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Interdisciplina y pensamiento

sistémico: el abordaje de la
complejidad y la incertidumbre
UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

Mtro. Itzcoatl Tonatiuh Bravo Padilla


Rector General

Dr. Miguel Ángel Navarro Navarro


Vicerrector Ejecutivo

Mtro. José Alfredo Peña Ramos


Secretario General

Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas

Mtro. José Alberto Castellanos Gutiérrez


Rector del CUCEA

Mtro. José Alberto Becerra Santiago


Secretario Académico

Dr. J. Jesús Arroyo Alejandre


Director de la División de Economía y Sociedad

Dr. Martin G. Romero Morett


Jefe del Departamento de Economía
Interdisciplina y pensamiento
sistémico: el abordaje
de la complejidad y la
incertidumbre

Salvador Peniche Camps


Martín Guadalupe Romero Morett
(Coordinadores)

Universidad de Guadalajara
Primera edición 2015

D.R. © 2015, Universidad de Guadalajara


Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas
Periférico Norte N° 799,
Núcleo Universitario Los Belenes,
C.P. 45100, Zapopan, Jalisco, México.

ISBN:

Impreso y hecho en México


Printed and made in Mexico
Contenido

Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable:


Economía Ecológica, pensamiento sistémico y economía solidaria. . . . . . . . . . . 9
Salvador Peniche Camps

Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas. . . 35


José Héctor Cortés Fregoso

Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad . . . . . 61


Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

The Tragedy of the Tragedy of the Commons. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85


John Stayton

Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza:


el caso del caracol purpura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Ma. Del Rosario P. Cid-Rodríguez, Savilu Mariel Fuente-Cid,
Cindy N. Reyes-González, José Villarruel-Ortiz y Noé Ruiz-García

Enfoque sistémico aplicado a la gestión de los parques y áreas naturales


urbanas y rurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Ana Isabel Ramírez Quintana, Pedro Torres Sánchez
y Ofelia Pérez Peña

Globalización y subregionalización: reacomodos espaciales


del sistema-mundo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Salvador Peniche Camps, Martín G. Romero Morett
y Ma. Teresa Alcántara Salcedo

El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental. . . . . . . . 191


Manuel Guzmán Arroyo, Salvador Peniche Camps
Martín López Hernández y Martín G. Romero Morett
La complejidad urbana y el espacio público recreativo
en Guadalajara. Un enfoque de análisis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental


a través de talleres participativos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
Gabriela Zavala García, Erika Jiménez Rodríguez
y Salvador Peniche Camps

Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia. . . . . . . . . . . . . . . 253


José Héctor Cortés Fregoso

Proyecto: “Los conflictos socioambientales en Jalisco.


Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”.
Documento de trabajo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269
Salvador Peniche Camps, Paola Jiménez, Adriana Valdez,
Silke Lumu, Julia Liaw, Nina Jennifer y Sarah Eis
Introducción

En el otoño de 2012 el cuerpo académico “Teoría económica y desarrollo


sustentable” (llamado entonces “Economía y medio ambiente”), empren-
dió una aventura excitante: la exploración de la interdisciplina. Bajo los
auspicios del Instituto de Limnología y con la amable invitación del doc-
tor Manuel Guzmán Arroyo, su director, celebramos el seminario “Cruce
de saberes” en las instalaciones del hotel Montecarlo, de la Universidad
de Guadalajara (UdeG), en la ciudad de Chapala. Los participantes de este
primer taller fueron los investigadores Ana Ramírez, Margarita Anaya,
Fabián González, Enrique Macías, Manuel Guzmán, Gabriela Zavala,
Héctor Cortez, Rosa Scherman, el que escribe estas líneas y el ponente
magistral, Pedro Arrojo, de la Universidad de Zaragoza, España.
El taller fue el inicio de un proceso insospechado de autorreflexión y
autoexploración académica sobre los límites y empatías intelectuales de
cada uno de los participantes. Fue un acto de humildad y compromiso
para entender la manera en que funcionan los cerebros, de formaciones
(deformaciones) diversas. Se trataba de exponer la desnudez intelectual
de cada uno de los investigadores, de desarmar estereotipos y constatar
el alcance de lo que algún día nos dijo Boris Graizbord: “En las universi-
dades se moldean las cabezas, de tal forma que los economistas terminan
por tenerlas cuadradas y los biólogos redondas”.
El año siguiente (2013), el encuentro fue en Puerto Vallarta, organi-
zado con el apoyo del departamento de Economía de la UdeG y la parti-
cipación de académicos del Centro Universitario de la Costa de la UdeG.
En el taller impartido por John Stayton y Elaine McCarthy, del programa
en administración de empresas verdes de la Universidad Dominica de
California, abordamos la teoría de sistemas, el pensamiento complejo y
los aspectos metodológicos de la interdisciplina. En esta etapa, se incor-
poraron al proyecto Martín y Miguel Romero. El resultado del taller fue
la exploración práctica de las capacidades y las maravillas que se logran
con los cambios en el comportamiento de los sistemas derivados en las
transformaciones de sus estructuras.

[7]
Introducción

En el año 2014, se llevó a cabo el tercer taller “Cruce de Saberes”,


intitulado, “Conflictos ambientales en Jalisco”, auspiciado por el Depar-
tamento de Economía y con la colaboración de la maestría en Políticas
Públicas, ambos del Centro Universitario de Ciencias Económico Admi-
nistrativas (cucea). Su objetivo fue abordar el estudio de las resistencias
ambientales desde la perspectiva de los sistemas complejos. Los ponen-
tes magistrales fueron actores de cada uno de los respectivos conflictos:
Graciela González, de la muerte del río Santiago en El Salto; Alejandro
Mercado, de las irregularidades en los basureros en Huaxtla; Ema Juá-
rez de los impactos derivados de la construcción de la presa El Zapotillo
en Temacapulín; Alejandro Cárdenas, de la urbanización en la zona de
recarga hídrica de El Bajío; y Manuel Guzmán, de la crisis en el lago de
Chapala. También participaron en el proyecto Enrique Cárdenas, en el
tema de la destrucción del bosque de Juanacatlán por la construcción del
macrolibramiento carretero así como Cristina Flores, de la construcción
del acueducto de Chapala-Guadalajara.
El libro que el amable lector ha abierto es uno de los resultados de
estos tres años de trabajo. Resume las reflexiones sobre aspectos teó-
rico-metodológicos y empíricos de la interdisciplina, visiones originadas
desde diversos campos epistemológicos como la biología, la economía,
la ingeniería, la sociología, la geografía y la matemática, entre otros. El
hilo conductor de los trabajos que se presentan es el objetivo explícito de
“recortar la realidad” (como diría Rolando García), encontrar las fronte-
ras espaciales, temporales y disciplinares de los problemas socio-ambien-
tales en sus sinergias y traslapes, bajo la unánime convicción de que esa
es la única manera de abordar la realidad e intentar avanzar soluciones
realistas.
Enfrentar la incertidumbre de la realidad compleja expresada en la
crisis de sustentabilidad es un reto enorme, un desafío que tiene sentido
básicamente en el trayecto, porque como diría Prometeo “en el camino al
sol se encuentra el destino del Hombre”.

[8]
De las moléculas a las comunidades

Desarrollo sustentable: Economía Ecológica,


pensamiento sistémico y economía solidaria

Salvador Peniche Camps

La Economía Ecológica constituye la teoría del “desarrollo sustentable”:


su fundamento metodológico es el “pensamiento sistémico” y su praxis
es la “economía solidaria”. Tales son las partes integrantes de esta nueva1
disciplina.
Los prolegómenos de la Economía Ecológica se fincan en la milenaria
tradición intelectual de Occidente. Se pueden rastrear en las reflexiones
fundacionales sobre el lugar que ocupa el ser humano en el Universo y su
interacción con su entorno natural.
En los orígenes de la filosofía clásica, el reconocimiento de la interde-
pendencia entre la sociedad y el medio ambiente era explícito. El mate-
rialismo filosófico de la antigua Grecia planteó la unicidad material del
Universo y la interconexión de los niveles de organización de la materia.
Sin embargo, a medida que la complejidad de la vida social fue desarro-
llándose, este principio ordenador fue diluyéndose. En su afán por inter-
pretar la realidad, los pensadores de la antigüedad fueron perdiendo el
foco y se concentraron cada vez más en los elementos de los sistemas y
cada vez menos en sus interconexiones y sinergias.

1. Sugiero al amable lector que note las cursivas en el término nueva, pues en realidad la idea de
la sustentabilidad, como queda establecido en el cuerpo del texto, tiene raíces históricas muy
profundas.

[9]
Salvador Peniche Camps

El pensamiento de Heráclito (535-484 a. de n.e.) tiene un lugar pre-


ponderante como parte del fundamento epistemológico y metodológico
de la Economía Ecológica. Le debemos a este filósofo de Éfeso el principio
que permite entender las leyes que explican el desarrollo, el cambio y la
transformación del mundo vivo (e inerte) y del pensamiento: la necesi-
dad del cambio y la evolución, y la naturaleza contradictoria de todo pro-
ceso evolutivo (Engels, 1968).
En Demócrito (460-370 a. de n.e.), encontramos la primera interpre-
tación rigurosa de la naturaleza objetiva de la realidad. Es decir, el filósofo
abderitano describió la relación entre el sujeto y el objeto y con ello esta-
bleció las bases de la teoría materialista del conocimiento. Lo anterior le
permitió establecer, en seguimiento de su mentor Leucipo, el origen mate-
rial de la naturaleza a través de una visionaria teoría que explicaba que el
mundo natural está compuesto por diminutas partículas a las cuales les dio
el nombre de átomos. Desde entonces hasta nuestros días, la teoría atómica
de Demócrito ha constituido el fundamento de la física.
Epicuro (341-270 a. de n.e.), por su parte, aporta una visión integra-
dora de la realidad objetiva en la que se establece la noción de conserva-
ción, es decir, la unidad de los procesos naturales, de los flujos que deter-
minan el metabolismo en la vida animal y el desarrollo social. Epicuro da
una explicación materialista de la relación funcional entre el Ser Humano
y los demás seres vivos en su entorno biofísico (Foster, 2000).
La visión epicureana criticó a la de Demócrito en un elemento esen-
cial: a diferencia de Demócrito, Epicuro consideró el principio de libertad
como parte central de su filosofía. Para él, no existe una Ley predetermi-
nada o Divina por la cual los individuos y los átomos deben comportarse.
El filósofo consideró el libre albedrío y la incertidumbre como inherentes
a la existencia y el Universo. El alcance de este planteamiento es difícil de
sobreestimar: Epicuro establece la necesidad y la posibilidad del cambio y
la transformación las cuales a la postre se constituyeron como los pilares
de la teoría de la evolución y de la metodología del pensamiento sisté-
mico. Las ideas de Epicuro entraron en contradicción con la percepción
religiosa que ubicaba al “Hombre” como amo del Universo, idea que per-
mea la visión actual del desarrollo y que puede considerarse una de la cau-
sas más importantes de la crisis ecológica de la actualidad (Marx, 1971).
Aristóteles (384-322 a. de n.e.) fue el gran integrador del conoci-
miento, capaz de identificar la esencia del problema del lugar del Ser
Humano en el mundo. En lo que respecta a nuestro tema, el fundador de

[ 10 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

la racionalidad occidental identificó la diferencia entre oikonomia y cre-


matística, es decir, entre la disciplina que estudia la administración de
los recursos con los que se produce la riqueza y “el arte de hacerse rico”
(Martínez, 2003). La confusión entre estos dos conceptos (la actividad
productiva para satisfacer las necesidades vitales y la práctica de hacer
dinero por el dinero en sí), constituye el corazón del problema de la crisis
ecológica del capitalismo contemporáneo.
De esta manera, en los postulados de la filosofía clásica de la anti-
gua Grecia encontramos las raíces teórico-metodológicas de la Economía
Ecológica lo cual no debe sorprender ya que el objeto de estudio de la dis-
ciplina lo constituye la esencia de existencia de la vida humana, es decir,
la relación armónica de los elementos que permiten la vida en el entorno
biofísico. El planteamiento de tal problema en los términos descritos,
pudo ser concebido en la mente de los primeros sabios, de la misma
manera en la que los niños perciben las cosas esenciales con mayor clari-
dad que los adultos. En la historia de las ideas en general, esa es la princi-
pal virtud de la filosofía clásica.
Con el advenimiento de la modernidad, en esta área del conocimiento
como en la mayor parte del corpus de conocimientos protocientíficos,
los postulados de los filósofos clásicos fueron retomados. William Petty
(1623-1687), representante de la escuela mercantilista en la historia del
pensamiento económico, sintetizó de manera casi intuitiva el princi-
pio fundamental de la Economía Ecológica. Con su máxima “el trabajo
es el padre de la riqueza; la naturaleza, su madre”, estableció el vínculo
orgánico entre el proceso productivo y los recursos naturales. Pero hay
mucho más detrás de esta importantísima sentencia. Petty nos habla
entre líneas de la necesidad de hacer énfasis en el estudio de las relacio-
nes entre los dos procesos, en la importancia de integrar el conocimiento
del ámbito técnico-productivo con el biofísico-natural, definiendo de esta
manera el verdadero objeto de estudio de las condiciones de existencia de
la sociedad.
Los fisiócratas, por su parte, consideraron a la naturaleza como la
única fuente de la riqueza, plantearon de manera transparente la jerar-
quía y la direccionalidad de los ámbitos de la relación sociedad-natura-
leza. El “Tableau Economique” de François Quesnay (1694-1774), ilustra
con una claridad sorprendente la dependencia de la producción de bienes
materiales y servicios, de los flujos (oferta) de recursos naturales a través
de su esquema de sinergias entre materiales y energía en el proceso eco-

[ 11 ]
Salvador Peniche Camps

nómico. Para los teóricos de esta escuela del pensamiento económico la


manufactura de bienes materiales y la prestación de servicios no son más
que actividades en donde se manipulan y distribuye el valor obtenido de
la naturaleza con la ayuda del trabajo humano.
Los fundadores de la Economía Ecológica, científicos de la talla de
Georgescu Rogen (1906-1994), Herman Daly (1938-) y Serge Latouche
(1940-) retoman este principio fundacional de la fisiocracia en la elabo-
ración de su tesis de la “Economía Homeostática”. Según estos teóricos,
el fin del crecimiento se convierte en un imperativo en el momento en
que la capacidad de carga de los ecosistemas encuentra su límite. El argu-
mento es impecable: los límites del crecimiento dependen de los recur-
sos existentes. “¡Pensar en la posibilidad de crecer infinitamente en un
medio finito sólo puede ser obra de un loco, o de un economista!”, alertó
Kenneth Boulding (1910-1993) al presagiar la crisis ambiental que ahora
vivimos.
El debate sobre cómo alcanzar este fin, sobre cómo obtener la “Eco-
nomía en Estado Estacionario”, la “Economía del Decrecimiento”, con
incremento de los necesarios benefactores materiales e intangibles, cons-
tituye uno de los temas de frontera de la Economía Ecológica.
La evidencia demuestra que en lo que respecta a gran parte de las
materias primas no renovables necesarias para la producción se han
sobrepasado los niveles máximos históricos de producción. Según Sver-
drup (2012) los llamados “picos de Hubert”2 se presentan ya, no sólo
en los combustibles fósiles (petróleo 2005, carbón 2015, energía global
2020) sino que en al menos 12 de los metales y materiales estratégicos
de la actualidad (oro y fosfato en el 2000, plomo en el 2020, plata, zinc,
hierro, platino en el 2030, cobre en el 2040, indium, molibdenum, cromo
y nickel en el 2050).
Lo mismo ocurre con los ecosistemas: según el reporte del grupo de
expertos del Centro de Resiliencia de Estocolmo, coordinado por Rock-
tröm (2009), existe evidencia del agotamiento de la resiliencia de gran
parte de los sistemas de soporte de vida a lo largo del planeta. Tal es el

2. El “Pico de Hubbert” es un concepto creado por el geofísico norteamericano Marion King


Hubbert (1903-1989), por medio del cual se explica el agotamiento de las reservas de algún
recurso natural. También conocido como el “Cenit del petróleo” por haber sido concebido para
determinar las tendencias de extracción del crudo, el pico expresa el momento en el cual la
extracción de una unidad de petróleo deja de ser rentable debido a que requiere de la misma
cantidad para extraerlo (Ballenilla, 2004).

[ 12 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

caso de los ritmos en la pérdida de la biodiversidad, la disrupción de los


ciclos del nitrógeno, fósforo y el agua, entre otros. Por lo anterior, tal
parece que la opción que enfrenta la humanidad no es sobre la factibili-
dad de la aplicación de la economía homeostática, al estilo de la fisiocracia
moderna, sino cómo, cuándo y dónde empezaremos a ver su aplicación y
sus efectos. En otras palabras, el “dilema” consiste en decidir si debemos
prepararnos para la transformación o sólo debemos esperar a que llegue
y adaptarnos.
Con el fundamento teórico del mercantilismo y de la fisiocracia, se
construyó la teoría económica clásica, base de la teoría económica con-
temporánea. Es decir, las ideas básicas en las que se ha fincado la visión
moderna de la economía han permanecido incólumes desde los tiempos de
la Revolución Industrial, es decir, desde hace aproximadamente 250 años.
La economía clásica constituye, esencialmente, un reduccionismo
teórico-metodológico, enfocado a uno de los elementos de la realidad
social, a saber, las relaciones que construyen los individuos en el espacio
restringido al intercambio de bienes y servicios: el mercado.
El principio regidor de la teoría económica clásica lo constituye la
tesis de la capacidad autorreguladora del mercado. Según este paradigma,
el mercado, cuando opera sin restricciones, garantiza una utilización efi-
ciente de los recursos. Eficiencia, bajo estos términos, supone la máxima
utilización posible del capital, ya sea este físico, humano o natural, bajo
el incentivo del máximo beneficio individual y en condiciones de escasez
relativa. El debate que plantea la Economía Ecológica sobre la necesidad
de revisar la ciencia económica ha girado en torno a la demostración de
esta hipótesis.
La confianza en el mercado, en su capacidad regulatoria, ha con-
ducido las decisiones de la política ambiental y el diseño de sus insti-
tuciones e instrumentos, confiando en que el equilibrio de la oferta y la
demanda, a través del esquema de precios, es el único mecanismo capaz
de garantizar la conservación de los recursos naturales. Si la evidencia
actual demuestra el deterioro permanente y acelerado de todos y cada
uno de los sistemas de soporte de vida, se debe, según la teoría econó-
mica dominante, a las imperfecciones del mercado.
El argumento de la autorregulación de los mercados tiene su origen
en la máxima de Jean Baptiste Say (1767-1832), aquella que dice que
“toda oferta genera su demanda”. Transformada en términos modernos
en el modelo de Equilibrio General, esta idea fundacional de la ciencia

[ 13 ]
Salvador Peniche Camps

económica significa que el libre accionar del mercado y el resultado de las


fuerzas de la oferta y la demanda garantizan la utilización plena de los
recursos, el crecimiento de la economía sin desperdicio y con equidad.
La tarea de demostrar esta hipótesis, la comprobación del principio fun-
dacional del Laissez Faire del fisiócrata Vicent de Gournay (1712-1759),
ha sido el objeto de sórdidas batallas en el campo de la epistemología,
desde los tiempos del marginalismo con las aportaciones de León Walras
(1834-1910), pasando por la famosa “Controversia de Cambridge” en la
década de los años cincuenta (sobre la teoría del capital y las condiciones
del equilibrio en el mercado), hasta llegar a las contribuciones de Ken-
neth Arrow (1921-) quien según Alejandro Nadal puso el último clavo
en el ataúd de la teoría del Equilibrio General (2014). Desde su propia
trinchera, la ortodoxia neoliberal, Arrow demostró la imposibilidad de
comprobar la hipótesis en disputa, por lo cual le fue asignado el Nobel en
1972. El argumento es impecable: con el instrumental matemático dispo-
nible y dada las restricciones formales que implica, no es posible demos-
trar cómo se forman los precios de equilibrio, por lo que resulta imposible
demostrar que los mercados asignan los recursos de manera eficiente.
La disputa, por supuesto, no acaba ahí. La hipótesis de la capacidad
autorreguladora del mercado sigue planteándose como el argumento
fundamental que justifica la política económica de la actualidad, ya sea
que se trate de lo concerniente al comercio internacional, lo relativo a
la inversión extranjera o las privatizaciones. La apuesta por las solucio-
nes que ofrece el mercado en estos términos se parece poco a una fun-
damentación científica de una visión del mundo y más se asemeja a la fe
religiosa. La Economía Ecológica retoma esta discusión con una fuerte
crítica al dogma del mercado desde la perspectiva de la explotación de la
naturaleza.
La teoría económica heterodoxa ha avanzado un gran trecho en esta
dirección. Phillip Mirowski (1951-) y Deidre Mccloskey (1942-), entre
otros, han dedicado toda su vida académica a desmontar el entramado
del edificio conceptual de la ciencia económica dominante. Mirowski
afirma que lo que se conoce como ciencia económica se basa en una serie
de “compromisos epistémicos” que se derivan de una especie de celo por
la más dura de las ciencias duras: la física.

En lugar de enfocarse en la importancia de la investigación sobre el significado e


implicaciones de la coordinación exitosa de la actividad económica, los economistas

[ 14 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

intentaron crear la impresión de un orden natural apropiándose de las metáforas


de la física encontrando las nociones críticas de la competencia, el equilibrio, etc.,
impuestas a ellos por sus recientemente adoptados procedimientos matemáticos
(Mirowski, 1986: 220-221).

De esta manera, según el autor, los conceptos de utilidad, equilibrio y


marginalidad, piedras angulares de la disciplina, se construyeron como
derivaciones de las categorías de la física clásica, como la teoría de los
campos y la termodinámica en ausencia de toda actividad social. La crí-
tica de la heterodoxia económica aborda los elementos fundacionales
de la corriente dominante y le niega todo rigor y capacidad explicativa a
pesar del lugar que ocupa en el mundo académico, las estrategias de desa-
rrollo de los estados modernos y las instituciones del gobierno mundial.
En su tiempo, el advenimiento de la teoría económica clásica obede-
ció a la necesidad de dar una explicación coherente del desempeño eco-
nómico con respecto a los intereses de la nueva organización productiva
industrial. La flamante “ciencia económica” se convirtió poco a poco en
un instrumento ideológico para la aplicación del modelo económico de
mercado y su respectivo patrón de distribución de la riqueza. Por ello no
sorprende que en el edificio teórico de la nueva disciplina desapareciera
la noción de medio ambiente en el sentido en el que fue planteado por
las escuelas preclásicas, convirtiendo paulatinamente al medio natural en
un insumo más, regido por las leyes de la oferta y la demanda. La agenda
ambiental desapareció detrás de la cortina de la lógica del mercado.
Sin embargo, el divorcio de la actividad productiva de la sociedad y su
medio ambiente real en la percepción de los economistas fue un proceso
paulatino. Los clásicos del siglo xviii, no se desembarazaron de golpe de
la noción de la vinculación orgánica entre la naturaleza y la producción
social. Smith (1723-1790), por ejemplo, consideró que su “Homo Econo-
micus” (el ser que impulsa todo el sistema movido por el interés indivi-
dual), debería ser una persona moral, con preocupaciones sociales que
evitarían el deterioro de la calidad de vida de la población. En particular,
en el capítulo viii de su obra magna, dedicado a los salarios y las condi-
ciones de vida de los trabajadores, se refirió a la importancia del entorno
natural de la producción, en relación a las condiciones necesarias para
mantener la vida de uno de los factores de la producción: la mano de obra.
En la obra del segundo bastión de la teoría clásica de la economía,
David Ricardo (1772-1823), la preocupación sobre el papel central que

[ 15 ]
Salvador Peniche Camps

ocupa en la economía la base material de la producción es aún más


importante. La teoría ricardiana de la renta de la tierra no es otra cosa
que una interpretación naturalista de la creación de la riqueza. La renta
diferencial, el establecimiento de los precios de los alimentos con base en
la fertilidad de las parcelas más productivas, constituye un acercamiento
ecológico al problema de la oferta de mercado. Como afirma Bartra: “Así
entendida, la renta diferencial es consustancial al capitalismo y genera
una distorsión estructural en el reparto del excedente que en principio
privilegia a quienes controlen la producción agropecuaria a costa del
resto de capitales” (Bartra, 2006: 4).
La Economía Ecológica recoge de este planteamiento fundacional (la
necesidad de incorporar el elemento ecológico en la racionalidad econó-
mica), uno de sus temas de frontera. Por un lado, con las teorías de la
renta y del comercio internacional, Ricardo siembra la semilla de la crítica
a la llamada “deuda ecológica” y por el otro, plantea el problema de la
incorporación de instrumentos de análisis ecológico en el instrumental
del análisis económico.
Como extensión del marco teórico de la renta ricardiana podemos
derivar que la acumulación de la renta ecológica en las cuentas de los
poseedores de los derechos de explotación tiene un saldo implícito oculto:
a saber, el costo monetario de la destrucción de la naturaleza causada
por el agotamiento de las reservas de recursos o la contaminación de los
sitios de explotación, es decir, la ”deuda ecológica” que los países indus-
trializados han contraído con los países subdesarrollados. Este concepto
(el costo de la externalización de los efectos nocivos de la sobreexplota-
ción de recursos naturales), tiene profundas implicaciones geopolíticas
y económicas. Como afirma Martínez, los países pobres deben exigir el
pago de los daños ambientales causados por el modelo vigente de desa-
rrollo: es tiempo de calcular el saldo resultante del monto de la deuda
ecológica frente al de la deuda externa contraída por estos por canales
financieros (Martínez, 2005).
Finalmente, la perspectiva teórica de la renta ricardiana plantea por
primera vez la necesidad de formalizar una metodología que permite
incorporar aspectos derivados de las leyes que gobiernan la naturaleza
(la termodinámica y sus leyes) a la racionalidad de la economía, es decir
incorporar los límites naturales a la visión utilitarista de la “crematística”.
Algunos desarrollos importantes incluyen la adaptación de un gradiente
ecológico en los modelos macroeconómicos como la curva transversal

[ 16 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

“EE” en el modelo IS-LM (Moraes, 2011) o el cálculo de tasas de retorno


para la sustentabilidad (con base en la resiliencia de los ecosistemas), en
la ecuación de los rendimientos futuros del capital, la reformulación de la
función de capital y otros elementos de evaluación de proyectos susten-
tables (Chen, 2008).
La renta, en el sentido ricardiano, constituye una explicación intui-
tiva del proceso de transformación de energía en dinero (otro de los
temas de frontera en la Economía Ecológica). Con ayuda de este concepto
podemos incorporar en el análisis económico los procesos socioambien-
tales que determinan la distribución de la riqueza como expresión del
patrón de consumo exosomático de energía (el consumo externo de ener-
gía de cualquier sistema). El edificio teórico ricardiano planteó las bases
para entender que el secuestro de la renta, la apropiación de parte de
las ganancias derivadas del proceso de producción capitalista, constituye
una de las formas más parasitarias de sobreexplotación de los recursos
naturales. Svampa (2013) y otros han asignado a este nuevo modelo
postcolonial de integración de la periferia subdesarrollada a los centros
del capital globalizado el nombre de “Neoextractivismo”. Sin el robusto
fundamento ricardiano de la teoría renta económica no es posible dar
explicación de la nueva división corporativa del trabajo, de los nuevos
mecanismos de acumulación capitalista, como el auge de la minería en
Sudamérica, la masiva producción de soja en Brasil y Argentina o la pri-
vatización de la renta petrolera en México del año 2014.
Siguiendo con la exploración de las raíces de la Economía Ecológica,
consideremos la aportación de John Stuart Mill (1806-1873). Mill consi-
deró que el Estado debe utilizar su poder para atenuar los efectos del libre
mercado en el medio ambiente y cuestionó por primera vez el principio
inherente a la teoría económica dominante relativa al imperativo del cre-
cimiento permanente y acelerado de la economía. La Economía Ecológica
ha puesto especial atención en las ideas de este gran economista.
La intervención estatal en la Economía, como instrumento de pro-
tección hacia el medio ambiente fue retomada por la economía neoclá-
sica sólo hasta el siglo pasado, cuando los límites biofísicos del desarro-
llo empezaron a ser evidentes. El espíritu de Mill se vio reflejado en las
teorías de los fundadores de la Economía del Bienestar y su derivación,
la Economía Ambiental (Pareto 1848-1923, Pigou 1877-1959, Coase
1910-2013, entre muchos otros). En consecuencia, la aplicación de la
microeconomía neoclásica al estudio del medio ambiente, se tradujo en

[ 17 ]
Salvador Peniche Camps

el fundamento teórico-metodológico de los instrumentos de gestión en


las economías de mercado hasta nuestros días.
La manifestación de impacto ambiental, las normas oficiales, el orde-
namiento ecológico del territorio, las regulaciones de las áreas naturales
protegidas y los estudios de costo-beneficio están basados en el instru-
mental que proporciona la microeconomía neoclásica y en los principios
emanados de la racionalidad económica, pero, a contrapelo de la teoría
“clásica”, la idea central de la economía ambiental plantea la gestión del
estado para corregir las “fallas de mercado” o externalidades. De esta
manera, la economía ambiental constituye una tácita aceptación de que
el mercado realmente existente por sí sólo no es suficiente para asignar
los recursos de manera eficiente. La solución consiste en crear condicio-
nes para el funcionamiento expedito de las reglas del mercado, ya sea
con la adecuación de las formas de propiedad, la asignación de precios
(subsidios o impuestos) o la imposición de escasez forzada (paradoja de
Lauderdale).
Los instrumentos tradicionales de gestión ambiental supeditan los
imperativos ecológicos a los equilibrios económicos que regulan al mer-
cado. Así, por ejemplo, el criterio para determinar los niveles “óptimos de
contaminación” consiste en supeditar la salud de los ecosistemas a aquel
punto en que el beneficio marginal se iguale o sea mayor al costo margi-
nal. En todo momento, el análisis de cada situación concreta se deriva de
la decisión tomada por los individuos racionales, es decir, aquellos que
reaccionan ante el contexto institucional de acuerdo a sus intereses para
maximizar sus beneficios. Bajo este criterio, la desaparición de un eco-
sistema se justificaría plenamente en el caso en que su aprovechamiento
satisfaga la condición arriba descrita.
La lógica detrás de los equilibrios de mercado en la gestión ambien-
tal se justifica socialmente bajo la óptica de la microeconomía neoclásica,
con el principio “paretiano” de justicia social. Wilfredo Pareto estableció
las bases de la llamada teoría del bienestar, la cual constituye uno de los
pilares de la política ambiental hasta nuestros días. El llamado “óptimo
de Pareto” establece las condiciones con las cuales se justifica la aplica-
ción de las estrategias de desarrollo. Con el principio de que una acción
pública debe tomarse sólo cuando su costo de oportunidad social no sea
mayor para cuando menos uno de los demás miembros de sociedad, se
establece un criterio de mercado para el aprovechamiento de los bienes
comunes. El llamado bien común se establece, con este instrumento,

[ 18 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

a través de valoraciones utilitarias dinámicas de acuerdo a las tazas de


retorno financieras. Pareto responde a la pregunta que surge, por ejem-
plo, de la disyuntiva entre la calidad de aire que respiramos y el nivel de
contaminación que ocasionan las estaciones termoeléctricas a través de
los costos que ambas representan. Es decir: hasta qué punto es necesa-
rio respirar CO2 para generar electricidad o qué decisión es más racional
para la población, enfermarse de cáncer de pulmón o tener electricidad.
Con sus aportaciones, Pareto introduce el problema de la justicia
ambiental en la discusión sobre la sustentabilidad, lo cual constituye el
objeto de estudio de una de las disciplinas afines de la Economía Ecoló-
gica: la ecología política. En años recientes, esta área de estudio, el aná-
lisis de los patrones de explotación de la naturaleza y sus repercusiones
sociales, ha adquirido gran importancia debido al deterioro acelerado de
los ecosistemas a lo largo del mundo y a la nueva etapa de la acumulación
mundial en la cual se ha exacerbado la estrategia de despojo y ocupación
de los territorios de los pueblos originarios donde se encuentran las últi-
mas reservas de recursos naturales (Martínez, 2005).
El problema de los ganadores y los perdedores en la crisis ambiental,
la ecología política, constituye otro de los temas punta de la Economía
Ecológica. De ahí la importancia de una crítica a la teoría de la justicia
ambiental derivada de la teoría económica dominante. El fundamento
de los instrumentos de la política ambiental son los criterios de justi-
cia distributiva elaborados por Pareto y los teóricos de la economía del
bienestar. La utilidad de este método de selección de opciones de polí-
tica ambiental consiste en que les ofrece a los tomadores de decisiones
una herramienta formal, con evaluaciones numéricas, que resuelve el
problema valorativo-subjetivo, sobre la pertinencia moral de una deci-
sión sobre otra. El método de optimización restringida, el análisis costo-
beneficio, o la utilidad marginal, carecen de moralidad: son resultados
matemáticos fríos y contundentes. Son ideología disfrazada de ciencia.
Uno de los retos de la Economía Ecológica consiste en la creación de
un método de valoración de la justicia ambiental distributiva, un meca-
nismo que ofrezca robustez metodológica en la toma de decisiones sobre
lo inconmensurable, sobre los valores morales, culturales o estéticos
implícitos en la evaluación de las estrategias de desarrollo. Sen (1933-)
ha dedicado gran parte de su obra a la discusión sobre la necesidad de
incorporar valoraciones extraeconómicas en la filosofía económica. En su
crítica a la técnica de valoración ambiental dominante, el premio Nobel

[ 19 ]
Salvador Peniche Camps

señala que la valoración utilitarista detrás del óptimo paretiano no per-


mite la evaluación de la búsqueda del bien social a través de la coopera-
ción pues sólo considera el interés individual. Lo anterior lleva necesa-
riamente hasta una situación de equilibrio inerte, en la cual nadie puede
aumentar su beneficio sin hacer disminuir el de los demás (Albertos,
1991: 28). Lo anterior, junto con el concepto de “consecuencialismo” (la
inclusión de la valoración de las consecuencias de las decisiones en mate-
ria de justicia ambiental distributiva) y los planteamientos de Mahatma
Gandhi (Parent, 2009: 21) sobre la universalidad de los beneficios socia-
les, constituyen el fundamento de las críticas de la teoría del bien social,
planteadas por la Ecología Política.
En esta misma línea de análisis, está el tema demográfico. El plan-
teamiento sobre la naturaleza del patrón poblacional del capitalismo
constituye uno de los referentes más importantes de la discusión sobre la
sustentabilidad. Thomas Malthus (1766-1834) consideró el crecimiento
exponencial de la población en relación con la exigua productividad agrí-
cola, un grave riesgo para la sociedad y la más importante limitante del
desarrollo. Las “soluciones” malthusianas son consistentes con el signo
de clase de los teóricos de la economía clásica. Las guerras, epidemias,
hambrunas y demás catástrofes sociales, considerados por el malthusia-
nismo como instrumentos “naturales” para regular el crecimiento des-
controlado de las masas de trabajadores, son ideas que se desprenden
de la concepción clasista de la sociedad que caracterizó al pensamiento
clásico en la economía. De ahí la importancia de la evaluación crítica del
malthusianismo actual, ya que su espíritu anti humanista sigue estando
presente en las políticas oficiales del control de la población y del llamado
“combate a la pobreza”: con el pretexto de la sustentabilidad (la necesidad
de reducir a las poblaciones para eficientar el ingreso), la política pobla-
cional se ha centrado en reducir la fertilidad de los sectores poblacionales
marginalizados. En los hechos, la política de población se ha convertido
en un arma genocida utilizada contra las poblaciones más pobres y vulne-
rables donde se encuentran las reservas de recursos naturales.
El malthusianismo es el referente obligado en la discusión sobre la
sustentabilidad pero la evidencia demuestra que el análisis maltusiano es
estático y constituye un caso particular dentro de un modelo más amplio
(Suzuki y Hanington, 2012). En dinámica (con las variables económi-
cas, tecnológicas y ambientales cambiantes en el tiempo y el espacio),

[ 20 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

el esquema maltusiano deja de ofrecer explicaciones consistentes de la


realidad del desempeño socioambiental.
En este contexto, la controversia entre Paul Elrich (1932- ) y Julian
Simon (1932-1988) sobre el factor demográfico de la sustentabilidad
incorpora elementos que permiten entender la evolución de los patro-
nes poblacionales en el contexto de la sociedad actual y es esencial para
entender la concepción de la Economía Ecológica sobre la población.
Elrich profundiza la tesis maltusiana y la transforma en un problema
complejo e interdisciplinario. Al analizar los impactos ambientales de
la explosión demográfica, el autor se sale del marco “alimentario” de
Malthus y explora los desequilibrios estructurales y sistémicos que oca-
siona la sobrepoblación en los ciclos ecológicos (Elrich y Holdren: 1971).
Por su parte, Simon (1996), con su crítica al catastrofismo de la explosión
demográfica y la crisis socioambiental, aporta un concepto importante
para la reinterpretación del problema, a saber, la idea de que el problema
de la sustentabilidad no es un tema restringido al tamaño de las poblacio-
nes. Con sus aportaciones, el autor plantea el contexto teórico que ayuda
a entender las condiciones por medio de las cuales la población puede
considerarse un factor favorable para el desarrollo socioeconómico.
Ester Boserup (1910-1999) presenta una interpretación integradora
de las visiones expuestas. Para la autora el problema demográfico no
puede entenderse fuera de su relación con el desarrollo socio ambiental.
Para Boserup, existe una relación dialéctica entre los procesos de creci-
miento demográfico, la base ecológica de la producción de alimentos, el
desarrollo tecnológico, los impactos y cambios ecológicos y el estableci-
miento de diversos tipos de gobernanza socioambiental. Boserup estu-
dia los efectos concretos, en comunidades específicas, e identifica las
maneras en que los impactos de los elementos mencionados determinan
patrones particulares que definen el destino de culturas concretas. En la
tradición de los estudios de Escurra (1992) y Diamond (2005), en los cua-
les la desaparición de civilizaciones antiguas se derivó de una gobernanza
insustentable, la escuela boserupiana abre una ventana fresca al tema, por
demás mórbido, de la explosión demográfica y el agotamiento de los recur-
sos naturales. Para Boserup, la concepción maltusiana entre crecimiento
demográfico y desarrollo social se invierte: la población se convierte en el
detonante de la innovación que permite el incremento de la productividad
social por la vía de la utilización sustentable de los recursos naturales que
permiten la subsistencia de las comunidades (Boserup, 1965).

[ 21 ]
Salvador Peniche Camps

El tema demográfico es uno de los pilares de la visión neoclásica del


desarrollo y de la llamada racionalidad económica smithiana. Como es
sabido, para Smith los seres humanos son egoístas y agresivos por natu-
raleza. La teoría explica que esta actitud, en sintonía con la teoría evo-
lucionista darwiniana, garantiza el desarrollo social pues incentiva la
competencia y la eficiencia. Los individuos y las empresas en la sociedad,
como las bestias en el reino animal, evolucionan gracias a su agresivi-
dad en la competencia por la subsistencia. A la postre, continúa Smith,
el egoísmo individual se traduce en el bien social pues los individuos se
benefician con mejores productos, salarios más altos y precios más com-
petitivos.
Para desenmascarar la falacia del llamado “darwinismo social” es
pertinente acercarse a la teoría del genetista africano Richard Dawkins
(1941- ) sobre la evolución. Dawkins desarrolla la idea de la evolución de
Darwin estableciendo su verdadero significado humano y filosófico. La
evolución, según su hipótesis, no actúa para la preservación de los indi-
viduos ni de las especies, sino del adn: lo que continúa es la vida misma,
no los individuos (Dawkins, 1982).
Como seres vivos, todas las especies compartimos los mismos com-
ponentes básicos, los elementos químicos que conforman los genes, ele-
mentos que surgieron en reacciones físicas universales como las explo-
siones de las supernovas. La belleza y elegancia de este planteamiento
tiene muchos perfiles y llevó a Carl Sagan (1934-1996), años antes, a su
proposición científica de que somos “polvo de estrellas” y “la forma en
que el Universo piensa en sí mismo”. Según Sagan, la diferencia entre un
ser vivo y uno inerte es la forma en que estos elementos están organiza-
dos, lo importante es el sistema de relaciones que permite el intercambio
de sustancias, la homeóstasis, y el desarrollo, el consumo y transferencia
de energía o metabolismo. Es decir, al nivel más básico, la vida es posible
gracias a la organización, no a la competencia: la vida se da gracias al fun-
cionamiento de sistema llamado organismo vivo (Sagan, 1998; Assimov,
1978). La Economía Ecológica retoma este principio, el relativo al papel
central de los sistemas, como su fundamento metodológico.
La Economía Ecológica es la ciencia de las relaciones. Su objeto
de estudio consiste en los vínculos y sinergias que determinan la vida
humana en sociedad. Es, en esencia, una perspectiva interdisciplinaria en
donde confluyen elementos económicos, sociales y ambientales. Por ello,
la metodología de la Economía Ecológica recurre a la teoría de sistemas,

[ 22 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

al abordaje de los sistemas complejos y al entendimiento de los vínculos


causales en el estudio del entorno de vida de las personas en su nivel más
básico y al nivel de sus comunidades (Forrester, 2009).
En palabras de Capra (1996), el pensamiento sistémico es la herra-
mienta que nos permite entender la realidad compleja. La tradición cien-
tífica clásica, surgida del legado de la física newtoniana y la matemática
cartesiana, condujo a la teoría del conocimiento a una visión compar-
tamentalizada y desconectada de la realidad. A principios del siglo xxi,
con la crisis ambiental, esta visión ha mostrado sus limitaciones. Enten-
der el lugar del Ser Humano en el universo, su esencia natural, su origen
físico universal, su animalidad, constituye el punto de inicio de la nueva
metodología que pone énfasis en los aspectos que nos conectan con la
naturaleza, el tiempo y el universo. En palabras del astrofísico norteame-
ricano Neil DeGrasse Tyson, “todos estamos conectados: entre nosotros,
biológicamente, con la tierra, químicamente, con el resto del Universo
atómicamente”.
Las implicaciones teórico metodológicas de esta concepción son
enormes y trastocan el fundamento epistemológico que ha regido la teo-
ría del conocimiento dominante, mismo que constituye el fundamento
de la práctica científica (la educación universitaria), la política pública y
la ética en la sociedad contemporánea. La concepción integradora de la
realidad constituye una posición intelectual sumamente subversiva pues
cuestiona el fundamento en el que se basan los paradigmas científico-
técnicos y, de paso, la validez de las instituciones científicas que dominan
los ámbitos del poder público. El pensamiento sistémico como teoría de
conocimiento, constituye una revolución del conocimiento.
Bajo este planteamiento, el estudio del medio ambiente, es decir el
estudio de las condiciones de nuestra existencia, requiere de concebir la
realidad como un sistema complejo, plantea la necesidad de adquirir la
habilidad metodológica de recortar la realidad espacial y temporalmente,
para poder reflejarla en nuestros sentidos a través de la interdisciplina.
Los trabajos de Morín (1977) y García (2006) entre otros, son pione-
ros en la creación de una metodología que pone énfasis en las relacio-
nes entre los procesos, en el trayecto, la dinámica y las tendencias. En
seguimiento de la filosofía hegeliana, para estos autores, el proceso del
conocimiento constituye un viaje por medio del cual, el investigador y el
objeto de investigación se integran, transformándose mutuamente. Para
la metodología de los sistemas complejos, conocer significa interactuar.

[ 23 ]
Salvador Peniche Camps

La aparición de la ecología es, en cierto sentido, fruto de esta nueva


concepción de la vida. La disciplina estudia las relaciones que permiten la
vida en la naturaleza y en el medio humano por extensión, incorporando
necesariamente en su corpus teórico la interdisciplina y los sistemas. El
padre de la ecología moderna, Eugene Odum (2004) ha señalado la per-
tinencia de este enfoque en el estudio de las condiciones que permiten la
existencia de la vida en el planeta, a escala de los grandes ecosistemas, y
de la vida a escala micro. Quizás uno de los hallazgos más importantes
de la ecología moderna consista en el principio de cooperación y el impe-
rativo de la organización que permite el funcionamiento de la vida en los
sistemas vivos (Millan, 2007).
También a escala social, los homínidos han evolucionado gracias a su
capacidad de crear estructuras sistémicas que permiten su supervivencia.
Ahora se sabe que, en su historia, hubo cuando menos un momento en
el cual los humanos primitivos estuvieron a punto de la extinción,3 situa-
ción que fue sorteada gracias a la habilidad humana de cooperación. La
desaparición de nuestra especie, como la del 99% de las especies que han
existido hasta la fecha, hubiera resultado insignificante para la historia
del planeta pues, en términos dawkinianos, la preservación de la vida,
concebida como la preservación del adn, hubiera continuado a través de
otras especies.
El mensaje detrás de este suceso es inconmensurable cuando la
supervivencia de la especie está de nuevo en riesgo, cuando la destruc-
ción antropogénica del ambiente ha llegado a ser un peligro real para la
permanencia de la especie en la Tierra: sólo a través de entender la inter-
conexión con el medio podrá la sociedad de homínidos detener la trans-
formación de las condiciones biofísicas que exige la existencia de nuestra
especie. En otras palabras, el riesgo ambiental de la actualidad consiste
en la desaparición del umbral biofísico que permite la vida humana. Hay
que tener claro que de extinguirse la raza humana, creará, como sucede
con la extinción de cualquier otra especie, las condiciones para el desa-
rrollo de otras formas de vida, preservando así el adn creado en la tierra
hace más de tres mil millones de años. Es imprescindible entender con
humildad que los seres humanos somos “nuevos en el vecindario”, hemos
estado menos de un minuto en el calendario cósmico del planeta, y que al

3. Según Ambrose (1998), la llamada catástrofe de Toba llevó a una reducción de la población
humana a 1,000 parejas reproductoras hace 70 mil años, en Sumatra.

[ 24 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

final del camino, de todas formas desapareceremos, como desaparecerá


todo cuando el Universo llegue al equilibrio térmico que se avecina en los
próximos miles de millones de años, según los hallazgos de la astrofísica
moderna. Tenemos que disfrutar nuestro momento.
Pero, entonces, ¿de dónde surge la racionalidad económica, el
egoísmo como sistema y valor último del sistema social de la actualidad?
La respuesta la ofrece Fresco (2007). Su tesis central consiste en que cada
forma de convivencia se deriva de la forma específica de organización
social, es decir, el sistema de mercado ha creado al “Homo Economicus”
y no al revés. Por ello, el gran reto civilizatorio de nuestros tiempos con-
siste en entender que el principio que nos permitió evolucionar frente a
otras especies mucho más adaptadas al medio, fue la cooperación y no
la competencia, utilizar nuestra ventaja comparativa evolutiva (la inteli-
gencia socio-adaptativa).
La crisis socio-ambiental de la actualidad es la crisis del modelo de
competencia smithiano-darwinista. Para acabar con la crisis, la Econo-
mía Ecológica plantea la necesidad de salir del marco de este sistema pro-
ducción y de consumo, construir otro modelo basado en las característi-
cas que le dieron origen a la civilización humana: la Economía Solidaria.
Parafraseando a Dawkins, es imprescindible utilizar nuestros principales
instrumentos, el cerebro y el corazón para sacar de nuestro sistema las
formas bárbaras en que se da la lucha entre los individuos de las especies
del mundo natural. Llegó la hora del humanismo.
Jean Paul Sartre (1905-1980) dijo que el marxismo es la forma más
avanzada de humanismo en la historia del pensamiento social y por ello
constituye un referente teórico metodológico de la Economía Ecológica.
Carlos Marx (1818-1883) representa también un exponente de primera
importancia en el tema de la relación entre la Ecología y el proceso pro-
ductivo. A pesar de la percepción dominante del supuesto desdén que la
teoría marxista clásica tuvo con respecto al problema del medio ambiente,
la teoría de Marx representa el planteamiento más avanzado, pues da la
explicación más completa y rigurosa sobre el problema. Marx ofrece una
explicación científica de los límites del sistema productivo capitalista y
su naturaleza agresiva hacia el medio ambiente. Al desarrollar la tesis de
la relación dialéctica entre el carácter históricamente determinado de la
producción social y los efectos particulares de cada uno de los modos de
producción en el medio ambiente, la teoría marxista establece el marco
interpretativo más avanzado sobre el tema de la sustentabilidad. Cierta-

[ 25 ]
Salvador Peniche Camps

mente, la visión marxista considera que el ser humano, como cualquier


ser vivo, interactúa en su entorno y ocasiona cambios en el metabolismo
de los seres vivos y el mundo biofísico que lo rodea. Cuando el hombre
actúa en sociedad, su interacción con el medio cambia con las leyes de
la convivencia social conformando un metabolismo social históricamente
determinado. Consecuentemente, bajo las leyes del mercado, la afecta-
ción se magnifica, se convierte en un elemento disruptor de los ecosiste-
mas al grado de atentar contra la vida misma en el planeta, como sucede
con la crisis ecológica de la actualidad (Burkett, 2006).
Marx establece que debido a la enajenación social que genera el pro-
ceso de producción específicamente capitalista, al convertir a la natu-
raleza en mercancía, el sistema de mercado cosifica a la vida y a todo el
medio externo, reduciendo a la naturaleza a un inanimado objeto desti-
nado a la producción, separado de la existencia del Ser Humano y desti-
nado a la obtención y acumulación de ganancias monetarias. A esto Marx
llamó la ruptura metabólica. De esta forma llegamos a una primera hipóte-
sis preliminar, a saber, que el objeto de estudio de la Economía Ecológica
lo constituye la ruptura metabólica y la necesidad de su transformación.
El futuro de la humanidad, su calidad de vida y hasta su propia existencia
depende de la habilidad que tenga la sociedad contemporánea de modi-
ficar el tipo de metabolismo social actual a partir de la articulación de una
forma diferente de relacionarse con el medio ambiente en el proceso pro-
ductivo.
La transformación del metabolismo social sólo puede llevarse a cabo
a través de un nuevo esquema de producción y consumo: la Economía
Solidaria. Este nuevo paradigma surgido de la praxis social, constituye
una respuesta a las nuevas condiciones de la economía mundial. Se trata
de una reacción, de una estrategia de resistencia de comunidades locales,
que han sido expulsadas del ámbito del mercado y que se han visto en la
necesidad de reinventar su realidad productiva y sus patrones de con-
sumo (Gómez, 2013).
El nuevo capitalismo presenta una serie de características particula-
res que lo diferencian del modelo de mercado del siglo xx. La crisis actual,
caracterizada por el desempleo permanente y acelerado, la expulsión de
sectores sociales enteros del proceso de producción y los esquemas de
consumo, el crecimiento de la economía basado no en el incremento de
la producción material sino en el aumento de volúmenes del circulante y
la especulación financiera así como la expansión económica y territorial

[ 26 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

del poder de las compañías transnacionales en busca de las reservas de


recursos naturales en manos de comunidades tradicionales y expresa los
límites del sistema de mercado, el agotamiento del modelo. En el capita-
lismo industrial del siglo xx se requería de la incorporación de una can-
tidad cada vez mayor de trabajadores y tenía a su disposición los recur-
sos materiales y el capital necesarios para su reproducción ampliada. El
capitalismo del siglo xxi ha agotado sus reservas y se encuentra en un
proceso de autodestrucción social y ambiental (Harvey, 2004).
Tal es el contexto en el cual el surgimiento de un nuevo esquema de
producción se hace posible y necesario. Las características del modelo de
la Economía Solidaria se contraponen a las prácticas del modelo de mer-
cado y promueven una transformación en las reglas de la convivencia en
comunidad.
Los principios de la Economía Solidaria, según Barkin (1998) son:
a) Autogestión.
b) Autosuficiencia.
c) Cooperación.
d) Solidaridad.

Ciertamente, la economía solidaria plantea la necesidad de una organi-


zación productiva postcapitalista, con valores opuestos a la competencia
del mercado, en donde la comunidad decide qué se produce y cómo se
debe producir, en su propio beneficio. La producción solidaria debe ser,
en consecuencia, económicamente viable, ambientalmente amigable y
socialmente pertinente. La Economía Ecológica plantea el fundamento
teórico para la construcción de un nuevo modelo productivo basado en
ciertos principios como la biomimesis (imitación de los procesos ecoló-
gicos) o la neguentropía (islas de producción de mínimo desperdicio de
energía) (Riechman, 2003).
No existen modelos preestablecidos del tipo de organización socio-
productiva que supone la Economía Solidaria. Cada realidad concreta
supone el diseño de los métodos específicos de gestión. En la práctica,
el cooperativismo, el comercio justo, las comunidades agroecológicas, la
permacultura, el trueque y el dinero comunitario constituyen formas en
que se expresa este movimiento de resistencia socio-ambiental. Ejemplos
de lo anterior lo constituye la Universidad de los Descalzos de Bunker
Roy, el movimiento cooperativista español liderado por Enri Durán, el
movimiento Gaia o las Ciudades en Transición. Según Kliksberg (2012),

[ 27 ]
Salvador Peniche Camps

hoy en día existen 800 millones de personas viviendo en condiciones de


cooperativismo.
La Economía Solidaria significa un divorcio por parte de las comuni-
dades, de las condiciones de empleo, inversión y educación establecidas
en las relaciones monetario-mercantiles con el objetivo de darle un nuevo
sentido a la vida, lo que se ha denominado “El Buen Vivir” o Sumak Kaw-
say (en lengua kichwa).
El Buen Vivir no es otra cosa que el regreso al sentido original del
bienestar, destinar tiempo a las actividades que generan la felicidad. La
atención a la persona, a la familia y a la diversión; la alimentación, la
salud y la educación; el amor y el disfrute de la naturaleza. El fin último
de la Economía Solidaria es la consecución del Buen Vivir, es decir, traba-
jar para vivir y no al revés (Acosta y Martínez, 2009).

A manera de conclusión

En plena noche neoclásica en la Economía, en la que el vínculo socie-


dad-medio natural fue ignorado, el físico Frederick Soddy replanteó de
manera definitiva el principio integrador de la economía con la ecología,
reviviendo con esto la esencia del problema. En su obra Riqueza, riqueza
virtual y deuda (Soddy, 1926) el Nobel de química inglés descubrió enton-
ces lo que ahora parece obvio: que la producción debe enmarcarse dentro
de los límites de los recursos existentes y que el origen de toda produc-
ción, la oferta real, se origina en la energía solar y no en el mercado.
En este contexto y ante el deterioro permanente y acelerado de todos
y cada uno de los sistemas de soporte de vida, en la academia ha surgido
un conjunto de cuerpos teóricos que han intentado dar explicación (y
aportar soluciones viables) a la crisis ambiental de la actualidad. Desde
diversos campos del conocimiento, los pensadores comprometidos con el
estudio de la grave situación se han dado a la tarea de elaborar construc-
ciones teórico- metodológicas que intentan sortear las limitaciones que
caracterizan a la ciencia “normal”, es decir, aquella que se enseña en las
instituciones formales y que constituye el fundamento de las propuestas
vigentes de desarrollo.
Tal es el caso de la Socioeconomía, la Sociobiología, el Ecosocialismo,
la Ecología Humana y otras visiones que confluyen en su intento por con-
formar un corpus de conocimiento que integre los imperativos de los sis-

[ 28 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

temas de soporte de vida con los sociales y los económicos. El problema


no es menor. La integración del conocimiento en un vector teórico que
permita recortar la realidad en su complejidad, e interacción, nos lleva
a preguntas de orden epistemológico y metodológico de gran calado. Al
respecto, Hugo Zemelmann (1992) plantea que la realidad no se presenta
de manera fragmentada y que el reto de la investigación consiste preci-
samente en elaborar un nuevo paradigma que permita adentrarnos en la
esencia del objeto de estudio. Desde la perspectiva de la teoría del conoci-
miento, lo anterior constituye un formidable esfuerzo. Para comprender
este proceso a cabalidad, es menester adentrarse en la dialéctica entre
el ser la y conciencia, es decir en el estudio de la naturaleza del cono-
cimiento y explorar las formas en que los sentidos reciben el reflejo de
la realidad y, de esa manera, se vuelven parte de ella transformándose
mutuamente.
La Economía Ecológica es la ciencia de las sinergias. Su objeto de
estudio es el conjunto de interrelaciones que conforman la realidad socio-
ambiental y las leyes que las caracterizan. Por ello, el economista ecoló-
gico es un científico con una visión universalista que le permite calibrar
los factores que constituyen el complejo entramado de conexiones entre
lo social, lo económico y lo ambiental. El planteamiento central de la dis-
ciplina consiste en considerar que el tipo de desarrollo es el resultado de
la interacción de toda una serie de fenómenos interconectados a través
de procesos invisibles para el ojo entrenado bajo una perspectiva discipli-
nar lineal. Por ello, el énfasis de la Economía Ecológica está en el estudio
de las conexiones entre las prácticas productivas y los otros componentes
de la realidad socio-ambiental.
La Economía Ecológica cuestiona el pensamiento único emanado de la
racionalidad económica de la teoría clásica, es decir que desconoce como
verdad eterna la supuesta naturaleza egoísta y competitiva del ser social.
Por un lado, no existe evidencia científica de que el ser humano tenga
una especie de “chip” que lo predisponga a las actitudes individualistas
que dan origen a todo el edificio teórico de la teoría económica conven-
cional. Al respecto, es pertinente adentrarse en la discusión sobre el com-
portamiento social de las comunidades de animales, misma que tiene sus
orígenes en los estudios de Walter Clyde Allee (1938), quien sostiene que
es la cooperación y no la competencia lo que permite una mejor adap-
tación y la posibilidad de evolucionar. Por su parte, más recientemente,
Peter Joseph del Proyecto Zeitgeist, replantea el teorema de Smith: no es

[ 29 ]
Salvador Peniche Camps

la naturaleza humana la que con su naturaleza egoísta ordena la actividad


social sino que es la naturaleza de la sociedad de mercado la que deter-
mina los valores egoístas de las personas.
Por otra parte, el argumento smithiano de que el egoísmo individual
conlleva al bien común a través del funcionamiento del mercado ha sido
rebatido por economistas provenientes de la corriente convencional, como
Garret Hardin (1968) y Elinor Ostrom (2000). Estos autores sostienen que
en un mundo limitado por la escasez de los recursos naturales las actitudes
egoístas individuales conllevan necesariamente a la destrucción.
A pesar de lo anterior, el pensamiento smithiano reforzado por la
tradición marginalista y schumpeteriana, constituye el fundamento de
la ciencia económica dominante. De su apreciación sobre la racionali-
dad económica se construyó el enorme edificio de la teoría económica
moderna; sobre estos fundamentos se han elaborado las políticas eco-
nómicas ortodoxas, el fundamento teórico de la apertura comercial y la
globalización, los protocolos de funcionamiento de los gobiernos nacio-
nales y las instituciones de gobernanza mundial, las compañías trans-
nacionales y las instituciones financieras globales. Bajo la visión clásica
se han elaborado las teorías de la gestión ambiental, los instrumentos,
programas y las instituciones que gobiernan la relación entre la sociedad
y el medio ambiente. El axioma reza: “la libre competencia y el mercado
guiado por el interés individual garantizan la utilización eficiente de los
recursos”.
El ala más radical de la teoría neoclásica simplemente ignora la crisis
ambiental y la considera una construcción ideológica y/o una conspira-
ción.4 Por otro lado, están los teóricos neoclásicos que han reaccionado
ante la evidencia de la devastación de la naturaleza. Estos economistas
desarrollaron la disciplina de la “economía ambiental” cuyo objetivo con-
siste en corregir las “fallas de mercado”, es decir, utilizar la fuerza del
Estado para profundizar el alcance de las relaciones monetario-mercan-
tiles en todo lo relacionado al medio ambiente. Según estos teóricos, la
raíz de la crisis ambiental se puede encontrar en aquellos espacios donde
el mercado tiene restricciones. Para corregir el problema es suficiente con
crear mecanismos institucionales que fomenten el ámbito del mercado
en aquellas áreas que están aún fuera de su influencia, ya sea a través de

4. Lomborg, B. (2001). The skeptical environmentalist. Measuring the real state of the world. Estados
Unidos: Cambridge University press

[ 30 ]
De las moléculas a las comunidades. Desarrollo sustentable

impuestos (Pigou, 1877-1959) o la adecuación de los tipos de propiedad


o privatización (Coase, 1910-2013).
Como se puede observar, la Economía Ambiental aborda el problema
del deterioro del medio fuera del ámbito de la producción. La disciplina
intenta incorporar a la naturaleza en el ámbito del mercado a través de
la disciplina de la “economía de los recursos naturales”5 y por otro lado,
plantea la incorporación de los efectos negativos de la producción (conta-
minación y destrucción ambiental) como un problema de externalidad de
costos (internalizar las externalidades).
La Economía Ecológica parte del lado opuesto. La disciplina no aborda
“las consecuencias” del modo de producción sino que considera que el
problema de la crisis ecológica se encuentra en el proceso mismo de pro-
ducción (el metabolismo social) y en los patrones de consumo productivo
e individual. Por ello, el germen de la transformación está en el cambio
de paradigma productivo y de consumo de energía y recursos naturales.

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[ 33 ]
Arquetipos sistémicos
y solución de problemas con
estructuras genéricas

José Héctor Cortés Fregoso1

Los arquetipos sistémicos tienen que ver con estructuras genéricas en el


contexto del pensamiento sistémico; son patrones de comportamiento
recurrentes, pautas de conducta que se repiten una y otra vez en el curso
de la existencia de los diversos sistemas. Reconocerlos se torna impor-
tante para poder abordar más efectiva y eficientemente la solución de
problemas ecosistémicos. La visión de largo plazo del desarrollo de eco-
sistemas encuentra en el estudio y análisis de los arquetipos sistémicos
un gran apoyo para mejorar los procesos decisorios y de planeación. Es
menester abordar la problemática del desarrollo de ecosistemas a partir
de la identificación de los arquetipos sistémicos con el propósito de fun-
damentar la ecosustentabilidad en beneficio de los sistemas humano y
natural.
En el presente trabajo se pretenden mostrar las principales caracte-
rísticas de los arquetipos sistémicos estudiados por diferentes autores,
así como su relación con el diseño y creación de ecosistemas, lo que faci-
lita el tratamiento espacial de los arquetipos sistémicos como línea de
investigación que ha aparecido en los últimos años.

1. Profesor e investigador titular “C”. Departamentos de Métodos Cuantitativos y de Economía.


Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (cucea). Universidad de
Guadalajara. Parte del presente trabajo se presentó en el segundo taller “Cruce de saberes”
organizado por el cuerpo académico “Teoría económica y desarrollo sustentable” del
Departamento de Economía. Puerto Vallarta, Jalisco. Noviembre de 2013.

[ 35 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Palabras clave: arquetipo sistémico, estructura genérica, pensamiento


sistémico, diagrama causal, ecosustentabilidad, arquetipos sistémicos
espaciales.

Introducción

Diversos autores han tratado el tema de los arquetipos sistémicos (as),


unos con la intención de advertir sobre las consecuencias de no tomar-
los en consideración para evitar decisiones erróneas y otros con la mira
puesta en la profundización de la naturaleza sistémica de la realidad. Por
primera vez y de forma sistemática, Senge, en su ya clásica obra La quinta
disciplina, discute lo que considera como configuraciones naturales, es
decir, patrones de conducta que controlan acontecimientos (Senge, 1998:
122-147). De hecho, Senge discute ampliamente dos de los más conoci-
dos as: límites del crecimiento y desplazamiento de la carga. En el apén-
dice 2 del texto citado, el autor lleva a cabo una síntesis de las nueve
más conocidas estructuras genéricas (eg): compensación entre proceso y
demora, límites del crecimiento, desplazamiento de la carga (caso espe-
cial: desplazamiento de la carga hacia la intervención), erosión de metas,
escalada, éxito para quien tiene éxito, tragedia de los (bienes) comunes,
soluciones rápidas que fallan y crecimiento y subinversión.
Por su parte, Meadows les llama “trampas sistémicas” pero acota con
“y oportunidades”. Esta autora afirma que los sistemas exhiben rezagos,
no linealidades, ausencia de límites definidos y otras características más
que hacen que los sistemas sean complejos (Meadows, 2008: 111-141).
Al hablar directamente de las trampas sistémicas, Meadows discute y
analiza las soluciones rápidas que fallan como as típico de la resistencia a
las políticas, la tragedia de los comunes, el sesgo o desplazamiento al bajo
desempeño, la escalada, el éxito para quien tiene éxito bajo la perspectiva
de la exclusión competitiva, el desplazamiento de la carga al interventor
como as fundamental del sistema de la adicción, el vencimiento de las
reglas y la búsqueda del objetivo equivocado.
Otro autor, cuyo artículo es ampliamente citado y comentado en
la literatura especializada, es Braun, quien, desde la perspectiva de las
organizaciones, desarrolla ampliamente un análisis de los arquetipos y su
relación con la modelación sistémica (Braun, 2002: 1-26). En su impor-
tante contribución, Braun explica cada uno de los diez as que son reco-

[ 36 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

nocidos en el campo de la dinámica de sistemas (ds). Así, expone la teoría


dinámica, su comportamiento en el tiempo, la aplicación a la planifica-
ción, proporciona un ejemplo, sugiere la acción prescriptiva, propone los
siete pasos para la acción y el significado real del as en términos de cada
uno de los diez, que son los límites del crecimiento, conocidos también
como los límites del éxito, el desplazamiento de la carga, la erosión de
metas, la escalada, el éxito para el exitoso, la tragedia de los comunes,
los arreglos que fallan, el crecimiento y la subinversión, los adversarios
accidentales y el principio de la atractividad. Para este autor “los as son
herramientas sumamente efectivas para profundizar en los patrones de
comportamiento, permitiendo la reflexión de la estructura subyacente
del sistema objeto de estudio”.
Como ya se mencionó, la literatura especializada sobre los as ha sido
tratada por numerosos especialistas. La breve revisión de tres de los más
importantes autores en el campo del pensamiento sistémico y la dinámica
de sistemas nos permite concluir dos aspectos importantes. En primer
lugar, no existe consenso alguno acerca de cuántos y cuáles con los as; en
segundo término, la aplicabilidad de cada uno de los as detectados queda
plasmada de forma palmaria, ya que los pensadores revisados discurren
sobre diferentes atributos de los as hasta llegar a su aplicación práctica,
tanto en el contexto de los sistemas en general como los relacionados con
las organizaciones, productivas y de tipo social.
En los últimos cinco años se ha venido estudiando otro aspecto impor-
tante de los as. Ciertos estudiosos del tema se han preguntado acerca de
la necesidad científica que el pensamiento sistémico y la ds requieren
satisfacer para trascender un enfoque meramente aespacial a una visión
sistémica espacial. Como consecuencia del desarrollo que, por ejemplo,
la econometría espacial y los sistemas de información geográfica, entre
otras áreas del conocimiento contemporáneo, han logrado en términos
de considerar directamente la variable espacial, algunos investigadores
sistémicos también han desarrollado la línea de investigación de la ds y
los as y su relación con el espacio. En este sentido, BenDor y Kaza han
propuesto una teoría de los arquetipos sistémicos espaciales (BenDor y
Kaza, 2012: 109-130). Ante la ausencia de la integración directa del espa-
cio en la modelación de la ds, los investigadores citados se basan en “…
la literatura del análisis espacial para explorar la influencia del espacio en
las relaciones dinámicas y los arquetipos, sin dejar fuera los métodos para
articular el ‘espacio’ y expresar la retroalimentación”.

[ 37 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Además de la introducción al tema, en esta investigación se desarro-


llan, en la primera sección, diagramas causales o diagramas de influencia
para describir los as considerados. En la sección ii se amplía la visión
espacial de los as. En la parte iii se hace una breve reflexión sobre la varia-
ble espacio sistémico y su relación con los as. Por último, en las conclu-
siones se sintetizan los aspectos más sobresalientes del trabajo expuesto.
Se da a conocer una bibliografía básica sobre as al final del documento.

La literatura sistémica y los as

Conocidos también como patrones genéricos de comportamiento sisté-


mico, los arquetipos sistémicos (as) son las herramientas que contribu-
yen a la solución de problemas ante un sistema complejo; este concepto
tiene su origen en los años ochenta cuando el estudio de la ds se realizaba
con diagramas causales complejos y con el apoyo de paquetería especia-
lizada para la modelación sistémica. Estos arquetipos se construyen con
la finalidad de dar claridad a nuestros modelos mentales y asimismo para
poner en práctica el pensamiento sistémico.
Los as poseen cierta estructura propia y quedan representados por
bucles reforzadores, bucles compensadores y demoras. En el bucle refor-
zador una variable importante se puede acelerar hacia arriba o hacia abajo
provocando un crecimiento exponencial o, por otra parte, un colapso; se
representa con una bola de nieve por algunos autores. Por su parte, en el
bucle compensador existen movimientos con buena oscilación girando
en torno a un objetivo, es decir, este bucle lo que hace es frenar al bucle
reforzador para que no se provoque el crecimiento exponencial o el
colapso; se representa con una balanza, en algunas ocasiones.
Subrayo que la representación de los bucles de retroalimentación
positiva o negativa se puede hacer, como queda anotado, con bolas de
nieve o balanzas. Sin embargo, existen otras maneras para indicar bucles
de retroalimentación de refuerzo, positiva o morfogenética, y de retroa-
limentación de estabilización, negativa o morfostática. Independiente de
la forma de representación, lo importante es dejar claro el tipo de bucle
de retroalimentación que se genera por la estructura del sistema.
En cuanto a las demoras, no es más que un simple lapso en el cual se
genera un tiempo inicial (las causas) y un tiempo final (las consecuen-
cias); éstas pueden ser tomadas o no tomadas en cuenta por los bucles.

[ 38 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

Como queda asentado en la introducción, diversos autores discuten


diferentes categorías de arquetipos sistémicos. Independientemente de
considerar ocho o diez, a continuación se lleva a cabo una descripción de
los más conocidos haciendo énfasis en sus características más sobresa-
lientes.2
También vale la pena resaltar el hecho de que los vínculos entre las
variables quedan especificados por el signo que relaciona una variable
con la otra. El signo positivo (+) significa una relación directa o positiva:
el movimiento entre las variables se da en el mismo sentido. En cambio,
el signo negativo (-) indica que la relación se da en sentido inverso: si
una variable aumenta la otra tiende a disminuir y viceversa. A renglón
seguido se describen diez as poniendo especial atención en el concepto,
la solución, el diagrama causal y, en ocasiones, ejemplos representativos.

Naturaleza y características de los as

Los párrafos siguientes describen nueve de los as más representativos y


más comunes en la práctica como “estructuras genéricas”. Aunque es de
conocimiento común en la literatura especializada, los autores que apo-
yan la descripción que se desarrolla son Braun (2002) y Meadows (2008).

Compensación entre proceso y demora

Este as supone que existe una condición real la cual debe ser mejorada
y se actúa utilizando una acción correctiva; con esto, si la condición real
tiene más problemas nos llevará a utilizar más la acción correctiva con lo
cual se generara una relación positiva. La acción correctiva va acompa-
ñada por una demora, lo cual indica que tiene que pasar un tiempo antes
de que se implemente a la condición real.
El esquema de este arquetipo de compensación entre proceso y
demora se forma por un bucle de retroalimentación negativa, que está
representado con una balanza. La figura 1 representa la estructura del as
considerado mediante un diagrama causal o de influencias. Como puede

2. Es necesario hacer notar que los nombres de los diferentes as varían en español de acuerdo con
el traductor. Como se puede observar, los títulos dados en las introducción pueden ser un poco
diferentes a los instrumentados a continuación; el concepto, sin embargo, es el mismo.

[ 39 ]
José Héctor Cortés Fregoso

verse, a mayor presencia de condiciones reales que impliquen cierta pro-


blemática, las decisiones sobre acciones correctivas deben ser en mayor
número, lo cual genera procesos que tienden a corregir las condiciones
reales problemáticas. No sólo hay necesidad de corregir problemas; en
muchas ocasiones es necesario aprovechar situaciones reales ventajosas;
los procesos decisorios tenderán a reflejar las mismas tendencias. Los
siguientes as presentados en el resto de la sección implican explicaciones
de los vínculos entre variables del mismo tipo que las especificaciones
anteriores. La idea central es proporcionar lo más completo posible un
esquema que refleje la naturaleza estructural del as.

