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~EMEχICO 2 ALBERΤO PAREDES

SALVAOOR Νονο, CRONISTA-ENSAYISTA ΟΕΙ ΑΗΟΜ

5 MIGUEL ANGEL MORALES


SALVAOOR Νονο: CΙNE Υ ΑUΤΟΒIΟGRAFίΑ

8 SALVADOR Νονο
POEMAS
PROSA

17 MIGUEL COVARRUBIAS (1904-1951)


Ι 9 GLENN GALLARDO
ΕΙ OESTERRAOO ΟΕ Si MISMO: GILBERTO οννΕΝ

2. 3 MIGUEL CAPISΤRAN Υ JUAN ΡΑΒΙΟ ORTIZ


DEL ΤORO
..CONACULTA GllBERTO OWEN: υΝ ΜΙΤΟ CENTENARIO
ΝύΜΕRΟ OCHENTA γ OOS
JULlO.AGOSTO ΟΕ 2004 • $33.00
ΡιΑΖΑ ΟΕ LA CΙυOAOEιA 4, CENTRO ΗlsτόRICΟ
2.4 GILBERΤO οννΕΝ
POEMAS
ΟΕ LA ClUDAO ΟΕ MEXICo.
TEιEFONOS 57 09 1478·5709 11 ΟΙ
PROSA
FAX 5709 11 73
CORREO ΕLΕCΤRόΝICΟ bibmex@correo.conaculta.gob.mx COCΤEAU
CERTIFICAOO ΟΕ LιCιτυο ΟΕ τίτυιο ΝύΜ. 6270 31 JEAN SIETE POEMAS Υ υΝ CUENTO
CERTlFICADO DE LlCITUO ΟΕ CONTENIOO ΝύΜ . 4380
ΤRAοuccιόΝ ΟΕ GILBERTO OWEN
CONSEjO NAClONAL ΡΑΜ LA CULTURA γ LAS ARTES
PRESIDENTA
SARI ΒΕRΜύDΕΖ
35 JUAN GUSΤAVO COBO BORDA
ΡΑΒΙΟ NERUOA Υ OTRAS INSTANTANEAS LlTERARIAS

REVISTA BIBLlOTECA ΟΕ MExICO


. ΟΙRΕCΤΌR FUNOADOR: jAIME GARCiA TERRES
OIRECΤOR: EOUAROO ΙΙΖΑΙΟΕ
t 39 ΡΑΒΙΟ NERUDA
ALGUNOS POEMAS
EOIΤOR: jOSE ΑΝΤΟΝΙΟ MONTERO
EOIΤOR ASOCIAOO: MARIO ΒΟjόRQUΕΖ
SECREΤARIO ΟΕ RΕΟΑcclόΝ: JOSE ΟΕ LA COllNA 43 ARΤHUR RIMBAUD (1854-1891)
CONSEJO ΟΕ RΕDΑcclόΝ: jUAN ALMELA, FERNANDO PRIMEROS ANOS. GRANOES VIVENClAS Υ ύΙΤΙΜΟS DiAS
ALVAREZ DEL CASTlLLO, MIGUEL CAPISTMN, SU ESTANClA ΕΝ ΕΙ ORIENTE
ADOLFO ECHEVERRfA, JAIME MORENO VILLARREAL,
ABISINIA
VfCTOR TOLEDO, RAFAEL VARGAS
CΟΟRΟ'ΝΑclόΝ ADMINISΤRATIVA: MIGUEL GARCiA MUERTE ΕΝ MARSELLA
RUIZ.JAVIER ΜΕΟΙΝΑ MORENO
OtSENO: ΡΑΟιΑ ALVAREZ
AS'SΤENCIA ΟΕ OISENO: PEDRO Α. GARCfA
49 MARIO ΒΟJόRQUΕΖ
JOSE FERREL. TRADUCTOR ΟΕ RIMBAUD
ASISΤENCIA EOIΤORIAL: MARINA GRAF Υ

αCΙLlA GOROSTIETA
AS'STENCIA ΟΕ IMPRES,6N: ΖΙΑΝ ESCAΙONA 5 Ο ARΤHUR RIMBAUD
CΟΜΕRCIΑLIΖΑc,όΝ Υ ΟISΤRlβuclόΝ: RUYSDAEL ΝΑΥΑ υΝΑ ΤΕΜΡΟΜΟΑ ΕΝ ΕΙ INFIERNO

IΜΡRΕsιόΝ: GMFICA, CREATlVIOAOY DISENO


2a. ΟΕ
FORROS: RIMBAUD COLOREANDO LAS VOCALES, 57 ΡΑυι VERLAINE
DIBUJO DE ΙUQUE. PORTADA ΟΕΙ ΝύΜΕRΟ 3 Ι 8 DE HOMMES υΝΑ ΕQUΙVΟCΑCιόΝ Ι ΕΙ AMIGO
DΆUjΟURDΉUΙ, DEDICAOO ΑΙ ΡΟΕΤΑ ΕΝ Ι 888
4;ι. οε FORROS: AUTORRETRATOS ΟΕ SALVAOOR
MIGUEl COVARRUBIAS,Y DIBUJOS DE GllBERTO OWEN POR
ΝΟΥΟ Υ
59 Jοsέ ΙΕ%ΑΜΑ ΙΙΜΑ
XAVIER VILLAURRUTlA Υ ARTHUR RIMBAUD. POR FORAIN LA CALLE ΟΕ RIMBAUO

61 RENE CHAR
jHIClSTE ΒΙΕΝ ΕΝ IRTE,ARTHUR RIMBAUD!

63 GEORGE SAND
υΝΑ CARTA (1804-1876)
ALBERTO PAREDES

SALVADOR NOVO,
CRONISTA-ENSAYISTA DEL AHORA

Imagen tomada de Breve hIstoriO del comerCIO en M éX ICO

La obra entera de Salvador Novo dirige su De Novo son las artes de la ironía y la pa- L.a simpatía con el lector es posible si, con
atención al presente. Un presente social que, radoja. D eslizar hacia el interior de la misma desenfado y ligereza, aparecen zapato s, col-
más de medio siglo después, seguimos re- oración objetos y personas que "consumi- chones, esposas y radios en sus escritos. Ta-
conociendo y habitando. La poesía, prosa y mos" es un acierto genial, para el que no les elementos dotan de sencillez cotidiana
teatro de Novo manifiestan un preocupado puede haber defensas. En ningún momento el t exto y, además, funcionan subrepticia-
amor por lo que ahora poso;esto no hace de lo propio de Novo es la plena discusión mente como eslabones de la argumenta-
él un cronista, en el sentido acrítico de la pa- ideológico-económica sobre los excesos ción. Novo sabe que es más fácil conven cer
labra, sino una pluma dedicada al diagnóstico consum istas impuestos por la sociedad in- cuando el autor se asemeja a la colectividad
- agudo y humorístico- de lo que Cronos dustrial; le basta y complace formar amplios que increpa. El humor. la co mpre nsibilidad
sirve en la bandeja del calendario. Novo es bandos opuestos en su exposición. L.a len- lingüísti ca y estil ística, el anclaje en lo con-
de los primeros literatos hispanoamericanos gua de Novo es culta, fina y al mismo tiem- creto de to dos los días preparan el terreno;
en percibir que algo en verdad peculiar aso- po coloquial: no se apoya abundantemente constantemente esta escritura desemboca
maba la nariz conforme el siglo xx despun- en términos hipercultos ni en formas sintác- en aseveraciones lapidarias. Son el co ro lario
taba en el horizonte. L.a modernidad (o lo ticas enrar-ecidas para el gusto o posibilida- de su desenfado y fro ntalidad para opinar
que sea) brinda un manjar de contradiccio- des del lector medio: Novo sabe que al sobre "nuestra época". Y no se fractura el
nes, desaguisados y absurdos: todo ello bien humor (o estado anímico) de sus arengas y discurso: las agudezas y paradojas han de
puede nutrir una obra literaria. Obra que al bravatas le es inherente la sensación y capa- rematar en un golpe seco definitivo, t al co-
mismo tiempo festina y denuncia el caldo en cidad de ser comprendido. No es casual que mo el cúmu lo de volut as en la esgrima lle-
el que se cultiva. El frenesí consumista - claro escriba desde el vocero de " nosotros" para gan a su clímax en la últ ima estocada recta
tema del insustitUible En defensa de lo usa- criticar los usos de "nuestra época". que toca al co ntri nca nte .
do- es no una característica relevante sino el Una estrategia o co nducta permanente Los mexicanos los prefieren gordos es otra
modo de ser del tiempo por venir. es preferir lo concreto contra lo abstracto. muestra superior de su placer verbal. Se

2
Biblioteca de México
MENTWERA
CENTENARIOS DE
INNÚMEROS ILUSTRES
D E
Sólo en el 2004 se cumplen centenanos
S A N FRANCISCO del nacimiento de tantos escritores ilustres
de México, de Latinoamérica y del mundo,
N9 3.
que sería imposible cumplir en nuestras
páginas con todas las rituales conmemora-
ciones que esos personajes merecen.
FRENTE
Pero, además, como lo decía Borges, tam- '

ALHOTEITURBIDF poco es necesario practiar con tanta pnsd-


sión, para esos homenajes conmemorativos, .
ei culto al sistema métrico decimal y los nú-
meros cerrados, que conmueven en todos .
los tiempos a los milenanstas.

No sólo se cumplen centenarios de mu-


chísimos artistas nacidos en los primeros
años del siglo xx, sino bicentenarios y aun
Imágenes t o m a d a de Breve H/stona de/ comercio en México
sesquicentenarios de otros más naddos y
desaparecidos al principio del xix o la mitad
de ese mismo siglo (como es el caso del
celebérrimo e infernal Arthur Rimbaud).

De todos modos, ya nos hemos ocupa-


d o de conmemorar en las páginas de la re-
vista a muchos grandes autores que cum-,
píen siglos de nacidos o de fallecidos en^
los albores de este siglo xxi (Víctor Hugo,-*"
Emilio Zola, Gorostiza, Villaurrutia, Luis
Cemuda, etc., etc.) para contribuir como ,
lo impone la línea de nuestra revista, a la :;
relectura y revisión de la obra tanto de los:
justamente célebres como de los algo
injustamente olvidados o mal leídos.

Por lo pronto aquí se encuentran algu-


nos homenajes más a escritores propios y
ajenos más que dignos de ser leídos y re- '
leídos: Salvador Novo, Pablo Neruda, Gil-
berto Ovven, Rimbaud mismo, George
Sand y algunos más. contemporáneos de,-
Neruda. en el conjunto de "instantáneas'';,
mueve con la mayor soltura que ensayista raciones falsas o torcidas: llamemos ingenio
que nos entregó hace meses el poeta y
alguno pueda soñar Amplía el horizonte al chiste que no depone un saber El ensayo
amigo colombiano Juan Gustavo Cobo
temporal y de referencias culturales todo lo es una buena caricatura: de un lado la cultu-
Borda.
que le viene bien. El tema es una broma que ra de lo escuálido y de la otra la del sobre-
lleva su verdad. El lector sabe que es una peso sensual. Entra muy en su sitio, de Ilustran el número los propios autores y
abierta invitación al chiste y la humorada, nuevo, la figura del "nosotros" para privile- se incluyen dibujos de Miguel Covarrubias."
pero ¿sería fácil o incluso posible refutarlo? giar y acabar de establecer la simpatía de a quien también celebramos en su cente-
Supongo que habría que meterse en un ca- uno de los bandos. A h o r a ese plural hos- nario.
mino penoso y denso. Son burlas veras, para pitalario no titubea en mostrar el singular
decirlo con un giro antiguo y recuperado en de un yo: es el individuo que, sin separarse
su sabor por don Alfonso Reyes, La ampli- de la mentalidad y hábitos compartidos,
tud de referencias: el "México" prehispánico razona un poco más y acude a una bibliote-
(o el conjunto de culturas regionales de lo ca más amplia que la del resto de cofrades,
que después sería México); la pintura rena- para decir algo común y aceptable. El cro-
centista, la escuela inglesa, la moderna cultu- nista que hay en todo Novo, es decir la sen-
ra norteamericana... Medítese por un se- sibilidad perceptiva y gozosa de los usos de
gundo lo fácil que sería resbalarse en simpli- hoy brinda el festín de sus agudas observa-
ficaciones y toscos lugares comunes; a me- ciones con una pluma orgullosa, sarcástica y
nudo el gracejo pide la globalización, el bor- crítica. Pues Salvador Novo es, definitiva-
de frágil es la superficialización; Novo acude, mente, el curioso pertinente del siglo x x
por fuerza, en el juguete de su ensayo, a mexicano, y con ello ha hecho un magiste- Prefiguración del 'Bateau ivre'. dibujo de un
cuaderno escolar de Rimbaud
estereotipos, pero no es culpable de aseve- rio de prosa sin par

Biblioteca d e M é x i c o
LA SEMANA PASADA

EXICO en 1910.
M
ñas poblaciones de nombres extra-
J (Un hijo d e españnl y (PRIMER TRATAMIENTO) ños, como Madera en que algunos
mc>.Í< ana habi .. abierto lo, hOUlbres hablaban un idioma des-
, , 'o~. pocos ar.os anles , .. la lu z cOl1ocido y habitaban casas como
lra'''luil" de un~ ciud 'l(l ""' IlclI" .1 .- Por SALVADOR NOVO carros de ferCocarri!. LuC90 se
p ;,IH«: ins co me; e s ca!W't de lI1ovimit.'n - Rodactor Edilorial d. HOV instillaron sus padres en un pueblo
In . Ciudad aún colonial . dc cos- cuyo nombre ya recordaba : Jime-
lumbre" tradicionnlc s, rcdtJcid~ ,,1 nez. Era un pueblo precioso con
"cenlr(\" y a unas cuanlas incipientes colonias en qUe se resignaban a su su río y sus árboles su gran almacén importante que habia sido incendiado
r",hreza I¡" drcentRs familas de la clase media . En las escuelas se en- por los revolucionarios. y que se atrevia a volver a vivir. En Jiménez l·
~ eiiaban la s p" esi.1~ de Juan de Dios Peza y las tablas de: multiplicar, Sr mandaron a la escuela. Las señoritas I~enteria una de las cuales Se ca-
I'nsciiilban taJ11hj~n los episodios nacionales y la geografía ' de una Europa 3aría más tarde con Pancho Villa. le enseñaron a' dibujar) .
llena de prll1cipes.
L{)~ niños ihan mucho a la iglesia . Aprendían 1". doctrin~. Por las rORREON EN 1913
c.1 1J¡- ~ cIl11><,dr;¡d" s, wd"b¡¡n carruajes
tirados por cahallos. De vez en
(El niño llegó de la mano de sus patlrcs a un Torreón polvorien-
cua ndo. dfsccndian de ellos señoras. grandes sc ñor<" . debajo d.' gr~ll ­
to. Esto ciudad habia probado ya
de .' somnreros. Arr.l~trah"lJ la ;-~F'~
<:olas de seda. Tom aban su m;¡no para entonces la crueldad de un
Paoeho Villa en c uyo odio por los
señores con bigotes y bumb ¡ nc~ .
chinos parecia r"sl1 ci tar el Tresde·
cha lecos de terciopelo, lel.'lltini1 s d ..
dos compañero d e- Joaquin Murrie-
oro. Callaba n, : sonrei" n . Er"n
tao la gran Lav;wderia China. en
,<lenticos a la s amplificaciones de
la esquina de la Avenida Hid algo
sus antepasados qU(" pendian dr. ¡()~
y la calle de Ramón Corona. erguia
muros en las salas idénticas. aHnm-
su desolación de ladrillos rojos. de
bradas. mudas. ilumin"~i1s apenas
ventanRS abiertas como ojos asom-
por grandes ~spejos qu e repetia n su·
brados por los cuales habian salido
reverencia dOlada sobre un piano
disparados los cuerpos de los chi-
cubierto por un mantón de Manila.
nos victimas de las iras de los vi·
Un dia pasó por la calle el fll ·
lIistas .
tierro de don Juan d e Dios Pe : ¡¡. Eran frecuentes las "tomas" de
dia , huho una fiesta en I'! la ciudad por los federales y por
~t.o Arbeu. Don Justo Si~rra los villisti\5. Las anunciaha un ru -
cflartió m~d il ll as e ntre lus niñ o $ mor sordo. pero certero. Se hacian
a plicados. Otro dia. se supo q\l~ provisKlI1es : harina para las ~>ano·
habia guerra . I.,.s periódicos ¡¡ri- chas. azucaro frijol. leña para la
taron : ¡PAZ IP AZ! ¡PAZ! Olro estufa. Se escondían los ah"rros
dia . tembló la tierra . Los roperos debajo del ladrillo más próximo a la
se ilbriiln solos. el 1111;0 se vió ¡lrre · puerta. sobre la teorla de que: en el
batado por sus padres a la oración caso de un saqueo. los invasores
a1c rr orizada en la ca lle . Al di" si- entrarian tan de prisa a vaciar los
g uiente . entraba el señOr Madero roperos. que es,aparía a su cod icia
en la gran ciudad · de k>s Palacios. el ladrillo-<ajol-fuerte más próximo
Todo iba a empc~ar a cambiar en a la puerta.
di" , ) Eran días largos y temerosos lo~
. de los sitios. en Que se eseue h"ba
CHIHUAHUtA EN 1912
el tiroteo intermitente. subrayado
¿ Por que ra zón el niÍlo fu é: ;) por el ronco cañón. iluminado por
dar a Chihuahua : a una Chihua - los incendios nocturnos que lkn:.-
h1l0 d r qu e na P.,scu,, 1 Orozco: en ban de pavesas el ciclo. Los ala-
que iba a ( c"lfilrsc la ncvolucióll ridos triunfales de los viii iSlas . el
qu e habia derrocado a don Podi- g .. lope de s us centauros. anun cia
no y e levado ¡¡ don Pan cho l No h/ln A los ven~or« . Empeznbn
lo rodri" d N: ir. Rrpcnt ina me nt ... ,:ntollt'es la requisa de casas. d cs-
~ c CTlcon [r ó l' U un cli m (l rri o, (n unn con dite de los ckos. el saquro.
c¡ lId~d 5C[~. Por liI~ mañani15, d l-a C~S¡¡ en q\le vivla el much,,-
ag ua no salia en las llave s. cu nge · cho era la última de mamposter ;.l.
l.Jda en la rilas velas. )' al ir iI la Le seguian jacales de cañas y hMro.
escuela el niñ o veía perro s de azú- habitados pOr "los pobres". En la
CM candy mutrtos con un hilillo paz, "los pobres" eran sus amigos.
de sangre p;:ndiente dd hocico . SALVADOR NOVO . ,~orda.bQ IU TOf1'éÓn d. )913. con .ua .UHata. Deo.lado. On Jugaba con ellos. iba a bañarse con
Viajó con sus padres (l peque· ell",dln. ellos al "Tajo" . En la guerra . le
MIGUEL Á N G E L MORALES

SALVADOR NOVO:
CINE Y AUTOBIOGRAFÍA

Primera llamada '^^^^^^^^Η^^^^Β


f
E n 1937 Salvador Novo c o m e n M l ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ | ^
Hoy su columna "La Semana Pasadai|m||||||^mm|P
;n aceptada por la crítica. Alvaro Custodio, f u t u r o ^ ^ ^ ^ ^ ^ f
de la magistral anta Aventurera (Tito Gout, I 9 4 9 ) , O T ^ ^ ^ ^ P
Sevilla a la cabeza del reparto, señaló muy certeno:

trial mexicano al realizar unas correcciones a los diálogos

R
De nuevo la compañía pnoductora RAMEX, sucursal en
por Rafael M, Saavedra para la película La Zandunga,
México de la poderosa RK.O Radio, ha repetido un ex-
;ió el cinearta Femando de Fuentes y protagonizaron
perimento que, al iniciarse el cine sonoro, no dio resul-
;lez y Arturo de Cordova,
tado en FHollywood: realizar con actores hispanos un
o a sábado y en interminables líneas, Novo publica en "La
argumento ya filmado por el cine estadounidense. Lo
Pasada" sus coirosivos comentarios contra Hincionanos
único notable en este esfuerzo llevado a cabo en Mé-
lemo de Lázaro Cárdenas. También se da tiempo para
xico es el hábil sentido de la economía al producir es-
entre otros, los guiones de Perjura (dirigida por Raphael J.
tos films con poco capital, decorosamente y en un bre-
5Π 1938) y £1 signo de la muerte (Chano Urueta, 1939),
ve espacio de tiempo.
^ donde incluye una escena en la cual el actor cómico Mario Mo-
Hpeno CantJnflas se viste de mujer En 1940 prepara un guión sobre
Novo tiene que basarse en otras dos películas norteamerica-
• la conquista de México, que debió filmar en Hollywood Orson
nas para Todo un caboltero (1946), que Miguel M. Delgado
Welles, novio de Dolores del Río y polémico y genial director de
comienza a rodar a fines de septiembre. El rutinario cineasta, di-
£í ciudadano Kane (1940), Welles inteipretana a Hemán Cortés
rector preferido del ya productor Mano Moreno Cantineas, no
Dolores a La Malinche. Desgraciadamente este proyectó no se
supo darle coherencia a las aventuras del abogado interpretado
por Fernando Soler Novo adapta la pieza teatral Winíerset, de
Y segunda llamada Maxvi/ell Anderson, para A la sombra del puente (1946), dirigida
^ mediados de 1946 Salvador Novo inicia su segunda y final por Roberto Gavaldón y con Esther Fernández, David Silva y
g^a dentro de la industria cinematográfica nacional, cuando Arturo Soto Rangel. filmada a finales de octubre. Finalmente su
Hpa su amistad con pe Noriega, dirigente de la RAMEX,filialde versión cinematográfica de la novela Beau ideal (1930), de Per-
j^pderosa empresa norteamericana RKO Radio Pictures. We- cival Christopher Wren, quedaría bajo el título de Hermoso ideal
Wk lo había presentado años antes, cuando arribó a la ciu- (Alejandro Gaiindo, 1947), con Rodolfo de Anda, quien inter-
^ B e México para visitar a su amada Dolores del Río. El 19 de preta a un risible integrante de la Legión Extrajera, angustiado
Wm como lo asienta en "La Semana Pasada", asistió con en las deslucidas dunas de los estudios Churubusco.
^ i e g a a los estudios Churubusco, donde Roberto Gavaldón Con esta cinta Salvador Novo se despide de la industria fílmi-
maba La otra (1946), en la que Dolores inteφretaba dos ca, Continúa escribiendo en su diario y meses después se inte-
apeles: el de la de millonaria Magdalena Méndez y el de su resará por un medio que entonces estaba por arribar: la televi-
!
hermana gemela Maná, abatida por la pobreza. Novo apunta sión. Dentro del cine nacional, su mejor guión es Θ signo de la
. ^ . a c e r c a de esa inesperada visita al set, sobre cuando la célebre muerte, donde logró deslizar el ambiente goy que vivió en la ciu-
^ f e c t r i z entre las luces de los reflectores: dad de México a partir de 1919.

^ ^ ^ ^ • s repetía una acción silenciosa que consistía en incor- Autobiografía


^ ^ ^ ^ B D r a r s e junto a una señora muy parecida a ella, recoger De su etapa autobiográfica sin duda las escasas páginas de La
una cama su bolso y sus guantes, salir presurosa, estatua de sal constituyen las mejores del género, tan poco fre-
^ ^ ^ ^ p g r e s a r . quitarse los anteojos, depositarlos en el buró y cuentado por los escritores mexicanos. Debido a su encumbra-
^ ^ ^ K i l v e r a salir. Suena sencillo, pero no lo era tanto. miento dentro del medio periodístico y a los exitosos spots pu-
blicitarios en la televisión. Novo postergará indefinidamente su
^ ^ ^ ^ p v o realizó para la productora RAMEX cuatro adaptaciones publicación y, es más, dudo mucho que haya añadido algo a lo
^ ^ ^ ^ H d e ellas en 1946 y la restante al año siguiente, cuando ys que escribió durante 1945.
^^^Hp deteriorada su relación con Noriega. Es un misterio el por En noviembre de 1943 escribió en su leída columna "El pere-
^ ^ ^ ^ B o concibió o realizó un argumento propio. Sin duda las pre- grino en su patria", que apareció en el número "monumental"
^ ^ ^ ^ B s con que la productora necesitaba sus versiones signtfica- y/o especial de Hoy, dirigido en ese entonces por Alfredo
^KKmse obstáculo, además de que su guión sobre la conquista Kawage Ramia, Este texto, como tantos otros de Novo de ese
BBde México era inviable por la magnitud de su costo. Su primera periodo, lamentablemente no fueron incorporados a Lo wdo pre-
adaptación fue a la cinta Five carne back (1939), para que Ale- sidencial en el periodo de Manuel Ávila Camocho.

Κ
andró Gaiindo, a principios de agosto, dirigiera Los que volvieror "El peregrino en su patria" ocupa tres páginas de la edi-
^ ^ 6 ) , pnotagonizada por Marión Inclán. La cinta no fue mu> ción "monumental", donde se incluyen una fotografía del
n~ , 1
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Mi a i v a a S a 1 v a d o r

¡AY, SALVADOR, NO SEAS n-;FACIENTE,


QUE AS! RECELA Y SE AMEDRENTA EL NABO!
Y EL ~ A Rtl'OS SE pmmA i'IEGLIGENTE
ES M!s VIEJO QJR 'rpRtsTAME UN Iwa,"" OCHAVO".

CONFIRMA OVIDIO 'PE ELLO ES MUY FRECUENTE,


POR(IJE JUANlTO AL FIN NO ES NUESTRO ESCLAVO:
VIVE SU VIDA PROPIA, INDEPENDIENTE,
Y ESO YO ME LO sl "DE CABO A RABO".

"ES AL ÑU 00 " -QUE DICE EL ARGENTINO-


SACUDIR A JUANITO CUANOO OOERME,
~ AS! MUEREN LAS CIVILIZACIONES.

