, México.
tación de los antiguos mexicanos. En: V. Sánchez y Niembro, M. y R. Téllez. 2012. Historia y mestizaje de
S. Bravos (eds.). La destrucción de las Indias y sus México a través de su gastronomía. Culinaria 4:30-
recursos renovables. Universidad Autónoma Cha- 58.
pingo, México, pp. 141-152. Ochoa-Gaona, S., L.F. Zamora-Cornelio, S. Cabrera-Pé-
Felger, R.S. y M.B. Moser. 1976. Seri Indian food plants: rez, N.A. González-Valdivia, I. Pérez-Hernández y
desert subsistence without agriculture. Ecology of M.V. López. 2012. Flora leñosa útil de la Sierra de
Food and Nutrition 5:13-27. Tenosique, Tabasco, México. El Colegio de la Fron-
Galindo, A.R.E. 2012. Conocimiento tradicional y usos tera Sur, México.
de los mamíferos terrestres silvestres en dos localida- Ramos-Elorduy, J. 1997. The importance of edible in-
des indígenas del bosque tropical lluvioso del norte sects in the nutrition and economy of people of the
de Oaxaca, México. Tesis de licenciatura, Facultad de rural areas of Mexico. Ecology of Food and Nutrition
Estudios Superiores Zaragoza, unam, México. 36(5):347-366.
Garibay, R. y F. Ruan. 2014. Listado de hongos sil- Ramos-Elorduy, J. 2004. La entomofagia, etnoento-
vestres consumidos como alimento tradicional en momedicina y etnoentomoreciclaje. En: J. Lloren-
México. En: A. Moreno y R. Garibay (eds.). La et- te Bousquets, J.J. Morrone, O. Yáñez Ordóñez y I.
nomicología en México: estado del arte. Red de Vargas Fernández (eds.). Biodiversidad, taxonomía y
Etnomicología y Patrimonio Biocultural, Asociación biogeografía de artrópodos de México: hacia una
214 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
artículos, con orígenes en la época precolom- Las coritas se han elaborado desde la épo-
bina, es donde las diferentes comunidades ca prehispánica, exclusivamente por mujeres;
se abastecen y complementan sus productos utilizan las ramas del torote o haat (Jatropha
por medio del intercambio o trueque (alimen- cuneata). Las fibras gruesas y delgadas del
ticios, medicinales, materias primas, estéticos, haat se tiñen antes de empezar el tejido y se
instrumentos diversos, materiales diversos, remojan en agua de mar, para darles mayor
etc.); aún en la actualidad persiste este tipo flexibilidad, reafirmar el color y evitar la cría
de práctica en algunos mercados del país. de termitas. El hermoso colorido de las cori-
En el norte del país, del lado del Pacífi- tas se obtiene del cocimiento de la goma y
co, encontramos en Sonora bella artesanía corteza del mezquite o haas (Prosopis glan-
de la etnia concáac, comca’ac o seri: piezas dulosa); también hierven con agua salada, la
talladas en palo fierro, coritas (canastos) y mezcla del chamizo negro (Atriplex sp.) con
joyería (cdi, 2005). La talla del palo fierro la raíz del mangle rojo (Rhizophora mangle),
o coomitin (Olneya tesota) de manera ar- para adquirir el color negro. El color café lo
tesanal comenzó en la segunda mitad del consiguen de la raíz, machacada y cocida, de
siglo xx, durante una crisis económica que cósahui o heepol (Krameria grayi); el color
sufrieron los concáac, ocasionada por la es- amarillo se adquiere de las flores de xomee-
casez de pescado, debida a la sobreexplota- te o xométe (Psorothamnus emoryi). Por su
ción. Se emprendió la venta de cucharas y belleza, las coritas se han llegado a vender
otros utensilios, pero no redituaron. El éxito en miles de dólares, en galerías de arte (No-
se logró al representar plantas y animales riega, 2007; Rentería, 2007).
de tierra y mar, que habitan en el territo- La joyería artesanal comca’ac denota un
rio comca’ac. Desafortunadamente, existen conocimiento amplio del entorno; los arte-
imitaciones de las figuras, lo que ha gene- sanos utilizan recursos naturales definidos
rado el uso y manejo irracionales del coo- y seleccionados, con los que, enriquecidos
mitin, pues llegan a cortar los árboles vivos con su percepción del mundo, confeccionan
para tallar las piezas. Los seris utilizan sólo objetos de alto valor estético, por ejemplo:
el hesen o madera muerta (Rentería, 2007). anillos con partes de animales, entre ellos
Debido a lo anterior, los seris han incursio- piel de monstruo de Gila (Heloderma sus-
nado en el tallado de madera de palo blan- pectum) o de caparacho de tortuga (Eret-
co (Acacia willardiana), así como en la ex- mochelys imbricata); también recolectan ca-
tracción de talco (al parecer es cantera rosa) racolillos (Olivella sp.) para hacer pendientes
de los cerros cercanos a la comunidad, para o las cuentas de collares. Existen diferentes
esculpir en piedra las mismas figuras de ani- diseños de collares, como de cuentas de
males y plantas; también utilizan concha vértebras de tiburón y víbora, ventosas de
nácar (Pinctada sp. y Pteria sp.) y coral ne- pulpo, semillas de plantas del desierto, de
gro (Antipathes sp.), lo cual ha mantenido barro, coral tallado o de palo fierro, que
viva la actividad artesanal que caracteriza a pueden estar combinadas con chaquira. El
la etnia (Noriega, 2007). arreglo de las cuentas depende de la mujer;
216 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
tiendas de artesanías de la ciudad de Oaxa- productos. En las calles del tianguis se ven
ca. Su historia comenzó casi simultáneamen- expuestos arreglos o ramos de flores, coro-
te en tres localidades: San Antonio Arrazola, nas vistosas, frutas, muñecas con vestidos
San Martín Tilcajete y la Unión de Tejalapam. muy coloridos o personajes en miniatura de
Sus creaciones representan significados cul- danzas tradicionales, confeccionados con el
turales antiguos, si bien son concreciones totomoxtle, hojas secas de la mazorca del
de la gran imaginación del artesano que las maíz ( Zea mays). Los objetos son creados
concibe y talla. Las maderas empleadas son principalmente por mujeres, de localidades
principalmente copal o copal hembra de tres como Ahuacoutzingo, Atlixtac y Ayahual-
especies de Bursera (B. glabrifolia, B. sub- co; históricamente, el totomoxtle ha tenido
moniliformis y B. aloexylon). Las piezas son múltiples usos en todo el país, por ejemplo,
lijadas antes de ser pintadas con colores de para envoltura de tamales, quesos o dulces
anilina, que da una apariencia más rústica; típicos (Ignacio, 2007; Miranda, 2011).
sin embargo, dado que el color se pierde rá- La comunidad de Cuauhtenango (munici-
pidamente, la anilina fue sustituida por pin- pio de Chilapa de Guerrero) elabora mante-
turas acrílicas (Purata et al., 2004). les o tapetes, con cintas o trenzas, tejidas a
Un centro importante de comercio de partir de tiras delgadas, de hojas de la palma
los productos artesanales elaborados por soyate (Brahea dulcis). También se encuen-
las comunidades de la región de la mon- tran productos de otras comunidades indíge-
taña de Guerrero es el tianguis de Chilapa nas de la región, como abanicos, sombreros,
de Álvarez, donde se puede encontrar una petates, portavasos, bolsas, cestos, soplado-
riqueza de formas, colores y materiales en res, adornos navideños o joyería, confeccio-
todas las piezas artesanales (Ignacio, 2007). nados con la misma palma (Aguilar, et al.,
El día de mercado es el domingo, acuden di- 2005; Ignacio, 2007; Miranda, 2011). Otra
ferentes artesanos de la región a vender sus comunidad participante es la de Ayahualco
(mismo municipio), cuyos pobladores venden 2007; Beltrán, 2013). En algunas zonas del
canastos, cestos, jaulas o canastones para el tianguis es posible ver cofres, baúles, ca-
transporte de pan, tejidos con carrizo (Arun- jas, bateas, muebles y otros objetos, todos
do donax, especie introducida de Asia) (Illsley decorados con laca, diseñados en el pobla-
et al., 2003). Igualmente llega a haber mo- do de Olinalá y Temalacatzingo (municipio
rrales, reatas, lazos o cuerdas de diferentes Olinalá), para cuya confección emplean
grosores, elaborados con la fibra del ixtle madera del árbol lináloe (Bursera linanoe),
(Agave angustifolia), por los pobladores de también conocido como ulinaloé, copali-
Tlapehualapa (municipio de Zitlala), aunque llo, xochicopal, copal o copalcuahuitl, muy
se han dejado de comercializar con la llegada apreciado por su aceite esencial con aroma
del plástico y las fibras sintéticas (González, cítrico, que, por cierto, se extrae industrial-
2012; Beltrán, 2013). mente para la elaboración de perfumes (Ig-
Es común encontrar máscaras que re- nacio, 2007; Hersch-Martínez, 2009). En
presentan animales, ángeles, demonios o la actualidad, cerca de 80% de las cajitas
viejitos, confeccionadas por los pobladores y baúles de Olinalá es producido con otras
de San Francisco Ozomatlán (muncipio de especies de copales, o bien de cedro, cao-
Huitzuco de los Figueroa), con la madera ba o inclusive pino y son aromatizados con
suave del zompantle o colorín (Erythrina esencia de lináloe (Juárez, 2006; López-Bin-
americana), el cuahuyote o cujshiotl (Jaca- nqüist y Neyra, 2009). También procedentes
ratia mexicana) y la parota (Enterolobium de Olinalá, se venden las jícaras (Crescentia
cyclocarpum), utilizadas originalmente en spp.) y guajes (Lagenaria siceraria), en las
diversas danzas tradicionales. En la con- que aplican también la técnica de laqueado
fección de estas piezas participan tanto el para decorarlas (Hernández, 2008).
hombre, que talla la madera, como la mujer, Entre los diversos textiles que se ofrecen
que, lija, pinta y barniza la máscara (Ignacio, en el tianguis hay: manteles, blusas, vesti-
dos, faldas, camisas, rebozos y el traje tra- ciella angustissima), utilizado como remedio
dicional de Acatlán (municipio de Chilapa casero para el empacho, además de ser útil
de Guerrero) o de acateca, conformado por para curtir pieles (Beltrán, 2013). En otras po-
enaguas de color azul marino con flores blaciones guerrerenses se elaboran y venden
multicolor, bordadas con hilos de seda, y un artesanías igualmente valoradas, como el
huipil blanco, elaborado con fibras de algo- huipil amuzgo, considerado vestimenta tradi-
dón (Gossypium hirsutum) (Ignacio, 2007). cional; en Xochistlahuaca, se elabora con tela
Otras piezas que se ofrecen en el tianguis de algodón y bordados exclusivos de flora y
son las escobas de la comunidad de Tlape- fauna locales. La artesana o mujer indígena
hualapa, en cuya confección ocupan la es- elabora el huipil desde épocas prehispánicas
piga del sorgo escobero o mijo (Sorghum en telar de cintura, empleando hilos de al-
bicolor, especie introducida de África), para godón silvestre o coyuchi (es de color café,
las barbas, y para el mango, un bastón o como el color del coyote) e hilos sintéticos
palo de otate (Otatea sp.). Por la fuerza físi- multicolores (Hernández, 2011).
ca que requiere, la elaboración de escobas Un reconocido producto a nivel nacional
es una actividad realizada en su mayoría por e internacional es el papel amate. Famosos
hombres; no obstante, algunas jefas de fa- son sus pliegos, decorados con flores, ani-
milia las elaboran, ya que es una manera males, símbolos prehispánicos, paisajes o
segura de obtener ingresos monetarios du- anécdotas de la vida cotidiana; constituyen
rante todo el año (González, 2012). una artesanía nahua, elaborada desde la
En el tianguis se venden velas, cirios o fi- época prehispánica, cuando fue empleada
guras hechas de cera (Apis mellifera, abeja
europea), o parafina, elaboradas en el po-
blado de Acatlán. Desde hace unos 60 años
la demanda de estos productos aumenta
durante la celebración del día de muertos,
fiestas religiosas, ceremonias o rituales an-
cestrales (Ignacio, 2007; Mata, 2015). La al-
farería también está presente en el tianguis:
comales, ollas y cántaros de barro crudo,
elaborados en localidades como Atazoaloya,
Hueycantenango, municipio de José Joaquín
de Herrera y Zacualpan, municipio de Atoyac
de Álvarez (Ignacio, 2007). Además de todo
lo anterior, el tianguis de Chilapa reúne gran
diversidad de alimentos, lo necesario para Sombreros de palma dulce
vestir y adornarse, utensilios para el hogar, o soyal (Brahea dulcis)
elaborados en Zapotitlán
herramientas para el trabajo en el campo y de las Salinas, Puebla.
plantas medicinales, como el timbre (Aca- Foto: Heike Vibrans Lindemann
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 221
como producto tributario. En esa época, el aurea), para elaborar figuras que se utiliza-
papel amate, junto con otros papeles de ban durante ceremonias agrícolas u otros ri-
uso ritual, se usaba para elaborar vestimen- tos (véase Recursos ceremoniales y rituales).
ta civil y ceremonial, códices, ajorcas para Con el tiempo, las figuras tuvieron buena
juego de pelota, cordones. Al llegar los es- aceptación en el mercado artesanal, lo que
pañoles, se prohibió la producción de papel ocasionó que las especies de amate escasea-
amate, pues sus funciones esenciales en el ran en la zona; actualmente, se utilizan las fi-
ámbito sagrado y político constituían una bras de la corteza del jonote colorado (Trema
amenaza. Sin embargo, en pueblos aleja- micrantha) para confeccionar las figuras y los
dos de los centros coloniales, su elaboración pliegos de papel (Urbina, 1990; López-Binn-
continuó de manera clandestina. Algunos qüist et al., 2009). Además, en los últimos
viajeros y exploradores que llegaron des- diez años se ha incorporado, como material
pués de la Conquista, como el doctor Fran- sustituto, tallos de tule recolectados en el
cisco Hernández, observaron que el papel estado de Hidalgo (Typha sp.); sin embargo,
de amate seguía produciéndose. En 1570, el uso de este material requiere un trabajo
Hernández visitó la villa de Tepoztlán, en el de diseño ya que, a diferencia del papel de
estado de Morelos, y confirmó el uso de la corteza (amate), no se vende sin decorado
corteza para la elaboración de lo que llamó (López-Binnqüist et al., 2009).
“papel americano”. La producción comer- El papel amate se comercializa en dife-
cial del papel amate empezó a fines de la rentes puntos del país, por ejemplo: en la
década de 1960, a partir de la fusión de dos ciudad de Puebla, dentro del mercado El Pa-
tradiciones indígenas: la de los hñähñú de rián, donde, además, se puede adquirir arte-
San Pablito, en la Sierra Norte de Puebla, sanías de las diferentes regiones poblanas,
productores del papel amate, y la de los na- como vajillas de talavera, objetos de barro,
huas de la cuenca del río Balsas, pintores textiles, jarras pulqueras de vidrio soplado,
de los pliegos de este papel. La elaboración elaboradas en San Pablo Xochimehuacán y
y venta de papel o pliegos decorados se lámparas o adornos tallados en ónix (cuar-
extendió a una gran diversidad de formas, zo), provenientes de Tecali de Herrera (buap,
estilos y mezclas de distintos tipos de ma- 2008). Dentro del mismo estado, es posible
teriales, diferentes cortezas, papel picado, encontrar bellas artesanías, por ejemplo: en
aplicaciones de bordados tradicionales de el poblado de Chigmecatitlán, las mujeres
hilo y chaquira y la apertura a una infinidad mixtecas, hace años, tejían con las hojas de
de usos: pantallas de lámparas, forros de la palma soyate (Brahea dulcis), abanicos, te-
muebles, artículos de escritorio y papelería nates (canastos), petates, mecapales, som-
(López-Binnqüist et al., 2009). breros y aventadores; recientemente con-
Antiguamente se utilizaban las fibras de feccionan pequeñas figuras de personajes
la corteza de diversos árboles de amate (gé- populares, como: charros, catrinas, vírgenes,
nero Ficus), como: xalama, xalama limón (ná- bailarines, bandas de música de viento, dia-
huatl), mushi-coni o muxi-coni (otomí) (Ficus blos, entre otros (Rojas et al., 2010).
222 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
dor (Arrabidaea inaequalis), bejuco sarnoso a las maderas preciosas, por ejemplo: en la
(Paullinea fuscencens) y el bejuco equina- comunidad de Pucnachen (Calkiní) y a par-
do (Pithecoctenium crucigerum). En el sur tir de la fibra del henequén o sisal (Agave
de la entidad, las comunidades nahuas de fourcroydes), se confeccionan aretes, bolsas
Pajapán y Hueyapan de Ocampo producen y collares; en otra localidad del mismo mu-
cestas elaboradas con la fibra de mimbre y nicipio, Santa Cruz Ex-hacienda, se tejen di-
raíces de plantas trepadoras (Philodendrum versos sombreros con la palma de jipi (Car-
radiatum y Monstera deliciosa). Los grupos ludovica palmata), además de hacer aretes y
mestizos, en el centro del estado, también pulseras (Inefaac, 2011; Conanp, 2013; Pat
participan de la cestería, ejemplo de ello et al., 2014).
son los petates de palma de Tigrillos y las Una de las fibras naturales de mayor im-
trampas de camarón de Jalcomulco; con el portancia artesanal en Yucatán ha sido el
transcurso del tiempo, estos y otros obje- henequén o kiij, como se le llama en lengua
tos tradicionales han cambiado su función maya. Para la obtención de la fibra es ne-
utilitaria y ceremonial por usos decorativos cesario el desfibrado de las pencas, proceso
(Hernández-Ramos et al., 2013). que se realiza de forma tradicional con el
En Campeche, en el municipio de Ca- pak ché, aunque en la actualidad se compra
lakmul, actualmente se vende madera cer- el hilo de henequén en cooperativas, pues el
tificada (véase Manejo y aprovechamiento)
de caoba (Swietenia macrophylla), cedro
(Cedrela odorata), guayacán (Guaiacum
sanctum), habín (Piscidia piscipula), ciricote
(Cordia dodecandra), granadillo (Platymis-
cium yucatanum), chacah (Bursera sima-
ruba), chacté (Lonchocarpus punctatus),
dzalam (Lysiloma latisiliquum) y machiche
(Lonchocarpus castilloi), maderas que des-
de los antiguos mayas han sido aprove-
chadas para elaborar herramientas, uten-
silios domésticos o artesanía, por ejemplo:
la comunidad 20 de Noviembre emplea
la madera del habín, ciricote y granadillo
para tallar llaveros en forma de cocodrilo,
figuras de árboles, cajas, alhajeros, juegos
de dominó (con números mayas), juegos
Extracción artesanal de
de salseros, entre otros (Inefaac, 2011; Co- ixtle (Agave americana)
nanp, 2013). por indígena hñähñú en
Ixmiquilpan, Hidalgo.
En el mismo estado, otras artesanías son Foto: Marcelo Rojas-Oropeza
elaboradas con materias primas diferentes y Nathalie Cabirol
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 225
cultivo de esta especie se ha abandonado. cos nucifera), cuyo fruto es pelado y tallado
Una de las principales técnicas para la ela- para la confección de caras, piratas, alcan-
boración de artesanías es el corchado (tor- cías, animales colgantes, entre otros (Arro-
cer varios hilos para formar cuerdas); estas yo y Terán, 2010).
cuerdas se emplean como sogas o se tejen En civilizaciones prehispánicas, como la
para fabricar sabucanes (bolsa empleada ori- maya, mexica y zapoteca, usaban insectos
ginalmente como morral de caza o para por- como alimento, medicina, ornamento o ar-
tar alimentos) y hamacas. El hilo sin corchar tesanía. Estas prácticas aún siguen vigentes
sirve para hacer paños en el tradicional telar en estas etnias. En Yucatán existe una tra-
de cintura prehispánico, con el que se ha- dición que emplea un insecto como joya y
cen bolsas y manteles; también se elaboran como artesanía: el escarabajo (Zopherus
otros objetos de costurado (técnica moder- chilensis), conocido como maquech (pro-
na), empleando hilos de henequén para bor- viene del vocablo máakech que significa
dar flores. Se calcula que alrededor de mil ‘eres hombre’) y que es empleado como or-
personas se dedican a elaborar artesanías de namento en la vestimenta femenina maya.
esta fibra vegetal (Arroyo y Terán, 2010). Existen tres eslabones económicos, que co-
El bejuco (Arrabidaea podopogon) se rresponden a los recolectores o productores,
ha usado desde la época prehispánica para los adornadores (otorga un valor agregado
construir casas tradicionales, confeccionar al insecto ya que coloca las piedras de bisu-
cestos para almacenar cosechas y guardar tería en el tórax y abdomen, así como cade-
alimentos, así como elaborar jaulas para ca- nas doradas), y los intermediarios; esto últi-
zar pájaros, aunque lo que más se elabora mos son los que transportan los maquech
para comercializar son hermosos cestos de para su venta, en mercados, hoteles, aero-
formas diferentes. Desde tiempos antiguos, puerto y casas de artesanías. Se ofrece como
maderas como el guayacán (Guayacum un buen amuleto para el amor (Rosano-Her-
sanctum), el cedro (Cedrela odorata) y el nández y Deloya, 2004). Actualmente, su
chakaj (Bursera simaruba) se han destinado uso no sólo se restringe a esta creencia, sino
a la construcción de edificaciones y elabo- también como mascota o para colección. La
ración de utensilios para la vida cotidiana y realidad es que desde hace varias décadas el
objetos rituales de la cultura maya. Actual- maquech es uno de los atractivos caracterís-
mente, del guayacán se elaboran ceniceros, ticos del estado. Aunque no se conoce un
chocolateros y especieros, entre otros ob- registro antropológico preciso del maquech,
jetos; con cedro (no fácil de conseguir) se Souza (1933) menciona que los mayas lo
labran excelentes tallados relacionados con usaban desde tiempos remotos y dice tam-
su cultura, y con el chakaj llegan a producir bién que existe en la región un bajo relieve,
objetos a manera de representaciones de que muestra esculpido un animal muy pare-
dioses mayas, máscaras, figuras de anima- cido al maquech (Miss et al., 2013).
les, entre otros objetos. Otra materia prima
importante en sus artesanías es el coco (Co-
226 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Ceiba aesculifolia (Kunth) Britten y Baker f., 1896 la selva alta perennifolia de Nahá, Chiapas. Tesis
Uso/Artesanal/Almohadas de maestría. Facultad de Ciencias, Universidad
MÉXICO/MICHOACÁN DE OCAMPO/NUEVO Nacional Autónoma de México, México.
URECHO Ibarra-Manríquez, G., G. Cornejo-Tenorio, N.
González-Castañeda, E.M. Piedra-Malagón y
Havardia acatlensis Britton y Rose, 1928 A. Luna.. 2012. El género Ficus L. (Moraceae) en
Uso/Artesanal/Juguete México. Botanical Sciences 90(4): 389-452.
MÉXICO/OAXACA
MÉXICO/PUEBLA Clase Mammalia
Orden Cingulata
En el caso de información aparecida en pu- Dasypodidae
blicaciones, es necesario integrar una o más Dasypus novemcinctus Linnaeus, 1758
referencias bibliográficas a la(s) región(es) que Uso/Artesanal/Bolsas
corresponda, y añadir la cita si existe informa- MÉXICO/TABASCO/TENOSIQUE
ción en el campo observaciones. Observaciones
En el siguiente ejemplo se muestra una Se utilizan las conchas (Hernández-López et al.,
propuesta de salida de la información siste- 2013).
matizada para la generación de conocimien- Referencias
to sobre las especies con este tipo de uso.
Hernández-López, A, E. López-Alamilla,
R.A. Rodríguez y V. Aquino-Bravata. 2013.
División Magnoliophyta Diagnóstico del uso de la fauna silvestre, en el
Clase Magnoliopsida Área de Protección de Flora y Fauna “Cañón del
Moraceae Usumacinta”, Tenosique, Tabasco. Ra Ximhai
Ficus cotinifolia Kunth, 1817 9(1):1-14.
Uso/Artesanal/Papel
MÉXICO/PUEBLA
Observaciones Literatura citada
Se elabora el papel amate (Ibarra-Manríquez et Aguilar, J., C. Illsley, J. Acosta, T. Gómez, A. Tlacotem-
pa, A. Flores, J. Flores, E. Miranda, D. Sazoxoteco y
al., 2012).
E. Teyuco. 2005. Palma soyate: tejiendo en el tiem-
po. En: C. López-Binnqüist, S. Chanfón y G. Segura
Tiliaceae (eds.). La riqueza de los bosques mexicanos: más allá
de la madera. Experiencias de comunidades rurales.
Heliocarpus appendiculatus Turcz., 1858 Centro de Educación y Capacitación para el Desarro-
Uso/Artesanal/Arcos llo Sustentable, Programa de Desarrollo Forestal Co-
munitario, Comisión Nacional Forestal, Secretaría de
MÉXICO/CHIAPAS/OCOSINGO/Nahá
Medio Ambiente y Recursos Naturales, Center for
Observaciones International Forestry Research, México, pp. 16-24.
De la fibra de la corteza se obtiene la cuerda Arroyo, I.L.E. y S. Terán. Uso de la biodiversidad. Arte-
sanías y recursos naturales. En: R. Durán y M. Mén-
(Durán, 1999). dez (eds.). 2010. Biodiversidad y desarrollo humano
Referencias en Yucatán. cicy–ppd-fmam–Conabio–Seduma. Yu-
catán, México, pp. 365-367.
Durán, F.A. 1999. Estructura y etnobotánica de
228 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Ávila, R.B.O. 2013. Guía interactiva de apoyo a la asig- de ocho especies con importancia en las artesanías
natura de Agrostología. Tesis de licenciatura, Centro del estado de Michoacán. Acta Botánica Mexicana
Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, 23:103-136.
Universidad de Guadalajara. Jalisco, México. Durán, F.A. 1999. Estructura y etnobotánica de la selva
Beltrán, R.L.A. 2013. Estructura morfológica-poblacio- alta perennifolia de Nahá, Chiapas. Tesis de maes-
nal de Hintonia latiflora (Rubiaceae) relacionada con tría, Facultad de Ciencias, Universidad Nacional Au-
el descortezamiento, en la Cuenca Alta del Balsas, tónoma de México, México.
México. Tesis de maestría, Colegio de Postgradua- Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fo-
dos, Campus Montecillo, México. nart). 2009. Manual de diferenciación entre artesa-
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (buap). nía y manualidad. Secretaría de Desarrollo Social,
2008. Información para estudiantes de intercambio. México.
Dirección de Relaciones Internacionales e Intercam- Fragoso, G.M.T. 2003. Educación, niños y medio am-
bio Académico, Benemérita Universidad Autónoma biente en San Juan Volador, Pajapan, Veracruz.
de Puebla. Puebla, México. 1990-2001. Tesis de licenciatura, Universidad Autó-
Beutelspacher, B.C.R. 2009. Semillas utilizadas para noma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, México.
elaborar artesanías lacandonas en Chiapas, México. González, B.A. 2012. Integración y desarrollo de una
Lacandonia 3(2):45-58. comunidad campesina nahua en México. El caso de
Bonfil, B. 2006. La cultura popular de Tamaulipas. Una la comunidad de Tlapehualapa, municipio de Zitlala,
reflexión. El Caracol 1:16-17. estado de Guerrero. Tesis de licenciatura, Facultad
Bravo-Marentes, C. 1999. Inventario nacional de espe- de Estudios Superiores Aragón, Universidad Nacio-
cies vegetales y animales de uso artesanal. Informe nal Autónoma de México, México.
final snib-Conabio proyecto núm. J002. Asociación Grillasca, M.M. de los Á. 2007. Laca Chiapaneca. En-
Mexicana de Arte y Cultura Popular AC., Comisión sayo de una singular aventura. Consejo Estatal para
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiver- las Culturas y las Artes de Chiapas, México.
sidad. México. Hernández, C.E.C. 2011. Estrategias de comercializa-
Cerón, C.A. B. 2011. Pteridofitas (helechos y grupos ción para el huipil amuzgo de Xochitlashuaca Gue-
afines). En: Comisión Nacional para el Conocimien- rrero (estudio de caso Cooperativa Fondo Regional
to y Uso de la Biodiversidad. La Biodiversidad en Indígena Yolcuencue A.C.). Tesis de maestría, Escue-
Puebla: Estudio de Estado. Benemérita Universidad la Superior de Comercio y Administración, Unidad
Autónoma de Puebla, Gobierno del Estado de Pue- Tepepan, Instituto Politécnico Nacional, México.
bla, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso Hernández, G.J.A. 2008. Caracterización morfológica,
de la Biodiversidad, México. pp. 127-132. contenido de ADN nuclear y cruzamiento natural en
Clausell, A.M.A. 2010. Historia de la plata mexicana. la chía (Salvia hispanica L.). Tesis de doctorado, Cole-
aapaunam Academia Ciencia y Cultura 1:24-34. gio de Postgraduados, Campus Montecillo, México.
Conanp. 2013. Catálogo de productos sustentables Hernández, R.V., D. Pineda y M.A. Andrade. 2011. Las
de Áreas Naturales Protegidas. Comisión Nacional mipymes artesanales como un medio de desarrollo
de Áreas Naturales Protegidas, Secretaría del Medio para los grupos rurales en México. Universidad &
Ambiente y Recursos Naturales, México. Empresa 21:65-92.
Comisión Nacional Forestal. 2010. Organización de Hernández-Ramos, L.M, J.C. López-Acosta, C. López-
productores Conafor-Tamaulipas. Comisión Nacio- Binnquist y N. Velázquez-Rosas. 2013. La cestería y el
nal Forestal, Secretaría del Medio Ambiente y Recur- aprovechamiento de las fibras naturales en Jalcomul-
sos Naturales, México. Consultado el 22 de enero co, Veracruz. Biodiversitas 109:12-16.
de 2016 en <http://www.conafor.gob.mx/bibliote- Hersch-Martínez, P. 2009. Perspectivas de la producción
ca/foros/NoMaderables/10._organizacion_de_pro- de lináloe. Estado del desarrollo económico y social
ductores_cnf_-_copia.pdf>. de los pueblos indígenas de Guerrero. Programa Uni-
cdi. 2005. Catálogo de artesanas y artesanos indíge- versitario México Nación Multicultural-Universidad
nas. Comisión Nacional para el Desarrollo de los Nacional Autónoma de México, Secretaria de Asun-
Pueblos Indígenas, México. tos Indígenas del Gobierno del estado de Guerrero.
Cornejo, R.F.J., M. Cruz, C. López-Binnqüist, L. Neyra. Consultada el siete de diciembre de 2015 en <http://
2009. Introducción. En: M. Cruz, C. López-Binnqüist www.nacionmulticultural.unam.mx/edespig/diag-
y L. Neyra (eds.). Artesanías y medio ambiente. Co- nostico_y_perspectivas/ recuadros/capitulo%20
misión Nacional para el Conocimiento y Uso de la 4/2%20Perspectivas%20de%20la%20produc-
Biodiversidad, México, pp. 11-13. cion%20de%20linaloe.pdf>.
de la Paz Pérez O.C. 1993. Anatomía de la madera Instituto Estatal para el Fomento de las Artesanías en
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 229
Campeche (Inefaac). 2011. Catálogo estatal de arte- Miss, D.J., V. Meléndez y E. Reyes. 2013. El maquech
sanías. Campeche, México. Gobierno del estado de “joya viviente” ¿Qué se sabe de esta especie? Bioa-
Campeche. Campeche, México. grociencias 6(1): 32-37.
Ignacio, F.E. 2007. Nahuas de la Montaña. Pueblos indí- Muñiz, D. de L.M.E., A. Mendoza-Ruiz y B. Pérez-Gar-
genas del México contemporáneo. Comisión Nacional cía. 2007. Uso de los helechos y plantas afines. Et-
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, México. nobiología 5: 117-125.
Illsley, G.C., T. Gómez, L. Díaz, G. Velasco, J. Flores, P. Noriega, O.B.R. 2007. Arte comca’ac: mujeres manejo
Morales, J. García y J. Aguilar. 2003. Proyecto de de recursos y mercado. Ra Ximhai 3(1):1-25.
comercialización de productos forestales no ma- Padilla, S. 1970. La influencia de Vasco de Quiroga en
derables: factores de éxito y fracaso. Palma sollate las artesanías del estado de Michoacán. Boletín del
(Brahea dulcis). Comunidad Topiltepec, municipio de Instituto de Geografía, unam 3:66-73.
Zitlatla, Guerrero, México. unep-wcmc, México. Palacios-Ríos, M. 2012. Los helechos arborescentes y el
Juárez, L.N.R. 2006. Estado actual del conocimiento “maquique”. En: G. Williams-Linera. El bosque de
de Bursera linanoe (La Llave) Rzedowski, Calderón niebla del centro de Veracruz: ecología, historia y
y Medina. Tesis de licenciatura, Universidad Autóno- destino en tiempos de fragmentación y cambio cli-
ma Chapingo, México. mático. Instituto de Ecología A.C., Comisión Nacio-
López-Binnqüist, C., I.A. Quintanar, M.V. Meeren. nal para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad,
2009. Papel amate. Biodiversitas 82:11-15. México. pp. 141-142. Versión electrónica en <http://
López-Binnqüist, C. y L. Neyra. 2009. Tendencias en www1.inecol.edu.mx/inecol/imagenesvolatiles/bos-
el uso de recursos biológicos para la producción ar- que_de_niebla.pdf>.
tesanal. En: M. Cruz, C. López-Binnqüist y L. Neyra Pat-Fernández, J.M., P. Hernández-Baena, R. Gó-
(eds.). Artesanías y medio ambiente. Comisión Na- mez-Álvarez. 2014. Elaboración de sombreros de
cional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversi- palma de jipi en la Sociedad cooperativa Loól Xaán,
dad, México, pp. 93-99. Santa Cruz Ex-hacienda, aledaña a la Reserva Los
Lorenzo, J. y L. Paré. 2007. Reconversión productiva Petenes, México. En: Segundo Congreso Interna-
para un mejor uso del recurso forestal común: la ex- cional de Áreas Naturales Protegidas Costeras con
periencia de Pajapan. En: C. López-Binnqüist, M.T. Ecosistemas de Petenes. Campeche, México, p. 45.
Pulido. Memoria del Taller: pasos para el manejo Piñar-Álvarez, A., M. Nava-Tablada y D. Viñas-Oliva.
sustentable comunitario de productos forestales no 2011. Migración y ecoturismo en la Reserva de la
maderables. Centro de Investigaciones Tropicales de Biosfera de Los Tuxtlas (México). Pasos 9(2):383-396.
la Universidad Veracruzana, Red de Aprendizaje, In- Programa del Fondo Nacional para el Fomento de las
tercambio y la Sistematización de Experiencias hacia Artesanías. 2009. Diagnóstico de la capacidad de
la Sustentabilidad. Veracruz, México. Consultada los artesanos en pobreza para generar ingresos sos-
el 22 de enero de 2016 en <http://www.ntfp.org/ tenibles, México.
ntfpadmin/publicationspdf/Memoria_del_Taller_ Rojas, S.C., B. Martínez, I. Ocampo y J.A. Cruz. 2010.
pfnm_Mexico_con_logos[2]_REV.pdf>. Artesanas mixtecas, estrategias de reproducción y
Mata, M.M.Á. 2015. Así somos en Guerrero: las velas de cambio. La Ventana 31:102-138.