Figura 1
El as que muestra el mecanismo que se genera
entre compensación y demora (rezago)

Un ejemplo real que explica la presencia de este as se da cuando una


empresa textil abastece con sus productos al mercado, pero su produc-
ción cada vez es mayor y sigue produciendo y abasteciendo al mercado
hasta saturarlo; surge entonces el problema de que ya existen más pro-
ductos de los que realmente el mercado requiere.
Un ejemplo más se refiere a una empresa de bienes raíces que se
dedica a la construcción de vivienda. Al comenzar el proyecto se cons-
truyen casas habitación sin tener una estimación de cuánto necesita el
mercado; es cuando surge un proceso de saturación del mercado porque
ya existen más propiedades construidas que las que el mercado demanda.
Por supuesto que las situaciones que en realidad se pueden presentar en
los mecanismos de toma de decisiones son múltiples en el contexto de la
vida real.

[ 40 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

Límites del crecimiento

Este as principalmente se basa en el crecimiento exponencial y se apoya


en el bucle reforzador, también llamado bucle de retroalimentación posi-
tiva o morfogenético. En la vida cotidiana podemos observar este as ya
que su presencia es muy común. Una situación que refleja el comporta-
miento de este as en el ámbito empresarial se observa día con día; por
ejemplo, cuando se da la apertura de una nueva empresa empieza a crecer
poco a poco pero llega un punto en el cual el crecimiento se hace más
acelerado, lo que conlleva a que los beneficios sean mayores. Así, tanto
los fundadores como los accionistas se muestran felices por los beneficios
obtenidos.
Sin embargo, pasa el tiempo y se llega al punto de inflexión óptima,
máximo en este caso. Como todo tiende a tener un límite de crecimiento,
se llega al nivel en que las ventas ya no pueden seguir creciendo a la
misma tasa que anteriormente a raíz de diferentes factores; así, se buscan
soluciones rápidas las cuales funcionarán en su momento pero posterior-
mente se repetirá el mismo bucle ya que se está produciendo el efecto de
bola de nieve, se está dando un crecimiento exponencial lo que significa
que las cosas se están saliendo de control, las ventas ya no son las mis-
mas, los costos muestran una tendencia a subir y los beneficios disminu-
yen muy rápidamente.
Al analizar este ejemplo de la empresa notamos que ningún creci-
miento es ilimitado, pero el error que se comete es el de querer forzar el
crecimiento llevándolo así al bucle de retroalimentación positiva, cono-
cido también como “ciclo reforzador”: después de lograr tasas de creci-
miento altas se llega a la etapa de estancamiento.
Lo que los pensadores sistémicos realizan es analizar el sistema y
observar qué variable o situación es la que está provocando este creci-
miento exponencial y, una vez identificado, tomar la decisión de actuar
colocando un bucle de retroalimentación negativa o “ciclo compensador”,
también conocido como proceso morfostático. No por tener el nombre
de retroalimentación negativa significa que sea un proceso que dañe sino
que, por lo contrario, se transforma en un ciclo que estabiliza el sistema
provocando que su crecimiento sea de manera normal.
En la figura 2 se muestra el comportamiento de estos dos ciclos
presentes en el as de los límites del crecimiento. El primer ciclo es el de
refuerzo llamado también “bucle de retroalimentación positiva”, el cual

[ 41 ]
José Héctor Cortés Fregoso

nos muestra que su comportamiento es el de dar crecimiento y se expresa


con la figura de una bola de nieve. Por otro lado, el que se encuentra al
lado es el ciclo compensador o también llamado “bucle de retroalimenta-
ción negativo”, y su comportamiento es el de estabilizar al ciclo positivo;
este ciclo se muestra con la figura de una balanza.
En síntesis, el as de los límites del crecimiento aúna procesos morfo-
genéticos con mecanismos morfostáticos. Como lo expresa vívidamente
Braun, “… la lección derivada de los límites del crecimiento es que siem-
pre algo empuja hacia atrás. No existe tal cosa como un comportamiento
reforzador positivo irrestricto. Siempre existen límites que a la larga se
dan a conocer y se hacen sentir” (Braun, 2002: 2). El mismo autor sugiere
que el as de los límites del crecimiento les recuerda a los ejecutivos y
directivos que se den su tiempo para analizar lo que puede estar presio-
nando hacia atrás sus esfuerzos, ya sea porque han perdido el control de
dinámicas internas o debido a factores externos de tipo ambiental.

Figura 2
El as de los límites del crecimiento

Una situación sencilla y muy comprensible que refleja el comporta-


miento de este as hace alusión al crecimiento de la población. Cuando se
genera un incremento muy acelerado en los nacimientos (bucle reforza-
dor), en cierto tiempo se ocasionará un desastre, ya que al crecer exponen-
cialmente la tasa de natalidad se manifestará un crecimiento sumamente
rápido de la población lo cual tendrá consecuencias negativas como la
disminución de los recursos disponibles de todo tipo, así como efectos
sociales no deseables. La tendencia hacia la estabilidad corresponde al
ciclo compensador que queda dinámicamente materializado por una tasa
de defunciones alta así como políticas de planeación familiar.

[ 42 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

Desplazamiento de la carga

Este as indica que cuando surge un problema se utiliza una solución a


corto plazo para poder corregirlo; a esta solución se le llama “solución sin-
tomática” que no hace más que aparentar resultados positivos momentá-
neamente, pero a medida que esta solución se utiliza con más frecuencia,
las medidas correctivas son menos efectivas.
Tal proceso descrito provoca que realmente no se resuelva el pro-
blema de raíz sino que, al contrario, al utilizar las soluciones sintomáticas
sólo se desplaza la carga del problema por su apariencia de efectividad. Lo
que en realidad sucede es que sólo aplacan los síntomas pero no se desa-
rrolla realmente una solución fundamental; lo que implican tales deci-
siones sintomáticas es un mayor esfuerzo por parte de colaboradores y
decisores así como recursos de todo tipo para implementarse, por lo que
se genera una demora o rezago antes de la ejecución.
La estructura que conforma este as queda integrada por dos procesos
compensadores y otro reforzador como efecto lateral. La figura 3 muestra
el diagrama causal que trasmite una visión de la forma en que se genera el
comportamiento del as del desplazamiento de la carga.
El estudioso de los as ya citado, nos hace ver que:

Este as establece que el síntoma de un problema se puede resolver ya sea empleando


una solución sintomática o al aplicar una solución fundamental. Hipotetiza que una
vez que se utiliza una solución sintomática, se alivia el síntoma del problema y se
reduce la presión para instrumentar una solución fundamental, un efecto lateral que
mina las soluciones fundamentales (Braun, 2002: 4).

Como se muestra en la figura 3, es clara la dinámica estructural que


genera el as aquí discutido; asimismo, se observa claramente el efecto del
rezago como consecuencia de las consecuencias colaterales.
El presente as hace acto de presencia en todos los sistemas abiertos
y orgánicos. Una situación muy común queda plasmada en la dinámica
educativa cuando el objetivo es realizar un proyecto final para el curso,
para lo cual los discentes se integran en equipos con lo que se pretende
que juntos desarrollen el proyecto. Algunos discentes realmente no com-
prometidos con su formación no se interesan por el proyecto y recurren
a copiar algún proyecto escrito ya realizado; a este problema el discente
sólo le está dando una solución sintomática, ya que finalmente se hará
llegar el trabajo escrito al profesor, pero no se aprenderá cómo llevar a
[ 43 ]
José Héctor Cortés Fregoso

cabo el desarrollo de un ensayo académico, por lo que se volverá a presen-


tar el mismo problema en el futuro. En este caso se produce el desplaza-
miento de la carga sin enfocarse en tomar una decisión o solución funda-
mental, ya que se ocasionará un efecto lateral el cual provocará el mismo
problema que los alumnos no se interesen en desarrollar el proyecto con
las consecuencias futuras revertidas en contra del discente displicente.

Figura 3
El as conocido como desplazamiento de la carga

Caso especial: desplazamiento de la carga hacia la intervención

Para discutir este as se puede empezar por afirmar que tiene similitud
con el anterior, sólo que en este caso, cuando se presenta el síntoma del
problema, se da la intervención externa de algún ente para lograr su
pronta solución, sin tomar en cuenta a los actores internos para que se
produzca la solución interna.
La estructura de este as, como se observa en la figura 3.1, consta de
tres bucles: dos de ellos son compensadores o estabilizadores y el otro
es un bucle reforzador, como lo muestra la figura 4. Entre los dos bucles

[ 44 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

estabilizadores se forma el síntoma del problema pero existen dos solu-


ciones: una es la de acudir a la intervención externa y la otra es buscar
una solución interna en la cual se da una demora.
El problema que existe al acudir a la intervención externa es que
provoca que los actores internos sean capaces de solucionar el problema.
Estos dos bucles actúan juntos para así frenar el bucle reforzador que es
el de las aptitudes de los actores internos, para que no se cree el efecto de
bola de nieve, entorpezca la decisión adecuada y fuerce la participación
de un interventor o solución externa.
Como caso especial del as llamado desplazamiento de la carga,
cuando se considera la intervención el directivo debe pensar, más que en
el corto plazo, en soluciones a largo plazo.

Figura 3.1
Desplazamiento de la carga hacia la intervención

Como se señaló al principio del presente trabajo, Meadows les llama a


los as trampas y oportunidades sistémicas. Al discutir el desplazamiento
de la carga al interventor, esta autora afirma que:

[ 45 ]
José Héctor Cortés Fregoso

[...] el desplazar la carga, la dependencia y la adicción surge cuando la solución a un


problema sistémico reduce (o disfraza) los síntomas, pero no hace nada para solu-
cionar el problema subyacente. Ya sea una sustancia que nubla la percepción de uno
o una política que cubre el problema subyacente, el remedio seleccionado interfiere
con las acciones que resolverían el problema real.
Si la intervención diseñada para corregir el problema provoca que la capacidad
de automantenimiento del sistema original se atrofie o erosione, entonces un bucle
de retroalimentación reforzadora destructiva se pone en marcha. El sistema se dete-
riora; se requiere más y más de la solución. El sistema será más y más dependiente de
la intervención y menos y menos capaz de mantener su estado deseado (Meadows,
2008: 135).

Meadows, a cada uno de los as, una vez discutido, plantea el camino que
hay que seguir para salir del problema. “Nuevamente la mejor manera
de salir de la trampa es evitar contraerlo. Hay que tener cuidado con las
políticas o prácticas que aminoran los síntomas o niegan las señales y
que realmente no abordan el problema. Es necesario evitar el enfoque de
la solución de corto plazo y considerar la restructuración de largo plazo”
(Meadows, 2008: 135.

Erosión de metas

Este as viene de la mano del as del desplazamiento de la carga sólo que la


diferencia está en donde se da la solución sintomática lo que significará el
deterioro de una meta u objetivo fundamental de largo plazo.
A diferencia del as anterior, y de su caso especial, conocido como des-
plazamiento de la carga, la estructura de este as está compuesta por dos
bucles compensadores solamente, el primero de los cuales explica que
existe una brecha que se necesita reducir para llegar a la meta, lo que
genera presiones para ajustarla. El segundo bucle, por su parte, nos dice
cómo se hace para reducir la brecha sin tener que bajar la meta mediante
la realización de acciones para mejorar la condición actual; por supuesto
que el proceso no es instantáneo lo que implica la consideración directa
de una demora o rezago.
La descripción del as de la erosión de metas se puede observar en la
figura 4, en donde se pueden ver los dos bucles morfostáticos que permi-
ten el logro de la estabilización.

[ 46 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

Figura 4
El as de la erosión de metas

El análisis que realiza Braun del as llamado erosión de metas trata de


definirlo de la siguiente forma, según este autor:

[...] este arquetipo establece que la brecha entre el objetivo y la condición actual
se puede resolver de dos formas: al decidirse por la acción correctiva para lograr la
meta, o al reducir el objetivo. Hipotetiza que cuando existe una brecha entre un obje-
tivo y su condición, el objetivo es rebajado para cerrar la brecha. A través del tiempo,
el bajar el objetivo deteriorará el desempeño (Braun, 2002: 6).

¿Cómo se comporta este as dentro de las organizaciones en el tiempo?


¿Tiene un patrón de conducta diferenciado? En las organizaciones, la fija-
ción de objetivos tiene un efecto de largo plazo. Sucede que cada vez que se
ajusta la meta a la baja, se genera un proceso morfogenético que ancla una
orientación laxa en la fijación de metas en el contexto de la cultura organi-
zacional. Pasado un cierto tiempo, Braun concluye que “… la organización
se encuentra en una situación de objetivos menores y menores para ase-
gurarse que sus metas y objetivos siempre se satisfarán” (Braun, 2002: 6).
[ 47 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Escalada

Para entender mejor la estructura y comportamiento del as conocido


como escalada, recurramos nuevamente a Meadows. La reconocida
autora afirma que:

[...] cuando el estado de un acervo se determina al tratar de sobrepasar el estado de


otro acervo, y viceversa, entonces se produce un bucle de retroalimentación reforza-
dora que lleva al sistema a una carrera armamentista, a una carrera por la riqueza, a
una campaña de desprestigio, escalando el nivel del alboroto, aumentando el nivel
de violencia. El proceso de escalada es exponencial y puede conducir a extremos de
manera sorprendentemente rápida detenida mediante el colapso de alguien, porque
el crecimiento exponencial no puede continuar para siempre (Meadows, 2008: 126).

¿Qué se sugiere hacer para detener o resolver el as de la escalada? ¿Exis-


ten posibilidades reales de revertir la tendencia que se genera por la
“trampa” de la escalada? La misma Meadows sugiere que “la mejor forma
de zafarse de esta trampa es evitar caer en la misma. Si se es atrapado por
un sistema en escalada, uno puede rehusarse a competir (desarme unila-
teral), interrumpiendo así el bucle morfogenético. O uno puede negociar
un nuevo sistema con bucles morfostáticos para controlar la escalada”
(Meadows, 2009: 126).
¿Cómo es la estructura de este as? Por lo comentado por Meadows,
en este as encontramos una estructura hecha por dos bucles compensa-
dores o estabilizadores, los cuales tienen como función la de estabilizar
el sistema; ambos bucles proyectan un escenario en donde se realiza una
actividad común tanto para A como B, como lo muestra la figura 5. Es
claro que los dos bucles están relacionados entre sí, de forma que la acti-
vidad que desempeñe A y los resultados que obtenga afectarán directa-
mente la relación con la actividad de B y sus propios resultados, ya que
los dos están interconectados en cierto sentido.
De acuerdo con las aportaciones de Braun, el AS de la escalada:

[…] ocurre cuando las acciones de una parte se perciben por otra parte como una
amenaza, y la segunda parte responde de manera similar, empeorando aún más la
amenaza. Hipotetiza que los dos bucles estabilizadores crearán un efecto reforzador
parecido al número 8, lo que resulta en acciones amenazantes por parte de ambas
partes que crecen exponencialmente a través del tiempo (Braun, 2002: 8).

[ 48 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

Figura 5
El as conocido como escalada

Debido a su estructura antes descrita, el as de la escalada tiene un


comportamiento relativamente simple y predecible. Braun sugiere que
“las acciones (y reacciones) de cada parte son semejantes en su natura-
leza, aunque llegan a ser crecientemente competitivos conforme pasa el
tiempo” (Braun, 2002: 8).

Éxito para quien tiene éxito

Explicado como trampa, este as queda descrito por Meadows de la


siguiente manera: “Si los ganadores de una competencia son sistemáti-
camente premiados con los medios para volver a ganar, se crea un bucle
de retroalimentación reforzadora por medio del cual, si se permite que
proceda sin limitaciones, a la larga los ganadores se apoderarán de todo,
en tanto que los perdedores serán eliminados” (Meadows, 2009: 130).
¿De qué modo salir de tal situación? ¿Cómo evitar que los ganadores
ganen ad infinitum? ¿Hay manera de revertir la dinámica de la estructura
subyacente de este as? Para Meadows la solución reside en:

[la] diversificación, la cual les facilita a los que pierden la competencia salirse del
juego y empezar otro; la limitación estricta en la rebanada de pastel que cualquier
ganador puede ganar (leyes antimonopólicas); políticas que nivelen el campo de
juego, que remuevan alguna de las ventajas de los jugadores más fuertes o aumen-
tando la ventaja del más débil; políticas que diseñen premiaciones para el éxito que
no sesguen la siguiente ronda de la competencia (Meadows, 2008: 130).

[ 49 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Un vistazo a la figura 6 muestra que la estructura se conforma por dos


bucles reforzadores o morfogenéticos, los cuales provocan un creci-
miento acelerado de la situación actual. Se muestran dos actividades, A
y B, que compiten por recursos limitados, con lo cual cuando se asignan
recursos para la actividad A y no para B, el éxito será para A y, viceversa,
cuando se le asignan recursos sólo a la actividad B pero no para A, el éxito
será para B ya que B se queda con los recursos que necesita A para poder
tener éxito. Parecería que se genera un círculo vicioso que beneficia exclu-
sivamente a una de las partes exclusivamente.

Figura 6
El as conocido como éxito para quien tiene éxito

Para Braun, la naturaleza dinámica del as conocido como éxito para


el exitoso queda establecida cuando afirma que:

[…] si a una persona o grupo (A) se le asignan más recursos que a otro grupo igual-
mente capaz (B), A tiene una posibilidad mucho mayor de tener éxito. Supone que
el éxito inicial de A significa que se le dediquen más recursos a esta persona o grupo,
ampliando aún más la brecha de desempeño entre los dos grupos a lo largo del
tiempo (Braun, 2002: 10).

[ 50 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

El comportamiento dinámico que manifiesta el as “éxito para el


exitoso” se puede identificar, con base en datos tendenciales, mediante
la observación de patrones divergentes cuando se analizan individuos,
departamentos o productos. Braun (2002: 11) concluye que “...a medida
que los recursos se desvían a la parte exitosa, su éxito mejora aún más.
De modo correspondiente, el desempeño de la otra parte, conforme se le
desvían los recursos, continúa erosionándose”.

Tragedia de los bienes comunes

Quizá uno de los as más conocidos en las organizaciones sociales, junto


con el as ya analizado de los límites del crecimiento. Meadows (2008:
121) lo explica de la siguiente manera:

Cuando existe un recurso compartido de forma común, cada usuario se beneficia


directamente de su uso, pero comparte los costos de su abuso con los demás. Por lo
tanto, se genera una retroalimentación muy débil de la condición del recurso a las
decisiones de los usuarios del recurso. La consecuencia consiste en un uso excesivo
del recurso, erosionándolo hasta que no queda disponible para nadie.

¿Qué sugiere Meadows para salir del problema? ¿Existen posibles políti-
cas sociales para darle una solución a la tragedia de los comunes? Mea-
dows también sugiere que para salir de esta trampa es necesario:

[...] educar y exhortar a los usuarios, de forma que entiendan las consecuencias por
abusar del recurso. Y también restaurar o fortaleces el vínculo de retroalimentación
faltante, ya sea al privatizar el recurso de manera que cada usuario experimenta las
consecuencias directas del abuso o (puesto que muchos recursos no se pueden pri-
vatizar) al regular el acceso al recurso de todos los usuarios (Meadows, 2008: 122).

De acuerdo con el diagrama causal de la figura 7, el as examinado está


formado por tres bucles, dos morfogenéticos y uno morfostático. En la
figura se muestra la situación de que existe un límite de recursos para dos
actividades a realizar, la A y B; las dos producen una actividad en común
que es la llamada actividad total. El bucle inicia su funcionamiento
cuando se otorgan los recursos individuales para cada actividad; habrá
ganancias para cada una de ellas, pero se llegará a un punto en que, dada
la limitada disponibilidad de los recursos, ya no se podrán repartir más

[ 51 ]
José Héctor Cortés Fregoso

recursos a cada actividad por separado, lo que producirá el efecto balan-


ceador porque no se podrá mantener la situación.

Figura 7
El as conocido como la tragedia de los comunes

Como una situación explicativa del as llamado tragedia de los comu-


nes, supongamos dos empresas mineras que comparten la misma área de
extracción de minerales, pero cada una de estas empresas decide aumen-
tar el nivel de producción, al pretender obtener una mayor cantidad de
minerales. Pero debido al límite de los recursos existentes, éstos se ago-
tan debido al nivel desenfrenado de la producción de ambas empresas,
provocando grandes problemas para ambas.

[ 52 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

La teoría dinámica que propone Braun para explicar el comporta-


miento de este as se fundamenta en la identificación de las “conexiones
causales entre las acciones individuales y los resultados colectivos (en un
sistema cerrado). Supone que si el uso total de un recurso común llega a
ser excesivo en términos de la capacidad del sistema, los bienes comunes
se verán sobrecargados o agotados y todos experimentarán unos benefi-
cios disminuidos” (Braun, 2002: 13).

Soluciones rápidas contraproducentes

Para Meadows, esta trampa tiene que ver con el muy común “fenómeno”
de resistencia al cambio, de resistencia a las políticas. Dice Meadows
(2008: 116) que “cuando varios actores tratan de diversificar a un sistema
inicial hacia varios objetivos, el resultado puede ser la resistencia a las
políticas. Cualquier nueva política, especialmente si es efectiva, aleja pre-
cisamente al sistema aún más de los objetivos de otros actores y produce
resistencia adicional, con resultados que a nadie le gustan, pero que todos
dedican esfuerzos considerables para su mantenimiento”.
La misma estudiosa de los AS sugiere, como salida de la trampa, no
poner obstáculo alguno. Según ella, la solución consiste en “reunir a todos
los actores y utilizar la energía anteriormente gastada en la resistencia
para buscar mutuamente maneras satisfactorias para que se logren todos
los objetivos, o redefiniciones de objetivos de mayor peso y más impor-
tantes de tal modo que todos los hagan propios” (Meadows, 2008: 116).
Un vistazo al diagrama de relaciones de la figura 8 muestra que
este as se compone de un solo bucle de compensación; asimismo, aquí
se encuentra un problema al cual se le busca una solución a corto plazo
que pueda ser muy buena y efectiva. Se alivia así el problema por un
momento pero después de una demora (rezago de tiempo) la solución de
corto plazo puede originar consecuencias no buscadas en un largo plazo
y, entonces, el problema se agrava. De aquí el nombre de este arquetipo,
ya que son soluciones rápidas que fallan a largo plazo.
Como ejemplo representativo, considérese una empresa dedicada a la
fabricación de línea blanca que se encuentra en conflicto al disminuir sus
ventas. Los directivos optan por una solución de corto plazo sin realizar
un estudio previo, que consiste en fabricar productos novedosos que lla-
men la atención de los consumidores; al lograr captar la atención de los
clientes cometen un error, ya que no pueden cubrir la demanda actual por

[ 53 ]
José Héctor Cortés Fregoso

lo que los costos de producción se elevan, generando una consecuencia


no deseada.

Figura 8
El as de los arreglos rápidos que fallan

¿Cómo explica dinámicamente Braun el comportamiento de este as?


Sencillamente afirma que “...establece que una solución rápida puede
tener consecuencias no intencionales que exacerban el problema. Supone
que el síntoma del problema disminuirá en un corto tiempo y luego
regresará a su nivel anterior, o se torna peor en el transcurso del tiempo”
(Braun, 2002: 15).

Crecimiento y subinversión

El punto de vista de Braun sobre este as consiste en relacionarlo con el


as de los límites del crecimiento discutido anteriormente. Como teoría
dinámica del crecimiento y la subinversión, Braun (2002: 17) afirma que
tal as aparece:

[...] cuando el crecimiento se acerca a un límite al cual se puede sobreponer si las


inversiones en capacidad están hechas. Si a un sistema se le fuerza más allá de su

[ 54 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

capacidad, se le compensará mediante la reducción de los estándares de desempeño,


lo cual disminuye la necesidad percibida de inversión. También esto conduce a un
desempeño más bajo, que justifica la subinversión en el tiempo.

La figura 9 presenta el diagrama causal en donde se observa que en este


as el crecimiento se aproxima a un límite que se puede desplazar hacia
el futuro si el individuo invierte en capacidad adicional, pero la inversión
debe de ser rápida para impedir la reducción del crecimiento.

Figura 9
El as conocido como crecimiento y subinversión

Con base en datos, Braun concluye que si la información “muestra un


desempeño y un crecimiento en declinación al mismo tiempo que la tasa
de inversión está reduciéndose o cayendo, esto puede ser señal de que
este as está en funciones”. Para el autor citado, lo anterior significa que,
de forma correspondiente, “no es común que los estándares de desem-
peño erosionen conforme el grado de dificultad, para lograr los estánda-
res de calidad, aumenta” (Braun, 2002: 17).
Como un ejemplo de este as, Braun comenta lo siguiente:

En la práctica médica privada, históricamente los accionistas consideran a la empresa


como generadora de riqueza para sus familias. Típicamente existe tensión entre el
deseo de remover las ganancias de la práctica y la necesidad de invertir en infraes-

[ 55 ]
José Héctor Cortés Fregoso

tructura, sobre todo en tecnología. Pasado el tiempo, el desempeño se reduce tanto


que los pacientes crecientemente encuentran difícil recibir la atención adecuada en
la práctica, en especial por razones operativas (aunque el equipo clínico y la tecnolo-
gía pueden ser afectados por igual) (Braun, 2002: 18).

iii. Consideraciones espaciales de los as

Aunque todavía no muy abundante, en los últimos años se ha venido


dando a conocer una literatura sistémica que tiene que ver con la consi-
deración de la variable espacial en el contexto del pensamiento sistémico
y la ds. Las siguientes consideraciones se fundamentan en el artículo de
BenDor y Kaza, quienes dan a conocer una teoría de los as espaciales.
Como punto de partida se puede afirmar que los as hasta ahora dis-
cutidos, si bien muestran comportamientos bien definidos a lo largo del
tiempo, y por lo tanto la variable temporal funge como elemento indis-
pensable, también es importante reconocer que no son as que manifies-
ten interacciones espaciales, es decir, son as aespaciales, o sea, son mode-
los que facilitan el desarrollo de la modelación de la ds pero sin conside-
rar explícitamente la variable espacial bajo ningún tipo de consideración.
También vale la pena reconocer que los aspectos espaciales ya han
sido considerados de manera directa y explícita en otras áreas del cono-
cimiento, como la economía regional, la econometría espacial y los siste-
mas de información geográfica. Sin embargo, según el decir de BenDor y
Kaza: “los as enfocados casualmente y basados en analogías permanecen
confinados a modelos de ds aespaciales” (BenDor y Kaza, 2012: 109).
¿Cuál es el camino para integrar aspectos espaciales en el ámbito de
los as? ¿De qué manera se pueden transformar los modelos aespaciales
de ds en modelos que explícitamente integren la variable espacio? Estas
y otras interrogantes han sido tratadas por diversos estudiosos del tema
recientemente. Como queda dicho, con base en la aportación de BenDor y
Kaza, considerada por este autor como síntesis de los avances en el tema,
se lleva a cabo una breve exposición sobre la temática.
BenDor y Kaza discuten más formalmente, es decir, más matemáti-
camente, los modelos correspondientes a seis as: el crecimiento lineal, el
crecimiento con objetivos, el crecimiento logístico, las oscilaciones soste-
nidas y el sobrepasamiento y colapso. Obsérvese que no se da una exacta
correspondencia entre estos modelos propuestos y los discutidos en la

[ 56 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

sección anterior. Sin embargo, es necesario recordar que la “lista” de as


definitiva no existe; cada autor desarrolla más o menos as según su com-
promiso con la realidad y las metas buscadas. Así, por ejemplo, no es muy
común encontrar los as de los adversarios accidentales y del principio de
la atractividad propuestos y estudiados por Braun.
En el cuadro 1 de su artículo, BenDor y Kaza ofrecen un desplegado
de ejemplo sobre as aespaciales, incluyendo tanto sus ecuaciones mate-
máticas como los diagramas de bucles causales correspondientes. Tome-
mos como ejemplo sencillo el as aespacial llamado crecimiento lineal,
cuya ecuación es dS/dt = k, en donde S representa el nivel, t el tiempo y k
es una constante o tiempo de ajuste. Se trata de una ecuación diferencial
de primer orden que muestra cómo se da el fenómeno del crecimiento
con características lineales con base en una tasa de cambio constante. El
correspondiente diagrama causal es la relación que va del flujo al nivel
con una interacción positiva, lo cual implica que mientras mayor sea el
flujo más crecimiento se tiende a generar. Todos los as ofrecidos en la
tabla 1 tienen, como ya se dijo, su ecuación y su diagrama causal (BenDor
y Kaza, 2012: 113).
Una vez que introducen los conceptos indispensables para “aespa-
ciar” los as como, entre otros, el de red, BenDor y Kaza vuelven a des-
plegar los mismos seis as en la tabla 2, pero ahora con la característica
espacial lo que les permite presentar seis modelos de as donde la variable
espacio es considerada un argumento importante de las diferentes rela-
ciones funcionales.
Así, por ejemplo, el as llamado crecimiento lineal, ahora espacial,
tiene como ecuación formal la siguiente expresión: dr/dt = k/2pr, en
donde la tasa de cambio del círculo, no del radio, depende de las cons-
tantes del lado derecho. El encabezado de la tabla 2 se refiere a “ejemplos
sencillos de as espaciales en donde los patrones (de comportamiento)
se especifican por los cambios en las áreas de los círculos (no del radio)”.
Ahora no plantean diagramas causales sino diferentes características de
círculos que facilitan la interpretación gráfica de cada uno de los mode-
los espaciales, en relación con la realización en una red. El crecimiento
lineal espacial está sujeto a la realización de la red que se representa por
Dn = k/s, en donde el lado izquierdo indica los nuevos nodos inducidos al
dominio en un periodo de tiempo y s es el área representada por el nodo
(BenDor y Kaza, 2012: 121).

[ 57 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Como se puede observar, la interpretación espacial de los as exige,


además del manejo de los conceptos apropiados, una mayor formaliza-
ción matemática. No quiere esto decir que los as aespaciales, al momento
de aplicarlos al diagrama de Forrester, no tengan relación alguna con la
formalización matemática. Lo que este enfoque espacial implica es una
mayor exigencia matemática.
Los autores concluyen afirmando que “los modelos ds espaciales no
son nuevos. Sin embargo, al contrastar el proceso riguroso y científico
de definir mecanismos causales en ds, poca consideración parece que se
ha dado a cómo y por qué representamos el espacio en modelos de ds”
(BenDor y Kaza, 2012: 125).
Además, proponen tres argumentos importantes para el desarrollo
futuro de la espacialidad tanto de los as como de la modelación en ds:

(i) es posible, y a menudo absolutamente necesario, modelar espacialmente; los


modelos de ds no deben ser limitados a aplicaciones aespaciales como frecuente-
mente lo son; (ii) la modelación espacial de ds debe ser tan rigurosa como la aespa-
cial al emplear comportamientos de referencia, la formación de hipótesis dinámicas
y ser entendible a amplias audiencias con el propósito de la revisión y verificación
de pares sobre la integridad y desempeño; y (iii) la decisión de cómo, cuándo, dónde
y por qué representar el espacio (por ejemplo, vector o retícula, red o reja) es una
decisión tan importante como cuántos flujos y niveles incluir en un modelo (BenDor
y Kaza, 2012: 126).

iv. Conclusiones

En este trabajo se ha tratado de ofrecer un panorama muy amplio sobre


dos aspectos importantes en la aplicación del pensamiento sistémico a
través de los as y la ds: cómo construir modelos dinámicos aespaciales
y espaciales. Se tiene que considerar conjuntamente tanto a la variable
tiempo como a la variable espacio. Un sistema, de cualquier naturaleza,
se genera y desarrolla en ambas dimensiones.
Los ecosistemas, en general, serán mejor comprendidos si se hace un
esfuerzo riguroso y científico por especificar modelos dinámicos de sis-
temas complejos más integrados. Hablar de sistemas dinámicos comple-
jos y adaptativos implica consideraciones científicas y técnicas de mayor
nivel. La ecosustentabilidad necesita ser tratada de manera más formal
e integral.

[ 58 ]
Arquetipos sistémicos y solución de problemas con estructuras genéricas

La literatura sobre el tema analizado en esta investigación es amplia


y abundante; en los últimos años han aparecido, en mayor volumen,
aportaciones teóricas y empíricas que, además de enriquecer la materia
sistémica, han facilitado el desarrollo del campo científico sistémico. La
teoría general de sistemas a la Bertalanffy ha quedado como principio del
paradigma sistémico; como todo campo del conocimiento, el sistémico
sigue su desarrollo para apoyar la comprensión y estudio de ecosistemas
sociales, industriales, económicos, políticos y culturales. Falta, todavía,
que las instituciones de educación superior de nuestro país tomen en
serio el significado de la ciencia sistémica. Poco se ha avanzado en este
rubro, hasta el momento.

Referencias mínimas

Braun, William (2002). The System Archetypes. The Systems Archetypes.


BenDor, Todd K. y Nikhil Kaza (2012). A theory of spatial system archetypes.
System Dynamics Review, vol. 28, núm. 2, abril-mayo: 109-130.
Jackson, Michael C. (2004). Systems Thinking. Creative Holis for Managers. Ingla-
terra: John Wiley & Sons, Ltd.
Meadows, Donella H. (2008). Thinking in Systems. A Primer. Diana Wright (ed.),
Sustainability Institute. White River Junction, Vermont: Chelsea Green
Publishing.
Senge, Peter M. (2006). The Fifth Discipline. The Art & Practice of the Learning
organization. Revised and upadted with 100 new pages. Nueva York: Double-
day.
Senge, Peter M. (1998). La quinta disciplina. El arte y la práctica de la organización
abierta al aprendizaje. México: Ediciones Granica México.
Špicar, Radim. System Dynamics Archetypes in Capacity Planning. Procedia
Engineering 69 (2014) 1350-1355.

[ 59 ]
Conocimiento
transdisciplinario, pensamiento
sistémico y causalidad

Miguel Agustín Romero Morett


Martín G. Romero Morett

Presentación

El supuesto epistemológico del que parte el presente ensayo consiste en


afirmar que el conocimiento no es una serie de compartimientos estancos
sino una red de vasos comunicantes, uno de los cuales es la causalidad. Y
que sólo bajo esta premisa se entiende la comprensión, interpretación e
intervención sobre la realidad. Conocemos verdaderamente cuando reco-
nocemos la estructura de causas o de determinantes causales, para lo cual
la pura especialización del saber es insuficiente y, en cambio, la transdis-
ciplina es una opción que abre horizontes de carácter sistémico.
Bajo el supuesto enunciado, el presente ensayo está vertebrado
mediante tres núcleos de cognición, los mismos que le confieren título.
Por ello mismo iniciamos con la especificidad del pensamiento causal, le
reconocemos su carácter transversal entre las diversas ramas del saber,
incluyendo el científico, el filosófico y el tradicional, y amplificamos la
comprensión y aprehensión de la realidad de manera holística. Estos tres
temas articulados constituyen el detonante de una pregunta medular:
¿Cómo es que la búsqueda de los determinantes causales reclama el con-
curso de la transdisciplina y concluye en una visión sistémica? Iniciemos
de manera histórica.

[ 61 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

La causalidad en Homero y su visión sistémica


de la cultura griega

Es posible que la primera referencia en torno a la ciencia radique en la


historia mítica en la que Prometeo robó a Zeus el fuego para entregarlo a
los hombres, con lo que éstos pudieron fundir los metales, crear instru-
mentos militares y artesanales y cocinar sus alimentos. El fuego abrió la
posibilidad de la tecnología y del conocimiento.
Hijo del titán Jápeto y de una océanide, que según las versiones es
o bien Clímene o bien Asia, es considerado el máximo benefactor de la
humanidad, a la que defiende de la voluntad despótica de los dioses. De
acuerdo con una tradición Prometeo fue el creador del género humano,
modelándolo con barro. En todo caso, él fue quien ayudó a los hombres
a sobrevivir, pues en la entrega de dones naturales no quedó ninguno
para los hombres, de tal manera que en el dominio del fuego los morta-
les tuvieron su esperanza de sobrevivencia. Zeus no estuvo de acuerdo
con que los hombres dominaran el fuego y por ello encadenó a Prometeo
en una cima del Cáucaso, donde un águila le devoraba cotidianamente el
hígado, el cual le volvía a crecer, sólo para ser devorado de nuevo. Hera-
cles mató al águila y así Prometeo quedó libre.
La idea de los dioses estuvo siempre eslabonada a los acontecimien-
tos humanos, a la historia de los vencedores y vencidos, a los estados de
amor, pasión y odio e incluso a las reacciones de los animales, si bien no
en términos de la noción de causalidad que es ahora tan familiar. Homero
nos muestra en detalle múltiples historias, todas referidas al momento
de causalidad mitológica.
Jost Herbig, un epistemólogo cultural, asume que en el periodo
heroico de la Ilíada y la Odisea no había sido creada la noción de causa-
lidad por la razón de que todo estaba referido a los dioses, lo mismo las
tormentas otoñales que el destino particular de cada hombre.
Relata Homero que las tormentas otoñales eran castigo de Zeus por
la maldad de los hombres:

Igual que bajo la tormenta la obscura tierra se empapa entera el día otoñal en que
con insuperable violencia vierte el agua Zeus para manifestar su ira, rencoroso con-
tra los hombres que en la plaza dictan sentencias torcidas abusando de su poder y
destierran la justicia sin ningún miramiento por los dioses; los cauces de todos sus
ríos se desbordan, los torrentes hienden entonces barrancos con muchas colinas y en

[ 62 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

la ondulante costa se precipitan con grandes clamores desde la cima de los montes,
anegando las labores de las gentes (Ilíada, 16.384ss).

Junto a ello resalta la historia de la muerte de Patroclo. Relato la inter-


pretación de Jost Herbig (Herbig, 1996: 40)

En una de las escenas más conmovedoras de la Ilíada, Homero predice la muerte


de un guerrero valiente. “Mira, Patroclo, en ese momento tu muerte se había anun-
ciado de manera visible”. El afectado mismo aún no sospecha nada. No ve lo que el
poeta sabe. Envuelto en la oscuridad de la noche, el dios Apolo está detrás del héroe.
Teniendo ya la victoria ante los ojos, el invencible Patroclo recibe de pronto entre los
hombros un golpe violento del dios. Aturdido por el dolor, observa cómo Apolo lo
desarma pieza por pieza. Primero le arranca el yelmo de la cabeza, luego rompe su
lanza, le quita el escudo del hombro y finalmente corta la correa que sujeta la coraza.
Indefenso, el aturdido Patroclo queda expuesto a que los troyanos lo ejecuten (Ilíada,
16.776).

La causalidad de Homero posee una linealidad que podríamos conden-


sar así: voluntad de los dioses-muerte, vida, batalla ganada, guerra perdida,
sobre la cual se puede influir mediante sacrificios de animales y personas,
como el caso de Ifigenia, o por súplicas de los mortales ante las divinida-
des, como Crises ante Apolo. La guerra contra los troyanos no considera
el gran marco —diríamos el gran sistema— en el que confluyen juegos de
causas de naturaleza que en nuestro tiempo esperaríamos leer, pero que
no son descritos: la lucha por la hegemonía marítima y el poder militar,
la vulnerabilidad de los guerreros ante los elementos de la naturaleza, las
raíces étnicas de los protagonistas, la orografía y geografía sobre la que
estaban asentados los pueblos y las ciudades, los avances militares y la
ciencia de la navegación, entre otros.
La pretensión del autor no fue exponer los resultados de una investi-
gación socio-histórica de la lucha; en cambio, los poemas, poseen la visión
sistémica anclada en la cultura —la sociedad misma desde la óptica de su
significado— que considera múltiples niveles, que, aun en su especifici-
dad, algo tuvieron qué ver en el destino del todo: los dioses involucrados
en la historia general de los pueblos y en la particular de cada hombre,
las rencillas entre los generales de los ejércitos, las historias emocionales
de los mortales entre ellos, como en los casos de Helena, Paris, Patroclo,
Aquileo, Príamo, la sagacidad de los estrategas, como el caso del caballo
de Troya o la persistencia de los mortales, condensada en la obstinación
de Odiseo por llegar a Ítaca, los atavíos e instrumentos de guerra. Junto

[ 63 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

a ello, Homero describe las implicaciones de cada uno de los elementos en


la historia general, por ejemplo, la muerte de Patroclo impulsa a Aquileo a
retar a muerte al príncipe Héctor, a sabiendas de que con ello sella —por
designio de los dioses y con la advertencia de Tetis, su madre— su propia
muerte. Los dioses protegieron de la descomposición natural al cadáver
de Héctor y así mitigaron la humillación de la que Aquileo hizo objeto al
cuerpo del hijo de Príamo, que debió implorar, abrazado a las rodillas del
asesino, su conmiseración. Y así, sin Héctor, la caída de Troya fue rápida-
mente consumada. Aquí concluye una parte de la historia pero inicia otra
visión sistémica que fue referida por los autores de las tragedias, Esquilo,
Eurípides y Sófocles. En suma, en la visión de Homero estuvieron involu-
crados muchos signos y significados; una visión totalizadora, dentro de la
especificidad del sistema su obra literaria e histórica.

En busca de la causalidad alejada de los dioses

El primer acercamiento a la noción de causalidad separada de los dioses


radica en la constatación empírica de que la naturaleza obedece a regula-
ridades y al hecho de que la sucesión de acontecimientos revelan, aunque
no siempre, un eslabonamiento de orden causa-efecto. En un sentido los
truenos no son la causa de la tormenta, sino que la anteceden, pero otros
acontecimientos se hayan eslabonados por relaciones del tipo si ocurre
p entonces necesariamente ocurre q. La gran ganancia radica en el conoci-
miento de que los acontecimientos naturales o los sucesos de la historia
no responden a la voluntad caprichosa de los dioses o la ruleta, sino a la
lógica de la regularidad y de motivos necesarios.
Afirma Herbig que “la ciencia de la naturaleza explica cómo algo se
produce, pero los griegos del siglo viii a. de C. no se plantearon preguntas
por el cómo. Lo que había que explicar eran las intenciones [de los dioses]
detrás de los hechos” (Herbig, 1996: 80). En este aspecto, Jenófanes opta
por un solo dios que no interviene constantemente en la historia de los
humanos. La noción de causalidad en ese sentido se simplifica y empa-
renta con el motor inmóvil de Aristóteles.
Sigue afirmando Herbig que “nuestra convicción de que la natura-
leza se rige por leyes internas que se pueden conocer racionalmente se
debe a los llamados presocráticos, es decir, a los pensadores desde Tales,

[ 64 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

a comienzos del siglo vi a. de C hasta Demócrito, quien murió alrededor


del 370 a. de C. (Herbig, 1996: 93).

En esa misma ruptura de la causalidad mitológica figura el dramaturgo ateniense


Aristófanes. En su comedia Las nubes, en 423 a. de C. se burlaba diciendo que Zeus
había muerto y que ahora su lugar lo ocupaba el dios “Rotación”. Ante un discípulo
atónito puso en boca de Sócrates la nueva visión del mundo, haciéndole afirmar que
los relámpagos y truenos no manifestaban la intención divina, sino que el trueno se
generaba en las nubes como una flatulencia en el vientre humano. La causa sería, por
tanto, una indigestión meteorológica (Herbig, 1966: 95).

Como puede apreciarse, en la burla figura un momento en que los prime-


ros pensadores separaron los acontecimientos naturales de las divinida-
des, de tal manera que las tormentas no fueron causadas por el tridente
de Neptuno furioso contra Odiseo, ni las tormentas fueron causadas por
el rayo de Zeus, sino por fuerzas internas propias a la misma naturaleza.
Tales de Mileto afirmó que el principio originario de la realidad es el agua.
“El principio, indica Aristóteles en su exposición acerca del pensamiento
de Tales y de los primeros físicos es, ‘aquello de lo cual proceden origina-
riamente y en lo cual acaban por resolverse todos los seres’” (Aristóte-
les, 1994: 983b6-984b10, 80-84). Se trata, por lo consiguiente, de una
causalidad de orden ontológico. A este mismo orden correspondieron los
demás filósofos de la naturaleza: Anaximandro de Mileto considera que
el principio es lo infinito e indefinido, a lo que denomina apeiron, causa
de todas las cosas finitas y determinadas. Reale y Antiseri afirman al res-
pecto que:

Anaximandro no sólo atribuye aquí a su principio las prerrogativas que Homero y la


tradición antigua atribuían a los dioses, esto es, la inmortalidad y el regir y gober-
narlo todo, sino que va más allá, especificando que la inmortalidad del principio
debe ser tal que no admita un fin, pero tampoco un inicio. Las antiguas deidades
no morían, pero nacían. En cambio, lo divino de Anaximandro no nace, igual que no
muere (Reale y Antiseri, 1991: 39).

En este mismo orden de ideas figura Anaxímenes, que definió la causali-


dad de todo cuanto existe en el aire por su naturaleza extremadamente
móvil; al condensarse se enfría y se convierte en agua y luego en tierra,
y al lentificarse, se calienta y se convierte en fuego. Heráclito de Éfeso,
por su parte, hizo de la realidad del movimiento la causa de todo cuanto
existe: “no se puede tocar dos veces una sustancia mortal en el mismo

[ 65 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

estado, sino que a causa de la impetuosidad y la velocidad de la mutación,


se dispersa y se recoge, viene y va” (Reale y Antiseri, 1991: 42).
Así, los filósofos que Aristóteles denominó físicos, atribuyeron los
acontecimientos naturales al juego de los primeros cuatro elementos: el
agua, el fuego, la tierra y el aire. Es necesario destacar que la causalidad
en el pensamiento de Leucipo y Demócrito merece especial atención por
su teoría atomista: los átomos, mediante movimientos gestados por fuer-
zas de odio y amor, por choques y encuentros, originaban los diversos
seres de la naturaleza. Este es un periodo de causalidad física, si bien
de corte primitivo, pues como sabemos ni son cuatro los elementos que
conforman la tabla periódica ni el pensamiento democritiano equivale a
la teoría atómica actual. Acaso elaboró una analogía en la que aplica a la
física el hecho de las guerras y conflictos entre personas. En la óptica de
los atomistas

El nacer no es más que un “agregarse de cosas que son”, y el morir, un “disgregarse”


o, mejor dicho, un “separarse” de las cosas. La concepción de estas realidades ori-
ginarias, empero, es muy nueva. Se trata de un “infinito número de cuerpos, invi-
sibles por su pequeñez y su volumen”. Estos cuerpos son indivisibles y, por tanto,
son á-tomos (en griego, átomos significa no-divisibles) (Reale y Antiseri, 1991: 67).

A la vez que se gesta un alejamiento de la explicación causal mitológica,


figura la apertura de horizontes de comprensión de la naturaleza que
busca el origen, no de hechos específicos sino de la sustancia primigenia
del universo, a partir de la cual todas las cosas son hechas. Los cuatro
elementos, los átomos o el espíritu indeterminado, el ser que permanece
o el devenir que a todo afecta, son momentos de una visión sistémica que
no ha parado hasta nuestra fecha.

La especulación como pensamiento sistémico

La etapa más elaborada de la causalidad se sitúa en el periodo aristotélico


pues más allá de la causalidad física figuran las cuatro causas, formal,
eficiente, final y material y, sobre todo, el motor inmóvil. Todo lo que se
mueve se mueve por otro, dice el principio de causalidad, sin posibilidad
de remitirnos hacia el infinito pues de lo contrario no toparíamos con la
causalidad primigenia, cuyo conocimiento es, justamente, la que interesa

[ 66 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

para el verdadero conocimiento. Esta es la causalidad metafísica (Aristó-


teles, 1994: ii 3).
Desde la perspectiva del filósofo de Estagira, el conocimiento nos
remite a las causas: conocemos verdaderamente, cuando conocemos las
causas de los fenómenos naturales o de los acontecimientos históricos y
sociales. Desde la perspectiva filosófica del motor inmóvil la causalidad
—y el mismo conocimiento— sería lineal, como si todo efecto tuviese
una y sólo una causa. En el pensamiento escolástico, Dios sería causa del
mundo, del tiempo, del hombre, de la naturaleza y de la historia. La linea-
lidad causa-efecto quedaría, pues, asumida (Pozo, 1991: 97-98).
Esta causalidad se convirtió en el fundamento del pensamiento esco-
lástico y cristiano, y término de llegada de las vías para demostrar la exis-
tencia de Dios de santo Tomás, que se sustenta en una misma intuición:
sobre la evidencia empírica del orden y de la finitud, se monta la necesi-
dad ontológica de un ser que condense la perfección y la suficiencia. Esta
es la causalidad teológica.
El conjunto de nociones de carácter especulativo, como las anota-
das, más otras adjuntas, como acto, potencia, materia prima, esencia y
existencia, substancia y accidente, del hilemorfismo-escolasticismo, pre-
tenden cubrir todos los acontecimientos centrados en la persistencia de
las sustancias y en las condiciones del devenir; nada queda fuera, ni la
sustancia material, ni la sustancia espiritual, ni los valores ni las ideas.
A ello añadimos que el aristotelismo se constituyó como una visión que
analizaba y explicaba todos los seres.
Acaso podríamos suponer que el trabajo de la transdisciplina (Carta
de la Transdisciplinariedad, noviembre de 1994) y del pensamiento sisté-
mico es una experiencia por vivirse apenas en este siglo, pero para nues-
tra sorpresa, como hemos descrito, la primera de las formas de acerca-
miento a la realidad, a la subjetividad humana y a los diversos temas y
problemas del conocimiento, es la misma filosofía, en la medida que se
convirtió, paulatinamente, en una indagación y reflexión que se concen-
traba en diversos objetos: la sustancia, cuyo estudio especializado devino
en ontología; el alma, la sicología racional, convertida con el tiempo, en
antropología; el acto moralmente bueno, abordado por la ética; el acto
puro, estudiado por la teología racional y que, al adoptar al Dios de las
religiones como objeto de estudio, se analiza desde la teología dogmá-
tica; o el movimiento, cuyo estudio nace como física; el conocimiento,
inicialmente atendido en la teoría del conocimiento y luego en la episte-

[ 67 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

mología; o el pensamiento formalmente válido, referido en la lógica. Esta


gama de disciplinas, ubicada en el contexto de la filosofía clásica aristoté-
lico-tomista, constituye una explicitación de una misma lógica discursiva
y argumentativa con fundamentos metafísicos. Así se manifiesta en el
uso común de categorías de pensamiento, como los de materia y forma,
o se manifiesta en el uso de la noción de causalidad como si se tratara
de una red que permeara toda la reflexión filosófica. En suma, la filoso-
fía procedió como una especulación transdisciplinaria, eso sí, como una
búsqueda de las causas últimas de las cosas según la orientación definida
por el filósofo de Estagira. La causalidad dejó de ser mítica pero adquirió
el rango de metafísica, es decir, centrada en la sustancialidad e identidad
de las cosas, en su distinción de lo que es accidental o periférico, y en las
causas que, en último y fundamental término se reduce a una única causa
eficiente que coincide con la causa a la que los seres dotados de concien-
cia, aspiran.
Aristóteles es un excelente ejemplo de la búsqueda de un acerca-
miento al mundo, a Dios y a la naturaleza, a la vez, en la transdisciplina y
el pensamiento sistémico.
No podría ser de otra manera, pues la causalidad lineal no parece
operar en una realidad compleja, como la social, donde reconocer una
única causa es imposible. Por ejemplo, cuando se afirma que la causa de
los actuales problemas sociales, como la delincuencia, radica en la pér-
dida de valores, equivale a confesar que no se entiende en absoluto la
fuente originaria de los delitos, pues entonces lo que tiene pretensiones
de respuesta nos remite a preguntas aún más complejas. ¿Por qué se pier-
den los valores? O bien, ¿cómo se conforman los valores? Y, ¿cómo es
que el cultivo de los valores genera conductas virtuosas y su ausencia,
conductas delictivas? Esto es así porque asumir una causalidad lineal nos
conduce a una serie interminable de causas (García, 2011: 91-110).
¿Por qué hemos seguido esta reflexión en torno a la causalidad lineal,
aun cuando estamos persuadidos de la causalidad múltiple, en contextos
sistémicos? Porque detrás de ella figura la convicción de que la realidad
es simple y de que podemos acceder a ella por la vía de la segmentación
y, por consecuencia, del conocimiento puramente especializado. En cam-
bio, asumir que la realidad es compleja nos conduce a la comprensión de
causas en red, lo que a su vez, nos remite a la transdisciplina y al pensa-
miento sistémico. De manera específica nos consta cotidianamente que
la realidad social es altamente compleja y que no puede comprenderse,

[ 68 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

interpretarse ni intervenirse mediante causalidades lineales, como si


fuese el rayo de Zeus la causa de los incendios del bosque.
Por una parte, el acercamiento transdisciplinario reclama la presen-
cia de múltiples ámbitos cognitivos que, de manera entrelazada pue-
dan efectuar la dilucidación de los problemas o de los objetos de estu-
dio, según ellos mismos lo demanden y no las ciencias, desde afuera, lo
decidan. Por otra parte, justamente, esta idea de la causalidad en red
constituye una de las notas predominantes del pensamiento sistémico.
Al respecto, Joseph O Connor y IanMcDermontt (1998) han subrayado
la insuficiencia explicativa de “una causa que lleve a un efecto sin que
se produzca ningún otro cambio, ese ningún cambio se excluye en rea-
lidad del sistema mayor al que pertenece la pieza que observamos” (O
Connor y McDermontt, 1998: 109) [o que analizamos]. Estos autores
afirman que ni siquiera en las leyes de la física se aplica la linealidad de
la causalidad pues aunque dichas leyes “se consideran universales y de
aplicación en todas partes, cuando en realidad en su forma pura no son
de aplicación en ninguna parte, a excepción del entorno artificial de un
laboratorio” (O Connor y McDermontt, 1998: 109). Siendo así, considera
que “tiene más sentido pensar en factores determinantes que en causas”
(O Connor y McDermontt, 1998: 111). Los autores referidos y su pensa-
miento sistémico ponen en evidencia tres falacias: “La causa y el efecto
están separados y el efecto se produce después de la causa; el efecto sigue
a la causa en espacio y en tiempo, y, el efecto es proporcional a la causa”
(O Connor y McDermontt, 1998: 111-115). De lo dicho debemos recono-
cer que la causalidad es una relación de causas y efectos recíprocos que
tienen lugar dentro de un sistema y que, por ello, las causas son rever-
sibles respecto de sus efectos, carecen de unidireccionalidad y proceden
mediante estructuras de relaciones complejas. Así, la caída de Troya, la
descomposición de la sociedad actual, las nuevas fórmulas axiológicas, el
origen de los compuestos naturales o la aparición de las especies, obede-
cen a complejas redes de causalidades. Ya no es más la voluntad arbitraria
de los dioses.

Pensamiento social sistémico y transdisciplinario

Una vez cubierta la breve reflexión en torno a lo transdisciplinar y sisté-


mico en el mundo antiguo, conviene recuperar algunos puntos de vista

[ 69 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

en torno al tema desde las ciencias sociales, con lo cual cerraríamos una
pinza imaginaria.
Al respecto, acudo a la voz autorizada del sociólogo Pablo González
Casanova, que con su pensamiento bien avala estas nociones de comple-
jidad y transdisciplinariedad. Reproduzco una referencia del doctor Jorge
Alonso en una conferencia dictada sobre el tema de las ciencias sociales,
en la que rescata una idea importante del libro Las nuevas ciencias y las
humanidades (Madrid, Anthropos, 2004) de Pablo González Casanova.

Don Pablo destaca que los paradigmas hegemónicos de las ciencias en Occidente
han sido dos: el que ha tenido a la mecánica como referente, y otro que se ha estruc-
turado en torno a las tecnociencias y las ciencias de la complejidad. El primero es
determinista, supone la irreversibilidad de los fenómenos, plantea que hay que bus-
car relaciones causales estables que permitan la formulación de leyes universales
independientes del tiempo y del lugar. Este modelo considera que las afirmaciones
probabilistas son imperfectas, y no acepta la presencia del azar. No ve el origen ni las
transformaciones de los procesos.

Una realidad definida mediante un modelo determinista se identifica con


la multidisciplinariedad o la interdisciplinariedad, es decir, con aquellos
acercamientos que investigan la realidad desde el enfoque de las ciencias
particulares, cada una en su aislamiento o acaso en cierta participación
metodológica. En su aislamiento cada ciencia se ha visto iluminada con
un gran acierto epistemológico, el de la especialidad, el de la superespe-
cialidad, lo cual parece haber resuelto el problema de la gran amplitud
del conocimiento y la vastedad de la realidad. Conocer por partes y con
base en enfoques específicos, parecería la consigna. Hoy, la superespecia-
lización se valora como lo más rentable, sobre todo en el contexto de la
economía global. Por ello, cada individuo está presionado por acceder a
la especialización del conocimiento y de la profesión (Serradeli López y
Pérez, 2013).
A la vez, con la especialización se abrió una gran brecha entre saber
tecnológico y científico y saber humanístico. Con ello se cancela la posi-
bilidad de una visión global y sistémica de la realidad. El científico no
sabe de humanidades y el humanista no sabe de ciencia. Entre ambas
ramas del saber se mantiene una fisura, una carencia de diálogo y una
imposibilidad de interdisciplinaridad. Las tecnociencias se muestran des-
humanizadas; se pierden las cosmovisiones y se difuminan los procesos
de conformación de valores (Ziman, 2003: 55-57).

[ 70 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

Como otro efecto de la especialización figura la desvinculación de


los contextos históricos; el conocimiento deja de comprenderse como un
proceso histórico y epistemológico y, en cambio, se asume como un dato,
un hecho, algo dado, al margen del tiempo, del espacio, de sus autores y
de sus implicaciones, y se olvida que el conocimiento es un esfuerzo coti-
diano de cada hombre y de la especie entera (Ziman, 2003: 16).
Don Pablo sigue afirmando que:

El segundo paradigma pone en el centro de su atención el análisis del surgimiento de


sistemas complejos, autorregulados, adaptativos, y autopoiéticos a partir de fenó-
menos de auto-organización que llegados a cierto punto provocan un proceso de
bifurcación y la emergencia de nuevos sistemas complejos que no pueden ser pre-
vistos ni deducidos a partir del funcionamiento de leyes universales porque son el
resultado contingente de procesos de adaptación, aprendizaje, evolución y otros
fenómenos emergentes. Las leyes causales sólo tienen vigencia dentro de sistemas
determinados: en el marco de contextos y condiciones particulares (González Casa-
nova, 2004: 123-124).

De lo dicho es muy fácil inferir que los sistemas complejos autorregula-


dos responden a causalidades igualmente complejas, en las cuales no se
da la linealidad, sino la vertebración recíproca y transversal de determi-
nantes causales. El texto aludido no se agota en lo natural, sino que se
aplica en lo social, por el nacimiento de especies y sociedades fuera de
esquema (Espina Prieto, 2004).

La percepción sistémica de una realidad compleja

La realidad puede entenderse como un conjunto de sistemas complejos


que no pueden ser aprehendidos de manera simple, lineal o directamente,
sino a través de esfuerzos de desenmarañamiento de las madejas de cau-
sas. La ciencia nos acerca a la verdad, pero a una verdad provisional, y no
de manera secuencial o lineal, sino a la manera de reestructuraciones y
resignificaciones continuas que, con cada dato relevante, todo el universo
del saber se rediseña. La ciencia no es verdad absoluta, sino búsqueda;
no es dogma, sino duda; no es revelación dada de una vez y para siem-
pre, sino historia de sí misma. Es percepción sensorial pero sobre todo es
diálogo entre teorías, es ruptura continua de paradigmas y acercamiento
intrínseco entre ámbitos de conocimiento.

[ 71 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

Si rechazamos la actitud dialógica entonces nos mantenemos en la


prisión de una visión segmentada, propia del pensamiento único y del
conocimiento puramente especializado. En cambio, la adopción del pen-
samiento sistémico, como hemos descrito, asume las partes con la pre-
benda de una interacción dinámica en red y que, visto desde la totalidad
o del sistema, generan resultados, contenidos y significados que exceden,
con creces, la suma simple de las partes. Dicho en un sentido figurado,
pero no menos verdadero, “uno puede estudiar durante años acústica y
física de los sonidos sin por ello llegar ni a sospechar la belleza y el poder
evocador de la música”(O Connor y Mc Dermott, 1998: 31).
Recuperando nuestro detonante inicial de reflexión, fuera de una
visión y de una causalidad sistémica, la causa de la guerra entre los grie-
gos y los troyanos habría sido el rapto de Helena por Paris, y, en tal caso,
un asunto de infidelidad conyugal o de ofensa a la dignidad del marido
ofendido; siendo así, habría bastado con un duelo entre espadas. Bien
sabemos que no se redujo a ello, a causa de toda la dimensión comercial,
militar y de preponderancia en la región.
El pensamiento sistémico está centrado en la comprensión del sig-
nificado de los acontecimientos, por lo que posee una identidad inter-
pretativa; desde el punto de vista del conocimiento, debemos abordar el
acercamiento transdisciplinar y su diferencia con otras formas análogas,
de alcances causales y sistémicos moderados.

La interdisciplina

Siguiendo el criterio de la especialización y del acercamiento multidisci-


plinar o interdisciplinar, la realidad es analizada, escindida o segmentada,
para que pueda ser abordada por cada ámbito de saber desde los paradig-
mas teóricos y metodológicos propios. La utilidad de este enfoque radica
en la riqueza de puntos de vista sobre algo común (Köppen, 2005: 4-12).
La idea del trabajo interdisciplinario supone “la concurrencia de
varias disciplinas, de enlazarlas articuladamente, para la comprensión de
un problema y para orientar acciones e intervenciones en el mundo para
resolverlo” (Peláez, y Suárez, 2010: 108-109).
Más allá del trabajo agotado en un único enfoque de una disciplina,
la interdisciplina amplifica los márgenes de comprensión e intervención
de la realidad (Tamayo y Tamayo, 2004: 77-80).

[ 72 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

Siguiendo a León Olivé Morett, la interdisciplinariedad se puede


entender en dos sentidos: fertilización cruzada y actitudinal.
1. La fertilización cruzada “no presupone la concurrencia de las discipli-
nas en torno a un problema específico, sino que consiste en la trans-
ferencia de conceptos, métodos, valores, etcétera, entre disciplinas.
En algunos casos esa transferencia conduce a la unificación de diver-
sas disciplinas” (Peláez y Suárez, 2010: 109).
2. La actitudinal parte de considerar a las disciplinas desde una óptica
como la trabajó Kuhn: “el corazón de las disciplinas son comunida-
des de investigadores que participan de una misma actitud” (Peláez
y Suárez, 2010: 111). En este sentido, la interdisciplina consiste en
“tender puentes entre las disciplinas, que faciliten la traducción de
sus lenguajes y el intercambio de procedimientos intelectuales diver-
sos, y finalmente, se requiere la determinación de problemas sociales
específicos, de orden práctico, que puedan ser atacados conjunta-
mente por varias disciplinas” (Peláez y Suárez, 2010: 111).

Al recuperar la otra preocupación del presente texto, descubrimos que el


pensamiento sistémico se aplica por lo menos parcialmente, en la medida
que en él convergen los enfoques disciplinarios y confieren visiones
sumadas sobre algún segmento de la realidad. No obstante la relevancia
de este enfoque, Olivé advierte que no es suficiente para el acometido
analítico y aprehensivo de la realidad. Por ello destaca la necesidad de
proponer en el contexto de las sociedades del conocimiento, un enfoque
social más amplio: la transdisciplina, que, indudablemente, se identifica
por derecho propio, con el pensamiento sistémico.

Transdisciplina

La transdisciplina, en principio, se distancia de lo interdisciplinar pero


no lo abandona del todo, sino que lo supone por su visión múltiple y
entrelazada, ante un problema específico. Se distancia, en el sentido de
no petrificarse en el sesgo de un marco conceptual y metodológico de
alguna disciplina particular; y, a su vez supone la visión múltiple como un
primer acercamiento de dimensiones complejas para la comprensión del
problema en cuestión. Así, la transdisciplina se encamina a la innovación
del conocimiento en:

[ 73 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

[...] la formulación de problemas y de propuestas para entenderlos y resolverlos,


mediante la concurrencia de especialistas de diversas disciplinas así como de gente
que no proviene de ninguna disciplina pero que puede hacer aportes de conocimien-
tos relevantes… se forjan conceptos y métodos que no existían previamente y que no
se identifican con ninguna disciplina particular. Los resultados tampoco son asimi-
lables a ninguna de las disciplinas ni a las formas previas de generar conocimiento.
[En el trabajo transdisciplinario] el marco conceptual y los métodos adecuados se
construyen en el mismo proceso de la investigación y en su aplicación (Peláez y Suá-
rez, 2010: 117).

Desgloso este texto por demás iluminador, con la reserva de que volvere-
mos a este punto de vista en líneas posteriores.
De inicio, el trabajo de investigación, considerado en su apertura de
horizontes, enfrenta el problema de derrumbar el celoso muro del cono-
cimiento científico especializado, excluyente de otras formas de acerca-
miento a la realidad, por ejemplo, del conocimiento puramente empírico,
cotidiano e intuitivo. De ahí, la gama de posibilidades de complejización,
por ejemplo, a través de innumerables interrogantes: ¿aporta al conoci-
miento de la subjetividad humana la introspección, el acercamiento con
extrañeza al mundo de las personas y la hermenéutica de lo cotidiano?
Más aún, de darse, ¿es el rapto de los místicos un acercamiento a los nive-
les de conciencia de cada individuo? ¿Deberíamos negar que la asociación
libre de ideas y los lapsus linguae del sicoanálisis constituyen una apertura
a estados de subconsciencia? No es momento para abordar estas posibili-
dades pues de por sí merecerían tratados exhaustivos; pero ahora mismo,
la ganancia de referirnos a ello radica en reconocer el problema del cono-
cimiento transdisciplinario y el acercamiento sistémico a la realidad, más
allá de las formas convencionales de cognición.

Las categorías como pensamiento sistémico


de interpelación a la realidad

El acercamiento, comprensión, interpretación e intervención sobre la


realidad operan mediante el ejercicio de construcción de categorías de
pensamiento, es decir, de conceptos tomados de la vida cotidiana o de
alguna disciplina, a los que se les asigna un significado técnico especiali-
zado. Habitualmente las categorías de pensamiento hacen referencia a la
aprehensión de un segmento de la realidad, a la categorización de dicho

[ 74 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

segmento y al establecimiento de una jerarquía de conceptos. La idea es


familiar, es platónica, en la medida que en su teoría de las ideas, Platón
ubicaba a la noción de bien en la cúspide de la pirámide, desde la que irra-
diaba y participaba su luz sobre toda la realidad material.
En ese mismo orden de ideas, recurrimos al ejemplo de las antiguas
nociones griegas de idea, forma, materia, acto o potencia, categorías que
están prisioneras dentro del campo no sólo de la filosofía, sino especí-
ficamente del hilemorfismo aristotélico. Las categorías abren el pensa-
miento hacia realidades no consideradas y a la vez, estrechan los már-
genes de significación. Por fortuna las categorías son analógicas y por
ello están habilitadas para aprehender y dejar nuevos y viejos segmentos
de realidad como si operaran con seudópodos, a la manera de los pri-
mitivos organismos unicelulares. Por otra parte, existen categorías de
pensamiento que nacen, en mayor o menor medida, de reflexiones que
cruzan y entrelazan las fronteras, por ejemplo, la noción complejo de Elec-
tra o complejo de Edipo, tan valiosas para el sicoanálisis. ¿Cómo se da un
salto transdisciplinario, en el caso de la tragedia griega al inconsciente
freudiano? A través de una recuperación de la figura mitológica de los
personajes de las tragedias griegas, en la comprensión específica de sus
motivaciones profundas y de sus actos de conciencia, en sus sentimien-
tos de culpa. Con base en esa información, el sicoanalista aprehende y
resignifica segmentos de la realidad subconsciente de los pacientes de
hoy. Con todo, es necesario que las categorías de pensamiento dejen de
ser prisioneras de la ciencia que las amamanta originariamente. La metá-
fora que conviene a una hija —la categoría de pensamiento— con dos o
más madres —las ciencias diversas— o ninguna madre en específico, es
la transdisciplina.

Pensamiento transdisciplinario, sistémico y filosófico

Uno de los ejercicios académicos habituales radica en tomar a una cien-


cia en específico e invitar a otras ciencias para que contribuyan, con sus
temas, problemas, teorías y metodologías, al esclarecimiento del objeto
de estudio. Por ejemplo, se puede abordar la identidad y vocación del acto
moral desde alguna corriente filosófica específica, por ejemplo, del aris-
totélico-tomismo, pero indudablemente sus supuestos y conclusiones se
validarían con el auxilio, por ejemplo, de la biología evolucionista, en la

[ 75 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

medida que se esclarecería el significado científico de un concepto y un


supuesto enteramente valioso para la filosofía tradicional, a saber, el de
naturaleza, ante el supuesto de que existen actos intrínsecamente perver-
sos que derivan de acciones contra natura, por ejemplo, en el caso de la
contracepción: usar preservativos para prevenir embarazos no deseados,
para prever enfermedades de transmisión sexual o las relaciones sexuales
para otros fines que no sean de procreación en el contexto de las parejas
heterosexuales debidamente casadas por las leyes eclesiásticas y civiles,
¿son actos contra natura y por ello actos inmorales? (Navarro i Cuartie-
llas,2009: 29-40, 77-92).
Es necesario poner a dialogar las categorías de pensamiento: la natu-
raleza filosófica con la naturaleza biológica y evolucionista. Junto a ello, es
necesario preguntarnos cuál es la relación entre la naturaleza biológica y
filosófica con la historia, en la medida que se asegura que las sociedades
humanas carecen de naturaleza pues lo que identifica a sus miembros es
la carga de signos y símbolos construidos en el interior de la colectividad,
lo que equivale a decir que tienen historia y cultura pero no naturaleza. Y,
junto a ello, deberíamos requerir de otras posturas éticas, por ejemplo, de
orden pragmático, que diesen luces en el contexto de una población mun-
dial en peligrosa expansión. Así, podríamos continuar convocando ámbi-
tos del saber tradicionalmente escindidos, autores de diversa procedencia,
metodologías de distinto cuño, etcétera, con el objeto de que el problema
sea tratado de manera estructural, sistémica y transdisciplinaria.
No es momento de abordar estas cuestiones, pero ayuda a esclarecer
la vinculación de una ciencia con otra, aun de algunas tan aparentemente
diferentes como la filosofía y la biología. Sobre el tema de las disciplinas y
de su vinculación, León Olivé retoma de Fernando Salmerón, en una cita
de pie de página, que las disciplinas —enseñanza y regla de vida— son
conocimientos sistémicos que poseen tres rasgos característicos: 1) La
síntesis en estructuras amplias y coherentes, 2) El análisis que simpli-
fica y acomoda el conocimiento en patrones comunes de significado que
facilitan su comprensión de la realidad, y 3) El dinamismo que permite
la incorporación de nuevos conocimientos (Peláez y Suárez, 2010: 108-
nota 1).
Por derecho de antigüedad y de su propia génesis, la filosofía ha
estado definida por los siguientes rasgos: la intención originaria de ser
proyecto de vida, es decir, articulación entre el modelo moral de los maes-
tros, las escuelas y doctrinas antiguas, y los jóvenes atenienses; el abor-

[ 76 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

daje de casi todos los temas y problemas de la existencia; la creación de


muy variados métodos (lógico, dialógico, dialéctico, metafísico, herme-
néutico, etcétera); la articulación entre sus doctrinas y los problemas de
la historia y la sociedad; y, con todo ello, por su búsqueda de las causas
de las cosas, y por su esfuerzo por construir y edificar los significados
de los acontecimientos humanos y de los fenómenos naturales. La única
manera de comprender esta constelación de saberes, contextos, doctri-
nas, autores, temas y problemas es a través del pensamiento sistémico,
por el cual podemos armar los entrelazados de manera diacrónica y sin-
crónica y conformar mapas mentales del pensamiento.

