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La geografía y la economía en sus vínculos actuales : una antología comentada del Titulo

debate contemporáneo
Valdivia López, Marcos - Compilador/a o Editor/a; Delgadillo Macías, Javier - Autor(es)
Compilador/a o Editor/a; Cuadrado Roura, Juan R. - Autor/a; Fujita, Masahisa -
Entrevistado/a; Krugman, Paul R. - Entrevistado/a; Krugman, Paul R. - Autor/a;
Quintana Romero, Luis - Autor/a; Lecumberri, Manuel - Autor/a; Gabaix, Xavier -
Autor/a; Ioannides, Yannis M. - Autor/a; Valdivia López, Marcos - Autor/a;
Hernández Casas, Nancy - Autor/a; Moretti, Enrico - Autor/a; Mendoza González,
Miguel Ángel - Autor/a; Martin, Ron - Autor/a; Guadarrama García, Julio - Autor/a;
Boschma, Ron A. - Autor/a; Frenken, Koen - Autor/a; Ranfla González, Arturo -
Autor/a; Behrens, Kristian - Autor/a; Thisse, Jacques-François - Autor/a; Cortez
Yacila, Héctor Manuel - Autor/a; Benko, Georges - Autor/a; Lipietz, Alain - Autor/a;
Ávila Sánchez, Héctor - Autor/a; Allen, Scott - Autor/a; Storper, Michael - Autor/a;
Olivera, Guillermo - Autor/a; Cumbers, Andrew - Autor/a; MacKinnon, Danny -
Autor/a; McMaster, Robert - Autor/a; Morales Barragán, Federico - Autor/a;
Moulaert, Frank - Autor/a; Farid, Sekia - Autor/a; Rózga Luter, Ryszard - Autor/a;
Hernández Diego, Celia - Autor/a; Lawson, Clive - Autor/a; Torres Torres, Felipe -
Autor/a; Delgadillo Macías, Javier - Autor/a; Swyngedouw, Eric - Autor/a; López,
Flor M. - Autor/a; Aguilar, Adrián Guillermo - Autor/a; Glückler, Johannes - Autor/a;
Hernández Gómez, Emilio - Autor/a; Smith, David M. - Autor/a; Rodríguez
Hernández, Francisco - Autor/a; Monnet, Jérôme - Autor/a; Camarena L., Margarita -
Autor/a;
Cuernavaca Lugar
Universidad Nacional Autónoma de México Editorial/Editor
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias
Instituto de Investigaciones Económicas
2013 Fecha
Colección
Economía regional; Capital humano; Metodología; Modelos económicos; Geografía Temas
económica;
Libro Tipo de documento
"http://biblioteca.clacso.edu.ar/Mexico/crim-unam/20170505052459/pdf_664.pdf" URL
Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND Licencia
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LA
GEOGRAFÍA
Y LA
ECONOMÍA
EN SUS VÍNCULOS ACTUALES
Una antología comentada
del debate contemporáneo
instituto dE invEstigaCionEs CEntro rEgional
EConómiCas dE invEstigaCionEs multidisCiplinarias

Dra. Verónica Villarespe Reyes Dra. Margarita Velázquez Gutiérrez


Directora Directora

Mtro. Gustavo López Pardo Dra. Maribel Ríos Everardo


Secretario académico Secretaria académica

Sr. Aristeo Tovías García Lic. Mercedes Gallardo Gutiérrez


Secretario técnico Secretaria técnica

Lic. Roberto Guerra Milligan Mtra. Yuriria Sánchez Castañeda


Jefe del Departamento de Ediciones Jefa del Departamento de Publicaciones

Comité Editorial dEl Crim

Dra. Margarita Velázquez Gutiérrez


Presidenta

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Profesora
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la unam

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Investigadora
Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la unam

Dra. Elsa María Cross y Anzaldúa


Profesora
Facultad de Filosofía y Letras de la unam

Dr. Carlos Javier Echarri Cánovas


Profesor e investigador
Centro de Estudios Demográicos, Urbanos y Ambientales
de El Colegio de México, A.C.

Dra. Maribel Ríos Everardo


Invitada permanente

Lic. Mercedes Gallardo Gutiérrez


Invitada permanente

Mtra. Yuriria Sánchez Castañeda


Invitada permanente
LA
GEOGRAFÍA
Y LA
ECONOMÍA
EN SUS VÍNCULOS ACTUALES
Una antología comentada
del debate contemporáneo

Marcos ValdiVia lópez


JaVier delgadillo Macías
(coordinadores)

Universidad Nacional Autónoma de México


Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias
Instituto de Investigaciones Económicas

Cuernavaca 2013
La geografía y la economía en sus vínculos actuales: una antología comentada del debate contemporáneo/
Marcos Valdivia López, Javier Delgadillo Macías (coordinadores). -- Primera edición
609 páginas: ilustraciones
isbn: 978-607-02-4780-4
1. Geografía económica. I. Valdivia López, Marcos, editor de la compilación. II. Delgadillo Macías, Javier,
editor de la compilación
HF1025.G4527 2013

Este libro fue sometido a un proceso de dictaminación por pares académicos externos al Crim, de acuerdo
con las normas establecidas en los Lineamientos Generales de Política Editorial del Centro Regional de
Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México y con la contribución
para su edición del Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza
(papimE PE305207)

Portada: Representación del mundo geográico actual mediante la sobreposición de un autómata celular
en un mapamundi antiguo
Diseño de forros: Margen Creativo

Primera edición: 15 de octubre de 2013


D.R. © 2013 Universidad Nacional Autónoma de México
Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, 04510, México, D.F.

Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias


Av. Universidad s/n, Circuito 2, colonia Chamilpa
62210, Cuernavaca, Morelos
www.crim.unam.mx
Instituto de Investigaciones Económicas
Circuito Mario de la Cueva, Ciudad de la Investigación en Humanidades
Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, 04510, México, D.F.
www.iiec.unam.mx

isbn: 978-607-02-4780-4

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio


sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales

Impreso y hecho en México


Contenido

Presentación 11

Preámbulo
¿Es tan “nueva” la Nueva Geografía Económica?
Relexiones sobre sus aportaciones, sus límites y sus implicaciones
para las políticas
Juan R. Cuadrado Roura 25

primEra partE
la nuEva gEografía EConómiCa 49

La Nueva Geografía Económica: pasado, presente y futuro


Entrevista a Masahisa Fujita y Paul Krugman 51

Rendimientos crecientes y Geografía Económica


Paul Krugman 77

Los modelos de la Nueva Geografía Económica en su origen


Luis Quintana Romero y Manuel Lecumberri 91

La evolución en la distribución del tamaño de la ciudad


Xavier Gabaix y Yannis M. Ioannides 125

Una ruta metodológica para la evaluación empírica de la distribución


del tamaño de las ciudades: el caso de las zonas metropolitanas de México
Marcos Valdivia López y Nancy Hernández Casas 159

Externalidades del capital humano en las ciudades


Enrico Moretti 175

Externalidades del capital humano y espaciales


Su inluencia en el crecimiento económico de las ciudades de México
Miguel Ángel Mendoza González 221

[7]
8 ContEnido

sEgunda partE
posiCionEs CrítiCas sobrE la nuEva gEografía EConómiCa 233

El nuevo “giro geográico” en Economía


Algunas relexiones críticas
Ron Martin 235

La Nueva Geografía Económica a discusión


Una mirada crítica desde la Geografía Económica angloamericana
Julio Guadarrama García 265

¿Por qué la Geografía Económica no es una ciencia evolutiva?


Hacia una Geografía Económica Evolutiva
Ron A. Boschma y Koen Frenken 285

Comentarios al trabajo de Ron A. Boschma y Koen Frenken


“¿Por qué la Geografía Económica no es una ciencia evolutiva?
Hacia una Geografía Económica Evolutiva”
Arturo Ranla González 317

Economía regional: una perspectiva de la Nueva Geografía Económica


Kristian Behrens y Jacques-François Thisse 323

Comentarios al trabajo de Kristian Behrens y Jacques-François Thisse


“Economía regional: una perspectiva de la Nueva Geografía Económica”
Héctor M. Cortez Yacila 333

¿Geografía socioeconómica o Economía geográica?


Georges Benko y Alain Lipietz 341

Los procesos socioculturales y económicos,


sustento de la conformación de los espacios geográico-económicos
Héctor Ávila Sánchez 355

tErCEra partE
otros EnfoquEs dE la gEografía EConómiCa 361

Regiones, globalización, desarrollo


Allen Scott y Michael Storper 363
ContEnido 9

Comentarios al texto y contexto de


“Regiones, globalización, desarrollo” de Allen Scott y Michael Storper
Guillermo Olivera 385

Instituciones, poder y espacio


Evaluando los límites del institucionalismo en la Geografía Económica
Andrew Cumbers, Danny MacKinnon y Robert McMaster 407

Comentarios al trabajo de Andrew Cumbers, Danny MacKinnon


y Robert Mcmaster, “Instituciones, poder y espacio:
evaluando los límites del institucionalismo en la Geografía Económica”
Federico Morales Barragán 431

Modelos territoriales de innovación: una revisión crítica


Frank Moulaert y Sekia Farid 439

Comentarios al trabajo de Frank Moulaert y Sekia Farid


“Modelos territoriales de innovación: una revisión crítica”
Ryszard E. Rózga Luter y Celia Hernández Diego 461

Hacia una teoría de la competencia regional


Clive Lawson 477

Teoría de la competencia regional. Una revisión a partir de Clive Lawson


Felipe Torres Torres y Javier Delgadillo Macías 495

Ni lo global ni lo local. La “glocalización” y las políticas de escala


Eric Swyngedouw 503

La política de escalas y el espacio local en el análisis geográico


Flor M. López y Adrián Guillermo Aguilar 527

Geografía Económica y evolución de redes


Johannes Glückler 539

Comentarios al trabajo de Johannes Glückler


“Geografía Económica y evolución de redes”
Emilio Hernández Gómez 557

Justicia social: nueva revisión


David M. Smith 563
10 ContEnido

Comentarios al trabajo de David M. Smith


“Justicia social: nueva revisión”
Francisco Rodríguez Hernández 579

El simbolismo de los lugares: una geografía de las relaciones


entre espacio, poder e identidad
Jérôme Monnet 589

Comentario crítico a “El simbolismo de los lugares: una geografía


de las relaciones entre espacio, poder e identidad” de Jérôme Monnet
Margarita Camarena Luhrs 599
Presentación

Este libro tiene su origen en una serie de seminarios vincularan a la Geografía y a la Economía como
realizados durante el año 2008 y 2009 en el Institu- campos de conocimiento de las Ciencias Sociales.
to de Investigaciones Económicas de la unam, que En particular, sobresalía en nuestras conversaciones
reunieron en diversos momentos a una veintena que, tanto geógrafos como economistas, a pesar de
de investigadores de diversos centros y universida- estar discutiendo e investigando temas semejantes
des del país, para discutir lo que podría conside- desde una perspectiva regional, mostraban en lo
rarse como “el estado del arte” en las discusiones general poco interés en discutir entre ellos mismos
teóricas contemporáneas de la Geografía Económi- sobre qué los podría identiicar como investigado-
ca. Las motivaciones que dieron pauta para realizar res sociales. Y en ese sentido, coincidimos que qui-
estos seminarios provinieron de una serie de dis- zá se requería de una provocación mayor para en-
cusiones entre los coordinadores de este libro, en contrar los motivos que posiblemente reunieran a
su calidad de miembros activos del Programa de geógrafos y economistas en México; tal provocación
Estudios Regionales del Centro Regional de Inves- inalmente la encontramos en la llamada Nueva
tigaciones Multidisciplinarias de la unam. En estas Geografía Económica (NGE) que surgió a inales de
conversaciones se argumentaba que a pesar de que los años ochenta y es abanderada por el economista
en diversos ámbitos de la academia mexicana de las Paul Krugman y otros asociados.
ciencias regionales podían encontrarse grupos vincu- De esta manera, nos dimos a la tarea de reunir
lados con tradiciones de investigación-enseñanza a un grupo de colegas de la ciencia regional (geó-
asociadas a la Geografía Económica (y en donde des- grafos, economistas y urbanólogos) para discutir sus
tacan iguras como Bassols, Unikel-Chapeto-Garza, implicaciones para la enseñanza e investigación de
Barkin, Carrillo Arronte), hoy en día prevalecía un la Geografía Económica en México. La reacción del
vacío en el interés sobre las discusiones teóricas que colectivo no se hizo esperar, y rápidamente no sólo

[11]
12 marCos valdivia lópEz y JaviEr dElgadillo maCías

aparecieron posiciones contrapuestas sobre su re- El libro consta de tres partes, precedido por
levancia, sino que además sobresalieron posiciona- una Presentación temática escrita ex profeso por
mientos, señalando la existencia de otros enfoques Juan Ramón Cuadrado Roura, una de las iguras
teóricos contemporáneos de la Geografía Económi- más destacadas de la economía regional en España
ca, que muy bien podrían rivalizar con la NGE. El y reconocido en toda Europa como uno de los pen-
debate fue intenso, pero todos coincidimos en que sadores clave en el pensamiento territorial y en las
ventilar estas discusiones podría ser de mucha utili- políticas regionales contemporáneas.
dad para aquellos estudiantes y académicos univer- En la primera parte se abordan los fundamen-
sitarios que estuvieran trabajando en el área de la tos de la Nueva Geografía Económica; en la segunda,
economía urbana y regional. De ahí la concepción se compilan artículos que son las reacciones a esta co-
de diseñar la presente obra, que reúne y traduce rriente del pensamiento; y la tercera reúne diversos
una serie de ensayos teóricos contemporáneos de la enfoques contemporáneos de la Geografía Económica.
Geografía Económica, y que además tiene el atracti- La Geografía y la Economía en sus vínculos actua-
vo de que cada ensayo seleccionado está comentado les inicia con un trabajo original de Juan Ramón
a través de otro ensayo original, escrito ex profeso Cuadrado Roura y ofrece una relexión sobre las
para esta obra por colaboradores del proyecto. Una aportaciones, limitaciones e implicaciones que tiene
anécdota digna de ser comentada al margen de esta la Nueva Geografía Económica (NGE) en las polí-
Presentación es el hecho de que, meses después de ticas públicas. Esta corriente del pensamiento con-
haber iniciado estos seminarios de discusión, se otor- temporáneo está asociada a Paul Krugman y a otros
gaba el Premio Nobel de Economía 2008 a Paul connotados economistas. El tema es central para es-
Krugman por, entre otras cosas, sus contribuciones te libro, ya que una parte importante de la discusión
al ámbito de la Geografía Económica. entre los vínculos de la Geografía y la Economía
Es conveniente señalar el carácter didáctico contemporánea gira en torno al debate desatado
que propone este libro. Además de la selección ri- entre los especialistas y teóricos de la Geografía
gurosa de textos clave publicados en prestigiadas Económica precisamente ante el arribo de la NGE
editoriales internacionales y redactados por los durante los años noventa. Tal es la importancia de
más reconocidos especialistas de temas y enfoques este debate, que la primera y segunda partes están
geográico-regionales, económico-espaciales y de dedicadas a textos que presentan los fundamentos
orientaciones diversas derivadas de la Geografía y teóricos de la NGE y algunos temas vinculantes (los
la Economía en los últimos años, y cuya selección enfoques sobre externalidades y la Ley de Zipf),
fue hecha por los participantes de las diversas uni- así como las reacciones críticas desde otros posi-
versidades e instituciones mexicanas que intervi- cionamientos metodológicos. Cuadrado Roura re-
nieron en nuestros seminarios, debemos destacar el lexiona en torno a cuatro interrogantes: ¿Qué tan
esfuerzo que implicó la traducción de dichos textos, ‘Nueva’ es la Geografía Económica? ¿Cuáles son sus
para que su lectura alcance a un público más am- puntos de partida? ¿Ha alcanzado los objetivos que
plio; en varios casos, las traducciones representan perseguía desde un inicio? y inalmente, ¿ha apor-
la primera edición publicada en español. Cada uno tado o está aportando algo relevante en materia de
de los autores mexicanos escribió un ensayo, a ma- políticas públicas regionales o urbanas? Respecto a
nera de diálogo, con los enfoques y contenidos de la primera pregunta, y como veremos a lo largo de
los artículos y capítulos de los libros seleccionados. varios de los textos seleccionados, a la Nueva Geo-
Así, los comentarios críticos que acompañan a cada grafía Económica se le ha criticado de manera feha-
texto internacional representan también un impor- ciente su connotación de “Nueva”, porque muchas
tante aporte cientíico de esta obra. de sus aportaciones descansan en planteamien-
prEsEntaCión 13

tos ya elaborados mucho tiempo atrás por, entre están directamente asociados al comercio y al trans-
otros, las teorías alemanas de localización del siglo porte; e intervienen fuerzas que impulsan la aglo-
xix (Von Thünen, Christaller y Lösch), las tesis de meración o la dispersión de la actividad económica.
causalidad acumulativa (Myrdal, Hirschman), por Al ser la NGE una derivación intrínseca de la
la visión marshalliana de las economías externas y tradición del pensamiento económico (neoclásico)
por los pioneros del análisis regional norteameri- dominante, no debe sorprendernos entonces el
cano (Hoover, Isard y Alonso). Sin embargo, el tex- tratamiento formalizado del modelo centro-peri-
to de Cuadrado deja en claro que, si bien esto es feria y de su consecuente tratamiento analítico (así
cierto —lo cual no es cabalmente reconocido por como del recurso de los supuestos de microfunda-
los propios precursores de la NGE— esta corriente mentación a los que alude). Ésta es una de las ra-
de pensamiento económico tiene el mérito de ha- zones por las que Cuadrado Roura señala que la
ber enmarcado dichas ideas (viejas) dentro de un NGE se convirtió en un importante revulsivo para
modelo de equilibrio general. Este elemento es central, la Economía, pues pudo inalmente incorporar al
a decir de Cuadrado, para saber por qué el espacio espacio dentro del pensamiento económico; pero,
pudo entrar inalmente a la corriente principal de por otro lado, es precisamente esta aproximación
la teoría económica (el mainstream); es decir la NGE metodológica deductiva, que por deinición gene-
permitió entender las relaciones dinámicas de una raliza los efectos del espacio en la actividad econó-
ciudad o de una aglomeración económica, pero en mica, la que ha generado mayor reacción negativa
el contexto de toda la economía (en un marco de entre sus detractores y críticos, sobre todo en el
equilibrio general). En este sentido, las fuerzas de pensamiento de la Geografía Económica conven-
atracción y repulsión que operan en la actividad cional (véanse en general los textos seleccionados
económica (y que explican su concentración y des- de la segunda parte de este libro). Esta reacción
concentración espacial) entre las regiones deben, crítica a la NGE es parte de la discusión y del deba-
desde la perspectiva de la Nueva Geografía Econó- te de este libro, aunque Cuadrado Roura no duda
mica, ser analizadas de manera simultánea; y esto, en señalar que la NGE constituyó una rica alter-
además, dentro de un marco explícito de bienestar, nativa a las investigaciones empíricas y descripti-
que es microfundamentado a través de decisiones vas que predominaban en el área de la Geografía
racionales de los agentes económicos. tradicional. Dicho lo anterior, podemos señalar
La NGE pudo arribar desde sus inicios a un que Cuadrado Roura responde en su texto con
modelo canónico que recogiera los elementos una valoración positiva sobre dos de las preguntas
provenientes de la tradición de la economía y cien- que plantea como hipótesis de trabajo (¿Qué tan
cia regional, y que también dejara explícitos los “Nueva” es la Geografía Económica? y ¿ha alcanza-
nuevos rasgos de su agenda a través del uso de nue- do los objetivos que perseguía desde un inicio?) A
vos componentes analíticos, como la competencia esto indica que, en el marco de la incorporación de
imperfecta y los rendimientos crecientes. El modelo la dimensión espacial al análisis económico, su “en-
centro-periferia de Paul Krugman (1991) reprodu- foque básico es absolutamente correcto y se inscribe
cido y comentado en la primera parte de este libro en una línea que es común al avance cientíico que
es propiamente el inicio de esta agenda de investi- tiene lugar en otras áreas del conocimiento”. Sin
gación que aporta la NGE. Al respecto, Cuadrado embargo, Cuadrado deja en claro que se debería ser
nos indica en su texto que sus diversos modelos, cuidadoso en considerar la NGE como una revolu-
derivados del modelo canónico centro-periferia, ción cientíica (à la Kuhn); más aun, deja entrever
comparten los siguientes rasgos básicos: operan en que posiblemente ha entrado en una fase de decli-
un contexto de competencia imperfecta; los costos ve durante los últimos años, tal como fue insinuado
14 marCos valdivia lópEz y JaviEr dElgadillo maCías

por el propio Krugman hace ya más de 10 años. en la ciencia regional. Muchos de los temas discu-
Y esto, decimos nosotros, debido a los problemas tidos en esa entrevista fueron ya puestos en pers-
(analíticos) que ha enfrentado la Nueva Geografía pectiva crítica en el texto de Cuadrado Roura, por
Económica en su transición de modelos bi-regio- lo que invitamos al lector a considerar la entrevista
nales a modelos multi-región, por tratar de involu- más bien como un testimonio de los propios pre-
crar elementos que no habían sido considerados en cursores de la NGE sobre las fortalezas, debilida-
los modelos originales, como pueden ser las exter- des y futuro de esta nueva área del conocimiento.
nalidades no pecuniarias, y por desarrollar víncu- Queda al lector realizar una valoración crítica de
los empíricos para validar los modelos. dicho testimonial en el marco de discusión que el
Esto inalmente nos lleva a la última de las presente libro ofrece, a través de sus diferentes ca-
preguntas planteadas por Cuadrado Roura en re- pítulos, sobre los vínculos actuales entre la Geogra-
lación con la utilidad práctica de los modelos tipo fía y la Economía.
NGE y con las implicaciones en materia de polí- El segundo texto de la primera parte es un
tica pública y regional. Por supuesto la respuesta trabajo del Premio Nobel de Economía, Paul Krug-
no puede ser positiva, pues el nivel de discusión man, cuya traducción, para los ines de esta obra,
abstracta de los modelos no da (y además no es el representa también la oportunidad de aparecer
objetivo) para generar, de manera directa, política en idioma español. En nuestra opinión, “Rendi-
económica general o política regional o urbana es- mientos crecientes y Geografía Económica”, pu-
pecíica. Sin embargo, Cuadrado Roura sí sugiere blicado en 1991, puede catalogarse como el que
que la NGE tiene elementos potenciales que per- inaugura la era de la Nueva Geografía Econó-
miten orientar las políticas públicas, pues al tener mica, y su relevancia radica en que por primera
un marco analítico que explica el porqué surgen vez un trabajo de geografía económica es reco-
regiones ganadoras y perdedoras, también puede nocido por el mainstream de la Economía debido
dar elementos para señalar cómo salir de esos ma- a que el tratamiento analítico y teórico responde a
los equilibrios (espaciales) o arribar a los mismos, los fundamentos y preceptos metodológicos que
o “reequilibrar las relaciones entre centro-perife- imperan precisamente en el paradigma económico
ria”. Al respecto Cuadrado, a partir de un reciente neoclásico moderno (Krugman, 1999). El modelo
trabajo de Martin y Sunley (2011), señala que los de Krugman provee microfundamentos (a partir de
modelos tipo NGE permiten realizar un análisis un marco de maximización de utilidad entre agen-
contractual, por ejemplo a partir de la manipula- tes económicos en un marco de equilibrio general)
ción de los parámetros de los modelos e introduc- al comportamiento macro regional, que ya era de
ción de shocks; y entonces pueden generar diversas algún modo conocido en la Ciencia Regional. La
implicaciones de política regional que están resu- peculiaridad metodológica y central del texto de
midas en el cuadro 1 del texto de Cuadrado Roura. Krugman reside en que formuló un modelo de
economía espacial (centro-periferia) basado en el
de competencia monopolística publicado en 1977
A. la nuEva gEografía EConómiCa por Dixit-Stiglitz, con el propósito de “esterilizar”
los problemas analíticos que la competencia im-
En una entrevista a Paul Krugman y a Masahisa Fu- perfecta (rendimientos crecientes) acarreaba en
jita en 2002, se discuten de manera general las im- modelos tradicionales neoclásicos.1 Si bien una de
plicaciones más importantes que desarrolló y des-
ató el arribo de la Nueva Geografía Económica, en 1
Sin embargo, la obra de Krugman no es nece-
particular en la ciencia económica, y en general sariamente la primera o única en tratar el asunto de
prEsEntaCión 15

las críticas centrales al trabajo de Krugman señala Económica y/o Economía Geográica. Por ello, no
que lo dicho por él ya había sido adelantado mu- es de extrañar que el libro seminal sobre Economía
chas décadas atrás por otros autores de la ciencia Espacial de Fujita-Krugman-Venables (1999)* dedi-
regional como Christaller, Lösch y Myrdal, habría que uno de sus capítulos a esta discusión, donde se
que reconocer que a más de veinte años de la pre- reconoce que la NGE (y otras teorías competitivas)
sentación de su modelo centro-periferia, los libros no hayan desarollado todavía una explicación cabal
de texto actuales sobre economía geográica lo pre- para esclarecer esa sorprendente regularidad en la
sentan como el modelo básico del área. distribución y en el tamaño de las ciudades. Una de
Otro trabajo corresponde a una revisión de la las tensiones centrales que propicia este debate es
literatura contemporánea sobre la dinámica y evo- que los modelos empíricos exitosos que se han usado
lución del tamaño de las ciudades, realizado por para explicar la ley de Zipf en el tamaño de las ciu-
Xavier Gabaix y Yannis Ioannides, “La evolución dades (ley de Gibrat) tienen un supuesto implícito
en la distribución del tamaño de la ciudad”, que de retornos constantes; pero éste, paradójicamen-
habla por sí mismo sobre el interés por la economía te, va contra corriente del supuesto de los rendi-
urbana y regional. En particular se discute cómo mientos crecientes que es común en los modelos
las principales corrientes neoclásicas contemporá- económicos urbanos que explican el crecimiento
neas de la economía urbana y regional (la Nueva de las ciudades a nivel micro, como es el caso del
Geografía Económica y la teoría de los sistemas modelo centro-periferia en la NGE. Es decir existe
de ciudades) enfrentan la explicación del tamaño una tensión entre una estabilidad a nivel macro de
de las ciudades, su distribución y la dinámica de las ciudades y el dinamismo que producen las fuer-
la misma. Empiezan por reconocer que las ciu- zas centrípetas y centrífugas a nivel micro, y que
dades tienen una fuerte regularidad empírica, la cualquier teoría debería ser capaz de conciliar. Es-
cual indica que su distribución reproduce una ley tos elementos además de otros colaterales son cui-
de Zipf. Este punto tiene una fuerte relevancia en dadosamente discutidos en la revisión que realizan
la discusión de los vínculos entre la Geografía y la Gabaix y Ioannides, por lo que el texto se convierte
Economía modernas, ya que uno de los aspectos en una excelente revisión de los principales mode-
centrales que comúnmente se critican a la NGE es los urbanos que se tenían a la fecha de la publica-
su elevado nivel de abstracción y su desvinculación ción de su artículo, en 2004.
empírica con los espacios reales. El hecho estilizado Enrico Moretti, en “Externalidades de capital
que ofrece la distribución Zipf acerca del tamaño humano en las ciudades”, pone su atención en uno
de las ciudades es central para validar o poner a de los temas centrales de discusión sobre ciudades
prueba cualquier teoría moderna de la Geografía y sistema urbano que la economía espacial hoy en
día contempla como un campo importante de estu-
dio y que de igual manera debe considerarse como
los rendimientos crecientes de manera exitosa en un
modelo formal (neoclásico), pues Arthur, W. (1989), una pieza central para discutir los vínculos entre la
“Competing Technologies, Increasing Returns, and Geografía y la Economía. Como en el caso del ar-
Lock-in by Historical Events”, Economic Journal, núm. tículo de Gabaix-Ioannides, debe quedar claro al
99, marzo, pp. 116-131, ya había analizado analítica-
mente los rendimientos crecientes y los pequeños even- lector que cuerpos teóricos como la Nueva Geo-
tos históricos para explicar la concentración en el uso grafía Económica o el sistema de ciudades (à la
de tecnologías (aunque éstas no fueran necesariamen-
te las más eicientes). Incluso, varias de las implicaciones
*
del modelo centro-periferia de Krugman —equilibro Fujita, M., P. Krugman y A. Venables (1999), The
múltiple y concentración espacial— están presentes en el Spatial Economy: Cities, Regions and International Trade, Cam-
trabajo mencionado de Arthur. bridge, The MIT Press.
16 marCos valdivia lópEz y JaviEr dElgadillo maCías

Henderson) deben ser capaces de otorgar una ex- tratado de medir si la acumulación o stock de capi-
plicación teórica de por qué las ciudades nacen, tal humano en un espacio o territorio (una ciudad)
cómo evolucionan y por qué se convierten en los propicia también beneicios colectivos tanto en la
espacios centrales de la actividad económica mo- productividad como en los salarios de “los otros”
derna. Quizás la economía de las ciudades debe- trabajadores. El texto de Moretti ofrece una exce-
ría ser en sí un campo distinto al de la Geografía lente introducción al tema de las externalidades no
Económica (tal como sugiere Edward Glaeser), sin pecuniarias que desarrolla el capital humano (en
embargo es difícil disociar el tema de las ciudades las ciudades), de cómo han sido tratadas analítica-
al de la Geografía Económica, pues muchos de los mente y cuáles son las diicultades en su identiica-
conceptos utilizados para explicar la concentra- ción y medición.
ción económica de las actividades también lo son
para explicar la dinámica de crecimiento de las
ciudades; tal es el caso de la noción de externali-
B. posiCionEs CrítiCas
dades. La NGE ha formalizado y tratado analítica-
sobrE la
mente las economías externas marshalianas, y en
nuEva gEografía EConómiCa
particular ha puesto su atención en las externali-
dades pecuniarias derivadas principalmente de la
concentración-atracción (y pooling) de mano de Ya en la segunda parte del libro, el texto de Ron
obra caliicada que producen las fuerzas de aglo- Martin, “Nuevo giro geográico en economía” es
meración. Por el contrario, la NGE en general, no uno de los primeros textos críticos que reacciona-
ha hecho mucho énfasis en el papel que tendrían ron contra la Nueva Geografía Económica, y que a
en particular las externalidades no pecuniarias, es la postre se ha convertido en un referente impor-
decir las derramas económicas positivas que puede tante para el campo de los geógrafos que han
producir la concentración e interacción de perso- visto con escepticismo el arribo y consolidación de
nas caliicadas en un espacio geográico (procesos la NGE durante los últimos años. Este ensayo tiene
de aprendizaje, transmisión de ideas y conocimien- casi quince años de haberse escrito, pero mantiene
to). Esto contrasta con la postura de las llamadas una vigencia importante en varios de los elementos
nuevas teorías de crecimiento endógeno, que han críticos que fueron desarrollados entonces, princi-
puesto en un primerísimo plano el papel que las palmente hacia Paul Krugman. Un elemento cen-
externalidades no pecuniarias pueden tener en el tral en el texto de Ron Martin es que es una crítica
crecimiento económico, sobre todo las derivadas metodológica sobre la pertinencia de teorizar el
del capital humano. En especial, el texto de Moretti componente geográico y/o espacial en la actividad
discute por qué la inversión en capital humano (in- económica desde el paradigma neoclásico. Ésta es
versión en educación) además de generar un be- una crítica que hoy en día pasa desapercibida in-
neicio individual (en mayores salarios) puede a su cluso para el área de la Ciencia Regional y para el
vez producir un retorno o beneicio social. La lite- campo de la Geografía Económica, ya que la Econo-
ratura tradicional (beckeriana) del capital humano mía, para muchos, tiende a verse como si fuera una
se ha concentrado en los beneicios individuales ciencia uniicada en la cual sólo operan y son váli-
que conlleva la inversión en “educación” (principal- dos los principios metodológicos del pensamiento
mente en los salarios individuales) y en la estima- ortodoxo neoclásico. Para Ron Martin no basta que
ción empírica (econométrica) que se ha realizado a el involucramiento del componente espacial en los
través del enfoque minceriano y sus derivaciones. modelos de la NGE derive en un reconocimiento
Pero es realmente hasta hace poco cuando se ha de la competencia imperfecta, de los rendimientos
prEsEntaCión 17

crecientes y de la presencia de equilibrio múltiple, Una relexión sobre la geografía económi-


si sigue fundamentando sus modelos bajo un indi- ca evolucionaria escrita en 2006 por dos de sus
vidualismo metodológico en el que agentes maxi- principales exponentes: Ron A. Boschma y Koen
mizadores de utilidad toman decisiones raciona- Frenken, analiza los diversos cuerpos teóricos que
les de manera atomizada. Desde la perspectiva de actualmente caracterizan la diversidad en el campo
Martin, la principal objeción no es con los princi- de la geografía económica, y es un trabajo repre-
pios neoclásicos per se, sino que éstos son utilizados sentativo del tipo de debate que abrió el escrito de
para elaborar modelos (de geografía económica) Ron Martin. Los autores argumentan claramente
deductivos y formalizados (matemáticamente) que la idea de que el debate en la Geografía Económica
por deinición generalizan procesos regionales y/o se dirime entre tres enfoques teóricos: el neoclásico
espaciales en detrimento de la riqueza y compleji- (cuyo principal exponente es la NGE); el institu-
dad de los elementos particulares que son precisa- cional y el evolucionario. El texto de Boschma
mente, a decir de Martin, la fuente de los procesos y Frenken está diseñado para mostrar las fuertes
espacio-regionales, lo cual precisamente va contra tensiones e inconmensurabilidades teórico-meto-
corriente a la forma como los estudiosos realizan dológicas que existen entre estos tres enfoques;
economía geográica (en vez de geografía econó- pero a nuestro juicio, el trabajo tiene un mensaje
mica), y reconocen la importancia de “los lugares central en relación con que la Geografía Económi-
reales”, al hacer investigación regional; ya desde ca Evolucionaria puede convertirse en el cuerpo
hace varias décadas, y mucho antes del arribo de la teórico con mejor posición para mediar las fuer-
NGE, los geógrafos económicos tomaron distancia tes tensiones que prevalecen entre un enfoque
de la pretensión formal-deductiva de “la ciencia re- deductivo-analítico como la NGE y uno de corte
gional” (Weber, Lösch, Christaller, Alonso e Isard) inductivo-cualitativo, como el institucionalista; ten-
asociada a cinco tradiciones de investigación: la siones que por cierto estaban ya fuertemente de-
teoría alemana de localización, los modelos gra- lineadas en el propio artículo de Martin (1999).
vitacionales (física social), la causalidad acumulada, Un elemento importante a destacar en la tipología
los modelos de uso y renta del suelo, y las econo- que hacen Boschma y Frenken sobre la Geografía
mías marshallianas externas. Martin es explícito en Económica es dejar en claro que mucho antes del
su diagnóstico: Krugman y asociados hacen (Nue- arribo de la NGE (y del giro neoclásico que pro-
va) Geografía Económica retomando estas cinco vocó), ya se había dado un giro institucional de
tradiciones; mientras que la versión moderna de la Geografía Económica (analizado en detalle por
los geógrafos económicos (Economía geográica) Guadarrama en su respuesta crítica al artículo de
rechazan los principios epistemólogicos de estas Martin). Los autores señalan que ese giro insti-
cinco tradiciones y toman distancia de sus objetivos tucional “sobre-socializó” el aparato explicativo en
de investigación, pues no son las adecuadas para es- la Geografía Económica, al considerar a las institu-
tudiar escenarios reales de economía regional con ciones y a los contextos como los mecanismos regu-
toda la riqueza y complejidad histórica-institucio- ladores de la conducta de los individuos; mientras
nal que éstos conllevan. Sin duda que el artículo de que el giro económico “sub-socializó” el marco ana-
Martin es seminal porque es el primero en poner lítico de la Geografía Económica, al darle primacía
en relieve que cualquier análisis serio que trate el al componente de decisión (racional) económica de
tema de los vínculos entre la Geografía y la Eco- los agentes. Estas diferencias inalmente se relejan
nomía contemporánea no debe pasar por alto que en un tipo de metodología que está asociada a cada
existe una tensión epistémica entre la economía uno de los enfoques, y en consecuencia al rechazo
geográica y la geografía económica. de la visión institucional por la modelación formal
18 marCos valdivia lópEz y JaviEr dElgadillo maCías

y cuantitativa que caracteriza al enfoque neoclásico. optado de manera más natural por considerar las
Para Boschma y Frenken sería incorrecto concluir regiones como un conjunto discreto en vez de un
que este dualismo (metodológico) en la Geografía conjunto continuo, a lo que la NGE ha dado elemen-
Económica haya provocado una bifurcación en la tos para justiicar el seguir haciéndolo de esa ma-
que sólo hay dos trayectos posibles para realizar nera, ya que ha mostrado formalmente que aun
análisis espacial; y es aquí donde se justiica la im- cuando el espacio de localización es continuo, la acti-
portancia de la Geografía Económica Evoluciona- vidad económica se concentra en pocos lugares. En
ria como un campo que podría tomar una posición nuestra opinión, la NGE ha podido justiicar esto
intermedia entre las otras dos tradiciones metodo- porque permitió introducir un marco de equilibrio
lógicas, por lo que Boschma y Frenken discuten general en un terreno donde la economía neoclá-
tres elementos clave para entender la disputa: me- sica tradicional nunca pudo penetrar debido a los
todología, concepto de tiempo y supuestos de com- problemas asociados al involucramiento espacial de
portamiento individual, con los cuales se proponen múltiples regiones dentro de un modelo competiti-
justiicar por qué la Geografía Económica Evolu- vo. La Nueva Geografía Económica pudo realizar
cionaria podría convertirse en un mejor cuerpo tal cometido porque deliberadamente asumió a
teórico que la Nueva Geografía Económica o que priori la heterogeneidad espacial al utilizar el marco
la Institucionalista. Al inal los autores son caute- de competencia monopolística (à la Dixit-Stiglitz) y
losos sobre la madurez de la Evolucionaria, advier- de los rendimientos crecientes. Un segundo aspecto
ten que está en proceso de consolidación, y que a la sobre el que los autores llaman la atención es cómo
postre podría convertirse en un nuevo paradigma la Economía Regional ha empezado a tratar el aná-
de la Geografía Económica con la solidez necesaria lisis multi-regional. Es conocido que los modelos
para convertirse en una tercera vía. originales en la NGE consideran sólo dos regiones,
Kristian Behrens y Jacques-François Thisse, y no es sino hasta años recientes cuando se han tra-
en “Economía regional: una perspectiva de la nueva tado de desarrollar modelos multi-región, pero con
geografía económica” discuten por qué la NGE ha las consecuentes complicaciones analíticas que con-
llevado a replantear algunos aspectos centrales de llevan dichos intentos. El reto de la NGE a futuro es
la economía regional. En particular se preguntan desarrollar dichos modelos, pero también realizar
cómo a la luz del arribo de la NGE el concepto de las conexiones empíricas necesarias que los vali-
región puede ahora redeinirse, cuáles son las inte- den. En este último punto, Behrens y Thisse indican
racciones espaciales entre regiones que deben ser que la NGE motivó a que se rediscutieran las meto-
consideradas y cómo éstas son modeladas. Respec- dologías para analizar la interacción espacial en sis-
to a la deinición de región señalan que son bien temas multi-regionales; por ejemplo, llaman la
conocidos los problemas que existen al respecto; la atención sobre la pertinencia de utilizar la teoría de
región debe tener una noción interna de equivalen- grafos para analizar la interacción (espacial) de agen-
cia, para que pueda ser comparada con otra región, tes/nodos que interactúan a través de conexiones
y entonces empiezan a derivarse los problemas cen- (links). También destacan que las metodologías tra-
trales, ya que existe un gran número de equivalen- dicionales “a-teóricas” (para medir la accesibilidad a
cias que podrían ser parte de una región, además los mercados), como las ecuaciones de potencial de
de que tales relaciones son contingentes a los aspec- mercado (à la Harris) y los modelos gravitacionales,
tos de escala y agregación para hacer una región pueden ser ahora utilizadas y rediscutidas a la luz
medible (por ejemplo el MAUP, Movable Areal Unit de los modelos desarrollados por la NGE. En par-
Problem). Según los autores, la economía regional, ticular, es interesante que los autores reconozcan el
cuando ha analizado los sistemas regionales, ha posible potencial de la econometría espacial para
prEsEntaCión 19

evaluar las cadenas indirectas de los efectos espa- cabo una agenda de investigación posfordista que
ciales que producen la interacción entre regiones; respondiera a “los nuevos arreglos económicos te-
incluso señalan que hay una relación natural entre rritorializados” del nuevo mundo globalizado. Pero
las matrices de peso espacial (usadas en econome- hasta ahí radica su concesión, pues Benko y Lipietz
tría espacial) y el grafo subyacente de un sistema están convencidos de que bajo este enfoque eco-
económico regional. Esto llama la atención porque nomicista no se puede concebir el espacio como la
es conocido el escepticismo entre ciertos adeptos de dimensión material de las relaciones sociales. Este
la NGE al considerar la econometría espacial como elemento es central pues permite entender el espa-
herramienta adecuada para conectar los modelos cio regional como un tejido de relaciones sociales
teóricos y su especiicación econométrica (así como pasadas, y que a su vez constituyen las causas cen-
controlar los problemas de identiicación asociados trales por las cuales una región merece ser ganado-
a este tipo de modelos). ra o perdedora y/o puede ofrecer oportunidades de
“¿Geografía socioeconómica o economía geo- localización. Por lo tanto, el porqué una región es
gráica?”, de Georges Benko y Alain Lipietz, fue es- ganadora (perdedora) y atractiva no puede redu-
crito como introducción del libro La riqueza de las cirse sólo a las economías externas (pecuniarias) y
regiones: la nueva geografía socioeconómica (2001). Es a los efectos de aglomeración, como lo pretende el
una posición de la Geografía Socioeconómica (fran- enfoque de la NGE. En este punto, los autores criti-
cesa) a la luz y como respuesta de la NGE durante can que la noción de proximidad (espacial) a la que
los noventa. Los autores —conocidos por su libro alude la NGE esté restringida sólo para analizar ex-
Las Regiones que Ganan y por erigirse como los prin- ternalidades pecuniarias, pues se descarta toda una
cipales exponentes de la corriente aludida— rea- serie de mecanismos asociados a las externalidades
lizan una crítica a la NGE, en especial a Paul no pecuniarias asociadas a los spillovers, a los proce-
Krugman, muy en la línea con Ron Martin. Criti- sos de difusión, a la transmisión de ideas y a la re-
can que parta de un concepto neutral del espacio producción de costumbres que forman parte de lo
(homogéneo e isótropo) y, en su rechazo, abogan que las relaciones sociales originan en el marco de
por una noción concreta del espacio que respon- la proximidad.
da al pasado “socio-económico de la región en El texto de Benko y Lipietz, en tanto intro-
cuestión”. ducción a un libro colectivo sobre trabajos de geo-
Los autores realizan una interesante concesión grafía socioeconómica, ofrece a su vez una visión
al arribo de la NGE, y reconocen que ante el replie- rápida sobre el tipo de investigaciones que compi-
gue que tuvo la geografía crítica (anglosajona) hacia laron y que responden a esta perspectiva: se dis-
el “deconstructivismo”, se abonó el camino para que cuten las megalópolis y “las ciudades globales” en
inalmente la economía neoclásica entrara al terre- los países en desarrollo y desarrollados; también
no de las regiones; al decir esto, reconocen que la por qué una ciudad dinámica como Frankfurt (y
geografía crítica (cultural) no sólo había abandona- que representa el corazón inanciero de Europa) no
do los determinantes económicos, sino interesan- es de gran tamaño como Londres, París o Nueva
tes posicionamientos estructuralistas y heterodoxos York; se analiza el éxito de los distritos en la perife-
(como las relaciones centro-periferia y la causalidad ria (el caso de Gamarra en Perú) y de cómo pudie-
acumulativa a la Kaldor) que inalmente fueron ron surgir bajo condiciones socialmente precarias;
subsumidos bajo un enfoque neoclásico. Benko y asimismo se relexiona sobre cómo las antiguas
Lipietz también hacen una crítica a la geografía crí- regiones industriales del medio oeste norteameri-
tica y humanista, en el sentido de que los teóricos cano tienen la capacidad para renacer bajo un nue-
de este pensamiento no fueron capaces de llevar a vo escenario de reconversión.
20 marCos valdivia lópEz y JaviEr dElgadillo maCías

C. otros EnfoquEs de la forma como dichos procesos son moldeados


dE la gEografía EConómiCa en los lugares mismos, “en regiones especíicas que,
por tanto, es necesario deinir”. Scott y Allen re-
La tercera parte de este libro está integrada por fuerzan la idea, ya generalizada por diversos auto-
ocho textos de autores diversos que abordan la res, de la importancia que tienen, como factores del
perspectiva de la Geografía Económica y el análisis desarrollo, el lugar, el tamaño y los procesos que
regional desde otros enfoques muy diversos a los se generan al interior de las regiones; “el enfoque
del análisis económico espacial. En su contenido de aglomeración es un elemento fundamental en
todos estos trabajos dan cuenta de modelos de in- el desarrollo exitoso de los sistemas económicos”.
terpretación sobre la realidad, de la organización y Destacan el papel de las aglomeraciones económi-
las dinámicas sociales y espaciales en países, ciuda- cas como fuentes principales de crecimiento en el
des y casos empíricos diversos pero, sobre todo, su contexto de la globalización mundial, e incorporan
importancia estriba en las distantes conceptualiza- el concepto de ciudades-región como nodos de des-
ciones teóricas de la tradición de la ciencia regional arrollo territorial de los países, los cuales se han
que aún perdura. La riqueza de este tercer apar- convertido en “la locomotora de las economías na-
tado se evidencia al reconocer la amplitud de en- cionales tanto en los países desarrollados como en
foques y ópticas analíticas que permitirán al lector los subdesarrollados”. En suma, la aglomeración
ampliar el conocimiento de lo que en la actualidad a gran escala y su contraparte —la especialización
se escribe acerca de la relación disciplinaria entre la económica regional— son un fenómeno histórico
geografía y la economía actual. persistente que se está intensiicando ampliamente
La teoría del desarrollo económico ha tenido en la actualidad como consecuencia de las fuerzas
una larga tradición que pasa por la economía clásica, liberadas por la globalización.
recorre la escuela histórica alemana, se encuentra La importancia de los enfoques institucio-
en los postulados de las escuelas surgidas después nales y el desarrollo de teorías y aproximaciones
de la Segunda Guerra Mundial, sustenta conceptos metodológicas para su conocimiento representan
que atañen a las economías de los países que en su áreas relativamente novedosas del quehacer cien-
momento se denominaron “Tercer Mundo” o “del tíico, que han inluido en diversidad de discipli-
subdesarrollo”, y que en la actualidad forman par- nas a nivel mundial. En años recientes, la Geografía
te del discurso de “los países emergentes”. El texto Económica se ha apoyado en estos conceptos para
de Allen Scott y Michael Storper “Regiones, globa- comprender los procesos que involucran el des-
lización y territorio” destaca la importancia de esta arrollo regional dentro de un contexto cada vez más
teoría y señala que un elemento general en estos globalizado. Los autores Andrew Cumbers, Danny
enfoques es su clara tendencia a ubicar, de mane- MacKinnon y Robert McMaster presentan el texto
ra principal, variables y procesos macroeconómicos “Instituciones, poder y espacio: evaluando los lími-
que van, desde los más ortodoxos, como los mone- tes del institucionalismo en la geografía económica”.
taristas, hasta los que incluyen elementos del Estado Señalan cómo la economía institucional enfatiza el
de Bienestar, como el desarrollo social y la calidad de contexto social de la vida económica y la naturaleza
vida. Aun cuando estas consideraciones de amplio dinámica evolucionista del crecimiento económico,
rango son vitales para entender los fenómenos eco- proporcionando elementos importantes a los inte-
nómicos, es necesario reconocer que el desarrollo resados acerca de cómo las condiciones sociales e
como concepto general no depende exclusivamen- institucionales dan forma a las posibilidades de des-
te de estos procesos macroeconómicos, sino que el arrollo regional. Las perspectivas institucionalistas
desarrollo económico, en mayor medida, depende enfatizan la importancia de las condiciones sociales
prEsEntaCión 21

y culturales dentro de las regiones, al moldear las admitir que hay ambigüedad, tanto en la deinición
trayectorias del desarrollo económico, y considerar de los modelos, como en los resultados que prevén;
a las localidades y las regiones como participantes la segunda supone proporcionar las deiniciones
activos en el desarrollo económico, en lugar de in- cientíicamente aceptables de las diferentes dimen-
terpretarlas como arenas pasivas para la acumula- siones de la innovación dirigida por el mercado en
ción del capital. el nivel local y regional. En este foco de análisis el
Los autores centran su atención en la geo- trabajo de Frank Moulaert y Farid Sekia, “Modelos
grafía y resaltan con insistencia la importancia de territoriales de innovación: una revisión crítica”, se
“el viraje” en la Geografía Económica que por tra- aboca a analizar el papel de economistas regionales,
dición ha descansado sobre concepciones escasa- geógrafos y planiicadores en las nuevas propues-
mente desarrolladas acerca de las instituciones, del tas metodológicas para comprender el impacto que
poder y de su relación con el espacio; en este sen- han tenido los modelos territoriales de innovación
tido, el texto es sin duda un aporte a las formas de en los territorios desde el enfoque de un desarro-
estudiar estas relaciones de poder, cuyo estudio re- llo endógeno. El enfoque territorial de innovación
presenta en sí mismo un modelo de interpretación surge como alternativa para planiicar el espacio
desde la geografía, basado en enfoques del nuevo y reconoce dos factores importantes: por un lado,
institucionalismo y la sociología regional. Uno de el peso que tiene la infraestructura y las medidas
estos enfoques se da en términos de la política del subsidiarias de los costos que incentivaron nuevos
desarrollo regional, donde el institucionalismo ha empleos en las irmas locales, y que atrajeron la
sido empleado por la geografía para abrir una inversión extranjera directa a las regiones, recom-
nueva ruta frente al determinismo del mercado pensando, por lo menos parcialmente, las pérdi-
neoclásico. La adopción de ideas institucionalistas das de empleo en las industrias tradicionales; por
puede entenderse como parte de un cambio más otro, el reconocimiento de que en muchas regiones
pronunciado en la Geografía Económica, la cual hubo una debilidad de vínculos estructurales entre
ha puesto un énfasis en las dimensiones sociales y las nuevas inversiones y la tradición económica de
culturales de la vida económica de países, regiones, la región. Los autores señalan que es en este cli-
ciudades y territorios; en particular el argumento ma de crisis de la política regional “tradicional”que
clave se sustenta en la idea de que la transmisión empezó en los años ochenta una tendencia hacia las
de formas tácitas de conocimiento requiere de una iniciativas regionales y locales (endógenas) del des-
frecuente interacción social y, por lo tanto, de una arrollo; que inluyó en las formas de organización
proximidad geográica entre las irmas comercia- de las pequeñas y medianas empresas, e impactó en
les, lo que resulta en nuevas formas de agrupación los círculos académicos con fuertes voces que lla-
de las industrias basadas en conocimientos, lo que maban a re-evaluar el potencial del desarrollo local
ha conducido a un renovado enfoque hacia la es- y regional como una alternativa a las políticas eco-
cala regional como el sitio clave de la interacción nómicas realizadas en el nivel nacional-estatal. Así,
social y la creación del conocimiento. algunos factores de crecimiento y desarrollo, tales
El análisis espacial ha dedicado parte consi- como el capital humano, una cultura de negocios
derable de su tiempo a la búsqueda de nuevos mo- local, el sistema educativo, la infraestructura, la ca-
delos de desarrollo regional y en este camino surgen lidad de los aspectos y sistemas de producción y de
los llamados modelos territoriales de innovación. aprendizaje provenientes de la experiencia regio-
La literatura señala que hay dos posibilidades para nal que llevaron a un desarrollo renovado, fueron
el mejoramiento epistemológico de los modelos te- puestos en el contexto de la dinámica de innova-
rritoriales de innovación; la primera consiste en ción territorial.
22 marCos valdivia lópEz y JaviEr dElgadillo maCías

Otros enfoques surgen desde la investigación también se señala que al desarrollar el concepto de
económica con propuestas de modelos para medir competencia, se vuelve cada vez más arbitrario no
el grado de participación y los niveles de compe- extender el concepto a los sistemas productivos en
tencia regional-empresarial; destaca un creciente general.
número de intentos que buscan reconceptualizar, El tema de las escalas espaciales ha estado sub-
tanto la región como la empresa desde la óptica es- yacente en las relexiones de la Geografía y la Eco-
pacial. Genéricamente estas investigaciones parten nomía Regional. En particular, la geografía social
de la observación de que, a pesar de la caída en los irrumpe en esta discusión con una serie de even-
costos del transporte y de la comunicación, ha ha- tos acaecidos en la década de los noventa, hacien-
bido un aumento en la importancia de la formación do ver la importante interrelación que existe en-
de racimos empresariales, en especial en el sector tre las escalas geográicas, las cuales dan origen a
de alta tecnología y de la información intensiva. la posibilidad de estructurar los procesos socioes-
Clive Lawson, en “Hacia una teoría de la compe- paciales que permiten explicar sucesos particula-
tencia regional”, centra la atención en los vínculos res en diversas dimensiones territoriales. En “Ni lo
que tienen las empresas de nueva tecnología con los global, ni lo local. La ‘glocalización’ y las políticas
factores de localización y plantea la hipótesis de que de escala”, Eric Swyngedouw resalta esta impor-
no obstante los enormes desarrollos recientes en las tancia de las escalas en cuanto a las relaciones so-
tecnologías de la información, podría haberse espe- ciales y las relaciones de poder, en analogía con las
rado que fueran lo menos sensibles a la necesidad relaciones que tienen los territorios y las regiones
de la proximidad geográica. En la explicación de con la dimensión global. Entonces la escala espa-
estos fenómenos, la atención se ha desplazado, des- cial es resultado de la lucha social por el poder y
de el enfoque de las empresas individuales, hasta el control. Los procesos políticos y las decisiones
el de una preocupación por el sistema producti- están vinculados con el control que se tiene sobre
vo. Lawson da cuenta de cómo la literatura sobre el poder social y sobre la escala a la que están re-
la empresa exhibe una uniformidad mayor en su feridos. Por tanto, el origen de la teoría socioes-
terminología y en su orientación general; coheren- pacial surge de los procesos que se reieren a los
cia que deviene de una compartida y subyacente mecanismos de transformación y transgresión de
perspectiva de la competencia y de una teoría de una escala a raíz del conlicto social. Las diversas
la competencia de la empresa. Su tesis central es escalas operan simultáneamente y su coniguración
que es muy valioso extender la perspectiva de la cambia. La teoría socioespacial considera las escalas
competencia al análisis de la región o, más correc- como sitios para el análisis de una estructura que
tamente, al sistema productivo regional, y entonces se extiende sobre un espacio discursivo, material
hace un repaso de las principales ideas sobre la teo- y social. Una sociedad en conlicto se organiza en
ría de la competencia, con base en lo que ha sido un conjunto de formas institucionales-regulatorias
publicado acerca de la empresa, e investigando las que atienden diversas escalas, en las que se invo-
razones de su popularidad o resonancia, entre la lucran el capital y el factor trabajo, las formas de
comunidad académica y la de los negocios. Llega a competencia, la regulación monetaria y inanciera,
la tesis de que la bondad principal de la literatura la coniguración internacional, así como las formas
especializada radica en que presta atención a una que adquiere el Estado. Dichas formas regulatorias
noción estratiicada o estructurada de causalidad, se reconiguran de acuerdo con las dinámicas del
que identiica las capacidades y las competencias cambio socioespacial, especíicamente en el campo
como diferentes tipos de objetos, así como los even- de la economía política. Por tanto, las políticas de
tos y la situación de los negocios que las generan; escala resultan en nuevas formas de negociación,
prEsEntaCión 23

es decir en diferencias y similitudes en cuanto a la arrollo y la justicia social. “Justicia social: nueva re-
formulación de las estrategias colectivas. visión”, de David Smith, recorre una semblanza de
Si se reconocen las limitaciones que tiene la las tres últimas décadas sobre lo que ha acontecido
teoría neoclásica para atender problemas como en ese ámbito. Se deinen la semejanza, necesidades
la desigualdad en el crecimiento regional y la aglo- y los derechos humanos de las personas así como el
meración geográica de la innovación, Johannes proceso de dotación irregular de los recursos y las
Glückler en “Geografía económica y evolución de implicaciones de la justicia en cuanto a su carácter
redes” aborda esta problemática desde diferentes territorial. Mediante enfoques como el de Yi-Fu-
aportes de la geografía y del desarrollo económico Tuan, entre otros autores citados, Smith reconoce
regional, considerando que la economía se concibe que existe una variación del signiicado de bienes-
como interacciones entre redes. La teoría de las re- tar (buena vida) entre las culturas; sin embargo, las
des sociales frecuentemente se reiere a los clusters cualidades comunes son “el cuidado materno, el or-
regionales para estudiar las condiciones, resultados gullo paternal, y en especial la calidez entre camara-
y dinámicas de la estructura de la red, mientras que das comprometidos en una tarea necesaria pero re-
los elementos de una trayectoria de redes geo- tributiva”. Desde una perspectiva más universal de
gráicas consisten en la evolución, la deinición de la semejanza humana, se tiene también en cuenta la
red social y el papel que juega la geografía. Así, la particularidad de las personas y los lugares. Por lo
trayectoria se conigura como un concepto propio tanto, se requiere de estándares capaces de trascen-
del análisis de la evolución de redes, cuya unidad der el aquí y el ahora de los individuos especíicos,
de análisis son los eslabones que la componen. El grupos o prácticas locales. En la deinición de las
interés del trabajo de Glückler estriba en destacar necesidades de las personas, resulta más complejo
los factores que hacen posible la construcción de re- considerar una visión universal; no obstante ciertas
des regionales. Señala que en el proceso evolutivo cosas son necesarias para la vida humana, puede
de una red deben ser considerados los factores de argumentarse que toda la gente en cualquier lugar
selección de lazos y la retención sobre elecciones debería tenerlas por derecho. En este sentido se
pasadas para decidir el rumbo de los lazos de la implican cuestiones de determinación respecto a su
red; además de la variación, que es resultado de los deinición, prioridad y de quién depende apoyarlas
mecanismos endógenos de la formación y disolu- y asegurarlas. La dotación irregular de los recursos
ción de las redes, en los que, desde una perspectiva para las necesidades humanas y los derechos a su
geográica, existen tres diferentes conceptos de lu- acceso relejan las fronteras de los estados-nación,
gar (estable), y un concepto de lugar temporal con cuya fuente de injusticia está fundada en la geo-
oportunidades especíicas para desarrollar la varia- grafía política. Respecto a la justicia social, son tan
ción durante la evolución de la red, que son respec- poderosos los argumentos para la igualdad que la
tivamente, la vinculación global, la vinculación local, justicia alude a las relaciones desiguales que hay en-
la intermediación local y por último la interme- tre la gente, pretendiéndose que estas últimas sean
diación móvil. La ubicación geográica es relevante empleadas para la ventaja de todos, especialmente
para la evolución de la red, que a su vez incluye de los desfavorecidos. En una relexión acerca del
dos clases de procesos: las externalidades locales porqué este tema es consistente con una propuesta
de comunicación y la inercia organizacional. El ob- que rebasa la ética o la utopía, el texto de Smith
jetivo de Glückler es incorporar esta propuesta de involucra el concepto de solidaridad humana y em-
la evolución de las redes a la Geografía Económica. patía, los cuales también están relacionados con la
Un tema sustancial de las investigaciones eco- justicia y el sentido que adquiere entre la especie
nómicas y socioespaciales tiene que ver con el des- humana. Pese a que el concepto de justicia social se
24 marCos valdivia lópEz y JaviEr dElgadillo maCías

ha desarrollado de manera amplia, carece aún de con la posición que tiene en la temporalidad. Los
un aterrizaje concreto para la conformación de una lugares simbólicos caracterizados por las autorida-
respuesta política que considere como base institu- des públicas se ubican como los más comunes de
cional fundamentos morales. una sociedad determinada, lo cual identiica y legi-
El último texto de la tercera parte de este li- tima el poder de las autoridades e instituciones; así
bro corresponde a Jérôme Monnet (“El simbolismo también las sociedades civiles y los actores económi-
de los lugares: una geografía de las relaciones en- cos, en un ejercicio similar del poder. A lo largo del
tre espacio, poder e identidad”) quien, con base en tiempo, los espacios simbólicos han estado a cargo
ejemplos del Continente Americano, aborda la ac- de los gobiernos, las instituciones religiosas y, en la
tuación de los símbolos como parte de las relaciones época contemporánea, de las autoridades económi-
que se establecen en el espacio, los cuales adquie- cas primordialmente; todos han creado identidades
ren una signiicación otorgada por un individuo que han establecido vínculos y han dado sentido al
o un grupo y que se maniiestan como realidades entorno.
concretas. De esta forma el espacio geográico re- Por último, es importante resaltar que esta
cibe un proceso de simbolización como una con- obra contó con el respaldo del Programa de Apo-
versión de símbolos, cuyos elementos se integran yo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento
a la vida humana, y se diferencian por su carga y de la Enseñanza (papimE) de la unam, y su produc-
por su poder. Dejando de lado la función que cum- ción se inscribe dentro de las actividades de apoyo
plen, la forma y el uso de un símbolo en un lu- a la docencia que tanto el Centro Regional de In-
gar adquieren un contenido social compuesto que vestigaciones Multidisciplinarias como el Instituto
se expresa en diferencias jerárquicas. Los lugares de Investigaciones Económicas de la unam se han
se identiican a través de un determinado número propuesto respaldar, como parte de sus acciones de
de personas, donde éstas mismas también adquie- vinculación interinstitucional. A ellos expresamos
ren una identidad. La dimensión simbólica del espa- nuestro agradecimiento.
cio es al mismo tiempo un desafío y un instrumento Cuernavaca, Morelos, enero de 2013
de poder, que puede tener un carácter distinto de Marcos Valdivia López
acuerdo con la perspectiva con que fue deinido y Javier Delgadillo Macías
Preámbulo

¿Es tan “nueva” la Nueva Geografía Económica?


Relexiones sobre sus aportaciones, sus límites
y sus implicaciones para las políticas

Juan r. Cuadrado roura*


Universidad de Alcalá, Madrid

introduCCión1 posible, sin embargo, que todavía sea necesaria una


perspectiva temporal más extensa para efectuar, de
No cabe duda de que la Nueva Geografía Económi- forma adecuada y objetiva, dicha valoración. Al in
ca (ngE) ocupa hoy un lugar relevante en el ámbito y al cabo, hay que reconocer que si bien algunos
de los análisis territoriales. Irrumpió con enorme autores —incluido el propio Paul Krugman, uno
fuerza a principios de los noventa, y se ha ido con- de los fundadores— consideran que la Nueva Geo-
solidando como un enfoque robusto e innovador grafía Económica se encuentra ya en una “etapa de
sobre las relaciones entre el espacio y los procesos madurez”, suele ser precisamente a partir de enton-
económicos. ces cuando bastantes de los “nuevos” planteamien-
Las tres décadas que han transcurrido desde tos analíticos se consolidan y ofrecen sus mejores
que sus ideas germinales vieron la luz constituyen frutos. Aunque también se ha airmado que la fase
un tiempo suiciente para poder efectuar algún de madurez de cualquier movimiento cientíico re-
tipo de valoración sobre lo que esta corriente ana- novador coincide, a veces, con una decreciente ca-
lítica ha aportado y sus eventuales limitaciones. Es pacidad de innovación.

* Juan R. Cuadrado Roura es catedrático de Eco-


nomía Aplicada en la Universidad de Alcalá, Madrid y resa Gallo me han permitido, en particular, matizar y
director fundador del Instituto de Análisis Económico y completar algunas de las ideas que se exponen. Los co-
Social (IAES). Ha sido presidente de la European Regio- mentarios de los participantes en el Seminario Interna-
nal Science Association. cional celebrado en el Crim (unam) de Cuernavaca el 7
1
Agradezco los comentarios de varios compañeros de octubre de 2011 también me han permitido completar
del Departamento a quienes sometí una primera versión y matizar algunas ideas. En todo caso, la responsabilidad
de este texto. Las sugerencias de la profesora María Te- de este texto inal es exclusivamente del autor.

[25]
26 Juan r. Cuadrado roura

Que éste sea o no el caso, queda como una El artículo se organiza en varias secciones que
cuestión abierta. Pero lo que sí cabe a estas alturas siguen a esta introducción. La sección 2 se dedica
es plantearse algunas preguntas sobre lo que ha a comentar un hecho bastante conocido, como “el
signiicado la Nueva Geografía Económica en los olvido” del espacio, del territorio, que los econo-
estudios regionales y urbanos. La primera de tales mistas practicaron durante casi dos siglos, y la expli-
preguntas debe ser, indudablemente, si el adjeti- cación que puede ofrecerse a este hecho. La sección
vo nueva, que desde un principio se incorporó al 3 describe la entrada en escena de la Nueva Geo-
sustantivo Geografía Económica, es o no adecuado grafía Económica y se plantea ofrecer una primera
y pertinente. En otras palabras ¿es tan nueva la respuesta a si el adjetivo nueva es o no aceptable.
Nueva Geografía Económica? Otras tres cuestiones La sección 4 se centra en deinir sus puntos de par-
pueden, o quizás, deben plantearse. La primera se- tida y la dirección de los progresos que esta corrien-
ría ¿cuáles son sus puntos de partida y qué es lo que te ha impulsado, lo que —siquiera de forma muy
ha marcado su desarrollo? La segunda, derivada de sintética— permitirá responder a la segunda de
la anterior, es si ha alcanzado o no los objetivos que las preguntas que anteriormente nos hemos plan-
perseguía en sus inicios. Y, por último, si se acepta teado. En la sección 5 trataremos de responder si
la idea de que las ciencias sociales tienen una “clara la Nueva Geografía Económica ha alcanzado o no
vocación a la acción”, es decir a no quedarse sólo los objetivos que se había planteado. Y, por último,
en el ámbito de lo abstracto o de los análisis de cor- en la sección 6, clariicar cómo se ha posicionado la
te académico,2 la tercera cuestión a plantearse es Nueva Geografía Económica, o quizás mejor, cómo
¿cómo se ha posicionado la Nueva Geografía Eco- lo han hecho sus principales protagonistas, ante la
nómica frente a las posibles acciones, medidas o po- demanda de propuestas de medidas y/o políticas re-
líticas que necesariamente deben adoptar los policy lativas a los problemas territoriales y económicos.
makers para suavizar o resolver los problemas —en El texto concluye con unas breves notas inales
este caso “territoriales”— que muestra la realidad? que intentarán destacar las principales ideas que se
En otras palabras: ¿está aportando ideas y propues- ofrecen. No se trata, evidentemente, de conclusiones
tas de política regional, urbana o, si se quiere, de porque entendemos que este término es demasiado
política económico-social? rotundo y se utiliza, en muchos casos, como el pun-
El objetivo de este artículo es, precisamente, to inal de un análisis que se ha llevado a cabo. Aquí
tratar de ofrecer algún tipo de respuesta a estas no caben, todavía, conclusiones, al menos de carác-
cuatro preguntas. Por supuesto que el autor dejará ter deinitivo, porque la Nueva Geografía Económi-
entrever su posición personal, pero al mismo tiem- ca está todavía, en alguna medida, in ieri, es decir
po se acudirá a lo que han expuesto algunos auto- en proceso de desarrollo. No cabe pues confundir
res muy solventes integrados en la propia corriente lo que son las apreciaciones de un autor, con lo que
de la Nueva Geografía Económica y a otros que son podrían ser unas conclusiones cerradas. El lector de
externos a la misma. este trabajo podrá extraer, en todo caso, sus propias
consecuencias y aceptar o no todo lo que el artículo
incluye.

2
W. Pareto (1920) subrayó que la práctica va con
frecuencia por delante de la teoría. “La obra de Adam
Smith ha tratado de proporcionar investigaciones sobre
cuestiones prácticas de economía, y las obras de Walras y ca. Pueden consultarse sobre este tema los trabajos de
Edgeworth sobre economía pura han venido después de W.L. David (1988), M. Duverger (1964) o M. Bunge
una infinidad de obras de economía práctica y teóri- (1997), T.S. Kuhn (1962).
prEámbulo 27

1. El olvido dE los EConomistas fueron dando forma al análisis económico hasta


dEl tErritorio conluir en lo que hoy es la Ciencia Económica, di-
vidida ya en numerosas especialidades (teoría, eco-
Los economistas han tendido históricamente a me- nometría, hacienda pública, política económica).
nospreciar, o quizás mejor a olvidar, o a no prestar Si dejamos a salvo las aportaciones de Von
casi ninguna atención, al territorio y su relación con Thünen3 y de algunos economistas alemanes y es-
las actividades económicas. Esta actitud ha cambia- candinavos que se preocuparon por la localización
do sustancialmente en las cuatro últimas décadas de las actividades económicas,4 hay que reconocer
pero, aunque sin duda son más variadas, hay cuan- que durante bastantes años ni éstos ni otros temas
do menos dos razones que contribuyeron a dicho relacionados con el territorio fueron objeto de par-
“olvido”. La primera guarda relación con el enfo- ticular atención para los economistas.5 Los mercan-
que que fue adoptando la Economía como ciencia tilistas —desde E. Misselden, A. Serra y T. Mun,
en su propio proceso de desarrollo. La segunda tie- hasta J.B. Colbert— y, aunque en menor medida,
ne que ver con el divorcio que generalmente existió algunos isiócratas —F. Quesnay, A.R.J. Turgot,
entre economistas y geógrafos. R. Cantillon—6 sí que tuvieron en cuenta los as-
pectos geográicos de la circulación económica y
concedieron importancia a las infraestructuras, a
1.1 El desarrollo de la Ciencia Económica los puertos y a la distribución espacial de la po-
y el casi general olvido del espacio blación, pero tampoco puede airmarse que dieran
y de las cuestiones territoriales y su inluencia al tema un tratamiento sistemático. Por otra parte,
esta limitada presencia de los aspectos territoriales
La primera de las dos razones citadas se evidencia en algunos textos pre-clásicos quedó muy pronto
cuando se revisa la trayectoria que ha seguido la ahogada por la prioridad que los clásicos —desde
Ciencia Económica en su desarrollo. Uno de los ras-
gos más claros es que, a diferencia de otras ciencias
3
sociales, la Economía tendió casi desde un principio Aclaremos que la aportación de J.E. von Thünen
(1783-1850) ha sido siempre particularmente apreciada
a minimizar el papel y la inluencia del espacio en los y que constituye una excepción muy importante. Mark
procesos económicos, entendiendo por éste el te- Blaug (1986) señala que en él hay dos o incluso tres eco-
rritorio que soporta la actividad económica y que nomistas en uno solo: “para los geógrafos económicos, es
‘el padre’ de la teoría de la localización…; para los eco-
inluye en y se ve inluido por los procesos de produc-
nomistas teóricos, es uno de los descubridores indepen-
ción, circulación y distribución de bienes, factores y dientes de la llamada teoría de la distribución a partir de
rentas. Actualmente, una buena parte de la literatu- la productividad marginal; y para los economistas mate-
ra económica reconoce que el territorio y sus impli- máticos y económetras Von Thünen es un pionero en la
utilización del cálculo y la obtención de soluciones a los
caciones no pueden quedar al margen de cualquier problemas de la maximización”.
análisis de los hechos económicos y sociales, porque 4
Entre ellos, los alemanes W. Launhardt y A. Schafle,
evidentemente el territorio no es neutral. No sólo O. Englander y A. Predöhl, o el sueco T. Palander.
5
diiculta o facilita los movimientos de los factores de Un texto realmente original sobre las relaciones
entre el espacio en la historia del pensamiento económico
producción y de los bienes producidos, sino que to- es el de P. Dockès (1969).
dos los agentes económicos —ya sean empresarios 6
Algunos sitúan a este autor fuera de la corriente
dispuestos a invertir o simples consumidores que isiocrática, que era esencialmente francesa, pero su Essai
sur la nature du commerce en général, editado en 1755, aun-
demandan bienes y servicios— lo tienen en cuenta
que ya era conocido desde 1730, relaciona de forma muy
en sus decisiones. Pero ésta no fue en absoluto la clara la producción primaria con la circulación de los bie-
postura dominante en las sucesivas corrientes que nes a través del comercio y el papel del territorio.
28 Juan r. Cuadrado roura

A. Smith hasta J.S. Mill— otorgaron a los proble- aspectos espaciales, o que los considerasen —sim-
mas y cuestiones macroeconómicas. plemente— como un factor neutro, no resulta un
Como es bien conocido, los economistas clá- hecho excesivamente extraño. El análisis económi-
sicos escribieron ampliamente sobre el crecimiento co general avanzó, sin embargo, en amplios frentes,
económico y sus causas, sobre el comercio exterior, aunque la mayor parte de las teorías pueden ser
y sobre la distribución de la renta y los problemas caliicadas como a-espaciales. En el caso de algunas
iscales, entre otros. Pero, salvo muy contadas ex- cuestiones, la no consideración del territorio no su-
cepciones, lo hicieron dejando claramente a un la- pone una grave debilidad teórica, ya que el proble-
do la dimensión territorial y sus implicaciones, ma analizado tiene objetivos y características predo-
considerando a las economías nacionales como un minantemente macroeconómicas.7 Pero, en otros
todo, y al espacio internacional como una constela- claramente sí. Sorprende, por ejemplo, que incluso
ción de puntos que se correspondían con los países en un campo tan ligado a lo espacial como es el del
que desarrollaban algún tipo de intercambio. comercio internacional se desarrollaran modelos
Por su parte, un gran número de las aporta- en los que las distancias, los costos de transportes o
ciones de la corriente neoclásica y muy particular- las ventajas ofrecidas en determinadas zonas o pun-
mente quienes se centraron en el campo del análisis tos geográicos, simplemente no igurasen en los
microeconómico (Menger, Jevons, Walras) se apoya- modelos explicativos, o que en todo caso se infrava-
ron en el análisis marginal, en el cual la incorpora- lorasen absolutamente. Algo que las nuevas teorías
ción de la dimensión espacial planteaba importantes del comercio internacional —y de ahí su vincula-
diicultades. Las funciones de distancia y otros pa- ción con la también llamada Nueva Geografía Eco-
rámetros espaciales suponían tener que admitir la nómica— han tratado ya de corregir.
existencia de discontinuidades (en las posibilidades Por supuesto que hay excepciones a lo que
de transporte; en la concentración de recursos y acabamos de señalar. Baste citar como referencia,
factores, en relación con las aglomeraciones urba- dentro de la primera fase de la teoría neoclásica,
nas y sus redes) que resultaban bastante incómodas el hecho de que Alfred Marshall (1890) concediera
para poder razonar en términos de cálculo diferen- especial importancia a las concentraciones indus-
cial. El análisis del comportamiento de las unidades triales, a las economías externas y de aglomeración,
de producción desde el punto de vista individual que más tarde han sido el germen del análisis de los
permite estudiar con precisión —al menos desde “distritos industriales”. Y habría que citar, asimismo
un punto de vista teórico— el posible equilibrio los casos de Von Thünen y de quienes exploraron
entre las curvas de preferencias y de balance del los problemas de la localización industrial. Pero
consumidor, hasta las de costos e ingresos medios y estas excepciones no cambian la regla general: el
marginales de una empresa. Las materias primas se territorio ha constituido, durante décadas, un fac-
considera que están ya localizadas. Los costos de tor o una variable que no se toma en consideración
transporte ni siquiera iguran, en muchos casos, dentro del análisis económico o que, en todo caso,
como un elemento dentro de la función de pro- no formó parte de la mainstream (corriente domi-
ducción. Y tiene escasa o nula importancia si los nante) de la Ciencia Económica.
demandantes o consumidores están dispersos o
concentrados en el territorio; si existen centros no-
dales, concentraciones de población y puntos de in-
7
Piénsese en las cuestiones monetarias y inancie-
tercambio y/o de ruptura del transporte.
ras a nivel macroeconómico, aunque las políticas aplica-
Al considerar lo anterior, el hecho de que nu- das a dicho nivel tienen siempre efectos diferenciados a
merosos economistas omitieran toda referencia a los nivel territorial.
prEámbulo 29

1.2 Los economistas y los geógrafos a vincular Economía y Geografía, e incluso, como
señalaron K. Behrens y J.F. Thisse (2007), algunos
Pero, como se ha indicado anteriormente, la re- conceptos desarrollados en la Nueva Geografía Eco-
ducida atención de los economistas a los proble- nómica pueden servir para revisar varios aspectos
mas espaciales o territoriales tiene una explicación en los que la Economía Regional ha tratado de avan-
complementaria que tampoco puede pasar desa- zar, aunque no siempre con claridad. Éste sería el
percibida. Durante muchos años, el estudio de la caso, por ejemplo, de qué entendemos realmente
distribución de las personas sobre el territorio, las como región y qué tipo de interrelaciones entre re-
diferencias espaciales y la descripción de los condi- giones resulta interesante estudiar, a cuyo efecto la
cionantes geográicos naturales se consideró como Nueva Geografía Económica abre a economistas y
el campo propio y prácticamente exclusivo de los geógrafos una vía sobre cómo cabe hacerlo.
geógrafos. “Una casta de profesionales por la que
los economistas —como señaló Richardson (1975)—
jamás sintieron una gran estimación”, postura que 2. la irrupCión dE la “nuEva”
sin duda fue cierta, aunque también ha ido cam- gEografía EConómiCa
biando en las últimas décadas; en todo caso, una
postura muy injusta si se analizan las aportaciones La entrada en escena de la Nueva Geografía Eco-
desarrolladas por quienes durante décadas han tra- nómica a principios de la década de los noventa hay
bajado en los campos de la Geografía Económica y que relacionarla, sin duda, con la revisión que algu-
la Geografía Regional. nos años antes se había hecho de la teoría del co-
No es menos cierto que sólo unos pocos y oscu- mercio internacional, que supuso la incorporación
ros economistas, en su mayoría germanos y algunos de los rendimientos crecientes, la competencia im-
escandinavos, se preocuparon por los problemas de perfecta y la posibilidad de alcanzar —al menos teó-
la localización de las unidades de producción, se- ricamente— diversas posiciones de equilibrio, en lo
guidos bastante más tarde por algunos economistas que hasta entonces habían sido los planteamientos
norteamericanos que, si bien se les considera pio- más convencionales de la teoría del comercio inter-
neros dentro del análisis regional, como Hoover nacional. A pesar de todo, como señaló Krugman
(1959), Alonso (1964) o el propio Isard (1956), tam- (2000), uno de los protagonistas más destacados del
poco iguran en posiciones académicas y profesio- replanteamiento de dicha teoría: “sorprendente-
nales muy destacadas o reconocidas. Algo que, mente, todavía tomó un largo tiempo hasta que los
afortunadamente, ha empezado a cambiar en los nuevos teóricos del comercio se dieran cuenta de
últimos años, cuando economistas contemporáneos las posibilidades de que la revolución en el campo
de prestigio (desde Robert Barro y sus análisis so- de la teoría del comercio (internacional) posibilita-
bre la convergencia, hasta Paul Krugman, Robert ba hablar de cuestiones relacionadas con la Geogra-
Lucas y Danny Quah, entre otros) han irrumpido fía Económica. El resultado fue lo que se caliica a
con fuerza en el campo de los estudios regionales, veces (así, en sus propias palabras) como la Nueva
en no pocos casos como “innovadores” e ignoran- Geografía Económica”.
do casi absolutamente los trabajos desarrollados Este caliicativo —“nueva”— que fue asignado
con anterioridad, además de otros autores y, por por los propios líderes de esta corriente cientíica
supuesto, de muchísimos geógrafos. y que se ha acabado imponiendo para referirse a
Hay que reconocer, sin embargo, que la Nue- cuantos siguen sus enfoques ha generado muchas
va Geografía Económica ha contribuido claramen- reacciones críticas entre quienes se consideran los
te, como trataré de mostrar en este mismo texto, herederos de esa importante corriente analítica, que
30 Juan r. Cuadrado roura

es la Geografía Económica, y también de bastan- la tesis de “la causación circular acumulativa” (Myr-
tes estudiosos de los problemas regionales que ha- dal, Hirschman), las teorías sobre la aglomeración y
bían surgido en el ámbito de la Economía desde las economías que ello genera (Rojas López, 2009)
mediados de los cincuenta del pasado siglo.8 y las aportaciones de quienes trabajan en el ámbito
Inconscientemente, o quizás de manera muy de la llamada Ciencia Regional.
consciente, quienes se han considerado como sus Como señalaron Ottaviano y Thisse (2004,
padres, esencialmente, Krugman, Fujita y Venables, cap. 58), muchas de las ideas de la Nueva Geogra-
ignoraron lo que muchos geógrafos y bastantes e- fía Económica habían estado presentes desde hace
conomistas habían aportado al análisis regional o mucho tiempo en los trabajos de los geógrafos eco-
territorial con anterioridad. El propio P. Krugman nómicos y en los teóricos de la localización. R.L.
ha reconocido más tarde que esto ocurrió y en al- Martin (2010) ha subrayado también este hecho
guna medida ha pedido disculpas. “Soy consciente desde una posición crítica hacia el alcance de las
—airma en Krugman (2000)— de que la denomi- aportaciones de la Nueva Geografía Económica,
nación (Nueva Geografía Económica) puede enojar algo que él mismo y Sunley ya habían subrayado
a los geógrafos que tradicionalmente han trabajado con anterioridad (Martin y Sunley, 1996). El prin-
duro en el estudio de la geografía económica, los cipal mérito de la “nueva” aproximación a las re-
cuales consideran, por una parte, que muchas de laciones entre procesos económicos y geografía
las cosas de los nuevos geógrafos son ya muy anti- es, posiblemente, “haber enmarcado dichas ideas
guas y, por otra, que ignora casi totalmente la rea- dentro de un modelo de equilibrio general” y esto
lidad de los estudios realizados, como también lo ha conducido a la Geografía Económica y a la teo-
hizo la teoría del comercio”. De ahí la pregunta: ¿es ría de la localización “de la periferia al centro de
tan “nueva” la Nueva Geografía Económica?; o esta la corriente principal (mainstream) de la teoría eco-
otra quizás menos belicosa: ¿en qué se basa su no- nómica”.
vedad y qué es lo que ha aportado al conocimiento En efecto, la principal novedad es, en mi opi-
ya disponible desde antes? nión, que la Nueva Geografía Económica ha pro-
La respuesta a ambas cuestiones puede adop- porcionado muchas aportaciones e ideas que
tar distintos periles. Realmente, lo que ha hecho, estaban ya en circulación desde hacía varias dé-
hay que reconocerlo, es rescatar algunas viejas cadas, un soporte analítico-matemático que les da
ideas espaciales de la economía y la geografía ale- mayor solidez y que las aproxima a los criterios
manas, particularmente las que se relacionan con analíticos y cientíicos actualmente dominantes.
la localización de las industrias y la distribución Gracias a ello, los modelos y planteamientos de la
de las aglomeraciones urbanas e industriales (Von Nueva Geografía Económica han encontrado fácil
Thünen, Christaller, Lösch…). Asimismo, ha incor- acomodo en el Análisis Económico, al proporcio-
porado, aun sin reconocerlo abiertamente, algunos nar una mayor respetabilidad y aproximaciones
planteamientos —posteriores a los citados— en los formalmente más rigurosas a temas como el de las
cuales los problemas del crecimiento, del desarro- relaciones centro-periferia, por ejemplo; o sobre
llo económico y su tendencia a la concentración se cómo explicar que las industrias puedan tender a
relacionaban directamente con el territorio, como localizarse en un determinado punto geográico; o
cuál es la inluencia que pueden ejercer determina-
dos centros (un puerto, un nodo ferroviario, una
gran área metropolitana) como foco de atracción y
8
Me reiero, en particular, a W. Isard y quienes le
acompañaron en el desarrollo de lo que más tarde se ha de acumulación de más y más actividades producti-
caliicado como Ciencia Regional. vas en un determinado lugar.
prEámbulo 31

Sin embargo, algo que sorprende, cuando me- que también preocupa a sus impulsores. Como sub-
nos, es que la corriente de la Nueva Geografía Eco- rayaron Fujita, Krugman y Venables (2000, p. 14):
nómica apenas ha hecho referencia alguna a esos
antecedentes que ya he citado.9 Como tampoco lo En nuestra opinión, la cuestión que deine la geo-
ha hecho en relación con las economías de escala, grafía económica es la necesidad de explicar las
los costos de transporte y la movilidad de los fac- concentraciones de la población y de la actividad
tores y sus consecuencias, conceptos básicos de la económica, a saber, la distinción entre los cintu-
teoría neoclásica de los equilibrios económicos, que rones industriales y los cinturones agrícolas, la
habían sido ya estudiados por la geografía teoré- existencia de las ciudades y el papel de los núcleos
tico-cuantitativa anglosajona de las décadas de los industriales. En un sentido amplio, todas estas con-
sesenta y setenta del siglo xx (Haggett, 1965; Bun- centraciones nacen y sobreviven debido a alguna
ge, 1966; Morril, 1970; Lloyd y Dicken, 1972). Ni forma de economía de aglomeración, donde la
estas aportaciones ni otras de la escuela francesa (la misma concentración espacial crea el ambiente
teoría de los polos de F. Perroux, y los desarrollos económico favorable para el sostenimiento de
que J. Boudeville hizo sobre la polarización) son ci- concentraciones adicionales o continuadas.
tados por los principales autores que impulsaron el
desarrollo de la Nueva Geografía Económica en el 3. El plantEamiEnto dE partida
panorama cientíico internacional.10 y los progrEsos
La constatación de estos hechos, tan innega- dE la nuEva gEografía EConómiCa
bles como sorprendentes, no puede ensombrecer,
sin embargo, lo que han signiicado las aportaciones Aunque siempre resulta difícil y controvertido otor-
de la Nueva Geografía Económica en el ámbito del gar la paternidad de una determinada corriente
análisis espacial. En el caso concreto de la Econo- cientíica y ijar su partida de nacimiento, el punto
mía, sus planteamientos y aportaciones han servido de arranque fue muy posiblemente el artículo que
para poner in al largo silencio con que la corrien- P. Krugman publicó en 1991 sobre los rendimientos
te dominante del análisis económico había tratado crecientes y la geografía económica, que constituyó
cuestiones tan relevantes como dónde tiene lugar una incursión bastante novedosa en el ámbito de la
la actividad económica, por qué se concentra y cuá- localización de la actividad económica. El trabajo
les son las causas explicativas. Y en el ámbito de la emparentaba de alguna forma con los problemas
Geografía, porque también ha estimulado un tipo que se había planteado B. Ohlin en 1933, dentro de
de aproximación mucho más formalizada y menos la teoría del comercio internacional. A partir de la
descriptiva a los temas de la concentración de la po- aportación de Krugman, la tesis del centro-periferia
blación y de las actividades económicas, que es lo y la cuestión de las aglomeraciones y su capacidad
de crecimiento y de atracción, que este autor había
“re-descubierto”, empezaron a ser objeto de nume-
9
Fujita, M. y P. Krugman (1995) publicaron un rosas aportaciones, como el artículo publicado so-
trabajo —muy teórico— sobre las aportaciones de Von
bre las relaciones entre la teoría del comercio y la
Thünen y de Chamberlain que pueden ser consideradas
como una excepción. teoría de la localización (Krugman, 1993), y otras de
10
A. Bhattacharjea (2010) ha sugerido incluso que quienes casi simultáneamente se habían planteado
Kaldor anticipó en alguna medida los planteamientos de algunas cuestiones relacionadas con la localización
la Nueva Geografía Económica, o al menos algunos de sus
de la actividad económica, incluyendo las teorías
“hallazgos”, puesto que muchos de los supuestos, meca-
nismos, resultados y hasta prescripciones políticas fueron del uso del suelo, la economía urbana, la teoría de
anticipados por N. Kaldor hace más de dos décadas. localización industrial y la competencia espacial.
32 Juan r. Cuadrado roura

Fujita y Thisse (2002 y 2009) han proporcio- Este tipo de enfoque debería explicar, tanto
nado una amplia explicación sobre cómo la Nueva los procesos de concentración, como los de disper-
Geografía Económica ha ido penetrando en este sión, por qué se producen y cómo operan. Es decir
amplio campo. El principal mérito ha consistido tomando como punto de partida metodológico una
—como señalan dichos autores— en que Krug- visión más global y que trate de explicar no sólo
man “redescubrió” bastantes conceptos e ideas cómo se relacionan los procesos económicos y el te-
que ya estaban circulando en algunos libros de rritorio, sino también el porqué de dicha relación y
Economía pero, sobre todo, en la obra de varios sus resultados. Se trata, por tanto, de una aproxi-
economistas más o menos marginales y en el mun- mación bastante diferente de la que podría apor-
do de los geógrafos. El hecho es que bastantes de tar un enfoque à la Von Thünen, que nos sugiere
dichas ideas y conceptos no habían sido tratados cómo (posiblemente) se ocupa y utiliza el territorio
ni considerados conjuntamente, que tampoco se alrededor de una ciudad, pero que asume —como
habían explorado sus posibles interrelaciones de punto de partida— la existencia de ese foco cen-
una forma sistemática, recurriendo a la formali- tral. Lo que hay que tratar de explicar —subraya
zación de modelos, lo que constituye el leit motiv o Krugman (2000)— son las fuerzas que conducen a
el rasgo dominante de la “nueva” corriente cien- la concentración o a la dispersión.
tíica. Para ello, la Nueva Geografía Económica a-
Como sugirió el propio Krugman (2000) al doptó como método el desarrollo de aproximacio-
tratar de exponer el sentido de la Nueva Geogra- nes analíticas vía modelos que permitieran expli-
fía Económica, la dinámica de una ciudad como car la dinámica de una determinada metrópolis o
Nueva York, sus condiciones más ventajosas y su aglomeración en el contexto de toda la economía;
desarrollo han sido muy estudiados y se conocen es decir con un enfoque de equilibrio general. A
bastante bien. Un amplísimo número de trabajos tal efecto era necesario tener en cuenta, de forma
disponibles subraya que el canal Eire, en su comu- simultánea, las fuerzas centrípetas que tiran de la ac-
nicación hacia el interior, fue muy importante para tividad económica como un todo, y las fuerzas cen-
el desarrollo de la gran metrópoli; también lo fue trífugas que la empujan hacia afuera. Lo que hay
el establecimiento de líneas regulares de transporte que tratar de explicar es el juego de ambas fuerzas,
marítimo a través del Atlántico; y, por supuesto, la teniendo en cuenta las micro-decisiones de los dis-
progresiva aglomeración en aquella zona de un am- tintos agentes que operan.
plio conjunto de industrias y de actividades de ser- Consecuentemente, lo primero que explora y
vicios. La estructura interna de esa o de cualquier trata de explicar la Nueva Geografía Económica es
área metropolitana puede entenderse bastante bien por qué las empresas y los consumidores tienden
a partir de los modelos de uso del suelo, siguiendo a aglomerarse en las áreas donde otras empresas y
el enfoque pionero de Alonso (1964). Pero, desde la consumidores están ya localizados (How Regions Grow,
óptica de la teoría del comercio internacional, este 2009), como se subraya en el conocido y básico libro
nivel de comprensión no resulta suicientemente de Fujita, Krugman y Venables, The Spatial Economy.
satisfactorio. “Lo que parece necesario —sostenía El tema contaba ya con algunas explicaciones
Krugman en ese mismo trabajo— es comprender la más o menos convincentes y bien desarrolladas,
economía de una ciudad teniendo en cuenta cómo como la idea de “los polos de crecimiento”, que
opera la economía nacional —o mundial— en su con notable anticipación lanzó F. Perroux (1955);
conjunto. Como diría un economista, lo que uno o con la tesis de la causación circular acumulativa
desea es una aproximación en términos de equilibrio propuesta por G. Myrdal (1957) y la aportación casi
general”. simultánea de A.O. Hirschman (1958) en relación
prEámbulo 33

con los efectos de atracción y de dispersión de las hace en el análisis económico convencional, intro-
actividades económicas, cuya aplicación al ámbito duciendo relaciones insumo-producto entre las
regional se asocia a la aportación de Pred (1966). distintas ramas productivas, si se dan unas condi-
La formalización y profundización sobre cómo y ciones de competencia imperfecta en ambas direc-
por qué se producen dichos mecanismos de causa- ciones (Venables, 1996). Asimismo el hecho de que
ción acumulativa, utilizando para ello modelos que —a partir de “la nueva teoría del crecimiento”—11
discurren de lo más simple a su progresiva com- las inversiones y la acumulación de capital puedan
plicación, constituye la principal aportación de la contribuir a asegurar y sostener las aglomeracio-
Nueva Geografía Económica. Lo que esta corriente nes (Baldwin, 1998), los efectos de la acumulación
analítica ha perseguido, en último término, es su- de capital humano (Baldwin, 1999; Martin y Otta-
ministrar unos fundamentos teóricos que permitan viano, 1999 y 2001) y otras variantes que estudian
mostrar cómo y por qué unas regiones que son muy cómo parece que operan —al menos teóricamen-
parecidas, o incluso iguales en el punto de parti- te— las fuerzas de aglomeración y de dispersión
da, pueden acabar diferenciándose como regiones (Englmann y Walz, 1995; Puga y Venables, 1996 y
“centro”, ricas, y regiones “periféricas” que perma- 1997; Puga, 1999).
necen mucho más pobres. En la presentación de los modelos se parte
A partir de este enfoque general, los protago- siempre, como ya se ha apuntado, de algunas sim-
nistas y seguidores de la Nueva Geografía Económi- pliicaciones, para introducir a continuación algu-
ca han desarrollado una sucesión de modelos que nos cambios que modiiquen la situación de partida.
responden a esa relación centro-periferia. El más Por ejemplo, se intenta modelizar lo que ocurre
simple, que podemos incluso considerar aquí como si se producen migraciones de mano de obra de
ejemplo, partía de la teórica existencia de dos re- una(s) a otra(s) regiones; si el número de plantas
giones parecidas —que en último término eran dos productivas se incrementa o puede incrementarse
puntos en el mapa— con dos sectores productivos en un área concreta; si el capital humano está muy
y dos factores de producción. Es el célebre modelo concentrado en una sola región, con los posibles
del 2 × 2 × 2, el cual considera que cada factor es es- cambios que todo ello supone en el mercado. La
pecíico para un sector y que uno de los factores es explicación que el modelo aporta sobre dichos cam-
móvil interregionalmente, mientras que el otro no. bios, siempre dentro de un esquema esencialmente
Esto permite razonar, en abstracto, cómo operará teórico, constituye el centro de las fuerzas de aglo-
ese sistema simpliicado y en qué medida las econo- meración y de dispersión de los productores, de la
mías de escala van a inluir en su desarrollo. Otras mano de obra, y también, en último término, de los
condiciones de este modelo simpliicado son que los consumidores.
dos bienes producidos son comercializables, si bien Los numerosos modelos que han sido elabo-
uno de ellos se ve diicultado o impedido por los rado por los autores que han impulsado la Nue-
costos “iceberg” de transporte, mientras que el otro va Geografía Económica comparten generalmente
tiene costos inferiores. Esto permite plantearse dos algunos rasgos comunes que pueden sintetizarse
tipos de equilibrios estables: la aglomeración de una como sigue:
de las industrias en una sola de las dos regiones,
cuando los costos de transporte son bajos; y también 11
Es sabido que se designa con este nombre y tam-
la dispersión de dicha industria en las dos regiones, bién con el de teorías del crecimiento endógeno a las
aportaciones que hicieron a partir de los ochenta autores
cuando los costos de transporte son elevados.
como P. Romer, R. Barro, R. Lucas, N.G. Mankiw y otros,
A partir de este modelo muy estilizado, es po- ampliando y rectiicando en alguna medida el modelo de
sible ir complicándolo progresivamente, como se R. Solow.
34 Juan r. Cuadrado roura

• Se asume que se opera en un contexto de centro o región determinados, lo cual puede de-
competencia imperfecta (lo que es ya una no- berse a distintas causas. Entre ellas, la disponibi-
vedad) en el que los rendimientos crecientes lidad de recursos naturales o de localización (que
de escala en un determinado sector económi- no están dispersos, sino que están disponibles o
co12 son la elección preferida. presentes en determinados lugares); la posición
• Se incorpora la idea de que los costos están direc- monopolística o cuasi-monopolística que detenten
tamente asociados al comercio y/o al transporte. una o varias empresas (condiciones de competencia
• Operan fuerzas que impulsan la aglomera- imperfecta); una decisión política tomada en el pa-
ción (fuerzas centrípetas) o que favorecen la dis- sado (por ejemplo, que una ciudad sea la capital del
persión (fuerzas centrífugas). país); y otras posibles razones que quepa plantearse
al respecto. Los rendimientos de escala que existen
Entre las fuerzas centrípetas casi siempre se atraen a su vez a más personas, que esperan obte-
destacan tres en particular: los movimientos migra- ner allí salarios más elevados, encontrarse con una
torios de la mano de obra; las ligazones intersecto- mayor oferta de puestos de trabajo, o disfrutar de
riales hacia adelante y hacia atrás entre las distintas algunos beneicios laterales, como la oferta cultural
ramas productivas (o también entre las empresas); o la educativa.
y la elasticidad de la oferta de factor trabajo, vincu- Este conjunto de ideas y rasgos positivos per-
lada con el hecho de que se puedan producir trans- miten desplegar y tomar en consideración siete
ferencias de mano de obra de unas ramas produc- características que Baldwin et al. (2003) subrayan
tivas a otras. como alimentadoras de los distintos modelos cons-
Lo que podríamos caliicar como la mecánica truidos por los autores que han adoptado el enfo-
del proceso de aglomeración es relativamente sim- que general de la Nueva Geografía Económica:
ple —aunque puede irse haciendo más compleja
en los sucesivos modelos— ya que la mano de obra 1. El efecto del mercado propio en la con-
tenderá a emigrar hacia la(s) región(es) con una pro- centración/dispersión.
ducción inicial más elevada, puesto que en ella 2. La causación circular del esquema cen-
se acumula cada vez más la producción de bienes y tro-periferia, al operar las fuerzas de
servicios. Esto incrementará la demanda y los bene- aglomeración y de dispersión, principal-
icios locales, lo cual atrae a su vez a más empresas mente por la vía de las migraciones.
para producir bienes y servicios. La concentración 3. La asimetría endógena (cuando las fuer-
resulta cada vez más atractiva al existir una amplia zas de aglomeración dominan a las de
base de producciones intermedias que precisan dispersión).
muchas de las empresas allí localizadas o que se van 4. La aglomeración catastróica, a partir de
localizando, y esto intensiica los intercambios vía la idea de los costos “iceberg” de Samuel-
oferta y vía demanda entre todos los que producen son y de la rentabilidad constante del fac-
bienes y servicios. tor trabajo.
Uno de los temas centrales de la Nueva Geo- 5. La superposición de expectativas y sus
grafía Económica es el de las economías de aglome- efectos.
ración. Éstas aumentan cuando una empresa dis- 6. La histéresis de localización.
fruta de rendimientos crecientes de escala en un 7. La aglomeración/acumulación de ingresos
o rentas en función de los costos, y de los
12
El monopolístico, en el planteamiento del mode- impuestos, con y sin movimientos de capi-
lo de Dixit-Stiglitz. tales o de des-industrialización en el centro.
prEámbulo 35

Profundizando en el análisis a partir de estas otro extremo del espectro se encuentra la estruc-
ideas (aunque con las naturales diferencias), los tra- tura centro-periferia de la economía global, co-
bajos que se han elaborado como parte de la Nueva rrespondiente al dualismo norte-sur. Es asimismo
Geografía Económica y los modelos en los que se importante señalar que todos estos tipos distintos
basan han sido realmente abundantes desde 1995 de aglomeración, a diversos niveles, están a su vez
hasta la fecha. Tendría sin duda poco sentido de- insertos en una economía mayor, formando en su
tallarlos y analizarlos aquí; incluso agruparlos de conjunto un complejo sistema.
acuerdo con sus ainidades sería prácticamente ina-
barcable. La oECd en su informe How Regions Grow Esta visión de dos de los fundadores e impul-
(2009) presenta una sistematización muy intere- sores de la Nueva Geografía Económica evidencia
sante y útil al respecto, aunque en estos momentos el ambicioso alcance del proyecto. Primero se in-
resulta ya incompleta. Aparte, en otros trabajos in- tenta explicar un caso muy simple, y sus distintas
cluidos en esta obra, pueden encontrarse referen- variantes. Pero, a partir de ello se procura elevar la
cias y consideraciones muy interesantes en torno a comprensión de lo que ocurre o puede ocurrir en
algunas aportaciones y trabajos de gran interés que un marco mucho más amplio: ya sea el de un solo
han visto la luz en los últimos quince años. país, el de un conjunto de países o incluso a nivel
En deinitiva, como pusieron de relieve Fuji- mundial. La meta de la Nueva Geografía Económi-
ta y Krugman en la conversación sobre la Nueva ca es, por tanto, crear un conjunto de aproxima-
Geografía Económica, que igura en este mismo ciones a través de modelos que permitan discutir
volumen,13 acerca de su origen y sus objetivos: cuestiones como la economía de una gran metrópo-
li (por ejemplo, Nueva York, como le gusta siempre
la cuestión a destacar en la nueva geografía eco- citar a Krugman), en el contexto de toda una eco-
nómica es que trata de proporcionar alguna ex- nomía en su conjunto.
plicación a la formación de una gran diversidad
de formas de aglomeración (o de concentración)
económica en espacios geográicos. La aglomera- 4. ¿Ha logrado la nuEva gEografía EConómiCa
ción o agrupación (clustering) de la actividad eco- los ambiCiosos obJEtivos
nómica tiene lugar a distintos niveles geográicos quE sE plantEó En sus iniCios?
y tiene una variedad de formas distintas. Tomando
un ejemplo, un tipo determinado de aglomeración Las posibles respuestas a esta pregunta son cierta-
surge con la agrupación de pequeñas tiendas y mente dispares y discurren desde una visión muy
restaurantes en un barrio. Otro tipo de aglomera- positiva sobre lo que ha signiicado y signiica el re-
ciones lo encontramos en el proceso de formación planteamiento cientíico que ha propuesto esto, has-
de las ciudades, donde todas adquieren tamaños ta duras críticas que se mueven en dos direcciones:
distintos, desde Nueva York hasta Little Rock; la ignorancia que la Nueva Geografía Económica
o también en la emergencia de una variedad de ha practicado con respecto a las aportaciones ya
distritos industriales; o en la existencia de fuertes disponibles sobre los temas que examina;14 y, sobre
desigualdades regionales dentro de un país. En el todo, la presencia de un ropaje formal que propor-

13 14
“La Nueva Geografía Económica: pasado, pre- Piénsese no sólo en Christaller (1933), sino en
sente y futuro”, se publicó originalmente en 2004 en la Lösch (1954), por ejemplo; pero también en las numero-
revista Papers in Regional Science, núm. 83; véase Fujita y sísimas aportaciones y estudios de casos que se han reali-
Krugman (2004) en las referencias. zado siempre desde la Geografía Económica.
36 Juan r. Cuadrado roura

ciona rigor cientíico pero que conduce a alejarse cientes. Entre ellas cabe citar las relexiones que se
de la realidad, cuando no a plantearse cuestiones aportan en el número especial de marzo de 2011
de muy limitada relevancia. del Journal of Economic Geography, donde los traba-
Personalmente considero, coincidiendo con jos de Behrens y Robert-Nicoud, de Ottaviano, de
un amplio número de investigadores interesados Fingleton y otros, junto con los más críticos de Stor-
en los temas territoriales, que la Nueva Geografía per, Sheppard o Martin y Sunley, tienen extraordi-
Económica ha supuesto un revulsivo importante, nario interés.15
tanto para la Geografía Económica convencional No ha transcurrido todavía tiempo suiciente
como para la Economía. Posiblemente mucho más para valorar lo que la Nueva Geografía Económica
para la Economía que para la Geografía puesto que, ha tenido de “revolución cientíica”, en el sentido
gracias a sus planteamientos, los temas territoria- expresado en su día por Thomas Kuhn (1962), en
les han encontrado un espacio dentro de la Teoría su obra The Structure of Scientiic Revolutions,16 con
Económica, que era muy reducido y casi ignorado respecto a cómo evoluciona el conocimiento en las
en el pasado y que en los últimos quince años ha ciencias naturales; sin duda, la Nueva Geografía
ganado terreno en términos de respetabilidad cien- Económica ha tenido y sigue teniendo una fuerte
tíica. La principal razón que justiica esto último es inluencia en el desarrollo cientíico de las cuestio-
que el planteamiento metodológico adoptado por nes territoriales. Es innegable que esta corriente ha
la Nueva Geografía Económica es muy similar, si no actuado como un revulsivo en los estudios sobre las
idéntico, al que se emplea en otros campos de la relaciones entre la geografía y las actividades eco-
Teoría Económica. Dicha respetabilidad e interés nómicas. Tiene, además, el gran mérito de que sus
se deben también a algunas de las contribuciones planteamientos y su metodología están en línea con
que en los últimos años se han ido haciendo para el enfoque dominante en las ciencias sociales, basa-
explicar cuestiones como la especialización pro- do en la formulación de modelos, en la abstracción
ductiva en relación con el territorio, sus causas y y en su aplicación posterior a posibles casos reales.
sus efectos, la utilización del suelo, el papel de las Sin embargo, como admitía el propio Krug-
ciudades en los intercambios comerciales (a escala man hace más de diez años (Krugman, 2000), la
nacional e internacional) y la búsqueda de una vi- euforia con que en un principio fueron acogidas las
sión o planteamiento más integral de las relaciones ideas y propuestas de la Nueva Geografía Económi-
entre productos, productores, factores de produc- ca ha ido dejando paso a algunas críticas, haciendo
ción, economías de escala y de aglomeración. que se cuestione incluso su futuro o que, al menos,
En el caso de los geógrafos, la inluencia ha se considere que las aportaciones de los últimos
sido —al menos en mi opinión, que estimo que años no son particularmente innovadoras.
comparten numerosos profesionales— bastante
menos marcada. Sobre todo si nos referimos a los La investigación económica dominante —seña-
que en este campo adoptan los enfoques más tradi- ló hace más de una década el propio Krugman
cionales, siempre más pegados a la geografía y a su (2000)— tiende a caracterizarse por un ciclo de
inluencia, que a la dinámica más vinculada con el expansión-caída; cuando surge un nuevo conjunto
análisis económico. Esto no signiica que no se reco- de ideas, tiene lugar una ola de entusiasmo debi-
nozca; asimismo las aproximaciones analíticas de la
15
Nueva Geografía Económica, generalmente mucho Se incluyen estos trabajos en la relación de refe-
rencias que igura al inal de este trabajo.
más abstractas, han impulsado algunos desarrollos 16
Hay una edición en español: Kuhn, Thomas S.
novedosos dentro del ámbito de la Geografía Eco- (2005), La estructura de las revoluciones cientíicas, México,
nómica, como muestran algunas publicaciones re- Fondo de Cultura Económica.
prEámbulo 37

do a que surgen nuevas fronteras de investigación, consideramos como relaciones intersectoriales (de
pero más tarde aparecen unos sentimientos de des- demanda y de oferta); el papel de la especialización
afección, cuando los límites de las nuevas ideas se laboral y sus reducidos mercados; y la difusión tec-
hacen presentes. La NGE ha seguido ciertamente nológica (Marshall, 1890). Frente a ello, muchos
este modelo. En los primeros años, los economis- modelos de la Nueva Geografía Económica sólo
tas se mostraron entusiasmados por el hecho de tienen en cuenta uno de estos factores, y no siem-
que una nueva e importante área que había sido pre el más destacable, lo que determina modelos
olvidada se abría a una forma sistemática de pen- unidimensionales o en los que sólo se consideran
sar, y algunos geógrafos más tradicionales tuvie- dos posibles localizaciones alternativas, claramente
ron asimismo la sensación de que su campo estaba alejados del mundo real, aunque permiten un alto
recibiendo la atención que merecía. Sin embargo grado de soisticación teórica.
—señalaba Krugman— se ha puesto de maniiesto ¿Signiica lo anterior que la Nueva Geografía
que mientras los modelos de la Nueva Geografía Económica ha hecho —está haciendo— una apor-
contribuyeron por primera vez a introducir las tación de carácter “menor” al conocimiento, trata-
consideraciones espaciales en modelos suiciente- miento y explicación de las cuestiones territoriales
mente rigurosos para entrar a formar parte del ca- en relación con los procesos económicos? La res-
non analítico, esos modelos son demasiado simples, puesta que personalmente doy a esta pregunta es
demasiado estilizados para representar o reprodu- negativa. El progreso del análisis cientíico requiere
cir bien la geografía económica del mundo real. la introducción de simpliicaciones que permitan
Para quienes en cualquier caso son escépticos en aproximar algún tipo de explicación —siempre
relación con la modelización formal —un grupo, parcial— a una realidad que es ante todo y sobre to-
en el que se incluyen muchos geógrafos— el hecho do compleja. La construcción de modelos —particu-
de que se revelen los límites de los modelos puede larmente en el campo económico— implica siem-
conirmar su opinión (op. cit., pp. 58-59). pre un proceso de simpliicación, que introduce
supuestos y deja a un lado determinados aspectos,
Esta larga cita evidencia la percepción que el para centrarse en aquel o aquellos que sí parece po-
propio Krugman tenía sobre lo que parecía que sible encajar y comprender mediante un determi-
estaba empezando a ocurrirle a la Nueva Geogra- nado modelo. Consecuentemente, desde este pun-
fía Económica, tan sólo una década después de su to de vista, el enfoque básico de la Nueva Geografía
irrupción en el mundo cientíico. Una de las prin- Económica es absolutamente correcto y se inscribe
cipales causas de los problemas y críticas con que se en una línea que es común al avance cientíico que
ha enfrentado esta corriente es, como él mismo y tiene lugar en otras áreas del conocimiento.
otros reconocen, la tentación de trabajar en lo que En mi opinión, el problema no radica en la
resulta más fácil modelizar, en lugar de lo que es utilidad y/o en la validez de este procedimiento
más importante en la práctica. En este sentido, hay cientíico de carácter simpliicador, que ha probado
que recordar que algunos de los temas abordados ya su utilidad para explicar los comportamientos
por la Nueva Geografía Económica habían sido ya teóricos de los agentes económicos, al menos en el
descritos y estudiados hace muchos años por algu- campo de la Ciencia Económica.17 El problema se
nos autores, que siempre subrayaron su complejidad
frente a los actuales enfoques mucho más simpli-
17
Piénsese, por ejemplo, en la teoría del consumi-
icados. Alfred Marshall, por ejemplo, sugirió que
dor y su equilibrio parcial; o en los modelos que relacio-
existían al menos tres razones importantes para la nan las funciones de los costos de una empresa —siempre
localización de las industrias: lo que actualmente en abstracto— con los ingresos.
38 Juan r. Cuadrado roura

produce cuando se magniican dichos modelos sim- comprender, a partir de modelos más simpliica-
pliicados, o cuando no quiere advertirse que hay dos, los procesos que conducen a la aglomeración.
o puede haber causas y factores que se han excluido El camino elegido son los modelos y la formaliza-
del análisis, los cuales no sólo son parte de la reali- ción, que sin duda acaban coniriendo, a bastantes
dad que se quiere explicar, sino que pueden llegar de sus aportaciones, un peril muy teórico y más
a ser clave para comprenderla. micro-económico, lo que no debería impedir, sin
¿Signiica lo anterior que la Nueva Geografía embargo, el estudio de casos reales. De hecho, al-
Económica se aparta esencialmente de la realidad? gunas aportaciones recientes están en esta última
M. Storper (2011) ha aportado una interesante re- línea, aunque hay que reconocer que la tónica do-
lexión al respecto. En último término, airma, la minante es que los mayores esfuerzos se dedican
Nueva Geografía Económica busca explicar la con- a desarrollos que son mucho más académicos que
centración espacial de la actividad económica. Lo prácticos.
hace considerando que es algo endógeno del pro-
ceso económico y, por tanto, que no depende de “la
primera naturaleza geográica” como la desigual 5. la nuEva gEografía EConómiCa
distribución de los recursos naturales, el clima o la ¿Ha tEnido impliCaCionEs En términos
proximidad a las costas o a los ríos. Las economías dE polítiCas tErritorialEs
de escala inducen la concentración de trabajadores o Ha induCido nuEvas polítiCas?
y empresas; todos quieren disfrutar de un contacto
lo más próximo posible con los mercados y del ac- De lo expuesto en los apartados anteriores, puede
ceso a la más amplia variedad de inputs y productos. deducirse que las ideas desarrolladas por la Nue-
En este sentido, los costos del comercio se integran va Geografía Económica sobre la concentración
totalmente en esta vía de análisis, lo cual no se ha- espacial de la actividad económica y los posibles
cía previamente. Y esos costos de comercio son factores que la provocan constituyen su aporta-
susceptibles de tener también unas características ción más destacada. Tomando distancia de las tesis
endógenas, puesto que las interacciones a nivel lo- que deienden los equilibrios económicos, a partir,
cal pueden dar lugar a mayores economías de esca- por ejemplo, de lo que propone el enfoque teórico
la y a diferencias importantes (un gap) en los costos neoclásico, la Nueva Geografía Económica propor-
del comercio entre los agentes económicos locales y ciona explicaciones a la hipótesis de que las fuerzas
los que están más lejos. del mercado conducen a agravar las disparidades
En los planteamientos básicos de la Nueva entre distintas regiones. Aunque su aproximación
Geografía Económica no falta, de hecho, un deseo es predominantemente teórica, una de las razones
de aproximación a la realidad. Conectan, en alguna por las cuales sus aportaciones han contribuido a
medida, con lo que ya había preocupado a auto- explicar algo mejor la realidad es porque en sus
res como A.O. Hirschman, G. Myrdal, C. Furtado planteamientos teóricos se han introducido supues-
y R. Prebish o, más o menos directamente, con las tos que están más próximos a la realidad, que los
aportaciones previas de F. Perroux y W. Leontief. aceptados por algunas teorías convencionales. Éste
Todos subrayaron que la realidad económica mos- es el caso, por ejemplo, de admitir la existencia
traba unas características que conducían a generar de unas condiciones de competencia imperfecta,
desigualdades espaciales, por lo regular mediante de aceptar que algunas ventajas (los recursos na-
procesos de aglomeración de carácter acumulativo turales, las ventajas que otorga una determinada
y de auto-alimentación. Muchas de las aportacio- posición geográica o política) están localizadas;
nes de la Nueva Geografía Económica han buscado que existe movilidad de los factores (en especial la
prEámbulo 39

mano de obra) en busca de mejores condiciones y (lo que todavía formaría parte de la aproximación
más rentabilidad… Todo ello permite comprender teórica), sino para extraer consecuencias y propo-
que las dinámicas de concentración beneician a ner actuaciones y medidas político-económicas.
unas regiones (o aglomeraciones) en relación con La idea de hacer propuestas operativas de po-
otras que acaban siendo menos desarrolladas. Esto lítica económica general o de política regional y ur-
parece que debería conducir, inexorablemente, a bana está escasamente presente —hasta ahora—
defender la conveniencia de poner en práctica al- en los trabajos de la Nueva Geografía Económica.
gún tipo de políticas compensatorias orientadas a De hecho, el enfoque metodológico que se adoptó
“re-equilibrar” las relaciones entre unas y otras re- desde un principio, y que ya se ha descrito con an-
giones (el centro y la periferia, en el lenguaje de la terioridad, ha conducido a distanciarse de la preo-
Nueva Geografía Económica). cupación por realizar propuestas y recomendaciones
La posibilidad de pronunciarse sobre qué me- político-económicas sobre los problemas que se
didas serían aconsejables a la luz de los procesos y derivan de los procesos de aglomeración y de con-
tendencias analizados no ha sido, desde luego, el centración, procesos que están precisamente en
que más ha preocupado a la mayor parte de los el centro de sus aproximaciones analíticas. En apa-
protagonistas de la Nueva Geografía Económica. riencia, lo que pueden hacer las regiones o aglo-
Las ciencias sociales tienen una clara vocación ha- meraciones “perdedoras” tampoco preocupa a la
cia la praxis de actuaciones que corrijan los procesos mayor parte de quienes han desarrollado distintos
que no se consideran socialmente aceptables (Cua- aspectos del modelo centro-periferia. La tendencia
drado, 2010). Aunque se pregona que el cientíico dominante ha sido mantenerse en el ámbito de lo
no debe transcurrir del análisis teórico a las reco- teórico. Martin y Sunley (1996) van incluso más
mendaciones políticas —como prescribe la regla de allá, al airmar que la Nueva Geografía Económica
Hume— lo cierto es que una amplísima mayoría de no sólo no era tan nueva como se pretendía, sino
las aportaciones analíticas que se han producido en que tampoco es geografía, porque contenía de he-
el campo de la Economía, de la Sociología, de la cho muy poco “espacio” y demasiadas matemáticas.
Geografía y de otras ciencias sociales, han deriva- En este sentido, los geógrafos de la escuela
do hacia recomendaciones de política económica y teórico-cuantitativa ya se habían dado cuenta de
social hechas por los propios autores. Ocurrió ya, que los modelos teóricos y el excesivo formalismo
sin duda, con Adam Smith y David Ricardo, pero la matemático los alejaban del complejo mundo real.
línea de continuidad de este planteamiento alcanza Esto hizo que se inclinasen hacia el análisis de las
hasta A.C. Pigou, J.M. Keynes o R. Lucas, por no interacciones espacio-sociedad y al estudio de las di-
citar a otros muchos autores, tanto clásicos como versas formas que adquiere la territorialidad en el
contemporáneos. desarrollo económico, tratando de extraer de todo
Hace muchos años, Gunnar Myrdal (1953) ello consecuencias e ideas para posibles actuaciones.
demostró sobradamente cuál había sido la conduc- Quienes lideran —o han liderado hasta hace
ta de los economistas más destacados en relación poco tiempo la Nueva Geografía Económica—18 re-
con la introducción de juicios de valor y/o de ideas
y propuestas políticas como colofón a sus teorías. 18
Esta airmación no es gratuita. Paul Krugman,
La conclusión general que resulta de su análisis es desde que obtuvo el Nobel de Economía no ha realizado
rotunda: con muy puntuales excepciones, todos los prácticamente ninguna reciente aportación en el ámbito
de la Nueva Geografía Económica, pero tampoco muchas
economistas que él estudió transgredieron la línea
en el campo donde fue asimismo pionero, el del comer-
que debería separar teoría y praxis, para no sólo an- cio internacional. Las conferencias y los artículos de opi-
ticipar las proyecciones que sus teorías encerraban nión de carácter general están constituyendo su principal
40 Juan r. Cuadrado roura

conocieron hace bastante tiempo (véase al respecto llegan incluso a airmar que si el actual panorama
la entrevista a Krugman y Fujita, en este mismo vo- económico no puede entenderse, si no se asume al-
lumen) que el material publicado contenía pocos es- gún tipo de imperfecciones del mercado, esto impli-
fuerzos en cuanto a la elaboración de conclusiones ca necesariamente que “uno no puede dejar que la
acerca de las políticas, lo cual se justiicaba, según responsabilidad de generar una eiciente geografía
ambos autores, en que el principal objetivo hasta el económica corresponda sólo al mercado”.
momento (2003-2004) había sido explicar el por- Lo que ha venido ocurriendo en realidad es que
qué se producen las cosas y cómo se producen, mas quienes han trabajado en la elaboración de modelos
no si deben ser aceptadas, corregidas o cambiadas. dentro de la Nueva Geografía Económica, muchos
Esto último no implica que haya que ne- de ellos contrastados también empíricamente aun-
gar necesariamente que la aproximación analítica que con restricciones, no han pasado en casi ningún
adoptada por la Nueva Geografía Económica no caso de sus implicaciones al ámbito de las políticas
pueda conducir a conclusiones y posibles recomen- públicas. Ni siquiera en cuanto a si deben o no ser
daciones, pero estas últimas siempre han quedado combatidos los efectos no deseables de los procesos
prácticamente excluidas de los análisis, más pre- de aglomeración, como la congestión y la contami-
ocupados por el rigor de la formulación teórica de nación que se producen en las grandes concentra-
los modelos y por establecer con claridad unos su- ciones, o si hay que actuar ante la ausencia de efectos
puestos de partida, que por las cuestiones que a los positivos en el caso de las aglomeraciones que son
responsables de las políticas regionales y urbanas demasiado pequeñas, puesto que la falta de externa-
les interesa resolver. lidades y de ligazones entre productores diiculta e
Los planteamientos de la Nueva Geografía Eco- incluso impide lograr un mayor nivel de actividad.
nómica no excluyen, sin embargo, la posibilidad de Desde la óptica de quienes deben diseñar o a-
que se produzcan intervenciones gubernamenta- consejar políticas territoriales se ha producido una
les. Entre otras cosas, porque no se parte —como en situación que, cuando menos, es ambigua. Así, aun-
el modelo neoclásico más puro— de que el merca- que pueda existir un cierto escepticismo en relación
do pueda resolver los problemas que se derivan de con los hallazgos de la Nueva Geografía Económica,
las economías de aglomeración y del esquema cen- así como su utilidad para el diseño de políticas, es
tro-periferia (en la particular versión de la Nueva fácil comprobar que en bastantes informes y estu-
Geografía Económica). Es más, Krugman (2000) ha dios territoriales publicados en los últimos años se
sostenido precisamente que “puesto que los proce- incluyen referencias a sus planteamientos, ya sea
sos acumulativos de concentración tienden a produ- en apoyo de alguna conclusión o bien como para
cir ganadores y perdedores, quizás a nivel de nación justiicar unas medidas o acciones a emprender.
existe un evidente incentivo para que los policy En varios informes recientes de los grandes orga-
makers procuren asegurar que su país se sitúe como nismos internacionales (el Banco Mundial, la oECd
una de las áreas ganadoras”. Otros autores que hay y la Comisión Europea, por ejemplo) iguran refe-
que considerar, que están en el ámbito de la Nue- rencias bastante extensas a los planteamientos de
va Geografía Económica, como Ottaviano (2011), la Nueva Geografía Económica, así como llama-
das a lo que pregona,19 algo que también ocurre
ocupación. A. Venables tampoco continúa trabajando en
temas de la Nueva Geografía Económica; su actual ubi-
19
cación académica va unida a un programa sobre temas Pueden verse, al respecto, tanto el informe How
medioambientales. Quien sí continúa realizando aporta- Regions Grow, de la OECD (2009), como Reshaping Eco-
ciones a este campo es el profesor M. Fujita, especialmen- nomic Geography, del Banco Mundial (2009) o lo que se
te desde la óptica más teórica y formal. recoge en la European Commission (2009).
prEámbulo 41

con otros informes de consultorías y/o de orga- un esfuerzo más intenso, y también más compro-
nismos nacionales o regionales.20 En este sentido, metido, en el desarrollo de las investigaciones (Be-
apoyar algunas conclusiones y recomendaciones hrens y R.-Nicoud, 2011).
en lo que han aportado los trabajos de la Nueva Aunque lo que acabo de señalar es indiscuti-
Geografía Económica resulta poco menos que obli- ble, cabe admitir que la Nueva Geografía Económi-
gado. Hacerlo supone incorporar argumentos ca ha tenido al menos dos méritos en relación con
que son, por una parte, más contemporáneos que las políticas públicas. Primero, ha colocado a la geo-
los que convencionalmente se habían utilizado y, grafía en el corazón de las relaciones entre el des-
por otro, añaden un componente de autoridad arrollo y las desigualdades regionales; entre otras
a lo que se expone. Sobre todo por lo que se in- cosas porque nos ha recordado que las regiones es-
terpreta que cabe deducir de algunos trabajos de tán interconectadas entre sí y que lo que ocurre en
autores de la Nueva Geografía Económica, bien ellas y lo que podría ser conveniente hacer no pue-
sea en relación con las ventajas y/o desventajas de de analizarse de forma individual. Segundo, porque
la aglomeración, con el papel de la formación de la la Nueva Geografía Económica señala la importan-
fuerza laboral, con los costos de transporte, o bien cia de considerar la estructura espacial de la econo-
para ilustrar los efectos centrípetos y centrífugos mía como endógena, al estimar los posibles impactos
de las relaciones territoriales entre distintas regio- de las políticas, lo cual es muy importante también
nes o la dinámica expansiva de una metrópoli. porque invita a considerar un hecho valioso: los cam-
K. Behrens y F. Robert-Nicoud (2011) han bios en la estructura espacial de la economía pueden
subrayado que muchos autores, incluidos los prin- ampliicar o embalsar y anular incluso los beneicios
cipales promotores de la Nueva Geografía Econó- potenciales que puedan atribuirse a la realización de
mica, se han abstenido y se abstienen de prescribir las inversiones y las políticas públicas.
cualquier recomendación política. Esto ha dejado la Ante eso, varios trabajos recientes (Venables,
puerta abierta —airman— para que algunos “seu- 2007; Behrens et al., 2009, por ejemplo) han apor-
do-cientíicos regionalistas” sean quienes sugieren tado ya algunos elementos útiles en relación con las
dichas recomendaciones políticas, con frecuencia políticas y sus efectos, señalando, respectivamente,
sin utilizar ningún criterio explícito de bienestar, que las economías de aglomeración pueden ampli-
ni modelos microeconómicamente bien fundados icar los beneicios de las inversiones en transporte
ni análisis empíricos. Airman que los investigado- urbano al modiicar el tamaño de la propia aglome-
res de la Nueva Geografía Económica deberían re- ración, o que los beneicios de la desregulación del
clamar este terreno como algo que también les es sector transporte no pueden considerarse aparte
propio. Hace ya varios años que Baldwin y otros del hecho de que la estructura espacial de la eco-
(2003) denunciaron precisamente que la ausencia nomía puede cambiar como consecuencia de dicha
de implicaciones políticas claras en las aportaciones política, lo que puede acabar determinando unos
de quienes adoptan el enfoque de la Nueva Geo- resultados diferentes de los perseguidos.
grafía Económica “exige más trabajo, no menos”. Posiblemente donde la Nueva Geografía Eco-
Pero esta llamada a la conveniencia de entrar en el nómica está ofreciendo o puede ofrecer más suge-
ámbito de las políticas apenas ha recibido respuesta rencias en términos de políticas sea en el terreno
desde que fue realizada, anomalía que clama por del análisis urbano. Es decir en la comprensión, por
ejemplo, de los efectos de una política en una de-
20
terminada aglomeración urbana (ya sea en el ámbi-
Un informe del Tesoro del Reino Unido (2007),
otro de la Reserva Federal de Kansas (2006), varios infor- to del transporte, de la localización de actividades
mes de McKinsey. productivas o del costo del suelo), o al plantear la
42 Juan r. Cuadrado roura

Cuadro 1
Las seis principales implicaciones de política del modelo centro-periferia
de la Nueva Geografía Económica

Características analíticas del modelo Implicaciones de política

Todo tipo de políticas “no regionales” pueden tener conse-


Efectos regionales secundarios
cuencias para el equilibrio regional de la distribución de
(o colaterales)
la actividad económica

Cambios en el comercio o la integración económica pue-


Efectos de interacción del comercio den tener impactos mayores sobre el equilibrio espacial
de la distribución de la actividad económica

Políticas temporales pueden tener efectos permanentes


Efectos de “encierre” (lock-in) sobre el equilibrio espacial de la distribución de la activi-
dad económica

La política regional puede escoger (“seleccionar”) entre


Efectos de selección diferentes equilibrios espaciales de la producción econó-
mica

Debido a la inluencia de las expectativas de los agentes,


Efectos de coordinación los hacedores de la política regional pueden establecer el
patrón de equilibrio espacial de la actividad económica

Las políticas necesitan de “masa crítica” con la inalidad


Efectos de umbral de tener un efecto sobre la distribución espacial de la ac-
tividad económica

Fuentes: Baldwin et al. (2003), Ottaviano (2003) y Brakman et al. (2009)

necesidad de que se adopte una visión más amplia implicaciones derivadas teóricamente, los modelos
de los efectos de las políticas que la que se concentra pueden ser utilizados para analizar cuestiones polí-
en el caso de una aglomeración individual, puesto ticas especíicas.
que hay que examinar los efectos y las relaciones En este sentido, el modelo centro-periferia
entre los distintos núcleos de una economía, y ha- de la Nueva Geografía Económica permite deducir
cerlo en términos de equilibrio general. al menos seis implicaciones básicas que Martin y
En beneicio de la posible utilidad de los tra- Sunley (2011) extraen (cuadro 1) de las sugeren-
bajos de la Nueva Geografía Económica, Martin y cias realizadas por Baldwin et al. (2003), Ottaviano
Sunley (2011) sugieren que sus modelos formales (2003) y Brakman et al. (2009). Dichas implicacio-
y abstractos pueden utilizarse, precisamente, para nes no pueden hacer que se olviden, por un lado,
el análisis de las políticas aplicadas. En primer lu- los supuestos adoptados como punto de partida y la
gar porque es posible manipularlos a través de un credibilidad del propio modelo; por otro, que todas
modelo para anticipar implicaciones políticas poten- ellas tienen que ver con la posible solución del mo-
ciales; en segundo, porque teniendo en cuenta las delo desde una posición de equilibrio espacial de la
prEámbulo 43

distribución de la actividad económica a otra distin- centración de la población y de la actividad


ta. En general, lo que se desarrolla son soluciones económica, hasta la formación de cinturones
analíticas en las que se plantean cuestiones basadas industriales o agrarios, o la localización de los
en “qué sucede si…” (what if). Esto puede permitir, servicios, entre otros.
sin duda, llevar a cabo análisis bastante soisticados, • Se puede cuestionar, sin embargo, como han
aunque no siempre muy realistas ni suicientemen- hecho bastantes autores, “la novedad” de la
te claros para las decisiones políticas. Nueva Geografía Económica. No quizás des-
de la perspectiva de la metodología adoptada,
donde sí existe un claro componente novedo-
6. algunas notas finalEs so, aunque también existían antecedentes que
sus líderes ignoraron casi desde un principio.
Como se ha indicado al principio de este trabajo, Piénsese en algunas aportaciones a la teoría de
nuestro objetivo ha sido tratar de ofrecer respues- la localización, o sobre las áreas de mercado,
tas a algunas preguntas que cabe plantearse sobre o en relación con las aproximaciones micro
la Nueva Geografía Económica. Obviamente no y macro al análisis regional. Nombres como
son conclusiones, porque dejan abiertas otras po- Christaller, Lösch, Hoover, Alonso o Isard, por
sibilidades de interpretación —distintas quizás de citar sólo un reducido número de ellos, prác-
las de quien escribe este capítulo— sobre lo que ticamente no aparecen nunca citados siquiera
signiica y lo que esta corriente ha aportado al aná- en los trabajos de la primera etapa de la Nueva
lisis de las relaciones entre los procesos económicos Geografía Económica. Algo parecido sucede
y el territorio. con los geógrafos económicos más renombra-
Así pues, a modo de simple resumen inal, ca- dos de la línea convencional.
be destacar algunos puntos e ideas que se han des- • Además, bastantes de los conceptos que la
arrollado a lo largo de este texto: Nueva Geografía Económica colocó en una
posición propia muy destacada eran bien co-
• La Nueva Geografía Económica ha servido, en nocidos con anterioridad. Hay que releer a
el caso de la Economía, para poner in al lar- Marshall, a Myrdal, a Hirschman o a Perroux,
go silencio con que la corriente dominante del entre otros, para simplemente constatar la
análisis económico había tratado cuestiones certeza de esta airmación y algunos desarro-
como dónde tiene lugar la actividad económica llos que ellos y otros aportaron a los conceptos
y cómo evoluciona, por qué tiende a concen- de aglomeración, al papel de las economías
trarse y cuáles son las causas explicativas. Lo ha externas, a las ligazones hacia adelante y hacia
hecho sirviéndose de modelos con un soporte atrás de las industrias. En los modelos centro-
analítico-matemático que han proporcionado periferia de la Nueva Geografía Económica,
mayor solidez y más respetabilidad a algunas “la novedad” está más en el grado de abstrac-
tesis e ideas que ya estaban en circulación. ción y en el tratamiento conjunto de las dis-
• En el caso de la Geografía Económica tradicio- tintas fuerzas (centrífugas y centrípetas) que
nal, la irrupción de los nuevos planteamientos operan, que en “el descubrimiento” de verda-
de esta corriente (la Nueva Geografía Econó- deras nuevas ideas.
mica) ha estimulado el desarrollo de un tipo • El desarrollo de la Nueva Geografía Económi-
de aproximaciones mucho más formalizadas ca se ha caracterizado por la construcción de
y menos descriptivas a los temas que se ve- modelos, lo que exige —como es sabido —la
nían estudiando, que incluyen, desde la con- aceptación de algunos supuestos y simpliica-
44 Juan r. Cuadrado roura

ciones como punto de partida. El propósito de en un principio fueron acogidas las ideas y
liberar posteriormente dichas restricciones, propuestas de la Nueva Geografía Económica
introduciendo un mayor grado de realismo, ha ido dejando paso a algunas críticas, permi-
no se ha cumplido con excesiva amplitud. Co- tiendo considerar incluso que “las nuevas” o
mo se ha subrayado en el inciso 4 de este traba- las más recientes aportaciones no sean par-
jo, dentro de la propia corriente de la Nueva ticularmente innovadoras. Esto respondería
Geografía Económica han surgido, sobre todo al esquema en general de la investigación
en los últimos años, críticas al carácter limi- económica, que se caracteriza por un ciclo
tado de muchos de los modelos producidos. expansión-caída más o menos extenso en el
Muchos de ellos sólo consideran cómo se com- tiempo. La desafección se produce cuando
porta un factor o los movimientos entre dos los límites de las nuevas ideas se hacen más
posibles localizaciones alternativas, o qué su- presentes.
cede “permaneciendo todo lo demás igual” • Uno de los problemas que requiere ser abor-
cuando se produce un cambio determinado. dado es que los modelos de la Nueva Geogra-
El valor de estos esfuerzos no es despreciable, fía Económica que contribuyeron a incorpo-
por supuesto, pero con frecuencia se detienen rar las consideraciones espaciales, a través de
en los límites del ámbito académico o teórico. modelos suicientemente rigurosos para ser
• Aunque hay excepciones, un rasgo muy claro aceptados en el canon analítico, son en no po-
de la Nueva Geografía Económica es su escaso cos casos demasiado simples, demasiado esti-
interés en el terreno de las políticas que sería lizados para representar o reproducir bien la
deseable llevar a cabo para frenar, incentivar, geografía económica real.
compensar los procesos que analizan sus mo- • Bastantes autores han coincidido reciente-
delos. Hacer propuestas operativas de política mente en reclamar, precisamente, un mayor
económica general o de política regional y ur- esfuerzo para que los modelos sean cada vez
bana es algo que está prácticamente ausente más realistas y para que la teoría vaya siempre
de los trabajos de quienes lideran y partici- acompañada de análisis empíricos y de casos.
pan en el desarrollo de la Nueva Geografía En el texto se han recogido algunas opiniones
Económica. Esto no es óbice para que algu- en este tenor, y también otras en las que se
nos informes de organismos internacionales, reclama un mayor esfuerzo para entrar en el
de consultores y de entidades nacionales que terreno de las recomendaciones y las políticas.
tienen la responsabilidad de llevar a cabo ac- Behrens, Rober-Nicoud, Baldwin y otros han
ciones territoriales, no incluyan en los mismos hecho llamadas en esta dirección. Lo cierto es
citas y referencias a la Nueva Geografía Eco- que en la Nueva Geografía Económica exis-
nómica, buscando el apoyo de unas teorías ten elementos suicientes para que esto sea
que se considera que están à la page, aunque posible, ya que el modelo básico —centro-pe-
sin una clara relación con los problemas reales riferia— ofrece muchas opciones para llevar a
examinados o con las recomendaciones que se cabo análisis muy realistas.
proponen.
• La Nueva Geografía Económica se encuentra rEfErEnCias bibliográfiCas
en una fase de clara madurez, lo que no siem-
pre suele ir ya acompañado de innovaciones Alonso, W. (1964), Location and Land Use: Toward a
importantes. El propio Krugman señalaba General Theory of Land Rent, Cambridge, Har-
hace más de diez años que la euforia con que vard University Press.
prEámbulo 45

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PRIMERA PARTE

LA NUEVA GEOGRAFÍA ECONÓMICA


La Nueva Geografía Económica: pasado, presente y futuro*

masaHisa fuJita
Institute for Economic Research, Kyoto University
paul Krugman
Woodrow Wilson School, Princeton University

Resumen de la conversación que ha tenido lugar entre nosotros acerca del pasado, pre-
sente y futuro de la Nueva Geografía Económica, con la ayuda de un interlocutor en San
Juan, Puerto Rico, en noviembre de 2002. Tras una introducción se explica lo que es la
Nueva Geografía Económica y describimos algunos modelos básicos. El debate sobre los
diversos aspectos críticos se presenta posteriormente y concluye con algunas relexiones
acerca de distintas cuestiones y desafíos futuros con los que se enfrenta este campo.

introduCCión locutor voluntario de nuestra conversación (pero


preirió mantener su anonimato).
En el actual intercambio de información y de ac- El entorno no podría ser mejor. En la mañana
tividad existentes en el mundo, Internet une a la de un precioso día en el Caribe, los tres relajados,
gente hasta tal punto de que rara vez se presenta la en sillas reclinables junto a una piscina, con vista
oportunidad de encontrarse y disfrutar de una con- hacia un horizonte perfecto, donde la inmensidad
versación. Gracias a The North American Meetings del cielo azul se encontraba con el profundo azul
of the Regional Science Association, celebrados en celeste del Océano Atlántico, las mismas aguas en
San Juan, Puerto Rico, en noviembre de 2002, nos- las que Cristóbal Colón navegó 600 años atrás en
otros dos tuvimos la rara oportunidad de relajarnos búsqueda del “nuevo mundo”. Las conversaciones
y debatir acerca del pasado, presente y futuro de reproducidas aquí han mantenido un tono infor-
la Nueva Geografía Económica para la edición es- mal, que puede ayudar a esclarecer de qué se trata
pecial de Papers in Regional Science, con motivo de la Nueva Geografía Económica. Proporcionamos
la celebración del quincuagésimo aniversario de la una perspectiva general de sus orígenes y desarro-
Regional Science Association International. Nos en- llo, así como de los debates actuales, que servirá
contramos junto con uno de nuestros amigos, que para los estudiantes y los no iniciados en esta área
amablemente se ofreció como coordinador o inter- de investigación actualmente en crecimiento. De
forma general, el debate resumido a continuación
está dirigido a expresar un vivo sentido de lo que es-
*
Publicado en Investigaciones Regionales, 2004, núm.
tá ocurriendo, de las cuestiones de mayor relevan-
4, Asociación Española de Ciencias Regionales, Alcalá de
Henares, pp. 177-266, y se reproduce con la autorización cia y de los retos que plantea la Nueva Geografía
de la revista. Económica.

[51]
1 52 masaHisa fuJita y paul Krugman

Interlocutor: ¿Suelen reunirse de esta forma? aglomeraciones lo encontramos en el proceso de


Fujita: Bueno, nos vimos por unos días en Tokio, formación de las ciudades, al adquirir tamaños dis-
hace un mes aproximadamente, pero estábamos tintos, desde Nueva York hasta Little Rock; en el
tan ocupados, que no hubo tiempo de sentarnos surgimiento de una variedad de distritos industria-
juntos de este modo. les; o en la existencia de fuertes desigualdades re-
Krugman: De hecho, asistir a esta conferencia es un gionales dentro de un país. En el otro extremo del
verdadero placer para mí. espectro se encuentra la estructura centro-periferia
I: A propósito, felicidades por haber recibido, con- de la economía global, correspondiente al dualismo
juntamente, el Primer Premio Alonso, por sus contri- Norte-Sur. Todos estos tipos distintos de aglomera-
buciones al desarrollo de la Nueva Geografía Eco- ción a diversos niveles están a su vez insertos en una
nómica. economía mayor, y forman en conjunto un sistema
K: Gracias; para mí fue una gran sorpresa cuando complejo.
me lo notiicaron hace un par de meses. K: Consideremos Nueva York como ejemplo.
F: Es un gran honor para mí. De hecho, me encan- Teniendo en cuenta tan sólo un nivel, es razonable-
taría que Anthony (J. Venables) estuviera también mente fácil entender la economía metropolitana de
aquí con nosotros. De todas formas, compartimos Nueva York. Como muchos historiadores explican,
el premio con todos nuestros amigos y compañeros Albion (1939) por ejemplo, la ciudad debe su esta-
que han trabajado en el desarrollo de la denomina- tus de liderazgo a las ventajas iniciales proporciona-
da Nueva Geografía Económica. das por el Canal Erie y a las innovaciones (como la
I: Hoy me gustaría que hablaran libremente sobre existencia de una programación ija de las travesías
el pasado, el presente y futuro de la Nueva Geogra- atlánticas) introducidas por sus mercaderes a prin-
fía Económica. cipios del siglo xix. En la actualidad, su importan-
cia se mantiene debido a las ventajas trasmitidas por
la aglomeración de ciertas actividades productivas,
1. ¿qué Es la nuEva gEografía EConómiCa? principalmente las inanzas y las comunicaciones.
Es difícil encontrar una explicación más acertada
I: Sería bueno para nuestros lectores reseñar, en acerca del funcionamiento de tales ventajas, que la
primer lugar, qué se entiende por Nueva Geografía dada por Hoover y Vernon (1959). Asimismo es po-
Económica; quizá puedan empezar por sus objeti- sible entender gran parte de la estructura interna
vos. de la metrópolis pensando en los términos de los
modelos sobre el uso de la tierra, con los argumen-
tos pioneros de Alonso (1964).
1.1 Objetivos de la Nueva Geografía Económica F: De hecho, cuando yo era un estudiante de
doctorado en el departamento de Ciencias Regio-
F: Lo que destaca en la Nueva Geografía Econó- nales en Pennsylvania, a inales de 1960, los textos
mica es que intenta explicar una gran diversidad de Hoover y Vernon (1959), y Alonso (1964) eran
de formas de aglomeración (o de concentración) los básicos para el curso de Teoría de la localización,
económica en determinados espacios geográicos. junto con los de Weber (1909), Christaller (1933),
La aglomeración o agrupación (clustering) de la Lösch (1940) y Isard (1956).
actividad económica tiene lugar a distintos nive- K: Aun así, para alguien acostumbrado a la
les geográicos y presenta una variedad de formas cristalina claridad de la teoría de comercio inter-
distintas, por ejemplo, la agrupación de pequeñas nacional, este nivel de entendimiento resulta insu-
tiendas y restaurantes en un barrio. Otro tipo de iciente. Es necesario incluir el debate acerca de la
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 53

economía urbana en una explicación más amplia, las decisiones más fundamentadas en lo microeco-
que abarque el funcionamiento de la economía na- nómico.
cional (o mundial) en su totalidad. Como econo- I: Es muy razonable, ¿pero, por qué se ha de-
mista, diría que se busca un argumento de equilibrio bido esperar hasta el momento actual para analizar
general, en el cual quede claro de dónde procede el esta difícil cuestión?
dinero y a dónde se dirige. Este argumento debería K: Puede ser que no se trate de un procedi-
explicar tanto la concentración como la dispersión: miento tan difícil, pero por incómodas cuestiones
por qué tanta gente trabaja en Manhattan, y por técnicas, no se trata de un tema de fácil solución.
qué tanta otra gente no lo hace. La larga tradición Los tipos de propuestas que pueden explicar la a-
de análisis proveniente de Von Thünen (1826) cons- glomeración en términos de micro-decisiones
tituye un excelente trabajo, que explica el patrón dependen de los rendimientos crecientes o, por lo
del uso de la tierra alrededor de una ciudad o el de menos, de indivisibilidades a nivel del productor in-
la zona céntrica de negocios, pero dicha teoría tan dividual. Esto quiere decir que no es posible asumir
sólo presupone la existencia de este eje central. Y, la competencia perfecta, y la competencia imper-
en lo posible, la argumentación o la teoría debería fecta resulta particularmente difícil de insertar en
explicar las fuerzas de concentración con un ma- la argumentación del equilibrio general. Los costos
yor fundamento; no debería exponernos en tono de transporte se consideran cruciales; si se preten-
de burla, como la del físico que dijo: “Así que los de la obtención de una visión íntegra de la eco-
economistas creen que las empresas se aglomeran nomía, entonces es necesario considerar que tan-
debido a las economías de aglomeración”. to los recursos utilizados, como las rentas genera-
I: Eso suena un poco sarcástico; se parece a das por el sector transporte, deben formar parte
la actitud de un famoso matemático que una vez del esquema general.
preguntó a Paul A. Samuelson, “Nómbreme una F: Voy a resaltar algunos términos clave al res-
proposición entre todas las ciencias sociales que sea pecto. El primero es el modelo de equilibrio general de
a la vez verdadera y no-trivial”. una economía considerada en su conjunto, que será
F: En el proceso de modelización de las fuen- el que distingue nuestra aproximación de aquella
tes de rendimientos crecientes de la concentración que proporcionan la teoría de la localización y la
espacial podemos aprender algo acerca de cómo y Geografía Económica tradicionales. El segundo es
cuándo estos rendimientos pueden cambiar, y en- el de los rendimientos crecientes o indivisibilidades del
tonces examinar cómo el comportamiento econó- productor a nivel individual o de una sola fábrica,
mico se transforma con ellos. fundamentales desde el punto de vista de la econo-
K: La meta de la Nueva Geografía Económica mía y para no acabar siendo “el patio trasero del
es, por tanto, la creación de modelos que permi- capitalismo” (donde cada hogar o pequeño grupo
tan discutir cuestiones como la economía de Nueva de productores producen por ellos mismos la ma-
York en el contexto de la economía en su conjun- yoría de los artículos). Los rendimientos crecientes,
to. En el modelo de equilibrio general, esto es lo a su vez, conducen a una estructura de mercado
que debería permitirnos simultáneamente estudiar caracterizada por la competencia imperfecta. En tercer
las fuerzas centrípetas que concentran la actividad término, por supuesto, están los costos de transporte,
económica y las fuerzas centrífugas que la separan. deinidos en términos amplios como aquellos que
En efecto, debería permitirnos argumentar acerca hacen que la localización sea importante. Por últi-
de cómo la estructura geográica de una economía mo, el movimiento locacional de los factores producti-
está determinada por la tensión existente entre es- vos y los consumidores constituye un prerrequisito
tas fuerzas, asimismo, explicarlas en relación con en el estudio de la aglomeración.
1 54 masaHisa fuJita y paul Krugman

K: Pon una cosa encima de la otra y todo em- nopolístico —y los rendimientos crecientes que ha-
pieza a parecer muy complicado como para que algo cen crecer a dicho poder— mientras se modiica lo
se entienda. Siempre que alguien esté dispuesto a mínimo indispensable de la sencillez del antiguo y
incorporar una o varias hipótesis simpliicadoras, correcto modelo de oferta y demanda. Por lo tan-
aunque convenientes —mismas que han jugado su to, las empresas tienen un poder de mercado que
papel en la nueva Teoría del comercio y en la nueva además es utilizado, aunque se asume que actúan
Teoría del crecimiento surgidas en la segunda mi- de forma puramente unilateral, sin tratar de orga-
tad de 1980— entonces las cosas no tienen por qué nizar cartels y ni siquiera algún acuerdo tácito en
resultar necesariamente tan complicadas, y ésta es cuanto a los precios. Cada empresa tiene un mono-
la estrategia de la Nueva Geografía Económica. polio en su propio producto distintivo, pero cabe
la posibilidad de que otras empresas introduzcan
otros productos que son (imperfectos) sustitutos del
1.2 Modelización de estrategias citado producto. Para desarrollar esta argumenta-
ción sencillamente se requieren algunas hipótesis
I: He entendido razonablemente bien los objetivos divertidas, tanto en relación con el comportamien-
de la Nueva Geografía Económica. En la práctica, to del consumidor, como en cuanto a la tecnología
¿qué tipo de “hipótesis simplistas” o de modelos de de la producción, pero al inal se logra proporcio-
estrategias se utilizan? nar el esquema de una economía en la que hay
F: Dejemos a Paul, el maestro al respecto, ex- rendimientos crecientes, y en el que no es necesa-
plicar el papel que juegan quienes desarrollan mo- rio introducirse en las fascinantes, pero complica-
delos en la Nueva Geografía Económica. das, cuestiones que plantea el estudio del oligopolio
K: En nuestro libro The Spatial Economy (1999b), real.
Masa, Tony y yo propusimos un eslogan que só- “Icebergs” se reiere a un inteligente mode-
lo a un economista le podría gustar: “Dixit-Stiglitz, lo de transporte introducido por Paul Samuelson
icebergs, evolución y la computadora”. El eslogan (1952), en uno de los relativamente pocos artículos
captura la esencia de la imagen intelectual que existentes acerca de la teoría tradicional del co-
nosotros, y otros teóricos de la Nueva Geografía mercio que incluyen los costos de transporte en su
Económica, hemos utilizado para encarar las dii- argumentación. En lugar de describir una indus-
cultades técnicas surgidas en el proceso de aproxi- tria que produce servicios de transporte, usando
mación al problema. Con carácter general se reco- capital y trabajo para trasladar las cosas, Samuel-
noce que se trata de simpliicaciones estratégicas, son propone imaginar que los bienes pueden ser
es decir de trucos o imágenes intelectuales simpli- transportados/enviados libremente, pero que parte
icadoras, pero que nos permiten ir más allá de las de esos envíos “se disuelven” en el tránsito. Es una
cuestiones teóricas y argumentar acerca de la eco- simpliicación, pero evita la necesidad de analizar
nomía real. el transporte por sí mismo como rama o actividad
“Dixit-Stiglitz” se reiere a un ingenioso mode- productiva diferente, al tiempo que simpliica el
lo analítico introducido por Avinash Dixit y Joseph proceso de ijación de precios a las empresas mo-
Stiglitz hace más de veinte años (Dixit y Stiglitz, nopolísticas (esencialmente, elimina el incentivo de
1977). Recogieron una vieja idea, la de “la compe- absorción de los costos del transporte, cobrando un
tencia monopolística”, y le proporcionaron una menor precio free on board (fob) a las exportaciones
formulación de mayor agudeza. La competencia y a las ventas en el interior del país).
monopolística puede describirse a su vez como un “Evolución” se reiere al proceso de selección
intento de reconocer la existencia de un poder mo- de la economía entre una o varias (o muchas) po-
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 55

sibles estructuras geográicas. Es particularmente ejemplos realizados pueden proporcionar expli-


cierto en los modelos de la Nueva Geografía Econó- caciones intuitivas claras, pero en general ambos,
mica la existencia de multiplicidad de equilibrios: el análisis y la intuición, se plantean en un terreno
para ponerle un tinte más realista al asunto, su- previamente explorado mediante la computadora.
pongamos que si Filadelia, en vez de Nueva York, F: Hablar de computadoras, me hace recor-
se hubiese establecido como centro de la industria dar la visita de Paul K. a la Universidad de Penn-
inanciera en 1869, este liderazgo sería igualmente sylvania en 1992. Justo tras la aparición de dos de
sostenible hoy en día que el que existe actualmen- los ya clásicos trabajos de Paul “Increasing Returns
te. Puede parecer obvio decir que esto se traduce and Economic Geography” (1991a) y Geography and
en que es la historia la que determina cuál de las Trade (1991b), lo invité a venir a Penn para dar una
muchas estructuras posibles es la que surge, sin em- conferencia, que tendría lugar el 16 de abril de 1992
bargo en la práctica no lo es: ¿qué ocurre si se trata (accidentalmente, la misma fecha en la que el can-
de predecir el futuro, basando las decisiones actua- didato demócrata a la presidencia, Clinton, vino a
les en estas conjeturas? En tal caso, cabe la posibili- Filadelia debido a su campaña electoral). En el taxi
dad del propio cumplimiento de lo previsto: si una desde el aeropuerto hacia el campus de la universi-
gran parte de las empresas inancieras creen que la dad de Pennsylvania, Paul abrió con entusiasmo su
mayoría de las otras empresas inancieras están a portátil y comenzó a simular un modelo económico
punto de trasladarse a Filadelia, se conirmaría su que acababa de terminar en el aeropuerto de Bos-
previsión, pero lo mismo ocurriría con una creen- ton, mientras esperaba el avión. (La versión inicial
cia equivalente de que las empresas fueran a Nueva de su modelo constaba de doce regiones situadas al-
York o, de igual forma, a Boston. rededor de la circunferencia de un círculo, como un
El eslogan de “evolución” en la Nueva Geo- reloj, y los bienes debían transportarse siguiendo la
grafía Económica se reiere, esencialmente, a la de- circunferencia). Empezando con una distribución
cisión de no permitir a los posibles/hipotéticos juga- inicial dada de la actividad económica, distribuida
dores tener en cuenta tal visión de futuro, de asu- uniformemente a lo largo del espacio, la simulación
mir que sus decisiones acerca de dónde localizarse siempre terminaba con la localización de toda la
se basan en condiciones actuales, y descartar “pro- producción manufacturera, aglomerada por igual
fecías” que conllevan a su propio cumplimiento. en tan sólo dos regiones, que se ubicaban exacta-
Por lo tanto, la geografía de una economía evolu- mente en el lado opuesto, lo cual conducía a la
ciona de tal forma que releja historia y accidentes, auto-organización de un sistema tipo “lugar cen-
pero no previsiones acerca del futuro. tral”. Este sorprendente resultado fue más tarde
Finalmente, el término “computadora” se re- comprobado analíticamente (en un entorno más
iere al hecho de que los teóricos de la Nueva Geo- general con un continuo de ubicaciones) en Krug-
grafía Económica tienden a emplear ejemplos nu- man (1996), The Self-Organizing Economy, usando
méricos basados en la utilización de alta tecnología; la aproximación Turing (1952) a la morfogénesis
el tipo de cálculo que hace una generación hubiese en biología. Tal combinación de simulación por
signiicado una gran tarea, pero que ahora puede computadora y análisis de lápiz y papel es típico en
llevarse a cabo desde cualquier pc casi de forma in- los procesos de desarrollo teórico de la Nueva Geo-
tuitiva, y sirve para entender las posibilidades sub- grafía Económica.
yacentes que conllevan los modelos. Sigue existien- I: ¿Te reieres a Turing, el famoso matemático?
do la posibilidad de aprender mucho del análisis K: Sí, Alan Turing, que introdujo el concep-
basado en la utilización del lápiz y papel; frecuen- to de máquina de Turing, modelo matemático por
temente ambos resultados de este análisis y de los computadora, quien también es pionero de los mo-
1 56 masaHisa fuJita y paul Krugman

delos matemáticos para la formación de patrones como único input. El sector agrario produce un bien
en biología. homogéneo en régimen de rendimientos constantes
I: Quizá puedan proporcionar ahora algunos y utiliza agricultores como único input. Los trabaja-
ejemplos representativos de cómo funciona un mé- dores pueden moverse libremente entre las regio-
todo tan característico. nes, mientras que los agricultores son inmóviles y
están distribuidos por igual en las dos regiones. Fi-
nalmente, el bien agrícola se transporta sin costos
2. modElos básiCos entre las regiones, mientras que el comercio interre-
gional de manufacturas requiere un costo de trans-
F: En The Spatial Economy tenemos tres clases de porte positivo (con forma de U-invertida o iceberg).
modelos: modelos regionales, modelos de sistemas En este modelo, la inmovilidad de los agricul-
urbanos y modelos internacionales. A primera vista, tores es una fuerza centrífuga, porque ellos consu-
parecen tratar temas diferentes en áreas diversas; men ambos tipos de bienes. La fuerza centrípeta es
de hecho, los tres tipos de modelos constituyen va- más compleja, implicando causalidad circular. Pri-
riaciones de poca importancia basados en una mis- mero, si un mayor número de empresas se localizan
ma arquitectura modélica básica, lo cual indica que, en la región, un mayor número de variedades de
después de todo, estas áreas no son tan dispares. bienes se producirán allí. Entonces, los trabajado-
De hecho, si se trata de economía urbana, de teoría res de dicha región (que son consumidores) tienen
locacional o de comercio internacional, se trata tan mejor acceso a un mayor número de variedades en
sólo de dónde y por qué tiene lugar la actividad comparación con los trabajadores de la otra región.
económica. Por tanto (manteniéndose el resto constante, cete-
I: Déjenos describir brevemente la típica apro- ris paribus), los trabajadores de esa región reciben
ximación existente para cada tipo de modelo. un mayor ingreso, haciendo que más trabajadores
emigren hacia dicha región. En segundo lugar, el
incremento de trabajadores (= consumidores) re-
2.1 Modelo centro-periferia sultante crea un mayor mercado que el de la otra
región, que a su vez deja paso al efecto de mercado in-
K: Introducido por Krugman (1991a), es como los terno familiar en comercio internacional (Krugman,
modelos de 2 × 2 × 2 de los libros de texto sobre 1980). Esto ocurre debido a las economías de escala.
teoría del comercio, que representan un marco in- Hay un incentivo para concentrar la producción de
troductorio básico para la Nueva Geografía Econó- cada variedad en una sola región; debido a los cos-
mica; un marco que ilustra cómo las interacciones tos de transporte (el resto se mantiene constante) es
entre rendimientos crecientes a nivel de empresa, más rentable producir en la región que proporcio-
costos del transporte y movilidad de los factores na un mayor mercado y transportar los productos
pueden hacer que la estructura económica espacial desde allí a la otra región. Esto supone la disponi-
aparezca o cambie. bilidad de incluso más variedades de bienes dife-
Supongamos que hay dos regiones, dos secto- renciados en la región en cuestión. Resumiendo, la
res productivos (agricultura y manufactura), y dos fuerza centrípeta se genera a través de causalidad
tipos de trabajo (agricultores y trabajadores). El sec- circular de conexiones hacia adelante (el incentivo de
tor manufacturero produce un continuo de varieda- los trabajadores de estar cerca de los productores
des de un producto diferenciado horizontalmente; de bienes de consumo) y conexiones hacia atrás (el in-
cada variedad es producida por una empresa dis- centivo de los productores de concentrarse donde
tinta con economías de escala, usando trabajadores el mercado es mayor).
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 57

Si las conexiones hacia adelante y atrás son su- posible suponer que con una creciente integración
icientemente fuertes como para superar la fuerza y con la introducción de una moneda única común,
centrífuga generada por la inmovilidad de los agri- hasta cierto punto debería ocurrir lo mismo que
cultores, la economía terminará tomando un patrón en Europa; pero, en ocasiones, el modelo centro-
de centro-periferia en el que toda la manufactura se periferia explica que la existencia de una geografía
concentra en una región. El patrón centro-periferia poli-céntrica y mono-céntrica es estable; mientras
es probable que ocurra: 1. cuando el costo de trans- exista y esté ya establecida en Europa una capital
porte de las manufacturas es suicientemente bajo; inanciera como Nueva York, no es necesario des-
2. cuando las variedades son suicientemente dife- arrollar una, teniendo en cuenta su posición actual.
renciadas; o 3. cuando el gasto en manufacturas es
suicientemente grande.
La aglomeración no debe necesariamente ocu-
rrir, por supuesto. Sin embargo, un pequeño cam- 2.2 El desarrollo de un sistema urbano
bio en los parámetros más críticos puede hacer que
la economía se incline, pasando de una en la que nos F: Las argumentaciones de doble localización son
encontramos con que dos regiones son simétricas útiles mecanismos intuitivos; aun así, la Geografía
e iguales, a otra en la que se acumulan pequeñas Económica empírica debe afrontar un mundo en el
ventajas iniciales que acaban convirtiendo a una de que las actividades se extienden a lo largo de un
ellas en el centro industrial, y a la otra en una pe- espacio continuamente cambiante. ¿Está la Nueva
riferia desindustrializada. Esto es que las dinámicas Geografía Económica, como gran parte de la tradi-
del modelo económico están sujetas a bifurcaciones cional teoría del comercio, atascada con ejemplos de
catastróicas: a situaciones en las que su rasgo cuali- dos por dos y con las limitaciones que esto implica?
tativo cambia repentinamente. La respuesta es no necesariamente, a pesar
Finalmente, resulta que existe una sutil pero de que aún existe una relevante diferencia entre lo
importante distinción entre las condiciones bajo las que formalmente se puede traducir en modelos o
que una geografía de centro-periferia puede surgir y incluso representar en una computadora, y lo que
bajo las cuales debe surgir. Básicamente, hay un cier- se puede ver en un mapa.
to conjunto de condiciones determinantes para que Quizás el enfoque más atractivo, aunque me-
una concentración industrial establecida en una re- nos realista, sobre la evolución de la estructura del
gión sea auto-sostenible, pero también las condicio- espacio conlleva la aplicación del enfoque de mor-
nes bajo las cuales una distribución igualitaria de fogénesis de Turing usado en biología, y mencio-
la actividad productiva sería estable. A cierto nivel, nado anteriormente en relación con el modelo
ésta es un asunto técnico —esto es que cuando se económico de Paul K. El enfoque de Turing ofre-
desarrolla el álgebra del modelo, el economista ce un buen ejemplo sobre cómo pueden aplicarse
debe realizar cálculos separados de las condiciones a la economía conceptos cuyo uso está ya bastante
vigentes para el caso de rotura de simetría y para el de extendido actualmente, como la auto-organización;
la sostenibilidad. Al respecto, el modelo centro-peri- y tiene un cierto atractivo en el sentido de que acu-
feria sugiere asimismo que la posible evolución de de a herramientas poco frecuentes para los eco-
la estructura geográica en el mundo real presenta nomistas, principalmente las transformaciones de
una complejidad mayor a la que se puede imaginar. Fourier, que incluso sugiere la posibilidad de cono-
Consideremos, por ejemplo, la futura geografía i- cimientos más generales. De inicio, el mundo real
nanciera de Europa. Se puede advertir que Estados no es analizado ni como plano ni como circular, por
Unidos tiene un centro inanciero dominante, y es lo cual en cierto modo el enfoque no se acerca más
1 58 masaHisa fuJita y paul Krugman

a un modelo realista de lo que lo hace a un modelo por tanto, como una cierta coevolución en la que
de doble localización. la potencialidad del mercado determina dónde se
Un enfoque alternativo y quizá más realista localiza la actividad económica; y el cambio locacio-
ha sido desarrollado a través de una serie de ar- nal de tal actividad redeine a su vez el mapa de
tículos con Paul y mis estudiantes (principalmente potencialidad del mercado.
Fujita y Krugman, 1995; Fujita y Mori 1997; Fujita Como en el caso de la aproximación de Tu-
et al. 1999a). En la actualidad, el modelo básico de ring, este enfoque de ciudad-evolución sugiere que,
centro-periferia lo hemos cambiado ligeramente. a pesar de la existencia de muchos posibles equili-
En lugar de dos regiones, el territorio está descrito brios, deberían existir algunas regularidades pre-
ahora por la línea que distribuye uniformemente decibles en la estructura del espacio. Una vez que el
la tierra. En Economía, se asume ahora que todos número de ciudades es/sea suicientemente grande,
los trabajadores son idénticos y libres de elegir su el tamaño de dichas ciudades y la distancia entre
localización y ocupación. El bien agrícola hoy día ellas tenderá a estabilizarse a un nivel constante,
es producido usando ambas, tierra y trabajo. Los determinado por la fuerza relativa de las fuerzas
costos del transporte se consideran positivos, tanto centrípetas y centrífugas, y proporcionando cierta
para los bienes industriales como para los agrícolas. justiicación de la teoría del lugar central de Lösch
En este modelo, sólo la tierra agrícola es un factor (1940). Si hay múltiples industrias que se diferen-
inmóvil, que es la fuente de fuerza centrífuga. cian en términos de economías de escala y/o costos
El enfoque comienza con el isolated state de de transporte, la economía tenderá a desarrollar
Von Thünen: una ciudad, deinida como una con- una estructura jerárquica con reminiscencias de
centración manufacturera, rodeada por una franja Christaller (1933). Esta línea de trabajo proporcio-
agrícola. (Usando “los trucos” del comercio de la na pues un vínculo con algunas de las más antiguas
Nueva Geografía Económica es posible encontrar tradiciones de la teoría de la localización y la Geo-
un equilibrio claramente deinido para este modelo, grafía Económica.
en el que la ciudad central deriva de los efectos de La realización de modelos de forma tan evo-
conexiones hacia adelante y atrás, en lugar de tra- lucionada presenta otro beneicio: un interesante
tarse de mera suposición.) Entonces, se incrementa punto de vista en relación con el papel que juega
de forma gradual la población de la economía en su la geografía natural a la hora de determinar la Geo-
conjunto. Hasta cierto punto, los límites externos grafía Económica. Cualquier persona que examine,
de la franja agrícola están suicientemente lejos del incluso supericialmente, la verdadera geografía de
centro como para que merezca la pena para ciertas la actividad económica se impresiona por el impor-
industrias cambiar de localización, de lo cual resul- tante número de circunstancias o arbitrariedades
ta una nueva ciudad. Futuros crecimientos de po- que han inluido, al menos desde una perspectiva
blación dan lugar al crecimiento de más ciudades. histórica: Nueva York es Nueva York debido a un
Clave de este enfoque es el reconocimiento de que canal que sólo ha tenido importancia económica
la atracción de una localización dada para el sector durante unos 150 años. Silicon Valley, tal y como lo
manufacturero puede representarse con un índice conocemos, por la visión de un directivo de Stan-
de “potencialidad de mercado” que proviene de ford hace dos generaciones. Aun así, los ríos y los
la economía subyacente (Krugman, 1993); pero la puertos son claramente importantes. En los mode-
idea de potencialidad del mercado se reiere a la de los de la Nueva Geografía Económica en los que
Harris (1954) y este nuevo trabajo puede ser con- surge un sistema de ciudades, estas observaciones
siderado como justiicación de tal aproximación). se concilian. Los aspectos que son favorables a una
El proceso de cambio en la economía puede verse, determinada ubicación, como la existencia de un
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 59

buen puerto, juegan normalmente un papel catali- la especialización productiva y del comercio inter-
zador: funciona de tal forma que cuando surge un nacional, deinidos en nuestro caso como modelos
nuevo centro se ubicará allí, en lugar de en otra en los cuales el trabajo es inmóvil entre las distintas
localización situada en las cercanías. Pero cuando localizaciones.
un nuevo centro está ya establecido, crece en un La clave es considerar una estructura vertical
proceso que se auto-alimenta, y por lo tanto podría de la producción en la que uno o más sectores si-
llegar a un punto tal de crecimiento en el que las tuados en la parte alta de la estructura producen
ventajas iniciales de localización son ya irrelevantes inputs para uno o más de los sectores situados en la
en comparación con las ventajas del proceso auto- parte baja, al mismo tiempo que ambos producto-
suiciente que desarrolla la propia aglomeración. res, de arriba y de abajo, están sujetos a rendimien-
De forma poco común, se diría que la geografía na- tos crecientes y costos de transporte. Como mostró
tural importa tanto justamente por el carácter auto- Venables (1996), esto signiica simplemente que e-
organizativo que presenta la economía espacial. xisten conexiones hacia delante y hacia atrás que
tienden a concentrar a los productores de arriba
y abajo en un mismo lugar. Esto es, los producto-
2.3 Concentración industrial y comercio res de bienes intermedios tienen un incentivo para
ubicarse donde tengan su mayor mercado, que es
K: En los dos tipos de modelos anteriores, concre- donde se sitúa la industria de la parte inferior; y
tamente, el centro-periferia y el sistema urbano, la los productores de bienes inales tienen incentivos
movilidad de los factores ha jugado un papel fun- para localizarse a su vez donde están sus proveedo-
damental en la aglomeración. Pero, en la práctica, res y la industria superior.
la concentración de la producción es mayor que la Uno puede desarrollar o simpliicar este plan-
de los recursos, en el sentido de que no toda aglo- teamiento básico. Para simpliicarlo, se adopta la hi-
meración es una generadora importante de cada pótesis de que las industrias de la parte superior e
actividad o rama productiva. Hay muchas ciudades inferior, respectivamente, son iguales en realidad;
especializadas en un pequeño número de activida- esto es que los mismos bienes son producidos y con-
des, como sucede con Detroit y Hollywood. ¿Pue- sumidos como inputs para la producción de otros
den los modelos de la Nueva Geografía Económica bienes. Como se muestra en Krugman y Venables
arrojar alguna luz en tal organización productiva, (1995), esto nos lleva a un modelo formal de con-
o hay que recurrir a otras fuerzas no presentes en centración industrial, que es algebráicamente iso-
esta aproximación básica? mórico al modelo del centro-periferia, con tan sólo
Mientras más difusas son las actividades, al- una pequeña reinterpretación del signiicado de la
gunas fuerzas son más difíciles de cuantiicar en los simbología. Por tanto, esta simplificación subraya
modelos, como la difusión informal de informa- la similitud relevante entre las razones de por qué
ción, y es evidente que juegan un papel importante la población se concentra en localizaciones concre-
en la creación y el mantenimiento de las concentra- tas y el porqué las industrias eligen también concen-
ciones industriales del mundo real. Es posible in- traciones de población concretas.
troducir una pequeña modiicación en el enfoque Alternativamente puede imaginarse una es-
centro-periferia para modiicar la importancia de tructura input-output más realista, en la que cada
la aglomeración de ciertos recursos en relación con sector industrial de la parte superior proporciona
la concentración geográica de ciertas actividades inputs para muchos sectores de la parte inferior y
productivas. Un cambio de este tipo en el centro viceversa. En este caso, es posible debatir qué ca-
de atención es básico, sobre todo en el análisis de racterísticas de la matriz input-output causa la for-
1 60 masaHisa fuJita y paul Krugman

mación de clusters industriales, y también acerca de esta perspectiva, nos atrevemos a decir neoclásica,
la secuencia de las regiones que se industrializan muestra cómo se pueden justiicar inmediatamente
a medida que los mercados se expanden (Puga y los modelos económicos; además de poner en relie-
Venables, 1996). ve los motivos por los cuales el ejemplo podría no
Un cambio de perspectiva de la aglomeración funcionar tan bien como algunas veces se supone.
a la concentración industrial supone, como efecto
secundario, llevar a la Nueva Geografía Económica
a referirse a un tema tradicional de la teoría interna- 3. pErspECtiva dE la nuEva
cional de comercio: el papel de las economías exter- gEografía EConómiCa
nas. Volviendo a Graham (1923), una larga tradición
ha considerado la posibilidad de que los rendi- I: Hasta ahora hemos explicado la Nueva Geogra-
mientos crecientes a nivel de la actividad produc- fía Económica en sí misma. Me gustaría presentar
tiva (en oposición al nivel de una factoría o planta diversos temas críticos y escuchar sus reacciones en
individual) pueden suponer, por el contrario, que este sentido, no sólo para satisfacer mi propia cu-
los países se especialicen en la producción de dife- riosidad, sino también para preparar el terreno de
rentes bienes de consumo, suponiendo una ventaja nuestro siguiente debate acerca del futuro de la
para algunos países a expensas de otros (Krugman, Nueva Geografía Económica.
1987). Muchos observadores se han dado cuenta F: Sé que existen multitud de opiniones críti-
del ejemplo que han motivado tales argumentos, cas, desde temas emocionales hasta los fundamen-
como la ventaja italiana en la producción de cerá- tales. ¿Con cuál deberíamos empezar?
mica y materiales similares; o el dominio británico I: Comencemos con los ilosóicos, para los que
en el ámbito de los servicios inancieros, que tien- en cualquier caso no tenemos respuestas suiciente-
den a implicar no sólo a las economías externas mente buenas.
nacionales, sino a localizaciones especíicas dentro
de los países, un tema resaltado actualmente por
Porter (1990). Los modelos de la Nueva Geografía 3.1 ¿Es obvio, está mal y, de cualquier forma,
Económica nos permiten un replanteamiento de ya se dijo hace muchos años?
esta idea al añadir un mayor nivel de comprensión,
ya que ahora las economías externas se derivan en I: Como saben, muchos geógrafos económicos
lugar de ser asumidas y, por lo tanto, se puede pre- abren sus ojos ante la sola mención de la expresión:
decir cómo variarían en tanto parámetros con ma- Nueva Geografía Económica.
yor fundamento para el cambio económico. K: Soy consciente de que este nombre puede
Un ejemplo hasta cierto punto irónico está en ser molesto para los geógrafos económicos tradicio-
Krugman y Venables (1995), al que los propios au- nales, pues tienen la impresión de que muchas de
tores se reieren como Historia del Mundo, parte las cosas que se dicen son ya antiguas, y también
I. Muestra cómo un proceso gradual de crecimien- que la Nueva Geografía Económica ignora por lo
to del comercio mundial debido a la caída de los menos tanto de la realidad que estudia como la an-
costos de transporte puede hacer, primero, que el tigua teoría del comercio.
mundo se divida espontánea y arbitrariamente en I: No sólo los geógrafos económicos tradicio-
una zona con salarios altos: Norte industrializado; y nales, sino también algunos cientíicos de ciencias
otra con salarios bajos: Sur con producción prima- regionales y economistas urbanos parecen haberse
ria; con el tiempo, hace que el Sur crezca de nuevo molestado. Cuando la Nueva Geografía Económica
a expensas del Norte. La relevancia de esto es que surgía, Paul mencionó “estoy atravesando un mal
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 61

momento con mi investigación en Geografía Eco- tencia de rendimientos crecientes. Sin embargo,
nómica” porque me comentan “Es obvio, está mal, con el tiempo, un economista perteneciente a tal
y de todas formas se dijo hace muchos años” (Gans corriente, Paul Krugman, llegó al paraíso a prin-
y Shepherd, 1994, p. 178). cipios de los noventa, trayendo consigo la Nueva
K: Quizá reacciones tan negativas se deban en Geografía Económica. Esto se consideró, en cierto
parte a mi insuiciente atención al trabajo publica- sentido, como una invasión. Sin embargo, la llegada
do antes. de la Nueva Geografía Económica constituyó un
F: En mi opinión, tan aparente rechazo por menor problema para los cientíicos regionales y
parte de algunos geógrafos tradicionales no sola- para los economistas urbanos, ya que ellos mis-
mente surgió debido a una revisión insuiciente de mos eran recién llegados (ciencia regional a inales
la literatura anterior. En su lugar tenía una base de 1950, y economía urbana a inales de 1960) al
emocional. Si algo es nuevo o no depende, en par- paraíso original de la Geografía Económica. Ellos
te, del punto de vista. Si uno dice, por ejemplo, “He abrazaron rápidamente a la Nueva Geografía Eco-
encontrado un mundo nuevo”, entonces los nativos nómica como una nueva aportación al campo de la
se sentirán muy ofendidos. En el presente caso, la economía espacial.
posible ofensa surge de la combinación de Nueva K: De hecho, nosotros consideramos, en cierta
y Geografía Económica. Si uno llama a la misma medida, que nuestro trabajo es como una continua-
cosa la Nueva economía geográica o la Nueva eco- ción, quizás incluso validación, del sueño de Isard
nomía espacial, entonces podría haber molestado de retomar el espacio como núcleo de la ciencia eco-
menos a los geógrafos tradicionales. Sin embargo, nómica.
en retrospectiva supongo que el nombre original I: Aparte de estas reacciones emocionales,
ha sido creado porque atraía la atención de muchos algunas de las críticas de los modelos de la Nueva
geógrafos, y descubrimos que los economistas y geó- Geografía Económica y de la forma en que se han
grafos tradicionales entendían/trataban de forma presentado, en sí mismas son válidas. ¿Qué crítica
distinta el espacio geográico. parece más difícil de enfrentar? ¿Qué crítica igura
I: ¿Qué piensan acerca de las reacciones nega- como la más próxima en la agenda para su futura
tivas de algunos cientíicos regionales y economistas incorporación?
urbanos? K: Creo que te estás reiriendo a la crítica en
F: Bueno, se trataba de un caso de “paraíso relación con las imágenes intelectuales que resu-
invadido”. Para los cientíicos regionales y economis- mimos en nuestro eslogan “Dixit-Stiglitz, icebergs,
tas urbanos, el área de la Geografía Económica/eco- evolución y la computadora”.
nomía espacial ha constituido un paraíso donde, I: Sí, me reiero a eso.
desde inales de los años cincuenta, exclusivamen- K: Admitimos que representan imágenes inte-
te ellos participaban de la realización de modelos lectuales fáciles de realizar, o simpliicaciones estra-
matemáticos en relación con el comportamiento de tégicas, que tan sólo a un economista le podrían
la economía espacial. Durante un largo período de gustar. Debería entenderse que hace aproxima-
tiempo, el paraíso estaba protegido de forma na- damente una década, afrontamos la formidable
tural con respecto a los economistas pertenecientes tarea de desarrollar un mecanismo de un nuevo
a la corriente dominante, quienes consideraron la equilibrio general que nos permitiese argumentar
Geografía Económica como terreno poco favorable, acerca de cómo las fuerzas centrípetas y centrífugas
como menciona Paul en Fujita y Krugman (1995), dan forma a la estructura geográica de una eco-
ya que no se plantea el problema de la estructu- nomía. En aquel momento la pregunta era senci-
ra de mercado en el espacio en el caso de la exis- lla: “¿podemos hacerlo o deberíamos abandonar
1 62 masaHisa fuJita y paul Krugman

el asunto?”. Naturalmente elegimos el marco más F: Hablando de la teoría clásica de la localiza-


sencillo para nuestros propósitos. Por supuesto, es- ción, es interesante observar que la experiencia de
to no signiica que la Nueva Geografía Económica Paul es bastante similar a aquella de Von Thünen,
esté ya delimitada para siempre a partir de esa elec- “el dios fundador” (Samuelson, 1983, p. 1468) de la
ción inicial de simpliicación estratégica. Geografía Económica y la teoría de la localización.
F: Reemplazar las hipótesis más simples por Hace casi dos siglos, el modelo de Von Thünen de
aquellas que son más realistas y generales no será El Estado aislado (1826) se desarrolló de forma simi-
fácil; sin embargo considero que es posible hacerlo lar, desviándose en aquel entonces de la corriente
paso a paso, como explicaré con más detalle cuan- principal de la teoría de comercio. Caracterizando
do debatamos el fututo de la Nueva Geografía Eco- el modelo de Von Thünen, Paul Samuelson air-
nómica, un poco más adelante. ma en “Thünen at Two Hundred” (1983, p. 1482)
I: Hablando del sueño de Isard, puede ser un como sigue: “Ricardian trade theory traditionally
buen momento para proporcionar una visión his- assumes zero factor mobility and 100% commodity
tórica del desarrollo de la Nueva Geografía Econó- mobility between countries or regions. Thunnen’s
mica en relación con sus precursores. En primer model works out the opposite case. Within a region,
lugar, Paul, ¿cómo alcanzaste el marco básico de la labour moves freely (on immobile land); goods
Nueva Geografía Económica? move only at a cost. Where labour will locate was
not a question that trade theory considered, but
Thunnen did”.
K: Eso es una perspectiva interesante que no
3.2 Visión histórica conocía. Además, existe una similitud cercana entre
de la Nueva Geografía Económica el modelo de centro-periferia de Paul y el modelo
de Von Thünen de una economía monocéntrica.
K: Bueno, en mi caso empecé a inales de los ochen- Es decir que aparte del tratamiento del espacio (un
ta, pensando cuáles serían las posibles consecuen- espacio bidimensional continuo en Von Thünen y
cias de una mayor integración europea. Como un espacio bidimensional discreto en Krugman), la
expliqué en Krugman (1991b), inicialmente pensé estructura centro-periferia es esencialmente la mis-
que algunas cosas interesantes acerca de la crecien- ma que la estructura espacial monocéntrica de Von
te movilidad de factores podrían interpretarse Thünen, en la que las manufacturas se producen
desde mi propia perspectiva del comercio interna- exclusivamente en la ciudad y son exportadas a las
cional. A medida que trabajé el tema descubrí, sin zonas agrícolas cercanas.
embargo, que mi análisis se estaba desviando cada I: ¿Cuál es la diferencia entonces?
vez más lejos de la economía internacional de como F: Por supuesto, existe una diferencia esen-
yo la conocía. En economía internacional tomamos cial. En el modelo de Von Thünen se suponía a
como caso base un mundo en el que los recursos son priori que las manufacturas tenían lugar exclusi-
completamente inmóviles, pero en el que los bienes vamente en la ciudad, cuya existencia se asume, a
se pueden intercambiar sin costos. Me encontré gra- priori, como única. La preocupación más importan-
vitando hacia un tipo de modelo en el que los fac- te de Von Thünen era conocer cómo se distribuía
tores de producción eran perfectamente móviles, la actividad agrícola en torno a la ciudad, lo cual
pero en el que existían costos en el transporte de se formalizaba mediante un modelo de equilibrio
bienes. En otras palabras, me encontré haciendo de competencia perfecta bajo rendimientos cons-
algo más cercano a la teoría clásica de la localización tantes. En contraste, en el modelo centro-periferia,
que a la teoría internacional del comercio. las manufacturas pueden estar en ambas regiones;
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 63

pero bajo ciertas condiciones, todas las manufac- trasladándose desde su residencia. La totalidad de
turas se aglomeran en una única región debido a la la estructura espacial de la ciudad (incluyendo el
fuerza centrípeta generada, o gracias a una causali- número y la localización de centros de negocios)
dad circular de enlaces hacia adelante y atrás, como se determina, por lo tanto, endógenamente, como
he explicado anteriormente. Para que esto ocurra resultado de las interacciones entre irmas y econo-
deberán existir, por supuesto, economías de escala mías domésticas a través de los mercados competiti-
a nivel de la empresa; por tanto, es necesario un vos de tierra y trabajo.
modelo de competencia imperfecta. I: En los modelos urbanos no-monocéntricos,
I: Masa, en tu caso, ¿cómo enfocaste la Nueva ¿cuáles son las fuerzas centrípetas que mantienen
Geografía Económica? la localización de empresas y economías juntas en
F: Bueno, mi caso está más directamente rela- una ciudad?
cionado con el trabajo clásico de Von Thünen. An- F: En nuestros modelos iniciales, como en
tes de empezar a trabajar con Paul en la llamada Ogawa y Fujita (1980) y en Fujita y Ogawa (1982),
Nueva Geografía Económica, a principios de los la fuerza centrípeta de la ciudad surge de las exter-
noventa, estaba principalmente interesado en la nalidades de comunicación entre los trabajadores
morfología de las ciudades. Como es bien sabido, del sector negocios. Más adelante, en Fujita (1988),
el modelo de uso de la tierra de la ciudad mo- también desarrollé modelos de competencia mono-
nocéntrica creado por Alonso (1964) es paralelo al polística de ciudades no-monocéntricas, en las que
modelo de uso de la tierra de la economía mo- las empresas o tiendas venden una variedad dife-
nocéntrica de Von Thünen (1826), en el que la renciada de bienes de consumo o servicios empre-
ciudad es reemplazada por un Central Business sariales. En los últimos tipos de modelos, la fuerza
District, mientras que la tierra agrícola es reem- centrípeta surge de las externalidades pecuniarias
plazada por tierra residencial. Cuando estudié por de las transacciones de productos diferenciados en-
primera vez el modelo de Alonso en un curso de tre proveedores y compradores, como ocurre en
teoría de la localización en Pennsylvania, a ina- los modelos de la Nueva Geografía Económica. Por
les de los sesenta, tuve la sensación de que había tanto, los modelos urbanos no-monocéntricos pue-
algo extraño. Cuando nuestro objetivo es explicar den considerarse como precursores de la Nueva
la estructura espacial de una ciudad, la ciudad se Geografía Económica.
asume a priori como monocéntrica (se supone que K: De hecho, poco después de publicar mi
toda la actividad productiva de la ciudad tiene lu- primer modelo de la Nueva Geografía Económica
gar en un centro determinado o Central Business, en Krugman (1991a), me di cuenta de la existencia
que está rodeado por el área residencial de traba- de tales modelos de la morfología urbana.
jadores que se desplazan a la ciudad). Sin embargo, I: ¿Son los precursores de la Nueva Geogra-
fue tan sólo a inales de 1970 cuando me intere- fía Económica previos a los modelos urbanos no-
sé seriamente por esta limitación fundamental de monocéntricos?
los modelos urbanos monocéntricos desarrollados F: Históricamente hablando, ambos, la Nueva
después de Alonso, y comencé a desarrollar, junto Geografía Económica y los modelos urbanos mo-
con mi entonces alumno Hideaki Ogawa, los lla- nocéntricos, representan un renovado interés en la
mados modelos urbanos no-monocéntricos. En es- teoría general de localización y economía espacial,
te modelo, todas las irmas y economías domésticas usando la terminología de Isard (1956), o de forma
(=trabajadores =consumidores) se asumen libres de breve, la teoría de localización general, que supues-
elegir su localización en la ciudad, y cada trabaja- tamente adopta “la ordenación total del espacio de
dor ofrece trabajo a una empresa de su elección, las actividades económicas” en una economía. De he-
1 64 masaHisa fuJita y paul Krugman

cho, el pensamiento pionero de Isard acerca de la mática de la mayoría de los factores que explican la
teoría general de la localización releja una idea aglomeración económica.
previa de Ohlin (1933), quien propuso el desarro- I: ¿De veras? Nunca he escuchado nada pare-
llo de una teoría general de la localización, inte- cido.
grando las teorías de comercio y de la localización. K: También es nuevo para mí. El Estado aislado
Infortunadamente la teoría general de equilibrio es otro clásico al que muchos se reieren, pero que
en aquella época (basada en la competencia perfec- poca gente ha leído.
ta) no estaba preparada para anticipar dicha teoría F: Ésta es una buena ocasión para revisar la
general de la localización. historia de la teoría de la localización. Los geógra-
K: Como comenté antes, la Nueva Geografía fos económicos y los teorizadores de la localización
Económica puede ser vista como una continuación siempre hacen referencia a Von Thünen, pero
del sueño de Isard de una teoría general de la lo- (hasta donde yo sé) nunca en el contexto de las
calización. economías de aglomeración o de la formación de
I: ¿Cuál es el primer trabajo más estrechamen- ciudades. Es sorprendente leer la sección 2.6 de la
te relacionado con la Nueva Geografía Económica? parte II de Von Thünen (1826,1966), que contie-
K: Es una pregunta difícil. Alfred Marshall fue ne los extractos de papeles póstumos acerca de la
ciertamente uno de los primeros que sugirió hace teoría de la localización escritos entre 1826 y 1842,
aproximadamente un siglo una triple clasiicación y editados por Hermann Schumacher en 1863.
de los motivos de la localización industrial (1890, Se investiga si las empresas industriales están en
1920, capítulo X). En términos actuales, argumen- mejor posición cuando se sitúan en las principa-
tó que los distritos industriales surgen debido a les ciudades (especialmente en la capital), y Von
1. difusión del conocimiento (“los misterios del co- Thünen se pregunta, en primer lugar, por las ra-
mercio dejan de ser misterio; pero están como es- zones en contra de la localización de industrias en
taban, en el aire”); 2. las ventajas de la densidad la capital, o por las fuerzas centrífugas (usando la
de los mercados de cualiicaciones especializadas; y terminología de la Nueva Geografía Económica).
3. las conexiones hacia adelante y atrás asociadas A pesar de que no puedo entrar en mayores de-
con grandes mercados locales. La Nueva Geografía talles al respecto en este momento, el tratado de
Económica considera, en efecto, tan sólo la tercera, Von Thünen es sorprendentemente exhaustivo;
la que argumentalmente es menos importante en la incluye el impacto de las rentas altas de la tierra y
práctica, pero más fácil de formalizar que el resto. de elevados precios de productos alimentarios en
F: Tradicionalmente hablando, Paul está cla- relación con los salarios monetarios en las grandes
ramente en lo cierto. Cuando discutimos las razo- ciudades. Von Thünen (1966, pp. 287-290) inves-
nes de la concentración de una industria en una tiga a continuación las fuerzas centrípetas de la
localización especíica, o más generalmente, la a- aglomeración industrial:
glomeración de gente y de actividades producti-
vas en una ciudad, es costumbre ir tan atrás con The following factors, on the other hand, favour
Marshall (1890), y después con Weber (1909) y Ho- the location of industries in large towns: 1) Only in
over (1937), así como a la teoría del lugar central de large-scale industrial plants is it proitable to install
Christaller (1933) y de Lösch (1940). Sin embargo, labour-saving machinery and equipment, which
recientemente he tenido la oportunidad de leer la economise on manual labour and make for che-
traducción inglesa de Wartenberg (1966) acerca del aper and more eficient production. 2) The scale
trabajo de Von Thünen, y descubrí que el propio of an industrial plant depends on the demand for
Von Thünen proporciona una revisión muy siste- its products… 4) For all these reasons, large-scale
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 65

plants are viable only in the capital in many bran- economía espacial monocéntrica se uniicara con
ches of industry. But the division of labour (and su, asimismo, pensamiento pionero explicado acer-
Adam Smith has shown the immense inluence this ca de la aglomeración industrial, entonces se con-
has on the size of the labour product and on econo- vertiría en un típico modelo de la Nueva Geografía
mies of production), is closely connected with the Económica?
scale of an industrial plant. This explains why, qui- F: Exactamente. De hecho, lo que se airma
te regardless of economics of machine-production, en Fujita y Krugman (1995), “Cuando la economía
the labour product per head is far higher in large es monocéntrica: Von Thünen y Chamberlin, uni-
than in small factories… 7) Since it takes machines icados”, se reiere exactamente a la uniicación de
to produce machines, and these are themselves las dos ideas de Von Thünen en el marco original
the product of many different factories and work- del Isolated State1 en un espacio continuo (a pesar
shops, machinery is produced eficiently only in de no conocer el previo trabajo de Von Thünen
a place where factories and workshops are close acerca de las economías de aglomeración).
enough together to help each other work in uni- I: Entonces, ¿por qué Von Thünen no desa-
son, i.e., in large towns. Economic theory has failed rrolló tal modelo uniicador?, ¿por qué se tardó tan-
to adequately appreciate this factor. Yet it is this to en dar ese (aparentemente pequeño) paso?
which explains why factories are generally found F: Déjame usar mi metáfora favorita para con-
communally, why, even when in all other respects testarte. Desde principios de los tiempos, casi cada
conditions appear suitable, those set by themselves, persona ha tenido el sueño de volar. Los mecanis-
in isolated places, so often come to grief. Technical mos básicos para volar han sido entendidos desde
innovations are continually increasing the com- hace bastante tiempo: mirando los dibujos de las
plexity of machinery; and the more complicated máquinas voladoras de Leonardo da Vinci, a ina-
the machines, the more the factor of association les del siglo xv, se evidencia que los entendió bien,
will enter into operation. pero no fue sino hasta 1903 cuando los hermanos
Wright tuvieron éxito al volar más de 200 metros
A pesar de que Von Thünen escribió su libro sobre la tierra. ¿Por qué se necesitó tanto tiempo?
a comienzos de la Revolución Industrial en Alema- Porque la capacidad humana por sí sola no permi-
nia, sería difícil imaginar una explicación más clara tía volar y tuvimos que esperar a la invención de los
de las fuerzas que dieron forma al paisaje indus- motores de combustión.
trial, en particular al observar que la combinación Igualmente, si leemos la siguiente frase de Von
de los factores de aglomeración (1, 2 y 4) de Von Thünen, acerca del impacto del desarrollo del trans-
Thünen muestran una estrecha aproximación a la porte en la distribución de las ciudades en Isolated
argumentación básica de Fujita, Krugman y Vena- State (p. 295), entonces podemos notar que de hecho
bles (1999b) sobre el proceso de formación de una Von Thünen tenía en mente un modelo uniicador:
estructura centro-periferia. Es más, si combinamos
estos factores con el último (7), en relación con los It is worth nothing that railway construction will
enlaces o conexiones entre las industrias y la difu- rob of all their force the arguments against the de-
sión del conocimiento, nos encontramos con otra velopment of the capital, and will strengthen those
explicación fundamental acerca de la formación de in favour of such growth. Thus we may say with
las aglomeraciones industriales. certainty that railways will make an important con-
I: Se trata de una gran sorpresa. Debería de
leer yo mismo el libro de Von Thünen. ¿Signiica 1
Se reiere a Der Isolierte Staat…, el libro más cono-
esto que si la teoría original de Von Thünen de la cido y seminal de Von Thünen, 1826 (n. del t.).
1 66 masaHisa fuJita y paul Krugman

tribution to the development of the large towns, dicionales piensan que la Nueva Geografía Econó-
and that, but for the fact that railways will promote mica ignora tanto de la realidad como lo hace la
also the prosperity of the rural districts surroun- antigua teoría del comercio. ¿Están de acuerdo con
ding the provincial towns, the latter would decay esta opinión?
in consequence. K: Entiendo su inquietud. Es cierto que en to-
dos los modelos presentados en The Spatial Economy
Su argumentación coincide con uno de los des- las fuerzas centrípetas aparecen tan sólo debido a
cubrimientos teóricos más importantes de la Nueva las externalidades pecuniarias a través de los enla-
Geografía Económica: el desarrollo de la tecnología ces/conexiones existentes entre los consumidores y
del transporte (al menos en su fase inicial), forta- las industrias, sin tener en cuenta el resto de las cau-
lecerá la aglomeración de actividades económicas sas de aglomeración económica. Se trataba de una
(con la existencia de rendimientos crecientes) en las elección deliberada. Este enfoque tan delimitado del
regiones centrales o en las grandes ciudades. libro fue diseñado para establecer un fundamento
Al mismo tiempo, como he explicado ante- microeconómico de la empresa de economía geo-
riormente, Von Thünen entendió con claridad que gráica, basado en herramientas actuales de teoría
las economías de escala a nivel de la empresa son económica. Esto no signiica que la Nueva Geogra-
esenciales para la aglomeración industrial. Pero, fía Económica esté limitada a este tipo de modelos
como se conoce bien en la actual teoría económi- y temática. Por el contrario, su marco está comple-
ca, las economías de escala son inconsistentes con tamente abierto a próximos desarrollos. De forma
la competencia perfecta, sobre la que se basaba el complementaria, fíjense en el cuadro 1 (The Spatial
modelo de uso de la tierra agrícola de Von Thünen. Economy).
Por tanto, para desarrollar un verdadero modelo A la izquierda se pueden observar las tres eco-
unitario del Isolated State, Von Thünen necesitaba nomías externas de Marshall descritas antes. A la
un modelo de equilibrio general no-competitivo. derecha mostramos comparativamente tres fuerzas
Si el mismo Von Thünen hubiera inventado dicho contrarias a la aglomeración. No existen dudas de
modelo, podría haber desarrollado —por supues- que estas fuerzas operan en el mundo real; es más,
to— un verdadero modelo unitario del Isolated State de que todas tienen al menos cierta relación con la
pero, esto es como pedir a Leonardo da Vinci que gran mayoría de las cuestiones que la Nueva Geo-
inventara un motor de combustión hace quinien- grafía Económica se plantea y debate, a pesar de
tos años. De hecho, el primer modelo operativo de que no es éste el modo como nos hemos aproxima-
equilibrio general no competitivo, llamado modelo do al tema. En la modelización económica es natu-
de competencia monopolística, tan sólo fue inven- ral, y generalmente apropiado, que quienes hacen
tado en 1977 por Dixit y Stiglitz, el cual proporcio- los modelos teóricos simpliiquen las cuestiones, y
naba a la teoría general de la localización un motor que se centren tan sólo en un cierto número del
de combustión, representando el primer prototi- total de posibilidades. Por eso en nuestro modelo
po que consigue “volar” para la Nueva Geografía nos hemos centrado, en general, en la existencia de
Económica. enlaces como fuerza para la concentración; y en la
inmovilidad de los factores, como fuerza opuesta.
3.3 La Nueva Geografía Económica Por supuesto también hay otras posibilidades
¿se trata de un enfoque muy limitado? de elección. Y algunas de ellas han sido reciente-
mente investigadas de forma esporádica. Aun así,
I: Pasando a otra cuestión. Tal y como Paul men- consideramos que sería necesario realizar una in-
cionó anteriormente, los geógrafos económicos tra- vestigación más profunda de las implicaciones exis-
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 67

Cuadro 1
Fuerzas que afectan la concentración y dispersión geográica

Fuerzas centrípetas Fuerzas centrífugas

Enlaces Inmobilidad de factores

Densidad de los mercados Renta tierra/desplazamientos

Difusión del conocimiento


Congestión y otras deseconomías puras
y otras externalidades económicas puras

tentes, para profundizar en el comportamiento de de asegurar que su país se sitúe como uno de los ga-
los modelos en los que múltiples fuerzas centrípetas nadores.
y centrífugas operan, y así entender en qué grado Quienes trabajamos en estos modelos hemos
la predicción realizada por dichos modelos depen- sido muy cautos en cuanto a formalizar las posibles
de de la importancia relativa de estos factores. Tan implicaciones para las políticas públicas. Esencial-
sólo realizando tal investigación estaremos en con- mente, esto se releja en un fuerte sentido de la di-
diciones de interpretar los resultados del siguiente icultad de ir, desde pequeños modelos indicativos,
paso: la investigación empírica. a modelos con base empírica que pueden ser utili-
I: Hablando de la investigación empírica, el zados en la evaluación de políticas especíicas. Está
anterior comentario de Paul explica en cierto senti- presente entre muchos de los teorizadores más re-
do la causa de la falta de ésta en The Spatial Economy. levantes el amplio debate acerca de la aplicabilidad
Entonces ¿por qué no incluiste el análisis de las po- de la teoría de la política comercial estratégica, que
sibles políticas en el libro? eventualmente llevó, sobre todo, a la apreciación
K: En efecto, hasta el momento, en el mate- de la diicultad de esquematizar la realidad, incluso
rial publicado en relación con la Nueva Geografía con soisticados modelos de mercados imperfectos.
Económica, se han realizado pocos esfuerzos en la En el caso de los modelos de la Nueva Geografía
elaboración de conclusiones acerca de las políticas. Económica, en los que los efectos cruciales son de
El principal objetivo ha sido explicar el porqué. equilibrio general en lugar de tan sólo equilibrio
En principio, el tipo de economía recogida parcial, aun son más difíciles de poner en funcio-
por los modelos en la Nueva Geografía Económi- namiento.
ca debería ser objetivo prioritario para la inter- También existe la preocupación sobre la po-
vención gubernamental. No existe la presunción sibilidad de que algunos de los aspectos menos
de que el mercado pueda dar lugar a su correcta agradables de la historia de la política comercial es-
realización. Además, el modelo sugiere que bajo tratégica se repitan: los esfuerzos de las partes inte-
ciertas circunstancias, intervenciones de políticas a resadas en reclutar economistas con elevada repu-
pequeña escala pueden tener gran efecto, quizá de tación para que participen en algunas políticas
forma permanente. Por último, ya que los procesos intervencionistas que son muy cuestionables. He de
acumulativos de concentración tienden a producir admitir que la tentación fue admirablemente resis-
ganadores y perdedores, quizás a nivel de la nación tida por los principales integrantes de la nueva teo-
existe un incentivo evidente para los responsables ría del comercio, pero no es una experiencia que
de la práctica de las políticas públicas (policy makers) uno quiera fomentar.
1 68 masaHisa fuJita y paul Krugman

Es necesaria una consideración particular en Recalcar que en el caso del modelo de Von Thünen
relación con la Nueva Geografía Económica que di- sobre el uso agrícola de la tierra, por ejemplo, el
iculta obtener conclusiones de las políticas públi- equilibrio competitivo (consistente en un modelo
cas. Considerando de nuevo el cuadro 1, y teniendo concéntrico) es eiciente, y es también igual al plan/
en cuenta que en la mayoría de los casos todas las esquema óptimo. Sin embargo, el mismo resultado
fuerzas son relevantes, nos encontramos con la exis- no es posible en modelos de competencia monopo-
tencia de efectos externos en ambas partes, puesto lística en la Nueva Geografía Económica, donde nos
que existen fallas del mercado para ambos tipos de encontramos con diversas distorsiones y externali-
aglomeración, ya sea demasiado grande (congestión dades pecuniarias. Primero, el equilibrio inicial de
y contaminación) o demasiado pequeño (enlaces y mercado encontrado no se puede considerar como
externalidades positivas derivadas de una mayor el mejor debido al precio de costo no marginal de las
actividad). De cualquier modo, existen opciones evi- empresas monopolísticas. Segundo, existen dudas
dentes de forma instintiva, como puede ser el ejem- acerca de la optimización del número de las empre-
plo de la contaminación en la Ciudad de México; sas monopolísticas en el total de la economía. Ter-
sin embargo, los sentimientos instintivos no son cero, la optimización de la distribución geográica
una base sólida sobre la cual elaborar políticas. de las empresas y los trabajadores es cuestionable.
Con todo, una recomendación al respecto es Para las dos últimas cuestiones, infortunadamente,
acertada. La geografía es un factor crucial para el las contestaciones dependen principalmente de los
desarrollo, e indudablemente existen importantes modelos especíicos. Para los asuntos especíicos re-
repercusiones de este tipo sobre la elaboración de lacionados con la optimización pueden consultar
políticas, lo que implica que se trata de un tema de Ottaviano y Thisse (2002), Baldwin et al. (2003, ca-
relevancia para futuras investigaciones. pítulo 11), con modelos de centro-periferia; Fujita y
I: Estrechamente relacionada —aunque no Thisse (2002, capítulo 11), con modelos urbanos. Es
de forma idéntica— con “las repercusiones de las pronto para alcanzar conclusiones generales acerca
políticas públicas” está la optimización. Se puede de la optimización a partir de modelos tan especí-
argumentar/pensar que la consideración de las con- icos que han sido diseñados principalmente para
diciones de eiciencia y optimización de un modelo, lograr una elasticidad analítica. El estudio acerca de
y la comparación con las condiciones de equilibrio, una aglomeración eiciente, equitativa y óptima es
tiene el beneicio de una mayor comprensión de las otra cuestión importante a considerar para futuras
propiedades del modelo, incluso sin tener en cuen- investigaciones.
ta si los resultados alcanzados deberían afectar o no,
en realidad, la práctica de las políticas públicas.
Tan sólo por esta razón se hace difícil imagi- 4. El futuro dE la nuEva
nar que a lo largo de los años hayan resistido la ten- gEografía EConómiCa
tación de investigar en temas de optimización en
los modelos analíticos y numéricos que han des- I: Han sugerido tres direcciones principales para
arrollado. Si estoy en lo cierto, ¿pueden explicar, los próximos trabajos: incremento del marco teó-
en términos generales, a qué tipo de conclusiones rico, apoyo de la argumentación con trabajos em-
cualitativas han llegado? ¿qué se conoce acerca de píricos, y encarar el bienestar y las implicaciones
las propiedades de los modelos de la Nueva Geo- políticas de este enfoque.
grafía Económica ? K: Déjame añadir una más. En conexión con
F: En efecto, en este sentido, siempre nos he- estas tres líneas de trabajo, los modelos cuantiicados
mos interesado en las cuestiones de optimización. pueden jugar un papel importante. Por modelo
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 69

cuantiicado no entendemos exactamente uno ba- 2000, viajé desde Japón a Tellow (un pequeño pue-
sado en datos reales, sino en uno teórico consisten- blo en el norte de Berlín, donde Von Thünen es-
te, cuyos parámetros se apoyan en una mezcla de cribió Der Isolierte Staat), y junto con su bis-bisnieta
datos e hipótesis con los cuales abordar ejemplos y su hija le ofrecimos una corona en su tumba, en
verídicos. En ciertas áreas de la economía, como la conmemoración del 150 aniversario de su muerte.
hacienda pública y el comercio internacional, tales I: Es una historia fantástica. Ahora, me gus-
modelos han jugado un papel importante en tanto taría que hablaran de sus ideas o sugerencias acer-
herramientas analíticas. ca de alguno de sus futuros trabajos, teniendo en
Deberíamos ser capaces de realizar lo mismo cuenta a los jóvenes lectores que posiblemente es-
con la Geografía Económica, o sea desarrollar mo- tuvieran interesados en este campo en el futuro.
delos de equilibrio geográico válidos. Debido a la Podríamos empezar debatiendo el cuadro 1, con las
naturaleza altamente no lineal del fenómeno geo- distintas posibilidades teóricas a alcanzar.
gráico, dicha modelización no es nada fácil. Proba-
blemente será necesario introducir algunos atajos
técnicos nuevos para alcanzar la consistencia nece- 4.1 Ámbito teórico
saria de los modelos con los datos. Como resultado,
dichos modelos constituirían un gran paso para po- F: Incluso antes de considerar las posibles fuentes
der considerar a la Geografía Económica como una de las fuerzas centrípetas es necesario desarrollar
disciplina capaz de realizar predicciones futuras, previamente una teoría más general de la compe-
capaz de evaluar el impacto de posibles shocks —in- tencia monopolística, basada en enlaces a través de
cluyendo los cambios de políticas— en la estructura la producción y las transacciones de bienes y ser-
espacial de la economía. vicios. Hasta el momento, hemos trabajado especí-
F: En relación con la cuantiicación de los mo- icamente con funciones de utilidad y producción,
delos, según Paul Samuelson, Von Thünen “no só- tecnología del transporte. El próximo paso es tra-
lo creó marginalismo y economía gerencial, sino que bajar con un conjunto alternativo de ecuaciones
elaboró uno de los primeros modelos de equilibrio funcionales e hipótesis tecnológicas y así investigar
general basado en parámetros econométricos” (Samuel- la robustez de los resultados. De hecho, esto es bus-
son 1983, p. 1468). De hecho, Von Thünen quedó cado de forma continua, en estudios como el de
conforme con su modelo teórico del Isolated State Ottaviano, Tabuchi y Thisse (2002), que consideran
únicamente tras la realización de elaboradas inves- los modelos lineales del centro-periferia. En este
tigaciones sobre los costos y beneicios de su Es- punto somos capaces de desarrollar caracterizacio-
tado de Tellow a lo largo de diez años, y con la nes más completas de los modelos de competencia
posterior conirmación de la coincidencia de los monopolística. Por último, los futuros avances en
datos recogidos en relación con el modelo. Se en- la Nueva Geografía Económica dependen princi-
tiende así que Joseph Schumpeter (1954, p. 466) palmente de la capacidad de los economistas para
llamara a Von Thünen “uno de los patronos de desarrollar modelos de equilibrio general que sean
la econometría”, por lo cual podemos considerar más generales, incluyendo los mercados competiti-
asimismo a Von Thünen como el pionero en la cons- vos imperfectos en el espacio.
trucción de un modelo de equilibrio geográico I: Considerando el segundo tipo de fuerzas
válido. centrípetas, llamado densidad de mercados, que
I: Masa, pareces un gran admirador de Von Paul presentó en Krugman (1991b, apéndice C),
Thünen. a través de un sencillo modelo de la existencia de
F: Efectivamente. De hecho, en septiembre de recursos en el mercado laboral, otros trabajos empí-
1 70 masaHisa fuJita y paul Krugman

ricos, como el de Dumais, Ellison y Glaeser (1997), ¿por qué has sido más bien escueto en este ámbito?
plantean la importancia de tal tipo de fuerzas de K: Admito que he sido muy breve en relación
aglomeración. ¿Pueden proponer algún tipo de tra- con este tema. Podría haber escrito y haber presen-
bajo futuro en esta línea de investigación? tado modelos acerca de la difusión del conocimien-
F: En realidad, el modelo labor pooling de Krug- to y la información, pero elegí no hacerlo. Esto no
man (1991b) ha sido ampliado recientemente por es porque no esté de acuerdo con la importancia de
Stahl y Waltz (2001), por Gerlach, Rønde y Stahl tales fuerzas de aglomeración, sino porque no en-
(2001). Los primeros explican los impactos especí- contré ningún modelo microeconómico sólido de
icos sectoriales, así como los impactos especíicos difusión del conocimiento. En su lugar, elegí desa-
de una empresa, junto con la movilidad del costo de rrollar fundamentos microeconómicos de la Nueva
los trabajadores entre los sectores. Los segundos in- Geografía Económica basados en los factores de co-
cluyen impactos endógenos, resultado de las inver- nexiones o enlaces, aunque estoy de acuerdo en la
siones de riesgo de las empresas para incrementar urgencia de desarrollar sólidos modelos de difusión
su productividad. del conocimiento.
En dichos modelos de labor pooling, se asume F: Entiendo perfectamente la actitud de Paul.
que el trabajo es homogéneo. En contraste, la hete- Hay muchos modelos de aglomeración urbana e in-
rogeneidad de los trabajadores desarrolla un papel dustrial que están basados en las economías externas
central en los modelos correspondientes, otra clase de (puras o marshallianas), que son externas a empre-
densidad de los mercados de trabajo. Mientras que sas concretas pero internas a una industria (Fujita
los trabajadores son heterogéneos para el tipo de y Thisse, 2002).
trabajo que mejor les corresponde, según sus habi- El concepto de economías externas nos pro-
lidades y formación, las empresas pueden diferen- porciona un marco adecuado, en el que los rendi-
ciar sus tecnologías, de tal forma que se incrementa mientos crecientes a nivel de una rama o actividad
la densidad de la distribución del trabajo dentro de económica son compatibles con el equilibrio com-
las economías de aglomeración a través de las ex- petitivo. Además, Abdel-Rahman y Fujita (1990)
ternalidades correspondientes. Tal modelo de co- establecen que para lograr un análisis descriptivo
rrespondencia laboral fue desarrollado en primer de los agregados urbanos (tales como el equilibrio
lugar por Helsley y Strange (1990) y ampliado más del tamaño urbano y la tasa salarial), los modelos
adelante por Hamilton, Thisse y Zenou (2000). de economías externas muestran a menudo los
Sin embargo, todos estos modelos de labor poo- mismos resultados que los modelos monopolísti-
ling y de labor matching son esencialmente espa- cos (diseñados correctamente) del tipo Dixit y Sti-
ciales, más ligados a la tradición de la economía glitz.
urbana. Incluir tales modelos de densidad de mer- Dichos modelos muestran una serie de des-
cados en el actual marco de la Nueva Geografía Eco- ventajas. En concreto, las causas de las economías
nómica proporcionaría una interesante dirección externas se deinen de forma vaga. En este senti-
sobre investigaciones futuras. do, y cuando se trata de cuestiones normativas y de
I: En cuanto a la tercera cuestión, la difusión políticas públicas, es necesario conocer con mayor
del conocimiento y otras externalidades económi- precisión la naturaleza de las economías externas.
cas puras, este tipo de fuerzas de aglomeración ha Además, desde que los mecanismos existentes en
sido la más tratada por los geógrafos, los cientíicos relación con la naturaleza de las economías exter-
del ámbito de la ciencia regional, los economistas nas no son claros, su alcance espacial sólo puede ser
urbanos, e incluso por los estudiosos de ciencias especiicado ad hoc exógenamente. Incluso cuando
de gestión empresarial, como Porter (1998). Paul, se especiica el proceso espacial de las economías
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 71

externas correctamente, a menudo no incluye los 4.2 Uniicación de las economías urbanas
detalles esenciales acerca de las externalidades de y la Nueva Geografía Económica
la información o del conocimiento. Por ejemplo, en
los modelos de externalidades de la comunicación I: A pesar de que la economía urbana y la Nueva
de la morfología urbana (Fujita y Thisse, 2002, ca- Geografía Económica han sido extensamente trata-
pítulo 6), aunque se especiique correctamente el das como dos áreas distintas, abordan esencialmen-
proceso de comunicación, no queda claro qué in- te el mismo fenómeno espacial. ¿Creen que sería
formación se intercambia y de qué modo es utiliza- beneicioso encontrar modos de interrelacionar las
da por las empresas. Además, la naturaleza de las dos áreas?
externalidades de información/conocimientos es K: Sin duda. La economía urbana considera a
esencialmente dinámica; por tanto, para su com- las ciudades como islas lotantes, y asigna grandes
pleto tratamiento se requiere de un marco diná- roles a los gobiernos de la ciudad y a los que fomen-
mico. Evidentemente, avanzar en el análisis de los tan su desarrollo; a diferencia de la Nueva Geogra-
fundamentos microeconómicos de la difusión del fía Económica, que se ha interesado por la propia
conocimiento y de las externalidades de la informa- organización del espacio, aunque no ha considera-
ción constituye una línea de investigación futura de do a los agentes de desarrollo ni a los gobiernos. Pa-
importancia fundamental. rece que ha llegado el momento de interrelacionar
I: Volviendo a la columna de fuerzas centrífu- estas dos áreas.
gas del cuadro 1, ¿alguno de ustedes tiene algún co- F: Se han desarrollado algunas tentativas al
mentario adicional al respecto? No encuentro ma- respecto recientemente. Por ejemplo, la introduc-
yor diicultad conceptual en incorporarlas al marco ción del modelo de Tiebout de competencia inter-
actual de la Nueva Geografía Económica. jurisdiccional (en imposición y provisión de bienes
F: Déjame reseñar tan sólo una cuestión. Exis- públicos locales) en los modelos de centro-periferia
ten diversos modelos de la Nueva Geografía Econó- ha sido realizada recientemente por diversos au-
mica que incorporan la renta de la tierra en relación tores, como Baldwin y Krugman (2000), Kind et
con las viviendas urbanas (y los posibles desplaza- al. (2000), Anderson y Forslid (2003) y Balwin et al.
mientos), como en Helpman (1998) y en Tabuchi (2003, capítulos 15-16). El siguiente paso sería in-
(1998). Estos modelos de dos regiones muestran troducir diversas características urbanas (como los
que cuando los costos de transporte de las manu- mercados de suelo y viviendas, los desplazamien-
facturas se vuelven suicientemente bajos, la indus- tos, las redes de transporte y otras infraestructuras
tria se dispersa de nuevo a la periferia para evitar urbanas) en modelos geográicos con gobiernos lo-
los elevados costos/rentas del suelo en el centro. cales, pero en la realización de modelos de compe-
Debido a la diferenciada naturaleza del espacio, es tencia entre las ciudades, deberíamos señalar que
difícil distinguir si tal dispersión industrial repre- la mayoría de los gobiernos locales y de los agentes
senta realmente una dispersión regional o tan sólo de desarrollo tienen en la práctica una limitación
una sub-urbanización dentro del área metropolita- de poderes y de previsión para elegir sus políticas.
na. Para investigar tal cuestión satisfactoriamente es En lugar del correcto establecimiento de juegos de
necesaria la uniicación de los modelos de la Nueva Nash, sería más apropiado combinar cierto tipo de
Geografía Económica con los modelos urbanos tra- juego con un apropiado proceso político, como la
dicionales, y estudiar en ambos el desarrollo de las votación.
ciudades (considerando la extensión espacial) y la Llegados a cierto punto tendremos que en-
aglomeración industrial dentro de un mismo espa- tender el concepto de ciudad como un semillero de
cio continuo. generación, difusión y acumulación de conocimien-
1 72 masaHisa fuJita y paul Krugman

tos, lo que es fundamental para los fenómenos de Entonces, un tratamiento completo de las ex-
innovación y crecimiento económico. ternalidades del conocimiento en las ciudades/dis-
I: Parece que ha llegado el momento apro- tritos industriales requeriría un marco dinámico,
piado para discutir de forma más general sobre las en el que los movimientos/migraciones de la gente
investigaciones futuras acerca de las interacciones de unos a otros lugares, tanto a corto como a largo
existentes entre la aglomeración y las externalida- plazo, caracterizados por diferentes campos de cono-
des del conocimiento. cimiento, jugaran un papel esencial. Esto implica
también que el desarrollo de ese marco dinámico
4.3 Aglomeración, externalidades va a contribuir de forma importante al desarrollo
del conocimiento y crecimiento futuro de una nueva teoría del crecimiento en el
espacio, en el que las áreas heterogéneas de cono-
I: Masa, acabas de mencionar que un correcto tra- cimiento en las diferentes ciudades/regiones son
tamiento de las externalidades del conocimiento producidas endógenamente y se mantienen a tra-
requiere un marco dinámico. ¿Podrías desarrollar vés de una migración cíclica de trabajadores ya for-
este punto? mados (con conocimientos). Por tanto, como se ha
F: Piensa, por ejemplo, en nosotros tres reu- mencionado, avanzar en los fundamentos microe-
niéndonos así en un día como hoy. Hablando du- conómicos de las externalidades del conocimiento
rante más de dos horas, hemos aprendido mucho constituye una línea fundamental para el desarrollo
de cada uno de nosotros, indudablemente, y han futuro de la Nueva Geografía Económica.
surgido (espero) muchas ideas potenciales para los K: Deinitivamente estoy de acuerdo con Ma-
próximos desarrollos de la Nueva Geografía Econó- sa. Hace poco han aparecido diversos modelos mul-
mica. Supón que continuamos esta discusión, por tirregionales de crecimiento, como los de Martin
ejemplo, durante tres días; después no hubiésemos y Ottaviano (1999), Baldwin et al. (2001) y Fujita y
tenido ya mucho más que hablar sobre este tema. Thisse (2002, capítulo 11), en los que un modelo
El resultado inal es que, en el corto plazo, la centro-periferia se introduce en un modelo del tipo
proximidad de la gente es sin duda útil para la di- Grossman-Helpman-Romer de crecimiento endó-
fusión y generación de conocimientos (particular- geno. A pesar de que el concepto de externalidades
mente, a través de la comunicación cara a cara) del conocimiento juega un papel crucial en dichos
pero, a largo plazo, la aglomeración del mismo gru- modelos, sus fundamentos microeconómicos son
po de gente haría que su conocimiento convergiera bastante débiles, lo que evidencia que existe al res-
y, por tanto, disminuirían las externalidades. pecto un amplio campo para futuros desarrollos.
Como han subrayado muchos estudiosos co- I: A propósito de la formación endógena de
mo Marshall (1890), Jacobs (1969) y Lucas (1988), las áreas de conocimiento, nos encontramos con
de la aglomeración de un gran número de gente que dicho concepto se relaciona estrechamente con
heterogénea (esencialmente trabajadores profesio- los de la cultura y las normas sociales. Todos estos
nales con una gran variedad de conocimientos/ conceptos están muy en boga en geografía, en la
habilidades) en una ciudad o distrito industrial, ciencia regional, así como en economía. Por ejem-
ciertamente se puede esperar su contribución a la plo, Paul, en tu artículo, “Para ricos”, en The New
difusión, generación/innovación, acumulación de York Times Magazine (20 de octubre de 2002), repeti-
conocimiento y, por tanto, al crecimiento económi- damente hablaste acerca del cambio de las normas
co. Esto será cierto en el corto plazo, mas no puede sociales y de la cultura en relación con el creciente
garantizarse a largo plazo, excepto si se introduce incremento actual de las divergencias en los Esta-
suiciente gente nueva. dos Unidos. Desgraciadamente no conozco ningún
la nuEva gEografía EConómiCa: pasado, prEsEntE y futuro 73

modelo formal que pueda explicar la formación y and Public Policies, Princeton, Princeton Uni-
evolución de diferentes normas sociales ni de la cul- versity Press.
tura en lugares diversos. ¿No crees que sería im- __________, P. Martin y G. Ottaviano (2001), “Glo-
portante desarrollar tales modelos formales en el bal Income Divergent, Trade and Industriali-
contexto espacial? zation: The Geography of Growth Take-Off ”,
K: Por supuesto, estoy de acuerdo contigo, Journal of Economic Growth, vol. 6, pp. 5-37.
pero... __________ y P. Krugman (2000), “Agglomeration,
I: Paul, ¿por qué te levantas? ¿dónde vas? Integration and Tax Harmonization”, docu-
K: Hablar bajo el sol caribeño durante más de mento de trabajo, núm. 2630, Londres, Cen-
dos horas ha alimentado mi —literalmente— ar- tro de Investigación de Políticas Económicas.
diente deseo de meterme en ese océano. Christaller, W. (1933), Die Zentralen Orte in Süddeuts-
F: Sí, en lo único que puedo pensar ahora es chland, Jena, Gustav Fischer Verlag; (edición en
en saborear este momento caribeño con un rápido inglés, 1966), Central Places in Southern Germa-
baño y una gran cerveza bajo una agradable som- ny, New Jersey, Prentice-Hall.
bra. Dixit, A.K. y J.E. Stiglitz (1977), “Monopolistic Com-
K y F [al unísono] : ¡Hasta la vista! petition and Optimum Product Diversity”, Ame-
[Sonidos de dos grandes zambullidas] rican Economic Review, núm. 67, pp. 297-308.
I: Bueno, no creo que sea muy útil hablar de Dumais, G., G. Ellison y E. Glaeser (1997),”Industrial
este último aspecto particular de nuestros dos ami- Concentration as a Dynamic Process”, docu-
gos. Es suiciente con decir que el papel que tienen mento de trabajo, núm. 6270, Massachusetts, Di-
las normas sociales y la cultura es tierra fértil para rección Nacional de Investigación Económica.
investigaciones futuras. Bajo circunstancias menos Fujita, M. (2000), “Thünen and the New Economic
atractivas hubiese tenido éxito en persuadirles de Geography”, documento de trabajo, núm. 521,
contribuir al respecto, pero en este momento, fren- Kyoto, Instituto de Investigación Económica
te al mar Caribe, no tengo posibilidad alguna ¡Paul, de Kyoto.
Masa! ¡espérenme! __________ (1988), “A Monopolistic Competition
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Rendimientos crecientes y Geografía Económica*

Paul Krugman
Massachussets Institute of Technology

Este artículo desarrolla un modelo sencillo que muestra cómo un país puede diferenciar-
se, de manera endógena, en un centro industrializado y en una periferia agrícola. Con el in
de realizar economías de escala y minimizando al mismo tiempo sus costos de transporte,
las irmas manufactureras tienden a estar localizadas** en la región que tiene la demanda
más grande; pero la localización de la demanda misma depende de la distribución de
las irmas manufactureras. El surgimiento de un patrón centro-periferia depende de los
costos de transporte, de las economías de escala y de la participación de las manufacturas
en el ingreso nacional.

introduCCión en los estudios urbanos, mientras que en el ámbito


de la organización industrial se recurre en grado
El estudio de la geografía económica —de la loca- razonable a los modelos tipo Hotelling de compe-
lización de los factores de producción en el espa- tencia locativa; en conjunto, sin embargo, parece
cio— ocupa una parte relativamente pequeña del justo decir que el estudio de la Geografía Económi-
análisis económico estándar. En particular, la teoría ca juega, en el mejor de los casos, un papel margi-
del comercio internacional considera convencional- nal en la teoría económica.
mente a las naciones como puntos sin dimensión (y Y viéndolo bien, este descuido es sorprenden-
frecuentemente asume también que hay costos de te. Las evidencias de la geografía económica se en-
transporte iguales a cero entre naciones). Aunque cuentran entre las características más impactantes
—hay que admitirlo— los modelos emanados del de la economía del mundo real, al menos para el
de Von Thünen (1826) tienen un importante papel lego; por ejemplo, una de las cosas más sobresa-
lientes de los Estados Unidos es que en un país con
población en general dispersa y cuya tierra es fértil,
el grueso de la población reside en unos cuantos
* El texto original es Paul Krugman (1991), “In- núcleos de áreas metropolitanas; la cuarta parte
creasing Returns and Economic Geography”, Journal
of Political Economy, vol. 99, núm. 3, The University of
de los habitantes están concentrados en una nada
Chicago Press, pp. 483-499; traducción de Manuel Le- hospitalaria sección de la costa Este. Las fotos sate-
cumberri, con el permiso de traducción y reproducción litales nocturnas han mostrado repetidas veces que
otorgado por Copyright Clearance Center’s RightsLink las fronteras de Europa son poco visibles y sugieren
Service, licencia núm. 2922051127251.
** Traducimos literalmente localize como localiza- claramente un patrón centro-periferia, cuyo eje se
ción (n. del t.). encuentra en algún lugar en o cerca de Bélgica. El

[77]
8
78 paul Krugman

lego seguramente esperaría que estas evidencias ju- 1. basEs dE la divErgEnCia rEgional
garan un papel central en la modelación económica.
Sin embargo, el estudio de la geografía económi- Ha habido una discusión relativamente extensa a-
ca —al menos dentro de la profesión económica— cerca de la naturaleza de las externalidades que lle-
ha dormitado durante la última generación con van a la localización de ciertas industrias. De hecho,
algunas notables excepciones, en particular Arthur Alfred Marshall ilustró su exposición original del
(1989, 1990) y David (1990).* concepto de economías externas, con un ejemplo
Este artículo propone sugerir que la aplicación de localización industrial. Casi toda la literatura en
de modelos y técnicas derivados de la organiza- esta área identiica —siguiendo a Marshall— tres
ción industrial teórica permite hacer una reconside- causas de la localización. Primera: la concentra-
ración de la geografía económica, y que es tiempo ción de muchas irmas en una localidad ofrece un
de intentar incorporar en los modelos formales los mercado amplio de trabajadores con caliicaciones
resultados de su larga pero informal tradición. Para especíicas para la industria, ofreciendo a éstos pro-
sostener esto se desarrolla aquí un modelo ilustra- babilidades bajas de desempleo y a aquéllas proba-
tivo sencillo, diseñado para esclarecer una de las bilidades bajas de escasez de trabajadores. Segun-
preguntas clave de la localización: ¿por qué y cuándo da: las industrias localizadas pueden sostener la
la manufactura llegó a concentrarse en unas cuantas producción local de insumos especializados no co-
regiones, dejando otras relativamente subdesarro- merciables.* Tercera: las derramas de información
lladas? pueden dar mejores funciones de producción a las
Veremos que es posible desarrollar un mode- irmas que se aglomeran, en comparación con a-
lo muy sencillo de concentración geográica manu- quella del productor aislado (Hoover (1948) argu-
facturera, basado en la interacción de las economías menta las economías de aglomeración en forma
de escala con los costos de transporte. Tal vez esto particularmente clara).
no sea muy sorprendente, dado el tipo de resulta- Estos resultados de la organización industrial
dos publicados en la literatura actual (es probable tienen, sin duda, considerable validez. En este artícu-
que Murphy, Shleifer y Vishny (1989a, 1989b) sean lo, sin embargo, ofreceré una aproximación algo
el paralelo más cercano). Más interesante es el he- distinta, con la intención de responder a una pre-
cho de que esta concentración de la manufactura gunta en cierta forma también diferente. En vez de
en una sola localidad no tiene por qué darse ne- preguntar por qué alguna industria en particular se
cesariamente, lo cual dependería de unos cuantos concentra en cierta área —tapetes en Dalton, Geor-
parámetros clave. gia, por ejemplo— me preguntaré por qué la ma-
Este artículo se divide en cuatro secciones. La nufactura en general puede terminar concentrada
primera sección esboza el escenario con una dis- en una o unas pocas regiones de un país, mientras
cusión informal del problema. La segunda sección que el resto de las regiones terminarán jugando el
presenta el modelo analítico. En la tercera analizo papel “periférico” de proveedores agrícolas para es-
la determinación del equilibrio de corto plazo y la te “centro” manufacturero. La explicación propues-
dinámica. La cuarta analiza las condiciones bajo las ta focaliza las economías externas generalizadas,
cuales ocurrirá o no la concentración manufactu- en vez de aquellas especíicas a alguna industria en
rera. particular.

