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MI VISTA DEL BOSQUE AL ANOCHECER

El bosque al anochecer parece un sueño profundo y maravilloso del cual no queremos


despertar.

Los colores del cielo, que recuerdan al azul del mar, el celeste de las orillas de la playa,
el verde y hasta el rosa claro son iluminados por el brillo de las estrellas. Estos astros de
luz parecen pequeñas pelotitas de cristal desde aquí abajo, brillan mucho más que una
copa de plata recién lustrada. Si las miro un poco más, pareciera que bailaran para mí.

En este conjunto de estrellas, se encuentra la luna. Una enorme y blanca esfera, la cual
ilumina el bosque con su tenue luz.

Sentada sobre la blanca nieve, concentro mis ojos en la tierra y veo la fogata que refleja
el fuego. Está rodeada por unas piedras para proteger el ambiente. Su potencia y color
ayuda a las estrellas y la luna a irradiar luz en el lugar. Ilumina tanto como el sol en la
mañana. Ahora se ve todo con más claridad. Los pinos largos e inmensos parecieran que
pueden tocar el cielo. Sus ramas extensas y anchas hojas forman una escalera hasta la
punta de estos.

La cálida brisa se acerca y pasa por mi cuerpo. Inhalo profundamente para disfrutar el
momento llenando mis pulmones de aire, luego exhalo lentamente ya habiendo
cumplido mi propósito. Me dedico a escuchar el sonido de los arboles al moverse a
causa del viento. Sus hojas y ramas chocan entre ellas formando la música más
placentera y natural que haya escuchado.

Autora: Rodríguez Merino, Karen


Sección: 6

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