Conocimiento científico-tecnológico y conocimiento


tradicional: causalidades distintas

Si la filosofía nace con el enfoque descrito, cuánto más transdisciplina-


rio y sistémico ha de ser el conocimiento de nuestro tiempo, particular-
mente en el contexto de la denominada “sociedad del conocimiento”,
noción que se utiliza para referirse a aquella sociedad que sucedió a la
sociedad industrial y que muestra un incremento espectacular del ritmo
de creación, acumulación, distribución y aprovechamiento de la informa-
ción y del conocimiento, así como del desarrollo de las tecnologías que
lo han hecho posible, en particular las de la información y la comunica-
ción (tic), que en buena medida han desplazado a las manufactureras.
Esta sociedad del conocimiento se basa en el trabajo intelectual en red,
conformada por cuerpos de investigadores altamente calificados, por lo
cual el conocimiento posee un carácter transformador del mundo y de la
conciencia del hombre.
Esta sociedad posee como característica primordial la innovación,
concepto que puede “entenderse como el resultado de una compleja red
donde interactúan diversos agentes, desde centros de investigación y uni-
versidades, empresas, agentes gubernamentales, etcétera” (Peláez y Suá-
rez, 2010: 118), cuyo resultado es la consecuencia de sus interacciones.
La innovación “tiene que ver con la generación de nuevo conocimiento y
sobre todo con su aprovechamiento social para la solución de problemas”
(Peláez y Suárez, 2010: 118). En este sentido, no es suficiente la actividad
interdisciplinar, sino que se “trata de un concepto que resulta del trabajo
transdisciplinar” (Peláez y Suárez, 2010: 119) y que, naturalmente, no se

[ 77 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

constriñe a causas únicas sino a redes de causas que exceden los muros de
las disciplinas tradicionales.
Olivé Morett hace una distinción conceptual entre conocimiento
científico-tecnológico y conocimiento tradicional. Veamos el nivel de
pensamiento sistémico y el tipo de causalidad que identifican a cada uno:
• El conocimiento científico-tecnológico perteneciente a las distintas
disciplinas particulares de la ciencia y las tecnologías, pero matizado
para que predomine, dentro del contexto de las sociedades del cono-
cimiento, la producción e innovación de conocimientos útiles orien-
tados hacia el éxito comercial. Esta orientación se concreta mediante
redes de conocimiento, es decir, mediante “redes donde circula el
conocimiento, entre institutos y centros de investigación, centros
de investigación y desarrollo (I+D) y empresas a las cuales se trans-
fiere el conocimiento generado en las instituciones de investigación,
las cuales consolidan las innovaciones, dando lugar así al sistema de
investigación, desarrollo e innovación (I+D+i)” (Peláez, Álvaro y Suá-
rez, Rodolfo 2010: 120). Así, dado su carácter de red, este tipo de
conocimiento posee carácter sistémico y transdisciplinario.
• En cambio, los conocimientos tradicionales son aquellos que han
sido “generados, preservados, aplicados y utilizados por comunida-
des y pueblos tradicionales, como los grupos indígenas en México…”
(Peláez y Suárez, 2010: 120). Este tipo de conocimiento “es tácito, y
con frecuencia se transmite sólo de forma oral y mediante el ejemplo”
(Peláez y Suárez, 2010: 121). Un caso es la herbolaria, que hasta hace
algunos años, antes de que abundara la medicina alópata y el acceso
a las clínicas y hospitales, se aplicaba en las curaciones domésticas,
como si a cada enfermedad le correspondiera la cura de una planta,
o en el mejor de los casos, cada planta poseía posibilidades curativas
múltiples y específicas, no sujetas a confusión.

Una visión sistémica no puede ser, por definición, excluyente; por el con-
trario, debe dar cabida a los diversos tipos de conocimiento, entre otros,
el tradicional y el tecno-científico, aun cuando para ello —y justamente
por eso— sea necesario reconocer sus particulares lógicas argumentati-
vas y amplificar los criterios de validación de sus asertos. Junto a ello se
requiere asumir la variedad de causalidades, a veces de orden químico,
orgánico o sicológico; o bien, de orden especializado o universal. No se
trata de admitir todas las causalidades y todas las validaciones, sino de

[ 78 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

abrir horizontes de comprensión de la realidad. De manera específica, es


necesario problematizar el conocimiento tradicional en dos puntos: su
estatuto epistemológico y su participación en el carácter innovador de las
sociedades del conocimiento. Dado que el conocimiento científico-tecno-
lógico goza del privilegio de la aceptación, y, en cambio, el conocimiento
tradicional posee su margen de vigencia en el contexto de la propia cul-
tura (Follari, 2001). Ante ello se requiere de un:

[…] sólido fundamento en una epistemología pluralista que explique la posibilidad


y justifique la existencia de diferentes conjuntos de criterios de validez del conoci-
miento y que sostenga, por tanto, que la legitimidad de los conocimientos tradicio-
nales no debería estar basada en los mismos criterios que se utilizan para juzgar la
validez de los conocimientos científicos o tecnológicos (Peláez y Suárez, 2010: 124).

Pese al prestigio de la ciencia, la producción del conocimiento tecno-cien-


tífico no implica, en automático, el beneficio incluyente y generalizado a
toda la población, sino que, por el contrario, se “han generado niveles de
exclusión nunca antes vistos, así como nuevas formas de exclusión. En el
mundo hay cada vez más grupos y pueblos enteros que se quedan exclui-
dos de los beneficios…” (Peláez y Suárez, 2010: 112-113). Olivé ilustra
dicho desplazamiento del conocimiento tradicional que provoca el cono-
cimiento tecno-científico mediante la presunción de poseer y legitimar el
auténtico conocimiento, y por esto, monopólico:

Suele alegarse que un determinado conocimiento “empírico” de que un brebaje pre-


parado con determinadas yerbas puede ser benéfico para tratar cierto padecimiento.
Pero acto seguido se dirá que quienes tienen tal conocimiento “empírico” carecen de
un conocimiento científico acerca de las sustancias que constituyen los principios
activos de tales yerbas, así como de sus formas de actuar en el organismo, y que por
tanto quienes sí han desarrollado esos conocimientos científicos, una empresa far-
macéutica por ejemplo, tiene el pleno derecho a ser el titular de una patente que pro-
teja su derecho monopólico a su comercialización, quedando excluidos los pueblos
que tenían el conocimiento tradicional de los beneficios de dicha comercialización de
un producto basado en su conocimiento (Peláez y Suárez, 2010: 124).

Esta dificultad puede interpretarse en términos del acceso a la causali-


dad precisa de los mecanismos que operan en el organismo a partir de la
ingesta de infusiones de hierbas, lo cual puede hacerse en el conocimiento
científico, incluso en el nivel molecular. De hecho es ahí donde se espera
que operen los cambios por efecto de la química de los fármacos. Como

[ 79 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

puede apreciarse, si el conocimiento tradicional está atado a causalidades


difusas y sólo a resultados empíricos e históricos, y, por ello, a causalida-
des lineales, y si el conocimiento científico se articula a redes de saber, a
mezclas de tecnologías y a tejidos de teorías y metodologías de diverso
cuño, entonces entenderemos que una manera de reconocer la especifi-
cidad del trabajo transdisciplinario radica justamente en la causalidad.
En un sentido el problema iniciaría aquí, justamente, pues entonces es
necesario cavilar sobre el estatuto epistemológico de la causalidad en red,
transdisciplinaria, sistémica y transversal, abierta a los saberes que pue-
dan dilucidar el significado de fenómenos naturales o de acontecimientos
sociales que reclaman, como un acto de autonomía, el concurso en urdim-
bre del conocimiento. En este sentido, reconocemos su estatuto con
base en los siguientes supuestos: aquello que llamamos “realidad” posee
unidad, indivisibilidad y complejidad en red. Las habilidades propias de
los diversos tipos de pensamiento (cotidiano, mítico, lógico, científico,
y tecnológico) por medio de las cuales comprendemos, interpretamos y
nos apropiamos del universo, están entrelazadas, como si viniesen en
racimos o madejas y se aplican en actos cognitivos simultáneos (Romero,
2006). Los humanos estamos dotados de un equipamiento biológico por
el que conformamos nuestras imágenes del mundo y edificamos nuestra
cultura, en cuyo contexto accedemos a la complejidad del mundo (Her-
big, 1997). El pensamiento lineal opera por secuencias cronológicas de
acontecimientos, actores y causalidades y por ello siempre corre el riesgo
de quedar recluido en una teoría, un paradigma, una escala de valores y
un reducto de actitudes a través de lo cual todo se quiere ver. En cambio,
el pensamiento sistémico es entretejido de hebras de diversos colores y
texturas que se acerca al mundo, a la vez, desde el tiempo y el espacio,
desde las especificidades hasta las generalidades, y en donde importa la
interacción de las partes y entre ellas y el total. Si los fenómenos natura-
les y los acontecimientos naturales conforman estructuras, cuánto más
las causalidades lo hacen.

Conclusión

¿Cuál es el sentido del presente acercamiento al pensamiento sistémico


y transdisciplinario? O dicho de otra manera, ¿en qué podemos concluir
de manera práctica? ¿No hemos abordado un tema que se queda en la

[ 80 ]
Conocimiento transdisciplinario, pensamiento sistémico y causalidad

óptica de abrir el entendimiento ante realidades muy elaboradas? Eso


sólo lo justificaría, pero la reflexión propuesta no estaría completa sin la
definición de aquellos casos en los que la visión sistémica y la investiga-
ción transdisciplinaria deben seguirse, a saber, en el primero de muchos
casos, ante la incertidumbre en la manera de abordar un problema de la
realidad empírica cuya naturaleza no está cabalmente definida para los
acercamientos disciplinares tradicionales. Por ello debemos recurrir a
estas perspectivas cuando no es fácil definir la preguntas de investiga-
ción; o bien, cuando éstas no pueden ser atendidas y menos aún resuel-
tas desde el enfoque único de una ciencia. Cuando los problemas de la
realidad reclaman diversos ámbitos cognitivos, diversas metodologías,
diversos marcos conceptuales y diversas categorías de pensamiento. Una
posibilidad es investigar algún segmento de la realidad desde el ángulo
específico de una ciencia y otra distinta es que el segmento de realidad
reclame como un derecho propio, los ámbitos cognitivos y disciplinares
que pueden interpelarle, explicarle, precisar las redes de causas, inter-
pretarle e intervenirle. Cuando la causalidad del segmento de realidad
que nos importa no es única sino múltiple, en red, compleja y profunda;
en tal caso, el acercamiento causal de una sola disciplina es insuficiente.
Cuando el acercamiento a los problemas puede generar el nacimiento de
otros problemas futuros y derivados. Cuando un conocimiento remite a
otros conocimientos; cuando se agota el ámbito de competencia de una
ciencia y queda abierta la necesidad de acceder a otros ámbitos discipli-
nares. Cuando hay que asumir la complejidad de la realidad, que no puede
aprehenderse desde ángulos reduccionistas.
Por otra parte, debemos reconocer que una condición fundamen-
tal del trabajo transdisciplinario consiste en la participación dialógica y
comprometida de los expertos en los diversos campos disciplinares, que
ponen en la mesa común del debate científico las perspectivas, las expe-
riencias, las formaciones particulares. Para proceder de esa manera, como
se comprenderá, es necesario que cada experto pueda pasar de su ámbito
de luminiscencia a su ámbito de umbriscencia, es decir, de su dominio
cognitivo de confort, al nuevo e inexplorado campo de las demás ciencias
fuera de su competencia. A la vez, para acceder al área de umbriscencia
es necesario efectuar una epojé de su propio saber profundo, de la sobre-
información que los satura, de sus categorías de pensamiento, de sus len-
guajes especializados y de sus acervos de experiencia, para dar cabida al
acervo de los otros y de las demás ciencias. En el plano ya no individual

[ 81 ]
Miguel Agustín Romero Morett y Martín G. Romero Morett

sino colaborativo, a la vez, es necesario cumplir por los menos tres con-
diciones: primera, crear y vivir escenarios dialógicos, analíticos, críticos
y operativos; segunda, efectuar entretejidos conceptuales y romper los
esquemas de la especialización excluyente; y tercera, desarrollar habili-
dades de pensamiento sistémico y canales de interacción y tránsito entre
ámbitos diversos, donde no existen disciplinas, ni teorías ni autores ni
metodologías que lleven la voz cantante.
Más allá de las epistemológicas, es necesario concluir en las implica-
ciones centradas en lo que podríamos llamar interculturalidad sistémica,
para referirnos a la conversión del modo de apreciar y valorar la realidad
sin sectarismos, o para acceder a la unidad del género humano y al recono-
cimiento del imperativo de la participación del hombre en igualdad propor-
cional, en la naturaleza, con los demás seres vivos. La misma idea podemos
expresarla en el diseño del espacio humano con visiones de inserción en
el mundo con bases de respeto al entorno natural y a la convivencia en la
diversidad de grupos éticos y culturales. Toda conformación de valores y
toda generación de saber asumen el carácter de su génesis considerando su
contexto, su historia, su desarrollo geográfico, su prospectiva futura y, por
supuesto, la urdimbre de causas que interviene.
El conocimiento es el yelmo del que Apolo no puede despojarnos,
como lo hizo con Patroclo para causarle la muerte. La ignorancia es
muerte. El conocimiento es el fuego robado por el generoso Prometeo
a los egoístas del Olimpo. El saber, no el que se aísla, el que se agota en
su especialidad, sino el que se abre y explota en todas direcciones; es ahí
donde radica la consigna de todo empeño educativo.

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[ 84 ]
The Tragedy of the Tragedy
of the Commons

John Stayton

Abstract

This paper explores how exploitation of shared resource systems interact


to threaten globally catastrophic impacts. The exploration starts with an
overview of the study of common-pool resources, followed by a review of
fundamental principles of systems theory. The implications of interac-
tions of common-pool resource systems are examined. The concept that
the common pool systems are actually elements of a global ecological
system is explored. The paper finishes with a discussion of alternative
approaches to addressing global-scale ecological issues.

i. Introduction

There are increasing signs of global ecological change in the news and
in our daily lives, including more (nearly continuous on a global basis)
extreme weather events, stories of species extinctions, and satellite pho-
tos of declining ice caps and rainforests. All of these signs and many more
are evidence of “tragedy of the commons” scenarios, in which resources
that are shared among a human population (in some cases the entire
human population) are over-exploited by individuals (or sub-groups)
because it is in their individual interests to do so. This theory was out-
lined in an article by Garrett Hardin in 1968 called “The Tragedy of the
Commons” (Hardin, 1968).
The exploration of the human impact on global systems is inherently
interdisciplinary. Obviously, the natural sciences are involved, including

[ 85 ]
John Stayton

atmospheric science, oceanography, the biological sciences, and others.


The social sciences are equally important, including psychology, sociol-
ogy, political science, economics, organizational sciences, and others. A
theoretical lens that has been developed to deal with situations of great
complexity is systems theory, since it focuses on the interrelationships of
the parts that make up a complex whole. This paper uses systems theory
to explain the complex interactions that could result in globally cata-
strophic outcomes if human behavior doesn’t change.

“Tragedy of the Commons”

Hardin wrote this article to address the issue of overpopulation, but it


became an important, highly cited treatise on the problem that occurs
with shared resource pools (sometimes called “common-pool resources”
(Ostrom, 1999) and “common-property resources” (Feeny, et al. 1990)).
Since the incremental increase of an individual’s use of the commons has
a very small impact, whether it be visiting a national park, emitting pol-
lutants into a river, or using irrigation in a water-scarce region, it is in
the individual’s best interest to get the full benefit of that use while caus-
ing only incremental harm. However, since all those using the resource
pool come to the same conclusion, the resource becomes so depleted (or
contaminated) that everyone loses. Hardin suggested that the two ways
to address “tragedy of the commons” scenarios were either to grant new
property rights to those resource pools (privatization) or make them
common property and restrict access to them (socialism).
Since 1968, there have been numerous articles that have explored
Hardin’s theories. Many critiques and updates of Hardin’s paper have
been published (e.g., Berkes et al., 1989; Feeny et al., 1990; Ostrom et al.,
1999; Ostrom, 1999), but none questioned the validity of the underly-
ing premise: that the problem of over-exploitation of common resources
exists because of incentives to individuals (or groups of individuals) to
overshoot their “share” of the common resource. These critiques focused
on Hardin’s premise that there were only two solutions to “tragedy of
the commons” scenarios, and pointed out alternative solutions that have
also been effective in some situations. Two papers also noted that global
issues are much thornier (Feeny et al., 1990; Ostrom et al., 1999), since
they are more complex and require a consensus of nations that often
have competing interests to produce policies that can be applied glob-

[ 86 ]
The Tragedy of the Tragedy of the Commons

ally. So while there are several examples of common-pool resources that


have been sustainably managed, whether through privatization (e.g.
sulphur dioxide emissions reduced through cap and trade), government
regulation (e.g. cleaner rivers and lakes in the US northeast and mid-
west since the 1960s), or one of the alternative means described in the
articles cited above (e.g. hunters or the fishing industry developing and
enforcing behavioral norms (Berkes et al., 1989)), global issues (such as
climate change, plastics pollution in the oceans, and deforestation) are
much more difficult to address.

ii. Systems Theory and the Tragedy of the Commons

General Systems Theory is a set of scientific principles that applies to sys-


tems in general (Von Bertalanffy, 1972). Since systems are wholes that
often cannot be explained by the sum of their parts, general systems the-
ory can also be described as a ‘scientific exploration of “wholes” or “whole-
ness”...’ (Von Bertalanffy, 1972). Systems can be described in terms of a
hierarchy of complexity, in which systems operating at a higher order of
complexity are created by the interaction of systems operating at a lower
order of complexity (Boulding, 1956). Systems theory focuses more on
the relationships between the parts of a system than on the parts them-
selves, since whole systems exist because of those relationships (Senge,
1990). Emergent properties of systems occur when the behavior of sys-
tems could not have been predicted by the sum of their parts (Senge,
1990). For example, one could not predict that combining two flammable
elements, hydrogen and oxygen, would result in molecules that that, in
their liquid state, extinguish flames. It is the relationship between these
elements that creates the emergent properties of water. These are a few
important systems theory principles.
Systems dynamics are models of systems that illustrate how the
parts of systems interact to create results. Modeling complex systems
through diagrams and/or computer simulation allows understanding of
the dynamics of systems and can used be used to predict the outcome of
changing variables within the system, using “stocks”, “flows”, “feedback
loops” and other systemic descriptors. A system archetype is a common
pattern of interacting variables that leads to a predictable result (Senge,
1990). An example of a system archetype, described by management the-

[ 87 ]
John Stayton

orist Peter Senge, was the “tragedy of the commons” archetype (Senge,
1990). It is drawn like this:

Figure 1
Tragedy of the Commons Archetype (Senge, 1990)

Figure 1 illustrates interacting feedback loops in the “tragedy of com-


mons” archetype. Individuals act in their best interest to maximize their
net gains. But the total activity of all of the individuals involved, after a
delay, reduces the gain per individual activity because the total resources
are finite, and have declined due to the combined individual use. This
leads the individuals to increase their activities to achieve the same net
gains, further fueling the decline in resources available.

iii. Interacting Tragedies

What happens when common-pool resource scenarios interact? Because


ecosystems are not isolated, they interact in numerous and complex ways.
Examples include soil ecosystems and atmospheric systems, soil systems
and marine systems, and oceanic systems and atmospheric systems.

Carbon in Soils and the Atmosphere

The primary issue Hardin (1968) addressed in his seminal “Tragedy of


the Commons” article was population growth. It is population growth and
development that drives the conversion of natural ecosystems into agri-
cultural lands. Carbon sequestered in soils is being depleted by this con-
version of natural ecosystems to agricultural ecosystems. This conversion
depletes the soil carbon in affected areas by as much as 60% in temperate
regions and 75% or more in tropical regions. Most of this carbon ends up

[ 88 ]
The Tragedy of the Tragedy of the Commons

in the atmosphere (Lai, 2004). When land is not privately owned, it is often
treated like commons, and it is in the interest of individuals to claim and
own it. This was true in the United States until the mid-19th century and
is true now in equatorial countries with large tracts of tropical forests. The
atmosphere is viewed as commons, so depleting the soil through burning
trees and grasses to prepare it for agriculture is using the atmospheric com-
mons as a waste sink. This is a significant driver of global climate change.

Nitrogen in Agriculture and Coastal Marine Systems

Another interaction of increasing population and the agricultural


increases needed to feed humanity is the unintended use of rivers and
streams as waste disposal for nitrogen fertilizers and animal waste. The
nitrogen is transported into coastal waters and results in the process of
eutrophication – increases in organic matter in an ecosystem (Nixon,
1995). The excess nitrogen in the marine system causes increased algae
and vegetation growth. As the algae and vegetation die and sink, there is
an increase in microbial activity at the bottom of the water, which uses
up dissolved oxygen. This results in “dead zones”, the loss of all marine
life in those areas (Diaz & Rosenberg, 2008). There are more than 400
dead zones in coastal marine areas globally.
Another common-pool resource that is being depleted is the marine
fisheries due to overfishing. As the amount of fish available decreases,
fishing enterprises need to increase their activity to produce the same
amount of fish. With eutrophication also depleting coastal regions of sea
life, the tragedy of the commons scenario involving the depletion of fish-
eries by fishing enterprises is accelerated.

Oceans and the Atmosphere

The world’s oceans are a commons as a place where anthropogenic CO2


ends up, as is, of course, the atmosphere. About 50% of anthropogenic
CO2 is absorbed by the oceans. But the oceans have a limit to how much
carbon they can absorb, and a reinforcing feedback loop exists: if more
CO2 is produced and put in to the atmosphere, then less gets absorbed
by the ocean, and therefore more CO2 ends up in the atmosphere. If cur-
rent carbon projections held, then in about 2050 the oceans will become
net carbon emitters (Cox, et al. 2000).

[ 89 ]
John Stayton

Higher concentrations of CO2 in the oceans reduces ocean pH, and the
acidification impacts shell-forming marine life (Doney, et al. 2009). This
could also affect the ability of humans to harvest food from the oceans,
again contributing to the seafood tragedy scenario described above.

iv. Undermining the Planetary System

Humans have had an enormous impact on the planet’s ecosystems. We have


transformed the land through agriculture and built environments. We have
caused species’ extinctions while facilitating invasions of exotic organisms.
We have altered the chemistry of the oceans and the makeup of the atmo-
sphere. We are changing the climate. The exponential growth of popula-
tion has created enormous demands on ecosystem services, amplified by
economic development of that growing population (Vitousek, et al. 1997).
It is difficult for people to grasp the idea of exponential growth. As
Jay Forrester (1971) pointed out, if doubling (of a population, or use of
a resource) is occurring at regular intervals, as happens with exponential
growth, and there is a resource limit, it will seem as if there is an abun-
dance remaining until shortly before the resource limit is reached. The
variable can double multiple times without approaching the limit until it
is at half of that limit. In one more doubling time, that variable will reach
the limit. There is exponential growth in human population; in the use
of many natural resources and ecosystem services; and in the quantity
of many waste streams being emitted into the biosphere. Multiple limits
are approaching. But we act as if this is not happening – psychologically,
we evolved without concern for those limits. Individuals are trapped in
multiple interacting “tragedy of the commons” scenarios that are acceler-
ating the undermining of the ability of planetary ecosystems to support
human life. This is the “tragedy of the tragedy of the commons”.

v. The Silver Lining in the “Tragedy of the Commons”


Archetype

System dynamics allows us to model systems and look for leverage points
to change systems and the behavior they produce. By understanding that
many of the ecological crises we face result from “tragedy of the com-

[ 90 ]
The Tragedy of the Tragedy of the Commons

mons” system patterns, we may also find patterns in how we can address
these issues.
Hardin (1968) suggested two ways to address common-pool resource
issues: privatization and regulation. These have proven problematic in
dealing with complex global issues like climate change and over-fishing.
Individual countries want to act in their own self-interest (just like indi-
vidual people), and global regimes are not strong enough to enforce com-
pliance with privatization or regulation schemes. Still, there have been
cases (e.g. ozone-damaging CFC regulation) in which global initiatives
have made a significant impact and these efforts need to continue.
There is evidence that indirect reciprocity can also be effective (Mil-
inski, Semmann, & Krambeck, 2002). This is more like the eBay model
– actors want to maintain a good reputation and expect to be rewarded
for treating a common-pool resource fairly. This works only if the other
actors in these scenarios also buy in to self-imposed limitations in order
to preserve their reputations.
There are many examples of communal property rights serving as
an effective way to sustainably manage resource use (Feeny et al., 1990).
There are examples of Native American groups being granted access to
common-pool resources and using them sustainably, villages in Japan and
England managing common lands sustainably for centuries, and irrigation
water systems in Bali, Indonesia, held in common by villages and managed
well. Communal property rights can be more effective than granting rights
to the state, which can result in a de-facto open access scenario in which
individuals will defy the state because it is in their best interest to do so.
One of the leading researchers of common-pool systems, Elinor Ostrom,
devised a framework for analyzing sustainable use of what she calls “Social-
Ecological Systems” (Ostrom, 2009). She identified 10 variables that can be
used to predict the success of self-organizing regimes for social-ecological
systems (as opposed to state-imposed regimes). Perhaps those variables
could be used to construct systems that are most likely to succeed.
This is an area where innovation is needed, and solutions that have
achieved some success need to be shared. In fact, we need to accelerate
the pace of innovation in solutions to global ecological issues, in order
to keep up with the exponential growth of the problems, whether these
solutions are technological, legal, political or social. We need to find mul-
tiple ways to change “tragedy of the commons” systems before the “trag-
edy of the tragedy of the commons” becomes a reality.

[ 91 ]
John Stayton

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[ 92 ]
Pensamiento sistémico
y el uso social de la naturaleza:
el caso del caracol purpura

Ma. Del Rosario P. Cid-Rodríguez1


Savilu Mariel Fuente-Cid2
Cindy N. Reyes-González3
José Villarruel-Ortiz4
Noé Ruiz-García5

Resumen

El respeto por la diversidad natural del entorno por parte de los mixtecos
se ve reflejado en el aprovechamiento del caracol de tinte Plicopurpura
pansa (Gould, 1853). Este es un claro ejemplo de la coexistencia pacífica
con beneficios para las especies, el hombre y su hábitat común.
El uso de los tintes naturales y en especial el tono púrpura se remonta
a épocas remotas, donde —de acuerdo a la cosmovisión de las diversas
culturas— se ha utilizado como símbolo de fertilidad y poder. Actual-
mente el caracol de tinte en el Pacífico, cuya área de distribución de este
recurso costero es en las franjas rocosas (desde las costas de Baja Califor-
nia hasta Perú), es el único utilizado en nuestro país y concretamente en

1. Profesora-investigadora. Instituto de Ecología-Universidad del Mar, Campus Puerto Ángel.


Correo electrónico: cidr@angel.umar.mx.
2. Pasante de Biología. Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
3. Pasante de Biología Marina. Universidad del Mar, Campus Puerto Ángel.
4. Profesor-investigador. Instituto de Genética. Universidad del Mar. Campus Puerto Escondido.
5. Profesor-investigador. Instituto de Ecología. Universidad del Mar. Campus Puerto Escondido.

[ 93 ]
Cid-Rodríguez, Fuente-Cid, Reyes-González , Villarruel-Ortiz y Ruiz-García

las costas de Oaxaca por una etnia: la mixteca. Y está reglamentado por
un acuerdo intersecretarial en 1988. Además, se le considera como espe-
cie sujeta a protección especial en la nom-059-semarnat-2010.
El aprovechamiento por parte de los mixtecos de Pinotepa de Don
Luis, Oaxaca, desde hace más de 100 años ha mostrado el respeto y amor
por la naturaleza que llevaron a estos indígenas a conjugar una de sus
actividades (la ordeña del caracol) con la recuperación de la diversidad
natural de la zona costera. Esta lógica de aprovechamiento ha permitido
un aprovechamiento sustentable de dicha especie costera.
La complejidad que representa el uso del caracol debe analizarse
desde el pensamiento sistémico. Para poder mantener este aprovecha-
miento de la especie se debe necesariamente integrar sistémica y siste-
máticamente con otras instituciones y grupos interesados e involucra-
dos con este organismo, se debe tener una retroalimentación orientada
a construir o reconstruir las dimensiones legislativas, de planeación,
vigilancia, protección, educación ambiental e investigación que permitan
resolver las dificultades a las que nos enfrentamos, en el uso social del
caracol púrpura.
Palabras clave: caracol, uso social, teñidor, tejedoras, aprovecha-
miento

Introducción

El uso social del caracol púrpura6 es un ejemplo de aprovechamiento


concreto de la especie, en el que se pueden diferencias cosmovisiones
encontradas; lo cual se refleja en una variedad de formas de aprovecha-
miento; es decir, de posiciones sustentadas por diferentes grupos socia-
les en confrontación: una posición representada por el aprovechamiento
de manera de apropiación por grupos indígenas mixtecos y la otra de una
explotación bajo la lógica del capital impulsado por una compañía japo-
nesa a través de los pescadores mestizos. Asimismo, en este caracol se

6. A comienzos de la década de los ochenta, las lógicas impuestas para el manejo de las especies
marinas ocasionaron que en un solo terreno —la costa oaxaqueña— se enfrentaran de
manera directa y frontal dos lógicas de aprovechamiento social del caracol, dos cosmovisiones,
dos culturas. Al aprovechamiento tradicional realizado por cientos de años de los mixtecos
oaxaqueños se le añadió la explotación de la especie por la compañía japonesa Caracol Púrpura
Imperial.

[ 94 ]
Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza: el caso del caracol purpura

pueden identificar otras posiciones importantes que han desempeñado


un papel trascendental: el Estado, los académicos, las organizaciones, los
pescadores libres (piedreros), entre otros (cuadro 1).
Con un manejo sustentado bajo la lógica de explotación comercial a
gran escala, la compañía japonesa hizo repercutir de manera significativa
no sólo en la dinámica poblacional del recurso, sino en la vida cultural y
económica de una parte de la población de la región costa ya que provo-
caron, por un lado, la casi extinción de las tallas grandes de la población
de caracol y por el otro, el desplazamiento de los teñidores indígenas, así
como la paulatina desaparición de esta tradición que constituye un rasgo
de identidad cultural entre el grupo mixteco.
Es a partir de esta situación cuando los tintoreros mixtecos de Pino-
tepa de Don Luis, Oaxaca, se integran en un comité para denunciar el
deterioro de su fuente de ingresos, así como la amenaza de extinción de la
especie por la explotación indiscriminada del caracol de tinte por parte de
la compañía japonesa. Justo la misma especie y en el mismo lugar donde
tradicionalmente teñían sus madejas de hilo de algodón año tras año.
De acuerdo con un diagnóstico sobre la dinámica poblacional y ciclo
de vida del molusco, el deterioro provocó fuertes impactos negativos en
los mixtecos que han utilizado este caracol; además de las repercusio-
nes de la especie —ecológicamente hablando—, que han sido graves.
Los parámetros poblacionales se constituyeron en un importante instru-
mento de evaluación del estado y aprovechamiento del recurso; fueron,
además, cruciales para impulsar un recurso legal que se expresó mediante
el Decreto Oficial de la Federación7 en 1988 sobre la regulación del apro-
vechamiento del caracol.8

7. En este instrumento jurídico se expresa la inquietud de frenar la explotación irracional del


recurso por parte de la compañía extranjera a través de los pescadores-mestizos y recuperar
la lógica de manejo del molusco realizado por los indígenas y artesanos de la región, así como
regular el desarrollo, conservación y aprovechamiento del caracol Purpura pansa en toda
la costa del Pacífico mexicano (Diario Oficial de la Federación. 23 de marzo de 1988. Acuerdo
Intersecretarial. Caracol Purpura pansa).
8. Además del decreto, se crea en 1991 el Comité Nacional para el estudio del caracol Purpura
pansa, que está integrado por instituciones académicas y secretarías relacionadas con esta
especie. El principal objetivo ha sido la integración de un Programa Nacional de Caracol de Tinte,
con líneas bien definidas de investigación; así como la homogeneización de la metodología de
estudio y el intercambio de información, la discusión y la evaluación de resultados por cada
miembro (iii Reunión Nacional para el estudio del Caracol de Tinte Purpura pansa, Puerto
Vallarta, Jalisco, mayo de 1996).

[ 95 ]
Cid-Rodríguez, Fuente-Cid, Reyes-González , Villarruel-Ortiz y Ruiz-García

Cuadro 1
Mapa conceptual desde el enfoque del pensamiento sistémico del uso
social del caracol Plicopurpura pansa

Contexto socio-cultural de la costa


*Riqueza natural↔pobreza
*Grupos étnicos
*Pluricultura
*Desarrollo turístico, Proyecto social →
pesquero, acuícola,
cafetalero
*Nula industria
↓ (conocer, analizar
Cosmovisiones evaluar, proponer)

Sujetos sociales + Decreto
interinstitucional

-Gobierno federal ⇒ Políticas +lgeepa

*dgcp/sep públicas

*Pesca +anp-phn

*Semarnat +Comité Nacional caracol +PLAN DE MANEJO


Púrpura PNH
-Gobierno estatal

*Instituto Estatal de
Ecología
*Municipio Comité de Tintoreros y
Tejedores Mixtecos de
-Indígenas Pinotepa de Don Luis. Oax.
-Empresarios Compañía
japoneses “Púrpura Imperial”
Organizaciones no gub. AMACUP. A.C.

-Académicos Diseño curricular (contenidos


Docencia e invest. académicos)
umar saberes formativos
Fuente: elaboración propia.

[ 96 ]
Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza: el caso del caracol purpura

Uso social del


caracol purpura en la
costa oaxaqueña → Confrontación
(de intereses)

(conocer, analizar, evaluar, proponer) 



Lógica de
Aprovechamiento
(Interés) Cultural- ↓ (Interés) Capital
ambiental
Indígenas Mixtecos ↔ Púrpura imperial
Don Luis, Oax de compañía japonesa
·Uso cultural > ganancia
·Uso tradicional < tiempo
·Complemento ·Contrato de pescadores
económico mestizos (desconocían al
molusco)
·Armonía hombre- ⇓
naturaleza
·Manejo integral
del caracol –
apropiación-
⇓ ⇓

(fortalecer teórica y Sustentabilidad ↔ Degradación ambiental


socialmente)

Pérdida de la
biodiversidad
Renovabilidad del Pérdida de identidad
mismo cultural
Conflictos sociales
(Indígenas-Pescadores)

[ 97 ]
Cid-Rodríguez, Fuente-Cid, Reyes-González , Villarruel-Ortiz y Ruiz-García

Desde tiempos prehispánicos, en el estado de Oaxaca los tintes natu-


rales son aprovechados principalmente por la etnia mixteca9 para teñir
sus prendas de vestir con la grana cochinilla Dactylopius coccus, el azul
añil Indigo suffruticosa y la tinta purpura del caracol marino Plicopurpura
pansa (Gould, 1853). Las prendas de vestir de la mujer mixteca, llamadas
posahuancos o enredos, son teñidas con los tres colores naturales men-
cionados.
La importancia sociocultural y económica de P. pansa reside en el uso
del tinte del caracol para la tinción y confección de diversas prendas de
vestir elaboradas con algodón de manera artesanal; el color púrpura se
encuentra asociado en la cultura mixteca a un profundo significado reli-
gioso ligado a la fertilidad y a la muerte, por lo que su aprovechamiento
además de tener un valor económico, posee un importante valor cultural.
En este trabajo se abarcaron dos áreas de estudio en las Bahías de
Huatulco: el Parque Nacional Huatulco10 (pnh), por ser el sitio de tin-
ción de los mixtecos, y Pinotepa de Don Luis,11 lugar donde viven los
teñidores. Desde una perspectiva metodológica, el proyecto abarca dos
dimensiones ampliamente interrelacionadas en el aprovechamiento del
molusco: las actividades de tinción y las de tejer.

Aprovechamiento bajo la lógica indígena:


apropiación del molusco

Las actividades de tinción: en su lugar de origen, Pinotepa de Don Luis,


Oaxaca, cada año, de octubre a abril, los teñidores se reúnen en parejas;

9. Marta Turok (1989), menciona que dicho uso actualmente resulta ser un aprovechamiento,
pues no matan al molusco sino lo “ordeñan”; este conocimiento milenario —que ha trascendido
de generación en generación— ha permitido que la relación hombre-naturaleza sea armónica.
10. El área se encuentra situada entre las siguientes coordenadas geográficas: latitud 15° 39’ 12”.10
N y los 15 ° 50’ 25”.91 N; y longitud 96° 06’ 40”.77 W y 95° 14’ 59”.86 W, ocupando el plano
costero y las estribaciones de la sierra Madre del Sur. Por su posición presenta un clima cálido
húmedo con lluvias en verano; Awo (w) ig según Koppen; con una precipitación del mes más
seco de 60 mm y con un por ciento de lluvia invernal de 5 mm. La zona presenta oscilaciones
térmicas anuales muy pequeñas (menores a 5°C).
11. Se localiza al suroeste del estado en la región costa, en los 16° 26’ de latitud norte y 97° 58’ de
longitud oeste a una altitud de 420 msnm. La superficie total del municipio es de 51 km2 y en
relación al estado representa el 0.1%. Se encuentran el cerro del Bule, cerro de Yucundio y cerro
Yucucha. El clima es templado, los vientos son sentidos de Sur a Norte, dejando una humedad
relativa.

[ 98 ]
Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza: el caso del caracol purpura

cada teñidor lleva 1 kilo de hilo de algodón industrial. La primera pareja


de teñidores se queda unos 10 días en las bahías (figura 1); a los quince
días se traslada otra pareja más. Se turnan las zonas y en total son 10
teñidores o 16, si la temporada lo permite. Cuando los teñidores llegan
a la costa buscan veredas naturales entre las rocas, una de ellas va de la
Bahía de San Agustín a la Playa Mulato, la otra entrada es por la Bahía de
Cacaluta en donde pueden tomar dos direcciones: hacia la India o hacia
Santa Cruz, ellos calculan la marea baja, mediante la observación de la
posición del sol y su contraposición con la luna. En la zona rocosa cada
teñidor lleva una vara de mangle en forma de espátula de 30 a 40 cm. de
longitud, y con ella puede desprender con facilidad al molusco de mayor
talla para posteriormente ordeñarlo. Una madeja de 100 gramos se tiñe
completamente con 350 o 400 caracoles de cuatro a cinco centímetros.

Figura 1
Ruta mixteca de aprovechamiento del caracol

Fuente: elaboración propia umar.

Las actividades de tejer: una vez terminada la ordeña, los teñidores


regresan a su pueblo en donde venden o reparten las madejas teñidas a

[ 99 ]
Cid-Rodríguez, Fuente-Cid, Reyes-González , Villarruel-Ortiz y Ruiz-García

sus mujeres y si la temporada “fue buena”, alcanzan a vender una madeja


de 300 gramos de hilo teñido de caracol a $950.00 a otras mujeres indí-
genas, quienes se encargan de elaborar sus enredos o Posahuancos en
telar de cintura. Las mujeres están organizadas en una cooperativa en
la casa del pueblo, donde compran, venden e intercambian sus pren-
das, un enredo cuesta alrededor de $6,000.00 pesos. Cuando la tempo-
rada “no fue buena” los posahuancos se elaboran en hilo “vela” teñido
industrialmente, que pueden vender a precios más bajos. Actualmente
las mujeres mayores usan sus vestimenta tradicional, las jóvenes y niñas
han ido cambiando su vestimenta por los diversos roles que desempeñan
(escuela, trabajo).
El instrumento que se desarrolló para el análisis del pensamiento
sistémico consistió en la formulación de preguntas en función de tres
grandes grupos de variables, de la siguiente manera:
• En cuanto a su pensar: se diseñaron diez preguntas para conocer la
percepción e interpretación del uso del tinte que produce el caracol P.
pansa en espacio y tiempo
• En cuanto a su actuar: se elaboraron seis preguntas que ayudaran a
la integración y rescate de los elementos que forman parte del apro-
vechamiento, entendido como un conjunto de normas y acciones que
regulan su uso y manejo, en espacio y tiempo
• En cuanto a lo temporal: se construyeron siete preguntas que ayu-
daran a determinar la influencia que sobre el aprovechamiento del
caracol P. pansa tienen las políticas de conservación y turismo imple-
mentados por el Estado, en espacio y tiempo.

Estas preguntas se realizaron a los pobladores de la comunidad mixteca,


en los meses de marzo y julio de 2014. A partir de las respuestas que se
obtuvieron y como parte del enfoque sistémico, surgieron elementos que
permitieron generar otras preguntas o modificar las aquí planteadas para
alcanzar una retroalimentación necesaria en este estudio

Resultados

La totalidad de los entrevistados (tabla 1), indicó que aún se realizan


fiestas vinculadas a sus costumbres y tradiciones en torno al aprovecha-
miento del caracol. Es el caso del carnaval indígena en el que la Reina

[ 100 ]
Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza: el caso del caracol purpura

viste con el posahuanco (falda o enredo) tejida con los hilos teñidos de
caracol púrpura, en esta festividad se encuentra también representada
a la mujer tejedora: una niña que aprende de la madre o hermanas. Así
también mencionaron que la comunidad siempre participa en las fiestas
que se hacen en torno al aprovechamiento del caracol púrpura.

Tabla 1
Actividades de los mixtecos de Pinotepa de Don Luis, Oaxaca

Actividades Frecuencia de géneros


Femenino Masculino Total
Teñidores — 14 14
Tejedoras 20 — 20
Profesores 1 1 2
Artesanos jícaras — 6 6
Vendedoras de artesanías 5 — 5
Total 26 21 47
Fuente: elaboración propia umar.

A la pregunta de si el aprovechamiento del caracol es importante para


ellos porque les da beneficios económicos, 66% de las tejedoras, artesa-
nos y vendedoras contestaron que no todo el año hay madejas de caracol
y que cuando es temporada están caras. El 30% de los teñidores respon-
dió que ya no lo pagan como cuesta ordeñarlo, porque sí hay pero cada
vez los bancos están más lejos, mientras que el 4% que corresponde a los
profesores contestó que nunca han ido a teñir pero que sabe que la activi-
dad es peligrosa y que los teñidores ya están grandes.
A la pregunta de si consideras que el caracol debe ser cuidado para
que su tinta sirva para teñir los posahuanco, 100% respondió que sí pero
los tejedores añadieron a su respuesta que el Parque Nacional Huatulco
ya lo cuida; las tejedoras, además, dijeron que ellas diversifican sus pro-
ductos y los posahuancos que tejen en la actualidad son de hilo de teñido
industrial porque no pagan el de teñido natural, ocupando las madejas
que compran para bordar huipiles que compran las turistas extranjeras.
El 70% de los entrevistados contestó que en la asamblea comunitaria
se discute si los teñidores van o no a ordeñar, el restante 30% contestó
que los trámites se realizan con el Parque Nacional Huatulco porque es el

[ 101 ]
Cid-Rodríguez, Fuente-Cid, Reyes-González , Villarruel-Ortiz y Ruiz-García

que da los permisos para que la tradición del aprovechamiento del caracol
continúe.
El 100% contesto que durante el año no se dedican al exclusivamente
al aprovechamiento del caracol porque su trabajo se tiene que diversificar
en el campo, el comercio, las artesanías, en la jícara o en los cargos que
les corresponden de la comunidad: el producto sólo es de temporada y
apenas dura unos meses.
A la pregunta de con qué frecuencia cuentan a los jóvenes y niños
sobre el aprovechamiento del caracol, 30% de los teñidores contestó que
lo hacen cuando los niños preguntan, igualmente respondió 43% de las
tejedoras, 4% de los profesores entrevistados dijo que no “porque no se
encuentra en el programa de la sep”, 27% contestó que no se enseña y
que es necesario que exista el intercambio de información y se les capa-
cite para que la tradición no se pierda.
Para conocer la percepción e interpretación del uso del tinte que pro-
duce el caracol P. pansa en espacio y tiempo, 66% de los entrevistados
contestó que si los mixtecos supieran que existe un caracol para ordeñar,
muchos se interesarían en aprender a teñir porque son numerosos los
que quisieran teñir pero por la “falta de caracol” no lo hacen. El restante
34% dijeron que ellos transmiten la tradición de generación en genera-
ción, pero que los hijos de los teñidores dicen es muy pesado el trabajo
y poco el apoyo. Además respondieron que no reemplazarían el color
púrpura por otro, eso dependerá de los colores que utilicen las tejedoras.
A la pregunta de qué piensan las tejedoras sobre que sean los hombres
quienes ordeñan el caracol, el 100% de los entrevistados opinó que la
actividad es muy peligrosa y, por lo tanto, las mujeres no pueden ir: es
una actividad de hombres.
En lo que respecta a si los niños y niñas aprenden o ayudan a teñir
e hilar, el 100% de los entrevistados contestó que cuando se es niña pri-
mero se empieza a desmenuzar el algodón, después aprenden a hilar y
por último a tejer, como a los 15 años. El 100% de las mujeres tejedoras
dijeron usar la puntada de ojitos en los trabajos rutinarios, mientras que
la de águilas es distintiva de las mujeres de Don Luis. Les enseñan a tejer
las mamás y las abuelas.
También dijeron que hacen de uno a tres posahuancos al año. Si son
de hilo teñido con caracol, se vende a $6,000.00 porque utilizan más de
tres madejas de 300 gramos de hilo de caracol. En hacer un posahuanco
se tardan tres meses. Si es de hilo natural, cuesta $1000.00. En la actua-

[ 102 ]
Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza: el caso del caracol purpura

lidad ya no se dedican a hacer sólo posahuancos porque desde 1976 los


profesores prohibían a la gente que utilizará ropa indígena y les impu-
sieron uniformes; los profesores pensaban que los posahuancos hacían
que las niñas no hablaran español. Actualmente, tejen alrededor de 70
servilletas con hilo industrial que se venden en $150.00 cada una, apro-
ximadamente, y unas diez teñidas con caracol púrpura. El algodón blanco
lo compran —es industrial— y el color café o beige es al que le llaman
coyuchi, se siembra en las parcelas en el mes de septiembre y se cosecha en
enero, lo usan para tejer huipiles que luego manchan con cochinilla por-
que si los huipiles no están manchados, los extranjeros no los compran.
Derivada de las preguntas a los teñidores, surgió una más para retroa-
limentar las anteriores: ¿cómo es el aprovechamiento del caracol bajo la
lógica del teñidor?
El 100% de los entrevistados dijo ir en parejas a teñir durante ocho
días. Antes, cuando no había transporte directo para llegar a las bahías
de Huatulco, pasaban al templo de San Pedro Pochutla a orar para que les
fuera bien y no les pasara nada malo. Ahora sólo se persignan antes de
iniciar a teñir porque el camión no para hasta bahías. Tiñen dos horas al
día y si el tiempo esta “bueno”, tiñen de tres a cuatro madejas por parejas.
Se dividen las bahías entre ellos. Para que el caracol secrete toda la tinta,
le echan saliva. Dicen que hay poco porque cuando vinieron los japoneses
a explotar el caracol púrpura terminaron con él. Les enseñan a teñir a sus
hijos y ellos también van a teñir. Antes eran 25 teñidores, ahora son de
16 a 14, no pueden ir más porque el caracol no alcanza para teñir muchas
madejas. Ellos conocen a la lengua de perro, al caracol negrito, al caracol
chino y a los zaramullos y han visto cómo el caracol se come a la lengua
de perro: “Los caracoles se agregan varios en una lengua de perro para
expulsarle la tinta y matarlo dejando la pura concha”.
Los teñidores piensan que el pnh sólo da permiso para ir a teñir, sien-
ten que falta vigilancia por parte del pnh y que los guardabosques deben
caminar su ruta para que haya una buena vigilancia del caracol púrpura.
Ellos no se reportan con el pnh hasta que llegan a Pinotepa de Don Luis,
entonces reportan sus madejas teñidas con el presidente de los teñidores:
Habacuc Avendaño.
Los gastos de una semana de ordeña del caracol ascienden aproxi-
madamente a $4,800.00 pesos mexicanos, porque también invierten en
pasajes de lancha para llegar a las bahías donde tiñen. El precio de una
madeja va de $600.00 a $1,200.00, depende de la cantidad de hilo que se

[ 103 ]
Cid-Rodríguez, Fuente-Cid, Reyes-González , Villarruel-Ortiz y Ruiz-García

tiñó: a veces son de 100 y otras de 300 gramos. Las mujeres de su casa
son las que las venden o las usan. Algunos teñidores se traen el producto
que elaboran sus esposas y lo venden en San Agustinillo, en Mazunte y en
Zipolite, donde lo compran los turistas extranjeros porque Pinotepa está
lejos para que el turista llegue.
Cuando no van a teñir, se dedican al campo y siembran maíz; si tie-
nen jícara, la venden o la hacen artesanía.

Conclusiones

Dentro del marco del pensamiento sistémico,12 analizamos que en la


región persisten algunos problemas que impiden un manejo integral y
diversificado del ecosistema costero. Entre los nuevos elementos sociales
vinculados directamente o indirectamente con el aprovechamiento del
recurso costero durante los últimos años, destacamos los siguientes:
La carencia de propuestas explícitas sobre un programa de manejo
del molusco en los instrumentos de planeación. Cabe hacer mención de
que la propuesta de creación del área natural protegida mar-tierra en las
bahías de Huatulco abarca la única extensión de la zona utilizada por los
teñidores mixtecos.
En el proceso de la problemática del litoral rocoso tiene un lugar pre-
ponderante la degradación ambiental que sufre el molusco (es decir, la
sobreexplotación por parte de los pescadores mestizos). También se pue-
den identificar elementos propositivos, tendientes a impulsar el apro-
vechamiento sostenido realizado de manera tradicional por los grupos
indígenas. Es decir, desde el enfoque sistémico este ejemplo —el del cara-
col— puede considerarse, también, como una muestra de la necesidad
de impulsar acciones tendientes a contrarrestar el impacto de políticas
ajenas al aprovechamiento sustentable y revertir los efectos del deterioro
causado en años anteriores.
La región costa del estado de Oaxaca presenta características comple-
jas difíciles de comprender e interpretar bajo los enfoques teóricos meto-

12. Para este trabajo entendemos por pensamiento sistémico lo que dice el Instituto Andino de
Sistemas: el pensamiento sistémico es “la actitud del ser humano, que se basa en la percepción
del mundo real en términos de totalidades para su análisis, comprensión y accionar”.

[ 104 ]
Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza: el caso del caracol purpura

dológicos vigentes porque fragmentan la realidad, por esto es necesario


que su análisis sea desde el enfoque sistémico.
En esta región contrastan notablemente los aspectos sociales, econó-
micos y ambientales, tales como: riqueza natural, importantes focos de
contaminación y desforestación, “polos de desarrollo turístico”, pobreza
extrema, anomía social y presencia de grupos ecológicos. En estos estu-
dios es preciso reconocer lo complejo e importante de articular lo social
y lo institucional con lo ambiental: integrar el análisis del pensamiento
sistémico.
Para las comunidades costeras, la explotación de “lengua de perro”
o quitón (Chiton spp) es un recurso de subsistencia, la utilización de este
recurso implica la actividad de recolecta en el hábitat natural de P. pansa
y la extracción no regulada de las especies de Chiton spp. Estudios sobre
la biología de P. pansa muestran que Chiton spp es una de las principales
presas del caracol púrpura, por lo que se recomienda que paralelamente
al monitoreo de la población del caracol Plicopurpura pansa, se deben con-
siderar los atributos ecológicos de la comunidad biótica donde se desa-
rrolla para fomentar el uso sustentable y diversificado del litoral rocoso.
Se requiere poner en marcha un programa de investigación que per-
mita identificar y evaluar la situación actual de otras especies (principal-
mente la “lengua de perro” y el caracol “chino”). Urge darles información
a los piedreros (pescadores libres que andan sobre las rocas del litoral
extrayendo “lengua de perro” o utilizando al caracol púrpura como car-
nada para sus peces o consumo humano) porque ellos hacen un uso indis-
criminado del molusco; es prioritario y urgente sensibilizarlos sobre la
situación actual en que se encuentra el caracol, así como también que
conozcan el aprovechamiento sustentable que hacen los mixtecos y pro-
ponerles alternativas impulsando acciones, orientaciones y programas
integrales de restauración del molusco y la fauna que cohabita con él.
Se reconoce que el aprovechamiento del tinte de caracol P. pansa por
parte de las culturas indígenas de nuestro país —que por tradición lo
han explotado, al igual que sucede con otras especies de flora y fauna—
refleja con claridad el profundo conocimiento que poseen sobre el cara-
col, el cual ha sido transmitido de generación en generación, conservando
así un legado cultural y ecológico. Pero la población actual (jóvenes) de
teñidores mixtecos manifiesta menos interés sobre la tinción de telas
con tinta de caracol, quizás debido a la diversificación de actividades y
la modernidad en la que se ha visto envuelto Pinotepa de Don Luis. No

[ 105 ]
Cid-Rodríguez, Fuente-Cid, Reyes-González , Villarruel-Ortiz y Ruiz-García

obstante, los teñidores que iniciaron con la actividad siguen y seguirán


realizando su labor ya que forma parte de su cosmovisión y para ellos es
una tradición.
Los resultados de los análisis de entrevistas, así como el análisis de
campo, indican que el caracol púrpura sigue teniendo un amplio valor
social, cultural y económico para un grupo de mixtecos, pero existe el
riesgo de perder la tradición por desinterés de las nuevas generaciones
que dan prioridad a otras actividades.
Por último, como elemento de planeación, el proceso de aprovecha-
miento del caracol Plicopurpura pansa es importante porque dentro del
plan de manejo del Parque Nacional Huatulco, el aprovechamiento del
tinte púrpura del caracol constituye una pieza fundamental para apoyar las
acciones de planeación. Se recomienda trabajar con talleres de educación
ambiental en las Bahías de Huatulco y en Pinotepa de Don Luis, Oaxaca,
para fomentar la cultura del caracol y que el conocimiento no se pierda;
además, se debe trabajar conjuntamente con los teñidores mixtecos, auto-
ridades del Parque Nacional Huatulco y otras instituciones como Fonart y
Semarnat para poder obtener una distinción en cuanto al uso del tinte en
diferentes vestimentas y comercializar su trabajo en un nicho de mercado
más selectivo pero con productos con mayor valor agregado.
Como podemos apreciar, el uso social de los recursos no es algo per-
manente sino que está sujeto a la correlación de fuerzas establecidas
por los diversos sujetos; entre las principales están los propietarios del
recurso y las políticas impuestas por el Estado mexicano —que muchas
veces interviene como concertador o conciliador de intereses.

Agradecimientos

Los autores de este trabajo agradecemos en especial a la Universidad del


Mar y al Prodep por el financiamiento al ca-19 del proyecto “Situación
actual de la biodiversidad en la región costa y sierra sur de Oaxaca desde
la sustentabilidad: el caso de los hongos y el caracol púrpura como patri-
monio biocultural” cup 21G1305 con una duración de 12 meses. Al Par-
que Nacional Huatulco y a los teñidores y tejedoras mixtecos que radican
en Pinotepa de Don Luis, Oax., por el apoyo logístico y por sus atenciones
en campo respectivamente; sin su valiosa ayuda para efectuar las activi-
dades, este escrito no podría ver la luz.

[ 106 ]
Pensamiento sistémico y el uso social de la naturaleza: el caso del caracol purpura

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[ 107 ]
Enfoque sistémico aplicado
a la gestión de los parques y áreas
naturales urbanas y rurales

Ana Isabel Ramírez Quintana1


Pedro Torres Sánchez2
Ofelia Pérez Peña3

Fritjof Capra, en sus reflexiones, con frecuencia nos invita a ver el mundo
estableciendo relaciones y a estudiar patrones, lo cual requiere visuali-
zación. Plantearnos preguntas sobre el origen, naturaleza y significado
de la vida es un proceso tan antiguo como la humanidad misma (Capra
y Luisi 2014). En este escrito se pretende darle visibilidad a los patrones
que tenemos en el sistema de parques y áreas naturales que existen en la
región centro del estado de Jalisco dentro de la visión de recreación que
provee contacto con la naturaleza. Identificar, más bien dicho: tratar de
visualizar el sistema que tenemos como recurso para la recreación y la
conservación en nuestra región, nos dará un marco conceptual para lo
que de ahí se desprenda, ya sean políticas de manejo, programas educa-
tivos u otras acciones, y las consecuencias que tenga en apropiación por
parte de ciudadanos y visitantes.
Recordando el significado de lo que es ecología como el estudio de
“la Tierra como el hogar”, es el estudio científico de las relaciones entre
los miembros de nuestro ecosistema con el planeta que nos acogió en su
seno. Capra nos invita a estudiar la influencia que la actividad humana

1. Cuerpo Académico Gestión para la Adaptación Basada en Socioecosistemas.


2. Cuerpo Académico: Desarrollo Rural Sustentable. udg-ca-696.
3. Red para el Desarrollo de Sociedades Sustentables.

[ 109 ]
Ramírez Quintana, Torres Sánchez y Pérez Peña

tiene sobre el ecosistema donde vivimos, no sólo como una actividad


rica y fascinante sino relevante a la medición y, ojalá, a la influencia en
el futuro de la humanidad. De ahí que sea un gran desafío de nuestro
tiempo trabajar para el desarrollo de comunidades sustentables, y apren-
der lecciones de la naturaleza que se basa en comunidades, cuyas eviden-
cias discutimos con el tema de parques y anp.
Se señala que durante los últimos 30 años la concepción de la vida
ha emergido a una posición paradigmática en la ciencia, lo cual ha traído
un énfasis en la complejidad, redes y patrones de organización, que nos
conduce al pensamiento sistémico, o bien a una visión de sistemas de la
vida (Capra y Luisi, 2014). En este mismo lapso de 30 años —que lleva-
mos en Jalisco, en la gestión ambiental— un grupo de personas hemos
sido actores y testigos del florecimiento del ambientalismo hasta llegar a
lo que tenemos hoy en día.

Ecología profunda vs. superficial

El filósofo noruego Arne Naess (1912-2009) en su artículo de 1973, “The


Shallow and the Deep, Long Range Ecology Movements: A Summary”
(“El movimiento ecológico superficial y el movimiento de la ecología
profunda de largo aliento: un resumen”), señala que en la actualidad,
una cultura global tecnoindustrial invade todos los ámbitos mundiales
destruyendo las condiciones de vida para las futuras generaciones. Ante
esto, propone que un grupo de participantes y responsables de esta cul-
tura (donde se incluye Naess mismo), plantee cuestionamientos de una
manera lenta pero firme, si es que en verdad aceptamos este rol elegido.
El planteamiento de Naess es una negativa rotunda a la aceptación.
Entonces se señala que es una elección que se nos ha impuesto debido a
que nuestra actitud ha sido indiferente respecto a las formas de produc-
ción. Naess plantea la pregunta: “¿Ejerceremos un poco de autodisciplina
y planeación razonable para contribuir al mantenimiento y desarrollo de
la riqueza de vida sobre la Tierra, o desperdiciaremos nuestra oportuni-
dad y dejaremos que el desarrollo obedezca a fuerzas ciegas?”
Naess plantea la situación actual como “un aumento exponencial,
parcial o totalmente irreversible, del deterioro o devastación ambiental
perpetrado a través de formas firmemente establecidas de producción y
consumo, así como una falta de políticas adecuadas en relación con el cre-

[ 110 ]
Enfoque sistémico aplicado a la gestión de los parques y áreas naturales urbanas y rurales

cimiento de la población humana”. Propone estimar el valor del cambio,


afirma que necesitamos otro tipo de acercamiento que incluya el inelu-
dible papel de informar sobre nuevos valores y no sólo sobre “hechos”.
Naess señala que necesitamos una sociedad y comunidades en las que la
gente se deleite en los aspectos del equilibrio que son creadores de valor.
Considerando este planteamiento de cambio de paradigma de una
comunidad que observe, promueva y respete el equilibrio como un valor,
los parques y las áreas naturales protegidas serían, supuestamente, espa-
cios donde el equilibrio sea la base. Actualmente, la opinión pública, la
voz del público en general, después de hacer encuestas y estudios de opi-
nión en diferentes áreas de Jalisco, observamos que en general el usua-
rio se siente sin herramientas para actuar, observando que los espacios
públicos son ambientes donde se tienen derechos, pero no se cuenta con
un sentido del valor de la responsabilidad, donde la participación para la
mejora continua y permanente de esos espacios es tarea ajena.
El sentido de la organización social para proyectos de comunidades
requiere de un alto nivel de apuntalamiento por parte de líderes natu-
rales y de aquellos que encausen políticas públicas para sus mejoras.
Afortunadamente hemos observado que sí existen experiencias exitosas
de vecinos organizados, hasta se puede recordar programas que se han
echado a andar para fomentar participación de los usuarios en la mejora
de espacios públicos para la recreación en contacto con la naturaleza.
Son pocos los casos de éxito en la recuperación de espacios públicos,
y requieren de un gran esfuerzo para el mantenimiento de la calidad y
sostenimiento de las mejoras. Desafortunadamente, los esfuerzos que se
observan no se pueden sostener porque las fuerzas que los impulsan a ser
proactivos se van debilitando hasta el punto en que el equilibrio se rompe
y sucumbe hacia donde la fuerza más poderosa lo conduce, al desencanto,
y quedan vacunados para la próxima experiencia. Esa fuerza que los lleva
a decir “no tengo tiempo”, tan común en las respuestas.
Hemos observado experiencias de vecinos organizados en parques
urbanos, vecinos organizados en y alrededor de áreas naturales protegi-
das, y los resultados se repiten. Dado que no existe la cultura del trabajo
voluntario, surge pronto el cansancio, la exigencia del tiempo es más difí-
cil de resolver para atender a reuniones, o dedicar tiempo a los compro-
misos establecidos para colaborar en la gestión de los parques y áreas
verdes públicas o anp.

[ 111 ]
Ramírez Quintana, Torres Sánchez y Pérez Peña

Este análisis de la visión de ciudadanos con respecto a las áreas natu-


rales y los parques coincide donde señala que si analizamos la crisis del
medio ambiente, se encuentra motivación en el potencial que los seres
humanos tenemos para buscar experiencias diversas en la naturaleza. Se
presupone que la crisis tiene potencial como para contribuir a abrir nues-
tras mentes a otras fuentes de vida, que no le hemos dado importancia
ya que queda fuera de nuestra percepción en nuestra visión por seguir el
modelo de la megasociedad urbanizada y tecnoindustrial.
La persona común, el “ciudadano de a pie”, requiere un cierto empuje
para darse cuenta que el mismo sistema en el que está inmerso lo retrae
de la participación, le convierte en prohibitivo participar porque no se
cuenta con el tiempo, el dinero, el teléfono, cualquier recurso se convierte
en obstáculo (¿o el pretexto?) para no continuar en la gestión de su pro-
pia participación.
Se requiere avanzar en las instituciones altruistas (sin fines de lucro)
que tienen misión y visión en estos temas, para apuntalar esfuerzos de
ciudadanos interesados y con posibilidades de participar, ya que se nece-
sita pasar al siguiente momento de la reflexión que nos exhiba, a todas
luces, con todas las letras, que aquellos en quienes confiamos —los fun-
cionarios públicos— simplemente no lo van a hacer, aun cuando es tarea
del gobierno resguardar los bienes de nuestro interés en cuanto a par-
ques y anp. El resguardo no va a suceder. Necesitamos dibujar más cla-
ramente la realidad. Es necesario que se entienda. La historia nos indica
que en la agenda de quienes llegaron a ser los administradores de estos
parques y anp, las personas que están en el gobierno (de cualquiera de los
tres niveles: municipal, estatal y hasta federal), que no es de su interés la
conservación de los recursos enmarcados en la biodiversidad, en mante-
ner los ecosistemas, todos y cada uno de los elementos que se requieren
para mantener el frágil equilibrio, del que depende el balance de nues-
tras comunidades humanas. El compromiso simplemente no es con los
intereses de la comunidad: la clase política está comprometida con esa
megasociedad urbanizada y tecnoindustrial.
El público en general no necesita datos científicos, ni reportes ni artí-
culos para darse cuenta de que estamos perdiendo calidad de vida; saben
que ya no hay suficientes espacios para ir de día de campo, como lo acos-
tumbraban las familias hace 40 años en la región. Ni tampoco necesita
el público datos duros para percibir lo que se observa a simple vista: ya
no se cuenta con los mismos espacios que se tenía en los parques dentro

[ 112 ]
Enfoque sistémico aplicado a la gestión de los parques y áreas naturales urbanas y rurales

de la ciudad; los parques urbanos pierden terreno alrededor, y por den-


tro se cambia el destino de los espacios. El público no necesita mucho
para darse cuenta del deterioro de la calidad del aire, a diferencia del “de
hace tiempo”, y de la calidad del agua, o la cantidad de agua. El público
sí identifica los efectos de la contaminación visual publicitaria: el ruido,
por ejemplo.
En este sentido, cuando hemos realizado entrevistas en diferentes
comunidades de Jalisco donde se pregunta qué tanto se conoce sobre los
recursos naturales, ya sea el lago de Chapala, o el bosque de La Primavera,
la respuesta es un rotundo desconocimiento de los valores específicos
o globales, a no ser por lo que se difunde en los medios de comunica-
ción. De ahí que las políticas públicas no hayan cumplido con enfocar la
visión de las campañas de comunicación sobre los recursos naturales, se
ha fallado en tener una visión global para poder actuar en lo particular.
Falta información. ¿Será que la información hará cambiar los valores en
la comunidad y los valores empujarán a los individuos a la gestión con
más ímpetu?
Lo que ha hecho falta es un eslabón que conecte la preocupación
con la ocupación; aunque no se tenga el dato científico por parte del
público, lo que sí se percibe es esa sensación de que el medio ambiente
está incompleto.
En este mismo sentido, cuando hemos realizado entrevistas en las
mismas comunidades de Jalisco, donde se pregunta qué tanto está la
gente dispuesta a participar en el mantenimiento o recuperación de los
parques y anp, las respuestas son poco convincentes como para tornar-
nos optimistas. ¿Qué será lo que falta para que la sociedad se torne proac-
tiva? Aquí falta algo, está haciendo falta un ingrediente que motive a la
participación.
Si los sistemas más amplios no han cumplido con su parte, tampoco
las iniciativas de ciudadanos han logrado crear una oleada suficiente
como para cambiar de paradigma en las formas de manejo de parques y
áreas naturales en Jalisco. Naess señala que los mecanismos integrados
que se encargan de que se conserve el ritmo, los engranes de la maqui-
naria que la hacen funcionar nos han arrastrado dentro de la misma...
cuando pensábamos que era nuestra servidora.
La tarea es, pues, comprender el funcionamiento de la maquina-
ria —manipulada por las elites del poder— y que la población general
pueda participar en la formulación de nuevas metas y en los detalles para

[ 113 ]
Ramírez Quintana, Torres Sánchez y Pérez Peña

lograrlas. Si los ciudadanos consideran que la gestión ambiental es tarea


gubernamental, entonces es necesario darle transparencia a esta maqui-
naria que nos mantiene esclavizados, porque las autoridades tienen su
propio monstruo que hay que alimentar: los procesos electorales.
Devall y Sessions (1985) señalan que aun cuando una persona no se
sienta defensora de la ecología profunda, sí reconoce que hay una nece-
sidad básica de contar con un “medio ambiente natural, sano y de alta
calidad para los humanos, si no es que para todo lo viviente, en el que la
intromisión de desperdicios tóxicos, la radiación nuclear proveniente de
algunas empresas… y la contaminación sean mínimas, y que tenga sufi-
cientes áreas silvestres para… estar en contacto con sus orígenes, con los
ritmos naturales… ” (Deval y Sesssions, p. 230). El contraste de la ecolo-
gía superficial con la profunda se representa en la tabla 1, para comparar
la visión dominante del mundo y la ecología profunda que proponen.

Tabla 1

Visión dominante del mundo Ecología profunda


Dominio sobre la naturaleza. Armonía con la naturaleza.
El medio ambiente natural como fuente de Toda la naturaleza tiene valor intrínseco/
recursos para los humanos. igualdad bioespecífica.
Crecimiento económico/material para una Necesidades materiales elegantemente
población humana creciente. sencillas (metas materiales al servicio del
objetivo más amplio de autorrealización).
Creen que hay abundantes reservas de Limitadas “provisiones” de la Tierra.
recursos.
Progreso y soluciones altamente Tecnología apropiada; ciencia no
tecnológicos. dominante. Rachel Carson.
Consumismo. Arreglárselas con lo indispensable/reciclar.
Comunidad nacional/centralizada. Tradición minoritaria/biorregión.
Fuente: Deval y Sesssions (1985, citados en Valdés, p. 231).

“Contrarrestar el excesivo énfasis puesto en lo racional, en las actitu-


des y los valores masculinos y tratan de recuperar el equilibrio entre los
aspectos masculino y femenino de la naturaleza humana.”
Capra y Luisi (2014) proponen el nuevo entendimiento científico
de la vida a todos los niveles de sistemas de vida (organismos, sistemas
sociales, y ecosistemas) que se fundamente en la “percepción de la reali-
dad, que tiene implicaciones profundas, no sólo para la ciencia y la filo-

[ 114 ]
Enfoque sistémico aplicado a la gestión de los parques y áreas naturales urbanas y rurales

sofía, sino en la política, negocios, salud, educación y otras áreas” (p. 12).
Por ello es apropiado que se analice el contexto social y cultural del nuevo
concepto de vida. Los autores abundan explicando que el Zeitgeist (espí-
ritu de la época) de la primera etapa del siglo veintiuno se ha moldeado
por un cambio profundo de paradigmas, caracterizado por una variación
de metáforas que va del mundo visto como una máquina, hacia el mundo
visto como una red de conexiones, esto es, la “visión holística del mundo”.
En este nuevo paradigma se ve el mundo como un todo integrado,
más que como una colección de partes desasociadas. También se le ha
llamado “visión ecológica” donde el término “ecológico” es empleado en
un sentido mucho más amplio y profundo que el usual. “La percepción de
la ecología profunda (deep ecology) reconoce la fundamental interdepen-
dencia de todos los fenómenos y la realidad de que, como individuos y
sociedades, todos estamos inmersos en (y después de todo, dependiendo
de) los procesos cíclicos de la naturaleza” (p. 12).
Capra y Luisi (2014) hacen énfasis en que la ecología superficial es
antropocéntrica, centrada en la Humanidad. Posiciona a ésta como arriba
o afuera de la naturaleza, y le propone un valor de “uso”; en tanto que la
ecología profunda no separa al ser humano del ambiente natural, reco-
noce el valor intrínseco de todos los seres vivientes y ve al humano como
sólo una pieza particular en la red de la vida.
Capra y Luisi (2014) nos invitan a considerar que un organismo en
desarrollo, o un ecosistema, crece de acuerdo a su estadio de desarrollo.
Un organismo joven pasa por periodos de crecimiento físico rápido; en
ecosistemas esta fase temprana de crecimiento rápido se conoce como
pionero, caracterizado por una rápida expansión colonización del territo-
rio. Después pasa a un crecimiento lento, madurez, declive y decadencia,
o bien en ecosistemas. Cuando un sistema viviente madura, su proceso
de crecimiento cambia de lo cuantitativo hacia uno cualitativo. Presenta
una división clara en las formas asertivas de comportamiento como con-
trapuesto a las formas integrativas, tanto en el pensamiento como en los
valores, y por lo tanto se refleja en los comportamientos.

[ 115 ]
Ramírez Quintana, Torres Sánchez y Pérez Peña

Tabla 2
Tendencias opuestas en pensamiento y valores

Pensamiento Valores
Formas asertivas de Formas integrativas Formas asertivas de Formas integrativas
comportamiento de comportamiento comportamiento de comportamiento
Racional Intuitivo Expansión Conservación
Análisis Síntesis Competencia Cooperación
Reduccionista Holista Cantidad Calidad
Linear No-linear Dominación Compañerismo
Fuente: Capra y Luisi (2014: 13).