PRUDE1WIA, SALVADOR, PRUDENCIA Y TINO:


HUYE EL C<MBATE CUANro ESTt.s I NERME
Y DA UN POCO DE PAZA LOS COJONES.
12.x1. 59 •

•• aAl. 8[NlAM'N Hlll, ~. J ZZ


lIEXICo 11, ~. f.
Imagen tomada de Breve Historia del COI)1eroo en México

poeta y otra de unos campesinos sombrerudos. así como un Pancho Villa en cuyo odio por los chinos parecía resucitar el
publicidad de las hojas de afeitar GEM y un recuadrito del Tresdedos compañero de Joaquín Mumeta. La gran Lavandería
whiskey Waterfill, "el mejor de América!". Novo, quizá al China en la esquina de la Avenida Hidalgo y la calle de Ramón
recordar sus buenos tiempos de guionista cinematográfico, Corona, erguía su desolación de ladrillos rojos, de ventanas abier-
subtituló su escrito de la siguiente manera: "México en tas como ojos asombrados por los cuales habían salido dispara-
1910", "Chihuahua en 1912", "Torreón en 1913", "Oissolve dos los cuerpos de los chinos víctimas de las iras de los villistas.
to México en 1917", "Oissolve to Puebla en 1925", "Wipe to Eran frecuentes las "tomas" de la ciudad por los federales y
Michoacán en 1932", "Oissolve to Monterrey en 1940", por los villistas. Las anunciaba un rumor sordo, pero certero.
"Oissolve to Mérida 1943" y "Fade out-Fade in". Se hacían provisiones: harina para las panochas, azúcar; frijol,
Para que el lector se dé una idea del estilo que Novo dio a leña para la estufa Se escondían los ahorros debajo del ladri-
este texto, reproduzco "Torreón en 1913", donde describe en llo más próximo a la puerta, sobre la teoría de que en el caso
tercera persona su infancia, ya que en ese año contaba con 9 de un saqueo, los invasores entrarían tan de prisa a vaciar los
años de edad. "El peregrino en su patria" fue el detonador para roperos. que escaparía a su codicia el ladríllo-caja-fuerte más
que volviera a sus apuntes autobiográficos. Justamente dos años próximo a la puerta
después, entre octubre y diciembre de 1945, escribe Lo estatuo Eran días largosy temerosos los de los sitios, en que se escu-
de sal, que sería finalmente publicada en 1998 por CONACULTA. chaba el tiroteo intermitente, subrayado por el ronco cañón, ilu-
Por ello se advertirá que la ciudad de Torreón que recrea para minado por los incendios noctumos que llenaban de pavesas el
los lectores de Hoyes muy distinto a lo que se puede leer en su cielo. Los alaridos triunfales de los villistas, el galope de sus cen-
libro, donde describe su primer encuentro sexual. tauros, anunciaban a los vencedores. Empezaba entonces la
Es de señalar que Novo, tanto en "EI peregrino en su patria" requisa de casas, el escondite de los ricos, el saqueo. '>

como en Lo estatuo de sol, confunde el supuesto ataque de La casa en que vivía el muchacho era la última de mampos-
Francisco Villa aTorreón con la gran matanza de chinos efectua- tería. Le seguían jacales de cañas y barro, habitados por "los
da el domingo 14 de mayo de 191 I por tropas al mando de pobres". En la paz, "los pobres" eran sus amigos. Jugaba con
Emilio Madero, hermano del Apóstol de la Democracia. Ese día ellos, iba a bañarse con ellos al "Tajo" . En la guerra le causó
fueron asesinados entre 249 y 303 chinos y quemados los edifi- una cruel decepción comprobar que sus amigos se incorpo-
cios de la Lavandería de Vapor Oriental, el Banco Wah Yick y el raban a los saqueadores de su casa.
Hotel Ferrocarril, donde muchos de ellos se alojaban, como Había sentido en su propia came lo que era la Revolución. Era
señala Juan Puig en su libro Entre el río Perlo y el Nozos {CONA- una extraña mezcla de crueldad, de matanza de asalto. y de
CULTA, I 992).Tras el asesinato de Francisco 1. Madero yencum- necesidad que los pobres remediaban al amparo de la crueldad,
bramientode Victoriano Huerta, en febrero de 19 13. los huer- la matanza, el asalto. Oesterrado su padre por Villa (por un Villa
tistas ocuparon la ciudad de Torreón, defendida por Benjamín compensatorio, que a causa de que ya sus muchachos habían
Argumedo y por el general Trucy Aubert. La noche del I de matado sin justificación a su tío, le perdonaban a su padre una
octubre de ese año entran las fuerzas villistas. Francisco Villa per- vida que tenía derecho a suprimir a causa de que era un gachu-
manece todo el mes en esa, plaza para después encaminarse a pín), el muchacho y su madre permanecieron en la casa saquea-
Ü1ihuahua-:VolVerá er¡ marzo y abril de 1914, para iniciar con ello da y desolada por mucho tiempo. En el jardín de la casa iban a
el derrumbe militar y la huida de Huerta dormir todas las noches muchos soldados villistas. Se tendían en
el pasto. junto a sus rifles. Inexplicablemente, el muchacho se sen-
TORREÓN EN 1913 tía seguro y confortado con ello. Y por las mañanas, les entrega-
El niño llegó de la mano de su~<padres <i. un Torreón polvorien- ba por la ventanas, con su saludo, con una especie de admiración
to. Esta.ciudad había probado ya para entonces la crueldad de confusa, fas dos manos llenas de "panochas",

... Carta reproducida de .Sótiro


Biblioteca de México
JOSÉ ANTONIO MONTERO

Nota para la selección de Salvador Novo


I I _ _ o L--

-- - -- 1

SALVADOR NOVO I ;
¡BREVE HISTORIA
DEL COMERCIO
ENMEXICO
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C,\M AH A NA Cl/.1N l\!. DE (, (¡ ~f~~ n(,1<I
nE L4. (' 11. O.'\U IJI:: .\ l Ii:X I( o
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Quizás para su propio bien, porque de ese modo atención e interés en su obra se mantendrán, lo cierto
es que la deuda con los Contemporáneos es todavía sólida y amplia. Maestros e investigadores - siem pre
crecientes en número, casi explosivos en términos demográficos- e instituciones de enseñanza e investi-
gación de la literatura deben aún a los lectores ediciones críticas, bien organizadas, de la obra del grupo
de escritores mexicanos más importante de la época moderna. Hay esfuerzos notables sobre Xavier
Villaurrutia, Jorge Cuesta, Gilberto O wen, etc., pero son insuficientes, y en cuanto al resto de los autores
de esa generación de solitarios quedan tod avía grandes espacios por explorar y dilucidar.
Salvador Novo espera a estas alturas que su obra esté junta en un tomo bien ordenado críticamente,
en donde se pueda apreciar a plenitud su poesía completa, pues por decisión propia o de sus editores, dis-
tintos volúmenes sólo recogen de manera parcial sus varias etapas de creación: lo que se halla en unos
libros no figu ra en otros.
En unos están los que llamó Poemas de infancia, en otros no, y en uno más sólo aparecen algunos suel-
tos. Otro ejemplo: sólo en la reducida edición de 209 ejemplares que llevaron a la imprenta como edito-
res Alfonso Alarcón, Armando Cámara, Antonio Castro Leal hijo, Raúl Kamffer. Armando Ramírez,
Guillermo Rousset Banda y Florencio Sánchez c., en 1955, con el título Salvador No vo, Poesía, 1915-/955,
se encuentran las Décimas en el mar, que originalmente se publicaron en una limitadísima edición de 20
ejemplares en 1934, como generosa y amistosamente me lo ha hecho notar Miguel Capistrán, uno de los
investigadores que más ha trabajado en beneficio del famoso grupo sin grupo.
Esa importante y valiosa edición - ya costosa- de los poemas de Novo, de 1955, es no sólo excepcional
por su intento de colecci onar gran parte de su tarea, sino porque resulta realmente excéntrica por sus .
características editoriales, pues aparte de que los libros carecen de índice, folios con secutivos y cornisas se
utilizaron diferentes tipos de papel para los interiores y de cartulina para los forros y para encuadernar-
los, e imprimir. por un lado 180; por otro 20; además de ocho y uno, por otro, para completar un total de
209 ejemplares.
La ausencia más notable en las múltiples reco pilaciones realizadas es la de la denominada Sátiro, la que
las editoriales oficiales o semioficiales seguramente temen rescatar para no escandalizar a los lectores, pues
sólo ha circulado casi subrepticiamente, de mano en mano, en una primera versión, y en una segunda de
500 ejemplares que con pulcritud estética publicó Alberto Dallal en 1970, a la que sin embargo le faltan
los sonetos que para recibir al Año Nuevo redactaba Novo, ésos en donde lo más procaz de su inteli-
gencia poética se desbordaba.
Como mínimo homenaje al gran polígrafo para quien ningún tema le resultaba ajeno, ni la publicidad, ni
el comercio, ni la gastronomía, ni la fiebre amarilla, etc., en este número de Biblioteca de México se incluye
una breve selección de su poética y de sus poemas, tan imbricados en ocasiones una y otros.

<4 Salvador Novo en la ediCión de 19 SS


S E terminó de imprimir el día primero de julio de
mil novecientos cincuenta y cinco, en los talleres
Impresiones Modernas, S. A., calle de Tabasco, nú·
mero doscientos setenta y cinco, en la ciudad de
México. En su composición se utilizaron tipos Bas·

POESÍA kerville de doce y diez puntos. Consta de ciento


ochenta ejemplares en papel Corsican Dekl Text,
1915 19 55 color ceniza, de sesenta y tres y medio kilos, nume-
rados del uno al ciento ochenta ; veinte en papel
Strathmore Text, color blanco, del mismo peso, nu·
merados con romanos del uno al veinte ; ocho, en-
cuadernados y numerados con letras de la a a la g,
para los editores; más uno especial, sin número, para
el autor. Este libro fue proyectado, dirigido y cui-
dado por el señor Julián Lara Cavero, regente de
SA LV A DO R N o v o Impresiones Modernas, S. A., Armando Cámara R.
y Guillermo Rousset Banda.

Ejm¡plar número:

PRESENTACiÓN'

La lectura en pruebas de mi obra poética (que la generosa acuciosidad de sus jóvenes ed itores ha reun ido y salvado así de la
dispersión) me ha hecho encararme objetivamente con mi vida en func ión de la poesía.
N acido en la ciudad de México en 1904; hijo único de An drés Novo Blanco, español, y de A mel ia López Espino, mexicana,
desde muy niño me afi cioné a lo que entonces pasaba por poesía. Esta incl inación rece pt iva pudo bien pronto nut ri rse en los
modelos académicos que fueron el alimento y la norma del adolescente que de los seis a los doce años, en Torreón, huía por
la puerta de los libros de una realidad revolucionaria que rodeaba su soledad sin juegos ni amigos. Fruto de esos años son estos
Poemas de infancia que hoy se t rasladan, del cuaderno de torpe caligrafía en que nacieron, a ocupar en este volumen el sitio
sincero de una primera confesión y de una profesión de fe. Encuentro, entre los ecos que les dan voz, las simientes de lo que
más tarde germ inaría la mía más auténtica: la circunstancia, el humo ri smo -y la desolación.
De esos años al de la aparición de los Veinte poemas como apéndice de mi primer libro de prosa - 1925-; reintegrado a un México
que habría de revelarme a Darío y a un "modernismo" que arrollara a mis viejos pequeños dioses, dan testimonio desconcertado
los poemas que aquí se recogen. Los Veinte poemas concretan una forma propia que se ha liberado de los moldes en que adquirió,
sin embargo, contornos perdurables.
En los ocho años tran scurridos hasta la aparición simu ltánea -en 1933- de Espejo y Nuevo amor, cultivé como una gimnasia
y un Juego el soneto satírico. La mayor parte de esa producción circunstancial se recoge ahora en el segundo t omo de esta
obra, y en número muy reducido de ejemplares.
Mientras Espejo representa un intento de autobiografía (abordado desde otro ángulo en el poema sin nombre que aparece
en la página 223), Nuevo amor, al borde de mis treinta años, culmina mi inspiración . Cuanto pude sentir y expresar, está dicho y
sentido en esos poemas.

POÉTICA
Para mí, la poesía es un "estado"; cada vez más inasequible, si no es en el silencio y la soledad; privado de aquella expresión que ven-
turosamente unge a los verdaderos poetas con su facilidad.
¿Pude yo ser poeta? De niño, y aun de joven, lo creí, lo soñé. Luego, la vida pervirtió mis dones y entorpeció mi sensibi lidad.
La poesía hacia los demás - la fior espontánea- dejó el sitio amargo al fruto vano y amargo de la diar ia prosa.
Fuga, realización en plenitud, canto de jubiloso amor, escudo y arma innoble; todo eso ha sido para mí la poesía. En ella, ahora
que no me atrevo a abordarla, me refugio. Cuanto en ella tenía que expresar, ya lo he dicho.y. sin embargo, como en mi viejo
poema,
siento que lo poesía no ha solido de mí.

* Salvador N ovo. Poesía. 1915· 1955. Ed. Colección Lince. No. uno, 1955.

10
Biblioteca de México
Exóticos versos de una triste lira Mas ¿qué importal Podía hacer otro luego.
que a cada momento llora o suspira ... Así sois ¡oh, ilusiones de mi vi dal
Exóticos versos de una triste musa a mi alma querida
que lenguaje en verso casi siempre usa ... dejáis, cual aquel globo a aqueste niño.
Solamente eso encontraréis aquí Mas el niño podía hacer otro luego
en el triste libro que yo os escribí. y lo hacía con cariño,
No miréis sus faltas ... Solamente ved y vosotras os vais cual fatuo fuego
la grande tristeza que tiende su red y dejáis a mi alma dolorida
nublándolo todo, todas las poesías desengaños tan sólo ... ¡oh, triste vida!
que de mi niñez escribí en los días.
[ 17 de marzo de 19 16]
[Torreón, 10 de marzo de 1916]


Algo como romance
(Epigrama) Tus ojos son un arcano
que imposible es descifrar
Eres una bella ondina, y tu boca un carmín sano
un poema de Virgi lio. imposible de besar.
Tus mejillas son hermosas
con la palidez del lirio. Tus manos . .. pero ¡qué manos!
un alabastro parecen.
En fin ¿a qué decir más Cuida de que los humanos
si tienes un cuerpo eximio? esas tus manos no besen.
¡Lástima que un ojo tuyo
por un trompis sea de vidrio! y tu cuerpo .. . gentileza
celestial de bella aurora.
¡Ay del que una belleza
A Salvador Guerrero como tú, como yo adora!

iOh Salvador. ¡Cómo eres vengativo! Tus pies ... en fin, toda eres
Siempre vives altivo dechado de perfección.
y esta mañana, cuando yo leía, Reinas entre las mujeres,
cuando una trampa hacía, reinas en mi corazón.
tú, recordando aquella ofensa mía,
me acusaste al señor; yo castigado [12dejuliode 191 6]
quedeme, mas no espero ser vengado
pues sé que la venganza
es el arma más ruin, es del malvado, Dice de mí:
de filo doble, lanza
que hiere al vengador y no al vengado. Él
Con un perdón se evitan mil venganzas no me ha hablado aún
y por eso no quedo yo enfadado de aquellas cosas
y en prueba de lo mismo, te perdono. de que casi todos gustan hablar.
Solamente sonríen sus ojos
[2 de octubre de 1915] y toma mis manos.

Su piel
E.I globo y mis ilusiones es límpida y tersa
y sus ojos se entornan al verme;
Extasiado miraba un niño a un globo mas luego sonríe
que con un dulce arrobo y me pide que le perdone .
balancéabase ufano por el viento
cual estando contento y estamos así por varios
de su suerte ... iinfeliz! de jabón era minutos
y si algo en falso su cuerpo moviera sin él atreverse
a su felice suerte y yo
sucedería la muerte esperando ...
dejando al niño inmóvil y lloroso
por aquel globo hermoso
que acababa de huir cual fatuo fuego.

11
Biblioteca de México
SALVADOR NOVO

.".

SATIRA

... ~ Esw pri ....... Idio:::i&n di SJrin,


s.Iwdor Novo, sor 1f!'1'ni..o ele imcor"..Ii. el
POI'
16 de -.nlt'mbre di 1910 Co ..". di q",'''1enIOl
~_ , lo. ""1....... cien linn¡dm PO' t1
.... or.
AlQ,l~ .. '-odia&nen"wlftOf'l
""i,,,,.,AnI,,,,;oRadri'Uf'dettSotr,,,,.

SÁTIRA' y un ard ite nomás la poesía.

Escr ibir porque sí, por ver si acaso Acaso te amanezca alborotada
se hace un soneto más que nada valga; - otrora erecta, dura y agresiva-
para matar el tiempo, y porque salga la dulce prenda, por mi mal hallada.
una obligada consonante al paso.
N o te hagas ilusiones. Pensativa,
Porque yo fui escritor, y éste es el caso en cuanto expulses la primera miada,
que era tan flaco como perra galga; se volverá a ar r ugar, triste y pasiva.
crecióme la papada como nalga,
vasto de carne y de t alento escaso.
1960
¡Qué le vamos a hacen Ganar dinero
y que la gente nunca se entrometa D os veces menstruó 59.
en ver si se lo cedes a t u cuero. iY en tanto tú, vencido y cabizbajo,
discurrías meciendo ese badajo
Un escritor genial, un gran poeta. que ningún re pi car yergue o conmueve!
Desde los tiempos del señor Madero,
es tanto como hacerse la puñeta. ¡Ah, cuánto fuera nuestra vida breve
para cortarle a la epopeya un gajo l
¡Cuán presto desistió de su trabajo
1959 este huevón que no hace lo que debe!

Juguemos al pendejo, vida mía; En vano es que le invoquen o lo llamen,


verás qué divertido, cuando a huevo amenacen, exhorten o supliquen,
t ienes que celebrar el Año Nuevo estrujen, froten, rueguen o reclamen.
con Sonetos y muecas de alegría.
Perezoso y undívago cual líquen,
Verás qué lindo, cuan do cada día no pretendemos ya que nos lo mamen,
(al surgir en Oriente el rubio Febo) sino - ¡siquiera!- que nos lo mastiquen.
sientes que el mundo ya te importa sebo

* Salvador Novo. Sóüro, México. Alberto Dallal


Ed ito~ 1970. 96. pp.

12
Biblioteca de México
DibuJo de Miguel Covarrublas

Ya no parece bien, a mis abriles De Décimos en el mor


pensar en el amor. Fuera locura
llorar, sentir, querer - ¡ay!- con la pura En noche de San Si lvestre ,
ilusión de los años juveni les. por latitud ignorada
- que el ingeniero Zevada
No sueño más en lunas ni pensiles por logaritmos demuestre-
ni de un ósculo pido la du lzura vais, en estilo pedestre
al fu ego que en mis sienes se apresura y en británico vapor,
-con patriótico ardor- en los desfiles. huéspedes de un comedor
en que no quebráis un plato,
La ley de la demanda y de la oferta a oír el primer relato
que me ha enseñado su sabiduría de un humilde relator.
lleva al fácil amor hasta mi puerta.
Pero antes, alzad la copa,
y sin embargo, a veces, todavía, y, si no podéis, la pata,
sobre el crespón de mi esperanza muerta porque aquí, como en Lanata,
vierte su llanto la melancolía. nos sirvan pronto la sopa.
A lzad, vecinos de Europa,
en regocijo sin fin,
Y o te escribiera a diario, dueño mío; alzad vuestro copetín
fatigara tus ojos con mi anhelo; como en cualquiera comedia,
diera al papel las tintas de mi duelo ya que aquí le llaman media
y al sol la angustia de mi lecho frío. hasta al simple calcetín.

Pero, ¿cómo plasmar mi desvarío y porque abrevie o acorte


con palabras escritas en el hielo mi relación, os diré
deste común hablar, luz de mi cielo, que para venir viajé
deste lenguaje pródigo y vacío? en el Príncipe del N orte.
A aquel que aguante o soporte
¿Cómo mi muda voz expresaría lo que entonces soportamos,
t o do el amor, en lágrimas deshecho, que en un Domingo de Ramos
que riega en aguardarte mi agonía? lo prem ien con una palma,
que a mí se me partió el alma
Grite tu corazón, con el estrecho cuando al Príncipe amuramos.
mensaje de su voz, la vida mía
en la dorada cárcel de t u pecho.

13
Biblioteca de MéxIco
J unto a tu cuerpo totalmente entregado al mío
junto a tus hombros tersos de que nacen las rutas de tu abrazo,
de que nacen tu voz y tus miradas, clara y remotas,
sentí de pronto el infin ito vacío de su ausencia.
Si todos estos años que me faltan
como una planta trepadora que se coge del viento
he sentido que llega o que regresa en cada contacto
y ávidamente rasgo todos los días un mensaje que nada con-
t iene sino una fecha
y su nombre se agranda y vibra cada vez más profu ndamente
porque su voz no era más que para mi oído,
porq ue cegó mis ojos cuando apartó los suyos
y mi alma es como un gran t emp lo deshabitado.
Pero este cuerpo t uyo es un dios extraño
fo~ado en mis recuerdos, reflejo de mí mismo,
suave de mi tersura, grande por mis deseos,
máscara
estatua que he erigido a su memoria.

Hoy no lució la estrella de tus ojos.


Náufrago de mí mismo, húmedo del abrazo de las ondas,
llego a la arena de tu cuerpo
en que mi propia voz nombra mi nombre,
en que todo es dorado y azul como un día nuevo
y como las espigas herméticas, perfectas y calladas.
En ti mi so ledad se reconcilia
para pensar en ti. Toda ha mudado
el sereno calor de tus miradas
en fervorosa madurez mi vida.
Alga y espumas frágiles, mis besos
cifran e l universo en tus pestañas
-playa de desnudez, tierra alcanzada
DibuJo de Miguel Covarrubias
que devuelve en miradas tus estrellas.
¿A qué la flor perdida
que march itó tu espera, que dispersó el Destino?
Mi ofrenda es toda t uya en la simiente
que secaron los rayos de tus soles.

Al poema confío la pena de perderte.


He de lavar mis ojos de los azules tuyos,
faros que prolongaron mi naufragio.
He de coger mi vida deshecha entre t us manos,
leve girón de niebla
que e l viento entre sus alas efímeras dispersa.
Vuelva la noche a mí, muda y eterna,
del diálogo privada de soñarte,
ind ifere nte a un día
que ha de hallarnos ajenos y distantes.

14
Bibltoteca de México
PALABRAS EXTRAÑAS Yo puedo hacer versos perfectos,
Por la call e había Medirlos y evitar sus asonancias,
en carteles rojos y en bocas ásperas poemas que conmuevan a quien los lea
extrañas palabras y que les hagan exclamar: iQué niño tan inteligente!
que se grababan en mi cerebro como enigmas
y había acciones y efectos Yo les diré entonces
cuyo motivo me preocupaba indagar. que los he escrito desde que tenía once años:
no he de decirles nunca
Muchos novelistas que estudian que no he hecho sino darles la clase que he aprendido
una niñez que no han vivido de todos los poetas,
observan que los diccionarios Tendré una habilidad de histrión
son siempre consultados por niños, para hacerles creer que me conmueve lo que a ellos,

Por las noches el alfabeto estelar Pero en mi lecho, solo, dulcemente,


combinaba sus veintisiete letras sin recuerdos, sin voz,
en frases que me conturbaban siento que la poesía no ha salido de mí.
y que aún no encuentro en enciclopedias,

AMOR
LA POEsíA Amar es este tímido silencio
Para escribir poemas cerca de t i, sin que lo se pas,
para ser un poeta de vida apasionada y romántica y recordar tu voz cuando te marchas,
cuyos li bros están en las manos de todos y sentir el calor de tu saludo,
y de quien hacen libros y publican retratos los pel"iódicos,
es necesario decir las cosas que leo, Amar es aguardarte
esas del corazón, de la mujer y del paisaje, como si fueras parte del ocaso,
del amor fracasado y de la vida dolorosa, ni antes ni después, para que estemos solos
en versos perfectamente medidos, entre los juegos y los cuentos
sin asonancias en el mismo verso, sobre la t ierra seca,
con metáforas nuevas y brillantes,
Amar es percibir, cuando te ausentas,
La música del verso embriaga tu perfume en el aire que respiro,
y si uno sabe referir rotundamente su inspiración y contemplar la estrella en que te alejas
arrancará las lágrimas del auditorio, cuando cierro la puerta de la noche
le comunicará sus emociones recónditas
y sel<Í coronado en certámenes y concursos,
Salvador Novo, Poesías escogidas, Cuadernos " México Nuevo", México, 1938.