Acatlán. Artículo de Síntesis de Guerrero (publicado Purata, S.E., M. Chibnik, B.J. Brosi y A.M. López. 2004.
el 20 de agosto de 2015). Consultada el 20 de enero Capítulo 21. Figuras talladas de Bursera glabrifolia
de 2016 en <http://sintesisdeguerrero.com.mx/2015/ H.B.K. (Engl.) en Oaxaca, México. En: M.N. Alexia-
08/20/asi-somos-en-guerrero-las-velas-de-acatlan/>. des y P. Shanley (eds.). Productos forestales, medios
Miranda, N.E. 2011. Turismo rural, una alternativa de de subsistencia y conservación. Estudios de caso so-
desarrollo para el municipio de Chilapa de Álvarez, bre sistemas de manejo de productores forestales
Guerrero. Tesis de maestría, Escuela Superior de Tu- no maderables. Centro de Investigaciones Forestales
rismo, Instituto Politécnico Nacional, México. Internacionales. Bogor, Indonesia, pp. 415-438.
Medellín-Morales, S.G. 1998. La Reserva de la Biosfera Ramírez, G.A. e I.E.M. Garrido. 2005. Uso de la biodi-
El Cielo: guía práctica para ecoturistas. Terra Nostra, versidad y los recursos naturales. 5.11 los recursos
A.C. Tamaulipas, México. naturales como materia prima de uso artesanal. En:
Medellín-Morales, S.G., L. Barrientos-Lozano, S. Del G.L.E. Villaseñor (ed.). La biodiversidad en Michoa-
Amo-Rodríguez, P. Almaguer-Sierra, J.V. Horta-Vega cán: Estudio de Estado. Comisión Nacional para el
y C.S. Venegas-Barrera. 2013. Plantas prioritarias Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Secreta-
para la conservación y manejo sustentable en Alta ría de Urbanismo y Medio Ambiente, Universidad
Cima (Reserva de la Biósfera El Cielo), Tamaulipas, Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, México,
México. TecnoIntelecto 10(2):5-19. pp. 156-161.
230 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Rentería, V.R.F. 2007. Seris. Pueblos Indígenas del Mé- Recursos ceremoniales y rituales
xico Contemporáneo. Comisión Nacional para el Cada grupo humano se caracteriza por te-
Desarrollo de los Pueblos Indígenas, México.
Rosano-Hernández, C. y C. Deloya. 2004. Algunas ner su propio sistema de creencias y normas
consideraciones sobre la biología y el uso tradicional conductuales, es decir, su propia forma de
del “Maquech” Zopherus chilensis Gray, 1832 (In-
secta: Coleoptera) de Yucatán, México. En: A. Mo- conocer, entender e interactuar con el mun-
rales-Moreno, M. Ibarra-González, A.P. Rivera-Gon- do: su propia cosmovisión. De acuerdo con
zález y S. Stanford-Camargo (eds.). Entomología López-Austin (1996), es un conjunto estruc-
Mexicana, Vol. 3, pp. 189-193.
Sarmiento, M. 1984. Frutos secos: potencial artesanal turado y congruente de diversos sistemas
de la selva. Ciencia Forestal 9(52):11-33. ideológicos con los que una entidad social,
Suazo-Ortuño, I., E. del Val-de Gortari y J. Benítez-Mal-
vido. 2013. Rediscovering an extraordinary vani- en un tiempo histórico, pretende apropiarse
shing bug: Llaveaia axin axin. Revista Mexicana de e interactuar con el universo. Según Broda
Biodiversidad 84:338-346. (2001a), es una visión estructurada en la cual
Urbina, G.T. 1990. Impacto socioeconómico de la pro-
ducción de papel amate en la comunidad de San Pa- los miembros de una comunidad combinan
blito, Pahuatlán, Puebla. Tesis de licenciatura, Facul- de manera coherente sus nociones sobre el
tad de Estudios Superiores Cuautitlán. Universidad
Nacional Autónoma de México, México. medio ambiente en que viven y sobre el cos-
Zamora, G.C.C. 2005. Geografía de las artesanías de mos en que sitúan la vida del hombre.
madera en las principales poblaciones de la zona Formas de reconocimiento y expresión
lacustre de Pátzcuaro. Tesis de licenciatura en geo-
grafía, Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de dicha cosmovisión son las ceremonias y
Nacional Autónoma de México, México. los rituales, los cuales tienen un papel fun-
damental como estrategia sociocultural, ya
que dinamizan la vida colectiva fomentan- ceremoniales y rituales es común en todas las
do la identidad social, la conciencia grupal y culturas, aun cuando la cosmovisión no sea
la cohesión comunitaria. Todas las prácticas homogénea, pues las sociedades se diferen-
y los símbolos subyacentes a los rituales y cian por la región donde habitan, su historia,
ceremonias generan un medio de comuni- su lengua, sus actividades económicas, políti-
cación complejo, ya que a partir de la cos- cas, sociales o religiosas, así como por su gra-
movisión se elaboran medios de contacto, do de inserción a sociedades más modernas
ya sea entre personas o hacia los seres tras- (Rodríguez, 2007; San Juan, 2007).
cendentales y el entorno natural. Estas prác- En México, desde la época prehispánica y
ticas también son la forma en que los parti- hasta la actualidad, se han utilizado plantas,
cipantes ordenan, clasifican, explican y con- hongos y animales con fines ceremoniales
trolan su mundo, y originan la integración y o rituales, por ejemplo: para la adivinación,
el equilibrio del ser en sus distintos planos: como adornos y amuletos, en ofrendas, para
físico, mental y espiritual, además de separar música ritual, como alimento o bebida cere-
el tiempo-espacio divino del tiempo-espacio monial, o administrados de alguna manera
de lo creado (Sidorova, 2000; Broda, 2001b; para alterar la conciencia y la percepción del
Gámez, 2003; López-Austin, 2004; Rodrí- entorno. Asimismo, la práctica de ceremonias
guez, 2007; San Juan, 2007; Valle, 2010). y rituales puede perseguir diferentes objeti-
Otra función trascendental de los rituales vos, por ejemplo: mágico-religiosos, adivina-
es la de ser una vía de apropiación del te- torios, protección para la siembra y cosecha,
rritorio, por medio del culto (ofrendas y ce- llegada y continuidad de lluvias, disipación
remonias), el trabajo agrícola, las prácticas del granizo, eliminación de plagas, curación
mágico-religiosas, la fiesta (música y danza) de parcelas, agradecimientos divinos, preven-
y los mitos. Una comunidad imprime sacrali- ción de enfermedades, integración con el en-
dad a su territorio y perpetúa el vínculo con torno natural, recreación, usos y costumbres
las entidades sobrenaturales y deidades que civiles (bautizos, matrimonios, etc.), búsque-
moran en los cerros, las cuevas, los ríos, las da de protección divina, equilibrio espiritual,
rocas, las plantas y los animales, que, junto peticiones para la caza, la pesca, la recolec-
con los espacios de la comunidad, los sola- ción e incluso rituales curativos (véase Recur-
res y ranchos, constituyen el etnoterritorio o sos medicinales).
territorio comunal (González, 2010).
En las comunidades indígenas mexicanas, Época prehispánica
al ser sociedades tradicionales, el papel de lo A través de mitos cosmogónicos y de crea-
sagrado es preponderante, por lo que la rela- ción, el indígena prehispánico se explicaba
ción entre humanos y seres divinos es funda- la causalidad de fenómenos como el origen
mental; igualmente, la creencia en la comuni- del universo, el surgimiento de las deidades,
cación con el espíritu de las plantas y los ani- del hombre y los seres vivientes, del alimen-
males es una particularidad de los pueblos, to, del fuego y de la magia. Por ejemplo, el
por lo que el uso de la biodiversidad con fines rito mágico presente en todos los actos de la
232 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
vida de los aztecas tenía como objeto revivir bebían veían visiones espantosas, o de risas,
simbólicamente la época mítica, y recordar a los mantenía y daba ánimo para pelear y no
los hombres los sacrificios y esfuerzos de los tener miedo, ni sed, ni hambre y los guardaba
dioses para dar vida a la humanidad y pro- de todo peligro” (Mateos, 2009).
porcionarle sustento; el rito unía al hombre También para los nahuas del Altiplano
con las divinidades y con las fuerzas de la na- Central existía un ámbito cósmico invisible,
turaleza (Sepúlveda, 1983). Sobre las espe- difícil de conocer y al que era posible llegar
cies de plantas, animales y hongos con uso sólo con la ayuda de trances extáticos; sólo
ritual en la época prehispánica, se tiene co- los gobernantes, los chamanes y los jefes de
nocimiento gracias a fuentes escritas, como familia eran intermediarios entre este mundo
los códices: el Códice Madrid, el Códice Bor- y el otro. Dioses como Tláloc estaban relacio-
bónico y el Códice Florentino, así como en nados con plantas alucinógenas, por ejem-
vestigios de materiales prehispánicos, como plo: con pericón o yauhtli en náhuatl (Tage-
Teotihuacán, Templo Mayor y algunas regio- tes lucida) y el ololiuhqui (Rivea corymbosa);
nes del sureste mexicano. otro dios, Xochipilli, se relacionaba con flores
Los descubrimientos de restos de organis- de Nicotiana tabacum, y Piltzintecuhtli con
mos psicoactivos, como hongos del género Salvia divinorum, entre otros (Yunes, 2004).
Pscilocybe, en refugios muy antiguos de En el área olmeca también se conocían
pueblos nómadas, sugieren que una de las las propiedades alucinógenas de algunos
Patas de temazate, cabrito
características de la cosmovisión prehispáni- sapos venenosos (Bufo spp.), con los cuales o venado rojo (Mazama
ca fue el fuerte contacto del hombre con los se preparaban bebidas que se ingerían en americana), con uso simbólico
(traer suerte) o, entre los
dioses por medios extáticos (López-Austin, ritos y moría un gran número de personas; yaquis, con uso medicinal
1996). En esa época, uno de los organismos además de los sapos, según escritos anti- (evitar la enfermedad coraje);
también, colmillos de pecarí
más usados con fines rituales eran los hongos guos nahuas, se conocían mariposas y aves
de collar, jabalí o kitam (maya).
denominados teonanácatl (Pscylocibe mexi- alucinógenas que lo eran por alimentarse Ambos, patas y colmillos, son
cana). Fray Bernardino de Sahagún en su His- de flores de Datura spp. (de la Garza, 1990). usados con fines medicinales,
ornamental y en artesanías.
toria General de las Cosas de la Nueva España Otro ritual común era sahumar; en las Calakmul, Campeche.
describe los hongos y su forma de uso; en el iconografías del Códice Borbónico se ob- Foto: Dídac Santos Fita
serva un utensilio mexica utilizado como los gobernantes en las representaciones plás-
sahumador en cuya punta hay restos de un ticas prehispánicas. Además, en los códices
atado de flores amarillas de yauhtli (Tagetes se representan con diversos simbolismos, por
erecta), y durante las ceremonias esta plan- ejemplo: en el Códice Madrid se ilustran las
ta se quemaba junto con el copal (Bursera ceremonias en torno al nacimiento, por lo
bipinnata) (González et al., 2012). que el ave se usaba como símbolo de la car-
Las ofrendas de alimento eran otro ritual ga de destino de los niños nacidos en fechas
muy frecuente en el México prehispánico, especiales (de la Garza, 1995).
ya que existía la creencia de que también se En la Mesoamérica prehispánica, los re-
debía nutrir a elementos naturales, como el cursos biológicos también se usaron para la
agua, el viento, plantas y animales, pues si música ritual, por ejemplo: desde el Arcaico
se les dejaba pasar hambre enviaban infor- (antes de 2 500 a.C.) y hasta el Posclásico
tunios (Gispert, 1997). Por ejemplo, según (900-1521 d.C.), los instrumentos musica-
Bye y Linares (2000), Sahagún describió el les tenían raíces mitológicas, el sonido de
huauquiltamalcuzliztli, ceremonia azteca los instrumentos más sagrados se enten-
renovadora que se celebraba cada enero y día como la voz de los dioses, y también el
se festejaba con tamales de quelites, y aun- ritmo y el movimiento desempeñaban un
que esta ceremonia ya no se practica, la he- papel importante para entrar en contacto
rencia de estos rituales se puede observar, con el mundo espiritual. En el grupo de
quizá, en el uso de quelites para la alimen- instrumentos musicales prehistóricos ma-
tación actual (véase Recursos alimentarios). nufacturados por cazadores-recolectores y
Otro ejemplo de uso ceremonial de los que se utilizaban en actividades rituales se
recursos del entorno son los adornos y sím- encuentran: sonajas para la evocación de la
bolos, por ejemplo: en el Templo Mayor se lluvia, raspadores de hueso, caparazones de
han encontrado objetos elaborados con las tortuga y sartales de concha (Both, 2008).
valvas del molusco Pinctada mazatlantica;
los estudios arqueológicos interpretan que Época actual
se trata de piezas que fueron usadas como En la cosmovisión mexicana encontramos
ornamentos y enterradas como ofrendas en elementos singulares y únicos, creencias que
este sitio (Velázquez, 2011). Igualmente el pudieron dejar de existir desde hace cientos
yauhtli (Tagetes erecta) aparece en bandas de años, pero que perduraron a pesar de
que ciñen las cabezas de los dioses del pul- la Conquista, y hoy, a casi cinco siglos de
que, lo que indica el uso simbólico de esta la conquista española, los indígenas luchan
planta para aludir a los poderes de fertilidad por mantener sus tradiciones, aunque tam-
y abundancia (González et al., 2012). bién las han adaptado a las concepciones
Otro ejemplo son las aves sagradas de los coloniales. Actualmente, en muchas regio-
mayas, como el quetzal (Pharomachrus mo- nes de México, se considera que las especies
cinno), cuyas plumas aparecen en la mayoría tienen una jerarquía, un espíritu, un alma, y
de los tocados y otros atavíos que portaban por lo tanto, son sagradas o incluso divinas;
234 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
En las actividades religiosas de muchos los cuidadores del monte que saque sus ani-
grupos indígenas de México se utiliza el males del terreno, acciones de gracias por la
hongo teonanácatl (Psilocybe spp.) como maduración del maíz (Zea mays), ofrendan-
psicoactivo; en su cosmovisión sirve para do atole nuevo y los mejores elotes hornea-
contactarse con los espíritus de las plantas, dos bajo tierra a Dios Padre, Dios Hijo, Dios
de los animales y minerales, y entrar en co- Espíritu Santo, a los cuidadores del monte,
munión con ellos, también se usa para pedir de la milpa, de los cenotes, de la lluvia y al
alimento, alegría, salud y vida (Hinostroza y alux o duende (Mariaca, 2003).
Dudet, 2010). Las especies más importantes Para los nahuas de la sierra de Zongo-
de hongos psicoactivos son Psilocybe mexi- lica, Veracruz, la tierra también es un ser
cana, P. cubensis y P. caerulescens; se sabe sagrado y vital, por lo que se lleva a cabo
que muchos de estos hongos se utilizan en una ceremonia, el xochitlalis, con la que se
ritos religiosos y oraculares entre los mazate- pide permiso para poder sembrar y para
cos, chinantecos, mixes, zapotecos y mixte- que intervenga ante los demás seres que la
cos de Oaxaca (Schultes y Hofmann, 2000). habitan, asegurando buena cosecha; este
Otro ejemplo de sociedades en las que ritual se realiza para la siembra de maíz (Zea
todavía hay elementos que vinculan el cos- mays), frijol (Phaseolus sp.) y café (Coffea
mos, la naturaleza y el cuerpo son los xochi- arabica), y aunque la realización del ritual
milcas; en este caso, las plantas adquieren para la siembra es indispensable, no lo es
una serie de características simbólicas, es para la cosecha (de la Hidalga, 2002). Algo
decir, son concebidas como algo más que parecido ocurre en Tlacotepec, Puebla: los
plantas, por ejemplo: la flor de muerto (Ta- nahuas conservan como referentes de su
getes lucida) se relaciona con la fertilidad, vida colectiva al campo, el maíz (Zea mays)
y la flor de nochebuena (Euphorbia pul- y la tierra como dadora de vida; para ellos,
cherrima) con los fluidos corporales; en su dios provee de alma a los humanos, las
cosmovisión, el eje ordenador es la dualidad plantas y los animales, esto da coherencia
frío-calor, la cual clasifica y rige todo cuanto a las prácticas y rituales llevados a cabo en
existe: plantas, animales, minerales, seres esta región (Romero, 2006).
sobrenaturales, estados de ánimo, días de Relacionado con la actividad agrícola, el
la semana, meses, etc. (Ruiz, 2006). conocimiento tradicional sobre el ambiente
La cosmovisión tradicional mexicana tie- es fundamental, sobre todo para el diseño y
ne un referente real y observable que la vali- ejecución de estrategias agrícolas campesi-
da: la actividad agrícola (Romero, 2006). Las nas, por lo que la interpretación, evocación
ceremonias en el área maya están asociadas y el culto a los fenómenos naturales es uno
a la milpa y suelen ser de solicitud, súplica de los conocimientos más valiosos que las
y agradecimiento, por ejemplo: los mayas comunidades indígenas poseen. Por ejem-
practican ceremonias para pedir permiso al plo, los graniceros mesoamericanos actua-
dueño del monte hacer una tumba, realizan les conforman un gremio relevante, ya que
ofrendas durante la siembra solicitando a han sido definidos como especialistas dota-
236 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
dos que, por medio de ceremonias y rituales algunos mercados de la Ciudad de México
muy específicos, pueden manipular fenó- y del estado de México es común encontrar
menos atmosféricos, como la lluvia, el grani- a la venta plantas y animales cuyas partes
zo, el viento, las tormentas, entre otros (Lo- o los organismos completos son usados en
rente, 2009). En el área maya del estado de prácticas mágico-religiosas como elementos
Yucatán existen por lo menos doce rituales simbólicos o amuletos protectores de males;
relacionados con la lluvia, en que utilizan 38 de acuerdo con Gómez et al. (2007) es po-
especies de plantas (Flores y Kantún, 1997). sible encontrar camaleón (Phrynosoma orbi-
Actualmente el cacao (Theobroma ca- culare), serpientes (Bothrops spp. y Crotalus
cao) se usa en rituales funerarios y conme- spp.), colibríes (Hylocaris leucotis), mono
morativos, como en velorios, rosarios, re- araña (Ateles goeffroyi), armadillo (Dasypus
cordatorios y rezos; es una planta de gran novemcinctus), entre otros.
significado simbólico y se usa como bebida Otro ejemplo se da en la Sierra Negra de
ceremonial y como amuleto en las cere- Puebla, donde se utilizan las llamadas plan-
monias de protección del solar o rancho, tas protectoras del tonal (alma o espíritu),
y para ahuyentar a los vientos malignos entre las que destacan chicome nixicyio (Ser-
(Steinberg, 2002; Gabriel, 2007). Existen jania sp.), xometl (Sambucus mexicana), iz-
otras bebidas ceremoniales, entre las cuales tauhyatl (Artemisia ludoviciana), tzopeliqui-
se encuentran el saka’, elaborada con maíz litl (Cestrum nocturnum), entre otras, que
(Zea mays), y otra, embriagante, el balche’, se usan como amuleto para la protección
preparado con la corteza del árbol pitarilla (Mateos, 2009). En Puebla, los otomíes de la
(Lonchocarpus longistylus); el uso de be- comunidad de San Pablito utilizan la corteza
bidas alcohólicas es común en ceremonias del jonote (Heliocarpus appendiculatus) para
de agradecimiento, petición y protección. hacer papel amate con el que elaboran figu-
El tabaco (Nicotiana tabacum) también es rillas alusivas a los dioses y que se usan en
muy utilizado en diferentes formas: se fuma las prácticas rituales agrícolas, propiciatorias
en las ceremonias de agradecimiento de la y adivinatorias (Mora, 2006). En Mitla, Oaxa-
cosecha y de petición de lluvia, y se utiliza ca, se utiliza el maíz (Zea mays) como planta
en las ofrendas de saka´ o balche´, colocán- adivinatoria: el método para echar el maíz o
dolo junto a cada jícara en el lado oriental. tirar el maíz consiste en separar algunos gra-
Asimismo, es necesario mencionar el ritual nos de una mazorca y echarlos en un petate,
de la consagración de las aves, en el cual para adivinar a partir de las figuras o diseños
pavos, gallos, gallinas y pollos se entregan que forman los granos (Ramírez, 2004).
como ofrendas para ser sacrificadas durante El uso de adornos ceremoniales también
las ceremonias (Gabriel, 2007). es muy común en diferentes culturas, por
El uso ceremonial y ritual de la flora y fau- ejemplo: en la Depresión Central de Chia-
na se puede observar en otros contextos cul- pas, grupos indígenas utilizan las hojas de
turales, relacionado también con la cosmovi- espadaña (Dioon merolae) para adornar al-
sión prehispánica y colonial, por ejemplo: en tares durante la festividad de la Santa Cruz;
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 237
Figura 13. Uso ceremonial o ritual En el caso de información dada por pu-
blicaciones, es necesario integrar una o más
referencias bibliográficas a la(s) región(es)
que corresponda, y añadir la cita, si existe
información, en el campo observaciones.
En el siguiente ejemplo se muestra una
propuesta de salida de la información siste-
matizada para la generación de conocimien-
to sobre las especies con este tipo de uso.
División Magnoliophyta
Clase Magnoliopsida
Moraceae
Ficus apollinaris Dugand, 1942
Uso/Ceremonial o ritual/Vestimenta
MÉXICO/CHIAPAS/OCOSINGO/Nahá
giones de cualquier nivel, ya sea país/esta- Observaciones
do/municipio/localidad, dependiendo de la Con la corteza, después de machacada,
fuente de información. remojada y seca, se confeccionaban las túnicas
Si existe información complementaria im- ceremoniales; actualmente rara vez se hacen
portante, puede capturarse en un campo ob- (Durán, 1999).
servaciones, mismo que se encontrará en cada
región asociada. La información en este cam- Clase Liliopsida
po puede ser: la parte del organismo usada Agavaceae
(semillas, flores, tallos, corteza), la tempora- Yucca gigantea Lem., 1859
lidad o festividad en que se usa, el objetivo Uso/Ceremonial o ritual/Limpia
de la ceremonia (contacto divino, petición, MÉXICO/GUERRERO/EDUARDO NERI/Xochipala
muerte, nacimiento), etc. A continuación, se Observaciones
ejemplifica lo anterior: Para sacar los malos espíritus (González, 2008).
Referencias
Guarea glabra Vahl, 1807 Durán, F.A. 1999. Estructura y etnobotánica de
Uso/Ceremonial o ritual/Recipientes la selva alta perennifolia de Nahá, Chiapas. Tesis
MÉXICO/CHIAPAS/OCOSINGO/Nahá de maestría. Facultad de Ciencias, Universidad
Nacional Autónoma de México, México.
Bursera simaruba (L.) Sarg., 1890 González, G.A. 2008. Estudio etnobotánico de
Uso/Ceremonial o ritual/Sahumada los huertos familiares en Xochipala, Guerrero.
MÉXICO/OAXACA Tesis de licenciatura. Facultad de Ciencias,
MÉXICO/CHIAPAS/OCOSINGO/Nahá Universidad Nacional Autónoma de México,
México.
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 239
Mateos, S.E. 2009. Las hierbas mágicas del tonal. El Ruiz, B.A. 2006. Medicina tradicional y cosmovisión en
uso de la herbolaria y animales con fines curativos Xochimilco. Tesis de maestría. Escuela Nacional de
en Cuaxuchpa, Sierra Negra de Puebla. Tesis de li- Antropología e Historia, México.
cenciatura. Escuela Nacional de Antropología e His- San Juan, M.L.E. 2007. El ceremonial huichol: un mo-
toria, México. delo de comunicación social. Tesis de licenciatura.
Milla, S. 2003. Huaves. Pueblos indígenas del México Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad
contemporáneo. Comisión Nacional para el Desa- Nacional Autónoma de México, México.
rrollo de los Pueblos Indígenas y Programa de las Schultes, R.E. y A. Hofmann. 2000. Plantas de los dio-
Naciones Unidas para el Desarrollo, México. ses. Orígenes del uso de los alucinógenos. Fondo de
Mora, L. 2006. Impactos socioculturales, económicos Cultura Económica, México.
y ecológicos de la comercialización de amate entre Sepúlveda, M.T. 1983. Magia, brujería y supersticiones
los otomíes de la Sierra Norte de Puebla. En: R.C.G. en México. Editorial Everest, México.
Heiras (coord.). Memoria de papel. Actas del primer Sidorova, K. 2000. Lenguaje ritual. Los usos de la co-
coloquio sobre otomíes de la Sierra Madre Oriental municación verbal en los contextos rituales y cere-
y grupos vecinos. Instituto Nacional de Antropología moniales. Alteridades 10(20):93-103.
e Historia, México, pp. 247-255. Solano, R., G. Cruz, A. Martínez y L. Lagunez. 2010. Plan-
Neurath, J. 2005. Máscaras enmascaradas. Indígenas, tas utilizadas en la celebración de la Semana Santa en
mestizos y dioses indígenas mestizos. Relaciones Zaachila, Oaxaca, México. Polibotánica 29:263-279.
26(101):22-50. Steinberg, M.K. 2002. The globalization of a cere-
Pacheco, R.C. 2012. Centros anímicos y pintura corpo- monial tree: the case of cacao (Theobroma cacao)
ral en rituales wixaritari (huicholes). Estudios Mesoa- among the mopan maya. Econ. Bot. 56(1):58-65.
mericanos 7(13):67-74. Tuz, C.D.L. 2009. Así es nuestro pensamiento. Cos-
Pérez-Farrera, M.A. y A.P. Vovides. 2006. The ceremonial movisión e identidad en los rituales agrícolas de los
use of threatened espadaña cycad (Dioon merolae, mayas peninsulares. Tesis de doctorado. Universidad
Zamiaceae) by a community of the Central Depression de Salamanca. Salamanca.
of Chiapas, México. Bol. Soc. Bot. Mex. 78:107-113. Valle, T.A. 2010. La cosmovisión de los mayas peninsu-
Radic, M.A. 2002. La teoría pura del ceremonial. Lau- lares contemporáneos a través de sus mitos y ritua-
rea Hispalis 1:123-138. les, un acercamiento para comprender su cultura.
Ramírez, E. 2004. Mitla, pueblo de almas. Arqueología Tesis de licenciatura. Facultad de Filosofía y Letras,
Mexicana 12(69):17. Universidad Nacional Autónoma de México, México.
Rodríguez, G.H. 2007. El uso de las plantas en el con- Velázquez Castro, A. 2011. La producción especializada
texto ritual chamánico. Cosmovisión y manejo de re- de los objetos de concha del Templo Mayor de Teno-
cursos vegetales entre los nahuas de la Sierra Norte chtitlán. En: L.R. Manzanilla y K.G. Hirth (eds.). Pro-
de Puebla. Tesis de maestría. Facultad de Ciencias, ducción artesanal y especializada en Mesoamérica.
Universidad Nacional Autónoma de México, México. Areas de actividad y procesos productivos. Instituto
Romero, L.E. 2006. Cosmovisión, cuerpo y enferme- Nacional de Antropología e Historia, Universidad Na-
dad: el espanto entre los nahuas de Tlacotepec de cional Autónoma de México, México, pp. 261-281.
Díaz, Puebla. Instituto Nacional de Antropología e Yunes, V.E. 2004. Análisis de las representaciones de
Historia, México. las plantas alucinógenas en Teotihuacán. Un estudio
Ruck, C.A.P., J. Bigwood, D. Staples, J. Ott y R.G. iconográfico. Tesis de licenciatura. Escuela Nacional
Wasson. 1979. Entheogens. Journal of Psychedelic de Antropología e Historia, México.
Drugs 11(1-2):145-1456.
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 241
Conceptos básicos
Mito. El mito es una historia sagrada, por lo tanto, verdadera; constituye un relato
de sucesos llevados a cabo por dioses y antepasados. La versión del mundo plasma-
da en los mitos se constituye como la base de toda actividad mágica, religiosa, espi-
ritual, divina y sobrenatural, y es recreada cuando el mito se manifiesta, no sólo por
medio de la narrativa del mito, sino también a través del ritual. El mito se traduce en
actos mediante rituales y se convierte en el modelo ejemplar de todas las actividades
humanas significativas (Radic, 2002; Rodríguez, 2007; González, 2010).
Ceremonia. Se conforma de una serie de actos y formalidades para dar culto a las co-
sas divinas o reverencia y honor a las cosas profanas, para la conmemoración de un
suceso en un acto público o solemne, y para la manifestación sagrada de petición,
exigencia o agradecimiento; contempla el desarrollo de un protocolo, normas de
conducta y modos de ejecución, así como el uso de símbolos que sirven de comu-
nión e identidad (Radic, 2002; Tuz, 2009).
Ritual. Es la actividad realizada repetitivamente por un grupo de personas relaciona-
das culturalmente, que siguen una secuencia de actos ceremoniales, prácticas cor-
porales conscientes, simbólicas, repetitivas y voluntarias con lo cual esperan obtener
un resultado específico de acuerdo con su propia cosmovisión (Valle, 2010).
El ritual es la acción que consta de dos partes fundamentales: las cosas que deben
hacerse y las cosas que deben decirse, y se refieren a las cosas que dijeron e hicieron
los dioses; es la actividad crucial por excelencia para llevar a cabo este proceso una y
otra vez (Radic, 2002; Rodríguez, 2007; González, 2010).
Desde el punto de vista etimológico, la palabra latina ritus designa tanto las cere-
monias vinculadas con creencias que se referían a lo sobrenatural, como los simples
hábitos sociales, los usos y costumbres, es decir, maneras de actuar que se repiten
con cierta invariabilidad; un gesto o una palabra que no sean la repetición siquiera
parcial de otro gesto u otra palabra, o que no contengan elemento alguno destina-
242 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
do a que se lo repita, pueden constituir actos mágicos o religiosos, pero nunca actos
rituales (Radic, 2002; San Juan, 2007).
utilizaba leña, la mayor parte de ella se con- te), la naturaleza de la leña y su disponibili-
centraba en localidades menores de 2,500 dad; por factores como la tradición, el sabor
habitantes (Santos et al., 2012). Díaz-Jimé- dado a los alimentos, el tipo y origen del reci-
nez (2000) identificó las regiones críticas por piente usado, los hábitos de cocina, el tipo de
consumo de leña en los estados de: Chiapas, alimentos; el nivel de ingresos, el costo de la
Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, leña, la disponibilidad del recurso forestal y el
Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Ve- número de especies utilizadas como leña. La
racruz y Yucatán. cantidad de leña utilizada por la familia está
El manejo de la leña es un proceso que en función del número de comidas durante
incorpora la apropiación, el conocimiento el día y miembros de la familia, así como del
espacio-temporal del recurso, además de su tiempo que dura encendido el fogón (Reiche,
transporte a los sitios de residencia. Este pro- 1985; del Amo, 2002; del Amo e Yllescas,
ceso puede diferenciarse por el grado o nivel 2002; Arias, 2002; Vergara, 2002).
de adjudicación, de tal manera que: Su uso y manejo a escala doméstica im-
plica un conjunto de valoraciones y conoci-
Fogón de leña rústico,
a) La apropiación del recurso silvestre se da mientos tradicionales, por ejemplo: para la
Oaxaca. La leña constituye
cuando se localiza o bien se conoce la dis- cocción de los alimentos, el calentamiento un combustible tradicional
ponibilidad del recurso espacial y tempo- de las viviendas en la época de frío, para para una numerosa
población, principalmente
ralmente. hervir agua, para aseo de la familia y prepa- rural, con ventajas sobre
b) La tolerancia no incluye la dispersión ni la rar bebidas tradicionales como el teswino o otros combustibles como
el gas, por su menor precio,
siembra, sino cuando otros miembros de el sotol, así como en festividades. Aunado
su disponibilidad , su
la vegetación son eliminados. Se favorece a lo anterior, la leña también tiene impor- almacenamiento en cualquier
su presencia al eliminar la competencia. tancia en la pequeña y mediana industria, condición y tiempo, y porque
para muchos, confiere mejor
c) El fomento incluye dispersión, siembra y fa- como en el caso del carbón, las ladrilleras, sabor a los alimentos.
vorecimiento de la reproducción de indivi- las panaderías o las alfarerías, industrias Foto: Janett de los Santos
cada vez más en desuso (Camou, 2007). Lo neras: para elaborar aguamiel, pulque, miel,
anterior conforma un sistema que les per- forraje, vinagre; de él se extraen fibras para
mite satisfacer necesidades y generar bien- elaborar vestimentas, calzado, papel, jabón,
estar a los integrantes de la familia. Su im- púas, ungüentos y combustible (Ramírez,
portancia radica en que puede recolectarse 2010); incluso algunos insectos asociados al
de forma directa y con ello evitar un gasto maguey se consumen como alimento (Luna,
monetario; su transporte depende funda- 2012). En lo tocante a su uso como combus-
mentalmente de energía humana y animal, tible, y referido por García (2014) como “leña
puede ser almacenada largo tiempo y se en- de pobres”, las partes aprovechadas son ta-
cuentra disponible en el entorno inmedia- llo, pencas y raíces. No queda duda de la pro-
to. Estas características permiten definirla digiosidad de la cultura del maguey, pues una
como un combustible local y autónomo ya sola planta proporcionaba todo lo necesario
que no depende de las fuerzas del merca- para sobrevivir: comida, bebida, vestido, me-
do, de tal forma que es de gran importancia dicinas, instrumentos generales, materiales
cultural e histórica (Quiroz y Cantú, 2012). para vivienda, combustible, usos agrícolas y
El uso y manejo doméstico de la leña en divinidades asociadas (Mayahuel-diosa del
las zonas rurales son fundamentalmente maguey; Pantécatl-dios del pulque).
para autoconsumo, de los cuales se encar- Otro grupo de especies muy importante
gan generalmente las mujeres y los niños de estas regiones son los llamados mezqui-
(Best et al., 2006), que suelen recolectarla tes (Prosopis articulata, P. velutina, P. tamau-
en las proximidades de la vivienda; el hom- lipana, P. laevigata, P. glandulosa, P. odorata
bre lo hace de manera conjunta con sus la- y P. yaquiana). De acuerdo con Cervantes
bores agrícolas o en jornadas específicas. En (2002), fueron un recurso de primordial im-
este caso, la leña se recoge de la vegetación portancia para los primeros habitantes de
dispersa en el ambiente local: árboles aisla- las zonas áridas y semiáridas debido a los
dos, arbustos, restos de la poda de frutales, diferentes usos que cada grupo le daba. Es-
etc. (De Montalembert y Clément, 1983). tos pueblos nómadas, que vivían de la reco-
En el altiplano mexicano, los magueyes lección y la caza, conocieron la utilidad del
(varias especies del género Agave) han sido mezquite como alimento, combustible, para
aprovechados por el ser humano por, al me- sombra, como planta medicinal y para la ela-
nos, siete mil años (García, 2012). El maguey boración de diversos utensilios y juguetes; ya
ha ocupado un lugar primordial en la cultura en el siglo XIX se le encontraron otros usos,
mexicana; su cultivo impregnó de rasgos ori- como: maderable, combustible, forraje, api-
ginales a los grupos humanos que habitaron cultura, extracción de gomas, material para
estas tierras (López, 1993). El cultivo de sus la construcción de viviendas y otros más.
diversas especies, así como su aprovecha- En la región central de México, muchas
miento tiene importancia económica y un familias rurales dependen de la leña para
profundo significado cultural. Desde épocas cocinar en el tlecuil (fogón); la usan tam-
antiguas, el maguey es usado de diversas ma- bién para calefacción y tienen un conoci-
246 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
miento amplio sobre los tipos de leña que nuez o guse eskiriu (Juglans mollis) se utilizan
se encuentran en el bosque, ya que prefie- ramas y tallos, cuando el árbol ya no produce
ren las que arden bien, sin producir chispa tanto fruto, o bien el aguacate, aguacate de
ni humo, pero sí brasa (Longar et al., 2006). monte, aguacatillo o pagu (Persea america-
En el altiplano potosino-zacatecano se apro- na), cuando el árbol ya está viejo lo convier-
vecha el maguey verde (Agave salmiana ssp. ten en leña, y finalmente del maíz o eilhua
crassispina) como materia prima para la ela- degnua o liijoa (Zea mays), el olote es quema-
boración de pulque y mezcal, alimento para do junto con leña para preparar alimentos o
el ganado y material combustible (pencas y calentar agua (Carbajal , 2008).