Considerar los pensamientos y valores dispuestos en la tabla 2, en el


análisis de los parques y las áreas naturales protegidas, es una buena pro-
puesta como punto de partida a manera de analogía, para analizar las for-
mas de manejo de los ecosistemas, donde el ser humano es parte del eco-
sistema, y así integrar los sistemas sociales por los usos y las costumbres
que se dan por los visitantes de los parques y anp. Mantener una analogía
en la visión de “sistemas de vida” aplicado a las redes de sistemas de par-
ques y anp como sistemas o redes de “socioecosistemas” se sustenta en
el concepto de redes dentro de otros sistemas. Este concepto nos es útil
como metáfora que nos ayuda a visualizar un ecosistema esquemática-
mente como una red con nodos. Cada nodo representa un organismo, el
cual significa que cada nodo, cuando se le hace un acercamiento, aparece
en sí mismo con una red en tres ámbitos separados: tanto en lo biológico
y lo físico, como en lo social. Redes dentro de redes, lo cual puede tam-
bién hacernos considerar que se mezclan los tres ámbitos.
La interpretación que ofrecen es que los valores de las formas inte-
grativas de comportamiento son más deseables que aquellas formas
asertivas, tanto en manejo de los parques como en los sistemas sociales
que se puedan dar. Como ejemplo, se considera que los valores como la
expansión, competencia y dominación están más asociados con el com-
portamiento masculino.
En el manejo de parques y el monitoreo de visitantes existen varios
marcos conceptuales de trabajo, al igual que en áreas naturales protegi-
das que ofrecen la oportunidad de contacto con la naturaleza. Muchos ya
se han comenzado a aplicar en algunos parques que tienen enfoques, por
ejemplo, de vocación para fomentar el deporte y que no son en realidad

[ 116 ]
Enfoque sistémico aplicado a la gestión de los parques y áreas naturales urbanas y rurales

“unidades deportivas”. Tal es el caso del Parque Bosque Los Colomos, que
sustenta una comunidad de atletas corredores. Otros parques definen su
vocación para paseantes en bicicleta, como el Parque Metropolitano de
Guadalajara, donde también se privilegia el paseo con mascotas, no así
en los Colomos.
Existen varios marcos de trabajos o paradigmas conceptuales para el
manejo de los parques. Esta área del conocimiento es una forma específica
dentro del amplio campo que es el manejo ambiental. Existen conceptos
tales como manejo de ecosistemas, sustentabilidad, manejo adaptativo
y estándares e indicadores (Manning, 2011). Para el manejo de los par-
ques y recreación al aire libre, es necesario adoptar e implementar estos
conceptos con la expectativa de utilizarlos en la toma de decisiones de
manejo. Es preciso revisar si estos conceptos son ya una generalidad en
los procesos del manejo en la región, o si estamos en la etapa temprana
de la adopción.
El marco de trabajo del manejo de la recreación al aire libre en nues-
tros tiempos idealmente se basa en un fundamento de procedimientos
que formulan indicadores y estándares, en particular en países más desa-
rrollados, los cuales mantienen los estándares manejando las variables
de indicadores y aplicando prácticas de manejo. La formulación de indi-
cadores y estándares puede guiarse por un programa de investigación en
ciencias naturales y ciencias sociales, incluyendo la normatividad. Estas
formas de manejo se perciben como un modelo a seguir por aquellos par-
ques que aún no cuentan con un sistema de indicadores.
Las definiciones y los procedimientos operacionales para los concep-
tos aunque todavía se encuentren en evolución, existen varios principios
que se pueden aislar y que pueden ser ampliamente aplicables al manejo
ambiental, incluyendo parques y recreación al aire libre.
El manejo ambiental debe atender la integración de ambiente y
sociedad. La integridad de los procesos ecológicos importantes debe ser
protegida, pero los recursos naturales y ambientales además deben ser
manejados para beneficio de la sociedad. Por ello, el principio de manejo
de ecosistema se define como “regulando… estructura de ecosistema y
de su función… para lograr condiciones socialmente deseables”. Además
“integrando… relaciones ecológicas dentro de un complejo marco de tra-
bajo sociopolítico y de valores”.
Segundo, el manejo del ambiente para los beneficios de la presente
generación no debería excluir la habilidad de las futuras generaciones

[ 117 ]
Ramírez Quintana, Torres Sánchez y Pérez Peña

para obtener los beneficios ambientales relacionados. Este principio es


central en el concepto emergente de la sustentabilidad como original-
mente lo delineó la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo
en 1987, también conocida como la comisión Bruntland, el cual es apli-
cable a todas las políticas de sustentabilidad explícitamente señaladas en
nuestro país, así como en nuestra Universidad de Guadalajara.
El tercero, el manejo ambiental debería conducirse dentro del marco
de trabajo que identifica metas, objetivos y actividades hacia estos prin-
cipios a través de un programa de monitoreo y manejo. En los programas
de manejo de los parques y anp es necesario revisar que específicamente
se indique que las metas sean adaptables guiadas por el monitoreo y la
investigación. Este principio es básico en el concepto de manejo adap-
tativo, el cual enfatiza el papel del monitoreo constante y la evaluación
como una forma de mantener informado el plan de manejo ambiental.
Cuarto, los indicadores y estándares son emergentes como una
forma sustantiva de enfoque del manejo usando indicadores ambientales
y sociales.
Para concluir, se visualizan tres marcos de trabajo o paradigmas que
cuentan con diferencias sustantivas y todos comparten un conjunto de
procedimientos básicos (Hallo y Manning, 2010).
• Limits of Acceptable Change (lac). Este es el marco de trabajo que
aplica el Forest Service para manejar recreación en los bosques nacio-
nales y praderas.
• Visitor Impact Management (vim). Este marco lo desarrolló la Natio-
nal Parks Conservation Association para su manejo de parques y
áreas protegidas.
• Visitor Experience and Resource Protection (verp). Este es el marco de
trabajo que aplica el National Parks Service de los Estados Unidos de
América para manejar en sus sitios.

Los tres paradigmas de trabajo se pueden aplicar manteniendo la visión


de redes, con sus correspondientes nodos, asegurando seguir indicadores
de calidad y desarrollando los propios estándares.

[ 118 ]
Enfoque sistémico aplicado a la gestión de los parques y áreas naturales urbanas y rurales

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Económica.

[ 119 ]
Globalización y subregionalización:
reacomodos espaciales del
sistema-mundo

Salvador Peniche Camps


Martín G. Romero Morett
Ma. Teresa Alcántara Salcedo

Desde finales del siglo pasado las relaciones internacionales se encuen-


tran en una etapa de transición hacia la consolidación de un sistema
capitalista mundial de nuevo tipo. Esta nueva etapa del capitalismo ha
transformado los fundamentos en que se basa la sociedad contemporá-
nea afectando particularmente los espacios de vida de sus comunidades.
A continuación abordaremos algunas definiciones importantes que
nos ayudan a entender la naturaleza del sistema mundial del siglo xxi.
Analizaremos la política económica de la globalización (el neolibera-
lismo) y su sistema político (la sociedad democrática). En la segunda parte
del texto, analizaremos algunas de las repercusiones espaciales de la glo-
balización reflejadas en tres formas específicas: los distritos industriales,
las zonas de maquiladoras y las megaurbes. El artículo termina con una
reflexión, a manera de conclusión. El material fue escrito originalmente a
principios del siglo xxi. Por ello, en la conclusión se elabora una actualiza-
ción conceptual de la definición del sistema mundial, bajo el entendido de
que sus aspectos esenciales permanecen vigentes en el año 2015.

[ 121 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

La globalización

La característica más relevante de la etapa actual del desarrollo capitalista


consiste en la mundialización acelerada de los procesos de acumulación.
Este nuevo modelo ha influido determinantemente en el desarrollo de
la sociedad contemporánea. Lo más representativo de este fenómeno lo
constituye la consolidación de las compañías transnacionales (ctn) como
los principales motores del sistema mundial, por encima de los Estados
nacionales, y la financiarización1 de la economía mundial. Esta etapa del
desarrollo del capitalismo es caracterizada igualmente por la disparidad
regional y social en la distribución de la riqueza entre países y al interior
de los Estados nacionales.
Por otro lado, y como efecto particularmente agresivo del proceso de
globalización, se observa el acelerado deterioro de los sistemas de soporte
de vida del planeta. La inoperatividad de las instancias regulatorias de la
convivencia mundial se evidencia en la libertad que tienen las ctn y los
actores locales de la globalización para actuar fuera de las normas. Lo
anterior les permite violentar cotidianamente los derechos ambientales
de los individuos y sus comunidades, atentando contra su salud, su tra-
bajo y sus condiciones de vida (Flores, 1999: 11.).
A lo largo de la historia, la internacionalización siempre fue un fac-
tor propulsor del progreso social. Carlos Fuentes (1992) señala que una
sociedad es más sólida mientras más profundas sean sus raíces inter-
culturales. Las diversas naciones han florecido en función de su parti-
cipación en los eventos que dieron contenido a la mundialización de la
sociedad humana. Los grandes viajes y la circunnavegación del mundo,
la invención y aplicación del poder de la imprenta, las gestas de unidad
étnica-nacional y muchas expresiones más de la universalidad y de bús-
queda de caminos hacia la mundialización de la vida humana han sido
siempre fenómenos que apuntan al progreso socio-histórico y cultural de
los pueblos.

1. Financiarización: etapa del esquema de acumulación del capital en donde la producción de


bienes y la prestación de servicios no financieros pasa a segundo término y las corporaciones
financieras transnacionales asumen el control de la economía a través de la utilización de
instrumentos monetario-financieros como el dinero fiat. En esencia, la financiarización de la
economía consiste en el reemplazo de la producción material por la generación de dinero.

[ 122 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

Bajo el concepto de la globalización, el elemento progresista de la


internacionalización se ha revertido anteponiendo a su esencia huma-
nista las políticas económicas específicas que dan origen al nuevo orden
mundial corporativo. Estas estrategias económico-políticas (la política
financiera internacional, la reestructuración de la división internacional
del trabajo, los mecanismos de distribución de la riqueza, las privatiza-
ciones de los acervos nacionales, la lógica de la productividad corporativa
de sobrexplotación de los recursos naturales, el uso de los adelantos de
la tecnología de las telecomunicaciones, etc.) poco tienen que ver con un
proceso de universalización humana y constituyen, en cambio, un fenó-
meno político. En su conjunto, conforman el recetario propuesto por gru-
pos de interés que detentan el poder y son presentadas como la génesis
de un necesario “gobierno mundial”.

Visiones de la globalización

La consolidación del sistema transnacional representa la consecuencia


lógica de la evolución histórica del sistema capitalista. La naturaleza glo-
bal del capitalismo es una de sus características más importantes.
El análisis crítico de la conformación del capitalismo mundial propio
de la etapa del capitalismo comercial y del advenimiento del capitalismo
industrial de la libre concurrencia fue desarrollado principalmente en la
obra de Marx. En sus escritos, el tema del mercado mundial aparece como
germen del sistema mundial que hoy se consolida. El joven Marx identi-
ficó entonces que a través del libre comercio entre las naciones: “Todos
los fenómenos destructivos que ocasiona la competencia ilimitada en los
límites de un país, se reproducen en proporciones gigantescas en el mer-
cado mundial’ (Marx 1999b: 16).
La reestructuración de la economía mundial y la conformación de la
nueva etapa de dominación, materializada en el sistema colonial y el neo-
colonialismo han encontrado en las obras de Lenin (1999), y más tarde
en las de Bambirra (1977 y 1983), Amin (1974 y 1976), Galeano (1997),
Dos Santos (1980) y Chomsky (1993), entre otros, un análisis pormeno-
rizado. En su obra estos autores han analizado el esquema de relaciones
internacionales que caracterizan al capitalismo monopolista en su etapa
inicial y su perfilamiento hacia la consolidación del capitalismo monopo-
lista financiero propio de la etapa actual.

[ 123 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

Hace más de medio siglo, Samir Amin identificó la naturaleza de las


relaciones entre el centro y la periferia:

[...] esas relaciones [...] se saldan mediante flujos de transferencias de valor que cons-
tituyen la esencia del problema de la acumulación en escala mundial. Cada vez que el
modo de producción capitalista entra en relación con modos de producción precapi-
talistas a los que somete, se producen transferencias de valor de los últimos hacia los
primeros, de acuerdo con los mecanismos de la acumulación primitiva. Estos meca-
nismos no se ubican, entonces, sólo en la prehistoria del capitalismo; son también
contemporáneos (Amin, 1974: 11).

El análisis de la etapa moderna del capitalismo, correspondiente a la


génesis del mundo corporativo moderno y la fusión acelerada y funcio-
nal del capital financiero y monopolista se ha desarrollado en las obras
de Chakravarthi (1990), Laxer (1993), Cavanagh (1995) y Flores (1999),
entre otros.
Si bien se ha afirmado que el capitalismo es un sistema mundial desde
su origen, no es hasta el final del siglo xx cuando asume su forma para
sí. Es decir, desde su génesis, el sistema capitalista propicia el fracciona-
miento de los procesos de producción por medio de la especialización y
la división internacional del trabajo, pero es en el proceso de mundia-
lización actual en que esta característica asume su forma más acabada,
transformando al globo en una gran fábrica mundial. Debido a esta situa-
ción de flexibilidad productiva en las regiones marginales, los procesos
de extracción de plusvalía se agudizan al máximo, generando condiciones
de pobreza y explotación. Hoy, al igual que en la época en que surgió el
sistema, el capital subordina el desarrollo socioeconómico a la obtención
de ganancias. Como Nader apunta:

La esencia de la globalización es la subordinación de los derechos humanos, de los


derechos de los consumidores, de los trabajadores, de tener un medio ambiente
sano, a los imperativos del comercio global y las inversiones. Es el gobierno mundial
de Exxon, General Motors y Du Pont (Hazen, 1998: 1-2).

En la actualidad no existe una definición teórica acabada de la globaliza-


ción. Las percepciones recientes del fenómeno han identificado sus ele-
mentos más importantes, pero no han acertado a elaborar una teoría que
explique a cabalidad el funcionamiento del sistema.
Desde sus inicios, las tendencias mundiales hacia la internacionaliza-
ción fueron planteadas por medio de ideas, si bien parciales, ilustrativas
[ 124 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

del problema. Fueron estas primeras pinceladas las que conformaron el


origen de la percepción actual de la globalización.

Llama la atención […] la profusión de metáforas utilizadas para descubrir las trans-
formaciones de este final de siglo: “La Primera Revolución Mundial” (Alexander
King), “Tercera Ola” (Alvin Tofler), “Sociedad Informática” (Adam Schaff), “Sociedad
América” (Kenichi Ohmae), “Aldea Global” (McLuhan). Se habla del pasaje de una
economía de high volume a una de high value (Robert Reich), y la existencia de un
universo habitado por objetos móviles (Jacques Attali) que se desplazan incesante-
mente de un lugar a otro del Planeta (Ianni, 1997: 7).

Algunas de las apreciaciones más acabadas sobre la globalización provie-


nen de teóricos occidentales que se han formado en la disciplina de las
relaciones internacionales.
Immanuel Wallerstein (1979) y Fernand Braudel (1986) elabora-
ron la tesis de las “economías mundo”, misma que ha sido retomada de
manera radical por Samir Amin (1971). Estos teóricos recurren a la geo-
grafía y a la historia aunque asignan una clara primacía al aspecto eco-
nómico. Según esta tesis, la historia de la humanidad se caracteriza por
una sucesión de sistemas económicos mundiales o “economías mundo”
con expresiones relativamente similares. Así, en el transcurso de la histo-
ria se han repetido los mecanismos de control, las instancias de dominio
y la constitución de organismos supranacionales de gobierno. Venecia,
Holanda, Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos, Japón, España
y Portugal constituyen la larga lista de países que han encabezado estas
instancias de gobierno mundial.
Por otro lado, Raymond Vernón (1977) y Christian Palloix (1973) han
desarrollado la tesis de la “internacionalización del capital” cuya noción
fundamental descansa en la instauración de una “fábrica mundial” y el
“shoping mall mundial”. Se trata de una especie de extrapolación de la
organización económica tradicional (nacional) al ámbito internacional.
Un punto central en esta teoría lo constituye la tesis del debilitamiento
del Estado nacional. La lógica de este esquema se centra en el concepto
de que el capital internacional ha evolucionado por medio de enclaves de
inversión. A su vez, esto ha ocasionado una transformación de los pro-
cesos de acumulación capitalista a escala internacional. Así, según estos
teóricos, la historia contemporánea se puede reducir a la entronización
de las relaciones de producción capitalista a un nivel más avanzado de
agregación. Bajo esta óptica, la i y ii Guerras Mundiales, la Guerra Fría,

[ 125 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

la evolución del Tercer Mundo y el ciclo del socialismo “realmente exis-


tente”, son considerados elementos del proceso de acumulación de capi-
tal que culmina su ciclo con la globalización del siglo xxi.
Por su parte, Mihajlo Mesarovic y Eduard Pestel (1974), Niklas Luh-
mann (1982: 131-138), Robert O. Keohane, Joseph Nye, (1989), Ray-
mond Aron (1985), han planteado desde diferentes ángulos la idea de la
interdependencia de las naciones. La característica más relevante de este
enfoque es la visión sistémica que surge de la tradición cibernética, pero
aplicada al ámbito de las relaciones entre las naciones. Según esta tesis,
las ctn son un elemento determinante y formador de la estabilidad del
sistema, el cual depende de valores tales como la funcionalidad y la arti-
culación eficaz de las partes. A la cabeza de este sistema se encuentra el
capital financiero, que cumple el papel organizador de los destinos del
mundo. Aunque en este sistema las naciones siguen siendo importantes,
su papel consiste en facilitar el desempeño adecuado de los núcleos rec-
tores, o sea las ctn. El esquema considera la existencia natural de elites
y “outsiders” tanto en la sociedad nacional como en la mundial por lo que
las recomendaciones promovidas por esta escuela hacia los países de la
periferia, incluyen políticas racionales de integración mundial de acuerdo
a los intereses de los principales actores, los consorcios internacionales.
Otra vertiente importante la constituye la teoría de la occidentali-
zación del mundo. Sus principales teóricos (Francis Fukuyama, 1977, y
Kenichi Ohmae, 1990) consideran que lo más importante es la difusión y
sedimentación de los patrones y valores socioculturales de la civilización
occidental a todo el mundo. Así, los valores culturales y los principios
morales entendidos de manera amplia son considerados el timón que
guía a la humanidad a la globalización. Los patrones occidentales de pro-
ducción y consumo, la racionalidad y moralidad productiva occidental,
el derecho y la ética judeocristiana son conceptos de los que penden las
reglas de la globalización.
Cabe mencionar al menos dos tendencias más: la teoría de la aldea
global de Marshall McLuhan (1989) y la corriente radical de la dialéctica
de la globalización de Paul M. Baran (1959) y Paul Sweezy (1994). La pri-
mera consiste en una visión cultural de la globalización cuya esencia es la
llamada cultura de masas mundial surgida tanto a escala de las produccio-
nes locales y nacionales como a escala mundial. Bajo esta perspectiva, los
medios electrónicos prevalecen como el más poderoso instrumento de
comunicación, información, comprensión y explicación de lo que sucede

[ 126 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

en el mundo, incluyendo la integración económica. Es esto último lo que


le da, según la escuela en cuestión, racionalidad al nuevo sistema.
La dialéctica de la globalización constituye la versión más radical de
las escuelas tradicionales sobre la naturaleza de la globalización. Su carac-
terística fundamental consiste en la aplicación de la metodología y prin-
cipios marxistas en la interpretación de las relaciones internacionales.
Los conceptos centrales de esta tesis se basan en la explicación de las con-
secuencias de la evolución de la “acumulación de capital” en condiciones
de la acelerada internacionalización de la producción.
El común denominador de las corrientes teóricas analizadas consiste
en la identificación de la transformación del papel del Estado en la con-
ducción de los asuntos públicos. Si a cada etapa del desarrollo socioeco-
nómico le corresponde una forma de organización del Estado, entonces
en la época de la globalización, la comunidad mundial se caracteriza por
la aparición de un nuevo tipo de Estado.
Más aún, el comportamiento anárquico de algunas de las variables en
el ámbito internacional ha llevado a algunos científicos sociales a inten-
tar la aplicación de nuevos marcos conceptuales que subrayan el compor-
tamiento caótico de la realidad internacional experimentando aplicacio-
nes de la teoría del caos, o la Fuzzy Logic en las relaciones internacionales
(Elster, 1989; Balandier, 1990; Varela, 1992; Kosko, 1993).
Además de las interpretaciones antes mencionadas, existe toda una
ola de teorías que proveen una visión “light” del fenómeno de la globaliza-
ción. La existencia de estos “discursos” no es fortuita. La trivialización de
la problemática analizada tiene el objetivo de crear la ilusión de la inevita-
bilidad del statu quo transnacional. Al hacer accesible al público inexperto
el discurso dominante de la globalización, se logran además los objeti-
vos de mediatizar a los individuos en los principios del individualismo,
la competencia, y demás valores del liberalismo social y económico. Por
medio de esta interpretación, popularizada en libros, y en los análisis de
“intelectuales” en los medios masivos de comunicación, los individuos
son colocados en la indefensión frente a las fuerzas del mercado mundial.
Ciertamente, aún hoy es común escuchar, en toda clase de ambientes que
“…la globalización, es una realidad que no se puede cambiar y a la
que tan sólo se le puede enfrentar con más o menos éxito” (Castañeda,
1998: 35).
Así, cuestiones fundamentales del funcionamiento del orden mun-
dial son ignoradas y tergiversadas. Por ejemplo, se da como un hecho que

[ 127 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

“... la competencia militar de la Guerra Fría ha sido ahora reemplazada,


entre las economías de mercado, por una competencia económica” (Krug-
man, 1990: 91).
En la actualidad tal parece que en el debate sobre la globalización ha
triunfado el “Market Journalism” (periodismo de mercado) (Halimi, 1997).
Como afirma Armand Mattelart: “…el intelectual crítico desapare-
ció ante la embestida de los analistas del internacionalismo pop” (Boffil,
2000).
La moda de fin de siglo ha llevado a vincular a la globalización con una
de las interpretaciones de la posmodernidad. Esta visión frecuentemente
remarca la ausencia de signo ideológico en el concepto de la globalización,
el imperio de la cultura del “now and here, la naturaleza unipolar de las
relaciones internacionales después de la caída del bloque soviético y otros
fenómenos característicos del análisis posmoderno de la cultura occidental
contemporánea (García, 1999; Habermas, 1999, y Castells, 1999).
A principios del siglo xxi ha surgido una corriente crítica de la globa-
lización. Intelectuales como Víctor Flores (2000), Amartya Sen (1998) y
Chomsky (1998) han planteado el sistema mundial como una continua-
ción de los procesos de acumulación del capital. El renacimiento de las
corrientes críticas de la interpretación de la realidad mundial se origina
en el agotamiento del discurso neoliberal de fin de siglo.
Lo cierto es que para definir la globalización es necesario recurrir a
nuevos paradigmas, ya que las escuelas clásicas de la disciplina se han
topado con obstáculos teóricos difíciles de sortear. Entre ellos encontra-
mos: el cambio del papel del Estado en la conducción de los asuntos inter-
nacionales, la transformación de la naturaleza de los organismos inter-
nacionales, las nuevas expresiones de la guerra y la paz, los movimientos
civiles, la nueva guerrilla, la issue oriented politics (política orientada a
coyunturas) y otros que encuentran poco sustento dentro de las tradicio-
nes teóricas convencionales (Varela, 1992 y Borja, 1996).

Globalización: ¿una nueva etapa?

Para Víctor Flores la globalización consiste en la forma capitalista en que


se ha desarrollado la mundialización. Según el autor, el concepto de mun-
dialización es más amplio que el de globalización quedando el primero
como el reflejo de los procesos que han integrado una sociedad mundial

[ 128 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

más vinculada y el segundo la versión específicamente capitalista, repro-


ductora de sus relaciones sociales características más agresivas (Flores,
1999: 11).
La globalización, como todas las etapas predecesoras del capitalismo,
se caracteriza por un nivel de desarrollo científico técnico acorde a sus
necesidades, el cual le imprime su sello particular (Bernal, 1979: 62). Los
modernos sistemas de información y robotización han transformado al
capitalismo volviéndolo más eficiente. Es a esta característica novedosa
del capitalismo a la que Martín y Schumann (1998) le han llamado tur-
bocapitalismo. Así, de igual manera, según Giddens, lo característico de la
etapa actual del capitalismo consiste en que:

[…] la velocidad del cambio aumenta mucho, y el alcance del cambio, la cantidad de
gente que este afecta, la intensidad del cambio y magnitud del mismo en la vida dia-
ria de las personas, difiere totalmente de las previas civilizaciones agrarias. Así que
cuando hablen de los últimos doscientos años aproximadamente estarán hablando
de un enorme experimento histórico humano. Nadie ha vivido en las condiciones
en que estamos tratando de vivir ahora. De esta manera, muchos de los riesgos y
peligros, así como los beneficios de nuestro mundo derivan del hecho de que esto es
algo nuevo en la historia humana (Giddens, 1998: 6).

La velocidad y el ritmo en que se desarrollan los procesos económicos


y políticos en la actualidad parecen ser argumentos insuficientes para
considerar a la globalización como una etapa históricamente nueva del
capitalismo. Por ello existen autores que se oponen a considerar a la glo-
balización una fase histórica particular (Arrighi, 1998.) Sin embargo, es
difícil negar que existen elementos esenciales de orden económico, social
y político que permiten afirmar la singularidad de este sistema socioeco-
nómico. Lo anterior es consistente con lo planteado por teóricos del sec-
tor corporativo quienes han homologado a la globalización con el fin de la
sociedad de clases (Fukuyama, 1997, y Omae, 2000). En particular, Keni-
chi Omae nos plantea una globalización representada por un mundo sin
fronteras en donde los beneficios del acelerado capitalismo son comparti-
dos por las sociedades que saben adaptarse a las nuevas “plataformas” de
desarrollo (estándares universales que dominan el mercado) totalmente
apolíticas y socialmente neutrales.
Si bien es cierto que el signo social del mecanismo económico de la
globalización es consistente con la naturaleza capitalista originaria, se
puede afirmar que la novedad histórica del capitalismo contemporáneo

[ 129 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

consiste en que la globalización ha traído como consecuencia un riesgo


real para la vida en el planeta. Los ritmos y magnitudes de explotación de
los recursos naturales, los volúmenes de producción y los consecuentes
impactos sociales han llevado al Planeta a sus límites funcionales. Como
afirma Brown:

Esta aceleración de la historia tiene origen no sólo en los avances tecnológicos, sino
también en un crecimiento demográfico mundial sin precedentes, un crecimiento
económico más rápido aún y las colisiones que tienen lugar, cada vez con mayor
frecuencia, entre unas demandas humanas en expansión y los límites de los sistemas
naturales de la Tierra (Brown, 1995: 21).

Desde el punto de vista histórico-económico, otra importante particu-


laridad de la globalización consiste en que los impulsos mundiales se han
convertido en los elementos determinantes de las estrategias de desarro-
llo y acumulación (Estay, 1999: 28-29). Sin embargo, lo verdaderamente
excepcional no es el carácter internacional de las relaciones de produc-
ción. Como se señaló líneas arriba, el capitalismo ha sido un sistema
internacional desde sus orígenes (Ianni, 1997: 3-4.) La relevancia histó-
rica de la globalización consiste en que las relaciones de producción de
fin de siglo conllevaron necesariamente a la incorporación de los diversos
factores productivos a una enorme cadena supranacional o global work-
place (Cavanagh, 1995: 257). En otras palabras, el modo capitalista de
producción “entra en una época propiamente global y no internacional o
multinacional” (Ianni, 1997: 6).
Hemos establecido que el elemento integrador de las nuevas relacio-
nes internacionales lo representan las ctn. La nueva realidad se expresa
en que estas instituciones ocupan los puestos de mando en los aspec-
tos fundamentales de la vida económica y política mundial. Cada vez es
más evidente que las decisiones hemisféricas, de importancia nacional e
inclusive a escala local, se toman en función de los intereses de los gran-
des monopolios sobre la soberanía de los Estados nacionales.

[...] las corporaciones transnacionales han consolidado su poder y control sobre el


mundo. Hoy, cuarenta y siete de las 100 economías más poderosas en el mundo son
corporaciones transnacionales, y tan sólo uno por ciento de las ctn de este planeta
son dueñas de la mitad de los activos de inversión directa (Clarke, 1996: 298.)

[ 130 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

La historia e influencia de los monopolios en el contexto internacional no


es algo nuevo y ha sido estudiado con profundidad (Savan, 1989; Fajnzyl-
ber, 1987, y Lenin, 1999.) Lo relevante de las ctn en nuestra era consiste
en que se han convertido en los principales agentes de cambio impo-
niendo las estrategias de desarrollo (Cavanagh, 1995; Mander, 1996, y
Chomsky, 1997, 1998).
Las ctn de fin de siglo son instituciones de una naturaleza diferente
a los monopolios de décadas anteriores. Si bien los monopolios interna-
cionales de épocas previas a la globalización eran: “...empresas privadas,
que normalmente desempeñan un papel dominante en sus países de
origen, los que a su vez son países desarrollados y cuyas actividades de
producción, financiamiento y comercialización a nivel internacional, se
integran en estrategias globales a largo plazo” (Fajnzylber, 1987: 28).

[...] en la actualidad, estas empresas han diversificado el origen del capital que las
compone diluyendo, de esta manera, el antiguo lazo que mantenían con las metró-
polis o países matriz. Una compañía transnacional se define esencialmente como
una instancia de poder económico y político negociado pero independiente de los
Estados nacionales. En esto recae su nueva naturaleza. Sus políticas incluyen aque-
llos aspectos que se mantienen constantes fuera del área de influencia del país de
origen y del medio en que actúan (Clarke, 1996: 298).

Estas instituciones han evolucionado de tal manera que han supeditado


a los Estados nacionales tanto de las naciones matrices como las recep-
toras. Como afirma el teórico del mundo corporativo, Kenichi Ohmae
(1990), los Estados nacionales se han vuelto, hasta cierto punto, obsole-
tos para los intereses de las ctn y para el funcionamiento de la economía
mundial. Subraya Omae que: “la economía global sigue su propia lógica y
desarrolla sus propias redes de interés que raramente duplican las fron-
teras históricas entre las naciones” (Omae, 1990: 145.)
Por otro lado, el régimen corporativo de fin de siglo se basa en el
poder y alcance sin precedentes de las ctn. Como afirma Richard Barnet:
“Los hombres que dirigen las corporaciones globales son los primeros en
la historia con la organización, tecnología, dinero e ideología para rea-
lizar un intento creíble para intentar administrar el mundo como una
unidad económica integrada” (Clarke, 1996: 297).
El poder de las ctn es tal que inclusive los gobiernos más estables y
poderosos se vuelven vulnerables ante sus embates. Como ejemplo men-
cionemos el efecto que tiene para la economía de los países aislados más

[ 131 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

de un billón de dólares diarios transferidos diariamente entre los centros


financieros a través de transacciones bursátiles transnacionales. En este
sentido, basta un movimiento modesto para desestabilizar la economía
más sólida (Giddens, 1999: 42):

El gran reto político inalcanzado de la nueva era posguerra fría consiste en civilizar
el dinero fuera de los Estados por medio de reglas mundiales y reformas antes que
la productividad de la economía de libre mercado y las estabilidades de la sociedad
democrática se vean seriamente dañados. Hasta entonces, el bienestar del mundo
estará incómodamente dependiente de los juicios de un grupo reducido de banque-
ros mundiales no elegidos y secretos.

Por otro lado, las ctn han sabido crearse el marco institucional adecuado
para su funcionamiento. A través de una red de procedimientos y organi-
zaciones internacionales, controlan la economía y la política en la arena
mundial. A este modus operandi del capitalismo se le nombró nuevo orden
económico internacional (noei, Raghavan, 1990: 45.) Los órganos de
regulación internacional del noei creados en la posguerra funcionaron
adecuadamente en la segunda mitad del siglo xx como mecanismo regu-
lador de la acumulación capitalista mundial y como instrumentos de con-
solidación de los grandes monopolios. Tal es el caso del Acuerdo Gene-
ral sobre Tarifas y Comercio (gatt, por sus siglas en inglés), el Fondo
Monetario Internacional (fmi), la Comisión Trilateral, el Banco Mundial,
la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (ocde) y
la propia Organización de las Naciones Unidas (onu) (Chomsky, 1998).
En fechas recientes, a causa de las nuevas condiciones económicas,
financieras, tecnológicas y políticas propias de la globalización, se ha dado
la obsolescencia práctica de las instancias mencionadas. Por ello, nuevos
organismos están en proceso de gestación. Iniciativas e instituciones
tales como la Iniciativa Multilateral de Inversiones (ami), la Organiza-
ción Mundial del Comercio (omc) y la Conferencia Económica para Asia
Pacífico (apec, por sus siglas en inglés) han iniciado sus gestiones bajo la
égida directa de las ctn (Castro, 2000: 1). Estos nuevos instrumentos de
regulación internacional tienen el objetivo de regir la vida económica en
el mundo globalizado del siglo xxi, diseñando e implementando las estra-
tegias económicas y el entorno político indispensable para su ejecución
(Peniche, 1998: 19 y Chomsky, 1998: 2).
El control político de los grandes monopolios, la continuación de las
estrategias corporativas necesaria para implementar la política econó-

[ 132 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

mica de la globalización se logra, fundamentalmente, a través de la acti-


vidad de los nuevos managers. La premonición teórica del brillante texto
de John Keneth Galbraith, “La sociedad opulenta”, publicado en 1958, se
extiende hasta la época actual ya que según el autor “hoy tiene más vigen-
cia la parábola que difundió entonces” (Vera, 1998: 4). El lugar privile-
giado, la posición económica y la capacidad de mando de estos personajes
del nuevo capitalismo se han consolidado (Partridge, 1997). La capaci-
tación de estos altos gerentes se realiza en prestigiosas instituciones de
educación superior norteamericanas. En estas universidades, tecnoló-
gicos o institutos la nueva clase gerencial y política de la globalización
se capacita para luego convertirse en la nueva elite transnacional. Dicha
elite conformada por gobernantes y directores de instituciones corpora-
tivas, generalmente permutables, se ha vuelto cada vez más identificable.
La comunidad corporativa está consolidada y cada vez es más fácil
identificar a sus cabezas de grupo. Esta elite transnacional maneja a su
libre albedrío los destinos de millones de personas. La ligereza con la
que se negocia el destino de millones de vidas en estas instituciones se
expresa en la siguiente declaración del presidente del Banco Mundial:

[...] I think that for us in the Bank, the major problem that I worry about is trying to
tear down the institutions at a time when I think the poverty challenge is the grea-
test. I think probably all of you know that there are six billion people on the planet:
4.8 billion of them are in developing countries; 3 billion live under $2 dollar a day,
and a billion 200 million live under $1 a day. That´s tough enough challenge for us to
have now. But in the next 25 years, we have two billion more people coming on the
planet. So our 4.8 billion becomes 6.8 billion (Wolfensohn, 2000).

Los espacios de negociación corporativa se han multiplicado facilitando


el diseño de las estrategias de control mundial. Así, el Foro Económico
Mundial de la Ciudad de Davos, Suiza, las reuniones de alto nivel del tipo
G7 o de la Organización para la Desarrollo Económico (oced), han sido
identificados como importantes instancias de negociación corporativa.
En ellos regularmente se discuten las estrategias generales de desarro-
llo de la comunidad internacional en sintonía con las poderosas ctn. Se
puede decir que de estas negociaciones depende la salud económica de
los principales actores de la globalización. Las reuniones anuales del Foro
Económico de Davos, por ejemplo, funcionan como pasarela de los líderes
políticos de diversas naciones donde, ante los ojos de los líderes corpora-

[ 133 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

tivos, se sanciona el futuro económico de los países en cuestión (Melgar


y Álvarez, 2000).
Otra característica fundamental del sistema corporativo transnacio-
nal consiste en la manipulación de la opinión pública mundial para crear
los consensos sociales necesarios para la dominación. A través del discurso
cientificista plagado de inexactitudes y generalidades, los “intelectuales”
y “especialistas” de la globalización siembran desesperanza y resignación
en la supuesta inevitabilidad de la globalización. Debido a que los medios
masivos de comunicación se han globalizado, convirtiéndose a su vez en
importantes ctn, implementan día a día una poderosa campaña propa-
gandística a favor de la concepción transnacional de la globalización. Esta
estrategia ideológica se centra en la trivialización del impacto que tiene
el sistema global en la humanidad. La realidad de la situación crítica del
mundo es presentada cotidianamente como “el camino natural de las
cosas” y ajena a sus verdaderas causas económicas y políticas. La propa-
ganda oficial de los gobiernos nacionales coincide invariablemente con la
visión de los medios de comunicación. Como resultado, el concepto de la
globalización permanece vago y sin rigor (Achbar, 1994: 90 y Krugman,
1996: 10-16).
La globalización no es un fenómeno estrictamente mundial. Regio-
nes enteras están, en los hechos, fuera del “casino” productivo, finan-
ciero y comercial. Como lo señala Giddens, la mayor parte del comercio
mundial y el financiamiento corporativo se celebra entre los países indus-
trializados y regiones enteras del mundo no participan activamente. El
carácter mundial de la globalización no se concibe por sus efectos estruc-
turales de integración económica mundial en su sentido más amplio. El
carácter mundial de la globalización se concibe, en cambio, en el alcance
ideológico y la dinámica geopolítica de su funcionamiento. Sin embargo,
la dinámica del desarrollo económico nos expresa una verdad irrefutable
de la globalización, a la que Adams (1993) llama “los mundos separados”.
Esta realidad nos dice fríamente que la mayor parte de los países, y la
mayor parte de la población del globo vive en regiones donde la miseria
ha cancelado y cancela cada vez más aceleradamente su participación en
la fábrica mundial de la globalización.

Mientras los países que ya estaban desarrollados al término de la Guerra han pros-
perado… los países que en ese tiempo eran subdesarrollados han tenido un progreso
mucho más modesto, si no es que se han estancado. Lo anterior con el resultado de

[ 134 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

que la brecha entre los países subdesarrollados y los desarrollados se ha abierto de


manera importante, y a juzgar por las tendencias recientes seguirá aumentando en
los años venideros (Adams, 1993: ix).

Los hechos demuestran que la mayor parte del mundo, por criterios
poblacionales y de territorio, vive fuera del sistema global. Sus patrones
de consumo y producción poco tiene que ver con el mercado mundial y
sólo reciben los impactos negativos del sistema. De hecho el único fenó-
meno realmente global es la aparición de procesos destructivos del medio
ambiente que por sus características tienen alcance global, tales como el
cambio climático o la pérdida de la biodiversidad.
El capitalismo globalizado ha causado una transformación cualita-
tiva en la forma y el contenido de las relaciones humanas. En la forma,
la transformación ha generado una nueva lógica política y cultural. En el
contenido, el cambio se traduce en el aumento de la velocidad y el volu-
men de las relaciones de producción y en la adecuación de su organización
productiva a los nuevos esquemas mundiales. Como resultado se han ace-
lerado los ritmos de generación de producción y riqueza, la inequidad de
su distribución y el permanente deterioro ambiental.

El neoliberalismo

El neoliberalismo, más que una política basada en principios de eficiencia


económica, puede ser considerada como una estrategia de redistribución
de la riqueza de un sector de la sociedad a otro. El neoliberalismo consti-
tuye la política económica correspondiente a la época de la globalización.
La historia del capitalismo contemporáneo es la historia de las diver-
sas estrategias de acumulación cuya última versión la constituye el neoli-
beralismo y la configuración del sistema mundial de la globalización. Así,
el keynesianismo, el monetarismo, la industrialización por medio de la
sustitución de importaciones y el socialismo real pueden ser considera-
das como etapas de la política económica hacia la consolidación del orden
corporativo de la globalización.

[ 135 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

Esquema. Globalización: internacionalización corporativa

Los rasgos fundamentales de este esquema son:


1. El crecimiento de la taza de plusvalía basado en el descenso del nivel
salarial.
2. La nueva distribución de la plusvalía, aumentando la participación
de los intereses, el capital extranjero y los monopolios.
3. La nueva utilización de las ganancias debido al estancamiento de la
inversión productiva.
4. El cambio en la función del Estado ya que, a la par de la reducción de
su capacidad gestora, la transformación se expresa en; i) el control
del nivel salarial, la reforma del Estado para adecuarlo a las nuevas
condiciones globales, la liberación del sector externo, la fijación de
altas tasas de interés y la participación política del Estado del lado de
los intereses corporativos; ii) la participación activa del Estado en la
regulación monopólica; iii) los desequilibrios que la pasividad estatal
provoca en la macroeconomía; iv) promoción de las privatizaciones.
5. La apertura y liberalización de los flujos externos (desgravación aran-
celaria, crecimiento desproporcionado de las exportaciones y la ele-
vación del déficit externo) cuyos resultados son la homogeneización
exportadora y la creación de una economía dual con sectores dinámi-
cos exportadores y sectores internos estancados y en recesión.
6. Niveles lentos y oscilantes de crecimiento (Valenzuela, 1999: 42-49).

La consolidación de este esquema económico se ha logrado gracias a la


imposición de políticas económicas derivadas de los compromisos suscri-
tos entre los gobiernos nacionales y los organismos financieros interna-
cionales. Para los países subdesarrollados, bajo el pretexto de la necesi-
dad de “solucionar los desajustes estructurales de la economía” los orga-
nismos financieros impusieron estrategias de “ajuste estructural”.

Las Políticas de Ajuste Estructural (pae) se multiplicaron durante la crisis de la deuda


del Tercer Mundo al principio de los 80’s. Una importante razón fue la fuerte presión
por parte del Banco Mundial (bm) y del Fondo Monetario Internacional (fmi) para
que estos países adoptaran estrategias que facilitaran el pago de su deuda a los gran-
des consorcios financieros privados. Sin embargo, el objetivo de las pae iba más lejos
que el pago o de la obtención de la estabilidad macroeconómica a corto plazo. Tanto
el bm como el fmi plantearon el desmantelamiento del proteccionismo y otras estra-

[ 136 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

tegias de intervención estatal que eran juzgadas por estas instancias como barreras
para el crecimiento sostenido y el desarrollo (Bello, 1999: 1).

Así, las políticas de ajuste estructural impuestas bajo el concepto del lla-
mado “Consenso de Washington”2 representan la agenda neoliberal de
los gobiernos de la periferia (George, 1999).
En los países desarrollados, la aplicación de las estrategias neolibe-
rales responde a la lógica de la necesidad de aumentar la competitividad
internacional y abatir el déficit presupuestal o deuda interna (Barlow,
1990; Laxer, 1993). Sin embargo, tanto en las sociedades desarrolladas
como en las pobres el objetivo de la agenda neoliberal es el mismo: la con-
centración de la riqueza y el poder político en las elites transnacionales.
Los tratados comerciales modernos representan el principal instru-
mento para la implementación de la agenda neoliberal a escala nacional
e internacional. Estos compromisos internacionales han reemplazado a
las “cartas de intención” como instrumentos de diseño de estrategias de
desarrollo y se han convertido en las herramientas fundamentales para
la implementación de la nueva constitución económica neoliberal, tanto
para los países desarrollados como subdesarrollados, de acuerdo a los
intereses corporativos.
El vínculo entre la política económica nacional (el neoliberalismo) y
la estrategia mundial de la globalización se establece a través de los tra-
tados de libre comercio.
El impulso del librecambismo no es un elemento particular de la
globalización. Tradicionalmente los Estados con ventajas comparativas
industriales han promovido la apertura de las barreras comerciales reali-
zando así una transferencia de recursos a su favor. La moda hacia el libre-
cambismo termina siempre cuando las ventajas del país líder se agotan,
comenzando entonces una época de proteccionismo (Tamames, 1991).
En general, la estrategia del libre comercio consiste en una nivelación
de las condiciones normativas mundiales para fomentar el comercio y la
inversión. Los tratados comerciales propician un modelo de competen-
cia por medio del cual los países compiten por los nichos comerciales y
los flujos financieros a través de la flexibilización de las normas sociales,

2. El Consenso de Washington se refiere a “varios aspectos en los cuales los políticos de Washington
y los tecnócratas de las instituciones financieras internacionales están completamente de
acuerdo con respecto a las políticas económicas que los países fuertemente endeudados de
América Latina deben seguir” (Guillén, 1994: 31).

[ 137 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

laborales y ambientales. Por ello, junto con el libre comercio da inicio la


llamada “carrera hacia el abismo”.
Desde el punto de vista comercial, el proceso de abastecimiento del
mercado mundial orilla a las naciones a efectuar una sangría de recursos,
ocasionando el agotamiento de las economías locales. Cuando los recur-
sos se exterminan, o las ventajas dejan de ser atractivas para los intereses
transnacionales, las ctn se relocalizan en nuevos nichos geográficos y
económicos dejando en las comunidades locales desempleo y devastación
(Sinclair, 1992).
“Vivimos en un mundo en el cual el dinero brinca las fronteras con la
presión de una tecla y los comerciantes globales pueden juzgar de manera
instantánea el desempeño de naciones enteras o industrias. No hay
gobierno terrestre que pueda enfrentar estas fuerzas (Goozner, 1998)”.
Pero los tratados de libre comercio son mucho más que reglas de
intercambio comercial. Las cláusulas de las negociaciones de nuevo tipo
incluyen las condiciones de inversión extranjera y de servicios financie-
ros, así como condiciones de protección a la producción científica, tec-
nológica y cultural, por lo que afectan lo más interno de las estructuras
económicas de los países receptores. Por la necesidad de entrar al juego
para tener acceso a las inversiones, los gobiernos nacionales se ven obli-
gados a competir entre sí para atraer a las ctn.
El neoliberalismo ha generado nuevas dinámicas en la distribución
de la riqueza al interior de las naciones soberanas, incluyendo al mundo
desarrollado. La proliferación de la miseria se ha radicalizado tanto en
los países de la periferia como en los países centrales. Los países desa-
rrollados no están exentos de la “carrera hacia el fondo” (Coletta, 1999).
Con otra justificación ideológica y política, las políticas neoliberales han
causado un deterioro real en los niveles de vida de su población. La expe-
riencia norteamericana arroja cifras muy demostrativas sobre las con-
secuencias de la aplicación de estrategias neoliberales. En otras partes
del mundo desarrollado nos encontramos con el mismo proceso de acu-
mulación de la riqueza en pocas manos y la proliferación de la miseria lo
cual demuestra que las políticas neoliberales tienen el mismo efecto en
cualquier sociedad en que sean aplicadas (Barlow, 1990; Hildyard, 1993;
Laxer, 1993; Bartra, 1993; Todd 1999).
De esta manera, si consideramos que la globalización se ha consoli-
dado como un sistema de relaciones económicas mundiales que genera
condiciones inequitativas para los países periféricos con respecto a los

[ 138 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

industrializados, entonces definamos al neoliberalismo como el instru-


mento que hace posible la inserción de las economías nacionales a la
dinámica de la globalización. En este sentido, algunos autores han deno-
minado a las estrategias de los órganos rectores de las relaciones econó-
micas internacionales, “neoliberalismo global” (Weisbrot, 1998: 3).

La sociedad democrática

El neoliberalismo constituye el mecanismo económico que crea las con-


diciones para la inserción de los Estados nacionales al proceso de glo-
balización. El mecanismo político se denomina, según Noam Chomsky,
la “sociedad democrática” Esta forma de organización constituye una
variante sofisticada de control social en condiciones en las que la coerción
violenta no es viable. En la “sociedad democrática” el control se ejerce a
través de la manipulación de las conciencias, con la ayuda de la educación
pública corporativizada y los medios de comunicación que trivializan la
cultura y el pensamiento crítico de los habitantes (Achbar, 1994).
En la literatura especializada encontramos una corriente teórica que
afirma que con la globalización se ha dado el resurgimiento de la demo-
cracia. Estos teóricos consideran que el sistema político emanado del
esquema neoliberal es esencialmente “democrático” en el sentido más
amplio del término. Este proceso bautizado la “tercera ola de la expan-
sión democrática global” por Plattner, se fundamenta en la tesis de que la
globalización ha coadyuvado al derrocamiento de los regímenes autorita-
rios del este de Europa, y ha impulsado el avance de las prácticas demo-
cráticas en los países de la periferia o del Tercer Mundo (Plattner, 1998;
Dryzek, 1996).
Sin embargo, la experiencia demuestra que tanto las propuestas de
reforma política del socialismo real, como las alternativas socialdemó-
cratas del Tercer Mundo constituyen diferentes formas de adaptación al
esquema globalizador (Bobbio, 1994).
Por ello Humberto Bobbio apunta: “...la democracia se ha transfor-
mado en un régimen semi-anárquico que tendrá como consecuencia la
destrucción del Estado... la democracia parlamentaria se ha transfor-
mado cada vez más en un régimen autocrático” (Bobbio, 1994: 16).
El proceso “democratizador” de la globalización ha significado el
avance de la agenda corporativa en la sociedad moderna. Las pueblos del
mundo se encuentran ante una realidad que atenta cada vez más directa-

[ 139 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

mente contra sus derechos a decidir el tipo de organización productiva y


social que más les conviene.
A cambio de los electores reales se engendra el “elector virtual”, que
no es otra cosa que el voto decisivo de los sectores más influyentes de
las sociedades modernas. En la sociedad de la era global la democracia
no tiene más sentido que elegir entre opciones que no alteren el estatus
corporativo (Chomsky, 2000).
Existe en el mundo actual una sórdida guerra intestina expresada en
la violencia social cotidiana, y otras formas de violencia social que repre-
senta una resistencia de las comunidades locales ante el fenómeno glo-
balizador.
En Estados Unidos, por ejemplo, las cárceles están llenas de “delin-
cuentes” provenientes de las minorías étnicas o de miembros de los
sectores sociales más marginados. El reporte de Humans Rights Watch
señala que en las cárceles de ese país se encuentran recluidos 13 veces
más negros que blancos por delitos contra la salud en los que participan
en relación inversa (Saunders, 2000). Lo anterior se puede interpretar
como una estrategia de defensa del Estado neoliberal para controlar la
resistencia de las comunidades a las políticas neoliberales.
Algunos teóricos consideran al problema de la violencia en las socie-
dades modernas una expresión de esta “revolución”, un virtual estado de
guerra contra los poderes “civiles”. Por otro lado, bajo esta misma lógica
han surgido movimientos guerrilleros de nuevo tipo, como el zapatismo
en México o la guerrilla colombiana y peruana, movimientos regionalistas-
separatistas, por sólo mencionar algunos (Kelly, 1993; Albiñana, 1999).
Según Noam Chomsky, los eu constituyen el ejemplo clásico del sis-
tema que ha denominado la “sociedad democrática”. En este país, la aten-
ción de la población se ha apartado de los asuntos importantes dejando
las decisiones políticas decisivas a las elites. La manipulada conciencia
social y los valores frívolos de la cultura norteamericana son un claro
ejemplo de la manera en que el sistema de propaganda de la “sociedad
democrática” puede alterar la percepción de la realidad e implantar con-
ceptos distorsionados en la población para el impulso de la agenda corpo-
rativa (Postman, 1985; McLuhan, 1989; Sartori, 1998).

Siendo Estados Unidos un entusiasta promotor del sistema multipartidista, tiene


dos partidos que son tan perfectamente similares en sus métodos, objetivos y metas
que han creado prácticamente el más perfecto sistema unipartidista en el mundo.

[ 140 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

Arriba de 50% de la población de este país democrático ni siquiera emiten voto,


y el equipo que puede obtener más fondos frecuentemente gana los votos de tan
sólo 25% del electorado. El sistema político esta minado por disputas, banalidades
y ambición personal o por grupos de interés que operan dentro del modelo social y
económico y no hay alternativa para cambiar el sistema (Castro, 2000b).

Los grupos de poder autóctono, entronizados en instituciones de la polí-


tica tradicional, se convierten en instrumentos políticos eficientes en la
implementación de estrategias que llevan a las naciones soberanas a inte-
grarse a la lógica de la globalización, es decir a profundizar su dependen-
cia con respecto al capital corporativo.
Sin contrapeso político a escala social, sin una sociedad informada,
crítica y activa, la imposición de los intereses de las transnacionales en la
agenda política nacional se ejerce de manera cotidiana. En este contexto,
partidos políticos, sindicatos, universidades y gobiernos se transforman
cada vez más en oficinas de gestión pública de las políticas dictadas por el
fmi y el Banco Mundial.
Tanto en los países desarrollados como en los de la periferia, la entro-
nización de los intereses corporativos en las estructuras de control polí-
tico se ejerce a través de la presión económica.
Los grupos políticos disidentes que en el pasado reciente han llegado
al poder en sus respectivos países por la vía “democrática” o “revolucio-
naria”, se vieron en la necesidad de aplicar las mismas políticas econó-
micas de la globalización, en algunos casos con mayor rigor que en los
países considerados con gobiernos “de derecha”. Las ataduras económi-
cas y la necesidad por obedecer las políticas de reestructuración forzaron
a regímenes democráticos como el sandinismo, la socialdemocracia, la
democracia cristiana y los gobiernos socialistas a adoptar con singular
virulencia la ortodoxia neoliberal. El caso del bloqueo económico cubano
demuestra los riesgos que corren aquellas naciones que desafían el man-
dato de los grandes consorcios y bancos trasnacionales.
Con el descrédito de las propuestas socialistas derivado de la desapa-
rición del bloque soviético, el discurso “liberal-democrático” se ha con-
vertido en el leitmotiv de las elites nacionales. De hecho, desde el punto
de vista filosófico, el neoliberalismo económico tiene en el sistema de
la “sociedad democrática” a su complemento político natural pues ésta
propone los valores individualistas y de competencia que conforman su
ideología más acabada.

[ 141 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

Sin embargo, ante el reconocimiento de los graves impactos econó-


micos y socioambientales que ha causado el neoliberalismo, el discurso
político de la sociedad democrática ha tomado una nueva versión: el
populismo de derecha o neopopulismo (Gómez, 2000).
El discurso político moderno neopopulista presenta una cara demo-
crática con preocupaciones sociales en la que prevalecen los valores indi-
vidualistas, de autopromoción y los principios ideológicos del sistema
político occidental. En resumen, la ideología conservadora de la actua-
lidad reconoce la necesidad de resolver los retrasos socioambientales y
económicos ocasionados por las políticas de mercado pero subraya la
necesidad de profundizar con las reformas que conlleven, tanto en lo
político como en lo económico, a una mayor aplicación del neoliberalismo
en la sociedad contemporánea. Es decir, el neopopulismo no propone un
cambio de rumbo sino una profundización de las políticas que han lle-
vado a la actual situación crítica. En esencia, propone la acción liberal del
mercado pero ignora la poderosa acción de fuerzas sociales que controlan
y dirigen los destinos de los individuos en dirección de los intereses cor-
porativos. El discurso político neopopulista de la actualidad retoma las
banderas de la democracia clásica desvirtuando su esencia y utilizando su
potencial organizador. Al final, las opciones planteadas por los tomado-
res de decisiones se reducen a las mismas estrategias neoliberales acordes
con las exigencias del fmi/bm y las ctn, haciendo con esto irrelevante
la contienda política de fondo entre candidatos o partidos políticos de
diversas corrientes (Giddens, 1998: 1).
La “democratización” desatada por los procesos de la globalización
consiste en la transformación de las estructuras nacionales de control
político. Esta transformación tiene el objetivo de adaptar el sistema polí-
tico a las formas más adecuadas del ejercicio del poder corporativo.
El eje verdadero del proceso de democratización es la acumulación
de la riqueza. El mundo se ha convertido en un casino financiero, diri-
gido por banqueros y especuladores y el dinero se ha consolidado como el
medio de control por excelencia. La lógica de la globalización profundiza
la dependencia de naciones enteras de esta estructura especulativa global
y profundiza la dependencia de instituciones y personas que la manejan a
discreción (Kaplan, 2000).
Es este núcleo de poder global que decide cada vez en mayor medida
los destinos de naciones y personas a lo largo del mundo. Los valores des-
aparecen y el criterio de la justicia se transforma en el poder del dinero.

[ 142 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

Con el incremento del desmantelamiento de las redes de seguridad social guberna-


mentales y comunitarias […] el sistema de dinero se ha convertido en el instrumento
más efectivo de control social y extracción jamás implementado. El hecho de que
pocos de nosotros pensemos en el sistema de dinero como instrumento de control lo
convierte en más poderoso y eficiente (Korten, 1998).

La democracia así practicada se ha reducido a sus formas más vacías,


extrayéndole su contenido real de liberación económica, de protección a
los derechos humanos, de soberanía comunitaria y cultural. En la prác-
tica, la sociedad democrática ha funcionado para permitir a los grandes
consorcios de la globalización avanzar sin obstáculo en la apropiación de
la riqueza. “Los gobiernos nacionales han perdido mucho de su poder
para dirigir sus propias economías” (Brecher, 1993: 685).
En la práctica, la democracia real es imposible en el contexto de la
globalización. El avance del poder de las transnacionales inhibe la convi-
vencia democrática al restringir los mecanismos de contrapeso que tradi-
cionalmente se formaron en el sistema capitalista, tales como el Estado
benefactor y la inversión social.

El sistema que ha sostenido la democracia y el capitalismo a la par el siglo pasado


ha empezado a desactivarse. Al mismo tiempo que la distribución del ingreso se
radicaliza a causa de la globalización y la tecnología que requiere alta calificación se
transforma, mientras los gobiernos parecen incapaces o sin voluntad de hacer algo,
esa mayoría de trabajadores que obtienen menores ingresos reales tiene que verse
desconectada de la democracia tarde o temprano (Thurow, 1997: 2).

La influencia de las ctn en las decisiones y políticas gubernamentales


de los países centrales es evidente. Por medio de importantes oficinas
de cabildeo se ejerce la presión necesaria para favorecer los intereses del
mundo corporativo (Reich, 1998). El poder económico de los supergigan-
tes corporativos, nos dice el autor, influye necesariamente en el rumbo
político tanto dentro del país como en las decisiones de la política inter-
nacional, ya que estas megaempresas controlan la producción, las finan-
zas y las comunicaciones del mundo actual.
Lo anterior no significa que los Estados nacionales se hayan vuelto
obsoletos. Al contrario, el papel del Estado globalizado consiste en facili-
tar, desde la trinchera de los gobiernos y con las armas que les proporcio-
nan los sistemas políticos nacionales, la consolidación del sistema corpo-
rativo (Le Monde 2000).

[ 143 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

La influencia de las grandes corporaciones no se limita al ámbito de


los Estados nacionales. También en las negociaciones internacionales se
cuenta con asesoría y cabildeo constante de poderosas empresas espe-
cialistas en el lobbing las cuales garantizan la aplicación de las estrategias
neoliberales en los acuerdos (McQuaig, 1991).
En efecto, la posición de los altos burócratas internacionales en favor
de la agenda corporativa constituye una evidencia de las relaciones exis-
tentes entre la elite corporativa transnacional y los burócratas de agen-
cias internacionales como la onu. Las instituciones que tradicionalmente
funcionaron como mecanismos de regulación y paz global en el concierto
internacional, en los hechos se han convertido en burocracias de clase
mundial y agencias para la administración de los asuntos de las grandes
ctn a pesar de su discurso humanista y democratizador.
En el proceso de formación de un megaestado corporativo transnacio-
nal, ocupa un lugar especial el Acuerdo Multilateral de Inversiones (ami),
propuesto por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-
mico (ocde) en la primavera de 1997. Este acuerdo pretendía establecer
mecanismos jurídicos de excepción a las ctn para facilitar su funciona-
miento y mandato dentro de las soberanías nacionales. En los hechos,
esta herramienta económica internacional constituye la forma más cer-
cana a lo que podría considerarse un gobierno supranacional debido a las
importantes atribuciones reguladoras que se le otorgan a las ctn en los
países firmantes. La ocde fue elegida para culminar las negociaciones
debido a que 477 de las 500 corporaciones transnacionales de punta que
figuran en la lista Forbes tienen su base en países miembros de la ocde.
La iniciativa para la firma del ami fue abortada en 1999. Sin embargo,
la metodología sigue presente, en forma de los llamados “clones del
ami” en las discusiones internacionales de la Organización Mundial del
Comercio, el fmi, el bm y las de la propia ocde.
Por su importancia estratégica, analicemos algunas de las implicacio-
nes más evidentes y agresivas del ami según el borrador de enero de 1997.
a) El ami otorga a las compañías trasnacionales mayores derechos políticos.
El borrador de enero especifica que las corporaciones deberán ser
reconocidas como inversionistas con estatus legal análogo al de las
partes contratantes de gobiernos de la ocde. Además, el ami pre-
tende expandir el espectro de derechos de inversión de las corpora-
ciones por medio de una definición mucho más amplia del término
“inversión”.

[ 144 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

b) El ami genera mayor poder político a las compañías trasnacionales. El


acuerdo añade más elementos de presión sobre los Estados naciona-
les en los procesos de privatización a la vez que limita la capacidad de
operación de los gobiernos sobre las empresas paraestatales
c) El ami otorga mayor seguridad política a las compañías trasnacionales. El
acuerdo contempla una serie de medidas que aseguran el desenvol-
vimiento de condiciones favorables para estas empresas. Por medio
de cartas de intención de los gobiernos firmantes se asegura que no
existirá ninguna iniciativa de ley que atente contra el estatus de pre-
ferencia de las citadas empresas (Clarke, 1997).

La consolidación del modelo que se describe desmantela los precarios


sistemas de seguridad nacional y promueve la corrupción a nuevos e
inimaginados límites mundiales. Sue Halley, en su investigación sobre
la corporativización y la corrupción señala que: “Las multinacionales,
apoyadas por gobiernos occidentales y sus agencias se han enfrascado
en la corrupción en una escala mayor tanto en el Norte como en el Sur”
(Hawley, 2000).
En su reporte para The New York Times, Lower Bergman señala que
algunas de las más importantes compañías norteamericanas enlistadas
por Forbes se encuentran involucradas en procesos de lavado de dinero.
Según su artículo: “Un oficial federal afirmó que cerca de cinco mil millo-
nes de dólares de dinero proveniente de la droga colombiana son usados
para adquirir bienes y servicios, desde cigarros hasta chips para computa-
doras por parte de compañías norteamericanas” (Bergman, 2000).
Lo anterior involucró, según el reporte, a pilares corporativos nortea-
mericanos como Hewlett-Packard, Ford Motor Company y Whirepool, en
presencia de Janet Reno.
Las condiciones políticas de fin de siglo demuestran que bajo la
implementación de la agenda neoliberal existe un retroceso democrático.
El sistema político propio del neoliberalismo crea la ilusión de la parti-
cipación democrática; sin embargo, la esencia del esquema consiste en
un juego político en el que la estabilidad social y la alternancia del poder
garantizan la continuidad de la inserción de la economía al sistema glo-
bal, por la vía de la implementación de las estrategias neoliberales.
Las fuerzas verdaderamente alternativas, los llamados “nuevos suje-
tos sociales”, los que representan opciones reales al sistema, son objeto
de represión cotidiana, algunos hasta el exterminio. Tal es el caso de los

[ 145 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

movimientos indígenas, regionalistas, civiles, religiosos y demás, que se


enfrentan al estado neoliberal-globalizador (Sader, 1979).
Por otro lado, nuevos espacios se han abierto para la organización y
resistencia contra los efectos de la globalización. Tal es el caso de la lla-
mada sociedad civil.
La “sociedad civil”, a pesar de haber nacido como movimiento
moderno en las sociedades de Europa oriental que lucharon por su eman-
cipación de los regímenes autoritarios, es un fenómeno propio de la
nueva coyuntura occidental (Arato y Cohen, 1999).
La sociedad civil es considerada como:

[…] un terreno y un espíritu “público” que está en peligro por la lógica de los meca-
nismos administrativos y económicos, pero también como el primer ámbito para
la expansión de la democracia bajos los regímenes liberal-democráticos realmente
existentes. Así considerada, la sociedad civil es la representante legítima y real del
poder político, a condición de su plena secularización (Cansino, 1997: 224).

Así, según Larry Diamond, la sociedad civil es:

[el] espacio de la vida social organizada que es voluntariamente autogenerada, (alta-


mente) independiente, como autónoma del Estado y limitada por un orden legal o de reglas
de juego compartidas. Es distinta de la sociedad en general, por cuanto involucra a
ciudadanos actuando colectivamente en una esfera pública para expresar sus intere-
ses pasiones e ideas, intercambiar información alcanzar objetivos comunes, realizar
demandas al Estado y aceptar responsabilidades oficiales del Estado. La sociedad
civil es una entidad intermediaria entre la esfera privada y el Estado (Diamond,
1997: 186, cursivas del autor).

El espacio de acción de la sociedad civil se denomina espacio público, con-


cepto que es objeto en la actualidad de un intenso debate. Según Haber-
mas, este concepto define una:

[…] esfera de acción social en la que los individuos entran como ciudadanos libres e
interactúan bajo el principio del debate racional de ideas. Esta esfera estaba consti-
tuida según el autor por una serie de clubes, asociaciones y grupos informales reu-
nidos en cafés y círculos literarios que la burguesía europea había creado a fines del
siglo xviii y principios del siglo xix (Olvera, 1999: 37).

El espacio público, como concepto teórico, ha adquirido una nueva con-


notación con la incorporación del elemento de los medios masivos de
comunicación. Así, el concepto en su versión moderna “…se refiere a un
[ 146 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

espacio jurídicamente privado en el que los individuos sin estatus social


oficial buscan persuadirse los unos a los otros por medio de la argumen-
tación racional y la crítica en torno a asuntos de interés general” (Arato y
Cohen, 1999: 38).
La sociedad civil puede ser considerada como el nuevo sujeto social
creado por los flujos socioculturales de la globalización. Es considerada
el recipiente social de la ideología y la potencialidad de resistencia y res-
puesta a sus efectos negativos. Por ello, Habermas considera que la nueva
estructura política de las naciones soberanas se ve vulnerada por los flu-
jos internacionales promoviendo los valores de una cultura positiva mun-
dial. Esta cultura es, en esencia, positiva ya que constituye una fuerza que
enfrenta a los movimientos conservadores provenientes de los impulsos
políticos nacionales. En resumen, el autor ve en la consolidación de una
sociedad civil mundial la alternativa a la agenda de la sociedad democrá-
tica neoliberal (Habermas, 1999).
Para Harry Cleaver, el concepto de sociedad civil constituye la ver-
sión moderna del “ejército industrial de reserva” identificado por Marx.
El autor explica que en condiciones de la globalización, del hipercapita-
lismo, el concepto marxista se flexibiliza y adquiere nueva naturaleza. La
transformación de la clase trabajadora mundial, la consolidación de sec-
tores marginados como fuerza de trabajo real para el capital corporativo,
la formación de grupos de pauperización, la explotación de nuevos secto-
res de la sociedad le da al concepto una nueva connotación.

No se incluye aquí sólo al proletariado industrial que produce mercancías, sino tam-
bién a las mujeres y a los estudiantes que hacen el trabajo doméstico y escolar de la
fuerza de trabajo, a los desempleados del ejército industrial de reserva cuyo trabajo
es poner a funcionar el mercado de trabajo, y... a los campesinos (Cleaver, 1985: 34).

En ambos casos, el potencial de este nuevo sujeto social es enorme ya


que contiene una nueva visión de lo global y lo nacional, de lo mundial y
lo comunitario ya que puede identificar los efectos globales que afectan
su vida inmediata, así como alternativas reales de desarrollo local. Como
ejemplo revisemos la propuesta de Marcos Arruda de un cooperativismo
autogestionario y solidario que aproveche las ventajas de la interconecti-
vidad mundial y evite los impactos negativos de la globalización corpora-
tiva. Tratando los obstáculos en la implementación de esta estrategia, el
autor identifica que:

[ 147 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

Otra dificultad consiste en concebir una cooperativa como una comunidad humana y
no como una empresa. Esta es una de las ventajas comparativas del cooperativismo.
Tomando como objeto específico de la cooperativa el desarrollo del bienestar susten-
table de cada asociado de la cooperativa y de sus familias, se pasa a tener una preo-
cupación con la eficiencia pero no económica sino integralmente humana (Arruda,
1996: 44).

Esta nueva filosofía está presente en las agrupaciones de legítimo cuño


que han enfrentado a los agentes de la globalización. En entrevista con
Erik Browenstein, Jim Cason y David Brooks definen el origen del movi-
miento internacional:

Con el inicio de las luchas contra el gatt en los ochenta por granjeros y sindicalistas,
y después la amplia coalición de sindicatos, granjeros, ambientalistas en oposición al
Tratado de Libre Comercio y sus secuelas, el enfoque al llamado “consenso de Wash-
ington” sobre el modelo de integración económica con base al (sic) libre comercio y
el libre mercado, se convirtió en el centro de un debate nacional (en eu spc) (Cason
y Brooks, 2000c).

Luis Hernández Navarro da una descripción diferente de estos nuevos


sujetos sociales:

En la actualidad los grupos promotores de esta movilización internacional de la


sociedad civil contra la globalización son una variedad de coaliciones de jóvenes,
ecologistas, pequeños agricultores, feministas, integrantes de iglesias progresistas,
desempleados, okupas, sindicalistas radicales, autónomos, punks, ong, anarquistas,
antiguos comunistas, organizados a partir de grupos de afinidad que rechazan el
pensamiento único. En sus países han organizado iniciativas como atacc (movi-
miento que impulsa la lucha por la aprobación de la tasa Tobin, impuesto al capital
financiero especulativo transfronterizo), las Marchas Europeas contra el Paro, accio-
nes directas para oponerse a las empresas que producen alimentos genéticamente
modificados, el movimiento de los sin papeles en Francia y los Centros Sociales en
Italia. Son activos militantes en la defensa de los migrantes y la globalización de
los derechos, y contra del poder de las grandes ctn así como de la discriminación
racial y patriarcal. Han estado en la primera línea de enfrentamiento en contra de
las organizaciones fascistas. Más allá de sus diferencias, impulsan un proyecto de
transformación social basado en la autogestión, la democracia de base, los pode-
res locales, la ciudadanía multicultural, la defensa del medio ambiente y la igualdad
(Hernández, 2000: 1).

A pesar de sufrir represión y tortura, según consta en un reporte de


Z-mag de Leslie Cagan (Cagan, 2000), estos activistas han logrado que

[ 148 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

algunas de las autoridades de los organismos reguladores del sistema mun-


dial consideren acciones de inclusión, como lo demuestran las declaracio-
nes de Rubens Ricupero, titular de la unctad, en el sentido de incluir en
ese organismo una instancia de solución de litigios con la sociedad civil
organizada (Núñez, 2000). Además, han obligado a los oficiales de las ctn
a ser más cuidadosos en sus declaraciones y a cumplir lo que prometen o
a someterse a la dura crítica internacional. En este sentido, el caso de la
empresa Nike es muy aleccionador ya que ha conformado una “Alianza Glo-
bal para los Trabajadores y sus Comunidades” con el Banco Mundial, como
uno de los compromisos para hacer más humano el proceso productivo.
En resumen, como lo menciona Michael Moore, director general
de la omc: “…será muy difícil lanzar una nueva ronda de negociaciones
generales de comercio... sólo sucederá... si la presión sostenida sobre los
gobiernos produce la voluntad política necesaria para adoptar posiciones
flexibles en áreas sensibles” (Greider, 2000).
El punto de enlace entre la globalización y sus impactos en las comu-
nidades es el activismo de la sociedad civil y su espacio de acción, el espa-
cio público. Constituye la posibilidad de la inclusión de lo local en la ela-
boración de las estrategias de desarrollo comunitario. La alteración de los
patrones de desarrollo de los asentamientos humanos debida a los flujos
económicos y socioculturales de la globalización encuentra su opción
de resistencia en la organización de estos nuevos sujetos sociales. Un
camino que permite la transformación democrática real es la asimilación
de los intereses civiles por los aparatos institucionales de la democracia
neoliberal (Drysek, 1996b).
La sociedad civil deberá encontrar modos y herramientas que facili-
ten la asimilación de sus preocupaciones socioambientales.

La subregionalización

El capitalismo mundial de fin de siglo se caracteriza por el papel cada vez


más determinante que tienen los flujos económicos mundiales origina-
dos por las grandes ctn. Este fenómeno que define las reglas de la econo-
mía mundial se denomina globalización. Al efecto de este fenómeno en
los procesos de formación de asentamientos humanos lo hemos denomi-
nado subregionalización.
Lo anterior corresponde a las dos tendencias contrapuestas del fenó-
meno estudiado: si bien la globalización nos refiere a tendencias homoge-

[ 149 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

neizadoras en la convivencia mundial, la subregionalización apunta hacia


la consolidación de los elementos locales de la sociedad contemporánea.
Sería un error considerar que todos los procesos de formación de
nuevas comunidades tienen su origen en la globalización. Lo anterior
sería inconsistente con nuestra tesis de que la globalización no es un
fenómeno universal sino que le caracteriza una dinámica geográfica y
temporalmente acotada en el mundo actual.
La subregionalización, como fenómeno históricamente nuevo, define
tan sólo aquellos procesos recientes de generación de aglomeraciones,
o transformación de aglomeraciones existentes, que dependen de una
manera directa, clara e irrefutable de los impulsos económicos, sociocul-
turales y políticos de la globalización.
Por ello, utilizaremos en la investigación el término subregionaliza-
ción para diferenciarlo de:
a) Los procesos de regionalización hemisférica, específicamente los que
se refieren a la consolidación de bloques comerciales del tipo de la
Zona de Libre Comercio de América del Norte, la Cuenca del Pacífico
o la Unión Europea (Estay, 1993; Dabat, 1994; Borja, 1996; Guillén,
1996).
b) Los procesos étnicos regional-separatistas que pugnan por obtener
autonomías regionales dentro de sus Estados a los que frecuente-
mente se les denomina de la misma manera (Arizpe, 1993; Adams,
1994; Dabat, 1994; Badie, 1997; Vázquez, 1999).