-. " .
.... ....":- . ...
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DibuJo de Miguel Covarrublas

15
Biblioteca de México
I de junio, 1948
LA CADENA DE LOS LIBROS

La Revolución en México

Ignoro quién habrá originado, ideado y calcu lad o la mecánica Barrett. Li bro que ni tenía ni, probablemente, habría com pra-
de este juego en el que la elección de un amigo, concreta- do; pero que resolví no desairar, y leí en segu ida, y del cual dos
mente, Xavier Vi llaurrutia, me hizo entrar, y que consiste en artículos conservan, después de cuarenta años -circunstancia
que cada participante en una cadena postal de circulares envíe asombrosa para el pasto efímero de los periódicos- una
al desconocido que encabeza la lista de cinco personas, con el vigente actualidad. U no es la prolija definición de, precisamen-
ruego de que él haga lo propio, un solo libro, borre su nom- te, los periódicos y la receta pormenorizada de su éxito.
bre, agregue el suyo en el último término, saque cinco copias D emasiado largo, por desgracia, para reproducirlo aquí; dema-
de la circular, que haga llegar a otras tantas personas de qu ie- siado valioso para tomarle nada más que párrafos.
nes le conste su afición por la lectura, y se disponga a esperar Otro se refiere a México, y evidencia la información precisa
que en copiosa, misteriosamente fra- que Barrett poseía del tema social y
guada reciprocidad fecundísima, le SALVADO R NOVO
revolucionario que le importaba.
lleguen cerca de trescientos volúme- "Una revo lución en México - dice-
nes de otros tantos desconocidos POESÍA es una buena noticia. Es satisfactorio
donantes, que a su vez no han sacri- IDC I'OI!J.(.\S , nrl JO I ""'~ AUO.
T J'OESW " O OOt..eCCIO"' ... DAS
que dé allí señales de existencia
ficado más que un solo libro de su algu ien más que el dictador y la oli-
colección, para, en cambio, enrique- garquía de banqueros. Se dice que
cerla con otros trescientos. México es un país rico. Esto se
Prescindir de un li bro es senci llo. puede entender de muchas mane-
Suelen acumularse, leídos e ilegibles, ras. Para los capitalistas, es rico un
elegidos y admitidos, en nuestro es- país donde se encuentran fáci les y
tantes, hasta que, periódicamente, seguros negocios. ¿A costa de quien?
resolvemos depurar la colección, po- lelrar mex1.canas Cuestión secundaria. A veces, la
ner aparte los sobrantes y concebir la FONDO DE CU LTURA ECOI'IÚMICA riqueza del suelo constituye la princi-
vaga idea de donarlos a alguna biblio- pal materia explotable. A veces, la
teca pública modesta. De suerte que raza. Sería entonces una exageración
no habrá, entre los receptores de la decir que la raza también es rica ...
invitación a enviar uno, quien no lo "El coeficiente de mortalidad es
haga, y aun quien no lamente que no feroz. En el Congreso Médico
sean más los que le piden. Pero si esta Latinoamericano de 1904, el delega-
primera parte del juego de la cadena es sencilla, la de verse de do de México explicó que la mortalidad elevada no se debe
pronto asaltado por cerca de trescientos libros ya no lo es a lo insalubre del clima, sino a la miseria. Un 70 por ciento de
tanto. Entraña la copiosa visita de otros tantos desconocidos; la las defunciones son de gente pobre. Es notable la cantidad de
admisión de otros tantos gustos extraños manifiestos en los gente pobre que suele haber en los países ricos. Sin embargo,
libros que eligieron comprar y que ahora eligen comunicarnos. si los infelices mueren a puñados, nacen a montones, y siem-
Está sin duda esta segunda parte del juego, como ya lo anuncia pre hay bastante carne para hacer negocios. La mano de obra
la circular que lo fomenta, llena de sorpresas. es barata, las rentas son copiosas y firmes. Porfirio se encarga
y de enseñanzas, útiles en más de un sentido. Si esta cara, de mantener el orden y de convertir a México en la patria
espejo del alma, que son los li bros al refl ejar el espíritu de su natural del oro. 'iNos vamos a México l ', rugen los lores ame-
dueño, no nos fueron comun icados por desecho, sino por par- nazados por el presupuesto de Asqu ith . 'iNos vamos a
t icipación del gusto y las aficiones, y la cultura, del desconoci- México l ', murmuran los financistas americanos, aburridos por
do patrocinador de nuestra biblioteca, iqué cautivador nos las huelgas. México ... gran país. Y ese Porfirio, iqué estadista l "
resultará psicoanalizar a través de sus donaciones sintomáticas Desde que Barrett, a toda la distancia de años y leguas que
o simbólicas, uno por uno, a todos estos cerca de trescientos va de 1910 y de la Argentina, pudo pintar al México de enton-
amigos sin rostro! Cuántos campos desconocidos de la afición ces con esos rasgos; a nuestros años, en que Porfirio ya no
libresca nos revelarán, cuántas reincidencias en los lugares entorpece su progreso, las cosas habrán seguramente cambia-
comunes de la cultura, cuántas singularidades del gusto; y do. Ha habido suficiente tiempo para ello, y suficientes planes
cómo, si el envío denuncia a las claras que simplemente "se y programas redentores puestos en marcha. Le gustaría, sin
salió del paso" con cualqu ier sobrante a mano, nos dará una duda, a Barrett, si pudiera resucitar, comprobarlo.
imagen egoísta y ñoña del donante que no nos dejó penetrar Aunque. "No sólo han colocado los yanquis capitales
el secreto de sus verdaderas aficiones de coleccionista. enormes en México, sino que han importado la mano de obra
Yo he empezado a recibir mi sorprendente dosis de libros mexicana, de precio ínfimo a los estados del sur. Otro Taft,
inesperados, y uno de los primeros - procedente del señor J. CarlosTaft, posee en Texas 365 mi l acres donde trabajan 2 mi l
Guerra, vecino de Polanco- contiene las Obras Completos de peones mexicanos .. .
ese furibundo, inteligente, byroniano a su modo, romántico Esto lo denunciaba en 19 I O Rafael Barrett. Cuando aún no
tardío, periodista flagelador, y trashumante que fue Rafael se les llamaba "braceros", y 2 mil parecían muchos.

16
Biblioteca de México
MIGUEL COVARRUBIAS
( 1904- 1957)

Casi autodidacta y adolescente, sin más bagaje académico que su experiencia de dibujante en calles y en cafés de la Ciudad
de México, Miguel Covarrubias se va a Nueva York a los 20 años para imponerse como caricaturista en Vonity Foir, donde per-
manecerá hasta 1935, alternando también sus trabajos en Fortune, Vogue y en The New Yorker
B':Ocario de la Guggenheim viaja por diferentes países de Europa, África y por ciudades del sureste asiático, para recalar final-
mente en Bali, donde realiza estudios etnográficos y antropológicos de esa población, recop ilando las manifestaciones más rele-
vantes de su cu ltura y su arte, en documentación, fotografías y dibujos que más tarde de publicanan en The Boli Islond, en 1937.
Dos años antes había coleccionado una serie de sus mejores caricaturas de personajes del mundo en el libro The Prince of
Woles ond Other Fomous Americons.
Otros li bros suyos son México South (1946) The Eogle, the Joguor ond the Serpent ( 1954) e Indion Art of Mexico ond Centrol America
( 1957), estos dos últimos editados en español por la Universidad Nacional Autónoma de México.
De regreso en México realizó obra pictórica y muralística, fue profesor de distintas materias en la Escuela Nacional de An-
tropología y funcionario académico en varias instituciones. Muerto hace casi 50 años, algo peor que el olvido cubre su obra pic-
tó rica extensa y variada: la indiferencia y el desconocimiento. Sólo de vez en cuando algún extravagante crítico se ocupa de ella,
pero no se reúne y publica, a pesar de que como caricaturista, precursor de Abel Quezada y de Sergio Aragonés, con su éxito en
Estados Unidos, tiene tanta calidad como Steimberg o Ronald Searle, y en el dibujo no desmerece frente a José Bartolí, Miguel
Prieto oJean Cocteau, de quien aquí también aparecen algunos dibujos, dueños de una finísima y moderna línea que, en el caso
de Covarrubias le permite precisar con nitidez los rasgos raciales de sus personajes, en cualquier país donde se encuentre, por lo
que las diferencias entre una bali nesa y una tehuana son radicales en su aparente semejanza.
En Miguel Covarrubias se da otro caso de negligencia, apatía o simple desinterés institucional para recoger su obra dispersa, la
cual tiene mayor reconocimiento en el extranjero que en su propio país, acumulando sobre ella desmemoria y descuido injustos.
Sólo para recordarlo y rendirle homenaje en su aniversario incluimos en este número de Biblioteca de México algunos dibujos y
su autorretrato.
JAM.

Dibujo de Miguel Covarrubias

17
Biblioteca de México
GLENN GALLARDO

La Revolución mexicana fue, sin duda, un Gilberto Owen, que nunca dejaria de ser lágrimas", que sin embargo es incapaz de
hecho determinante en la vida polftica y cul- el viajero insatisfecho de todos los puertos reprimir. No es de extrañar que siempre
tural del país: no parece descabellado afirmar que tocaba, el Sindbad eternamente resurgi- esté sufriendo por esa "Bagdad olvidadiza" a
que a partir de esa etapa su vida política, do del naufragio, fue el úttimo en incorpo- la que en realidad él abandonó: como a to-
hasta entonces sumida en una forma de feu- rarse, el año de 1923, a los integrantes de dos esos amores, a todas esas islas en las que
dalismo seudoliberal, inicia su camino hacia la esta promoción. Dos años antes había publi- no supo o no quiso detenerse.
modernidad. No sólo como pueblo que bus- cado ya un primer poema en la revista Po- Desde su primera juventud, aun cuando
caba insertarse en el concierto mundial y licromías de la Escuela Nacional Preparatoria, estaba atado a sus amigos por fuertes lazos
añadir una voz más al coro de las naciones, publicación a cargo de Antonio Helú y Ra- afectivos e intelectuales, Owen acusaba ya
sino como sociedad que, por vez primera. món Rueda Magro. Llegó a la Ciudad de una independencia de esprritu en la que
parecía atisbar su identidad definitiva. México del "frío aséptico de Toluca" , traído tampoco es posible dejar de ver las aspira-
Si bien los poetas de finales del siglo XIX especialmente por el mismísimo presidente ciones de una época: "El ideal de joven que
habían empezado ya a celebrar las bellezas de de la República, en ese entonces Álvaro conciben Novo yVillaurrutia (y que, curiosa-
la patria con un bucolismo cargado de aires Obregón, quien lo requirió en la Secretaria mente, seria encamado, como nadie más lo
románticos y neoclásicos -aun cuando mu- de la Presidencia, para encargarse del "resu- logró, por Owen) es el que se acerca a los
chos de ellos fueron también luchadores so- men diario (de las noticiás) que el general personajes jóvenes de Gide, Radiguet y
ciales y escritores de primer orden-, no fue lee mientras desayuna",' Entre tanto, Gilber- Cocteau, a les enfants terribles, ávidos, mal-
sino hasta después del confticto armado que to devoraba con fruición a Max Jacob y a criados, impetuosos, arriesgados, asombra-
nuestra "inteligencia", ávida de algo más que Proust, a Joyce y a Cocteau. Fue quizá su dores e ingobernables.'" Curiosa actitud
paisajes horacianos y églogas vi~ilianas, se dio deslumbramiento de joven provinciano lo ésta, tratándose de un grupo de jóvenes que
a la tarea de ahondar en la naturaleza profun- que lo hizo asimilar. acicateado por el estí- al mismo tiempo se proponfa, consiguiéndo-
da del mexicano.Tampoco era posible desde- mulo de Cuesta y Villaurrutia -sus dos gran- lo, revitalizar y renovar las letras del país, de-
ñar la extraordinaria lección de románticos y des amigos de entonces y de siempre--, las rivada de un rigor intelectual y literario que
liberales, quienes junto a Guillermo P~ieto, enseñanzas estéticas y éticas que lo iban a nada tenía que ver con la traición fundamen-
Ignacio Ramírez, Justo Sierra y Altamirano, marcar para toda la vida Ahí aprendió segu- tal a los valores de la tradición y la naciona-
entre otros, fructificaron en espfritus como los ramente la lección del que "debe perderse lidad argumentada por algunos de sus ene-
del Ateneo de la Juventud. A esta generación para al fin encontrarse" (Fénelon) y que migos. Dentro de este contexto Owen,
se debe seguramente el nacimiento de una habria de tener como consecuencia, a dife- desde luego, tenía que estar de acuerdo con
nueva "mexicanidad". rencia de sus amigos, no "el viaje alrededor sus amigos, pero su caso, en medio de este
Vasconcelos, a través de lo que paz llama de la alcoba" villaurrutiano ni la lúcida intros- conglomerado de "singularidades", no obe-
una "obra personal, al contrario de \o que pección del "alquimista", sino el viaje efecti- dece exclusivamente a los parámetros del
acontecía con liberales y positivistas", I inten- vo, la "separación, iniciación y retorno") enfOnt terrible.
tó edificar un sistema filosófico que habria de como divisa característica de su existencia Cuando, en 1928, el "subgrupo" que esta-
lograr sus resultados más tangibles en obras Sin embargo, al elegir como emblema de ba constituido por Villaurrutia, Gorostiza
de carácter social y educativo. Su talante sus poemas más representativos la figura de Uosé y Celestino), Novo y Owen -entre
dinámico y emprendedor lo llevó a encabe- Sindbad y no la de U/ises, su aventura apun- otros-, crea el Teatro de Ulises, Gilberto
zar a algunos de los intelectuales que en ese taba ya desde un principio al viaje sin espe- encuentra la ocasión propicia para dar libre
momento determinaron la vida cuttural del ranza de una Ítaca o de una Pené/apeo Se curso a esa otra parte que se halla oculta en
país: Alfonso Reyes, Pedro Henr(quez Ureña, había lanzado al proceloso mar donde no es su personalidad: aquella que Vicente Qui-
Antonio Caso, Julio Torri, Daniel Cosía Ville- posible hallar a la mujer más que en el re- rarte nombra como .'Las máscaras del
gas, Jesús T Acevedo y Martín Luis Guzmán, cuerdo; su nostalgia no es la de un Villau- amante". Es a través de la representación
entre los más destacados. El impulso entu- rrutia enamorado de la muerte, sino la de un como Owen va a enamorarse de Clemen-
siasta y ejemplar de esta generación hizo hombre que sueña en una isla "rodeada de tina Otero. No de la mujer. sino de los múl-
posible que un nuevo grupo, el de "Los Siete un mar tembloroso que algunos llaman piel". tiples rostros que ésta habrá de adoptar en
Sabios", algunos de cuyos miembros se inte- Para ser fiel a Ella, tuvo que estar igualmente cada una de sus actuaciones. Sindbad era
graron al cuerpo docente de la Escuela Na- enamorado del constante naufragio, del mar para él, decíamos antes, el verdadero héroe
cional Preparatoria, continuara en alguna de alcohol en el que se ahogó incesante- del desarraigo, más que el propio Ulises. Asf.
medida la labor iniciada por los ateneístas. mente, oscilante entre el deseo de amar y el va a buscar en la vida el viaje como una
Muchos de los alumnos de estos insignes miedo de ser amado. El "me sabe amar" se manera de huir de sf mismo. así como en el
profesores formarian parte después de ese convierte así en un "me sabe a mar" con el arte -y sobre todo en la poesía- habrá de
famoso "grupo sin grupo", que habria de que el poeta enjuga las "tantas inmerecidas crearse un "sistema simbólico" (Quirarte) en
conocerse finalmente con el nombre de el que la mujer es "la isla donde nos recupe-
Contemporáneos. ramos del naufragio que supone haber lIega-

1 Vicente Quirarte, El azogue y la granada: Gil-

berto Owen en su discurso amoroso, UNAM. 1990, p.


, Octal/io paz. El laberinto de la soledad, FCE, 2' 27. , Guillenno Sheridan, Los contemporóneos ayer,
reimpresión, 1973, p. 138. ) Vicente Quirarte. op. cit., p. 88. FCE, l' reimpresión, 1993, p. 124.

• Fotograffa original de Gilberto Owen (tamaño credencial) con una dedicatoria al reverso que fue borroneada hasta hacerla ilegible. De la colección que se integrará
al Fondo Documental de los Contemporáneos, que custodiará la UNAM. al igual que el resto de las imágenes que se publican en homenaje al poeta.
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que se agitó siempre en el fondo de su alma.
Cuando en una de esas cartas dice: "Al-
guna vez me he puesto a pensar angustiado,
en lo espantoso, en lo monstruoso que sena
un noviazgo entre nosotros"6 no puede uno
menos que sentir la ambigua honestidad que
lo mueve a escribir algo tan aparentemente
ofensivo hacia la mujer que ama. Por eso no
es raro que vea igualmente en ella al ángel
con el que Jacob --otro de sus personajes
emblemáticos- lucha y frente al cual cae
vencido. Probablemente la razón última de
este complejo mundo interior, piensa Tomás
Segovia, encuentra su justificación en la poe-
sía, pues es a ella a la que el poeta le pide "la
clave para tratar de comprender su vida, una
clave mágica si se quiere" pero que le per-
mitirá creer finalmente "en su dolor e inclu-
so en su fracaso"?
Owen ya sólo retomará a la "Bagdad olvi-
dadiza" una vez, en 1942-1943, cuando toda-
vía reserve algunas fuerzas a la revista El Hijo
Pródigo, cuyo secretario de redacción era Alí
Chumacero, La amistad de este último, por
cierto, en la que se alternaron algunas
noches de festejo y sesiones de lucha libre

GilbertoOwen en la arena Coliseo (a la que ambos eran muy


aficionados), sazonó los dos últimos años
que el sinaloense pasó en México. Pero esa
estancia, pese a que veía en Alí a un hombre
"más inocente y más bueno que Adán" y a

LECTURAS
27 Serie
Tercera
MEXICANAS
que tenía de nuevo cerca a su amado
Villaurrutia, el "hermano mayor", no duró
más tiempo del que su impaciencia viajera se
lo permitió. En I 944 partió a Colombia, inte-
grándose un año más tarde -de nuevo- al
servicio diplomático mexicano en este país,
y en 1947 vuelve a ocupar, como veinte años
do a este planeta". El amor de Owen por presenta en escena al lado de Clementina antes en Nueva York, un cargo como "oficial
Clementina Otero -que en ningún momen- Otero. Del mismo modo, habrá de seguir canciller de primera" en Filadelfia. Fue en
to tachamos de inauténtico- es igualmente representándolos en el momento en que esta ciudad donde cerró los ojos por última
el de Eduard Desavesnes por su sobrina parta a Nueva York, bajo el pretexto de un vez, a la edad de 48 años, víctima de una
Denise Dentin al hacerse cargo de su edu- cargo de escribiente de primera en el servi- cirrosis que lo había dejado prácticamente
cación sentimental. o el de Nico por Romée, cio diplomático mexicano. Sólo allá, a la dis- ciego. Sus hijos Guillermo yVictoria Cecilia, y
su prometida, a la que desposa para "llevarla tancia, el amor del poeta por su Denise, por su mujer. Cecilia Salazar -de la que se había
a esas regiones ideales" que él ya ha conoci- su Dionisia, acabará por madurar en una separado años atrás-, estuvieron presentes
do en un viaje anterior por países exóticos. serie de cartas que son como el mapa inte- en su funeral gracias a que vivían muy cerca,
En el caso de la obra de Vildrac (El pere- rior de un decurso mítico que apenas en Nueva York, donde él podia verlos con
grino), Eduard, personaje desengañado y cíni- comienza. No por casualidad será más ade- relativa frecuencia.
co, le aconseja a Denise vivir, haciéndole ver lante el Perseo vencido que sucumbió al Mucho se ha insistido en el carácter auto-
que "la grisura y la doble moral del medio en poder de la Gorgona o el /xión que gira biográfico de su poesia. Sin embargo, pare-
que vive la muchacha" no son lo más propi- como un " nuevo romántico" eternamente cería más justo decir que Gilberto O wen
cio para conocer el verdadero amor. Y en el atado a la rueda en llamas. era, por encima de todo, un artista y un
de la obra El tiempo es sueño, de Lenormand, Aun cuando no deja de ser cierto que el poeta, y que si su vida proporcionó la mate-
el personaje piensa que la única manera de viaje a Nueva York, como lo señala Guiller- ria prima de sus versos, fue porque siempre
realizar este sentimiento, como ya vimos, es mo Sheridan, tenía como propósito el de buscó descifrarla a través del viaje interior en
alejándose lo más posible de la tediosa vida buscar financiamiento y colaboraciones para que quiso perderse. Para encontrarlo, es
cotidiana. Si bien en Eduard parece efectiva- la revista U/ises' tampoco deja de serlo el preciso internarse a través de la ruta secre-
mente insinuarse un aire de enfant terrible hecho de que el poeta, tal vez sin saberlo, ta en la que personificó al náufrago que
que ve las cosas con tanto desencanto como anhela "la luz que en el instante del amor lo luchó sin descanso "contra el mar" de su
fingida frialdad, en Nico, por el contrario, hay cegaba y ahora no lo ilumina". Extraño movi- obra poética. Es ahí, y no en otra parte,
un idealista que sueña en un paraíso donde miento éste de atracción y repulsión, en el donde este "lotófago insaciable de olvidados
sólo es posible vivir con la Eva de su elec- que el amor sólo parece resolverse a través poemas" espera que nosotros, sus lectores,
ción, En ambos, es la ilusión de la distancia y de las palabras; las cartas a Clementina Ote- partamos una y otra vez a su rescate.
"la invitación al viaje" lo que parece mover ro y su libro Sindbad el varado habrán de ser
los principales resortes de sus vidas. los únicos destinatarios de esa contradicción
Curiosamente, simbólicamente, Owen se , Gilberto Owen, Cartas Q Oemenóna Otero, p. 20.
identifica con los dos. Y lo más curioso es 7 Tomás Segovia, Actitudes, UAM, 1988, pp.
que se identifique con ellos mientras los re- 140 y 147.
, Guillermo Sheridan, op. cit, p. 325.

Biblioteca de México
gilberto owen

NEW YORK CITY , 7 de ma yo de 1929.

Queridos xv. y SN. :


D{ gamne si, en pr-in.clpl0 J no
babrta incon.v eniente en editar una segunda epo-
ca de ULlSES aquí, en New York. Serta algo como
TRANSITION, en p~r{s. Le Clercq se encargarfa de
la parte en ingles, yo de la española. Serfa i-
gual al antiguo Ulises. Exclusivamente curiosidad y
cr! ti ca. SÓlo que Ull poco más extel1.so, pu~s se tra-
tarta de hacerlo interesante para toda America. Es
decir, con trabajos de nuevos e n Mé xico, que uste-
des dirigirfan., nuevos en E.U., que Le Clercq puede
conseguir, nuevos e n España, que Uerardo Diego está
dispuesto a enviar, etc. Ustedes pueden decirme a
quien le escribo para ésto en Argentina, en Cuba
---si algo puede haber en ese islote--- etc.etc.
Me par ece que pOdrfa yo interesar a. alguiEul para
financiar el as uftto.~Quieren enviarme, s! todavfa
tienen, una e oleeccion completa del periodico'? Me
serfa muy útil. Acaso hasta económicamente serfa un
éxito, y ustedes saben mi iR.terés en este último ·
punto, pues estoy~quebradfslmo y mi gente en MéxiCO
necesita de m!. Tu, Salvador, escribeme sobre lo
que , costaba en MéXiCO, sobre lo que , podrfa enviar
• U ... ,..~fO o ~ .. _ ... ~ ~ l ~,,~~ ..... ".~ ~ .. '!'! qu~ 1'u1'1"'o ~e t"'enen
compromisos con antiguos subscriptores, etc. Tú,
Xavier, envíame una lista de gentes a quienes deba
yo e scribirles .otro punto: ¿ tendr! en incovenlente en
aparecer como edi tores uno de ustedes dos? El btro
editor serIa Le Clercq. Yo me limitaría despu's de
todo a los trabajos de administración nomás. Me pa-
rece que pOdría oonseguirse ayuda financiera que ga-
rantizaría la pUblicaCión de diez números. perdónen-
. me la prisa de esta carta. Contéstenme oon detalles
exactos. No se\ olviden de que los quiere mu~ho, de
veras,

otro asunto: Hace días la Sra. Rlvas me escribió una oar-


ta pidiéndome colaboración para un periódico de teatro.Me
dijo gue se me pagaría esa oolaboración, y hasta sefialaba
en cuanto. Yo le contesté brevemente pidiéndole detall.~
más exactos sobre lo que quería. Hasta ahora. no me ha oon-
testado. ¿Qué hay de cierto? ¿Qué grado de seriedad tle~?
Eso, que me ayudaría en ' un sentido, no me molestarte más
adelante? Q_uiero deolrittP<lr las gentes que vayan a esori-
bí r ahf. urac las ag - cJ'

22
Biblioteca de México
MIGUEL CAPISTRÁN

JUAN PABLO ORTIZ DEL TORO

GILBER I O OWEN:
UN MilO CENTENARIO
Si fue el 4 o el 13 de mayo de 1904 la fecha de su nacimien-
to, es cuestión que finalmente no importa ante el hecho GILBERTO o W E N
rotundo y apasionante de una biografía tan singular como la
suya, y que se aparta diametralmente de la del resto de sus
compañeros: Anton ieta Rivas Mercado, Xavier Vil laurrutia,
Salvador Novo, José y Celestino Gorostiza, Jorge Cuesta,
Samuel Ramos et. 01., en la aventura que emprend ieron a
POESIA
bordo de aquella nave de mayor calado que las anteriores y
que por un lado ostentaba el nombre de Ulises y por otro el
de Contemporáneos. Destacó entre ellos por su desenfado y PROSA
buen humor a fl or de piel, rasgo que lo emparentaba en esa
tripu lación con Salvador Novo, si bien en este sentido su talan-
te era menos ácido e hiriente.
y así como el oscuro conde de Lautreamont había dicho
tajantemente "No dejaré memorias", con el propósito eviden-
te de convertir su vida histórica en el paso indescifrable de un
fantasma "una sombra sin cuerpo", como gustaba llamarse a sí
mismo, este poeta mexicano, atento lector de aquellos Cantos
donde, sin sospecharlo, la moral tenía "un defensor enérgico",
al segu ir las enseñanzas maldororianas, se atrevió a sembrar su
paso terrenal con pistas falsas y consiguió, con ello, crear un
mito dentro de la literatura del país llamado Gilberto Owen
( 1904- 1952). IMPRENTA UNIVERSITARIA
Escritor de un estilo ún ico dentro del panorama de nuestras México 1 9 5 3
letras y poeta medularmente (en un principio próximo acaso
a un romanticismo tardío, después al surreali smo y, fina lmente,
cercano a nada), su obra se torna compleja por encontrarse resid ía por entonces, una vez aplacada la tempestad desatada
no sólo estrechamente ligada a 105 momentos más trascen- en el servicio diplomático, del cual formaba parte, en virtud de
dentales de su vida, sino porque se encargó con fines literarios su participación activa en A lianza Popular Revolucionaria
de preparar muchos de los que serían sus recuerdos. Americana (APRA). Dicho incidente viene a ser una suerte de
Él mismo lo afirma en "Novela", texto que forma parte de acicate más seductor para investigar en torno a esa parte de
Líneo (poemario de 1930): "Yo sí tenía (un pasado) pero lo su vida, así como para descubrir el motivo de su tristeza.
cambie por un libro." Corría el año 1934 cuando más se agitaban en su sangre las
Para tener una muestra de ese li bro que recoge la aventu- cuestiones políticas y revolucionarias, aspecto por el cual
ra terrena de Gilberto Owen, se publ ican aquí algunos textos Gilberto Owen formó parte de los pocos miembros de su
no incluidos en sus Obras publicadas por el Fondo de Cu ltura grupo literario que se ocuparon de estos asuntos de manera
Económica, debido a que fueron descubiertos después de tan determinante.
aparecida dicha edición, y como homenaje por el centenario En ese año se reponía de la fu lminante expu lsión que le fue
de su natalicio. decretada por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores
Es 1925 el año en que publica su traducción de "Siete poe- de su cargo diplomático, el que por su naturaleza le impedía
mas y un cuento" de Jean Cocteau, y que ubica a Owen como involucrarse en temas de política interna de otros países y tra-
uno de los primeros, si no es que el primero en trasladar al taba de rehacer su vida en suelo colombiano. Para hacerlo
español en México a ese escritor y, consecuentemente , tam- contaba con el apoyo de intelectuales de ese país, como Jorge
bién como uno de los iniciales propagadores de un autor que, Zalamea, José Umaña Bernal y Otto de Greiff, entre otros,
para él, para sus compañeros y para la renovación cu ltural del quienes admi raban y estimulaban tanto su activismo político
país fue definitivo su conocimiento. como su tarea escritura!.
Esta vers ión entregada por Owen a las páginas de El Con su desaparición física, ocurrida el 9 de marzo de 1952,
Universal Ilustrado se retoma hoy en las de Biblioteca de en Filadelfia, EU, donde se encontraba nuevamente dentro del
México. Servicio Exterior Mexicano, termin ó la historia terrenal del
El texto titulado " Poesía y Revolución" es producto de los hombre al que hoy se recuerda, para dar paso al mito, con lo
años en que el poeta se había contagiado de lo que llamó "el cual, contrario a lo que había anunciado, comenzó a ignorar se
sarampión marxista". Fue escrito en Bogotá, Colombia, donde su vida por su muerte.

