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Reloj de bolsillo

Se denomina reloj de bolsillo o reloj de faltriquera al reloj que por su pequeño tamaño se puede
llevar en un bolsillo y, por lo general, posee una cadenilla colgante metálica (oro, plata, níquel)
para sujetarlo llamada leontina. Vale la pena mencionar que muchas personas suelen cometer el
error de referirse a este tipo de reloj como reloj de leontina cuando lo correcto seria decir reloj de
bolsillo con leontina. Otros de los elementos importantes es el bisel, es el aro de metal donde va
insertado el cristal que protege la esfera. Los relojes de bolsillo están en desuso, pues han sido
sustituidos por el reloj de pulsera; sin embargo, utilizarlo es visto por algunas personas como signo
de elegancia, etiqueta y posesión de riquezas. Para muchos otros, en cambio, es signo de
afectación y lo ven como algo esnob. Fueron inventados en Francia a mediados del siglo XV.

Historia

La construcción del reloj portátil o de bolsillo se debe a la inclusión del resorte o muelle en espiral
en el mecanismo de los relojes. Fueron inventados en Francia a mediados del siglo XV. Al principio
tenían una forma cilíndrica, pero en Núremberg se construyeron con profusión y en forma
ovoidea, por lo que se les llamaba huevos de Núremberg. Estos relojes pronto fueron conocidos
por toda Europa y su invención se le atribuyó a Peter Henlein, nativo de la ciudad alemana.

Tiempo después de su aparición, se construyeron ejemplares de extrañas formas, con complicados


movimientos relativos a la astronomía y al calendario. En la mitad del siglo XVI aparecen preciosos
relojes de bolsillo con las cajas finamente talladas, caladas o pintadas con esmalte, en forma de
cruz, de calavera,1 de perro, león, conejo o paloma, y también se construyeron relojes
astronómicos de bolsillo.2 En precisión eran aún deficientes, aunque hubo mejoras.

Los relojes de bolsillo eran considerados mecanismos raros y costosos que solamente la clase alta
de la sociedad podía adquirir. Los primeros relojeros fueron herreros, cerrajeros o fundidores de
cañones, artesanos expertos en la elaboración de metales. Pero, al ser objetos de lujo, constituían
y motivaban el frenesí por la decoración suntuosa propia del Renacimiento y del Barroco, por lo
que fue necesario que los relojeros poseyeran el arte de la orfebrería, pues a menudo se utilizaban
materiales preciosos. Fue entonces como en Francia, Alemania, Italia y en muchos otros lugares,
surgió una clara distinción entre los constructores de grandes relojes públicos y los constructores
de pequeños relojes de pared y de bolsillo.3

Para los siglos XVI y XVII, los relojes privados dejaron de ser una rareza, pero solo en el siglo XVIII
se desembocó la producción en masa y con ello una disminución importante en el precio. En su
libro The Wealth of Nations, Adam Smith declaró que: un reloj de bolsillo de los mejores, que a
mediados del siglo pasado (XVII) podía haberse adquirido por veinte esterlinas, podía adquirirse
ahora posiblemente por veinte chelines.4 Para 1784 ya había en Dubrovno, en Bielorrusia una
fábrica de producción de relojes de pared y de bolsillo, que fue trasladada a Kupavno, cerca de
Moscú en 1792.

Cuando los centros relojeros de Núremberg y Augsburgo entraron en crisis, Londres y Ginebra
ocuparon su lugar, y es hacia 1580 cuando aparece documentación de relojes de bolsillo ingleses.
Los primeros relojes ingleses fueron reproducciones exactas y carentes de originalidad de los
relojes franceses y alemanes. En 1680 los relojeros Daniel Quare y Edward Barlow construyeron
dispositivos para relojes de pared y de bolsillo que daban las horas siempre que se presionara un
pulsador o se tirase de un cordoncillo

FUNCIONAMIENTO

El escape de varilla se duplica a los relojes de bolsillo. El huso o conoide es el dispositivo inventado
para garantizar uniformidad a la acción del muelle, cuya energía disminuye a medida que se va
descargando. El conoide tiene forma de tronco de cono con un acanalado en espiral por el que
pasa un cordoncillo. Este cordoncillo va atado al tambor del muelle principal. Cuando el muelle
está enrollado al máximo, actúa mediante el cordoncillo sobre el conoide en la parte donde el
diámetro es menor; cuando el muelle está casi descargado por completo, actúa sobre la sección
del conoide donde está el diámetro mayor de la pirámide. De este modo, la fuerza impresa a los
engranajes resulta uniforme

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