* La fuente mencionada fue publicada en David y

Rosenbloom (1990) con otro título (n. de los coords.). * Nontradable en el original (n. del t.).
rEndimiEntos CrECiEntEs y gEografía EConómiCa 79
88

Adoptaré también el supuesto de trabajo se- puesto que producir cerca del mercado principal
gún el cual las externalidades que eventualmente minimiza los costos de transporte. Las otras loca-
llevan a la emergencia de un patrón centro-perife- lidades serán proveídas entonces desde aquellos
ria son externalidades pecuniarias —asociadas con lugares centrales. Pero ¿dónde será grande la de-
vínculos sea de demanda o de oferta— más que manda? Parte de la demanda de bienes manufac-
derramas tecnológicas puras. Está claro que, en e- turados provendrá del sector agrícola; y si aquí
quilibrio general competitivo, las externalidades terminara la historia, la distribución de la produc-
pecuniarias no son signiicativas para el bienestar, ción manufacturera esencialmente seguiría un pa-
ni pueden llevar al tipo de dinámica interesante trón en red deinido por la distribución de la tierra
que derivaremos más adelante. Durante la última fértil, como en los esquemas clásicos de Christaller
década sin embargo, ha sido ya un resultado fami- (1933) y Lösch (1954). Pero la historia no termina
liar que en presencia de competencia imperfecta y aquí: parte de la demanda de manufacturas pro-
rendimientos crecientes, las externalidades pecu- vendrá no del sector agrícola, sino del sector manu-
niarias sí importan. Por ejemplo, si la operación de facturero mismo.
una irma afecta la demanda por el producto Esto crea la posibilidad obvia para lo que Myr-
de otra irma, cuyo precio excede su costo marginal, dal (1957) llamó “causación circular” y que Arthur
ésta es una externalidad tan “real”, como aquella (1990) ha llamado “retroalimentación positiva”*: la
en la cual la investigación y desarrollo de una ir- producción de manufacturas tenderá a concentrar-
ma derrama en el acervo general de conocimiento se donde el mercado es grande, pero el mercado se-
de la industria. Al mismo tiempo, concentrándonos rá grande donde la producción de manufacturas
en las externalidades pecuniarias podemos hacer se ha concentrado.
el análisis mucho más concreto, que si hiciéramos La circularidad creada por este “vínculo regre-
surgir las externalidades de alguna forma invisible. sivo”** tipo Hirschman (1958) puede reforzarse con
(Esto es particularmente cierto cuando se atiende a un “vínculo progresivo”***: todo lo demás igual; será
la localización: ¿qué tan lejos derrama una derrama preferible vivir y producir cerca de una concentra-
tecnológica?) ción manufacturera, porque será menos caro com-
Para entender la naturaleza de las externali- prar los bienes que este lugar central provee.
dades pecuniarias postuladas, imagine el lector un Esta historia no es original. A grandes rasgos
país con dos clases de producción: agricultura y es una historia muy cercana de quienes se ocupan
manufacturas. La producción agrícola se caracteri- de la geografía económica, al enfatizar el papel que
za tanto por presentar rendimientos constantes a los procesos circulares han tenido en el surgimien-
escala, como por el uso intensivo de tierra inmóvil. to del cinturón manufacturero de Estados Unidos
La distribución geográica de su producción estará durante la segunda mitad del siglo xix (véanse en
por tanto determinada preponderantemente por la particular Pred, 1966 y Meyer, 1983). El objetivo
distribución exógena de tierra disponible. Las ma- principal de este artículo es mostrar que esta histo-
nufacturas, por otro lado, podemos suponerlas ca- ria puede tomar cuerpo en un modelo sencillo pero
racterizadas por la presencia de rendimientos cre- riguroso. Dicho esto, y antes de ir al modelo, tal vez
cientes a escala y por el uso escaso de tierra. valga la pena llevar la intuición de esta historia un
¿Dónde se producirán las manufacturas? Pues-
to que hay economías de escala, la producción ma-
nufacturera se hará en un número limitado de si- * Positive feedback en el original (n. del t.).
tios. Todo lo demás igual; los sitios preferidos se- ** Backward linkage en el original (n. del t.).
rán aquellos con mayor demanda relativa cercana, *** Forward linkage en el original (n. del t.).
8
80 paul Krugman

poco más lejos, haciendo dos preguntas: ¿qué tan Este relato —no del todo imaginario— sugie-
lejos llegará la tendencia a la concentración geográ- re que pequeños cambios en los parámetros de la
ica? y ¿dónde terminará por aglomerarse la pro- economía pueden tener grandes efectos en su com-
ducción manufacturera? portamiento cualitativo. Esto es que cuando un ín-
La respuesta a la primera pregunta es que dice, que toma en cuenta costos de transporte, eco-
depende de los parámetros subyacentes en la eco- nomías de escala y la participación de los bienes no
nomía. La circularidad que la concentración manu- agrícolas en el gasto, atraviesa cierto umbral crítico,
facturera puede generar no será muy importante la población comenzará a concentrarse y las regio-
si en ésta se emplea sólo a una pequeña fracción de nes divergirán, lo cual una vez iniciado esto, el pro-
la población y, por tanto, genera sólo una pequeña ceso se retroalimentará.
fracción de la demanda; o si una combinación de También se sugiere que las características de
economías de escala débiles y costos de transporte la geografía que emerge —cuál de las regiones ter-
altos induce a los oferentes de bienes y servicios al mina teniendo toda la población— dependen sensi-
sector agrícola a situarse muy cerca de sus merca- blemente de las condiciones iniciales. Si una región
dos. Estas condiciones habrían sido satisfechas en está ligeramente más poblada que otra al momento
una sociedad preindustrial sin ferrocarriles, como en que, digamos, los costos de transporte caen más
la que existía en los inicios del siglo xix en Améri- allá de cierto nivel crítico, la primera terminará
ca. En una sociedad así, el grueso de la población ganando población a expensas de la otra; si en el
habría estado enrolada en la agricultura; los peque- momento crítico las condiciones hubieran sido li-
ños sectores manufacturero y comercial no estarían geramente distintas, los papeles de las regiones
marcados por economías de escala de importancia, podrían haberse invertido.
y los costos de transporte habrían asegurado que la Hasta aquí nos puede llevar nuestro relato
gran mayoría de las necesidades que no podían ser informal. El siguiente paso es desarrollar el mo-
satisfechas por la producción rural, lo serían por delo formal más simple posible, para ver si se le
pequeños poblados al servicio de los mercados puede dar a nuestra historia una formulación más
locales. rigurosa.
Permitamos ahora que la sociedad gaste una
fracción mayor de su ingreso en bienes y servicios
2. un modElo Con dos rEgionEs
no agrícolas; dejemos aparecer el sistema fabril,
la producción en masa; con ellas, las economías a
gran escala; ahora hagamos que los canales, las vías Consideramos un modelo con dos regiones. Se a-
férreas y inalmente los automóviles reduzcan los sume que hay dos tipos de producción: la de un sec-
costos de transporte. Entonces la atadura de la pro- tor agrícola de rendimientos constantes atado a la
ducción a la distribución de la tierra se habrá roto. tierra; y la de un sector manufacturero de rendi-
Una región con población no rural relativamente mientos crecientes, el cual puede localizarse en cual-
grande será un sitio atractivo para producir, tanto quiera de las dos regiones.
por el gran tamaño del mercado, como por el fácil El modelo, como muchos en la literatura del
acceso a los bienes y servicios producidos allí. Esto nuevo comercio internacional y de la nueva teoría
atraerá aún más población a expensas de las regio- del crecimiento, es una variante del esquema de
nes con menores niveles iniciales de producción, competencia monopolista inicialmente propuesto
y el proceso se retroalimentará hasta que toda la por Dixit y Stiglitz (1977). Este esquema, admitien-
población no rural esté concentrada en unas pocas do su peculiaridad, tiene una capacidad particu-
regiones. larmente poderosa de arrojar construcciones in-
rEndimiEntos CrECiEntEs y gEografía EConómiCa 81
88

tuitivas simples en temas aparentemente inabor- La producción unitaria de un bien manufac-


dables. turado i, involucra un costo ijo y un costo marginal
Se asume que todos los individuos en esta eco- constante, generando así economías de escala
nomía comparten una función de utilidad de la for-
ma LMii  α  β xi (4)

U  CM µ C A1 µ (1) donde LMii es el trabajo


i
usado para producir
i α i yβ xi es
la cantidad producida del bien.
donde µ
M CA
1 µ
es el consumo del bien agrícola U y CM µel A µ
Ocupémonos ahora de la estructura de los cos-
consumo de un agregado de manufacturas. Dada la tos de transporte entre las dos regiones. Por operati-
ecuación (1), las manufacturas tendrán siempre una vidad* haremos dos suposiciones fuertes; la primera
1  µ  del
participación 2 ingreso; esta participación es es asumir que transportar el bien agrícola no tendrá
uno de los parámetros clave que determinará si las costo.2
regiones convergen o divergen. El efecto de este supuesto es asegurar que el
El agregado de manufacturasU  CM µse Adeine
µ
con precio del producto agrícola y, por tanto, las ganan-
cias de cada campesino son iguales en ambas regio-
σ
 N σ 1  σ 1 nes. Usaremos este precio/salario agrícola común
CM    ci σ  (2)
como numerario. La segunda es que asumiremos
 i 1 
costos de transporte tipo “iceberg” de Samuelson
donde N es una cantidad grande de productos po- para los bienes manufacturados, en los cuales el
tenciales y σ  1 es la elasticidad de sustitución en- costo de transporte es cargado a expensas del bien
tre productos. La elasticidad σ es el segundo pará- transportado. Especíicamente: de cada unidad de
metro que determina el carácter del equilibrio en manufactura embarcada de una región a otra, só-
el modelo. lo una fracción ττ  1 llega a su destino. La fracción
Hay dos regiones en la economía y dos facto- τ ,un índice inverso del costo de transporte, es el
res de producción en cada región. Siguiendo la sim- último parámetro que determina si las regiones
pliicación sugerida por Krugman (1981), se asume convergen o divergen.
que cada factor es especíico de un sector. El bien Podemos ahora atender al comportamiento de
agrícola es producido por campesinos; sin pérdida las irmas. Supongamos que hay un número grande
de generalidad, suponemos que la unidad laboral de irmas y que cada una produce sólo un produc-
requerida es uno. La población campesina se asu- to. Entonces, dada nuestra deinición del agregado
me completamente inmóvil entre regiones, estando manufacturero (2) y el supuesto de costos de trans-
dotada cada región con 1  µ  2 campesinos. Los
trabajadores son móviles entre regiones; LL11 y LL22 se-

rán, respectivamente, las dotaciones de trabajado- * For tractability en el original (n. del t.).
2 La razón de esta suposición es que, como el bien
res para las regiones 1 y 2, requiriéndose sólo que
1  µ, la2 suma total de trabajadores1
su suma iguale agrícola es homogéneo, cualquiera de las dos regiones lo
exportará o lo importará, pero nunca ambas. Si hubiera
un costo de la transportación del bien agrícola, esto intro-
L1  L2  µ (3) duciría una “barrera” en el punto en el cual las dos regio-
nes tienen igual número de trabajadores, y en que, por
tanto, ninguno requiere importar comida. Esto es eviden-
1 Esta elección de unidades asegura que el salario temente un artefacto del caso de dos regiones: si los cam-
de los trabajadores sea igual al de los campesinos en el pesinos estuvieran distribuidos de manera uniforme sobre
equilibrio de largo plazo. un plano homogéneo, no habría tal discontinuidad.
8
82 paul Krugman

porte iceberg, la elasticidad precio de la demanda como un índice inverso de economías de escala de
que enfrenta una irma es σ (Krugman, 1980). La equilibrio.
conducta de ijación del precio que maximiza el be- Con esto he planteado la estructura básica del
neicio de una irma representativa en la región 1, modelo. El siguiente paso es atender a la determi-
es que su precio sea igual a nación del equilibrio.

 σ 
p1    β w1 (5) 3. Equilibrios dE Corto y dE largo plazo
 σ 1 
Este modelo carece de dinámica explícita. Aun así es
donde w1 es wel2 salario de los trabajadores en la re- útil tener un concepto del equilibrio a corto plazo,
gión 1. Una ecuación similar aplica para la región antes de ir al equilibrio total. El equilibrio a corto
2. Comparando los precios de productos represen- plazo será de tipo marshalliano, en el cual la distribu-
tativos, tenemos que ción de los trabajadores entre regiones puede con-
siderarse como dada. Supondremos después que
p1 w1 (6) los trabajadores migran a la región que les ofrece

p2 w2 salarios reales mayores, lo que llevará a la conver-
gencia entre regiones, si conduce a la igualdad de la
Si hay libre entrada de irmas al sector manufac- razón trabajadores/campesinos; o a su divergencia,
turero, los beneicios serán reducidos a cero. Por si todos los trabajadores se congregan en una sola
tanto, deberá ser cierto que región.
Para analizar el equilibrio de corto plazo, co-
 p1  β w1  x1  α w1 (7)
menzamos por observar la demanda en cada región
de los bienes producidos en ambas regiones. Sea c11
lo que implica
el consumo en la región 1 de un producto repre-
α σ  1 sentativo de la región 1; y c12 el consumo en la re-
x1  x2  (8) gión 1 de un producto representativo de la región
β
2. El precio del producto local es simplemente su
Esto es que el producto de cada irma es el mismo precio libre a bordo p1τ; el precio τde un producto de

en cada región, independientemente del nivel sa- la otra región, en su caso, incluye un costo de trans-
larial, la demanda relativa y así en más. Esto tiene porte: p2 / τ . Así, la demanda relativa de productos
una implicación útil: el número de bienes manufac- representativos es
turados producidos en cada región es proporcional σ σ
al número de trabajadores, de forma que c11  p1τ   wτ 
   1  (10)
c12  p2   w2 
n1 L1
 (9)
n2 L2 Deinamos z11 como la razón entre el gasto de
la región 1 en manufacturas locales y el gasto en ma-
Nótese que en el equilibrio de beneicio cero, σ σ  1 nufacturas de la otra región. Dos llamadas de aten-
es la razón del producto marginal al producto me- ción acerca de z11
. La primera es que una elevación
dio del trabajo: esto es el grado de economías de de 1% en el precio relativo de los bienes de la re-
escala. Así, aunque σ es un parámetro de los gustos gión 1 reducirá la cantidad relativa vendida en σ %;
más que de la tecnología, puede ser interpretado pero reducirá el valor en sólo σ 1%, debido al efec-
rEndimiEntos CrECiEntEs y gEografía EConómiCa 83
88

to de valuación. La segunda es que mientras más El conjunto de ecuaciones (11) a (16) puede
bienes se produzcan en la región 1, mayor será su ser considerado un sistema que determina w11 y w22
parte proporcional del gasto para cualquier nivel (junto con otras cuatro variables), dada una distri-
de precios relativos. Entonces bución del trabajo entre las regiones 1 y 2. Puede
observarse que si L1  L2 entonces w1  w2. Pero si
σ 1 algo de la fuerza de trabajo se cambia a la región 1,
 n   p τ   c   L   wτ 
z11   1   1   11    1   1  (11) los salarios relativos w1 / w2 pueden moverse en cual-
 n2   p2   c12   L2   w2  quiera de los dos sentidos. La razón de esto es que
hay dos efectos opuestos. De un lado está “el efecto
De igual forma, la razón entre el gasto de la región del mercado doméstico”*: todo lo demás igual; los
2 en productos de la región 1 y su gasto en produc- salarios tenderán a ser mayores en el mercado más
tos locales será grande (Krugman, 1980). Del otro lado está la in-
tensidad de la competencia: los trabajadores de la
σ 1 región que tiene la fuerza laboral más pequeña en-
 L  w 
z12   1   1  (12) frentarán menor competencia en el mercado local
 L2   w2τ  campesino, que aquellos en la región más poblada.
En otras palabras, hay una disyuntiva entre proxi-
El ingreso total de los trabajadores de la re- midad al mayor mercado y falta de competencia en
gión 1 equivale al gasto total en estos productos en el mercado local.
ambas regiones. (Los costos de transporte están in- Al movernos desde el equilibrio de corto plazo
cluidos porque asumimos que corren por cuenta de al de largo plazo, entra en escena una tercera consi-
los bienes mismos). deración. A los trabajadores les interesan sus salarios
  
Sean Y1 y Y2 los ingresos regionales (incluyendo los reales y no los nominales; y aquellos situados en la
1  1
 12campesinos).
salarios El ingreso de los trabajadores región más poblada enfrentan precios menores de
de la región 1 será entonces los bienes manufacturados.
Sea f  L1 / µ la fracción de la fuerza de tra-
 z   z   bajo manufacturera localizada en la región 1. En-
w1 L1  µ  11  Y1   12  Y2  (13)
 1  z11   1  z12   tonces, el índice real de precios de los bienes ma-
nufacturados para los residentes de la región 1 es
Y el ingreso de los trabajadores de la región 2
1

σ 1
 σ 1  w2   σ 1
 1   1   P1   fw1  1  f     (17)
w2 L2  µ   Y1    Y2  (14)
 τ  
 1  z11   1  z12  
Los ingresos de las dos regiones dependen de la dis- Y el correspondiente para los residentes de la re-
tribución de los trabajadores y de sus salarios. Re- gión 2
cordando que el salario de los campesinos es el
1
numerario, tenemos 
  w  σ 1  σ 1
1 µ P2   f  1   1  f  w2 σ   
1
Y1   w1 L1 (15) (18)
2   τ  
y
1 µ (16)
Y2   w2 L2 * Home
2 market effect en el original (n. del t.).
8
84 paul Krugman

Los salarios reales de los trabajadores en cada re- de la divergencia —el efecto del mercado domésti-
gión son entonces co y el efecto del índice de precios— y una a favor
de la convergencia: el grado de competencia por el
ω1  w1 P1 µ (19) mercado campesino local. La cuestión es qué fuer-
zas dominarán.
y
En principio, es posible resolver simplemente
ω2  w2 P2  µ (20) nuestro modelo para los salarios reales como fun-
ción de f , lo cual es difícil de hacer analíticamente.
De las ecuaciones (17) y (18) se hace evidente En la siguiente sección usaremos un método alter-
que si los salarios en las dos regiones son iguales, un nativo para=caracterizar el comportamiento del mo-
movimiento de trabajadores de la región 2 a la 1 re- delo. Por ahora, hago notar que hay sólo tres pará-
ducirá el índice de precios en la región 1 y elevará metros en el modelo que no pueden ser eliminados
=
el de la 2 y, por tanto, elevará los salarios reales de eligiendo unidades: la fracción que se gasta en bie-
la región 1 en relación con los de la 2, lo cual añade nes manufacturados, 1  µ ; la2 elasticidad de sustitución
=
así una razón adicional a favor de la divergencia. entre productos, σ ; y la fracción de producto em-
Podemos hacer ahora la pregunta crucial: ¿có- barcada que llega a su destino, τ . El modelo puede
mo varía ω1 / ω2 †al variar f ? =
resolverse numéricamente sin mayor diicultad para
Sabemos por simetría que cuando f = Ω una variedad de parámetros. Entonces puede mos-
—cuando las dos regiones tienen = el mismo número =
trarse de manera directa que, dependiendo del va-
de trabajadores— ofrecerán salarios reales iguales. = lor de los parámetros, podemos obtener tanto con-
Pero ¿es este=equilibrio estable? Lo será si ω1 / ω2 se
† vergencia como divergencia regional.
=
reduce con f , puesto que en ese caso siempre que La figura 1 muestra = valores = calculados de
=
=
una región tenga una fuerza de trabajo mayor que ω1 / ω2 como
† función de= f , para dos distintos casos.
=
=
la otra, los trabajadores tenderán a emigrar de ella. En ambos se asume σ = 441y µ = =0.3; 24 la diferencia
=
Tendremos en = este caso convergencia regional. = Del es que para un caso τ = 0.50 4 =(alto costo de transpor-
= f , los trabajadores
otro lado, si ω1 / ω2 se
=
† eleva con te), mientras que para el = otro τ= = 0.754 (bajo costo
tenderán a =inmigrar a la región que tiene ya==más =
de transporte). En el =
primero, el salario real relativo
=
trabajadores. Tendremos entonces= =divergencia re- disminuye al aumentar f . Debemos esperar enton-
= = ==
3
gional. Como hemos visto, hay dos fuerzas a =favor ces,=en este caso, que habrá convergencia regional, y
= = =
= la distribución geográica de= la manufactura seguirá
= = = ==
= a aquella
= de la agricultura. En el segundo caso con
= = pendiente se invierte,
Esta descripción
3
= de la dinámica es simpliicadora bajo costo de transporte, la
= asume implí- = =
en exceso en dos=sentidos. Primero, porque y esperaremos entonces que habrá divergencia re-
= =
citamente que ω1 / ω2 †es función monótona de f , o que al
= gional. =
menos sólo cruza el 1 una vez. En principio esto no nece-
= =
sariamente es el caso, y pueden existir varios equilibrios = A partir de este punto se puede proceder nu-
=
estables en los cuales
= ambas regiones tienen producciones méricamente, aunque es posible caracterizar las
manufactureras no iguales a cero. No he = podido resolver propiedades del modelo de = forma analítica, a con-
=
esto de forma analítica, pero en el ejemplo numérico= con-
=
siderado más adelante se muestra que esto es falso. La dición de tomar un camino algo distinto.
discusión analítica= de la próxima sección simplemente
=
=
esquiva esta problemática. Segundo, porque una historia
dinámica debería tomar en cuenta las expectativas. Es po-
=
sible que los trabajadores =
migren a la región inicialmente cumple puede ocurrir sólo si el ajuste es rápido y las tasas
con menos trabajadores, porque esperan que otros traba- de descuento no son muy altas. Véase, para un análisis de
=
jadores harán lo mismo. Este tipo de profecía que=se auto- esto, Krugman (1991).

=
rEndimiEntos CrECiEntEs y gEografía EConómiCa 85
88

Figura 1

ω1 ω2 1
1.12

1.1

1.08

1.06 τ 0.75

1.04

1.02

1.00

0.98

0.96

0.94

τ 0.50
0.92

0.90 f
0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9

=
4. CondiCionEs nECEsarias greso total es gastada en manufacturas y todo este
para la ConCEntraCión dE la manufaCtura ingreso va a la región 1, tenemos =
Y2 1  µ
 (21)
En vez de preguntar si es estable un equilibrio en Y1 1  µ =
el cual los trabajadores estén distribuidos por igual
entre regiones, esta sección se pregunta si una si- Sea n el número total de irmas manufactureras,
=
tuación en la cual todos los trabajadores se encuen- cada firma tendrá entonces ventas por un valor
tran concentrados en una región es un equilibrio. igual a
Ésta no es exactamente la misma pregunta: como =
µ
hemos hecho notar antes, es posible tanto que la V1    Y1  Y2  (22)
divergencia regional no lleve a una concentración n
completa, como que pueda existir un equilibrio in-
terior estable aun si la concentración es también un que es exactamente lo suiciente para que cada ir-
equilibrio. Estas preguntas están íntimamente rela- ma obtenga cero beneicio.
cionadas, y la última es más fácil de responder. Preguntémonos ahora: ¿es posible que una ir-
Considérese una situación en la que todos los ma que comience a producir en la región 2 sea redi-
trabajadores están concentrados en la región 1 (la tuable? (me referiré a esta irma hipotética como la
elección de la región es obviamente arbitraria). La irma “desertora”).* Si no es posible, entonces la con-
región 1 constituirá entonces un mercado mayor
que la región 2. Puesto que una fracción 1  µ del
2 in- * Defecting irm en el original (n. del t.).
8
86 paul Krugman

centración en la región 1 es un equilibrio; si es po- Podría pensarse que es redituable desertar pa-
sible, entonces no lo es. ra una irma mientras se cumpla / V2 / V1  1, pues-
Para poder producir en la región 2 una irma, to que las irmas obtendrán una fracción constante de
debe ser capaz de atraer trabajadores y, para ha- cualquier nivel de ventas como un markup sobre su
cerlo, deberá compensarlos por el hecho de que costo marginal. Esto no es del todo correcto, porque
todas las manufacturas (a excepción de su propia los costos ijos son también mayores en la región 2,
contribución ininitesimal) deben ser importadas. debido a su mayor nivel salarial. Así que debemos
Tendremos entonces que tener V2 V1  w2 w1  τ  µ . Y debemos deinir una
nueva variable
µ
w2  1 
  (23)
w1  τ  1
v  τ µσ 1  µ τ σ 1  1  µ τ   
 σ 1
(26)
2
Dado este salario más elevado, la irma ija-
rá un precio maximizador del beneicio que será Cuando v  1, no es rentable para una irma
mayor, en la misma proporción, a los que las otras iniciar la producción en la región 2, si toda la pro-
irmas ijan. Podemos valernos de este hecho para ducción manufacturera restante está concentrada
derivar el valor de ventas de las irmas. En la región en la región 1. Así que, en este caso, la concentra-
1, el valor de ventas de la irma desertora será igual ción de la producción manufacturera en una sola
al valor de ventas de una irma representativa, mul- región será un equilibrio; y no lo será si vv  1.
σ 1
tiplicado por  w2 w1τ  . La ecuación (26) tiene apariencia poco prome-
En la región 2, su valor de ventas será el de una tedora para obtener de ella resultados analíticos, sin
σ 1
irma representativa multiplicado por  w2τ w1  embargo ofrece resultados que deben valorarse.
de forma que el valor total de ventas de la irma Antes que nada, aclaremos lo que pretendemos
desertora será hacer con la ecuación (26). Ella deine una fronte-
ra: un conjunto de valores de los parámetros que
separan la concentración de la no concentración.
σ 1 σ 1
 µ   w2   w2τ   Así que necesitamos evaluarla sólo en la vecindad
V2      Y1    Y2
 (24) de vv  11, y preguntarnos cómo habrán de cambiar
 n   w1τ   w1  
cada uno de los tres parámetros para compensar el
cambio en cualquiera de los otros.
Nótese que el costo de transporte es una des- Comencemos entonces con 1  µ, el2 más directo
ventaja para las ventas de la irma a los consumido- de los parámetros. Encontramos que
res de la región 1, pero una ventaja para sus ventas a
los consumidores de la región 2 (puesto que las otras
ν 1
 νσ  ln τ   τ σµ τ σ 1  τ     0
 σ 1
irmas tendrán que pagarlo, mientras que ella no). (27)
Con las ecuaciones (22), (23) y (24) podemos (des- µ 2
pués de algún manejo algebraico) derivar la razón
entre el valor de ventas de la irma desertora y el Esto es que mientras mayor sea la fracción del
valor de ventas de las irmas en la región 1 ingreso gastada en bienes manufacturados, meno-
res serán las ventas relativas de la irma desertora,
lo cual sucede por dos razones. Primera, porque
V2 1 µ σ 1 
 τ  1  µ τ σ 1  1  µ τ σ 1  (25) los trabajadores demandan un salario mayor para
V1 2 mudarse a la región 2; este efecto del “vínculo pro-
rEndimiEntos CrECiEntEs y gEografía EConómiCa 87
88

Figura 2

ν
2.0
1.8

1.6

1.4

1.2

1.0
0.8

0.6

0.4

0.2

0
0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0 τ

gresivo”* se releja en el primer término de la ecua- Para τ cercano a uno, el segundo término de
ción. Segunda, porque mientras mayor sea la frac- (28) se acerca a µ σ  1 1   0;0y como el primer tér-
ción de las manufacturas en el gasto, mayor será el mino es siempre positivo, υ τ  0 para τ cercano
= ==
tamaño relativo del mercado de la región 1 y, por a uno.
tanto, más fuerte el efecto del mercado doméstico. En conjunto, estas observaciones muestran
= == =
Este “vínculo regresivo”** se releja en el segundo que ν como función de τ sigue una trayectoria
término de la misma ecuación (27). como la de la igura 2 (que representa los cálculos
=
Atendamos ahora los costos de transporte. obtenidos con µ == 0.30 y σ = 4): 4 con valores bajos
Inspeccionando (26), notamos primero que, cuan- de τ (por ejemplo, altos costos de transporte), ν es
do τ = 1,0νν 0 1;
1 o sea que cuando el costo de trans- mayor que uno y==es redituable = desertar. Al llegar a
porte es nulo, la localización es irrelevante (¡sin un valor crítico de τ , ν es menor que uno, con lo
=
sorpresas!). Segundo, notamos que cuando τ es que la concentración manufacturera es un equili-
== =
pequeño, ν tiende a (1 1  µ τ 1σ 1 µ . A menos que σ brio, y el valor relativo de las ventas se acerca a uno
sea muy pequeña 1o µ sea2 muy grande, este término por debajo.
=
deberá ser mayor que uno con un τ lo suiciente- El punto importante de este panorama es que
mente pequeño (la teoría económica del caso alter- al llegar al valor crítico de τ , correspondiente a la
nativo será evidente poco más adelante). Finalmen- frontera entre concentración y no concentración, la
te, evaluemos ν τ υ τ es negativa. Esto es costos de transporte más
altos trabajan en contra de la divergencia regional.
ν µσν τ
µσ
σ  1 1  µ τ σ 1  1  µ τ σ 1  Podemos ahora interpretar también el caso en
 
τ τ 2τ el cual σσ1111 µµ 11, 1de
1 forma que v  1 aun con τ
(28) arbitrariamente pequeño. Éste es el caso cuando las
* Forward linkage en el original (n. del t.). economías de escala son tan grandes ( σ pequeña),
** Backward linkage en el original (n. del t.). o la fracción del gasto en manufacturas es tan alta
=
8
88 paul Krugman

= Figura 3

τ =
1.0

= σ 10
0.8

0.6
σ 4

0.4

0.2

0 µ
0.1 0.2 0. 3 0.4 0.5 0.6 0.7

1 ( µ grande),
2 que no es redituable iniciar una irma diferentes entre permanecer concentradas en la re-
en la región 2, sin importar qué tan altos sean los gión 1 y desertar. Una economía en esta frontera no
costos de transporte. desarrollará concentración de su industria en una
Finalmente, calculamos ν σ u otra de las regiones, mientras que una economía
fuera de esta frontera lo hará. La pendiente de la
ν  1  frontera es
 ln τ   µν  τ µσ 1  µ τ σ 1  1  µ τ σ 1  
σ  2 
ν τ ν τ ν µ
(29)  0
µ ν τ
ν  τ   ν 
 ln τ     
σ  σ   τ  1  µ constante
Si ahora en cambio mantenemos 2 y con-
sideramos σ variable, encontramos
Puesto que ya hemos visto que ∂ν ∂τ es nega-
tiva en el punto relevante, esto implica que ν σ es τ ν σ
positiva. Es decir que una elasticidad de sustitución
 0
σ ν τ
más alta (lo que al mismo tiempo implica menores
economías de escala en equilibrio) trabaja en contra Un incremento en σ elevará la frontera en el espa-
de la divergencia regional. 1 ( µ,τ 2).
cio
Las implicaciones de estos resultados pueden La igura 3 presenta fronteras calculadas en
ser apreciadas por medio de un diagrama. Si man- el espacio 1 ( µ, τ2), con valores de σ igual a 4 e igual
tenemos σ constante, podemos trazar una frontera a 10 y cuenta una historia sencilla: precisamente la
1 ( µ,τ2). Esta frontera marca los valores
en el espacio misma de la primera sección. En una economía ca-
de los parámetros para los cuales las irmas son in- racterizada por altos costos de trasporte, una par-
rEndimiEntos CrECiEntEs y gEografía EConómiCa 89
88

ticipación pequeña de las manufacturas footloose o Events”, Economic Journal, vol. 99, marzo, pp.
economías de escala débiles, la distribución de la pro- 116-131.
ducción manufacturera estará determinada por la Christaller, W. (1933), Central Places in Southern
distribución del “estrato primario” de campesinos. Germany, Jena, Fischer; traducción al inglés de
Con costo de transporte menor, participación ma- W. Carlisle (1966), Londres, Prentice-Hall.
yor de las manufacturas o economías de escala más David, P. y J.L. Rosenbloom (1990), “Marshallian Fac-
fuertes, la causación circular se instala, y las manu- tor Market Externalities and the Dynamics of
facturas se concentran en aquella región con ven- Industrial Localization”, Journal of Urban Eco-
taja inicial. nomics, vol. 28, núm. 3, noviembre, pp. 349-370.
Lo particularmente agradable de este resul- Dixit, A.K. y J.E. Stiglitz (1977), “Monopolistic
tado es que no requiere apelar a conceptos elusi- Competition and Optimum Product Diversi-
vos como las externalidades tecnológicas puras: las ty”, A.E.R., vol. 67, junio, pp. 297-308.
economías externas son pecuniarias y surgen de la Hirschman, A.O. (1958), The Strategy of Economic De-
apetencia por vender y comprar a una región en velopment, New Haven, Yale University Press.
la cual otros productores se han concentrado. Tam- Hoover, E.M. (1948), The Location of Economic Activi-
poco implica supuestos arbitrarios acerca de la ex- ty, Nueva York, McGraw-Hill.
tensión geográica de las economías externas: la dis- Krugman, P. (1991), “History Versus Expectations”,
tancia se introduce de manera natural vía los cos- Q.J., vol. 106, mayo.
tos de transporte, y de ninguna otra manera. El __________ (1981), “Intraindustry Specialization and
comportamiento del modelo depende de las carac- the Gains From Trade”, J.P., vol. 89, octubre,
terísticas “observables” en los gustos de los indivi- pp. 959-973.
duos y de la tecnología de las irmas; la dinámica __________ (1980), “Scale Economies, Product Diffe-
interesante surge como efecto de las interacciones. rentiation, and the Pattern of Trade”, A.E.R.,
Obviamente éste es un modelo enormemen- vol. 70, diciembre, pp. 950-959.
te simplificado, aun del tema centro-periferia, y Lösch, A. (1954), The Economics of Location, traduc-
no dice nada acerca de la localización de industrias ción al inglés de J. Fischer, New Haven, Yale
particulares, pero muestra cómo algún herramen- University Press.
tal tomado de la teoría de la organización industrial Meyer, D.R. (1983), “Emergence of the American
puede ayudar a formalizar y aguzar los resultados Manufacturing Belt: an Interpretation”, Jour-
en un campo que ha sido muy descuidado. nal of Historical Geography, vol. 9, núm. 2,
Espero que este artículo sea un estímulo que pp. 145-174.
lleve a un renacimiento de la investigación en los Murphy, K.M., A. Shleifer y R.W. Vishny (1989a), “In-
campos de la economía regional y de la Geografía come Distribution, Market Size, and Industriali-
Económica. zation”, Q.J.E. vol. 104, agosto, pp. 537-564.
__________ (1989b), “Industrialization and the Big
Push”, J.P.E. vol. 97, octubre, pp. 1003-1026.
rEfErEnCias bibliográfiCas Myrdal, G. (1957), Economic Theory and Under-Deve-
loped Regions, Londres, Duckworth.
Arthur, W.B. (1990), “Positive Feedbacks in the Eco- Pred, A.R. (1966), The Spatial Dynamics of U.S. Ur-
nomy”, Scientiic American, vol. 262, febrero, ban-Industrial Growth, 1800-1914: Interpretative
pp. 92-99. and Theoretical Essays, Cambridge, mit Press.
__________ (1989), “Competing Technologies, In- Von Thünen, J. Heinrich (1966), The Isolated State,
creasing Returns, and Lock-in by Historical Oxford, Pergamon.
Los modelos de la Nueva Geografía Económica en su origen

luis quintana romEro


Programa de Investigación
Facultad de Estudios Superiores, Acatlán
manuEl lECumbErri
Programa Doctoral del Posgrado en Economía/unam

introduCCión Geografía Económica, ilustrando con ejemplos de


países de todo el orbe la forma en la que operan las
La Nueva Geografía Económica (NGE) se ha ido economías de escala, el acceso al mercado y los cos-
consolidando en la Ciencia Económica como un tos de transporte para conigurar las economías más
campo novedoso para el análisis de los fenómenos diversas.
económicos actuales desde una perspectiva espa- Basta con escribir en cualquier motor de bús-
cial. Paul Krugman, tras la obtención del Premio queda de Internet Nueva Geografía Económica pa-
Nobel en Economía en 2008, representó el recono- ra que más de nueve millones de vínculos hagan
cimiento oicial de la comunidad cientíica por los su aparición. Pese a toda esa evidencia favorable, el
aportes de la Nueva Geografía Económica al campo estudio académico de sus propuestas originales y
del análisis de la localización de la actividad econó- de sus modelos de análisis sigue constituyendo un
mica. Desde su origen, a principios de los años no- reto para el estudiante promedio de economía o de
venta, esas ideas han inspirado numerosos trabajos geografía debido a las diicultades técnicas que im-
sobre el crecimiento de las ciudades, la localización plica su lectura. Por eso este ensayo busca pro-
de empresas, la aglomeración de la actividad eco- porcionar una vía didáctica para acceder al estu-
nómica en pocos lugares, la generación de externa- dio de los modelos formales de la Nueva Geografía
lidades espaciales tecnológicas, la explicación de los Económica y para ello se retoma el trabajo pionero
procesos migratorios y el comercio entre regiones, de Paul Krugman publicado en 1991, considerado
entre muchos otros temas. el punto de referencia de esta nueva perspectiva
El propio Banco Mundial, en su último infor- teórica.
me sobre el desarrollo, publicado en 2009, Resha- El presente trabajo es una invitación a la lec-
ping Economic Geography, rinde tributo a la Nueva tura de los aportes de la Nueva Geografía Econó-

[91]
92 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

mica, que pretende ubicar las características básicas pués sería ampliamente usado por la Nueva Geo-
de sus modelos y ofrecer una revisión didáctica de grafía Económica). Pese a la ausencia de un análisis
su formulación matemática. Primero explicamos espacial, en este trabajo pionero de Krugman se
de manera intuitiva sus características, y después su muestra el papel de dos fuerzas económicas que se-
formalización con el sistema completo de ecuacio- rán retomadas en los trabajos de la Nueva Geogra-
nes matemáticas que la conforman, haciendo uso fía Económica: los rendimientos crecientes a escala
de recuadros en los que se presentan los desarrollos y la preferencia de los consumidores por la diversi-
que llevan de una ecuación a otra. Finalmente se dad (love of variety).
brinda una visión panorámica de sus extensiones y Krugman destaca la importancia de los ren-
aplicaciones. dimientos crecientes a escala al referir que, pese al
reconocimiento de los especialistas de que dichos
rendimientos ofrecen una forma alternativa de ex-
1. la nuEva gEografía EConómiCa plicar la especialización internacional, éstos no son
En su origEn considerados en la teoría del comercio internacio-
nal. La causa de esta omisión es, según Krugman,
Tiene como referente teórico de origen tres trabajos de tipo técnico: “La principal razón de esta negli-
desarrollados por Paul Krugman. Los dos primeros, gencia tiene que ver con la diicultad para tratar
“Rendimientos crecientes, competencia monopolís- con las implicaciones, para la estructura de merca-
tica y comercio internacional” (1979) y “Economías do, de los rendimientos crecientes” (1979, p. 470).
de escala, diferenciación del producto y patrón co- En este primer modelo, el comercio entre dos
mercial” (1980), son considerados la base de una países da lugar a un mercado de mayor tamaño que
nueva forma de analizar el comercio internacional. permite a las empresas explotar rendimientos crecien-
En tanto que el tercero, publicado en 1991, “Rendi- tes a escala. Supuesta la preferencia de los consumido-
mientos crecientes y geografía económica”, marca la res por la diversidad, éstos preferirán siempre más
aparición del modelo centro-periferia (cp), sobre el variedad que menos. El resultado es que las irmas
cual se ediica la propuesta central que será exami- ofrecerán productos diferenciados para un comer-
nada detalladamente en este ensayo. cio internacional crecientemente intraindustrial. Al
El primer trabajo, de 1979, introduce al ám- abrirse una economía al mercado del mundo, el nú-
bito de la teoría del comercio internacional una ex- mero de variedades al alcance de sus consumidores
plicación de las causas del comercio entre países, será mayor, mientras que el tamaño del mercado
sustentada en la existencia de rendimientos cre- para las variedades producidas localmente se in-
cientes a escala y en una externalidad asociada a las crementará, permitiendo a sus irmas aprovechar
preferencias de los consumidores, sesgadas hacia economías de escala. El resultado de este modelo es
el gusto por la variedad. No hay en esta primera tanto un incremento en la escala de la producción
propuesta un enfoque espacial: suponiendo que los de cada producto diferenciado, como en el rango
costos de transporte son nulos, centra su objetivo en de los bienes disponibles para el consumo.
explicar cómo es que dos países con gustos y tecno- El modelo propuesto por Krugman en su ar-
logías similares pueden comerciar. En consecuen- tículo de 1980, ya considera la existencia de costos
cia la localización geográica de la actividad econó- de transporte positivos entre los países y mercados
mica aquí está dada. Krugman utiliza un modelo nacionales de tamaño diverso. Bajo esta perspec-
con rendimientos crecientes y competencia imper- tiva, las empresas buscarán aprovechar las econo-
fecta, siguiendo el propuesto por Dixit y Stiglitz mías de escala, produciendo las variedades con ma-
(1977) (publicado un par de años antes y que des- yor demanda local y minimizando así los costos de
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 93

transporte, con el resultado de que las irmas cuyo Los dos trabajos pioneros de Krugman a los
producto tiene una demanda local relativamente ma- que ya hemos hecho alusión no pueden ser consi-
yor tendrán una capacidad de producción más que derados como Nueva Geografía Económica, en la
proporcional, y serán también exportadoras. En es- medida en que no incorporan todos los ingredien-
ta nueva versión —y a diferencia del resultado en el tes de esa nueva formulación, los cuales revisare-
modelo de 1979— el mayor tamaño del mercado, mos en seguida.
resultante de la apertura al comercio internacional,
no da lugar a una mayor escala de producción. Esto
se debe a que al ser tan grande el número de varie- 2. las CaraCtErístiCas
dades, la elasticidad de la demanda será constante. dE la nuEva gEografía EConómiCa
Por consiguiente, las ganancias del comercio pro- dEsdE la pErspECtiva
vendrán solamente de la mayor diversidad de produc- dE la tradiCión EspaCial
tos disponibles para los consumidores. Esta modi-
icación del modelo en relación con el de 1979 está El trabajo de Krugman de 1991 establece que su
explicada por Krugman como un recurso de sim- principal objetivo es la explicación de los factores
pliicación: “Éste es un resultado no satisfactorio. causales de la concentración de la industria en unas
En otro artículo yo había desarrollado un modelo cuantas regiones de un país, en tanto que en otras
ligeramente diferente, en el cual el comercio lleva a la actividad económica es dispersa y presenta un
un incremento en la escala de la producción y tam- menor nivel de desarrollo. Modela la formación de
bién de la diversidad. Es más difícil, sin embargo, un centro industrial y una periferia formada por
trabajar con él, así que vale la pena sacriicar aquí proveedores agrícolas, por ello es conocido como el
algo de realismo para ganar una mayor facilidad de modelo centro-periferia (cp).
manejo” (1980, p. 953). Es relevante destacar que el punto de partida
Algunos autores han querido ver en Krug- para la construcción del modelo tiene que ver con
man (1980) el origen de la Nueva Geografía Eco- una evaluación de la importancia de la localización
nómica, sin embargo —de acuerdo con Brakman, de la actividad económica en el espacio: por qué y
Garretsen y van Marrewijk (2009, p. 64)— hay tres cuándo la industria manufacturera se concentró en
razones para pensar que ello no es así, y éstas tie- unas pocas regiones y dejó a otras relativamente sin
nen que ver con la idea de que la localización es exó- desarrollo es la pregunta central sobre la que se ar-
gena al modelo: ticula esta propuesta de Krugman, en la cual se
hace una breve mención al hecho de que la teoría
1. Ni las irmas ni los trabajadores deciden na- económica convencional o estándar le ha brinda-
da acerca de la localización: no hay movili- do reducida atención a los aspectos espaciales de la
dad de irmas ni de ningún factor produc- actividad económica; y esto pese a la existencia de
tivo, por lo cual la localización es exógena. una larga tradición en la escuela alemana funda-
2. La concentración espacial en la produc- da por Von Thünen y en la teoría de la organiza-
ción de las variedades no conduce a la a- ción industrial a partir de modelos tipo Hotelling,
glomeración de la actividad productiva, en los que la localización económica juega un pa-
de forma tal que no se pueden generar pel central.
equilibrios tipo centro-periferia. Vale la pena preguntar qué es lo que el mode-
3. La localización de los mercados y su ta- lo centro-periferia de la Nueva Geografía Económi-
maño no son resultado del modelo, sino ca entiende por espacio: una simpliicación que poco
que se encuentran dados. se puede diferenciar de las concepciones no es-
94 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

paciales de la economía. Como veremos en las sec- industria en otra, o sea que son externalidades a la
ciones siguientes, se considera la separación entre Chamberlin, donde la aglomeración ocurre no por
centro y periferia, pero dicha separación es resul- la proximidad entre las empresas, sino para apro-
tado de la interacción de los agentes económicos y vechar la aglomeración de mercados y consumido-
no de las ventajas o desventajas de la localización, res a través de vinculaciones de mercado.
de tal modo que el resultado general del modelo La utilización de externalidades pecuniarias
(equilibrio o equilibrios múltiples, bajo beneicios tiene una justiicación técnica, ya que, para Krug-
nulos) no es diferente del que se obtiene en los mo- man, las externalidades marshallianas, como los lu-
delos no espaciales de competencia imperfecta: la jos de conocimientos, no son observables: “no dejan
localización es exógena a la actividad económica.1 ninguna señal que nos permita medirlos ni seguir-
A esta concepción del espacio, Capello (2007) la les la pista, y no proporcionan elemento alguno que
ha denominado como espacio diversiicado estilizado impida a los economistas teóricos suponer lo que les
y se caracteriza por la existencia de concentración convenga de ellos” (Krugman, 1992, p. 61).
en polos de desarrollo, en los cuales la tasa de cre- Esto implica que las externalidades marsha-
cimiento es diversiicada aun dentro de la propia llianas son difíciles de modelar y, aunque Krugman
región; las áreas se estilizan como puntos o dicoto- no duda de su existencia, no ve en ellas las fuerzas
mías abstractas en donde ni las características geo- principales de la concentración económica.
gráicas físicas ni las territoriales juegan un papel, Un tercer elemento del modelo se reiere a
y el crecimiento es endógenamente generado por los costos de transporte que, como ya habíamos
ventajas de la concentración espacial de las activida- visto antes, no son tomados en cuenta en las ver-
des y por las economías de aglomeración. siones previas del planteamiento de Krugman. Di-
El segundo elemento relevante en el modelo chos costos se suponen nulos para el sector agríco-
centro-periferia es su concepción de externalidades la, pero no para el sector manufacturero, y son
pecuniarias “asociadas con vinculaciones de oferta y del tipo iceberg (Samuelson, 1954): las mercancías,
demanda en lugar de derramas puramente tec- al ser transportadas de un lugar a otro, son como
nológicas” (Krugman, 1991, p. 485). Este tipo de un iceberg que va deshelándose por el camino, y el
externalidades diiere claramente de las marsha- monto que se deshiela (la mercancía que se pierde
llianas, ya que la aglomeración ocurrirá no por la en el camino) es su costo de transporte. Conside-
proximidad entre empresas (que, de acuerdo con rar los costos de transporte de esa manera sim-
Marshall, da lugar a las siguientes ventajas: contar pliica el modelo de Krugman al no tener que
con proveedores locales de factores de producción modelar dichos costos, ni al sector transporte. Por
especializados, con un fondo común de mano de lo tanto es un artilugio que permite incorporar los
obra y con la propagación de información), sino costos de transporte de una forma simpliicada
por el efecto que tiene la demanda u oferta de una para su fácil manejo en un problema de mode-
lación, a costa de restarle realismo. Las limitacio-
nes de la incorporación de costos iceberg se han
1 En Brakman y Garretsen (2003) se muestra que
señalado sobre todo para sus versiones posterio-
los modelos de competencia monopolista asumen una
concepción de espacio homogéneo y sin fronteras del tipo res, donde se formulan funciones log-lineales de
Lösch; la existencia de equilibrio, la integración vertical costos.2
de la economía con los mismos métodos de producción
y el individualismo metodológico con agentes perfecta-
mente informados en esos modelos, son compatibles con 2 Ver al respecto el trabajo de Fingleton y McCann
los resultados obtenidos en los modelos de la Nueva Geo- (2007), donde se argumenta extensamente por qué la
grafía Económica. función de costos iceberg presenta supuestos débiles y
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 95

La existencia de rendimientos crecientes en el desarrolló previamente. Sin embargo, en Myrdal la


sector manufacturero, las externalidades pecunia- causación circular acumulada supone la falta de
rias y los costos de transporte a los que se ha hecho unicidad en las técnicas de producción; es una crí-
alusión, permiten comprender un cuarto elemen- tica a la función de producción neoclásica. La cau-
to en el modelo de Krugman: la causalidad circular sación à la Myrdal es desequilibrante, no hay una
acumulativa. tendencia a un estado de auto estabilización social y
Uno de los propósitos del modelo original de económica; mientras que en Krugman el resultado
Krugman es explicar cómo ocurre la concentración de la causación circular acumulativa es el equilibrio,
inicial de la actividad económica que da lugar a la que puede ser único o múltiple, óptimo o no ópti-
región central. Argumenta lo que considera la parte mo. La causación à la Myrdal es simpliicada, en el
histórica del problema (“la historia importa”), pero modelo de la Nueva Geografía Económica, dentro
en un sentido muy limitado, próximo a una expli- de un marco de equilibrio general.
cación sustentada en el caos, y que la Nueva Geo- Desde la perspectiva de la geografía econó-
grafía Económica ha denominado “bifurcaciones mica, la Nueva Geografía Económica no es vista con
catastróicas”: buenos ojos. De hecho, Krugman declaró sentirse
afectado por esa crítica: “estoy atravesando un mal
momento con mi investigación en geografía econó-
pequeños cambios en los parámetros de la econo-
mica porque me comentan: es obvio, está mal, y de
mía pueden tener grandes efectos en su compor-
todas formas se dijo ya hace muchos años”.3
tamiento cualitativo. Esto es cuando algún índice
Para contestar a esas críticas, Masahisa Fujita,
que considera costos de transporte, economías de
uno de los teóricos de la Nueva Geografía Económi-
escala y la participación de los bienes no agrícolas
ca, hace referencia a una metáfora: la humanidad
en el gasto cruza un umbral crítico, la población
siempre anheló volar, incluso en el siglo xv Leonar-
comenzará a concentrarse y las regiones a divergir;
do da Vinci ya había comprendido los mecanismos
una vez iniciado este proceso se retroalimentará
para hacerlo, pero no es sino hasta 1903 cuando
por sí mismo (Krugman, 1991, p. 487).
los hermanos Wright realizan tal hazaña debido a la
invención del motor de combustión interna.4 Antes
Esto explica el nacimiento de una concentra- de la Nueva Geografía Económica, ya otros teóricos
ción de la actividad económica que da lugar a un habían comprendido cómo se producen las aglome-
centro como la ocurrencia de un hecho histórico o raciones económicas, pero no disponían de un mo-
bifurcación, que pudo haber ocasionado una dife- delo de equilibrio uniicador, es decir no contaban
rencia entre los sitios, detonando la operación del con el motor de combustión interna: en la Nueva Geo-
balance de fuerzas centrípetas y centrífugas, y la grafía Económica, el modelo uniicador es el desa-
causación circular acumulativa de la concentración rrollado por Dixit y Stiglitz en 1977. Por ello con-
en uno de los sitios. La región que se convertirá en sideramos conveniente revisar el modelo formal de
el centro será aquella donde las condiciones de la Nueva Geografía Económica y el papel que juega
inicio sean propicias, debido a un accidente históri- dentro de éste el modelo de Dixit-Stiglitz (DS).
co inicial.
Krugman menciona que la causación circular
3 Fujita y Krugman (2004), “La nueva geografía
acumulativa a la que él alude es como la que Myrdal
económica: pasado, presente y futuro”, Investigaciones Re-
gionales, núm. 4, p. 189. La entrevista es reproducida en
muy problemáticos, sobre todo en su versión espacial en el capítulo 1 de este libro.
4 Ibid, p. 195.
la que incorpora explícitamente la variable distancia.
96 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

3. El modElo formal do (home-market effect): las grandes empresas (no


dE la nuEva gEografía EConómiCa competitivas) presentan la tendencia a situarse en
el mercado grande y a exportar hacia los mercados
En el modelo centro-periferia se parte del supuesto pequeños. Esto les permite minimizar sus costos de
de un país hipotético que cuenta solamente con dos transporte (diicultades derivadas de hacer negocios
tipos de producción: la manufacturera y la agrícola. con lugares remotos). El segundo es el efecto costo
Bajo la primera pueden agruparse los ramos que de la vida: mientras mayor número de empresas
presentan rendimientos crecientes a escala, y bajo la se- se aglomeren en una localización, menor será allí
gunda aquellos que presentan rendimientos constantes el índice de precios, puesto que menos productos
a escala. Las primeras producen bienes diferencia- deberán ser importados de otros sitios, evitando así
dos en una estructura de mercado en competen- el costo de transporte. El tercero es el efecto conges-
cia monopolística, mientras que los segundos lo tión del mercado (price index effect): en ciertas condi-
hacen para un mercado en competencia perfecta. ciones, las grandes empresas tienden a situarse en
El trabajo es el único factor de producción y tiene localizaciones con pocos competidores, con la inten-
movilidad espacial solamente en la manufactura. ción de huir de la congestión de los mercados.
Los trabajadores manufactureros pueden decidir Con estos tres efectos se construye una di-
mudarse de una región a otra, a diferencia de los námica geográica completa (igura 1). El efecto de
trabajadores agrícolas, cuya residencia en una de acceso al mercado y el efecto de costo de la vida
las regiones es permanente. Los consumidores (tra- impulsan la aglomeración. Las empresas tienden a
bajadores agrícolas y manufactureros) tienen los aglomerarse allí donde el mercado es grande. Pero
mismos gustos y preferencia por la variedad (la éste es grande allí donde las empresas se concen-
misma función de utilidad). Todos los consumido- tran. Los trabajadores (consumidores) son atraídos
res adquieren siempre alguna cantidad de todos los por los más bajos precios de la aglomeración, lo que
productos manufacturados. atrae a su vez a las empresas. La fuerza actuante en
Como ya hemos comentado, en los modelos de contra de la concentración es el efecto congestión
la Nueva Geografía Económica la historia importa: si del mercado, que impulsa a las empresas a huir de
existen en algún momento industrias con economías la aglomeración.
de escala por explorar, y una región les ofrece alguna La potencia relativa de estas fuerzas de aglo-
ventaja (mayor población, por ejemplo), esto desenca- meración y de dispersión es determinada por los
denará ahí un proceso de aglomeración. En el nuevo costos de transporte (trade costs).6 Mientras menores
equilibrio, toda la industria se habrá concentrado en sean los costos de transporte, menos importantes
la región con la ventaja inicial. ¿Dónde se ubicarán las serán las fuerzas de dispersión (efecto congestión
nuevas inversiones? Donde históricamente se han ubi- del mercado), debido a que cambiar de localización
cado: en la aglomeración. La concentración industrial tendrá poco efecto en el nivel de utilidades de las
es un fenómeno que se auto refuerza. Es el tema central empresas y, por tanto, en los salarios que puedan
de nuestra teoría del desarrollo de los años sesenta y se- ofrecer a sus trabajadores. Inversamente, la presen-
tenta, y lo que el trabajo de Krugman que nos ocupa cia de costos de transporte muy altos hará que cam
ha formalizado como el modelo centro-periferia. biar de localización tenga un gran impacto sobre
Este modelo opera con sólo tres mecanismos las utilidades y sobre los salarios. En cuanto a las
o efectos.5 El primero es el efecto acceso al merca-
6 Bajo este término se agrupan todas las barreras
Baldwin et al. (2003), capítulo 2, “The Core-Peri-
5 para comerciar con regiones distantes y no sólo se reiere
phery Model”, pp. 9 y ss. a los costos de transporte exclusivamente.
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 97

Figura 1
El modelo centro-periferia

Efecto acceso de mercado


mayor demanda

centro

Efecto costo de la vida


menores precios

Efecto desplazamiento de mercado


menor competencia

periferia

Fuente: elaboración de los autores

fuerzas de aglomeración (efectos acceso al merca- Existe otra fuerza —distinta a esta histéresis
do y costo de la vida), también serán menores con determinista de la aglomeración— que juega tam-
bajos costos de transporte: el diferencial de precios bién un papel en los procesos de aglomeración-
disminuye, haciendo que cambiar de localización dispersión. Nos referimos a las expectativas de los
tenga relativamente poco impacto en el costo de la agentes. Los modelos de la Nueva Geografía Eco-
vida y en las utilidades. nómica incluyen siempre relaciones no lineales, de-
En el modelo centro-periferia, las fuerzas de bido al convencimiento de que existen equilibrios
dispersión son mayores que las de aglomeración múltiples —no únicos—en la distribución espacial
cuando los costos de transporte son muy altos. Pero de la actividad económica. Si en algún momento
una reducción en los costos de transporte debilita un número suiciente de industrias y de trabajado-
más rápidamente las fuerzas de dispersión que las res decide reubicarse, convencidos de que les será
de aglomeración (Neary, 2001). rentable más adelante, es muy posible que esto úl-
98 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

timo efectivamente suceda (Krugman, 1991). Los Las ecuaciones del artículo de Krugman con-
equilibrios múltiples dan lugar a que las profecías servan en nuestro texto su numeración original,
de los agentes puedan en algún momento auto- mientras que las de los desarrollos didácticos que
cumplirse; y dejan lugar también —en la teoría— a hemos agregado están designadas con letras.
la acción de un importante agente económico que
rara vez aparece explícitamente en los modelos de
la Nueva Geografía Económica: la política pública. 3.1 Preferencia de los consumidores
Basados en el modelo centro-periferia, se ha por la variedad
construido una gran diversidad de modelos ade-
cuados a distintos propósitos: de desarrollo regio-
nal, de sistemas urbanos y comercio internacional, La primera característica es que una ecuación de
principalmente. subutilidad con forma CES (elasticidad de sustitu-
Una vez que han sido comprendidos estos ción constante) permite introducir preferencia por
elementos básicos es posible explicarlos de mane- la variedad (love of variety) en los consumidores.
ra formal a través de su formulación matemática, Observemos primero que la función de utili-
con una exposición sencilla del funcionamiento dad completa (1) es Cobb-Douglas, lo que hace que
de las ecuaciones en el modelo centro-periferia. la proporción gastada en el bien agrícola C A y en el
En primer lugar hay que decir que se trata de un conjunto de bienes manufacturados CM sea cons-
modelo de equilibrio general. Encontraremos por tante: µ para estos últimos y 1 µ  para el primero.
tanto un sistema de ecuaciones en el que los agen-
tes económicos maximizan beneicios y utilidades,
y en el que un vector de precios de equilibrio vacía
U  CM µ C A1 µ (1)

los mercados. En el modelo centro-periferia esto se


σ
logra a pesar de la diicultad adicional de incluir ¿En qué consiste la preferencia por la varie-σ
σ
rendimientos crecientes a escala y costos de trans- dad? En que los σconsumidores obtendrán mayorσ
σ σ mayor sea el número de varie-
porte; además de que el equilibrio (a largo plazo) utilidad mientras
σ
—sin duda su rasgo más sobresaliente— implica la dades ci que componen el conjunto n de los bienes
reubicación de los productores entre las localidades manufacturados, aunque su gastoσ σenσσellos sea el
σ σ σ
o regiones. mismo. La forma elasticidad de σ σ
σ sustitución cons-
σ
Los recuadros contienen el desarrollo mate- tante (CES) de la ecuación es la responsable de este
σ
mático detallado básico, con la intención de ayudar resultado
σ
a la comprensión de su texto central respectivo. El σ σ
σ
recuadro 1 apoya la lectura de los apartados “Pre-  N σσσ1  σσ 1 σ
ferencia de los consumidores por la variedad” y CM    ci σ  σ
donde σ  1 (2)
“Elasticidad precio de la demanda, constante”; a su  i 1 
σ σσ σ
vez, el recuadro 2, el de “Rendimientos crecientes
σσ σσ σ σ
a escala”; mientras que los recuadros 3 y 4, apoyan Para entender esto, supongamos
σ queσ todos
σ
σ σ
“Costos de transporte”; el recuadro 5 muestra el los son equivalentes, por lo que podemos pres-
ci
σ σ
cálculo del índice de precios, y puede ser aborda- cindir del
σ subíndice i y agregarlos
do con independencia del texto central. Lo mismo
σ σ
puede decirse del recuadro 6, que resume los resul-  N σσ1  σ 1 σ σσ1  σ 1 σ
tados de una investigación de la Nueva Geografía CM    ci    Nc 
σ  N 1 c
σ
σ
σ    
Económica en México. i 1

σ σ
σ σ
σ σ
σ σ
σ
σ
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 99

Gráica 1
U  CM al Aaumentar las N variedades
Aumento de la utilidad
ofrecidas en la economía, para tres valores de σ

12,000

10,000 σ =4

8,000
σ =5
6,000

4,000
σ =6

2,000

0
100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000

σ
Nótese que σ 1 será siempre mayor que uno, donde µY es la fracción del ingreso gastada en bienes
por lo que si N crece, CM también lo hará, pero en manufacturados, p1 es el precio del bien 1 y p j
mayor proporción. Además, el aumento será más son los precios de todos los bienes manufacturados
σ
grande mientras menor sea σ . Por lo que σ 1 (incluido el bien 1).
deinirá en la ecuación (2) qué tan intensa es la Resolviendo para c1 , obtenemos la demanda
preferencia por la variedad de los consumidores: óptima del bien 1
mientras menor sea σ , mayor será ésta. En otras
palabras: si aumentamos una variedad manufactu- N 
rera a la canasta del consumidor, éste verá crecer
c1  p1σ   p jσ 1  µY
 j 1 
su utilidad más si σ es pequeña, que si es grande,
como lo muestra la gráica 1.
c1  p1σ Pσ 1µY (g)
1
3.2 Elasticidad precio de la demanda, constante N  1σ
donde P    pi1σ  es un índice de precios.8
 i 1 
Si el lector hace el ejercicio (recuadro 1) de
encontrar la tasa marginal de sustitución (tms) La ecuación (g) nos dice que la demanda ópti-
entre cualesquiera dos variedades7 y las sustituye ma de cualquiera de los N bienes manufacturados
—de la manera usual— en la restricción presupues- depende, en primer lugar, de su propio precio p1
N de manera inversa: si el precio del bien 1 se eleva,
taria  pc
i 1
i i  µY , llegará a la ecuación siguiente su demanda cae, lo que no requiere comentario. En
segundo lugar, nos dice también que su demanda
N N N

 p j c j   p j  c1 p1σ p j σ   c1 p1σ  p j1σ  µY


j 1 j 1 j 1
8 Este índice de precios puede calcularse como la

función unitaria de gasto: aquella que compra una uni-


7 Exposiciones detalladas del desarrollo de las ecua- dad de utilidad en la función de subutilidad de los bienes
ciones pueden encontrarse también en Van Marrewijk manufacturados (ecuación (2)). Ver la obtención del índi-
(2009) y Neary (2001). ce de precios en el recuadro 5.
100 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Recuadro 1
Las demandas del consumidor

El precio del bien homogéneo se usa como numerario, por lo que es siempre igual
a uno. Como es producido en competencia perfecta, costo marginal y salario son
también iguales.

p  C.Mg .  w  1

Las demandas del bien agrícola C A y del conjunto de los bienes manufacturados CM
que hacen máxima la utilidad del consumidor se obtienen resolviendo

max !U  CM µ C A1 µ (1)

s.a : 1 C A  PCM  Y (a)

donde Y es el ingreso y P el precio de CM


Recurriendo a Lagrange

  CM µ C A1 µ  κ Y  C A  PCM 

obtenemos las condiciones de primer orden (cpo) para un máximo

d   1  µ  C µ C  µ  κ  0
M A
d CA

d   µ C µ 1C 1 µ  κ P  0
M A
d CM

Resolviendo el sistema y sustituyendo en la restricción presupuestaria, obtenemos


las demandas óptimas para C A y CM

C A  1  µ  Y (b)

CM  µYP 1 (c)

Podemos obtener la función de utilidad indirecta, que no es otra que la misma fun-
ción de utilidad (1), pero ahora en función de los precios y el ingreso. Sustituyendo
(b) y (c) en (1) tenemos

V  µ µ 1  µ 
1 µ
P  µY (d)
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 101

Recuadro 1 (continuación)
Las demandas del consumidor

Falta aún conocer las demandas de cada una de las variedades ci (que componen CM )
que hacen máxima la utilidad del consumidor. Hay que resolver ahora
σ
 N σ 1  σ 1
max!CM    ci σ  (2)
 i 1 
N
s.a :  pi ci  µY (e)
i 1

Recurriendo nuevamente a Lagrange

σ
 N σ 1  σ 1  N

    ci σ   ϑ  µY   pi ci 
 i 1   i 1 

Las condiciones de primer orden (cpo) para cualesquiera dos de los N bienes ci son
σ
1
d   σ  N σσ1  σ 11  σ  1 σσ11 
 c   c1  ϑ p1  0
dδ c11 σ  1  i 1 i   σ 

σ
1
d   σ  N σσ1  σ 11  σ  1 σσ11 
   ci   cj  ϑ p j  0
δdccjj σ  1  i 1   σ 

Las condiciones de primer orden nos permiten obtener la tasa marginal de sustitu-
ción (tms) entre ellas

1
 σ
c1 σ
p cj p 
1
 1  j 

σ
pj c1  p1 
cj

c j  p j σ c1 p1σ (f)

Sustituyendo (f) en la restricción presupuestaria (e) y resolviendo para c1

N N

 p j c j  µY   p j  p j σ c1 p1σ 
j 1 j 1
102 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Recuadro 1 (continuación)
Las demandas del consumidor

N 
c1  p1σ   p jσ 1  µY
 j 1 

obtenemos la demanda óptima del bien 1

c1  p1σ Pσ 1µY (g)

1
 N  1σ
donde P    p j1σ  se deine como el índice de precios de los bienes manufac-
turados.  j 1 
Si nuestro resultado es correcto, (g) debe satisfacer CM  µYP 1 (c).
Sustituyendo (g) en (2)
σ σ
 N σ 1  σ 1  N σ 1 σ .1

CM    ci σ      pi σ Pσ 1µY  σ 
 i 1   i 1 
σ
N  σ 1
CM  µYPσ 1   pi1σ 
 i 1 

σ σ σ
 N σσ1  σ 1  N σ 1 σ 1
  N  σ 1
CM    ci      pi P µY  σ 
σ σ 1
 µYPσ 1   pi1σ 
 i 1   i 1   i 1 

CM  µYPσ 1 P σ  µYP 1 PCM  µY

con lo que se muestra que (g) satisface la demanda óptima de CM .


Debido a la forma funcional CES de la función de utilidad de los bienes manufactu-
rados (2), la elasticidad de sustitución entre cualesquiera dos variedades es constante
e igual a σ .
Usando la TMS en la ecuación (f)

 d  c2    p2   p 
 δ  c    p1 
σ 1
  p2   2

  1 
p1
    σ    σ
 σ
dδ  p2    c2    p1     p2  
  p1    c1    p1  
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 103

óptima depende positivamente del precio de todos El hecho de que el modelo sea de equilibrio
los demás bienes manufacturados: si el índice de general con rendimientos crecientes a escala es de
precios se eleva, la demanda del bien 1 se eleva, enorme importancia. Como ha señalado Krugman
lo que se entiende si pensamos que las variedades en repetidas ocasiones, la principal diicultad para
son entre sí bienes suplementarios imperfectos. Fi- modelar de manera convincente los procesos de
nalmente nos dice que su demanda depende del aglomeración espacial de la actividad económica
tamaño del ingreso Y , y de la fracción µ de éste era precisamente que nadie sabía cómo representar
gastada en bienes manufacturados: a mayor µ, ma- una economía de competencia imperfecta en equili-
yor demanda de c j . brio general. Si se querían modelar rendimientos
Ahora bien, puede mostrarse fácilmente que crecientes, era necesario abandonar la competencia
σ es la elasticidad precio de la demanda para cual- perfecta, más allá de la cual no había ya equilibrio
quiera de los N productos manufacturados general conocido. El uso del modelo Dixit-Stiglitz
(1977) permite hacerlo de manera relativamente
dc j p j pj sencilla, y de ahí seguramente su creciente popu-
    σ p j σ 1 Pσ 1µY  σ (3)
laridad.
dp j c j p j Pσ 1µY
σ

Volviendo a la ecuación (4). Si el lector ob-


La importancia de esto es que todos los pro- tiene la maximización de la función de beneicio
ductores manufactureros (monopolistas) perciben π  px  α  β x , encontrará el precio óptimo p * al
la misma curva de demanda (g), con la misma elas- que cada productor elige vender (recuadro 2). Este
ticidad precio de la demanda, σ . Como veremos resultado es el mark-up o sobreprecio —estándar en
adelante, cada monopolista ija su precio sólo en la literatura—9 del monopolista
función de la σ que observa (y todos observan la mis-
 1
ma) y de su costo marginal. La falta de interacción p * 1    β w (5)
estratégica entre los monopolistas hace muy senci-  σ
lla la ijación de precios y cantidades, si la compa- Puede verse en (5) que el mark-up del mono-
ramos con los modelos de competencia oligopólica. polista depende sólo de σ , por lo que es constan-
te, y será mayor mientras menor sea σ (mientras
menos elástica al precio sea la demanda). Nótese
3.3 Rendimientos crecientes a escala también que el precio p * de equilibrio depende
directamente del salario w, y bajará o subirá con él.
En el modelo centro-periferia, los productores mo- Nuevos productores entrarán al mercado o-
nopolistas tienen funciones de costo como ésta freciendo cada uno una nueva variedad, hasta el
punto en que los beneicios sean llevados a cero.
LMi  α  β xi (4) Si el lector sustituye (5) en la función de benei-
cio, encontrará x *, el nivel de producción de be-
donde LMi es el costo laboral de la variedad manu- neicio cero al que las irmas elegirán producir y
facturera i ; α es un costo ijo; β el costo marginal —usando (4)— el costo LMi de producción de di-
y xi la cantidad producida de la variedad manufac- cha cantidad
α
x *  σ  1
turera i . Se introducen así al modelo rendimientos
(8)
crecientes a escala. La forma en que lo hace es sen- β
cilla: α , la parte ija del costo, hace que conforme
LMi *  ασ (h)
se eleva el nivel de producción, el costo medio se
acerque cada vez más al costo marginal. 9 Ver, por ejemplo, Varian, 2006, capítulo 24.
104 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Recuadro 2
Cantidad y precio de la irma manufacturera y número de irmas

La función de costo de las irmas manufactureras es


LMi  α  β xi (4)

donde LMi es la cantidad del insumo laboral; α es un costo ijo; β , uno marginal; y xi,
la cantidad producida del bien diferenciado i.
Usando (4), la función de beneicio en la producción de uno de los i bienes ma-
nufacturados es

π  px1  w α  β x1  (j)

En equilibrio, la demanda c1  p1σ P σ 1 µY (g) debe igualar a la oferta x1 .


Podemos entonces sustituir (g) en ( j )

σ
π  pβ1  p1σ P σ1 µY
Y   w α  β  p1σ P σ1 µY  

La condición de primer orden para un máximo nos permite encontrar la relación


entre el costo marginal y el precio (mark-up) que el monopolista ija

 1  σ   p1σ P σ1 µY   σ wβ P σ 1 µYp1σ 1  0



dp1

σ wβ P σ 1 µYp11σ 1
1 σ   p σ P σ 1 µY
1

σ 1
 wβ p11
σ
 1
p1 1    β w (5)
 σ
o bien

σ
p1  βw (k)
σ 1

(k) es el mark-up del monopolista. Éste será mayor mientras menor sea σ (mientras
menos elástica al precio sea la demanda).
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 105

Recuadro 2 (continuación)
Cantidad y precio de la irma manufacturera y número de irmas

Como se asume que las irmas entran y salen libremente del mercado, en el equili-
brio la competencia entre los monopolistas llevará el beneicio a cero.
Igualando (j) a cero y sustituyendo (k) en ella
π  p1 x1  w α  β x1   0

p1 x1  w α  β x1 

 σ 
 σ  1 β w x1  w α  β x1 

σ
β wx1  β wx1  α w
σ 1

x1 
σ  1 α w
σβ w  σ  1 β w
obtenemos el nivel de producción de beneicio cero de la irma productora del bien 1
α
xi  σ  1 (8)
β
Conociendo la oferta xi de la irma, podemos calcular la cantidad Ln1 del factor de
producción trabajo, correspondiente a ese nivel de producción.
Usando (4) y sustituyendo (8) en ella

LM 1  α  β xi

α 
LM 1  α  β  σ  1 
β 
LMMi1 *  ασ (h)

= determinar N , el número de variedades (una por cada irma)


Finalmente, podemos
=
que serán producidas en toda la economía, dado LMi

µ µ =
N= N= = (i)
LMi ασ
donde asumimos, de forma análoga a=lo hecho por Krugman en este artículo, que
LM 1= LM 2   LMn  µ
106 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

=
Finalmente podemos determinar N , el núme- entonces
ro de variedades que serán producidas, dado LMi σβ
CMe σ  1 σ
LM LM   1
N= N= (i) CMg β σ 1
LMi * ασ
Los tres puntos expuestos hasta aquí son ca-
donde LM es la fracción de los trabajadores en la racterísticos del modelo de competencia monopo-
economía que está empleada en la manufactura. lista de Dixit-Stiglitz (1977). Puede decirse que el
Queremos llamar la atención sobre tres resul- modelo centro-periferia de Krugman (1991) es una
=
tados importantes presentes en las ecuaciones (8), versión espacial de aquél, en el que los productores
(h) e (i) están localizados geográicamente, e incurren por
tanto en costos de transporte.
• Dada una estructura de costos (4) y un valor
de σ , el nivel de producción de equilibrio de
cada uno de los monopolistas será x *. Aho- 3.4 Costos de transporte
ra bien, como lo muestra la ecuación (i), si el
sector monopolista ha de expandirse, lo hará El producto agrícola tiene en el modelo centro-pe-
en proporción directa a LM , la fracción de los riferia un costo de transporte nulo, por lo que su
trabajadores actualmente en ese sector; y lo precio es el mismo en todas las regiones. Son los pro-
hará no elevando el nivel de producción x *, ductos del sector manufacturero en competencia mo-
sino aumentando N , el número de varieda- nopolística los que presentan costo de transporte
des ofrecidas. Recuerde el lector que los con- positivo. Este costo está modelizado con un procedi-
sumidores tienen preferencia por la variedad miento de Von Thünen y más tarde de Samuelson,
y que su nivel de utilidad será mayor mientras llamado costo de transporte iceberg, el cual supone
mayor sea N , por lo que una variedad más que una parte del producto se pierde en el trayecto.
será siempre demandada en alguna medida. Si una unidad del bien producido en la localidad j
• Dada una estructura de costos (8), nos dice es enviada a la localidad s, solamente τ  1 uni-
que mientras menos sustituibles sean entre sí dades del bien llegarán a su destino. El producto
las variedades (mientras menor sea σ ), menor “evaporado” en el trayecto implica que el precio
será el nivel de producción de equilibrio x * del mismo bien en s será entonces 1/ τ veces mayor
para cada variedad, y mayor será N , el núme- que en j.
ro de variedades ofrecidas (i). Usando la ecuación (5) del mark-up del mo-
• Por último, para cualquier nivel de produc- nopolista, el precio p * de un bien producido en
ción de equilibrio x *, las economías de esca- j tendrá precio fob (libre a bordo o mill price)
edio
la (captadas aquí como CostoMedio  1 ) serán en j
CostoM arg
arg
mayores mientras menor sea σ . σ
Usando (8) y (h) p j, j  β wj
σ 1
Si
mientras que en s su precio será
LMi * ασ σβ
CMe   
σ 1
σ  1 σ  1
x* α p j ,s  β wj (1)
β σ 1 τ j ,s
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 107

Recuadro 3
Índice de precios de cada región

El costo de transporte está representado en el modelo centro-periferia por τ , un


índice inverso de costo de transporte tipo iceberg: si una unidad de producto es en-
viada a otra región, sólo una fracción τ  1 llegará a su destino.
La fracción (1 τ ) se habrá “disuelto” en el camino.
σ
La ecuación ya conocida p1,1  β w1 deine el precio ijado por un produc-
σ 1
tor de la región 1 para un consumidor de la misma región 1 (mill price o precio fob).
Dado un costo de transporte positivo, el precio para un consumidor de la región
2 será mayor e igual a
σ 1
p1,2  β w1 (1)
σ 1 τ
y esto, para todas las n1 irmas localizadas en la región 1.
El número de irmas ni localizadas en cada región es proporcional a la fracción LMi
de trabajadores manufactureros localizados en i.
Usando (k): LM 1  ασ y asumiendo que LM 1  LM 2  LM 3  ...LMn  µ

LMi
ni  (n)
µασ 1
 N  1σ
Sustituyendo (l) y (n) en el índice de precios P    p j1σ 
1  j 1 
1σ 1σ
 R  L  σ 1  
Pr     s
 β ws  
 s 1  µασ   σ  1 τ r , s  
 
1
1
 σ  R  1σ
Pr   µασ  σ 1
 β    Ls ws1σ τ rσ, s1  (m)
 σ  1   s 1 
(m) deine el índice de precios para cada una de las R regiones.
L
Usando (o) para el caso de dos regiones; si se deine f  1 (y L1  L2  µ ) como
µ
la parte de la fuerza de trabajo manufacturera que está localizada en la región 1, el
índice de precios de cada región será
1
P1   fw11σ  1  f  w21σ τ σ 1  1σ
(17) y (18)
1
P2   fw11σ τ σ 1  1  f  w21σ  1σ

1
 σ 
donde se ha supuesto que(  µασ σ 1  β  1
 σ 1 
108 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Recuadro 4
Salario nominal y salario real de cada región

En el equilibrio, todos los trabajadores agrícolas y manufactureros en cada región.


están empleados; y debido a la libre entrada y salida de las irmas, los beneicios son.
llevados a cero. Por tanto, el ingreso agregado Yi en la región i es

Yi  LMi wi  ϕi 1  µ  (p)

donde Li Mi µ y ϕi i 1


LMi es la fracción de los trabajadores manufactureros que está en la región i, mien-
tras que ϕi 1  µ  es la fracción de los trabajadores agrícolas (inmóviles) radicados
en i.
La demanda total en la región 1 es la suma de todas las demandas individuales
(de cada una de las regiones) c1  p1σ P σ 1 µY (g) a esa región; depende por tanto del
ingreso agregado (p), del índice de precios (m) y del precio de equilibrio
σ 1
  p1i  P  β w1i P2 (k)
σ 1
1 τ
Para encontrar la demanda total en la región 1 de una variedad producida en la
misma región, simplemente sustituimos (k) en (g)
σ
σ σ 1  σ 
c1  x1  p P µY   β w1  Pσ 1µY
 σ 1
1

σ
 σ 
c1,1  x1,1  µ  β  Y1w1σ P1σ 1
 σ 1 
y de manera similar encontramos la demanda total que hace la región 2 de una va-
σ 1
riedad producida en la región 1, sustituyendo ahora p1,2  β w1 (l) en (g)
σ 1 τ
σ
 σ 1
c1,2  x1,2   β w1  P2σ 1µY2
 σ 1 τ
σ
 σ 
c1,2  x1,2  µ  β  Y2 w1σ τ σ P2σ 1
 σ 1 
La demanda total c1 es la suma de c1,1 y c1,2
σ
 σ 
c1  x1  µ  β Y1w1σ P1σ 1  Y2 w1σ τ σ P2σ 1  (q)
 σ 1 
En el caso de R regiones, la demanda total hecha a la región s por las R regiones
(incluida la región s) de un bien producido en s será
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 109

Recuadro 4 (continuación)
Salario nominal y salario real de cada región

σ
 σ  R σ 
  Yr ws Pr τ s ,r 
σ σ 1
cs  xs  µ  β (r)
 σ 1   r 1 
El monto de la demanda total (r) debe igualar en equilibrio al nivel de produc-
ción de beneicio cero, encontrado ya en (8). Nótese, sin embargo, que sólo podemos
igualar (r) y (8) si añadimos la fracción 1/ τ que ha de “evaporarse” en el trayecto, y
que debe ser producida y enviada

 σ 
σ
R  1  α
  Yr ws Pr    xs  σ  1
σ σ 1
cs  xs  µ  β τ s ,r σ 
 σ 1   r 1  τ s ,r   β
Resolviendo ahora esta expresión para w1 obtenemos el salario nominal para
cada una de las R regiones
111 1
 βµ   σ  1   R
σσ
σ
ws        Yr Pr σ 1τ s ,r σ 1  (s)
 α σ  1   σβ   r 1 
El caso particular de (s) para dos regiones será
σ

σ  1  µ  
α σ
β Y1w1σ I1σ 1  Y2 w1σ τ σ 1 P2σ 1 
β  σ 1 
11
 βµ  σ  1
σσ 1
w1    Y1 P1σ 1  Y2 P2σ 1τ σ 1  σ (t)
 α σ  1  σβ
A diferencia del salario nominal wi que está en términos del precio del bien
agrícola (numerario), el salario real está también en términos de los precios de los
bienes manufacturados. El índice de precios exacto, que incluye tanto al bien homo-
géneo agrícola (precio igual a 1, puesto que lo deinimos como el numerario), como
a las variedades manufacturadas (con índice de producción P) será 11 µ P µ  P µ .
Por tanto, el salario real ωs de la región s es el salario nominal en s, ajustado con
el índice de precios exacto de la región s

ωs  ws Ps µ (u)

Y para el caso de dos regiones


ω1  w1 P1 µ
(19) y (20)
µ
ω2  w2 P2
110 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Una primera consecuencia de la localización precios, quedan deinidos cada uno de los R índices
geográica de los productores es que los precios de precios regionales
pueden diferir entre las distintas localidades (re-
1
cuadro 3). Allí donde la mayor parte de los bienes 1
 σ  R σ 1 
1σ
son producidos localmente, el índice de precios P Pr   µασ  σ 1
 β  
 σ  1   s 1
Ls ws
1σ
τ r , s 

será menor. Por su lado, aquellas regiones en las (m)
cuales gran parte de los bienes manufacturados
deben ser importados tendrán un índice de pre- La segunda consecuencia de la localización
cios relativamente más elevado. Desde luego que geográica de los productores es que los salarios
esto atañe sólo a los bienes manufacturados: re- también pueden diferir entre las distintas localida-
cuérdese que en el modelo centro-periferia los bie- des (recuadro 4). Un bien manufacturado produci-
nes agrícolas no incurren en costo de transporte, do en la localidad s será demandado en todas las R
por lo que su precio es el mismo en todas las re- localidades (incluida s misma), por lo que la de-
giones. manda total del bien manufacturado 1 será
Usando (i) podemos determinar que el núme-
ro de irmas (variedades producidas) en cada una σ
 σ  R σ 
  Yr ws Pr τ s ,r 
σ σ 1
de las i regiones, dada la fracción de los trabaja- cs  µ  β (n)
dores manufactureros localizados en ella, será (asu-  σ 1   r 1 
miendo que ( L1  L2  LR  µ )
 σ 
σ
 R P σ σσ1 σ  1x 
cs  xs  µ  β   Yr ws PPr  τs s ,r    xx 
ni 
Li 1  σ 1   r 1  τ s , r  
ασ µ
α
Más aún, el número de variedadesP ni que se  xs  σ  1
β
producirán en cada región será proporcional a la
fracción de los trabajadores industriales Li localiza- Resolviendo ahora para ws obtenemos la
dos en ella. Usando el ejemplo de dos regiones ecuación de los salarios de equilibrio para cada una
de las R regiones
1
n1 ασµ 1
L 
n1 L1
 βµ  σ  σ  1   R σ1 σ 1  σ
1 1
  (9)
n2 1
L  n2 L2 ws     σβ    Yr Pr  τ s ,r 
ασµ 2  α σ  1     r 1  
(o)

El número de irmas del sector monopolista


que es una ecuación de potencial de mercado de
en una región aumenta en la misma proporción
equilibrio general, en la que los índices de precios
que su fuerza laboral: el sector monopolista en una
tienen un papel central y los ingresos regionales
región se contrae o expande produciendo menos o
son endógenos.
más variedades. Si la fuerza laboral en L1 crece, no
El salario real (recuadro 4) queda deinido
se producirán allí más unidades de cada variedad,
con la ecuación
sino más variedades.
Li 1
Sustituyendo (l) y ni  en el índice de ωs  ws Ps  µ
ασ µ (u)
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 111

3.5 Equilibrio instantáneo En estas ecuaciones se ha asumido por simpli-


icación que
Para determinar el ingreso Yr hay que establecer las
condiciones de equilibrio. Como el mercado de tra- ϕ1  ϕ2  1 y
2
111
bajo se vacía (todos los agricultores y los trabajado-
1
 σ   βµ σσ σ  1 
res manufactureros están empleados) y las irmas ασ  β  1
σ 1
     1
entran y salen del mercado hasta llevar los benei-  σ 1   α  σ  1   σβ 
cios a cero, el ingreso total en la región i será LM 1
y también que f 
µ
Yi  LMi wi  ϕi 1  µ  (p) En el equilibrio instantáneo o de corto plazo,
los trabajadores del sector manufacturero no han
donde L i Mi µ y ϕ i i 1 decidido dónde localizarse. Su presencia en una
u otra región es simplemente un dato que se in-
Las ecuaciones (m), (p), (s) y (u) forman un sis- troduce al sistema de ecuaciones. En el siguiente
tema que determina valores de salario, wi; índice de apartado, la localización de los trabajadores será
precios, Pi ; ingreso, Yi ; y salario real, ωi; para cada considerada endógena al modelo, al decidir éstos
una de las regiones (con cuatro ecuaciones para dónde ubicarse en función de los salarios reales ωi
cada región), dada una distribución de los traba- que cada región ofrece. Por el momento, entonces,
jadores agrícolas inmóviles ϕi  y una distribución podemos prescindir de las ecuaciones (19) y (20).
inicial de los trabajadores manufactureros  LMi . Solucionar el equilibrio a corto plazo consiste
Para el caso de dos regiones, las ocho ecuacio- en encontrar los valores de Y1, Y2, P1, P2, w1 y w2
nes que deinen el equilibrio instantáneo serán que satisfacen el sistema de seis ecuaciones, dados
ciertos valores de LM 1 y LM 2 y dados también ciertos
1
Y1  LM 1w1  1 µ  (15) valores de los parámetros µ, σ y τ . Se trata de un
2 sistema de seis ecuaciones no lineales, que no tiene
1 solución analítica. Esto, como se verá, no es obs-
Y2  LM 2 w2  1  µ  (16)
táculo para que el modelo centro-periferia obtenga
2
1
importantes resultados, gracias al uso de simulacio-
P1   fw11σ  1  f  w21σ τ σ 1  1σ (17) nes numéricas.
Para el modelo centro-periferia con sólo dos re-
1 giones, contenido en las ecuaciones (15) a (18) y (v1) y
P2   fw11σ τ σ 1  1  f  w21σ  1σ (18) (v2) hay dos casos que pueden resolverse de mane-
ra sencilla, sin recurrir a simulaciones numéricas: el
1 equilibrio disperso y el equilibrio totalmente aglo-
w1  Y1 P1σ 1  Y2 P2σ 1τ σ 1  σ (v1) merado.
En el disperso, los trabajadores manufacture-
1 ros están distribuidos por partes iguales entre las
w2  Y1 P1σ 1τ σ 1  Y2 P2σ 1  σ (v2) dos regiones: LM 1 1 LM 22 
 1 . Supongamos (adivine-
2
mos) que el equilibrio se logra en w1  w2  1. Si sus-
tituimos estos valores en las ecuaciones (15) a (18),
ω1  w1 P1 µ (19)
encontraremos que
1
1 1  1σ
ω2  w2 P2 µ
(20) Y1 1 Y2 2  112 P1  P2    τ σ 1 
 2 2 
112 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Recuadro 5
Índice de precios de los bienes manufacturados

P, el índice de precios de los bienes manufacturados, es igual a la función del gasto


que compra exactamente una unidad de utilidad.
El problema de minimización del gasto unitario es entonces

min! i pi ci
min!
(e) y (2)
σ
σ 11
σ   σ 1
sa : CM  σ1    i ci σ

σ  
σ
Pudiéndose
σ σ σsustituir (2) por su equivalente
σ
σ 1
1  c
σ σ σ
(2a)
i iσ σ
σ σ
σ σ
1. Con las
σ
condiciones
σ
de primer orden se obtiene la tasa marginal de sustitución
σ σ
σ
ci  pi σ p jσσ c j σ σ
σ
σ
2. Sustituyendo σ(f) enσ(2a) y resolviendo para c
j

σ 1
1  i  p i
σ
j
σ
p c j σσσ
σ σ
σ
σ
σσ σσ σσ
σ
σ σ σ σ1
1  i p i
1σ
p
j
σ 1
cj
σ

σ σ
σ σ σ σ σ σ
1σ σ
σ σ
cj σ
σ
p j
σ 1

σ σ
 p
i i
1σσ
σ
σ
σ σ σ
σ
σ σ σ σ σ
σ σ σ σ σ
Sustituyendo
σ
σ
estos resultados en (v1) y (v2) y sustituyámoslo en las ecuaciones. Obtendremos
σ
encontraremosσ que, efectivamente, σ σ w1  w2  1. Si los valores
σ σ σ σ σ
los trabajadores
σ están distribuidos
σ σ en partes iguales σ σ σ
σ 1 µ 1 µ
entre las dos regiones,
σ
sus salarios
σ
nominales serán
σ Y1  Y2 
σ 2 2
iguales. σ σ σ
σ
En el equilibrio totalmente aglomerado, todos
σ σ σ 1
σ
los trabajadores manufactureros residen en la re-σ
σ P1  1
σ P2 
gión 1 (si todos residen en la región 2 el resultado σ
τ σ
σ σ σ
σ σ σ
será simétrico), por lo que LM 1  1 y LM 2  0. Supon- Sustituyendo estos resultados en (v1) se
gamos esta vez que el σ
resultado
σ
tiene que ser w1  1, σcomprueba que, efectivamente, w1  1. No tie-
σ σ σ
σ
σ σ σ σ
σ
σ σ σ
σ σ σ
σ
σσ σ σ σ σ
σ σ σ
σ σ σ
σ σ σ
σ
σ σ σ

σ
σ σ σ los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 113
σ
σ σ σ

σ
σ σ σ
σ Recuadro 5 (continuación)
σ σ σ
Índice de precios de los bienes manufacturados
σ
σ σ σ
σ
c j  p j σ   i pi1σ  1σ
σ (aa) σ
σ σ σ σ σ σ

3. Sustituyendo (aa) en (e) obtenemos E, la función unitaria del gasto, que es igual a
nuestro índice de precios P σ
σ
σ σ σ σ σ σ
σ σ σ
σσ
σ σ
  σ σ
E   j p j c j   j p j  p j σ  i
p
i
1σ 1σ
σ  
 σ σ σ 
σ σ
σ σ σ σ
El σ σ
σ comprobar
lector σpuede σ que  j
pj 1σ
P 1σ
y que  i
p i
1σ
 1σ
 Pσ
por lo que
σ σ σ
σ σ σ
σ


σ σ σ 1σ σ σ 1σ σ σ σ σ σ
EP j
σ jp P P P σ σ σ
σ σ σ
σ σ σ σ σ
En el σ
apartado σ 3.1 σ“Preferencia
de los consumidores por la variedad” hemos llama-
σ σ σ σ
do la atención sobre un resultado característico
σ de
σ la función
σ σ de utilidad (CES): con-
σ σ σ σ
forme N (el número de variedades en la economía) crece, CM (el nivel de subutilidad
σ
de los bienes σ σ σ crece más que proporcionalmente.
diferenciados)
σ
Ahora bien, siσ asumimos por σ
σ unσ momentoσ
que todos los precios sonσ equivalentes, σ σ σ
σ
obtenemos σ σ σ σ

1
 N 1σ  1σ 1 1
P    pi    Npi   N 1σ p
1σ 1σ
σ
σ
σ σ σ
 i 1 
Compruebe el lector que el índice de precios Ρ opera en el modelo como el dual del
σ
σ
nivel de subutilidad: σ
conforme σ crece,σel índice de precios Ρ decrece (menos que
N
σ
proporcionalmente).
σ La gráica
σ 2 lo muestra,
σ σ usando esta última ecuación.

ne sentido preguntarnos por el salario nominal 4. EvidEnCia EmpíriCa


de los trabajadores manufactureros en la región y ExtEnsionEs
2, puesto que todos ellos residen ahora en la re- dEl modElo CEntro-pErifEria
gión 1. Con la excepción de estos tres casos extre-
mos (dispersión perfecta entre las dos regiones, Se han escrito ya varias reseñas importantes: Otta-
aglomeración completa en 1, y aglomeración viano y Puga (1998), Overman, Redding y Venables
completa en 2) la exploración de los ininitos re- (2001), Head y Mayer (2004) y Redding (2009).
sultados posibles que el modelo puede arrojar Neary (2001) hace además una contribución
habrá que hacerlos con el auxilio de la computa- crítica a algunas características del modelo, al
dora. tiempo que proporciona al lector poco familiari-
114 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Gráica 2
Disminución de P al aumentar N para σ = 6

0.5

0.45

0.4

0.35
P (índice de precios)

0.3

0.25 σ =6
0.2

0.15

0.1

0.05

0
50 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000 2000

zado con el tema una introducción a su funciona- cuado para modelar relaciones entre países. Puga
miento matemático. En el mismo sentido, el libro (1999) incorporó en un solo modelo las dos varian-
de Brakman et al. (2009) tiene la virtud adicional tes —migración de los trabajadores y vinculaciones
de tratar amplia y detalladamente las característi- verticales— de causalidad acumulativa.
cas más sobresalientes del modelo centro-periferia Otra importante extensión es la propuesta
y sus principales extensiones. por Helpman (1995), en cuyo modelo se asume
Tal vez la extensión del modelo más inluyen- completa movilidad de factores. La fuerza de dis-
te sea la propuesta por Krugman y Venables (1995) persión en el modelo base centro-periferia —el sec-
y Venables (1996). En ésta, la causa de la aglomera- tor agrícola inmóvil— es suplantada aquí por un
ción acumulativa no es —como en el modelo base bien local no comerciable: los servicios habitaciona-
centro-periferia— la migración del factor móvil de les. En equilibrio, los salarios reales se igualan aun-
producción (los trabajadores del sector manufactu- que los salarios nominales entre localidades puedan
rero). La presencia de insumos intermedios, eco- diferir, puesto que se ven compensados por los pre-
nomías de escala y costos de transporte hace que cios del bien inmóvil. Esto permite que las fuerzas
las irmas se aglomeren, aunque los trabajadores de aglomeración no sean tan avasalladoramente
manufactureros se supongan inmóviles. Esta ca- poderosas como en el modelo centro-periferia, lo
racterística permite que el modelo pueda generar que ha hecho atractiva la versión Helpman (1995)
salarios reales de equilibrio no iguales entre loca- para el trabajo empírico. La presencia del bien local
lizaciones, lo que lo hace particularmente ade- inmóvil hace que una baja en el costo de transporte
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 115

propicie la dispersión, mientras que su alza llevaría Fally et al.(2008) para Brasil; Moreno-Monroy (2008)
a la concentración (resultados opuestos a los obteni- y Yao (2008) para China; y Lecumberri (2012) para
dos en el modelo centro-periferia). México (recuadro 5, para una síntesis de sus resulta-
Como hemos ya comentado, la no linealidad dos). Siguiendo un método muy cercano y tomando
del modelo centro-periferia hace imposible obte- como unidad geográica los países, Amiti y Cameron
ner resultados analíticos. Para evitar esto, Otta- (2007) toman el caso de Indonesia, usando informa-
viano, Tabuchi y Thisse (2002) han propuesto usar ción que les permite distinguir entre acceso al mer-
preferencias cuasilineales en vez de las preferencias cado inal y acceso al mercado de bienes interme-
elasticidad de sustitución constante (CES) del mo- dios. En todos ellos la asociación entre nivel salarial
delo Dixit-Stiglitz. Esto permite que el sistema ten- (o ingreso per cápita) y acceso al mercado es medida
ga soluciones cerradas, aunque trae consigo algu- con gran claridad. Sin embargo, la simultaneidad
nas limitaciones importantes (Baldwin et al., 2003 y con otros determinantes de la distribución espacial
Redding, 2009). de la actividad económica hace difícil establecer en-
Los trabajos empíricos basados en los modelos tre ellas una relación causal.
de la Nueva Geografía Económica habían sido, hasta Para el caso de México, Lecumberri utiliza
hace pocos años, escasos. Últimamente, una vigoro- —siguiendo a Hanson— la versión Helpman (1995)
sa familia de materiales parece crecer cada vez más. del modelo centro-periferia (recuadro 6). Encuen-
Redding (2009) agrupa estos materiales alrededor tra una mezcla de alta participación de los bienes
de tres líneas de investigación. La primera de ellas locales (el bien habitacional) en el gasto, altos costos
tiene que ver con la predicción, común a los modelos de transporte y baja elasticidad de sustitución entre
de la Nueva Geografía Económica, de que los pre- variedades; la conclusión es que el proceso de dis-
cios nominales de los factores de producción deben persión de la actividad económica es determinado
variar entre localizaciones en función de su mejor o en medida importante por los costos de congestión
peor acceso al mercado. Hanson (1998, 2005) en un (alto costo del bien habitacional en la aglomeración).
trabajo pionero, utiliza las ecuaciones de equilibrio Otras investigaciones, muy cercanas a las an-
instantáneo del modelo centro-periferia en su ver- teriores, han intentado observar los cambios en el
sión Helpman (1995) para investigar si los salarios acceso al mercado al caer los costos de transporte (al
nominales efectivamente siguen la distribución espa- liberarse el comercio entre regiones o países). Dos
cial de la actividad económica. Según el modelo cen- “laboratorios” de estudio han sido identiicados: la
tro-periferia, en presencia de costos de transporte y integración de la economía mexicana a Norteamé-
rendimientos crecientes a escala, los salarios deberán rica, producto de la apertura comercial y del tlCan;
ser mayores en aquellas localidades mejor situadas y la súbita desaparición de la frontera artiicial (po-
con respecto al mercado. Allí donde el acceso al mer- lítica) entre los dos territorios alemanes a partir de
cado es mejor (tanto el mercado local de servicios ha- 1989. En cuanto al primero, ha sido Hanson (1994,
bitacionales, como el de productos manufacturados 1998) quien probablemente más ha incursionado.
comerciados interregionalmente), las irmas pueden En cuanto al segundo, el trabajo de Redding y
pagar mejores salarios. Hanson estima, con la mis- Sturm (2008) es de particular interés. ¿Cómo afectó
ma ecuación, los tres parámetros estructurales del a la distribución espacial de la actividad económica
modelo centro-periferia (elasticidad de sustitución alemana la imposición de la frontera política? La
entre variedades, costo de transporte y proporción respuesta es que las ciudades cercanas a la nueva
del ingreso gastada en bienes manufacturados), en- frontera perdieron parte importante de sus nego-
contrando valores consistentes con lo previsto por la cios a corta distancia, porque sus socios comerciales
teoría. Mediciones semejantes han sido hechas por se quedaron al otro lado. Las ciudades más al oeste
116 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Recuadro 6
¿Puede observarse una estructura salarial espacial en México?

Como hemos comentado en el apartado 4, los modelos de la Nueva Geografía Eco-


nómica predicen que los precios nominales de los factores de producción deben va-
riar entre localizaciones en función de su mejor o peor acceso al mercado. Siguiendo
el trabajo pionero de Hanson (1998, 2005), hemos investigado si efectivamente pue-
de observarse en México una estructura salarial como la predicha por los modelos de
la Nueva Geografía Económica. Al igual que Hanson, usamos la variante del modelo
centro-periferia conocida como el modelo Helpman (1995).
El modelo propuesto por Helpman (H95) conserva lo esencial del modelo
centro-periferia: rendimientos crecientes a escala en una estructura de mercado de
competencia monopólica, costos de transporte, preferencia por la variedad (love of
variety) y movilidad de factores. Tiene sin embargo algunas importantes diferencias
que hay que mantener a la vista:

1. En el modelo centro-periferia el salario de los trabajadores a-


grícolas es tomado como la unidad (el numerario) y siempre
es igual a uno; en el de Helpman 1995 no hay trabajadores
agrícolas.
2. En el modelo centro-periferia los trabajadores agrícolas son in-
móviles entre regiones; mientras que en el modelo de Helpman
1995 todos los trabajadores pueden migrar.
3. En el modelo centro-periferia el producto agrícola se comercia
entre regiones sin costo de transporte, por lo que los precios
se igualan; en el modelo Helpman 1995 cada región tiene una
dotación ija (exógena) de un bien habitacional: mientras más
trabajadores haya en una localidad, mayor será el precio que
pagarán por el servicio del bien habitacional y menor será la uti-
lidad que obtendrán de ello. El incentivo que experimentan los
trabajadores al migrar a la región menos habitada —en la cual
el costo del bien habitacional es menor— es la principal fuerza
de dispersión de este modelo.

En ambos modelos, en el equilibrio instantáneo la localización de los trabajado-


res industriales es exógena (está dada), y los salarios pueden ser distintos en cada
región. Así también, en ambos modelos los trabajadores industriales se mueven entre
regiones en función del salario real, hasta que —en el largo plazo— éste se iguala y
no hay ya incentivo para migrar.
Hanson obtiene una forma reducida de las ecuaciones del modelo de Helpman
(en el Anexo 1 desarrollamos el álgebra de este proceso), que es una función de po-
tencial de mercado en la cual el salario ( w j ) en la localidad j es función del tamaño
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 117

Recuadro 6 (continuación)
¿Puede observarse una estructura salarial espacial en México?

Resultados de la estimación

Coeficient Std. Error t-Statistic Prob.

C(1) -8.566646 1.240820 -6.904018 0.0000

C(2) 0.192441 0.077089 2.496357 0.0126

C(3) -1.572724 0.644168 -2.441483 0.0147

C(4) 3.353514 1.377043 2.435301 0.0149

C(5) 4.029983 1.608220 2.505866 0.0122

C(6) -8.236876 3.729839 -2.208373 0.0273

Effects Speciication

Cross-section ixed (dummy variables)

R-squared 0.834786 Mean dependent var 0.515951

Adjusted R-squared 0.772412 S.D. dependent var 1.463575

S.E. of regression 0.698215 Akaike info criterion 2.347309

Sum squared resid 3011.317 Schwarz criterion 4.279778

Log likelihood -7654.798 F-statistic 13.38370

Durbin-Weston stat 2.291795 Prob(F-statistic) 0.000000

del poder de compra ( Yk ), del tamaño del mercado del bien habitacional ( H k) y del
nivel de los salarios ( wk ), en cada una de las otras k localidades; todos ellos inversa-
mente ponderados por la distancia (e  d jk) que las separa de j.
e
 J σ  µ 11 σ 11 µ  σ 1 τ σ 1d 
ln w jt  c  σ 1 ln   Ykt µ H kt µ wkt µ e jk
  η jt (bb)
 k 1 

donde k son cada una de las noventa y dos regiones en las que se dividió el país. Para
detalles sobre la estrategia de estimación, ver Lecumberri (2012).
Estimamos esta ecuación en un panel con efectos ijos sobre la sección cruzada,
para los 2,427 municipios de México, utilizando los cuatro datos temporales (t) dis-
ponibles en los Censos Industriales 1989, 1994, 1999 y 2004.

 J 8.2 d 
ln w jt  8.6  α j  0.19 ln   Ykt 1.6 H kt 3.4 wkt 4.0 e jk   η jt (cc)
 k 1 
118 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Recuadro 6 (continuación)
¿Puede observarse una estructura salarial espacial en México?

Comparación entre México y Estados Unidos


Parámetros implícitos

Ecuación Hanson-Helpman

σ 1  µ τ σσσ
1σ
11µ1  σ 1  µ 
Estados Unidos 7.597 0.916 1.970 1.152 3.639

México 2.457 0.362 5.653 1.686 1.568

En (cc) hemos anotado los coeicientes estimados de la ecuación (bb); α j son los
efectos ijos (especíicos para cada municipio).
Sustituyendo en (bb) los coeicientes estimados, puede obtenerse a su vez una
estimación de los parámetros estructurales (σ , µ y τ ) del modelo centro-periferia.

Resultados

El primer resultado es que efectivamente puede observarse una estructura salarial es-
pacial acorde con lo predicho por la ecuación de potencial de mercado propuesta por
los modelos de la Nueva Geografía Económica. Como puede observarse en el cuadro
de resultados de la estimación, el ajuste de la regresión es bueno y los parámetros son
estimados con precisión.
El segundo resultado es que la estimación de los parámetros estructurales está
dentro del rango predicho por la teoría: σ  1, τ  1 y 0  µ  1; parece razona-
ble, para el caso de México, encontrar una baja σ (baja elasticidad del precio de la
demanda de los monopolistas), alto costo de transporte τ , y baja µ, la participación
de las manufacturas en el gasto. En el siguiente cuadro se comparan éstos con los
obtenidos por Hanson para Estados Unidos.
En los resultados de México salta a la vista que el peso del bien habitacio-
nal (el bien no comerciable interregionalmente) en el gasto parece ser muy alto:
1  µ   0.0.638.1 Esto hace que el coeiciente correspondiente a la distribución
del poder de compra (c(3) = 1.57) presente —contra lo esperado— signo ne-
gativo,
σ debido a que σ 1  µ   1. En el modelo Helpman, esto implica que las
fuerzas de aglomeración son sobrepasadas por las de dispersión, a pesar de la

1 Mientras que para Estados Unidos parece ser demasiado bajo: 1  µ  = 0.084.

σ
sufrieron esta pérdida de mercados de manera mu- son coherentes con los modelos de la Nueva Geo-
cho más atenuada. Los resultados de este proceso grafía Económica: la frontera impuesta generó una
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 119

Recuadro 6 (continuación)
¿Puede observarse una estructura salarial espacial en México?

baja sustituibilidad de los bienes comerciables (las manufacturas) que deine


σ = 2.457.
La conclusión que proponemos es que, en el período 1989-2004, hubo disper-
sión de la actividad económica, siguiendo la atracción que ejerce el bajo costo del
bien habitacional fuera de la aglomeración: y esto sin importar el alto costo de trans-
porte. O más precisamente: para cualquier valor del costo de transporte, el resulta-
do hubiera sido la dispersión. En otras palabras, durante el período las fuerzas de
dispersión (principalmente el costo de congestión que representan los precios del
bien habitacional en la aglomeración) parecen haber sobrepasado a las fuerzas de
aglomeración (las ventajas que la concentración ofrece a los consumidores amantes
de la variedad y a los productores en busca de la mayor rentabilidad).

Limitaciones

Para inalizar, debemos señalar lo que consideramos tres importantes limitaciones de


la estimación econométrica hecha con la ecuación Hanson-Helpman.
La primera es que, como ha sido ya señalado, el salario nominal regional (salario
medio municipal) usado como la variable dependiente, no sólo está determinado
por la distribución espacial de la actividad económica. La ecuación asume que el
trabajo ofertado es de la misma calidad en todas las regiones, al suponer que la va-
riación en su remuneración está determinada sólo por el potencial de mercado. Esto
es una gran simpliicación.
La segunda es que la distancia geodésica, variable usada como aproximación del
costo de transporte, es enteramente exógena al territorio: se hace abstracción de las
condiciones de la infraestructura, la orografía… En el mismo sentido, las caracterís-
ticas geográicas especíicas de las regiones (amenities) no son tomadas en cuenta, lo
que es también una gran simpliicación.
En tercer lugar, pero no la menos importante, la forma reducida usada está
incompleta. Como puede el lector constatar, la ecuación del índice de precios en el
sistema de ecuaciones del modelo no ha sido incluida en la forma reducida. La razón
de esto es enteramente justiicada: ni en Estados Unidos ni en México contamos con
los datos que permitieran incluir en la estimación los precios regionales. Esta limi-
tación trae como consecuencia otra de no menor importancia: tener que suponer
que la economía se encuentra en equilibrio de largo plazo, al asumir que los salarios
reales regionales se han igualado.

fuerte caída del crecimiento de la población en las (-0.75% anual durante 40 años, equivalente a la caí-
ciudades occidentales cercanas a la nueva frontera da de 1/3 en la población relativa).
120 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

Anexo 1

Las tres ecuaciones de equilibrio del modelo de Helpman (1995) usadas por Han-
son, son:

1. La ecuación salarial de equilibrio (de beneicio cero)


1
τ σ 1 d jk
w j  θ   k Yk e Tk σ 1  σ (*)
 

2. La ecuación de equilibrio a largo plazo, en la que los salarios reales se han igualado
wj w
1 µ µ
 1 µ
k
 ω j  ωk  ... (**)
Pj Tj Pk Tk µ
3. La ecuación que iguala el gasto en el bien habitacional al ingreso por servicios
habitacionales

Pk H k  1  µ  Yk (***)

donde σ  1 y 0  µ  1; Yk es el ingreso en la región k ; Tk , el índice de precios


de los bienes manufacturados en la región k ; Pj es el precio del bien habitacional en
la región k ; y H k es la oferta (exógena) del bien habitacional en la región k .
Con estas tres ecuaciones Hanson (2005) obtuvo su modelo econométrico, el
cual consiste en una forma reducida de las ecuaciones (*), (**) y (***) tal que

w j  f Yk , wk , H k , β 

1. Resolviendo (**) para Tk µ

wk Pj1 µ T j µ
Tk µ  (**a)
w j Pk 1 µ
2. Resolviendo (***) para Pk Yk

Pk  Yk H k 1 1  µ  (***a)

Una segunda línea de investigación es la que mentado, la predicción de los modelos de la Nue-
atiende a la relación entre el acceso al mercado y va Geografía Económica es que un aumento en
la localización10 de las irmas. Como hemos ya co-
10Usamos aquí el término localización en su sentido yor o menor medida. Para una discusión acerca de la dis-
más usual: las irmas pertenecientes al mismo ramo tien- tinción entre los términos aglomeración, concentración y
den a concentrarse geográicamente (a localizarse) en ma- especialización, ver Brakman et al. (2005), inciso 5.2.
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 121

Anexo 1 (continuación)

3. Sustituyendo (***a) en (**a)

wk Pj1 µ T j µ wk Pj1 µ T j µ Pj1 µ T j µ wk


Tk 
µ
 
1  µ  1  µ 
1 µ 1 µ 1 µ
w j Yk H k 1
1  µ  w jYk 1 µ
Hk µ 1
wj Yk 1 µ
Hk µ 1

1 1
 Pj1 µ T j µ  µ 1  Pj1 µ T j µ  µ µ 1 1 1 µ
µ 1 1 µ µ
Tk     wk Yk H k     Yk µ wk µ H k µ
 w j 1  µ    w j 1  µ  
1 µ 1 µ
(**b)

4. Sustituyendo (**b) en (*)


11
σ 11 σ
  1
 
   Pj T j
1 µ µ  µ 1 1 1 µ
µ 
τ σ 1 d jk µ 
w j  θ   k Yk e   Yk wk H k 
µ µ

  w j 1  µ  
1 µ
  
   
1
111 1 µ σ 1  σ
  11 σσσ
µ 111   µ 1σ 1 σ 1
τ σ 1 d jk
wwj  θ  ω j 1 µ  µ   

µ
   YYYYYY
k kk k kk k kk
µ
ee wk H k µ 
µ


  
11 1
 µ 1σ 1 1 µ σ 1 σ 1 σ
  σ 1  µ 1σ 1 σσ  1
τ σ 1 d jkk
w j  θ  ω j µ 1  µ  µ    k Yk µ
H k µ wk µ e 
  
 
1
σ  µ 1 1 1 µ σ 1
 σ 1
 σ
µ τ σ 1 d jk
w j  θ *   k Yk µ
Hk µ
wk e  (HH)
 

(HH) es la ecuación (13) en Hanson (2005)

 J σ  µ 11 σ 11 µ  σ 1 τ σ 1d 


ln w jt  c  σ ln   Ykt µ H kt µ wkt µ e
1 jk
  η jt (13)
 k 1 

el gasto agregado en una localidad llevará a un centiva a la irma a relocalizarse en el mercado don-
aumento más que proporcional en el tamaño relati- de la demanda por su producto es mayor. Típica-
vo de su producción —el llamado efecto del merca- mente, las irmas se sitúan en el mercado grande y
do doméstico (home-market effect). Esto es así porque, exportan a los pequeños. Davis y Weinstein (2003)
en presencia de rendimientos crecientes a escala han medido la relación entre el nivel de produc-
y costos de transporte, el aumento en el gasto in- ción y el nivel de demanda local por países, en una
122 luis quintana romEro y manuEl lECumbErri

muestra de dieciséis países de la oECd. El resulta- ConsidEraCionEs finalEs


do es que la elasticidad de la producción con res-
pecto a la demanda local es de 1.6 (mayor que uno), La Nueva Geografía Económica ha propuesto un
lo que constata la presencia del efecto del mercado campo fértil para la investigación de las fuerzas que
doméstico. La regresión para cada industria (por operan en la concentración de la actividad econó-
ramas a tres dígitos) lleva a conclusiones parecidas: mica en el espacio. La formulación de un gran nú-
en la mayoría de ellas se presenta el efecto del mer- mero de supuestos simpliicadores representa un
cado doméstico (la elasticidad de la producción con reto para la investigación en la medida en que su
respecto al tamaño de la demanda local es mayor levantamiento permitiría evaluar la lexibilidad del
que uno). modelo y su consistencia con un mayor realismo.
La tercera línea de investigación empírica se La falta de evidencia empírica suiciente es
reiere a los equilibrios múltiples. Como ya hemos también un reto para explorar campos aún no tra-
comentado, en los modelos de la Nueva Geografía bajados en estos modelos. En particular, la práctica-
Económica existen rangos de los parámetros estruc- mente nula evidencia para el caso mexicano requie-
turales para los cuales el equilibrio posible a largo re ser atendida.
plazo no es único. La historia y las expectativas de La combinación de los sistemas de informa-
los agentes pueden jugar entonces un papel deter- ción geográfica (sig), econometría espacial y des-
minante. Una intervención pequeña —como la mi- arrollos en el campo de la estadística espacial ofrecen
gración de algunas irmas o de pocos trabajadores, nuevas y poderosas herramientas para buscar alter-
o algún tipo de incentivo gubernamental— puede nativas a los problemas de cálculo que enfrenta la
tener efectos grandes y permanentes en la distribu- utilización de especiicaciones no lineales en el mo-
ción espacial de la actividad económica. La evi- delo de la Nueva Geografía Económica.
dencia empírica en apoyo de esta predicción es Sin duda que sus modelos requieren de un
prácticamente nula. Redding (2009) comenta al- mayor enriquecimiento teórico, analítico y de rea-
gunas investigaciones que parecen más bien con- lismo, pero bien vale la pena recordar, a más de
tradecirla. veinte años de que Krugman publicara su impor-
Siguiendo el trabajo pionero de Davis y Weins- tante artículo de 1991, lo que Peter Neary escribió
tein (2003), un número importante de trabajos a propósito de la tan celebrada aparición del libro
han investigado las consecuencias sobre la pobla- de Fujita, Krugman y Venables (1999), Economía Es-
ción y la industria de la destrucción de las ciudades pacial, hace ya ahora casi quince años:
durante la Segunda Guerra Mundial. Sorprenden-
temente, tanto la población como la estructura in- tanto la fortaleza como las debilidades de la Nueva
dustrial de las ciudades destruidas retornaron en Geografía Económica relejan el hecho de que sigue
pocos años a su equilibrio de largo plazo anterior la tradición de concentrarse en una sola causa del
a la guerra. Es posible que las inversiones en in- comercio y la localización: así lo hizo Ricardo con
fraestructura, la posición de la ciudad en la red de la tecnología, Heckscher-Ohlin con la dotación de
transporte, la propiedad de la tierra urbana y otros factores, Krugman (1979) con la competencia mo-
factores hubieran tenido un peso suicientemente nopolística, y Brander (1981) con la competencia
grande para contrarrestar las desventajas del cho- oligopólica. Modelos como éstos, que eliminan lo
que temporal que lo que signiicó la destrucción de superluo para concentrarse en una sola caracterís-
los bombardeos. tica, son esenciales para la comprensión del mundo.
Y es un logro signiicativo de éste el haber incor-
porado a la lista las externalidades pecuniarias, y
los modElos dE la nuEva gEografía EConómiCa En su origEn 123

haber trabajado en las implicaciones que esto com- Diversity”, American Economic Review, núm. 67,
porta. Ningún modelo mono-causal puede aspirar pp. 297-308.
a captar la complejidad de cualquier problema apli- Fally, T., R. Paillacar y C. Terra (2008), “Economic
cado, y ciertamente no un modelo en el cual el es- Geography and Wages in Brazil: Evidence
pacio es unidimensional, las irmas son idénticas e from Micro-Data”, documento de trabajo,
ininitesimales, y todas las funciones a la vista son de núm. 2008-23, University of Cergy Pontoise.
elasticidad constante o parábolas rectangulares. Así Fingleton y McCann (2007), “Sinking the Iceberg?
que olviden la playera y eviten la película, pero lean On the Treatment of Transport Costs in the
este libro, posiblemente lo mejor que se ha escrito New Economic Geography”, en Fingleton (ed.),
de comercio y localización interregional e interna- New Directions in Economic Geography, Londres,
cional desde Ohlin (Neary, 2000, p. 28). Edward Elgar Publishing Inc.
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La evolución en la distribución del tamaño de la ciudad*

xaviEr gabaix
Finance Department Stern School of Business, New York University
yannis m. ioannidEs
Department of Economics, Tufts University

introduCCión la evolución urbana de las diferentes economías


a través de la persistencia de ciertos patrones en
La evolución de las distribuciones del tamaño de la distribución mundial del tamaño de las ciu-
las ciudades ha sido desde hace mucho tiempo un dades. Consecuentemente, es de especial interés
tema atractivo de investigación para los académicos. para la teoría predecir la ley de Zipf y otras regu-
La existencia de megalópolis, la gran heterogenei- laridades empíricas relacionadas con los procesos
dad en el tamaño de las ciudades, la impresionante urbanos.
estabilidad en la jerarquía entre las ciudades a lo Este capítulo revisa los fundamentos teóricos
largo de décadas e incluso siglos, y el papel de la y el conocimiento acumulado en la discusión sobre
urbanización en el desarrollo económico, han sido la evolución del tamaño de las ciudades, poniendo
características cualitativas —todas ellas relevantes— especial énfasis en la ley de Zipf de las ciudades.
de la estructura urbana mundial. Otra sorprenden- Después de identiicar el récord empírico de la ley
te regularidad, la ley de Zipf de las ciudades (Zipf, de Zipf, el capítulo gira hacia temas técnicos que
1949), ha atraído por sí misma enorme interés a los están asociados con el tipo de evidencia economé-
investigadores. Por lo tanto, es tentador observar trica con la que el análisis empírico de la ley de Zipf
se conduce actualmente, y también con estrategias
más ambiciosas de investigación empírica de la ley
* Este texto fue publicado originalmente en inglés de Zipf a partir de información de las ciudades.
en J.V. Henderson y J.F. Thisse (eds.) (2004), Handbook of Las predicciones de la teoría económica refe-
Regional and Urban Economics, vol. 4, capítulo 53, pp. 2341-
rentes al tamaño de las ciudades, por su proceden-
2378. Se edita en español con el permiso de publicación
de Elsevier núm. de Invoice RP011154, y la traducción de cia, pueden ser clasiicadas en dos tradiciones prin-
Marcos Valdivia López (Crim/unam). cipales, que coexisten y no han sido construidas co-

[125]
126 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

mo mutuamente excluyentes. Una está asociada 2.1 La ley de Zipf: deiniciones


con la economía urbana que incluye, en particular,
las teorías de los sistemas de ciudades. La segunda Si denota el tamaño normalizado de la ciudad i, que
está asociada, de manera más general, con la geo- es la población de la ciudad i dividida por el total de
grafía económica o geografía analítica. La estructu- la población urbana.2 Los tamaños de las ciudades
ra urbana releja importantes fuerzas económicas, son llamadas a satisfacer la ley de Zipf, si para tama-
tales como retornos crecientes, posiblemente en va- ños grandes S, tenemos
rios niveles (que producen fuerzas centrípetas);
a
congestión (que produce fuerzas centrífugas); co- †P  Size  S   (1) ζ
mercio (entre ciudades, al interior de las ciudades e Sζ
internacional); e interacciones de no-mercado. To- donde a es una constante positiva y ζ  1. Esto es el
dos ellos, jugando un papel importante en ambas ζtamaño de la ciudad por el porcentaje de las ciuda-
tradiciones. Estas tradiciones en la literatura gene- des con tamaños grandes es igual a una constante.
ran predicciones acerca del tamaño de las ciudades Una manera aproximada de establecer la ley
que son de alguna manera espaciales, y enfatizan de Zipf, la llamada regla del rango-tamaño, es una

los grados de variación en las diferencias de las ciu- regla determinística que indica que la segunda ciu-
ζ
dades en términos de especialización. Este capítulo dad más grande es la mitad del tamaño de la más
 ζ
hace énfasis en las teorías y aplicaciones que exa- grande; la tercera ciudad más grande es una terce-
minan la evolución de la distribución del tamaño ra parte del tamaño de laζ más grande, y así ζsucesi-
de las ciudades en una economía dada, como un vamente. Entonces, si las ζciudades se ordenan de la
producto de fuerzas que conducen a la aparición más grande (rango 1) a la más pequeña (rango n) y
ζ
de nuevas ciudades y al declive de las existentes. denotamos sus tamaños S1    S( n ) respectiva-
Como lo veremos más adelante, esto también está mente, el rango i para la ciudad de tamaño S(i) es

enfatizado por la investigación en estructura urba- proporcional a la proporción de las ciudades mayo-
 ζ
na más reciente. res que i. Por lo tanto, reescribiendo la ecuación (1)
tenemos: Si   k / ii para cualquier constante k .
Aun cuando la ley de Zipf opera ζ de manera
2. lEy dE zipf y la Cola supErior dE ζ
perfecta, la regla de rango-tamaño es sólo una apro-
la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs ximación,3 pero aun así, es muy útilζpara visualizar
la ley de Zipf.
Iniciaremos estableciendo las ideas y la notación ζ
de la regularidad estadística conocida como ley de
ζ
Zipf para las ciudades. Tan anterior como Auer- mundialmente pueden hacer las comparaciones interna-
ζcionales difíciles. Rosen y Resnick (1980) muestran
ζ
que
bach (1913), se había propuesto que el tamaño de los exponentes Pareto de las distribuciones del tamaño de
la distribución de las ciudades podría ser cercana- ζ
las ciudades tienden a ser cercanos a 1 cuando lasζ aglo-
mente aproximada por una distribución de ley de ζ
meraciones están más cuidadosamente construidas; es
potencia (power law).1 decir que son más cercanos a “las verdaderas” aglomera-
ciones que ζa la deinición administrativa de ciudad.ζ Re-
ζ
gresaremos a este punto más adelante.
1 Es importante señalar que no hay una deinición 2 Para hablar de distribuciones en el estado estacio-

de ciudad universalmente aceptada para un propósito es- ζ


nario, se requiere de una normalización de este tipo.
tadístico. En el contexto de los Estados Unidos, tal inves- 3 Gabaix (1999a, proposición 4) para una propo-

tigación ha sido llevada a cabo con datos propiamente de sición precisa de la regla rango-tamaño, y la bondad de
las ciudades y con datos para las estadísticas de las áreas ajuste que uno puede esperar de ella. La regla de rango-
metropolitanas. Las diferencias en los datos disponibles tamaño es una buena aproximación para las ciudades de
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 127

Figura 1
Log tamaño vs. log del rango para las 135 áreas metropolitanas de E.U. (1991)

5
4.5
4
3.5
log del rango

3
2.5
2
1.5
1
0.5
0

5.50 6.50 7.50 8.50 9.50

log de la población

Fuente: Resumen Estadístico de E.U.

Para hacer esto, podemos tomar un país (por Unidos enlistadas en el Resumen Estadístico de Es-
ejemplo los Estados Unidos), y ordenar sus ciuda- tados Unidos 1994.4 El resultado es algo muy pare-
des por población: Nueva York tiene el rango 1; cido al de una línea recta. Además, si ajustamos una
Los Ángeles, el rango 2. Después dibujamos una regresión lineal se obtiene
gráica, conocida como la gráica de Zipf (igura 1):
sobre el eje de las y, colocamos el log del rango In Rank = 10.53 – 1.005 In Size < (0.010) (2)
(Nueva York tiene un log rango ln 1, Los Ángeles
tiene un log rango ln 2); y sobre el eje de las x, el con los errores estándar entre paréntesis, y con una
log de la población de la correspondiente ciudad R2 de 0.986. La pendiente de la regresión lineal es
(el cual será llamado el “tamaño” de la ciudad). muy cercana a 1 y está medida con una muy alta
Después, como Krugman (1996a, p. 40), conside- precisión. Viendo los niveles de la regresión, se ob-
ramos las 135 áreas metropolitanas de los Estados serva que se reproduce de manera muy cercana la

4 El Resumen Estadístico de los Estados Unidos en- ζ

alto rango, pero no para las ciudades más grandes. Por lista todas las aglomeraciones urbanas con un tamaño su-
ejemplo, la regla de rango-tamaño establece que la ra- perior a 250,000 habitantes. El exponente ζ es sensible
zón de la ciudad más grande respecto a la segunda más al punto de corte que se escoge, como el anteriormente
grande es 2. Pero la ley de Zipf implica que esta razón señalado, para seleccionar las ciudades. Regresaremos a
es ampliamente variable; en realidad tiene un intervalo esto más adelante y a una posible explicación en la sección
de conianza de 95% igual a [1, 20]. Esto viene del teo- 2.4 de este capítulo. La literatura estadística (Embrechts,
rema de Rényi, descrito en la sección 2.2.2 de este capí- Kluppelberg y Mikosch, 1997) ofrece procedimientos pa-
tulo, el cual dice que P(S(1)/S(2)>x)=1/x para toda x>1. ra seleccionar los puntos de corte óptimos, pero éstos no
S0 [1,1/.05]. Entonces [1, 1/0.5] es el más pequeño inter- son, hasta donde sabemos, usados en el contexto de las dis-
valo de conianza a 95% para S(1)/S(2). tribuciones del tamaño de las ciudades.

ζ
ζ

128 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs


regla del rango-tamaño. Como será discutido más que son independientes de S.6 Estas condiciones se-
adelante, las leyes de potencia, como la reporta- rán algunas veces referidas como la ley de Gibrat
ζ
da en la ecuación (2), reproducen muy bien las para medias y la ley de Gibrat para varianzas res-
distribuciones del tamaño de las ciudades. De pectivamente.
ζ
todos modos, es importante aproximar el tema ri-
gurosamente en términos de argumentos econo-
ζ
ζ
métricos. 2.2 Métodos estadísticos para medir
ζ
Nuestraζ revisión de la literatura sobre la evo- los exponentes de las leyes de potencia
lución de las distribuciones del tamaño de las ciu- ζ

dades enfatiza las condicionesζ teóricas o empíricas En esta sección discutiremos por qué el exponente
bajo las cuales alguien puede replicar con precisión de la ley de potencia ζ es extremadamente difícil de
las regularidades empíricas de las distribuciones del estimar con información del tamaño de las ciuda-

tamaño de las ciudades en el mundo. Estamos inte- des y el lugar que ocupan. Embrechts, Kluppelberg
ζ
resados en teorías económicas con fundamentos de y Mikosch (1997) proveen una muy útil revisión de

decisión que predigan la regularidad empírica de los diferentes métodos. Presentaremos los dos más
la ley de Zipf como también de otras, pero no seña- ζ
usados, la regresión Zipf y el estimador Hill. Am-
lamos que la evidencia basadaζ en las distribuciones bos presentan
ζ
diicultades importantes que deben
del tamaño de las ciudades pueda ser ζusada para la tenerse en mente.
discriminación entre esas teorías.
ζ ζ ζ
Algunas deiniciones son las siguientes. Ley 
ζ
de potencia (power law)ζ es una función de distribu- 2.2.1 El método de la regresión de Zipf
†P  Size  S  ~ a / S ζ ††para una S grande.
ción del tipo P y sus diicultades ζ
El número positivo ζ es llamado el exponenteζde ζ
la
 
ley de potencia.
ζ La literatura algunas veces usa el Con n ciudades ordenadas por tamaño S1   S
término de ley de Pareto (respectivamente el expo- S  S( n ), la regresión Zipf ajusta una regresión por mí-
ζ
nente Pareto) en vez de ley de potencia (respectiva- nimos cuadrados ordinarios (MCO) del log rango i
ζ 
mente exponente de la ley de potencia). La ley de sobre el log tamaño Si  del tipo (2).

Zipf es la proposición de que ζ  1.5
La ley de Gibrat establece que la tasa de cre- †ln
ln † = A  ζ n ln
ii  ln Sii (3)

ζ
cimiento de una entidad económica (empresa, fon-
do común de inversión, ciudad) de tamaño S tiene Este procedimiento es el que se usa más en la
ζ
una función de distribución con media y varianza,
ζ
ζ
literatura empírica.

Uno puede mostrar que para n
grande, el coeiciente ζ n tiende con probabilidad 1
ζ ζ al verdadero ζ .
5Esta deinición implica que la varianza de S sea Su ventaja es que da una bondad visual de ζ
ininita para toda ζ†ζ  2 , y la media sea ininita para ζ†ζ  1. ajuste con la ley de potencia. Para muestras gran-
Estrictamente hablando, esto es imposible, ya que la dis- ζ

tribución S está acotada por debajo (por el total de pobla-


des, como los de datos inancieros, es razonable-
ción urbana en el caso de tamaños absolutos, o en 1 para mente precisa; sin embargo, hay diicultades ζ con
el caso de tamaños normalizados). Entonces, unaζ dei-
nición más rigurosa debería establecer que la densidad
es… para toda S en el rango [S1, S2], sobre la cual la ley 6
ζ
Algunas veces esto es usado en la literatura para
ζ
de potencia aplica, y p(S)=a'/S S+1 pueda arbitrariamente referirse a que la distribución de las tasas de crecimiento
ubicarse. Empíricamente, este rango [S1, S2] incluye las de las empresas de tamaño S es independiente de S, no
cien ciudades más grandes. sólo en el primer y segundo momento.
ζ 

la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 129


 ζ

muestras pequeñas. A continuación  mostraremos tándar nominales bajos se debe a que el procedi-
un análisis Monte Carlo de este fenómeno. miento de ordenación crea correlacionesζ positivas
 ζ
Fijamos n, el número de ciudades, y selec- entre los residuales, mientras que el error estándar
 de ciudades 
cionamos n tamaño independientes e bajo MCO asume que los errores son independien-
idénticamente distribuidas (iid) Si desde unaζley de tes. Por lo tanto, el monto total del error es subesti-
potencia exacta con coeiciente 1.7 Tal es  que la ley mado por MCO. Realmente, se puede mostrar que

de Zipf se reproduce perfectamente ζ
en nuestras el error estándar verdadero es
simulaciones de tipo Monte Carlo. Tomemos por
ejemplo una muestra n = 100. Tendremos entonces  var (ζ n )1/ 2 ~ ζ (2 / n)1/ 2 para una n muy grande (4)
un exponente ζ medio E ζ 100   00.94, 9 por lo que el
procedimiento de MCO en promedio subestimará
el valor de ζ , en este caso por un monto de 0.06. En el cuadro 2, replicamos el estudio con la
Una manera de interpretar el origen de este otra aproximación MCO-base usada en la literatu-
sesgo es la siguiente: el valor esperado de la razón ra; esto es regresiones del log tamaño sobre el log
entre SS(1(1)) y/ S( 2 ) es 0.5, pero el intervalo de conianza rango ζ
a 95% más pequeño para S(1) / S( 2 ) es [1, 20] (ver nota
3). Típicamente, el valor de S(1) estará por arriba del 
ln SSii  = A ' α n †ln †i (5)
valor esperado por una regresión con pendiente 1. ζ
ζ
En otras palabras, el tamaño de la ciudad más gran- Para una n muy grande, bajo la hipótesis nula
de se observará “muy grande”. El mejor ajuste por

de una ley de potencia con exponente ζ ,α n tiende a
MCO corregirá  esto si la pendiente se hace ζmenos α†αn= 1 / ζ . Los resultados son similares para aquéllos
inclinada, de tal forma que el mejor ajuste del valor
del cuadro 1. La estimación para α es ahora ses-
n
de ζ n será menor que el valor verdadero de ζ . gada hacia arriba. Los orígenes de este sesgo  hacia
La regresión por MCO reporta en promedio 
arriba son presumiblemente los mismos que aque-
un error estándar σ nominal ζ 100   0.013, pero el error llos de un sesgo por debajo de ζ n , cuando α †α  1 / ζ . 
1/ 2 
estándar verdadero σes †var inal
ζ∂100
100   0.13; entonces, Los errores estándar verdaderos sobre α n son li-
un intervalo de conianza a 95% para ζ n es [0.68, 
geramente  altos que
más  aquellos sobreζ , por lo
 n
1.20], cuando una evaluación ingenua de MCO nos que si uno escoge un procedimiento de MCO, la
llevaría a esperar un intervalo [0.974,1.026]. Esto regresión (3) es preferible que la regresión   (5).
 
muestra que los errores estándar nominales reporta-   Concluimos  discutiendo
 una diicultad asocia-
dos en una regresión por MCO considerablemente da con una regresión Zipf aumentada.  La literatura
   
subestima el verdadero error estándar sobre la es- reporta
 regresiones
  del log rango, ln i, contra log
timación del coeiciente. Como resultado, tomando tamaño, ln Si  y su cuadrado  
  
la estimación por MCO de los errores estándar tal   
cual, nos llevaría a rechazar la ley de Zipf frecuente- ln  a  b ln †Si  + c (ln
lni†i =   S i  )
2  (6)
mente. Para referencias, reportamos los resultados
de simulaciones Monte Carlo en el cuadro 1 y las Un coeiciente c estadísticamente diferente
 de  
asociadas estimaciones de la ley de Zipf para n =20,  
cero es interpretado como un alejamiento a la ley
50, 100, 200, 500. La razón  de aquellos errores es- de Zipf. Pero muy bien podría ser un artefacto esta-

 dístico. Para mostrar esto, realizamos simulaciones

7 Concretamente, seleccionamos  Monte Carlo, como las mencionadas arriba, con n
n i.i.d variables u
distribuidas uniformemente   en [0,1] y construimos los ta-i ciudades seleccionadas a partir de una ley de Zipf.
  
maños como Si  1 / ui y los ordenamos. Corremos (6) y contabilizamos la frecuencia en la
  
   
 
  
   
  
130 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs


ζ

Cuadro 1
 Estadísticos de MCO
ζ para el coeiciente ζ n de la regresión (3)
considerando que la ley de Zipf se cumple perfectamente ζ  1
ζ

valor del número n 
20 500 100 200 500
para las ciudades de la muestra ζ

  
media de ζ n  0.900 0.920 0.940 0.9600 0.9800

media nominal
 0.048 0.023 0.013 0.0078 0.0037
y error estándar de MCO para ζ n


error estándar verdadero de ζ n 0.280 0.180 0.130 0.0980 0.0630
  
aproximación al error estándar
0.310 0.200 0.140 0.1000 0.0630
verdadero de ζζnn: 2 / n  ζ

intervalo de conianza
de 95% para ζ n [0.37, 1.43] [0.57, 1.27] [0.68, 1.20]
ζ [0.77, 1.15] [0.85, 1.10]
ζ  

Los valores fueron obtenidos a partir de una simulación de Monte Carlo de 20,000 permutaciones para cada valor de n. Bajo una dis-
ζ ζ n en la tabla es multiplicado por ζζnn: 2 / n, lo cual es una
tribución de la ley de la potencia con exponente ζ ,el valor para el estadístico
ζ
aproximación asintótica al verdadero valor del error estándar de ζ n discutido en el texto.
 ζ
cual la estadística t sobre c es mayor que 1.96 en tér- Todos los errores estándar nominales son muy ba-
ζ
minos absolutos, el cual nos llevaría ingenuamen- jos y, en particular, el coeiciente c aparece muchas
te a detectar una desviación a la ley de Zipf. Para
veces como signiicativo siendo cero. ζ

n =20, 50, 100, 200 y 500, encontramos un coei- Para concluir, si uno quiere basarse en una
ciente c estadísticamente signiicativo 65, 78, 85, 90 
estimación por MCO  para estimar ζ , la vía más
y 93% de las veces respectivamente. Entonces, en segura es usar una simulación Monte Carlo con el
la regresión por mCo en la ecuación (6) se encon- tamaño de muestra n, con la inalidad de encontrar
trará un coeiciente c estadísticamente signiicativo, un valor esperado del sesgo y el verdadero error
aun si la ley de Zipf se reproduce perfectamente. estándar del estimador. Se puede también obtener
Este hecho nos lleva a pensar si es apropiado recha- el valor del sesgo interpolando a partir de los cua-
zar la ley de Zipf bajo la base de evidencia econo- dros 1 y 2, y desde la ecuación (4) tomar el valor de
métrica de signiicancia estadística de un término ζ n 2 / n como un estimadoζ del error estándar.8
cuadrático en la regresiones mCo de rango contra
el logaritmo del tamaño. Regresaremos a este pun- 2.2.2 El estimador (máxima verosimilitud) Hill
to en la discusión de Black ζy Henderson (2003). ζ
Conjeturamos que la razón por la cual en la Un procedimiento alternativo es el estimador Hill
regresión (6) el coeiciente c es típicamente hallado de ζ ,el exponente Pareto en ecuación (1) (Hill,
ζ
con signiicancia estadística es la misma por la que 1975). Bajo la hipótesis nula de una ley de poten-
mCo tiene un bajo error estándar nominal sobre el cia perfecta está el estimador máxima verosimili-

término ζ en la regresión (3). O sea que las corre-
laciones positivas entre residuales que son introdu-

cidas por el ordenamiento
 causan que el verdadero 8
Más cuadros están disponibles en Gabaix y Ioan-
monto de ruido en la regresión esté sobreestimado. nides (2003).
   

   

 
   

 
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 131

 
ζ
Cuadro 2
 Estadísticos de MCO
ζ para el coeiciente α n de la regresión (5)
considerando que la ley de Zipf se cumple perfectamente α  1 / ζ  1

valor del número n
20 50 100 200 500
para las ciudades de la muestra

   1.140 1.080 1.050 1.0300 1.0200
media de α n

media nominal
0.065 0.029 0.016 0.0086 0.0039
y error estándar de MCO para α n


error estándar 
verdadero de α n 0.330 0.200 0.140 0.0990 0.0630

aproximación al error estándar


0.310 0.200 0.140 0.1000 0.0630
verdadero de αζnn: 2 / n ζ

intervalo de conianza
[0.51, 1.76] [0.69, 1.47] [0.78, 1.33] [0.84, 1.23] [0.89, 1.14]
de 95% para α n
ζ
ζ
 
Los valores fueron obtenidos a partir de una simulación de Monte Carlo de 20,000 permutaciones para cada valor de n. Bajo una
distribución de la ley de la potencia con exponente ζ , el valor para el estadístico α n en la tabla es multiplicado por 1 / ζ ฀ 2 / n , lo cual
es una aproximación asintótica al verdadero valor del error estándar de α n discutido en el texto.
ζ    
tud. Para una muestrade n ciudades
 con tamaños Un error estándar consistente usa la desvia-
S1    S( n ), el estimador es ción estándar de las pendientes
  1/ 2
 n 1  n 1   2 

ζ  (7)   i 1  i
τ  1 / ζ  
n 1 
 
 i 1 ln S(i) ln S(n)   σ n (1 / ζ )  


n2
  (n  1) 1/ 2

Hereda las propiedades de eiciencia de un  
 
estimador de máxima verosimilitud.9 Una estima-  

ción del error estándar 1 / ζ es construido de la si- Si 1 / ζ > σ n (1 / ζ ) ζ ∼ ) , el método delta da un
guiente manera. Se calculan las pendientes locales 


τ i  i ln  i   ln
ln †S(i) 
lnS†S(ii+1)
1
para cada i =1,…, n 1. El teo- error estándar sobre ζ
rema de representación Rényi sobre estadísticas or- 1/ 2
 n 1   2 

denadas (ver por ζejemplo, Reiss, 1989, pp. 36-37)  2   i 1  i
τ  1 / ζ  
muestra que τ i son variables exponenciales i.i.d.,

σ n (ζ )  ζ     (n  1) 1/ 2 (8)
 1
 n2 
Pτ i  τ   e ζτ para τ†τ  0.ζ , siendo la media
con †P  
ζ  
empírica de las pendientes τ i
Las propiedades del estimador Hill en mues-
ζ 1 tras initas pueden ser muy preocupantes. Em- Em-
1 n 1nln
†  
11 i
ζ  † τi i  brecths et al. (1997, pp. 330-345) discuten esto en
n  11
ln 
gran detalle. La razón central para las malas pro-
9 piedades no-asintóticas del estimador de Hill es que
Como discutiremos más adelante, Dobkins y Io-
annides (2000) en realidad reportan estimaciones del ex- la distribución verdadera puede tener la expan-
ponente Zipf obtenido por medio de este estimador. sión, para S grande
132 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

diicultades en mente, comentaremos una obser-


G S   P  Size  S   ζ  ζ γ  0  ζ γ  (9)
a b b
††G vación metodológica adicional antes de proceder a
S S S 
revisar los resultados empíricos.
b
y †γ  0 . Los términos ζ γ introducen un sesgo 2.3 Una nota metodológica: “estime, no pruebe”
S
que puede ser muy grande en muestras pequeñas10
Antes de evaluar la evidencia empírica, será útil
 bγ
E ζ   ζ E[1 / S(γi ) ] tener en mente un señalamiento de Leamer y Le-
  a vinsohn (1995). Estos autores sostienen que en el
Entonces, el error estándar nominal (8) del contexto de la investigación empírica en comercio
estimador Hill puede también considerablemente internacional, hay mucha energía usada en ver si
subestimar la estimación de error verdadera, ya que una teoría ajusta perfectamente a la realidad. En
pasa por alto el término de sesgo. vez de ello, los investigadores deberían orientarse
Un número de estimadores han sido pro- hacia la reproducción de regularidades, siendo és-
puestos para dar respuesta a estos temas, pero mu- tas necesariamente no-absolutas. En otras palabras,
chos años de investigación todavía no han otorgado “estimen, no prueben”. La principal cuestión de la
alguna solución consensuada para estos problemas. investigación empírica debería ser qué tan bien ajus-
El estado del arte pueden ser procedimientos so- ta una teoría, en vez de preguntarse si la teoría
isticados no-lineales como los impulsados por ajusta o no perfectamente a la realidad (es decir sin
Beirlant et al. (1999), Embrechts, Kluppelberg y los errores estándar). Con un conjunto de datos in-
 
Mikosch (1997) y Feuerverger y Hall (1999). Estos initamente grande, uno podría rechazar cualquier
procedimientos a menudo estiman directamente teoría no tautológica. Consistentemente con esta
los parámetros ζ , b y γ en la expansión (9). Pero apreciación, algunos de los debates sobre la ley de
a
esto es todavía una agenda de investigación activa.  en términos de qué
Zipf deberían ser considerados
Sería interesante tener un estudio economé- tan bien o mal, las teorías ajustan, en vez de ver
trico completo de este tema con la inalidad de eva- si pueden o no ser rechazadas. Por ejemplo, si la
luar qué tan sesgado es el problema.11 Con estas investigación empírica establece que los datos están
típicamente bien descritos por una ley de potencia
con exponente ζ  [0.8, 1.2], entonces esto es un
10 Para dar la intuición del resultado, daremos la
resultado útil: ya que se dirige a buscar explicacio-
siguiente derivación heurística. Llamemos yi =ln G(Si ),
nes teóricas de por qué esto debe ser cierto. Asimis-
donde G(x) es la función de distribución contra-acumu-
lativa verdadera escrita en (9). Entonces, yi es una varia- mo, si la investigación futura establece un grado de
ble exponencial estándar, y el teorema Rényi implica que conianza para la ley de Gibrat, entonces la teoría
ui =i ( y(t)
 t   †y (t-
t 1)
son exponenciales estándar i.i.d. Pero, debe ajustarla dentro del grado de conianza que
 
 
G ' S i   
Si G ' Si  Si   Si 1  bγ 
los datos ofrecen.12
ui  i  
Si   Si 1  i   ζ  γ τ i
   
G S G  S   S i   
  aSi  
2.4 Resultados empíricos sobre ciudades
i i

   bγ 
tal que ζ  E[τ i ]1  ζ  E[1 / S(γi ) ]
a
 problema de sesgo puede ser muy impor-
11 Este Antes de proceder con la revisión de los resultados
tante en datos  inancieros (Beirlant et al., 1999), como empíricos, deseamos subrayar un importante tema
 de los orígenes del comportamiento de la
también teorías
ley de potencia en datos inancieros. Gabaix et al. (2003)
dan la bienvenida a la posibilidad de un término sesgado 12 Deseamos agradecer a Henry Overman por sus

b / S ζ γ sugerencias con esta discusión.


la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 133
 

 

 está tra-
sobre datos. Para el análisis importa si uno cuentra un coeiciente Zipf de 1.105, pero otro de
tando con aglomeraciones urbanas (es decir áreas 0.854 para las aglomeraciones urbanas. 14
metropolitanas) o con información propiamente de  en el exponente de
La dispersión estimada
ciudades. Conceptualmente, la entidad apropiada Zipf es grande. Algunos interpretan esto como una
es la aglomeración urbana como una economía ur- evidencia a medias de la ley de Zipf; sin embargo
bana, pero con frecuencia los datos internacionales queremos recordar que en el cuadro 1 mostramos
sólo están referidos a datos de las ciudades. Uno una dispersión larga de los exponentes esperada
esperaría que el exponente ζ debe ser mayor para bajo la ley de Zipf. Considerando
 el promedio de
la ciudad que para la aglomeración urbana; en esto, las estimaciones del exponente, observamos que el
las aglomeraciones urbanas no están limitadas por valor promedio ζ no es exactamente igual a 1; más
divisiones administrativas y por tanto sus distribu- bien está típicamente en el rango [0.85, 1.15]. Con-
ciones son más probables de tener una cola supe-  describen bien la
cluimos que las leyes de potencia
rior más larga. Este punto, en su origen realizado regularidad empírica, con un exponente Zipf típi-
por Rosen y Resnick (1980), ha sido recientemen- camente alrededor de 1. Más aún, predecir un va-
te revisado por Brakman et al. (1999), y Brakman, lor en un rango [0.8, 1.2] puede ser incluido en la
Garretsen y Van Marrewijk (2001). Este último re- lista de criterios usados para juzgar el éxito de las
porta comparaciones usando datos internacionales teorías urbanas.
(ibid., pp. 206-208, 220-221).13 Reconociendo estas Dobkins y Ioannides (2000) reportan estima-
diferencias, y al menos que sea indicado lo contra- ciones en MCO de ζ , que son obtenidas siguiendo
rio, los términos urbano y aglomeración usados son la ecuación (3) con secciones cruzadas repetidas del
sinónimos a lo largo del libro. censo de Estados Unidospara las áreas metropo-
Numerosos estudios con evidencia empírica al litanas. Sus estimaciones disminuyen de 1.044 en
interior de los países y en comparativos internacio- 1900, a 0.949 en 1990. Ellos también reportan
nales apoyan la ley de Zipf. Rosen y Resnick (1980), estimaciones por máxima verosimilitud de las dis-
Brakman, Garretsen y Van Marrewijk (2001) y Soo tribuciones de la ley de potencia,considerando la
(2003) son los estudios empíricos comparativos in- ecuación (7) con la misma información, las cuales
ternacionales más completos. Estos estudios fueron disminuyen de 0.953 en 1900, a 0.533 en 1990.
típicamente conducidos considerando la ecuación Cuando estos autores usan sólo la mitad superior
(3). Rosen y Resnick examinan las distribuciones del de la muestra, una práctica que está presente en
tamaño de las ciudades de 44 países en 1970. El pro- algunas otras estimaciones de la ley de Zipf (por
medio del exponente de Zipf es 1.13, con una des- ejemplo, Fujita, Krugman y Venables, 1999, capítu-
viación estándar de 0.19, en casi todos los países, ca- lo 12), la estimación de ζ declina de 1.212 en 1990,
yendo entre 0.8 y 1.15. Brakman et al. (1999, 2001, con 56 áreas metropolitanas de la muestra entera,
pp. 206-208, 220-221, respectivamente) muestran a 0.993 en 1990, con 167 áreas metropolitanas en
qué datos de las ciudades están asociados con ma- la muestra. Gabaix (1999b) reporta una estimación
yores exponentes Zipf (media = 1.13, D.E. = 0.19, igual a 1.005, usando las 135 más grandes áreas
N=42) y cuáles, con datos de aglomeraciones urba- metropolitanas en 1991, tal como están reportadas
nas (media = 1.05, D.E. = 0.21, N=22). Soo (2003)
actualiza estos resultados sin alterar los básicos, y en-
14 El procedimiento no-paramétrico de los coeicien-

tes Zipf de Soo estimados entre países produce una distri-


13 La información disponible se encuentra en la pá- bución que es muy cercana a la normal con las variaciones,
gina de Internet de las Naciones Unidas: http:/unstats. siendo mejor las explicadas por variables de política econó-
un.org/unsd/citydata. mica que por las variables de geografía económica.
134 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

en el Resumen de Estadísticas de los Estados Uni- Las aproximaciones para estimar la ley de Zipf
dos (igura 1). que hemos discutido anteriormente están basadas
A pesar del extraordinario ajuste de la ley de en trabajar con una distribución de las ciudades en
Zipf con los datos de las ciudades de los Estados estado estacionario y por lo tanto requiere de al-
Unidos, persisten los problemas. Resultados no- guna noción de estabilidad del proceso estocástico
paramétricos de Dobkins y Ioannides (2000) y un inherente. Las diicultades con deiniciones con-
hallazgo de un término cuadrático signiicativo en sistentes de ciudades a lo largo del tiempo hacen
la regresión log rango tamaño (de acuerdo con la difícil que se dependa completamente de los datos
ecuación (6) reportado por Black y Henderson, del panel. Sin embargo Black y Henderson (2003)
2003) continúan generando dudas genuinas sobre y Dobkins y Ioannides (2000, 2001) trabajan con
la validez de la ley de Zipf como una descripción dichos datos. Por otro lado, Ioannides y Overman
de la entera distribución del tamaño de las ciuda- (2003) constituyen el primer intento de usar la ley
des para los Estados Unidos. Retomaremos este de Gibrat para probar la validez de la ley de Zipf.
tema más adelante cuando revisemos dos recientes Discutiremos este trabajo más adelante.
y relevantes estudios. Uno es de Duranton (2002), Deseamos llamar la atención del lector hacia
quien compara resultados de simulación de un las fuentes de información que no han sido com-
nuevo e interesante modelo que utiliza escaleras de pletamente exploradas. Algunos historiadores han
calidad (quality ladders) con las distribuciones empí- producido fascinantes series de poblaciones urba-
ricas para Estados Unidos y Francia, y explica ale- nas que son reportadas en Bairoch (1988), Bairoch,
jamientos de la ley de Zipf en ambas partes inales Batou y Chevre (1988), Van der Woude, De Vries
de las distribuciones. El otro estudio es de Rossi- y Hayami (1990) y De Vries (1984). La impresión
Hansberg y Wright (2003), quienes desarrollan un casual de estos autores es que en algunas décadas,
modelo de sistemas de ciudades que considera una ciudades grandes crecieron más rápido que ciu-
ley de Zipf en algunos casos especiales y también dades pequeñas, pero en otras décadas, ciudades
explica alejamientos de la ley de Zipf en ambas par- pequeñas crecieron más rápido. Esto sugeriría que
tes inales de la distribución. la ley de Gibrat para medias se sustenta sólo para
Black y Henderson (2003) examinan el des- promedios en el largo plazo. Pero desde nuestro
empeño de la ley de Zipf con información del siglo punto de vista, nadie ha usado tal información sis-
xx de la distribución del tamaño de las ciudades temáticamente, y esto merece ser considerado para
de los Estados Unidos. Su crítica a la ley de Zipf se su análisis.15
basa en una regresión del logaritmo del rango de la Queremos hacer notar que la ley de Zipf tam-
ciudad contra el logaritmo del tamaño con datos de bién ha mostrado ajustarse para el conjunto de dis-
áreas metropolitanas. (Sus datos diieren poco de tribuciones del tamaño de empresas. Axtell (2001),
los usados por Dobkins y Ioannides). Los resulta-
dos muestran que el coeiciente de Zipf disminuye 15 También hay otra conexión interesante entre

de 0.861 en 1990 a 0.842, cuando todas las ciuda- la ley de Zipf y el principio de jerarquía de Christaller,
des son usadas; y se incrementa de 1.01 en 1990 a que establece que si una industria está presente en una
cierta ciudad, ésta tenderá a estar también presente en
1.18 en 1990, cuando solamente el tercio más alto ciudades grandes. Mori, Nishikimi y Smith (2003) mues-
del tamaño de la distribución es usado. Su estima- tran que esto implica una correlación negativa entre el
ción del coeiciente c del término cuadrático en la promedio del tamaño de las ciudades que recibe a una
industria y el número de esas ciudades. Ellos denominan
ecuación (6) es estadísticamente signiicativo. Sería
esto como la regla de tamaño número-promedio. Los au-
muy útil revisar estos temas con los errores descri- tores proveen de evidencia empírica sobre este nuevo e
tos en la sección 2.2.1. interesante hecho estilizado.
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 135

Figura 2
Log frecuencia ln g (S) vs. log tamaño ln S del tamaño de las empresas de E.U.
(por número de empleados) para 1997

10-1

10-4
frecuencia

10-7

 -10
10  
   
   
 10-12 

   
 1 10 
102 103 104 105 106

 tamaño de la empresa (empleados)



La estimación de mínimos cuadrados ordinarios nos da una pendiente de 2.059 (s.e.=0.054; R2=0.992. Esto corres-
ponde a una frecuencia g(S) ~ S-2.059.
Fuente: Axtell (2001).

Okuyama y Takayasu (1999) presentan evidencia bre las empresas predeciría que muchos detalles
para Estados Unidos y Japón respectivamente. La deben importar en la distribución. Costos ijos, cos-
igura 2 reproduce la distribución de Axtell (2001). tos marginales crecientes o decrecientes, el tipo de
Si la densidad contra-acumulada de la distribución competencia, el costo y los beneicios de integración
†G (x)
x   a / xζ , la densidad, su derivada es †g(x)
   aζ / x deben inluir en la distribución del tamaño de las
† a / x , tal que un diagrama de la densidad log vs. el ta-
1ζ
empresas. Este punto de vista se pregunta vehe-
maño log muestra una curva asociada con pendien- mentemente por qué todos estos detalles deberían
te (1+ζ ) : ln g (x) = (1+ζ ) ln x + constant. Axtell tener los valores apropiados para generar una ley
(2001) encuentra ζ = 1.059 (error estándar, 0.054) de Zipf. Sin embargo, los modelos de crecimiento
para los cinco millones de empresas de los Estados aleatorio ofrecen una manera simple de entender
Unidos reportadas por el Censo 1997. Por lo tanto la ley de Zipf. También, y aunque en crecimiento
uno puede sin problemas decir que, excepto para aleatorio, parece sugerir que en el largo plazo las
muy pequeñas o muy grandes empresas, el tamaño empresas y la irmas se comportan con retornos
de las empresas en Estados Unidos sigue compor- constantes a escala; se necesitaría de una caracte-
tándose bajo una ley de Zipf. Éste es un interesante rística que no fuera de retornos crecientes a escala
hallazgo porque muchos de los temas conceptuales para generar empresas y ciudades en un primer
que se derivan de las ciudades también se derivan momento con una ventaja inicial (por ejemplo, cos-
de las empresas. La mayoría del trabajo teórico so- tos ijos). Quizás la similitud de las empresas y las
136 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

ciudades ayudaría a dar guía para una nueva forma crecen aleatoriamente con la misma tasa de creci-
de teorizar. En cualquier caso, esta fuerte evidencia miento esperada y la misma varianza (ley de Gibrat
de una ley de Zipf para las empresas debería incre- para medias y varianzas de la tasa de crecimiento),
mentar de igual manera la probabilidad de que las entonces el límite de la distribución del tamaño de
ciudades estén sujetas a una ley de Zipf. las ciudades converge a una ley de Zipf. Seguiremos
aquí este tratamiento de Gabaix (1999b), quien tam-
bién discute las consecuencias de las desviaciones
3. CrECimiEnto alEatorio y lEy dE zipf de la ley de Gibrat.
Especíicamente, la distribución del tamaño
Un primer intento formal de obtener leyes de po- de las ciudades convergirá a G(S), dada por la ecua-
tencia y, consecuentemente, la ley de Zipf en par- ción (1), si la ley de Gibrat se sostiene para los pro-
ticular, es Simon (1955). Asume que la población cesos de crecimiento de las ciudades, esto es si las
urbana crece por incrementos discretos o trozos tasas de crecimiento de las ciudades están idéntica-
(lumps). Un lump nuevo se convierte en una nue- mente distribuidas, independientemente del tama-
va ciudad, con alguna probabilidad; o éste incre- ño de la ciudad, y con una media igual a la media
menta una ciudad existente con una probabilidad de la tasa de crecimiento del total de la población
que es proporcional al tamaño de la población de urbana. Es relativamente sencillo veriicar esta idea.
1  γ t 1
i
la ciudad. Simon obtiene una distribución de ley Supongamos que es el crecimiento de la ciudad
i i i i
de potencia como límite de este proceso, pero el i: St 1  γ t 1St . Si las tasas de crecimiento
i†: son va-
1  γ t 1
modelo genera una ley de Zipf como un caso espe- riables aleatorias independiente e idénticamente
cial. Dobkins y Ioannides (2001) conirman los atri- distribuidas con una función de densidad f (γ ), y
butos generales del modelo de Simon, esto es que la dado que el tamaño promedio normalizado17 debe

probabilidad de las nuevas ciudades que aparecen permanecer constante e igual a 1, γ f  γ  d γ  1, en-
en la vecindad inmediata de las viejas ciudades y
γ γ γ 0
que conducen a aglomeraciones urbanas grandes tonces la ecuación de movimiento de la distribución
va en aumento respecto al tamaño de la ciudad γ las γtasasγde crecimiento expresadas en términos
de
existente. El modelo de Simon enfrenta varios pro- de una función de distribución contra-acumulada γ γ
γ
blemas serios. En el límite donde puede generar la de Sti ,†Gt ( S )Ses γ γ
γ
t
ley de Zipf, el modelo no converge bien y requiere 
que el número de ciudades crezca indeinidamen- S
Gt 1  S   Gt   f (γ )d γ † γ γ
te, de hecho tan rápido como el crecimiento de la 0 γ  γ γ γ
población. Gabaix (1999b) y Krugman (1996b) de- γ
tallan estos problemas.
crecimiento aleatorio han gozado de una renovada popu-
laridad en física. Análisisγ interesantes
γ están incluidos en
3.1 De la ley de Gibrat a la ley de Zipf Levy y Solomonγ(1996), Marsili y Zhang (1988), Zanette
y Manrubia (1997), Malcai, Biham y Solomon (1999) y
Enseguida discutiremos una variante de las teo- Sornette (2001).
17 Se tiene
E  γ   1, si todas las ciudades siguen la
rías de crecimiento aleatorio que se basa en Gibrat ley de Gibrat. La condición más general para la E  γ   1
(1931).16 La conclusión es que si diferentes ciudades es que las ciudades en el rango relevante tengan una tasa
de crecimiento que  es independiente
 del tamaño, y que su
tasa de crecimiento sea igual a la tasa de crecimiento  
del
16 El primer modelo económico con una ley de po- total de la población urbana. Gabaix, Ramalho y Reuter

tencia puede ser Champernowne (1953). El tratamiento (2004) elaboran en este punto, en un contexto más gene-

matemático clásico es Kesten (1973). Estos procesos de ral, que permite crecimiento y desaparición de ciudades.



γ γ γ
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 137

γ γγ γ γ
γ en estado estacionario G, si
Su distribución El exponente local Zipf que está asociado con la
existe, satisface distribución límite (o límite de la distribución) está


S γ γ dado por p  S , t   0, que puede ser derivado y
G  S   G   f (γ )d γ † γ t
0 
γ estar dado por

2
Es fácil veriicar que †G  S   a / S —donde † γ γa / S µ (S ) S σ ( S )
γ †ζ  S   1  2 2  2 (12)
es una constante— satisface esta ecuación. Gabaix σ ( S ) σ ( S ) S
(1999b) examina con más detalle las condiciones
precisas que generan la ley de Zipf. donde µ ( S ) es relativo a la media global del tamaño
de todas las ciudades.
La contribución teórica de Gabaix ofrece una
3.2 Desviaciones de la ley de Gibrat oportunidad para probar directamente el origen
de la ley de Zipf en la forma de la ley de Gibrat para
3.2.1 Desviaciones que afectan la distribución las tasas de crecimiento de las ciudades. La aproxi-
mación empírica de Ioannides y Overman (2003)
Reconociendo la posibilidad de que la ley de Gibrat permite para un crecimiento de una ciudad depen-
podría no reproducirse de manera exacta, Gabaix der del tamaño de la ciudad y variar de acuerdo
(1999b) también examina el caso donde las ciuda- con la ley expresada en la ecuación (10) de arriba.
des crecen aleatoriamente con tasas de crecimiento Lo anterior les permite a estos autores veriicar la
esperadas y desviaciones estándar que dependen validez de la ley de Gibrat, y ésta parece ser con-
de su tamaño. Esto es, el tamaño de la ciudad i en irmada. Reproducimos los resultados en la igura
el tiempo t varía de acuerdo con 3. Los autores usan la ecuación (12) para estimar
directamente los exponentes de Zipf locales. Como
dSt vimos antes, la estimación directa de ζ ( S ) se ha tor-
 µ  St  dt  σ  St  dBt (10)
St nado complicada para implementarla a través de
procedimientos paramétricos, pero estimaciones no-
2
donde µ ( St ) y σ ( St ) denotan, respectivamente, paramétricas permiten alcanzar tales objetivos. Es
que la media instantánea y la varianza de la tasa de por esta razón que la propuesta de Ioannides y
crecimiento de un tamaño de ciudad S, y Bt es un Overman (2003) es seguramente, hasta la fecha, la
movimiento browniano convencional. En este caso, conirmación empírica más fuerte de la validez de
el límite de la distribución del tamaño de las ciu- la ley de Zipf, usando datos de los Estados Unidos
dades convergirá hacia una ley con un exponente para las áreas metropolitanas.
Zipf local, Sus hallazgos también pueden ayudar a ex-
plicar dos interesantes características de la distribu-
S dp ( S )
ζ S    1 ción del tamaño de las ciudades. Primero, y como
p ( S ) dS ya fue indicado, las estimaciones del exponente de
Zipf para las ciudades de los Estados Unidos de-
donde p(( S ) denota la distribución estacionaria de S.
clina a lo largo del tiempo. Gabaix (1999b) sugiere
Trabajando con la ecuación Kolmogorov asociada
que una posible explicación para este declive en el
con la ecuación (10) se obtiene
(11) exponente de Zipf es que hacia el inal de un perio-
  1  2
do, ciudades más pequeñas entran, y éstas tienen
t
p  S , t     µ  S  Sp  S , t   
S 2 S 2
σ 2  S  S 2 p  S , t   un exponente Zipf local menor. Las estimaciones


138 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

Figura 3
Estimación no paramétrica de la media y la varianza de la tasa de crecimiento
del tamaño de la ciudad S como función del tamaño S

tasa media de crecimiento


0.08
tasa media de crecimiento

0.06
0.04
0.02
0
-0.02
-0.04
-0.06
-0.08

0 0.002 0.004 0.006 0.008 0.01


población normalizada (S)
(a)

  varianza de la tasa decrecimiento


0.12
tasa media de crecimiento

0.1
0.08
 
0.06
0.04
0.02

0 0.002 0.004 0.006 0.008 0.01

La igura muestra una simulación utilizando intervalos de conianza de 95%.


Fuente: Ioannides y Overman (2003)

de Ioannides y Overman muestran que esta últi- se encuentra merodeando entre 0.8 y 0.9 para la
ma sugerencia podría ser correcta. Segundo, com- mayor parte del rango de valores del tamaño de las
paraciones de estimaciones no-paramétricas de la ciudades, y que después se incrementa y inalmen-
relación entre log rango y log tamaño para una es- te cae, es consistente con este patrón. Estos autores
timación convencional paramétrica sugieren que concluyen que, al menos para la cola superior de la
la pendiente de la función contra-acumulativa de- distribución, el supuesto de Gibrat está realmente
biera incrementarse absolutamente y para después veriicado, aunque este tema requiere más investi-
decrecer en la parte superior inal del rango de va- gación.
lores, tal como Black y Henderson (2003); Dobkins Nosotros también ofrecemos una explicación
y Ioannides (2000) documentan. El hallazgo de Io- simple por este achatamiento de la curva de Zipf
annides y Overman de un exponente Zipf local que (exponente ζ bajo) para pequeñas ciudades, lo cual
 
 


la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 139
  

   

  
    
en efecto signiica muy pocas pequeñas ciudades. 
Gibrat, ε it es independiente e idénticamente distri-

Es concebible que éstas tengan una varianza larga
  grandes. La varianza  a lo largo del tiempo, mientras que µ  X it ,t 
 buido
en contraste con las ciudades 
es constante. Examinaremos las consecuencias  de
decrecería con ciudades pequeñas, y después asin-
relajar estos

supuestos. 




tóticamente alcanzaría  una “varianza piso” para  


 
 Reversión
ciudades grandes, lo cual podría ser debido al he-   a la media vs. raíz unitaria

cho de que ciudades grandes todavía tuvieran una  
en el proceso evolutivo  

industria base muy diversiicada, como sugerirían      
 
los casos de Nueva York y Los Ángeles.  Primero, continuaremos asumiendo una constan-
Usando la ecuación  (12) en el caso prototípi-  te µ  X ,pero también examinaremos   las conse-
it ,t
co, donde todas las ciudades tienen la misma tasa 
cuencias del supuesto de un ε it i.i.d.  Suponemos
de crecimiento, lo cual fuerza a †µ  S   0 para los ta- una estructura 
estocástica de la forma ε it  bit  ηi ,t 1
1 2 2  2 
maños normalizados, da † ζ  S  σ12 
( †ζ)†ln
ln Sσ ( S1)/ σln
†lnS,σ 
S donde bit es i.i.d. 
 it sigue un proceso estocástico
2
1 2 2  2  y η 
†ζ †S σ
(con)( /)†ln†
†ln
ln†√S (SS ) // σ
†σ †lnl †SSS 0 en el dominio donde la vo- 
†ln
ln† estacionario.  Esto da

latilidad decrece con el tamaño. Entonces, esto po- 
t   
tencialmente explicaría por qué el coeicienteµζ es 
t  †SεSS†itit
ln
ln 
ln S†τSSi ,,00 
†ln
ln µ t  bis  ηit  ηi 0
 (14)
bajo para los tamaños pequeños.  1  s 1

  t 
 El término µ t  bis en η la ecuación anterior
 
pro-
    
3.2.2 Desviaciones de la ley de Gibrat  s  1
 

porciona una raíz unitaria en el proceso   de la tasa
que no afectan la distribución
  
de crecimiento, lo cual asegura convergencia hacia
 la ley de Zipf. El término η  it puede tener
 cualquier
  
En esta sección veremos que el proceso Gibrat bási-
estacionariedad  (siempre y cuando    las colas  de
co puede ser debilitado de manera importante. Pri-
ε it sean menos gruesas que en la distribución Zipf).18
mero, el crecimiento urbano puede acomodar un      
Esto signiica que para que una ley de Zipf opere, el
amplio rango de procesos de crecimiento, siempre   
proceso de evolución de la ciudad  (14) puede  con-
y cuando éstos contengan una raíz unitaria con res-
tener un componente medio de reversión, siempre
pecto al logaritmo del tamaño de la ciudad: en par-   
que éste contenga un componente de raíz unita-
ticular, ciertos procesos de crecimiento pueden te- 
ria diferente de cero. Entonces, las regresiones
ner algún componente de reversión hacia la media
(mean-revert) (sección 6.1), siempre que los determi-
nantes en sí mismos no estén correlacionados con el
18 Ofrecemos una desviación heurística de este
tamaño, y tengan mean-revert en el largo plazo.
hecho. Supongamos que el proceso es †St  Bt H t donde
Para examinar estos hechos analíticamente,
dBt †d/ Bt /Bt  bt d† dBzt es un†dmovimiento browniano con
dBσt /†dz
usaremos notación de tiempo discreto yescribiremos  cero deriva (drift) en un proceso Gibrat simple, y H t  eητ
  es un proceso estacionario independiente que sigue una
µ t
ln †
ln  n S†Si ,t1  
SεSitit  lln
ln 
µ X it ,t
,t 
 ε it

(13) difusión.
escribir
 St está relejado en la cola inferior. Podemos
la siguiente ecuación de Kolmogorov, y ver que
 †p  B, H   aB 2 f ( H ) es una solución, si a es una constante
donde X it es un vector, con variaciones en el tiem- y f (H) es una distribución en el estado estacionario de H.
 de características de la ciudad i; µ  X ,t es la Es altamente probable, aunque no hemos intentado pro-
po, it ,,tt
barlo, que ésta es la única solución para valores grandes
tasa de crecimiento esperada de la ciudad i como
de B. Si H tiene leyes de potencia menos gruesas que 1,
una función de condiciones económicas en el tiem- †E[ H ]  , entonces †PP  S  x   aE  H  / x
 por ejemplo, si E
po t; y ε it es ruido blanco. En este simple modelo de y la ley de Zipf se ajusta a la realidad.




140 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

de crecimiento de un término con mean-reversión El caso (1.ii) signiica que “buenas” caracte-
(valor-medio) es a priori compatible con la ley de rísticas pueden ser temporales. Por ejemplo, tener
Zipf —siendo el elemento crucial la presencia de buenas y mejores políticas iscales o más población
un término de raíz unitaria. Entonces uno puede educada podrían ser temporales, en tanto que las
imaginar que la siguiente generación de análisis políticas públicas o las capacidades cambien. Si (1.i)
empírico de las ciudades podría basarse en la sois- o (1.ii) prevalecen, podría observarse cómo se dan
ticada literatura econométrica sobre raíces unitarias las regresiones de crecimiento mencionadas en la
t ฀
desarrollada en las pasadas dos décadas y reseñada sección 6.1. Si [µ  X , t   µ ] es no estacionaria,
it
por Stock (1994).
  s 1
entonces tenemos el caso:
(2) ciudades con las características “correctas”
Predicción económica
 dominarían, y la distribución del tamaño de las ciu-
  dades divergiría.
Ahora examinaremos las consecuencias de una no
Esta divergencia podría variar lentamente. Por
constante µ  X it ,t  en (13). Esto es motivado por la
 ejemplo, supongamos que la ciudad número 50
literatura empírica sobre crecimiento urbano (ver
 
sección 6.1), la cual obtiene una predicción del va-
está dotada con una ventaja permanente que la
 hace crecer a una tasa más alta฀ que el resto de la
lor para el crecimiento urbano µ  X it ,t  como una
población urbana a una tasa de crecimiento anual
función de un vector de características X it de la ciu-
 de 1%. Esto implica que la ciudad número 1, en
dad i. En
 términos
 de la sección anterior, esto se
 magnitud, requiere T  ln (50)
traduce en  4000 años para al-
0.01
t canzarla.
ηit  ηi ,0  [ µ  X it , t   µ ]  Entonces se necesita una extraordinaria y
s 1  persistente ventaja para asegurar esta divergencia
donde µ es elpromedio de la tasa de crecimiento. en la distribución. De alguna manera es improbable
En relación con el párrafo anterior, la ley de Zipf que, con la ayuda de los cambios tecnológicos o de
 
requiere que η
  it sea estacionaria. Analicemos el sig- la política pública dirigidos, tales ventajas puedan
niicado económico de esta condición η  it que es es- persistir sin que decaigan o sean alcanzadas. Esto,
tacionaria si  y la evidencia de la ley de Zipf, sugieren que (2)
  
no es posible, y más bien debemos estar en casos
 
(1.i) para una µ X  it ,t 
ija es suicientemente como (1.i), (1.ii) o en ambos. Sería extremadamente
revertida hacia la media, o interesante que en la literatura empírica sobre cre-
 
(1.ii) para una ciudad dada i, las X it son su- cimiento urbano se determinara esto, y examinara
icientemente revertidas hacia los valores medios. más en detalle el mecanismo por el cual (1.i) o (1.ii)
ocurren, como uno pueda conjeturar que lo hacen.
 que la dependencia
El caso (1.i) dice   
sobre t
indica que alguna característica permanente puede
tener impactos que son buenos en algunos  perio- 3.3 Modelos económicos que arrojan
dos de tiempo, y malos en otros. Por ejemplo, la una ley de Gibrat
 
importancia de la temperatura depende de la dis-
ponibilidad de los sistemas de calentamiento o aires Se puede argumentar que un reto mayor para la
acondicionados. La proximidad a los depósitos de teoría urbana es producir modelos que generen
 un factor de crecimiento en algunas déca-
hierro es una ley de Gibrat, al menos aproximadamente. El
das, y un factor de declive en otras. modelo dominante de estructura urbana, que son
 


la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 141

el enfoque de sistema de ciudades (Henderson, o productividad puede en sí misma provenir de un


1974, 1988) y la Nueva Geografía Económica (Fu- proceso de crecimiento aleatorio. Este resultado se
jita, Krugman y Mori, 1999) en sus formas puras, extiende al caso de las ciudades diversiicadas con
fallan en el objetivo de predecir una ley de Zipf y de producción de bienes no comerciables. Es de espe-
hecho también en una ley de potencia.19 rarse que el análisis en Córdoba (2003) motive en
Gabaix (1999b) ofrece un modelo simple de un futuro inmediato mayor investigación sobre
impacto de amenidades para las ciudades, las cua- los modelos económicos compatibles con la ley de
les pueden causar migración entre ciudades que a Gibrat.
su vez causa impactos poblacionales que son pro- Rossi-Hansberg y Wright (2003) retoman las
porcionales a la población existente. Cuando ta- ideas de la teoría del sistema de ciudades de Hen-
les impactos de amenidades son independientes e derson (1974) y su aplicación en el crecimiento
idénticamente distribuidos, las condiciones de la ley urbano en Black y Henderson (1999) para desarro-
de Gibrat son satisfechas. Gabaix (1999b) examina llar un modelo donde la estructura urbana elimi-
cómo las extensiones del modelo pueden ser com- na retornos crecientes locales a escala para obtener
patibles con externalidades sin límites positivas o retornos constantes en el agregado. Esto se logra
negativas. a partir de un modelo donde la producción local
En un trabajo reciente, Córdoba (2003) exa- toma lugar con funciones de producción Cobb-
mina sistemáticamente las condiciones para la ley Douglas y retornos constantes a escala en capital y
de Zipf y concluye que “la ley de Gibrat no es una servicios laborales. Los servicios laborales son pro-
explicación […] pero es la explicación”. En otras pa- ducidos usando trabajo simple y capital humano en
labras, la ley de Gibrat es una condición necesaria una función de producción tipo Cobb-Douglas. Las
para la ley de Zipf. En el modelo de equilibrio de ciudades se especializan completamente en la pro-
Córdoba, las ciudades están especializadas y produ- ducción de diferentes productos. La productividad
cen una mercancía. Las ciudades aparecen debido total de los factores, afectando la producción local,
a las externalidades marshallianas y no hay costos es producida al estilo de los modelos de crecimiento
de transporte. Córdoba muestra que la ley de Zipf endógeno (Lucas, 1988; Romer, 1990) a partir del
surge una vez que se tenga una trayectoria de creci- capital humano total y del trabajo total en la ciudad
miento balanceado. Interesantemente, esto es sólo bajo funciones de producción Cobb-Douglas; esta
posible si: productividad es afectada multiplicativamente por
un shock exógeno y es externa a cada irma. Sus es-
1. los consumidores tienen preferencias Cobb- peciicaciones conducen hacia un componente crí-
Douglas tico del modelo, en el que el tamaño óptimo de la
2. los efectos externos marshallianos tienen ciudad, que es el tamaño que maximiza el producto
elasticidades iguales neto de los costos de traslado, implica que los cos-
tos totales de traslado (de la fuerza laboral) en cada
Si las preferencias o la productividad tienen ciudad son una fracción constante al producto total
una distribución de ley de potencia, uno obtendrá de la ciudad. Esto implica a su vez que el tamaño
una ley de potencia para el tamaño de las ciudades. óptimo de la ciudad es proporcional al cuadrado
Esta distribución de ley de potencia de preferencias del producto promedio del trabajo. El modelo ad-
mite una trayectoria de crecimiento balanceado en
19 el que el crecimiento es positivo aun cuando el cre-
Para el segundo, véanse varias revisiones impor-
tantes de Fujita, Krugman y Mori (1999), tales como Anas cimiento de la población es cero. Además, a lo largo
(2001), Davis (2002) y Neary (2001). de la trayectoria del crecimiento balanceado, la tasa
142 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

de crecimiento de cada ciudad puede ser escrita crezca por debajo del promedio en el futuro, y
en términos de tres componentes: uno es propor- que lo opuesto sería cierto para las pequeñas ciu-
cional a la tasa de crecimiento del capital humano dades. Por lo tanto, habría relativamente pocas pe-
por persona en cada tipo de ciudad; el segundo es queñas ciudades y las grandes ciudades no serían
proporcional a la tasa de crecimiento del impacto lo suicientemente grandes. Consecuentemente, el
de la productividad total de los factores de cada in- alejamiento del log del rango del tamaño de ciuda-
dustria; y el tercero es proporcional al exceso de des de una línea recta asociada a la ley de Zipf es
la productividad total de los factores contemporá- como la encontrada con los datos de Estados Uni-
neos sobre una suma ponderada de realizaciones dos. Por supuesto es gran progreso en el esfuerzo
pasadas de las productividades totales de los facto- por proveer una plausible microfundamentación
res. Entonces, el crecimiento acelerado del capital de la ley de Zipf para las ciudades, al deliberar bue-
humano produce ciudades grandes, mientras que nas noticias para todos los lados. Sin embargo, la
el crecimiento acelerado de la población conduce a ley de Zipf puede ser el resultado, como un caso
ciudades pequeñas. especial de una muy importante clase de modelos,
La proposición 4 en Rossi-Hansberg y Wright de aquellos que son inspirados por el enfoque de
(2003), caracteriza la emergencia de la ley de Zipf un sistema de ciudades que es aumentado con ele-
en exactamente dos casos restrictivos. Un caso se mentos adaptados de la teoría de crecimiento en-
obtiene si el capital humano no es usado en pro- dógena.

ducción y la tasa de crecimiento del impacto de la ฀
productividad total de los factores es independien-
3.4 Leyes de potencia en ambos extremos
te del tiempo. Aquí, los impactos de productividad
de la distribución del tamaño de las ciudades:
son permanentes y producen incrementos perma- ฀
crecimiento aleatorio con composición exponencial
nentes en el nivel de la productividad marginal
del trabajo, haciendo que su tasa de crecimiento
sea independiente de la escala. Un segundo caso Reed (2001, 2002) y Reed y Hughes (2002) pro-
se obtiene si la producción industrial se da a partir ponen una variante interesante de los procesos
de un modelo AK, donde no hay capital humano de crecimiento aleatorio, que es obtenida por un
y la producción es lineal en capital físico; todo el ca- movimiento browniano geométrico compuesto con
pital se deprecia después de la producción, no hay la distribución exponencial y con las siguientes ca-
crecimiento de la población y los impactos de pro- racterísticas. Un supuesto de Gibrat de movimiento
ductividad son temporales. Así, los impactos de browniano geométrico, pero con media y varian-
productividad tienen un efecto permanente sobre za instantánea constante, y dado un estado inicial
la productividad marginal del trabajo a través de la S0, dejando que el proceso corra para un tiempo
acumulación de capital humano. Si ninguna de las ijo T, obtiene un tamaño ST que es distribuido log-
condiciones de arriba es satisfecha, Rossi-Hansberg normalmente. Sin embargo, si el tiempo T es distri-
y Wright (2003) demuestran que la tasa de creci- buido exponencialmente —por ejemplo, si las ciu-
miento de las ciudades exhibe una regresión al va- dades desaparecen a una tasa Poisson δ — entonces
lor medio, y que la desviación estándar del tamaño una distribución de ley de potencia es obtenida en
de las ciudades se incrementa con la desviación es- la cola superior, lo cual es esperado, pero también
tándar de los impactos de las industrias. Esto es que una ley de potencia es obtenida en la cola inferior.
si una ciudad es grande, y deinida por haber ex- Entonces, el resultado es una doble Pareto, con
perimentado una historia de impactos de produc- diferentes exponentes de la ley de Pareto arriba y
tividad arriba del promedio, puede esperarse que debajo del umbral, el cual está dado por la condi-
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 143

ción inicial S0. Reed (2002) ofrece alguna evidencia pensar sobre estos temas. Llamemos A a un índice
de que esto es relevante empíricamente, en el caso de ventajas naturales de una ciudad, por ejemplo,
de que la cola inferior de la distribución tenga una su proximidad hacia la costa o el tamaño de los ríos
distribución del tipo P†P ( S  x)  x y †para y  0. La que están cercanos. Considérese que el producto de
hipótesis de una tasa de muerte diferente de cero es una ciudad i con amenities (ofertas) Ai es FK  Ai , K i , Si 
probable que sea relevante en la cola inferior de la con F exhibiendo retornos constantes a escala res-
distribución. Esperamos que alguna investigación pecto a todos sus argumentos: K i es el monto de
futura sea estimulada por estas contribuciones. capital, y Si la cantidad de trabajo en la ciudad i.
Suponiendo que es un modelo sin aleatoriedad, e
igualando los productos marginales a lo largo de
4. otras ExpliCaCionEs EConómiCas las ciudades, da FK  Ai , K i , Si   r y FL  Ai , K i , Si   w,
dE la lEy dE zipf adEmás dE la lEy dE gibrat donde r y w son los precios de renta del capital y el
trabajo, respectivamente.
En principio, la distribución del tamaño de las ciu- El supuesto de retornos constantes a escala da
dades puede satisfacer la ley de Zipf aun si la del cre- FK  Ai , K i , Si   FK 1,,Si // AAii,,SSii // Ai  tal que las solu-
cimiento de la ciudad no satisface la ley de Gibrat. ciones son del tipo K i  kSi y Li  lSi. La población
Una posibilidad, sugerida por Krugman (1996b), de la ciudad i es proporcional a las ventajas natu-
es que la presencia de la ley de Zipf en carac- rales.
terísticas de geografía física que son relevantes pa- Si la distribución de las ventajas naturales a lo
ra las propiedades de los sistemas urbanos que se largo de las ciudades es una ley de potencia con
adaptan a ellos pueden causar que el tamaño de las exponente ζ A (es decir que hay una b tal que
ciudades también obedezca a tal comportamiento. †P  Ai  A   bbAζ A para A grandes), entonces obte-
Otras teorías pueden predecir distribuciones esta- nemos P  St  S   P( Ai  S / l )  b  b( S / l ) ζ A  S ζ A
bles para el tamaño de las ciudades como resulta- tal que la distribución de la población es una ley
do de procesos de crecimiento determinísticos o de potencia con exponente ζ A : ζ S  ζ A. Entonces,
aleatorios, que podrían satisfacer la ley de Zipf. Por si tenemos  evidencia de que ζ A  1, tendríamos   una 
ejemplo, las teorías de los sistemas de ciudades tipo explicación de la ley de Zipf.
Henderson no son incompatibles con la ley de Zipf Obviamente, es necesaria más investigación
para las ciudades, por lo que la causa real de la ley para validar esta hipótesis. Una de la diicultades
de Zipf para las ciudades podría ser encontrada a lo es que el enlace entre, digamos, el lujo del  río f 
largo de los determinantes del tamaño de las ciuda- y la correspondiente amenidad económica A, que
des (Henderson, 1988). entraría en la función de productividad, no es ob-
via.
Deberíamos tener A  f o A  f β para alguna
4.1 Ley de Zipf para ciudades proveniente β  1? Esto importa, si uno puede mostrar que si f
de una ley de potencia de ventajas naturales es una ley de distribución de potencia con expo-
nente ζ f , la relación A  f β daría ζ S = ζ A = ζ f / β .
Krugman (1996b) sugiere que la ley de Zipf para Por lo tanto, se debe dar una razón de por qué β  1.
las ciudades podría tener su origen en una ley de Como una explicación de la persistencia de
Zipf de ventajas naturales. De hecho, él presenta las distribuciones del tamaño de las ciudades, la
alguna evidencia de que el tamaño de los ríos sigue transmisión de leyes de potencia de geografía física
una ley de Zipf. Esto podría dar origen a una ley de al tamaño de las ciudades necesita ser más ainada.
Zipf para las ciudades. Un modelo simple ayuda a Por ejemplo, conocemos por Fujita y Mori (1997)
144 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

que las discontinuidades en el terreno físico, tales manera individual no son racionales. Existe un ta-
como los puertos naturales o vías luviales, tienen maño máximo de empresas estable en el cual los
consecuencias importantes para la localización de grupos son inestables dinámicamente. Esto implica
las ciudades. Pero es claro que las dimensiones de que para las irmas que se ubican más allá de un
tales terrenos físicos no podrían afectar el tamaño cierto tamaño, perturbaciones aleatorias condu-
de las ciudades en todos los casos. Por ejemplo, el cen a ajustes inestables. Cada localización de un
tamaño de un río navegable es pertinente, pero la agente es originalmente aleatoria. A los agentes se
localización en la costa no se debe necesariamente a les permite moverse a lo largo de las irmas o em-
las dimensiones de su caudal. Más todavía, tales teo- pezar sus propias irmas. Cuando un agente em-
rías son problemáticas como teorías de crecimiento pieza una nueva irma, éste selecciona una nueva
cuando una amenidad física particular se establece localización de entre un conjunto inito de empre-
como constante. Es claro que estos temas necesitan sas, con una pequeña probabilidad, y permane-
ser considerados detalladamente más adelante por ce ijo, con una probabilidad mayor. Los autores
la literatura. señalan que las tasas de crecimiento de las irmas
son Laplace-distribuidas, su varianza decrece con
el tamaño de las irmas de acuerdo con una ley de
4.2 Ley de Zipf para las ciudades potencia; los salarios son crecientes en el tamaño de
en modelos de auto-organización la irma; retornos constantes a escala operan en el
y formación endógena agregado, y la ciudad obedece una ley de Zipf.
Duranton (2002) es uno de los más intere-
Revisaremos a continuación un número reciente santes modelos económicos del crecimiento de las
de trabajos que desarrollan modelos que combinan ciudades y reproduce la distribución observada de
diversas ideas teóricas. Todos estos trabajos usan su tamaño. De hecho lo hace muy bien: el modelo
simulación para validar sus predicciones teóricas. ofrece un muy buen ajuste (con diversos paráme-
Axtell y Florida (2001) ofrecen un modelo tros libres), con leyes de potencia aproximadas para
teórico híbrido de un sistema urbano que predice las colas superior e inferior (Reed, 2002). Varios
la ley de Zipf en su estado estacionario. Ellos inten- ingredientes del modelo de Duranton (2002) son
tan “reconciliar la tensión entre fuerzas centrípetas familiares para los estudiantes de la Nueva Geo-
y centrífugas que creemos determinan el tamaño grafía Económica. Usa el modelo de escaleras de
de las ciudades en el nivel micro y así como la diná- calidad (quality ladders) de crecimiento desarrollado
mica de retornos constantes que parece operar en por Grossman y Helpman (1991) en un contexto
el nivel macro”. urbano. Las ciudades crecen o declinan conforme
Proponen un modelo de creación de empre- éstas ganan o pierden industrias que siguen inno-
sas que conduce a la formación de una ciudad a vaciones nuevas. De tal manera, pequeños shocks
través de decisiones de localización de las irmas. de innovación tecnológica son el principal motor
Los agentes individuales son miopes e interactúan del crecimiento de las ciudades. El trabajo muestra
en equipo productivo. El producto total del equipo que las regularidades observadas en la distribución
es creciente y convexo en esfuerzo de equipo, y los del tamaño de las ciudades son compatibles con los
agentes reciben una compensación igual a la parti- bloques básicos de la economía urbana, tal como la
cipación del producto. Las decisiones individuales existencia de las economías de aglomeración, costos
sobre ingreso versus ocio implican que un equilibrio desplazados. En particular, estos bloques teóricos
Nash en niveles de esfuerzo existe, pero es Pareto- son cruciales para un buen desempeño de la simu-
dominado por niveles mayores de esfuerzo que de lación de la teoría.
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 145

El modelo de Duranton tiene la virtud de de Brakman et al. (1999) y Brakman, Garretsen y


ofrecer una explicación plausible de la movilidad Van Marrewijk (2001). Los nuevos modelos de la
de las ciudades a través del tamaño de la distri- Geografía Económica que estos autores han desa-
bución, y de generar una distribución no trivial a rrollado para las ciudades proveen en particular
partir de las decisiones económicas de las irmas. costos de congestión vía la especiicación de re-
El modelo no ajusta la ley de Gibrat: la media y la querimientos de trabajo para la producción de
varianza del crecimiento decrecen con el tamaño.20 mercancías intermedias producidas en diferentes
Esto es debido al hecho de que no se modela que las ciudades. Sus simulaciones obtienen resultados que
ciudades grandes tengan una base industrial diver- se asemejan a la ley de Zipf. Sin embargo, un coei-
siicada, lo cual es una razón intuitiva de por qué la ciente Zipf cercano a 1 es obtenido sólo para ciertos
ley de Gibrat para la varianza no esté presente en valores de los parámetros que están asociados con
el modelo. lo que ellos reieren como “industrialización”, esto
El modelo replica las distribuciones del ta- es reducciones grandes en los costos de transporte
maño de las ciudades de Estados Unidos y Fran- e importancia creciente de industrias con costos i-
cia, cuando los parámetros centrales son calibrados jos y con retornos crecientes a escala. Sus pre y post
con base en diferentes y apropiados fundamen- escenarios de industrialización están asociados con
tos económicos.21 Las simulaciones de Duranton coeicientes Zipf que exceden 1.
muestran que el primer y noveno percentil, que
son pronosticados por el modelo, abarcan (bound)
la distribución de Estados Unidos por arriba de un 5. EvoluCión dE la dinámiCa
tamaño de 220,000 habitantes, y la distribución de dE las distribuCionEs
Francia en su totalidad. Sin embargo, a pesar de dEl tamaño dE las CiudadEs
su éxito en replicar ambas distribuciones empíricas,
Duranton subestima que la prueba real deba ser si Eaton y Eckstein (1997) es, con justiicación, el
las teorías deban operar apropiadamente para ex- estudio reciente más valioso que se concentra en
plicar las fuentes de crecimiento y declive urbano. la persistencia de la distribución del tamaño de la
Krugman (1996a) argumentaba que las ca- ciudad y es asimismo una de las más importantes
racterísticas esenciales de un sistema urbano deben contribuciones a la literatura de crecimiento urba-
ser estudiadas en modelos de auto-organización; no. El estudio empieza con una comparación de la
es hasta hace relativamente poco tiempo que estas evolución dinámica de la distribución del tamaño
nuevas teorías han sido en efecto utilizadas para de las ciudades entre Francia y Japón. Estos países
estudiar empíricamente los aspectos de prueba han mantenido fronteras nacionales (esto es cuan-
empírica de los sistemas urbanos. Las dos más im- do las posesiones coloniales son ignoradas) que se
portantes contribuciones en esta dirección son las han mantenido inalteradas durante la historia re-
ciente y tienen sistemas urbanos con un número
20 Al momento de completar este capítulo, las pre-
importante de ciudades que se han mantenido en
dicciones cuantitativas del modelo para la media y va- términos generales constantes. Eaton y Eckstein en-
rianza de las tasas de crecimiento como una función del
tamaño no fueron hechas explícitamente, por lo tanto fatizan la observada persistencia de la distribución a
fue poco claro saber qué tan cerca o lejos están dichas lo largo del tiempo, a la cual ellos se reieren como
predicciones de los procesos empíricos. un crecimiento paralelo de las ciudades de Francia
21 Esto es importante porque los datos de Estados
y Japón durante 1876-1990 y 1925-1985 respecti-
Unidos implican una curva Zipf cercanamente cóncava
aproximada y los datos para Francia implican una curva vamente. Ellos conirman este hallazgo a través de
Zipf cercanamente convexa. varias técnicas empíricas alternativas, tales como
146 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

curvas de Lorenz, regresiones Zipf (logaritmo del tura anterior sobre distribuciones del tamaño de
rango contra logaritmo del tamaño) y matrices de las ciudades, como Suárez-Villa (1988) y Tabuchi
transición no paramétricas de evolución de las dis- (1986), también enfatizaron la relación entre leyes
tribuciones del tamaño de las ciudades. ad hoc que gobernaban los lujos de población entre
Ellos proponen una teoría que explica estos ciudades y la estabilidad de las distribuciones del
hechos empíricos y combinan elementos de Hen- tamaño de las ciudades. Por supuesto, esto no es
derson (1974) y de Lucas (1988). Su modelo per- sorpresivo. Más bien el progreso adicional debería
mite congestión urbana pero no incluye transpor- hacerse construyendo modelos generales de migra-
tación entre ciudades. La persistencia en el tamaño ción entre ciudades y comercio.
relativo de la distribución del tamaño de la ciudad En el contexto del marco teórico de Eaton y
es asegurada al asumir que los retornos de apren- Eckstein, el lector se pregunta de manera natural
dizaje en cada ciudad son proporcionales al prome- qué debería pasarle a las distribuciones del tamaño
dio ponderado de los acervos de capital humano de las ciudades, en una economía caracterizada por
en todas las ciudades, donde la interacción de los su masa de tierra y la emergencia de nuevas ciu-
coeicientes está limitada para ser consistente con dades. Dobkins y Ioannides (2000) fueron los pri-
un crecimiento en estado estacionario. Si las po- meros en enfrentar esta cuestión recientemente,
blaciones de las ciudades crecen a la misma tasa, en relación con los sistemas urbanos. Ahora tene-
también lo hacen los salarios y el consumo. Eaton y mos que girar a cuestiones de la evolución espacial,
Eckstein también permiten la migración entre ciu- analizándolas en el contexto de la investigación re-
dades y examinan las condiciones para los costos ciente sobre distribución espacial de la actividad
de utilidad de la migración, de tal forma que las económica en los Estados Unidos.
poblaciones relativas remuevan los incentivos de
los individuos por migrar. Estas condiciones toman
la forma de límites inferior y superior sobre las po- 5.1 Concentración espacial
blaciones relativas de dos rangos sucesivos. Estos de la actividad económica
límites convergen a la misma cantidad, si la tasa efec- en los Estados Unidos
tiva de retorno en el tiempo es igual a cero, para
cada ciudad, dependiendo de la razón de capital Antes de ir a los detalles de esta literatura, sería in-
humano en las ciudades respectivas y de los pará- teresante dar una revisión general de la perspectiva
metros amplios de la economía. Sin embargo, mien- histórica sobre la concentración espacial de la activi-
tras estos resultados explican la existencia de una dad económica en los Estados Unidos. La investiga-
distribución invariante del tamaño de ciudades, no ción reciente ha examinado la distribución espacial
explica por qué la distribución debería obedecer de la población en diferentes niveles de agregación.
una ley de Zipf o una ley de potencia. De todas ma- Beeson, De Jong y Troesken (1999) y Beeson y De
neras, el modelo es suicientemente lexible para Jong (2002) examinan patrones regionales del cre-
permitir establecer parámetros que ajusten bien los cimiento de la población a nivel estatal y de county
datos. Este resultado de crecimiento paralelo está de 1790 a 1990. Ellos encuentran que las poblacio-
también asociado con el crecimiento paralelo en la nes a nivel estatal muestran convergencia, mientras
productividad total de los factores entre ciudades. a nivel de county muestran divergencia. Mientras
Como la discusión anterior deja en claro los estas tendencias iniciales hacia la convergencia se
resultados de Eaton y Eckstein (1997) dependen dieron durante los años 1800, en el periodo pos-
críticamente de las condiciones que cercan la mi- terior a la Segunda Guerra Mundial la población a
gración entre ciudades. Alguna parte de la litera- nivel de county ha divergido. Sus análisis se dirigen
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 147

a resaltar la importancia de la dinámica transicional (msas) ha declinado, y la participación de menos


en oposición a la dinámica de estados estacionarios. densas áreas metropolitanas (msas) ha aumentado.
Cuando los territorios se abrieron a los asentamien- De manera similar, muestran que tales efectos pue-
tos, las tasas de crecimiento fueron más altas en re- den también aplicarse al interior de las áreas me-
lación con sus estados estacionarios. Una vez que tropolitanas (msas), y explican estas tendencias por
tales “efectos de frontera” habían sido controlados, medio de costos de congestión que dependen de la
la tendencia a divergir fue clara en el periodo de la densidad. Ellos no estiman, sin embargo, modelos
posguerra. para el patrón de transición. Aun así, estos trabajos
Los Estados Unidos se transformaron por sí cambian la visión, basada en los estudios del tama-
mismos de una sociedad rural a una urbana du- ño de la población, de que el territorio urbano está
rante los últimos tres siglos. Kim (2000) resalta que de alguna manera en un estado estacionario. Los
después de un siglo de impresionante crecimiento, autores, en cambio, encuentran cambios considera-
en los 1700, el ritmo de urbanización creció a ni- bles en el territorio urbano.
veles históricos sin precedentes entre el siglo xix y
las primeras décadas del siglo xx. En el siglo xx, la
población urbana continuó incrementándose, pero 5.2 Evolución urbana en los Estados Unidos
de una manera mucho más dispersa conforme la
población suburbana aumentaba. A lo largo de esos Dobkins y Ioannides (2000) desarrollan una serie
desarrollos, las ciudades exhibieron una conside- de datos que monitorea las ciudades de los Esta-
rable variación en sus tamaños de población. Kim dos Unidos, en realidad zonas metropolitanas, de
enfatiza el papel de los cambios en las ventajas com- 1900 a 1990. Usan deiniciones contemporáneas
parativas regionales y en las economías de escala en de áreas metropolitanas, descritas en detalle en la
transportación y bienes públicos locales para expli- sección Datos del trabajo citado. El número de ciu-
car los patrones de desarrollo urbano en los Esta- dades crece de 112 en 1900 a 334 en 1990. Muchas
dos Unidos. Él encuentra que las diferencias en los de estas ciudades que entran a la información cre-
tamaños urbanos están asociadas con el papel de cen de asentamientos físicamente en existencia por
los reducidos costos de transacción de mercado en muchos años, antes de pasar al umbral apropiado
coordinar mayores divisiones geográicas de la di- de población, que es de 50,000 habitantes. También
visión laboral. Kim (2002) se concentra en la evolu- hay ciudades enteramente nuevas, la más antigua,
ción dinámica de las densidades urbanas. El trabajo de 1944, y rápidamente crecen lo suiciente para
documenta los cambios históricos en las densidades ser incluidas en los datos. Dobkins y Ioannides en-
de población y empleo en las ciudades de Estados cuentran que el sistema urbano de los Estados Uni-
Unidos y áreas metropolitanas, y explora las causas dos está caracterizado por el crecimiento paralelo,
de su crecimiento y declive entre el principio del a pesar de su expansión espacial. Analizan los datos
siglo xix y el siglo xx. con más detalle a través de matrices de transición y
El papel de la densidad urbana ha recibido monitorean el movimiento de distribución de cada
recientemente atención con respecto a la evolución ciudad en relación con otras.
de otras medidas del tamaño urbano, tales como el La selección de Eaton y Eckstein de las ciuda-
empleo. En particular, Carlino y Chatterjee (2001, des de Francia y Japón fue motivada por sus lími-
2002) señalan las tendencias hacia la desconcentra- tes geográicos relativamente estables y por la dis-
ción del empleo en los Estados Unidos a partir de la ponibilidad de la información. En contraste con
Segunda Guerra Mundial. Esto es que la participa- estas viejas ciudades de Francia y Japón, los Estados
ción del empleo en las densas áreas metropolitanas Unidos han crecido expandiendo continuamente
148 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

su territorio hacia el interior. Nuevas regiones y de la información poblacional un apropiado vector


ciudades han entrado al sistema urbano de los Es- de baja dimensión, indicando la frecuencia de ciu-
tados Unidos durante el siglo xix y xx; regiones dades en cada número de un intervalo apropiada-
viejas han crecido y declinado, y la distribución es- mente deinido (celdas). Permitamos que ft denote
pacial de la actividad económica ha tenido algunos la distribución de frecuencia (densidad) de Pi,t en
cambios impresionantes. En Europa, no existe casi tiempo t. Eaton y Eckstein asumen que ft evolucio-
ninguna ciudad que haya sido creada durante el si- na de acuerdo con una auto-regresión de primer
glo xx. El sistema urbano de los Estados Unidos se orden (que aplica a la entera distribución de fre-
ha desarrollado con condiciones iniciales muy dife- cuencia en vez de escalares o vectores de números)
rentes respecto a otros países.
Como Quah (1993) ha argumentado intensa- ft+1 = M • ft (15)
mente, típicas técnicas de sección cruzada o de da-
tos panel no permiten inferencia sobre los patrones donde M es una matriz de parámetros. Si ft fuera
de la evolución intertemporal de la distribución en- restringida a ser medida sobre un conjunto discre-
tera de sección cruzada. Estas técnicas no nos per- to, entonces M en (15) es una matriz de transición
miten considerar el impacto en el tiempo de una Markov. La ausencia de una distribución aleatoria
parte de la distribución sobre la otra, es decir del nos permite iterar (15) hacia adelante para obte-
desarrollo de ciudades grandes como un grupo en ner: ft+S = (M • M • • • M) • ft = M S • ft. Crecimiento
relación con las ciudades pequeñas. Realizar tales divergente, convergente o paralelo pueden ser com-
inferencias requiere que uno modele directamen- probados por las propiedades de f   limft f  ft.
te la dinámica completa de la distribución entera Si una distribución límite f  existe, entonces, y de
de las ciudades. La evolución de la urbanización y acuerdo con el teorema Perron-Frobenius, ésta es
sub-urbanización puede afectar las ciudades indivi- dada por el egenvector correspondiente al único
duales tan drásticamente como para considerar que egenvalor unitario de M, la solución no cero de
los métodos tradicionales que toman en cuenta las [ M  1] f   0, donde 0 denota un vector columna
pérdidas sean inapropiados. Conforme ciudades de ceros. Crecimiento paralelo ocurre si f  tiende a
pequeñas se fusionan para crear unas grandes, y un límite con no cero probabilidad sobre el soporte
dado el pequeño número de observaciones en se- entero. Crecimiento convergente ocurriría si f  es
rie de tiempo, no-paramétricas o semi-paramétri- un punto de masa, y crecimiento divergente si f 
cas, las aproximaciones distribucionales como las fuera una distribución polarizada o segmentada.
propuestas aquí serían las únicas apropiadas. De Dobkins y Ioannides (2000) y Black y Hen-
hecho, estas técnicas lo son cuando la muestra de derson (2003) adaptan la ecuación (15) de tal ma-
interés es la distribución completa y las observacio- nera que ciudades nuevas entren de acuerdo con la
nes individuales son usadas para recobrar informa- distribución de frecuencia ε t. Si el número de entra-
ción acerca de la distribución entera. La disponibi- das entre t y t+1  I es IItnt,n ' I t 1  I t  I tn entonces
lidad de datos es severamente restrictiva tanto en It In
el tiempo como en corte transversal: solamente hay ft 1  M t ft  l ε t (16)
I t 1 I t 1
10 cortes transversales, uno para cada uno de los
diez censos desde 1990, con 112 áreas metropolita- I tn
Si Mt y ιt  son invariantes en el tiempo.
nas y 334 en 1990. I t 1
La insuiciencia de datos naturalmente con- entonces la ecuación de arriba es manejable bajo
duce a las técnicas usadas por Quah (1993), Eaton procedimientos convencionales. Dejando que M y ι
y Eckstein (1997). Esto es que uno podría construir sean los respectivos valores invariantes en el tiem-
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 149

po, nos permite iterar con la ecuación (16) hacia a- datos. Aun si Mt no varía en el tiempo, esto podría
t
estar asociado con una distribución invariante que
trás para obtener ft  (1  ι )t M t f 0  [[1  ι  M ]t]τ ιειειετt
τ 10 1
podría relejar propiedades muy diferentes.
donde f 0 denota la distribución inicial del tamaño Al codiicar la posición de cada ciudad relativa
de las ciudades. a la de las otras dentro de la distribución, estamos
Una solución en estado estacionario de (16) en la posición de observar si las ciudades se mue-
caracteriza la distribución del tamaño de las ciuda- ven hacia arriba o hacia abajo en la distribución a
des en el largo plazo con entrada. En general, si lo largo del tiempo. Dobkins y Ioannides contruye-
hay pocas o no entradas, †ι =  0, la solución homogé- ron matrices de transición que son reportadas en el
nea domina: la distribución invariante (ergódica) es Apéndice A de De Vries (1984).22 Las matrices de
una medida útil del estado estacionario del sistema transición empíricas que son reportadas sugieren
urbano en el largo plazo. Si, por otro lado, ι es no que la concentración en la parte superior inal de
despreciable, entonces la solución particular puede la distribución se hace más pronunciada conforme
ser no ignorada. De hecho, en tal caso, la magni- pasa el tiempo: las entradas diagonales son mayores
tud del más grande egenvalor de 1  ι M es 1  ι  para los percentiles altos. Otra observación que se
y el impacto de las condiciones iniciales deberían deriva es que la mayoría de los movimientos son
ser menos importantes conforme ι es grande, y el en celdas cercanas, con muy pocos saltos grandes.
número de nuevas ciudades que han entrado en la Como uno puede esperar con los datos de los Es-
última década como una proporción del número tados Unidos, hay relativamente más movimiento
nuevo del total de ciudades. fuera de la diagonal (comparado con los datos de
En los datos de Dobkins y Ioannides, los valo- Francia y Japón). La mayor parte de estos movi-
res de ιt son los siguientes: ι1910 = 0.194; ι1920 = 0.067; mientos es hacia una mayor concentración en el
ι1930 = 0.051; ι1940 = 0.019; ι1950 = 0.012; ι1960 = 0.229; periodo que va desde 1900 hasta 1990. Sin embar-
ι1970 = 0.136; ι1980 = 0.245; y ι1990 = 0.036. Estos go, las matrices de transición tienen limitaciones;
números sugieren posiblemente una serie no esta- no recogen del todo el efecto completo de entra-
cionaria y las variaciones intertemporales en ιt son da de las ciudades y tampoco nos ofrecen mayor
interesantes y de interés para un análisis especial. comprensión sobre por qué tales cambios podrían
Nosotros notamos que ante la ausencia de una teo- ocurrir. Hay sin lugar a dudas otras variables que
ría de entrada de nuevas ciudades hay un limitado podrían estar impactando en la distribución del ta-
alcance para un análisis puramente estadístico ba- maño de las ciudades.
sado en un número pequeño de observaciones en Black y Henderson (2003) conirman estos re-
el tiempo. La entrada de ciudades es analizada con sultados al trabajar con un conjunto de datos lige-
más profundidad en Dobkins y Ioannides (2001). ramente diferentes y con un modelo más general.
La especiicación estocástica de la ecuación Especíicamente, ellos trabajan con una solución en
(16) es, en general, muy complicada, especialmente estado estacionario de la ecuación (16), la cual con-
cuando Mt puede variar en el tiempo. Por ejemplo, sidera entradas. Los autores interpretan una cre-
las fuerzas que causan crecimiento y declive urbano ciente concentración en la parte superior inal de la
pueden operar de manera muy diferente tanto en distribución como resultado de economías de esca-
la parte superior de la distribución como en la parte la y cambios tecnológicos. Debido a que el tamaño
baja de la misma, y sus patrones pueden cambiar en
el tiempo. La distribución de nuevas entradas tiene 22 En De Vries (1984, capítulo 7), parece haberse
la mayor parte de su masa en la parte inal inferior, originado el estudio de la urbanización a partir de matri-
lo que de alguna manera releja la naturaleza de los ces de transición.
150 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

promedio de la ciudad se incrementó cuatro veces locación. Las características de la primera natura-
y la mediana en cinco, las ciudades de tamaño pro- leza son aquellas intrínsecas al sitio físico mismo,
medio han crecido sustancialmente. Ellos atribuyen independientemente de cualquier desarrollo que
este crecimiento en menor grado al impacto de la previamente podría haber ocurrido en el sitio; por
tecnología a través de la acumulación de conoci- ejemplo, locaciones sobre ríos navegables con cli-
miento local y a la mejoría en el traslado de perso- mas favorables pudieran ser primeras caracterís-
nas; y en mayor escala al efecto de los cambios en la ticas naturales que impulsaron el desarrollo en la
demanda nacional de los productos de servicios que locación. Las características de la segunda naturale-
se comercian entre las ciudades, los cuales favore- za son dependientes de las interacciones espaciales
cen a las grandes ciudades. Ellos prueban la esta- entre los agentes económicos.
cionalidad de las matrices de transición, la cual está Sin embargo, estas teorías no ofrecen predic-
lejos de ser rechazada; examinan la movilidad a tra- ciones muy precisas, y especialmente las del tipo
vés de los primeros periodos y encuentran que la que puedan ser usadas para estructurar las inves-
movilidad hacia arriba es más fuerte que la movi- tigaciones empíricas. La geografía real, la tenden-
lidad hacia abajo; interpretan una lenta movilidad cia de todas las ciudades a crecer, la convergencia
hacia abajo como un efecto de “la escala urbana es- gradual con algún tipo de equilibrio en la expan-
tablecida”. sión hacia el oeste de las ciudades, el movimiento
Ioannides y Overman (2004) consideran, a la de la población hacia el cinturón de sol y los cam-
luz de los recientes avances teóricos, las caracterís- bios en el sistema urbano inducidos por el cambio
ticas espaciales del sistema urbano de los Estados de una estructura industrial hacia una de servicios
Unidos y cómo éste evolucionó a lo largo del siglo son importantes características en la evolución es-
xx. Estos avances han revelado la importancia de las pacial del sistema urbano de los Estados Unidos,
dimensiones espaciales para comprender la evolu- que no han sido todavía analizadas en la teoría for-
ción de los sistemas urbanos: Fujita, Krugman y Ve- mal. Entonces, Ioannides y Overman buscan en-
nables (1999) han añadido nuevos planteamientos tender las características de la primera y segunda
espaciales a la literatura establecida sobre sistemas naturaleza del sistema urbano de los Estados Uni-
de ciudades (Henderson, 1974, 1988). El enfoque de dos, sin restringir el análisis de las relaciones fun-
sistema de ciudades provee modelos poderosos cionales especíicas. En vez de esto, ellos preieren
de la estructura espacial intra-metropolitana, pero concentrarse predominantemente en los métodos
hace caso omiso de la estructura inter-metropoli- no-paramétricos propuestos por Quah (1993), o
tana. La estructura espacial inter-metropolitana sea estimaciones no-paramétricas de kernel esto-
juega un papel central en la literatura de la Nue- cásticas de las distribuciones del tamaño de las ciu-
va Geografía Económica (Krugman, 1991; Fujita, dades y sus tasas de crecimiento, condicionadas
Krugman y Mori, 1999). Además Fujita y Thisse sobre varias mediciones del potencial de mercado.
(2002) muestran que la importancia de las dimen- Ioannides y Overman muestran que mientras es-
siones espaciales no es sólo exclusiva de la Nueva tas relaciones evolucionaron durante el siglo xx,
Geografía Económica. Más bien es una caracterís- para los años 1990 se estabilizaron de tal manera
tica general de los avances teóricos recientes para que la distribución condicionada del tamaño de
comprender las economías de aglomeración. las ciudades sobre un rango de variables espaciales
Esta reciente teorización ha formalizado sobre es independiente de esas variables de control. En
dos importantes características que tiene cualquier contraste, resultados similares sugieren que hay un
locación —la primera y segunda “naturaleza”— elemento espacial para la distribución del salario
que determinan la extensión del desarrollo en tal de las ciudades.
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 151