En el primer caso, es decir el concepto de regionalización entendida como


formación de bloques comerciales, Robert Boyer considera que en el con-
texto de la globalización “es comprensible que se hayan desarrollado
zonas económicas que tienen precisamente por objetivo y mérito inten-
tar internalizar las interdependencias estratégicas entre diversos cam-
pos y diversos países, cuyos intereses pueden divergir transitoriamente”
(Boyer, 1997: 40).
En lo relativo al concepto de regionalización “étnica”, Bertrand Badie
considera que:

Aun cuando oficialmente se le siga considerando soberano, territorial y detentador


del monopolio de la violencia física legítima, en los hechos el Estado ya no es más
que un actor entre otros, ciertamente dotado de recursos importantes, pero obligado
a transigir con otros actores que obedecen a racionalidades distintas e independien-

[ 150 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

tes de la suya. La transnacionalización del mundo [...] está acompañada también por
un renacimiento de vínculos comunitarios (Badie, 1997: 100).

El concepto de subregionalización incorpora ambos desde un perfil dife-


rente, a saber, el de la configuración de espacios geográficos que son
poblados o transformados prioritariamente debido a los impulsos prove-
nientes de la economía mundial.
Se sabe que en el transcurso de la historia, a cada nivel de desarrollo
del capitalismo corresponde una forma determinada de configuración del
Estado. Así, la forma estatal correspondiente al capitalismo industrial del
siglo xx ha sido superada por una nueva figura estatal que corresponde a
un nivel más avanzado de los esquemas de reproducción capitalista. Esta
nueva entidad nacional surge de una situación caracterizada por nuevos
ritmos de concentración del capital, de desarrollo tecnológico y de una
etapa cualitativamente diferente de la división internacional del trabajo.
Este “Estado intangible” (Kaplan, 2000: 21) propio de la globalización se
caracteriza por delegar funciones tradicionalmente soberanas, de regu-
lación económica y social nacional, a los impulsos transnacionales, y por
el fortalecimiento de sus funciones distributivas del ingreso, así como
de adaptación de la economía nacional y regional al mercado mundial
(Omae, 1990; Gellner, 1991; Dávilas, 1996; Alonso, 1994; Habermas,
1999; Valadez, 2000).
La nueva naturaleza del Estado propio de la era de la globalización es
definido por Habermas como aquel en el que: “En lugar de normas que al
mismo tiempo son efectivas y obedecen a puntos de vista como la sobera-
nía popular o los derechos humanos, aparece —en la forma de una “lógica
de red”— una mano invisible de los procesos de la sociedad mundial regu-
lado de modo presuntamente espontáneo” (Habermas, 1999: 102).
Junto con la transformación de las atribuciones rectoras de los Esta-
dos actuales se han debilitado las fronteras nacionales y se ha confor-
mado un sistema flexible. Luego analizaremos cómo estos mismos flujos
globales han deformado el desarrollo a escala local, a través y por encima
de las fronteras nacionales. Lo característico en este caso consiste en que
estas zonas, denominadas subregiones a efectos de la investigación, pre-
sentan una lógica relativamente independiente de la lógica de desarrollo
de los Estados nacionales y comunidades que las albergan.
En la era de la globalización y ante la transformación de las atribu-
ciones de los Estados nacionales, las subregiones se han convertido en

[ 151 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

actores cada vez más importante en la cadena productiva-financiera,


constituyendo eslabones adaptables de acuerdo a la división internacio-
nal del trabajo corporativo, por encima de las capacidades rectoras de los
gobiernos y de las voluntades de las comunidades.
El fenómeno de la subregionalización es muy abarcador y comprende
aspectos económicos, políticos y sociales de gran envergadura. La gene-
ración de subregiones parte de la aparición de nueva correlación entre lo
interno y lo externo y conlleva a un cambio en la naturaleza de las funcio-
nes tradicionales de los gobiernos locales y nacionales.
La problemática contenida en este nuevo balance consiste en que
las decisiones sobre políticas públicas se han convertido en campos de
influencia de instancias supranacionales. Así, las ctn, las organizacio-
nes reguladoras de la convivencia política mundial como la Organización
de las Naciones Unidas o instituciones de regulación económica como
el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización
Mundial del Comercio se constituyen como las instancias generadoras de
las estrategias de desarrollo local.
La evolución de las relaciones internacionales ha demostrado que los
monopolios y el sistema de gestión mundial han puesto grandes presio-
nes sobre los gobiernos nacionales obligándolos a debilitar las tradicio-
nales redes de seguridad socioeconómica diseñadas para la defensa de las
condiciones de vida de las comunidades. La desaparición paulatina de la
mencionada red, misma que tradicionalmente sirvió para proteger a la
población de las consecuencias de la racionalidad productiva que priva
en el mundo de los negocios, constituye el elemento desorganizador de la
cohesión nacional tradicional.
La nueva naturaleza del gobierno nacional, su incapacidad por ser-
vir de fuerza integradora altera por necesidad la percepción ciudadana
y comunitaria de la realidad social y la cultura comunitaria. De ahí la
transformación de las percepciones del nacionalismo, democracia y
autodeterminación en muchas comunidades de este tipo. Como conse-
cuencia, en estas comunidades ha surgido una conciencia social parti-
cular con sus correspondientes formas de organización y resistencia. Lo
anterior ha transformado fundamentalmente el contenido mismo del
“nacionalismo”, alterando su carga ideológica. El cambio del valor social
y del contenido ideológico del nacionalismo se ha convertido en un caldo
de cultivo para la detonación de conflictos entre fuerzas regionalistas y
nacionalistas de viejo cuño.

[ 152 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

El origen de los conflictos separatistas no se puede explicar simple-


mente a través de las teorías clásicas de las relaciones internacionales, sin
la consideración específica de la exacerbación de los valores comunitarios
originada en el conflicto actual entre las fuerzas de la globalización y los
impulsos locales.
Sin embargo, el signo distintivo y causal del fenómeno lo constituye
el poderío de los flujos internacionales provenientes de la globalización.
Estas instituciones han sabido convertir al mundo en lo que John Cava-
nagh llama una “línea de ensamblaje global”.

Las ctn constituyen las primeras instituciones humanas con un plan tecnológico y
monetario a escala global. Para maximizar sus ganancias fragmenta los procesos de
producción entre diversos componentes y localiza cada parte donde le conviene para
obtener sus objetivos generales (Cavanagh, 1992: 16).3

Al ejercer una determinante influencia en la conformación de la división


internacional del trabajo de acuerdo a sus intereses, las fuerzas de la glo-
balización han instrumentado estrategias que tienen el objetivo de garan-
tizar una maximización de los resultados de sus operaciones económicas.
Estas estrategias definen los reacomodos de las estructuras hemisféricas,
sectoriales y locales (i.e. dentro de las fronteras de países independientes
y entre países) de acuerdo a los programas de inversión, acumulación y
desarrollo tecnológico. Es esta característica económica la determinante
en la formación de las subregiones.
Como se mencionó con anterioridad, aunque existe un efectivo arse-
nal de herramientas económico-políticas, cuyo objetivo consiste en con-
solidar el sistema económico-político de la globalización, el mecanismo
fundamental de gestación de las condiciones de la globalización en los
Estados nacionales, lo constituye la integración regional realizada a tra-
vés de las negociaciones comerciales y financieras. Las condiciones de
integración estipuladas en estos convenios determinan el lugar que cada
subregión ocupará en la división internacional del trabajo. El principio
del trato nacional a la inversión extranjera presente en los convenios, las
regulaciones en materia de derechos de propiedad intelectual que conso-

3. Las ctn constituyen las primeras instituciones humanas con un plan tecnológico y monetario
a escala global. Para maximizar sus ganancias, fragmenta los procesos de producción entre
diversos componentes y localiza cada parte donde le conviene a fin de alcanzar sus objetivos
generales.

[ 153 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

lida la dependencia tecnológica, las negociaciones en materia financiera


y bursátil, y demás cláusulas definidas en los acuerdos internaciona-
les, constituyen los mecanismos por medio de los cuales se cristaliza la
homogeneización de las condiciones corporativas a lo largo del sistema
económico mundial por encima de las políticas y barreras nacionales
(Campbell, 1993).

Los mercados financieros mundiales han desarrollado herramientas potentes para


controlar las políticas económicas, sociales y medioambientales que los países adop-
tan, asegurándose así que sólo se apliquen las leyes y los programas políticos que
les sean totalmente favorables, y esto sin que importe el partido que gobierne. El
resultado es que nos encontramos atrapados en “seudodemocracias” en las cuales,
cualquiera que sea el partido por el que votemos, los programas políticos implemen-
tados son prácticamente idénticos. Como casi todos los países forman parte de la
creciente integración económica mundial, están todos sometidos al mismo control.
Ese control está ejercido, en los países desarrollados, por el mercado con la ayuda de
la Organización Mundial del Comercio; en los países en vía de desarrollo por el mer-
cado y los “ajustes estructurales” impuestos por el Fondo Monetario Internacional
y el Banco Mundial; y en los países no-industrializados por la casi total ausencia de
cualquier inversión extranjera directa, lo que los deja hundidos en las consecuencias
de guerrillas, hambrunas, enfermedades, pobreza, incremento de refugiados, etcé-
tera (ispo, 2000).

En diversas regiones del mundo existen zonas o subregiones que com-


parten características similares. La característica básica de las subregio-
nes consiste en su dependencia determinante de los flujos comerciales y
financieros y su relativa autonomía con respecto a los planes locales de
desarrollo. Frecuentemente, los efectos socioambientales de este proceso
son graves.
Se observa que el esquema de favorecer regiones a costa de otras se
repite en donde sea que el gran capital monopolista encuentra condicio-
nes favorables. Como ejemplos de lo anterior podemos identificar que en
Asia han surgido los triángulos de desarrollo, en el Área de Libre Comercio
de América del Norte los distritos industriales de California y Seattle, en el
caso de la Unión Europea se ha constituido la llamada “Golden Banana”, es
decir, zonas donde se concentra la actividad económica y financiera de la
globalización. Por otro lado, en todas estas regiones se ha configurado una
periferia que presenta características de marginación y subordinación.
Por lo anterior podemos afirmar que la contradicción inherente al sis-
tema mundial de la actualidad no se centra en las formas en que avanza

[ 154 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

la globalización en cada hemisferio, i.e. la creación de fortalezas comer-


ciales. La verdadera contradicción consiste en la pugna de intereses de las
fuerzas de la globalización y los intereses de las comunidades marginadas
de la globalización. Las subregiones se marginalizan a partir del papel
que desempeñan en la división internacional del trabajo.

Los datos y las estadísticas muestran [...] que los principales componentes de la
economía internacional siguen siendo economías nacionales en las que se profun-
dizan las contradicciones de clase, género, y etnia y además, que [...] el comercio
y la inversión continúan generando crecientes contradicciones y al mismo tiempo
interconexiones de economías que siguen siendo preponderantemente nacionales,
tratándose de un proceso que conlleva aumentos en la participación de más y más
naciones y actores sociales, políticos, étnicos y económicos afectados por inequita-
tivas relaciones nacionales e internacionales de dominación del mercado y de inver-
sión (Saxe-Fernández, 1999: 13).

El gran capital decide reubicar sus inversiones por consideraciones de


su estrategia productiva mundial dejando desempleo, contaminación y
una débil inserción estructural de la economía local a los requerimientos
del mercado mundial. El capital “vuela” hacia otros mercados cuando hay
cambios en las leyes locales que permiten controlar las actividades de las
ctn, cuando se agotan los recursos o ventajas comparativas o simple-
mente por el cambio de estrategias de desarrollo de las empresas (Sin-
claire, 1992).
El mundo globalizado se ha convertido en un lugar de exclusión
para las grandes mayorías. Debido a los efectos sociales y ambientales
del modelo económico corporativo, el fin de siglo se ha caracterizado por
importantes procesos demográficos como las migraciones masivas y la
formación de suburbios marginales urbanos.
La subregionalización parte del concepto de Kenichi Omae, que con-
sidera que el mundo actual se conforma cada vez por lo que denomina
“Region-States” (Estados región), como Bangkok, Kuala Lumpur, Jakarta,
Singapur, el norte de Italia, Gales, San Diego/Tijuana, el Parque del Trián-
gulo en Carolina del Norte y muchas más “zonas económicas naturales”
(Omae, 1990). El autor considera que ésta es la más importante novedad
histórica: el capitalismo ha hecho irrelevante a los Estados por que las
microrregiones les han dado la espalda para poder competir en el mer-
cado mundial. El acercamiento metodológico del concepto de subregión
parte de una apreciación diametralmente diferente. Si bien es cierto que

[ 155 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

los flujos mundiales han iniciado una tendencia hacia la desconexión de


las dinámicas económicas globales en ciertas áreas del mundo, el proceso
se debe no a las decisiones autónomas de los grupos económico autóno-
mos sino a las estrategias de desarrollo de las grandes ctn. Son éstas las
que finalmente deciden el papel que las subregiones deben ocupar en el
concierto internacional.

Con base en la definición de los mecanismos de integración del capital paulatina-


mente se van conformando grandes centros multirregionales de producción, defi-
nidos no por la organización espacial tradicional autónoma de los países, sino de
acuerdo con las necesidades de las empresas; las distintas opciones de planificación
nacional se toman también de acuerdo con la vocación del capital internacional, y
tal vocación define en forma artificial la orientación del espacio social (Delgadillo,
1993: 27).

O en palabras de Manuel Castells, mientras que los efectos de la economía


global alcanzan todo el planeta, “[...] su operación y estructura reales ata-
ñen sólo a segmentos de las estructuras económicas, los países y las regio-
nes, en proporciones que varían según la posición particular de un país o
región en la división internacional del trabajo” (Castells, 1999: 130).
Por otro lado, es claro que cada subregión asume un rol diferenciado
en el proceso de integración, determinándose, en palabras de Javier Del-
gadillo, el papel de los países subdesarrollados como regiones de reser-
vas: “[...] los países periféricos son tendencialmente considerados como
reservas potenciales para la integración más acabada de centros multi-
rregionales de producción, de los cuales ya existen referencias claras en
la zona de América Latina y el Caribe, y desde tiempo atrás en el Sureste
Asiático” (Delgadillo, 1993: 42).
La subregionalización tiene diversas formas de expresión. Se puede
presentar en el irracional crecimiento urbano, la dispersión de la man-
cha urbana de las megaciudades o la proliferación de los asentamientos
humanos en vastas regiones o distritos industriales. Sin embargo, todas
las formas de evolución de estos asentamientos humanos coinciden en
que no dependen de las estrategias de desarrollo nacional. En su forma
más general, la subregionalización se puede definir —en palabras de Hans
Peter Martín y Harald Schumann— como un mundo de ghettos para ricos
y enormes ciudades para los pobres (Martín y Shumann, 1998).
Es sabido que a cada etapa del capitalismo le corresponde una etapa
de organización humana. Así, tal como la sociedad industrial fue prece-

[ 156 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

dida por la sociedad rural, la sociedad global parece estar configurando


una nueva forma de comunidad. Ugo Pipitone nos aclara que:

Así como a comienzos de la edad moderna ocurrió el salto de las ciudades a las nacio-
nes, como nuevos protagonistas de la vida económica mundial, hoy según todas las
apariencias, estamos recorriendo todas las etapas iniciales de otro salto histórico: de
las naciones a las regiones como nuevos ejes de organización y regulación de la vida
económica mundial (Pipitone, 1996: 103).

Aunque el autor se refiere a la conformación de grupos hemisféricos inspi-


rados en los procesos de integración económica, su aseveración es válida
en tanto reconoce la aparición de impulsos provenientes de las econo-
mías locales. Pipitone desconoce la generación de subregiones desde las
mismas entrañas de las fortalezas económicas hemisféricas, como sucede
en la periferia de los distritos electorales, las zonas de maquiladoras en
Norteamérica o los nuevos procesos de urbanización.
Este fenómeno al que Joel Kotkin llama “demografía corporativa”, se
presenta porque “lo tecnológico, el cambio industrial y la globalización
están transformando rápidamente los lugares de vida en unidades que
compiten por la atención de los mercados indiferentes de capital” (Kot-
kin, 1997).
Por su parte, Néstor García identifica las particularidades del fenó-
meno en el contexto específicamente urbano:

La globalización nos ha conducido a imaginar de otro modo nuestra ubicación geo-


gráfica y geocultural. Las ciudades y sobre todo las megaciudades, son lugares donde
esto se vuelve intrigante. O sea, donde se desdibuja y vuelve incierto lo que antes
entendíamos por lugar. No son áreas delimitadas u homogéneas, sino espacios de
interacción en los cuales las identidades y los sentimientos de pertenencia se for-
man con recursos materiales y simbólicos de origen local, nacional y transnacional
(García, 1999: 165).

El efecto global de este proceso en la sociedad ha sido estudiado por


investigadores como Anthony Richmond. Según este autor, en el mundo
se configura un apartheid internacional, o sea, una sociedad mundial
“dual” con una minoría “globalizada” con acceso a los frutos del desarro-
llo y una inmensa mayoría cada vez más pauperizada. El fenómeno se
caracteriza por una elitización de las sociedades, una concentración de
la riqueza en pocas manos y la proliferación de la miseria en las grandes
mayorías. Esto se ve con más claridad en los países pobres pero se mues-

[ 157 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

tra como tendencia general y acelerada en las naciones industrializadas


(Richmond, 1994).
Como consecuencia de los fenómenos descritos, se está generando
una nueva geografía mundial. El nuevo reordenamiento responde a las
tendencias transnacionales y a los flujos del gran capital y trastoca el
orden social de las comunidades de naciones enteras. Sin embargo, poco
tiene que ver con las prioridades nacionales y comunitarias de desarrollo
regional.
El efecto geográfico de estos impulsos es lo que llamamos la forma-
ción de subregiones que pueden expresarse de diferentes maneras pero que
presentan la misma esencia, a saber, la dependencia directa de impulsos
globales como razón de desarrollo. A continuación se analizan tres casos
relevantes en los que las comunidades humanas se han visto fuertemente
afectadas por los flujos económicos y políticos de la globalización.

Distritos industriales, maquiladoras y megaurbes

Los impactos de los flujos globales en las diversas regiones del mundo se
expresan en la formación de nuevos tipos de aglomeraciones humanas.
En la investigación se analizan los casos de tres tipos de asentamientos
humanos: los distritos industriales, las zonas de maquiladoras y las nuevas
tendencias de urbanización.
Aunque su origen es el mismo —a saber, el impacto de las fuerzas glo-
bales— cada forma de subregionalización es caracterizada por fenómenos
particulares que se analizarán a continuación. El criterio de diferenciación
de cada forma lo constituye el papel que desempeña cada tipo de subregio-
nalización en la división internacional del trabajo (Delgadillo, 1993).
Las tres versiones de subregionalización (los distritos industriales,
las zonas maquiladoras y las megaurbes) comparten elementos comunes;
sin embargo, sus especificidades sustantivas las diferencias claramente.
En cierto sentido, las tres formas de subregionalización se presentan al
interior de cada una en diferente escala, de modo que, por ejemplo, los
distritos industriales contienen en sí zonas maquiladoras y, paralela-
mente presentan zonas urbanas con elementos de la fenomenología de
las megaurbes.

[ 158 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

Distritos industriales

Los distritos industriales representan la primera forma de subregionali-


zación analizada en el presente estudio.
Definimos al distrito industrial como una zona de prominente desa-
rrollo económico cuyo origen lo constituyen los flujos económicos inter-
nacionales. Este criterio de diferenciación es importante dado el con-
cepto de distrito industrial desarrollado inicialmente por Alfred Marshall
y retomado por Joan Trullen (1990).
Así, en su acepción original, los distritos industriales fueron concebi-
dos como propuestas de desarrollo para los países atrasados. En cambio,
en la investigación que se presenta, los distritos industriales se conciben
como formas nuevas de relocalización económico-productiva que se carac-
terizan por concentrar elementos privilegiados de la cadena productiva.
Un ejemplo de distrito industrial en el sentido expuesto lo constituye
la zona denominada la Cascadia, localizada en el Pacífico norteamericano.
La Cascadia, cuya definición geográfica más tradicional comprende
la provincia de la Columbia Británica, y el estado de Washington en los
Estados Unidos, se ha convertido en uno de los centros de desarrollo eco-
nómico más importantes del hemisferio. Históricamente, la Cascadia ha
sido una zona que se caracteriza por una identidad regionalista. Debido
a su tardía anexión a la Corona Británica, grupos separatistas de América
del Norte han intentado desarrollar una conciencia propia separatista
cuyo objetivo ha consistido en la formación de un Estado independiente
desde el siglo pasado. Este elemento se encuentra presente en la actual
definición de esta subregión (Alper, 1996).
Dicha subregión representa la décima economía del mundo según su
producto interno. La Cascadia provee empleo a ocho millones de per-
sonas en sectores económicos como la industria espacial (Boeing) y de
computación (Microsoft). En la Cascadia se encuentran cuatro puertos
de nivel mundial (Portland, Tacoma, Seattle y Vancouver) que son los
puntos norteamericanos más cercanos a Japón, Hong Kong y China. La
Cascadia puede explicarse como producto de la interacción entre dos de
las fuerzas más importantes de la globalización, el área de Libre Comer-
cio de América del Norte y la Cuenca del Pacífico. Por el papel relevante
que le ha sido asignado en la nueva división internacional del trabajo y
en los procesos de reproducción mundial ésta zona representa un claro

[ 159 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

ejemplo de los procesos de formación y consolidación de lo que hemos


denominado subregiones.
El sello distintivo de los distritos industriales se deriva de su fun-
ción en el sistema transnacional. Se trata de una inserción privilegiada al
esquema corporativo por el papel que tienen dentro de la división inter-
nacional del trabajo como proveedores de alta tecnología y de servicios
especializados con alto valor agregado.
El análisis de la subregión de la Cascadia ilustra esta particularidad.
La evolución de las relaciones económicas y políticas de los hemisferios
en la época actual ha sido extensamente estudiada. Aquí sobresalen los
análisis de la interacción de los gobiernos de la región para la promoción
de las ctn, el rol que desempeña el Pacífico norteamericano en el pro-
ceso de competencia y complementariedad de la agenda corporativa y las
relaciones financieras de los dos superpoderes de la región: Japón y los
Estados Unidos (Bartra, 1993; López, 1997).
El sistema económico del Pacífico norteamericano, impulsado por
las fuerzas de la globalización comprende la existencia de relaciones de
interdependencia entre las economías de México, eu y Canadá con las de
los países de la Cuenca del Pacífico. El reordenamiento hegemónico del
área requirió de transformaciones importantes en la división internacio-
nal del trabajo y en la lógica productiva hemisférica (Gutiérrez, 1990:
43). En este sistema, la economía del estado norteamericano de Califor-
nia ha sabido ganar la posición más importante constituyéndose como el
principal centro de manufactura de los recursos naturales de importación
o de la elaboración final de productos semielaborados, prioritariamente
de la industria maquiladora.
Para México, el auge norteamericano ha significado la consolidación
de su sector externo. Además, debido a que la economía norteamericana
se ha convertido en un fuerte imán de la inversión extranjera, la economía
mexicana ha tenido que competir haciendo más flexibles sus condiciones
de acceso. México es un mercado que interesa a la inversión financiera y
productiva, mientras que Asia es atractiva para la inversión de plantas
productivas. Además, en México la inversión tiene que sostener remesas
financieras que salen al exterior, lo que hace que el nivel de ahorro sea
bajo e ineficiente a diferencia de la maquinaria económica asiática. Por
otro lado, la liberalización asiática en el comercio exterior fue estratégica
y no indiscriminada como sucedió en México. Otro punto importante ha
sido el hecho de que en los países asiáticos se ha hecho un esfuerzo por la

[ 160 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

calificación de los recursos humanos y el desarrollo de la infraestructura


así como la distribución menos inequitativa de la riqueza.
Por la magnitud de su mercado, los eu tienen un papel definitorio
en la determinación de las diversas interacciones que cada subregión
adquiere. Las reglas del comercio que dicta el gran mercado norteameri-
cano (en la práctica y en las leyes) constituyen el instrumento fundamen-
tal de esta configuración.
Un elemento importante que podría ayudarnos a determinar dicho
fenómeno es el efecto de las fracciones 9802.00.60 y 9802.00.80 del
Sistema Armonizado de Tarifas de Estados Unidos (conocidas como las
fracciones 60\80). Alejandro Álvarez considera que este instrumento
analítico nos puede ayudar a entender el grado de descentralización de
las actividades económicas de las compañías estadounidenses, la diver-
sificación de los procesos productivos y la división regional del trabajo a
través de las fronteras.
Según el investigador, las fracciones 60/80 “… registran el comercio
exterior de los eu con artículos parcialmente procesados en otros países
con partes norteamericanas” (Álvarez, 1990).
El crecimiento del peso específico del comercio regional entre
Canadá, eu y México bajo estas fracciones en los últimos años (17% del
total del comercio de eu en 1987) señala el aumento de la importancia
de los fenómenos de subcontratación (la llamada maquilización) como
parte de la estrategia de los eu por aprovechar las ventajas comparativas
de los socios comerciales en un intento por mantener sus posiciones de
competitividad.
En este proceso, dadas las similitudes en la composición de las expor-
taciones mexicanas y canadienses hacia el mercado norteamericano, el
Tratado de Libre Comercio ha generado una competencia entre estos dos
países. Específicamente se traslapan las industrias de autopartes, partes
eléctricas, muebles, equipo de telecomunicaciones y otros.
La triangulación económica entre las subregiones del hemisferio
comprende diversos tipos de participación funcional. La Cascadia cons-
tituye un ejemplo importante del efecto de la competencia y la comple-
mentariedad que conlleva al fortalecimiento de la economía hemisférica
en el concierto internacional.

[ 161 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

Las zonas maquiladoras

Las zonas de producción maquiladora constituyen la segunda forma de


subregionalización analizada en la investigación.
En el año 2000, existían en el mundo más de 800 zonas maquiladoras
que daban empleo a 27 millones de personas (Martínez, 2000: 2).
Morales destaca que: “el impacto territorial del desarrollo de la
maquila es enorme, pues ha transformado regiones y formado centros
industriales” (Morales, 2000: 75).
La industria maquiladora en realidad no es una “industria” sino que
constituye un servicio o un régimen de producción. Una maquiladora es
una planta de ensamblaje que goza de ciertas condiciones preferenciales
en materia fiscal, y de legislación laboral y ambiental. El modelo ensam-
blador puede ser aplicado a prácticamente cualquier esfera de la econo-
mía. Una zona maquiladora está formada por una multitud de empre-
sas de subcontratación para el ensamblaje las cuales gozan, por diversos
motivos, de condiciones especiales de funcionamiento. Son estas condi-
ciones las que le dan a la industria maquiladora de exportación (ime) su
relativa homogeneidad (Ceceña, 1980).
Lo que hace diferente a la “maquiladora” de cualquier industria son sus
condiciones de operación. Sin estas condiciones la maquila competiría en
igualdad de circunstancias con el resto de la industria nacional. En realidad,
para poder estudiar a la maquila con rigor, se tendría que “desagregar” al
sector manufacturero y colocar, a cada planta, en su rama correspondiente
(por ejemplo, en la industria alimentaria, juguetera, etcétera).
En México, las condiciones de operación han variado a lo largo del
tiempo desde que la ime empezó su funcionamiento. La razón de esta
evolución la constituyen los diversos fines socioeconómicos que se pre-
tendieron cumplir con su impulso en cada etapa determinada. De ahí que
las implicaciones y consecuencias de la maquiladora varíen en el tiempo
(Alcocer y Levy, 1983).
La característica fundamental de la ime entendida como subregión
la constituye su tipo de inserción en el esquema productivo de la globali-
zación. En el caso de México, esta inserción se presenta en particular a la
maquinaria económico-financiera de los Estados Unidos.
La diferencia entre las zonas maquiladoras y los distritos industria-
les, analizados previamente, se centra en el papel que cada una de estas
subregiones juega en la división internacional del trabajo.

[ 162 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

Los distritos industriales se integran al sistema global de manera


relativamente ventajosa. En el caso de la subregión “zona maquiladora”,
como veremos, la integración a la globalización se presenta de manera
subyugada para la zona receptora.
El principal nicho de participación de esta variante de subregionali-
zación lo constituye la mano de obra barata de poca calificación.
Por otro lado, la maquiladora disfruta de otros incentivos como la
utilización de las ventajas económicas que proporciona la deficiente regu-
lación laboral y ambiental, las exenciones arancelarias y fiscales, los pre-
cios subsidiados en la compra de recursos como la energía, agua y en el
uso vías de comunicación en las zonas de su funcionamiento. Además, la
ime tradicional funciona con tecnología obsoleta, ocasiona un alto costo
socio ambiental y utiliza mano de obra mayoritariamente femenina sin
tradición de organización.
La mayor parte de la ime se concentra en la frontera norte del País,
debido a su dependencia de la economía de los eu.
De hecho, como afirma Castañeda: “Más que un sector de la econo-
mía mexicana orientado hacia el exterior, las maquiladoras parecen ser
una extensión de la economía norteamericana en territorio nacional”
(Castañeda y Pastor, 1989: 284).
Es esta característica la que determina que se considere a la región
donde se ha instalado la ime una subregión en el sentido que se plantea
en la investigación. Recordemos que una subregión constituye una relo-
calización geográfica de eslabones de la cadena productiva que depende
prioritariamente de los flujos internacionales. La subregión denomi-
nada “zona maquiladora” constituye una subregión caracterizada por la
influencia económico-social que ocasiona el funcionamiento de plantas
tradicionales de ensamblaje subcontratadas preferentemente con los eu.
Dada su importancia para comprender el fenómeno de la globaliza-
ción, es fundamental entender el lugar que ha ocupado la maquila en el
desarrollo económico de México.
El papel específico de la ime siempre ha dependido del contexto
internacional. Se puede afirmar que, desde los inicios de la integración
norteamericana, la “pertinencia económica” de su implementación ha
correspondido a las necesidades estratégicas de las elites del país.
Así en sus orígenes, la estrategia maquiladora tuvo los siguientes
objetivos:
• Debilitar el aislamiento socio-económico de la zona norte.

[ 163 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

• Cambiar su perfil productivo promoviendo el sector industrial.


• Captar el empleo de la alta tasa migrante.

De ahí que las condiciones previstas en el Programa de Industrialización


de la Frontera Norte de 1965 previeran que las empresas maquiladoras
importaran materias primas y productos semiterminados de eu y reex-
portar la totalidad de su producción sin pagar los impuestos habituales
de importación y exportación. Las maquilas tenían la restricción de esta-
blecerse en una zona de 20 kilómetros a lo largo de la frontera norte y
en parques industriales administrados por el Programa Nacional Fronte-
rizo (Pronaf); debían rentar sus locales y la parte extranjera de su capital
social no podía rebasar 49% de las acciones (Fuentes, 1992).

Tal contexto propició el desarrollo de establecimientos relativamente rudimentarios


con un nivel muy bajo de inversión de capital, donde las materias primas y los pro-
ductos semiterminados provenientes del país contratista eran ensamblados y trans-
formados. Estos productos una vez terminados o parcialmente elaborados tenían
que ser regresados al país de origen con un tratamiento aduanal especial, es decir
gravando sólo el valor agregado de las operaciones de ensamble o de transformación
efectuadas en México (Alcocer y Levy, 1983: 13).

La implementación de este tipo de arreglo tuvo como origen el inicio de


una nueva etapa del desarrollo capitalista en la región. Gracias al desarro-
llo tecnológico se hizo necesaria y posible la fragmentación de la produc-
ción haciendo cada vez más real la utilización de las ventajas comparati-
vas. A escala global esto abrió nuevas perspectivas para las grandes ctn.
En ese periodo de expansión capitalista surgieron y se consolidaron
los criterios tecnológicos para la movilidad de este tipo de unidades pro-
ductivas. Nos referimos a la abundancia de mano de obra barata y poco
calificada, pero también la existencia de políticas económicas favorables
en los países receptores tales como ventajas fiscales, bajos costos de
transporte, financiamiento preferencial en el desarrollo de infraestruc-
tura, etcétera (Arriola, 1980: 50).
Para los países receptores el impulso de la maquila representó la
posibilidad de acceder a un modelo novedoso de industrialización que
supliera al agotado esquema de “sustitución de importaciones”.
Debido a que las ramas susceptibles a la maquilización eran las de
mayor expansión, la maquila abría nichos cuya utilización podría servir,
si se aplicaban políticas eficientes, para insertar a la las economías nacio-

[ 164 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

nales al mercado mundial en condiciones menos desfavorables. Esto se


daría con la condición de que las políticas de desarrollo económico del
país receptor generaran un contexto propicio para la integración del sec-
tor maquilador al aparato productivo nacional, para el incremento de la
calificación de la mano de obra y del nivel tecnológico de la producción
(Fajnzylberg, 1987).
A diferencia de los llamados “tigres asiáticos” (Corea, Taiwán, Singa-
pur y Hong Kong), en México la aplicación de políticas incoherentes hizo
abortar el proyecto. La implementación de las políticas que impulsaron a
la ime en México no sólo propició un alto impacto socio-ambiental sino
que no cumplió, como veremos, con ninguno de los objetivos planteados
(Domínguez, 1989).
El investigador Carrillo ha planteado una periodización de la exis-
tencia de la industria maquiladora de exportación (ime) que toma como
referencia el marco jurídico de su desarrollo. Según él, la maquila se ha
desenvuelto en cuatro etapas.
La primera comienza en 1965 y tiene como objetivo ser un paliativo
para el desempleo y se inicia con la negativa del gobierno norteameri-
cano de continuar con el programa de braceros. Culmina en 1974 con el
periodo conocido como la crisis de la maquiladora. Como resultado, pri-
mero se institucionaliza y después se consolida la estrategia “transitoria”
o de emergencia.
Al desarrollo de la maquila contribuye igualmente la aplicación en
eu de las tarifas 806.30 y 807.00 del Código Arancelario de ese país para
el reingreso de materias primas o componentes enviados fuera para su
procesamiento.
La segunda etapa, considerada como la etapa de la crisis, cubre desde
mediados del 74 hasta fines del 76. En esta época se evidenció la inesta-
bilidad de las maquiladoras y se consolidó su dependencia de la economía
estadounidense. En su tiempo se denunció que estas “industrias golon-
drinas” eran intensivas en mano de obra barata y fácilmente traslada-
bles en el tiempo y el espacio, por lo tanto altamente desestabilizantes.
Los niveles de empleo descendieron dramáticamente en esos años. El
discurso oficial se radicalizó en contra de la estrategia maquiladora pero
en los hechos y de manera pragmática se implementaron una serie de
medidas que hicieron al país más atractivo para la inversión maquiladora
(apertura de las condiciones de inversión y producción).

[ 165 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

La tercera etapa, denominada de desarrollo fronterizo, comienza a


principios de 1977 y termina en 1983 cuando da un nuevo decreto de la
industria maquiladora de exportación (ime). En esta época se le da un
desarrollo sin precedente al sector no sin “desconocer” su grave impacto
socio-ambiental. Se plantea que debido a esto “no se puede fincar el desa-
rrollo nacional en la industria maquiladora de exportación”.
Es en este periodo de “maquilización salvaje”, en que se dan los peo-
res efectos del modelo y, paradójicamente, cuando se le brinda mayor
impulso.
Los vínculos de la ime con los requerimientos de reproducción del
capital norteamericano se hacen cada vez más evidentes. Como nos dice
Jorge Castañeda: “…el hecho de que 1982 a 1986 mientras la economía
mexicana tuvo un crecimiento agregado casi de -4 % al año, la industria
maquiladora de exportación haya crecido casi al 10% anual es prueba no
de su dinamismo sino que no forma parte del todo de la economía nacio-
nal” (Castañeda, 1999: 284).
Finalmente, la cuarta etapa, denominada “maquiladoras, industria
permanente”, abarca desde agosto de 1983 hasta el Tratado de Libre
Comercio. Simboliza la transición hacia el modelo de industrialización
para la exportación, y la transformación de la ime de una industria tran-
sitoria a una estable.
En este periodo se abandona la política destinada a una mayor inte-
gración nacional y se permite la venta de 20% del producto de la indus-
tria maquiladora de exportación en territorio nacional. Es decir, en los
hechos se pasa de la política del “fortalecimiento de la industria mexicana
a través de la integración nacional” a la de la “generación de divisas y a la
competitividad a través de la modernización tecnológica y organizativa”.
Las presiones de los organismos financieros internacionales obligan a
México a realizar el llamado ajuste estructural y a realizar una de las aper-
turas comerciales más violentas de la historia económica mundial. Esto,
sin duda, es el principal determinante del desarrollo maquilador.
A finales de siglo, se consideró a la maquiladora como base del desa-
rrollo fronterizo y modelo de industrialización para todo el país. Lo ante-
rior se evidencia por los resultados del Tratado de Libre Comercio en la
estructura de la economía mexicana.
Tradicionalmente, el modelo exportador mexicano ha dependido de
los ciclos financieros y de las devaluaciones propiciadas por las recurren-
tes crisis. Esta es la razón de la baja inducción de las estructuras exporta-

[ 166 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

doras en la economía. A pesar de que las maquiladoras llegaron a aportar


40% de las exportaciones, se sabe que tan sólo 3% de los insumos corres-
ponden a la industria nacional (a diferencia de países como China donde
aporta 30%).
Después de la regulación hemisférica propiciada por el tlcan, la eco-
nomía mexicana sufrió una transformación caracterizada por la depen-
dencia de los flujos económicos y financieros internacionales y conse-
cuentemente por la proliferación de la ime al grado que algunos expertos
han considerado que la economía mexicana vivió un proceso de maquili-
zación (Martínez, 2000: 2).
La maquila es considerada la expresión más pura del libre comercio
de la globalización. En ella se concentra la esencia del fenómeno: la maxi-
mización de las condiciones de producción para los grandes monopolios
transnacionales y la carencia de responsabilidades sobre sus impactos
socioambientales (Sinclair, 1992).
En el caso de México, se ha consolidado una alianza estratégica hemis-
férica con la economía de los eu, en donde el papel asignado a México
consistió en establecer un gran aparato maquilador. El principal móvil de
la evolución de la ime mexicana es el intento por elevar la competitividad
de los productos norteamericanos en el mercado mundial. La maquila
de la frontera mexicana representa en los hechos un New Industrialized
Country (o nic, del tipo Corea o Singapur) ya que representa una planta
exportadora de los eu al comercio mundial, facilitando el desempeño en
territorio mexicano de empresas subcontratadas provenientes de otros
países con presencia en la economía norteamericana (López, 1997: 101).
Tal es la esencia de la teoría de la subregionalización.
En la lógica de consolidación de una estructura productiva hemis-
férica podría pensarse que los tratados comerciales de tercer nivel, con
naciones más atrasadas económicamente, jugarán el papel de correas de
transmisión por medio de las cuales puedan trasplantarse al sur las ver-
siones más arcaicas de la maquila, tratando de ocupar en México nichos
especiales que proporcionen mejores condiciones para la integración con-
tinental (Eden, 1991; Green, 1998).
En esta línea de análisis, podría existir la posibilidad de que las
maquilas ofrezcan una oportunidad para la inserción más moderna de
la economía nacional a la globalización, a través de la nueva maquila. La
evidencia demuestra que, con el desarrollo de la división internacional
del trabajo, se ha generado una nueva tendencia maquiladora. Esta nueva

[ 167 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

maquila se caracteriza por una inserción diferente a la maquinaria eco-


nómica de la globalización. Las nuevas plantas son poco intensivas en el
uso de mano de obra descalificada y tienen altos niveles de tecnificación.
Las “nuevas maquiladoras” se caracterizan por:
• Una producción basada en operaciones intensivas de capital y de alta
tecnología.
• Requerimientos de personal con alta capacitación.
• Cambios de la estructura de género en el personal (Otero, 1994).
• Orientación productiva a la producción de instrumentos y aparatos
electrónicos de alta precisión para uso militar y civil, y equipo eléc-
trico para la industria automotriz.
• Plantas gemelas de gran escala.

Este modelo representa un intento estratégico por acceder al mercado


mundial con argumentos diferentes a la mano de obra barata y de baja
calificación.
Sin embargo, el modelo maquilador característico en México es el tra-
dicional (Ímas, 1990; Mungaray, 1990). La “nueva maquiladora” es un
fenómeno marginal y está concentrado en áreas no fronterizas. Por su
volumen productivo relativo, su participación en el empleo y otros pará-
metros de desempeño es fácil determinar que la “nueva maquiladora” no
constituye el modelo impulsado por las estrategias oficiales de inserción
a la globalización en México. Patricia Wilson y Octavio Pineda han calcu-
lado que de 1990 a 1996 el peso específico de esta modalidad de maquila-
dora permaneció constante en 20% del total (Wilson, 1996).
Al respecto, Luján señala que:

[…] la creación de empleos, medianamente remunerados ubicados principalmente


en la zona fronteriza norte, son la ventaja principal que ha tenido México en la apli-
cación del programa de la industria maquiladora de exportación. A pesar de ello la
rentabilidad social se ve opacada por los factores de salud y desarrollo nacional, que
se ven planteados en cada caso […] Es decir que hablamos de empleos precarios a un
costo social elevado (rmalc, 1991: 3).

La estrategia de la ime en nuestro país ha sido desarrollada para consoli-


dar los vínculos de dependencia y subyugación de nuestra economía a los
intereses de los monopolios estadounidenses.
Veamos algunos signos de esta estrategia hemisférica:

[ 168 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

Si bien por un lado no existe en el Tratado de Libre Comercio un


apartado específico de negociación en relación con las condiciones de la
industria maquiladora, en la negociación particular existen provisiones
legales de control para evitar una triangulación de maquiladoras euro-
peas o asiáticas en el mercado norteamericano vía México: los llamados
drawbacks (Álvarez, 1990).
Por otro lado, se pueden constatar un par de tendencias importantes
coadyuvantes al proceso de maquilización:
• La reducción de los costos totales de ensamblado ha impulsado la
relocalización de las plantas hacia México ya que su manufactura
los hace más competitivos que fuera del área del Tratado de Libre
Comercio (debida a la progresiva eliminación de las tarifas de los pro-
ductos que se destinan a ambos países).
• Las empresas de la ime que hacen uso de la maquinaria y equipo
producido fuera del mercado del Tratado de Libre Comercio con el
tiempo verán incrementar sus costos, pues deberán pagar impuestos
sobre esta maquinaria a partir del 1° de enero del año 2001. En con-
traparte la maquinaria y equipo usados en la industria maquiladora
de exportación (ime) podrá ser importada a México libre de impues-
tos, aunque temporalmente. Por ello, las maquilas de otros países
tendrán desventajas competitivas a consecuencia de las reglas de ori-
gen establecidas en el Tratado de Libre Comercio, y se verán obliga-
das a trasladar sus operaciones de producción a los países miembros
del Tratado de Libre Comercio, a empujar a sus proveedores a hacerlo
o a buscar proveedores locales que los reemplacen.

Por lo anterior es claro que al no romperse la relación de subyugación de


los intereses corporativos de los eu, la maquila constituye un enclave de
los intereses de las ctn de los vecinos del norte.
La ime tiene pocas probabilidades de convertirse en un impulso para
el desarrollo, o de promover una inserción de la economía mexicana
menos desfavorable para nuestro país. Tal situación se debe, cuando
menos, a que la implementación de las maquilas no ha ido acompañada
de políticas que garanticen la transformación deseada. Mientras se sigan
implementando políticas de restricción salarial y no se realicen verdade-
ros esfuerzos para integrar a la ime al aparato productivo nacional no se
podrá tener influencia en el tipo de modelo maquilador que se habrá de
impulsar en nuestro país.

[ 169 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

Por otro lado, el modelo maquilador tradicional característico en


nuestro país presenta limitaciones importantes que lo vuelven obsoleto,
inclusive en el escenario de la integración a la división internacional del
trabajo a futuro:
• Debido a la dinámica del mercado mundial, la creación de empleos
que genera la maquila es hoy de carácter circunstancial y desligado de
estrategias estables de desarrollo.
• El factor mano de obra de baja calificación es cada vez menos impor-
tante en la estructura de costos de las ramas de punta.
• Por la misma razón el crecimiento de la maquila ha sido anárquico e
insuficiente.
• Los tradicionales bajos niveles de interconexión entre la economía
tradicional y la maquila impiden un proceso de encadenamiento de la
economía nacional.

Resumiendo, podemos afirmar que la industria maquiladora de exporta-


ción ha traído las siguientes consecuencias a la sociedad mexicana:
• Relativo incremento de empleos aunque poco significativo a escala
nacional.
• Dependencia externa de crecimiento.
• Ineficiente inversión pública en la región (evaluando su rentabilidad:
gasto/ beneficio y no el impacto social).
• Tradicional predominio de trabajo de baja calificación.
• Transferencia de tecnología de poca magnitud o importancia.
• Escasa interrelación con el aparato productivo nacional.
• En general, malas condiciones de trabajo y de vida para los trabaja-
dores.
• Deterioro ambiental.
• Situación adversa en las relaciones gremiales o sindicales para los tra-
bajadores.

El impacto socioambiental que ocasionan las zonas maquiladoras a lo


largo del mundo es parecido.
Castañeda afirma que las zonas maquiladoras se caracterizan por:

[...] las tensiones [...] a la infraestructura de la región. La concentración de las plantas


en pocas ciudades está creando cuellos de botella que en los próximos años impon-
drán límites al programa, tanto la generación de energía eléctrica como el parque

[ 170 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

industrial, las líneas telefónicas, los transportes públicos, la oferta habitacional y


los puentes internacionales están a los límites de su capacidad. En 1983, más de la
mitad de las plantas existentes estaban ubicadas en sólo tres ciudades: Ciudad Juá-
rez, Tijuana y Mexicali, los tres —así como la mayoría de las poblaciones donde ha
habido aumentos sustanciales en el número de fábricas— en la mitad occidental y
próspera de la frontera (Castañeda, 1989: 283).

Vázquez analiza la integración transfronteriza utilizando el concepto de


corredor industrial, comercial y de infraestructura. En su estudio, el inves-
tigador considera que el “[…] nacimiento de ciudades en la frontera mexi-
cana, históricamente está muy vinculado con las posibilidades de desarro-
llo que experimentaban las entidades del sur de Estados Unidos [...] des-
taca la simbiosis que se da entre Tijuana-San Diego; Nogales-Nogales; Cd.
Juárez-El Paso; Nuevo Laredo-Laredo (Vázquez, 1999: 134-135).
Estos territorios se caracterizan por una dualidad en lo que respecta
al nivel de desarrollo, dejando el impacto socioambiental nocivo del lado
mexicano de la frontera. Sin embargo, dada la interrelación entre los
diversos elementos de la subregión, los cuellos de botella en materia de
recursos y medio ambiente, infraestructura y capacitación representan
poderosas limitantes al desarrollo.

Las megaurbes

El surgimiento de nuevas tendencias en los procesos de urbanización


constituye un caso especialmente importante de los procesos de subre-
gionalización.
Al reordenar los mecanismos productivos mundiales, al debilitar las
atribuciones de los Estados nacionales, la globalización tiene un efecto
significativo en algunos de los procesos modernos de urbanización, asig-
nándoles papeles históricamente específicos en la acumulación mundial
del capital. Lo anterior fue observado por Simmons: “la magnitud y la
ubicación del crecimiento urbano —de ahí los cambios en la estructura
de los sistemas urbanos— depende mucho de los cambios en las relacio-
nes externas del país; de este modo, la ubicación de los sitios que crecen
o que no crecen se determina por las peculiaridades de los cambios en el
comercio exterior (Aguilar y Rodríguez, 1997: 25).
El proceso de urbanización a finales del siglo xx se caracteriza por
la consolidación y crecimiento de las grandes concentraciones urbanas
conocidas como ciudades globalizadas, megaurbes o ciudades-región según

[ 171 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

el autor que se cite.4 Estas megaurbes son aquellas en las que la ciudad
tradicional se ha convertido en la conexión con las redes mundiales de la
economía, las finanzas y las comunicaciones. Este hecho, la dependencia
de los fenómenos globales, es el que nos permite considerar a las megaur-
bes como una forma de subregionalización.
García define la esencia de las nuevas grandes ciudades como “la
interacción constante entre agricultura, industria y servicios en base a
procesos de información (tanto en la tecnología como en la gestión y la
comercialización) [...] las grandes ciudades son el gran nudo en donde
se realizan estos movimientos” (García, 1994: 27) “…y por el acelerado
crecimiento de ciudades satélites medias, las cuales, en su conjunto, con-
solidan los nodos urbanos.”
En una economía mundial cada vez más interconectada, las nuevas
aglomeraciones desempeñan un rol estructural, cuya función depende
del papel asignado a ellas en la nueva división internacional del trabajo.
En ausencia de la capacidad rectora de los Estados nacionales las grandes
ciudades retoman una gran importancia en la reproducción del capital,
conformando una red global.
En este sentido, Jacobs afirma que: “...las economías nacionales con
conjuntos heterogéneos de regiones pobres y ricas, de situaciones reales
y ficticias, de economías eficientes e ineficientes [...] no ofrecen condi-
ciones para el planeamiento económico. Las economías urbanas son, en
cambio, conjuntos concreto, reales, unidos por relaciones reales y visi-
bles” (Neira, 1996: 61).
Así, según Friedman, la globalidad se caracteriza por:

a) La emergencia de ciudades mundiales que articulan economías regionales,


nacionales e internacionales y que sirven como nodos de organización del sis-
tema económico global.
b) La existencia de un espacio mundial de acumulación capitalista que excluye a
las más grandes regiones de la Tierra, que viven en condiciones de subsistencia.
c) La intensa urbanización e interacción social y económica de las ciudades mun-
diales.
d) Un ordenamiento jerárquico de las ciudades globales en función de la importan-
cia de las economías que comandan.

4. Priscilla Connolly cuestiona el concepto de megalópolis para designar los procesos urbanos
regionales en torno a la ciudad de México y los estados centrales en su texto “¿Cuál megalópolis?”
(en Delgado, 1999). En nuestra investigación se evita la discusión sobre la validez del concepto,
asumiendo que se trata de una aplicación pragmática del mismo.

[ 172 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

e) La presencia dentro de las ciudades mundiales de una “clase capitalista transna-


cional con una cultura cosmopolita y una ideología consumista que crea conflic-
tos con clases subalternas de intereses territoriales más definidos localmente,
cuyo acceso a la clase transnacional está cerrado (Idem: 62).

En una economía intensamente globalizada, las principales áreas metropo-


litanas son los escenarios que conectan entre sí a las diversas sociedades.
En la era de la globalización los espacios urbano-regionales se con-
solidan y fortalecen. Como apunta Katz, en el contexto de la globaliza-
ción “[…] aquellas regiones que cuentan con sectores de la actividad eco-
nómica, en las cuales por tener ventajas comparativas, se presenta una
expansión relativa y absoluta, también experimentarán un mayor creci-
miento de su producción” (Katz, 1998: 59).
La globalización constituye un factor determinante en el desarrollo
de algunas de las más importantes formas de urbanización de la actua-
lidad. Se trata de un fenómeno vinculado con la nueva división interna-
cional del trabajo que asigna importantes papeles en la acumulación del
capital corporativo a las megaurbes: el factor transnacional se ha vuelto
determinante en algunos de los procesos modernos de la urbanización.

La naturaleza rápidamente cambiante de las ciudades, en tanto las incorpora a


la búsqueda capitalista de mano de obra, recursos y amplios mercados, refleja las
amplias transformaciones que ocurren bajo la globalización. Sin embargo, la pers-
pectiva político-económica no está dirigida exclusivamente a la escala macro (lo
supranacional y lo global); también se aplica a escala nacional y urbana. La perspec-
tiva político-económica de la globalización expande el concepto del cambio global
(Hilbert y Lawson, 1996).

La globalización ha acentuado este proceso logrando la desarticulación


de las ciudades de su entorno nacional y las ha conectado a un sistema de
red global en donde desempeñan un papel predeterminado por los flujos
financieros y económicos transnacionales. Con la transnacionalización
de las economías, los monopolios han logrado sincronizar sus políticas de
desarrollo en las plantas localizadas en las ciudades, logrando estrategias
comunes sobre políticas de financiamiento, repatriación de ganancias y
de estructura de costos de acuerdo a los objetivos concretos de la matriz
(Castells, 1999: 120).
La noticia histórica consiste en la entronización de intereses trans-
nacionales en la visión del futuro urbano-subregional. Las consecuencias
ambientales y culturales de este proceso, la abrupta ruptura de las tradi-
[ 173 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

ciones y valores comunitarios en las ciudades de la globalización debido


a la intromisión de relaciones y prácticas productivas ajenas a las de la
comunidad constituye el drama de las ciudades de los países con fuerte
presencia del capital transnacional.
Expliquemos ahora la racionalidad económica del proceso de las
megaurbes concebidas como subregiones.
Diversos autores han desarrollado fundamentos teóricos para la
explicación de las megaurbes en relación con el proceso de la interna-
cionalización. Así, Camas señala que la “descentralización característica
de las modernas megaurbes es sinónimo de fragmentación o desarticu-
lación de la economía y del sistema urbano [...] está ligado al proceso de
internacionalización de los procesos productivos de las corporaciones
trasnacionales” (Camas, 1999: 18).
La tesis central de esta interpretación considera que existen ciudades
globales que no son otra cosa que

[…] sitios de servicios al productor y mercados financieros para la compra y venta de


títulos, en los que florecen simultáneamente la economía informal y los mercados
de trabajo de tiempo parcial como elementos permanentes de su estructura econó-
mica. Así mientras poseen el sector económico más vigoroso, son escenarios de la
más acentuada polarización del ingreso […] frente a este bien articulado sistema
constituido por un pequeño número de centros de control regional, espacio natural
del capital global, yace el espacio desarticulado de la mayor parte de las regiones y de
la población del mundo en un estado de sobrevivencia: la periferia marginalizada y
fragmentada (Camas, 1999: 19).

Los grandes nodos urbanos se han extendido geográficamente alber-


gando tanto a poblaciones aledañas (conurbación) como formando nue-
vas manchas urbanas (metropolización) (Pradilla, 1997: 5).
Esta nueva forma de evolución de las ciudades sugiere la posibilidad
de que en sus espacios las nuevas megaciudades puedan ser analizadas
desde la perspectiva de las subregiones en aquellos aspectos y mecanis-
mos en los que los flujos transnacionales sean determinantes.
El fenómeno de la creación de las megaurbes no debe restringirse a
las externalidades. Strope (1999) considera que factores internos, pro-
pios del modelo capitalista, inciden de manera importante en esta ten-
dencia. Tanto los procesos que llevan a la concentración como los que
producen la dispersión se derivan de los impactos de fenómenos internos
y externos.

[ 174 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

Si bien (el capital) establece grandes complejos industriales en los alrededores de las
metrópolis y paga salarios más elevados que las empresas nacionales, los empleos
que proporciona son relativamente reducidos, mientras que la mayor parte de los
trabajadores son empleados por millares en pequeños establecimientos [por otra
parte] tiene lugar un movimiento reconcentrador descentralizador impulsado por la
progresiva instauración del régimen de producción flexible [...]
Por una parte se refuerzan las tendencias concentradoras en las grandes metró-
polis, en las así llamadas “ciudades mundiales” [...] por otra resurgen los “distritos
industriales” pero alejados [...] pues los procesos productivos organizados en un sis-
tema flexible no dependen de las economías de aglomeración de los viejos centros de
producción (Camas, 1999: 15).

Además, el crecimiento demográfico de la mancha urbana es condición


necesaria mas no suficiente para concebir a una ciudad como una ciudad
global aunque la migración producida por el impacto de las políticas neo-
liberales es un elemento muy importante en este proceso.
La globalización desarticula el sistema urbano nacional (Pradilla,
1997). Sin embargo, el impacto de la globalización es diferenciado. En
los países desarrollados, los flujos mundiales han creado las “ciudades
globales”, concebidas como centros donde se “hace” la globalización (Par-
nreiter, 1998). Es decir, las megaurbes desarrolladas se caracterizan por
ser los lugares donde se realiza la gestión corporativa, donde se estable-
cen las bases de los mercados financieros así como patrones culturales y
de comportamiento global. Aunque los contrastes sociales aparecen en
estas grandes urbes del tipo de Londres, Nueva York o París, la riqueza
es abundante.
En el Tercer Mundo no se utiliza el término de ciudad global para
referirse a las grandes urbes de nuevo tipo. Aquí se habla de megaciu-
dades. En los países pobres, estas megaciudades se caracterizan por un
enorme peso específico de la economía informal (Safa, 1999), por gigan-
tismo, discontinuidad, fragmentación, privatización, exclusión, conflicti-
vidad, violencia, vulnerabilidad y contaminación (Pradilla, 1997).
Barkin señala la particularidad que los “enclaves urbanos” de los paí-
ses subdesarrollados en este proceso de la globalización.

La economía mundial está reubicando las actividades productivas e incorporando


afortunados trabajadores a los nichos privilegiados por el proceso económico. Los
países ricos del mundo “desarrollado” están aceptando en su rebaño algunos encla-
ves urbanos o fuentes de recursos. Si bien los históricos centros de poder y riqueza
de Latinoamérica siguen dominando la nueva jerarquía, están brotando nuevos ejes

[ 175 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

regionales a medida que los financieros locales logran atraer capital internacional
hacia las oportunidades generadas por el sistema comercial globalizado. Las orga-
nizaciones de desarrollo multilateral están alimentando el ritmo desenfrenado del
desarrollo, financiando enormes proyectos de infraestructura que aceleran la con-
centración del control y la centralización de la riqueza (Barkin, 1999: 240).

Así, la dinámica de desarrollo de las nuevas ciudades del Tercer Mundo


se caracteriza por la desarticulación de las grandes ciudades tradiciona-
les y por la formación de ciudades red o nodos en los que se presentan
espacios (temporales, geopolíticos y económicos) en donde los impulsos
globales rigen el orden socio-económico y cultural (Camas, 1999: 8).
La globalización se caracteriza por la reorganización económica mun-
dial y los cambios en la expresión espacial del capitalismo. Por ello es de
suponer que tanto las ciudades globales del mundo desarrollado como
las megaciudades de los países pobres tengan un lugar específico en el
sistema global.
Asuad (1997:93) señala que:

El impacto de las megaciudades es determinante en el desarrollo económico, ya que


orienta el comportamiento económico de megarregiones, territorios que concentran
varias megaciudades, las cuales pueden formar un sistema espacial que da lugar a la
forma y estructura territorial de la organización de la producción, consumo e inver-
sión de las economías, determinando el uso de los recursos naturales y las condicio-
nes de sustentabilidad de las mismas.

En este contexto las megaciudades del mundo subdesarrollado son tam-


bién lugares clave para la globalización y se sitúan en niveles de poder
geopolítico e influencia de un peso relativo sustancial (Parnreiter, 1997).
Para determinar los parámetros descritos es necesario establecer los
cambios sufridos por una determinada megaurbe con el impacto de la
globalización, hay que determinar las funciones que tiene una ciudad en
el contexto internacional, su papel en el sistema de redes urbanas inter-
nas y la relación entre lo global y lo local.
En el campo empírico, De León describe el cambio regional producido
por la agenda corporativa en México afirmando que las estructuras pro-
ductiva y urbana nacionales han dejado de corresponder con las políticas
nacionales de desarrollo (De León, 1997). El impacto de la apertura comer-
cial ha conllevado al aumento del empleo y concentración urbana en las
regiones de menor productividad agudizando el esquema subyugado de

[ 176 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

integración hemisférica en el que nuestro país se especializa en proporcio-


nar la ventaja comparativa de mano de obra de poca calificación.
Pérez (1999) observa que el fenómeno es común en las urbes latinoa-
mericanas:

Grosso modo, los centros urbanos de nuestra región se han ido ordenando en la
jerarquía internacional, a partir de un nuevo paradigma competitivo, el cual opera
con relativa independencia de la nación tercermundista en la cual están enmarcados.
El hecho de que el conocimiento y la información sean los factores claves en la crea-
ción de la riqueza, desdibuja, de alguna manera, la forma tradicional en que la loca-
lización, la producción de materias primas, la geopolítica y el comercio internacional
determinaban el estadio de desarrollo de una nación. Las ciudades de una región no
se definirán más por consideraciones de esta índole (Pérez, 1999).

Desde la perspectiva teórica, el reto a futuro consiste en determinar, por


un lado, el grado en que los impulsos de la globalización determinan la
consolidación de los asentamientos urbanos y, por el otro, el grado de
influencia que las nuevas zonas urbanas tienen para la consolidación de
los procesos que guían la globalización.

Conclusión

Para el año 2015 el peso específico de las compañías transnacionales se


ha fortalecido: las ctn son más poderosas e influyentes que nunca en
la historia de la humanidad. La estrategia neoliberal, tanto como teo-
ría, como ideología, sigue conduciendo las decisiones al interior de los
gobiernos de los Estados nacionales, en el sector empresarial, en las
agencias del gobierno mundial y en la academia. Su fundamento teórico-
metodológico permanece incólume: la búsqueda de la eficiencia econó-
mica, el libre comercio e inversión, siguen siendo los principios recto-
res del sistema económico internacional. En lo que respecta al sistema
político, es cada vez más evidente el divorcio existente entre los agentes
políticos y la población en general, tanto en los países desarrollados como
en los países pobres. Las decisiones relacionadas con la economía y la
sociedad, expresan de manera transparente la imposición de los intereses
de los grupos de poder sobre los de la población en general. Las dinámicas
económicas de la globalización se convierten en factores cada vez más

[ 177 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

poderosos y determinantes para la reorganización del espacio vital de las


comunidades.
Sin embargo, en los últimos años han surgido nuevos fenómenos que,
si bien presentan nuevas características, no revierten las tendencias gene-
rales de lo analizado en el texto sino que expresan su profundización.

La globalización

Entre los teóricos críticos de la globalización existe el consenso de que el


sistema ha entrado en crisis. No se trata de una crisis económica tradicio-
nal. No es sólo el problema económico, ni se refiere sólo a las dificultades
que enfrentan los gobiernos para crear condiciones para el crecimiento
del pib. Nos enfrentamos a una crisis estructural que fue gestándose
desde finales del siglo pasado.
En el ámbito de la economía, el sistema ha sufrido una profunda
transformación producto de su propia evolución. El incremento en los
niveles de concentración del capital ocasionó un cambio cualitativo, el
cual consiste en la instauración del sector financiero-especulativo como
el elemento predominante del sistema. El ascenso de esta forma parasi-
taria de capital, que privilegia la creación de dinero sobre la producción
de bienes materiales, la búsqueda de la rentabilidad sobre el esfuerzo por
incrementar la productividad, está en la base de los problemas económi-
cos del sistema mundial de la globalización. Lo anterior ha ocasionado la
tendencia hacia la reducción de los índices de crecimiento de la produc-
ción, el incremento del desempleo masivo, inclusive en gran parte de los
países industrializados, y el riesgo permanente de las crisis especulativas.
En los países pobres, la evolución del sistema global también ha
traído importantes consecuencias. Ciertamente, el peso específico de las
economías pobres en el sistema mundial ha aumentado en su conjunto.
Algunos países han incrementado los valores de los indicadores macro,
como valor de las exportaciones o del pib. Sin embargo, lo anterior no
ha ocasionado el incremento de los niveles de vida de la población. Se
observa, al igual que en las economías desarrolladas, una concentración
del poder político y económico en las elites nacionales. Algunas econo-
mías, como las que se encuentran en África ecuatorial, Centro América
o el Sudeste Asiático, han quedado rezagadas quizás irreversiblemente.
El libre comercio es inexistente. A pesar de la retórica oficial y de los
tratados y convenios internacionales, el verdadero comercio internacio-

[ 178 ]
Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

nal y el flujo de inversiones se da entre las compañías transnacionales.


Los países industrializados siguen utilizando su poder político-econó-
mico como instrumento para regular a su favor las condiciones de las
relaciones económicas internacionales.

El neoliberalismo

En el discurso, el neoliberalismo sigue siendo la visión teórica-ideológica


dominante, a pesar de los síntomas del agotamiento del sistema. La crisis
del modelo trasnacional de la globalización consiste en el agotamiento
del modelo actual basado en los principios de la racionalidad económica.
El fundamento ideológico del capitalismo clásico y del neoliberalismo, la
idea de que el interés privado conlleva al beneficio social sigue vigente en
todas y cada una de las instancias de gestión económica a escala global,
nacional y local.

La sociedad democrática

La situación crítica de la economía global y sus impactos en las economías


nacionales ha ocasionado la expulsión del mercado de importantes sectores
de la población. Lo anterior es especialmente evidente entre los jóvenes del
mundo. Sin embargo, los sistemas políticos dominantes se han caracteri-
zado por el endurecimiento de las condiciones políticas y el deterioro de las
expresiones de la democracia convencional. En algunos países se observa el
aumento de la represión como forma de control político.
Lo anterior ha ocasionado el surgimiento de nuevas expresiones de
resistencia. Los nuevos movimientos alternativos tanto en los países
centrales como en la periferia han desarrollado estrategias de supervi-
vencia basadas en la utilización de la web como medio de organización, la
recuperación de los espacios comunitarios, la utilización sustentable de
los recursos naturales y nuevas relaciones, no-mercantiles de producción
e intercambio como el trueque, el comercio justo y el dinero comunitario.

Los procesos de ordenamiento territorial

El signo histórico más importante de la nueva etapa de la globalización


consiste en el agotamiento de la base material de la producción. Los lími-
tes biofísicos del desarrollo han sido reconocidos hasta por las agencias

[ 179 ]
Peniche Camps, Romero Morett y Alcántara Salcedo

del gobierno mundial, como la ocde, o la onu. En los documentos ema-


nados de las conferencias internacionales sobre el tema se ha establecido
que, en un mundo caracterizado por el agotamiento de la base biofísica
de la producción, la utilización social de los recursos naturales no puede
basarse en los principios de la maximización de las utilidades. En la retó-
rica, la política de gobernanza ambiental a escala internacional se basa en
el control y la mitigación sobre los efectos del mercado en la explotación
de los recursos naturales. Sin embargo, en la práctica el dogma del impe-
rativo del crecimiento de la economía sigue siendo el objetivo central de
todas las economías del globo y por ello, el deterioro de todos y cada uno
de los sistemas de soporte de vida del planeta se encuentra en un proceso
de deterioro permanente y acelerado. El problema es particularmente
grave en la pérdida de la biodiversidad, la destrucción del ciclo de nitró-
geno y el cambio climático global.
En las nuevas condiciones de reproducción mundial del capital, de
integración de las economías al esquema mundial de división internacio-
nal del trabajo, los países periféricos han abandonado en los hechos los
esfuerzos para alcanzar la industrialización emanados de la filosofía de
desarrollo de final del siglo xx. En las nuevas condiciones, los países sub-
desarrollados han reorientado sus economías, a través de sus políticas de
desarrollo, a adaptarse a nichos que aparecen en el sistema global. Esto
ha reorientado la organización espacial de la producción, ha relegado a un
segundo plano a la industria maquiladora y ha generado un reacomodo
del sistema de ciudades globales a los requerimientos de los esfuerzos de
crecimiento económico de los países punta (con China a la vanguardia),
en especial a las necesidades de recursos naturales.
La reorganización de las economías nacionales de los países atrasa-
dos, en función de los requerimientos de crecimiento económico de los
países industrializados, de la demanda en recursos naturales, ha recibido
el nombre de neoextractivismo. Los países pobres han adoptado la estra-
tegia de utilizar las reservas hídricas, minerales, energéticas, agrícolas y
de servicios ambientales en general, para obtener recursos con el fin de
enfrentar los retos que les impone el atraso y el subdesarrollo. Con esta
lógica se ha establecido un reacomodo espacial del esquema productivo,
basado en la construcción de megaproyectos que propician la sobreex-
plotación de los recursos naturales y alteran las relaciones sociales de las
comunidades.

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Globalización y subregionalización reacomodos espaciales del sistema-mundo

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El lago de Chapala: un humedal de
importancia social y ambiental

Manuel Guzmán Arroyo


Salvador Peniche Camps
Martín López Hernández
Martín G. Romero Morett

Introducción

El concepto de “humedal” es difícil de definir técnicamente, la aprecia-


ción que se tiene es muy diversa; incluso dentro del sector técnico y aca-
démico, se considera a los arrecifes como tales. Consideramos al humedal
como la zona de transición entre el medio acuático y el medio terrestre
circundante. Es una zona cambiante en cuanto a sus niveles y áreas de
influencia, particularmente entre épocas de lluvias y secas; le llamamos
también pantano, ciénega, marisma, etc. Los podemos encontrar coste-
ros y continentales, por su ubicación geográfica; y tropicales, templados
o fríos, por el clima... y en todas las combinaciones posibles. Una de las
principales características de los humedales es su riqueza biológica (bio-
diversidad), la cual es aprovechada por el hombre ribereño de muy diver-
sas maneras: pesca, caza, leña y material de construcción, entre otros. En
los humedales costeros se encuentra la mayor biomasa y biodiversidad
por área, sólo superada por las selvas y los arrecifes tropicales. La prin-
cipal característica de los humedales es la de ser relativamente someros,
con un régimen y una cuenca hidrológica cambiante, en forma y tamaño,
en función básicamente de los ciclos de lluvias y del manejo hidráulico
del hombre.

[ 191 ]
Guzmán Arroyo, Peniche Camps, López Hernández y Romero Morett

El desarrollo agropecuario se ha basado en la desecación de los


humedales y del uso y abuso del agua, en el norte (la Zona Lagunera,
p.e.) en el centro (la Ciénega de Chapala, los lagos de Zacapú, Cuítzeo,
Pátzcuaro, Valle de Toluca y de México) y en el sureste (Planes Chontalpa
y Tenosique-Balancan) entre otros, para el aprovechamiento de la tierra,
mediante la desecación o bien por el represamiento y desvió del agua. La
construcción de las grandes obras hidroeléctricas con influencia en las
zonas costeras y lagunares altera los patrones hidrológicos de los ríos y a
su vez de los humedales, afectando especialmente las áreas de manglares.
Las inundaciones catastróficas para las actividades humanas ahora con-
troladas, eran de gran beneficio para los humedales y las zonas costeras
marinas adyacentes.
Diversas leyes, reglamentos y normas inciden directa o indirecta-
mente en la conservación y aprovechamiento de los humedales, entre
otras la Ley de Aguas Nacionales, la Ley General del Equilibrio Ecoló-
gico y Protección al Ambiente, la Ley de Desarrollo Rural Sustentable.
Otras no menos importantes son las leyes Forestal, de Caza, de Pesca y
de Turismo (Anguiano, 2013).

El origen del lago de Chapala

El planeta Tierra no siempre fue igual, durante el Pleistoceno (hace 2


millones de años) debido a la acción del vulcanismo, del tectonismo y
como consecuencia del choque de las grandes placas tectónicas: continen-
tal (Americana) y marina (Cocos) que originan el nacimiento de volcanes
y cordilleras, al elevar el territorio, esta actividad fue dividiendo a ese
gran mar interior, cortando su comunicación con el océano, al elevarse el
continente y formar una barrera con las cordilleras (Deway, 1981).
La estructura geológica formada es el llamado Eje Neovolcánico, una
cadena de montañas, volcanes y lagos, que se encuentra a lo largo del
paralelo 20° LN, desde Nayarit hasta Veracruz. Delimitado por la parte
sur de la Mesa del Norte de México, las Sierras Madres Occidental, Orien-
tal y del Sur. Esta región está relacionada en forma transversal al Cintu-
rón Orogénico del Pacífico (Cinturón de Fuego del Pacífico), que registra
una actividad sísmica y volcánica, desde Alaska hasta la Patagonia. La
cuenca Lerma-Chapala-Santiago se encuentran dentro del Eje Neovol-

[ 192 ]
El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental

cánico, en el corazón de México y forma gran parte de él (Graue, 1988;


Guzmán y García, 2000).

Figura 1
El origen del Eje Neovolcánico

Mediante procesos de erosión y metamorfosis, el sistema encontró


una salida al mar a través de los ríos, quedando como una serie de cuen-
cas escalonadas que fluyen hacía el océano Pacífico: ríos Lerma y Santiago
y al Golfo de México (cuencas exorreícas), aun cuando algunas de ellas
quedaron aisladas (endorreícas). Por su origen geológico es la región más
joven, no sólo de México sino de todo el continente americano. Caracteri-
zada por la presencia de lagos naturales y volcanes activos.
En esta época geológica se presenta la última glaciación que en Nor-
teamérica cubrió a Canadá y gran parte de los Estados Unidos, en México
se manifestó por grandes lluvias y un clima más frío. Al transcurso de
miles de años, las cuencas fueron adquiriendo gradualmente su confor-
mación actual.