raíces secas); también en estas regiones, del En el estado de Hidalgo (una de las regio-
nopal (Opuntia spp.) se utilizan las pencas nes críticas por consumo de leña), de acuer-
cuando están frescas, como alimento del do con Caballero (2015), en las poblaciones
ganado vacuno, y cuando están secas son de Tlanchinol y Chichatla, se registraron 173
un magnífico combustible (Márquez, 1986). especies con uso combustible, aunque las
Cien por ciento de las familias de la comu- mejores leñas registradas (de acuerdo con los
nidad Xí’oi (Las Guapas, San Luis Potosí) usan pobladores, al parecer por ser especies mul-
leña como combustible principal ya que el uso tiuso) son: diversos encinos (por lo menos
de gas es poco factible tanto por el escaso ac- seis especies) denominados teneshahuatl o
ceso de compañías gaseras a la zona como ahuatl (principalmente Quercus germana,
por el oneroso desembolso que representaría, denominado encino blanco y endémica de
en caso de que ocurriera; en cambio, los com- México); el suchiate o xochiat (Liquidambar
Almacenamiento de leña
bustibles locales están al alcance de la mano styraciflua); el alahuati o jonote (Heliocarpus para uso doméstico, como
y son de bajo costo. Algunas de las especies sp.); el ezcuahuitl, palo sangre, sangregado elaboración de tortillas
y cocción de alimentos.
utilizadas son: el huizache (Acacia farnesia- o ezcuahuitl (Croton draco); el pioche (Melia Cuetzalan, Puebla.
na) y el naranjillo sien o seljau agua (Trichillia azedarach, especie introducida de Asia); el Foto: Daniel Tejero Díez
cales y fogones (Wilken, 1969). Entre las encino, puede ser utilizado como sustituto
especies más importantes se puede men- de este cuando se usa como combustible y
cionar el aile (Alnus firmifolia, actualmente para elaborar carbón, ya que es abundan-
sinónimo de A. jorullensis), el ahuejote (Salix te. El carbón se elabora principalmente a la
bonplandiana), los árboles frutales, como el hora de moles (hacer tortillas). La recolec-
tejocote y el capulín; arbustos como el aso- ción de leña básicamente es para autocon-
miate (Senecio salignus, actualmente sinó- sumo (Martínez et al., 2015).
nimo de Barkleyanthus salicifolius) y la jarilla En Veracruz (municipio Cofre de Perote),
(Baccharis glutinosa, actualmente sinónimo de acuerdo con López (2014), las especies
de B. salicifolia). Del maguey seco llamado más utilizadas como combustible son el
mesontete se obtiene combustible (Altieri y oyamel (Abies religiosa), el ilite (Alnus joru-
Trujillo, 1987; Mountjoy y Gliessman, 1988; llensis), el pino blanco (Pinus pseudostrobus
Magdaleno et al., 2005). Otras especies pre- o P. montezumae ), el pino colorado (P. teo-
feridas, pero menos abundantes en sus par- cote) y el pino negro (P. hartwegii). Se regis-
celas, son el guaje (Leucaena esculenta, en- tró que las maderas blandas, como las de
démica de México) por las semillas comes- los pinos, generan combustiones altas y rá-
tibles de sus vainas; el mezquite (Prosopis pidas, aunque su madera produce chispas,
laevigata) que “llama al agua”, proporciona que pueden resultar peligrosas. Las maderas
sombra, leña y forraje; y el coahuino o pirul duras (encino o roble), por el contrario, se
(Schinus molle, especie introducida de Su- queman despacio y producen más calorías
ramérica), empleado como sombra, abono que las blandas. Las diferentes esencias de
verde, medicina, combustible, para la elabo- las maderas tienen poderes caloríficos dis-
ración de utensilios y como almacén de fo- tintos, y no todas arden de la misma mane-
rraje entre sus ramas (Moreno et al., 2013). ra; en términos generales, lo mejor es elegir
En la comunidad de San Pedro Alpatlá- maderas duras, que producen tanto hermo-
huac, Puebla, existe el registro de 17 espe- sas hogueras como gran cantidad de brasas,
cies maderables como leña, indispensables cuya incandescencia además será duradera.
en sus hogares, de las que seis especies son En Yucatán, la leña se consume usando
las más utilizadas por el tiempo que tardan un fogón abierto de tres piedras o uno tra-
en realizar combustión. Estas son: el teui- dicional en forma de U. La selección de las
ztle o espino (Acacia bilimekii, endémica piedras y de las especies leñosas involucra
de México), el sabino (Juniperus sabina, un vasto conocimiento empírico y tradicio-
actualmente Juniperus compacta), el pirul nal de los usuarios, quienes reconocen las
(Schinus molle), el estoraque o alcanfor características físicas de las piedras y quími-
(Eucalyptus melliodora, especie introducida cas de la leña, sin describirlas formalmente.
de Australia), el trueno (Tecoma stans), el Por ejemplo, para su uso en el fogón prefie-
zompantle (Buddleja cordata) y el zapote ren piedras duras o lajas, así como la leña
(Casimiroa edulis). El teuiztle o espino, a pe- proveniente de especies vegetales que al
sar de que combustiona más rápido que el arder generan poco humo, su combustión
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 249
es lenta y produce brasas. La vivienda maya Su solar o tankaab es el lugar de las decisio-
está inserta en un microterritorio denomi- nes femeninas y la cocina constituye el punto
nado tankaab (solar); el área residencial es más importante de reunión familiar, donde el
el centro del kaajo (comunidad), donde está fogón de tres piedras es el núcleo fundamen-
la casa grande, se realiza el trabajo colec- tal (Quiroz y Cantú, 2012). Según Bernardino
tivo, las ceremonias y rituales, actividades de Sahagún, citado por Long (2008), la mujer
cuyo centro es el fogón de tres piedras. Para era considerada en la época prehispánica “el
los nahuas, el fogón de tres piedras, deno- centro y el calor del hogar” y “cuando nacía
minado tenamaztli, representaba los tres una niña, enterraban su cordón umbilical de-
guardianes del fuego: Mixcóatl (el fuego), bajo del metate o cerca del fogón, para que
Tozpan (la vía láctea) e Ihuitl (el cielo) (Sán- ella se sintiera arraigada a la cocina”. Esta
chez, 2007; Quiroz y Cantú, 2012). Entre los práctica cultural aún se realiza en diversas
mayas, el fogón, ok’óoben, formado por las localidades y regiones de Mesoamérica y se
tres piedras, simbolizaba la cualidad femeni- nombra como “la quema del tuch” y consiste
na (Hirose, 2007). De acuerdo con Guzmán en incinerar el cordón umbilical del recién na-
(2007), el fogón preserva el fuego vital que cido como parte del ritual que da paso de una
mantiene unidos los tres planos del mundo, etapa de vida a otra (Quiroz y Cantú, 2012)
simbolizados por una piedra cada uno. Allí, (véase Recursos ceremoniales y rituales).
la mujer ayuda al sol a renacer, a regenerar- De acuerdo con Quiroz y Cantú (2012),
se todos los días tras su viaje por lo oscuro. se ha logrado clasificar localmente las espe-
cies de buena leña: el tzalam (Lysiloma latisi- sis). Sin embargo, en momentos de escasez
liquum), el habín (Piscidia piscipula), o el box emplean cualquier tipo de leña, sin importar
kaatsim (Acacia gaumeri, especie endémica la especie o el grosor, y también queman en
de México); de madera dura, como el chu- el fogón cáscara de coco (Cocos nucifera,
cum (Havardia albicans) y el tinto (Haema- especie introducida, al parecer, del Asia) y el
toxylon campechianum); o las especies poco bakal u olote (centro de la mazorca). A es-
apreciadas o de madera suave, como el cha- cala doméstica, la leña se utiliza fundamen-
cá (Bursera simaruba). De esta forma, la leña talmente para la cocción de alimentos, para
se clasifica por sus propiedades fisicoquími- calentar agua de baño y, en menor cantidad,
cas en buena, dura, mala o suave, categori- para la calefacción de la vivienda en la épo-
zación directamente relacionada con la gra- ca fría, cuando los habitantes colocan brasas
vedad específica o densidad de la madera. debajo de las hamacas para calentarse.
También destaca la clasificación por el lugar La madera, el carbón y los residuos agrí-
de extracción (procedencia). Se considera: colas son recursos clave para satisfacer las
leña de monte, milpa, solar y áreas públicas; demandas de energía para uso doméstico
por otro lado, en festividades locales y para en zonas rurales, así como para otras activi-
la preparación de algunos alimentos se pre- dades, como alfarería y cocción de alimen-
fieren aquellas que aportan olores y sabores tos para venta. El conocimiento que tienen
agradables, como el habín (Piscidia piscipula) los usuarios de estos recursos se basa en la
y el kitimché (Caesalpinia gaumeri, actual- experiencia que han obtenido a lo largo de
mente sinónimo de Poincianella gaumeri) centurias, adaptándose a las condiciones
para hornear el muucbipollo, o el x-cha- medioambientales y preservando su cultura
chakwaj en pibil o enterrado, o el chucum local, de la que forma parte su cosmovisión
para el cocimiento de pibil nal (elote pibil o de la vida (creencias).
enterrado). Finalmente, los usuarios también Actualmente, las comunidades rurales, de-
clasifican la leña según el uso que le den, por bido a la problemática en la disponibilidad de
ejemplo: para encender el fogón aprovechan leña, han comenzado a plantar árboles para
el chacá (Bursera simaruba) y el dzidzilché abastecer su consumo en el hogar, si bien son
(Gymnopodium floribundum) debido a su plantaciones pequeñas que provienen, por lo
suavidad; en el caso del chacá, su alto con- regular, de plántulas obtenidas de la vegeta-
tenido de resina facilita su encendido, aun- ción aledaña (acahual, bosques, matorrales,
que produce mucho humo; para alumbrar selvas, etc.), principalmente en comunidades
utilizan el sakkaatsim (Mimosa bahamensis) campesino-indígenas de zonas montañosas
y el habín (Piscidia piscipula); para dar calor, (como las de Chiapas). Esto puede ser una
el tinto (Haematoxylum campechianum) y el muestra del interés que estas comunidades
chakté (Caesalpinia violeacea, actualmen- tendrían tanto en asegurar su abastecimiento
te sinónimo de Lonchocarpus punctatus), y como en mantener la cobertura vegetal de
para producir ceniza, el chechén (Metopium sus territorios, como parte de su patrimonio
brownei) y el tsusuk (Diphysa carthagenen- cultural (Holz y Ramírez-Marcial, 2011).
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 251
División Magnoliophyta
Referencias
Clase Magnoliopsida Gómez, M.S. 2000. Estudio etnobotánico de
Fagaceae la flora útil del municipio de Nuevo Urecho,
Quercus affinis Scheidw., 1837 Michoacán. Tesis de licenciatura. Escuela
Uso/Combustible/Carbón Nacional de Estudios Profesionales Iztacala,
MÉXICO/PUEBLA/QUIMIXTLÁN/Patlanalán Universidad Nacional Autónoma de México.
Observaciones México.
Generalmente, sólo se elabora para ser usado en
la celebración de alguna fiesta particular, pues Literatura citada
se preparan alimentos de cocción prolongada, Altieri, M.A. y J. Trujillo. 1987. The agroecology of
corn production in Tlaxcala, Mexico. Human Ecolo-
como los tamales (Estrada-Martínez, 1996).
gy 15:189-220.
Arias, Ch.T. 2002. Disponibilidad y uso de leña en tres
Quercus candicans Née, 1801 micro-regiones del trópico mexicano. En: S. del Amo
(coord.). La leña: el energético rural en tres micro-re-
Uso/Combustible/Leña giones del sureste de México, una experiencia inte-
MÉXICO/GUANAJUATO/SAN JOSÉ ITURBIDE ractiva con la población local. Plaza y Valdez, S.A. de
C.V., México, pp. 79-99.
Observaciones
Best, G., I. Gómez, J.E. Aguillón, J.L. Arvizu, R. Díaz,
Se utilizan las hojas, ramas y tronco (Monroy, R.B. Gamiño y V.M. Berrueta. 2006. Aplicaciones
2005). de las tecnologías bioenergéticas. En: O. Masera
(coord.). La bioenergía en México, un catalizador del
Referencias desarrollo sustentable. Comisión Nacional Forestal,
Estrada-Martínez, E. 1996. Etnobotánica forestal Mundi-Prensa, México, pp. 33-65.
Caballero Cruz, P. 2015. Preferencias en el aprovecha-
en Santa Isabel Chalma, Amecameca, México.
miento de la leña para uso doméstico en el munici-
Tesis de maestría. Colegio de Postgraduados. pio de Tlalchinol, Hidalgo: una aproximación etno-
México. botánica cuantitativa. Tesis de maestría, Universidad
Autónoma del Estado de Hidalgo, Hidalgo, México.
Monroy, V.M.E. 2005. Etnobotánica de las Caballero, M. 1985. Investigación forestal para el de-
plantas vasculares del municipio de San sarrollo rural. XI Congreso Mundial Forestal, México.
sarh–fao.
José Iturbide, Guanajuato, México. Tesis de
Camou, G.A. 2007. La leña: el recurso olvidado. Una
licenciatura. Facultad de Estudios Superiores experiencia de participación social y cambio tecnoló-
Zaragoza, Universidad Nacional Autónoma de gico en dos micro regiones de la Sierra Tarahumara.
Consultoría Técnica Comunitaria, A.C. Chihuahua,
México. México. México. Consultado el 3 diciembre de 2015 en
<http://www.kwira.org/blog/librolena.pdf>.
Carbajal, E.H. 2008. Importancia de las plantas en la
División Pinophyta
cultura alimentaria de la comunidad Xí’oi Las Gua-
Clase Pinatae pas, Rayón, San Luis Potosí. Tesis de maestría en
Pinaceae Ciencias Ambientales, Universidad Autónoma de
San Luis Potosí. San Luis Potosí, México.
Pinus oocarpa Schiede ex Schltdl., 1838 Cervantes, R.M.C. 2002. Plantas de importancia eco-
Uso/Combustible/Leña nómica en zonas áridas y semiáridas de México. Ins-
tituto de Geografía, unam, México.
MÉXICO/MICHOACÁN/NUEVO URECHO
De Montalembert, M.R. y J. Clément. 1983. Disponi-
Observaciones bilidad de leña en los países en desarrollo. Estudio
Se utilizan los troncos, conos, hojas, ramas y fao: Montes 42. Consultado en <http://www.fao.
org/docrep/X5329s/x5329s00.htm#Contents>.
raíces (Gómez, 2000).
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 253
Del Amo, S. 2002. Perfil y metodología del Proaft, A.C. López, M. 1993. Arquitectura vernácula en México. 3a
como organización no gubernamental. En: R.S. del edición. Editorial Trillas, México, pp. 381-397.
Amo (coord.). La leña: el energético rural en tres mi- López, S.C.L. 2014. Uso de leña y estufas ahorradoras
cro-regiones del sureste de México, una experiencia en la comunidad El Conejo, mpio. de Perote, Vera-
interactiva con la población local. Plaza y Valdez, cruz. Tesis de licenciatura, Facultad de Biología, Uni-
México, pp. 21-31. versidad Veracruzana. Veracruz, México.
Del Amo, S. y P.L. Yllescas, 2002. Diagnóstico inicial del Luna, M.C.C. 1999. Etnobotánica de la pitaya mixteca
consumo de leña. Evaluación de las alianzas tripar- (Pachycereae). Tesis de doctorado. Colegio de Pos-
titas. En: S. del Amo (coord.). La leña: el energético graduados, México.
rural en tres micro-regiones del sureste de México, Luna, V.B. 2012. Caracterización socioeconómica de
una experiencia interactiva con la población local. los recolectores de insectos comestibles asociados al
Plaza y Valdez, México, pp. 33-41. maguey en Pinos, Zacatecas. Maestría en Ciencias
Díaz-Jiménez, R. 2000. Consumo de leña en el sector de Desarrollo Rural. Universidad Autónoma Chapin-
residencial de México, evolución histórica y emisio- go, México.
nes de CO2. Tesis de maestría en ingeniería energé- Magdaleno, M.L., E. García, J.I. Valdés-Hernández y V.
tica. unam, México. de la Cruz. 2005. Evaluación del sistema agrofores-
Díaz, R. y O. Masera. 2003. Uso de la leña en Méxi- tal “árboles en terrenos de cultivo” en Vicente Gue-
co: situación actual, retos y oportunidades. Balance rrero, Tlaxcala, México. Revista Fitotecnia Mexicana
Nacional de Energía. Secretaría de Energía, México, 28:203-212.
pp. 99-109. Martínez, D., J. Reyes, A.R. Andrés y G. Morales. 2015.
Flores, J.S. 2001. Fabaceae. Florística etnobotánica y Uso y manejo de los recursos maderables como
ecología. uady–fmvz. Mérida, Yucatán. combustible en la comunidad de San Pedro Alpat-
García Castro, R. 2014. Estudios de Cultura Otopame. láhuac, Cuauhtinchán, Puebla, México. Revista Ibe-
Universidad Nacional Autónoma de México. Institu- roamericana de Ciencias 2(1):9-17.
to de Investigaciones Antropológicas, pp. 107-134. Márquez, E. 1986. San Luis Potosí: textos de su histo-
García, M.A. 2012. México país de magueyes. La Jor- ria. Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis
nada. Año V(53):4. Mora, México.
Gómez, F. 2008. Apuntes del curso de vegetación nati- Masera, O. y A.F. Fuentes. 2006. Introducción. En: O.
va de zonas áridas. Universidad Autónoma Chapin- Masera (coord.). La bioenergía en México, un ca-
go. Durango, México. talizador del desarrollo sustentable. Mundi Prensa,
Gutiérrez-Ruvalcaba, I. 2012. Los cocineros del fuego: México, pp. 1-6.
elaboración tradicional del carbón vegetal por la Masera, O.R., R. Drigo, R. y M. Trossero. 2003. Wood-
gente del bosque. Universidad Nacional Autónoma fuels Integrated Supply/Demand Overview Mapping
de México. Programa Universitario México Nación (wisdom): A Methodological Approach for Assessing
Multicultural, México. Woodfuel Sustainability and Support Wood Energy
Guzmán Urióstegui, J. 2007. Entre el fogón y la milpa. Planning. fao Report CD/D/Y4719E/1/6.03/1000,
El espacio entre los mayas de Xohuayán, Yucatán. Wood Energy Program, Forest Products Division,
Dimensión Antropológica 39(14):101-120. fao, Roma.
Hirose, L.J. 2007. El cuerpo y la persona en el espa- Moreno, A.I., V.M. Toledo y A. Casas. 2013. Los sis-
cio-tiempo de los mayas de los Chenes, Campeche. temas agroforestales de México: una aproximación
Pueblos y Fronteras 4:1-31. biocultural. Botanical Sciences 91:375-398.
Holz, S. y N. Ramírez-Marcial. 2011. La leña: principal Mountjoy, D.C. y S.R. Gliessman. 1988. Traditional ma-
recurso energético en las comunidades rurales. Me- nagement of a hillside agroecosystems in Tlaxcala,
todologías para la estimación del consumo domésti- México: an ecologically based maintenance system.
co y producción de leña a partir de árboles nativos. American Journal of Alternative Agriculture 3:3-10.
El Colegio de la Frontera Sur, Red de Espacios de Quiroz, J., C. Cantú, R. Díaz y R. Orellana. 2009. Uso
Innovación Socioambiental, México. de la leña en Yucatán y tecnología para su aprove-
Long Towell, J. 2008. Tecnología alimentaria prehispá- chamiento sustentable. Asociación Red Verde. Cen-
nica. En: Estudios de Cultura Nahuatl, Vol. 39. Ins- tro de Investigación Científica de Yucatán. Mérida.
tituto de Investigaciones Históricas. unam, México, Quiroz, J. y R. Orellana. 2010. Uso y manejo de leña
pp. 127-136. combustible en viviendas de seis localidades de Yuca-
Longar, B.M. del P., A.B. Molina y J. Morales. 2006. tán, México. Revista Madera y Bosques 16(2):47-67.
Alternativas bioenergéticas y sustentabilidad (fun- Quiroz, J. y C. Cantú. 2012. El fogón abierto de
damentos y debate). Mundo Siglo xxi 7:45-52. tres piedras en la Península de Yucatán: tradición
254 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
anzuelo; o bien, llegan a emplear un chope- con hojas, tallos y madera de las plantas que
ke u ocote prendido (Pinus sp.), con el que prevalecen en la zona, por mencionar un
alumbran el río por las noches, lo que pro- ejemplo: las vigas o cargadores que sostie-
voca que los peces se paralicen y así poder nen el techo están elaborados con madera
recogerlos hasta con las manos. Otra forma del mezquite loco (P. glandulosa) y del oco-
de pesca empleada es el envenenamiento te (Pinus cembroides) y llegan a ocupar los
del agua con cal, aunque algunos pobla- tallos de la palma china (Yucca decipiens y
dores aún utilizan plantas con el mismo fin, Y. filifera). Con el mismo fin de soporte tam-
como el amole (Agave spp.), el sóko (Aga- bién ocupan los escapos del maguey (Agave
ve bovicornuta, A. lechuguilla, A. schoottii) salmiana ssp. crassispina y A. striata) y del
y el ojcome o mésagori (Agave wocomahi), sotol (Dasylirion acrotrichum). Por otro lado,
aunque el uso del látex del palo de la fle- sus techos son construidos con el escapo
cha o yerba de la flecha (Sebastiania appen- floral ya seco del maguey (A. lechuguilla),
diculata) es más activo que los anteriores; los tallos del ocotillo (Gochnatia hypoleuca),
sin embargo, se debe tener cuidado en su los del maíz de Texas o polocote (Helianthus
manejo (si cae en los ojos, puede dañar la annuus), la madera preciosa del cedro (Cu-
visión o si cae en la piel produce quemadura pressus arizonica) o las ramas de Baccharis
(véase Propiedades químicas, clínicas y cul- salicifolia. Predomina en los techos de las ca-
turales de los recursos biológicos). También sas rurales el uso de las hojas del sotol o vara
construyen trampas para pescar, elaboradas de cuete (Dasylirion texanum); se ha exten- Silla para montar burro
con un tejido hecho con tallos de helecho dido el uso de esta última para construir pa- elaborada con madera
de cuatecomate o cirián
hembra (Pteridium sp.), que se coloca al fi- lapas de restaurantes. Las hojas más largas (Crescentia alata) en Morelos.
nal de dos paredes construidas en las partes y fibrosas las usan para elaborar cuetes, que Foto: Heike Vibrans Lindemann
fijo es la desgranadora de maíz, elaborada o pekte kw’ eet (Corchorus siliquosus) y tsail
con olotes secos (Zea mays) unidos entre sí kw’eet (Parthenium hysterophorus) para ela-
formando un círculo (González, 1991). borar escobas para barrer el patio y la hoja-
En la Huasteca prehispánica, habitada rasca del huerto; fabrican garrochas con los
en su mayoría por la etnia teenek, se prac- culmos más largos del otate (G. aculeata),
ticaba agricultura y comercio, se producía mismas que son empleadas para la reco-
algodón y miel, se elaboraban esteras y lección de productos comestibles, como las
canastos de palma (Sabal mexicana) y tule flores de izote (Yucca treculeana), flores de
(Thypa spp.), cordeles, bolsas y morrales de pemoche (Erythrina americana) y frutos de
zapupe (Agave angustifolia). Eran hábiles corozo (Acrocomia aculeata); manualmente
artesanos y trabajaban con gran maestría recolectan quelites u hojas del suyo (Ipo-
la piedra; a partir de la concha del caracol moea dumosa) y la hoja de papatla (Heli-
rosado (Strombus gigas), del caracol tom- conia schiedeana), que es empleada como
burro (Turbinella angulata), del caracol rojo envoltura (Rivera, 2013).
(Pleuroploca gigantea) y de la madreperla Para elaborar los mangos del güingaro
(Pinctada mazatlanica), tallaron multitud de (especie de cuchillo curvado) y el azadón,
utensilios, por ejemplo: anzuelos, agujas, utilizados para las faenas del cultivo de maíz,
botones, cinceles, anillos, brazaletes, pulse- se valen de la madera de chaca (Bursera si-
ras, orejeras, cuentas para collar, pendien- maruba), akiich (Guazuma ulmifolia), kuul
tes y pectorales lisos, y también fabricaron (Tabebuia rosea), ik’te’ (Cedrela odorata),
instrumentos musicales, como cascabeles y naranja (Citrus sinensis), cho te’ (Parmentie-
flautillas (Gallardo, 2004; Velázquez, 2006). ra aculeata), wiixté (Cordia alliodora), tsaw
En Tancuime (municipio de Aquismón, (Cupania glabra), chichath (Diphysa ame-
San Luis Potosí), es común que el solar esté ricana), tsijol (Piscidia piscipula) y volantín
demarcado por un cerco vivo, para el cual (Zuelania guidonia). Con estas mismas ma-
se emplean diversas especies, por ejemplo: deras construyen muebles (Rivera, 2013).
ficus (Ficus benjamina, especie originaria En esta región, mientras los niños juegan
del sureste asiático) o limonaria (Murraya con pelotas elaboradas con el látex del pem
paniculata, especie originaria de la India y (Castilla elastica), con papalotes hechos con
China). Para la edificación de la casa utilizan las hojas de la caña, aventando los mosqui-
los culmos del otate (Guadua aculeata), o tos, llamadas así las flores del cedro (C. odo-
madera del ik’te’ o cedro (Cedrela odorata); rata), o bien tronando las frutos de la planta
para la construcción de las paredes y el techo conocida como belén (Impatiens walleria-
se emplean las hojas de caña (Saccharum na), las mujeres lavan trastos con las hojas
officinarum, especie originaria del sudeste de la friega platos (Solanum torvum), o te-
asiático) o de la palma sabal (S. mexicana), jen cestos con las hojas de la palma sabal
también empleadas para levantar las pare- (Rivera, 2013). Los hombres, por su lado,
des de los baños (Rivera, 2013). Los pobla- dedican tiempo a la molienda (extracción
dores recolectan las ramas de dhipon kw’eet del jugo de la caña en el trapiche), a obtener
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 259
de cada cuerda dependerá del instrumento fisga que llega a tener una o tres pequeñas
musical (Vázquez, 2010). puntas metálicas denominadas keniéjtecha
En el estado de Michoacán, la vivienda tra- (para peces o para patos, respectivamente);
dicional de la sierra purépecha, comúnmente el tsipak’i, que es el propulsor o lanzadera
llamada troje, está construida en dos niveles: para la atarakua (Argueta, 2008).
la habitación y el tapanco; éste es destina- Otros instrumentos de caza son: la ótse-
do para almacenar semillas, granos o frutos. kua (red), elaborada de algodón (Gossypium
Para la construcción de la casa, se necesitan hirsutum) o ixtle, para atrapar huilotas (Ze-
diversas piezas, por ejemplo: morillos, tablo- naida macroura) y palomas; la nit’arakua,
nes y vigas. Con ese fin ocupan la madera una trampa hecha de lazo tejido con crines
de pino (Pinus pseudostrobus, P. leiophylla, de caballo o hilos de algodón, que puesta
P. montezumae, P. devoniana y P. douglasia- en el piso sirve para atrapar patos o huilotas,
na), encino (Quercus rugosa y Q. laurina) y y la eperukua, que es una trampa para atra-
oyamel (Abies religiosa), y para el techo se par mamíferos, como el venado; se hace en
ocupa la madera de pino (P. pseudostrobus), el suelo formando un hoyo y se cubre con
con la que elaboran tablillas delgadas, llama- carrizo (Phragmites australis). Un instrumen-
das tejamanil. Para fijarlas se usan clavos de to peculiar para cazar venado es el silbato
acero y alambre recocido; anteriormente se denominado gamitadera (generalmente ela-
fijaban con espinas de tejocote (Crataegus borado con hueso), el cual imita el reclamo Caña común o de Castilla
mexicana) y se amarraban con mecates de de la cría para atraerlo (Argueta, 2008). (Arundo donax), especie
introducida en México del
ixtle o de fibra de maguey (A. lechuguilla). En el lago de Cuitzeo se emplean técnicas
Viejo Mundo; es ampliamente
Todos los elementos del techo se recubrían e instrumentos parecidos a los descritos an- utilizada para cercas y paredes
con barnices elaborados con resinas natura- teriormente, como redes, anzuelos y trampas de viviendas rurales, entre
otros usos. Santa Catarina
les o con cera de abeja, la cual actuaba como elaboradas de carrizo (P. australis), también Roatina, Miahuatlán, Oaxaca.
insecticida contra las polillas, termitas y otros conocidas como corrales. Para la pesca y ca- Foto: Heike Vibrans Lindemann
cería de ranas, usan la fisga o arpón, elabora- y águila real (Aquila chrysaetos); elaboraron
do con un carrizo de hasta tres metros de lar- máscaras y adornos utilizando jade, turquesa
go y que en la punta tiene púas de metal (en y concha de madreperla (Pinctada mazatla-
la antigüedad, probablemente eran puntas nica); confeccionaron artículos de orfebrería,
de obsidiana). Para apresar charales hacen rama en la que eran considerados los mejores
una red de malla fina, montada en un mar- de Mesoamérica. Además, hicieron instru-
co circular (llamado rueda), unido a un largo mentos musicales de viento, por ejemplo: a
mango, hechos, marco y mango, de madera partir de conchas de caracol (Triplofusus gi-
de pirul (Schinus molle) o vara de sauce (Salix ganteus), construían trompetas llamadas te-
spp.). Hasta hace unas décadas se usaba una cozistli o quiquiztli y con barro moldeaban sil-
trampa llamada nasa, consistente en un tipo batos llamados chilitli o cohcouilotl, soplados
de jaula en forma de canasta, tejida con ca- durante las ceremonias a los dioses de la llu-
rrizo, y con picos en el interior, en los cuales via. En la actualidad, en el valle de Coixtlahua-
se ponían pedacitos de tortilla como carna- ca (Mixteca Alta), el caracol-trompeta se sigue
da; también se empleaba una larga cuerda elaborando y haciéndolo sonar para convocar
denominada tregua, con varios anzuelos ata- a la gente a las asambleas o a los trabajos
dos, y como carnada: acociles (Cambarellus comunitarios o ‘tequios’, así como para dar
montezumae) (Williams, 2010). inicio a sus ceremonias religiosas (Mendoza,
La Mixteca es una de las ocho regiones que 1941; Rius, 1986; Rivera y Malbrán, 2006;
conforman el estado de Oaxaca. En la época Anónimo, 2008).
prehispánica, los mixtecos se dedicaban a la Una de las actividades realizadas por las
Meliponario con techos de
huano (Sabal mexicana), agricultura y eran grandes diseñadores, por mujeres de San Mateo Peñasco de la Mix-
construidos para la protección ejemplo: tallaron figuras y herramientas de teca Alta es criar gusanos de seda (sericul-
de los jobones que contienen
a las meliponas, Yucatán. obsidiana; labraron símbolos y figuras her- tura), labor introducida por los españoles
Foto: Ramón Mariaca Méndez mosas en huesos de jaguar (Panthera onca) en la época precolombina. Una vez que los
capullos son procesados e hilada la seda, las
madejas se llevan a vender a la gente de
Pinotepa de Don Luis (Mixteca de la Costa),
en donde son entintadas con la secreción
del caracol púrpura (Plicopurpura pansa),
el cual es aprovechado también para teñir
algodón. Este tinte natural es muy emplea-
do en los bellos textiles mixtecos (Mindek,
2003; Hernández et al., 2009). Los tinto-
reros comienzan el proceso de tinción yen-
do al mar, llevando consigo las madejas
de algodón o seda; en la zona rocosa, se
seleccionan los caracoles y se desprenden
con una vara de madera para no dañar al
262 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
animal. El tinte se obtiene presionando sua- postes y horcones son elaborados con los
vemente el pie del caracol o soplándole; el tallos del tepehuaje (Lysiloma acapulcense)
caracol responde expulsando una secreción y del chitoto (Celtis caudata); además, este
blanquecina, que se embarra sobre las ma- último es empleado como cerca viva, para
dejas; inmediatamente después, el caracol colgar objetos o herramienta y para amarrar
es devuelto a la roca. Los mixtecos respetan animales. En algunas casas es común ver pa-
el ciclo de reproducción y realizan una rota- redes de carrizo o de madera de sabino (Ta-
ción de los bancos de explotación para que xodium mucronatum), el cual se llegó a usar
el recurso perdure (Hernández et al., 2009). en la manufactura de puertas y portones, así
Otra actividad realizada por los habitantes como de muebles (Solano, 2009).
de Pinotepa es el labrado de jícaras (Crescen- Se han construido con la madera del
tia cujete) con dibujos de la flora y fauna de la tlazca, del tepehuaje y con carrizo, cercos y
región. Estas jícaras son vendidas como arte- trancas para delimitar el solar; para construir
sanía, aunque tradicionalmente se usan para los techos de los gallineros se emplea carri-
tomar agua o café, para cubrirse del sol a zo. Antiguamente se utilizó como perchero
modo de sombrero, como recipiente para ba- el quiote de la espadilla; en la actualidad es
ñarse o como adorno dentro de la casa. Para empleado como poste para las porterías de
la mujer, la prenda representativa es el enre- futbol (Solano, 2009). La gente suele podar
do o pozahuanco, confeccionado con hilos las ramas de los árboles del sabino, la jioti-
de algodón, previamente teñidos con tintes lla (Escontria chiotilla), el mezquite (Proso-
naturales, como el del caracol púrpura, grana pis laevigata) y el espino (Acacia farnesiana),
cochinilla (Dactylopius coccus) y añil (Indigo- acomodándolas a manera de cama, donde
fera suffruticosa), y la mantilla blanca o xikuu. se coloca en alto la pastura (zacate) y herra-
La indumentaria masculina consta de calzón mientas, e inclusive sirve como gallinero (So-
blanco y cotón (especie de abrigo hecho de lano, 2009).
algodón blanco o coyuchi), camisola de algo- Las mujeres mixtecas son las encargadas
dón y sombrero de palma soyate (Brahea dul- de preparar los alimentos en las fiestas: para
cis) (Mindek, 2003; Hernández et al., 2009). menear el pozole emplean una vara de ca-
En la Mixteca Baja se encuentra Asunción rrizo o el tallo del tlaxisle o tlaxistle (Malaco-
Cuyotepeji, cuyas viviendas están construi- meles denticulata); como cuchara pozolera
das de varios materiales, por ejemplo: para se usaba la base de las hojas de la cucharilla
el sostén del techo, se usa morillos de tlaz- (Dasylirion lucidum); y en la limpieza de los
ca (Juniperus flaccida), y como travesaño se trastes, como sustituto del detergente, usan
usa el quiote de la espadilla (Agave angusti- las hojas de la jabonera (Phytolacca icosan-
folia); para la cubierta, se colocan hojas del dra); con las hojas lanosas del sacamanteca
sotole o sotolín (Nolina longifolia), así como (Solanum donianum) o las hojas de cuetla
las del sotole barrigón (Beaucarnea stricta) (Heliocarpus terebinthinaceus), quitan ma-
y también varas de carrizo (Arundo donax). nualmente la grasa. Para adornar sus fiestas,
Empleados en diversas partes de la casa, los recogen en el campo las flores de la azucena
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 263
(Milla biflora) y las colocan en floreros, y con Antiguamente, los mixtecos de Asunción
las hojas de la cucharilla (D. lucidum) hacen empleaban la madera de los tallos rectos
rosetas para adornar la entrada de las igle- del encino tinta (Quercus castanea) para
sias. Antes, para alumbrar sus festividades, elaborar los timones de los arados; los yu-
recolectaban por las noches y en el monte el gos eran labrados de madera blanda, como
todichi o látex de la jiotilla, para que ardiera la del sauz o sauce (Salix bonplandiana) y
como luminaria o fogata; otro látex anti- del álamo (Populus mexicana); las hojas de
guamente usado como pegamento escolar la lechuguilla o maguey de ixtle (Agave ker-
era el del cordobán (Euphorbia rossiana) y la chovei) se usaban para extraer las fibras y
resina del mezquite (Solano, 2009). elaborar cuerdas y arriatas (cuerdas especia-
Otra de las actividades es la pesca, que se les para lazar animales), mientras que el es-
lleva a cabo en los meses de enero y febrero, capo floral se comía cocido (Solano, 2009).
cuando el agua superficial del río ya no co- Para algunos campesinos, sigue siendo
rre; en las pozas aisladas que se forman, los importante elaborar sus herramientas de tra-
hombres agregan cal y, como resultado, los bajo, pues revela el conocimiento que tienen
peces suben a la superficie y son atrapados de los recursos del entorno, por ejemplo:
con la mano o con morrales. Antiguamente en el municipio de San Pablo Etla (Mixteca
se utilizaban pencas de maguey papalomé Alta), los componentes de la yunta, cabezas
(Agave potatorum) o del pescadillo (Fur- de arado, yugos y timones son elaborados
craea longaeva): se machacaban y se arroja- con diversas maderas de acuerdo con su
ban al agua con la intención de “emborra- función: para los yugos, se ocupa la madera
char” a los peces y así atraparlos de manera de aile o palo de águila (Alnus jorullensis y
sencilla (Solano, 2009). A. acuminata subsp. arguta) o el algarroble
En la limpieza personal ocupan diversas (Acacia pennatula); el arado se elabora con
especies, por ejemplo: para el cabello y con la madera del mezquite (Prosopis laevigata),
la finalidad de robustecerlo y evitar su caída, y la cabeza del arado, con la madera del ma-
emplean el látex de sangre de grado (Jatro- droño (Arbutus xalapensis), del madroncillo
pha ciliata); para lavarlo llegan a hervir las (Comarostaphylis polifolia) y con el encino
hojas del romero (Rosmarinus officinalis), y de hoja delgada (Quercus laurina), del cual,
para teñirlo ocupan el fruto de la nuez o además, hacen el timón (Padilla, 2007).
nogal (Juglans sp.). Los niños se entretienen
con el fruto del pochote (Ceiba aesculifolia), Integración de información sobre el
pues flota como si fuera barquito o lancha, uso de los recursos biológicos para
o también con el torito o cuernito, que es la elaboración de instrumentos y
el fruto seco del torondiqui (Proboscidea construcción de viviendas en una base
louisiana). Las niñas y jovencitas usan como de datos
aretes las flores de los aretitos (Boerhavia A continuación, se muestra la propuesta de
coccinea), pues se adhieren a los lóbulos al la clasificación correspondiente al uso cons-
tener una savia pegajosa (Solano, 2009). trucción y elaboración. Sus principales com-
264 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
ponentes refieren las actividades para las clasificación, de acuerdo con el contexto de
cuales se elaboran utensilios o instrumentos la misma (figura 15).
con algún organismo, sus partes o deriva- Existen tres elementos mínimos necesa-
dos; para cada uno de estos componentes, rios para la integración de la información
los siguientes niveles jerárquicos corres- en una base de datos: taxón/uso construc-
ponden básicamente a los nombres de los ción y elaboración/región. Cada componen-
utensilios o instrumentos; las denominacio- te debe estar obligatoriamente asociado a
nes corresponden a las de uso popular en una o más regiones de cualquier nivel, ya
distintas regiones del país. Si es necesario, sea país/estado/municipio/localidad, depen-
se puede integrar nuevos componentes a la diendo de la fuente de información.