Las estimaciones paramétricas de Overman y tigüidad y ubicación dentro de las regiones de los
Ioannides para las tasas de crecimiento (de las ciu- Estados Unidos. También documentan la informa-
dades) contra el potencial de mercado, la entrada ción de las ciudades desde el primer asentamiento.
de vecinos, y la propia población rezagada implican Los autores encuentran que entre las ciudades que
un efecto negativo del potencial de mercado sobre entran al sistema, las más grandes son más propen-
la tasa de crecimiento; pero si la propia población sas a estar localizadas cerca de otras ciudades. Más
rezagada es también incluida en el análisis, el po- aún, ciudades antiguas son más proclives a tener
tencial de mercado tiene un efecto positivo y la po- vecinos. La distancia desde la ciudad más cercana
blación rezagada un efecto negativo. Las ciudades en el segmento superior no es siempre un deter-
crecen rápido cuando éstas son pequeñas en rela- minante signiicativo del tamaño y el crecimiento;
ción con su potencial de mercado. tampoco encuentran evidencia de que persistan los
Overman y Ioannides (2001) reportan estima- efectos no lineales sobre el crecimiento urbano, ya
ciones no-paramétricas de kernel estocásticas para sea en tamaño o distancia, aunque la distancia es
la evolución de la distribución de las áreas metro- importante para el tamaño de las ciudades para al-
politanas de los Estados Unidos para el periodo gunos años.
1900-1990. Sugieren que existe uniformidad en los
patrones de movilidad durante el periodo estudia-
do. La distribución de los tamaños de una ciudad 6. los dEtErminantEs
está predominantemente caracterizada por la persis- dEl CrECimiEnto urbano
tencia. Estimaciones adicionales de kernels no reve- y su EvidEnCia EmpíriCa
laron alguna diferencia importante en los patrones
de movilidad intra-regional. Los autores caracte- 6.1 Determinantes de crecimiento urbano
rizan la naturaleza del tamaño intra distribución a
través de medidas que no requieren discretización Madden (1956) provee un interesante análisis no-
de la distribución del tamaño de ciudad. Los auto- paramétrico del crecimiento urbano en los Estados
res emplean esas medidas para estudiar el grado Unidos. Hace énfasis en los atributos de la estabili-
de movilidad dentro de la distribución del tamaño dad en la distribución de las tasas de crecimiento y
de las ciudades de los Estados Unidos y, separada- su evolución en el tiempo, en la que se nota una gran
mente, dentro de los subsistemas urbanos y re- dispersión que coexiste con una considerable varia-
gionales. Se encuentra que las diferentes regiones ción intertemporal para las ciudades individuales.
muestran diferentes grados de movilidad intra dis- Henderson (1988), Glaeser et al. (1992) y
tribución. El segundo segmento de ciudades mues- Glaeser, Scheinkman y Shleifer (1995) examinan
tra más movilidad que el segmento superior de el papel de las características socioeconómicas de
ciudades. las poblaciones de las ciudades y de las estructuras
Los resultados de Dobkins y Ioannides (2001) de las ciudades industriales en el crecimiento eco-
también pueden ser considerados a favor de la tesis nómico. Los resultados están detallados en Moretti
de crecimiento paralelo. Evalúan las implicaciones (2004).
de la economía geográica al explorar interaccio- Black y Henderson (2003) también estiman
nes espaciales entre las ciudades de los Estados una ecuación para la ley de Gibrat, que es para la
Unidos. Amplían el conjunto de datos desarrollado tasa de crecimiento como una función del tamaño
en Dobkins y Ioannides (2001) por medio de medi- rezagado, la cual da una estimación estadística-
ciones espaciales que incluyen la distancia desde la mente signiicativa para el coeiciente de la rever-
ciudad más cercana en el segmento superior, con- sión de la media; el coeiciente del logaritmo del
152 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

tamaño va de 0.022 a 0.039. El hallazgo de la sig- un panel de datos no balanceado. Permitiendo


niicancia del valor medio puede ser un artefacto por efectos ijos y usando el método de momentos
del error de medición. Esto es que un error de me- generalizados se incrementa el valor absoluto del
dición de 10% junto con una desviación estándar coeiciente de valor medio diez veces. Esto implica
del logaritmo del tamaño de 0.7, para las cincuenta un valor medio que no es tan fuerte como el que
ciudades más grandes, implicaría un coeiciente es- típicamente es encontrado en la literatura de cre-
timado de 0.02. La autocorrelación positiva en los cimiento, lo cual propicia dudas sobre la validez
residuales de la regresión podría también eviden- de tales estimaciones. Black y Henderson también
ciar la reversión de la media. De hecho, los estudios examinan los tamaños de una ciudad en relación
de Davis y Weinstein (2002), y Brakman, Garretsen con el tipo de ciudades, deinidos en términos de
y Schramm (2002) discutidos arriba, estiman gene- composiciones industriales, y encuentran que dife-
ralmente la autocorrelación positiva para el error rentes tipos de ciudades tienen diferentes tamaños
en tales regresiones. absolutos. Por lo tanto, los cambios en las composi-
Black y Henderson también reportan regre- ciones industriales cambian los tamaños relativos.
siones con variables explicativas adicionales, que son Estos resultados conirman los atributos importan-
espacialmente variables y geográicas, como la tem- tes del enfoque del sistema de ciudades.
peratura, la precipitación, la proximidad a la cos- Florida (2002) estudia el impacto de las varia-
ta (incluyendo la proximidad a los Grandes Lagos, bles difíciles de medir, tales como la apertura hacia
dummies regionales y variables de potencial de mer- nuevas ideas y la creatividad. Usa medidas y proxies,
cado, que son deinidas de una manera ad hoc). como la fracción de la población que nació en el
Encuentran que las ciudades en ubicaciones cáli- extranjero o que es gay, un índice de apertura y bo-
das, secas y en la costa crecen más rápido, y que hemios, variables que no son comúnmente usadas,
las de dummies regionales tienen poco impacto. El y encuentra que todas ellas tienen una alto poder
potencial de mercado tiene un efecto cuadrático en predictivo.
crecimiento, que disminuye conforme el potencial Por nuestra parte, esperamos más estudios
de mercado crece, pero tiene un efecto importan- como los mencionados, especialmente en contex-
te alrededor del valor medio. Tener vecinos cer- tos ajenos a los de los Estados Unidos. Un vínculo
canos impulsa el crecimiento como un efecto del más estrecho con la evidencia sobre la estabilidad
comercio entre ciudades. Los autores interpretan de la distribución del tamaño de la ciudad, como el
la disminución del efecto de un potencial de mer- analizado en la sección 3.2.2, amerita seria atención
cado grande como una respuesta a la competencia. empírica.
Si una ciudad está en un área con un potencial de
mercado muy alto, ésta sufrirá por la competencia:
Los Ángeles se beneicia al estar lejos de Nueva 6.2 Los determinantes de la primacía urbana
York. De todos modos, un potencial de mercado
elevado ayuda a las grandes ciudades a mantener Rosen y Resnick (1980), Wheaton y Shishido (1981)
sus posiciones relativas. muestran que la concentración urbana está nega-
Black y Henderson son particularmente cui- tivamente correlacionada con la población de un
dadosos con la estimación de la ecuación relativa de país. Ades y Glaeser (1995) ofrecen un análisis em-
crecimiento. Al notar que el tamaño rezagado de pírico que muestra que los aranceles elevados, los
ciudad y que las interacciones espaciales introdu- altos costos de comercio interno y el bajo nivel de co-
cen endogeneidad, usan instrumentos rezagados mercio internacional incrementan el grado de con-
con el método de momentos generalizados para centración urbana. Es interesante el hecho de que
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 153

un excelente predictor sea una variable política: las Davis y Weinstein (2002) sostienen que la gran
dictaduras tienen ciudades centrales que son, en variación en densidades regionales sugiere que
promedio, 50% más grandes que sus contrapartes otros factores diferentes a los retornos crecientes
democráticas. Su evidencia sugiere que la causali- son importantes para determinar las densidades
dad va de factores políticos hacia la concentración regionales. Los cambios extraordinarios en tecno-
urbana y no al revés. logía sobre el período de estudio deberían haber
producido transformaciones radicales en la es-
tructura urbana durante ese lapso, las cuales sin
6.3 Estudios de crecimiento urbano basados embargo no fueron observadas. Por otro lado, el
en cuasi experimentos naturales crecimiento aleatorio es consistente con los hechos,
siempre y cuando el proceso estocástico subya-
Davis y Weinstein (2002), Brakman, Garretsen y cente satisfaga ciertas condiciones. La teoría de los
Schramm (2002) ofrecen una visión completamen- fundamentales de localización podría fácilmente
te diferente sobre la robustez de las distribuciones explicar la persistencia, ya que ciertos atributos fí-
del tamaño de las ciudades cuando son sujetas a sicos del paisaje, como la proximidad a cascadas y
grandes e inusuales shocks agregados. Los trabajos océanos, no se vieron alterados aun bajo el intenso
mencionados se basan en cuasi experimentos natu- bombardeo que Japón y Alemania sufrieron. Los
rales provistos por el bombardeo estratégico de Ja- autores interpretan que la importante persisten-
pón y Alemania durante la Segunda Guerra Mun- cia en densidades de población que encontraron
dial. Los dos estudios de caso diieren, sin embargo, a lo largo del tiempo es una fuerte evidencia a fa-
en sus horizontes de tiempo. El primer ensayo, el vor de la teoría de los fundamentales de locali-
caso de Alemania, abarca desde el principio hasta el zación.
inal del siglo xx. Ellos interpretan la evidencia sobre la robus-
Los estudios examinan el desempeño de —es tez del sistema urbano en Japón contra la teoría
posible que no mutuamente excluyentes— tres de los retornos crecientes y a favor de la teoría de
teorías de economía geográica y desarrollo urba- los fundamentales de localización. Concluyen que
no. Éstas son: primero, retornos crecientes, deinidos la evidencia es consistente con una teoría híbrida,
como los efectos combinados de las derramas de co- mediante la cual las ventajas de localización ayudan
nocimiento, el agrupamiento del mercado laboral y a establecer patrones básicos de densidades regio-
los costos de transportación entre ciudades, sobre nales y retornos crecientes, o con un crecimiento
el tamaño de las ciudades, todos ellos modelados aleatorio que ayuda a determinar el grado de con-
ya sea a través de la literatura de sistemas de ciu- centración. Davis y Weinstein interpretan la impre-
dades (Henderson,1974) o de la Nueva Geografía sionante recuperación del sistema urbano de Japón
Económica (Krugman, 1991); segundo, procesos de como una evidencia en contra del crecimiento alea-
crecimiento aleatorio; y tercero, fundamentos de locali- torio. Mientras sus resultados son muy interesan-
zación, por los cuales se entiende que el crecimiento tes, no necesitan garantizar esta conclusión. En los
aleatorio resulta de la aleatoriedad en las caracterís- términos de la sección 3.2.2 de este capítulo, los
ticas físicas y económicas de las locaciones mismas. autores muestran evidencia de un componente de
Davis y Weinstein argumentan que estas tres teorías reversión hacia el valor medio en el proceso de cre-
tienen predicciones diferentes que pueden ser pro- cimiento. Esto es todavía a priori compatible con la
badas en relación con el impacto que un shock pode- principal conclusión de los modelos de crecimiento
roso, pero temporal, tiene sobre la distribución del aleatorio, es decir la presencia de una raíz unitaria,
tamaño de las ciudades. y no pretenden rechazarla.
154 xaviEr gabaix y yannis m. ioannidEs

El mismo problema aplica para Brakman, sobre la resistencia de los sistemas urbanos en el lar-
Garretsen y Schramm (2002). Como Davis y Weins- go plazo. Por ejemplo, destrucciones repetidas de
tein, estiman una ecuación para la tasa de creci- asentamientos urbanos en Europa han sido siem-
miento durante 1946 + t y 1946, donde t asume pre seguidas por las reconstrucciones de acuerdo
valores alternativos de 4, 17 y 18 con la inalidad de con patrones anteriores; pero también es cierto,
distinguir entre efectos de corto y largo plazo, con como lo analiza Hohenberg (2003), que la persis-
información de las ciudades de Alemania. Separan tencia de la estructura urbana debe ser estudiada
la muestra entre Alemania del Este y Oeste para históricamente siempre en términos de modelos di-
t = 4,17 y t = 4,18 respectivamente. Concluyen que námicos completos. Coincidimos plenamente con este
cuando la Alemania entera y la Alemania del Oeste enfoque.
son estudiadas, el impacto del bombardeo es signi-
icativo pero temporal. El sistema urbano de Alema-
nia del Este, si es tratado separadamente, obedece ConClusionEs
a un crecimiento aleatorio. Los autores atribuyen
esta diferencia a los diversos sistemas socioeconó- Debido a que la ley de Zipf aparece como una ro-
micos que prevalecieron en las dos Alemanias des- busta regularidad empírica, esta revisión pone es-
de el inal de la Segunda Guerra Mundial, con un pecial énfasis en ella. Dos regularidades empíricas
estado comunista desde 1949 en la Alemania del relacionadas son la ley de Gibrat para medias y la
Este, hasta su uniicación con la República Federal ley de Gibrat para varianzas. Éstas han sido menos
de Alemania en 1989. La división de Alemania du- estudiadas sistemáticamente, por lo que más in-
rante la posguerra pudo haber creado efectos de vestigación es requerida para estudiar su validez
frontera para aquellas ciudades cercanas a la mis- empírica (aunque los resultados iniciales parecen
ma. Es interesante que a pesar de la prevalencia de favorables para las leyes de Gibrat). Estas tres leyes
un sistema centralizado en la Alemania del Este, su ofrecen un importante punto de referencia contra
sistema urbano pudiera no haber sido alterado y las cuales medir las teorías de evolución urbana y
entonces permanecer afectado sólo por su estado al organizar hasta la fecha la literatura respectiva. La
inal de la Segunda Guerra Mundial. En contraste, robustez de la ley de Zipf también ha servido para
el desarrollo del sistema urbano bajo un sistema de atraer la atención sobre la necesidad de los micro-
libre mercado en Alemania Occidental no estuvo fundamentos.
condicionado por el bombardeo. Este trabajo revisa un número de teorías, al-
Encuentran esto consistente con la teoría de gunas de ellas muy recientes, cuyas implicaciones
los fundamentos de localización, pero no necesaria- coinciden cercanamente con las leyes mencionadas,
mente con la teoría de los retornos crecientes. Es y dentro de los intervalos de conianza en los cua-
interesante que el estudio de la dinámica urbana en les las leyes en sí se llevan a cabo. La mayoría de
Alemania y Japón provee evidencia para sostener las teorías no acomodaban fácilmente tales leyes
tales resultados diferentes. Quizás esto es debido a sino hasta recientemente. La teoría urbana clásica
las fuertes diferencias geográicas entre ambos paí- (sistema de ciudades) podía reproducir la ley de
ses, las cuales pueden haber prevenido la operación Zipf como un resultado, pero bajo supuestos muy
de las fuerzas del mercado, alterando con ello el sis- especiales de tecnología y preferencias. Algunas de
tema urbano en Japón, pero no en Alemania. sus últimas variantes ofrecen mucho mejores pre-
Estos estudios históricos han abierto claramen- dicciones y, notablemente, también explican des-
te nuevos horizontes para la investigación econó- viaciones de la ley de Zipf que podemos observar
mica. Todavía podrían proveer evidencia adicional en los extremos de la distribución del tamaño de
la EvoluCión En la distribuCión dEl tamaño dE la Ciudad 155

las ciudades. La literatura de la Nueva Geografía __________ y R. Florida (2001), “Emergent Cities:
Económica también puede acomodar la ley de Zipf, A Microeconomic Explanation of Zipf ’s Law”,
pero hasta ahora en muy simples modelos. No sa- en un documento presentado en la Sociedad
bemos si la reproducción de la ley de Zipf pueda so- de Economía Computacional, Yale University.
brevivir en modelos más complejos. Debido a que el Bairoch, P. (1988), Cities and Economic Develop-
resurgimiento del interés por estos tópicos impulsa ment: From the Dawn of History to the Present, en
investigación adicional que enriquece las teorías del Christopher Braider (ed.), Chicago, Universi-
crecimiento urbano y desarrollo, nosotros creemos ty of Chicago Press.
que temas importantes ameritan atención, y nota- __________ Batou y P. Chevre (1988), “The Popu-
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Agradecemos a Vernon Henderson, Tom Holmes, tament of Economics, University of Pittsburg.
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Thisse por sus comentarios valiosos. Gabaix con (1999), “Tail Index Estimation and an Ex-
aprecio reconoce la hospitalidad de la fundación ponential Regression Model”, Extremes, núm.
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annides agradece el generoso inanciamiento de la Black, D. y J.V. Henderson (2003), “Urban Evolu-
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Una ruta metodológica para la evaluación empírica
de la distribución del tamaño de las ciudades:
el caso de las zonas metropolitanas de México

marCos valdivia lópEz


Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias/unam
nanCy HErnándEz Casas
Posgrado de Economía/unam

introduCCión empírica en el tamaño de las ciudades (Krugman,


1997), la cual es conocida como ley de Zipf que,
El artículo anterior de Gabaix y Ioannides es una por cierto, es ampliamente invocada en las discu-
de las reseñas más completas hasta hoy escritas, siones sobre complejidad, para analizar fenóme-
sobre cómo la literatura de la economía urbana y nos tan diversos como los terremotos, el uso de las
de la Geografía Económica han abordado la discu- palabras en el idioma inglés y el tamaño de las em-
sión teórica entre la distribución del tamaño de las presas. ¿Por qué razones —económicas o geográ-
ciudades y la ley de Zipf u otras leyes estadísticas. icas— el tamaño de las ciudades debiera también
Esta discusión es relevante por diversos motivos, comportarse bajo una ley de Zipf? Esta pregunta
pero tiene en particular una connotación impor- se encuentra en el corazón del artículo de Gabaix
tante en términos metodológicos para una ciencia y Ioannides, cuyo tema central es discutir las carac-
como la economía, a la que frecuentemente se le terísticas de la distribución del tamaño de las ciu-
critica por estar desvinculada de la realidad y de dades y cómo esta caracterización ha evolucionado.
constituirse como una ciencia primordialmente Revisan las discusiones teóricas y el conocimiento
deductiva. Es decir pocas son las veces en las que la acumulado del tema; ponen especial énfasis en la
ciencia económica enfrenta (o reconoce) una fuerte ley de Zipf para las ciudades, pero también evalúan
regularidad empírica, la cual amerita ser explica- otras leyes, como la de Gibrat; consignan el récord
da bajo el paradigma económico en boga. Tal si- de los estudios empíricos y revisan temas técnicos
tuación parece presentar la economía dominante asociados con el conjunto de evidencia economé-
a través de la Nueva Geografía Económica, cuando trica en la cual descansa empíricamente la ley de
esta última reconoce que la distribución del tama- Zipf. Dicha revisión empírica abarca la evidencia en
ño de las ciudades presenta una fuerte regularidad la evolución del tamaño de las ciudades principal-

[159]
160 marCos valdivia lópEz y nanCy HErnándEz Casas

mente en los Estados Unidos, pero también consi- En la sección 1 recapitulamos algunos de los
dera otros casos. elementos centrales de la medición de la ley de
De acuerdo con Gabaix y Ioannides, las pre- Zipf, que proveen Gabaix y Ioannides, para el caso
dicciones de la teoría económica en relación con el de la distribución del tamaño de las ciudades, y re-
tamaño de las ciudades pueden clasiicarse como plicamos algunas de las técnicas, como la regresión
aquellas provenientes de dos grandes tradiciones Zipf y el estimador Hill para las 56 zonas metropoli-
que coexisten y no son mutuamente excluyentes. La tanas de México. En la sección 2 discutimos las posi-
primera, se relaciona con la economía urbana, par- bles explicaciones de la ley de Zipf a través de la ley
ticularmente con la teorías de los sistemas de ciuda- de Gibrat, y la utilización de técnicas no paramétri-
des (Henderson, 1974). Y la segunda se relaciona cas para su evaluación en las 56 zonas metropolita-
con la llamada Nueva Geografía Económica (Fuji- nas de México. En la sección 3 nos adentramos a la
ta, Krugman, Venables 1999). En este sentido, en la dinámica y evolución de las zonas metropolitanas
estructura urbana se desempeñan diversas fuer- de México, así como en la discusión de “crecimiento
zas económicas, como son los retornos crecientes paralelo”; asimismo, replicamos las técnicas asocia-
(que producen fuerzas centrípetas); la congestión (que das a los procesos Markov, consideradas en Gabaix-
produce fuerzas centrífugas); el comercio (intraur- Ioannides, para discutir si prevalece divergencia,
bano, interurbano e internacional); y las interaccio- convergencia o crecimiento paralelo en el sistema
nes económicas que no pasan por el mecanismo de urbano de México durante el periodo 1950-2010.
precios. El ensayo de Gabaix y Ioannides discute En la sección 4, hacemos una serie de relexiones
cómo todas estas fuerzas juegan roles importantes inales sobre la relevancia teórica de la reseña de
en las dos tradiciones teóricas antes mencionadas, Gabaix-Ioannides y sobre la importancia de los re-
y cómo son utilizadas para explicar la distribución sultados que proveen los diversos métodos de me-
del tamaño de las ciudades, en particular, cómo es- dición utilizados para el caso mexicano.
tos elementos podrían reproducir una ley de Zipf.
El cometido central de este ensayo crítico al
texto de Gabaix-Ioannides es destacar principal- 1. lEy dE zipf y su CumplimiEnto
mente los aspectos centrales de medición para eva- En las zonas mEtropolitanas dE méxiCo
luar empíricamente el cumplimiento o no de una
ley de Zipf para el tamaño de las ciudades. El texto Uno de los puntos centrales en el texto de Gabaix-
de Gabaix-Ioannides provee a nuestro juicio una Ioannides es cómo medir empíricamente la pre-
extraordinaria ruta metodológica (de técnicas de sencia o no de una ley de Zipf para el tamaño
medición), que a su vez se han vuelto estándar en de las ciudades. Recordemos que esa ley es una
artículos académicos sobre el tema, y que vale la distribución de ley de potencia (también conoci-
pena replicar para el caso del sistema urbano de da como distribución Pareto), cuyo exponente es
México. De tal forma, aquí retomamos dicha ruta igual a uno, o al menos aproximadamente (véa-
metodológica para aplicarla en las zonas metropo- se ecuación (1) en Gabaix y Ioannides, 2004, op.
litanas de México y evaluar si este sistema urbano cit.). Una versión determinística de esta distribución
de clasiicación también es capaz de desplegar las es la conocida regla tamaño-rango, en la que si or-
regularidades empíricas asociadas a la ley de Zipf. denamos el tamaño de la ciudades del más gran-
Los resultados que encontramos, creemos, son re- de (rango 1) al menor (rango n), S(1) ≥ … ≥ S(n),
levantes para el entendimiento de la evolución y entonces el rango (i) de una ciudad de tamaño S(i)
dinámica del sistema urbano de las ciudades de es proporcional a la proporción de ciudades ma-
México. yores que i; por lo tanto, se puede reescribir la
EvaluaCión EmpíriCa dE la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs 161

Figura 1
Log rango-tamaño de las zonas metropolitanas de México

12 13 14 15 16 17

log población

Fuente: elaboración propia con datos del Censo 2010

ecuación (1) como S(i) ≅ k / i, donde k es una cons- En la mayoría de los estudios empíricos que
tante. Con esta última expresión, no es difícil ver analizan esta relación rango-tamaño, como está do-
que podemos tener una primera aproximación cumentado en el texto citado de Gabaix y Ioanni-
empírica a la regla tamaño-rango, si realizamos des, se encuentra que la pendiente de la anterior
un diagrama de dispersión en donde las y son el regresión es cercana a 1 cuando ésta es ajustada al
log del rango de las ciudades, y las x, el log del sistema urbano respectivo. No es extraño enton-
tamaño de las ciudades. La igura 1 es un diagra- ces que a este método de estimación del paráme-
ma de dispersión que muestra los resultados para tro de potencia (de una distribución Pareto), lo
las 56 zonas metropolitanas de México en el año denominen Gabaix-Ioannides, como el método de
2010. regresión de Zipf (véase ecuación (3) del capítulo an-
Como puede apreciarse, las zonas metropoli- terior). Como su nombre lo indica, se trata de un
tanas de México en 2010 de alguna manera pare- método de estimación entre muchos otros, y ade-
cen desplegar un comportamiento lineal. Si ajusta- más este procedimiento, como es ampliamente dis-
mos una regresión lineal de los anteriores datos, cutido por Gabaix y Ioannides, puede conllevar
tenemos: diicultades (véase sección 2.2.1 de Gabaix). De esta
manera, ¿cómo debemos evaluar la estimación del
parámetro que presentamos en nuestra estimación
ln Rango = 14.67 0.87 ln Tamaño de Zona Me- de regresión Zipf para el caso de las zonas metropo-
tropolitana litanas, en donde pareciera que el parámetro esti-
ζ

ζ
162 marCos valdivia lópEz y nanCy HErnándEz Casas


mado no está cercano a 1? Y aquí es donde el texto hace que los residuales de la regresión estén posi-
de Gabaix y Ioannides otorga una serie de conside- tivamente autocorrelacionados, y que en realidad
raciones metodológicas para realizar estrategias de la regresión Zipf vía mínimos cuadrados ordinarios
estimación, ya sea bajo el método de regresión tra- (MCO) tenga los siguientes errores estándar asin-
dicional (véase ecuación (3) de Gabaix y Ioannides) tóticos: ( 2 n ) . La implicación práctica de esto
o considerando otras estimaciones. es que si no se procede por método Monte Carlo,
En general, el principal problema, cuando se entonces se tome laζ anterior fórmula (para corre-
estima una ley de Zipf, tiene que ver con “el pun- gir los errores) y directamente interpolarla en los
to de corte” en cual se tiene que
ζ parar el rango n; resultados que genere la estimación de la ecuación
por ejemplo, nótese en la igura 1 que los primeros (3). La segunda consideración metodológica es que
puntos (o sea las zonas metropolitanas más peque- se introduzca un desplazamiento en el rango de
ζ de la curva de ajuste de la regresión.
ñas) se alejan
ζ
las ciudades con el in de reducir el sesgo por un
Incluir estos puntos puede sesgar la estimación del tamaño de muestra pequeño (Gabaix, 2009); de
parámetro ζ en la ecuación (3)(op. cit.), como pa- ζ
esta manera, ζ
la ecuación (3) de Gabaix y Ioannides
rece suceder para el caso mexicano al menos para se transformaría en ln (i  s )  A  ζ n †ln S(i), donde
ζ
el año 2010. Asimismo, otro elemento que debe to- ζ 
s es un desplazamiento que típicamente se asume
marse en cuenta en el cumplimiento o no de la ley igual a cero. Gabaix (2009) propone que un s =1/2
de Zipf es el papel que tiene la ciudad más grande es óptimo para muestras pequeñas. ζ La tercera con-

(primate city), la cual normalmente no es el doble sideración metodológica que queremos resaltar es
de grande que la ciudad que le sigue, sino mucho utilizar un estimador Hill de máxima verosimili-
más, como es evidente en el caso de la zona me- tud en vez de una regresión Zipf (véase ecuación (7)
tropolitana de la Ciudad de México, la cual incluso ζ
de Gabaix y Ioannides, 2004); lo interesante de esta

se vuelve un caso típico de estudio en esta materia prueba es que la hipótesis nula es una ley de po-
(Krugman y Elizondo, 1996). Las regresiones Zipf tencia (y no sólo el casoζespecial
 de que el paráme-
también pueden producir errores sesgados debido tro de potencia sea 1).
al tamaño de muestra típico que se utiliza para las En el cuadro 1 presentamos los resultados que
ciudades o zonas metropolitanas. Ante esto, reto- se generan al aplicar los anterioresζ criterios meto-
mamos tres propuestas metodológicas de Gabaix y dológicos para el caso de las zonas metropolitanas
Ioannides (2004) y de Gabaix (2009) para corregir de México en el periodo 1950-2010.
los sesgos mencionados. La primera de ellas tiene ζ
Hay interesantes resultados por comentar; en
que ver con los sesgos, en los errores, que puede primera instancia, la regresión ordinaria Zipf por ζ
producir una regresión Zipf a partir de los tama- MCO estima un ζ puntual relativamente distante
ños de la muestra de las ciudades, que típicamen- de un parámetro de potencia 1 para cada uno de
te son pequeños (como en el caso de las 56 zonas ζ
los años. Si consideramos los errores nominales que
metropolitanas de México), por lo que se propo- produce la regresión por mCo se tienen intervalos
nen básicamente procedimientos de Monte Carlo de conianza que incluyen un ζ = 1, sólo para los
de tamaño n, al realizar las regresiones Zipf, con años 1950, 1960, 1970 y 1990; sin embargo, una vez
la inalidad de encontrar el verdadero error están- aplicada la ecuación sugerida por Gabaix para co-
dar del estimador. Aunque Gabaix (2009) va más rregir los errores y, dado el tamaño de la muestra,
allá e indica que los errores que produce una esti- se incrementa de forma importante el error están-
mación por mínimos cuadrados ordinarios (OLS) dar (véase la columna 6 del cuadro 1), lo que ocasio-
(de la ecuación 3) son incorrectos, debido a que na que para todos los años analizados ahora no se
el procedimiento de clasiicación de las ciudades descarte la hipótesis de que el parámetro sea igual

EvaluaCión EmpíriCa dE la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs 163

ζ
ζ
ζ
Cuadro 1
Estimación por mínimos cuadrados ordinarios (MCO)
ζ ζ
ζ
errores
errores
intervalo conianza corregidos intervalo conianza
año coef. nominales
95% 95%
mCo ζ( 2 n )
ln pob 1950 
0.79 0.137 1.065 
0.516 0.149 1.090 0.491
ζ
ln pob 1960 0.80 0.120 1.044 0.564 0.152 1.108 0.499

ln pob 1970 0.79 0.100 0.993 0.589 0.150 1.091 0.491

ln pob 1980 0.85 0.046 0.947 0.762 0.161 1.178 0.531

ln pob 1990 0.91 0.042 0.997 0.829 0.173 1.259 0.567

ln pob 2000 0.89 0.039 0.971 0.814 ζ0.169 1.231 0.554


ζ
ln pob 2010 0.88 0.040 0.957 0.796 0.166 ζ 1.208 0.544
ζ ζ 
Estimación mCo con desplazamiento en el rango
ζ
ζ
ζ
errores
errores
intervalo conianza corregidos intervalo conianza estimador
año coef. nominales
95% 95% Hill ζ
mCo ζ( 2 n ) ζ

ζ
ln pob 1950 0.85 0.062 0.976 0.728 0.161 1.175 0.529 0.283
ζ ζ
ln pob 1960 0.87 0.054 0.979 0.761 0.164 1.200 0.540 ζ
0.296

ln pob 1970 0.86 0.049 0.959 0.763 0.166 1.193 0.529 0.307

ln pob 1980 0.93 0.035 1.001 0.862 0.176 1.285 0.579 0.540

ln pob 1990 1.00 0.031 1.058 0.933 0.188 1.372 0.618 0.723 

ln pob 2000 0.97 0.033 1.037 0.905 ζ0.183 1.339 0.603 0.652

ln pob 2010 0.95 0.036 1.024 0.879 0.180 1.312 0.591 0.611
ζ 
ζ

a 1 y que se cumpla una ley de Zipf. Esto es consis- la estimación que incluye el desplazamiento del
tente con lo establecido por Gabaix y Ioannides en ζ
rango (se utilizó un s =1/2); como puede observarse
su texto, cuando señalan que el método por míni- en la parte media baja de la tabla, las estimaciones ζ
mos cuadrados ordinarios tiende a subestimar los ζ suben notablemente bajo este procedimiento, ζ
errores y, por lo tanto, a rechazar en mayor medida siendo las estimaciones puntuales ahora más cer-
una ley de Zipf (como pareciera ocurrir cuando se ζ
canas a 1; de igual manera, sus intervalos de con-
consideran las zonas metropolitanas de México y ζ
ianza a 95% bajo los errores corregidos incluyen
no se corrigen los errores). Quizás el dato más in- para todos los años una estimación ζ = 1. Otro da-
teresante de las estimaciones del cuadro1 sea el de to a destacar es la evolución del parámetro ζ a lo
164 marCos valdivia lópEz y nanCy HErnándEz Casas

largo de los años, donde se observa un incremen- cia de una fuerte regularidad empírica como la
to de la estimación puntual de 1970 a 1990, para ley de Zipf, lo importante aquí es estimar más
después decrecer ligeramente en las últimas dos que probar si un modelo o teoría se ajusta a la ley
ζ
décadas. Como los propios Gabaix y Ioannides lo de Zipf. Por supuesto que uno podría (debería) ex-
indican, este posible decrecimiento en el paráme- perimentar con otras bases de datos de ciudades
ζ condicionado por la incorporación
tro podría estar para el caso mexicano, en vez de las denominadas
de nuevas zonas metropolitanas. (Aunque aquí es zonas metropolitanas; pero aun con esta clasiica-
importante señalar que nuestras estimaciones de ζ
ción se producen, como hemos constatado, resul-
las zonas metropolitanas van hacia atrás, es decir tados muy robustos en relación con lo esperado en
estamos considerando las mismas 56 zonas metro- esta materia de estimación empírica.

politanas de 2010 para todos los años). Hemos señalado en esta sección que diversos
En el cuadro 1 también incluimos el pro- procedimientos estadísticos pueden ser o no utiliza-
cedimiento Hill, el cual estima el valor del pará- dos para estimar el coeiciente de potencia,1 pero
metro de una distribución Pareto (bajo el supuesto una vez que se muestra que los datos ajustan ade-
de que los datos precisamente se distribuyen bajo ζ
cuadamente el comportamiento esperado (es decir
una ley de potencia). Como puede verse, en la úl- de estabilidad en la distribución y de un coeicien-
tima columna de la parte media baja del cuadro 1, te ζ  1) o no se alejan de él (como parece operar
el procedimiento Hill estima un parámetro sensi- para las zonas metropolitanas de México), entonces
blemente más bajo que el esperado
ζ
bajo una ley de queda por analizar qué es lo que podría explicar
Zipf. Esto no debe sorprendernos porque el méto- dicha regularidad. En la siguiente sección analiza-
do de regresión es típicamente más robusto en des- remos este punto a partir de la discusión de la ley
viaciones deζuna ley de potencia que el estimador de Gibrat.
Hill (Gabaix, 2009), además de que es común en-
contrar un ζ mucho menor cuando se utiliza el
método Hill (Dobkins y Ioannides, 2000). Un dato 2. lEy dE gibrat
interesante a destacar en las estimaciones por el
método Hill es que el parámetro se incrementa al Hemos visto que la ley de Zipf se ajusta muy bien
igual que en el caso de la regresión Zipf, entre 1970 para el caso de las 56 zonas metropolitanas de Méxi-
a 1990, alcanzando un valor de 0.72, para después co. A continuación, discutiremos una explicación
disminuir de forma importante en 2010 hasta 0.61. estadística de la ley de Zipf, la ley de Gibrat, la cual
En general, los procedimientos sugeridos por ha sido ampliamente discutida en los últimos años
Gabaix y Ioannides, en su sección ζ2.2 (op. cit.) para y que además es un elemento clave para el análisis
el caso de las zonas metropolitanas de México in-
dican que no puede descartarse una ley de Zipf, y 1 Por ejemplo, si seguimos estrictamente las reco-
que las estimaciones encontradas son muy consis- mendaciones metodológicas de Gabaix y Ioannides en la
tentes con las encontradas en otros sistemas urba- estimación del parámetro de potencia, tendríamos que
nos, la mayoría de países desarrollados. Gabaix y haber realizado un procedimiento bootstrapping a partir de
la muestra de 56 zonas metropolitanas, con la inalidad
Ioannides indican que en general los datos de las de estimar los verdaderos errores estándar en el cuadro1.
ciudades producen un ζ  [0.8, 1.2], y en este sen- En realidad, los resultados para el caso de las zonas me-
tido las zonas metropolitanas de México no son la tropolitanas de México no varían de manera importante
bajo este procedimiento no-paramétrico; sin embargo,
excepción. En sí, éste ζesun punto a destacar ya
este y otros elementos de estimación estadística son muy
que, como es señalado en la sección 2.3 del texto importantes de tomar en cuenta al momento de realizar
de Gabaix y Ioannides (op. cit.), ante la presen- investigación empírica en esta materia.
EvaluaCión EmpíriCa dE la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs 165

del texto de Gabaix y Ioannides. El papel del creci- es relativamente fácil de establecer, como puede ser
miento aleatorio de las ciudades precisamente pue- constatado en la sección 3.1 del texto de Gabaix y
de dar origen a una regularidad empírica sobre el Ioannnides (op. cit).
rango-tamaño de las ciudades, tal como se establece ¿Por qué es relevante que se cumpla la ley de
con la ley de Zipf. Este punto metodológico, como Gibrat en esta discusión? Existe una línea de ar-
es mencionado por Gabaix y Ioannides, ya había gumentación, en la que seguramente podemos po-
sido considerado por Simon (1955), quien desarro- ner a Gabaix (2009) donde sugiere que el hecho de
lló un primer intento de derivar leyes de potencia, que exista una ley de potencia con exponente 1 (ley
como distribución límite, a partir de un proceso es- de Zipf) amerita una explicación “independiente
tocástico en el que las ciudades dan saltos de creci- de detalles”; es decir la ley de Zipf no necesaria-
miento con una probabilidad creciente respecto al mente tendría que explicarse a través de un balan-
tamaño de la ciudad. Hoy en día, la ley de Gibrat ce perfecto de factores económicos que le dieran
es la discusión estadística más acabada que explica origen, como pudieran ser los costos de transpor-
el origen de una ley de Zipf a partir de un proce- te, las economías de aglomeración (ibidem, p. 6).
so de crecimiento aleatorio de las ciudades. Gabaix Ante esto es suiciente argumentar que el creci-
(1999) y Ioannides y Overman (2003) proveen la miento de las ciudades obedece a la ley de Gibrat
metodología —no paramétrica— pertinente (y que —independientemente de las pequeñas fricciones
está precisamente reseñada en el texto de Gabaix que puedan estar presentes— y con ella se explica
y Ioannides, op. cit.) que se ha vuelto un estándar el origen de la ley de Zipf.
para realizar estudios empíricos sobre la ley de Zipf Empíricamente, la ley de Gibrat se evaluaría
y la ley de Gibrat.2 tras analizar si las tasas de crecimiento de las ciu-
Recordemos que la ley de Gibrat, para el caso dades son independientes e idénticamente distri-
del tamaño de las ciudades, simplemente estable- buidas y con una media igual a la de la tasa de
ce que el tamaño de una ciudad y su tasa de cre- crecimiento del total de la población urbana. Sin
cimiento son independientes; es decir la tasa de embargo, uno de los señalamientos importantes del
crecimiento de una ciudad de tamaño S tiene una artículo de Gabaix y Ioannides (op. cit.) es que la ley
función de distribución con media y varianza que de Gibrat no necesariamente tiene que reproducir-
son independientes de S. Gabaix y Ioannides en el se de manera exacta, ya que existen fricciones que
artículo reseñado (op. cit.) han puesto en relieve que pueden alejarla de su cumplimiento. Aunque no lo
si lo anterior ocurre, entonces el límite de la dis- precisan sus autores, estas fricciones tienen su ori-
tribución de las ciudades converge con una ley de gen en los factores locales de las ciudades, los cua-
Zipf; por lo tanto, la ley de Zipf es una derivación les pueden ser de carácter geográico o económico.
de la ley de Gibrat (Gabaix, 1999). Esto en sí es re- Si esto es así, entonces una manera de evaluar la ley
levante porque es una forma de probar el origen de de Gibrat empíricamente es a través de un enfoque
la ley de Zipf. La derivación matemática de esta ley no paramétrico, donde se evaluaría el crecimiento
aleatorio de las ciudades por medio de las tasas de
crecimiento esperadas y de las desviaciones están-
2 Entre algunos de los estudios más recientes que dar que dependieran, ahora sí, del tamaño de la
utilizan dichas metodologías encontramos: Kristian Gie- ciudad (véase ecuación 10, op. cit.). En particular,
sen y Jens Suedekum (2009), “Zipf ’s Law for Cities in the Ioannides y Overman (2003) proveen una evalua-
Regions and the Country”, NIZA DP 3928; Rafael Gon-
ción del cumplimiento de la ley de Zipf para las
zález-Val (2010), “The Evolution of US City’s Size. Dis-
tribution from a Long-Term Perspective (1900-2000)”, ciudades de Estados Unidos basada en la ecuación
Journal of Regional Science, vol. 50, núm. 5, pp. 952-972. 10 del texto reseñado que, a decir de Gabaix y Io-
166 marCos valdivia lópEz y nanCy HErnándEz Casas

Figura 2
Kernel estocástica del crecimiento de la zona metropolitana
y su tamaño de población (1950-2010)

6
0.08
0.06 5
0.04
4
0.02
población

población
3

6
2

4 1

2 0

0 -1
6
4
2
0 3
-1 0 1 2 4 5 6 7

tasa de crecimiento tasa de crecimiento

Número de observaciones de los datos agrupados: ( i * j ) = (56 * 6) = 336


Gráicos obtenidos con un parámetro desuavizado h = 0.0926

annides, es “la conirmación más fuerte de la vali- es el caso y que hay una fuerte desviación en con-
dez de la ley de Zipf realizada hasta la fecha”. traste con lo que se esperaría; pero una inspección
Ahora, trasladaremos esta discusión al caso de más detallada de la kernel indica que pudiera exis-
las zonas metropolitanas de México para evaluar si tir crecimiento aleatorio al considerar ciertos ran-
hay un cumplimiento de la ley de Gibrat en el con- gos en el tamaño de la población; por ejemplo, ob-
texto del sistema urbano mexicano. En la igura 2 serve en la kernel la población (estandarizada) que
presentamos una estimación no-paramétrica de la va de 1 a 2 y también la que está cercana a 7.
kernel estocástica de las 56 zonas metropolitanas Sólo para ines de ilustración y de seguir ex-
del país; tenemos una representación en tres di- poniendo cómo pueden utilizarse las metodologías
mensiones de la distribución de las tasas de creci- propuestas por Gabaix y Ioannides, a continuación
miento de las ciudades como función del tamaño de estimamos las regresiones locales del crecimiento
las ciudades. La estimación se realiza con los datos de las zonas metropolitanas mexicanas (1950-2010)
agrupados para cada uno de los censos del periodo como función del tamaño de las ciudades, tal como
1950-2010 (336 observaciones). se sugiere en la ecuación (10) del capítulo anterior
Si no existiera alguna asociación entre el de Gabaix y Ioannides.3
crecimiento de la ciudad y el tamaño de la pobla- La igura 3 muestra las estimaciones del creci-
ción (es decir cumplimiento de la ley de Gibrat), miento de la zona metropolitana (eje y) en función
las distribuciones de crecimiento tendrían que estar
centradas en cero (ya que utilizamos datos estanda- 3 Las estimaciones fueron realizadas de acuerdo
rizados), independientemente del tamaño de la po- con el método de Nadaraya-Watson en Stata. Se utilizó
blación. Sin embargo, la igura 2 nos indica que no un parámetro de suavizado h=0.2870.
EvaluaCión EmpíriCa dE la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs 167

Figura 3
Estimación no-paramétrica de la media de la tasa de crecimiento de la población
de una zona metropolitana en función de la población

1.4
1.2
1
crecimiento medio

8
6
4
2
0
-2
-4
-6
8 10 12 14 16

log población

del tamaño del log de su población (eje x). Al cum- nos de los elementos que explican por qué no se
plirse la ley de Gibrat, las tasas de crecimiento ten- cumple una ley de Gibrat para el caso mexicano.
drían que estar en el eje horizontal del 0 tal como
se despliega en la igura 3 de Gabaix y Ioannides
(op. cit.), para el caso de las ciudades en los Estados 3. dinámiCa
Unidos. Es evidente que para el caso de México, y dE las zonas mEtropolitanas
como era de esperarse, dadas las estimaciones de la y CrECimiEnto paralElo
kernel estocástica (véase la igura 2), no se cumple
tal pronóstico. Sólo es conveniente señalar que la va- En el texto de Gabaix y Ioannides (op. cit.), un ele-
riación en las estimaciones tiende a reducirse en mento importante es la dinámica de las ciudades.
el rango log de población entre 11 y 14, pero sin Su punto central es analizar si la persistencia de la
que esto propicie pensar que los datos ajustan un distribución en el tamaño de las ciudades puede ser
crecimiento aleatorio. Ciertamente otras bases de un elemento que caracterice la dinámica del cre-
ciudades (por ejemplo, localidades) pueden ser cimiento de las ciudades. Aquí se inserta el tema
utilizadas para replicar las técnicas mencionadas del “crecimiento paralelo” de las ciudades, y si éste
y evaluar cómo pueden afectar las estimaciones; puede ser considerado como un “hecho estilizado”
aunque consideramos que los resultados no serán entre los diversos sistemas urbanos. Por crecimien-
muy distantes de los bosquejados, y esto puede te- to paralelo debemos entender que el crecimiento de
ner una explicación en la historia y dinámica del las ciudades no es divergente (las ciudades con ma-
comportamiento particular del sistema urbano de yor población crecen más), o convergente (las ciu-
México. En la siguiente sección analizaremos algu- dades con menor población crecen más), de tal
168 marCos valdivia lópEz y nanCy HErnándEz Casas

Figura 4
Tasas de crecimiento medio anual de las zonas metropolitanas

8.00

7.00
tasa de crecimiento

6.00
de la población

56 ZM
5.00
ZM < 250000 hab.
4.00 > 250000 < 1 millón

3.00 > millón

2.00

1.00

0.00
gr 50_60 gr 60_70 gr 70_80 gr 80_90 gr 90_00 gr 00_10

Fuente: elaboración propia con base en los censos de población

manera que el sistema urbano evoluciona hacia un lo describe la evolución del sistema urbano de Mé-
crecimiento “óptimo”, sino que su crecimiento con- xico. En diversos estudios para el caso mexicano,
luye hacia una tasa común. Gabaix y Ioannides se pueden identiicar dos periodos de crecimiento
distinguen dos tipos de experiencia urbana con- de las ciudades. El primero está caracterizado por
trastantes entre sí; uno es el de países como Japón una alta concentración de la población urbana (y
y Francia, donde la jerarquía urbana (de ciudades la actividad económica) en muy pocas ciudades, lo
viejas y sin la creación de nuevas) se ha mantenido cual está asociado a altas tasas de crecimiento en
relativamente estable por siglos (lo cual está asocia- las ciudades más grandes, en contraste con tasas de
do a áreas geográicamente coninadas); y el otro crecimiento pequeñas en las ciudades de menor ta-
es la experiencia de los Estados Unidos, que ha te- maño. Este primer periodo abarca entre los años
nido una dinámica de expansión-declive de ciuda- 1940 y 1980, que a su vez está asociado con un ini-
des, así como de surgimiento de nuevas (situación cio acelerado del proceso de industrialización del
que está asociada a su gran extensión territorial y país y con la fase de sustitución de importaciones.
a la expansión hacia el hinterland). A pesar de estas Autores como Unikel (1975) utilizan el concepto de
experiencias urbanas diferentes, el texto de Gabaix macrocefalia o alta primacía urbana para caracteri-
y Ioannides deja entrever que ambas experiencias zar el sistema urbano de México. El segundo pe-
arrojan en general un comportamiento similar de riodo inicia en los ochenta, y empieza a darse una
crecimiento paralelo de las ciudades. tendencia hacia la desconcentración del crecimien-
Esta discusión está relacionada con la ley de to de las ciudades, al haber una fuerte expansión de
Gibrat, ya que la distribución estacionaria que deri- ciudades medias (500,000 a 1 millón de habitantes)
va esta ley (con una tasa de crecimiento promedio y una disminución en el ritmo de crecimiento de las
común entre las ciudades que es independiente de ciudades de más de un millón de habitantes (Agui-
los tamaños) puede ser una explicación del creci- lar y Rodríguez, 1997).
miento paralelo. En este sentido importa deliberar Las tendencias aludidas se pueden apreciar
brevemente si esta discusión de crecimiento parale- claramente en la igura 4, que muestra la tasa de
EvaluaCión EmpíriCa dE la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs 169

crecimiento media anual para las zonas metropo- aunque una vez que se considera un grupo de ciu-
litanas del país por rango de población. Observe dades con características compartidas en ventajas
cómo las zonas metropolitanas mayores a 1 millón de localización (geográica) y/o políticas regiona-
de habitantes crecieron por arriba de las otras zo- les, se encuentra crecimiento paralelo (Chen, Fu y
nas metropolitanas durante el periodo 1950-1970 Zhang, 2010).
y a partir de los setenta fueron las ciudades medias Los ejercicios que hemos realizado para el ca-
(250 mil a 1 millón) las que empezaron a crecer a so mexicano, al menos bajo el criterio de zonas me-
mayores tasas; es interesante notar una igualación tropolitanas, muestran que es posible sugerir una
en las tasas de crecimiento durante las últimas dos tendencia hacia el crecimiento paralelo a partir de
décadas, al menos para las zonas metropolitanas la década de los ochenta. En el texto de Gabaix
mayores a 250 mil habitantes. y Ioannides (op. cit., sección 5) hay una discusión
Este comportamiento difícilmente puede dar pormenorizada sobre la importancia de analizar la
pauta para proponer que prevaleció un crecimien- dinámica de la distribución del tamaño de las ciu-
to paralelo durante todo el periodo 1950-2010 en dades y sobre las técnicas y modelos apropiados
las zonas metropolitanas de México. Sin embargo, para analizarla. Al respecto, hemos realizado una
la dinámica del crecimiento da elementos para su- primera aproximación para las zonas metropolita-
poner que a partir de los ochenta se registró un nas al estimar la kernel estocástica de la igura 2 en
punto de inlexión en el que las zonas metropoli- la sección anterior y en la que no pudimos eviden-
tanas empezaron a crecer hacia una tasa única in- ciar la presencia de una tasa única de crecimiento
dependiente del tamaño de su población. Si esto para todo el periodo considerado, no obstante la
fuera así, en México apenas estaría procesándose información de la igura 4 nos revela que es posible
el cumplimiento de la ley de Gibrat. En el texto de que a partir de los ochenta se esté dando un giro al
Gabaix y Ioannides (op. cit.), la discusión sobre la respecto.
validez de la ley de Gibrat se da a través de estudios Para evaluar más en detalle la dinámica de la
empíricos en ciudades europeas, de Japón y de los distribución de las zonas metropolitanas, presen-
Estados Unidos, en donde es muy claro su cum- tamos en el cuadro 2, a semejanza de lo realizado
plimiento si se considera todo el periodo del siglo por Eaton y Eckstein (1997) y discutido en Gabaix y
xx. En esos países, el desarrollo del capitalismo no Ioannides (ibidem), la matriz de transición de proba-
sólo ha sido más prematuro, sino sobre todo me- bilidad promedio de la población relativa de las 56
nos desigual que el observado en países en desarro- zonas metropolitanas de México durante el perio-
llo como México, lo que podría explicar por qué do 1950-2010 (cada observación está dividida por
el crecimiento aleatorio ha evolucionado quizás la población promedio de la década). La matriz
de forma más natural en esos países. Esto no ne- consta de 392 transiciones realizadas para 56 zonas
cesariamente implica que la dinámica del sistema metropolitanas en cinco décadas (56 × 7) y en el
de ciudades en países como México deba ser cua- que se consideran cinco grupos de crecimiento es-
litativamente diferente, y por lo tanto irrelevante tandarizado de las ciudades. El ejercicio asume un
considerar el cumplimiento de una ley de Gibrat. proceso de transición Markov de primer orden, tal
Lo mismo podría aplicar para otros países con un como es descrito en la ecuación (15) de Gabaix y
capitalismo emergente. Por ejemplo, estudios re- Ioannides (op. cit.).
cientes para el caso de China muestran que no hay El crecimiento paralelo estricto implica que
evidencia de crecimiento paralelo para el conjun- las probabilidades de transición se concentren en
to de sus ciudades (durante un periodo reciente la diagonal de la matriz, lo cual no parece ser el
de crecimiento acelerado, 1984-2006, en ese país), caso, dada la información que provee el cuadro 2.
170 marCos valdivia lópEz y nanCy HErnándEz Casas

Cuadro 2
Matriz de transición de la población relativa de las zonas metropolitanas
1950-2010 (transiciones por decenio)

t \ t+1 0.004 0.007 0.011 0.017 0.416

0.004 0.92 0.08 0.00 0.00 0.00

0.007 0.18 0.72 0.10 0.00 0.00

0.011 0.00 0.19 0.67 0.14 0.00

0.017 0.00 0.00 0.22 0.72 0.06

0.416 0.00 0.00 0.00 0.18 0.82

Distribución ergódica 0.53 0.23 0.12 0.08 0.03

Sin embargo, las mayores probabilidades sí se (cuarto grupo del cuadro 2), el tamaño de las zonas
concentran en la diagonal; la del rango más bajo metropolitanas tendría que converger en el largo
(0 a 0.004) es la que tiene mayor persistencia (0.92), plazo hacia dicho valor. Esto no parece ocurrir si
seguida por las ciudades con mayor población rela- atendemos a la distribución ergódica (estacionaria)
tiva (0.017 a 0.416), con una probabilidad de 0.82. que arroja la matriz de transición (último renglón
Los rangos intermedios (0.007 a 0.017) tienen una del cuadro), el cual no sólo indica que no hay con-
menor persistencia, y el tercer grupo es el que tie- vergencia hacia la media (ya que únicamente 8% de
ne menor probabilidad (0.67). Esto nos habla de la las zonas metropolitanas lo haría en el largo plazo),
movilidad en las zonas metropolitanas intermedias, sino que hay mucho mayor variación en el tama-
al tener incluso mayor probabilidad de transitar ha- ño relativo de las zonas metropolitanas, aun cuan-
cia rangos más bajos. De igual manera, en los extre- do incluso las zonas más pequeñas tendrían mayor
mos destaca que el grupo de zonas metropolitanas peso (véase que el grupo uno y dos concentrarían
más grandes es el que tiene mayor probabilidad de 53% y 23% respectivamente). La distribución ergó-
transitar hacia el grupo inferior de tamaños (0.18), dica también indica que el grupo de zonas metro-
si se le compara con las zonas metropolitanas más politanas más grandes (que actualmente concentra
pequeñas que sólo tienen una probabilidad de 0.08 20%) disminuirían su presencia al caer hasta 3%, lo
de pasar al siguiente grupo. En general, se observa que sugiere que las zonas metropolitanas grandes
mayor persistencia en los extremos de la distribu- (como Ciudad de México, Guadalajara y Monte-
ción de las zonas metropolitanas y mayor movili- rrrey), estarían de alguna manera cercanas al pro-
dad en los segmentos intermedios. medio en el largo plazo. Este resultado es consisten-
El promedio de población relativa de las zo- te con lo ya señalado en relación con la pérdida de
nas metropolitanas es de 0.0178, lo que indica que peso de las grandes urbes en el país, sobre todo en
80% de las zonas metropolitanas se encuentra por la Ciudad de México.
debajo del promedio de la población relativa; y si Tales resultados en general indican una mayor
hubiera un proceso de convergencia hacia la media heterogeneidad en la distribución del tamaño de las
EvaluaCión EmpíriCa dE la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs 171

zonas metropolitanas, lo cual es más consistente con podría decir lo mismo de los modelos de la Nueva
una hipótesis de crecimiento paralelo. Geografía Económica, de tal forma que, regularida-
des empíricas como la concentración espacial de la
actividad económica o el despliegue de leyes de po-
ConClusionEs tencia en fenómenos (como el tamaño de las ciu-
dades o de las irmas), no pueden ser desdeñadas
La ley de Zipf y/o la Ley de Gibrat podrían dejar la por las teorías formales como la Nueva Geografía
impresión de que son una deliberación abstracta, Económica, pues constituyen oportunidades para
poco relevante para la discusión sobre la Geografía validar empíricamente tales teorías.
Económica, y en particular de poca utilidad para en- Ante el argumento de que entonces es necesa-
tender o explicar fenómenos como la distribución rio explicar tales regularidades como la ley de Zipf,
de las ciudades o el tamaño de las irmas, más allá el trabajo de Gabaix y Ioannides (op. cit.) trata de
de que estos fenómenos presumiblemente repro- bosquejar cuáles son los enfoques para hacerlo. Los
duzcan una ley de Zipf. autores señalan que en realidad prevalecen un en-
Creemos que la revisión que realizan Gabaix y foque estadístico y otro de teoría económica para
Ioannides (op. cit.) es importante y sí tiene implica- entender por qué la distribución de las ciudades
ciones metodológicas de trascendencia para lo que es heterogénea y fuertemente sesgada (o desigual).
hoy en día se discute en el ámbito de la Geografía También realizan un interesante esfuerzo por en-
Económica. Incluso, la ley de Zipf constituye un trelazar dichos enfoques e indicar en qué momen-
referente para la validez de cualquier teoría com- to se debe poner más atención a uno u otro. En
petitiva de Geografía Económica que se considere primera instancia, pareciera que se pone mayor
como cientíica; y para muestra, cabe mencionar el énfasis en el enfoque estadístico (o en lo que Krug-
propio posicionamiento del libro Economía Espacial man (1999, p. 42) llamaría “física social”), donde
de Fujita, Krugman y Venables (1999), el cual no se expone cómo la teoría moderna de los procesos
sólo toma muy en serio el cumplimiento de la ley estocásticos es una pieza clave para entender la dis-
de Zipf en el tamaño de las ciudades (op. cit. capítu- tribución del tamaño de las ciudades. Este enfoque,
lo 12), sino incluso sugiere que la Nueva Geografía si bien se remonta a Simon con su modelo de cre-
Económica es una teoría que podría explicar di- cimiento proporcional (1955), su discusión contem-
cha ley. Puede ser debatible si la Nueva Geografía poránea está asociada realmente al trabajo del pro-
Económica es exitosa o no en explicarla (Axtell y pio Gabaix (1999), quien ve en la ley de Gibrat una
Florida, 2006), pero lo que no es cuestionable es si explicación formal de la ley de Zipf. Sin embargo,
la ley de Zipf hoy en día constituye un objetivo me- esto es criticado pues a pesar de que se puede de-
todológico que permite validar las teorías contem- rivar analíticamente una distribución de potencia
poráneas que están orientadas hacia la Geografía estable (como la ley de Zipf), no ofrece ninguna ex-
Económica, como la Nueva Geografía Económica y plicación microfundamentada de la emergencia de
otras como la teoría de sistema de ciudades de Hen- tales regularidades, además de estar apoyada por
derson, porque la ley de Zipf es una fuerte regula- la teoría económica convencional. Conscientes de
ridad empírica que no puede pasar desapercibida esto, Gabaix y Ioannides consistentemente tratan
y que está presente en diversos fenómenos sociales y de ofrecer qué teorías económicas asociadas a la
naturales que despliegan complejidad y dinámica Nueva Geografía Económica o al sistema de ciuda-
territorial. En general, se tiende a criticar los mo- des pueden dar cuenta de la ley de Zipf.
delos económicos neoclásicos por ser abstractos y Modelos que incorporan los principios del
estar alejados del mundo real, y por consiguiente se crecimiento endógeno (y capital humano) o incluso
172 marCos valdivia lópEz y nanCy HErnándEz Casas

enfoques de complejidad y auto-organización son estar dando pauta para un cumplimiento de la ley
citados por los autores como esfuerzos interesantes de Gibrat en los años por venir, lo cual puede tener
para generar modelos con capacidad de reproducir interesantes implicaciones para el análisis del siste-
leyes de potencia o, en particular de Zipf. Quizás ma de ciudades en países como México, al sugerir
la conclusión sea clara: hasta el momento ninguna que dichos sistemas no son tan peculiares y, por lo
teoría ha mostrado sobresalir entre las demás ni ha tanto puedan estar sujetos a las mismas fuerzas que
proporcionado la explicación única del surgimien- determinan las dinámicas de las ciudades, como en
to de una ley de Zipf en el tamaño de las ciudades. cualquier economía avanzada. Finalmente, reali-
Si bien nos conducen a una relexión teórica zamos un análisis de la dinámica de evolución de
sobre el porqué del surgimiento de regularidades las ciudades, en el cual no hay evidencia de creci-
como la ley de Zipf y/o de Gibrat, nosotros creemos miento paralelo entre 1950-2010, y donde además
que el texto destaca más por ser una excelente guía detectamos un debilitamiento, en el largo plazo, de
metodológica para todo aquel interesado en evaluar la primacía de las grandes urbes como la Ciudad
empíricamente el cumplimiento de la ley de Zipf o de México, Guadalajara y Monterrey, así como una
del crecimiento paralelo de las ciudades (ley de Gi- mayor presencia de pequeñas y medianas zonas me-
brat). Aquí hemos replicado algunas de las técnicas tropolitanas. Tampoco encontramos evidencia de
y modelos discutidos en Gabaix y Ioannides (op. cit.) dinámicas de convergencia o divergencia en el ta-
para el caso de las zonas metropolitanas de México maño de las zonas metropolitanas, sino una mayor
durante el periodo 1950-2010. Nuestros resultados heterogeneidad en su composición, asunto que va
indican que la caracterización de la evolución y di- más en línea con la tesis de crecimiento aleatorio
námica de la distribución del tamaño de las zonas que es concomitante a la ley de Gibrat.
metropolitanas en México no está muy alejado de
lo ocurrido en los sistemas urbanos de países euro-
peos o de los Estados Unidos. En primera instan- rEfErEnCias bibliográfiCas
cia debemos señalar que la ley de Zipf se cumple
para el caso mexicano y que el sistema urbano de Aguilar, G. y F. Rodríguez (coords.) (1997), Econo-
México no está exento del cumplimiento de tal re- mía global y proceso urbano en México, México,
gularidad; asimismo es interesante destacar que, a Crim/unam.
semejanza de lo señalado por Gabaix y Ioannides Axtell, R. y R. Florida (2006), “Emergent Cities:
en diversos estudios empíricos para los Estados Micro-Foundations of Zipf ’s Law”, documen-
Unidos, en México también parece presentarse una to de trabajo, www.creativeclass.com
ligera disminución del coeiciente Zipf a partir de Chen, Z., S. Fu y D. Zhang (2010), “Searching for
las últimas dos décadas. En segunda instancia, eva- the Parallel Growth of Cities”, documento de
luamos —bajo el protocolo metodológico expuesto trabajo, núm. 21, p. 528, MPRA.
por Gabaix y Ioannides— si las zonas metropoli- Dobkins, L.H. y Y.M. Ioannides (2000), “Dynamic
tanas del país estaban sujetas a una ley de Gibrat; Evolution of US City Size Disitribution”, en J.
nuestros resultados indican que no hay evidencia Huriot y J. Thisse (eds.), The Economics of Ci-
del cumplimiento de tal ley, como parece ocurrir ties, Theoretical Perspectives, Cambridge, Cam-
en países desarrollados (Estados Unidos o Europa) bridge University Press, pp. 217-260.
pero sí encontramos evidencia de que los cambios Eaton, J. y Z. Eckstein (1997), “Cities and Growth,
—ampliamente documentados por especialistas, en Theory and Evidence from France and Ja-
la dinámica de crecimiento de las zonas metropo- pan”, Regional Science and Urban Economics,
litanas a partir de los ochenta— pudieran ahora vol. 27, pp. 443-474.
EvaluaCión EmpíriCa dE la distribuCión dEl tamaño dE las CiudadEs 173

Fujita, M., P. Krugman y A.J. Venables (1999), The Krugman, P. (1997), Development, Geography, and Eco-
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Gabaix, X. (2009), “Power Laws in Economics and __________ y R. Elizondo (1996), “Trade Policy and
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__________ (1999), “Zipf ’s Law for Cities, an Expla- lopment Economics, vol. 49, núm. 1, abril, pp.
nation”, Quarterly Journal of Economics, vol. 114, 137-150.
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Henderson, J.V. (1974), “The Types and Size of Functions”, Biometrika, vol. 44, pp. 425-440;
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640-656. Rational, Mathematical Essays on Rational Human
Ioannides, Y.M. y H.G. Overman (2003), “Zipf ’s Law Behavior in a Social Setting, Nueva York, Wiley.
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nal Science and Urban Economics, vol. 33, pp. en México”, Demografía y Economía, vol. IX,
127-137. núm. 2.
Externalidades del capital humano en las ciudades*

EnriCo morEtti
Departamento de Economía, Universidad de Berkeley

¿Cuál es el efecto de un incremento en el nivel general de capital humano sobre la eco-


nomía de una ciudad? Aunque se tiene un conocimiento amplio sobre los rendimientos
privados de la educación, es poco lo que se sabe para responder a la pregunta más impor-
tante, de qué pasa con la productividad, salarios y precios de la tierra, cuando el acervo**
de capital humano agregado de una ciudad se incrementa. Los aumentos en el acervo
agregado de capital humano pueden provocar beneicios sociales no del todo relejados
en los rendimientos privados de la educación. En teoría, las derramas** del capital hu-
mano pueden incrementar la productividad agregada por arriba del efecto directo del
capital humano sobre la productividad individual. Además, los incrementos en la edu-
cación pueden reducir la participación en actividades criminales y mejorar el comporta-
miento político de los votantes. En este capítulo paso revista a lo que hasta el momento
sabemos de los rendimientos sociales de la educación, con particular atención en las ex-
ternalidades que incrementan el beneicio sobre el área geográica local. El artículo hace
énfasis en los problemas que surgen a raíz de la identiicación empírica de estas externali-
dades, y en la evidencia empírica existente acerca de su magnitud.

1. introduCCión de la escolaridad per se, y no un resultado de las


diferencias en las características no medidas del
Después de cuarenta años de investigación sobre trabajador.
la relación entre escolaridad e ingresos, los econo- A pesar de este acuerdo general sobre el ren-
mistas se hacen ya una buena idea acerca de los dimiento privado de la escolaridad, es mucho me-
beneicios privados del capital humano. Sabemos nos lo que se sabe acerca del rendimiento social,
que los individuos con mayor escolaridad ganan aunque los economistas han especulado sobre la po-
más, y muchos trabajos empíricos sugieren que sibilidad de externalidades al menos durante un
esta diferencia en ganancias es de hecho un relejo siglo. En este capítulo reviso lo que sabemos so-

* Este texto fue preparado para el capítulo 51 de


J. Vernon Henderson y Jacques-Francois Thisse (eds.) zada por Cynthia K. González y Manuel Lecumberri (Fa-
(2004), Handbook of Regional and Urban Economics, vol. 4, cultad de Economía, unam).
pp. 2243-2291, con los permisos otorgados por Elsevier ** A lo largo del texto traducimos stock como acervo

con núm. de Invoice RP011153. La traducción fue reali- y spillovers como derramas (n. de los t.).

[175]
176 EnriCo morEtti

bre los beneicios sociales del capital humano, con han argumentado en favor del subsidio público a la
particular atención en aquellos que incrementan el educación, fundados en que un electorado mejor
beneicio sobre el área geográica local. Aunque re- educado decide mejor sobre asuntos de política que
viso brevemente la teoría de las externalidades del afectan la economía.
capital humano, se hace énfasis en los problemas La posibilidad de que el rendimiento social
empíricos que surgen en la estimación de estas ex- del capital humano diiera de su rendimiento pri-
ternalidades y en la evidencia empírica existente vado tiene tremenda importancia práctica; por
acerca de su magnitud. ejemplo, la magnitud del rendimiento social de la
¿Cuál es el efecto de un incremento en el ni- educación es una herramienta crucial para calcular
vel global de capital humano sobre una economía la eiciencia de la inversión pública en educación,
local? En presencia de las externalidades, el efec- puesto que son los gobiernos estatales y locales los
to de la escolaridad agregada sobre los beneicios que subsidian casi todos los costos directos de ope-
agregados, no necesariamente es el mismo que el ración de las instituciones educativas primarias y
efecto de la escolaridad individual sobre los bene- secundarias. De hecho, muchos de los argumentos
icios individuales. Estas externalidades en los be- en favor de la educación pública provienen del re-
neicios pueden ser tanto positivas como negativas. conocimiento de que la educación no sólo retribuye
Por un lado, la amplia literatura teórica —tanto de al individuo educado, sino que crea también una
la economía urbana como de la macroeconomía— variedad de beneicios compartidos por la sociedad
ha argumentado que el capital humano agregado en su conjunto.
tiene un efecto positivo sobre la productividad, más Además, la magnitud de las externalidades de
allá y por encima de su efecto privado, consideran- la educación es importante para las políticas de desa-
do entonces las derramas de capital humano como rrollo local. Los gobiernos locales están creciente-
importantes factores explicativos del crecimiento mente interesados en promover el crecimiento eco-
de ciudades, regiones y países. nómico y disponen de ciertas opciones alternativas
Por otro lado, en teoría es posible que la de política: subsidiar los nuevos negocios, modiicar
escolaridad tenga un pequeño efecto sobre la pro- las normas ambientales o laborales, o desarrollar
ductividad individual, simplemente al ser una políticas para atraer o formar una fuerza laboral
señal de la habilidad innata. En este caso, la esco- educada. Así que los gobiernos locales deben lograr
laridad genera externalidades negativas (pecunia- un balance entre tales opciones, en la medida en
rias), y el efecto de los aumentos en la escolaridad que pueden estar implicando importantes disyun-
agregada sobre los beneicios agregados es más tivas; por ejemplo, reducir los estándares ambien-
pequeño que el efecto de los incrementos en la tales puede resultar en una reducción del número
escolaridad individual sobre las ganancias indi- de trabajadores educados atraídos, si es cierto que
viduales. la demanda de calidad del entorno crece con la
En otra línea de investigación, los economis- educación. Así que, conocer la magnitud de los be-
tas han establecido la hipótesis de que la educación neicios sociales del capital humano es una conside-
puede tener otros beneicios sociales, además de sus ración crucial en la elección de una política óptima
efectos sobre las ganancias; por ejemplo, se piensa de desarrollo.
que la educación reduce en muchas ocasiones la En este capítulo presento una estructura de
probabilidad de que un individuo se involucre en equilibrio uniicado, con derramas de productivi-
actividades generadoras de externalidades negati- dad. La estructura muestra que las derramas geo-
vas, como las criminales. Alternativamente econo- gráicamente locales pueden ser identiicadas tanto
mistas, desde Adam Smith hasta Milton Friedman, directamente —comparando la productividad de
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 177

las irmas en ciudades con niveles globales dife- sidiendo en ciudades con una fuerza laboral menos
rentes de capital humano, mientras se mantienen educada.1
constantes las características individuales de las ir- Como consecuencia, es difícil desenredar em-
mas— o indirectamente, usando los precios de los píricamente el efecto de los niveles más altos de
factores. capital humano sobre la productividad, los salarios
En el planteamiento indirecto, las externali- y el precio de la tierra, del efecto de estas carac-
dades pueden ser identiicadas mediante dos ca- terísticas inobservadas de los trabajadores y de las
minos: comparando los salarios de los trabajadores ciudades. La estructura aquí desarrollada apunta a
en las ciudades con diferentes niveles globales de que las heterogeneidades inobservadas de irmas,
capital humano, manteniendo constantes las carac- trabajadores y ciudades, probablemente sesgarán
terísticas individuales de los trabajadores; o bien una estimación de las externalidades con mínimos
comparando el precio de la vivienda en las mismas cuadrados ordinarios (MCO), pero la dirección del
ciudades, manteniendo constantes las característi- sesgo no será obvia a priori. Si la verdadera mag-
cas de las viviendas. La estructura también clariica nitud de las derramas es más grande o pequeña
la relación precisa entre las estimaciones obtenidas que la estimada con mínimos cuadrados ordinarios
con esas tres estrategias empíricas. Uso esta estruc- (MCO), dependerá de si los factores inobservados
tura para interpretar las estimaciones existentes de que afectan la demanda relativa de trabajo calii-
derrama de capital humano. cado entre ciudades domina por sobre los factores
El asunto de la endogeneidad del capital hu- inobservados que afectan la oferta relativa de traba-
mano agregado es probablemente el reto empíri- jo caliicado. Argumentaré algunas formas de en-
co más importante al que se enfrentan los inves- frentar la potencial endogeneidad de los acervos de
tigadores de esta área. El capital humano no está capital humano.
aleatoriamente distribuido entre las ciudades: su La literatura empírica sobre externalidades
nivel tiende a ser más alto en áreas con alta pro- de capital humano debiera tener dos objetivos. El
ductividad y buenas amenities. La razón es que los primero, establecer una magnitud verosímil de las
trabajadores eligen endógenamente dónde residir, derramas; dadas las signiicativas implicaciones de
con base en los salarios, el costo de la vida, y en política y la amplia literatura teórica que asume la
el avenimiento entre sus preferencias y las amenities existencia de externalidades de capital humano, es
de la ciudad. Análogamente, las empresas también un importante primer paso cuantiicar el tamaño
eligen endógenamente dónde situarse, con base en de dichas externalidades, si es que inalmente exis-
los salarios, el costo de la tierra, y el avenimiento ten. El segundo objetivo debe ser la investigación
entre su función de costos y las características de empírica de los mecanismos que dan origen a las
la ciudad. Empíricamente observamos que ciuda- externalidades.
des con fuerza laboral bien educada tienden hacia Después de reseñar la evidencia existente,
mejores amenities, mejores instituciones, mejor in- concluyo que la literatura empírica provee intri-
fraestructura, estructura industrial más moderna gante evidencia sobre la existencia de externalida-
y empresas tecnológicamente más avanzadas, que des de capital humano, pero aún estamos lejos de
aquellas ciudades con fuerza laboral menos educa-
da. Además, los trabajadores radicados en ciudades 1 Por ejemplo, un abogado en Nueva York proba-

con fuerza laboral bien educada tienen mayor pro- blemente será muy diferente a un abogado en El Paso,
Texas. De igual manera, un graduado de la preparatoria
babilidad de presentar características inobservadas
en una empresa de biotecnología en San Francisco, pro-
que los hacen más productivos, que aquellos traba- bablemente será diferente a un graduado de preparato-
jadores con el mismo nivel de escolaridad, pero re- ria en una planta de ropa en Brownsville, Texas.
178 EnriCo morEtti

un consenso sobre la magnitud de tales externali- cipales áreas metropolitanas de usa entre 1980 y
dades. La literatura empírica en la materia es aún 2000. Analizo también qué características de las ciu-
muy joven, y los retos econométricos son difíciles dades en 1990 están asociadas con grandes incre-
de superar. Es necesario más trabajo antes de que mentos en el acervo de capital humano entre 1990
podamos sacar conclusiones convincentes acerca y 2000.
del tamaño de las externalidades de capital huma- Mis hallazgos sugieren que virtualmente to-
no y de los mecanismos que las dirigen. das las ciudades de usa experimentaron incremen-
El resto del capítulo está organizado como si- tos en la fracción de individuos educados duran-
gue. Describo las tendencias recientes de la distri- te los años noventa. Estos incrementos fueron, en
bución geográica de la escolaridad a lo largo de las promedio, similares a los experimentados durante
ciudades de Estados Unidos; en la sección 3 reviso los ochenta, pero de ninguna manera fueron uni-
brevemente las teorías del rendimiento social del formes entre las ciudades. En particular, las ciuda-
capital humano; en la sección 4 argumento los retos des que tenían una fracción relativamente alta de
empíricos que surgen al intentar estimar derramas individuos educados en 1990 experimentaron in-
de capital humano, y la evidencia empírica exis- crementos mayores entre 1990 y 2000, que aque-
tente sobre la magnitud de estas derramas; en la llas ciudades con una fracción relativamente mu-
sección 5 atiendo los beneicios sociales de la esco- cho menor de individuos educados en ese mismo
laridad que no aparecen como incremento de los año. Como consecuencia, la distribución del capital
ingresos. La última sección son las conclusiones. humano entre las ciudades se volvió más desigual
durante los años noventa. Una razón que explica el
incremento de la concentración de capital humano
2. tEndEnCias rECiEntEs en algunas ciudades es el high-tech boom de los no-
En la distribuCión gEográfiCa venta, en la medida en que favoreció a un puñado
dEl Capital Humano de ciudades que ya tenía una alta caliicación. Pero
EntrE las CiudadEs esta tendencia al incremento de la desigualdad en
la distribución del capital humano entre las ciuda-
des de Estados Unidos durante los noventa no era
La distribución de capital humano en los Estados un fenómeno nuevo, puesto que ya se había esta-
Unidos es geográicamente irregular. Las áreas blecido desde los ochenta.
urbanas tienden típicamente a tener poblaciones El cuadro 1 reporta un resumen estadístico
mejor educadas que las áreas rurales, pero inclu- de 222 áreas metropolitanas para las que tengo da-
so entre áreas urbanas hay diferencias sustanciales tos consecutivos de 1980, 1999 y 2000. Son datos
en el número de individuos especializados, lo cual de los Census of Population and Housing. De principio
también es muy variable con el cambio en su núme- a in del presente documento, la unidad de análisis
ro a través del tiempo. Por ejemplo, la fracción de es la metropolitan statistical area (MSA), que está de-
individuos con formación universitaria en las ciu- inida de tal forma que incluye regiones económi-
dades ubicadas en la cumbre de la distribución de cas locales con poblaciones de al menos 100,000
escolaridad en 2000 (v.g. San Francisco) es cuatro habitantes, y muchas contienen más de un county.*
veces más grande que la fracción de individuos con Los términos de ciudad y MSA serán usados in-
formación universitaria en las ciudades ubicadas en distintamente en este artículo. El Censo del 2000
la parte más baja de la distribución (v.g. Danville).
En esta sección documento las tendencias recientes * Condado: equivalente aproximado de un munici-

en la distribución de la escolaridad entre las prin- pio en México (n. de los t.).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 179

Cuadro 1
Porcentaje y dispersión de los graduados universitarios por año
Muestra de 222 áreas metropolitanas

(1) (2) (3) (4)

media varianza P75-P25 P10-P90

2000 0.234 0.0044 0.088 0.172

1990 0.201 0.0037 0.070 0.152

1980 0.176 0.0028 0.073 0.121

identiica 320 MSA, pero sólo 222 pudieron ser Estas tendencias en la media y la dispersión
vinculadas consistentemente a través de los tres del acervo de capital humano a través de las ciu-
censos.2 dades de Estados Unidos se ilustran gráicamente
Históricamente la población de Estados Uni- en las iguras 1 y 2. La gráica superior de la igura
dos se caracteriza por una tendencia de largo plazo 1 hace un diagrama de dispersión con el por cien-
a incrementar su nivel de escolaridad, cuyos estra- to de graduados universitarios en 1990 en el eje x,
tos de población más joven están mejor educados contra el porcentaje de graduados en 2000 en el
que los más viejos. La columna 1 conirma que eje y, para cada una de las ciudades de la mues-
la fracción promedio de graduados universitarios tra, sobreponiendo una diagonal a 45°. Lo prime-
en las 222 ciudades se incrementó de 17% en 1980 ro que se nota en el diagrama es la gran variación
a 20% en 1990, y a 23% en 2000. El hecho de que en los acervos promedio de capital humano entre
la participación de los graduados universitarios ha las ciudades. En ambos casos, 1990 y 2000, la frac-
venido incrementándose de manera estable está ción de graduados universitarios fue desde 10% en
bien documentado y no debe sorprender. Más in- las ciudades menos educadas, a más de 40% en las
teresante es el hecho de que la dispersión del capi- ciudades altamente educadas. Una segunda carac-
tal humano entre ciudades evidentemente también terística a notar es que el acervo de graduados uni-
está creciendo. Presento tres medidas de disper- versitarios se ha incrementado en casi todos lados.
sión: varianza (columna 2), rango inter-cuartil (co- Sólo un puñado de ciudades tiene un menor por-
lumna 3) y la diferencia entre los percentiles 90 y centaje de graduados de universidad en 2000 que
10. La varianza se incrementó de 0.0028 en 1980, en 1990; la mayoría de las ciudades queda sobre la
a 0.0037 en 1990 y a 0.0044 en 2000. Las otras dos diagonal.
medidas de dispersión son en general consistentes Una tercera observación es que el incremen-
con estos incrementos. to entre 1990 y 2000 es mayor mientras mayor es
el nivel de capital humano en 1990. Para ver este
2
último punto claramente, el gráico inferior de la
Los datos de 1980 y 1990 son a nivel individual,
5% de pums. Debido a que los datos a nivel individual del igura 1 muestra un diagrama de dispersión con
Censo de 2000 no están aún disponibles, me baso en es- el porcentaje de graduados en 1990 sobre el eje x,
tadísticas agregadas provistas por el Censo de 2000. Una contra el cambio en el porcentaje de graduados en-
limitación de los datos agregados es que los años prome-
tre 1990 y 2000 sobre el eje y. A diferencia del grái-
dio de escolaridad no se reportan. Sólo proporciona por-
centajes de individuos con diferente nivel de escolaridad, co superior, aquí se ha sobrepuesto la línea ajustada
para cada ciudad. con mínimos cuadrados ordinarios (MCO), y mues-
180 EnriCo morEtti

Figura 1 Figura 2
Cambio en el por ciento de universitarios Cambio en el por ciento de universitarios
por ciudad 1990-2000 por ciudad 1980-1990

.5 .5

.4 .4
2000 1990
.3 .3

.2 .2

.1 .1
.1 .2 .3 .4 .5 .1 .2 .3 .4 .5

1990 1980

.1 .15

.1
.05

.05
incremento incremento
1990-2000 0 1980-1990
0

.05 .05
.1 .2 .3 .4 .1 .2 .3 .4

1990 1980

tra que las ciudades que tuvieron el mayor nivel Para dar una mejor sensación de la distribu-
de capital humano en 1990 experimentaron incre- ción del capital humano entre ciudades, el cuadro
mentos mayores durante los noventa. Este hallazgo 2 lista las diecinueve ciudades con el mayor y con el
es consistente con el incremento de la dispersión menor nivel per cápita de residentes con educación
documentada en el cuadro 1. La pendiente (error universitaria en 2000. San Francisco, donde más de
estándar) de la línea ajustada MCO es 0.041 (0.022). 43% de los adultos tienen educación universitaria,
En la igura 2 aparece una imagen similar du- es la ciudad con el mayor acervo per cápita de ca-
rante los años ochenta, y en particular muestra que pital humano. Ciudades de tamaño mediano que
las tres características de los datos revelados en el hospedan una o más universidades con progra-
cuadro 1 no son especíicas de los noventa, sino que mas de investigación están sobre-representadas en
han estado actuando por mucho más tiempo. El lo alto del grupo: Madison, Raleigh, Gainesville,
incremento en la dispersión es consistente cualita- Champaign Urbana, Austin, College Station, State
tivamente con el incremento en la dispersión do- College y Santa Cruz.
cumentado en la igura 1, pero la pendiente (error El cuadro 3 lista las veinte ciudades con los
estándar) de la línea ajustada MCO es aún más mayores y menores cambios en el nivel per cápita
acentuada: 0.0744 (0.0260). de individuos con estudios universitarios entre
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 181

Cuadro 2
Ciudades con mayores porcentajes, altos y bajos, de graduados universitarios en 2000

porcentajes más altos (1) porcentajes más bajos (1)

San Francisco, CA 0.436 Jacksonville, NC 0.148

Washington, DC-MD-VA-WV 0.428 Beaumont-Port Arthur, TX 0.147

Columbia, MO 0.417 Hagerstown, MD 0.146

Madison, WI 0.406 Stockton-Lodi, CA 0.145

San Jose, CA 0.405 Huntington-Ashland, WV-KY-OH 0.144

Bloomington, IN 0.396 Modesto, CA 0.141

Fort Collins-Loveland, CO 0.395 Altoona, PA 0.139

Raleigh-Durhaim-Chapel Hill, NC 0.389 Ocala, FL 0.137

Gainesville, FL 0.387 Hickory-Morganton-Lenoir, NC 0.136

Champaign-Urbana, IL 0.380 Bakersield, CA 0.135

Bryan-College Station, TX 0.370 Brownsville-Edinburg-Mission, TX 0.134

Ann Arbor, MI 0.369 Lima, OH 0.134

Austin, San Marcos, TX 0.367 Yuba City, CA 0.132

State College, PA 0.363 McAllen-Edinburg-Mission, TX 0.129

Bloomington-Normal, IL 0.362 Johnstown, PA 0.127

Seatle-Bellevue-Everett, WA 0.359 Mansield, OH 0.118

Rochester, MN 0.347 Vineland-Milville-Bridgeton, NJ 0.117

Santa Cruz-Watsonville, CA 0.342 Visalia-Tulare-Porterville, CA 0.115

Denver, CO 0.342 Danville, VA 0.113

1990 y 2000. Las ciudades en el corazón del boom empleos high-tech en 1990 es clave para predecir el
de Silicon Valley experimentaron los mayores in- incremento en el acervo de capital humano duran-
crementos. De 1990 a 2000, la participación de los te los noventa.
graduados universitarios en San Francisco y San Atiendo ahora a un análisis más formal de los
José se incrementó en 8 puntos porcentuales, casi determinantes del cambio en el acervo de capital hu-
tres veces el promedio nacional. El lujo de jóvenes mano. El cuadro 4 reporta los coeicientes de una
profesionistas y técnicos altamente educados atraí- regresión de los cambios entre 1990 y 2000 de la
dos a Silicon Valley por el boom del punto com en participación de los graduados universitarios, sobre
la segunda mitad de los noventa es probablemente muchos indicadores geográicos y socioeconómicos
la causa principal de este impresionante incremen- en 1990. Empezaré por analizar si hay o no diferen-
to. Como muestro a continuación, la fracción de cias entre las regiones de Estados Unidos en el cam-
182 EnriCo morEtti

Cuadro 3
Ciudades con cambios porcentuales, altos y bajos, de graduados universitarios entre 1990 y 2000

incrementos más altos (1) incrementos más bajos (1)

San Francisco, CA 0.0848341 Corpus Christi, TX 0.0090711

San Jose, CA 0.0816702 Killeen-Temple, TX 0.0084904

Fort Collins-Loveland, CO 0.0750746 Yuba City, CA 0.0081555

Kenosha, WI 0.0739364 Las Cruces, NM 0.0073815

Odessa-Midland, TX 0.0718681 Salinas, CA 0.0070028

Roanoke, VA 0.0717642 Terre Haute, IN 0.0068426

Rochester, MN 0.0686671 Mansield, OH 0.0060750

Waterloo-Cedar Falls, IA 0.0670066 Montgomery, AL 0.0055255

New Bedford, MA 0.0666163 Utica-Rome, NY 0.0031253

Cedar Rapids, IA 0.0658358 Longview-Marshall, TX 0.0021987

Charleston-North Charleston, SC 0.0647602 Fresno, CA 0.0018150

Colorado Springs, CO 0.0647194 Bakersield, CA 0.0011622

Bloomington-Normal, IL 0.0642140 Hickory-Morganton-Lenoir, NC -0.0013990

Ashville, NC 0.0640587 Huntington-Ashland, WV-KY-OH -0.0046227

Madison, WI 0.0628737 Visalia-Tulare-Porterville, CA -0.0081666

Seatle-Bellevue-Everett, WA 0.0622931 Lexington, KY -0.0105446

West Palm Beach-Boca Raton, FL 0.0604797 Clarksville-Hopkinsville, TN-KY -0.0128526

Fort Lauderdale, FL 0.0600323 Lafayette, IN -0.0153243

Columbus, OH 0.0593833 Kalamazoo-Battle Creek, MI -0.0327374

Baltimore, MD 0.0592615 Lafayette, LA -0.0423326

bio de la participación de graduados universitarios. nían una participación grande de graduados uni-
La columna 1 muestra que el incremento prome- versitarios en 1990, incrementaron más aún su
dio durante la década fue de 3.7 puntos porcentua- participación en el transcurso de la década. El coei-
les para las ciudades del Noroeste, un incremento ciente de participación de graduados universitarios
ligeramente menor para las ciudades de la región —obtenido condicionalmente con variables dummy
del Oeste Medio y de la región Oeste, y de sólo 2.8 regionales— es 0.066 mayor que el coeiciente no
puntos porcentuales para las ciudades del Sur. condicionado reportado en la igura 1.
En la columna 2 incluyo el porcentaje de gra- Las ciudades de Estados Unidos diieren am-
duados universitarios en 1990. Consistentemente pliamente en tamaño e ingreso per cápita, y es bien
con la igura 1, encuentro que las ciudades que te- sabido que, en una sección cruzada, la participa-
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 183

Cuadro 4
Correlación entre características por ciudad en 1990
y cambios en porcentaje de graduados universitarios 1990 y 2000

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9)


universitarios 0.0660 0.0190
(0.020) (0.031)
población 0.0020 0.000
(0.001) (0.001)
ingreso familiar 0.0380 0.0220
(0.008) (0.014)
negros 0.0030 0.2700
(0.019) (0.020)
latinos 0.0300 0.0320
(0.012) (0.018)
inmigrantes 0.0002 0.0230
(0.017) (0.026)
agricultura 0.3120 0.2210
(0.066) (0.074)
manufactura 0.0020 0.0290
(0.024) (0.028)
alta tecnología 0.5120 0.3760
(0.131) (0.249)
Noreste 0.0370 0.0240 0.0070 0.3740 0.0380 0.0370 0.0400 0.0350 0.1990
(0.003) (0.005) (0.015) (0.094) (0.003) (0.003) (0.003) (0.003) (0.144)
Medio Oeste 0.0360 0.0230 0.0080 0.3730 0.0370 0.0360 0.0410 0.0340 0.1970
(0.002) (0.004) (0.014) (0.095) (0.002) (0.002) (0.002) (0.002) (0.144)
Sur 0.0280 0.0150 0.0010 0.3780 0.0310 0.0280 0.0320 0.0250 0.2010
(0.002) (0.004) (0.014) (0.093) (0.002) (0.002) (0.002) (0.002) (0.143)
Oeste 0.0320 0.0170 0.0030 0.3770 0.0360 0.0320 0.0430 0.0260 0.2010
(0.002) (0.014) (0.014) (0.093) (0.002) (0.002) (0.002) (0.002) (0.144)
Errores estándar entre paréntesis. Los datos de entrada son los coeicientes estimados por mínimos cuadrados ordinarios.
La variable dependiente es el cambio en por ciento de universitarios de 1990-2000. Cada columna es el resultado de una regresión
separada. N= 237.

ción de graduados universitarios está positivamen- más rápido entre 1990 y 2000 en aquellas ciudades
te correlacionada con estas variables. Lo interesan- que eran en 1990 más grandes y más ricas.
te es que la concentración de capital humano en La raza y los antecedentes étnicos son tam-
las ciudades que son relativamente más grandes y bién importantes predictores de las diferencias, en
ricas se incrementó más aún durante los años no- el corte transversal, de capital humano entre las
venta. En particular, las columnas 3 y 4 indican que ciudades. Pero como se muestra, el porcentaje de
la fracción total de graduados universitarios creció negros en 1990 no es un predictor signiicativo
184 EnriCo morEtti

de los cambios en la participación universitaria participación universitaria a lo largo de los noven-


entre 1990 y 2000 (columna 5). Por otro lado, el ta. Finalmente, la columna 9 reporta los resultados
porcentaje de hispanos está negativamente correla- de una especiicación en la que se incluyeron todas
cionado con los cambios en la participación univer- las variables.
sitaria. Debería uno esperar que el hecho de que
las ciudades con las mayores poblaciones hispanas
en 1990 que experimentaron incrementos relativa- 3. tEorías dE los rEndimiEntos soCialEs
mente más pequeños en la participación universita- dE la EduCaCión
ria se explique por la entrada de inmigrantes poco
capacitados. Está bien documentado que los inmi- A lo largo del capítulo uso indistintamente los tér-
grantes tienden a migrar a ciudades con alta den- minos capital humano y educación; su enfoque es
sidad de inmigrantes; sin embargo, en la columna principalmente empírico. Aunque el capital huma-
6 encuentro poca evidencia de que la fracción de no es en teoría un concepto más amplio que la edu-
inmigrantes en 1990 esté correlacionada con cam- cación, en la práctica muchos estudios empíricos
bios en las participaciones universitarias entre 1990 usan la educación como medida de capital humano.
y 2000. Después de cuatro décadas de debate, parece
Atendamos ahora a la estructura industrial haberse llegado a un consenso sobre la magnitud
de las ciudades. El porcentaje del empleo manu- de los beneicios privados del capital humano. Mu-
facturero en 1990 parece no estar correlacionado chos estudios empíricos indican que todo lo demás
con cambios en la participación universitaria, mien- es igual; individuos con un año extra de escolaridad
tras que el porcentaje del empleo agrícola está ne- ganan entre 8 y 12% más al año. Aun los economis-
gativamente correlacionado con la participación tas han especulado al menos durante un siglo con
universitaria (columna 7). Quizá el resultado más que la educación puede tener beneicios adicionales
interesante sobre la correlación entre la estructu- no relejados en su rendimiento privado. Si éste es
ra industrial y el capital humano está en la colum- el caso, los rendimientos sociales de la educación
na 8, donde centro la atención en la relación entre la excederán al rendimiento privado. Entiendo por
participación del empleo high-tech en una ciudad rendimientos sociales de la educación la suma de
en 1990, y los cambios de la participación univer- todos los beneicios aportados a la sociedad como
sitaria entre 1990 y 2000.3 Encuentro que la parti- resultado de un incremento en el nivel global de
cipación del empleo high-tech en una ciudad es un educación.
poderoso predictor de los cambios en la partici- Los rendimientos sociales de la educación di-
pación universitaria. Esto es consistente con lo ob- ieren de los rendimientos privados en presencia de
servado en el cuadro 2: San José y San Francisco las externalidades. Consideraré tres tipos de exter-
experimentaron los mayores incrementos en la nalidades; el primer tipo es lo que llamo derramas
de productividad, que aparecen si la presencia de
3 Para clasiicar los trabajos como de alta y baja tec-
los trabajadores educados hace a otros trabajadores
nología, uso la deinición de alta tecnología proporciona- más productivos. En presencia de dichas derramas,
da por la American Electronics Association (1997), con 45
clases a 4 dígitos Standard Industrial Classiicaton (SIC). un incremento en el capital humano agregado pue-
La deinición se basa en los códigos SIC, los cuales no de tener un efecto sobre la productividad agregada,
son exactamente equivalentes a los deinidos en el censo lo que es muy diferente del efecto de un incremen-
industrial. En mi análisis, las industrias incluidas en al-
to de la educación individual sobre las ganancias in-
ta tecnología son computadoras y equipo relacionado;
instrumentos cientíicos y de control; misiles dirigidos, dividuales. Hay un gran acervo de literatura teóri-
vehículos espaciales y partes. ca urbana y macroeconomía en la que se ha argu-
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 185

mentado que este tipo de derramas son un deter- das, por ejemplo, un incremento en el número de
minante importante del crecimiento económico. trabajadores altamente capacitados puede generar
Por otro lado, también es posible que la edu- derramas positivas que mejoran la productividad
cación genere derramas negativas; por ejemplo, si de los trabajadores menos capacitados en la misma
la educación funciona como una señal de habilidad empresa. Una razón por la que puede darse dicho
productiva, en vez de mejorar la productividad di- incremento en la productividad de los trabajadores
rectamente, el rendimiento privado puede exceder menos capacitados es la imperfecta sustituibilidad
al rendimiento social.4 En este caso, los incremen- entre los trabajadores altamente capacitados y los
tos en la escolaridad promedio en un mercado la- menos capacitados. Otra explicación es la presencia
boral pueden dar por resultado incrementos en las de derramas de aprendizaje, si los trabajadores me-
ganancias, que sean menores que el rendimiento nos capacitados adquieren mejores habilidades en
privado. presencia de los trabajadores altamente capacita-
El segundo tipo es que la educación puede dos. En ambos casos es posible que estas derramas
reducir la probabilidad de involucrarse en activida- dentro de la empresa sean internalizadas, y que se
des que generan externalidades negativas. El ejem- relejen en salarios más altos para los trabajadores
plo más obvio es el efecto de la educación sobre las educados. En este capítulo, la mayoría del análisis
actividades criminales. Si la educación reduce los se ha concentrado en las derramas entre empresas,
incentivos a cometer un crimen, entonces las ciuda- las cuales son difíciles de internalizar, por lo que son
des con una población mejor educada disfrutarán fallas del mercado.
de índices menores de criminalidad. Y inalmente, Debido a que el alcance geográico de las ex-
economistas como Adam Smith, Milton Friedman ternalidades no tiene por qué ser el mismo para to-
y otros han argumentado que un electorado me- dos los tipos de externalidades, el retorno social pa-
jor educado toma mejores decisiones sobre cuestio- ra una ciudad no tiene necesariamente que igualar
nes de política que afectan a la colectividad. Si esto el retorno social para el estado o el país. Por ejem-
es cierto, las ciudades y los estados con poblacio- plo, si las derramas tienen sólo efectos locales, uno
nes mejor educadas elegirán mejores representan- podría argumentar en favor de subsidios pigouvia-
tes e impulsarán mejores políticas públicas. nos para la educación inanciada a nivel local, como
En lo que resta de esta sección, reviso breve- aquellos actualmente establecidos en Estados Uni-
mente los argumentos teóricos que han sido pro- dos. Sin embargo, si las derramas de la escolaridad
puestos para fundamentar estas tres fuentes de tienen un alcance geográico más amplio, de modo
externalidades de capital humano. En las secciones que sus beneicios se realicen a nivel nacional, se
4 y 5 describo la más reciente evidencia empírica podría entonces argumentar en favor de la partici-
sobre la magnitud de cada una de estas externali- pación federal en la educación pública.
dades. Desde el punto de vista de los gobiernos lo-
Por sus implicaciones de política, es impor- cales, un problema de subsidiar la producción de
tante mantener en mente que no toda derrama es capital humano es que éste es móvil, por lo que el
necesariamente una falla de mercado que requiera vínculo entre producción y utilización del capital
por tanto de la intervención del gobierno; se puede humano no está deinido a priori. En un artículo re-
pensar en muchas derramas que son internaliza- ciente, Bound et al. (2004) estudian la relación en-
tre la producción de graduados universitarios y su
4 Éste es el caso cuando personas con habilidad in- distribución geográica; argumentan que, debido a
nata más alta, denotan su alta productividad innata alar- que los graduados universitarios tienen alta movi-
gando su estadía escolar. lidad, los estados y municipios que generan lujos
186 EnriCo morEtti

grandes de nuevos graduados no son necesaria- su productividad y sus ingresos.6 Para los Estados
mente los mismos en los que los graduados tienden Unidos de los años noventa, se cree que el rendi-
a residir. miento privado de la escolaridad es de entre 8% y
Por un lado, la producción de gran número de 12%: cada año extra de escolaridad resulta estar aso-
residentes con educación universitaria en un área ciado con un incremento del ingreso de entre 8%
puede llevar al incremento en el empleo de traba- y 12%.
jadores capacitados, si se localizan en ella industrias Mucho menos se sabe acerca de la más impor-
intensivas en capital humano. Ejemplos de este fe- tante pregunta de qué pasa con la productividad
nómeno incluyen Silicon Valley (electrónica), Cam- y los salarios, cuando el acervo agregado de traba-
bridge (biotecnología y farmacéutica), San Diego jadores educados se incrementa. El hecho que los
(medicina, biotecnología, farmacéutica). Por otro empresarios paguen al trabajador individual en-
lado, dada la alta movilidad de los graduados, el tre 8% y 12% más por cada año extra de estudios
vínculo entre producción de graduados universita- no implica necesariamente que elevar en un año
rios y acervo de graduados universitarios puede ser la escolaridad promedio de una ciudad (estado o
débil. nación) resultaría en un incremento de entre 8%
Es claro que esto tiene importantes implica- y 12% de los ingresos agregados. Consideraré tres
ciones de política para los estados que invierten razones que explican por qué el rendimiento so-
fuertemente en educación pública, ya que no es ob- cial de la escolaridad —medido en términos del in-
vio a priori qué retorno se obtiene de dichas inver- cremento del beneicio o del ingreso agregados—
siones. Los resultados de Bound et al. (2004) no son puede diferir de su rendimiento privado, que ha
muy alentadores para los estados de Michigan u recibido tanta atención en la literatura.
Ohio, que invierten fuertemente en su sistema de
educación pública a nivel superior. Estimaciones Externalidades tecnológicas
basadas en datos de los Census indican que el víncu-
lo entre producción y uso de graduados en BA* es Aunque se han propuesto muchas explicaciones de
modesto. Los estados que otorgan relativamente las externalidades positivas, estos modelos pueden
grandes cantidades de títulos universitarios tienen agruparse en dos grandes familias, a las que lla-
de hecho concentraciones mayores de trabajadores maré externalidades tecnológicas y externalidades
graduados, pero el efecto no es muy grande. pecuniarias. En la primera clase, las externalidades
se construyen dentro de funciones agregadas de
3.1 Derramas de productividad producción, como rendimientos crecientes tecnoló-
gicos. El aprendizaje por interacción social** es fre-
La pregunta sobre si la educación incrementa la cuentemente citado como el mecanismo a través del
productividad y los ingresos de una persona ha ge- cual surgen las externalidades. Marshall (1890) es
nerado un gran acervo de literatura empírica,5 y el el primero en argumentar que la interacción social
consenso es que la escolaridad de hecho incrementa entre trabajadores de la misma industria y lugar ge-
* Bussiness Administration (n. de los t.).
5 Aunque los individuos con educación universita-
ria claramente ganan más que los graduados de educa- universitarios ganarían más que los graduados de prepa-
ción preparatoria, es posible que los graduados univer- ratoria, aun en ausencia de educación universitaria.
6 Ver Cardo (1999), para un resumen completo
sitarios tengan mayor potencial de ganar más debido a
su habilidad innata, antecedentes familiares, mayor am- sobre la evidencia de los rendimientos privados de la es-
bición y determinación. Si estas características no medi- colaridad.
das de los trabajadores son importantes, los graduados ** Learning through social interaction (n. de los t.).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 187

nera oportunidades de aprendizaje que aumentan esta misma idea, asumiendo que los individuos au-
la productividad. mentan su capital humano por medio de reuniones
Quizá el más inluyente ejemplo de esta clase con vecinos más capacitados, con los que intercam-
de modelos, donde las externalidades son construi- bian ideas.8 Ver Duranton y Puga (2004) para una
das dentro de las funciones de producción agrega- reseña detallada de este tipo de modelos.
da en la forma de rendimientos crecientes tecnoló-
gicos, es el artículo de Lucas (1988). En ese artículo
se asume que el capital humano tiene dos efectos. Externalidades pecunarias
El primero es que el capital humano individual tie-
ne el efecto general de incrementar su propia pro- Una segunda clase de modelos explica las exter-
ductividad. El segundo es que el nivel promedio de nalidades positivas de capital humano como ex-
capital humano agregado contribuye a la producti- ternalidades pecuniarias. Las externalidades debi-
vidad de todos los factores de producción. Este se- das a la amplitud del mercado de trabajo* fueron
gundo efecto es una externalidad, porque “aunque originalmente propuestas por Marshall (1890). Un
todos se beneician de ella, ninguna decisión indi- ejemplo reciente es el modelo donde la búsqueda
vidual de acumulación de capital humano puede de trabajo es costosa, y las derramas de la educa-
tener un efecto apreciable en el nivel promedio de
capital humano agregado, por lo que ningún indi-
y maestro. Ciertamente, en nuestra profesión, los be-
viduo la tomará en cuenta” al decidir qué tanto de- neicios que otros colegas de quienes esperamos apren-
berá invertir en acumular capital humano. Desde der pueden darnos son a tal punto tangibles, que nos
el punto de vista de Lucas, las externalidades de llevan a ocupar una parte importante de nuestro tiempo
capital humano pueden ser tan grandes como para lidiando por elegirlos; y otra parte en viajar para hablar
con aquellos que bien quisiéramos tener por colegas,
explicar las diferencias de ingreso en el largo plazo aunque no podamos. Sabemos que esta clase de efectos
entre países ricos y pobres. externos son comunes en todas las artes y ciencias, las
¿Cuáles son los mecanismos que generan estas ‘profesiones creativas’. Toda la historia intelectual es la
historia de tales efectos”.
externalidades de capital humano? En el modelo
Pero —argumenta Lucas— “el efecto externo del capital
de Lucas la externalidad está simplemente cons- humano no se limita a la academia:
truida dentro de la función producción, pero él ar- Mucha de la vida económica es creativa de la misma
gumenta que son el conocimiento y las habilidades manera en que lo son el arte y la ciencia. Los distritos
neoyorquinos del vestido, inanciero, de los diamantes,
compartidas a través de interacciones formales e la publicidad, y muchos otros, son centros intelectuales
informales, las que constituyen el mecanismo gene- tanto como Columbia o la Universidad de Nueva York”.
8 Ver por ejemplo, Glaeser (1999), Peri (2002), Java-
rador de externalidades positivas entre los trabaja-
dores.7 Modelos más recientes se construyen sobre novic y Rob (1989). Black y Henderson (1999) exploran
especíicamente las derramas de capital humano en áreas
urbanas. Investigan cómo la urbanización afecta la ei-
7 En palabras de Lucas: ciencia del proceso de crecimiento, y cómo el crecimiento
“Sabemos que existen interacciones de grupo que son cen- afecta a su vez la urbanización cuando el capital humano
trales para la productividad individual, y que atañen a genera derramas positivas. Otros autores se centran en
grupos que son mayores que la familia inmediata, pero la importancia de la investigación básica para impulsar la
menores que la raza humana en conjunto. La mayor innovación tecnológica y la productividad, el carácter de
parte de lo que conocemos lo aprendemos de otros. bien público que este tipo de investigación tiene; y en las ex-
Pagamos a sólo unos pocos de esos profesores, ya sea ternalidades positivas, en forma de derramas de conoci-
directamente, o indirectamente al aceptar pagos más miento, resultantes de ella. Ver por ejemplo, Arrow (1962),
bajos a cambio de poder alternar con ellos; pero la ma- Griliches (1986), Jaffe, Trajtenberg y Henderson (1993)
yor parte lo aprendemos gratis, y en ocasiones en for- y Saxenian (1994).
mas de mutuo beneicio, sin distinción entre estudiante * Labor market pooling externalities (n. de los t.).
188 EnriCo morEtti

ción surgen por la complementariedad entre el ca- Aunque las diferencias en cantidad de capital
pital físico y el humano (Acemoglu, 1996). Debido a físico entre ciudades juegan un papel central en este
esta complementariedad entre capital físico y capi- modelo, podría argumentarse que las diferencias
tal humano, el nivel óptimo privado de escolaridad en la calidad del capital físico (tecnología) pueden
depende del nivel de capital físico que un trabaja- generar conclusiones similares. Especíicamente, si
dor espera usar. El monto privado óptimo de capi- capacidades y tecnología son complementarias, es
tal físico depende de la educación de la fuerza de plausible asumir que el monto óptimo de capital
trabajo. Si un grupo de trabajadores en una ciudad humano privado depende no sólo del monto de ca-
incrementa su nivel de educación, las empresas en pital físico que un trabajador espera usar, sino tam-
esa ciudad, esperando emplear a esos trabajadores, bién del nivel tecnológico que caracteriza a dicho
invertirán más en capital físico. Puesto que la bús- capital. De manera similar, en modelos de cambio
queda es costosa, algunos de los trabajadores que técnico endógeno con sesgo por capacidades**, un
no han incrementado su educación podrían termi- incremento en la oferta de trabajadores educados
nar trabajando con más capital físico, y por tanto incrementa el tamaño del mercado de tecnologías
obteniendo un ingreso mayor que trabajadores si- de capacidades complementarias, y estimula al
milares en otras ciudades. sector de R&D*** a aportar un mayor esfuerzo en
Como en Lucas, la presencia de trabajadores elevar la productividad de los trabajadores capaci-
caliicados en una ciudad genera beneicios exter- tados (Acemoglu, 1998).
nos para otros trabajadores locales. Ambos, Lucas y
Acemoglu, están de acuerdo en que el salario medio
de los trabajadores no caliicados en una ciudad se Externalidades negativas
incrementa con el capital humano medio de la fuer-
za laboral. Pero lo que distingue la historia de Ace- Otra razón por la que el rendimiento social de la
moglu de aquélla de Lucas es que este resultado no escolaridad, medido en términos de ganancia agre-
se sigue de supuestos de la función de producción, gada incrementada, puede diferir del rendimiento
sino de las interacciones de mercado. Aunque todas privado es la presencia de externalidades negati-
las funciones de producción de la economía mues- vas. Si la educación funciona como señalización
tran rendimientos constantes a escala en Acemoglu, de habilidad productiva en vez de incrementar la
la complementariedad entre capital humano y capi- productividad directamente, el rendimiento priva-
tal físico acoplada a fricciones en el proceso de bús- do puede exceder al rendimiento social. Éste es el
queda de trabajo genera una relación positiva entre caso cuando personas con más habilidades innatas
salario medio y capital humano medio, mientras se mayores denotan su más alta productividad innata
mantiene constante el capital humano individual ostentando mayor escolaridad. Si la escolaridad es
de los trabajadores.9 más ardua para los individuos con baja producti-
vidad innata que para aquellos con alta productivi-
dad innata, y aun si la escolaridad en sí misma es
9 Empíricamente, las plantas manufactureras si-
ineicaz para elevar la productividad, puede sin
tuadas en ciudades con fuerza laboral más capacitada
tienden efectivamente a tener acervos mayores de capital embargo ser un útil dispositivo de detección para
humano. Esto es verdad tanto en una sección cruzada de los empleadores, permitiéndoles identiicar a los
ciudades, como cuando se observan los cambios dentro más productivos de entre los que aplican en busca
de una ciudad a lo largo del tiempo. (Cálculos hechos
por el autor, utilizando datos del Census of Manufacturers ** Endogenous skill-biased technical change (n. de los t.)
a nivel de empresas, y armonizados con datos de los tra- *** Research and Development, investigación y desa-
bajadores provenientes del Census of Population.) rrollo (n. de los t.).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 189

de empleo. Esta posibilidad es importante porque miento criminal conllevan con frecuencia al encar-
implica que un año extra en escolaridad promedio celamiento. Al elevar el índice de los salarios, la es-
en una ciudad (estado o nación) resultará en un colaridad hace que cualquier tiempo pasado fuera
aumento menor en las ganancias agregadas entre del mercado de trabajo sea más costoso.
8% y 12%. La segunda es que la escolaridad puede direc-
En la versión más extrema del modelo, el in- tamente afectar la recompensa física del crimen en
cremento de un año a la escolaridad media en una sí; por ejemplo, Arrow (1997), discutiendo el bene-
ciudad no tendrá efecto alguno sobre las ganancias. icio social de la educación, argumenta que:
Los empleadores simplemente incrementarían sus
estándares de contratación, y cada uno terminaría Como todo lo demás que es interesante acerca de
con el mismo empleo que habría tenido sin el in- los seres humanos, las preferencias son una mezcla
cremento en la educación. En este caso extremo, de herencia y medio ambiente. Las escuelas segu-
el rendimiento privado de la escolaridad sería en- ramente inluyen la mayor parte, aunque sólo sea
tre 8% y12%, pero el rendimiento social sería cero. porque ocupan una gran parte del día del niño.
Aunque esto es ciertamente posible en teoría, es Es común pensar no sólo que la educación inluye
improbable que este escenario resulte relevante en sobre los valores, sino que debe hacerlo.
la práctica. La evidencia empírica existente sobre
el rendimiento privado de la escolaridad apunta La tercera es que la escolaridad puede cam-
a que la educación tiene un efecto causal sobre la biar indirectamente las preferencias, que a su vez
productividad. pueden afectar la decisión de comprometerse con
el crimen; por ejemplo, la educación puede incre-
mentar la paciencia (como en Becker y Mulligan,
3.2 Crimen 1997) o la aversión al riesgo. Una tasa de descuento
menor o una aversión al riesgo mayor reducirán la
Además de estos efectos sobre productividad y ga- probabilidad de que un individuo se vea compro-
nancias, el capital humano también puede reducir metido en actividades criminales.
la probabilidad de que un individuo se involucre en
actividades con alto costo social, como el crimen. Si
la educación reduce el crimen, entonces la escolari- 3.3 Votación
dad tendrá beneicios sociales no tomados en cuen-
ta por los individuos, y se presume que la mayoría Muchos economistas han argumentado que la edu-
de estos beneicios se realizarán a nivel local: ciu- cación provee de beneicios sociales al mejorar el
dades con altos niveles de educación tendrán tasas comportamiento político. Entre muchos otros au-
de criminalidad más bajas. Dados los grandes cos- tores, Hanushek (2002) sostiene este argumento
tos sociales del crimen, aun pequeñas reducciones en su reseña sobre la educación pública. No falto
del crimen asociadas con la educación pueden ser de interés es el argumento de que la educación ge-
económicamente importantes. nera externalidades al mejorar el comportamien-
Hay un buen número de razones para creer to político de los votantes, que resuena tanto entre
que la educación puede reducir la actividad crimi- connotados defensores de limitar el papel del go-
nal. La primera es que la escolaridad incrementa los bierno —Adam Smith y Milton Friedman— como
rendimientos de un trabajo legal, incrementando entre liberales partidarios de otorgar un papel ma-
los costos de oportunidad de un comportamiento yor al gobierno en la economía. Por ejemplo, un
ilegal. Adicionalmente, los castigos por comporta- documento del Center on National Education Po-
190 EnriCo morEtti

licy (1996) enlista buen número de beneicios de la en posición de tomar decisiones mejor informadas
educación pública, incluyendo la preparación de al momento de las elecciones. Al escoger mejores
“las personas para llegar a ser ciudadanos respon- candidatos, crean una externalidad que puede be-
sables”. Hace cincuenta años, Friedman (1962) sos- neiciar a todos los ciudadanos. Un segundo modo
tuvo exactamente el mismo argumento: 10 por el que la educación puede afectar el compor-
tamiento político es si la educación incrementa la
participación cívica, por ejemplo incrementando
Una sociedad estable y democrática es imposible sin
la tasa de los votantes. Si la participación cívica in-
un grado mínimo de alfabetización y conocimiento
crementada mejora el proceso social para decidir,
entre la mayoría de los ciudadanos, y sin una am-
entonces la educación puede también afectar la
plia aceptación de un conjunto común de valores.
calidad de las decisiones políticas.11 Si un compor-
La educación puede contribuir en ambas. En con-
tamiento político mejorado produce beneicios so-
secuencia, el beneicio de la educación de un niño
ciales, entonces los subsidios pigouvianos a la edu-
no sólo beneicia al niño o a sus padres, sino tam-
cación pueden producir decisiones más eicientes
bién a otros miembros de la sociedad. La educación
para la adquisición de educación. A diferencia de
de mi hijo contribuye a tu bienestar, al promover
los beneicios sociales de la escolaridad que surgen
una sociedad estable y democrática. Existe por con-
gracias a la reducción de las actividades crimina-
siguiente un signiicativo “efecto de vecindad” […]
les, los beneicios de la escolaridad que aumentan
Muchos de nosotros probablemente concluiremos
debido a un comportamiento político superior no
que el beneicio es suicientemente importante para
necesariamente están limitados al ámbito local. Las
justiicar los subsidios gubernamentales.
elecciones estatales y nacionales pueden beneiciar
a los residentes de otras ciudades y estados.
¿Por qué podría la educación afectar el com-
portamiento político? Lo primero y más importan-
te es que votantes más educados pueden tener más 4. EstimaCión
información sobre las posiciones de los candidatos dE las dErramas dE produCtividad
y de los partidos políticos. El hecho de que es más En las CiudadEs
probable que los ciudadanos mejor educados sean
votantes mejor informados puede deberse a la a- En la sección 3.1 describí los modelos teóricos al-
cumulación activa de información durante las cam- ternativos que se basan en derramas de productivi-
pañas (más lectores de periódicos, por ejemplo) o a dad. En esta sección argumento acerca de los retos
mayor habilidad para procesar cierta cantidad de que surgen en la estimación de estas derramas, y
información (si, por ejemplo, la educación mejo- resumo la evidencia empírica existente acerca de
ra las habilidades cognitivas). De acuerdo con este su magnitud.
argumento, los ciudadanos mejor educados están Comienzo por presentar, en la sección 4.1,
una estructura de equilibrio simple que ayuda a
10
identiicar tres posibles estrategias para estimar las
Aun antes, Adam Smith (1776) enfatizó los bene-
icios del incremento en la capacidad cognoscitiva de las derramas de capital humano en las ciudades:
personas comunes, airmando que están así más dispues-
tas a examinar, y son más capaces de mirar detrás de las
interesadas quejas de las facciones y los sediciosos, siendo 11 Han sido propuestos diferentes modelos en los
en esa medida menos susceptibles de ser desencaminados cuales el aumento en la participación cívica lleva a mejo-
a insensatas o innecesarias oposiciones a las medidas gu- res resultados. Ver, por ejemplo, Osborne, Rosenthal y
bernamentales. Turner (2000) y Feddersen y Pesendorfer (1996).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 191

1. Comparando el producto (o la producti- 4.1 Equilibrio con derramas


vidad) de empresas situadas en ciudades
con alto y bajo nivel de capital humano Inicio presentando una estructura simple de equi-
agregado; librio general en competencia perfecta, que incluye
2. Comparando los salarios de los traba- tanto factores estándar de demanda y oferta, como
jadores situados en ciudades con alto y derramas de capital humano. Esta estructura iden-
bajo nivel de capital humano agregado; tiica el efecto de un incremento en el suministro
3. Comparando los costos de la tierra en relativo de los trabajadores educados en una ciu-
ciudades con altos y bajos niveles de capi- dad sobre la productividad, el precio de la tierra y
tal humano agregado. los salarios de los trabajadores no caliicados y ca-
liicados. Esta estructura, basada en modelos pre-
sentes en Roback (1982) y Moretti (2004), pretende
Discuto después las posibles estrategias em- sostener dos puntos. El primero es indicar cómo las
píricas para estimar derramas con estos tres mode- derramas de capital humano pueden medirse rela-
los. El asunto fundamental en la interpretación de cionando las diferencias entre ciudades en cuanto a
éstos es la presencia de determinantes no observa- la productividad de las irmas, los precios de la tie-
bles de la productividad, los salarios o las rentas, rra o los salarios, con las diferencias en el nivel glo-
que están correlacionados con el capital humano bal de capital humano. El segundo es que el modelo
agregado de las ciudades. La estructura de equili- identiica las fuentes potenciales de heterogeneidad
brio sugiere que la simple modelación con mínimos inobservada que pueden sesgar la estimación empí-
cuadrados ordinarios (OLS) estará probablemente rica de las derramas.12
sesgada, pero el signo del sesgo no es obvio a priori.
Discuto entonces estrategias alternativas de identi-
icación para incluir la heterogeneidad inobser- 4.1.1 Estructura
vada.
Una parte importante de la discusión estará La intuición es muy simple. Si existen derramas,
dedicada a modelos empíricos basados en los sala- las empresas y los trabajadores son más producti-
rios (sección 4.2), puesto que son éstos prominentes vos en ciudades con niveles globales altos de capital
en la literatura existente. Discutiré a detalle la inter- humano. En equilibrio, las empresas son indiferen-
pretación de las ecuaciones de salario en presencia tes entre ciudades porque los salarios y precios de
de externalidades, ya que esta interpretación resul- la tierra son más altos en las ciudades con eleva-
ta complicada por el hecho de que los incrementos do nivel global de capital humano, y más bajos en
en el acervo de los trabajadores capacitados de una aquéllas con bajo nivel global de capital humano,
ciudad puede afectar la distribución de los salarios, haciendo similares los costos unitarios en todas las
aún en ausencia de externalidades, si trabajadores ciudades. Análogamente, los trabajadores son indi-
capacitados y no capacitados son sustitutivos im- ferentes entre las ciudades, porque los precios de
perfectos. Revisaré los hallazgos hechos en algunos la vivienda son más elevados en ciudades con altos
de los estudios empíricos existentes basados en los niveles globales de capital humano.
salarios, la productividad y el precio de la tierra. Fi- Consideremos dos ciudades, A y B, y dos tipos
nalmente, en la sección 4.3 atenderé a los modelos de trabajo, educado y no educado. Trabajadores y
basados en la productividad de la empresa. Discuto
las interpretaciones de estos modelos, y la evidencia 12 Ver Gabriel y Rosenthal (2004) para una aplica-

empírica existente. ción empírica reciente del modelo de Roback.


192 EnriCo morEtti

empresas son perfectamente movibles. Se asume bajadores tienen utilidades iguales en todas las
que la estructura de mercado es perfectamente com- ciudades, y las empresas tienen los mismos costos
petitiva, por lo que la ganancia de las empresas es unitarios en cualquier ciudad.
cero. También se asume que hay dos tipos de bie- El equilibrio en el caso sencillo de dos ciu-
nes: un bien compuesto y —comerciable nacional- dades, A y B, se describe en la igura 3. Las líneas
mente— y tierra h —comerciable localmente. Cada con pendiente positiva en cada uno de los gráicos
ciudad es una economía competitiva que produce son las curvas de indiferencia de cada uno de los
y, combinando trabajo caliicado y no caliicado (N1 grupos de educación. La utilidad indirecta de los tra-
y N0) y capital  
bajadores que pertenecen al grupo j, V j w j , p, v ' es
función del salario nominal del grupo, w j , del cos-
y = Ag ( N 0 , N1 , K ) to de la tierra y de las amenities. La pendiente po-
sitiva de las curvas de indiferencia se debe a que
Para introducir en el modelo posibles efectos los trabajadores preieren salarios altos y rentas
de derrama de capital humano, permito que la pro- bajas. Puesto que los trabajadores pueden migrar,
ductividad de las plantas en una ciudad dependa su utilidad se iguala en todos los sitios
del nivel agregado de capital humano en la ciudad,
S : A  f  S . Esta especiicación es consistente con V1  w1 , p, v '  k1 y V0  w0 , p, v '  k0
la mayoría de las explicaciones de derramas pro-
puestas en la literatura, y que han sido descritas para los trabajadores educados y los no educados,
en la sección previa. Nótese que esta especiicación respectivamente. Las líneas con pendiente negativa
asume que la derrama aumenta la productividad son las combinaciones de salario y renta que man-
tanto del capital como del trabajo. Son posibles su- tienen constantes los costos unitarios de las irmas:
puestos alternativos. Por ejemplo, puede uno asu- Cc  w0 , w1 , p  = 1, donde w0 y w1 son los salarios de
mir que la derrama de capital humano beneicia los trabajadores no educados y educados, respec-
sólo la productividad laboral o, alternativamente, tivamente; y c es el índice de las ciudades. (Si las fun-
que beneicia sólo la productividad del capital. Em- ciones de producción varían entre ciudades debido,
píricamente es difícil de distinguir entre estas espe- por ejemplo, a efectos de derrama, las funciones de
ciicaciones alternativas. costo unitario serán especíicas para cada ciudad.)
Las ciudades diieren por las amenities que La condición de beneicio cero de las empresas ase-
ofrecen. Los trabajadores maximizan su utilidad gura que el nivel de producción se mantiene a lo
sujeta a una restricción presupuestal, eligiendo can- largo de la curva con pendiente negativa. El mode-
tidades del bien compuesto y de la tierra residen- lo tiene entonces tres ecuaciones (costo unitario y
cial, dadas las amenities de la ciudad, v '. Puesto que utilidad indirecta para cada grupo de caliicación)
el bien compuesto y es comerciable nacionalmente, con tres incógnitas ( w0, w1 y p). El punto 1 en el grá-
su precio es el mismo en cualquier parte y lo hace- ico izquierdo de la igura 3 representa la combi-
mos igual a 1. Las variaciones del costo de la vida nación de salario de los trabajadores educados y
entre ciudades dependen sólo de las variaciones el precio de la tierra en la ciudad A, que logran el
en el precio de la tierra, p, el cual se asume que es equilibrio. El punto 1 en el gráico derecho repre-
el mismo para todos los trabajadores en la misma senta la misma combinación, pero esta vez para los
ciudad, independientemente de su nivel de educa- trabajadores no educados.
ción. La cantidad de la tierra es ija. Dados los su- Si las dos ciudades son idénticas, el equilibrio
puestos de movilidad perfecta y de competencia en la ciudad B es el mismo. Sin embargo, hay dos
perfecta, el equilibrio se alcanza cuando los tra- maneras de hacer que el nivel global de capital hu-
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 193

Figura 3
Equilibrio de salarios y renta cuando las amenidades diieren entre las ciudades

renta-p renta-p
CB  w0 , w1 , p   1
V  w1 , p, v 'B   k1 CB  w0 , w1 , p   1

V  w1 , p, v ' A   k1 V  w0 , p, v ' A   k0  V  w0 , p, v 'B 


C A  w0 , w1 , p   1
C A  w0 , w1 , p   1

3
renta renta 3
en B en B
2 2
p’

renta 1 renta 1
en A en A

w'1 salario salario w1 salario w'0 salario w0


en A en B en A en B

educación avanzada educación básica

El punto 1 es el equilibrio en la ciudad A. El punto 2 es el equilibrio en la ciudad B sin derramas. El punto 3 es el equilibrio en la ciudad
B con derramas. Las líneas punteadas en ambos planos son las curvas de isocostos en la ciudad B sin derramas; w1 y w0 son los salarios
nominales de trabajadores educados y no educados respectivamente.

mano sea mayor en la ciudad B que en la A: incre- dos de la ciudad B está a la izquierda de la curva co-
mentando la oferta relativa de trabajadores educa- rrespondiente de la ciudad A, mientras que la curva
dos en la ciudad B, o bien elevando la demanda de indiferencia de los trabajadores no educados no
relativa de trabajadores educados en la ciudad B. cambia. En este contexto, aun sin externalidades,
Comienzo por considerar qué sucede con los sala- el salario de los trabajadores no educados es mayor.
rios de equilibrio, cuando la oferta relativa de tra- Si no hay derramas, la elevación de la oferta de los
bajadores educados es mayor en B que en A. trabajadores educados en la ciudad B eleva los sala-
Una forma de hacer que la oferta relativa de rios de los trabajadores no educados hasta w'0 , y re-
trabajadores educados sea mayor en B que en A duce aquéllos de los educados hasta w'1 (punto 2 en
es asumir que la ciudad B tiene un nivel más alto ambos gráicos de la igura 3). Éste es el resultado
 
de amenities locales v v'BB' >vvv'A' , y que los trabajado- estándar. Debido a la sustituibilidad imperfecta, los
res educados valoran las amenities; mientras que los trabajadores no educados son ahora más producti-
no educados no lo hacen. Es importante que, en esta vos en la ciudad B y, debido a las amenities, los tra-
estructura general, interpreto v ' de manera amplia, bajadores educados aceptan allí salarios menores.13
como cualquier factor exógeno que incrementa la
oferta relativa de los trabajadores educados. 13 Por simplicidad seguimos a Roback (1982), y
Como se muestra en la igura 3, la curva de tomamos el nivel de utilidad k1 y k0 como parámetros. El
indiferencia de nivel k1 de los trabajadores educa- cerramiento del modelo requeriría que el nivel de utili-
194 EnriCo morEtti

En presencia de derramas, las combinaciones en la ciudad B si no hay derramas. El salario de los


de salario y renta que mantienen constante el costo trabajadores educados es más alto porque la tecno-
de las empresas en la ciudad B caen a la derecha de logía los hace más productivos, mientras que el sa-
las combinaciones correspondientes en la ciudad A, lario de los no educados es también más alto, pero
y esto para ambos grupos (punto 3). Para los traba- debido a la complementariedad. En presencia de
jadores educados, el desplazamiento de la curva de efectos de derrama, la curva de isocosto se desplaza
isocosto es causado sólo por la derrama; mientras a la derecha. En este caso, el verdadero efecto de
que para los trabajadores no educados, el desplaza- derrama es el desplazamiento de 2 a 3, pero el efec-
miento es causado tanto por la complementariedad to observado es mayor: de 1 a 3.
(movimiento de 1 a 2), como por la derrama (movi- En equilibrio, los dos grupos de caliicación
miento de 2 a 3). La distinción entre complementa- están presentes en ambas ciudades. Pero si los tra-
riedad y derramas es importante por razones teóri- bajadores pueden migrar libremente de la ciudad A
cas, pero también por sus implicaciones de política. a la B ¿por qué los salarios de equilibrio —netos del
(Es claro que la complementariedad no es una falla diferencial de compensación— no terminan siendo
de mercado). A continuación argumento cómo es iguales? En este modelo, la migración a las ciuda-
posible distinguir empíricamente complementarie- des de alto salario lleva a rentas mayores, y hace
dad y derramas. a los trabajadores indiferentes entre las ciudades.
Hasta ahora he considerado el caso en que la Aunque en equilibrio los trabajadores residentes en
diferencia en el número relativo de trabajadores ciudades con mayor capital humano ganan salarios
educados en la ciudad A y en la B es deinida por las nominales mayores que aquellos en ciudades con
diferencias en su oferta relativa. Atiendo ahora al menor capital humano, en términos reales no están
caso en el que la diferencia en el número relativo de mejor, debido a que la tierra es más cara.14 Una in-
trabajadores educados es deinida por la diferencia tuición similar aplica para las empresas; puesto que
en la demanda relativa de trabajadores educados. pueden mudarse libremente de A a B ¿por qué la
En la igura 4, las ciudades son idénticas en lo productividad no se iguala? Salarios y rentas son
que respecta a sus amenities, pero diieren en la tec- más altos en la ciudad B, haciendo que las empresas
nología, T. Interpreto T ampliamente como un fac- sean indiferentes entre ciudades.
tor exógeno que eleva la productividad relativa de Nótese que en este contexto, en el cual las
los trabajadores educados y, por tanto, su demanda ciudades son economías pequeñas y abiertas que
relativa. A in de hacer las diferencias en tecnolo- enfrentan una oferta de empleo perfectamente
gía más explícitas, en la igura 4, T aparece en el elástica a un nivel ijo de utilidad, los terratenientes
isocosto: C  w0 , w1 , p, T . (Puesto que las ciudades de las ciudades con alto nivel de capital humano
son idénticas, las amenities han sido eliminadas en son los únicos realmente beneiciados por las de-
las curvas de indiferencia.) Suponga que, debido a rramas. Como la tierra es, en el modelo, el único
diferencias tecnológicas, los trabajadores caliicados factor ijo, toda la renta generada por la externali-
son particularmente productivos en la ciudad B, dad, en términos de productividad incrementada,
y son altamente demandados. Atraídos por los sala- se capitaliza en los precios de la tierra. Las implica-
rios mayores, los trabajadores caliicados se mudan ciones de política no son obvias. Por un lado, en los
a la ciudad B, y con esto elevan allí el nivel general Estados Unidos el sistema usual de inanciamiento
de educación. El punto 2 representa el equilibrio
14
Otros modelos logran el mismo resultado, asu-
dad fuera endógeno, lo que complicaría el modelo sin miendo que la calidad de la vida es decreciente con el ta-
cambiar sus implicaciones. maño de la ciudad (Glaeser, Scheinkman y Shleifer, 1995).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 195

Figura 4
Equilibrio de salarios y renta cuando la tecnología diiere entre las ciudades

renta-p renta-p

C  w0 , w1 , p, TB   1
C  w0 , w1 , p, TB   1

V  w1 , p   k1 V  w0 , p   k0
C  w0 , w1 , p, TA   1
C  w0 , w1 , p, TA   1

renta 3 renta
3
en B en B

2 2
p’

renta 1 renta 1
en A en A

salario w'1 salario w1 salario w'0 salario w0


en A en B en A en B

educación avanzada educación básica

El punto 1 es el equilibrio en la ciudad A. El punto 2 es el equilibrio en la ciudad B sin derramas. El punto 3 es el equilibrio en la ciudad
B con derramas. La línea punteada en el panel derecho es la curva de isocostos en la ciudad B sin derramas; w1 y w0 son los salarios
nominales de los trabajadores educados y no educados respectivamente.

de la educación pública con impuestos locales sobre Bound et al. (2004) emprenden una investigación
los predios parece eiciente. Puesto que los terrate- empírica acerca de la movilidad de los graduados
nientes son los beneiciarios de la derrama, la carga universitarios y sus implicaciones para las políticas
impositiva sobre la tierra puede operar para inter- de educación local y estatal.
nalizar la externalidad. Por otro lado, los trabaja- Es importante que se comprenda que el mo-
dores son móviles, con preferencias heterogéneas, delo presentado aquí asume que las ciudades son
y los sitios diieren en cuanto a sus amenities. Bajo pequeñas en relación con la economía global, y
estas circunstancias, es posible que los municipios que enfrentan una oferta de trabajo perfectamente
que invierten fuerte en escolaridad retengan sólo elástica a un nivel ijo de utilidad, de modo que los
una parte de los beneicios. Black y Henderson choques* tecnológicos no afectan la tecnología media
(1999) presentan una discusión teórica acerca de de la economía global. Si el número de ciudades
si los gobiernos locales pueden tener éxito en in- es limitado y éstas son grandes en relación con la
ternalizar las externalidades del capital humano.15 economía global, las conclusiones serán diferentes
debido a que pueden surgir efectos de equilibrio
general. Por ejemplo, si una gran ciudad experi-
Black y Henderson (op. cit.) usan una estructu-
15

ra dinámica que es más general que la presentada aquí,


* A lo largo del texto traducimos shocks por choques
debido a que permite que las derramas afecten el creci-
miento económico. (n. de los t.).
196 EnriCo morEtti

menta un gran choque tecnológico, esto mejorará tre las ciudades, como la que sugiere la ecuación (1),
el nivel global tecnológico de toda la economía, y el es difícil de implementar debido a las limitaciones
nivel general de utilidad se elevará. de los datos. Es difícil obtener grandes bases de da-
tos con información de costos de producción de
muchas empresas en la mayoría de las ciudades.
4.1.2 Implicaciones para el análisis empírico En cambio, los datos de insumos y productos
son más accesibles;17 así que en vez de identiicar
El modelo desarrollado en la sección previa pre- las derramas comparando los costos unitarios de
dice que la productividad de las empresas es más las empresas, por lo demás idénticas, situadas en
alta en las ciudades con niveles generales de capital ciudades con niveles alto y bajo de capital huma-
humano más altos. Como los trabajadores son más no, y manteniendo los precios de los insumos ijos,
productivos, los salarios son más altos en ciudades podemos más fácilmente identiicar las derramas
con niveles más altos de capital humano. Pero para comparando el producto de las empresas, por lo
que este resultado sea un equilibrio, los precios de demás idénticas, situadas en ciudades con niveles
la tierra deberán ajustarse hasta hacer indiferentes alto y bajo de capital humano, y manteniendo ijas
a trabajadores y empresas. Una implicación útil de las cantidades de insumos. Siguiendo la notación
este modelo es que hay tres posibles estrategias em- simple usada en el ejemplo de la sección previa,
píricas para identiicar el tamaño de las derramas puede medirse la derrama tomando la diferencia
de capital humano: podemos comparar la produc- en las funciones de producción de la ciudad B y la
tividad, los salarios o los precios de la tierra, entre A, manteniendo trabajo y capital constantes:
las ciudades.
Usando la primera medición, la magnitud de ln  f  S A  g  N 0 N1 , K    ln  f  S B  g  N 0 , N1 , K    ln f  S A   ln f  S B 
la derrama puede ser identiicada, tomando la dife-
(2)
rencia en la función de costo unitario de la ciudad
A —la ciudad con bajo nivel de capital humano— y La segunda opción es medir la magnitud de la
de la ciudad B —la ciudad con alto nivel de capital derrama en términos del precio de la tierra. El mo-
humano— y manteniendo constante el precio de delo de la sección previa muestra que la derrama se
los factores capitaliza en el precio de la tierra. Si se tiene acceso
a datos del valor catastral en distintas ciudades, se
ln c  w0 A , w1 A , p, S A   ln c  w0 A , w1 A , p, S B  (1) pueden hacer estimaciones de la derrama simple-
mente midiendo las diferencias en los precios de la
Si hay derramas, los costos unitarios son más tierra entre ciudades con alto nivel de capital hu-
bajos en la ciudad B que en la A, al mantener cons- mano y en las ciudades con bajo nivel de éste. En
tantes los salarios y los precios de la tierra.16 Aun- términos de nuestro ejemplo de la sección previa,
que atractiva en teoría, la estrategia de estimación la magnitud de la derrama es simplemente la dife-
basada en la comparación de los costos unitarios en- rencia en los precios residenciales de la ciudad B y
la ciudad A :  pB  p '. Gráicamente ésta es la dife-
16 Nótese que esta vez escribo la función de costo c

como función del capital humano en la ciudad. Esta re- 17 El ejemplo más prominente es el Census of Ma-

presentación en forma reducida de la función de costos nufacturers, que proporciona datos longitudinales del
capta la idea de que, en las ciudades con más alto nivel de universo de los establecimientos manufactureros de los
capital humano, la productividad total de los factores es Estados Unidos con un empleado o más, que tiene infor-
mayor, por lo cual la misma cantidad de producto puede mación detallada tanto de producto, como de capital y
ser producida con menos insumos. trabajo empleados en la producción.
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 197

rencia de la renta entre el punto 2 y el punto 3, en empresas productoras de bienes comerciables a


la igura 3 o en la 4. nivel nacional (como los bienes manufacturados)
Dos salvedades deben ser consideradas. La saldrían de las ciudades con alto salario hacia aqué-
primera es que el modelo asume que la cantidad de llas con bajo salario. Algunos trabajadores están
tierra es ija, lo que no siempre es correcto. La se- empleados en industrias que producen bienes no
gunda es el asunto de cómo medir empíricamen- comerciados a nivel nacional (por ejemplo los ser-
te  pB  p '. Debido a que los datos de los precios vicios locales); pero las empresas que producen bie-
de la tierra son difíciles de obtener, con frecuen- nes comerciables enfrentan los mismos precios en
cia los investigadores recurren a los precios de la cualquier lugar del país, por lo que en la medida en
vivienda (ajustando sus características), disponibles que en cada ciudad puedan encontrarse empresas
regularmente para muchas de las grandes ciuda- produciendo bienes comerciables, la productividad
des (por ejemplo en el Census of Population and promedio tiene que ser mayor en aquellas ciudades
Housing). Usar los precios de la vivienda tiene la en la que los salarios nominales son más altos (Ace-
limitación de que el acervo de vivienda no está ne- moglu y Angrist, 2001).
cesariamente ijo. En el segundo punto es importante reconocer
También uno puede usar los salarios para me- que los cambios salariales que afectan a los trabaja-
dir las derramas. La mayoría de los estudios empíri- dores de una ciudad no sólo captan la derrama del
cos existentes que intentan cuantiicar la magnitud capital humano, sino también la complementarie-
de las derramas de capital humano se han centra- dad (o sustituibilidad imperfecta) entre el trabajo
do en los salarios. En teoría, uno podría pensar en caliicado y el no caliicado. Si los trabajadores ca-
usar la diferencia salarial —en dos ciudades— en- liicados y no caliicados son sustitutos imperfectos,
tre los trabajadores educados w' ww  
w1' , o la dife-
1 B1 ww'
los no caliicados se beneician del aumento en el
rencia salarial entre los trabajadores no educados número de los caliicados, aún en ausencia de ex-
ternalidad alguna. Por tanto, el efecto medio sobre
 w'
w w
0 B1
w10' 
ww' los salarios
o una media ponderada de ambas
 w w w11''   w w
w' 10 
N1 N0 ' '
w' 1B ww'
ww'
w
N1
 w w w11''  
N0
 w w 10 
0BB1
N1  N 0
1 1B
w' w' ' '
ww'
w N1  N 0
1B ww' 0BB1
N1  N 0
1 1B
N1  N 0
releja tanto el efecto de la derrama, como el de sus-
Gráicamente, la diferencia salarial de los tra- tituibilidad imperfecta entre los trabajadores con
bajadores educados es la distancia entre los puntos nivel alto y bajo de educación. La distinción es im-
2 y 3 en el gráico izquierdo de la igura 3 o la 4; y la portante porque, a diferencia de las externalidades
diferencia salarial de los trabajadores no educados del capital humano, la complementariedad no es
es la distancia entre los puntos 2 y 3 en el gráico una falla de mercado. En la sección 4.2.1, p. mues-
derecho de las mismas ilustraciones. tro formalmente la diferencia entre la complemen-
Tres puntos son importantes aquí. El primero tariedad y las derramas, y propongo dos caminos
es que en el análisis empírico deben usarse salarios para distinguirla empíricamente entre ambas.
nominales. Los salarios corregidos con el costo de Finalmente, aunque sea controlado el efecto
la vida no son la variable dependiente correcta. La de la complementariedad, la diferencia salarial en-
razón de esto es que los mayores salarios nomina- tre las ciudades con alto o bajo capital humano no
les en una ciudad implican mayor productividad. es exactamente igual a la derrama, debido a que los
Si los trabajadores no fueran más productivos, las precios de la tierra también se ajustan. Sólo en el
198 EnriCo morEtti

caso en que ninguna parte de la tierra sea usada en atrae trabajadores caliicados a la ciudad B no es
la producción comercial, la diferencia salarial entre observada, esta heterogeneidad inobservada sesga
las ciudades con alto o bajo nivel de capital humano hacia abajo el coeiciente estimado con OLS de la re-
equivaldrá a la derrama. gresión de los salarios de trabajadores educados so-
bre la participación de los trabajadores educados.
En la igura 3 (gráico izquierdo), la verdadera de-
4.1.3 Consecuencias de la heterogeneidad inobservada rrama es la diferencia entre el salario en el punto 3
y el salario en el punto 2. El efecto observado es,
Hasta ahora hemos ignorado en la discusión la po- en cambio, la diferencia entre el salario en el punto
sible presencia de factores desconcertantes que pue- 3 y el salario en el punto 1, que es menor que la
den introducir correlaciones espurias en la relación verdadera derrama. La intuición es clara. El dife-
entre los salarios (productividad o precios de la rencial compensatorio que los trabajadores pagan
tierra) y el capital humano agregado. Existen mu- implícitamente por la amenity queda inobservado,
chas características de trabajadores y ciudades que y aporta al salario de los trabajadores caliicados
son inobservadas, que afectan los salarios, y que al como un residuo negativo especíico de la ciudad.
mismo tiempo pueden estar correlacionadas con el La correlación entre este residuo y la educación
nivel global de capital humano. media es negativa, puesto que los trabajadores edu-
Una meta del modelo es identiicar las fuen- cados intercambian algo de su salario a cambio de
tes potenciales de heterogeneidad inobservada que la amenity, por lo que el coeiciente OLS sobre la edu-
pueden sesgar las estimaciones empíricas de la de- cación media está negativamente sesgado.
rrama de capital humano. El sesgo opuesto surge de la heterogeneidad
En la estructura estilizada ya desarrollada en de la demanda relativa. Considere la igura 4. El
la sección 4.1.1 la heterogeneidad inobservada es tamaño de la derrama es el tamaño del desplaza-
de dos tipos: choques de demanda que afectan la miento de 2 a 3. Pero si T es inobservada, el coei-
productividad relativa de los trabajadores con alto ciente OLS de una regresión de salarios de los tra-
capital humano en una ciudad; y choques de ofer- bajadores educados sobre la participación de los
ta que afectan el atractivo relativo que una ciudad trabajadores educados atribuye a la derrama toda
tiene para los trabajadores con alto capital huma- la correlación observada entre salarios y educación
no. Como mencionamos antes, estos choques de de- media, arrojando una estimación de la derrama ses-
manda y oferta deben ser interpretados de forma gada positivamente (el tamaño del desplazamiento
amplia como cualquier factor que afecta la deman- de 1 a 3). Aquí también la intuición es clara. Un
da o la oferta de los trabajadores caliicados, y que choque positivo inobservado sobre la demanda de
no es medida por el econometrista. los trabajadores caliicados implica un residuo de la
En presencia de la heterogeneidad inobserva- ecuación salarial, positivamente correlacionado con
da y correlacionada con el capital humano agrega- el nivel global de capital humano.
do, las regresiones OLS de los salarios sobre el capital En conjunto, si la verdadera magnitud de la de-
humano agregado pueden estar sesgadas positiva o rrama es mayor o menor que la estimada con OLS,
negativamente, dependiendo de la magnitud rela- depende de si la heterogeneidad en la oferta domi-
tiva de la heterogeneidad inobservada de demanda na la heterogeneidad en la demanda. En el caso de
y de oferta. Para entender esto, nótese que en la i- la tierra el sesgo es, sin ambigüedad, positivo. La
gura 3 la variación en el número relativo de trabaja- razón es que la compensación diferencial pagada
dores educados entre ciudades es determinada por por la amenity en términos de precio de la vivienda,
factores de oferta. En la medida en que la amenity que eleva los precios en la ciudad B con respecto a los
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 199

de la ciudad A. En la igura 3, la verdadera derra- endogeneidad del capital humano. Al inal, reviso
ma es la diferencia entre la renta en el punto 3 y la las estimaciones existentes.
renta en el punto 2. El efecto observado es, en
cambio, la diferencia entre la renta en el punto 3 y
la renta en el punto 2, que es menor a la verdadera 4.2.1 Derramas vs. sustituibilidad imperfecta
derrama.
En la sección 4.2.3 reseño diferentes aproxi- Los incrementos en el nivel agregado de capital
maciones que han sido usadas en la literatura empí- humano de una ciudad tienen dos efectos distintos
rica para tratar de obtener estimaciones consisten- sobre la distribución de los salarios. El primero es
tes de las derramas de capital humano en presencia el indicado por el modelo neoclásico estándar con
de heterogeneidad inobservada. sustituibilidad imperfecta entre los trabajadores
educados y los no educados: un incremento en el
número de los educados reducirá el salario de los
4.2 Modelos empíricos basados en salarios educados y elevará el de los no educados. El segun-
do es que la derrama de capital humano elevará
En la sección previa indicamos que hay tres po- el salario de ambos. La distinción entre derrama y
tenciales estrategias empíricas para identiicar de- sustituibilidad imperfecta es analizada con gran de-
rramas de capital humano: regresar salarios, los talle en Ciccone y Peri (2002). Esta sección se basa
precios de la tierra o del producto, sobre capital en un modelo sencillo tomado de Moretti (2004).
humano agregado. En esta sección me concentro Bajo el supuesto de complementariedad (susti-
en los modelos empíricos basados en los salarios. tuibilidad imperfecta) entre los trabajadores educa-
La mayoría de los estudios empíricos existentes que dos y los no educados, un incremento en el número
pretenden cuantiicar la magnitud de las derramas relativo de graduados universitarios es positivo, sin
de capital humano se ha centrado en los salarios. ambigüedad, para el salario de los trabajadores no
Menciono también brevemente algunos modelos caliicados, mientras que para los graduados univer-
basados en los precios de la tierra, aunque la evi- sitarios el signo depende del tamaño de la derrama.
dencia con ellos es limitada. En la sección 4.3 me Intuitivamente, complementariedad y derra-
concentro en modelos empíricos basados en la pro- ma elevan, ambos, el salario de los trabajadores no
ductividad de la empresa. educados, mientras que el impacto de un aumen-
Comienzo esta sección argumentando la cues- to en la oferta de los trabajadores educados sobre
tión de si es posible y cómo diferenciar entre los sus propios salarios es determinado por dos fuer-
efectos de derrama y los efectos de sustituibilidad zas en competencia: la primera es el efecto de la
imperfecta entre los trabajadores caliicados y los oferta convencional, que hace a la economía mo-
no caliicados. Los salarios son una medida de la verse sobre una línea de demanda con pendiente
derrama; no tan obvia como los costos de produc- negativa; la segunda es la derrama que eleva la
ción, la productividad o los precios de la tierra, de- productividad. Si la derrama es lo suicientemente
bido a que el efecto de un aumento en el número fuerte, como en la igura 3, el salario de equilibrio
de individuos educados en una ciudad tiene im- de los trabajadores educados en la ciudad B es más
plicaciones distintas para el salario de los trabaja- alto que en la ciudad A.18 Para entrar al detalle de
dores educados, que para el de los no educados.
Describo entonces la especiicación principal que 18 La evidencia empírica conirma que los trabaja-
ha sido adoptada en los estudios con salarios, y las dores educados y los no educados son sustitutos imper-
estrategias usadas para enfrentar el problema de la fectos; ver, por ejemplo, Katz y Murphy (1992).
200 EnriCo morEtti

este punto, supongamos que la tecnología es Cobb- Considere ahora lo que sucede en la ciudad a
Douglas los salarios cuando la participación de los trabaja-
dores educados se eleva
y  θ 0 N 0  θ1 N1 
α0 α1
K 1α1 α0 (3)
d log  w1  α1  1 α 0
    α1  α 0  γ (5)
donde las θ son desplazamientos de productividad. ds s 1 s
Como antes, permito que haya derramas de capital
humano al conceder que la productividad de los d log  w0  1  α 0 α 1
trabajadores dependa tanto de la participación de    α1  α 0  γ (6)
ds 1 s s
los trabajadores educados en la ciudad, como de su
propio capital humano El salario de los trabajadores no educados, w0,
se ve beneiciado por dos razones. La primera es
 N1 
log θ j   ϕ j  γ 
que el aumento del número de trabajadores educa-
 j = 1, 2 (4)
 N 0  N1  dos eleva la productividad de los no educados debi-
do a la sustituibilidad imperfecta
donde ϕ j es un efecto especíico del grupo, que
1  α 0 α1
capta el efecto directo del capital humano propio  0
sobre la productividad ϕ1  ϕ0 ; 1 s s
La segunda es que la derrama eleva aún más
N1 la productividad: α1  α 0  γ  0 . El impacto del au-
s 1
N 0  N1 mento en la oferta de los trabajadores educados so-
bre su propio salario, w1, está determinado por dos
es la participación, en la ciudad, de los trabajado- fuerzas en competencia, como ya he mencionado:
res con grado universitario. Si γ  1 , el modelo es el una es el efecto oferta convencional, que hace que
minceriano estándar de determinación salarial sin la economía se mueva sobre una curva de demanda
derramas. Si hay derrama positiva, γ  0 . Si los con pendiente negativa
salarios igualan al producto marginal de cada uno
de los tipos de trabajo, y la derrama es externa a
α1  1 α 0
 0
las empresas individuales, pero interna a la ciudad s 1 s
en conjunto (de forma que las empresas toman las y la dos es la derrama que eleva la productividad.
θ como dadas), el logaritmo de los salarios de los Una característica sobresaliente de las ecua-
trabajadores educados y de los no educados es, res- ciones (5) y (6) es que los trabajadores no caliica-
pectivamente dos se beneician de un aumento en la participación
de los trabajadores caliicados en la ciudad, aun en
log  w1   log α1   α1 log θ1   1  α1  α 0  log  K N   α ausencia
1 s de derrama alguna (γ  0), mientras que

α N  α1  1 log  s   α 0 log θ 0 1 s   el efecto sobre los salarios de los trabajadores ca-
liicados depende de la magnitud de la derrama.
y
Si γ es suicientemente grande, el efecto neto para
log  w0   log α 0   α 0 log θ 0   1  α1  α 0  log  K N   α los trabajadores educados debe ser positivo, aun-

α  α 0  1 log 1  s   α1 log θ1s 


que menor que para los no educados. Si γ  0, el
efecto neto debe ser negativo.
donde Nótese que un aumento en el número de
N  N 0  N1 los trabajadores educados en la ciudad puede ele-
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 201

var el salario medio por encima del retorno priva- La distinción entre sustituibilidad imperfecta
do de la escolaridad, aun en ausencia de derramas y derramas es importante en la interpretación de
(γ  0). Para ver esto, obténgase la derivada del las estimaciones empíricas. Encontrar que los sa-
salario medio con respecto a s, restándole el retor- larios medios son afectados por el capital humano
no privado, β agregado no indica necesariamente la presencia de
un efecto de derrama: más bien, este hallazgo pue-
d log  w  d β d log  w0  de indicar la presencia de sustituibilidad imperfec-
β  s    α1  α 0  γ (7) ta entre los trabajadores con alta y baja educación.
ds ds ds
Esta distinción es relevante no sólo por razones
donde log  w  es la media ponderada del logarit- teóricas, sino también por razones de política. El
mo de los salarios de los dos grupos efecto estándar de sustituibilidad imperfecta no es
en sí mismo una falla de mercado. Sin embargo, si
log( w)  ss llog  w1   1  s  log  w0  existen derramas de capital humano, puede ocu-
rrir una falla de mercado. Esto depende de si la
y β es el retorno privado, deinido como la diferen- derrama sucede dentro o fuera de la empresa. Es
cia entre el salario de los trabajadores educados y teóricamente posible que las derramas al interior
los no educados β  log  w1   log  w0 . de la empresa se relejen en los salarios de los tra-
El primer término de la ecuación (7) es el bajadores educados, sin que surja una falla de mer-
efecto de un aumento de trabajadores educados so- cado. Si la derrama tiene lugar fuera de la empresa,
bre el retorno privado a la educación. Este efecto es posible que sea una externalidad pura.19
es negativo porque, conforme la oferta de trabaja- Si el efecto de derrama no es constante entre
dores educados se eleva en una ciudad, el retorno los grupos ( γ j en vez de γ ), no es empíricamente
privado se reduce. El segundo efecto capta la susti- posible identificar de manera separada externa-
tuibilidad imperfecta entre los trabajadores educa- lidades y sustituibilidad imperfecta. Sin embargo,
dos y los no educados, y es positivo. El tercer efecto bajo el supuesto de que el efecto de derrama γ es
releja la derrama. En Estados Unidos, la participa- constante entre los grupos de educación, hay dos
ción de los trabajadores con grado universitario, s, formas de distinguir empíricamente entre sustitui-
es aproximadamente de 0.25. Así pues, la suma de bilidad imperfecta y externalidades. La primera
los dos primeros términos es estimar por separado los efectos de los cambios
en la fracción de los trabajadores altamente edu-
d β d log  w0  1  s  α1  sα 0 cados, sobre los salarios de los grupos de distinto
s   nivel de educación (por ejemplo, Moretti, 2004).
ds ds s 1  s 
Comparando el efecto de un incremento en la par-
es positiva si la parte del producto que reciben los ticipación de los graduados universitarios sobre
trabajadores con grado universitario es más de un los distintos grupos de educación es en teoría po-
tercio de la parte del producto que reciben los tra- sible arrojar cierta luz a propósito del tamaño de
bajadores menos educados: α1  0.33α 0 la derrama. Consideraciones estándar de oferta y
En este caso, el incremento de la productivi- demanda sugieren que el efecto de un aumento en
dad de los trabajadores menos educados sobrepasa
19 Puede uno pensar en “el efecto sustituibilidad
el efecto de decrecimiento del retorno privado a la
imperfecta” como una forma de externalidad pecuniaria.
educación, y un incremento en s eleva el salario me-
Sin embargo este tipo de externalidad pecuniaria es muy
dio más allá del retorno privado a la escolaridad, diferente de aquéllas propuestas por Acemoglu, y que he
aun en ausencia de derramas. discutido en la sección 3.1.
202 EnriCo morEtti

la participación de los graduados debe ser de signo donde wictt es el salario del individuo i que reside en
positivo para los grupos de bajo nivel educativo, y la ciudad c en el período t; X it es un vector de ca-
que el signo para los graduados debe depender del racterísticas individuales que incluye años de escue-
tamaño de la derrama. Si la derrama es suiciente- la; Pct representa una medida del capital humano
mente fuerte, el efecto para los trabajadores calii- agregado de la ciudad c en el año t; Z ct es un vector
cados debe ser positivo, aunque menor que el de los de características de las ciudades, el cual puede es-
trabajadores no caliicados. tar correlacionado con Pct ; d c representa un efecto
La segunda es la aproximación alternativa ijo por ciudad; y dt , un efecto ijo por año.
propuesta por Ciccone y Peri (2002) —llamada “de El coeiciente de interés es π , la estimación del
composición constante”*— para estimar externali- efecto del capital humano agregado sobre los sala-
dades de capital humano cuando los trabajadores rios medios, después de controlar el retorno priva-
altamente caliicados y los menos caliicados son do a la educación. Típicamente, estos autores han
sustitutivos imperfectos. medido el capital humano agregado en una ciudad,
Proponen estimar el efecto de la escolaridad Pct usando años promedio de escuela, o bien por
media sobre los salarios medios entre ciudades, ciento de individuos con educación universitaria.
manteniendo constante el tamaño relativo de cada Ciccone y Peri (2002) muestran las condiciones bajo
grupo de capacitación a través de un esquema de las cuales la ecuación (8) puede ser derivada de la
re-ponderación. Esto se obtiene estimando prime- estructura estándar usada en macroeconomía teó-
ro un salario medio condicional para cada año- rica a in de modelar, a nivel agregado, el efecto
ciudad-grupo de educación, y regresando después del capital humano sobre el crecimiento económi-
estas medias celulares sobre la escolaridad media, co (ver, por ejemplo, Lucas, 1988 o Bils y Klenow,
ponderando la regresión con el tamaño del gru- 2000).
po en un año base. La intuición es que ponderar Una fuente de confusión que hay en la litera-
hace posible separar complementariedad y derra- tura existente ha sido el asunto de si deben usarse
mas, manteniendo constante la distribución de la salarios nominales o reales para estimar la ecuación
caliicación de la fuerza de trabajo en la ciudad. (8). Del modelo de la sección 4.1 debe estar claro
ya que los salarios son nominales (esto es salarios sin
ajustar al costo de la vida), la variable dependiente
4.2.2 Especiicación econométrica apropiada de la ecuación (8), y que no es necesario
incluir control alguno de costo de la vida en Z ct
La mayoría de la evidencia directa de la magnitud de En equilibrio, los salarios nominales mayores
las derramas está basada en modelos que regresan en una ciudad deben ser relejo de mayor produc-
salarios sobre medidas del acervo agregado de capi- tividad. Aunque los trabajadores puedan ser indife-
tal humano. El recurso básico para identiicar esto rentes entre altos salarios nominales y altas rentas
consiste entonces en la comparación de los salarios por un lado, y bajos salarios nominales y bajas ren-
de los individuos, por lo demás similares, que traba- tas por otro, podemos presumir que las empresas
jan en ciudades con distinto nivel de capital humano sólo acordarán pagar salarios nominales mayores si
agregado. Típicamente, los autores han estimado los trabajadores son más productivos.
variaciones de la ecuación siguiente Los residuos de la ecuación salarial pueden
ser concebidos como la suma de tres componen-
log  wict   X it β ct  π Pct  α Z ct  d c  dt  uict (8) tes

* Constant-composition approach (n. de los t.). uict  µcθi ν ct  ε ict


ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 203

donde θi es un componente inobservable perma- Una segunda fuente de sesgo por variables
nente del capital humano individual, tal como ha- omitidas es la presencia de características inobserva-
bilidad o antecedentes familiares; µc es un factor das de los trabajadores, si los individuos obser-
basto que representa el retorno de las capacidades vados en ciudades con alto capital humano son
inobservadas presentes en la ciudad c en el periodo mejores trabajadores que aquellos individuos con
t; ν ct representa choques a la oferta y demanda de las mismas características observadas y que viven
trabajo, variantes en el tiempo, en la ciudad c en el en ciudades con bajo capital humano. En términos
tiempo t; ε ict es el componente transitorio del loga- de la ecuación (8) esto implica que cov θi , Pct   0 .
ritmo de los salarios, que se asume independiente e Por ejemplo, un graduado de educación prepara-
idénticamente distribuido sobre los individuos, las toria que trabaja en una empresa de biotecnología
ciudades y el tiempo. en San Francisco es probablemente diferente, en
Una primera fuente de sesgo por variables alguna dimensión inobservable, a un graduado de
omitidas es la presencia de choques en los mercados educación preparatoria que trabaja en una fábrica
locales de trabajo que varían en el tiempo, y que es- de zapatos en Miami. De forma similar, un aboga-
tán correlacionados con el capital humano agrega- do que trabaja para una empresa de Wall-Street
do. Las ciudades diieren ampliamente en cuanto en Nueva York es muy probable que diiera de un
a su localización geográica, estructura industrial, abogado en El Paso. Este tipo de asignación* puede
tecnología, clima y amenities. Los efectos ijos sobre presentarse si un nivel global de capital humano en
las ciudades eliminan el efecto de sus características una ciudad está asociado con un más alto retorno
permanentes, como estructura industrial y amenities de la habilidad inobservada, causando que trabaja-
físicas y culturales, que puede sesgar el análisis de dores de alta calidad se muevan a las ciudades con
sección cruzada más simple. participación mayor de graduados (Borjas, Bronars
Pero aun modelos en primera diferencia pue- y Trejo, 1992; Rauch, 1993). Considérese un simple
den también estar sesgados por la presencia de modelo de Roy en el cual distintas ciudades remu-
factores tiempo-variantes correlacionados con cam- neran las capacidades de sus trabajadores —tanto
bios en el capital humano y en los salarios entre observadas como inobservadas— de manera dife-
las ciudades —por ejemplo, choques transitorios renciada, y las decisiones de moverse están basadas
en la productividad, capaces de atraer trabajado- en ventajas comparativas. En un modelo así, los tra-
res altamente calificados y elevar los salarios: bajadores no son asignados a las ciudades de forma
cov ν ct , Sct   0. Como argumentamos en la sección aleatoria, sino que eligen la ciudad en la cual sus ca-
4.1.3, el sesgo resultante de la estimación OLS es po- pacidades son mejor valuadas, y los diferenciales de
sitivo (negativo) si los choques positivos a los salarios precio-capacidad determinan la composición de las
están asociados con incrementos (decrementos) en capacidades de los lujos migratorios. Ciudades con
el acervo de capital humano de una ciudad. Por una estructura industrial que demanda más educa-
ejemplo, la economía de San Jose experimentó una ción son aquellas que presumiblemente ofrecerán
expansión sin precedente, que comenzó en la se- precios más altos por las habilidades inobservadas.
gunda mitad de los años ochenta, impulsada por el En este caso, la correlación de un alto Pct con altos
boom de Silicon Valley en la industria de la compu- salarios relejará simplemente mayores habilidades
tación. El mismo boom atrajo una fuerza de trabajo inobservadas de los trabajadores, en vez de mayor
altamente educada a San Jose. De otra parte, si la productividad.
variación en el acervo de capital humano entre ciu-
dades es impulsada por factores de oferta inobserva- * A lo largo del texto traducimos sorting por asigna-

dos, los OLS estarán sesgados negativamente. ción (n. de los t.).
204 EnriCo morEtti

4.2.3 Dando cuenta de la endogeneidad Una limitación de esta aproximación es la dii-


del capital humano cultad para argumentar de forma convincente que
las características observables pueden considerar
En un análisis ideal, el investigador podría asignar por completo los choques, y debido a esto algunos
aleatoriamente niveles distintos de capital humano estudios se han dirigido a las técnicas de variables
a las ciudades y medir las diferencias en el valor instrumentales (vi). Esta aproximación requiere
de los salarios, antes que la asignación suceda. Este de un instrumento correlacionado con los cambios
diseño experimental resolvería los problemas eco- globales de nivel del capital humano en la ciudad,
nométricos discutidos en la sección 4.1.3 (nótese sin no correlacionado con los cambios en los factores
embargo que el diseño experimental no resolvería inobservados que afectan directamente los salarios.
el problema de distinguir entre complementarie- Ejemplos de variables instrumentales usadas son
dad y externalidades, discutido en la sección 4.2.1). las leyes de asistencia escolar obligatoria, las leyes
En ausencia de un diseño así, tres estrategias pue- sobre el trabajo infantil, la entrada de la genera-
den ser implementadas para considerar la endoge- ción baby boom al mercado laboral, y la presencia de
neidad del nivel global de capital humano. las universidades con estatuto land grant. La ven-
1. Algunos autores han tratado de conside- taja de las técnicas de las variables instrumentales
rar los choques tiempo-variantes controlando las es su validez real para aislar el efecto de los cam-
características observables de las ciudades, como bios exógenos en el nivel de capital humano sobre
composición racial o tasa de desempleo. Es aquí los salarios. La desventaja es que los instrumentos
particularmente importante controlar completa- exógenos válidos son raros. Más aún, si el efecto
mente los choques en la demanda relativa de traba- del nivel de capital humano sobre los salarios no es
jo caliicado, puesto que llevan a sobreestimaciones homogéneo, las estimaciones de las variables ins-
de la derrama. En un esfuerzo por lograr esta meta, trumentales y aquellas OLS pueden no ser direc-
algunos investigadores han usado un índice de des- tamente comparables.
plazamientos de demanda, propuesto por Katz y 3. Como tercera estrategia de identiicación
Murphy (1992). El índice, una generalización de la que ha sido usada están los datos longitudinales a
muy usada medida de los desplazamientos de de- nivel individual. Observando al mismo individuo a
manda entre los sectores, se basa en el crecimien- lo largo del tiempo, uno puede controlar los facto-
to del empleo industrial a nivel nacional, pondera- res que lo hacen permanentemente más producti-
do con la participación especíica en esa industria vo. Pero nótese que si se tiene acceso a los datos
en el empleo de la ciudad. Capta desplazamientos longitudinales de muchos individuos y ciudades,
exógenos en la demanda relativa entre los grupos los modelos de efectos ijos sobre los individuos no
de educación, predichos por la estructura indus-
trial de la ciudad. 20 Formalmente, el índice es
choque jc  η sc E js
20 Las ciudades se especializan en la producción de s 1

diferentes bienes, de manera que los choques de deman- donde s indexa la industria a dos dígitos; choqu ue jc re-
da nacionales, especíicos de una industria, impactan de presenta la predicción del cambio en el empleo de los
manera diferenciada las ciudades (Bound y Holzer, 1996). trabajadores pertenecientes al grupo de educción j en la
Si el empleo de los trabajadores capacitados en una in- ciudad c; η sc es la participación en las horas trabajadas
dustria se incrementa (decrementa) a nivel nacional, totales de la industria s en la ciudad c en 1980; E js es el
aquellas ciudades en las que esa industria emplea una cambio en el logaritmo del número total de las horas tra-
fracción importante de la fuerza de trabajo experimen- bajadas en la misma industria a nivel nacional entre 1980
tarán un choque positivo (negativo) en su demanda de y 1990, por los trabajadores pertenecientes al grupo de
trabajo caliicado. educción j. Ver, por ejemplo, Moretti (2004).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 205

son el modelo más general que puede estimarse. En mano inicial. Hallazgos de Glaeser y Mare (2001)
particular, el término µcθi de la ecuación (8) puede son consistentes con un modelo en el que los indivi-
ser absorbido incluyendo un conjunto de variables duos adquieren capacidades por medio de la inter-
icticias* por individuo-ciudad. Controlando los pa- acción mutua, y en el que las áreas urbanas densas
res individuo-ciudad, la variación proveniente de incrementan la probabilidad de la interacción.
los migrantes se pierde. La identiicación se basa Aun así, y a pesar de estas signiicativas im-
en los que no migran, y proviene de los cambios en plicaciones de política, es notable la poca evidencia
P en la ciudad a lo largo del tiempo. Siendo con- empírica sistemática de la magnitud de las derra-
dicional sobre los pares ciudad-individuo, el modelo mas de capital humano. Recientemente sólo los in-
longitudinal estima qué le sucede al salario de un vestigadores han comenzado a estimar el tamaño
individuo al incrementarse en su entorno el nivel de las derramas de la educación por medio de la
agregado de capital humano. El supuesto de iden- comparación de los salarios de los individuos, todo
tiicación clave es que el retorno de la habilidad lo demás similares, en ciudades o estados con nivel
inobservada µc puede variar entre ciudades, pero no medio de educación diferente. La mayoría de es-
a lo largo del tiempo; y si acaso cambia en el tiempo, tos estudios con salarios han usado variantes de la
el cambio no está correlacionado sistemáticamente ecuación salarial (8).
con el acervo de capital humano. Bajo este supues- En un estudio muy citado, Rauch (1993) ha
to, las diferencias entre las ciudades en el nivel in- sido el primero en sacar partido de las diferencias
observado de habilidad y en el retorno de la habi- en capital humano entre las ciudades, para identii-
lidad inobservada son absorbidas en el efecto ijo car externalidades. Estimó, usando el Censo 1980,
individuo-ciudad. Una limitación de esta estrategia una versión de la ecuación (8) en sección cruzada, y
longitudinal es que los no migrantes no son nece- encontró que el incremento de un año en la educa-
sariamente una muestra aleatoria de la población. ción media elevó los salarios entre 3 y 5% en 1980.
Si los no migrantes son diferentes a otros trabaja- Rauch es también uno de los muy pocos investiga-
dores, las estimaciones longitudinales pueden estar dores que examinan el efecto del capital humano
sesgadas. sobre el costo de la vivienda. Encuentra que éste
es mayor en las ciudades con un acervo mayor de
4.2.4 Hallazgos empíricos de los modelos capital humano (manteniendo constante las carac-
con salario y precio de la tierra terísticas de la vivienda), y concluye que la derrama
parece estar capitalizada en los precios de la tierra.
Voy ahora a la discusión de alguna evidencia empí- Una limitación de la metodología de Rauch es que
rica acerca de la magnitud de las externalidades del no considera directamente la endogeneidad del ca-
capital humano, que ha sido generada con mode- pital humano agregado; usa solamente una sección
los de salario. ¿Qué sabemos acerca de la magnitud cruzada, y toma la escolaridad media como históri-
de las derramas de capital humano? Existe alguna camente predeterminada. La segunda limitación es
evidencia indirecta de que la derrama de capital que no distingue entre las externalidades y la com-
humano puede jugar un papel en incrementar plementariedad entre los trabajadores caliicados y
el ingreso y el crecimiento. Por ejemplo, Glaeser, no caliicados.
Scheinkman y Shleifer (1995) reportan que, en el La correlación entre los salarios y una medi-
periodo de posguerra, el ingreso per cápita ha cre- da del nivel global de capital humano se muestra
cido más rápido en las ciudades con alto capital hu- en la igura 5, donde se graica el porcentaje de
graduados universitarios contra la línea de regre-
* Dummy variables (n. de los t.). sión ajustada del salario medio de 282 ciudades en
206 EnriCo morEtti

Figura 5
Correlación entre el salario promedio ajus

1.3
salario promedio ajustado a la regresión en la ciudad

1.2

Stamford
1.1 Norwalk

1
San Jose
Washington
0.9
Boston

0.8 Ann Arbor


Raleigh
0.7

0.6

0.5

0.4
porcentaje de universitarios
10 15 20 25 30 35 40 45 50 graduados en la ciudad

Correlación entre el salario promedio ajustado de la regresión y el porcentaje de estudiantes universitarios en 282 ciudades en 1990.
El salario promedio ajustado es obtenido a partir de condicionar la regresión por educación, sexo, origen hispánico, ciudadanía esta-
dounidense y experiencia laboral de los individuos. Se ajustó con Mínimos Cuadrados Ordinarios Ponderados.

1990.21 La línea de regresión ajustada del salario es mente sesgada por la presencia de características
obtenida condicionando con educación individual, no medidas de trabajadores y ciudades, que están
género, raza, origen hispánico, ciudadanía estadou- potencialmente correlacionadas con la fracción de
nidense, y un término cuadrático de experiencia individuos con educación universitaria entre ciuda-
potencial; se muestra que, habiendo controlado el re- des. Aunque sabemos que es probable que la co-
torno privado a la educación, los salarios son mayores rrelación esté sesgada, desconocemos la dirección
en las ciudades donde la fuerza de trabajo está me- del sesgo. En una regresión OLS de los salarios so-
jor educada.22 bre la participación de los trabajadores educados,
Obviamente está lejos de ser claro si la asocia- el coeiciente puede estar sesgado tanto negativa
ción descubierta en la igura 5 entre los salarios y como positivamente, dependiendo de si la varia-
el capital humano releja derramas de capital hu- ción en el número relativo de trabajadores con edu-
mano. Como se ha argumentado detalladamente cación universitaria entre ciudades está determinada
en la sección 4.1.3, dicha correlación estará posible- por los factores inobservados de oferta o por aque-
llos de demanda. Y aun si pudiésemos considerar
la endogeneidad de la fracción universitaria, en el
21Cálculos del autor, basados en el Censo 1990.
22 sencillo gráico de la igura 5 no podremos distin-
Resultados similares pueden obtenerse haciendo
la gráica del costo de la vivienda o productividad de la guir entre complementariedades y externalidades
empresa contra el capital humano agregado. (sección 4.2.1).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 207

Moretti (2004) intenta acometer la endoge- preparatorios completos, en 1.9% y 1.6% respecti-
neidad creada por los choques de demanda que vamente. Eleva también el salario de los graduados
afecta a la ciudad en conjunto, usando dos varia- universitarios en 0.4%. Estos hallazgos son consis-
bles instrumentales. El primer instrumento se basa tentes con un modelo que incluye tanto los facto-
en la diferencia en la estructura de edades de las res convencionales de oferta y demanda, como las
ciudades. La fuerza de trabajo de Estados Unidos derramas: como era de esperarse, un incremento
se caracteriza por una tendencia de largo plazo al en la parte proporcional de los trabajadores mejor
incremento en la educación; las generaciones más educados tiene un efecto positivo grande sobre los
jóvenes están mejor educadas que las más viejas. trabajadores menos educados, y un efecto peque-
El segundo instrumento usado es un indicador de ño, pero aún positivo, sobre los salarios del grupo
la presencia en la ciudad de una universidad land- de los mejor educados.
grant. Las universidades land-grant se establecieron Acemoglu y Angrist (2001) usan la variación
por mandato del Acta Morrill de 1862.23 Intenta entre estados en el trabajo infantil y en las leyes de
también dar cuenta de las habilidades individua- asistencia obligatoria a la escuela para instrumentar
les inobservadas, sacando partido de la estructu- la escolaridad media. Muestran que los cambios al
ra panel de la National Longitudinal Survey of Youth interior del estado de estas leyes afectan la distri-
(NLSY), para estimar modelos condicionales de bución de la educación en el punto “derecho”, al
efectos individuo-ciudad. incrementar la probabilidad de graduación de nivel
Moretti encuentra que el incremento de un preparatorio, pero no la de nivel universitario. A
punto porcentual de la participación universitaria diferencia de Rauch y Moretti, Acemoglu y Angrist
en una ciudad eleva el salario medio entre 0.6 y (2001) también abordan la endogeneidad de la es-
1.2% por encima del retorno privado a la educa- colaridad individual. Apuntan que estimaciones
ción. Como he argumentado en secciones previas, inconsistentes del retorno privado de la educación
el hallazgo de que el salario medio es afectado por llevarán a estimaciones inconsistentes de la exter-
el porcentaje de graduados universitarios presentes nalidad, porque la escolaridad individual y la agre-
en la fuerza de trabajo no necesariamente indica un gada están correlacionadas.
efecto de derrama: este hallazgo puede más bien Para dar cuenta de la endogeneidad de la
indicar sustituibilidad imperfecta entre trabajado- escolaridad individual, usan el trimestre de naci-
res con alto y bajo nivel educativo. miento como variable instrumental. Mientras que
Por esta razón, Moretti estima el efecto del sus estimaciones OLS de la externalidad son cuali-
cambio en la fracción de trabajadores altamente tativamente consistentes con aquellas de Rauch y
educados sobre los salarios de grupos de educación Moretti, sus estimaciones con variables instrumen-
diferentes. Encuentra que el aumento de un pun- tales son menores y, en la mayoría de los casos, no
to porcentual en la participación de los graduados signiicativamente diferentes de cero.
universitarios en la fuerza de trabajo incrementa Las diferencias entre los hallazgos de Acemo-
el salario de los trabajadores con estudios prepa- glu y Angrist (2001) y Moretti pueden explicarse
ratorios incompletos y de aquéllos con estudios en parte por el hecho de que el trabajo infantil y
la asistencia escolar obligatoria afectan la asistencia
escolar en la parte baja de la distribución de la edu-
23 Debido a que el programa fue federal y fue apli-
cación, sobre todo en la escuela secundaria o pre-
cado hace más de cien años, es poco probable que la pre-
paratoria. Por el contrario, Moretti identiica ex-
sencia de una institución land-grant esté correlacionada
con las condiciones del mercado de trabajo local de los ternalidades usando la variación en el número de
años ochenta. graduados universitarios, esto es la parte alta de la
208 EnriCo morEtti

distribución. Parece entonces que el incremento de cuenta de la endogeneidad del capital humano
un año en la educación media de la ciudad, resulta- agregado. Cuando restringen a los trabajadores al-
do de un aumento en el número de graduados de tamente educados y menos educados, a ser susti-
educación preparatoria, tiene un efecto diferente tutos perfectos, Ciccone y Peri (2002) encuentran
que el mismo incremento resultado de un aumen- externalidades positivas signiicativas, en magnitu-
to en el número de graduados universitarios. Un des consistentes con aquéllas estimadas por Rauch
segundo factor que puede dar cuenta de la dife- y Moretti. Sin embargo, cuando permiten sustitui-
rencia en estas estimaciones es el hecho de que el bilidad imperfecta, encuentran poca evidencia de
análisis de Acemoglu y Angrist está hecho con datos derramas de capital humano.
estatales. Cuando Moretti estima derramas a nivel En un artículo relacionado, Peri (2002) mode-
de estados, encuentra coeicientes más cercanos a la las decisiones de localización de los trabajadores
aquellos de Acemoglu y Angrist. 24 jóvenes y viejos en función de las externalidades de
Ciccone y Peri (2002) proponen una aproxi- capital humano. Usando datos del Censo, comienza
mación econométrica nueva —la de constant-composi- mostrando que el premio a la experiencia es mayor
tion— para estimar externalidades de capital huma- en áreas urbanas que en las rurales. Por ejemplo,
no cuando los trabajadores altamente educados y en 1990, un hombre blanco graduado universitario
los menos educados son sustitutos imperfectos. Esta urbano recibió un premio por hora de dos dóla-
nueva aproximación es una generalización de aqué- res sobre el salario de un trabajador similar en el
lla basada en la ecuación salarial de Mincer, como la medio rural. El premio para el trabajador blanco
ecuación (8), y es a la fecha el intento más completo maduro fue dos veces mayor. Este resultado indi-
por distinguir entre complementariedad y externa- ca que, en áreas urbanas, los trabajadores educa-
lidades. La aproximación constant-composition consis- dos jóvenes reciben un premio salarial menor que
te en estimar el efecto de la escolaridad media sobre sus colegas de mayor edad, a pesar de lo cual están
los salarios medios entre ciudades, manteniendo sobre-representados en las áreas urbanas. ¿Por qué
constante el tamaño relativo de cada grupo de ca- las áreas urbanas atraen a los trabajadores jóvenes
liicación, por medio de un esquema de re-ponde- educados?
ración. Los ponderadores se basan en el tamaño de Peri argumenta que las externalidades de
cada grupo de caliicación, en un año base. aprendizaje son parte importante de la explicación.
Mientras que el procedimiento de re-pon- Los trabajadores aprenden unos de otros cuando
deración da cuenta de la posibilidad de comple- son jóvenes, así que vivir en áreas urbanas densas
mentariedad entre trabajadores caliicados y no puede elevar la acumulación de capital humano
caliicados, Ciccone y Peri (2002) usan también más que vivir en un área rural. La compensación
un conjunto de variables instrumentales para dar diferencial negativa indica que los trabajadores jó-
venes valoran estas externalidades de capital hu-
mano. Al acrecer su edad, la importancia de las de-
24 Una tercera diferencia concierne al período con-
rramas de conocimiento decrece, y algunos de ellos
siderado. La mayoría de los modelos en Acemoglu y An- se desplazan hacia las áreas no urbanas.25
grist (2001) son estimados con datos del Censo 1960-1980.
Cuando añaden datos del Censo 1990, encuentran esti- En la mayoría de las aplicaciones empíricas, el
maciones positivas y estadísticamente signiicativas de la alcance geográico de la derrama de capital huma-
externalidad, al usar las leyes del trabajo infantil como
instrumento. Puesto que el retorno privado a la educa-
ción se incrementó durante los ochenta, este hallazgo
puede relejar un cambio en el valor social del capital 25 La evidencia en Costa y Kahn (2000) ofrece una

humano. historia alternativa a la del aprendizaje.


ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 209

no se considera exógeno. En Conley, Flyer y Tsiang 4.3 Modelos empíricos basados


(2003) sin embargo, se permite que el alcance de en la productividad de la empresa
la derrama varíe entre los individuos. El acervo de
capital humano agregado relevante para un indi- Habiendo analizado la evidencia empírica basada
viduo se deine usando una medida de distancia en las diferencias salariales y en los precios de la
económica basada en estimaciones de tiempo de tierra entre las ciudades, atiendo ahora a la eviden-
trayecto entre las localidades. Estiman el número cia basada en la diferencia en los niveles de pro-
de socios potenciales* y su nivel de capital huma- ductividad. El modelo de la sección 4.1 indica que
no a, digamos, dos horas de trayecto desde la resi- si existen externalidades, debemos encontrar que
dencia de cada individuo. Usando esta medida de las empresas situadas en las ciudades con alto nivel
distancia económica, en vez de las unidades geográ- de capital humano obtienen mayor producto con
icas administrativas, como ciudades o provincias, los mismos insumos, que aquellas empresas, por lo
caracterizan mejor el capital humano del conjunto demás similares, situadas en las ciudades con bajo
de vecinos que pueden, potencialmente, interac- nivel de capital humano. Más aún, el modelo indica
tuar con cada agente. Más aún, pueden identiicar que estas diferencias entre ciudades deben coincidir
el alcance geográico de la derrama, variando la de- con las diferencias observadas en los salarios de los
inición de mercado local y probando qué tan lejos trabajadores y en los precios de la tierra. En equili-
deben estar dos individuos para que su derrama de brio, si las empresas son realmente más productivas
capital humano no tenga ya efecto alguno. Encuen- en las ciudades con alto nivel de capital humano,
tran estimaciones de externalidades de capital hu- deberíamos encontrar que estas empresas incurren
mano signiicativas, con variables instrumentales. en costos salariales y prediales mayores. Si éste no
También encuentran que las externalidades tien- fuera el caso, las empresas (al menos aquellas que
den a desaparecer a distancias mayores a noventa producen bienes comerciados a nivel nacional) se
minutos de trayecto. Conley et al. (2003) investigan relocalizarían, desde las ciudades con bajo capital
también si las derramas de capital humano se capi- humano, hasta aquellas con alto capital humano.
talizan en los precios de la tierra, y encuentran que
están positivamente correlacionados con el acervo
de capital humano. 4.3.1 Especiicación econométrica
En resumen, la evidencia directa existente
acerca de la magnitud de las derramas de capital Para ver cómo pueden identiicarse las derramas,
humano es variada. Mientras que la mayoría de comparando la productividad de las empresas si-
los artículos encuentran estimaciones OLS consis- tuadas en las ciudades con distintos niveles de ca-
tentes con el trazo de la igura 5, las estimaciones pital humano, asumamos que la tecnología puede
que pretenden dar cuenta de la endogeneidad del ser descrita con la siguiente función de producción
capital humano rara vez concuerdan. Las diferen- Cobb-Douglas26
cias entre los estudios parecen deberse sobre todo
a las estrategias empíricas particulares adoptadas α α β
y pjct  Apjct L1pjct
1j
L 2 pjct
0j
K pjctj (11)
para dar cuenta de la heterogeneidad inobservada.
Claramente es necesaria más investigación antes
de que podamos coniar en nuestras estimaciones de donde y pjctt es el producto de la empresa p, que per-
la magnitud de las derramas de capital humano. tenece a la industria j, en la ciudad c, en el año t;

* Potential Trading Partners (n. de los t.). 26 Esta sección está basada en Moretti (2002).
210 EnriCo morEtti

j indexa las industrias; L1pjct es el número de horas En general, si las plantas con ε positiva tien-
trabajadas por los trabajadores caliicados en la em- den a concentrarse en ciudades con alto nivel glo-
presa; L2 pjct es el número de horas trabajadas por bal de capital humano, entonces la estimación OLS
los no caliicados; K pjct es capital. Como antes, asu- sobreestimará γ .27
mimos que Apjct es una función de capital humano
agregado en la ciudad, externa a la empresa, y de
choques de productividad inobservados 4.3.2 Hallazgos empíricos
de los modelos de productividad
ln Apjct  γ Sct  ε pjct (12)
La evidencia empírica sugiere que las derramas
de conocimiento pueden ser particularmente im-
donde Sct es alguna medida del acervo global de portantes en ciertas industrias hi-tech. Una pieza
capital humano entre todos los trabajadores de la importante de evidencia de externalidades de co-
ciudad c, en el tiempo t; y ε representa la heteroge- nocimiento es el bien citado artículo de Jaffe, Tra-
neidad inobservada de la productividad. Si γ  0, jtenberg y Henderson (1993), que muestra que las
el modelo se reduce a una función de producción referencias a las patentes existentes hechas por los
estándar sin externalidades. inventores para la aplicación de una nueva patente,
Empíricamente, la función de producción (11) vienen, con alta probabilidad, del mismo estado o
puede ser estimada directamente o bien usando área metropolitana donde se origina la aplicación.
su versión productividad total de los factores (tfp). Debido a que las derramas de capital humano
La versión tfp puede ser estimada en dos pasos. y de conocimiento son invisibles, la mayoría de los
Bajo el supuesto de que los precios de los factores estudios empíricos recurren a la evidencia indirecta
son iguales a sus productos marginales, puede calcu- para probar su presencia. Los estudios basados en
larse fácilmente una medida de tfp a nivel de la ecuaciones salariales descritas en la sección previa
planta, restando del valor del producto la suma de prueban las implicaciones indirectas de la hipótesis
la fracción del costo de cada insumo, multiplicada de las derramas, más que medir directamente la de-
por la cantidad del insumo. Esta estimación de tfp rrama misma. Pero Jaffe, Trajtenberg y Henderson
puede ser entonces regresada sobre el capital hu- (1993) argumentan que las referencias de patentes
mano agregado. ofrecen una medida directa de las derramas, un
Como en los modelos salariales, la principal rastro de papel, observable en la forma de referen-
preocupación es que puede haber choques de pro-
ductividad inobservables, potencialmente corre-
27 Una airmación similar es hecha gráicamente en
lacionados con el capital humano agregado. Por
la igura 4. Éste es el caso, por ejemplo, si los empresarios
ejemplo, ε podría relejar características no me- inusualmente productivos buscan, presumiblemente, lo-
didas de las empresas, como la calidad de la ma- calidades productivas; o si individuos inusualmente ca-
quinaria, patentes, la calidad de los trabajadores y pacitados son reclutados desproporcionadamente en las
de la dirección, y la cultura interna de la empresa. localidades más productivas. La verdadera derrama es la
diferencia de productividad entre una planta en el punto
Alternativamente, ε podría captar características de 3 y una planta en el punto 2. Pero si la tecnología que
la ciudad, que hacen a algunas de ellas más produc- eleva la productividad relativa de los trabajadores educa-
tivas. Éstas pueden incluir la infraestructura públi- dos en la ciudad B con respecto a aquéllos de la ciudad A
queda inobservada por el econometrista, una estimación
ca (puertos, autopistas o aeropuertos), condiciones
ingenua de la derrama es la diferencia de productividad
climáticas, la presencia de investigación en las uni- entre una planta en el punto 3 y una planta en el punto 1,
versidades y autoridades locales eicientes. la cual sobreestima la derrama verdadera.
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 211

cias en las patentes. Jaffe, Trajtenberg y Henderson en la misma planta, por investigación formal en la
(1993) usan referencias en patentes para probar empresa matriz, y por investigación formal hecha
hasta qué punto las derramas están geográicamen- por otras empresas en la misma ciudad o industria.
te localizadas. Puesto que las patentes son de acceso Empíricamente, usan datos a nivel de planta manu-
público, en ausencia de derramas localizadas las re- facturera para examinar los efectos de la producti-
ferencias no tendrían por qué depender del lugar vidad de la R&D realizados en la planta; fuera de
de residencia del inventor. la planta, pero dentro de la empresa matriz dueña
El reto empírico clave del artículo es distinguir de la planta; y en plantas externas, pero dentro de
entre los patrones geográicos de las referencias de la misma área geográica o industrial. Encuentran
patentes causadas por las derramas, de los patrones que las derramas de la R&D son importantes, tanto
causados por las fuentes exógenas de los efectos de dentro de, como entre las empresas, un resultado
aglomeración. Para dar cuenta de este asunto, los consistente con la noción de que el retorno social de
autores construyen muestras de patentes control, la investigación es más alto que su retorno privado.
que tienen la misma distribución temporal y tecno- Curiosamente, descubren que el efecto de la
lógica que las referencias de patentes. Para identi- R&D de la matriz sobre la productividad a nivel de
icar la presencia de las externalidades, comparan la planta se reduce, tanto por la distancia geográi-
estos dos patrones de concentración geográica ba- ca, como por la distancia tecnológica entre el labo-
jo el supuesto de que la correlación geográica ratorio de investigación y las plantas. Interpretan
entre los controles y las patentes que originan se este descubrimiento como un relejo del hecho de
debe sólo a fuerzas exógenas de aglomeración, in- que los costos de comunicación se incrementan con
dependientes de las derramas. La prueba de loca- la distancia. También proveen evidencia de los efec-
lización propuesta consiste en si la correlación es tos derrama al interior de la industria: la R&D de
signiicativamente mayor para las patentes citadas otras empresas en la misma industria parece afectar
que para las patentes control. Sus resultados sugie- la productividad de una planta, manteniendo la in-
ren que las referencias de patentes están de hecho dustria constante. La magnitud de estas derramas
geográicamente concentradas, y que las derramas es sorprendentemente grande. El producto margi-
de conocimiento parecen ser grandes. nal de la R&D de la industria es aproximadamente
Adams y Jaffe (1996) estudian también la un 40% del producto marginal de la investigación
composición de las transferencias de conocimiento hecha por la matriz.
al interior de y entre empresas. Usan una estructu- Otra pieza de evidencia indirecta acerca del
ra de tfp, relacionada con la presentada en la sec- papel de las derramas de capital humano en la pro-
ción 4.3.1, pero en vez de usar el acervo de capital ductividad de las empresas high-tech es un artículo
humano como variable independiente principal, se reciente de Zucker, Darby y Brewer (1998). Argu-
centran en la R&D realizados en laboratorios forma- mentan que las diferencias geográicas en el capital
les. En particular, postulan que una planta tiene “un humano especializado entre ciudades es el deter-
acervo efectivo de conocimiento”* que es generado minante principal de dónde y cuándo las industrias
de muchas formas: aprendiendo-haciendo** en esa estadounidenses de biotecnología se desarrollaron.
y en otras plantas en la misma ciudad o industria, En particular, muestran que el acervo de capital
realizando actividades de investigación informales humano de cientíicos sobresalientes en ciertas ciu-
dades —medido en términos del número de publi-
caciones en revistas académicas y reportando des-
* Effective stock of knowledge (n. de los t.). cubrimientos acerca de la cadena genética— juega
** Learning by doing (n. de los t.). un papel clave en las decisiones para que nuevas
212 EnriCo morEtti

empresas de biotecnología entren. Este efecto pare- Curiosamente, la magnitud de las derramas
ce relejar, al menos en parte, externalidades de ca- entre plantas de la misma ciudad parece depender
pital humano, debido a que no es solamente un re- de su nivel de interacción. Si se usan tablas insumo-
lejo de la presencia de los centros de investigación producto para medir la interacción entre las plantas
de las universidades y el gobierno en áreas donde de la misma ciudad, las derramas entre las plantas que
los cientíicos sobresalientes residen. 28 interactúan frecuentemente resultan ser signiica-
Los estudios descritos hasta ahora se concen- tivas, mientras que las derramas entre las plantas
tran en las industrias high-tech. Moretti (2004) in- que raramente interactúan son mucho menores.
tenta dar cuenta sistemáticamente de la magnitud Esto es consistente con la noción de que las derra-
de las externalidades de capital humano en todas mas de capital humano decaen no solamente con la
las industrias, estimando funciones de producción distancia geográica, sino también con la distancia
similares a la ecuación (11). económica.
Usando datos longitudinales, estima funcio- Consistente con las predicciones del modelo
nes de producción a nivel de establecimiento, con- teórico presentado en la sección 4.1.1 las ganancias
trolando la heterogeneidad permanente por es- de productividad generadas por las derramas de
tablecimiento, lo mismo que la heterogeneidad capital humano parecen ser sobrepasadas por los
tiempo-variante por industria especíica, y la hete- costos laborales crecientes. Lo descubierto indica
rogeneidad por estado especíico. Moretti descubre que las diferencias estimadas de la productividad
que las ganancias en productividad debidas a las entre las ciudades con alto y bajo nivel de capital
derramas de capital humano parecen ser empírica- humano coinciden con las diferencias salariales de
mente relevantes en los establecimientos manufac- los trabajadores manufactureros observadas.
tureros de las ciudades de Estados Unidos. Debido
a que el acervo de capital humano crece lentamente
en el tiempo, la contribución de las derramas del 4.3.3 Hallazgos empíricos en modelos nacionales
capital humano sobre el crecimiento económico no
parecen ser grandes. Las estimaciones del artículo Aunque muchos estudios empíricos usan las ciuda-
indican que las derramas de capital humano fueron des como unidad de análisis, hay algunos que se
responsables de un aumento medio de producto de centran en el efecto de los incrementos nacionales
0.1% anual durante los años ochenta.29 La mayor de capital humano sobre el ingreso nacional. 30 En
parte de la derrama estimada proviene de las plan- general, las ciudades tienen muchas ventajas sobre
tas high-tech. En los productores que no son high- los estados, regiones y países. Primero porque la
tech, la derrama parece ser virtualmente cero. mayor parte del alcance geográico de las derra-
mas de conocimiento es, presumiblemente, local.
Los trabajadores interactúan sobre todo a nivel lo-
cal. Aunque las tecnologías de comunicación, como
28 Audretsch y Stephan (1996) usan datos de IPO
teléfonos, correo electrónico e Internet, permiten
de empresas de biotecnología, para vincular la localiza- la comunicación a bajo costo entre las ciudades, la
ción de la irma de biotecnología, con la localización de
los cientíicos adscritos a las universidades y relacionados mayor parte de las interacciones entre los indivi-
con la empresa. Concluyen que “mientras que la proxi- duos suceden en un pequeño espacio. En todo caso,
midad importa al establecer vínculos formales entre los
cientíicos adscritos a las universidades y las compañías,
su inluencia es cualquier cosa, menos abrumadora”.
29 Para la planta manufacturera media en los Esta- 30 Ver, por ejemplo, Topel (1999), Krueger y Lin-

dos Unidos, este monto es de $10,000 USD por año. dahl (1998) y Bils y Klenow (2000).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 213

puede argumentarse que las derramas locales pre- puro.31 Reanalizan la correlación entre educación
sumiblemente surgirán tanto a nivel del vecindario y crecimiento tomando en cuenta los problemas de
como de la ciudad. medición. Concluyen que, en promedio, el creci-
Segundo, porque las ciudades son unidades miento económico está positivamente correlaciona-
económicas más especializadas y menos arbitrarias do con los incrementos de la escolaridad, y el efecto
que los países. Las fronteras nacionales, que limitan estimado no es muy distinto a la tasa de retorno
la movilidad laboral, del capital y las políticas nacio- privado de la educación, de 10%. Alertan de que la
nales que alientan la diversiicación industrial, re- evidencia sobre un grupo de países es relativamen-
ducen las ganancias generadas por la movilidad de te débil y plagado de problemas no comparables,
los factores (Glaeser, Scheinkman y Shleifer, 1955). errores de medición y, lo más fundamental, la falta
Tercero, porque los países diieren en tantas de un diseño de investigación creíble.
variables, que es difícil interpretar las estimaciones Bils y Klenow (2000) proponen un modelo
hechas sobre un conjunto de ellos. Instituciones le- de generaciones traslapadas, en el cual cada gene-
gales y políticas, actitudes culturales y normas socia- ración aprende de generaciones previas y el capital
les son importantes factores determinantes de los humano crea externalidad positiva, a nivel de adop-
salarios y de la productividad de los países; es pro- ción de tecnología. Aunque no estiman el modelo,
bable que estén correlacionados con el nivel agre- lo calibran usando evidencia basada en regresiones
gado capital humano. En la medida en que es difícil mincerianas, del tipo descrito en la ecuación (8).
controlar, de manera convincente, las diferencias de Concluyen que la escolaridad explica menos
estos inobservables entre los países, la estimación de un tercio de la variación empírica en las tasas
de las derramas es difícil de interpretar. Observar de crecimiento.
los cambios al interior de los países a lo largo del
tiempo probablemente no resolverá el problema,
puesto que los choques tiempo-variantes que afec- 5. EvidEnCia EmpíriCa dE otros bEnEfiCios
tan la productividad y los salarios posiblemente se soCialEs dE la EduCaCión:
encuentren no correlacionados con los cambios en CrimEn y votaCionEs
el capital humano de la fuerza de trabajo. Pero si
se observan las ciudades al interior de los Estados En la sección 3 expliqué que la inversión en capital
Unidos, esta fuente de heterogeneidad inobserva- humano puede generar beneicios tanto privados
da se minimiza. Aunque las ciudades pueden tener como sociales. Argumenté también que dos ejem-
instituciones diferentes, las diferencias son menores plos importantes del beneicio social debido a ni-
que aquéllas entre países. veles altos de capital humano son la reducción de
Y inalmente, porque la falta de bases de da- las tasas de criminalidad, y la superior participación
tos de alta calidad con múltiples países hace difíciles política. En esta sección reviso la literatura existen-
las comparaciones entre éstos. Los datos de muchos te acerca del vínculo entre educación, por una par-
países sobre sus niveles escolares tienen mucho rui- te, y crimen y votaciones por la otra.
do. El error de medición se vuelve un problema aún
más serio cuando no son modelos de sección cruza-
da los que se observan, sino modelos basados en los 31 A diferencia del Census, cps y de otras bases de

cambios en la educación a lo largo del tiempo. Por datos gubernamentales estadounidenses de gran escala,
que proporcionan información de alta calidad y consis-
ejemplo, Krueger y Lindahl (1998) encuentran que
tente de los niveles escolares, los salarios y la producti-
al menos la mitad de la variabilidad en los cambios vidad de todas las zonas metropolitanas grandes de los
medidos en la escolaridad entre los países es ruido Estados Unidos.
214 EnriCo morEtti

Crimen Survey of Youth (nlsy). Otras investigaciones rele-


vantes acerca del vínculo entre educación y crimen
A pesar de su enorme implicación en la política, se han examinado la correlación entre el crimen y el
ha llevado a cabo poca investigación para evaluar la tiempo pasado en la escuela (Gottfredson, 1985;
relación entre escolaridad y conducta criminal. En Farrington et al., 1986; Witte y Tauchen, 1994). Es-
la sección 3 desarrollé muchas razones teóricas de tos estudios encuentran que el tiempo de asistencia
por qué la educación puede reducir la probabilidad a la escuela reduce signiicativamente la actividad
de comprometerse en actividades criminales. ¿Es criminal —más que el tiempo pasado en el traba-
posible en la práctica, reducir las tasas de criminali- jo— sugiriendo un vínculo contemporáneo entre
dad elevando la educación de los criminales poten- asiduidad escolar y crimen.
ciales? Witte (1997) argumenta que, basado en los La diicultad clave para estimar el efecto de
estudios empíricos existentes “ni los años de escue- la educación sobre la actividad criminal es que las
la cursados ni la obtención de un grado de educa- características inobservadas que afectan las decisio-
ción preparatoria tienen un efecto signiicativo en nes escolares están, probablemente, correlaciona-
el nivel de la actividad criminal de un individuo”. das con inobservables que inluyen en la decisión
Esta conclusión se basa en sólo unos pocos de los de enrolarse en el crimen. Por ejemplo, los indivi-
estudios disponibles, que incluyen a Tauchen, Wit- duos con altas tasas de descuento o altos retornos
te y Griesinger (1994) y a Witte y Tauchen (1994), a la actividad criminal presumiblemente ocuparán
quienes no encuentran vínculo signiicativo alguno más tiempo en el crimen que en el trabajo, a pesar
entre la educación y el crimen, después de contro- de sus antecedentes de educación. En la medida en
lar un buen número de características individuales. que la escolaridad no eleva los retornos criminales,
Aunque Grogger (1998) estima una relación nega- la recompensa por inalizar los estudios preparato-
tiva signiicativa entre escala de salarios y crimen, rios o asistir a la universidad es pequeña para estos
no encuentra relación alguna entre educación y individuos. Como resultado, podemos esperar una
crimen después de controlar los salarios. (Es claro correlación negativa entre crimen y educación, aun
que los salarios mayores son una consecuencia im- si no existe un efecto causal de la educación sobre
portante de la mayor escolaridad).32 el crimen. Las políticas estatales pueden inducir
Más recientemente, Lochner (1999) ha esti- un sesgo de signo contrario si el incremento en
mado un importante y signiicativo vínculo entre el gasto estatal para la prevención del crimen y la
la graduación de la educación preparatoria y el construcción de prisiones compiten* con el gasto en
crimen, usando datos de la National Longitudinal educación pública; también es posible una correla-
ción espuria positiva entre educación y crimen. En
un artículo, Lochner y Moretti (2002) analizan el
32 efecto de la escolaridad sobre el encarcelamiento, el
Freeman (1996), Gould, Mustard y Weinberg
(2000), Grogger (1998), Machin y Meghir (2000) y Vis- arresto y la actividad criminal declarada,** usando
cusi (1986) establecen empíricamente una correlación los cambios en las leyes de asistencia escolar obliga-
negativa entre los niveles de ingreso (o tasa de salario) y toria como instrumento de la escolaridad.
la actividad criminal. La relación entre crimen y desem-
pleo ha resultado ser más tenue (Chiricos, 1987 o Free- Los cambios en estas leyes tienen un efecto
man, 1983, 1995, excelentes reseñas); sin embargo, un signiicativo sobre el rendimiento educativo, y los
buen número de estudios recientes que enfrentan mejor
los problemas de endogeneidad y correlaciones inobser-
vadas (incluyendo Gould, Mustard y Weinberg, 2000 y
Raphael y Winter-Ebmer, 2001) encuentran un efecto po- * Trade off (n. de los t.).
sitivo medible del desempleo sobre el crimen. ** Self reported criminal activity (n. de los t.).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 215

autores rechazan las pruebas de causalidad reversi- te ninguna evidencia del primero, debido al hecho
ble. Más aún, el incremento en la edad de asistencia de que es muy difícil medir la calidad de los candi-
escolar obligatoria no parece estar correlacionado datos de manera objetiva, sin juicios de valor. De
con incrementos de los recursos estatales canaliza- otra parte, un basto acervo de investigación empí-
dos a la lucha anticriminal. Tanto las estimaciones rica en ciencia política se centra en la participación
OLS como las variables instrumentales concuerdan y cívica.33 La debilidad clave en la evidencia existente
sugieren que años adicionales de educación secun- se sitúa en su tratamiento de la causalidad. Puesto
daria reducen la probabilidad de encarcelamiento, que tanto la adquisición de educación como la par-
con el impacto mayor asociado a la terminación de ticipación cívica son elecciones hechas por el indi-
la educación preparatoria. Las diferencias en la asis- viduo, ambas decisiones pueden ser causadas por
tencia educativa entre los hombres negros y los una característica individual excluida. Careciendo
blancos pueden explicar tanto como un 23% de la de una estrategia para enfrentar esta posibilidad,
brecha negro-blanco en las tasas de encarcelamien- la literatura disponible ofrece poca evidencia irme
to de los hombres. La educación tiene el impacto acerca de la naturaleza causal de dicha relación.
mayor en la prevención de asesinato, asalto y robo Brady, Verba y Schlozman (1994) son los pri-
en vehículo de motor. Lochner y Moretti hallan meros en esta literatura que dan cuenta de la po-
también evidencia de que las estimaciones de en- tencial heterogeneidad de la escolaridad, aunque
carcelamiento y arresto son causadas por cambios las restricciones de la exclusión que imponen no
en la conducta criminal, y no por diferencias educa- son convincentes. Más recientemente, Dee (2002) y
tivas en la probabilidad de arresto o encarcelamien- Milligan, Moretti y Oreopoulos (2003) usan una es-
to condicional del crimen. trategia de variables instrumentales, basada en los
Si estos resultados son correctos, las ciudades cambios en las leyes de asistencia escolar obligato-
con tasas más altas de graduación de educación ria, para dar cuenta de la endogeneidad. Milligan,
preparatoria deberán tener tasas criminales meno- Moretti y Oreopoulos (2003) encuentran un fuerte
res, manteniendo todo lo demás igual. Los ahorros efecto de la educación sobre las votaciones en Esta-
sociales por reducción del crimen, asociados a la dos Unidos, que parece provenir de las diferencias
tasa de graduación de la educación preparatoria, en el registro de votantes entre los grupos de edu-
parecen ser económicamente importantes. La ex- cación. Los resultados del Reino Unido, donde los
ternalidad es alrededor de 14 a 26% del retorno ciudadanos son legalmente responsables y asistie-
privado, sugiriendo que una parte signiicativa del ron activamente a registrarse, no mostraron efecto
retorno social por inalizar la educación preparato- alguno de la educación sobre la votación. También
ria viene en forma de externalidades por reducción encuentran efectos fuertes y persistentes de la edu-
del crimen. cación sobre el comportamiento cívico, tanto en Es-
tados Unidos como en el Reino Unido. Los adultos
educados son más propensos a discutir de política
Votaciones con otros, a asociarse a un grupo político, a trabajar
en asuntos de la comunidad, y a seguir las campa-
Me ocupo ahora de la evidencia del efecto de la es- ñas electorales en los medios.
colaridad sobre la conducta política. Se han suge-
rido dos canales. El primero es que la educación
puede mejorar la habilidad de los ciudadanos para 33 Verba y Nie, 1972; Teixeira, 1987; Helliwell y
elegir mejores candidatos. El segundo es que puede Putnam, 1999; Powell, 1985; Leighley y Nagler, 1992;
mejorar la participación cívica. No hay virtualmen- y Weisberg y Box-Steffensmeier, 1999.
216 EnriCo morEtti

ConClusionEs humano, la literatura empírica sobre la magnitud


de estas externalidades sigue siendo joven. Dado el
Cuál es el efecto de un incremento en el nivel de número limitado de estudios empíricos sobre este
capital humano agregado en la economía de una tema, es aún prematuro trazar conclusiones dei-
ciudad? Aunque mucho se sabe acerca del rendi- nitivas sobre el tamaño de las externalidades. Esto
miento privado del capital humano, la respuesta a es particularmente sorprendente, dado el enorme
esta pregunta no es obvia. Los incrementos en el ni- acervo de literatura surgida en la economía laboral
vel de las capacidades en una ciudad pueden afec- en las pasadas cuatro décadas, que estima los ren-
tar la economía local por caminos que no se relejan dimientos privados de la educación. Sin embargo,
enteramente en el rendimiento privado de la edu- “los economistas son conspicuos en sus ausencias”*,
cación. Las derramas de capital humano pueden, en el asunto de las derramas de capital humano
en teoría, incrementar la productividad por encima (Topel, 1999).
del efecto directo del capital humano sobre la pro- Se requiere de más investigación para superar
ductividad individual. Además, los incrementos en las formidables diicultades de identiicación que
la educación pueden reducir la participación crimi- presenta la endogeneidad del capital humano. La
nal y mejorar la conducta política de los electores. investigación actualmente en curso sobre el tema
La magnitud del rendimiento social del ca- está en un estado que recuerda al que tenía la lite-
pital humano tiene enormes implicaciones políti- ratura sobre los rendimientos privados de la edu-
cas. Los gobiernos locales están cada vez más in- cación en sus inicios. Los retos empíricos son enor-
teresados en las políticas que apuntan a fomentar mes, pero las recompensas potenciales también. A
el crecimiento económico, por lo que una medida juzgar por la creatividad e ingenio que los econo-
de la magnitud de las derramas de capital humano mistas han mostrado al afrontar los retos surgidos
es crucial para decidir cuántos recursos invertir en en la estimación del retorno privado del capital hu-
atraer a los trabajadores capacitados. Más aún, la mano, es razonable esperar ver progresos sustan-
magnitud del rendimiento social de la educación es ciales en el tema del retorno social en un futuro no
una herramienta importante para evaluar la eica- muy distante.
cia de la inversión en la educación pública.
Tres estrategias empíricas están disponibles
para estimar las derramas de capital humano. En la rEfErEnCias bibliográfiCas
primera, las derramas de capital humano pueden
ser identiicadas comparando la productividad o el Acemoglu, D.A. y J. Angrist (2007), “How Large
costo unitario de las plantas, por lo demás idénticas, Are Human Capital Externalities? Evidence
localizadas en las ciudades con niveles alto y bajo de from Compulsory Schooling Laws”, National
capital humano. En la segunda, las derramas pue- Bureau of Economic Research (NBER), vol. 15,
den ser identiicadas comparando los precios de la Macroeconomic Annual, pp. 9-74.
tierra en las ciudades con niveles alto y bajo de ca- __________ (1998), “Why do New Technologies
pital humano; inalmente, se pueden identiicar las Complement Skills? Directed Technical Chan-
derramas comparando los salarios de los trabajado- ge and Wage Inequality”, Quartely Journal of
res, por lo demás idénticos, residentes en ciudades Economics, vol. 113, pp. 1055-1090.
con niveles alto y bajo de capital humano. __________ (1996), “A Microfundation for Social In-
A pesar de las importantes implicaciones de creasing Returns in Human Capital Accumu-
política y de la amplia literatura teórica que asu-
*
me la existencia de las externalidades de capital economists are conspicuous by their absence (n. de los t.).
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano En las CiudadEs 217

lation”, Quarterly Journal of Economics, vol. 3, Brady, H.E., S. Verba y K.K. Schlozman (1994),
pp. 779-804. “Beyond SES: A Resource Allocation Model of
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Externalidades del capital humano y espaciales
Su inluencia en el crecimiento económico
de las ciudades de México*

miguEl ángEl mEndoza gonzálEz


Posgrado en Economía, Facultad de Economía/unam

introduCCión Para ello, se establecen como hipótesis de


trabajo que tanto las externalidades del capital
humano como las externalidades espaciales son
Con la lectura de “Human Capital Externalities importantes para explicar el crecimiento econó-
in Cities” de Enrico Moretti (2004), se puede en- mico de las ciudades que conforman las zonas me-
tender la amplitud del concepto de las externali- tropolitanas, para el periodo de 1990-2005.
dades del capital humano y a la vez establecer un Entonces, se probará, para el primer caso,
mecanismo teórico y empírico para llevar a cabo que el capital humano regional tiene efectos po-
una primera aproximación al tema de las fuentes sitivos en el crecimiento económico de las ciuda-
del crecimiento económico. des; y, en segundo lugar, que las externalidades
En tal sentido, el objetivo de este ensayo espaciales del crecimiento económico se obser-
consiste en identiicar la existencia de externali- varán cuando se pruebe que existe dependencia
dades de capital humano, las espaciales y sus espacial.
efectos en el crecimiento económico de las ciuda- A in de desarrollar este trabajo, fue impor-
des que conforman las zonas metropolitanas de tante revisar otros artículos con el afán de combi-
México. nar el trabajo de Moretti con diferentes aspectos de
la teoría del capital humano, las externalidades, la
Nueva Geografía Económica y la economía urbana
y regional, así como el uso de la metodología de
* La investigación fue inanciada con recursos del
la nueva econometría espacial, que provee los ins-
proyecto PAPIIT “Externalidades del capital humano y el
desarrollo económico de las ciudades de México”, dgapa/ trumentos necesarios para medir las externalidades
unam. del capital humano y espacial.