23
Biblioteca de México
De Perseo vencido*

MADRIGAL POR MEDUSA

No me sueltes los ojos astillados,


se me dispersarían sin la cárcel
de hallar tu mano al rehuír tu frente,
dispersos en la prisa de salvarme.

Embelesado el pulso, como noche


feliz cuyos minutos no contamos,
que es noche nada más, amor dormido,
dolor bisiesto emparedado en años.

/ Cante el pez sitibundo, preso en redes


de algas en tus cabellos serpentinos,
pero su voz se hiele en tu garganta
D ibujo de Jean Cocteau y no rompa mi muerte con su grito.

D éjame así, de estatua de mí mismo,


la cabeza que no corté, en la mano,
la espada sin honor, perdido todo
lo que gané, menos el gesto huraño.

SINDBAD EL VARADO (fragmentos)


(bitácora de febrero)

Encontrarás tierra di stinta de tu tierra,


pero tu alma es una sola y no
encontrarás otra.

Sindbod el Monno

Because I do not hope tu turn again


Because I do nol hope
Because I do nol hope to turn.

TS. Eliol

Día primero,
EL N AUFRAG IO

Esta mañana te sorprendo con el rostro tan desnudo que temblamos;


sin más que un aire de haber sido y sólo estar, ahora,
un aire que te cuelga de los ojos y los dientes,
correveidile colibri estático
dentro del halo de su movimiento
y no hablas. No hables,

'" Gilberto O w en. Poesía y prosa, Imprenta Universitaria, México, 1953. pp. 258 .

24
Biblioteca de México
que no tienes ya voz de adivinanza
y acaso te he perdido con saberte,
y acaso estás aquí, de pronto inmóvil,
tierra que me acogió de noche náufrago
y que al alba descubro isla desierta y árida;
y me voy por tu orilla, pensativo, y no encuentro
el litoral ni el nombre que te deseaba en la tormenta.

Esta mañana me consume en su rescoldo la conciencia de mis llagas;


sin ella no creería en la escalera inaccesible de la noche
ni en su hermoso guardián insobornable:
aquí me hirió su mano, aquí su sueño
en Emel su sonrisa, en luz su poesía
su desamor me agobia en tu mirada.
Dibujo de Jean Cocteau y luché contra el mar toda la noche,
desde Homero hasta Joseph Conrad,
para llegar a tu rostro desierto
y en su arena leer que nada espere,
que no espere misterio, que no espere.

Con la mañana derogaron las estrellas sus señales y sus leyes


y es inútil que el cartógrafo dibuje ríos secos en la palma de la mano.

Día cuatro,
ALMANAQUE

Todos los días 4 son domingos


porque los Owen nacen ese día,
cuando Él, pues descansa, no vigila
y huyen de sed en sed por su delirio.

Día cinco,
VIRGIN ISLANDS

Me acerco a las prudentes Islas Vírgenes


(la canela y el sándalo, el ébano y las perlas,
y otras, las rubias, el añil y el ámbar)
pero son demasiado cautas para mi celo
y me huyen, fingiéndose ballenas.

Ignorantina, espejo de distancias:

25
Biblioteca de México
por tus ojos me ve la lejanía
y el vacío me nombra con tu boca,
mientras tamiza el tiempo sus arenas
de un seno al otro seno por tus venas.

Heloisa se pone por el revés la frente


para que yo le mire su pensar desde afuera,
pero se cubre el pecho cristalino
y no sabré si al fin la olvidaría
la llama errante que me habitó sólo un día.

María y Marta, opuestos sinsabores


que me equilibraron en vilo
entre dos islas imantadas,
sin dejarme elegir el pan o el sueño
para soñar el pan por madurar mi sueño.

La inexorable Diana, e Iflgenia,


Dibujo de Jean Cocteau. en la época de O pio vestal que sacrifica a filo de palabras
cuando a filo de alondras agoniza Julieta,
y Juana, esa visión dentro de una armadura,
y Marcia, la perennemente pura.

y Alicia, Isla, país de maravillas,


y mi prima Águeda en mi hablar a solas,
y Once Mil que se arrancan los rostros y los nombres
por servir a la plena de gracia, la más fuerte
ahora y en la hora de la muerte.

Día veintidós,
TU NOMBRE, PO EsfA

y saber luego que eres tú


barca de brisa contra mis peñascos;
y saber luego que eres tú
viento de hielo sobre mis trigales humillados e írrito s:
frágil contra la altura de mi frente,
mortal para mis ojos,
inflexible a mi oído y esclava de mi lengua.

Nadie me dijo el nombre de la rosa, lo supe con olerte,

26
Biblioteca de México
~
"" enamorada virgen que hoy me dueles a flor en amor dada.

Trepar, trepar sin pausa de una espina a la otra


y ser ésta la espina cuadragésima
y estar siempre tan cerca tu enigma de mi mano,
pero siempre una brasa más arriba,
siempre esa larga espera entre mirar la hora
y volver a mirarla un instante después.

y hallar al fin, exangüe y desolado,


descubrir que es en mí donde tú estabas,
porque tú estás en todas partes
y no sólo en el cielo donde yo te he buscado,
que eres tú, que no yo, tuya y no mía,
la voz que se desangra por mis llagas.

Dibujo de Jean Cocteau. en la época de Opio

Día veintitrés,
YTU POÉTICA

Primero está la noche con su caos de lecturas y de sueños.


Yo subo por los pianos que se dejan encendidos hasta
el alba;
arriba el día me amenaza con el frío ensangrentado de su aurora
y no sabré el final de ese nocturno que empezaba a dibujarme,
ni las estrellas me dirán cuál fue , cabal, mi nombre.
Ni mi rostro.

Si no es amor, ¿qué es esto que me agobia de ternura?


Mañana inútil: pájaros y flores sin testigos
La esposa está dormida y a su puerta imploro en vano;
querrá decir mi nombre con los labios incoloros
entreabiertos,
los párpados pesados de buscarme por el cielo de la muerte.

Mas no estaré en sus ojos para verme renacer al despertarse


y cuando me abra, al fin, preguntará sin voz: ¿quién eres?
El luto de la casa -todo es humo ya y lo mismo-
que jamás habitaremos;
el campo abierto y árido que lleva a todas partes y a ninguna.
¿A dónde, a qué otra noche, irá el viudo por la tarde
borrascosa?

27
Biblioteca de México
POEslA y REVOLUCiÓN ral de la cámara entraña una falsedad pro- mos, nada más. un nombre. Un nombre lleno
funda que constituye. demasiado hábilmen- de contenido como una madre inclinada por
Alguna vez, en invierno generalmente, pues te. nuestra propia cifra de la realidad. el peso dulce del hijo nonato; tenemos un
se trata de un deporte sobre todo invernal, y no es que creamos ya en el paisaje. nombre que se escribe con equis a pesar de
nos sorprendemos tristes. Es condición lite- todavía. como un estado de ánimo. En reali- la academia y que nos sugiere una realidad
raria callárnoslo. pero afición marinera inves- dad no fuimos nunca a esa escuela de pintu- bella. dramática. rica de nuestro amor, y nos
tigar por qué lo estamos. que de otra suerte ra. Pero sucede que nuestro sistema de aplicamos a descubrirla Repugnándonos el
no sería un deporte. Por supuesto que, casi coordenadas distribuye las figuras. los colo- chauvinismo. queremos precisar cómo la
siempre. es solamente que hemos apostado res. las sombras, conforme a nuestros pro- amamos, sin embargo; vemos que unos s610
la vida en la ruleta de las estaciones, y de esa pios detalles, exactos. y no podemos atener- la respetan, vemos que unos nada más la
animal dependencia del clima partimos hacia nos a los ajenos. cuya veracidad es, en nues- admiran, vemos que aquellos sólo la compa-
una nostalgia que. en nuestro caso particular. tro ejemplo fotográfico, demasiado literal decen; y, nuestro fervor muy otro. preferimos
se refiere generalmente "a la región más para no ser sospechosa de inexactitud. No recordar la dialéctica sensual helena. que
pura del aire". en la que, siguiendo la visión pretendemos, es verdad, una visión subjetiva reduciéndolo todo a estatura de hombres,
de Alfonso Reyes. está nuestro Anáhuac. del mundo, pero queremos una objetividad hacía que cada griego no respetase tanto a
y aquí comprobamos. un poco nerviosos. directa del mundo para nosotros. en atmós- sus diosas que no quisiera casarse con ellas;
que las fotograflas nos impiden recordar. Su fera limpia de la niebla que le dejan las mira- y sentimos que nuestro amor es de ese lina-
parcialidad mecánica. accidental, limitada en das ajenas y que corroe las cosas como si los je. y nos damos cuenta de que nunca hici-
el tiempo. difiere siempre de nuestra propia otros se hubiesen llevado mucho de ellas en mos sino desear casamos con México.
parcialidad, esencial. orgánica. fuera del tiem- los ojos o en los estuches de sus kodaks. Su realidad joven, al día siguiente del dolo-
po. Hay además que el choque no tiene la y como un Baedeker es tarea de detalles roso, del fecundo huracán de la revolución
violencia suficiente para hacemos gritar que exactos, tenemos que empezar, pues, por que- armada, nos ofrecia una espléndida dote de
es mentira y para obligarnos a rehacer, por mar la iconografía de nuestra tierra. por olvi- posibilidades de servirla. nos ponía ante una
contraste. un rostro. un paisaje, una postura. dar los libros que falsean de manera distinta a tarea larga. gozosa. apasionante. Ten(amos al
una sombra deseados. la nuestra. de falsearla por ausentamos de las frente una naturaleza nueva para mirarla lar-
Decimos: ésa es. en efecto, su nariz; pero conversaciones en que se pronuncie el nom- gamente. para explicarla. para contribuir a
nosotros la veíamos siempre de abajo a arri- bre en otro tono que el nuestro. ordenarla; todos podríamos... servirla... todos
ba. y es por ello otra desde diferente estatu- Sentimos romántico. es cierto. el gesto de ten(amos la misma edad, ni ella ni nosotros
ra; decimos: es ése. en efecto el número que arrancamos a una tradición critica para lla- ten(amos. casi, pasado, nuestra actualidad se
se desenvolvía en aquella arquitectura. pero mamos Adán y nombrar su cifra robinsonia- palpaba. se respiraba. Hacia 1921. año en
a las seis de la tarde el aire y la luz aumenta- na. arbitrariamente. Así al hablar de la poesía que empezamos a medir nuestro México, no
ban siempre una cifra. y nuestra voz no actual de México como al hablar de la actua- había en todo el pafs un solo viejo. ni un solo
puede nombrar ya iguales las dos imágenes. lidad de nuestro México. brazo cansado, ni una sola voz roída de
y concluimos entonces que la veracidad lite- En este último caso, por ejemplo, tene- toses. Nos habían dejado solos, como a los

Biblioteca de México
buenos toreros, ante una larga faena ante éramos artistas.Todos éramos original, esen- dor. Que queríamos de ellos pura poesía,
una tarea que iba a ocupar ya todos los cialmente. revolucionarios, y sentíamos no que no vendieran la primogenitura de la
minutos de nuestra vida necesi1:ar de membrete que lo pregonara, creación estética por las lentejas de una
Ahí estábamos. con grave fervor sin tea- como los pájaros que veíamos no necesita- divulgación social que la revolución había
tralidades. a esculpir su rostro nuestro. a ban el cartelito en latín de ünneo para can- encomendado ya. con mejor juicio, al maes-
expresar en su perfil todas las fuerzas inefa- tar con la voz exacta, seguros de que aunque tro de escuela y al periodista. Que su poe-
bles que todos nuestros ángeles y la mayor los sabios distraídos pusieran cartel de cere- sía sería reaccionaría, que no sería al fin
parte de nuestros demonios nos iban mos- zo en el manzano. siempre seria una manza- poesía, aunque sus materiales fueran arado
trando. tentándonos no importaba si a sal- na la que les cayera a descubrir la ley de y martillo, si con ellos no descubría nueva
vamos o a perdemos, pero a salvarla Newton, Nacidos, crecidos en respirar aquel belleza formal y esencial, y que sería revo-
Nuestros materiales iban a ser unas monta- aire joven de México, nos identificaba un lucionaria en sí y por sí misma si se daba
ñas que apuntalaban el cielo en todos los afán de construir cosas nuevas. de adoptar sinceramente, fervorosamente. a la expre-
horizontes, cielo de piedra ellas mismas. y un posturas nuevas ante la vida Sentíamos esto sión cabal de sus propios individuales
sol invariable que sabía sin embargo toda la lo único revolucionario y más sincero que hallazgos. La revolución no nos decfa: "El
historia de la pintura; y unos pueblecillos de tomar simplemente lo viejo y barnizarlo y que me busque me perderá", sino "El que
juguete junto a espejos que andaban. llama- escribir encima: "!Viva la Revolución!", que me busque en parte alguna que no sea en
dos rios. o junto a la pupila sin párpados de era a fin de cuentas lo que nos pedían unos todas partes me perderá".
los lagos desvelados; y bosques que se veían amigos rusos caídos en el pozo de la propa- y esta voz sonreía a todos los que hasta
a pesar del proverbio alemán y de los árbo- ganda. creyéndolo torreón por explicable aquella hora nos habíamos encenrado en nues-
les. como si fueran de cristal; y un trópico efecto de óptica, y otros espejos de todas tras bibliotecas y en nuestras universidades,
que cantaba floras y faunas exageradas partes que se cre(an obligados a espejos temerosos de que la mera busca de la verdad
sobre ruinas reverdecidas en las que los suyos. o de la belleza por ellas mismas, desinteresada-
arqueólogos no tenían más remedio que y empezamos a reclamar de cada uno lo mente, no fuera a caber en el mundo, retorci-
ponerse a estudiar botánica y zoología; y una mejor que su personal aptitud le permitie- do en convulsiones materiales, que nuestros
constitución polft:ica que era puente vertical se crear, sin preocuparse de la necesidad de antecesores inmediatos nos querían hacer
de nuestra tierra al aire futuro. como un responder a una clasificación revolucionaria creer era sólo nuestro México de aquellos días.
árbol joven que todos regábamos un poco que hasta sin querer; íntimamente, habría de De ahí para siempre. nuestra alegría de traba-
supersticiosamente. mejor para frutal de llevar su obra de todas maneras. En el caso jar belleza inútil iba a aceptarse legítima.'
nuestros hijos que para sombra nuestra; y particular de los poetas, les exigimos tan
unos cuantos libros que olían a tan nuevos. sólo que hicieran poesía. viva y viva. aunque
los muy clásicos, que parecían escritos aque- no dijesen -y mejor si no lo decfan- el epi-
, Publicado originalmente en Lecturas Domínico/es. suple-
lla misma mañana. sodio pintoresco o la doctrina social o eco- mento de E/ TIempo. Bogotá. 2S de febrero de 1934.
Unos éramos economistas. otros éramos nómica de la revolución. que para eso esta- Aparecido posteriormente en Lo Gaceto de/ Fondo de
campesinos. otros éramos ingenieros. otros ban all( el economista. el político, el legisla- Culturo Económico, Méxko. abril. I 979.

Biblioteca efe México


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JEAN COCTEAU

SIETE POEMAS
YUN CUENIO TRADUCCiÓN DE GILBERTO OWEN

Dibujo de Jean Coáeau

que lleva en la nariz. Las mariposas se atrapan con un libro de


EL SECRETO DEL AZUL
estampas. La po lvareda las pierde. Los días de ll uvia uno se
El secreto del azul está bien guardado. El azul llega de la leja- encierra a jugar a los cubos. Si brilla el sol se pasea, y los colo-
nía. Por el camino va endureciendo poco a poco y trueca en res bruñidos embellecen el juego de los cubos. Presentan de
montaña. Para lograrlo trabaja la cigarra. Para lograrlo trabajan este lado, un paisaje de montañas. Los otros cinco lados com-
los pájaros. En realidad nada se sabe. Se habla del azul de binan el mar, la casa, el lago, el bosque, la ciudad.
Prusia. En Nápoles, la Santa Virgen se queda en los huecos de Es una suerte estar arriba. Todo lo demás pasa en secreto.
las paredes cuando se retira el cielo.
Sólo un río atraviesa la jungla. En él mojan su piocha los leo- MAGIA
nes. Lo difícil sería admitir al aire libre la presencia de la doma-
Después de "Parada" sal ió del teatro la muchachita americana.
dora desnuda y de su cowboy
Era el teatro del Chatelet en el que debía haber visto " Las PI1-
Pero aquí todo es misterio. Misterio el zafiro, misterio la
doras del Diablo", " La Corza en el Bosque", "Los Polvos de la
Santa Virgen, m isterio la tromba, misterio el cuello del marino,
Madre Celestina", " La Vuelta al Mundo". La pieza fue si lbada. Ella
misterio los rayos azules que dejan ciego y tus ojos azules que
llevaba en la cabeza una mariposa del Brasil y un cuello marino
me traspasan el corazón.
en la espalda. El conjunto costaba en el bazar treinta francos.
Nos habían acompañado a comprar eso el pintor y el bailarín
FíSICA RECREATIVA
ruso. También ella era rusa, lo que es triste para una muchacha
Un objeto ha superpuesto sus colores en los de otro. Doctor, americana. H acía la señal de la cruz, se echaba la baraja, fumaba
usted debe equivocarse. Tráigame mi chal de mármol. A su y lloraba mucho. Quiso partir en seguida para Nueva York,
regreso, se le dará un bock recién ordeñado de una vaca. donde las muchachas no son rusas y reciben noticias de su fami-
Él hinchaba el paisaje con sus gemelos. A la segunda noche se lia. Pero los barcos y las casas de América son demasiado gran-
estampa el gallo y la nodriza comienza a sentir el gas. Usted tiene des. Hasta se cuenta que los ascensores os abren el vientre y os
la culpa. Cree en la navidad. Nada le era más sencillo que llenar lo vuelven a coser ya vacío.Y además ella tenía miedo de los ne-
la recámara de nieve y de sorpresas, joven madre de las berme- gros que se acercan en la noche sin ser vistos.
jas mejillas. ¿Cómo se dio cuenta de ello? Es que había dejado la "Parada", juguete mecánico de un modelo que no anda
etiqueta. Me encierro después de almorzar. Los rayos del sol completamente solo. Además se necesitaba valor.
empujan la persiana y se vuelven al lado de la sombra. " Intente Los árboles de la primavera están al revés y ella, antes de
comprender por qué", dijo Goethe a Eckermann. saltar a la boca del ogro, de oro y de oscuridad, que silba, me
Cuando llega la noche, el claro de la luna adormece las pellizca con todas sus fuerzas.
rosas. La mañana las despierta soplándoles encima. Yo soy el que hace el ruido de las olas.
Todos estos curiosos experimentos se encuentran en Tom-Tit. Vamos, María.

MARAVILLAS DE LA NATURALEZA SOLES

Rayo de sol. Su golpe parte y hace sali r del sombreo, volteán- Ese lazo lo tendería un niño. El hombre se disfraza de vidrie-
dolo, un enjambre de calcomanías. El cardo es un vidrio roto ro. Vuelve la espalda y parece no ser nada. El sol siempre cae
en mi l asti llas. El carbón se encuentra a grandes profundidades. en la trampa.
El cazador de osos atrapa fác ilmente al osa, debido al ani llo En Roma, dentro del Coliseo, el sol es un viejo león ciego

31
Biblioteca de México

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Dibujo de Jean Codeau

sin sonreír, a las ramas, y parten,


que tiene una lengua fresca, Su lengua no es otra cosa que la
El enamorado escribe en las paredes,
sombra, Se la pasa lentamente por las patas, desde que ama-
Si yo me mirase el corazón, ya no me atrevería a sonreír.
nece hasta que anochece, Un gramófono en la montaña, El
Trabaja demasiado en su noche sin luna. Recostado sobre ti,
gallo del correo canta mal. El rocío lo enmohece. Lanza gritos
espío su galope que me trae una mala noticia,
de bote de hojalata, Aquí es otra cosa: el sol se detiene a las
doce y uno se gana un vaso azul.
A la orilla del mar, el mar se traga un sol todas las tardes, Se
CUENTO
le ve descender. Son las olas, Ganimedes se casó, Parecía haberse vuelto de conducta ejem-
plar. La comitiva en masa se dirigió a la Isla del Amor, en el
TEMA VASCO Marne, Él, todavía encantador, con su bigotito y su traje de
noche en pleno día, Los demás señores y señoras de buen
El pastorcillo tiene las mejillas rojas, El gallo canta mal. Parece que
humor, según los romances,
hará buen tiempo, Los agricultores exigen lluvia, En las montañas
Todo habría marchado a maravilla sin una frase infortunada del
las nubes se amontonan y se disipan con gran rapidez.
fotógrafo: "Ya no se muevan ustedes", dijo, "miren bien al objeti-
A la población de esta comarca le gusta mucho el baile, ¿Ha
voVa a salir un pájaro", Apenas había dicho estas palabras cuan-
dado usted un paseo? El bosque está a dos kilómetros, pero
do, en efecto, salió un pájaro del aparato y levantó al novio de
en él hay sombra,
tal manera que difícilmente podía creerse que no se tratara de
Un mulo es capaz de llevar cargas pesadas, Es una bestia ani-
un truco escenográfico,
mosa y de aspecto agradable. Para jugar a la pelota se necesi-
¡Pronto! ¡Pronto! gritaban, Busquen las carabinas, Pero el
ta algo de fuerza y una gran destreza,
pájaro no era ya un huevo y desapareció con su presa tras los
Ese manantial es excelente, Vienen a él de los alrededores,
álamos de la ribera, "Yo se lo había advertido bastante", repe-
¿Le gusta a usted el agua? Sí, pero prefiero el vino. Los cence-
tía el general a la madre de la muchacha llorosa, (En realidad
rros de los rebaños fatigan al enfermo, Las águilas vuelan sin
el general había dicho una vez, sin la menor malicia y con una
mover las alas, La montaña ofrece muy curiosos efectos de
prodigiosa falta de oportunidad: "Su futuro yerno es un bravo
perspectiva; la muchacha quiso coger un cardo azul, pero esta-
mozo muy superficial. Por otra parte, no todo el mundo pue-
ba del otro lado de la barranca,
de casarse con un águila,"
La madre insultaba al fotógrafo, tachándole de sucio cóm-
GRAVEDAD DEL CORAZÓN
plice, Una de las señoritas de la corte de honor había visto
El agua de las fuentes conre, grave como la boca de un perro. La con sus propios ojos a Ganimedes, huyendo a fuerza de re-
rosa me intimida; no ríe nunca El árbol duerme de pie, No bro- mos, en una canoa por el Marne,
mea nunca. Por ejemplo, ordena a su sombra, acuéstate, reposa, Fue esta opinión razonable la que mereció en seguida la
volveremos a partir por la tarde, Por la tarde vuelve a subir ella adhesión de todos,

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Biblioteca de México
JUAN GUSTAVO COBO BORDA