266 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
la evolución de su cultura. Tesis de licenciatura, Fa- Mindek, D. 2003. Mixtecos. Pueblos Indígenas del Mé-
cultad de Estudios Superiores Cuautitlán, Universi- xico Contemporáneo. Comisión Nacional para el De-
dad Nacional Autónoma de México, México. sarrollo de los Pueblos Indígenas, México.
Gallardo, P. 2004. Huastecos de San Luis Potosí. Pue- Padilla, G.E. 2007. Estudio ecológico y etnobotánico
blos Indígenas del México Contemporáneo. Comi- de la vegetación del municipio de San Pablo Etla,
sión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indí- Oaxaca. Tesis de maestría. Centro Interdisciplinario
genas, México. de Investigación para el Desarrollo Integral Regio-
González Acereto, J.A. 2013. La meliponicultura en nal, Unidad Oaxaca, Instituto Politécnico Nacional.
el México antiguo y moderno. Riqueza cultural de Oaxaca, México.
Mesoamérica. Resumen del VIII Congreso Mesoa- Pintado Cortina, A.P. 2004. Tarahumaras. Pueblos In-
mericano de abejas nativas: biología, cultura y uso dígenas del México Contemporáneo. Comisión Na-
sostenible. Costa Rica, pp. 141-147. cional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas,
González, C.O. 1991. Estudio etnobotánico del muni- México.
cipio de Matehuala, San Luis Potosí, México. Tesis Rincón Gallardo, F. 2011. Rarámuri: una convivencia
de maestría, Facultad de Ciencias Biológicas, Uni- solidaria. Colección Parcela Digital. Universidad Ve-
versidad Autónoma de Nuevo León, Nuevo León, racruzana Intercultural (UV-Intercultural). Veracruz,
México. México.
Hernández, R.G.M.E., R. Mariaca-Méndez, M.Á. Vás Rius Caso, L. 1986. Acercamiento a los huesos labra-
quez y E. Eroza. 2009. Influencia de la cosmovisión dos de la orfebrería mixteca. Anales del Instituto de
del pueblo mixteco de Pinotepa Don Luis, Oaxaca, Investigaciones Estéticas 14(56):7-15.
México, en el uso y manejo del caracol púrpura, Pli- Rivera, Á.I. y A. Malbrán. 2006. La iconografía del cara-
copurpura pansa (Gould, 1853). Estudios sobre las col-trompeta de Tepelmeme Mixteca Alta, Oaxaca.
culturas contemporáneas 25(29):11-36. Cuadernos del Sur 12(23):5-20.
Juárez, P.M.Á., J.A. Reyes y J.A. Andrade. 1996. Flora Rivera Losoya, E. 2013. Etnobotánica del solar teenek
útil de tres tipos de matorral en el Altiplano Potosi- en la Huasteca Potosina. Estudio de caso Tancuime,
no-Zacatecano, México. Revista de Geografía Agrí- Aquismón, S.L.P. Tesis de licenciatura, Escuela Nacional
cola 22-23 (enero-julio):23-37. de Estudios Superiores, Unidad Morelia, Universidad
Lindig, R., A. Blanco, C. Sáenz, P. Alvarado y N. Ale- Nacional Autónoma de México. Michoacán, México.
jandre. 2007. Restauración adaptable en la Meseta Rodríguez López, A. 2010. Praxis religiosa, simbolismo
Purépecha, Michoacán, México: hacia un modelo de e historia. Los rarámuri del “círculo interior” en el
estados y transiciones. Bol. Soc. Bot. Méx. 80 (suple- Alto Río Conchos. Tesis de doctorado, Facultad de
mento):25-31. Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma
Long, T.J. 2010. Invenciones e innovaciones. La evo- de México, México.
lución de la tecnología alimentaria mesoamericana. Rotondaro, R. y F. Mellace. 2000. Tecnología en la vi-
Investigación y Ciencia 46:4-9. vienda rural en Iberoamérica. En: J. González y M.
Loza, L.J.G. 1998. Etnobotánica de huertos de oasis del Villar (eds.). II Seminario y Taller Iberoamericano so-
Altiplano Potosino. Tesis de licenciatura, Facultad de bre Vivienda Rural y Calidad de Vida en los Asenta-
Agronomía, Universidad Autónoma de San Luis Po- mientos Rurales. Universidad Autónoma de San Luis
tosí. San Luis Potosí, México. Potosí, pp. 133-142.
Manzo, G.C.A. 2009. Abejas sin aguijón Scaptotrigo- Rubio, E. y G. Rodríguez. 2014. El mawechi y otras
na mexicana, municipio de Coxcatlán, SLP. Informe estrategias agropecuarias tradicionales de la familia
final del programa Soporte, capacitación y asis- rarámuri, en la Sierra Tarahumara. Actas iberoameri-
tencia técnica apícola, Unidad de producción abe- canas de conservación animal 4:175-177.
jas sin aguijón. Consultado el ocho de febrero de Salgado, E.F.A. 2007. San Ignacio de Arareco un ejido,
2016 en, <http://mieldeabejamelipona.weebly.com/ tres pueblos. Tesis de maestría, Centro de Investiga-
uploads/1/3/2/3/13235060/informe_final_de_activi- ciones y Estudios Superiores en Antropología Social,
dades.pdf>. Escuela Nacional de Antropología e Historia, Unidad
Martínez, R.M.I. 2008. Los caminos rarámuri, persona Chihuahua.
y cosmos en el noroeste de México. Tesis de maes- Solano, H.L. 2009. Importancia ecológica y cultural
tría, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Na- de los recursos vegetales de Asunción Cuyotepeji,
cional Autónoma de México, México. Oaxaca, México. Tesis de maestría, Centro Interdis-
Mendoza, V. 1941. Tres instrumentos musicales pre- ciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral
hispánicos. Anales del Instituto de Investigaciones Regional, Unidad Oaxaca, Instituto Politécnico Na-
Estéticas 2(7):71- 86. cional. Oaxaca, México.
268 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Vázquez, T.J.P. 2010. El rabel en la Huasteca Potosina. Zepeda, G. 1998. Dos mil años de piedra, adobe y pal-
Un modelo etnoarqueológico aplicado en contextos ma: la importancia del estudio de la vivienda prehis-
históricos. Tesis de licenciatura, Escuela Nacional de pánica y contemporánea en Nayarit. En: R. Ávila, J.P.
Antropología e Historia, México. Emphoux, L.G. Gastélum, S. Ramírez, O. Schöndube
Velázquez Castro, A. 2006. Trabajos huastecos en con- y F. Valdez. El occidente de México: arqueología,
cha. Arqueología Mexicana 14(79):54-57. historia y medio ambiente. Perspectivas regionales.
Williams, E. 2010. Etnoarqueología del modo de vida Actas del IV Coloquio Internacional de Occidentalis-
lacustre en la cuenca de Cuitzeo, Michoacán. Funda- tas. Universidad de Guadalajara, Instituto Francés de
ción para el Avance de los Estudios Mesoamericanos, Investigación Científica para el Desarrollo en Coope-
Inc. (Famsi). 1-45 pp. Consultado el nueve de febre- ración, México, pp. 17-33.
ro de 2016, en, <http://www.famsi.org/spanish/re-
search/williams/EthnoArch/Ethnoarchaeology.pdf>.
Conceptos básicos
Angarillas: armazón formado por dos barras paralelas unidas por una tabla transver-
sal que sirve para transportar a mano materiales u otras cosas.
Arpillera: pieza textil, gruesa y áspera, para ser utilizada como elemento cobertor o
para la base en la montura de caballo.
Ayate: del náhuatl ayatl, es un instrumento agrícola empleado en Mesoamérica para
recolectar las cosechas. Puede estar hecho de fibras de maguey, palma o henequén,
de forma rectangular que puede medir entre 70 cm a 80 cm de largo por 40 cm a
50 cm de ancho. Cuenta con dos cintas que se sujetan sobre los hombros.
Cartonal: instrumento musical de cuerda pulsada, de dimensión pequeña, con tres
órdenes de cuerda sencilla, su uso es ritual, oriundo de México.
Cuarterón: es un cubo de madera de unos 15 cm por lado, al que le caben aproxi-
madamente 1.5 kg de maíz.
Mecapal o mecapalli: consiste en una banda de algodón o de ixtle, sujeta por sus ex-
tremos a dos cuerdas que sirven para sostener la carga. La banda se coloca en la fren-
te del cargador para protegerlo y, al mismo tiempo, hace que la carga se equilibre.
Morillo: es un corte de madera conocido también como viga gualdra.
Rabel: instrumento musical pequeño, compuesto por tres cuerdas solas que se tocan
con arco.
Tapanco: es un entrepiso ubicado bajo el techo y sobre el dormitorio.
Tejamanil: se trata de piezas rectangulares de madera muy delgada, obtenidas me-
diante el uso de cuñas.
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 269
tradicional podría tener, por lo menos, dos con tablillas y empastos de resinas de plan-
definiciones relativamente diferentes: una en tas susceptibles a endurecerse) y algunos ti-
el sentido eminentemente étnico, cultural y pos de tumores. De igual modo, reducían y
restringido, y que tiene raíz en la que prac- ajustaban huesos rotos, utilizaban tablillas
ticaron nuestros grupos indígenas prehispá- como férulas (vapaltontli), hechas de barro
nicos (sin quitar el crédito a los de la época mezclado con plumas de aves, y éstas eran
prehistórica), y la otra es la que subsiste hoy sujetadas con correas de piel (tloxoctli), a
en nuestro país. Para fines prácticos, a lo lar- semejanza de nuestras vendas; para suturar
go de este capítulo se estará hablando con las heridas utilizaban cabello limpio. Tam-
un enfoque amplio y plural, culturalmente bién se sabe que se conocían y clasificaban
hablando, entre lo histórico y lo actual. Rojas decenas de enfermedades, por ejemplo: las
(2009) considera que la medicina tradicional, heridas se clasificaban según la gravedad
tal y como se conoce actualmente, debe ha- del daño: tlacolli es cualquier herida; te-
ber pasado, por lo menos, por cinco etapas: motzoliztli, el rasguño; viztli, la herida con-
medicina prehistórica (aprox. 40 000 a.C. al tusa; tlaxipeualiztli, la desolladura; teixilizt-
2 000 a.C.; medicina prehispánica (2 000 a.C. li, herida punzante, y tlaxilli, la herida pe-
a 1519 d.C.); medicina colonial (1519-1821); netrante. Para la curación de todas ellas se
medicina independiente (1821-1910) y me- aplicaban técnicas complejas, por ejemplo:
dicina contemporánea (1910-presente). En como bisturí (iztli), se empleaba obsidiana
cada época y momento histórico se estable- (itztli) o espinas de maguey (Agave spp.),
ce un tipo de sociedad, y con ella se crea un o bien, de forma por demás atinada prac-
sistema médico-tradicional específico; sin es- ticaban sangrías (teitzminaliztli o tecoliztli)
tas sociedades se tendría una visión borrosa con las púas huecas de puercoespín (huitzt-
y desarticulada de la medicina tradicional. En lacuatzin) o de obsidiana (hiutztlacuatzin),
concordancia con lo anterior, afirmamos que también empleaban cuchillos de hueso, al-
el conocimiento histórico es de relevancia, si gunas lancetas aguzadas de madera, agu-
se quiere lograr la comprensión y el rescate jas de hueso, espigas huecas, entre otros
del conocimiento y de la sabiduría de la me- utensilios. Guardaban sus instrumentos en
dicina tradicional que actualmente existe. cofres especiales llamados tepuztepatolini-
En México, la historia del conocimiento coyouyo (Suaste, 2006).
médico se ha plasmado en una gran di- Trataban abscesos y lesiones infectadas
versidad de prácticas. Historiadores de la aplicando miel; utilizaban cera para fijar
medicina precolombina documentaron que injertos, por ejemplo, de la abeja maya lla-
en el arte de curar se empleaban métodos mada xuunam kaab (en maya) o pipiolin en
sofisticados, por ejemplo: los adelantos náhuatl (Melipona beecheii) (Villanueva-Gu-
quirúrgicos de los antiguos mexicanos me- tiérrez et al., 2013); trataban hemorroides
diante el texoxotlalztli (cirugía) posibilita- con diversas plantas, entre ellas cuauxtli
ban curaciones (tepatiliztli) de heridas, úl- (náhuatl) o chu.ta (totonaco, Jatropha cur-
ceras, luxaciones, fracturas (las dos últimas cas); practicaban la circuncisión (texipincua-
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 271
pero la información más amplia y precisa so- Por infecciones. Además de las respiratorias
bre las prácticas y creencias médicas provie- y las gastrointestinales, se padecía la tu-
nen de los aztecas, las cuales se extrapolan berculosis. Hay evidencias documentales
con frecuencia hacia otras sociedades mesoa- de que la gente tenía conjunción, es decir,
mericanas (Ortiz de Monteyano, 2005). que enflaquecían exageradamente y te-
En general, y de acuerdo con Viesca nían fiebre y esputo sanguinolento, debi-
(2005), haciendo énfasis en la existencia de do a una llaga en los pulmones; también se
tratamientos para la cura y el control de en- han identificado lesiones típicas de tuber-
fermedades que se padecieron en la antigua culosis en las vértebras (conocida actual-
Mesoamérica, éstas pueden ser referidas a mente como mal de Pott) en esqueletos
las siguientes causas: prehispánicos de diversas procedencias.
Otros ejemplos son la leishmaniasis cutá-
Resultantes de cuestiones mágicas o mági- nea y chagas (infecciones causadas por
co-religiosas, como el susto, causado por parásitos) propias de las zonas tropicales.
la aparición de un fantasma o de un mal Otras causas. Enfermedades como hemo-
encuentro, con la subsecuente pérdida o rragias subperiósticas (debajo del pericrá-
debilidad del tonalli. neo) que pudieran atribuirse al escorbuto
Derivadas del parto, por ejemplo, las con- (Campeche y Yucatán), extraño en luga-
secuentes a las dificultades para parir o res donde abundan los alimentos con alto
las infecciones posparto (lo que llamamos contenido en vitamina C. En ambas lo-
actualmente fiebre puerperal), o bien, las calidades se han encontrado cráneos con
enfermedades en los niños, como las dia- espongiohiperostosis (espesor exagerado
rreas que se presentaban con el destete. de los huesos de la bóveda craneana) o
Por heridas, fracturas y traumatismos, ocu- con criba orbitaria (porosidad en el techo
rridos en cráneos, brazos, piernas y cos- de las orbitas), que revela anemia crónica.
tillas de jóvenes varones, principalmente, Se sabe, también, que había bocio, por
cuyos restos han sido encontrados en ese las figurillas que lo representan y que se
estado. han encontrado en el Occidente del país.
Osteoarticulares. Producidos por enferme-
dades reumáticas, padecimiento frecuente García-Martínez (2005) menciona que
en el México prehispánico, por ejemplo: en la división entre el mundo prehispánico y el
un altar dedicado a Oxomoco y Cipactónal colonial (aprox. 1521) es tajante a partir de
en Tlaltelolco (diosa y dios de la astrología la caída de Tenochtitlan y el aprisionamiento
y de los calendarios, personificación de la de Cuauhtémoc (de manera simplificada).
noche y del día, respectivamente, de los Además del tiempo, operaciones militares,
aztecas), se encontraron 30 esqueletos, to- maniobras políticas, manipulación ideoló-
dos con formas graves de artritis. Se ha in- gica, etc., hubo situaciones imprevistas que
terpretado que estas enfermedades fueron dieron ventaja a los conquistadores, como
causadas por trabajo excesivo y rudo. las enfermedades introducidas (durante y
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 273
tenta mucha claridad y limpieza, lo que hace Ejemplo de lo anterior es el uso de anfibios
de esta obra uno de los herbarios más valio- como el ajolote (Ambystoma mexicanum,
sos del periodo colonial (Lozoya, 1994). En axolotl en náhuatl), registrado para padeci-
esta obra se describieron brevemente algu- mientos respiratorios, como tos y bronquitis
nas plantas medicinales, como el yoloxóchitl (Barajas, 1951; De María y Campos, 1979;
(Magnolia mexicana = Talauma mexicana) Pino et al., 2000), así como de trastornos
cuyas flores se usaban para inducir alivio a musculares y de las articulaciones, en prepa-
los malestares cardiacos; también menciona raciones, como ungüento, combinado con
como corroborantes del corazón a la nochez- hierbas y desde luego en jarabe para bron-
nopalli, o nopal de la grana, ya denominada quitis (Gómez et al., 2007). El uso de reptiles,
por Hernández como nopalnocheztli o grana como algunas especies de víbora de cascabel
de la Indias, que nacía en cierta tunas; Nava- (Crotalus ssp. o Bothrops ssp.), como reme-
rro la nombra “la grana en tabletas, conoci- dio contra el cáncer, la fatiga y para proble-
da como caña de grana, molida y mezclada mas musculares (Barajas, 1951; De María y
con vinagre es astringente, en emplasto cura Campos, 1979); de este reptil se emplea la
las heridas, conforta el corazón, la cabeza, y carne, vísceras, piel, colmillos, cascabel (cró-
el estómago y limpia los dientes”. Navarro talos). Otros animales se consideran agoreros
menciona también la mecapatli o zarzaparri- (predictores, véase Propiedades químicas,
lla (Smilax moranensis), con acción diurética; clínicas y culturales de los recursos biológi-
la apoyomatli (phatzi en lengua tarasca), que cos). Aves como el perico frente anaranjada
corresponde a la especie Cyperus articulatus, (Aratinga canicularis) son utilizadas como
utilizada para aliviar a los que padecen de la inductores del habla: en algunas regiones
orina y quitar el dolor de pecho; la xochipalli, del sureste del país, la saliva del animal es
que conforta el corazón; la pehuame (proba- suministrada a los niños que tardan en ha-
blemente Aristolochia ssp.), que deshace las blar, creencia vigente hasta la actualidad (De
piedras de los riñones y vejiga (de-Micheli e María y Campos, 1979). Mamíferos como el
Izaguirre-Ávila, 2009). zorrillo de los géneros Conepatus, Mephitis
Evidentemente, el arribo de los españo- o Spilogale fueron considerados en la época
les a tierras americanas trajo consigo una precolombina como notables por sus propie-
serie de transformaciones, mas esto no sig- dades medicinales; recientemente se ha do-
nificó la desaparición total del conocimien- cumentado el uso de su carne, grasa, pelo
to prehispánico medicinal, sino la fusión de y vísceras como parte de tratamientos para
dos ideologías diferentes que dio como re- diversos males de la piel, musculares y circu-
sultado una nueva cultura. Muchos de los latorios (De María y Campos, 1979).
usos actuales entre los grupos indígenas El uso de artrópodos con fines medicina-
tienen un origen que se remonta a la época les sigue siendo relevante entre los pueblos
prehispánica, por lo que es posible ver una indígenas debido a su efectividad y al arrai-
continuidad en la apropiación de los recur- go cultural que tienen en las comunidades
sos (Zolla y Argueta, 2009). las particularidades de los tratamientos con
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 277
este tipo de animales. Un claro ejemplo lo cultural), como el espanto (Castro, 1994).
constituye el uso de las mordeduras de hor- También se ha documentado a la hierba del
migas para problemas en las manos, la miel cáncer (Castilleja tenuiflora) para heridas y
para las afecciones respiratorias y artritis y la golpes, y como cicatrizante; a la hierba de
utilización del alacrán para las molestias en pollo (Commelina coelestis) para la hemorra-
las articulaciones (Zolla y Argueta, 2009). gia vaginal (Paredes y Valverde, 2006), y la
El uso y conocimiento medicinal de las valeriana (Valeriana edulis) como antiespa-
plantas ha sido registrado y documentado módico. El empleo del copal sigue vigente
a lo largo de la historia de nuestro país (en entre numerosas etnias mexicanas. En Chia-
cuevas, murales, códices, etc.). Antes de la pas aún emplean esta resina (especies Bur-
llegada de los españoles ya existía un gran sera excelsa y B. copallifera) con fines me-
conocimiento y uso de las plantas, que se dicinales, por ejemplo, contra la diarrea, las
dejaba ver en la magnitud y variedad de sus lombrices intestinales y el dolor de cabeza,
jardines botánicos, que, al parecer, tenían así como para remediar los daños muscula-
dos fines: el recreativo (placer) y el útil (cu- res y para despejar la nariz de mucosidades y
rar las diferentes afecciones). Para el mundo facilitar la respiración (Pijoan, 2003).
azteca, las plantas constituían una fuente La importancia de los hongos en la vida
relevante de elementos que integraban a social y cultural del México prehispánico es
sus actividades diarias (religión, medicina, innegable y se remonta a las fases más tem-
alimentación, etc.) (Heyden, 2002). pranas de las grandes culturas mesoameri-
A pesar de la transformación y pérdida canas, aunque los estudios al respecto son
que sufrió la cultura prehispánica con la Con- insuficientes y con frecuencia minimizados
quista, existen comunidades que actualmen- por prejuicios sobre el uso ritual de algunas
te mantienen y atesoran parte de su conoci- especies (Vázquez, 2007). Hasta ahora se
miento y sabiduría ancestral. Mesoamérica le conocen más de 20 hongos que son aprecia-
dio al mundo un sinnúmero de plantas con dos en la medicina tradicional; entre los ma-
uso medicinal, de las que se han identificado les que combaten están: alta temperatura,
más de 5000 especies mexicanas, como el asma, cólicos, conjuntivitis, disentería, dolor
cempasúchil o cempaxochitl (Tagetes lucida) de muelas, epilepsia, reumatismo, tiña, tos,
para la diarrea y empacho; cola de caballo úlceras de la boca, entre otras (Guzmán,
(Equisetum hyemale) para infecciones de 2007). El primer documento que describe
vías urinarias; cuachalalate (Amphipterygium el uso de hongos en la medicina tradicional
adstringens) como bactericida; epazote (Dys- mexicana es el Códice Florentino, que men-
phania ambrosioide) como desparasitante y ciona el teonanacatl (Psylocibe mexicana,
afecciones digestivas. El cempasúchil es un carne de los dioses u hongo divino) y lo des-
caso especial entre los ejemplos expuestos, cribe como medicinal contra la calentura y
pues se le considera una planta caliente y la gota, además de sus propiedades alucinó-
con propiedades que curan enfermedades fí- genas con fines ceremoniales. Otros hongos
sicas y de tipo cultural (síndromes de filiación que menciona el Códice son tzontecoma-
278 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
nanacatl, hongo del rayo, hongo del infra- de las principales especies que contribuyeron
mundo (Amanita muscaria), que los grupos a la formación del ámbar chiapaneco: guapi-
mayas y nahuas usan como alucinógeno en nol (Hymenaea courbaril) (Lynneth, 2004). El
sus ceremonias o ritos (Bautista, 2013). tequesquite (tequixquitl) es una sal mineral
En el México prehispánico se originaron natural (cloruro y carbonato de sodio), usada
16 nombres para 10 especies de líquenes con en mezclas medicinales con plantas, contra
uso medicinal en culturas como la nahua, za- enfermedades estomacales (empacho, dia-
poteca, maya, tarahumara, purépecha, seri y rrea, etc.), y empleada para condimentar ali-
otomí (Godínez y Ortega, 1986); por ejemplo, mentos durante su cocción (Garritz, 2007).
en Sinaloa, el eckkox (Roccella babingtonii) se Dentro del grupo de animales empleados
infusiona para tratar el asma y la fiebre, o se como medicina para la curación del alma y el
mezcla y se toma con arcilla para la diarrea; cuerpo, se encontraba el cocodrilo. Los anti-
molido y mezclado se aplica sobre quemadu- guos mexicanos temían a este animal y de-
ras. En Pátzcuaro, Michoacán, se consumen cían que atraía a la gente con su aliento para
especies de Parmelia caperata (lama de pie- matarlos, por lo cual extremaban sus precau-
Ajonjolinado, tecomate
dras o ts’ipata= parecido a flor), Pseudevernia ciones al transitar por los lugares donde se o chilindrina (Amanita
intensa, Ramalina ecklonii y Usnea strigosa sabía que habitaba. Sólo algunos hombres muscaria), especie considerada
como amenazada (NOM-059-
(barbas de palo o bigote de árbol) hervidas cumplían una penitencia en la que afronta- SEMARNAT-2010). Empleada por
con sal para curar enfermedades respirato- ban un lagarto monstruoso, que se suponía chamanes o curanderos mayas
y nahuas en ceremonias como
rias o dolores de estómago (Ileana-Esteban, tenía cuatro cabezas. En su visión, el pecador
visionaria (enteógena), para la
2012) que en verdad deseaba ser perdonado y pu- cura de enfermedades de tipo
Entre los remedios medicinales precolo- rificar su cuerpo, iba ante el sacerdote, quien psicosomático o de filiación
cultural. Santa Catarina
niales se registró el empleo de minerales (sa- le recomendaba fuera a buscar al lagarto fan- Ixtepeji, Oaxaca.
les y piedras) entre los que figura la obsidia- tástico, se ataba unos calabazos como flota- Foto: Elí García Padilla/Conabio
dores y nadaba río arriba hasta encontrarlo. como la menstruación (divi yoo = enferme-
Al verlo, saltaba sobre su lomo, daba así varias dad del mes) y el embarazo (divi = enfer-
vueltas y regresaba río abajo hasta el pueblo medad); ambos son considerados estados
a dar cuenta al sacerdote para que lo absol- muy calientes, mientras que el posparto es
viera. Tanto los mexicas como los mayas pro- considerado estado frío. Así, las enferme-
fesaban una gran veneración por este reptil. dades calientes (fiebre, tos, paludismo) se
Su gran tamaño, su lomo tapizado de esca- curan con hierbas frescas o plantas denomi-
mas protuberantes y su capacidad de vivir en nadas como frías, y las enfermedades frías
ambientes acuáticos son elementos que, me- (dolores de estómago, diarrea) se curan con
tafóricamente, lo relacionaban con la ‘Madre infusiones calientes de hierbas o plantas
Tierra’. En náhuatl, el término para designar denominadas calientes (Kartz, 1992; Villa-
al cocodrilo era cipactli, es decir, ‘el espinoso’, señor et al., 2002).
por lo protuberante de sus escamas dorsales; Aunado a lo anterior, es importante no
para los mayas, al igual que los aztecas, el co- olvidar que el estado de equilibrio, de acuer-
codrilo era uno de los dioses creadores y, por do con las diferentes cosmovisiones —la
tal motivo, era llamado por los mayas Itzam prehispánica, la de la postconquista y la vi-
Cab Ain, es decir, ‘madre lagarto, cocodrilo gente—, consiste en mantener una relación
terrestre’ (Cupul-Magaña, 2003). armoniosa, por ejemplo: de acuerdo con el
Desde los tiempos prehispánicos hasta pueblo wixárika (o huichol), habitante de los
la actualidad, en la medicina indígena, la estados de Durango, Jalisco y Nayarit, la ar-
noción de enfermedad se encuentra esen- monía y el equilibrio debe alcanzarse con las
cialmente ligada a la noción de salud, como deidades y su entorno, lo que trae el bienes-
parte de la lógica de los opuestos comple- tar, lo contrario traerá desequilibrio no sólo
mentarios y su necesaria relación para man- al individuo, sino a la comunidad (enferme-
tener el equilibrio: tierra-cielo, frío-calor, dades causadas por incumplimiento de cos-
día-noche, femenino-masculino, salud-en- tumbres sagradas, sociales o ambientales)
fermedad, vida-muerte, etc., por lo que el (Verdín y Santos, 2012).
uso de la clasificación frío-caliente en el sis-
tema médico mesoamericano prehispánico Componentes de la medicina tradicional
y actual es muy conocido. En la Mixteca, La medicina tradicional que se practica ac-
como en otras regiones del país, la tempe- tualmente en México es una combinación
ratura de una persona (y también la de un de costumbres y prácticas prehispánicas, las
animal y de una planta) varía a lo largo de introducidas por los españoles —con su res-
su ciclo de vida: la persona es fría cuando pectiva influencia árabe y grecolatina—, y
nace, llega al máximo de calor al llegar a la las africanas, introducidas por los esclavos
edad adulta y después pierde poco a poco traídos por los españoles. Esta amalgama
este calor. El calor normal de un adulto pue- de saberes y prácticas (Fagetti, 2003) cons-
de ser alterado por una enfermedad o un tituye conocimiento distribuido a lo largo y
estado considerado como una enfermedad, ancho de nuestro país.
280 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
el j’ilol (pulsador) como las parteras y otros ten otros practicantes de la medicina tradi-
curanderos hacen su labor sin cobrar por- cional, como los culebreros, hueseros, par-
que su don ya es su regalo. El j’ilol o pul- teras, yerbateros que tratan enfermedades
sador hace la promesa de servir a los hijos no graves y son considerados como un gru-
de dios en todo momento; un j’ilol entiende po técnico (por decirlo de alguna manera),
el lenguaje de la sangre e interpreta lo que pues dependen de sus habilidades cognos-
las deidades expresan en el pulso, por lo citivas y técnicas que dejan de lado, o por lo
que puede ser un mediador entre las dei- menos en lugar secundario, los elementos
dades, principalmente dios, y los humanos. mágico-religiosos (Guzmán, 1997).
La importancia de los sueños también está
presente en la técnica del pulsador para Cómo diagnostican
conocer el mal que aqueja al enfermo (Pa- Además de compartir claves culturales (mis-
ge-Pliego, 2005). ma lengua, creencia en santos y en lugares
Por otro lado, aunque los curanderos, de peligrosos o benéficos), el médico tradicio-
manera general, aseguran sanar todo tipo nal usa sus sentidos: palpa, mira, huele, pla-
de enfermedades (incluyendo algunas tan tica, utiliza el sueño (del paciente o de él) y,
graves como el cáncer), reconocen la pro- naturalmente dialoga con el paciente o con
fesionalización y la eficacia de la medicina un acompañante.