[221]
222 miguEl ángEl mEndoza gonzálEz

1. aspECtos tEóriCos do es más pequeño que el efecto de un incremento


dE las ExtErnalidadEs y El CrECimiEnto de educación individual sobre los ingresos particu-
EConómiCo dE las CiudadEs lares.
En otros aspectos, la teoría del capital huma-
1.1 Externalidades del capital humano no en un sentido más amplio establece que la edu-
cación tiene beneicios sociales no solamente en lo
económico, sino en lo social y en lo político; por
En el trabajo de Moretti (2004) se airma que en ejemplo, la educación reduce la posibilidad de que
las últimas cuatro décadas de investigación sobre la un individuo se desvíe hacia actividades que gene-
relación entre educación e ingresos, los resultados ren externalidades negativas tales como el crimen;
muestran la existencia de los beneicios privados del o el argumento de que los subsidios públicos a la
capital humano. Los desarrollos teóricos indican educación sobre los temas de educación electoral
claramente que los individuos con más educación provocan mejores decisiones sobre la política y sus
tienen mayores ingresos, mientras que el trabajo efectos en la economía.
empírico sugiere que la diferencia en los ingresos La posibilidad de que los rendimientos so-
es un relejo de la educación y no un resultado de ciales del capital humano diieran del rendimiento
discrepancias no medibles entre los trabajadores. privado tiene una gran importancia práctica. Debi-
No obstante el acuerdo general sobre los rendi- do a que, la magnitud del rendimiento social de la
mientos privados de la educación, han sido poco educación es una herramienta crucial para medir la
investigados los rendimientos sociales y su relación eiciencia de la inversión pública destinada al sector
con las externalidades. En tal sentido, es muy re- educativo, y el impacto que generan los subsidios
levante encontrar los beneicios sociales del capital a los gobiernos locales y estatales en su búsqueda
humano, particularmente en las áreas locales y ur- por reducir costos de operación de las instituciones
banas, por lo que una buena pregunta sería ¿cuál es de educación primaria y secundaria, los gobiernos
el efecto de un incremento del nivel total de capital locales deben incrementar su interés en diseñar po-
humano en una economía local y urbana? y ana- líticas alternativas que impacten el crecimiento eco-
lizar las hipótesis alternativas con el in de probar nómico, no solamente en el sentido de los subsidios
que la educación agregada sobre los ingresos agre- a los nuevos negocios y al mercado laboral, sino en
gados no es lo mismo que el efecto de la educación la construcción de políticas para atraer o crear una
individual sobre el ingreso individual, por la iden- fuerza de trabajo educada.
tiicación de externalidades que no necesariamente
son positivas en las ciudades. Por otro lado, Moretti
también establece que tanto la literatura macroeco- 1.2 Externalidades, rendimientos crecientes
nómica como la economía urbana y regional argu- y convergencia de las ciudades
mentan que el capital humano agregado tiene un
efecto positivo sobre la productividad y puede ge- En general se puede entender que las externalida-
nerar spillovers en el crecimiento económico de las des son el impacto no compensado de las acciones
ciudades, regiones y países, pero que puede tener de los agentes económicos sobre otros (Mankiw,
efectos reducidos en la productividad por el bajo 2004). Cuando tales acciones consideran los aspec-
desarrollo de las habilidades innatas. En tal caso, la tos de la inversión social o privada de capital hu-
educación puede generar externalidades negativas mano, se pueden establecer diferentes enfoques de
(pecuniarias), por lo que el efecto de un incremento acuerdo con el planteamiento teórico de cómo se
de la educación agregada sobre el ingreso agrega- relacionan la inversión social y lo privado.
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano y EspaCialEs 223

Para Krueger y Lindahl (2001) se debe reco- Desde una perspectiva microeconómica, exis-
nocer que lo más lógico y general es que los rendi- ten mecanismos de impacto de las externalidades
mientos sociales de la educación sean mayores a los del capital humano sobre la producción y el salario:
rendimientos individuales, por lo que se espera que pecuniarias y tecnológicas, que pueden ser contra-
cualquier programa de inversión en capital huma- rias a la idea de que siempre sean positivas. En tal
no en las regiones genere externalidades sobre las sentido, las externalidades negativas pueden apa-
localidades o ciudades. recer cuando el rendimiento privado de la educa-
Desde el punto de vista marshalliano, tales ex- ción es mayor al social, por lo que puede suceder
ternalidades implicarían mayor concentración del que una persona con una habilidad innata supere
capital (humano) y debido a la saturación del mer- en productividad a una persona con mayores años
cado puede provocar menor crecimiento de las re- de estudio (Moretti, 2004).
giones más ricas, y al mismo tiempo crecerían más Como consecuencia, puede ser que un incre-
rápido las economías más pobres. Pero si en lugar mento de los años de escolaridad en una región no
de ello se está ante la presencia de externalidades tenga un impacto importante en la productividad y
dinámicas de aglomeración, la presencia de los ren- en el crecimiento de las ciudades.
dimientos crecientes provocaría un proceso de con- En el caso de que las externalidades provo-
centración y de crecimiento endógeno. quen rendimientos crecientes y por tanto creci-
Como es tradicional, las externalidades del ca- miento endógeno en las ciudades o regiones más
pital humano se pueden dividir en no pecuniarias ricas, la conclusión es la no existencia de conver-
y en pecuniarias. Las externalidades del capital hu- gencia económica regional. Pero también se puede
mano no pecuniarias o tecnológicas positivas apare- suponer que las externalidades, los rendimientos
cen cuando se observa el intercambio de ideas y el crecientes y el crecimiento endógeno se observen
aprendizaje entre las personas (Moretti, 2004); un en una ciudad o región considerada media o pobre,
ejemplo más claro es cuando los grupos sociales de por lo que la consecuencia es un proceso de conver-
estudio o investigación coadyuvan al mayor apren- gencia regional.
dizaje individual que cuando se es autodidacta. En general, los modelos de crecimiento eco-
Las externalidades pecuniarias aparecen como nómico con rendimientos crecientes tienen como
consecuencia de las decisiones de las instituciones, resultado la no convergencia, porque se supone que
las irmas y los trabajadores cuando hay informa- las mayores externalidades positivas del capital hu-
ción imperfecta (Acemoglu, 1996). En este caso, el mano se dan con una mayor concentración (eco-
ejemplo puede ser que la inversión de capital social nomías de aglomeración), aunque existe un caso
se lleve a cabo con el establecimiento de un ambien- donde los modelos de crecimiento endógeno convi-
te propicio de innovación previo al mismo proceso ven con la convergencia (Tamura, 1991).
de innovación de las irmas y los trabajadores. Los resultados de la no convergencia de
En sus modelos, Krugman (1991) muestra los modelos de crecimiento económico endógeno
cómo se puede generar concentración geográica están en cierto modo más cerca de los modelos
regional a partir de la interacción de tres elementos acumulativos de Myrdal y de los modelos de cen-
diferentes: los rendimientos crecientes generados tro-periferia de la Nueva Geografía Económica.
a partir de economías de escala internas a la em- Muchos de sus resultados teóricos han sido
presa, los costos de transporte y la demanda. Las trasladados a los estudios empíricos sobre conver-
economías de escala que intervienen en su modelo gencia entre las ciudades (Drennan, Tobier y Lewis,
no están relacionadas con las economías externas 1996; Grihield y Panggabean, 1995; Ciccone y
de tipo tecnológico, sino pecuniario. Giovanni, 2005 y Ciccone, 2006).
224 miguEl ángEl mEndoza gonzálEz

2. ExtErnalidadEs EspaCialEs parámetro es positivo, entonces se presenta depen-


y dE Capital Humano En un modElo dencia espacial o externalidad espacial positiva, donde
dE ConvErgEnCia dE las CiudadEs el crecimiento económico entre las ciudades está
En las zonas mEtropolitanas dE méxiCo caracterizado por el crecimiento económico de los
vecinos; mientras que en el otro caso de dependencia
Para un análisis empírico con base en el plantea- espacial o externalidad espacial negativa, el crecimiento
miento teórico de la sección anterior y en la mo- económico de las ciudades estará acompañado por
delación con econometría espacial, se propone que la reducción económica de los vecinos. Por el loga-
pueden aparecer conjuntamente las externalida- ritmo del pib por habitante de las i ciudades en el
des de capital humano y espacial en la explicación año inicial, por lo que se espera que si el parámetro
del crecimiento económico con convergencia, en las β es cero no existe convergencia; si es positivo el
ciudades que integran las zonas metropolitanas de proceso de crecimiento económico es divergente; y,
México en el periodo 1990-2005. si el parámetro es negativo, el crecimiento económi-
co de las ciudades es de convergencia beta condicio-
nal. Finalmente, la externalidad del capital humano
2.1 Externalidades espaciales y de capital humano de la región sobre las i ciudades se mide con la va-
en modelos espaciales riable ln Hr,t y su parámetro θ indicará externalidad
positiva o negativa, dependiendo el signo que pre-
Las externalidades espaciales aparecen cuando se sente.
considera que el comportamiento económico de
las ciudades vecinas, contiguas o con cierto grado
de cercanía geográica, puede afectarse conjunta- Modelo con rezago espacial
mente. El concepto de dependencia espacial pue-
de ayudar a medir cómo las ciudades con cercanía α ρ β θ ln H r,t
geográica pueden inluirse conjuntamente. (1)

En la ecuación 2 se presenta el modelo con


Externalidades del capital humano error espacial, que estructuralmente es la misma
y espacial con convergencia que la ecuación 1, pero en lugar de que las exter-
en el crecimiento de las ciudades nalidades espaciales se midan por el parámetro ρ ,
Modelo con rezago y error espacial al incluir el crecimiento económico de las ciudades
multiplicado por la matriz de pesos espaciales W.
En el modelo con rezago espacial que se presenta Es el parámetro λ, que se calcula al multiplicar la
en la ecuación 1, se especiica como variable endó- matriz de pesos espaciales W, con los errores de
gena el crecimiento del pib por habitante de las i la ecuación. Al igual que en el caso del modelo de re-
ciudades que conforman las z zonas metropolitanas zago espacial, indicará externalidad positiva o ne-
de México, i,z,T-t, que se encuentra explicada por el gativa, dependiendo del signo que presente el pa-
mismo crecimiento económico multiplicado por la rámetro λ.
matriz de pesos espaciales W, donde el parámetro
ρ mide el grado en que el crecimiento económico Modelo con error espacial
de las i ciudades se encuentra explicado positiva-
mente/negativamente por el crecimiento económi- α β θ ln H r,t λ
co de las i ciudades cercanas geográicamente. Si el (2)
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano y EspaCialEs 225

Mapa 1
309 ciudades en 55 zonas metropolitanas

Fuente: elaboración propia con el software Iris 4

Fuente: elaboración propia con el software Iris 4

Datos y deinición de variables ción (pob) se obtiene de los censos de po-


de las ciudades blación del inEgi.
en las zonas metropolitanas 2. i,z,T-t es la tasa de crecimiento promedio
del pib por habitante por ciudad calcu-
lada con el método exponencial ln (yi,z,T/
1. yi,z,t es el pib por habitante de las 309 ciu- yi,z,t)
dades que conforman las 55 zonas me- 3. Hr,t es el capital humano medido por los
tropolitanas de México, de acuerdo con años de estudio promedio de las entida-
la clasiicación del Conapo, donde el pib des federativas; con este indicador se mi-
está medido con el valor agregado bruto den las externalidades regionales sobre
censal modiicado con métodos de distri- las ciudades de las zonas metropolitanas
bución espacial, para hacerlo consistente (Censos de Población de 1990, 2000 y
con las cifras de cada entidad federativa, Conteo de Población 2005, inEgi).
de los sectores minería, manufactura, co- 4. W es la matriz de pesos espaciales, calcu-
mercio, servicios inancieros y comunales lada con el método Queen para la con-
(Censos Económicos y Cuentas por Enti- tigüidad territorial. Para ello se utilizó el
dad Federativa, inEgi); y el de la pobla- software Geoda.
226 miguEl ángEl mEndoza gonzálEz

2.2 Análisis exploratorio los puntos de crecimiento económico de las ciuda-


des aparezcan apilados verticalmente. Entonces, la
relación se releja mejor por la variabilidad del cre-
Con el objetivo de tener un conocimiento previo de cimiento económico de las ciudades, que se observa
la relación esperada entre la tasa de crecimiento del en cada línea vertical de capital humano.
pib por habitante, y los tres factores posibles de su
explicación que se derivan del planteamiento teóri- Crecimiento de las ciudades
co, se elaboraron tres diagramas de dispersión en- y convergencia
tre 1. Tasa de crecimiento de las ciudades y capital
humano de las regiones en 1990, para observar la El crecimiento económico con o sin convergencia
externalidad del capital humano regional sobre el económica se analiza en la gráica 2. En este caso
crecimiento de las ciudades; 2. Tasa de crecimiento la relación muestra una fuerte evidencia de creci-
de las ciudades y el logaritmo del pib por habitante miento económico de las ciudades con proceso de
del año inicial, para revisar la convergencia econó- convergencia. El primer cuadrante muestra un gru-
mica; y, 3. la tasa de crecimiento de las ciudades y po muy pequeño de ciudades con nivel de ingreso
la tasa de crecimiento de las ciudades ponderadas por habitante alto y tasas de crecimiento; en el se-
por la matriz W de pesos espaciales, para observar gundo cuadrante se observa un grupo más amplio
dependencia espacial o externalidades espaciales. de ciudades pequeñas con tasas de crecimiento; en
La tradición en este tipo de análisis consiste en uti- el tercer cuadrante están las ciudades pequeñas con
lizar indicadores normalizados (indicador menos la tasas de crecimiento negativas del pib por habitan-
media y entre la desviación estándar) y así generar te; y en el cuarto cuadrante, el grupo de ciudades
cuatro cuadrantes1 que indiquen rápidamente las con tamaño mayor al promedio, pero con tasas de
posiciones de las ciudades de acuerdo con los indi- crecimiento negativas.
cadores que se estén analizando.
Crecimiento de las ciudades
Crecimiento de las ciudades y externalidad espacial
y externalidad del capital humano
Por último, la relación que se muestra en la grái-
La primera relación que se analiza en la gráica 1 ca 3 es la dependencia o externalidad espacial en el
es la del crecimiento de las ciudades y las externa- crecimiento económico de las ciudades. Se dibuja,
lidades del capital humano. Como lo esperado, la por un lado, el crecimiento de las ciudades y, por
relación muestra la existencia positiva de las exter- el otro lado, el crecimiento de las ciudades pon-
nalidades del capital humano de la región sobre el derado por la matriz de pesos espaciales; debido a
crecimiento de las ciudades. Sin embargo, la rela- que la relación resulta positiva, indica que el cre-
ción no parece ser muy fuerte, tal vez debido a que cimiento económico de las ciudades provoca a su
el indicador de capital humano regional se repite vez crecimiento en las ciudades que se encuentran
en muchas ciudades; esto provoca que en la gráica localizadas alrededor, contiguas o cercanas territo-
rialmente. El primer cuadrante de la gráica mues-
tra un grupo pequeño de ciudades y vecinos con
crecimiento económico, pero el grupo más grande
1 Como recordatorio, el primer cuadrante se ubica
parece ser el del tercer cuadrante, donde ciudades
en la parte superior derecha de la gráica y los siguientes
cuadrantes de identiican por el movimiento contrario de y vecinos presentaron crecimiento negativo en el
las manecillas del reloj. periodo de 1990-2005.
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano y EspaCialEs 227

Gráica 1
Relación crecimiento de las ciudades y externalidades del capital humano

6.00
crecimiento del pib por habitante, 1990-2005

4.00

2.00
y = 0.0381x - 2E-15

0.00
-3.00 -2.00 -1.00 0.00 1.00 2.00 3.00

-2.00

-4.00

-6.00

capital humano inicial, 1990

Fuente: elaboración propia con base en información del inEgi

Gráica 2
Relación crecimiento de las ciudades y convergencia económica

6.00
crecimiento del pib por habitante, 1990-2005

4.00

2.00

0.00
-3.00 -2.00 -1.00 0.00 1.00 2.00 3.00

-2.00

y = 0.472x - 2E-15

-4.00

-6.00

logaritmo del pib por habitante del año inicial, 1990

Fuente: elaboración propia con base en información del


228 miguEl ángEl mEndoza gonzálEz

Gráica 3
Relación crecimiento de las ciudades y externalidad espacial

6.00
crecimiento del pib por habitante, 1990-2005

4.00

2.00 y = 0.1738x - 1E-15

0.00
-10.00 -8.00 -6.00 -4.00 -2.00 0.00 2.00 4.00 6.00 8.00 10.00

-2.00

-4.00

-6.00

crecimiento del pib por habitante ponderado con W, 1990-2005

Fuente: elaboración propia con base en información del inEgi

2.3 Resultados de la estimación de los modelos espacial y el modelo con error espacial.
de crecimiento y convergencia económica, 4. El modelo estándar considera que el cre-
con externalidades de capital humano cimiento económico de las ciudades se
y externalidades espaciales puede explicar por las externalidades del
capital humano o adicionalmente por el
La metodología que se siguió para estimar los mo- proceso de convergencia.
delos con rezago y error espacial considera los si- 5. En el modelo de rezago espacial, el creci-
guientes aspectos: miento económico de las ciudades se de-
termina por las externalidades del capital
1. Los modelos son de corte transversal, humano y por las externalidades de tipo
por lo que la tasa de crecimiento del pib rezago espacial, y en la segunda opción,
por habitante es el promedio del periodo por el proceso de convergencia.
1990-2005. 6. El modelo de error espacial es idéntico al
2. Los modelos estimados se agruparon en modelo de rezago, pero con externalidad
dos especiicaciones: crecimiento econó- en el error.
mico y crecimiento económico con con- 7. Con el resultado de los modelos se pre-
vergencia. sentan las pruebas de diagnóstico para
3. Cada grupo de modelo a su vez considera identiicar dependencia o externalidad
el modelo estándar, el modelo de rezago espacial.
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano y EspaCialEs 229

Cuadro 1
Modelos de externalidades del capital humano, externalidades espaciales
y crecimiento económico con convergencia en las ciudades, periodo 1990-2005

modelos de crecimiento modelos de crecimiento económico


y• i,z,T-t
económico con convergencia

modelo modelo modelo modelo


variable modelo modelo
con rezago con error con rezago con error
endógena estándar estándar
espacial espacial espacial espacial
constante 0.79 0.05 0.43 4.58 3.74 2.66
probabilidad 0.89 0.99 0.95 0.35 0.43 0.69

externalidad de capital humano: θ 1.98 1.24 1.40 5.98 5.23 5.11

probabilidad 0.50 0.67 0.70 0.02 0.04 0.15


convergencia beta: β 2.76 2.73 2.92

probabilidad 0.00 0.00 0.00


externalidades espaciales
rezago espacial: ρ 0.23 0.22
probabilidad 0.00 0.00
error espacial: λ 0.23 0.32
probabilidad 0.00 0.00
R2 0.001 0.029 0.029 0.236 0.258 0.279
Diagnóstico de externalidades espaciales
Moran’s I (error) 0.031 0.002
Lagrange Multiplier (lag) 0.097 0.026
Lagrange Multiplier (SARMA) 0.434 0.118
Lagrange Multiplier (error) 0.044 0.003
Robust LM (error) 0.479 0.003
Robust LM (lag) 0.041 0.011
Likelihood Ratio Test 0.015 0.017 0.010 0.000

Los modelos de crecimiento económico cual implica un nivel nulo de explicación


de crecimiento. En los modelos de corte
Los resultados econométricos de la estimación de los transversal es común que la R2 sea muy
modelos de crecimiento económico muestran en ge- pequeña, pero en este caso es cero en nú-
neral resultados poco convincentes (cuadro 1): meros redondos.
2. Sin considerar la evaluación anterior en
1. En las tres versiones estimadas del mo- conjunto de los modelos, es también poco
delo de crecimiento económico, la R2 es convincente el hecho que en estos mode-
muy pequeña, igual o menor de 0.03, lo los las externalidades del capital humano
230 miguEl ángEl mEndoza gonzálEz

no tienen ninguna inluencia en la expli- incrementó por incluir el proceso de con-


cación del crecimiento económico. vergencia como determinante del cre-
3. Con las pruebas de diagnóstico de de- cimiento económico de las ciudades. Esto
pendencia o externalidades espaciales se muestra claramente al comparar las es-
aplicadas al modelo estándar, se muestra peciicaciones estándar, de rezago y error
claramente que es recomendable mode- espacial en los modelos de crecimiento
lizar con rezagos o errores espaciales, y económico y crecimiento económico con
no parece ser una buena opción incluir proceso de convergencia. Como se obser-
los dos tipos de externalidades espaciales va, la única diferencia entre los modelos
(SARMA) en un modelo. es el parámetro β de convergencia, que
4. La externalidad espacial en la explica- resultó ser muy signiicativo y negativo.
ción del crecimiento económico de las Desde el punto de vista de la magnitud,
ciudades es básicamente lo mismo que el valor numérico del parámetro de con-
modelizarla como rezago o error espa- vergencia indica un proceso de acerca-
cial. Los parámetros ρ y λ son idénticos miento acelerado entre el crecimiento de
numéricamente y la R2 en los dos mode- las ciudades.
los es de 0.029. 3. Con el modelo estándar de crecimiento
económico con convergencia, se encontró
que el parámetro θ es signiicativo y posi-
Los modelos de crecimiento económico tivo, por lo que se puede inferir que las
con convergencia externalidades del capital humano son
muy importantes en la explicación del
La conclusión general más importante de acuerdo crecimiento económico con convergencia
con los resultados econométricos, es que los mo- entre las ciudades. Las pruebas de diag-
delos de crecimiento económico con convergencia nóstico de dependencia o externalidades
muestran resultados más convincentes que los mo- espaciales muestran que el modelo debe
delos de crecimiento económico (cuadro 1): incluir rezagos o errores espaciales. De la
misma manera que en el modelo de cre-
1. En las tres versiones estimadas del mode- cimiento económico estándar, no es reco-
lo de crecimiento económico con conver- mendable combinar los dos tipos de ex-
gencia, la R2 es mayor que 0.2 y menor ternalidades espaciales (SARMA) en un
de 0.3, lo cual implica un nivel explicati- modelo.
vo del crecimiento económico de las ciu- 4. El modelo estándar de crecimiento eco-
dades sustancialmente mejor que los mo- nómico con convergencia, determinado
delos de crecimiento económico. Pero to- por las externalidades de capital huma-
davía podemos considerar que la R2 es no, se modiicó para incluir externalida-
pequeña, comparada con el valor de 0.5 des espaciales del tipo rezago espacial. El
de referencia de los modelos de corte modelo tiene una mejora general al au-
transversal. mentar ligeramente la R2, los parámetros
2. Con la condición de que son mejores los de la externalidad del capital humano
modelos de crecimiento económico con y de la convergencia disminuyen ligera-
convergencia, lo más importante de esta mente, para trasladar parte de la expli-
aseveración es que el poder explicativo se cación al parámetro ρ de rezago espacial,
ExtErnalidadEs dEl Capital Humano y EspaCialEs 231

que resultó ser signiicativo y positivo. Es- éstos, las externalidades del capital humano regional
te último resultado implica que el creci- sobre las ciudades han sido positivas y signiicativas.
miento económico de las ciudades está El valor alto del parámetro de las externalidades de
acompañado por un proceso endógeno capital humano indica que el beneicio social de la
en el crecimiento económico de las ciuda- mayor inversión de capital humano regional provo-
des vecinas. ca un incremento en el ingreso por habitante de las
5. La otra opción de incluir externalidades ciudades más pobres, de tal manera que en el largo
espaciales en el modelo estándar consis- plazo estas ciudades tiendan al ingreso por habitante
te en usar el error espacial. Los resulta- de las ciudades más ricas. La explicación de las ex-
dos de este modelo también muestran ternalidades del capital humano sobre el crecimien-
una mejora de la explicación general to económico con convergencia se puede comple-
al incrementarse la R2; el parámetro de mentar con la incorporación de las externalidades
convergencia sigue siendo signiicativo, espaciales del crecimiento económico, sobre todo
negativo y es ligeramente más alto. Pero cuando se considera que la dependencia espacial es
la modiicación más importante en este del tipo de rezago, más que de error espacial.
modelo se encuentra en el parámetro θ Como consideraciones para estudios posterio-
de las externalidades del capital huma- res, estas conclusiones sobre la existencia de las exter-
no, que es estadísticamente igual a cero, nalidades del capital humano de la región sobre las
aunque mantiene un valor parecido al ciudades se obtuvieron suponiendo que el indicador
modelo estándar y al modelo con rezago regional era la entidad federativa, pero seguramen-
espacial. El parámetro λ de la externali- te se podrán obtener mejores resultados incluyendo
dad de tipo error espacial es signiicativo, como indicador regional la zona metropolitana y el
positivo, y su valor es ligeramente mayor capital humano disponible en las ciudades.
al modelo de rezago espacial. Como en el Por otro lado, solamente se consideró co-
modelo de rezago espacial, los resultados mo medida de capital humano los años de estudio
muestran que el crecimiento económico promedio de la población, pero se podrá hacer
de las ciudades está acompañado por el una mejor diferenciación si se utilizan los indicado-
crecimiento económico de las ciudades res de población económicamente activa por nivel
vecinas, sin embargo, el proceso puede educativo.
ser iniciado por un shock aleatorio. También valdrá la pena utilizar modelos de pa-
nel en lugar de los de corte transversal, con el obje-
tivo de incorporar la heterogeneidad espacial de las
ConClusionEs ciudades.
y ConsidEraCionEs finalEs

Con los resultados del análisis exploratorio y conir- rEfErEnCias bibliográfiCas


matorio, se puede concluir que, para el caso de las
309 ciudades que conforman las 55 zonas metropoli- Acemoglu, D. (1996), “A Microfundation for So-
tanas y para el periodo de 1990-2005, el crecimiento cial Increasing Returns in Human Capital A-
del pib por habitante de las ciudades no se puede ex- ccumulation”, Quarterly Journal of Economics,
plicar con los modelos de crecimiento, sino que son vol. 111, núm. 3, pp. 779-804.
más adecuados los modelos de crecimiento econó- Ciccone, Antonio (2006), “Urban Production Ex-
mico con convergencia económica. De acuerdo con ternalities”, New Palgrave: A Dictionary of Eco-
232 miguEl ángEl mEndoza gonzálEz

nomics, documento de trabajo, Departamento Krueger, A. y M. Lindahl (2001), “Education for


de Economía y Empresa, Universitat Pompeu Growth: Why and for Whom”, Journal of Eco-
Fabra. nomic Literature, vol. 39, núm. 4, pp. 1101-1136.
Ciccone, A. y Giovanni Peri (2005), “Identifying Krugman, P. (1991), “Increasing Returns and Eco-
Human Capital Externalities: Theory With nomic Geography”, Journal of Political Econo-
Applications”, documento de trabajo, Uni- my, vol. 99, núm. 3, pp. 483-499.
versitat Pompeu Fabra y University of Cali- Mankiw, Gregory (2004), Principles of Economics,
fornia. Thomson, South-Western.
Drennan, Tobier y Lewis (1996), “The Interruption Moretti, Enrico (2004), “Human Capital Externali-
of Income Convergence and Income Growth ties in Cities”, Handbook of Regional and Urban
in Large Cities in the 1980’s”, Urban Studies, Economics, Cities and Geography, vol. 4, Amster-
vol. 33, núm.1, pp. 63-82. dam, Elservier, pp. 2244-2291.
Grihield, R. y Panggabean (1995), “Growth and Tamura, R. (1991), “Income Convergence in an
Convergence in US Cities”, Journal of Urban Endogenous Growth Model”, Journal of Poli-
Economics, vol. 38. tical Economy, vol. 99, núm. 522-540.
SEGUNDA PARTE

POSICIONES CRÍTICAS
SOBRE LA NUEVA GEOGRAFÍA ECONÓMICA
El nuevo “giro geográico” en Economía
Algunas relexiones críticas*

ron martin
Departamento de Geografía
Universidad de Cambridge

En los últimos años, una nueva economía “geográica” ha surgido, enfocada en la aglomera-
ción espacial de la industria y en la convergencia en el largo plazo de los ingresos regionales.
Varios nombres destacados están asociados a este giro geográico, incluyendo Paul Krug-
man, Michael Porter, Robert Barro y W. Brian Arthur. Esta Nueva Geografía Económica,
se argumenta aquí, no es tan nueva, ni es Geografía. En cambio, es una reutilización (o
reinvención) —usando desarrollos recientes en la economía formal (matemática) dominan-
te— de la teoría tradicional de la localización y de la ciencia regional. Como tal, se opone
completamente y es difícil reconciliarla con el trabajo sobre desarrollo regional y aglomera-
ción industrial que se está realizando en la Geografía Económica propiamente dicha.
Si todo ocurriera al mismo tiempo no habría desarrollo. Si todo existiera en el mismo
lugar no podría haber particularidad. Sólo el espacio hace posible lo particular, que entonces
se despliega en el tiempo. La pregunta de cómo la economía se integra en el espacio no sólo
abre un nuevo campo, sino que lleva al análisis último de una nueva formulación de toda la
teoría económica (August Lösch, “Epilogue”, The Economics of Location, 1939, 1943; edición
inglesa, 1954).
Hay tres razones en particular de por qué es importante empezar a hacer Geografía
Económica. Primero, la localización de la actividad económica dentro de los países es un
tema importante en sí mismo... Segundo, las líneas entre la economía internacional y la
economía regional se están volviendo borrosas... sin embargo, la razón más importante
para considerar nuevamente a la Geografía Económica es por el laboratorio intelectual y
empírico que provee (Paul Krugman, 1991a).

* El texto original está publicado en inglés en Cam- introduCCión


bridge Journal of Economics (1999), núm. 23, pp. 65-91.
Permiso de traducción y reproducción otorgado por Co- Ha pasado más de medio siglo desde que August
pyright Clearance Center’s RightsLink Service, licencia
Lösch sostuvo que los economistas debían tomar el
núm. 2923150438647. La traducción al español fue reali-
zada por Julio Guadarrama (CRIM/UNAM). Varios co- espacio y la localización seriamente en sus teoriza-
legas proporcionaron al autor comentarios constructivos ciones de los procesos económicos. La respuesta de

[235]
236 ron martin

Lösch, alguna vez estudiante de Joseph Schumpe- ción.2 La geografía económica, por otro lado, había
ter, a la pregunta de cómo la economía se integra evolucionado en ese tiempo hacia un campo más
en el espacio, fue construida a partir de la antigua ecléctico y orientado empíricamente, en el que la
tradición alemana de la teoría de la localización del teoría formal de la localización de orientación neo-
equilibrio, que se había originado mucho antes con clásica había sido ampliamente desplazada por con-
The Isolated State de Johann Von Thünen (1826), y ceptos importados de otras ramas de la Economía;
revivida posteriormente en los veinte y treinta por por ejemplo, los modelos keynesianos de ciclos eco-
la Theory of the Location of Industries (1929) de Al- nómicos, la teoría myrdaliana de causación acumu-
fred Weber y por Central Places in Southern Germany lativa, y las nociones marxistas de acumulación
(1933) de Walter Christaller. desigual. Desde inales de los ochenta, la Geografía
Lösch tuvo la esperanza de que su trabajo es- Económica ha experimentado una expansión aún
timulara el surgimiento de un nuevo campo de “eco- más vigorosa, incorporando ideas de la teoría de
nomía espacial”, además de la reformulación de la la regulación francesa, los modelos schumpeteria-
economía en sí misma, pero de hecho nunca tuvo nos de evolución tecnológica y la economía institu-
mucho impacto en la profesión económica.1 En cam- cional. Aún más recientemente, ha girado hacia la
bio, durante los cincuenta y los sesenta, l’esprit géo- sociología económica y hacia la teoría cultural para
métrique básico legado por el clásico de Lösch, The su inspiración.
Economics of Location (1954), proporcionó los funda- Por su parte, aunque durante el periodo de
mentos para otras dos disciplinas, a saber la ciencia posguerra los economistas ocasionalmente coque-
regional y la geografía económica. Mientras que es- tearon con la Geografía, nunca parecieron dispues-
tos dos campos compartieron un ancestro común, tos a comprometerse con alguna relación seria o
poco después llegaron a ser marcadamente diver- permanente.3 Pero ahora, al parecer, los economis-
gentes, tanto teórica como metodológicamente; pa- tas están al in (re)descubriendo “la geografía”.
ra inales de los setenta, la ciencia regional, defen- Este nuevo movimiento es signiicativo porque i-
dida principalmente por escritores como Walter
Isard en su Location and Space Economy (1956) y en 2 De hecho, fue Walter Isard quien primero acuñó
Methods of Regional Analysis (1960), había llega- la frase ciencia regional, con la que quiso decir una forma
do a hacer una teoría altamente matematizada y de economía espacial o geográica basada en la aplicación
esotérica de paisajes económicos abstractos y en de la teoría económica matemática al estudio de la localiza-
ción de la actividad económica. Él fundó Journal of Regional
equilibrio; en efecto, la sucesora formalizada de la
Science en 1955. Desde entonces, otras revistas relacionadas
tradición alemana en la economía de la localiza- han aparecido: Regional Science and Urban Economics, Inter-
national Regional Science Review, y Urban Economics. Journal
of Regional Science es aún la publicación líder en el campo.
3 Hubo, desde luego, uno o dos economistas (de la

sobre este artículo; en particular, se agradece a Trevor Bar- tendencia no dominante) quienes sí reconocieron la im-
nes, Sheila Dow, Peter Sunley y Nei Wrigley por su estímu- portancia del desarrollo desigual en la Economía, en par-
lo. Dos árbitros anónimos hicieron sugerencias útiles. ticular Myrdal y Kaldor. Pero ellos fueron las excepciones
1 Curiosamente, en su History of Economic Analysis a la regla. La única discusión de Keynes acerca de proble-
(1954), Schumpeter no hace referencia alguna al trabajo mas regionales fue hecha en el contexto de sus propues-
de Lösch, sin embargo, sostiene que la contribución de Von tas para dirigir el programa de rearmamento del estado
Thünen a la economía —especialmente su teoría de la británico en los treinta hacia las áreas periféricas depri-
productividad marginal de los patrones espaciales de midas del país, de manera que minimizara las presiones
usos del suelo— debía ser colocada por encima de la de inlacionarias en el centro (es decir el sureste y el área
Ricardo. Alfred Marshall también consideró a Von Thü- central de Inglaterra). Aparte de esto, ignoró totalmente
nen como un padre fundador, clave de la economía mar- las dimensiones espaciales del crecimiento económico y
ginalista. la inestabilidad.
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 237

guran algunos autores altamente prominentes, ta- Pleskovic, 1995); también la International Regional
les como Paul Krugman, Michael Porter, W. Brian Science Review “Spetial Issue…”, 1996; y el Oxford
Arthur, Robert Barro, Xavier Sala-i-Martin, Barry Review of Economic Policy (Trade…, 1998).
Eichengreen, Olivier Blanchard, Lawrence Katz, Mi objetivo en este artículo es proporcionar
Anthony Venables y Danny Quah. En particular, algunas relexiones críticas sobre este actual interés
tres de los libros de Paul Krugman, Geography and descubierto por los economistas en la Geografía. En
Trade (1991a), Development, Geography and Economic cierto sentido, esta conversión reciente es bienveni-
Theory (1995) y The Selft-Organising Economy (1996a) da, pues existen buenas razones (y esperadas desde
están dedicados en gran parte a lo que él denomina hace tiempo) de por qué los economistas deben en
su actual proyecto de investigación: construir una efecto tomar la Geografía seriamente en sus teori-
Nueva Geografía Económica (Krugman, 1998). Por zaciones y análisis de la economía que, típicamente,
medio de estos libros y de una extensa serie de ar- asumen existe en la cabeza de un aliler proverbial.
tículos (por ejemplo 1991b, 1993a, 1993b, 1994c, Mientras mayor sea el diálogo entre los economistas
1996b), Krugman ha buscado construir una teoría y los geógrafos, mejor; sin embargo, hasta ahora los
de la localización económica basada en rendimien- geógrafos no han estado particularmente impre-
tos crecientes. Desde su punto de vista, los rendi- sionados con este giro geográico en la Economía;
mientos crecientes son un fenómeno esencialmente para ellos, la Nueva Geografía Económica que está
local y regional, de manera que el estudio de la es- siendo promovida por los economistas tiene muy
pecialización y de la aglomeración económica espa- poca resonancia en las preocupaciones teóricas y
cial es suicientemente importante para garantizar empíricas de la Geografía Económica contemporá-
“la aceptación de la Geografía Económica como un nea propiamente dicha. Más bien signiica un re-
área principal dentro de la economía” (Krugman, procesamiento de los modelos de la ciencia regional
1991a, p. 33). Asimismo, Michael Porter (1990, y de la economía urbana, precisamente el tipo de
1994, 1996) ha enfatizado que el grado de agrupa- aproximaciones que los geógrafos descartaron hace
ción geográica de las industrias dentro de una años. Las matemáticas sobre las que la Nueva Geo-
nación es un determinante clave de la competiti- grafía Económica está siendo construida pueden ser
vidad internacional de esa nación. En un modo soisticadas, pero la mayor parte de los geógrafos
muy similar a Krugman, Porter también sostiene consideraría los resultados particularmente no no-
que hay fuertes motivos para hacer de la Geografía vedosos, y las aplicaciones empíricas, triviales. La
Económica una “disciplina central en la economía” Nueva Geografía Económica sufre de los mismos de-
(Porter, 1990, p. 791). Parece que estas invocacio- fectos y limitaciones básicas de la ciencia regional, y
nes no sólo han provocado un interés más amplio por lo tanto está abierta a las mismas críticas que la
en la denominada Nueva Geografía Económica y en han señalado por largo tiempo.
la Economía Geográica entre otros economistas, Esencialmente, el giro geográico en la Eco-
sino que también han llamado la atención de orga- nomía comprende dos programas principales de
nismos políticos y de áreas de investigación clave; investigación, preocupados respectivamente en la
por ejemplo, el Centro para el Desempeño Eco- aglomeración espacial de la actividad económica y
nómico en la Escuela Londinense de Economía; en la dinámica de la convergencia regional del cre-
el Centro para la Investigación en Política Econó- cimiento.4
mica (CEpr) con sede en Londres, que ahora tiene
un gran programa de investigación sobre la Nue- 4 Es posible identiicar una tercera tendencia, basa-
va Geografía Económica (por ejemplo “Economic da en la economía neo-marshalliana de los distritos industria-
Geography…”, 1997); el Banco Mundial (Bruno y les de un pequeño grupo de economistas italianos. Este
238 ron martin

Primero discuto y evalúo cada uno de estos el comercio, es necesario entender los rendimien-
dos temas sucesivamente, y después formulo algu- tos crecientes, y para ello, estudiar la concentra-
nas objeciones fundamentales que aplican a ambos; ción económica regional y la especialización. Por
a saber su preocupación en la economía matemáti- consiguiente, Krugman (1993, p. 173) escribe: “La
ca dominante, su descuido de la Geografía, con lo mejor evidencia de la importancia práctica de las
cual quiero decir lugares reales, y su visión miope economías externas es […] la fuerte tendencia tanto
de la teoría. A manera de conclusión, sostengo que de la actividad económica en general y de las indus-
la Nueva Geografía Económica representa un caso trias particulares o de los grupos de industrias de
de identidad errónea: no es tan nueva y, con toda concentrarse en el espacio”.6
seguridad, no es Geografía. En cierto sentido, la Nueva Geografía Eco-
nómica puede ser vista como parte del reciente
resurgimiento del interés en los rendimientos cre-
1. la nuEva gEografía EConómiCa cientes dentro de la economía más generalmente
dE los rEndimiEntos CrECiEntEs (por ejemplo, Buchanan y Yoon, 1994). De hecho,
y la aglomEraCión EspaCial Scotchmer y Thisse (1992) denominan este enfoque
de rendimientos crecientes el teorema folklórico de
El primer y más desarrollado programa de investi- la economía espacial. Varios autores subrayan di-
gación está asociado particularmente con el traba- ferentes formas de rendimientos crecientes en el
jo de Krugman, Arthur y Venables, y es al que se proceso de aglomeración espacial. En los modelo
reiere Krugman cuando utiliza el término Nueva de Krugman y Venables, por ejemplo, las fuerzas
Geografía Económica. Está basado en el argumento (centrípetas) de aglomeración son básicamente la
de que los rendimientos crecientes, las economías tríada de Marshall (1890) de las externalidades de
de escala y la competencia imperfecta son mucho localización (organización del mercado de trabajo;
más importantes que los rendimientos constantes, derramas tecnológicas; y oferta de bienes interme-
la competencia perfecta y la ventaja comparativa, dios y eslabones de demanda); y éstas tienden a
para favorecer el comercio y la especialización; y conducir la agrupación local de la actividad econó-
que las externalidades del mercado, las tecnológi- mica. A nivel regional más amplio, las externalida-
cas y de otro tipo que apuntalan estos rendimientos des pecuniarias, es decir los efectos del tamaño del
crecientes no son de alcance internacional o inclu- mercado, también son importantes, y conducen a
so nacional, sino que surgen a través de procesos un patrón de desarrollo económico centro-perife-
de aglomeración económica regional o local (Ar-
thur, 1994a, 1996; Krugman, 1991a, 1991b, 1991c,
1993a; Venables, 1996a, 1996b; para una visión
de los nuevos modelos de aglomeración espacial que han
general positiva de la Nueva Geografía Económica aparecido dentro de la economía en los años recientes.
(Ottaviano y Puga, 1997).5 Así, para comprender El panorama general de Ottaviano y Puga (1997) ofrece
una cobertura bastante comprehensiva. En lo que sigue,
solamente extraigo lo que parecen ser para mí los prin-
cuerpo de trabajo diiere en varios aspectos de las otras cipales rasgos recurrentes y subyacentes de este cuerpo
dos tendencias, y ha tenido poco impacto en la economía de trabajo.
dominante. Por tal razón, la excluí de la discusión deta- 6 Nótese que mientras que Porter (1990, 1994,

llada aquí. Sin embargo, como lo mencionaré después, 1996) enfatiza los mismos elementos básicos en sus dis-
ha sido bastante inluyente al conigurar el trabajo de los cusiones sobre la agrupación geográica de la industria,
geógrafos económicos sobre aglomeración industrial. su aproximación descriptiva contrasta notoriamente con
5 Evidentemente no es posible, en el limitado espa- los modelos matemáticos formales de Krugman, Arthur
cio disponible aquí, revisar el rango total y las sutilezas y otros nuevos geógrafos económicos.
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 239

ria de gran escala al interior de las naciones. Las teracciones sociales y efectos externos que precisa-
fuerzas centrífugas opuestas que generan la dis- mente son, en su mayoría, locales en su naturaleza.
persión locacional son aquellas que surgen de la Mientras que gran parte de la Nueva Geogra-
competencia en el mercado de productos y en el fía Económica se ha centrado en la distribución re-
mercado de factores (tales como la puja por suelo gional de la actividad industrial, los mismos modelos
local y los costos salariales). Los costos de transporte básicos de rendimientos crecientes también han sido
y la (in)movilidad del trabajo son los determinantes utilizados para modelar el crecimiento de los siste-
clave que generan la aglomeración o la dispersión mas de ciudades (Arthur, 1994b; Henderson, 1996;
espacial: mientras menores sean los costos de trans- Krugman, 1993b, 1993c, 1996a, 1996b). La esencia
porte, las fuerzas de la aglomeración prevalecerán de los modelos de Krugman, por ejemplo, es que la
sobre las de la dispersión; mientras más inmóvil es gente se concentra en las ciudades debido a los sala-
el trabajo, más prevalecerá la dispersión sobre la rios más altos y a una mayor variedad de bienes que
aglomeración (Krugman, 1991a, 1991b; Krugman encuentran ahí, mientras que las irmas se concen-
y Venables, 1996; Puga y Venables, 1997a, 1997b; tran en las ciudades debido a que éstas ofrecen mer-
Venables, 1996a, 1996b; Ottaviano y Puga, 1997). cados más grandes para sus bienes. Tal vez en una
Variantes más recientes vinculan este mo- innovación espacial de la ley de Say, las irmas crean
delo básico con elementos de la nueva teoría del su propio mercado al concentrarse en las áreas ur-
crecimiento endógeno, que ha surgido en los años banas. Bajo ciertos supuestos sobre la distancia-de-
recientes al centrarse en la transferencia inter-re- clive relativos de las economías de localización posi-
gional de capital humano o en el progreso técnico tivas versus negativas, estas ideas son utilizadas para
localizado como los mecanismos que subyacen a la derivar un rango de geometrías urbanas, incluyendo
concentración locacional de la actividad económica. sistemas de lugares centrales tipo Lösch-Christaller,
Bertola (1993), por ejemplo, utiliza un modelo de patrones de usos del suelo tipo Alonso, y la distri-
crecimiento endógeno en la tradición de Romer- bución “rango-tamaño” log-linear de tamaños de
Lucas para mostrar cómo la movilidad del capital y ciudades (Fujita, Krugman y Mori, 1995; Fujita y
la migración laboral conducen —vía rendimientos Krugman, 1995; Fujita y Mori, 1996; Fujita y Thisse,
crecientes localizados— a la concentración progre- 1996; Krugman, 1996a).7 Según Krugman, todas es-
siva de la actividad económica y al crecimiento de tas geometrías urbanas son manifestaciones de la au-
algunos lugares a expensas de otros. Bertola usa su to-organización espacial. Ésta es la reivindicación de
modelo para sugerir que al incrementarse la mo- que el paisaje económico muestra los mismos prin-
vilidad de los factores, es problable que la integra- cipios del orden de crecimiento aleatorio que se en-
ción económica en Europa conduzca a una mayor cuentran en un amplio rango de sistemas físicos y
concentración regional de la producción. Autores biológicos, una noción que también caracteriza el
como Martin y Ottaviano (1996a, 1996b), Baldwin trabajo de Arthur en esta área (ver también Scheink-
(1999) y Waltz (1996a, 1996b), por otro lado, uti- man y Woodford, 1994).8 Otros escritores se han
lizan un modelo tipo Romer-Grossman-Helpman
7 Muchos de estos modelos son esencialmente ver-
de innovación tecnológica endógena para mostrar
siones más complejas de los modelos de mercado poten-
cómo la I+D localizada puede generar un proceso cial que fueron comunes en la Geografía Económica du-
de aglomeración espacial económica. Estas varian- rante los sesenta y setenta.
8 Además, el objetivo de Krugman en The Self-Orga-
tes pueden por tanto ser vistas como una tentati-
nising Economy (1996a) parece ser la derivación de un mo-
va de responder a un punto subrayado por Lucas
delo universal, matemáticamente sustentado, de orden,
(1988), a saber que los mecanismos económicos en estructura y evolución que abarca tanto los sistemas na-
el corazón del crecimiento endógeno requieren in- turales como los sociales. A mi parecer, esta ambición de
240 ron martin

centrado menos en las geometrías de la distribución delo competitivo básico (neoclásico) de equilibrio
y en la localización de las ciudades, y más en los de- económico implica un patrón locacional de la in-
terminantes endógenos del crecimiento urbano y en dustria único, óptimo e inevitable, predestinado
la diferenciación de los barrios urbanos, particular- por la distribución espacial inicial de la dotación
mente en los rendimientos crecientes asociados con de factores y recursos, y por las posibilidades de
la formación de capital humano localizado (Glaeser transporte. En contraste, Krugman (1991a, 1991b,
et al., 1992; Benabou, 1993, 1994; Durlauf, 1994; 1991c) y Arthur (1994a, 1994b) sostienen que exis-
Rauch, 1993). te un elemento de incertidumbre en la aglomera-
Un argumento recurrente que practican es- ción y localización industrial, de manera que varios
tos modelos de aglomeración locacional es que el equilibrios alternativos son posibles. El que surja un
desarrollo urbano y regional se caracterizan por la patrón particular de equilibrio espacial dependerá
dependencia del camino (curso o trayectoria his- de la historia. El patrón inicial puede simplemente
tórica),* como accidentes históricos; en este caso, ser un accidente de la historia y por ende no es en
eventos locacionales fortuitos que pueden tener sentido estricto óptimo pero, una vez establecido,
consecuencias acumulativas de largo plazo.9 El mo- los encadenamientos hacia adelante y hacia atrás
y/o las expectativas cumplidas implican que este
patrón urbano o regional llegue a ser rígido me-
construir un meta-modelo matemático de sistemas físicos diante procesos de causación acumulativa basados
y sociales es altamente erróneo. De modo interesante, el
en rendimientos crecientes. Por tanto, las decisio-
mismo objetivo totalizador parecería estar detrás del mo-
vimiento reciente de Walter Isard para ampliar el objeto nes económicas irracionales pueden generar dis-
de su ciencia regional, utilizando la teoría de la evolución tribuciones subóptimas pero en equilibrio. Fujita y
biológica para explicar la sociedad como un todo (Isard, Thisse (1996) resumen esto como una geografía de
1997).
* El concepto dependencia del camino (o del curso arcilla maleable: existe a priori una incertidumbre
o trayectoria histórica) es un calco semántico del término y lexibilidad considerables donde se localizan las
inglés path dependence o path dependency. Existe dependen- actividades particulares, pero una vez que las dife-
cia del camino cuando el resultado de un proceso depen- rencias espaciales toman forma, se vuelven comple-
de de la entera secuencia de las decisiones tomadas por
los actores y no sólo de las condiciones del momento. Un tamente rígidas.
concepto similar es la histéresis, una propiedad de los Hasta ahora, la Nueva Geografía Económica
sistemas, cuyo estado depende de su historia inmediata. ha sido extensa en la modelación matemática, y
Estos principios aluden a la importancia del pasado para
extremadamente corta en la aplicación empírica.
la comprensión de las ciencias naturales y sociales, http://
es.wikipedia.org/wiki/Path_dependence. En Economía e Según Ottaviano y Puga (1997), la comprobación
historia económica, este término se reiere al hecho de directa de estos modelos de aglomeración espacial
que los resultados económicos dependen del curso de
los resultados previos, más que sólo de las condiciones
actuales. En un proceso dependiente del camino “la his-
toria importa”, tiene una inluencia duradera. Las elec- lización industrial y del desarrollo regional. Como fue
ciones hechas sobre la base de las condiciones transitorias desarrollada por David, la economía del qwerty se reie-
pueden persistir mucho después de que esas condiciones re a ejemplos donde la toma de decisiones individual y
cambien. Por lo tanto, las explicaciones de los resultados descentralizada conduce a la rigidez de un patrón que
de los procesos de dependencia del camino requieren puede no ser colectivamente óptimo, pero que sin em-
mirar a la historia, más que sólo a las condiciones actua- bargo es exitoso. El término qwerty se reiere a la línea
les de la tecnología, las preferencias y otros factores que superior de las letras del teclado de la máquina de escri-
determinan los resultados; http://eh.net/encyclopedia/ bir, un arreglo que aunque originalmente fue diseñado
article/puffert.path.dependence; (n. del t.). en el siglo xix y desde entonces mostró ser subóptimo,
9 Ésta es una aplicación de la economía del qwer-
aún subsiste hasta la fecha como la norma de los teclados
ty de David (1985, 1988, 1994) al problema de la loca- contemporáneos de la computadora.
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 241

está aún en una fase primaria de desarrollo. El he- ción y el gasto estatales, los arreglos regulatorios, la
cho es que las aplicaciones empíricas han sido po- inversión y desinversión extranjera, y la competen-
cas e incompletas. Esto no es sorprendente. Estos cia global), limita severamente su poder explicativo.
modelos no se prestan fácilmente a la estimación Otros trabajos sobre la economía de la innovación
o aplicación empíricas, debido a que típicamen- tecnológica, mucho más empíricamente orientados,
te son muy abstractos, sobre-simpliicados y muy han comenzado a dar algunas ideas interesantes so-
idealizados: demasiadas cosas permanecen cons- bre la naturaleza localizada de las derramas tecno-
tantes o son ignoradas para permitir a los modelos lógicas (Acs, Audretsch y Feldman, 1993; Antonelli,
ser aplicados de modo signiicativo al mundo real, 1990, 1994; Audretsch y Feldman, 1994, 1996; Ja-
o contrastados contra él.10 Las pruebas empíricas ffe et al., 1993), pero hasta ahora esto parece haber
por lo tanto han tendido a ser de tipo indirecto. tenido un impacto insigniicante en los modelos de
Así, por ejemplo, los autores con frecuencia reie- aglomeración espacial de la Nueva Geografía Eco-
ren simplemente casos especiales ilustrativos, tales nómica.
como el del Valle del Silicio (Arthur, 1994a), el Me- Para los geógrafos económicos, los modelos
dio Oeste industrial (Krugman, 1991a, 1991c), el de aglomeración industrial de la Nueva Geografía
estado de Massachussets (Krugman, 1993d) o ciu- Económica generan una sensación tediosa de déjà
dades individuales de Norteamérica (Von Hagen y vu.* Existe una larga tradición geográica en el uso
Hammond, 1994) como evidencias de la consisten- de las externalidades, los rendimientos crecientes
cia de las predicciones de sus modelos con ejem- y la causación acumulativa en el análisis urbano y
plos del mundo real, aunque los datos empíricos de regional. Los geógrafos estuvieron ocupados ana-
esos casos son de hecho raramente utilizados para lizando la localización industrial en estos términos
calibrar los modelos. Una estrategia alternativa ha durante los sesenta y setenta. Hacia los ochenta,
sido derivar medidas sumarias de patrones regio- el análisis de la aglomeración industrial se integró
nales de especialización industrial, con frecuencia dentro de un enfoque teórico y empírico más am-
utilizando coeicientes de Gini u otros índices de plio sobre el desarrollo desigual regional de manera
concentración regional, para ver si éstos están de más general. Desde inales de los ochenta, el interés
acuerdo con lo que implican los modelos de loca- en la aglomeración industrial y en las externalida-
lización de los rendimientos crecientes (Krugman, des ha vuelto a la supericie en un extenso cuerpo
1991a, 1993d; Brülhart y Torstensoon, 1996; Davis de trabajo geográico sobre los distritos industriales,
y Weinstein, 1997; Ellison y Glaeser, 1997; Hanson, tanto en las nuevas áreas exitosas como en las anti-
1994, 1997a, 1997b). Mientras que estos estudios guas en declive (Amin y Thrift, 1992; Cooke, 1995;
pueden proveer algo de soporte para el papel de Gertler, 1992; Grabher, 1993; Florida, 1996; Harri-
los rendimientos crecientes y de las externalidades son, 1992; Harrison, Kelly y Gant, 1996; Markusen,
en la aglomeración espacial, su descuido de una 1996; Park y Markusen, 1994; Phelps, 1992; Pike et
gran cantidad de fuerzas importantes que también al., 1992; Scott, 1988a, 1988b, 1997; Scott y Stor-
inluyen la distribución espacial de la industria y la per, 1992; Storper, 1992, 1995; Sunley, 1992). Asi-
actividad económica (como el papel de la infraes-
tructura local, las instituciones locales, la interven- * Expresión en lengua francesa que coloquialmente
se reiere a lo ya vivido. También expresa una igualdad o
familiaridad desagradable. En el ámbito de la psicología
10 En The Self-Organising Economy de Krugman el término se reiere a la ilusión de haber experimen-
(1996a), por ejemplo, no existe una sola aplicación de sus tado previamente algo que de hecho se ha encontrado
modelos de organización económica espacial a ejemplos por primera vez; http://dictionary.reference.com/browse/
del mundo real, utilizando datos del mundo real. d%C3%A9j%C3%A0+vu (n. del t.).
242 ron martin

mismo, los geógrafos económicos han reconocido i-Martin, 1995; “Controversy…”, 1996; Durlauf y
desde hace tiempo la importancia de la historia en Quah, 1998).
la coniguración del proceso y de los patrones de El modelo neoclásico estándar de crecimien-
desarrollo regional desigual (Harvey, 1982; Mars- to (Swan-Solow) asume rendimientos decrecientes
hall, 1988; Massey, 1979, 1984; Smith, 1984), y las para el capital y el trabajo. En este marco, un país
consecuencias de los efectos de la rigidez (o lo que relativamente pobre con un menor stock de capital
los geógrafos llamaban inercia) en el surgimiento y por trabajador tiene una productividad marginal
declive de las economías urbanas y regionales (Gra- del capital más alta y una tasa de retorno del ca-
bher, 1993). De manera similar, los geógrafos eco- pital mayor. Por consiguiente, el modelo predice
nómicos han desarrollado extensos programas de que países más pobres crecerán más rápido que, y
investigación sobre la importancia clave del trabajo eventualmente alcanzarán a, los ricos. Según Barro
y de la tecnología en el desarrollo regional (sobre y Sala-i-Martin (1995), en razón de que existe una
trabajo y capital humano, Storper y Walker, 1984; uniformidad mucho mayor de las características
Massey, 1984; Clark, 1989; Bennett et al., 1995; estructurales, tecnológicas, institucionales y socia-
Hanson y Pratt, 1995; Martin, Wills y Sunley, 1996; les dentro de las naciones que entre ellas, podría
Peck, 1996; Storper, 1995; sobre tecnología, Marku- decirse que el modelo neoclásico de convergencia
sen, Hall y Glasmeier, 1986; Storper y Walker, 1989; es mucho más aplicable a escala interregional que
Malecki, 1991; Hepworth, 1993; Asheim, 1997; Si- internacional:
mmie, 1997; Braczyk et al., 1998). Estos estudios pro-
porcionan una mayor comprensión sobre el papel A pesar de que existen diferencias en la tecnología,
del trabajo y la tecnología en el desarrollo regional, en las preferencias y en las instituciones a través de
que los nuevos modelos de aglomeración espacial. las regiones, estas diferencias probablemente son
más pequeñas que las que tienen lugar entre países.
Las irmas y los hogares de diferentes regiones den-
2. la nuEva EConomía tro de un solo país tienden a tener acceso a tecno-
dEl CrECimiEnto rEgional logías similares y tienen aproximadamente culturas
y la ConvErgEnCia y gustos similares. Además, las regiones comparten
un gobierno central común y por ello tienen siste-
La segunda gran ramiicación de la economía geo- mas legales y organizaciones institucionales simi-
gráica que ha surgido en los últimos años se centra lares. Esta homogeneidad relativa signiica que la
en el crecimiento y en la convergencia regional a convergencia absoluta es más probable de aplicar
largo plazo, más que en la localización industrial y a través de las regiones que a través de los países
urbana, aunque existen vínculos entre los dos te- (Barro y Sala-i-Martin, 1995, p. 382).
mas. De la misma manera que el interés en la aglo-
meración espacial se promovió, en parte al menos, Utilizando una regresión de crecimiento neo-
por la nueva teoría del comercio, el interés en la clásica (en la que se hace una regresión de las tasas
convergencia regional ha sido estimulado por la así de crecimiento del ingreso regional con los niveles
denominada teoría del nuevo crecimiento (Barro y iniciales del ingreso regional), estos y varios auto-
Sala-i-Martin, 1995), basada en una reformulación res han encontrado que la tasa de convergencia re-
del modelo neoclásico de crecimiento y en el desa- gional es notablemente similar a través de los Es-
rrollo de las variantes del crecimiento aumentado tados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Japón,
y endógeno (para revisiones útiles del problema China y Australia (Barro y Sala-i-Martin, 1991, 1993,
de la convergencia del crecimiento, Barro y Sala- 1995; Coulombe y Lee, 1993; Cashin, 1995; Ches-
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 243

hire y Carbonaro, 1995; Shioji, 1993). Sin embargo, Geografía Económica, el impacto de la integración
la tasa observada de convergencia regional es muy sobre la distribución regional de la actividad eco-
lenta, aproximadamente de 1-2% por año, y consi- nómica y la riqueza dependerá de la escala relativa
derablemente más baja que la predicha por el mo- de los efectos del tamaño del mercado (externali-
delo neoclásico simple de crecimiento.11 Estos re- dades pecuniarias), de la disminución de los costos
sultados implican, por lo tanto, que los rendimien- de transporte, y del incremento en la movilidad del
tos del trabajo y del capital no son decrecientes —o trabajo entre las regiones. Si la integración incre-
decrecen muy lentamente— o que los excedentes menta las externalidades pecuniarias y la movilidad
interregionales de capital, trabajo y tecnología son del trabajo, los modelos predicen una mayor aglo-
mucho menores que lo esperado, y por consiguien- meración espacial y divergencia entre un centro rico
te que existen efectos endógenos en el crecimiento y una periferia menos próspera (Krugman, 1991a,
regional. En este contexto, algunos estudios han en- 1991b; Krugman y Venables, 1996). Como soporte
contrado evidencia de la convergencia regional de empírico para esta predicción, los autores indican
clusters o clubes o, más especialmente, el agrupa- niveles más altos de especialización y aglomeración
miento espacial de regiones con tasas de crecimiento económica regional en los Estados Unidos, que es
similares (Armstrong, 1995; Canova y Marcet, 1995; visto como el tipo de uniicación económica hacia
Cheshire y Carbonaro, 1995; Quah, 1993, 1994, 1996, la que Europa se está moviendo. Por otro lado, si el
1997a, 1997b); mientras que otros sugieren que trabajo permanece relativamente inmóvil entre re-
los patrones de crecimiento regional muestran una giones (como probablemente es el caso de Europa,
convergencia condicional para diferentes niveles de debido a barreras culturales y lingüísticas), entonces
ingreso per cápita regional, relativos y en estado los costos laborales y de congestión eventualmente
constante (Evans y Karras, 1996). se incrementarán en el centro, lo cual contribuirá a
La lenta tasa de convergencia regional y la du- la dispersión espacial de la actividad económica y
dosa validez del modelo neoclásico de crecimiento a la convergencia regional.12
regional a largo plazo evidentemente proveen una Un argumento no muy diferente puede ser
conexión con los modelos de aglomeración espacial encontrado en una literatura afín interesada en com-
de rendimientos crecientes. Esta conexión reciente- parar la dinámica regional de los mercados de tra-
mente ha recibido énfasis en el contexto del debate bajo, tanto en Europa como en los Estados Unidos.
sobre las implicaciones regionales de la integración Estimulado por el documento seminal sobre evolu-
económica, no sólo dentro de la Unión Europea, ciones regionales de Blanchard y Katz (1992), este
sino también dentro de otros bloques comerciales cuerpo de trabajo sostiene que las disparidades re-
tales como nafta.* ¿La integración conducirá hacia gionales del desempleo son mucho más persistentes
un mayor o menor grado de especialización regio- (hysteréticas) a lo largo del tiempo en Europa que
nal y de aglomeración espacial? ¿Habrá convergen- en los Estados Unidos (Eichengreen, 1993a, 1993b;
cia o divergencia regional? De acuerdo con la Nueva Krugman, 1993, 1996; Decressin y Fatas, 1995; Ber-

11 Una tasa de 2% por año (como se encontró para 12 Tomar a los Estados Unidos como el modelo ha-
los E.U.) implica que tomaría treinta y cinco años redu- cia el que la Unión Europea está transitando es evidente-
cir a la mitad una disparidad inicial en los ingresos per mente erróneo. No sólo es probable que la movilidad del
cápita regionales relativos, mientras que una tasa de con- trabajo sea mucho menor en una Europa integrada de lo
vergencia de 1% (que parece tipiicar a gran parte de que lo es en Estados Unidos, sino que la posibilidad de
Europa) implica una vida media de aproximadamente un sistema centralizado de estabilización iscal automá-
setenta años. tica inter-regional que está siendo implementado en la
* North American Free Trade Agreement (n. del t.). Unión Europea parece extremadamente lejana.
244 ron martin

tola e Ichino, 1996). Esto es visto como evidencia región con su propia historia, y no al sistema inter-
de la inlexibilidad de los mercados de trabajo eu- regional del cual forman parte. Al recabar datos de
ropeos en comparación con sus equivalentes en todas las áreas geográicas en el sistema que está
los Estados Unidos (Krugman, 1994a, 1994b). La siendo estudiado, los modelos de crecimiento asu-
implicación que se extrae es que conforme la in- men que el proceso subyacente generador de con-
tegración económica y monetaria de Europa avan- vergencia es idéntico de una región a otra (Quah,
ce, entonces los mercados regionales de trabajo se 1993, Canova y Marcet, 1995). En lugar de ello, lo
comportarán más como los de Estados Unidos. Por que seguramente tiene un interés central es si la
lo tanto, Krugman (1993d) sostiene que las eco- tasa de convergencia diiere a través de las regiones
nomías de escala promovidas por la integración y, de ser así, de qué manera y por qué. Los estudios
económica y monetaria europea conducirán a una recientes de geógrafos económicos sobre conver-
mayor especialización y aglomeración industrial, así gencia regional dentro de la Unión Europea (Dun-
que la dinámica de los mercados regionales de tra- ford, 1993; Dunford y Perrons, 1994; Armstrong
bajo en Europa llegará a ser más idiosincrásica, si- y Vickerman, 1995) sugieren que tales variaciones
milar al tipo de comportamiento que caracteriza a en la convergencia regional son en efecto signii-
las regiones de los Estados Unidos. cativas, y que ellas relejan procesos complejos de
Las aplicaciones empíricas de estos modelos diferenciación geográica.
de convergencia regional generan tantas preguntas Este énfasis en la convergencia a largo plazo
como las que ellos contestan. Si bien un considera- del ingreso regional sólo revive un tema que pri-
ble número de estudios empíricos han sido llevados meramente fue examinado hace más de treinta
a cabo, casi todos ellos examinan sólo un aspecto años en los trabajos clásicos de Borts y Stein (1964)
de la convergencia económica regional, a saber el y Williamson (1965). Los geógrafos nunca han sido
ingreso o el producto per cápita. En contraste, ha particularmente persuadidos por la predicción
habido pocos intentos para desentrañar el papel neoclásica de la convergencia regional, y han sido
relativo de los lujos de capital, la migración labo- más proclives a las teorías myrdaliana, kaldoria-
ral o las derramas tecnológicas en la evolución de na y marxiana que enfatizan la tendencia del ca-
la distribución del ingreso a través de las regiones. pitalismo a generar un desarrollo regionalmente
Dado que las bajas tasas estimadas de convergencia desigual. Más recientemente, los geógrafos se han
sugieren que existen efectos signiicativos del cre- desplazado a teorías episódicas de la evolución eco-
cimiento endógeno (rendimientos no decrecientes) nómica regional, que reconocen que los patrones de
operando en las tendencias del ingreso regional, ha crecimiento y declive relativos de las regiones histó-
habido sorprendentemente pocos esfuerzos para ricamente experimentan reconiguraciones perió-
evaluar si ciertos mecanismos del crecimiento endó- dicas. Es posible, por tanto, observar convergencia
geno son más importantes que otros, o si es que di- regional en un período (como la larga era dorada
ferentes mecanismos operan en diferentes regiones. de la posguerra entre 1945 y 1973); y divergen-
Además, aunque se observe la convergencia del cia en otro (como desde 1975 aproximadamente).
ingreso agregado regional, esto deja sin explicación Como Barro y Sala-i-Martin (1995) reconocen, los
las desigualdades socio-espaciales más detalladas nuevos modelos de convergencia regional, con sus
en el trabajo y la asistencia social que se encuen- tendencias de equilibrio asintótico, no son capaces
tran dentro de las áreas urbanas y regionales. Ade- de dar cuenta de tales retrocesos.13 Los geógrafos
más, como Chatterji (1992), Quah (1993), Pesaran y
Smith (1995), y otros han sostenido, los modelos de 13 Así, se ven forzados a apelar a choques ad hoc

convergencia sólo relacionan el crecimiento de una para dar cuenta de los retrocesos recientes en la conver-
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 245

económicos, en contraste, ven estas oscilaciones Krugman, son los avances recientes en la modela-
como inextricablemente vinculadas con los cambios ción matemática de la competencia imperfecta y los
sistémicos periódicos en la estructura de la organi- procesos multi-equilibrio los que han proporciona-
zación del capitalismo (tales como la transición del do el gran avance que se requería para extender
fordismo al posfordismo). los modelos económico-espaciales simples, original-
La percepción empírica proporcionada por mente desarrollados por los teóricos alemanes de la
las dos variantes de la Nueva Geografía Económi- localización. Así, en palabras de Arthur:
ca es por lo tanto limitada, y sólo sobre esta base
fracasa de manera signiicativa en estar a la altura
En los veinte y treinta varios miembros de la gran
del trabajo mucho más detallado y comprehensivo
escuela alemana de la localización industrial sostu-
que ha aparecido en la Geografía Económica desde
vieron que la localización geográica de la indus-
hace una década o más. Pero no es sólo esta contri-
tria no estaba completamente determinada. Don-
bución empírica decepcionante de ambas ramales
de existían economías de aglomeración, las irmas
de la Nueva Geografía Económica que está en de-
encontraban beneicios de ese modo para estar
bate. Existen otros defectos y problemas más fun-
cerca de otras irmas (una forma de rendimientos
damentales asociados con los cimientos teóricos y
crecientes locacionales), [y] la industria podía ter-
epistemológicos que apuntalan gran parte de este
minar agrupada copiosamente en lugares elegidos
cuerpo de trabajo, si no es que todo.
por accidente histórico. Pero aunque intuitivamen-
te atractivo, este argumento fracasó por falta de un
fundamento teórico (1994a, p. 49).
3. la Camisa dE fuErza
dE la CorriEntE dominantE matEmátiCa
La solución de Arthur a la falta de un funda-
El objetivo de la nueva economía de la aglomera- mento teórico es desarrollar un modelo de Polya de
ción espacial es claro: ampliar la formalización de proporción-a-probabilidad, con el que simula pa-
los modelos antiguos de la teoría de la localización, trones de localización. Este mapeo matemático
incorporando nuevas soluciones de maximización- proporciona la probabilidad de que una localidad
equilibrio. La aproximación típica se basa en el uso particular sea elegida por la próxima irma entran-
de los modelos matemáticos formales de los pai- te, dada la actual participación de esa localidad en
sajes económicos abstractos altamente estilizados, el número total de irmas. La proporción de irmas
para estimular patrones de equilibrio alternativos en una localidad converge en un equilibrio esta-
de aglomeración espacial bajo diferentes supuestos, ble ijo, donde la proporción de irmas existentes
en lo referente al papel relativo de las fuerzas cen- iguala la probabilidad de que la próxima irma en-
trípetas y centrífugas.14 De hecho, según Arthur y tre ahí. Cuando la función de probabilidad es no
convexa, el modelo produce múltiples puntos ijos
de aglomeración. El modelo es esencialmente esto-
gencia regional: en Europa, la subida de los precios del cástico de dependencia del camino: la manera en
petróleo a inicios de los setenta; en Estados Unidos, las
políticas de las administraciones de Reagan; y en Japón, que evoluciona el proceso probabilístico de entrada
el crecimiento excesivo de Tokio. determina el resultado.
14 Estas geografías altamente estilizadas incluyen
Krugman anota un punto similar sobre cómo
economías lineales del espacio, ciudades unidimensio-
los avances en la modelación matemática de los
nales e ininitas, entramados locacionales regulares, y
así sucesivamente. Los modelos también asumen pleno procesos económicos han dado nuevo aliento a la
empleo. Geografía Económica:
246 ron martin

El descuido de problemas espaciales en la econo- ción espacial han sido estrechamente predetermi-
mía surge en gran medida de un simple problema: nados en su inicio. Aunque el interés de Krugman,
cómo pensar en la estructura del mercado. Esen- Arthur, Venables, Ottaviano, Puga y sus colaborado-
cialmente, para decir algo útil o interesante acer- res en geografía y localización puede ser suiciente-
ca de la localización de la actividad económica en mente genuino, como economistas matemáticos de
el espacio, es necesario escapar del enfoque de la la corriente dominante fue inevitable que voltearan
competencia perfecta y los rendimientos constan- su mirada a la teoría de la localización y a la cien-
tes, que aún domina gran parte del análisis econó- cia regional como su versión de geografía, debido a
mico. Siempre que los economistas carecieron de que estos campos incorporan precisamente el tipo
los instrumentos analíticos para pensar rigurosa- de marco maximización-equilibrio que constituye el
mente los rendimientos crecientes y la competen- punto de referencia de la concepción de economía
cia imperfecta, el estudio de la Geografía Econó- moderna de la corriente dominante.16
mica estuvo condenado a permanecer fuera de la Subyacente a esa concepción parece estar la
corriente dominante de la profesión (1991a, p. 4). creencia de que la única forma rigurosa de teoría
económica es la que puede ser expresada en nota-
Su enfoque matemático, diferente del de Ar- ción matemática, o lo que Krugman llama econo-
thur, es desarrollar modelos de ecuaciones simul- mía de letra griega.17 Ahora, evidentemente, exis-
táneas no lineales de atractividad locacional, impli- ten aspectos del desarrollo económico en general,
cando típicamente un número limitado de variables y de la aglomeración espacial en particular, que los
clave (como el ingreso local, los costos de transpor- llevan a ellos mismos a la representación y a la mo-
tación, los salarios locales de equilibrio), los cuales delación matemática. Pero existen también severas
son resueltos usando expansiones de Fourier (ver
su modelo de lugar central en The Self-Organising 16 Uso aquí el término corriente dominante (mains-
Economy, 1996a). Estos modelos son usados para tream, n. del t.) en el mismo sentido que Krugman lo ha-
simular diferentes resultados (“experimentos”) lo- ce, para referirse a la economía de la maximización-equi-
cacionales, al cambiar parámetros clave en las ecua- librio, fundamentada matemáticamente. Ver Dow (1997)
para una deinición ligeramente más amplia de corriente
ciones.15 dominante.
Como estos ejemplos lo muestran, el método 17 Según Krugman (1997), existen tres formas de

y el contenido de los nuevos modelos de aglomera- economía: economía de letra griega (modelos matemáti-
cos, los cuales reconoce que en gran parte son impenetra-
bles para no economistas); economía de arriba y abajo (up
15 La siguiente cita es típica: “Es un asunto simple and down economics n. del t.) (el tipo que se encuentra en las
establecer un modelo circular con un número aceptable- secciones de negocios de los medios, y que él crítica por
mente grande de ubicaciones discretas, iniciar con una ser estupefactamente aburrida); y la economía de aero-
distribución aleatoria de los negocios a través de estas lo- puerto (best sellers populares usualmente encontrados en
calizaciones, y simplemente ver qué sucede con varios de librerías de aeropuertos, de la que argumenta que son
los valores de los parámetros” (Krugman, 1996a, p. 103). divertidos pero raramente bien informados y nunca se-
El comportamiento dinámico de los modelos económico rios). Aparte de su propio compromiso con la economía
espaciales de Krugman es sólo uno de la serie de proble- de letra griega, en su típica manera de seguridad en sí
mas generales del equilibrio. Para cualquier distribución mismo, Krugman también ha reclamado haber sido el
dada de la actividad económica a través de las localizacio- pionero de un cuarto género, el tratado popular no téc-
nes, la economía alcanza un equilibrio que determina el nico de alta calidad, para personas inteligentes no exper-
salario real en cada localización. Este vector de salarios tas, representado por sus Peddling Prosperity (1994d), The
reales entonces determina la distribución de los trabaja- Age of Diminished Expectations (1997) y Pop Internationalism
dores, y “el cálculo puede ser repetido hasta que la eco- (1996c). En mi opinión, estos trabajos son mucho más
nomía modelo converge con algún patrón geográico de ilustrados —y esclarecedores— que sus contribuciones a
equilibrio de largo plazo” (ibid. p. 109). la Geografía Económica.
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 247

limitaciones ontológicas y epistemológicas para tal nal de dependencia del camino está determinado
enfoque estrecho. Primero, signiica que los turbios solamente por las condiciones iniciales especíicas
factores sociales, culturales e institucionales involu- y por los parámetros del modelo de localización,
crados en el desarrollo económico son ignorados. más que por un proceso socio-histórico emergente,
Dado que estos factores no pueden ser reducidos real, complejo y localmente insertado, de evolución
a, o expresados en forma matemática, se les asume social, institucional y tecnológica. Básicamente, el
que son de importancia secundaria o marginal y, concepto de David de dependencia del camino ha
como Krugman lo señala, “mejor son dejados a los sido secuestrado como un instrumento mediante el
sociólogos”. Pero es precisamente la inserción social, cual la determinación de los modelos de localiza-
institucional y cultural de las economías locales y ción puede ser rescatada, al sostener que ese paisa-
regionales la que puede jugar un papel clave en la je particular de equilibrio surge (de varios posibles)
determinación de las posibilidades o limitaciones al y que dependerá de las condiciones iniciales.18 Y
desarrollo, y por consiguiente de por qué la aglo- para completar las tergiversaciones, la historia de
meración espacial de la actividad económica ocurre algún modo termina cuando ese equilibrio espacial
en lugares particulares y no en otros. Para el enten- es alcanzado.19 Sin duda Krugman y otros recono-
dimiento de la economía espacial también es crucial cen que la dependencia del camino local puede in-
una explicación que los geógrafos denominan el es- terrumpirse, resultando en desplazamientos y cam-
pesor institucional de las regiones y las localidades bios sustanciales en la distribución espacial de la
(Amin y Thrift, 1994, 1995), es decir de las variacio- actividad económica. Pero tales desplazamientos no
nes espaciales en el rango, densidad y funciones de son adecuadamente teorizados y son vistos simple-
las instituciones (tanto prácticas, reglas y organiza- mente como conmutadores de un equilibrio espa-
ciones formales, como costumbres, rutinas, normas cial a otro. De este modo, aunque la reivindicación
y redes informales) que apuntalan (o en algunos de que la historia importa es ciertamente correcta,
casos socavan) la actividad económica, y cómo y por el tratamiento de la historia en la nueva Geografía
qué estas geografías institucionales se desarrollan a Económica es más metafórico que real y, a pesar de
sí mismas de manera desigual a través del espacio. la importancia asignada a la dependencia del ca-
Además, el énfasis en la modelación matemá- mino, esta noción permanece como una caja negra
tica trae como consecuencia serias tergiversaciones explicativa y conceptual.20
de procesos que son considerados importantes por
los nuevos economistas geográicos. Éste es el caso, 18 Ver Lawson (1997) para una crítica de la manera
por ejemplo, de las nociones de historia y depen- en la que los conceptos dependencia del camino e histo-
dencia del camino que iguran prominentemente ria han sido apropiados y re-interpretados por la econo-
en los modelos de aglomeración espacial. La histo- mía dominante.
19 Uno recuerda aquí la pertinencia de la crítica
ria referida no es la historia real: no existe sentido maravillosa e ingeniosa, pero altamente incisiva, de Joan
de periodos de tiempo reales y contextualmente Robinson (1973), sobre la forma en que las metáforas de
especíicos, sobre los que la actual aglomeración es- espacio y tiempo son erróneamente utilizadas en la eco-
pacial ha evolucionado (y, en muchos casos, se ha nomía dominante.
20 En su trabajo original, David (1985) enfatizó dos
desintegrado). En cambio, en los modelos de locali- grandes portadores de la historia, o de la dependencia
zación de la Nueva Geografía Económica la noción del camino: las instituciones y la tecnología. Los modelos
de tiempo empleada es la del tiempo abstracto, lógi- de aglomeración espacial de Krugman y Arthur hacen re-
ferencia a la tecnología, pero tienen poco qué decir de las
co o de la simulación. Asimismo, la dependencia del
instituciones. En la versión sueca de la economía evoluti-
camino es simplemente una simulación o secuencia va, es la interacción compleja de la evolución institucional
de soluciones, en la que el grado y el patrón regio- y del aprendizaje tecnológico lo que está en el corazón
248 ron martin

La misma inquietud rodea los modelos de o heterodoxas de economía que debemos voltear,
crecimiento usados en los estudios de convergencia si estos aspectos evolutivos y dinámicos del paisaje
regional de Barro, Sala-i-Martin y otros. Aunque económico han de ser tratados como factores causa-
éstos la verdad están mucho menos basados en la les en sí mismos, más que como aberraciones ad hoc
teoría tradicional de la localización y de la ciencia de un patrón diferente de equilibrio.
regional, los fantasmas de la maximización y del De modo interesante, la competencia imperfec-
equilibrio aún se encuentran escondidos en el fon- ta, los rendimientos crecientes y la causación acumu-
do. Todos estos estudios (incluyendo las variantes lativa también estuvieron en el centro del trabajo
del crecimiento endógeno) están arraigados en la de Kaldor (1970, 1981, 1985) sobre comercio, cre-
camisa de fuerza metodológica y conceptual de la cimiento endógeno y desarrollo regional. Como
función de producción Cobb-Douglas (para una Setterield (1997) ha demostrado convincentemen-
evaluación crítica de estos modelos de crecimiento te, las teorías de Kaldor pueden ser extendidas y
regional, ver Martin y Sunley, 1998). El compromi- elaboradas para incorporar no sólo los conceptos de
so con la corriente matemática dominante es por lo rigidez y dependencia del camino, sino que tam-
tanto omnipresente. bién tienen en cuenta los límites de los rendimien-
Este énfasis en la economía de la corriente do- tos crecientes, la dinámica del cambio estructural, la
minante vuelve gran parte de la Nueva Geografía reversión del crecimiento y el declive relativo (ver
Económica de discutible valor. Aunque la aglomera- también Skott y Auerbach, 1995). Asimismo, la nue-
ción espacial es un rasgo clave del paisaje económico va economía evolutiva, con su énfasis en la historia,
contemporáneo, también lo es el cambio estructu- las instituciones, el cambio tecnológico y el agente
ral. El patrón de desarrollo regional no es estático, humano ofrece un potencial signiicativo para una
sino que evoluciona continuamente, implicando un aproximación contextual al estudio del paisaje eco-
cambio cualitativo y cuantitativo muy importante. nómico y su desarrollo a través del tiempo.21 Son
Los patrones de desarrollo regional sí se vuelven rí- precisamente estos problemas los que ha destacado
gidos, pero no de manera indeinida: el pasado el trabajo de los geógrafos económicos sobre cam-
siempre está presente, pero no está determinado bio y desarrollo regional en los últimos años. El mis-
todo. En efecto, durante las dos décadas pasadas, más mo Krugman, en su libro sobre Geography and Trade
o menos el capitalismo ha estado experimentando (1991a), reconoce la relevancia de la economía de
uno de los más dramáticos “vendavales de destruc- Kaldor para el estudio de la aglomeración espacial:
ción creativa” en su historia, para utilizar la frase
gráica de Schumpeter. Pocas regiones o localida- Esta clara dependencia de la historia es la evidencia
des han escapado al intenso cambio estructural; los más convincente disponible de que vivimos en una
viejos patrones del desarrollo regional han sido su- economía más cercana a la visión de Kaldor de un
plantados por nuevas coniguraciones; sin embar- mundo dinámico conducido por procesos acumu-
go, ni los modelos de aglomeración espacial, ni los lativos, que al modelo estándar de rendimientos
modelos de convergencia regional tratan en abso- constantes (op. cit., pp. 9-10).
luto adecuadamente esta dinámica, aspecto cuali-
tativo del desarrollo espacial, atrapados como están
en las matemáticas del equilibrio espacial y de los
21 Existen desde luego algunas variantes de la eco-
estados constantes. Es a otras formas no ortodoxas
nomía evolutiva (Hodgson, 1993; Magnusson y Otosson,
1997; Reijnders, 1997). El argumento de un enfoque
de la dependencia del camino (Magnusson y Ottosson, institucional-contextual para la Geografía Económica es
1997). expuesto por Sunley (1996).
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 249

Incluso va más lejos, al sugerir que en cierto lugar, que el mismo modelo con frecuencia se utili-
sentido su propio trabajo es sólo “una repetición” za para explicar la especialización y la aglomeración
de las ideas de Kaldor. Sin embargo existen dife- espacial a escalas ininitamente diferentes, desde el
rencias cruciales entre los dos. En su búsqueda del nivel internacional, hasta amplios patrones centro-
rigor económico, la formalización matemática de periferia dentro de las naciones, concentraciones
Krugman de los procesos de aglomeración indus- urbano industriales locales, o incluso zonas intraur-
trial y desarrollo regional desigual han llevado a la banas. Se asume entonces que los procesos son en
Nueva Geografía Económica bien lejos de la rique- gran medida independientes de la escala. Para los
za del enfoque original de Kaldor, al entrar en el geógrafos económicos el problema de la escala es-
callejón sin salida de la ciencia regional. Kaldor, sos- pacial es central. Un proceso o evento dado (como
pecho, habría sido extremadamente escéptico de la la apertura o el cierre local de plantas de propie-
construcción de modelos deductivos poco realistas, dad extranjera en localizaciones particulares) pue-
que es el sello distintivo de la Nueva Geografía Eco- de tener signiicados e implicaciones diferentes en
nómica. diversas escalas espaciales (local, nacional e interna-
cional), a pesar de que las reúna a todas al mismo
tiempo. Parece probable que distintas formas de
4. ¿dóndE Está la gEografía? externalidades operan a varias escalas geográicas.
El abandono dE los lugarEs rEalEs Aunque existen algunas sugerencias en la literatura
de la Nueva Geografía Económica de que las exter-
Esto se vincula con otro defecto serio de la Nue- nalidades pecuniarias (tamaño del mercado) ope-
va Economía Geográica, a saber su ignorancia de ran sobre espacios regionales más amplios que las
los lugares reales. El descuido es más obvio en los externalidades tecnológicas e informacionales, las
modelos matemáticos de aglomeración espacial. cuales son más localizadas, no se discute la manera
Aquí, las regiones o localidades a menudo son sólo en que estos diferentes procesos dependientes de la
puntos a lo largo de una economía lineal, o círculos escala pueden entrelazarse e interactuar. Los mode-
concéntricos en un paisaje tipo Von Thünen, o pa- los de aglomeración espacial bien pueden predecir
trones de puntos en una supericie tipo Christaller. que, bajo supuestos especíicos, la especialización y
Las comunidades reales en marcos históricos, socia- la aglomeración industrial ocurrirán, pero ellos no
les y culturales reales, con gente real, que se ocupa son capaces de decirnos dónde ocurre en realidad, o
del “negocio ordinario de la vida” (como Marshall por qué en lugares particulares y no en otros.
alguna vez describió la Economía) son completa- El concepto regional utilizado en los modelos
mente eludidos. de convergencia regional también es problemático.
La cuestión fundamental y compleja de cómo El interés en la convergencia regional de los nuevos
las economías regionales y locales pueden ser con- teóricos del crecimiento se deriva, en gran parte,
ceptualizadas de modo signiicativo, y de cómo tales si no es que en su totalidad, de la idea de que las
concepciones pueden ser traducidas en términos regiones ofrecen una prueba más controlada de
empíricos, no se considera en absoluto. En cambio, sus modelos (en comparación con las tendencias de
hay un traspié ontológico entre las regiones como crecimiento internacional), a partir de un deseo
espacios y puntos abstractos por un lado, y el uso básico de aportar nuevas ideas al proceso de des-
carente de sentido crítico de cualquier tipo de uni- arrollo y de crecimiento regional de largo pla-
dades administrativas que resulten ser convenientes zo. Después de todo, según Barro y Sala-i-Martin
para propósitos ilustrativos y empíricos, por otro. (1995), la virtud de los estudios de convergencia
Tan arrogante es el tratamiento del espacio y del regional es precisamente que las diferencias regio-
250 ron martin

nales de las características sociales, culturales, insti- International Regional Science Review (“Regional…”,
tucionales y regulatorias pueden asumirse como 1995a, 1995b) señalaron la preocupación del cam-
insigniicantes. Incluso se considera que las dife- po con los modelos abstractos, la teorización mate-
rencias de estructura industrial entre regiones no mática y la metodología idealista; la debilidad de
son importantes (o simplemente se reducen a varia- sus vínculos con la política y la práctica; y la falta
bles icticias). Es como si se adjudicara a la conver- de análisis a profundidad de áreas especíicas (Bol-
gencia su operación a nivel regional precisamente ton y Jensen, 1995; Isserman, 1995, 1993). Existe
debido a la ausencia de geografía. Así, mientras que ahora una creciente exigencia para que la discipli-
los teóricos de la aglomeración espacial reconocen na reenfoque sus lentes analíticos en el estudio de
que los factores sociales, culturales e institucionales los lugares reales más que de los espacios imagina-
localmente variables pueden ser importantes en la rios (Bolton y Jensen, 1995), para que escape a la
coniguración del paisaje económico, pero los ex- camisa de fuerza de la economía del equilibrio de
cluyen porque no son fácilmente incorporados en la corriente dominante, y para que amplíe su ba-
los modelos matemáticos formales y no pueden ser se conceptual y se involucre con la teoría social
rigurosamente analizados, los teóricos de la con- (Warf, 1995). Si logrará liberarse de su teorización
vergencia y del crecimiento regional asumen que formal y abstracta, o si las fuerzas de la rigidez in-
tales factores en principio son insigniicantes. Al telectual probarán ser demasiado fuertes está por
mismo tiempo, hay poca o nula discusión acerca de verse. Pero el hecho de que un proceso de reeva-
si existe una escala regional apropiada en la cual luación está al menos ocurriendo en la ciencia re-
analizar la convergencia, ni tampoco el análisis que gional, plantea sin duda preguntas muy importan-
busque determinar si diferentes tendencias en la tes sobre la prudencia de intentar construir una
convergencia regional pueden estar ocurriendo a Nueva Geografía Económica sobre lo que ahora al
diferentes escalas espaciales. No obstante una de las in están siendo reconocidos como fundamentos in-
características interesantes puesta de relieve por los telectuales dudosos.
geógrafos económicos en los últimos años es que las El contraste de la Nueva Economía Geográi-
tendencias diferenciales especíicas de la escala en ca con la Geografía Económica propiamente dicha
las disparidades económico espaciales parecen es- no podría ser mayor. No es posible revisar todo el
tar en funcionamiento en las economías capitalistas campo de la Geografía Económica aquí (para una
avanzadas, puesto que las diferencias locales en el visión general comprehensiva de la actual diversi-
crecimiento, el empleo y los ingresos se han incre- dad teórica, empírica y metodológica de la mate-
mentado, mientras que las amplias disparidades re- ria, Lee y Wills, 1997).22 Pero vale la pena destacar
gionales han tendido a estrecharse (Dunford, 1993; ciertas características y énfasis claves. Las bases con-
Dunford y Perrons, 1994). Parece que estas tenden- ceptuales del trabajo de los geógrafos económicos
cias plantean algunas preguntas muy importantes
para el estudio de la convergencia regional. 22 Aparte de la investigación sobre aglomeraciones
Este descuido de no tomar en serio la geogra- espaciales y distritos industriales, la Geografía Económica
fía real y los lugares reales está fuertemente inluido contemporánea cubre temas que incluyen la geografía del
dinero, el consumo, los servicios, la organización y el com-
por la ciencia regional tradicional, la cual ha sufrido portamiento de las corporaciones, el trabajo y los merca-
desde hace tiempo esta limitación. Una auto-eva- dos de trabajo, el bienestar social, la intervención estatal, la
luación crítica está surgiendo actualmente en algu- globalización, el comercio, las instituciones, la regulación
social, además de otros temas. Aquí simplemente pongo
nas partes de los estudios de la ciencia regional que
de relieve el trabajo que está siendo hecho sobre aglome-
cuestionan esta misma deiciencia. Al registrar cua- ración espacial y localización, para hacer comparaciones
renta años del tema, dos publicaciones recientes del directas con la Nueva Economía Geográica.
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 251

sobre el resurgimiento de las economías regionales fordismo,25 y su énfasis en el modo de regulación


no han sido la teoría de la localización del equilibrio que soporta y facilita la acumulación económica
o la nueva teoría del crecimiento, sino enfoques que (Amin, 1994). Ésta no sólo ha brindado el marco
enfatizan las bases institucionales, sociales, econó- de una gran foto dentro de la cual el resurgimien-
micas y políticas del desarrollo regional y de la aglo- to de las economías regionales puede ser concep-
meración industrial. Varias literaturas entrelazadas tualmente situada, sino que de manera más espe-
y marcos teóricos han informado y conigurado cíica ha alertado a los geógrafos del papel que la
este trabajo. Una inluencia inicial fue el trabajo de regulación social y las formas institucionales jue-
Michael Piore y Charles Sabel (1984) The Second In- gan para permitir o limitar el desarrollo económi-
dustrial Divide, con su argumento de que estamos co local. Los geógrafos también han comenzado a
presenciando el surgimiento de un nuevo paradig- recurrir a la literatura del aprendizaje tecnológico
ma tecnológico-industrial basado en la especializa- (por ejemplo Lundvall, 1992) para centrarse en la
ción lexible (ver la excelente evaluación de Gertler, naturaleza y en el papel de las interdependencias
1992). Otro ha sido el trabajo neo-marshalliano de no mercantiles geográicamente limitadas, tales como
un grupo de economistas italianos investigando el las derramas tecnológicas, la circulación del conoci-
distrito industrial de la Tercera Italia.23 Estos eco- miento, el saber-cómo técnico y el aprendizaje entre
nomistas se diferencian signiicativamente de sus la fuerza de trabajo (Storper, 1995), y en saber si la
homólogos modeladores de la aglomeración espa- innovación se concentra dentro de redes de base
cial y de la convergencia regional en que su enfoque zonal, o en regiones de aprendizaje y de qué formas
está irmemente enraizado en el trabajo empírico (Storper, 1993; Maskell y Malmberg, 1995; Simmie,
detallado de regiones especíicas, y en que subraya 1997; Braczyk et al., 1998). Otro enfoque reciente es
los fundamentos sociales, culturales e instituciona- el de la economía de costos sumergidos y cómo és-
les del crecimiento industrial local. Su trabajo es tos se relacionan con la coniguración espacial de la
referido raras veces, si es que lo es, por los mode- irma y de la geografía de la actividad económica
ladores de la aglomeración espacial, pero ha tenido (Clark y Wrigley, 1997). Otro tema pone de relieve
un impacto más signiicativo que el de estos últi- las bases culturales de la organización industrial y
mos sobre los geógrafos económicos.24 La literatura el comportamiento corporativo, para saber cómo
italiana de distritos industriales ha alentado a los interactúan y a su vez dan forma a las relaciones
geógrafos económicos a centrarse en las redes de locales-regionales de producción y empleo (Gertler,
conianza, cooperación, competencia y gobernanza 1993; Schoenberger, 1997).
que las caracterizan. Este pluralismo teórico y empírico ofrece más
Una tercera inluencia ha sido la economía alcance explicativo que el monismo teórico de la
política francesa de la regulación, con su teoría de Nueva Geografía Económica, aunque en general
la transición contemporánea del fordismo al post- puede decirse que existe la necesidad de imponer
alguna coherencia conceptual.26 Pero lo que real-
23 Ésta es la tercera tendencia de la Nueva Economía

Geográica a la que me referí antes. Entre los economistas


italianos de distritos industriales se encuentran Antone- 25 También existen algunas variantes alemanas de
lli (1990, 1994), Brusco (1989), Sforzi (1989), Becattini la teoría de la regulación, pero han sido los regulacionis-
(1990), Garofoli (1991), por nombrar sólo algunos. tas franceses (Aglietta, Lipietz, Boyer), quienes han sido
24 A pesar del hecho de que la Tercera Italia es más inluyentes en la Geografía Económica.
probablemente el caso más celebrado —y debatido— de 26 Sin embargo, como Lagendijk (1998) señala, el

la localización industrial contemporánea, no encuentro éxito del nuevo regionalismo en la Geografía Económi-
ninguna mención del trabajo de estos autores italianos en ca puede ser atribuido a la manera en que, a pesar de
Krugman ni en Arthur. evolucionar de forma individual, varios conceptos utiliza-
252 ron martin

mente une estos temas diversos en la Geografía la militancia laboral y actitudes sociales), las cua-
Económica es un irme compromiso de estudiar los les llegan a ser socializadas e institucionalizadas y
lugares reales (el reconocimiento de que la espe- sirven para inluir en el papel que los diferentes
ciicidad local importa) y el papel de los factores lugares juegan en ciclos o fases sucesivas de acumu-
histórico-institucionales en el desarrollo de esos lación económica. La dependencia del camino, por
lugares. Por ejemplo, como el excelente estudio tanto, tiene un carácter dependiente del lugar; no
de Markusen deja en claro, no existe un tipo in- sólo produce geografía, como en los modelos de la
dividual de distrito industrial o de aglomeración; Nueva Geografía Económica; los lugares producen
más bien, tales distritos diieren considerablemen- dependencia del camino.
te en origen, estructura económica, regulación
social, organización institucional y grado de inter-
vención política. Esta diversidad bien puede limi- 5. EConomía gEográfiCa
tar la ambición y el éxito de construir un modelo y gEografía EConómiCa
universal y comprehensivo de la aglomeración es- ¿disCursos irrEConCiliablEs?
pacial. De hecho, como Massey (1992) ha enfatiza-
do, las localizaciones relativas de la actividad eco-
nómica pueden ser producidas por la operación Así, mientras que los modelos teóricos de la loca-
independiente de determinaciones separadas, de lización en la tradición de Weber, Lösch, Christa-
yuxtaposiciones casuales, las cuales así pueden dar ller, Alonso e Isard iguran prominentemente en
surgimiento a poderes particulares emergentes. la Nueva Geografía Económica, desde hace tiempo
Por lo tanto, la explicación de las aglomeraciones han desaparecido de la frontera de investigación en
locales, de la diferenciación económica espacial ne- la Geografía Económica. Es precisamente esta des-
cesariamente comprende una explicación directa aparición la que Krugman lamenta. En su Develop-
de los factores contingentes y localmente especíi- ment, Geography and Economic Theory (1995) identii-
cos, así como de los procesos más generales y más ca lo que él llama “las cinco tradiciones perdidas”
profundos. Además, como Cox (1996) y Storper de la Geografía Económica: la teoría alemana de
(1993, 1995) sostienen, los lugares particulares son la localización; la física social (modelos gravitacio-
caracterizados por tipos especíicos de dependen- nales y de potencial); la causación acumulativa; los
cias del camino, y los agentes económicos no sólo modelos de usos y renta del suelo; y las economías
se vuelven rígidos en una vía especial de desarro- externas locales. La razón por la cual éstas langui-
llo, sino también en el propio donde sus poderes decieron, por qué llegaron a ser marginadas, argu-
(dependientes del camino) pueden ser ejercidos. menta, no se debió a que los geógrafos rechazaron
A través del tiempo, diferentes lugares desarrollan la modelización como tal, sino porque no tenían el
diversas redes especíicas de dependencias inter- conjunto de complejos instrumentos matemáticos
irma (tanto mercantiles como no mercantiles), for- que necesitaban para desarrollar más estos mode-
mas institucionales especíicas (incluyendo las le- los. Como señala:
yes del mercado laboral y las formas de las rela-
ciones industriales), y conjuntos especíicos de Uno no puede culpar a los geógrafos por su falla
prácticas económicas, culturales y políticas (como para desarrollar modelos completos de maximiza-
ción y equilibrio, aunque quizá uno puede quejarse
de su falla para entender qué tan estrecho era ese
dos han tendido a converger en torno a metáforas clave,
como inserción, redes y gobernanza (embeddedness, net- ideal de que estaban fallando. Y uno puede enten-
works, governance, respectivamente, n. del t.). der el rechazo de los economistas sobresalientes de
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 253

enturbiar la claridad de esa corriente dominante truir modelos aún más complejos en la ciencia
con los sucios esfuerzos de modelización de los geó- regional matemática de la economía espacial, los
grafos (op. cit., p. 87). geógrafos económicos han volteado a modos dis-
cursivos de teorización y a formas intensivas de
Sin embargo, según Krugman, el alivio está a investigación empírica. Metodológicamente, los
la mano, ya que los desarrollos en la economía ma- geógrafos han abandonado las explicaciones positi-
temática de los últimos años ofrecen la oportunidad vistas en favor de los enfoques realistas, en los que
de revivir estas tradiciones perdidas y de “integrar las explicaciones se construyen desde abajo; fre-
los problemas espaciales a la economía mediante cuentemente dependen de un diálogo estrecho
modelos ingeniosos (preferible pero no necesaria- con agentes individuales y organizaciones, y vincu-
mente míos [sic]) que den sentido a las ideas de los lan este conocimiento local con hechos estilizados
geógrafos de un modo que reúnan los estándares y marcos conceptuales más amplios y generales
de los economistas” (ibid., p. 88). (Clark, 1997, para una discusión de esta meto-
Krugman se equivoca en su explicación de dología).27 En la nueva Economía Geográica, por
las cinco tradiciones perdidas de la Geografía Eco- contraste, el tratamiento matemático conduce el
nómica. En gran parte éstas habían desaparecido enfoque más que la aparente diversidad de los sis-
de la geografía a inales de los setenta, no debido temas económicos. Para los nuevos economistas
a “la falla de los geógrafos para entender qué tan geográicos, la complejidad del paisaje económico
estrecho era el ideal de que estaban fallando”. Más (Krugman, 1994c) es de solución matemática, más
bien, ellos estaban deliberadamente abandonándo- que de particularidad y diicultad empírica.
las por motivos ilosóicos y epistemológicos, como En el centro de las diferencias entre la Geo-
parte del movimiento de gran escala para distan- grafía Económica y la Nueva Economía Geográica
ciarse del positivismo lógico que ocurrió en la Geo- está, por lo tanto, una diferencia fundamental de
grafía en ese entonces. Los modelos teóricos de la visión sobre la teoría y los modos de teorización. La
localización y de la ciencia regional fueron dejados teoría en la Nueva Geografía Económica se asume
de lado no porque las matemáticas de la maximi- que es sinónimo de la construcción de modelos ma-
zación y el equilibrio habían (temporalmente) al- temáticos formales: el método es de demostración
canzado sus límites, ni tampoco porque los geógra- deductiva y matemática. En gran parte de la Geo-
fos no fueran intelectualmente capaces de elaborar grafía Económica, el modo dominante de hacer
esos instrumentos matemáticos, sino precisamente teoría es de persuasión discursiva. Para Krugman,
por la comprensión de que los modelos matemá- tal enfoque no sólo es inferior, sino también auto-
ticos formales imponían severos límites a nuestro engañoso:
entendimiento. Los geógrafos llegaron a interesar-
se más en los paisajes económicos reales, con todas Muchos de aquellos que rechazan la idea de los mo-
sus particularidades, historias complejas y contex- delos económicos están mal informados o son in-
tos locales, y a extasiarse menos con los modelos cluso (quizá inconscientemente) intelectualmente
abstractos de las economías espaciales hipotéticas deshonestos... El problema es que no existe alter-
(Sheppard, 1995).
El punto clave es que el trabajo de los geógra- 27 Desde luego, la exploración de los métodos y

fos económicos y de los nuevos economistas geo- enfoques realistas también ha salido a la supericie en la
economía (Lawson, 1997, para un maniiesto de peso).
gráicos representa géneros epistemológicos y me-
Los métodos realistas discrepan por completo de los mo-
todológicos completamente distintos. Mientras que delos idealistas que apuntalan la economía de la corriente
los economistas geográicos se esfuerzan en cons- dominante.
254 ron martin

nativa para los modelos. Todos pensamos en mo- departamentos de economía, o incluso hablando
delos simpliicados, todo el tiempo. El asunto so- con los economistas […] Ellos pueden hacer un ex-
isticado por hacer no es pretender detenerse, sino celente trabajo, pero éste no informa o inluye la
ser auto-consciente: tener conciencia de que tus profesión económica (Krugman, 1991a, pp. 3-4).
modelos son mapas, más que la realidad […] Algu-
nos de nosotros somos auto-concientes: utilizamos Ésta es una visión extremada y ofensivamente
nuestros modelos como metáforas. Otros […] son condescendiente, que ha recibido un bien merecido
sonámbulos: inconscientemente usan metáforas criticismo de los geógrafos (Hoare, 1992; Johnston,
como modelos […] Los pensadores económicos 1992; Dymski, 1996; Martin y Sunley, 1996a). Bien
que imaginan que han ampliado su visión al aban- podría igualmente argumentarse, desde luego, que
donar el esfuerzo para elaborar modelos simples son los economistas geográicos quienes han falla-
no han hecho tal cosa. Todo lo que realmente han do en hablar con los geógrafos económicos; que la
hecho es usar una alta retórica armonizada para falta de voluntad de los economistas (y no sólo de
ocultar, al menos de ellos mismos, su falta de claro los nuevos economistas geográicos) de leer fuera
entendimiento (Krugman, 1995, pp. 79-80). de los estrechos conines de su propia materia sig-
niica que en gran parte son ignorantes de los prin-
Los geógrafos económicos responderían ar- cipales desarrollos que han estado teniendo lugar
gumentando que el problema nos es si todos nos- en la Geografía Económica e industrial durante la
otros usamos modelos de un tipo o de otro en última década o más.28 Por tanto, encontramos que
nuestras explicaciones (unos cuantos disentirían de en su Development, Geography and Economic Theory
tal visión), sino más bien la naturaleza del modelo (1995), Krugman reiere únicamente dos recientes
que es utilizado. Ellos argumentarían que son los trabajos geográicos importantes: Location in Space
constructores de modelos matemáticos los que se de Dicken y Lloyd (1990) y Regions in Recession and
engañan a sí mismos, al creer que su teorización de- Resurgence (1990) de Chisholm. Otros como Arthur,
ductiva es de algún modo superior, y que los modos Quah, y Barro y Sala-i-Martin no reieren el traba-
discursivos de teorización permiten la construcción jo de geógrafos en absoluto. Krugman va bastante
de mapas o representaciones más ricas de la reali- lejos al destituir la Geografía Económica contempo-
dad. ránea como una “reacción violenta anti-cuantitativa
Lo que de hecho es sorprendente de la Nue- y anti-modelo”. La evidencia, Krugman reclama,
va Geografía Económica es su casi total carencia de “resulta ser la frase post-fordismo: ¡si tu ves eso, sig-
conciencia de cualquiera de los grandes cuerpos de niica que estás tratando con un miembro de la es-
trabajo de los geógrafos económicos. Según Krug- cuela de la regulación inluida por Derrida, geogra-
man, esto es culpa de los geógrafos: fía deconstruccionista!” La idea de que la teoría de
la regulación es deconstruccionista es, desde luego,
La decisión de los economistas internacionales completamente absurda.29 Asimismo, el reclamo
de ignorar el hecho que están haciendo Geografía
Económica no importaría mucho si alguien más 28 Sintomático de esta falta de voluntad para enta-
estuviera ocupado […] viendo la localización y el blar una conversación con los geógrafos económicos es el
comercio dentro de los países. Infortunadamen- hecho de que, hasta donde puedo averiguar, ninguno ha
te nadie lo está haciendo. Ése es, desde luego un sido invitado a unirse a los talleres regulares de la Nueva
Geografía Económica realizados por el CEPER en Lon-
planteamiento injusto. Existen excelentes geógra-
dres y otros lugares.
fos allá afuera […] Sin embargo, los propios geó- 29 Esto no quiere decir que la Geografía Económi-

grafos económicos casi nunca se encuentran en los ca (y la Geografía Humana de manera más general) han
El nuEvo “giro gEográfiCo” En EConomía 255

de Krugman de que la capacidad de discernimien- tizados por los economistas heterodoxos —como el
to de los geógrafos necesita en cualquier caso ser aprendizaje y la innovación tecnológicos, la regula-
retrabajada (a través de modelos ingeniosos) para ción social y cultural, la evolución institucional, y la
“reunir los estándares de los economistas” es igual- dependencia del camino— también tienen dimen-
mente arrogante. Que los economistas matemáticos siones locales y regionales signiicativas. Tal y como
tienen tal monopolio de los estándares teóricos o los geógrafos económicos han encontrado útiles las
analíticos puede ser desaiado indudablemente en ideas y conceptos de la economía heterodoxa en sus
gran medida. explicaciones del desarrollo regional, también los
Sobre esta base, las perspectivas del tipo de economistas heterodoxos podrían aprender mucho
conversación esperada por Krugman no parece- del trabajo de los geógrafos económicos.
rían particularmente alentadoras: un diálogo de
sordos parece más probable. Esto no quiere decir
que no existe ámbito alguno en absoluto para un ConClusionEs
intercambio útil entre los dos campos. De los di- un Caso dE idEntidad ErrónEa
ferentes modelos y teorías que integran la Nueva
Economía Geográica, los modelos de crecimiento Para la vasta mayoría de economistas existen sólo
endógeno urbanos y regionales, que al menos pare- dos niveles en los cuales operan los procesos econó-
cen incorporar alguna conciencia de la naturaleza micos y en los que se requiere exposición teórica: el
localmente especíica de las derramas tecnológicas, nivel micro de irmas, individuos y hogares, y el ni-
la formación de capital humano y del aprender vel macro de estados nación. Estos dos niveles cons-
haciendo, parecería que ofrecen algunas posibili- tituyen la economía. En realidad, la vida económica
dades para una fertilización cruzada de ideas en- se conduce en y a través del espacio (local, regional,
tre los economistas y los geógrafos. Pero es entre la nacional y global): es organizada geográicamente
Geografía Económica y las diferentes ramas de la y esta organización espacial tiene una importancia
economía no ortodoxa (como la economía kaldo- crucial sobre la manera en que la economía funcio-
riana, post-keynesiana, social, institucional y evolu- na, sobre el desempeño de las irmas individuales y
tiva) que existen más ámbitos útiles para el diálogo. sobre el bienestar de los hogares individuales. No
Hasta ahora, los economistas no ortodoxos parecen se trata simplemente de reconocer que los meca-
haber estado incluso menos interesados en el espa- nismos del desarrollo económico, del crecimiento y
cio, el lugar y la localización, que los economistas del bienestar operan desigualmente a través del es-
ortodoxos de la corriente dominante. Sin embar- pacio, sino que esos mecanismos están en sí mismos
go, como los geógrafos lo están mostrando, si las espacialmente diferenciados y en parte geográi-
economías de escala surgen primariamente a escala camente constituidos; es decir determinados por
local y regional, del mismo modo los procesos enfa- condiciones sociales, culturales e institucionales de-
pendientes de la escala y localmente variables. Ésta
permanecido inmunes al giro post-moderno deconstruc- es la materia de la Geografía Económica propia-
cionista que rápidamente se ha expandido en gran parte mente dicha. La pregunta planteada por Lösch
de las Ciencias Sociales en los últimos años. No han sido
menos afectadas que otras disciplinas. Pero sostener que hace tantos años de cómo se integra la economía
la Geografía Económica teórica regulacionista es decons- en el espacio no puede ser respondida por las so-
truccionista, es revelar una falta de comprensión de la luciones geométricas abstractas de los modelos
teoría de la regulación. Esta última es precisamente el
matemáticos y formales de la localización, ni tam-
tipo de meta-narrativa que los postmodernistas rechazan.
Existen versiones keynesianas y marxistas de economía poco tratando a las economía locales y regionales
política regulacionista (Boyer, 1990). como si fueran simplemente casos especiales en
256 ron martin

proporción reducida de los procesos macro-econó- para moverse hacia el mundo de la política (Puga,
micos, o simples agregaciones de comportamientos 1996, 1997). Esta perspectiva debe ser vista con
micro-económicos. consternación. La ciencia regional, como algunos
Aunque los nuevos economistas geográi- de sus exponentes actualmente admiten de mane-
cos deben, supongo, ser aplaudidos por querer ra abierta, no ha tenido mucho impacto en —o en
persuadir a sus colegas de que el espacio importa efecto relevancia— para los problemas políticos. En
(Krugman, 1991a, p. 8), sólo hay una conclusión su exposición actual, parece poco probable que la
a extraer de esta revisión: su versión (y visión) de Nueva Geografía Económica mejore el historial de
la Geografía Económica es un caso equivocado de la ciencia regional. Los modelos abstractos vincula-
identidad. Krugman tiene razón al sostener que dos con el paisaje económico real por los hilos em-
los economistas deben empezar a hacer Geografía píricos y conceptuales más delgados, en mi opinión,
Económica debido al laboratorio intelectual y empí- no ofrecen material particularmente convincente o
rico que provee. Pero esa tarea aún queda por ser tranquilizador a partir del cual urdir prescripcio-
realizada, pues lo que ellos han estado trabajando nes políticas.
no es Geografía Económica, sino una ciencia regio-
nal y una economía regional renovadas. Y como la
ciencia regional, la Nueva Geografía Económica rEfErEnCias bibliográfiCas
contiene muy poca región y demasiada matemática.
Los geógrafos han sido debidamente críticos, por lo
tanto, de las reivindicaciones hechas sobre la nove- Acs, Z., D. Audretsch y M. Feldman (1993), “Inno-
dad y el signiicado de la Nueva Geografía Econó- vation and R&D Spillovers”, documento de
mica (Dymski, 1996; Martin y Sunley, 1996a). trabajo, núm. 865, Centre for Economic Per-
Es posible criticar a la Nueva Geografía Eco- formance, London School of Economics.
nómica tanto desde afuera —es decir desde el pun- Amin, A. (ed.) (1994), Post-Fordism: A Reader,
to de vista de la Geografía Económica propiamente Oxford, Blackwell.
dicha— como desde adentro, desde la posición de __________ y N.J. Thrift (1995), “Institutional Issues
otras formas (no dominantes) de la economía. El for the European Regions: from Markets and
mismo Krugman está consciente de estas fuentes Plans to Socioeconomics and Powers of Asso-
de criticismo: como ha comentado, “estoy tenien- ciation”, Economy and Society, vol. 24, pp. 41-66.
do un tiempo terrible con mi trabajo actual sobre __________ (1994), “Living in the Global”, en Amin,
Geografía Económica; los árbitros me dicen que es A. y N.J. Thrift (eds.), Globalization, Institutions
obvio, que es incorrecto y que en resumidas cuen- and Regional Development in Europe, Oxford,
tas ya lo dijeron hace años” (en Gans y Shepherd, Oxford University Press.
1994, p. 178). Su estilo sumamente auto-seguro, __________ (1992), “Neo-Marshallian Nodes in
reconoce, ha comunicado una impresión de “qui- Global Networks”, International Journal of Ur-
zás reclamar más originalidad de la que realmen- ban and Regional Research, vol. 16, pp. 511-587.
te tengo” (op. cit.). A pesar de estos criticismos, sin Antonelli, C. (1994), “Technology Districts, Locali-
embargo, el movimiento sigue prosperando, con sed Spillovers and Productivity Growth: the
más y más artículos teórico-matemáticos sobre la Italian Evidence on Technological Externa-
localización industrial, la aglomeración espacial y lities in Core Regions”, International Review of
el crecimiento regional. De modo más inquietan- Applied Economics, vol. 18, pp. 18-30.
te aún, quizás, es que algunos partidarios sienten __________ (1990), “Induced Adoption and Ex-
que el campo está ahora suicientemente avanzado ternalities in the Regional Diffusion of Infor-
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La Nueva Geografía Económica a discusión
Una mirada crítica desde la Geografía Económica angloamericana

Julio guadarrama garCía


Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias /unam

La investigación en la economía dominante tiende a estar caracterizada por


un ciclo de altibajos: cuando surge un nuevo conjunto de ideas, existe una ola
de entusiasmo conforme aparecen nuevas fronteras de investigación, seguidas
por un sentido de decepción cuando los límites de las nuevas ideas llegan a ser
visibles. La Nueva Geografía Económica ha efectivamente seguido este patrón.
En los primeros años, los economistas estaban entusiasmados por la compren-
sión de que toda una área nueva e importante, que había estado descuidada,
estaba ahora abierta al pensamiento sistemático, y al menos algunos geógrafos
tradicionales tuvieron la sensación de que al in su campo estaba recibiendo la
atención que merecía. Ha llegado a ser maniiesto, sin embargo, que mientras
los nuevos modelos de la nueva geografía por primera vez hacían posible la
incorporación de consideraciones espaciales en modelos suicientemente rigu-
rosos para llegar a formar parte del canon analítico, esos modelos son dema-
siado simples y muy estilizados para reproducir bien la Geografía Económica
real del mundo. Y para aquellos que son escépticos de la modelación formal en
cualquier caso —un grupo que incluye muchos geógrafos— esta revelación de
las limitaciones del modelo puede conirmar su opinión.
En particular, hacemos notar que la Nueva Geografía Económica, como
la vieja teoría del comercio, sufre hasta cierto grado la tentación de centrarse en
lo que es más sencillo de modelizar, en lugar de lo que es probablemente más
importante en la práctica.
Hace mucho tiempo Marshall (1890) sugirió tres razones principales para
la localización industrial, que en la terminología moderna ahora describiríamos
como encadenamientos hacia adelante y hacia atrás, mercados densos para ha-
bilidades especializadas y derramas tecnológicas; la Nueva Geografía en efec-
to considera sólo una de estas razones, la que podríamos decir que es menos
importante en la práctica —pero más sencilla de formalizar— que las otras. Y
desde luego, los modelos unidimensionales o de dos localizaciones no pueden
hacer justicia a la Geografía de un mundo amplio y tridimensional (Krugman,
2000, pp. 58-59)

introduCCión de referencia el artículo publicado hace poco más de


una década por el geógrafo británico Ron Martin
En este ensayo se expone un panorama crítico de la (1999) en el Cambridge Journal of Economics, cuya
Nueva Geografía Económica, tomando como punto traducción íntegra al español antecede este docu-

[265]
266 Julio guadarrama garCía

mento. El ensayo consta de tres partes. En la pri- tualmente se basan. En el caso de los modelos de
mera se reseñan las principales críticas que Martin rendimientos crecientes y aglomeración espacial
hace a los exponentes más destacados de la Nueva de la actividad económica, por ejemplo, con fre-
Geografía Económica o Economía Geográica. En cuencia se minimiza o ignora el papel de varios as-
la segunda abordamos algunos aspectos de carácter pectos que pueden inluir en la distribución espacial
contextual que no están suicientemente desarro- de la actividad económica, tales como la infraestruc-
llados en el artículo de Ron Martin, con el objeti- tura local, las instituciones locales y los arreglos re-
vo de entender mejor su mirada crítica, en par- gulatorios, la inversión y el gasto estatal y federal, la
ticular se examina la Nueva Geografía Económica inversión extranjera, la competencia global, la cul-
a la luz de la historia del pensamiento geográico. tura local, la innovación tecnológica, las estrategias
Y en la última presentamos algunos comentarios de las grandes corporaciones multinacionales, la es-
generales. tructura y segmentación de los mercados laborales
o la movilidad espacial de la población en sus dife-
rentes expresiones (migración interna e internacio-
1. la nuEva gEografía EConómiCa nal, movilidad cotidiana y movilidad residencial en
y sus CrítiCos el caso de grandes metrópolis). La relevancia de to-
dos estos aspectos para explicar la aglomeración de
El artículo de Ronald Martin se suma a las críticas la actividad económica, a menudo es opacada por
que varios geógrafos anglosajones (Dymski, 1996; la importancia que la Nueva Geografía Económica
Johnston, 1992; Hoare, 1992; Martin y Sunley, asigna a dos factores: los costos de transporte y la
1996) hicieron durante los años noventa al conjun- (in)movilidad del trabajo.
to de trabajos elaborados bajo la rúbrica de la Nue- Por otro lado, los estudios que se han ocupa-
va Geografía Económica (ngE), movimiento en el do de la convergencia económica de las regiones
que destacan varios economistas prestigiosos como en el largo plazo también presentan importantes
Paul Krugman —premio Nobel de Economía en limitaciones, pues la mayoría de ellos han analizado
2008— Brian Arthur, Anthony Venables, Robert este fenómeno únicamente desde la perspectiva del
Barro, Xavier Sala-i-Martin, Danny Quah, Olivier ingreso o el producto per cápita. En mi opinión,
Blanchard. esta perspectiva unidimensional de la convergencia
La crítica que Ron Martin elaboró en 1999 omite por completo, por ejemplo, el amplio deba-
está organizada en dos niveles: primero muestra las te sobre desarrollo humano impulsado por el Pro-
limitaciones de lo que él considera que son los dos grama de las Naciones Unidas para el Desarrollo
programas principales de investigación de la Nueva (pnud) desde 1990. El Primer Informe Sobre Desa-
Geografía Económica (ngE), es decir la aglomera- rrollo Humano del pnud, como lo recuerda veinte
ción espacial de la actividad económica y la conver- años después el Premio Nobel de Economía, Amar-
gencia del crecimiento regional; y después examina tya Sen, cuyo trabajo sobre desarrollo económico
los principales fundamentos teóricos y epistemoló- inluyó de manera signiicativa el ideario del pnud,
gicos sobre los que se erige ese enfoque. Aquí abor- tuvo un profundo efecto en la manera de consi-
daremos brevemente el primer punto y el segundo derar el progreso social entre las autoridades, los
será examinado en el siguiente apartado. funcionarios públicos, los medios de comunicación,
Entre las principales limitaciones que se advier- los economistas y otros cientíicos sociales. En lugar
ten en ambos programas de investigación deben de concentrarse en unos pocos indicadores tradi-
destacarse los numerosos elementos que a menudo cionales del progreso económico (como el producto
omite la modelación matemática en la que habi- interno bruto per cápita), el concepto de desarrollo
la nuEva gEografía EConómiCa a disCusión 267

humano proponía examinar sistemáticamente una integrado por los activos naturales de una ciudad-
gran cantidad de información sobre cómo vive el región: granjas, riberas lacustres, bosques, pesque-
ser humano en cada sociedad y cuáles son las liber- rías, cuya utilización es tanto para la producción
tades básicas de las que disfruta (pnud, 2010, p. vi). como para la recreación. Estrechamente relaciona-
Es conveniente recordar, como lo hace Sen, do con la base natural de los recursos se encuentra
que el enfoque del desarrollo humano fue una res- el sexto grupo de activos que comprende los de ca-
puesta a la creciente insatisfacción con las medicio- rácter medioambiental, donde destacan los elemen-
nes económicas estándar; que en el marco del pnud tos del entorno físico que son esenciales para la vida
se elaboró un paradigma alternativo con la cons- misma, tales como el aire, el agua y la capacidad del
trucción del Índice de Desarrollo Humano (idh), suelo para soportar asentamientos humanos de alta
el cual considera la longevidad, la educación bási- densidad. El séptimo y último grupo de activos es
ca y el ingreso mínimo necesario para vivir; y que la calidad de la infraestructura urbana, que inclu-
este índice logró hacer justo lo que se esperaba de ye todas las instalaciones y equipamientos para el
él: operar como un indicador simple similar al pib, transporte, la energía, las comunicaciones, el sumi-
pero sin dejar de lado todo lo que no fuera ingre- nistro de agua, el alcantarillado y la disposición de
so y bienes de consumo. Sin embargo, es necesario desechos sólidos, que típicamente consumen una
aclarar, como lo sugiere dicho autor, que la enor- gran proporción del presupuesto de una ciudad.
me amplitud del enfoque del desarrollo humano Friedmann sostiene que la riqueza real no se mide
no debe confundirse, como sucede a veces, con el por el crecimiento del producto regional, una es-
estrecho rango del idh (op. cit.). tadística simple que esconde más de lo que revela,
Otra manera de estudiar la riqueza de las ciu- y que se requieren diferentes tipos de datos duros
dades y las regiones, que también contrasta con la para evaluar el estado de riqueza de una región,
visión unidimensional de la convergencia regional, datos que deben ser colectados distrito por distri-
la ofrece John Friedmann (2007). El reconocido to o incluso vecindario por vecindario, para reve-
experto en planiicación del desarrollo urbano y lar las signiicativas variaciones a través del espacio
regional propone en este documento que la verda- (Friedmann, 2007, pp. 5-13).
dera riqueza de las ciudades-región se genera por Aunque con otras palabras, Ron Martin expre-
el desarrollo endógeno en el largo plazo de siete sa lo mismo al sostener que existen pocos esfuerzos
grupos de activos regionales. Encabezando la lista en la Nueva Geografía Económica para evaluar si
están los activos humanos, es decir la gente, la cali- ciertos mecanismos del crecimiento endógeno son
dad de su vida y del modo de ganársela. El segundo más importantes que otros (pensemos, por ejem-
activo de una región es su sociedad civil organizada, plo, en los siete grupos de activos que Friedmman
o sea las múltiples actividades de auto-organización reiere), o si es que diferentes mecanismos operan
de los ciudadanos locales. El tercer grupo de activos en diferentes regiones. Además, señala una enorme
comprende la herencia del entorno construido de paradoja que amerita una buena dosis de relexión
una región, así como la particularidad y vitalidad teórica y empírica: la convergencia del ingreso agre-
de su vida cultural. El cuarto grupo está confor- gado regional no supone necesariamente la dis-
mado por los activos intelectuales y creativos, que minución de las desigualdades socio-espaciales en
son la calidad de sus universidades e institutos de muchas ciudades y regiones del planeta. El enfoque
investigación, sus artesanos y artistas, intelectuales del desarrollo humano y el de activos regionales,
y cientíicos, músicos y escritores, poetas y cineas- por lo tanto, plantean muchas preguntas y desafíos
tas, actores y bailarines, quienes personiican el po- a la manera tradicional de teorizar y analizar empí-
der creativo de una región. El quinto grupo está ricamente la convergencia regional.
268 Julio guadarrama garCía

Además de las limitaciones que Martin advier- evidente, por lo tanto, que el rigor matemático de
te en los dos ejes principales de investigación de la la Nueva Geografía Económica no compensa ni sus-
Nueva Geografía Económica, también plantea serias tituye su falta de rigor investigativo para reconocer
dudas sobre la novedad e identidad geográica de las contribuciones que otros enfoques han hecho
tal enfoque. La ausencia de su novedad la atribuye al tema, que reclama como materia de estudio (la
al hecho de que sus creadores reinventaron y reuti- aglomeración espacial y la convergencia regional de
lizaron, mediante procedimientos matemáticos más los ingresos en el largo plazo), lo que le atribuye
soisticados, muchos de los fundamentos del análisis una deiciencia de origen al sustentar su novedad
espacial y de la ciencia regional desarrollados desde en temáticas que han sido trabajadas desde hace va-
los años cincuenta del siglo xx. Pero también la aso- rias décadas por diferentes especialistas (geógrafos,
cia a su desconocimiento de la literatura escrita en las sociólogos o incluso economistas que no se inscri-
últimas décadas por geógrafos que se distanciaron ben en la corriente dominante), y en su identidad
de lo que Krugman considera las cinco tradiciones geográica, sin haber establecido discusión alguna
perdidas en la Geografía Económica,1 así como de con los principales exponentes de la Geografía Eco-
la producida por un grupo de economistas italianos nómica, debido a su visión estrecha de esta subdis-
que siguieron un enfoque neo-marshalliano para ex- ciplina.
plicar la formación de distritos industriales en Italia. Pero la crítica de Ron Martin no sólo evidencia
Además, aunque Martin omite mencionarlo, los ex- las limitaciones del poder explicativo de los modelos
ponentes de la Nueva Geografía Económica también de la Nueva Geografía Económica, sino que además
dejaron de lado las contribuciones generadas desde pone a discusión de manera indirecta la tradición
la sociología urbana para analizar las nuevas tenden- cientíica en la que se basa. Aunque los principa-
cias de aglomeración y centralización de un conjun- les exponentes de este movimiento argumentan y
to de industrias de alta tecnología y de servicios a la sostienen que sus enfoques e instrumentos de aná-
producción en grandes metrópolis, asociadas con el lisis los distancian del mainstream en Economía (es
funcionamiento de la economía global desde inales decir de la Economía neoclásica) —al sostener que
de los años ochenta (Castells, 1989 y Sassen, 1991). los rendimientos crecientes, las economías de escala
La omisión de estos estudios abona elementos y la competencia imperfecta son más importantes
para justiicar y ampliar la crítica que Ron Martin que los rendimientos constantes, la competencia
hace a la Nueva Geografía Económica, pues son es- perfecta y la ventaja comparativa— la verdad es
tudios realizados en los propios países de esa co- que sus procedimientos teóricos y metodológicos,
rriente de pensamiento, a veces hasta en sus mis- así como su concepción ontológica y epistemológica
mas universidades y, por supuesto, en su misma sobre el espacio, el tiempo y la sociedad, la ubican
lengua, aspecto este último que a veces se esgrime en la misma tradición cientíica y ilosóica de la que
para justiicar el desconocimiento de cierta litera- aparentemente pretenden distanciarse, es decir en
tura debido a barreras lingüísticas y culturales. Es el neopositivismo.

1 El reclamo que Krugman hace para recuperar


las cinco tradiciones perdidas en la Geografía (las teorías Económica, sino que además ignora el hecho de que ese
alemanas de la localización; la física social —modelos gra- pluralismo fue la respuesta del pensamiento crítico y hu-
vitacionales y de potencial—; la causación acumulativa; manista al monismo metodológico de esas tradiciones. La
modelos de usos y rentas del suelo; y economías externas agenda de investigación, junto con el espectro teórico y
locales) no sólo muestra un desconocimiento del plura- metodológico que actualmente comprenden los estudios
lismo epistémológico, teórico y metodológico que se ha de Geografía Económica son bastante más amplios de lo
desarrollado desde hace tres décadas en la Geografía que supone la Nueva Geografía Económica.
la nuEva gEografía EConómiCa a disCusión 269

2. la nuEva gEografía EConómiCa vocó una signiicativa metamorfosis en la disciplina


a la luz dE la Historia a mediados del siglo xx, pues la ortodoxia impe-
dEl pEnsamiEnto gEográfiCo rante en ese entonces en el pensamiento geográico
—que defendía una epistemología inductiva, orien-
La crítica a la Nueva Geografía Económica puede tada a la descripción, la síntesis y la diferenciación
fundamentarse y entenderse mejor si se ubica en el zonal de las regiones— sucumbió a la fuerza y al
contexto de tres discusiones relevantes que remiten prestigio que para ese entonces ya había ganado la
a la historia del pensamiento geográico. La prime- idea sobre la necesidad de construir una nueva
ra de ellas tiene que ver con el debate epistemoló- geografía teórico-deductiva, orientada a la búsque-
gico que sostuvieron durante la primera mitad del da de leyes de localización y de orden espacial. A
siglo xx los principales exponentes de los enfoques consecuencia de lo anterior, las posiciones ideográ-
ideográicos y nomotéticos en la Geografía, es decir icas gradualmente fueron quedando relegadas en
entre la geografía regional tradicional y la geogra- los ámbitos académicos hacia inales de los años cin-
fía cuantitativa. La segunda discusión remite a los cuenta, dejando el camino abierto a un conjunto de
años setenta y ochenta; comprende los debates que metodologías cuantitativas que conigurarían una
varios geógrafos humanistas y críticos iniciaron con nueva ortodoxia centrada en el análisis espacial.3
los exponentes de la nueva geografía cuantitativa Vale destacar que el ideario de la geografía
que se consolidó e institucionalizó como nueva or- cuantitativa se construyó a partir de una crítica fun-
todoxia después de la Segunda Guerra Mundial en dada a la epistemología ideográica, sobre la que se
varios países anglosajones y escandinavos. Y la ter- ediicó la geografía regional tradicional. Esa crítica
cera comprende el establecimiento de un ambiente sigue vigente desde nuestro punto de vista, particu-
intelectual sumamente plural en la Geografía Eco- larmente en lo que se reiere a dos ideas muy po-
nómica, en el cual justamente surge la Nueva Geo- lémicas y rebatibles, que fueron desarrolladas por
grafía Económica. Kant desde mediados del siglo xviii, reairmadas y
defendidas por Hettner a inales de 1920, y recupe-
radas por Hartshorne diez años después. Nos refe-
2.1 La disputa entre los enfoques ideográicos rimos en primer lugar a la idea de que la Geografía
y nomotéticos en Geografía: el nacimiento y auge y la Historia mantenían una posición particular (o
de la revolución cuantitativa excepcional, para utilizar el término de Schaefer)
respecto de otras ciencias; y en segundo término, a
La pugna epistemológica que se desarrolló entre las la idea de que ambas disciplinas estudian fenóme-
visiones ideográicas y nomotéticas en la Geogra- nos heterogéneos, irrepetibles y únicos, bien en el
fía —expresada en las discusiones entabladas entre tiempo o en el espacio, de manera que se enfrentan
Hartshorne (1939 y 1955) y Schaefer (1953)2— pro- con el problema de explicar lo único y, por consi-

2 La obra clásica de Fred K. Schaefer (1953) “Ex-

cepcionalism in Geography” fue publicada en la revista fía desarrollaron posteriormente. En su importante obra
Annals of the Association of American Geographers, y en ella Theoretical Geography (1962), el sueco William Bunge uti-
se resume en gran medida esta pugna epistemológica. lizó ampliamente las ideas de Schaefer y puede decirse,
Esta obra fue traducida al castellano y publicada como li- sin exagerar, que es en su trabajo donde la escuela cuanti-
bro por el geógrafo español Horacio Capel Saez en 1971, tativista anglosajona y escandinava encontraron una parte
quien también elaboró un estudio introductorio a la mis- de sus principios teóricos” (Capel en Schaefer, 1980, p. 10).
ma, en el cual airma que Schaefer “planteó con claridad 3 Principalmente en Norteamérica y Escandinavia,

y decisión la mayor parte de los problemas epistemológi- pues en Gran Bretaña, Francia y Alemania las oligar-
cos que las más destacadas iguras de la Nueva Geogra- quías académicas aianzadas en la ortodoxia ideográica
270 Julio guadarrama garCía

guiente, no pueden tratar de buscar leyes, ya que ter Isard de la Universidad de Pennsylvania expre-
éstas no existen para lo único. Ambas ideas son las só una creciente insatisfacción con la aproximación
que Schaefer atacó de manera frontal en su artícu- de los economistas al mundo, como un mundo “sin
lo, considerando que la renuncia a la búsqueda de dimensiones espaciales” y crearon una disciplina hí-
leyes y la resignación a la simple descripción y com- brida, combinando elementos de la Economía con
prensión de los fenómenos es lo que da a la Geo- elementos de la Geografía. El objetivo central de
grafía su carácter no cientíico (Capel en Schaefer, esta ciencia regional híbrida fue re-escribir la teoría
1980, pp. 10-11; Uribe, s/f, pp. 2-3). neoclásica del equilibrio competitivo, en términos
Schaefer fue la primera voz en oponerse de coordenadas espaciales, de manera que todas las
abiertamente a la geografía regional tradicional variables de precios, oferta y demanda podrían ser
impulsada por Hartshorne, y quien sentó las bases expresadas como una función explícita de localiza-
para desarrollar una Geografía sistemática, siguien- ción. Ambos movimientos recuperaron la tradición
do la lógica y los códigos de conducta del neoposi- alemana de las teorías de la localización, así como
tivismo. Basándose en una concepción ontológica las teorías sobre polos de crecimiento regional que
del espacio como espacio absoluto y abstracto —que desarrollaron algunos economistas franceses de la
se oponía al espacio concreto de la geografía ideo- época.
gráica— el neopositivismo desarrolló la Geografía Así, la nueva geografía cuantitativa y la ciencia
como ciencia espacial, intentó el reconocimiento de regional se fusionaron desde sus inicios para formar
leyes funcionales, de relaciones causales y de corre- una amalgama intelectual enfocada en identiicar
laciones. Al combinar teorización, uso de modelos y las regularidades de la economía espacial neoclási-
comprobación de hipótesis mediante procedimien- ca, aunque debe señalarse que la coexistencia entre
tos especulativos sucesivos, difundió la elaboración ellas no siempre fue pacíica (Scott, 2000, pp. 21-23;
de modelos normativos de organización y de com- Barnes, 2000, pp. 21-24).4
portamiento de fenómenos en el espacio (Barnes, En opinión de Scott, el análisis espacial y la
2000, p. 21; Uribe, s/f, p. 3). ciencia regional alcanzaron su cenit en Norteamé-
Esta nueva geografía cuantitativa, centrada en rica durante los años sesenta y principios de los
el análisis espacial, loreció durante el largo perio- setenta. En ese periodo produjeron un cuerpo de
do de la segunda posguerra, y a ello contribuyó de escritos de excepcional soisticación metodológica
manera signiicativa William Garrison y un destaca- y calidad intelectual, sobre virtualmente cualquier
do grupo de sus estudiantes del Departamento de aspecto concebible de las maneras en que el espacio
Geografía de la Universidad de Washington, entre y los mercados interactuaban para producir patro-
quienes principalmente destacaban William Bunge, nes de desarrollo urbano y regional. El trabajo en la
Brian Berry, Michael Dacey, Richard Morrill, John Geografía Económica de ese entonces se caracterizó
Nystuen, Arthur Getis, Waldo Tobler y Donald por la continua elaboración de metodologías y len-
Hudson (Goodchild, 2008, p. 5). Casi de manera si- guajes cuantitativos, y por una creciente literatura
multánea, un grupo de economistas en torno a Wal- ilosóica. Algunas obras clave de ese periodo que

bloquearon y retrasaron el cambio hasta los años sesenta 4 Ron Martin reiere la antigua tradición alemana

y setenta (Scott, 2000, p. 20). En el caso de México, el pro- en la teoría de la localización del equilibrio y su evidente
ceso se retrasó aún más y no fue sino hasta los años ochen- inluencia en el origen de la Geografía Económica y de la
ta cuando el ideario de la revolución cuantitativa tuvo ciencia regional, pero no menciona el importante movi-
cierta difusión con la traducción al español de algunas de miento que representó la geografía cuantitativa entre los
las obras clave de ese movimiento. años cincuenta y sesenta del siglo XX.
la nuEva gEografía EConómiCa a disCusión 271

ejempliican lo anterior, y en las que puede apre- la mano con el auge de las ideas sobre los beneicios
ciarse de manera incontrovertible que el positivis- del progreso, el desarrollo económico y la tecnolo-
mo fue el fundamento ilosóico para hacer de la gía, que caracterizó al periodo de la segunda pos-
Geografía una disciplina cientíica, son las elabora- guerra del siglo xx, su crítica no sólo fue producto
das por Bunge (1962), Haggett (1966), Chorley y de la creciente insatisfacción que varios movimien-
Haggett (1967) y Harvey (1969). tos intelectuales experimentaron con los principios
¿Qué enseñanzas y lecciones deja esta fase del básicos que el neopositivismo había impuesto a las
pensamiento geográico para la “Nueva” Geografía Ciencias Sociales —en particular la proclamada
Económica? En primer lugar, que no es un movi- neutralidad de la Ciencia, la hegemonía del méto-
miento de ideas genuinamente novedosas, pues exis- do cientíico y el uso del lenguaje matemático como
te toda una tradición cuantitativa y de sistematización garantía y prueba de cientiicidad— sino también
en la Geografía que se remonta a los años cincuenta del entorno que coniguraron la Guerra Fría y la
del siglo pasado, que curiosamente también se auto- guerra de Vietnam; de los problemas de pobreza y
denominó nueva geografía. Segundo, que la lógica desarrollo en el Tercer Mundo; de los movimientos
de la modelación matemática tiene sus fundamentos estudiantiles en Francia, Estados Unidos, México y
epistemológicos en el neopositivismo. Tercero, que di- Checoslovaquia; de las reivindicaciones ecologistas;
cho movimiento retomó la ontología de la economía y de la crisis de la economía-mundo capitalista en
neoclásica. Y inalmente, que puede identiicarse cla- 1973. Todo esto contribuyó a que diferentes movi-
ramente un vínculo ilosóico, epistémico, ontológico mientos del pensamiento humanista y radical plan-
y metodológico entre la nueva geografía (cuantitati- tearan cuestionamientos claves a la nueva ortodoxia
va, sistemática o analítica) que se desarrolló duran- cuantitativa y propusieran cambios en sus objetivos,
te los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, y el enfoques, procedimientos analíticos y temáticos.
movimiento autodenominado Nueva Geografía Eco- En realidad, las primeras voces discrepantes
nómica o Nueva Economía Geográica que varios con el positivismo lógico surgieron desde los años
economistas desarrollaron durante la última déca- sesenta con la geografía de la percepción, movi-
da de ese siglo y la primera del xxi. Estos vínculos miento inluido por el conductismo (behaviorism) y
o inluencias son los que llevan a Martin a airmar la psicología experimental, que intentó desarrollar
que muchos geógrafos tienen una sensación de déjà una concepción ontológica más matizada de la so-
vu respecto a la Nueva Geografía Económica, y que ciedad basada en el homo oeconomicus de la economía
Scott no sólo coincida con él en la idea de que este neoclásica (individuos atomizados, maximizadores
enfoque puede ser mejor visto como una continua- de utilidad, omniscientes, atrapados en mercados
ción del análisis espacial y la ciencia regional, sino competitivos), ampliamente utilizada en el análisis
que además sugiera que deberíamos llamarlo “nue- espacial y en la ciencia regional.
va” ciencia regional (Martin, 1999, p. 70; Scott, 2000, Este movimiento puso énfasis en el papel de
p. 23). la acción humana, en la conducta de los individuos
en el espacio y en la manera como tomaban deci-
2.2 La crítica del pensamiento humanista siones, y argumentó que las estructuras espaciales y
y radical a la geografía cuantitativa los patrones locacionales no se explicaban solamen-
te por estrategias individuales de maximización del
Las revoluciones en el campo de las ideas no están ingreso o por determinaciones únicas claramente
disociadas de las transformaciones culturales, socio- predecibles, sino que el comportamiento económi-
políticas, económicas y tecnológicas que caracteri- co podía ser analizado de manera más convincente
zan a una época. Si la revolución cuantitativa fue de a partir de las nociones de racionalidad delimitada,
272 Julio guadarrama garCía

de las formas de satisfacción que generaban las de- tribuyeron las limitaciones de la nueva geografía
cisiones y de comportamientos estocásticos. Sin em- para dar cuenta de las grandes fuerzas estructura-
bargo, con el tiempo se vería que la metodología de les que pusieron in al largo periodo de crecimiento
la geografía de la percepción era muy similar a la industrial y económico que tuvo lugar durante la
de la Geografía Económica neoclásica que supues- posguerra, que produjeron altas tasas de inlación
tamente pretendía suplantar, además de que tam- y desempleo, y que transformaron y reestructura-
poco se oponía a la visión ontológica de la sociedad ron las principales regiones urbano-industriales de
basada en individuos atomizados (Scott, 2000, pp. Norteamérica y Europa Occidental. Esa incapa-
23-24; García Ballesteros, 1998, pp. 14-16). cidad del análisis espacial y de la ciencia regional
Si bien es cierto que el conductismo fue un para explicar estos y otros muchos fenómenos y
breve interludio en la historia de la Geografía Eco- procesos de esa década llevó a una crítica razona-
nómica como lo reiere Scott, también es verdad da de su aparato teórico-conceptual y de sus bases
que a partir de los años setenta la Geografía Hu- epistemológicas. Así, se sometieron a escrutinio sus
mana se abrió a un amplio y heterogéneo campo concepciones dominantes del espacio, de los proce-
de estudio para analizar el espacio a través de la sos sociales y de la relación entre éstos y las formas
percepción de los individuos. En sus versiones más espaciales, sus proposiciones teóricas especíica-
elaboradas, que con el tiempo se distanciaron clara- mente referidas a las leyes que regulan la organi-
mente de la conceptualización del espacio absoluto zación territorial y su utilidad política. Sin tratar de
que heredó el neopositivismo, se abrieron nuevas ser exhaustivos, esas críticas se centraron principal-
líneas de investigación que se inspiraron principal- mente en los siguientes puntos:
mente en el existencialismo y en la fenomenología
para considerar al espacio como espacio subjetivo y,
por ende, para estudiar geografías interpersonales a. La fuerte inluencia que la geografía
e intersubjetivas de los grupos humanos, donde sig- cuantitativa tuvo de la física al considerarla
niicados, valores o ideologías comunes se integra- como ciencia modelo, en su afán por encontrar
ban y asociaban a la identidad de un lugar (Uribe, leyes generales de localización y distribución
s/f, pp. 4-6). Obras como las de Tuan (1974), Butti- de fenómenos físicos y humanos en el espacio
mer (1969, 1976 y 1980), Entrikin (1976) y Esteba-
nez (1979) contribuyeron no sólo a abrir el estudio Esto se debió en gran medida al prestigio que por
de las subjetividades en la disciplina, sino también asociación a la Física ganó la Geografía (Taylor,
al uso de metodologías cualitativas a partir de esa 1977), y por su afán de superar “el complejo” de no
década (García Ballesteros, 1998). cientiicidad que le había heredado la epistemolo-
Pero la crítica más incisiva a la revolución gía ideográica. El uso de metodologías y de metá-
cuantitativa surgió desde adentro, es decir con el foras inspiradas en la física y en la mecánica celeste,
paradójico giro que algunas de sus iguras más pro- como fue el caso por ejemplo de los modelos gravi-
minentes dieron hacia el pensamiento radical al tacionales, o el de umbral y alcance de un bien, no
inicio de los años setenta, entre las que principal- consideraron ni reconocieron las coordenadas irre-
mente destacaron David Harvey (1972, 1973, 1982 mediablemente contextuales (en tiempo y espacio)
y 1985) y William Bunge (1962 y 1979), quienes de los fenómenos sociales y humanos que se deri-
reorientaron o matizaron de manera signiicativa vaban de otras ontologías socio-espaciales, además
sus planteamientos ilosóicos, teóricos y políticos de que contribuyó a establecer la hegemonía de la
de los años sesenta y setenta, distanciándose de di- idea positiva de teoría estándar en un solo plano, el
cha tradición. A este viraje ilosóico y teórico con- nomológico (Barnes, 1997).
la nuEva gEografía EConómiCa a disCusión 273

b. La concepción ontológica del espacio clave a la geometría bajo el supuesto de que ésta
como espacio absoluto, contenedor de procesos, permitiría, mediante sus axiomas y teoremas, una
regido por leyes naturales autónomas explicación de cualquier patrón de distribución y
de la acción social localización de fenómenos físicos y sociales en el es-
pacio, así como descubrir leyes generales para esos
Enfocado de este modo, el espacio (y tiempo) ab- patrones. Es evidente que pueden encontrarse pa-
soluto (newtoniano) opera como un marco ijo e trones de distribución y localización consistentes
inmutable de coordenadas dentro del cual se desa- a través de la supericie terrestre, pero el patrón
rrollan todas las actividades humanas. Esta concep- geométrico en sí mismo no puede ser considerado
ción fue fuertemente contestada por los geógrafos como explicación, ni tampoco provee un sentido de
humanistas y radicales, al demostrar que el mundo satisfacción para saber cómo se causó ese patrón,
resultante del espacio absoluto contrastaba radical- tal como lo argumentó desde hace casi cuarenta
mente con el mundo resultante de las concepciones años Sack (1972 y 1973), al someter a un riguroso
relativista (einsteiniana) y relacional (leibniziana) análisis las explicaciones que estaba generando la
del mismo, en las cuales la actividad afecta o deine geografía cuantitativa. Este mismo autor también
la métrica del espacio-tiempo (Harvey, 2005, pp. destacó otra inconsistencia en los estudios clásicos
213-214), y cuya inluencia fue fundamental para de Schaefer y Bunge, quienes al socavar los cimien-
desarrollar las concepciones del espacio subjetivo tos epistemológicos y el carácter excepcional de la
y del espacio social (Buttimer, 1969; Hägerstrand, geografía ideográica, paradójicamente dieron lu-
1970; Harvey, 1973). Es así que Harvey plantea que gar a otro tipo de excepcionalismo, al sostener que
la geografía debía ser esencialmente morfológica y
una revisión de la evidencia recopilada por antro- que “las leyes puramente geográicas” no contie-
pólogos, etnógrafos, historiadores, geógrafos así nen referencia al tiempo y al cambio (Sack, 1973,
como sociólogos, conducen ineluctablemente a dos pp. 69-70). Estas críticas de Sack fueron retomadas
conclusiones fundamentales. Primero, cada forma recientemente por Goodchild (2008) —uno de los
de actividad social deine su propio espacio. Ni el geógrafos con mayor prestigio y autoridad en el
espacio ni el tiempo (resultan o) pueden ser enten- campo de la Ciencia de la Información Geográi-
didos fuera del proceso. Diferentes procesos esta- ca— al rendir tributo al texto clásico de Bunge. En
blecen diferentes métricas y cualidades del espacio opinión de Goodchild, Sack vio a Bunge como el
y del tiempo (el espacio y el tiempo del lujo inter- primer exponente de una confusión entre patrón
nacional de capital es discordante con el espacio y geométrico y explicación, y atacó su noción de que
el tiempo de, por ejemplo, la reproducción social). el interés en el espacio y en sus propiedades espa-
Segundo, una vez que el espacio es deinido, crea- ciales (o geométricas) era lo que deinía a la Geo-
do o producido entonces puede tener implicaciones grafía. Goodchild también reconoce que la tradi-
duraderas para la manera en que la acción social ción espacial —que es en la que él se inscribe— es
puede desenvolverse (Harvey, 2005, pp. 213-214). una parte clave de la disciplina, aunque sólo una
de varias en un campo crecientemente pluralístico
(Goodchild, 2008, p. 8).5
c. La concepción geométrica y atemporal
del espacio geográico
5 En el contexto latinoamericano pueden ubicar-
se dos autores que no son geógrafos (Coraggio, 1980 y
En su afán por hacer de la geografía una ciencia Pradilla, 1984), cuyos trabajos tienen también como ele-
nomotética, el análisis espacial le asignó un papel mento común la crítica a los enfoques geométricos del
274 Julio guadarrama garCía

d. Una visión atomizada de la sociedad proposiciones sobre fenómenos en el espacio, sino


y estilizada de la subjetividad también una condición para alcanzar el anhelado
estatus de disciplina “cientíica”. Sin embargo, es im-
En el análisis espacial y en la ciencia regional los portante recordar y destacar ciertas prácticas de
diferentes patrones de localización y de distribu- camulaje que el uso de las matemáticas ha estimu-
ción de fenómenos sociales en el espacio se derivan lado en las Ciencias Sociales, como ya lo advertía
de los cálculos que individuos racionales, homogé- un destacado geógrafo cuantitativo desde los años
neos, atomizados y maximizadores de utilidad ha- setenta (Taylor, 1977). Basándose en el trabajo de
cen sobre el espacio y el tiempo (absolutos), es decir Andreski, Taylor identiica dos tipos de camulaje:
están basados en el homo oeconomicus. Tanto Butti- el primero implica la utilización de símbolos de tipo
mer (1969) como Hägerstrand (1970) abrieron im- matemático en airmaciones que no tienen nada
portantes interrogantes a esta manera de concebir qué ver con las matemáticas; y el segundo, mucho
la acción agregada o estilizada de los individuos y más problemático, implica la legitimación y el uso
la sociedad. Incluso el propio Bunge, quien junto correcto de ciertos aspectos de las matemáticas, sin
con Schaefer se había encargado de atacar de ma- el propósito de contribuir a ninguna ampliación
nera frontal la singularidad de las localizaciones y del conocimiento, y destaca algunos ejemplos en la
los lugares que defendía la geografía ideográica, Geografía sobre el uso de la teoría de conjuntos y
acabó por aceptar de manera pública que “las loca- de la topología para poco más que simples propó-
lizaciones y la gente son claramente generales. Pero sitos ilustrativos; el uso de la terminología de ma-
también únicas” (Bunge, 1979, p. 173). Sus Expe- trices algebraicas, donde los estudios regionales y
diciones Geográicas en Detroit y Toronto contri- la geografía sistemática se convierten en “análisis
buyeron a ello, al revelarle que las identidades y las vectorial convencional”; así como el uso de algunas
características (sociales, demográicas, culturales y geometrías no euclidianas, en particular la teoría
políticas) de la gente le imprimían diferencias a los de grafos, para derivar medidas muy simples de
lugares donde viven (Bunge, 1979, pp. 170-174). conectividad, a las que se puede llegar sin hacer
uso de la topología. Estas prácticas desmitiican las
propiedades aparentemente infalibles y “superio-
e. El uso del lenguaje matemático res” del lenguaje en letra griega como lo denomina
como garantía y prueba Krugman; evidencian que su uso no garantiza de
incontestable de cientiicidad manera indubitable y efectiva que se añada cono-
cimiento genuino sobre un problema de investiga-
Para la geografía cuantitativa, el uso del lenguaje ción, ya que a veces se puede llegar a las mismas
matemático abstracto no sólo fue un medio para conclusiones mediante el uso de lenguajes no ma-
lograr el rigor lógico y la claridad de conceptos y temáticos; y abonan a la idea de que tampoco es el
único que garantiza el rigor cientíico, pues existen
otros enfoques y aproximaciones teóricas y meto-
espacio. En ambos casos la crítica es elaborada desde la dológicas igualmente útiles y válidas para el avance
economía política marxista, aunque en el primero forma
parte de una relexión amplia sobre las bases conceptua- del conocimiento cientíico.
les de la planiicación regional en América Latina; y en el Además, consideramos que su uso disociado y
segundo, de una extensa crítica a la manera en que fue autónomo de las teorías en el campo de las Ciencias
desarrollada durante los años setenta y ochenta la cuestión
Sociales y las Humanidades puede conducir a una
urbana por varios autores pertenecientes al eurocomunis-
mo, como Manuel Castells, Jean Lokjin, Christian Topa- especie de metalenguaje numérico en busca de un
lov, François Ascher y Jordi Borja. orden universal —que actualmente está en el inte-
la nuEva gEografía EConómiCa a disCusión 275

rés de ciertos enfoques de la complejidad— pero imperante, y lo que llevó a Blaut a sostener que la
que eventual y paradójicamente puede ser cercena- geografía dominante (o cuantitativa) era confor-
do y tergiversado por los intereses del pensamiento me con el capitalismo en su forma presente, mien-
religioso y del sector inanciero, como lo ilustra el tras que la geografía disidente (o radical) no (op. cit.,
cineasta estadounidense Darren Aronofsky, en su p. 159).
destacada opera prima Pi. El orden del caos (película Aunque algunas de las críticas anteriores pu-
ilmada y exhibida por primera vez en 1998). dieron unir, al menos en principio y de manera
aparente, a la vieja guardia de geógrafos que se-
guía reivindicando el pensamiento ideográico y
f. La neutralidad social y política a las nuevas generaciones de geógrafos humanis-
de las explicaciones tas y radicales de los años setenta y ochenta, con
e interpretaciones geográicas el tiempo se verían las diferencias y los importan-
tes matices ontológicos, epistemológicos y metodo-
En un ensayo publicado hace más de tres décadas lógicos que los últimos introdujeron para eludir
con motivo de la celebración de los setenta y cinco la trampa aparentemente irreconciliable entre lo
años de vida de la Asociación de Geógrafos Ameri- único y lo universal, es decir entre el pensamiento
canos, James M. Blaut abordó la intrincada relación ideográico y el nomológico.
entre Ciencia e ideología desde una visión antropo- El pensamiento radical dentro de la Geografía
lógica —que se oponía claramente a la neutralidad privilegió el estudio del espacio como espacio social
de la visión neopositivista y a sus criterios falsacio- históricamente construido, apoyándose ampliamente
nistas para distiguir a la ciencia de la no ciencia— al para ello en la economía política marxista. Los geó-
plantear lo siguiente: grafos que trabajaron dentro de este marco analí-
tico produjeron una notable colección de estudios
a lo largo de los años setenta y comienzos de los
los geógrafos somos seres humanos ordinarios y
ochenta, ocupándose de un amplio rango de pro-
por ello nuestro pensamiento tiene de algún modo
blemas urbanos y regionales. Por ejemplo, un tema
que relejar nuestra posición dentro de una matriz
relevante abierto por geógrafos económicos angló-
cultural, de la cual las tres dimensiones principales
fonos, junto con un grupo de urbanistas franceses
son la cultura étnica, la clase y el sexo. Cada uno de
pertenecientes al eurocomunismo, fue sobre la ló-
estos factores afecta nuestro pensamiento en cier-
gica y la dinámica del espacio urbano bajo el capita-
to grado y hacen que se desplace del campo de las
lismo, y las interconexiones entre la renta del suelo,
ideas puras hacia el campo de la ideología. Pero
la provisión de vivienda y el planeamiento urbano.
también somos cientíicos disciplinados. Por lo tan-
Otros temas importantes fueron la pobreza, la pér-
to, nuestro trabajo siempre tiene que revelar una
dida de empleo, la desindustrialización y el declive
cierta mezcla de ideología delimitada culturalmen-
regional, que a su vez se asociaron a investigaciones
te y de la construcción cientíicamente rigurosa de
detalladas sobre la reestructuración industrial y la
ideas (Blaut, 1979, p. 157).
geografía del trabajo. Otra corriente importante se
ocupó del desarrollo desigual en el capitalismo en
La pertenencia a esa matriz cultural (o etno- las escalas regional, nacional e internacional. Un
clase) es lo que hace que los cientíicos reivindiquen grupo más pequeño y heterodoxo se dedicó a los
o no una serie de valores que puede posicionar- análisis de procesos centrales dentro de la econo-
los en una situación de conformidad o disidencia mía capitalista y su efectos espaciales, como fueron
respecto de un orden social, político y económico los intentos de derivar modelos neo-ricardianos y
276 Julio guadarrama garCía

srafianos de la estructura espacial del sistema de 2.3 La implantación del pluralismo teórico-metodológico
producción capitalista, o los concernientes a los im- en la Geografía y el surgimiento
pactos de la inversión del capital, el cambio tecno- de la Nueva Geografía Económica
lógico y la relación del empleo sobre las estructras
locacionales, en algunos casos desde perspectivas El redescubrimiento de la economía política en los
explícitamente de desequilibrio. años setenta, la crítica a la versión estructuralista
Además de los escritos ya referidos de Harvey, del marxismo —que al igual que el neopositivis-
algunas de las obras más signiicativas que fueron mo no dejaba demasiado espacio para la subjetivi-
escritas bajo el inlujo del pensamiento crítico en dad— los esfuerzos por reinsertar el espacio en la
los años setenta y ochenta fueron las elaboradas por teoría social crítica desde posiciones neomarxistas
Massey (1979, 1984), Massey y Meegan (1982), Lipietz que tendieron importantes vasos comunicantes con
(1977), Soja (1980), Bluestone y Harrison (1982), el posmodernismo (Soja, 1989), así como el poste-
Dunford y Perrons (1983), Smith (1984), Walker rior surgimiento de otros enfoques teóricos y me-
y Storper (1981), Scott y Storper (1986), Storper y todológicos inluidos por el feminismo y el post-
Walker (1989).6 A estas obras deben agregarse las estructuralismo, marcaron un hito en la historia de
de los geógrafos latinoamericanos Milton Santos la Geografía Económica como subdisciplina, princi-
(1973) y Ángel Bassols (1967, 1970 y 1979), cuyas palmente en la Geografía Económica angloameri-
contribuciones fueron pioneras para el desarro- cana (Barnes, Peck, Sheppard y Tickell, 2007). Ello
llo de la Geografía Económica en su dimensión contribuyó a generar amplios y extensos debates
urbana y regional en Brasil y México, respectiva- en los años noventa y en la primera década del si-
mente. glo xxi, que favorecieron un verdadero pluralismo
¿Qué enseñanzas y relexiones deja esta otra teórico y metodológico, desde luego no sin acerbas
fase de la historia del pensamiento geográico para y largas discusiones entre diferentes tradiciones de
la Nueva Geografía Económica? Que el pensamien- pensamiento e ideologías políticas. Por ejemplo, el
to humanista y radical elaboraron una crítica es- debate sobre las localidades en el Reino Unido o los
tructurada y sólida al aparato teórico y conceptual relacionados con el renacimiento de las economías
sobre el que se ediicó la geografía cuantitativa y regionales, donde destacan las contribuciones de
la ciencia regional, es decir los movimientos inte- la escuela italiana que reactivó la idea marshalliana
lectuales antecesores de la Nueva Geografía Econó- de distrito industrial; los estudios de la escuela de
mica y con los que comparte un vínculo ilosóico, California; los del Groupe de Recherche Européen
teórico y metodológico. Desde nuestro punto de sur les Milieux Innovatours (grEmi); los de la espe-
vista, existe evidencia de que la Nueva Geografía cialización lexible; los de la teoría de la regulación
Económica no tomó en consideración esas críticas, francesa; los referentes a los impactos territoriales
ni tampoco hizo explícito su posicionamiento res- de la globalización; y los relacionados con el papel
pecto a ellas, de manera que pasó a reproducir irre- de las regiones y las ciudades como fuentes de com-
lexivamente varios de los supuestos y principios petitividad (Scott, 2000, pp. 24-32).
del análisis espacial y de la ciencia regional. La Nueva Geografía Económica surge en este
periodo, y a pesar del pluralismo teórico y meto-
dológico que ha prevalecido en las dos últimas dé-
cadas, esa corriente de pensamiento reivindicó el
6 Una amplia bibliografía de las variadas expresio-
provincialismo intelectual omnipresente que desde
nes de esta corriente de pensamiento puede encontrarse
en el trabajo de Scott que hemos venido reiriendo (Scott, hace tiempo ha caracterizado a la economía domi-
2000, pp. 25-26). nante, además de que reeditó en más de un sentido
la nuEva gEografía EConómiCa a disCusión 277

la ontología socio-espacial sobre la que se desarrolló espacio es un punto de partida vital para el análisis
el análisis espacial y la ciencia regional, al seguir an- geográico, de modo que el análisis empírico tie-
clada, por un lado, al principio de los micro-funda- ne que reconocer cómo la desigualdad geográica
mentos, es decir a la visión particular y voluntaris- preexistente conigura el cambio espaciotemporal.
ta de que los patrones y procesos socioeconómicos A pesar de los argumentos recientes sobre la muer-
agregados pueden ser reducidos a acciones racio- te de la distancia en la fase de la globalización, las
nales de actores económicos individuales, autóno- diferencias en la localización relativa siguen siendo
mos, interesados en sí mismos y capaces de realizar críticas para las posibilidades de que disponen los
sus objetivos intencionados; y por otro, al principio actores económicos (Plummer y Sheppard, 2006,
de que el espacio es exógeno a la Economía y ho- pp. 3-4).
mogéneo, lo que desemboca en la modelación de Esta ontología socio-espacial ha inluido el
paisajes geográicos uniformes. trabajo teórico, metodológico y empírico de mu-
La ontología socio-espacial sobre la que se chos geógrafos económicos y está presente en va-
ha desarrollado la Geografía Económica de las dos rias de las obras claves que se han publicado en la
últimas décadas contrasta claramente con la de la materia durante las últimas décadas, entre las que
Nueva Geografía Económica. Primero, se evita cual- principalmente destacan las siguientes: Las regiones
quier forma de individualismo metodológico; los que ganan (Benko y Lipietz, 1994); Geographies of
actores económicos no son ni completamente ra- Economies (Lee y Wills, 1997); The Oxford Handbo-
cionales ni autónomos; sus intereses y preferencias ok of Economic Geography (Clark, Feldman y Gertler,
están conigurados por su posición socio-espacial; 2000a); A Companion to Economic Geography (She-
su conocimiento es imperfecto y se involucran en la ppard y Barnes, 2000); La Richesse des Régions. La
acción colectiva; sus acciones coniguran, pero tam- Nouvelle Géographie Socio-Économique (Benko y Li-
bién son coniguradas por las estructuras sociales y pietz, 2000); Politics and Practice in Economic Geogra-
el contexto cultural en el que se encuentran ellos phy (Tickell, Sheppard, Peck y Barnes, 2007); y Eco-
mismos. Segundo, el espacio se considera que es nomic Geography: Critical Concepts in the Social Sciences
endógeno a la Economía y desigual; una vez que se (Martin y Sunley, 2007).
reconoce la naturaleza social de la distancia —por Además, ha marcado los derroteros a seguir
ejemplo, que la cercanía de dos lugares no es sim- en la Geografía Económica contemporánea, pues
plemente una función de la distancia euclidiana también ha contribuido a establecer una serie de
que los separa, sino de la intensidad y facilidad de compromisos intelectuales que son ampliamen-
las interacciones espaciales que los conectan— la te compartidos por geógrafos y economistas, aun-
endogeneidad de la distancia llega a ser evidente. que no siempre están articulados, acordados y a
En el mismo sentido, se asume que las tecnologías menudo son impugnados y disputados: el primero
de las comunicaciones y los transportes son endó- es un compromiso por reconocer la diversidad de la
genas a la economía espacial, y que experimentan vida económica, incluyendo el signiicado de género,
enormes cambios a través de la historia. Los geó- raza y de la diferenciación espacial en las econo-
grafos subrayan la importancia de reconocer que mías de mercado; el segundo es el compromiso por
las estructuras espaciales son producidas mediante entender los procesos de cambio en y a través del paisaje
procesos socioeconómicos, aunque es igualmente económico (compromiso que ha dado lugar a un pro-
importante reconocer que las estructuras espaciales fuso debate teórico y político en la Geografía sobre
producidas tienen sus efectos propios y claros sobre el signiicado de la escala); y el tercero es un com-
los procesos socioeconómicos. Con respecto a la he- promiso por entender la organización institucional y
terogeneidad, para los geógrafos la desigualdad del geográica de la actividad económica, dadas las marca-
278 Julio guadarrama garCía

das diferencias en las culturas, instituciones y regu- tativa post-positivista. Esto es que por un lado debe
laciones de las regiones (Clark, Feldman y Gertler, reconocerse que la economía espacial es un com-
2000b, pp. viii-ix). plejo sistema dinámico no lineal, para el cual los
Desde mi punto de vista, estos compromisos principios económicos fundamentales de los micro-
intelectuales no han tenido suiciente relevancia ni fundamentos, los métodos basados en el equilibrio
visibilidad en la ontología socio-espacial de la Nueva y los instrumentos asociados del análisis espacial
Geografía Económica (Fujita, Krugman y Venables, son insuicientes; y por otro, que a pesar de la ri-
1999), y ello explica, al menos en parte, la discusión queza de la Geografía Económica cualitativa, sigue
y el dilema que han tenido que enfrentar los pro- siendo posible buscar una aproximación cuantita-
pios geógrafos anglosajones en relación con el po- tiva para analizar tales sistemas, aunque tal enfoque
sicionamiento que deberían adoptar respecto a esa está lleno de diicultades, debido a que los méto-
corriente de pensamiento, pues mientras algunos dos pertinentes de análisis matemático y estadístico
optaron por establecer una discusión seria y crítica integrados espacio temporalmente están aún por
con los principales exponentes de la Nueva Geo- ser desarrollados (Plummer y Sheppard, 2006, pp.
grafía Económica (Martin, 1999; Clark, Feldman y 15-17).
Gertler, 2000a; Rodríguez-Pose, 2001) —de la que Recientemente, las discusiones entre geógra-
se derivó un interesante proyecto editorial impulsa- fos económicos y economistas geográicos han sido
do por geógrafos y economistas que dio lugar al na- reactivadas con la publicación del World Develop-
cimiento del ahora prestigiado Journal of Economic ment Report 2009 del Banco Mundial, pues su
Geography— otros en cambio preirieron no partici- elaboración y las directrices generales en materia
par en dichas discusiones y plantearon la necesidad de políticas públicas que se derivan del mismo es-
de hacer nuevas alianzas con otras subdisciplinas, tuvieron claramente inluidas por algunos de los
como la sociología económica, la antropología cul- principales exponentes de la Nueva Geografía
tural y varias disciplinas más que han contribuido Económica, dando lugar a una nueva generación
al “giro cultural” en la Geografía Económica (Amin de críticas entre varios geógrafos anglosajones, en
y Thrift, 2000).7 razón de su enfoque claramente amigable con el
Otros autores más eclécticos han intentado mercado, y de diversas omisiones en las que dicho
promover un debate menos polarizado entre geó- informe incurrió (“World Development…”, 2009;
grafos económicos y economistas geográicos, al Bryceson, Gough, Rigg y Agergaard, 2009; Scott,
subrayar la necesidad de trascender la pluralidad 2009; Giraut, 2009; Walther, 2009; y Martin y Sun-
de los enfoques para arribar a un pluralismo críti- ley, 2011).
camente participativo, el cual requiere de un foro
para el debate académico que permita aproximacio-
nes distintas para participar mutuamente, sin pre- ComEntario final
sumir que unos tienen eventualmente que “ganar”
al dominar a los otros, o que todo vale. Para ello,
argumentan, debe romperse el actual dualismo A lo largo del ensayo hemos argumentado que el
entre una economía geográica cuantitativa, lógica- posicionamiento crítico que varios geógrafos anglo-
mente empirista, y una Geografía Económica cuali- sajones han asumido respecto a la Nueva Geografía
Económica tiene sus fundamentos en la propia his-
7 toria del pensamiento geográico, y en los debates
Un panorama más amplio de esta discusión pue-
de encontrarse en el volumen 33, núm. 2, de la revista teóricos y metodológicos que han enfrentado a las
Antipode, publicada en 2001. diferentes ontologías socio-espaciales sobre las que
la nuEva gEografía EConómiCa a disCusión 279

se han ido construyendo las diferentes ortodoxias y tigación de la Universidad Nacional Autónoma de
heterodoxias. México, así como en el Colegio de México, donde
En esta última parte básicamente haremos tienen una larga tradición. Obviamente, lo anterior
algunos comentarios en torno a una idea general no implica que en esas mismas instituciones y en
planteada por Ron Martin, referente a la bifurca- otras más —como la Universidad Autónoma Me-
ción epistemológica y ontológica que tuvo lugar tropolitana y el Centro de Investigación y Docencia
entre la Geografía Económica y la ciencia regional Económica— también existan otros enfoques como
a partir de los años setenta. Desde nuestro punto el regulacionismo, los asociados a la formación de
de vista, esta idea amerita algunas precisiones. La distritos industriales, sistemas productivos locales
primera es que dicha ruptura también ocurrió al y clusters, así como los relacionados con el institu-
interior de la propia Geografía Económica, es de- cionalismo. Pero lo que interesa destacar es que un
cir entre quienes siguieron defendiendo y practi- ambiente institucional marcado por una fuerte he-
cando el análisis espacial surgido de la revolución rencia del análisis espacial y de la ciencia regional
cuantitativa, y los que buscaron nuevos referentes puede ser proclive a ignorar la bifurcación que tuvo
teóricos y metodológicos en la economía política, lugar entre esta última y la Geografía Económica
el feminismo, el post-estructuralismo, el neo-insti- en otros países, así como a no diferenciar sus onto-
tucionalismo y el postmodernismo. Tal precisión logías, sus metodologías, sus agendas de investiga-
nos lleva a aclarar que la comunidad de geógrafos ción y sus estrategias de política pública.
nunca ha sido homogénea en el Reino Unido, ni Finalmente, una precisión que es complemen-
tampoco en otros países, lo que se opone a la vi- taria a la anterior: las principales críticas a la Nueva
sión reiterada por Martin respecto a los geógrafos Geografía Económica surgieron en Estados Unidos
económicos versus los economistas, como si fueran y en el Reino Unido, es decir en los países donde
bloques homogéneos de especialistas. En este senti- la bifurcación entre la ciencia regional y la Geo-
do coincidimos más con la metáfora de Scott, quien grafía Económica ocurrió de manera más notoria
airma que el paisaje intelectual de la Geografía como consecuencia del importante desarrollo que
Económica en cualquier momento dado del tiempo tuvieron el pensamiento humanista y crítico en esta
es mejor representado como un tipo de palimpses- última disciplina. Esto explica, por ejemplo, que
to intelectual, más que como un frente uniicado en el Reino Unido exista un amplio grupo de geó-
(Scott, 2000, pp. 32-33). grafos que se distanció del análisis espacial bajo la
Lo anterior conduce a una segunda precisión: impronta metodológica de la geografía cuantitati-
que la Nueva Geografía Económica ha sido bien re- va y de la ciencia regional, grupo que se encuentra
cibida por los geógrafos y economistas que se for- distribuido a lo largo de numerosas universidades
maron bajo el inlujo del análisis espacial y de la (Bristol, Cambridge, Durham, Edinburgh, King Co-
ciencia regional, lo que indica que la aceptación de llage London, Lancaster, Loghborough, Manchester,
tal enfoque está en relación directa con el grado de Oxford, Southampton, Sussex, University College
institucionalización y poder que esas dos tradicio- London, University of London, The Open Univer-
nes de pensamiento lograron desarrollar en cada sity), y cuyo trabajo ha conigurado una amplia y
país. Creemos que México se encuentra en esa si- plural aportación dentro del campo de la Geogra-
tuación, pues los enfoques que simpatizan con el fía Económica en las últimas décadas. Ron Martin
análisis espacial desde la perspectiva de los modelos se inscribe en ese movimiento y ha sido una de las
tradicionales de la localización y de la ciencia re- iguras prominentes para desarrollar y consolidar
gional aún mantienen una importante presencia en la subdisciplina, junto con otros geógrafos y geó-
diferentes facultades, institutos y centros de inves- grafas anglófonos como Doreen Massey, John
280 Julio guadarrama garCía

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¿Por qué la Geografía Económica no es una ciencia evolutiva?
Hacia una Geografía Económica Evolutiva*

ron a. bosCHma
KoEn frEnKEn
Facultad de Geociencias
Universidad de Utrecht

El artículo explica las coincidencias y diferencias que existen entre los enfoques neoclásico,
institucional y evolutivo que han sido importantes para la Geografía Económica durante
el último par de décadas. Al separar los tres enfoques en términos de contenido teórico y
en metodología de investigación, podemos apreciar tanto las coincidencias, como las dife-
rencias que existen entre ellos. Es indudable que actualmente la innovación teórica ocurre
en la interfase entre la teoría neoclásica y la teoría evolutiva (sobre todo en la modeliza-
ción) y en la interfase entre la teoría institucional y la teoría evolutiva (sobre todo en “la
teorización apreciativa”). En suma, sostenemos que la Geografía Económica Evolutiva es
un paradigma naciente de la Geografía Económica que, a pesar de esto, no se aísla de los
avances en otros enfoques teóricos.

introduCCión aprovechó los aportes de las ciencias sociales, cul-


turales y políticas. En la Geografía Económica este
A partir del “giro geográico” en la ciencia econó- cambio se ha caracterizado por “el giro cultural”
mica, una verdadera lucha de métodos (Methodens- (Amin y Thrift 2000, Barnes, 2001) o por “el giro
treit)** ha trastocado el campo de la Geografía Eco- institucional” (Martin, 2000).1 Una década después,
nómica (Martin, 1999). Desde la década de los años al seguir una contribución medular de Krugman
ochenta y en adelante, la Geografía Económica se (1991a), los economistas neoclásicos entraron nue-
alejó del análisis económico tradicional y se trans- vamente al campo de la Geografía Económica (Fuji-
formó en un enfoque más interdisciplinario que ta et al., 1999; Brakman et al., 2001; Fujita y Thisse,

* Traducción de Arturo Ranla González, del ar-


tículo publicado en 2006 en Journal of Economic Geography,
núm. 6, pp. 273-302. Permiso de traducción y reproduc- rado por el economista Carl Menger. He optado por uti-
ción otorgado por Copyright Clearance Center’s Rights- lizar la frase “lucha de métodos” en su lugar (n. de los t.).
Link Service, licencia núm. 2923150330707. 1 En Economía existe un enfoque similar que, sin
** El término se reiere al debate metodológico en-
embargo, no ha ganado tanto apoyo dentro de la comuni-
tre las escuelas económicas histórica y austriaca, inaugu- dad de economistas como sí lo hizo entre los geógrafos.

[285]
286 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

2002; Puga, 2002) sin embargo se han encontrado nómica Evolutiva. Antes de bosquejar los principa-
con una dura resistencia entre los geógrafos eco- les contornos de este nuevo enfoque, mostramos
nómicos. Actualmente, los economistas neoclásicos que la Geografía Económica Evolutiva no se reduce
están renovando su interés por la Geografía, mien- ni al enfoque neoclásico ni al institucional de la Geo-
tras que los geógrafos se están alejando de la Eco- grafía Económica. Para llevar esto a cabo, primero
nomía; el debate entre economistas y geógrafos ha presentamos dos acontecimientos teóricos que han
sido poco fructífero y probablemente la mejor ma- tenido lugar en la Geografía Económica en el último
nera de caracterizarlo es como “un diálogo entre par de décadas; éstos son la Nueva Geografía Eco-
sordos” (Martin, 2003). nómica, que surgió alrededor de la década de los
La economía evolutiva se puede considerar años noventa, y el giro cultural o institucional de la
un tercer enfoque de la Geografía Económica, pero Geografía Económica, que se produjo en la década
aún no ha logrado atraer un nivel importante de de los años ochenta.
atención. Aunque es notable que cada vez se ha- En la sección 2 explicamos por qué la interfa-
bla más de un pensamiento y de conceptos evolu- se entre estas dos líneas de pensamiento ha demos-
tivos (por ejemplo, Storper, 1997; Cooke y Mor- trado ser un terreno fértil para el conlicto en lugar
gan, 1998; Martin, 1999; Sjöberg y Sjöholm, 2002; del intercambio. En la sección 3 presentamos tres
Cooke, 2002; Scott, 2004), hay pocos intentos siste- temas clave que constituyen líneas divisoras dentro
máticos de utilizar la economía evolutiva dentro del de la Geografía Económica (y la Economía): el deba-
dominio de la Geografía Económica (Rigby y Ess- te de supuestos, el uso de las matemáticas y la está-
letzbichler, 1997; Boschma y Lambooy, 1999; tica frente a la dinámica. Este marco nos permitirá
Essletzbichler y Rigby, 2005). Según Martin (2003), discutir las similitudes y las diferencias principales
la economía evolutiva (todavía) no se ha desarro- que existen entre los enfoques neoclásico, institucio-
llado como “un cuerpo coherente de teoría y empi- nal y evolutivo, ya que sostenemos que cada tema
rismo” dentro de la Geografía Económica. Incluso, clave une dos enfoques y los diferencia del tercero.
se puede decir que los economistas evolutivos se Asimismo, mostramos el valor agregado proporcio-
han esforzado más en relacionar a la economía evo- nado por el enfoque evolutivo y aseveramos que la
lutiva con temas geográicos (Arthur, 1987, 1990; Geografía Económica Evolutiva realmente propor-
Swann y Prevezer, 1996; Antonelli, 2000; Caniëls, ciona una nueva perspectiva. Con este propósito en
2000; Breschi y Lissoni, 2001, 2003; Bresnahan mente, en las secciones 4 y 5 comparamos el enfo-
et al., 2001; Klepper, 2002a; McKelvey, 2004; Bren- que de la Geografía Económica Evolutiva con el de
ner, 2004; Werker y Athreye, 2004). Quizás una de la Geografía Económica Neoclásica y el de la Geo-
las razones del bajo impacto de la economía evolu- grafía Económica Institucional. Los intercambios
tiva en la Geografía Económica que se ha dado has- que se dieron entre los enfoques durante las inter-
ta ahora es que los geógrafos económicos tienden fases mostraron ser fructíferos y deben estimularse
a referirse a la economía evolutiva y a la economía aún más, aunque no se espera una síntesis entre el
institucional como disciplinas prácticamente indis- enfoque evolutivo y el neoclásico o el institucional.
tinguibles. Más bien, se considera que el enfoque de la Geogra-
Como se puede apreciar en el título, al para- fía Económica Evolutiva es único en sus supuestos
frasear el artículo medular de Veblen (1898) “¿Por centrales, en sus unidades de análisis y en el tipo
qué la Economía no es una ciencia evolutiva?”, pro- de explicaciones que realiza. Para sustentar esta te-
ponemos que debe existir un enfoque evolutivo en sis, en la sección inal presentamos brevemente, de
la Geografía Económica. Nuestro objetivo principal manera programática, los lineamientos básicos de la
es trazar los elementos básicos de la Geografía Eco- Geografía Económica Evolutiva.
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 287

Antes de presentar los tres enfoques de la reciente Nueva Geografía Económica, ya que ambas
Geografía Económica que hemos mencionado, nacen de los supuestos neoclásicos de la maximiza-
debe recordarse que nuestro objetivo no es discu- ción de la utilidad y “del agente representativo”, y
tir y comparar cada uno detalladamente (para esto, ambas obtienen conclusiones ejemplares del análi-
véase Nelson, 1995a; Hodgson, 1998; Marchionni, sis de equilibrio, como en la Economía neoclásica.
2004). Como consecuencia, hemos dejado de lado El enfoque de Krugman (1991a) puede ser
algunos de los detalles. Nos basamos principalmen- considerado como una extensión reciente del pen-
te en “las versiones de libro de texto” de las tres samiento neoclásico para explicar el comercio, la
teorías, sin negar que los trabajos modernos enca- especialización y la aglomeración, al hacer menos
jarían perfectamente en alguna de ellas. Por el con- rigurosos los supuestos frecuentemente usados de
trario, a lo largo del artículo se debe recordar que la competencia perfecta y de los beneicios constan-
nuestra diferenciación estilizada de tres enfoques tes a escala. Es básicamente una teoría micro eco-
sirve, principalmente, a un propósito heurístico y nómica que explica la existencia y persistencia de
inalmente busca contribuir a la teorización en las las aglomeraciones en términos de las decisiones
interfases que existen entre los enfoques. racionales de los agentes económicos. Si se asume
un aumento de los beneicios a escala, a nivel de
1. la luCHa dE métodos empresa y competencia imperfecta entre empresas,
En la gEografía EConómiCa la contribución de Krugman ha sido mostrar que la
aglomeración puede ocurrir sin tener que asumir
La Geografía Económica se ha visto afectada por diferencias regionales o economías externas. En
mucha agitación durante las últimas dos décadas particular, con la caída en los costos del transpor-
(Martin y Sunley, 1996; Amin y Thrift, 2000; Bar- te, se llega a un punto crítico de transición, cuando
nes, 2001; Meardon, 2001; Overman, 2004; Scott, tanto las empresas como los trabajadores encuen-
2004). Si alguna “revolución” ha sacudido recien- tran que es más rentable agruparse en una región
temente a la Geografía Económica, debe de ser la que dispersarse en diversas regiones. El punto de
aplicación de la economía neoclásica en la geogra- transición depende del balance que hay entre las
fía económica realizada por Krugman (1991a) y economías de escala interna para las empresas y en
otros autores. Más adelante nos referimos a este las economías de variedad de productos para los
nuevo programa de investigación como la Nueva consumidores relacionados con el agrupamiento,
Geografía Económica, un término propuesto por por un lado, y los costos del transporte inter-regio-
Krugman, aunque compartimos el punto de vista nal, por el otro. Además, se ha demostrado que el
de Martin de que los modelos de Krugman están modelo medular de Krugman se puede emplear en
mejor caracterizados como Economía que como diferentes situaciones, que incluyen factores como
Geografía (Martin, 1999).2 También utilizaremos la congestión y el desempleo (Fujita et al., 1999;
el término Geografía Económica neoclásica, con el Brakman et al., 2001; Puga, 2002).
cual nos referimos tanto a las contribuciones pre- Tiempo antes de que Krugman y otros ex-
krugmanianas en la ciencia regional, como a la más pusieran sus ideas principales, la comunidad de
geógrafos económicos había experimentado una
2 El enfoque de Krugman se inscribe dentro de reorientación importante. Nos referimos a este
la tradición de la ciencia regional, la cual se basa en un cambio como el giro institucional en la Geografía
análisis de equilibrio general procedente de la econo-
Económica. Éste puede ser considerado parte del
mía neoclásica. Así que, más bien, uno podría hablar de
“la nueva ciencia regional” o de “economía geográica” desarrollo exitoso del programa del instituciona-
(Martin, 1999; Brakman et al., 2001). lismo que sin embargo no tuvo tanto éxito dentro
288 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

de los límites de la profesión económica.3 Aun así, tribución del ingreso y conlictos. Debe tomarse en
es importante resaltar que (todavía) no hay “un cuenta que esta deinición del enfoque institucional
enfoque de la geografía económica institucional” sólo es parcial. Es posible distinguir entre descrip-
completamente articulado (Martin, 2000). Lo mis- ciones sobre-socializadas o sub-socializadas inte-
mo sucede con la economía institucional, ya que resadas en priorizar a las instituciones y a la clase
nunca ha logrado conformarse como un paradigma social que regula el comportamiento individual, o
coherente y sistemático (Hodgson, 1998). Ambos se a los individuos, cuyas acciones racionales produ-
pueden describir mejor como una colección de en- cen instituciones (Granovetter, 1985). En Econo-
foques que comparten conceptos e intereses en sus mía, por ejemplo, la vieja economía institucional
explicaciones de fenómenos particulares (Samuels, corresponde en gran medida a una descripción
1995). Para la mayoría de los institucionalistas, el sobre-socializada, mientras que la nueva economía
pluralismo metodológico y teórico no es incoheren- institucional (Williamson, 1985) concuerda con una
te. Por el contrario, el pluralismo yace en el cen- descripción sub-socializada (y, en este aspecto, se
tro de la metodología y debe de alentarse, por lo acerca más a la economía neoclásica). Nuestra ca-
menos si se acepta a la Geografía Económica ins- racterización de los enfoques institucionales de la
titucional como una ciencia interdisciplinaria y Geografía Económica se ocupa principalmente de
contextual (Hodgson, 1988). la descripción sobre-socializada, ya que una gran
Los enfoques institucionales rigurosos argu- parte de la investigación de la Geografía Económi-
mentan que las diferencias en el comportamiento ca puede estar caracterizada como más cercana, al
económico están principalmente relacionadas con enfatizar a las instituciones más que a la acción in-
las diferencias en las instituciones (Hodgson, 1988, dividual (Gertler, 1997).4
1998; Whitley, 1992, 2003; Saxenian, 1994; Gertler, La Nueva Geografía Económica y la Geogra-
1997). fía Económica institucional se han desarrollado
Estas últimas pueden existir entre empresas independientemente. Ha existido algo de debate
(en términos de rutinas organizacionales y cultu- entre dichas perspectivas (por ejemplo, Amin y
ras de negocios) y entre territorios (en términos de Thrift, 2000; Martin y Sunley, 2001), pero coinci-
marcos legales, reglas informales, políticas, valo-
res y normas). Los análisis comparativos entre es- 4 Aun así, se debe reconocer que la división entre

tas unidades, con diferentes instituciones, pueden las dos explicaciones no es tan drástica como antes. En
muchos casos, los análisis institucionales ya no explican
estar relacionados con divergencias en resultados la conducta económica solamente desde las instituciones.
económicos tales como ganancia, crecimiento, dis- De hecho, argumentaremos más adelante que los desa-
rrollos interesantes de la Geografía Económica tienen
lugar exactamente en las interfases entre diferentes en-
3 Una excepción es la economía de costos de tran- foques; por ejemplo, en la interfase institucional/evolu-
sacción, la cual se ha convertido en una teoría institu- tiva. Además, por razones heurísticas, encontramos útil
cional importante en Economía (Williamson, 1985), caracterizar al enfoque institucional en Geografía Econó-
mientras que en la Geografía Económica ha sido menos mica como una explicación sobre-socializada. Es central
exitosa (una excepción notable es Scott, 1993). El éxito para esta deinición la idea de que las instituciones de-
de la economía de costos de transacción en la Economía terminan gran parte de la conducta económica y, como
está muy probablemente relacionado con el hecho de que consecuencia, las diferencias en la conducta y el desem-
ambas teorías, la economía de costos de transacción y la peño económicos pueden estar relacionados más o me-
teoría neoclásica, comparten un punto de vista micro- nos directamente con diferencias en las instituciones. Por
económico de tipo atomístico sobre los agentes económi- esta razón, deinimos los enfoques institucionales de la
cos. Por esta razón la economía de costos de transacción Geografía Económica como una manera arquetípica de
diicilmente ha encontrado aplicaciones en la Geografía razonar, más que como una escuela de pensamiento co-
Económica. herente (que no lo es).
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 289

dimos con Martin (2003) en que hasta ahora ello pueden surgir de un mundo inicialmente uniforme
sólo ha generado un intercambio de ideas infruc- y, por lo tanto, se abstraen de la especiicidad local
tuoso. Los debates han sido duros y no han mos- y de los diferentes niveles de agregación espacial.
trado progreso. Es de esperarse, ya que las líneas En segundo lugar, los dos enfoques diieren
de pensamiento diieren de modo fundamental. en los supuestos conductuales básicos para expli-
Entendemos el enfrentamiento entre los dos enfo- car los fenómenos económicos. La Nueva Geografía
ques como el relejo de, al menos, dos perspectivas Económica tiene por objetivo explicar los patrones
inconciliables. geográicos en la actividad económica a partir de la
En primer lugar, los enfoques institucional y maximización de las utilidades de los agentes indi-
neoclásico diieren en metodología y conceptuali- viduales. Los institucionalistas parten de la premisa
zan el espacio de maneras muy diferentes. Los geó- de que la maximización de las utilidades no describe
grafos económicos institucionales descartan a priori con exactitud el comportamiento económico, y que
el uso de la modelización formal y las especiicacio- puede entenderse mejor como un comportamiento
nes econométricas que derivan de ésta. En su lugar, guiado por una serie de reglas. Los agentes están
realizan una investigación inductiva, a menudo, a atados racionalmente al marco institucional dentro
través de estudios de caso, que indica la especiici- del que operan, que guía sus decisiones y acciones,
dad local de lugares reales. y en el cual confían irmemente. Las instituciones
Uno de los objetivos del análisis institucio- están incrustadas en prácticas localizadas geográi-
nal es entender el efecto de la especiicidad local camente, lo que implica que las localidades (lugares
de los lugares reales en el desarrollo económico, el reales) se conviertan en las unidades relevantes de
cual se le atribuye principalmente a las instituciones análisis. Así, la Geografía Económica institucional
de lugar especíico en diferentes escalas espaciales. analiza cómo la especiicidad institucional afecta el
De este modo, un enfoque institucional concibe las comportamiento económico, y con ello los patrones
diferencias entre localidades como el punto de ini- locales de desarrollo económico. En contraste, las
cio del análisis, y señala cómo las instituciones de instituciones no juegan ningún papel en los mode-
lugar especíico afectan el desarrollo económico los neoclásicos, o lo hacen únicamente de manera
local. En contraste, la Nueva Geografía Económica ambigua e implícita (por ejemplo, relacionadas con
aborda el asunto de forma deductiva, ya que utiliza parámetros particulares dentro del modelo) (Olsen,
modelos formales que presuponen la maximización 2002). Los factores locales institucionales y cultura-
de las utilidades y la existencia de agentes represen- les se excluyen del análisis, ya que no se consideran
tativos; también hace uso del análisis de equilibrio esenciales para una explicación económica y, por
para llegar a conclusiones teóricas o predicciones. lo tanto, es “mejor dejarlos a los sociólogos”, como lo
Los que proponen este último enfoque no valoran, señaló Krugman (Martin, 1999, p. 75).
o incluso rechazan del todo, la investigación de es- Nuestro argumento sostiene que la Geografía
tudio de caso que enfatiza la especiicidad local (por Económica Evolutiva debe considerarse como un
ejemplo, Overman, 2004). La Nueva Geografía Eco- tercer enfoque de la Geografía Económica que di-
nómica ni siquiera requiere que existan diferencias iere de los enfoques neoclásico e institucional. La
entre las regiones, ya sea en el precio de los facto- Geografía Económica Evolutiva usa conceptos cen-
res o en el marco institucional que las regula. Estos trales y metodologías de la economía evolutiva en el
modelos consideran el espacio neutral como punto contexto de la Geografía Económica.
de partida y, a partir de éste, pretenden explicar Proporciona explicaciones alternativas a la
cómo ocurre la aglomeración. Su objetivo principal problemática principal, que incluyen la aglomeración
es mostrar cómo los patrones espaciales desiguales y las diferencias en el crecimiento regional. El pun-
290 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

to de partida es abrir la caja negra de las organiza- Básicamente, la economía evolutiva se expli-
ciones y verlas como entidades que compiten sobre ca la distribución (cambiante) de las rutinas como
la base de sus rutinas, las cuales se construyen con el resultado de las prácticas de búsqueda y de las
el tiempo (Nelson y Winter, 1982; Maskell, 2001). fuerzas de selección (Alchian, 1950). En primer lu-
Los modelos evolutivos de las organizaciones gar, las empresas aprenden de sus propios errores
para tomar decisiones se basan en el concepto de a través del ensayo-y-error. Cuando las rutinas no
racionalidad delimitada y en el comportamiento funcionan, el fracaso induce a una búsqueda activa
rutinario, más que en el de maximización de las de otras rutinas (Nelson y Winter, 1982); por ejem-
utilidades (Simon, 1955a). Las rutinas pueden ser plo, la inversión en investigación y desarrollo.
entendidas como habilidades organizacionales que La economía evolutiva pronostica que la
no se pueden reducir a la suma de las habilida- mayoría de las empresas innovarán cada vez más
des individuales (Nelson y Winter, 1982). Se pre- y explotarán el conocimiento que adquirieron en
sentan a nivel de empresa a causa de la división el pasado. La investigación empírica muestra que
del trabajo y, por lo tanto, a causa de la división de mientras las innovaciones generalmente aumentan
las habilidades entre los trabajadores. Las rutinas las oportunidades de vida de las empresas (Ceis
organizacionales, como las habilidades individua- y Marsili, 2006), las grandes transformaciones or-
les, consisten en gran medida en el conocimiento ganizacionales tienden a disminuir las tasas de su-
adquirido mediante la experiencia (aprender-ha- pervivencia de las empresas (Anderson y Tushman,
ciendo) y en el conocimiento tácito, los cuales son 1990; Carroll y Hannan, 2000). Las organizaciones
complicados de codiicar. Ambos aspectos de las también pueden aprender al trabajar a través de re-
rutinas diicultan que otras empresas las imiten des, aunque corren el riesgo de que otras empresas
(Teece et al., 1997). Como consecuencia las orga- copien sus competencias (Cowan y Jonard, 2003),
nizaciones son heterogéneas en sus rutinas y así o las imiten, aunque la imitación tiende a fracasar,
persisten. Las organizaciones modeladoras ya no ya que los componentes tácitos de las rutinas son
pueden coniar en asumir “un agente representa- difíciles de copiar (Teece et al., 1997). En segundo
tivo”. Esta diversidad es la que da energía al proce- lugar, la inteligencia también existe a nivel de una
so de selección y lo presenta como un proceso del industria en su totalidad, como analogía del nivel
desarrollo económico de plazo indeinido y des- de una población en la biología (Nelson y Winter,
equilibrado (Hodgson, 1999). Y también, en la me- 1982). En la medida en que las empresas muestran
dida en que las organizaciones compiten con base un comportamiento rutinario, la competencia de
en sus rutinas, y la competencia está dirigida por la mercado actúa como un dispositivo de selección, lo
innovación shumpeteriana, basada en nuevos pro- que provoca que se difundan las rutinas inteligen-
ductos y tecnologías que requieren de nuevas ruti- tes y desaparezcan las rutinas torpes que no fun-
nas, más que sobre los costos de producción, como cionan. En particular, las ganancias diferenciales
se asumió en los modelos neoclásicos.5

5 Nuestra deinición de economía evolutiva es más confusa, con frecuencia es entendido en los Estados Uni-
cercana a la economía neo o postshumpeteriana, como dos como economía evolutiva (Hodgson, 1998; Martin,
la deinen Nelson y Winter (1992), Andersen (2004) y 2000). Podríamos también mencionar como parte de la
Nelson (1995a). Reconocemos que hay otras versiones economía evolutiva a la teoría compleja (o viceversa), con
evolutivas en la literatura. Por ejemplo, hay una creciente su enfoque explícito en modelar conceptos tales como
sobre la teoría de juegos con una perspectiva evolutiva, patrones de dependencia y emergencia (Foster y Holzl,
que es cercana a la economía neoclásica dependiente del 2004; Frenken, 2006). En particular, Colander (2000) ar-
análisis de equilibrio (Friedman, 1998a, b). Otros autores gumenta que la teoría de la complejidad surge como una
incluyen al viejo institucionalismo, el cual, de manera alternativa para modelar el paradigma en Economía.
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 291

que producen las tasas de crecimiento diferencial evolutivos llevan a una concentración espacial de-
impulsan a las rutinas capaces para que sean do- bido a la ausencia de economías de aglomeración
minantes en una industria. Esta lógica de selección (Klepper, 2002b). La aglomeración espacial tam-
se basa en la evidencia de que el crecimiento de las bién puede ser el resultado de un aumento del in-
empresas está autocorrelacionado temporalmente, greso a nivel regional. El conocimiento no sólo está
lo que signiica que algunas empresas crecen per- representado en las rutinas organizacionales de las
sistentemente con el tiempo (Bottazzi et al., 2002; empresas, sino que también puede extenderse de
Ceis y Orsenigo, 2001; Ceis, 2003; Garnsey et al., una empresa a otra. Ya que el conocimiento tácito
2006). difícilmente se puede intercambiar a través de con-
La Geografía Económica Evolutiva tiene co- tratos en los mercados globales, los derrames de co-
mo objetivo entender la distribución espacial de las nocimiento ocurren con mayor frecuencia entre los
rutinas a lo largo del tiempo. Está principalmen- agentes cercanos geográicamente (Jaffe et al., 1993;
te interesada en analizar la creación y difusión de Breschi y Lissoni, 2003; Verspagen y Schoenmakers,
nuevas rutinas en el espacio y en los mecanismos 2004). Las economías de aglomeración actúan tanto
mediante los cuales ocurre la difusión de las rutinas como un incentivo, como un mecanismo de selec-
capaces. Este razonamiento nos lleva a entender ción, lo cual explica por qué la actividad económica
que el surgimiento de las aglomeraciones espaciales se concentra cada vez más en las regiones líderes,
debe analizarse ya no en términos de decisiones de desalojando empresas a otras regiones (Malmberg
localización racional, como en la teoría neoclásica, y Maskell, 2002; Boschma, 2004). Debe reconocer-
ni en términos del establecimiento de instituciones se, sin embargo, que la naturaleza tácita del conoci-
locales especíicas, como en la teoría institucional, miento y de las rutinas implica que los derrames no
sino en términos de la concentración espacial de ocurran automáticamente (en el aire), sino que se
conocimiento desarrollada históricamente, que es basan en mecanismos de transferencia, tales como
propia de las rutinas organizacionales. En este sen- colaboraciones entre empresas, redes de profesio-
tido, existen varios mecanismos evolutivos que nales y movilidad laboral (Camagni, 1991; Capello,
pueden producir la concentración espacial de las 1999; Breschi y Lissoni, 2003; Giuliani y Bell,
empresas. 2005). Aunque puede ser el caso, estos mecanismos
Las aglomeraciones pueden ser el resultado normalmente no están atados a los niveles regiona-
de un proceso en el que los sucesos casuales se mag- les per se, e incluso con el tiempo pueden llegar a
niican debido a la retroalimentación positiva de la estar cada vez más distantes de los contextos locales
empresa (Arthur, 1990). (Breschi y Lissoni, 2001).
Puesto que el éxito alimenta al éxito a través A continuación argumentamos que la Geo-
del aprendizaje, algunas empresas tendrán suerte grafía Económica Evolutiva vincula los enfoques
y crecerán hasta ser líderes industriales, mientras neoclásico e institucional, ya que concuerda me-
que otras no la tendrán y deberán salir del proce- todológicamente con el enfoque neoclásico (que
so. Las empresas exitosas producen más productos utiliza la modelización formal) y, en términos de
derivados exitosos, que invariablemente permane- principios conductuales (como lo releja el con-
cen en la región en la que está localizada la casa cepto de racionalidad delimitada), concuerda con
matriz. Las dinámicas industriales y espaciales re- el enfoque institucional. Al considerar estas simi-
sultantes implican una trayectoria de dependencia litudes entre el enfoque evolutivo, por un lado, y
en la empresa y liderazgo regional, y una vez que los enfoques neoclásico e institucional, por el otro,
el patrón espacial se ha asentado históricamente es se puede esperar que el intercambio de ideas entre
difícilmente reversible. En este caso, los procesos estas dos interfases sea fructífero para la Geogra-
292 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

fía Económica. Por lo tanto, exploraremos a detalle cluyen factores cualitativos de lugar especíico (tales
la interfase que hay entre la Geografía Evolutiva y como la cultura y las instituciones), que son difíciles
la Geografía Económica neoclásica (sección 4) y la de traducir a “la economía de letra griega”, pero
interfase que articula las relaciones entre la Geo- que son considerados esenciales para explicar las
grafía Económica institucional y evolutiva (sección diferencias regionales (Gertler, 1997).6 En contras-
5), respectivamente. En la sección 3, iniciamos con te, los estudiosos neoclásicos y evolutivos utilizan la
una breve descripción de los tres temas clave de la modelización formal como una herramienta para
Geografía Económica que son útiles para entender teorizar aunque de formas ligeramente diferentes.
con más profundidad la naturaleza de las relacio- El segundo tema se centra en lo que se podría
nes entre los tres enfoques mencionados. llamar el debate de supuestos. Los enfoques evo-
lutivo e institucional comparten una crítica funda-
mental al supuesto neoclásico sobre individuos que
2. tEmas ClavE En gEografía EConómiCa maximizan las utilidades. Como lo dijo alguna vez
Dosi (1984, p. 107), “debemos abandonar el marco
Ya que abogamos por un enfoque de la Geografía neoclásico porque no podemos asumir un contexto
Económica Evolutiva que comparte ciertas caracte- exógeno dado y actores ‘celestiales’ que se compor-
rísticas, pero que también diiere de la Geografía tan con una racionalidad uniforme”. En contraste,
Económica neoclásica y de la Geografía Económica los estudiosos evolutivos e institucionalistas airman
institucional, nos proponemos aclarar las similitu- que los agentes económicos son racionalistas deli-
des y diferencias que se tienen con estos dos enfo- mitados y basan sus decisiones en rutinas e institu-
ques. Aunque cualesquier intentos por describir y ciones (Veblen, 1898; Simon, 1955a; Nelson y Win-
caracterizar las teorías principales de cualquier dis- ter, 1982). Esto no quiere decir que los enfoques
ciplina es en sí difícil y complejo, creemos que sirve evolutivo e institucional asuman que los agentes del
para diferenciar un nuevo enfoque de los ya exis- mundo real no se esfuercen en maximizar las utili-
tentes, así como para mostrar los vínculos entre el dades, sino que no son capaces de hacerlo debido a
enfoque propuesto y las líneas de pensamiento más una racionalidad delimitada. Esto signiica que los
conocidas. Para esto, presentaremos tres temas cla- agentes tienen que depender de las rutinas (a nivel
ve que están posicionados dentro del triángulo que micro) y de las instituciones (a nivel macro). Debi-
se muestra en la igura 1. Cada uno de estos temas do a que las rutinas y las instituciones tienen con-
une a dos de los tres enfoques y los diferencia del textos especíicos, ya que las rutinas son especíicas
tercero. Los tres temas aparecen recurrentemente,
tanto en la historia de la Economía, como en la his- 6 Aunque los institucionalistas frecuentemente to-

toria de la Geografía Económica. man una postura realista en cuanto a la explicación cientí-
ica en las Ciencias Sociales, es importante reconocer que
El primer tema tiene que ver con la utilidad de las explicaciones realistas no excluyen el uso de las ma-
la modelización formal, que une a los estudiosos temáticas per se, aunque muchos modelos matemáticos
de los enfoques evolutivo y neoclásico, y los separa de tomen una posición instrumentalista. Marchionni (2004)
los institucionales. Como se menciona anteriormen- asevera que es mejor considerar a Krugman como a un
realista que utiliza modelos en tanto estrategia de investi-
te, la mayoría de los institucionalistas rechazan gación, para acercarse más al desciframiento de los com-
el uso de la modelización formal, ya que ésta no plejos mecanismos que subyacen en la Economía, más
considera la naturaleza contextual de la Economía que como a un instrumentalista que juzga los modelos
matemáticos sobre la base de su valor predictivo. Mäki
y la vida social (Martin, 2000). De acuerdo con los
(1992) y Mäki y Oinas (2004) también argumentan am-
institucionalistas, los modelos formales, general- pliamente que el uso de la modelización abstracta no im-
mente, toman una postura anti-realista, ya que ex- plica per se una posición anti-realista.
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 293

Figura 1
Tres temas clave dentro del triángulo
de la Geografía Económica neoclásica, la institucional y la evolutiva

Geografía Económica
neoclásica

conceptualización del tiempo metodología


(análisis estático) (modelización formal)

Geografía Económica Geografía Económica


institucional evolutiva

Debate de supuestos
(racionalidad delimitada/contextualización)

para las organizaciones y las instituciones lo son pa- tro de la cual los eventos previos afectan la probabi-
ra los territorios (lugares reales), ambos enfoques lidad de que ocurran futuros eventos. Conforme a
rechazan la perspectiva atomística de la teoría neo- esta visión, los eventos insigniicantes pueden tener
clásica que ignora la contextualización de la acción importantes efectos perdurables debido a los pro-
humana. cesos de autorrefuerzo (Arthur, 1989). En suma,
El tercer tema aborda la conceptualización del la historia sí importa (David, 1985).7 Al respecto se
tiempo. Aquí los enfoques evolutivos toman una po- puede decir que los enfoques evolutivos diieren en
sición crítica hacia el análisis estático de los enfo- un sentido fundamental de los enfoques del pensa-
ques neoclásico e institucional. Es característico de miento neoclásico e institucional que comparten un
la teoría evolutiva, ya sea una teoría de historia na- interés en el análisis estático.8
tural en Biología o una teoría del desarrollo econó-
mico en Economía, explicar el estado actual de las
7 Véase también la crítica temprana que hicieron
cosas desde su historia: “la explicación sobre el por- Atkinson y Stiglitz (1969) a la teoría del crecimiento neo-
qué de la existencia de algo descansa íntimamente clásica y a la noción de función de producción. Ellos sos-
en cómo se convirtió en lo que es” (Dosi, 1997, p. tienen que el crecimiento económico es esencialmente un
1531). Por lo tanto, el estado actual de las cosas no proceso histórico que no puede ser entendido sin tomar
en cuenta la especiicidad histórica.
puede derivarse únicamente de las condiciones ac- 8 Sin embargo, nosotros no sostenemos que todos

tuales, ya que el estado actual de las cosas ha surgi- los enfoques institucionales hagan uso de análisis compa-
do y se ha visto limitado por los estados previos de rativos estáticos exclusivamente. Al contrario, muchos de-
fensores del análisis institucional han enfatizado la espe-
las cosas.
ciicidad histórica del desarrollo económico, y la posibili-
La teoría evolutiva se ocupa de procesos deli- dad de que múltiples trayectorias de desarrollo existan,
mitados por una trayectoria de dependencia, den- en lugar de concebir un solo tipo ideal de crecimiento
294 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

Resumiendo, el conlicto entre la Geografía cro institucionales, sino a partir de las historias mi-
Económica neoclásica e institucional se puede en- cro de empresas que operan en contextos territo-
tender como el resultado de dos diferencias fun- riales.
damentales, relacionadas con la metodología (uso
de la modelización formal) y los supuestos con-
ductuales clave (racionalidad delimitada y rutinas/ 3. la intErfasE EntrE
instituciones que guían la toma de decisiones). La lagEografía EConómiCa nEoClásiCa
Geografía Económica Evolutiva toma una posición y la gEografía EConómiCa Evolutiva
intermedia: concuerda con el enfoque neoclásico
en la utilidad de la modelización formal que requie- Como se describe anteriormente, en años recientes
re cierto grado de abstracción de los contextos lo- la contribución principal de la Economía neoclásica
cales, y con el enfoque institucional en su supuesto a la Geografía Económica ha sido el desarrollo de
de racionalidad delimitada y su énfasis en la con- una nueva familia de modelos basada en el modelo
textualidad humana de la toma de decisiones. Esta medular de Krugman (1991a). Ya que estos mo-
posición aparentemente paradójica puede aclarar- delos se entienden mejor como modelos económi-
se al entenderse que surge de diferentes niveles de cos que tratan únicamente algunos aspectos de la
análisis: la economía evolutiva reconoce las rutinas Geografía (los costos de transporte, en particular)
organizacionales como el contexto relevante den- la Nueva Geografía Económica ha sido atacada en va-
tro del cual se puede explicar las decisiones bajo la rias ocasiones por geógrafos económicos y otros por
racionalidad delimitada, mientras que los enfoques no tratar con la Geografía verdadera (por ejemplo,
institucionales inician su explicación con las ins- Martin y Sunley, 1996; David, 1999; Amin y Thrift,
tituciones territoriales. Por lo tanto, la Geografía 2000; Nijkamp, 2001). Sin embargo, la Nueva Geo-
Económica Evolutiva no concibe las diferencias de grafía Económica puede ser considerada una con-
crecimiento regional a partir de las diferencias ma- tribución importante para nuestro entendimiento
teórico de los posibles mecanismos que crean el desa-
rrollo espacial desigual. Nosotros sostenemos que,
a pesar de las diferencias fundamentales, la Nueva
económico. Hodgson (1998), por ejemplo, enfatiza que Geografía Económica comparte algunas propieda-
la economía institucional no sólo involucra estudios com- des con la Geografía Económica Evolutiva y, por
parativos sobre diferentes regímenes con distinto desem-
lo tanto, puede considerarse dentro de la inter-
peño económico, sino que también hay cambio institucio-
nal, y, frecuentemente, ve al cambio institucional como fase entre la Geografía Económica neoclásica y la
un proceso evolutivo (North, 1990). Algunos, incluso Sa- Geografía Económica Evolutiva. Al mismo tiempo,
muels (1995), caracterizan el institucionalismo como un dejamos claro que sería equivocado asumir que la
enfoque evolutivo, debido a su énfasis en los procesos y
en la evolución: “El evolucionismo vebleniano es darwi-
convergencia entre los dos enfoques ocurrirá ne-
nista al no considerar una causa de causas ni un estado cesariamente. Como ya se mencionó, los enfoques
inal predeterminado; es no-teológico y de plazo indei- evolutivo y neoclásico tienen en común la meto-
nido” (p. 580). Al tomar la evolución de las instituciones dología de la modelización, incluyendo el uso del
como objeto de estudio, los enfoques evolutivo e institu-
cional tienen más características en común de lo que se concepto de espacio neutro y la posibilidad de un
sugiere en la igura 1. Esto comprueba que los avances en modelo cerrado e irreversible; sin embargo, los dos
la investigación suelen suceder en la interfase de los dife- enfoques diieren en suposiciones conductuales cla-
rentes enfoques. Así, al ser las instituciones explicadas, al
ve, en unidades de análisis, en el tratamiento del
mismo tiempo que explicativas, permanece sin aclararse
cuáles son los impulsores del cambio institucional, a me- tiempo y en su conceptualización de las economías
nos que uno adopte un enfoque teológico. de aglomeración.
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 295

La Nueva Geografía Económica puede con- al pensamiento evolutivo. Por ejemplo, suponien-
siderarse parte de una familia de modelos de ren- do que las nuevas empresas son derivadas de las
dimiento creciente en la economía neoclásica, que empresas existentes, y que cada empresa tiene la
incluye a la teoría de crecimiento, a la teoría comer- misma probabilidad de crear una nueva al bifurcar-
cial y a la Geografía Económica. La nueva fami- se, la dinámica de localización resultante puede ser
lia de modelos ha reemplazado el supuesto de los modelada como un proceso estocástico de la urna
rendimientos constantes o decrecientes a escala y de Polya (Arthur, 1987), que lleva a distribuciones
de la competencia perfecta con los supuestos de espaciales desviadas de las empresas. De igual ma-
rendimientos crecientes a escala y de competencia nera, Klepper (2002a) explica cómo Detroit se con-
imperfecta. Estos supuestos representan mejor las virtió en la capital de la industria automovilística de
características de la mayoría de los sectores en la los Estados Unidos al usar el modelo de spin-offs,
economía moderna, o sea los oligopolios con gran- y suponer que las rutinas se llevan a cabo desde la
des empresas que internamente logran tener bene- casa matriz hacia las iliales, lo cual implica que las
icios crecientes a escala. En cuanto a los enfoques tasas de subsistencia de las matrices y las iliales es-
evolutivos, la Nueva Geografía Económica diiere tán correlacionadas. Del modelo “ciclo de vida de la
de los enfoques neoclásicos tradicionales en aspec- industria” Klepper (1996, 2002b) concluyó que las
tos importantes que típicamente involucran mo- primeras en comenzar a desarrollarse tienen una
delos de procesos ahistóricos y reversibles con un probabilidad mayor de subsistencia que las tardías,
equilibrio óptimo único. En contraste, tanto en los ya que tienen más tiempo disponible para mejorar
modelos evolutivos como en los de la Nueva Geo- sus rutinas organizacionales que las empresas que
grafía Económica, existe la posibilidad de los equili- entran más tarde. Sólo éstas, pero que surgen de
brios múltiples, de las trayectorias de dependencia casas matrices con rutinas adecuadas, son capaces
en proceso de guiar hacia uno de los equilibrios po- de vencer la desventaja de las que llegan después,
sibles, y de la irreversibilidad que guían al sistema ya que estas iliales heredan las rutinas adecuadas
hacia resultados cerrados y semi-óptimos. de las empresas matrices. Y ya que estas últimas se
Otra característica que comparten los dos en- localizan en la misma región que las empresas ma-
foques es que son deinitivos al explicar qué tan trices, las empresas con rutinas adecuadas se agru-
desigualmente surgen los patrones espaciales del parán en el espacio geográico (Klepper, 2002a).
espacio neutral o uniforme. Aun cuando se asuman La lógica estocástica en la que se basan los mo-
diferencias regionales, todavía es posible explicar la delos evolutivos también se ha utilizado para expli-
concentración espacial. En los modelos de la Nue- car la evolución espacial de las redes donde los nue-
va Geografía Económica, la aglomeración ocurre vos nodos pueden ocurrir en cualquier parte en el
cuando tanto los clientes como las empresas prevén espacio y las conexiones entre los nodos dependen
que es más ventajoso agruparse en una localidad, y tanto del espacio geográico (de manera negativa),
así minimizar los costos de transporte y maximizar como de la adhesión preferencial (de manera positi-
las ganancias (los ingresos a escala en aumento) y va). La adhesión preferencial signiica que un nodo
las utilidades (mayor variedad de bienes de con- nuevo preiere vincularse con un nodo que está
sumo). El lugar especíico no importa, siempre y bien vinculado para beneiciarse de su conectividad
cuando los agentes se agrupen en alguna parte en (Barabási y Albert, 1999; Albert y Barabási, 2002).
el espacio.9 Un cuestionamiento similar preocupa
9 Esto ha sido denominado como “geografía de ba- bre y lexibilidad en donde se localizan determinadas acti-
rro cementoso” (putty-clay geography), por Fujita y Thisse vidades, pero una vez que las diferencias espaciales toman
(1996): “existe previamente una considerable incertidum- su forma se vuelven absolutamente rígidas”.
296 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

La topología resultante y la organización espacial cro suponen una estructura de mercado dada. En
de una red deben entenderse como una secuencia este contexto, Martin (1999) tiene razón al señalar
puramente estocástica y miope (Andersson et al., que la Nueva Geografía Económica es “incapaz de
2003, 2006) que puede generar redes de centros y decir dónde ocurren (la localización industrial y la
satélites que existen en las redes de infraestructura especialización), o por qué en unos lugares en par-
(por ejemplo, Guimerà y Amaral, 2004; Barrat et ticular y no en otros” (p. 78).10 En cambio, los enfo-
al., 2005). De igual manera los patrones cultivados ques evolutivos buscan explicar la evolución espacial
históricamente de la red entre ciudades en sistemas de las industrias y las redes en el nivel medio de
urbanos pueden conceptualizarse como producto la Economía. Así, la evolución espacial del sistema
de la adhesión preferencial (Castells, 1996). económico a nivel macro se aborda en un marco de
Por lo tanto, aunque las técnicas de modeliza- cambio estructural en el que la puesta al corriente y
ción correctas y los supuestos teóricos básicos diie- el retraso de las unidades territoriales se analiza en
ren en gran medida entre los enfoques evolutivo y términos del aumento y la caída de las redes secto-
neoclásico, ambos usan modelos formales que par- riales y de infraestructura en el espacio (Hall y Pres-
ten del espacio neutral para explicar el surgimiento ton, 1988), sea a nivel de países (Dosi y Soete, 1988),
de distribuciones desiguales en un mundo inicial- regiones (Boschma, 1997) o ciudades (Hohenberg y
mente igualitario. A pesar de estas características Lees, 1995).11
comunes, la Nueva Geografía Económica y la Geo- Tercero, la perspectiva con que se trata la diná-
grafía Económica Evolutiva diieren fundamental- mica es diferente en ambas teorías. Aunque los mo-
mente en al menos cuatro aspectos. delos de la Nueva Geografía Económica a menudo
Primero, la Nueva Geografía Económica se son interpretados como el relejo de la formación
planta irmemente dentro del marco neoclásico al de aglomeraciones en el tiempo, sus conclusiones
utilizar los supuestos medulares de maximización se basan en el análisis de equilibrio estático, como
de las utilidades de agentes económicos y la homo- en otros modelos neoclásicos. Las predicciones del
geneidad de agentes (el agente representativo). En modelo derivan del cálculo de la elección de locali-
esto diiere considerablemente de la teoría evoluti- dad sin par de todos los agentes individuales, de tal
va, que se basa en un conjunto de supuestos dife- manera que sus acciones conjuntas estén en equi-
rente que incluye la racionalidad delimitada, el librio.12 En estos modelos, un cambio en el equili-
comportamiento de rutina y la heterogeneidad en-
10 Además, con respecto a las unidades espaciales de
tre agentes. Mientras que los modelos neoclásicos
análisis de los modelos de la Nueva Geografía Económi-
asumen una estructura de mercado dada (compe- ca, Neary (2001, p. 551) señala de manera acertada que
tencia monopólica en el caso de la Nueva Geografía “no hay nada intrínseco en los modelos que permita iden-
Económica), los modelos evolutivos toman en cuen- tiicar de manera conclusiva estas unidades”.
11 Hay que destacar que, en un análisis multi-sec-
ta la entrada, la salida, la innovación y dejan que la torial, examinar la convergencia y divergencia regiona-
estructura de mercado evolucione endógenamente. les proporciona una teoría congruente del salto espacial
En otras palabras, la Nueva Geografía Económica (Martin y Sunley, 1996), en la que las regiones que se
tiene fundamentos más bien débiles en relación con especializan en nuevos sectores se hacen cargo de las re-
giones que se dedican a industrias consolidadas.
la organización industrial moderna (Neary, 2001). 12 Como lo observaron los precursores de la Nueva

Segundo, los niveles económicos de agrega- Geografía Económica (Krugman, 1996; Brakman y Ga-
ción de los dos enfoques son distintos. Los modelos rretsen, 2003), los resultados de los modelos se derivan
de los equilibrios Nash, como en la teoría de juegos. A
neoclásicos abordan la economía espacial a nivel
este respecto, uno puede considerar la Nueva Geografía
macro en términos de decisión de localización de Económica como si estuviera tratando con juegos de loca-
los agentes (empresas y consumidores) y a nivel mi- ción que involucran a varios jugadores. Ver especialmen-
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 297

brio es provocado por un cambio en los parámetros el declive de las empresas, los sectores y los territo-
exógenos y no de manera endógena en el tiempo. rios están modelados explícitamente en el tiempo,
Por ejemplo, una caída en los costos de transporte suponiendo un proceso estocástico subyacente que
o una remoción en las barreras comerciales pueden releje la innovación. En esta pauta, la economía
llevar a que las empresas se agrupen en una región, evolutiva hace uso, cada vez más, de los modelos
más que a su distribución uniforme en el espacio. de agentes interactuantes a partir de la teoría de
Por consiguiente, las dinámicas verdaderas sólo se la complejidad (Frenken, 2006, para una revisión).
abordan en términos del análisis estático compara- Dentro del contexto de la Geografía Económica, re-
tivo de diferentes estados de equilibrio con diferen- cientemente se han desarrollado tanto modelos esto-
tes marcos de parámetro.13 Este aspecto de los mo- cásticos simples (Simon, 1955b; Arthur, 1987; Gabaix,
delos neoclásicos diiere de los modelos evolutivos 1999), como modelos mucho más elaborados (Kle-
en los que las dinámicas económicas sólo muestran pper, 2002a; Andersson et al., 2003, 2006; Bottazzi et
que la convergencia temporal hacia el equilibrio al., 2004; Brenner, 2004; Guimerà y Amaral, 2004;
puede alterarse por el comportamiento innovativo Barrat et al., 2005).
de la empresa determinado endógenamente (Nel- Una última diferencia entre los enfoques neo-
son y Winter, 1982). La tendencia al desequilibrio clásico y evolutivo tiene que ver con la teoría en la
provocada por un comportamiento anormal de la que se basan las economías de aglomeración.Como
empresa no se ve como bullicio, sino como la fuerza se describió anteriormente, la Nueva Geografía
dirigente fundamental en la que se basa el desarro- Económica basa su explicación de las aglomera-
llo económico. Los economistas evolutivos conside- ciones en las rentas pecuniarias (crecimiento de
ran la búsqueda de las ganancias supra normal por los rendimientos de escala internos a la irma). Los
innovación, denominada competencia shumpete- enfoques evolutivos, por otra parte, están más in-
riana, como la dinámica principal de la Economía
(alejándose del equilibrio), mientras que la reduc-
ción de las ganancias debida a la competencia de grafía Económica: “no existe un sentido de los periodos
los precios sólo se considera como una dinámica se- de tiempo reales, con contexto especíico, en los cuales
hayan evolucionado las aglomeraciones espaciales”. Es
cundaria (convergiendo al equilibrio). En términos relevante aquí para distinguir entre dos signiicados di-
de modelización, esto implica que el crecimiento y ferentes de patrón de dependencia. Éste puede relejar
un proceso dinámico en el que los eventos pequeños,
magniicados por los rendimientos crecientes, producen
te el texto de Krugman (1998, p. 11) donde dijo que los resultados espaciales. Este signiicado del patrón de de-
nuevos modelos de Geografía Económica pueden ser vis- pendencia ha sido adoptado en los modelos de la Nueva
tos como “juegos en los que los actores eligen ubicaciones Geografía Económica y en ciertos modelos evolutivos,
más que estrategias, o más bien en los que las ubicacio- incluso en Arthur (1989). Otra noción de patrón de de-
nes son estrategias; en cualquier caso, uno se involucra, pendencia se emplea en los enfoques evolutivos (y tam-
no en un análisis conservador con expectativas estáticas, bién en los institucionales), que interpretan los resultados
¡sino en una teoría del juego evolutiva contemporánea!” espaciales como dirigidos y canalizados por estructuras
continúa y explica que la forma en que la teoría del juego (consideradas éstas como encarnadas en las rutinas e ins-
evolutiva es utilizada en los modelos de Geografía Econó- tituciones) quedadas en el pasado. O, como lo ha dicho
mica es sólo una forma alternativa de incorporar el aná- Martin (1999, p. 80), “el patrón de dependencia no sólo
lisis de equilibrio a los modelos con agentes maximizado- ‘produce’ geografía como en los modelos de la Nueva
res. “Para los modeladores como yo, a veces parece que Geografía Económica, sino que también los lugares pro-
la contribución principal de la teoría del juego evolutiva ducen patrones de dependencia”. Para ser más precisos,
ha sido la de re-legitimar aquellas pequeñas lechas que es la interacción dinámica entre agencia y estructura la
siempre quisimos dibujar en nuestros diagramas”. que produce resultados especíicos en lugares determina-
13 De acuerdo con Martin (1999, p. 76), la historia dos, y la que lleva al espacio real lo que está puesto como
no es considerada como historia real en la Nueva Geo- central en el enfoque evolutivo (Boschma, 2004).
298 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

teresados en las economías de aglomeración deri- (Rallet y Torre, 1999; Malmberg y Maskell, 2002;
vadas de las externalidades del conocimiento.14 En Bathelt et al., 2004). Por último, es muy probable
una perspectiva evolutiva, los derrames de conoci- que la teoría evolutiva contribuya a un tema todavía
miento contribuyen a una naturaleza de auto-re- no resuelto sobre si la diversidad regional (Jacobs,
forzamiento de las economías de aglomeración en 1969) o la especialización es más favorable para los
las que las empresas que se localizan en una región derrames de conocimiento (Glaeser et al., 1992).
generan y atraen nuevas empresas de la misma re- Teóricamente, la teoría evolutiva debería predecir
gión, a la vez que los derrames de conocimiento au- que la diversidad tiene un papel más importante en
mentan con el número de empresas (Arthur, 1990; el derrame de conocimiento, al menos con respecto
Myrdal, 1957). De igual manera, los derrames de al apoyo del conocimiento a la innovación radical, lo
conocimiento pueden ser la causa de una diversi- cual implica una recombinación de conocimiento.
dad regional estable en las trayectorias tecnológi- También podría argumentarse que se necesita cier-
cas, en la medida en que el conocimiento especíi- to grado de diversidad relacionada (deinida como
co se distribuye principalmente entre las empresas las capacidades complementarias entre los sectores)
cercanas (Essletzbichler y Rigby, 2005). para permitir un aprendizaje interactivo efectivo y
Una buena cantidad de temas de investiga- para promover el crecimiento regional (Frenken et
ción se desprende del concepto de derrames de al., 2005). Adicionalmente, la teoría evolutiva espe-
conocimiento, según la perspectiva evolutiva (Feld- ra que el efecto de la especialización regional de-
man, 1999; Schamp, 2002). En primer lugar, como penda de la etapa del ciclo de vida del producto en
el conocimiento puede verterse en más de una for- la industria respectiva (Boschma y Wenting, 2005).
ma (imitación, derivados, redes sociales, movilidad
laboral, redes colaborativas), la cuestión se centra
en cuáles de los mecanismos de derrame de conoci- 4. la intErfasE EntrE
miento son los más importantes (Breschi y Lissoni, la gEografía EConómiCa instituCional
2003). En el caso particular de las redes, uno puede y la gEografía EConómiCa Evolutiva
preguntarse hasta qué punto las redes de derrame
de conocimiento se diferencian de otras redes eco- Como se mencionó en la introducción, es muy co-
nómicas, y si la centralidad de la red afecta la habi- mún situar los enfoques evolutivos en el ámbito de
lidad de otros para absorber dichos conocimientos los enfoques institucionales (Martin, 2000, p. 83).
(Lissoni, 2001; Giuliani, 2005; Giuliani y Bell, 2005). Esta asociación se ha basado, principalmente, en
En segundo lugar, para cada uno de esos mecanis- las críticas ya mencionadas comunes a la economía
mos se puede analizar si las relaciones más distantes neoclásica, más que en los principios fundamentales
o cercanas, geográicamente hablando, conducen a que los enfoques evolutivo e institucional compar-
la producción de conocimiento y a su distribución tirían per se.15 Ambos enfoques rechazan la maximi-
zación de las utilidades y el análisis del equilibrio, y
14 Krugman (1991, p. 53) también criticó la noción
ambos enfatizan la importancia del papel de las ins-
de derramas de conocimiento en terrenos empíricos, al tituciones en el desarrollo económico. Sin embargo,
sostener que los lujos de conocimiento difícilmente se
pueden medir: “los lujos de conocimiento son invisibles, nosotros alegamos que igualar los enfoques institu-
no dejan huella en el papel, a través de la cual puedan cional y evolutivo en la Geografía Económica no es
ser medidos o rastreados”. Desde entonces, una cantidad
importante de estudiosos ha desarrollado metodologías 15 Es ilustrativo que los seguidores de la vieja eco-
para indicar dónde hay derramas de conocimiento, en nomía institucional en los Estados Unidos se hayan deno-
particular mediante el uso de citas de patentes, como lo minado a sí mismos, de forma algo confusa, como econo-
hicieron pioneros en esto (Jaffe et al., 1993). mistas evolutivos.
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 299

sólo confuso, sino potencialmente engañoso. Poca nal tampoco puede ser determinado ni probado
gente estaría de acuerdo en que todos los estudios (Markusen, 1999). En general, de acuerdo con al-
que se han reunido en el ámbito de la Geografía gunos críticos, los enfoques institucional y cultural
institucional podrían igualmente ser denominados en la Geografía Económica padecen de “falta de
como evolutivos y viceversa. Esto se cumple espe- rigor, falta de prueba de hipótesis y de conceptos
cialmente en aquellos estudios que evalúan el im- mal deinidos” (Martin, 2003, p. 36).16 Así, las con-
pacto de los ajustes institucionales particulares en el tribuciones de los enfoques institucionales a la Geo-
desempeño económico, pero que tienden a ignorar grafía Económica han tenido más importancia en
el papel de la dinámica, que es central para los en- el plano teórico, al proponer nuevas explicaciones
foques evolutivos. y mecanismos básicos para el desarrollo regional,
En cambio, algunos estudios evolutivos inlu- y en términos de las implicaciones de las políticas,
yentes no incluyen el papel de las instituciones en mediante la exploración de nuevos discursos sobre
sus análisis (Arthur, 1987; Klepper, 2002a; Botta- el signiicado cultural, el patrimonio de los lugares
zzi et al., 2002). Dicho lo anterior, es claro que los y la transferibilidad limitada de la producción eco-
enfoques evolutivo e institucional tienen un “aire nómica anclada localmente (Gertler, 1997).
de familia” más pronunciado que los enfoques evo- Aun cuando los métodos de investigación fre-
lutivo y neoclásico, ya que ambos dan cuenta del cuentemente se desprenden de premisas teóricas,
contexto histórico y geográico en el análisis de la el uso de métodos de investigación cualitativa no
organización económica (Bathelt y Glückler, 2003; proviene directamente de las premisas teóricas de
Martin, 2003). la Geografía Económica institucional en todas las
Un tema de conlicto que se ha explicado instancias. Por ejemplo, los enfoques recientes so-
antes es que la Geografía Económica institucional bre redes de la Geografía Económica institucional
toma una posición crítica hacia la modelización podrían utilizar las técnicas estadísticas provenien-
formal. La Geografía Económica Evolutiva utiliza tes del análisis de las redes sociales (Wasserman y
la modelización formal como una herramienta teó- Faust, 1994) y de las técnicas de construcción de mo-
rica para derivar hipótesis comprobables, mientras delos de la teoría de grafos (Barabási y Albert, 1999;
que la institucional tiende a descartar a priori el uso Watts, 2004). Sin embargo, en su contribución pro-
de los modelos formales. En los estudios regionales, gramática a la Geografía Económica relacional,
por ejemplo, los institucionalistas preieren meto- Boggs y Rantisi (2003, pp.114-115) discuten que
dologías cualitativas no reduccionistas, en particu- trabajar la Geografía Económica relacional implica,
lar investigación de estudios de caso a profundidad, como regla, un enfoque de estudio de caso. Por lo
para apreciar la compleja y multifacética naturaleza tanto, al parecer algunas personas tienen objecio-
del desarrollo regional. El uso de las metodologías nes a priori sobre la utilización de las herramientas
cualitativas responde a la naturaleza de la teoriza- cuantitativas, incluso a pesar de que las contribucio-
ción. Sin embargo, en algunos casos sus conceptos nes teóricas permiten que su aplicación sea fructí-
centrales son difíciles de instrumentar y de opera- fera. La misma observación aparece recientemente
tivizar para los diseños de investigación cualitativa. en la respuesta de Markusen (2003) a los geógrafos
Por ejemplo, la noción de densidad institucional económicos institucionales, en la que pide ir más
(Amin y Thrift, 1994; Keeble et al., 1999) ha sido
muy inluyente como concepto en la Geografía Eco- 16 Aunque los estudios culturales han sido bien des-

arrollados y establecidos en la Sociología, la Antropología


nómica, pero también ha sido criticado por ser un
y la Geografía, algunos sugieren que estos estudios sufren
concepto ambiguo que no puede ser medido con de “imprecisión conceptual, ambigüedad teórica y empi-
precisión, y cuyo impacto en el desarrollo regio- rismo ampliado” (Martin y Sunley, 2001, p.10).
300 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

allá de la distinción que se opone entre la investiga- toriales, la presencia de las instituciones posibilita
ción inductiva y la deductiva, y entre la cualitativa incluso la heterogeneidad de las rutinas entre las
y la cuantitativa. Su argumento concuerda con los empresas. De acuerdo con esto, considerar un te-
fundamentos metodológicos de la economía evo- rritorio como la unidad de análisis es problemático,
lutiva que, desde sus comienzos, ha combinado lo aunque no carece de sentido, debido a que no hay
que Nelson y Winter (1982) llamaron la teorización razones contundentes para asumir de antemano
apreciativa y la modelización formal. que las rutinas son especíicas del lugar.17 Algunas
Un segundo aspecto que aparece al compa- regiones pueden caracterizarse por un alto grado
rar los enfoques evolutivo e institucional es el de su de homogeneidad en las rutinas, mientras que otras
tratamiento del contexto. Mientras que los enfo- no. En cambio, muchas empresas tienen múltiples
ques evolutivos inician su análisis con las rutinas emplazamientos en diferentes contextos territo-
organizacionales a nivel de la empresa, los enfo- riales, no obstante éstos comparten rutinas corpo-
ques institucionales lo inician con las institucio- rativas, aun si algunas de ellas son adaptadas a los
nes en determinado(s) nivel(es) territorial(es). Así, contextos locales (Kogut y Zander, 1993; Cantwell e
ambos reconocen la importancia del contexto en Iammarino, 2003). Así, independientemente de ser
la toma de decisiones económicas y rechazan el un enfoque contextual, a la Geografía Económica
marco de maximización de las utilidades, central Evolutiva le interesa principalmente determinar si
para el paradigma neoclásico; sin embargo, diie- la Geografía tiene importancia y de qué modo, más
ren en el contexto preciso que se asume para re- que en pre-asumir teóricamente que la tiene en to-
forzar el comportamiento económico. Las rutinas dos los casos.18
organizacionales son especíicas para cada empresa Ilustremos las observaciones previas por me-
y proveen un micro contexto que resulta de la ex- dio del enfoque de sistemas de innovación, el cual
periencia y de las actividades pasadas de la empre- es un buen ejemplo del intercambio fructífero que
sa. Las instituciones, en contraste, son especíicas puede existir entre los conceptos evolutivos e ins-
de las comunidades y de los territorios, además de titucionales de la Geografía (Freeman, 1987; Nel-
que proveen un macro contexto. Este contexto ins-
titucional puede ejercer una inluencia considera- 17 Boschma (2004) asevera que los territorios sólo

ble en las rutinas de las empresas. De esta manera, pueden ser considerados como unidades relevantes y sig-
se vuelve comprensible hablar de variedades del niicativas cuando la noción de rutinas y de competencias
puede transferirse desde el nivel organizacional hasta el
capitalismo, en el sentido de que las rutinas de las
nivel regional. A ese respecto, la región se ha convertido
empresas compartirán varias características en un en una entidad por sí misma, que provee activos intangi-
sistema institucional, pero diferirán de un sistema bles y no intercambiables sobre la base de una sola base
a otro (Gertler, 1997; Hall y Soskice, 2001). Com- institucional y de conocimiento, la cual no es accesible a
las empresas no locales. Solamente en estas circunstancias
prender la aptitud de las rutinas requiere entonces (muy excepcionales), el éxito y el fracaso de las empresas
de un análisis, no sólo de los mercados, sino de las se debe entender a través de su contexto local (Lawson,
instituciones como importantes determinantes de 1999).
18 Esto también requiere de un análisis multi-nivel
los contextos. Dicho esto, desde una perspectiva
para probar a qué niveles espaciales está condicionado el
evolutiva, presentar a las instituciones como varia- comportamiento y el desempeño de las empresas (Van
bles explicativas del análisis económico no carece Oort, 2001; Phelps, 2004). Dentro de un contexto evolu-
de diicultades conceptuales. En tanto que las ins- tivo, son particularmente útiles las medidas de selección
por medio de la descomposición en múltiples niveles,
tituciones pueden realmente constreñir el compor-
utilizando la ecuación de Price (Frank, 1998; Andersen,
tamiento económico, en la medida que las rutinas 2004) y las medidas de variedad mediante la utilización
no entren en conlicto con las instituciones terri- de la medida de entropía.
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 301

son, 1993; Edquist, 1997; Cooke et al., 1998; Cooke, des con frecuencia requiere de la reestructuración
2001; Asheim e Isaksen, 2002; Simmie, 2005). Las de viejas instituciones y del establecimiento de nue-
raíces históricas de este enfoque se encuentran en la vas (Freeman y Pérez, 1988; Galli y Teubal, 1997).
economía evolutiva, no obstante comparte muchas Un ejemplo conocido es el del surgimiento de la
características con la Geografía Económica institu- industria de la pintura sintética en la segunda mi-
cional. El concepto inicial de los sistemas nacionales tad del siglo xix, la cual provocó muchos cambios
de innovación, por ejemplo, busca descubrir el es- institucionales (tales como nuevas organizaciones
tablecimiento institucional que afecta a los patrones cientíicas y educativas y nuevas leyes sobre paten-
de interacción entre los actores involucrados en el tes) y cuya implementación en Alemania fue muy
proceso de innovación de un país. De esta manera, exitosa, pero no así en el Reino Unido y en los Es-
da por sentada la existencia de las instituciones y tados Unidos (Murmann, 2003). Otro ejemplo es
trata de vincular los desempeños económicos dife- un estudio de la evolución de la banca minorista
renciales con otros establecimientos instituciona- en el Reino Unido desde la década de 1840, has-
les. Posteriormente, este enfoque se ha ido exten- ta la de los años noventa del siglo xx, cuyo énfasis
diendo a nivel regional (Cooke et al., 1998; Cooke, se encuentra en la co-evolución de la organización
2001; Asheim e Isaksen, 2002). Sin embargo, re- industrial, la tecnología y las instituciones (Conso-
cientemente los estudiosos del enfoque evolutivo li, 2005). De esta manera, en un marco evolutivo
han destacado la especiicidad de los sistemas de el problema clave es analizar hasta qué punto las
innovación sectoriales y las propiedades que estos instituciones son lexibles y receptivas a los cambios
sistemas de innovación comparten a través de las en diferentes lugares. Las diferencias instituciona-
regiones (Breschi y Malerba, 1997; Breschi, 2000). les entre regiones o naciones, desde esta óptica,
Este enfoque sectorial sugiere que la historia de los son parte de la explicación, en la medida en que
sistemas de innovación, en lugares especíicos, de- las instituciones co-evolucionan con los procesos de
bería entenderse desde una perspectiva dinámica, al innovación tecnológica y las dinámicas industriales
analizar cómo las instituciones han co-evolucionado (Nelson, 1995b). Al adoptar dicha perspectiva co-
con el surgimiento de un nuevo sector.19 Así, reco- evolutiva, en la que la tecnología, los mercados y las
noce que la implementación y difusión de noveda- instituciones se inluyen mutuamente a lo largo del
tiempo, es evidente que los enfoques institucional y
19 Mientras que puede ser verdad que las institu-
evolutivo convergen.20
ciones son principalmente sectoriales, no es posible dejar
El cuestionamiento que aún busca respuesta
de lado que los modelos institucionales sectoriales, con
el paso del tiempo, converjan hasta cierto punto, de- es: cómo la Geografía Económica Evolutiva puede
bido a fuerzas evolutivas tales como la competencia, la reconciliar la noción de espacio neutral en los mo-
selección y la imitación. Por ejemplo, un sector clave en delos formales (similar a la de los enfoques neoclá-
un país puede ser tan dominante que sus instituciones
(por ejemplo, su sistema de investigación o de derechos
sicos) con el concepto de lugares reales en los casos
de propiedad) se vuelvan parte de un sistema nacional del mundo real (como en los enfoques institucio-
(Hollingsworth, 2000). Sin embargo, en la práctica, es de nales). Desde una perspectiva evolutiva, las institu-
esperarse que la transferencia de modelos instituciona- ciones especíicas en los lugares reales no pueden
les entre sectores se enfrente a varios problemas debido,
entre otras cosas, a la naturaleza sistémica de las institu- proporcionar una explicación suiciente de las di-
ciones. En ese caso, es muy posible que las diferencias ferencias en el crecimiento regional, como tampoco
entre los sistemas de innovación sectoriales co-existan y lo pueden proporcionar los determinantes tradi-
persistan en un territorio (Amable, 2000). Lo que este
ejemplo muestra es que la perspectiva dinámica sobre las 20 Véase también, como ejemplo, una reciente aplica-

instituciones es muy relevante y esto es exactamente de lo ción de la economía evolutiva en el campo de la planii-
que se trata el enfoque evolutivo. cación del transporte hecha por Bertolini (2005).
302 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

cionales (por ejemplo, los precios de los factores) delización) (Krugman, 1991a). Las características
de la teoría neoclásica del crecimiento. Mientras especíicas del lugar no determinan la localización
que estos factores ciertamente restringen al con- de nuevos sectores, porque la presión para la selec-
junto de regiones en las que habría crecimiento, fa- ción de estructuras espaciales existentes es todavía
llan a la hora de explicar por qué incluso regiones más débil cuando emergen nuevas industrias. Esto
con instituciones similares y dotación de factores es, se considera que el ambiente es de poca impor-
pueden tener diferentes tasas y patrones de cre- tancia en la fase inicial de desarrollo de un sector,
cimiento. De esta forma, los factores relacionados porque es probable que exista una brecha entre los
con las instituciones y la dotación de factores deben requerimientos de las nuevas empresas (en térmi-
de complementarse con un análisis dinámico a ni- nos de conocimiento, habilidades) y su ambiente. A
vel del sector y de las redes, en el que los patrones lo sumo, las condiciones regionales pueden jugar
de dependencia y la naturaleza auto-reforzadora de un rol genérico y poco importante al comienzo de
las dinámicas de localización estén en el centro un nuevo sector, como puede ser en la provisión
de una explicación sistemática. Como resultado, la de conocimiento y habilidades generales, funcio-
Geografía Económica Evolutiva argumenta que los nes que frecuentemente son igualmente provistas
lugares reales surgen de las acciones de los agentes por muchas otras regiones (Boschma y Lambooy,
económicos, más que de determinar sus acciones de 1999). Los insumos cruciales, en materia de cono-
una manera absoluta.21 cimiento y habilidades sectoriales, son desarrolla-
Al tratar con el surgimiento de nuevos secto- dos por las propias empresas según la evolución en
res y nuevas redes en regiones particulares, la Geo- el tiempo de sus rutinas organizacionales. Por esta
grafía Económica Evolutiva tiene razones teóricas razón, se puede esperar que las empresas, en los
para asumir que las empresas operan en un espacio nuevos sectores, surjan en diversos lugares. En este
neutral (más que razones de simplicidad en la mo- contexto, Storper y Walker (1989) han utilizado el
término ventanas de oportunidad abiertas para la loca-
21 Las diferencias entre territorios sólo pueden ser lización para describir las dinámicas de localización
entendidas como el resultado de un proceso evolutivo de de las empresas en los sectores nuevos, lo que resul-
largo plazo. Por ello, la imitación de rutinas exitosas o de
instituciones por parte de otros territorios es en sí difícil ta muy cercano al concepto de espacio neutral de
y, lo más importante, es que se espera que los efectos sean los modelos evolutivos.22 Con el tiempo, las venta-
muy diferentes, dependiendo del conjunto de rutinas
e instituciones en las que se introduzca (Gertler, 2003). 22 Una perpectiva evolutiva de este tipo no debería