PABLO NERUDA
y o I RAS INSTANTÁNEAS LITERARIAS
PABLO NERUDA (1904-1973) En el prólogo a la edición conmemorativa asombroso logro. Con lo inerte, con lo des-
revivió aquel 1924 preguntándose asombrado: gastado, con la agonía y el caos, con todo
"Es tan corto el amo~ y es tan largo el olvi- aquello que se pudre en el tiempo y es ente-
do". Sólo que el énfasis dramático con que los Por un milagro que aún no com prendo, rrado en vida, él buscaba restablecer el
poetas enriquecen sus pasiones cobra con el este libro at ormentado ha mostrado el erguido canto de una materia vuelta hom-
tiempo un reverso irónico. Al llegar a su deci- camino de la felicidad a muchos seres. bre: que habla, sueña y canta.' 'Absorción físi-
mosépt ima edición, en 1972, Veinte poemas ¿Qué otro destino espera el poeta para ca del mundo" y su metamorfosis, no en
de amor y una canción desesperada ( 1924) su obra? (Pablo Neruda. Prólogos, Bar- ideas, sino en versos encendidos y tajantes.
había ve ndido dos millones de ejemplares y ce lona, Lum en, 2000, p. 57). Allí donde la muerte , perpetuamente verde,
había logrado confund ir sus orígenes en una nos aguarda muy cerca vestida de almirante.
vasta leyenda. Leyenda que también confir- Con luto de viudo furioso por cada día de vida Pero lo importante es perderse (y reco-
maba la infinita volubilidad de los poetas. brarse) en ese oleaje mediúmnico, de reve-
No se trataba de una sola inspiradora sino Residencia en la tierra, que abarca toda una lación y asombro, que apenas si alcanza a
de dos musas que Neruda prefirió ocultar década de escritura, entre 1925 y 1935, es decirnos, en fatigada enumerac ión, el censo
como Marisol y Marisombra. El idilio de pro- uno de los más grandes libros de poesía en del mundo y el arrebato enfebrecido de
vi ncia entre los bosques de Temuco y el sal- lengua española. pasiones que decaen, entre el polvo:
vaje litoral Pacífico y de otra parte, el amor de La totalidad es tan intensa y lograda como
estudiante por las calles y pensiones llenas de el oscuro fulgor que emana de tantos poe- Si me pregu ntáis de dónde vengo
ch inches de SantiagoTodo ello envuelto en la mas únicos. Allí están "Galope muerto","Diur- tengo que conversar con cosas rot as,
noche propicia a la añoranza y a la necesidad no doliente", "Caballero solo", "Ritual de mis con utensilios demasiado amargos,
de crearse a sí mismo como poeta.Ya se había piemas",'Tango del viudo","WalkingAround", con grandes bestias a menudo podridas,
auto bautizado como Pablo Neruda y ahora el tríptico sobre el vino, el apio y la madera; su y con mi acongojado corazón.
se pondría dos de sus primeras máscaras: el premonitoria y fulgurante oda a Federico
labriego que horada la tierra y el capitán que García Larca, y tantos, tantos otros poemas. El hijo de la lluvia y los bosques descendía
surca ese mar femenino. Todo Neruda en pleno. en busca de los metales más recios.Ya nues-
Flaco y fú nebre, co n la capa gris que su Su densa materia poética podría descon- t ra poesía no sería nunca la misma. Se situaba
padre reci bi ó como ferrocarri lero converti- certa~ en un primer momento, como le pasó a ras del hombre y se enaltecía con el des-
da en uniforme de poeta, Pabl o N eruda a Juan Ramón Jiménez, quien lo llamaría gaste con que somos molidos y trajinados
había logrado dar voz a los enamorados "gran mal poeta" de la desorganización, y cada día. Su aún insuperado biógrafo, Emir
silentes de nuestra lengua y transformado la quien no vacilaría ya en 1939 en calificarlo Rodríguez Monegal, llamó a Neruda el viajero
música de Rubén Daría en algo más próxi- como "realista májico" (con la J que le gusta- inmóvil. Nunca perdería esa patria: la poesía.
mo y explícito. En la intimidad coloquial de ba emplear a Juan Ramón). Pero se trataba
OIGO A GONZALO ROJAS (1917)
quien no vacila en co nfesar ni su hambre de un tono y un mundo que nadie había
genésica ni la furia envenenada de sus celos. expl orado antes, muy consciente, a su vez,
Todo ello dentro de un romanticismo adel- de la renovación que t raía consigo. En Alcalá de Henares, Gonzalo ROJas, siem-
gazado, de buena cepa. "Me gustas cuando Ya Neruda pedía una poesía sin pureza, pre fiel a la poesía, me da un repaso de su
cal las porque estás co mo ausente, Iy me que penetrara la vida y la volviera profética, vida. Pero nada más ajeno a la nostalgia que
oyes desde lejos, y mi voz no te toca." y para quien el destino de la poesía no era este Joven erguido y compacto nacido en
Sus palabras se dirigen, cómo no, a la ausen- ot ro que "consolar y hacer soñar". 19 17 en un Chile de vetas oscuras y mar
cia. A l vacío que se agranda en la remem- En una carta al cuentista argentino Héctor deslumbrante.
branza poblada de pinos y crepúscu los, de Eandi le había dicho: Vale la pena oírlo pues cada nuevo poema
besos y rosas muy seguramente inmortales. trastrueca toda esta metamorfosis de lo
Hay también la tensión creativa para que Pero, verdaderamente, ¿no se halla usted mismo. Todo este juego sin fin "de la putre-
la voz de la musa ocupe, con su melodía o su rodeado de destrucciones, de muertes, facción a la ilusión". Quizás por ello las suce-
silencio, la suya que avanza entre balbuceos. de cosas aniquiladas?.. ¿Verdad que sí? sivas ediciones que van apareciendo de sus
Una voz donde se mezclan melancolía y Bueno, yo he decidido formar mi fuerza versos, en Chile, México o España, reorde-
deseo. Impugnación y ruego. en este peligro, sacar provecho de esta nan sus figuras, atrapadas ya por la exhala-
Hembra y esclava a la vez, y mediadora lucha, utilizar estas debilidades. Sí, ese ción de un ritmo propio. De una sintaxis
capaz de tocar lo absoluto sin por ello dejar momento depresivo, funesto para mu- nada complaciente pero no por ello menos
de convertir todo en naufragio, Neruda chos, es una noble materia para mí. certera y profunda. La de quien asumió la
había logrado fusionar estos elementos tan historia como musa de la muerte y exigió,
disímiles en una nueva retórica, fresca y Solo en Rangoon, Colombo, Singapur y como todo gran poeta, el largo y modulado
oportuna. Tan conturbadora como patética. Batavia como insignificant e y adhonorem có n- aprendizaje de su lectura.
" Es la hora de parti~ Oh abandonado l": así se sul de su país, había amado y perdido. Una Quedan entonces fijos en su memoria
fuga, envuelto ya en la eternidad de sus ver- mujer intentó acuchil larlo. Leyó a Lau- compartida, Vicente Huidobro, que cuando
sos, que todavía nos punzan y nos conmue- tremont como a Quevedo. A Proust como a se fue a las montañas andinas de Atacama,
ven. Son tan de todos como muy nuestros. DH Lawrence. Pero nada de esto explica el en 1942, lo impulsó, al decir a sus amigos del

~ Pablo Neruda. Fotografía de Antonio Quintana 35


Biblioteca de México
Pero si bien podía evadirse al polo, con sus
pingüinos peripatéticos: o desvanecerse, en
la ensoñación de la música, siempre vo lvería
a caer en un " pequeño mundo pálido y vul-
gar; África y Occidente, está por edificarse",
como diría también Rimbaud.
Amaba el mundo de Gaspar de lo noche, y
el largo jirón incandescente de la epopeya
napoleónica, pero su gabán bien podía alber-
gar joyas tan refinadas como la magistral in-
vestigación que un profesor agregado de
economía política en una universidad inglesa
de segunda fila adelantó. Se trataba de la
excepcional novela policíaca que Eric Am-
bler publicó en 1939: Lo móscara de Di-
mitrios. Todo hallaba cabida en su magín y
todo se convertiría en verso. A veces certe-
ro y deslumbrante, como en sus relatos y en
sus nocturnos.
En otras ocasiones apenas comadrero y
burlón, tomándole el pelo a los piedracielis-
t as y manteniendo una firme guardia de aje-
drez y aguardiente, de humor e izquierdis-
mo, con sus fieles del café Automático.
Ignacio Gómez Jarami llo lo retrataría Junto
con su no menos inolvidable hermano Otto,
con la carabela de velas desplegadas al fondo
y los retratos de Baudelaire y Edgar Allan
Poe presidiendo el coloquio. Aquel que
todos los días con Hernando T éllez Blanco o
Macchu Picchu Álvaro Borda, rendía tributo al absintio y a
las musas. Era el viejo bardo al cual no
grupo surrealista Mandrágora: " Déjenlo. toda elegía. importaban ni los profesores ni las escuelas.
Gonzalo es un loco que necesita cumbre". Relee entonces su Vallejo, su Borges y su Sólo el verso y la canción:
En compañía de su primera mujer; María Rulfo, consciente entonces de cómo la gra-
Mckenzie, les enseñará a leer a los mineros, cia de esos ascetas impide la corrupción del Lo primero de todo es el amar.
como lo fue su padre, con sus botellas de español debido a su música tan dulce como Hay que amar a destajo hasta morir.
pisco y sentencias de Heráclito el Oscuro: fría. Entre piedras, en su Chillán de Chile,
"Para cada hombre, su carácter es un demo- Rojas habita su Torreón del Renegado. Lo primero de todo es la mujer.
nio". Algo de todo ello se trasluce mejor en Debajo de la cama el avión de palo para De la mujer - primero- lo mejor;
el poema que me entregó sobre el Atlántico. volar más lejos, y siempre el éxtasis, sobre la de la mujer lo mejor
Allí está viva quien acaba de morir. grupa de la muchacha. Como él mismo lo es su flor
También perdura Mao, con el cual se en- dice: " Lo irreparable es el hastío". Hay que
contró en Pekín el 26 de abril de 1953, cuan- nacer de nuevo, cada día, para quemarnos
JUAN LISCANO (1915-2001)
do lloviznaba, y con el cual discutió sobre las bajo ese rey, nuestro único padre, a quien lla-
bondades y caídas del verso libre y la rima. mamos: "SOL '.
Mao no conocía a Walt Whitman. Luego de una infancia de niño bien pasada
LEON DE GREIFF (1895-1976)
y. cómo no, Pablo Neruda, quien le repro- en Suiza, Bélgica y Francia, Juan Liscano vo l-
chaba escribir "poquitico" mientras Rojas le vió a una Venezuela donde desarrollaría,
replicaba que quizá el escribía "demasiadito". Soñaba con cruzadas, con viajes de des- hasta su muerte, su vasta y controversial ta-
Rigor y desenfado, sin olvidar que Rojas, cubrimiento de los que no existe rela- rea de folclorólogo, animador cultural, perio-
en su celda de monje concupiscente, está ción, repúblicas sin historia, guerras de dista, ensayista y poeta. Si enumero todos los
regido por el menos previsible de los dioses: religión sofocadas, revoluciones de cos- quehaceres es porque el repaso de los mis-
Paul Valéry. tumbres, desplazamientos de razas y de mos termina por confluir en su creación
Por ello el desangelado exilio en Alemania continentes: creía en todos los encanta- poética.
oriental, luego del suicidio de su amigo mientos. Es evidente que sus recopilaciones de
Salvador Allende, terminaría por secarlo y música, leyendas y fiestas populares incidirían
fortalecerlo, frente a su máscara caída. Lo Así escribía Rimbaud, en la Temporada en el en este libro unitario de poesía, Nuevo Mun-
acompañaban no sólo Paul Celan, también in fiemo, y él, que era uno de sus faros, como do Orinoco ( 1959), donde su ancho verso se
suicida bajo los puentes del Sena, sino el Baudelaire, le fonmularía su invitación al viaje. El impregna de un telurismo americano en el
escritor comerciante en armas, el africano viaje de la poesía moderna. Con dos centavos cual el pasado indígena y el magma del mes-
Arthur Rimbaud, quienes viéndonos "viejos de razón y una sed inextinguible de aventura, tizaje se funden bajo el sol del trópico. Esa
de inmundicia y gloria. Un puntapié nos die- De Gneiff se lanzó al vasto periplo de girar en tierra muerta de sed, como titularía otro de
ran en el hocico". Se reiría, lúdico, lúbrico, tomo a sí mismo. A llí estaba la villa de la sus libros, donde el petróleo, nervio y estig-
cuando Braulio Arenas lo cal ificó de "cero a Candelaria con su gente local, chata y roma La ma de Venezuela, determinaría un enfoque
la izquierda". Tal era precisamente el lugar misma que el arsenal modernista había encar- próximo al Neruda del Canto general.
donde reside la poesía. Esa contenida vigilia necido, con su vulgo municipal y espeso. El De esa preocupación nacionalista por un
sobre sí misma, que rechaza la inmortalidad Medellín de arrieros, beatas y soñadones tras la país asolado por las dictaduras, de Juan Vi-
del sentimentalismo y sabe lo canalla que es diaria monedita dorada. cente Gómez a Pérez Jiménez, surgiría tam-

36
Biblioteca de México
bién su indeclinable interés por la obra de femenina tanto en Oriente como en capital americana donde el "cholo" César
Rómulo Gallegos, el efímero presi dente Occidente. Orfeo e Isis, gnósticos y cátaros, Val lejo convivía con el cubano Nicolás
derrumbado por un golpe mi l ita~ cuya sufíes e indígenas de la Gran Sabana (la mis- Guillén, y AlejO Carpentier conversaba con
narrativa estudiaría en detalle. Lucha política, ma a partir de la cual Carpentier trazó Los Arturo Uslar Pietri en las mesas de aquellos
exilio y la solitaria e inerme figura de un inte- pasos perdidos) dibujan esa constelación in- ilustres cafés que a la orilla del Sena fueron
lectual. como Gallegos, en la vo rágine del candescente a la cual también Liscano entre- quizás más fecundos que las propias univer-
pode~ reforzarían en Liscano su constante gó su ardor y su desasosiego. La mujer como sidades. Por allí pasearían Picasso y Diego
defensa del debate democrático. devo ración y enigma. Como luz terrible. Rivera, don Miguel de Unamuno y Juan Gris,
Generoso y apasionado, mantendría du- Rebelión y crítica. Amor y poesía, bien vale la proponiendo una nueva visión del mundo.
rante veinte años (1964-1 984) su revista pena ser JUsto con su imagen suscitadora y Por "La Closerie de Lilas", "La Rotonda", "La
Zona Franco , donde se harían visibles sus creativa. Coupole" y "El Dome", se deslizarían los fan-
obsesiones y sus admiraciones. D. H. La- La imagen que bien supo Juan Liscano tasmas ancestrales de una América primitiva
wrence. Krishnamurti. La figura de Octavio dilucidar bajo tantos espejismos. que aún no había encontrado su voz. De ahí
Paz. La concreción de una poesía en la cual que Asturias comenzara a percibir el mur-
cuerpo e intelecto cruzaran sus signos.Todo mullo inagotable de ese caudal de mitos, me-
MIGUEL ANGEL ASTURIAS (1899-1974)
ello daría como resu ltado alguno de sus táforas y leye ndas, refranes, tradiciones y mú-
momentos más puros e intensos, como Cár- sicas que irían a potenciar- sus tres primeros
menes ( 1966), surcado de resplandores eró- Paradójica figura la de Miguel Ángel Asturias, libros y a darles una resonancia ancestral. Era
ticos. De otra parte, ensayos como los que quien inició su vida de escritor y de juvenil el vocero de los sin voz empeñado en de-
dedicó a las obras de autores argentinos co- militante político oponiéndose, en su Guate- senterrar un pasado aún lacerante y co ntur-
mo HA Murena, Oiga Orozco y Alberto Gi- mala natal, a las dictaduras de Estrada Ca- bador El gran lengua de su tribu.
rri, demuestran su interés en un despojo re- brera y luego de Jorge Ubico y quien luego, Por ello en sus conversaciones con Luis
fle xivo y en un tono mágico y oracu l a~ como al final de sus días, al aceptar ser embajador López Álvarez podrá decir:
el que distinguió a Eunice Odio y a Alejandra en París de su amigo César Méndez Monte-
Pizarnik, también estudiadas por él. negro, entre dos regímenes militares, fue re- No hay en la mentalidad primitiva e in-
Preocupado luego por una dimensión es- pudiado por la izquierda en el continente e fanti l del indígena diferenciación entre lo
piritual e incluso esotérica, su escritura se incluso su hijo, Rodrigo Asturias, se convirtió real y lo irreal. entre lo soñado y lo vivi-
opuso al horror de la historia, señalando su en líder de la antigua guerrilla ahora trans- do, y esto va creando una mezcla que es
distancia crít ica con la izquierda armada en formada en el partido político Unidad Revo- ya la parte mágica que yo he aprovecha-
su país y en el continente . Se volcó así en lucionaria Nacional Guatemalteca (URNG). do para mis relatos. En estos relatos en-
una exploración i nterio~ de carácter gnómi- Pero de contradicciones está hecha toda contramos mucho de memoria popula~

co, que a través del poema breve buscaba vida humana, transfigurada al mutarse en muchos de los dichos populares, que yo
rasgar el velo de las apariencias. creación literaria. Ahora lo que cuenta es su he ido empleando a efecto de darle un
Por su parte, en las columnas regu lares del obra, al margen incluso de su Premio Nobel carácte~ un sabor que toque lo mítico,
periódico El Nacional de Caracas analizaría de Literatura de 1967 y el Premio Lenin de pero que al mismo tiempo sea vital, sea
los temas neurálgicos de la época: comunis- 1966. Su obra comprende en definitiva, en el vivo, sea actual.
mo, drogas, sectas, feminismo, rack, consu- terreno de la prosa y la novela, los siguientes
mismo. Ligado a la vida cu ltural de su país, doce títulos: Leyendas de Guatemala ( 1930), Volvería a ello, al final de su vida, cuando
dirigió Monte Ávi la Editores entre 1979 y El señor presidente ( 1946), Hombres de maíz nuevos exilios en Buenos Aires e Italia lo lle-
1984, y las nuevas generaciones tuvieron en ( 1949), Viento fuerte ( 1949), El papa verde varían a intentar recobrar esas fuentes nutri-
él un interlocutor vehemente y apasionado. (1954) , Weekend en Guatemala (1956), Los cias, luego de su cercana y decidida participa-
Egocéntrico y generoso a la vez. ojos de los enterrados ( 1960), El alhaJadito ción en el gobierno constitucional de Jacobo
Parecía no tener reposo y por ello su obra ( 1961), Mulata de tal ( 1963), El espejo de Árbenz, derrocado por los mercenarios de
no dibuja una parábola armónica. Tensa y Lida Sal ( 1967), Maladrón (1969) y Viernes de Castillo Armas, pagados, según Asturias, "por
ansiosa, se abre en una búsqueda impacien- dolores ( 1972). los Estados Unidos". Por ello otra parte de su
te y llena de altibajos. Tradicional. a pesar "Claridorido, claridespierto",Asturias atra- obra mira hacia un directo compromiso polí-
suyo, sus innovaciones cambian con frecuen- vesó su tiempo, partícipe en episodios deci- tico, al cuestionar y analizar los mecanismos
cia de rumbo. Quizás por ello sus últimos sivos de la historia pública y la historia espi- de explotación de la compañía bananera Uni-
poemas, como los recogidos en Resurgencias ritual de su época: en primer lugar la sombría ted Fruit y oponer a su saqueo los poderes
( I 995) registran la desaparición del pasado dictadura de Estrada Cabrera, " El Hombre", revulsivos de la magia, convocada por los
rural en una ciudad también febril como que marginó a sus padres de sus cargos y de ancestrales ensalmos indígenas. Será un hura-
Caracas. Se había quedado sin tierra. Las la capital y puso al niño en contacto directo cán quien borrará tal estigma y arrasará con
casas de la infancia y su recuerdo evanes- con el fabular indígena en una ci udad de el saqueo yanqui.
cente asoman precarias a esa casa del ser provincia. Militante antiimperialista, miembro de ese
que el poeta busca edificar con su verbo De otra parte, su vocación americanista, internacionalismo proletario que buscaba en
rememorante y nostálgico: enmarcada en el conocimiento directo de Rusia, China, la India y los países del Este el
figuras singulares como Rubén Daría, Porfirio contrapeso que equilibrara la balanza de la
Somos hoy los inestables transeúntes de Barba-Jacob, José Vasconcelos y Manuel Ugar- guerra fría, si bien tradujo el teatro de
las nuevas ciudades brotadas entre los te, todo lo cual lo llevó a compenetrarse con Sartre, también podía celebrar con su amigo
escombros de los pueblos nativos. Pa- los ideales de reforma social a través de la Pablo N eruda las delicias de la comida hún-
samos sin saberlo, de lo acabado a lo Universidad Popular y la difusión pedagógica. gara y las virtudes de la prosa rumana.
reciente desconocido y malgastado ya. Su primer exilio en París, entre 1923 y 1933, Pero en todo caso, los 34 años de la gue-
lo llevará a verte~ del francés al español, el rra civil que padeció su país desgarraría a
Esta búsqueda imposible de un origen Popal Vuh de los indios quichés, gracias a sus este hombre visionario y sensible, que no
sólido se enlaza con su último y ambicioso estudios en la Sorbona con el profesor sólo fue pionero indudable en la recreación
libro de ensayos: Los mitos de la sexualidad Raynaud, y a descubrir las virtudes revelado- crítica de la figura del dictado~ sino también
en Oriente y Occidente (1988). A partir de la ras del inconsciente gracias al surrealismo y en permitirnos descende~ co n los instru-
mitología indígena de su patria se interna en a los estudios sobre la histeria de Charcot. mentos de la estética contemporánea, al
una dilatada exploración de la sexualidad Pero París era, por aquellas épocas, la gran pozo fecundo con que la mentalidad primiti-

37
Biblioteca de México
PABLO NERUDA
PABLO NERUDA
POE S !A S

LAS PIEDRAS DE CHILE


PABLONERUDA
ANTONIO QU INTANA
ARTE DE PAJAROS rOTO G RArlA 5

JULI O ESCAMEZ
HECTOR HERRERA

_
.<..LnJRAS DE

MACCHU PICCHU
f'()1WIM1A:i U[ ~ LOSADA S,A,
(;n.,,-zl,,¡\O G.I¡WA HI NI

ED I TORIAL LOSADA BUENOS AIRES

va todavía nos envía sus oscuras señales, co de Gama, al desencanto irónico del mismo, con la per-
Logró así reconciliarnos con la naturaleza Como dice uno de sus heteró nimos, Álva- fección sucesiva de sus estilos diferentes,
y curar la escisión que el conquistador expe- ro de Campos, ingeniero naval ahora sin em- cada uno de ellos propio e inconfundible,
rimenta al ver cómo su lengua, sus creencias pleo: Dice Alberto Caeiro:
y su mundo, todavía poseen el poder incan-
tatorio con que Asturias supo sacar a la luz En cuanto a mí, soy uno de esos portu- Me siento nacido a cada instante
su belleza única, Asturias no es sólo un pio- gueses a la eterna novedad del mundo,
nero: es un creador. Ya empiezan a darse las que una vez fue a la India descubierta,
condiciones propicias para revaluar su lega- quedaron sin trabajo, Muerte cierta, Dice Ricardo Reis:
do, Y la base de dicho estudio no puede ser
otra que el finísimo oído con que el poeta No era nadie, Era apenas esas voces a Ya no merece besos mi boca,
Miguel Ángel Asturias percibió la poesía de quienes dio señas de identidad para ir así Si aún me amas. por amor no me ames:
sus gentes, Como los antiguos dioses mayas, abarcando sus sueños y sus nostalgias, Desde Me traicionarías conmigo,
cuya figura física él mismo evocaba, también un clasicismo diáfano consustanciado con la
él prefería a los magos, bailarines y poetas, Él naturaleza hasta el ch irriante golpeteo de las Dice Álvaro de Campos:
sabía que la poesía, por más frágil y aérea, máquinas anunciando con sus disonancias la
perduraría mucho más allá que la sangre modernización sin remedio, "Siempre lo Hasta mis ejércitos soñados sufrieron la
derramada por los guerreros para mover imposible tan estúpido como lo real" , derrota,
aparentemente el mundo, Pero Pessoa, un ser lunar. afligido tanto por Hasta mis sueños se sintieron falsos al ser
la saudade metafísica como por el desaso- soñados,
FERNANDO PESSOA (1888-1935) siego diario, parece multiplicarse, cada día, en Hasta la vida sólo deseada me harta,
infinidad de espejos,A la pionera biografía que hasta esa vida,
Todos aquellos hombres que un hombre le dedicó Joao Gaspar Simoes, se añaden aho-
lúcido tiene la sospecha de ser. ra las recreaciones novelísticas como la del ¿Qué hombre no ha querido desnudarse
Antonio Tabucchi Nobel José Saramago: El año de lo muerte de de sí mismo, y huir, en el opio o los barcos
Ricardo Reis (1984) Y su traductor al italiano, que viajan hacia Oriente. para dejar atrás su
Un hombre fantasmal. siempre a punto de el novelista Antonio Tabucchi, convenciona l cadáver, preso en una oficina?
esfumarse , es el mayor aporte de la lengua El médico general Ricardo Reis, el filósofo ¿Qué hombre no ha querido reconocer, son-
portuguesa a la poesía del siglo xx, Se llama campesino Alberto Caeiro, el propio Pessoa, riente. su vi leza, en medio de tantos triunfa-
Fernando Pessoa ( 1888-1935) Y sobrevivió, esotérico y nacionalista, junto con el ingenie- dores) Pessoa lo hizo, dramaturgo de su ima-
precariamente, gracias a su trabajo como ro Álvaro de Campos, se hallan ahora por fin ginación sin fronteras, Ahora. en un café de
redactor independiente de cartas comer- reunidos, junta de sombras, en el magnífico Lisboa, su figura en bronce. sombrero, gabar-
ciales en inglés, Pero esa era sólo una de sus volumen Un corazón de nadie, en edición dina y gafas, nos advierte sobre la realidad
máscaras, Las otras fueron los cuatro o bilingüe de Ángel Campos Pámpano, que incontrovertible de la poesía, La fuerza de las
cinco grandes poetas que él mismo creó Galaxia Gutemberg de Barcelona, editó en el palabras para rehacer el mundo a su arbitrio:
para expresar facetas de su personalidad o 200 I , con 655 páginas, "He soñado más que todo cuanto Napo-
quizás, la carencia de ella, Todos y ninguno, Esta edición al cuidado de un gran editor león hizo", Este libro vuelve concretos todos
Y ello en una Lisboa que añoraba su anti- colombiano, NicanorVélez, nos trae así esta los posibles destinos,
guo esplendor imperial de intrépidos nave- aventura única, en las letras contemporá-
gantes como Fernando de Magallanes yVas- neas, de quien pasa del hechizo del mundo

DibUJO de MlgueJ Covarrublas

38
Biblioteca de MéXICO
PABLO NERUDA

ALGUNOS POEMAS

[YO ME LLAMABA REYES .. .r


Yo me llamaba Reyes, Catrileo,
Arellano, Rodríguez, he olvidado
mis nombres verdaderos.
Nací con apellido
de robles viejos, de árboles recientes,
de madera silbante.
Yo fui depositado
en la hojarasca:
se hundió el recién nacido
en la derrota y en el nacimiento
de selvas que caían
y casas pobres que recién lloraban.
Yo no nací sino que me fundaron:
me pusieron todos los nombres a la vez,
todos los apellidos:
me llamé matorral, luego ciruelo,
alerce y luego trigo,
por eso soy tanto y tan poco,
tan multitud y tan desamparado,
porque vengo de abajo,
de la tierra.