Hierbero o yerbero de San
Juan Petlapa, comunidad moderna para ciertos padecimientos, como Para poder curar la enfermedad primero
chinanteca, recolectando el los broncorespiratorios, los gastrointestina- es necesario conocer el origen de la misma,
principal recurso para sus
terapias: plantas. les agudos, la deshidratación, la hepatitis y el cual puede ser revelado en los sueños, la
Foto: Janett de los Santos los cardiovasculares (Guzmán, 1997). Exis- pulsación, el humo (del tabaco o las velas),
las cartas, el agua o la lectura del maíz (Ero-
za, 1996). Los siguientes tres métodos de
diagnóstico son los principales entre los cu-
randeros:
rapeuta, quien es capaz de “oír y sentir el El sueño adivinatorio se puede definir, en
mensaje” (Nash, 1973). Lo mismo afirman términos generales, como la experiencia
los tzotziles de Zinacatán, quienes sostie- derivada del desprendimiento del alma
nen que “la sangre habla y da mensajes” mientras el individuo duerme, para va-
al h’ilol o al pik k’ab’al, quien puede in- gar por diversas esferas de realidad. En
terpretarlos (Vogt, 1980). Los zoques de sus exploraciones, se traslada a lo largo
Tapalapa, Chiapas, llaman a este procedi- del tiempo, por lo general hacia el futu-
miento makabeni’si, lo cual literalmente se ro, aunque también a las regiones ha-
traduce como “leer la sangre” o “platicar” bitadas por los dioses y los muertos. De
con ella, y pone de manifiesto el mismo este modo, los sueños presagian y desci-
fundamento (Reyes, 1988). fran acontecimientos y constituyen la vía
La adivinación con granos de maíz. Ade- de comunicación entre el hombre y las
más de sus objetivos diagnósticos, esta divinidades. Su presencia en la práctica
técnica es utilizada para conocer el esta- médica tradicional es crucial. A menudo,
do del tiempo y averiguar el paradero de mediante el trance, a muchos curande-
personas extraviadas. Es practicada por ros les son revelados sus atributos o bien,
un gran número de grupos indígenas: reciben la señal para iniciar el camino de
nahuas, huastecos, mazatecos, tzotziles, su aprendizaje; a través de los sueños
tlapanecos y purépechas. Existe una gran definen sus diagnósticos y descubren las
variedad de técnicas basadas en el uso de posibilidades de recuperación de un pa-
granos de diferentes colores y en la clase ciente (Eroza, 1996).
de objetos sobre los cuales se arrojan los
granos: un lienzo blanco o una palanga- Con relación al último método adivina-
na con agua, por ejemplo; también exis- torio, en la región del Alto Balsas (Guerrero
ten variaciones en relación con el número y Morelos), ante la aparición de ciertos sín-
de granos: los mixes emplean dieciocho, tomas, recurren al proceso de diagnóstico
los zapotecos de cuatro a cien y los tla- conocido localmente como ‘la rifa’, los que
panecos de veintidós a cuarenta o se- realizan los ritos adivinatorios son conocidos
senta. Una vez seleccionados, los maíces como ‘rifadores’. Antes de comenzar la adi-
adquieren una virtud especial y se guar- vinación, se dirigen a los santos de su altar
dan en bolsas para ser utilizados en los doméstico y le piden a Jesús que los ayude
rituales terapéuticos (Eroza, 1996). Ge- a ver en el maíz, las cartas o la ropa si lo que
neralmente, el sortilegio se realiza frente se tiene es resultado de un susto, de un mal
a altares preparados por los adivinos, al originado por la brujería o si es una enfer-
tiempo que pronuncian plegarias y ora- medad para el médico (Saldaña, 2013).
ciones (Pardal, 1937). Esta práctica data
de una antigua tradición mesoamericana Cómo curan
y parece sustentarse en la relación intrín- Una vez conocido el diagnóstico, la enfer-
seca de esta planta con el ser humano. medad puede ser tratada por medio de los
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 283
rezos, infusiones naturales, limpias, tabaco, discurso para ‘recrear’ el momento en que
flechas y plumas, entre otras cosas. Hay mi- fue ‘inventada’ la enfermedad, lo cual de-
les de técnicas en la medicina tradicional; bía saber el terapeuta para poder curarla.
los ritos y cantos ayudan a los curanderos a Herbolaria medicinal. Tenía variadas for-
ponerse en sintonía con las vibraciones de mas de aplicación, como: infusiones, em-
la persona que necesita curar su alma o su plastos, aceites, etc., que se aplican de
cuerpo (Eroza, 1996). forma cutánea. Utilizaban las plantas no
Los tratamientos empleados en el mundo sólo por sus efectos farmacológicos, sino
náhuatl cubrían toda una serie de realidades, porque implicaban un ritual.
tanto conceptuales como operativas que, Los enemas. Se utilizaban para introducir
sólo entendidas en su conjunto, pueden dar- líquidos en el tracto digestivo inferior, cu-
nos una imagen aproximada del acto curati- raban enfermedades como la orina san-
vo. Parte fundamental de toda la terapéutica guinolenta, las hemorroides, la diarrea, la
era la recapitulación del individuo acerca de retención de orina y la tos persistente.
sus actos anteriores a la enfermedad para El temazcal. Tenía diversas funciones den-
establecer la naturaleza de su mal. Se inves- tro de la medicina: se acostumbraba utili-
tigaban: los pecados que pudo cometer, las zarlo para las mujeres después del parto,
relaciones interpersonales, los lugares que para fiebres ocasionales, mordeduras o
frecuentó y los espíritus que allí moraban, los picaduras de animales ponzoñosos.
cambios climáticos, las variaciones en sus há- La cirugía. Se practicaban trepanaciones,
bitos y costumbres, y los síntomas que pre- debridación de abscesos, punciones con
sentaba. En respuesta a este amplio panora- colmillos de serpientes u obsidiana y sa-
ma, en el acto terapéutico confluían: dioses, jaduras.
entes impersonales y la acción farmacológica Las sangrías. También eran prácticas co-
sin mayor problema (Martínez, 1994). munes; se realizaban con lancetillas de
De acuerdo con Taube (1998), algunos itzli y con púas de maguey.
componentes del acto curativo eran y se
consideran vigentes: Respecto a los métodos para curar los
padecimientos mentales, Somolinos (1976)
La oración y penitencia. En caso de que menciona el nahuatolli, lenguaje mágico
el mal hubiera sido provocado por algún metafórico que servía para designar ele-
dios, el enfermo se sometía a una serie mentos anatómicos, enfermedades y pro-
de ayunos o acciones que aplacaran a la ductos medicamentosos empleados habi-
deidad ofendida. tualmente en exorcismos y conjuros, lo cual
El conjuro o discurso. El terapeuta se dirige sugiere la importancia que se otorgaba a la
por medio de conjuros a la ‘enfermedad’ fuerza psicológica del encargado de curar.
o a las fuerzas impersonales para saber de Otros elementos auxiliares eran sonidos, rit-
dónde procede ésta, y así pedir o exigir que mos, reflejos, silencio, oscuridad, intuición,
se retire del enfermo. También se emplea el sensibilización, reflexión; todos ellos se con-
284 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
sideraban adecuados para explorar las pro- ma tradición cultural, particularmente cuando
fundidades de la mente humana. se trata de curar un “mal daño” o brujería, ya
En cuanto a la herbolaria, el Códice Ba- que visitan a “espiritistas” en diferentes luga-
diano ejemplifica el uso de flores y otros res, por la información de otros paisanos que
elementos: el viajero expuesto a los peligros los recomiendan (Saldaña, 2013).
y augurios (como el aullido nocturno de
una fiera o canto del tecolote) debe llevar Practicas terapéuticas empleadas
en su ayuda una flor de yolloxóchitl (Talau- en la cura de enfermedades
ma mexicana endémica de México), la más Son prácticas para el tratamiento de un
efectiva medicina para el corazón. También problema o enfermedad (después del diag-
se habla del iztauhyatl (Artemisa ludovicia- nóstico), y que relacionan al practicante de
na), “cuando se padece gravemente del co- la medicina tradicional con su paciente. En
razón”. Más adelante, al señalar las propie- general, las prácticas terapéuticas emplea-
dades de una piedra llamada quiauhteuciut- das son un conjunto de procedimientos que
latl, aconseja mezclarla con otros elementos parten del conocimiento médico tradicional
y, en agua, darla a beber al “que parece que (pueden o no emplear el conocimiento de
comienza a enloquecer, que le aumenta la plantas, animales o minerales) y constituyen
flema en su corazón” (Sahagún, 1989). la base de terapias que han surgido en la
Hoy en día podemos encontrar las huellas actualidad (y con nombres comerciales), y Exposición de plantas
medicinales en el Museo
de este antiguo pensamiento en las prácticas que son prácticamente orientadas a la sa-
de Medicina Tradicional
médicas de comunidades indígenas e, incluso, nación, destacando su dimensión “místi- y Herbolaria, Jardín
en el medio urbano, si no en sus formas pu- co-religiosa”, que depende de la región o Etnobotánico-inah,
Cuernavaca, Morelos.
ras, sí en la utilización de ciertos elementos, localidad, habitada principalmente por po- Foto: Adalberto Ríos Szalay/
en las arraigadas concepciones acerca de la blaciones indígenas (Nigenda et al., 2001). Conabio
• Daño por brujería (hechos que causan dores de los Altos de Chiapas, quienes con-
trastornos orgánicos o psíquicos) sideran que el mayor peligro para su salud,
• Empacho (residuo de alimento u otro ma- la mayor amenaza, es perder el alma; tanto
terial pegado en el estómago o intestino) el susto como el mal de ojo y el aire o mal
• Mal de ojo (relacionado con la mirada y pro- aire se relacionan con males que pueden sig-
duce un padecimiento por envidia y codicia) nificar la pérdida de una o varias entidades
• Quemada (padecimiento ocasionado por anímicas. El susto se relaciona con la pérdida
los humores de las mujeres después del del alma; el pavor excesivo o ‘una sacudida
parto, lanzado sobre otros) nerviosa’ generada por un golpe o una caída
• Susto (padecimiento causado por fuertes provoca que el alma se quede suspendida o
impresiones producto de caídas, pérdi- detenida; en esos casos hay que regresar al
das, entre otras) lugar del susto para recuperarla. En el caso
• Vergüenza (cuando una persona ha pa- de los niños, con el susto “el alma se queda
sado por un hecho, proceso o momento en el lugar del accidente, donde la tierra la
bochornoso en un lugar muy concurrido) atrapa y la pone a trabajar de mocito”. Para
• Motolines (deseo de algún alimento, ob- este mal existen muchos tratamientos.
jeto o sexo que daña) En los Altos de Chiapas, para el ritual de
• Ixtazol y entazonado (aire de los adúlteros curación debe haber una labor previa de los
que contagia sobre todo a los niños) miembros de la comunidad (principalmente
familiares y amigos cercanos que preparan
El mal de ojo, por ejemplo, puede origi-
narse por diversas circunstancias: algunas
personas pueden tener la vista fuerte o ca-
liente y, sin saberlo, afectan a niños y plantas,
principalmente, o pueden tener una vista
muy pesada y mal intencionada, o por tener
la sangre dulce, envidia hacia la persona o
por agarrar aire. Existen muchos tratamien-
tos, entre los que se encuentra ‘quebrar’ el
cuerpo: ponerse sal en la lengua y escupir en
la frente y en el estómago; ‘untar’ una cruz
con el dedo, dar apretones por todo el tron-
co y con ropa interior sucia limpiar la frente
y todo el cuerpo; pasar un chile guajillo o an-
Puesto de plantas medicinales:
cho por la frente y el cuerpo, o bien, utilizar
albahaca, árnica, cola de
una bolsa de tela roja con ajo, chile ancho y caballo, jengibre, mercadela,
coral de mar (Urióstegui-Flores, 2015). naranja agria, Santa María y
hojas de aguacate en la Central
Otro ejemplo, de acuerdo con Ruiz y Alva- de Abastos, Ciudad de México.
rado (2010), podemos verlo entre los pobla- Foto: Heike Vibrans Lindemann
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 287
la comida, llevan las flores y participan en posible influir en las emociones del paciente
los rezos), y que nos habla de la forma en (Köning, 2011).
que se reconoce y se restablece el vínculo Finalmente, cabe destacar que cada cul-
social del enfermo, buscando así su reinte- tura agrupa los síntomas (como la fiebre, el
gración, no sólo del alma perdida del enfer- dolor, la tristeza, etc.) para construir síndro-
mo, sino del equilibrio perdido durante su mes (conjuntos de síntomas que lo asocian
enfermedad, ya que se considera que fue a una enfermedad), y le llama enfermedad
producto de una alteración del orden cós- cuando conoce el origen de un síntoma o
mico (Ruiz y Alvarado, 2010). un síndrome y puede establecer, por tanto,
La aplicación de cada método depende la relación causal que lleva al trastorno. Ade-
del problema de que se trate: el hecho de más, “más allá de un síndrome, debe haber
que una persona está empachada se debe un marco cultural, una hipótesis etiológica
a que no ha digerido sus emociones o ex- y una hipótesis terapéutica, reconocidos y
periencias, tiene un coraje entripado, lo cual compartidos desde su cultura” (Pérez, 2004).
provoca daños en su estómago, vómito y
que tenga los ojos amarillos por el exceso Conclusión
de bilis. En atención a ello, el médico indíge- En México, el mosaico de lenguas y de et-
na le brinda un tratamiento que depure su nias y la riqueza multicultural tradicional se
coraje, una planta amarga puede ayudar a manifiestan en todos los aspectos de la vida
retirar el exceso de bilis, y con una sobada es cotidiana, tanto en comunidades urbanas
como rurales, particularmente en aquellas
en las que predomina la población indígena.
La cosmovisión que prevalecía en el mundo
prehispánico se ha modificado y con ella al-
gunos saberes que han incorporado otras re-
ferencias. Sin embargo, en términos genera-
les, tanto en el acontecer prehispánico como
en el colonial se encuentran las raíces de la
manera en que la población enfrenta la en-
fermedad, los momentos cruciales de la vida
y todo tipo de acontecimientos, cuyas signifi-
caciones son compartidas por la comunidad.
Natividad Sánchez, promotora
de salud macerando rizomas
Para comprender la dualidad salud-enferme-
frescos de cúrcuma (Curcuma dad, es necesario aproximarse a que la en-
longa) para preparar una
fermedad es expresión de las alteraciones en
pomada para el dolor
de articulaciones, ya que el orden subjetivo e intersubjetivo, da cuenta
esta planta se considera de una ruptura de los vínculos o de su fun-
antiinflamatoria. Santa Cruz
Yagacila, Ixtlán, Oaxaca.
cionamiento habitual, por lo que la sanación
Foto: Janett de los Santos es recuperar el equilibrio perdido, implica el
288 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Uso/Medicina tradicional/Práctica Quimixtlán, Puebla. Tesis de licenciatura. Escuela
terapéutica/Baño de niños Nacional de Estudios Profesionales Iztacala,
MÉXICO/PUEBLA/QUIMIXTLÁN/Tlalnepantla Universidad Nacional Autónoma de México.
Observaciones México.
Parte usada: ramas. Forma de preparación: Narváez, M.J.M. 2007. Búsqueda de sustancias
hervidas en agua suficiente. Procedimiento: con actividad antioxidante y antihiperglicémica
bañar al niño después del parto (Chino y en especies selectas de la familia Fabaceae
Jacquez, 1986). empleadas en la medicina tradicional. Tesis de
doctorado. Facultad de Química, Universidad
Rutaceae Nacional Autónoma de México. México.
Choisya ternata (La Llave & Lex.) Kunth, 1823
Uso/Medicina tradicional/Aparato Phylum Chordata
reproductor/Acelerar el parto Clase Mammalia
MÉXICO/PUEBLA/QUIMIXTLÁN/Barrio de San Juan Orden Carnivora
Observaciones Canidae
Parte usada: ramas. Forma de preparación: Canis latrans Say, 1823
hervidas en medio litro de agua. Forma de
Uso/Medicina tradicional/Sistema músculo-
aplicación: bebida. Vía de administración: oral. esquelético/Reumas
Dosis: un vaso cuando el parto se hace difícil MÉXICO
(Chino y Jacquez, 1986). Observaciones
MÉXICO/PUEBLA/QUIMIXTLÁN/Quimixtlán
Parte usada: grasa. Forma de preparación:
Observaciones cruda. Forma de aplicación: untada. Vía de
1. Parte usada: ramas. Forma de preparación: administración: tópica (Gómez et al., 2007).
hervidas en medio litro de agua para hacer Referencias
un té. Forma de aplicación: bebida. Vía de Gómez-Álvarez, G., S.R. Reyes-Gómez, C. Teutli-
administración: oral. Dosis: un vaso cuando Solano y R. Valadez-Azúa, 2007. La medicina
el parto se hace difícil. 2. Parte usada: ramas. tradicional prehispánica, vertebrados terrestres y
Forma de preparación: hervidas en agua productos medicinales de tres tianguis del Valle
suficiente. Forma de aplicación: baños. Vía de México. Etnobiología. 5(1): 86-98.
de administración: tópica. Dosis: cuando el
parto se hace difícil. 3. Parte usada: ramas o
flores. Forma de preparación: hervidas con una
tableta de chocolate, para hacer un té. Forma Literatura citada
de aplicación: bebida. Vía de administración: Aranda, A., C. Viesca, G. Sánchez, G. Sánchez, M. Ra-
mos y J. Sanfilippo. 2003. La materia médica en el
oral. Dosis: beberlo antes del parto (Chino y
Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis. Rev. Fac.
Jacquez, 1986). Med. unam 46(1):12-17.
Referencias Baeza, E.B. 2011. Jardín Americano, un estudio codico-
lógico. Tesis de licenciatura en Bibliotecología y Estu-
Chino, V.S. y R.M.P. Jacquez. 1986. Contribución dios de la Información. Facultada de filosofía y letras.
al conocimiento de la flora medicinal de Universidad Nacional Autónoma de México, México.
298 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Barajas, E. 1951. Los animales usados en la medicina Heyden D., 2002. Jardines botánicos prehispánicos.
popular mexicana. Imprenta Universitaria, México. Arqueología Mexicana X(57):16-25.
Barbero Richart, M. 1997. Códices Etnográficos: El Có- Ileana-Esteban, C. 2012. Líquenes usados en la medici-
dice Florentino. Estudios de Historia Social y econó- na tradicional. Bol. Soc. Micol. Madrid 36:163-174.
mica de América (ehsea) 14:349-379. Kartz, E. 1992. Del frío al exceso de calor: dieta alimen-
Bautista, G.J.A. 2013. Conocimiento tradicional de ticia y salud Mixteca. En: P. Sesia (ed.). Medicina tra-
hongos medicinales en seis localidades diferentes dicional, herbolaria y salud comunitaria en Oaxaca.
del país. Tesis de licenciatura en Biología. Facultad de ciesas, Gobierno del estado de Oaxaca, pp. 99-113.
Ciencias Universidad Nacional Autónoma de México. Köning, S. 2011. La medicina indígena: un sistema de
Castro, A.E. 1994. Origen, naturaleza y usos del cem- salud. Tukari 16:4-6.
poalxóchitl. Revista de Geografía Agrícola 20:179-189. Lozoya, X. 1994. Plantas medicinales y poder: breve
Cupul-Magaña, F.G. 2003. Cocodrilo: medicina para el historia de la herbolaria mexicana. Ed. Pax, México.
alma y el cuerpo. Rev. Biomed. 14:45-48. Lynneth, L. 2004. El ámbar de Chiapas y su distribu-
De María y Campos, T. 1979. Los animales en la medicina ción en Mesoamérica, México. Universidad Nacional
mesoamericana. Anales de Antropología 16:183-222. Autónoma de México. Instituto de Investigaciones
de-Micheli, A. y R. Izaguirre-Ávila. 2009. De la herbo- Filosóficas. Cuaderno del Centro de Estudios Mayas
laria medicinal novohispana a los inicios de estudios núm. 31, México.
botánicos-farmacológicos sistematizados (bosquejo Mocellin-Raymundo, M., C. Viesca-Treviño y D. Gutié-
histórico). Arch. Cardiol. Méx. 79(2):95-101. rrez-Martínez. 2011. Bioética y salud intercultural:
Eroza, E. 1996. Tres procedimientos diagnósticos de la apuntamientos para la conexión necesaria y posible.
medicina tradicional indígena. Alteridades 6(12): 1926. Rev. Med. Inst. Mex. Seguro Soc. 49(3):325-330.
Fagetti, A. (coord.). 2003. Los que saben. Testimonios Nash, J. 1973. Época para cazar brujos. Estudio compa-
de vida de los médicos tradicionales de la región de rativo de algunas comunidades mayas de Chiapas.
Tehuacán. Instituto de Ciencias Sociales y Humani- En: Estudios de Cultura Maya. Instituto de Investiga-
dades, Comisión Nacional para el Desarrollo de los ciones Filológicas, Universidad Nacional Autónoma
Pueblos Indígenas, México. de México, vol. IX, pp. 195-229.
Fagetti, A. 2011. Fundamentos de la medicina tradi- Nigenda, G., G. Mora-Flores, S. Aldama-López, E. Oroz-
cional mexicana. En: A. Argueta, M. Corona y P. co-Núñez. 2001. La práctica de la medicina tradicional
Hersch (coords.). Saberes locales y diálogos de sa- en América Latina y el Caribe: el dilema entre regula-
beres en México. crim-unam, Centro inah-More- ción y tolerancia. Salud Pública de México 43(1):41-51.
los, pp. 137-151. Ortiz de Montellano, B. 2005. Medicina y salud en Me-
García, K.Y. 2014. Sistema médico tradicional rru ngi- soamérica. Arqueología 74:32-37.
gua (chocho) y el complejo uso de plantas medicina- Page-Pliego, J.T. 2005. El mandato de los dioses. Etno-
les en San Miguel Tulancingo, Oaxaca. Tesis de maes- medicina entre los tzotziles de Chamula y Chenalhó,
tría en Ciencias. Colegio de Posgraduados, campus Chiapas. Serie Científica núm. 11. Programa de Inves-
Montecillo, Edo. México, México. tigaciones Multidisciplinarias sobre Mesoamérica y el
García-Martínez, B. 2005. El cataclismo demográfico Sureste, unam, Chiapas, México.
de la conquista. Arqueología 74:58-61. Pardal, R. 1937. Medicina aborigen americana. Huma-
Godínez, J.L. y M.M. Ortega. 1989. Liquenología de nior. Biblioteca del Americanista Moderno, Sección
México: historia y bibliografía. Instituto de Biología C, Patrimonio Cultural Indiano núm. 3. Buenos Aires.
unam. Cuadernos 3, México. Pardo-Tomás, J. 2002. Francisco Hernández (1515-
Gómez, G., S.R. Reyes, C. Teutli y R. Valadez. 2007. La 1587): medicina e historia natural en el Nuevo Mun-
medicina tradicional prehispánica, vertebrados terres- do. En: Los orígenes de la ciencia moderna. Semina-
tres y productos medicinales de tres mercados del rio Orotava. Fundación Canaria Orotava de Historia
Valle de México. Etnobiología 5:86-98. de la Ciencia, pp. 215-244.
Garritz, A. 2007. Breve historia de la educación quími- Paredes, O. y M.E. Valverde. 2006. Los recursos nutra-
ca en México. Bol. Soc. Quim. Méx. 1(2):24. céticos y medicinales que Mesoamérica le ha dado
Guzmán, G. 2007. Variabilidad, producción e impor- al mundo. Rev. Mex. Cienc. Farm. 42(2):65-73.
tancia de los hongos en la naturaleza. En: R. Zulueta, Pérez, P. 2004. Antropología psiquiátrica y psiquiatría
D. Trejo y A. Trigos (eds.). El maravilloso mundo de transcultural. Bases prácticas para la acción. Ed.
los hongos. Universidad Veracruzana. Veracruz, Mé- Desclée De Brouwer, Bilbao.
xico, pp. 19-30. Pino, J.M., J. Ramos-Elourdy y S. Cuevas. 2000. Análi-
Guzmán, V. 1997. Prácticas médicas tradicionales en Yu- sis preliminar de la fauna empleada en la medicina
catán. Salud Problemas 3, Nueva Época año 3:19-27. tradicional expuesta en el mercado de Sonora en el
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 299
Conceptos básicos
Médico tradicional o curandero. Es una denominación genérica que reciben todos los
terapeutas en el ámbito de la medicina tradicional. Bajo esta designación quedan
incluidos los curadores que atienden una amplia gama de padecimientos y enfer-
medades, empleando diversos recursos y métodos diagnósticos y curativos. También
son llamados así los que cubren funciones terapéuticas más específicas, como las
parteras, hueseros, sobadores, hierberos, etc.
Espiritualista. La curación se ejerce mediante la posesión espiritual del terapeuta por
espíritus de personas de épocas anteriores. Los espiritualistas conciben la enferme-
dad como producto del quebrantamiento de algún precepto moral o bien, como la
posesión del paciente por algún espíritu maligno.
Yerbero(a). Conocen las propiedades curativas de las plantas, animales y minera-
les. Pueden atender una amplia gama de padecimientos. Las plantas se utilizan de
acuerdo con el padecimiento a tratar.
Partera(o). Asiste a la madre desde los primeros meses del embarazo, durante el
nacimiento y en el transcurso de las diversas ceremonias después de nacido el niño.
Su fama está regida por el número de alumbramientos atendidos, lo cual equivale a
una amplia experiencia.
Huesera(o). Se dedica principalmente al cuidado de los huesos rotos y luxaciones.
Las técnicas más utilizadas son la sobada, el masaje y las friegas. Para realizar las
curaciones, utilizan sebos, mantecas, aceites, pomadas y lociones preparadas con
alcohol y hierbas. En la actualidad también se utilizan los medicamentos de patente.
Algunos tratan, además, problemas atribuidos a la salida de lugar de algunos órga-
nos del cuerpo: la relajación de los testículos o la caída de los ovarios.
Distrito Federal, México. Revista Ciencias Veterina- Ruiz, M.E. y T.V. Alvarado. 2010. La “pérdida del
rias 16(5-6):25-28. alma”: subjetividad y orden social. Anuario de In-
Pijoan, M. 2003. Medicina y etnobotánica médica. Et- vestigación uam-Xochimilco, pp. 545-569.
nofarmacia 22(9):128-136. Ruiz, M.E. 2015. La cosmovisión de la salud y los “pe-
Reyes, L. 1988. Introducción a la medicina zoque: una ligros del alma” en la zona de los Altos de Chiapas.
aproximación etnolingüística. En: Estudios recientes Átopos 10:83-100.
del área zoque. Centro de Estudios Indígenas, Uni- Saldaña, A. 2013. En busca de la cura. Prácticas adivinato-
versidad Autónoma de Chiapas. San Cristóbal de las rias y terapéuticas entre los nahuas del Alto Balsas (Gue-
Casas, México, pp. 161-382. rrero) presentes en Morelos. Cuicuilco 56:203-222.
Rojas, A.M. 2009. Tomo I. Historia de la medicina tra- Sahagún, B. de. 1989. Historia general de las cosas de
dicional: de la prehistoria a la medicina contemporá- Nueva España. Introducción, paleografía, glosario
nea. En: Tratado de medicina tradicional mexicana. y notas de Alfredo López Austin y Josefina García
Bases históricas, teoría y práctica clínico-terapéutica. Quintana, Vol. 2. Consejo Nacional para la Cultura y
Tlahui-Educa. Morelos, México. las Artes, Alianza Editorial Mexicana, México.
300 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
del sitio.
Nombre común, refiere el nombre que
más se usa.
En estos dos casos no se considera la
diversidad cultural que implica la existen-
cia de regiones ecológicamente diferen-
tes, distintos idiomas o dialectos y diversas
cosmovisiones (véase Recursos ceremo-
niales y rituales).
Nombre vulgar, refiere el nombre que usa
el vulgo (el común de la gente). En este
caso, no sólo podría ser sinónimo de las
dos denominaciones anteriores, con to-
das las desventajas anotadas arriba, sino
que además puede ser interpretada en
sentido despectivo.
CONOCIMIENTO SOBRE LOS RECURSOS BIOLÓGICOS EN MÉXICO 303
exponen otro problema con este tipo de no- qué coincidir con una única especie; por el
menclatura: no tiene en cuenta las numero- contrario, estos son, en la gran mayoría de
sas voces regionales para una misma espe- los casos, nombres colectivos bajo los cuales
cie; por ejemplo, la variabilidad propia del se agrupan varias especies, géneros o inclu-
género Hydrochoerus (mamíferos, roedores sive familias.
semiacuáticos, sin distribución en México) Los nombres técnicos o vulgares, por su
da origen a más de 190 nombres y variantes parte, corresponden a nombres artificiales
para dos especies vivientes (H. isthmius e H. creados por técnicos y científicos, asignados
El primer registro publicado
hydrochaeris). En este caso nos preguntaría- en correspondencia única a determinada
de una especie del género
Magnolia en América mos: ¿cuál podría ser el criterio para selec- especie (práctica común en zoólogos). Tales
corresponde a Magnolia cionar uno de ellos como el nombre supra- nombres son generalmente asignados en
dealbata, la cual fue descrita
e ilustrada por Francisco
rregional? Un habitante de Río de la Plata alusión a una característica física, de com-
Hernández (1651) a partir de (frontera entre Argentina y Uruguay) diría portamiento o ecológica de la especie, en
un ejemplar procedente de
que dicho nombre debería ser ‘carpincho’, referencia a su ámbito de distribución geo-
Huautla de Jiménez, Oaxaca,
bajo el nombre náhuatl un venezolano ‘chigüire’ y un colombiano gráfica o en homenaje a distintas persona-
eloxóchitl (flor de elote). Es ‘chigüiro’. Sin embargo, no puede preten- lidades del ámbito científico o político; lo
una especie endémica de
México (Hidalgo, Nuevo León,
derse la imposición de un nombre común, anterior con el objetivo de facilitar la comu-
Oaxaca, Puebla, Querétaro, creando un panhispanismo, más bien debe- nicación con personas no familiarizadas con
San Luis Potosí, Tamaulipas
mos recurrir al respeto del nombre-región. el lenguaje científico (Angulo, 2013). Quizá,
y Veracruz). En la foto M. x
soulageana, actualmente como Concluyendo, se consideran nombres co- para evitar confusiones, surja la necesidad de
Yulania × soulangeana, especie munes o vernáculos aquellos de uso popu- establecer un acuerdo para recopilar, anotar
introducida a México de
Europa. Cuetzalan, Puebla.
lar, en sentido estricto. Desde el punto de y reconocer los nombres comunes, especial-
Foto: Martha Gual Díaz vista científico, tales nombres no tienen por mente porque siempre habrá varias denomi-
naciones populares para una misma especie.
Procurar el estudio de la variación y el alcan-
ce de los nombres comunes de las especies
para, de esta forma, conocer su valor y sig-
nificado a escala local o regional, podría ser
parte de la solución al problema planteado.
pecie, sino que, a menudo, se trata de un 2. El hablante que reconoce el animal, pero
nombre colectivo bajo el cual se agrupan no sabe cómo se llama y recurre a des-
varias especies, géneros y hasta familias; cripciones para referirse a él.
por ejemplo: en animales, ‘lagartija’ englo- 3. El hablante que dispone de un nombre,
ba las familias Teiidae y Gekkonidae; ‘ratón’ sabe que se trata de un animal y tal vez al-
refiere todos los ejemplares de las familias guna característica de él, pero no lo iden-
Muridae y Cricetidae (Mones y Kühl, 1991); tifica en la naturaleza.
en plantas, ‘begonia’ designa a toda la fa- 4. El hablante que no reconoce ni el animal
milia Begoniaceae y ‘cactus’ a la Cactaceae. ni su nombre.
Generalmente, los nombres comunes des-
tacan alguna característica distintiva de aque- El nombre científico es, como ya se co-
llo que nombran, como alguna similitud con mentó, exclusivo y estable, se aplica a un
otros elementos naturales o algún rasgo de solo organismo-especie. Frente a estas sin-
utilidad, que resulta evidente en dicho nom- gularidades, y de acuerdo con Mones y Kühl
bre y que lo lleva a ser descriptivo. Es el caso (1991), llama la atención el hecho de que
de los asignados a ciertas plantas, como: ‘flor algunos zoólogos, en el afán por popularizar
de piedra’, cuyo aspecto es similar al de una la ciencia o sus conocimientos, se hayan vol-
piedra o bien, aquellos que señalan el micro- cado hacia una práctica que algunos consi- Basilisco café, lagartija
hábitat en que se establece la especie, como deran incorrecta: el intento de implantar una Jesucristo, querreque, pasa
ríos, tolok (maya), toloque
el nombre de varias especies de Sellaginella, o nomenclatura científica en lenguaje vulgar,
rayado o turipachebasilisco
tzopilo-cuáhuitl (Oreomunnea mexicana), vo- probablemente en sustitución de la verdade- marrón (Basiliscus vittatus),
cablo azteca que significa árbol del zopilote, ra y única nomenclatura zoológica científica, en el Salto de Eyipantla,
Veracruz. Empleado como
animal sugerido por la apariencia de la cor- o bien, porque ampliando el conocimiento mascota. Foto: Alan Axel
teza, a lo lejos; o pegahueso (Euphorbia tan- del hablante (tipo 2 y 4) se pretende nor- Sotomayor Betancourt
malizar una nomenclatura vernácula de las diferencias entre ellas— representa la fal-
especies. sa pretensión de popularizar un conoci-
De acuerdo con Mones y Kühl (1991), miento que generalmente está reservado
la práctica de crear nombres vulgares trae a especialistas, no por afán elitista, sino
aparejados tres grandes errores: porque se trata de un conocimiento que
refleja un estudio profundo y una forma-
1. Trata de establecer una nomenclatura ción especializada.
científica paralela que no está regida por
ningún código y tampoco responde al Ambos autores comentan que es como
conocimiento del hablante, quedando se llega al desatino de proponer traduccio-
sujeta al libre albedrío de cada autor. El nes literales de nombres científicos latinos
único nombre normalizado de una espe- (marmosa elegante, de Marmosa elegans;
cie es el nombre latino o latinizado de moloso rojizo, de Molossus rufus), o nom-
la nomenclatura binaria lineana y que se bres pluriverbales descriptivos de una carac-
rige por el Código Internacional de No- terística anatómica (víbora de cristal verde de
menclatura Zoológica, por lo que es es- mejilla estriada, de Ophioides striatus; cachi-
tática, invariable y universal. la de uña corta, de Abthus furcatus; gaviota
Camaleón de cola corta,
lagarto barbudo o espinoso
2. Trata de estabilizar o normalizar la len- chica de capuchón pardo, de Larus maculi-
(Phrynosoma braconnieri) gua española, ignorando el innato dina- pennis) o nombres basados en la distribución
en el Cañón del Sabino,
mismo de las lenguas naturales. geográfica (murciélago argentino, Eumops
Tecomavaca, Oaxaca. Especie
endémica de México, sujeta a 3. El hecho de asignar un nombre diferente brasiliensis brasiliensis), o nombres basados
protección especial (NOM-059- a cada especie —por ejemplo, dentro de en una combinación rebuscada (ballena pi-
SEMARNAT-2010). Es empleado
Ante tal comentario, sobra decir que es y los casos, aparece entre paréntesis el nombre
seguirá siendo importante la utilidad de traba- de la persona que recogió el nombre vulgar,
jos de esta índole. Se recomienda consultar y y ocasionalmente se agrega una cita biblio-
dar lectura a la introducción de su trabajo para gráfica. En la segunda parte, inversamente,
conocer con mayor detalle su integración. van los nombres científicos seguidos de sus
Otra obra importante es la de Maximino equivalentes vulgares.
Martínez (1994), Catálogo de nombres vul- Se da preferencia a las plantas nativas,
gares y científicos de plantas mexicanas, cuya pero se incluyen muchas de origen extranjero
estructura de contenido es parecida a la de que se han naturalizado o que comúnmente
obra anterior. En la primera parte se presen- se cultivan. El total de nombres vulgares de
tan los nombres vulgares (en negritas), segui- la obra es de 20,462 y 4,998 nombres cien-
do, frecuentemente entre paréntesis, del lu- tíficos. Respecto a los nombres en lenguas
gar donde se usa, y a veces también la lengua indígenas, están representados en alfabeto
indígena que le dio origen. Sigue después español (véase Problemática en su transcrip-
una breve descripción de la planta con los ca- ción). Puntualiza que hay que tener presen-
racteres más notables, especialmente cuan- te que, mientras la mayoría de las plantas
do un mismo nombre vulgar corresponde a tienen un nombre botánico (científico), son
plantas diferentes; después encontraremos el muchas las que no tienen nombres vulgares,
Flor de sol, lab, lol-há o
nombre botánico, la familia a que correspon- pues el pueblo solamente da nombres a las
sak-naab en maya, ninfa
(Nymphaea ampla). Sus usos de, los estados de nuestro país donde se ha plantas que utiliza, o a las que son veneno-
van desde comestible, forrajera observado (independientemente, aclara, de sas o particularmente notables.
y medicinal, hasta ornamental.
Tlaltizapán, Morelos.
que exista en otros lugares) y el nombre vul- El Listado de nombres comunes de las
Foto: Martha Gual Díaz gar de la planta. Finalmente, en la mayoría de aves de México (Escalante et al., 1996), con
una segunda edición (Escalante et al., 2014),
surge, de acuerdo con los autores, por la
necesidad de un ajuste ante los numerosos
cambios taxonómicos que se han dado a la
fecha. Consideran que ofrecer estos nom-
bres no pretende eliminar el uso y la riqueza
de los nombres locales, sino facilitar la co-
municación con el público, las actividades de
intercambio cultural en favor de la naturale-
za, el acceso a la información científica y el
ejercicio de la ciencia ciudadana. Reconocen
para México 1,106 especies, de las cuales
799 se reproducen naturalmente en nuestro
territorio, ya sea como residentes todo el año
o solamente en el verano; 202 pasan el in-
vierno en nuestro país, pero se reproducen
308 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
creados por la cultura de un pueblo (que los nombres comunes con los que se designan
conoce y los usa) y los que han sido produc- en español las distintas especies de anima-
to de errores en el proceso de recopilación les y plantas se deben escribir iniciando con
de la información. Es práctica común que minúsculas; por ejemplo: camarón, Calyco-
los nombres populares no reciban suficien- phyllum candidissimum; rosa laurel, Nerium
te atención por considerarse un aspecto oleander, especie introducida probablemen-
relacionado más con la antropología que te de Europa; roble colorado, Tabebuia rosea.
con la botánica; sin embargo, esta informa- Para denominaciones pluriverbales que
ción es una vasta fuente de conocimiento, incluyen un topónimo (el nombre de una
evidente o inferido, por lo que su compila- región o lugar) o un nombre propio, se
ción requiere cuidados, así como tener en mantiene la mayúscula inicial; por ejemplo:
consideración la gran diversidad biológica y anacahuite de Tehuantepec, Cordia elaeag-
cultural de nuestro país (Pulido-Salas y Be- noides; malva de Castilla, Malva pusilla; ma-
nítez, 2002). mey de Campeche, Pouteria campechiana;
rosa de San Juan, Bouvardia longiflora.