Como consecuencia, el análisis comparativo, incluyendo dar por sentado la noción de espacio neutro, sino que
la referencia de regiones, tiene sus limitaciones, porque debería probarla en investigaciones empíricas. Al hacer-
un conjunto de micro-rutinas exitosas y macro-institucio- lo, el espacio neutro deja de confundirse con el espacio
nes no pueden simplemente ser trasladadas a contextos vacío, porque no sería correcto dejar de lado el impacto
históricos diferentes. Las comparaciones son útiles para de las condiciones regionales cuando surge una nueva in-
analizar qué dimensiones de un sistema de innovación dustria (Boschma, 1997; Boschma y Frenken, 2003). Lo
se desempeña de forma relativamente pobre y requiere que airmamos es que estas estructuras regionales sólo
de adaptación, pero son menos útiles para proporcionar condicionan el rango de posibles conductas de los agen-
soluciones que se ajusten al contexto histórico de siste- tes, pero no determinan su verdadero comportamiento y
mas de innovación especíicos. El problema central de ubicación. Por esta razón, la esencia de una perspectiva
una política de imitación tiene que ver con el alto grado evolutiva aplicada a la evolución espacial de una indus-
de conocimiento tácito e interdependencias que existen tria tiene dos lados: 1. determinar cuáles territorios son
entre los factores que contribuyen a un modelo exitoso. los candidatos posibles (por ejemplo, los que poseen con-
(Boschma, 2004). En suma, la trayectoria de un territorio diciones favorables) y cuáles territorios pueden excluirse
establece los límites para copiar una estrategia externa desde un inicio. Esto proporciona una respuesta sobre el
que debe su éxito a sus raíces en un ambiente ajeno (Zys- grado de probabilidad de que se encuentren abiertas las
man, 1994; Rivkin, 2000). ventanas de oportunidad ubicacional, cuando surge una
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 303

nas vuelven a cerrarse y, después de una sacudida, un papel genérico en el inicio de un nuevo sector, y
la industria solamente prospera en pocas regiones, se especiizan y desarrollan mejor en aquellas áreas
mientras que se mantiene marginal en la mayoría en las que se localiza una masa crítica de empresas.
de las otras. De forma similar, la evolución espacial De esta forma, en algún momento, la misma base
de las redes se puede entender como un proceso institucional de una región puede funcionar bien
que parte de un espacio neutral, en el que muchos para las industrias maduras y puede ser irrelevante
lugares, pero probablemente no todos, son candi- o, incluso, disfuncional para los sectores emergen-
datos a convertirse en centros nuevos. No obstante, tes. Naturalmente, la paradoja de la política regio-
con el tiempo, sólo algunos lugares desarrollarán nal sostiene que puede ser efectiva para conservar
una función de centro con alta conectividad y, como la actividad económica, no obstante tiene diiculta-
consecuencia, las ventanas de oportunidad se vol- des para generar una nueva actividad económica,
verán a cerrar (Castells, 1996). necesaria para un desarrollo a largo plazo (Pasine-
Con el tiempo, el espacio neutral inicial se tti, 1993; Saviotti, 1996).
transforma en lugares reales, en la medida en que los
nuevos sectores y las nuevas redes de infraestruc-
tura se concentran espacialmente en algunas regio- 5. HaCia una gEografía EConómiCa Evolutiva
nes, de acuerdo con un proceso de trayectoria de
dependencia, e impulsan la base institucional de es- Para resumir nuestra discusión en torno a los enfo-
tas regiones para transformarse y adaptarse. La re- ques neoclásico, institucional y evolutivo de la Geo-
novación de las instituciones para apoyar la nueva grafía Económica, en el cuadro 1 presentamos las
actividad económica es un resultado de un largo similitudes y diferencias entre ellos. Las tres catego-
proceso de co-evolución, más que la determinante rías metodológicas, los supuestos clave y la concep-
inicial de nuevos sectores que se localizan en una tualización del tiempo corresponden a las conexio-
región (recordemos el ejemplo de las industrias nes presentadas en el triángulo de la igura 1. Por
químicas alemanas a inales del siglo xix). De tal razones de claridad, hemos incluido a la Geografía
manera, el desarrollo regional está más relacionado como una categoría adicional para subrayar las no-
con las trayectorias de dependencia que con la de- ciones de espacio neutral y lugar real. En el cuadro 2
pendencia del lugar, aunque algunos lugares pue- también listamos las propuestas clave del enfoque
dan ser mejores en la renovación de sus institucio- evolutivo de la Geografía Económica que se han
nes que otros. Las instituciones solamente juegan presentado a lo largo del artículo.
Metodológicamente, podemos concluir que la
nueva industria. 2. Explorar los mecanismos detrás de la Geografía Económica Evolutiva está en desacuerdo
naturaleza dependiente de la evolución espacial de una con los enfoques institucionales en lo que se reiere
industria nueva. Aquí se responde a la pregunta sobre
a su rechazo a la modelización formal y a su resis-
cuál de las regiones candidatas se convierte en la gana-
dora y por qué. Dicha perspectiva ha sido utilizada en un tencia a comprobar estadísticamente las propuestas
estudio a largo plazo de la evolución de la industria auto- teóricas. Sin embargo, a diferencia del pensamien-
motriz británica (Boschma y Wenting, 2005). El estudio to neoclásico, los estudiosos evolutivos también
demostró que un abasto local de industrias relacionadas
(tales como hacer bicicletas y carruajes) proporcionó la reconocen el valor de los estudios de caso como
base para el surgimiento del sector automotriz británico, herramienta en la teorización apreciativa. Así, la
pero fue el éxito de las primeras compañías y de las su- Geografía Económica Evolutiva apoya consisten-
cursales (especíicamente de las que habían adquirido ex-
temente “la diversidad y apertura metodológicas”
periencia en las compañías de automóviles matriz) lo que
contribuyó a que la industria automotriz se concentrara de la Geografía Económica, como recientemente lo
en el área de Conventry-Birmingham. defendieron Plummer y Sheppard (2000), Marku-
304 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

Cuadro 1
Comparación de los tres enfoques en Geografía Económica

temas clave enfoque neoclásico enfoque institucional enfoque evolutivo

deductiva inductiva ambas


metodología
modelizacion formal teorización apreciativa ambas

agente optimizador agente seguidor de reglas agente satisfactor


supuestos clave
el contexto no importa macro-contextual micro-contextual

conceptualización análisis de equilibrio análisis estático análisis independiente


del tiempo de lo micro a lo macro de lo macro a lo micro de equilibrios recursivo

del espacio neutral


espacio neutral lugares reales
Geografía al lugar real
costos de transporte dependencia del lugar
patrón de dependencia

sen (2003) y Scott (2004). Según Nelson y Winter cionan el rango de posibles conductas y el poten-
(1982), un enfoque evolutivo emplea la modeliza- cial de lugares en los que pueden establecerse las
ción formal (siendo ésta más deductiva) tanto como empresas, pero la conducta real y la localización de
la teorización apreciativa (siendo ésta más inducti- las empresas está mucho más determinada por las
va). Así, la Geografía Económica Evolutiva utiliza la rutinas organizacionales adquiridas en el pasado.
teorización formal basándose en supuestos más rea- Dicho esto, las empresas no sólo son víctimas de su
listas (como el de la racionalidad delimitada), pero historia en el tiempo y el espacio: las rutinas tam-
también lleva a cabo aproximaciones de estudios de bién pueden cambiar a través de la innovación y la
caso, con los que analiza las especiicidades regiona- relocalización. Así es la interacción dinámica entre
les desde una perspectiva dinámica. Resumiendo, la estructura y la acción la que produce la evolución
los estudiosos evolutivos están a favor del pluralis- de los lugares reales.
mo metodológico. En lo concerniente a la conceptualización del
En lo que respecta a los supuestos clave, la tiempo, la Geografía Económica Evolutiva tiene una
Geografía Económica Evolutiva se acerca más al en- perspectiva dinámica explícita, en la que los pro-
foque institucional que asume que la acción econó- cesos de nacimiento y muerte de las empresas y
mica es contextual más que conducida por el cálcu- sectores toman un lugar central, al igual que el pa-
lo de maximización. Sin embargo, mientras que pel que juega la innovación y la co-evolución de em-
los institucionalistas tienden a relacionar la con- presas/sectores dentro de las instituciones. En con-
ducta de los agentes con las macro-instituciones traste, la Nueva Geografía Económica está basada
de los territorios, los evolutivos ponen en primer en un análisis estático de equilibrio, mientras que
lugar a las micro-rutinas de las organizaciones. Se- los enfoques institucionales frecuentemente se en-
gún esta óptica, los diferenciales de precio (de la focan, aunque no exclusivamente, en análisis bas-
óptica neoclásica) y las instituciones especíicas del tante estáticos de las instituciones, utilizando casos
lugar (de la óptica institucional) solamente condi- de estudio y estudios comparativos. De esta mane-
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 305

Cuadro 2
Resumen de la Geografía Económica Evolutiva (gEE)

Combina la teorización apreciativa (inductiva) con la modelización formal (deductiva)

Considera a las empresas y a sus rutinas como la única unidad de análisis

Supone que la conducta y el éxito de las empresas depende fundamentalmente


de las rutinas que la empresa (o su fundador) ha construido en el pasado (patrón de dependencia)

Considera que las determinantes tradicionales de la conducta de una empresa (lugar)


son las señales de precio (neoclásicas) y las instituciones especíicas del lugar condicionantes
del rango de posibles conductas (del lugar), pero no determinantes de la conducta real (del lugar)

Considera que las instituciones son fundamentalmente impulsoras de la innovación


en un sentido genérico, y que con el tiempo son co-evolutivas de las tecnologías,
de manera diferente en las diferentes regiones

Explica el desarrollo económico regional desde la dinámica del cambio estructural


a nivel de sectores, redes e instituciones en los múltiples niveles territoriales

ra, las nociones de espacio neutral (como asume en lo que implica que las decisiones de las empresas
los modelos neoclásicos en aras de la simplicidad de sobre la localización están fuertemente constreñi-
la modelización) y de lugar real (fundamental pa- das por el pasado. Por ejemplo, la mayoría de las
ra la Geografía Económica institucional) pueden empresas comienzan estableciéndose en casa, y las
reconciliarse en el pensamiento evolutivo al ver la nuevas empresas que derivan de éstas, se localizan
evolución espacial de nuevos sectores y de nuevas por lo general en la región de la empresa matriz. En
redes como un proceso dinámico que transforma el ambos casos, las decisiones previas tomadas en un
espacio neutral en lugares reales. contexto histórico diferente determinan la decisión
Para enfatizar aun más y sustentar nuestro sobre la localización de una nueva empresa. Incluso
argumento de que la Geografía Económica Evolu- se espera que las empresas desplieguen un conside-
tiva proporciona potencialmente un marco inte- rable grado de inercia en la localización. La proba-
gral para la investigación teórica y empírica de la bilidad de relocalización disminuye con el paso del
Geografía Económica, proponemos un esquema de tiempo en la medida en que la empresa desarrolla
varios niveles, como se muestra en la igura 2. La un conjunto estable de relaciones con proveedores
micro-unidad de análisis de la Geografía Económi- y clientes y en que reduce los costos acumulados in
ca Evolutiva es la empresa y sus rutinas (Maskell, situ (Stam, 2003). De acuerdo con Nelson y Winter
2001). El comportamiento de la localización de las (1982) y con Cohen y Levinthal (1990), y con Pred
empresas se analiza desde una perspectiva históri- (1967) también enfatizó que las empresas tienen di-
ca. Se puede hacer uso de la geografía conductual, ferentes capacidades para absorber la información
particularmente Pred (1967), para desarrollar ex- sobre las localizaciones potenciales. De este modo,
plicaciones teóricamente informadas sobre las de- las empresas no sólo están imperfectamente infor-
cisiones de localización. Como lo hacen los econo- madas acerca de los lugares, sino que también su
mistas evolutivos, los seguidores de la geografía capacidad para utilizar la información de modo ra-
conductual parten de la racionalidad delimitada, zonable es heterogénea. El patrón espacial inal,
306 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

Figura 2
La Geografía Económica Evolutiva aplicada a niveles diferentes de agregación

sistema
espacial
nivel macro

sector redes
nivel meso (población) (relaciones)

nivel micro
irma
(rutinas)

entonces, es el resultado de un proceso de selección Al partir de la teoría de la empresa, la Geo-


que opera en empresas heterogéneas y sus eleccio- grafía Económica Evolutiva se adhiere a dos niveles
nes de localización. Cuando intencionalmente o por intermedios; esto es la evolución espacial de sec-
accidente las empresas eligen un lugar que cae den- tores y de redes. Las relaciones de las empresas a
tro de lo que se puede denominar margen espacial nivel del sector son principalmente de naturaleza
de rentabilidad, tienen más oportunidad de sobre- competitiva, lo que genera técnicas obvias para el
vivir y prosperar (Smith, 1966). análisis de los modelos de entrada, de salida y de
Al llevarlo un paso más adelante, se puede sobrevivencia. Los modelos principales de la evo-
asumir que algunas empresas desarrollan estra- lución espacial de la industria son el modelo de
tegias soisticadas para duplicar sus rutinas en Simon (1995b), sobre el crecimiento estocástico,
diferentes contextos territoriales, mientras que y los modelos de Arthur (1987) sobre la creación
otras empresas continúan buscando estrategias de nuevas empresas derivadas de las primeras y
de manera ad hoc. Kogut y Zander (1993), por economías de aglomeración, mientras que Kle-
ejemplo, argumentan que las corporaciones multi- pper (2002a), Bottazzi et al. (2002), Maggioni (2002)
nacionales exitosas son aquellas que despliegan una y Brenner (2004) desarrollaron metodologías más
eiciencia superior para transferir conocimiento a elaboradas. Al tomar una perspectiva dinámica, la
través de las fronteras. También en las empresas de evolución espacial de una nueva industria en estos
servicios, la duplicación sistemática de rutinas en análisis se describe en términos de lugares de entra-
las nuevas cadenas constituye una parte importan- da, en la creación de iliales y salidas, que a lo largo
te de la competitividad de las empresas (Winter y del tiempo conducen a una distribución de las ru-
Szulanski, 2001). En general, se espera que la habi- tinas organizacionales en un conjunto de empresas
lidad de una empresa para duplicar sus rutinas en (Boschma y Frenken, 2003).
diferentes contextos geográicos contribuya al buen Es importante, en un contexto evolutivo, en-
desempeño de la empresa. fatizar que la concentración espacial (o su ausen-
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 307

cia) no solamente es un resultado de un proceso la centralidad de la red de los agentes dentro de re-
de evolución industrial, sino que también afecta la des de conocimiento locales y globales. Como se ha
evolución posterior de una industria. Esta relación visto, esto implica que los estudios empíricos sobre
recursiva tiene, por lo menos, tres dimensiones el desempeño innovador de las empresas no debe
(Hannan et al., 1995; Stuart y Sorenson, 2003; Bos- dar por sentado el impacto de la región, sino que
chma y Wenting, 2005; Van Wissen, 2004). Prime- debe explorar también el impacto de las caracterís-
ro, la concentración geográica de las actividades ticas de la empresa (competencias, poder de mer-
industriales puede generar economías de aglome- cado) y la posición de la empresa en las redes (Bos-
ración y fomentar el arranque de nuevas empresas chma y Weterings, 2005; Giuliani, 2005; Giuliani y
de innovación y, posiblemente, el nacimiento de Bell, 2005). Otro tema importante en la investiga-
una industria relacionada en la región. Segundo, la ción es hasta qué punto las instituciones nacionales
concentración geográica de las empresas aumenta y regionales afectan la propensión de los agentes
el nivel de competencia y hace que las salidas de las a trabajar en las redes locales y globales (Bathelt y
empresas aumenten el ajuste promedio de las ruti- Glückler, 2003).
nas. Tercero, la concentración espacial de las em- Además del análisis de la estructura de redes,
presas también puede afectar la oportunidad de la un tema que comparten muchas teorías institucio-
acción colectiva, ya que es más probable que dichas nales, la Geografía Económica Evolutiva tiene por
iniciativas surjan entre agentes próximos que pue- objeto explicar la evolución espacial de las redes.
dan controlar de manera más efectiva la conducta En los modelos evolutivos de formación de las re-
oportunista. des, se entiende que la evolución de las redes es
Las redes proporcionan otra unidad de aná- un proceso de entrada de nuevos nodos con cierta
lisis. Un aspecto importante de las redes en la Geo- probabilidad de conectarse con nodos existentes,
grafía Económica evolutiva es que éstas actúan como dependiendo de la distancia geográica y conecti-
vehículos de creación y difusión del conocimiento vidad (Barabási y Albert, 1999; Guimerà y Amaral,
(Cowan y Jonard, 2003). Un cuestionamiento cla- 2004; Barrat et al., 2005; Castells, 1996).
ve de la investigación es determinar si la difusión Los nodos bien conectados se convierten en
e innovación del conocimiento es una cuestión de nodos aún mejor conectados que proporcionan
estar en el lugar correcto o en la red correcta o en la distribución inal de conexiones desviadas: las
ambos (Castells, 1996). En un estudio reciente se redes evolucionan automáticamente hacia una je-
descubrió que al usar los datos de co-invención que rarquía con ciertos nodos que se convierten en
mostraban redes y citas sobre patentes para indicar los nodos principales más altamente conectados,
lujos de conocimiento, la localización geográica de otros nodos secundarios, mientras que la mayoría
los derrames de conocimiento puede atribuirse a las son nodos pobremente conectados. Una caracte-
redes sociales y a la movilidad laboral (Breschi y Lis- rística poderosa de los modelos de evolución de las
soni, 2003). Dado que la mayoría de las relaciones redes sostiene que esto tiene lugar, igualmente, en
de red y los movimientos en el trabajo son locales, la evolución espacial de las redes sociales entre los
con la movilidad laboral en turno, fuertemente de- actores, como para la evolución espacial de las re-
terminada por las estructuras de red, la compren- des de infraestructura entre los lugares (por ejem-
sión de la difusión del conocimiento requiere de un plo, redes de transportación, redes de tecnología,
entendimiento detallado de las redes sociales sub- redes de intercambio).
yacentes. Utilizar el análisis de las redes sociales, el A partir de un razonamiento sobre la dinámi-
éxito y el fracaso de los agentes económicos y las ca de sectores y redes, la Geografía Económica
regiones como un agregado puede relacionarse con Evolutiva también es útil para el macro-nivel del
308 ron a. bosCHma y KoEn frEnKEn

sistema espacial entero. El desarrollo económico gional diferencial y los procesos de convergencia,
de las ciudades y de las regiones se puede enten- divergencia y de grandes saltos pueden ser mode-
der como un agregado de sectores y redes en una lados mediante la simulación o de manera econo-
región y su posición geográica en un sistema global métrica. Por ejemplo, se ha renovado el interés de
de intercambio y comercio. La lógica sectorial en la la investigación en los modelos estocásticos de cre-
que se basa la evolución de los sistemas espaciales es cimiento urbano que utilizan series de tiempo para
mejor conocida como el proceso de cambio estruc- el tamaño de la ciudad. Estos modelos investigan el
tural (Freeman y Pérez, 1988; Pasinetti, 1993; Bos- crecimiento y declinación sostenidos del crecimiento
chma, 1997). Las ciudades y regiones que son ca- urbano, yendo así más allá de la simple lógica de
paces de generar nuevos sectores con nuevos ciclos la ley de Gibrat, que establece que las tasas de cre-
de vida de los productos y de expandir la deman- cimiento urbano son estocásticas e independientes
da experimentarán el crecimiento, mientras que del tamaño de la ciudad (Pumain, 1997; Gabaix,
las ciudades y regiones que están ancladas a espe- 1999). De manera complementaria a esta investiga-
cializaciones tempranas con ciclos de vida maduros ción, se requiere un análisis histórico para entender
experimentarán declinación. Hay que considerar la co-evolución del desarrollo económico regional y
que no existe una economía automática o un me- de las estructuras institucionales subyacentes a las
canismo político que asegure que las ciudades o historias regionales individuales del crecimiento o
regiones puedan renovarse a sí mismas de manera declive sistemáticos (Nelson, 1995b, 2002). Al res-
exitosa. Incluso puede esperarse que, en la mayoría pecto, las instituciones pueden convertirse en parte
de las instancias, los lugares experimenten alguna integral de un marco para la Geografía Económica
declinación después de periodos de crecimiento, Evolutiva, al incluirlas en el análisis de las dinámi-
debido a los intereses creados, a la rigidez institu- cas de las industrias, de las redes y de los sistemas
cional y a la degradación de costos asociados a las espaciales.
especializaciones previas. Dicho esto, la Geografía Económica Evolutiva
La teorización sobre la lógica de las redes en la está todavía en una etapa temprana de desarrollo.
que se basa la evolución de los sistemas espaciales es Algunos de sus conceptos fundamentales, tales como
más reciente, y los geógrafos han jugado un papel las rutinas y los patrones de dependencia necesitan
prominente en ella (Hohenberg y Lees, 1995; Cas- una elaboración más cuidadosa, tanto teórica como
tells, 1996). De acuerdo con estas contribuciones, el empíricamente (Martin, 2003; Becker, 2004). Más
crecimiento depende crucialmente de la inclusión aún, a la fecha existen pocos estudios que puedan
de una ciudad o región en las redes globales de in- servir como ejemplares kuhnianos de este nuevo
tercambio y comercio. Una posición central en la enfoque. A pesar de estas pequeñas carencias, cree-
red puede alcanzarse al atraer oicinas matrices de mos que la Geografía Económica Evolutiva propor-
corporativos que se establezcan, desarrollando ser- ciona nuevas y genuinas explicaciones para la gran
vicios para negocios especializados y funcionando problemática de la Geografía Económica, tales
como centros de transportación. Otra vez, podría es- como la conducta de localización de la empresa, la
perarse que las ciudades centrales de una época evolución espacial de los sectores y de las redes, la
(por ejemplo, la basada en los ferrocarriles) sea me- co-evolución de las empresas, las tecnologías y las
nos exitosa en la siguiente (las aerolíneas), debido instituciones territoriales, y la convergencia/diver-
a la rigidez institucional y a la degradación de los gencia con los sistemas espaciales. La comparación
costos asociados a las especializaciones previas. entre el enfoque evolutivo y los enfoques neoclásico
De esta forma, los niveles intermedios de los e institucional muestra que la Geografía Económi-
sectores y las redes, los patrones de crecimiento re- ca Evolutiva ofrece, de hecho, un valor agregado al
¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva? 309

campo de la Geografía Económica. Y lo que es más, Andersson, C., K. Frenken y A. Hellervik (2006), “A
el enfoque evolutivo proporciona interfases con los Complex Network Approach to Urban Growth”,
enfoques neoclásico e institucional que son poten- Environment and Planning A, vol. 38, núm. 10,
cialmente mucho más fértiles que las difíciles inte- pp. 1941-1964.
racciones que hemos atestiguado entre los enfoques __________, A. Hellervik, K. Lindgren, A. Hagson y
neoclásico e institucional. J. Tornberg (2003), “Urban Economy as a Scale-
Sabemos que todavía existe un gran camino Free Network”, Physical Review E, vol. 68, núm.
por recorrer antes de que la Geografía Económica 3, parte 2, pp. 36-124.
Evolutiva pueda convertirse en un campo sólido. Antonelli, C. (2000), “Collective Knowledge Com-
Sin embargo, estamos convencidos de que la teoría munication and Innovation: The Evidence of
evolutiva constituye un nuevo, verdadero y pro- Technological Districts”, Regional Studies, vol.
metedor paradigma de la Geografía Económica. El 34, núm. 6, pp. 535-547.
tiempo dirá si cumplimos nuestras expectativas; al Arthur, W.B. (1994), Increasing Returns and Path de-
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Comentarios al trabajo de Ron A. Boschma y Koen Frenken
“¿Por qué la Geografía Económica no es una ciencia evolutiva?
Hacia una Geografía Económica Evolutiva”

arturo ranfla gonzálEz


Instituto de Investigaciones Sociales
Universidad Autónoma de Baja California

introduCCión noventa, la Nueva Geografía Económica la inte-


gró a la teoría neoclásica.
Boschma y Frenken (2006), parafraseando
La Geografía Económica, normalmente campo de el título del artículo clásico de Veblen “¿Por qué la
un fecundo debate interdisciplinario entre econo- Economía no es una ciencia evolutiva?” (1898), pro-
mistas y geógrafos, se ha convertido, en opinión de ponen un enfoque evolutivo en la Geografía Econó-
Boschma y Frenken, en un diálogo de sordos. La si- mica como alternativa para salvar las limitaciones
tuación no fue siempre así; hubo una etapa, en la que tienen los enfoques neoclásico e institucional
cual las relaciones entre ambas disciplinas mostra- en esta disciplina. Los autores postulan que “la
ba una distribución de tareas en las que la Geografía Geografía Económica Evolutiva no es reductible ni
privilegió a las entidades regionales, guiada por la al enfoque neoclásico ni al enfoque institucional en
escuela del paisaje, cuyas aportaciones nacionales Geografía Económica” (Boschma y Frenken, 2006,
(Alemania, Francia, Gran Bretaña y Estados Uni- p. 274). La propuesta está organizada en torno a
dos) la convirtieron en una inluyente disciplina, dos ejes; en el primero elaboran una descripción
presente en la actualidad en las visiones cultural y del desarrollo teórico de la Geografía Económica
socioeconómica de la Geografía Económica. Econo- durante las dos últimas décadas del siglo xx; y en
mistas y geógrafos también compartieron una vi- el segundo pretenden demostrar el valor agrega-
sión de la Geografía Económica guiada por la do que tiene el enfoque de la Geografía Económica
teoría de la localización en la teoría económica, Evolutiva; aseguran que éste “aporta vino nuevo en
cuyo carácter diverso y no ortodoxo, la mantuvo botellas nuevas” a la disciplina.
aislada de la teoría convencional (Ponsard, 1983, Es vasto el trabajo realizado por Boschma y
p. 5) hasta el momento en que, en la década de los Frenken (op. cit.); abarca la evolución que experi-

[317]
.
318 arturo ranfla gonzálEz

mentaron la Economía y la Geografía en la última mica de la Geografía Económica. La evolución, en


parte del siglo xx, periodo en el que las transforma- efecto, constituye una alternativa para comprender
ciones demográicas y las actividades económicas se y explicar los procesos que inluyen en los cambios
manifestaron en el territorio y en los espacios de que experimentan las economías nacionales, regio-
organización económica y social, lo que hizo que nales y urbanas; ése es el espíritu de la propuesta
la Geografía Económica se convirtiera en una dis- que elaboran los autores a lo largo del documento.
ciplina clave en relación con los procesos de glo-
balización y con el efecto catalizador que tuvieron
los cambios tecnológicos en la multiplicación de los 1. EntrE la ComparaCión y la armonizaCión,
lujos de diverso orden. En este contexto móvil, el la intErfasE
esfuerzo realizado por los autores para poner en
perspectiva a la Geografía Económica resulta exito- La propuesta evolutiva para la teoría económica
so, porque valorizan el aspecto dinámico de la teo- tiene una larga historia, que se remonta a autores
ría económica, que es parte de un debate inconcluso como Jevons (1871), Veblen (1898) y Walras (1926),
en la epistemología económica; y también porque quienes expresaban su inquietud por la incapaci-
lograron encontrar ejes de articulación entre las dad de la teoría neoclásica para explicar el cambio
relaciones temporales y espaciales por medio de económico. En la década de los setenta, guiadas por
una revisión exhaustiva de los textos económicos y Nelson y Winter, esas inquietudes por explicar el
geográicos, que les permitió aportar evidencias de cambio económico vis-a-vis con la teoría neoclási-
la naturaleza evolutiva de la Geografía Económica. ca resurgieron concretándose en cuestionamien-
A lo largo del artículo, los autores reconocen tos a la teoría ortodoxa en aspectos como creci-
las diicultades para armonizar (Mouchot, 2003, miento económico, cambio tecnológico, evolución
p. 3) las diferentes visiones teóricas, en las que se industrial, naturaleza de la competencia, papel
priorizan ciertas lógicas sobre otras y, para evitar de las instituciones y comportamiento individual
confrontarlas, efectúan una evaluación de las dife- (Essletzbichler y Rigby, 2007, p. 550), aspectos que
rentes visiones y de sus aportaciones con base en en su conjunto fueron determinantes en la consti-
tres temas: análisis estático, modelización formal y tución de una Geografía Económica Evolutiva inte-
racionalidad delimitada-contextual. A in de com- resada en entender y explicar la evolución de los
plementar el análisis comparativo entre los enfo- lugares, las propiedades de los agentes económicos
ques teóricos analizados (neoclásico, institucional y y las trayectorias diferenciadas del desarrollo eco-
evolutivo), los autores identiican las interfases que nómico en el espacio.
existen entre cada uno de los enfoques, mismas que Las secciones 3 y 4 (Boschma y Frenken,
podrán convertirse en fuentes nuevas de explica- 2006), integran las aportaciones de la teoría neoclá-
ción. Los autores explican la interfase siguiendo su sica y de la Nueva Geografía Económica en un solo
signiicado en el idioma inglés: “superposición en enfoque, al considerar que el enfoque de Paul Krug-
donde dos teorías o fenómenos afectan una a la otra man es “una extensión reciente del pensamiento
o tienen ligas entre sí, siendo un ejemplo la interfase neoclásico para explicar mejor el comercio, la es-
que existe entre la química y la biología”. Mis co- pecialización y la aglomeración, haciendo menos ri-
mentarios al respecto buscan destacar la argumen- gurosos los supuestos frecuentemente usados de
tación y los conceptos centrales que utilizan los au- competencia perfecta y beneicios constantes a es-
tores para armonizar las tres visiones teóricas de la cala” (ibid., p. 275). Los autores dividen la corriente
Geografía Económica, así como poner en relieve las institucionalista originada en la Economía en dos
interfases como aspectos claves de una teoría diná- enfoques para la Geografía Económica, siguiendo
ComEntarios a “¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva?” 319

como criterio sus niveles de socialización. A partir que tiene la Geografía Económica Evolutiva, que
de esto ubican el enfoque institucionalista de la encuentra en las rutinas organizacionales la expli-
Geografía Económica. “Nuestra caracterización de cación de las decisiones bajo una racionalidad de-
enfoques institucionales en Geografía Económica limitada, a diferencia del enfoque institucional que
está relacionada principalmente con la explicación privilegia a las instituciones territoriales.
sobre-socializada, ya que una gran parte de la inves- Los autores tienen interés en establecer estas
tigación de Geografía Económica está caracteriza- diferencias, y ponen el acento en la pluralidad que
da de forma más cercana a esa explicación, que tiene la Geografía Económica Evolutiva con res-
pone el énfasis en las instituciones más que en la ac- pecto a los otros dos enfoques; sus argumentos a
ción individual” (ibid., p. 276). En cuanto a la Geo- lo largo del texto están soportados por una extensa
grafía Económica Evolutiva —el tercer enfoque— bibliografía, que conigura un mapa temporal de
se distingue porque “aplica conceptos medulares y las diferentes aportaciones realizadas sobre el tema
metodologías de la economía evolutiva en el con- en las últimas décadas. El resultado es una guía de
texto de la Geografía Económica. Proporciona al- lectura fundamental para el análisis de la dinámica
ternativas para la principal gran explicación, inclu- de los espacios regionales y locales y, la explicación
yendo aglomeración y diferencias en el crecimiento de sus diferencias.
regional” (ibid., p. 277).
Utilizando las delimitaciones anteriores, en la
sección 3 (op. cit.) los autores exploran tres temas 2. la idEntifiCaCión dE las intErfasEs
claves con el propósito de poner en perspectiva EntrE los difErEntEs EnfoquEs
cada una de las visiones teóricas propuestas en la y El potEnCial dE la
Geografía Económica. Estos temas son la modeli- gEografía EConómiCa Evolutiva
zación formal, los supuestos o contextos en los que
se basa cada una de ellas y la conceptualización ¿Cuáles son los puntos de articulación entre los di-
del tiempo. Descritas de manera simpliicada, se ferentes enfoques que permiten distinguir las in-
identiican dos diferencias fundamentales entre la terfases? Es la pregunta de una etapa obligada que
Geografía Económica neoclásica y la Geografía Eco- siguen los autores, para avanzar más adelante en
nómica institucional con respecto a los supuestos las bondades potenciales que puede aportar un en-
conductuales: racionalidad delimitada y rutinas e foque evolutivo de la Geografía Económica ¿Cuáles
instituciones que guían la toma de decisiones; y con son las ventajas que tiene la Geografía Económica
respecto a la metodología, hay una oposición en lo Evolutiva en el contexto de una actividad económi-
que se reiere a la formalización, que mantiene la ca caracterizada por la globalización y el desarrollo
primera, y al contexto en la toma de decisiones, al de las redes?, es la segunda pregunta a la que se
que responde la segunda. proponen responder los autores, en lo que identii-
En contraste, la Geografía Económica Evoluti- camos como la segunda parte del artículo.
va mantiene una posición intermedia. Por un lado, Para responder lo primero, los autores desa-
comparte con el enfoque neoclásico la utilidad y rrollan las secciones 4 y 5 (op. cit.). En la sección
la modelización formal, que requiere un grado de 4, identiican las coincidencias entre la Geografía
abstracción de los contextos locales y, por el otro, Económica neoclásica y la Geografía Económica
con el enfoque institucional comparte el supuesto Evolutiva. Como parte central de su argumentación
de racionalidad delimitada, que pone énfasis en el integran a la teoría neoclásica y a las aportaciones
contexto de las decisiones humanas. Esta paradoja de la Nueva Geografía Económica, lo que resulta
es el resultado de los diferentes niveles de análisis cuestionable, porque pone juntos a una nueva fa-
320 arturo ranfla gonzálEz

milia de modelos de rendimientos crecientes a es- ma diferencia entre las dos teorías subyace en las
cala y de competencia imperfecta con modelos pre- economías de aglomeración, en las que para la
vios basados en rendimientos decrecientes a escala Nueva Geografía Económica se atribuye princi-
y competencia perfecta, siendo estas condiciones palmente a las rentas pecuniarias y para la Geo-
muy alejadas de una realidad más diversa y difusa grafía Económica Evolutiva se considera que es la
en el contexto actual. Los autores encuentran que expresión de las externalidades derivadas del co-
esta integración abre posibilidades a los equilibrios nocimiento.
múltiples guiados por “patrones de dependencias” En la sección 5, Boschma y Frenken (op. cit.)
y de irreversibilidad de sistemas cerrados y semi- establecen coincidencias y diferencias entre los en-
óptimos. Los autores ubican las desigualdades en foques de la Geografía Económica institucional y
la aglomeración, lo cual en la Geografía Económica la Geografía Económica Evolutiva. De partida re-
neoclásica es resultado de la producción y la de- conocen que es común asociar a ambas dentro del
manda; mientras que en la Geografía Económica enfoque institucionalista originado en la ciencia
Evolutiva las desigualdades se atribuyen a las di- económica, por lo que marcan diferencias entre la
ferencias que en la organización de las empresas Geografía Económica institucional y la Geografía
repercuten espacialmente. La arquitectura espacial Económica Evolutiva; para la primera, las institucio-
resultante de estas diferencias es la expresión de la nes especíicas de las comunidades y los territorios
evolución que han venido experimentando las re- constituyen un macro-contexto en las actividades
des, cuyos nuevos nodos y sus conexiones se hacen de las empresas; para la segunda, la variable deter-
dependientes del espacio geográico (de manera ne- minante es el componente asociado a las rutinas
gativa), además de la adhesión preferencial (de ma- organizacionales, que se producen a nivel de la em-
nera positiva) (ibid., p. 283). presa. Sin embargo, consideran que la evolución de
Las diferencias entre Geografía Económica ambos niveles es importante en la diversidad de las
neoclásica y Geografía Económica Evolutiva se con- rutinas que tiene el capitalismo, y que se materia-
centran en los aspectos metodológicos e instrumen- liza en diferencias institucionales entre regiones
tales que tienen ambos enfoques. La primera tiene o naciones, cuya expresión es la co-evolución que
la homogeneidad de los agentes económicos y la ra- experimentan las instituciones en los procesos de
cionalidad delimitada como características, a las que innovación tecnológica y en las dinámicas indus-
se suman los niveles económicos de agregación y el triales.
nivel macro en la decisión de localización. Para la Desde una perspectiva evolutiva, las institu-
Geografía Económica Evolutiva, la heterogeneidad ciones especíicas en los lugares reales no pueden
y las micro rutinas son determinantes para explicar proporcionar una explicación suiciente de las dife-
su funcionamiento (ibid., p. 284), a lo que se suma rencias en el crecimiento regional; del mismo modo,
la evolución espacial de las industrias y las redes a tampoco los determinantes tradicionales, como son
nivel medio de la Economía (ibidem). La dinámica los precios y la dotación de factores, pueden expli-
y su tratamiento son diferentes en ambas teorías: car por qué otras regiones con instituciones simi-
para la Geografía Económica neoclásica, la evolu- lares y con la misma dotación de factores pueden
ción de las aglomeraciones responde al análisis del tener diferentes tasas y patrones de crecimiento. La
equilibrio estático; mientras que para la Geogra- explicación es que a nivel de sector y de funciona-
fía Económica Evolutiva, la convergencia temporal miento de redes, “los patrones de dependencia” y
hacia el equilibrio puede alterarse como resultado “la naturaleza autorreforzadora” de las dinámicas
de un comportamiento innovador en la empre- de localización son determinantes. Por esta razón
sa, determinado de manera endógena. Esta últi- la Geografía Económica Evolutiva argumenta que
ComEntarios a “¿por qué la gEografía EConómiCa no Es una CiEnCia Evolutiva?” 321

los lugares reales son el producto de las acciones de En efecto, la fortaleza de la Geografía Econó-
los agentes económicos, más que el producto de sus mica Evolutiva radica en su pluralismo metodoló-
acciones de una manera absoluta. gico, que permite utilizar supuestos más realistas,
La evolución de un espacio neutro a un es- como el de racionalidad delimitada, y apoyarse en
pacio que gradualmente va desarrollando condicio- estudios de caso para abordar el análisis de especi-
nes que se maniiestan en los mercados de factores icidades regionales con una perspectiva dinámica.
y de productos es resultado de la evolución del co- La Geografía Económica Evolutiva asume que la ac-
nocimiento, de las habilidades de la población y de ción económica es predominantemente contextual,
sus estructuras de organización industrial. En este en el que las micro rutinas en las organizaciones son
proceso son determinantes el desarrollo del conoci- determinantes, porque aportan un componente di-
miento y de las habilidades sectoriales guiadas por námico para explicar cómo evolucionan las empre-
sus rutinas organizacionales a lo largo del tiempo. sas en el tiempo y en el espacio, por medio de “una
Esto es válido también para explicar la forma en dinámica recíproca entre estructura y acción, que
que evolucionan espacialmente las redes que, de ser es lo que produce la evolución de los lugares reales
un espacio neutral en el que muchos lugares, pero (ibid., p. 292). La visión de la Geografía Económica
probablemente no todos, son candidatos a conver- Evolutiva parece menos restrictiva que la de los en-
tirse en nuevos centros, van gradualmente cerrán- foques concurrentes, porque el comportamiento de
dose. La Geografía Económica Evolutiva describe la localización de las empresas es analizado desde
cómo se transforma un espacio neutral en luga- una perspectiva histórica y a varios niveles (la irma,
res reales, en la medida en que nuevos sectores y el sector y el sistema espacial) (ibid., p. 293), apor-
las nuevas redes de infraestructura se concentran tando complejidad a la explicación y valorizando
espacialmente en algunas regiones, producto del todos aquellos aspectos que contribuyen a la evolu-
papel determinante que tienen los patrones de de- ción y co-evolución como factores determinantes de
pendencia, mismos que predisponen la base insti- la dinámica espacial y territorial.
tucional de estas regiones con respecto a su trans- Las redes se convierten en un aspecto impor-
formación y adaptación (op. cit., p. 290). tante en la propuesta evolutiva de la Geografía Eco-
En la sección 6, los autores resumen los dife- nómica en la medida en que hay una revolución
rentes enfoques de la Geografía Económica (neoclá- tecnológica, cuyo impacto ha sido determinante en
sico, institucional y evolutivo); su propósito es poner los modos de transporte y en el aumento que regis-
de relieve las diferencias centrales que hay entre traron los lujos de información en el mundo du-
ellos, recapitulando las diversas metodologías, los rante las últimas décadas. El resultado es, citando a
respectivos supuestos claves y la conceptualización M. Castells, “una cuestión clave de la investigación”,
que hacen del tiempo. Apoyándose en la exhausti- sobre todo si se trata de “determinar si la difusión
va revisión que efectuaron en las dos secciones an- e innovación del conocimiento […] está en el lugar
teriores y mediante cuadros sinópticos y gráicos, correcto o en la red correcta, o en ambos” (op. cit.,
concluyen que el enfoque evolutivo es el marco de p. 294). Las redes son un concepto clave que ha
análisis teórico y empírico adecuado para la Geo- venido aumentando su reconocimiento en la mo-
grafía Económica. Al respecto retengo dos aspectos derna organización del espacio. Para la Geografía
que hacen la diferencia: la pluralidad metodológi- Económica Evolutiva, las redes y los sectores sirven
ca y la evolución de las redes, como temas claves para el macro-nivel del sistema espacial como un
de las contribuciones de la Geografía Económica todo. Como ejemplo de su importancia, los autores
Evolutiva sobre los que habría que continuar ex- sugieren que el desarrollo económico de las ciuda-
plorando. des y de las regiones puede ser analizado como un
322 arturo ranfla gonzálEz

agregado de sectores y redes en una región; y su Essletzbichler, J. y D.L. Rigby (2007), “Exploring Evo-
posición geográica, en un sistema global de inter- lutionary Economic Geographies”, Journal of
cambio y comercio. Con base en esto, los autores Economic Geography, vol. 7, pp. 549-571.
destacan cómo la lógica sectorial que subyace en la Jevons, W.S. [1871] (1998), La teoría de la economía po-
evolución de los sistemas espaciales es mejor conoci- lítica, estudio preliminar de Manuel Jesús Gon-
da como el proceso de cambio estructural que pue- zález, traducción de Juan Pérez-Campanero y
de aplicarse a regiones y ciudades. En el tiempo, revisión de Carlos Rodríguez Braun, Madrid,
el cambio estructural explica el desarrollo, el creci- Ediciones Pirámide, pp. 277.
miento y la declinación económica como resultados Mouchot, C. (2003), Méthodologie Économique, París
de la co-evolución del desarrollo económico regio- Seuil.
nal y de las estructuras institucionales subyacentes Ponsard, C. (1983), History of Spatial Economic Theory,
en las historias regionales. Como bien señalan los Berlín, Springer-Verlag.
autores, estas aportaciones no son más que parte Veblen, T.B. (1898), ”Why is Economics Not an
de una larga ruta para que la Geografía Económica Evolutionary Science?”, Quarterly Journal of
Evolutiva se consolide. Economics, vol. 12, pp. 373-397; reimpreso en
T.B. Veblen (1961), The Place of Science in Mo-
dern Civilization and Other Essays, Nueva York,
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vol. 6, pp. 273-302. (trad.), Philadelphia, Orion Editions.
Economía Regional: una perspectiva
de la Nueva Geografía Económica*

Kristian bEHrEns
Universidad de Québec, Canadá
JaCquEs-françois tHissE
Université Catholique de Louvain, Bélgica

En este trabajo se muestra que los conceptos e instrumentos desarrollados en la Nueva


Geografía Económica pueden ser usados para revisar algunos problemas de la economía
regional. En particular, queremos destacar los dos puntos siguientes: 1. ¿Qué entendemos
por región? y 2. ¿Qué tipo de interacciones entre regiones queremos estudiar y cómo
modelizarlos? Finalizamos discutiendo algunos problemas que pueden ser explorados
más detalladamente por la economía regional para enriquecer el cuerpo del conocimiento.

introduCCión Harrod-Domar de crecimiento regional).1 El énfa-


sis samuelsoniano puesto en la teoría del comercio
Esta revista (Regional Science and Urban Economics) también actuó como un impedimento para el desa-
fue lanzada en 1972 con el título Economía Regional y rrollo de la economía regional, donde el comercio
Urbana. El primer punto que deseamos mencionar de bienes (mercancías) era visto como un substituto
es que, durante ese tiempo, la economía urbana era de la movilidad de los factores. Hoy, gracias al sur-
ya un campo bien establecido que utilizaba nuevos gimiento de la Nueva Geografía Económica (NGE),
conceptos e instrumentos. En contraste, el estado es tiempo de replantear la economía regional. Esto
cientíico de la economía regional era menos claro es lo que deseamos hacer aquí.
en cuanto al uso de aquellos conceptos, modelos y Cabe subrayar que, desde el principio, con el
técnicas regionales, los cuales eran frecuentemente in de hablar sensatamente de la economía regional,
una mera extensión de aquéllos aplicados a nivel incluso a mitad del camino, es necesario abordar las
nacional, con un elemento adicional que identii- dos preguntas siguientes: 1. ¿qué queremos decir con
caba las diferentes regiones (por ejemplo, la matriz región?; y 2. ¿qué tipo de interacciones entre regio-
de insumo-producto interregional o el modelo de nes estudiaremos y cómo las modelizaremos?

* Artículo traducido al español por Héctor M. Cor-


tez Yacila (El Colegio de Tlaxcala A.C.), del original Link Service, licencia núm. 2922050655484.
publicado en Regional Science and Urban Economics (2007), 1 Una notable excepción es el trabajo de Takayama

núm. 37, pp. 457-465. Permiso de traducción y reproduc- y Judge (1971), que ha dado lugar a una gran cantidad
ción otorgado por Copyright Clearance Center’s Rights- de extensiones y aplicaciones en el mundo real.

[323]
324 Kristian bEHrEns y JaCquEs-françois tHissE

En cuanto a la primera pregunta, la encon- En las dos primeras secciones, revisamos bre-
tramos crucial para desarrollar un mejor entendi- vemente lo que sabemos de aquellas dos preguntas.
miento de cómo la escala espacial del análisis es Terminamos en la sección 3 hablando abiertamente
importante para los resultados económicos. Con mu- de los problemas que deberían ser explorados con
cha frecuencia, los economistas usan indistinta y más detalle en la economía regional, para alcanzar
confusamente palabras como posiciones (ubicacio- el nivel de generalidad que uno espera para campo
nes), regiones o sitios, sin ser conscientes de que és- tan importante.
tas a menudo corresponden a unidades espaciales
diferentes, corriendo el riesgo de describir implica-
ciones que son válidas en un cierto nivel de agrega- 1. ¿qué Es una rEgión?
ción espacial, pero no en otro.2 Además, usando las
deiniciones vagas de la unidad espacial del análi- Desde los tempranos días de la economía regio-
sis, se reduce el contenido cientíico de la teoría en nal hubo muchas deiniciones relacionadas con el
el sentido popperiano, en tanto que los resultados concepto de región, siendo las de Lösch (1938), las
empíricos siempre pueden ser impugnados, a la luz que más han contribuido. En su sentido más am-
de la teoría, sobre la base de que las variables no son plio, el término región es usado para describir un
medidas en la escala espacial apropiada. conjunto de sitios, tal que, cualquier par de sitios
En cuanto a la segunda pregunta, indepen- pertenecientes a la misma región son similares,
dientemente de lo que se propone para una región, de una forma u otra. Sin embargo, la multiplicidad
el concepto es útil si, y sólo si, una región es parte de de deiniciones releja el hecho de que el concep-
una red más amplia donde ocurren varios tipos to de similitud no es el más sugerente por sí mismo.
de interacciones. Sin tomar este aspecto en con- Esto puede ser veriicado en un trayecto muy rigu-
sideración, uno puede preguntarse cuál sería la di- roso, pero en gran parte inadvertido.
ferencia entre la economía regional y la macro-eco- Observe primero que un conjunto de regio-
nomía de una economía cerrada. Cuando hay una nes siempre implica una partición de algún espacio
sola región, la economía es a-espacial y no hay nada geográico que contiene un gran número de luga-
interesante para ser expresado a partir del análi- res, donde un lugar es la unidad elemental de espa-
sis espacial. De ahí, cualquier discusión signiicati- cio. Teniendo esto en mente, un resultado conocido
va de cuestiones regionales requiere al menos dos en la teoría de conjuntos es que hay una corres-
regiones sobre las cuales son tomadas las decisiones pondencia única (exacta) entre la familia de par-
económicas. Además, si no queremos que el aná- ticiones en un conjunto y la familia de las relacio-
lisis sea limitado a la teoría del comercio, también nes de equivalencia del mismo conjunto (Halmos,
debemos considerar explícitamente la movilidad 1965). Recuerde que una relación de equivalencia
de los agentes-irmas y/o consumidores, así como la en un conjunto es una relación relexiva, simétri-
existencia de los gastos de transporte, que son dos ca y transitiva. Por intuición, uno puede pensar en
de los más importantes ingredientes de la teoría de una relación de equivalencia entre los conceptos
localización. de igualdad y semejanza: 1. un objeto es siempre
similar a sí mismo (relexividad); 2. si un objeto es
similar al otro, éste es similar al primero (simetría);
y 3. dos objetos similares a uno tercero son entre sí
2 Por ejemplo, Rosenthal y Strange (2001) mues-
similares (transitividad).
tran que la naturaleza de la aglomeración establece dife-
rencias, dependiendo de la escala espacial del análisis (el En consecuencia, la utilización de un siste-
nivel de ciudad, el nivel estatal). ma regional particular funciona con una relación de
EConomía rEgional: una pErspECtiva dE la nuEva gEografía EConómiCa 325

equivalencia especial deinida sobre el espacio de re- lado con la disponibilidad de los datos. De ahí, aun-
ferencia. Este resultado tiene dos implicaciones que ya sea un problema en la teoría, la pregunta de
importantes: 1. cualquier lugar pertenece a una so- la escala espacial del análisis se hace aún más dra-
la región; y 2. dos sitios que pertenecen a la mis- mática en la investigación aplicada. Sin embargo,
ma región son considerados como idénticos desde tal diicultad no exenta al analista de buscar solu-
el punto de vista de la relación de equivalencia, ciones signiicativas empíricas (por ejemplo, Magri-
mientras que dos sitios que pertenecen a dos re- ni, 2004; McMillen y Smith, 2003). Por un lado, la
giones distintas no lo son. Ahora es fácil entender pregunta del tamaño de las regiones ya no importa,
por qué no hay un acuerdo general sobre lo que porque a menudo lo determinan las clasiicaciones
podría ser una región: el número de relaciones de administrativas, por ejemplo, la NUTS (Nomencla-
equivalencia que puede ser deinido en un espacio tura de las Unidades Territoriales Estadísticas) re-
es enorme. Así, dependiendo del punto de vista se- gional-clasiicación de la Unión Europea. Por otro
leccionado por el analista, el sistema regional, la lado, uno cae en la tentación de adecuar la teoría de
forma y el número de regiones pueden variar. Por modo que quepa en las clasiicaciones estadísticas
consiguiente, un área dada no puede ser conside- disponibles. Un problema adicional es que, debido
rada como una región en sí. Si es o no parte de un a la naturaleza de los datos disponibles, el espacio
sistema regional, depende en última instancia de la debe a menudo estar representado por un conjun-
relación de equivalencia que se está utilizando. to discreto de puntos, pero cuando hay demasiados
Esta diicultad no debe ser una sorpresa en puntos, la agregación se hace necesaria y da lugar
tanto que la deinición de un sistema regional tiene al conocido MAUP (Movable Areal Unit Problem) Pro-
cierta semejanza con el problema de la agregación blema de Unidad Regional Móvil.3 Algunas técnicas
en la teoría económica. A este respecto, en forma nuevas aliviarían el problema MAUP; en particular,
similar, por ejemplo, es bien sabida la diicultad el uso de los sistemas de información geográica y la
que ofrece elegir un “representante de los consu- creciente disponibilidad de micro-datos espaciales
midores” (Kirman, 1992). De la misma manera, la permitirían una menor dependencia de los límites
palabra industria está todavía en busca de un signi- regionales determinados arbitrariamente.4
icado teórico bien deinido (Trifin, 1940).
Agrupar ubicaciones dentro de la misma en-
tidad espacial, llamada región, da lugar a diicul-
tades similares. Es, por lo tanto, muy apresurado
dar una respuesta clara y exacta a nuestra prime-
ra pregunta, lo cual es esencialmente empírico. 3 Economistas y geógrafos no parecen ser conscien-
Cuando hablamos de una región, lo haremos con tes de que los matemáticos han estudiado en extenso los
posibles errores que pueden surgir de la agregación de
la misma imprecisión teórica que cuando usamos el datos. En esta perspectiva, Francis et al. (2007) conside-
concepto de industria. Note que ambos involucran ran y comparan varias medidas de error de agregación,
un nivel intermedio de agregación entre lo macro identiican unas eicaces (y unas ineicaces) medidas de
y lo micro. error de agregación, y hablan de algunas áreas de inves-
tigación.
Debería estar claro, desde la discusión prece- 4 Por ejemplo, Duranton y Overman (2005) parten

dente, que el desafío principal de la deinición de de un enfoque de espacio continuo para determinar el
un sistema regional está más en la aplicación em- grado de la ordenación del territorio y la concentración
de diversos sectores industriales, mientras que Mori et al.
pírica que uno tiene en mente. Desde un punto de
(2005) proponen un índice de localización industrial que
vista empírico puro, el concepto de región que uno se puede descomponer en elementos que representan la
conserva de forma intrínseca, a menudo está vincu- localización en los diversos niveles de agregación espacial.
326 Kristian bEHrEns y JaCquEs-françois tHissE

2. la rElaCión Esto nos conduce a creer que la representación ope-


EntrE la EConomía rEgional racionalmente factible y teóricamente deseable de
y la nuEva gEografía EConómiCa un sistema regional es en términos de un gráico.
Nótese que esto es un postulado que durante mu-
La idea de la interacción espacial es inherente a la cho tiempo lo tiene la teoría de localización (Bec-
economía regional. Deinida en forma amplia, la in- kmann y Thisse, 1986). Los gráicos ofrecen una
teracción espacial reiere a una serie de lujos su- representación natural de los sistemas initos de los
jetos a varios tipos de fricciones espaciales, como agentes/nodos que interactúan recíprocamente el
bienes (mercancías), negocios, migraciones, movi- uno con el otro por eslabones. Esto también encaja
mientos de capital, subvenciones interregionales, bien con la escala espacial intermedia considerada
remesas, y la transmisión interregional de los efec- en la economía regional.
tos del ciclo de negocio y conocimiento. Hasta la En una economía espacial con un número i-
fecha, gran parte de la temática de la NGE se ha li- nito de regiones, sabemos con el teorema de impo-
mitado sólo a los movimientos de las mercancías y sibilidad espacial de Starrett, que el mecanismo de
de algunos agentes. mercado competitivo se rompe cuando la movili-
Como argumentamos en la sección preceden- dad de las empresas y/o de los hogares se combina
te, la tarea de deinir con claridad y delinear con con los gastos de transporte de mercancías entre
exactitud una región parece ser difícil, por no decir las regiones. Por lo tanto, a no ser que se supon-
imposible. Teniendo esto presente, asumimos des- gan a priori fuertes heterogeneidades espaciales, las
de ahora que las regiones pueden ser vistas como preguntas de dónde ocurre la actividad económica
unidades donde ocurre la actividad económica. A la cuando hay movilidad de las empresas y/o por qué
luz de esta vaga deinición, es decisivo para el aná- no puede ser fácilmente explicado en el marco com-
lisis explicar el hecho de que las cosas suceden en- petitivo, no podrían contestarse. Como argumenta
dógenamente en un determinado sistema regional. Krugman (1995), esto probablemente explica por
Al respecto, la economía regional tradicional a me- qué las cuestiones económicas espaciales han estado
nudo no comprende esto, al considerar un hecho o mucho tiempo en la periferia como corriente de la
algo ya dado la localización de los factores de pro- economía. Tenga en cuenta, también, que una de
ducción, tal y como lo es en la teoría del comercio. las principales consecuencias del teorema de impo-
El cómo ser representado formalmente un sibilidad espacial es la posibilidad de que algunas
sistema regional es todavía materia de debate. En formas de competencia imperfecta sean necesarias
primer lugar, uno puede airmar que existe un con- para manejar las cuestiones regionales. No es de
junto de regiones; o bien, uno puede asumir que extrañar, por tanto, que el aumento de importancia
hay un continuo de regiones. Aunque el segundo de la NGE se llevara a cabo pocos años después de
acercamiento pueda parecer más apropiado cuan- la reactivación de la competencia monopolística y
do queremos trabajar en un muy desagregado nivel
espacial, parece natural pensar en un sistema re-
gional formado por un conjunto inito de regiones.
tos posteriores han mostrado que las ideas básicas per-
Además, la Nueva Geografía Económica muestra manecen aplicables a modelos continuos espaciales (por
que incluso cuando los espacios son continuos, la ejemplo, Fujita et al., 1999; Picard y Tabuchi, 2003). En
actividad económica se enmarca en pocos espacios.5 este contexto, una deinición precisa de una región no es
realmente necesaria, ya que las regiones aparecen como
grupos de actividades endógenas; así, las regiones obe-
5 Por cierto, la estrategia inicial usada en la NGE era decen cada vez más a un concepto relativo, ya que están
en términos de dos regiones; sin embargo, acontecimien- sujetas a los cambios del entorno económico.
EConomía rEgional: una pErspECtiva dE la nuEva gEografía EConómiCa 327

de la organización industrial, a partir de las cuales esas cuestiones de dimensionalidad son una remi-
la NGE tomó muchas ideas y conceptos. niscencia de antiguos debates de la teoría del co-
Desde el trabajo pionero de Krugman (1991), mercio. Entre lo destacado por Deardorff (1984, p.
la NGE ha sido un campo de crecimiento rápido 468), se sabe que el teorema Heckscher-Ohlin “se
(Fujita et al., 1999; Baldwin et al., 2003; Ottaviano y deriva de un modelo de sólo dos de cada conjunto
Thisse, 2004), y ha dado ideas en un marco de pleno de bienes, países, y factores de producción. No está
equilibrio general con un fuerte enfoque macroeco- claro respecto a lo que el teorema dice que debe ser
nómico, sobre cuyas bases las disparidades regiona- cierto en un mundo real donde hay muchos más
les pueden o no surgir endógenamente en función de tres”. Esto afecta inevitablemente los trabajos de
de los valores de algunos parámetros estructurales. carácter aplicado, ya que la mayoría de “los docu-
En este sentido, parece justo decir que la NGE es mentos que dicen presentar pruebas de las hipóte-
el primer intento exitoso para explicar por qué, a sis han utilizado intuitiva, pero inapropiadamente,
priori, regiones similares no experimentan el mismo las generalizaciones de los modelos de dos dos
nivel de desarrollo económico. Cuando compara- para hacer frente a una realidad multidimensional”
mos los intentos anteriores más cercanos realizados (Bowen et al., 1987, p. 791). La dimensionalidad pro-
en la economía regional, una característica atractiva bablemente sea la parte de la explicación “del apo-
de la NGE es que tiene conexiones muy fuertes con yo moderado” proporcionado por los numerosos
varias ramas de la economía moderna, incluida no planteamientos hechos para probar las prediccio-
sólo la organización industrial y la economía urba- nes teóricas de la NGE (Head y Mayer, 2004).
na, sino también las nuevas teorías del crecimiento Una última observación es en este orden: los
y del desarrollo. En particular, la NGE y teoría del modelos de la NGE típicamente descansan sobre
crecimiento endógeno comparten el mismo marco, los modelos muy especíicos de competencia mono-
al usar la competencia monopólica, el aumento de polística, principalmente el promovido por Dixit y
los beneicios y los efectos secundarios. Esto sugiere Stiglitz. Por lo tanto, estos modelos carecen de los
la existencia de un elevado potencial de alimenta- niveles de generalidad que caracterizan a la norma
ción teórica cruzada, que se está estudiando en las de la teoría de equilibrio general. Entonces, es justo
últimas contribuciones (Baldwin y Martin, 2004). decir que los modelos de la NGE tienen hasta ahora
Otro aspecto asombroso de la NGE es el gran el estatus cientíico de ejemplos. Somos totalmente
número de investigaciones empíricas que ha pro- conscientes de muchas diicultades conceptuales y
vocado (Head y Mayer, 2004). Si bien es cierto que técnicas encontradas en la construcción de modelos
los trabajos empíricos tratan con muchas regiones de equilibrio general con competencia imperfecta
(y sectores), la teoría se ha enfocado casi exclusi- e incremento de beneicios, de modo que trabajar
vamente a dos regiones (y sectores). Aunque esos con un modelo general está probablemente fuera
aportes simples han demostrado ser valiosos para de alcance. Así, para que la NGE y la economía re-
nuestra comprensión de los fenómenos espaciales, gional alcancen el estatus de teorías económicas,
en general ofrecen una base muy pobre para ob- es necesario, creemos, explorar las formulaciones
tener predicciones estables (Behrens et al., 2005a). alternativas de competencia monopolística, y com-
Además, se está lejos de airmar que se pueden ex- probar si sus conclusiones principales siguen sien-
trapolar las predicciones y los resultados derivados do válidas dentro de esos marcos.6
de los modelos de dos regiones hacia sistemas mul-
tirregionales; al contrario, la respuesta a esto es que 6 Ottaviano et al. (2002) revisan el modelo centro-
probablemente no, aunque esto en realidad no sea periferia como un modelo alternativo de competencia
reconocido por la profesión. Tenga en cuenta que monopolística que destaca efectos de competencia por
328 Kristian bEHrEns y JaCquEs-françois tHissE

3. dE dos a muCHas rEgionEs Además de la necesidad de un mejor enten-


dimiento teórico de las interdependencias espacia-
En muchos campos cientíicos, el paso de una a les para guiar el análisis empírico, como se destacó
dos dimensiones origina diicultades conceptuales antes, el nuevo ingrediente fundamental que causa
fundamentales. En la NGE, el paso aparentemente un ajuste multirregional es que la accesibilidad a
inocuo es ir de dos a tres regiones. La razón de esto los mercados varía a través de las regiones. En otras
es que cuando se trata solamente de dos regiones, palabras, las fricciones espaciales entre cualquier
hay sólo un camino para que tales regiones pue- par de regiones probablemente sean diferentes, lo
dan actuar recíprocamente, a saber, directamente; cual implica que la posición relativa de la región
mientras que con tres regiones, hay dos caminos en dentro de la red entera de interacciones tiene im-
los cuales estas regiones pueden actuar recíproca- portancia. Al respecto, cabe recordar que incluso
mente, a saber, directa e indirectamente. En otras el más simple modelo de localización de empresas
palabras, en sistemas multirregionales, el llamado da por hecho que el acceso a varios mercados es
“efecto tres empresas” entra en juego e introdu- la cuestión clave que enfrenta una empresa para
ce complejas retroalimentaciones en los modelos elegir su localización (Beckmann y Thisse, 1986).
que complican considerablemente el análisis. Tratar Aunque la teoría de localización precise este hecho,
con estas interdependencias espaciales constituye la mayor parte de los teóricos comerciales está toda-
uno de los desafíos principales, teóricos y empíri- vía poco dispuesta a la idea de que países diferentes
cos de la NGE, y con lo que la economía regional tienen un acceso distinto el uno al otro. En cambio,
seguramente tendrá que enfrentarse en el futuro.7 y en gran medida, ellos siguen trabajando en los
entornos donde el acceso al mercado no es un asun-
to central; pero las evidencias empíricas muestran
3.1 La teoría que un buen acceso a los mercados es una de las
principales determinantes para la localización de la
Si los modelos multirregionales comerciales plan- actividad económica (Gallup et al., 1999).
tean un desafío formidable al análisis teórico con la El concepto de accesibilidad no es nuevo, y
presencia de fricciones espaciales, es fácil imaginar ha sido introducido a la economía regional y al co-
que las cosas son aún peor cuando los factores de mercio bajo la forma de potencial de mercado (Ha-
producción y poder adquisitivo son geográicamen- rris, 1954) y de ecuación de gravedad (Tinbergen,
te móviles. Pero, ¿por qué originaría diicultad la 1962). Ambos, inicialmente conceptos a-teóricos,
existencia de muchas regiones en el lugar de dos? han llegado a ser rápidamente instrumentos de a-
plicación fundamentales, y después han provocado
mucho trabajo teórico (Anderson y Van Wincoop,
precios y preferencias cuasi-lineales. Muestran que las
2003; Head y Mayer, 2004).
principales conclusiones de la NGE son fuertes en lo
que concierne a estos cambios. Behrens y Murata (2007) Behrens et al. (2007a, b) ofrecen un intento
proponen un marco alternativo de competencia mono- reciente para desarrollar un multisistema regio-
polística tanto con la competencia de precios como con nal con localización endógena de empresas, que se
los efectos del ingreso. La futura aplicación de la NGE
puede constituir otro paso en el trayecto para demostrar deriva de implicaciones empíricas. En particular,
la fortaleza de esta teoría. ponen de maniiesto que las cuestiones de accesi-
7 Las diicultades encontradas por los economistas
bilidad son cruciales para predecir cómo el tamaño
en la solución del problema de dimensionalidad es una
del mercado local afecta a la localización industrial:
reminiscencia de los n-cuerpos-problema de la mecánica,
lo que se resuelve para n = 2, pero no para un número sólo cuando la accesibilidad es adecuada, “elimi-
arbitrario de elementos. nado el iltro” de los datos, uno puede evaluar el
EConomía rEgional: una pErspECtiva dE la nuEva gEografía EConómiCa 329

eslabón entre el tamaño del mercado regional y la estimaciones sesgadas y conclusiones incorrectas.
estructura y localización del comercio. Aunque algunos autores hayan propuesto incluir la
Otra idea clave que se puede obtener de una interdependencia espacial en la ecuación de grave-
economía multirregional es que cualquier cambio dad usando efectos regionales ijos en vez del pro-
en los parámetros subyacentes tienen en general cedimiento de Anderson y Van Wincoop, es nues-
complejas repercusiones que pueden variar en no tra percepción que esto no es totalmente correcto.
cualquier dirección, de acuerdo con las propiedades Parece, de verdad improbable, desde un punto de
de la gráica que representa la economía espacial. vista teórico, que puedan reducir la estructura en-
Como se ha argumentado antes, cuando hay sólo tera de la interdependencia regional a una mera
dos regiones, cualquier cambio de los parámetros es- medida escalar sin conducir a una pérdida signii-
tructurales afecta directamente a una de las dos re- cativa de información.
giones o a ambas. Al contrario, cuando hay más de Un camino alternativo que la economía regio-
dos regiones, cualquier cambio de los parámetros nal empírica debería considerar es la econometría
que directamente implique sólo dos regiones, gene- estructural espacial. Aunque las técnicas de econo-
rará efectos espaciales colaterales, y es poco proba- metría espacial hayan estado tratándose desde hace
ble que las demás regiones no sean afectadas. Esto, algún tiempo (Anselin, 1988; Lee, 2004), su uso teó-
a su vez, también afecta a las demás regiones, y así rico riguroso en el comercio multirregional, en el
sucesivamente.8 crecimiento, y en los sistemas de la NGE es prácti-
camente inexistente.
3.2 Lo empírico Esto sorprende por dos motivos. En primer lu-
gar, la econometría espacial parece ser el comple-
La contabilidad de las complejas cadenas de efectos mento empírico natural hacia el gráico para el
espaciales indirectos es de una importancia incluso acercamiento teórico que hemos destacado ante-
mayor en trabajos de carácter aplicado, ya que el riormente. Es bien sabido que cada gráico puede
analista empírico necesariamente se enfrenta a una ser representado en forma de matriz. De ahí que
realidad multidimensional. La ecuación de la gra- se distinga una relación natural entre el peso de la
vedad ofrece un buen ejemplo. De hecho, casi todo matriz usada en la econometría espacial, que resu-
el trabajo previo ha estimado la ecuación de grave- me la interdependencia espacial en la muestra, y el
dad en dos por dos bases; por lo tanto, se asume im- gráico subyacente del sistema regional económico.
plícitamente que lo que ocurre entre dos regiones La modelización, con base en la teoría, debería te-
puede ser aislado del resto de la Economía. Ander- ner en cuenta esta estructura subyacente para apa-
son y Van Wincoop (2003) han demostrado recien- recer endógenamente en el análisis, además de
temente que la posibilidad de hacerlo, es decir de evitar las frecuentes especiicaciones ad hoc de tales
no tener en cuenta toda la estructura del sistema matrices. En segundo lugar, como argumentan An-
regional de comercio, incorpora rendimientos y derson y Van Wincoop (2004, p. 713), las técnicas
econométricas espaciales tienen en cuenta estruc-
8
turas de error más ricas, y “las técnicas economé-
Por ejemplo, Behrens et al. (2005) muestran que
el bienestar en los impactos asociados con los cambios tricas basadas en la consideración cuidadosa de la
en los costos de transporte sólo puede ser airmado sin estructura de error probablemente dan resultado”.
ambigüedades en una economía multirregional, cuando La introducción de errores en los modelos espacia-
la economía subyacente a nivel local ha graicado la es-
les, por lo general da lugar al modelo complejo de
tructura de un árbol. En el resto de los casos, los efectos
indirectos de información inducida por los bucles de la correlación, que tiene que ser manejado con instru-
gráica no permiten ninguna conclusión clara. mentos adecuados.
330 Kristian bEHrEns y JaCquEs-françois tHissE

La principal razón que explica el relativo En resumen, aunque los sistemas urbanos ha-
descuido de la econometría espacial en la econo- yan atraído la atención de los economistas duran-
mía regional es que parece difícil que esta técnica te mucho tiempo (Henderson, 1988), el estudio de
reduzca la brecha entre los modelos teóricos y la los sistemas regionales ha sido demasiado descuida-
especiicación espacial econométrica, para obtener do. Lo que hace de este tema un verdadero desa-
las ecuaciones de estimación estructurales que ex- fío futuro son las dos razones siguientes: 1. Nuevas
plícitamente expliquen la interdependencia espa- herramientas tienen que ser encontradas y serán
cial entre las variables explicativas y los términos destinadas a construir un marco teórico que tenga
(condiciones) de error. Estas diicultades se pueden que ver con muchas regiones, considerando que,
superar, lo cual ha sido demostrado recientemente 2. el análisis empírico de los sistemas regionales re-
por Ertur y Koch (2007), quienes obtuvieron una quiere más y soisticados desarrollos de la econo-
ecuación estructural de la estimación de un modelo metría espacial y de la composición numérica de
de crecimiento neoclásico con correlación espacial y calibración.
conocimientos de efectos secundarios. Más allá de su propio interés, la aparición de
Una segunda alternativa para futuros trabajos los bloques comerciales y la eliminación gradual de
aplicados es reconocer que la calibración numérica las fronteras nacionales adquieren cada vez mayor
y el cómputo de los modelos multirregionales pue- importancia para ser consideradas en el desarro-
den dar resultado. Varios estudios empíricos mul- llo y en la consolidación del cuerpo de la economía
tirregión calibran sus modelos con datos reales e regional, si deseamos entender mejor la forma par-
investigan su comportamiento con la ayuda de con- ticular de integración económica y sus potenciales
trafactuales (Eaton y Kortum, 2002; Del Gatto et al., consecuencias.
2006). Si tal acercamiento es posible a nivel interre-
gional, dependerá de la disponibilidad de los datos.
La disponibilidad creciente de datos microgeográ- rEfErEnCias bibliográfiCas
icos de alta calidad propiciará análisis más detalla-
dos en este sentido. Anderson, J.E. y E. Van Wincoop (2004), “Trade
Por último, los experimentos naturales (o cuasi- Costs”, Journal of Economic Literature, vol. 42,
experimentos) que proporcionan los cambios exóge- pp. 691-751.
nos en las principales variables explicativas pueden __________ (2003), “Gravity With Gravitas: a Solu-
resultar útiles para el análisis de los fenómenos es- tion to the Border Puzzle”, American Economic
paciales (por ejemplo, Meyer, 1995, para una dis- Review, vol. 93, pp. 170-192.
cusión de los experimentos). Lamentablemente, a Anselin, L. (1988), Spatial Econometrics: Methods
diferencia de otros campos, como la economía la- and Models, Dordrecht, Kluwer Academic Pu-
boral, la migración y la educación, los experimen- blishers.
tos espaciales naturales en una mayor escala regio- Baldwin, R.E., R. Forslid, Ph. Martin, G.I.P. Ottavia-
nal o interregional son raros y, por tanto, difíciles no y F. Robert-Nicoud (2003), Economic Geo-
de explotar de manera sistemática.9 graphy and Public Policy, Princeton, Princeton
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9 Redding y Sturm (2005) toman la reuniicación


alemana como un experimento natural y estudian su im- a la estructura urbana, debido al bombardeo estratégico
pacto sobre los resultados económicos y el desarrollo de de la Segunda Guerra Mundial como experimentos na-
las ciudades fronterizas en Alemania Occidental. Davis y turales, e investigan la inercia en la ubicación, tamaño y
Weinstein (2002) y Bosker et al. (2007) consideran shocks distribución de las ciudades.
EConomía rEgional: una pErspECtiva dE la nuEva gEografía EConómiCa 331

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Comentarios al trabajo de Kristian Behrens
y Jacques-François Thisse, “Economía Regional:
una perspectiva de la Nueva Geografía Económica”

HéCtor m. CortEz yaCila


El Colegio de Tlaxcala

introduCCión carecen de la dimensión espacial o territorial, o si


ésta es una expansión imperialista disciplinaria de
En este ensayo se revisan ciertas ideas relacio- la Economía.
nadas con la obra en mención, relexionando so- Tampoco se pretende argumentar la cons-
bre la pertinencia de las mismas para construir un trucción de un cuerpo teórico acabado de la Econo-
campo de conocimiento cada vez más sólido, como mía Regional con sus aportes.
lo es la Economía Regional, misma que se nutre Lo que aquí se pretende hacer es resaltar cier-
de diversos aportes disciplinarios, muchos de los tos matices de importancia que podrían estar de-
cuales no son abordados en la obra pero que, de- iniendo a la Economía Regional como disciplina
initivamente, ocupan un importante lugar en la útil, cuyos postulados, sobre todo aquellos que po-
estructura disciplinaria de este campo del cono- seen irmes revaloraciones teóricas y/o empíricas,
cimiento. consolidarían la ciencia regional en beneicio de un
Debo mencionar que no se pretende argumen- mayor y mejor conocimiento del comportamien-
tar ni defender en este ensayo la postura actual de to de los fenómenos, y de las dinámicas espaciales
la Nueva Geografía Económica (NGE), respecto a si y territoriales regionales.
es posible concebirla como una teoría desde todos En ese intento, se mencionan las ideas prin-
y cada uno de los puntos temáticos que aborda, o cipales contenidas en la obra de Behrens y Thisse,
si está destinada al fracaso en ese intento porque haciendo una breve relexión de su aporte, expre-
no es posible la generalización de sus conclusiones, sando ciertas opiniones personales sobre la base de
ya que éstos son extremadamente ad hoc, o si sus algún conocimiento previo surgido en algunas in-
conclusiones ya han sido expuestas por otras disci- vestigaciones, limitando el alcance de estas opinio-
plinas espaciales tradicionales, o si sus argumentos nes personales sólo dentro de este contexto.

[333]
334 HéCtor m. CortEz yaCila

CrítiCa La obra aborda la importancia de la deini-


ción de las escalas espaciales en la Economía, para
precisar también los diferentes niveles de agrega-
En general, Behrens y Thisse hacen aquí alusión ción dentro del análisis del concepto de región aso-
a ciertas posturas actuales de la Nueva Geografía ciada con la Economía. Deiende la idea de que la
Económica, argumentando su importancia para Economía Regional exige un nivel de agregación
consolidar el campo de conocimiento de la Econo- determinado por el espacio que tiene como objeto
mía Regional, mencionando también ciertas limi- de estudio: la región. Esta disciplina no puede dar-
tantes teóricas y empíricas de la Nueva Geografía se el lujo de prescindir del contexto espacial más
Económica para alimentar el cuerpo teórico de o menos deinido de su objeto de estudio, cosa de
la Economía Regional. Destacan ciertos temas que la que actualmente adolece, porque entraría, y en
constituyen un reto en esta última disciplina pa- cierta forma en la actualidad entra, en profundas
ra convertirse en una verdadera disciplina cientí- imprecisiones en el alcance de sus postulados, con-
ica, con un sólido bagaje teórico. fundiéndose con otras disciplinas, como por ejem-
El artículo de Behrens y Thisse basa sus plan- plo la macroeconomía, en la cual el nivel de agrega-
teamientos en la importancia de conocer la escala ción es de totalidad, y con lo que se convertiría en
regional de funcionamiento y ocurrencia de los fe- una disciplina a-espacial.
nómenos espaciales para aclarar el uso de concep- De acuerdo con lo mencionado por los autores,
tos, modelos y técnicas regionales que contribuyan los riesgos de la poca dimensionalidad o el escaso
a consolidar el bagaje cientíico de la Economía componente espacial que podría tener la Economía
Regional. También, trata de deinir la trascenden- Regional nace, entonces, en primera línea, de la es-
cia de la dinámica de los intercambios territoriales cala espacial en la que formula sus airmaciones.
para situar y entender la dinámica de sus ámbitos Por ello, la existencia de la región se revalida pre-
en el marco del funcionamiento de los sistemas re- cisamente en tanto que es parte estructural, pero
gionales. De ahí que el artículo empieza abordando también estructurada, de un conjunto más amplio,
las preguntas “¿que queremos decir con región?; y conigurado como una unidad espacial mayor al
¿qué tipo de interacciones entre regiones nosotros interior de la cual existen lugares, regiones, con
estudiaremos y cómo modelarlas?” (op. cit., p. 563). ciertas relaciones de equivalencias que conforman
Respecto a la primera pregunta, los autores men- “un sistema particular regional”. Tales relaciones
cionan que su importancia radica principalmente de equivalencia deinen las similitudes y las dife-
en que las airmaciones económicas pueden ser vá- rencias entre los lugares, mismas que determinan
lidas para un nivel de agregación espacial, pero no la pertenencia de un lugar a una región o a otra.
para otros. La importancia de la segunda pregunta, Éste es el fundamento, según el artículo de Behrens
en cambio, radica principalmente en deinir la re- y Thisse, de la concepción originaria de región y,
gión como un espacio diferenciado y con caracterís- en consecuencia, habrá tantas regiones como re-
ticas especíicas, con lo cual se le da al análisis regio- laciones de equivalencia que las puedan conigu-
nal un sentido espacial más deinido, además de no rar. Por eso los autores reairman la diicultad de
permitir que tal análisis sea limitado a la teoría del concebir una región, y reconocen, tanto la impor-
comercio y que también se considere explícitamen- tancia de los aportes empíricos para tal concepción,
te “la movilidad de agentes-irmas y/o consumido- como la debilidad teórica de la propia Economía
res, así como la existencia de gastos de transporte, Regional.
que son dos de los más importantes ingredientes de Creo que siempre habrá diicultades para se-
la teoría de localización” (op. cit., p. 564). leccionar lugares idénticos o con cierta equivalencia
ComEntarios a “EConomía rEgional: una pErspECtiva dE la ngE” 335

de identidad que puedan conformar una región o endógenamente, y que tal capacidad de los sistemas
regiones diferentes; estoy de acuerdo en que tales regionales está asociada con la concentración y/o
diicultades pueden aproximarse a las diicultades dispersión de la actividad económica, consideran-
que tiene la ciencia económica para seleccionar, por do qué tan continuo o difuso es el sistema regional
ejemplo, un consumidor representativo o agregar en mención, brindándole a la Economía Regional
industrias. Es cierto también que en la ciencia eco- elementos de análisis, y sugiriéndole ciertas formas
nómica habrá mayores necesidades de agregación para la lectura de la representación del sistema re-
mientras más agentes haya, aunque tales agentes o gional que sea “operacionalmente factible y teórica-
actores se comporten de diferente forma entre sí mente deseable”.
o se aglutinen formando grupos, clases o estratos. El texto también argumenta que, en los pro-
Si se quiere tener referencias económicas de una cesos de intercambio, como aporte de la NGE a la
unidad jurisdiccional o espacial determinada, pues Economía Regional, se gesta la postura de que los
deberá agregarse, necesariamente, el hecho de que desplazamientos de las empresas no pueden ser ca-
se asocia con la Economía Regional y esto le trasla- balmente entendidos si no se introdujera el enfoque
da mayor diicultad en su esfuerzo por deinir su de competencia monopólica del cual la NGE toma
objeto de estudio. muchas ideas. Airman los autores que, como argu-
La Economía también puede aportar en este menta Krugman (1995), tal vez el hecho de conti-
sentido a la Economía Regional. La agregación es- nuar por un buen tiempo las cuestiones económicas
pacial no es indiferente al comportamiento de los espaciales, tratando de explicar las dinámicas de los
agentes ni a la formación de grupos, clases o es- agentes-empresas dentro de un marco competitivo,
tratos. Por el contrario, el comportamiento de los es que las cuestiones económicas espaciales han esta-
agentes y la formación de grupos están deiniendo do en la periferia como corriente de la Economía, y
el carácter y la naturaleza de la agregación espa- que una de las consecuencias del teorema de impo-
cial, pues el alcance espacial de estos agentes está en sibilidad espacial de Starrett es que algunas formas
función directa de las capacidades de intercambio y de competencia imperfecta son necesarias para ex-
de transformación existentes en los grupos, clases o plicar los procesos regionales. De ahí que “No es de
estratos, sobre todo en la construcción espacial de extrañar, por tanto, que el aumento de importancia
regiones no homogéneas. de la NGE se llevó a cabo unos pocos años des-
Otro aspecto de importancia que el artículo pués de la reactivación de la competencia monopo-
discute son precisamente los contextos en que se lística y la organización industrial, a partir de la cual
dan los intercambios o lujos interterritoriales re- la NGE toma muchas ideas y conceptos” (p. 569).
gionales y su importancia para entender la localiza- Este último punto es, tal vez, uno de los más
ción de los agentes en el espacio, como un aporte importantes temas sobre el cual la NGE llama la
de la NGE a la Economía Regional, en tanto esta atención. Si bien es cierto, no lo desarrolla a pleni-
última a menudo no enfatiza esto, tomando la lo- tud, sí lo empezó a considerar más seriamente. En
calización de los factores de producción como un la actualidad, se asiste cada vez más a la incorpo-
hecho o algo ya dado, tal y como lo es en la teoría ración de elementos relacionados con el compor-
del comercio. No obstante que los autores recono- tamiento de los agentes económicos asociados con
cen que la NGE se ha ocupado principalmente del prácticas de competencia imperfecta, cuyos efectos
análisis de lujo de mercancías y no mucho de los espaciales son muy importantes en la coniguración
agentes, creen importante airmar que la NGE está de las regiones.
en capacidad de airmar que en las áreas regionales Sobre esto último, una investigación que aso-
se crean vínculos que el sistema regional organiza ció la descentralización productiva con las transfor-
336 HéCtor m. CortEz yaCila

maciones territoriales, coordinada por quien esto ocurre hacia niveles territoriales jerárquicos infe-
escribe, llevada a cabo en El Colegio de Tlaxcala A. riores. Es un proceso selectivo de la dinámica espa-
C., en el período 2001-2005, en la que se indagó cial de las actividades y factores productivos. Estos
el origen, destino, causas y consecuencias del des- elementos se relacionan con el ritmo diferenciado
plazamiento de las unidades de producción manu- que posee la dinámica de los diversos agentes, en
facturera en el espacio, teniendo como estudio de el cual la escasa acumulación y el bajo grado de in-
caso al subsistema territorial formado por la zona novación no permiten que empresas de menor ta-
metropolitana de la Ciudad de México (zmCM), la maño, ubicadas primariamente en zonas centrales,
zona metropolitana de la ciudad de Puebla (zmcP) logren cuotas de competitividad adecuadas para
y la zona metropolitana de la ciudad de Tlaxcala garantizar su permanencia en ese lugar. Puede air-
(zmcT), en orden descendente a sus respectivos ni- marse, entonces, que los procesos de descentrali-
veles de concentración productiva, veriicó que las zación productiva son la expresión espacial del
empresas que se desplazan hacia la zona de Puebla carácter obligado de desplazamiento que adquiere
desde la zona de la Ciudad de México no lo hacen la dinámica del capital como consecuencia de las
en busca de una mayor productividad agregada en profundas desigualdades existentes en términos de
ese territorio, ya que la productividad relativa agre- ganar cuotas de mercado, equilibrar tasas de ga-
gada en la zona de la Ciudad de México es mayor. nancia y luchar por su permanencia en ese lugar.
Al observar esto se dedujo que en ésta la produc- Estas desigualdades contribuyen en gran medida a
tividad no se distribuye homogéneamente, y que explicar las diferencias y desproporciones en las es-
son las empresas de menor tamaño relativo las tructuras económicas sectoriales vistas desde el pro-
que no logran necesariamente alcanzar tales cuotas ducto interno y el empleo y, en consecuencia, tam-
de productividad, en tanto su escasa competitivi- bién la polarización de tales estructuras; procesos
dad frente a empresas de mayor tamaño, donde sí en los cuales el sector primario es el gran perdedor,
se concentra este indicador. acentuándose esta característica con el cambio es-
Este hecho permite airmar también que, de tructural que estimula el crecimiento diferenciado
haber rendimientos decrecientes, éstos son perma- y expande el dinamismo y la concentración hacia
nentes en las empresas de menor tamaño ubicadas los territorios a los cuales alimenta, en un franco
en los niveles territoriales superiores que no inno- proceso selectivo.
van con la misma velocidad que otras empresas y El proceso de selectividad de los agentes antes
no logran competitividad, lo cual origina su trasla- mencionado se conjuga con la ocurrencia simul-
do hacia centros poblados de niveles territoriales tánea de la selectividad también de los territorios,
inmediatos inferiores, donde sí podrían tener ma- todo lo cual revela no sólo procesos de competencia
yor presencia y, aunque los indicadores de produc- imperfecta en su componente económico, sino tam-
tividad agregada son inferiores al de su zona de bién en su componente territorial regional en tanto
origen, en promedio, éstas podrían ser más com- que trasciende la escala espacial del asentamiento
petitivas en este nuevo territorio, aprovechando su productivo e involucra una escala de alcance medio
relativamente mayor presencia en estas nuevas con- en el cual se conigura la región.
diciones en términos de capacidad promedio. Creo al respecto que, teniendo en cuenta lo
En esta investigación se concluyó que, en efec- anterior, y considerando también la dinámica espa-
to, la descentralización productiva espontánea en el cial de la mano de obra en forma de migración aso-
espacio está condicionada por el diferencial de ca- ciada con la redistribución del capital en el espacio
pacidad de las empresas ubicadas en contextos de que revelan los mecanismos de transferencia de va-
concentración de primer nivel, y el desplazamiento lor y que contribuyen en gran medida a explicar las
ComEntarios a “EConomía rEgional: una pErspECtiva dE la ngE” 337

fuentes que alimentan las concentraciones, despo- complementa esta airmación y precisa que tales
jando otros territorios que quedan desolados, es di- características de comportamiento no son propias
fícil suponer la existencia de un modelo que revele de todas las empresas, en tanto que se advierte un
condiciones de equilibrio general entre economías comportamiento diferenciado en la dinámica espa-
interactuantes que conforman un todo, como lo son cial de las empresas como función de sus capacida-
los sistemas regionales. des y tamaños, todo lo cual nos estaría diciendo que
En consecuencia, los modelos de equilibrio las fuentes para un crecimiento endógeno no son
general basados en los supuestos de homogenei- las mismas para todas las empresas que coexisten
dad, de igual acceso a los mercados y del pleno en un mismo territorio, que puede ser de nivel re-
empleo, dejarían su importancia a los modelos de gional.
competencia monopólica y de organización indus- El siguiente punto importante de discusión en
trial, tal como lo empezó a advertir la NGE. el texto de Behrens y Thisse es la dimensionalidad
Una crítica común a la NGE sobre su airma- teóricamente restringida a dos agentes, dos regio-
ción y defensa de los modelos de competencia mo- nes o dos sectores en que la NGE suele basar sus
nopólica es que, según sus críticos, tales modelos modelos, mientras que la gran cantidad de trabajos
carecen de generalidad en su aplicación que sí ca- empíricos que tiene en su haber involucran con-
racteriza a la norma de la teoría de equilibrio ge- textos multirregionales. Tal restricción teórica no
neral. En la obra de Behrens y Thisse que estamos permite la generalización de las conclusiones de
comentando, se airma que tal es precisamente el investigación a realidades más allá de los pará-
motivo por el cual la NGE tiene hasta ahora el es- metros deinidos en la propia teoría y, en muchos
tatus cientíico de ejemplos. Además, airman que casos, tal generalización se ha realizado con resul-
para que la NGE y la Economía Regional alcancen tados insatisfactorios. Se precisa en el artículo que,
el estatus de teorías económicas es necesario “ex- de acuerdo con esto, los aportes de los hallazgos
plorar las formulaciones alternativas de la compe- empíricos a la consolidación del marco teórico de la
tencia monopolística, y comprobar si sus conclusio- NGE han sido “moderados”.
nes principales siguen siendo válidas dentro de esos En efecto, creo que la gran complejidad que
marcos”. Lo encontrado en la investigación que des- rodean los contextos de los postulados de la NGE
arrollamos en El Colegio de Tlaxcala viene, enton- no ha hecho tan viables sus generalizaciones. Lo
ces, a reforzar la posibilidad de “la generalización” más peligroso en la generalización de las conclusio-
tan necesaria para consolidar el estatus de teoría de nes de investigación radica en la aplicación inade-
la NGE y de la Economía Regional desde la vigen- cuada de los planteamientos teóricos que se utilizan
cia de los modelos de competencia imperfecta. para explicar fenómenos y obtener tales conclusio-
Entre los resultados obtenidos en la investi- nes que después se irán a generalizar. El traslado de
gación que se acaba de mencionar están algunas esquemas teóricos sin consideraciones particulares,
evidencias que denotan la garantía de ciertas em- que fueron construidos bajo innumerables supues-
presas de emprender un crecimiento a largo plazo, tos, en situaciones idealizadas y desde condiciones
tratando de aplacar la aparición de rendimientos de comportamiento espacial de fenómenos muy di-
decrecientes en sus procesos. Tal airmación es ferentes a las que se suele encontrar empíricamen-
propia de la corriente del crecimiento endógeno, te, puede justiicarse en el sentido de lógica opera-
donde la tecnología es un subproducto del capi- tiva y de síntesis de tratamiento metodológico para
tal, y es la encargada de eliminar tales rendimien- acercarnos de una mejor forma a la comprensión
tos decrecientes, con lo cual la NGE comulga en el del fenómeno espacial; sin embargo, precisamen-
fundamento de su doctrina. Sin embargo, la NGE te, ese sentido de eicacia se va perdiendo por la
338 HéCtor m. CortEz yaCila

cantidad de condiciones idealizadas que rodean las Otro elemento de gran interés con que se en-
supuestas condiciones de ocurrencia. frenta la NGE en términos de la generalización de
En este sentido, nuevamente aquí, reiriéndo- sus conclusiones para estructurar su cuerpo teórico
nos a la dimensiones de los modelos, podemos es la diferencia interregional de la movilidad espa-
decir que la NGE adolece aún de un fundamento cial de los factores productivos, y la diferencia entre
teórico multidimensional obtenido de situaciones regiones del poder adquisitivo de la población. Los
más cercanas a modelos también multirregiona- autores reconocen la diferencia entre regiones de
les y, por lo tanto, es posible que aún esté en proce- tal movilidad de factores y poder adquisitivo mos-
so de deinición, redeinición y/o consolidación de trado por la evidencia empírica de la NGE, y air-
su andamiaje disciplinario con sólidas bases cientí- ma que todo ello torna más complejo aún el análisis
icas, ya que no tengo evidencias para airmar lo multirregional de la NGE y la construcción de su
contrario. Sin embargo, desde la Economía Regio- marco epistemológico.
nal debe entenderse también que es posible hacer Sobre este último aspecto veo algo que puede
airmaciones considerando las características pro- ser interesante en esta discusión, y al que los autores
pias de cada espacio regional como “supuesto espe- aluden. Además de la complejidad en términos
cíico regional”, y no necesariamente a partir de la relacionales que tendría la movilidad espacial di-
generalización de la ocurrencia de fenómenos a ma- ferenciada de los factores productivos para aproximar
nera de “hechos estilizados espaciales”, no obstante la NGE a la construcción de su andamiaje teórico, la
la necesidad de integración de lo regional con lo movilidad de estos factores en el espacio plantea
espacial. la necesidad de su consideración como mecanismo de
Es cierto que las mediciones de un determi- fricción espacial diferenciado entre regiones, todo
nado fenómeno pueden ser distintas en función del lo cual indica la importancia que posee la ubi-
área (tamaño, forma, agregación); que debe tenerse cación en el espacio de cada una de las regiones
mucha precaución al extrapolar las teorías y los re- para emprender procesos de articulación y vínculos
sultados de un nivel de agregación territorial a otro; estructurales entre regiones, lo cual constituye un
que es necesario deinir el grado de agregación te- factor importante para favorecer la localización de
rritorial idóneo para estudiar cada fenómeno espa- las actividades económicas en las regiones, y mues-
cial; que los fenómenos y procesos espaciales pue- tra también lo trascendental de este factor en la for-
den ser heterogéneos; que los hechos estilizados mación de los sistemas de mercado interregionales.
espaciales tienen implicaciones importantes para No se puede asentar, entonces, que el acceso a los
el crecimiento económico, entre otras airmacio- mercados en cada país no es un asunto central tal
nes; pero también es cierto que para aproximarse como lo suponen, según indican los propios auto-
a la construcción de un plano teórico más diverso res del texto, la mayor parte de teóricos comerciales
dimensionalmente, es bueno conocer de manera quienes “están todavía poco dispuestos a la idea de
adecuada lo que ocurre en los niveles mínimos o que países diferentes tienen un acceso diferente el
básicos de agregación. Debe reconocerse, también, uno al otro”, a pesar de que los actuales criterios de
que la ampliación de los niveles de agregación se la teoría de localización considera este hecho.
enfrenta a una gran complejidad relacional que le Sobre este último punto se puede airmar la
impediría a la Economía Regional la formación de gran importancia que, como legado, tiene la evi-
un marco teórico sólido y congruente con la gene- dencia empírica en la NGE. Tal como lo sostienen
ralización de sus conclusiones. Como lo airman los los propios autores, la evidencia empírica ha mos-
propios autores, aquello sigue siendo un rasgo pen- trado que un buen acceso a los mercados es una
diente de explorar de esta última disciplina. de las principales determinantes para la localiza-
ComEntarios a “EConomía rEgional: una pErspECtiva dE la ngE” 339

ción de la actividad económica. En consecuencia, la NGE, para el análisis empírico en trabajos aplica-
cuando se requiera tener la mayor certeza sobre la dos, la calibración numérica y el cómputo de mode-
incidencia de otros factores en la localización de las los multirregionales. Señalan que “varios estudios
empresas, deberán ser controlados necesariamen- recientes multipaíses calibran sus modelos sobre
te los accesos. Es muy cierto el hecho de controlar datos verdaderos mundiales e investigan su com-
accesos para poder tener la posibilidad de indagar portamiento con la ayuda de evidencias de hecho…
la localización de las empresas de la manera más Si tal acercamiento es posible en el nivel interre-
irme posible en términos comparativos interregio- gional depende de la disponibilidad de datos. La
nales. Si no se controlan fricciones de distancias, se disponibilidad creciente de datos microgeográicos
mezclarían los criterios de localización con aquellos de alta calidad debería hacer que se emprendan
del tamaño y la estructura misma de los mercados. análisis más detallados en este sentido”.
Así lo anotó el proyecto de investigación que se rea- Debo precisar que todas estas propuestas se
lizó en El Colegio de Tlaxcala A.C., al elegir la es- asocian con modelos de corte econométrico me-
tructura territorial de la región central de México diante deiniciones parciales de asociaciones de va-
para conocer más la naturaleza y el carácter de los riables, como los típicos modelos de regresión. És-
desplazamientos del capital, en el territorio, en for- tos, sin embargo, no comulgan con los modelos de
ma de unidades de producción manufacturera. reducción de error y de calibración de datos para
De lo anterior se advierte la gran importancia propender a una mayor precisión de los resultados
de los análisis empíricos para la aproximación de mediante interpretaciones de los mismos, todo lo
la NGE a la interpretación de los fenómenos multi- cual se asocia con la necesidad de nuevas búsque-
dimensionales y fortalecer con esto su fundamento das de modelos para aclarar las múltiples relaciones
cientíico, lo cual plantea a la NGE la necesidad de que caracterizan a cada elemento-variable explicati-
revisar constantemente la posibilidad de buscar va de los modelos econométricos espaciales. De ahí
nuevas técnicas de tratamiento de datos, contem- que Behrens y Thisse enfaticen en el desafío futuro
plando las múltiples interacciones espaciales y las de la NGE para explorar nuevas herramientas que
múltiples relaciones de causalidad existentes. Be- sean capaces de analizar efectos con varias regiones
hrens y Thisse dan cuenta de esta necesidad en su y que, a la vez, reduzcan errores y se apeguen a las
obra, y proponen algunos desafíos para la NGE, re- calibraciones más precisas de los datos.
lacionados con las nuevas herramientas que tienen Un comentario en torno a esto es revalidar la
que ser encontradas para que esta disciplina logre posibilidad de emplear un modelo que no se ha tra-
un mayor alcance y refuerce los fundamentos cien- bajado mucho como instrumento estadístico aplica-
tíicos con la construcción de un marco teórico que do al análisis de datos espaciales, y que podría tener
tenga que ver con muchas regiones. importantes efectos positivos para aproximarnos al
Proponen el desarrollo de las técnicas de eco- logro de los objetivos que como reto tiene la NGE:
nometría espacial para el análisis empírico de los sis- el modelo path analysis.
temas regionales que reduzcan errores y aumenten Consiste en modelos de análisis multivariable
la calibración en la estructura numérica tratada. Es- o en modelos de análisis causal. Se trata de hallar
pecíicamente, para el desarrollo de la base empí- coeicientes path de dependencia, que determinen
rica de la economía regional, proponen la técnica las ecuaciones estructurales. Estos coeicientes son
denominada econometría estructural espacial, cuyo de regresión estandarizados, y son interpretables
uso teórico en el comercio multirregional, el creci- como la relación entre la variación o cambio es-
miento y los sistemas de la NGE es prácticamente tandarizado de una variable dependiente en fun-
inexistente. También plantean como alternativa de ción del cambio estandarizado de una variable in-
340 HéCtor m. CortEz yaCila

dependiente, igual que en cualquier regresión, No debemos olvidar que las coniguraciones
pero con la particularidad de que a una variable actuales en la realidad observada en múltiples cam-
pueden asociársele varios fenómenos causales que pos del conocimiento se gestan en períodos tem-
originan, a la vez, varios efectos sobre otras varia- porales mucho más cortos que antes, y que el pro-
bles intermedias o también puede asociársele a una ducto de tales coniguraciones, no exentas de cierta
variable inal llamada dependiente. De esa mane- violencia en el sentido igurativo, además de la com-
ra, pueden al menos concebirse varias dimensiones plejidad que envuelve su análisis, no hace sencilla
más, tanto de causas como de efectos. una tarea de redeinición de enfoque y de método
Por último, si bien es cierto que la NGE en ge- en una disciplina que quiere innovarse para inter-
neral adolece actualmente de irmeza y convicción pretar una realidad de nuevas coniguraciones. Lo
en algunas o varias airmaciones que realiza, y su mismo ocurre con el neoinstitucionalismo, con la
precisión, deinición de método y dimensionalidad nueva ruralidad, con la nueva comunicación, con
pueden aún verse cuestionadas, comparándolas con la nueva economía institucional o con la teoría del
disciplinas de corte tradicional, como la economía o desarrollo, entre otras; cada una, también con nue-
la geografía misma, también es cierto que aporta es- vos detractores.
pecíicamente a la Economía Regional importantes
rEfErEnCia bibliográfiCa
elementos temáticos, y llama la atención a esta últi-
ma disciplina sobre las responsabilidades y los retos Krugman, P.R. (1995), Development, Geography, and
pendientes para lograr consolidarse como ciencia. Economic Theory, Cambridge, The mit Press.
¿Geografía socioeconómica o Economía geográica?*

gEorgEs bEnKo† (2010)


Universidad de París Pantheon-Sorbonne
Instituto de Estudios Políticos de París
alain lipiEtz
Diputado europeo por el Partido Verde
Director de Investigación en el Cnrs, Francia

introduCCión en la cual las políticas y las instituciones (avanzadas)


se fusionaron urgentemente, liberando a las fuer-
Han transcurrido ocho años desde la publicación zas del mercado de toda traba artiicial: la inter-
de nuestro libro Las regiones que ganan. Distritos y re- vención del estado, la legislación social, las barreras
des: los nuevos paradigmas de la Geografía Económica aduaneras. Este triunfo teórico ha tomado nombres
(Benko y Lipietz, 1992a). La Geografía Económica diversos: consenso de Washington en la escala in-
atravesaba entonces por una suerte de edad de oro; ternacional; pensamiento único en Francia y, por
en la Economía se enfrentaban las metateorías; el dondequier, liberalismo económico. Pero ninguna
keynesianismo agonizaba, débilmente reemplazado teoría económica, ni las vencedoras ni las vencidas
por el regulacionismo y el institucionalismo, que no alcanzaban en ese momento a explicar ese hecho:
iban a tardar en refugiarse dentro de un estatuto dentro del océano movedizo de la macro economía
heterodoxo (¿provisional?) en el seno de la corrien- mundial, donde los continentes se empoderan antes
te dominante. de colapsarse, donde otros espacios salían de su es-
Triunfante, estaba el puro y simple retorno a clerosis para éxitos fulgurantes pero pasajeros, cier-
la teoría neoclásica de la competencia, norma ideal tas regiones tal vez microscópicas (de hecho, simples
aglomeraciones), experimentaban un éxito tanto
* Traducción de Héctor Ávila Sánchez (crim/unam) duradero como inesperado.
de Benko, Georges y Alain Lipietz (2001) “¿Geografía Ahora bien, los geógrafos se interesaban en la
socioeconómica o economía geográfica?”, en Benko, economía regional, mientras que los sociólogos en
Georges y Alain Lipietz (dirs.), La riqueza de las regiones.
la especiicidad de los lugares, y tanto unos como
La nueva geografía socio-económica, París, Presses Universi-
taires de France, pp. 9-29. Permisos otorgados por Presses otros tenían sus propias explicaciones. Para ambos,
Universitaires de France, Invoice núm. 10002163/41529. el destino de lo local no era la simple proyección de

[341]
342 gEorgEs bEnKo y alain lipiEtz

lo global. Si surgían nuevos centros de actividad y arraigado en lo local (según la traducción seleccio-
se estabilizaban, se debía en principio, a sus mismas nada dentro del presente libro para el término in-
características internas. Esta personalidad regional glés embedded), por la vía de un regulacionismo o
(como antaño señalaba Vidal de La Blache, uno de un institucionalismo conquistador? Por desgracia
los ancestros de la geografía francesa), encontraba no. El gran impulso creativo de los geógrafos de los
un nombre más moderno: la gobernanza. Es decir años ochenta, el cual nos había tentado a presentar
una capacidad sin duda heredada de una cultura ese panorama dentro de Las regiones que ganan, pa-
histórica, de establecer modos de cooperación in- rece sofocado. Después de haber declinado indei-
terna entre el capital y el trabajo, entre grandes nidamente la tesis del posfordismo, según la gama
empresas y sub-contratistas, entre administración de la economía de las organizaciones en O. William-
y sociedad civil, entre banca e industria. Los más son (1975, 1981, 1989, 1991), de la desintegración
audaces de estos nuevos geógrafos regionales no vertical a la cuasi-integración vertical, los localistas
dudaban en llegar aún más lejos en sus teorizacio- se resuelven a reconocer el peso de las grandes em-
nes. Según ellos (Piore y Sabel, 1984), la dinámica presas globalizadas y la fragilidad de sus costosos
industrial de estas regiones que ganan, bautizadas distritos. Por ejemplo, en Gran Bretaña, hubo un
con un nombre retomado de Alfred Marshall, los repliegue muy interesante hacia una geografía cul-
distritos industriales, estarían en conformidad con tural, en un sentido que se aproximaba a la sociolo-
el nuevo modelo de desarrollo que sucedió al for- gía de la vida cotidiana. Pero este abandono de las
dismo. A la era de la gran empresa, en su adminis- grandes historias económicas, peor teorizadas en
tración y en sus convenciones rígidas, le sucedería un nuevo gran relato, asimiló el posfordismo al pos-
la era del racimo de pequeñas empresas innovado- modernismo, en un collage de modos de consumo,
ras, coordinadas por el mercado y, sobre todo, por dejando en el abandono el campo de los determi-
su posicionamiento cara a cara. nantes económicos en las transformaciones de la
Hoy, nada es seguro en la Economía. Asia, el geografía humana.1
modelo de ayer, es el contramodelo de hoy. Améri- De hecho, las regiones que ganan habían
ca Latina, espejismo de los años setenta, pesadilla alcanzado sus objetivos ofreciendo a los lectores
de los ochenta, resurge en los años noventa, y está francófonos todas estas experiencias de los años
a su vez amenazada. Europa, liberada del yugo de ochenta; todavía quedaba el hacerlas fructiicar, por
Maastricht, se sacude sin algún éxito espectacular. ejemplo, explorando Las regiones que pierden, según
Los Estados Unidos navegan sobre una burbuja de el título inevitable de un libro quebequense.2 Sobre
activos bursátiles, como antes lo hizo Japón, pros- todo, sin encerrarse en el paradigmalismo posfor-
perando con los préstamos y créditos. Las pociones
del liberalismo, aplicadas en los países del antiguo 1 No queremos enjuiciar la generosidad intelectual
bloque socialista, con un espíritu de reconquista, no y la erudición de un David Harvey (1996), ni más general-
han aportado más que el caos. El pensamiento úni- mente, la abundante riqueza de la geografía anglosajona,
co se derrumba patéticamente. tanto radical como cultural, de la cual Peet (1998) ofrece
una notable descripción. Pero es patente que este giro cul-
tural dejaba la vía libre al gran retorno de un economicis-
mo geográico. Sobre el último libro de David Harvey, y
1. ¿dEJar El EspaCio EConómiCo su lealtad, al amparo de la radical geography, véase Galano
a los EConomistas? y Lipietz (1998); para una crítica del cultural shift de la geo-
grafía radical anglosajona, Lipietz (1999).
2 ¿Y las regiones que pierden…? Actas del Coloquio
Por tanto, ¿es el momento triunfal de los geógrafos sobre el Desarrollo Regional, realizado en la Universi-
económicos, del resurgimiento de un desarrollismo dad de Quebec en Montreal, y editadas por Côté, Klein
¿gEografía soCioEConómiCa o EConomía gEográfiCa? 343

dista mal deinido y sin ignorar que los distritos, por para reinventar la rueda: en este caso, la vieja Cien-
desgracia, no están solos en el mundo. La segunda cia Regional de Walter Isard. El mismo autor con
y la tercera parte de Las regiones que ganan, igual- sus modelos espacializados de equilibrio económi-
mente estaban consagradas bajo estas advertencias: co, contra los que nuestra generación había dispu-
los monopolios globalizados están todavía ahí, bien tado arduamente hacía treinta años, para fundar la
vivos; los posfordismos presentan todo un abanico Nueva Geografía Económica
de modelos, entre ellos, los sustentados sobre la le- Seamos justos: Paul Krugman3 no retomaba
xibilidad del contrato de trabajo y el neotayloris-
tayloris- como tal la ciencia regional de Walter Isard. Reco-
mo, y aquellos otros basados en la estabilidad de lectaba una buena parte de la crítica de Kaldor
los contratos y en la implicación negociada de una contra la teoría del equilibrio puro y perfecto, sin
fuerza de trabajo caliicada. Desarrollar estas pistas trascenderla ni convertirla. Recuperó la herencia
hubiera implicado un programa de investigación marshalliana (las economías externas de proximi-
geográica y sociológica, regulacionista o institucio- dad o de aglomeración) que los autores recopilados
nalista, que se podría resumir así: partiendo de la en Las regiones que ganan iban a desenterrar. Sobre
sociología de un espacio suicientemente abarcado, todo, acoplaba la economía regional con una teoría
se deben explicar los nuevos arreglos económicos del comercio; buscaba comprender por qué una re-
territorializados y evaluar la competitividad (y por gión se volvía más competitiva que otra, por el efec-
lo tanto la estabilidad) de tales arreglos (bloques he- to acumulativo sobre una trayectoria inicialmente
gemónicos regionales, diría Gramsci), para juzgar arbitraria. En resumen, reconstruía sobre la base de
su estabilidad en un mundo globalizado. No fue así. una teoría económica neoclásica, abonada por los
El debate cientíico, temiendo el vacío del cam- efectos externos de Marshall, la teoría estructura-
po que dejó vacante la Nueva Geografía Económi- lista de las relaciones centro-periferia, esa que los
ca, fue muy pronto ocupado por un espectro: la teóricos de los distritos industriales habían olvidado
Ciencia Regional, cruzada con una nueva teoría del hacer. En resumen, lo teníamos bien merecido.4
comercio, bajo la dirección de Paul Krugman. Solamente eso. La economía geográica de
En pocos años, Paul Krugman, a base de pe- Krugman permanece como un economismo mal
queños modelos matemáticos que ilustraban ensa- espacializado; el que justamente teníamos hace un
yos y artículos más bien polémicos, se labra una buen tiempo y que habíamos criticado en el caso
gloria espectacular que no hacía más que remarcar de Isard.
la debilidad de la competencia. ¡Al in un econo- En el fondo, ¿qué le reprochábamos a la eco-
mista de la corriente dominante se ocupaba de las nomía espacial o regional neo-clásica (Benko, 1998;
regiones! Y como la geografía crítica se replega- Lipietz, 1997)? El considerar al espacio como un
ba hacia el deconstructivismo, el lugar estaba libre plan, homogéneo e isótropo, con algunas irregula-

3 Ver la obra de Krugman en colaboración con Ma-

y Proulx (1995), se apoderan justamente del concepto de sahisa Fujita y Anthony J. Venables, aparecida en junio
distrito industrial, no como un modelo normativo, sino de 1999, The Spatial Economy: Cities, Regions and Internatio-
como una herramienta analítica que “constituye una pis- nal Trade, Cambridge, The mit Press, 368 pp.
ta fecunda para comprender mejor las posibilidades y los 4 Se encontrará una presentación de los trabajos

obstáculos que se levantan sobre la vía del desarrollo de franceses inspirados por la nueva economía geográica
las regiones no metropolitanas”. Para hacerlo, los autores de Krugman, en Economía y previsión, núm. 131, octubre-
ponen el acento sobre la movilización de los actores loca- diciembre de 1997, 5; en Revista Económica, núm. 2; y en
les y sobre el tejido de sus relaciones, que era la intención Anales de Economía y de Estadística, núm. 45, enero-marzo
de Las regiones que ganan. de 1997.
344 gEorgEs bEnKo y alain lipiEtz

ridades anexas (ríos, minas); un contenedor donde das permanecen en los orígenes industriales y las
se inscribiría la actividad de las unidades económi- tareas o faenas taylorizadas se deslocalizan hacia el
cas. Entonces, por el sólo juego de las fuerzas del campo…
mercado (los costos de transporte y las economías El espacio dado (genealógico) y el espacio pro-
externas de aglomeración), las industrias se locali- yectado (por la estructura activa) constituyen la es-
zarían a partir de un azar inicial; luego, según la pacialidad (la dimensión espacial) de las relaciones
lógica de la competencia oligopólica, buscarían sociales; unas, ya establecidas; las otras, en pleno
aglutinarse (Hotelling) o separarse las unas de las desarrollo; y de su fecundación recíproca nace la
otras (Lösch), formando así redes de lugares cen- realidad de una geografía socio-económica. No se
trales. La geografía humana, regional, económica puede relacionar una realidad tal ni al tejido social
o ecológica considera, al contrario, que el espacio previo ni a un paradigma de organización y de rela-
es la dimensión material de las relaciones sociales. ciones industriales llamado a remodelar el mundo
Es la actividad humana, las relaciones humanas de a su imagen. Cada logro o éxito, cada región que
toda naturaleza, lo que constituye la sustancia mis- gana, es un milagro, un hallazgo o descubrimiento.
ma del espacio; un poco como en la teoría einste- Así, según los teóricos, se explicarían los milagros
niana donde el espacio no existe más que como un de la Tercera Italia (los famosos distritos industria-
campo de fuerzas, como una variación del poten- les presentados en la primera parte de nuestra obra
cial, estructurada por su contenido de materia y de precedente),* sea como la herencia de una estructu-
energía. El espacio regional está tejido por relacio- ra social rural solidaria que se remonta al principio
nes sociales pasadas; está remodelado por las múlti- del siglo, o sea como la proyección de un modelo
ples iniciativas de los actores (las administraciones, posfordista ¡aspirando a la hegemonía mundial! El
las empresas) que buscan sacar provecho de un es- error de los mitógrafos de los distritos industriales
pacio humano siempre dado (como señalaba Louis fue sin duda encerrarse dentro de una u otra de es-
Althusser), pero haciendo, transformando este es- tas dos tendencias.
pacio, modiicando el campo de fuerzas. Ejemplo: Pero el retorno a la Regional Science vía Krug-
la reestructuración del espacio francés a lo largo de man sería todavía menos fructífera. No que su con-
los Treinta Gloriosos, en los años 1945-1975 (Li- tribución sea falta de interés. Krugman frecuen-
pietz, 1977). No se le puede comprender más que temente detalla, con elegancia, los mecanismos
a través de un doble enfoque: una aproximación fragmentarios de la dinámica capitalista de la loca-
genealógica, donde el pasado social de cada región lización pura, de la cual podemos beneiciarnos. De
(la antigua urbanización industrial, la predomi- ahí su sorprendente lexibilidad: como lo muestra
nancia de la pequeña producción agrícola) ofrece el capítulo de Ron Martin y Peter Sunley, que ofre-
oportunidades de localización; y de otra manera, ce una representación estilizada matemáticamen-
por un enfoque estructuralista, donde el modelo de te, para dar cuenta de todo y de su contrario. Esto
desarrollo capitalista contemporáneo (en este caso, no es nada sorprendente: su punto de arranque
el fordismo), realidad nacional o globalizada, inves- es una página blanca donde se inscriben las em-
tiga o busca una espacialidad propia, expresando presas, obedeciendo reglas poco determinadas. El
sus relaciones internas: en este caso, la tripartición verdadero trabajo comienza sobre la base del análisis
del trabajo entre la concepción, el ensamble no cali- concreto de un espacio, consolidado por un largo pa-
icado y la fabricación caliicada. En los años sesen- sado socio-económico; prosigue con la comprensión
ta y setenta, tanto en Francia, como en los Estados de la variedad (por cierto limitada, pero no unívoca)
Unidos, la síntesis será la colocación o montaje de
circuitos de ramiicación; las funciones más caliica- * Véase Benko, 1992b (n. del t.).
¿gEografía soCioEConómiCa o EConomía gEográfiCa? 345

de los modelos de arreglos o combinaciones (capital/ Los dos geógrafos de Cambridge (Martin y
trabajo, bancos/industrias, jefes de empresas/sub- Sunley) reconocen en verdad que Krugman abun-
contratistas, administraciones/economía) del capi- da en las ideas y que ofrece a la geografía humana
talismo contemporáneo. elegantes esquemas para explicar fenómenos co-
De este trabajo, no queremos dar más que al- nocidos. Consolida el nexo entre la formación de
gunos ejemplos. En una primera parte, comenzare- aglomeraciones industriales y el comercio a gran
mos por plantear la oposición metodológica entre distancia; sobre esto insiste en que los apasiona-
la economía regional, según Krugman, y la Nueva dos de los distritos tendían a olvidar el rol de la
Geografía Económica. En la segunda, visitaremos demanda local que él llama las externalidades pe-
algunas capitales de la economía global. La terce- cuniarias, y que explica su cierre a partir de una
ra parte nos llevará al Tercer Mundo; y la última trayectoria anterior: una gran ciudad difícilmen-
retornará sobre las antiguas regiones industriales, te puede volver a ser una ciudad pequeña o cam-
que parecía, se habían perdido … biar completamente de especialización. Pero ahí se
detiene la ciencia del economista. Paul Krugman
ignora el rol de las costumbres, la cultura, las re-
2. la anatomía dE los EfECtos laciones sociales, las instituciones, por una razón:
dE aglomEraCión no formaliza metodológicamente las externalida-
des cognitivas, la difusión y el mantenimiento del
La nueva geografía socio-económica, la que se cons- saber-hacer, ni la disponibilidad a cooperar; todo
truyó en la época del fordismo sobre el estudio de eso que Alfred Marshall había llamado la atmósfe-
los circuitos de ramiicación, la que alabó a los dis- ra industrial y que debería estar en el corazón de
tritos industriales del posfordismo, subrayó que de la geografía industrial y humana en general, por-
cualquier suerte cada región merecía, por su tejido que, lo habíamos dicho en nuestro primer libro,
social propio, su especialización dentro del capita- la aglomeración es en el espacio, lo que el aprendizaje es
lismo contemporáneo. Para la economía geográi- en el tiempo. La proximidad es la primera forma de
ca, este tejido se reducía a una fórmula mágica: los relacionar las actividades humanas.
efectos externos de proximidad o de aglomeración. ¿Se deben regresar a la teoría ahora converti-
Ése es el meollo del debate. Presentaremos aquí el da en clásica, la de distritos industriales a la italiana,
análisis condescendiente y a la vez crítico de Paul esas redes cooperativas de pequeñas y medianas
Krugman, por los geógrafos economistas (Martin y empresas, para dar cuenta del éxito de las aglome-
Sunley), además de otros dos artículos de geógrafos raciones (no solamente en términos de riquezas,
americanos relativizando la visión simplista de los sino de equidad social)? No, responde Ann Markus-
distritos italianizantes. sen. Partiendo de un vasto estudio empírico de las
Verdaderamente habíamos dudado en publi- aglomeraciones que ganan, en los Estados Unidos,
car in extenso la discusión, larga y detallada, de las vuelve a poner la pregunta que estaba en el centro
tesis de Paul Krugman por Martin y Sunley. Las de nuestro libro precedente (1992a): en un mundo
publicamos inalmente, con la excepción de algu- tan resbaloso, donde las empresas podrían fácil-
nas notas, en las cuales la erudición sobrepasa el mente deslocalizarse hacia lugares donde los cos-
entendimiento del público francófono. Es proba- tos del suelo y de la fuerza de trabajo son los más
blemente la síntesis y discusión más clara, comple- baratos ¿cómo hacer que ciertos lugares lleguen a
ta y argumentada que existe sobre este importante retener los empleos? Ella muestra que existen, sin
autor. Los lectores poco familiarizados con la eco- duda alguna, en los Estados Unidos, distritos italia-
nomía teórica sacarán sus conclusiones. nizantes, pero identiica otros tres tipos de lugares-
346 gEorgEs bEnKo y alain lipiEtz

retenedores: aquellos que se anclan alrededor de en relación permanente con el conjunto de la re-
una o de varias grandes empresas, como secciones gión, y no especialmente con las divisiones de la
o radios en torno a un núcleo;* aquellos que se an- misma irma, más que con las externas. Se asiste
clan alrededor de una gran instalación del Estado entonces a fenómenos de concepción-fabricación
(administración, base militar) y, por último, puras y compartida entre dos irmas (por ejemplo para un
simples plataformas de satélites, sucursales de gran- chip RISC), organización que parecía un atributo
des empresas externas a la región. de la división funcional interna en la irma. Que
Se reconocerá, en este último caso, una forma esta posibilidad sea un hecho local de la región-red,
de aglomeración típica del fordismo periférico (Li- depende de una cultura autotejida de estas relacio-
pietz,1985). Ann Markusen enfatiza en la fragilidad nes de coproducción. ¡La prueba es que estos dos
y en las desigualdades interregionales que puedan establecimientos de una misma irma (Equipamien-
resultar. Pero casi no se extiende sobre la sociolo- to Digital) se comportan de manera diferente según
gía interna o sobre las medidas administrativas que estén situados en la Ruta 128 o en el Valle del Sili-
pueden confortar estas aglomeraciones. Las econo- cón! Su conclusión es una magníica ilustración de
mías externas pecuniarias de Krugman (el efecto lo que se opone al espacio de los economistas, un
de masa crítica de una demanda local) parecen en- espacio previamente vacío, donde se inscriben y se
tonces la única explicación... yuxtaponen irmas-átomos y el espacio por el cual
Anne Lee Saxenian toma entonces el relevo, abogamos, el de una geografía socio-económica,
comparando los dos distritos italianizantes más cé- siempre dado como un tejido de relaciones, como
lebres de los Estados Unidos: el Valle del Silicón y cultura, como atmósfera, y que da substancia a la
la Ruta 128 de Massachussets, de los que Krugman proximidad.5
remarcó —sin explicar— la divergencia frente a la
caída de los pedidos militares. El primero salió bien
librado, mientras que la segunda entró en crisis. 3. mEgalópolis y mEtrópolis globalEs
Aquí, la geografía social retoma sus derechos: estos
dos distritos fueron fundados sobre culturas y rela- Esta nueva concepción del espacio como tejido de
ciones sociales diferentes. En un análisis extrema- relaciones sociales, lo ilustramos en primer lugar
damente rico y gráico, Anne Lee Saxenian viene con el ejemplo de esas ciudades que se les llama
literalmente a dinamitar la noción de economía exter- globales, según la hermosa expresión de Saskia Sas-
na (única ventana de los economistas hacia lo local), sen (1991). ¡Ah! por cierto, la denominación ciu-
mostrando que la distinción interna-externa no dad global comprende, bajo la pluma de su autora,
remite más que a una forma de organización “ato- al estatuto poco envidiable de concepto-valija. No
mística” (¿leibniziana?) de la irma, integrada verti- obstante subraya cuánto el viejo esquema braude-
calmente y en relación contractual con otras irmas. liano de la economía mundial centrada sobre una
Este marco es válido para la Ruta 128 y las irmas gran ciudad (Venecia, Ámsterdam, Londres, Nueva
que resguarda, pero no para el Valle del Silicón, York), conirma hoy más que nunca su valor des-
ni para las pequeñas ni para las grandes irmas. criptivo y asimismo heurístico.
El Valle del Silicón es un verdadero distrito mar-
shalliano, aglomerando unidades especializadas, 5 Véanse los trabajos de la escuela francesa de la

proximidad de B. Pecqueur, J.P. Gilly, Y. Lung, J.B. Zi-


* En el texto original se utiliza la expresión des mmerman, A. Rallet (1993), entre otros, en “Economía
rayons autour d’un moyeu, que aquí se traduce al español de proximidades”, Revista de Economía Regional y Urbana,
como “secciones tipo rueda de bicicleta”, conectadas con núm. 3, y también J.M. Huriot (1998), además de una
un centro (n. del t.). rápida presentación en Benko (1998).
¿gEografía soCioEConómiCa o EConomía gEográfiCa? 347

Los megapolos o, mejor dicho, las megalópo- descubrimiento!), sino también sobre el tamaño de
lis6existen en todo el Tercer Mundo, por razones la metrópolis misma. En el primer modelo, el del
de que en su sociología se encuentra capitalismo capitalismo más desorganizado, el más aleatorio, la
periférico (Lipietz, 1985). En el mundo desarrolla- mano de obra y el empleo luyen espontáneamen-
do, este fenómeno es más raro. Dos en los Estados te sobre el polo, donde su reencuentro será lo más
Unidos, la antigua Nueva York-Nueva Jersey, capi- probable: una verdadera megalópolis estocástica.
tal de un mundo atlántico y la nueva, en California En el segundo modelo, que organiza mucho más
del Sur, Los Ángeles. sistemáticamente la relación salarial, del aprendiza-
Sobre la costa del Pacíico, dos megalópolis, je a la deinición de estrategias de reconversión, la
una del sobredesarrollo y otra del Tercer Mundo, urbanización (comprendida dentro de la metrópo-
que puede ser que mañana se disputen la domi- lis), permanece de tamaño humano, en todo caso
nación de esa zona: Tokio y Shangai. Además, está manejable. A pesar de ello, lo más sorprendente fue
Europa, con sus dos muy antiguas megalópolis, la obstinación o terquedad de una parte de las élites
Londres y París, que permanecen como ciudades parisinas en buscar la salvación, imitando el mode-
globales, pero que no son capitales del bloque eu- lo londinense, hacia una Gran París de 15 millo-
ropeo; la capital de Europa es Francfort y no es una nes de habitantes, mientras que el verdadero rival,
megalópolis. Alemania, ignoraba la megalopolización. Con una
Ese simple hecho debe hacernos relexionar. revuelta de la ciudadanía y de sus representantes
La naturaleza, véase el tamaño de una capital de parlamentarios para que el proyecto fuera abando-
economía-mundo, no depende únicamente de su es- nado, eso no quiso decir que no se realizara, pues
tatuto externo, de su lugar dentro de la jerarquía es muy fuerte la dinámica social que empuja hacia
urbana global. Depende en principio, y antes que to- la megalopolización de la Ile-de-France.
do, de la naturaleza de las relaciones sociales locales. Pero se diría que hay megalópolis que ganan:
Eso es lo que muestra un primer texto, una ¡Los Ángeles! No es tan simple, como lo muestra
síntesis redactada por uno de nosotros, de una ex- Allen Scott. Habíamos ya acogido un texto de este
periencia de observación participante en una co- importante autor de la Geografía Económica anglo-
misión preparatoria para el esquema rector de Ile- sajona en Las regiones que ganan. Magniicaba enton-
de-France para su Consejo General, retomando la ces los efectos de la aglomeración en los gigantescos
distinción entre los dos modelos posteriores al for- polos de crecimiento urbano que sustentaban la ri-
dismo presentados anteriormente,7 el neo-fordismo queza de Los Ángeles. En este texto de mitad de los
jerárquico lexible, que agrava aún más la división años noventa, posterior al contrachoque del in de
tayloriana del trabajo, disolviendo las antiguas ri- la Guerra Fría, el diagnóstico es más moderado. En
gideces del contrato salarial, y el posfordismo, que el desván de los efectos de aglomeración y de otras
se apoya sobre la movilización de las capacidades economías externas, Los Ángeles es más bien un
de los asalariados, en el intercambio de garantías y distrito de redes,8 una batería de diversos tipos de
de ventajas salariales acentuadas. El texto sostiene lugares de atracción en el sentido de Ann Marku-
que esta distinción inluye no solamente sobre la sen, con los distritos italianizantes y de redes tipo
polarización social al interior de la metrópolis (¡qué rueda de bicicleta. Esta diversidad le ha permitido
adaptarse a la caída en los pedidos de la industria
militar. Sobre todo Los Ángeles, apoyándose en el
6Según la fórmula ya muy anterior de Gottman
(1961), que expresa mejor la locura.
7 Leborgne y Lipietz (1992), en Benko y Lipietz 8 “De las redes de distritos a los distritos de redes”,

(1992a). conclusión de Benko y Lipietz (1992b).


348 gEorgEs bEnKo y alain lipiEtz

distrito cinematográico de Hollywood, ha sabido trito. Sería el barrio coreano, cerca del centro (en la
convertirse en la capital mundial del posmodernis- zona gris o cubierta de A. Scott). Además, la subpo-
mo: de la música, de la moda, del multimedia. Esta tencia comercial coreana prolongaría su inluencia
ciudad, que no tiene prácticamente nada de la in- hacia los barrios de desheredados del Sur-Central
dustria del automóvil, ¡se convierte en un centro … hasta enfrentarse con los disturbios étnicos de los
mundial del diseño de carrocerías! hispánicos o afroamericanos.
Pero la medalla tiene su reverso. Apoyándo- Después de estas breves miradas sobre dos de
se sobre la tesis de los dos capitalismos de Michel las cinco megalópolis del Norte capitalista avanza-
Albert (versión popularizada del análisis regulacio- do (con Nueva York, Londres y Tokio), la contra-
nista de los posfordismos), Allen Scott muestra que prueba es evidentemente Francfort Main, capital
Los Ángeles, megalópolis lexible, es particular- económica de Europa, uno de los tres bloques de
mente sensible a los impactos de la demanda mun- la triada. Lo ponen de maniiesto Klaus Ronneber-
dial (en este caso, la caída de la demanda militar) y ger y Roger Keil subrayando su carácter… provin-
sobre todo, la falta de instituciones de gobernabi- cial. Pequeña metrópolis de menos de un millón de
lidad. ¡Es conmovedor ver cómo el autor salva la ciu- habitantes, Francfort se defracta en varios nodos
dad que ama, apelando a las recetas de una social industriales, directamente globalizados alrededor
democracia ecologizante: el desarrollo de un tercer de su inevitable centro inanciero de rascacielos.
sector comunitario en los barrios populares y de la Los autores muestran que esta improbable especia-
iniciativa pública planiicadora, para lanzar un polo lidad de ciudad global (que ellos comparan con
de vehículos eléctricos! otros ejemplos como San Francisco, centro de la
Por tanto, Los Ángeles no está tejido solamen- zona urbana multinodal que incluye al Valle del Si-
te por las pesadas tendencias de la relación salarial. licón), echa sus raíces en la historia, que ha visto
Esta estructuración en megalópolis lexible se da convertirse en metrópolis (entre otras) del fordis-
como una rigidez: un espacio dado. En este espacio mo automotriz alemán, a la ciudad comercial apos-
se van a situar las comunidades humanas concretas, tada sobre un vado de río. Releja sobre todo la
agrupadas por otros nexos sociales, entre los que manera en la cual Alemania Occidental ha regula-
están los de la comunidad étnica. Como las células do su fordismo (la economía social de mercado) y
de un órgano en el seno de un organismo más vas- la ha orientado muy pronto hacia una exportación
to, una comunidad encuentra su lugar en este es- fundamentada en la calidad de la mano de obra,
pacio, lo modiica, lo deforma, asegura su nicho, y más que sobre la lexibilidad externa (es decir la
compite así en la dinámica urbana del conjunto. Es facilidad de reclutar y despedir personal). Este for-
lo que muestra el capítulo de Dong-Ok-Lee sobre dismo extrovertido se desliza bajo una forma de
la comunidad coreana de Los Ángeles. La autora posfordismo, bajando también su competitividad
se interroga sobre la divergencia entre la especia- sobre la calidad, misma que se releja hasta en la vi-
lización sectorial del mercado de trabajo coreano y da urbana, en la lucha por salvaguardar las zonas
el de la megalópolis; nos muestra un lujo de inmi- verdes en los instersticios entre los diferentes po-
grantes que presentan toda la gama de caliicacio- los de crecimiento de la región urbana. Se tiene así
nes, aportando de vez en cuando capital y, en todo una regulación regional horizontal fundamentada
caso, los vínculos con la joven potencia industrial sobre un cierto equilibrio socioecologista.
exportadora de Corea del Sur. Pero estos lazos de Pero nuestros autores no esconden las fragi-
sangre, ese sentimiento de pertenencia, no puede lidades de esta regulación regional. La ciudad mo-
desembocar sobre una comunidad empresarial que delo de la alianza rosa y verde está minada por las
se constituye sobre su propio espacio, su propio dis- desgarraduras verticales de un capitalismo que se
¿gEografía soCioEConómiCa o EConomía gEográfiCa? 349

globaliza bajo la dominancia del liberalismo econó- marra en Perú. Sin embargo, los primeros distritos
mico. La sociedad del arenero* (Lipietz, 1996) co- descubiertos (en general en los países intermedios
mienza a manifestarse de igual forma en Alemania: como Portugal) ¿han tenido un futuro brillante? El
el vasto centro de las clases medias comienza a dife- análisis que José Reis, desarrollista local de actuali-
renciarse, y hacia el fondo caen los desempleados, dad, presenta del caso de Águeda (cerca de Aveiro),
precaristas, excluidos; esta fractura se expresa en el parecerá un poco frustrante. El último, presen-
racismo… Francfort es sin duda un modelo alter- taremos un cuarto texto, el de You-Tien Hsing,
nativo a la megalópolis, pero un modelo puede ser que revela un desafío aún más vasto: ¿la geogra-
inestable, en todo caso imperfecto. fía socioeconómica, el tejido cultural, puede dar
cuenta también de las relaciones internacionales?
El caso de Blumenau, presentado por Céci-
4. ¿distritos En la pErifEria? le Raud, se presenta como una ilustración perfecta
de la validez de los análisis en Bagnasco y Trigila
Si el método socio-económico en geografía humana [1988] (1993) sobre la construcción social del mer-
brilló en el análisis de las capitales del posfordis- cado; este enraizamiento del mercado en la socie-
mo, después de sus triunfos de los años ochenta, dad local es transpuesto desde la Tercera Italia al
en el descubrimiento de los nuevos modelos de Tercer Mundo (Benko, Dunford y Lipietz, 1996).
industrialización a la italiana, nos planteamos la Nos muestra la formación de un campesinado igua-
pregunta indefectiblemente: ¿qué hay en las regio- litario, producto de una inmigración de artesanos
nes que pierden, es decir en la periferia (interna o alemanes y posteriormente de italianos, en el Es-
externa) del mundo capitalista desarrollado? Nues- tado de Santa Catarina (sur de Brasil) —un fenó-
tros colegas quebequenses se han planteado muy meno de colonización bastante próximo al de Nue-
pronto esta pregunta (ver la nota 178).** En este va Inglaterra— apreciado por M. Piore y C. Sabel,
libro hemos seleccionado cuatro textos, comenzan- grandes admiradores de la Tercera Italia. Rompien-
do por la forma más simple de la cuestión: ¿hay do con los viejos esquemas estructuralistas centro-
en el Tercer Mundo distritos a la italiana (del tipo periferia que habíamos criticado, Raud muestra el
Tercera Italia, semejantes al del Valle del Prato en carácter endógeno de la industrialización en este
la Toscana)? Además, de manera más general: ¿hay estado, en seis ciudades medias especializadas. No
distritos marshallianos, en el corazón mismo de las ignora sin embargo las especiicidades de una in-
megalópolis típicas del Tercer Mundo? Desde el dustrialización periférica: estando poco segura la
principio de los años noventa, el modelo del dis- oferta de bienes intermedios, la concentración ver-
trito a la italiana había inspirado suicientemente tical está, por tanto, más presionada que en Italia.
a los investigadores para detectar muy pronto los Pero, como en este país, los distritos tienen sus fragi-
ejemplos espectaculares de respuesta positiva: aquí lidades. Sus propios éxitos crean penurias de mano
ofrecemos los de Blumeneau en Brasil y el de Ga- de obra caliicada, las que sólo podrá remediar una
política voluntarista de formación profesional y de
* Traducción para el término francés societé en sablier,
transferencias tecnológicas. Por último, una política
que denota un efecto tipo reloj de arena, para ilustrar un macro-económica inapropiada (la sobrevaluación
proceso de diferenciación social, donde los primeros en ir monetaria del real bajo Cardoso) puede compro-
al fondo son los marginados y los pobres, mientras que las meter la competitividad de las localidades más em-
clases medias y altas poseen mayor capacidad para per-
prendedoras.
manecer en la parte superior de la estructura (n. del t.).
** Se reiere a la nota del libro de Benko y Lipietz Sin duda alguna, pero se dirá que Blumenau
(2001) (n. del t.). no es más que un rincón de Alemania o de Italia
350 gEorgEs bEnKo y alain lipiEtz

transportado a Brasil… Mucho más milagroso es diicultades de un distrito de la pobreza, donde los
entonces el caso Gamarra, pequeño Hong Kong niños no tienen tiempo de aprender, de caliicar-
textil, surgido en el corazón de la megalópolis ca- se… El sistema productivo local de Gamarra arries-
pital de un país apenas emergente y devastado por ga desde este momento en errar su paso al estatuto
la guerra civil (el Perú), en una zona gris, encajada, de área-sistema, es decir de articulación de diversas
acorralada, arrinconada entre el mercado de mayo- ramas conexas en un sistema altamente caliicado.
reos y las villas miseria; un distrito industrial funda- José Reis se coloca justamente en ese momen-
do sobre la cultura comunitaria de los amerindios to-bisagra, donde puede ser ya demasiado tarde.
que bajaron de la sierra, los quechuas y aymaras. Resucitado como planiicador regional, sobre una
Hace algunos años, uno de nosotros visitó con región de industrialización endógena que él había
estupefacción este milagro, al ser recibido por uno estudiado algunos años antes, la de Aveiro al centro
de los famosos hermanos Suarez inmortalizados de Portugal, hace con una cierta angustia la pre-
por Portocarreiro y Tapia. Un verdadero impacto: gunta clave. Los localistas han exaltado las cuali-
en el fondo de un taller miserable, un empresario dades del tejido social local que han permitido el
indígena organiza la división del trabajo entre micro desarrollo de los distritos industriales en una eco-
empresarios para liberar justo a tiempo, 100,000 nomía de acumulación extensiva (se producía cada
vestimentas deportivas hacia Rusia, extasiándose so- vez más, pero de la misma manera). Tienen la ten-
bre la obra de Brusco y disertando sobre las cali- dencia a creer que estas mismas cualidades (volun-
dades relativas de las máquinas coreanas, alemanas tad de ascenso social por el trabajo, disponibilidad a
e italianas. Interrogada, una joven costurera reco- la emulación y a la cooperación, al congregamiento,
noció que prefería que el taller familiar estuviera al fortalecimiento del espíritu comunitario), predis-
instalado en el pueblo, que está a 3,000 metros de al- ponen este tejido a la innovación técnica.
titud y el camino se termina 1,000 metros más abajo. Esto, infortunadamente, no es tan simple. A
¡La globalización en el país del Templo del Sol! falta de una política de promoción tecnológica, vo-
Seduce la idea de que, antes que todo, la cons- luntarista, local y nacional, el distrito puede dor-
trucción social del mercado consagraba a la cultura mirse sobre sus laureles.10 Se convierte entonces en
quechua a ser transformada en un distrito indus- una simple localización posible para la implanta-
trial, inmediatamente convertida en un puerto glo- ción de fábricas de montaje, simples eslabones de
bal… Pero Cristina Cáceres evita esta trampa. Nos circuitos fordianos transnacionales. En la lectura,
muestra la genealogía de lo local, que se arraiga so- Aveiro y Águeda estarían muy cerca de haber fra-
bre un viejo pasado industrial (un distrito de mecá- casado, lo que Cécile Raud espera para Blumenau.
nica ligado a una cuenca de camiones y de fábricas El modelo-distrito no es por tanto la panacea;
textiles integradas), que ha congregado el saber- pero la metodología propuesta para estudiarlo (el
hacer. Desmenuza el milagro de esta localización arraigo de las relaciones mercantiles o jerárquicas
particular y sin embargo no ignora esta forma de a la Williamson en el tejido social que preexiste y
resistencia de la sociedad civil a la oposición buro- se reforma permanentemente), eso que llamamos
crática, que ha desembocado inalmente sobre una aquí Geografía Socioeconómica no es menos válida. El
demanda de formalización.9 Tampoco ignora las texto de You-Tien Hsing sobre la contribución de

9 Contrariamente a lo que piensa Hernando De

Soto (1993), quien no ve más que la legitimidad de eva- 10 Francia lo sabía muy bien, que ha visto todos sus
dir el impuesto, Cristina Cáceres-Dutertre ve más bien distritos melinienses aniquilados después de 1945 por la
que se deben inanciar los equipamientos colectivos: los internacionalización y la modernización gaullistas (Gan-
empresarios van a inanciar hasta el puesto de la policía. ne, 1992).
¿gEografía soCioEConómiCa o EConomía gEográfiCa? 351

los empresarios de Taiwán a la industrialización de años setenta. Regiones de miseria y de desesperan-


las provincias costeras de China Popular nos ofre- za, donde el cine mismo no osa aventurarse más
ce un ejemplo resplandeciente. El título (que es de que bajo la máscara del humor o del melodrama
hecho una expresión proverbial) dice el propósito: sentimental o místico (Roger y yo, Perros de lluvia, La
la comunidad de cultura de una y otra parte del es- promesa, La vida de Jesús, Marius y Jeannette, Eso co-
trecho, más allá de la comunidad lingüística, es la cla- mienza hoy… ), donde el análisis debe detenerse más
ve del éxito de estos empresarios en el imperio de la sobre lo que muere que sobre lo que surge.
transición del maoísmo al capitalismo salvaje. Un primer grupo de capítulos de esta obra
Se podría leer este texto como un tratado de concierne a las regiones originarias del capitalismo
corrupción de los burócratas chinos para el uso de industrial: el Medio Oeste americano (los Grandes
los inversionistas. Estaríamos equivocados. De he- Lagos), el nordeste inglés, la cuenca minera belga.
cho, se trata de un ejercicio de sociología aplicada a Para no desalentar al lector, comenzaremos por el
la geografía industrial. Partiendo del análisis clási- cinturón de herrumbre del Medio Oeste y el tex-
co del trueque (opuesto al intercambio puramente to estupefacto de optimismo que le consagra R.
mercantil), You-Tien Hsing reinserta este esquema Florida. Los hechos están ahí: este corazón de la
en la coyuntura de una cultura particular, la de industria fordista en el sentido propio,11 que pare-
China, con su tensión entre la administración cen- cía ser barrida por la eclosión del cinturón del Sol
tral, la administración local y un proceso histórico (Virginia-Texas-California), ha retomado su vigor a
particular, la privatización de una economía plani- partir de la segunda mitad de los años ochenta. Y
icada bajo la forma de una transformación de los no solamente por el transplante de nuevas indus-
administradores locales en empresarios (colectivos) trias en un cementerio de fábricas fordistas (como
locales. Contribuye así magistralmente al análisis de en Pittsburgh), sino más bien por una destrucción
la transición de China a la economía de mercado. creadora en el seno mismo de las antiguas indus-
Pero también (y es el capítulo que hemos retenido trias. Se insinúa una verdadera japonización, o al
de un estudio más amplio), nos ofrece un bosquejo menos mestizada, en el viejo tejido industrial, con
acerca de la manera en la que, de cualquier suerte, sus características ahora clásicas: trabajo en módu-
dos culturas están predispuestas a contraer relacio- los, círculos de calidad, justo a tiempo, una concep-
nes con inversiones transnacionales. Se dirá que es- ción compartida con los proveedores. R. Florida no
tas culturas están muy cercanas (la de los chinos del esconde los retrasos y el desarrollo desigual de este
sur, de cualquier manera). Desde luego. Pero sería proceso, pero sobre todo subraya la eicacia de la
interesante comparar este ejemplo en la diicultad invasión modernizadora japonesa: por los efectos
de reunir las dos Alemanias, o las dos mitades de de demostración, por la competencia, por los cua-
Europa. dernos de cargo impuestos a los abastecedores, el
fordismo ha aprendido del toyotismo, al precio de
una baja moderada en su sindicalización.
5. las antiguas rEgionEs industrialEs: Por otra parte está el panorama desesperado,
¿agonía o rEnaCimiEnto? desesperante, de Inglaterra del noreste que nos en-
trega Ray Hudson. Estamos, es verdad, en el país
Viene el momento de voltear hacia esas regiones
que a los geógrafos apenas les gustan, porque no
11La cadena fue inventada en los mataderos de
provocan a priori el entusiasmo de los lectores: esas
Chicago; Ford, las marcas de la General Motors, y todos
antiguas regiones industriales golpeadas en el cora- los productos blancos del modo americano de vida como
zón por la gran crisis del fordismo, a partir de los Bendix, nacieron ahí.
352 gEorgEs bEnKo y alain lipiEtz

del tatcherismo, de la sociedad del arenero, donde rededor de los muelles transformados en centros
la vieja clase media, anteriormente protegida por recreativos postmodernos.
el estado providencial, se dirige inexorablemente Debido a la limitación del género colección es
hacia la miseria, mientras que el dinero se acumula por lo que no habíamos podido organizar el diálo-
en la parte alta. go entre los contribuyentes de esta obra. ¿Por qué
Ray Hudson nos hace ver claramente los orí- el Rusbelt americano parece salvarse y el noreste
genes de la catástrofe en la edad de oro anterior, británico no? Arriesguemos algunas hipótesis, esbo-
la de los años cincuenta: la estabilización de un ex- zadas por el mismo Ray Hudson. Lo habíamos dicho:
traño fordismo paternalista, donde el obrero estaba es menos lejano del fordismo americano al toyotis-
acompañado desde la cuna hasta la tumba por una mo mestizo,12 que las industrias del siglo xix a las
cultura local y por un Estado obrerista protector. industrias de alta tecnología. Sobre todo, porque el
Este duopolo (un sindicalismo celoso, un capitalis- tatcherismo fue parido en el enfrentamiento decidi-
mo paternalista, a menudo del Estado), se apoyaba do entre un sindicalismo puramente decisivo y un
en realidad sobre las industrias anteriores al fordis- capitalismo inanciero poco ligado al territorio na-
mo y por naturaleza agotables: minas, siderurgia, cional. Su matrimonio keynesiano se desgarró en
astilleros. La transición al toyotismo era a priori una sola batalla perdida: la de los mineros. De una
difícil. Los japoneses (y los americanos) vinieron a cultura de odio y de prejuicios de clase, heredada
conquistar obreros en situación desesperada para del Imperio Británico, no podían nacer ni el toyo-
inlingirles las cadenas de un neotaylorismo, lexi- tismo ni los distritos a la italiana …
ble y descaliicado al extremo, de circuitos de ramas El mismo contexto, a primera vista, está en el
internacionales. Japonización de pacotilla, donde el capítulo que Eric Swyngedouw consagra a la recon-
sentido mismo de las palabras se invierte, donde el versión fallida de la cuenca minera en el Limbourg
“justo a tiempo” no está dirigido por el obrero ca- belga: una industria, una cultura laborista que se
liicado, sino experimentado por el subcontratante muere y la farsa de una reconversión en parque
al inal de la cadena. recreativo, pretexto de jugosas pero improductivas
Así de imposible era la mentira tatcheriana: el operaciones hipotecarias o de bienes raíces. Esta si-
surgimiento de los distritos de pequeñas y media- militud es en sí interesante porque opone frecuen-
nas industrias dinámicas. La cultura del empresa- temente los wallones arcaicos con los lamencos
riado no se ordena por bellos cuadernillos a color dinámicos: Limbourg es una región lamenca. Por
del marketing de la localidad. La región no vende lo tanto, es el tejido social ya creado, heredado del
más que su sumisión, su desesperanza social, con- pasado, el que registra el peso muerto de las cosas
ducida en un ciclo bien conocido por los franceses: sobre el espíritu de los sobrevivientes. Pero no es-
“espacio de prácticas, contratos de empleo solida- tamos en la Inglaterra de Tatcher, sino en el país
rio, desempleo, y de nuevo, a comenzar”.
La regeneración de pacotilla desemboca de
hecho, en una sola realidad: el desarrollo, en be-
ocupados, baldíos: como el embalsamamiento de un cuer-
neicio de las clases medias locales, y sobre todo ex-
po muerto, que pierde la vida y el alma (la actividad in-
teriores, de un terciario turístico fundado sobre… dustrial, portuaria), pero que guarda la forma, para el
el embalsamamiento de los baldíos industriales* al- recreo de los habitantes de la ciudad (n. del t.).
12 El toyotismo ha fracasado por demás en lla-

marse saturnismo; del nombre de una experiencia de la


* En el texto original se utiliza el término L’embau-
General Motors (el modelo Saturno) a principio de los
bement des iches industrielles como una metáfora que hace ochenta (Phillipe Lorino (s/d), Los Saturnianos, París, La
referencia a la recaliicación artiicial de los espacios no Découverte).
¿gEografía soCioEConómiCa o EConomía gEográfiCa? 353

del consenso enraizado en los pilares del acuerdo de las que pasan revista. Por lo tanto, su balance es
fordista belga, que nos remite a Henri de Man. El mucho menos pesimista. Es verdad que la cuenca se
texto de Swyngedouw está esencialmente consa- inscribe en una dinámica más articulada a una me-
grado al aspecto institucional de las cosas. Como trópolis, la de Lille, en la que los numerosos éxi-
Hudson, muestra que la reestructuración de la re- tos aseguran un cierto atractivo. Es verdad tam-
gión-núcleo de un país ha sido, a la vez, el relejo, bién que los esfuerzos nacionales de reconversión
pero también el medio, la dimensión material, de industrial eran más precoces (y no de pacotilla: la
una reestructuración de alianzas, de compromisos cuenca minera deriva poco a poco en un verdadero
de clases hegemónicas a nivel del Estado nacional. polo automotriz). Pero, sobre todo, parece que las
Pero, en mayor medida que Hudson, se inclina so- administraciones locales y notablemente el Consejo
bre la dimensión institucional de esta hegemonía. regional, en particular bajo el impulso de la ecolo-
En el sentido de Gramsci, la hegemonía es la gista Marie-Christine Blandin, hayan escogido, al
capacidad de proponer los intereses de un grupo contrario de Limbourg, una conducta hegemónica
social como los de todo un pueblo entero. Como lo de movilización de todos los actores, empresarios y
ha mostrado el enfoque regulacionista, esta hege- desempleados …
monía se apoya sobre un modelo de desarrollo Aún más optimista es la lectura del renaci-
regulado por las instituciones. El bloque hegemóni- miento posible de Marsella en el capítulo de Ber-
co fordiano se regulaba por los compromisos anu- nard Morel. Ahí, Marsella ciudad, más bien sus éli-
dados en el seno de un oligopolio social (el gran tes, parecen haber fracasado, igual que el fordismo.
capital y el trabajo organizado sindicalmente) bajo Por tanto, si se considera al conjunto del área me-
los auspicios del estado nacional. E. Swyngedouw tropolitana, de Fos a Aubargne y de La Joliette a
nos explica cómo evidentemente el fordismo bel- la región de Aix, el panorama que destaca evoca
ga fue reducido por el cerco del Estado-Nación (y más a un pequeño Los Ángeles que a un pequeño
la federalización hasta la fragmentación en el caso Newcastle. Como en Limbourg, la reestructuración
belga), debido a la creación de nuevas instituciones, del bloque hegemónico regional ha modelado el de
condensando en un nivel glocal (a la vez global y la metrópolis misma. Fos se creó anteriormente sin
local) la alianza de un supra-Estado (la Comisión Marsella, igual que hoy, los polos de Aix o del Alto
Europea), de las multinacionales, los intereses i- Valle del Huveaune. Los resultados están ahí. Mar-
nancieros locales. Pero, justamente esta alianza de sella es una ciudad en crisis, rodeada de al menos
intereses estrechos no tiene nada de hegemónica, y cinco polos en expansión. Una expansión física y
deja en el abandono a los grupos excluidos (peque- económica, a un costo político-social elevado (dos
ños empresarios locales, desempleados, inmigran- de los polos enumerados por Bernard Morel están
tes, ecologistas). dirigidos por el Frente Nacional). Pero esos hechos
Después de esta vuelta al viejo mundo indus- objetivos no cierran las puertas de la esperanza;
trial, llegamos inalmente a las antiguas regiones no, estamos lejos de ahí. ¿Quién (¿cuáles alianzas,
industriales francesas. El capítulo de Christophe qué proyecto social?) sabrá revivir internamente
Demazière y Georges Benko, consagrado a la cuen- a Marsella y a la vez, uniicar alrededor de ella su
ca minera del Nord-Pas de Calais, es abordado bajo metrópoli multinodal? Sólo la historia lo podrá de-
el enfoque de las instituciones. Anclando sólida- cir, porque la geografía socioeconómica, por la cual
mente su desarrollo en el enfoque regulacionista, habla a favor este volumen, es necesariamente una
esbozan una historia de esta cuenca que no diiere geografía histórica. Es decir abierta tanto a los fra-
fundamentalmente de la de Limbourg en el caso casos (merecidos o no) como a los éxitos (milagrosos
de Swyngedouw, y de otras experiencias análogas o construidos).
354 gEorgEs bEnKo y alain lipiEtz

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Los procesos socioculturales y económicos, sustento
de la conformación de los espacios geográico-económicos

HéCtor ávila sánCHEz


Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias/unam

Desde principios de la década de los noventa, ha economía internacional. Reapareció con vigor la
ocurrido una amplia revisión de las teorías territo- cuestión marshalliana de los distritos industriales,
riales en boga, oponiendo posturas, críticas, puntos rediscutida y con nuevos aportes de jóvenes geó-
de vista. Las transformaciones del taylorismo y la grafos norteamericanos y británicos, fuertemente
revolución industrial constituían nuevas tenden- inluidos por el pensamiento neoclásico y por el
cias internas del proceso y de sus expresiones, con marxismo.
teorías que se ubican en un amplio abanico, des- Las ideas implicaban una profunda reevalua-
de la ortodoxia de las jerarquías urbanas (lugares ción de la Geografía en el análisis social y económi-
centrales), pasando por los modelos de economías- co, si bien se reconocía en las distintas disciplinas
mundo de Wallerstein y Braudel, hasta las teorías (sobre todo en la Economía) la existencia de la di-
del equilibrio general y la teoría de la dependen- mensión espacial. Para la Economía, en los análisis
cia, entre otras. Se les opusieron la ortodoxia de la espacializados, tanto en los descriptivos como en los
nueva DIT, las teorías sobre el desarrollo regional teóricos, se construyen los paradigmas, en los que
endógeno, así como un fuerte embate de la teoría los costos de la distancia física llevan el rol princi-
regulacionista. pal, dejando en un segundo plano la riqueza de las
Un paradigma o parteaguas fue constituido interacciones socioeconómicas territoriales. Estas
por los diversos trabajos en torno a la obra de G. aproximaciones se percibían desde hace algunos
Benko y A. Lipietz (1992), Las regiones que ganan: re- años atrás en la economía espacial, industrial e in-
des y distritos, los nuevos paradigmas de la Geografía ternacional. Eran ya temas comunes las imperfec-
Económica. La gran mayoría de los ensayos ahí reu- ciones del mercado y del rol de las economías de
nidos destacaban el peso creciente de las gran- escala. La economía industrial se interesaba cada
des irmas y la constitución de amplias redes en la vez más en las realidades territoriales, sobre todo

[355]
356 HéCtor ávila sánCHEz

en los estudios locales, mientras que numerosos principales ausencias y/o debilidades en el bagaje
investigadores en la economía geográica intentan teórico y metodológico que, según sus autores, ha
integrarse en los estudios del funcionamiento de los desarrollado en su evolución la Geografía Econó-
mercados, las estrategias y las organizaciones de las mica y social en el estudio de los conjuntos regiona-
irmas (Veltz, 1997, p. 15). les y en la construcción del territorio.
Un replanteamiento del asunto tuvo lugar en Si bien aún se discute en torno a las metodo-
el 2000, ocho años después de la aparición del para- logías para el análisis del territorio, el abordaje clá-
digma de Las regiones que ganan: después de la gran sico de su construcción y sus procesos se nutrió
obra representada por la relevancia del pensa- fundamentalmente desde la Geografía, principal-
miento concierniente a las mutaciones del sistema mente la geografía regional francesa, que había tras-
productivo desde los años setenta y ochenta, en los cendido al enfoque del territorio desde una perspec-
impactos sobre la organización económica de las re- tiva multidisciplinaria, enfatizando en los procesos
giones y sus ciudades. Sin embargo, se fortalecían sociales y culturales bajo los que se construyen, se
nuevas tendencias teóricas, sobre todo las desa- conforman.
rrolladas a partir de las ideas de Paul Krugman, y La principal crítica que se hace a la economía
J.F. Thisse quienes, según Benko y Lipietz, apun- geográica desde la geografía alude en concreto a
talaban el nacimiento de una nueva disciplina: la la omisión de los elementos o factores fundamen-
economía geográica, absolutamente diferente en tales en el análisis geográico, como la aspectos cul-
cuanto a sus fundamentos teóricos y metodológi- turales de las sociedades, el rol de la historia en la
cos, con respecto a la Geografía Económica clásica, construcción de los espacios y sobre todo el peso
la heredada de la tradición regionalista de Paul Vi- determinante del tejido social en la conformación
dal de la Blache. de los territorios. Ésta es la crítica principal que ha
La reacción de los territorialistas no tardó llevado a Benko y Lipietz a señalar que este análisis
en aparecer. Si bien se reconocía la validez de los geográico es un tanto parcial. Reconocen la vali-
nuevos planteamientos de la economía espacial, al dez de algunas categorías como las externalidades
tiempo se generó un importante debate en el que periféricas pero, para comprender a cabalidad las
se señalaron las debilidades de la nueva disciplina, modiicaciones y/o transformaciones territoriales,
considerando los elementos clásicos del análisis deben estar en el centro de la discusión los facto-
geógráico-económico, importantes en la caracte- res y los comportamientos derivados del tejido so-
rización de los espacios económicos, fundamental- cial propios de quienes han ocupado un territorio
mente los procesos sociales y culturales bajo los que determinado y que han dejado huella en él. Ellos,
se construyen, se conforman. Es el espíritu que ani- al considerar las aportaciones de la economía geo-
ma la aparición de La riqueza de las regiones (Benko gráica, plantean que más bien hay que reconocer
y Lipietz, 2000). a una Geografía socioeconómica que aporta, en el
Esta obra constituye una reairmación de la estudio de cada territorio, el papel que han jugado
postura metodológica, a la que los autores reivindi- los hechos socioeconómicos y políticos que explican
can como la geografía socioeconómica, frente al sur- su construcción y su evolución.
gimiento de la economía geográica, desarrollada
desde la economía espacial, principalmente alrede-
dor de las aportaciones de Krugman y sus condiscí- 1. los sustEntos dE la EConomía gEográfiCa
pulos. Se trata de un interesante ensayo mediante
el cual, al tiempo que se reconocen los importantes Dentro de los reconocimientos a las contribuciones
aportes de esta rama de la Economía, se señalan sus de la economía espacial, se señala el rejuvenecimien-
los proCEsos soCioCulturalEs y EConómiCos 357

to de la llamada Ciencia Regional. Tiene lugar a par- por las que ciertos puntos del territorio conocían
tir de la coyuntura de la teoría del comercio de Paul un inusitado desarrollo económico, aun en medio
Krugman que, con base en modelos matemáticos, de otros en crisis. Una de las contribuciones de la
evidencia la debilidad de la competencia. Por tanto, geografía socioeconómica consistió en profundizar
los planteamientos de Isard, tantas veces cuestiona- en el análisis más allá del aparente éxito de esos
dos por los marxistas, vuelven a tener presencia. pequeños emplazamientos. Encontró que, detrás
Según los autores, Krugman no retomaba la de las proyecciones económicas subsistían, quizá
ciencia regional de Isard como tal: más bien, “se magniicados, los efectos del capitalismo en su ex-
revisó a profundidad la crítica de Kaldor contra el presión más cruda: el desempleo, el deterioro eco-
equilibrio puro y perfecto” (Benko y Lipietz, 2000, lógico, el arrollador paso de la urbanización y, sobre
p. 12); en las ideas de Krugman se recupera el con- todo, las crisis sociales producidas por el ensancha-
cepto marshalliano de economías de proximidad o miento de la brecha en cuanto a la distribución de
aglomeración y además reconstruye, sobre la base la riqueza. Aquí radica el punto central de la crítica
de la economía neoclásica, la teoría estructuralista hacia la economía geográica, la que, según Benko
de las relaciones centro-periferia, lo cual los teóri- y Lipietz, omitía estas consecuencias o, más bien, las
cos de los distritos industriales habían ignorado. ubica como imperfecciones inherentes a las exter-
Para Benko y Lipietz, hacia el inicio del siglo nalidades. Lo mismo sucede en situaciones como,
xxi, la Geografía Económica goza de un buen mo- por ejemplo, la transformación de las economías lo-
mento, producto de las aproximaciones analíticas cales (de producción campesina y/o antiguas regio-
en torno a las repercusiones territoriales y los cam- nes obreras hacia procesos just-in-time, como algo
bios que operan la transformación en el paradigma automático, producto de las relaciones entre agen-
tecnológico y productivo. A su avance había con- tes económicos, sin reparar en el rol de esos agentes
tribuido el repunte de algunos enfoques, como la ni en la manera como se transformaba o adaptaba
economía de organizaciones, la integración vertical, el tejido social que posibilitaba esos cambios, que
el desarrollo local e incluso la geografía cultural y la pudieran expresarse en la plena aceptación del
sociología de la vida cotidiana. nuevo modelo o bien, su rechazo social.
Al fortalecerse la multidisciplina en los estu- Los críticos de la economía geográica se
dios territoriales, los procesos de la reestructuración preguntaban: ¿habría que dejar el estudio del es-
atrajeron la atención no sólo de los geógrafos, sino pacio a los economistas? Una pronta respuesta:
también de los sociólogos, interesados en explicar la No, pues consideraban que las ideas de Krugman
especiicidad de esos lugares y sus procesos, espe- constituían un economicismo mal espacializado.
cialmente la gobernanza, más ligada a la explicación Para Benko y Lipietz, Krugman detalló, en una re-
de una cultura histórica y de los modos en que esta- presentación matemática, la dinámica capitalista
blecen sus cooperaciones los actores de los nuevos de la localización pura. Para él, el espacio con-
procesos. El post-fordismo inauguraba uno nuevo, sistía en “una página blanca donde se inscriben
el de las ramas productivas, con nuevos compor- las empresas, obedeciendo reglas poco determi-
tamientos, actitudes y formas de relacionarse en y nadas” (op. cit., p. 14). Consideran que su análisis
con el mercado. En los distintos campos del conoci- se limita a tratar las posibles combinaciones que
miento se volteaba hacia los distritos marshallianos, operan en el espacio: capital/trabajo; bancos/indus-
el referente más claro para las nuevas disposiciones trias, comisionistas/subcontratantes). Para Krug-
y/o arreglos territoriales. man, el espacio seguía siendo lo que había sido en
Había que investigar, en el contexto del for- la más pura tradición perrouxiana: un espacio abs-
talecimiento del liberalismo económico, las razones tracto.
358 HéCtor ávila sánCHEz

Plantean en contraposición que a las relacio- especialización que desarrolla una región, se debe
nes isotrópicas de ocupación del espacio (redes de en gran parte a la dinámica de su tejido social pro-
lugares centrales, costos de transporte y economías pio. “La aglomeración es en el espacio, lo que el
de aglomeración), se opone la idea de que la geo- aprendizaje es en el tiempo. La proximidad es la
grafía humana, regional o económica considera, en primera forma de relacionar las actividades huma-
términos de que el espacio es la dimensión material nas” (ibidem, p. 16). Los análisis realizados por Ann
de las relaciones humanas. Reivindican otros aspec- Markussen y Anne Lee Saxenian sobre el Valle del
tos de un espacio dado (genealógico, histórico, cul- Silicón en California y la Ruta 128 en Massachussets
tural) y al espacio proyectado como el fundamento planteaban que, si bien en esos distritos se ha esta-
de la espacialidad de las relaciones sociales. El mis- blecido una forma de organización atomística, inte-
mo planteamiento sería válido para las regiones en grada verticalmente y en relación contractual con
decadencia (regiones que pierden), en cuyo análisis otras irmas, en el fondo ha existido una cultura de
se enfatizaban tres aspectos fundamentales: el con- relaciones de producción, en el que las relaciones
cepto de distrito industrial, la movilización de los sociales dan substancia a la proximidad. Ahí, la geo-
actores locales, y el tejido que han establecido en grafía socioeconómica ha tenido mucho qué decir.
sus relaciones. Muestran algunos casos muy exitosos que han
impactado de manera diferenciada en el territorio.
El ejemplo de la megalópolis parisina, los reaco-
2. las CiudadEs Como EntE soCial modos en la jerarquía urbana de la economía de
y los EfECtos dE aglomEraCión aglomeración enfrentó fuertes resistencias en algu-
nos sectores sociales, que reivindicaron la pérdida
de sus valores identitarios, así como de algunos
En cuanto al rol desempeñado por las grandes elementos permanentemente marcados por la tra-
aglomeraciones, Krugman señala el papel funda- dición de la vida urbana parisina. Distinta ha sido
mental de las externalidades pecuniarias, sin aludir la situación en Los Ángeles, considerado como un
a las costumbres, las relaciones sociales, las institu- distrito de redes, con lugares centrales altamente
ciones, que en mucho explicaban las externalida- atrayentes, donde conviven numerosas actividades
des cognitivas, el saber-hacer, los mecanismos de que generan altas rentabilidades: multimedia, ci-
cooperación. nematografía, música, moda, alta tecnología… Sin
Benko y Lipietz retomaron, no sin criticar, la embargo, se concluyó que su carácter megalopolita-
expresión territorial contemporánea de las ciuda- no se ha determinado más bien por una densa red
des globales (Sassen, 1991) para contraargumentar de relaciones sociales, en cuya base se encontraba
la cuestión de las externalidades de Krugman. Se- la inmigración, las comunidades raciales y, sobre
ñalaban que en los sistemas urbanos, tanto de los todo, los poderosos vínculos con sus comunida-
países desarrollados, como de los del Tercer Mun- des originarias. También se ilustraban otros casos,
do, el tamaño y la dinámica de las grandes capitales como el de Francfort, que sin ser una megalópolis,
depende más bien de su lugar dentro de la jerar- es esencial en el dinamismo actual de la economía
quía urbana global y, a partir de ésta, se ubican las mundial. Esta ciudad, además de tener un rol cen-
externalidades que se deriven. tral en las inanzas internacionales, ha priorizado la
Mientras que para la economía geográica, la calidad de su vida sobre los principios sagrados del
especialización se reduce a los efectos externos de posfordismo, como la competitividad, salvaguar-
proximidad o de aglomeración, para la geografía dando los espacios naturales entre los intersticios
socioeconómica, los circuitos en rama o redes, la de su región urbana. Sin embargo, en el fondo de
los proCEsos soCioCulturalEs y EConómiCos 359

este perfecto arreglo territorial, se ubican los mar- Por último el caso chino, donde los propios
ginados, los desempleados y aquellos excluidos por inversionistas, en el capitalismo salvaje post-socia-
situaciones donde suelen aparecer posturas racis- lista, que campeaba victorioso sobre las cenizas del
tas. De nueva cuenta, razones que van mucho más antiguo sistema, reconocieron el rol fundamental
allá de las relaciones consideradas por la economía que ha tenido tanto la comunidad de cultura, como
geográica. la comunidad lingüística en el desarrollo o cons-
Finalmente se encuentra el análisis de los trucción del nicho de negocios.
distritos y los aspectos de índole social que están Estas modalidades de adaptación y/o desarro-
presentes en el intrincado proceso de reorganiza- llo de la vida local a los requerimientos del mercado
ción territorial de los países pobres, a partir de la pueden explicarse desde una perspectiva más cul-
siguiente cuestión: ¿el modelo de los distritos mar- turalista y de apropiación territorial, como la que
shallianos se reproduce en la periferia, en las mega- estudia la geografía socioeconómica; sobre todo por-
lópolis del Tercer Mundo? que esto no surge de la nada, sino de un pasado
Para ello se analizan varios casos, donde con- industrial, que se adapta a las modalidades del sa-
curren distintas condiciones y procesos socio-histó- ber-hacer.
ricos de construcción territorial y del desarrollo de Se analizan también las antiguas regiones que
los espacios regionales nacionales. nutrieron al capitalismo industrial (los corredores
Se estudia un caso en Brasil, uno en Perú, industriales en Estados Unidos), en cuanto a las
otro en Portugal y uno inal en China, todos desta- transformaciones posfordistas que experimenta-
cando la idea de la construcción social del mercado; ron, inluidas por el espíritu toyotista; en el ensayo
en el primero destaca el proceso histórico migra- se realizó un recuento de cómo las reconversiones
torio y el aincamiento de la población de origen exitosas o fallidas encontraron una buena parte de
europeo, como el elemento decisivo en el desarro- su explicación en el papel que ejercieron los acto-
llo industrial local, fundamentalmente debido a las res sociales o las instituciones ahí presentes; por
actitudes y tradiciones en cuanto a la forma de em- ejemplo, en las regiones del noreste inglés, donde
prender las actividades económicas, además de la el conservadurismo ortodoxo tatcheriano (fordis-
manera de involucrar a las comunidades locales; en mo paternalista) reforzó la polarización y profun-
el caso de Perú se analiza el éxito económico de un dizó la crisis de las regiones obreras; o bien en la
microdistrito industrial textil en las zonas margina- reconversión fallida de una cuenca minera en Bél-
les de Lima, que ha involucrado la mano de obra gica, convertida en parques recreativos y desarro-
fuertemente vinculada con la cultura quechua, en llos inmobiliarios, donde la reestructuración de la
los procesos de producción just in time, recuperando región-núcleo se debió sobre todo a la manera en
para tal efecto el bagaje identitario, sustentado en que se reestructuraron las alianzas entre wallones y
las relaciones solidarias y de colaboración de las co- lamencos, así como por la dimensión institucio-
munidades andinas de montañas y páramos. nal de la hegemonía a nivel del Estado Nacional
En el caso portugués se indaga más bien en (modelo de desarrollo regulado por las institucio-
otras variables que podrían explicar el éxito del dis- nes); o de la reconversión de una antigua cuenca
trito industrial, destacando la necesidad de ahon- minera, en un polo automotriz en Lille, en el norte
dar en ciertas cualidades voluntaristas (ascenso so- de Francia, donde la reconversión tuvo éxito, en la
cial, emulación, cooperación, espíritu comunitario). medida en que existió una conducta hegemónica
La cuestión está, según Benko y Lipietz, en estu- en la cual se movilizaron todos los actores, empresa-
diar cómo se enraizan las relaciones mercantiles y/o rios y desempleados. O también el caso de Marsella,
jerárquicas en el tejido social preexistente. un potente polo industrial, pero que es al mismo
360 HéCtor ávila sánCHEz

tiempo una ciudad multirracial en crisis, rodeada al en su justa dimensión, en la medida que explican
menos por cinco polos urbanos en expansión y con el desarrollo de problemáticas comunes, cada uno
fuertes contradicciones de organización interna. desde su propia perspectiva.
En in, los trabajos compendiados en esta En México, el desarrollo de los estudios regio-
obra, La riqueza de las regiones…, reivindican sobre nales y de la rama del pensamiento económico que
todo a la geografía socioeconómica, como una geo- se identiica con el análisis espacial tienen mucho
grafía a la vez histórica, que plantea más la impor- por aportar. Hasta el momento, cada una ha segui-
tancia del basamento social y de sus procesos cons- do un camino independiente, pero la realidad y las
titutivos sobre el territorio, a la hora de señalar sus transformaciones que se maniiestan en el territorio
aportaciones en el carácter evolutivo de la ciencia, nacional, producto de la reestructuración produc-
hecho del que parece que, en efecto, adolece la tiva y territorial, requieren de estudiar a profundi-
nueva economía geográica. dad tales procesos, incorporando enfoques de una
El debate aquí planteado fortalece inicialmen- y otra vertiente. Mucho trecho hay que recorrer,
te la idea de las diferencias irreconciliables entre pero la tarea debe abordarse.
las dos vías teórico-metodológicas, la de la econo-
mía geográica y de la geografía socioeconómica,
para abordar el estudio de los procesos territoria- rEfErEnCias bibliográfiCas
les. Sin embargo, la cuestión encuentra vías para
armonizar los aportes de cada uno de los enfoques. Benko, G. y A. Lipietz (dirs.) (2000), “La nouvelle
En cuanto a la economía geográica, es innegable el géographie socio-économique”, La richesse des
sustento que ofrecen los métodos cuantitativos para régions, París, Presses Universitaires de Fran-
medir y/o cuantiicar los procesos emanados de la ce, p. 564.
dinámica socio-productiva. Por otro lado, la tradi- __________ (dirs.) (1992), Las regiones que ganan: redes
ción humanista de la geografía socioeconómica se y distritos, los nuevos paradigmas de la Geografía
encuentra fuertemente enraizada en el análisis de Económica, Valencia, Edicions Alfons El Magnà-
los estudios territoriales y de las regiones, en una nim, Diputació Provincial de Valencia, 400 pp.
buena parte de las escuelas geográicas de América __________ (2000), “Géographie Socio-Économi-
Latina y Europa Occidental, que en gran medida que ou Économie Géographique?”, en Benko,
explica los avances metodológicos en cuanto al re- Georges y Alain Lipietz (dirs.), La richesse des
conocimiento del territorio como unidad de aná- régions. La nouvelle géographie socio-économique,
lisis en contextos físico-geográicos determinados. París, Presses Universitaires de France, pp.
Dicha tradición reconoce a los agentes sociales y su 9-29.
expresión en el territorio como los elementos diná- Sassen, Saskia (1991), The Global City: New York, To-
micos en su construcción. Quizá algunas vertientes kio, London, Nueva Jersey, Princeton Univer-
del pensamiento, como la sociología económica, sity Press.
podrían conciliar los aportes de las perspectivas Veltz, Pierre (1997), Mondialisation, Villes et Territoi-
teórico-metodológicas en cuestión. Desde nuestro res. L’ économie d’archipel, París, Presses Univer-
punto de vista, no se rechazan los nuevos desarro- sitaires de France (Collection Économie en
llos teóricos, sino que más bien habría que ubicarlos Liberté), 262 pp.
TERCERA PARTE

OTROS ENFOQUES
DE LA GEOGRAFÍA ECONÓMICA
Regiones, globalización, desarrollo*

allEn sCott
miCHaEl storpEr
University of California, Los Angeles

Las economías regionales son sistemas de activos físicos y humanos cargados de sinergia, y
la globalización que se intensiica refuerza esta situación. Así, las regiones son una dimen-
sión esencial del proceso de desarrollo, no sólo en los países más avanzados, sino también
en los lugares menos desarrollados del mundo. Hasta ahora, los teóricos del desarrollo se
han inclinado a ignorar esta cuestión crítica, al hacer énfasis en consideraciones macroeco-
nómicas. Simultáneamente, las teorías convencionales sobre la relación entre la urbaniza-
ción y el desarrollo económico han favorecido la perspectiva de que la primera es tan sólo
un efecto del segundo. En principio, la teoría del desarrollo debe incorporar el papel de
las ciudades y regiones como elementos activos y causales en el proceso del crecimiento
económico. Este argumento tiene consecuencias para una política del desarrollo, especial-
mente al considerar la promoción de las economías positivas de aglomeración y el impulso
al crecimiento en las regiones más pobres. Un problema de política relacionado con esto
tiene que ver con las formas de enfrentar el creciente aumento de las desigualdades inte-
rregionales asociado con la globalización. Las cuestiones de Geografía Económica son, por
lo tanto, de gran signiicado para la teoría y para la práctica del desarrollo.

introduCCión de principios del siglo xx (sobre todo Schumpeter,


El ElEmEnto pErdido En la tEoría 1912), hasta las muy diferentes corrientes de ideas
dEl dEsarrollo sobre el desarrollo que estaban en boga en las dé-
cadas inmediatas después de la Segunda Guerra
La teoría de desarrollo económico ha tenido una lar- Mundial. Los analistas en este último período se en-
ga y enmarañada historia que se ha extendido des- focaron sobre todo en los que entonces fueron
de la economía política de los clásicos de los siglos denominados países del Tercer Mundo, y consi-
xvii y xviii, a través de la escuela histórica alemana deraron la cuestión del desarrollo principalmente

* La versión en inglés se encuentra publicada en


Regional Studies, vol. 37, núms. 6 y 7, agosto-octubre de nalmente escrito como documento de discusión para el
2003, pp. 579-593; la traducción es de Guillermo Olive- grupo que trabajó sobre Globalización, Regiones y Desa-
ra, con el permiso de traducción y reproducción otorga- rrollo Económico, patrocinado por el Center for Compa-
do por Copyright Clearance Center’s RightsLink Service, rative and Global Research, International Institute, de la
licencia núm. 2913780547236. Este artículo fue origi- Universidad de California, Los Ángeles.

[363]
364 allEn sCott y miCHaEl storpEr

en términos de círculos de pobreza y de retraso desarrollo en general, y como lugares de las for-
económico que parecían afectar numerosas partes mas más adelantadas del desarrollo económico e
de África, Asia y Latinoamérica (unCtad, 1986). innovación en particular, donde por “región” en-
A medida que algunas partes del Tercer Mundo tendemos cualquier área de extensión subnacional
avanzaban en los setenta y ochenta, los teóricos del funcionalmente organizada alrededor de algún polo
desarrollo empezaron a reconocer que por lo me- central. El desarrollo no depende de los fenómenos
nos algunas de estas áreas eran susceptibles de una macroeconómicos solamente, sino que también está
industrialización signiicativa, por lo que añadieron fuertemente moldeado por procesos que ocurren
a su repertorio teórico la noción de “nuevos países en los lugares mismos, en regiones especíicas del
industrializados” (NICs, por sus siglas en inglés). tipo que acabamos de deinir. Como resultado, el
Más recientemente, la cuestión del desarrollo ha desarrollo, en cualquier país dado, siempre se ca-
cambiado, al reincorporar las economías más avan- racteriza por variaciones signiicativas en la inten-
zadas a su esfera. Esta tendencia se muestra espe- sidad y en el tipo de orden económico de un lugar
cialmente en los escritos de los teóricos del nuevo a otro. Aquí no estamos simplemente llamando la
crecimiento, con su énfasis en las externalidades atención respecto de un estado de cosas empírico
positivas como fuente principal del desarrollo eco- obvio; también estamos proponiendo una pista
nómico (Romer, 1986 y 1990; Lucas, 1988). signiicativa sobre un asunto teórico complejo en-
A pesar de lo complejo y diverso de los enfo- focado en los fundamentos geográicos del creci-
ques existentes sobre el desarrollo, la gran mayoría miento económico. Argumentamos que cualquier
tienden a concentrarse en variables y en procesos respuesta a esta cuestión tiene que considerar las
macroeconómicos. Entre los teóricos más orto- interdependencias locacionales que subyacen a la
doxos, en especial los temas más recurrentes son las persistencia de la eiciencia y la innovación, vincula-
ventajas de una amplia disciplina económica iscal da con clusters de capital y trabajo en el desarrollo
y monetaria, medidas de apertura comercial, segu- económico. En otras palabras, ciudades y regiones
ridad en los derechos de propiedad, la estabilidad son los basamentos críticos del proceso del desarro-
política, inversión en educación, y los principios llo como un todo.
democráticos de gobierno (Bauer y Yamey, 1957; Los teóricos de la corriente principal a me-
Balassa, 1981; Little, 1982; Krueger, 1993). Una nudo y de manera correcta han observado que el
versión actualmente prominente de esta última desarrollo económico tiene amplios impactos so-
perspectiva está representada por el Consenso de bre la urbanización, tanto en los países ricos como
Washington, que ha moldeado decisivamente las en los pobres, aunque con menor frecuencia han
políticas de las principales instituciones económi- reconocido una relación de causalidad en la direc-
cas internacionales durante las dos últimas décadas ción opuesta (Kuznets, 1955; Henderson, 1988).
(Stiglitz, 2002). Un punto de vista ampliamente aceptado respecto
Por supuesto, las consideraciones macroeco- a esto es que, a medida que ocurre el desarrollo,
nómicas son básicas en cualquier proceso del des- el poblamiento y la actividad económica primero
arrollo económico real, y no tenemos intención adquieren un carácter marcadamente polarizado
alguna de sugerir lo contrario; sin embargo, nues- en cualquier espacio nacional dado y después ex-
tro propósito en este artículo es señalar y encarar perimentan un cambio hacia una reversión de la
el silencio que —con sólo algunas excepciones— ha polarización, a medida que el desarrollo avanza (Ri-
caracterizado a mucha de la literatura sobre el des- chardson, 1980; Townroe y Keen, 1984). Una idea
arrollo desde un principio. Nos referimos al papel asociada es que los países en desarrollo se urbani-
de las regiones como trampolines del proceso de zan demasiado y muy rápido, generando sistemas
rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo 365

urbanos macrocefálicos con unas cuantas ciudades secuentes teóricos del desarrollo y por las grandes
anormalmente grandes en cada país. agencias internacionales que promueven sus ideas.
Se sostiene que estas ciudades tienen densi- Una posible razón para este estado de cosas es el
dades urbanas excesivamente altas, y su tamaño justiicado reconocimiento de que la urbanización
y rápido crecimiento resultan en un abanico de en los países en desarrollo está asociada con seve-
problemas económicos, sociales y medioambienta- ros costos sociales y con muchas clases de des-eco-
les (Lipton, 1977). Por lo tanto, muchos analistas nomías técnicas. Una segunda razón es que, en el
sostienen que un desarrollo exitoso implica com- pasado, los fundamentos teóricos de las economías
partir la actividad económica entre un número ma- de aglomeración estaban sólo parcialmente elabo-
yor de centros urbanos menores y más manejables rados, de manera que su papel general para impul-
(El Shaks, 1972), aunque esta noción fue sostenida sar hacia adelante el desarrollo fue ampliamente
más comúnmente hace una o dos décadas que en subestimado. La riqueza de los nuevos análisis en la
la actualidad. Igualmente, el patrón más disperso Geografía Económica de los ochenta y noventa, em-
de urbanización típico de Norteamérica y Europa pero, ha ayudado a revitalizar y a mejorar el viejo
Occidental a menudo se toma como un indicador enfoque heterodoxo por medio de una reconstruc-
básico de las etapas más altas del desarrollo econó- ción total de la teoría del crecimiento económico
mico, perspectiva que, como se indica en nuestra regional. Esta reciente labor hace posible aseverar
discusión posterior, es excesivamente restrictiva en que, efectivamente, la aglomeración es un elemento
sus implicaciones. fundamental y omnipresente de un desarrollo exi-
En contraste, formas más heterodoxas de la toso en los sistemas económicos con diferentes ni-
teoría del desarrollo han sostenido durante mucho veles del pib per cápita (Bairoch, 1988; Henderson,
tiempo que los procesos de desarrollo están inva- 1988; Rivera-Batiz, 1988; Krugman, 1991; Nadvi y
riablemente asociados con patrones espaciales des- Schmitz, 1994; Eaton y Eckstein, 1997; Fujita et al.,
iguales, y que esta condición en realidad es parte 1999; Scott, 2002; Storper y Venables, 2002; Fan y
integrante del mecanismo del crecimiento. La ver- Scott, 2003). Según esto, la teoría que buscamos ela-
sión más prominente de este enfoque, represen- borar aquí pone un considerable énfasis en el papel
tada por Hirschman (1958), Myrdal (1959) y sus de la región como una fuente clave para el desarro-
discípulos, se basa en el concepto de la causalidad llo de activos en forma de rendimientos crecientes
circular y acumulativa en el espacio geográico. Ex- y externalidades positivas. Además, airmamos que,
tensiones de esta teoría condujeron a un temprano como la aglomeración es una fuente principal de
impulso a los trabajos sobre polos de crecimiento aumentos en la productividad, la urbanización tie-
y a su expresión como centros de crecimiento re- ne que ser considerada menos como un problema a
gional (Boudeville y Antoine, 1968; Perroux, 1961). contrarrestar, que como una condición esencial de
Los polos y centros de crecimiento fueron amplia- un desarrollo duradero.
mente invocados en la formulación de políticas de
desarrollo durante el periodo de la posguerra. En
las partes menos desarrolladas del mundo, a menu- 1. las rEgionEs En la EConomía
do se usaron las mismas medidas para impulsar las mundial aCtual
estrategias de sustitución de importaciones.
A pesar de la inluencia inicial de estas tem- Las cuestiones respecto a los fundamentos geográ-
pranas posiciones heterodoxas sobre una relación icos del desarrollo y del crecimiento se vuelven to-
positiva entre la aglomeración y el desarrollo, éstas davía más urgentes por las realidades empíricas de
fueron relegadas a un segundo plano por los sub- la globalización. Es fundamentalmente equivocado
366 allEn sCott y miCHaEl storpEr

equiparar la globalización con la noción de que el mías nacionales en las que están situadas, y en las
desarrollo hoy en día implica una simple exten- que también son los sitios de densas masas de ac-
sión de la actividad económica, o la transformación tividades económicas interrelacionadas que típica-
del orden económico hacia un espacio de lujos mente tienen altos niveles de productividad, debido
líquidos. Por el contrario, la globalización ha esta- a las economías de aglomeración que generan con-
do acompañada por la airmación y reairmación juntamente, y a sus potenciales de innovación. En
de las tendencias a la aglomeración en muchas y muchos países avanzados, existe la evidencia de que
diferentes áreas del mundo, en parte debido a la las principales áreas metropolitanas están crecien-
apertura y a la competitividad mismas (Scott, 1998; do más rápidamente que otras áreas del territorio
Puga y Venables, 1999). Las densas aglomeraciones nacional, incluso en aquellos países donde, por un
regionales de actividad económica son las fuentes tiempo, durante los setenta, parecía haber un cam-
principales de crecimiento en las economías, en vir- bio hacia un patrón dominante de crecimiento no-
tualmente cualquier etapa del desarrollo, como lo metropolitano (Frey y Speare, 1988; Forstall, 1993;
sugieren la actual expansión mundial y la difusión Summer et al., 1993). También en los países menos
de clusters industriales en el mundo. desarrollados, tales como Brasil, China, India y Co-
Así, por ejemplo, 40% del empleo en Estados rea del Sur, los efectos de la aglomeración sobre la
Unidos está actualmente localizado en condados que productividad son muy evidentes, y el crecimien-
constituyen sólo 1.5% de su supericie. Igualmente, to económico continúa a un ritmo de crecimiento
la densidad geográica del empleo en muchos sec- especialmente rápido en las grandes regiones me-
tores ha estado aumentando en los años recientes tropolitanas de estos países. Estas mismas regiones
(Kim, 2002). Se ha sugerido que 380 agrupamien- metropolitanas son a la vez los focos más impor-
tos de empresas en los Estados Unidos emplean tantes del crecimiento nacional y los lugares más
57% del total de la fuerza laboral, generan 61% de apropiados para que se desarrolle la industriali-
la producción nacional y 78% de las exportacio- zación orientada a las exportaciones (Scott, 1998,
nes (Rosenfeld, 1996; Boosting Innovation…, 1999). 2002).
Otros investigadores, usando medidas más conser- Estos descubrimientos concuerdan con la ob-
vadoras, encuentran que 30% de la fuerza de tra- servación de que rondas anteriores de apertura
bajo total de los Estados Unidos se explica con los comercial y progreso tecnológico han tendido a re-
agrupamientos de empleo local orientados global- forzar la urbanización, no a debilitarla (Kim, 1995;
mente (Porter, 2001). La oECd, por su parte, con- Eaton y Eckstein, 1997; Black y Henderson, 1998;
cluye que los distritos industriales explican 30% del Glaeser, 1998; Puga y Venables, 1998). Recuentos
empleo total en Italia (43% de las exportaciones de recientes sobre la formación de una economía atlán-
ese país) y 30% del empleo total en Holanda. tica a inales del siglo xix e inicios del siglo xx sos-
Las formas evidentes más impresionantes de tienen que surgió sobre la base de fuertes procesos
aglomeración hoy en día son las super-aglomera- de aglomeración en Europa y Norteamérica, con
ciones o ciudades-región que se han producido en los principales centros de producción manteniendo
todo el mundo en las últimas décadas, con sus com- sus posiciones dominantes mediante los rendimien-
plejas estructuras internas que comprenden múlti- tos crecientes a escala (Williamson, 1998; Crafts y
ples centros urbanos, zonas suburbanas extendidas Venables, 2003). La etapa actual de la globalización
y una amplia gama de áreas colindantes, a menudo parece estar anclada similarmente en (y es también
lugares de asentamientos urbanos dispersos (Cour- parcialmente responsable de) un mosaico intercon-
chene, 2001; Hall, 2001; Scott et al., 2001). Estas tinental en expansión de sistemas económicos urba-
ciudades-regiones son las locomotoras de las econo- nos y regionales. En suma, la aglomeración a gran
rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo 367

escala —y su contraparte, la especialización econó- economías de urbanización y localización, aunque


mica regional— es un fenómeno históricamente consideramos que estos conceptos son internamen-
persistente y mundial que se está intensiicando en te caóticos, por lo que, en cambio, a continuación
forma amplia en la actualidad, como consecuencia buscaremos remplazar con las categorías analítica-
de las fuerzas liberadas por la globalización. Esto mente más sustentadas. Existe también en esta li-
nos lleva a asegurar que el desarrollo económico teratura una tendencia a subestimar los impactos
nacional de hoy probablemente esté más relacio- de la urbanización sobre la productividad, debido
nado con los procesos de concentración geográica a que los parámetros de los modelos econométri-
que en el pasado. cos sobre los cuales están basados nunca han sido
Por otra parte, a medida que la globalización contrastados con casos reales de los sistemas econó-
y la integración económica mundiales han avan- micos, en los cuales las aglomeraciones densas de
zado, las viejas concepciones sobre una estructura capital y trabajo están ausentes.
general de la Geografía Económica mundial com- Ahora consideraremos cómo la realidad em-
puesta por bloques separados (Primer, Segundo y pírica a la que hemos aludido puede ser explicada
Tercer Mundos), cada uno con su propia dinámi- por el concepto contemporáneo de aglomeración,
ca de desarrollo, parecen estar dando lugar a otra que a su vez se emplea como un componente esen-
visión. Esta perspectiva alterna busca construir un cial para una actualización de la teoría del desarro-
lenguaje teórico común sobre el desarrollo de las llo. Esta teoría tiene por objeto dar cabida tanto a
regiones y los países en todas partes del mundo, así los casos de los países pobres, como de los ricos, y
como acerca de la arquitectura del sistema mundial dar cierta explicación al fenómeno del desigual des-
emergente de producción e intercambio. Al mismo arrollo espacial y económico a escala mundial.
tiempo, reconoce que los territorios están distribui-
dos en puntos diferentes sobre un vasto espectro de
características del desarrollo. 2. los fundamEntos dE la aglomEraCión
Éstas son airmaciones fuertes, y exigen una
amplia justiicación, la cual procederemos a ela-
borar en el siguiente apartado. Entretanto, vale la a. La descomposición analítica
pena señalar que una larga tradición del análisis de los procesos de aglomeración
econométrico que viene desde Kawashima, 1975;
Sveikauskas, 1975; y Carlino, 1979 proporciona
una evidencia inicial obvia a favor de éstas. Esta lí- Las ciudades siempre aparecen como sitios privile-
nea de trabajo ha demostrado una y otra vez que giados para el crecimiento económico, debido a que
en los países más avanzados económicamente, los economizan en infraestructura intensiva de capital
centros urbanos persisten en mostrar señales de (la cual es particularmente escasa en las áreas en
efectos productivos positivos y signiicantes como desarrollo), permitiendo así el aprovechamiento de
función de su tamaño. Una rama de esta literatura signiicativas economías de escala en las localidades
se ha enfocado más recientemente en las partes me- selectas. Pero a este obvio factor básico que subyace
nos desarrolladas del mundo, y llega a conclusio- a la aglomeración se le deben añadir tres conjuntos
nes bastante similares (Henderson, 1988; Sueyoshi, más de fenómenos que complementan e intensii-
1992; Chen, 1996; Shukla, 1996; Lee y Zang, 1998; can sus efectos: 1. los eslabonamientos hacia atrás
Mitra, 2000). Esta literatura en su totalidad tien- y hacia adelante de las empresas de los sistemas
de a adoptar conceptualizaciones tradicionales de industriales; 2. la formación de mercados de tra-
los problemas en términos de las así denominadas bajo locales densos alrededor de varios lugares de
368 allEn sCott y miCHaEl storpEr

trabajo; y 3. el surgimiento de activos relacionales unidad de distancia y tiempo. Las aglomeraciones


localizados que promueven el aprendizaje y la in- densas que contienen un gran número de empre-
novación. Un breve comentario sobre estos puntos sas permiten, tanto a los proveedores como a los
es el que se hace a continuación. clientes, compensar la variabilidad e incertidumbre
Aunque los costos de transporte y comunica- con un rápido acceso a recursos necesarios a corto
ción tienden a disminuir con el paso del tiempo, la plazo. Considerables ganancias en productividad
fricción de la distancia en general continúa tenien- generalmente luyen a las empresas desde esta lo-
do efectos poderosos en los resultados de localiza- calización concentrada de diferentes proveedores y
ción. Mejoras en el transporte y en las comunica- clientes. Entre las ganancias más importantes está
ciones (por ejemplo, el desarrollo de sistemas de la capacidad de mantener bajos costos, en tanto que
canales, vías férreas, la red de carreteras interesta- se logra una alta lexibilidad en las operaciones in-
tales, el servicio de correos o el telégrafo y el teléfo- ternas y externas. Un fenómeno especialmente po-
no) raramente o nunca han reducido las tendencias deroso es la importancia sostenida de los contactos
urbanizadoras del capitalismo moderno, aun cuan- cara a cara para la transmisión de mensajes com-
do han promovido su extensión espacial. Más bien, plejos e inseguros (Leamer y Storper, 2001), para
las mejoras de este tipo casi siempre han reforzado el establecimiento de una conianza mutua y una
la agrupación de la actividad económica, tanto al evaluación exacta de los potenciales socios en las
ampliar el mercado de cualquier centro, como al a- relaciones de negocios constantemente cambiantes
yudar en el inicio de nuevas rondas de especiali- (Storper y Venables, 2002).
zación en áreas urbanas establecidas. Este estado Dinámicas comparables de demandas y re-
de cosas también parece ser el caso en el actual pe- querimientos diferenciados aplican a los mercados
ríodo, en que las tecnologías de comunicación de laborales. Cuando las empresas requieren emplea-
banda ancha basadas en Internet han hecho posible dos especializados, pero están sujetos a cambios rá-
la transmisión instantánea de mensajes complejos pidos en los diseños y procesos de sus productos
a través del planeta a un costo extremadamente (como en el caso de las industrias orientadas a la
bajo. Más exactamente, deberíamos decir que mu- moda o tecnológicamente innovadoras), usualmen-
chas transacciones entre empresas pueden llevarse te se esfuerzan tanto como les es posible para lograr
a cabo a bajo costo en largas distancias, mientras una lexibilidad en su uso de mano de obra.
que otras se resisten a ser ampliadas debido a los A la vez, tratan de evitar el riesgo de retra-
altos costos de transmisión que involucran, inclu- sos costosos en la búsqueda de las diferentes ha-
so en un mundo de tecnologías de comunicación y bilidades de las que dependen. Para superar este
transportes que mejoran velozmente. Flujos a baja problema, necesitan un acceso directo a grandes y
escala no rutinarios, con contenido informativo am- variadas fuentes de talento especializado. De la mis-
biguo, son notablemente adversos a extenderse en ma manera, si los trabajadores van a invertir en la
distancias largas. Esta resistencia se intensiica don- construcción de sus competencias, pero no pueden
de las empresas compiten entre sí, por medio de la asegurar contratos de empleo a largo plazo, prefe-
diferenciación de productos, y donde los mercados rirán ubicarse donde hay más empleadores poten-
se caracterizan por una gran incertidumbre. En cir- ciales. A su vez, los rápidos procesos de búsqueda
cunstancias como éstas, las empresas encuentran y recontratación les compensarán con una alta dis-
difícil estabilizar sus periles productivos, requirien- ponibilidad de empleo. En todas estas circunstan-
do así relaciones de transacción externas que están cias, la concentración geográica tiene importantes
constantemente cambiando de tamaño, forma, y efectos en el aumento de la productividad de las em-
origen o destino, y que por lo tanto son caras por presas, y en el aumento de los ingresos de los
rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo 369

trabajadores. Las empresas se beneician de la po- Cada uno de estos factores subyacentes a la
sibilidad de ajustar sus niveles de capacidad tanto concentración geográica tienen el efecto de crear
como sea necesario, mientras minimizan el riesgo externalidades positivas tanto para los trabajadores
de no encontrar los trabajadores que requieren como para las empresas. Realmente hasta ahora
para su expansión y cambio. Los trabajadores ga- nuestro argumento subestima el poder de la aglome-
nan al tener fuertes incentivos para invertir en sus ración en ciertas formas, ya que las concentraciones
propias habilidades y volverse más especializados, y geográicas del tipo que estamos describiendo tam-
al ser capaces de contrarrestar los riesgos de estar bién constituyen comunidades humanas vivientes
en un lugar donde la existencia de múltiples opor- con muchos efectos adicionales sobre el desempeño
tunidades de empleo aumenta sus oportunidades económico (Storper, 1997; Temple y Jonson, 1998;
de encontrar trabajo (Jayet, 1983). Estos procesos Woolcock, 1998). A menudo, los clusters de empre-
de búsqueda y compaginación en el medio local se sas operan como poderosos mecanismos de sociali-
realizan por medio de transacciones relativamen- zación, convirtiéndose en verdaderas máquinas de
te complejas, a menudo a través de redes sociales producir nuevo talento a través de la experiencia
densas (Granovetter, 1986). La concentración geo- de los trabajadores en su empleo y en su participa-
gráica reduce los costos de estas transacciones y ción en las redes relacionadas con el trabajo (Gra-
aumenta la posibilidad de una marcha exitosa para bher, 1993). También las empresas se unen tanto
todas las partes. en organizaciones formales como informales que
Las concentraciones regionales de la actividad ayudan a racionalizar sus interacciones, para ace-
económica tienen otra ventaja, la cual es eminente- lerar las transferencias de información, fomentar la
mente dinámica por naturaleza. Hay una creciente conianza, la reputación y promover sus intereses
evidencia de que la creatividad y el aprendizaje comunes (Becattini, 1990; Asheim, 2000). Relacio-
tienen una geografía distintiva, con regiones que nes como éstas contribuyen al conjunto de bienes
juegan roles activos como sitios de signiicativas colectivos en cualquier aglomeración. Sus efectos
mejoras acumulativas continuas e informales en son así a menudo positivos, aunque en ocasiones
los productos y en los procesos industriales (Russo, pueden ser también negativos, cuando las condi-
1985; Jaffe et al., 1993; Saxenian, 1994; Dunning, ciones locales y el entorno institucional inducen a
1998; Scott, 1999; Feldman, 2000). El Silicon Valley, problemas tales como una conducta de búsqueda
por supuesto, es la referencia clásica aquí, aunque de rentas o rivalidades inter-organizacionales.
el fenómeno de la innovación localizada se ha ob-
servado en muchos otros clusters industriales. La
proximidad espacial de un gran número de empre- b. El nexo aglomeración-desarrollo
sas involucradas en densas redes de interacción
proporcionan las condiciones esenciales para que Las ciudades son el corolario necesario de la indus-
ocurran intercambios múltiples de información, trialización porque permiten que complejas aglo-
y fuera de las cuales constantemente se generan meraciones de actividades especializadas emerjan
nuevos acuerdos sobre posibilidades de procesos y mientras se economiza en la infraestructura bajo
productos. Las economías regionales especializadas condiciones de escasez nacional. En muchos países
son el lugar de una intensa difusión de conocimien- en desarrollo, el crecimiento urbano es impulsado
to, ayudando así a aumentar la tasa de innovación y por la modernización del sector agrícola, de donde
a promover el crecimiento a largo plazo (Jaffe et al., se desplaza fuerza de trabajo, y genera una migra-
1993; Antonelli, 1994; Audretsch y Feldman, 1996; ción del campo a la ciudad a gran escala (Todaro,
Nooteboom, 1999). 1969; Alonso, 1980; Kelley y Williamson, 1984).
370 allEn sCott y miCHaEl storpEr

Esto es, cuando mucho, una perspectiva par- esta diversidad es aumentada por el papel que jue-
cial de la dinámica de la relación entre urbanización gan las trayectorias históricas en la evolución de las
y desarrollo económico. Para comenzar, el énfasis economías regionales (Fujita et al., 1999). Ésta es
en la infraestructura (tema común en muchas dis- una razón importante de por qué, de hecho, hay
cusiones sobre desarrollo) es sólo una entre muchas muchas variaciones en el carácter de los sistemas
de las razones para la aglomeración. urbanos, tanto en los países en desarrollo como en
Como se vio antes, las aglomeraciones se ca- los desarrollados en conjunto, más que una conver-
racterizan por tener muchas otras fuentes de pro- gencia hacia un tipo único. Lo que es común en
ductividad a través de sus estructuras transacciona- todos es el vínculo funcional subyacente entre aglo-
les, mercados locales de trabajo, efectos de aprendi- meración, urbanización y desarrollo.
zaje. Estos fenómenos pueden sostener las ventajas Este vínculo, además, es susceptible de un auto
de la aglomeración, incluso frente a los costos cre- reforzamiento con el curso del tiempo por las diná-
cientes de la concentración urbana, debido a la con- micas locacionales de los sistemas industriales en ex-
gestión, contaminación, al aumento de los precios pansión. Cuando un sector aparece en alguna parte
de los terrenos, al crimen, a la desintegración fa- del mundo (país, continente), las empresas que par-
miliar. Tales costos son especialmente altos en los ticipan en éste a menudo se localizan en una amplia
países en desarrollo, pero no son suicientes para variedad de lugares. Esto se debe a que industrias
detener el crecimiento urbano (Azzoni, 1986; Stor- jóvenes o emergentes o recientemente implantadas
per, 1991). Otra forma en la que muchos viejos ar- tienden a ser relativamente independientes de (o
gumentos subestiman la fuerza de la concentración no tienen oportunidad para aprovechar) las exter-
geográica es que frecuentemente consideran que nalidades positivas preexistentes dependientes de
las industrias manufactureras intensivas de capital su ubicación, especialmente donde éstas se han des-
a gran escala son los motores privilegiados del desa- arrollado en relación con viejos sectores, y por lo
rrollo y del crecimiento en los países en desarrollo. tanto tienen poca utilidad especíica para las nuevas
A medida que actividades como éstas se reubican industrias. Esta primera etapa del desarrollo, carac-
en otras regiones —se sostiene— ocurrirá una re- terizada por ser “una ventana abierta de oportu-
versión de la polarización geográica (Townroe y nidades de localización”, casi siempre está seguida
Keen, 1984). Ahora se sabe que los países en desa- por una segunda en la que el gran número inicial
rrollo también avanzan sobre la base de diferentes de localidades se reduce a medida que el ambien-
sectores económicos, algunos de los cuales gene- te externo de la industria local responde a las de-
ran fuertes externalidades, y tienden a estar mar- mandas crecientes de insumos materiales, servicios,
cados por vigorosas tendencias a la aglomeración y mano de obra, y a medida que los rendimientos
urbanización, donde sea que se localicen. Estos sec- crecientes de retorno geográicamente centrados
tores incluyen pequeñas industrias locales, indus- las convierten en localidades selectas (Scott y Stor-
trias de baja intensidad tecnológica, manufacturas per, 1987). Así, unos cuantos lugares comienzan a
artesanales y una amplia gama de servicios (Nadvi avanzar en su auto-reforzamiento como concentra-
y Schmitz, 1994; Scott, 2002). La reversión de la ciones de capital y de trabajo, lo que las hace pro-
polarización está lejos de ser una característica uni- gresivamente más eicientes, tanto en términos
versal del proceso del desarrollo. estáticos como dinámicos. El éxito alimenta el éxito
Los patrones especíicos de aglomeración que (al menos hasta el punto en que empieza a tener ren-
hacen su aparición en cualquier parte varían am- dimientos decrecientes), y entonces las ventajas de
pliamente, dependiendo de las circunstancias loca- estos sitios se encierran, marginando las localidades
les y de la mezcla local de sectores económicos; y competidoras y sacándolas de la jugada (Krugman
rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo 371

y Obstfeld, 1991). De esta manera, lo que comienza Sin embargo, hemos buscado reformular el antiguo
inicialmente como una ventana abierta de oportu- planteamiento de Hirschman-Myrdal-Perroux en
nidades de localización relativa para una industria, términos de los adelantos recientes en la teoría de
eventualmente se cierra alrededor de un pequeño la aglomeración y la Geografía Económica, y sobre
número de aglomeraciones centrales. esta base corregir algunos de los desequilibrios que
La frecuencia y el alcance de las ventanas de en la actualidad parecen existir entre los enfoques
oportunidades de localización están controlados por macroeconómicos del desarrollo y lo que antes
numerosos factores, de los cuales las economías in- se reirió al desarrollo en el terreno. Este intento
ternas de escala (en producción, investigación y por lograr una perspectiva más equilibrada no so-
desarrollo, transacción) son especialmente impor- lamente es signiicativa en términos conceptuales,
tantes. En industrias donde este rasgo resulta en sino también como un asunto práctico, pues reve-
estructuras de suministro oligopólicas (por ejem- la instrumentos importantes (como será señalado)
plo, sectores que producen aeronaves comerciales por medio de los cuales quienes formulan las po-
o generadores nucleares) sólo unas cuantas regio- líticas pueden realizar tareas críticas del desarrollo
nes podrán atraer inversiones relevantes y adquirir económico con un enfoque desde abajo, y por lo
capacidad productiva. Los cambios principales en tanto con una perspectiva de matiz local. Un coro-
las localidades centrales de estas industrias pueden lario importante de nuestro argumento es que la
ocurrir generalmente sólo cuando hay cambios tec- cada vez más desigual densidad espacial del desarrollo
nológicos importantes en los productos y en los puede mejorar las tasas de crecimiento económico
procesos, afectando así las ventajas de los producto- y, en consecuencia, no son siempre necesariamente
res existentes y, por extensión, a las regiones donde deseables, aunque consideramos que algunas veces
están concentradas. En contraste, en los sectores también darán lugar a un aumento de la desigual
donde la escala óptima se logra con bajas tasas de distribución espacial del ingreso, y entonces los predi-
inversión (por ejemplo, ropa, zapatos, joyas y mu- camentos sociales y políticos que pueden afectar los
chos tipos de industria electrónica o servicios para programas del desarrollo fallan al no poner sui-
los negocios) existen numerosas ventanas potencia- ciente atención a esta circunstancia. Hemos sugeri-
les de oportunidades de localización. Los sectores do además que el complejo nexo de relaciones que
de este tipo son capaces de participar de manera sig- vinculan urbanización y desarrollo opera en países
niicativa en la diferenciación de los productos de de cualquier nivel de PIB per cápita, y que el desa-
un lugar a otro, haciendo posible a los que llegan rrollo económico puede lograrse sobre la base de
de último momento a entrar al mercado y crear sus una amplia variedad de sectores de manufactura y
propios nichos distintivos. Este punto se ejempli- servicio. Estos sectores incluyen simples industrias
ica con la reciente historia de la industria global artesanales o pequeños establecimientos industria-
del calzado (Gerefi, 1995; Schmitz, 2001). Una vez les, los cuales alguna vez fueron considerados co-
que ocurre la aglomeración (y dependiendo de la mo la antitesis misma de cualquier clase de desa-
naturaleza de los principales cambios tecnológicos rrollo duradero (Piore y Sabel, 1984; Wade, 1990).
subsecuentes) el patrón de localización de estos sec- Especialmente urge reenfocar la atención sobre el
tores se vuelve cerrado, y los efectos locales del des- potencial de desarrollo de las ciudades y regiones
arrollo se intensiican. en el contexto de la globalización, debido a que
Hemos argumentado que la urbanización es son sitios de intensas externalidades positivas en
uno de los mayores impulsores del proceso del des- un sistema global creciente de relaciones económi-
arrollo del mundo contemporáneo. Este argumen- cas sin fronteras. En los países menos desarrolla-
to, seguramente, en ninguna forma es novedoso. dos, en particular, la aglomeración resulta crítica
372 allEn sCott y miCHaEl storpEr

para el desarrollo, no sólo porque es una fuen- aglomeraciones y áreas periféricas, a escalas nacio-
te para mejorar la productividad económica, sino nales e internacionales, y estos lujos se están ex-
también porque es una condición básica para la pandiendo con la globalización.
especialización dentro de la división global del tra- Las teorías neoclásicas del desarrollo sostie-
bajo y un fundamento esencial del crecimiento nen que la integración espacial de la actividad eco-
orientado a las exportaciones. nómica en estas formas tiende progresivamente a
eliminar las diferencias interregionales en los nive-
les de vida, promoviendo una combinación de con-
3. las disparidadEs dEl dEsarrollo vergencia en la estructura y en la composición de
En El sistEma mundo ContEmporánEo las economías participantes. De hecho, el registro
actual es bastante variable, con la convergencia ocu-
a. ¿Divergencia o convergencia regional? rriendo a veces en algunos lugares, y con la diver-
gencia en otros. En el momento actual, el juego de
La liberalización creciente de los intercambios eco- las fuerzas económicas regionales y globales com-
nómicos que la globalización ha traído consigo, en prenden muchas corrientes cruzadas y complejas,
combinación con notables mejoras en las tecnolo- en las que a ciertas partes del mundo (Asia Oriental
gías del transporte y las comunicaciones, ha estimu- y algunas regiones metropolitanas de Latinoamé-
lado la expansión mundial de densas aglomera- rica) les va relativamente bien, mientras que otras
ciones productivas (Krugman y Venables, 1993). partes (África, entre los Trópicos, la mayor parte de
Este efecto se complementa con dos más. Primero, la antigua Unión Soviética, y ciertas regiones pe-
con las aglomeraciones que en diferentes partes del riféricas de los países más desarrollados) se están
mundo se encuentran cada vez más inmiscuidas en rezagando constantemente.
las relaciones de competencia y complementarie- Los predicamentos de un desarrollo espacial
dad entre sí. La competencia entre aglomeraciones desigual se expresan más dramáticamente al obser-
ocurre cuando los productores de diferentes partes var que 50% del PIB global hoy en día es producido
operan en los mismos mercados; la complemen- por solamente un 15% de la población del mun-
tariedad se presenta cuando las aglomeraciones do, la mayoría de ella concentrada en la tríada de
diferencialmente especializadas están unidas por las naciones del Norte.* Por el contrario, la mitad
cadenas productivas de gran extensión (Feenstra y más pobre de la población del mundo produce sólo
Hanson, 1996). Segundo, las aglomeraciones tam- un 14% del PIB global. El comercio mundial se ha
bién están a menudo intensamente conectadas con vuelto más concentrado en la tríada de naciones en
las áreas más periféricas menos densamente desa- detrimento relativo de las relaciones comerciales
rrolladas, en especial donde ciertos tipos de uni- Norte-Sur. La mayor parte del mundo en desarro-
dades de producción dentro de extensas cadenas llo ha sido un perdedor relativo en este proceso, de
productivas encuentran ventajoso localizarse por el nuevo con la excepción del Este de Asia. Al mismo
hecho de ser sitios descentralizados. Este fenómeno tiempo, gran parte de las actividades comerciales
es especialmente característico de las operaciones más importantes del mundo (en forma de comer-
de plantas anexas con actividades de producción
relativamente estandarizadas, y con estructuras de * Ohmae, Kenichi (1985), Triad Power: The Coming

adquisición y distribución de bajo costo. Shape of Global Competition, Nueva York, McKinsey & Com-
pany, The Free Press, denominó como tríada del poder a
El resultado neto de las dos tendencias men-
Estados Unidos, Japón y a la Unión Europea que, tras la
cionadas es la proliferación de complejos lujos de crisis de las economías planiicadas, incrementaron nota-
comercio entre diferentes aglomeraciones, y entre blemente su participación en el PIB mundial (n. del t.).
rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo 373

cio intra-empresas) ocurren entre un número re- la, “la gran divergencia” en los niveles de ingreso
lativamente limitado de regiones o aglomeraciones durante el siglo xix ocurrió aun cuando los cos-
subnacionales (Barnes y Ledebur, 1998; Fujita et al., tos de comunicación y transporte estaban cayendo
1999; Andersson y Andersson, 2000; Beaverstock rápidamente.
et al., 2000). Este proceso acentúa el crecimiento de
regiones selectas, y ayuda a generar el fenómeno b. Las dinámicas
contemporáneo de las grandes ciudades-regiones del desarrollo regional diferencial
(como se deinió previamente) esparcidas por los
continentes en un mosaico integrado de extensión Se puede lograr mucha más claridad acerca de es-
mundial. Diferentes partes del mundo en desarro- tas cuestiones en un nuevo análisis de las formas
llo están profundamente involucradas en relaciones en que los procesos regionales de desarrollo dura-
como éstas; así lo ejempliican ciudades-regiones co- dero contribuyen en las diferencias estructurales y
mo México, São Paulo, El Cairo, Bombay, Kuala de composición entre las economías. En particular,
Lumpur, Jakarta. Un efecto de esta tendencia es ¿por qué ciertas regiones tienen éxito en el estable-
que las desigualdades interregionales del ingreso cimiento de sistemas económicos de alto desempe-
en muchos países en desarrollo están aumentando. ño, mientras que otras nada generan, se estancan o
De hecho, incluso en muchos países desarrollados, declinan incluso mientras los costos de interacción
el reciente período de globalización intensiva, com- espacial caen?
binado con un cambio hacia medidas de política Hemos mostrado ya en nuestra referencia ini-
neoliberal, ha estado acompañado por una am- cial a las ventanas de oportunidades de localización
pliación de brechas en el ingreso per cápita entre cómo los rendimientos crecientes de retorno re-
regiones sub-nacionales. Este problema se acentúa fuerzan las oportunidades de crecimiento para las
donde la movilidad laboral es relativamente baja, regiones que empiezan (incluso accidentalmente) a
como en el Reino Unido y en la mayor parte de Eu- avanzar como focos de producción en un sector da-
ropa continental, comparado con los Estados Uni- do, mientras que progresivamente se cierran las
dos (Duranton y Monastiriotis, 2002). oportunidades para otras. Ciertas características en-
Las diferencias de ingreso per cápita entre dógenas de la aglomeración también tienen gran-
países divergieron durante gran parte de los siglos des impactos en las perspectivas del desarrollo
xix y xx, pero mostraron señales de convergencia local. Historiadores económicos y geógrafos han
de los sesenta hasta los ochenta. Durante la última mostrado, por ejemplo, que incluso en las indus-
década, esta tendencia hacia una convergencia de trias donde las mejores prácticas se difunden rá-
los ingresos entre los países se ha revertido,1 a pe- pidamente de país a país (como en el caso de los
sar de las mejorías dramáticas que han estado ocu- molinos de algodón y los ferrocarriles en el siglo
rriendo con las tecnologías de interacción espacial xix), la productividad es a menudo muy desigual
(Clark y Feenstra, 2003; Dowrick y DeLong, 2003). en espacio (Gertler y Digiovanna, 1997; Clark y
De forma similar, como Pomerantz (2000) seña- Feenstra, 2003). Lo que es además desconcertante
es que tales diferencias emergen no sólo en los casos
1 Ciertos autores sugieren que esta aseveración es en que las tecnologías y prácticas gerenciales son si-
menos sostenible donde los cálculos están basados en las milares, sino también en las industrias que tienden
medidas de población orientadas a los ingresos per cápi- a localizarse uniformemente en grandes centros ur-
ta por país. Cuando estas medidas no están evaluadas,
banos (como sucede con gran parte de la industria
empero, los resultados muestran que las tendencias de la
posguerra hacia una mayor convergencia, decisivamente electrónica hoy día). Todo esto implica que existen
se han revertido en años recientes (Sala-i-Martin, 2002). signiicativos determinantes endógenos —locales y
374 allEn sCott y miCHaEl storpEr

nacionales— de qué tan bien funcionan las aglome- pendencias no comerciales tienden a tener un lugar
raciones, y qué tanto pueden contribuir al desarro- muy determinado y a estar culturalmente enraiza-
llo económico en sus contextos locales y nacionales. das, por lo que a menudo no pueden ser transfe-
Por la misma razón, un comercio en aumento, la ridas con facilidad —si fuera posible— a regiones
inversión extranjera y la difusión internacional de más a menos exitosas (Becattini, 1990; Putnam et
tecnologías no traen consigo automáticamente una al., 1993).
convergencia en los niveles de productividad y de Debido a que el acceso a estos bienes está li-
desarrollo (North y Thomas, 1973; Mokyr, 1985; mitado espacial y organizacionalmente, éstos au-
Wade, 1990; Landes, 1998; Clark y Feenstra, 2003). mentan las ventajas económicas de sus regiones de
Muchas de las condiciones endógenas que origen (así como de las empresas locales de nego-
subyacen al desarrollo económico local y que facili- cios y de los miembros de la red) y les permiten
tan la entrada a la economía global son culturales o participar en formas de competencia monopolísti-
institucionales, en el sentido especíico de que éstos cas à la Chamberlin (1993) (y también Greenwald
implican la formación de rutinas de comportamien- y Stiglitz, 1991).
to económico que potencian y modelan actividades, Estas observaciones indican que el desarrollo
tales como producción, espíritu empresarial e inno- económico regional involucra una mezcla de limi-
vación (Haggard, 1990; Rodrik, 1999). En efecto, taciones exógenas, la reorganización y construcción
estas rutinas son formas no comerciales de inter- de sistemas locales de activos, y una movilización
dependencia entre los agentes económicos y, por política enfocada en las instituciones, la socializa-
lo tanto, colectivamente constituyen la relación de ción y el capital social. Más generalmente, la medi-
activos de la economía regional (Storper, 1997). Las da en la que cualquier región tiene éxito en crear
teorías estándar del desarrollo económico no inda- rendimientos crecientes de retorno localizados —lo
gan adecuadamente en estos procesos (Uzzi, 1996; que mucho depende de los fundamentos cultura-
Putnam, 2000). Las teorías neoclásicas, incluyendo les e institucionales— es crítica para el proceso total
las versiones más nuevas aumentadas, asumen que del desarrollo. Una extensión directa de este punto
un comportamiento exitoso surgirá más o menos es la aseveración de que el éxito de las economías
espontáneamente del amplio contexto económico nacionales (como se indica sobre todo mediante la
o social (Mankiw et al., 1992). Otras, como la nue- adhesión como miembro al club global de conver-
va teoría del crecimiento, ponen su fe en la acumu- gencia de altos ingresos) está muy relacionado con
lación de stocks de conocimientos que conllevan el surgimiento de las aglomeraciones dinámicas y
efectos de externalidades positivas generalizadas creativas, como se ilustró con el caso de las econo-
en toda la economía (Lucas, 1988; Romer, 1990). mías asiáticas de alto desempeño. Si esta asevera-
Esta última idea, aunque puede ser muy útil ción es correcta, para que los países se unan al club
como punto de inicio, dice poco acerca de las cos- global de convergencia de altos ingresos actual, ten-
tumbres y relaciones concretas a través de las cuales drán que mantener procesos exitosos de desarro-
el conocimiento y el savoir faire son creados y des- llo de aglomeraciones (aunque esta observación en
plegados en la acción económica (Rosenberg, 1982; ninguna forma implica que el desarrollo rural ba-
Stiglitz, 1987; Lundvall y Johnson, 1992; Nelson, lanceado y sustentable no sea un ingrediente esen-
1992). La relación de los activos de esta clase no cial de cualquier ruta hacia el desarrollo nacional).
son libremente reproducibles de un lugar a otro, y La aglomeración es un aspecto central que no pue-
el acceso a éstos se determina por lo menos parcial- de igualarse con la urbanización como un simple
mente a través de la pertenencia a las redes (Stor- fenómeno demográico, ni disolverse en el reino de
per y Venables, 2002). Esto es porque las interde- la macroeconomía.
rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo 375