Dibujo de Miguel Covarrubias • De El mar y las campanas, segunda edición,


Editorial Losada S.A., Buenos Aires, 1974, p. 23

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Biblioteca de México
Dibujo de Miguel Covarrubias

YO VOLVERÉ'

Alguna vez, hombre o mujer; viajero, después, cuando no viva, aquí buscad, bus-
cadme entre piedra y océano, a la luz procelaria de la espuma. Aquí buscad, bus-
cadme. porque aquí volveré sin decir nada, sin voz, sin boca, puro, aquí volveré a
ser el movimiento del agua, de su corazón salvaje, aquí estaré perdido y encon-
trado: aquí seré tal vez piedra y silencio.

'De Las piedras de Chile. Editorial Losada. Buenos Aires. 1960.

POEMA'

Hay algo más tonto en la vida que llamarse Pablo Neruda?


Hay en el cielo de Colombia un coleccionista de nubes?
Por qué siempre se hacen en Londres los congresos de los paraguas?
Sangre color de amaranto tenía la reina de Saba?
Cuando lloraba Baudelaire lloraba con lágrimas negras?

'El libro de las preguntas. 2a ediCión, Editorial Losada. Buenos Aires, Argentina. 1975, p.44

40
BIblioteca de México
CONVERSACIÓN MARfTIMA"

Encontré a Rubén Darío en las calles de Valparaíso, esmirriado aduanero, singular rui-
señor que nacía: era él una sombra en las grietas del puerto, en el humo marino, un
delgado estudiante de invierno desprendido del fuego de su natalicio,

Bajo el largo gabán tirrtaba su largo esqueleto


y lleva bolsillos repletos de espejos y cisnes:
había llegado a jwgar con el hambre en las aguas de Chile,
y en abandonadas bodegas o invencibles depósrtos de mercaderías,
a través de almacenes inmensos que sólo custodian el frío
el pobre poeta paseaba con su Nicaragua fragante, como si llevara en el pecho
un limón de pezones azules o el recuerdo en redoma amarilla.
Compañero, le dije: la nave volvió al fragoroso estupor del océano,
y tú, desterrado de manos de oro, contempla este amargo edificio:
aquí comenzó el universo del viento
y llegan del Polo los grandes navíos cargados de niebla mortuoria.
No dejes que el fria atormente tus cisnes, ni rompa tu espejo sagrado,
la lluvia de junio amenaza tu suave sombrero,
la noche de antárticos ojos navega cubriendo la costa con su matrimonio de espinas,
y tú, que propicias la rosa que enlaza el aroma y la nieve,
y tú, que originas en tu corazón de azafrán la burbuja y el canto clarísimo,
reclama un camino que corte el granito de las cordilleras
Dibujo de Miguel Covarrubias o súmete en las vestiduras del humo y la lluvia de Val paraíso.

Ahuyenta las nieblas del Sur de tu América amarga


y aunque Balmaceda sostenga sus guantes de plata en tus manos,
escapa montando en la racha de tu serpentina quimera!
y corre a cantar con tu río de mármol la ilustre sonata
que se desenvuelve en tu pecho desde tu Nicaragua natal!

Huraño era el humo de los arsenales, y olía el invierno


a desenfrenadas violetas que se desteñían manchando el marchito crepúsculo:
tenía el invierno el olor de una alfombra mojada por años de lluvia
y cuando el silbato de un ronco navío cruzó como un cóndor cansado
el recinto de los malecones,
sent{ que mi padre poeta temblaba, y un imperceptible lamento
o más bien vibración de campana que en lo alto prepara el tañido
o tal vez conmoción mineral de la música envuelta en la sombra,
algo vio o escuché porque el hombre me miró sin mirarme ni oírme.

y sentí que subió hasta su torre el relámpago de un escalofrío.

Yo creo que allí constelado quedó, atravesado por rayos de luz inaudita
y era tanto el fulgor que llevaba debajo de su vestimenta raída
que con sus dos manos oscuras intentaba cubrir su linaje.
y no he visto silencio en el mundo como el de aquel hombre dormido,
dormido y andando y cantando sin voz por las calles de Val paraíso.

• De La barcarola, Biblioteca Breve, Seix Barral. Barcelona 1977.

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Biblioteca de México
ARTHUR RIMBAUD
( I 854- I 89 I )*

Rimbaud en la época de su primer viaje a Pan's ( 1871). FotograITa de Etienne Ca~at

Primeros años~ grandes


vivencias~ últimos días
Traducción de Marta Donís

* Biblioteca de México agradece a Pierre su primer poema en lengua francesa; se das como "Lettres du Voyant" en septiembre
Brunel, Matthieu Letourneux y Paule Elise publicó en Lo Revue pour tous. El 24 de mayo de 187 1.
Boudou, autores de los textos cuya selec- de I 870 Rimbaud envía, sin éxito, tres poe- De vuelta en París, Rimbaud es recibido por
ción aquf se reproduce, y a Mmes. Anne mas a Théodore de Banville, para que los Ver laine, quien lo hospeda prim ero en
du Parquet y Florence Miagnoux, del De- publique en Le Parnasse contemporoin. El I 3 Montmartre, en casa de sus suegros, y luego
partamento de Promoción y Difusión de de agosto de I 870 inician las vacac iones; en distintos domicilios. Entre octubre y
la Association pour la Diffusion de la Pen- Francia entra en guerra con Prusia. La revis- noviembre de I 87 1, por mediación de
sée Fran~aise, por haber autorizado la ta satírica Lo Charge publi ca "Tro is baisers" el Verlaine, Rimbaud ingresa en el círculo de los
publicación de textos e imágenes sobre 29 de agosto de I 870. Primera vez que se Vilains Bons-hommes y después en el Cercle
Rimbaud. fuga. A su llegada a París, el adolescente pro- zutique. Causa sensación al recitar "Le Bateau
digio es encarcelado en la prisión de Mazas. ivre", y compone el soneto "Voyelles".
Gracias a Izambard lo liberan, y el muchacho Colabora en el Album zutique.
He tendido cuerdos de campanario o cam- se reúne con él en Douai, donde permane- En marzo de I 872, y después de cierto
panario, guimaldas de ventano o ventano, cen hasta el 26 de septiembre. incidente, y debido a las di~ c ulta d es conyu-
cadenas de oro entre los estrellas, y bailo. Octubre de I 870. Segunda fuga. Esta vez gales de Ver laine, Rimbaud regresa a casa de
Arthur Rjmbaud Rimbaud llega a Douai atravesando Bélgica. su madre, en Charleville. Vive esta etapa
Cuando lo obligan a regresar a Charlevi lle como un exilio. En mayo de I 872 está de
deja el Joven poeta a Paul D emeny el manus- vuelta en París, donde escribe nuevos poe-
Rimbaud, Jean-Nicolas Arth ur, nace el 20 de crito sin títu lo de su primer recuento de mas co n un tono y estilo diferentes. El 7 de
octubre de 1854 en Charleville, departa- poemas 25 de febrero de 1871 .Tercera fuga. jul io de 1872, Ver laine y Rimbaud deciden
mento de las Ardenas. En octubre de I 86 1 Rimbaud encuentra París sitiada por los pru- abandonar París bárbaramente e ir a Bélgica.
se incorpora como alumno al internado Ro- sianos. ( 13 Y 15 de mayo de 187 1). D esde Se inicia un period o de emulación poética
ssat. En la Pascua de I 864 él Y su hermano Charl eville y co n la mente puesta en la insu- entre ello s. El 7 de septiembre de I 872 se
Frédéric entran al colegio municipal de rrección de la Comuna de París, dirige a embarcan hacia Inglaterra, y se instalan en
Charleville. " Les Étrennes des orphelins" es Izambard y a D emeny las dos cartas conoci- Londres el 14 de septi embre de I 872.

<4 Rimbaud (sentado) y su hermano Federico el dia de su primera comunión en Charleville (1866)
RJmbaud a los I 7 años, fotegrana de CarJat Sin retocar

44
Blbl,oteca de MéxIco
Se publi ca el poema de Rimbaud " Les 1876, en Rotterdam, Rimbaud se alista en el de armas hacia Choa, donde reina Menelik.
Corbeaux" en Lo Renoissonce littéroire et ejército colon ial holandés; parte a Batavia el De abril a junio de I 886, se publican " Les
ortistique el 25 de marzo de 1873. Rimbaud 10 de junio, pero en agosto de 1876 deser- Premieres Communions" y, luego, las IIlumi-
se inscribe co mo lector en el British ta en Java, y regresa a Europa por El Cabo. notions en Lo Vogue. El éxrto lleva al edrtor de
Museum. En abril de 1873 regresa co n su En mayo de 1877, en Bremen, quiere enro- la revista a publicar las lIIuminotions en una plo-
fam ilia (en Roche) , comienza la redacción de larse en la marina estadounidense. En junio quette y a reeditar; en septiembre, Une soison
un " Livre pa'¡'en" o "Livre negre" . Verlai ne y de 1877, en Estocolmo, acompaña al circo en en(er. En octubre de 1886, inmovi lizada du-
Rim baud están de nuevo en Londres a par- Lo isset, que está de gira. rant e varios meses a orillas del Mar Rojo, la
tir del 3 de julio de 1873. D espués de un El 19 de noviembre de 1878 Rimbaud se caravana de Rimbaud se pone en marcha al
pleito brutal con Ri mbaud, Ver laine toma el embarca en Génova para ir a Alejandría (no fin, pese a la muerte de Labatut. De febrero a
barco solo con destino a Bélgica, tras de lo sabe que su padre acaba de morir). En diciem- mayo de I 887 entrega las armas al rey Mene-
cual hay un intenso intercambio epistolar bre de I 878 dil-ige el taller de una cantera en lik en condiciones desastrosas. D el 25 al 27 de
entre ambos. El 10 de julio de I 873 en la Chipre, y en mayo de 1879, aquejado de fie- agosto de I 887, Le Bosphore égyptien destaca
tarde, Verlaine, que se ha reunido con Rim- bre tifoidea regresa a Francia. Interrogado por sus descubrimient os como explorador. En no-
baud la antevíspera, le dispara dos veces co n Izambard sobre su poesía, responde: "Ya no viembre de 1887. El boletín de la Société de
un revó lver. En la noche, sintiéndose de me interesa". En marzo de 1879. Retorna a géographie publica la crónica de Rimbaud de su
nuevo amenazado, Rimbaud da aviso a un Chipre; supervisa a los trabajadores que cons- rtinerario entre Choa y Harar. En mayo de I 887
policía, que arresta a Verlaine, y lo condenan truyen la vil la del gobernador inglés. En julio de renuncia al tráfico de anmas y funda en Harar
a dos años en prisión. I 879 busca, en vano, trabajo en diversos puer- una compañía comercial. Entabla nuevamente
En agosto de I 873 Rimbaud termina en tos del Mar Rojo. En agosto de 1879 en Aden relaciones con los Bardey, así como con otro
Roche Une soison en en(er, nueva versión de su lo contrata Mazeran-Viannay-Bardey et Cie, negociant e de Aden, César Tian. En julio de
libro "pagano" o "negro". En octubre de 1873 empresa francesa en la que supervisa la selec- 1890, indiferente, Rimbaud no responde a la
publica Une soison en en(er, en Br uselas. ción y el empaquetado de café. En diciembre oferta del director de la revista Irteraria Lo Fron-
D e marzo a noviembre de 1874, tiene una de 1879. Es enviado a la sucursal de Mazeran ce modeme, para que colabore en ella.
larga estancia en Londres; lo acompaña al en Harar; Abisinia. En abril de I 89 1, sufre un insoportable
pr incipio un amigo poet a, Germain Nou- Verlaine da a conocer varios poemas de dolor en la rodilla, que ocasiona lo lleven en
veau. En julio llegan su madre y su hermana Rimbaud en la revista Lutece, donde lo pre- camilla hacia Aden , con destino a Francia. El
Vitalie. A fin de año Ri mbaud regresa a senta como uno de los "poetas malditos", en 27 de mayo de I 89 I , cuando llega a su país,
Charleville. En febrero-abril de 1875 Rim- febrero de 1884. El "Rapport sur I'Ogadine" le amputan la pierna derecha en el Hopitol
baud se encuentra en St uttgart. Verlaine, li- llega a oídos de la Sociéte de Géographie. En de lo Conception, en Marsella. D e julio a agos-
berado en enero, lo alcan za antes de consu- marzo de 1884 q uiebra la compañía t o de I 89 1, se da su última estadía en
marse una nueva, y definitiva, separación. Mazeran. Rimbaud se va de Harar y vuelve a Charleville. No piensa en ot ra cosa más que
Ri mbaud le remite un manuscrito, que es sin A den. El 19 de junio de 1884 lo vue lve a en volver a ir se. En agosto de 189 1 de regre-
duda el de las IIluminotions. cont ratar la misma sociedad, que ahora ha so en el Hopitol de lo Conception, en Marse ll a,
D e mayo a junio de 1875. Rimbaud reside tomad o el no mbre de los hermanos Bardey. está cada día más grave y es ve lado po r su
en Italia, especialmente en Milán. En abril de D e mayo a Junio de 1885, después de reñir hermana. El 10 de noviembre de I 89 1, a
187 6, el primer viaje de Rimbaud al O r iente con los Bardey, Ri mbaud firma un contrat o unas cuantas semanas de la publi cación de
se ve interrumpido en Viena (el cochero de con Pierre Labatut, otro negociante francés. Reliquoire, en París, muere en Mar sell a Arthur
un carr uaje de alquiler lo roba). En mayo de Le asignan la misión de llevar una caravana Ri mbaud.

Rimbaud en el Instnuto Rossat (tercero de izquierda a denecha en la primera fila), en Charleville ( 1864)

45
Bibliot eca de México
SU ESTANCIA EN EL ORIENTE

1880- 189 1

Rimbaud buscó trabajo "en todos los puertos del Mar Rojo", antes de encont rar
empleo en la empresa Mazeran-Viannay-Bardey et Cie, en Aden, cuyo giro era, prin-
cipalmente, el comercio del café entre Abisi nia y Francia. Pero no estaba satisfecho;
sus idas y venidas entre Harar y Aden eran siempre pretexto de nuevos deseos.
Testigo de ello son las listas de tareas ordenadas a sus subalternos, relacionadas con
temas tan heterogéneos como la cerrajería, la geología y hasta la lengua amárica. En
sus cartas bullen ideas, proyectos más o menos elaborados, en los que se combinan
la necesidad de dinero y el deseo de conocimiento.
En su correspondencia se queja constantemente del clima en Aden, que contras-
ta con el de Harar; fresco y verdeante. Describe Aden, a su llegada, como un "peñas-
co horroroso" en el que la temperatura es insoportable; a partir de ese momento
no dejará de mencionar cuán difíci les son sus condiciones de vida. Henry Miller resu-
mió a la perfección sus relaciones con los demás al considerar que "no tiene miedo
de los canlb ales, sino de sus pares: los blancos". Según los rumores, casó con una abi-
sinia. El infierno que buscó en la poesía, lo encontró en Aden ... , y por más de una
temporada.
En 1885 abandonó la compañía Bardey para conducir una caravana de armas a
Choa, comarca gobernada por el rey Menelik. La expedición le ocupó dos años y
resu ltó un fracaso, lo que no obstó para que proyectara la formación de una nueva
caravana cuyo destino sería Harar.
No cabe duda que existe una continuidad entre la vida del poeta y la del nego-
ciante y el explorador. Su pan cotidiano de esos días no fue sino el resultado lógico
y extremo de los "Libans de reve" glorificados en las '"uminotions.

Mansión de la empresa Bandey. en Aden. donde Rimbaud trabajó (e. 1880)

Rimbaud rey de los salvajes. fragmento del dibuJo de Emest Delahaye. 1876.

46
Biblioteca de MéxIco
ABISINIA

En Arabia, Rimbaud reafirmó sin cesar la aspiración expresada a Demeny en 1871 :


"Quiero tener libertad para trabajar." La búsqueda del hombre de acción se mani-
festó plenamente: " Hay algo que es imposible para mí: la vida sedentaria."
Desea dinero y trabajo; hace cálculos y desearía amasar una fortuna. Con todo,
no dejó de escribir; desde luego que la poesía estaba lejos, casi olvidada, pero la
publicación continuó siendo uno de sus objetivos. Lo prueban su "Rapport sur
l'Ogadine", aparecido en diciembre de 1883, y la publicación de su reseña del viaje
a Choa en Le Bosphore égyptien, del 20 de agosto de 1887. El interés que mostró
por la fotografía fue parte de un mismo impulso: deseaba "hacer un álbum curioso
de todo". Dio a conocer múltiples grabados, "reproducciones de regiones descono-
cidas y de sus singulares habitantes, que deben venderse en Francia". Sin saber que
las IIluminations habían conmocionado el mundo literario parisino, Rimbaud lamen-
taría -un proyecto nuevo otra vez- no haber podido presentar productos "exóti-
cos" en la Exposición Universal de 1889, en París.
En mayo de 1888 creó su propio comercio en Harar (Abisin ia) y comunicó a su
familia que se había "reinstalado por mucho tiempo". Importaba seda y algodón y
exportaba café, gomas, perfumes, marfil, oro. Sin embargo, el tedio su peraba al
comercio. El 20 de febrero de 1891, después de tres años en Harar; Rimbaud se
queja de "várices en la pierna derecha", "com plicaciones reumáticas". El mes siguien-
te, después de unos 20 días administrando sus asuntos desde la cama, el dolor en la
pierna lo obligó a salir de Arabia. El viaje de Harar a Aden en una camil la que él
mismo diseñó, mal nutrido y con tiempo lluvioso, fue un verdadero calvario. El 30
de abril, desde el hospital en Aden, Rimbaud escribió a su madre: "Un médico inglés
[ ... ] me ha anunciado que se trata de una sinovitis que ha alcanzado un punto muy
peligroso [.. .J. Estoy hecho un esqueleto, doy miedo". A principios de mayo, Rimbaud
decidió volver a Francia.

Autoretratos de Rimbaud en un jardín de Harar en 1883

Constantin Sotiro, asistente del poeta en la empresa Bardey en Harar y mujer de Abisinia,
se cree vivió con el poeta en Aden. Ambas fotografías de Rimbaud

47
Biblioteca de México
MUERTE EN MARSELLA

Arthur Rimbaud fue admitido en el Hopitol de lo Conception, en Marsella, el 20 de


mayo de 189 1. Al día siguiente escribió a su familia: "Estoy enfermísimo, hecho un
esqueleto, por esta dolencia en mi pierna izquierda [sic], que ahora se ha puesto
enorme y parece una calabaza muy grande." Le amputaron la pierna unos días más
tarde. Su madre y su hermana Isabel se turnaban para cuidarlo en la cabecera de su
cama. Cuando no estaban, él les escribía cartas desesperadas. No es posible decir si,
por ingenuidad o presa de la locura, planeaba viajar a Egipto.
Rimbaud, que se llamaba a sí mismo "sólo un pedazo inmóvil", ve que la muerte
llega, e intenta determinar las causas. No tiene dudas en cuanto a sus males: "Esta
debilidad me la han provocado los esfuerzos inmensos que he hecho montando a
caballo, y también las agotadoras caminatas." Convencido de que tanto trajinar le
causará la muerte, se sujeta a su destino al encarnar; de un modo total y conmove-
dor; la silueta vagabunda que recorre su obra.
Tras una última estancia en Roche, el mes de julio, Rimbaud regresó a Marsella
acompañado de su hermana Isabel. Su enfermedad progresaba con una creciente
rapidez. Las cartas y los dibujos de su hermana atestiguan alucinaciones, sobresaltos
de conciencia, los sufrimientos de la agonía: "La mayoría de las veces se sumerge en
un letargo en el que duerme sólo en apariencia, ya que percibe todos los ruidos con
una nitidez singular. [ ... ] Concluye su vi da en una especie de sueño continuo."
Rimbaud murió el 10 de noviembre de 189 1, y fue enterrado el día 14, en
Charleville. El mes siguiente se reunieron algunos de sus poemas en un libro publi-
cado con el título de Reliquoire. El tiempo del mito había llegado.

RJmbaud en su lecho de muerte. Dibujo de su henmana Isabel RJmbaud ( 1894)

48
Biblioteca de MéxICo
MARIO BOJ6RQUEZ

José Ferrel, traductor de Rimbaud

Rirnbaud en ~ aQJareIa de Félix Regam!!y. 1872

Nació en Hermosillo. Sonora el Ii! de septiembre ~ 1865 Y muerte de Madero se v.io forzado a colaborar con Victoriana
se suicidó en la Ciudad de México el 28 de marzo de 1954. Huerta y años después acompaña a Diego Rivera en. la revis-
Particip6 en el periodismo antiporfirista colaborando para El ta Qave, dirigida por León Trotsky. Fue un destacado traductor
Córre6 de la Tarde. El Demócrota Mexícano y El Progreso Latino. de textos económicos y políticos y en la revista El Hijo Pródigo
entre otros. Sufrió cárcel en Belén por sus escritos. junto a publicó por primera vez en México sus traducciones de Ar-
otros periodistas. En la oposición política. estuvo al lado del thur Rimbaud y de Isidore Ducasse, el conde de Lautremont.
general Bemardo Re~ en su fallida candidatura: por la Pre- Es autor de dos plaquettes: Los de la mutua de elogios (1892)
sidencia de la República, asesoró a Emiliano Zapata en cues- Y Reproducdones (1895).
tiones agrarias, trente a Atener Salas. y buscó la gobematura
de Sinaloa como candidato maderista en 1909; en esa cam- Como frontispicio a su traducción de Una temporoda en el
~a electoral fraudulenta se le sumaron los jóvenes del infterno publicada por Editorial Séneca aparece un texto sin
Colegio Rosales. que después serían destacados generales firma que no corresponde al original francés y que sólo con-
revolucionarios, entre e/los Ramón F. !turbe. Ángel Flores y serva la marca tipográfica en cursiva Como una curiosidad.
Rafael Buelna. perdiendo esas elecciohes frente a Diego Redo, Biblioteca de México ofrece al atento lector este misterioso .
candidato de los cientfficos que comandaba José lves documento con el objeto de que la lectura especializada arro-
Limantour: Fue diputado féderal al Congreso de la Unión. A la je luz sobre la autoría del mismo.