Forma de escribirlos Una problemática actual, descrita detalla-
Ya se comentó anteriormente que existen damente en la obra de Martínez (1994), se
dos maneras generales de referirse a los or- refiere a los nombres en lenguas indígenas.
ganismos: los nombres comunes, que son los Si bien se les transcribe en alfabeto español,
nombres procedentes del hablante común y esto ocasiona problemas, pues hay sonidos
que usa palabras en su lengua, y los nom- que no existen en castellano: la [sh] (como en
bres científicos, dados por la nomenclatura Washington) —muy frecuente en varios idio-
que el científico emplea y que es de aplica- mas, como el azteca (náhuatl), el totonaco, el
ción universal. Los zoólogos crean nuevos maya y otros— representado por este autor
nombres que no corresponden a ninguna con las grafías [sh] o /x/; esta última letra fue
de las dos categorías anteriores (nombres usada por los escritores de la época colonial
vulgares) (Mones y Kühl, 1991); algunos de para representar [sh], que posteriormente fue
ellos los llaman nombres comunes estan- sustituido por el sonido /j/ (por ejemplo, en
darizados (Berlanga et al., 2015). Algunos palabras como Oaxaca, México, Xalapa) o /s/
zoólogos consideran los nombres comunes (Xochimilco). Las vocales fueron una dificul-
como nombres propios (al que denominan tad adicional, pues tienen sonidos diferentes
‘nombre común estandarizado’); por ello los de las del español, por ejemplo: en purépe-
escriben con altas y bajas en todas las pala- cha el sonido de la /u/ es el de la u francesa; el
bras que lo componen; por ejemplo: Paloma otomí tiene sonidos peculiares que no existen
Alas Blancas, Toquí Oaxaqueño. en otra lengua; la h suele sonar como /j/. Por
Muchas especies de plantas y animales son otro lado, en el maya se tienen dos realizacio-
reconocidas por uno o más nombres comu- nes sonoras para la k: una como en el espa-
nes o vernáculos, y varían según la lengua, su ñol y otra, especial, imposible de representar
cultura y la región geográfica. En general, los gráficamente. En general, los lingüistas han
310 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
que han sido traídas a nuestro país, lo cual Integración de los nombres comunes
implica que al no tener tradición de uso, de los recursos biológicos en una base
no hay distinciones importantes entre los de datos
miembros de un género que, en su lugar A continuación, se muestra la propuesta para
de distribución natural (u origen) corres- la integración del Nombre común.
ponden a casi 300 especies, con excepción Existen cuatro elementos mínimos necesa-
del eucalipto dólar, que es de follaje muy rios para la integración del nombre común en
distintivo y que se aprovecha en arreglos una base de datos: taxón/nombre común/len-
florales. Lo anterior contrasta con lo que gua/región. De manera que el nombre común
sucede en Australia, donde sí se asignan debe estar obligatoriamente asociado a una o
nombres populares distintivos a las dife- más regiones de cualquier nivel, ya sea país/
rentes especies de este género, o en otros estado/municipio/localidad, ya que este dato
países que han usado por más tiempo esas depende totalmente de la región. En el caso
especies, aunque introducidas, para la pro- de información aparecida en publicaciones, es
ducción de madera y pulpa de papel (véase necesario integrar una o más referencias bi-
Propiedades y características de los recursos bliográficas a la(s) región(es) que corresponda.
maderables; Nombre comercial) (Pulido-Sa- En el siguiente ejemplo se muestra una
las y Benítez, 2002). propuesta de salida de la información sis-
Por otro lado, hay especies exóticas tematizada para la generación de conoci-
que aportan múltiples beneficios y que se miento en torno a los nombres comunes de
adoptaron en nuestra cultura rápidamente las especies.
por su fácil propagación; tal es el caso del
tamarindo (Tamarindus indica), árbol origi- División Magnoliophyta
nario del África tropical y que ha sido cul- Clase Magnoliopsida
tivado desde tiempos prehistóricos, se ha Mimosaceae
establecido y adaptado exitosamente en Acacia greggii var. wrighti (Benth.) Isely, 1969
muchas partes del mundo y, curiosamente, uña de gato (español)
su nombre no ha variado, ni en México. Esta MÉXICO/NUEVO LEÓN
especie forma parte de numerosos huertos MÉXICO/TAMAULIPAS
familiares (véase Agroecosistemas tradicio- (Martínez, 1994).
nales de México), en tierras cálido-húmedas uña de gato negro (español)
a lo largo y ancho del país, y es parte de la MÉXICO/TAMAULIPAS
dieta cotidiana en México, es decir, está ple- (Martínez, 1994)
namente integrado a nuestra cultura (Puli- Tiliaceae
do-Salas y Benítez, 2002). Heliocarpus appendiculatus Turcz., 1858
corcho (español)
MÉXICO/CHIAPAS
(Martínez, 1994)
jolitzin (ND)
312 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
MÉXICO Referencias
(Ochoa-Gaona et al., 2012) Aguiluz-Casas, G.A. 1996. Programa de
jaror (lacandón) educación ambiental para la conservación en
MÉXICO/CHIAPAS/OCOSINGO/Nahá la Reserva de la Biosfera El Cielo, Tamaulipas,
(Durán, 1999) México. Tesis de licenciatura, Facultad de
Referencias Biología, Universidad Veracruzana. Veracruz,
Durán, F.A. 1999. Estructura y etnobotánica de México.
la selva alta perennifolia de Nahá, Chiapas. Tesis
Medellín-Morales, S.G. y Contreras-Hernández,
de maestría. Facultad de Ciencias, Universidad A. 1994. Número 2. Plan comunitario de manejo
Nacional Autónoma de México. México. de recursos naturales del ejido Alta Cimas. Serie
Martínez, M. 1994. Catálogo de nombres vulgares Desarrollo Comunitario. Instituto de Ecología,
y científicos de las plantas mexicanas. Fondo de A.C.–Terra Nostra, A.C. Tamaulipas, México.
Cultura Económica. México. Valdespino-Torres, C.S. 1998. Anfibios y reptiles
Ochoa-Gaona, S., Zamora-Cornelio, L.F., Cabrera, de la Sierra del Carmen, edo. de México. Tesis
P. S., González-Valdivia, N.A., Pérez-Hernández, I. de licenciatura, Escuela Nacional de Estudios
y López, M.V. 2012. Flora leñosa útil de la Sierra Profesionales Iztacala, Universidad Nacional
de Tenosique, Tabasco, México. El Colegio de la Autónoma de México. México, México.
Frontera Sur (Ecosur). Chiapas, México.
El padre de Carlos Linneo, Nils, nació con el apellido Ingemarsson a partir del
nombre de su padre, Ingemar Bengtsson. Sin embargo, cuando Nils ingresó en la
universidad, debía tener un apellido. Inspirándose en un tilo que había en las tierras
de la familia, Nils escogió el nombre Linnaeus, forma latinizada de la palabra lind,
«tilo» en idioma sueco (Blunt, 2004). Al nacer Carlos Linneo, recibió el nombre de
Carl Nilsson Linnaeus, tomando el apellido de su padre (Blunt, 2004).
Cuando Carl Linnaeus se matriculó en una escuela privada como estudiante en la
Universidad de Lund, se registró como Carolus Linnaeus. Esta forma latinizada era
el nombre que usaba cuando publicaba sus trabajos en latín. Después de que fuera
nombrado noble, en 1761, cambió el nombre por el de Carl von Linné. Linné es una
versión reducida de ‘Linnaeus’, y von indica su ennoblecimiento, según la costumbre
alemana adoptada por la aristocracia sueca de la época. A partir de ese momento,
firma su correspondencia como Carl v. Linné (Blunt, 2004).
Carlos Linneo nació el 13 de mayo de 1707 (según el calendario sueco de la épo-
ca) o el 23 de acuerdo con nuestro calendario actual. Según el calendario juliano,
nació el 12 de mayo (Blunt, 2004).
ANEXOS
ANEXO I. CONSIDERACIONES GENERALES
PARA EL MANEJO DE LA CLASIFICACIÓN EN BIÓTICA
317
318 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Sin embargo, para introducir cualquier información en este módulo, previamente de-
bieron ser integradas las especies a las que se les asociará cualquier tipo de información.
327
328 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
después raspar un poco y se pone en agua; macerada y en agua; hervidas en medio litro
de agua, con canela y azúcar para hacer un jarabe; dorada, molida y en agua tibia; etc.
Se presenta el caso en el que en la preparación se incluyen nombres comunes o
científicos, esta información también se debe incluir. Ejemplo: hervidas en un litro de
agua, con cominos, cáscara de naranja ligeramente quemada, un poco de anís, y clavos
de comer; en infusión con hojas de laurel y de higo; hervidas con hojas de bugambilia
(Bouganvillea glabra).
Nótese que la parte usada de la especie complementaria se captura en este rubro.
Vía de administración. Vía por la cual un remedio tradicional se aplica, para que cumpla
su función en el sitio que corresponda; considerando los diferentes sitios anatómicos de
un organismo, puede ser interna o externa. Considerar que el efecto, local o sistémico,
no implica que la vía de administración se limite a un área específica.
La mayoría de los remedios puede administrarse por las siguientes vías:
330 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Internas
• Bucal. El remedio se coloca en la cavidad de la boca.
• Bucofaríngea. El remedio, contenido en nebulización, es inhalado por la boca, en
forma de de partículas o minúsculas gotas que deben llegar a los pulmones.
• Genital. El remedio se introduce o aplica en los genitales masculinos o femeninos.
• Nasal. El remedio se introduce por la nariz o se aplica en la mucosa nasal.
• Nasofaríngea. El remedio, contenido en nebulización o polvo, es inhalado por la
nariz, en forma de partículas o minúsculas gotas que deben llegar a los pulmones.
• Oftálmica. El remedio es administrado directamente en los ojos.
• Oral. El remedio se toma o ingiere por la boca.
• Ótica. La administración del remedio es por el conducto auditivo o se coloca en los
oídos.
• Rectal. El remedio se introduce a través de o en el recto.
• Sublingual. El remedio se coloca bajo la lengua hasta su absorción.
• Vaginal. El remedio se introduce a través del canal vaginal o se coloca en la vagina.
Externas
• Tópica. Se aplica de forma local (normalmente la forma de aplicación es directa y se
busca un efecto local).
• En todo el cuerpo. Se aplica abarcando todo el cuerpo (por ejemplo, un baño).
Dosis: es la cantidad o porción necesaria que se sugiere administrar para que el remedio
tenga el efecto esperado, por ejemplo: una cucharada, dos gotas, medio vaso, un litro, etc.
semanas; dos veces, por las noches, cuando haya luna llena; un sorbo, antes de comen-
zar el parto; etc.
Nota. Dado que es probable que exista nomenclatura no considerada en los rubros an-
teriores, se puede utilizar un nuevo término o un sinónimo de un término ya existente
en la captura de la información.
ANEXO III. GLOSARIO
(TÉRMINOS POPULARES DE ENFERMEDADES Y PADECIMIENTOS)
Es claro en este ejemplo que sin la descripción del trastorno según la medicina tradi-
cional no se sabría en qué componente de la clasificación propuesta habría que ubicar
e ingresar la información; la entrada del glosario nos orienta para ubicarla en Medicina
333
334 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Abierto de la cabeza. Padecimiento de los adultos en Abulia. Falta de voluntad o de energía para hacer algo
que se desplazan los ‘nervios’ y está caracterizado por o para moverse, generalmente se presenta en niños
intenso dolor de cabeza. Se origina por cargar objetos enfermos de tiricia.
pesados sobre la cabeza o como consecuencia de un Acabamiento de estómago. Padecimiento distinguido
golpe en la misma. por un latido o pulsación en el ombligo, a causa de
Abierto de la cadera. Expresión que agrupa diversos pa- un susto, una muina o por levantar cosas pesadas;
decimientos originados por realizar grandes esfuerzos se cree que se sale de su lugar, va acompañado de
o por una caída, motivadores de fuertes dolores de diarrea, dolor de estómago y de cabeza, pérdida del
cintura y piernas, que dificultan la marcha y son posi- apetito, debilidad y adelgazamiento extremo.
ble causa de esterilidad en ambos sexos. Los síntomas Acecido. 1. Enfermedad respiratoria que se caracteriza
más frecuentemente reportados para las mujeres son: por dificultades en el ritmo normal de la respiración y
fuertes dolores de cadera que se extienden hacia la que suele ir acompañada de respiración fatigosa, su-
espalda y las piernas, irregularidad en el ciclo mens- perficial, acelerada, sonidos silbantes y tos. Se mani-
trual con fuertes dolores, inflamación del útero y san- fiesta con dificultad para respirar, descrita como aho-
grados. go, ‘hoguido’. 2. Tos persistente, referida como “una
Abierta de cintura. → Abierto de la cadera. tos que dura varios días” acompañada de “silbidos
Aborto. Interrupción del embarazo con la expulsión del que se producen al toser y respirar”. Algunas personas
producto, antes de que éste pueda vivir sin necesidad expresan lo mismo al decir que no pueden “blasfemar
del seno materno. La viabilidad se logra normalmente bien”, que les escasea el viento, que les falta resuello
a las veintiocho semanas, cuando el feto tiene más de y que no pueden resoplar. Puede presentarse fiebre y
un kilogramo de peso. se dice que produce ‘cansancio de pecho’; afecta tan-
Abotagado. Hincharse, inflarse o aumento de volumen to a niños como a adultos y pone en peligro la vida,
del cuerpo o alguna de sus partes; se entiende casi sobre todo de los ancianos. 3. Opresión y fatiga en el
siempre como un signo o síntoma presente en diver- pecho que dificulta la respiración. Este término, que
sas enfermedades. En algunas ocasiones, el aumento se utiliza en la medicina tradicional como sinónimo de
de volumen va acompañado de dolor, calor y enroje- tosferina y asma, evoca uno de los síntomas más im-
cimiento local. Se dice que la persona tiene aspecto portantes que se presentan en ambos padecimientos:
hinchado o tumefacto. la dificultad para respirar. 4. Padecimiento respiratorio
Abotigado con aire. De los niños cuyo estómago se muy frecuente que afecta sobre todo a la población
inflama, se dice que el infante se botiga, por comer infantil y cuyas manifestaciones principales son acce-
alguna fruta, como ciruela o capulín. Los síntomas ge- sos fuertes de tos que finalizan con un grito peculiar;
neralmente son deposición, vómito, lloran mucho, no generalmente va acompañada de fiebre y ahogo. 5.
comen y les duele el estómago. Enfermedad altamente contagiosa, causada por la
Absceso. Pequeño tumor o grano inflamatorio de con- bacteria Bordetella pertussis, otras bacterias afines y
sistencia dura, muy doloroso y con pus, que puede ciertos virus. La mucosa de todo el tracto respiratorio
aparecer en cualquier parte del cuerpo. del paciente sufre un proceso inflamatorio que produ-
ANEXO III. GLOSARIO 335
ce obstrucción de los bronquiolos, lo cual genera, a su Aflojadura. Reincidencia de una enfermedad cualquie-
vez, dificultad para respirar. Su característica principal ra, resultado de no haber respetado el reposo prescri-
es una serie de golpes de tos seguidos de una inspira- to durante su transcurso o su convalecencia. La gra-
ción prolongada con estridor laríngeo (gallo o hipido). vedad del padecimiento resultante dependerá de la
Acedias. Se trata de una sensación de dolor o ardor en gravedad misma de la enfermedad previa.
la parte superior del abdomen, acompañada de agru- Aflojadura de cintura. → Abierto de la cadera.
ras y eructos, es común también que haya gases y la Aftas. Úlceras o llagas blancas, redondas y dolorosas,
sensación de estar lleno; esto se debe a que los ácidos que aparecen dentro de la boca, generalmente des-
que ayudan a la digestión de los alimentos suben al pués de un episodio de fiebre, que llegan a durar de
esófago, provocando una sensación de quemazón en una a tres semanas y que desaparecen en forma es-
el pecho. pontánea.
Achiós. Son granos en la piel que salen en diferentes Agitar la sangre. 1. Expresión utilizada para referirse a
partes del cuerpo; son considerados como una enfer- una enfermedad que ataca a los infantes y que se rela-
medad caliente. Entre los pames de San Luis Potosí, ciona con el mal de ojo. 2. Enfermedad originada por
los más afectados son los niños y se piensa que son la ‘mirada fuerte’ de algunos individuos; también se
efecto de maleficios. menciona como posibles causas: la envidia y la influen-
Acidez. → Acedias. cia de aquellas personas que pasan por determinados
Acihuatados. El que padece de ciguatera. Es una intoxi- estados anímicos y corporales. Es reconocida por la
cación causada por la ingestión de pescado, mariscos presencia de diarrea, vómito, llanto e intranquilidad,
y otros alimentos descompuestos. Los síntomas gas- entre muchos otros síntomas. Afecta principalmente
trointestinales, incluyendo diarrea y vómitos, son los a los niños y ocasionalmente a los adultos; se cree que
primeros en aparecer y pueden acabar en deshidrata- plantas y animales también pueden ser afectados por
ción y shock. el mal de ojo. Como particularidad, se dice que el niño
Adelgazamiento de sangre. Estado de debilitamiento en al ser ‘ojeado’ presenta el ojo izquierdo más pequeño
que se ven afectados el volumen o la calidad de la que el derecho, además de sufrir vómitos y un pene-
sangre por falta de hierro. trante olor a huevo en todo su cuerpo.
Afecciones circulatorias. Los trastornos circulatorios son Agotamiento. Es consecuencia del calor concentrado
obstrucciones del flujo sanguíneo causadas, mayori- en alguna parte del cuerpo por realizar un esfuerzo
tariamente, por arterias contraídas u obstruidas, lo considerable, ya sea por caminar o trabajar en exce-
que produce un suministro deficiente de sangre rica so. Generalmente se acompaña de dolor de pulmón,
en oxígeno y sustancias nutritivas en alguna zona del huesos, pies, músculos y cabeza; “el cuerpo se siente
cuerpo. como si lo hubieran apaleado a uno” y en raras oca-
Aflojada de dentadura. Padecimiento propio de la vejez, siones se presentan calambres.
considerado como un proceso natural al producirse Agrieras. → Acedias.
el desgaste de la dentadura. Existe la idea de que los Agruras. → Acedias.
dientes ‘se cansan’ y, por tal razón, se aflojan. Los Ahogo. → Acecido.
tratamientos buscan ‘amacizar’ de alguna manera la Ahoguío. → Acecido.
dentadura, que ésta se ‘apriete’ y regrese a su lugar. Aire. 1. Dolor de cabeza, algunas veces acompañado de
Aflojado de cintura. → Abierto de la cadera. mareo y vómito, debido al cambio brusco de tempera-
336 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
tura que sufre una persona al salir de un lugar cerrado to conocido como alfresía, de la cual se conocen dos
a un espacio abierto, o al abrir la ventana de una habi- tipos: la morada y la amarilla. Al parecer la más común
tación. 2. Entidades diminutas e invisibles que viajan en es la morada: los recién nacidos tienen los labios, las
el viento y provocan enfermedades; residen en los ojos uñas y el cuerpo de este color y lloran mucho, debido
de agua y en las cuevas. 3. Espíritus de personas que a que la madre durante la gestación ‘hizo muchos co-
murieron de forma violenta. Emanaciones creadas por rajes’, estos provocan que la sangre ‘se caliente’ y que
ciertas actividades humanas como la prostitución, las el niño ‘absorba todo’. Por otra parte, la amarilla se
danzas rituales y la brujería. 4. Emanaciones de un ca- debe a que la futura madre comía mucho chile.
dáver. 5. Corrientes de viento frío. Viento dañino, perci- Alfombrilla. Enfermedad que ataca principalmente a los
bido como un espectro viviente, o bien como una brisa niños y cuya manifestación sobresaliente es la apari-
exánime. 6. Enfermedad ocasionada por la penetración ción de granos rojos en todo el cuerpo, motivo por el
de un vaho nocivo al interior del cuerpo. Afecta tanto a cual la medicina tradicional generalmente la clasifica
seres humanos como a animales y, entre sus complejas como padecimiento de la piel.
y variadas manifestaciones, destacan trastornos de los Alforra. Enfermedad dermatológica propia de recién
sistemas respiratorio, músculo-esquelético, digestivo y nacidos y lactantes, caracterizada por la presencia de
nervioso, los cuales pueden llevar a la muerte. granos o sarpullido en la cara y en el cuerpo, o bien
Aire de arcoíris. → Aire. granitos de color rojo en el ano que pueden extender-
Aire de basura. → Aire. se a nalgas y piernas; se le considera de calidad ca-
Aire de cueva. → Aire. liente. Es atribuida a diferentes causas, una de ellas es
Aire de difunto. Enfermedad ocasionada por el alma de unos gusanillos negros que se introducen en el cuerpo
un difunto o por las emanaciones que de él se des- del niño, otra es que la madre comió carne grasosa en
prenden; efluvios que pueden penetrar el cuerpo hu- exceso durante la gestación y engordó mucho, por lo
mano por cualquier herida. que “su mamá le pegó el sebo al bebé”. Además de
Aire de muerto. → Aire de difunto. los granos, tienen mucha comezón, calentura y llanto.
Aire de noche. → Aire. Algodoncillo. 1. Infección bucal de aspecto algodonoso
Aire en el oído. Sensación de ruido muy agudo en uno o por falta de higiene; o bien enfermedad bucal que
ambos oídos, que se manifiesta con sordera momentá- se presenta principalmente en niños menores de tres
nea y un dolor muy agudo, y cuya etiología es variable. años, y, en particular, en los lactantes. Se caracteriza
Aire maligno. → Aire. por la presencia de lesiones blanquecinas en la super-
Aire malo. → Agitar la sangre. ficie de la cavidad oral. 2. Se le define como una infec-
Aireadas. → Aire. ción causada por hongos que afecta labios, lengua,
Alferecía. Padecimiento propio de la población infantil encías, paredes de la boca y garganta, y cuya mani-
cuyas manifestaciones típicas son el amoratamiento festación visible son pequeñas manchas circulares, de
de uñas, labios y párpados, así como las crisis con- color blanquecino, con los bordes rojizos y de aspecto
vulsivas. Generalmente se mencionan como respon- ‘pegajoso’. 3. Algunos informantes lo describen como
sables del padecimiento al susto y a los aires (estos granos, fuegos, erupciones o llagas con agua.
últimos de calidad fría o caliente), o bien, de origen Aljorra. → Alforra.
natural o sobrenatural. Aljorran. → Alforra.
Alfresía. Algunos niños, al nacer, sufren un padecimien- Almorranas. Se presentan cuando las venas alrededor
ANEXO III. GLOSARIO 337
del ano o en la parte inferior del recto están inflama- mento en la frecuencia y una disminución en la canti-
das. Esta hinchazón puede ser causada por una mala dad de líquido cada vez que se orina.
circulación o por estreñimiento. La sintomatología es Animales en las tripas. Se designa así a la parasitosis
dolor o comezón en el recto, lo que impide sentarse y intestinal causada por diversos helmintos. Se piensa
dificulta mucho la defecación. que las lombrices se originan frecuentemente por la
Alopecia. Padecimiento de causalidad diversa, caracte- ingestión de diversos alimentos agrios o descompues-
rizado por la pérdida paulatina del cabello en forma tos, carne de res, puerco o verduras en exceso y, se-
total o parcial. gún el alimento que se le antoje comer al enfermo, se
Amacizar dientes. Recuperación de la firmeza de la den- dice que hay lombrices de leche, de frijol, de pan y de
tadura floja. agua. Se reconocen también como causas del mal la
Amenaza de aborto. El mayor temor de una mujer en- falta de higiene y la ingestión de tierra. Menos comu-
cinta es el de sufrir una amenaza de aborto. Entre las nes son las alusiones a la brujería, el castigo de Dios y
causas más frecuentes están: el no haber satisfecho el daño de un nagual.
un ‘antojo’ alimenticio, el haberse caído, haber le- Ansia. → Acecido.
vantado cosas pesadas o el haberse asustado por el Ansiedad. → Acecido.
encuentro con un animal o una persona inesperada Antojo. Necesidad que manifiesta la mujer embarazada
o por un evento desagradable. Si la amenaza no se de satisfacer un deseo, comúnmente comer un ali-
considera tan grave, se recurre a la partera, quien su- mento en particular.
ministra un preparado hecho de plantas o efectúa una Antojo. También conocido como motolines, es un pade-
terapia simbólico-ritual. Someterse de modo frecuen- cimiento ocasionado por el antojo de algo que se de-
te a la sobada ayuda a evitar las amenazas de aborto. sea, ya sea un alimento o un objeto, y puede afectar
Amibas. Amibiasis o amebiasis es un padecimiento cau- a pequeños y adultos; además, estos últimos pueden
sado por comer alimentos sucios y tomar agua conta- “hacer motolines” por el deseo sexual insatisfecho. A
minada con Entamoeba sp., parásito al que común- los niños, cuando les afecta el motolines, no quieren
mente se le conoce como amiba. Entre los síntomas comer, tienen diarrea y duermen todo el tiempo, de-
que se presentan de forma progresiva son: diarrea lí- bido a que se abre el ombligo por efecto del antojo
quida, generalmente acompañada de moco y sangre; insatisfecho.
fiebre de más de 39°, sudoración excesiva, dolor de Antojo de camarón. Inflamación de los ojos con la apa-
cabeza, cansancio, náuseas y vómito, dolor en el tórax rición de una película blanca que impide ver con cla-
e intenso en el abdomen. ridad, causada supuestamente por el deseo insatisfe-
Amibiasis. → Amibas. cho de comer camarones.
Anemia. → Adelgazamiento de sangre. Apendicitis. Padecimiento cuyo síntoma más evidente
Anginas. Inflamación de las amígdalas o de estas y de es el dolor intenso en la región comprendida entre las
la faringe. Es una enfermedad respiratoria, originada costillas y la cadera o el bajo vientre; de allí la existen-
por un desequilibrio en la temperatura corporal, cu- cia de una gran variedad de expresiones con referen-
yas manifestaciones son dolor de garganta, dificultad cias anatómicas para denominar la enfermedad.
para ingerir alimentos y fiebre. Aojo. → Agitar la sangre.
Angurria. Secreción frecuente de orina, es un trastorno Apostema. → Absceso.
de la micción o acto de orinar que consiste en un au- Apretado. Trastorno en el que es ostensible la dificultad
338 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
cipalmente por cambios bruscos de temperatura y niños, se manifiesta por la depresión de la fontanela
caracterizado por la presencia de fiebre, tos con fle- anterior, llamada mollera, y la dislocación de la bóveda
ma y ‘ruidos’ en el pecho. 2. Es una inflamación de palatina; también suele presentarse diarrea, vómitos,
las vías aéreas bajas. Sucede cuando la tráquea y los calentura y debilidad, entre otros síntomas. Los adul-
bronquios, situados entre los pulmones, se inflaman a tos no presentan la peculiar depresión de la fontanela
causa de una infección o por alguna otra causa. anterior, pero sí la dislocación de la bóveda palatina,
Brote. → Aborto. además de desgano y debilidad; en este grupo de
Brucelosis. Es una enfermedad infecciosa con episodios edad, la causalidad del malestar está determinada por
recurrentes de fiebre, debilidad, sudoración y dolores cargar cosas pesadas sobre la cabeza o por caídas vio-
vagos, debida a una bacteria del género Brucella, que lentas.
está en las secreciones y los excrementos de vacas, Caída de matriz. → Bajada de ovarios.
cerdos, ovejas y cabras. La brucelosis se adquiere al Caída de mollera. → Caída de la campanilla.
ingerir leche o sus derivados no pasteurizados. Caída de ovarios. → Bajada de ovarios.
Brujería. Conjunto de procedimientos que se acom- Caída de pelo. → Alopecia.
pañan con una serie de materiales mágicos y actos Caída de senos. 1. Los senos son una de las partes del
rituales, así como con componentes verbales variados cuerpo que se caen con más facilidad debido a la fla-
y complejos, ejecutados por determinadas personas cidez, el paso del tiempo, cambios hormonales o por
para alcanzar objetivos tales como enfermar o matar amamantar. 2. Cuando las tetas de la mujer se cuelgan
a un individuo, causar desgracias y accidentes, influir se dice que sus tetas son tan largas como mecapales.
en situaciones amorosas, conocer el pasado, presente Caída de varillas. → Caída de la campanilla.
y futuro, y curar o inmunizar a las personas contra la Caída del cabello. → Alopecia.
propia brujería. Calambres. Dolores temporales que se presentan in-
Bubón magil. Enfermedad caracterizada por la aparición tempestivamente en las extremidades y que suelen
de una pequeña tumoración o nacido en las ingles o acompañarse de una sensación de ‘engarrotamiento’
en las axilas, acompañada de dolor que se exacerba al y ‘hormigueo’. Es una contracción involuntaria de los
movilizar la parte afectada. músculos, causada generalmente por un mecanismo
Bubón. → Bubón magil. reflejo.
Buche. → Bocio. Cálculos en la orina. 1. Es un padecimiento renal-uri-
Bueno. → Alforra. nario, cuyo signo característico es la presencia de cál-
Cabeza abierta. → Abierto de la cabeza. culos (piedras) en la orina. Se sospecha de la dolencia
Cadera abierta. → Abierto de la cadera. cuando se presenta dolor de riñón o dificultad, dolor
Cadera floja. → Abierto de la cadera. y ardor al orinar, con aparición ocasional de la sangre.
Cachán. → Aflojadura. Las manifestaciones de tal dolencia son diarrea, calen-
Cachanearse. → Aflojadura. tura, dolor de miembros, vértigo y temblor del cuerpo.
Caída de la campanilla. Padecimiento propio de los in- 2. Los pames (San Luis Potosí) llaman así a una enfer-
fantes, aunque no exclusivo de este sector de la pobla- medad que se considera muy peligrosa y que afecta
ción, pues también afecta a los adultos. Su incidencia a las personas que tocan cualquier piedra. Este gru-
se atribuye sobre todo a causas de índole mecánica, po indígena cree que hay días en los que no se debe
como caídas y movimientos bruscos. En el caso de los tocar las piedras, pues los espíritus malignos que las
ANEXO III. GLOSARIO 341
habitan pueden afectar al que lo haga Carga basura. Gusano que provoca irritaciones en la piel.
Cálculos renales. → Cálculos en la orina. Cargar el muerto. → Aire de difunto.
Calentamiento de la cabeza. → Agitar la sangre. Caries. Enfermedad multifactorial que se caracteriza por
Calentura. Elevación de la temperatura corporal indicati- la destrucción de los tejidos duros del diente como
va de la presencia de alguna enfermedad. En la calentu- consecuencia de la desmineralización provocada por
ra, el enfermo presenta escalofrío e incluso llega a de- los ácidos que genera la placa bacteriana a partir de
lirar, puede haber dolor de cuerpo y sudor abundante. los restos de alimentos.
Calor de estómago. Se origina por asombrarse dema- Cascados. → Basca de sangre.
siado tiempo, el calor se encierra en el cuerpo y se Cascarse. → Basca de sangre.
distingue por la sensación de tener el estómago muy Casihuistle. Afección muy larga y grave provocada por
caliente e inflamado. brujería. Afirman que ataca los huesos y los deforma,
Calor subido. → Calentura. y que no existe tratamiento alguno.
Calvicie. → Alopecia. Caspa. Afección localizada en el cuero cabelludo, carac-
Cama chica. → Aborto. terizada por la aparición de pequeñas escamas blan-
Cámaras de sangre. Padecimiento digestivo que cursa cas que, al desprenderse, dan la apariencia de polvo
con rasgos de sangre o mucosidad en las heces, pujo, o nieve al permanecer diseminadas sobre hombros y
cólico y deseos de evacuar sin lograrlo por comple- cabello.
to. Puede existir estreñimiento, diarrea o excremento Catarro. Enfermedad contagiosa muy frecuente, origi-
blando o pastoso, pero siempre con “manchas o rayi- nada principalmente por cambios climáticos bruscos
tas” de sangre. Es frecuente que se sientan deseos de y cuyas manifestaciones más comunes son secreción
evacuar y se arroje solamente sangre, de ahí el sinóni- de moco, dolor de cabeza, escalofríos y fiebre. Al
mo de ‘pujos de sangre’. igual que en la mayoría de las enfermedades respira-
Cáncer de muerto. → Aire de difunto. torias, la causa principal son los cambios bruscos de
Cansancio de aliento. → Acecido. temperatura que afectan al individuo, calentamientos
Cansancio de pecho. → Acecido. o enfriamientos excesivos, cambios de estación (in-
Cansancio. → Agotamiento. vierno-primavera) y el ingreso de aires, calor o frío al
Cashan. → Aflojadura. organismo, que provocan un desequilibrio en la tem-
Carácter fuerte. → Agitar la sangre. peratura corporal.
Carbunco. → Absceso. Catarro al pecho. → Bronquitis.
Carcomer. → Alforra. Catarro coagulado. Popularmente es identificado como
Carey. 1. Se llama así al enfermo de mal del pinto, por una gripa caracterizada por secreción abundante de
asociación con las manchas de la concha de la tortuga moco espeso. Se mencionan como causas un catarro
carey. Para la medicina tradicional es una enfermedad mal cuidado, o acostarse a dormir con el pelo moja-
contagiosa caracterizada por el cambio de color en do. El moco espeso puede presentarse con sangrado y
la piel en determinadas partes del cuerpo. 2. Es una mal olor, produce mormazón y es arrojado por la nariz
enfermedad cutánea en la cual hay una pérdida de en forma de gusanos. Puede estar acompañado de
color (pigmento) café en áreas de la piel, ocasionando calentura, dolor de cabeza y dificultad para respirar.
parches blancos e irregulares que se sienten como piel Catarro constipado. → Catarro coagulado.
normal. Es un trastorno no contagioso. Catarro cuajado. → Catarro coagulado.
342 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
huesos de su sitio y al mismo tiempo, provocan el in- Cólico del recién nacido. Enfermedad del infante en sus
greso de ‘frío’ al organismo, motivando un desequili- primeros meses de vida, cuyas manifestaciones son
brio en la temperatura corporal. Principalmente afecta llanto, inquietud, dolor de estómago y ruidos intes-
a la población adulta. tinales.
Chizos. → Brujería. Cólico intestinal. → Apendicitis.
Chorrillo con sangre. → Cámaras de sangre. Cólicos menstruales. Este malestar se presenta durante
Chorro. Padecimiento digestivo cuyo signo principal es la menstruación, debido a que en el flujo sanguíneo
la deposición frecuente y líquida. Signo que acompa- se forman coágulos que no fácilmente se disuelven y
ña a diversas enfermedades. que, cuando el cuerpo trata de expulsarlos, causan
Chupada de bruja. Accidente de tipo sobrenatural que molestias como dolor e inflamación en el vientre.
sufren principalmente los lactantes durante las horas Comezón de vientre y vagina. Los cambios en la co-
de sueño; es originado por la acción de una bruja que loración y olor de las secreciones vaginales, el ardor
extrae la sangre del menor, provocando su muerte. vaginal, la comezón, el dolor o irritación al orinar o
Chupetones de vampiro. → Chupada de bruja. al tener relaciones sexuales son signos y síntomas de
Ciática. Se refiere a dolor, debilidad, entumecimiento u infección vaginal, causada por hongos, bacterias o
hormigueo en la pierna y es causada por lesión o presión protozoarios.
sobre el nervio ciático; este dolor llega a irradiarse hasta Congestión. Dolor en diversas regiones del cuerpo
la cadera y la rabadilla. La ciática es un síntoma de otro como la cabeza, estómago, pecho, etcétera.
problema de salud, no es una enfermedad por sí sola. Constipación de vientre. → Apretado.