4. las dimEnsionEs rEgionalEs menudo no comerciales— que tienen un fuerte ca-


dE la polítiCa dEl dEsarrollo rácter de bienes cuasi-públicos, lo cual signiica que
son la fuente de las externalidades positivas que es-
En vista de estas observaciones, una de las tareas tán más o menos libremente disponibles para las
más importantes de cualquier política de desarrollo empresas locales, pero que no son propiedad de
viable debe ser la de cultivar los múltiples e impor- ninguna. Tales externalidades positivas se obser-
tantes beneicios que se derivan de los sistemas de van en diversos dominios de la actividad económica
producción regionalizados, que se encuentran en regional, incluyendo los densos lujos de informa-
las complejas condiciones intrarregionales e inter- ción, los procesos de aprendizaje, la emergencia de ar-
regionales que gobiernan la lógica de la aglomera- tesanía o de diseños artesanales, la formación de
ción. Ciertos aspectos negativos de la competencia redes de negocios (Storper, 1997; Scott, 2002). En
interregional también deben ser controlados, si se este sentido, podemos referirnos a “una comuna
persigue un desarrollo con algún grado de unifor- económica regional” que representa los elemen-
midad. tos de la ventaja económica, que surgen del orden
Durante la segunda mitad del siglo xx, la po- colectivo de la aglomeración, pero que por su na-
lítica de desarrollo regional ha tendido, en la turaleza no se pueden reducir a una propiedad y
práctica, a asumir la forma de paquetes de estímu- control individuales. Estos elementos son cruciales
lo aplicados a ciertas localidades, con la intención para un éxito regional general, especialmente en
de iniciar un despegue o contrarrestar el estanca- una economía globalizadora.
miento. Los tipos de paquetes escogidos para estos De manera similar, nuevas clases de interven-
propósitos varían mucho de país a país, pero gene- ción de política basadas en el concepto de economías
ralmente comprenden programas tales como subsi- regionales, como agregados de activos físicos y hu-
dios a la industria, recortes de impuestos, provisión manos, necesitan ser identiicados y reinados. Esto
de infraestructura, esquemas gubernamentales para es así porque las sinergias que promueven el desa-
dirigir nuevas inversiones de capital hacia áreas rrollo de estos activos están sujetas a dos problemas
atrasadas, programas de reentrenamiento laboral principales. Primero, las externalidades positivas
(Harrison et al., 1996; Donahue, 1997a). Acciones co- tienden a ser insuicientes donde predominan las
mo éstas no necesariamente están siempre despro- relaciones de mercado (Bator, 1958; Mishan, 1981).
vistas de efectos positivos, pero a la luz de nuestra Por ejemplo, la formación profesional, la informa-
discusión anterior, sin duda son problemáticas ción del mercado laboral, la investigación tecnoló-
cuando ocurren en un vacío, lo cual entendemos gica, entre otras, son a menudo escasas debido a
como una falla de atención a las bases fundamen- que los productores se ven tentados a participar en
tales de la organización, a las instituciones del cre- “un pirateo” de estos recursos en las reservas de los
cimiento y a la competitividad regionales, tal como recursos regionales (Braczyk et al., 1998; Maskell,
ya se discutió. 1999; Johanssen et al., 2001). El resultado neto es que
Desde los ochenta, un conjunto de literatura su inversión total en activos sociales críticos es me-
y de experimentos prácticos se han acumulado, en nos que óptima, y por lo tanto es esencial conce-
los cuales estos fundamentos han sido mostrados bir formas de intervención política para rectiicar
como baluartes esenciales del proceso del desarro- este problema. En segundo lugar, aparecen impor-
llo regional (Bianchi, 1992; Scott, 2001; Schmitz, tantes riesgos morales (sobre todo en las operacio-
2001). En especíico, como se ha anotado, las econo- nes de la red central de la economía regional) que
mías regionales están internamente enlazadas por pueden generar graves externalidades negativas si
interdependencias humanas y organizacionales —a no se atienden. Éstas incluyen el surgimiento de las
376 allEn sCott y miCHaEl storpEr

relaciones de baja conianza entre los fabricantes y fallas del mercado que con las equivocaciones “in-
los sub-contratistas, o amenazas a la reputación de evitables” de las agencias públicas y su tendencia a
la calidad del producto regional debido a operado- la búsqueda de rentas. Sin importar cuán benéica
res deshonestos. Además, las economías regionales esta advertencia pueda ser, se modera con la no-
son susceptibles de rutas de desarrollo variables, y ción de que una economía pública regional —que
la política puede a menudo conducir a cualquier ofrezca compensaciones a la coordinación— puede
sistema dado a resultados indeseables (tales como sostenerse y, consecuentemente, que la operación
un deterioro de las relaciones laborales entre fabri- de la economía local pueda ser promovida con una
cantes y subcontratistas) y bloquear el equilibrio en política apropiada. Nuestra opinión de este asunto
su nivel más alto. es que sí hay un papel para la acción colectiva en la
Entonces, las varias aristas de la economía promoción del crecimiento económico a largo pla-
pública regional que se desarrollan dentro y alrede- zo, y este reclamo es en absoluto consistente con la
dor de las aglomeraciones industriales, representan misma observación hecha por la nueva teoría del
un dominio crítico de los beneiciarios de las po- crecimiento para la Economía en su totalidad (Lu-
líticas de intervención. Existen muchas estructu- cas, 1988; Romer, 1990), así como por la extensa
ras diferentes dentro de las cuales tal intervención literatura teórica y empírica sobre los fundamentos
puede realizarse. Esto incluye las agencias guberna- sociales e institucionales de los mercados exitosos.
mentales, las asociaciones cívicas, las sociedades pú- El aumento de los niveles de activismo local
blico-privadas o cualquier cantidad de arreglos en materia de desarrollo económico regional pro-
institucionales posibles, dependiendo de las tradi- voca ciertos riesgos adicionales. Éstos toman formas
ciones locales y de las sensibilidades políticas. Aun- diferentes al ir de carreras irracionales por el desa-
que la necesidad de una intervención así existe en rrollo, al pasar por guerras iscales sobre subsidios
las regiones con cualquier grado de pobreza o pros- e inversiones, el robo del talento y los recursos de
peridad, es probablemente muy difícil lograrlo en una región por otra, hasta competencias entre loca-
localidades que, para comenzar, tienen altos déicits lidades para atraer grandes inversiones (Donahue,
de activos físicos y humanos. Este tipo de interven- 1997a; Bartik, 1991). La competencia interregional
ción, en cualquiera de sus aspectos institucionales, en la búsqueda de ventajas para el primer jugador
tiene poco parecido con la política urbana tradicio- es un buen ejemplo de este problema. Tal vez es
nal, con su énfasis en la infraestructura, vivienda, más evidente donde varias regiones se esfuerzan al
transporte y inanzas públicas urbanas; en cambio, mismo tiempo por convertirse en incubadores de
está orientada hacia el problema de la coordinación alguna industria naciente, y por lo tanto emerger
de los sistemas de producción urbana. Puesto que eventualmente como los principales centros líderes
depende en gran medida del consentimiento de de esta industria mientras madura. Pero en la pre-
los diferentes individuos y grupos, también se nece- sencia de las economías de aglomeración, proba-
sita de un alto grado de compromiso social y políti- blemente sólo una o unas cuantas regiones selectas
co, en el cual las empresas, los trabajadores y otros tengan éxito en cualquier nicho productivo en el
interesados en la economía local son conducidos a largo plazo, lo que implica que, en ausencia de una
un debate público serio, sobre lo que está en juego coordinación informada desde el comienzo, con
y sobre la forma preferida de obtener resultados toda probabilidad ocurra una falla considerable en
colectivos. la asignación de los recursos. En general, asegurar
Un anti-dirigista habitual como Lal (1983), los retornos de suma-positiva para el desarrollo en
seguramente habría hecho objeciones en este pun- el ámbito interregional —y en un mundo donde
to, en el sentido de que siempre es mejor vivir con muchas regiones están luchando activamente para
rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo 377

generar un desarrollo interno de competencias— Todo esto sugiere que los componentes regio-
parece exigir algún esfuerzo extra de supervisión nales de la política de desarrollo económico en las
regulatoria. Ciertas prohibiciones de la Unión Eu- condiciones actuales plantean un dilema. Por una
ropea contra el dumping social son los intentos por parte, la política necesita estar diseñada de manera
establecer una coordinación interregional de este que se refuercen las economías de aglomeración.
tipo, aunque siguen siendo insuicientemente espe- Por la otra, los intentos aislados de fortalecer las
cíicos para ser totalmente operativos. economías de aglomeración podrían intensiicar las
De manera simultánea, las políticas anterior- disparidades en los ingresos per cápita a lo largo de
mente comunes entre los gobiernos centrales para diferentes puntos críticos (Wagner, 2001a, 2001b).
promover la igualdad de los ingresos regionales se Estos dos aspectos del asunto están en constante
han diluido considerablemente en los años recien- tensión entre sí en el mundo actual, como se ejem-
tes, tanto en los países desarrollados, como en los pliica en los debates actuales en los que algunos
de desarrollo,2 ayudando así a acentuar los proce- analistas sostienen que la política del desarrollo
sos de divergencia en los ingresos interregionales es mejor si se enfoca a mejorar la productividad en
ya anotados. La globalización, tal como está siendo las aglomeraciones dinámicas (maximizando así las
moldeada por la ideología del Consenso de Was- tasas de crecimiento nacional, pero aumentando
hington, puede promover una disolución adicional las tensiones sociales), mientras que otros analistas
de estas medidas, especialmente cuando va acom- indican que limitar la desigualdad mediante formas
pañada de la aplicación de políticas monetarias apropiadas de redistribución de los ingresos (so-
contractivas y de programas de austeridad iscal en cial y/o interregional) puede llevar a programas de
los países en desarrollo (Stiglitz, 2002). Como co- desarrollo más viables en el largo plazo (Amsden,
rolario, muchos países también están concentrando 1989; Aghion, 1998). En cualquier caso, para casi
su gasto público en sus aglomeraciones más diná- todos los países, existe hoy día un grave descuido en
micas y con mayores vínculos globales, a expensas relación con una política que busque el logro de
de cuestiones básicas de equidad, tanto dentro de formas más efectivas de coordinación central/re-
estas aglomeraciones, como entre ellas y otras áreas gional y una más apropiada distribución espacial
del territorio nacional (Acs, 2000; Phillips, 2002). del poder político (Bolton et al., 1996; Donahue,
Las tensiones generadas en el proceso de desarrollo 1997b; Inman y Rubinfeld, 1997; Cheshire y Gor-
contemporáneo —en todas las escalas geográicas don, 1998; Wagner, 2001b).
ya sean intrametropolitanas, inter-interregionales o Tensiones análogas respecto a las disparida-
internacionales— pueden conducir a una reacción des del desarrollo se repiten a cualquier escala geo-
política en la que incluso los aspectos potencialmen- gráica en la economía mundial (Held et al., 1999),
te positivos del desarrollo y la globalización pueden y especialmente a la escala global misma. En el ac-
no ser reconocidos por una falla, al hacer frente a tual régimen de globalización intensiicada en el
los efectos negativos más notorios, incluyendo la cual los imperativos de mercado consistentemente
exacerbación de las desigualdades sociales e inte- sobrepasan las capacidades institucionales que exis-
rregionales. ten para una regulación efectiva, el balance pare-
ce estar fuertemente inclinado hacia un aumento
de las desigualdades. El debate expuesto aquí se
2 Como Davezies (2000) señala, esta disolución con-
reiere al caso de una consideración explícita de la
cierne sobre todo a las políticas para la igualación de los
Geografía Económica de la globalización en rela-
ingresos basados en los salarios de los países europeos.
Ciertas clases de transferencias de pagos compensan en ción con sus fundamentos regionales, y este asunto
parte esta disolución. necesita de aquí en adelante igurar con prominen-
378 allEn sCott y miCHaEl storpEr

cia en cualquier reorganización de las instituciones en ciertos aspectos, alentando así las tendencias a la
que comprenda un nuevo sistema multi-escalado aglomeración en las localidades selectas de todo el
de gobernanza. Las demandas de crecimiento e mundo. Además, mientras que las teorías del desa-
igualdad permanecen en la agenda, incluso si las rrollo dirigidas a los países pobres han reconocido
presiones actuales de reorganización económico- algunas veces la conexión en dos sentidos entre la
espacial hacen necesario re-pensar las formas en industrialización y la urbanización, han tendido a
que podemos lograr respuestas mejor balanceadas. enfocarse en el problema de la hiperurbanización
y en sus repercusiones sociales negativas, más que
en la región como un lugar con resultados de alta
ConClusión productividad. Opinamos que uno de los asuntos
la tEoría dEl dEsarrollo dEsdE fundamentales para los países en desarrollo actual-
la óptiCa dE la gEografía EConómiCa mente es cómo crear y mantener los tipos de aglo-
meración sin los cuales jamás les sería posible entrar
Las teorías económicas convencionales del desarro- en los rangos más altos de la economía global, ase-
llo y el comercio en general han ignorado cuestio- gurando al mismo tiempo que las disparidades de
nes de Geografía Económica. Actualmente, parte los ingresos permanezcan dentro de los límites de
de este descuido lo están rectiicando los economis- lo socialmente justo y de lo políticamente tolerable.
tas interesados en las economías de aglomeración Este estado de cosas formula muchas pregun-
y en las dinámicas regionales (Fujita et al., 1999). tas nuevas a la teoría y política del desarrollo a escalas
En nuestra opinión, esta perspectiva puede ser lle- regional, nacional e internacional. Aquí hemos bus-
vada aún más lejos. La existencia de las economías cado ir más allá de los elementos de la teoría del des-
de aglomeración basadas en las externalidades y arrollo que impiden una mayor comprensión de las
en los rendimientos crecientes de retorno necesi- realidades geográicas del proceso de globalización,
tan un pleno reconocimiento de la región en tanto así como esbozar los inicios de algunas respuestas
una unidad orgánica de la realidad económica. Esto amplias a las preguntas planteadas en este ejercicio.
se debe a que las economías de aglomeración re-
presentan un elemento potente, inmóvil y —dada
su condición de bienes cuasi-públicos— altamen- rEfErEnCias bibliográfiCas
te problemático de todo el proceso de desarrollo.
Como tal, las regiones existen como piedras angu- Acs, Z. (2000), Regional Innovation, Knowledge, and
lares de la organización económica, al igual que las Global Change, Nueva York, Frances Pinter.
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Como se indicó al comienzo de este artículo, ge, Cambridge University Press, pp. 5-102.
los economistas han tendido a privilegiar las varia- Alonso, W. (1980), “Five Bell Shapes in Develop-
bles macroeconómicas como la mejor línea de ata- ment”, Papers of the Regional Science Associaton,
que contra el problema del desarrollo. Pero este vol. 45, pp. 5-16.
nivel de observación, aunque sin duda importante, Amsden, A. (1989), “Asia’s Next Giant: South Ko-
ya no es más (si alguna vez lo fue) el único punto rea and Late Industrialization”, Nueva York,
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Comentarios al texto y contexto de “Regiones,
globalización, desarrollo” de Allen Scott y Michael Storper

guillErmo olivEra
Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias/unam

introduCCión se han pronunciado por la relevancia de las varia-


bles endógenas del crecimiento y de las economías
Allen Scott y Michael Storper son geógrafos de ori- externas a las empresas, junto con la importancia
gen inglés y estadounidense respectivamente, miem- de la centralidad o aglomeración y de las formas de
bros de un equipo de investigadores en el área de regulación social; todo ello considerando, al mismo
estudios urbanos y regionales de la Universidad tiempo, la dimensión global.
de California en Los Angeles (uCla). Su adscrip- Han participado en este sentido en la transi-
ción a este colectivo les ha valido ser identiicados ción del paradigma del desarrollo “desde arriba” al
como representantes de la Escuela Californiana de del desarrollo “desde abajo”. En sus trabajos, asimis-
Geografía Económica, y ser considerados como sus mo, consideran que la transformación de los sistemas
principales exponentes, junto con Walter Stöhr. El de organización industrial no puede desligarse de los
enfoque de sus trabajos realizados en conjunto y en aspectos sociológicos que intervienen en el funciona-
lo individual desde los años ochenta del siglo pasa- miento de cualquier territorio, sin por ello excluir
do ha privilegiado el interés por la importancia del algunos de los fundamentos de la teoría económica.
espacio y la perspectiva espacial en el estudio de los Esto se ha traducido en un cierto eclecticismo en sus
procesos de globalización. trabajos, debido a su interés por explicar diversas si-
Sus investigaciones han introducido concep- tuaciones de la realidad, más que en la lógica formal
tos y elementos de análisis territorial que han abo- de sus propuestas; se han interesado principalmente
nado a las discusiones desarrolladas a nivel interna- en las razones por las que unas regiones tienen éxito
cional en el marco de la Geografía Económica. Han al generar crecimiento y otras no.
abordado los fundamentos geográicos del desarro- El objetivo del presente texto es mostrar las
llo en general y el desarrollo regional en especíico; aportaciones del trabajo “Regiones, globalización,

[385]
386 guillErmo olivEra

desarrollo” de Scott y Storper, como parte de una de las formas que asumió “la reestructuración” del
obra más amplia y de una escuela, con antecedentes capitalismo y la respuesta desde el Estado. En los
en sus publicaciones previas, y también como avan- países anglosajones incluso, surgió la expresión new
ce de trabajos posteriores, para ubicarlo dentro de regional studies.
las corrientes y enfoques teóricos dominantes en el De esta manera, varias propuestas de interpre-
momento de su publicación (años ochenta y noven- tación a la crisis del sistema capitalista y su supera-
ta del siglo xx e inicios del presente). Es así que la ción, así como de sus efectos territoriales, surgieron
primera parte aborda los antecedentes propiamen- o profundizaron su desarrollo, y se retroalimen-
te dichos, desde la perspectiva institucional del des- taron mutuamente. En primer término sobresale
arrollo regional. La segunda sección se reiere al la escuela regulacionista francesa (Aglietta, Boyer,
contexto de la discusión entre los enfoques localis- Lipietz), que denominó esa situación como crisis
tas y los globalistas del desarrollo en esos mismos del fordismo o del modo de regulación fordista; en
años. La tercera parte reiere al tema de la ciudad segundo lugar destacó una serie de teorías sobre
región y el nuevo regionalismo, que es en el que el la especialización lexible encabezada por Piore y
trabajo de los autores está plenamente identiicado. Sabel, en los Estados Unidos, y por Becattini, Bag-
En el apartado cuatro se considera someramente la nasco, Brusco y Trigilia en Italia; ambas orientadas
participación de los representantes de la disciplina al análisis de los distritos industriales y de la organi-
económica en la discusión sobre el desarrollo re- zación industrial, a las cuales se sumaron los repre-
gional y sus aportaciones más representativas. El sentantes de la Escuela Californiana y los estudiosos
inciso cinco, por último, desglosa las aportaciones del milieux innovateur. También hubo un grupo de
particulares del texto en cuestión vinculado con investigadores que privilegió en sus trabajos la in-
los apartados previos; como se aprecia, es un texto luencia de la globalización en la coniguración del
que sintetiza los principales desarrollos teóricos y territorio y la dinámica de los sectores productivos.
metodológicos hasta ese momento logrados por los No pueden dejar de mencionarse tampoco los
autores. Se concluye con un comentario inal. aportes del enfoque de clusters de Porter, y de la Nue-
va Geografía Económica de Krugman y sus colegas.
Este conjunto de planteamientos, a pesar de
1. ContExto y antECEdEntEs dE la obra su diversidad, tienen como elemento común que
centran su atención en los aspectos sociales, organi-
Como efecto de la crisis del modelo de acumulación zativos e institucionales del desarrollo regional; de
capitalista en los países del primer mundo durante ahí que se les considere en conjunto como parte de
los años setenta del siglo xx, se suscitó un debate la perspectiva institucionalista del desarrollo regio-
interdisciplinario, en particular en los países de ha- nal. En sus planteamientos incorporan, en mayor o
bla inglesa y francófona, que representó el renacer menor medida, desarrollos teóricos del campo de
de la geografía regional la cual hasta ese momento la Economía; el origen del institucionalismo, de he-
había tenido un abandono relativo. De una parte, cho, ocurre en esta disciplina, como resultado de
se retomaron los planteamientos de los autores clá- las críticas al “individualismo metodológico” de la
sicos de la geografía regional y su enfoque del economía neoclásica y al “fundacionismo marxia-
desarrollo desequilibrado (Hirschman, Myrdal y no” (Coq, 2002).1
Perroux). De otra parte y ante el interés por en-
tender y explicar la diversidad de respuestas loca- 1 En la perspectiva institucional de la economía,
les y regionales en cada país a la crisis del sistema, North (1990, p. 3), en Rodríguez-Pose (1999) deine a las
se estimuló el estudio de las localidades, así como instituciones como “las reglas del juego en nuestra socie-
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 387

Esta perspectiva, en términos generales, con- relaciones, no mediadas por los patrones de merca-
sidera que las instituciones tienen una función de- do, sino estructuradas en torno a la interacción en
terminante en el desarrollo de los procesos eco- las redes de los componentes sociales, instituciona-
nómicos (Amin, 1998) y “reconoce la importancia les y económicos que coniguran un determinado
de las formas organizativas y otros mecanismos de ámbito territorial, dotado de cierta capacidad de
regulación social en la vida económica” (Coq, 2002, organización.
p. 245). La consideración del territorio en la pers- Las aportaciones realizadas por las diferentes
pectiva institucionalista del desarrollo la enriquece, teorías o enfoques adscritos a la perspectiva insti-
ya que con ello se incluyen todos los elementos de tucionalista, entre las que se encuentran la Escuela
la complejidad social como son la cultura, los hábi- Californiana de Geografía Económica, a la que per-
tos, los grupos sociales, los procesos cognitivos do- tenecen Scott y Storper, se sintetizan a continuación.
minantes (ibid., p. 243).2 Storper (1997) se reiere a
ellos como untraded relations, que son el conjunto de
a. El enfoque de la regulación

dad” o como “los límites diseñados por el hombre que de-


terminan la forma de las relaciones sociales. En este senti- Se abocó al estudio de los cambios socioeconómicos
do (las instituciones) estructuran los incentivos que actúan e institucionales vinculados con la transformación
sobre la interacción humana, ya sean políticos, sociales o del proceso de acumulación de capital o reestruc-
económicos”. Así como se desarrolla la nueva economía
turación3 del capitalismo mundial. En su origen es-
institucional representada principalmente por William-
son y por North, se reconoce también la existencia de la tuvo inluido por el estructuralismo (Aglietta, 1979),
nueva sociología institucional desarrollada por Granovet- pero a diferencia de éste, que analiza la perma-
ter, por Streeck y por Grabher. Una aportación esencial nencia de las estructuras y evalúa su efecto en el
de estos desarrollos teóricos es el señalamiento de “la ca-
pacidad de las instituciones para fomentar la cooperación
comportamiento de los agentes, el regulacionismo
entre las empresas y la formación de redes en aspectos de se interroga sobre su misma estabilidad ¿Cómo se
interés mutuo” (ibid., p. 5) que, como es conocido, han reproducen las estructuras a pesar de su carácter
sido de gran utilidad en el análisis regional. contradictorio, a través de las expectativas, los inte-
2 La perspectiva institucionalista y su énfasis en el

arraigo territorial de las organizaciones es también en reses, las acciones a priori divergentes de los agentes
parte una reacción frente a la Escuela de la Nueva Di- económicos? (Benko y Lipietz, 1995). La respuesta
visión Espacial del Trabajo y sus insuiciencias explica-
tivas, en especial de algunas argumentaciones marxistas
que en un principio consideraron la mano de obra lite- 3 A mediados de los años setenta comenzó a utili-

ralmente como una mercancía, y su costo como el fac- zarse el término reestructuración para referirse al con-
tor explicativo central de la deslocalización territorial de junto de transformaciones que ocurrían en las economías
las actividades manufactureras en los antiguos espacios de mercado en sus estructuras productivas e industriales.
industriales. Gracias a los trabajos de Massey en su li- Pero fue la escuela de la regulación la que dio un conteni-
bro Spatial Divisions of Labour (1984) y en el de Storper do más preciso al término (como un fenómeno complejo
y Walker, The Capitalist Imperative… (1989) se reconoció de cambios económicos y sociales que se retroalimentan
que la segmentación del mercado laboral también se pre- entre sí, que incluye una serie de crisis de ciertas activi-
sentaba en los países industrializados, y que las ganancias dades industriales, una nueva división internacional del
en productividad mediante la incorporación de mejoras trabajo y la transformación de las estructuras producti-
tecnológicas eran opciones claras para la deslocalización vas). El término en primera instancia lo difundieron los
de actividades. Esto permitió avanzar en el reconoci- autores de la escuela de la división espacial del trabajo y
miento de la importancia de las particularidades de los los representantes de la escuela californiana de geografía
mercados laborales en el propósito de lograr aumentos económica. Posteriormente, Saskia Sassen y Manuel Cas-
de productividad. No obstante se mantuvo el argumento tells, en sus libros sobre “la ciudad global” y “la ciudad in-
de los costos laborales como principal determinante de la formacional”, respectivamente, dieron una difusión más
competencia entre diferentes espacios. amplia al término (Coq, 2002, p. 8).
388 guillErmo olivEra

está en el funcionamiento del sistema, cuyas reglas Las investigaciones sobre los distritos indus-
del juego permiten la reproducción de la estructu- triales surgieron a inales de los setenta, las cuales
ra, y que su funcionamiento se mantenga en formas retomaron las aportaciones de Marshall y se inspi-
diversas y relativamente estables entre dos crisis. raron en el éxito de algunas regiones de la Tercera
A esto se le denominó “régimen de acumulación” Italia, como Emilia Romagna, Toscana y Véneto (Be-
(ibid., p. 4). cattini, 1975 y 1979; Brusco, 1982), el Silicon Valley
Dado que el régimen de acumulación estudia- en Estados Unidos (Scott, 1988a; Storper y Walker,
do era el capitalista, identiicado con “el modo de re- 1989), entre otras. Estos trabajos contribuyeron a do-
gulación fordista”, al regulacionismo se le identiicó cumentar la desintegración vertical de las grandes
como la teoría del fordismo, si bien erróneamente empresas en el primer mundo, y el surgimiento de
ya que, como señalan estos autores, lo fundamental agrupamientos de empresas pequeñas y medianas
del enfoque de la regulación es “la relación entre con un notable crecimiento económico en sus res-
un espacio estructurado y los agentes que lo com- pectivas regiones, fundamentado en la interdepen-
ponen, o la relación entre los espacios globales y los dencia resultante de su proximidad y en la práctica
subespacios que forman parte del mismo” (ibidem). de la cooperación. Esto resultó relevante no sólo en
términos académicos, sino también de política.
Becattini y otros economistas regionales euro-
b. Enfoques de la innovación peos partieron de la hipótesis de que la agrupación
y de la especialización lexible territorial implica la creación de interdependencias
particulares entre agentes o entre agentes e insti-
La crisis del modo de regulación fordista, caliicado tuciones, que da lugar a una dinámica industrial
en general como rígido, tuvo como consecuencia particular. Este proceso supone una capacidad de
lógica una búsqueda de procedimientos de pro- determinados territorios para endogeneizar su des-
ducción lexible. Surgieron de esta manera nuevos arrollo a partir de su estructura industrial, com-
paradigmas productivos en los que la lexibilidad puesta de pequeñas y medianas empresas organiza-
fue un factor clave (Coriat (1993) en Banyuls et al., das en red (Duch, s/f).
1999). Estos trabajos fueron ubicados como perte- En sus trabajos, el distrito industrial fue con-
necientes a un enfoque endógeno del desarrollo,4 cebido como “una entidad socioeconómica […] es-
vinculados con investigaciones sobre los distritos in- pecializada en una actividad económica y basada en
dustriales y grupos de trabajo, entre otros, basados un tejido de interacciones, de naturaleza informal,
en el concepto de externalidad marshaliana.5 entre pequeñas y medianas empresas especializadas
en las diferentes fases del proceso productivo, un
4 Esta perspectiva territorial la integran diferentes
mercado local y un conjunto de valores especíicos
enfoques que combinan el carácter endógeno del desa-
rrollo con la innovación y las formas de organización de
orientados al desarrollo local” (ibid., p. 3). Más es-
la producción, desde una perspectiva territorial e institu- pecíicamente Becattini (1979) y Brusco (1990) (en
cional. Desde este punto de vista, el desarrollo económico Camacho y Rodríguez, 2004, p. 95) se reirieron a
no ocurre en un espacio abstracto, sino en territorios y
marcos institucionales concretos (Rodríguez, 2006).
5 Se considera que Marshall, en su obra de 1890,

realizó las contribuciones pioneras más importantes para clave especíico, sino de la co-localización de empresas”
los trabajos subsiguientes sobre la concentración de la (Camacho y Rodríguez, 2004, p. 949). De sus aportacio-
innovación y los distritos industriales (Becattini), el enfo- nes se derivan tres tipos de externalidades que son las
que de clusters (Porter) y la Nueva Geografía Económica economías de especialización, las economías relacionadas
(Krugman). Marshall se reirió a “los beneicios deriva- con la mano de obra y las externalidades tecnológicas o
dos no tanto de la instalación de una empresa en un en- spillovers de conocimiento (Krugman, 1991a).
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 389

ellos como un cluster o aglomeración de empresas de la división del trabajo y de los efectos externos de
con relaciones e interacciones especíicas, resultado la aglomeración, se reirieron también a la crecien-
de un equilibrio entre cooperación y competencia. te importancia de la concentración de las empresas
Es, en suma, una concepción que incorpora aspec- de tamaño pequeño que, favorecidas por un siste-
tos institucionales en su deinición (Storper, 1995a), ma de producción lexible basado en economías de
así como socioeconómicos (Becattini, 1994), ya que variedad en lugar de economías de escala, logran
la sola proximidad geográica no deine al distrito. reducir sus costos de transacción.
En Estados Unidos, por otra parte, en el libro Esta perspectiva fue conocida también como el
La segunda ruptura industrial, de Piore y Sabel (1984), paradigma Coase-Williamson-Scott, de acuerdo con
se partió de un enfoque regulacionista que supuso el cual es la organización industrial la que arbitra,
el surgimiento de un nuevo régimen de especiali- entre los costos de organización internos, la irma y
zación lexible como sucesor del modelo de produc- los costos de transacción entre las irmas (Benko
ción en masa del fordismo, con el distrito industrial y Lipietz, 1995, p. 6).7 Para Scott, los nuevos distri-
como forma espacial (Benko y Lipietz, 1995). Estos tos industriales surgidos en las décadas previas se-
autores plantearon que sobrevendría “una ruptura rían la forma alternativa al sistema fordista, y serían
industrial” que modiicaría el equilibrio de fuerzas, la forma dominante de producción en el futuro.
pasando de la prevalencia de las grandes empresas Producto de la división social del trabajo, las econo-
(debidas a la producción en serie) a las economías mías externas sustituirían a las economías internas
regionales, articuladas en torno a pequeñas y media- predominantes durante el auge del fordismo. En su
nas empresas altamente especializadas (apoyadas en concepción, los nuevos distritos son agrupaciones
la innovación y métodos lexibles de producción). de industrias en los que existe una división social
Es una visión más economicista que la italiana, del trabajo, economías externas, concentración de
en la cual el distrito industrial es una aglomeración la producción y una especialización lexible (Dáva-
de economías externas, y es a partir de entonces que los, s/f; Scott 1988a y 1988b; Storper y Scott, 1988
comienza a promoverse como un modelo universal y 1992).
de organización productiva (Coq, 2002, p. 248). Se Durante esos mismos años y en los posterio-
les atribuye el desarrollo del concepto de acumula- res, se señalaba que la evidencia empírica no de-
ción o especialización lexible. mostraba un desarrollo a escala mundial de un
Al mismo tiempo, los integrantes de la Escue- patrón de organización productiva lexible, por lo
la Californiana de Geografía expresaron una idea que se menciona que la supuesta importancia de los
similar, que fue conocida como el enfoque de los distritos industriales no existió en la realidad. De la
costos-transacciones, producto del estudio de ese versión italiana del distrito, fue puesta en duda su
estado de la Unión Americana, que para la época supervivencia en la economía global ante las nuevas
experimentaba un notable crecimiento económico
y urbano. Apoyados en planteamientos derivados
7 De su teoría de la localización, a partir del análisis
del regulacionismo, el neo-marxismo y la teoría
costo-transacción, Scott establece: si los costos de trans-
neoclásica del desarrollo,6 relativos a la dinámica acción internos son mayores a los costos de transacción
externos, se genera una desintegración vertical, una ex-
6 La exposición de los autores de esta escuela, en ternalización que, a su vez, provoca una aglomeración.
particular de Scott (1986), ha sido en algún momento ca- Esta aglomeración es producto de la intención de evitar
liicada de ecléctica (Economic Geography, 1986, núm. 3). un mayor costo espacial, producto de la externalización,
Esto se debe a que en sus trabajos interesa más la explica- y se considera a esta última como un mayor costo espacial
ción de la realidad que analizan, que la coherencia formal y, a la aglomeración, como un medio para contrarrestarla
de sus propuestas (Coq, 2001, p.19). (Henry, 1992, en Dávalos, s/f).
390 guillErmo olivEra

formas de organización lexible de las grandes em- p. 4) y que aplican al caso de Holanda. Los nue-
presas. Las limitaciones del concepto de distrito in- vos sistemas tecnológicos fueron vistos como raci-
dustrial, por consiguiente, “generaron la necesidad mos de innovaciones e industrias relacionadas que
de un enfoque más dinámico, que captara mejor surgen, se difunden y desarrollan, para constituirse
la incidencia de los procesos de innovación tecno- en la fuerza principal de cambio de una estructura
lógica y los servicios avanzados. Surgió así la teoría económica. Así, se estudia el cambio en las estruc-
del medio o entorno innovador” (Moncayo, 2002, turas territoriales en las diferentes fases del ciclo de
p. 42), que involucra las nociones de red, sinergias innovación. Las etapas del ciclo incluyen un proce-
y aprendizaje en el marco de un determinado te- so de aprendizaje y otro de difusión creativa de la
rritorio, con lo cual resulta muy afín al de sistema de innovación, como parte de una trayectoria natural
innovación desarrollado en la literatura neoschum- de las nuevas tecnologías (Nelson y Winter, 1982,
peteriana. en Landabaso, s/f).
Para las teorías del medio innovador es en el
entorno de la producción donde ocurren todas las
c. Las teorías del medio innovador 8 relaciones formales e informales entre los agentes
económicos locales, que son el agente principal de
Aparecen en los años ochenta con el propósito de la innovación en cualquier región, más importan-
aprovechar las oportunidades que ofrece el cambio te incluso que la empresa individual, cuyo carácter
tecnológico para las políticas regionales, que se pro- innovador en menor o mayor grado estaría con-
ponen incentivar nuevas formas de distribución de dicionado precisamente por el medio en el que se
las actividades económicas en el territorio. La pre- desenvuelve.10 En suma, la empresa y la empresa
gunta central que se plantean es ¿qué condiciones innovadora son producto del medio local (Ayda-
locales hacen que unos medios regionales sean más lot y Keeble, 1988). Aydalot (1986) y el Grupo de
proclives que otros a la innovación? (Landabaso, Investigación Europeo sobre los Medios Innova-
s/f; Rodríguez, 2006). dores-Asociación Phillippe Aydalot (grEmi) —cons-
Estas teorías son consideradas una aportación tituido en 1984— son los desarrolladores de esta
de la economía del desarrollo regional, entre las teoría.
que destaca el estudio de “las trayectorias espacio- Posterior a los primeros trabajos de Ayda-
tiempo de los nuevos sistemas tecnológicos” de Da- lot, se observó un auge de los estudios abocados
veelar y Nijkamp (1988), que incluyen la variable al “análisis territorializado de la innovación y de la
territorial “en el modelo de ‘los ciclos de innova- organización económica y social” (Benko y Lipietz,
ción’ de origen schumpeteriano” 9 (Landabaso, s/f, 1995), que consideran que el crecimiento exitoso

8 El medio innovador, traducción de milieu innova-


teur, es un concepto emparentado con el de distrito in- Para los evolucionistas neo-schumpeterianos, la innova-
dustrial, interesado también en el elemento tecnológico ción es un proceso interactivo donde la cercanía geográ-
del desarrollo. Stöhr (1986) se reirió a éste como el com- ica en ciertos espacios regionales o locales favorece su
plejo territorial de innovación. desarrollo. La cercanía, sin embargo, no es determinan-
9 Los vínculos entre el proceso de innovación y el
te, ya que son importantes también la trayectoria histó-
territorio se establecen claramente a partir de enfoques rica, la base política e institucional, así como el régimen
relativamente recientes, como el de los neo-schumpete- tecnológico (Rodríguez, 2006).
rianos, los investigadores del GREMI y los trabajos de los 10 Una característica del entorno es la sedimenta-

distritos industriales y clusters, si bien fue Schumpeter ción de elementos socio-culturales, de carácter histórico,
uno de los primeros economistas en considerar la innova- interrelacionados y especíicos, en las áreas locales, que
ción como un factor central en el proceso de desarrollo. generan procesos de desarrollo diferentes, producto de
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 391

de las regiones depende fundamentalmente de su a la competencia que a la colaboración, y al uso de


dinámica interna. trabajo poco cualiicado en condiciones precarias.11
Así, a los enfoques del desarrollo endógeno
de los localistas y su apuesta por el turno de las
2. síntEsis dE la disCusión economías regionales, se opone el enfoque de los
EntrE loCalistas y globalistas mundialistas, referido al predominio de redes pro-
ductivas internacionales o grandes organizaciones
En gran medida, el trabajo sobre los distritos in- (Massey, 1984; Boyer, 1994; Martinelli y Schoem-
dustriales formó parte del debate sobre la crisis del berger, 1991). Es a raíz de esto que Amin y Thrift
fordismo y sus posibles sucesores, siendo la teoría (1992) buscan armonizar ambos enfoques,12 al con-
de la regulación el principal referente. Para auto- siderar que los distritos industriales están inmersos
res como Piore y Sabel (1984), Sabel (1988), Ayda- en la dinámica de la globalización que los inluye y
lot (1986), Storper y Scott (1989) y Scott (1998), los transforma (Dávalos s/f, p. 5). En un trabajo an-
el distrito industrial y sus principios organizativos terior Peet y Thrift (1989, pp. 14 y 22), señalaban
constituían una transformación radical en el funcio- que “la estructura social de la economía se desarro-
namiento del capitalismo y marcarían la pauta del lla en una variedad de formas locales o ‘estructuras
desarrollo futuro. Adicionalmente, la tendencia es- espaciales de producción’”. De esta forma, se mues-
pacial asociada a esta evolución sectorial sería el re- tra un interés por investigar las particularidades
nacimiento de las economías regionales, a través de espaciales en “la articulación de lo general con lo
aglomeraciones de pequeñas y medianas empresas local para producir resultados cualitativamente di-
(el Silicon Valley, entre otros distritos, por ejemplo). ferentes en diferentes localidades” (Lovering, 1989,
Esta visión optimista de Scott (1988b) y de en Fletes, 2006, p. 107). El futuro, de esta manera,
otros autores como Piore y Sabel, interesados en estaría abierto; y tanto las pequeñas y medianas em-
las pequeñas industrias —a pesar de sus avances al presas, como las grandes multinacionales parecían
resaltar el valor de la diferencia— fue criticada por- haber encontrado rutas para adaptarse a las exi-
que pautas de funcionamiento lexible también se
daban en el corazón del sistema fordista y afectaban 11 Otras críticas al enfoque de los nuevos distritos

negativamente los segmentos más débiles del mer- industriales de Scott en particular fueron que el modelo
cado (Albertos, 2002). Otros autores enfatizaron su costo-transacción hace a algunos elementos esenciales de
la organización industrial y reduce a la irma a un mero
carácter coyuntural al mostrar que con el tiempo
análisis entre comprar o producir las capacidades inno-
las grandes empresas multinacionales también eran vadoras en el territorio, que conducen a una diversii-
capaces de adoptar formas de organización lexible, cación de los productos que se venden en el mercado,
obteniendo ventajas adicionales de su tamaño glo- y que no dependen únicamente del costo relativo de los
factores (Garofoli, 1991); en su señalamiento sobre la aso-
bal (Amin y Robins, 1990), incrementando su capa- ciación entre división social y división técnica del trabajo,
cidad para organizar la economía global. Se destacó donde la primera se reiere a la sociedad y la segunda al
también (Amin, 1994) que muchas economías loca- interior de la irma, se observa que el hecho de exter-
les basadas en pequeñas empresas mostraban pau- nalizar una función puede generar una división técnica,
pero no necesariamente una división social del trabajo.
tas de comportamiento empresarial dirigidas más La externalización, por otra parte, no necesariamente se
traduce en aglomeración, y la aglomeración no es necesa-
riamente resultado del mecanismo de costo-transacción
las especiicidades locales, las cuales no son transferibles (Dávalos, s/f, p. 7).
(Vázquez, 1988; Garofoli, 1991). En este sentido, el espa- 12 Si bien Sayer (1994, en Albertos, 2002, p. 6) ex-
cio no es el único determinante de la localización, sino el presó sus dudas sobre una real oposición entre produc-
milieu (Benko, 1998). ción en masa y especialización lexible.
392 guillErmo olivEra

gencias de lexibilidad derivadas de un incremento que pueden ser reproducidas o imitadas por otros
de la incertidumbre y la competitividad. agentes […] cuando poseen facultades que les per-
Las primeras observaciones llevaron a Stor- miten asimilar, interpretar y utilizar la información
per y Scott en un trabajo posterior (1995) a re- en un sentido consistente con la otra parte que par-
formular algunos de sus planteamientos previos. ticipa en la transacción. Dichas facultades son, fun-
Ahí hacen referencia a la internacionalización de las damentalmente, convenciones, que coordinan a
estructuras productivas, y reconocen que el des- estos agentes productivos. Las convenciones pue-
arrollo económico regional especializado es parte den deinirse de formas que incluyan, como de-
del desarrollo global que se concreta mediante su terminadas, expectativas mutuamente coherentes,
interacción con una red global de vínculos de dis- rutinas y prácticas (Storper, 1995b, p. 25).
tinta naturaleza, dando lugar a un mosaico global de
economías regionales (Dávalos, s/f). Más adelante, Storper (1998) añade que la com-
Storper (1992), por su parte, se reiere a las prensión del desarrollo local pasa necesariamente
economías regionales y a la globalización como dos por tratar de forma conjunta tres diferentes dimen-
aspectos interdependientes de la realidad, al mismo siones de la realidad: 1. la tecnología y el cambio tec-
tiempo que —apoyado en otros autores— reconoce nológico, como principal motor del crecimiento y
que la economía global puede verse como una se- el desarrollo económico; 2. las organizaciones, sobre
rie de distritos tecnológicos, así como la importancia todo empresas, redes de empresas, sistemas de pro-
que las nuevas tecnologías tienen en la dinámica de ducción, así como todo tipo de instituciones más o
las exportaciones y en la creciente especialización menos formales o informales y; 3. los territorios, en-
de las economías industrializadas, por las ventajas tendidos no sólo como soporte físico, sino como un
tecnológicas absolutas que han desarrollado. Estos entramado de relaciones sociales y empresariales
nuevos distritos tecnológicos y su interrelación con basadas en la proximidad.
la economía mundial le permiten a Storper dar En las redes locales basadas en pequeñas em-
respuesta a muchas de las críticas efectuadas al en- presas, sin embargo, el problema fundamental ra-
foque de los nuevos distritos industriales, en la di- dica en preservar el carácter descentralizado de la
rección de señalarlos como si fuesen casos aislados red, que es su principal fuente de lexibilidad y ei-
del entorno internacional. Por otra parte, sugiere cacia, manteniendo unos costos de transacción ba-
como asunto a estudiar “los secretos organizaciona- jos: “la cuestión es cómo se las arreglan los agentes
les del aprendizaje tecnológico de esos lugares para para implicarse en formas de acción colectiva coor-
entender la dinámica, tanto de esas localidades, como dinadas y exitosas” (ibid., p. 24).
de la economía global como un todo” (ibid., p. 6). Recapitulando, las crecientes desigualdades
Al analizar el resurgimiento de las economías regionales en los años setenta, las limitaciones con-
regionales, Storper (1995b) se reiere a dos meca- ceptuales de las teorías clásicas del desarrollo re-
nismos a partir de los cuales las transacciones entre gional —traducido en el fracaso de las políticas de
empresas o agentes adquieren una especial cuali- desarrollo en general y de las regiones en especíi-
dad relacional, al basarse en la conianza y eliminar co— llevó a la revisión de las teorías del crecimiento
incertidumbres: los contactos personales y el cono- y de las políticas de desarrollo. Como resultado, se
cimiento del “otro”, por una parte; y la reputación, avanzó en el reconocimiento de que la localización
por la otra, son la base de la relación. de actividades económicas en el territorio responde
cada vez menos a la dotación de recursos naturales
En muchos otros casos, sin embargo, las transaccio- y los costos de transporte, y más a las capacidades
nes no son tan idiosincrásicas: tienen dimensiones construidas y las facilidades de las nuevas formas
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 393

de resolver sus especiicidades locacionales en el trabajos se desarrollaron sin tomar como marco
lugar. Éstas forman agrupamientos en expansión de referencia la hipótesis de Friedman, en temas
que son externalidades que coniguran ambientes de comercio internacional de servicios o en análisis
culturales e institucionales favorecedores de nuevas comparativos entre ciudades.
rondas de crecimiento. De esta manera el desarro- Con los trabajos posteriores de Castells (1989)
llo de una región depende de la generación de las y Sassen (1991) ya mencionados, esta última autora
capacidades de atracción de empresas innovadoras (Sassen, 1998) considera que se realizó la veriica-
y de la maduración de procesos tecnológicos, orga- ción empírica de los procesos económicos a nivel
nizativos, políticos y culturales, que hacen sosteni- mundial en las ciudades de acuerdo con su jerar-
ble el crecimiento de la productividad y el ingreso. quía, lo que permitió alcanzar un nivel de teori-
zación inexistente con anterioridad. No obstante,
a diferencia de Castells que ve “una reconigura-
3. la Ciudad rEgión y El nuEvo rEgionalismo ción del poder económico y político” a partir de la
globalización, para Sassen lo que ocurrió fue una
La otra vertiente de los estudios regionales en la “producción de capacidades de control global”, que
que han hecho sus aportaciones Scott y Storper es es lo que le lleva a estudiar el papel de las ciuda-
en la deinición y estudio de las ciudades región des globales y a referirse a la existencia de una red
globales, continuando con una veta de análisis mundial que constituyen “sitios estratégicos para las
surgida desde los años sesenta del siglo xx, con el operaciones económicas globales” (Sassen, 1998).
trabajo pionero de Hall (1966) y continuada en los Con el antecedente de esas aportaciones,
ochenta con las publicaciones de Friedman y Wolff Scott (2001) realizó una compilación con el título
(1982) y Friedman (1986). Tema que coincidió en Global City Regions…, donde se destacan las venta-
su desarrollo con el análisis de la ciudad global (Sas- jas de este tipo de organización territorial sobre las
sen, 1991) y el de la ciudad informacional (Castells, ciudades, las cuales ya no constituirían la forma más
1989) en los años noventa, y que tuvo mayor eco en idónea de organización local y social (Soja, 2005);
la comunidad cientíica. de esa manera, se opone el concepto de ciudad re-
En efecto, los antecedentes de la ciudad re- gión, más amplio y ambicioso, al de ciudad global.
gión global están en el trabajo sobre la ciudad mun- En un ensayo conjunto en ese libro, Scott, Agnew,
dial de Hall, si bien fue el artículo de Friedman y Soja y Storper identiican las ciudades región como
Wolf (1982) “World City Formation…” con el que espacios continuos urbanizados que lideran la eco-
se inició un debate sobre la globalización de las nomía internacional y funcionan como nodos es-
ciudades, y es posteriormente con el de Friedman paciales esenciales de la economía global y actores
(1986), “The World City Hypothesis…” con el que políticos distintivos en el escenario mundial.
se incorporan elementos clave para entender el Para ellos, las regiones ocupan un lugar pri-
signiicado de la economía global para las ciudades mordial en “el análisis e interpretación de la globa-
y sus efectos, tanto negativos como positivos, así lización, la formación de una Nueva Economía, el
como para la identiicación de una jerarquía mun- impacto de nuevas tecnologías y el modelo de desa-
dial de ciudades (Sassen, 1998). Esta hipótesis se rrollo urbano y metropolitano” (Soja, 2005).
fue fortaleciendo con trabajos posteriores sobre la La diferenciación conceptual entre la ciudad
organización de la Economía y sus expresiones te- mundial y las ciudades región había sido avanzada
rritoriales, destacando las aportaciones de Thrift por Storper (1997), quien se reirió a las regiones
(1987), de Noyelle y Stamback (1984) y de Daniels como protagonistas de los procesos de desarrollo y
(1995) sobre la economía de los servicios. Otros no sólo como espacios contenedores. Así, ante una
394 guillErmo olivEra

concepción entonces dominante de la globaliza- les” (ibid., p. 52). Más que la movilidad del capital
ción como un proceso de crecientes lujos inan- inanciero, la IED y el comercio internacional so-
cieros y físicos que no da mucha importancia a las bresaldrían como formas espaciales distintivas de
economías territoriales, el autor resalta la necesidad la globalización en un conjunto de nuevos espacios
de considerar también a “los sistemas económicos industriales.
que operan como economías de lujos internaciona- En su trabajo, Soja hace unas precisiones cla-
les” (Storper, 1997, p. 181) ya que, cuando las activi- ves sobre la perspectiva del nuevo regionalismo
dades generan crecimiento, están “territorializadas” en cuanto a que la interacción local-global no son
(en distinto grado) y se sustentan en activos com- considerados sólo como una dicotomía o dualismo,
petitivos que incluyen prácticas productivas y rela- sino “como eslabones inales de un encadenamien-
ciones únicas en sus lugares, que no son fácilmente to de múltiples escalas regionales intermedias”, así
reproducibles en otros (ibid., pp. 170-171). De este como que no se está solamente “ante la expansión
modo, la globalización genera no sólo homogenei- físico geográica de la economía de mercado, sino
zación y estandarización, sino especialización y di- frente a la transformación de los espacios sociales
ferenciación, que puede verse como una forma de y políticos en los que se asienta, en una contradic-
regionalización (Storper, 1997 en Sepúlveda, 2001). toria reconiguración del espacio social que acaece
En otras palabras, la globalización tiene efectos en simultáneamente en múltiples escalas geográicas,
las economías de base territorial (locales y regiona- que no son ni autosuicientes, ni estancas, ni recí-
les), que pueden ser tanto positivas como negativas procamente excluyentes”. Se distingue de esta ma-
(Scott, 1998, p. 106). nera del concepto de ciudad global cuya literatura
Con base en lo señalado, la obra se adscribe correspondiente considera como factor determi-
a la corriente del nuevo regionalismo, el cual con- nante la existencia de “una red global de ciudades
cede gran importancia a los tejidos productivos transfronterizas que funcionan como sitios estra-
en sus contextos regionales, por ser allí donde se tégicos para las operaciones económicas globales”
desarrolla el conjunto de activos físicos y humanos (Sassen, 1998).
no comerciales que sustenta el crecimiento econó- La ciudad-región, en síntesis:
mico-territorial, según se deriva del análisis de las
regiones exitosas. Esta corriente se interesa tam- • Está compuesta por nodos urbanos de
bién en las redes, nodos, aglomeraciones urbanas diferente tamaño, conectados unos con
e industriales, la creatividad e innovación, en las otros por lujos de personas, bienes, in-
economías regionales, así como en la interacción de formación, inversión de capital, ideas;
lo local con lo global, y promueve formas de orga- • Son nodos espaciales esenciales de la eco-
nización e identidades regionales que no encajan nomía global y actores políticos singula-
del todo en las estructuras políticas vigentes, lo que res;
lo conecta con los temas de gobernanza, adminis- • Son centrales en el tejido de la vida mo-
tración, control social, democracia, ciudadanía y derna y se han reactivado como base,
medio ambiente (Soja, 2005, p. 57). Es importante para todas las formas posibles de acti-
observar que el nuevo regionalismo, aun cuando vidad productiva, ya sea manufactura
incluye todo tipo de actividades productivas en el o servicios, la tecnología avanzada o los
análisis de la ciudad región, considera esta forma sectores de bajo desarrollo tecnológico;
territorial como la más importante expresión del • Son una clase nueva y críticamente im-
capitalismo urbano-industrial y bastión aún de “las portante en el ámbito geográico e insti-
economías urbanas, regionales, nacionales y globa- tucional, y;
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 395

• Son los motores de la economía global ciertas regiones atraen más población y actividad
(Soja, 2005). productiva que otras (Moncayo, 2002, p. 8). Surgió
a inales de los años ochenta, representada princi-
En opinión de este autor, sin embargo, estas palmente por Krugman (1991a, 1995), quien en su
características constituyen retos para la democracia y modelo centro-periferia plantea que la concentra-
la ciudadanía, y de ahí para la gobernanza y la plani- ción espacial surge de la relación entre los retor-
icación, ante la inadecuación de las estructuras polí- nos crecientes de escala y los costos de transporte,
ticas y fronteras territoriales vigentes, pero al mismo representando los primeros una fuerza centrífuga
tiempo, presionan para que se reestructuren. y los segundos, una fuerza centrípeta. El aporte fun-
Cabe mencionar que en la literatura sobre damental radica en que hace explícita esa doble
nuevo regionalismo, la posición de Scott y Storper, relación, por lo cual el modelo podría ser interpre-
quienes ven la región como una fuente generadora tado como una versión bidimensional de la teoría
de riqueza, sostenida por las instituciones locales, del lugar central. Asimismo, supera las limitaciones
que no es la única, y por lo tanto no está exenta de técnicas existentes para modelizar la relación entre
críticas. Una de ellas por ejemplo, es el hecho de competencia imperfecta y rendimientos crecientes
asumir que todas las ciudades-región operan como (Krugman, 1991a y 1991b;1998a y1998b).
economías territoriales funcionalmente integradas No es propósito de este trabajo profundizar
(Ward y Jonas, 2004), o bien que no se abordan en este enfoque, no obstante es importante seña-
las condiciones de vida de la población (Fernández lar que el planteamiento de Krugman contribuyó
et al., 2007), entre otras. No es nuestro propósito a ubicar lo espacial en el centro del debate sobre
en este momento abundar más sobre el particular, el desarrollo regional —sobre lo sectorial— prin-
pero se trata de una discusión interesante. cipalmente entre los economistas. Su planteamien-
to, como es natural, generó varias críticas, como el
excesivo peso otorgado a la modelización de viejos
4. la gEografía dE los EConomistas planteamientos ya conocidos en la Geografía, que
y El dEsarrollo rEgional no son comprobables empíricamente; la continui-
dEsdE El EnfoquE dE la CompEtitividad dad en el uso de una noción de espacio abstracto y
no como una estructura que se produce y reprodu-
Más recientemente los economistas también han ce socialmente, como ya Soja lo señalaba años antes
hecho aportaciones importantes al estudio de los (1985), o la crítica de Scott (2004), en el sentido de
efectos territoriales de la globalización económica, que no consideran los vínculos entre las relaciones
así como sus efectos en la organización de las em- de producción y las estructuras sociales subyacentes
presas en busca de ser competitivas. Destacan en en la noción de región.
particular los trabajos de la llamada Nueva Geo- La competitividad, tema asociado a Porter,
grafía Económica, y la propuesta de Porter sobre la conceptualiza y mide comparativamente el desarro-
competitividad y sus implicaciones en el desarrollo llo regional. Surge en la década de los ochenta para
regional. comparar el avance económico de los países y su
La Nueva Geografía Económica ocupa el va- participación en los mercados internacionales. Fue
cío dejado por los economistas neoclásicos que no deinida como “la capacidad de un país para soste-
se interesaron por los factores relacionados con el ner y expandir su participación en los mercados in-
espacio y la Geografía. Con nuevos métodos y téc- ternacionales, y elevar simultáneamente el nivel de
nicas, retoman la pregunta en la cual se interesó la vida de su población”, por la Comisión Presidencial
economía espacial, relativa a las causas por las que sobre Competitividad Industrial de Estados Unidos
396 guillErmo olivEra

en 1985. Posteriormente, a ines de los ochenta y local o regional más que de una forma relativa. El
principios de los noventa, la oCdE y la Unión Eu- cluster de Porter es un grupo de empresas e insti-
ropea retomaron el concepto en sus políticas indus- tuciones enlazadas en un sistema de valor que está in-
trial y tecnológica (Moncayo, 2002, p. 17). Porter, tegrado por cadenas (Rodríguez, 2006, p. 23). Las
por su parte, en su libro The Competitive Advantage ventajas competitivas están en función, más de la
of Nations (1990), señala que la ventaja competitiva de gestión de las cadenas, que de la proximidad.
los países está estrechamente vinculada con la Geo- Con base en esto, la aglomeración industrial
grafía, y en particular con las instituciones y con los es distinta en Porter, en relación con Scott y Stor-
spillovers de conocimiento mencionados por Mars- per, pues mientras que ellos le atribuyen un gran
hall (Camacho y Rodríguez, 2004, pp. 95-96). peso en su análisis y la ubican en el centro del éxi-
En el caso de Porter, su propuesta se deriva de to, Porter encuentra la eiciencia en el sistema del
la vertiente macroeconómica de la organización in- diamante como un todo, señalando que la concen-
dustrial, así como de la estrategia empresarial. Su tración industrial lo favorece, y tiene presente des-
esquema sobre la competitividad es conocido como de el principio la posibilidad de que una o varias
“el diamante de Porter”, del cual derivó el concepto irmas se provean mediante abastecimientos inter-
de ventajas competitivas, para distinguirla del de nacionales. Otra diferencia entre los dos enfoques
ventajas comparativas. El concepto de ventajas com- es que Porter ve la globalización de manera natu-
petitivas ha tenido grandes repercusiones a escala ral, mientras que Scott ve la región como autocen-
mundial, y ha dado lugar a la creación de diver- trada y como la forma que organizará la economía
sos índices y rankings, que Krugman (1994) criticó en el futuro, por lo que constituye un actor central.
como una peligrosa obsesión. La región económica estaría moldeando activa-
En el análisis regional, sin embargo, los traba- mente las formas futuras de desarrollo económico.
jos de este autor signiicaron un cambio de orien- Sin la aglomeración no hay economías externas; sin
tación, ya que más que un interés por la reducción las economías externas no hay factibilidad para el
de las desigualdades regionales, mediante el impul- costo transacción; y sin ello cae el alma de su argu-
so a las políticas gubernamentales, su propuesta se mento.
centra en desarrollar las ventajas propias de una
región por el lado de la oferta, al privilegiar la inno-
vación tecnológica y la capacitación de la fuerza de 5. plantEamiEnto y aportaCionEs EspECífiCas
trabajo, con medidas para impulsar la creatividad dEl tExto “globalizaCión,
de la región, y así ésta logre su desarrollo con base rEgionEs, dEsarrollo”
en sus propios recursos y no en los del Estado. En
tal sentido, más que interesarse en cómo desarro-
llar las regiones atrasadas, le interesa comprender El trabajo “Globalización, regiones, desarrollo”
cómo es que las regiones exitosas han llegado a ser- aborda los fundamentos geográicos del desarro-
lo, desde la óptica de la organización industrial. llo y el crecimiento en la globalización, al igual que
En sus trabajos, Porter (1990) retoma el con- otros de los trabajos anteriores individuales y colec-
cepto de cluster que se remonta a Marshall; no obs- tivos de los autores. De ellos se retoman y profun-
tante fue el primero de ellos quien puso en boga el dizan varios conceptos y propuestas metodológicas.
término, aunque si bien toma en cuenta la impor- Sus planteamientos se adscriben a la perspectiva
tancia de las trayectorias histórica y tecnológica de institucionalista del desarrollo regional, pero tam-
los lugares en la adquisición de ventajas competiti- bién a la economía política. En su libro The Capitalist
vas, no considera la vinculación del cluster con lo Imperative…, por ejemplo, Storper y Walker (1989,
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 397

p. 226) argumentan que el arreglo territorial de las al tiempo que es central su función para la acep-
actividades es central en la constitución económica, tación de normas y el fomento de la capacidad de
social y política de cualquier sociedad. Para ellos, se aprendizaje de los agentes económicos (Rodríguez-
desarrolla un nuevo patrón espacial en el que las Pose, 1999, p. 5). Según Scott (1998), “contribuyen
regiones tienen características que les son propias a enraizar la actividad económica en un espacio,
en cada caso. Al inicio de ese mismo trabajo, seña- mediante su capacidad para coordinar el interés
lan su objetivo de “reescribir la teoría de la localiza- individual con el colectivo, algo que resultaría su-
ción desde la economía política, a favor de una teo- mamente difícil —si no imposible— en un contexto
ría de la industrialización geográica y territorial” de libre mercado”.
(Fletes, 2006, p. 107).13 Esto lo conirman más adelante Rodríguez y
Anteriormente Scott y Storper (1987) expli- Storper (2006), quienes reconocen que el desarro-
caban ya que las industrias que innovan crean sus llo económico de una región depende de la com-
propios espacios y crean sus propias regiones, pero binación de elementos de tipo tanto técnico como
que el crecimiento de éstas es inconstante y da lugar cultural e institucional, y reieren además tres con-
a la aparición de desigualdades regionales. Storper diciones básicas para favorecer el desarrollo: la con-
(1995a) indicaba que, debido a la cantidad de fac- ianza macroeconómica, una política social efectiva,
tores que determinan la capacidad de desarrollo y una cultura de solución de conlictos. Lo primero
de cada espacio y la capacidad innovadora deriva- reduce los costos de transacción, disminuye daños
da del progreso tecnológico, difícilmente se puede morales y aumenta las expectativas y esfuerzos em-
esperar que el mercado, por sí solo, garantice un presariales de tipo shumpeteriano, así como facilita
nivel adecuado de la producción de esos bienes. la coordinación entre empresas y eleva la inversión.
En The Regional World…, Storper (1997) reconoce Lo segundo impulsa a realizar sacriicios económi-
una doble función de las instituciones que reducen cos para prevenir problemas futuros de desarrollo,
los costos de transacción —en tiempo y recursos— al mejorar las caliicaciones laborales e incentivar la
que genera toda transacción económica, al facilitar cooperación empresarios-trabajadores. Lo tercero
el intercambio entre agentes económicos, por una favorece el trabajo en pos de objetivos de beneicio
parte, y al generar conianza entre los agentes eco- común y el logro de estabilidad.
nómicos y garantizar el cumplimiento de los con- En “Globalización, regiones, desarrollo”, las
tratos. regiones constituyen el aspecto central y son vistas
Las instituciones, en suma, favorecen la co- como “una dimensión esencial del proceso de desa-
operación interempresarial y la creación de redes, rrollo”, por lo que consideran necesario centrar la
contribuyendo al aumento del nivel de intercambio, atención en el nivel microeconómico, y ya no en el
macroeconómico.
13 La urbanización, y de ahí las ciudades y las
Este trabajo, junto con otros de los mismos auto-
res (Storper y Scott, 1989; Storper, 1995a y b) son agrupa- regiones, generan crecimiento (en países con cual-
dos bajo la denominación de estudios de nuevos espacios quier nivel de PIB per cápita, y sobre la base de
industriales. Se reconoce de ellos que integran plantea- una amplia variedad de sectores de manufactu-
mientos provenientes de corrientes diversas, como los de
los distritos industriales, la producción lexible, la regula- ra y servicio); no sólo es al revés (en alusión a la
ción social y los costos de transacción. La idea central, tal perspectiva neoclásica), por lo que una política de
como lo señalan Camacho y Rodríguez (2004) es que “la desarrollo tiene que impulsar “las economías de
integración entre empresas, junto con las prácticas cul-
aglomeración positivas”, así como el crecimiento
turales, económicas y políticas se incorporan dentro del
entorno social e institucional y acaban determinando el de las regiones más pobres, para contrarrestar las
éxito o fracaso de las regiones”. crecientes desigualdades interregionales, producto
398 guillErmo olivEra

de la globalización. Más especíicamente se consi- es preferible un sistema urbano descentralizado o


dera a las regiones como “los lugares de las formas disperso.
más adelantadas del desarrollo económico e inno- Para Scott y Storper, la urbanización es menos
vación”; si bien se reconoce que de un lugar a otro un problema que una condición clave para el desa-
hay grandes variaciones “en la intensidad y tipo de rrollo, ya que la aglomeración favorece economías
orden económico”. de escala que hacen de las ciudades sitios privilegia-
Ubicados en todo momento en una crítica a dos para el crecimiento económico; y a las regiones,
la teoría neoclásica del desarrollo —si bien se re- lugares de alta productividad. Otros fenómenos
conocen sus aportaciones—14, su propuesta reto- que potencian los efectos de la aglomeración son:
ma planteamientos de autores heterodoxos como 1. los eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante
Hirschman y Myrdal —a partir de su concepto de de las empresas de los sistemas industriales; 2. la
causalidad circular y acumulativa— para quienes formación de mercados de trabajo locales densos,
existe una relación positiva entre aglomeración y; 3. la aparición de activos relacionados localizados
y desarrollo, pese a que este último siga patrones que promueven el aprendizaje y la innovación.
espaciales desiguales, ya que ello es consustancial Como resultado, las tendencias a la agrupa-
al proceso de crecimiento. Así, desde un punto de ción de la actividad económica se siguen reforzan-
vista que ellos consideran un avance conceptual, se do, tanto al ampliarse el mercado, como al gene-
proponen, en términos metodológicos, reformular rarse diversos tipos de especialización, a pesar del
las aportaciones de aquellos autores, añadiendo los avance de las telecomunicaciones y el transporte,
avances en la teoría de la aglomeración y de la Geo- ya que hay aspectos no rutinarios que requieren la
grafía Económica, para con ello “corregir algunos cercanía. Las aglomeraciones densas compensan a
desequilibrios […] entre los enfoques macroeconó- proveedores y clientes la variabilidad e incertidum-
micos del desarrollo y el desarrollo [en el terreno]”. bre con un rápido acceso a otros recursos; además
La aglomeración, concepto vinculado con el de que ganan en productividad, pueden mantener
de regiones, que había tenido una suerte de extra- costos bajos, y pueden tener contactos cara a cara
vío de acuerdo con los autores, resulta “un elemen- que se traducen en conianza y certidumbre.
to fundamental y omnipresente de un desarrollo El mercado de trabajo también se beneicia de
exitoso en cualquier sistema económico”. Su im- la aglomeración al permitir variedad en la oferta la-
portancia es que permite a la región generar ren- boral, especialización, y por tanto lexibilidad, tan-
dimientos crecientes y externalidades positivas. Así, to para los empleados como para los empleadores.
su perspectiva se opone a la del enfoque neoclási- La concentración tiene efectos en el aumento de
co, para el cual los sistemas urbanos macrocefálicos la productividad de las empresas y en el aumento
representan desventajas, en el sentido de que tie- en los ingresos de los trabajadores. Se introduce el
nen repercusiones sociales negativas, que son poco concepto sociológico de redes sociales a nivel local,
propicios para el desarrollo y que, en consecuencia, que facilitarían que ocurra lo anterior.
Al cambiar de escala de referencia, los autores
describen a las ciudades-región como superaglo-
14 Se asumen, por ejemplo, los vínculos positivos meraciones que constituyen auténticas locomotoras de
que el tamaño de los centros urbanos tiene en su base las economías nacionales y que son también un mosai-
productiva en función de las economías de urbanización co intercontinental en expansión de sistemas económicos
y las economías de localización. No obstante, también se
urbanos y regionales. Éstas comprenden complejas es-
expresan reservas respecto a dichos conceptos por consi-
derarlos caóticos y subestimar el impacto de la urbaniza- tructuras internas con centros urbanos, zonas sub-
ción en la productividad. urbanas extendidas y asentamientos dispersos, don-
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 399

de se da una alta concentración económica con altos les”. Las economías internas de escala son uno de
niveles de productividad; en particular destacan las los factores más importantes en el alcance de estas
grandes regiones metropolitanas, tanto de los paí- ventanas.15 Se consideran también los sectores con
ses avanzados como las de los menos desarrollados, estructuras oligopólicas (aeronaves o reactores nu-
como “principales focos para el desarrollo nacional cleares) en los que puede haber variaciones sólo
y los lugares más apropiados para que se desarrolle cuando hay cambios tecnológicos importantes en
la industrialización orientada a las exportaciones” los productos, y en los procesos que afectan las ven-
(por ejemplo, los clusters industriales). En este sen- tajas de los productores existentes. En sectores que
tido, el territorio no es sólo un espacio de lujos. requieren bajas tasas de inversión (calzado, confec-
Cuando abordan el nexo aglomeración-desa- ción, electrónica) hay muchas ventanas potenciales
rrollo destacan entre diferentes tipos de concentra- de oportunidades de localización y pueden crearse
ciones regionales a los clusters industriales, en don- nichos distintivos. Una vez que ocurre la aglomera-
de “la proximidad espacial de las empresas”, como ción, el patrón de localización de estos sectores se
parte de densas redes de interacción, ayudan a la vuelve cerrado y los efectos locales del desarrollo se
difusión del conocimiento, “al aumento de la tasa intensiican. Cabe mencionar que la concentración
de innovación y a la promoción del crecimiento en resulta propicia tanto para la gran empresa, como
el largo plazo”. La concentración así desarrollada para las pequeñas industrias locales de baja intensi-
crea externalidades positivas para trabajadores y dad tecnológica, incluso artesanales.
empresas. Y al destacar los aspectos instituciona- Un corolario de su planteamiento es que la
les y sociológicos de las aglomeraciones, las ubican cada vez más desigual densidad espacial del desa-
como comunidades humanas que afectan el desem- rrollo puede mejorar las tasas de crecimiento eco-
peño económico: “los clusters de empresas operan nómico, pero también puede derivar en un aumen-
como poderosos mecanismos de socialización” de to de la desigual distribución espacial del ingreso
donde surge nuevo talento. con sus efectos sociales y políticos adversos. Reco-
En términos históricos y espaciales, las aglo- miendan en suma “reenfocar la atención sobre el
meraciones también muestran claras especiicida- potencial de desarrollo de las ciudades y regiones
des. Lo que resulta común, no obstante, es el nexo en el contexto de la globalización, ya que son sitios
indisoluble de la aglomeración (la urbanización) de intensas externalidades positivas en un sistema
con el desarrollo, incluso si se consideran sus costos global de relaciones económicas sin fronteras”.
crecientes, pero que no son suicientes para dete- Otro tema tratado en el artículo es el de la
ner el crecimiento urbano. Este vínculo se refuer- convergencia-divergencia regional, para contrastar
za, si bien en una primera etapa, cuando surgen el supuesto de las teorías neoclásicas del desarrollo
nuevos sectores, se abre “una ventana de oportuni- de que la integración espacial conduce a la elimina-
dades de localización” que permite a éstos ubicarse ción de las diferencias interregionales en los niveles
en gran número de localidades; posteriormente los de vida de la población, y de ahí a una convergencia
rendimientos crecientes de retorno se concentran, en la estructura y composición de las economías im-
dando lugar a localidades selectas. Éstas son ei-
cientes, por lo que el éxito alimenta el éxito, hasta 15 En una obra considerada de las mejores en su

que empiezan a tener rendimientos decrecientes. tema (The Capitalist Imperative…) de Storper y Walker
Así, lo que inicialmente comienza como “una ven- (1989), se hace ya mención a la inercia locacional de las
industrias maduras, así como a la aparición de ventanas
tana abierta de oportunidades de localización para
locacionales con industrias nuevas, que hacen posible
una industria, eventualmente se cierra alrededor cambios en los patrones de distribución territorial de la
de un grupo pequeño de aglomeraciones centra- actividad económica.
400 guillErmo olivEra

plicadas. En su experiencia, la realidad es muy va- interregional”; por otro, “impulsar los beneicios
riable, sobresaliendo grandes desigualdades, entre derivados de los sistemas de producción regionali-
Norte y Sur, por ejemplo, a nivel internacional; o en zados”. En este sentido, sugieren trabajar en tipos
cada país a nivel subnacional, en las principales aglo- de intervención de política diferentes a los del siglo
meraciones urbanas. Dado que son pocas las regio- xx, basados en estímulos, subsidios y exenciones,
nes selectas favorecidas por un mayor crecimiento, pero que omitían los aspectos de organización e
esto se traduce en un mosaico de grandes ciudades institucionales subyacentes al crecimiento y compe-
regiones extendido por todo el mundo. Los autores titividad regionales. En su lugar, proponen políti-
mencionan dos efectos adicionales de este fenóme- cas que consideren las economías regionales como
no: 1. la generación de relaciones de competencia y un conjunto de activos físicos y humanos, donde
complementariedad entre aglomeraciones; y 2. que lo prioritario es lograr una coordinación de los sis-
las aglomeraciones se conectan con áreas periféricas temas de producción urbana con la participación
donde se localizan actividades descentralizadas. Esto conjunta de las agencias gubernamentales, diversas
deriva a su vez en un mayor intercambio comercial asociaciones cívicas y sociedades público-privadas;
entre diferentes aglomeraciones, y entre éstas con es decir un consenso social y político.
áreas periféricas a escalas nacional e internacional. De esta manera pretenden resolver el pro-
No obstante las desigualdades interregionales en el blema de las externalidades positivas insuicientes
nivel de ingreso per cápita mantienen una tenden- por prevalencia de las relaciones de mercado, así
cia a la alza a nivel mundial. como el problema de posibles externalidades ne-
Al referirse a las razones por las que algunas gativas por bajo nivel de conianza entre actores o
regiones tienen éxito y otras no, lo atribuyen a los amenazas al prestigio de los productos. En algún
rendimientos crecientes de retorno que refuerzan momento identiican en la economía pública regio-
el crecimiento de las regiones, así como a las ca- nal al objeto de estas políticas, ya que en ella “hay
racterísticas locales de tipo cultural e institucional. una acción colectiva en la promoción del crecimien-
Estas últimas corresponden a las formas no comer- to económico a largo plazo”. Si bien reconocen los
ciales de interdependencia ya mencionadas con an- riesgos implícitos de una competencia irracional de
terioridad en otros trabajos, y que no son transferi- las diferentes regiones por recursos, que ello conlle-
bles a regiones no exitosas; al menos no fácilmente, va, también se reieren a la necesidad de una mayor
ya que son activos vinculados con redes existentes supervisión regulatoria.
en el territorio. Con ello buscan diferenciarse de Para inalizar el artículo, aluden al dilema que
las teorías estándar del desarrollo que no toman en implica tener que optar por una mayor concentra-
cuenta lo mencionado; pero también del enfoque ción de recursos en las aglomeraciones más diná-
neoclásico que ve el éxito de una región como algo micas para mejorar su productividad, a expensas
espontáneo, o de la nueva teoría del crecimiento de la equidad, o bien priorizar la reducción social e
que se reiere a los stocks de conocimiento y sus interregional de las desigualdades mediante formas
efectos en la generación de externalidades positivas más apropiadas de redistribución de los ingresos,
para toda la economía. El éxito de las economías con la idea de que ocurra un desarrollo más viable
regionales, en suma, está asociado a “las aglomera- en el largo plazo. Ven como favorable trabajar con
ciones dinámicas y creativas”. una política que se proponga formas efectivas de
También emprenden en su trabajo el análisis coordinación central/regional y una mejor distribu-
de las dimensiones regionales de la política de des- ción espacial del poder político, de manera tal que
arrollo, la cual tendría por objetivo, por un lado, se maniiestan por “un nuevo sistema multiescalado
“controlar los aspectos negativos de la competencia de gobernanza”.
ComEntarios al tExto “rEgionEs, globalizaCión, dEsarrollo” 401

ComEntario final __________ (1986), “Desarrollo regional, liberalis-


mo económico y autoritarismo político”, Pen-
La obra de Scott y Storper, ya sea individual o colec- samiento Iberoamericano, núm.10.
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la diferencia en los niveles de desarrollo de las distin- Amin, A. (1998), “Una perspectiva institucionalista
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explicativos no considerados por las teorías económi- 41, pp. 68-89.
cas convencionales. A diferencia de aquéllas, y sobre __________ (1994), “The Dificult Transition From
todo de la economía neoclásica, con todo y que consi- Informal Economy to Marshallian Industrial
dera las economías de aglomeración en las dinámicas Districts”, Area, vol. 26, pp. 13-24.
regionales, creen necesario un énfasis aún mayor en _______ y Nigel Thrift (1992), “Neomarshallian
estas economías asociadas al concepto de externalida- Nodes in Global Networks”, International Jo-
des y en el de “efectos crecientes de retorno”, junto urnal of Urban and Regional Research, vol. 16,
con las características del entorno. núm. 4, pp. 571-587.
A sus trabajos se les reconoce también el mé- __________ y K. Robins (1990), “The Re-Emer-
rito de representar un enfoque del desarrollo “des- gence of Regional Economies? The Metical
de abajo” y la consideración de la importancia de la Geography of Flexible Accumulation”, Envi-
cooperación como un aspecto complementario de ronment and Planning D. Society and Space, vol.
la competencia. Sus primeras aportaciones se centra- 8, pp. 7-34.
ron en el análisis de la innovación, en la especialización Aydalot, P. (1986), Milieux Innovateurs en Europe, Pa-
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generadora de ventajas de localización, ubicadas en __________ y D. Keeble (1992), High Technology In-
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Posteriormente sobresalieron con sus planteamientos Cromm Helm.
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posteriores son parte de una rica discusión sobre el num. Una noción socioeconómica”, en Benko,
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Instituciones, poder y espacio
Evaluando los límites del institucionalismo
en la Geografía Económica*

andrEw CumbErs
Universidad de Glasgow, Reino Unido
danny maCKinnon
robErt mCmastEr
Universidad de Aberdeen , Reino Unido

En años recientes, los geógrafos económicos se han apoyado en conceptos de la economía


institucional y en la sociología económica para comprender los procesos que involucran
el desarrollo regional dentro de una economía cada vez más globalizada. En este ensayo,
evaluamos la inluencia de este cambio institucional en la Geografía Económica y los es-
tudios sobre desarrollo regional. Dos temas interrelacionados dan la pauta al enfoque de
nuestra crítica. Primero enfatizamos la negligencia del poder y la política en relación con
tensiones potenciales y divisiones interregionales, con los efectos de procesos cada vez más
extensos de un desarrollo desigual y con las regulaciones político-económicas. En segundo
lugar, somos críticos de la tendencia a cosiicar la región sobre otras escalas geográicas,
como un objeto de indagación empírica y un sitio de intervención política. En respuesta a
estas deiciencias, concluimos enfatizando la necesidad de redescubrir “un sentido de eco-
nomía política” (Martin y Sunley, 2001), sugiriendo que el potencial de las metodologías
institucionales podría llevarse a cabo de la mejor manera, vinculándolas con una economía
político-espacial revisada. Aunque esto inevitablemente enfrentará diicultades tanto con-
ceptuales como metodológicas, debido a los diferentes orígenes y orientaciones de los dos
cuerpos de conocimiento, dicha síntesis teórica podría combinar una sensibilidad hacia la
diferencia, el contexto y la contingencia con una apreciación más sólida de las realidades
del desarrollo desigual y de las relaciones sociales debatibles bajo un capitalismo global
avanzado.

*Artículo originalmente publicado en inglés en Eu- introduCCión


ropean Urban and Regional Studies (2003), vol. 10, núm. 4,
pp. 325-342. La traducción es de Federico Morales Ba-
En años recientes, los geógrafos económicos se han
rragán, Proimsse/unam, con el permiso de traducción y
reproducción otorgado por Copyright Clearance Center’s apoyado en conceptos de la economía institucio-
RightsLink Service, licencia núm. 2925980059165. nal y de la sociología económica para comprender

[407]
408 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

los procesos que involucran el desarrollo regional nal, un enfoque institucionalista atrae nuestra aten-
dentro de una economía cada vez más globaliza- ción a las formas en que las características internas
da (Amin y Thrift, 1994; Cooke y Morgan, 1998; o la infraestructura social de una región (Storper,
Storper, 1997). La economía institucional enfatiza 1995) pueden ya sea contribuir al crecimiento eco-
el contexto social de la vida económica y la natura- nómico u obstaculizarlo.
leza dinámica evolucionista del crecimiento econó- Recientes airmaciones concernientes al cam-
mico, proporcionando elementos importantes para bio hacia una economía basada en el conocimiento
los geógrafos interesados acerca de cómo las con- (Cooke, 2002; Lundvall, 1994; Lundvall y Maskell,
diciones sociales e institucionales dan forma a las 2000; Employment and Growth…, 1996) han resal-
posibilidades de desarrollo regional (Martin, 2001). tado la atracción hacia ideas institucionalistas. En
Por una parte, es particularmente valioso salir del particular, hacia las concepciones acerca de la in-
modelo atomístico y de la visión racionalista de la novación como un proceso socialmente encarnado
economía neoclásica, en los cuales la toma de deci- e interactivo han propiciado nuevas airmaciones
siones económicas se reduce a las respuestas de los sobre la importancia del aprendizaje localizado en
individuos que maximizan la utilidad, y al tenor de- la construcción de una ventaja competitiva regional
terminista y reduccionista de la mayor porción del (Florida, 1995; Morgan, 1997; Storper, 1997). El ar-
pensamiento marxista, en el que existe un escaso gumento clave en este punto es que la transmisión
sentido organizacional. Las perspectivas institucio- de formas tácitas de conocimiento en particular re-
nalistas enfatizan la importancia de las condicio- quiere de una frecuente interacción social y, por lo
nes sociales y culturales dentro de las regiones, al tanto, de una proximidad geográica entre las ir-
moldear las trayectorias del desarrollo económico mas comerciales, lo que resulta en nuevas formas
y considerar las localidades y las regiones como de agrupación en las industrias basadas en conoci-
participantes activos en el desarrollo económico, en mientos (Henry y Pinch, 2000; Maskell et al., 1998).
lugar de interpretarlas como arenas pasivas para la Esto ha conducido a un renovado enfoque hacia la
acumulación del capital. En términos de la políti- escala regional como el sitio clave de la interacción
ca del desarrollo regional, el institucionalismo ha social y de la creación del conocimiento.
sido empleado por varios geógrafos para abrir una Aunque en lo general en este ensayo se apoya
tercera ruta entre el determinismo del mercado la noción de que la Economía se encuentra encar-
neoclásico, en el cual se asume que las fuerzas del nada socialmente y, por lo tanto, la vida económica
mercado reducirán, a largo plazo, las desigualda- depende de su trayectoria y va de acuerdo con un
des regionales de la manera en que las empresas contexto especíico (Amin, 1999), estamos en des-
que maximizan la utilidad se mueven de regiones acuerdo con algunas de las maneras en las que se
de alto costo a regiones de bajo costo, y de métodos ha interpretado el institucionalismo y cómo se ha
keneysianos que van “de la cúspide a la base”, en los aplicado dentro de la Geografía Económica. En
cuales se requiere la intervención del Estado para particular, dos temas interrelacionados ocupan el
redistribuir el ingreso y el empleo entre las regio- punto central de nuestra crítica. Primero enfatiza-
nes (Amin, 1999; Morgan, 1997; Storper, 1997). mos la negación del poder y de la política en re-
La adopción de ideas institucionalistas puede lación con tensiones y divisiones potenciales, los
entenderse como parte de un cambio más pronun- efectos de procesos más extensos de un desarro-
ciado en la Geografía Económica, la cual ha puesto llo desigual y los de las regulaciones político-eco-
un énfasis en las dimensiones sociales y culturales de nómicas. En segundo lugar, somos críticos de la
la vida económica (Lee y Wills, 1997; Thrift y Olds, tendencia a cosiicar la región sobre otras escalas
1996). Desde una perspectiva de desarrollo regio- geográicas como un objeto de indagación empírica
instituCionEs, podEr y EspaCio 409

y como un sitio de intervención política. En algunos El resto de este ensayo se divide en cuatro par-
casos (por ejemplo, Cooke y Morgan, 1998), esto da tes. En la siguiente sección, exploramos los funda-
como resultado una situación en la que las regio- mentos de la economía institucional y examinamos
nes llegan a ser consideradas como agentes estra- el viraje institucional en la Geografía Económica.
tégicos, especialmente a través de conceptos como La tercera sección proporciona una crítica del tra-
la región de aprendizaje (Florida, 1995; Morgan, bajo institucionalista en la Geografía Económica,
1997). La adopción de los geógrafos económicos de resaltando las fallas para así lidiar ampliamente con
conceptos institucionalistas se ha manejado como problemas de espacio y poder. En la cuarta parte
un asunto parcial e incompleto, que quizá releja del ensayo, resaltamos la necesidad de encapsular
la muy vaga naturaleza del institucionalismo, par- las visiones institucionalistas dentro de un enfoque
ticularmente cuando se le contrasta con la elegan- más dinámico y relacionado con el desarrollo re-
cia analítica, con la manejabilidad matemática de la gional, e intentamos obtener las implicaciones de
economía neoclásica y con la Nueva Geografía Eco- esto para la investigación empírica y el diseño
nómica (Krugman, 1991, 1995) con su capacidad de políticas. A esto le sigue una breve conclusión en
para suministrar predicciones claras y su consejo la cual enfatizamos la necesidad de vincular ciertas
en el diseño de políticas. Estamos especialmente en cuestiones institucionales con una economía políti-
desacuerdo respecto de la manera selectiva en la ca-espacial renovada.
que ciertos aspectos del institucionalismo han sido
vinculados con las nociones instrumentalistas acerca
de la necesidad de que las regiones compitan den- 1. instituCionalismo y El viraJE instituCional
tro de una economía cada vez más globalizada, a En la gEografía EConómiCa
través del aprendizaje e innovación continuos. Este
enfoque instrumentalista parece estar de alguna
forma en desacuerdo con una tradición institucio- El desarrollo de perspectivas institucionalistas en
nalista anterior, la cual consideraba a la Economía estudios sobre Geografía Económica y desarro-
como un proceso instituido e imbuido con poder, llo regional releja el creciente interés en el insti-
conocimientos y valores (Commons, 1934; Polanyi, tucionalismo a través de las Ciencias Sociales. El
1982; Veblen, 1990). En lugar de ello, sostenemos argumento de que los procesos económicos son
que las visiones institucionalistas están adecuada- moldeados crucialmente por marcos institucionales
mente integradas en un enfoque más dinámico y más amplios, dentro de los cuales operan, contrasta
racional que no toma ninguna escala como esencial, con la tendencia histórica de la Geografía Económi-
sino que considera el desarrollo económico como ca, de seguir la Economía de la corriente dominan-
un proceso abierto y competido que opera a través te en la abstracción de lo económico de contextos
de varias escalas geográicas. Desde esta perspecti- sociales, políticos y culturales más amplios (Mar-
va, las regiones son producidas y reproducidas me- tin, 2001, p. 79). Mientras que la economía de la
diante las acciones de grupos sociales e institucio- corriente dominante asume que la Economía es
nes particulares, que operan dentro de estructuras racionalmente impulsada y orientada hacia un equi-
más amplias de acumulación y regulación (Allen et librio, los institucionalistas alegan que la Economía
al., 1998).1 se establece mediante reglas sociales y normas más
extensas (Amin, 1999). Los geógrafos económicos
1 también se han apoyado en un conjunto de ideas
En otras palabras, parafraseando el famoso afo-
rismo de Marx, la gente hace a las regiones, pero no bajo relacionadas de la sociología económica, las cuales
las circunstancias de su propia elección. resaltan que los procesos económicos se basan en
410 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

relaciones sociales (Granovetter, 1985). Aunque en sistemas de valores moldean (y pueden ser moldea-
el presente ensayo no haya espacio suiciente para das por) el comportamiento humano, en términos
una discusión más abundante acerca de estas in- de lo que se percibe como legítimo. Por ende, las
luencias, Martin y Sunley (2001, p. 153) apuntan instituciones tienen el potencial de no restringir
que ha surgido una tendencia hacia conceptos de simplemente el comportamiento, sino de originar
la sociología económica y la economía institucional y transformar el comportamiento, vía la noción de
—la noción de integración, por ejemplo— a ser im- causalidad reconstitutiva descendente (Hodgson,
portados y desplegados indiscriminadamente sin 2000; Amin, 1999). Los preceptos del individualis-
que su signiicado sea adecuadamente deinido o mo metodológico son rechazados: ningún hombre
especiicado. A la luz de dichos comentarios, vale la (o mujer) es una isla.
pena considerar algunos de los conceptos origina- Para los institucionalistas veblenianos, la evo-
les de la economía institucional con mayor detalle. lución es un proceso continuo que involucra una
novedad y/o creatividad recurrente o periódica. Por
consiguiente, esto genera y mantiene —pero po-
a. Los fundamentos del institucionalismo tencialmente también degenera y extingue— ins-
tituciones, reglas, bienes y tecnologías (Hodgson,
1999; 2001). Además, esta noción de evolución
Es importante distinguir entre la tradición más excluye el equilibrio y el razonamiento teleológico
antigua de la economía institucional y el más re- relacionado, y en lugar de ello enfatiza la indei-
ciente nuevo institucionalismo. Las distinciones se nición y la posible divergencia. La explicación ins-
extienden más allá del adjetivo temporal, dado que titucionalista del proceso evolucionario parte de
la variante más reciente del institucionalismo retie- una ontología que reconoce una realidad estratii-
ne muchos de los preceptos ontológicos de la eco- cada, en la que el surgimiento de características (o
nomía neoclásica. Para los ines de este ensayo, las propiedades novedosas) ocurre tanto a nivel social
diferencias cruciales entre ambos enfoques radican como a nivel del agente individual. El individualis-
en su acercamiento a las instituciones y al agente mo metodológico del nuevo institucionalismo y la
humano, sus representaciones de evolución y su economía neoclásica dominante son, por lo tanto,
conceptualización de poder. rechazados como las propiedades socialmente (o
En esencia, los nuevos institucionalistas a- macro) emergentes no pueden por deinición ser
doptan una perspectiva metodológicamente indi- reducidas (y por lo tanto explicadas) a nivel del
vidualista, considerando a las instituciones como agente (Hodgson, 1999). Desde esta perspectiva, el
restricciones del comportamiento humano (Frey, cambio institucional surge de un lujo evoluciona-
1997; Williamson, 1985). Este enfoque contrasta con rio acumulativo causal (contexto histórico) inlui-
la vieja escuela institucional, la cual considera a las do por conjuntos de valores dentro de la sociedad.
instituciones como “los patrones comúnmente pre- Estos valores relejarán estructuras predominantes
sentados del comportamiento o hábitos del pensa- de poder y el estatus de los grupos e individuos le-
miento, de una naturaleza rutinaria y durable, que gitimizados en y por las instituciones. Por ejemplo,
se asocian con gente que interactúa en grupos o en el ambiente contemporáneo, el neoliberalismo
colectivos mayores” (Hodgson, 1993, p. 253). En podría verse como un discurso hegemónico en el
efecto, las instituciones surgen de la interacción so- que predominan los valores de los mercados libres,
cial, en lugar de ser consideradas únicamente como la propiedad privada y conducen a la creación de la
restricciones del comportamiento individual. Auna- política económica a través de diferentes escalas es-
do a esto, las instituciones (y la cultura), mediante paciales (Peck y Tickell, 2002). En consecuencia, las
instituCionEs, podEr y EspaCio 411

iniciativas que involucran el cuestionamiento del b. El viraje institucional


papel que desempeñan los mercados o de la natu- en la Geografía Económica
raleza de la propiedad se enfrentan a la diicultad
de ganar reconocimiento y respeto. Los geógrafos económicos han extraído dos visio-
En general, los institucionalistas han recono- nes principales de la economía institucional: que
cido la importancia de analizar el poder, y Veblen la acción económica es moldeada por el contexto
señaló que el desarrollo del capitalismo está mol- social y que es dependiente de su trayecto. Con res-
deado por valores ceremoniales que tienden a en- pecto a la primera de éstas, las instituciones son im-
fatizar la conservación de las estructuras de poder portantes porque vinculan lo económico y lo social
existentes.2 Al mismo tiempo, la antigua economía mediante un conjunto de hábitos, prácticas y ruti-
institucional ha sido menos exitosa, al desarrollar nas (Hodgson, 1993). A este nivel, las instituciones
y fomentar una concepción distintiva de poder son deinidas a grandes rasgos en términos de un
(Allen, 1997; Taylor, 2000). Aunque el poder ha rango de convenciones informales y normas que
sido deinido convencionalmente como “la capaci- moldean e inluyen el comportamiento de los ac-
dad para alcanzar ciertos ines” (Johnston, 1994, p. tores económicos. Más concretamente, los geógra-
469), contribuciones recientes han avanzado más fos económicos han centrado su atención en tipos
allá de esta perspectiva denominada “poder sobre”, particulares de instituciones, como organizaciones
al enfatizar la importancia del “poder para”, en tér- —por ejemplo, agencias de desarrollo regional,
minos de la capacidad de ciertos grupos e institucio- asociaciones de negocios, autoridades locales— las
nes para perseguir intereses particulares, cumplir cuales apoyan y promocionan el desarrollo econó-
los objetivos y ganar reconocimiento o identidad mico regional (Amin y Thrift, 1994). Como tal, el
(Agnew, 1997, p. 3). El trabajo de Foucault (1980) término institución tiende a ser utilizado de dife-
y sus seguidores ha inluido remarcando que el rentes maneras por diferentes escritores, lo que
poder no es simplemente una posesión de ciertas conduce a cierta incongruencia y confusión concep-
instituciones políticas y económicas, sino que está tual.3 En este contexto, Jessop (2001) identiica tres
presente en un rango de relaciones y de actividades tipos de cambio institucional: uno temático a tra-
sociales rutinarias (Allen, 1997). En este contexto, vés de un enfoque centrado en las instituciones
el trabajo institucional en la Geografía Económica como pieza clave en el tema de investigación; un
parece ofrecer una visión muy parcial del poder, cambio metodológico en términos de uso de las ins-
privilegiando los procesos de cooperación y cola- tituciones como un punto de entrada desde el cual
boración entre las irmas comerciales (poder para) se investigan ciertos aspectos de la economía espa-
sobre las relaciones de conlicto y dominio (poder so- cial capitalista; y un cambio más radical y ontológi-
bre), las cuales fueron reconocidas (si no concep- co que enfatiza que las instituciones proporcionan
tualizadas) dentro de la vieja tradición del institu- el fundamento de la operación de los procesos eco-
cionalismo. nómicos a través del espacio, como se implica, por
ejemplo, en la noción de Polanyi de la Economía

2 Veblen distinguió entre valores ceremoniales e


instrumentales relacionados con la capacidad humana 3 Es precisamente adecuado evitar tal confusión

de pensar crítica, relexivamente, y para percibir las co- acerca de que Storper (1997, p. 268) hace una distinción
nexiones de la consecuencia de los medios en la resolu- entre las instituciones como conjuntos de reglas y prác-
ción de los problemas (Bush, 1987; Tool, 1979), vinculan- ticas informales que moldean la acción económica y las
do esto con la noción del cambio institucional progresivo organizaciones como estructuras políticas y administra-
(por ejemplo, O’Hara, 2000). tivas formales.
412 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

como un proceso instituido (Polanyi, 1982; Jessop, decisiones pasadas (Arthur, 1994). El efecto, por lo
2001). Los elementos de los tres tipos de cambio general, consiste en reducir las posibilidades y las
parecen ser evidentes en desarrollos recientes en opciones. Aunque la especialización puede generar
la Geografía Económica, en la cual aparecen ten- ventajas de auto-refuerzo, el problema de anclaje
dencias clave de la literatura para vincular un enfo- pudiera surgir si el peso acumulado de los compro-
que empírico en instituciones particulares con un misos e inversiones previas signiica que los actores
argumento más general, en cuanto a que las institu- económicos son incapaces de adaptarse a las nuevas
ciones desempeñan un papel clave en moldear los circunstancias (Cooke y Morgan, 1998; Grabher,
procesos del desarrollo económico (ver adelante). 1993).
Como se indicó antes, el concepto de integra- Las perspectivas institucionalistas sobre el
ción ha sido de particular inluencia para dirigir desarrollo económico han sido vinculadas con la
nuestra atención hacia los factores sociales e insti- airmación subyacente de que la globalización y
tucionales, los cuales moldean los procesos del des- los procesos asociados de la reestructuración eco-
arrollo económico en lugares particulares (Amin nómica están produciendo nuevas formas de dife-
y Thrift, 1994). A este respecto, los geógrafos han renciación regional (Agnew, 2000; Storper, 1997).
espacializado la noción de integración, la cual ha- Al respecto, los marcos institucionales y las rutinas
bía sido desarrollada originalmente por sociólogos heredadas son de una importancia considerable al
economistas, para enfatizar las maneras en las que inluir en cómo las regiones particulares responden
los procesos económicos están fundados en las rela- a los retos de la globalización (Amin, 1999). La obra
ciones sociales (Granovetter, 1985). Este desarrollo de Michael Storper representa una de las contribu-
conceptual ha informado una nueva generación de ciones más soisticadas y de mayor inluencia en el
investigación sobre la integración local de las inver- desarrollo de las ideas institucionales y económicas
siones multinacionales, en gran parte con base en dentro de la Geografía Económica. Informado por
el uso de métodos cuantitativos de encuesta (Crone las nociones de dependencia de trayecto y por las
y Watts, 2000; Cumbers, 2000; Phelps et al., 2003). derramas tecnológicas, Storper (1997) argumenta
De manera más extensa se ha empleado un núme- que las irmas comerciales y las organizaciones se
ro de estudios que han utilizado la noción de inte- apegan a territorios particulares mediante el desa-
gración para explorar la relación entre las irmas rrollo de interdependencias no negociadas, cuya
comerciales y sus ambientes locales, apuntando a raíz se encuentra en el desarrollo de las conven-
la importancia de las relaciones sociales y de las ciones y de las rutinas regionalmente especíicas.
convenciones como fuentes de ventaja competitiva Aquellas regiones que pueden formar un inventa-
(Amin y Thrift, 1994; Keeble et al., 1999; Morgan, rio de activos relacionales, a través de interacciones
1997). de rutina entre irmas comerciales y las institucio-
Al mismo tiempo, los geógrafos han sido nes, desarrollarán una capacidad de aprendizaje
atraídos por la idea —derivada de la obra de los que les permita adaptarse al cambio dentro de un
economistas evolucionistas— de que los procesos ambiente económico cada vez más incierto. Aunque
del desarrollo económico dependen de su trayecto Storper enfatiza en la diversidad y heterogeneidad
(Amin, 1999; Cooke y Morgan, 1998; Maskell et al., de los mundos regionales, existe la tendencia hacia
1998; Storper, 1997). los efectos de las relaciones bajo un poder desigual
La dependencia de la trayectoria se reiere a que debe ser minimizada en su obra (Pike, 1999).
las formas por las cuales está estructurada la evo- Por medio de enfatizar que la acción económi-
lución de las irmas particulares, de las tecnologías ca depende del contexto especíico y de su trayec-
y de los territorios como una consecuencia de las to, las perspectivas institucionalistas moldearon el
instituCionEs, podEr y EspaCio 413

desarrollo de la Geografía Económica en la década 1999; MacKinnon, Cumbers y Chapman, 2002). Al


de 1990. En el contexto de debates acerca del surgi- mismo tiempo, las cuestiones de las relaciones des-
miento de una economía basada en el conocimien- iguales de poder y los choques de intereses sociales
to, las visiones del institucionalismo, en relación en conlicto dentro de dichas regiones han sido se-
con la innovación como un proceso socialmente in- riamente pasadas por alto (Pike, 1999), relejando
teractivo y que depende de su trayecto, han alimen- la suposición de que un énfasis en la innovación
tado los argumentos acerca de la importancia de la y en el aprendizaje estará al servicio de todos los
proximidad geográica y los procesos localizados de grupos (Lovering, 1999). A continuación desarro-
aprendizaje en la creación de la ventaja competiti- llaremos estos puntos mediante una revisión de las
va. En términos políticos, la tarea de las agencias tres tendencias con mayor inluencia de la litera-
de desarrollo es promover modelos endógenos de tura institucionalista informada: distritos industria-
desarrollo mediante el fomento de la actividad em- les, sistemas de innovación regional y regiones de
presarial, motivando el aprendizaje y la innovación aprendizaje (tabla 1).
dentro de las regiones (Cooke y Morgan, 1998). Es- La literatura sobre la especialización lexible
tos desarrollos han incitado a Lovering (1999, p. y los distritos industriales ya ha estado sujeta a
380) a hablar sobre un nuevo regionalismo en los una discusión y revisión exhaustivas y extensivas
estudios sobre Geografía Económica y sobre desa- (Amin, 1989; Brusco, 1982; Piore y Sabel, 1984). Su
rrollo regional, caracterizados por “la airmación importancia en este punto radica en su inluencia
histórico-empírica de que ‘la región’ se está convir- subsecuente en los desarrollos dentro de la Geo-
tiendo en ‘el crisol’ del desarrollo económico, y en grafía Económica, relejando cómo los debates
la tendencia normativa de que ‘la región’ debe ser acerca de los distritos industriales parecen mezclar-
el centro de la política económica”. En la siguien- se y fusionarse en estudios de regiones de innova-
te sección, brindamos una crítica de las tendencias ción y aprendizaje desde aproximadamente 1996
claves de esta nueva literatura regionalista, enfati- (Asheim, 1996; Belussi, 1996; Cooke y Morgan, 1998;
zando la omisión de posibles divisiones y tensiones Heidenreich, 1996).
interregionales y las tendencias a dar por hecho a La contribución principal de la escuela de es-
las regiones como espacios coherentes. pecialización lexible fue vincular el desarrollo de
los distritos de las irmas comerciales pequeñas en
la Tercera Italia y en otros lugares con un conjunto
2. ¿un nuEvo viraJE? EslabonEs pErdidos de soportes locales tanto sociales como instituciona-
En El análisis instituCionalista les. Su visión de las instituciones es esencialmente
blanda en lugar de dura (tabla 1), enfatizando la im-
Aquí argumentamos que el viraje en la Geografía portancia de la conianza y de las relaciones de
Económica descansa sobre concepciones escasa- colaboración entre las empresas, asociaciones co-
mente desarrolladas acerca de las instituciones, el merciales, sindicatos y autoridades locales.
poder y el espacio. Esto es evidente en la tenden- La literatura de los distritos industriales reco-
cia que enfoca como características únicas de (“las noce el vínculo entre el éxito económico, las rela-
zonas-calientes” de una región en particular) las re- ciones sociales especíicas y las alianzas políticas, re-
giones particulares —tales como la Tercera Italia, saltando el papel que desempeñan los sindicatos y
el Valle del Silicio, Motor Sport Valley o Cambrid- los partidos del ala izquierdista para apoyar la air-
ge— a costa de cualquier consideración real de mación de que la especialización lexible ofrece una
procesos de desarrollo desigual que operan a tra- alternativa más progresista al neoliberalismo (Stor-
vés de diferentes escalas geográicas (Lovering, per, 1993). Sin embargo, el abrumante énfasis en la
414 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

Tabla 1
Distritos industriales, sistemas de innovación regional
y regiones de aprendizaje

distritos sistema regiones


industriales de innovación regional de aprendizaje

Enfoque en instituciones Abarca las formas institucionales Énfasis “más blando” en interde-
blandas. “duras.” Se resalta el papel de pendencias no negociadas y
Importancia de las redes las organizaciones regionales activos relacionales (Storper,
socioculturales que facilitan claves (sistema inanciero, 1997).
la conianza y la colabora- infraestructura de capacitación, Importancia del conocimiento
ción. instituciones de investigación). tácito y del aprendizaje colectivo
instituciones Se resalta el papel de los Un enfoque preceptivo en favor al estimular la innovación. Existe
sindicatos, autoridades de la colaboración y cooperación cierto interés en forjar alianzas
locales, entre irmas comerciales e insti- regionales a través de la colabora-
asociaciones comerciales, tuciones (universidades ción entre las organizaciones
y partidos políticos e institutos de investigación, aso- y los actores principales (élite
ciaciones empresariales, escuelas empresarial, agencias de desarro-
de capacitación vocacional) llo económico, sindicatos)

Énfasis en relaciones Énfasis en las relaciones Enfoque en el aprendizaje


de colaboración entre irmas sociales de cooperación, poco colectivo y en la conianza.
comerciales, reconocimiento sentido de divisiones Poca consideración de relaciones
del panorama político y conlictos potenciales. desiguales de poder
izquierdista de los distritos Aceptación implícita del marco entre las irmas comerciales
poder exitosos, pero el tema de la neoliberal del capitalismo global y las diicultades de sostener
competencia potencial la colaboración por plazos largos.
y la rivalidad es ignorado. La dependencia implícita
Algunos debaten sobre las en la concepción relacional del
divisiones y explotación poder involucra la negación
entre distritos del poder como una capacidad

Enfoque en la escala local, Enfoque en la escala regional. Énfasis en el papel de la región


omisión de los actores Negación particular de las como el sitio clave
y las instituciones instituciones de escala nacional para el desarrollo de interdepen-
que operan a otras escalas (educación, capacitación, dencias no negociadas.
espaciales. sistemas inancieros) Tendencia hacia el fetichismo espacial,
Lo global se ve La globalización signiica donde se percibe a las regiones
espacio/escala
como un mercado que las regiones se han convertido como agentes estratégicos.
de producto externo en una escala clave La noción de la competitividad
de la organización económica se extiende de la irma comercial
y la intervención política. a la región
La coherencia de las regiones
se da por hecho
instituCionEs, podEr y EspaCio 415

conianza y en las relaciones de colaboración tiende pliicada por los escritos de comentaristas autoriza-
a bloquear cualquier consideración seria del pros- dos como Robert Reich, Lester Thurow y Michael
pecto de la rivalidad, la competencia y el conlicto Porter, la idea básica es que las naciones sean ma-
entre las irmas e instituciones (Markusen, 1996). nejadas como corporaciones que compitan por la
Aunque los análisis de segunda generación participación de mercado dentro de una economía
identiican las diicultades de sostener las condicio- global (Krugman, 1994, 1996). En lugar de seguir
nes locales y el potencial para un conlicto entre los una estrategia abyecta, tratando de competir en in-
diferentes actores a largo plazo (Asheim, 1996; Be- dustrias de bajo costo, los gobiernos deberían desa-
lussi, 1996; Cooke y Morgan, 1998; Heidenreich, rrollar una estrategia honorable que promueva la
1996), existe un escaso sentido de que lo local mis- especialización en las industrias de alto valor agre-
mo sea disputado, o de que las agendas de desa- gado (semiconductores, software, biotecnología),
rrollo regional sean adoptadas por las élites locales que requieran de innovación continua y que apren-
(Lovering, 1999). En relación con el espacio, la es- dan a alcanzar y mantener una competitividad glo-
cuela de especialización lexible es ampliamente lo- bal. De este modo, la inluencia de la agenda de
calista en orientación con el enfoque en un número competitividad sobre el desarrollo de literatura re-
limitado de distritos destacados, lo que conduce a ferente a sir y ra parece ejempliicar una tendencia
ignorar los procesos más extensos de un desarrollo más amplia hacia una teoría dirigida por política
desigual (Amin y Robins, 1990). Los vínculos entre (Lovering, 1999).
lo local y otras escalas hasta el nivel global reciben El concepto más preceptivo del sistema de in-
poca atención directa, particularmente en términos novación regional (Braczyk et al., 1998; Cooke et al.,
de cómo ciertos actores e “instituciones clave (por 1998) releja la fusión del trabajo de los economis-
ejemplo, los sistemas nacionales de capacitación y tas evolucionistas sobre los sistemas nacionales de
empleo) —los cuales operan a otras escalas— pue- innovación (Freeman, 1995; Lundvall, 1992) con
den moldear las trayectorias locales de desarrollo” estudios sobre desarrollo regional para crear lo que
(Markusen, 1996). Al mismo tiempo, el nivel global Cooke ha denominado como una nueva ciencia re-
es generalmente considerado como un ambiente de gional (Cooke, 1998). El concepto más abstracto de
mercado externo para las irmas comerciales loca- las regiones de aprendizaje, por otro lado, releja
les, con poco sentido de cómo los resultados locales un enfoque teórico más explícito sobre el contexto
en particular relejan un complejo conjunto de re- regional de la creación de conocimiento. Aunque
laciones que operan a través de varias escalas espa- fue básicamente teórica en sus orígenes y desarro-
ciales (Massey, 1991). llo, la construcción de las regiones de aprendizaje
Trabajos más recientes sobre el sistema de in- proporciona un atractivo lenguaje para los crea-
novación regional (sir) y las regiones de aprendizaje dores de políticas en diferentes tipos de regiones,
(ra) han extendido y desarrollado su preocupación señalando un conjunto de capacidades (para in-
por procesos de crecimiento endógeno dentro de novación, actividad empresarial) y relaciones (por
las regiones. Con origen en la década de 1990, tan- ejemplo, entre empresas y universidades y los ins-
to los conceptos de sir como de ra comprenden en titutos de investigación) que requieren ser nutridas
su núcleo un interés respecto a la competitividad y desarrolladas (Morgan, 1997). El trazo aparente
regional en el contexto de un cambio hacia una de una tercera vía entre los enfoques basados en
Economía basada en el conocimiento. Este enfoque el mercado, y aquéllos con base en el Estado hacia
tuvo una inluencia mayor en la agenda de com- un desarrollo regional, se conecta política e intelec-
petitividad sobre la política económica a niveles tualmente con los proyectos económicos nacionales
nacionales y europeos en la década de 1990. Ejem- más grandes del nuevo laborismo y los nuevos de-
416 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

mócratas bajo Blair y Clinton, respectivamente (ver esto está enlazado a redes institucionales de colabo-
lo anterior). ración con base en el desarrollo del capital social y
Ambos conceptos ofrecen interpretaciones su- en la conianza:
tilmente diferentes de la naturaleza y el papel de
las instituciones (tabla 1). La inquietud principal No resulta sorpresivo, por lo tanto, que la acción
del trabajo sobre los sistemas de innovación regio- innovadora se conciba intelectualmente en térmi-
nales es identiicar empíricamente y valorar las re- nos sistémicos. Las economías más desarrolladas
laciones entre las diferentes organizaciones del lado tienen como común denominador esta informa-
de la oferta (en el sentido duro de las instituciones) ción sistémica, y el lujo de conocimientos entre
que facilitan la innovación y la competitividad re- socios, al llevar a cabo la innovación. La evolución
gionales (Cooke et al., 1998). Los sistemas de inno- de la capacidad innovadora [...] recae fundamen-
vación regional exitosos son aquellos que muestran talmente en la activación del capital social y en la
altos niveles de colaboración y conianza entre las propagación de relaciones coniables entre los di-
instituciones y las empresas regionales. En debates versos actores (Cooke, 2002, p. 99).
sobre las regiones de aprendizaje, la atención cam-
bia a un sentido menos tangible de las instituciones Como se indica, la literatura que gira en tor-
como interdependencias no negociadas (Storper, no a usar el término en español ya introducido, re-
1995, 1997), las cuales son convenciones y prácticas giones de aprendizaje (ra), tiende a poner mayor
sociales localmente arraigadas que fundamentan énfasis en los activos relacionales más blandos que
la creación del conocimiento (Maskell et al., 1998). surgen de las prácticas de aprendizaje colectivas,
Esta visión más blanda de las relaciones sociales y dentro de una región en particular (Morgan, 1997;
de las instituciones ha sido criticada en otros frentes Storper, 1997). Pero este enfoque común sobre la
como una conceptualización difusa, difícil de ope- naturaleza cooperativa de las relaciones económi-
racionalizar y, por lo tanto, de probar mediante la cas captura solamente un lado de la ecuación de la
investigación empírica (Markusen, 1999).4 Nuestra interacción social, y fracasa en reconocer los efec-
discusión, en este punto, concierne principalmen- tos de las relaciones de poder desigual entre las
te a cómo los enfoques del sistema de innovación empresas (Taylor, 2000). En este contexto, resulta
regional y de las regiones de aprendizaje concep- interesante observar que la investigación empírica
tualizan el poder y el espacio, además de las impli- reciente sobre innovación a través de las diferentes
caciones que esto conlleva en términos de cómo el regiones europeas muestra que gran parte de la in-
problema del desarrollo regional está enmarcado y novación de las empresas pequeñas tiende a ir en
representado (ver siguiente sección). incremento y a ser reactiva por naturaleza, lleván-
Abordando los temas de poder, ambos enfo- dose a cabo dentro de redes verticales dominadas
ques tienden a reducir la amplia concepción institu- por grandes corporaciones (Todtling y Kaufman,
cionalista de la Economía, que comprende un gru- 2001). De manera más general, existe una escasa
po de relaciones sociales en evolución a (solamente) consideración dentro de la literatura en cuanto a
una airmación acerca de la importancia de las re- usar sistemas de innovación regional y regiones de
laciones de aprendizaje localizadas y la conianza aprendizaje, ya sea de los incentivos a corto plazo
en sostener un crecimiento regional (tabla 1). En la para que las empresas no tomen parte en las re-
literatura de los sistemas de innovación regionales, laciones de colaboración, apropiándose del conoci-
miento para obtener una ganancia a corto plazo, o
4 Una crítica que también puede ser nivelada de de las diicultades de sostener relaciones altamente
acuerdo con la vieja tradición institucional en Economía. coniables en las redes interempresariales sobre el
instituCionEs, podEr y EspaCio 417

largo plazo (Harrison, 1994; Jessop, 2000). Aunque En relación con los asuntos de espacio y es-
la inluencia del debate sobre los distritos industria- cala (Brenner, 2001), el énfasis en las instituciones
les es aparente en que la sugerencia acerca de que regionales resulta en un abandono del papel de los
las regiones exitosas contienen una mezcla de re- procesos e instituciones que operan a otras escalas
laciones cooperativas y competitivas (Amin, 2000; espaciales, al apoyar (u obstaculizar) los procesos de
Saxenian, 1994), el concepto de la competencia innovación (tabla 1) (Bunnell y Coe, 2001). Aunque
cooperativa de algún modo permanece impreciso. las literaturas del sistema de innovación regional y
En particular, gran parte de la investigación se que- de las regiones de aprendizaje colocan a las regio-
da corta en deinir cuáles prácticas son cooperativas nes en un contexto más amplio, la consideración
y cuáles son competitivas, así como en demostrar de los procesos más extensos tiende a ser bastante
las maneras especíicas en las que la cooperación somera y supericial, presentando típicamente la
pueda superar las rivalidades entre las empresas declaración de que la globalización ha socavado la
para generar éxito económico (Markusen, 1999). coherencia económica nacional, requiriendo que el
En un nivel más amplio, existe la noción de apoyo hacia la innovación y el aprendizaje esté con-
que tanto la literatura de los sistemas de innova- centrado a nivel regional (Cooke y Morgan, 1998;
ción regional, como la de las regiones de aprendiza- Storper, 1997). De acuerdo con Cooke y Morgan
je minimizan la signiicancia de ciertas diferencias (1998, p. 80), la escala regional es particularmente im-
y la división dentro de las regiones y formas de portante en cuanto al nivel estratégico más bajo en
expresión política que éstas puedan generar. En- el cual las empresas y las instituciones puedan sos-
tre las divisiones importanes pueden incluirse tener una interacción y generar conianza. Como
aquellas entre una élite de líderes empresariales, se indicó anteriormente, dichas airmaciones hacen
gerentes estatales y la mayoría de los residentes; referencia a la importancia del conocimiento tácito
entre los representantes del capital extranjero y de proporcionar ventajas locales que son difíciles de
los negocios locales; y entre diferentes áreas geo- duplicar en alguna otra parte (Maskell et al., 1998).
gráicas. La tendencia de presentar a las regiones La escala global de las actividades proporciona
un conjunto de soluciones para la supervivencia y un respaldo importante en este punto, al funcionar
el crecimiento en una economía basada en el co- como el sitio de reestructuración de los procesos,
nocimiento (Amin, 1999; Cooke, 2002) nos brinda los cuales han conducido a un resurgimiento de las
un panorama pobre para obtener una visión más economías regionales (Storper, 1995) y como una
amplia del desarrollo económico como una arena fuente de demanda externa por productos y ser-
política abierta a proyectos y a agendas en compe- vicios innovadores (tabla 1). Entonces, un discurso
tencia. Esta omisión de la política de desarrollo re- de globalización económica es típicamente utiliza-
gional releja un problema ilosóico subyacente en do para enmarcar y respaldar las explicaciones del
términos del fracaso para conceptualizar la catego- aprendizaje regional. Éstas por lo general están
ría fundamental de la región, y para identiicar las enmarcadas en términos evolucionistas, resaltando
condiciones concretas en particular, bajo las cuales la necesidad de que las regiones eviten el estanca-
las regiones se convierten en entidades signiicati- miento de las trayectorias de desarrollo particula-
vas (Lovering, 1999). En consecuencia, los temas res por medio de la búsqueda y el mejoramiento de
claves de la política de innovación y aprendizaje sus productos y servicios (Cooke y Morgan, 1998;
son aceptados a valor nominal como imperativos Storper, 1997). Aunque la importancia de la aper-
urgentes, en vez de considerarse como parte de un tura a fuentes más extensas de conocimiento y a la
discurso cargado de poder promovido por las élites experiencia es reconocida en ocasiones, existen po-
regionales (Raco, 2002). cos estudios que en realidad incorporen la opera-
418 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

ción de dichas redes globales al análisis empírico de falsa y confusa analogía entre la corporación y la
la innovación regional y del aprendizaje. Al mismo región o nación (Krugman, 1996).
tiempo, la relación entre el resurgimiento aparente Un punto muy cercanamente relacionado es
de la región y la continua reestructuración de los el descenso de la categoría abstracta de la región
estados nacionales representa otro eslabón perdi- (de aprendizaje o inteligente) a un interés por las
do notable del trabajo institucionalista (MacLeod, circunstancias concretas de una región especíica
2001a, 2001b). Mientras que por una parte la in- (Lovering, 1999). Lo que hace falta aquí es cual-
quietud por las condiciones dentro de las regiones quier esfuerzo por conceptualizar las regiones
señala que la globalización está dando como resul- como categorías sociales u objetos, y su unidad y
tado un marchitamiento del Estado nacional (Oh- coherencia tienden a ser dadas por hecho. En este
mae, 1995), por otra, recientes contribuciones a la caso, la literatura de la Geografía Económica sobre
literatura geográica resaltan el continuo papel de los sistemas de innovación regional y las regiones de
los estados nacionales, señalando el desarrollo de aprendizaje permanece separada de, y desinforma-
nuevas formas de intervención y regulación, en res- da por, argumentos teóricos acerca de la construc-
puesta a los retos de la globalización y la fragmenta- ción de las regiones (Allen et al., 1998; Johnston,
ción (Peck, 2001; Swyngedouw, 2000). 1991; Paasi, 1991, 1996). Mientras que la investi-
Uno de los principales efectos de estas dei- gación sobre los sistemas de innovación regional
ciencias analíticas es motivar un tratamiento on- y las regiones de aprendizaje aborda los procesos
tológicamente falso de las regiones como agentes contemporáneos del desarrollo económico, esto re-
estratégicos con poderes causales propios, como quiere demostrar un mayor conocimiento acerca
se indica, por el uso de términos tales como regio- de cómo emergen las regiones de la ubicación de
nes inteligentes o regiones de aprendizaje (Cooke la gente en un espacio, a través de los procesos his-
y Morgan, 1998; Florida, 1995; Morgan, 1997). La tóricos, los cuales comprenden la construcción de
literatura de la región de aprendizaje en particular una conciencia e identidad regionales que surgen
muestra esta tendencia hacia el fetichismo espacial, de diversos intereses y agendas (Paasi, 1991, 1996).
arraigado en un desliz conceptual desde el nivel de Dichas literaturas se ocupan particularmente
la empresa al de la región. Esto es evidente en espe- de la necesidad de movilizar los recursos regiona-
cial en la referencia a las regiones como entidades les y las capacidades hacia el propósito aceptado
colectivas que compiten y aprenden (Cooke y Mor- de competir exitosamente en una economía global.
gan, 1998; Morgan, 1997; Storper, 1997). Aunque En algunos aspectos, esta orientación parece en-
las presiones de la globalización y el cambio tecno- trar en conlicto con una ontología institucionalista
lógico pueden estar magniicando la importancia más profunda, la cual considera la Economía como
de la innovación y el aprendizaje en una economía un proceso instituido, moldeado por normas y re-
impulsada por el conocimiento, resulta ciertamente glas preexistentes. En un soisticado esfuerzo por
inválido extender la noción de la competitividad a aplicar el pensamiento institucionalista a temas de
las agrupaciones sociales deinidas territorialmente desarrollo regional, Amin (1999) identiica las dife-
como naciones o regiones (Lovering, 2001, p. 350; rentes racionalidades de acción, apoyándose en la
Krugman, 1996). En términos simples, son las em- distinción de Simon (1976) entre las racionalidades
presas individuales las que aprenden y compiten, sustantivas y de procedimiento, y la noción de Sabel
no las regiones o las naciones como tales. Este argu- (1994) de una racionalidad relexiva.
mento tiene implicaciones serias y de largo alcance
para la política, estableciendo que el enfoque pre- Una racionalidad sustantiva basada en reglas, la
dominante al desarrollo económico se basa en una cual motiva respuestas reactivas hacia el ambiente
instituCionEs, podEr y EspaCio 419

externo, está pobremente equipada para el apren- nas visiones importantes hacia procesos de desa-
dizaje y la adaptación. La racionalidad de proce- rrollo regional, hemos argumentado que a in de
dimientos […], basada en una interpretación cog- cuentas cae en un entendimiento muy supericial
nitiva y conductual de los agentes económicos del de los vínculos entre las instituciones, el poder y el
ambiente externo, favorece el ajuste incremental y espacio. Al desarrollar algunos conceptos alterna-
la adaptación. En contraste, una racionalidad re- tivos para alimentar la investigación empírica, es-
lexiva que comprenda un comportamiento estra- tamos fuertemente inluidos por la obra marxista
tégico y que monitoree las metas […] motiva la an- de principios de la década de 1980, la cual enfati-
ticipación experimental y las acciones que buscan zó cómo se produce el espacio a través de las rela-
moldear el ambiente externo. El marco cognitivo ciones sociales en conlicto (Harvey, 1982; Massey,
de los actores e instituciones regionales, en suma, 1984; Smith, 1984).
es la fuente central del aprendizaje (Amin, 1999, También vale la pena recordar algunas leccio-
p. 372). nes importantes de debates anteriores en torno a
la noción de la localidad y de la idea de una nue-
En el esquema de Amin, el aprendizaje es el va geografía regional (Cox y Mair, 1991; Johnston,
medio a desarrollar para las regiones menos favo- 1991). En particular es importante evitar abstraer
recidas, mientras que la racionalidad relexiva ofre- como esencial lo local y lo regional como escalas de
ce la más apropiada racionalidad para aprender y, análisis (Sayer, 1991), considerando el desarrollo
por tanto, moldear el ambiente externo (en el sen- de las regiones en el contexto de los procesos po-
tido más elástico del término). Siguiendo esta lógica líticos, económicos y sociales más extensos (Passi,
deductiva, la política del gobierno no debe estar di- 1991; Thrift, 1983).5 Esto sugiere la necesidad de
rigida únicamente a promover el aprendizaje, sino identiicar y desarrollar un conjunto de conceptos
también a fomentar las condiciones que lo motivan de nivel medio que nos permitan vincular circuns-
y lo facilitan; es decir la racionalidad relexiva. Sin tancias concretas con procesos y mecanismos más
embargo, al remarcar la necesidad para que las re- abstractos (MacLeod, 1999).
giones movilicen sus recursos y capacidades para Nuestro enfoque permanece anclado en una
poder competir más efectivamente en una econo- economía política, aunque reconocemos la signii-
mía global, el énfasis en la relexividad (Storper, cancia de las ideas postestructurales y postcolonia-
1997) parece recaer esencialmente sobre una muy les (Barnes, 1995). En efecto, nuestra respuesta a
instrumental concepción de racionalidad, como el estos retos es utilizarlos para remodelar y desarro-
medio para un in. Esto es indicativo de una mayor llar nuestro enfoque de economía política, relexio-
tendencia para aceptar, al menos implícitamente, nando sobre una mayor reformulación de la Geo-
el marco neoliberal existente del capitalismo glo- grafía Económica durante la última década (Lee y
bal con investigadores y creadores de políticas, en- Wills, 1997, p. 357). Al subrayar la necesidad de un
focándose en la necesidad de que las regiones se enfoque de economía política que sea más sensible
adapten a los requerimientos de este orden predo- a las cuestiones del lenguaje, la identidad y el signi-
minante, a través del aprendizaje y la innovación. icado, volteamos la vista hacia el realismo crítico en
busca de un fundamento ilosóico (Bhaskar, 1989;
3. HaCia un ConCEpto más amplio Sayer, 1992). La esencia de la postura realista es la
dE las instituCionEs: El podEr y El EspaCio airmación ontológica de que existe una realidad

Mientras que el trabajo institucionalista reciente en 5 No se trata de geografía regional, sino de regio-

la Geografía Económica ha proporcionado algu- nes en la geografía (Johnston, 1991).


420 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

independiente, compuesta de objetos sociales y sis con una tendencia de trabajo que considera la
estructuras; aunque crucialmente nuestro conoci- escala como una estructura material o un andamia-
miento y entendimiento de esto siempre es parcial je territorial (Brenner, 1998; Swyngedouw, 1997)
y provisional, al ser canalizado mediante el discur- sujeto a oleajes periódicos de reestructuración,
so y la representación (Sayer, 1992; Pratt, 1995; siendo que otros investigadores están más preocu-
Yeung, 1997).6 Como tal, la preocupación por el pados por cómo se incorpora la escala dentro de
papel del lenguaje y su representación no es anti- ciertas representaciones o narrativas del cambio
tética para con el realismo crítico, aunque sí lo son económico o político (Hay, 1995; Jones, 1998).
algunas formas del análisis discursivo que niegan la Nuestra intención es vincular estas dos tendencias
existencia de cualquier mecanismo causal fuera del de la literatura más cercanamente, y sugerir que un
texto dado, que incurren en la falacia epistémica de enfoque del neoliberalismo (Peck y Tickell, 2002)
asumir que la realidad es social y discursivamente nos ayuda a mediar entre las dimensiones materia-
construida (Bhaskar, 1989; Pratt, 1995, p. 70). Al les y las discursivas de la política regional. Inquie-
caer nuevamente en este tipo de tercera manera tudes acerca de la globalización, la transferencia
ilosóica entre el materialismo y el idealismo, de- de poder y la economía basada en conocimiento
seamos mantener una apreciación de las dinámicas indican que las relaciones sociales han estado su-
básicas del desarrollo capitalista, mientras que reco- jetas a un importante proceso de establecimiento
nocemos la importancia del discurso y la represen- de una nueva escala desde la década de 1970 (Mac-
tación en la construcción de nuestro conocimiento Leod y Goodwin, 1999; Swyngedouw, 1997), y el
de, y las respuestas a, procesos de cambio económi- neoliberalismo ha enmarcado la interpretación
co y político (Hay, 1995, 1996). pública de, y las respuestas políticas a, este proceso
Una cuestión clave que nuestro enfoque debe más amplio (Peck y Tickell, 2002). Como lo hemos
atender es la escala. En contraste con el énfasis tra- señalado, por ejemplo, el énfasis instrumentalista
dicional sobre las unidades ijas espaciales, recientes en la necesidad de que las regiones promuevan la
contribuciones a la literatura insisten en que las es- innovación y el aprendizaje, para poder competir
calas geográicas, tales como las escalas locales y glo- en una economía global, releja ciertas suposiciones
bales, se producen socialmente, en el sentido de neoliberales acerca de la dirección y consecuencias
estar activamente “implicadas en la construcción del cambio económico.
de procesos sociales políticos y económicos” (De- Al mismo tiempo, argüimos que el enfoque de
laney y Leitner, 1997, p. 93; Swyngedouw, 1997). la regulación está vigente como un método para el
Como tal, la investigación explora cómo las relacio- análisis de las relaciones institucionales a través del
nes sociales que operan a través de diferentes esca- espacio (Jones, 1997). Aunque el acelerado ciclo de
las geográicas interactúan en la reproducción del renovación de las ideas en la academia signiica que
escenario político y económico a lo largo del tiempo. los debates han pasado a otros aspectos, sugerimos
Más allá del énfasis común en la producción social importantes lecciones conceptuales y metodológi-
de la escala, existen ciertas diferencias en el énfa- cas que se pueden obtener del trabajo regulacio-
nista de principios hasta mediados de la década de
6 En este sentido, las críticas del realismo crítico co- 1990. En particular, los enfoques sobre regulación
mo una ilosofía totalizadora recaen en un malentendido de tercera generación nos brindan un útil punto de
básico, relejando la manera en la que ha resultado im- partida en términos de sus inquietudes, en cuanto
plicada dentro de las críticas posmodernistas del discurso
a la regulación como un proceso abierto, el papel
cientíico. El realismo crítico realiza sus airmaciones a un
nivel ontológico en lugar de epistemológico (Pratt, 1995; del Estado y la geografía de regulación (Hay y Jes-
Yeung, 1997). sop, 1995; Jones, 1997; MacKinnon, 2001; Painter
instituCionEs, podEr y EspaCio 421

y Goodwin, 1995). La noción de la regulación como y de control sobre el espacio donde las regiones
un proceso constituido a través de un conjunto de centrales tienden a ocupar posiciones dominantes,
prácticas materiales y discursivas fundadas en con- y en que las regiones periféricas desempeñan pape-
textos espaciales particulares (Painter y Goodwin, les marginales dentro de estructuras más extensas
1995) destaca el papel de las instituciones regiona- de acumulación y regulación. Por lo tanto, “lo que
les como canales institucionales claves, por medio importa es la relación entre las regiones, y no simple-
de los cuales las prácticas regulatorias más exten- mente las características de las regiones” (Massey,
sas son interpretadas y a in de cuentas produci- 2001, p. 7, las cursivas son del original).
das (Goodwin y Painter, 1996, p. 645; MacKinnon, Estas contribuciones centran su atención en
2001). En este contexto, el desarrollo relaciona- la política que rodea la formación e implementa-
do de la teoría de estado neo-gramsciana (Jessop, ción de estrategias y agendas de desarrollo regio-
1990) proporciona un conjunto de herramientas nal, demostrando que las identidades regionales se
conceptuales para analizar la estrategia de agencia construyen a partir de un conjunto de relaciones
y política a través del espacio (Jessop, 1997; Mac- sociales en conlicto. El concepto neo-gramsciano
Leod y Goodwin, 1999), dirigida tanto al abandono de proyectos hegemónicos resulta de un conside-
de la política dentro de las teorías de regulación de rable interés en este punto, proporcionando un
primera y segunda generación (Hay, 1995; Jenson, medio para analizar la formación de coaliciones
1990), como al funcionalismo de las generaciones regionales en relación con la construcción de iden-
anteriores de la teoría de estado marxista (Offe, tidades regionales y con la inclusión y exclusión de
1974). Al ver al Estado como una relación social ciertos grupos (Jessop, 1990, pp. 207-218, 1997;
que deriva su especiicidad de la interacción dialéc- MacLeod y Goodwin, 1999). En este contexto, la
tica entre las formas del Estado y las estrategias de relación entre la acción social y el espacio es consi-
varios grupos sociales, Jessop (1990, 1997) centra derada de mejor forma en términos de la actuación
su atención en los vínculos entre los mecanismos de los grupos de élite, en nombre de una región o
regulatorios más extensos y los intereses sociales y localidad particular, más que de las regiones mis-
políticos especíicos dentro de las regiones. mas consideradas como agentes (MacLeod, 1999;
La obra de Allen (et al., 1998) sobre los proce- MacLeod y Goodwin, 1999). La producción de regio-
sos de reestructuración en el sureste de Inglaterra nes mediante la relación dialéctica entre la acción
nos proporciona algunos discernimientos concep- regional y los procesos sociales más extensos supo-
tuales sobre los procesos del desarrollo regional. ne tanto dimensiones materiales como discursivas
Haciendo eco de los trabajos recientes sobre la po- (Allen et al., 1998). La dimensión material se reiere
lítica de escala, éstos extienden la concepción rela- al sentido en el que la hegemonía de un conjunto
cional de Massey (1991) acerca del lugar, argumen- de intereses regionales sobre otro tenderá a relejar
tando que las regiones deben entenderse como una las ventajas en términos de recursos, redes y capa-
“serie de espacios abiertos y discontinuos constitui- cidades organizacionales, mientras que el elemen-
dos por relaciones sociales, las cuales se extienden to discursivo señala la necesidad de que el grupo
a través de los mismos, de diversas maneras” (Allen dominante desarrolle una narrativa convincente
et al., 1998, p. 5). Desde esta perspectiva, el sures- y coherente de la región, que fomente un apoyo
te de Inglaterra puede conceptualizarse como una ideológico más extenso (Gramsci, 1971).
región neoliberal del centro (p. 2) dada su hegemó- Las nociones de regulación como un proceso,
nica posición política y económica durante las déca- la construcción de regiones y de proyectos hege-
das de 1980 y de 1990. En este sentido, los patrones mónicos ofrecen ciertos conceptos útiles de alcance
del desarrollo regional relejan relaciones de poder medio para alimentar una investigación concreta
422 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

en particular sobre la política del desarrollo eco- mica, conlleva a un enfoque sobre las condiciones
nómico en las regiones (Jones, 1997; MacKinnon, dentro de las regiones, aislando la posibilidad de
2001). Como se implica en partes anteriores de esta una política espacial más intervencionista. Una po-
sección, existen al menos dos conjuntos de cuestio- lítica interregional más activa incluiría, en contras-
nes en las que dicha investigación debe enfocarse. te, elementos de una política regional tradicional,
Primeramente, la relación entre los intereses particularmente un énfasis en la redistribución de
regionales y las instituciones de Estado, tales como los recursos entre las regiones y los esfuerzos para
agencias de desarrollo, particularmente en térmi- controlar el crecimiento en el núcleo. Sin embargo,
nos de las presiones sobre las agencias de desarrollo estos aspectos de keynesianismo espacial (Martin
para apelar a ciertas circunscripciones, tales como y Sunley, 1997) deben introducirse adicionalmente
los negocios; el punto hasta el cual los intereses de a los esfuerzos para fomentar el crecimiento den-
dichos grupos son institucionalizados y reprodu- tro de regiones más pobres y no en lugar de éstos
cidos mediante el estado regional; y los efectos de (Amin, 1999). No argumentamos a favor del regre-
esto sobre otros intereses (por ejemplo, sindicatos so a las políticas fallidas de las décadas de 1960 y
o el sector voluntario). En segundo lugar, las estra- 1970, sino que apelamos a una mayor considera-
tegias y las prácticas que las instituciones particula- ción de la dimensión interregional.
res y los grupos de élite asociados con éstas llevan a Un enfoque que busque tomar esta dimensión
cabo para apelar a la mayor comunidad, frecuen- en serio necesitaría ser sensible a la arremetida de
temente a través de la construcción y airmación de favorecer un tipo de nivelación descendiente, res-
un interés regional (Jessop, 1997, p. 62; MacLeod tringiendo el desarrollo del núcleo sin crear un mo-
y Goodwin, 1999), y las respuestas que esto engen- mentum suiciente para el crecimiento de regiones
dre. Una investigación concreta que se enfoque en periféricas. Sería necesario ser altamente selectivo,
esta política interregional del desarrollo económi- utilizando fondos del gobierno central para atraer
co, en el contexto de los procesos más extensos de las actividades económicas adecuadas a las regiones
globalización y promesas de transferencia de poder, periféricas, incluyendo funciones avanzadas, como
promete no solamente proporcionar una visión de la investigación y el desarrollo, pero también acti-
la dinámica de la reestructuración del Estado, sino vidades más rutinarias, las cuales ofrezcan niveles
también respuestas a preguntas académicas más signiicativos de empleo e ingresos. Sin embargo,
profundas acerca de la formación e implementa- para realmente dirigir las disparidades regionales,
ción de las agendas regionales (ver arriba). esto requeriría ser parte de un proyecto de redis-
Una perspectiva relacional sobre las regiones tribución más extenso apoyado por el gobierno
apunta hacia los límites de las políticas de desarro- central. Los elementos claves de dicho proyecto de-
llo endógenas favorecidas por los gobiernos na- ben incluir un salario mínimo incrementado, ma-
cionales y por la Comisión Europea, dado que los yor dispersión de agencias del estado central y un
problemas de las regiones menos favorecidas están sistema más equitativo al asignar el gasto público
enlazados a su relación con las regiones centrales, entre las regiones (Morgan, 2001). Las disparida-
en lugar de simplemente relejar características in- des regionales no pueden abordarse solamente me-
ternas defectuosas (tales como una falta de senti- diante una política espacial, sino que requieren que
do empresarial o innovación). La manera en que el impacto regional de otros elementos de la políti-
el asunto del desarrollo regional está enmarcado ca gubernamental sean valorados de modo que se
discursivamente es muy signiicativo en términos puedan atender los efectos espacialmente selectivos
de cómo el énfasis en las regiones que compiten de las políticas ostensiblemente no espaciales (Jo-
en una economía, cada vez más globalizada y diná- nes, 1997; Peck, 1994). Esto debe vincularse con un
instituCionEs, podEr y EspaCio 423

mayor enfoque sobre el desarrollo de los sectores ciencia releja, en parte, una tendencia de dar por
no globalizados, tales como los servicios del consu- hecho la coherencia y unidad de las regiones con
midor, los cuales tienden a representar la mayor una investigación contemporánea sobre el apren-
parte del empleo y la producción en las regiones dizaje y la innovación, divorciada de debates más
europeas (Krugman, 1996; Lovering, 2001; Raco, profundos acerca de la producción de espacios re-
2002). Aunque los prospectos para dicho aleja- gionales (Allen et al., 1998; Paasi, 1991, 1996). Sien-
miento de la ortodoxia pudieran parecer remotos, do éste el caso, se requiere nutrir los estudios sobre
con la integración monetaria europea, presentando el desarrollo económico con un sentido político
una gran barrera institucional a una escala supra- mucho más fuerte, evaluando las maneras posibles
nacional, la creciente oposición global al neolibera- en que se producen y se reproducen las regiones a
lismo (Klein, 2001) puede servir para abrir nuevos través de las acciones de grupos e instituciones so-
espacios discursivos en torno a este tipo de asuntos. ciales en particular (MacKinnon y Phelps, 2001;
MacLeod, 1999).
En respuesta a estas deiciencias, enfatiza-
ConClusionEs ríamos la necesidad de redescubrir un sentido de
economía política (Martin y Sunley, 2001), requi-
Nuestra intención en este ensayo ha sido evaluar riendo el desarrollo de un enfoque más relacional
el reciente cambio institucional en los estudios de y dinámico para asuntos de poder y espacio. En lu-
Geografía Económica y en el desarrollo regional. gar de comenzar desde lo que Thrift y Olds (1996)
El discernimiento clave en este punto es que la Eco- denominan como la presuposición topológica de la
nomía está socialmente constituida y, por lo tanto, región acotada, la investigación debe enfocarse en
moldeada por contextos institucionales especíicos. cómo los procesos de reestructuración económica
El institucionalismo puede ser interpretado, en este y política involucran el reordenamiento y replan-
sentido, como parte de un cambio económico más teamiento de las relaciones sociales, a través de
profundo en la Geografía Económica, el cual ha las diversas escalas, desde lo local hasta lo global.
buscado incorporar las dimensiones sociales y cul- Desde esta perspectiva, el resurgimiento de ciertas
turales de la vida económica a un análisis geográi- economías regionales (Storper, 1995) está ligada a
co (Martin y Sunley, 2001). Al mismo tiempo hemos la mayor dinámica del desarrollo desigual bajo el
sugerido que dicho trabajo institucionalista no sólo capitalismo, arraigado en una ecualización y dife-
tiende a encubrir las divisiones sociales dentro de renciación dialéctica de las condiciones sociales y
las regiones, sino que también a negar la función económicas a través del espacio (Smith, 1984). En
de procesos más extensos del desarrollo desigual vez de defender un abandono sistemático del ins-
(Walker, 1998). Al reairmar la importancia de las titucionalismo (Wood y Valler, 2001), sugerimos
instituciones y de los actores regionales, las explica- que el potencial de los enfoques institucionalistas
ciones de los sistemas de innovación regional y las se pueda realizar de la mejor manera, vinculando
regiones de aprendizaje fracasan en considerar las estos enfoques con una economía política espacial
diferencias del poder y de la ideología entre grupos rediseñada. Aunque inevitablemente esto se en-
e intereses especíicos. En consecuencia, la mayor frentará a considerables diicultades conceptuales y
parte de la literatura se ciega ante la posibilidad de metodológicas, dados los distintos orígenes y orien-
que el desarrollo de estrategias y agendas regiona- taciones de los dos cuerpos de conocimiento, dicha
les en particular pudiese simplemente relejar la síntesis teórica podría combinar una sensibilidad
institucionalización de los intereses de algunos gru- hacia la diferencia, el contexto y la contingencia
pos sociales sobre otros (Lovering, 1999). Esta dei- con una apreciación más fuerte de las realidades
424 andrEw CumbErs, danny maCKinnon, robErt mCmastEr

del desarrollo desigual, y con las refutadas rela- por la competitividad y la aceptación, tanto de la
ciones sociales bajo un capitalismo global desarro- necesidad de una estrategia interregional más acti-
llado (Perrons, 2001). Debates anteriores sobre las va, como del papel de los sectores ostensiblemente
localidades y la nueva geografía regional, nutrida no globalizados (Lovering, 2001). Ésta es una tarea
por la teoría de estructuración y el realismo crítico, importante que requiere que geógrafos y otros
parecen ofrecer una orientación conceptual y me- especialistas regionales se involucren más en el des-
todológica, resaltando la necesidad de conceptos de arrollo de la política pública (Martin, 2001), seña-
nivel medio para mediar entre categorías abstractas lando las limitaciones de los enfoques existentes y
y realidades concretas (Cox y Mair, 1991; MacLeod, trabajando para formular alternativas coherentes
1999). En este contexto, la investigación de casos de y verosímiles.
estudio parece tener mucho que ofrecer como un
medio de examinar la manera en que los procesos
se agotan en los distintos escenarios, evaluando los rEfErEnCias bibliográfiCas
efectos de las interacciones contingentes, e identii-
cando la inluencia del contexto a través de investi- Agnew, J. (2000), “From the Political Economy of
gaciones comparativas entre regiones (Peck, 2002, Regions to Regional Political Economy”, Pro-
pp. 4, 12). gress in Human Geography, vol. 24, pp. 101-110.
Las implicaciones políticas del cambio institu- __________ (ed.) (1997), Political Geography: a Rea-
cional en la Geografía Económica han sido tema de der, Londres, Arnold.
disputa (Wood y Valler, 2001). Mientras que defen- Allen, J. (1997), “Economies of Power and Space”,
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doxias predominantes acerca de la globalización, la E. y T. Barnes (eds.), Companion to Economic
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indica en este ensayo, nuestra visión es más apega- __________ (1999), “An Institutionalist Perspective
da a la de Lovering, pues argumentamos que gran on Regional Economic Development”, Inter-
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excluir los proyectos de desarrollo económico al- search,vol. 23, pp. 365-378.
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Comentarios al trabajo de Andrew Cumbers, Danny MacKinnon
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evaluando los límites del institucionalismo en la Geografía Económica”

fEdEriCo moralEs barragán


Programa de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Mesoamérica
y el Sureste/unam

introduCCión asocia con el institucionalismo histórico representa-


do por autores, como Veblen y Commons.1
El comentario al artículo se desarrolla en dos
El capítulo de Cumbers, MacKinnon y McMaster secciones; en la primera, se subraya el carácter cons-
(2003) contribuye a la discusión de los desafíos que titutivo de las instituciones en toda relación social,
resultan de incluir las instituciones en el análisis de ahí la trascendencia de incorporar el análisis de
regional contemporáneo. En la propuesta de estos aquéllas en los estudios regionales. En la segunda
autores, destaca su crítica a omitir el estudio de las sección se relexiona en torno a las apreciaciones de
relaciones de poder vigentes al interior de las re- Cumbers, MacKinnon y McMaster acerca de los lí-
giones, así como las que se desarrollan entre éstas; mites del institucionalismo respecto del análisis del
de igual modo, sobresale su cuestionamiento a con- poder y las relaciones entre ámbitos territoriales de
siderar las escalas geográicas como unidades espa- distinto orden.
ciales predeterminadas y no como delimitaciones Los planteamientos vertidos en esta última
territoriales socialmente construidas; esto, según sección parten de las consideraciones siguientes:
ellos, ha introducido un sesgo esencialista en el aná- como reconocen los propios autores, el institucio-
lisis regional que otorga preeminencia a la región nalismo no es una corriente homogénea, las limita-
respecto de cualquier otra escala territorial. Ambos
señalamientos tienen su fundamento en una tradi- 1 Para Veblen, por ejemplo, las instituciones eran
ción analítica, que concibe las instituciones en un patrones de ideas, no entidades organizacionales. Él las
deinió como el conjunto de hábitos de pensamiento pre-
sentido más amplio al habitual, de las llamadas re-
sentes en la generalidad de las personas. En dicho con-
glas del juego, o al aún más estrecho que las reduce junto incluía las costumbres, los cánones de conducta, los
a cierto tipo de organizaciones. Dicha tradición se principios de derecho y propiedad (Sowell, 1998).

[431]
432 fEdEriCo moralEs barragán

ciones deberían atribuirse entonces a autores espe- Para evitar equívocos, en este comentario se
cíicos, no al enfoque en su conjunto; en segundo asume el signiicado que Scott (2001) otorga a las
lugar, las críticas planteadas se reieren más bien a instituciones, el cual considero que es compartido
una concepción restringida de las instituciones, sos- por Cumbers, MacKinnon y McMaster, y se nutre
tenida por algunos regionalistas, y no a contribu- de la tradición histórica del institucionalismo (ver
ciones de cuño institucionalista; por ello sería más nota 1). Las instituciones se deinen como estructu-
adecuado hablar de las carencias del análisis regio- ras sociales constituidas por tres tipos de sistemas:
nal, que pretende fundamentarse en la vertiente de regulación, normativos y culturales-cognitivos.
histórica del institucionalismo económico. El primer tipo de sistema subraya la restricción que
las instituciones ejercen sobre el comportamiento
i humano; en cambio, la dimensión normativa pone
de relieve que las convenciones sociales no sólo
La consideración de las instituciones en el análisis limitan el comportamiento social, también lo ha-
regional contemporáneo es un hecho que merece cen posible, y por ello promueven la adopción de
celebrarse y sin duda forma parte de un interés más nuevos comportamientos. En cuanto al componen-
amplio desplegado en los últimos años por innu- te cultural-cognitivo de las instituciones, merece
merables colegas. Tal interés se orienta a restituir la recordarse la imagen expresada en los siguientes
riqueza del análisis económico reintegrando en su términos: “[c]ada institución humana es, como sea,
acervo conceptual y metodológico las dimensiones una sedimentación de signiicados o, para variar
histórica y social.2 Estos esfuerzos no sólo atañen a la imagen, una cristalización de signiicados en for-
la crítica del enfoque dominante a lo largo de casi ma objetiva” (Berger y Kellner, 1981 en Scott, 2001,
todo el siglo xx, caracterizado en buena medida p. 57).
por su desapego de la historia; también cuestionan La concepción de las instituciones como re-
las posiciones deterministas que dan preeminencia glas del juego acota su alcance a la restricción del
a las estructuras en el devenir de los sistemas socia- comportamiento humano. La evidencia ofrecida
les, asunto que se vincula con el conocido debate en por Cumbers, MacKinnon y McMaster indica que
torno a la relación agencia-estructura. No es extra- la recuperación del pensamiento institucionalista
ño pues que algunos geógrafos económicos parti- de algunos geógrafos regionales también ha consi-
cipen de aquel interés. “La economía institucional derado los componentes normativo y cultural-cog-
enfatiza el contexto social de la vida económica y la nitivo de las instituciones.
naturaleza dinámica evolucionista del crecimiento A diferencia del enfoque dominante del análi-
económico, proporcionando importantes elemen- sis económico, que omite el estudio de la ideología,
tos para los geógrafos interesados en cómo las con- pues la percibe como un factor que obstaculiza elec-
diciones sociales e institucionales dan forma a las ciones racionales, otras perspectivas que se nutren
posibilidades de desarrollo regional...” (Cumbers, del institucionalismo histórico y de corrientes evo-
MacKinnon y McMaster, 2003, p. 325).3 lucionistas destacan su importancia, pues conside-
ran que la ideología aporta un marco de referencia
2Alrespecto siempre resulta útil referirse a la bien al pensamiento y comportamiento de quienes inte-
conocida obra de Hodgson (2001), y al mismo tiempo gran un grupo social, en tanto que les ofrece “un
reconocer el papel destacado desempeñado por la Eu- conglomerado de creencias organizadas de manera
ropean Association of Evolutionary Political Economy
(EAEPE), http://eaepe.org/
3El número de página de las citas de Cumbers, Mac- a la traducción presentada en este libro. En adelante sólo
Kinnon y McMaster corresponde a la versión original, no se indica el número de página de dicho artículo.
ComEntarios a “instituCionEs, podEr y EspaCio...” 433

sistemática y posiblemente coherente” (Slembeck, mente incluye las instituciones. Un enfoque afín
2003, p. 130). Opiniones como la de John Stuart también ha sido compartido a lo largo de varias dé-
Mill, recordada por Hutt, son ahora prácticamente cadas por diversos autores interesados; por ejem-
desconocidas. “Una persona con una creencia es un plo, en el estudio del comportamiento empresarial.
poder social igual a noventa y nueve de ellas que Stinchcombe expresa enfáticamente que “las per-
sólo tengan intereses” (Hutt, 1936 en Slembeck, sonas construyen organizaciones que son cultural-
2003, p. 135). mente enraizadas e históricamente especíicas, lo
En la obra recién citada, Slembeck propone que releja las condiciones sociales de una coyun-
que las creencias pueden clasiicarse en normativas tura histórica particular” (Stinchcombe, 1965 en
y positivas. Las primeras expresan visiones acerca Aldrich, 2005, p. 451).
de cómo debería ser el mundo, mientras que las En el ámbito especíico del análisis territorial,
segundas muestran cómo se percibe éste. El com- Gilly y Pecqueur (2000) introducen el concepto de
portamiento de las personas se estructura entonces dispositivo regulador territorial (drt) para analizar
con base en ambos tipos de creencias, algunas de los territorios y sus dinámicas. En esta perspectiva,
las cuales forman parte del acervo de rutinas de un el territorio se compone de dos esferas analíticas
grupo social y constituyen mecanismos de transmi- distinguibles, pero consustanciales una a la otra:
sión de sus instituciones vigentes. la productiva y la institucional. La razón de ser de
La concepción más amplia de las instituciones, un sistema productivo territorial cualquiera reside
señalada en los últimos párrafos, coincide esencial- en su capacidad de resolver un problema producti-
mente con la opinión expuesta por Cumbers, Mac- vo mediante la acción colectiva localizada. El valor
Kinnon y McMaster, cuando presentan los aspectos agregado que resulta de esta acción es fruto de una
fundamentales que la Geografía Económica ha re- capacidad de aprendizaje técnico-productiva y de
cuperado de la economía institucional. la interacción social. Esta capacidad de resolución
necesita una visión común de los actores, la cual re-
La acción económica es moldeada por el contex- quiere para manifestarse de la articulación de los
to social y es dependiente de su trayectoria. Con actores mediante un compromiso institucional que,
respecto al primer aspecto, las instituciones son tomando en cuenta las regularidades sociales que
importantes porque vinculan “lo económico” y “lo se derivan de la proximidad geográica, favorezca
social” mediante un conjunto de hábitos, prácticas su coordinación y la oriente. Este compromiso ins-
y rutinas […] A este nivel las instituciones son dei- titucional es lo que Gilly y Pecqueur denominan el
nidas a grandes rasgos en términos de un rango de dispositivo regulador territorial.
convenciones informales y normas que dan forma El fundamento de este concepto reside en que
e inluyen sobre el comportamiento de los actores constituye una modalidad original de coordinación
económicos […] [La] “dependencia de la trayecto- basada en la proximidad geográica, pero que con-
ria” se reiere a las formas mediante las cuales está templa aspectos económicos e institucionales que la
estructurada la evolución de irmas particulares, rebasan. Es decir la construcción de un compromi-
tecnologías y territorios como una consecuencia de so institucional exige que los actores también tomen
decisiones pasadas (op. cit., p. 328). en cuenta normas y estándares internacionales, así
como reglas jurídicas y administrativas que rebasan
Con una perspectiva similar, Becattini y Ru- el ámbito local. Para estos autores, el dispositivo re-
llani (1996) señalan que la producción de bienes gulador territorial permite dar cuenta de los fun-
y servicios no puede separarse de la reproducción damentos mesoeconómicos de la dinámica de los
del conjunto del sistema social, el cual necesaria- actores, en la medida que analiza los compromisos
434 fEdEriCo moralEs barragán

institucionales especíicos que favorecen y orientan por Cumbers, MacKinnon y McMaster relaciona-
su coordinación en los ámbitos locales. Estos com- dos con el análisis del poder y las relaciones entre
promisos muestran, además, que las regulaciones ámbitos territoriales de distinto orden.
globales se articulan con las dinámicas económicas Previamente es necesario insistir en que la
e institucionales particulares y se maniiestan a una evidencia ofrecida por Cumbers, MacKinnon y Mc-
escala local. Master respecto a los límites del institucionalismo
Una concepción más rica de las instituciones en la Geografía Económica corresponde, más bien,
que contemple sus dimensiones regulatorias, nor- al uso que algunos regionalistas hacen de proposi-
mativas y culturales-cognitivas permite apreciar su ciones vagamente referidas a autores que pertene-
importancia en la constitución y devenir de los te- cen a la vertiente histórica del institucionalismo. Es
rritorios. Tal apreciación sólo es posible si éstos no decir no se ubica el vínculo estricto entre las contri-
se conciben como el mero soporte físico de la acti- buciones de autores como Veblen y Commons y las
vidad humana, sino como las expresiones históricas opiniones de diversos regionalistas mencionadas en
de la dimensión espacial; los territorios son pues el texto.
construcciones sociales. Crevoisier y Gigon (1998) El señalamiento de Cumbers, MacKinnon y
han manifestado de forma elocuente esta idea, al McMaster respecto de la omisión del análisis del
señalar que los territorios están cargados de senti- poder en los territorios es sin duda acertado. Estos
do, debido a su historia y habitantes que los dotan autores ofrecen evidencias acerca del énfasis des-
de valores y a los que vinculan con sus identidades. medido en la difusión de los procesos cooperativos
Las instituciones son entonces elementos in- que generan sinergias y conducen casi inexorable-
herentes a la coniguración de los territorios, pues mente a una mayor competitividad de las empre-
son una parte constitutiva de cualquier relación so- sas. Desde esta perspectiva, la cooperación tiene un
cial, no un componente yuxtapuesto que de pronto carácter prescriptivo que se expresa en la conocida
resulta pertinente incorporar en el análisis, como si divisa cooperar para competir. Las regiones apa-
las instituciones habitaran en un mundo distinto al recen así como entidades homogéneas donde no
de las relaciones sociales.4 Aquí se han presentado existen diferencias. Como señalan Cumbers, Mac-
contribuciones que argumentan justamente en el Kinnon y McMaster, los análisis son conducidos por
sentido opuesto, por ello la trascendencia de incor- las políticas, de modo que tiende a prevalecer la le-
porar su estudio en el análisis de la constitución y gitimación y no el análisis.
devenir de los territorios. Las relaciones de poder consituyen pues un
problema que debe ser integrado en la agenda del
ii análisis regional. Enseguida se esboza una línea de
relexión que se ocupa de este asunto en el ámbito
Como ha sido advertido en la introducción, este de la construcción de políticas y se nutre de la con-
apartado se ocupa de los comentarios expresados cepción de las instituciones señalada en la sección
precedente.
4
A partir de la década de los noventa ha proli-
Conviene tener presente en esta argumentación
la distinción entre los términos yuxtaposición e intusus- ferado el uso del concepto gobernanza para anali-
cepción. De acuerdo con el Diccionario de la Real Acade- zar nuevas modalidades de coordinación entre los
mia Española (DRAE), el último se reiere al: “Modo de sectores de la población y las entidades guberna-
crecer los seres orgánicos por los elementos que asimilan
mentales, para atender asuntos públicos con base
interiormente, a diferencia de los inorgánicos, que solo
crecen por yuxtaposición” (Diccionario de la Lengua Espa- en mecanismos más o menos institucionalizados;
ñola, 22a ed., http://www.rae.es/rae.html). dicho concepto contempla entonces tanto los me-
ComEntarios a “instituCionEs, podEr y EspaCio...” 435

canismos mediante los cuales se relacionan los ac- disposición de los actores a construir acuerdos está
tores, como el funcionamiento de aquéllos (Natera, inluida por sus normas y creencias. La intoleran-
2004; Treib et al., 2005). cia hacia otras posiciones políticas y la obediencia
No sobra decir que el concepto de gobernan- a la autoridad personiicada en la representación
za no se identiica con una sola perspectiva teórica; gubernamental son dos rasgos que se registran con
al menos pueden señalarse dos corrientes que lo frecuencia en el comportamiento de los actores que
han empleado; una ligada a la perspectiva neoinsti- participan en las instancias constituidas formal-
tucionalista (Williamson, 1999); y otra que se nutre mente bajo principios que invocan la pluralidad, la
de aportaciones provenientes del institucionalismo equidad y la corresponsabilidad.
histórico y de corrientes evolucionistas (Arts y Le- En la incorporación de las normas y creencias
roy, 2006). en el estudio de la gobernanza destaca la centralidad
Contribuciones recientes referidas al desa- de los mecanismos institucionales involucrados en
rrollo local (Barreiro, 2008; Marsiglia, 2008) han tal proceso y las diicultades de su transformación.
puesto de relieve las diicultades que enfrentan las Según Westley (2008), la trascendencia de una in-
nuevas formas de relación a las que se ha hecho re- novación social depende de si ésta “desafía el siste-
ferencia bajo el concepto de gobernanza. ma social y las instituciones que gobiernan nuestra
conducta, afectando la distribución fundamental de
Probablemente no ha habido antes tanta preocu- poder y recursos, las creencias básicas que deinen
pación de los gobiernos locales por relacionarse de el sistema o las leyes y rutinas que lo gobiernan [...]
manera renovada con los ciudadanos. Pero esto Para hacer esto, la innovación debe afectar diversos
se está produciendo dentro de organizaciones y ámbitos e involucrar múltiples actores vinculados
de estructuras que difícilmente podrán encarar el con redes sociales” (Westley, 2008, p. 2).
cambio y construir un nuevo tipo de relaciones con La segunda parte de esta sección se ocupa
los ciudadanos. Existen posibilidades de abrir nue- de la crítica de Cumbers, MacKinnon y McMaster
vos espacios donde la sociedad civil reconozca el acerca de la preeminencia de la región respecto de
papel del gobierno local dentro de las nuevas rela- cualquier otra escala territorial. Según estos auto-
ciones ciudadanas y donde se pueda negociar este res “los vínculos entre lo local y otras escalas, hasta
rol. Pero no está claro que esto vaya a suceder rápi- el nivel global, reciben poca atención, particular-
damente, porque supone la necesidad de negociar mente en términos de cómo ciertos actores e ins-
nuevas reglas de compromiso e implicación, tanto tituciones clave (por ejemplo, los sistemas nacional
de los ciudadanos como para los representantes de capacitación y empleo), los cuales operan a otras
políticos locales (Barreiro, 2008, p. 109). escalas, pueden moldear las trayectorias locales de
desarrollo” (op. cit., p. 331).
Cuando los miembros de un grupo social par- Sobre este punto es necesario recordar el
ticipan en instancias concebidas para la concertación concepto de dispositivo regulador territorial (drt)
de iniciativas, o es evidente en el diseño de las políti- expuesto someramente en la sección anterior. Ahí
cas, entran en juego las normas y creencias, muchas se mencionó que, según Gilly y Pecqueur (2000),
de éstas expresadas mediante rutinas, que inciden la construcción de este compromiso institucional
en la posibilidad de generar propuestas conjuntas. exige que los actores locales también consideren
Con base en estas consideraciones, la concer- disposiciones formales de carácter internacional.
tación no puede reducirse a un asunto de voluntad De esta forma el dispositivo regulador territorial
política, frase frecuentemente utilizada que sugie- pone de maniiesto la manera en que las regula-
re negociaciones en torno a los intereses, pues la ciones que operan en otras escalas se articulan con
436 fEdEriCo moralEs barragán

las dinámicas económicas e institucionales particu- a su relación con regiones centrales, en lugar de
lares. simplemente relejar características internas defec-
Esta visión coincide con lo señalado por Rallet tuosas (tales como una falta de sentido empresarial
(2000) y Conti y Giaccaria (2001). Para estos auto- o innovación) (ibid., p. 336).
res, las economías locales no pueden ser caracteri-
zadas sólo a partir de las relaciones entre los actores Una posible respuesta a esta opinión puede
locales. Por el contrario, la coherencia de lo local encontrarse en Vázquez (2005, p. 41 y ss.); ahí se
sólo se percibe cuando se consideran las relaciones abordan los cambios de las políticas de desarro-
locales y globales, debido a que éstas últimas tam- llo registrados en los últimos años. Sin embargo,
bién contribuyen a la constitución de lo local. Esta el punto a señalar se encuentra en otra vertiente,
concepción rompe con la idea de las economías lo- aquella vinculada con la relación entre los actores
cales como ensambles preconstituidos al margen de ubicados en distintas escalas territoriales. Al respec-
las condiciones externas. to se indica simplemente la posibilidad de encarar
Al respecto merece recordarse el término ló- este problema con base en los conceptos de jerar-
gicas neo-territoriales para aproximarse al proceso quía y heterarquía.6
de reestructuración de la economía mundial. “[Di- Lo discutido en este apartado permite apre-
chas lógicas] deinen los medios por los cuales una ciar, por una parte, que una visión más rica de las
región ofrece las respuestas adecuadas a los desafíos (glo- instituciones posibilita encarar el estudio de las re-
bales) provenientes del exterior y haciendo esto produce la laciones de poder; también que no todos los regio-
variedad y la complejidad, y así la globalización” (Conti nalistas han incurrido en una visión esencialista
y Taylor, 1997, p. 32, las cursivas son del original). de la región, ajena y desconectada de otras escalas
Aunque la opinión anterior puede merecer territoriales. Finalmente, y esto merece subrayarse,
la crítica de Cumbers, MacKinnon y McMaster, en Cumbers, MacKinnon y McMaster no aportan evi-
cuanto a que el nivel global sólo se considera en tér- dencias especíicas de que tal esencialismo se nutra
minos del mercado que ofrece a lo local (op. cit., p. estrictamente de las contribuciones provenientes
331), también es cierto que aquellos autores aluden del institucionalismo histórico.
a la interrelación entre distintas escalas territoria-
les, en lugar de privilegiar la determinación de una
de ellas.5 rEfErEnCias bibliográfiCas
Finalmente, un elemento adicional de la críti-
ca de Cumbers, MacKinnon y McMaster se reiere Aldrich, Howard E. (2005), “Entrepreneurship”,
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les y la Comisión Europea, dado que los problemas Barreiro, Fernando (2008), “Gobernar las ciudades
de las regiones menos favorecidas están enlazados en tiempos de cambio. A propósito del ‘buen
gobierno local’ y de la participación de los ciu-
5Opiniones que reconocen la doble determinación
de estas escalas territoriales se encuentran, entre otros,
en Conti y Giaccaria, 2001; Ratti, 1997; Rullani, 1997. 6 Al respecto puede consultarse Morales (2007).
ComEntarios a “instituCionEs, podEr y EspaCio...” 437

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Modelos territoriales de innovación: una revisión crítica*

franK moulaErt
Department of Architecture, Planning and Landscape
University of Newcastle upon Tyne
sEKia farid
Department of Economics
University of Lille

introduCCión (Perroux, 1955), se esperaría que el desarrollo de


infraestructura, combinado con una signiicativa
En los últimos quince años, los economistas regio- ayuda a la inversión, generara las iniciativas pro-
nales, geógrafos y planiicadores han dedicado una ductivas necesarias en las regiones atrasadas.
parte considerable de su tiempo y energía a la bús- Los efectos de estas políticas sobre el desarro-
queda de un nuevo modelo de desarrollo regional. llo regional fueron ambiguos. Por un lado, la in-
Cuando pasó la euforia de la reconstrucción, des- fraestructura y las medidas de subsidio a los costos
pués de la Segunda Guerra Mundial, se hizo visible incentivaron nuevos empleos en las irmas locales, y
la debilidad económica estructural, particularmente atrajeron la inversión extranjera directa a las regio-
en las regiones manufactureras tradicionales. Las nes, recompensando, por lo menos parcialmente,
autoridades, inspiradas por la teoría locacional, las pérdidas de empleo en las industrias tradicio-
otorgaron a las corporaciones que llegaron a inver- nales. Por otro lado, en muchas regiones hubo una
tir en estas regiones subsidios a la inversión y em- debilidad de vínculos estructurales entre las nuevas
pleo (Brown y Burrows, 1977). Y, siguiendo la ló- inversiones (a menudo éstas fueron las plantas de
gica de los modelos de los polos de crecimiento la rama de ensamblaje) y la tradición económica
de la región (Martinelli, 1998). Esta falta de inter-
* Artículo original: Moulaert, F. y S. Farid (2003), relaciones llegó a ser obvia con la venida de la crisis
“Territorial Innovation Models: A Critical Survey”, Re- económica en la mitad de los años setenta, cuan-
gional Studies, vol. 37, núm. 3, pp. 289-302; la traducción do muchas de las plantas industriales empezaron
es de Ryszard E. Rózga Luter y Celia Hernández Diego
a reducir sus actividades, o simplemente cerraron,
(UAM-Xochimilco), con el permiso de traducción y re-
producción otorgado por Copyright Clearance Center’s junto con el resto de las minas de carbón, plantas
RightsLink Service, licencia núm. 2913780454688. siderúrgicas, textiles y de acero, que todavía exis-

[439]
440 franK moulaErt y sEKia farid

tían cuando los gobiernos centrales tuvieron que del crecimiento y desarrollo, tales como el capital
tomar las medidas presupuestarias, y por conse- humano, la cultura local de negocios y el sistema
cuencia empezaron a ser cada vez más selectivos en educacional, infraestructura, la calidad de los fac-
sus políticas de desarrollo regional (De Montricher, tores, y los sistemas de producción y de aprendi-
1995). Esta selectividad signiicó, en primer lugar, zaje provenientes de la experiencia regional que
un cambio de la clientela política de las viejas irmas llevaron a un desarrollo regional renovado (Ratti,
industriales, que provocaban pérdidas a las nue- 1992). Éste fue el principio de una literatura sobre
vas iniciativas promisorias, que aplicaban nuevas el desarrollo territorial y los sistemas regionales de
tecnologías y servicios avanzados. La selectividad innovación (Kafkalas et al., 1998), que a la fecha tie-
fue promovida a través de la creación del espacio ne casi quince años de existencia.
competitivo europeo (Unión Europea) y a través de En este debate tomaron parte muchas de las
las diversas rondas de negociaciones del Acuerdo corrientes académicas convergentes y competitivas.
General de Tarifas y Comercio (gatt), las que lleva- En los Estados Unidos, la escuela californiana de
ron no únicamente a la creación de la Organización Geografía Económica subrayó la relación entre la
Mundial de Comercio (wto), sino también a la pro- innovación técnica, la organización industrial y la
liferación de una supervisión global de mercados localización (Storper y Walker, 1989) y lanzó la no-
por las regiones geo-económicamente dominantes ción de los nuevos espacios industriales (Storper y
(América del Norte, Europa, Japón) de cada una Scott, 1988). La escuela de distritos industriales,
de las otras políticas industriales y de competencia.1 que históricamente precedió el grEmi, pero que
Es en este clima de crisis de la tradicional po- sólo más tarde fue internacionalmente conocida,
lítica regional que empezó en los años ochenta una se enfocó en la calidad de las relaciones sociales,
tendencia hacia las iniciativas regionales y locales económicas y políticas, formales e informales en el
(endógenas) del desarrollo económico. Tanto en las distrito, como un factor determinante del desarrollo
pequeñas y medianas empresas (pyme) del mundo económico a largo plazo (Becattini, 1981; Brusco,
de negocios, como en los círculos académicos, apa- 1982; Garofoli, 1992). La corriente francesa de los
recieron fuertes voces para valuar la importancia systemes productifs locaux siguió las pistas de la escuela
del potencial del desarrollo local y regional, como de los distritos industriales y subrayó el papel fun-
una alternativa a las políticas económicas regionales damental de los sistemas de producción artesanales,
realizadas a nivel nacional-estatal. en la difusión de los patrones manufactureros en las
En los círculos académicos europeos, Aydalot áreas urbanas y rurales (Courlet y Pecqueur, 1990).
(1986) y el Groupe de Recherche Européen sur les La escuela regulacionista, en la misma línea
Milieux Innovateurs (grEmi) tomaron el liderazgo que la tradición institucionalista, modeló algunos
y fueron ellos quienes establecieron las bases para de los arquetipos de las relaciones industriales que
un enfoque del desarrollo regional endógeno. acompañaron las aplicaciones exitosas de las in-
También fue establecida, más a la manera de la or- novaciones tecnológicas. Esto dio un contenido
todoxa teoría del crecimiento, una versión regio- social y territorial a los conceptos de paradigma
nal del modelo del desarrollo endógeno (Barro y tecnológico y de sistema de innovación (Leborgne
Sala-i-Martin, 1992).En el contexto de la dinámica y Lipietz, 1988; Moulaert y Swyngedouw, 1989). Re-
de innovación territorial fueron puestos los factores cientemente, los modelos del sistema regional de
innovación y de región de aprendizaje han propor-
1 Para un análisis teórico de la tensión entre la com- cionado una nueva interpretación (¿o síntesis?) de
petencia y la política regional en la Comunidad Europea, los modelos territoriales de innovación (Morgan,
véase Martin y Steinen (1995). 1997; Braczyk et al., 1998).
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 441

Después de 15 años de debate teórico, análisis los modelos de innovación regional en los cuales
e implementación de políticas, los modelos territo- las dinámicas institucionales locales juegan un papel
riales de innovación (mti) están maduros para una signiicativo. Dentro de la población de los mti se
evaluación crítica. Este trabajo pretende contribuir pueden distinguir por lo menos tres tradiciones. En
a esta evaluación y para este efecto persigue dos ta- el modelo original francés del ambiente innovador
reas: (milieu innovateur), que fue la base para la síntesis
producida por el grEmi (Aydalot, 1986), se enfatiza
• La presentación de los modelos territoriales el papel del potencial institucional endógeno para
de innovación desde Bagnasco y Aydalot, has- generar la dinámica innovadora de las irmas. La
ta el contemporáneo modelo de aprendizaje, misma idea básica está en la literatura sobre el mo-
indicando cómo son posibles las variedades delo del distrito industrial y los sistemas locales de
encontradas en la literatura, especialmente producción, subrayando incluso más fuertemente
respecto al concepto de innovación. el papel de la cooperación y de las relaciones de
• El análisis de los bloques de construcción con colaboración en los procesos innovadores. Por
los que esos modelos fueron elaborados: los consiguiente, el ambiente innovador y el distrito
conceptos principales (economías de aglome- industrial, ambos enfocados fuertemente en la en-
ración, desarrollo endógeno, sistemas de inno- dogeneidad local institucional, se pueden conside-
vación, evolución y aprendizaje, organiza- rar como la primera familia de los modelos terri-
ción y gobernabilidad en redes) y las teorías toriales de innovación. Una segunda tradición de
genéricas (por ejemplo: teoría del desarro- ellos está más de acuerdo con el más amplio sistema
llo regional y teoría evolutiva de innovación). de la literatura sobre innovación: una traducción
Este análisis incluye una evaluación de la de los principios institucionales de coordinación,
claridad conceptual y de la coherencia ana- basados en los sistemas sectoriales y nacionales de
lítica de los modelos territoriales de innova- innovación dirigidos hacia el nivel regional de des-
ción. arrollo (Edquist, 1997) o con una interpretación
evolucionista de la economía regional de aprendi-
Se encontró que, a pesar de su aparente uni- zaje (Cooke, 1996; Cooke y Morgan, 1998). Una
dad semántica, estos modelos son conceptualmente tercera tradición proviene de la escuela california-
bastante diversos y sus bloques teóricos de cons- na de economía geográica: los nuevos espacios in-
trucción son usados de manera incongruente. Esto dustriales (Storper y Scott, 1988; Saxenian, 1994).
es una consecuencia de muchos factores: relexión Una categoría residual, con pocas ainidades con la
teórica supericial; una visión tecnocrática de la in- economía regional pero muy próxima al cluster de
novación; y de que los modelos están casi de mane- innovación de Porter es el concepto de los clusters
ra ideológica relacionados con la lógica del desarro- espaciales de innovación.
llo del mercado capitalista. Ahora presentaremos los rasgos principales
de la mayoría de estos modelos territoriales de in-
novación así como fueron expuestos por sus prota-
1. los modElos tErritorialEs gonistas. Al inal de la siguiente sección, confronta-
dE innovaCión remos las diferentes dimensiones de sus visiones de
innovación: los núcleos de la dinámica innovadora;
el papel de las instituciones; el lugar de la innova-
El concepto modelos territoriales de innovación ción en el desarrollo regional, así como la cultura y
(mti) es usado aquí como un nombre genérico para los tipos de relaciones con el ambiente.
442 franK moulaErt y sEKia farid

1.1 Ambientes innovadores (innovative milieux) innovadoras de las pyme pertenecen a la misma in-
dustria y al espacio local.2
En la teoría del milieu innovateur, desarrollada por El distrito industrial es deinido en general
el gremi, la irma no es un agente innovador aisla- como un sistema productivo geográicamente loca-
do, sino que forma parte del ambiente con su pro- lizado, basado en una fuerte división local de trabajo
pia capacidad innovadora. En los trabajos teóricos y entre pequeñas irmas especializadas en diferentes
empíricos, los autores del grEmi tratan de analizar pasos de la producción y del ciclo de distribución
las interrelaciones entre las irmas y su ambiente en algún sector industrial, una actividad dominante
para así estudiar los modos de organización que les o un número limitado de actividades. Hay interre-
caracterizan (Ratti, 1992, p. 54). Entonces se dis- laciones múltiples entre las irmas, y entre éstas y la
tinguen tres espacios funcionales para la irma: la comunidad local, tanto dentro como fuera del mer-
producción, el mercado y el espacio de apoyo. Es cado. Estas interrelaciones están basadas en la con-
este último el que debería reforzar a la empresa en ianza y en la reciprocidad; este modo híbrido de
enfrentar la inseguridad. El espacio de apoyo está organización combina competencia y colaboración,
constituido alrededor de tres tipos de relaciones: también las relaciones institucionales formales e in-
1. las relaciones caliicadas o privilegiadas, en lo que formales, y no se le puede entender sin subrayar el
se reiere a la organización de los factores de pro- papel de los factores históricos y sociológicos cru-
ducción; 2. las relaciones estratégicas entre la ir- ciales para el éxito de un distrito (Becattini, 1987;
ma, sus socios, proveedores y clientes y, inalmente, Brusco, 1986, 1992; Dei Ottati, 1994a; Moulaert y
3. las relaciones estratégicas con los agentes que Delvainquière, 1994).
pertenecen al ambiente territorial. En particular, el Los modos de coordinación (mercado, irma,
espacio de apoyo es el que determinará las relacio- cooperación) de los agentes y particularmente de
nes entre la innovación corporativa y el desarrollo las pequeñas irmas en el sistema económico han
espacial; es este espacio el que caliica la naturaleza recibido atención considerable en la literatura de
del ambiente innovador (Ratti, 1992, p. 56). Las los distritos industriales (Dei Ottati, 1994a). La co-
investigaciones actuales del grEmi acentúan el con- ordinación de las actividades complementarias en-
cepto de aprendizaje, lo que signiica que la capa- tre muchas irmas pequeñas con papeles especíicos
cidad innovadora de los diferentes miembros del y especialización en los sistemas de producción y
ambiente depende de su capacidad de aprendiza- distribución exige mayor información e intercam-
je. El aprendizaje les permite recibir cambios en su bio de lo que puede proporcionar el sistema de pre-
ambiente y les ayuda a adaptar su comportamiento cios: “Las costumbres locales y particularmente la
adecuadamente. Hoy en día, la dinámica de apren- costumbre de cooperación recíproca […] juegan un
dizaje y la organización cooperativa se basan en la papel importante en los distritos industriales, ha-
interacción que constituye el núcleo de la teoría del ciendo posibles las transacciones que de otra mane-
ambiente innovador; esto converge bastante con la ra serían bloqueadas debido a que son demasiado
teoría establecida contemporáneamente de las re- riesgosos” (Dei Ottati, 1994b, p. 465).
giones de aprendizaje (Camagni, 1991). De muchas maneras, el distrito industrial se
acerca bastante al ambiente de innovación. Becatti-
ni (1981) hablará sobre el distrito industrial como
1.2 Distritos industriales (di) un ambiente normativo al cual caliica, como Brus-

La teoría de los distritos industriales, que empezó 2 Podemos por supuesto mencionar a Marshall

con Bagnasco (1977), subraya que las capacidades (1919, 1920), como un precursor en la literatura sobre
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 443

co (1982), las características que son también típicas enfoque del desarrollo local que puede ser concebi-
para el ambiente innovador, especialmente aque- do como una dialéctica entre la industrialización di-
llas que fomentan el apoyo espacial de las irmas fusa local arraigada dentro de la comunidad local y
(Kafkalas et al., 1998, p. 6). Los rasgos comunes de la presión económica desde afuera (las condiciones
los enfoques del distrito industrial y del ambiente del desarrollo nacionales e internacionales). Los sis-
innovador descansan en el papel de la comunidad temas productivos localizados han abordado la ten-
socioeconómica local, basada en la cooperación y sión entre lo local-global desde el principio, lo que
en la complementariedad entre los agentes funcio- es diferente del enfoque de los distritos industriales
nalmente especializados. Pero la literatura sobre los que únicamente reconoció tal tensión después de
distritos industriales va más allá en el análisis de las ser criticado por el sesgo local.
relaciones de conianza y oportunismo, del papel
de la cultura como un vehículo de cambio y de la
manera como los agentes se comportan inadecua- 1.4 Nuevos espacios industriales (nei)
damente y, en lo que respecta a las normas de las
interacciones con la comunidad, son penalizados En 1988, Storper y Scott lanzaron la noción de los
(Dei Ottati, 1994a, p. 531). nuevos espacios industriales (nei). Esta idea combi-
na las percepciones de la literatura sobre distritos
industriales (Brusco, 1986), los sistemas productivos
1.3 Sistemas productivos localizados (spl) lexibles (Piore y Sabel, 1984), la regulación social
(Boyer, 1986; Lipietz, 1986) y la dinámica comuni-
Este modelo se puede considerar como una gene- taria local (Storper y Walker, 1983). Storper y Scott
ralización del enfoque del distrito industrial de (1988, p. 24) identiican los sistemas de producción
desarrollo económico local. Al igual que los distri- lexibles al referirse a “las formas de producción ca-
tos industriales, los sistemas productivos localizados racterizadas por una capacidad bien desarrollada,
consideran la industrialización como un proceso tanto de cambiar inmediatamente una conigura-
especíico que se desarrolló en las áreas urbanas o ción de proceso y/o producto a otra, así como de
rurales con una tradición artesanal explícita (proce- ajustar rápidamente la producción tanto hacia can-
so de industrialización difusa). tidades mayores como menores, en un tiempo muy
En contraste con la industrialización fordista corto, sin fuertes efectos de retraso sobre el nivel de
que busca formar (¡y sacudir!) el espacio para las eiciencia”. Los autores vinculan la eiciencia de los
exigencias de la sociedad industrial, la industriali- sistemas de producción lexible con la aglomeración
zación difusa es un proceso de continua evolución locacional de un grupo selecto de productores:
que, a diferencia del enfoque del distrito industrial,
teme a las rupturas en las trayectorias del desarro- Esta estrategia locacional permite reducir los cos-
llo. El modelo de los sistemas productivos localiza- tos de las transacciones externas dependientes del
dos también usa la noción de la industrialización espacio. En los sistemas de producción lexibles, la
rampante, como se estudió para la ciudad de Sfax tendencia a la aglomeración es reforzada no sólo
en Túnez (Bouchrara, 1987). La lógica de los siste- por la externalización, sino también por la inten-
mas productivos localizados prepara la vía para el siicación de las re-transacciones, procesos de justo
a tiempo, formas idiosincrásicas y variables de las
transacciones entre unidades y la proliferación de
los distritos industriales. Pero en la realidad su escuela
empezó a desarrollarse a inales de los setenta, con el tra- muchos de los lazos a pequeña escala con altos cos-
bajo de Bagnasco (1977). tos unitarios (ibid., p. 26).
444 franK moulaErt y sEKia farid

Reiriéndose a la historia de los distritos in- En nuestra opinión, las revisiones de la litera-
dustriales y a otros espacios de actividad, Storper tura (Enright, 1994; Ehrenberg y Jacobsson, 1997)
y Scott observan que el sistema de producción refuerzan una relación artiicial entre el trabajo de
lexible ha lorecido en los lugares liberados de los Saxenian sobre la innovación regional en el Valle del
legados institucionales fordistas. Los nuevos espa- Silicio y la noción de Porter acerca de los clusters de
cios industriales involucran, además de los sistemas innovación. El análisis de Saxenian combina las eco-
productivos aglomerados, un sistema de regulación nomías de aglomeración, la organización industrial,
social que provee: “(i) la coordinación de las tran- los sistemas lexibles de producción y la goberna-
sacciones entre irmas y las dinámicas de la activi- bilidad regional. Es mucho más rico que el modelo
dad empresarial; (ii) la organización de los merca- original de Porter, el cual enfatiza el mercado y la
dos de trabajo locales y la reproducción social de competencia sobre las redes e interacción social como
los obreros; y (iii) las dinámicas de formación de la factores de éxito para los clusters de innovación, y
comunidad y de reproducción social” (ibid., p. 29). muestra únicamente un interés marginal en la di-
Mientras observamos que esta lista de desafíos mensión regional de innovación (Porter, 1990). Pero
de regulación muestra signiicativos traslapes con como ocurre con muchos conceptos en las ciencias
la deinición de espace de sutien (espacios de soporte) de la administración y de la Economía, los geógra-
del gremi, no es evidente que estos tres dominios fos también han adoptado la noción de cluster. El
de regulación puedan ser conciliados a través de un enfoque de Porter de las fuentes y naturaleza del
enfoque económico (véase abajo). desarrollo tecnológico, su escasa referencia a los pro-
cesos localizados y la naturaleza gradual del proceso
de tejer las redes de clusters conformaron las bases
1.5 Cluster de innovación (ci) para la operacionalización de los clusters regionales
como los más orientados a la práctica, pero también
Enright (1994) proporciona un buen análisis de la versión más orientada hacia la lógica del mercado
las publicaciones sobre los clusters (espaciales o re- de los modelos de innovación territorial (Lagendijk,
gionales) de innovación, que son frecuentemente 1998).
considerados como una rama de la literatura so- Otros modelos de innovación territorial per-
bre los nuevos espacios industriales. Infortunada- tenecen a la literatura de los sistemas de innova-
mente, el enfoque de los clusters de innovación no ción, una traducción del enfoque evolucionista del
ofrece una coherencia analítica con la familia (de desarrollo económico y de la coordinación institu-
los conceptos), excepto en lo que se reiere al tra- cional basada en los sistemas de innovación secto-
bajo de Marshall (1920), quien analiza las ventajas riales y nacionales a nivel regional (Edquist, 1997).
de los sistemas locales. Una de las fuentes citadas Aquí pensamos principalmente en los sistemas re-
de manera más frecuente es el trabajo de Saxenian gionales de innovación (Braczyk et al., 1998) y en
(1994), en el cual la autora subraya el papel de las economías regionales de aprendizaje (Cooke,
las instituciones y de la cultural local, así como de las 1996; Cooke y Morgan, 1998).
estructuras industriales y organizaciones corpo-
rativas para el desempeño económico. Ella con-
trasta el impacto creativo de las redes basadas 1.6 Sistemas regionales de innovación (sri)
en el sistema industrial en el Valle del Silicio con
las estructuras corporativas integradas de la Ru- Esta teoría insiste en el rol del aprendizaje colecti-
ta 128 (Ehrenberg y Jacobsson, 1997, pp. 333- vo, el cual se reiere a las relaciones profundamente
334). cooperativas entre los miembros del sistema. Debe
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 445

mucho a la teoría evolutiva del cambio técnico. Más subraya el estado del conocimiento de la economía
que un resultado de una actividad de investigación, evolutiva acentuando dos de sus principales propo-
la innovación es un proceso creativo con las siguien- siciones: la innovación es un proceso interactivo; la
tes características: la interacción entre los agentes innovación está formada por una variedad de ru-
del proceso (basado en la retroalimentación); el as- tinas institucionales y convenciones sociales (ibid.,
pecto acumulativo de, y los rendimientos crecientes p. 493). Estas proposiciones juntas han ayudado “a
para, los procesos de innovación; y la orientación estimular un debate interesante y altamente signii-
hacia la solución de problemas, las cuales muestran cativo sobre la naturaleza del capitalismo como una
la naturaleza especíica de la innovación. Además, economía de aprendizaje”, lo que se verá más ade-
la innovación no es únicamente un proceso tecnoló- lante. Sobre este aspecto, Morgan cita a Lundvall
gico, sino también organizacional y esta parte es la (1994) y sostiene que “el conocimiento es el recur-
fundamental y la que determina la innovación tec- so estratégico más importante; y el aprendizaje, el
nológica por sí misma. Hay un pequeño riesgo en proceso más importante”. Posteriormente, Morgan
argumentar que un sistema regional de innovación destaca la importancia del interés creciente de los
es una rama a escala menor de un sistema nacional geógrafos económicos y de los planiicadores en la
de innovación, cualquiera que pueda ser la dei- dinámica de la innovación: “dentro de la Geografía
nición de este último (Edquist, 1997, cap. 1). Aun Económica se hicieron muchos esfuerzos tentativos
como lo indica Langendijk (1998), en este cuerpo por utilizar algunas de las percepciones de la teo-
teórico hay por lo menos dos interpretaciones bá- ría económica evolutiva, especialmente respecto al
sicas de la región como un sistema de innovación: aprendizaje, innovación y el papel de las institucio-
ya sea como un subsistema de los sistemas nacio- nes en el desarrollo regional” (ibid., p. 494). Morgan
nal o sectorial; o como una versión reducida del se reiere especialmente al reciente trabajo de Stor-
sistema nacional de innovación, con sus propias di- per, del cual habla como “un intento más completo
námicas. de casar dos disciplinas”. Storper reconoce que el
principal dilema de la Geografía Económica es el
resurgimiento de las economías regionales en este
1.7 La región de aprendizaje tiempo de globalización, y explica este fenómeno a
través de la asociación entre aprendizaje tecnológico
La noción de región de aprendizaje fue propuesta y organizacional dentro de las aglomeraciones, so-
por Cooke, Morgan, Asheim, y otros; puede ser con- bre la base de las interdependencias comerciales (las
siderada como una síntesis intermedia en el debate relaciones insumo-producto) y no comerciales (mer-
sobre los modelos territoriales de innovación (Co- cados de trabajo, convenciones, normas y valores re-
oke, 1998; Morgan y Nauwelaers, 1998). El modelo gionales, instituciones públicas o semipúblicas).
integra la literatura sobre los sistemas de innovación, El cuadro 1 resume la postura sobre innova-
la economía institucional-evolutiva, los procesos de ción representada en cada uno de los modelos terri-
aprendizaje y la especiicidad de la dinámica regio- toriales de innovación: 1. deinición de innovación;
nal de las instituciones. Morgan (1997) proporciona 2. el papel de las instituciones y las organizaciones;
una síntesis excelente de la lógica de las regiones de 3. la perspectiva del desarrollo regional (aprendiza-
aprendizaje. El propósito de su artículo, declara el je evolutivo, papel de la cultura); 4. la perspectiva
autor, es “conectar los conceptos del paradigma de de la cultura; 5. el tipo de relaciones entre diferen-
redes [o asociativo] —como innovación interactiva tes agentes del desarrollo (concepto de redes), y
y capital social— con el problema del desarrollo re- inalmente; 6. el tipo de relaciones con el mundo
gional en Europa” (ibid., p. 492). Primero, Morgan externo.
446 franK moulaErt y sEKia farid

Cuadro 1
Características de la innovación en los modelos de innovación territorial

Modelo

características milieu innovateur sistemas regionales


distrito industrial (di)
de la innovación (medio innovador) (mi) de innovación (sri)

Capacidad de las irmas Capacidad de los actores para La innovación como un pro-
núcleo de para innovar mediante las implementar ceso especíico, interactivo y
las dinámicas relaciones con otros agentes innovación en un sistema acumulativo de investigación
de innovación del mismo ambiente de valores comunes y desarrollo (dependencia
de trayectoria)
Rol muy importante Las instituciones son Como en los sri, las deinicio-
de las instituciones agentes y permiten nes varían de acuerdo con los
en los procesos de investi- la regulación social, autores, pero ellos concuer-
papel gación (universidades, fomentando innovación dan en que las instituciones
de las instituciones irmas, agencias públicas) y desarrollo conducen a una regulación
de comportamiento, tanto
adentro como afuera
de las organizaciones
Punto de vista territorial ba- La perspectiva territorial La perspectiva de las regio-
sado en medios innovadores basada en solidaridad espacial nes, como en un sistema de
desarrollo regional y en la capacidad y en la lexibilidad de distri- aprendizaje por interacción/
de los agentes de innovar tos; esta lexibilidad es un y como mecanismo
en una atmósfera cooperativa elemento de tal innovación para dirigir la regulación
Cultura de conianza Compartir valores entre los Fuente de aprendizaje
cultura y vínculos de reciprocidad agentes de los di; por interacción
conianza y reciprocidad
El rol de los espacios de La red es un modo de regula- La red es un modo de
tipos de relaciones apoyo: relaciones estratégicas ción social y una fuente de dis- organización de aprendizaje
entre agentes entre la irma, sus socios, pro- ciplina. Permite la coexistencia interactivo
veedores y clientes de cooperación y competencia
Capacidad de los agentes Las relaciones con el ambien- Balance entre relaciones
para modiicar su compor- te imponen algunas restric- especíicas internas
tamiento de acuerdo con ciones y nuevas ideas; deben y restricciones del entorno;
tipo de relaciones los cambios en su entorno. ser capaces de reaccionar relaciones ricas
con el entorno Relaciones muy ricas: a los cambios en el ambiente;
la tercera dimensión las relaciones ricas;
del espacio de soporte una perspectiva espacial
limitada del ambiente

Del mismo modo, el cuadro 1 sugiere una pericial. Esto se puede demostrar al considerar la
fuerte complementariedad y unidad semántica en- noción de innovación y el signiicado de cultura en
tre las características de la innovación. Pero esta varios de los modelos territoriales de innovación.
unidad semántica de conceptos es únicamente su- Ninguno de ellos deine explícitamente el objetivo
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 447

Cuadro 1 (continuación)
Características de la innovación en los modelos de innovación territorial

Modelo

nuevos espacios sistemas regiones de aprendizaje


industriales locales de producción (¿síntesis?)

Un resultado de investigación Lo mismo que para Como en los sri, pero


núcleo de y desarrollo y su implemen- investigación y desarrollo destacando la co-evolución
las dinámicas tación; aplicación de nuevos de la tecnología
de innovación métodos de y las instituciones
producción (justo a tiempo)
Regulación social para la co- Lo mismo que para investi- Como en los sri, pero con un
papel de ordinación de transacciones gación y desarrollo, enfoque más fuerte en el rol
las instituciones interirma y las dinámicas pero con enfoque de las instituciones
de la actividad empresarial en el rol de la governanza
Interacción entre regulación Industrialización difusa, es Dinámicas dobles: dinámicas
social, sistemas de producción decir desarrollo socio-econó- tecnológicas y tecno-organi-
desarrollo regional
y sistemas de producción mico basado en un proceso zacionales; dinámicas socio-
aglomerados evolutivo ininterrumpido económicas e institucionales
Cultura de trabajo en redes El rol del contexto socio- Como en los sri, pero con un
e interacción social cultural local en desarrollo enfoque en la interacción
cultura
entre la economía
y la vida sociocultural
tipos de relaciones Transacciones Relaciones inter-irma Redes de agentes (integrados)
entre agentes interirma e inter-institución
Las dinámicas de la forma- Cerca del mi Como en sri
tipo de relaciones
ción de comunidad
con el entorno
y la reproducción social

de la innovación. Revisando las diferentes contri- incluidas en el cuadro 1— la mayoría de los mode-
buciones, se puede concluir que un propósito prin- los se reiere a la competencia y mejoramiento de la
cipal compartido de innovación es el desarrollo de posición competitiva. No hay referencia al proceso
las nuevas tecnologías y su implementación. Hay de mejoramiento de las dimensiones económicas
más claridad, pero también diversidad en la ma- no-(mercantiles) de la calidad de vida en las comu-
nera como los modelos territoriales de innovación nidades y territorios locales. Esto es claro cuando se
identiican el proceso de innovación: la capacidad considera el signiicado de cultura: la cultura es una
de las irmas para innovar (milieu innovateur); la in- cultura económica o cultura de comunidad hasta el
novación como un proceso interactivo acumulativo grado cuando es funcional para el mejoramiento de
(sistema regional de innovación, región de apren- la competitividad de la economía local o regional.
dizaje) o un proceso de investigación y desarrollo Por supuesto que en esta relación funcional entre
(iyd) (nuevos espacios industriales). En lo que res- la cultura y el desempeño económico, el mercado
pecta a las fuerzas conductoras de innovación —no signiica una postura empobrecida del desarrollo
448 franK moulaErt y sEKia farid

territorial, debido a que está limitada únicamente a y las teorías con elipsoides. Algunas de las teorías
sus dimensiones económicas. principales y su conceptualización (su cuerpo de
La supericialidad conceptual de la literatura conceptos que ellas movilizan) se discute en la sec-
de los modelos territoriales de innovación es conse- ción posterior. Las economías de aglomeración se
cuencia de varios factores, tales como una relación presentan como un boceto genérico, que se reiere
inmediata con la política regional de competencia a un número de teorías diferentes. Infortunada-
económica (muchos de los modelos territoriales mente, este estudio no proporciona el espacio para
de innovación fueron escritos para legitimarla), la el análisis en detalle de las interrelaciones entre las
tendencia general en la práctica cientíica contem- teorías más genéricas de la evolución e innovación
poránea de construir teorías rápidamente y de la (por ejemplo las de Veblen, Nelson, Winter, Dosi) y
confusión de la teoría analítica con la modelación la manera como éstas son usadas en varias teorías
normativa (Lovering, 2001, pp. 349-350). del desarrollo (espacial). Basta decir que el signii-
cado de las metáforas evolutivas (Hodgson, 1993)
y de los conceptos de innovación (Edquist, 1997;
2. los bloquEs ConstruCtivos y abajo) usados en las Ciencias Sociales varían am-
dE los modElos tErritorialEs dE innovaCión pliamente y no permiten que sea constituida una
teoría coherente con las dinámicas de innovación.
En la sección anterior hemos visto que los modelos Como se observa, la igura 1 también incluye una
territoriales de innovación comparten un núme- alternativa o extensión de los modelos territoriales
ro importante de conceptos. Pero también las teo- de innovación; esto es un modelo de desarrollo in-
rías conocidas pertenecen a un campo común de tegrado de un área que será explicado en la última
los modelos territoriales de innovación: teoría del sección de este trabajo.
crecimiento y desarrollo endógeno, teoría de siste-
mas de innovación, teorías de redes. Pero podemos
preguntar: ¿es real este fenómeno de compar- 2.1 Economías de aglomeración
tir los conceptos y teorías? Primero, no todos los
conceptos y las teorías desempeñan un papel com- En la economía regional el debate sobre el conte-
parablemente signiicativo en todos los modelos nido adecuado de la noción de las economías de
territoriales de innovación. Segundo, su aplicación aglomeración está lejos de terminarse. Cuando revi-
es a menudo diversa o ambigua. También se mues- samos el concepto mencionado en varios modelos
tra la falta de claridad del concepto de innovación territoriales de innovación, hoy en día, los dife-
y sus diversas dimensiones debido a la teorización rentes puntos de vista oscilan desde la original
à la carte utilizada en varios de los modelos terri- formulación weberiana, en términos de los costos
toriales de innovación. A continuación veremos la mínimos de transportación, la organización indus-
diversidad de aplicación de las teorías y conceptos trial, las economías externas de Marshall, la reformu-
más importantes. lación de Hoover, en términos de las economías
La igura 1 proporciona un estudio posible- de localización y urbanización, hasta percibirlos
mente completo de las conexiones fuertes y débiles como procesos orientados a la innovación. Dife-
entre varias teorías económicas, sociales, geográi- rentes autores ofrecieron recientes contribuciones
cas y de la planeación y, por otro lado, los modelos a este debate: Camagni y Salone (1993) y Moulaert
territoriales de innovación que se basan en ellas. y Djellal (1995), quienes discutieron sobre cómo
De manera especíica, los modelos territoriales de involucrar varias escalas espaciales en el análisis;
innovación están representados con rectángulos Malmberg y Maskell (1997), quienes enriquecieron
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 449

Figura 1
Modelos territoriales de innovación: raíces y desafíos teóricos

teorías
Sistemas locales
de producción modelos de innovación
territorial

vínculo fuerte
vínculo débil
Veblen Schumpeter
Marshall
1890 1919
Porter

Teoría del Perroux Distritos italianos -


Evolucionismo
cambio tecnológico industrialización difusa,
(Nelson, Winter
(Freeman) (Becattini, Bagnasco
Dosi) 1980s Desarrollo
1970+)
endógeno
(Friedman,
Aydalot
Stöhr, Weaver Teoría de costos
1979-1980) de transacción
Teoría de distri-
(Williamson)
tos industriales
Medio innovador (Sabel, Piore)
Sistemas grEmi 1986,
Nacionales 1988, 1991 Sistemas de
de Innovación producción
Empoderamiento lexible
(Friedman, 1992)
Región Conglomerados
Teoría de redes espaciales
de aprendizaje
espacial (Grabher, de
(Morgan, Cooke,
Camagni) Nuevos innovación
1995+)
espacios
Desarrollo industriales
de áreas
Sistemas integradas
regionales Escuela
de innovación de California.
Economía Teoría
División territorial
social regulacionista
del trabajo

la noción al dirigir el análisis cuantitativo hacia la ria; argumentó que es tiempo de deshacerse de las
dinámica de las redes en las aglomeraciones regio- economías de aglomeración (Lagendijk, 1988, p. 87)
nalmente especializadas; otra vez, Moulaert y Djellal y concentrarse en la naturaleza de las externalida-
(1995) proporcionaron una interpretación cualita- des de la red.
tiva de las economías locacionales y de urbaniza- El concepto de las economías de aglomera-
ción; y algunos otros autores que, en la tradición de ción es usado explícitamente en los nuevos espacios
la literatura de innovación regional, persiguieron industriales y en la versión no-porteriana del mo-
la calibración cualitativa del concepto de aglomera- delo de los clusters de innovación.
ción (Moulaert y Djellal, 1995; Malmberg y Maskell, En el modelo del distrito y en el del milieu in-
1997). Porter (1996) presentó una posición contra- novateur, las economías de aglomeración entran por
450 franK moulaErt y sEKia farid

la puerta trasera marshaliana, subrayando el papel en los procesos políticos. En la literatura se puede
de las externalidades para la organización indus- encontrar un amplio rango de interpretaciones y
trial. En general, cuando se utilizan las economías combinaciones de estas tres dimensiones. Los in-
de aglomeración en los modelos territoriales de in- sumos pueden ser deinidos de manera técnico-
novación, éstas tienden a recibir un contenido más económica, tomando en consideración los recursos
cualitativo, consistente en las externalidades prove- naturales, los recursos humanos, la experiencia
nientes de la cultura de negocios local y regional, empresarial, la existencia de una estructura indus-
aprendizaje a través de la agrupación y conforma- trial, la educación técnica (Coffey y Polèse, 1984;
ción de redes, y en las economías de urbanización Garofoli, 1984); o pueden incluir una más amplia
que descansan en el sistema educativo y en la infra- fábrica sociocultural de coaliciones crecientes que
estructura de investigación, así como en las indus- involucra al sistema educacional, las cámaras de
trias culturales de las grandes aglomeraciones. comercio, asociaciones profesionales, lo que lleva
El uso del concepto de economías de aglo- a la deinición del territorio en términos del agru-
meración para deinir los modelos territoriales de pamiento de las relaciones sociales; el lugar donde
innovación lleva a una ambigüedad en lo que se se sobreponen la cultura local y otras características
reiere a su carácter espacial. Observamos que in- locales no comerciables (Friedmann y Waver, 1979;
cluso en los modelos institucionales más cultural- Stöhr, 1984; Garofoli, 1992, p. 4); o desde un punto
mente enraizados (distritos industriales, milieu in- de vista más antropológico social, cuando involu-
novateur, sistemas productivos localizados, sistemas cran en primer lugar las dinámicas institucionales
de innovación, regiones de aprendizaje), la inter- de todos los grupos de la población local (Fried-
pretación de la cultura local de negocios varía de mann, 1992). En este caso el desarrollo endógeno
acuerdo con el discurso sociopolítico en el que se proviene del reforzamiento de los grupos desposeí-
usa la noción de distrito o del espacio industrial. dos, cuyas necesidades son estructuralmente enaje-
El signiicado varía desde la capacidad institucio- nadas, y las cuales gradualmente se manejan para
nal para llevar a cabo las políticas tecnológicas de establecer su modelo de desarrollo desde abajo ha-
innovación (las dinámicas institucionales tecnológi- cia arriba. Otra dimensión importante de la plura-
camente determinadas), hasta las dinámicas insti- lidad, en la interpretación del desarrollo endógeno,
tucionales endógenas de las localidades que llevan es la relación de los factores endógenos y exógenos
a cabo elecciones sociopolíticas estratégicas que de- del desarrollo y la respuesta a la pregunta de qué
terminan su futuro. tan signiicativa debe ser la parte endógena de los
activos del desarrollo (Garofoli, 1992).
El enfoque de escala espacial es una área impor-
2.2 Teoría del desarrollo endógeno tante en el debate de la literatura sobre desarrollo
endógeno: ¿qué tan lejos puede avanzar una locali-
Combina tres principales dimensiones del desarro- dad o una región en sus estrategias endógenas? ¿Es
llo: la dimensión económica, fundada en el concep- el desarrollo endógeno una respuesta a los factores
to del crecimiento económico que usa los insumos externos desestabilizadores? (Stöhr, 1984). Más allá
que son, por lo menos en forma parcial, localmente de la polarización entre autosuiciencia (muy poco
accesibles o generados; la dimensión sociocultural, real) y la completa apertura a competir por los recur-
la cual releja las necesidades culturales y la identi- sos externos (lo que signiica abandonar las posibili-
dad de la comunidad; y la dimensión política, re- dades políticas de autodeterminación) hay algunos
lacionada con la toma de decisiones políticas y la análisis de los procesos de toma de decisiones sobre
participación de los grupos e individuos regionales el tipo de potencial local que se debería valorizar,
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 451

y en el cual deberían ser integrados los valores ex- tóricos. El espacio territorial es un cadre d’action de
ternos para conformar el coctel del desarrollo un grupo humano particular.
regional. Respecto a esto, Stöhr y Tödling (1977) ha- Éste es un pequeño paso desde el juicio ético
blan sobre el cierre regional selectivo, reiriéndose hacia un enfoque ecológico del desarrollo. Los se-
a las estrategias que tienen como objetivo la equi- res humanos deben vivir en armonía con su am-
dad espacial a nivel del bienestar material, entre los biente natural, para valorizar recursos naturales y
grupos de seres humanos, pero también respecto con pleno respeto al medio. Sin embargo, cuando
al derecho de ser diferentes y de buscar su auto- se emplea esta visión enriquecida del desarrollo te-
rrealización. La estrategia no debería ser una de au- rritorial en un contexto práctico del desarrollo eco-
tarquía, pero sí conformar una combinación de las nómico, ésta se convierte fácilmente en una visión
aspiraciones territoriales y de las exigencias fun- re-funcionalizada, como lo ilustra el enfoque del
cionales. Esto signiica que el desarrollo endógeno ecodesarrollo de Sachs (1980).3
involucra una dosis de las preferencias regionales En los modelos territoriales de innovación, la
respecto a la producción e intercambio, así como combinación de las tres dimensiones que provocan
una selección de las relaciones con el ambiente ex- la endogeneidad a menudo suena como un ingre-
tra-regional. El punto de vista de Stöhr y Tödling diente fuertemente determinístico-económico. La
implica una cohabitación de dos lógicas que son di- orientación es hacia el crecimiento local y regional,
fíciles de reconciliar: la lógica funcional nacional o deinido con respecto a las imágenes dominantes
internacional, representadas por las estrategias de del crecimiento: la producción de alta tecnología,
las corporaciones trasnacionales (ctn), por lo menos buenos servicios al productor, y ilierés culturales
hasta la primera parte de la década de los ochenta; intensivos en capital. Como argumenta Genosko
y varias lógicas (económica, sociocultural, política) (1997), las fuerzas de globalización y regionaliza-
de las comunidades locales, cuyo objetivo es con- ción se pueden integrar en el ambiente innovador.
seguir su propio desarrollo basado en su propia Pero contrario a las creencias de este autor, cuando
identidad. Pecqueur (1989) describe las aspiracio- se siguen las fuerzas globales del mercado, las di-
nes locales de las comunidades como una reacción
autónoma a las limitaciones que provienen de un 3 Sachs (1980) en su enfoque de eco-desarrollo ana-

ambiente extraterritorial (caliicándolas como una liza la cohabitación de dos diferentes lógicas y cómo éstas
presión heterónoma). El núcleo de la teoría del des- se presentan en la teoría del desarrollo endógeno. El au-
tor acentúa que el enfoque del eco-desarrollo “nos per-
arrollo endógeno conforma una nueva concepción
mite resolver el conlicto dramáticamente creciente entre
del espacio: el espacio territorial reemplaza espa- el crecimiento y el estado de la naturaleza, en modos di-
cio funcional. Una dinámica interna del desarrollo ferentes que para los del crecimiento” (p. 12). Uno puede
reemplaza el espacio como un simple soporte de encontrar un análisis similar en la economía regional
en lo que Perrin (1983) llama el paradigma eco-ecológi-
funciones económicas. En el enfoque territorial, co. De manera breve, este paradigma presenta la relación
adicionalmente a (¿o en interacción con?) los atri- dialéctica entre la organización económica y la organiza-
butos económicos comunes, privilegiados por las ción ecológica de la actividad humana; estas dialécticas
anteriores teorías del desarrollo regional, el espacio crean la posibilidad de una organización territorial autó-
noma. En un análisis similar, la teoría del desarrollo en-
es mejorado en calidad con un nuevo contenido de dógeno acentúa la idea de que el proceso de desarrollo
los valores socioculturales y signos de la historia lo- se origina parcialmente en la capacidad local para orga-
cal. El espacio económico es ahora diferenciado y nizarse sin malgastar los recursos naturales. Sin embargo,
a pesar de la relación original entre los enfoques del eco-
contiene el milieu de vie de una comunidad humana,
desarrollo y el desarrollo endógeno, la teoría reciente
en la cual los miembros se relacionan mutuamente del desarrollo sustentable ha sido diseñada en completa
a través de los valores económicos, culturales e his- independencia de la teoría del desarrollo regional.
452 franK moulaErt y sEKia farid

námicas locales son fuertemente inluidas por las imá- una sola vía, ni un factor de impacto en la relación
genes dominantes del crecimiento, y sólo las fuerzas entre el empresario innovador creativo y la empre-
políticas pueden oponerse a esta dominación. En sa, sino un proceso o un sistema de innovación.
realidad, la política legitima y cataliza esta estra- Una dimensión de este debate consistió en una
tegia globalizada del crecimiento endógeno. Por confrontación entre los modelos de difusión de las
consecuencia, el modelo de coalición para el creci- epidemias y los procesos de aprendizaje organizacio-
miento es la más celebrada concepción de las diná- nal (Ratti, 1992). La segunda dimensión consiste en
micas institucionales dentro de una localidad o una retomar varias interpretaciones de la teoría de
región, buscando reconciliar lo global con lo local: Schumpeter sobre el empresario innovador (Ga-
¿Qué fuerzas institucionales deberían ser puestas llouj, 1994). Una tercera dimensión concierne a los
en marcha hacia la apropiada (pero por lo general aspectos dinámicos del proceso innovador, acentuan-
exógenamente preparada) estrategia de desarrollo do la retroactividad, pero también la dependencia de
endógeno? ¿Cómo se pueden adaptar las fuerzas la trayectoria (Edquist, 1997, diferentes capítulos).
sociopolíticas a un modelo adecuado? Aquí estamos El segundo debate se ocupa de la naturaleza
confrontándolo con el instrumentalismo institucio- de los sistemas nacionales de innovación y, especial-
nal, cuyo único ingrediente endógeno es la capaci- mente de las maneras como se interpretan las diná-
dad de producir el ambiente organizativo (orgware) micas institucionales (Lundvall, 1992). Aquí apare-
y los recursos humanos para cumplir los objetivos ce un amplio rango de opiniones sobre el papel de
del crecimiento económico impuestos o inspirados las instituciones, la oposición entre el determinismo
exógenamente. Los otros aspectos de las dinámicas tecnológico y organizacional y, las dimensiones so-
institucionales, tales como una gobernabilidad par- cial y política del aprendizaje. Hay un consenso cre-
ticipativa (Amin, 1995a, 1995b), determinación de ciente en la literatura, de que la innovación es un
las necesidades básicas (Friedmann, 1992) y las in- proceso sociorganizacional; pero también quedan
novaciones desde abajo hacia arriba en los sistemas algunas divergencias de opiniones sobre las rela-
de gobernabilidad (Moulaert et al., 2000) quedan ciones entre la innovación tecnológica y organiza-
fuera de la imagen. cional. Por consiguiente, no hay respuesta a la pre-
gunta sobre cuál debe ser el papel de las dinámicas
sociales y de la toma democrática de decisiones en
2.3 Sistemas de innovación, las trayectorias de innovación. Actualmente, la di-
evolución y aprendizaje mensión sociorganizacional está completamente in-
tegrada al debate sobre la innovación tecnológica;
El carácter multifacético de los procesos de innova- pero la innovación queda sujeta, en primer lugar, a
ción y aprendizaje ha sido discutido muy abierta- las leyes del mercado y eiciencia económica.
mente en la literatura cientíica y particularmente El tercer debate se reiere a la naturaleza de
en la economía evolutiva (por ejemplo, Edquist, los procesos de innovación a nivel local y regional.
1997). Podemos captar algunos de los aspectos más La mayoría de las contribuciones sobre la naturale-
importantes de los cambios cientíicos relacionados za de la innovación en los modelos territoriales de
con estas dimensiones de los modelos territoriales innovación se reiere a las dinámicas innovadoras
de innovación, suicientemente poderosos para de- basadas en el cambio tecnológico, el aprendizaje or-
mostrar nuestro argumento. ganizacional y la dependencia de la trayectoria. De
El primer debate sobre la naturaleza del proceso de esta manera nos encontramos en la parte medular
innovación lleva a un gradual reconocimiento de que de la aplicación de los conceptos contemporáneos
la innovación no es ningún proceso de difusión de de la economía evolutiva. Las teorías del paradigma
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 453

y de la trayectoria tecnológica (Dosi, 1988) fueron la evolución están usados como fuentes de inspira-
un buen punto de partida, pero rápidamente reci- ción teórica. Por supuesto, una metáfora biológica
bieron las críticas de los mismos padres fundadores no es obligatoria para una teoría social del desa-
(Dosi y Marengo, 1994), y de los autores de la escue- rrollo o evolución; pero cuando la usamos, se debe
la regulacionista, debido a que omiten la dinámica proporcionar al menos alguna claridad sobre los
propia del tejido social dentro de las irmas líderes principios de origen, herencia, selección (Hodgson,
(innovadoras) y a través de los territorios (Leborgne 1993). Además, en una teoría social de la evolución,
y Lipietz, 1988; Djellal, 1993). La selección organi- se debe tomar en consideración otros modos de
zacional, los procesos de aprendizaje, la trayectoria evolución social, tales como la asociatividad, reci-
tecnológica, las redes, las instituciones, la goberna- procidad y solidaridad (Kropotkin, 1972).
bilidad se convirtieron en los elementos distintivos
de las nuevas teorías (Carlsson y Jacobsson, 1997),
las cuales probablemente trataron de distanciarse 2.4 Teoría de redes
de las interpretaciones económicamente determi-
nistas de los procesos de innovación de forma más Como se puede ver en la igura 1, muchos de los
efectiva que los autores críticos que participaron en modelos territoriales de innovación, citados en este
el primer y segundo debate (Storper, 1997). Esto trabajo, usan el concepto de redes como un ele-
es reconocido explícitamente por los economistas mento clave. La literatura sobre los distritos, el am-
(evolutivos) de la innovación, ya que “El aprendi- biente innovador, la versión de Storper-Scott y de
zaje y cambio tecnológico están enraizados en la Saxenian de los nuevos espacios industriales y
estructura económica presente; son locales por su de las regiones de aprendizaje, usan el enfoque de
naturaleza e incluyen fuertes elementos de la de- redes, que en mayor o menor grado hace caso omi-
pendencia de la trayectoria” (Carlsson y Jacobsson, so de las interpretaciones tecnocráticas de las redes
1997, p. 267). profesionales, tecnológicas o industriales. Grabher
En cualquier caso, parece que hay más clari- (1993) proporciona una buena síntesis del uso del
dad sobre el rol de los procesos de innovación usa- concepto de las redes en los estudios socioeconó-
dos en los modelos territoriales de innovación, que micos. Según él, siguiendo los pasos de Grano-
en el caso del concepto de las economías de aglo- vetter, se puede identiicar una forma genérica de
meración o potencial de crecimiento endógeno. Sin intercambios llamada redes, la cual obedece a cua-
embargo, la diversidad de las interpretaciones llega tro características básicas: 1. reciprocidad; 2. inter-
lejos, variando desde el determinismo tecnológico dependencia; 3. asociación laxa; 4. poder. Algunos
de un extremo de la escala, hasta las trayectorias de de estos rasgos son muy parecidos a aquellos que
innovaciones socio-organizacionales, en el otro. En aparecen en los distritos industriales (conianza, re-
particular, los trabajos de Saxenian (1994); Malm- ciprocidad, asociación no muy estrecha). Pero por
berg y Maskell (1997) y de Storper (1997) expresan supuesto, cuando empezamos a analizar la interac-
las dimensiones socio-organizacionales del proceso ción entre los diferentes rasgos, desde la perspec-
regional de innovación. Incluso para estos autores, tiva del poder ejercido internamente o impuesto,
la innovación queda como un proceso que obedece hasta la inalidad de la red, podemos terminar con
a una lógica económica del mercado. una coniguración bastante desbalanceada, la cual
Un problema aún más importante es que en se parece más a las relaciones de explotación en el
la teorización de la innovación y aprendizaje, la extinto sistema medieval (Massey, 1984) o al siste-
metáfora biológica de la evolución se usa todo el ma japonés de producción de automóviles (Child-
tiempo, pero sin aclarar qué conceptos y teorías de Hill, 1989). Si confrontamos el concepto de redes
454 franK moulaErt y sEKia farid

con una mezcla de ideas presentes en la literatura la maquinaria urbana (Molotch, 1976; Logan y
sobre innovación (para investigaciones parciales, Molotch, 1987; Stone, 1989) y el debate sobre go-
Hansen, 1992; Carlsson y Jacobsson, 1997), nota- bernanza local a nivel regional y urbano (Le Galès,
mos que las redes son en primera instancia introdu- 1998; Storper, 1997), que en consecuencia motiva
cidas como formas organizacionales intermediarias una amplia matriz de nociones de gobernanza. Es-
entre los mercados y las irmas, cuando éstas fallan tas nociones se pueden relacionar fácilmente con
en eiciencia y eicacia. En particular, la conianza varias posturas de las teorías políticas o de planea-
(la iabilidad de las características técnicas, la coor- ción (Fainstein y Fainstein, 1996) o con las teoriza-
dinación en el tiempo), la especiicidad de la de- ciones de las relaciones entre estructura, institucio-
manda u oferta y las posibilidades de cooperación nes y agencias (las teorías sociales). Este pluralismo
conforman la base de la elección de las relaciones de los tipos de gobernabilidad está otra vez presente
de redes entre proveedores-productores y compra- en la literatura sobre innovación territorial, casi de
dores-subcontratistas, que pueden tomar forma de la misma manera como para la noción de las redes.
redes familiares extendidas o redes cooperativas. Esto es bastante natural para aquellos conceptos de
Éstas han conformado las estructuras organizacio- gobernanza en los cuales es válida la conformación
nales de los pequeños sistemas productivos locales, de redes, con sus diferentes interpretaciones, como
en las que el mercado no estuvo disponible para soporte central.
este tipo de funciones (Hansen, 1992, pp. 100-101). Se puede considerar la conformación de re-
De la misma manera, las pyme en las regiones peri- des como el concepto más retador para la adminis-
féricas no podrían tener acceso a los servicios avan- tración y la noción clave en las teorías del gobierno
zados al productor, si no son establecidas de forma y gobernanza pública. Sin embargo puede ser en-
deliberada las redes especializadas que involucran gañoso en el análisis de gobernanza, identiicar la
al sector público (Cavola y Martinelli, 2001, para el administración con un enfoque desde arriba hacia
caso del Mezzogiorno italiano). abajo; y la conformación de redes con un enfoque
democrático u horizontal. En realidad la conforma-
ción de redes puede provocar mayor enajenación
2.5 Gobernanza que una administración organizada desde arriba
hacia abajo, pero basada en las reglas de la justicia.
La discusión sobre las redes lleva a una disputa aún
más contemporánea sobre la gobernanza. Este tér-
mino, muy de moda en la mayoría de las Ciencias 3. HaCia un ConCEpto dE innovaCión
Sociales, es (re)utilizado para ampliar el debate so- tErritorial
bre la administración de las entidades sociales (ir- basado En la Comunidad
mas, organizaciones, grupos, barrios, localidades,
ciudades) y el papel de los agentes (trabajadores, Hay un amplio campo de tensiones entre los di-
miembros, ciudadanos) en la toma de decisiones y versos modelos territoriales de innovación sobre
en los procesos de gobernar (Stoker yKing, 1996). cómo se debe teorizar la innovación territorial. La
El espectro de las interpretaciones es otra vez bas- aparente uniformidad semántica y las fuentes teó-
tante amplio y abarca desde el mercado, las formas ricas compartidas esconden un pluralismo de inter-
intermedias y jerárquicas introducidas por Coase pretaciones de las dinámicas de innovación y sus
y otros estudiosos de la economía no-institucional, inspiraciones teóricas. Este pluralismo se puede
hasta el perfeccionamiento de la coalición del cre- interpretar, de una manera positiva, como una eta-
cimiento urbano que aparece en la literatura sobre pa creativa en la construcción de una nueva teoría;
modElos tErritorialEs dE innovaCión: una rEvisión CrítiCa 455

pero en la actualidad predomina la ambigüedad y sea útil en el desarrollo de las comunidades loca-
hay una evidente necesidad de alcanzar una clari- les, se necesita una ontología más comprensiva del
dad analítica. desarrollo comunitario. El modelo del desarrollo
Parece que hay dos posibilidades para el me- integrado de área, presentado en la igura 1, va en
joramiento epistemológico de los modelos territo- esta dirección. El modelo fue primeramente dise-
riales de innovación, que son probablemente com- ñado en el contexto de un debate cientíico y po-
plementarias. La primera consiste en admitir que lítico sobre las estrategias de regeneración urbana
hay ambigüedad; y la segunda, en proporcionar las para las metrópolis europeas (Moulaert et al., 1994;
deiniciones cientíicamente aceptables de las dife- Moulaert et al., 2000). En los trabajos más recientes
rentes dimensiones de la innovación dirigida por el (Moulaert y Ailenei, 2002; Moulaert y Nussbaumer,
mercado en el nivel local y regional. Hasta el día de 2002) se presenta un desarrollo integrado del área
hoy, ninguno de los modelos territoriales de inno- como una alternativa para el desarrollo territorial
vación proporciona tales deiniciones. Por ejemplo, en general. Esto se considera innovador de dos ma-
a la luz de una deinición compartida de la innova- neras: en las relaciones sociales de gobernabilidad;
ción, habría la necesidad de que se llevara a cabo un y en la satisfacción de las necesidades que ya no son
detallado y sistemático re-examen de todos los ele- (¿nunca más serán?) satisfechas por el mercado. Al
mentos de los modelos territoriales de innovación. igual que los distritos industriales, ambientes inno-
Tal iniciativa puede ocurrir si se aclara la confusión vadores o regiones de aprendizaje, el desarrollo in-
observada entre las estrategias positivas y normati- tegral de las áreas (dia) reconoce el papel central
vas de la innovación, a veces menos innovadoras. de las dinámicas institucionales en la innovación y
Pero ésta es una condición de trabajo difícil desarrollo territorial. Pero el modelo del desarrollo
de imponerse en una comunidad de cientíicos que integral de las áreas rechaza la instrumentalidad de
a menudo están profundamente involucrados en las dinámicas institucionales para el mejoramiento
las políticas regionales y locales y que cuentan con de la competitividad del mercado de un territorio,
el patrocinio institucional para sus investigaciones. deinidas de manera muy limitada; el desarrollo in-
Además, pensando en términos de la dependencia tegral de las áreas cuestiona la inalidad existencial
de la trayectoria, tal manera de escaparse del ma- restrictiva de los modelos territoriales de innova-
lestar epistemológico está un poco en contra de la ción que siguen únicamente la lógica del mercado,
intuición, debido a que es difícil revertir una tra- sin preocuparse sobre los resultados de las fallas de
yectoria establecida de investigación y reformular éste para el desarrollo, y argumenta que el desa-
las fronteras epistemológicas de la innovación terri- rrollo territorial debería ser basado en una visión
torial que fueron mal formuladas desde el princi- multi-dimensional de la innovación, dinámica eco-
pio. Aquí la teoría de dependencia de la trayectoria nómica y en la gobernabilidad de la comunidad. El
muestra sus diicultades. En efecto, la revisión de desarrollo territorial no signiica únicamente hacer
los diversos conceptos y teorías, a la luz de los nue- posible que funcione la Economía de mercado local
vos límites epistemológicos, puede ser mucho más y regional, sino también fortalecer otras partes de
fácil que restablecer los mismos límites. la Economía (sector público, economía social, sector
Esto es lo que la segunda alternativa pone cultural, la producción artesanal de baja producti-
adelante; por eso existe la necesidad de ampliar la vidad), así como la vida comunitaria (las dinámicas
discusión sobre la innovación territorial en todas socioculturales como un nivel de la existencia hu-
sus dimensiones, como un tema líder para el pro- mana en sí mismo, la gobernabilidad política y so-
greso de la humanidad a nivel local. Para que este cial de las secciones no económicas de la sociedad, y
análisis de los modelos territoriales de innovación de la vida cultural y natural).
456 franK moulaErt y sEKia farid

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Comentarios al trabajo de Frank Moulaert y Sekia Farid,
“Modelos territoriales de innovación: una revisión crítica”

ryszard E. rózga lutEr


División de Ciencias y Artes para el Diseño
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
CElia HErnándEz diEgo
Doctorado en Ciencias Sociales de Sociedad y Territorio
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

Este trabajo tiene como objetivo principal sistematizar algunas de las referencias sobre el
tema de las coniguraciones territoriales de las áreas donde se realiza la innovación tecno-
lógica. Para ello, el trabajo se divide en cuatro líneas generales. En la primera, se trata de
analizar la relación entre la innovación y el desarrollo territorial a partir de la evolución
de algunas referencias teóricas sobre el tema. En un segundo punto destacan tres mode-
los territoriales de innovación que tienen que ver con: 1. el ambiente innovador (milieu
innovateur); 2. los sistemas sectoriales y nacionales de innovación y; 3. los nuevos espacios
industriales. Luego, como tercer punto, se dan algunos acercamientos a la deinición de
los modelos territoriales de innovación. Para cerrar, en un cuarto apartado se toca el tema
de los sistemas regionales de innovación a partir de sus componentes y deiniciones. Por
último, entre las consideraciones inales, se subraya la idea de que la innovación —como
proceso— ha tenido históricamente una fuerte incidencia en las transformaciones espacia-
les; condición que hoy particularmente exige un ejercicio renovado y crítico en la práctica
analítica de los estudios territoriales.

introduCCión las formas productivas de trabajo, lo que conduce


a su vez a una serie de cambios en la distribución
La innovación tecnológica ha tenido un papel des- y en el consumo de los productos innovadores. En
tacado dentro de los estudios territoriales, especial- conjunto, se tiene un cuadro anclado por diferentes
mente en lo que se reiere a las transformaciones en interfaces, escalas, procesos y referencias tempora-
las distintas áreas donde se lleva a cabo. De entrada, les que proceden simultáneamente en el quehacer
la relación entre la innovación tecnológica y el terri- innovador.
torio ha delimitado la morfología y dinámica de los En su desarrollo, los estudios territoriales han
lugares, a partir de los diferentes actores y agentes dado algunas ideas sobre los cambios que conlle-
que se ven involucrados. Se tienen variaciones en va la innovación en el territorio y sus derivados,

[461]
462 ryszard E. rózga lutEr y CElia HErnándEz diEgo

como propuestas teóricas sobre el espacio y tam- fía de la praxis, como en los dispositivos y categorías
bién sobre las múltiples relaciones que deinen a teóricas.
los agentes participantes. Particularmente, el mapa No obstante en forma más detenida, la tra-
de la innovación tecnológica se ha transformado yectoria de la relación innovación-territorio ha sido
de un plano topográico a una cartografía donde percibida y analizada en una transición inacabada
las coniguraciones territoriales van modelando su de términos, métodos y perspectivas de análisis.
propio esquema innovador en el territorio, a par- En este tránsito de ideas han circulado necesarias
tir de encuentros, desencuentros, arreglos de inte- aproximaciones a partir de nociones implícitas so-
racción y momentos de contingencia entre actores bre la concentración espacial, densidad relacional,
de distinta índole. Por ello, es interesante abordar proximidad geográica, conectividad, capacidades
la innovación sobre los cambios que implica en la o vocaciones, difusión o derrame de conocimien-
conceptualización y descripción a nivel de los estu- tos, procesos de reestructuración territorial, pola-
dios territoriales. Actualmente, se tienen relaciones ridad, cooperación o competencia entre agentes,
entre diferentes actores que no necesariamente se especialización. Estas ideas, entre otras, han estado
prolongan homogéneamente o mantienen una re- acompañadas por claras confrontaciones, sesgos y
lación de contigüidad en el territorio; por el contra- puntos de acuerdo entre los teóricos de diferentes
rio, tienden a ser cada vez más complejas, hetero- latitudes. En todos los casos han derivado catego-
géneas y altamente difusas. Pero tampoco signiica rías de análisis, modelizaciones, cartografías y pos-
que los puntos especíicos en el territorio desapa- turas teóricas en distintas direcciones.
rezcan; al contrario, adquieren su fuerza o cambio a Por otra parte, la idea de innovación tecnoló-
partir de los lazos o conectividades territorializadas gica, que antes se suponía estrechamente ligada a
que se distribuyen en distintos puntos geográicos espacios concretos, ahora pone en marcha órdenes
apropiados y deinidos por sus propios actores. de cambio sobre una funcionalidad, conectividad y
Estos espacios destacan precisamente por las cua- temporalidad enfáticamente de tipo reticular. En
lidades diferenciales que desarrollan sus agentes a otras palabras, un tipo de innovación sustentada en
partir de las ventajas comparativas y competitivas redes diferenciales interconectadas, en las que ac-
en el proceso innovador. tores e intermediarios comparten sus propias capa-
Hoy, el valor agregado de las innovaciones cidades y ventajas, cuyo espacio evidentemente se
son precisamente las sinergias de un espacio terri- ve transformado por estos cambios. De ahí el inte-
torializado, es decir fundado a partir de la intersec- rés de este trabajo, que se da a la tarea de describir
ción entre las acciones colectivas e individuales de precisamente aquellos rasgos que distinguen a los
los partícipes de la innovación, y los propios iconos espacios innovadores mediante la mirada de dife-
identitarios que los unen. Es entonces cuando la rentes autores y propuestas teóricas.
innovación es indisoluble del espacio y de los pro- En especíico, se tiene como punto de partida
cesos territoriales. No se puede entender la innova- un marco temporal que abarca por lo menos desde
ción sin antes comprender la naturaleza del espa- la década de los ochenta, periodo en el cual apare-
cio donde se asienta y construye. En este sentido, cieron de forma más notoria las primeras referen-
al entender que los procesos de innovación están cias sobre el problema de las condiciones territo-
en permanente cambio, es evidente que el propio riales de innovación. Entre los primeros libros se
espacio donde tiene lugar la innovación cambia de tienen que considerar aquellos escritos por Rober-
igual forma. Precisamente, uno de estos cambios ha to P. Camagni, R. Cappellin y Gioacchino Garofoli
sido la propia frontera de la innovación, al redei- (1984) Cambiamento tecnologico e diffusione territoria-
nir los espacios y los territorios tanto en la cartogra- le; Manuel Castells (1989), The Informational City.
ComEntarios a “modElos tErritorialEs dE innovaCión...” 463

Information Technology, Economic Reestructuring, and divide en cuatro partes. En la primera se trata de
the Urban–Regional Process; y por Michael Storper y analizar la relación entre la innovación y el desa-
Richard Walker (1989), The Capitalist Imperative (Te- rrollo territorial a partir de la evolución de algunas
rritory, Technology and Industrial Growth). Les siguió referencias teóricas sobre el tema. En un segundo
la ola de publicaciones de los años noventa, cuando apartado destacan tres modelos territoriales de in-
sin duda tres libros1 marcaron la pauta de las inves- novación que tienen que ver con: 1. el ambiente
tigaciones sobre problemas territoriales, regionales innovador (milieu innovateur); 2. los sistemas secto-
y de agrupaciones territoriales del desarrollo de las riales y nacionales de innovación y; 3. los nuevos
áreas de alta tecnología. espacios industriales. Como tercera parte se dan
Posteriormente, al inal de los años noventa, algunos acercamientos a la deinición de los mo-
la discusión giró en torno a tres ejes temáticos: la delos territoriales de innovación. Para terminar, en
problemática de la inluencia de los procesos de glo- un cuarto apartado se toca particularmente el tema
balización; la economía basada en el conocimien- de los sistemas regionales de innovación a partir de
to; y los sistemas regionales de innovación. En este sus componentes y deiniciones. En las considera-
punto se torna más difícil referirse a obras o autores ciones inales se subraya la idea de que la innova-
en forma concreta (Rózga, 2005), pues los trabajos ción —como proceso— ha tenido históricamente
han ido apareciendo gradualmente. Esto sin duda una fuerte incidencia en las transformaciones espa-
hizo que la discusión sobre los problemas territo- ciales, condición que hoy particularmente exige un
riales de innovación adquiriera nuevos impulsos ejercicio renovado y crítico en la práctica analítica
a principios del siglo xxi cuando, por un lado, se de los estudios territoriales.
empezó acentuar la importancia de los ambientes
locales de innovación y, por otro, la discusión alcan-
zó también el nivel de sistematizaciones metodoló- 1. innovaCión y dEsarrollo tErritorial:
gicas y de construcción de los modelos territoriales las prinCipalEs tEorías intErprEtativas
de innovación (mti).
Dado lo anterior, este trabajo tiene como obje- Según Ricardo Méndez (2002) hubo tres genera-
tivo principal sistematizar algunas de las referencias ciones de investigaciones sobre la innovación y el
sobre el tema de las coniguraciones territoriales de desarrollo territorial que fueron: 1. hasta la mitad
las áreas donde se realiza la innovación tecnológi- de la década de los ochenta; 2. entre 1985 y 1995
ca; en particular, se abordan las diferentes tradicio- y, 3. después de la mitad de los años noventa hasta
nes en los modelos territoriales de innovación, sus hoy día. En la primera etapa se desarrollaron bási-
rasgos y principales teóricos. Para ello, el trabajo se camente los conceptos de los distritos industriales
y de los sistemas productivos locales; de la teoría
económica de la innovación y de los ciclos de in-
1 E.J. Davelaar (1991); Ann L. Saxenian (1994) y i-
nalmente, el de M. Castells, M. y P. Hall (1994). Cada uno novación, además del enfoque del desarrollo local
toca los diferentes aspectos del desarrollo de los territo- y territorial. En la segunda etapa de la discusión,
rios de alta tecnología. E.J. Davelaar aborda los problemas entre 1985 y 1995, predominaban los conceptos de
económicos; Ann L. Saxenian, la cultura empresarial y las
condiciones regionales de desarrollo de innovación; y M. las ventajas competitivas de las naciones y regiones,
Castells y P. Hall recopilan toda la rica experiencia del desa- de los medios innovadores y de las redes de inno-
rrollo de las áreas de alta tecnología en el mundo. Para ser vación. Y en la tercera etapa, después de la mitad
justos, se tiene que decir que antes del libro de Castells y
de la década de los noventa, se discutieron, sobre
Hall apareció una publicación similar, pero menos difun-
dida (¿tal vez por estar editada en francés?) de G. Benko, todo, las dinámicas de proximidad, la economía del
Géographie des technopoles (1991). conocimiento y las regiones de aprendizaje, además
464 ryszard E. rózga lutEr y CElia HErnándEz diEgo

Cuadro 1
Innovación y desarrollo territorial: las principales teorías interpretativas

2002

Dinámicas de proximidad Economía del conocimiento Sistemas nacionales


(Rallet, Torre, Gilly, y regiones de aprendizaje y regionales de innovación
Pecqueur, Bellet, Grossetti) (Rallet, Torre, Gilly, (Lundvall, Cooke, Silva)
Pecqueur, Bellet, Grossetti)

1995

Ventajas competitivas Medios innovadores


INNOVACIÓN
de naciones y regiones y redes de innovación
Y DESARROLLO
(Porter, Dunning, (Aydalot, Maillat, Camagni,
TERRITORIAL
Alburquerque) Storper, Crevoisier)

1985

Distritos industriales Teoría económica Desarrollo local


y sistemas productivos de la innovación y territorial
locales (Becattini, y ciclos de innovación (Stöhr, Quévit, Max-Neef,
Bellandi, Garofoli, Pyke, (Freeman, Soete, Dosi, Friedman, Boisier,
Sforzi, Ybarra) Pavitt, Rosenberg, Pérez) Vázquez Barquero)

1975
Otros conceptos relacionados
Regiones ganadoras (Benko y Lipietz) y perdedoras (Côté, Klein y Proulx)
Mundos de producción (Salais y Storper)
Economía, sociedad y espacio de redes (Castells, Veltz, Pumain)

Fuente: Méndez, 2006

de los sistemas nacionales y regionales de innova- mas productivos locales, nuevos espacios industria-
ción. Muy buena visualización de esta discusión nos les, clusters de innovación, sistemas regionales de
da el cuadro 1, donde se pueden apreciar tanto las innovación y regiones de aprendizaje, los cuales se
etapas de la discusión teórica, como las principales reúnen en tres tradiciones de los modelos territo-
teorías y autores que participaron en ella. riales de innovación que provienen de:

• El modelo original francés del ambiente inno-


2. trEs tradiCionEs vador (milieu innovateur), que fue la base para
dE los modElos tErritorialEs dE innovaCión la síntesis producida por el grEmi 2 (Aydalot,
1986). La misma idea básica está en la literatu-
Por su parte, Moulaert y Sekia (2003) presentan
siete modelos territoriales de innovación que son 2 Groupe de Recherche Européen sur les Milieux

ambientes innovadores, distritos industriales, siste- Innovateurs (grEmi).