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.......
0-'

. ~-_.
4.
Biblibteca de Mélóco
ARTHUR RIMBAUD

UNA TEMPORADA
EN EL INFIERNO* Traducción de José Ferrel

E so temporada, lo piscina de los cinco gale- toda la esperanza humana y como una bes- - Hablo de familias como la mía que todo se
rías era un sitio de hastío. Parecía un siniestro tia feroz salté sordamente sobre toda alegría lo deben a la declaración de los Derechos del
lavadero negro, abrumado siempre por lo lluvia. para estrangularla. Hombre. - ¡H e conocido a cada hiJO de fami lia'
Los mendigos se agitaban en los grados inte- Llamé a los verdugos para morder. en mi *
riores descoloridos por esos fulgores de tem- agonía, la culata de sus fusiles, Llamé a las pla-
pestad que preceden o los relámpagos del gas para ahogarme en la arena, en la sangre. La Si poseyera antecedentes en un punto
infierno. Tú bromeabas o propósito de sus ojos desdicha ha sido mi dios. Me ha revolcado en cualqu iera de la historia de Francia ..
azules de ciego, de los lienzos blancos o azules el fango, me ha enjugado al aire del crimen y Pero no; nada.
con que se envolvían los muñones. Oh lavade- me ha burlado de la locura. No ignoro que siempre he sido de raza
ro militar. baño popular! El aguo siempre esta- y la primavera me tralo la horrible risa del inferior. No puedo comprender la rebe ldía;
ba negra y ninguno de los lisiados caía en ello, idiota. mi raza sólo se rebe ló para saquear: como
ni siquiera en sueños. Pero hace poco tiempo estuve a punto de los lobos al an¡mal que no han matado.
Ahí se realizó lo primera acción grave de dar el último cuac y pen sé en recuperar la Recuerdo la historia de Francia, hija mayor
jesús con los infames lisiados. Había uno clari- llave del antiguo festín, en donde tal vez de la Iglesia. Villano, hubiera emprendido el
dad de febrero, marzo o abril cuando el sol de recobraría el apetito. viaje a Tierra Santa; veo en el pensamiento
los dos de lo tarde extendía un gran rayo de Esta llave es la caridad, - Esta inspiración caminos en las llanuras suabas, panoramas
luz en el aguo sepultado; o lo lejos, detrás de prueba que he soñado. de Bizancio, murallas de Solima; el cu lto a
los lisiados, yo hubiera podido ver los retoños y "Siempre serás hiena, etc. ," exclama el María, el enternecimiento para el crucificado
cristales y gusanos que el rayo despertaba. En demonio que me coronó con tan amables despiertan en mí entre mil fantasías profanas.
ese lavadero, semejante o un ángel blanco ten- adormideras. "Gana la muerte con todos tus - Estoy sentado, leproso. sobre los trastos
dido de costado, todos los re~eJos infinitamente apetitos, con todo tu egoísmo y con todos los rotos y las ortigas, al pie de un muro roído por
pálidos temblaban. pecados capitales." el sol-. Más tarde, lansquenete, habría vivaque-
El aguo de Muerte. Todos los pecados, hijos ¡Ah' Estoy harto de eso: -" Querido Satán, ado en las noches de A lemania
ligeros y tenaces del demonio, que hacía que esos te conjuro a que no me mires tan irritado; y Todavía más; danzo en el Sabbat en un
hombres parecieron, o los corazones un poco en espera de las pequeñas cobardías retra- rojo calvero con viejas y niños.
sensibles, más espantables que monstruos, que- sadas, para vosotros que gustáis en el escri- Mis recuerdos se detienen en esta tierra y
rían arrojarse 01 aguo. Los inválidos se sumergían, tor la ausencia de facultades descriptivas o en el cristianismo. Siempre me veré en ese
yo sin bromear. llenos de deseo. instructivas desprendo estas hojas horrendas pasado. Pero siempre solo; sin familia y, ade-
Los que entraban primero solían curados, se de mi cuaderno de condenado." más, ¿qué idioma era el mío) Jamás veo en
decía. No. Los pecados los arrojaban sobre los los conci lios de Cristo ni en los concilios de
grados y los obligaban o buscar otros puestos, MALA SANGRE los Señores, - representantes de Cristo.
pues su demonio sólo puede permanecer en los ¿Qué era yo en el siglo pasado) Sólo hoy
sitios donde lo limosna es seguro. HEREDO de mis antepasados, los galos, los me vuelvo a encontrar. Acabaron los vagabun-
jesús entró inmediatamente después del me- oJos azules, el cerebro estrecho y la torpeza dos, acabaron las guerras vagas. La raza inferior
diodía. Nadie lavabo ni conducía animales. En lo para la lucha. Creo que mi vestido es tan lo ha cubierto todo -el pueblo, como se dice.
piscina lo luz era amarillo como los últimos hojas bárbaro como el suyo, pero yo no engraso la razón, la nación y la conciencia.
de los viñas. El Divino Maestro se apoyaba en mi cabellera. ¡Oh, la ciencia! Todo se ha repetido. Para el
uno columna. M iraba o los hijos del Pecado: el Los galos fueron los desolladores de bes- cuerpo y para el alma -el viático. - tenemos la
demonio sacaba lo lengua en lo de ellos y reía. t ias, los quemadores de hierbas más ineptos medicina y la filosofía, - los remedios de bue-
El Paralítico que estaba tendido de costado de su tiempo. nas mujeres y las canciones populares arregla-
selevantá. Y los Condenados le vieron fianquear lo De ellos heredo: la idolatría y el amor al das.Y las diversiones de los príncipes y los jue-
galería con poso singularmente firme y desapare- sacrilegio; ¡oh l - todos los vicios: cólera, luju- gos que prohibían. ¡Geografía, cosmografía,
cer en lo oudad. ria, -magnífica la lujuria- y sobre todo, men- mecánica, quím ica ... '
tira y pereza. La ciencia, la nueva nobleza. El progreso. El
* Me horrorizan todos los oficios. Maestros mundo marcha. ¿Por qué no había de girar)
y obreros: campesinos todos, innobles. La Es la visión de los números. Vamos al
ANTAÑO, si recuerdo bien, mi vida era un mano que maneja la pluma vale tan poco Espíritu. Esto es muy cierto. Lo que yo digo es
festín en donde se abrían todos los corazo- como la que maneja el arado. ¡Qué siglo de oráculo. Comprendo, pero como no sé expl i-
nes, en donde todos los vinos corrían. manos' -Jamás tendré m i mano. Además, la carme sin palabras paganas, quisiera callar.
Una noche senté a la Belleza en mis rodi- domesticidad lleva demasiado lejos, La hon-
llas. -y la encontré amarga-o Y la injurié. radez de la mendicidad me desespera. Los *
Me armé en contra de la justicia. criminales asquean como castrados: yo estoy
Huí. ¡Oh hechiceras, miseria, odio, a voso- intacto y poco me importa. ¡La sangre pagana regresa! El espíritu está
tros ha sido confiado mi tesoro' ¿Pero quién ha hecho mi lengua tan pérfda próximo: ¿por qué Cristo no me ayuda. dando
Logré que se desvaneciera de mi espíritu que, hasta ahora. ha guiado y protegido mi a mi alma nobleza y libertad) ¡Ay, el Evangelio
pereza? Sin utilizar siquiera mi cuerpo, y más ha muerto' ¡El Evangelio, el Evangelio'
. J. A RJmbaud. Uno ¡emparado en el mfierno, Ed. ocioso que el sapo, he vivido en todas partes: Espero a Dios golosamente: Soy de raza
Séneca, MéXICO, I 942. no hay familia en Europa a la que no conozca inferior por toda la eternidad.

50
Biblioteca de MéXICO
Estoy en la playa armoricana. Que las ciuda- te, exclamaba y veía un mar de llamas y de .J. A . RIMBA UD
des se enciendan por la noche. Mi jamada está humo en el cielo; y a izquierda y derecha
cumplida; abandono Europa. El aire marino todas las riquezas ardiendo como un millar
quemará mis pulmones; los climas perdidos de relámpagos.
Una temporada en
me tostarán. Nada~ segar la hierba, caza~ fumar Pero la orgía y la camaradería de las muje- el J nf i e r n o
sobre todo, beber licores fuertes como metal res me estaban prohibidas. Ni siquiera un
fundido, como hacían esos queridos antepasa- compañero. Me veía ante una multrtud exas- Vtr,¡lm upañolo.
dos alrededor de la hoguera. perada, frente al pelotón de ejecución, lloran- de
l . F A RREL
Regresaré con miembros de hierro, con la do la desgracia de que no hubieran podido
piel obscura, con la mirada furiosa: por mi más- comprende~ iY perdonando!, como Juana de
cara se me creerá de una raza fuerte. Tendré Arco, "Sacerdotes, profesores, maestros os
oro: seré ocioso y brutal. Las mujeres cuidan a engañáis al entregarme a la Justicia. Jamás he
estos feroces lisiados que regresan de los paí- pertenecido a este pueblo; jamás he sido cris-
ses cálidos. Me mezclaré en los asuntos polfti- tiano; pertenezco a la raza que cantaba en el
coso iSalvadol suplicio; no comprendo las leyes, no tengo
Ahora estoy maldito, me horroriza la El Clavo Ardimdo
sentido moral; soy una fiera: os engañáis".
EDITORIAl. SENECA
patria. Lo mejor es dormi~ perfectamente Sí; tengo los ojos cenrados a vuestra luz. Soy
MEXlCO
ebrio, sobre la playa. una fiera, un negro. Pero puedo salvarme.
Vosotros sois falsos negros; vosotros; maniáti- Portada con errata Dice Versión española de J. Forrel

* cos, feroces, avaros. Mercade~ tú eres negro;


magistrado, tú eres negro; general, tú eres
Nadie se marcha. - Recorramos de nuevo negro: has bebido un licor no gravado, de la iSalvadlos!
los cam inos de aquí, cargado co n mi vicio fábrica de Satanás. - Este pueblo está inspirado Me ha nacido la razón. El mundo es
que ha hundido sus raíces de sufrimiento a por la fiebre y por el cáncer. Lisiados y ancia- bueno. Bendeciré la vida. Amaré a mi s her-
mi lado, desde la edad de la razón, que sube nos son tan respetables que piden que los manos. Ya no son promesas infantiles. Ni la
al cielo, me golpea, me derriba, me arrastra. hiervan. - Lo más sagaz es abandonar este esperanza de escapar a la vejez y a la muer-
La última inocencia y la última timidez. Está continente en donde ronda la locura para te . Dios me da mi fuerza y yo alabo a Dios.
dicho. No entregar al mundo mis ascos y mis proveer de rehenes a estos miserables. Entro
traiciones. en el verdadero reino de los hijos de Cam. *
iVamos! La caminata, el fardo, el desierto, ¿Conozco siquiera la naturaleza? ¿Me El hastío ya no es mi amor. Las cóleras, los
el hastío, la cólera. conozco? - Bosta de palabras. Sepulto los libertinajes, la locura, -de ellos conozco
¿Ante quién alabarme? ¿Qué bestia hay muertos en mi vientre . iGritos, tambo~ todos los impulsos y todos los desastres- ,
que adorar) ¿Qué santa imagen atacar? ¿Qué danza, danza, danza, danzal Ni siquiera pien- toda mi carga está depositada. Apreciemos
corazones romperé? ¿Qué mentira debo so en que cuando desembarquen los blan- sin vértigo la extensión de mi inocencia.
sostener) - ¿Sobre qué sangre caminar? cos yo caeré en la nada. Ya no seré capaz de pedir el consuelo de
Pero es mejor cuidarse de la justicia. - La iHambre, sed, gritos, danza, danza, danza, una paliza. No me creo en camino hacia una
vida dura, el simple embrutecimiento,- danza! boda, con Jesucristo por suegro.
levantar con el puño seco la tapa del féretro, No soy prisionero de mi razón. He dicho:
sentarse, ahogarse. Así desaparecen la vejez * Dios. Quiero la libertad en la salvación: ¿cómo
y los peligros: el terror no es francés. alcanzarla? Los gustos frívolos me han aban-
- iAhl Estoy tan abandonado que ofrezco Los blancos desembarcan. iEI cañón l Hay donado. Ya no necesrto el sacrificio ni el amor
a cualquier divina imagen impulsos hacia la que someterse al bautismo, vestirse, trabajar. divino. No echo de menos el siglo de los cora-
perfección. He recibido en el corazón el golpe de gra- zones sensibles. Cada uno tiene su razón, des-
iOh mi abnegación l iOh mi caridad mara- cia. iAh, no lo había previsto l precio y caridad: retengo mi srtio en la cumbre
vi llosal iAquí abajo, si n embargo l Nunca he hecho el mal. Los días me serán de esta angélica escala de sentido común.
De profundis Domine. iQué estúpido soyl ligeros, se me ahorrará el arrepentimiento. En cuanto a la felicidad establecida, domés-
Cuando aun era niño admiraba al presidia- No habré padecido los tormentos del alma tica o no. no, no puedo. Estoy demasiado
rio intratable, sobre el que siempre se cierra la casi muerta para el bien, adonde sube la luz disipado, demasiado débil. La vida fiorece por
prisión; visrtaba los albergues y las posadas que severa como los cirios funerarios. La suerte el trabajo, vieja verdad: en cuanto a mí, mi vida
había santificado con su estancia; veía con su del hijo de familia, féretro prematuro cubier- no es lo suficientemente pesada, vuela y fiota
ideo el cielo azul y el trabajo fiorido de los to de límpidas lágrimas. Sin duda el libertina- lejos, por encima de la acción, ese adorado
campos; husmeaba su fatalidad en las ciudades. je es estúpido, el vicio es estúpido; hay que punto del mundo.
Era más fuerte que un santo; tenía más senti- arrojar lejos la podredumbre . Pero el reloj iCómo me siento solterona cuando me
do común que un viajero, -y él, isólo él!. como nunca dará únicamente las horas de dolor. falta el valor para amar la muerte l
testigo de su gloria y de su razón. ¿Vaya ser raptado como un niño, para jugar Si Dios me concediese la calma celeste,
En los caminos, durante las noches de al paraíso, olvidado de todo dolor? aérea, la oraci ón - como los antiguos san-
inviemo, sin techo, sin ropas, sin pan, una voz iProntol iHay otras vidas? - Pero dormir en tos- o Los santos: ifuertes l Los anacoretas:
oprimía mi corazón helado: "Debilidad o medio de las riquezas es imposible. La riqueza iartistas como ya no necesitamosl
fuerza: mírate, es la fuerza. No sabes a donde siempre ha sido bien público. Sólo el amor ¿Farsa continua) Mi inocencia me haría llo-
vas ni por qué vas; entra en todas partes, res- divino concede las llaves de la cienciaVeo que rar. La vida es la farsa que todos tienen que
ponde a todo. No te podrán matar más que la naturaleza no es más que un espectáculo de representar.
si fueras ya un cadáver." En la mañana tenía bondad. iAdiós, quimeras, ideales, errores l
la mirada tan extraviada y el aspecto tan El canto razonable de los ángeles se eleva *
muerto que los que me encontraban proba- del navío salvador: es el amor divino. -iDos
blemente no me veían. amores'- Puedo morir del amor terrestre, iBastal Ha llegado el castigo. - iEn marchal
En las ciudades el fango me parecía súbi - morir de sacrificio. iHe dejado almas cuya iAh, los pulmones arden, las sienes rugen l
tamente roJo y negro como un espejo cuan- pena crecerá con mi partida l Me escogisteis iLa noche rueda en mis ojos, en pleno soll El
do la lámpara circu la en la pieza veci na; entre los náufragos. Los que quedan, ¿son corazón ... los miembros . .
icomo un tesoro en el bosquel Buena suer- mis amigos? ¿Adónde vamos) ¿Al combate? ¿Soy débil)

51
Biblioteca de México
de luna cuando en el campanario sonaban los DELIRIOS 1,
A. R 1M B A U D doce . .. El diablo está en el cam panario a esa VIRGEN LOCA
hora. iMaríal ¡Santa Virge nl .. - Horror de mi EL Esposo INFERNAL
necedad.

UNE
¿Allá lejos no hay almas honradas que me ESCUCHEMOS la confesión de un compa-
deseen el bien ? .. Venid ... Tengo una almo- ñero del infierno:
SAISON EN ENFER hada sobre la boca, no me oyen, son fantas- " iOh, divi no Esposo, mi Señor!, no rehúses
mas. A demás, nadie piensa nunca en otro. la confesión de la más triste de tus ser vido-
Que nadie se aproxime. Huelo a quemado, ras. Estoy perdida. Estoy ebria. Estoy impura.
es cierto. iQué vidal"
PDIX • UN P"'D.A...l.'C'O Las alucinaciones son innumerables. Es lo "iPerdón, divi no Señor. perdón l iOh, per-
que siempre he ten ido: ninguna fe en la his- dón l iCuántas lágrimas l ¡Y cuántas lágrimas
t oria, olvido de los principios. Callaré: poetas más espero l"
y visionarios sentirían celos. Soy mil veces " Más tarde conoceré al divino Esposo.
BRUXELLBS más rico: seamos avaros como el mar. Nací sometida a Él. - El otro puede golpear-
,l,U.JA:""c.a nroGIU.PHIOl:1E ( • . -J. POOT ..,. COMP.c¡!UIE)
rr , ru . ..... Cbo... . n ¡Ahl El reloj de la vida se ha parado en me ahora."
1873 este momento.Ya no estoy en el mundo. - La "Ahora estoy en el fondo del mundo, ioh,
teología es seria; el infierno está seguramen- amigas mías l . .. no, no sois mis amigas . .. Jamás
Primera edición hecha en Bélgica te abajo -y el cielo arriba-o Éxtasis, pesadilla; delirios ni torturas semejantes. ,. ¡Es idiot a!"
duermo en un nido de llamas. "¡Ahl Sufro, grito. Sufro en ve rdad . Sin
Los otros avanzan. ¡Las herramientas, las Cuántas malicias en la atención en el embargo, todo me está permitido, cargada
armas .. el tiempo .. 1 campo .. , Satán, Fernando, corre co n los gra- del desprecio de los corazones más despre-
¡Fuego l ¡Fuego sobre mi' ¡Allál Adonde me nos salvajes.. Jesús camina sobre zarzas ciables".
dirijo. -iCobardes!- ¡Me mato! ¡Me arrojo a purpurinas sin doblar las. Jesús cam inaba "En fin , hagamos esta confidencia, a reser-
las patas de los caballos! sobre las aguas irritadas. La linterna nos lo va de repetirla veinte veces más, ¡tan triste,
¡Ahl mostró de pie, blanco, obscuras las trenzas; tan insignificante l"
- Me habituaré. sobre una ola de esmeralda. "Soy esclava del Esposo Infernal ; el que ha
Esa sería la vida francesa, el sendero del Voy a desvelar todos los misterios: miste- perdido a las vírgenes locas. Es ese demonio.
honor rios religiosos o naturales, muerte, nacimien- No es un espectro, no es un fantasma. Pero
to, porvenir. pasado, cosmogo nía, la nada. Soy a mí, que he perd ido la prudencia, que estoy
NOCHE DE INFIERNO maestro en fantasmagorías, condenada y muerta en el mundo, ino me
iEscuchadl. matarán l ¿Cómo describíroslo?Ya ni si quiera
HE bebido un enorme trago de veneno. Poseo todos los talentos. -Aquí no hay sé hablar. Estoy enlutada, lloro, te ngo miedo.
- ¡Bendito tres veces el consejO que llegó hasta nadie y hay alguien: no quisiera derramar mi ¡Un poco de frescura, Señor. si así lo deseáis,
miL Las entrañas se me abrasan. La violencia tesoro. -¿ Deseáis cuantos negros, danzas de si así lo deseáis l"
del veneno me tuerce los miembros, me defor- huríes? ¿Deseáis que desaparezca, que me " Estoy vi uda .. Estaba viuda .. isí, fui muy
ma. me derriba Muero de sed, me ahogo, no hunda en busca del anillo? ¿Deseáis? Fabri- ho nesta y no he nacido para transformarme
puedo gritar ¡Es el infierno, la pena eterna! Ved caré oro, medicamentos. en esqueleto! .. Él era casi un niño.. Sus
cómo se levanta el fuego. Ardo como hay que Fiaos de mí, la fe consuela, guía, curaVenid delicadezas misteriosas me sedujeron. Olvi-
arder. iVete, Demonio l todos - hasta los niños pequeños - para que dé todo mi deber humano por seguirle.
Había entrevi sto la conversión al bien y a os consuele; que se os prodigue su corazón iQué vi da l La verdadera vida está ausent e.
la felicidad, la salud. ¿Puedo describir mi - iel corazón maravilloso! iPobres hombres, No estamos en el mundo.Voy adonde él va;
visión? ¡El aire del infierno no tolera los him- trabajadores l No pido oraciones; con sólo es necesario. Y con frecuencia se encoleriza
nos! Eran millones de criaturas encantado- vuestra confianza seré feliz. contra mí, contra mí. pobre olmo. iEI demonio l
ras; un suave concierto espiritual. la fuerza y y pensemos en mí. Esto no me hace echar Es un demonio, vosotras lo sabéis; no es un
la paz, las nobles ambiciones; ¿qué sé yo? de menos el mundo. Tengo la suerte de no hombre".
iLas nobles ambiciones l sufrir más. Mi vida sólo fue dulces locuras, es Dice: "No amo a las mujeres: sabemos que
iY es aún la vida! iSi la condenación es lamentable . el amor está por reinventar; ya sólo pueden
eterna! Un hombre que se quiere mutilar iBahI Hagamos todas las muecas imaginables. desear una posición segura Una vez alcanza-
está condenado, ¿no es así? Me creo en el Decididamente estamos fuera del mundo. da. el corazón y la belleza se hacen a un lado:
infierno, luego estoy en él. Es la ejecución del Ya no hay sonido. Mi tacto ha desaparecido. no queda más que un frío desdén, alimento
catecismo. Soy esclavo de mi bautismo. iAhl Mi castillo, mi sajonia. mi bosque de sau- del matrimonio de hoy. O bien, veo mujeres
iPadres, habéiS hecho mi desgracia y la vues- ces. Las tardes, las mañanas, las noches, los con los signos de la felicidad, mujeres de las
tra! iPobre Inocente! El infierno nada puede días ... iCansado estoy! que yo hubiera podido hacer buenas camara-
en contra de los paganos. iEs aun la Vida! Más Debería tener mi infierno por la cólera, mi das, devoradas por bestias sensibles como
tarde , las delICias de la condenación serán infierno por el orgullo, -y el infierno de la hogueras ..
más profundas. Un cnmen, pronto, que las pereza-; un concierto de infiernos. " Le escucho hacer de la infamia una gloria,
leyes humanas me precipiten en la nada Muerto de cansancio. Es la tumba, voy ha- de la crueldad un encanto. Soy de raza leja-
iPero calla, calla! .. Esta es la vergüenza, el cia los gusanos. iH orror de horrores! Satán, na: mis padres eran escandinavos: se atrave-
reproche: Satán que dice que el fuego es farsante , qUieres disolverme con tus hechi- saban los costados y bebían su propia san -
Innoble, que mi cólera es temblemente zos. ExiJO. iExIJo! Un golpe de tridente, una gre. - Me heriré todo el cuerpo, me tatuaré,
tonta. -iBastaI. .. Me musitan errores, magias, gota de fuego. quiero ser horrible como un mongol: lo
perfumes falsos, mÚSICas puenles. Y saber iAh, salir de nuevo a la vida l Contemplar verás, ahullaré en las calles. Quiero volverme
que poseo la verdad, que veo la JustiCia: nuestras deformidades. iY ese veneno, ese loco de rabia. Jamás me enseñes joyas: me
tengo un JUICIO sano y firme , estoy listo para beso mil veces maldito l iM i debilidad, la cruel- arrastraría y me retorcería sobre la alfombra.
la perfección ... Orgullo. - La piel de mi cabe- dad del mundo l ¡Dios mío, piedad, ocúltame, Mi riqueza la quisiera toda manchada de san-
za se seca. ¡Piedad! Señor. tengo miedo. estoy enfermo! gre. Jamás trabajaré .. Algunas noches su
iTengo sed, tanta sed l iAh!, la infanCia, la hier- - Estoy oculto y no lo estoy. demonio se apoderaba de mí y rodábamos
ba, la llUVIa. el lago sobre las piedras, el doro Es el fuego que se levanta con su condenado. luchando. Por las noches, ebrio a menudo, se

52
B4b1,oteca de Mboco
oculta en las calles o en las casas para espan- mente me lo representaba lejos, y me sentía
tarme mortalmente. -"Me cortarán en rea- presa del vértigo, precipitada en la más espan-
lidad el cuello, será asqueroso." ¡Oh, esos días tosa de las sombras: la muerte. Le hacía pro- J . A . RIMBAUD

en los que quiere cam inar con el aspecto del meter que no me abandonaría. Me hizo vein-
Una temporada en
crimen l" te veces esa promesa de amante. Era tan frí-
el Infierno
"Algunas veces habla, en una especie de volo como yo cuando le decía.
dialecto enternecido, de la muerte que hace "Te comprendo."
arrepentirse, de los desdichados que induda- "iOhl Jamás estuve celosa de él. No creo
blemente existen, de los trabajos penosos, que me abandone. ¿Qué sería de él? No
de las partidas que desgarran los corazones. sabe hacer nada, jamás trabajará. Quiere vivir
En los tugurios donde nos embriagábamos, sonámbulo. ¿Bastarían su bondad y su cari-
lloraba al considerar a los que nos rodeaban, dad para dar le derecho en el mundo real)
rebaño de la miseria. Levantaba a los beodos Por instantes o lvido lo lastimosamente que
El Claro ArdWuio
en las negras calles. Para los niños tenía la he caído: él me hará fuerte, viajaremos, caza-
EDITORIAL SENECA
piedad de una madre perversa. - Iba al cate- remos en los desiertos, dormiremos sobre el MEXlCO

cismo con gracias de chiqui lla. - Fingía saber- empedrado de ciudades desconocidas, si n
lo todo: co mercio, arte , medicina. - Yo lo auxili os, sin penas. O al despertar, las leyes y
seguía, es necesario". las costumbres habrán cambiado, - gracias a
"Veía todo el decorado del que se rodeaba su poder mágico- o el mundo, permane- Portadilla sin errata

en la imaginación: vestidos, paños, muebles; yo ciendo igual, me abandonará a mis deseos, a


le prestaba armas, otro rostro. Yo veía todo lo mis alegrías, a mis indolencias. iOhl ¿Me darás
que le interesaba, como él hubiera querido la vida de aventuras que existe en los libros novelas de nuestros abuelos, cuentos de
crearlo para sí mismo. Cuando me parecía que para niños, para recompensarme de todo lo hadas, libros para la infancia, óperas viejas,
su espíritu estaba inerte lo acompañaba en que he sufrido? No puede. Ignoro su ideal. refranes bobos, ritmos ingenuos.
acciones extrañas y complicadas; lejos, buenas Me dice que siente remordimientos, que Soñaba cruzadas, viajes de descubrimien-
o malas: estaba segura de jamás entrar en su tiene esperanzas: esto no debe importarme. tos de los que no existen re laciones, repúbl i-
mundo. A l lado de su querido cuerpo dormi- ¿Habla a Dios? Tal vez debiera dirigirme a cas sin historia, guerras de rel igión sofocadas,
do, icuántas horas de la noche he velado pre- Dios. Estoy en lo más profundo del abismo y revoluciones de las costumbres, desplaza-
guntándome por qué quería evadirse así de la ya no sé orar". mientos de razas y de continentes: creía en
realidad! Jamás hombre alguno hizo vot o "Si me explicase su tristeza, ¿las com pren- todos los encantamientos.
semejante. Me daba cuenta, sin temer por él. dería mejor que sus burlas? Me ataca; duran- ¡Inve ntaba el co lor de las vocales! - A
que podría ser un grave peligro en la sociedad. te horas enteras me avergüenza por todo lo negra, E blanca, I roja, O azul, U verde.
- ¿Poseerá secretos para transformar lo vida? que me ha conmovido en el mundo; y si - Reglamentaba la forma y el movimiento de
No; no hace más que buscarlos, me replicaba lloro, se indigna." cada consonante, y me enorgu ll ecía inventar.
a mí misma. Su caridad está hechizada y me -"¿Ves a ese Joven elegante que entra en con ritmos instintivos, un verbo poético
tiene prisionera. Ninguna otra alma tendría una hermosa y tranquila residencia? Se llama accesible, un día u otro, a todos los sentidos.
bastante fuerza, ¡fuerza de desesperación!, para Duval, Dufour. Armando, Mauricio, ¿qué sé Reservaba la traducción.
soportarla, para ser protegida y amada por él. yo? Una mujer se ha consagrado a amar a Primero fue un estudio. Escribía si lencios,
Además, no lo concebía con otra alma: se ve ese perverso idiota: está muerta. Es induda- noches; anotaba lo inexpresable. Fijaba vér-
su Ángel, jamás el Ánge l de algún otro.Yo esta- ble que ahora es una santa en el cielo. tigos.
ba en su alma como en un palacio que se ha Causarás mi muerte, como él causó la de
desocupado para no ver a una persona tan esa mujer: Es nuestro destino, el de los cora- *
poco noble como vosotros: eso es todo. iAy!, zones caritativos .. " ¡Ay! H abía días en que
dependía por completo de él. ¿Pero qué es lo todos los hombres le parecían juguetes de LeJOS de los pÓjaros, de los reboños,
que él quería de mi existencia opaca y cobar- delirios grotescos; durante largo tiempo reía Oe los campesinos,
de? No me hacía mejor si no me hacía morir. espantosamente. - Después recuperaba sus Qué bebía, arrodillado en aquello
Tristemente despechada, le dije algunas veces: modales de joven madre, de hermana mayor. maleza
"Te comprendo". Él se encogía de hombros. ¡Si fuera menos salvaje estaríamos salvados l Rodeado de tiernos bosque de avellanos,
Así, como mi pena aumentaba sin cesar, y Pero también su dulzura es mortal- Le estoy En uno tibio y verde bruma, al
ante mis propios ojos me hallaba más perdida sometida. - ¡Ah, cuán loca soyl Mediodía?
--como ante todos los ojos que hubiesen que- "Un día, tal vez, desaparecerá maravillosa- Qué podía beber en este joven río,
rido contemplarme si no hubiese estado con- mente; pero necesito saber si subirá a un Olmos sin voz, césped sin ~ores ,
denada para siempre al olvido de todos-, cielo, para contemplar la asunción de mi Cerrado cielo-
aumentaba cada vez mi hambre de su bondad. pequeño amigo. Qué podía beber en esos amanllas
Sus besos y sus abrazos amigos eran un cielo, iVaya una pareja! Calabozos, lejos de mi caso
un sombrío cielo en el que yo entraba, y en el Querido? Un licor de oro que hoce
que hubiese deseado que me abandonase, DELIRIOS, 11 sudor
pobre, sorda, muda, ciega.Ya empezaba a habi- M e asemejaba o uno torpe enseño
tuarme.Yo veía a dos niños buenos, libres para ALQUIMIA DEL VERBO De posado.
pasear en el Paraíso de la tristeza. Nos com- - Uno tempestad desterró al cielo.
prendíamos. Conmovidos, trabajamos juntos. iAYl La historia de una de mis locuras. En lo noche,
Pero después de una penetrante caricia decía: Desde mucho tiempo atrás me vanaglo- El aguo de los bosques se perdía en
"Cuando me haya ido, qué extraño te parece- riaba de poseer todos los paisajes posibles, y Los arenas vírgenes,
rá todo esto. Cuando ya no tengas mis brazos hallaba irrisorias las celebridades de la pintu- El viento de Dios lanzaba témpanos
bajo tu cuel lo, ni mi corazón para recl inarte, ni ra y de la poesía modernas. o los mores;
esta boca sobre tus ojos. Porque un día tendré Gustaba de las pinturas idiotas: decoracio- Sollozando miraba el oro, - y no
que irme muy lejos. Además, tengo que ayudar nes, telas de saltimbanquis, enseñas, estam- Pude beber
a otros: es mi deber. A unque eso no sea muy pas populares; la literatura pasada de moda,
agradable. Alma querida ... " Inmediata- latín de iglesia, libros eróticos sin ortografía, *

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Biblioteca de MéxICO
CANCiÓN DE LA TORRE MÁS ALTA Que me duermo' que hiervo
En los altares de Salomón.
/ . - O '

-y. /;, Que vengo. que vengo El hervor corre sobre lo herrumbre
El tiempo de amor y se mezclo con el Cedro.