Cicatrices. Marca en la piel derivada de una herida, que- Consunción. → Basca de sangre.
madura u otras afecciones en la piel como granos, Contrariedad. → Aborto.
mezquinos, llagas, raspones o infecciones. Convulsiones. Es un ataque más fuerte, ya que involu-
Ciguatera. → Acihuatado. cra todo el cuerpo, causa movimientos rápidos y vio-
Ciguato. → Acihuatado. lentos, y ocasionalmente se pierde la conciencia. En
Cirro. → Acabamiento de estómago. algunas personas pueden comenzar con movimien-
Cizote. Enfermedad dermatológica que se manifiesta tos focales o en alguna parte específica del cuerpo y
por comezón, ardor y manchas escamosas, principal- avanzar a movimientos generalizados en ambos lados
mente en el rostro. Los signos guardan cierta seme- del cuerpo, por ejemplo: una convulsión febril puede
janza con la sarna, especialmente la descamación cu- provocar reacciones tan suaves como trabar los ojos o
tánea y el cuadro que se presenta cuando la afección agarrotamiento de las extremidades, o tan alarman-
evoluciona a una dermatosis más seria. tes como una convulsión generalizada con tirones y
Clavillos. → Barros. movimientos espasmódicos repentinos que involucran
Cólico. Dolor intermitente e intenso en diversas partes todo el cuerpo.
del abdomen, popularmente referido como una moles- Coquetas. → Chanza.
tia que “va y viene”; se reconoce además como un pa- Coraje. Estado emocional de disgusto que repercute en
decimiento en sí, acompañado de síntomas variados. la salud de quien lo experimenta, y puede ser la causa
Cólico con calentura. → Apendicitis. de muy diversos padecimientos.
Cólico de tripa retorcida. → Apretado. Corazón apretado. Enfermedad ocasionada por bruje-
Cólicos del intestino. → Cólico. ría. Se cree que la víctima es atacada por sus enemi-
344 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
orina hacia la uretra. Los síntomas de la obstrucción de Dolor de cintura. Molestias en la región lumbar cuando
la salida de la vejiga pueden variar, pero generalmente hay menstruación y flujo anormal (hemorragia); tam-
son dolor abdominal, sensación continua de una vejiga bién se debe al arduo trabajo doméstico femenino o
llena, dolor al orinar, flujo urinario lento. La dificultad a los partos.
también se puede deber a una infección renal. Dolor de corazón. Nombre que recibe un padecimiento
Disentería. → Cámaras de sangre. cuya manifestación típica es dolor en el epigastrio. Se
Disentería caliente. → Cámaras de sangre. señala como causa frecuente el haber experimenta-
Disentería colorada. → Cámaras de sangre. do un susto, circunstancia que en la sierra Norte de
Disentería con sangre. → Cámaras de sangre. Puebla describen como un ‘susto retenido en el estó-
Disentería roja. → Cámaras de sangre. mago’.
Dislocación. → Descompostura. Dolor de costado. Molestia en la región torácica, que
Distraído de un ojo. → Bizcocho. de no tratarse, puede ser fatal. Es de larga evolución y
Divieso. → Absceso. más frecuente en los hombres; se origina por trabajar
Dolor cólico. → Apendicitis. demasiado, correr mucho o ingerir bebidas alcohóli-
Dolor de aire. Se sufre esta afección en pecho, espalda cas en exceso. En el estado de México también es re-
y cintura como consecuencia de exponerse al fresco o conocida como causa la exposición al aire o frío. Estas
viento frío cuando “se está caliente”, ya que el frío se acciones provocan un aumento del calor corporal, que
introduce en el organismo. queda encerrado dentro del organismo.
Dolor de angina. → Anginas. Dolor de costado. 1. Enfermedad infecciosa que se
Dolor de apéndice. → Apendicitis. refiere a la inflamación del pulmón. Es causada por
Dolor de articulaciones. Inflamaciones articulares por varios tipos de bacterias como estreptococo, estafilo-
gota y dolor artrítico. Ocurre por inflamación en algu- coco, y pneumococo; ciertos virus también son causa
na articulación, lo que ocasiona rigidez e incapacidad ocasional. 2. Enfermedad respiratoria originada princi-
de movimiento. palmente por exponerse a cambios bruscos de tempe-
Dolor de barriga. 1. Entre las causas del dolor de es- ratura y caracterizada por dolor en el pecho y fiebre.
tómago señaladas popularmente destacan: alimentos Dolor de diente. Molestia dental aguda desencadenada
fríos o calientes ingeridos en exceso, alimentos malos por diversos factores, entre los que destaca la antigua
o podridos o que no caen bien al estómago, empa- creencia en la presencia de animalitos o gusanos que
cho, las comidas a deshoras o cuando ya se ha pasado se comen las muelas y los dientes, ocasionando dolor.
el hambre; lombrices y parásitos o situaciones emo- Dolor de cuerpo. Cuando se alteran los componentes
cionales, como enojo y derrame de bilis lo propician frío y calor del cuerpo, debido al encuentro brusco
igualmente. 2. El dolor de estómago puede ser frío entre elementos extremos de propiedad fría y calien-
o caliente dependiendo del origen: por alimentos o te. Cuando se dice “me duele mi estado de ánimo” es
por aire. que hay dolor en todo el cuerpo.
Dolor biliar. Dolor intenso en la parte superior del abdo- Dolor de estómago. → Dolor de barriga.
men, causado por la obstrucción del conducto por un Dolor de estómago. → Cólico.
cálculo, lo que impide que salga la bilis de la vesícula. Dolor de estómago. Padecimiento que popularmente
Dolor de cabeza. Malestar reconocido como un pade- se identifica por dolor intenso y ardor en la boca del
cimiento o como síntoma de diversas enfermedades. estómago, en ocasiones acompañado de sangrado.
ANEXO III. GLOSARIO 347
Entre sus causas se mencionan la ingestión de cier- por debilidad en la mujer. También es ocasionado por
tos alimentos considerados irritantes, como el chile, el andar descalzo, caminar mucho, por golpes, meter el
café y los refrescos; también el consumo de cigarros, pie en agua fría o pisar objetos punzantes.
las comidas a deshoras y el hacer demasiados corajes. Dolor de pulmón. Dolor de espalda producido por ex-
Dolor de garganta. Malestar aislado o acompañado de ceso de trabajo. Se considera de calidad caliente y es
diversos padecimientos respiratorios. originado por cargar objetos pesados, lavar en exceso
Dolor de espalda. Ocasionado por cansancio, trabajo o por trabajar en el campo.
excesivo o golpes, también puede ser originado por Dolor de regla. → Cólicos menstruales.
exponerse a elementos de propiedad fría cuando se Dolor de riñón. 1. Síntoma presente en diversos padeci-
está caluroso. mientos renal-urinarios. Enfermedad renal-urinaria. 2.
Dolor de huesos. Se origina cuando el frío cala hondo Dolor característico de las lumbalgias de origen ner-
en los huesos a consecuencia de cambios climáticos vioso o muscular.
bruscos, como salir a la intemperie o mojarse cuando Dolor en boca del estómago. Padecimiento que popu-
‘se está caliente’. En ocasiones, el malestar se presen- larmente se reconoce por una sensación de acidez,
ta con ardor en los pies y en las partes doloridas; en ardor y dolor intenso en la ‘boca del estómago’.
los niños pequeños puede ir acompañado de debili- Dolor enfilítico. → Apendicitis.
dad y dificultad para caminar. Dolor menstrual. → Cólico menstrual.
Dolor de hijada. Dolor que presentan algunas mujeres Dolor muscular. Molestia en alguna parte del cuerpo,
en el bajo vientre y en la cintura durante su periodo puede ser producto de torceduras, golpes, calambres,
menstrual. Refiere síntomas asociados con la mens- por ‘frío’, entre otros.
truación o hemorragia menstrual. Una de las causas Dolor por frío. Ocasionado por una úlcera duodenal, la
de este malestar es un enfriamiento de la matriz de- cual es una llaga circular u ovalada, que aparece en
bido al contacto con objetos de naturaleza fría o a la el lugar donde se ha desgastado la mucosa gástrica o
ingestión de alimentos que poseen esa cualidad. duodenal, por la acción del ácido y los jugos digesti-
Dolor de ijada. Dolor en la región ubicada por debajo de vos del estómago, también puede producirse por una
las costillas y encima de la cadera, zona también cono- infección por la bacteria Helicobacter pylori o por el
cida como ijada; es síntoma de diversos padecimientos. uso de fármacos.
Dolor de ijar. → Dolor de ijada. Dolor por frío. → Dolor de aire.
Dolor de ijar. → Apendicitis. Dolor profundo. → Dolor de estómago.
Dolor de ingle. → Dolor de ijada. Eclipse de luna. Suceso nefasto manifestado por la des-
Dolor de muelas. → Dolor de diente. aparición parcial o total de la Luna o el Sol. De él se
Dolor de oído. Generalmente es atribuido a afecciones desprenden enfermedades que afectan de manera
de las vías respiratorias, al aire y al frío que penetran especial a las embarazadas y a sus hijos en gestación.
en el oído. Eclipse de sol. → Eclipse de luna.
Dolor de ovarios. → Dolor de hijada. Eclipse. → Eclipse de luna.
Dolor de pecho. Enfriamiento o golpe. Eclís. → Eclipse de luna.
Dolor de pecho. → Bronquitis. El histérico. → Ataques.
Dolor de pies. Se considera una condición propia de la Embaramiento. → Apretado.
mujer embarazada, por el exceso de frío o de calor, o Embrujamiento. → Brujería.
348 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Empacho. Enfermedad que se presenta principalmente catarros, anginas, flemas y gripe son enfermedades de
en la población infantil y se caracteriza por diversos vías respiratorias.
trastornos digestivos, ocasionados por la ingestión de Enfermedades del hígado. Existen muchos tipos de en-
determinados alimentos y sustancias no alimenticias, fermedades hepáticas; algunas de ellas son causadas
que se ‘pegan’ en el estómago o en los intestinos; los por virus, otras pueden ser consecuencia de medica-
síntomas que presenta son inflamación de estómago, mentos, venenos o toxinas o por ingerir demasiado
diarrea y falta de apetito. alcohol. El dolor, la congestión e inflamación son sín-
Empacho de hombre. → Caxan de mujer. tomas que indican daño o enfermedad del hígado.
Empacho de mujer. → Caxan de hombre. Enfriamiento de los huesos. → Dolor de huesos.
Empeine. → Cizote. Enfriamiento de pecho. → Bronquitis.
Encanijados. → Basca de sangre. Engasados. → Basca de sangre.
Encantamiento. → Brujería. Engentado. Enfermedad infantil producida por la ‘ener-
Encontró un aire. → Aire. gía negativa’, el ‘calor’ o ‘humor’ emanados de per-
Encordados. Enfermo de reuma que no puede caminar sonas que sufren determinados estados anímicos o
debido a los intensos dolores articulares. corporales.
Encuerdado. Nombre con el que se designa a la persona Engentamiento. → Engentado.
que sufre parálisis en algún segmento del cuerpo. Engrosar sangre. → Adelgazamiento de sangre.
Enculados. Recién casados que abusan de las relaciones Enguilado. → Encordados.
sexuales. Se considera que debido a tal conducta, es- Enguixado. Sufrir los efectos de la guixa o guixi, come-
tán propensos a padecer las enfermedades llamadas zón producida por una sustancia semicáustica o pican-
cachán, caxan o empacho de hombre en el caso de la te que contienen algunas plantas, como las fibras del
mujer y empacho de mujer en el del hombre. maguey (Agave spp.), antes de ser convenientemente
Enfado. → Coraje. tratadas para su uso. El contacto de estas sustancias
Enfermas de caxan. → Caxan de quehacer. con la piel puede desencadenar desde una ligera irri-
Enfermedad de riñones. → Cerrada de orines. tación hasta una severa reacción alérgica.
Enfermedad de la costa. → Cámaras de sangre. Enlechado. Cuando a un niño le hace mal la leche ma-
Enfermedad de la sangre. Enfermedad evidenciada por terna.
la aparición de múltiples llagas o granos en la piel y Enojo. → Coraje.
considerada muy contagiosa. Es común que se deno- Entapiadura. → Apretado.
mine lepra a ciertas lesiones cutáneas. Se le confunde Entapiadura. → Cerrada de orines.
con las llagas originadas por sarna, impétigo, tubercu- Entazolado. 1. Padecimiento que afecta a recién naci-
losis o problemas circulatorios. dos y lactantes; es una manifestación de los aires de
Enfermedad de piedra. → Cálculos en la orina. basura. 2. El infante comienza a enfermar de tlazol al
Enfermedad del pulmón. → Dolor de costado. ser tomado en brazos por su padre, luego de que éste
Enfermedad mala. → Brujería. llega de ‘haber estado’ con otra mujer que no es la
Enfermedad regalada. → Brujería. madre. 3. También se puede originar al sacar al niño
Enfermedad respiratoria. Diversos padecimientos respi- de la casa y exponerlo a la cercanía o a la mirada de
ratorios asociados a un desequilibrio entre las cualida- algún adúltero o ‘caliente’. Aun cuando es la infide-
des frío y caliente. El resfriado, tos, dolor en el pecho, lidad paterna la causante del tlazol, se afirma que el
ANEXO III. GLOSARIO 349
persona pasa un fuerte enojo y no satisface sus im- los órganos reproductores, la matriz y los ovarios, o a
pulsos. la ‘cadera abierta’, consecuencia de un golpe o de que
Espanto de río. → Espanto de agua. a la mujer no la ‘apretaron’ después del último parto,
Espanto de sueño. Susto originado por los accidentes situación que se remedia mediante baños y sobadas.
que sufre el alma durante su rutinario vagar en las Esterilidad del hombre. Popularmente se entiende
horas de sueño. como la incapacidad masculina de fecundar debido a
Espanto por pecado. Tipo de susto motivado por accio- que su ‘sangre es fría’. Se reconoce a un hombre en
nes ilícitas o inconvenientes que no necesariamente este estado por su rostro descolorido, falta de apetito,
representan un suceso pavoroso. delgadez y desgano para trabajar.
Espanto seco. Susto que ocurre cuando un individuo Estimula producción de leche. Aumentar la secreción de
sufre un inesperado encuentro con un animal salvaje. leche en las mujeres que amamantan a sus hijos.
El mal suele presentarse con estados de debilidad y Estirada. Padecimiento que se manifiesta en el estóma-
adelgazamiento. go con palpitaciones y un fuerte dolor que penetra el
Espasmos. → Ataques. interior del cuerpo. Se debe a que cargan objetos pe-
Espasmos. → Calambres. sados y se inflama y endurece la boca del estómago.
Espinilla. Afección que se da en el cuero cabelludo en Estómago regado. Complejo patológico de rasgos co-
forma de espinas en la cabeza, probablemente se ori- munes, se le considera relativamente común y even-
gine de un susto. tualmente mortal. Al estómago se le considera situado
Espinillas. → Barros. ‘alrededor del ombligo’ y ahí los terapeutas ubican un
Espinas. Espinas de plantas enterradas o encajadas en pulso principal, lugar donde se concentran o se unen
la piel. todos los demás pulsos. Cuando el latido o pulso se rie-
Espíritu quedado. Enfermedad que afecta a las personas ga se considera desplazado de su centro por lo que el
que han sufrido una fuerte impresión o susto, aunque pulso principal es detectable en otro lado, como “una
también existen otros agentes causales que pueden cosa que está brincando”, con frecuencia movido ha-
desencadenarla. La consecuente gravedad con la que cia arriba, en dirección a la “boca del estómago” o
llega a evolucionar se explica por el hecho de que la “debajo de las costillas”. Esta condición puede dar ori-
víctima pierde una de las esencias vitales más impor- gen a que el estómago “se desacomode” de su lugar
tantes, la cual es reconocida bajo variados conceptos y que los alimentos no encuentren su sitio, lo que ge-
a lo largo del país. nera alteraciones digestivas. Los signos y síntomas del
Espolones. Deformación de los huesos del talón del pie. latido regado o estómago regado son falta de apetito,
Estérico. → Acabamiento de estómago. náusea o asco, dolor de estómago, no se consienten
Esterilidad de la mujer. 1. La frialdad es la causa más fre- los alimentos, se queda un hueco después de comer,
cuente de que la mujer no tenga hijos. El bañarse con mucha sed, vómito, diarrea, dolor de cabeza o cerebro,
agua fría, “andarse mojando en la lluvia y en el lodo”, boca amarga o producción de saliva amarga, somno-
lavar en el río o tomar alimentos fríos durante la regla lencia, alteración de los nervios y vista amarilla.
son los motivos más señalados de este padecimiento, Estrabismo. → Bizcocho.
porque enfrían la sangre y la matriz, por tanto se debe Estreñimiento. → Apretado.
‘calentar’ con infusiones y baños de hierbas clasificadas Falla de pulmones. Afección que se produce como una
como calientes. 2. También se debe al desacomodo de complicación de la gripa. Se caracteriza por un sonido
ANEXO III. GLOSARIO 351
particular que se produce en el interior del pecho del Fiebre escamosa. → Alfombrilla.
enfermo cada vez que éste respira; el paciente ade- Fiebre puerperal. → Caxanes.
más presenta tos y, muchas veces, calentura. Fiebre roja. → Alfombrilla.
Falseada de cintura. → Abierto de la cadera. Flatulencia. 1. Acumulación de gases en el tubo diges-
Falseada. Se origina por el ingreso de frío al organismo tivo que llega a ser muy molesta. 2. Distensión en el
a consecuencia de una caída o movimiento brusco. aparato digestivo, causada por acumulación de gases.
Son característicos el dolor y la inflamación en la zona Flato. → Flatulencia.
afectada; sin embargo, a diferencia de lo que sucede Flojedad de dientes. → Aflojada de dentadura.
en una zafadura, el hueso “no se sale” de su lugar. Flujo. → Desarreglos.
Falta de apetito. Una falta de apetito durante un tiem- Flujo blanco. → Desarreglos.
po breve no suele presentar ninguna consecuencia Flujo de frío. → Desarreglos.
grave, solo la disminución de peso; sin embargo, la Flujo de mujer. → Desarreglos.
falta de apetito prolongado supone una deficiencia de Flux de sangre. → Cámaras de sangre.
nutrientes que conlleva a un estado de desnutrición u Fogazos. Los fuegos o ‘fogazos’ son ampollas rojas, lle-
otras consecuencias más graves para la salud. nas de fluido que suelen aparecer en los labios y alre-
Falta de sangre. Es producida por falta de alimentación, dedor de la nariz, aunque con frecuencia se propagan
genera agotamiento; la persona se pone amarilla por a otras zonas de la cara; se deben a un virus del gé-
la falta de sangre (anemia por disminución de la he- nero Herpes, que se contrae casi siempre antes de los
moglobina). cinco años. Generalmente, la primera manifestación
Falta de leche. Ausencia o insuficiencia de secreción de no es un fuego, sino una infección en las encías, en el
leche materna durante el periodo de lactancia. Se atri- interior de la boca o los labios.
buye a los efectos de la frialdad en la espalda o parte Fractura. La quebradura se asocia generalmente con
superior del cuerpo. descuidos y caídas. Las fracturas en los brazos y pier-
Falta de viento. → Acecido. nas son las más frecuentes; comúnmente están acom-
Fatiga. → Acecido. pañadas de dolor, hinchazón, inmovilidad y, en oca-
Fiebre. → Calentura. siones, de la exposición del hueso fracturado.
Fiebre amarilla. Es una enfermedad viral, transmitida Fractura de cabeza. → Descalabro.
por mosquitos infectados por un virus del género Fla- Frialdad. La creencia popular señala el equilibrio frío-ca-
vivirus. El término amarilla alude a la ictericia que pre- lor corporal como condición indispensable para un
sentan algunos pacientes. Una vez contraído el virus buen estado de salud, y que, al verse aquel afectado
y pasado el período de incubación, de 3 a 6 días, se por determinados factores externos, se manifiesta la
presenta la fiebre intensa, dolor muscular y de cabe- enfermedad. Partiendo de esta premisa, la frialdad
za, escalofríos, pérdida de apetito y náuseas o vómi- puede definirse como un estado de desequilibrio cor-
tos; cierto porcentaje de pacientes se vuelve ictérico, poral; el cuerpo tiende al frío y está, por consiguiente,
puede haber hemorragias orales, nasales, oculares o ávido de calor.
gástricas, con sangre en los vómitos o las heces. Este Frialdad. → Dolor de huesos.
tipo de fiebre amarilla es tan tóxica que los pacientes Frialdad de la matriz. → Esterilidad de la mujer.
pueden morir en un plazo de 10 a 14 días. Frialdad en el vientre. → Esterilidad de la mujer.
Fiebre de malta. → Brucelosis. Fríos. → Escalofríos.
352 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Infección renal. Esta afección ocurre cuando existe una mente en el rostro, manchas de color café u oscuro
infección bacteriana en uno de los riñones o ambos. de aspecto desagradable; es frecuente en las mujeres
La infección puede ser causada por infección de la ve- embarazadas, aunque también afecta a las que no lo
jiga que no fue tratada o que se trató de forma inade- están y a los hombres.
cuada, o por bacterias de otras partes del cuerpo que Latido. → Acabamiento de estómago.
ingresaron a los riñones. Los síntomas incluyen dolor Latido regado. → Estómago regado.
en el abdomen, en la parte inferior de la espalda, ur- Legañas. → Chinguiñas.
gencia para orinar, sensación de la vejiga llena aun Lepra mexicana. → Carey.
después de orinar y ardor al orinar. Lepra. → Enfermedad de la sangre.
Infección vaginal. → Comezón de vientre y vagina. Leucorrea. Flujo vaginal que puede deberse a una se-
Inflamación de las anginas. → Anginas. creción cervical abundante o a una excesiva descama-
Inflamación. → Abotagado. ción de la vagina, provocada, por lo general, por una
Ímpetus nerviosos. → Ataque de nervios. infección baja del aparato genital.
Insomnio. Es la dificultad para conciliar el dormir o man- Llagas. Lesión dérmica con o sin pus, rebelde a los tra-
tenerse dormido. En general, el insomnio es frecuente tamientos y de difícil cicatrización. En algunos casos,
cuando se vive un evento estresante o también puede se origina por no tratar adecuadamente determinadas
estar ocasionado por algún síntoma o enfermedad. afecciones cutáneas, como granos o heridas; otras ve-
Insulto. Parálisis facial. La boca “se va de lado” al ex- ces, es asociada a circunstancias mágicas.
ponerse la persona a una corriente de aire después Llamar la leche. → Estimular la producción de leche.
de comer. Locura. Trastornos diversos de las facultades mentales
Insulto. → Ataques. manifestados en conductas extrañas, que imposibili-
Intestino recargado. → Apretado. tan la relación normal de un individuo dentro de su
Ira. → Coraje. grupo social; generalmente, su origen se atribuye a la
Jaqueca. → Dolor de cabeza. introducción de seres sobrenaturales en el cuerpo o a
Jiote. → Cizote. los efectos de la brujería.
Jique. → Ahogo. Lombrices. → Animales en las tripas.
Jiricua. → Carey. Lombriz larga. Lombriz intestinal plana, segmentada,
Jiricuento. Expresión popular para referirse al enfermo muy larga, de difícil expulsión del organismo. Sus cau-
de jiricua, es decir, mal del pinto. sas y los síntomas que ocasiona son los mismos que se
La relajada. Cuando un hombre carga algo pesado ‘se presentan en el padecimiento descrito bajo el término
relaja’, es decir, se le inflaman los testículos. lombrices.
Ladillas. A los piojos púbicos a menudo se les denomi- Lombriz. → Lombriz larga.
na ladillas, infectan el vello púbico, donde ponen sus Lunares abultados. 1. Crecimiento anormal de la piel en
huevos y producen picor en dicha zona; se contagian forma redondeada, no dolorosa y deformante. 2. Le-
fácilmente a través del contacto íntimo. La picadura sión de la piel en la que aparecen verrugas o granos
de la ladilla a veces tiene como consecuencia una re- de consistencia esponjosa, principalmente en el dorso
acción alérgica denominada pediculosis inguinal. de las manos, dedos y rodillas. 3. Son protuberancias
Lagañas. → Chinguiñas. cutáneas, de forma redondeada, bien delimitadas,
Lamida. Padecimiento por el que aparecen, general- que tienen superficie rugosa, dura y a veces erizada
ANEXO III. GLOSARIO 355
de vellosidades. Son ásperos al tacto y generalmente causadas por herpes, hongos, ulceraciones en general
del mismo color de la piel, (aunque también pueden e incluso, escorbuto y difteria; también pueden apa-
ser oscuras, tono grisáceo, amarillo o pardo, planas y recer granos en la boca y alrededor de la lengua, así
suaves). Su aparición es más frecuente en zonas so- como fuegos por comer frutas ácidas, entre ellas: la
metidas a golpes y fricción, por lo que aun siendo muy piña.
frecuentes en las manos (dedos y alrededor o debajo Mal de boca. → Algodoncillo.
de las uñas), también suelen aparecer en rodillas y, en Mal de bolitas. → Ceguera de Montecristo.
menor medida, en cara y cuero cabelludo. Las verru- Mal de brinco. → Mal de arco.
gas son molestas porque dan comezón. Mal de conejo. → Mal de arco.
Lunático. Denominación que recibe el epiléptico en alu- Mal de gente. → Brujería.
sión a una supuesta relación entre las crisis convulsivas Mal de ijar. → Apendicitis.
y las fases lunares. Mal de ijar. → Dolor de ijada.
Madurar el catarro. Activar la secreción de moco cuan- Mal de luna. → Ataques.
do se padece gripa. Mal de mina. → Basca de sangre.
Magulladura. → Golpe. Mal de ojo. → Agitar la sangre.
Mal aire. → Agitar la sangre. Mal de orín. → Cerrada de orines.
Mal aire. → Aire. Mal de orina. → Cerrada de orines.
Mal aliento. Manifestación de diversos trastornos buca- Mal de oriño. → Cerrada de orines.
les y digestivos evidenciados por un olor desagradable Mal de pecho. → Basca de sangre.
en la boca. Mal de piedra. → Cálculos en la orina.
Mal de aire. → Agitar la sangre. Mal de pujo. → Cámaras de sangre.
Mal de algodoncillo. → Algodoncillo. Mal de San Antonio. → Enfermedad de la sangre.
Mal de arco. 1. Es una enfermedad frecuentemente mor- Mal de San Lázaro. → Enfermedad de la sangre.
tal provocada por una potente neurotoxina: la exoto- Mal de tapón. → Apretado.
xina tetanospasmina, producida por una bacteria del Mal de vergüenza. 1. Síndrome de filiación cultural. La
género Clostridium. También conocida como tétanos. causa de esta enfermedad es el sentimiento de ver-
2. Padecimiento reconocido por un tipo particular de güenza que sufre una persona cuando no puede cum-
espasmos musculares que dan origen a algunas de sus plir las que considera son sus obligaciones de anfitrión
denominaciones populares. 3. El nombre vernáculo durante una comida. 2. También puede darse por la
‘mal de arco’ se refiere a la fase de la enfermedad en interiorización de un sentimiento de pena, turbación,
que el enfermo presenta un marcado arqueamiento desazón o humillación al experimentar o sospechar
del cuerpo hacia atrás, llegando en ocasiones a for- un desaire, una burla o una exposición al ridículo. Los
mar una curvatura al estar acostado, en el que la parte síntomas que caracterizan el padecimiento se presen-
alta de la cabeza y los talones constituyen el único tan, sobre todo, en el aparato digestivo, en forma de
apoyo. En el caso del tétanos neonatal, también se dolor y calambres en el estómago, diarrea, vómitos y
reconocen las convulsiones como síntoma habitual. calentura; además, el enfermo sufre dolor de muelas,
Mal de boca. Más que una enfermedad específica, es de oídos y de cabeza, se siente desanimado, muestra
una denominación genérica para diversos padeci- una tristeza constante y tiene ‘pura flojera’.
mientos que se manifiestan en la zona bucal: lesiones Mal del insulto. → Insulto.
356 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Mal del pinto. → Carey. cho, dolor del corazón y calor del corazón.
Mal del sueño. Perder el alma en la tierra a través del Malestar estomacal. → Acedias.
sueño. Viene de tener un sueño desagradable, como Mallugón. Daño en alguna parte del cuerpo; es una
ser atacado por animales o estar dentro del agua; contusión por compresión o un golpe, sin que se abra
también por sueños sexuales. Cuando los sueños se la piel, por lo que no se considera una herida.
repiten constantemente, en una semana empieza la Motolines. → Antojo.
enfermedad. Si se sueña que el alma pasa por un río Manchados. → Carey.
crecido o está en el mar, da mal del sueño. El enfermo Manchas blancas. → Carey.
no tiene ganas de comer, le duele el estómago, orina Manchas. → Cubemba.
mal, le dan calosfríos, calentura, dolor de cabeza, se Matriz caída. Cuando la partera no faja a su paciente
seca la garganta. después del alumbramiento, se dice que la matriz se
Mal delgadito. → Basca de sangre. salió o se prolapsó. Los síntomas son debilidad, pali-
Mal echado. → Brujería. dez, vómito, náuseas, pérdida de peso y mucho dolor.
Mal encerrado. → Enfermedad de la sangre. Matriz volteada. → Bajada de ovarios.
Mal funcionamiento del hígado. → Enfermedades del Melancolía. Manchas blancas en el cuello y los brazos,
hígado. relacionadas con la condición mental de quien lleva
Mal morado. → Ceguera de Montecristo. un luto, especialmente si porta un vestido negro de
Mal parto. → Aborto. mangas largas. Al cambiar esta prenda por otra de
Mal puesto. → Brujería. mangas cortas, las manchas desaparecen. Es probable
Mal viento. → Agitar la sangre. que la melancolía, término que refuerza esta interpre-
Mal viento. → Aire. tación, sea el resultado de un trastorno emocional ge-
Mala angina. → Alfombrilla. nerado por la muerte de un ser querido, desajuste que
Mala cama. → Aborto. se manifiesta en una alteración de la pigmentación
Mala circulación. Si la sangre está muy densa, se pue- cutánea con remisión, en ocasiones, espontánea.
den formar coágulos que impiden la normal circula- Memios. Personas anémicas que padecen de jiotes.
ción; la mala circulación venosa puede provocar tras- Mezquinos. → Lunares abultados.
tornos como várices, hemorroides, celulitis, incluso Mimiques. → Alfombrilla.
una trombosis. Mirada fuerte. Cualidad que poseen algunos individuos
Maldad. → Brujería. para dañar a seres humanos, animales y plantas. Es la
Maleficio. → Brujería. principal causa del mal de ojo.
Males de brujería. → Brujería. Miserere. → Apendicitis.
Males de la piel. Más que una enfermedad específica, Miserere. → Apretado.
es una denominación genérica para diversos padeci- Mocezuelo. → Mal de arco.
mientos que se manifiestan en la piel, como: verrugas, Moco de frío. → Desarreglos.
grietas, heridas, quemaduras, herpes, inflamación, Mollera caída. → Caída de la campanilla.
erupciones, llagas, erisipela, resequedad, etc. Mordedura de araña. Al sufrir la mordedura, el paciente
Males de la garganta. → Ardor en la garganta. presenta fuertes dolores corporales y fiebre.
Males del corazón. Son diversos padecimientos relacio- Mordedura de escorpión. En la vertiente del Pacífico y
nados con el corazón, como opresión molesta del pe- algunos estados del norte del país, habita un reptil del
ANEXO III. GLOSARIO 357
Ojo de envidia. → Agitar la sangre. debe a un susto, una persona espantada tiene la piel
Ojo loco. → Bizcocho. pálida, como amarilla.
Ojos de pescado. Se trata de verrugas virales que se Paludismo. 1. Enfermedad de la población adulta causada
presentan en la planta de los pies, aunque también “por comer tierra”, por desvelarse con frecuencia o por
pueden estar en las caras internas de los dedos; son bañarse con agua fría después de haber trabajado in-
dolorosas por la presión del peso del cuerpo; existen tensamente. Se manifiesta por fuertes calenturas, dolor
únicas o múltiples. de cabeza intenso y vómitos. 2. El paludismo es causado
Ojos fuertes. → Mirada fuerte. por un parásito del género Plasmodium, que se transmi-
Ojos lagañosos. → Chinguiñas. te mediante la picadura de mosquitos infectados.
Ombligo salido. Trastorno originado por la introducción Paño. → Lamida.
de frío por el ombligo. Al parecer, la medicina acadé- Paperas. → Chanza.
mica lo considera una hernia umbilical. Paperón. → Chanza.
Opilados. → Apretado. Pasmo. Calificativo popular aplicado a ciertos padeci-
Orejones. → Chanza. mientos que presentan un estancamiento en su pro-
Orquitis. Es la hinchazón o inflamación de uno o ambos ceso patológico. Denominación que reciben algunas
testículos, debido a una infección bacteriana o viral. enfermedades contraídas por efecto de un enfria-
Ortigadas. Irritación cutánea que produce el contacto miento.
con las hojas de algunas plantas o con orugas. Pasmo. Herida infectada que no quiere cerrar.
Ovarios caídos. → Bajada de ovarios. Pasmo de la tos. → Bronquitis.
Padre-madre. Enfermedad mental que se presenta en Pasmo de mujer. → Esterilidad de la mujer.
aquellos individuos predestinados a ser curanderos. Pasmo de pulmón. → Basca de sangre.
Paladar caído. Enfermedad que padecen los lactantes Pasmo del ano. → Cámaras de sangre.
al no poder mamar y emitir ‘ruidos’ con la boca al Pasmo seco. → Mal de arco.
intentarlo. Pavón. → Alfombrilla.
Pales. Primer estadio de desnutrición o mala alimenta- Pechuguera. → Bronquitis.
ción. Las manifestaciones evidentes son que el niño se Pega triste. Enfermedad que se origina por presenciar
está picando la nariz, no duerme, grita, se calienta o un acto sexual, que, en la mayoría de los casos, con-
presenta una calentura leve. Al niño que tiene pales se duce a un ‘enfriamiento de la sangre’ del enfermo,
le observa delgado, con el abdomen inflamado y su debido a la impresión recibida o a la manifestación de
demanda de alimento varía. Algunos niños que no son deseo sexual. Puede resultar afectado no sólo el es-
atendidos pueden evolucionar hasta convertirse en hé- pectador involuntario, sino también cualquiera de los
ticos. Se considera que si los niños que tienen pales no componentes de la pareja sorprendida, dependiendo
son atendidos, cuando adultos pueden padecer en for- de la ‘debilidad’ o ‘fortaleza’ del individuo para reci-
ma crónica dolores de cabeza o sangrados de la nariz. bir impresiones. Los síntomas comunes son cansan-
Pálido. Pérdida anormal del color de la piel. No es una cio, dolor de ojos, adelgazamiento, falta de apetito y
afección grave y no requiere tratamiento, a menos languidez, que suelen agravarse si la enfermedad no
que también se presente en los labios, la lengua, las es tratada oportunamente. La presencia de vómito y
palmas de las manos, el interior de la boca o en el diarrea indican que el enfermo tiene pocas esperanzas
revestimiento de los ojos. Generalmente, la palidez se de salvarse de una muerte casi segura.
ANEXO III. GLOSARIO 359
Piedras en el riñón. → Cálculos en la orina. nifestaciones habituales son sudor e inquietud; el niño
Pinto. → Carey. “puja, hace fuerza y se jala los cabellos con muina”.
Pinolillo. Es el estado larvario y en ninfa de las garrapatas; Pujo. → Apretado.
se adhieren a un animal o a un ser humano para alimen- Pujos colorados. → Cámaras de sangre.
tarse de sangre y pueden ocasionar dermatosis severas. Pujos con sangre. → Cámaras de sangre.