ComEntarios a “modElos tErritorialEs dE innovaCión...” 465

Cuadro 2
Modelos territoriales de innovación: raíces y desafíos teóricos

teorías
sistemas locales
de producción modelos de innovación
territorial

vínculo fuerte
vínculo débil
Veblen Schumpeter
Marshall
1990 1979
Porter

teoría del Perroux distritos italianos -


evolucionismo
cambio tecnológico industrialización difusa,
(Nelson, Winter
(Freeman) desarrollo (Becattini, Bagnasco
Dosi) 1980s
endógeno 1970+)
(Friedman,
Aydalot
Stöhr, Weaver) teoría de costos
1979-1980 de transacción
teoría de distri-
(Williamson)
tos industriales
medio innovador (Sabel, Piore)
sistemas grEmi 1986,
nacionales 1988, 1991 sistemas de
de innovación producción
empoderamiento lexible
(Friedman, 1992)
región conglomerados
teoría de redes espaciales
de aprendizaje
espacial (Grabher, de
Morgan, Cooke, nuevos
Camagni) innovación
1995+ espacios
desarrollo industriales
de áreas
sistemas integradas escuela
regionales
californiana
de innovación economía teoría
división espacial
social regulacionista
del trabajo

Fuente: Moulaert y Sekia, 2003

ra sobre el modelo del distrito industrial y los • La escuela californiana de economía geográ-
sistemas locales de producción. ica, que introdujo el concepto de los nuevos
• Una traducción de los principios institucio- espacios industriales (Storper y Scott, 1998;
nales de coordinación, basados en los siste- Saxenian, 1994).
mas sectoriales y nacionales de innovación,
dirigidos hacia el nivel regional de desarrollo Nuevamente se presenta una revisión sintéti-
(Edquist, 1997) o una interpretación evolucio- ca de estas teorías en el cuadro 2, donde aparecen
nista de la economía regional de aprendizaje los autores vinculados con ellas y, en algunos casos,
(Cooke, 1996; Cooke y Morgan, 1998). las fechas en que se desarrollaron. Lo interesante
466 ryszard E. rózga lutEr y CElia HErnándEz diEgo

Cuadro 3
Modelos territoriales de innovación según Ricardo Méndez (2006)

2005

Economía del conocimiento Sistemas regionales


y regiones de aprendizaje de innovación
(Mansell, Florida, Antonelli, (Lundval, Cooke,
Ferrâo, Larsen...) Morgan, Edquist...)

1995

Medios innovadores INNOVACIÓN Ventajas competitivas


y redes de innovación Y DESARROLLO y dinámicas de proximidad
(Aydalot, Maillet, Camagni, EN CIUDADES (Porter, Dunning, Gilly,
Storper, Crevoisier...) INTERMEDIAS Torre, Pecqueur, Rallet...)

1985

Distritos industriales
Desarrollo endógeno
y sistemas productivos
y desarrollo local
locales (Becattini,
(Stöhr, Quévit, Friedman,
Bellandi, Garofoli, Pyke,
Vázquez Barquero...)
Sforzi, Ybarra)

1975

Fuente: Méndez, 2006

de este cuadro es que los autores destacan seis mo- un intento por deinirlos en forma simple (por no
delos territoriales de innovación; sin embargo no decir tautológica) podríamos considerar los mode-
consideran como tal a la teoría de los distritos in- los territoriales de innovación como los modelos de
dustriales. expresión territorial de los procesos de innovación
tecnológica, social y empresarial. Así, el binomio in-
disoluble entre innovación y desarrollo territorial
3. algunos aCErCamiEntos a la dEfiniCión ha propiciado una serie de teorías interpretativas.
dE los modElos tErritorialEs dE innovaCión En especíico, Ricardo Méndez (2006) ofrece una
propuesta clasiicatoria sobre los seis modelos te-
En una prueba por deinir los modelos territoria- rritoriales de innovación: distritos industriales y
les de innovación podríamos mencionar múltiples sistemas productivos locales, desarrollo endógeno
acercamientos. Uno de ellos pregona que el con- y desarrollo local, medios innovadores y redes de
cepto acerca de los modelos territoriales de innova- innovación, ventajas competitivas y dinámicas de
ción (mti) es usado como un nombre genérico para proximidad, economía del conocimiento y sistemas
los modelos de innovación regional en los cuales regionales de innovación (cuadro 3).
la dinámica local institucional juega un papel signii- Estas pruebas de deinición de los modelos
cante (Moulaert y Sekia, 2003). De igual modo, en territoriales de innovación se pueden también su-
ComEntarios a “modElos tErritorialEs dE innovaCión...” 467

Cuadro 4
Evolución de los modelos territoriales de innovación
conforme el tiempo y la complejidad de las relaciones

Fuente: Méndez, 2006

peditar al criterio de la creciente complejidad de quecida por una interpretación evolucionista de la


las relaciones en el territorio y el tiempo, lo que se economía regional (3) (cuadro 5).
presenta en el cuadro 4.
Por último, al tomar en cuenta las clasiica-
ciones de los modelos territoriales de innovación 4. sistEmas rEgionalEs dE innovaCión,
y, en especíico la propuesta de Moulaert y Sekia EsquEma dEl modElo y trabaJos ExistEntEs
(2003), se retoman tres tradiciones. La primera
viene de la economía neoclásica; la segunda, de la Al analizar un fenómeno tan complejo como la in-
corriente regulacionista (neo-marxista); y la última, novación tecnológica, los estudiosos llegaron a la
de la corriente institucional. Estas perspectivas pue- conclusión de que ésta tiene que hacerse de mane-
den ubicarse bajo una propuesta alternativa para ra sistémica, donde no pueden faltar los factores
entenderlas. La primera, proviniendo del modelo institucionales. Esta inquietud atrajo la atención de
original de los distritos industriales de Marshall, diversos estudiosos del tema, iniciando así el enfo-
ha sido enriquecida por el modelo francés del am- que de los sistemas de innovación tecnológica, cuyo
biente innovador, así como por la tradición de la origen se remite a las teorías del aprendizaje inte-
economía neoclásica (1). La segunda, una tradición ractivo y evolucionista sobre la innovación (Edquist,
de la economía geográica (básicamente la escuela 1997, p. 7 en Flores, 2003, p. 61). Particularmente,
californiana) trató de interpretar territorialmente en el ejercicio discursivo de los académicos surgió la
la reestructuración productiva (pasó del fordismo idea genérica de los sistemas de innovación3 (Man-
al posfordismo) e introdujo el concepto de los nue-
vos espacios industriales, que se entendería bajo la 3 El sistema de innovación se deine pues, como
tradición regulacionista (neomarxista) (2). La terce- algo que comprende todos los elementos que contribu-
ra, una tradición de la corriente institucional, enri- yen al desarrollo, la introducción, la difusión y el uso de
468 ryszard E. rózga lutEr y CElia HErnándEz diEgo

Cuadro 5
Modelos territoriales de innovación: raíces teóricas y desafíos
una interpretación alternativa

teorías
sistemas locales
de producción modelos de innovación
territorial

vínculo fuerte
vínculo débil
Veblen Schumpeter
Marshall
1990, 1979
Porter

teoría del Perroux distritos italianos -


evolucionismo
cambio tecnológico industrialización difusa,
(Nelson, Winter
(Freeman) desarrollo (Becattini, Bagnasco)
Dosi) 1980s
endógeno 1970+
(Friedman,
Aydalot Stöhr, Weaver teoría de costos
1979-1980) de transacción
teoría de distri-
(1) tos industriales
Williamson
medio innovador Sabel, Piore
sistemas grEmi 1986,
nacionales 1988, 1991 (2) sistemas
de innovación de producción
empoderamiento lexible
(Friedman, 1992)
(3) región conglomerados
teoría de redes espaciales
de aprendizaje
espacial Grabher, de
(Morgan, Cooke, nuevos
Camagni innovación
1995+) espacios
desarrollo industriales
de áreas
sistemas integradas escuela
regionales
californiana
de innovación economía teoría
división territorial
social regulacionista
de trabajo

Fuente: modiicación de la imagen a partir de Moulaert y Sekia (2003)

seau y Seaden, 2001), cuya “difusión en forma es- p. 61). Aunque cinco años después Lundvall (1992,
crita se inició en 1987 al ser aplicada en Estados en Mosconi, Solé y Chantiri, 2001, p. 70) iniciaría
Unidos y Japón” (Freeman, 1987 en Flores, 2003, formalmente las bases teóricas para hablar sobre los

innovaciones […] incluye no sólo universidades, institu-


tos técnicos y laboratorios de investigación y desarrollo, organización laboral y las relaciones industriales tienen
sino también elementos y relaciones aparentemente leja- crucial importancia en las innovaciones de los productos,
nos de la ciencia y la tecnología (Feria, 2005, p. 49), como al igual que los bancos y otras instituciones inancieras
por ejemplo, el nivel general de educación y destreza, la (Johnson y Lundvall, 1994, p. 698 en Feria, 2005, p. 49).
ComEntarios a “modElos tErritorialEs dE innovaCión...” 469

sistemas nacionales de innovación (sni), empezan- y Perry, 2005, p. 39; Casas, 2001, p. 227); los sistemas
do por considerar que un sistema está conformado locales de innovación (sli) (De la Mothe, 1998, p. 1;
por los elementos y por las relaciones entre éstos; por Casas en Luna, 2003, p. 35; Boschma y Klooster-
lo tanto, un sistema nacional de innovación estaría man, 2005, p. 25; Malerba y Brusoni, 2007, p. 473) y
constituido por las unidades y las relaciones que in- los sistemas regionales de innovación (sri) (Braczyk,
teractúan en la producción, difusión y uso de nue- Cooke y Heidenreich, 1998, p. 2; Mowery y Nelson,
vos conocimientos económicamente útiles; es decir 1999, p. 370; Rózga, 2003, p. 226; Scott y Garofoli,
un sistema nacional comprende estos elementos y 2007, p. 323; Kim, 2005, p. 65; Cimoli, 2000, p. 17).
relaciones situados dentro de las fronteras de un Esta última referencia es, al parecer, el modelo te-
territorio. rritorial de innovación más desarrollado y el que ha
Si se aprecia más a detalle, la idea de siste- producido un mayor interés entre los académicos
ma nacional de innovación se desagrega en tres e investigadores del tema. Estas mismas ideas han
ideas básicas: sistema, que signiica aquel entramado sido precedidas por distintos conceptos, que al en-
dado por la interacción entre agentes o componen- trar en juego recomponen, a su vez, la génesis de
tes de distinta índole que entran en contacto a partir linderos y cuerpos teóricos diversos.
de formas relacionales compartidas; nacional, cuya En forma particular, desde la perspectiva de
referencia deriva del modelo Estado-Nación que los estudios territoriales, la región4 ha sido uno de
ha servido de base para delimitar geográicamente los conceptos más recurridos para abordar la pro-
determinadas áreas geopolíticas o económicas es- blemática de innovación tecnológica. La idea más
tratégicas y; inalmente, la idea de innovación, que socorrida ha sido aquella en la que se destacan las
tiene que ver con la creación radical o incremental condiciones morfológicas, geográicas y sociales que
de conocimientos nuevos que llevan a la generación posibilitan la instalación de las empresas y, a su vez,
de procesos o productos. la interacción entre diversos agentes para generar
En conjunto, se habla de que el sistema na- procesos de innovación; ejemplo de ello ha sido el
cional de innovación es una idea que se constitu- trabajo de Cooke (1996), en el que reconoce la im-
ye como proceso recursivo entre los actores o los portancia del territorio como entidad que se trans-
agentes de distinta naturaleza, cuyas interacciones forma a partir de los procesos endógenos, de la
erigen un ámbito territorial o espacial ineludible de cultura gerencial y de las capacidades competitivas
diferentes escalas, basado en la creación o modiica- que determinan la permanencia o la salida del mer-
ción total o parcial de productos o procesos. Cabe cado. Para Conti y Spriano (1991 en Komninos,
aclarar que aunque el sistema nacional de innova- 2002, p. 29) las capacidades innovadoras de una re-
ción ha servido de base teórica en diversos ámbitos gión dependen por lo menos de once factores bási-
geográicos, en cada caso particular que se utiliza cos: 1. grandes complejos industriales; 2. irmas in-
presenta formas especíicas y únicas que lo deinen. novadoras; 3. universidades; 4. institutos y servicios
Esto es así porque el sistema nacional de innovación tecnológicos; 5. infraestructuras de conexión inter-
depende de “su entorno social y cultural, el cual nacional; 6. mecanismos de información; 7. fondos
puede cambiar drásticamente al cruzar las fronte- de capital de riesgo; 8. servicios para negocios; 9.
ras nacionales” (Feria, 2005, p. 50). programas de apoyo para la innovación; 10. meca-
La discusión de los sistemas nacionales de in-
4 El concepto de región se inventó originalmente
novación derivó en el reconocimiento de unidades
en el siglo XVIII para designar una división física “na-
territoriales más desagregadas, como los sistemas
tural” de la tierra, con el in de diferenciar una unidad
sectoriales de innovación (Flores, 2003, p. 61; So- geográica distinta de aquellas áreas vecinas (Domínguez
lleiro, 2006, p. 29; Fatás y Peris, 2003, p. 3; Maloney y España, 2006, p. 154).
470 ryszard E. rózga lutEr y CElia HErnándEz diEgo

Cuadro 6
Esquema del modelo de los sistemas regionales de innovación

sistema productivo regional

compañías universidades
compañías de tecnología e institutos de investigación
intensiva
departamentos de inves-
organizaciones de
tigación y desarrollo
transferencia de tecnología
laboratorios
pyme innovadoras parques tecnológicos de investigación
alianzas estratégicas redes tecnológicas y desarrollo públicos
licenciamiento consultorías, corredores
proveedores asociaciones
cámaras recursos humanos
y centros de capacitación

inanciamiento de innovación sistema de información tecnológica


bancos patentes, estándares, bases de datos,
agentes publicaciones técnicas
instituciones
sistema productivo regional

Fuente: Komninos, 2002, p. 135

nismos de acceso a la educación e instalaciones de tomar otros referentes; básicamente aquellos que
investigación; 11. espacios residenciales de alta cali- tienen que ver con las coniguraciones, las densi-
dad. Pero ésta es una visión muy particular, pues un dades y las morfologías relacionales. Es decir que
aspecto que debe quedar claro es precisamente que antes de atender el mapa topológico de las innova-
una región tiene sus propias capacidades y que no ciones, habría que atender los movimientos, pro-
siempre se homologan a las que listan como exito- cesos y relaciones de los agentes que posibilitan la
sas otros espacios. Además de que hoy día se habla innovación.
insistentemente sobre un enfoque sistémico en el Si se subraya la idea de que la innovación res-
análisis de las capacidades innovadoras regionales, ponde a una apreciación eminentemente dinámica,
donde los propios potenciales del sistema aparecen entonces su regionalización tendría que reconocer
integrados entre sí y activados por intermediarios también este hecho. Podemos decir entonces que,
y actores del mismo espacio reticular en el que se en términos generales, muchas de las teorías inte-
desenvuelven. Otro punto a considerar es que ac- ractivas e institucionales de la innovación enfatizan
tualmente la regionalización, como proceso delimi- sobre todo las relaciones no-lineales entre la inves-
tativo, más allá de los criterios geográicos, tiende a tigación, el desarrollo y la innovación, la contribu-
ComEntarios a “modElos tErritorialEs dE innovaCión...” 471

ción de usuarios al paso del desarrollo tecnológico desarrolló una interesante descripción y análisis de
e innovación y, la capacidad institucional de ma- la evolución de las teorías relativas a la innovación
nejar la innovación tecnológica. De esta vorágine en los ambientes territoriales, aunque sin llegar ex-
ha emergido el concepto clave de sistema regional plícitamente a la formulación de modelos.
de innovación, el cual está constituido por algunos Adicionalmente, este mismo autor trató de ca-
componentes principales que llevan a la tecnología racterizar los territorios innovadores y los factores
e innovación de las organizaciones de investigación que impulsan su construcción, para luego terminar
y desarrollo e intermediarias hacia las compañías y con la descripción de los sistemas territoriales de
otros usuarios, e incluyen a las instituciones inan- producción y de las redes de empresas. Uno de los
cieras y de creación de conocimientos que facilitan aspectos que destaca es precisamente la relación
esta transferencia. que se da entre los actores locales, las empresas y los
Así, el sistema regional de innovación es una territorios a partir de una vinculación difusa; pero
parte del sistema regional de producción; una mez- al mismo tiempo, este autor recupera la importan-
cla establecida de actividades, lazos de interactivi- cia de la cercanía geográica para el desarrollo sos-
dad y de regulaciones institucionales. Bajo este mis- tenido de la competitividad en términos integrales
mo orden de ideas, se le puede considerar como el e integradores. De igual forma trata el tema de la
componente inteligente del sistema de producción, innovación como un proceso que depende tanto de
debido a que es responsable de la adaptación de la factores internos como externos de las irmas. En
producción a las condiciones, mercados y tecnolo- un punto central de toda esta discusión se encuen-
gías externas cambiantes (Komninos, 2002, p. 134) tran las redes de actores diversos que logran inter-
(cuadro 6). cambiar experiencias, información y conocimiento,
cuyo valor agregado conduce directamente a la ge-
ConsidEraCionEs finalEs neración y difusión de innovaciones.
El segundo trabajo que se citó (Moulaert y
El objetivo principal que se trataba de cumplir en Farid, 2003) está organizado en dos partes. En la
este trabajo consistió en sistematizar algunas de las primera se analizan las características básicas y la vi-
referencias sobre el tema de las coniguraciones te- sión sobre la innovación que distingue cada modelo
rritoriales de las áreas donde se realiza la innova- territorial de innovación. En la segunda se recom-
ción tecnológica. Para ello, se trató de analizar en ponen los bloques teóricos constructivos de estos
términos generales la relación entre la innovación modelos y se evalúan desde el punto de vista de
y el desarrollo territorial a partir de una revisión la claridad conceptual y de la coherencia analítica.
bibliográica. Cabe aclarar que, el desarrollo de esta En este análisis se llega a la conclusión de que, aun-
literatura tuvo por lo menos tres etapas: 1. hasta que existe una unidad semántica entre los concep-
los años noventa; 2. los años noventa y; 3. princi- tos usados (economías de aglomeración, desarrollo
pios del siglo xxi. Sin embargo, para este trabajo endógeno, sistemas de innovación, evolución y
se retomaron básicamente dos de estas referencias. aprendizaje, organización en redes y gobernanza),
El primer texto considerado fue de Ricardo Mén- los modelos territoriales de innovación sufren una
dez (2002). El segundo fue el de Frank Moulaert y ambigüedad conceptual. Lo anterior es básicamen-
Farid Sekia (2003). En particular, Méndez (2002)5 te la consecuencia de la manera en que se teoriza la
innovación territorial, en términos de la innovación
5 dirigida por la tecnología y la cultura de negocios,
Vale la pena añadir que las ideas de este traba-
jo fueron posteriormente desarrolladas en Albertos et al. que son instrumentales para la lógica capitalista del
(2004); y también en el trabajo de R. Méndez (2006). mercado.
472 ryszard E. rózga lutEr y CElia HErnándEz diEgo

De las fuentes anteriores se llega a la conclu- giros inesperados hacia paradigmas alternativos
sión de que en la escala internacional hubo tres desde nuestra propia latitud y experiencia. Más
tradiciones en las investigaciones sobre los modelos que una mera descripción entre los cambios que
territoriales de innovación: 1. el modelo original de retratan el proceso innovador y el lugar donde ger-
los distritos industriales de Marshall; 2. una tradi- mina, habría que pensar entonces sobre ¿por qué y
ción de los principios institucionales y; 3. el concep- cómo se dan esos cambios? ¿qué los provoca? ¿quié-
to de los nuevos espacios industriales. nes de los involucrados son enclaves en la innova-
Como relexiones inales habría que subrayar ción? y inalmente, ¿para qué nos sirve la reutiliza-
que, los modelos territoriales de innovación evocan, ción de las categorías predeinidas e importadas de
ciertamente, una coniguración relacional sustenta- otros contextos para conceptuar nuestros propios
da en una serie de vínculos entre agentes e interme- procesos de innovación? ¿Por qué no intentar una
diarios de distintas latitudes, además de procesos redeinición creativa desde la plataforma que nos
inmateriales y materiales de distinta naturaleza y corresponde para los espacios innovadores que es-
escala. En conjunto construyen un entramado de tudiamos de forma particular? Tal vez los efectos
identidades que van delimitando su propia fronte- diferenciales entre los espacios innovadores y los
ra difusa de acción y, al mismo tiempo, condensan que no lo son sea más estrecha si se responden estos
un espacio unívoco, llamado por algunos autores cuestionamientos.
como sistemas regionales o locales de innovación. Como se vio en el texto, los esfuerzos por en-
Es claro que los modelos territoriales de innova- tender los cambios en el proceso innovador crecen
ción juegan un papel signiicativo en los estudios en el ámbito internacional. Estas consideraciones
territoriales, pues evidentemente surgen como un apuntan hacia un interés concreto: reconocer los lí-
ejercicio mental que hace referencia a experiencias mites y las lógicas con las que operan los actores en
concretas donde se lleva a cabo la innovación. El la innovación, para entonces abrir el debate hacia
problema surge cuando un mismo espacio se ca- propuestas alternativas de conocimiento teórico e
liica con indistintas denominaciones o cuando se instrumentos suicientes para su aplicación en los
importan conceptos para deinir experiencias de marcos de las políticas públicas. El hecho de enten-
innovación en un contexto distinto y se manipulan der los procesos territoriales en un ámbito inno-
sin ninguna restricción o cuidado. De ahí que ha- vador conduce evidentemente a una intervención
bría que sustentar un ejercicio coherente entre los más clara sobre el espacio y su diseño, a in de alen-
conceptos que se retoman, los que se innovan y los tar el conocimiento, el aprendizaje y la información
que se modelan. De este modo, se estimularía el uso de sus miembros sobre ámbitos de acción integra-
responsable de los términos, de las metodologías, dos. Del mismo modo, hay una afectación parale-
perspectivas teóricas y de las modelaciones. la sobre los distintos campos de conocimiento que
En particular es interesante repensar las for- atraviesan y circunscriben las ideas de innovación y
mas y los procesos que conlleva la innovación desde territorio.
el punto de vista teórico, sobre todo, cuando están Por lo anterior, no se puede negar que hoy
mediados por la experiencia de los trabajos empíri- día resulta necesario repensar la innovación como
cos en un determinado territorio. También es cier- un proceso ligado indiscutiblemente con el espacio
to que los casos descriptivos de estudio superan en y, de forma especíica, con el territorio, sin olvidar
proporción a los trabajos teóricos explicativos sobre tampoco que actualmente, la geografía de la innova-
el proceso de innovación y su liga con el territorio. ción tiene una mirada desde la multi, trans e inter-
En todo caso, el equilibrio entre ambos aspectos da- disciplina de los estudios territoriales; los conceptos
ría como resultado nuevas exploraciones, y quizá básicos de distintas doctrinas cientíicas se han ido
ComEntarios a “modElos tErritorialEs dE innovaCión...” 473

articulando para constituir estructuras explicativas peculiar del comportamiento de las empresas a sus
cada vez más complejas. De igual modo, habría que condiciones internas y a los recursos externos a los
considerar que en el proceso exploratorio para re- que puede acceder” (Salom, Albertos, Pitarch y De-
deinir las estructuras relacionales derivadas de la lios, 1999, p. 148).
innovación aparece insistentemente la referencia Por otro lado, es cierto que los espacios inno-
tiempo-espacio. Entre estas formas podemos citar vadores han sido tradicionalmente mediados por el
los conglomerados tecnológicos, los sistemas pro- discurso y por la práctica homogeneizante de la mo-
ductivos locales, los distritos industriales, los siste- dernidad. Sin embargo, también empiezan a darse
mas locales y regionales, las redes de innovación, pequeñas rupturas, cuya tendencia muestra una
las regiones de aprendizaje, el medio innovador. Es mezcla de espacios de distinta naturaleza —diferen-
preciso, entonces, trascender la idea de que el te- ciales, homogéneos, intangibles— cuya exploración
rritorio es un elemento ajeno a la innovación pues, y denominación promete enriquecer los estudios
por el contrario, resulta una variable estratégica territoriales de la innovación tecnológica.
que permite el reconocimiento de los factores po- Esto signiica que en el escenario de los cam-
tenciales que sirven como incentivo y soporte en el bios tecnológicos están apareciendo entidades e in-
proceso innovador. termediarios relacionales que redeinen objetivos y
La reconversión de los espacios innovadores estrategias que es preciso entender a partir de la
viene desde el entendimiento de la propia interac- temporalidad y espacialidad de la vorágine actual y,
ción de los agentes clave de cambio, no sólo desde por ende, del espacio donde nacen. Los procesos e
la retórica o de la denominación de los espacios de interrelaciones que hacen a los espacios innovado-
manera arbitraria. En el presente, los espacios in- res, en muchos de los casos, no se ciñen al concepto
novadores se ven atravesados por un tamiz de cam- que los deine. La labor entonces sería tratar de ha-
bios tecnológicos provocados por las tecnologías cer nuevas lecturas, discursos, diálogos, estrategias
de información y comunicación, la multiplicación de acción y cambios desde, paradójicamente, una
exponencial de información y por una prioridad originalidad relativa y de una síntesis sobre fenó-
competitiva para generar nuevos conocimientos. menos que se han venido estudiando desde tiem-
Bajo este reconocimiento habría que pensar al es- po atrás, lo cual lleva a considerar que, la génesis,
pacio innovador como un dispositivo de análisis denominación o patrón de un espacio innovador
que condensa una serie de espacios de ijos, lujos no son procesos privativos de algunos territorios;
y redes. por el contrario, es un devenir permanente para
Hay de igual modo una serie de cambios que los propios casos u objetos de estudio con los que
se tendrían que apreciar y redeinir. Uno de ellos es se tiene un contacto permanente y más cercano. En
la valoración de la naturaleza de los espacios inno- otros términos, habría que pensar que la praxis co-
vadores a partir del entendimiento de las formas y tidiana que hoy se tiene alienta los procesos inno-
estructuras relacionales que los delimitan y consti- vadores y territoriales, e incita a dar un giro hacia
tuyen. De hecho, es a partir de los vínculos e inte- modelos explicativos y traducciones teóricas más
racciones que se puede generar toda una serie de prometedoras. Esto, en virtud de que la innovación
ejercicios conceptuales y de dispositivos metodoló- es una inscripción dinámica entre el territorio y sus
gicos para abordar la temática de la innovación y su actores; condición que se vuelve uno de los retos
transformación espacial o territorial, y no al revés. vigentes en los estudios territoriales y que abarca
De este modo, en casos especíicos, las tipologías, serios intentos disciplinares y transdisciplinares por
mapas y abstracciones derivadas del proceso inno- abordar los cambios y las transformaciones de la
vador vendrán caracterizadas por “una adaptación tecnología, la innovación y el espacio relacional.
474 ryszard E. rózga lutEr y CElia HErnándEz diEgo

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Hacia una teoría de la competencia regional*

ClivE lawson
Universidad de Cambridge

Este artículo argumenta la conveniencia de ampliar la teoría de la competencia de la em-


presa o, más generalmente, la perspectiva de la competencia, al análisis de la región. La
relevancia de esta perspectiva se desprende de la caracterización de sistemas productivos
semejantes a los de las empresas y las regiones, como conjuntos de competencias que emer-
gen, pero que no son reducibles a la interacción social. Se subraya una identiicable (aun-
que no reconocida) convergencia de ideas en la literatura regional reciente, argumentando
que esas ideas son mejor reconceptualizadas en términos de las competencias regionales.
El trabajo también reiere brevemente el racimo de empresas de alta tecnología en la re-
gión de Cambridge, Reino Unido, a in de ilustrar las ideas más importantes que aquí se
exponen.

introduCCión nes han sido relacionadas con la identiicación de


las razones del éxito económico de ciertas regiones,
Los años recientes han presenciado un creciente por ejemplo, de los distritos del Norte-Este-Centro
número de intentos para reconceptualizar, tanto a (NEC) [Tercera Italia], en Ciudad Toyota, en el Si-
la región como a la empresa, en la investigación eco- licon Valley, y en Baden Württemberg. Otras, han
nómica. El enfoque de la región ha girado en torno respondido a la conciencia de un creciente volumen
de varios temas (encubiertos). Algunas contribucio- de comercio internacional que verdaderamente ha
aumentado la especialización regional, en vez de la
* “Towards a Competence Theory of the Region”,
(1999) Cambridge Journal of Economics, vol. 23, núm. 2, pp. Research (Centro de Investigación de Negocios), con
151-166. reimpreso en Suneja (ed.) (2002), Policy Issues fondos del ESRC, cuyo apoyo se agradece. Un borrador
for Business: a Reader, Londres, Open-University Press, previo a esta ponencia se presentó en Cambridge, en el
Sage; traducción de Javier Delgadillo Macías y Felipe Cambridge Workshop on Realism and Economics (Taller
Torres Torres (Instituto de Investigaciones Económicas, Sobre Realismo y Economía), y también en la European
unam ), con el permiso de traducción y reproducción Association of Evolutionary Political Economy Conferen-
otorgado por Copyright Clearance Center’s RightsLink ce (Conferencia Europea de la Asociación Sobre Eco-
Service, licencia núm. 2923150587213. Esta ponencia se nomía Política Evolucionista), 1997, en Atenas. El autor
ha originado en el trabajo de investigación dentro del queda en deuda con varios lectores, por sus comentarios
proyecto Territorial Clustering and Innovative Milieux en las dos presentaciones. Especíicamente, el autor que-
(Racimo Territorial y Entornos Innovadores) en el Econo- rría dar las gracias a David Keeble, a Lucy Delap y a un
mic and Social Research Council (ESRC) (Consejo de In- evaluador anónimo, por sus comentarios a un borrador
vestigación Económica y Social) del Centre for Business anterior.

[477]
478 ClivE lawson

uniformidad. Quizás lo más debatido de todo ha tiva de la competencia o, más especíicamente, de


sido la observación de que, a pesar de la caída en una teoría de la competencia de la empresa (ver
los costos de transporte y comunicación, ha habido especialmente Foss y Knudsen, 1996). La tesis cen-
un aumento en la importancia de la formación de tral de la presente ponencia es que es muy valioso
racimos empresariales, especialmente en los secto- extender esta perspectiva de la competencia al aná-
res de alta tecnología, en los de información inten- lisis de la región o, más correctamente, al sistema
siva, sectores que, dados los enormes desarrollos productivo regional. Al plantear esto, intentaré cla-
recientes en las tecnologías de la información, uno riicar qué es lo esencial en la perspectiva de la com-
podría haber esperado que fueran los menos sen- petencia, mostrando que hay buenas razones para
sibles a la necesidad de la proximidad geográica. extender el espectro de esta perspectiva más allá de
Al intentar explicar estos fenómenos, la atención se la empresa, llevándola al análisis de la región; es de-
ha desplazado, desde el enfoque de las empresas cir la perspectiva de la competencia es igualmente
individuales, al de una preocupación por el siste- apropiada para analizar a la región. Voy a bosque-
ma productivo,1 dentro del cual las empresas ope- jar también los recientes puntos de convergencia
ran, poniendo especial atención en las cualidades en la literatura regional, indicando que los factores
regional-especíicas, en cuanto a las vinculaciones enfocados a esas versiones son especialmente ade-
y relaciones que existen entre las empresas. Esta cuados para la conceptualización en términos de las
estrategia, sin embargo, no ha sido uniicada o sis- competencias.
tematizada. Resultado de esto es que ahora existe El resto de esta ponencia queda como sigue.
una plétora de nueva terminología, que incluye tér- La siguiente sección repasa las principales ideas so-
minos como distrito industrial, distrito tecnológico, bre la teoría de la competencia desde la literatura
distrito de tecnología, complejo tecnológico, milieu de la empresa, investigando las razones de su po-
innovativo, y nexo de interdependencias no comer- pularidad o resonancia, tanto entre la comunidad
cializadas, pero no es claro hasta qué punto esos académica, como en la de los negocios. Expongo
términos, o las literaturas que los generan, compar- que la bondad principal de esta literatura es que
ten comunalidades, tanto a nivel sustantivo como presta atención a una noción estratiicada o estruc-
metodológico. turada de causalidad, que identiica las capacidades
De modo similar, la literatura sobre la empre- y las competencias como diferentes tipos de obje-
sa ha estado preocupada por los vínculos y las rela- tos, así como los eventos y situación de los negocios
ciones: abre la concepción de la caja negra acerca que las generan y explican. También expongo que,
de la empresa, dominante en la principal corriente al desarrollar el concepto de competencia, para
de la Economía, enfocándola hacia la constitución evitar tensiones en la literatura de la competen-
organizativa interna de las empresas. Es justo decir cia, se vuelve cada vez más arbitrario no extender
que esta literatura sobre la empresa es bastante más el concepto a los sistemas productivos en general.
coherente y menos dispersa que la literatura sobre Esas ideas están relacionadas con el estudio de los
la región. Ciertamente, la de la empresa exhibe una sistemas productivos regionales particularmente
uniformidad mayor en su terminología y orienta- considerados, que aparecen como aspectos de cre-
ción general. Esta coherencia, se ha argumentado, ciente convergencia en la literatura regional, espe-
deviene de una compartida y subyacente perspec- cialmente en aquellas aportaciones que se centran
en la importancia del aprendizaje y de los vínculos
1El término sistema productivo (Wilkinson, 1983) se
inter-empresariales, que explican patrones espa-
usa con preferencia al más comúnmente usado de sistema
de producción, para evitar un sesgo hacia las vinculaciones ciales particulares de comportamiento económico.
de insumo-producto implícitas en el segundo concepto. Una sección inal ilustra el fructífero potencial del
HaCia una tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 479

concepto competencias regionales, en particular de 1985) y Alchian y Demsetz (1972). Estas versiones
cómo una concepción de empresa y de competen- se centran en el costo de hacer y supervisar transac-
cias regionales puede ser útilmente combinada, al ciones, así como en reducir esos gastos, vía las jerar-
enfocarla a un sistema productivo particular deini- quías organizativas que constituyen la empresa. El
do geográicamente: al racimo empresarial de alta intercambio es primario y las principales preocupa-
tecnología en la región de Cambridge en el Reino ciones son los problemas de formar y mantener (su-
Unido. pervisar/tomar decisiones) contratos entre los due-
ños de los insumos. Por contraste, las teorías de la
1. la pErspECtiva dE la CompEtEnCia competencia se enfocan más a la producción, perci-
biendo a la empresa como un repositorio de cono-
Aunque términos tales como el de competencia cimiento productivo (Foss, 1996) más que como un
(Burgelman y Rosenbloom, 1989; Prahalad y Hamel, nexo de contratos. Hodgson detecta estas diferen-
1990) y capacidades (Teece, Pisano y Shuen, 1992; cias, enfatizando las debilidades metodológicas de
Grant, 1991; Teece y Pisano, 1994) no siempre se los enfoques de los contratos (Hodgson, 1998). En
usan precisamente de la misma manera, un núme- particular, son criticados los enfoques de los contra-
ro signiicativo de contribuciones recientes se ha tos por su abandono, no solamente de la produc-
enfocado a las competencias (subyacentes), capaci- ción, sino de los caracteres dinámicos del compor-
dades o aptitudes de las empresas que comparten tamiento empresarial más en general, y también
suicientes semejanzas familiares e ideas claves, con- por el tratamiento de los agentes individuales como
sideradas como indicaciones de un enfoque distin- atomizados y como dados. Por otra parte, esta vi-
to, verdaderamente muy inluyente, para el estudio sión de los agentes desvía la atención sobre la im-
del comportamiento de la empresa. De hecho, hoy portancia de las relaciones no contractuales, como
día existen varios volúmenes que proponen darse, la conianza, la lealtad, la cooperación y la capa-
más o menos enteramente, a la tarea de clariicar cidad individual de aprender y desarrollarse. Por
la historia de y las conexiones entre términos como otro lado, los enfoques contractarios, como los que
competencias y aptitudes, derivando implicaciones tipiican Williamson y Coase, están preocupados
para la investigación actual (por ejemplo, Hamel y por la estática comparativa. De hecho, los defenso-
Heene, 1994; Montgomery, 1996; Foss y Knudsen, res del enfoque sobre contratos a menudo declaran
1996). El más reciente de esos volúmenes empieza explícitamente que su planteamiento es inadecua-
por sostener que “la perspectiva de la competen- do para los procesos más dinámicos, que radican
cia es —en sus varias modalidades— la perspectiva en el núcleo de la innovación y del cambio técnico
dominante acerca de las empresas y del comporta- (Williamson, 1985, pp. 143-144). Para las teorías de
miento empresarial hoy día” (Foss, 1996, p. 1). Para la competencia, en contraste, el aprendizaje está en
distinguir las características principales y las venta- el centro del escenario, tal como también están las
jas de esta perspectiva general, se puede establecer relaciones (de conianza) que rodean y facilitan los
un útil contraste con otros dos enfoques/tradiciones diferentes tipos de aprendizaje y los procesos diná-
en la investigación. En particular, se puede contras- micos de cambio que se suceden. Aunque los enfo-
tar la perspectiva de la competencia con las teorías ques sobre contratos se presentan a menudo como
de contratos de la empresa y con la literatura sobre intentos de abrir la caja negra de las corrientes do-
la estrategia gerencial basada en el portafolio. minantes sobre la empresa, al menos en relación
Las perspectivas sobre contratos empresaria- con las teorías de la competencia, tales intentos no
les proceden del trabajo de Coase (1937) e inclu- van muy lejos ni sustantiva ni metodológicamente.
yen contribuciones como las de Williamson (1975, En suma, la perspectiva de la competencia está mu-
480 ClivE lawson

cho más ocupada con un concepto realista de lo que c. Aprender haciendo


es y lo que hace una empresa. Se obtienen y se mejoran las competencias
El enfoque de portafolio ha surgido de la lite- en el trabajo. Prahalad y Hamel (1990, p. 82)
ratura de la estrategia gerencial y está centrado en dicen que “las competencias subyacentes son
los riesgos particulares, involucrados en el manejo el conocimiento colectivo en la organización,
de algún portafolio de negocios. La estrategia en especialmente en cómo coordinar habilidades
la toma de decisiones se relaciona con la asigna- diversas de producción e integrar múltiples
ción del capital entre unidades negociantes, donde corrientes tecnológicas […] La competencia
el éxito depende, inalmente, de su posición en el subyacente no disminuye con el uso […] las
mercado ocupado por una corporación. En cam- competencias se superan a medida que se
bio, la perspectiva de la competencia está enfocada practican y se comparten”.
a las aptitudes de las unidades negociantes para ha- d. El locus competitivo
cer ciertas cosas: aprender, producir, ocupar ciertas La competencia del producto-mercado es
posiciones en el mercado. En el centro del contras- meramente la expresión supericial de una
te, aunque raramente se haya explicitado, está la competencia más profunda sobre las compe-
idea de un nivel de análisis más profundo. En es- tencias. Hamel (1991, p. 83) dice que “la con-
pecíico, el enfoque del portafolio se concentra en cepción de las empresas, como un portafolio
los fenómenos supericiales de la experiencia de la de competencias subyacentes y disciplinas, su-
vida diaria, tales como el volumen de ventas, las uti- giere que la competencia inter-empresarial
lidades, los productos, mientras que el enfoque de se opone a la competencia entre productos;
la competencia está interesado en los factores que esencialmente se ocupa de la adquisición de
subyacen a la supericie, pero que condicionan esos aptitudes” (Rumelt, 1994, pág. xvi).
fenómenos cotidianos. El ejemplo que sigue es ilus-
trativo. Cada aspecto contiene la idea de que las com-
Rumelt (1994), al intentar explicar la reso- petencias existen en un nivel más profundo, dando
nancia entre los gerentes corporativos y académicos lugar y explicando los fenómenos básicos de las ver-
creados en el artículo de Prahalad y Hamel en 1990 siones del portafolio, tales como los productos, las
sobre las competencias subyacentes, cita los caracte- posiciones en el mercado y, especialmente, las ven-
res siguientes, en la versión de Prahalad y Hamel, tajas o las desventajas competitivas sustentables. En
como fundamentales: algunas versiones, esta distinción está presentada
(implícitamente) en términos de diferencia persis-
a. Alcance corporativo tente: el concepto de competencia es invocado para
Las competencias subyacentes abarcan los ne- explicar persistentes diferencias en (fenómenos
gocios y los productos dentro de una corpora- supericiales como) posición competitiva, rentabili-
ción. Para decirlo de otro modo, las poderosas dad, prácticas empresariales (por ejemplo, Dosi y
competencias subyacentes apoyan varios pro- Marengo, 1994). El planteamiento más supericial
ductos o negocios. del enfoque portafolio (“la atención fue enfocada
b. Predominancia temporal en productos, las utilidades fueron medidas y ras-
Los productos no son sino la expresión mo- treadas con precisión”, (Rumelt, 1994, p. xviii) es
mentánea de las competencias subyacentes de reemplazado, en la perspectiva de la competencia,
una corporación. Las competencias son más por un interés en los fenómenos subyacentes y re-
estables y evolucionan más lentamente que los guladores. Aunque otras versiones no usan la mis-
productos. ma terminología (subyacente vs. no subyacente), un
HaCia una tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 481

rasgo trascendente de todas estas descripciones es por Prahalad y Hamel se enfocan a “las fuentes es-
la aceptación de, y del enfoque sobre la naturaleza pecíicamente funcionales de las aptitudes” pero no
estructurada de las explicaciones sobre el compor- hacen una distinción signiicativa entre las fuentes
tamiento empresarial. de las aptitudes que la empresa puede aprovechar
Contrastando el enfoque de la competencia y lo que la empresa realmente es; sus competen-
con el enfoque del portafolio y (especialmente), con cias.2 Sin embargo, y éste es el aspecto clave que se
el enfoque contractario, destaca el interés del pri- reiere a estos problemas, aun en descripciones que
mero con respecto al funcionamiento interno de la intentan distinguir explícitamente entre recursos y
empresa. Al subrayar tales intereses como el prin- competencias (Dierickx y Cool, 1989; Teece, Pisano
cipal carácter distintivo de la perspectiva de la com- y Shuen, 1990) hay una ambigüedad signiicativa.
petencia, se introduce el tema de la relación de la La distinción primaria es que, mientras los recursos
perspectiva de la competencia con otra colección de son tanto tangibles (capital físico) como intangibles
aportaciones que tradicionalmente se han asociado (capital humano), las competencias siempre son
a la preocupación por dilucidar el funcionamien- intangibles. Pero esta distinción aún no ayuda, en
to interno de la empresa; esto es a la tradición ba- tanto que el punto de la atención (para los críticos
sada en los recursos. El paradigma basado en los mencionados arriba) es el error de no distinguir los
recursos emana del trabajo tanto de los estrategas recursos intangibles de las competencias intangi-
gerenciales, por ejemplo Andrews (1980) y Chandler bles.3 En algunas de las más soisticadas versiones,
(1962), como de economistas tales como Penrose la idea de competencia está ligada a las propieda-
(1959) y Wernerfelt (1984). Las similitudes entre des emergentes (por ejemplo, Foss y Eriksen, 1996).
las dos tradiciones son regularmente planteadas; Sin embargo, la noción de emergencia que se emplea
las aportaciones basadas en los recursos son pre- es abandonada al subdesarrollo. Específicamente
sentadas hasta como precursoras de la perspectiva no hay mucha consideración explícita sobre cómo
de la competencia (Montgomery, 1996). Sin em- la idea de las propiedades emergentes se relaciona
bargo, varias versiones han sido criticadas por no con otras ideas, tales como la del carácter profundo
estar conscientes de las importantes diferencias, y es- de las competencias o incluso con la de concepción
tas críticas con frecuencia implican la idea de que de sistema social (en este caso la empresa), la cual
las categorías básicas de las competencias y de los constituye esas propiedades. No obstante es posible
recursos no han sido suicientemente distinguidas.
Por ejemplo, varias críticas a la contribución clá- 2 Eriksen y Mikkelsen llevan esos argumentos más
sica de Prahalad y Hamel (1990) toman la forma allá, argumentando que un error al distinguir los re-
de que la noción de competencia es, en sí misma, cursos de las competencias, no solamente orienta hacia
inaceptablemente vaga, por una falla en lo que se la vaguedad, sino también a una incapacidad para en-
tender “los procesos del desarrollo de la competencia y
reiere a la distinción entre las competencias y los las relaciones entre las ventajas competitivas sostenidas”
recursos (Eriksen y Mikkelsen, 1996). La deinición (Eriksen y Mikkelsen, 1996).
3 Lo que se halla aparentemente en el fondo de
de Prahalad y Hamel de las competencias subya-
centes consiste en “el aprendizaje colectivo en la esas ambigüedades es una noción de recurso, de alguna
manera externo y aproximado, que en consecuencia pue-
organización, especialmente en cómo coordinar di- de ser distinguido de una competencia, que es interna y
versas aptitudes de producción e integrar las múlti- constitutiva. Una distinción tan difícil, sin embargo, tiene
ples corrientes de tecnologías” (Prahalad y Hamel, sentido donde hay un algo, tal como (y quizás sólo en ca-
so de) un ser humano, que es obviamente distinguible de
1990, p. 82). Tanto las contribuciones de Eriksen
los recursos externos que se pueden aprovechar. Pero
y Mikkelsen (1996) como las de Stalk, Evans y claro que aquí éste no es el caso, porque el enfoque prin-
Schulman (1992) resaltan que los ejemplos usados cipal es sobre los sistemas de competencias.
482 ClivE lawson

(y necesario, dadas las preocupaciones de esta po- la naturaleza de las estructuras sociales y, especial-
nencia) reconstruir una versión más precisa acerca mente, en sus cualidades subyacentes, generadoras
de la naturaleza de las competencias; especialmente de resultados y de los estados de sus negocios. Más
con respecto a la relevancia de una noción de com- especíicamente, la estructura social se entiende
petencias, dentro del concepto de sistemas sociales, como compuesta de reglas, relaciones y posiciones.
diferente al de las empresas. Adopto aquí las des- A su vez, las normas (sociales) están conceptualiza-
cripciones existentes en la teoría social que han te- das como algo diferente de la conducta normada
nido que ver en exclusiva con la naturaleza del ser por aquéllas. El chofer que no se detiene frente a un
social o con la ontología (Giddens, 1984; Bhaskar, semáforo en rojo, no nos lleva a dudar de nuestro
1989; T. Lawson, 1997).4 entendimiento acerca de la regla que dice “frente
al semáforo en rojo, deténte”. Tampoco nos obliga
a considerar una regla tal como un promedio o des-
1.1 Competencias sistémicas cripción normal de lo que la gente hace, aunque la
e interacción social mayoría de la gente ciertamente puede detenerse,
cuando el semáforo muestra la luz en rojo. La regla
La idea de una competencia o aptitud presupone no es y no puede ser evaluada como una predic-
una estructura de algún tipo o un objeto estructu- ción del comportamiento real; es algo de una clase
rado. Las tazas contienen (tienen el poder de con- diferente. Entonces, mientras que hay un acuerdo
tener) té; las bicicletas transportan a sus ciclistas; los general de que el mundo social está altamente go-
violines se pueden usar para tocar música (o las me- bernado por normas, la existencia de las relaciones
sas de tenis), debido a sus estructuras internas. Por sociales opera muy a menudo en contrario. No
ejemplo, la estructura del violín es lo que le permite obstante, una vez que se acepta que las diferentes
vibrar y crear sonidos de ciertas maneras (¡o al gol- reglas, derechos y obligaciones no son igualmente
pear las pelotas de ping-pong!). Ciertos eventos o aplicables a todos, es difícil evitar la noción de re-
resultados se explican en términos de otros tipos de laciones y posiciones. Los tipos de actividad permi-
objetos-estructuras. Esta percepción está apuntala- tidos o restringidos para un capataz son diferentes
da por las recientes contribuciones de la ilosofía a los de un gerente o a los de un empleado. Cada
de la ciencia y de la teoría social. Se reconoce que uno tiene diferentes responsabilidades y derechos
un rasgo esencial de la investigación cientíica es su en virtud de la posición que ocupa.
movimiento por niveles; este movimiento es llama- Las actividades restringidas o permitidas tien-
do, siguiendo a Peirce (1867) y a Hanson (1965), den a estar orientadas hacia algún otro grupo, indi-
retroducción. En el contexto especíico de la in- cando así un desempeño causal para ciertas formas
vestigación social, se ha puesto mucha atención en de relación. De importancia particular son las re-
laciones internas, en las que dos objetos son lo
que son, en virtud de la relación en la cual se ba-
4 Sólo se puede hacer aquí una breve referencia a
san entre sí. Por ejemplo, entre una esposa y un
esos planteamientos; especialmente T. Lawson (1997) pa- esposo, un terrateniente y un inquilino no es po-
ra una descripción detallada acerca de las implicaciones
que se desprenden al adoptar tal descripción, al llevar a sible concebir al uno sin el otro. Para cada pareja,
cabo la investigación actual; Bhaskar (1989) y C. Lawson la relación deine lo que cada uno es y hace. De esta
(1994), para una versión del modelo transformativo de la manera, los diferentes bloques que construyen la
actividad social en el cual se proporciona un relato (com-
sociedad son posiciones que dependen de o están
plementario), enfocado a la emergencia de las formas so-
ciales coherentes a través del tiempo, en vez de a través constituidos por reglas sociales, derechos y obliga-
del espacio, como se hace aquí. ciones, deinidas en relación con otras posiciones,
HaCia una tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 483

que también están ocupadas y abiertas al cambio se asocia a las relaciones codeterminantes, que son
por los individuos. relaciones entre los elementos de un sistema (Bhas-
Respecto a esta concepción, los sistemas so- kar, 1986, pp. 131-132).
ciales (tales como las empresas, los sindicatos, las Algo así como esta distinción parece subyacer
economías nacionales y regionales) pueden ser en- en muchos de los intentos de distinguir a las empre-
tendidos como “un agrupamiento en red, con posi- sas de las regiones.5 Esto puede explicar muchas de
ciones internamente relacionadas, con sus reglas y las dudas de los comentaristas sobre la empresa que
prácticas de asociación” (T. Lawson, 1997, p. 165). extiende ideas de competencia más allá de las fron-
Este concepto, entre otras cosas, evita el problema teras de la empresa; se identiica a la empresa como
frecuentemente señalado de conceptualizar tales un objeto claramente identiicado, mientras que la
sistemas, bien sea como simples agregados de indi- región es (a lo sumo) un sistema de relaciones. No
viduos o como numerosos individuos. Con un sig- obstante, quiero sugerir que, en este contexto, es
niicado particular en este contexto está la ventaja mejor pensar en los dos (en las empresas y en las
de que los elementos de la estructura (las reglas, las regiones) como estructuras particulares (al interior
relaciones y las posiciones) están elaborados de tal de estructuras), que conservan una orientación ex-
manera que evitan su colapso en acciones y prácti- plícitamente realista, como la anotada líneas arriba,
cas que los expongan. La distinción entre los even- enfocándose a los diferentes modos de existencia;
tos y los mecanismos subyacentes se mantiene me- esto es a las maneras en que las diferentes estruc-
diante las competencias localizadas en el segundo turas involucradas son reproducidas o transforma-
nivel. das. Las diferentes estructuras que explican las ca-
La retroducción de las capacidades de los pacidades de los seres humanos, sean las tazas o los
objetos materiales, como las piezas de cobre, es sindicatos, se pueden reproducir a nivel biológico,
esencialmente lo mismo que la retroducción de las físico o social, y consecuentemente necesitan ser es-
capacidades de las empresas, de las regiones y de tudiadas de diversas maneras. Los sistemas (como
las naciones. Por ejemplo, la estructura del cobre los sindicatos, las empresas o las regiones) tienen ca-
(identiicada como un elemento de lo profundo) pacidades, del mismo modo (y en el mismo grado)
puede explicar varias (eventos), actividades de los en que las relaciones entre los elementos son obje-
aparatos eléctricos. De modo similar, la habilidad de tos que verdaderamente existen. La característica
las irmas de aprender, de producir, o de distribuir distintiva de los sistemas sociales es que solamente
(profundo) puede usarse para explicar (eventos ta- existen en virtud de las actividades que gobiernan o
les como) la existencia de productos particulares; facilitan. Éste es el sentido en que se pueden enten-
la ocupación de posiciones especiales en el merca- der las competencias, como propiedades emergen-
do o niveles de desempleo. En suma, los sistemas tes de la actividad social. Se dice que es emergente
sociales, tales como las empresas, las regiones y las un nivel de organización, en el sentido de si ha sur-
economías tienen competencias y capacidades de gido de un nivel más bajo, pero no es reducible a/o
acuerdo con la manera en que están estructuradas. predecible desde aquél. Dos características de esta
Pero si tales sistemas, como las regiones y las concepción han de ser enfatizadas: que el nivel más
empresas, pueden ser útilmente conceptualizadas alto no es independiente del más bajo, y que en ver-
en términos de competencias, ¿cómo se pueden en- dad está condicionado y arraigado por éste; y que
tender las diferencias entre ellas? Dos paradigmas
para lo estructurado, se pueden distinguir a menu- 5 El deslizamiento del segundo paradigma al prime-
do claramente; el primero se relaciona con los po- ro parece subyacer, en los intentos poco convincentes, de
deres de un objeto o clase en particular; el segundo distinguir entre recursos y competencias, referidos arriba.
484 ClivE lawson

el nivel más alto no se puede predecir del nivel más sideraciones que quedan fuera del enfoque de las
bajo, si en verdad es emergente en cualquier senti- teorías empresariales de la competencia, se vuelven
do real. Por este motivo, las empresas y las regiones fundamentales para el análisis de las competencias
consisten en las capacidades que son propiedades regionales, en tanto que dan comienzo a toda clase
emergentes de la actividad social, y que ambas to- de relaciones. Un rasgo común a todos estos tipos
man forma de estructuras, dentro de las estructuras de interacción es que probablemente la proximidad
(antes de ser objetos estructurados).6 espacial sea importante, pero no relevante, en la in-
Distinguir entre las empresas y las regiones es teracción constitutiva de una empresa (o de una na-
pues un asunto más sustantivo, que se basa en la ción o de una comunidad internacional). Tomando
identiicación de cómo la interacción, constitutiva todos estos factores en conjunto, la región, como
de la competencia aquí expuesta, es reproducida o sistema productivo, se puede diferenciar como un
trasformada. En esto, una diferencia crucial entre agrupamiento de competencias que se extienden
las dos (a las cuales las otras diferencias se reducen en el espacio y a través de las organizaciones, y que
a menudo en la práctica) será la relevancia de los contiene un grado de coherencia en virtud de la na-
derechos y obligaciones contractuales/legales. Las turaleza de su interacción (localizada) constitutiva.
competencias de las empresas están crucialmen- Varias implicaciones suscitan el concepto ge-
te constituidas por la interacción coninada (o de- neral de las competencias sistémicas que se plan-
inida, junto con la membresía, la identidad de tean aquí. Primeramente, al menos en este nivel del
aquéllas al interior de la empresa), según las con- análisis, no es entendible si existe una distinción
sideraciones contractuales/legales (aportación prin- signiicativa entre los recursos y las competencias;
cipal de la tradición contractaria). Sin embargo es una vez dilucidada la diferencia de un objeto (que
improbable que éstas inluyan en una interacción puede aprovechar recursos externos y estar cons-
constitutiva de las competencias regionales. De este tituido por competencias), la del sistema se torna
modo, en el caso de las competencias regionales, menos clara. Segundo, el distinguir entre tales sis-
existe una responsabilidad en particular para ex- temas, como son las empresas y las regiones, debe
plicar cualquier coherencia (reproducción) en las involucrar la investigación sobre la manera en que
relaciones observadas. Además, la interacción rele- la interacción social relevante (desde donde sus
vante tenderá a producirse entre las organizacio- competencias sociales emergen) se reproduce o se
nes y entre los diferentes tipos de organización. A transforma. En concordancia, un planteamiento
este respecto, los variados métodos que dan lugar sobre las relaciones, que no son reducibles a los
a las relaciones emergentes, y que son sostenidos eventos y a los estados que guardan los negocios
entre las organizaciones, se convierten en un enfo- que generan, se convierte en un enfoque explícito
que central. Los procesos, tales como la movilidad y central del análisis. El tercero y más importante
laboral entre las organizaciones, las tasas de naci- es que, al parecer, cuanto más se intenta clariicar
miento y muerte (los efectos indirectos, spin-offs, con toda exactitud el signiicado del término com-
desintegración vertical), que son típicamente con- petencia, más sobresale el resultante concepto de
región. En otras palabras, aunque las empresas y
6 La sobredimensión de la primera característica las regiones no son los mismos objetos, ambas son
conlleva una omisión acerca de la naturaleza humano- conjuntos de competencias que emergen de la in-
dependiente de las estructuras sociales; mientras que el teracción social, y por ello no parece haber razón
descuido de la segunda conlleva el desconocimiento de
alguna para descartar la perspectiva de la compe-
toda noción real de estructura social (tal como lo atesti-
guan incluso las más soisticadas explicaciones metodoló- tencia igualmente relevante, tanto para el estudio
gicas individualistas). de la región, como de la empresa.
HaCia una tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 485

2. las CompEtEnCias rEgionalEs Storper, adoptando las ideas de la literatura sobre


y algunos aspECtos rECiEntEs dE ConvErgEnCia las trayectorias tecnológicas (Dosi, 1987; Dosi y Or-
senigo, 1985; Arthur, 1989), así como las de la litera-
No solamente parece bastante arbitrario el no ex- tura del aprendizaje tecnológico (Lundvall, 1992),
tender la idea de competencias al análisis de las ha planteado que son las interdependencias no co-
regiones; también existen amplias razones para con- mercializadas las que explican los patrones espacia-
siderar oportuna tal extensión. Sugerí líneas arri- les observados, los cuales “no se pueden fácilmente
ba que lo fructífero del concepto de competencias acomodar a las teorías, basadas en los costos de las
regionales es que también puede ser aplicado para transacciones” (Storper, 1995, p. 207). No se pue-
indicar cambios recientes en el enfoque de una va- den captar estas interdependencias no comerciali-
riedad de descripciones, relacionadas con proble- zadas por medio de referencias a transacciones de
mas regionales que están (independientemente) insumo-producto o de intercambios contractuales.
convergiendo en factores que en sí mismos son más Ellas involucran un efecto de derramas tecnoló-
útilmente concebidos como competencias regiona- gicas, convenciones, reglas y lenguajes para desa-
les. Aunque hay diferencias signiicativas entre las rrollar, comunicar e interpretar el conocimiento.
aportaciones consideradas, el enfoque principal Un aspecto eje es que esas interdependencias no
aquí presentado radica en sus similitudes. En par- comercializadas generan relaciones observadas de
ticular, voy a enfocarme en los puntos de conver- insumo-producto que son más duraderas. Storper
gencia de estas aportaciones que 1. no han sido explícitamente argumenta que el Silicon Valley no
explicitadas; 2. enfatizan la importancia de los ele- muestra ninguna señal de debilidad como una
mentos de una perspectiva de la competencia ano- aglomeración, porque “las interdependencias no
tada líneas arriba; y 3. proveen de ejemplos sobre comercializadas geográicamente-restringidas so-
las formas que las competencias regionales pueden breviven a los vínculos de insumo-producto geo-
realmente adoptar en la práctica. gráicamente-restringidos” (Storper, 1995, p. 209).
La primera de esas corrientes se puede llamar Se puede discernir un cambio de enfoque si-
escuela californiana de geografía económica (Scott, milar en la literatura sobre los distritos industriales
1986; Scott y Storper, 1987). El principal cambio inspirados por el trabajo de Marshall. En esta li-
de énfasis identiicable en estas descripciones es el teratura, la supervivencia de una empresa se hace
que habla desde un enfoque de interdependencias depender de la creciente diferenciación y de una
comercializadas a las no comercializadas. En las pri- coordinación más compleja o más soisticada (You
meras contribuciones de esta escuela, la organiza- y Wilkinson, 1994, p. 261). Se pueden percibir dos
ción regional de negocios en racimos es teorizada elementos en este movimiento hacia la creciente
en términos de la relación entre la división del tra- interdependencia, los cuales han sido claramente
bajo, los costos de transacción y la aglomeración. externados en la literatura inluida por Marshall,
La desintegración (vertical) de la producción con- especialmente la que trata de los distritos industria-
lleva un aumento de los costos de transacción, lo les del noreste y centro de Italia. Hay mucha con-
cual conduce a la aglomeración, en tanto que los centración, en la literatura, sobre las transacciones
agentes intentan reducir los costos extra-transac- entre las empresas en las etapas secuenciadas de
cionales condicionados por la distancia geográica. las cadenas de abasto: frecuentemente comparten
Sin embargo, el enfoque en estas primeras contri- equipos, la posibilidad de asumir juntas grandes
buciones tiene predominio sobre las relaciones co- pedidos, vastas reservas de trabajadores adecua-
mercializadas, típicamente conceptualizadas como damente caliicados. Además, existe un énfasis es-
relaciones insumo-producto. Más recientemente, pecial acerca de la importancia de las formas par-
486 ClivE lawson

ticulares de cooperación que se llevan a cabo en las economías externas marshallianas. Disertando
estos distritos, por ejemplo, compartir información sobre los aspectos dinámicos del enfoque del grE-
técnica, subcontratar unas con otras (muchas veces mi, por un lado, Camagni apunta al milieu como fa-
con un éxito menor), los competidores se abstienen cilitador del aprendizaje colectivo y, por otro, como
de competir salarialmente o de sonsacar a los traba- reductor del dinamismo de incertidumbre. El tér-
jadores (Brusco y Sabel, 1981; Sabel y Zeitlin, 1985, mino aprendizaje colectivo, aunque no siempre se
pp. 146-149; Lorenz, 1992). No obstante, al expli- usa consistentemente en la literatura del grEmi, se
car estos vínculos, o al elaborarlos con más detalle, puede deinir como la creación y el desarrollo supe-
dos diferentes énfasis se evidencian. El primero, rior de una base de conocimiento común o compar-
sencillamente se relaciona con la existencia de las tido entre los individuos, dentro de un sistema pro-
economías externas (economías de escala, las cua- ductivo. Esto permite tanto la coordinación de la
les, aunque externas a una empresa en particular, acción, como la resolución de problemas (Lazaric y
son internas del sistema productivo, por ejemplo, Lorenz, 1997). Esencialmente, el aprendizaje colec-
el distrito industrial como un todo). El segundo se tivo se reiere a ese aprendizaje que se hace posible
relaciona con un clima general o con un ambiente a través de la membresía a un entorno particular
industrial (Bellandi, 1989; Becattini, 1990). En el (conjunto de relaciones que constituyen un sistema
trabajo de Marshall, este aspecto está más claramen- productivo (Lawson, 1997). El conocimiento com-
te explicitado en su famosa disertación sobre las partido resulta del (y añade el) establecimiento de
capacidades especiales y las heredadas, donde “los un lenguaje común, conocimiento técnico y con-
misterios del comercio se convierten en no misterio- venciones organizativas. La incertidumbre, particu-
sos, sino que están… en el aire”. Aquí el énfasis radi- larmente la que enfrentan las pequeñas empresas,
ca en la red de convenciones, reglas, entendimiento se entiende que ha de ser disminuida por medio
mutuo, los cuales constituyen el ambiente industrial de su membresía al milieu. Varias formas de incerti-
cultural y socio-económico (Bellandi, 1989). dumbre son consideradas; por ejemplo, las que se
Un tercer ejemplo se encuentra en la litera- desprenden de la complejidad de la información
tura del grEmi (Aydalot, 1986; Aydalot y Keeble, (necesitan una función de búsqueda); el problema
1988; Camagni, 1991). En esta literatura, es el am- de la inspección, ex ante, las características cualita-
biente local o milieu el que se ve como unidad de tivas de los insumos, los equipos (requieren la in-
análisis relevante; el enfoque radica especialmente vestigación de antecedentes de personas, screening);
en la aptitud del entorno, para fomentar o facili- el problema del procesamiento de la información
tar la innovación; y el énfasis, principalmente en disponible (la transcodiicación), y la evaluación de
una compleja red de relaciones sociales informales resultados de las acciones del propio sujeto y de los
(Camagni, 1991). Las innovaciones son el resultado demás. Luego, se hace una distinción entre los tipos
de interacciones colectivas que articulan un sistema de vínculos que sirven para reducir la incertidum-
de producción, con una cultura técnica particular bre en cada caso. La recolección colectiva de infor-
(Crevoisier y Maillat, 1991). En el intento de dis- mación e investigación de antecedentes de personas
tinguir el enfoque del grEmi con respecto de otros se realiza por medio del intercambio informal de
que enfatizan el papel de las relaciones socio-cultu- los datos codiicados entre las empresas; por ejem-
rales, Camagni aísla lo que llama enfoques estático plo, sobre las varias decisiones exitosas o acerca del
y dinámico, en la interpretación del espacio econó- prestigio. La movilidad del trabajo caliicado den-
mico (ambos son aspectos del enfoque del grEmi). tro del mercado laboral local, el intercambio técnico
En el primero, Camagni incluye tanto los enfoques y organizativo entre cliente-proveedor, la imitación,
de los costos de transacción, como los enfoques de la aplicación a necesidades locales o tecnologías de
HaCia una tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 487

uso generalizado y los efectos informales de una puede beneiciarse de la referencia a la creciente
cafetería permiten la función de la transcodiica- literatura sobre la naturaleza y la importancia de
ción. Un proceso colectivo para seleccionar rutinas las competencias y aptitudes basadas en la empresa,
de decisión resulta de la movilidad gerencial, de la pero que no están simplemente en el aire o afuera
imitación, de la toma de decisiones en cooperación de la comercialización. Son factores reales que sur-
a través de asociaciones locales. gen y son reproducidos por vía de la interacción de
Finalmente, se sostiene que un proceso in- los agentes, donde algunos sistemas de interacción
formal de decisiones coordinadas se logra, vía los son mejores y más competentes, al facilitar un tipo
vínculos interpersonales, mediante las familias, los de resultados y no otros.
clubes, las asociaciones con la ventaja de una circu- Para ilustrar esto,8 permítanme volver a los
lación más fácil y rápida de la información, así como cuatro puntos de Rumelt sobre las competencias re-
de bases culturales similares. Al parecer, ningu- gionales y empresariales. El primero, el del ámbito
no de esos factores es captado por medio del análi- regional/empresarial: las competencias no solamen-
sis del insumo-producto o por medio del estudio de te extienden productos, sino también las empresas
las transacciones (materiales) simples. mismas, en cualquier punto en el tiempo. Las com-
Resumiendo, hay claros desarrollos comu- petencias apoyan no solamente a muchos produc-
nes en cada uno de esos enfoques. Dado un am- tos o negocios al interior de una corporación, sino
biente de desintegración organizativa (vertical), los que también a muchas corporaciones. El segundo,
vínculos entre las unidades menores se han vuelto el del predominio temporal: las competencias pue-
poco a poco un problema que demanda la mayor den ser no solamente más estables, evolucionando
atención. El creciente interés en tales vínculos ha más lentamente que los productos, sino que pue-
sido acompañado por un movimiento externo al den ser más estables y evolucionar más lentamente
del simple enfoque del insumo-producto, o con que las mismas empresas. Así, las empresas, como
vínculos más supericiales, a una consideración de los productos, pueden ser solamente la expresión
relaciones subyacentes que son de algún modo más temporal de las competencias de una región. Esta
duraderas, aunque en algún sentido menos concre- idea no intenta alentar un punto de vista de las em-
tas; son factores que están en el aire o que son no presas como simples eventos únicamente. También
comerciales. Ahora bien, aunque esos puntos de la es probable que algún sistema productivo deini-
convergencia jamás se debaten en tales términos, do regionalmente pueda ser sólo la manifestación
ésta se da sobre conjuntos de relaciones, los cuales temporal de las competencias empresariales (por
surgen de la interacción social y existen en un ni- ejemplo, donde las multinacionales se mueven a
vel diferente al de los eventos, tales como son las una región durante un corto tiempo para explotar
prácticas y los productos que los explican. Y son los recursos naturales, el trabajo barato). Tanto las
precisamente esos factores que yo estoy sugiriendo empresas como las regiones consisten en paquetes
los que subyacen o constituyen las competencias o de competencias; ¿cuál conjunto es más duradero,
aptitudes de la región.7 En particular, estoy plan-
teando que nuestro entendimiento de tales factores
es mejor (más adecuadamente) conceptualizado, como
competencia regional.
7 No quiero sugerir que la terminología que existe 8 Se debe enfatizar que se intenta ilustrar esos pun-

capta de manera adecuada la idea de competencia. Por tos, según la manera en que las ideas existentes sobre las
ejemplo, la distinción entre comercial y no comercial, no competencias de las empresas se pueden extender. La in-
corresponde directamente a la distinción entre una com- tención no es hacer una amplia lista de consideraciones
petencia (profunda) y un evento (supericial). Estoy argu- respecto a la competencia regional o un patrón para una
mentando que el tipo de factor que le interesa a Storper perspectiva general de la competencia regional.
488 ClivE lawson

explicativamente dominante en un momento en el la región. Respecto a esto es ilustrativo considerar


tiempo? Es una pregunta abierta. El tercero, apren- el caso del racimo de alta tecnología en Cambridge.
der haciendo: las competencias no son obtenidas o Esto es, en parte, porque la región de Cambridge
mejoradas solamente por medio del trabajo, sino a provee un ejemplo de un sistema productivo muy
través del comercio y de otras interacciones inter- claramente deinido/limitado (e investigado), y por-
empresariales. Cuanta interacción está estructura- que aporta un ejemplo de sistema dentro del cual
da como están integradas las diversas capacidades las competencias regionales están en particular
en las múltiples tecnologías es aprendido por medio profundamente arraigadas, son duraderas y rela-
de la interacción. Una vez más, las competencias, tivamente fáciles de identiicar, aportando así un
como el aprendizaje, no disminuyen con el uso; son ejemplo de situación en que las competencias regio-
mejorados en tanto que se aplican y se comparten. nales se pueden fácilmente comparar y combinar
Esto ahora no solamente involucra la actividad de con las competencias empresariales en una descrip-
alguna empresa establecida, sino los intentos (fre- ción explicativa.
cuentemente repetidos) de establecer empresas y Las empresas de alta tecnología de la región
de formar toda suerte de vínculos con otras organi- de Cambridge han generado un interés signiicati-
zaciones. El cuarto, el locus competitivo: la actuación vo entre los académicos y los encargados de formu-
relativa a las regiones, así como la actuación relativa lar políticas, desde los años setenta. Incluso se ha
a las empresas es meramente la expresión super- llegado a establecer que Cambridge es “el incues-
icial de una más profunda competencia sobre las tionado centro de investigación y desarrollo (I&D)”
competencias. Así, las regiones pueden mantener del país (Shirreff, 1991). El éxito de la región, es-
su posición comparativa, aunque las empresas o los pecialmente en investigación y desarrollo, parece
sectores vayan y vengan, de manera muy similar a haber sido un gran impulso para el conjunto de
la de una empresa que puede mantener su posición los principales partidos políticos que le otorgaron
competitiva, en tanto que, al mismo tiempo, cambia su apoyo, para su desarrollo empresarial (Garnsey
signiicativamente la naturaleza de su producto. y Cannon-Broches, 1993). El condado registró el
volumen más elevado de crecimiento del empleo,
en puestos de alta tecnología, comparado con todos
3. Combinando las CompEtEnCias los demás condados del Reino Unido entre 1980 y
EmprEsarialEs y rEgionalEs, un EJEmplo 1990, con un crecimiento adicional de 4,800 em-
pleos, o de 17% entre 1991 y 1995 (Keeble, 1989,
Para ilustrar esas ideas con mayor detalle, es útil 1994). Para 1996, el condado albergó más de mil
enfocarlas a una región particular y a sus compe- empresas, abrumadoramente pequeñas y media-
tencias. Al hacerlo, es importante explicar puntual- nas, en sectores de alta tecnología (The Hi-Tech…,
mente lo que estoy tratando de ilustrar. La última 1996). Sin embargo, hay aceptación general de que
sección, que se enfoca a la naturaleza de las rela- los primeros pronósticos optimistas de crecimiento
ciones regionalmente signiicativas, que no son re- rápido de las empresas de la región de Cambridge,
ducibles a los eventos actuales ni a los estados de especialmente de las generadas en el informe Se-
los negocios, aporta una demostración acerca de los gal Quince Wicksteed del año 1985 (The Cambridge
tipos de objetos que las competencias regionales pa- Phenomenon), no se han llevado a la práctica. Cam-
recen involucrar. El problema persiste al combinar bridge ha fracasado en producir grandes empresas
las competencias empresariales y regionales, espe- multinacionales para competir con las del Silicon
cialmente en términos de la primacía explicativa Valley. Las empresas tienden a permanecer peque-
asignada a las competencias, ya de la empresa o de ñas. Aún más, donde el crecimiento sí ha ocurri-
HaCia una tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 489

do, frecuentemente una fuente externa adquiere nidas, tanto las de la Universidad como las de las
la empresa. Esta situación es atribuida a menudo empresas, alentadas por un sistema particular de
a la falta de verdaderas redes regionales entre la colegios que permiten el mantenimiento de las
Universidad de Cambridge y las empresas locales relaciones cercanas, vía la obtención de los títulos
o de redes extendidas en el conjunto de la región. académicos. Aunque un número signiicativo de re-
Al respecto, el informe Segal Quince Wicksteed laciones empresa-Universidad se preocupa por el
(1985) reporta la carencia de pruebas contunden- lujo de las ideas, hay otros beneicios. Por ejemplo,
tes. Por su parte Saxenian argumenta que las tem- las relaciones personales informales operan para
pranas comparaciones entre Cambridge y el Valle transferir información sobre posibles empleos, o el
del Silicio simplemente fueron extraviadas (Saxe- equipo puede ser tomado en préstamo o alquilado.
nian, 1988). Aunque los observadores a menudo ci- Menos tangiblemente, pero de creciente importan-
ten la presencia de redes sociales entre empresarios cia es la presencia de la Universidad, que ayuda
locales como un factor del potencial de crecimien- a la creación de un tipo de cultura académica y a
to de la región, Saxenian encontró que no existen un ambiente en términos de las clases de servicios
pruebas de tal interacción: “los arrendatarios del locales ofrecidos, tales como ciertos tipos de cines,
Parque de la Ciencia de Cambridge se quejan re- restaurantes, y también posibilidades más direc-
petidamente de que no hay interacciones técnicas tas para la interacción. El segundo tipo de relación
o sociales entre las irmas” (Saxenian, 1988, p. 74). es entre las empresas mismas. Esto es claramente
Sostengo que reconciliar estas versiones apa- crucial, dado el tamaño pequeño de la empresa,
rentemente contrastantes es relativamente senci- que los vínculos más importantes relejan el hecho
llo, una vez que se adopta el punto de vista de la de que un considerable número de tareas deben
competencia regional. Para conseguir esto, es útil realizarse externamente. Muchos más vínculos ho-
distinguir tres principales formas de vínculo; la rizontales, dirigidos a la transferencia de investi-
primera de ellas sería entre las empresas locales gación y conocimiento, también existen entre las
y la Universidad.9 Aparte de proveer una reser- empresas en la región. Esta colaboración es alenta-
va altamente caliicada de trabajo, la Universidad da por la orientación de nichos en pequeña escala
actúa como una fuente muy importante de ideas de muchas empresas, lo cual permite el traslape
y conocimiento. Las relaciones de transferencias de las actividades sin una competencia directa.
formales de conocimiento entre la Universidad y Muchos vínculos empresariales también surgen
las empresas locales existen en forma de asesoría motivados por las actividades corporativas de los
y de colaboraciones. Una forma crucial de transfe- productos indirectos. Un ejemplo importante de
rencia, aunque a menudo descuidada, es la signi- este proceso es la actividad de las asesorías técnicas
icativa actividad, producto indirecto en la región, de la región. A riesgo de simpliicar demasiado, una
donde individuos animados por, entre otras cosas, parte de la asesoría (subyacente) en la empresa se
una actitud conducente hacia los derechos de pro- concentra en resolver los problemas de sus clientes.
piedad intelectual en la Universidad, establecen Ésta sirve como una fuente de ingresos en sí misma
sus propias empresas para llevar a cabo sus ideas y también como una manera de descubrir las nece-
e innovaciones directamente al mercado. Con fre- sidades que en general existen en algún punto en
cuencia esta transferencia toma canales informales, el tiempo. Si en el transcurso para encontrar una
en tanto que las relaciones personales son mante- solución, la asesoría considera que hay un potencial
para desarrollar las ideas acerca de un producto
9 Este debate emplea los descubrimientos de Law- generalmente más comercializable, una empresa
son et al., 1997, y de Keeble et al., 1998. es generada para desarrollar el producto mismo.
490 ClivE lawson

Nuevamente, los vínculos con el asesor persisten en no debería estimular la idea de que las empresas
muchas formas, tales como la ayuda inanciera, las pueden ser conceptualizadas del mismo modo que
asesorías (frecuentemente de los miembros del con- los productos (como se anota arriba en la revisión
cejo), el uso del equipo, contactos, en gran medida de los aspectos de que trata Rumelt; por supuesto,
debidos a los lenguajes, las experiencias y la con- cualquier empresa, sin importar su pequeñez o es-
ianza personal compartidas, así como a objetivos pecialización, es capaz de producir mucho más de
tecnológicos y económicos. Finalmente, el tercer lo que hace); el hacerlo, puede fácilmente explicar
tipo de vínculo opera a través del funcionamiento por qué muchas empresas fracasan o son absorbi-
del mercado laboral local. Aparte de proveer el ac- das por otras empresas, y por qué una tan densa
ceso a un vasto espectro de capacidades técnicas, el red de interconexiones es generalmente necesaria
frecuente movimiento de empleados entre las em- (aunque no sea siempre directamente observable).
presas y desde la Universidad hacia las empresas Este fracaso de las empresas individuales para des-
ha servido para facilitar los lujos de conocimiento. arrollar competencias densas no tiene que ser vis-
Esto ha sido así no sólo porque los empleados se ta como un mal regional en ningún sentido. Las
llevan de una vez por todas un acervo de conoci- ideas sí llegan al mercado, los empleados sí ganan
miento, sino para mantener relaciones (a menudo experiencia y entrenamiento, y forman todo tipo
personales) con el personal de las empresas anterio- de relaciones personales que facilitan la actividad
res o de la Universidad, estableciendo una vincu- productiva y nuevos tipos de empresas (y secto-
lación continua con una historia prefabricada de res enteros); puede ser que surjan relativamente
conianza y de entendimiento mutuo. rápido y fácil (un ejemplo obvio es el crecimiento
Tomando estos factores en conjunto, Cambrid- reciente del sector de las telecomunicaciones en
ge, como región, tiene una capacidad signiicativa Cambridge). El enfoque sobre el éxito o fracaso de
para llevar nuevas ideas al mercado, especialmen- las empresas particulares ignora las características
te por vía del proceso de poner en marcha nuevas del contexto más amplio en que se reproducen las
empresas, centradas alrededor de una idea o inno- condiciones para la creación y transferencia signi-
vación, basada en la investigación. Tanto la estruc- icativas de tecnología. La perspectiva de la com-
tura organizativa de la Universidad de Cambridge, petencia basada en la empresa correctamente iden-
como la de las empresas locales, actúan para es- tiica los factores que diferencian los eventos y los
timular la actividad que resulta en productos indi- estados de los negocios (productos, posiciones en el
rectos. El tamaño pequeño de las empresas locales mercado) en la explicación de los fenómenos eco-
signiica que muchos empleados son muy cercanos nómicos. La distinción entre las empresas que son
a la gerencia que toma las decisiones, aportando delgadas o densas, en términos de competencias,
motivación y conocimiento técnico, para que esos es claramente relevante para explicar la experien-
empleados inicien nuevas empresas. cia de las empresas en Cambridge. Empero, lo que
Existen amplias redes, a menudo pasadas por falta en la perspectiva de la competencia basada en
alto, aunque a ellas se recurre para facilitar el fun- la empresa, en este caso, es el conjunto regional de
cionamiento de las empresas, muchas veces con competencias dentro del que las actividades de las
pocos recursos materiales. En dichas empresas, la empresas necesitan ser comprendidas y evaluadas.
distinción entre los productos y las empresas mis-
mas es, en la práctica, bastante sutil. En términos ConClusión
de la competencia, la empresa misma es delgada.
Ahora bien, la conceptualización de tales empre- La tesis básica de esta ponencia es que existen fun-
sas como delgadas, en términos de competencia, damentos para extender la perspectiva de la com-
HaCia una tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 491

petencia, desde el estudio de las empresas al estudio Andrews, K. (1980), The Concept of Corporate Strate-
de los sistemas sociales más en general, y en particu- gy, Homewood, III, Richard D. Irwin.
lar al estudio de los sistemas productivos deinidos Arthur, W. (1989), “Competing Technologies, In-
geográicamente. He sostenido que mucha de la po- creasing Returns and Lock-in by Historical
pularidad o resonancia de la perspectiva de la com- Events”, The Economic Journal, vol. 99, pp.
petencia deviene de su enfoque desde los niveles 116-131.
más profundos del análisis, entendido en términos Aydalot, P. (ed.) (1986), “Milieux Innovators”, Euro-
de una causalidad estratiicada. Por eso, puede en- pe, París, grEmi.
tenderse que las competencias de los sistemas pro- __________ y D. Keeble (ed.) (1988), High Technology
ductivos existen en este nivel más profundo y son Industry and Innovative Environments: the Euro-
mejor concebidas como propiedades emergentes de pean Experience, Londres, Routledge.
interacción social. Como tal, la idea de las competen- Becattini, G. (1990), “The Marshallian Industrial
cias es tan relevante a la región como a la empresa. District as a Socio-Economic Notion”, en Pyke,
Aún más, una perspectiva de la competencia o una F., G. Becattini y W. Sengenberger (eds.), In-
teoría de la competencia de la región de esta clase dustrial Districts and Inter-Firm Co-operation in
parece ser especialmente apropiada para acomodar Italy, Génova, International Institute for La-
ideas hacia las cuales están convergiendo importan- bour Studies, pp. 37-51.
tes corrientes de la literatura regional. Esto tiene, Bellandi, M. (1989), “The Industrial District in Mar-
cuando menos, la ventaja de uniicar el trabajo que shall”, en Goodman, E.A. (ed.), Small Firms and
hasta ahora se ha originado en relativo aislamiento, Industrial Districts in Italy, Londres, Routledge,
y ha sido más bien conceptualizado de modo im- pp. 136-152.
preciso como en el aire o como no comercial. Final- Bhaskar, R. (1989), The Possibility of Naturalism,
mente, aunque ni la empresa ni las competencias Brighton, Harvester.
regionales son a priori explicadas primariamente __________ (1986), Scientiic Realism and Human
(en idéntico caso están las competencias que desem- Emancipation, Londres, Verso.
peñan un papel signiicativamente más explicativo, Brusco, S. y C. Sabel (1981), “Artisan Production
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de interacción siempre existen al interior de otros dres, Academic Press, pp. 99-114.
procesos semejantes, incluso en los sistemas de pro- Burgelman, R. y R. Rosenbloom (1989), “Techno-
ducción geográicamente deinidos. Así, aun en las logy Strategy: An Evolutionary Process Pers-
circunstancias en donde el enfoque es explícitamen- pective”, Research 017 Technological Innovation,
te sobre la empresa, por ejemplo, donde la intención Management and Policy, vol. 4, pp. 1-23.
del análisis es la provisión de asesoría gerencial, la Camagni, R. (1991), “Local Milieu, Uncertainty
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Teoría de la competencia regional
Una revisión a partir de Clive Lawson

fElipE torrEs torrEs


JaviEr dElgadillo maCías
Instituto de Investigaciones Económicas/unam

introduCCión para explicar en la dimensión Economía-Geografía


el necesario equilibrio territorial y distributivo del
Una preocupación latente entre los especialistas desarrollo.
que se abocan al estudio de la región desde fuera En ciertos momentos se ha considerado que,
de la Economía, pero con alguna relación o pre- a nuestro juicio, la llamada de manera apresurada
sencia en ella, ha sido la casi nula importancia que Nueva Geografía Económica, concebida por Krug-
esta disciplina otorga al análisis del territorio como man, Venables y Fujita, particularmente a través
soporte estratégico para la valorización de los pro- del modelo centro-periferia, podría ser el vértice de
cesos económicos. Destaca especialmente el escaso esa conluencia; sin embargo ésta todavía no logra
diálogo con la Geografía, de tal manera que la lo- conirmar ese punto de encuentro entre Economía
calización y los recursos georreferenciados en tan- y Geografía de forma tal que pudiera ayudar a con-
to atributos para la producción, que a la vez sirven solidar desde la vertiente territorial el verdadero
como factores de competencia regional, no tienen valor, tanto de los procesos productivos en su lo-
propiamente una dimensión territorial dentro de calización, como de la localización en las decisiones
los distintos componentes del desarrollo. económicas.
Una crítica similar se enfoca hacia la Geogra- En espera de que esa perspectiva sea realmen-
fía, ya que se piensa que esta ciencia no termina de te aceptada y adoptada tanto por geógrafos como
consolidar y suministrar de manera apropiada las por economistas, se vienen sumando otros enfoques
herramientas teóricas necesarias para la compren- que no necesariamente tienen carta de naturaliza-
sión de los procesos territoriales complejos, y esta- ción en ella, pero que bordean a la nueva Geografía
blecer puntos de encuentro con la Economía, de Económica, los cuales pueden representar factores
tal manera que se conjuguen en acciones positivas de conluencia en ese vértice buscado; y es justa-

[495]
496 fElipE torrEs torrEs y JaviEr dElgadillo maCías

mente donde la teoría de la competencia traslada- Desde ese enfoque, las competencias de los
da de la irma a la región propuesta por Lawson sistemas productivos existen en su nivel más pro-
aporta algunos elementos valiosos. Más allá de ello, fundo y se conciben como parte de la interacción
independientemente de que en un debate episte- social, por lo que la idea de competencia es rele-
mológico más profundo, esta propuesta pudiera no vante, tanto para la región como para la irma, y ni
formar parte de la Nueva Geografía Económica; de las competencias de las irmas o las regionales son
todas formas, es otra mirada respecto a cómo la ca- suicientes para explicar por sí solas la dinámica de
pacidad organizacional e innovadora de la empresa las decisiones en el territorio. Las irmas como pro-
para enfrentar la competencia puede redimensio- cesos estructurados de integración existen siempre
nar el potencial regional en cuanto a la competitivi- dentro de otros procesos semejantes, incluyendo
dad frente a otros entornos. los que se deinen geográicamente, considerando
o no las dinámicas de las irmas como hechos pre-
cedentes o posteriores.
1. En torno A juicio de las observaciones de Lawson, la
a la propuEsta dE la intErrElaCión idea de confrontar en qué medida la región y la ir-
CompEtEnCia-firma-rEgión ma pueden manifestar comportamientos semejan-
tes de organización en un sistema de competencia
Clive Lawson es profesor de la Facultad de Cien- tiene como precedente la preocupación de explicar
cias Económicas en Cambridge University y coedi- el éxito económico de ciertas regiones, como Toyota
tor responsable del Cambridge Journal of Economics. City, Silicon Valley, Tercera Italia, entre otras, que
De sus trabajos publicados, para los ines de este han seguido determinadas líneas de especialización
estudio destacamos: “Technology, Technological De- en la producción, al igual que las formas de orga-
terminism and the Transformational Model of nización de los llamados distritos industriales. A
Technical Activity” (2007); “Competence Theories” partir de ello, la inluencia que la agrupación tiene
(2004); “Technical Consultancies and Regional para la irma, además de las ventajas de localización
Competences” (2003); “Formalism, Institutionalism del agrupamiento, se ha incrementado particular-
and the ‘New’ Geography: Comment” (2002). mente dentro de los sectores de alta tecnología y
En este trabajo se analiza su ensayo “Towards del uso intensivo de la información.
a Competence Theory of the Region”, publicado en En todo caso, dentro de esas agrupaciones
1999 en el Cambridge Journal of Economics, vol. 23, geográicas de organización de la producción, deja
núm. 2, pp. 151-166. de ser relevante el estudio de las irmas individua-
El planteamiento central de Lawson en su es- les y se orienta a partir de ese momento hacia el
fuerzo por emplear los elementos que explican las esquema productivo donde las irmas operan. En
dinámicas de las irmas1 en el análisis de la región esa dimensión analítica destacan particularmente
es que existen razones de peso para extender el las cualidades especíicamente regionales, ya que
análisis de la competencia desde el estudio de las es en la región donde se maniiestan los lazos y las
irmas empresariales hacia los sistemas sociales en relaciones entre las irmas. Dichos lazos y relaciones
general y, en particular, al estudio de los sistemas ayudan a deinir la forma interna de organización
productivos deinidos geográicamente. de la irma, y ello trasciende la coherencia que por
sí sola pueden tener los estudios básicamente regio-
nales al margen de la irma.
1 El término irma se utiliza en el presente trabajo La idea de competencia sugerida por Lawson
de manera indistinta al de empresa. se basa en una noción de causalidad estructurada
tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 497

o estratiicada que identiica aptitudes o competen- nistrativas. En esa medida, se ocupa de los riesgos
cias, mismas que se entienden dentro de los que particulares que involucra el manejo de ciertas car-
Lawson llama sistemas productivos regionales. teras de negocios, donde la toma de decisiones se
Competencia y aptitudes no se utilizan de la misma encuentra relacionada con la asignación de capital
manera, sin embargo resultan ideas claves en el es- entre las unidades de negocio. De acuerdo con ello,
tudio del comportamiento de la irma, lo cual con- el éxito de la irma depende en todo caso de la po-
trasta con las viejas teorías contractualistas y con las sición que una corporación ocupa en el mercado.
estrategias administrativas basadas en la cartera con En contraste, los temas de competencia se
la que se deinía la empresa al margen del entorno. centran más en la producción, y se considera a la
Esos dos últimos enfoques explican más bien irma como un almacén de sabiduría productiva,
el costo que conlleva producir y monitorear las más que como un nexo de contratos. Esta dimen-
transacciones económicas cotidianas, además de sión analítica se basa en una concepción realista de
las implicaciones de la reducción de dichos costos a lo que es y hace una empresa con sus diferentes
través de las jerarquías organizativas que constitu- nexos del proceso competitivo. Para la teoría de la
yen la irma. En esta dimensión, el intercambio se competencia, el aprendizaje se ubica en el centro
convierte en lo primordial y entonces las principa- del escenario, junto con las relaciones de conianza
les preocupaciones se centran en los problemas que que rodean, que facilitan distintos tipos de apren-
conlleva crear y mantener contratos con los dueños dizaje y los procesos dinámicos que siguen. Por esta
de las aportaciones. Esta perspectiva de análisis es razón, a diferencia del enfoque de cartera, destacan
fuertemente criticada en un enfoque de competen- de manera especial las habilidades que las unida-
cias, no sólo por su negligencia hacia la esfera de des de negocio poseen para realizar ciertas tareas:
la producción, sino también hacia las características aprender, producir, ocupar ciertas posiciones en el
dinámicas del comportamiento general de la irma; mercado.
destaca también lo limitado del tratamiento dado a Por otra parte, la teoría de la competencia es-
los agentes individuales, a los cuales ubica como si tablece que la operación de la irma parte de un
estuvieran ya dados y atomizados entre sí. proceso colectivo de selección de rutinas, que a la
Un enfoque de este tipo, según Lawson, des- vez son resultado de la movilidad gerencial, de la
vía la atención de la importancia que tienen las imitación, de la toma de decisiones de competen-
relaciones no contractuales, tales como la conian- cia mediante asociaciones locales, y muchas de estas
za, la lealtad, la cooperación, al igual que la de la formas de organización corresponden a estrategias,
habilidad que tienen los individuos para aprender pero también se inscriben en procesos informales
y desarrollarse. Además, las aproximaciones con-
tractuales se preocupan por la estática comparada,
deriva del hecho de que la tasa de retorno que pagan los
lo cual es perjudicial para el estudio de la irma en bonos es una variable aleatoria. Se considera como dinero
la medida que se basa en la innovación y en el cam- cualquier activo libre de riesgo que no paga rendimiento
bio tecnológico permanentes. a su tenedor, o un rendimiento inferior al de los bonos.
Por su parte, el enfoque de cartera2 ha surgi- El resultado principal del enfoque de cartera es que la
fracción de la riqueza que habrá de mantenerse en forma
do de la literatura que analiza las estrategias admi- de dinero depende del grado de aversión al riesgo de los
individuos a su nivel de riqueza, y de la media y varianza
2 Fue propuesto por James Tobin en 1958. Bajo su- de la distribución de la probabilidad de los rendimientos
puestos sobre demanda de dinero, el modelo planteado ofrecidos por los bonos. Del enfoque de cartera de To-
establece las decisiones que un individuo enfrenta al dis- bin se desprende que la cantidad de dinero demandada
tribuir su riqueza entre dos activos: bonos y dinero en depende negativamente de la tasa de interés. Cfr. Tobin,
consideraciones de riesgo. La fuente de incertidumbre se James (1958).
498 fElipE torrEs torrEs y JaviEr dElgadillo maCías

que son resultado de las propias dinámicas regio- irmas y entre agentes, las cuales a la vez contienen
nales de los procesos de producción y organización. núcleos de relación con un sistema productivo re-
De acuerdo con este enfoque, la irma estable- gional que de facto tiene una dimensión espacial.
ce un proceso informal de coordinación en la toma Según Lawson, dentro de la competencia de
de decisiones; esto se logra a través de los vínculos núcleos destacan a. la cobertura corporativa, don-
interpersonales entre las familias, los clubes y las aso- de la competencia de núcleo recubre los productos
ciaciones, los cuales tienen la ventaja de establecer y los negocios dentro de una corporación y da so-
una circulación más fácil y rápida de la información, porte a varios productos o negocios; b. la domina-
al poseer antecedentes culturales similares fragua- ción temporal, que se reiere a que los productos no
dos en la región, lo que debe verse como un referen- son más que la expresión momentánea de las com-
te para el estudio de la región a través del enfoque petencias de núcleo en una corporación; c. el pro-
de las competencias que caracterizan a las irmas. ceso aprender haciendo, donde las competencias se
Los vínculos entre las unidades menores den- obtienen y perfeccionan a través del trabajo; y
tro de escalas regionales distintas se ha convertido d. el locus competitivo, que airma que la competen-
cada vez más en el centro principal de atención para cia por los mercados de productos apenas represen-
el enfoque de la competencia dentro de un sistema ta la expresión supericial de una competición más
de relaciones de producción en la región, aunque profunda en torno a la competencia. (Más adelante
vale decir que no sólo Lawson ha realizado obser- exponemos con mayor amplitud estos elementos).
vaciones en este sentido, sino que ya forma parte A lo anterior se añade que la competencia de
de las verdades aceptadas a raíz de la consolidación la irma, al igual que la región, establece sistemas
de los procesos de globalización.3 La convergencia que se estructuran a partir de puntos y de núcleos.
ocurre mediante el enlace, a veces intangible, de La idea de Lawson es que una competencia o ap-
una serie de relaciones subyacentes que son de al- titud presupone una estructura de cierto tipo o,
guna manera más perdurables, ya que existen en como lo llama el autor, un proceso estructurado.
un nivel distinto al de los hechos inmediatos, tales Los sistemas sociales, entre ellos las irmas, las
como las prácticas y los productos. Son precisamen- uniones de comercio, las economías nacionales o
te esos factores donde subyacen o se constituyen regionales son entendidas como un ensamble en-
las competencias o las capacidades de la región, y lazado por sus reglas y prácticas asociadas. Ello
de donde se puede aprovechar la experiencia de la trasciende la posibilidad de que tales sistemas sean
competencia de la irma en un entorno territorial asimilados como una simple agregación a un con-
dado. Por ello, debe reconocerse que la naturaleza junto de individuos. Los elementos de la estructura
y la importancia de las competencias y las capacida- (reglas, relaciones, posiciones) son elaborados de tal
des basadas en la irma no se encuentran en el aire; forma que evitan su colapso en las acciones y en
son factores reales que surgen y se reproducen a las prácticas. Reproducir las aptitudes de las cosas
través de agentes locales y/o regionales. materiales signiica, en esencia, reproducir las apti-
De lo anterior se desprende la posibilidad tudes de las irmas, regiones o naciones.
de ubicar la irma y la región en una dimensión de
análisis similar. La teoría de la competencia parte
de puntos especíicos y de relaciones en red, entre 2. la utilidad dEl EnfoquE
dE las firmas para las rEgionEs

3 Además de Lawson, entre otros autores pueden


consultarse Arthur, W. (1989); Becattini (1990); Camagni La habilidad de las irmas para aprender, producir
(1991) y Eriksen y Mikkelsen (1996). o distribuir, que también puede ser utilizada para
tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 499

explicar hechos tales como la existencia de pro- nivel inferior en la medida en que son parte de una
ductos particulares, la ocupación de posiciones de misma dinámica de competencia territorial.
mercados especíicos o los niveles de desempleo, Tanto las irmas como las regiones se confor-
entre otros, sirve para entender que las regiones man de aptitudes que son las propiedades emer-
y las economías poseen competencias y aptitudes, gentes de la actividad social que se desarrolla, y
gracias a la forma en que se encuentran estructura- ambas toman la forma de estructuras dentro de las
das en núcleos, puntos y sistemas, que son parte del estructuras. La distinción entre irmas y regiones
entorno donde se establece la competencia. consiste en identiicar la forma en que la interac-
Si bien irmas y regiones pueden ser concep- ción constitutiva de la competencia se transforma,
tualizadas en términos del enfoque de competencia, sea por inluencias externas o internas. Un ejem-
para Lawson existen diferencias entre ambos aspec- plo de clara diferencia entre irmas y regiones sería
tos, que se distinguen a través de dos paradigmas. que para la irma resulta relevante el establecimien-
El primero se relaciona con los poderes de una cosa to de derechos y obligaciones contractuales-legales;
o con un tipo particular; el segundo, con la co-de- mientras que en las competencias regionales existe
terminación de las relaciones entre los elementos de una responsabilidad particular qué contabilizar, ya
un sistema. Ambos pueden distinguir a las irmas y que la interacción relevante tendrá lugar entre or-
a las regiones en sus formas de operación, pero al ganizaciones y entre distintos tipos de organización.
mismo tiempo ayudan a extender la idea de com- Procesos tales como la movilidad laboral en-
petencia más allá de la frontera de la irma o de la tre las organizaciones, o las tasas de nacimiento y
región. fallecimiento que caen fuera de la competencia de
Así, la irma es una expresión material clara- la irma, se vuelven centrales en el análisis de las
mente identiicada, mientras que la región es cuan- competencias regionales. Una característica común
to más un sistema de relaciones; sin embargo irmas a este tipo de interacciones es que la proximidad
y regiones son estructuras particulares dentro de espacial será importante en la dinámica de la irma,
otras estructuras, y a la vez poseen aptitudes comu- pero no lo es para la constitución de la misma, en
nes en el mismo grado en que las relaciones entre la medida en que debe adaptarse a los factores con-
sus elementos se expresan como hechos existentes. tractuales establecidos por la región.
Luego entonces, las características distintivas
de los sistemas sociales regionales respecto a las ir-
mas son, de acuerdo con un enfoque de competen- 3. la CompEtEnCia dEntro dE la rEgión
cia, que los sistemas sociales regionales sólo existen Como sistEma produCtivo
en virtud de las actividades que controlan o faci-
litan. Por tanto, éste es el sentido en el cual las Otro elemento fundamental en la interpretación de
competencias pueden ser entendidas como las pro- Clive Lawson es ver la región como sistema pro-
piedades emergentes de la actividad social. Un nivel ductivo y a este sistema dentro del enfoque de com-
de organización es emergente si existe en un senti- petencias. El sistema regional productivo puede
do en el cual éste es producto de un nivel más bajo deinirse como un ensamble de competencias que
de relaciones dentro de un entorno social, sin ser se estrecha tanto a través del espacio como de las
reducido a él ni predecible a partir de él. El nivel organizaciones; contiene un cierto grado de cohe-
superior no es independiente, en cuanto a entorno, rencia, en virtud de la naturaleza de la interacción
del nivel inferior en que ha surgido, ya que de he- localizada que la constituye.
cho se encuentra condicionado a ese nivel inferior; Lawson distingue una serie de implicaciones
el nivel superior no puede predecirse a partir del que tiene el sistema de competencias en la región,
500 fElipE torrEs torrEs y JaviEr dElgadillo maCías

entre ellos: a. no resulta claro que haya necesidad tación temporal de la competencia de la
de buscar una distinción signiicativa entre regio- irma (multinacionales que explotan las
nes y competencias, una vez que existe una clara ventajas de un recurso natural en una re-
distinción entre la empresa como expresión mate- gión durante un tiempo determinado).
rial y el sistema; b. distinguir entre sistemas, tales Tanto irmas como regiones coexisten den-
como irmas y regiones, debe involucrar una inves- tro de un conjunto de competencias.
tigación de la manera en que la interacción social 3. Aprender haciendo. Las competencias no
relevante se reproduce o se transforma; c. mientras se obtienen o aumentan a través del tra-
más esfuerzos se concentren en aclarar qué es com- bajo; también a través del intercambio y
petencia, la concepción relevante reviste una mayor de otro tipo de interacciones inter-irma.
relevancia para la región. Aunque las irmas y las Esto signiica que en las dinámicas re-
regiones no son la misma cosa, ambas son ensam- gionales no se involucra únicamente la
bles de competencias que surgen de la interacción actividad de una irma establecida, sino
social; por tanto, la perspectiva de la competencia los intentos, a menudo repetidos, de or-
resulta por igual relevante para el estudio de la ir- ganizar las irmas y crear toda suerte de
ma y de la región. vínculos con otras organizaciones. Esta si-
La pregunta es cuáles son los elementos reales, tuación ocurre asimismo con las regiones
como vértices teóricos de las irmas, dentro de los más allá de los límites administrativos.
que se encuentra imbricada la competencia, mis- 4. Locus competitivo. La actuación relativa
mos que pudieran ser funcionales para el estudio de las regiones y las irmas es apenas la
de la región, tal como piensa Lawson. Él distingue expresión supericial de una competición
cuatro puntos de la competencia que han sido con- más profunda en torno a la competen-
solidados desde la irma y que pueden ser traslada- cia. Las regiones pueden mantener una
dos al estudio de la región. posición competitiva, a pesar de que las
irmas o los sectores presenten facilida-
1. Cobertura corporativa (regional-corporativa). des para entrar o salir de ellas. Una ir-
La competencia abarca a los productos y ma también puede mantener su posición
además a las irmas mismas en cualquier competitiva mientras pueda cambiar la
momento; esto, en la medida que otor- naturaleza de su producto.
ga soporte no sólo a muchos productos
o negocios en una corporación, sino tam- Lawson busca validar el enfoque de la compe-
bién a muchas corporaciones que tienen tencia a través de estudios de corte empírico en la
un soporte territorial, cuyas ventajas o región de Cambridge, Inglaterra. En este caso, par-
desventajas marcan la competencia y las te de la justiicación que se trata de un sistema en
capacidades regionales. el que las competencias regionales se encuentran
2. Dimensión temporal. Las irmas en una di- profunda y perdurablemente incrustadas y son fá-
mensión espacial pueden ser estables y ciles de identiicar. El diagnóstico para 1996 es que
evolucionar más lentamente que los pro- el condado contenía a más de tres mil irmas con
ductos; pero las irmas y los productos el predominio de pequeñas y medianas en sectores
también pueden ser la expresión temporal de alta tecnología; aunque la perspectiva de con-
de las competencias de una región. Enton- solidación no se concreta en la práctica, debido a
ces, algún sistema productivo determinado que ha fracasado en producir grandes irmas mul-
regionalmente sólo puede ser la manifes- tinacionales que compitan, por ejemplo, con Silicon
tEoría dE la CompEtEnCia rEgional 501

Valley. Por tanto, la tendencia de las irmas es a per- empleados entre irmas, y desde la Univer-
manecer en el sector de las pequeñas empresas. sidad hacia las irmas, sirve para facilitar los
Otras conclusiones relevantes relacionadas con lujos de conocimiento.
el enfoque de competencia destacan para el mismo
caso en que, donde hay crecimiento, un agente ex- Según el enfoque de competencias de Law-
terno toma el control de la irma. Esto se atribuye son, Cambridge, en tanto región, posee la capaci-
a la falta de redes reales de la irma, ya sea con la dad para llevar nuevas ideas al mercado, particu-
Universidad de Cambridge o entre las irmas de la larmente a través de nuevos conocimientos que
región, lo cual evidencia que no existe interacción giran en torno a la innovación o a la investigación
social o técnica entre las irmas. basada en la idea. Tanto la estructura organiza-
De acuerdo con el enfoque de competencias cional de la Universidad, como las propias irmas
de Lawson, lo anterior se puede solucionar si se locales, pueden actuar para promover la actividad
adopta la perspectiva de la competencia regional a de prolongación. El tamaño pequeño de las irmas,
partir de tres formas de vinculación: más que desventaja, signiica que un buen número
de empleados se encuentra muy cerca de la toma
a. Entre las irmas locales y la Universidad de decisiones en el área de la administración, pro-
Además de proveer de mano de obra alta- yectando la motivación y el conocimiento necesario
mente capacitada, la Universidad actúa como para que los empleados impulsen nuevas formas.
una fuente importante de ideas y conoci- Esto último se sustenta en la evidencia de que exis-
miento. Al mismo tiempo, una forma crucial ten ciertas redes extensivas que, aunque a menudo
de transferencia es la actividad productiva de se dan por sentadas, enriquecen y facilitan el traba-
la región, en la que los individuos crean sus jo de las irmas con escasos recursos.
propias irmas para realizar ideas e innova- En conclusión, los aportes de Lawson a través
ciones de manera directa con el mercado; con del enfoque de competencia, además de originales
ello se crean canales informales que se man- e innovadores, representan una opción de impulso
tienen a través de las personas y de las irmas. al desarrollo regional y de reinterpretación de la
b. Vínculos a través de las propias irmas región, a través del agente más activo de transfor-
En este caso es crucial que, dado el tamaño mación territorial que es la irma. Esto, en la medi-
pequeño de las irmas, junto con un número da en que la irma integra una larga cauda de ex-
considerable de tareas, el vínculo deba reali- periencia en el manejo de la organización a través
zarse de manera externa. Pero también mu- de la competencia y del establecimiento de vínculos
chos de los vínculos horizontales orientados regionales como factor de sobrevivencia.
hacia la investigación y la transferencia de Así, la perspectiva de la competencia basada
conocimientos ocurre paralelamente entre las en la irma establece factores que van más allá de
irmas de la región, lo cual hace importante la los hechos y situaciones, como pueden ser los pro-
actividad corporativa de la prolongación que ductos, los precios o las posiciones en el mercado
corresponde a la asesoría de los consultores para explicar fenómenos económicos que se sitúan
técnicos de la región. en sistemas de producción regional. De cualquier
c. Vínculos laborales modo, en la perspectiva de la competencia basa-
Operan a través del inanciamiento del da en la irma, hace falta el conjunto de las com-
mercado local de trabajo, ya que además de petencias regionales que las actividades de las
proveer acceso a un amplio abanico de capa- irmas reclaman hoy para ser comprendidas y eva-
cidades técnicas, el frecuente movimiento de luadas.
502 fElipE torrEs torrEs y JaviEr dElgadillo maCías

Adicional a ello, este enfoque puede ser toma- Dinamic Theory of Economic Space”, en Ca-
do como un punto de conluencia ante la necesaria magni, R. (ed.), Innovation Networks: Spatial
vinculación entre Economía y Geografía, partiendo Perspectives, Londres, Belhaven Press.
de que el desarrollo actual se establece a través de Eriksen, B. y J. Mikkelsen (1996), “Competitive Ad-
la competencia entre las regiones y las irmas, de vantage and the Concept of Core Competen-
que constituyen agentes fundamentales de esas di- ce”, en Foss y Knudsen (eds.) (1996), Toward a
námicas y de que son a la vez factores de identidad Competence Theory of the Firm, Londres, Rout-
en la especialización competitiva de las regiones. ledge, pp. 54-74.
A estos puntos de conluencia habrá que agregar Lawson, C. (2007), “Technology, Technological De-
la relevancia del factor geográico o locacional que terminism and the Transformational Model of
opera como variable condicionante de las formas Technical Activity”, en Lawson, C., J. Latsis y
de organización, consolidación y expansión de los N. Martins (eds.), Contributions to Social Ontolo-
sistemas regionales de producción, vistos a través gy, Londres, Routledge, pp. 32-49.
de sus capacidades de competir, al menos, de los __________ (2004), “Competence Theories”, en
casos estudiados por Lawson para la explicación de Fleetwood, S. y S. Ackroyd (eds.), Realism in
su modelo. Action in Organization and Management Studies,
Londres, Routledge.
__________ (2003), “Technical Consultancies and
rEfErEnCias bibliográfiCas Regional Competences”, en Dannreuther, C.
y W. Dolfsma (eds.), Globalization, Social Capital
and Inequality, Massachusetts, Edward Elgar,
Arthur, W. (1989), “Competing Technologies, In- pp. 75-92.
creasing Returns and Lock-In by Historical __________ (2002), “Formalism, Institutionalism
Events”, The Economic Journal, vol. 99. and the ‘New’ Geography: Comment”, Global
Becattini, G. (1990), “The Marshallian Industrial Economics and Management Review, vol. 6, pp.
District as a Socio-Economic Notion”, en 155-159.
Pyke, F., G. Becattini y W. Sengenberger (eds.) __________ (1999), “Towards a Competence Theory
(1990), Industrial Districts and Inter-Firm Co-ope- of the Region”, Cambridge Journal of Economics,
ration in Italy, Ginebra, International Institute vol. 23, núm. 2, pp. 151-166.
for Labour Studies, pp. 37-51. Tobin, James (1958), “Liquidity Preference as Be-
Camagni, R. (1991), “Local Milieu, Uncertainty havior Towar Risk”, Review of Economic Studies,
and Innovation Networks: Towards a New vol. 25, febrero.
Ni lo global ni lo local
La “glocalización” y las políticas de escala*

EriC swyngEdouw
School of Environment and Development
University of Manchester

1. las polítiCas dE EsCala 2 billones de dólares en el mercado de las divisas y


quedó virtualmente en bancarrota cuando fracasó
En 1994, el Dutsche Metallgesellschaft perdió cer- en reinanciar su elevado fondo de inversión, con
ca de 1.3 billones de dólares como resultado de las el cual estaba profundamente comprometido en el
actividades especulativas derivadas de los mercados mercado de los intereses a futuro. El nivel de ser-
inancieros. Las desastrosas consecuencias de esa vicios públicos locales (educacionales, sociales, am-
debacle para el saldo de la compañía necesitaron bientales) probablemente estará dramáticamente
una reestructuración de sus actividades, incluyen- afectado en los próximos años (The Orange County
do el aspecto manufacturero. El resultado neto Register, 1994). El 26 de febrero de 1995, uno de
fue la pérdida de 10,000 empleos de la compañía los más antiguos y respetados bancos mercantiles,
en Alemania (Verbraeken, 1994). En diciembre de Barings Bank, se colapsó frente a una deuda total
1994, el condado de Orange, con el más alto in- acumulada estimada en 900 millones de libras es-
greso promedio en Estados Unidos, pero con las terlinas. El evento envió una sacudida a la City en
más altas proporciones de barrios pobres, perdió Londres, lo cual generó un debate acerca de la na-
turaleza y de las características del sistema inan-
* Texto originalmente publicado en inglés en Swyn-
ciero internacional (“Collapse”, 1995). En abril de
gedouw, Erik (1997), “Neither Global nor Local: ‘Gloca-
lization’ and the Politics of Scale”, en Cox, Kevin R. (ed.), 1995, la Mercedes Benz anunció una gran reestruc-
Spaces of Globalization. Reasserting the Power of the Local, Nue- turación en su organización corporativa, la cual im-
va York, The Guilford Press, pp. 137-166. La traducción plicó la pérdida de 13,000 empleos en Alemania y
es de Adrián Guillermo Aguilar y Flor M. López, del Insti-
la desconcentración de algunas de sus actividades.
tuto de Geografía/UNAM, con el permiso de traducción y
reproducción otorgado por Copyright Clearance Center’s Su presidente se reirió a la combinación de un im-
RightsLink Service, licencia núm. 2913780343765. portante acuerdo de salarios a nivel nacional con el

[503]
504 EriC swyngEdouw

alto valor del marco alemán (DM) en el mercado de la devaluación de la libra esterlina en septiembre
cambio extranjero, para explicar esta reestructura- de 1992, eliminó las ganancias que la economía bri-
ción (De Morgen, 1995). tánica había registrado durante el boom manufactu-
Estos ejemplos (y seguramente muchos más rero de la segunda mitad de los ochenta. Este shock
podrían ser encontrados) ilustran cómo lo local y monetario preocupó a los industriales de la manu-
lo global están estrechamente interrelacionados. factura en el continente europeo, quienes vieron
También sugieren cómo las acciones locales le dan contraerse su mercado de exportación, mientras
forma a los lujos monetarios globales, mientras que enfrentaban una más intensa competencia de
que los procesos globales en turno afectan las ac- los más baratos bienes y servicios británicos. Esto en
ciones locales. En resumen, lo local y lo global están turno intensiicó las tensiones geopolíticas en Eu-
mutuamente constituidos, o así parece. Pero claro, ropa y reforzó las llamadas políticas devaluatorias.
los ejemplos anteriores no dan indicaciones de las Adicionalmente, el crecimiento de las tensiones con
interrelaciones de solo procesos globales y locales. el sistema de cambio europeo puso en riesgo los
Otras escalas espaciales están también profunda- movimientos, ya de por sí acalorados y contestata-
mente implicadas en estos eventos. rios, hacia una moneda común europea. Pocas se-
Consideremos, por ejemplo, el caso del colap- manas después del colapso, un banco alemán (ing)
so del Barings Bank, como resultado de una cre- adquirió el Barings, asentado en el corazón de la
ciente exposición al índice de cambio Nikkei-225 City de Londres, expandió sus negocios y se reali-
de la bolsa de valores en los mercados futuros; el neó estratégicamente en el permanente reajuste de
banco adquirió una deuda mayor que el valor de las instituciones inancieras globales.
sus propias acciones. Uno de sus negociantes en Sin- En la plétora de las explicaciones y análisis que
gapur, Nick Leeson, había especulado sobre el in- fueron sugeridos durante los días y semanas des-
cremento del índice Nikkei, mientras que la bolsa pués del colapso, diferentes grupos estratégicamen-
de valores estaba en una pendiente a la baja. Las te invocaron diferentes escalas espaciales como los
consecuencias de la bancarrota de un banco son sitios preeminentes para situar y aclarar el evento.
bastante importantes en términos de la geometría La explicación del grupo de hombres individualis-
del poder espacial y inanciera. Después del colap- tas fue la más popular e ideológicamente más inte-
so, el índice del Financial Times Stock Exchange resante escala de análisis. La dudosa conducta de
(FTSE-100) cayó estrepitosamente. Clientes del Ba- un deshonesto comerciante con un dudoso origen
ring en el Reino Unido y en otras zonas se preocu- de clase trabajadora del norte de Londres, apoya-
paron por sus inversiones, y otros bancos de la City da en un pobre nivel de educación, probablemente
estuvieron ansiosamente monitoreando los efectos conspiró con alguno de sus compañeros, y derribó
del colapso en movimientos de dinero y en la es- un icono de 223 años del establishment británico y
tabilidad del sistema inanciero. Además, el dinero símbolo del glorioso pasado imperial. Este desvia-
inició una conversión de libras esterlinas a marcos do comportamiento fue posible por un choque de
alemanes y a francos suizos, desestabilizando pos- culturas locales; esto es un choque entre los tradi-
teriormente un ya afectado sistema monetario eu- cionales “viejos muchachos”, pero sin remedio anti-
ropeo. En combinación con la crisis inducida por cuados, de la élite bancaria, por un lado; y por otro,
Chiapas del peso mexicano y sus efectos en el dólar, una nueva generación de empresarios, “niños-pro-
la libra fue absorbida y perdió casi 10% en valor en digio”, jugando con la alta tecnología de lucrativos
relación al marco alemán y al yen. Esto borró una mercados en el hiperespacio glocal de lujos mone-
signiicante cantidad de capacidad de compra inter- tarios digitales. Esto último produjo los bienes de al-
nacional de la población británica y, combinado con to valor de las élites tradicionales, los bonos de alto
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 505

rendimiento. La combinación de esta construida internacionales. Al inal del día, los lujos de dine-
masculinidad de unos muchachos de clase traba- ro especulativos globales y la coniguración de la
jadora super-ambiciosos y hambrientos de dinero, economía global son seguramente los culpables del
seducidos por la brillante apariencia del dinero rá- colapso del Barings. El colapso del sistema Bretton
pido con un nuevo clima bancario local que no está Woods y la desregulación de los mercados globales
en consonancia con la tradicional intelectualidad de dinero durante los setenta y ochenta cambió la
de la cultura de la City, fue considerada la principal operación del sector inanciero, en la medida que
culpable (por la prensa y por los círculos del establis- la creciente volatilidad produjo un mercado en ex-
hment) (Tickell, 1995) del fracaso de los bancos y sus pansión para instrumentos derivados (lo cual per-
consecuencias. mitió protegerse contra cambios rápidos entre los
Otra explicación local se focalizó en el ambien- indicadores inancieros en diferentes países y en el
te regulatorio en Singapur, donde las ahora des- tiempo) (Swyngedouw, 1996). Se puede argumentar
aparecidas funciones del Southeast Asian Barings que es precisamente especulativo comerciar con es-
estaban localizadas. Se formularon preguntas acer- tos nuevos instrumentos, lo cual desplomó a Barings.
ca del porqué el supuesta y altamente regulado Este ejemplo nos muestra cómo los lugares
mercado de valores de Singapur (simEx) no inter- y los espacios a diferentes escalas geográicas son
vino antes cuando Leeson comenzó a acumular invocados en un intento por explicar eventos dra-
pérdidas masivas. Todavía otros invocaron a la máticos que tienen profundas implicaciones loca-
naturaleza para explicar el evento. El inespera- les, nacionales e internacionales. Estas narrativas
do terremoto en Kobe envió a la baja el índice escalares proporcionan las metáforas para la cons-
Nikkei-225 en el mercado de cambios, que era el trucción de discursos explicativos. Por supuesto, no
indicador con el cual el negociador Barings estaba es difícil identiicar cómo las explicaciones relacio-
construyendo participaciones de manera masiva. nadas con la escala deinen y sugieren diferentes
Mientras Leeson especulaba sobre un aumento del posiciones ideológicas y políticas. Cada una de estas
índice, el Nikkei se desplomó. escalas contribuye de alguna manera a los procesos
Otras interpretaciones, en su momento, enfa- que llevaron al colapso, mientras que los efectos se
tizaron el fracaso regulatorio del Banco de Inglate- sienten igualmente en diferentes formas, a diferen-
rra y la consecuencia del Big Bang en 1986, lo cual tes niveles de las escalas espaciales. La escala, me
desreguló el sistema inanciero nacional británico y parece a mí, es central tanto material y metafórica-
redujo los controles regulatorios signiicativamente. mente para estructurar los procesos del tipo ilustra-
La escala del grupo, la escala urbana de la cambian- do en los ejemplos precedentes.
te cultura de la City, el evento local de una catás- Esta multiplicidad de niveles y perspectivas
trofe natural, las políticas nacionales y los sistemas escalares también sugiere que la escala no es ni un
regulatorios fueron invocados como factores expli- territorio geográico ontológicamente dado y dei-
cativos del crack inanciero. Más aún, la ausencia de nido a priori, ni es una estrategia discursiva política-
un banco central europeo de regulación, así como mente neutral en la construcción de narrativas. La
las características especíicas del mercado del Sures- escala, tanto en su uso metafórico como en su cons-
te de Asia, también fueron sugeridas como posibles trucción material, es altamente luida y dinámica,
explicaciones del infortunado destino de Barings. y tanto los procesos como los efectos pueden fácil-
Poca atención de los medios se le ha prestado mente moverse de escala a escala y afectar diferente
a la naturaleza de las derivaciones del sistema de población en diversas formas, dependiendo de la
comercio en sí mismo, así como a las característi- escala en la cual el proceso opera. De forma similar,
cas y a las condiciones en los mercados inancieros distintas escalas narrativas indican otros momentos
506 EriC swyngEdouw

causales y destacan varias geometrías de poder para coniguraciones espaciales escalares, ya sean físicas
explicar tales eventos. La escala no es, consecuente- o ecológicas, en términos de un orden regulatorio, o
mente, ni social ni políticamente neutral, sino que como representaciones discursivas, son siempre ya
encarna y expresa relaciones de poder. un resultado del movimiento perpetuo del lujo de
En este texto, argumentaré que conceptuali- las dinámicas sociespaciales. La prioridad teórica y
zar el cambio geográico y la reestructuración en política, por lo tanto, nunca reside en una escala
términos de una escala espacial determinada a prio- geográica particular, sino más bien en el proceso a
ri es profundamente problemático. En particular, través del cual las escalas particulares se reconstitu-
conceptos como lo local o lo global son a menudo yen. En una coyuntura socioespacial dada, luchar
medios meramente especulativos, discursivos, pero por el dominio de una escala particular puede ser
eminentemente poderosos, que son usados para or- de gran importancia. Las escalas espaciales nun-
denar procesos políticos, sociales y económicos en ca están ijas, sino en redeinición, en competencia
formas espacializadas particulares (Amin y Thrift, y en reestructuración en términos de su extensión,
1994). Por supuesto que existen procesos globales y contenido, relativa importancia e interrelaciones.
locales, pero también regionales, nacionales o euro- Por ejemplo, la presente lucha para ver si la esca-
peos. El punto central no es, por lo tanto, si lo local la de la regulación social, laboral, medioambiental
o lo global tienen prioridad teórica y empírica en y monetaria dentro de la Unión Europea debe ser
determinar las condiciones de la vida diaria, sino local, nacional o europea, indica cómo las escalas
más bien cómo lo local, lo global y otros relevantes geográicas particulares de regulación están cons-
(aunque constantemente cambiantes) niveles de es- tantemente en competencia y se transforman.
calas geográicas son el resultado, el producto de los Es claro que las posiciones relativas de poder
procesos de cambio socioespacial (Cox y Mair, 1991; social variarán considerablemente, dependiendo de
Smith, 1984). En otras palabras, la escala espacial es quién controla qué y a qué escala. El conlicto por los
lo que se necesita entender como algo que es pro- derechos de igualdad entre hombres y mujeres en el
ducido; un proceso que es siempre profundamen- mercado laboral europeo es otro caso de un proceso
te heterogéneo, conlictivo y competido. La escala profundamente escalar. Consideremos por ejemplo
se convierte en la arena y el momento, tanto dis- cómo Gran Bretaña, al salir del capítulo social del Tra-
cursiva como materialmente, donde las relaciones tado de Maastricht, dejó un amplio rango de aspectos
de poder socioespaciales entran en competencia y regulatorios sociales en las manos de una élite nacio-
compromisos, son negociadas y reguladas. La esca- nal inglesa conservadora, y permitió la intensiicación
la, entonces, es tanto la consecuencia como el re- de una competencia basada en el costo del salario
sultado de la lucha social por el poder y el control. dentro de la Unión Europea (uE). Todo esto sugiere
que el continuo relanzamiento y reorganización de las
escalas espaciales es una parte integral de las estrate-
2. EsCalando lo gloCal gias y de los conlictos sociales por controlar y estar
en una posición de poder. En un contexto de regu-
Insisto en que la vida social está basada en procesos; laciones ecológicas y sociales heterogéneas, organiza-
esto es en un estado perpetuo de cambio, de trans- das en el nivel local, regional y nacional, la movilidad
formación y de reconiguración (Harvey, 1996). de la población, los bienes y los lujos hipermóvi-
Iniciando el análisis a partir de una escala geográi- les de capital y de información, permean y transgre-
ca establecida, parece que es profundamente anta- den estas escalas en maneras que son profundamente
gónico para comprender el mundo de una manera excluyentes y de la disminución de poder para aque-
dinámica basada en un proceso (Howitt, 1993). Las llos que operan a otros niveles escalares.
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 507

En resumen, la escala (al nivel que sea) no es proceso que señala cómo las políticas están espacia-
y no puede ser el punto de partida para la teoría lizadas por mecanismos de estiramiento y contrac-
socioespacial. Por lo tanto, la esencia del problema ción de los objetos a través del espacio.
es teorizar y entender el proceso (Smith, 1988a,
1988b). La prioridad ontológica para una visión Este [proceso de estiramiento] es un proceso dirigido
basada en el proceso, ante todo se olvida de un en- por clases, etnias, géneros y conlictos culturales. Por
foque ya sea en lo global o en lo local como el pun- un lado, organizaciones dominantes intentan con-
to de partida para el análisis y la explicación. Esta trolar a los dominados, coninándolos junto con sus
visión refuta atacar la relaciones globales-locales en organizaciones a una escala manejable. Por otra par-
términos de una dialéctica, de una interacción u te, grupos subordinados intentan liberarse de estas
otro modo de relacionar aspectos deinidos a priori. limitaciones escalares, consiguiendo poder e instru-
Igualmente problemática es por supuesto la visión mentos a otras escalas. En el proceso, la escala se está
de Howitt (1993, p. 38) cuyo argumento es que produciendo activamente (Jonas, 1994, p. 258).
“varias escalas están dialécticamente interrelaciona-
das”, lo cual es una forma típicamente dudosa de Estas escalas por supuesto no operan de manera
batallar con la escala, asignando motivos, fuerza y jerárquica sino simultáneamente, y las relaciones en-
acción a las coniguraciones geográicas preestable- tre diferentes escalas están anidadas (Jonas, 1994, p.
cidas y a sus interacciones, más que a los conlictos 261; Smith, 1984, 1993). Claramente el poder social
entre los individuos y grupos sociales, cuyas escalas a lo largo de las líneas de género, clase, etnia o ecoló-
de acciones y sus nodos de articulación se produ- gicas se reiere a las capacidades de escala de los indi-
cen como posiciones temporales, en un constante viduos o de los grupos sociales. En la medida que el
conlicto de poder de transformación socioespacial. poder cambia, la coniguración de las escalas cambia,
Un enfoque basado en el proceso pone aten- tanto en términos de su forma de anidación e interre-
ción en los mecanismos de transformación y trans- lación, como en términos de su alcance espacial.
gresión de la escala a través del conlicto social. En resumen, propugnaría por abolir lo global
Como se ha argumentado en otro trabajo, por y lo local como herramientas conceptuales y sugeri-
ejemplo, las recientes transformaciones políticas y ría concentrarse en la política de escala, en su pro-
económicas están caracterizadas por un movimien- ducción, en su transformación metafórica y material.
to simultáneo hacia las más pequeñas y hacia las más Creo que elementos de vocabulario y heurísticos su-
grandes escalas, hacia lo global y lo local (un proce- geridos por el enfoque regulacionista, por ejemplo,
so de glocalización) (Swyngedouw, 1992a, 1992b). puede ayudar a elucidar este punto. Trataré de ilus-
Este proceso en sí mismo no asigna mayor validez trar este argumento posteriormente, pero primero
a la perspectiva global y local, pero nos alerta hacia necesitamos considerar el rol de lugar en una teoría
una serie de procesos socioespaciales que cambian basada en el proceso y en la importancia de las políti-
la importancia y el rol de ciertas escalas geográicas, cas de escala en la socio-espacialidad de la vida.
que reairman la importancia de otras, y que algu-
nas veces crean nuevas escalas de gran signiicado.
De manera importante estas redeiniciones de esca- 3. EstablECiEndo la EsCala
la alteran y expresan cambios en la geometría del
poder social en el fortalecimiento del poder y en el 3.1 Escalas espaciales versus teoría socioespacial
control de algunos, mientras que otros pierden po-
der (Swyngedouw, 1989). Éste es el proceso al que Toda la vida social está necesariamente emplazada
Smith (1993) se reiere como “saltos de escala”, un o situada en un lugar atractivo y es esencial para
508 EriC swyngEdouw

mantener el proceso de la vida en sí mismo. Esta a determinadas localidades a ajustarse a las deman-
localización activa de la vida es, por supuesto, el das que impone una economía, política y cultura
primer sentido en el que el lugar es esencial. Un lu- global (Greenzen…, 1994; Taylor, 1982,1989). En re-
gar atractivo es inevitablemente un proceso contra- sumen, una escala geográica en particular es con-
dictorio, ya que implica algún tipo de destrucción siderada de importancia superior en términos de
creativa o de creación destructiva en la relación teorizar los procesos socioespaciales; mientras que
naturaleza/lugar. Más aún, esta transformación otras escalas derivan de una escala posicionada a
de naturaleza/lugar no es un proceso individual, priori o expresa diferentes ámbitos en el proceso
atomizado o aislado. Como Marx lo señaló hace de cambio social. Lo global y lo local entonces se
mucho tiempo, la visión del mundo de Robinson convierten en sitios para construir contrastantes
Crusoe es un mito obstinado. La destrucción crea- métodos de análisis (Lipietz, 1993), los cuales cons-
tiva es siempre ya un proceso social; es una trans- tantemente juegan entre ellos de una forma bastan-
formación metabólica que tiene lugar en asociación te estéril (Amin y Thrift, 1994). Con seguridad, se
con otros y se extiende sobre cierto espacio, como han hecho intentos para conectar lo local y lo glo-
lo discuto más adelante. bal de una forma imaginativa (Amin y Thrift, 1992;
Esta importancia central del lugar no ofrece Cooke, Moulaert, Swyngedouw, Weinstein y Wells,
lo local como un sitio preeminente para la construc- 1992). Pero ellos también le dan la vuelta con mu-
ción de la teoría socioespacial. En verdad, la obse- cha habilidad al punto de la escala y mantienen la
sión con lo local en mucha de la literatura teórica posición preeminente de una perspectiva espacial
y empírica reciente es muy confusa en el sentido bipolar (local-global) para explicar los procesos de
de que dos procesos fundamentalmente diferentes reestructuración socioespacial.
y dos perspectivas teóricas están mezcladas entre Otras perspectivas teóricas empiezan desde una
sí. Para algunos (por ejemplo, la inicitiva del Center posición ontológica radicalmente diferente, a pesar
for Urban and Regional Sociology (Curs), lo local de que las dos escalas a menudo están combinadas,
se reiere a escalas geográicas distintas ya construi- confundidas e interrelacionadas de manera eclécti-
das e históricamente especíicas, que exhiben una ca. Estas perspectivas argumentan que el espacio es
serie de distintas características geográicas y polí- un elemento integral en la constitución de la vida
ticas en términos de condiciones políticas, sociales, cotidiana y de sus asociados procesos sociales o,
económicas y físicas (Cochrane, 1987; Cooke 1987, dicho de otra manera, la vida cotidiana está cons-
1989; Duncan y Savage, 1989). A estas últimas se tituida por relaciones temporales socioespaciales.
les considera como cosas o cualidades que le dan No existe una airmación a priori del lugar de una
forma y afectan la relación entre lo local y la más escala geográica particular, sino más bien un reco-
amplia arena geográica, mientras que mantiene nocimiento de la inevitable espacialidad de la vida
un paisaje altamente diferenciado, colorido y úni- diaria. De Certeau (1984), Foucault (1980), Giddens
co. Lo local representa entonces “la diferencia que (1984), Harvey (1996, 1985), Lefebvre (1974), Mas-
el espacio establece” en la formulación de la teo- sey (1994) y Soja (1989), entre otros, exploran en
ría social (Sayer, 1985, p. 49). Este punto de vista una variedad de formas esta socioespacialidad de la
es respondido por los teóricos de la globalización, vida cotidiana y su expresión en la producción del
quienes argumentan que la mundialización (la in- espacio. Los espacios escalares se convierten en la
terconexión global) de la vida social, en particular expresión y en la arena en las cuales las relaciones
(aunque de ninguna manera exclusivamente) a tra- sociales de empoderamiento y de retiro de poder
vés del dinero y de la circulación del capital, ha sido operan. La confusión a veces surge de mapear la
el más importante proceso socioespacial, que fuerza importancia ontológica del espacio para construir
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 509

una teoría social dentro de una material y una me- nacionales, supranacionales y globales, cuyo conte-
tafórica coniguración de escala (lo local, lo regio- nido y relaciones son luidas, competitivas y que se
nal, lo global) que sea históricamente especíica y transgreden constantemente.
que esté producida socialmente. La geografía histórica del capitalismo ejem-
La observación de que la vida está constitui- pliica este proceso de construcción territorial es-
da socioespacialmente en sí misma no da o asigna calar del espacio y de la competida producción de
prioridad a una escala geográica establecida. La es- la escala. Friedrich Engels [1845] (1968) ya había
tructuración socioespacial de cada día en sí misma sugerido cómo el poder del movimiento laboral de-
no ofrece lo local, lo global, o cualquier otra escala pende del lugar y de la escala en que opera, y los
como el sitio preeminente para el análisis. El rol, organizadores del trabajo siempre han combinado
la importancia y posición de cada escala geográica estrategias para controlar los lugares, con la cons-
resultan de las dinámicas de las transformaciones trucción de alianzas territoriales que se extienden
socioespaciales. El rol de las escalas geográicas en sobre una cierta escala espacial (Harvey y Swynge-
particular, su articulación y su interpenetración tie- douw, 1993). De manera similar, los capitalistas han
nen que ser teorizadas (la movilización política tie- sido siempre sensibles a la escala geográica de sus
ne que proceder sobre estas bases) y reconstruidas operaciones y a la importancia de controlar gran-
como resultado de las dinámicas de las relaciones des espacios en su continuo conlicto de poder con
socioespaciales. el trabajo y con otros capitalistas. La escala surge
como el sitio para el control y la dominación, pero
3.2 El lugar importa, pero la escala decide también como la arena donde la cooperación y la
competencia encuentran una postura frágil. Por
Estas relaciones sociales están siempre constituidas ejemplo, los sindicatos nacionales se forman a tra-
a través de las relaciones temporales y espaciales de vés de las alianzas y de la cooperación de los movi-
poder con respecto a la ecología física y social que mientos de escala menor, y un balance ino necesita
está siendo transformada. Esto es a lo que Massey estar constantemente mantenido entre la promesa
(1992, 1993) se reiere como “la geometría del po- de poder, producida por las organizaciones nacio-
der”, las múltiples relaciones de dominación-sub- nales, por el conlicto que se deriva de las lealtades
ordinación y de participación-exclusión a través de locales y por el conlicto interlocal. De manera simi-
las cuales la naturaleza física y social está cambian- lar, la cooperación y la competencia entre los capi-
do. Éste es el segundo sentido en el cual el lugar tales está también profundamente escalada (Herod,
importa. En verdad, estas relaciones sociales están 1991; Smith y Dennis, 1987). Las tendencias hacia
asentadas en el sentido de que ellas regulan (pero la formación de alianzas estratégicas apuntan en
en formas altamente contestatarias) el control y el esa dirección (Cooke et al., 1992).
acceso a la transformada relación naturaleza/lugar, Estos procesos de formación de alianzas están
pero estas relaciones también se extienden sobre un claramente determinados por todo tipo de pro-
cierto espacio discursivo, material y social. Es aquí cesos de fragmentación, división, y diferenciación
que el tema de la escala geográica surge de manera (nacionalismo, localismo, diferenciación de clases,
central. Las relaciones socioespaciales operan sobre competencia). Considérese, por ejemplo, cómo las
cierta distancia. De hecho, la escala surge del carác- empresas pueden agruparse e insertarse a sí mis-
ter socioespacial de la transformación constante de mas dentro de una red territorial que está inamen-
los lugares. El escalamiento de todos los días, como te sintonizada en términos de una competencia y
Smith (1993) señala, se expresa en coniguraciones cooperación equilibrada, como parte de una estra-
individuales, de comunidad, urbanas, regionales, tegia para mejorar su posición competitiva en una
510 EriC swyngEdouw

escala espacial más amplia (Swyngedouw, 1991a). De Estas relaciones que deinen a la sociedad son,
forma similar, negociar compromisos nacionales (in- por lo tanto, simultáneamente uniicadoras y con-
crementos de salarios, salarios mínimos) afecta las lictivas; en otras palabras, la unidad se expresa en
posiciones competitivas, ya que las empresas más dé- conlicto y es exactamente éste el que introduce el
biles pueden ser forzadas a desaparecer. En resumen, cambio en el tiempo y en el espacio y el que produ-
como Smith (1984, 1993) señala, la escala tiene un rol ce historia y geografía concretas. Como la coheren-
de mediación entre la cooperación y la competencia; cia sugiere, algún tipo de irmeza y de continuidad
entre la homogeneización y la diferenciación; entre el a la luz del conlicto en cada momento del tiempo
empoderamiento y la pérdida de poder. está caracterizado por cierta indiferencia, por un
compromiso que previene el caos, la revolución o la
transformación radical, y que permite la continua-
4. rElaCionEs soCioEspaCialEs, rEgulaCión ción de la vida diaria. En resumen, alguna forma
y la produCCión dE EsCala de cooperación y de coordinación es necesaria para
mantener alguna coherencia en una fábrica social,
Aquí exploraré cómo el enfoque de la regulación cuya continuación es predicada sobre la compe-
implícitamente captura estas dinámicas de la pro- tición y la rivalidad. La escala representa exacta-
ducción de escala. Con seguridad, el punto central mente un compromiso socioespacial temporal que
de la teoría de la regulación está en las dinámicas contiene y canaliza el conlicto.
de las relaciones sociales o, mejor dicho, en las rela- En las sociedades capitalistas, por lo tanto, es
ciones socioespaciales. Si en verdad la sociedad ca- el conlicto intercapitalista (la competencia), la re-
pitalista está llena de conlictos, tensiones y luchas lación capital-trabajo institucionalizada en el nexo
de poder entre las clases, géneros, y grupos étni- capital-salario y en el intercambio monetario, insti-
cos, el problema teórico y práctico de la economía tucionalizados en varias formas de intercambio de
política reside exactamente en explicar por qué un mercado, a través de todo lo cual, la circulación y,
modo de organización social de profundas hetero- de ahí, la acumulación del capital están organizados.
geneidades y lleno de conlictos mantiene alguna Tales coherencias estructuradas, que exhiben una
coherencia, mientras que es intensamente dinámi- serie de regularidades en una variedad de escalas
co a través del conlicto constante del poder y el interpenetradas, están organizadas en un conjunto
empoderamiento; bajo todo esto, las formas de do- de formas institucionales-regulatorias que canalizan
minación y opresión están continuamente siendo o codiican aquellas regularidades. Por ejemplo, el
reproducidas, transformadas y/o cambiadas; enton- modelo de competencia, de organización de las re-
ces, la producción y reconiguración de la escala es laciones salariales, de la regularización de la distri-
central en este proceso. bución del valor, de la organización de los intercam-
El regulacionismo empieza de la interpretación bios dentro y entre naciones o entre otras escalas,
de las relaciones sociales de las dinámicas históricas tiene que tomar formas y arreglos institucionales
y geográicas. Como se discutió antes, los humanos concretos formal o informalmente codiicados.
se relacionan con otros individuos de una manera
contradictoria, y bajo circunstancias de empodera-
miento y desempoderamiento. Estas contradicciones 4.1 Modo(s) de regulación
constituyen las bases de las dinámicas geográicas e y formas institucionales
históricas a través de las cuales los humanos hacen
sus historias sobre las bases de condiciones histórica- Las relaciones sociales están incorporadas en los
mente heredadas (Lipietz, 1985, p. 8). individuos en forma de hábitos, rutinas adquiri-
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 511

das, reglas y normas (Bourdieu (1977) noción de disputas y conlictos. Las relaciones de sexo, de gé-
Habitus),1 aun cuando cada jugador trate de ami- nero, familiares, las relaciones laborales, las normas
norar su mano en el juego. Este hábito está siempre de producción y de consumo, el Estado-Nación, la
escalado, y cada acción particular incorpora la in- ciudad y el campo, la selección de productos, los
terpenetración de varias rutinas, reglas y normas, métodos de selección son productos de las reglas
que están reguladas en una variedad de escalas y regularidades, que son en parte reproducidas,
siempre competidas. Por ejemplo, el dinero en mi pero que también a través del conlicto son conti-
bolsillo, el café que yo bebo o la computadora per- nuamente transformadas.
sonal que uso me sitúan en una clase local, género, En la medida en que las relaciones socioespa-
posición étnica; en una división nacional e interna- ciales (normas, hábitos, actitudes) cambian, se trans-
cional del trabajo, en un conjunto de relaciones la- forman y a menudo transgreden normas y rutinas
borales que están todavía reguladas nacionalmente, establecidas, la escala de sus regulaciones también
en una variedad de mecanismos de redistribución tiende a cambiar. Las cambiantes formas regula-
local, regional, nacional y europeos, en los capri- torias, por lo tanto, implican la alteración de las re-
chos del sistema inanciero internacional … laciones socioespaciales y, consecuentemente, la
Entonces, la hegemonía puede ser deinida escala en la cual ellas operan. Cada modo de regu-
como la capacidad de un grupo dominante (o una lación está caracterizado por una serie de prácticas
alianza de fracciones de clase) que impone una se- formales e informales enmarcadas en el Estado, en
rie de prácticas sociales en una escala espacial par- otra escala de instituciones formales e informales o
ticular que son para su ventaja, o de manera más en niveles de gobernanza, a través de las cuales la
general, la hegemonía es la capacidad de un mode- naturaleza conlictiva de las relaciones sociales es
lo de relaciones sociales para imponerlas como el guiada, negociada, y asegura la reproducción de las
modelo deseado ante el resto de la sociedad, y aun relaciones, así como su transformación. El modo de
en aquellas sociedades que todavía no están bajo su regulación puede ser deinido entonces como las
dominio. El reconocido trabajo de Gramsci (1928- prácticas que aseguran la dinámica reproducción
1971) sobre fordismo y americanismo documenta (que incluye el cambio) de las relaciones sociales, a
el surgimiento y la contradictoria dinámica de esa pesar de su inherente carácter conlictivo.
serie de prácticas sociales regulares hegemónicas, La escala de esta manera es fundamental, ya
que se desarrolla en parte desde dentro y en par- que incorpora un compromiso temporal, solidi-
te impuesta como un proyecto hegemónico desde ica las actuales relaciones de poder, regula las for-
afuera, pero cuyo éxito está eventualmente condicio- mas de cooperación y deine otras estrategias de
nado por el conlicto entre las clases, las fracciones poder y de competitividad. La reconiguración de la
de clase (y las alianzas que ellas forjan a través de su escala desafía las relaciones de poder existentes,
lucha). Estos conlictos y disputas relejan la inter- cuestiona la actual geometría de poder, y así expre-
penetración de las escalas (el individuo, lo urbano, sa los efectos de los conlictos socioespaciales. Este
lo regional, lo nacional y lo global) y la producción salto de escala puede ser horizontal y/o vertical; esto
política de nuevas escalas como producto de estas es, las coniguraciones de escala se pueden mover
hacia los lados, así como hacia arriba y hacia abajo.

1 Bourdieu (1977, p. 78) deine “Habitus” como el


principio duradero y de generación de improvisaciones
reguladas…El Habitus produce prácticas que tienden a demandas inscritas como potencialidades objetivas en la
reproducir las regularidades inherentes en las condiciones situación, deinida por las estructuras cognitivas y motiva-
objetivas de la producción, mientras que se ajustan a las cionales que forman el Habitus (las cursivas son nuestras).
512 EriC swyngEdouw

Figura 1
La doble hélice del proceso de circulación del capital

CAPITALISTAS

capital dinero (+)

capital ijo realización


(problema)

mercancías

PRODUCCIÓN

capital variable
salarios

fuerza de trabajo
dinero (reproducción)
contratación
(problema)

TRABAJADORES

Fuente: Lipietz, 1989, p. 3

4.2 La regulación de escala sión del esquema de la circulación del capital como
una cadena de tiempo-espacio, que estructura las
Para enriquecer estas observaciones teóricas, ex- transformaciones de mercancía-dinero, está orga-
ploraremos cómo la teoría de la regulación puede nizada a través de millones de transacciones indivi-
explicar este proceso de la producción de escala duales, en las cuales cada individuo es responsable
y la transgresión, e identiicar las geometrías de po- de sus acciones, mismas que están tomadas en el
der a través de las cuales opera este proceso de es- contexto de un paisaje percibido y que sus éxitos
calamiento y re-escalamiento. Por supuesto, el esca- son sólo vistos ex-post (expresados ya sea en el des-
lamiento de la vida es más complejo de lo que el empleo o en la falta de venta de las mercancías pro-
enfoque regulacionista puede capturar. Sin embar- ducidas). La posibilidad y probabilidad formal de
go, creemos que esta perspectiva proporciona un la crisis nace del desequilibrio potencial entre el
número de percepciones que permiten ilustrar el imperativo de la acumulación (estructurado por las
proceso de la producción de escala y sus transfor- normas de producción) y la formación de salarios
maciones. y beneicios. Es el desajuste entre la expansión del
Las bases de la teoría de la regulación están capital en movimiento y la capacidad para absor-
esquemáticamente resumidas en la igura 1. Esta vi- ber esta expansión del capital a través de continuas
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 513

transacciones de mercancía-dinero es lo que man- siones de género y étnicas, y inalmente el modo de


tiene, entre otras cosas, la promesa de un colapso y reproducción; esto es la norma de consumo (tipos
de una crisis. El enfoque de la regulación radica en de mercancías de consumo dominantes y servicios
los principales elementos que codiican, organizan individuales y colectivos), (Boyer, 1986a, 1986c; De
y regulan las prácticas sociales que llevan estos lu- Vroey, 1984; Velz, 1983).
jos de circulación del capital; esto es: En el pasado, al menos tres tipos de distintos
modos de organizar el nexo del salario pueden ser
a. Las relaciones capital-trabajo (el nexo del sa- identiicados. El primero es la regulación competi-
lario) tiva, caracterizada por una muy débil inserción
b. Las formas de competencia intra-irmas y la de la fuerza de trabajo en la determinación de la
cooperación en norma de consumo y por una altamente localizada
c. la administración monetaria y inanciera, que negociación especíica de un lugar (usualmente in-
están incorporadas en dividual) de los niveles de salario, las condiciones
d. formas del Estado y en otras coniguraciones laborales y las normas de trabajo.
institucionalizadas formales e informales, y en El segundo, el taylorista, está caracterizado
formas de gobernanza, como parte de por una reestructuración fundamental de la orga-
e. una coniguración mundial (Lipietz, 1985, p. nización del proceso de producción sin alteraciones
32). Las crisis (la interrupción parcial de los signiicantes en las normas de consumo. Las nego-
lujos) entonces, se maniiestan en esfuerzos ciaciones capital-trabajo están por lo regular basa-
para alterar algunos o todos de estos elemen- das en la empresa, pero altamente segmentadas y
tos clave. caracterizadas por una deinición estratiicada de
los niveles salariales y de las prácticas de trabajo.
Se considerará brevemente el rol y la impor- Las determinaciones de los salarios son acordadas
tancia de estas formas institucionales y regulatorias regional o localmente entre los empleadores.
(Boyer, 1986b, pp. 48-53) y el escalamiento en com- Por último, las formas fordistas de determina-
petencia de sus operaciones. ción de los salarios codiican una relación entre la
progresión en la norma de producción y la difusión
de las nuevas formas de consumo (Boyer, 1983,
4.3 La relación capital-trabajo 1988). Esta última está regulada en un más amplio
(el nexo del salario) nivel espacial, frecuentemente a la escala del Esta-
do-Nación. De hecho, el desarrollo conlictivo del
La deinición de varias formas especíicas de or- fordismo está caracterizado por una continua lucha
ganizar las relaciones capital-trabajo se reieren a entre el trabajo y el capital sobre la escala en la cual
la identiicación de las relaciones mutuas entre la las reglas, regulaciones y condiciones particulares
forma de organización del proceso de trabajo, los son establecidas (Swyngedouw, 1989). Más aún, adi-
modos de vida y los medios de la reproducción de cionalmente a la negociación nacional del salario
la fuerza de trabajo. El análisis del nexo del salario principal o primario, los niveles de salario secunda-
incluye el análisis históricamente concreto del tipo rio también son negociados y determinados a escala
de medios de producción; la forma de la división del Estado. La determinación del nexo del salario,
social, técnica y espacial del trabajo, el tipo y estruc- en resumen, siempre está escalada. Claramente, es-
tura de la movilización y de la inserción de la fuerza te escalamiento es de importancia clave en términos
de trabajo en el proceso laboral; la determinación de deinir las posiciones de poder relativo entre el
directa e indirecta de los ingresos (salarios); las divi- capital y el trabajo, pero también le da forma a las
514 EriC swyngEdouw

estrategias competitivas, y al grado de solidaridad y guerra estuvo caracterizado por una cooperación
cooperación dentro del movimiento laboral. intensa entre el Estado y los capitales nacionales,3
Así, la organización de las relaciones de capi- para mejorar la posición competitiva de estos últi-
tal-trabajo dependen de las reglas y códigos institu- mos en el mercado mundial; de aquí las posiciones
cionalizados o informalmente practicados dentro de socioeconómicas relativas del Estado en el proceso
un espacio particular, el cual surge históricamente a del desarrollo geográico desigual; los desarrollos
través del desarrollo de las alianzas de clases y de los de las dos décadas pasadas han experimentado un
conlictos en y sobre el espacio. Antes del fordismo, re-escalamiento intenso de tales formas de compe-
esas relaciones estaban eminentemente construidas titividad y de cooperación. La forma de la compe-
a nivel local; bajo el fordismo, llegaron a ser parte tencia está directamente relacionada con la estruc-
central de un compromiso institucional nacional y tura de la coniguración territorial del proceso de
se insertaron en la forma del Estado-Nación. Por acumulación (Swyngedouw, 1992b). Como Smith y
ejemplo, en Bélgica, durante los cincuenta y sesen- Dennis argumentan en su discusión sobre la cons-
ta, varias zonas regionales salariales fueron acor- trucción de las escalas regionales:
dadas y mantenidas en el contexto de un sistema
de negociación salarial organizado a nivel nacional. Podemos concebir la diferenciación regional como
A pesar de la implacable lucha sindical para abo- un compromiso geográico inherente entre las fuer-
lir estas escalas salariales espaciales, duraron hasta zas opuestas de la competitividad y la cooperación.
principios de los sesenta, cuando fueron inalmente La diferencia regional reduce la competitividad in-
abolidas y los salarios fueron estandarizados a nivel terna entre los productores a favor de la cooperación,
nacional (Swyngedouw, 1991c). mientras que incrementa la competencia externa a
expensas de la cooperación […] los empleadores en
una región colaboran a varios niveles en el uso de la
4.4 La forma de la competencia infraestructura física, en la manipulación del estado,
en la determinación de las condiciones salariales y en
La forma de la competencia se reiere a la manera las relaciones con los empleados, mientras que com-
en la cual las relaciones entre los centros de acumu- piten con otras irmas en otras regiones precisamente
lación autónomos y fragmentados están organiza- sobre los mismos aspectos […] el establecimiento de
das. Por ejemplo, bajo condiciones de competitivi- regiones geográicas se convierte en un medio (aun-
dad, la validación del trabajo privado tiene lugar que volátil) para resolver la anarquía inherente del
ex-post en el mercado, mientras que bajo las condi- capital (1987, p. 168).
ciones de monopolio,2 la competencia está caracte-
rizada por una serie de mecanismos que permiten
alguna forma de planeación ex-ante (publicidad, 4.5 Regulación monetaria y inanciera
costos, expansión anticipada del mercado, planea-
ción burocrática a mediano plazo) (Frantzen, 1990; Ésta se reiere a las varias maneras en las cuales
Lipietz, 1986). Adicionalmente, la escala en la cual el sistema monetario está organizado. El dinero,
la cooperación tiene lugar le da forma al tipo y a las como el equivalente universal que capacita un lu-
prácticas de la competitividad. El periodo de la pos-

3 Capitales nacionales en este contexto no necesaria-


2 Condiciones de monopolio para los regulacionis- mente se reiere a un capital de un origen nacional par-
tas se reiere a lo que es comúnmente entendido como ticular, sino a capitales que están presentes dentro de un
competencia oligopólica. estado especíico, sin tomar en cuenta su nacionalidad.
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 515

jo no interrumpido de la circulación del capital y ticulados y a cómo las relaciones entre ellos están
como un contenedor de valor que expresa el po- construidas. Esta anidada articulación de los niveles
der socioeconómico relativo, simultáneamente rela- de escala está deinida por los mecanismos que re-
ciona estructuras y moldes de relaciones entre los gulan la relación entre los espacios, tanto en térmi-
varios centros de acumulación, la fuerza de trabajo nos de relaciones de intercambio (por ejemplo, la
y otras mercancías. Dependiendo de la manera regulación del sistema monetario o de comercio),
en que el dinero estructure estas relaciones (nacio- como en términos de la localización de la produc-
nal vs. internacional, público vs. privado, especulati- ción y otras inversiones (por ejemplo, a través de la
vo vs. real), diferentes modos de desarrollo en la inversión extranjera directa o la organización del
circulación del capital son posibles. Esta concep- crédito y el inanciamiento de la deuda). De esta
tualización muestra la necesidad de relacionar la manera los lugares están insertados en una anida-
organización del sistema monetario (y su funcio- da articulación de escalas espaciales (Boyer, 1986a;
namiento) con las otras formas de organización de Cassiers, 1986; Lash y Urry, 1987; Mistral, 1986, pa-
la vida socioeconómica (Aglietta, 1986; Aglietta y ra análisis nacionales).
Orléan, 1982). Además, resalta la importancia de
la naturaleza de la regulación monetaria y la escala
espacial en la cual ésta opera. Por ejemplo, el des- 4.7 Formas del Estado
arrollo del dinero está históricamente relacionado y otras formas de gobernanza
con la consolidación del Estado-Nación, como el es-
pacio en el cual los intercambios monetarios nacio- El Estado es interpretado como un “ensamble de
nales están regulados y homogeneizados (Strange, compromisos institucionalizados” (Delorme y An-
1994). Este dinero nacional consecuentemente re- dré, 1983).4 Estos compromisos (a menudo difíciles
sultó de una diferenciación entre la circulación in- y siempre precarios) relejan la cristalización tem-
terna y externa (internacional) del capital. Además, poral de los intereses de clases particulares y a veces
ha sido una moneda particular (primero la libra son difusos con el aparato del Estado; crean reglas
esterlina, luego el dólar y actualmente una mezcla y regularidades que operan casi en forma semi-au-
incierta del marco alemán y del yen), de la econo- tomática. La estructura del presupuesto del Estado,
mía (nacional) hegemónica, la cual ha servido como sus ingresos, los patrones de gasto, la regulación de
base de valor para relacionar varios espacios nacio- la vida social y económica ejempliican estos com-
nales. La regulación nacional del dinero, el modo promisos.
de construir reglas internacionales y la hegemonía En este sentido, la forma del Estado y otras
de una moneda son, por lo tanto, parte central de formas institucionales están interrelacionadas es-
la importancia reguladora del dinero y del crédito. trechamente. Por ejemplo, la organización de las
Estas tres formas claves de regulación nos relaciones salariales o de la competencia no es in-
alertan de la importancia, del rol de la conigura- dependiente del compromiso institucionalizado ca-
ción internacional y de la forma del Estado o de pital-trabajo, de la organización de las medidas re-
otras formas regulatorias de gobernanza. distributivas o de la intervención directa e indirecta

4.6 La coniguración internacional 4 Estos compromisos institucionalizados pueden ser

interpretados como la organización institucional de las


alianzas de clase que están condensadas dentro del apa-
Se reiere a la manera en la cual los espacios locales, rato del Estado. Este análisis del Estado debe mucho a la
regionales, nacionales y supranacionales están ar- teoría del Estado-Nación de Poulantzas (1968).
516 EriC swyngEdouw

del Estado. Más aún, las reglas y las leyes inluyen talt de escalas comenzó y ha tenido profundas y a
en la elaboración de formas particulares institucio- veces preocupantes consecuencias para las geome-
nales y contribuyen a la codiicación de ciertas prác- trías socioespaciales del poder.
ticas económicas y sociales. El impacto espacial y el
nivel de control del Estado inluyen ampliamente
en la manera en la cual operan otras formas insti- 5. EsCalas En pugna: la EConomía polítiCa
tucionales. La importancia de la forma del Estado dEl Cambio gloCal
para la organización del modo de regulación impli-
ca que es casi imposible teorizar el paso de un régi- Las formas regulatorias clave a las que nos hemos
men de acumulación a otro sin alterar la forma y el referido están continuamente re-escalándose a tra-
escalamiento del Estado (Jessop, 1990). El Estado vés de las dinámicas del cambio socioespacial. El
es, en realidad, un elemento indispensable en el sur- surgimiento de lo que más tarde se deiniría como
gimiento, consolidación, y extinción del régimen fordismo,5 por ejemplo, tuvo como paralelismo la
de acumulación. Bajo el fordismo, el Estado nacio- formación de un nuevo conjunto de articulaciones
nal llegó a ser el sitio preeminente para regular las de escala, y el surgimiento de nuevas y signiicati-
condiciones socioeconómicas, en particular las de vas escalas institucionales y de regulación. A través
aquellas asociadas con las relaciones capital-trabajo del discutido desarrollo del fordismo, las articula-
(a pesar de que las regulaciones del género y de las ciones de las escalas cambiaron, mientras que las
prácticas étnicas y culturales estaban implicadas en fuertes tensiones dentro del fordismo y sus sub-
las formas de la regulación del Estado, por ejemplo, secuentes crisis se manifestaron en una profunda
a través de la regulación del cuidado de los niños, redeinición de escalas geográicas.
de los derechos paternales). Para estar seguros,
otras formas de regulación permanecieron en las
escalas locales, como por ejemplo, la regulación de 5.1 La producción fordista de la escala
género dentro de la casa o de la empresa como el y sus contradicciones
sitio para una abierta lucha de clase (las huelgas).
Durante el periodo de la posguerra, las formas de El pivote de la regulación fordista fue el Estado na-
gobernanza supranacionales o globales surgieron y cional. Ésta fue la escala preeminente en la cual los
llegaron a ser centrales y a inluir más en las prác- conlictos, las tensiones y los convenios fueron ne-
ticas socioeconómicas y políticas: por ejemplo, la gociados (el Estado corporativista) (Altvater, 1993;
Comunidad Europea, el Banco Mundial, el Fondo Esser y Hirsch, 1989; Jessop, 1989, 1994a; Peck y
Monetario Internacional (imf), el Acuerdo Gene- Tickell, 1994). La fundación del estado fordista
ral de Tarifas y Comercio (gatt), la Organización residió especíicamente en los conlictos del movi-
de Educación, Ciencia y Cultura de las Naciones
Unidas (unEsCo), la Organización del Tratado del 5 Uso aquí fordismo como un elemento discursivo
Atlántico del Norte (nato), el Comecon y algunas para un proceso histórico-geográico muy dinámico, va-
otras se establecieron y se anidaron en un nuevo riado y perpetuamente conlictivo que ha caracterizado el
periodo de la posguerra (Amin, 1994); de ninguna mane-
conjunto de articulaciones de escala. ra adopto una visión monolítica, homogénea y estática del
En la siguiente sección discutiré cómo es que fordismo. Espero mostrar que el fordismo, como proceso,
en las décadas pasadas, la articulación de y la rela- mostró una continua rearticulación de escalas anidadas. Al
mismo tiempo, insisto en que, en las dos últimas décadas,
tiva importancia de varias escalas institucionales se
una serie de nuevas articulaciones de escala están en pro-
ha alterado o, como Smith (1987) describe, cómo ceso de forjarse, orientadas a transformar las geometrías de
las escalas fueron saltadas, y cómo una nueva ges- poder particulares, asociadas con el fordismo como proceso.
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 517

miento laboral para trascender a los conlictos de los la producción, aunque sea un mosaico de espacios
trabajadores a nivel local, para saltar escalas y ganar de consumo nacionalmente regulados, probaría ser
creciente poder a nivel del Estado. Similarmente, un dilema fundamental. Mientras que el capital sal-
desde la perspectiva keynesiana, las políticas ma- taba escalas para la organización de la producción,
croeconómicas resultaron en la construcción de un el consumo y la reproducción permanecían funda-
precario pero importante vínculo entre el Estado y mentalmente regulados a nivel nacional, a pesar
el capital privado. Un arreglo tripartito institucional de los débiles intentos para transnacionalizar los
fue creado, cuyo principal interés fue tejer una línea esquemas de re-distribución (como por ejemplo,
ina entre el conlicto y la competitividad por un el establecimiento de la Comunidad Europea o el
lado, y la cooperación y el compromiso por el otro, Plan Marshall). Además, la regulación de las va-
particularmente alrededor del nexo de la producti- rias funciones de dinero (Swyngedouw, 1996) ope-
vidad y el consumo. ran también en una variedad de escalas. Durante
El control sobre el proceso de acumulación per- el periodo de las dos guerras mundiales, el dinero
maneció irmemente en las manos del capital pri- estuvo regulado predominantemente a nivel nacio-
vado, y asumió una forma de aglomeración urbana nal mientras que no existía un eje de valor único a
regional, mientras que el proceso de reproducción nivel internacional. El colapso del sistema inancie-
se volvió muy centrado alrededor del núcleo fami- ro a inicios de los treinta reforzó las demandas por
liar y de sus asociadas divisiones de sexo y género. alguna forma de cooperación internacional, para
También en esa escala, la familia llega a ser una are- prevenir la solicitud de políticas devaluatorias, sin
na espacial de intenso conlicto/competencia y de sacriicar la competitividad internacional. El acuer-
cooperación/compromiso, aunque en cada nivel en do de Bretton Woods implicó un compromiso que
una forma profundamente desigual. permanecía vacilante y sujeto a cambio, ya que el
La homogeneización a través del espacio na- proceso económico internacional se aceleró duran-
cional de una serie de aspectos socioeconómicos te el periodo de la posguerra. Sólo el poder hege-
(salarios, esquemas redistributivos, intervención del mónico de los Estados Unidos mantuvo algún tipo
Estado, normas socioeconómicas, reglas, y procedi- de cohesión relativa. El convenio fue anclado por
mientos) estuvo articulada con un proceso de des- el estándar dólar-oro, el cual estabilizó el sistema
arrollo regional y local de alta desigualdad y muy monetario internacional para proveer una relativa
diferenciado. Aunque la escala del Estado local seguridad de valor. Sin embargo, mientras la regu-
perdió mucho de su poder, permaneció como la lación del valor del dinero se fue cimentando en las
arena para la política de importantes comunidades reglas del acuerdo Bretton Woods, vigilado por el
(Eisenschitz, y Gough, 1993). Fondo Monetario Internacional (Leyshon y Tickell,
Esta regulación, con base en el Estado, ha al- 1994; Swyngedouw, 1992a), la regulación del crédi-
terado la forma y la estructura de la competitividad, to o la emisión de dinero quedó irmemente a nivel
en parte también como resultado de una escala de del Estado-Nación. En resumen, diferentes formas y
más alto nivel en la cual los capitalistas individuales funciones del dinero fueron reguladas en diferentes
comenzaron a operar. El vínculo de productividad- escalas. Sin embargo, el escalamiento diferencial de
consumo permitió una expansión sostenida de la regular el dinero, conforme la escala de la produc-
economía nacional. Sin embargo, la internacionali- ción y el comercio se expandía, se llenaría de tensio-
zación gradual de la producción y de la acumula- nes, de fricciones y eventualmente se desplomaría.6
ción (Moulaert y Swyngedouw, 1989) contribuyeron
a una más intensa competencia en el contexto in- 6 Véase Swyngedouw (1996) para una explicación

ternacional. Esta creciente internacionalización de más amplia.


518 EriC swyngEdouw

En resumen, el fordismo no es una condición El poder de moverse, y el moverse más que los
o una coniguración estable, sino que se reiere a un otros, es de importante signiicado social. Realmen-
dinámico proceso, conlictivo y siempre precario, de te es la movilidad relativa lo que está a discusión, se
cambio socioespacial durante el cual un anidado con- subraya […] por las necesidades de algunos, la re-
junto de nuevas o redeinidas escalas espaciales son lativa movilidad/poder estabiliza las identidades de
producidas. Durante las décadas en que el fordismo otros para mantenerlos en un mismo lugar.
se construyó y destruyó, nuevas formas de escala y
nuevas tensiones entre las escalas gradualmente apa- Esto también sucedió con respecto al re-
recieron. Después de este remolino, las escalas serán escalamiento del Estado. Cox y Mair (1991, p.
redeinidas, reestructuradas y rearticuladas. 204) por ejemplo, indican cómo el desarrollo
histórico del estado benefactor en Estados Uni-
dos cambió, de gobiernos locales y estatales antes
5.2 La re-coniguración de la escala del New Deal, a un nivel nacional durante 1930-
y el tumultuoso reordenamiento 1980, y luego retornó a la escala local bajo el nuevo
del poder socioespacial federalismo de Reagan; entonces los servicios socia-
les y los programas de los sin vivienda están sien-
Claro que es imposible en este contexto presentar do ahora defendidos a nivel local más que a nivel
un análisis completo de las políticas de escala bajo el nacional.
fordismo y el posfordismo. Nosotros nos focalizare- 2. La intensiicación de la competencia inter-
mos en algunos aspectos de las re-coniguraciones nacional fue paralela a una posición hegemónica en
de escala que se relacionan con los cinco elementos declive de Estados Unidos, la cual fue desaiada por
claves de la regulación señalados anteriormente. el exitoso surgimiento de los capitales japoneses y
Algunas de las tensiones de escala produci- alemanes. Este proceso de internacionalización
das que surgieron gradualmente en la posguerra también cuestionó las formas tradicionales de com-
conforme la economía se internacionalizaba son las petencia oligopólica y de colaboración inter-irmas
siguientes: dentro de los estados-nación, el cual ha sido rem-
1. La consolidación y la creciente regula- plazado por una fuerte competitividad global entre
ción burocrática del nexo del salario a la escala del compañías glocalizadas.
Estado-Nación llegó a ser más problemática en la 3. La tensión entre el suministro de dinero
medida que una parte signiicativa del sistema de y la regulación del crédito organizada a nivel del
producción llega a ser supra-nacionalizado. La Estado-Nación y con un estándar dólar-oro a nivel in-
supra-nacionalización de la producción fue un re- ternacional contribuyeron a que surgieran crecientes
sultado de proceso de salto de escalas a través del tensiones en el sistema Bretton Woods, el cual tu-
cual algunas formas de capital buscaron escapar de vo que desaparecer. Por supuesto, los cambiantes
la estricta regulación nacional o trataron de mejo- patrones de desarrollo desigual y la reversión de
rar su posición competitiva (Swyngedouw, 1989). El los lujos de dólares (de Estados Unidos a cualquier
poder de saltar escalas está por supuesto cercana- otro lado) acentuaron estas tensiones.
mente asociado con tecnologías duras y suaves que 4. Las tensiones entre un conjunto de cultu-
facilitan rápidos movimientos de un lugar a otro, ras locales y regionales, y las identidades en un pai-
que aniquilan espacio por tiempo, y que están es- saje cultural global homogeneizado y sus normas
trechamente asociadas con el poder social (Swynge- de consumo resultaron en más intensas disputas
douw, 1993). Como Massey (1996, p. 112) señala en (locales) de las normas culturales impuestas (Ro-
un reciente artículo: bertson, 1995).
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 519

A través de este proceso, de creciente tensión es uno, que he llamado en otro trabajo la glocali-
entre las escalas anidadas, las posiciones de poder zación (Swyngedouw, 1992a, 1992b; Luke, 1994,
cambiaron o fueron desaiadas. Esto llegó a ser 1995; Robertson, 1995) y se reiere a 1. la conlictiva
particularmente grave, ya que un número de ciu- reestructuración del nivel institucional de la escala
dades, regiones y países llegaron a ser menos com- hacia arriba hasta la supranacional y/o la escala glo-
petitivos y sintieron la herida de las situaciones de bal, y hacia abajo, hasta la escala del cuerpo indi-
des-industrialización y crisis, mientras que otras vidual, lo local, lo urbano o las coniguraciones
prosperaron relativamente en este cambiante mo- regionales; y 2. las estrategias de la localización glo-
saico de lugares de desarrollo desigual que confor- bal de las formas claves del capital industrial, de
man el espacio mundial. servicios y inanciero (Cooke et al., 1992).
Lo que generalmente se llama posfordismo,
un término problemático y genérico que ahora lle-
ga a cubrir casi todo y nada en particular (Amin, 5.3 La globalización del Estado
1994) es una serie de procesos variados y de pro- y de otras formas institucionales
fundas contradicciones, de conlictos de poder que
se revuelven alrededor de la escala, que controlan Lo que parece ser muy importante es el cambio de
escalas particulares, el contenido de escalas existen- posición de la escala del Estado. Mientras esto fue,
tes, la construcción de nuevas escalas y la articula- aunque no únicamente, la escala detonante para la
ción entre nuevas escalas. regulación y las disputas de una serie de prácti-
La llamada crisis del fordismo implica un sig- cas socioeconómicas y de clase en el periodo de la
niicativo re-escalamiento de una serie de prácti- posguerra, la posición relativa y la importancia del
cas regulatorias (Jessop, 1994a, 1994b; Moulaert, Estado cambió de una manera decisiva (Jessop,
Swyngedouw y Wilson, 1988; Peck y Tickell, 1992, 1994a, 1994b; Swyngedouw, 1995). En un contexto
1994). Los códigos regulatorios, normas e insti- en el cual el nexo capital-trabajo fue nacionalmen-
tuciones están espacialmente desplazados de una te regulado, pero la circulación del capital tuvo un
escala a otra. Estos re-escalamientos son invaria- comportamiento en espiral para impactar sobre
blemente conlictivos, y el resultado varía mucho grandes escalas espaciales, existió un intento con-
de escala a escala, tanto vertical como horizontal, certado para hacer del imperativo del mercado la le-
dependiendo del tipo, del grado y del contenido gitimación ideológica política hegemónica de la re-
de la transgresión de escala, así como de su reajus- forma institucional. Esto tomó forma a través de
te escalar hacia arriba o hacia abajo. La naturaleza, una variedad de procesos que combinaron 1. el va-
la sustancia, la coniguración de las nuevas escalas ciamiento del Estado nacional con 2. regímenes po-
y su anidación atestiguan el relativo cambio de las líticos abiertamente represivos y más autoritarios,
posiciones de poder de los grupos y de las clases so- aunque a veces más suaves (Swyngedouw, 1991b).
ciales. El proceso de salto de escala es una estrategia Consideremos sólo algunos de estos procesos
central para adquirir o fortalecer el control en las claves de re-escalamiento, e identiiquemos la cam-
nuevas geometrías del poder social. El imperativo biante geometría del poder asociada con esta globa-
de la acumulación (el cual está por supuesto siem- lización del Estado o de otras formas institucionales
pre limitado a un lugar) y la necesidad de sostener o regulatorias:
siempre la circulación del capital parece ser de gran 1. La devolución de la regulación del capital-
importancia, aunque los mecanismos especíicos, a trabajo de algún tipo de negociación colectiva na-
través de los cuales esto tiene lugar, pueden variar cional, a formas muy locales de negociación de los
enormemente de una escala a otra. Todo el patrón salarios y de las condiciones de trabajo. El Reino
520 EriC swyngEdouw

Unido, por ejemplo, se ha movido en gran medi- zontalmente, a expensas de aquellos atrapados en
da hacia esta situación, y una continua presión es los conines de su espacio local comunitario.
ejercida para hacer que los sindicatos y los traba- 2. La reestructuración, a menudo criticada, de
jadores acepten arreglos de salario locales. Esta los regímenes del estado benefactor a nivel nacional
práctica está ahora muy extendida en una serie de condujo a un escalamiento hacia abajo (en tamaño
sectores. Movimientos similares han sido documen- y espacio) de transferencias de dinero, mientras
tados en otras regiones (Cox y Mair, 1991), pero que la privatización permitió una exclusiva forma
dependiendo de las coniguraciones políticas par- de protección social de la existencia de los pode-
ticulares, de la resistencia hacia estos movimientos rosos, mientras dejaban a los pobres a merced de
de un re-escalamiento hacia abajo, algunos han sido sus propios recursos. En resumen, el vaciamiento
más exitosos en países, como Suecia y Alemania, del Estado benefactor re-escala las relaciones a nivel
que en otros. del individuo a través de los procesos de poder de
Al mismo tiempo, se han hecho intentos inten- exclusión étnica, cultural, económica y social.
sos para supranacionalizar algunos de los aspec- 3. El intervencionismo del Estado en la eco-
tos relacionados con la relación capital-trabajo. nomía representa igualmente un reescalamiento,
En particular, pero no exclusivamente, socialistas ya sea hacia abajo del nivel de la ciudad o la re-
y ecologistas han luchado por un re-escalamiento gión, donde las alianzas del sector público-privado
hacia arriba en la relación capital-trabajo y en las le dan forma a una práctica empresarial e ideológi-
regulaciones ambientales respectivamente, para ni- ca necesaria para comprometerse exitosamente con
veles de escala más altos. Por ejemplo, los con- un proceso intenso de competitividad interurbana
lictos en el trabajo, la seguridad, el género y las (Harvey, 1989), o en un escalamiento hacia arriba.
regulaciones ambientales en Europa a menudo se Esto último se maniiesta en el intento bastante li-
mueven alrededor de la determinación de la escala mitado, pero muy conlictivo, de crear un estado
para su regulación. Los movimientos progresistas keynesiano intervencionista supranacional a nivel
generalmente luchan por una regulación de escala de la Unión Europea. De una manera diferente
alta, para prevenir que una intensa competitividad existen instituciones como el Tratado de Libre Co-
entre lugares pueda obligar a las ciudades, regiones mercio de Norte América (nafta), el gatt, y otros
o naciones a bajar sus estándares. que son testimonios de procesos similares de un es-
El estado shumpeteriano del trabajo (Jessop, calamiento hacia arriba del Estado. Además, un ac-
1993; Peck, 1994) abolió una serie de procedimien- tor de la arena política informal global o casi-global
tos regulatorios institucionalizados para dejarlos or- ha sido formado; la Organización de Países Expor-
ganizados por el mercado (Christopherson, 1992) tadores de Petróleo (opEC) está entre las primeras
y consecuentemente por el poder del dinero, o los y más publicitadas organizaciones que parecen casi-
ha reemplazado por más formas institucionales y estados, pero otros ejemplos abundan: las reunio-
regulatorias locales. En el caso de estas últimas ins- nes del G-7, el Grupo de los 77, El Club de París, y
tancias, lo local puede tomar una variedad de for- otras agrupaciones informales de líderes mundiales
mas de escalas espaciales, desde circunscripciones que intentan regular la economía política global.
locales, ciudades, regiones completas o una combi- Por supuesto, la rivalidad entre estos participantes
nación de ellas. Este salto de las escalas altera las previene alguna cooperación efectiva que pudiera
posiciones de poder relativas, ya que la coopera- de otra manera llevar a alguna forma atemorizante
ción inter-local es reemplazada por la competencia de un estado autoritario global.
inter-local. Esta situación incrementa el poder de 4. Además de una profunda desigualdad, po-
aquellos que pueden saltar escalas vertical u hori- larización socioespacial y los efectos selectivos del
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 521

desempoderamiento que sucede con los saltos de 5.4 La glocalización de la Economía


escala que ejempliican esta globalización del Esta-
do o de otras formas de regulación, la globalización
se caracteriza por confusos procedimientos no-de- La glocalización o el re-escalamiento de las formas
mocráticos. Una doble rearticulación de las escalas de regulación o institucionales presentan paralelis-
políticas (hacia abajo a nivel regional y local; hacia mo con una variedad de re-escalamientos impor-
arriba de la Unión Europea, nafta, gatt; y ha- tantes de la circulación del dinero y del capital de
cia afuera del capital privado) lleva a una política varias formas.
de exclusión, a un estrechamiento del control de- En el proceso de la producción, las iliales lo-
mocrático y consecuentemente a una redeinición cales y regionales, las redes de producción y de em-
(o mejor dicho una limitación) de la ciudadanía. presas que están profundamente insertadas en el
Las iniciativas locales o regionales públicas o priva- ambiente local/regional institucional, político y cul-
das carecen de control democrático de algún tipo, tural, que cooperan localmente pero que compiten
mientras que las instituciones supranacionales son globalmente (Swyngedouw, 1992a) han llegado a ser
notoriamente autocráticas (Swyngedouw, 1995). En centrales para fortalecer —aunque de manera vo-
resumen, la globalización o el re-escalamiento de látil— la economía regional, urbana y local. Una
las formas institucionales lleva a aparatos (casi) es- variedad de términos están asociados con dichas
tatales autocráticos, no democráticos y autoritarios economías territoriales, tales como regiones de
(Morgan y Roberts, 1993). La hegemonía es bus- aprendizaje (Maskell y Malmberg, 1995), regiones
cada invocando una identidad territorial homo- inteligentes (Cooke y Morgan, 1991), millieux in-
génea e imaginada (la cual necesita protección de novateurs (Aydalot, 1986), economías relexivas,
los diferentes extranjeros) y delineando un futuro mientras que nuevas estrategias organizacionales
apocalíptico, si no se persigue vigorosamente una han sido identiicadas (la irma incrustada) (Gra-
posición competitiva y agresiva. Los cuasi-estados bher, 1993), la desintegración vertical, las alianzas
glocales (apropiadamente llamados Quangos en el estratégicas). Para estar seguros, los sistemas de
Reino Unido) no liberan o desregulan el mercado, producción territorial están articulados con proce-
sino que producen un conjunto de nuevos ambien- sos globales, supranacionales y nacionales. Procesos
tes de mercado y de características que les dan po- similares pueden ser identiicados en el sector de
der a algunos, pero excluyen a muchos. los servicios (Moulaert y Djellal, 1990). De hecho, la
Este proceso de glocalización no avanza sin intensiicación de la competitividad en una escala
protestas; los movimientos sociales se organizan al- en expansión es paralela al surgimiento de medios
rededor de una variedad de aspectos para atacar sensibles a la producción a nivel local y regional.
este espinoso asunto. Sin embargo, reconociendo la La producción glocalizada no puede estar separada
importancia de las políticas de escala, el resultado de los niveles de gobierno glocalizados. El re-esca-
no ha sido el montaje de adecuadas estrategias de lamiento de las regulaciones de los salarios y de las
escala. Regresaremos a este tema en la parte inal condiciones de trabajo, o la desnacionalización de
de este documento. importantes compañías en Europa, por ejemplo,
La cuestión clave no está en si el Estado se está simultáneamente abre la competencia internacio-
globalizando o localizando, sino qué tipo de conlic- nal y necesita una mayor sensibilidad para las con-
tos se están reivindicando, por quiénes, y cómo el diciones subnacionales.
re-escalamiento del Estado hacia lo glocal produce Quizá el proceso más poderoso de la glocali-
y releja desplazamientos en las geometrías de po- zación y la redeinición de las escalas opera a través
der socioespacial. del sistema inanciero. La conlictiva y varias veces
522 EriC swyngEdouw

pospuesta implementación de una moneda común grandes escalas, mientras que muy frecuentemente
europea ejempliica tales disputas en el reescala- las políticas de resistencia parecen revelarse en al-
miento, mientras que el ejemplo de Barings, en la guna forma de militancia particular (Harvey, 1994),
primera parte de este documento, ilustraba cómo en la cual las lealtades locales y las identidades po-
la gestalt de escala renueva la coreografía del poder líticas atestiguan la impotencia de enfrentar el lla-
del dinero. mado a una política de escala emancipadora y de
empoderamiento. La identidad, la diferencia y la
lealtad del lugar son centrales en cualquier proyec-
6. adiós al disCurso global-loCal to emancipatorio, pero la solidaridad, la unión en-
biEnvEnida tre lugares y la resistencia colectiva demandan una
a las polítiCas dE EsCalas decidida política de escala. De hecho, las estrategias
de empoderamiento a la luz del control global de
La reestructuración de los lugares, la ocupación de los lujos de dinero y los competitivos torbellinos de
los lugares y la transformación del paisaje físico y las corporaciones glocales industriales, inancieras,
social sucede a través de procesos socioespaciales culturales y políticas demandan acciones coordina-
conlictivos. La continua transformación de las re- das, alianzas espaciales cruzadas y una solidaridad
laciones sociales que operan, a través de profundos efectiva. El elaborar estrategias alrededor de las po-
mecanismos de empoderamiento-desempodera- líticas de escala necesita de una negociación a través
miento, produce un anidado conjunto de escalas de diferencia y similitud, para formular estrategias
espaciales relacionadas e interpenetradas que de- colectivas sin sacriicar las lealtades locales ni las mi-
inen la arena de los conlictos, donde el conlicto litancias particulares.
está mediado y regulado y los compromisos se esta- En resumen, lo preocupante en la política de
blecen. La lucha socioespacial y la estrategia política resistencia actual no es que la gran importancia de
frecuentemente se mueven alrededor de asuntos la escala no sea reconocida, sino que sus protago-
de escalas y equilibrios de poder cambiantes, que nistas han fallado en trascender los conines de una
están asociados a una profunda rearticulación de militancia particular. El asunto de negar la voz de
escalas o a la producción de toda una nueva ges- los otros ha superado la resistencia de las fuerzas
talt de escala. Las transformaciones socioespacia- totalizadoras del dinero y del capital.
les que han caracterizado las pasadas dos décadas Por supuesto, algunos movimientos sociales
son testimonio de esa reestructuración de escalas, a nuevos, y en particular los progresistas ecológicos,
través de la cual las viejas relaciones de poder son los feministas y los socialistas han comenzado a lu-
transformadas. Los efectos preocupantes de estos char a través del difícil proceso de formulación de
recientes procesos de glocalización sugieren que los estrategias espaciales entrecruzadas que no silen-
espacios de la circulación del capital han sido esca- cien a los otros, que no excluyan a los diferentes o
lados hacia arriba, mientras que la regulación del asuman lo particular dentro de una visión totaliza-
vínculo de la producción-consumo ha sido escalado dora. Las políticas de escala están seguramente des-
hacia abajo, cambiando el balance de poder en for- arregladas, pero su deber es ser las protagonistas
mas de polarización importantes. de cualquier política estratégica emancipadora exi-
El conlicto social que se ha librado durante tosa. Los discursos sobre lo global y lo local, aunque
las pasadas décadas se movió decididamente alrede- estimulan intelectualmente y son teóricamente ri-
dor de aspectos de escala, pero parece preocupante cos, parecen cada vez más no estar en consonancia
encontrar que el poder de la moneda y una cultura con las políticas de escala, donde a diario surge el
imperialista homogeneizante toma el control de las conlicto y la lucha por el poder y el control.
ni lo global ni lo loCal. la “gloCalizaCión” y las polítiCas dE EsCala 523

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La política de escalas y el espacio local
en el análisis geográico

flor m. lópEz
adrián guillErmo aguilar
Instituto de Geografía/unam

1. El análisis intErEsCalar mercio y la inversión extranjera, la nueva división


y lo loCal internacional del trabajo, los lujos de capital entre
fronteras nacionales, el posicionamiento de las eco-
El trabajo de Swyngedouw (1997) introduce una nomías emergentes o la globalización de los mer-
discusión muy importante que se reiere al con- cados para bienes de consumo. El capital muestra
cepto de escala geográica y a las transformaciones ahora una alta movilidad, puede crear nuevas for-
socioespaciales del capitalismo en la era de la glo- mas de organización a escalas que están más allá del
balización. Este autor, después de elaborar conside- alcance de las agencias del Estado o de las organi-
raciones generales sobre el carácter del proceso de zaciones laborales (Cox, 1997, pp. 1-2).
globalización y su impacto territorial, propone el El debate académico sobre la globalización se-
concepto de glocalización para evitar la discusión o ñala que el fenómeno de la internacionalización del
polarización de la dicotomía global-local, abriendo capital transforma profundamente la manera como
así un nuevo panorama investigativo más amplio y concebimos el espacio. El capital, por muy móvil,
lexible; en otras palabras, se propone lo que este luido o volátil que sea, no puede vivir reproducién-
autor llama un análisis interescalar, como el marco dose en abstracto, sino que necesita, como señala
analítico más adecuado para estudiar las cambian- Harvey (2000, p. 54) de sus anclajes espaciales; este
tes geografías del poder en los tiempos actuales. autor señala que el capitalismo es inherentemen-
La globalización de las relaciones económi- te contradictorio y que, por un lado, se mueve entre
cas se ha convertido en parte imprescindible de la lógica de la expansión y la movilidad; y por otro,
los asuntos sociales y públicos. Este concepto se ha necesita de la ijación para construir infraestructu-
vinculado con procesos como el crecimiento de las ras que permitan acumularlo; o sea que el capital
corporaciones multinacionales, la expansión del co- necesita ijarse en espacios concretos para construir

[527]
528 flor m. lópEz y adrián guillErmo aguilar

las fábricas, las carreteras, los puertos y aeropuertos Puesto de otra manera, las escalas no son las
que le permiten seguir acumulándose. que interactúan, sino que son las empresas, los tra-
En esta nueva geografía del capitalismo, se ha bajadores y los gobiernos locales los que actúan
puesto atención sobre todo en las relaciones entre lo dentro y entre los contextos, que se pueden deinir
global y lo local; gran parte del interés está enfocado en términos escalares; por ello las escalas deben de
en analizar cómo los fenómenos globales adquieren ser entendidas como niveles construidos socialmen-
signiicados diversos cuando las comunidades loca- te a través de los procesos de conlicto social; como
les se los apropian. Esta relación entre lo global y arenas de conlicto y compromiso, dominación y
lo local pone al espacio en el centro de la discusión. marginalización, transformación y estabilización
Pero entender la globalización únicamente como (Cox, 1997, p. 10).
un fenómeno que conecta o relaciona lo local con Lo que es innegable es que, a partir de esta dis-
lo global no resulta muy revelador desde un punto cusión acerca del nivel global y local se ha estimu-
de vista analítico; en esto Swyngedouw (1997) en- lado el análisis y el debate, particularmente de lo
fatiza que, el mito que existe sobre la globalización, local, como una escala de análisis poco atendida en
entendido como una relación desigual entre lo local términos empíricos, con la ausencia de metodolo-
y lo global, no hace más que marginar y silenciar gías que puedan abordar este nivel territorial. A
un conlicto constante para la reconiguración de partir de lo anterior, muchas justiicaciones se han
las escalas espaciales; más bien, hay que entender elaborado precisamente desde la perspectiva local.
los cambios recientes en la Economía y en el terri- El espacio local es la dimensión en la que se
torio como un re-escalamiento de ciertos procesos evidencian notoriamente el origen o el inicio de los
socioeconómicos y políticos (González, 2005, p. 3). procesos de diversa índole, como los económicos,
Es decir que los procesos pasan por una serie de es- políticos, sociales, territoriales y/o ambientales; es
calas que van desde la global, pasan por los bloques decir hay mayor proximidad para poder desagre-
de países y continúan por la nacional, la regional, la gar diferentes explicaciones de la realidad de la que
urbana, hasta llegar a la local; lo que de manera sim- está construido el espacio geográico. El espacio lo-
ple se ve como un dualismo global-local, realmente cal es una división, un nivel o subnivel del espacio
es todo un movimiento intraescalar más complejo geográico, al cual también se le puede denominar
que involucra toda una política de varias escalas. escala espacial local.
Sobre este aspecto, Swyngedouw (1997) pro- En este ensayo, se pretende contribuir a la re-
pone que, en vez de coninar ciertos procesos so- lexión sobre el valor del espacio geográico, insis-
ciales en ciertas unidades territoriales y después tiendo en que el abordaje del espacio local puede
relacionarlos entre sí, más bien debemos ijarnos constituir una metodología teórica y práctica para
en aquellos procesos escalares que cruzan todas las reconocer el origen y la realidad de los problemas
escalas y que al hacerlo las re-estructuran y re-com- que más afectan a la población, así como, la trascen-
binan; de esta manera, la prioridad sociopolítica no dencia (positiva o negativa) que éstos puedan tener
reside en una escala geográica particular, sino en el en el ámbito espacial, político, económico, social,
proceso por el que las escalas particulares se crean ambiental y territorial. Esta relexión debe ser con-
y se transforman (González, 2005, p. 11). De esta siderada como una base de revalorización del espa-
manera, hay que comenzar por cuestionar la escala cio en general, que va más allá de sólo reconocerlo
en la que tienen lugar los procesos sociales que nos como un espacio para el desarrollo local.
interesan; no dar por sentada su localización espa- Es necesario señalar que varios autores han
cial y descubrir cuáles procesos trascienden una hecho la diferencia de que el espacio local no es si-
sola escala. nónimo de desarrollo local (Ramírez, 2007, p. 63;
la polítiCa dE EsCalas y El EspaCio loCal En El análisis gEográfiCo 529

Lozano, 2007, p. 102; Sforzi, 2007, p. 34); el espa- 1997, p. 141); pero también existen las dimensiones
cio local es una escala espacial, es una unidad de política, económica, territorial, social y ambiental.
análisis con la cual puede estudiarse, analizarse de Imaginemos un plano cartesiano o un plano
manera desagregada el espacio geográico. Lo re- en tercera dimensión (igura 1), en el que se ob-
levante es resaltar cuál es la importancia del aná- serva que los procesos se dan de forma vertical y
lisis desde lo local para entender y contextualizar horizontal. En la vertical, se notan las dimensio-
elementos, factores, problemas y conlictos que se nes políticas (regulación, descentralización, institu-
desarrollan al interior del espacio local y que tras- cionalización),1 económicas (la globalización, el for-
cienden a otras dimensiones o escalas espaciales su- dismo, el posfordismo)2 y las sociales (organización,
periores o de mayor amplitud. participación, movilidad, estratiicación);3 mientras
En cambio, el desarrollo local se enfoca bási- que en el plano horizontal están las territoriales
camente en las maneras de transformar el ámbito (localización de los procesos) y las ambientales (la
económico, con la interacción de agentes públicos y formación y transformación de los recursos natura-
privados, a través de la explotación de los recursos les: situación y condición tales como: la calidad del
endógenos existentes en el espacio local, pero no va aire, del agua, del suelo, de la cobertura vegetal).
más allá de la identiicación, del aprovechamiento Quizás estos últimos sean los más tangibles a nues-
de los recursos endógenos y de la explotación de tros ojos, por lo que se podría especular que son
las potencialidades de ese espacio. Hay que señalar el resultado de los procesos que se suscitan en las
que, como parte de la deinición de desarrollo local, escalas verticales.
se incorpora un elemento básico, que es la partici- Con respecto a la dimensión política, se puede
pación social (o sea la intervención de la sociedad incorporar en el nivel escalar; la representa el Es-
en la toma de decisiones para la construcción de las tado, el cual es el principal elemento que gestiona
políticas), considerando que el desarrollo local debe los intereses económicos, así como el interlocutor
ser un puente para orientar la política territorial, de los intereses socioterritoriales con el poder del
así como la gestión local (Sforzi, 2007, p. 31). sistema mundial. La escala de actuación y tangible
del Estado es la territorial, sobre todo para sus ines
administrativos; es la escala donde se enlaza el po-
2. qué sE EntiEndE por EsCala der, el territorio y la sociedad (Laurín, 2002, p. 4).
En este plano (cartesiano) se puede notar am-
Como lo airma Swyngedouw (1997, p. 140), “la pliamente la relación que existe entre las escalas o
escala es material y metafóricamente central en la la existencia de una relación inter-escala; la rela-
estructuración de los procesos”; por eso la escala, ción puede ser negativa o positiva; es decir los efec-
sobre todo la espacial, es un concepto básico en el tos que se generen de las relaciones escalares son
análisis de la Geografía. El espacio es todo lo cons- a nivel horizontal o vertical, negativos o positivos,
truido por el hombre sobre su entorno para su in- hacen que otras escalas se contraigan, fragmenten,
teracción natural; está constituido por un sistema desaparezcan o se desenvuelvan hacia arriba y ho-
de acciones que se desarrollan de forma vertical y
horizontal. 1 Formas para organizar el espacio geográico a tra-

Una escala puede ser una interpretación par- vés de estrategias, metas, objetivos y que se ejercen me-
cial del espacio (Barcellos, 2003, p. 308), está per- diante el poder.
2 Modelos de desarrollo económico que se caracte-
petuamente redeiniéndose y reestructurándose
rizan y diferencian por su forma de producir.
en términos de su extensión, contenido, relativa im- 3 Formas mediante las cuales la sociedad (pobla-

portancia y de sus interrelaciones (Swyngedouw, ción) se organiza, se relaciona y se distribuye.