[ 193 ]
Guzmán Arroyo, Peniche Camps, López Hernández y Romero Morett

Figura 2
Principales rasgos biogeográficos

El Eje Neovolcánico

Es una gran isla entre las dos grandes regiones biogeográficas mundiales:
la Neártica al norte y la Neotropical al sur. Delimitada por la isoterma
de 20° C, quedando enmarcado por la Mesa del Norte, las Sierras Madre
Occidental, Oriental y del Sur. La región comparte elementos de la flora y
fauna neártica y neotropical, y también presenta una fauna y flora propia
de la región (Guzmán, 1988; Miller, 1986).
El Eje Neovolcánico ocupa un área muy importante de México, dada
su ubicación, forma, altitud, orientación y su historia geológica; es una
verdadera barrera física que divide en dos porciones al país (Bassols,
1976). Es el límite de las grandes placas tectónicas: la de Norteamérica y
la de Cocos (Tricart, 1985).

[ 194 ]
El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental

Figura 3
El Eje Neovolcánico y sus principales cuencas lacustres

Fuente: Tamayo y West (1964), Guzmán (1998).

Se considera a esta sierra como el límite físico entre Norte y Centro-


américa (Tamayo, 1984); de hecho separa a las dos grandes provincias
biogeográficas Neártica y Neotropical (Álvarez y de la Chica, 1974). Se
extiende entre los paralelos 19° y 20° de latitud norte, por la mayor parte
de los estados del centro de México, Nayarit, Colima, Jalisco, Michoa-
cán, Guerrero, Guanajuato, México, Morelos, Distrito Federal, Hidalgo,
Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Veracruz (West, 1964).
En el Eje Neovolcánico se encuentran amplias cuencas hidrológicas
abiertas o cerradas (Tamayo, 1984). Se localizan las mayores cuencas de
México: parte de las cuencas exorreicas del río Grande de Santiago, río
Lerma, río Balsas y río Papaloapan. Las cuencas endorreicas de Magda-
lena, Villa Corona, San Marcos, Atotonilco, Sayula, Zapotlán (Jalisco);
Guadalupe, Jaripo, Magdalena, Tocumbo, Zacapu, Zirahuén, Cuitzeo,
Pátzcuaro (Michoacán); los restos de los lagos de Xochimilco, Texcoco,
Tlalocan y Chalco (Valle de México); los lagos de Apan (Hidalgo); Tecuit-
lapa, Atexcac, Aljojuca, Quechulac, La Preciosa, Alchichica, conocidos
como Axalapaxcos (Llanos de San Juan, Puebla) (West, 1964; Tamayo
y West, 1964; Vidal et al., 1985; Arredondo y Aguilar, 1987; Guzmán,
1990; Arredondo, 1995; García y de la Lanza, 1995; Torres y Pérez, 1995).
La cuenca hidrológica constituye una unidad territorial básica, donde
el agua es captada, almacenada y transportada, quedando disponible para

[ 195 ]
Guzmán Arroyo, Peniche Camps, López Hernández y Romero Morett

su uso. Por lo tanto, las cuencas constituyen áreas donde el agua interac-
túa en un proceso dinámico con los sistemas biofísicos (biota, aire, suelo
y agua). La apropiación de los recursos naturales origina una alteración
del ciclo hidrológico en cantidad y calidad; es por esto que en el ámbito
de una cuenca hidrológica se puede lograr una integración en el manejo
de sus recursos naturales. La implementación de políticas públicas que
garanticen la conservación de los recursos y el mejoramiento de las con-
diciones de vida de la población en una cuenca hidrológica es la llamada
gestión ambiental (ine, 2005).
Esto se confirma por la presencia de un grupo de peces de origen
marino del género Menidia (pescados blancos y charales) que se encuen-
tran presentes en toda el área. Pertenecen a la familia Atherinidae, que
desciende de especies de origen marino. Se reconocen más de 25 especies
y subespecies (Barbour, 1973; Miller, 1986). Y también por la presencia
de la lamprea (Lampetra spadicea) de origen marino, adaptada totalmente
al agua dulce en la región del río Duero y del lago de Chapala (Michoa-
cán-Jalisco). Actualmente en riesgo de extinción por las modificaciones
hidráulicas al sistema y las descargas de aguas residuales domésticas y
agropecuarias.

Figura 4
El pescado blanco “cuchillo” (Menidia sphyraena)

Son uno de los elementos característicos de la fauna de la cuenca


Lerma-Chapala-Santiago, representa los restos de una ictiofauna marina
que se aisló del mar y evolucionó dentro de su nuevo ambiente de agua
dulce, dando origen a las actuales especies (Barbour, 1973; Guzmán,
1990; Miller, 1986).

[ 196 ]
El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental

La importancia de los humedales

De acuerdo a Anguiano (2013), los humedales proporcionan una serie de


servicios y funciones ambientales de gran importancia para la biosfera y
para el hombre.

Cuadro 1
Servicios ambientales de los humedales

Abasto de agua.
Abasto de alimentos al ser humano.
Absorción de sustancias tóxicas y contaminantes.
Avistamiento de fauna.
Barreras contra huracanes.
Ecoturismo.
Estabilización de la línea de costa.
Favorecimiento de la productividad pesquera.
Filtración a acuíferos.
Fortalecimiento de la economía.
Gran diversidad de especies de flora y fauna.
Hábitat crítico para aves y para la vida silvestre.
Mantenimiento de la porción continental.
Mantenimiento de las comunidades vegetales.
Mitigación del calentamiento global.
Paisajismo.
Producción de nutrientes.
Protección contra inundaciones y maremotos.
Provisión de humedad al ambiente.
Provisión de plantas ornamentales y medicinales.
Reducción de la contaminación del agua.
Regulación climática.
Regulador de flujos.
Reservorios genéticos.
Significancia para la ciencia y la educación.
Significancia sociocultural.
Sostén de especies de interés internacional.
Valor intrínseco de los seres vivos.
Vasos receptores de agua y zonas ecotonales, donde confluyen diferentes ecosistemas.
Fuente: Anguiano (2013).

[ 197 ]
Guzmán Arroyo, Peniche Camps, López Hernández y Romero Morett

El lago de Chapala

Se ubica en el este de Jalisco, con 90% de su superficie del lago y al


noroeste de Michoacán con el restante 10%. Su longitud máxima (E-W)
es de 82.2 km, un ancho promedio (N-S) de 18.8 km y una área aproxi-
mada de 1,800 km2. Es el lago más grande de México, el tercero en tamaño
y el segundo en altura de América Latina con 1,523.8 m.s.n.m. Funciona
como una zona de refugio, alimentación, hibernación y reproducción de
aves silvestres. Sostiene especies de peces endémicos (Guzmán, 2001;
Estrada et al., 1983).
Se identifican diversos tipos de vegetación: acuática, matorral sub-
tropical, bosque tropical caducifolio y bosque de encino-pino. Es de vital
importancia para los habitantes de los municipios ribereños, pues con-
tribuye significativamente a su economía, principalmente por la pesca,
el riego para la agricultura, la ganadería y el turismo, así como residencia
de un numeroso grupo de norteamericanos y canadienses. Constituye la
principal fuente de abasto de agua potable para la zona metropolitana de
Guadalajara, además influye favorablemente en los regímenes climáticos
regionales de la cuenca Lerma-Santiago, la cual incluye a siete estados de
la República (Guzmán, 1998).

Aprovechamiento hidráulico

Las aguas del lago de Chapala tienen diversos aprovechamientos hidráu-


licos. Hay una compleja red de irrigación en la ciénega de Chapala, que
formaba parte funcional del lago hasta que a principios del siglo xx se
construyó un dique (dique de Maltaraña) que la separó del lago. El dique
va de Jamay (Jalisco) a la Palma (Michoacán) en la parte oriental del
lago, y le quitó más de 50,000 hectáreas al lago. Esta ciénega se inundaba
cuando el lago recibía un mayor volumen de agua, por lluvia o escurri-
mientos, y cuando el nivel del lago descendía, la ciénega aportaba el agua
almacenada, de tal manera que los niveles del lago se mantenían en equi-
librio. Al perder esta función, el lago presenta cambios de nivel drásticos,
dando lugar tanto a inundaciones como sequías (mucho más frecuentes)
(Guzmán, 2001).

[ 198 ]
El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental

Infraestructura hidráulica en la ciénega de Chapala


Figura 5

[ 199 ]
Guzmán Arroyo, Peniche Camps, López Hernández y Romero Morett

Figura 6
Planta de bombeo del acueducto ii Chapala-Guadalajara

Cuadro 2
Extracciones al lago de Chapala

Fuente: González (1995).

[ 200 ]
El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental

González (1995) menciona 17 formas de extracciones de agua al lago


de Chapala, contra la versión oficial federal y estatal (cna-cea) de que
sólo se extrae agua por el acueducto ii Chapala-Guadalajara. González
(1995) no contabiliza el agua que se extrae por los sistemas de bombeo
que se encuentran en el dique de Maltaraña, cuya capacidad es considera-
ble ya que algunas plantas para irrigación agrícola son tan grandes como
las bombas para agua potable.
El acueducto i en Ocotlán sigue funcionando, las compuertas de la
presa Ocotlán están abiertas y permiten la salida del agua de Chapala
hacia el río Santiago, en su confluencia con el río Zula. Hay un sinnúmero
de pequeñas tomas de agua clandestinas (con bombas o pequeños cana-
les que salen del lago) en toda la ribera del lago, para pequeña irrigación
o uso doméstico. Dado que estas cantidades no se cuantifican, de una
manera muy cómoda y simple las autoridades achacan el problema a la
“grave evaporación”, a la cual consideran el enemigo principal del lago de
Chapala.

Cuadro 3
Principales extracciones para riego del lago de Chapala

Municipio de Chapala: San Nicolás, para riego de 250 has, emplea 2.5 M’m3, ejidos y
pequeñas propiedades con 420 has, usan 4.0 M’m3.
Municipio de Jamay, La Becerrera 300 Has con 10 M’m3.
Municipio de Jocotepec, 300 has con 1.7 M’m3.
El Fuerte, para riego de 1,799 has entre Ocotlán y Jamay. Emplea 12 M’m3
Tizapán, Ejido Modelo 200 has, utiliza 3.0 M’m3

Estas seis unidades de riego suman un total de 3,269 has y emplean


33.24 M’m3 anuales (cuadro 1). Del lado michoacano no se tienen infor-
mación actualizada, en parte porque los distritos de riego ya no toman
las cantidades de agua que anteriormente usaban en la ciénega de Cha-
pala y en la cuenca baja del río Duero, por los bajos niveles del lago. Pero
existen canales de llamada desde el lago hasta los sistemas de bombeo
que riegan esta zona.

[ 201 ]
Guzmán Arroyo, Peniche Camps, López Hernández y Romero Morett

Consideraciones

Como observamos a lo largo de este trabajo, la información oficial no


es veraz, es incompleta y está manipulada, lo que da por resultado una
desinformación generalizada que ha llevado como consecuencia a una
crisis programada del lago de Chapala. Este plan de desinformación se ha
continuado a través de las diversas administraciones públicas estatales y
federales, sin importar el partido político en el poder. El indicador más
severo de esta política que está por cumplir los 100 años es la ausencia
de una red hidrométrica moderna y confiable, a lo cual, gobiernos fede-
rales y estatales se han opuesto sistemáticamente, les es más cómodo
la manipulación de datos (no sólo en el caso de Chapala, sino en toda la
cuenca del río Lerma) que enfrentar la realidad. Por este motivo es impe-
riosa la necesidad de contar con información veraz para poder tener un
acercamiento al conocimiento de los volúmenes reales que entran y se le
extraen al lago de Chapala y así lograr su adecuada administración.
Es preciso actualizar el inventario de los humedales de México, carac-
terizándolos con elementos potencialmente productivos y/o de desarro-
llo (Base: inegi), así como prever dentro de las estructuras del gobierno
federal (p.e. ine, Conabio, Conapesca, cna, etc.) la administración y
supervisión de un Programa Integral Nacional de Humedales y su marco
de actividades productivas, en conjunto con los municipios, los estados,
la sociedad y la comunidad académica.
La construcción de mecanismos operativos reales y accesibles a las
comunidades, con normas claras y bien establecidas, aseguraría tanto
los sistemas de producción como los ecosistemas naturales. Se requiere
además la integración de una red de expertos regionales que participen
y apoyen técnicamente el desarrollo de los proyectos, así como los linea-
mientos necesarios para su aplicación y ejecución. Se requiere la forma-
ción de estructuras de apoyo: consejos, comisiones, asesores y/o consul-
tores, etc. fondos internacionales/nacionales/estatales para la gestión
y el desarrollo de los proyectos productivos. La ley sobre humedales en
curso no tendrá sentido si no se establecen mecanismos operativos que
permitan la incorporación real de las comunidades ribereñas en los pro-
yectos de desarrollo, de tal manera que garanticen la conservación y buen
manejo de estos ecosistemas. Ello implica desde la organización social y
la planeación, hasta la operación y supervisión de proyectos, con el per-
sonal y los recursos económicos necesarios.

[ 202 ]
El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental

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El lago de Chapala: un humedal de importancia social y ambiental

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[ 205 ]
La complejidad urbana y el espacio
público recreativo en Guadalajara
Un enfoque de análisis

Margarita Anaya Corona


Heriberto Cruz Solís

La complejidad constituye una perspectiva novedosa y marginal en la


ciencia contemporánea; su carácter de novedad radica en que el estudio
de la complejidad implica, en buena medida, un quiebre o discontinuidad
en la historia de la ciencia o, más precisamente dicho, en la racionali-
dad científica occidental. La complejidad introduce en el terreno de las
ciencias una racionalidad post-clásica que habilita e incorpora problemas
ignorados o vedados por el pensamiento científico moderno. Estos pro-
blemas involucran, en un sentido no exhaustivo, cuestiones relativas al
desorden, el caos, la no-linealidad, el no equilibrio, la indecibilidad, la
incertidumbre, la contradicción, el azar, la temporalidad, la emergencia,
la auto-organización. La complejidad, por lo tanto, puede entenderse
como un paradigma científico emergente que involucra un nuevo modo
de hacer y entender la ciencia, extendiendo los límites y criterios de cien-
tificidad, más allá de las fronteras de la ciencia moderna, ancladas sobre
los principios rectores del mecanicismo, el reduccionismo y el determi-
nismo (Delgado Díaz, 2004; Morín, 2004b; Sotolongo y Delgado Díaz,
2006; Vilar, 1997, citados por Rodríguez y Leónidas, 2011: 2).
Desde la perspectiva de las ciencias de la complejidad se plantea el
problema y la necesidad de determinar el nivel de complejidad de un sis-
tema o totalidad organizada. Es decir, la necesidad de distinguir distintos
grados de complejidad de las organizaciones. ¿Qué es lo que hace que una

[ 207 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

organización sea más compleja que otra? Se plantea, por lo tanto, una
implicancia metodológica: la medición de la complejidad (Maldonado,
2007, citado por Rodríguez y Leónidas, 2011: 6). A continuación, se pre-
sentan en la tabla 1 las diferencias entre pensamiento complejo y ciencias
monodisciplinares.

Tabla 1
Diferencias metodológicas

Pensamiento complejo Ciencias monodisciplinares


Concepción epistémica, holística. Concepción científica, parcial.
Rol central el sujeto. Modelización, simulación, objetiva.
Conocimiento transdisciplinar. Conocimiento disciplinar.
Subjetividad reflexiva en la construcción Herramientas y procedimientos neutrales,
de la ciencia. impersonales, universales y repetibles.
Busca elaborar un marco epistemológico Borran al sujeto de su formulación
puesto en relación con otras formas de metodológica y epistemológica.
conocimiento no científico, la filosofía y
los saberes humanísticos; la literatura, el
cine, la poesía, el arte.
Saber no parcelado, no dividido, no Saber parcelado.
reduccionista.
Fuente: elaboración propia con base en Rodríguez y Leónidas (2011).

Lo cierto es que no existe en la actualidad una teoría unificada de la


complejidad, que sintetice y sistematice de modo explícito los aspectos
fundamentales de las distintas y variadas teorías, métodos y algoritmos
de complejidad elaborados en el marco de ciencias y disciplinas disímiles.
Hay una complementariedad necesaria entre pensamiento complejo
y ciencias monodisciplinares. El pensamiento complejo puede brindar el
campo reflexivo necesario para desarrollar un marco epistémico inclu-
sivo de valores éticos y políticos conformes a las necesidad y desafíos de
las comunidades sociales, locales, nacionales, regionales y planetaria. Las
ciencias monodisciplinares pueden brindar las herramientas metodoló-
gicas concretas para el estudio de fenómenos complejos. Considero que
el desafío fundamental es estimular el desarrollo de las ciencias monodis-
ciplinares guiadas por un pensamiento complejo (Rodríguez y Leónidas,
2011: 3).

[ 208 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

De acuerdo con Rolando García (2006), un sistema complejo es una


representación de un recorte de esa realidad, conceptualizado como una
totalidad organizada (de ahí la denominación de sistema), en la cual los ele-
mentos no son “separables” y, por lo tanto, no pueden ser estudiados aisla-
damente. Este autor plantea que la teoría de los sistemas complejos cons-
tituye una propuesta para abordar el estudio de tales sistemas. Se trata en
primera instancia, de una metodología de trabajo interdisciplinario, pero
es al mismo tiempo, un marco conceptual que se fundamenta sobre bases
epistemológicas. Ningún sistema está dado en el punto de partida de la
investigación. El sistema no está definido, pero es definible. Una definición
adecuada sólo puede surgir en el transcurso de la propia investigación y
para cada caso particular. Así, señala las consideraciones necesarias para
el abordaje de un sistema complejo: definibilidad, componentes, procesos,
niveles de análisis y dinámica de los sistemas complejos.

Datos observables y hechos

Si las características de un sistema complejo no están dadas, no son


“observables”, accesibles a la “experiencia directa”, es porque no hay tal
cosa como una lectura directa de la experiencia. “Toda experiencia está
cargada de teoría”.

Hechos y teorías

Conjunto de afirmaciones y suposiciones explícitas o implícitas, sobre la


base de las cuales un investigador establece sus hipótesis o realiza sus
inferencias.

Relaciones causales

Es una atribución a la realidad empírica de relaciones expresadas en tér-


minos de necesidad lógica y de coherencia en el seno de la teoría.

Componentes de un sistema complejo

La definición del sistema se va transformando en el transcurso de la


investigación. Las interrelaciones entre los componentes de un sistema
y los elementos que quedan dentro determinan las condiciones de los

[ 209 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

límites. Los elementos del sistema suelen constituir “unidades” también


complejas (subsistemas) que interactúan entre sí. Las relaciones entre
los subsistemas determinan la estructura del sistema, que está dada en
el conjunto de relaciones, no por los elementos. Para la determinación de
los subsistemas de un sistema es de fundamental importancia definir las
escalas espaciales y temporales que se están considerando. Las escalas
de fenómenos que aunque coexisten e interactúan, tienen una dinámica
propia, escalas de tiempo, en un estudio de la dinámica de un sistema.
Es necesario analizar la historia. El periodo durante el cual se estudia la
evolución depende de la naturaleza del sistema.
Un gran número de propiedades de un sistema quedan determinadas
por su estructura y no por sus elementos. Claro que los elementos deter-
minan las relaciones entre ellos y, por consiguiente, la estructura. Pero
las propiedades de los elementos y las propiedades de las estructuras
corresponden a dos niveles de análisis diferentes. Se trata de un estudio
de la dinámica del sistema y no del estudio de un estado en un momento
dado. Un nudo central del análisis de la dinámica de los sistemas es el
estudio de los procesos. Los procesos describen los cambios que tienen
lugar en el sistema.

La ciudad sistema complejo: el espacio público


recreativo y su concepción

Las ciudades son, sin duda los sistemas más complejos creados por el
hombre. Los procesos de distinta naturaleza, económicos, sociales, cul-
turales, tecnológicos, funcionales, etcétera, hacen que esa complejidad se
haya visto acentuada, provocando conflictos y disfunciones que son cada
vez más insolubles con el uso de lógicas lineales y visiones parciales de
la realidad. Por otra parte, la naturaleza global considera los problemas
relacionados con la sostenibilidad, la economía, o la entrada a la nueva
era del conocimiento, que obligan a extender la complejidad de las solu-
ciones a escalas mayores, trascendiendo las escalas netamente urbanas o
regionales. La complejidad únicamente puede ser abordada con enfoques
igualmente complejos, como son los enfoques sistémicos (Ministerio de
Medio Ambiente y Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, 2007: 172).
Las preocupaciones por el estudio y planificación de la ciudad se
remontan a civilizaciones tan diversas y antiguas como la griega, helé-

[ 210 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

nica, romana, india, china y la islámica cuyas culturas buscaban la ciudad


ideal. En sus inicios las ciudades fueron estudiadas bajo la comprensión
aristotélica de las relaciones humanas, buscando la fórmula de alcanzar
la perfección y bajo el análisis de los diferentes tipos de ciudad-Estado,
sus instituciones y estructura social.
Prácticamente, cada interpretación de “ciudad” ha traído, a lo largo
de la historia, nuevos métodos de análisis y de resolución de problemas;
desde los contenidos expuestos por el Club de Roma en búsqueda de con-
centraciones habitacionales en la arquitectura, los utópicos con fundamen-
tos profundamente conceptuales. Los estudios basados en los intercambios
de escala como puede ser el sistema de ciudades, la región; los análisis des-
criptivos para estructurar la planeación territorial y con ello el control del
suelo por parte de las instancias gubernamentales; la visión empresarial de
las urbes y la planeación estratégica. Todos en su conjunto han formulado
visiones innovadoras sobre la ciudad (Anaya et al., 2008: 480).
Más recientemente, el estudio de la ciudad se ha ido generando desde
una serie de disciplinas muy especializadas que la toman como objeto de
análisis. Así, existen textos de economía urbana, sociología urbana, eco-
logía urbana, análisis físico de la ciudad, geografía urbana, etcétera. Esto
se debe a que la ciudad, fenómeno complejo, se puede analizar desde pun-
tos de vista distintos. Algunos de estos enfoques son: tecnológico, mor-
fológico, político, económico, sociológico, ecológico y sistémico (Ducci,
2005: 20).
La noción sistémica ha sido retomada para explicar la complejidad del
conocimiento de la realidad y la constante ampliación de la información,
que ha traído como consecuencia una creciente especialización del saber,
con el consiguiente peligro de la dispersión del mismo y de la ausencia de
visión holística de los fenómenos. Estos planteamientos explican cómo la
ampliación del espacio vital conlleva la pérdida de control directo sobre
éste. Frente a ello se pretende abstraer, esquematizar, esa compleja reali-
dad y subrayar los rasgos fundamentales de la misma. Este corpus se ha
desarrollado en la denominada teoría general de sistemas cuya finalidad
es unificar los métodos y conceptos de las diversas ciencias reduciéndolos
a modelos de validez generalizada (González, 2002: 95).
El enfoque sistémico de la planeación y el proyecto urbano se coloca
como condición para garantizar el equilibrio y la sostenibilidad de la ciu-
dad, dada la fragilidad de una base económica cambiante y de unos valo-
res culturales cada vez más permeados por la mediación de los sistemas

[ 211 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

de información y comunicación globales. De esta manera, la ciudad tam-


bién es un sistema abierto y dinámico que evoluciona o se transforma en
respuesta a muchas influencias. Ésta es producto de la interacción entre
diferentes sistemas y subsistemas urbanos que se consolidan en el terri-
torio, estableciendo lazos reales o imperceptibles que se materializan a
través de redes viales o informáticas que trascienden el espacio físico y
comunican real o virtualmente a las diferentes colectividades. Una ciu-
dad como sistema está constituida, en su esencia, por una serie de sub-
sistemas (Rodríguez, Ruales y Acebedo, 2006: 27).
La visión sistémica y su aplicación al análisis de los diversos sistemas
complejos que conforman nuestro universo, se configura como ciencia,
en los últimos años en un marco conceptual organizado de la mano de
eminentes científicos como Norbert Wiener,1 Ludwing Von Bertalanffy,2
Claude Elwood Shannon,3 William Ross Ashby,4 John Von Newmann,5
entre otros. Las aportaciones de la cibernética, la teoría general de siste-
mas, la teoría de la información, y más recientemente la teoría del caos y
el estudio de la complejidad, han impregnado todas las disciplinas cientí-
ficas creando nexos vinculantes entre las mismas, y haciéndonos enten-
der que la realidad es un todo conexo de la que se extraen, mediante esta

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muchos otros campos. Considerado como uno de los más importantes matemáticos de la
historia moderna. Recuperado de: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=John_von_
Neumann&oldid=79638771. Fecha de consulta: febrero 22, 2013.

[ 212 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

perspectiva de análisis, conceptos de aplicación comunes entre las disci-


plinas que se enfrentan al estudio de los sistemas complejos.
La necesidad de la comprensión más profunda de los fenómenos
biológicos, psicológicos y sociales, va a despertar el interés en el estudio
de los sistemas que, si en bloque interactuaban con el medio ambiente,
estaban a la vez constituidos por partes ligadas por interacciones fuertes
(no despreciables), o sea relaciones entre esas partes. Lo anterior define
el nuevo paradigma que proporciona esta metodología de estudio, intro-
duciendo como base el concepto de sistema complejo, como el conjunto
íntegro de un gran número de elementos interrelacionados y de acciones
recíprocas, que forma una unidad especial con el medio ambiente (Ante-
quera, 2005: 10).
Recientemente, la escuela sobre “ciudad compleja” se ha venido
posicionando en el discurso de los urbanistas, en el sentido de buscar
un elemento sistémico más dinámico; pero su formulación no ha sido
espontánea, sino que es parte de un proceso nuevo de pensamiento. Son
los estudios de manejo de energía; la entrada, utilización y salida de la
materia en las ciudades, así como los de información, los que conforman
el marco en el cual se ha fundado el concepto de ciudad compleja.
Por otra parte, los estudios que se realizan sobre el tema de ener-
gía e información se fundamentan en el argumento de redes de ciudades
que llegan a formular análisis novedosos sobre sus implicaciones sociales
(Rueda, 1996: 8). Asimismo, la medida de diversidad como esencia de la
ciudad compleja y diversa, entendida ésta como un ecosistema vivo en
el que pueden ser aplicadas las tesis de la ecología. Una cualidad de los
organismos vivos, y en mayor medida del hombre y sus organizaciones,
es su carácter de portadores de información. La información en las ciuda-
des se organiza de diferentes maneras y se manifiesta de forma compleja
(García Cuesta y García Gómez, 2004: 2).
En los sistemas urbanos hay también, además de los portadores de
información, unas densas redes que posibilitan el intercambio de mate-
ria, energía e información entre estos portadores. Las redes de intercam-
bio de información de materia y energía constituyen una parte impor-
tante de la organización del sistema. Estas redes tienen mucho que ver
con la complejidad de las relaciones económicas, la movilidad de perso-
nas, materia y energía, y el movimiento de información a través de las
tecnologías de comunicación. Las redes tienen un efecto multiplicador
del intercambio y, en consecuencia, en la complejidad del sistema. Todos

[ 213 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

los ecosistemas tienden al aumento de la complejidad y a estadios más


maduros de la sucesión. En los ecosistemas urbanos también sucede, y
así está comprobado que la complejidad tiene tendencia al aumento en
su conjunto; no obstante, también se comprueba que, a causa de diversos
factores ligados a la planificación funcionalista y el mercado, buena parte
de los territorios constituyentes de la ciudad tienen una diversidad baja y
una alta homogeneidad en sus componentes (Rueda, 1996: 3).
Por tanto, para mantener los mismos flujos de información presentes
en la ciudad concentrada, es necesario un incremento del flujo de despla-
zamientos, provocando un aumento del consumo de recursos energéticos
e incrementando el tiempo destinado para la realización de estos despla-
zamientos. Por ello, en el diseño de las nuevas áreas urbanizadas o en
la remodelación de las existentes, deberemos considerar la necesidad de
reservar espacios destinados al desarrollo de actividades diversas y usos
mixtos, frente al carácter monofuncional que predomina actualmente
en los nuevos ámbitos urbanos (Frey, citado por García Cuesta y García
Gómez, 2004: 2).
En este marco de análisis sobre la materia y energía dentro de las
ciudades se genera la idea de la interpretación de los núcleos urbanos a
través del concepto de complejidad urbana.
Los estudios sobre el tema de la complejidad urbana se fundamentan
en los contenidos de la termodinámica; es decir, se basan en las discusio-
nes que los físicos sostienen sobre la primera y segunda ley de esta parte
de la ciencia. El enunciado de la primera ley postula que la materia y la
energía no se pierden, sólo se transforman. Esto es, la masa —en movi-
miento o fija— siempre se conserva.
Por otra parte, la segunda ley —propuesta por Rodolf Clausius—
enuncia que al transferir energía, ésta no se puede conservar y parte
de ella tiene que reducirse a otro nivel energético, lo que implica que la
dirección energética va de la más alta a la más baja; este movimiento se
denomina entropía, cuya fórmula es establecida por Boltzman en 1872,
en el sentido de entender la tendencia de la energía hacia el desorden: s
= K logD; en donde s es igual a una constante energética K por el loga-
ritmo de la constante D distinta del sistema. La aplicación de estas leyes,
y en particular de la segunda, a otras áreas de la ciencia tiene fructíferos
resultados. Para el caso del urbanismo se ha integrado la corriente de
pensamiento denominada “complejidad urbana” postulada por la actual

[ 214 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

escuela italiana de pensadores urbanos, quienes se basan en la entropía


(Anaya et al., 2008: 481-482).
La complejidad se refiere a un tejido de constituyentes heterogéneos
e indisociados. En un ecosistema urbano la complejidad sería una expre-
sión del conjunto de variables discretas con contenido significativo de
información, de su abundancia respectiva, su interacción y de cómo se
integran en el tiempo y en el espacio.
La complejidad de los sistemas urbanos está ligada a una cierta mez-
cla de orden y desorden (en cierto sentido, la complejidad se asocia fácil-
mente a la idea de probabilidad y de azar) y puede analizarse, en parte,
haciendo uso del concepto de diversidad. Los organismos vivos y, sobre
todo, las personas y sus organizaciones son portadores de información y
atesoran de forma dinámica en el tiempo, características que nos indican
el grado de acumulación de información y también de la capacidad para
influir significativamente en el presente y el futuro.
Un sistema con muchos portadores de información (con elevada
diversidad) y, por tanto, con más organización, contiene un número
mayor de circuitos concebidos para regular y estabilizar la función glo-
bal del propio sistema. El propósito perseguido con esta multiplicidad de
portadores de información consiste en dotar de la mayor eficacia posible
el sistema de especialización, la división del trabajo y otras clases de regu-
lación o control. La diversidad contenida en un sistema vendrá especifi-
cada por el número de portadores de información diferentes en relación
al número de individuos de cada uno de ellos (Rueda, 1996: 2).
La complejidad urbana, por tanto, cuantifica uno de los ejes del
modelo de ciudad compacta y diversa. Es un indicador sintético que
informa de la organización del sistema urbano (grado de complejidad
urbana) ya que cada uno de los portadores de información renueva su
“supervivencia” cada día para garantizar su permanencia. La complejidad
medida como diversidad de actividades o, de forma más precisa de per-
sonas jurídicas, permite conocer el grado de multifuncionalidad de cada
ámbito territorial. Se trata de saber la cantidad de portadores de infor-
mación diferentes que se dan cita en un espacio delimitado, cosa que nos
permitiría conocer, para momentos temporales sucesivos, cómo se modi-
ficaría parte de la organización del sistema.
Estudios realizados sobre movilidad y espacio público en Vitoria Gas-
teiz por el Ayuntamiento y la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona

[ 215 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

(2007) señalan que para conseguir una elevada complejidad en un sis-


tema ciudad es necesario tener:
• Eficiencia en el consumo de energía con la proximidad de usos y fun-
ciones urbanas que permitan la implantación de modelos de movili-
dad basados en transportes alternativos más sostenibles.
• Eficiencia en el consumo de suelo. El proceso de implantación de nue-
vos espacios urbanizados debe ser lento y bien planificado para poder
encajar e interrelacionar los diversos componentes que lo configuran
en una fecha temporal dirigida al aumento de la complejidad.
• Estabilidad social, un aumento de la complejidad supone un aumento
de los puestos de trabajo, un aumento de la convivencia en el espacio
público, un mayor acceso a los servicios básicos y una mayor diversi-
ficación de las profesiones.

Por otra parte, Carrero de Roa (2010) menciona que en un tejido urbano
complejo las distintas actividades se encuentran entremezcladas y próxi-
mas unas a otras: viviendas, comercios, oficinas, talleres y equipamientos
se distribuyen armónicamente por la trama urbana. Desde el punto de
vista de la sostenibilidad económica, las ventajas de la ciudad compleja
son múltiples:
• Las distancias entre los emplazamientos de las distintas funciones se
reducen, por lo que los movimientos resultan más sencillos y econó-
micos. Se reducen costos de transporte y de ejecución de infraestruc-
turas viarias, y se previene la congestión del tránsito, con el ahorro
consiguiente de carburante y de horas de trabajo.
• Al distribuirse uniformemente las diversas actividades, todos los teji-
dos reciben el nutritivo flujo urbano de forma más equilibrada. Se
evita así la exigencia de barrios excluidos y zonas degradadas, que
pasan de ser una carga que lastra el funcionamiento de la ciudad a un
activo que colabora a su mayor rendimiento.
• Una ciudad compleja es una ciudad económicamente diversificada,
sustentada en un amplio número de sectores productivos. Contri-
buye a aprovechar las sinergias y mejora la flexibilidad de la econo-
mía urbana a los cambios futuros.
• Una ciudad compleja es acogedora para todos sus habitantes, con
independencia de su sexo, edad, situación laboral, lugar de proceden-
cia o condición física, porque su eficacia depende de la aportación de
todos, y no puede permitirse el lujo de prescindir de ninguno. Nece-

[ 216 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

sita del conocimiento y la experiencia de las personas mayores, y del


trabajo de las mujeres en idénticas condiciones que los hombres.
• La cercanía de las actividades favorece el contacto e intercambio de
ideas entre personas de perfiles, procedencias e intereses muy diver-
sos, y éste es el germen de la creación de conocimiento, el mayor
activo económico que puede tener una ciudad. No sólo las escuelas,
los institutos, las universidades: la ciudad entera es una herramienta
educadora de ciudadanos y productora de nuevas ideas y conoci-
miento.

Bajo estas premisas, ¿cómo puede contribuir la complejidad urbana de las


ciudades en la planificación urbanística?
• Evitando los modelos funcionalistas en la separación de las activi-
dades y proponiendo estructuras que favorezcan la mezcla de usos.
La estricta zonificación debe dar paso a determinaciones flexibles
que posibiliten la convivencia de las actividades residenciales con las
comerciales, las terciarias e incluso las industriales, allí hasta donde
por su naturaleza sean compatibles.
• Diversificando la oferta del suelo para nuevas actividades producti-
vas, especialmente las ricas en información y conocimiento. La ciu-
dad entera puede convertirse en un parque tecnológico si se favorece
la instalación de esas empresas no en emplazamientos aislados en la
periferia, sino en áreas consolidadas donde se puede tomar ventajas
de calidad urbana y del contacto con otros agentes de innovación,
especialmente los campus universitarios.
• Dignificando las actividades productivas tradicionales. Economía
global no significa que todo esté globalizado, sino que las actividades
económicas dominantes están organizadas globalmente. Seguiremos
necesitando espacios para las iniciativas locales y las industrias tra-
dicionales, pero si quieren ser competitivos deberán superar el con-
cepto clásico de polígono industrial y convertirse en áreas atractivas
mediante un diseño esmerado y la provisión de servicios a empresa-
rios y trabajadores (entorno de calidad, telecomunicaciones avanza-
das, transporte público, equipamientos como guarderías infantiles,
etcétera).
• Diseñando el espacio urbano para todos y no sólo para una minoría
dominante: varón, activo y con vehículo propio. Las barreras urba-
nísticas, la usurpación de los espacios públicos por el automóvil o la

[ 217 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

amenaza del tráfico rodado excluyen de la vida ciudadana a un volu-


men insostenible de población. Como cualquier empresa, el mayor
activo de una ciudad es su capital humano, sus ciudadanos, y todos
han de tener las mismas oportunidades para desarrollar plenamente
sus capacidades.

El indicador de complejidad urbana en el sistema


de los espacios públicos recreativos

Para valorar la situación de los espacios públicos recreativos en el muni-


cipio de Guadalajara, traduciremos la existencia de los espacios abiertos
recreativos de uso público en individuos capaces de transmitir informa-
ción y lo sintetizaremos como un índice de la diversidad, que indica el
número de miembros que cumplen una característica en el conjunto de
miembros de la comunidad. Para medir la complejidad utilizaremos el
índice de Shannon que surge de los postulados de la teoría de la infor-
mación.
El indicador de complejidad urbana se obtiene mediante la aplicación
del índice de Shannon-Wiener (uno de los distintos índices utilizados
para medir la diversidad en la teoría de la información). Es un indica-
dor que se utiliza, sobre todo, en ecología para cuantificar la riqueza de
los ecosistemas. Del mismo modo se puede utilizar para cuantificar la
riqueza de los diferentes usos del suelo en un espacio concreto de análi-
sis. La fórmula aplicada ha sido la siguiente:

S= - K x Pi Log Pi

En el que S es la entropía, K constante, Pi la probabilidad de que suceda


el evento. Para efectos prácticos, la fórmula utilizada en el sistema fue
aplicada para cada municipio en estudio.
Por otra parte, este índice revela múltiples variables de análisis que
ponen de relieve aspectos asociados con la forma de organización actual
del sistema y las estrategias de planificación futura tanto a nivel de edifi-
cación como de movilidad urbana.
Además, este índice permite:

[ 218 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

• Identificar los sitios de mayor concentración de actividad, los cua-


les generan un mayor número de desplazamientos, que han de ser
cubiertos por los diferentes modos de transporte.
• Conocer la proximidad de la población a los servicios básicos.
• Relacionar la actividad económica con el número de personas que cir-
culan a pie en el espacio público.
• Analizar la orientación de los procesos de transformación urbana.
• Desarrollar una especie de ecología del conocimiento con un cierto
grado de integración.

Lo anteriormente expuesto servirá de base como sustento teórico sobre


el tema de complejidad para abordar, posteriormente, el sistema de espa-
cios públicos recreativos, entendido como aquellos espacios con presen-
cia de distintos elementos portadores de información que establecen
relaciones múltiples y variadas a nivel de espacio y entre estos.

La complejidad en el sistema de espacios públicos recreativos


como estrategia para la planificación

Los intentos para la sistematización de los diversos tipos de espacios


abiertos recreativos se han desarrollado tanto desde la óptica del urba-
nismo, como de la teoría de las ciudades y de los espacios libres. Durante
la primera mitad del siglo xx, se empezaron a realizar estudios y pro-
yectos en los que destacaban los aspectos agronómicos y paisajísticos.
De esta forma, los espacios públicos recreativos (zonas verdes) dejaron
de considerarse como una simple necesidad higiénica en la estructura
urbana, para convertirse en un aspecto fundamental en la vertebración
de dicha trama urbana. En este periodo cabe destacar dos grandes plani-
ficadores de espacios abiertos públicos: el ingeniero francés Jean Claude
Nicolas Forestier (1861-1930), y el arquitecto Nicolau María Rubio i
Tudurí (1891-1981) (Falcón, 2007: 41).
En 1908, Forestier publicó el tratado Grandes Villes et Systémes de
Parcs, en el cual analizó diversas ciudades del mundo. A fin de facilitar una
mejor comprensión de lo que representaba un sistema de parques, defi-
nió los elementos verdes de una ciudad y los clasificó en grandes reservas
de paisaje protegido, parques urbanos, grandes parques urbanos, parques

[ 219 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

pequeños y jardines de barrio, terrenos de recreación, jardines de niños


y paseos avenida.
Por su parte, en 1926 Rubió i Tuduri, entonces director del Servicio de
Parques y Jardines de Barcelona, presentó una ponencia en la que expuso
el problema de los espacios libres en la ciudad, dentro del marco del Con-
greso Nacional de Arquitectos celebrado en Madrid. Dos aspectos fueron
los destacados en su contribución. El primero de ellos, la distribución
de una hectárea urbana con 20% destinado a edificación, 30% a espacio
viario, 40% a jardines privados y 10% a espacio público constituido por
piezas verdes de diferentes tamaños. El segundo, la clasificación de estas
piezas verdes en: grandes espacios (parques urbanos y suburbanos, cam-
pos de deporte, parques exteriores y reservas de paisaje); pequeños jardi-
nes urbanos (squares, jardines de barrio y jardines para juegos infantiles);
y avenidas jardín, cuya función era aumentar la eficacia del conjunto de
espacios verdes (ibídem).
En las últimas décadas del siglo pasado, el trabajo sobre la sistemati-
zación de los espacios abiertos recreativos (zonas verdes) se ha intensi-
ficado gracias a la revalorización del verde urbano y de sus aspectos fun-
damentales: los beneficios ambientales, los espacios de socialización y la
racionalización de los costes de mantenimiento, entre otros.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cien-
cia y la Cultura (unesco), a través de su programa El Hombre y la Bios-
fera (mab), ha estudiado el campo de acción 11, dedicado a los aspectos
ecológicos de los sistemas urbanos, y entre éstos, a los espacios abiertos
como elemento fundamental del equilibrio ecológico de las ciudades, con
una aportación de biomasa que se traduce en una mejora tangible del
ambiente urbano (ibídem).
La propuesta del sistema de espacios abiertos recreativos busca
estructurar estos espacios públicos como un sistema que cumple una
importante función de vertebración del territorio urbanizado (Folch,
2003, citado por Santiago, 2005). Es necesario desarrollar indicadores
económicos, ambientales y sociales aplicables en la gestión y planifica-
ción de estos tipos de espacios (Flores, 2011). Se trata de llevar a cabo la
planificación del sistema a una escala suficientemente amplia, supramu-
nicipal o metropolitana y desde una perspectiva integradora que poten-
ciaría la funcionalidad ambiental de estos espacios a escala urbana.
Existen distintos modelos de estructuración de la trama de espacios
abiertos recreativos urbanos, en función del grado de conectividad, jerar-

[ 220 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

quización y complejidad de los distintos elementos que lo conforman.


Entre algunos de los trabajos que tratan este tema, se ubican Palomo
(2003), Capitanichi (2003), Rodríguez, Ruales y Acebedo (2006), Barto-
rila (2006), García y Guerrero (2006), Restrepo (2007) y García (2011).
En esta investigación, la diversidad será una determinante para ana-
lizar la complejidad de los espacios públicos recreativos. En el modelo
de organización, el sistema de espacios recreativos de uso público tiene
un papel fundamental en la concepción orgánica de la ciudad. Toma en
consideración dos características principales: diversidad y accesibilidad,
dado que se consigue relacionar e interconectar todas las áreas de la ciu-
dad, y la continuidad, que confiere al sistema su carácter abierto al con-
vertirlo en una verdadera infraestructura para la actividad de los ciuda-
danos al aire libre.
Dicho modelo proporciona una máxima integración de la trama con
el tejido urbano, al mismo tiempo que la organización jerárquica respecto
al tamaño de los espacios abiertos recreativos permite que cada elemento
desarrolle una o varias funciones específicas dentro del conjunto del sis-
tema. La superficie y distribución de usos en el espacio son dos de las
nociones fundamentales a la hora de analizar el sistema.
El análisis de las funcionalidades ambientales y territoriales ante-
riormente descritas excede los estrechos y difusos límites de la ciudad:
los procesos ecológicos superan la escala de los límites administrativos
municipales, afectando al conjunto del territorio o paisaje en el que se
integra la metrópoli.
A partir de esta clasificación por su uso, se tomarán en cuenta para
este estudio los tipos de espacios públicos cuyas actividades principal-
mente son recreativas, deportivas, de esparcimiento y cultura ambiental.
Es decir, se definen en nuestro caso como aquellos que, al igual que los
demás espacios públicos, forman parte de la estructura urbana. Constitu-
yen elementos de referencia que articulan y relacionan las diferentes par-
tes que lo componen. También contribuyen significativamente al desa-
rrollo social y mejoran la calidad ambiental. Elevan la belleza paisajística
del entorno urbano y aportan cualidades importantes de identidad y de
legibilidad en la imagen de las ciudades. Además son esenciales para ele-
var la calidad de vida comunitaria, ya que en su seno se pueden realizar
actividades relacionadas con el esparcimiento, descanso, comunicación,
convivencia, recreación, deporte, cultura y desarrollo físico.

[ 221 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

Pradilla y Sodi de la Tijera (2006: 146) argumentan que estos espa-


cios (parques, jardines, bosques, plazas, etc.) en la trama urbana son
esenciales para el mejoramiento del medio ambiente y la imagen urbana,
la educación ambiental, la recreación y la cultura.
El carácter de multifuncionalidad que se pretende otorgar al sistema
debe ser perseguido a escala de sistema y no en cada uno de los espacios
que lo integran. A fin de lograr una correcta distribución espacial de las
funcionalidades del sistema es posible establecer un gradiente formal
y funcional (Hough, 1998). A través del cual, las funciones y usos más
intensivos y antrópicos se localicen preferentemente en el interior del
sistema, y las funciones y usos de carácter más extensivo y predominan-
temente ecológico en el exterior. De esta forma, las áreas integradas en el
tejido netamente urbano tendrán un enfoque prioritariamente humano,
donde primen aspectos como el uso público, el confort y la seguridad; en
el extremo opuesto, las áreas periféricas, a medida que se aproximan al
entorno no edificado, pueden ser dedicadas con mayor eficacia a la pro-
tección de la biodiversidad y los procesos ecológicos.
Por último, habría que mencionar la importancia de una adecuada
planificación a detalle de los espacios públicos recreativos orientada a
potenciar cada uno de los aspectos ambientales anteriormente citados
(Palomo, 2003). Un diseño incorrecto de los espacios ambientales (dis-
tribución errónea de la vegetación, selección inadecuada de especies en
estos espacios) puede llevar no sólo a minimizar los beneficios derivados
del verde urbano sino incluso a obtener efectos indeseados, en relación
con, por ejemplo, la efectividad de filtración de compuestos contaminan-
tes, la regulación microclimática o la presencia de especies animales y
vegetales incompatibles con el bienestar ciudadano.

La complejidad del sistema de espacios públicos


recreativos en Guadalajara

El concepto de diversidad es aplicado de los postulados de la teoría de la


información. La utilización de un índice como el de Shannon aplicado a
la presencia de los diferentes tipos de espacios públicos recreativos, nos
permitió conocer su diversidad y la mayor o menor complejidad. A conti-
nuación se describen los cálculos realizados para el municipio de Guada-
lajara (tablas 2 y 3).

[ 222 ]
Tabla 2
Metros cuadrados de espacios recreativos por tipo y zona en Guadalajara (2006)

Zona Jardines Plazas Parques Unidades deportivas Total (m2)


1.Centro Histórico 193,160.1750 91,596.3950 257,301.4790 110,964.1110 653,022.1600
2.Minerva 225,095.3650 19,469.8720 257,301.4790 136,084.1030 512,555.3640
3.Huentitán 86,536.5370 17,607.3430 131,906.0240 162,990.0920 545,460.5580
4.Oblatos 84,029.5340 410.7770 403,809.8810 170,323.9020 658,574.0940
5.Olímpica 40,891.909 27244.85 194,385.9060 113,860.8170 376,383.4820
6.Tetlán 103,028.6390 0.0 347,329.3160 196,508.3180 646,866.2730
7.Cruz del Sur 152,911.9670 29,885.1790 259,802.9980 226,296.8860 668,897.0300
Total 885,654.1260 186,214.42 1’872,862.1900 1’117,028.2290 4’061,758.9610
Fuente: elaboración propia a partir del sistema de espacios recreativos generado.

[ 223 ]
Tabla 3
Calculo de complejidad por zona en Guadalajara

Zona Jardines Plazas Parques Unidades deportivas Total Complejidad total


1.Centro Histórico 0.29579421 0.14026537 0.39401646 0.16992396 1.0 1.881407586
2.Minerva 0.43916303 0.03798589 0.25734981 0.26550128 1.0 1.712666058
3.Huentitán 0.15864857 0.03227977 0.51025978 0.29881187 1.0 1.597477488
4.Oblatos 0.12759314 0.00062374 0.61315786 0.25862527 1 .0 1.323053887
5.Olímpica 0.10864427 0.07238588 0.51645706 0.30251279 1.0 1.636426772
6.Tetlán 0.15927347 0.00000000 0.53694145 0.30378507 1.0 1.426177421
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

7.Cruz del Sur 0.22860315 0.04467830 0.38840507 0.33831349 1.0 1.746141741


Fuente: elaboración propia a partir del sistema de espacios recreativos generado.
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

Cálculo de la complejidad de los espacios abiertos


recreativos en Guadalajara

S = - K x Pi log Pi

S es la entropía, K es la constante, Pi la probabilidad de que suceda el


evento. Para efectos prácticos, la fórmula utilizada en el sistema fue, para
el caso del centro histórico y tomando en cuenta los datos de la tabla 21:

= - 0.29579421*(LOG10(0.29579421)/0.301) -0.14026537*(LOG10(0.14026537)
/0.301) - 0.39401646*(LOG10(0.39401646)/0.301) - 0.16992396* (LOG10
(0.16992396)/0.301

La misma fórmula se aplicó al resto de las zonas.

Aplicación del modelo de complejidad

Los resultados aplicados a la tabla 2 se muestran en la tabla 3. La máxima


entropía que teóricamente podemos tener en este análisis es de 2 puntos
de complejidad; es decir, un evento que pretende dentro de los cuatro
rubros de espacios recreativos equidistributivo a una probabilidad de
0.25 en todos sus eventos, permitirá al usuario acceder a una complejidad
o multioferta territorial mejor. En este caso no se observa que ninguna
zona sea totalmente compleja; sin embargo existen niveles de entropía
muy importantes en la zona Centro Histórico (gráfica 1) con un índice
de 1.88. Posteriormente, se encuentra Cruz del Sur con 1.74 y Minerva
1.71. Por debajo de éstos se encuentra Olímpica, Huentitán, Tetlán y
Oblatos. Territorialmente se concluye que la mayor complejidad se pre-
senta en la zona Centro, en forma descendente le siguen la zona Cruz del
Sur, Minerva, Olímpica, Huentitán, Tetlán y Oblatos. Sin embargo ello
no significa que sean las que presenten una mayor superficie en general
de espacios recreativos (mapa 1).

[ 224 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

Gráfica 1
Complejidad total por zona en Guadalajara

Fuente: elaboración propia a partir del sistema de espacios recreativos generado y la zon-
ificación de la Comisión de Planeación Urbana de Guadalajara (2009).

Consideraciones finales a manera de conclusión

Queda patente que el conjunto de espacios abiertos recreativos de uso


público, según estructura y función, representan componentes básicos
y elementos de sistemas funcionales en la trama urbana. Estos tipos de
espacios forman parte del mosaico urbano como uno de los sistemas fun-
damentales que integran la ciudad, que contribuyen a la calidad ambien-
tal y a la calidad de vida de sus habitantes.
El espacio abierto recreativo de uso público es una unidad compleja,
compuesta de diversos elementos internos y externos, que juntos crean
un paisaje y una identidad propia. Entre más diversa sea esa unidad,
mayor cobertura en servicios y actividades brindará a la ciudadanía.
En la planificación y la gestión territorial es imprescindible estable-
cer indicadores que evidencien el estado, tipos, cantidad y diversidad

[ 225 ]
Margarita Anaya Corona y Heriberto Cruz Solís

Mapa 1
Representación de la complejidad de espacios
recreativos por zona de Guadalajara

Fuente: elaboración propia con base en la zonificación de la Comisión de Planeación


Urbana de Guadalajara (Coplaur, 2009).

de espacios recreativos, debido a que estos espacios tienen no sólo un


valor para el esparcimiento físico o el relajamiento mental del ciudadano
en general, sino que cumplen una función esencial en el mejoramiento
ambiental. El índice de área verde por habitante (anexo 1) es un indicador
que no considera información acerca de la accesibilidad de dichas áreas,
ni tampoco de su distribución al interior de la ciudad. Esto permitiría
ahorro en tiempo de traslado y dinero.
Para la planificación de los espacios abiertos recreativos de uso
público como un sistema complejo, se podrían combinar el empleo del
pensamiento complejo —que considera al sistema como una totalidad
organizada, que se construye, que define la escala espacio temporal y la

[ 226 ]
La complejidad urbana y el espacio público recreativo en Guadalajara. Un enfoque de análisis

dinámica de ésta a través del análisis de su historia— y el empleo de las


ciencias de la complejidad que brindan herramientas para el estudio y
análisis de este fenómeno, a través de cálculos que muestran su diversi-
dad como unidad compleja. Los resultados proporcionarían indicadores
de la diversidad existente de espacios abiertos recreativos necesarios para
la demanda de la ciudadanía de acuerdo a los diferentes grupos sociales
existentes.
La diversidad de espacios abiertos recreativos permitirá acercar estos
espacios al habitante. El objeto territorial es alcanzar zonas cada vez más
diversificadas como camino para incrementar el nivel de vida de sus habi-
tantes. Una de las maneras de revertir las tendencias antrópicas nega-
tivas es a través de la complejidad de cada una de sus áreas. Lo anterior
implica entender los actos de planeación de manera distinta, evolucionar
de un solo tipo de espacio recreativo cercano para lograr espacios mul-
tiofertantes temáticos, en el entendido de que aquellos segmentos de la
ciudad más complejos son mejores que los que no lo son.

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[ 229 ]
Acercamiento al pensamiento
sistémico y la educación ambiental
a través de talleres participativos

Gabriela Zavala García


Erika Jiménez Rodríguez
Salvador Peniche Camps

El trabajo de educación ambiental que hemos realizado durante más de


una década, se ha caracterizado por poseer un enfoque participativo.
Para nosotros es de vital importancia que los individuos, grupos o la
comunidad se involucre en la búsqueda de soluciones a las problemáti-
cas ambientales, pero no desde una perspectiva globalizada sino desde
su propio contexto, de su vida cotidiana. Para esto, es imprescindible que
el participante de nuestros talleres tome conciencia y propicie un cambio
de hábitos frente a las problemáticas que se encuentran en su entorno,
así como que empiece a considerarse sujeto activo en ellas, haciéndolas
suyas para transformarlas.
Como educadores ambientales es importante saber que nuestro tra-
bajo tiene que ser una verdadera praxis. La implementación de talleres de
reutilización de residuos, consumo responsable, residuos sólidos, biodi-
versidad, agroecología y eco-hábitos, no tendría impacto alguno si no se
complementara con la reflexión y el diálogo entre y con los participantes,
haciendo que las actividades aterricen en hechos concretos, constructi-
vos y significativos para los niños, adultos y público en general. Esto será
la clave para que la semilla que estamos sembrando florezca y eche raíces
en la comunidad, como dice Paulo Freire: “acción y reflexión de los hom-
bres sobre el mundo para transformarlo”.

[ 231 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Desde dicha perspectiva, este trabajo tiene tres ejes conceptuales que
lo articulan, así como dos teorías:

Ejes conceptuales articuladores

La educación ambiental, el saber ambiental y el aprendizaje significativo;


así, nos basamos en las siguientes concepciones:

Educación ambiental

De acuerdo con la concepción de Ortega y Velazco (2006), se considera:

[un] proceso formativo, permanente, en el cual el individuo adquiere conocimien-


tos, interioriza actitudes y desarrolla hábitos que le permiten modificar la conducta
individual y colectiva en relación con el ambiente en el que se desenvuelve. En este
sentido, es un proceso permanente de formación y aprendizaje en el que el individuo
en interacción con la sociedad en la que vive, participa en la conservación del medio
que le rodea. La educación ambiental pretende formar una conciencia individual y
colectiva sobre los problemas ambientales que logran trascender a una conciencia de
actividades sociales.

También permite despertar el sentido de pertenencia al planeta tierra,


profundizar en la complejidad de las relaciones entre los seres existentes
y las constantes afecciones desarrolladas a partir de los hábitos.

Saber ambiental (Leff, 2007)

Se origina en una nueva ética y epistemología donde se entrelazan cono-


cimientos, se proyectan valores y se internalizan saberes. Para aprender a
aprender la complejidad ambiental es necesario desaprender de los cono-
cimientos consabidos.
El saber ambiental es un cuestionamiento sobre las condiciones eco-
lógicas de la sustentabilidad y las bases sociales de la democracia y la jus-
ticia; es una construcción y comunicación de saberes que pone en tela de
juicio las estrategias de poder y los efectos de dominación que se generan
a través de las formas de detención, apropiación y transmisión de cono-
cimientos.
En este sentido, López, Rodríguez y otros (2011:170) mencionan
que los saberes “se forjan entre las cosmovisiones, teorías y prácticas.

[ 232 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

Se configura así, un nuevo campo de saberes prácticos para una sociedad


sustentable, orientada hacia el bien común y al equilibrio del planeta”.

Aprendizaje significativo

Es una teoría sustentada por David P. Ausbel (1976), la cual sustenta que
la atención centrada en el alumno o sujeto es una pieza clave para la com-
prensión de la información para transformarla en conocimiento y de esta
manera pueda retenerla a largo plazo.
En este proceso influyen varios factores para que se logre el aprendi-
zaje significativo, entre ellos los instrumentos que se utilizan durante las
actividades, los objetivos que se plantearon para tales acciones y el objeto
por apropiarse en ellas. También se dice que otros aspectos a tomar en
cuenta son la comunidad o contexto, sus normas o relaciones sociales y
las reglas que coordinan la actividad (Díaz, 2006).
Incluso también se tiene que pensar en resolver amenazas que afec-
ten al sujeto durante la actividad, y de qué manera puede desarrollar
ampliamente sus capacidades para aprender y resolver problemas. Se dice
que es importante averiguar los aspectos interpersonales y sociales del
ambiente de aprendizaje que puedan afectar la adquisición de determinado
conocimiento; además, es preciso que se elijan formas adecuadas de orga-
nizar y presentar la información para motivar y dirigir el aprendizaje hacia
las metas concretas (Ausbel, 1976: 23, citado en Rodríguez, 2010: 9).
Cuando se tiene claro estos aspectos, el aprendizaje puede ser adqui-
rido y demostrado a partir del análisis del nivel de participación e involu-
cramiento de los sujetos en la actividad.
Respecto a esto, David Ausubel (1976) afirma que durante el apren-
dizaje significativo el aprendiz relaciona de manera sustancial la nueva
información con sus conocimientos y experiencias previas (citado en
Díaz, 2006: 107). Por ello y en relación con la educación ambiental es
preciso retomar y contextualizar las problemáticas locales para poder
transformar la percepción del sujeto que participa en las actividades y de
esta manera influir en la manera de aprender.
Esto hace referencia a que el aprendizaje significativo es un proceso
constante de intercambio de información, entre lo que se sabe de las pro-
blemáticas, se ha escuchado o se cree y lo que un educador ambiental o un
promotor ambiental comparten en las actividades que permitan resigni-
ficar el conocimiento del tema.

[ 233 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Incluso se pretende que el conocimiento adquirido pueda incluir la


funcionalidad, la cual se construye a partir de “ideas de anclaje”1 que per-
mitan deducir al sujeto la utilidad de la información para que al ponerla
en práctica la retenga a fin de convertirla en aprendizaje de largo plazo
(Rodríguez, 2010).
Con respecto a esto, Ausubel afirma: (1976: 6): “si tuviese que reducir
toda la psicología educativa a un solo principio, enunciaría éste: de todos
los factores que influyen en el aprendizaje, el más importante consiste en
lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto, y enséñese consecuentemente”
(citado en Rodríguez, 2010: 14).
Dado que desde una visión vigotskiana, el aprendizaje implica el
entendimiento e internalización de los símbolos y signos de la cultura y
grupo social al que se pertenece, los aprendices se apropian de las prác-
ticas y herramientas culturales a través de la interacción con miembros
más experimentados (Díaz, 2006: 107). Esto significa que los educadores
ambientales deben hacer uso de su creatividad para la transmisión de
información y conocimientos a fin de que puedan abordar esos símbolos
o signos culturales según el público recetor, aparte de que deben prepa-
rarse adecuadamente en el tema para poder transmitirlo de manera aser-
tiva, que pueda ser eficiente en las actividades del proceso de aprendizaje
significativo.
Las importancia de las ideas anclajes suponen “un marco para el
desarrollo de herramientas, estrategias y actividades didácticas, que per-
mitan descubrir e influir en la organización de la estructura cognitiva del
estudiantado” (Moreno, 2009).
Además, a partir de éstas se pueden desarrollar herramientas que el
promotor o educador ambiental tendría que dominar a tal punto de ser
capaz de comprender y modificar para contribuir al desarrollo integral
de la estructura cognitiva del receptor, alumno o sujeto. Por otra parte,
el promotor ambiental debe conocer y estar consciente de los intereses
del sujeto receptor de las actividades, de tal manera que pueda abrirse a
las diferencias individuales al momento de contextualizar el origen de las
actividades.

1. “Esa interacción es lo que caracteriza al aprendizaje significativo. Pero no se trata de una


simple unión o ligazón, sino que en este proceso, los nuevos contenidos adquieren significado
para el sujeto produciéndose una transformación de los subsumidores o ideas de anclaje de
su estructura cognitiva, que resultan así progresivamente más diferenciados, elaborados y
estables” (Rodríguez, 2010: 11).

[ 234 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

Incluso debe tener presente los tipos de aprendizaje significativo


(representacional, conceptual, proposicional) para poder definir sus
estrategias y actividades.

• Representacional:

El aprendizaje representacional tiene una función identificativa según la cual se


establece una correspondencia entre el símbolo (en general, una palabra) y su refe-
rente. Este aprendizaje es básicamente reiterativo y por descubrimiento; se produce
primordialmente en la infancia y tiene naturaleza nominalista o representativa. Por
ejemplo, para un niño pequeño, el sonido “perro” representa a un perro concreto que
él percibe en ese momento, esto es, para el niño el sonido es equivalente al referente
(Rodríguez, 2010: 15).

• Conceptual:

El aprendizaje de conceptos tiene una función simbólica que deriva de la relación de


equivalencia que se establece esta vez entre el símbolo y los atributos definitorios,
regularidades o criterios comunes de diferentes ejemplos del referente; tiene carác-
ter de significado unitario (Rodríguez, 2010: 15).

• Preposicional:

El aprendizaje proposicional tiene una función comunicativa de generalización, cuyo


objeto es aprender ideas expresadas verbalmente con conceptos; maneja, por tanto,
un significado compuesto. La finalidad del aprendizaje proposicional es la atribución
de significados a las ideas expresadas verbalmente, que son mucho más que la suma
de los significados de los conceptos que las componen (Rodríguez, 2010: 16).

Teoría de sistemas

Para efecto de nuestro trabajo, lo referenciamos con la teoría de sistemas


(Bertalanffy, 1940) y el enfoque del pensamiento sistémico (Rosnay, 1975).
Considerando la concepción original del autor de la teoría general de
sistemas (tgs) (Bertalanffy, 1940) —quien mencionó que “se presenta
como una forma sistemática y científica de aproximación y representa-
ción de la realidad y, al mismo tiempo, como una orientación hacia una
práctica estimulante para formas de trabajo transdisciplinarias”— y
tomando en cuenta las diferentes temáticas de los talleres participativos,
los objetivos originales de la teoría general de sistemas son:

[ 235 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

a) Impulsar el desarrollo de una terminología general que permita des-


cribir las características, funciones y comportamientos sistémicos.
b) Desarrollar un conjunto de leyes aplicables a todos estos comporta-
mientos.
c) Promover una formalización (matemática) de estas leyes (Cathali-
faud y Osorio, 1998).

En este sentido consideramos también el enfoque sistémico en la educa-


ción ambiental, el cual requiere un proyecto planteado desde una visión
global que considere que se trata de un sistema abierto en el que el todo
es más que la suma de sus partes; donde es más explicativo el conoci-
miento de las interrelaciones, se busca el tratamiento interdisciplinario,
se valora la estructura y funcionamiento, teniendo en cuenta aspectos
dinámicos, evolutivos y la realización del sistema, dada su complejidad.
Otro enfoque teórico de nuestro trabajo que se entrelaza con la ante-
rior teoría de sistemas es el pensamiento sistémico: “Es la actitud del ser
humano, que se basa en la percepción del mundo real en términos de
totalidades para su análisis, comprensión y accionar, a diferencia del
planteamiento del método científico, que sólo percibe partes de éste y de
manera inconexa” (Instituto Andino de Sistemas).
Hábitos del pensador sistémico:
1. Busca entender el “gran paisaje”.
2. Observa cómo los elementos que forman un sistema cambian con el
transcurrir del tiempo, generando patrones y tendencias.
3. Reconoce que la estructura del sistema genera su comportamiento:
Se enfoca sobre la estructura, no sobre la culpabilidad.
4. Identifica la naturaleza circular de las complejas relaciones de causa-
efecto.
5. Cambia perspectivas.
6. Afina y prueba suposiciones.
7. Examina un tema completamente y se resiste al impulso de llegar a
una conclusión repentina.
8. Considera como los modelos mentales (actitudes y creencias deri-
vadas de la experiencia) afectan percepción la realidad actual y el
futuro.
9. Usa el entendimiento de las estructura del sistema para identificar
posibles acciones de apalancamiento. Peter Senge (1990) y Rosnay
(1977) señalan que: “apalancamiento es ver dónde las acciones y

[ 236 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

cambios en la estructura puede conducir a mejoras significativas y


perdurables“.
10. Considera las consecuencias a corto y largo plazo de las acciones.
11. Busca dónde emergen consecuencias inesperadas.
12. Reconoce el impacto de los atrasos de tiempo cuando explora relacio-
nes de causa-efecto.
13. Examina los resultados y cambia las acciones si es necesario: “aproxi-
mación sucesiva”.
Bajo estas premisas, incorporamos un nuevo hábito.
14. Se percibe dentro del sistema tierra, se realiza introspección para
identificar sus acciones específicas en torno al alcance de acciones
que permitan mitigar las consecuencias de su existencia. Es decir, se
siente parte y contribuye a mejorar las condiciones del planeta.

Por lo tanto, los talleres están respaldados teórica y prácticamente, pre-


viendo pilotear algunos para el logro del éxito de los mismos; en seguida,
clarificamos la estrategia de trabajo de los talleres.

Talleres participativos

Partimos de un problema que está inserto en el mundo, la nación, una


región, población y en concreto en la comunidad. De los recursos locales y
estrategias de aprendizaje significativo que puedan aportar a los recepto-
res de los talleres una visión integral de las acciones de las personas en la
cotidianidad. Al mismo tiempo que se les ofrecen diversas opciones para
la intervención de manera individual y colectiva.
• La escuela como educación formal a través de la transversalidad de su
currícula (a diferentes niveles educativos).
• La formación de individuos a través de la educación no formal e infor-
mal (niños, jóvenes, adultos y público en general). Familia y medios
de comunicación.
• Se consideran los sistemas social, ambiental y nuestra inserción en
los mismos.

Con base en la metodología del taller (Universidad Virtual del Tecnoló-


gico de Monterrey, 2005) y con adecuaciones del equipo de trabajo, mos-
tramos la estrategia y sus seis etapas.

[ 237 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Metodología del Taller de Diagnóstico Participativo (tdp)

El tdp es utilizado tanto para el diagnóstico externo como para el interno. Depen-
diendo del alcance del diagnóstico, se recomienda llevar a cabo dos talleres partici-
pativos por separado: uno con miembros representativos de la sociedad civil, con el
objeto de conocer el punto de vista del cliente beneficiario del servicio, y otro sólo
con funcionarios públicos, para conocer el punto de vista del recurso humano con
que cuenta la organización.

1. Definición del objetivo, es decir, qué se desea investigar y con qué


propósito.
2. Definición de la agenda temática, es decir, qué tipo de preguntas se
tendrán como base para promover la reflexión de los funcionarios o
de los representantes de la sociedad civil.
3. Convocatoria para sensibilizar a:
»» Los ciudadanos y obtener una buena representación social y geo-
gráfica del área afectada (en diagnóstico externo).
»» Los funcionarios del área o departamento institucional que se
está estudiando, para que de forma abierta reflexionen sobre los
problemas de gobernabilidad y desempeño institucional.
4. Exposición de la metodología del taller y agenda de trabajo.
5. Mensaje de la autoridad principal, ministro, director o gerente del
ente gubernamental, sobre el objetivo del evento. Debe ser claro,
completo y entendible. Los resultados esperados del taller deben ser
concretos y realizables. Personal técnico puede ampliar y comple-
mentar detalles de los temas a tratar.
6. Trabajo de grupos con una matriz diagnóstica como guía.

Dependiendo del objetivo del diagnóstico, se puede recurrir al uso de una


matriz que registre el tipo de problema seleccionado, a quién beneficia,
a quién perjudica, qué acciones a corto plazo se podrían tomar, quiénes
deberían actuar desde la institución y desde la comunidad, que resul-
tados se podrían esperar y recursos disponibles para lograr el objetivo
propuesto. De esta manera, los talleres participativos se clasificaron por
temática de acuerdo a su abordaje, a los objetivos que pretendían y la
meta obtenida por parte de los grupos participantes.
Presentamos a continuación la tabla que resume los talleres, temáti-
cas y diferentes abordajes, posteriormente las fichas técnicas de los mis-

[ 238 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

mos, con la finalidad de brindar un panorama más amplio de los temas


que se llegan a interrelacionar.

Clasificación de talleres por tema

sólidos urbanos
Biodiversidad

Participación
Agroecología

comunitaria

responsable
Ecohábitos

Territorio
Consumo
Temática

ecológica
Residuos
Huella
Taller
Viaje imaginario    

El mundo- la galleta  

“Con-suma responsabilidad” La     

tiendita del consumo responsable


“Serpientes y escaleras de la energías    

renovables y no renovables”
Don plástico en el planeta azul    

Feria ambiental (plantas medicinales,       

agricultura urbana, cultura y tradición


de juguetes, entre otros)
Reutilización creativa de residuos    

Rompecabezas de la vida   

Maíz para el país    

Pinta tu planeta   

Humus es vida    

Los monstruos que enfrenta la    

agroecología
Los bocones    

El pájaro carpintero imperial   

[ 239 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Fichas técnicas

Taller participativo: Viaje imaginario


Tema: “Problemática ambiental de mi comunidad”.
Dirigido a niños preescolares.
Actividad: identificar problemas locales y responsabilizándonos.
Estrategia metodológica y recursos:
• Juego de simulación, participativa, se utiliza el aprendizaje signifi-
cativo.
• Recurso: la imaginación y recorrido a pie en un viaje por la imagina-
ción sobre las nubes.
• Simular que en el recorrido por las nubes identificamos problemas
ambientales a nivel preescolar y nos responsabilizamos de los proble-
mas ambientales como parte de una comunidad donde hay causas y
efectos de nuestros actos.
• Análisis de la situación actual y de la asociación niña-niño-natura-
leza. Sistemas: Comunidad – escuela.

Taller de reflexión y análisis: El mundo-la galleta (analogía)


Tema: Problemáticas ambientales mundiales, nacionales, regionales y
locales.
Dirigido a jóvenes y adultos.
Actividad: identificar problemas mundiales, nacionales, regionales y
locales.
Estrategia metodológica y recursos: juego de simulación
• Galleta con pizcas de chocolate y palillo.
• Simular que la galleta es un mundo y el palillo la herramienta para
“quitar los problemas ambientales”.
• Análisis y simulación de los problemas con respecto al producto final
de la “limpieza del mundo”.

Taller participativo que propicia eco-hábitos: “Con-suma Responsabilidad”


La tiendita del consumo responsable
Tema: problemática ambiental: residuos sólidos y la huella ecológica.
Consumismo.
Dirigido a niños, jóvenes y adultos y/o público en general.
Actividad: identificar los contenidos de los productos que consumimos
“Leyendo lo que consumo”.

[ 240 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

Estrategia metodológica y recursos:


• Juego de simulación “Tiendita del consumo responsable”
• Envases de productos de alimentos, de limpieza y de higiene perso-
nal, entre otros.
• Al simular que compramos en la tiendita, aprendemos al comprar lo
que estamos llevando y cómo impactamos al ambiente.
• Análisis y simulación de cómo volverse un consumidor responsa-
ble con la sociedad, aditivos alimentarios, residuos peligrosos en el
ambiente y nuestro entorno social y familiar.