Piojos. Los piojos de la cabeza son animales pequeños, Pujos. → Cámaras de sangre.
poco visibles, que pueden afectar a personas de todas Pulmonía. → Dolor de costado.
las edades, pero los niños son más propensos a ser Pulsación. → Acabamiento de estómago.
infestados. Pulsaciones en el estómago. → Acabamiento de estó-
Piojos púbicos. → Ladillas. mago.
Piorrea. → Periodontitis. Pulso regado. → Acabamiento de estómago.
Piquete de alacrán. → Picadura de alacrán. Pulso regado. → Estómago regado.
Piquete de culebra. → Mordedura de serpiente. Punzada de oído. Sensación de latido en uno o ambos
Piquete de mosco. → Picadura de mosco. oídos, manifiesta por un dolor muy agudo.
Piquete de piedra. → Mal de piedra. Punzada de oído. → Aire en el oído.
Pitiflor. → Alfombrilla. Punzada. Dolor agudo e intermitente de cabeza.
Pocholaca. Cierto tipo de granos que aparecen en el Purificar sangre. La sangre puede contaminarse por
cuerpo de los niños y, ocasionalmente, en el de los muchas razones, como una mala evacuación de las
adultos. toxinas debido al deficiente funcionamiento de los ór-
Pocholacas. → Escupida. ganos excretores, como riñones o intestinos, así como
Postema. → Absceso. por una dieta alta en sustancias tóxicas o grasas noci-
Postemas. Se originan debido a un golpe o magulladura vas, por lo cual se necesita limpiar.
que no es curada ni atendida, lo que provoca endure- Quebrada de anginas. → Anginas.
cimiento y supuración del tejido. Quebrada en el niño. Enfermedad exclusiva de los re-
Potro. → Bubón magil. cién nacidos de sexo masculino, originada por haber
Prácticas seductoras. Prácticas mágicas para ejecutar estado en contacto con una mujer menstruante o em-
diversas intenciones mediante la seducción por parte barazada.
de personas del sexo opuesto, que sirven de vehículo Quebradura de espíritu. Enfermedad que sufren las per-
para tentar a la persona a la que se le quiere causar sonas que son envidiadas. Se manifiesta con dolores
daño (resultan ser mujeres provocativas y presentarse de cabeza, brazos y piernas.
en los sueños). Quebradura. → Fractura.
Problemas del habla. → Niño que tarda en hablar. Quebrantamiento. Padecimiento que afecta a los niños,
Promover circulación. → Mala circulación. se tuercen cuando la madre o alguien más no los car-
Prurigo. Se denomina así a un grupo de patologías cu- ga de manera correcta.
táneas, causadas por la picadura de chinches, pulgas Quebranto. → Aflojadura.
o mosquitos, lo que ocasiona reacción alérgica en la Quemada. Se manifiesta con hinchazón del cuerpo,
piel del niño: pequeños granos o pápulas, que produ- afecta sobre todo a los niños que han estado en con-
cen picazón y al secarse, forman costras negruzcas. tacto con la madre después de haber dado a luz. Es
Pujo. Que está pujando. Padecimiento infantil cuyas ma- provocada por las emanaciones y los humores que ex-
ANEXO III. GLOSARIO 361
piden las mujeres después del parto. Las piernas, los síntomas del asma.
brazos, los genitales se hinchan, el pecho se llena de Retención de orina. → Cerrada de orines.
ampollas o “las nalguitas se empiezan a pelar como Retraso mental. Lentitud anormal de los pensamientos,
papita”, y es muy peligroso porque se puede morir. las acciones o del crecimiento mental y emocional. Di-
Quemaduras. Lesiones leves o agudas en la piel, ocasio- ficultad esencial en el aprendizaje y ejecución de de-
nadas por accidentes comunes en el medio doméstico terminadas habilidades en la vida diaria.
o laboral. Las primeras se caracterizan por enrojeci- Retortijones. Dolores fuertes y bruscos en el estómago
miento cutáneo, ardor y aparición de ámpulas; las se- o en el vientre, ocasionados por diversas anomalías
gundas implican pérdida cutánea. del aparato digestivo.
Quemaduras en las manos. Es posible que se trate de Reumas. Padecimiento cuya manifestación característi-
un castigo por robar algo. Las manos se sienten como ca es el dolor en huesos y articulaciones, que dificulta
quemadas y se siente ardor. la movilidad normal.
Quemadura por rayo. → Herida de rayo. Reumatismo. → Reumas.
Rajaduras de los pies. Cuando llueve mucho, el agua Riumas. → Reumas.
se mete a los zapatos y se rajan los pies, ocasionando Riesgo de perder al bebé. Riesgo de aborto, algunas
mucho dolor. causas pueden ser que el feto tenga frío y aire. Los
Rabia. Enfermedad infecciosa, contagiosa, aguda y síntomas pueden ser: “le duele el estómago a la seño-
mortal causada por un virus del género Lyssavirus, a la ra”, “siente como que ya no quiere parir”.
cual son susceptibles todos los mamíferos, incluyen- Rodillas flojas. Enfermedad manifestada por un dolor
do el hombre. Los primeros síntomas son debilidad intenso que se extiende desde la cadera hasta las ro-
o malestar general, fiebre, dolor de cabeza, picazón dillas.
en el sitio de la mordida. En días posteriores, los sín- Ronchas. → Granos.
tomas son disfunción cerebral, ansiedad, confusión y Ronquera. Afección que se caracteriza por el cambio
agitación. del timbre de la voz, que se convierte en bronco y
Rasquiña. → Gusto cubano. poco sonoro. Síntoma que se presenta en diversos pa-
Recaída. → Aflojadura. decimientos respiratorios.
Recaída de la mujer. → Entuertos. Roña. → Gusto cubano.
Regada de bilis. → Ataque de bilis. Rozado. → Alforra.
Regocijo. → Bubón magil. Sabañón. Inflamación bajo la piel, acompañada de pru-
Relajado. → Huevos caídos. rito y dolor, producida por el efecto repetido o pro-
Relajado. → La relajada. longado del frío o la humedad. Afecta pies, manos,
Remolino de los muertos. → Aire de difunto. dedos y orejas.
Resaca. → Cruda. Sabañones. → Gericua.
Resequedad de la piel. → Piel áspera. Sabayón. → Sabañón.
Resfriado del pecho. → Bronquitis. Sabroso. → Alforra.
Resfrío. → Catarro. Sacar espinas. → Espinas.
Resuello. Aliento o respiración, especialmente la que Salidera. → Chorro.
produce algún ruido porque es dificultosa o violenta. Salpuido. Término para designar la aparición de ronchas
Se menciona en la medicina popular como uno de los y granitos en la piel, acompañadas de comezón muy
362 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
intensa, causadas por el calor, es más común en niños. nes, caída de las cejas y las pestañas, dolores de cabe-
Salpullido. → Salpuido. za sin fiebre, pústulas en la cabeza, mal color, debili-
Sangre aguada. Así se conoce cuando existe disminu- dad y cansancio; algunas llagas son difíciles de sanar.
ción de los componentes del tejido sanguíneo, en Sofocación de pecho. → Acecido.
especial de glóbulos rojos y blancos, que dan consis- Sofocamiento. Inflamación del estómago por comer en
tencia y color a la sangre; también se le conoce como exceso.
sangre rala. Soltura. → Cámaras de sangre.
Sangre enferma. Se hace referencia a la condición de la Solitaria. → Lombriz larga.
sangre, ya que es un vehículo de trastornos de la salud, Subida de estómago. → Ataque de bilis.
que en su paso por el cuerpo va afectando órganos y Sucio del estómago. → Cólico.
capacidades del organismo entero; se dice que se tie- Susto de hombre. Es un padecimiento que afecta a los
ne la ‘sangre enferma’ al padecer diabetes mellitus. varones obligados a interrumpir el acto sexual, ya sea
Sangre molida. Expresión popular para nombrar a la porque son sorprendidos por alguien o porque la mu-
sangre muerta, ‘negra’, de heridas, golpes internos o jer, al no querer tener relaciones “lo patea”, ocasio-
moretones. nando que el hombre se enferme, se seque, porque
Sangrado de encías. Las encías sangrantes pueden de- no terminó. El esperma retenido, en lugar de ser ex-
berse principalmente a la remoción inadecuada de pulsado, produce una hinchazón, es como si su pro-
la placa de los dientes en la línea de las encías; sin pio esperma ‘embarazara’ al hombre y, cumplido el
embargo, si este sangrado persiste, puede deberse a término de nueve meses, es ese mismo ‘embarazo’ el
afecciones médicas graves, como leucemia o trastor- que lo conduce a la muerte, debido a que un exceso
nos hemorrágicos y plaquetarios. de calor se acumuló en su cuerpo.
Sarna. → Gusto cubano. Susto sobre pecado. → Espanto por pecado.
Sarpullido. → Salpuido. Susto. → Espanto.
Seborrea. Enfermedad de la piel que afecta al cuero Tacotillo. → Absceso.
cabelludo, la cara o el torso. Se trata de un trastor- Tapado de orín. → Cerrada de orines.
no funcional de las glándulas sebáceas que producen Tapados. → Apretado.
una hipersecreción de grasa. Es causante de piel roji- Tapazón de pecho. → Bronquitis.
za, irritada, escamosa y casposa. Afecta en particular Tapazón de nariz. Retención de los mocos en el interior
las zonas de la piel ricas en glándulas sebáceas. de la nariz, debida al efecto del catarro o a inflama-
Secas. → Bubón magil. ción de las membranas mucosas.
Sentimiento. → Ataque de bilis. Tapiado de la guía de atrás. → Apretado.
Separación del alma. → Espíritu quedado. Tapiado del caño. → Apretado.
Sífilis. Esta enfermedad procede de humores gruesos Tapiados de atrás. → Apretado.
que se acumulan en las articulaciones. Los dolores son Tapiadura. → Apretado.
graves y afectan a los huesos, tanto que los dañan. La Tapiadura. → Cerrada de orines.
piel se decolora. Es un padecimiento difícil de curar. Tartamudo. No se trata de una enfermedad sino de una
Los primeros síntomas son algunas anomalías en el dificultad involuntaria en el dominio de la comunica-
pene, algunas inflamaciones en partes glandulosas, ción oral. Este trastorno del habla puede incluir otros
como las ingles o las axilas; dolores en las articulacio- síntomas como parpadeo rápido o temblor en los la-
ANEXO III. GLOSARIO 363
bios. El tartamudeo puede hacer que sea difícil comu- Tortícolis. Dolor en el cuello que impide su movilidad.
nicarse con los demás. Torzón. Dolor de estómago.
Testículo montado. Enfermedad propia de los varones Torzón. → Apretado.
que se caracteriza por la aparente ausencia de uno o Tos ahogadora. → Acecido.
ambos testículos, atribuida a que éstos no han des- Tos ahogadora. → Ahogo.
cendido. Este padecimiento se presenta en los recién Tos con alcanzamiento. → Bronquitis.
nacidos y es considerado causa de esterilidad. Tos con hervidero de pecho. → Bronquitis.
Tétanos. → Mal de arco. Tos de ahogo. → Acecido.
Tifo. Es producido por la picadura del piojo infectado Tos de cansancio. → Bronquitis.
con la bacteria Rickettsia sp. Los síntomas son esca- Tos que rasga la garganta. → Acecido.
lofrío, fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores mus- Tos seca. → Bronquitis.
culares, sed, desfallecimiento, entorpecimiento men- Tos. Enfermedad causada principalmente por cambios
tal e insomnio. Después aparece la erupción cutánea bruscos de temperatura. Síntoma de diversas afeccio-
(exantema) en todo el cuerpo, transformándose en nes respiratorias.
petequias (lesiones pequeñas de color rojo). Tosferina (tos ferina). → Ahogo.
Tifoidea. La fiebre tifoidea es una infección intestinal Tosiento. → Bronquitis.
que causa náuseas, vómitos, calambres abdomina- Trabajo malo. → Brujería.
les, diarrea, fiebre y dolor de cabeza. La infección se Trabajo. → Brujería.
adquiere por la ingestión de alimentos y agua conta- Trasero. → Alforra.
minados con excretas humanas contaminadas con la Traspaso. → Acabamiento de estómago.
bacteria Salmonella sp. Trastorno. → Aborto.
Tina poti. → Carey. Tripa torcida. → Apretado.
Tiña. → Carey. Tropesía. 1. Proviene del antiguo término médico ‘hi-
Tiricia. Padecimiento cuya sintomatología está asociada dropesía’, el cual designa una acumulación de líquido
a estados de inapetencia, desgano y palidez; se pre- seroso trasudado en una cavidad o en el tejido celular.
senta por lo común en personas que sufren de tristeza, Las causas de dicha acumulación son diversas, pero in-
desilusión y mal humor. Se dice que sobreviene a causa teresa destacar en particular una de ellas: la insuficien-
de un susto, una muina o la pérdida de un ser querido, te cantidad de proteínas que conlleva la distribución
o bien en personas que convalecen de una enferme- desequilibrada de líquidos; es también denominada
dad prolongada o después de sufrir un cuadro febril. ‘edema de hambre’. 2. La tropesía es el último grado
Tiricia. → Basca de sangre. de desnutrición infantil, se presenta cuando hay com-
Tirisia. → Tiricia. plicaciones con el niño hético.
Tis. → Basca de sangre. Tuberculosis. → Basca de sangre.
Tísico. → Basca de sangre. Tullido. → Encordados.
Tisis. → Basca de sangre. Tumorcillo. → Absceso.
Tlacote. → Absceso. Tumores en los pechos. → Bolas en los pechos.
Tlalzaguate. → Aradores. Turnio. → Bizcocho.
Tlazol. → Entazolado. Tzipinan. Es una manifestación relacionada con los aires
Torcedura. → Falseada. de basura. Lo ‘tzipinado’ aparece cuando sale de casa
364 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
algún campesino con una herida cualquiera y se topa a la que nombran kieri (probablemente Datura o So-
en el camino con el mismo agente: alguien ‘caliente’ landra). Se dice que si una persona esparce tal pol-
o algún adultero; se dice que esa herida entonces se vo sobre su mano, se vuelve loca y adquiere un color
‘tzipina’, queda ‘como muerta’ o ‘pasmada’, ya no se amarillento.
siente, pero tampoco cicatriza, se pone ‘aguañosa’, le Viento. → Aire.
sanguaza, le sale agua. Viento. → Agitar la sangre.
Úlcera. → Dolor de estómago. Viriolo. → Bizcocho.
Úlcera. → Llagas. Viruela. Enfermedad contagiosa que se manifiesta con
Úlceras de la boca. → Aftas. fiebre y con granos llenos de pus que salen en la piel.
Uña. → Catarro. La erupción se manifiesta primero en forma de man-
Urticaria. → Ortigadas. chitas rojas en la lengua y en la boca, después aparece
Varicela. Es una infección causada por virus, la mayo- en la piel, comienza en la cara y se extiende a todo el
ría de los casos se da en niños menores de 15 años, cuerpo.
pero también puede observarse en personas de mayor Virul. → Bizcocho.
edad. El síntoma más típico es una molesta erupción Vista caliente. → Mirada fuerte.
en la piel que causa picazón, ésta se transforma en Vista candente. → Mirada fuerte.
ampollas con líquido que luego forman costras; otros Vista penetrante. → Mirada fuerte.
síntomas pueden ser fiebre, dolor de cabeza, cansan- Vitíligo. → Carey.
cio y falta de apetito. Generalmente aparece en la Volteadura. → Falseada.
cara, pecho, espalda y luego se extiende al resto del Vómito. 1. Sucede cuando no se puede retener alimen-
cuerpo. to o líquidos en el estómago y se expulsan. 2. Arrojar
Várices. Las venas se ven agrandadas, con aspecto abul- o sacar cuerpos extraños por la boca o bien, sacar la
tado o serpenteante, de color azul o morado oscuro. envida que alguna persona le tiene por medio del vó-
Los síntomas son piernas adoloridas, pesadas e inco- mito.
modas, así como ardor y sensación punzante en las Xoxal. Es una variante del mal de ojo, pero sumamente
piernas (várices). También puede haber calambres en grave. Se caracteriza por forúnculos o bolas (propia-
las piernas (sobre todo por la noche), y que la piel de mente el xoxal) que afloran en la cabeza, nuca o ex-
la vena o várice sea muy delgada o fina, de aspecto tremidades del afectado. Los nahuas traducen xoxa
seco y con picor. como “embrujar para que salga un tumor”. El xoxal
Vejigas orales. → Aftas. lo causan personas de vista muy fuerte y más habi-
Venas hinchadas. → Várices. tualmente los brujos o graniceros. La agresión puede
Venteada. → Envaramiento. deberse a motivos personales o al encargo de otra
Venteada. → Esterilidad de la mujer. persona para perjudicar a un tercero. Cuando este es
Venteado. → Encordados. el caso, únicamente un ritualista de gran fortaleza aní-
Vergüenza. → Mal de vergüenza. mica podrá curar al enfermo.
Verrugas. → Lunares abultados. Yane. → Mal de boca.
Vesícula. → Ataque de bilis. Yeyecatl. → Agitar la sangre.
Viento loco. Enfermedad que se origina al manipular el Yolixmoyauhtok. → Estómago regado.
polvo amarillo contenido en el fruto de una planta, Zafadura. → Descompostura.
ANEXO III. GLOSARIO 365
Apachurrar. Método terapéutico manual con fines cu- para ‘bajar el calor’ que se ha subido a la cabeza y así
rativos, preventivos y de diagnóstico, que consiste en quitar la calentura, que se presenta en enfermedades,
presionar, tallar o frotar con diferentes grados de inten- como la gripa. El baño con agua de sal también es útil
sidad, determinadas regiones del cuerpo humano. El para eliminar la ‘hinchazón de los pies’, aliviar el can-
método puede ser interno o externo. Dependiendo de sancio y reventar ampollas, entre otros fines.
la región anatómica afectada y del estado del paciente, Baño de sudor. → Baño azteca.
será el tipo de masaje que se emplee. Generalmente Baño de temazcal. → Baño azteca.
consiste en maniobras externas en las que se aplican Baño de tina. Baño de agua caliente en el que se sumer-
sustancias grasas y macerados alcohólicos; se adminis- ge el cuerpo del enfermo, dejando fuera la cabeza. El
tran también infusiones que coadyuvan al tratamiento. paciente se introduce en una tina que contiene agua,
Apretar. → Apachurrar. a la que se agregan infusiones o macerados medicina-
Baño azteca. Baño de vapor de origen prehispánico que les junto con las plantas con que fueron elaboradas;
se emplea con fines curativos, preventivos, higiénicos allí permanece sentado, ‘tallándose’ el cuerpo con
y religiosos. Se realiza en una habitación pequeña, las plantas. Después del baño se acuesta a reposar
previamente calentada, en la que se introducen el pa- manteniendo su cuerpo cubierto. Se utiliza para curar
ciente y el terapeuta. enfermedades reumáticas y otras dolencias de ‘frío’.
Baño con agua de piedra. Baño de vapor empleado des- Baño de vapor caliente. → Baño azteca.
pués del parto y durante todo el puerperio, en varios Baño de vapor. Baños calientes que actúan por medio
pueblos de ‘tierra caliente’. Se calientan piedras al rojo de aire saturado o sobresaturado con vapor de agua.
vivo y se arrojan en una palangana de boca ancha, En este tipo de baños se alcanzan temperaturas de
con agua. Con este líquido se baña a la puérpera du- 37.5 a 50°C mediante piedras calentadas al rojo vivo y
rante la cuarentena y, en ocasiones, se utiliza también arrojadas en un recipiente con agua, o bien, calentan-
para bañar al recién nacido. Sustituye al baño de te- do un cuarto con una fogata y salpicando con agua
mazcal, inexistente en estas zonas. las paredes. En estos casos, el terapeuta se encarga
Baño de asiento. Es aquél en el que se sumergen cade- de regular tanto la temperatura del baño como el su-
ras y nalgas, en un recipiente que contiene agua ca- ministro de infusiones medicinales al doliente, para
liente o fría. Sentarse en un recipiente que contenga complementar la función terapéutica del baño.
agua, fría o caliente. Baño frío. Es aquel en el que se emplea agua que está
Baño de calor. Baño medicinal que se proporciona a la por debajo de la temperatura corporal del paciente. El
recién parida. enfermo debe sumergirse en una tina que contenga
Baño de la criatura. Acto simbólico que brinda la coma- agua fría y permanecer ahí 10 a 15 minutos o más,
drona al bebé a los cuatro días de nacido con el fin según recomiende el terapeuta. Se emplea frecuen-
de purificarlo, evitarle enfermedades y alejar de él los temente para bajar la calentura. Para la medicina
malos espíritus. académica, el baño frío es considerado un podero-
Baño de pies. Inmersión de los pies dentro de un reci- so agente fisiológico terapéutico, ya que actúa como
piente que contiene agua (fría o caliente). Es utilizado elemento antitérmico, excitando el sistema nervioso
366 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
y modificando la circulación sanguínea. Durante los fermedades, asegurándole salud y bienestar durante
primeros momentos obra como excitante al aumen- su vida.
tar la actividad muscular; su uso prolongado provoca Caldeado. 1. Acción de aplicar, en zonas afectadas, ro-
relajación. ciados con el agua de cocimiento de algunas plantas,
Baño indígena. → Baño azteca. la cual debe estar lo más caliente posible; al enfriarse
Baño maya. Baño que tiene como finalidad eliminar los el agua, se toman las ramas de las especies usadas y
contaminantes y relajar el cuerpo. El curandero cubre se rocía suavemente al paciente en la zona dañada.
inicialmente todo el cuerpo del paciente con miel sil- 2. Acción de lavar la parte afectada con el cocimien-
vestre, después vierte sidra, cerveza y agua tibia en la to de las plantas medicinales, lo más caliente que se
que previamente ha hervido hierbas y pétalos de flores aguante, en fomentos. 3. Acción de calentar la parte
rojas. Acompaña su tratamiento con rezos y solicita al adolorida con hierbas o trapos calientes.
paciente tallarse con jabón. Al término, se recogen to- Chapotear. Para aflojar el vientre y desprender la placen-
dos los sobrantes y materiales utilizados y se arrojan a ta, son frecuentes los masajes y el calentamiento del
la basura. vientre con aceite, aguardiente y plantas. Esta técnica
Baño medicinal de vapor. → Baño azteca. se conoce como ‘chapotear’, consiste en calentar las
Baño para después del parto. Baño estimulante, tera- hierbas medicinales y dar toques en el vientre. Las par-
péutico y preventivo que se proporciona a la puérpera. teras acostumbran ‘chapotear’ los pechos y la espalda
Baño relajante. Baños de agua caliente o tibia a los que de la parturienta durante el baño puerperal para que
se agregan infusiones de plantas medicinales. Debido haya una buena producción de leche, porque se dice
a la intensa actividad desplegada durante las labores que la leche proviene de la sangre de la madre y se
cotidianas, el individuo sufre alteraciones del sistema forma precisamente en los pulmones.
nervioso, por lo que se recomienda esta terapia, para Chupar. Acción realizada por el chupador y otros tera-
que le ayude a recuperar el equilibrio. El paciente se peutas tradicionales para extraer del organismo todo
introduce en una pila, que contiene agua caliente, aquello que causa enfermedad.
que deberá mantenerse a una temperatura constante. Colgar de pies. Se realiza esta técnica cuando a la mujer
Allí permanecerá por espacio de una hora o más; se se le prolapsó la matriz. Primero se limpia la matriz
recomienda reposo después del baño. con infusiones de plantas y se le unta sebo de borrego
Baño ritual. → Baño azteca. con ‘aceite de comer’, después se da un masaje y se
Baño terapéutico de vapor. → Baño azteca. cuelga a la paciente de pies para que la matriz regrese
Barrida. Procedimiento ritual cuya finalidad es la pre- a su lugar.
vención, el diagnóstico o el alivio de un conjunto gran- Enema. Introducción de un líquido por el ano con el
de de enfermedades. Entre ellas destacan las concer- propósito de limpiar el intestino.
nientes a la penetración de inmundicias en el cuerpo. Escarificación. Consiste en hacer algunas aberturas le-
A grandes rasgos, el ritual consiste en frotar de pies ves en el cuerpo con objeto de facilitar la salida de la
a cabeza al doliente con ramos de hierbas, huevos y enfermedad.
otros objetos considerados purificantes y sagrados. Escobillado. → Barrida.
Bautizo. Baño ritual con agua bendita a un recién na- Gritadera. Curación para la persona que está espantada
cido, con la finalidad de purificarlo y fijar de forma o asustada. La ‘gritada’ (tetsatsilia) tiene como fin ex-
permanente el alma a su cuerpo y protegerlo de en- hortar al tonal (entidad anímica) a que vuelva al cuerpo
ANEXO III. GLOSARIO 367
que ha abandonado. El ritual se realiza en dos espacios el cuerpo del enfermo, quitar el dolor, proteger contra
diferentes, primero en el lugar en el que la persona su- envidias, hechizos y mal de ojo.
frió el evento sorpresivo o donde perdió su tonal, y des- Mantear. 1. Técnica que se usa para enderezar al feto du-
pués en donde se encuentra la persona enferma para rante el embarazo en la que se utiliza un rebozo o pe-
finalmente reintegrar el tonal al cuerpo. Se emplean dos dazo de tela para acomodar al bebé. 2. Consiste en ha-
tipos de lociones para rociar. En este ritual se emiten cer rotar al paciente sobre una sábana, manta o cobija,
súplicas, cánticos o rezos llamando al tonal del pacien- hacia la izquierda y derecha, para acomodar las tripas.
te. Algunos curanderos también le llaman a este ritual Masaje. → Apachurrar.
‘levantar la sombra’ y lo emplean para recuperar la en- Papachar. → Apachurrar.
tidad anímica, que se ha perdido a causa de un susto. Pulseo. Es la interpretación del pulso. La finalidad es
Hojear. → Barrida. diagnosticar la enfermedad, descubrir su origen, deter-
Insuflar. Se insuflan bocanadas de aire sobre el enfer- minar su gravedad o pronóstico y, por ende, establecer
mo, entendiendo que en el aliento va el alma del sa- la terapia adecuada. En esta práctica está implícita la
nador para inyectarle fuerza y salud al paciente. capacidad del curandero para mantener comunicación
Jumazo. Generalmente, se prepara un jumazo de taba- con la sangre del individuo y diagnosticar con base en
co (tabaco muy retorcido), para ahumar y limpiar a la las señales reveladas por el pulso.
persona afectada por algún mal. Pellizcamiento. Consiste en ejecutar una serie de pelliz-
Lambida. Lamer alguna parte del cuerpo del enfermo. cos en la flexión del codo del enfermo con objeto de
Lamer la zona afectada para tratar de aliviar el dolor. regularizarle la presión.
“Se limpia lamiendo la frente”. Ramear. Golpear diferentes partes del cuerpo con ma-
Lavativa. Operación que consiste en introducir produc- nojos de plantas.
tos líquidos por el recto, para facilitar la salida de los Rocear. 1. Se introduce a la boca una parte de la planta
excrementos en caso de retención, o para tratar otras utilizada y un trago de algún liquido (puede ser alco-
enfermedades. Facilita la evacuación de la materia fe- hol), se mastica y esto se rocía en el cuerpo del enfer-
cal que está adherida al intestino grueso y estimular mo. 2. Rociar, mojar a otra persona con aguardiente y
los músculos del colon. con la boca, en un acto de limpia espiritual. 3. Hacer
Lavatorio. → Bautizo. buches de agua para rociarla curativamente. Se reali-
Limpia de fuego. Ceremonia en la que el curandero usa za sobre el cuerpo del enfermo, utilizándose lociones,
fuego para elucidar la causa de un malestar. En ella, bálsamos, en cuya preparación intervienen sustancias
prende dos ramas de pino (Pinus sp.) y las desliza a lo muy aromáticas.
largo del cuerpo del enfermo; a través de las llamas Sahumar. → Limpiar con sahumerio.
puede observar la naturaleza de la dolencia. Sobada. → Apachurrar.
Limpia de vagina. Procedimiento empleado para curar Soltura. Ceremonia en la cual se amarra al paciente
las molestias y la inflamación de la vagina. con un pabilo en sentido contrario a las manecillas
Limpia. → Barrida. del reloj y al final se le desamarra en el sentido de las
Limpiar con sahumerio. Procedimiento preventivo, cura- manecillas. La ceremonia va acompañada de plegarias
tivo y purificatorio mediante el cual se da humo aro- e invocaciones que logran el retorno a la normalidad
mático a personas, animales, objetos, casas y nego- y curación del paciente. Prácticas como los ‘amarres’ y
cios. Se utiliza para eliminar los ‘malos aires’, calentar ‘desamarres’ se utilizan, por ejemplo, para mantener
368 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
unida o separada a una pareja o para librar de los Temazcal. → Baño azteca.
efectos de un mal viento. Varear. → Ramear.
Soplada. Arrojar con la boca, sobre el paciente, buches Ventosa. Procedimiento terapéutico para eliminar la en-
de alguna loción preparada o humo de tabaco; en el fermedad al extraer su agente causal por un efecto de
primer caso, sentir el golpeteo inesperado de la loción succión al producirse vacío mediante la combustión,
hace reaccionar al paciente, sobre todo cuando se tra- en un recipiente (vaso, frasco o jícara) que se aplica
ta de una curación de espanto en la que se piensa que sobre la piel. El recipiente suele ser de forma abomba-
el alma se ha salido de su cuerpo. Cuando se utiliza da y estar hecho de porcelana, vidrio, bambú, etc. En
tabaco, el olor del humo provocará los mismos efec- este método se utiliza calor (fuego) para formar baja
tos, además de que se piensa que esta planta sirve presión (vacío) dentro de la ventosa, que se coloca so-
para ahuyentar a los malos espíritus. bre la superficie de la piel.
Succionar. → Chupar.
ANEXO IV. SINONIMIA POPULAR
(ENFERMEDADES Y PADECIMIENTOS)
369
370 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
intestino recargado = mal de tapón = miserere = Bronquitis = catarro al pecho = dolor de pecho =
opilados = pujo = tapados = tapiado de la guía enfriamiento de pecho = hervor de pecho = hilar el
de atrás = tapiado del caño = tapiados de atrás = pecho = hoguío = ogio = oguillo = oguio = pasmo de
tapiadura = torzón = tripa torcida la tos = pechuguera = resfriado del pecho = tapazón
Aradores = tlalzaguate de pecho = tos con alcanzamiento = tos con hervidero
Ardor en la garganta = males de la garganta de pecho = tos de cansancio = tos seca = tosiento
Astillas = dedo astillado Brucelosis = fiebre de malta
Ataque epiléptico = epilepsia Brujería = chizos = daño = embrujamiento =
Ataque de bilis = bilis = derrame de bilis = regada de encantamiento = enfermedad mala = enfermedad
bilis = sentimiento = subida de estómago = vesícula regalada = hechicería = hechizo = mal de gente =
Ataque de nervios = ímpetus nerviosos mal echado = mal puesto = maldad = maleficio =
Ataques = el histérico = espasmos = insulto = mal de males de brujería = trabajo malo = trabajo
luna Bubón magil = bubón = incordio = potro = regocijo =
Azúcar en la orina = azúcar en la sangre = azúcar = secas
betis = diabetes Caída de la campanilla = caída de mollera = caída de
Bajada de ovarios = caída de matriz = caída de varillas = desbarbillarse = desvarillados = mollera
ovarios = desviación de matriz = matriz volteada = caída
ovarios caídos Calambres = espasmos
Baño azteca = baño de sudor = baño de temazcal= Cálculos en la orina = cálculos renales = enfermedad
baño de vapor caliente = baño indígena = baño de piedra = mal de piedra = piedra en la orina =
medicinal de vapor = baño ritual = baño terapéutico piedras = piedras en el riñón
de vapor = temazcal Calentura = calor subido = fiebre
Baño de la criatura = baño de recién nacido Cámaras de sangre = chimeca = chorrillo con sangre
Baño de señoras = baño para después del parto = cursos colorados = deposiciones de sangre =
Barrida = escobillado = hojear = limpia diarrea con sangre = disentería = disentería caliente
Barros = clavillos = espinillas = granos = disentería colorada = disentería con sangre =
Basca de sangre = cascados = cascarse = consunción = disentería roja = enfermedad de la costa = flux de
delgadito = delgado de los pulmones = sangre = mal de pujo = pasmo del ano = pujos
encanijados = engasados = guillos = mal de mina = colorados = pujos con sangre = pujos = soltura
mal de pecho = mal delgadito = ogurridos = pasmo Carey = jiricua = lepra mexicana = mal del pinto =
de pulmón = picado de la espalda = picado de manchados = manchas blancas = pinto = tina poti =
pecho = picado de pulmón = tiricia = tirisia = tis = tiña = vitíligo
tísico = tisis = tuberculosis Caries = dientes podridos = gusano de las muelas =
Bautizo = lavatorio muelas cariadas
Bizcocho = bizquera = distraído de un ojo = Catarro = gripa = resfrío = uña
estrabismo = ojo loco = turnio = viriolo = virul Catarro coagulado = catarro constipado = catarro
Bocio = buche = güegüecho cuajado = catarro detenido = niño moquiento
Bolas en los pechos = tumores en los pechos Caxanes = caxan de quehacer = enfermas de caxan =
Boquera = boquillas fiebre puerperal
372 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
Fogasos = fuegos = herpes Mirada fuerte = ojos fuertes = vista caliente = vista
Fractura = hueso roto = quebradura candente = vista penetrante
Gericua = sabañones Mordedura de araña = picadura de araña capulina =
Golpe = magulladura picadura de araña de reloj de arena = picadura de
Granos = ronchas araña tócatl = picadura de caza pulga = picadura de
Gusto cubano = naguana = rasquiña = roña = sarna cola roja = picadura de viuda negra
Hemorragia de bola = hemorragia de mujer = Mordedura de escorpión = mordedura de lagarto de
hemorragia postparto = pérdida de sangre postparto cuentas = mordedura de monstruo de gila
Herida de rayo = quemadura por rayo Mordedura de hormiga = picadura de hormiga roja =
Hético = niño ético = niño hético = niño mal comido = picadura de hormiga
niño tiliquito Mordedura de serpiente = mordedura de víbora =
Huevos caídos = relajado picadura de serpiente = picadura de víbora = piquete
Insulto = mal del insulto de culebra
La relajada = relajado Nervios = nerviosidad = nerviosismo
Ladillas = piojos púbicos Niño que tarda en hablar = problemas del habla
Lamida = paño Ortigadas = urticaria
Limpiar con sahumerio = sahumar Periodontitis = piorrea
Llagas = úlceras Picadura de alacrán = piquete de alacrán
Lombriz larga = lombriz = solitaria Picadura de mosco = piquete de mosco
Lunares abultados = mezquinos = verrugas Piel áspera = resequedad de la piel
Mal de arco = mal de brinco = mal de conejo = Ramear = varear
mocezuelo = pasmo seco = tétanos Reumas = reumatismo = riumas
Mal de boca = yane Sabañón = sabayón
Mal de piedra = piquete de piedra Salpuido = salpullido = sarpullido
Mal de vergüenza = vergüenza Tiricia = tirisia
Mala circulación = promover la circulación Várices = venas hinchadas
Agradecimientos
Bibliotecas / Instituciones
Biblioteca Central de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Biblioteca Central de la Universidad Autónoma Chapingo
Biblioteca Central de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
Biblioteca de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Instituto Politécnico Nacional
Biblioteca de la Facultad de Biología, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras, Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla
Biblioteca de la Unidad de Documentación Científica (udc), Facultad de Estudios
Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México
Biblioteca de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (usbi) Xalapa,
Universidad Veracruzana
Biblioteca de la Universidad Intercultural de Chiapas
Biblioteca de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa
Biblioteca del Campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad
Autónoma de Yucatán
Biblioteca del Centro de Información Biológico Ambiental, Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo
Biblioteca del Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C.
Biblioteca del Centro de Investigaciones Biológicas del Noreste, S.C.
375
376 TAXONOMÍA DE LOS USOS Y MANEJO DE LA BIODIVERSIDAD PARA LA CONSTRUCCIÓN DE SISTEMAS DE INFORMACIÓN
376