530 flor m. lópEz y adrián guillErmo aguilar

Figura 1
Dimensiones y escalas del análisis espacial

escala
glocal

Fuente: elaboración propia

rizontalmente. Estos efectos dependen de la escala De esta manera se van creando las redes (con-
en la que el fenómeno se haya formado. Por lo ge- junto de escalas o de relaciones interescalares) y
neral, las dimensiones políticas y económicas están por eso Swyngedouw (1997, p. 140) caliica las es-
estrechamente relacionadas y son las que común- calas como dinámicas y luidas; unas son el origen
mente se desenvuelven hacia arriba, porque por de otras; unas se relacionan con otras; y otras tan-
lo regular son las que desarrollan las relaciones de tas son la destrucción de otras; entonces hacen que
poder, de dominación y por lo mismo las que se los procesos y sus efectos se puedan mover de escala
relacionan negativamente con las dimensiones so- en escala, y así sea posible determinar su tamaño: gran
ciales y ambientales, porque excluyen a la mayoría escala, mediana escala o microescala, aunque esto
de los grupos sociales y provocan un intenso dete- depende de la magnitud de los procesos y del gra-
rioro ambiental. do de intensidad de sus efectos. Hay que mencionar
la polítiCa dE EsCalas y El EspaCio loCal En El análisis gEográfiCo 531

que estos dos parámetros, los efectos y los procesos, ral con lo particular y, una apreciación de cómo
no determinan mediante una escala la deinición cada área local está lista para el esquema de produc-
de algún territorio; tan sólo señalan cuál es la escala ción capitalista y para la formación de las relaciones
en la que van a actuar: a nivel internacional, na- sociales. Las anteriores relexiones fueron la base
cional, regional, metropolitano, ciudad, municipio, para conceptualizar lo local; por ejemplo, Massey
local, localidad. Como “los procesos económicos, (1984) lo deine como el conjunto de relaciones so-
sociales, políticos, ambientales estarán espacializa- ciales que construyen el espacio local, que cada es-
dos”, los procesos políticos nunca van a residir en pacio local se diferencia de otro dependiendo de su
una escala geográica, pero sí constituyen los pro- contexto histórico, y cómo los procesos externos e
cesos a través de los cuales se llega a constituir y internos pueden inluir de manera distinta en cada
reconstituir una escala. localidad. Esto último lo complementan Duncan y
Sintetizando, la escala espacial que se produce Savage (1989), quienes especiican que las particu-
está sujeta a constantes cambios, es producto de los laridades de lo local radican en las características
procesos y es el área donde se forman las relaciones únicas de cada espacio local; por ello consideran
de poder (Swyngedouw, 1997, p. 141). que existen variaciones espaciales. Swyngedouw
(1997) identiica que cada espacio local debe ser
analizado a partir de las escalas espaciales, lo cual
3. El análisis facilita la distinción entre uno y otro espacio local.
dE la EsCala EspaCial loCal Finalmente, Van Grunsven y Van Westen (2003)
atribuyen que el espacio local será concebido como
En las dos últimas décadas se ha retomado el con- marco geográico, expresado en industria, proxi-
cepto de lo local en la construcción teórica geográ- midad y aglomeración, en que se desarrollan es-
ica, sin embargo, y todavía después de veinte años, pecíicamente los actores y los agentes sociales en
se tiene poco claro cuál es su delimitación espacial. territorios particulares y que se conectan a través de
A mediados de la década de los ochenta surgieron multicapas4 y redes, canales de lujos de población,
estudios acerca de la escala local, en los que se ha- capital, información. De esta manera, lo anterior se
bla de la formación de las organizaciones y de las considera como el nuevo paradigma de la Geogra-
relaciones sociales en un espacio determinado, cuya fía, ya que posee las estrategias para construir una
característica se basa en las necesidades sociales nueva teoría, y para que metodológicamente se re-
(Massey, 1984). constituyan los trabajos empíricos en Geografía.
Desde la disciplina geográica, lo local adquie- El espacio local es una escala de análisis espa-
re importancia al identiicar que existe en el espacio cial dentro del estudio de la disciplina geográica.
una heterogeneidad muy compleja, en el sentido Desde ésta, el análisis espacial a través del espacio
de que los efectos que se advierten en una escala su- local es una alternativa metodológica-práctica. La
pralocal son percibidos de manera distinta por cada perspectiva del espacio local es la base de la cons-
espacio local. Éste fue el razonamiento al que varios trucción espacial donde se originan los procesos;
autores geógrafos llegaron (Massey, 1984; Duncan por tanto, su estudio es relevante por el hecho de
y Savage, 1989; Swyngedouw, 1997; Van Grunsven y que el acercamiento a ese nivel permite conocer
Van Westen, 2003), a partir de que cambiaron su
objetivo de discusión para entender la compleji-
4 Multicapas se reiere a la yuxtaposición de pro-
dad y singularidad de cada espacio. Las particulari-
cesos nuevos como urbanización, industrialización, servi-
dades de la escala local fueron foco del pensamien- cios y comercio en un mismo espacio local frente a lo que
to geográico, al entender la relación de lo gene- ya existía, como las actividades agrícolas y rurales.
532 flor m. lópEz y adrián guillErmo aguilar

Figura 2
Articulación de las redes en el espacio local

a. conexión b. destino c. origen

profundamente el origen de las realidades (positi- las esferas superiores; está claro que estas redes
vas o negativas, como los conlictos o problemáticas) pueden transgredir hacia otros espacios (regiona-
y en consecuencia surgen las verdaderas o funcio- les, nacionales e internacionales), creando vincula-
nales respuestas o soluciones. ciones inter-espaciales.
De lo anterior se deriva que la importancia El espacio local no debe ser considerado como
de la escala local radica en que este espacio es el un espacio que está desarmado, desamparado,
resultado de los procesos que se dan en otras escalas abandonado o que es vulnerable, sino que hay que
espaciales y cualitativas. Es el espacio donde se te- preguntarse cómo se conigura, por qué es base es-
rritorializan los procesos que se originan y que se tratégica desde la perspectiva política y económica,
desarrollan en otras escalas. Es el espacio donde por qué las relaciones sociales son un factor activo
se articulan diferentes redes; estos espacios pueden primario para la actividad local, cómo se confor-
ser nodos de conexión o de origen-destino (igura 2). man las redes sociales, por qué releja un espacio
La escala local es donde se inician los procesos de de apropiación (López, 2007, p. 10).
transformación y reconiguración espacial. El estudio del espacio local permite obtener un
Por lo tanto, el análisis a través del espacio marco analítico más riguroso (Cochrane, 1987, p.
local debe ser considerado como un factor meto- 356). Massey (1984) explica que más allá de descri-
dológicamente clave para tener un mejor entendi- bir las diferencias entre un nivel de análisis espacial
miento de la acción humana, de su comportamiento y otro, el objetivo es demostrar cómo esas diferen-
a través del análisis de las relaciones sociales, polí- cias juegan un rol importante, hasta trascender a un
ticas y económicas, las cuales han adquirido tal im- rol de resolución potencial, sobre todo económico.
portancia, que se crean grandes interconexiones Existen otras visiones que retoman esto a es-
utilizadas por los procesos que se desenvuelven en cala local y no precisamente desde el punto de vis-
la polítiCa dE EsCalas y El EspaCio loCal En El análisis gEográfiCo 533

ta económico; Méndez et al. (2005, p. 16) explican La tercera, y una de las más importantes, es
claramente cómo se pueden utilizar los espacios que la escala local contiene poder social, que es bá-
locales y para qué; proponen identiicar las claves sico para el desempeño de lo global. El género, las
endógenas y exógenas para impulsar el desarrollo clases étnicas y los grupos sociales son categorizados
de los sistemas productivos locales, pero esto en como coniguraciones de poder, que dependen de
contraparte también supone distinguir los factores su extensión espacial y del peso de sus interrela-
claves que han fungido como barreras que retrasan ciones; entonces aquí ya se puede considerar que
o desiguran el desarrollo de otros espacios locales. existe un proceso del ámbito local; como lo mencio-
na Harvey (1996), la vida en sí es un proceso social
que se encuentra en estado de cambio perpetuo,
4. la EsCala gloCal sujeto a transformaciones, las cuales pueden variar
dependiendo de quién las controle.
Esta escala es esquemáticamente el resultado de un Por otro lado, la escalas son centrales en los
proceso de interconexiones escalares que se dan procesos de transformación espacial. Es importan-
desde un nivel supra a otro consecutivamente hacia te resaltar que Swyngedouw (1997) utiliza la pala-
abajo, sub-escalar. En términos prácticos, es la es- bra socioespacial, compuesta por social y espacial.
pacialización de la globalización. Aquí es necesario detenerse porque, en el ámbito
Sobre todo esta escala resalta porque es pro- geográico, esta palabra constituiría un pleonasmo,
ducto de los acontecimientos económicos esencial- pues cuando se hace referencia a espacio están con-
mente. Es la combinación de dos escalas y/o de dos textualizados todos los ámbitos, incluso el social que
procesos que recién han producido los cambios más sería el más importante, por el hecho de que es un
notables en todos los ámbitos, por su magnitud e ámbito que está enmarcado por cambios perpetuos,
intensidad, como lo es la globalización y su prin- y es donde se perciben dichos cambios notoriamen-
cipal fuente escalar de actuar o desempeñarse: lo te, lo cual explicaría en parte el porqué redundar en
local. lo social; el hecho de hacer referencia a lo socioes-
La escala local es donde se espacializa lo glo- pacial es como si existiera una separación o abstrac-
bal, y en apariencia se trata de dos procesos simul- ción del espacio de lo social, y que no perteneciera
táneos, pero que sin duda uno necesita del otro. a éste. En realidad no es así, lo social está conside-
Smith (1993), citado por Swyngedouw (1997, p. rado como uno de los componentes del espacio, y
142), denomina este proceso como salto de escalas de hecho es el más analizado, por las razones ya
que, en primer lugar, se diferencian por el tamaño: expuestas, y porque además las transformaciones
lo global es una macroescala que abarca todos los en este ámbito se dan más en forma negativa que
ámbitos en gran medida; mientras que lo local es positiva, es que lo social siempre se observa como
una microescala que recibe los efectos de lo global, un nido de conlictos derivados de la búsqueda del
pero que es muy signiicativo para el desempeño control del poder. En la sociedad capitalista es muy
de lo global. Smith reiere que este salto de escalas común encontrar un sinnúmero de conlictos entre
es particularmente la contracción de los objetos (lo clases sociales, grupos étnicos, género… de hecho,
local), producto de los mecanismos político-econó- Swyngedouw señala que es así como se inicia la or-
micos de lo global. ganización social: por el empoderamiento y desem-
En segundo lugar, estas escalas no señalan poderamiento, por lo que se origina la opresión y
una jerarquización o, mejor dicho, no actúan de la dominación, las cuales están continuamente cam-
manera jerárquica; la tendencia sería primero que biando, transformando y reconigurando lo social
actuara lo global y después lo local. (Swyngedouw, 1997, p. 145).
534 flor m. lópEz y adrián guillErmo aguilar

De lo anterior surge la necesidad de retomar en la reproducción de la fuerza de trabajo (la deter-


la teoría de la regulación5 con el in de interpretar minación directa e indirecta del salario, las divisio-
las relaciones sociales de las dinámicas históricas y nes del trabajo en género y étnicas, y las normas de
geográicas. La interpretación se basa en la serie consumo). En este sentido se controlan los niveles
de contradicciones en las que están sumergidas las salariales, las condiciones de trabajo y las normas de
relaciones sociales (empoderamiento/desempode- consumo. Estas regulaciones se dan en la escala po-
ramiento), y es que las contradicciones son las que lítica de mayor signiicado: en el Estado, pero hay
construyen, de forma concreta, las historias y las que entender que las relaciones sociales, desde su
geografías (en el tiempo y en espacio). Por ello, la inicio, se dieron en la escala espacial local.
teoría de la regulación actúa como un mecanismo Fueron construyéndose localmente, y esto dio
que controla o “previene el caos, la revolución o la pauta para que los salarios, por ejemplo, fueran
la transformación radical”; esto es mantener la co- re-escalándose o moviéndose de escala en escala,
herencia entre las relaciones sociales. De hecho, el hasta uniformizarse de abajo (localmente) hacia
autor caliica las relaciones sociales y su funciona- arriba (del nivel regional al nivel nacional), como
miento en tanto una fábrica social, y la escala actua- una forma de regular o de controlar el comporta-
ría como un canal por medio del cual se controle y miento de los salarios, en tanto una estrategia soste-
se mantenga el orden, sobre todo en las sociedades nida de la Economía. De igual manera sucedió con
capitalistas, donde la competitividad es un indica- el sistema monetario y inanciero, con las formas de
dor que asegura el conlicto; así, las escalas son un gobernanza del Estado.
atenuante de los conlictos, tales como la relación La importancia de la escala local, como ya se
del capital-trabajo, del salario institucionalizado y el mencionó, hay que percibirla desde la perspectiva
cambio monetario, conlictos y elementos mediante de “cooperar desde lo local para ser competitivos
los cuales el capital está organizado (Swyngedouw, en lo global”, con la idea de retomar la importancia
1997, p. 146). De forma esquemática, aquí ya en- de la escala local como el nivel donde se dan las ini-
tran los saltos de escalas, que están sujetos a mover- ciativas para organizarse, establecer, controlar, rela-
se de un lado a otro o de arriba hacia abajo (escalas cionarse social y territorialmente, y donde se da la
verticales y horizontales). primera etapa de construcción, re-coniguración y
¿Cómo es que las escalas actúan para regular transformación espacial; las siguientes fases pueden
las relaciones sociales? El origen de la respuesta a ser el contexto regional, metropolitano o de mega-
esta pregunta es la importancia de la escala políti- ciudad, pero lo importante es que en ese ámbito
ca en la socioespacialidad, que radica en la regula- (lo local) es donde se dan las relaciones de manera
ción; no hay que olvidar que la regulación se basa más directa, donde se tiene el potencial más alto
en controlar y ordenar las relaciones sociales, pro- de transformación y donde se inician los grandes
tagónicas en la forma como se organiza el capital; conlictos que trascienden a otros ámbitos de mayor
cabe recordar que pueden ser clases sociales, géne- jerarquía espacial. Por ello debe considerarse que el
ro, grupos étnicos, empresarios. Una escala política espacio local no es un espacio marginado, no debe
puede ser la serie de relaciones del capital trabajo, ser tratado aisladamente; al contrario, debe ser tra-
nexus salario. Su signiicado estriba en cómo se or- tado de forma estratégica, porque ya se mencionó
ganiza el trabajo (forma social, técnica y espacial) y que su principal propiedad es su potencial utilidad
para favorecer otros espacios y otros ámbitos, como
el político o el económico.
5 Esta teoría se reiere a lo que “el Estado ‘debería’
hacer, es decir el bienestar social por encima de todo” En este sentido sin duda es un gran reto para
(Ramírez, 2000, p. 13). los geógrafos y los practicantes de otras disciplinas
la polítiCa dE EsCalas y El EspaCio loCal En El análisis gEográfiCo 535

sugerir la forma resolutiva de territorios tan diver- El nivel político se organiza de forma interes-
gentes y desarticulados, sobre todo por los resul- calar, interviene en las escalas nacionales, interna-
tados tan aislados de la globalización en el aspecto cionales, regionales y locales; su dinámica se basa
económico, en el social (desempleo, no acceso a la en las relaciones inter e intraescalares. Lo anterior
tecnología, falta de conocimiento), cuyos resultados reiere a la espacialización de lo global, lo que qui-
siempre quedarán hacia arriba, y nunca hacia sus zás sea una explicación aproximada del porqué lo
lados, como puede ser el reforzamiento de los siste- global tiene sus efectos en todos los ámbitos y por
mas urbanos regionales o el fortalecimiento de las tanto crea formas y transforma territorios. Lo glo-
relaciones interlocales (de local a local). bal es un proceso que se da a nivel meta-geográico,
Que se tenga la capacidad de disminuir los es decir que está por arriba de todos los ámbitos,
grandes conlictos, que constantemente crecen o pues los organiza, los reconigura y construye me-
cambian, se trasladan o trascienden, dándole ma- diante procesos; también ésta es una explicación
yor peso a la sociedad. Esto es un intento metodo- certera del porqué en determinados momentos lo
lógico; se reconoce que todavía falta mucho por global tiene efectos negativos y positivos; siguiendo
discutir, pero es modestamente recomendable para Benko y Lipietz (1994, p. 25), cuando la globaliza-
actuar en procesos recientes de la Economía, como ción actúa en el nivel inter e intraespacial, hace a
la globalización. algunas escalas espaciales ganadoras o perdedoras,
Finalmente, hay que enriquecer el tratamien- por ejemplo, las grandes áreas urbanas, como los
to del espacio local desde la perspectiva integral, espacios locales-regionales que dominan el contex-
desde todas las dimensiones escalares, las tangibles to económico mundial (Merchand, 2007, p. 203) .
e intangibles; como ya se vio, retomar una teoría-
metodología como la de la regulación, con el úni-
co afán de no debilitar lo local; que además de ser ConClusionEs
aprovechado hacia arriba y de forma horizontal,
que también lo sea a su interior y en un futuro no Este ensayo ha tratado de mostrar que el espacio lo-
muy lejano. cal, en primer lugar, es una línea metodológica para
el análisis de la investigación del espacio geográico;
en segundo, que permite reconocer el origen de las
5. El EspaCio instituCionalizado debilidades y fortalezas con las que está construido
y la globalizaCión EspaCializada el espacio, las cuales pueden ser pilares fundamen-
tales para la construcción de políticas funcionales y
eicientes para el desenvolvimiento del desarrollo
En términos prácticos, utilizando el espacio local se integral de una sociedad económica, territorial, po-
pretende regular el territorio, a través de diversas lítica y ambientalmente conigurada.
instituciones que surgieron como actores y agentes Aquí se muestra que el espacio local es una es-
para su ordenación, en respuesta a la crisis econó- cala prioritaria del espacio geográico, que permite
mica y al adelgazamiento del estado benefactor; fomentar un desarrollo espacial focalizado en los
sobre todo, por la preocupación que surge partir elementos que propician las desigualdades, proble-
de conocer y, al mismo tiempo dirigir, la trayectoria máticas y conlictos que permean todos los ámbitos
que debieran seguir sus regiones económicas. Esos escalares, los cualitativos y los espaciales, a través de
agentes y actores son las organizaciones, sobre todo un análisis desagregado del espacio geográico. Es
las regionales, como por ejemplo los bloques econó- una escala que propicia identiicar el origen de los
micos europeos o asiáticos. grandes problemas, donde se originan los grandes
536 flor m. lópEz y adrián guillErmo aguilar

conlictos, las agudas desigualdades y que, median- Duncan, S. y Savage (1989), “Space, Scale and Lo-
te su estudio, permite construir estrategias funcio- cality”, Antipode, vol. 21, núm. 3, pp. 129-206.
nales en el orden vertical y horizontal. González, S. (2005), “La Geografía Escalar del Ca-
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y desde abajo; no desde afuera y desde arriba; no trónica de Geografía y Ciencias Sociales, vol. IX,
como un espacio de desarrollo económico especí- núm. 189, pp. 1-20.
icamente, sino como una parte fundamental de Harvey, D. (2000), Spaces of Hope, Edimburgo,
cambio social y territorial. Se debe considerar de Edimburgh University Press.
manera permanente como un espacio que respon- __________ (1996), Justice, Nature, and the Geography
da a todas las demandas de los diferentes ámbitos, of Difference, Londres, Blackwell.
y no como un espacio emergente ante las deman- Laurín, A. (2002), “Ensayo sobre el libro de Sán-
das de la globalización que se focaliza en las res- chez, Joan-Eugeni. Geografía Política”, Revis-
puestas económicas, sino que se aproveche como ta Bibliografía, Geograia y Ciencias Sociales, vol.
una escala de estrategia política-económica y sobre VII, núm. 358, 23 de marzo.
todo social, para que sea funcional en sus interre- López, F.M. (2007), “El análisis del espacio local
laciones e intrarrelaciones con otras escalas supra- como paradigma metodológico de la perife-
nacionales. ria metropolitana”, Revista Diseño y Sociedad
Cada espacio local dota de recursos naturales, Política, División de Ciencias y Artes para el
sociales y económicos; es diverso y con capacidades Diseño, Universidad Autónoma Xochimil-
diferentes; es heterogéneo y es un gran inicio; sus co, núms. 22/07 primavera-23/07 otoño, pp.
particularidades pueden ser funcionales para res- 4-12.
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Geografía Económica y evolución de redes*

JoHannEs glüCKlEr
Catholic University of Eichstatt-Ingolstadt

Una perspectiva evolutiva sobre la Geografía Económica requiere de un entendimiento


dinámico sobre el cambio de las redes. Este artículo explora las teorías evolutivas de las
redes para su uso en la Geografía y desarrolla el marco conceptual de las trayectorias de
las redes geográicas. Especíicamente evalúa cómo la selección de vínculos constituye el
proceso evolutivo de la retención y variación en la estructura de la red, y la forma en que
la Geografía afecta dichos mecanismos. Finalmente, se utiliza una tipología de las forma-
ciones de redes regionales para discutir las oportunidades de innovación en y a lo largo
de las regiones.

introduCCión 2007). Mientras que la teoría del crecimiento en-


dógeno ha avanzado en nuestra comprensión del
El limitado valor explicativo que la teoría neoclási- crecimiento, sustentado a través de la producción
ca aporta para entender la desigualdad en el cre- simultánea de las nuevas tecnologías y de la acumu-
cimiento regional y en la aglomeración geográica lación del conocimiento (Romer, 1990), los geógra-
de la innovación ha inspirado un enfoque evolutivo fos están interesados en entender la forma en que
para la Geografía Económica (Boschma y Lamooy, la innovación realmente se realiza y el motivo por
1999; Boschma y Frenken, 2006). Asumir un en- el que la práctica innovadora frecuentemente se
foque evolutivo sobre la Geografía Económica concentra en la proximidad geográica. De manera
compromete con las teorías de la integración del interesante, la investigación sobre la evolución en
crecimiento, de la innovación y con las explicacio- la Economía ha atraído la atención hacia la Geo-
nes endógenas del desarrollo económico regional grafía. Gran parte de la evidencia económica sobre
(Frenken y Boschma, 2007). El proyecto es ambicio- las rutas de dependencia y las barreras se ha ejem-
so y muy lejos de estar establecido coherentemen- pliicado en el contexto de los clusters geográicos
te (Martin y Sunley, 2006; Essletzbichler y Rigby, y en las economías de aglomeración (Martin y Sun-
ley, 2006).
* “Economic Geography and the Evolution of Net- Una forma de analizar el desarrollo econó-
works”, Journal of Economic Geography (2007), núm. 7, Ox- mico regional es abordando la Economía como in-
ford University Press, pp. 619-634.Traducción de Emilio teracciones entre las redes. Los economistas van
Hernández Gómez, Universidad Autónoma de Baja Ca-
siendo cada vez más receptivos a los conceptos de
lifornia, con el permiso de traducción y reproducción
otorgado por Copyright Clearance Center’s RightsLink las redes sociales, ya que existe evidencia de las
Service, licencia núm. 2923150717779. múltiples formas en las que las redes sociales afec-

[539]
540 JoHannEs glüCKlEr

tan los resultados económicos (Granovetter, 2005). de los mecanismos de la selección, retención y va-
Al igual que la economía evolutiva, la teoría de las riación. Se concluye con una discusión de las fuen-
redes sociales frecuentemente se reiere a los clus- tes potenciales de innovación para el crecimiento
ters regionales para estudiar las condiciones, resul- regional.
tados y dinámicas de la estructura de la red. Más
generalmente, parece que la teoría de la organiza-
ción ha descubierto al territorio como la principal 1. dEfiniCión dE los ElEmEntos
contingencia para el cambio organizacional (Owen- dE una trayECtoria
Smith y Powell, 2004; Freeman y Audia, 2006). En dE las rEdEs gEográfiCas
la Geografía Económica, las redes han llevado un
camino excepcional durante muchos años y han 1.1 Evolución
acuñado terminologías en las teorías de clusters
geográicos, en las ciudades globales, en los siste- Existen por lo menos dos formas de cambio que no
mas internacionales de producción y en la globa- son evolutivos (Nelson, 1995). Primero, cuando el
lización. Sin embargo, después de una revisión cambio es aleatorio, los eventos futuros son inde-
crítica reciente, gran parte del uso de las redes en pendientes de los eventos anteriores, de tal forma
la Geografía Económica ha sido bastante selectiva, que no hay incidencia desde un determinado cur-
frecuentemente metafórica y con poca formaliza- so de desarrollo en el futuro. Segundo, cuando se
ción (Grabher, 2006). determina el cambio, el resultado de un cierto des-
Este artículo explora el desarrollo, por mucho arrollo también es independiente de la secuencia
tiempo descuidado, de la teoría y del análisis formal de los eventos (Martin y Sunley, 2006). Incluso más
de las redes en la Geografía Económica. Se explo- radicalmente, la teoría del equilibrio determina un
ra la reciente investigación sobre la evolución de la equilibrio estable el cual, como resultado inal, es
red (McPherson et al., 2001; Baum et al., 2003; Kil- independiente tanto desde el inicio de las condicio-
duff y Tsai, 2003) y se enfoca en integrar conceptos nes, como desde la secuencia de los eventos (Martin
de la evolución de las redes con la Geografía Econó y Sunley, 2006). En contraste, el cambio es evoluti-
mica. Este análisis tiene tres objetivos; primero, des- vo cuando los eventos futuros no son independien-
arrollar el concepto de una trayectoria geográica tes de los eventos anteriores, y cuando la secuencia
de red que deina el método evolutivo hacia la diná- de los eventos incide en el resultado. El cambio
mica de las redes, y que permita el estudio de la evolutivo es una función de dependencia histórica
evolución de las redes en y a lo largo de las regio- y de contingencia. La dependencia histórica es un
nes; segundo, examinar los mecanismos de reten- concepto de causación acumulativa en la que cierta
ción y variación en la estructura de las redes que secuencia de procesos crea propensiones desiguales
sean endógenas a la evolución de las redes; y terce- para futuros eventos. A pesar de que el cambio de
ro, evaluar los modelos sobre la variación en las tra- una dependencia histórica permite inferencias des-
yectorias de las redes con respecto a la innovación de un presente sobre estados de desarrollo futuro,
regional. El artículo discute que el crecimiento y la éste está sujeto a una contingencia. Los procesos
innovación regional en gran medida se derivan de económicos son al mismo tiempo contingentes en
la construcción y de la ruptura de las redes o gru- cuanto a que las estrategias y acciones de los agen-
pos de clusters no conectados. Después de deinir tes pueden desviarse de los patrones de desarro-
los conceptos básicos en la sección dos, la sección llo existentes. La acción económica en los sistemas
tres discutirá detalladamente los mecanismos po- abiertos no está determinada ex-ante y no puede
tenciales que constituyen los principios evolutivos predecirse a través de leyes espaciales universales
gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs 541

(Sayer, 2000). Si la evolución no es ni aleatoria ni como una interacción social concreta. Este punto
determinada, el interés académico deberá enfo- de vista ayuda a articular el dualismo entre la es-
carse tanto en los mecanismos que crean causación tructura y la agencia, ya que a la estructura se le
acumulativa y que conllevan a la dependencia his- trata de tal forma que puede estudiarse empíri-
tórica, como en aquellos mecanismos que producen camente, y en relación directa con la interacción
aglomeraciones, que conllevan al surgimiento de económica. Segunda, las redes empíricas siempre
una nueva variedad y de una destrucción potencial se abordan como reducciones analíticas construi-
de patrones. das socialmente con base en criterios conceptuales
(Marsden, 1990), tal como se señala en la deinición
de Mitchell: la clase de relación y el conjunto de
1.2 Red actores inherentes. Para los efectos de este artículo,
la discusión se enfoca en las redes como relaciones
Mirando en retrospectiva veinte años de investiga- formales o informales entre las personas (empre-
ción sobre las redes en las Ciencias Sociales, existe sarios, empleados) u organizaciones (irmas, pro-
toda clase de nociones diferentes y usos del térmi- yectos). Tercera, debido a que la red tal como se
no. Un uso común del concepto de red ocurre, por deine implica la misma clase de relación para cada
ejemplo, en el caso en el que a una alianza estraté- eslabón, se hace un énfasis analítico en los efectos
gica entre dos irmas frecuentemente se le deno- estructurales de la posición de la red sobre el com-
mina como una red. En el idioma de la teoría de portamiento y la oportunidad.
las redes una alianza estratégica es una pareja o
relación de un tipo especíico, mas no todavía una
red. Además, los economistas institucionales objeta- 1.3 Geografía
rían denominar a un mercado o a una irma como
una red. Sin embargo, la teoría de la red concibe La relación entre la Geografía y las redes puede
todos los sistemas de interacciones como redes, y ser teorizada (al menos) en dos maneras: Primera,
de esta forma podría estudiar los mercados o a las la proximidad afecta la formación de la red. El método
irmas como redes (White, 1981; Baker, 1990). Este más ampliamente utilizado en la Geografía Econó-
artículo se suscribe al entendimiento básico de una mica tiene como objetivo evaluar los efectos latentes
red presentada en una de las deiniciones más am- de la proximidad/distancia física sobre los procesos
pliamente citadas: una red social es “un conjunto económicos. Algunas veces dichos efectos se abre-
especíico de vinculaciones entre un conjunto de- vian en términos infortunados de “causación es-
inido de personas, con la propiedad adicional de pacial”. El espacio no es una causa necesaria de la
que las características de dichas vinculaciones como acción humana. En lugar de eso, existen implícitas
un todo pueden utilizarse para interpretar el com- por lo menos dos tecnologías sociales subyacentes
portamiento social de las personas involucradas” en cualquier explicación de la Geografía de las re-
(Mitchell, 1969, 2). laciones económicas: tecnología de la comunicación
Esta deinición tiene dos implicaciones impor- (Storper y Venables, 2004) y tecnología del trans-
tantes. Primera, que las relaciones, antes que en los porte (Marquis, 2003). Solamente con respecto a
actores, están en el centro del análisis y que la es- las preferencias de comunicación de los actores y
tructura especíica de las relaciones sería utilizada a las oportunidades de movilidad puede estable-
para inferir en las expectativas sobre la acción in- cerse la relación contingente entre el espacio físico
dividual o colectiva (Mizruchi, 1994; Gulati, 1998). y la interacción económica. En otras palabras, las
La estructura no se concibe como algo virtual, sino restricciones de la proximidad solamente rigen si
542 JoHannEs glüCKlEr

el cara-a-cara es el único modo de comunicación y acumulativas para la formación y la disolución de


si el viaje es restrictivo. En cualquier otro caso, la los lazos en el futuro, en los cuales los mecanismos
proximidad es contingente sobre las tecnologías so- de ruptura y de la variación de los patrones son en-
ciales subyacentes. Segunda, el lugar hace la diferen- dógenos. Esta perspectiva explícitamente pasa más
cia. Tomando la noción del stock de los recursos de allá del análisis diádico de las relaciones individua-
la teoría del crecimiento de la irma (Penrose, 1959) les al análisis de todas las redes de relaciones. Una
puede concebirse un lugar como un stock de recur- teoría de la evolución de las redes, de esta forma,
sos y oportunidades con la característica adicional observa los cambios que cada nuevo lazo produce
de la contigüidad espacial. Un peril de recursos en la estructura existente y, a la inversa, en el im-
especíico de lugar expresa una fuente de contex- pacto que la estructura presenta sobre la formación
tualidad, de diferencia y contingencia para el desa- del siguiente lazo. Obsérvese que la unidad de aná-
rrollo económico (Sayer, 1991; Bathelt y Glückler, lisis siempre es la formación diádica de los eslabo-
2005). Este peril de recurso localizado constituye nes, considerando que el objeto del conocimiento
los aspectos estructurales de las relaciones (capital es la estructura de la red.
social, espacios estructurales), al igual que los re- Cualquier sistema evolutivo puede caracte-
cursos materiales, sociales e institucionales a los que rizarse por los principios de selección, retención
estas relaciones acceden y transieren. La asocia- (continuidad) y variación (Nelson y Winter, 2002).
ción entre la región y la red de ninguna manera La siguiente sección trata sobre estos principios en
es unidireccional. Los lugares no sólo restringen el contexto de las redes. Después de deinir el prin-
la formación de redes, sino que la interacción so- cipio de la selección de las relaciones, los efectos de
cial en las redes también da forma a su geografía retención y variación de la formación se discuten
(Storper y Walker, 1989). Ambos puntos de vista de con mayor detalle. La retención se enfoca en los
la Geografía son importantes en un concepto de la mecanismos estructurales acumulativos que causan
trayectoria geográica de las redes. que los nuevos lazos reproduzcan y refuercen una
estructura de red existente. La ruta de dependen-
cia es solamente la mitad de la historia. Al igual
1.4 Trayectoria geográica de las redes que los esfuerzos anteriores (Boschma y Lambooy,
1999), este artículo explora la variación como un
El punto de inicio esencial para cualquier teoría de conjunto de mecanismos que posibilitan las nove-
la evolución de las redes es la interrogante de “¿en dades y la ruptura de las redes de dependencia.
qué forma las dimensiones estructurales de una red Una teoría evolutiva que está interesada en un
de comunicación interorganizacional en el tiempo entendimiento endógeno de la producción de las
1 afectan las interacciones entre las organizacio- necesidades de diversidad, para ir más allá de la su-
nes miembros —especíicamente, su formación de posición exógena de la diversidad por los eventos
lazos con otras organizaciones— en el tiempo 2?” aleatorios o de posibilidad. En lugar de eso, este ar-
(Kenis y Knoke, 2002, pp. 277-278). La trayecto- tículo enfatiza el proceso de la variación endógena
ria de redes (Kilduff y Tsai, 2003) es un concepto de la red para explicar la emergencia de la novedad
apropiado en el análisis de la evolución de las redes de los patrones existentes. Este artículo también
que combina las nociones de la evolución, la red y tiene la inalidad de explorar la contribución de la
la Geografía; éste describe un patrón de desarrollo evolución de las redes hacia una Geografía Econó-
geográico e históricamente especíico de una red mica evolutiva. Accediendo a la discusión anterior,
en la que la formación y la disolución de los lazos la geografía de las trayectorias de las redes puede
en las etapas más tempranas genera propensiones indagarse en dos aspectos: uno es examinar el efec-
gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs 543

to latente de la Geografía sobre la trayectoria de la sin ninguna relación anterior. De esa forma, una
red; la otra es explorar el efecto de la evolución de teoría completa de evolución de las redes tendría
la red localizada sobre la innovación regional. La que teorizar a ambas, el surgimiento y la desapari-
siguiente sección explora con mayor detalle la na- ción de los lazos y los nodos. Este artículo se enfoca
turaleza del mecanismo de selección en las redes in- en la dinámica de las relaciones y hace una referen-
ter-irmas, al igual que el papel de la Geografía en cia selectiva a la interrelación con la dinámica de las
los procesos de retención y variación de las redes. entradas y salidas de los nodos.
En tercer lugar, la interacción es costosa y,
como tal, un recurso escaso. Este artículo aborda la
2. El proCEso Evolutivo En la trayECtoria selección de los lazos como un problema de la asig-
dE las rEdEs gEográfiCas nación eiciente de las relaciones debido a la impo-
sibilidad de que las redes o irmas empíricas estén
2.1 Selección: selección competitiva completamente conectadas. La ley de n al cuadra-
de la ventaja relacional do maniiesta que el número de posibles contactos
se incrementa en forma aproximada conforme el
Los mecanismos de selección frecuentemente se cuadrado de la cantidad de los actores de una red
atribuyen al entorno. Mientras que en la Biología (Krackhardt, l994).
el medio ambiente natural selecciona la idoneidad En otras palabras, “la mayoría de las opcio-
biológica (selección natural), en la economía evolu- nes son imposibles para la mayoría de la gente”
tiva es la competencia del mercado lo que seleccio- (McPherson et al., 1992, p. 168). Aunque el número
na las irmas correspondientes (selección competi- de relaciones potenciales depende de la dotación
tiva) (Knudsen, 2002). Debido a que en el contexto de los recursos de los actores y de la clase de rela-
de las redes la selección se reiere a la formación de ción, siempre existe un límite en la capacidad de
vinculaciones entre los miembros de una red (Gula- una irma para relacionarse con otras irmas.
ti, 1995; Stuart, l998; Gulati y Gargiulo, l999; Ahuja, En cuarto lugar, desde una perspectiva de
2000; Venkatraman y Lee, 2004), varias condicio- utilidad, el conjunto de conexiones de una irma
nes particulares parecen requerir una noción revi- puede producir utilidades diferenciales sobre las
sada del principio de selección. relaciones invertidas. Uno de los motivos claves
Primeramente, en contraste con la selección para involucrarse en las relaciones duraderas con
de irmas, rutinas o tecnologías, las cuales son en- otras irmas es tener acceso a los recursos externos
tidades, las vinculaciones en una red son relaciones (Pfeffer y Salancik, 1978). Esto, en cambio, incre-
entre pares de actores. Esto tiene una consecuencia menta o disminuye el atractivo de una irma para
importante, es decir que la selección de un lazo está futuros socios de la alianza. La selección de los la-
sujeta no solamente a un entorno selectivo externo, zos puede entonces concebirse como la asignación
sino también a las decisiones de los miembros invo- competitiva de las relaciones escasas, en las que
lucrados. Esto implica una conceptualización doble el compromiso dedicado a una relación invoca
de mecanismos de selección. La selección puede costos de oportunidad para cada contacto no rea-
ser una función de cambio exógeno con respecto al lizado. Estas condiciones sugieren que la selección
grado de adaptación de las partes involucradas en de los lazos sea un proceso competitivo que depen-
una relación. de de los cambios exógenos, al igual que de la diná-
En segundo lugar, pueden ocurrir nuevas re- mica endógena. Para dar un ejemplo: una relación
laciones entre las irmas interesadas que tienen un entre dos irmas puede ser más atractiva debido a
historial de vinculaciones en la red o nuevas irmas cambios exógenos (regulación de mercado), pero
544 JoHannEs glüCKlEr

también debido a cambios endógenos en la red (un una estructura de redes determinada, esto indicará
socio se ha hecho más atractivo debido a su alian- la operación de la dependencia histórica. A partir
za con una tercera entidad). Mientras que muchos de la literatura de la organización, tres mecanismos
métodos evolutivos se detienen en el factor exóge- alternos son particularmente interesantes:
no, este artículo explícitamente busca explorar los Primero, la hipótesis del apego preferencial es-
mecanismos endógenos de la evolución de las re- pera que las irmas con muchos lazos en un punto
des que producen la retención y la variación de las en el tiempo tienen mayor probabilidad de recibir
estructuras de las redes existentes. nuevos lazos en el futuro, que aquéllos con menores
lazos (Barabási y Reka, 1999). Obviamente existe
una ventaja acumulativa para los actores bien po-
2.2 Retención: dependencia sobre el lugar sicionados por un lado y, por otro, un riesgo pro-
y la trayectoria de la red bable de desconexión para los actores periféricos
(Powell et al., 1996). El concepto se basa en la obser-
La retención de las redes se reiere al efecto estruc- vación de que el grado de distribución de una red
tural de las elecciones pasadas sobre la propensión es libre de escalas, por ejemplo, que se apega a una
futura de alguna selección de lazos dentro de la ley de poder (Barabási et al., 2002). La investigación
red. Los mecanismos de retención se derivan, ya empírica apoya esta hipótesis. El comportamiento
sea de la persistencia de los lazos, es decir de la de- de la alianza de las corporaciones multinacionales
cadencia lenta, o de la formación por la depen- sugiere que con la experiencia y conectividad incre-
dencia histórica de nuevos lazos. La investigación mentada, las irmas tendrán mayor probabilidad
sobre la decadencia de las relaciones personales de tener alianzas adicionales en el futuro (Gulati,
entre los empleados sugiere que las relaciones du- 1999). Debido a que las irmas están limitadas en
ran más tiempo, porque entre más prominentes cuanto al número de relaciones que pueden man-
sean los empleados en la jerarquía social, mayor tener, el proceso de centralización de los lazos es
será la similitud de su trabajo y más fuertes serán empíricamente inito (Holme et al., 2004). Segun-
sus relaciones. De acuerdo con Burt, la decaden- do, la hipótesis del incrustamiento espera que se
cia es una función de poder del tiempo, en el cual formen lazos futuros alrededor de los lazos fuertes
la probabilidad de la decadencia disminuye con la mediante procesos de conianza y recomendacio-
antigüedad del lazo y con la antigüedad del nodo nes indirectas. Esta interconexión acumulativa con-
(Burt, 2000, p. 23). Una revisión de la literatura lleva a procesos de incrustamiento social (Gulati y
organizacional sobre las redes sugiere, más gene- Gargiulo, 1999). Las estructuras persistentes de la
ralmente, que este tipo de relación es un impul- red surgen a partir de la incrustación cognitiva y de
sor signiicativo de la selección y de la retención de la formación de modelos mentales dentro de gru-
los lazos (McPherson et al., 2001; Sorenson, 2003). pos tipo camarilla de los actores interconectados
Mientras que los estudios sobre la decadencia de (Baum et al., 2003).
las relaciones existentes cuestionan cuánto tiempo Tercero, la hipótesis de la multiconectividad
se sostendrá un lazo determinado, otro método es espera que las redes se expandan a través de un
cuestionar dónde tendrá la probabilidad de surgir proceso en el que las irmas buscan la diversidad
el siguiente lazo. Una red podría experimentar un de las relaciones y forman patrones independientes
giro masivo de vinculaciones decadentes y emer- múltiples entre sí para tener un alcance múltiple de
gentes entre sus nodos, y todavía mostrar el mismo socios. En un estudio ejemplar, Powell et al. (2005)
grado de centralización, densidad y fragmentación. están entre los primeros en probar explícitamente
Cuando se dupliquen o refuercen nuevos lazos en la hipótesis alternativa de las pruebas sobre el surgi-
gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs 545

miento de nuevas relaciones en una red en expan- por supuesto, una cuestión de escala: dos irmas
sión de alianzas inter-irmas en la biotecnología de pueden estar co-ubicadas en el mismo ediicio de
Estados Unidos. Su investigación apoya la ventaja oicinas, pero también en el mismo país. El impacto
acumulativa de la multiconectividad y demuestra empírico de la co-ubicación, frecuentemente está li-
que las nuevas alianzas tenían mayor probabili- mitado a nivel regional, donde la comunicación re-
dad de formarse entre aquellas irmas que estaban petida de cara-a-cara no es restrictiva. Powell et al.
más múltiplemente o más diversamente vinculadas (2005), por ejemplo, encontraron evidencia inequí-
entre sí en una etapa previa (Powell et al., 2005). voca para una fuerte predisposición geográica so-
Siguiendo esta evidencia, nuevas vinculaciones re- bre las alianzas estratégicas en la biotecnología. Los
fuerzan una cohesión múltiple existente y, a través nuevos lazos, al igual que los lazos de repetición,
del tiempo, surgirán subgrupos cohesivos. Otro tenían mayor probabilidad cuando dos irmas esta-
análisis empírico de la red de alianza en la biotec- ban co-ubicadas. Un estudio sobre el mismo sector
nología corrobora la operación de los mecanismos enfatiza el papel de los derrames de conocimien-
de retención (Walker et al., 1997). Una compara- to en las alianzas de las irmas locales, y encontró
ción de año-con-año de la equivalencia estructural que la co-ubicación y la membresía local en la red
para cada par de actores mostró que si dos irmas compensa la falta de centralidad de la posición de
eran estructuralmente equivalentes, por ejemplo, si una irma en la red de la alianza (Owen-Smith y
estaban conectadas a las mismas compañías, éstas Powell, 2004). “Estar ahí” compensa la desventaja
tenían mayor probabilidad de permanecer así du- de baja centralidad. Las derramas de información
rante toda la expansión subsiguiente de la red. Este que son típicas de las redes afortunadas por casua-
hallazgo conlleva a Walker et al. (1997) a discutir a lidad proporcionan una ventaja acumulativa para
favor de la dependencia histórica en el crecimien- la co-ubicación y crecimiento grupal en la tecnolo-
to de las redes. En suma, el apego preferencial, el gía y en las industrias con conocimientos intensos.
incrustamiento y la multiconectividad son mecanis- La noción de la retención de las redes locales está
mos de retención acumulativos que inducen a la de- adicionalmente apoyada por la evidencia empírica
pendencia histórica en las redes. Los mecanismos para las relaciones empresariales locales en cuanto
de retención de las redes no operan independien- a hacerse más persistentes y benéicas después del
tes de la Geografía. La ubicación geográica es una inicio de las relaciones más remotas (Schutjens y
condición no-relacional que puede afectar fuerte- Stam, 2003). Una explicación para este efecto es el
mente la evolución de la trayectoria de la red. Dos mecanismo de la institucionalización local. Doreian
clases de procesos son importantes para los efectos y Woodard (1999) identiicaron redes en las que
dependientes de lugar en la trayectoria de la red: formas extra-locales de relaciones institucionaliza-
las externalidades locales de comunicación y la das no se duplicaron, sino que las relaciones locales
inercia organizacional. se institucionalizaron en estructuras de redes dedi-
cadas al mismo grupo de clientes.
La proximidad geográica también afecta el
2.2.1 Externalidades locales de la comunicación ingreso de los nodos en una red. Además de la
formación acumulativa de los lazos locales en res-
Las externalidades de la comunicación otorgan puesta a externalidades de comunicación, los me-
vínculos locales adicionales con mayor probabili- canismos de reubicación mejoran adicionalmente
dad que la formación de las relaciones extra-re- la aglomeración dependiente del lugar. Debido
gionales (Stuart, 1998; Sorenson y Stuart, 2001; a que la diicultad de la transmisión e interpreta-
Powell et al., 2002). La proximidad geográica es, ción precisa del conocimiento se incrementa con
546 JoHannEs glüCKlEr

su complejidad, la proximidad espacial frecuen- transferirse a través de la red, cuando ciertos ac-
temente exenta a los actores remotos del lujo de tores ejercen poder con los que se relacionan para
conocimientos y los obliga de esa forma a (re)ubi- prevenir ciertos tipos de nuevos lazos. Además, la
carse en la proximidad espacial, a in de participar interrelacionalidad de las instituciones puede hacer
en la comunicación grupal (Fleming y Sorenson, que los costos de cambiar a una institución, de un
2001) La investigación empírica ilustra que entre conjunto de instituciones, sean restrictivos (Frankel,
más complejo sea el conocimiento en una industria 1955). Existe una evidencia ilustrativa para los me-
en particular, mayor será la aglomeración de las canismos de retención sobre las redes en una pers-
industrias (Sorenson, 2005). Debido a que si bien pectiva geográica. Marquis (2003) comparó el des-
la propensión a entrar en contacto con alguien es arrollo de los sistemas comunitarios urbanos más
muy baja, se incrementa con la proximidad espacial grandes sobre el comportamiento a nivel directivo
(McPherson et al., 1992); las regiones con ventaja en los Estados Unidos. Él demuestra que las redes
ubicacional acumulativa pueden seleccionar talento de negocios en las ciudades, establecidos antes del
y conocimiento por la migración y la reubicación. advenimiento de la tecnología del viaje por aire,
Estos hallazgos indican que las redes no sola- eran signiicativamente más destinados localmente
mente evolucionan en términos de entradas y sa- que las redes en las ciudades más jóvenes. A pesar
lidas de nodos (irmas). El espíritu empresarial, la de la disponibilidad de las tecnologías modernas
fundación de nuevas irmas y los derrames (nodo de viaje en todas las ciudades hoy en día, incluso los
de entrada) también son un elemento importante de nuevos puestos directivos corporativos estaban ocu-
retención de las redes locales. Finalmente, la geo- pados con directores locales. Esta persistencia de la
grafía también es una limitación signiicativa en estructura de las redes geográicas en las comu-
el comportamiento de búsqueda: cuando la gente nidades más viejas ilustra el argumento básico de
necesita contactos intermedios para alcanzar una la teoría de la impresión (Stinchcombe, 1965): las
meta (socialmente) remota eligen contactos en pro- organizaciones adoptan las características organiza-
ximidad geográica de esta meta para transferir in- cionales en respuesta a las condiciones ambienta-
formación (Dodds et al., 2003), les durante su periodo de fundación. Este patrón
impreso se sostiene a través de la evolución, inclu-
so si en periodos posteriores el ambiente cambia.
2.2.2 Inercia organizacional Debido a que la tecnología social de viaje de larga
distancia no estaba disponible antes del transporte
De acuerdo con la teoría de la inercia organizacio- aéreo, las comunidades comerciales locales estaban
nal, el cambio de las características medulares en limitadas a asignar a los directores locales en sus
las organizaciones requiere de procesos de reorga- consejos de administración corporativos. Esta prác-
nización adaptativos en cascada, los cuales exponen tica impresa constituye “una plantilla de acción lo-
a las organizaciones a un riesgo más alto de inade- calmente legítima” (Marquis, 2003, p. 656), lo cual
cuación y de mortalidad (Hannan et al., 2004). Si continuamente se emula y de esa forma conserva la
esto se aplica al comportamiento de la alianza de las estructura de la red a través del tiempo.
irmas puede inferirse cierto grado de persistencia Las redes sociales entre los actores económi-
en las estructuras previas de la red (Li y Rowley, cos individuales, al igual que entre las irmas, ex-
2002). Las instituciones pueden persistir porque fa- presan aspectos de evolución acumulativos y de
vorecen los reclamos distributivos sobre los recur- dependencia histórica a través del tiempo. La suma
sos de aquellos que ejercen el poder para mantener de estos mecanismos de retención pudiera inal-
las instituciones. Esta resistencia al cambio puede mente conllevar a situaciones de enclave técnico
gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs 547

local (Hassink, 2005; Martin y Sunley, 2006), en las La selección de los eslabones afecta el lujo y
que los patrones previamente seleccionados de la recombinación de los recursos en la red. El co-
las relaciones se conservan hasta un grado en que las nocimiento, las preferencias y las rutinas ingresan
nuevas alternativas son prohibidas o no ingresan a a un grupo de actores interconectados a través del
la red. Los estados de enclave técnico son un pro- enlace de los espacios estructurales entre los grupos
blema que solamente puede superarse mediante un no conectados (Burt, 2004), ya sea que esta nueva
ímpetu continuo de contingencia y el surgimiento variedad se seleccione dentro de un grupo local y
de alguna nueva variación. dependa de los procesos de adopción y adaptación.
La investigación empírica en el contexto de la com-
posición social de los grupos voluntarios determinó
2.3 Variación: rutas de destrucción que cuando los miembros del grupo mantenían la-
y las fuentes estructurales zos con los no miembros, éstos tenían la probabili-
de la innovación dad de salir del grupo, considerando que los lazos
dentro del grupo y el tamaño del grupo incremen-
Una comparación entre un gran número de dife- taba la probabilidad para una membresía duradera
rentes redes empíricas inter-irmas expresa una en dicho grupo (McPherson et al., 1992). En resu-
observación intrigante: las redes inter-irmas fre- men, un vínculo fuera del grupo acorta la duración
cuentemente parecen ser iguales. Éstas muestran de la membresía en el grupo. Esta contingencia de
patrones evidentes de mundos pequeños que están establecer las relaciones de expansión de los límites
esencialmente caracterizados por el agrupamiento es lo que brinda una probable variación inherente en
local alto y por la separación global corta (Watts, cualquier sistema abierto de relaciones sociales y
1999), y muestran un alto grado de robustez (Kogut económicas. Empíricamente, parece haber una
y Walker, 2001). Esta observación provoca la pre- tendencia para que algunas nuevas relaciones se
gunta en el sentido de que exista la posibilidad de vinculen con un grupo de redes que esencialmente
que las trayectorias de las redes experimenten la contrarresten los mecanismos de retención descri-
variación en forma endógena. En términos darwi- tos antes. En el contexto de las irmas, la eviden-
nianos, la variación se deine como un proceso de cia empírica sugiere que el comportamiento de la
mutación aleatoria, la cual fundamentalmente trata alianza estratégica cambia de redes socialmente in-
la novedad como una circunstancia exógena. El es- crustadas, cohesivas o basadas en la identidad en
tudio de la Economía, sin embargo, está dedicado las etapas tempranas del surgimiento de las irmas
a la exploración de los mecanismos que generan a las redes más escasas, manejadas racionalmente
novedad y nuevos patrones de desarrollo. Por con- o calculadas en etapas posteriores (Hite y Hesterly, 2001;
siguiente, la variación deberá concebirse como el Baum y otros, 2003; Lavie, 2004). Este proceso ofrece
resultado de los mecanismos endógenos de la for- una variación relacional y la posibilidad de canali-
mación y disolución de las redes. En la literatura de zar la novedad en los mundos pequeños estableci-
la organización, la principal fuente de contingencia dos. Al mismo tiempo y una vez que se establece un
y variación en la estructura de la red es el puente vínculo, los mecanismos de retención acumulativa
entre los clusters de las redes no conectadas. La va- del apego preferencial, incrustación y multiconecti-
riación en una red se reiere a la selección diferen- vidad incrementan las probabilidades para los lazos
cial de los nuevos lazos que contrarrestan una tra- externos adicionales, y de esta forma contrarrestan
yectoria existente. Entonces, la variación se deine los patrones existentes de la ruta de dependencia.
a nivel de la selección del eslabón, pero referido al ¿Quién vincula las camarillas? ¿el núcleo o la
cambio en la estructura de la red. periferia de un grupo? En un análisis longitudinal
548 JoHannEs glüCKlEr

de la red evolutiva del sindicato del banco de in- marshallianos (Amin y Thrift, 1992) que combina
versiones canadienses, se determinó que las irmas la lógica de Marshall de una división local de tra-
periféricas tenían mayor probabilidad de expan- bajo con las relaciones de intercambio no local, que
der los límites de la camarilla que las irmas nú- adelantan y retroceden la cadena del valor. La in-
cleo (Baum y otros, 2003; Rowley et al., 2005). Este vestigación sobre las interrelaciones globales de la
hallazgo puede interpretarse en el lenguaje de la industria londinense de los medios, por ejemplo,
selección de los lazos competitivos: los mecanismos ha ilustrado empíricamente que las redes de irmas
de retención se acumulan dentro de la estructura sustentan un potencial innovador, economizando
social incrustada y favorecen la ventaja temprana en la proximidad local y en el acceso selectivo al
de algunos actores que se convierten en actores me- conocimiento externo al grupo urbano (Nachum
dulares en sus pequeños mundos. Con el tiempo, y Keeble, 2003). La lógica del cluster local y el
los actores periféricos buscan mejorar su posición vínculo global también está implícita en la literatu-
competitiva, expandiendo los mundos pequeños y ra sobre las ciudades globales. Generar variaciones
adquiriendo externamente los grupos que de otra mediante la adquisición de activos extra-regionales
forma no estarían conectados dentro de la red gene- a través de los lazos de expansión de los límites co-
ral. No obstante de lo anterior, la ocurrencia evolu- rresponde con la ilustración del lugar 1 (igura 1).
tiva de los lazos de expansión de los límites también Si la economía regional es dominada solamente por
están sujetos a un grado considerable de eventos un grupo interconectado, la variación a través de
de oportunidad (Baum et al., 2003). Las redes son las vinculaciones externas se hace crucial para evi-
asociaciones, topologías entre los actores sin una tar el encierro tecnológico y el subsiguiente declive
geografía inherente. Los lazos fuertes pueden ser económico.
distantes o locales; al igual que la expansión de las
camarillas, pueden ser remotas o cercanas. A in de
evitar un dualismo implícito de lazos locales fuertes 2.3.2 Vinculación local
y vinculaciones globales débiles, la igura 1 ilustra
algunas de las geografías potenciales de las tipolo- Otra posibilidad es el vínculo entre los diferentes
gías de las redes y sus oportunidades de variación grupos de redes diferentes, pero co-ubicadas, como
especíicas. Entonces, en una perspectiva geográica se representa en el lugar 2 (igura 1). El vínculo lo-
existen tres conceptos diferentes de lugar geográi- cal corresponde con las nociones de aprendizaje
camente (estable) y un concepto de lugar temporal en la región y con el desarrollo regional endógeno
con oportunidades especíicas para desarrollar la (Hassink, 2005), en el que las variaciones se gene-
variación durante la evolución de la red. ran mediante la recombinación e interconexión
entre los distintos grupos de relaciones. La gama
y el alcance de las variaciones dependen en gran
2.3.1 Vinculación global medida del grado de la diversidad local de las redes
de clusters. Esta perspectiva encaja con la noción de
La innovación predeterminada en los clusters re- que las ciudades conducen hacia la innovación de-
gionales es la noción de una red interirmas locali- bido a la variedad local (Jacobs, 1969). La variedad
zada, densamente conectada, que genera variación urbana incrementa el descubrimiento casual para
al establecer vínculos con grupos de redes extra- los efectos de la derrama entre las industrias o
regionales, en busca de un nuevo conocimiento y subgrupos de redes y mejora el crecimiento regio-
de recursos complementarios. Esta noción está bien nal (Glaeser et al., 1992). Sin embargo, la novedad
documentada en la literatura sobre nodos neo- pudiera no solamente ser el resultado del vínculo
gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs 549

Figura 1
Geografías alternas de las tipologías del mundo pequeño

lugar 1 lugar 2 lugar 3


vínculo global vínculo local intermediación local
(distrito, cluster local) (externalidades de Jacob) (lugares satélites,
lugares periféricos)

de las partes no conectadas internamente, sino tam- perspectiva de la región en tanto una comunidad
bién entre las diferentes redes. ecológica localizada permite un entendimiento de
En la ecología organizacional de etapa temprana la innovación, como la interacción contingente y las
y en los métodos de contingencia, el cambio de red retroalimentaciones causales entre las redes socia-
se ve como un proceso adaptivo que responde a un les y su dotación de recurso material e institucional,
cambio ambiental exógeno (Lomi et al., 2005; Koka por ejemplo, en el concepto del campo creativo lo-
et al., 2006). En contraste, los métodos de la ecolo- calizado (Scott, 2006). Los geógrafos no deberían
gía comunitaria (Freeman y Audia, 2006) superan caer en la trampa de limitar su enfoque sobre la
el dualismo del ambiente de las redes, concibien- región y la comunidad local. Un análisis reciente
do un marco más sistémico de una ecología de re- enfatiza la necesidad de estudiar la interacción en-
des (Carley, 1999). Un vistazo de la ecología de la tre la comunidad y los cimientos institucionales más
red permite analizar los ciclos de retroalimentación amplios de la sociedad (no local), para entender el
recursiva entre un conjunto de redes interrelacio- cambio económico regional real (Rodríguez-Pose y
nadas como un proceso co-evolutivo; por ejemplo, Storper, 2006).
los cambios evolutivos en una red afectan la direc- Estratégicamente, la sustentabilidad de lar-
ción del cambio evolutivo en las redes interrelacio- go plazo de las trayectorias de las redes regionales
nadas que forman una comunidad ecológica. Una puede mejorarse apoyando la diversidad. Siguien-
550 JoHannEs glüCKlEr

do el principio de la compartimentalización (Gra- oportunidades de innovación a través del vínculo


bher y Stark, 1997), la coexistencia de las distintas local entre las operaciones. El aprender de las ope-
redes o subgrupos ofrece opciones futuras para el raciones en el exterior pudiera convertirse en algo
vínculo y la recombinación. indispensable en el futuro, cuando los nuevos pro-
cesos y estándares se desarrollen ahí. Además, los
lugares satélite-periféricos pueden ser ubicaciones
2.3.3 Intermediación local apropiadas para iltrar la innovación disputada ha-
cia las organizaciones multinacionales. Una serie de
En una tercera perspectiva, uno puede concebir simulaciones por computadora apoya un modelo
solamente los lazos débiles a co-ubicarse mientras viscoso de la innovación (McGrath y Krackhardt,
los vínculos con un grupo tipológico en su totali- 2003): la innovación controversial pudiera tener
dad están geográicamente separados (lugar 3, en mayor probabilidad de difundirse con éxito a lo lar-
la igura 1). En el caso de las redes periféricas que go de una red, cuando se produce en la periferia
están co-ubicadas geográicamente, el vínculo de de una organización y cuando la organización está
estos lazos débiles puede producir una variación conectada débilmente.
máxima, debido al grado más alto de la diversidad
en la fuente de conocimiento y a otros recursos de
las irmas locales. El vínculo local de los grupos 2.3.4 Intermediación móvil
de redes separadas y diversas puede así expresar
una verdadera recombinación novedosa de conoci- La proximidad geográica frecuentemente se conci-
mientos. Los ejemplos empíricos son las llamadas be bajo condiciones de ubicación permanente. Las
plataformas satelitales (Markusen, 1996), en las que cambiantes tecnologías de viaje y los patrones de
las irmas multinacionales se co-ubican para bene- movilidad inducidos también permiten la co-pre-
iciarse de las ventajas de ubicación unidas territo- sencia de encuentros efímeros. Al inal se genera
rialmente (condiciones iscales, subsidios estatales, la novedad y variación en la selección de los lazos,
experiencia). se rompe con la noción de las ubicaciones ijas, se
Aunque estas irmas están bien conectadas asume que un cluster de redes de irmas interco-
internacionalmente, con frecuencia éstas permane- nectadas (o gerentes de irmas) están distribuidas
cen aisladas entre sí en la ubicación satelital. Aun- geográicamente y que se reúnen repetidamente en
que esta formación de redes geográica puede ha- grupos temporales, por ejemplo, ferias comerciales,
berse considerado como excepcional, ciertamente convenciones u otros arreglos de encuentro físico.
ganó prominencia en la economía global. Por una A mayor movilidad de los gerentes, mayor será la
parte, existen actividades de investigación y desa- probabilidad de que encuentren contextos tempo-
rrollo de alta tecnología que los competidores mul- rales no-ijos de encuentro mutuo y de formación
tinacionales asignan a los centros de excelencia glo- de lazos casuales. Los conceptos de “ba” (Nonaka
bales con proximidad geográica cercana entre sí y Konno, 1998) o de clusters temporales (Maskell
(Zeller, 2004). Por otra parte, el traslado global de et al., 2004) ilustran la noción de que la comunica-
la operación de la manufactura al exterior y en for- ción cara-a-cara, la comunicación vía Internet y las
ma incremental de los servicios crea nuevos lugares referencias interpersonales son igualmente facilita-
satelitales donde las corporaciones multinaciona- das en las ferias comerciales, en las convenciones y
les co-ubican procesos comerciales especializados en los contextos de co-ubicación permanente. La
(World Investment…, 2004). La aglomeración de acti- movilidad internacional en la expansión de los ne-
vidades similares en estos lugares periféricos ofrece gocios ciertamente hará surgir nuevas oportunida-
gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs 551

des para la formación de lazos que contrarresten la red se deriva del proceso de enlazar y gestionar los
modalidad tradicional de la proximidad locacional vínculos entre las redes o las partes de las redes no
permanente. En la industria del cine, por ejemplo, conectadas. Una recombinación de la tipología de
los estudios y los productores participan en festiva- redes con el lugar geométrico ha ofrecido modelos
les de cine alrededor del mundo en viajes anuales alternos de innovación en el desarrollo económico
repetidos, y de esta forma se acercan para formar regional.
una comunidad transnacional. Aunque un núcleo Dado lo reciente y la simultaneidad de la teo-
de actores pudiera estar bien conectado entre sí, ría evolutiva en la Economía, en los estudios orga-
cada lugar ofrece nuevas oportunidades para vincu- nizacionales, en la Sociología y en la Geografía, este
lar y hacer labores de enlace con el núcleo, y con artículo solamente puede ser de carácter explorato-
irmas locales aún no conectadas. Las relaciones de rio en esta etapa. Más que proporcionar una teoría
vínculo en estas formas “ba” de encuentro temporal coherente sobre la evolución de las redes regiona-
son de carácter casual y así están altamente sujetas les, este artículo está impulsado por una fuerte cu-
al lugar real. Conforme las redes amplían el espacio riosidad sobre el beneicio que la teoría de las redes
y forman redes translocales permanentes y tempo- formales ofrece a una perspectiva evolutiva en la
rales, el mapeo de estas relaciones no es algo más Geografía Económica. Una aplicación fructífera de
que una tarea geométrica trivial. Debido a que este la evolución de las redes a la Geografía Económi-
concepto abandona la geometría de una ubicación ca depende tanto del avance conceptual, como del
ija, éste ya no puede ser representado en un mapa empírico, con respecto a una cantidad de pregun-
estático. tas. La estructura de las redes, por ejemplo, no es
un in, sino un medio para facilitar el crecimiento
económico y la innovación. Ésta representa la es-
ConClusión tructura a través de la cual circulan los recursos
productivos, los valores sociales y los intereses eco-
El cambio evolutivo de las redes está sujeto a me- nómicos. Por lo tanto, el nexo entre la estructura
canismos acumulativos de retención que crean tra- y el contenido real de los lujos merece particular
yectorias de redes de dependencia histórica. Aparte atención en la investigación futura, como por ejem-
de los tipos establecidos de la ruta de dependencia plo, el papel de la coincidencia tecnológica entre las
histórica discutidos (enclaves tecnológicos, rendi- irmas (Cantner y Graf, 2006) o los aspectos espe-
mientos crecientes a escala y la historia institucional cíicos de la integración en una red (Giulani, 2006).
reciente) (Martin y Sunley, 2006), la literatura sobre Además, la estructura de la red no deberá conce-
la evolución de las redes sugiere mecanismos adi- birse como determinística. Se necesita mayor inves-
cionales especíicos de la red. tigación para averiguar acerca de los impulsores
El apego preferencial, la incrustación y la y los efectos de las actividades de ampliación de
multiconectividad también inducen la dependencia los límites a nivel micro: ¿por qué las irmas se vincu-
histórica en las relaciones interirmas. Además, y lan con otras redes y cuáles son los efectos reales
en lugar de simplemente suponer la novedad, una para las mismas y para la estructura de la red como
teoría evolutiva de crecimiento económico apropia- un todo?
da debería ser capaz de explicar la innovación en Otro reto de la investigación aborda el papel
forma endógena. Este artículo no sólo ha abordado del lugar como contexto para la evolución de las
los efectos de la creación de los patrones de la se- redes. Aparte de los mecanismos de retención y
lección de los lazos, sino también sobre sus efectos variación endógenos, los cambios ambientales pue-
de perturbación de los patrones. La variación de la den alterar las condiciones cruciales. ¿Cómo, por
552 JoHannEs glüCKlEr

ejemplo, los cambios o las diferencias en las insti- Amin, A. y N. Thrift (1992), “Neo-Marshallian
tuciones de una localidad afectan la evolución de Nodes”, Global Networks, International Journal
las redes? Debido a que las instituciones, tal co- of Urban and Regional Research, núm. 16, pp.
mo las convenciones y las rutinas, deinen las reglas 571-587.
de la interacción que ciertamente inluyen en la tra- Baker, W.E. (1990), “Market Networks and Corpo-
yectoria de las redes interirmas (Maskell y Malm- rate Behavior”, American Journal of Sociology,
berg, 2007). Finalmente, la evolución de las redes núm. 96, pp. 589-625.
es un asunto complejo porque tanto las relacio- Barabási, A.L. y A. Reka (1999), “Emergence of Scaling”,
nes como los nodos pueden surgir o desaparecer Random Networks, Science, núm. 286, pp. 509-512.
simultáneamente. __________, H. Jeong, Z. Néda, E. Ravasz, A. Schu-
Aunque la teoría actual sobre las redes prio- bert y T. Vicsek (2002), “Evolution of the So-
riza la formación de los lazos, las causas y las con- cial Network of Scientiic Collaborations”,
secuencias de los cambios en el tamaño de la red Physica A, núm. 311, pp. 590-614.
también deberán ser atendidos. Bathelt, H. y J. Glückler (2005), “Resources in Eco-
La teoría sobre el cluster geográico sugiere nomic Geography: From Substantive Concepts
que la aglomeración regional mejora el posiciona- Towards a Relational Perspective”, Environment
miento de las irmas por el efecto de derrame en and Planning A, núm. 37, pp. 1545-1563.
la reubicación. ¿Entonces, cuál es la causalidad y la Baum, J., A.V. Shipilov y J. Rowley (2003), “Where
dirección de la relación entre la trayectoria de las Do Small Worlds Come From?”, Industrial and
redes con dependencia histórica y la tasa de creci- Corporate Change, núm. 12, pp. 697-725.
miento de los nuevos nodos? A partir de esta breve Boschma, R.A., y K. Frenken (2006), “Why is Econo-
selección de preguntas sobre la investigación em- mic Geography Not an Evolutionary Science?
pírica, existen problemas prácticos considerables a Towards an Evolutionary Economic Geogra-
superar. Los datos relacionales son de escasa dispo- phy”, Journal of Economic Geography, núm. 6,
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acerca de periodos de tiempo considerables, los Burt, R.S. (2004), “Structural Holes and Good
cuales son incluso más difíciles de obtener (Baum Ideas”, American Journal of Sociology, núm.
et al., 2003). La evolución de las redes todavía se 110, pp. 349-399.
encuentra en su infancia, y el proyecto está en bus- __________ (2000), “Decay Functions”, Social Net-
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Emilio HErnándEz gómEz


Universidad Autónoma de Baja California

introduCCión de difusión que externalizan este conocimiento a lo


largo y ancho de los archipiélagos económicos, a tra-
El trabajo de Glückler es interesante porque plan- vés de los eslabones que los mismos empresarios van
tea al empresario, en tanto que actor social, como construyendo. En suma, la propuesta es atractiva al
el principal agente en la construcción de las redes no tomar la aglomeración industrial como un dato
de producción y en la coniguración de las aglome- dado y en función de ello explica el proceso de di-
raciones industriales. El concepto de espacio local, fusión y endogenización del conocimiento tecnoló-
como un distrito industrial o sistema local de pro- gico, el cual se asume como un proceso histórico en
ducción o mera aglomeración de empresas que bus- el que la coniguración de la red está determinada
can reducir sus costos de transacción mediante la por las rutas de dependencia de los eventos y de los
proximidad geográica, se aborda desde una pers- actores, donde el eje central es el empresario.
pectiva histórica evolutiva para deinir cómo se van
articulando los eslabones de un tejido que asume
diversos patrones de coniguración geográica. 1. El contexto de los planteamientos de crecimiento
Las redes en su evolución o metamorfosis se van endógeno y la provocación de Glückler
describiendo en función de las rutas de dependencia
entre los actores, quienes se van articulando como es- Glückler reconoce la trascendencia de los apor-
labones de una cadena; y las formas que asume se tes de los planteamientos sobre el crecimiento en-
entienden en función del contexto histórico y geográ- dógeno en función de la innovación tecnológica y
ico. Por tanto, las aglomeraciones industriales, si bien la aglomeración industrial. Aunque si se hace una
se entienden como enclaves de conocimiento tecno- revisión más hacia atrás —si de historia se trata, se
lógico que se endogeniza, también hay mecanismos puede rescatar el concepto de empresario, tal como

[557]
558 Emilio HErnándEz gómEz

Schumpeter (1967) lo ha planteado— se tendría él, no tenían la intención de elaborar un tipo ideal,
sentido para entender la propuesta de Glückler. El pero así se asumió. Surgieron trabajos sobre las
empresario es concebido como un actor social que aglomeraciones industriales con conceptos como
no deja de ser empresario en tanto que manten- distritos industriales, sistemas productivos locales y
ga su inquietud por abrir nuevos mercados para tecnopolos, entre otros. Lo que predomina en estos
sus productos, y para ello también sea importante trabajos es que hay externalidades que escapaban a
aliarse con otros empresarios; la vinculación con los modelos de crecimiento económico. Los bienes
otros empresarios obedece a la incorporación de las intangibles, inconmensurables o no comercializa-
nuevas tecnologías en sus procesos productivos y bles, que son parte de la explicación del crecimien-
para ello no necesariamente éstos deben estar en to económico en las aglomeraciones industriales,
proximidad geográica. como los valores, las instituciones, la conianza en
En la lectura de Glückler también están con- las relaciones económicas, que son elementos socia-
tenidos los eslabonamientos hacia atrás y hacia les y culturales propios de cada territorio en par-
adelante desarrollados por Hirschman (1981). Los ticular, han sido un reto en su incorporación a los
eventos no van articulados en una sola dirección, modelos tradicionales de crecimiento económico,
lo están de manera vertical y horizontal, y los que incluidos los de crecimiento endógeno.
siguen una ruta de dependencia sobre eventos an- Las redes son lexibles como las empresas. Se
teriores son los eslabonamientos más perdurables va más allá de la posibilidad de un modelo ideal de
y/o exitosos. En Glückler, los generadores de los distrito industrial o de un sistema local de produc-
eventos son personas, empresarios que responden a ción o cluster o mera aglomeración industrial. Si las
condiciones coyunturales, que están articulados en empresas son lexibles y si no se debe considerar
un contexto geográico e histórico concreto, y en lo el esquema de distrito industrial italiano o las aglo-
individual despliegan alternativas, trazando rutas meraciones industriales de Los Ángeles, California,
que no necesariamente obedecen a la lógica de la como el patrón general, así las redes tampoco de-
red donde están identiicados. ben considerarse como un solo modelo, sino más
Si los empresarios siguieran la lógica de la red bien como n posibilidades de ramiicación.
a la que pertenecen, quedarían entrampados en Los eslabonamientos que en lo individual
la causación circular, tal como Myrdal (1974) lo ha realizan los empresarios hacia afuera de la red
planteado. Por ello, al no seguir el patrón de com- con la que han desarrollado fuertes lazos de de-
portamiento de la red, establecen lo que Glückler pendencia se asumen como un complemento de la
llama puentes con otras redes de empresarios y en- concentración territorial de las empresas de la que
dogenizan, hacia la red de la que forman parte, las forman parte, para aprovechar las externalidades.
experiencias adquiridas con otras redes, beneician- Estos eslabonamientos que realiza un empresario
do al grupo de empresarios donde están aglomera- de manera individual se consideran como alianzas
dos geográicamente. Esto lleva a la relexión de que que van a favorecer la innovación dentro de la red.
no hay espacios aislados, sino una red de archipié- En el esquema de distrito industrial no puede
lagos económicos desde una perspectiva geográica. ser bien percibido que un empresario o trabajador
se vincule con lo externo porque esto signiicaría la
fuga de conocimiento adquirido en el distrito. En el
2. Aspectos centrales del trabajo de Glückler planteamiento de Glückler no se ve como un pro-
blema la vinculación externa de los empresarios,
Los trabajos de Becattini (2002) sobre el surgimien- ya que en el sentido contrario se considera como
to de los distritos industriales marshallianos, según la oportunidad de adquirir conocimiento externo.
ComEntarios a “gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs” 559

Para ello, es fundamental contar con instituciones qué algunas redes se mantienen en el tiempo. De
fuertes, donde la conianza y la cooperación estimu- igual forma, los mecanismos que producen aglo-
len un aprendizaje en la interacción hacia afuera, meraciones y que conllevan a la destrucción de los
que se transforma en externalidad positiva para el patrones para una nueva ruta de dependencia de
tejido local al que pertenece la empresa o irma. Así, los empresarios tienen que ver con la solidez de los
los eslabonamientos individuales son considerados eslabonamientos.
como la construcción de las redes para el intercam- El concepto de Geografía y red tiene que ver
bio de bienes y conocimiento en y hacia los sistemas con el hecho de si se depende de la aglomeración,
productivos, entendidos como la búsqueda de alian- si el cara-a-cara es necesario para mantenerse en el
zas estratégicas en las regiones o en países diferentes. mercado, y habría que considerar si la aglomera-
La fortaleza institucional tiene que ver con los ción es una condición necesaria para los procesos
principios de selección sobre el cómo asociarse y económicos. Si no lo es, entonces las redes adqui-
con quién, basados en la construcción de la lealtad rirían coniguraciones diversas desde el punto de
y la conianza para emprender proyectos conjun- vista de la Geografía y la Economía. Aquí cabe pre-
tos. La retención de un empresario en la red origi- guntarse si ante las posibilidades de los empresa-
nal está en función de la fortaleza institucional, del rios de vincularse con otras redes es conveniente
tiempo de coniguración de la red. A mayor tiem- mantener la centralidad; si la densidad de la red se
po, mayor capacidad de retención en la red; aun reduce y/o se fragmenta. Si se mantiene, entonces
cuando se tenga la oportunidad de vinculación con se estará en una posición de dependencia histórica,
empresarios de otras redes, esto sería benéico para fortalecida por las instituciones que han mantenido
la red de origen debido a la posibilidad de entrar los lazos en función de la lealtad, la conianza y la
de manera conjunta a nuevos mercados o a nuevos cooperación.
conocimientos. La variación de la red tiene que ver En el proceso de incorporación hacia otras
con la lexibilidad de los empresarios para articu- redes, si se inicia por recomendaciones indirectas,
larse en lo individual con otras redes, generando es mayor la probabilidad de integrase de manera
diversidad en la relación de la red. No se conci- más exitosa, sobre todo si se pretende incorporarse
ben redes aisladas, éstas se vinculan con otras re- a una red donde hay una densa red de eslabones.
des, ya sea dentro de la misma región o ciudad, con De igual forma, entre más densa sea la red, mayor
otras regiones dentro del mismo país, o con redes es la probabilidad de mantenerla por los lazos de
internacionales, rompiendo la idea de que sólo en retención o de recibir nuevos eslabones.
aglomeración geográica se accede a nuevos cono- Pero si las redes son formaciones históricas
cimientos que posibiliten la innovación tecnológica. muy maduras, donde las rutas de dependencia es-
Otro elemento importante es el referido a la tán consolidadas, es muy difícil la incorporación de
causación circular y a los eslabones. Cada evento nuevos eslabones, ya que se puede derivar en en-
en el corto plazo va deiniendo el resultado en el claves técnicos muy desarrollados, en los cuales se
largo plazo. Para entender los procesos que permi- pueden dar innovaciones del conocimiento prácti-
ten la coniguración y consolidación de las redes, camente con difusión nula.
es necesario ver los procesos que permitieron los Un elemento no menos importante y al que
eslabonamientos en el corto plazo. El cambio en la Glückler parece no darle mayor importancia es el
red se aborda como una secuencia de eventos en referido “ba”. Este concepto fue propuesto origi-
tanto sucesos de corto plazo, considerando al em- nalmente por el ilósofo Kitaro Nishida y posterior-
presario como un actor individual dentro del pro- mente desarrollado por Shimizu, pero su difusión
ceso de eslabonamiento. Esto permite entender por se debe a Ikujiro Nonaka y a Noboru Cono, para
560 Emilio HErnándEz gómEz

referirse a los espacios para la creación de conoci- incorporación de la innovación tecnológica y el ca-
miento. Así, un “ba” puede ser considerado como pital humano para explicar que los modelos de cre-
un espacio compartido para la emergencia de nue- cimiento económico asumen un esquema de des-
vas relaciones. Este espacio puede ser físico (oici- equilibrio regional demuestra que los rendimientos
nas, negocios dispersos, espacio), virtual (correo son crecientes y no constantes, poniendo desde esta
electrónico, teleconferencia), mental (experiencias, perspectiva el planteamiento de la convergencia
ideas, ideales compartidos) o cualquier combina- económica en los modelos neoclásicos. Por ello, en
ción de ellos. El “ba” es considerado como una pla- Krugman (1991 y 2002) se entiende que asumir la
taforma para la promoción individual y/o colectiva condición de los rendimientos crecientes signiica
de conocimientos. Los “ba” ofrecen las plataformas que puede darse el desequilibrio en el crecimien-
de medidas concretas en el proceso de conocimien- to económico, ya que la condición de los rendi-
to en espiral. Cada miembro del “ba” apoya el pro- mientos decrecientes es la que hace posible que se
ceso de transformación o creación del conocimien- mantenga un equilibrio en el crecimiento.
to, y cada “ba” acelera el proceso de creación de La innovación tecnológica y la difusión del co-
conocimiento. En este sentido, las redes pueden ser nocimiento son más propicios en un ambiente de
consideradas como “ba”, en función del compro- aglomeración industrial, en el que las empresas pri-
miso que tiene cada uno de sus integrantes para vilegian la proximidad geográica territorial debi-
la generación de conocimiento en la interacción do a la reducción de los costos de transacción.
dentro de ese espacio compartido, y que no necesa- Esto ha sido destacado desde el trabajo clásico de
riamente corresponde a la proximidad geográica. Cantillon (s/f), aunque los aportes de Marshall,
Esto permitirá entender la diversidad de formas Schumpeter, Hirschman y Myrdal son los rescata-
que asumen las redes desde el punto de vista dos a partir de los modelos de crecimiento endóge-
territorial. no. En el primero, precisamente por la reducción
Por último, las irmas que se conectan inter- de los costos de transacción y por un ambiente
nacionalmente mantienen su arraigo en el núcleo donde el conocimiento tecnológico luye; Schump-
donde se asienta la red de la cual son parte y se ter, por el papel de la innovación tecnológica y del
aíslan de su ubicación satelital. Sus compromisos empresario como el actor central en la explicación
están con este núcleo y no con los territorios satéli- del crecimiento económico; Hirshman, por los esla-
tes donde logran emplazamientos. Esto asegura el bonamientos económicos que propician la acumu-
crecimiento económico de la red, mas no el de los lación y la creación de conocimiento; y Myrdal, por
espacios locales o regiones donde se conectan para la causación circular acumulativa o círculo virtuoso
desarrollar algunos procesos. del desarrollo.
En el debate a partir de los modelos de cre-
cimiento endógeno (Vázquez Barquero, 2005), las
ConClusionEs aglomeraciones son redes económicas para la pro-
ducción de bienes y servicios, donde las empresas
El trabajo de Glückler hace relexionar sobre la ma- reducen los costos de transacción y se beneician
nera en que se ha abordado el tema de los distritos de la densidad geográica por el conocimiento que
industriales de manera inicial, y posteriormente luye en el ambiente. Pero Glückler lo concibe más
como sistemas productivos locales, clusters o meras allá de una mera red económica. Las redes econó-
aglomeraciones industriales. El esquema a partir de micas son redes sociales. Aquí está la relevancia del
los aportes de Romer (1989), Lucas (1988) y Help- trabajo. Las aglomeraciones industriales son comu-
man (1984), principalmente en lo que se reiere a la nidades de empresas articuladas entre ellas y con
ComEntarios a “gEografía EConómiCa y EvoluCión dE rEdEs” 561

la sociedad. Por tanto, profundizar en el análisis de ránea. Una breve reconstrucción crítica”, Revista
las redes de las empresas y concebirlas como redes de Estudios Regionales, núm. 1, otoño, Asociación
de individuos permite una alternativa en el estudio Española de Ciencia Regional, pp. 9-32.
de las redes. Cantillon, Richard (s/f), “Ensayo sobre la naturaleza
De igual forma, al asumir las redes de empre- del comercio en general”, http://www.eumed.
sas como redes sociales, se pone en el centro del net/cursecon/economistas/textos/cantillon_
análisis al empresario como un individuo capaz de Naturaleza.htm
reestructurar o de reconigurar la red social. Esto Helpman, E. (1984), “Increasing Return, Imperfect
también es importante para entender la diversidad Markets and the Trade Theory”, en Jones, R.,
de las formas que asume la red, así como la diversi- y P. Kenen (eds.), Handbook of International
dad de las articulaciones que se dan entre las redes Economics, vol. 1, Oxford, North Holland, pp.
y, por ende, su estudio en el ámbito de la Geografía 325-365.
Económica. Hirschman, A. (1981), La estrategia del desarrollo eco-
Es así como el concepto japonés “ba” toma re- nómico, México, fCE.
levancia, porque las agrupaciones de empresas en Krugman, P. (2002), “The Fall and Rise of De-
red son agrupaciones de individuos que coniguran velopment Economics”, http://web.mit.edu/
un espacio para la producción, pero también para krugman/www/dishpan.html
la creación e innovación de conocimiento, tanto __________ (1991), “Increasing Returns and Eco-
de manera tácita como explícita. Por ello, las insti- nomic Geography”, Journal of Political Eco-
tuciones en tanto responsables de la conformación nomy, núm. 99, pp. 483-499.
de los lazos de conianza, lealtad y cooperación asu- Lucas, R.E. (1988), “On the Mechanics of Economic
men un rol importante. Development”, Journal of Monetary Economics,
Este elemento se encuentra inmerso en las núm. 22, pp. 3-42.
explicaciones sobre el crecimiento endógeno, pero Myrdal, G. (1974), Teoría económica y regiones subdesa-
aunque por su naturaleza es difícil incorporarlos en rrolladas, México, fCE.
los modelos econométricos, no implica ser soslaya- Romer, P. (1989), “Endogenous Technological Chan-
do por la ciencia económica. ge”, documento de trabajo, Series, Cambridge,
National Bureau of Economic Research.
rEfErEnCias bibliográfiCas Schumpeter, J.A. (1967), Teoría del desenvolvimiento
económico, México, fCE.
Becattini, Giacomo (2002), “Del distrito industrial Vázquez Barquero, Antonio, (2005), Las nuevas fuer-
marshalliano a ‘la teoría del distrito’ contempo- zas del desarrollo, Barcelona, Antonio Bosch.
Justicia social: nueva revisión*

david m. smitH
University of London

El autor toma como punto de partida la formulación original de justicia social territorial
de David Harvey y reconoce el surgimiento subsecuente de una política de la diferencia
como central al discurso de la justicia. Se problematiza esta preocupación contemporánea
por la diferencia. La argumentación se desarrolla a partir del reconocimiento de los as-
pectos moralmente signiicativos de la igualdad humana, pasa por la identiicación de las
necesidades humanas y los derechos asociados, y llega a una concepción igualitaria de la
justicia social. La dotación desigual de recursos de la Tierra, una preocupación disciplina-
ria tradicional, se enfoca como algo moralmente arbitrario y por tanto como un aspecto
de la diferencia que debe superarse. El artículo concluye con algunas observaciones sobre
motivación moral, discutiendo el porqué debemos apoyar activamente la justicia social.

We can live diversely in common only if inequality,


not difference, becomes our focus.
Sypnowich (1993, p. 110)

To thus place limits to difference is to pronounce who stands within,


and without, the moral shelter of the same.
Kobayashi (1997, p. 4)

introduCCión es un valioso recordatorio de las condiciones que


deben cubrirse para “una distribución justa obteni-
El compromiso geográico con la justicia social se da justamente” (Harvey, 1973, pp. 116-117):
remonta a tres décadas. El momento determinan-
te tuvo lugar en el encuentro anual de la Asocia- 1. La distribución del ingreso debe ser tal
ción de Geógrafos Americanos en Boston, en 1971, que a. sean cubiertas las necesidades de
cuando David Harvey leyó su artículo “Justicia so- la población dentro de cada territorio;
cial y sistemas espaciales” (publicado en 1972), que b. los recursos sean localizados para maxi-
mizar los efectos multiplicadores inter-
territoriales; y c. los recursos adicionales
* “Social Justice Revisited”, Environment and Planning
sean asignados para contribuir a resolver
A, 2000, vol. 32, pp. 1149-1162. Traducción al español de
Francisco Rodríguez Hernández (CRIM/UNAM), con los las diicultades u obstáculos especiales
permisos de Pion Limited, London; www.envplan.com del ambiente físico y social.

[563]
564 david m. smitH

2. Los mecanismos (institucionales, organi- cia social “territorial”, Yris Marion Young. El título
zativos, políticos y económicos) deben ser de su libro, Justicia y las políticas de la diferencia (1990)
tales, que los prospectos de los territo- tiene resonancia en Justicia, naturaleza y la geografía
rios menos aventajados sean tan grandes de la diferencia del propio Harvey (1996).
como sea posible. El regreso de Harvey a la justicia social coin-
cidió con la urgencia de otros geógrafos para hacer
El ingreso debe ser concebido en general como lo mismo (Smith, 1994). La perspectiva de este mo-
una medida del control de la sociedad sobre los re- vimiento se maniiestó en una colección de artículos
cursos escasos. El dar prioridad a los prospectos de los escritos en celebración del vigésimo aniversario del
menos aventajados releja el llamado principio de la libro original de Harvey (Laws, 1994). Low y Glee-
diferencia, central en la teoría de la justicia, entonces son (1998) compartieron con Harvey la Introduc-
recientemente establecida por John Rawls (1971). ción, inserta en un discurso hasta entonces conina-
Harvey reconoció que se requeriría un análi- do a los aspectos humanos del tema, relejando un
sis detallado de estos principios para construir una interés creciente por la justicia ambiental (Cutter,
teoría espacial en torno de ellos. El desarrollo de la 1995). Todo esto tuvo lugar dentro de un mayor
geografía humana en las dos décadas subsecuentes involucramiento con la interfase entre la geografía
mostró poco progreso en esa dirección, más allá del y la ética, la ilosofía moral (Proctor y Smith, 1999;
enfoque del bienestar (welfare approach), con su én- Smith, 1997a, 1998a, 2000a).
fasis en la distribución y en una creciente preocupa- ¿Qué hacer de este cuarto de siglo, en térmi-
ción por la desigualdad racial y de género, a pesar nos de nuestra comprensión de la justicia social, te-
de la acumulación masiva de literatura académica rritorial o de cualquier otra índole? O bien, para
sobre la justicia social en otros campos (Kymlica, situar la pregunta en un contexto ético más amplio:
1990). El marxismo, al cual Harvey estaba cerca de ¿estamos cerca de ser capaces de plantear un arre-
abrazar, y que estaba por capturar mucha de la glo espacial de la vida humana defendible moral-
vanguardia de la disciplina, tuvo poco interés en mente? Una de las revelaciones más importantes
la especiicidad de la justicia social; tan obvia se con- de este período de avances en la ilosofía moral ha
sideraba la injusticia del capitalismo y tan evidente sido la interdependencia de la justicia social y la
la superioridad del socialismo. Y lo que podría ha- vida buena (Smith, 1997b). Como planteó Michael
berse aprendido de la práctica del socialismo real, Walzer (1994, p. 24), estamos distribuyendo vidas
en Europa Oriental y China (y por supuesto, Cuba), de cierto tipo, y lo que cuenta como justicia depen-
fue prolongadamente soslayado por los exponentes de de qué tipo son. Si aceptamos que la distinción
de la geografía radical. entre lo que es materia de justicia y lo que tiene que
Cuando Harvey retomó la justicia social vein- ver con la vida buena “no está dado por algún dic-
ticinco años después, su cuestión central de “la pro- cionario moral, pero evoluciona como resultado de
ducción justa de diferencias geográicas justas” las luchas históricas y culturales” (Benhabib, 1992,
(Harvey, 1996, p. 5) fue virtualmente la misma que p. 75) entonces, al debate sobre las teorías alterna-
decía “una distribución justa obtenida justamente”. tivas de justicia social, que continúan problemati-
La frase cambió signiicativamente para relejar la zando Harvey y otros, debemos agregar la profun-
preocupación contemporánea por la diferencia. da cuestión de qué constituye una buena forma de
Tuvo además una fuente mayor de inspiración: vida para toda la humanidad en toda su diversidad.
no hay una igura líder en ilosofía política liberal, Es la introducción, o re-introducción, del
pero a cambio hay un exponente de teoría crítica asunto de la diferencia. Un tema central en justi-
hostil al paradigma distributivo implícito en la justi- cia social es la identiicación de las diferencias entre
JustiCia soCial: nuEva rEvisión 565

las personas y grupos que son moralmente signi- Este contenido dual de la diferencia ha sido
icantes para la distribución de los beneicios y de apreciado especialmente en el feminismo. Se reco-
las obligaciones. Tales diferencias pueden incorpo- noce también una tensión entre el riesgo de caer en
rar concepciones de la justicia y del bien. En años el esencialismo implícito en categorías sobre-acen-
recientes ha surgido una política de la diferencia, tuadas, tales como mujer, movilizadas en oposición
para afrontar las formas en que la gente puede ser a la desigualdad de género, y la aceptación de dife-
tratada imparcialmente por motivos de discapaci- rentes experiencias de ser mujer (u otras). El reco-
dad, etnicidad, género, estatus postcolonial, orien- nocimiento de la creciente complejidad y las múlti-
tación sexual y otros similares; aquellos excluidos ples identidades ha llevado a algunas feministas a
del nosotros supuestamente universal, basado en la tomar ciertas estrategias para evitar lo que Audrey
visión del mundo particular del sujeto occidental, Kobayashi (1997, p. 6) describe como “la pesadilla
masculino y burgués (McDowell, 1995, p. 285). Al- postmoderna” de un mundo donde no hay más
gunos identiicaron las demandas de reconocimien- que diversidad. Al limitar el enfoque a las diferen-
to de la diferencia de esos otros como identidades cias relevantes surge la cuestión de cuáles personas
de grupo, que reemplazan los intereses de clase: son iguales en términos moralmente signiicativos.
“La dominación cultural suplanta la explotación Resolver la tensión entre la diferencia y la similitud
como la injusticia fundamental. Y el reconocimien- involucra entender que la racionalidad de la polí-
to cultural desplaza la redistribución socioeconó- tica de la diferencia es para que esos otros formen
mica como el remedio para la injusticia y como parte del nosotros, que es la fuente de la unidad
objetivo de la lucha política” (Fraser, 1995, p. 68). social (Sypnowich, 1993, pp. 106-107), como una
Otros replicaron que “los efectos materiales de la comunidad o nación, pero incluyendo potencial-
economía política están invariablemente unidos a mente a toda la humanidad.
la cultura” (Young, 1997, p. 148). Mientras el pro- Así, el enfoque sobre la diferencia ha amplia-
ceso de dominación y opresión, conforme a lo do la perspectiva de la justicia social y ha otorgado
elaborado por Young (1990) es complejo y multi- atención a la desventaja de los grupos especíicos.
facético, el foco de los debates en justicia social cier- En el proceso, se ha erosionado el sentido de la se-
tamente cambió hacia la cultura. mejanza humana o similaridad cercana que se re-
La misma reivindicación de reconocimiento quiere para fundar un proyecto igualitario amplio.
podría considerarse materia de justicia, afrontan- Mientras que el reconocimiento de las formas rele-
do el enfoque restringido del paradigma distri- vantes de la diferencia podría ayudar a contener as-
butivo. Preservar la integridad de los individuos y pectos opresivos del modernismo universalizante,
la identidad de grupo podría considerarse también algunas de las mayores luchas por la justicia social
crucial para la vida buena. Pero tales reivindica- de la historia reciente (por ejemplo, los derechos
ciones a menudo son medios para lograr ines más civiles de los afroamericanos en los Estados Unidos
materialistas, asociados con la igualdad económica de América y contra el Apartheid en Sudáfrica) fue-
y social. Así, “el impulso para incluir la diferencia ron más un caso de la noción universalista de igual
se maneja por una convicción de que la identidad valor moral, confrontando construcciones sociales
de uno como miembro de una raza, sexo o cultu- particulares de la diferencia. Es tiempo de revisar
ra lingüística no debería ser desventaja en la vida algunos argumentos sobre la igualdad que han sido
social” (Sypnowich, 1993, p. 106). La diferencia es acallados debido a la preocupación por la diferencia.
una fuente de desigualdad, basada en la domina- Este artículo parte de reconocer la semejanza
ción y opresión, y simultáneamente de solidaridad, humana para ir, a través de las necesidades y los
maniiesta en la lucha contra la injusticia. derechos, hacia una concepción igualitaria de la
566 david m. smitH

justicia social (territorial). La dotación desigual de Otros autores argumentan posiciones simila-
los recursos de la tierra, una preocupación disci- res. Un ejemplo es la respuesta de Norman Geras
plinaria tradicional, es vista como algo moralmente a la condena de Richard Rorty (1989) de la idea de
arbitrario y, por lo tanto, como un aspecto de la di- naturaleza humana. Geras acepta que una concep-
ferencia a trascender. La argumentación concluye ción persuasiva de la naturaleza humana debe com-
con algunas observaciones sobre motivación moral, prender la particularidad; pero a la aseveración de
inquiriendo por qué debemos apoyar activamente que los rasgos comunes de los seres humanos no
la justicia social. son suicientemente sustanciales para constituir
una noción de utilidad, responde:

1. sEmEJanza Humana ellos son susceptibles de dolor y humillación, tie-


nen la capacidad del lenguaje y (en un sentido am-
En estos días, cualquier insinuación sobre la pre- plio) la poesía, tienen instinto sexual, un sentido
sencia de algo como la naturaleza humana atrae de identidad, creencias integrales —y algunas otras
sospechas de esencialismo. “Cualquier deinición cosas también— como necesidades de nutrición y
de naturaleza humana es peligrosa porque amena- descanso, una capacidad para la risa y el juego, po-
za con devaluar o excluir ciertos deseos individua- deres de razonamiento e invención y son, por com-
les aceptables, características culturales, o modos de paración con otras especies terrestres, formidables
vida” (Young, 1990, p. 36). No obstante, los indi- (Geras, 1995, p. 66).
cios de insatisfacción con esta posición y su riesgo
de relativismo son crecientes, pues para decidir qué Éstos no son solamente hechos naturales, tam-
podría ser aceptable se requiere de estándares ca- bién tienen consecuencias morales.
paces de trascender el aquí y el ahora de individuos Aunque la tendencia de mucha de la geografía
especíicos, grupos o prácticas locales. humana contemporánea es acentuar las diferencias
Terry Eagleton ejempliica esta reacción. Él es culturales, hay otros puntos de vista. Por ejemplo,
crítico de una forma de reduccionismo “que sub- Yi-Fu Tuan reconoce que el signiicado de la vida
valúa drásticamente lo que el hombre y la mujer buena varía mucho entre las culturas, pero airma
tienen de común como criaturas naturales, mate- que se comparten cosas en común: “el cuidado ma-
riales, sospecha torpemente de todo llamado a la terno, el orgullo paternal, y esa cualidad especial
naturaleza como una insidiosa mistiicación, y so- de calidez entre camaradas comprometidos en una
breestima la signiicancia de la diferencia cultural” tarea necesaria pero retributiva” (1986, p. 13). Son
(1996, p. 14). el tipo de relaciones de mutualidad inmersas en la
En efecto, algunas diferencias importan, sin ética del cuidado, sobre la cual algunas feministas
embargo han hecho mucho en años recientes. Joan Tronto
(1993, p. 162) enfatiza que “los humanos no son
Las diferencias no pueden lorecer mientras el totalmente autónomos, pero deben siempre enten-
hombre y la mujer languidecen bajo formas de derse en una condición de interdependencia […]
explotación, y combatirlas efectivamente impli- todos los humanos requieren de cuidados”. Como
ca ideas de humanidad que son necesariamente Tuan (1986, p. 29) reconoce, el cuidado es compar-
universales […] lo que diferentes grupos tengan tir: un tipo de comportamiento que invoca una ha-
en común social y económicamente es al inal más bilidad de reprimir la urgencia del apetito propio y
importante que sus diferencias culturales (op. cit., de anticipar las necesidades de los otros, propieda-
pp. 121-122). des de simpatía e imaginación que surgen desde lo
JustiCia soCial: nuEva rEvisión 567

esencialmente social en lugar de la naturaleza ato- necesidades humanas. La noción de necesidad im-
mizada de la vida humana. plica la fuerza moral de cierta potestad externa a la
Para Robert Sack: voluntad del individuo, como lo opuesto a un deseo
o afecto subjetivo. En ocasiones se hace referencia
el estímulo de diferentes y diversos puntos de vista a necesidades particulares como básicas, para en-
no debe obscurecer el hecho de que los seres hu- fatizar su urgencia, y por lo mismo darles una es-
manos tienen mucho en común. Vivimos en un pecial fuerza moral, por ejemplo, en la localización
ambiente material concreto y compartimos capa- de recursos y en la planeación del desarrollo. La
cidades básicas biológicas, sociales, intelectuales y demanda de los relativistas de que las necesidades
quizá incluso espirituales; compartimos también la humanas son contextuales, especíicas de tiempos,
capacidad de razonar. La pérdida de vista de esta lugares y culturas particulares, puede ser contenida
realidad básica proviene de un fuerte énfasis en por el argumento universalista de que todas las per-
la diferencia y la diversidad (1997, p. 4). sonas comparten las mismas necesidades básicas.
Los intentos de deinir necesidades universa-
Este autor está descontento de los avances que les revelan diferencias. Por ejemplo, consideremos
deniegan la existencia de cualquier aspecto esencial qué es lo que se reclama como los requerimientos
y fundamental que puede llevar a posiciones com- del bienestar humano, independientes del contex-
partidas. to, determinados por las necesidades creadas por
De manera similar, Harvey (1996) reproduce la naturaleza humana, universales, históricamente
las aspiraciones universalistas, en la evolución del constantes e invariables culturalmente:
particularismo militante de la protesta local hacia
una política radical con ambiciones globales. Enfa- Muchas de esas necesidades son isiológicas: ali-
tiza la importancia de la semejanza humana, en lu- mentación, refugio, descanso y así sucesivamente;
gar de las diferencias, para la formación de alianzas otras necesidades son psicológicas: acompañamien-
entre grupos aparentemente distintos, para reesta- to, esperanza, ausencia de horror y terror en la vida
blecer “una concepción de justicia social como algo de uno, y similares; y otras necesidades son sociales:
por lo cual luchar como un valor clave dentro de orden y certeza en la sociedad de uno, seguridad,
una ética de solidaridad política construida a través cierto respeto, entre otras (Kekes, 1994, p. 49).
de diferentes lugares” (op. cit., p. 360). En esto, él
hace eco de los feministas que reclaman una forma Comparemos lo anterior con la siguiente vi-
estratégica de esencialismo que facilite la práctica sión más restrictiva:
política (Kobayashi, 1997, p. 5).
Así, diferentes voces confrontan la preocupa- No es controversial que los seres humanos requie-
ción contemporánea por la diferencia, y ven una ran de alimentación adecuada, refugio y vestido
perspectiva más universal, sin abandonar las agu- apropiado al clima, agua limpia y saneamiento, y
dezas aportadas por la crítica postestructuralista, y cuidados parentales y de la salud. Cuando esas ne-
especialmente por la conciencia de la particulari- cesidades básicas no son satisfechas ellos enferman
dad de las personas y los lugares. y mueren prematuramente. Es controversial quizá
si los seres humanos necesiten compañía, educa-
2. nECEsidadEs Humanas ción, política y cultura, o alimento para el espíri-
tu, por lo menos por cierto tiempo y sin asombro
Habiendo establecido un fundamento de la seme- evidente, las vidas han sido vividas sin esos bienes
janza humana, el próximo paso es considerar las (O’Neill, 1991, p. 279).
568 david m. smitH

En breve, lo que se requiere para la vida hu- funcionar, pero relativo con respecto a los bienes
mana es materia de diferentes concepciones de lo necesarios para aliviarla.
bueno. O’Neill puntualiza que esos aspectos no tie- La perspectiva de las necesidades básicas
nen que ser establecidos para proseguir en la discu- fortalece el argumento del esencialismo, agre-
sión del hambre y la privación. gando atención al contexto. Por ejemplo, Martha
Un camino adelante es deinir las necesidades Nussbaum (1992, p. 205) encuentra que “la crítica
humanas universales en un sentido mínimo, relati- legítima del esencialismo deja aun espacio para un
vo a la sobreviviencia física. No obstante, los reque- esencialismo de cierto tipo: para un recuento histó-
rimientos esenciales para la vida cotidiana, como la rico sensitivo de las necesidades humanas más bá-
prevención de la enfermedad o de la muerte prema- sicas y los funcionamientos humanos”. Ella enfatiza
tura, difícilmente podrían diferir de aquellos de cual- que, aunque el enfoque de las capacidades propone
quier criatura no humana. Si la noción es una de las normas interculturales, este universalismo “se basa
necesidades humanas, entonces debería referir algo en un complejo entendimiento de las culturas como
distintivamente humano. El argumento de una de- sitios de resistencia y crítica interna” (1998, p. 770).
inición más amplia, que incluya cosas como la edu- Eagleton (1996, p. 104) concluye que no podemos
cación y el alimento para el espíritu, descansa en desechar el esencialismo porque queremos conocer
propuestas concernientes a la naturaleza distintiva qué necesidades son esenciales para la humanidad
del ser humano y no las de cualquier criatura sensible. y cuáles no; las necesidades esenciales para nuestra
Las propuestas sobre la naturaleza humana sobreviviencia y bienestar deben, entonces, consti-
son centrales en la teoría de las necesidades huma- tuirse en criterios políticos: “cualquier orden social
nas elaboradas por Doyal y Gough (1991, p. 37). que rechaza tales necesidades debe ser afrontado
Nuestra naturaleza mamífera da forma a necesi- sobre la base de qué deniega nuestra humanidad,
dades tales como el alimento y el calor necesarios lo cual es usualmente un argumento en contra más
para sobrevivir y mantener la salud; y nuestras fuerte que desdeñar nuestras convenciones cultu-
actitudes cognitivas y la experiencia de la infancia rales contingentes”.
determinan la necesidad de relaciones cercanas y Aun el exponente de la política de la diferen-
sustentantes. Nuestra hostilidad al relativismo se cia, usualmente hostil al universalismo, reconoce
expresa en la noción de que toda la gente comparte la signiicancia de esta perspectiva: “si las personas
una necesidad obvia: evitar el daño grave. El fra- sufren la privación material de las necesidades bá-
caso a sobrevivir, en un sentido físico, incluye una sicas de alimentación, refugio, cuidado de la salud,
participación limitada en el medio social prevale- y así sucesivamente, entonces no pueden perseguir
ciente. De ahí surgen dos necesidades básicas: la vidas de satisfacción laboral, participación social, y
salud física para continuar viviendo y funcionando expresión” (Young, 1990, p. 91).
efectivamente, y la autonomía personal o habilidad Los argumentos sobre la extensión del “así
para hacer elecciones informadas sobre qué hacer sucesivamente” continuará mientras haya visiones
y cómo hacerlo en un contexto societal especíico. divergentes de lo bueno: en qué es una verdadera
Los satisfactores reales de las necesidades, en la for- vida humana. Mientras más detallada sea la espe-
ma de bienes y servicios, deben ser culturalmente ciicación de las necesidades humanas, más difícil
especíicos, como algo opuesto a la universalidad de es sostener una visión universal. También está el
las necesidades básicas mismas. Esta visión es simi- problema de que satisfacer una concepción relati-
lar al enfoque adoptado por Amartya Sen (1992) vamente generosa de las necesidades humanas po-
sobre la pobreza, como absoluto o universal en el dría dar lugar a demandas económicas y políticas
sentido de dañar la capacidad de las personas para que no son realistas en las sociedades actuales.
JustiCia soCial: nuEva rEvisión 569

3. dErECHos Humanos las personas como individuos, aunque no es claro


quién ha de satisfacer las demandas que implican.
Si ciertas cosas son necesarias para la vida humana, Por ejemplo, si todas las personas tienen el dere-
puede argumentarse que toda la gente en cualquier cho a la alimentación, vestido y refugio, necesarios
lugar debería tenerlas por derecho. Si la justicia so- para sobrevivir, o a otras cosas que pueden nece-
cial ha de prevalecer, el imperativo moral frecuen- sitar para alcanzar su lorecimiento, ¿quién está
temente asociado con los derechos puede dar for- obligado a proveerlos y a qué escala geográica?
taleza a prerrogativas particulares. No obstante, la ¿son otros grupos o individuos particulares (por
noción de derechos involucra asuntos difíciles, res- ejemplo, la familia o la comunidad), o el gobierno
pecto a qué son, a cómo deben priorizarse, quién local, o el estado nacional, o alguna agencia inter-
los apoya (y dónde) y quién tiene la obligación con- nacional? Este tipo de cuestiones ha hecho que los
secuente de asegurar que los derechos se realicen derechos de bienestar sean mucho más difíciles de
efectivamente. deinir y de demandar que los derechos de libertad,
En su marco para el desarrollo moralmente aun sin considerar el costo.
consciente, John Friedmann (1992, p. 10) adopta James Sterba ha ofrecido una solución in-
los fundamentos modernos de los derechos huma- geniosa. Él concibe el derecho a la vida al mismo
nos y ciudadanos, conjuntamente con la clásica tiempo como un derecho positivo (es decir para sa-
noción de lorecimiento humano, para declarar que tisfacer las necesidades básicas de las personas y no
cada persona tiene el derecho a condiciones mate- poner en peligro serio su salud física o mental), y
riales de vida adecuadas y a ser un sujeto política- como un derecho negativo que implica que quie-
mente activo en su propia comunidad (similar al cri- nes estén en posición de hacerlo, no interieran
terio de Doyal y Gough, 1991). Apunta la distinción con los intentos de otras personas para satisfacer
que hay en la Declaración Universal de los Derechos sus necesidades básicas. Esto apunta a la cuestión
Humanos de las Naciones Unidas, entre los dere- si hay justiicación para que las personas con bie-
chos civiles y políticos, por un lado, y los derechos nes y recursos superiores a sus necesidades básicas
económicos y sociales por el otro. Esta distinción es prohiban que otros, con menor dotación, puedan
adoptada por otros partidarios de una perspectiva usarlos para satisfacer sus propias necesidades bá-
de derechos (por ejemplo, Gewirth, 1994), quienes sicas. Concluye lo siguiente: “Para la mayoría de la
proponen que los derechos de libertad y bienestar gente, su derecho de adquirir los bienes y recursos
son condiciones necesarias para la acción exitosa y, necesarios para satisfacer sus necesidades básicas
como tal, son válidos universalmente. debería tener prioridad sobre los derechos de pro-
Una diicultad fundamental es que los dere- piedad de otras personas respecto a sus posesiones
chos de libertad y los derechos de bienestar, llama- excedentes” (Sterba, 1981, p. 102).
dos así por simplicidad, pueden entrar en conlicto. En este punto de vista no está solo, pues aun
Y los primeros pueden ser más fáciles de manejar el irme defensor de la propiedad privada, John
que los últimos. Con respecto a la libertad, cada in- Locke, creía que todos tienen el derecho a la sub-
dividuo es un portador de derechos, al tiempo que sistencia física que remonta los derechos a la pro-
está obligado a no interferir en la libertad de los piedad de otros (Dunn, 1984, p. 43). Esto tiene
otros. Los arreglos institucionales necesarios están implicaciones importantes para las instituciones
basados en las leyes, en las cuales se especiican y que la justicia social requiere, con su desafío a las
protegen las libertades reales otorgadas como de- relaciones de clase del capitalismo. Los derechos
rechos a las personas. Con respecto a los derechos universales de bienestar siguen siendo en la prác-
de bienestar, es claro que los portadores son todas tica una frágil base para la justicia social, y patente-
570 david m. smitH

mente no efectivos para la mayoría de la población asunto de estar en el lugar correcto en el tiempo
mundial, sin la fuerza moral, voluntad política y correcto, de tener buena suerte en la familia, los
recursos económicos que se requieren para su cum- maestros, amigos y circunstancias, pues ninguno
plimiento. está en una posición tan fuerte para tener mucho
crédito por la forma en que sus vidas han resulta-
do” (Baker, 1987, p. 60).
4. dotaCión irrEgular dE los rECursos La oportunidad de nacer en un lugar par-
ticular, en una supericie de recursos altamente di-
Recapitulando, todas las personas comparten ca- ferenciada, no tiene mayor crédito moral que ser
racterísticas naturales, generan necesidades que varón o mujer, negro o blanco. Y tales ventajas ini-
deben satisfacerse para vivir una vida humana, y ciales, que surgen del efecto de la buena fortuna,
la dotación de los recursos necesarios debería re- se transieren fácilmente a las generaciones futuras
clamarse como un derecho humano. Esta posición lo que, de manera similar, está desprovisto de jus-
tiene fuertes implicaciones igualitarias, ya que si tiicación moral. Así como la posibilidad de que los
las características naturales, necesidades y derechos desaventajados tengan mejores oportunidades en
son universales, en el sentido de aplicarlos a todas cualquier lugar, para la mayoría de la gente la capa-
las personas en cualquier lugar, no hay una razón cidad signiicativa de cambiar su lugar, desde uno
moralmente válida para justiicar el porqué algu- pobremente dotado a un lugar (o región) rico en
nas personas en algunos lugares deben estar mejor recursos, es tan limitada como cambiar su género o
abastecidas que otras en cuanto a las fuentes de sa- pigmentación de la piel. Los migrantes por motivos
tisfacción de sus necesidades. económicos con frecuencia no son bienvenidos, y la
Hay, sin embargo, una razón geográica ob- deinición del libre tránsito, como un derecho civil
via: la distribución irregular de los recursos en el al que no estamos listos, es tan pertinente hoy día
territorio. Aunque la inluencia de este aspecto de como cuando la frase fue acuñada hace treinta años
la diferencia puede tomarse como algo dado, par- (Nett, 1971). En tanto que la distribución irregu-
te del orden natural, es posible reclamar que “la lar de los recursos para las necesidades humanas y
distribución de los recursos en el mundo es com- los derechos a su acceso relejan las fronteras de los
pletamente fortuita y que es moralmente inacep- Estados-Nación, esta fuente de injusticia está fun-
table que el destino de la gente en la vida deba dada en la geografía política.
ser determinado por una característica accidental
(Jones, 1994, p. 167). Aquí, los recursos pueden in-
cluir aquéllos creados por la humanidad, como la 5. JustiCia soCial
infraestructura local y del hogar, así como el medio
ambiente natural. Esto se vincula con un argumen- Que algunas personas en algunos lugares estén me-
to amplio sobre el carácter moralmente arbitrario jor que otras en otros lugares es un producto de la
de importantes fuentes de desigualdad humana, Geografía tanto como de la Historia. Si las fuerzas
dependientes de las oportunidades al nacimiento, que crean esos patrones de desigualdad tuvieran su
y de la buena o mala fortuna subsecuente (Smith, propia justiicación moral, no habría problemas de
2000b). El argumento de la arbitrariedad ocupa un (in)justicia social o territorial. No obstante, son tan
lugar prominente en el debate del igualitarismo poderosos los argumentos para la igualdad que “el as-
libertario (Barry, 1989; Rawls, 1971; Sandel, 1982; pecto central en cualquier teoría de justicia es la jus-
para una revisión crítica, Anderson, 1999). Enton- tiicación de las relaciones desiguales entre la gente”
ces: “Mucho de lo que las personas logran es un (Barry, 1989, p. 3). En lugar de basarse en los últi-
JustiCia soCial: nuEva rEvisión 571

mos valores conlictivos, todas las teorías contempo- uno mismo) estén distribuidos de forma igualitaria
ráneas de la sociedad justa tienen la misma base: la a menos que una distribución desigual sea “en ven-
igualdad (Kymlicka, 1990, pp. 4-5). Así, “las teorías taja de los menos favorecidos” (Rawls, 1971, pp.
más importantes del orden social comparten un en- 302-303).
doso de la igualdad en términos de alguna variable Aun si el rol de la buena fortuna se tomara
focal, aun cuando la selección de estas variables son para socavar el crédito moral de la mayor parte del
frecuentemente muy diferentes entre una teoría y logro individual, si no todo, el principio de la dife-
otra” (Sen, 1992, p. 3). rencia es una concesión defendible para que la des-
Mientras que en estos tiempos posmoder- igualdad pueda trabajar para la ventaja de todos y
nos parece haber la tentación de reconocer el in- especialmente de los pobres. El caso más obvio es el
grediente común de la igualdad, aún impreciso, y de retribuir al más eiciente (individuos o lugares),
plantearlo como tal, aceptando la inconmensurabi- con la inalidad de incrementar la producción agre-
lidad de los diferentes criterios o variables, hay un gada de la cual los pobres seguramente ganan. La
enfoque más progresivo de justicia social, sugerido recurrencia al principio de la diferencia de Rawls es
en las secciones anteriores de este artículo. Se trata patente en la literatura académica contemporánea.
de establecer una concepción universal mínima de Para Doyal y Gough (1991, p. 132): “las desigualda-
los requerimientos del bienestar humano, basado des serán toleradas en la medida en que beneicien
en una teoría no compleja del bien (Nussbaum, a los menos afortunados, mediante su orientación
1992) y preguntarse ¿qué desigualdad debe preva- a la provisión de aquellos bienes y servicios necesa-
lecer? Si no hay una respuesta que tenga convicción rios para optimizar la satisfacción de las necesida-
moral, y si la situación existente se caracteriza por des básicas”.
la desigualdad (entre personas deinidas por clase, Las disparidades que surgen de las barreras al
género, raza o territorio), entonces debe continuar- progreso y de beneicios tales como la herencia en
se con el argumento de la justicia social como un el capitalismo, llevó a Miller (1992, p. 187) a plan-
proceso de igualización (Smith, 1994, capítulo 5). tear que la desigualdad trabaje para los intereses
Se requiere de un argumento moral robus- de los más desafortunados, siendo su defensa moral
to para defender la desigualdad en los estándares “la igualdad de oportunidades, que cada partidario
de vida. En tanto que el mérito asociado con hacer de la libertad social, con relexión adecuada, acep-
grandes esfuerzos en la forma de contribuciones a taría”. Y la concepción de desarrollo alternativo
la sociedad, quizá superando obstáculos particula- defendida por Friedmann (1992), que enfatiza las
res, podría acarrear ponderación especial (como en demandas morales de los pobres desempoderados,
la formulación original de Harvey), aún esta capa- tiene un tono rawlsiano distintivo.
cidad podría estar delineada por las oportunidades La cuestión práctica principal es la de deinir
asociadas a la dotación genética, al ambiente o a la el objeto de la justicia distributiva, lo que debe ser
socialización. La defensa de la desigualdad con la ma- igualado aplicando las restricciones de Rawls. Si
yor convicción moral (quizá) ha sido proporcionada esto se relaciona en algún sentido con estándares de
por el principio de la diferencia de Rawls. Éste de- vida, entonces la especiicación de esos estándares
manda que las desigualdades sociales y económicas no puede evitarse. Pero si la deinición está basada
están dispuestas de tal manera que sean “para el en una cultura particular o en una concepción muy
mayor beneicio de los menos aventajados”, mien- compleja del bien, esto socava su universalidad y
tras que su concepción general de justicia requiere la posibilidad de considerar la justicia en la distri-
de todos los bienes primarios (libertad y oportuni- bución en una escala amplia, incluso global. De ahí
dad, ingreso y riqueza, y las bases del respeto por el atractivo de una propuesta como la de Doyal y
572 david m. smitH

Gough (1991), con su enfoque en la distribución dad imparcial de las oportunidades (Ralws, 1971,
de lo que la gente requiere universalmente para p. 302).
prevenir daños serios; o el énfasis de Nussbaum La libertad no debe tener prioridad sobre la
(1992) y de Sen (1992) en procurar las capacidades igualdad económica y social. Una reformulación,
humanas. que reclama que las perspectivas liberal y marxista
Por supuesto, igualar los recursos para evitar no tienen por qué ser polos opuestos, propone la
el daño serio en una escala global podría permitir siguiente primera prioridad:
pequeñas ganancias para sostener prerrogativas lo-
cales. En otras palabras, dados los límites de los re- Los derechos de seguridad básica y subsistencia de
cursos globales, satisfacer las necesidades básicas de cada quien han de ser alcanzados: esto es, la inte-
todas las personas, aquí y ahora, limita en grande el gridad física de cada quien ha de ser respetada y
enfoque sobre la desigualdad (Sterba, 1981, 1998, cada quien ha de tener garantizado un nivel míni-
p. 63). Tal estrategia tendría implicaciones para la mo de bienestar material que incluya las necesida-
vida buena, que podrían excluir los excesos del con- des básicas, es decir aquellas necesidades que de-
sumo lujoso que disfruta una pequeña minoría de ben alcanzarse para mantener un funcionamiento
la población mundial a expensas de las necesida- normal del ser humano (Peffer, 1990, p. 14).
des más modestas de la vasta mayoría. De ampliar
el enfoque espacial de la (re)distribución, en tanto Esta prioridad es precedente sobre un sistema
sea más generosa su concepción de la necesidad, máximo de libertades básicas iguales, de oportuni-
serán más severamente igualitarias sus consecuen- dades iguales, y de un derecho igual a participar
cias. Y a resultados más igualitarios, mayores las en la toma de decisiones sociales. Una versión del
limitaciones en las concepciones individuales o gru- principio de la diferencia se especiica como: “Las
pales del bien, las cuales requieren de partes des- desigualdades económicas y sociales han de estar
proporcionadas de los recursos para la satisfacción justiicadas si, y solo si, beneician a los menos aven-
de las necesidades. Ésta es una manera en que se tajados […] pero no han de exceder los niveles
maniiesta claramente la interdependencia entre la que podrían obstaculizar seriamente el valor igual
justicia y la buena vida. de la libertad o el bien del respeto por sí mismo”.
Queda por considerar la prioridad que debe Aunque esta formulación tiene algunos problemas
darse a igualar la satisfacción de las necesidades hu- operativos (Smith, 1994, pp. 96-97), la prioridad
manas. Como se anotó arriba, el derecho al bien- que otorga a la seguridad económica y social so-
estar material puede entrar en conlicto con otros bre la libertad permite que las creencias sagradas
valores morales, tales como la libertad, el cual po- del liberalismo, tales como la propiedad privada
dría incluir el derecho al reconocimiento de una y la libertad sobre las concepciones impuestas del
identidad o cultura distintiva. Esto está ilustrado bien, cedan el paso a las necesidades básicas de los
en la teoría de Rawls, que adopta la convención li- menos afortunados. Esto podría ser una respues-
beral de priorizar la libertad. Su primer principio ta moralmente superior a la realidad del mundo
es que “Cada persona tiene igual derecho al más contemporáneo, en el cual la mayoría de la gente
extenso sistema total de libertades, compatible con tiene algunas libertades elementales avaladas por la
un sistema similar de libertades para todos”, y éste ley (aunque no necesariamente garantizadas en la
precede al segundo principio, que especiica que las práctica), pero esto no sucede con los derechos a
desigualdades deben estar arregladas para el ma- casi cualquiera de los medios más básicos de sub-
yor beneicio de los menos aventajados y ligadas a sistencia. La cuestión de qué clase de libertad (in-
funciones y puestos accesibles a todos, bajo la igual- cluida la integridad cultural) disfrutan realmente
JustiCia soCial: nuEva rEvisión 573

algunas personas en algunos lugares, si su mayor tes en sí mismos. Si hay una respuesta, ésta tiene
preocupación en la vida es subsistir en lugar de lo- que ver con entender lo que el sufrimiento signii-
recer, podría agregar peso a la priorización de la ca realmente, surgiendo de una combinación de la
satisfacción de las necesidades materiales con cierto experiencia personal con la capacidad imaginativa
costo de libertad individual. para generalizar desde la experiencia de otros. Esto
parece involucrar el tipo de propuesta de justicia
social que se perila aquí: el reconocimiento de la
6. ¿por qué dEbEría prEoCuparnos? similitud humana y la priorización de la desigual-
dad sobre la diferencia. Asimismo, cómo se obtiene
En las secciones precedentes, he tratado de mostrar esta perspectiva podría depender mucho de cómo
que puede construirse una concepción persuasiva somos nosotros: en cómo el conocimiento de la vida
de justicia social, a partir de la semejanza humana de otros está mediado por el espacio geográico.
y de las necesidades básicas, pasando por la arbitra- Se pueden delinear algunos puntos a partir
riedad de la buena fortuna del lugar, hasta la dis- de dos autores de perspectiva diferente, ya mencio-
tribución igualitaria de las necesidades de la vida nados en este artículo. Para Rorty, hay cierto pro-
humana, con la restricción del principio de que greso moral hacia una mayor solidaridad humana:
cierta desigualdad podría beneiciar al menos afor-
tunado. Ya que el espacio geográico es una dimen- los sentimientos de solidaridad son necesarios en
sión (importante) en la cual la distribución tiene materia de cuáles similitudes o disimilaridades nos
lugar y es evaluada, se pueden percibir los linea- afectan de forma sobresaliente […] la habilidad de
mientos de la justicia social territorial. ver más y más diferencias tradicionales (de grupo,
Nada de esto hace necesaria la motivación religión, etnia, costumbres y otras similares) como
moral, en el sentido de inducir a las personas a ac- no importantes, cuando las comparamos con res-
tuar con el propósito de un mundo más igualitario. pecto al dolor y la humillación; la habilidad de pen-
¿Por qué debemos preocuparnos de aquellos me- sar en la gente tan diferente de nosotros mismos,
nos afortunados que nosotros, vistos desde nuestros como en la incluida en el rango nosotros (1989, p.
pináculos personales en la supericie, sumamente 192).
desigual, del bienestar humano? ¿Por qué debemos
promover activamente la igualdad, cuando noso- Esto no se logra por indagación, sino por la
tros mismos, junto con lo más próximo y querido, habilidad imaginativa de percibir a la gente dife-
estamos muy cerca de ser perdedores en la redistri- rente como colegas que sufren: la solidaridad “es
bución de los recursos? ¿Por qué preocuparse con construida en lugar de ser encontrada, producida
lo que aparenta ser poco más que un idealismo utó- en el curso de la historia, en lugar de reconocida
pico, en un mundo que parece inmune a cambiar como un hecho ahistórico” (Rorty, 1989, p. 195).
con el propósito consciente del bien? Geras enfoca en la experiencia del bienestar
Estas cuestiones meta-éticas surgen en cual- en adición al sufrimiento, procreando un sentido
quier proyecto donde, desde la perspectiva de las similar de solidaridad:
partes del mundo relativamente aventajadas, surge
la cuestión de cómo extender un enfoque espacial los códigos básicos de conducta moral y delibera-
de beneicencia (Smith, 1998b). Ni las fuerzas ex- ción sobre qué debería o no debería ser correcto
ternas, ni algo interno al mismo, ni la razón de la hicieron relacionar en deinitiva, si no directamen-
persuasión intelectual, ni la experiencia inmediata te, las formas de considerar el sufrimiento —su
de empatía con la gente cercana parecen suicien- prevención y alivio— y la promoción y manteni-
574 david m. smitH

miento del bienestar, en el más amplio sentido. Puede encontrarse una línea similar en el mar-
Éste es el tipo de consideración que casi cualquiera co introductorio de Homo Geographicus de Robert
puede entender como candidato posible para una Sack (1997), quien sugiere que trascender la par-
razón poderosa, que sea guía de acción, porque cialidad local es parte del crecimiento, de expandir
en la experiencia de cada uno habrá cierto tipo de los horizontes, de conocer más sobre el mundo y su
conocimiento […] de qué sufrimiento y bienestar gente y sobre las consecuencias de nuestros actos.
realmente importa (1995, p. 94). “Una posición moral debe justiicarse a los otros
con base en un razonamiento imparcial o menos
Este mismo autor señala más adelante: parcial, no a partir del interés propio, la costumbre
o la práctica” (op. cit., p. 230). En tanto se amplía
En cualquier mundo donde las relaciones no son el entendimiento de nuestro mundo interrelacio-
enteramente cara a cara […] y [en] una discusión nado, la conciencia de las implicaciones de nuestros
sobre la solidaridad de amplio rango, tal que pue- actos proporciona una base para su evaluación y
da alcanzar a la gente que es mucha y distante, la una razón para la acción: una fuente de motivación
necesidad de una generalización de la racionalidad moral. Stuart Corbridge (1998, p. 37) de manera
moral para trabajar juntos con sentimientos huma- similar sitúa la responsabilidad moral en el entendi-
nos decentes parecería ser elemental (op. cit., 1995, miento de la forma en que las vidas infortunadas de
p. 98). personas distantes están conectadas con nosotros
mismos en la economía mundial globalizada: “hay
De ahí la importancia de combinar el argu- buenas razones para atender nuestras necesidades
mento de universalizar nociones con la base ex- y derechos como miembros de la especie humana
periencial de la empatía que es más una cuestión de un modo que nos haga llamarlos ‘nuestros’ re-
local. cursos y prerrogativas.”
Reiriéndose a la justicia, Bryan Turner Este razonamiento puede apoyarse en el im-
(1986, p. 97) postula: “si hay una emoción univer- perativo categórico de Kant, pero más como un
sal, bien podría ser un sentido de indignación que experimento de pensamiento en donde se inter-
surge de nuestra experiencia de injusticia, cuando cambian los roles, que como un simple ejercicio
el inocente es abrumado por fuerzas superiores”, de abstracción. Aún más, así como puede dirigir-
una experiencia trascendente que no puede ser re- se a otros reales, el imperativo categórico “aplica
lativizada. Es algo que puede entenderse, porque a máximas, las cuales están repletas con el local,
los seres humanos tienen la capacidad imaginativa parcial, condicional y contextual” (Sack, 1997, p.
para ponerse en el lugar de otros, como “el impulso 232). La visión de Rawls, desde atrás del velo de la
de la moralidad” (Paul et al., 1994, p. vii). Turner ignorancia en referencia a la posición de la gente
(1986, p. 115) sugiere “aunque la desigualdad cons- en la sociedad, invita a una interpretación similar.
tantemente re-emerge en las sociedades humanas, Su teoría de justicia “es interpretada más coheren-
nosotros parecemos tener un sentido ‘natural’ de im- temente como una estructura moral fundada en la
parcialidad y de justicia desarrollado a partir de igual preocupación de las personas por cada uno de
la reciprocidad que determina los contornos de la los otros como por sí mismos, una teoría en la cual
vida cotidiana”. Así, la resistencia a la desigualdad la empatía y el cuidado para con los otros, así como
parece tan inevitable como la desigualdad misma, la prevención de sus diferencias, son componentes
cuyo conocimiento es suiciente para motivar la ac- cruciales” (Okin, 1989, p. 248). Corbridge sugiere
ción, por lo menos para algunas personas en ciertos que el principio de la diferencia es una exposición
lugares. poderosa de “ahí voy, pero con la gracia de Dios”:
JustiCia soCial: nuEva rEvisión 575

“Rawls nos fuerza a ponernos en la posición de esa Si no hay verdad, no hay justicia. Nada funciona mo-
gente que, no por buenas razones, son menos afor- ral y políticamente. Hay juegos de lenguaje aterra-
tunados que nosotros […] las necesidades y dere- dores preparados siempre en algún lugar, hoy como
chos de los diferentes podrían fácilmente —y por siempre. Serán “jugados” por aquellos que buscan
el ‘accidente’ del nacimiento— ser las necesidades la oportunidad de hacerlo en mortal seriedad. Per-
y derechos de nosotros mismos” (Corbridge, 1993, manecen para mostrar que, entre nuestras defensas
p. 464; 1998, pp. 45-46). No se ha encontrado una contra ellos, no tenemos nada mejor que los concep-
motivación moral más poderosa. De ahí la invoca- tos de humanidad común, de derechos universales, y
ción en el discurso moral cotidiano de sentimientos de razonar juntos para tratar de descubrir cómo son
tales como “si yo fuera usted”, “póngase en mi lu- las cosas, con la inalidad de minimizar el sufrimiento
gar”, “si la situación fuera inversa” y otros similares. evitable y la injusticia. Geras (1995, p. 143).
La pena es que aun éstos quedan cortos frente a lo
que se requiere para una respuesta política, en la
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forma de igualdad como un ideal moral. Reducir munity and Postmodernism in Contemporary Ethics,
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sea evidentemente en el interés de los menos afor- Corbridge, S. (1998), “Development Ethics: Distan-
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esta línea, que podría declararse como una verdad __________ (1993), “Marxism, Modernities, and Mo-
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enfoque de este artículo, que no es otro que pro- Cutter, S.L. (1995), “Race, Class and Environmen-
veer de un recordatorio, si se requiere, de que los tal Justice”, Progress in Human Geography, núm.
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dibles pueden tomar direcciones peligrosas. Doyal, L. e I. Gough (1991), A Theory of Human
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Dunn, J. (1984), John Locke, Oxford, Oxford Uni-
El dilema posmoderno se evita cuando aceptamos versity Press.
que ciertas necesidades humanas y derechos, por Eagleton, T. (1996), The Illusions of Postmodernism,
lo menos, puedan ser tomadas como “universales”, Oxford, Blackwell.
y cuando aprendemos que atendiendo esas necesi- Fraser, N. (1995), “From Redistribution to Recogni-
dades y derechos no somos tan dictadores con otros tion? Dilemmas of Justice in a ‘Post-Socialist’
como con nosotros mismos (Corbridge 1993, p. 469). Age”, New Left Review, núm. 212, pp. 68-93.
576 david m. smitH

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Comentarios al trabajo de David M. Smith,
“Justicia social: nueva revisión”

franCisCo rodríguEz HErnándEz


Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias/unam

La desigualdad de los recursos y de las condiciones no social y alcanzar un estado de justicia, es el tema
de vida entre los individuos, familias y grupos que del artículo de David Smith, conocido por sus con-
conforman una sociedad es un tema clásico, fun- tribuciones sobre la conceptualización teórica de las
damental, de las Ciencias Sociales. En general, las cuestiones de justicia distributiva en la geografía
diferentes teorías sobre este fenómeno la atribu- humana, así como por el estudio de las expresio-
yen a los mecanismos que estructuran la sociedad, nes territoriales de la desigualdad social, principal-
e incorporan propuestas para alcanzar un estado mente en Europa Oriental, Sudáfrica y el Sur de
de justicia distributiva —o justicia social— que im- los Estados Unidos de América. Sus obras de mayor
plican ya sea modiicaciones en dicha estructura, difusión en esta temática son Human Geography; a
como lo hace el marxismo, o bien, formas de trata- Welfare Approach (1980), así como Geography and So-
miento de la dinámica social e individual en el con- cial Justice (1994).
texto de la economía de mercado, como lo hacen En “Justicia social: nueva revisión”, Smith hace
los partidarios de la tradición liberal.1 Sin duda, el una revisión crítica de los avances teóricos en torno
tema no es ajeno a la geografía humana. a la noción de justicia social, para valorar su contri-
La desigualdad, particularmente el identiicar bución a una perspectiva territorial, así como para
criterios éticos válidos para enfrentar este fenóme- rescatar sus propias contribuciones al ubicarlas en

1 La tradición liberal deiende la libertad de las per- los bienes materiales a través del mecanismo de mercado
sonas para beneiciarse de los bienes y recursos que han libre, otras teorías cuestionan la justicia de una distribu-
obtenido de forma legítima. Sin embargo, mientras algu- ción inicial desigual basada en recursos y atributos obte-
nas de las teorías que comprende esta vertiente apoyan nidos por el azar, como se verá más adelante (Kymlica,
este enfoque a partir de la asignación y distribución de 1992; Smith, 1994; Sánchez, 2012).

[579]
580 franCisCo rodríguEz HErnándEz

el debate sobre el tema. En este comentario sobre los países pobres, bajo una concepción de desarro-
el artículo de Smith interesa destacar la relevancia llo económico que uniicaba las distintas teorías de
del tema para la geografía humana en general —y la época, en una perspectiva que lo entiende como
la económica en particular— así como plantear a un proceso de evolución de las economías naciona-
grandes rasgos el contexto de la discusión sobre la les único y deinido. En esta concepción, los países
desigualdad y la justicia distributiva, y su vincula- pobres requieren poner en marcha el proceso de
ción con el campo de la política. desarrollo para salir del estado de subdesarrollo y
Como se sabe, un objetivo primordial de la acceder a los niveles de progreso y bienestar de los
Geografía Económica es el estudio de la distribu- países avanzados (Esteva, 1992).
ción territorial de los recursos y actividades que Estos modelos y políticas de desarrollo eco-
sustentan la vida humana. En general, esta distri- nómico se orientaron básicamente a incrementar la
bución se caracteriza por la heterogeneidad, que productividad económica, bajo la premisa de que el
se releja en las variaciones socio-espaciales de los aumento en el producto llevaría en el largo plazo a
niveles de vida de la población, cuya expresión más una distribución del ingreso menos desigual y, por
lacerante es la pobreza. Entre los factores asocia- ende, a eliminar o reducir la pobreza y favorecer
dos a esta problemática pueden señalarse la poca niveles mayores de bienestar social.2 El correlato te-
productividad de amplios grupos de población lo- rritorial de este concepto sería la reducción de las
calizados en el territorio, sus escasas oportunidades desigualdades regionales, por lo menos en lo que se
para acceder a ocupaciones remunerativas, y la po- reiere a los estándares de vida de la población.3 El
larización del ingreso y la riqueza. La experiencia mecanismo principal fue la industrialización para
nos ha enseñado que no basta diseñar programas la sustitución de importaciones, que se aplicó a par-
y políticas que confronten el problema solamente tir de la década de 1940 en los principales países
desde de la Economía. En efecto, hoy día nadie se subdesarrollados, primordialmente los de América
atreve a cuestionar la multidimensionalidad de la Latina. Se impulsaba lo que algunos autores llama-
problemática de la pobreza, de la misma manera ron el paradigma de la modernización, que consiste
que no pueden soslayarse la inluencia del espa- en impulsar el crecimiento de un sector moderno,
cio y los atributos del territorio. La solución de los industrial y urbano de la economía, a expensas del
problemas de productividad e insuiciencia del in- sector tradicional, basado en la agricultura de sub-
greso es importante porque no puede pensarse en sistencia y característicamente rural. En el ámbito
solución alguna sin los recursos necesarios, pero ha territorial, esta concepción del desarrollo favoreció
sido demostrado que la problemática subsiste si no la urbanización acelerada de los diversos países que
se atienden otros factores sociales, culturales y polí- lo adoptaron.
ticos, así como la dimensión geográica.
La evolución del concepto de desarrollo re-
leja la penetración creciente de una noción multi- 2 Esta noción de la relación entre el desarrollo eco-
dimensional de la problemática de la pobreza y la nómico y la desigualdad en la distribución del ingreso y la
desigualdad socioeconómica. El uso de un concep- riqueza fue desarrollada originalmente por Simon Kuz-
netz (1955). La llamada hipótesis de Kuznetz, que plan-
to de desarrollo económico como objetivo universal tea que la desigualdad disminuye en el largo plazo, a
se impuso a partir de la actividad de las Naciones medida que aumenta la productividad de la economía,
Unidas y los organismos de inanciamiento y asis- y una vez superada una etapa de despegue del creci-
miento económico, en la cual los niveles de desigualdad
tencia internacional que se formaron al término
se incrementan con respecto a la etapa anterior.
de la Segunda Guerra Mundial. Estos organismos 3 La traducción en términos espaciales de la hipó-

adoptaron políticas y programas de desarrollo para tesis de Kuznetz fue desarrollada por Williamson (1965).
ComEntarios a “JustiCia soCial: nuEva rEvisión” 581

El modelo permitió sostener por varias déca- var las inversiones no provechosas; la reducción de
das el crecimiento económico de estos países, pero la intervención estatal en la economía, incluyendo
no resolvieron el problema de la pobreza. Además, recortes en el gasto social, la reducción de los sub-
a mediados de la década de 1970, el crecimiento sidios y del capital productivo estatal —el in del
económico de estos países se había estancado, mos- Estado Benefactor—; así como el incremento de la
trando los límites del modelo. Esto llevó a los or- apertura al mercado internacional, bajo la idea de
ganismos internacionales a la búsqueda de nuevas que los precios relativos internacionales sirvieran
estrategias que permitieran avanzar en la solución de referencia en la localización de las inversiones
de dicha problemática. Se abandonó la estrategia y en la reestructuración de la economía doméstica,
de industrialización sustitutiva de importaciones y acorde con la división internacional del trabajo (op.
se pasó a ensayar con modelos diversos, entre ellos, cit., 1986).
los programas dirigidos a la satisfacción directa de las Los países subdesarrollados que habían adop-
necesidades básicas y los modelos especíicos de des- tado la estrategia de la sustitución de importaciones,
arrollo endógeno. Los primeros partieron de re- ante el agotamiento del modelo y la necesidad de i-
conocer que el crecimiento económico no resuelve nanciamiento, se acogieron a la ayuda inanciera de
por sí mismo el hambre y la pobreza; en cambio, los organismos internacionales para sortear la situa-
había profundizado en la miseria de entre uno y ción de bajo crecimiento. Estos organismos adopta-
dos quintos de la población mundial. Los segundos ron posiciones comunes, orientadas a la ampliación
planteaban la necesidad de reconocer las espe- del mercado internacional. Se conformó así el mo-
ciicidades socioculturales en la formulación de delo neoliberal de desarrollo para el subdesarrollo,
estrategias de desarrollo especíicas para los paí- retomando las nuevas tendencias de política de los
ses subdesarrollados, y por tanto abandonaban la países desarrollados, así como la experiencia enton-
idea del desarrollo como un proceso único y pre- ces reciente del alto crecimiento de algunos países
decible y la posibilidad de imponer un solo mo- asiáticos. El modelo consiste, a grandes rasgos, en
delo cultural en el mundo. La aplicación de estos la apertura hacia los mercados internacionales, el
modelos no arrojó resultados sustantivos (Dewar impulso de la producción dirigida a la exportación
et al., 1986). y la reducción del rol estatal en la economía, todo
La introducción del modelo neoliberal, que ello acompañado de enérgicos programas de ajuste
actualmente predomina en las políticas de desa- económico estructural (op. cit., 1986).
rrollo, proviene de la década de 1980, cuando el La aplicación de la nueva estrategia, y en es-
mundo entero entró en crisis económica. Se redu- pecial de los programas de ajuste económico estruc-
jeron el dinamismo del mercado y las posibilidades tural, provocaron fuertes impactos sociales (Cho-
de crecimiento de las economías avanzadas. Los ssudovsky, 2002). En este contexto, y dado que el
gobiernos de los países desarrollados, particular- modelo reairma la idea de que el crecimiento es
mente de Estados Unidos y Gran Bretaña, abando- necesario para alcanzar mayores niveles de bienes-
naron la planeación económica de largo plazo, que tar de la población, debe destacarse que a partir de
había fallado en lograr el balance oferta-demanda, la década de 1990 se comenzó a impulsar, también
y adoptaron una serie de políticas monetaristas, desde organismos internacionales, particularmente
orientadas a mejorar la eiciencia y competitividad el Programa de Naciones Unidas para el Desarro-
internacional de la economía doméstica, a través, llo (pnud), estrategias de política complementarias
entre otras medidas, de estrictos controles de la para abatir la pobreza, mejorar los niveles de em-
oferta de dinero y de la elevación de las tasas de pleo, y mejorar los estándares de vida de la pobla-
interés, para promover la eiciencia y desincenti- ción, bajo el convencimiento de que el crecimiento
582 franCisCo rodríguEz HErnándEz

económico por sí solo no basta para encarar los pro- co en el tema. Por una parte están los avances en los
blemas de pobreza y desigualdad. estudios sobre el desarrollo económico. A inales de
En 1995 se celebró en Copenhague la Cum- la década de los cincuenta, Myrdal y Hirschman
bre Mundial de Desarrollo Social, cuya inalidad demostraron la fuerza de la tendencia concentra-
fue atender los efectos nocivos de las políticas neo- dora del crecimiento económico y demandaban la
liberales, el ajuste de las economías nacionales y la intervención del Estado para resolver los proble-
apertura a la competencia internacional, particu- mas del desarrollo. Los estudios sobre la inluencia
larmente la polarización del desarrollo económi- del crecimiento en la distribución del ingreso que
co, el aumento de la pobreza y el desempleo, así se realizaron en las décadas de 1970 y 1980 tienen
como la multiplicación de los riesgos ambientales. como principal hallazgo que la disminución de la
Los compromisos asumidos entonces por los países desigualdad no aparece necesariamente con el
participantes conforman una concepción amplia avance del crecimiento económico, ya que el entor-
del desarrollo social, más acorde con la realidad, no local es importante para determinar el éxito de
que incorpora diversas metas especíicas en cua- las políticas de desarrollo (Hernández, 1999; Sán-
tro vertientes de acción: crear un entorno propicio chez, 2006). Si bien es indispensable el aumento del
para el desarrollo social; erradicar la pobreza ex- producto para combatir la pobreza, un alto grado
trema; crear empleo productivo y reducir el des- de polarización del ingreso es un obstáculo para
empleo; y lograr la integración social (Declaración y la redistribución de los beneicios del crecimiento
Programa.., 1995). (Lustig, 2004).
En septiembre del 2000, la Asamblea General Por otro lado están los avances en otros cam-
de Naciones Unidas aprobó la Declaración del Mile- pos de las Ciencias Sociales y de las Humanidades
nio, en la cual se reairmaron los compromisos con- en torno a la comprensión de la pobreza, a la des-
venidos en la Cumbre de Copenhague, y se acor- igualdad social, y a la formulación de criterios y
daron nuevos compromisos para el desarrollo y la perspectivas para diagnosticar y atender estos pro-
reducción de la pobreza. blemas, que en general señalan la importancia de
Estos compromisos llamados objetivos del mi- la estructura social y de los factores sociocultura-
lenio cubren los siguientes rubros generales: erra- les. Una vertiente de estos avances viene de la So-
dicar la pobreza extrema y el hambre; alcanzar la ciología, la Antropología Social y la Etnología, la
educación primaria universal; promover la igual- Psicología Social, y otras disciplinas aines; se reie-
dad de género y fortalecer a la mujer; reducir la ren, más allá de la identiicación y diagnóstico de la
mortalidad infantil y mejorar la salud materna; problemática que nos ocupa, al estudio de los facto-
combatir el sida, la malaria y otras enfermedades res que inciden en su continuidad y a sus efectos en
importantes; asegurar la sustentabilidad ambiental; los grupos sociales que la padecen. Otra vertiente
y promover el desarrollo de una alianza mundial corresponde a la ilosofía política, la cual atiende
para el desarrollo. Estos objetivos tienen la virtud el problema de la pobreza y la desigualdad social
de especiicarse como metas concretas a alcanzarse desde una perspectiva más ideológico-estructu-
en tiempos estipulados; así, por ejemplo, se plantea ral, enfocada a identiicar los criterios de justicia
reducir la mitad de la pobreza extrema y la canti- distributiva para superar dicha problemática; es
dad de personas que padezcan hambre para el año principalmente en esta vertiente donde se ubica el
2015 (Guía…, 2001). artículo de Smith. Sus avances han permitido su-
Los cambios en la noción y en las propuestas perar el enfoque del utilitarismo, que dominó por
de desarrollo económico y social no se hicieron de mucho tiempo las perspectivas teóricas sobre la
forma aislada al avance del conocimiento académi- desigualdad social y constituye la base de la teoría
ComEntarios a “JustiCia soCial: nuEva rEvisión” 583

neoclásica del bienestar.4 La publicación en 1971 de condiciones entre los individuos, a partir de la
de A Theory of Justice de John Rawls (1990) marcó el cual cada quien pueda desarrollarse, usando sus
inicio de una nueva época en el debate académico oportunidades y preferencias.
sobre la desigualdad social. Este autor planteó como Propone un conjunto de bienes primarios (li-
irreconciliables dos características del utilitarismo: bertad y oportunidad; ingreso y riqueza; y las bases
su índole totalizadora, desinteresada por la distri- del respeto a sí mismo) que deben ser distribuidos
bución del bienestar y por tanto ajena a cualquier igualmente, que son vistos como condiciones socia-
explicación que justiique la desigualdad de su dis- les de fondo y como medios necesarios para cons-
tribución; y el supuesto utilitarista de que el bienes- truir una concepción del bien compartida por los
tar es el aspecto de la condición de una persona que miembros de la sociedad; en ese sentido, constitu-
debe recibir atención normativa (Cohen, [1993] yen también las bases del entendimiento colectivo.
(1996, p. 28). Establece un sistema de prioridades que coloca a la
Rawls desarrolló su teoría bajo la idea de que libertad en el máximo nivel, seguida de la oportu-
es necesaria una redistribución del ingreso para nidad justa y, con menor prioridad, la eiciencia y la
alcanzar un estado de justicia, admitiendo cierto maximización de la utilidad. Plantea, asimismo, que
grado de desigualdad como algo necesario para el la existencia de las diferencias económicas y socia-
funcionamiento del sistema. Al considerar que cier- les debe estar estructurada de manera tal que sean
tas fuentes de desigualdad son arbitrarias (como en beneicio de los menos aventajados, y que esta
las diferencias iniciales en cuanto a riqueza, estatus condición —el llamado principio de la diferencia—
social y talentos), plantea que el destino de las per- adquiera prioridad sobre la eiciencia económica.
sonas no debe estar determinado por circunstan- Del análisis crítico de la teoría de la justicia de
cias ajenas a su voluntad, sino por sus elecciones in- Rawls se desprendieron diversos trabajos que deba-
dividuales en un contexto que les ofrezca igualdad ten acerca de qué es lo que debe recibir una distri-
de oportunidades. La clave de dicha propuesta está bución igualitaria y qué lo que puede tolerarse sea
entonces en lograr una situación inicial de igualdad distribuido desigualmente. Por ejemplo, Amartya
Sen considera que el planteamiento de los bienes
4 El utilitarismo proviene de los trabajos de Jeremy básicos homogeiniza a individuos con necesida-
Bentham (siglo XVII) y de John Stuart Mill (siglo XIX), des diferentes y cambiantes, y que dichos bienes son
doctrina radical en su tiempo, ya que confrontaba las medios y no ines en sí mismos. Ronald Dworkin,
creencias sobre el derecho divino, la autoridad aristocrá-
por su parte, considera que Rawls responsabiliza a
tica y la superstición como las principales guías normati-
vas del comportamiento de la gente. El utilitarismo clási- los individuos por situaciones que no controlan, y
co se enfoca en la distribución del bienestar (visto como deja de responsabilizar a quienes, pudiendo con-
placer o felicidad). Otorga el mismo peso al bienestar de trolar su situación, no lo hacen.
cada persona y exhorta a maximizar tanto el bienestar
personal, como a promover tanto bien agregado o total
John Roemer plantea que la distribución des-
como sea posible, bajo ciertas restricciones, como son el igual de la riqueza y del ingreso se justiica mientras
presupuesto personal y los recursos disponibles de la so- sea el resultado del esfuerzo libre y responsable, y
ciedad. Las versiones contemporáneas se enfocan en la por tanto no puede ser una base universal para lo-
maximización de la utilidad tanto individual como agre-
gada. En lo individual, consiste en satisfacer las prefe- grar la igualdad sin comprometer ciertas libertades.
rencias del consumidor al máximo posible dentro de los Estos autores, entre otros, avanzaron a través de sus
mecanismos del mercado y con sus recursos limitados, planteamientos hacia una perspectiva en la cual lo
considerando los bienes y servicios que se obtienen por
importante es lograr condiciones de igualdad de
la vía monetaria, pero también otros que derivan satisfac-
ción a las personas. El agregado de la utilidad individual acceso y aprovechamiento a las oportunidades que
es el bienestar social (Smith, 1994, p. 60). permitan el pleno desarrollo de los individuos.
584 franCisCo rodríguEz HErnándEz

Dworkin considera que aun cuando los indi- dividuo son tan diversos como tener una nutrición
viduos tuvieran igualdad de oportunidades en una adecuada, buena salud, saber leer, escribir y razonar
distribución inicial hipotética, es posible que se ge- analíticamente, y tomar parte de la vida comunita-
neren situaciones de desigualdad, debido a que las ria. Los individuos requieren de capacidades para
personas usan sus capacidades físicas y mentales, ta- lograr estos funcionamientos, mismas que además
les como talentos, habilidades y destrezas. Encuen- les permiten seleccionar entre distintos conjuntos
tra, asimismo, que si bien no se puede responsabili- alternativos. Es precisamente en el espacio de las
zar a los individuos por situaciones que tienen que capacidades, de acuerdo con Sen, donde debe pro-
ver con el azar o con factores del entorno, y por tan- curarse la igualdad5 (Sen, 1992; Dieterlen, 2008).
to rebasan su marco de elección, tampoco se puede En relación con la pobreza, el enfoque de las
dejar de responsabilizarlos por situaciones que sí capacidades implica una reorientación fundamen-
controlan. A partir de estas consideraciones plan- tal del análisis: de ser visto como un fenómeno de
tea la necesidad de que el Estado se haga cargo de bajos ingresos, pasa a ser considerado como un
proveer a los individuos de una dotación inicial problema de capacidades básicas insuicientes. Sen
de recursos para reducir la desigualdades hasta don- destaca la ventaja de su enfoque en relación con la
de sea posible, pero evitando transferencias hacia pobreza, ya que aporta una mejor comprensión del
los que están en mala situación por voluntad propia desafío de la pobreza al proporcionar una guía más
(Sánchez, 2012; Dieterlen, 2010). clara para deinir el contenido y las prioridades de
Roemer coincide en la distinción entre la las políticas de lucha contra la pobreza (Sen, 1992,
responsabilidad del individuo y las circunstancias p. 168).
que le han tocado vivir, particularmente cuando Una aplicación relevante del enfoque de las
dichas circunstancias operan de manera determi- capacidades de Sen está en el concepto de desarro-
nista. Propone como idea central lograr la igualdad llo humano, que adoptó el pnud desde la publica-
de las oportunidades, de manera que las personas ción de su Primer Informe Mundial sobre Desarro-
puedan elegir en libertad y con responsabilidad. llo en 1990.6 Éste es muestra de la penetración de
Para este efecto plantea dos principios: el primero esta vertiente de avances en la investigación acadé-
es lo que llama la nivelación del campo de juego, mica, en la formulación de las políticas públicas en
propiciando que la mayor parte de los individuos el ámbito internacional. El desarrollo humano se
estén en condiciones de competir para obtener deine como un proceso en el cual se amplían las
ciertas posiciones que representan cierta ventaja en oportunidades del ser humano para desarrollar su
la sociedad; el segundo principio es que todos los vida de la mejor forma posible; vale decir para la
individuos deben ser elegibles para obtener dichas
posiciones, siempre que cuenten con los atributos
5 Cohen (1993, p. 28) considera que la idea de la
relevantes para cumplir con los deberes correspon- capacidad de funcionar de Sen tiene mucho que ver con
dientes (Dieterlen, 2010). la idea de oportunidad de Rawls.
6 En general, se acepta que el concepto de desa-
Sen es el más conocido de estos autores. Su
principal contribución es el enfoque de capacida- rrollo humano está basado en el trabajo de Sen, aunque
resulta más propio asignarle autoría colectiva. En la ela-
des, en el cual, más allá de los recursos materiales boración del Informe de Desarrollo Humano 1990, donde
o de los bienes primarios, lo importante es lo que el concepto fue propuesto por primera vez, participa-
las personas son capaces de ser o hacer a lo largo ron diversos especialistas con la coordinación de Mahbub
ul Haq: Gustav Ranis, Amartya K. Sen, Frances Stewart,
de su vida —resultado de lo que llama funciona-
Keith Grifin, Meghnad Desai, Aziz Khan, Paul Streeten,
mientos— y que permite la plena realización del Shlomo Angel, Pietro Garau y Mahesh Patel (Desarrollo
individuo. Los funcionamientos valiosos para el in- Humano, Informe 1990…, 1990, p. 15).
ComEntarios a “JustiCia soCial: nuEva rEvisión” 585

autorrealización del individuo. Estas oportunidades fundamental?”.7 El autor examina varias respues-
pueden ser ininitas y cambiar con el tiempo, si bien tas posibles, para concluir en que lo más adecuado
se considera que las más esenciales, de las cuales es buscar la igualdad de las capacidades. Lo im-
depende el acceso a otras alternativas posibles, son portante es que a partir de entonces el debate es-
tres: disfrutar de una vida larga y saludable; adqui- triba precisamente en cuál o cuáles aspectos deben
rir conocimientos; y tener acceso a un nivel de vida procurar la igualdad, mismos que a su vez justii-
decoroso (Desarrollo…, 1990). Lo importante del can la desigualdad en los otros aspectos de la vida
planteamiento es que está implícito en los objetivos humana: los recursos, las capacidades, las opor-
del milenio, lo cual implica su instrumentación en tunidades, el mérito, los derechos, las libertades,
los diversos países que se adhirieron a ellos. entre otros.8
En Geography and Social Justice, Smith (1994) Otras vertientes de los estudios sobre la des-
plantea una concepción de justicia social en térmi- igualdad y la pobreza han analizado los fenómenos
nos de un proceso continuo e inacabado hacia la que surgen de esta problemática, como la discrimi-
igualdad, pero que en cada ciclo avanza a una situa- nación, la segmentación y la exclusión social, y han
ción ideal, en la cual los objetivos de la eiciencia y la puesto el énfasis en los factores culturales que sub-
maximización de la utilidad deben situarse en una yacen en la diferencia.
prioridad inferior a la satisfacción de un umbral de Para Smith, el enfoque sobre la diferencia ha
necesidades esenciales universales, expresadas en permitido ampliar la perspectiva de la justicia social
términos de los satisfactores adecuados a cada con- al otorgar atención a las desventajas de los grupos
texto socio-cultural. En “Justicia social: nueva revi- especíicos basadas en la etnicidad, el status post-
sión” (2000) reairma su propuesta, teniendo como colonial, la discapacidad, el género, la orientación
motivo central discutir la política de la diferencia, sexual, y a otras formas de discriminación con las
que surge de las propuestas de justicia distributiva que son excluidos del supuesto universal del noso-
generadas a partir de Rawls. tros, basado en una visión del mundo asentada en
¿Por qué una política de la diferencia, siendo una cultura especíica. Plantea que se ha otorga-
que el objetivo ha sido deinir formas de tratamien- do un carácter dual a la diferencia: por un lado, la
to de la desigualdad para arribar a una situación pertenencia a ciertos grupos no debe verse como
de mayor equidad? Como se mencionó, en las pro- una desventaja en la vida social; y por el otro se
puestas liberales de igualdad el punto de debate ha reivindica la identidad de grupo. Considera que el
sido el deinir y justiicar qué aspecto o condición de foco de los debates se ha orientado hacia la cultura,
las personas debe enfocarse para lograr la igualdad, siendo que los procesos de dominación y opresión
aceptando que en el resto de los aspectos o condi- son complejos, multifacéticos y, más importante
ciones que constituyen la vida humana habrán de aún, que se ha erosionado el sentido de la esencia
aceptarse la conformación —o mantenimiento— que comparten los seres humanos, en términos de
de las desigualdades. su naturaleza biológica, de sus necesidades sociales
El debate sobre la teoría de la justicia de Rawls e intelectuales — incluso espirituales— y de su ca-
adquirió especial fuerza con la publicación del ar- pacidad de razonamiento.
tículo “Equality of What?” de Amartya Sen (1980), Smith se pregunta qué es lo que constituye
surgido de las Tanner Lectures de 1980, donde se pre- una vida buena, es decir una vida aceptable, digna,
gunta “¿qué aspecto(s) de la condición de una per-
sona debe(n) ser considerado(s) fundamental(es) 7 En Cohen, 1996, p. 27.
por un igualitarista, y no sólo como causa o eviden- 8 Dieterlen (2010) es una excelente aproximación
cia, o como sustituto(s) de lo que ellos consideran a esta discusión.
586 franCisCo rodríguEz HErnándEz

que permita lograr la plena realización del indivi- (op. cit., p. 223).9 En esta perspectiva, la satis-
duo; esta imagen de una vida buena debe constituir facción de aquellas necesidades humanas que se
el patrón de referencia, el objetivo de las políticas cumplimentan mediante recursos económicos es
de desarrollo. Su respuesta se basa en las necesida- elemental, pero en ellas no se agota el conjunto
des humanas y en los derechos. de los aspectos que cada individuo requiere para
Detrás de la diversidad cultural y las diferentes alcanzar su pleno desarrollo.
modalidades con que se satisfacen las necesidades En referencia a los derechos, Smith nos re-
humanas en los distintos tiempos y lugares, com- cuerda que los derechos civiles y políticos cuentan
partimos la misma naturaleza y por tanto es factible con gran claridad en su contenido, límites y formas
y necesario subrayar aquellos aspectos universales de operación, mientras que los derechos económi-
indispensables para satisfacer la vida humana, que cos y sociales son más difíciles de deinir y de aplicar,
desde el enfoque de las necesidades humanas de particularmente no hay claridad en cuanto a quié-
Doyal y Gough (1991) implican, en lo general, el dis- nes deben responsabilizarse de velar por su cumpli-
frute de un buen estado de salud, así como el miento. Si fuese posible garantizar universalmente
desarrollo de las habilidades de las personas para el disfrute de los derechos relacionados con las ne-
hacer elecciones informadas de forma autónoma a cesidades tales como la alimentación, la atención
lo largo de su vida. Estas necesidades básicas, uni- médica o recibir una remuneración que permita
versales, exceden el ámbito de lo isiológico, por- satisfacer las necesidades básicas, la pobreza en el
que la esencia humana no se agota en lo puramen- mundo no sería un problema tan amplio y laceran-
te biológico, e incorporan necesidades psicológicas te. En la medida que esta situación se releja en las
y sociales comunes a todos los individuos. Por su legislaciones nacionales, como la de nuestro país,
carácter de imprescindibles, la satisfacción de estas es posible dimensionar el rezago que actualmente
necesidades básicas universales debería ser garanti- tenemos en cuanto a lograr las condiciones para la
zada mediante derechos inalienables. justicia social, así como la magnitud de tal tarea.
El trabajo reciente de Julio Boltvinik (2007) Otro aspecto que no puede soslayarse en la
coincide en la preocupación por deinir qué debe propuesta de Smith es el elemento territorial. La
constituir una buena vida humana. Rechaza la desigualdad es injustiicable cuando proviene de
idea de que esta buena vida se satisface solamente condiciones impuestas por el azar, y algunas de es-
a partir de los recursos económicos y, por ello, el tas condiciones se derivan de la localización geográ-
análisis de la pobreza y la desigualdad desde ica. Los recursos se distribuyen de forma irregular
el enfoque puramente económico constituye una o heterogénea en el territorio, y ésa es una condi-
visión reduccionista del asunto. Con base en la no- ción natural; entonces, vivir en una región con una
ción aristotélica del lorecimiento humano, distin- amplia dotación de recursos es una ventaja natural
gue dos ejes de análisis: el de la pobreza/riqueza que incide en la distribución desigual de las opor-
humana; y el de la pobreza/riqueza económica. tunidades. En muchos casos, la migración no logra
La riqueza humana es la que permite la plena remediar completamente esta desventaja, porque
realización del individuo (su lorecimiento) y se con frecuencia operan otros mecanismos de la des-
deriva del “grado de satisfacción de sus necesida- igualdad, como diferentes formas de discrimina-
des efectivas y de la aplicación de sus capacidades ción y poco acceso a las oportunidades por la escasa
efectivas”; la riqueza/pobreza económica, por su formación de capacidades en la región de origen.
parte, se deriva de contar o no con “los recursos y Compensar estas desventajas, que se refuerzan me-
condiciones para la satisfacción de las necesidades
efectivas y la aplicación de las capacidades efectivas” 9 Las cursivas son del original.
ComEntarios a “JustiCia soCial: nuEva rEvisión” 587

diante la operación de las fuerzas del mercado —lo IMF and World Bank Reforms (2002), Malasia,
cual es un tema clásica de la Geografía Económi- Third World Network/Penang.
ca— es sin duda materia de política de desarrollo Cohen, G.A. (1996), “1. ¿Igualdad de qué? Sobre
regional. el bienestar, los bienes y las capacidades”. en
Conforme con Smith, durante muchos años se Nussbaum, Martha C. y Amartya Sen (comps.),
tuvo poco desarrollo en la teorización de la justicia La calidad de vida, México, Fondo de Cultura
social territorial, mismo periodo en que los avances Económica; The Quality of Life (1993), Oxford
de la teoría desde el campo de la ilosofía política University Press, The United Nations University.
y de los estudios sociológicos sobre la pobreza han Declaración y Programa de Acción de la Cumbre Mun-
sido importantes, pero el elemento común de la dial sobre Desarrollo Social (1995), Copenhague,
igualdad, considera, todavía es impreciso. Con base Naciones Unidas, marzo.
en lo anterior reairma su propuesta. Ante la falta Desarrollo Humano Informe 1990 (1990), Bogotá, Pro-
de una concepción universal precisa de los reque- grama de Naciones Unidas para el Desarrollo,
rimientos mínimos universales del bienestar huma- Tercer Mundo Editores; Human Development
no, la justicia social territorial debe verse como un Report 1990 (1990), Oxford, University Press,
proceso social, basado en la igualación de las condi- http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/
ciones de seguridad económica y social de la pobla- idh1990/ (consultado en noviembre de 2008).
ción, particularmente de los derechos de seguridad Dewar, D., A. Todes y V. Watson (1986), Regional De-
básica y subsistencia, en los cuales toma prioridad la velopment and Settlement Policy, Londres, Allen &
satisfacción de las necesidades humanas de los me- Unwin.
nos favorecidos. Poner en práctica una perspectiva Dieterlen, Paulette (2010), “Pobreza e igualdad”, en
como ésta implica renovar la solidaridad social, ya Villarespe, V. (coord.), Pobreza: concepciones,
que es necesario replantear las prioridades, par- medición y programas, México, Instituto de In-
ticularmente lo referente a los principios del libe- vestigaciones Económicas/unam, pp. 53-74.
ralismo, que ponen por delante el funcionamiento Doyal, L. e I. Gough (1991), A Theory of Human
libre del mercado y la maximización de la utilidad; Need, Londres, Macmillan.
requiere reconocer la esencia humana que compar- Esteva, Gustavo (1992), “Development”, en Sachs,
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Kuznetz”, Problemas del Desarrollo, vol. 37, núm. cription of the Patterns”, Economic Development
145, abril-junio, pp. 11-30. and Cultural Change, vol XIII, núm. 4.
El simbolismo de los lugares: una geografía de las relaciones
entre espacio, poder e identidad*

JérômE monnEt
Laboratorio Urbano
Universidad de París-Este

Las relaciones entre el espacio, el poder y la identidad están necesariamente mediatizadas


por símbolos. Un símbolo es una realidad material (un ediicio, una estatua, una moneda)
que comunica algo imaterial (una idea, un valor, un sentimiento): el lugar del poder sería
entonces, por deinición, un lugar simbólico, que a la vez introduce el poder en el orden
del espacio y el espacio en el orden del poder. Es así como las mediaciones simbólicas entre
los distintos órdenes de la realidad son producidas y entendidas sólo en el contexto de su
aparición. Un lugar puede ser considerado como simbólico cuando signiica algo para
un conjunto de individuos ; por lo tanto, contribuye a dar su identidad a tal grupo. Con
ejemplos tomados de las Américas, este artículo investiga las modalidades de producción
y control de los espacios simbólicos de las autoridades públicas, de las sociedades civiles y
de los actores económicos.

1. En el gran imperio de los signos extendido por de otros signos y símbolos reconocibles por una
la actividad humana en todo el mundo conocido e particularidad, son realidades concretas; objetos o
imaginado, ¿cómo reconocer los signos? Quisiera actos de evidencia física cuya existencia de hecho
insistir aquí en su materialidad, en particular en es realtivamente independiente de los signiicados
lo que respecta a los símbolos espaciales o lugares que se les da. Esto diferencia a los símbolos de otros
simbólicos. Como todos los signos, los símbolos “sig- signos, como las palabras o incluso algunos objetos,
niican”, es decir que tienen el sentido que un in- cuya existencia está completamente asociada con su
dividuo o un grupo le prestan. Pero a diferencia función de signos.

* Texto original en francés: Jérôme Monnet, [1998]

“La Symbolique des Lieux: pour une Géographie des Re-


lations entre Espace, Pouvoir et Identité”, Cybergeo: Euro- agosto de 1997 por invitación de la Escuela de Servicio
pean Journal of Geography, Politique, Culture, Représentations, Social de la Universidad Federal de Río de Janeiro. El au-
artículo 56, puesto en línea el 07 de abril de 1998, modi- tor agradece a Beatrice Collingon por llamar su atención
icado el 03 de mayo de 2007, en http://www.cybergeo.eu/ sobre el artículo de Bernard Debarbieux (1995). Traduc-
index5316.html. ción de Margarita Camarena Luhrs (Coordinación de
Nota del autor: Este artículo recoge y amplía el tex- Humanidades/UNAM), con el permiso de reproducción
to de una conferencia dada en Río de Janeiro, el 27 de otorgado por Cybergeo (cybergeo@parisgeo.cnrs.fr).

[589]
590 JérômE monnEt

2. Un policía que está dirigiendo el tráico la construcción de las identidades colectivas y legi-
puede ser considerado como un símbolo de poder, timar el ejercicio de una autoridad. También puede
mientras que ese conjunto de palabras que es la considerarse como uno de los factores más impor-
Constitución puede ser considerado como un sím- tantes en la diferenciación del espacio en los distintos
bolo de mis derechos y obligaciones; los dos existen lugares, porque el proceso de simbolización afecta sus
más allá de lo que signiican en sentido estricto. componentes, sea un nombre, una identidad, una per-
3. Desde luego, en vista de todo lo que se ha manencia, una razón de ser, una relación particular
cargado a la palabra a lo largo de la historia de las con algunos valores y signiicados; todos ellos contri-
civilizaciones occidentales, la manipulación del con- buyen a la aparición existencial de los lugares ante
cepto de símbolo es delicada. Pero es posible recupe- los ojos de quienes los frecuentan o imaginan.
rar el patrimonio cultural uilizando una deinición 6. La dimensión simbólica también juega un
y procedimiento simple: en la tradición europea, papel aún mayor en la representación de un espa-
el símbolo es lo que une más allá de las distancias, cio que es menos requerido por las experiencias
eso que reúne, eso que lleva consigo lo que comu- concretas que se tienen de dicho espacio. A nivel in-
nica (Caillois, 1989, p. 190; Eliade, 1952; Chevalier, dividual, el sistema sensorial incorpora en un todo
1969). Se trata de una materialidad que lleva en sí la experiencia personal muy directa de un número
algo de lo intangible, de una cosa que muestra vi- limitado de lugares, por un lado y, por otra parte,
sible lo invisible, un gesto que signiica un valor. El acumula las representaciones de una cantidad ini-
símbolo puede ser deinido como un mediador nita de lugares de los que nunca se tiene más que
entre los diferentes registros de la experiencia y un conocimiento indirecto.
la comunicación humanas.
4. Esta realidad entonces, no está fuera del
proceso de semantización del mundo: el hecho mis- a. difErEnCiaCionEs y JErarquías simbóliCas
mo de su materialidad, la realidad geográica es, En El EspaCio y En El tiEmpo
por el contrario, un soporte privilegiado del proce-
so de simbolización, de la conversión en símbolos de 7. Más allá de su función práctica, por su forma y
los elementos concretos de la vida humana. En este uso, un lugar tiene un contenido social compuesto,
artículo, no me extenderé sobre las características expresable en términos simbólicos, que están a su
generales de los procesos de simbolización en el es- vez absolutamente determinados por las circuns-
pacio, para las cuales Bernard Debarbieux (1995), tancias históricas en que se expresan. Por ejemplo,
examinó los vínculos con las iguras de la retórica, una fábrica puede ser concurrente o simultánea-
en particular con la de la sinécdoque (signiicar el mente un símbolo de progreso, de producción y
todo por una parte). No evocaré ni siquiera direc- de empleo o de desempleo, explotación y contami-
tamente los usos metafóricos de distancia social o nación. Un alto horno puede ser un símbolo de la
racial que ha analizado Philip Ethington (1997). crisis actual, mientras que una fábrica de compo-
5. Mi propósito es más bien mostrar la cues- nentes electrónicos puede ser un símbolo de la mo-
tión simbólica del espacio, la utilidad que tiene di- dernidad en el dominio de la tecnología, lo cual no
ferenciar el espacio, idenicando los lugares por su le impide ser eventualmente un símbolo de atraso
carga y por su poder simbólicos. Me reiero a va- en las relaciones de trabajo en el caso de un taller
rios estudios de caso de las Américas, publicados de confección textil.
en otras partes para ilustrar cómo los grupos y las 8. Todos los lugares, desde el momento en
personas utilizan la capacidad humana de simboli- que son signiicativos, son portadores de algo más
zar para producir lugares simbólicos, para inluir en que de ellos mismos en tanto que extensiones ma-
El simbolismo dE los lugarEs 591

teriales. Se podría decir que, en principio, todos los del poder, lo que justiica la ambición de los arqueó-
lugares tienen una dimensión simbólica. Augustin logos de estudiar la organización social, interpre-
Berque (1996, p. 79) habla en este sentido del “eco- tando las ruinas de sus fundamentos. Esto también
simbolismo” intrínseco del ecúmene. Si esto es cier- explica, en cierta medida, el discurso de los me-
to, inmediatamente hay que añadir que hay lugares dios de comunicación que reducen el nombre de
más simbólicos que otros. La jerarquización que la ciudad que les sirve como cuartel general a los
surge aquí está basada socialmente: son los símbolos gobiernos, las bolsas de valores y otras autoridades
menos compartidos los más eicaces en términos de (Washington dijo que …; México ha reaccionado y;
comunicación y de intercambio de signiicados. Los a continuación Nueva York se ha hundido arras-
lugares simbólicos por excelencia son aquellos que trando en su caída a São Paulo).
se distinguen de otros lugares como tales, aquéllos 11. Pero si se acepta la sugerencia de consi-
en los que la carga simbólica es evidente, incluso derar el símbolo como un mediador clave entre los
esencial, en su identiicación como lugares. No son diferentes órdenes de la realidad, la interpretación
socialmente reconocidos como símbolos más que los supone un estudio de los fundamentos culturales
lugares identiicados como tales por un determina- de estos órdenes, tomando en cuenta tanto catego-
do número de personas, y es en este movimiento de rías que van variando, según las civilizaciones, sus
reconocimiento que un grupo puede ser instituido temporalidades y espacialidades. El análisis de los lu-
en sí y para sí, atribuyéndose una identidad. gares simbólicos es una semiótica de las formas
9. Es por eso que la dimensión simbólica del espaciales a lo largo de una red de interpretación
espacio es al mismo tiempo un desafío y un instru- de categorías de base cultural (autoridad, identi-
mento de poder: aquel que manipula los símbo- dad, centralidad, legitimidad, monumentos públi-
los puede manejar el proceso de identiicación, y cos y privados). Esto es cómo una organización del
entonces puede inluir en la formación del grupo espacio y un sistema de valores se impregnan uno
que legitima el ejercicio de ese poder. La historia del otro. Además, los cambios de escala y de tem-
de la construcción de los Estados-Nación, desde el poralidad deben considerarse como cambios de la
siglo xvi hasta nuestros días, está llena de ejemplos eicacia simbólica. Un lugar simbólico no tiene el
de estos procesos: una autoridad estatal deine los mismo signiicado visto de cerca o representado de
símbolos por los cuales se deine una nación que lejos, para un pequeño grupo o una gran comuni-
se supone deben relejar la realidad social sobre la dad, para el interior o lo exterior, para “nosotros”
cual se ejerce la autoridad mencionada. Así pues, o los “otros”, y a través del tiempo. Una represa,
todas las repúblicas de las Américas fueron cons- un panteón, un centro cultural o una ciudadela
truidas durante el siglo xix y la ausencia o debili- son símbolos de signiicación, según el cambio de
dad de este proceso podría ayudar a explicar por la perspectiva desde la cual se les considere y de su
qué Canadá, cuyo jefe de Estado sigue siendo hasta posición a lo largo del tiempo.
la fecha el monarca británico, no ha sido establecido 12. Los sitios de la América precolombina,
como nación unitaria. como las Pirámides de Teotihuacan en México,
10. Se dijo que lo característico del símbolo es constituyen un buen ejemplo de la suerte de los
conectar, crear el vínculo entre realidades de na- lugares simbólicos; es razonable plantear la hipó-
turaleza diferente, articular los órdenes: material e tesis de que estos sitios han representado por lo
ideal, lo real y lo imaginario, el espacio y el poder. menos siete cosas diferentes:
Así, el centro de poder es por deinición un lugar
simbólico; al mismo tiempo, portador del poder en • se sabe poco o nada de la importancia que el
el orden espacial y portador del espacio en el orden sitio de Teotihuacan tuvo para la sociedad que
592 JérômE monnEt

la construyó (y que los arqueólogos tratan de tendidos por todos, es decir que su simbolismo está
reconstruir racionalmente); claro para todos dentro del grupo; y es compartido
• es fácil suponer que el sitio representa algo por todos, o sea que su simbolismo instituye como
muy distinto a los vecinos de esa sociedad un todo al conjunto de los espectadores del sím-
(la conciencia de esta diferencia podría con- bolo: son plenamente “lugares comunes” (Monnet,
tribuir a deinir con precisión quién era “el 1993, p. 195). En las sociedades donde las institu-
local” y quién era el vecino, “lo extranjero”); ciones del poder religioso son fuertes, las iglesias
• que signiicaba algo más para las sociedades deben contarse entre los lugares simbólicos del po-
indígenas que se desarrollaron en el sitio des- der público. En las sociedades occidentales (Euro-
pués del abandono de las instalaciones (es pa, América), sin duda son ahora un legado más
gracias a relatos posteriores de los aztecas que de este mismo poder que actualmente opera en la
el nombre del lugar actual, que en náhuatl organización del espacio en los planos nacional, re-
signiica “lugar de origen de los dioses “, nos gional o urbano (pero las iglesias siguen siendo los
ha sido transmitido); lugares de fuerza simbólica en la escala de las comu-
• es aun otro sentido el que adquirió Teotihua- nidades de aldeas o barrios).
can después de la conquista europea, cuando 14. El espacio público juega un papel deter-
las pirámides se convirtieron en símbolos del minante en la eicacia simbólica de un lugar. Es
paganismo bárbaro de los antiguos americanos; a la vez un espacio de libertad (libre circulación,
• antes de volver a ser consignados por los crio- oportunidades de contacto entre los sexos, edades
llos intelectuales de la Ilustración y de las in- y clases sociales, el intercambio de ideas, bienes y
dependencias nacionales como emblemas de servicios) y el campo de la coerción pública (ámbito
una historia y destino propio de las Américas, de aplicación de la reglas y normas sociales, de las
fue cuando se ha justiicado tomar distancia leyes sobre la moralidad y la conservación del or-
de Europa; den). El espacio público es donde se puede reunir
• hoy en día, los vestigios prehispánicos son in- el mayor número de personas que comparten los
terpretados por la alianza de los defensores del mismos códigos, es el espacio en donde un mensaje
patrimonio (intelectuales elegidos, Monnet, puede llegar a todos y en el que el poder público
1996) como la prueba de la existencia axiomá- tiene el derecho de intervenir para favorecer su ex-
tica de la nación que justiica el ejercicio de la presión. Ello ha resultado en una práctica constan-
autoridad del Estado (Monnet, 1995); te de “la monumentalización” del espacio público,
• mientras que la gran mayoría de los visitan- desde cualquier intervención del gobierno sobre
tes, locales o extranjeros, no ven más que un los espacios ediicados: construcción de ediicios de
atractivo turístico exótico que ofrece la opor- prestigio, instalación de estatuas o fuentes, embe-
tunidad de una intensa experiencia estética. llecimiento de las fachadas y aceras o instalaciones
de parques. Un excelente ejemplo de este proce-
so se encuentra en Brasil, en el contraste entre la
B. lugarEs simbóliCos fuerte monumentalización del espacio público en
y EspaCios públiCos el centro de Río de Janeiro, durante el segundo si-
glo de su vida como capital (de mediados del siglo
13. Los lugares simbólicos organizados por las au- xix a mediados del siglo xx) y la muy débil mo-
toridades públicas se encuentran entre los símbolos numentalización voluntarista de São Paulo, metró-
más comunes de una sociedad determinada. Estos polis económica largo tiempo excluida del poder
símbolos son comunes en ambos sentidos: son en- político.
El simbolismo dE los lugarEs 593

15. La acción de las autoridades se deja ver descrita como policéntrica o incluso acéntrica, “el
casi siempre en el espacio, como una magniicación lugar más emblemático de los espacios urbanos des-
simbólica de la autoridad en sí: centralizados del mundo” (Soja, 1996, p. 206), se
dice a menudo que el Centro Cívico es el el más im-
• en el registro de la fuerza y el poder (castillos, portante centro de gobierno de los Estados Unidos
palacios, plazas de armas, ministerios) o bien de después de Washington D.C., o incluso “uno de los
la encarnación en los poderes públicos del go- complejos de gobierno más grandes en el mundo”
bierno de la identidad de grupo (por ejemplo, (Pitt y Pitt, 1997, p. 267; Soja, 1989, p. 236; 1996,
el busto de Mariana, frontones grabados con p. 206).
Libertad, Igualdad, Fraternidad, que permi- 18. En México y otros países hispanoameri-
ten la ecuación Francia=República=Estado); canos, la más poderosa monumentalización y el
• o aún más en el registro de los ideales y los simbolismo más rico están en “los centros histó-
valores (la justicia social, el equilibrio cósmico, ricos”, en los cuales las autoridades públicas han
la segregación o la naturalización de clases, invertido de forma permanente desde el período
castas y razas). colonial (Monnet, 1993 y 1994). En el Brasil, puede
parecer que la inversión simbólica del poder sigue
16. El tratamiento que dan las autoridades al un patrón bastante similar al de los Estados Unidos.
espacio público es como la encarnación/expresión
del poder de las autoridades. También se pueden
medir los límites reales del poder público median- c. la produCCión soCial
te la observación de los límites de su capacidad/ dE los EspaCios simbóliCos
voluntad de trabajar en los barrios “abandonados”,
siguiendo lógicas separatistas en las Américas: gue- 19. En todo el mundo, una parte signiicativa del
tos “étnicos” en los Estados Unidos, “colonias pro- poder de las autoridades públicas y de las institu-
letarias” en México, las favelas en Brasil (Bastos et ciones ha sido utilizado para la construcción de es-
al., 1996). pacios simbólicos, cuya función principal es identii-
17. Por el contrario, algunos barrios son siste- car y establecer al grupo que le da legitimidad a las
máticamente favorecidos por la intervención públi- autoridades e instituciones. En América Latina, un
ca del gobierno en el tratamiento del espacio. Tal es buen ejemplo de esta tendencia es la acelerada pro-
el caso, por ejemplo, del tratamiento monumental ducción simbólica de la ciudadanía durante el siglo
de los centros de las ciudades, que depende de las xx, a través del equipamiento urbano y monumen-
relaciones de fuerza entre los diferentes tipos de tos en honor a las virtudes cívicas consagradas en
los poderes urbanos. En los Estados Unidos, los po- alegorías (las de Justicia, Libertad y la Independen-
deres públicos de los gobiernos están al servicio de cia) o para los héroes humanos: la constitución de
una coalición de actores privados para monumenta- una masa de ciudadanos se convirtió entonces en
lizar el poder económico en los rascacielos del Cen- algo urgente para las nuevas repúblicas de Améri-
tral Business District (CBD), siguiendo una lógica que ca Latina (véase, para México, Lempérière, 1996).
no sólo obedece a la racionalidad económica (Tuan, Haciendo un balance de la intervención de las au-
1977 y 1984; Davis, 1990). No se debe olvidar por toridades e instituciones en la producción de los
tanto, que los centros cívicos son símbolos impor- espacios simbólicos, se pueden encontrar tres nive-
tantes del poder en las grandes ciudades o capita- les de intervención articulada en todas las Améri-
les políticas del Estado en los Estados Unidos. En cas, de acuerdo con diferentes escalas de tiempo:
Los Angeles, en esta metrópoli complacientemente 1. la creación de nuevas ciudades; 2. la deinición
594 JérômE monnEt

del espacio público (especialmente a través de las esfera política, donde los códigos son los mismos
plazas y grandes avenidas); 3. la construcción de entre las autoridades y la oposición. Se extiende
ediicios monumentales (palacios, iglesias, ministe- a las prácticas sociales contra las que a veces están
rios, estadios deportivos). luchando las autoridades. El comercio informal
20. No obstante, los administradores tienen ofrece un ejemplo familiar (Monnet, 1993, p. 70).
una autonomía sobre sus gobernantes, que se tra- Cuando una sociedad considera la calle o algún
duce en la creación de espacios de sociabilidad y de lugar público como símbolos, no sólo de intercam-
lugares simbólicos, donde la producción se escapa bio comercial, sino también de interacción social,
de la iniciativa de las autoridades públicas. Las socie- los gobiernos tienen grandes diicultades para erra-
dades civiles pueden representar y practicar algu- dicar, cuando se arriesgan a ello, a los vendedores
nos de los lugares simbólicos de poder en una forma ambulantes contra quienes los representantes de
distinta a la prevista por las autoridades.Para elegir la formalidad gritan por la insalubridad, la insegu-
un punto de concentración o dispersión o para mar- ridad y la indignidad. Del mismo modo, algunos
car una pausa en el camino de una manifestación, espacios se han convertido en símbolos de placer o
los organizadores y manifestantes de la oposición recreación sin que nadie haya podido controlar el
política a menudo reutilizan los lugares simbólicos fenómeno, como pudiera ser el caso de tal o cual
habilitados por el régimen al que se oponen. La ro- área verde, parque de diversiones, feria o playa.
tonda de “las locas de la Plaza de Mayo” (madres y
esposas de los desaparecidos bajo la dictadura ar-
gentina) ha transformado así la carga simbólica de la D. los lugarEs simbóliCos
antigua Plaza de Armas en Buenos Aires. y la raCionalidad dEl mErCado
21. En México, la Plaza de las Tres Culturas
en Tlatelolco y los 110 modernos ediicios que la 23. Aquí entra en juego la cuestión de mercado.
rodean fueron diseñados a principios de los años Una vez que una práctica social puede dar lugar a
de 1960 como símbolo de un gran destino nacio- una oferta mercantil, la participación de los actores
nal para dar apoyo al régimen “revolucionario ins- económicos es similar a la del ejercicio del poder.
titucional” de las nacientes clases medias. Pero al En las Américas, la coordinación de estos agentes
hacer ametrallar a la manifestación de estudiantes se ha institucionalizado desde los primeros días de
en 1968, el régimen trasnforma Tlatelolco en un la colonización, primero a través de las cámaras de
símbolo de la violencia, la opresión y la arbitrarie- comercio y gremios de oicios, y luego de los clu-
dad, un símbolo reactualizado en 1985, cuando el bes, escuelas, sindicatos. En las ciudades colonia-
terremoto que causó centenares de muertos puso les españolas, el poder económico rápidamente
en él la cuenta de la mala gestión de las autorida- ha sido simbolizado por un ediicio monumental,
des del gobierno (Monnet, 1991). el antepasado de las subvenciones y los asientos de
No es casual que durante las elecciones de las asociaciones patronales (véase, para Argentina,
1997, los movimientos de oposición más recien- Videla, 1995). Además, aquellos que tuvieron éxito
tes, el Partido Verde Ecologista de México (ahora en los negocios rara vez se resistieron a demostrar-
cuarta fuerza política del país) decidiera celebrar su lo en la transformación de sus ranchos y estancias
mitin de cierre de campaña en esta plaza, símbolo rurales o de sus oicinas y residencias urbanas, en
de los déicits democráticos y de la mala gestión del esos símbolos de la riqueza que ahora constituyen
medio ambiente. el grueso del patrimonio arquitectónico civil de la
22. Pero la autonomía de la sociedad civil en época colonial y del siglo xix. Creo que esto no es
relación con los lugares simbólicos no se limita a la muy diferente en el siglo xx. Hace un siglo que se
El simbolismo dE los lugarEs 595

ha convertido en práctica generalizada la de desig- 25. Este simbolismo parece aportarle a la em-
nar, a un arquitecto considerado como artista, la presa o al capitalista ganancias por haber produci-
realización de una residencia al gusto cada vez más do obras de beneicio económico y social suicientes
soisticado de los más ricos. como para justiicar la inversión inanciera que re-
Así nacieron los barrios elegantes de las ciuda- presenta el ediicio, independientemente de las con-
des de América Latina, destacables por la variedad diciones inmobiliarias o de las técnicas locales. De
y calidad, a veces incluso por la audacia ecléctica de Los Angeles a Lima, pasando por México, Bogotá
sus construcciones. Al mismo tiempo, las empresas y Quito, también son numerosos los rascacielos que
y sus dirigentes llegaron a considerar la arquitectu- son, ante todo, símbolos del poder. Esto no es muy
ra como algo más que la experiencia en la construc- diferente en Brasil, país reconocido como símbolo
ción de los ediicios más adecuados a su función. de la modernidad política por su modernismo ar-
Desde hace casi un siglo, la voluntad de ela- quitectónico. Además de las empresas que así tratan
boración simbólica está muy presente entre los re- de vender su dinamismo y modernismo, las autori-
quisitos de la ediicación local al menor costo. Dos dades públicas también habrían podido favorecer
tipos de ediicios son ahora ejemplares de la moder- estas construcciones, para utilizarlas como símbolos
nidad, tanto económica como de la arquitectura de desarrollo en conjunto con administraciones del
moderna, de la racionalidad financiera y de la exterior. En Los Angeles, el City Hall de 28 pisos
racionalidad simbólica: el rascacielos y el super- y 150 metros (454 pies) de alto inaugurado en los
mercado. años de 1920 ha sido, durante cuatro décadas, el
24. No hay duda de que el rascacielos era ori- único rascacielos de la ciudad, mientras se mantuvo
ginalmente la solución técnica a una limitación eco- en vigor un Reglamento municipal antisísmico que
nómica: ¿cómo obtener más metros cuadrados de limitó la altura de los inmuebles a 50 metros (150
supericie de valor inmobiliario constante, cuando pies) hasta los años de 1960 (cuando surgieron los
los precios del suelo suben y tenemos que reunir rascacielos privados que ahora rebasan los 300 me-
una gran cantidad de empleados en el mismo lu- tros de altura y los 70 pisos).
gar? Estas condiciones explican la aparición origi- 26. El súper o hipermercado (gran área de
nal de los rascacielos en Chicago y luego en Nueva venta con línea de cajas a la salida) apareció en los
York, a principios del siglo xx, pero ciertamente años cincuenta en los Estados Unidos y en Francia
no en México después de la Segunda Guerra Mun- y se difundió en los años sesenta entre los países de
dial. Los dos rascacielos más altos de México son la economía de mercado. Es la más reciente aparición
Torre Latinoamericana (construida en 1950 por la de las formas de distribución comercial masiva. La
compañía de seguros La Latinoamericana) y la To- evolución de la arquitectura de estos ediicios es in-
rre de Pemex (construida en los años de 1970 por dicativa de la creciente importancia del simbolismo
la empresa petrolera nacional). El costo del terreno (Capron, 1995, 1996). Al principio, se trató pura y
por sí solo nunca podría haber justiicado la cons- simplemente de lo que la arquitectura llamó cajas
trucción de torres en la Ciudad de México, de más de zapatos, al ediicio diseñado, construido y ejecu-
de cuarenta pisos, tomando en cuenta que el riesgo tado únicamente por las preocupaciones funciona-
sísmico encarecería la construcción. La existencia les. A partir de los años setenta, pero sobre todo en
de estos ediicios no puede entenderse sin la refe- los ochenta, las empresas contrataron despachos de
rencia al símbolo de la modernidad y del poder de arquitectos reconocidos para tratar, al mismo tiem-
los que se cargó a los rascacielos desde que estuvo po, el aspecto del ediicio inserto en el paisaje.
asociado con el éxito económico y el poder político 27. Hoy día, es raro que un supermercado o
de los Estados Unidos durante el siglo xx. un hipermercado se implante solo. Las nuevas ubi-
596 JérômE monnEt

caciones son casi siempre heterogéneas y una gale- nos o como un mercado de consumo y una reserva
ría de pequeños comercios introduce al gran centro de mano de obra.
comercial. El movimiento arquitectónico posmo- 29. Dado que todo ordenamiento territorial o
derno es muy solicitado por los responsables de las desarrollo urbano signiica algo, su estudio no debe
empresas comercializadoras para crear imitaciones limitarse a los hechos, sino que debe abordar tam-
de los espacios públicos urbanos, ofrecer vías para bién lo simbólico. Los promotores inmobiliarios,
transitar que resulten lúdicas en los centros comer- que venden un sueño como objeto funcional, saben
ciales y hacerlos símbolos de la vida urbana. En su perfectamente que la acción o la reacción grupal
origen, los supermercados se establecían en terre- está determinada por el sentido dado recibido del
nos baratos, aislados de la periferia de las ciudades. espacio. “El sueño” en cuestión no es más que una
Luego, su éxito les ha permitido instalarse en las ilusión vendida por los comerciantes, que se inter-
áreas urbanas construidas. Hoy en día, están invo- pondrán entre los seres humanos y la realidad. La
lucrados en las ambiciosas operaciones de promo- dimensión simbólica es una necesidad vital e in-
ción inmobiliaria con la ayuda de las autoridades eludible de la existencia humana, porque permite
políticas, en términos de dinero público o de los crear vínculos y darle sentido al entorno de volver
arreglos jurídicos que pudieran hacer falta. Estos inteligible y apropiable lo real. Es por eso que las
ediicios, que son espacios abiertos al público y se manipulaciones simbólicas realizadas por los dife-
han convertido en símbolos del acceso para todos rentes tipos de poder no deben ser simplemente
en la sociedad de la abundancia y del consumo, a denunciadas como cortinas de humo que enmas-
partir de ahora son tratados arquitecturalmente y caran la realidad, sino que deben ser analizadas
frecuentados socialmente como sustitutos con aire y formuladas de tal manera que cada habitante o
acondicionado y seguridad privada que abarcan el usuario de un espacio pueda producir la simboliza-
espacio urbano. ción que le sea más apropiada.

ConClusión rEfErEnCias bibliográfiCas

28. La producción de los espacios simbólicos parece Anderson, Benedict (1983), Imagined Communities. Re-
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El simbolismo dE los lugarEs 597

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Comentario crítico a “El simbolismo de los lugares:
una geografía de las relaciones entre espacio, poder e identidad”
de Jérôme Monnet

margarita CamarEna luHrs*


Coordinación de Humanidades/unam

introduCCión rosos. Las realidades/pensamientos de la Geografía


y la Economía son apropiables gracias a las inter-
El simbolismo de los lugares hace evidente la racio- pretaciones comunes a las culturas, con las que re-
nalidad que predomina en su producción y repre- construimos sus contenidos reales, haciendo inteli-
sentación histórica, económica y geográica. Identi- gible su situación y su valor (Monnet, 2007, p. 14).
dades dinámicas, los espacios físico geográicos son Las realidades geográicas y económicas so-
al mismo tiempo hechos y símbolos que los deinen portan privilegiadamente una dimensión simbólica
distinguiéndolos de otros. La relación Economía- integral que hace visible la materialidad invisible
Geografía está mediada por una cultura de símbo- que media entre los registros de la experiencia y la
los sin la cual es imposible. Además, esta dimensión comunicación. Espacio e historia o Naturaleza y
simbólica, vital en todos los sentidos para la exis- sociedad plasman sus diferencias y jerarquías en el
tencia humana, es importante estudiarla porque espacio y en el tiempo, merced a una cultura de
hace posible establecer los vínculos concretos con vínculos que esa dimensión simbólica provee, al
los que se le da sentido a la realidad ambiental. En convertirlas en desaiantes instrumentos de poder.
las perspectivas que relacionan la Geografía con la Es así, porque quien manipula los símbolos, pue-
Economía y viceversa, el simbolismo de los lugares de manejar el proceso de identiicación topográica
es inseparable de su valoración económica; de he- y económica de que están hechos. Si rascacielos o
cho, es uno de sus factores vinculantes más pode- hipermercados, aprecian o deprecian los mercados
inmobiliarios, lo hacen por la función que prestan,
* inseparable de lo que representan.
Agradezco la invitación de los doctores Felipe To-
rres y Torres y Javier Delgadillo Macías a colaborar en Hoy en día, la producción de los espacios sim-
este importante proyecto. bólicos está en manos de las autoridades económi-

[599]
600 margarita CamarEna luHrs

cas, después de haber sido preservada por las ins- de la que se mira, la que hace que todo sea atrapa-
tituciones religiosas coloniales, y por los gobiernos do, de esa manera, por el lenguaje (Foucault, 1988,
de la construcción de las ciudadanías nacionales del p. 8). De ahí que lo que perturba a la Geografía y
siglo xix, más que nunca, el estudio de los víncu- la Economía no sean los hechos geoeconómicos y cul-
los entre Geografía y Economía, urbana, regional, turales en sí mismos, sino las opiniones y iguracio-
mundial, ya no se limita meramente a los hechos, nes que se hacen acerca de ellos.1
sino que también necesita comprender sus símbo-
los. Si la importancia de este enfoque de la coheren-
cia y de la cohesión sociales que demuestra Monnet, 1.1 Contexto teórico
como dimensiones culturales simbólicas, geográi- de la propuesta de Jérôme Monnet
co-económicas, resulta inteligible y apropiable por
su capacidad de crear vínculos para apropiarse de la Las teorías culturales contempladas con algún inte-
realidad, el valor humano de la libertad de elección, rés dentro de las corrientes de la Geografía humana
intrínsecamente universal, que propone es el de que o de la Economía, interesadas en los símbolos, son
sin dañar nada o a nadie, “cada habitante o usuario encuadradas más ampliamente por otras disciplinas
de una zona pueda producir la simbolización que humanas y sociales. Así, dado que el conocimiento
sea la más apropiada para él” (Monnet, 2007, 14). de la cultura no es objeto de alguna disciplina par-
El respeto a la diversidad simbólica geoeconómica, ticular, sino que hay múltiples voces expresando
resulta así baluarte y fundamento de la argumenta- su conocimiento, es frecuente que el estudio de las
ción de las Ciencias Sociales. intersubjetividades sociales sea adaptado o desarro-
llado desde muy diversas perspectivas disciplinares
e interdisciplinarias.2 La unEsCo, en 1982, declaró:
1. ComEntario CrítiCo
que la cultura da al hombre la capacidad de re-
Los cambios en la posición y en el lugar que ocu- lexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nos-
pan las personas, los capitales, las mercancías, la otros seres especíicamente humanos, racionales,
información alteran las relaciones territoriales que críticos y éticamente comprometidos. A través de
inalmente producen espacios distintos de los ante- ella discernimos los valores y efectuamos opciones.
riores. Estos movimientos vertiginosos, como todo A través de ella el hombre se expresa, toma con-
en la realidad, jamás se presentan desagregados.
Si la Geografía y la Economía los conciben apro- 1 Tal como decía Ernst Cassirer: “Lo que perturba
piándoselos como medio natural, por una parte, o y alarma al hombre no son las cosas, sino sus opiniones
bien como contexto histórico cultural, por otra, la y iguraciones sobre las cosas” (Cassirer (1998), citando a
Epicteto en Un manual de vida).
realidad se encarga de demostrar insistentemente 2 Como por cultura se entiene el conjunto de for-
que no existen tales separaciones, sino para ines mas, modelos o patrones, explícitos o implícitos, por me-
de actuar mejor por medio de modelos que simpli- dio de los cuales una sociedad regula el comportamiento
iquen los hechos. de quienes la conforman, es natural que su conocimien-
to incluya el estudio de costumbres, prácticas, códigos,
El simbolismo geográico económico de los lu- normas y reglas de la manera de ser, vestir, rituales, re-
gares resulta inseparable de la manera como se les ligión y otras normas de comportamiento y sistemas de
concibe en tanto partes de un territorio. Si son sus creencias. Por ello, pudiera decirse que la cultura es in-
formación y habilidades que posee el ser humano. Y des-
cualidades las que hacen de un bosque, recurso y,
de estas aproximaciones es natural que resulte de interés
más aún, que el espacio geográico sea objeto y, por para las disciplinas sociales y humanas, particularmente pa-
ello, se le pueda nombrar, es la intencionalidad des- ra la Antropología y la Sociología.
ComEntario CrítiCo a “El simbolismo dE los lugarEs...” 601

ciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto Teorías, métodos y conceptos sobre hechos sim-
inacabado, pone en cuestión sus propias realizacio- bólicos culturales, materializados como realidades
nes, busca incansablemente nuevas signiicaciones, intangibles que mediatizan la Geografía y la Econo-
y crea obras que lo trascienden (“Declaración de mía, rebasan dicotomías que habían sido considera-
México…”, 1982). das como válidas hace poco. Y si, por el momento,
su fortaleza metodológica es claramente especíica,
Así, el encuentro de estas signiicaciones inte- empírica y antropológicamente localizada en es-
gradoras de los fenómenos culturales, económicos, tudios de un sinfín de lugares, la propuesta de
geográicos e históricos renueva la vida social; y el estudiar el simbolismo geográico económico de los
pensamiento no escapa de estas posibilidades. Den- lugares no se reduce a ello, en absoluto, tal como
tro de esta perspectiva de hechos e ideaciones, se se pone de maniiesto en las relexiones críticas y
suele diferenciar entre teorías críticas y convencio- teóricas y en las conclusiones que no son solamen-
nales. Los estudios culturales o los estudios regiona- te epistemológicas, sino también éticas, políticas y
les resultan más críticos frente a los enfoques tradi- ontológicas.
cionales de las corrientes de la economía neoclásica, Una idea clara de la importancia creciente del
por ejemplo, que contemplan factores geográicos y simbolismo cultural en el estudio geográico econó-
culturales como especiicidades no estructurantes, mico se encuentra en la amplitud con la que se está
frente a otras corrientes que desde perspectivas in- trabajando el concepto de territorio desde inales
tegradoras los reconocen positivamente. del siglo xx.3 Hay autores especialmente en ¿Qué es
En la actualidad, hay diversas perspectivas la ilosofía? (Deleuze y Guattari, 1991),4 que lo con-
y teorías propuestas que toman en cuenta hechos
3 Además, por ejemplo, desde la perspectiva eto-
simbólico culturales y hay muchos autores que, aun
lógica (o sea, ligada al comportamiento animal) a la psi-
incluidos en esta dirección, no estarían de acuerdo cología: Un “territorio” en el sentido etológico, es en-
en compartir una deinición “culturalista”. Pero hay tendido como ambiente de un grupo […] que no puede
esfuerzos por hacer avanzar los estudios espaciales, por sí mismo ser objetivamente localizado, pero que es
económicos y culturales que conirman que sí es po- construido por padrones de interacción a través de los
cuales el grupo o bando asegura una cierta estabilidad y
sible distinguir numerosas obras e intenciones por localización.
rebasar las divisiones del conocimiento que quizá Exactamente del mismo modo, el ambiente de una
fueron justiicables o necesarias en otros momen- única persona (su ambiente social, su espacio personal de
vida o sus hábitos) puede ser visto como “un territorio”, en
tos, pero que actualmente no alcanzan a explicar la
el sentido psicológico, en el cual la persona actúa o re-
complejidad de los fenómenos estudiados y están corre. Aquí ya existen procesos de desterritorialización
siendo rebasadas por ellos. y reterritorialización en marcha, como procesos de tal
Herencias de la Ciencia y del conocimiento territorio (psicológico). Algunos autores distinguen “es-
pacio” como categoría general de análisis y “territorio”,
geográico y social hacen posible el desarrollo de como concepto. Según Moraes (2000), por ejemplo, “del
otros modelos de explicación que buscan compren- punto de vista epistemológico, se transita de la vaguedad
der causas y transformarlas. Modelos esencialistas de la categoría espacial al preciso concepto de territorio”
que reconocen mutas interdependencias sociedad- (p.17) que designan el estatus de relación interna en el
grupo o de un individuo psicológico (Gunzel, s/d) (Rogé-
naturaleza y modelos de traducción y difusión que rio Haesbaert, 2007, pp. 3,4).
rompen con la separación arbitraria entre los mun- 4 Ellos dicen: “Ya en los animales, sabemos de la

dos de cosas y las necesidades frente a las dimen- importancia de las actividades que consisten en formar
territorios, en abandonarlos o en salir de ellos, y asimis-
siones humanas y de libertad ofrecen coordenadas
mo en rehacer territorios sobre algo de una u otra natu-
que ya no se explican ni se pueden reducir a sí mis- raleza (el etólogo dice que el par o el amigo de un animal
mas, dada la innumerable cantidad de híbridos. “equivale a un hogar”, o que la familia es “un territorio
602 margarita CamarEna luHrs

templan como concepto clave de la Filosofía: “En turas, materialista o idealista, que tienen, a su vez,
dimensiones que van de lo físico a lo mental, de lo diversos enfoques del espacio, lo simbólico y lo eco-
social a lo psicológico y de escalas que van desde un nómico en:
conjunto de árboles “desterritorializado” hasta “las
reterritorializaciones absolutas del pensamiento” a. El binomio materialismo-idealismo, desdoblado
(op. cit., p. 66)”. en función de otras dos perspectivas: i. la visión que
La polisemia evidente de “territorio” como denominamos “parcial” del territorio, al enfatizar
“malla de gestión del espacio”, de apropiación, con una dimensión (sea la “natural”, la económica, la
sentimiento o conciencia de su apropiación”; “no- política o la cultural); ii. la perspectiva “integrado-
ción al mismo tiempo jurídica, social y cultural, y ra” del territorio, en la respuesta a la problemática
así mismo afectiva”, aludiendo todavía a un carác- que, “condensadas” a través del espacio, envuelven
ter innato o “natural”, de la territorialidad huma- conjuntamente todas aquellas esferas.
na” (Haesbaert, 2007, p. 4), hacen de este concepto
clave casi un sinónimo de cualquier espacio. b. El binomio espacio-tiempo, en dos sentidos: i. su
Lugares interligados, distintos por sus enfo- carácter más absoluto o relacional: sea en el sen-
ques, son referidos como dos fases de la misma to- tido de incorporar o no la dinámica temporal (re-
talidad del espacio geográico: real o zonal y lineal o lativizadora), sea en la distinción entre entidad
reticular. Y han sido agrupadas estas concepciones físico-material (como “cosa” u objeto) y social-his-
en tres vertientes básicas: la política, referida a las tórica (como relación); ii. su historicidad y geo-
relaciones entre espacio y poder en general o espe- graicidad, esto es si se trata de un componente o
cíicamente jurídico institucionalizada; la simbólico condición general de cualquier sociedad y espacio
cultural prioriza lo subjetivo en la valoración sim- geográico o si está históricamente circunscripto a
bólica del espacio vivido por el grupo que lo habita determinado(s) período(s), grupo(s) social(es) y/o
y reproduce; así como una concepción económica.5 espacio(s) geográico(s) (Rogério Haesbaert, 2007,
Estas concepciones se decantan según diversas pos- pp. 5, 6).

Considerado el territorio como realidad exis-


móvil”). “Con más fuerte razón, el homínido, desde su tente y, al mismo tiempo, de carácter ontológico, y
registro de nacimiento, desterritorializa su pata anterior,
él la arranca de la tierra para hacer de ella una mano, y la
reterritorialización sobre ramas y utensilios. Un bastón,
a su vez, es una rama desterritorializada. - Cultural (muchas veces culturalista) o simbólico-
Es necesario ver cómo cada uno, en cualquier edad, cultural: prioriza la dimensión simbólica o más subjetiva,
en las mismas cosas, como en las mayores provocaciones, en que el territorio es visto, sobre todo, como el producto
busca un territorio para sí, soporta o acarrea desterrito- de la apropiación/valorización simbólica de un grupo en
rialización y se reterritorializa casi sobre cualquier cosa, relación a su espacio vivido.
recuerdos, fetiches o sueños (1991, p. 66).” (Rogério - Económica (muchas veces economicista): menos
Haesbaert, 2007, p. 4). difundida, enfatiza la dimensión espacial de las relacio-
5 “- Política (referida a las relaciones espacio-poder nes económicas, el territorio como fuente de recursos y/o
en general) o jurídico política (relativa también a todas incorporado en la lucha entre clases sociales y en la rela-
las relaciones espacio-poder institucionalizadas): la más ción capital-trabajo, como producto de la división “terri-
difundida, donde el territorio es visto como un espacio de- torial” del trabajo” (Rogério Haesbaert, 2007, p. 5).
limitado y controlado, a través de lo cual se ejerce un Así como una cuarta dimensión:
determinado poder, en la mayoría de las veces —pero - “Naturalista” previa en el pensamiento de las
no exclusivamente— relacionadas al poder político del Ciencias Sociales, que discute entre lo innato y lo adquiri-
Estado. do, lo que es natural y lo adquirido.
ComEntario CrítiCo a “El simbolismo dE los lugarEs...” 603

más allá de su utilidad como instrumento analítico, 1.2 Relevancia en el marco


hay enfoques distintos6 que enriquecen las posibi- de las Ciencias Sociales
lidades de análisis e intervención en la realidad. En
cierta medida, las diferencias de estos enfoques es- Hay cierta tradición de incluir hechos y conceptos
tán dadas por el peso que se reconoce o atribuye al simbólicos culturales que son centrales para la Geo-
espacio, concretado culturalmente como territorio, grafía y la Economía porque el territorio, que es un
como reproductor de órdenes de poder político y tema político cultural por excelencia, las intersecta.
de jerarquías económicas. Un buen resumen es el Sin embargo, se tiende a dar énfasis a los hechos
siguiente: del territorio más que a su materialidad simbólica.
Desde perspectivas separadas y más bien genera-
la territorialidad debe proporcionar una clasii- les, para la Geografía, la cultura tiene cabida en la
cación por área, una forma de comunicación por interacción sociedad-naturaleza y la Economía la per-
frontera y una forma de coacción o control (p. 28). cibe como elemento superestructural, sobre-deter-
El territorio se torna así uno de los instrumentos minante de los factores de localización o de las bases
utilizados en procesos que muestran algún tipo de de la producción; en ambos casos es un elemento
padronización —internamente a ese territorio, y adicional, excepto desde enfoques interdisciplina-
de clasiicación— en la relación con otros territo- rios que le encuentran un valor esencial.
rios. Todos los que viven dentro de sus límites tien- Es importante tomar en cuenta que las rela-
den así, en determinado sentido, a ser vistos como ciones entre Geografía y Economía surcan práctica-
“iguales”, tanto por el hecho de estar subordinados mente todas las relaciones disciplinarias del cono-
a un mismo tipo de control (interno al territorio), cimiento. Así, lo que para la Antropología destaca
como por la reacción de diferencia que, de algu- especialmente por su dimensión simbólica, en el
na forma, se establece entre los que se encuentran estudio de las sociedades tradicionales y en el neo-
en el interior y los que se encuentran fuera de sus tribalismo actual es fundamental la geografía del
límites. Por eso, toda relación de poder espacial- paisaje. Y si para la ciencia política, su construcción
mente mediada es también productora de identi- se pone de relieve a partir de relaciones de poder
dad, pues controla, distingue, separa y, al separar, (Estado), la Economía resulta impensable sin el
de alguna forma nomina y clasiica a los individuos “bien público”; mientras que la Sociología enfoca
y a los grupos sociales. Y viceversa: todo proceso símbolos culturales como elementos intrínsecos de
de identiicación social es también una relación haceres y saberes que conforman los procesos di-
política, accionada como estrategia en momentos námicos de las relaciones sociales, para la geografía
de conlicto y/o negociación (Rogério Haesbaert, humana, la cultura es lo que signiica, el sentido que
2007, p. 32). tiene la producción y apropiación social del espacio
para sus habitantes. Y para la Psicología, cultura
y representación se incorporan en las discusiones
6 Estas “dos posibilidades, vehiculadas por aquellos
acerca de la construcción de la subjetividad y de las
que priorizan su carácter de realidad físico-material o rea- identidades personales, hasta individuales, puesto
lidad ‘ideal’, en el sentido del mundo de las ideas. Para
muchos, puede parecer un disparate hablar de ‘concep- que “el medio natural deja de serlo en el momen-
ción idealista del territorio’, tamaña la carga de materia- to mismo en que un grupo social lo concibe como
lidad que parece estar ‘naturalmente’ incorporada pero, parte del territorio” (Fernández, 1996, p. 8, en San-
como veremos, asimismo entre geógrafos, encontramos
tos, 1984, p. 700).
también aquellos que deienden el territorio deinido, en
primer lugar, por la ‘conciencia’ o por el ‘valor’ territo- El comportamiento y las actividades de los
rial, en el sentido simbólico” (Haesbaert, 2007, p. 6). seres humanos, examinados desde las manifesta-
604 margarita CamarEna luHrs

ciones materiales e inmateriales de las sociedades, intercomunicación entre el resto de las Ciencias
desde el siglo xviii han sido objeto de las Ciencias Sociales ha ido en detrimento del análisis global de
Sociales.7 El estudio del hombre en sus relaciones la sociedad y, por ello, en la actualidad existen mu-
recíprocas y con el medio ha sido su centro de in- chas críticas a la creciente especialización y a la es-
terés, distinguiéndose de las Ciencias Naturales por casa intercomunicación entre las Ciencias Sociales.
“las habilidades cognitivas especíicas que crean una En menoscabo de un análisis global de la sociedad
conciencia y representaciones mentales abstractas (Wallerstein, 1996).
que en general inluyen en su comportamiento y
crean unas reglas de interacción entre individuos
complejas, por tanto a diferencia de las Ciencias 1.3 Relación (o no relación) que tiene
Naturales introducen los hechos mentales reales o con la Economía espacial o Economía regional
supuestos” (Wikipedia, la Enciclopedia Libre).8
El esfuerzo de pronosticar, predeterminar, La cultura, como simbolismo de los lugares, es in-
construir escenarios de alternativas desde las cua- separable del espacio producido o de la economía
les actuar previsoramente forma parte de los obje- que lo sostiene. Las interacciones intersubjetivas
tivos de las Ciencias Sociales. Pero la formulación sociales, siendo esencialmente humanas, son inevi-
de predicciones cuantitativas no han dejado aún de tables en los acontecimientos, en los lugares, pero
ser intentos genuinos e importantes de lo que al- enfoques convencionales tradicionales de la econo-
gún día será conocimiento objetivo, cientíicamente mía espacial o de la geografía humana han llega-
comprobable. Por ahora sigue siendo fundamental do a excluir su presencia e inluencia de entre sus
distinguir “intenciones declaradas que son cons- intereses o a incorporarlos de manera meramente
cientes y pueden ser recogidas directamente pre- incidental.
guntando a los sujetos, ésta es la descripción émica o De las relaciones cuantitativo-cualitativas se-
emics de un suceso” (Wikipedia, la Enciclopedia Li- ñaladas antes, puede destacarse el aspecto dual de
bre); y el comportamiento observado, inconsciente dominación y apropiación simbólica cultural de
que diiere de las intenciones declaradas (Biblioteca los lugares, que subyace en su proceso de produc-
de Consulta…). ción social y económica. En este proceso se han he-
Aunque es la Sociología la disciplina que pa- cho prevalecer diferencias inducidas, diferencias
rece estar más abierta a las aportaciones del resto producidas entre el cambio y el uso de los lugares
de las Ciencias Sociales, como se desprende de las simbólicos. Ideación y Hechos. Logos y Eros (conoci-
recopilaciones de los índices de citaciones de artícu- miento y deseo, de otra manera: Apolo y Dioni-
los y libros,9 la creciente especialización y la breve sio) señalan el conlicto que, intrínseco en las rela-
ciones de los estudios culturales, junto con las
disciplinas geográicas y económicas, puede des-
7 Una deinición complementaria considera que las
Ciencias Sociales son “el conjunto de disciplinas académi- entrañar fenómenos que resultan ser motor de
cas que estudian el origen y el desarrollo de la sociedad, cambio accidental, socio-económico-cultural y espa-
de las instituciones y de las relaciones e ideas que coni-
guran la vida social.
8 “Por otro lado las Ciencias Sociales se diferencian intercomunicación entre disciplinas aún es más maniies-
de las Humanidades en el énfasis dado al método cientí- ta entre los cientíicos sociales de los diferentes países,
ico o metodologías rigurosas de análisis” (Ciencias Socia- que citan solamente a los de su entorno cultural, o su
les de Wikipedia, la Enciclopedia Libre), loc. cit. propio país, y principalmente a los clásicos, cuando de
9 “El proceso es que en las zonas fronterizas se van hecho los grupos latinoamericano, europeo y japonés
creando híbridos y esto es lo que les da coherencia a las superan en bibliografía al grupo inglés americano.” (Wi-
necesarias interdependencias o prestaciones. La escasa kipedia, la Enciclopedia Libre, loc. cit.).
ComEntario CrítiCo a “El simbolismo dE los lugarEs...” 605

cial. No obstante, lo que resulta de mayor interés desilusiones imaginarias, en medio de sus fantasías
es que también pueden ser motor de un cambio y de sus sueños (Cassirer, 1985 en Ostoa, 1999).
intencional, comprehensivo y previsor, veriicable
antes de su puesta en marcha, responsable ecológi- El espacio es una forma simbólica desde que
camente y replicable en distintas escalas geográicas “la razón es un término verdaderamente inadecua-
y sociales que sugiere otros alcances y potenciales do para abarcar las formas de la vida cultural hu-
al enfoque interdisciplinario entre Geografía y Eco- mana en toda su riqueza y diversidad, pero todas
nomía al adoptar enfoques culturales.10 La adapta- estas formas son formas simbólicas. Por lo tanto, en
ción social al medio ambiente supone que el hom- lugar de deinir al hombre como un animal racio-
bre en sociedad: nal lo deiniremos como un animal simbólico” (Cas-
sirer, 1983, pp. 47-49).
no vive solamente en un puro universo físico sino
en un universo simbólico. El lenguaje, el mito, el
arte y la religión constituyen partes de este uni- 1.4 Vigencia del enfoque
verso, forman los diversos hilos que tejen la red
simbólica, la urdimbre complicada de la experien- El enfoque del simbolismo geográico económico
cia humana. Todo progreso en pensamiento y ex- de los lugares es más vigente que nunca. Como
periencia aina y refuerza esta red. El hombre no Jérôme Monnet mismo lo dice, ello es así no sólo
puede enfrentarse ya con la realidad de un modo por el uso intenso que hacen las autoridades eco-
inmediato; no puede verla, como si dijéramos, cara nómicas de la creciente importancia del simbolis-
a cara. La realidad física parece retroceder en la mo de los lugares, sino por el amplio espectro de
misma proporción que avanza su actividad simbó- aplicación que se abre a la producción y reproduc-
lica. En lugar de tratar con las cosas mismas, en ción del espacio: “métodos de producción, control
cierto sentido, conversa constantemente consigo de espacios simbólicos por las autoridades públicas,
mismo. Se ha envuelto en formas lingüísticas, en sociedad civil y los agentes económicos”, quienes se
imágenes artísticas, en símbolos míticos o en ritos vuelven artíices de los lugares, como se veriica en
religiosos, en tal forma que no puede ver o conocer los espacios cibernéticos, producidos totalmente,
nada sino a través de la interposición de este medio ilimitados, pero cuyos recorridos sin límite vuelven
artiicial. Su situación es la misma en la esfera teó- a conigurar regiones. Pero hay otras dos razones,
rica que en la práctica. Tampoco en ésta vive en un dado que
mundo de crudos hechos o al tenor de sus necesi-
dades y deseos inmediatos. Vive, más bien, en me- el espacio geográico es cambiante, muta y se trans-
dio de emociones, esperanzas y temores, ilusiones y forma al ritmo de la sociedad que lo produce: “so-
ciedad y espacio evolucionan contradictoriamente”
(Santos, 1984, p. 701) […] El espacio tiene memoria
10 El uso aparece en acentuado conlicto con el (Halbwachs, 1950) y dicha memoria se encuentra
cambio en el espacio, pues implica “apropiación” y no depositada en la sociedad que lo vive. Al transfor-
“propiedad”. Ahora, la propia apropiación implica tiem-
po y tiempos, un ritmo o ritmos, símbolos y una práctica. mar dichos espacios, se pierde la memoria colectiva.
Tanto más el espacio es funcionalizado, tanto más él es Esto […] ha sido una empeñosa tarea de la moder-
dominado por “los agentes” que lo manipularán, tornán- nidad (Berman, 1989) (Fernández, 1996, p. 10).
dolo unifuncional; menos se presta a apropiación. ¿Por
qué? Porque él se coloca fuera del tiempo vivido, aquél
de los usuarios, tiempo diverso y complejo (Lefebvre, Así, cada vez resulta más vigente el tema de
1986, pp. 411-412). cara a las tendencias contemporáneas por arreba-
606 margarita CamarEna luHrs

tar a los pueblos una de sus características fun- sociales, como forma de “control simbólico” sobre el
damentales, su orden espacial. Y la otra razón es espacio donde viven (siendo también, por lo tanto,
que ello está provocando, además de la oposición una forma de apropiación), y una dimensión más
de muchos grupos para conservar su cultura y el concreta, de carácter político-disciplinar [y políti-
orden de sus espacios, el surgimiento de otros mó- co económico, deberíamos sumar]: la apropiación
viles de identidad en lugar del arraigo territorial y ordenación del espacio como forma de dominio
que había sido su fuente principal. De esta manera, y disciplinarización de los individuos (Haesbaert,
se sugiere que las relaciones entre Geografía y Eco- 1997, p. 42).
nomía están mediadas no sólo por el dinero o las
armas, sino por los cambios sutiles en el sentido, la Así el estudio de lugares simbólicos desborda
forma y la función que sólo la experiencia simbólica Geografía y Economía, para llegar incluso a estu-
colectiva puede darle al espacio (Lynch, 1960). diarse evolutivamente. Dado que el espacio se ex-
perimenta como un espacio orgánico para las so-
ciedades, igual que para los grupos de animales, el
1.5 Contexto con otros autores, corrientes espacio resulta algo perceptual óptica, táctil, acús-
o referencias de reconocimiento internacional tica y kinestésicamente; pero es superior el estudio
del espacio simbólico por las consecuencias que esa
Jérôme Monnet es un geógrafo francés que ha tra- capacidad de pensar el espacio abstracto ha traído
bajado diversos temas y ha aplicado diversas teorías en el desarrollo del conocimiento (Cassirer, en Os-
y perspectivas geográicas culturales especialmen- toa, 1999, Prólogo).
te a las ciudades. Ha estudiado hechos de distin- La validez del enfoque de la cultura en el es-
tas realidades geográicas y arqueológicas sobre tudio del espacio geográico y económico ha sido
ciudades de México, Latinoamérica y el mundo; considerada de interés mundialmente desde hace
y ha producido diversas publicaciones relevantes algunas décadas, pues como explica Cassirer (en
en el diálogo interdisciplinario entre las Ciencias Ostoa, 1999, Prólogo), que el hombre llegue de
Sociales y Humanas. En particular, a través de su manera difícil y complicada a representarse el espa-
inscripción materialista en el espacio, ha propues- cio de manera abstracta, lo diferencia del resto del
to acercamientos conceptuales y empíricos impor- mundo animal y eso es, además, lo que le dirige cul-
tantes en la identiicación del objeto sociocultural turalmente. De acuerdo con Cassirer (1998), y con
y espacialmente identiicado. Sus trabajos resultan Bachelard (1983, pp. 27, 28) es claro que el espacio
sobresalientes en el concierto internacional, latino- se puede comprender vivido e imaginado:12
americano y mexicano en particular.11
Como el espacio es realidad de relaciones, La aprehensión del espacio no es sólo el resulta-
pueden verse innumerables formas, según el grupo do de una asociación sensitiva ni tampoco de una
que lo apropia y ordena: abstracción cognoscitiva, sino que es un acto de
creación simbólica y de transformación del espíritu
El territorio envuelve siempre, al mismo tiempo
[…] una dimensión simbólica, cultural, a través de
una identidad territorial atribuida por los grupos 12 “Aspiran a determinar el valor humano de los

espacios de posesión, de los espacios defendidos contra


fuerzas adversas, de los espacios amados. Por razones fre-
11Datos biográicos y bibliografía de Jérôme Mo- cuentemente muy diversas y con las diferencias que com-
nnet pueden verse en http://www.ciesas.edu.mx/reclus/ prenden los matices poéticos, son espacios ensalzados.
archivos/monnet.pdf A su valor de protección que puede ser positivo, se ad-
ComEntario CrítiCo a “El simbolismo dE los lugarEs...” 607

humano [de tal modo que] el mundo del espacio se Si la Geografía ha servido a la Economía y jun-
desarrolla como mundo intuido y simultáneamen- to con la Ciencia han creado mercados capitalistas,
te pensado (Ostoa, 1999, Prólogo). su potencial no se reduce a ello; hay la capacidad
de rehacer mundos. De acuerdo con las singulari-
dades de cada situación, escalando geoeconómica-
1.6 Opinión personal y mensaje a los lectores mente el principio que Monnet declara de que, sin
dañar a nada ni a nadie, “cada habitante o usuario
de una zona puede producir la simbolización que
Un enfoque integrador y comprehensivo, respe- le sea más apropiada”, hace posible entrever otro
tuoso de la diversidad y pluralidad de las creaciones espacio simbólico, mejor.
culturales, geográicas y económicas, tiene la capa-
cidad de sintetizar la realidad de acuerdo con cada
lugar e historia singulares, de manera propositiva, ConClusionEs
previsora, respetuosa y comprensiva, atributos que
sin duda logran varios autores destacados. El artícu- Las relaciones entre espacio y economía, poder e
lo de marras trae los temas y enfoques culturales identidad, que median necesariamente los símbo-
al examen de uno de los intereses principales de la los, nos remiten a una perspectiva singular de la
Geografía y la Economía: el cambio del espacio en realidad material, tangible en los espacios construi-
sus determinaciones sociales y sus representaciones dos que comunican ideas, valores y sentidos que
simbólicas, merced a las cuales se transforma en son intangibles, haciendo que cobren valor en el
algo apropiable, apetecible, comprensible, incluso marco de las cosmovisiones, o sea del poder y la
ambicionable como fuente de riquezas y poderes. cultura que les dan validez. Como explica Monnet:
Desde mi punto de vista, este enfoque es relevante “el poder del lugar sería entonces por deinición
porque ya se ha dado el momento en que los sím- un lugar simbólico que a la vez introduce el poder
bolos resultan más poderosos que los cuerpos y ob- en el orden del espacio y al espacio en el orden del
jetos que contienen y relejan, pues poder” (Monnet, 2007, p. 1).
Dado que este proceso de mediación simbóli-
ca no ocurre en el contexto en el que aparece, sino
la imagen o modelo, o sea, toda construcción (sim- que proviene directamente de las signiicaciones co-
bólica) de la realidad es un instrumento de poder y lectivas concretas a partir de las cuales se interpreta,
eso desde el origen del hombre. Una imagen, una re-apropia y usa el lugar, en un proceso de ajuste/
guía de acción, que toma las más diversas formas. conirmación/variación/actualización constante que
Hasta hacemos de la imagen un “objeto” en sí y re-implanta sus sentidos al lugar, destacan los méto-
adquirimos, con el tiempo, el hábito de actuar más dos de producción y control de los espacios geoeco-
sobre las imágenes, simulacros de los objetos, que nómicos simbólicos, de las autoridades económicas
sobre los propios objetos (Raffestin, 1993, p. 145). y gubernamentales, así como de la sociedad civil.
Es comprensible la separación de los fenóme-
nos objeto de estudio entre Geografía, Economía
hieren también valores imaginados, y dichos valores son y de los estudios culturales, pero hace falta un en-
muy pronto valores dominantes. El espacio captado por foque interdisciplinario que rebase sus limitaciones
la imaginación no puede seguir siendo el espacio indife-
disciplinarias para comprender la realidad en su
rente entregado a la medida y a la relexión del geóme-
tra. Es vivido. Y es vivido no en su positividad, sino con dinamismo contradictorio, más que de manera ex-
todas las parcialidades de la imaginación” (Ostoa, 1999). plicativamente dispersa, caótica, y la supere de una
608 margarita CamarEna luHrs

manera comprehensiva, previsora, práctica y aplica- rEfErEnCias bibliográfiCas


ble, que no dañe a nada ni a nadie; en in, que sea
responsable geográica y económicamente. Bachelard, G. (1983), La poética del espacio, México,
Dado que el fenómeno de las signiicaciones, Fondo de Cultura Económica.
de la interpretación y de la recreación simbólica de Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta ® 2005.
los lugares contenido geoeconómicamente en ellos © 1993-2004 Microsoft Corporation. Reser-
mismos sucede en un proceso de aproximaciones vados todos los derechos. “Ciencias Sociales.
en las que se apropia y transforma constantemente Artículo”, http://www.miaulavirtual.com.mx/
el entorno circulante en una dialéctica “interno- ciencias_sociales
externa” que se concreta, se asimila y se despliega Cassirer, E. (1998), Filosofía de las formas simbólicas:
de maneras muy complejas, el problema de la in- el lenguaje, México, Fondo de Cultura Econó-
terdisciplinaria conjunción Geografía y Economía mica.
resulta especialmente difícil, si no se comprende __________ [1944] (1983), Antropología ilosóica, Ma-
la intersubjetividad que hace posible sus mediacio- drid, Fondo de Cultura Económica.
nes; lo cual se agrava aún más porque no existe “Declaración de México sobre las políticas cultura-
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El enfoque del simbolismo geográico-eco- unesco.org
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un destacado artículo de la colección producida España, Anagrama.
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Pouvoir, París, Libraires Techniques. drid, Siglo XXI Editores.
La Geografía y la Economía en sus vínculos actuales
Una antología comentada del debate contemporáneo,
coeditado por el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias
y el Instituto de Investigaciones Económicas
de la Universidad Nacional Autónoma de México,
se terminó de imprimir el 21 de noviembre de 2013,
en los talleres de Formas e Imágenes, S.A. de C.V.,
ubicados en Av. Universidad 1953, ediicio 2,
local E, colonia Copilco el Bajo, 04340, México, D.F.
El tiraje consta de 1000 ejemplares en papel cultural ahuesado de 90 g
los interiores, y en cartulina sulfatada de 12 pts. los forros;
tipo de impresión: offset con salida directa a placas; encuadernación en rústica,
cosida y pegada. En la composición se utilizó
la familia tipográica Baskerville Win95BT.
El cuidado de la edición estuvo a cargo del Departamento
de Publicaciones del Crim/unam.

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