“Serpientes y escaleras de la energías renovables y no renovables”


Tema: problemática ambiental: energías renovables.
Dirigido a niños, jóvenes y adultos y/o público en general.
Actividad: identificando la energía que consumo, los tipos de energía y
estrategias para ser responsables en su uso.
Estrategia metodológica y recursos:
• Imagen del juego proyectado y un dado gigante.
• Seis participantes máximo que tiran por turno el dado y van cami-
nando en las casillas.
• El resto del grupo escolar está observando la dinámica y participando
en la lectura de la imagen y el contenido de cada casilla y dando alter-
nativas de uso responsable de la energía, al final se hace una retroa-
limentación (feed-back) sobre nuestra vida cotidiana y el consumo
excesivo como “vampiros” en los contactos eléctricos, en los aparatos
eléctricos y electrónicos, reflexionando la importancia de aprovechar
la energía gratuita del sol.
• Análisis, retroalimentación y “amarre” (Marsano) como estrategias
de aprendizaje y de cómo volverse un consumidor responsable con la
sociedad, el ambiente y nuestra familia.

Don Plástico en el Planeta Azul


Tema: problemática ambiental: residuos plásticos.
Dirigido a niños, jóvenes y público en general.
Actividad: identificando la problemática de la disposición de los residuos
sólidos plásticos locales, la responsabilidad social y la búsqueda de alter-
nativas de solución a través de la participación social.
Estrategia metodológica y recursos:
• Eco-teatro guiñol participativo/guión.

[ 241 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

• Recurso: títere de botella “retornable” y otros títeres; teatrino, graba-


ción o actores tras la marioneta.
• Abordaje de la problemática, análisis de la misma y sus efectos en
nuestro planeta, búsqueda de alternativas de solución.

Feria ambiental
Temática: 1. Las 3´r Residuos solidos urbanos. 2. Animales en peligro de
extinción. 3. Economía solidaria.
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Actividad: oferta de talleres de instancias gubernamentales, federales y
ong.
Estrategia metodológica y recursos:
• Teatro guiñol, agua pasa por tu casa, agricultura urbana, cuida tus
mascotas, protección civil para niños, plantas medicinales, arte con
material de re-uso, rescate de juegos y juguetes tradicionales.
• Recurso: explanada del centro universitario, mobiliario, mínimo de
materiales de papelería y materiales de rehúso.
• Abordaje de diversas problemática ambientales.

Reutilización creativa de residuos:


Temática: comprender las 5* R (reutilizar, reciclar, reducir, rechazar,
resignificar).
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Estrategia metodológica y recursos:
• Síntesis de l proceso de producción de residuos.
• Recursos: residuos inorgánicos como cartón, papel, botellas de plás-
tico, periódico, botes de tetrapack
• Abordaje de diversos residuos.

Rompecabezas de la vida:
Temática: vínculos del consumo con la extracción de recursos naturales.
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Estrategia metodológica y recursos:
• Conocer consecuencias especificas del consumo que deterioran al
planeta
• Recursos: rompecabezas de la tierra
• Análisis del efecto de algunas acciones que afectan al aire, agua, sue-
los, flora y fauna.

[ 242 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

Maíz para el país


Temática: impulso a la diversidad de las semillas criollas de maíz.
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Estrategia metodológica y recursos:
• Despertar el interés por el consumo responsable de alimentos y com-
partir el conocimiento de la importancia de conservar el maíz criollo
del país, junto con otras semillas utilizadas para la milpa.
• Recursos: una mazorca pintada en manta, pintura de maíz y carteles
informativos.
• Reflexión del tema de la extinción de variedades nativa de maíz en
México, las luchas que se impulsan desde el campesinado, colectivos,
activistas, organizaciones civiles y otros líderes sociales.

Pinta tu planeta
Temática: generación de residuos.
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Estrategia metodológica y recursos:
• Experimentar un proceso creativo con la temática de extracción y
restauración de recursos naturales.
• Recursos: papel, cartón, hilaza, pinceles, tapas de plástico, agua,
linaza, pinturas.
• Abordaje del tema según los residuos adquiridos (su origen y des-
tino); posteriormente, el reciclado y la retroalimentación de posibles
opciones para ponerle color al planeta a partir de hábitos en casa,
escuela u otros espacios de la cotidianidad.

Humus es vida
Temática: reciclado de residuos orgánicos en casa.
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Estrategia metodológica y recursos:
• Conocer el proceso de reciclado de residuos orgánicos a partir de la
lombricultura en casa
• Recursos: lombriz roja californiana, residuos orgánicos, dos cubetas
con tapa o caja de plástico con tapa y hojas secas.
• Abordaje de la función biológica de las lombrices, su capacidad trans-
formadora de los residuos, al mismo tiempo que conocer beneficios
que tienen los suelos y las plantas a partir de este procedimiento.

[ 243 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Los monstruos que enfrenta la agroecología


Temática: biopiratería, transgénicos, agroquímicos, agrobiodiversidad.
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Estrategia metodológica y recursos:
• Cuento: El terror en la casa tierra.
• Recursos: papel craft, semillas, cajas de cereal, marcadores.
• Abordaje de los mitos en torno a la producción convencional de ali-
mentos.

Los bocones
Temática: comprender la separación adecuada de los residuos urbanos.
Dirigido a niños, jóvenes universitarios y público en general.
Estrategia metodológica y recursos:
• Síntesis del proceso de separación de residuos.
• Recursos: residuos inorgánicos e inorgánicos colocados en bolas para
atinarle al muñeco bocón, de acuerdo a la separación adecuada. Los
equipos de participantes atinan a la boca del “bocón” y obtiene pun-
tos por hacerlo de manera acertada.
• Abordaje del manejo adecuado de los residuos sólidos.

El pájaro carpintero imperial


Temática: identificar la extinción y las implicaciones de la misma en la
intervención humana.
Dirigido a niños, jóvenes y público en general.
Actividad: identificando la problemática de la extinción de las especies de
aves, particularmente del pájaro carpintero imperial, la responsabilidad
social y la búsqueda de alternativas de solución a través de la participa-
ción social.
Estrategia metodológica y recursos:
• Eco-teatro participativo/guión.
• Recurso: máscaras elaboradas por los participantes, grabación o acto-
res interpretando la dinámica del cuento, siguiendo la secuencia rela-
tada por el narrador.
• Abordaje de la problemática, análisis de la misma y sus efectos en
nuestro planeta, búsqueda de alternativas de solución.
Es imprescindible la incorporación del conocimiento-individuo (estructura
social) ya que a partir de los procesos participativos impulsados en los
talleres el sujeto se apropia de la información en su contexto.

[ 244 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

De esta manera, según Rodríguez (2008: 5), se incide en la aprehen-


sión de conocimientos de los participantes, el desarrollo de sus habilida-
des o incitar al redescubrimiento de algunas de ellas, desde la perspectiva
del aprendizaje de conocimientos de alto valor agregado.
• Se potencian los saberes, los conocimientos, las habilidades, desarro-
llo de destrezas.
• Se sustituye la repetición memorística del conocimiento individual
y colectivo.
• Se favorecen los procesos de memorización (codificación, recupera-
ción de la información, acercamiento a la realidad y cotidianeidad).
• Se identifican como partícipes de alternativas de solución.
• Se sensibilizan.
• Se fomentan cambios en los patrones de conducta.
• Se considera el desarrollo armónico de todas las dimensiones de la
persona.
• Se potencia el aprendizaje grupal.
• Se identifican fallas en el sistema global y se construyen alternativas.
• Se hace introspección sobre el origen de los procesos: ¿quién?,
¿cuándo?, ¿cómo surgen?

A continuación presentamos una tabla que permite una mirada global de


los talleres y sus valores agregados.
Identificar la estructura permite valorar el lugar que ocupamos como
especie y los diversos roles a partir del antropocentrismo, los hábitos de
consumo y los juegos de poder mediados por el interés económico.
“Es hora de intensificar los esfuerzos para integrar el pensamiento
de sistemas y la sostenibilidad en la educación. Los niños lo necesitan,
las escuelas lo necesitan, las comunidades lo necesitan, el mundo lo nece-
sita” (Camp Snowball, Tucson, Arizona, 2011).
Los elementos que forman un sistema cambian con el transcurrir del
tiempo, generando patrones y tendencias.
Se dice que en cuarenta días una persona es capaz de adquirir un
hábito, un patrón de comportamiento; en este caso, la recurrencia de
acciones para el cuidado de la naturaleza es realizada para apostarle a un
cambio global; esas pequeñas-grandes acciones se enfocan en el reto de
transformar la cotidianidad poco a poco.

[ 245 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Talleres y perspectiva del aprendizaje de conocimientos


de alto valor agregado

dimensiones de la persona

Incita a la introspección
Desarrollo de destrezas

Se identifican fallas del


Procura el aprendizaje
Contextualización del

Se crean o identifican
patrones de conducta
Fomenta cambios de
problema ambiental
Favorece proceso de

Se consideran las
Valor agregado

Sensibilización

sistema global
memorización

alternativas
grupal
Talleres
Viaje imaginario       

El mundo- la galleta         

“Con-suma responsabilidad”         

La tiendita del consumo


responsable
“Serpientes y escaleras de          

la energías renovables y no
renovables”
Don plástico en el planeta       

azul
Feria ambiental (plantas          

medicinales, agricultura
urbana, cultura y tradición de
juguetes, entre otros)
Reutilización creativa de          

residuos
Rompecabezas de la vida         

Maíz para el país        

Pinta tu planeta         

Humus es vida         

Los monstruos que enfrenta         

la agroecología
Los bocones        

El pájaro carpintero imperial          

La cotidianidad es tan compleja, y las preguntas son muchas, pero


para ser específicos en sembrar una duda de índole ecológica, se parte
de las necesidades de las personas y como éstas las satisfacen, al mismo
tiempo que se cuestionan las consecuencias de la satisfacción. Es decir,

[ 246 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

en los temas que se abordan durante los talleres —por dar un ejemplo—
se toca el tema de la alimentación, una de las necesidades fisiológicas
del ser humano y también se cuestiona al modelo de producción pero se
parte estratégicamente de las consecuencias de éste a la salud de la natu-
raleza, haciendo énfasis en los efectos a la especie humana.
Con ello se parte de varias cuestiones para hacer introspección. Otro
ejemplo es: ¿el alimento sabe igual en la ciudad que en el campo? Esta
pregunta detonadora abre una retroalimentación de reflexiones y con
ello se percata el público participante de los cambios en el transcurrir del
tiempo. Se identifican patrones de conducta en torno al alimento (para
seguir con el ejemplo) y las tendencias que existen en torno a este tema
“si es alimento sano”, “si es alimento contaminado”, entre otras clasifica-
ciones.
Los cambios ocurren sólo a partir de la reflexión, la re-significación
de las situaciones y la voluntad de las personas; es decir, cuando se tiene
el conocimiento de lo que ocurre, está en las manos de quienes portan ese
saber el actuar y de ahí se comienzan a observar los cambios. En muchos
casos, el incentivo para el cambio es el conocimiento del beneficio mutuo.
Otro ejemplo es el acercamiento al conocimiento de los efectos de
nuestras acciones cotidianas a la naturaleza mejor conocido como “la
huella ecológica” a partir de desglosar los procesos de descomposición
e incorporación de los residuos sólidos a la tierra, sus consecuencias y
algunas alternativas para la disminución de la huella.
Como se mencionaba anteriormente, la educación ambiental con
ética acepta que el concepto de “contaminación” es abrumador y la opción
para la concientización efectiva parte de la acción movilizadora de proce-
sos creativos, más allá de querer ser impulsada por el terror, el miedo o la
culpa de existir y ser parte de un sistema.
Esto se menciona porque no basta con decirle a la gente “cambie para
salvar el planeta”, se tiene que despertar un sentido de pertenencia en
el que se vincule lo natural y lo social, proceso en el que se descubran los
engranajes que mueven la cotidianidad de las personas y de qué maneras
pueden sentirse parte de la Tierra.
Existen posturas que parten de la culpa y el miedo; percepciones radi-
cales, pero es tan diverso el mundo que es preciso sincronizar las estruc-
turas con las que se observa la realidad, retroalimentarlas y complemen-
tarlas desde un sentido de existencia en común; recuperar la colectividad
y reconocer los cambios que también comenzaron siendo pequeños.

[ 247 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Trascender en el tiempo y hacer una comparativa resulta interesante


para poder evaluar los impactos ambientales, las oportunidades de miti-
garlos y la construcción de soluciones dentro de la cotidianidad.

Identificar la naturaleza circular de las complejas


relaciones de causa-efecto

Mediante los talleres también se incorpora la visión de la dependencia


entre los problemas ambientales, los hábitos, las decisiones políticas,
intereses económicos, el desconocimiento, la despreocupación o el mito
de los recursos infinitos.
Porque de esta manera se brinda un panorama integral de las cau-
sas de los problemas ambientales, sus efectos y manera de mitigarlos. En
ocasiones se parte desde el aprendizaje de los ciclos naturales como refe-
rencias para la adaptación de procesos similares en las ciudades, porque
también hay que mencionar que el impacto es diferente en los diversos
sectores sociales y también ámbitos (rural y urbano).
Por ello es que la ea analiza estos vínculos para poder proporcionar
estrategias de compresión a diversos públicos con la finalidad de sincro-
nizar el conocimiento e impulsar acciones tendientes a mitigar los efec-
tos, para con ellos construir una realidad más saludable.
También se pretende brindarle reconocimiento a la naturaleza por
ser proveedora de la totalidad de los recursos para la satisfacción de nece-
sidades, al mismo tiempo que se toma conciencia de la importancia del
cuidado y conservación responsable de la misma.
Este tema hace referencia a la inquietud de impulsar un “consumo
responsable” tema en el cual se refleja mucho está parte de “causa-efecto”,
donde a los asistentes se les incita a la introspección del recorrido de los
productos que usualmente consumen, crean o se facilitan para poder
aterrizar su origen y desenlace; es a partir del trazo de esa ruta que se
reflexiona y se adquiere el conocimiento de los impactos por el consumo
y la responsabilidad del consumidor en este proceso para mitigar las con-
secuencias.

Cambia perspectivas

El conocimiento modifica los filtros para ver el mundo, cuando se percibe


la complejidad de los vínculos que existen para la satisfacción de necesi-

[ 248 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

dades humanas partiendo del antropocentrismo; entonces se entiende


por el cual la educación ambiental busca impulsar un cambio en la manera
de hacer las cosas.
Cuando una persona resignifica la utilidad de las cosas, de los obje-
tos, cuando conoce su origen ya no lo volverá a ver como lo hacía antes,
pues se ha construido una percepción diferente de este objeto a partir de
un cuento, un proceso creativo y otra actividad que le permitió construir,
a partir de un conflicto o una problemática ambiental.
La ea le apuesta al cambio de los estilos de vida actuales, por un estilo
más amigable con la naturaleza, que impulse el sentido de pertenencia y
se parta de la satisfacción de las necesidades de manera responsable.
Quizá ser escéptico respecto de los cambios a largo plazo que se pro-
ducen a partir de pequeñas acciones sea la llave de la observación conti-
nua de esas suposiciones. Afirmar que “tú puedes actuar diferente, para
generar un efecto distinto en la tierra” parece en un principio algo poco
accesible o difícil para algunas personas.
Cuando participan en los talleres, como por ejemplo el de lombricul-
tura, el poder acercarse a la tierra, a las lombrices, a los residuos y llevar
a cabo este proceso, no por medio de la construcción de un hábito en
un taller momentáneo sino a partir de la concientización que se logró la
implantación de la duda: ¿será que puedo hacer algo desde casa?, se motiva
a la persona a continuar con ese contacto que ha venido estableciendo.
Aquí el cambio de perspectiva hace énfasis a dos situaciones. La pri-
mera es “lo habitual” del destino de los residuos: “el vertedero de basura”,
lo “poco usual” es el reciclado de residuos desde casa. Cuando la gente se
abre a transformarlos a partir de la lombricultura, su perspectiva del des-
tino es diferente, ahora sabe que puede destinar ese producto (“humus”
o “lixiviado”) a sus plantas y si no tiene plantas, sabe que le puede servir
a alguien que sí las tenga.
Entonces cierra un ciclo del residuo desde un enfoque natural, “sale
de la tierra, regresa a la tierra” y no se queda con la incertidumbre de
“mi alimento sale de la tierra, se va al vertedero y no sé qué le pase”. En
los talleres se menciona que entre las consecuencias existe la contami-
nación de aguas subterráneas o mantos freáticos por la materia orgánica
en descomposición, entre algunos problemas ambientales. Esto se deja
claro para proporcionar las posibles opciones de contribuir al cuidado de
la naturaleza y a la toma de decisiones en la que el sujeto se responsabi-
liza de sus actos.

[ 249 ]
Zavala García, Jiménez Rodríguez y Peniche Camps

Afina y prueba suposiciones

En este apartado se pretende brindar un acercamiento a lo que la ea está


construyendo día con día, tanto en procesos continuos de formación a
grupos estables como ha asistentes en eventos esporádicos en conme-
moración de los días emblemáticos en torno a la naturaleza (día del agua,
bosques, agricultura, entre otros).
Respecto a esto, un evento de ea puede significar una oportunidad
para el aprendizaje, a la creación de dudas y con ello la construcción
colectiva o individual de respuestas; continuando con la implementación
de la lombricultura en casa para el reciclado y reducción de los residuos
orgánicos. En un inicio se sabe que se pueden reciclar, se parte de un
supuesto de generación de residuos orgánicos en el hogar para elegir la
cantidad de lombrices y valorar el proceso de reciclado. A esto le agrega-
mos la construcción continua de un hábito “la disposición responsable de
los residuos” que trae consigo beneficios múltiples para las plantas por
la utilización del humus (resultado de la digestión de los alimentos, por
parte de las lombrices) y el lixiviado un fertilizante foliar, que funciona
como un excelente abono para árboles y todo tipo de plantas.
Otro ejemplo donde el sujeto supone el resultado y afina su expe-
riencia es con la construcción de huertos urbanos: se adquieren semillas
y se piensa en la subsistencia alimentaria a partir de ello. La vivencia de
la siembra, el cuidado y la cosecha resulta una travesía que en algunos
casos rompe con sus ideas de subsistencia y sus suposiciones de que es
suficiente tener semillas, tierra y agua en casa para alimentarse.
Con ello se hace referencia a un proceso de aprendizaje en el que se
va adquiriendo información de la integralidad de los procesos sociales
—como en este caso la agricultura— para la alimentación, junto con la
periodicidad de la producción de alimentos y se va relacionando con el
contexto cada día más complejo de la adquisición de alimentos para apro-
bar o derogar sus suposiciones.

Examinar temas completamente

En este aspecto la adecuación ambiental facilita el conocimiento de diver-


sos temas a través flujogramas que permiten crear una estructura de las
situaciones y con ello relacionar de manera más compleja los diferentes
factores en torno a las diversas problemáticas socio-ambientales.

[ 250 ]
Acercamiento al pensamiento sistémico y la educación ambiental a través de talleres participativos

Como en el caso del taller de “Rompecabezas de la vida”, lo que se pre-


tende es mostrar visualmente a partir de una herramienta las consecuen-
cias de las decisiones que se toman en el consumo de ciertos productos;
en otras palabras, este rompecabezas tiene forma circular y las piezas que
lo integran son el agua, el suelo, la flora, la fauna y el aire.
La dinámica inicia con el consumo ejemplo “oro para pulseras, are-
tes u otros accesorios” consecuencia: minas a cielo abierto, los efectos al
ambiente van desde el derrumbe de montañas para su explotación, con-
taminación del agua, del aire y con ello la pérdida de flora y fauna; de esta
manera la persona receptora de la información relaciona visualmente los
efectos ya que al mencionarlos se retiran las piezas del rompecabezas,
fracturando el ecosistema y dejando que sólo se perciba un fondo negro,
vacío, sin los componentes que al inicio se mencionaron.
De esta manera se pueden percibir y hacer énfasis en las consecuencias
a un corto largo de las acciones que se toman no sólo en el consumo sino
también en la industria y en los procesos productivos. Por lo cual al reco-
nocer los impactos y analizar las relaciones causa-efecto para fomentar la
introspección se puede contextualizar las consecuencias sociales, ambien-
tales, económicas, culturales y con ello sensibilizar sobre la relevancia de
conocer e impulsar acciones tendientes a la construcción o implementa-
ción de alternativas al tipo de consumo depredador y acumulador.
Así mismo se hace énfasis en la percepción de que estamos todo en
un mismo lugar, una macro-casa con sus diversos elementos que se rela-
cionan dependientemente y que es necesario reconocer para conservar,
proteger o regular.
Esto permite adentrarnos en la complejidad de los sistemas, de la
identificación de los vínculos, relaciones, conexiones existentes de los
objetos y sujetos de este planeta.

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[ 252 ]
Los límites del crecimiento
Revisión, docencia y discencia

José Héctor Cortés Fregoso1

Resumen

La literatura sobre los límites del crecimiento (ldc) —la cual inicia en
los años setenta del siglo pasado con la publicación de una obra acerca
del tema, dada a conocer por el Club de Roma, sobre el reto que enfrenta
la humanidad— ha ocupado muy poco la atención del economista mexi-
cano, tanto en su formación académica como en su ejercicio profesional.
Llama la atención dicha visión, ya que al aparecer tal trabajo fueron eco-
nomistas, en el contexto mundial, los primeros que rebatieron algunos, o
todos, de los más sobresalientes argumentos presentados por los autores
del texto, todos ellos pertenecientes al Instituto Tecnológico de Massa-
chusetts (mit), específicamente al Grupo de Dinámica de Sistemas de la
Escuela de Gestión Sloan.
A excepción del prólogo a la edición en español publicada por el
Fondo de Cultura Económica (fce), en donde el economista mexicano V.
L. Urquidi da a conocer la importancia y trascendencia de la obra más allá
del año 2000, no se ha generado una corriente de estudios y análisis sobre
las principales tesis de los lcd. Las escuelas, facultades y departamentos

1. Profesor e investigador de tiempo completo, titular “C”. Departamento de Economía


y Departamento de Métodos Cuantitativos. Miembro del Cuerpo Académico No. 116
“Teoría económica y desarrollo sustentable”. Centro Universitario de Ciencias Económico
Administrativas (cucea) de la Universidad de Guadalajara. Correo electrónico: cortesfregoso@
hotmail.com.

[ 253 ]
José Héctor Cortés Fregoso

de economía no muestran asignaturas que explícitamente tengan rela-


ción alguna con los problemas de los límites del crecimiento económico.
Tampoco las revistas especializadas en economía manifiestan mínima-
mente un interés particular sobre el tema.
En el presente trabajo se hace un recuento descriptivo de las tres
principales obras que hasta ahora han aparecido sobre los ldc, enlistadas
en las referencias bibliográficas (1972, 1992 y 2004), las dos primeras en
versión castellana y la última aún no traducida. Asimismo, en la última
sección del estudio se realizan algunas reflexiones sobre la literatura dis-
cutida y la formación del economista en cierne en términos de la con-
veniencia de conocer e investigar, en cursos de desarrollo y crecimiento
económicos, las tesis básicas del grueso de argumentos sobre la incógnita
que enfrenta la humanidad, pues la política económica debe considerar y
sopesar las visiones propuestas.

Introducción

A través de los últimos dos siglos, la ciencia económica ha desarrollado


diversos enfoques metodológicos con la mira puesta en una mayor com-
prensión del fenómeno económico y, por ende, mayor refinamiento en las
instrumentación de la política económica. Sin embargo, no obstante lo
complejo de la naturaleza del objeto de estudio de la economía, la visión
sistémica no ha sido materia de enseñanza y aprendizaje en los planes de
estudio universitarios.
Precisamente, la mecánica metodológica de los tres trabajos aquí
comentados tiene su fundamentación en lo sistémico, sobre todo en la
dinámica de sistemas (ds) desarrollada por J. W. Forrester durante los
años sesenta. El concepto clave tratado en el método sistémico es el de
crecimiento exponencial, el cual queda explicado en los primeros capí-
tulos de los textos con base en la terminología propia de la ds: diagra-
mas de flujos o de influencias, bucles de retroalimentación, diagramas
de Forrester, flujos, niveles, rezagos, etc. Queda clara tal metodología en
los capítulos iniciales de las tres obras. Su instrumentación práctica se
hace por medio de paquetería informática desarrollada para una correcta
aplicación del método, sobre todo el programa de ds llamado World3 que
constituye la herramienta informática en los estudios sobre los ldc.

[ 254 ]
Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia

La obra aparecida veinte años después del texto original, Más allá
de los límites del crecimiento: colapso global o futuro sostenible, replantea y
actualiza los resultados derivados en el primer título. Al igual que éste,
se insiste en el concepto de crecimiento exponencial y se rehabilita el
método de la ds, conjuntamente con la puesta al día, con bases de datos
recientes, los resultados generados por las nuevas simulaciones de los sis-
temas dinámicos incorporadas en el análisis de las variables analizadas:
crecimiento de la población, producción agrícola, producción industrial,
uso de recursos naturales y contaminación. La idea es clara y contun-
dente: o elegimos un futuro sustentable o sobrevendrá un colapso global.
Limits to Growth: The 30-Year Update aparece en 2004. De acuerdo con
el prefacio de los autores:

[...] este libro es la tercera edición en serie. La primera apareció en 1972. En 1992
publicamos la edición revisada, Más allá de los límites del crecimiento, en donde discu-
timos los desarrollos globales durante los primeros 20 años en los escenarios de los
ldc. Esta puesta al día de 30 años presenta las partes esenciales de nuestro análi-
sis original y sintetiza algunos de los datos relevantes e introspecciones que hemos
adquirido a lo largo de los tres decenios pasados.

¿Qué implicaciones se pueden derivar en relación con la formación de


economistas profesionales? ¿Ninguna? La idea central en este sentido
pretende insistir en la necesidad de integrar la metodología sistémica, en
toda su extensión, en los planes de estudios de economía de las universi-
dades, públicas y privadas. Esta propuesta también exige rediseños curri-
culares que faciliten la incorporación de temas de estudio con tendencias
positivas para la formación profesional. Una propuesta curricular apunta
a rediseños curriculares realmente por créditos, no sólo currícula, acadé-
micos no sólo por créditos de jure, sino también de facto; hasta la fecha, no
existen en el contexto de la formación universitaria.
Junto con esta introducción general, el trabajo aborda, genérica-
mente, cada texto sobre los ldc, y cierran la discusión algunas considera-
ciones sobre la importancia de la enseñanza y el aprendizaje de la meto-
dología de la ds en los diseños curriculares de economía.

[ 255 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Los límites del crecimiento (ldc)

Durante los últimos tres decenios aproximadamente, además de nume-


rosos artículos y trabajos de investigación de todo tipo sobre los ldc, han
aparecido tres obras que vale la pena considerar para entender mejor la
literatura sobre la temática. Las tres referencias han sido escritas por,
prácticamente, el mismo equipo de investigación.
Dada a conocer en español por la editorial mexicana fce en su colec-
ción popular, el primer texto de 1972, no obstante el éxito librero por su
traducción a diversos idiomas, pasó totalmente inadvertido tanto en la
discusión del crecimiento económico como en la de la sustentabilidad del
desarrollo económico en las aulas y en los institutos de investigación de
la academia mexicana.
Es importante señalar desde el inicio que, en términos de la forma-
ción de economistas profesionales, no sólo interesan las posibilidades de
crecimiento y desarrollo económicos, sino también, y quizá tan impor-
tante como lo anterior, el acercamiento a la metodología sistémica, pen-
samiento sistémico y dinámica de sistemas, del economista en cierne.
Los límites del crecimiento (1972) está integrado por cinco capítulos,
precedidos por un prólogo, una presentación y una introducción. El capí-
tulo i está dedicado a la naturaleza del crecimiento exponencial, el cual
es retomado en el capítulo ii en términos de los límites del crecimiento
exponencial. El capítulo iii está dedicado al crecimiento en el sistema
mundial, para tratar el tipo de técnica utilizado y su relación con los lími-
tes del crecimiento en el capítulo iv. Finalmente, el capítulo v analiza el
estado del equilibrio global. Con su participación, Urquidi deja claro que:

[...] el estudio del Club de Roma no pretende metas tan ambiciosas ni es un anun-
cio del fin del mundo. Es ante todo un instrumento o método en que por medio
de la técnica del “análisis dinámico de sistemas” se interrelacionan cinco géneros
de variables: monto y tasa de incremento de la población mundial, disponibilidad y
tasa de utilización de los recursos naturales, crecimiento del capital y la producción
industriales, producción de alimentos y extensión de la contaminación ambiental
(Meadows et al., 1972: 13-14).

Por supuesto, no es el propósito del prologuista hacer hincapié ni en el


pensamiento sistémico ni en la dinámica de sistemas (ds), ya que no
eran, ni son, enfoques esenciales en la formación del economista profe-
sional. Sin embargo, logra hacer resaltar las cinco variables agregadas a

[ 256 ]
Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia

nivel mundial analizadas en el texto, las cuales son proyectadas al siglo


xxi como las principales causantes del deterioro ambiental del globo y las
principales restricciones del crecimiento económico.
Al aparecer la investigación de los ldc, las primeras interpretacio-
nes daban por sentado que el contenido de la obra pronosticaba el fin
del mundo en el siguiente poco más de medio siglo. La metodología
empleada había sido desarrollada y dada a conocer por J. W. Forrester
en tres textos sobre la dinámica industrial, la dinámica urbana y la diná-
mica mundial, esta última base de los ldc. Dicha metodología sistémica
había sido poco difundida en el medio académico; aunque su contenido
matemático no es de gran alcance en relación con los instrumentos utili-
zados, no había logrado todavía penetrar la preparación metodológica del
economista. A más de cinco decenios de distancia, existe universalmente
una mucho mayor aceptación y empleo del enfoque sistémico y su instru-
mento, la ds.
¿Por qué surge un estudio como los ldc cuyo contenido alerta sobre
la capacidad limitada del mundo para crecer? ¿Cuáles fueron los aspectos
más comentados al aparecer los ldc en 1972? De acuerdo con el análisis
hecho por Nordhaus:

[...] la versión de 1972 de los ldc tuvo su origen en una preocupación creciente
acerca de la sustentabilidad del crecimiento económico en un mundo finito. El
debate encontró una audiencia ansiosa debido a las preocupaciones a principios de
los setenta en relación con el rápido crecimiento de la población y la contaminación
creciente en los países en desarrollo y, después de 1973, los precios del petróleo con
tendencia creciente en espiral y un crecimiento declinante rápidamente en la pro-
ducción y los estándares de vida de los países industriales más importantes (Nord-
haus, 1992: 2).

Como se puede observar, la síntesis que presenta Nordhaus explica las


razones por las que los ldc despertaron tanto interés a nivel mundial,
sobre todo por parte de los economistas preocupados por el crecimiento y
el desarrollo económicos en el ámbito mundial. Es de notar que el análisis
de Nordhaus se lleva a cabo una vez que aparece la secuencia de los ldc,
es decir, cuando aparece Más allá de los límites del crecimiento. Una vez que
analiza formalmente los supuestos, las variables estudiadas y las conclu-
siones alcanzadas por los ldc y la obra de 1992, Nordhaus propone las
implicaciones para los tiempos contemporáneos.

[ 257 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Como elemento fundamental que pugna en contra del crecimiento


pronosticado por las dos obras del crecimiento de la población, la pro-
ducción industrial, la producción agrícola, el uso de recursos naturales y
la contaminación, Nordhaus hace resaltar el papel desempeñado por el
desarrollo tecnológico. Para él, “en los dos últimos siglos, la tecnología ha
sido la clara vencedora en la carrera con el agotamiento y los rendimien-
tos decrecientes” (Nordhaus, 1992: 38).
Desde una perspectiva de los propios autores de los ldc, la obra de
1972:

[...] dio a conocer que las restricciones ecológicas globales tendrían una influencia
significativa en los desarrollos globales en el siglo xxi. Los ldc ponían sobre aviso
que la humanidad tendría que desviar mucho capital y recurso humano para vencer
tales restricciones, tal vez tanto que la calidad promedio de vida se reduciría en algún
momento durante el siglo xxi.

Para tratar de evitar los resultados pronosticados en la obra, se recomen-


daba el llevar a cabo “una innovación social profundamente proactiva con
base en cambios tecnológicos, culturales e institucionales con el propó-
sito de evitar un aumento en la huella ecológica de la humanidad más allá
de la capacidad de carga del planeta Tierra” (Meadows et al., 2004: p. x).
Como queda dicho anteriormente, el paquete informático World3 ha
sido empleado sistemáticamente para realizar las diferentes simulacio-
nes del sistema desarrollado en las tres obras. ¿Por qué pronosticar el fin
del crecimiento? Y si éste se hace presente, ¿qué formas podría tomar en
la realidad? Según los autores:

[...] el fin del crecimiento puede tomar muchas formas. Puede ocurrir como un
colapso: una reducción sin control tanto de la población como del bienestar humano.
Los escenarios del World3 muestran tal colapso a partir de una variedad de causas.
El fin del crecimiento también puede ocurrir como una suave adaptación de la huella
humana a la capacidad de carga del globo (Meadows et al., 2004: p. xi).

Es indiscutible la polémica a la que dio origen el texto de los ldc, no


solamente por su contenido y predicciones sino también por el nuevo
instrumental utilizado para llevar a cabo el estudio. Hasta entonces la ds
sólo había sido usada por J. W. Forrester en su obras pioneras (Industrial
Dynamics, Urban Dynamics y World Dynamics). Vale la pena hacer notar
que tal instrumento empleado para analizar las estructuras de sistemas

[ 258 ]
Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia

complejos adaptativos y simular su comportamiento, a partir de enton-


ces, se ha vuelto una herramienta muy conocida en el ámbito del estudio
de estructuras sistémicas complejas.
Actualmente existe en el mercado un número aceptable de paquetes
informáticos con los cuales se puede llevar a cabo análisis prácticos con
el uso de paquetes como Vensim, Stella, iThink, Powersim y otros más.

Más allá de los límites del crecimiento (maldc)

Aparecida veinte años después, maldc se considera la segunda edición,


corregida y aumentada de los ldc y del paquete informático World3.
Representa una puesta al día de los resultados derivados en 1972,
tomando en cuenta los desarrollos globales entre 1970 y 1990. Sin
embargo, maldc simple y llanamente repetía los resultados logrados en
los ldc; no obstante, se daba a conocer que la humanidad ya había sobre-
pasado los límites de la capacidad de carga de la Tierra. Es decir, desde
principios de los años noventa ya había un gran número de evidencias de
que la humanidad se dirigía más y más hacia el territorio de la no susten-
tabilidad, lo cual no era posible evitar mediante políticas sabias, ya que
era una realidad.
El objetivo único, entonces, se planteaba como regresar al mundo al
territorio de la sustentabilidad. A pesar de las nuevas realidades, los dife-
rentes escenarios generados mostraban que se podían reducir los efectos
de haber sobrepasado la capacidad de carga del planeta: se podrían instru-
mentar políticas apropiadas globales, realizar cambios tecnológicos e ins-
titucionales así como de las metas políticas y las aspiraciones personales.
Además de prólogos y agradecimientos, entre otras introducciones,
maldc está compuesto por ocho capítulos, coronados por un apéndice
sobre investigación y enseñanza con World3, aspecto de interés para el
presente trabajo. El capítulo 1 centra su atención en el problema plan-
teado por el sobrepase. Nuevamente, en el capítulo 2 se recurre al creci-
miento exponencial como fuerza motriz. Con un acercamiento más explí-
cito a la terminología de la ds, en el capítulo 3 se trata de las fuentes y
los sumideros como los límites, dedicando el capítulo 4 a la dinámica del
crecimiento en un mundo finito. Con referencia directa a la historia del
ozono, el capítulo 5 hace alusión al regreso desde más allá de los límites.
El capítulo 6 se recurre una vez más a la tecnología y su relación con los

[ 259 ]
José Héctor Cortés Fregoso

mercados y el sobrepase, discutiendo ampliamente la transición hacia un


sistema sustentable en el antepenúltimo capítulo. Por último, el capítulo
8 insiste en el sobrepase sin colapso. El tema del apéndice sobre investi-
gación y docencia se retoma en la sección 5 más adelante.
El concepto clave en maldc se centra en el sobrepase, la huella
humana ha excedido ya la capacidad de carga del planeta Tierra. Por lo
tanto, globalmente existe la necesidad de adoptar políticas y cambios
importantes para poder evitar el colapso total de la humanidad. Preci-
samente, la publicación de maldc coincide con la cumbre sobre medio
ambiente y desarrollo efectuada en Río de Janeiro, Brasil, la cual da
prueba de que, finalmente, la sociedad global ha decidido hacerle frente
con la mayor seriedad a los importantísimos problemas ambientales en
el contexto mundial.
Al igual que con los ldc, Nordhaus pone el acento en una crítica a
maldc con tinte decepcionante. Para él maldc resulta ser el modelo
letal 2, con el mismo reparto, trazado, líneas y escenarios computacio-
nales. Parece que no hay nada nuevo. Nordhaus resume al sistema de la
siguiente manera:

Yt = F(Yt-1, Zt, b)

En donde t es tiempo; Yt es el conjunto de variables endógenas, aproxima-


damente 150 en total, de las cuales las más importantes son la población,
contaminación, alimentos, producción industrial y recursos naturales no
renovables; Zt representa las variables exógenas ; y b representa los pará-
metros del sistema. Con esta relación sintetiza, según su apreciación, el
modelo básico de los ldc y maldc. Obsérvese el uso de variables rezaga-
das para captar la estructura dinámica del modelo (Nordhaus, 1992: 5).
Aparentemente, de acuerdo con Nordhaus, la composición del
modelo de los ldc y maldc pertenecen a la misma cosecha, a excepción
de algunos cambios encontrados en maldc, por ejemplo, entre otros, la
reducción de las tasas de natalidad, un tamaño de familia más reducido
para reflejar las tendencias demográficas y un mayor impacto de los ser-
vicios de salud en la esperanza de vida. Sin profundizar en detalles, Nor-
dhaus afirma que los autores de maldc intentan plantear una serie de
decisiones que evitarían el sobrepase y el colapso.

[ 260 ]
Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia

La mayor parte de las decisiones no implicarían controversia alguna, como el uso


más eficiente de los recursos, el incremento del rendimiento de la tierra y la reduc-
ción de la contaminación letal.
Algunas otras serían controvertidas pero convincentemente sensibles, como
la limitación de la población. La propuesta última es tan impactante que la citaré
completa: “[El escenario] muestra un mundo simulado [...] con una definición de
“basta”. Este mundo ha decidido instrumentar una producción industrial promedio
per cápita de $350 por persona al año, cercano al equivalente del de Corea del Sur, o
el doble del nivel de Brasil en 1990. [...] Si esta sociedad hipotética pudiera también
reducir los gastos militares y la corrupción, una economía estable con una produc-
ción industrial per cápita de $350 sería equivalente a las comodidades materiales del
nivel promedio de Europa en 1990” (Nordhaus, 1992: 7).

¿Qué aceptación tuvieron los modelos ldc y maldc entre los economis-
tas? A decir verdad, en la comunidad de los estudiosos de la economía
en México tal aceptación fue menos que mínima. No hubo respuesta
de ningún tipo, no se dieron a conocer controversias al respecto ni se
dio una amplia promoción a una posible crítica de ambos modelos. En
el contexto internacional, según Nordhaus, los pronósticos del modelo
de los ldc no fueron bien recibidos por la comunidad en el mundo de la
economía. Con un tono más bien pesimista y posiblemente sarcástico,
Nordhaus enfatiza que “mientras este canto fúnebre computarizado de
la industrialización probablemente habría encontrado oídos afines entre
los economistas clásicos de principios del siglo xix, los economistas con-
temporáneos tienen un punto de vista diferente de la dinámica del cre-
cimiento económico y están muy poco de acuerdo con los modelos de los
ldc” (Nordhaus, 1992: 14).
Efectivamente, los economistas inclinados por la visión clásica del
crecimiento económico encontraron una alternativa de análisis con base
en la ds. Saeed, en su propuesta en torno a la reinterpretación sistémica
del crecimiento económico clásico, lleva a cabo una investigación en
donde deja asentado que:

[...] este trabajo reconstruye los límites demográficos, ambientales y sociales del cre-
cimiento como fueron planteados en los modelos clásicos del crecimiento económico
de Adam Smith, David Ricardo, Thomas Malthus, Karl Marx y Joseph Schumpeter.
Se emplea la modelación de la ds y la simulación computarizada para mostrar la
perspectiva sistémica y la riqueza de estos modelos (Saeed, 2005: 2).

[ 261 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Lo rescatable de la cita anterior tiene que ver no con la aceptación


íntegra de la propuesta de los modelos de los ldc y maldc, sino en el
uso de la visión sistémica y de la ds en una muy bien sustentada reinter-
pretación de las aportaciones de los cinco economistas clásicos referidos.
Tal aportación de Saeed tiene implicaciones importantes para el presente
trabajo, siendo una de ellas las implicaciones que tiene el pensamiento
sistémico y la ds para sustentar más sólidamente el estudio de la econo-
mía dinámica, aspecto totalmente ausente en la formación de los econo-
mistas en ciernes. La revisión de la última obra, la tercera edición de los
ldc, redondea las ideas sobre la polémica hasta ahora sugerida.

Limits to Growth. The 30-Year Update (ltg-30)

Para Turner:

[...] la publicación de los ldc en 1972 tuvo impactos inmediatos y permanentes. Los
problemas ambientales y el debate de la sustentabilidad lograron una gran popula-
ridad a medida que se vendían millones de ejemplares y se traducía a 30 idiomas.
Desde el punto de vista científico, introdujo el enfoque computarizado reciente-
mente dado a conocer por Jay Forrester llamado modelación con “dinámica de sis-
temas”, y el análisis de escenarios cuantitativos, en la disciplina ambiental (Turner,
2008: 1).

Como el título de su investigación deja entender, Turner lleva a cabo un


proceso de comparación de los pronósticos hechos por los ldc, tomando
en cuenta las ediciones de maldc y ltg-30, con 30 años de realidad.
Un estudio minucioso y digno de mayor discusión, realmente, pero que
queda fuera de los intereses del presente ensayo. Turner, además de bus-
car evidencias cuantitativas y compararlas con las predicciones de los
ldc, emplea intensivamente la ds, aspecto estrechamente relacionado
con los propósitos de este trabajo.
Una conclusión atractiva y final de Turner, diferente diametralmente
de las alcanzadas por Nordhaus y otros críticos de la literatura de los ltc,
establece que:

[...] además de la verificación basada en datos aquí dada a conocer, las cuestiones
contemporáneas como la alta producción de petróleo, el cambio climático y la segu-
ridad de alimentos y agua resuenan fuertemente con la dinámica de la retroalimen-
tación del “sobrepase y el colapso” desplegada en un escenario (y escenarios seme-

[ 262 ]
Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia

jante) de una “corrida típica” de los ldc. A menos que el contenido de los ldc sea
invalidado por otra investigación científica, la comparación de datos aquí presentada
ofrece apoyo a la conclusión de los ldc de que el sistema global se encuentra sobre
una trayectoria de no sustentabilidad a no ser que se dé una reducción rápida y sus-
tancial en el comportamiento del consumo, en combinación con el progreso tecno-
lógico (Turner, 2008: p. 38).

Las aportaciones de Saeed y de Turner hacen posible un mejor abordaje


de ltg-30, ya que ambos investigadores utilizan la metodología sistémica
y su herramienta, la ds. Además de dos apéndices, el contenido de ltg-30
se desarrolla en ocho capítulos, la mayor parte de los cuales correspon-
den a los mismos títulos de los capítulos de maldc. Así, los capítulos 1,
2, 3, 5, 6 y 7 muestran títulos idénticos, aunque análisis diferentes; el
capítulo 4, “World3: La dinámica del crecimiento en un mundo finito”, y
el capítulo 8, “Herramientas para la transición hacia la sustentabilidad”,
difieren de los de maldc. Los apéndices tienen que ver con los cambios
del paquete World3 al World3-03, el primero, y el segundo versa sobre los
indicadores del bienestar humano y la huella ecológica.
Es interesante observar cómo los autores no “reniegan” de la visión
sistémica ni de la ds; al contrario, se observan desarrollos tanto instru-
mentales como de apoyo computarizado. Ya desde el apéndice de maldc
se observa un interés puntual en el desarrollo de paquetería informática
ad hoc, independientemente de los esfuerzos en este sentido hechos por
J. W. Forrester y su equipo, con el paquete informático Dynamo; dicho
apéndice discute la derivación del paquete Stella del World3, con la mira
puesta en el apoyo informático para la investigación académica.
Como queda dicho, los capítulos de las dos últimas ediciones “se
parecen”; a excepción de dos capítulos, el resto es exactamente igual.
Esto genera una pregunta que se hacen los autores de ltg-30: ¿Por qué
molestarse en publicar esta versión actualizada de maldc si todavía se
enfatizan básicamente los mismos puntos que en los dos libros previos?
Buena pregunta y mejor la respuesta que se ofrece en el texto. Meadows
et al. afirman que su:

[...] principal objetivo es replantear su argumento de 1972 de manera que sea más
comprensible y mejor apoyado por todos los datos y ejemplos que han surgido
durante los decenios pasados. Además, deseamos ofrecerles a los muchos profesores
que utilizan nuestros primeros textos materiales actualizados para que los usen con
sus estudiantes. El texto maldc sigue ofreciendo puntos de vista útiles del futuro,

[ 263 ]
José Héctor Cortés Fregoso

pero es una práctica discutible para cualquier profesor del siglo xxi asignar un texto
con cuadros de datos que terminan en 1990 (Meadows et al., 2004: p. xviii).

Ya en diversas ocasiones ha salido a relucir el tema de la docencia y la


discencia, de la enseñanza y el aprendizaje, por parte de los autores de
los ldc en sus tres ediciones. Tal acercamiento tiene estrecha relación
con el objetivo aquí planteado: revisión, docencia y discencia. Nuestro
propósito apunta a promover con una pequeña aportación una literatura
que debe ser atractiva al estudiante de economía, una literatura que debe
ocupar un lugar prominente en la formación de economistas profesio-
nales, dados los ingentes problemas a los que se enfrenta actualmente
nuestro país y el mundo, en general.
Otras cinco justificaciones que argumentan los autores por las cuales
dan a conocer la tercera edición de los ldc, es decir, la obra ltg-30, giran
en torno de diversos aspectos de interés. En primer lugar, pretenden
“subrayar que la humanidad se encuentra en el sobrepase y que el daño y
el sufrimiento resultantes se pueden reducir sustancialmente mediante
políticas apropiadas”. En segundo término, quieren dar a conocer “datos
y análisis que contradicen los pronunciamientos políticos prevalecientes
de que la humanidad se halla en la trayectoria correcta para su siglo xxi”;
como tercer propósito, los autores aspiran a “inspirar a los ciudadanos
del mundo para que consideren las consecuencias de largo plazo de sus
acciones y decisiones, y hacer acopio de su apoyo político para acciones
que reducirían el daño del sobrepase”. Hasta aquí aparecen tres objetivos
que tienen que ver intrínsecamente con los contenidos y hallazgos de
sus investigaciones, así como las políticas que deben conducir adecuada-
mente a la solución de los problemas planteados.
Los últimos dos propósitos de Meadows et al. se refieren a aspectos
de interés para los estudiosos y la toma de conciencia de todos los habi-
tantes del planeta. El “acercar el modelo de cómputo World3 a la atención
de una nueva generación de lectores, estudiantes e investigadores” define
el cuarto objetivo de ltg-30 y, finalmente, el propósito del texto consiste
en “mostrar que avances se han hecho desde 1972 en la comprensión de
las causas y consecuencias del crecimiento a largo plazo” (Meadows et al.,
2004: p. xix). Los cinco objetivos planteados son logrados ampliamente
en el desarrollo del contenido de ltg-30, a lo largo de los capítulos des-
critos.

[ 264 ]
Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia

Docencia y discencia sistémicas

Como se deja entrever en la introducción de este trabajo, la enseñanza


y el aprendizaje del pensamiento sistémico y de la ds, su herramienta,
no son temas permanentes y característicos de los diseños curriculares
universitarios en la formación de economistas profesionales. Cuando tal
diseño curricular está estructurado según los cánones de la flexibilidad
de los créditos académicos, es posible que se tenga más frecuentemente
la oportunidad de exponer los principios e instrumentos sistémicos a
los profesionales en ciernes; dicho diseño curricular debe ser de jure y de
facto, no solamente de jure, como generalmente se hace presente en los
planes de estudios universitarios de economía.
Es muy frecuente encontrar en los planes de desarrollo instituciona-
les de las universidades la discusión que se refiere a la pertinencia de que
los discentes flexibilicen su formación profesional con base en el sistema
de créditos académicos. En ausencia de una auténtica planeación curri-
cular, los discentes se topan con situaciones que en lugar de facilitar su
formación profesional, se estorba la misma con cargas excesivas de asig-
naturas y con la necesidad de cursar cualquiera de ellas con el fin de cum-
plir con el total de créditos académicos necesarios para cumplimentar los
requisitos de una carrera profesional universitaria.
La oportunidad de la docencia sistémica actualmente se encuentra
cancelada; no se encuentra el resquicio que propicie la introducción y
discusión de la literatura sistémica sobre el crecimiento y desarrollo eco-
nómicos. Sus contenidos no tienen que ser de forma única y en lugar de
los temas del crecimiento económico desde las perspectivas tradicionales
desde las cuales se aborda. Tanto la visión clásica, al estilo de Saeed, como
la neoclásica, según Arrow, y la de desarrollo endógeno, como lo hace
Romer, son tan válidos y merecen ser conocidos por el economista en
ciernes. Sin embargo, nuestro punto de vista insiste en acercar, también,
a la vasta literatura sobre los ldc dada a conocer y promovida por una
amplia gama de autores en los últimos cuatro decenios.
En algunas ocasiones hemos encontrado la gran oportunidad de tra-
bajar con el pensamiento sistémico y la ds, tanto en cursos de posgrado
como de licenciatura y de diplomados. Inclusive se han desarrollado algu-
nos trabajos de titulación con temas relacionados con la economía sisté-
mica y la ds. No obstante, los diseños curriculares existentes excluyen
temáticas sistémicas y los trabajos de las academias se enfocan a materias

[ 265 ]
José Héctor Cortés Fregoso

específicas, lo cual cierra las puertas a alternativas de naturaleza sisté-


mica. En realidad, un análisis superficial de diseños curriculares para la
formación de economistas profesionales lleva a la conclusión de que no
se privilegia la preparación profesional con procesos de retroalimenta-
ción, con relaciones no lineales y con efectos sentidos en diferentes pla-
zos temporales.
Junto con la literatura aquí revisada en una primera aproximación, el
pensamiento sistémico y la ds han ocupado muchas páginas de textos y
revistas especializadas que aportarían una riqueza incalculable a la hora
de cambiar la manera de pensar de una idea lineal a otra circular. Todo
este material puede propiciar la formación de profesionales universita-
rios con bases sistémicas, lo cual propiciaría maneras alternativas en los
procesos de toma de decisiones en el contexto de empresas, gobiernos y
organismos internacionales.

Diez conclusiones cortas

1. Los últimos cuarenta años han sido testigos de un desarrollo espec-


tacular de la literatura sobre la capacidad del mundo para crecer, todo
ello concentrado en la literatura sobre los ldc.
2. Los textos de los ldc, maldc y ltg-30 han contribuido de modo pal-
pable a una mejor comprensión del crecimiento económico a largo
plazo.
3. Desde el punto de vista aplicado, el desarrollo de paquetería informá-
tica para llevar a cabo simulaciones de sistemas dinámicos ha resul-
tado en una compaginación exacta con los avances metodológicos e
instrumentales.
4. Además de las obras citas en el punto 2, los trabajos pioneros de J.W.
Forrester han contribuido sustancialmente tanto a la promoción de
la metodología sistémica como al surgimiento de la ds.
5. Sobre todo el trabajo de J. W. Forrester titulado World Dynamics,
sirvió de base para que el Club de Roma se apoyara en la ds para pro-
mover los ldc.
6. En general, los economistas mexicanos han sido poco receptivos a los
desarrollos de la literatura sobre los ldc. Ni los diseños curriculares
universitarios, ni los organismos profesionales, ni las investigaciones
apuntan hacia la economía sistémica.

[ 266 ]
Los límites del crecimiento. Revisión, docencia y discencia

7. En el ámbito internacional, dado el éxito de texto original sobre tdc


de 1972, cierto sector de economistas se ha interesado por conocer
y, sobre todo, criticar constructivamente los estudios sistémicos y la
ds, su principal herramienta.
8. Dado el interés sobre los problemas contemporáneos ambientales, el
enfoque científico, la metodología de la ds y las conclusiones de los
ldc, es necesario reforzar la formación del economista en ciernes en
relación con su visión del crecimiento económico.
9. Si se pretende llevar a cabo un desarrollo sustentable, las metodolo-
gías actualmente usadas deben ser complementadas por aquellas que
faciliten una mejor comprensión de los problemas a los que actual-
mente se enfrenta nuestro país, y la humanidad en general.
10. Finalmente, se antoja una mayor discusión por parte del cuerpo aca-
démico “Teoría económica y desarrollo sustentable” de la temática
sistémica y lo que atañe a los ldc, de forma permanente y con el
ánimo de trascender.

Referencias bibliográficas, hemerográficas y cibergráficas

Meadows, Donella H., Dennis L. Meadows, Jorgen Randers y William W. Behrens


III (1972). The Limits to Growth. A Report for The Club of Rome’s Project on the
Predicament of Mankind. New York: Universe Books. (Existe traducción al
castellano con el título de Los límites del crecimiento, publicado por el fce en
la Colección Popular núm. 116, 1972).
Meadows, Donella H., Dennis L. Meadows y Jorgen Randers (1993, 2ª ed.). Más
allá de los límites del crecimiento. México: Aguilar Mexicana de Ediciones.
Meadows, Donnella, Jorgen Randers y Dennis Meadows (2004). Limits to
Growth. The 30-Year Update. White River Junction, Vermont: Chelsea Green
Publishing Company.
Nordhaus, William D. (1992). Lethal Modell 2: The Limits to Growth Revisited.
Brookings Papers on Economic Activity, 2, pp. 1-59.
Saeed, Khalid (2005). Classical economics on limits to Growth. Seminar Paper,
núm. 14. enero, pp. 1-29. Recuperado de: www.cfeps.org/pubs/sp-pdf/
SP14-Saeed.pdf. Fecha de consulta: 9 de diciembre de 2014.
Stavins, Robert N. (1992). Comments on “Lethal Model 2: The Limits to Growth
Revisited” by William D. Nordhaus. Brookings Papers on Economic Activity, 2,
pp. 44-53.

[ 267 ]
José Héctor Cortés Fregoso

Turner, Graham (2008). A Comparison of the Limits to Growth with Thirty Years of
Reality. Socio-Economics and the Environment in Discussion. csiro Wor-
king Paper Series 2009-09 junio, pp. 1-48.

[ 268 ]
Proyecto: “Los conflictos
socioambientales en Jalisco.
Gobernanza e instrumentos de
gestión ambiental”
Documento de trabajo

Salvador Peniche Camps


Paola Jiménez
Adriana Valdez
Silke Lumu
Julia Liaw
Nina Jennifer
Sarah Eis

Joan Martínez Alier ha sido un precursor del estudio de los conflictos


ambientales en Iberoamérica. Con su trabajo, el académico catalán ha
posicionado a la ecología política (la definición de los ganadores y perde-
dores en los problemas distributivos en la explotación de la naturaleza)
en un lugar preponderante del debate sobre la sustentabilidad, tanto en
la academia como en la política pública. Ciertamente, como afirma el
autor, la mayor parte de los conflictos sociales de la actualidad constitu-
yen estrategias de resistencia de las comunidades locales en defensa de
sus recursos naturales, aunque los movimientos no ostenten el apellido
de (conflictos) “ambientales”. Tal es el caso de los proyectos relacionados

[ 269 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

con la construcción de infraestructura, la minería, la explotación petro-


lera, la irrigación, la agroindustria, etcétera.
La importancia y actualidad del tema son enormes. Como ha deter-
minado Galeano en su obra clásica Las venas abiertas de América Latina,
la explotación de los recursos naturales, la apropiación de la renta eco-
nómica de la minería y la agricultura por parte de las metrópolis en la
época colonial, son el origen de las deformaciones estructurales de las
economías de nuestros países y la causa primigenia del subdesarrollo lati-
noamericano. El cálculo de la deuda ecológica contraída por los países
industrializados en este proceso (los costos de las externalidades deriva-
das de la destrucción ambiental ocasionada por la extracción de los recur-
sos naturales) está por determinarse.
En la actualidad, la nueva versión de la apropiación de los recursos
naturales presenta características particulares. A diferencia del simple
despojo por parte de las metrópolis imperiales, el neoextractivismo del
siglo xxi constituye una estrategia utilizada por los gobiernos de los pro-
pios países pobres con el objetivo de utilizar los recursos obtenidos con la
“venta” de las “materias primas” para solucionar los retos del desarrollo
(gasto en salud, alimentación, educación, etcétera). Con el advenimiento
del modelo neoliberal y de integración económica global, el objetivo de
la industrialización ha desaparecido del horizonte de los países pobres,
tomando su lugar la integración a la división internacional del trabajo.
Bajo el modelo neoextractivista los países subdesarrollados se especia-
lizan en ser proveedores de materias primas para saciar el hambre de
recursos naturales de los países en industrialización, como China o la
India. Los impactos ambientales de esta estrategia son el objeto de estu-
dio de la ecología política.
México constituye un buen caso de estudio de la estrategia neoex-
tractivista. La política pública, los instrumentos y programas de gobierno
en el ámbito económico, pero en particular en lo que concierne a la ges-
tión ambiental, están diseñados para la implementación del neoextracti-
vismo. Como demuestran los casos que se presentan en el reporte que el
amable lector tiene en sus manos, la retórica de la protección ambiental
y desarrollo sustentable, muestran su verdadero significado en el estudio
pormenorizado de los crímenes ambientales del estado de Jalisco.

[ 270 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Introducción

El ecologismo o ambientalismo nace como una reacción al desarrollo


económico, sin embargo no todos los ambientalistas están en contra del
desarrollo económico. Existen tres corrientes ambientalistas que están
entrelazadas: el culto a lo silvestre, el evangelio de la ecoeficiencia y el
ecologismo de los pobres.
Martínez (2004) señala que el culto a lo silvestre se preocupa por
la preservación de la naturaleza silvestre pero no dice nada acerca de la
industrialización o la urbanización, es indiferente al crecimiento econó-
mico pero se preocupa por el crecimiento poblacional. El evangelio de la
ecoeficiencia está preocupado por el manejo sustentable de los recursos
naturales, su uso prudente y el control de la contaminación. Esta corriente
tiene la creencia de que las nuevas tecnologías son parte importante de la
modernización ecológica y está respaldada por la ecología industrial y la
economía ambiental. El ecologismo de los pobres es un movimiento por
la justicia ambiental, nace desde los conflictos ambientales locales y se
traslada hasta los conflictos globales causados por el crecimiento econó-
mico y la desigualdad social.
Hay un punto que une a todos los ambientalistas. El poderoso lobby
antiecologista más fuerte en algunos lugares que en otros pero que es
motivado por los intereses de empresarios y gobiernos que buscan el desa-
rrollo económico por encima del manejo sostenible de los recursos. La
economía ecológica nace precisamente para estudiar el enfrentamiento
entre la expansión económica y el manejo sostenible del ambiente (Mar-
tínez, 2004).
Se cree que el crecimiento económico es la forma de aliviar los conflic-
tos económicos distributivos entre grupos sociales. Martínez (2004) ase-
gura que es por eso que el medio ambiente entra como una preocupación
secundaria que puede atenderse después de solucionar los problemas
económicos, como un lujo. A los pobres les toca desarrollarse para salir
de la pobreza y después pueden adquirir el gusto por el mejoramiento
del medio ambiente. “Los pobres, se dice, son demasiado pobres para ser
verdes” (p. 33).
La investigación en materia ambiental sirve para dar importancia
a los conflictos ambientales y verlos como una creciente preocupación
que requiere atención urgente, no sólo el cuidado de los ecosistemas en
sí mismos sino por la importancia de su preservación para el desarrollo

[ 271 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

humano de generaciones presentes y futuras. Algunas veces la investi-


gación, en lugar de dar conclusiones firmes, aumenta la incertidumbre;
sin embargo cuando existen conflictos ambientales, las conclusiones de
las ciencias son trascendentales para respaldar las decisiones que deben
tomarse en una situación u otra del conflicto.

Selección de los casos

La elección de los casos de estudio se realizó a partir de un mapeo gene-


ral de los conflictos socio-ambientales latentes y más emblemáticos en el
estado de Jalisco, siendo elegidos los siguientes:
• Contaminación del Río Santiago en el municipio de El Salto.
• Construcción de la Presa El Zapotillo-Inundación de Temacapulín,
Acasico y Palmarejo.
• Contaminación generada por el relleno sanitario a la localidad de
Huaxtla y alrededores.
• Construcción del macrolibramiento en el municipio de Juanacatlán.
• Deterioro del lago de Chapala.

Una vez elegidos los casos, se procedió a realizar una revisión de noticias
de prensa y páginas Web para obtener un análisis preliminar de la pro-
blemática de cada caso. Después se concretaron visitas a cada uno de los
sitios para entrevistar a actores afectados y que han dado un seguimiento
a los conflictos, y se realizó a cada uno de ellos una entrevista breve que
permitiera tener una primera exposición en la zona de estudio.
Con base en las investigaciones y entrevistas, para cada uno de los
casos se plantea elaborar también una ficha similar a la utilizada por
Pérez (2014), la cual está basada en el Proyecto ejolt (Environment Jus-
tice Organization, Liabilities and Trade) que aborda los siguientes temas
para realizar un mapeo de los conflictos ambientales:

[ 272 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Clasificación Detalle
Datos básicos Nombre del conflicto, localización y ubicación geográfica
Tipo de bien Biomasa, minería, energía fósil, infraestructura, turismo, etc.
Descripción Del proyecto y del conflicto. Estado (plan, opera, detenido).
Magnitud Personas afectadas, nivel de inversión, área implicada.
Instituciones Empresas generadoras, entidades de gobierno, organizaciones
internacionales, organizaciones de justicia ambiental (oja).
El conflicto Inicio, intensidad, grupos movilizados, formas de movilización.
Impactos Impactos ambientales, impactos en salud e impactos sociales
Resultados del Actuaciones y respuestas frente al conflicto: amenazas, represión,
conflicto estudios técnicos, cambios institucionales, negociación, juicio,
compensación, legalidad, detención del proyecto.
Triunfo de oja sí, no y explicación
Legislación / Marco legal de interés para el conflicto
Políticas
Alternativas Alternativas de solución propuestas
Otras Referencias, web, fotos, videos y contactos.
Fuente: Pérez R., Mario (2014). El mapeo de las injusticias ambientales en Colombia: un
análisis preliminar de 72 casos de conflictos socio-ambientales.

Adicional a este trabajo de investigación, se organizará un evento en


las instalaciones de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José
Arreola, el día 11 de noviembre de 2014 y al cual se invitará a los acto-
res entrevistados en cada uno de los casos, así como varios expertos de
distintas disciplinas con el objetivo de desarrollar un taller en el que los
actores afectados puedan interactuar y caracterizar cada uno de los con-
flictos, además de ampliar su conocimiento acerca de los instrumentos de
política ambiental vigentes y los resultados de su aplicación (o falta de)
en cada uno de los casos de estudio.
A continuación se presenta la información básica acerca del taller
mencionado en el párrafo anterior:

[ 273 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Objetivo general Caracterización de los conflictos ambientales paradigmáticos en


el estado de Jalisco a la luz de la aplicación de los instrumentos de
gestión ambiental.
Metodología Mapa conversacional y diagrama de causas y efectos de Ishikawa
Marco teórico Ecología política
Organizadores Cuerpo académico de la Universidad de Guadalajara “Teoría
Económica y Desarrollo Sustentable”
Grupo académico “Mercados y Políticas Ambientales” de la Maestría
en Políticas Públicas de la Universidad de Guadalajara.
Lugar Salón de usos múltiples de la planta baja de la Biblioteca Pública del
Estado de Jalisco “Juan José Arreola”
Fecha Martes 11 de noviembre de 2014
Programa 11:00 – Registro de participantes
11:30 – Inauguración. Palabras de bienvenida y explicación inicial.
12:00 – Conferencia Magistral impartida por la Mtra. Martha
Delgado, ex Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal
13:00-16:00 – Mesas de trabajo
14:00 – Refrigerio
16:00 – Plenaria
17:00 – Clausura

La coordinación de las mesas de trabajo se realizará de la siguiente


manera:
Los expertos que asistirán al taller:
• Dr. Manuel Guzmán (Instituto de Limnología)
• Dr. Gleason (cuaad)
• Dr. Mariano Beret (cucea)
• Dra. Anahí Gómez (Coljal)
• Romina (Imdec)
• Mario Berger (Semadet)
• Dr. Bernache

Objetivos

Los objetivos que se plantean al realizar el presente trabajo son los


siguientes:
Objetivo general:
• Detectar regularidades en los conflictos socio-ambientales seleccio-
nados latentes en el estado de Jalisco.

[ 274 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Objetivos específicos:
a) Caracterizar los conflictos socio-ambientales seleccionados latentes
en el estado de Jalisco.
b) Conocer la visión de algunos actores relevantes en torno al desarrollo
de la problemática de cada caso.
c) Ofrecer a los afectados un taller sobre los instrumentos de gestión
ambiental vigentes.

Etapas del proyecto

El trabajo se desarrollará en tres etapas:

Etapa 1
1. Investigación hemerográfica y contacto preliminar

Caso Programación visita Fecha tentativa de


(Responsable de primera visita
seguimiento)
Contaminación del Río Santiago en el Nina Jennifer 19-sept-14
municipio de El Salto.
Construcción del macrolibramiento en Julia 19-sept-14
el municipio de Juanacatlán.
Contaminación provocada por el Sarah Eisinger 25-sept-14
relleno sanitario a la localidad de
Huaxtla y alrededores.
Presa El Zapotillo- Inundación de Silke Muller 11-oct-14
Temacapulín, Acasico y Palmarejo
Deterioro del Lago de Chapala Paola Jiménez 4-oct-14

2. Aplicación del instrumento


Los objetivos de la primera visita a cada uno de los sitios de estudio son:
• Establecer la relación con la comunidad.
• Invitar a los actores al taller sobre instrumentos de gestión ambien-
tal en noviembre 2014 en las instalaciones de la universidad.
• Tener una primera exposición en la zona de estudio
• Realizar una entrevista breve (de aproximadamente 30 minutos). Si
es posible, grabarla.

[ 275 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Se realizarán entrevistas semi-estructuradas a los actores tomando como


base las siguientes preguntas:
1) ¿Cuál es el problema ambiental en la zona?
2) ¿Qué gestiones han realizado para defender la zona?
3) ¿Cuál es su percepción sobre las acciones del Estado?
4) ¿Cuáles son las perspectivas de la resistencia?
5) ¿Cuánto tiempo lleva la problemática?
6) ¿Qué actores identifican en el problema y cuáles creen que son sus
intereses?
7) ¿Cuáles creen que son las causas de la problemática?
8) ¿Qué organizaciones están involucradas?
9) ¿Con qué instancias gubernamentales (nivel nacional, estatal o
municipal) han realizado sus gestiones?
10) ¿Cuál ha sido la respuesta que han obtenido por parte de estas ins-
tancias?
11) ¿Conoce los instrumentos de gestión ambiental?
12) ¿Qué documentos tienen sobre el problema?

Etapa 2
1. Diseño del taller.
2. Elaboración del taller.
a) Fecha en que se celebrará el taller: 11 de noviembre de 2014.

Etapa 3
1. Elaboración del informe final.
a) Ficha individual de cada problemática.
b) Análisis y reflexión de la información obtenida.

Descripción de la problemática en cada uno de los casos

Caso 1. Deterioro del lago de Chapala

El lago de Chapala es el más grande de México y forma parte de la cuenca


Lerma-Chapala. Es la principal fuente de abastecimiento de agua de la
zona metropolitana de Guadalajara (zmg) ya que aporta aproximada-
mente 60% del agua que llega a la ciudad y tiene una superficie total de

[ 276 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

114,659 hectáreas (ha), de las cuales Jalisco ocupa 86% y Michoacán


14%.1

El lago de Chapala está ubicado en la cuenca Lerma-Chapala, y junto


a la cuenca del río Santiago, conforman la región hidrológica Lerma-San-
tiago. La cuenca Lerma-Chapala es una región estratégica para el desa-
rrollo de México, ya que concentra a más de 10% de la población del país
y genera alrededor de 10% del producto interno bruto (pib) anual nacio-
nal.2 La región hidrológica Lerma-Santiago abarca superficie de los esta-
dos de México, Michoacán, Jalisco, Querétaro, Guanajuato, Aguascalien-
tes y Nayarit y el lago de Chapala funciona como regulador de la cuenca.
El río Lerma es el principal abastecedor de agua del lago de Cha-
pala, vertiendo un promedio anual de 40.63 metros cúbicos por segundo
(2,086.4 millones de metros cúbicos por año) y una tasa promedio anual
de evaporación de 62.82 metros cúbicos por segundo, lo que equivale a
1,981.1 millones de metros cúbicos por año.3
La cuenca Lerma-Chapala se considera prioritaria en México debido
al grado de deterioro de su dinámica funcional, así como el nivel de pre-
sión que se prevé ejercerá el crecimiento de la población proyectado a
2030. 4
La ribera del lago es compartida por 11 municipios de los estados
de Jalisco y Michoacán. De Jalisco: La Barca, Jamay, Ocotlán, Poncitlán,

1. Información publicada en la página oficial de la Comisión Estatal del Agua de Jalisco. Recuperado
de: http://www.ceajalisco.gob.mx/chapala.html. Fecha de consulta: 20 de septiembre de 201.
2. Estrategia General para el Rescate Ambiental y Sustentabilidad de la Cuenca Lerma-Chapala
3. Ficha técnica Ramsar
4. Helena Cotler. (2004). La dinámica ambiental de la cuenca Lerma-Chapala. 2015, de Secretaria de Me-
dio Ambiente y Recursos Naturales Sitio web: http://www.redalyc.org/pdf/539/53907103.pdf

[ 277 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Chapala, Jocotepec, Tuxcueca, Tizapán el Alto. De Michoacán: Cojumat-


lán de Régules, Venustiano Carranza y Briseñas.
El 2 de febrero de 2009 el lago de Chapala fue declarado sitio Ramsar,
como parte de la Convención sobre los Humedales de Importancia Inter-
nacional, cuya misión es “la conservación y el uso racional de los hume-
dales mediante acciones locales y nacionales y gracias a la cooperación
internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en
todo el mundo”.5 México forma parte de la Convención de Ramsar desde
1986, y actualmente la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(Conanp) es la dependencia del gobierno federal encargada de llevar a
cabo la aplicación de la Convención.
Según se menciona en la ficha Ramsar del lago de Chapala, además de
ser el principal proveedor de agua de la zmg, el lago es de vital importan-
cia por otros servicios ambientales que ofrece, tales como regular la tem-
peratura y precipitación regional, servir como zona de refugio, alimen-
tación, hibernación y reproducción de aves silvestres, principalmente de
las aves acuáticas migratorias de la ruta central y del Pacífico, así como
de otras especies; además el lago es la principal fuente de empleo de gran
parte de los habitantes de la ribera.
Los criterios que se utilizaron para justificar la declaratoria del lago
de Chapala como sitio Ramsar fueron los siguientes:
• Sustenta especies vulnerables, en peligro o en peligro crítico, así
como comunidades ecológicamente amenazadas.
• Sustenta poblaciones de especies vegetales y/o animales importantes
para mantener la diversidad biológica de la región biogeográfica.
• Sustenta de manera regular una población de 20,000 o más aves
acuáticas.
• Sustenta una proporción significativa de las subespecies, especies o
familias de peces autóctonas, etapas del ciclo biológico, interacciones
de especies y/o poblaciones que son representativas de los benefi-
cios y/o los valores de los humedales y contribuye de esa manera a la
diversidad biológica del mundo.
• Es una fuente de alimentación importante para peces, es una zona
de desove, un área de desarrollo y crecimiento y/o una ruta migra-

5. Recuperado de: http://www.ramsar.org/es/acerca-de/la-convenci%C3%B3n-de-ramsar-y-su-


misi%C3%B3n

[ 278 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

toria de la que dependen las existencias de peces dentro o fuera del


humedal.

Adicionalmente en agosto de 2009 se publicó el informe final del docu-


mento denominado “Estrategia General para el Rescate Ambiental y Sus-
tentabilidad de la Cuenca Lerma Chapala”, realizado por un grupo técnico
de trabajo integrado por las cinco delegaciones estatales que tienen inje-
rencia en la cuenca de la Semarnat, la Subdirección General Técnica del
Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Conagua; el Instituto
Nacional de Ecología; la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(Conanp); la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa); la
Comisión Nacional Forestal (Conafor); la Comisión Nacional para el Cono-
cimiento y el Uso de la Biodiversidad (Conabio); y el Instituto Mexicano de
Tecnología del Agua (imta). La propia Semarnat es la encargada de coordi-
nar los programas y proyectos que se desarrollen en la región, así como dar
seguimiento al Acuerdo de Coordinación para la Recuperación y Sustenta-
bilidad de la Cuenca Lerma-Chapala suscrito en 2004.
El objetivo de la Estrategia General para el Rescate Ambiental y Sus-
tentabilidad de la Cuenca Lerma Chapala es:

Formular una estrategia general para el rescate ambiental y sustentabilidad de la


cuenca Lerma-Chapala con un enfoque de gestión integrada de los recursos natura-
les que oriente, a través de políticas y lineamientos, un proceso de planeación adap-
tativo y flexible que permita, a corto, mediano y largo plazos, un desarrollo susten-
table para la región.

Con base en la investigación hemerográfica de 2009 a 2014 se encontró


que la problemática que se vive alrededor del lago se podría clasificar en
los siguientes temas:
1. Contaminación del lago
a) Evidencia de presencia de metales pesados en el lago que genera
efectos negativos en el propio ecosistema, así como en la salud de
la población aledaña.
b) Contaminación causada por las actividades agrícolas de las zonas
c) Contaminación causada por arrastre de sedimentos que genera
un problema de azolvamiento en el lago.
d) Contaminación por aguas residuales.
2. Bajos niveles del lago de Chapala en los últimos años a consecuencia
de la extracción del agua para diversos usos.
[ 279 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

a) Falta de seguimiento al cumplimiento de los acuerdos y conve-


nios.
b) Crecimiento acelerado de la población de la zona metropolitana
de Guadalajara y de la actividad industrial.
c) Gran número de concesiones de zonas federales.
3. Incumplimiento de los acuerdos realizados para la gestión y aprove-
chamiento del Lago.
4. Proyecto de Construcción del Acueducto ii Chapala-Guadalajara para
abastecer de agua a la zmg.
a) Mayor extracción del lago.
b) Gran ineficiencia física y comercial de los organismos operadores
de la zmg.
c) Mala planeación del amg.
5. Deterioro ambiental
a) Pérdida de la biodiversidad del lago que afecta también al sector
turístico de la zona.
b) Inexistencia de un plan de manejo integral del ecosistema.
c) Sobreexplotación por extracción, así como de las especies que
habitan el lago.
d) Deforestación de la cuenca.
e) Calificado como un cuerpo de agua a punto de morir por la orga-
nización Lagos Vivos.
6. Gran nivel de politización de los asuntos referentes al Lago de Cha-
pala.
a) Tema para promesas electorales.
b) Intereses políticos por encima del interés común.
7. Desarrollo inmobiliario alrededor del lago
a) Cambio de uso de suelo para proyectos inmobiliarios.
b) Irregularidades en los procesos.
c) Impacto ocasionado al lago a raíz de estos proyectos.

Caso 2. Presa El Zapotillo-inundación de Temacapulín,


Acasico y Palmarejo

El proyecto de la presa “El Zapotillo” nació de dos proyectos fallidos y


uno incompleto: la presa San Nicolás, la presa Arcediano y el sistema El
Salto-La Zurda-Calderón. La presa de San Nicolás fue abortada en 2005
por causa de negociaciones infructuosas entre habitantes afectados y el

[ 280 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

gobierno del estado de Jalisco lo que llevó a cambiar de sitio. En conse-


cuencia, El Zapotillo fue propuesto en 2005 para sustituir la de San Nico-
lás y con el fin de cumplir los acuerdos entre los gobiernos de los estados
de Jalisco y Guanajuato (y atraer así recursos federales para la presa Arce-
diano, con el fin de que León obtuviera agua de El Zapotillo y Guadalajara
de Arcediano). No fue hasta 2009 que se propuso (por parte de la industria)
ampliar el proyecto a favor de la zona metropolitana de Guadalajara (zmg).
En el mismo año fue cancelado el proyecto Arcediano por su inviabilidad
geológica, lo que indujo a las autoridades de modificar el proyecto El Zapo-
tillo en términos de la altura de la cortina: de 80 a 105 metros.

La gestión del proyecto de la presa de El Zapotillo ha sido difícil


desde su inicio. La opinión pública no favorece el proyecto por diferentes
razones lo que llevó a una falta de consenso social: la falta de transparen-
cia en procesos de información, la manipulación de la participación pública,
el incumplimiento en procesos, estudios y trámites. El proyecto ha generado
tensiones sociales, así que diferentes grupos sociales que están afectados
directos del proyecto se oponen: los que tienen que ser reubicados, los que
defienden la protección del lago de Chapala, los que sufren de las aguas con-
taminadas por la industria. Además, el proyecto tiene una dinámica de glo-
balización por la participación de actores locales, regionales, nacionales
incluso internacionales. Un elemento muy importante que se destaca es
que el proyecto, como otros en la búsqueda de alternativas para el abas-

[ 281 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

tecimiento del agua, está pensado con fin de atraer más inversiones pri-
vadas.
El conflicto central es que con una altura de 105 metros de la cortina,
tres comunidades están en riesgo de ser inundadas y, por ende, sus habi-
tantes (cerca de 2,500) tendrán que ser reubicados: Temacapulín, Aca-
sico y Palmajero. La justificación de la inundación de los tres pueblos se
hace con el pretexto de “beneficiar a las mayorías” y eso bajo una lógica
de progreso económico, el cual favorece al final sobre todo la industria y
las zonas urbanas, pero no a las poblaciones campesinas. Así aprovechan
las industrias intensivas en el uso del agua, como son la automotriz y
la industria aeroespacial. Ambas industrias están ubicadas en el estado
de Guanajuato, a donde se presume irá la mayor cantidad de agua de El
Zapotillo.
Ya desde 2005 los habitantes de los pueblos afectados —quienes
rechazan el proyecto de la presa— se han movilizado para impedir la
construcción de la presa. La razón es que ellos quieren que sus hijos sigan
viviendo en los pueblos de sus abuelos, lo que no sería posible si los tres
pueblos son inundados y consecuentemente reubicados con el fin de
construir una presa. Las comunidades empezaron buscar información,
organizarse, movilizarse y fueron asesoradas jurídica y políticamente. A
ellos se juntaron también organizaciones de la sociedad civil a nivel local,
regional, nacional incluso internacional (mapder, comda, Ríos para la
Vida, imdec y Colectivo coa). Eso permitió a los afectados visibilizarse
hasta el nivel internacional, gracias también al apoyo de aliados políticos
y académicos que cuestionaron la viabilidad, su impacto social y ambien-
tal así como la gestión política del agua. La experiencia del caso Arce-
diano ha también sido muy útil para la articulación con diferentes redes
y movimientos sociales.
En 2008, nació el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo
y también los Comités de Hijos Ausentes de Temacapulín. Es la gente
que ha migrado y hoy se encuentra en León, Guadalajara, Monterrey o
Los Ángeles. Como pertenece a los pueblos, también ha luchado desde el
inicio del conflicto —a pesar de la distancia— mediante la organización
de comités.
El año 2010 fue muy importante para la lucha y su globalización, ya
que Temacapulín fue sede del Tercer Encuentro Mundial de Afectados
por Represas y sus Aliados.

[ 282 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Caso 3. Contaminación generada por el relleno sanitario


a la localidad de Huaxtla y alrededores

Huaxtla es una localidad situada en el municipio de Zapopan, Jalisco, en


la barranca que esculpe el río Santiago. Junto con las localidades de Mil-
pillas, Paso de Guadalupe, Ex Hacienda del Lazo, San Lorenzo, San Este-
ban, Ixcatán, La Soledad y el municipio de San Cristóbal de la Barranca
forma los “pueblos de la barranca” que hace pocos años eran conocidos
como lugares de ecoturismo, de cascadas de aguas termales y oasis de
fruta y animales.
Hoy en día la región se conoce más como el lugar donde están instala-
dos los rellenos sanitarios de Picachos y Hasar’s. Picachos, el rellenos muni-
cipal fue abierto en 2000 con una vida útil de 12 años. Picachos recibe la
basura de todo el municipio de Zapopan: 1,700 toneladas diariamente. El
predio de Picachos tiene 70 hectáreas de las que actualmente están en uso
38.18. Antes de abrir el basurero diversas estudios (topográfico, geofísicos,
geohidrológicos y de mecánica de suelos) fueron realizados por la empresa
ejecutante Consorcio ambiental y de servicios sa de cv, la cual decidió que
la región sirve para instalar otro basurero, aun cuando ya existe el relleno
sanitario privado de Hasar’s y un tiradero municipal.
Al lado de Picachos, se encuentra el relleno sanitario de Hasar’s —
mencionado en el párrafo anterior— que al día acoge 800 toneladas de
residuos del municipio de Tlaquepaque y de residuos controlados de
empresas recolectoras privadas. Entre ellas se encuentran también hos-
pitales, con su tipo de basura especialmente peligroso. Además el relleno
acoge los desechos de sus dos granjas de porcicultura. En su terreno,
donde tiene prohibida la entrada la población, también se puede ver una
torre que quema gas metano.

[ 283 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Al lado de la contaminación del aire debido al gas metano, se nota


la contaminación de los suelos y aguas con lixiviados saliendo de los dos
rellenos sanitarios. Van al arroyo Pedregal, hacia las cuencas de Milpillas
y de allá al río Santiago. Los lixiviados sobre todo salen de los tiraderos
durante la temporada de lluvia, cuando el agua arrastra las materias tóxi-
cas afuera. Eso no podría pasar —o por lo menos sería menor— con un
manejo adecuado como el cubrimiento de las montañas de basura con
tierra.
Los lixiviados son “líquidos formados por el agua de lluvia filtrada a
través de los residuos en degradación, cargados de tóxicos”. Se pueden
observar a simple vista porque ponen el agua de los arroyos de color
marrón y los llenan de espuma. Pero lo más peligroso son los compo-
nentes tóxicos que no se puede ver: los metales pesados. Al lado de los
arroyos contaminados se murieron los árboles frutales y los animales:
vacas, caballos y patos; y la gente que estaba en contacto directo desarro-
lló enfermedades gastrointestinales, respiratorias y de la piel.
Sin embargo, una comisión técnica que se realizó por demanda de la
población en 2009, determinó que los componentes peligrosos rebasan la
norma ambiental. La comisión técnica estuvo integrada por la Secretaría
del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), la Procu-
raduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), la Comisión Estatal
del Agua (cea), el Centro de Investigación y Asistencia Tecnológica del
Estado de Jalisco (ciatej), los centros universitarios de Ciencias Exactas
e Ingenierías (cucei) y de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (cucba)
de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el ciesas, el ayuntamiento de
Zapopan, la Secretaría de Salud estatal (ssj) y la Comisión Nacional del
Agua (Conagua).
Así, las autoridades estatales y municipales niegan que las aguas estén
contaminadas: “los parámetros de corrosividad, reactividad, explosividad,
toxicidad e inflamabilidad no representan un riesgo, ya que los niveles
reportados no rebasan los parámetros de la norma para cada una de ellos.
En cuanto a los metales pesados, cov y orgánico semivolátiles, ambos se
encuentran dentro de los parámetros y límites decuantificación”.
Los ciudadanos de los pueblos afectados desafiaron a las autorida-
des y acudieron a un laboratorio certificado para que tomara sus propias
muestras, en el mismo lugar y al mismo tiempo que los técnicos oficia-
les. Deberían ser muy parecidas, sin embargo los resultados fueron muy
distintos: el laboratorio privado laica demostró que “las grasas, acei-

[ 284 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

tes, sólidos suspendidos y la demanda química y bioquímica de oxígeno,


nitrógeno, cianuro y cromo rebasaban hasta mil veces el límite máximo
establecido”.

Caso 4. Contaminación del río Santiago en el municipio de El Salto

El Salto es una ciudad y municipio que forma parte de la zona metro-


politana de Guadalajara. Tiene 138,226 habitantes (2010) y se ubica al
sureste de Guadalajara. En la cabecera municipal se localiza la cascada
de El Salto de Juanacatlán, que son unas cataratas sobre el río Grande de
Santiago, uno de los más contaminados del México. Greenpeace encontró
en el agua algunos metales pesados altamente tóxicos como el mercurio,
plomo, cromo, cadmio y otros compuestos dañinos como el tolueno o el
benceno. La contaminación es el resultado del vertido de residuos indus-
triales y cloacales en el río Grande de Santiago. Por eso la zona ha sufrido
una severa degradación. La contaminación no sólo afecta la calidad del
agua, además degrada el suelo, los alimentos y el aire. Los cuerpos super-
ficiales contaminados afectan directamente a las comunidades que viven
cerca de la cascada porque provocan daños a su salud, como disrupciones
hormonales, afectaciones al desarrollo del feto o cáncer.
En la región de El Salto se tiene una gran actividad industrial y se ubi-
can varios parques que comprenden, sobre todo, empresas multinaciona-
les como Bayer, Honda, ibm, entre otras. Gracias a estas actividades, la
autoridad municipal recauda cuantiosos impuestos y no quiere coartar a
las empresas, ya que se teme que de hacerlo, éstas tendrán menos incen-
tivos para invertir en esa región y se moverían a otro lugar. Por eso las
inspecciones son esporádicas, muchas veces sin muestreos, y las sancio-
nes económicas para los contaminadores son mínimas o no se cobran.

[ 285 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Las acciones aisladas sirven para tranquilizar a los habitantes pero en


realidad sólo son “pintar de verde” y no resolverán el problema.
El gobierno estatal construyó una macro-planta de tratamiento que
ha reducido en un porcentaje importante la contaminación. Existe tam-
bién la norma oficial mexicana nom-001-Semarnat-1996, que establece
los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de
aguas residuales en aguas y bienes nacionales. Existe también la norma
oficial mexicana nom-002-Semarnat-1996 que establece los límites
máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas resi-
duales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal. La Conagua
y las autoridades municipales son las responsables de inspeccionar a las
industrias y sancionar a aquellas que no cumplan con las normas.
La organización más popular que lucha por defender su río es “Un
salto de vida”, la cual se conformó en 2006 y actualmente tiene 25 miem-
bros. El núcleo del movimiento es la familia Enciso, originaria de El Salto
como todos los otros miembros. Las activistas intentan enfrentar el pro-
blema con medidas de prevención y trabajo educativo. Por un lado, tienen
un terreno en que cultivan verduras y frutas propias con tierra compos-
tada y agua sin sustancias nocivas. Además cultivan plantas medicinales
para curar a los habitantes con medicina alternativa. Por otro, los acti-
vistas informan a los habitantes sobre las consecuencias de la contami-
nación y las acciones que se pueden emprender para reducir la conta-
minación. Por eso la organización coopera con distintas universidades y
organiza recorridos con el tema de la contaminación del medio ambiente
en Guadalajara. Además llaman la atención de la gente mediante pro-
testas públicas, y buscan atraer el interés internacional y aumentar así
la presión a la autoridad municipal para luchar contra la contaminación.

Caso 5. Construcción del macrolibramiento


en el municipio de Juanacatlán

Juanacatlán es un municipio exterior perteneciente a la zona metropoli-


tana de Guadalajara. Tiene una superficie total de 89.08 km2 y una pobla-
ción de 25,000 habitantes. Su frontera occidental coincide en gran parte
con el río Santiago, que también forma una frontera entre Juanacatlán
y su municipio vecino El Salto, que está localizado en el oeste de Jua-
nacatlán. La zona urbana de Juanacatlán está localizada en general en
el oeste del municipio. Cuenta con la cabecera municipal, San Antonio

[ 286 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Juanacaxtle, Ex Hacienda de Zapotlanejo y Miraflores como las principa-


les localidades. En el este se encuentran los ranchos y los campos de los
habitantes y el bosque de Juanacatlán.

El bosque de Juanacatlán ahora tiene una superficie de 933 has. Predo-


minan especies de roble, encino, tabachín, fresno, tepehuajes y palo dulce.
La economía de Juanacatlán consiste en general de cultivos locales
de maíz, sorgo y agave. También hay ganadería y cultivo de pasto. Había
pesca en el río Santiago para consumo local pero ahora ya no tanto, por
la contaminación del río.
El macrolibramiento es una autopista planeada de 111.4 km con
dos carriles por sentido de circulación. Va a pasar por el sur de Guadala-
jara para liberar a la ciudad del transporte de carga, descargar de tráfico
pesado a Lázaro Cárdenas, el periférico y otras avenidas de la ciudad, así
como para realizar importantes puntos intermodales entre otras ciuda-
des. Es decir que el recorrido se hará en 50 minutos, mientras que actual-
mente requiere más de dos horas. Entre los diversos municipios por los
que pasará su trazado esta Juanacatlán. Los trabajos y la preparación del
proyecto comenzaron en 2007, y en abril 2012 arrancaron los trabajos en
sitio. La construcción está a cargo de la empresa Promotora del Desarro-
llo de América Latina, subsidiaria de ideal, que es una empresa propie-
dad de Carlos Slim.
La construcción del macrolibramiento compromete a Juanacatlán en
distintas maneras. Por un lado va a partir al municipio por la mitad. A la
izquierda de la carretera está la zona urbana, a la derecha los campos y
ranchos de los habitantes. Por la construcción ya están descontinuado
diversos caminos que antes estaban en uso para llegar a los ranchos.
Están construyendo algunos puentes para que la gente pueda llegar a sus
terrenos, pero no son suficientes. Tampoco se están construyendo pasos

[ 287 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

de fauna en el municipio de Juanacatlán, aunque sería muy importante


para los animales que tienen su hábitat en el bosque y en los campos
aledaños.
Por otro lado, la construcción del macrolibramiento destruye la natu-
raleza y ejerce más presión sobre el bosque. Amplifica el proceso de la
deforestación para abrir el espacio para cultivar o construir. Se incre-
menta la demanda por terrenos aledaños y se intensifican las negocia-
ciones para la privatización de los terrenos ejidales. Los desarrolladores
inmobiliarios especulan para construir fraccionamientos, casas campes-
tres y fincas. Sobre todo hay un proceso de acaparar las tierras para com-
praventa y especulación.
Una solución a los problemas causados por el macrolibramiento sería
un enfoque totalmente distinto: la clave para liberar la ciudad del tráfico
sería implementar un transporte colectivo eficiente y no contaminante.
Desde los años ochenta ya existía el problema de la deforestación en
Juanacatlán. En estos años se comenzaron a dividir las áreas comunes de
los ejidos y a repartirse tanto a ejidatarios como a no ejidataritos (tierras
ejidales son: tierras para el asentamiento humano, tierras de uso común
y tierras parceladas, de acuerdo con la Ley Agraria, en su artículo 44,
folio: 9553). Algunos de los terrenos se deforestaron para el cultivo de
maíz y pasto. Además se cultiva agave, actividad que decayó por el declive
de los precios.
El bosque también sufre por incendios, en los que podría conjetu-
rarse la intención de ampliar deliberadamente el proceso de deforesta-
ción. Además, sufre por depredación de aficionados a la cacería.
Lamentablemente el bosque de Juanacatlán no está reconocido
como área protegida y tampoco hay esfuerzos encaminados a ello, ni la
esperanza de que algún día alcance este estatus. Además no es cierto que
sería una garantía para conservar el bosque. Aunque a corto plazo se con-
servaría el valor, a lo largo se podría usar para hacer negocios.
El colectivo El Roble existe desde 1988 y se formó con el objetivo de
defender el bosque. Su trabajo consiste sobre todo en denunciar a los
incendiarios. Se puede presentar las denuncias que correspondan a los
delitos contra el ambiente, ante la Procuraduría General de la República,
por medio de sus delegaciones estatales y en el Distrito Federal o de la
Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra el Ambiente
y Previstos en Leyes Especiales (ueidaple). Existe un “programa del
empleo temporal” de la Profepa que procura la vigilancia del bosque.

[ 288 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Ofrece un apoyo monetario a 28 personas para que patrullen esas áreas.


Este programa va del 15 de septiembre al 12 de diciembre (90 días). Si
tiene éxito, tal vez se extienda. Además la gente de El Roble intenta apa-
gar los incendios. Tienen un programa de reforestación, pero como no
hay apoyo ni áreas dónde plantar los árboles, casi no tiene efecto. Lamen-
tablemente, su trabajo no tiene éxito significativo para detener el proceso
de la deforestación.
El colectivo no realiza proyectos de aprovechamiento del bosque por-
que no es de su propiedad. Habría que involucrar a los ejidatarios, pero
ellos no tienen la visión para hacer un proyecto de este tipo: les basta
con vender su tierra. Esto podría causar aún más problemas en el futuro,
porque están vendiendo la poca riqueza que tienen.
La gente de El Roble ve pobres perspectivas para su lucha. La única
esperanza que tienen de salvar el bosque es la ilusión de un cambio de
modelo del país.

Fichas individuales de las problemáticas

Caso 1. Deterioro del lago de Chapala. Caso: movilización en contra de


la construcción del Acueducto ii Chapala-Guadalajara

Clasificación Detalle
Datos básicos Nombre del conflicto: movimiento “Sí al Lago, no al Acueducto” en con-
tra de la construcción de la Línea ii del Acueducto Chapala-Guadalajara
para abastecer de agua a la zona metropolitana de Guadalajara.
Localización: municipios de la ribera del Lago de Chapala.
Ubicación geográfica: cuenca Lerma-Chapala y área metropolitana de
Guadalajara.
Tipo de bien Infraestructura hidráulica para abastecimiento de agua potable.
Descripción Del proyecto: Construcción de la Línea ii Acueducto Chapala- Guadalaja-
ra a cargo del Sistema Intermunicipal para los servicios de Agua Potable
y Alcantarillado (siapa) el cual tiene como objetivo, según el discurso de
las autoridades, dar certidumbre a la demanda de agua potable de los
habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara durante los próxi-
mos 20 años mediante la extracción de un mayor caudal del lago de Cha-
pala. La obra consistía en la instalación de 59 km de tubería con capa-
cidad para un caudal medio de 2,000 litros por segundo, el cual llevaría
el agua a la planta potabilizadora Miravalle para de ahí distribuirse a la
ciudad. Se buscaba que este acueducto funcionara como línea alterna al
acueducto actual, el cual fue puesto en operación en 1991. El inicio de la
operación de la obra estaba contemplado para el año 2013.

[ 289 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Clasificación Detalle
Descripción Del conflicto: el movimiento social “Sí al Lago, no al Acueducto” reali-
zó distintas movilizaciones en la zona metropolitana de Guadalajara y
distintos eventos en el propio lago a fin de ejercer presión social para
detener el proyecto, ya que se considera como una amenaza para la sos-
tenibilidad del lago en el cual se pretende beneficiar a las mayorías (en
este caso a los habitantes de la zmg) sin importar las consecuencias para
los propios habitantes de los municipios de la ribera y el ecosistema.
Además consideran que la gestión del siapa deja mucho que desear y
no quieren que el agua del lago vaya a un sistema poco eficiente; la mala
planeación del crecimiento de la ciudad también es un factor importante
del aumento de demanda del vital líquido. Mencionan además que los
actores sí quieren ejercer los convenios de distribución del agua del lago,
pero no se están respetando las cuotas de ingreso de agua, lo que está
ocasionando un serio problema.
Estado: actualmente el proyecto se encuentra con estatus de cancelado.
Magnitud Personas afectadas: en los municipios de la ribera del lago para 2010 ha-
bía 390,791 habitantes.
Comerciantes de la ribera del lago de Chapala.
En los ocho municipios que conforman el área metropolitana de Gua-
dalajara, según los datos del último censo de 2010, hay 4.4 millones de
habitantes.
En la cuenca Lerma-Chapala habita aproximadamente 10% de la pobla-
ción del país.
Nivel de inversión: para la construcción de la línea ii del acueducto Cha-
pala-Guadalajara se contemplaba una inversión estimada de dos mil mi-
llones de pesos más iva.
Área implicada: el lago de Chapala forma parte de la cuenca Lerma-Cha-
pala, la cual junto con la cuenca del río Santiago conforma la región hi-
drológica Lerma-Santiago.
Instituciones entidades de gobierno:
Agente promotor de la obra: Sistema Intermunicipal para los servicios de
Agua Potable y Alcantarillado (siapa) que es el organismo operador que
presta los servicios para cuatro municipios del amg (Guadalajara, Zapo-
pan, Tonalá y Tlaquepaque).
Otras instancias con competencias en la gestión del agua: Comisión Nacio-
nal del Agua (Conagua), Poder Ejecutivo del Estado de Jalisco, Comi-
sión Estatal del Agua de Jalisco (cea), ayuntamientos de los municipios
del amg y de la ribera del Lago de Chapala, Profepa, Proepa, Semarnat,
Semadet, Comisión Nacional Forestal (Conafor), Comisión Nacional de
Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Instituto Nacional de Ecología
(ine), Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (imta), Comisión Na-
cional sobre Biodiversidad (Conabio).

[ 290 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Clasificación Detalle
Instituciones Financiamiento: Banco Interamericano de Desarrollo (bid)
Organizaciones sociales: movimiento “Sí al Lago, no al Acueducto”, Fun-
dación Cuenca Lerma-Santiago.
El conflicto En el año 2010, el siapa anunció la construcción de la obra denominada
Línea ii Acueducto Chapala-Guadalajara, lo que ocasionó que algunos
activistas del municipio de Chapala comenzaran a discutir acerca del
proyecto.
En febrero de 2011 los habitantes del municipio de Chapala se reunie-
ron en el lago para manifestar su oposición a la construcción del nuevo
acueducto, a la cual asistieron aproximadamente 300 personas más los
turistas de la zona. El 5 de febrero de 2011 se llevó a cabo un evento
musical, denominado Tokín por el Lago en pro de la defensa del lago.
En los meses de febrero y marzo tuvieron lugar otras manifestaciones,
en las que se le exigía al entonces gobernador del estado, el panista Emi-
lio González Márquez, la cancelación del proyecto.
A la par de las manifestaciones, los integrantes del movimiento en de-
fensa del lago, repartieron aproximadamente 5,000 calcas a los habitan-
tes de los municipios de la ribera para manifestar su apoyo al movimien-
to de defensa.
El 23 de mayo de 2011 se llevó a cabo una marcha de más de 2,000 per-
sonas, entre las que se encontraban activistas, comerciantes y habitan-
tes de los municipios de la ribera, que se plantaron afuera de las instala-
ciones principales del siapa y del Congreso del Estado de Jalisco mani-
festándose contra la construcción del nuevo acueducto y solicitando un
debate público, ya que en general los activistas y habitantes consideran
que los acuerdos políticos se realizan bajo la mesa, dando pie a la corrup-
ción y dejando fuera de la toma de decisiones a la población afectada.
El entonces alcalde del municipio de Guadalajara, y actual gobernador
del estado de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, dio inicio al foro “Agua
para la Gente” donde se gestó también una manifestación en contra del
proyecto y donde emitía su apoyo a los habitantes del lago.
La Fundación Cuenca Lerma-Santiago inició un movimiento con el fin
de recabar 40,000 firmas para solicitar la cancelación del proyecto. Se
recababan firmas semanalmente durante las jornadas dominicales a lo
largo de la ribera de Chapala. Para julio de 2011 se habían logrado reunir
más de 44 mil firmas, las cuales se entregaron a autoridades federales,
estatales y municipales.

[ 291 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Clasificación Detalle
El conflicto A comienzos de 2012 se llevó a cabo una segunda megamarcha donde
se reunieron habitantes, campesinos, estudiantes e incluso activistas de
otros conflictos del estado de Jalisco, como El Salto y Temacapulín. La
marcha finalizó con un debate al cual solo asistió el ingeniero José Luis
Hernández Amaya, entonces director general del organismo operador
siapa, quien se comprometió a establecer un diálogo con el movimiento.
En las elecciones estatales de 2012 resultó electo gobernador Aristóteles
Sandoval. Los activistas esperaban que el ahora gobernador electo man-
tuviera su postura en contra de la construcción del nuevo acueducto.
En noviembre de 2012 el Ejecutivo estatal dio marcha atrás al proyecto
del nuevo acueducto, anunciando que el nuevo objetivo del presente se-
xenio sería el aprovechamiento del agua del Río Verde para la dotación
de agua potable al amg.
Impactos Impactos ambientales: pérdida de los niveles de almacenamiento ópti-
mos, lo cual tiene repercusiones en los ecosistemas que confluyen en
el lago.
Impactos en salud: además de la sobreexplotación del lago, resulta impor-
tante señalar que presenta serios problemas de contaminación, lo cual
puede ocasionar enfermedades principalmente para los habitantes de
los municipios de la ribera del lago.
Impactos sociales: con los bajos niveles del lago, resultan afectados los
pescadores y comerciantes de la zona. Además un punto a destacar es la
cuestión cultural, ya que los habitantes tienen una visión del lago muy
particular, por formar parte integral en sus vidas.
Resultados del Durante el periodo que tuvo lugar el conflicto, se propiciaron acerca-
conflicto mientos entre gobierno y sociedad, sin embargo, los propios activistas
consideran que sigue existiendo una gran brecha para la inclusión de la
sociedad en la toma de decisiones, y siguen obedeciendo más a intereses
privados o políticos.
Los activistas comentaron que personal de siapa los invitaban a mante-
ner reuniones privadas, a las cuales no accedieron ya que consideraban
que probablemente intentarían sobornarlos para que dejaran de mani-
festarse y esta situación podría llevar a malinterpretaciones.
Los activistas consideran también que la movilización social en contra
del proyecto fue determinante para su cancelación.
A finales de 2012 el ejecutivo estatal decidió detener el proyecto.

[ 292 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Clasificación Detalle
Legislación / Marco legal de interés para el conflicto:
Políticas • Ley de Aguas Nacionales y su reglamento.
• Ley de Agua para el Estado de Jalisco y sus Municipios; y su
reglamento.
• Ley General para Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente
• Ley Estatal del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.
• Estrategia General para el Rescate Ambiental y Sustentabilidad de la
Cuenca Lerma Chapala
• decreto por el que por causas de interés público se suprimen
las vedas existentes en la subregión hidrológica Lerma-Chapala,
y se establece zona de veda en las 19 cuencas hidrológicas que
comprende dicha subregión hidrológica. (8 de abril de 2014)
Alternativas Alternativas de solución propuestas:
gobierno: aprovechamiento de aguas del Río Verde. El Zapotillo y presa
el Purgatorio.
otras alternativas:
• Gestión integral a nivel cuenca donde se involucren todos los
actores interesados, tanto de la sociedad como del gobierno.
• Aprovechamiento de agua pluvial en el amg.
• Acciones de mejora en la eficiencia de los organismos operadores
de agua potable y alcantarillado del amg para disminuir las fugas y
pérdidas en el sistema.

[ 293 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Caso 2. Presa El Zapotillo-inundación de Temacapulín,


Acasico y Palmarejo

Clasificación Detalle
Datos básicos Nombre del proyecto: presa El Zapotillo para abastecimiento de agua pota-
ble a Los Altos de Jalisco y a la ciudad de León, Gto.
Localización: en la barranca conocida como los Sandovales
Ubicación: en las inmediaciones de la comunidad del mismo nombre del
proyecto, en el municipio de Cañadas de Obregón sobre el Río Verde
Tipo de bien Agua, infraestructura (presa)
Descripción Del proyecto: El Zapotillo es una presa que permite la recarga de los acuí-
feros alteños y así dará agua a 14 municipios. Con la garantía de abastecer
de agua del Río Verde en las ciudades de Guadalajara y León, la presa
permite el crecimiento de dos megaciudades muy importantes (por su
industria creciente). La idea de construir presas proviene del problema
de abastecimiento de Guadalajara: sobreexplotación de los acuíferos, y
protección del equilibrio ecológico del lago de Chapala, reducción de la
dependencia de Guadalajara del lago Chapala. Por eso se ha pensado la
opción de presas en la región de Los Altos, como Arcediano (que ha sido
rechazado) y ahora El Zapotillo (que también devino un proyecto polé-
mico por sus efectos negativos para el medioambiente) para almacenar el
agua como solución contra la escasez de agua.
Del conflicto:
• Proceso de privatización del agua durante el gobierno de Vicente Fox
en los años 2000, siguiente a aprobación de la Ley de Aguas Nacionales
en 1992 como parte de las políticas de modernización y del proyecto
neoliberal → crisis del agua.
• Etapa de privilegio absoluto de lo urbano industrial sobre los
productores y campesinos.
• Falta de transparencia en procesos de información, la manipulación
de la participación pública, el incumplimiento en procesos, estudios y
trámites y por consecuencia autorizaciones de mia y de cambio de uso
de suelo basadas en falsas informaciones.
• El proyecto no está declarado como viable por cuestiones técnicas,
económicas, ambientales y sociales.
• Hay alternativas (i) restauración de presas que ya existen, ii) captación
de agua de lluvia y iii) reparación de tuberías rotas, al lado de otras
alternativas como diques, cárcamos de bombeo, planta de tratamiento,
entre otras.) pero la Conagua no se cuenta con información suficiente
para asegurar la viabilidad o la no viabilidad de los diques, sin embargo
asegura simplemente que no son viables.

[ 294 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Clasificación Detalle
Descripción • No se cuenta con un estudio completo, no se han expropiado las
tierras afectadas, o por lo menos toda esta información no se ha hecho
del conocimiento público de la manera correcta. De la misma manera,
los pobladores de Acasico que tienen que ser reubicados, expresan que
no les han pagado las propiedades.
• Faltan estudios y evidencias suficientes de la eficacia de la presa en
general, y sobre todo respecto a lo que se hace con una altura de 105
metros.
• Violación de derechos de los habitantes: a la consulta, a una vida
digna, a la información transparente.
• El trasvase sólo tiene relación con volúmenes de agua para uso público
urbano → también hay un conflicto de la escasez de agua
• La presa constituye también un grave error porque está basada
en principios erróneos y extrae agua de una región con alto estrés
hídrico: llevar agua de un sitio que no tiene agua a otro es la principal
incongruencia del conflicto.
• Presiones fuertes a la gente que no quiere venderles el terreno para
que pase el acueducto.
• Las motivaciones de fondo ni siquiera responden a un bienestar social
de las mayorías sino a un abuso de poder por parte de los gobernantes
y las industrias.
Estado:
• Cortina de 80 metros ya construida.
• Debate (juicios, amparos, etc.) sobre construcción de 25 metros o más,
hasta 105 metros.
• Construcción del acueducto.
• Unas tierras ya expropiadas pero no todas pagadas por Conagua.
• Unas casas ya vendidas pero no todas pagadas por Conagua.
• Casas para la reubicación ya en construcción.
Magnitud Personas afectadas: tres comunidades están en riesgo de ser inundadas
y de que sus habitantes (cerca de 2,500) sean reubicados: Temacapulín,
Acasico y Palmajero; productores de alimentos.
Nivel de inversión: 13,089 millones de pesos es el precio estimado actual
del proyecto El Zapotillo, incluido el acueducto a la ciudad de León-
Área implicada: 3,864 hectáreas serán inundadas con la construcción de
una cortina de 105 metros; 2100 has con una cortina de 80 metros
Instituciones Empresas generadoras: Abengoa (España), fcc Construcción (España),
Hermes (México).

[ 295 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Clasificación Detalle
Instituciones Entidades de gobierno: estados de Jalisco y de Guanajuato, Conagua, la
cea, el municipio de Cañadas de Obregón, Consejo de Cámaras Industria-
les de Jalisco (ccij), la Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara (Ca-
naco), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la
Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (cmic), la Asociación
de Desarrolladores Inmobiliarios (adi), el Colegio de Ingenieros Civiles
del Estado de Jalisco y la Sociedad Mexicana de Ingenieros, Comisión Es-
tatal de Derechos Humanos de Jalisco
Organizaciones para defender los habitantes: Comité Salvemos Temacapu-
lín, Acasico y Palmarejo, Colectivo de Abogados, Movimiento de Afecta-
dos por Presa y en Defensa de Rio (Mapder), Hijos Ausentes, Instituto
Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec), Asociación Civil Con-
sejo Regional para el Desarrollo Sustentable (Conredes)
El conflicto Inicio: ya desde 2005 los habitantes de los pueblos afectados se han mo-
vilizado para impedir la construcción de la presa. Ellos no supieron del
proyecto de manera transparente por Conagua, sino por los medios de
comunicación. El proyecto fue impuesto. En 2006 las obras de la presa
El Zapotillo fueron autorizadas con una altura de 80 metros y un área de
inundación de 2100 ha. En 2007, el nuevo gobernador de Jalisco decidió
ampliar el proyecto de la presa de 80 a 105 metros, mientras que el pro-
yecto original tenía una deficiente mia. Las declaraciones superficiales
y sospechosas del resumen de la modificación del proyecto muestran la
falta de profundidad del análisis puesto que ignoran todo impacto adi-
cional para el medio ambiente que resultará de la ampliación. En 2008
nació el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo y también
los Comités de Hijos Ausentes de Temacapulín. En 2011 tuvo lugar una
consulta comunitaria que reveló que 98% de la comunidad no quiere la
presa ni desea ser reubicado. Por consecuencia, Conagua abrió mesas de
diálogo que no fructificaron en ningún acuerdo porque Conagua no esta-
ba dispuesto a dejar de defender la cortina de 105 metros de la presa. En
2013, la scjn decidió a favor de la comunidad que la Conagua no podría
seguir con la construcción de la presa a 105 metros. A pesar de eso, en
2014, la Conagua no respetó la decisión oficial y decidió que la cortina se
construirá con una altura de 105 metros.
Intensidad: muy alta (9 años desde inicio, dinámica de globalización, mu-
chos actores involucrados, fuerte resistencia)
Grupos movilizados: Hijos Ausentes, Comité Salvemos Temacapulín, Acasi-
co y Palmajero, Colectivo de Abogados, la ong Mapder, Imdec, Conredes.
Formas de movilización: Temacapulín fue sede del Tercer Encuentro Mun-
dial de Afectados por Represas y sus Aliados en 2010, toma de la presa
(2011), folletos, asambleas semanarias, presentación de alternativas, es-
tablecimiento del Tribunal Permanente de los Pueblos (tpp), interponer
un expediente (2008) y revisión (2012) del juicio de amparo, comunica-
ción por redes (televisión, radio, Facebook, Youtube: cortometrajes)
[ 296 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Clasificación Detalle
Impactos Impactos ambientales: corte del flujo de los ríos y su desvío, implica pérdi-
da de biodiversidad; se corta una fuente importante de recarga de acuífe-
ros; diversidad de especies que se pierden
Impactos en salud: psicológicas por estrés, presión aumentada e incerti-
dumbres.
Impactos sociales:
• Con una altura de 105 metros de la cortina, tres comunidades están
en riesgo de ser inundadas y que sus habitantes (cerca de 2,500) sean
reubicados: Temacapulín, Acasico y Palmajero.
• Violación de derechos de los habitantes: a la consulta, a una vida
digna, a la información transparente.
• Los Altos, como región altamente productora de alimentos y
aportadora de 23% del pib de Jalisco está amenazada porque el
agua es recurso básico de sus actividades agrícolas, ganaderas y
agroindustriales
Resultados Actuaciones y respuestas frente al conflicto:
del conflicto Amenazas y/o represión: los que no quieren vender sus casas o tierras fue-
ron amenazados con expropiación.
Estudios técnicos: unos estudios han sido hechos de nuevo para obtener
la autorización de la mia para una cortina de 105 metros, pero fueron
realizados de manera superficial y carecen de sustento técnico. Sólo sir-
ven para tener estudios técnicos para la mia de manera oficial pero las
declaraciones superficiales y sospechosas del resumen de la modificación
del proyecto muestran la falta de profundidad del análisis puesto que ig-
noran todo impacto adicional para el medio ambiente que resultará de la
ampliación.
Cambios institucionales: no, a parte del cambio del partido político en poder
y del gobernador de Jalisco. Pero no cambió debido al conflicto.
Negociación: La Conagua abrió mesas de diálogo (entre Conagua, la cea,
los pobladores afectados y organizaciones sociales), lo que no resultó en
ningún acuerdo porque Conagua no estaba dispuesto a dejar de defender la
cortina de 105 metros de la presa. Las negociaciones fueron infructuosas.
Juicio: últimamente la scjn atendió una petición de abrir un expediente
para analizar y determinar el juicio del amparo de 2008 y de la revisión de
2012. No sólo es que la scjn analice el interés jurídico del quejoso sino
también los derechos de la sociedad involucrados, y a fondo, para pronun-
ciarse sobre la viabilidad legal de la política hidráulica.
Compensación: según la Conagua: “la población asociada a la obra se verá
afectada, pero el daño será compensado con el servicio que prestara ésta”.
Pero en realidad se han incumplido los pagos pactados por las tierras,
además de que las casas ofrecidas para la reubicación no son un aloja-
miento digno.

[ 297 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Clasificación Detalle
Resultados Legalidad: el proceso de la construcción de la presa puede ser considerado
del conflicto ilegal y caracterizado por carencias de argumentación legal y técnica: ya
que no se ha concedido el cambio de uso de suelo ni hay autorización de
la manifestación del impacto ambiental para la cortina de 105 metros. El
tratamiento de la cuestión de la legalidad de construcción de una presa es
trascendente puesto que no existen tesis jurisprudenciales o aisladas al
respecto, ni se advierte algún asunto de características similares que se
haya resuelto por la scjn.
Detención del proyecto: No. La Conagua no está dispuesta a dejar de defen-
der la cortina de 105 metros de la presa. Pero en acatamiento a la decisión
oficial de la scjn en 2013, la Conagua tenía que parar la construcción de
la cortina a 80 metros.
Legislación / Marco legal de interés para el conflicto:
Políticas mia.
Cambio de uso de suelo.
Análisis costo-beneficio.
Alternativas Alternativas de solución propuestas:
• 20 sitios alternativos analizados.
• Dentro del análisis de alternativas del proyecto Presa El Zapotillo, no
se consideraron opciones diferentes a una presa de almacenamiento,
tales como la reducción de la demanda, mejorar la gestión del agua
superficial y subterránea, uso de eco-técnicas, aprovechamiento
de agua pluvial, mejorar las actuales redes de distribución y/o
reestructurar los sistemas tarifarios existentes, educación ambiental
a la población sobre el uso racional del agua, entre otros componentes
de la gestión integral del agua
• Hay alternativas —i) restauración de presas que ya existen, ii)
captación de agua de lluvia y iii) reparación de tuberías rotas, al
lado de otras alternativas como diques, cárcamos de bombeo,
planta de tratamiento, entre otras— pero la Conagua no cuenta con
información suficiente para asegurar la viabilidad o la no viabilidad
de los diques, sin embargo asegura simplemente que no son viables.
Las alternativas que existen sólo servirían para abastecer la zmg y no
el parque industrial de Guanajuato, así que ellos no tienen un interés
en éstas.

[ 298 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Caso 3. Contaminación generada por el relleno sanitario a la localidad


de Huaxtla y alrededores

Clasificación Detalle
Datos básicos Nombre del proyecto: rellenos sanitarios de Picachos y Hasar’s
Localización: municipio de Zapopan, Jalisco, en la barranca que esculpe
el río Santiago.
Ubicación: en los “pueblos de la barranca”: Milpillas, Paso de Guadalupe,
Ex Hacienda del Lazo, San Lorenzo, San Esteban, Ixcatán, La Soledad y
San Cristóbal de la Barranca
Tipo de bien Agua, suelo, aire
Descripción Del proyecto: Picachos, el relleno municipal fue abierto en 2000 con una
vida útil de 12 años. Picachos recibe la basura de todo el municipio de
Zapopan: 1,700 toneladas diariamente. El predio de Picachos tiene 70
hectáreas, de las cuales se usan 38.18.
Al lado de Picachos se encuentra el relleno sanitario de Hasar’s que al
día acoge 800 toneladas de residuos del municipio de Tlaquepaque y de
residuos controlados de empresas recolectoras privadas. Entre ellas se
encuentran también hospitales, con su tipo de basura especialmente pe-
ligroso. Además el relleno acoge los desechos de dos granjas de porcicul-
tura. En su terreno, cuya entrada está prohibida a la población, también
se ve una torre que quema gas metano.
Los dos depósitos de residuos ocupan lotes colindantes y comparten el
mismo espacio.
Magnitud Personas afectadas: directamente los ciudadanos de los pueblos, indirec-
tamente cada persona en contacto con el agua y el aire contaminada, en
total unas 500 familias
Nivel de inversión: sin dato.
Área implicada: el predio de Picachos tiene 70 hectáreas, de las cuales se
usan 38.18.
Instituciones Empresas generadoras: Hasar’s
Entidades de gobierno:
• Secretaría del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable
(Semades)
• La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa).
• La Comisión Estatal del Agua (cea).
• El Centro de Investigación y Asistencia Tecnológica del Estado de
Jalisco (ciatej).
• Los centros universitarios de Ciencias Exactas e Ingenierías (cucei) y
de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (cucba) de la Universidad de
Guadalajara (UdeG).
• El ciesas.

[ 299 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Instituciones • El ayuntamiento de Zapopan.


• La Secretaría de Salud estatal (ssj).
• La Comisión Nacional del Agua (Conagua).
• La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa).
• La Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial.
Organizaciones de Justicia Ambiental (oja):
Organizaciones para defender los habitantes: Comisión Estatal de Dere-
chos Humanos de Jalisco (cedhj), los ciudadanos prefieren no trabajar
con ong u otras organizaciones.
El conflicto En 2006, seis años después de que se construyó el basurero de Picachos,
los habitantes de los “pueblos de la barranca” empezaron a notar las con-
secuencias. A lo largo de dos años recogieron evidencia en forma de fotos
y videos y en 2008 lo denunciaron al presidente del municipio de Zapo-
pan. Describieron su reacción como “sorprendido”, pero no hizo nada.
En 2009 la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) y la
Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Territorial informaron que
los basureros tenían que parar el trabajo. Sin embargo después de unos
días reanudaron sus actividades y operaron normalmente. Unos ciuda-
danos fueron a la presidencia para reportar los problemas pero allí fue-
ron amenazados y tuvieron que regresar sin soluciones. En consecuencia
organizaron un bloqueo de 50 personas que obstruyeron el ingreso al ba-
surero durante tres días. Las autoridades prometieron solucionar todo,
pero nada se cambió. Realizaron más bloqueos en 2010, 2011 y 2014,
pero parece que la gente empieza a perder la esperanza, los bloqueos es-
tán cada vez menos organizados y no se coordinan con los medios de
comunicación. Además los participantes dicen que son amenazados por
el presidente municipal y la policía de Zapopan. En 2011 la Comisión
Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (cedhj) emitió una recomen-
dación a la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable
y al municipio de Zapopan. Estas instancias se comprometieron a tomar
medidas para detener los daños provocados por los lixiviados proceden-
tes de los basureros. Pero al igual de lo que ocurrió en el caso del convenio
firmado en 2009 por el presidente municipal (Juan Sánchez Aldana y
posteriormente ratificado por Héctor Vielma Ordoñez), nada se realizó.
Las autoridades argumentaron falta de recursos. Las únicas “obras so-
ciales” prometidas para resarcir los daños fueron un puente (que hasta
hoy está inconcluso) y un centro de salud (en realidad un edifico vacío,
sin instrumentos, ni personal ni medicamentos). Los mejoramientos en
la técnica utilizada para los rellenos sanitarios tampoco remediaron la
situación de los pueblos.
En Picachos se instaló una nueva planta de tratamiento en 2012, la cual
no funciona adecuadamente por fallas en la colocación de las geomem-
branas. Esa planta costó el municipio de Zapopan 18.5 millones de pe-
sos, pero no es funcional ni para detener las afectaciones ni para eliminar
las filtraciones al subsuelo.

[ 300 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

El conflicto Intensidad: alta pero disminuyendo, falta de organización interna.


Grupos movilizados: los ciudadanos de los pueblos afectados y simpati-
zantes.
Formas de movilización: sobre todo bloqueos.
Impactos Impactos ambientales: al lado de la contaminación del aire debido al gas
metano, se nota la contaminación de los suelos y aguas con lixiviados
saliendo de los dos rellenos sanitarios. Van al arroyo “pedregal”, hacia las
cuencas de Milpillas y de allá al rio Santiago. Los lixiviados sobre todo
salen de los tiraderos durante la temporada de lluvia, cuando el agua ca-
yendo arresta las materias tóxicas afuera. Eso no pasaría, o por lo me-
nos sería menor, con un manejo adecuado como el cubrimiento de las
montañas de basura con tierra. Lixiviados son “líquidos formados por el
agua de lluvia filtrada a través de los residuos en degradación, cargados
de tóxicos”. Se puede observar a simple vista porque ponen el agua de los
arroyos color marrón y la llenan de espuma. Pero lo más peligroso son los
componentes tóxicos que no se puede ver: los metales pesados.
Impactos en salud: gente en contacto directo desarrolló enfermedades
gastrointestinales, respiratorios y de la piel.
Impactos económicos:
• Se resiente en las actividades productivas: el agua contaminada
es usada para regar huertas frutales, que se han empezado a secar
y a disminuir su producción. También han padecido la perdida de
animales, principalmente caballos y vacas que han abrevado de las
aguas contaminadas.
• Pérdidas en el sector turístico: dos balnearios en los pueblos Huaxtla
y Milpillas se ven amenazados por la contaminación y la pérdida de
ingresos por la ausencia de visitantes.
Resultados Actuaciones y respuestas frente al conflicto:
del conflicto Amenazas y/o represión: varios participantes fueron amenazados por el
presidente municipal y la policía de Zapopan
Restudios técnicos: sin embargo una comisión técnica, conformada para
atender la demanda de la población en 2009, determinó que los com-
ponentes peligrosos rebasan la norma ambiental. Estaba integrada por
la Secretaría del Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Sema-
des), la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa), la Co-
misión Estatal del Agua (cea), el Centro de Investigación y Asistencia
Tecnológica del Estado de Jalisco (ciatej), los centros universitarios de
Ciencias Exactas e Ingenierías (cucei) y de Ciencias Biológicas y Agrope-
cuarias (cucba) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el ciesas, el
ayuntamiento de Zapopan, la Secretaría de Salud estatal (ssj) y la Comi-
sión Nacional del Agua (Conagua).

[ 301 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Resultados Las autoridades estatales y municipales niegan que las aguas estén con-
del conflicto taminadas y comentan que “los parámetros de corrosividad, reactividad,
explosividad, toxicidad e inflamabilidad no representan un riesgo, ya que
los niveles reportados no rebasan los parámetros de la norma para cada
una de ellos. En cuanto a los metales pesados, cov y orgánico semivolá-
tiles, ambos se encuentran dentro de los parámetros y límites de cuan-
tificación”.
Los ciudadanos de los pueblos afectados desafiaron a las autoridades y
acudieron a un laboratorio certificado para tomar sus propias muestras,
en el mismo lugar y al mismo tiempo que los peritos oficiales. Deberían
ser muy parecidas, sin embargo los resultados fueron muy distintos: el
laboratorio privado laica demostró que “las grasas, aceites, sólidos sus-
pendidos y la demanda química y bioquímica de oxígeno, nitrógeno, cia-
nuro y cromo rebasaban hasta mil veces el límite máximo establecido”.
Los niveles de cianuro y cromo rebasan los parámetros de las normas
oficiales. La demanda química y bioquímica de oxígeno, nitrados, pH,
sólidos suspendidos y otros más también rebasan los niveles que marcan
las normas de descargas de aguas en México.
Cambios institucionales:
Negociación: mesas de diálogo con las tres partes involucradas (los repre-
sentantes de las comunidades afectadas, los autoridades municipales de
Zapopan, los representantes de Hasar’s)
Juicio: se firmó un convenio en el que se reconocía la responsabilidad
de las dos instancias como causantes de la contaminación por lixiviados
Compensación: en 2011 la Comisión Estatal de Derechos Humanos de
Jalisco (cedhj) emitió una recomendación a la Secretaría de Medio Am-
biente para el Desarrollo Sustentable y al municipio de Zapopan. En reac-
ción, ambos se comprometieron a tomar medidas para detener los daños
provocados por los lixiviados de los basureros. Pero, al igual que con el
convenio firmado en 2009 por el presidente municipal (Juan Sánchez
Aldana y posteriormente ratificado por Héctor Vielma Ordoñez), nada
se realizó. Las autoridades argumentaron falta de recursos. Las únicos
“obras sociales” prometidas para resarcir los daños fueron un puente (in-
concluso hasta el día de hoy) y un centro de salud que sólo es un edifico
vacío, sin instrumentos, ni personal ni medicamentos. Los mejoramien-
tos de la técnica utilizada en los rellenos sanitarios tampoco sirvieron
para solucionar la situación de los pueblos.
Legalidad: en ambos rellenos sanitarios hay irregularidades en cuanto a
su legalidad:
• Ya no existen licencias para operar el relleno sanitario municipal en
ese lugar (se acabaron en 2012).
• La contaminación está fuera de las normas oficiales.
• No se cumplieron los acuerdos firmados en 2009 y 2011
Detención del proyecto: No.

[ 302 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Legislación / Marco legal de interés para el conflicto:


Políticas • nom
• mia
Alternativas Alternativas de solución propuestas:
• Cerrar los rellenos sanitarios de Huaxtla y construirlos en otro lado
más apto.
• Utilizar técnicas más adecuadas para que no salgan los lixiviados

Caso 4. Contaminación del río Santiago en el municipio de El Salto

Clasificación Detalle
Datos básicos Nombre del conflicto: contaminación del río Santiago en el municipio de
El Salto
Localización: La zona conurbada de Guadalajara (zcg), en particular el
municipio de El Salto
Ubicación: El Salto se localiza al centro de Jalisco a una altura de 1,508
metros sobre el nivel del mar. Se encuentra aproximadamente a 25 km
al sur de Guadalajara. El municipio colinda directamente al este con el
municipio de Juanacatlán.
Tipo de bien Agua, aire, suelo, salud
Descripción Del proyecto: el corredor industrial Ocotlán-El Salto se estableció en 1967
como parte de la estrategia de descentralización industrial para fomen-
tar el desarrollo económico de la región y crear empleo. Este corredor
constaba de una franja de 90 kilómetros que se extendía de El Salto has-
ta La Barca, atravesando Atequiza, Poncitlán y Ocotlán, y que incluía el
territorio entre el río Santiago y la carretera Guadalajara-La Barca, zona
donde se tenía infraestructura eléctrica, de ferrocarril y aguas superficia-
les. Actualmente es uno de los corredores industriales más importantes
del país, con alrededor de 400 plantas de sectores que van de la química,
la celulosa hasta partes de automóviles.
Del conflicto: el principal polo de desarrollo del río Santiago se da en tor-
no a la zona conurbada de Guadalajara y es en esta misma zona donde se
genera el principal conflicto socio-ambiental de la cuenca del río Santia-
go, por la severa contaminación del río y sus consecuentes afectaciones
para la salud y calidad de vida en las poblaciones de El Salto y Juanacat-
lán, Jalisco. Las principales causas de la contaminación son numerosas
descargas industriales y municipales que se vierten sin tratamiento al río
Santiago del corredor industrial Ocotlán-El Salto y de las aguas negras de
la parte sur de la zcg.

[ 303 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Descripción Estado: todavía no hay una solución por la negación del problema por las
autoridades. Por eso siguen las acciones de la sociedad civil (como mar-
chas y pliegos petitorios) para mantener el interés de los responsables
políticos y de las medios de comunicación nacionales e internacionales.
Magnitud Personas afectadas: los habitantes del municipio de El Salto y de Juana-
catlán (cerca de 165,000), productores de alimentos; animales.
Área implicada: extensión territorial del municipio El Salto es de 41.50km²;
extensión territorial del municipio Juanacatlán es de 89,08 km²
Instituciones Empresas generadoras: próximamente 400 empresas nacionales y trans-
nacionales están localizado en el corredor industrial Ocotlán-El Salto,
los tres más grandes son: ibm (us), Sanmina sci Systems (us), Natsteel
Electronics (sg)
Entidades de gobierno: Comisión Estatal del Agua (cea), Comisión Nacio-
nal del Agua (Conagua), Comisión de Desarrollo Industrial del Congreso
de la Unión, estado de Jalisco, municipio El Salto, Secretaría de Desa-
rrollo Urbano y Ecología (Sedue), Secretaría de Salud de Jalisco (ssj),
Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, Secretaría de Medio
Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), Procuraduría Fede-
ral de Protección al Ambiente (Profepa), Secretaria de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat), Secretaría General de Gobierno
Organizaciones internacionales: Greenpeace, Tribunal Latinoamericano
del Agua
El conflicto Inicio: la industrialización de la región empezó en el año 1896 con la
construcción de la fábrica textil Río Grande y su colonia industrial. El
municipio de El Salto se creó en 1943, de origen obrero e industrial. En
los años posteriores el municipio desarrolló la infraestructura y en 1965
Ciba Geigy Mexicana abrió su planta en Atotonilquillo, que es identifica-
da por pobladores de Juanacatlán y El Salto como una de las fuentes más
importantes de la contaminación y deterioro del río. Por fin, en 1967 se
estableció el corredor industrial Ocotlán-El Salto que creció en las déca-
das de 1979 y 1980 con la instalación de varias empresas como Hulera
Euzkadi, ibm, Pennwalt del Pacífico (ahora Mexichem). Por lo tanto, des-
de 1973 el río Santiago parece sufrir de una alta contaminación porque
la mayoría de las industrias instaladas no están dispuestas a adquirir el
equipo y a efectuar la construcción, operación y mantenimiento de sis-
temas de tratamiento para sus aguas residuales. Para 1989 ya había 70
empresas y en el mismo año la Sedue prometió una gran obra de sanea-
miento del río Santiago. Una promesa que sigue sin cumplirse. La adop-
ción del instrumento nom-001-semarnat-1996 en 1996 que regula las
descargas de aguas residuales en aguas y bienes nacionales, tampoco re-
suelve el problema sino permite los límites de contaminación. La muerte
de un niño que cayó en las aguas pútridas del Santiago en 2008 llevó a
una mayor movilización de la población afectada y un pliego petitorio a
la sgg el 14 de abril 2008.

[ 304 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

El conflicto Intensidad: muy alta (cuatro décadas de la contaminación del río por des-
cargas industriales, violación del derecho humano al agua, desde hace
seis años movilización civil fuerte, muchos actores involucrados)
Grupos movilizados: Salto de Vida.
Formas de movilización: la organización más popular que lucha por defen-
der su río es “Salto de Vida”, la cual se conformó en 2006 y actualmente
tiene 25 miembros. El núcleo del movimiento es la familia Enciso, na-
tivos de El Salto al igual que todos los otros miembros. Los activistas
intentan luchar contra el problema con medidas de prevención y trabajo
educativo. Por un lado, tienen un terreno en que cultivan verduras y fru-
tas propias con tierra compostada y agua sin sustancias nocivas. Ade-
más, cultivan plantas medicinales para curar a los habitantes enfermos
con medicina alternativa. Por otro lado, los activistas informan sobre las
consecuencias de la contaminación y las acciones que se pueden empren-
der para reducir la contaminación. La organización coopera con distintas
universidades y organiza recorridos sobre el tema de la contaminación
del medio ambiente en Guadalajara. Llaman la atención de la gente me-
diante protestas públicas y buscan atraer el interés internacional para
aumentar así la presión sobre la autoridad municipal para luchar contra
la contaminación.
Impactos Impactos ambientales: pérdida de flora y fauna; reducción de la calidad
y cantidad del agua; contaminación del aire, debido especialmente a la
creación del gas ácido sulfhídrico
Impactos en salud: cáncer, leucemia, abortos espontáneos y otros padeci-
mientos; muertos infantiles por diarrea; además el gas ácido sulfhídrico
puede provocar fatiga, dolores de cabeza, mala memoria, irritabilidad,
mareo y alteraciones de las funciones motoras
Impactos sociales: violación del derecho humano al agua; debilitación y
muertes prematuras de la habitantes por las enfermedades, a causa de
la contaminación
Resultados Actuaciones y respuestas frente al conflicto:
del conflicto Amenazas y/o represión: el caso del municipio de El Salto es una emergen-
cia ambiental. Pero las autoridades niegan el problema porque privile-
gian el crecimiento económico y descuidan las demandas sociales.
Estudios técnicos: hubo unos estudios técnicos realizados por institucio-
nes estatales y otros por organizaciones no-gubernamentales. Los re-
sultados de los estudios oficiales minimizan el problema. Además, los
órganos gubernamentales sólo han presentado evasivas para realizar sus
propios análisis (por ejemplo: la ssj informó que no contaba con recur-
sos para realizar estudios epidemiológicos o ambientales.

[ 305 ]
Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Resultados Por el contrario, Greenpeace —una organización no gubernamental—


del conflicto en su Estudio de la contaminación en la cuenca del rio Santiago y la salud
pública en la región. (2012) encontró en el municipio de El Salto un incre-
mento en las tasas de mortalidad a causa de varias enfermedades en el
periodo 1998-2010 y además tasas de mortandad por tumores y, margi-
nalmente, la leucemia y cáncer superaron la media estatal.
Negociación: el gobierno estatal construyó una macro-planta de tra-
tamiento que ha reducido en un porcentaje importante la contamina-
ción. Sin embargo, el descontento de las comunidades afectadas por la
contaminación del río Santiago persiste hasta la fecha porque no se ha
atendido la salud de la población. Además el gobierno ha contestado a la
petición con la implementación del programa “Caravanas de Salud”, pero
aún debe dar información comprensible y suficiente sobre los riesgos a
la salud que implica la contaminación en la zona, para que la población
adopte medidas preventivas, pero éstas se enfocan en temas como la ali-
mentación sana y la higiene, y no en los riesgos derivados de la contami-
nación ambiental
Legalidad: la norma oficial mexicana nom-001-semarnat-1996 estable-
ce los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas
de aguas residuales en aguas y bienes nacionales. Además, la norma ofi-
cial mexicana nom-002-semarnat-1996 establece los límites máximos
permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a los
sistemas de alcantarillado urbano o municipal. La Conagua y las autori-
dades municipales son las responsables de inspeccionar a las industrias y
sancionar a aquellas que no cumplan con las normas. Pero las inspeccio-
nes son esporádicas, muchas veces sin muestreos, y las sanciones econó-
micas para los contaminadores son mínimas o no se cobran.
Legislación / Marco legal de interés para el conflicto:
Políticas • nom-001-semarnat-1996
• nom-002-semarnat-1996
Alternativas Alternativas de solución propuestas:
• Construcción de diques o presas que reduzcan el flujo y dinámica
natural.
• Concesionadas a empresas privadas.
• Pretenden controlar la contaminación municipal.
• Acciones de monitoreo y vigilancia.
• Incluir análisis de toxicidad que puedan identificar aquellas descargas
que introducen sustancias toxicas, y que no son detectadas por los
análisis convencionales.
• Se debe facilitar la comunicación y transparencia de la problemática
entre los actores involucrados, en particular las comunidades locales.

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“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

CASO 5. Construcción del Macrolibramiento


en el municipio de Juanacatlán

Clasificación Detalle
Datos básicos Nombre del proyecto: construcción del macrolibramiento en el municipio
de Juanacatlán.
Localización: se está construyendo el macrolibramiento por el sur de
Guadalajara. Va a pasar por los municipios de Zapotlanejo, Juanacatlán,
Ixtlahuacán de los Membrillos, Jocotepec, Tlajomulco de Zúñiga, Tala,
Amatitán y El Arenal.
Ubicación: Juanacatlán es un municipio exterior perteneciente a la zona
metropolitana de Guadalajara. Su frontera occidental coincide en gran
parte con el río Santiago, que también forma una frontera entre Juana-
catlán y su municipio vecino El Salto, que está localizado en el oeste de
Juanacatlán. La zona urbana de Juanacatlán está localizada en general
en el oeste del municipio. Está integrada por la cabecera municipal, San
Antonio Juanacaxtle, Ex Hacienda de Zapotlanejo y Miraflores como las
principales localidades. En el este se encuentran los ranchos y los campos
de los habitantes y el bosque de Juanacatlán.
Tipo de bien Bosque, infraestructura (carretera)
Descripción Del proyecto: el macrolibramiento es una autopista de cuota planeada de
111.4 km con dos carriles por sentido de circulación. Va a pasar por el sur
de Guadalajara para liberar a la ciudad del transporte de carga, descargar
de tráfico pesado a Lázaro Cárdenas, el periférico y otras avenidas de la
ciudad y para realizar importantes puntos intermodales entre otras ciu-
dades como Tepic, Morelia y df. Es decir que el tiempo de recorrido que
actualmente se realiza en más de dos horas, se hará en 50 minutos. Va a
pasar por dentro de distintos municipios, como también por el municipio
de Juanacatlán. Los trabajos y la preparación del proyecto comienzan en
2007 y en abril 2012 comenzaron los trabajos en sitio. La construcción
está realizada por la empresa Promotora del Desarrollo de América Lati-
na, subsidiaria de ideal, que es una empresa propiedad de Carlos Slim.

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Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

Descripción

Del conflicto:
La construcción del macrolibramiento compromete a Juanacatlán en
distintas maneras. Por un lado, va a partir al municipio a la mitad. A la
izquierda de la carretera está la zona urbana, a la derecha los campos y
ranchos de los habitantes. Por la construcción ya están descontinuado di-
versos caminos que antes estaban en uso para llegar a los ranchos. Están
construyendo algunos puentes para que la gente pueda llegar a sus terre-
nos, pero no son suficientes. Tampoco se están construyendo pasos de
fauna en el municipio de Juanacatlán, aunque sería muy importante para
los animales que tienen su hábitat en el bosque y en los campos aledaños.
Por otro lado la construcción del macrolibramiento destruye la natura-
leza y ejerce mayor presión sobre el bosque. Amplifica el proceso de la
deforestación a fin de abrir el espacio para cultivar o construir. Ya está
aumentando la demanda por terrenos aledaños y se intensifican las ne-
gociaciones para la privatización de los terrenos ejidales. Los desarro-
lladores inmobiliarios especulan para construir fraccionamientos, casas
campestres y fincas. Sobre todo, hay un proceso de acaparar las tierras
para compraventa y especulación.

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“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Descripción Desde los años ochenta existía el problema de la deforestación en Jua-


nacatlán. Fue cando se comenzaron a dividir las áreas comunes de los
ejidos y a repartirse tanto a ejidatarios como a no ejidataritos. Algunos
de los terrenos se deforestaron para el cultivo de maíz y pasto. Además se
cultiva agave, actividad que ha decaído por la disminución de los precios.
El bosque también sufre por incendios forestales —probablemente pro-
vocados para acelerar el proceso de deforestación— y por depredación de
aficionados a la cacería.
Lamentablemente el bosque de Juanacatlán no está reconocido como
área protegida y tampoco hay esfuerzos o esperanza de que algún día al-
cance este estatus. Además no es cierto que sería una garantía para con-
servar el bosque. Aunque a corto plazo se conservaría el valor, a lo largo
se podría usar para hacer negocios.
Estado:
Una gran parte del macrolibramiento ya está construida en el municipio
de Juanacatlán. Ya no hay juicios, ni amparos de la construcción, ni otros
esfuerzos para detener la construcción.
Magnitud Personas afectadas: la comunidad de Juanacatlán está en riesgo de perder
su cohesión como municipio y todos estamos en riesgo de perder el bos-
que de Juanacatlán que también sirve como “pulmón” de la zona urbana.
Nivel de inversión: el costo está estimado de 7000 millones de pesos, sub-
sidiados por recursos federales y estatales.
Área implicada: 8 municipios afectados en total. Juanacatlán tiene una
superficie total de 89.08 km² y una población de 25,000 habitantes. El
macrolibramiento tendrá una longitud de 111.4 km.
Instituciones Empresas generadoras: Promotora del Desarrollo de América Latina,
ideal.
Entidades de gobierno: Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(Profepa), Procuraduría General de la República, sus delegaciones esta-
tales y la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra el Am-
biente y Previstos en Leyes Especiales (ueidaple), Secretaría de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Secretaría de Comunicacio-
nes y Transportes (sct).
Organizaciones para defender los habitantes: Colectivo El Roble, que es una
organización privada de algunos de los habitantes de Juanacatlán. Se
fundó en el año 1988 con el objetivo de defender el bosque.

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Peniche Camps, Jiménez, Valdez, Lumu, Liaw, Jennifer y Eis

El conflicto Inicio: los trabajos y preparación del proyecto comienzan en 2007 y en


abril 2012 empezaron los trabajos en sitio.
Intensidad: Implacable. Más presión y amplificación de la deforestación
que en Juanacatlán ya lleva más que tres décadas.
Grupos movilizados: Colectivo El Roble
Formas de movilización: los habitantes de Juanacatlán participan volunta-
riamente en El Roble y denuncian a los que dañan al bosque. Se pueden
presentar las denuncias que correspondan a los delitos contra el ambien-
te ante la Procuraduría General de la República, por medio de sus delega-
ciones estatales o de la Unidad Especializada en Investigación de Delitos
Contra el Ambiente y Previstos en Leyes Especiales (ueidaple). Además
existe un “programa de empleo temporal” de la Profepa que respalda la
vigilancia del bosque. Cuenta con un apoyo monetario para 28 compa-
ñeros que supervisan las áreas. Este programa va del 15 de septiembre al
12 de diciembre (90 días). Además la gente de El Roble intentan a apagar
los incendios.
Impactos Impactos ambientales:
• Deforestación.
• Disminución del hábitat de la flora y fauna.
• Disminución de la población de la flora y fauna.
Impactos en salud: más gases residuales por la construcción de la carretera,
menos bosque para filtrar el aire.
Impactos sociales:
• El macrolibramiento va a partir al municipio por la mitad. Ranchos,
caminos y campos van a perder su conexión con el resto del municipio.
• Aumento de la privatización del terreno. A largo plazo podría causar
problemas porque la gente está vendiendo la poca riqueza que tiene.
• Violación de derechos de los habitantes: a la consulta, a la considera-
ción de sus peticiones, a la información transparente.
Resultados Actuaciones y respuestas frente al conflicto:
del conflicto Amenazas y/o represión: la gente de El Roble fue amenazada por su oposi-
ción a la deforestación.
Cambios institucionales: no cambió debido al conflicto.
Juicio: sólo se realizó un juicio referente a la construcción de la carretera
en Juanacatlán. Un habitante demandó un puente para que el camino
hacía su albergue siga conectado con el municipio y no tener pérdidas
económicas.
Compensación: no hay esfuerzos oficiales para la reforestación. El cambio
del uso de suelo funcionó sin problema. La gente afectada vendió su tie-
rra. No hubo casos de expropiación en Juanacatlán.

[ 310 ]
“Los conflictos socioambientales en Jalisco. Gobernanza e instrumentos de gestión ambiental”

Resultados Legalidad: en general el proceso de la construcción de la carretera puede


del conflicto ser considerado legal. Había una competencia para elegir las empresas
constructoras y existe la posibilidad de recurrir la configuración de la
construcción en forma de juicios. Lo que falta, sobre todo, es la transpa-
rencia del proyecto, la consulta y la consideración de las peticiones de los
habitantes.
Detención del proyecto: no había amparos notables en el municipio de Jua-
nacatlán. Lamentablemente el trabajo de El Roble no tiene éxito signifi-
cativo para detener el proceso de la deforestación.
Legislación / Marco legal de interés para el conflicto:
Políticas • Documento de ordenamiento territorial.
• Documento de ordenamiento ecológico estatal.
Alternativas Alternativas de solución propuestas:
La única solución del problema que podría estar en favor de toda la socie-
dad sería un enfoque totalmente distinto: la clave para liberar la ciudad al
tráfico sería implementar un transporte colectivo eficiente y no contami-
nante. Para la gente de El Roble la única esperanza de salvar el bosque es
la ilusión de un cambio de modelo del país.

[ 311 ]
Interdisciplina y pensamiento sistémico:
el abordaje de la complejidad y la incertidumbre
se terminó de imprimir en julio de 2015
en los talleres de Ediciones de la Noche
Madero #687, Zona Centro
Guadalajara, Jalisco

www.edicionesdelanoche.com

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