He acumulado tonta paciencia En fin. ioh. felicidad. oh. razón!. separaba del
Que he olvidado para siempre. cielo el azul que es negro. y viví. chispa de
Temores y sufrimientos oro de la luz naturaleza. La alegría me daba
A los cielos han partido la expresión más bufonesca y extraviada que
y lo sed malsano se pueda concebir:
Obscurece mis venas.
*
Que vengo. que vengo
El tiempo de amor! Ha sido recobrado!
Qué? Lo Eternidad.
Como lo pradera Es lo mor mezclado
Entregado 01 olvido. Al sol.
Crecido y rorecido
Cochero en Londnes. dibujo de Rimbaud (1873) De inciensos y cizañas. Almo eterno
En el hosco zumbar Cumple tu voto
A los cuatro de lo moñona. en el estío. De los sucios moscas. A pesar de lo noche solitario
Lo amoroso fatigo aún perdura. y del día en llamas.
Boja los arboledas se evapora Que vengo. que vengo
El olor de lo noche de resta. El tiempo de amor Así es que te desprendes
De los votos humanos.
A lo lejos. en su vasto taller, Amaba el desierto. los huertos ardientes. De los impulsos comunes'
Boja el sol de los Hespérides. las tiendas marchitas. las bebidas tibias. Me y vuelos 01 ocaso ..
arrastraba en las callejuelas hediondas y con
Yo se agitan - en mongos de camiso- los ojos cerrados me ofrecía al sol. dios de Nunca lo esperanzo.
Las Carpinteros. fuego. Sin orietur
En sus Desiertos de musgo. tranquilos. "General. si queda un viejo cañón en tus Ciencia y paciencia.
Preparan los preciosos artesones murallas denruidas. bombardéanos con trozos El suplicio es seguro.
En los que lo Ciudad de tierra seca. iA las vidrieras de los almacenes
Pintará cielos falsos. espléndidos! iA los salones! Haz que la ciudad Se acabó el moñona:
coma su polvo. Oxida las ata~eas ... Llena los Llamas de raso.
Por estos obreros. encantadores tocadones de polvo de rubí ardiente" ." Vuestro ardor
Súbditos de un rey de Babilonio. ¡Ohl ¡El moscardón embriagado en el min- Es el deber
Abandono un instante. oh Venus'. gitorio de la posada. enamorado de la borra-
o los Amontes ja y que se disuelve con un rayo de luz! Ha sido recobrado!
De olmo coronado. - Qué 7 - lo Eternidad.
HAMBRE Es lo mor mezclado
Oh Reino de los Postores'. Al sol.
Llevo o los trabajadores el aguardiente. Si tengo apetito. es sólo
Que apacigüe sus fuerzas De tierra y piedras. Me volví una ópera fabu losa. Vi que todos
En espera del baño. en el mor, los seres tienen una fatalidad de feli cidad: la
01 mediodía. Diariamente como aire. acción no es la vida. sino una manera de
Roca. carbones. hierro. estropear cualquier fu erza. un enervamiento.
* La moral es la debilidad del cerebro.
Hombres míos. volved. Posad. hombres. Me parecía que a cada ser correspondían
La vieja poesía era buena parte de mi al- El prado de los sonidos. otras vidas. Ese señor no sabe lo que hace:
quimia del ve rbo. Atraed el alegre veneno es un ángel. Esa fam ilia es una camada de
Me habituaba a la alucinació n simple: veía De los amapolas. perros. Ante varios hombres. hablaba en voz
claramente una mezquita en lugar de una alta con un momento de una de sus otras
fábrica; una escuela de tambores con ángeles Comed los guijarros rotos. vidas. - De este modo he amado un puerco.
por discípulos; calesas en los caminos del Los vieJOS piedras de los iglesias. Ninguno de los sofismas de la locura. la
cielo; un saló n en el fond o de un lago; los Los peñascos de antiguos diluvios. locura que es encarcelada. fue olvidado por
monstruos. los misterios; un título de sainete Pones sembrados en los va lles grises. mí: podría repetirlos todos: tengo el sistema.
levantaba terrores ante mí. Mi salud se vio amenazada. El terror llegaba.
iDespués explicaba mis sofi smas mágicos * Caía donmido varios días y, una vez levantado.
con la aluci nación de las palabras l continuaba con los sueños más tristes. Estaba
Concluí por encontrar sagrado el desor- El lobo aullaba boja los hojas. maduro para la muerte; y por un camino lleno
den de mi espíntu. Ocioso. víctima de una ESCUPiendo los bellos plumas de peligros. mi debilidad me conducía hacia los
pesada fiebre. envidiaba la feli cidad de los De su almuerzo de volátiles: confines del mundo y de la Cimeria. patria de
animales. las orugas que representan la ino- Como él. yo me consumo. las sombras y de los torbellinos.
cencia de los limbos; los topos. el sueño de Tuve que viajar para distraer los encanta-
la virginidad. Los ensaladas. los frutas mientos reunidos en mi cerebro. Sobre el
Mi carácter se agriaba. Me despedía del Sólo esperan lo cosecho: mar. al que amaba como si me fuese a lavar
mundo en una especie de romance: Pero lo araño del soto una mancha. veía cómo se alzaba la cruz
No come más que violetas. co nsoladora.Yo había sido condenado por el

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Biblioteca de MéXICO
arcoiris. La Felicidad era mi fatalidad, mi Al recobrar dos céntimos de razón , - ¡esto
remordimiento, mi gusano: mi vida siempre acaba pronto!- , veo que mis males provie-
será demasiado inmensa para consagrarla a nen de no haber pensado a tiempo que
la fuerza y a la belleza. estamos en el Occidente. ¡Los pantanos
iLa Felicidad l Sus dientes, suaves a la muer- occidentales! No porque crea la luz alterada,
te, me advertían al cantar el gallo -od matu- la forma extenuada, el movi miento extravia-
tinum, ad Christus venit- en las ciudades más do.. ¡Bueno! He aquí que mi espíritu quie-
sombrías: re absolutamente encargarse de todos los
desarrollos crueles que ha sufrido el espíritu
* desde la muerte del Oriente ... ¡Mi espíritu
así lo quiere l
Oh estaciones, oh castillos' ... ¡Mis dos céntimos de razón han conclui-
Qué alma carece de defectos? do' - EI espíritu es autoridad; exige que yo per-
manezca en Occidente. Sería necesario hacer-
Hice el mógico estudio le callar para tenrninar como yo deseaba.
De la felicidad, que nadie elude. Mandaba al diablo las palmas de los márti-
Saludémosla cada vez nes, los esplendones del arte, el orgullo de los
Que canta el gallo galo. inventones, el ardor de los ladrones; regresaba
al Oriente y a la sabiduría primitiva y eterna. Rimbaud en Abisinia (1883)

Ah, ya no tendré deseos' - iParece que es un sueño de grosera peneza l


Ella se ha encargado de mi vida. Sin embargo, no pensaba en el placer de
EL RELÁ MPAGO

escapar a los sufrimientos modernos. No me


Este encanto se ha apoderado de alma y guiaba la sabiduría bastarda del Corán. ¡EL trabajo humano! Explosión que alumbra
cuerpo - ¿Pero no es un suplicio real que después de mi abismo de vez en cuando.
esta declaración de la ciencia, el cristianismo, " iNada es vanidad; hacia la ciencia y ade-
y ha dispersado los esfuerzos. el hombre se engañe, se pruebe las eviden- lante l", exclama el moderno Eclesiastés. Es
cias, se hinche de placer al repetir esas prue- decir: Todo el Mundo .Y sin embargo, los cadá-
Oh estaciones, oh castillos' bas y sólo viva aSI? Tortura sutil, necia; fuente veres de los malvados y de los holgazanes
de mis divagaciones espirituales. iTal vez la caen sobre el corazón de los otros.. iAhl
La hora de la huida, ay' naturaleza podría aburrirse l Pero Grullo ha Pronto, pronto; allá lejos, más allá de la no-
Seró la hora de la muerte. nacido con Cristo. che, estas recompensas futuras, eternas ..
¿No será porque cultivamos la bruma? ¿escaparemos a ella?
Oh estaciones, oh castillos! Comemos la fiebre con nuestras legumbres -¿ Qué puedo hacer? Conozco el trabajo;
acuosas. iY la ignorancial ¡Y los sacrificios l y la ciencia es demasiado lenta. Que la ora-
* -¿Todo esto está bastante lejos del pensa- ción galope y que la luz ruja.. lo compren-
miento de la sabid uría del Oriente, la patria do. Es demasiado simple y hace demasiado
Esto acabó. Ahora sé saludar a la belleza. primitiva? ¿Para qué un mundo moderno si calor; se pasarán sin mí. Tengo mi deber;
se inventan semejantes venenos? como muchos, me sentiría orgulloso hacién-
EL IMPOSIBLE Las gentes de Iglesia dirán: "Es cierto, pero dolo a un lado.
quieres hablar del Edén. Nada hay para ti en la Mi vida está gastada. ¡Vamosl ¡Finjamos,
iOH! Esa vida de mi infancia, el ampl io historia de los pueblos orientales". - Es cierto. holguemos, oh piedad l, y existiremos al
camino bajo cualquier tiempo; sobrenatural- iPensaba en el Edén l ¿Qué significa para mi divertirnos, al soñar en amores monstruosos
mente sobrio, más desinteresado que el me- sueño esta puneza de las razas antiguas) y en universos fantásticos, mientras nos que-
jor de los mendigos, orgulloso de no tener Los filósofos: El mundo no tiene edad. La jamos y nos querellamos con las apariencias
patria ni amigos, iqué necedad l ¡Y hasta aho- humanidad se desplaza simplemente. Estás en del mundo; saltimbanqui, mendigo, artista,
ra lo comprendo' Occidente, pero enes libne de habitar en tu bandido, - ¡sacerdote! Sobre mi lecho de
- Tuve razó n al despreciar a esos buenos Oriente, por antiguo que lo desees, -y de hospital, el olor del incienso me ha hecho tan
hombres que no perderían la ocasión de una habitarlo con gusto. No seas un vencido. potente: guardián de los aromas sagrados,
caricia, parásitos de la limpieza y de la salud Filósofos, vosotros pertenecéis a vuestro confesoc mártir ..
de nuestras mujeres; hoy que ellas se entien- Occidente. Reconozco en esto la triste educación de
den tan poco con nosotros. Espíritu mío, ten cuidado. Deja los medios mi infancia. ¡Qué me importa l . Llevar mis
Tuve razón en todos mis desdenes: ¡me de salvación violentos. ¡Ejércete! - iAh! La veinte años si los otros tienen ve inte años ...
evado l ciencia no marcha suficientemente aprisa ¡Nol ¡No' Ahora me rebelo contra la muer-
¿Me evado? para nosotros. te. El trabajo parece demasiado liviano a mi
Me explicaré. - Pero compnendo que mi espíritu duenrne. orgullo: mi traic ión al mundo sería un supli-
Ayer todavía suspiraba: "¡Cielos, somos Si estuviese despierto siempne, a partir de cio demasiado corto. En el últ¡mo momento
muchos los condenados aquí abajo! ¡Hace este momento, alcanzaríamos pronto la ver- atacaré a derecha e izquierda ..
tanto tiempo que pertenezco a su ejército' dad que probablemente nos rodea con sus Entonces, - ¡oh l- querida y pobre alma
Los conozco a todos. Nos reconocemos ángeles que lloran .. . -Si hasta ahora hubiese mía, habremos perdido la eternidad.
siempre, nos asqueamos. La caridad nos es estado despierto, sería porque no había cedi-
desconocida. Pero somos corteses; nuestras do a los instintos deleténeos en una época MAÑANA
relaciones con el mundo son correctísimas." inmemorial .. ¡Si siempne hubiese estado des-
¿Es asombroso? ¡El mundo l ¡Los mercaderes, pierto, yo vogaría en plena sabiduría! .. ¿NO tuve una vez una juventud amable, heroi-
los ingenuos! - No estamos deshonrados. ca. fabulosa que escribir en hojas de oro? ¡De-
-¿Pero cómo nos recibirían los elegidos) iOh, pureza l ¡Pureza! masiada suerte! ¿Por qué crimen, por qué
Pues hay gentes hurañas y alegres; falsos ele- Este minuto de vigilia me ha mostrado la error he merecido m¡ actual debilidad? Vo-
gidos puesto que necesitamos audacia o visión de la pureza. iPor el espíritu se va a sotros que pnetendéis que las bestias sollozan
humildad para hablarles. Son los únicos ele- Dios! de doloc que los enfenrnos desesperan, que
gidos. ¡No son bendecidores! ¡Desgarrador infortunio l los muertos sufren pesadillas, tratad de na-

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Biblioteca de México
rrar mi caída y mi sueño. Yo no puedo expli- pan empapado de lluvia, la embriaguez. los mil pedir socorro?
carme mejor que el mendigo con sus conti- amores que me han crucificado! ¿No acabará *
nuos: Poter y Ave Mono iYa no sé habl ar. esta vampira, reina de millones de almas y de
No obstante, ahora creo haber terminado cuerpos muertos y que serón juzgados) Vuelvo Sí, la hora nueva es, por lo menos, muy severa.
la relación de mi infierno. Era, en verdad, el a mirarme con la piel roída por el lodo y por Pues ya puedo decir que alcancé la victo-
infierno; el antiguo; aquel cuyas puertas abrió la peste, llenos de gusanos más gruesos aun en ria: el rechinar de dientes, los si lbidos del
el hijo del hombre. el corazón, sin edad, sin sentimiento .. fuego, los suspiros pestilentes se moderan.
Del mismo desierto a la misma noche, iY temo el invierno porque es la estación Todos los recuerdos inmundos se borran.
siempre mis ojos cansados se abren a la estre- de la comodidad l f'lis últimos lamentos huyen, celos de los men-
lla de plata, siempre; sin que se conmuevan los Hubiera podido morir .. iHorrible evoca- digos, los retrasados de todas clases, iCon-
Reyes de la Vida, los tres magos, el corazón, el ción l Execro la miseria. denados, si yo me vengase!
alma, el espíritu. ¿Cuándo iremos más allá de -Algunas veces veo en el cielo playas sin fin, H ay que ser absolutamente moderno.
las playas y de los montes, para saludar el naci- cubiertas de blancas naciones jubilosas. Un Nada de cánticos: conservar lo ganado.
miento del trabajo nuevo, de la sabiduría nue- gran navío de oro, por encima de mí, agi-ta sus ¡Dura noche! La sangre seca humea en mi ros-
va, la huida de los tiranos y de los demonios, pabellones multicolores baJO las brisas de la tro y no tengo detrás de mí más que ese horri-
el fin de la superstición; a adorar -¡los prime- mañana. He creado todas las fiestas, todos los ble arbustillo! . .. El combate espiritual es tar bru-
ros l- la Navidad sobre la tienra) triunfos, todos los dramas. H e tratado de in- tal como la batalla de los hombres; pero la visión
¡El canto de los cielos, la marcha de los ventar nuevas flores, nuevos astros, nuevas de la justicia es únicamente el placer de Dios.
pueblos! Esclavos, no maldigamos la vida. carnes, nuevos idiomas. He creído adquirir Mientras tanto ha llegado la víspera. Re-
poderes sobrenaturales. iY ahora tengo que cibamos todos los influJos de vigor y de ter-
ADIÓS enterrar mi imaginación y mis recuerdos! iBe- nura verdadera. Y a la aurora, armados de
Ila gloria de artista y de nanrador arrebatada! una ardiente paciencia, entraremos en las
¡EL otoño, ya l - ¿Para qué echar de menos un iYo! iYo que me he dicho mago o ángel, espléndidas ciudades.
eterno sol, si estamos empeñados en el des- que me he dispensado de toda moral, vuel- iQué hablaba yo de mano amiga l Es una
cubrimiento de la claridad divina, lejos de las vo a la tierra con un deber que buscar y la inmensa ventaja que pueda reír de los viejos
gentes que mueren en las estaciones? realidad rugosa que abrazar. iCampesinol amores mentirosos y avergonzar a esas
El otoño. Nuestra barca elevada en las bru- ¿Me engaño? ¿La caridad será hermana de parejas embusteras, -he visto allá el infierno
mas inmóviles marcha hacia el puerto de la mi- la muerte para mi? En fin, pediré perdón por de las mujeres; -y me será imposible poseer
seria, la ciudad enorme de cielo manchado de haberme alimentado de mentira. Vamos. lo verdad en un olmo y en un cuerpo.
fuego y de lodo. iAhl ¡Los harapos podridos, el ¡Pero no hay una mano amiga! ¿Y adónde Abri l- agosto de 1873.

La casa donde se supone Rimbaud escribió Uno temporado en el ln(Jemo. 1873

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Biblioteca de México
UNA EQUIVOCACiÓN ante nosotros, como aparecidos de súbito, dos
gendarmes de la peor traza que nos invitaron
El llorado Arthur Rimbaud y yo, atacados de con pocas palabras a que les siguiéramos.
furor por los viajes, salimos un buen día de Seguimos, como era debido, a los repre-
julio de 187..., si no me equivoco, para A ... sentantes, desde luego respetados, de una
donde yo había permanecido y debí perma- autoridad que, a pesar de todo, tuvimos a
necer aún numerosas veces en familia Ciudad bien encontrar un poco obligada a tener que
curiosa; casas españolas del buen siglo XV11 y ver con nosotros, en absoluto tan irreprensi-
algunos monumentos, entre los que se cuenta bies, y después de un buen, o mejor dicho,
el ayuntamiento gótico más hermoso de Fran- un mal cuarto de hora de camino por estre-
cia. cuartel y convento, campanas y tambores. chas calles hortenses, subimos las tres o cua-
Ningún comercio y poca industria Algunos tro gradas de una puerta lateral del Ayun-
ricachos confinados tras las altas ventanas con tamiento, donde, no sé por qué ni cómo, se Rimbaud y Verlaine, detalle del cuadro de Fantin-Latour
postigos blancos de sus hotelitos con bellos hallaba el jefe del Tribunal de aquella jurisdic-
jardines. La población, acomodada o pobre, ca- ción' en un gabinete precedido de una ante- rodeos-, Era entonces más republicano que
sera, pero de buena composición. sala, donde hubimos de esperar un poco. ahora. acababa de ser un poco comunista, y
Tomamos el tren a eso de las diez de la no- Estaba muy bien aquella entrada lateral. poseía una verbosidad bastante elocuente.
che y llegamos al amanecer. Pronto dimos la Bóveda cintrada, piedra gris y madera negra, Después que hubieron dado referencias nues-
vuelta a la ciudad: aquellas fortalezas son redu- con pechinas simétricas. Unos guardias na- tras en la ciudad y de haber mostrado los
cidas, y mientras esperábamos a que estuvie- cionales (era a raíz de la guerra y antes de la "papeles" -cartas, pasaportes, billetes de ban-
sen levantadas las personas susceptibles de supresión de esta clase de milicia), subían al co (¡Oh, tiempo, interrumpe tu vuelo!)-, añadí
acogemos amistosamente sin demasiada mo- cuarto de la guardia, poco vestidos, aunque que yo era Messin, que tenía que optar entre
lestia para ellas, resolvimos ir a desayunar al más cosidos que nosotros, unos trozos de Francia y Alemania. y que, a fe mía. vacilaba. en
buffet de la estación donde tomamos provisio- tocino procedentes de París; algunos "guar- verdad, en vista de aquella detención ar-bi-tra-
nalmente cada uno uno o varios aperitivos... , dias municipales", que en todas partes son lo ria, etc., etc. (El señor Procurador. a la sazón el
en tanto que charlábamos de unas cosas y de mismo, salvo pequeñas diferencias de unifor- señor Presidente, podria atestiguar la veraci-
otras. Rimbaud, a pesar de su seriedad extra- me, circulaban con indolencia como por su dad de todo este relato.)
ordinariamente precoz que llegaba algunas ve- casa, en vista de lo cuaL .. , Rimbaud, después Después de un breve silencio tempestuoso,
ces hasta a la majadería atravesando por cala- de haberme hecho una seña, prorrumpió en tocó el timbre el magistrado de semblante
veradas de bastante macabros o muy particu- una serie de sollozos que debía enternecer con patillas, joven aún, con el cabello negro y
lares caprichos. y yo, que continuaba siendo un y enterneció a nuestros buenos gendarmes rizado y con precoces anteojos, y ordenó que
muchacho, no obstante mis veintisíete años (no son todos tan amables ni tampoco muy entrasen los gendarmes, a los cuales les dijo:
cumplidos, teníamos aquel día nuestro humor sensatos algunas veces, aun a través de su "Acompañarán ustedes de nuevo a estos indi-
propicio a lo cómico, lúgubre y algo retozón y responsabilidad), esperando el efecto que viduos a la estación, donde deberán tomar el
concebimos la idea de "epatar" a algunos habrían de producir en el señor Procurador primer tren que pase en dirección a París."
"honrados" viajeros que consumían allí caldos, de la República. Este fue el primero que acu- Objeté que no habíamos desayunado. "Los lle-
panecillos y galantinas rociados con vino de dió, y bien pronto salió del importante gabi- varán ustedes a desayunar; pero que se vayan
Argelia demasiado caro. Entre los tipos pre- nete con los ojos húmedos aún, y con un inmediatamente, y no los pierdan de vista has-
sentes se encontraba a la derecha -todavía me parpadeo como de alarma dirigido hacia mí. ta que arranque el tren:'
acuerdo- en nuestro banco, a poca distancia, Entré a mi vez en el departamento del pri- Dicho y hecho. Poco propicios a exhibir-
un buen hombre, casi viejo, medianamente mer magistrado, que estaba de pie en su si- nos de nuevo en el buffet entre nuestros acó-
vestido, con un sombrero de paja deslucido tio, el cual, sentado en un ruedo de cuero, litos oficiaies, y asimismo, por otra parte, a
sobre la cabeza como afeitada a bofetones, donde parecía bien atornillado, me interro- atravesar en ayunas por las calles, llenas ya de
tonto y cazurro, chupeteando un cigarro puro gó, interrumpiendo aquella formalidad con gente a aquella hora, tomamos un bocado
de un sueldo, sorbiendo un tarro de cerveza arrogantes observaciones acerca del aspec- en un "buen rincón" que nos descubrió el
de a diez céntimos, tosiendo y gargajeando y to de mi pantalón blanco, un poco sucio por brigada, tomamos el café y luego las gotas, a
que prestaba a nuestra conversación una aten- el polvo del viaje, y también por el uso ante- las cuales convidamos a los gendarmes, y no
ción aún menos estúpida que malévola Se lo rior y subsiguiente. Algunos reproches fue- sin contrariedad, a causa de que nuestros
hice observar a Rimbaud, que se echó a reír ron mascullados después: "Acaba de verifi- pantalones escoltados debían de parecer
por lo bajo, como solía hacerlo. La horrible carse una ejecución en A .. Son lamentables "patibularios", a los ya numerosos transeún-
aparición se desvaneció de pronto, como por esas conversaciones tópicas (sic) en un sitio tes que encontramos, llegamos a nuestro
arte de magia, y nosotros nos hicimos los dis- público y en tales circunstancias ... Pueden dar destino.Tras cordiales despedidas a los sobre
traídos, para no malograr el efecto producido. lugar a sospechas, acaso justas .. ,Y si no.. , Va- todo amables alguaciles, nos subimos en un
Habíamos estado hablando de asesinatos y de mos a ver. .. Después de todo, ¿qué venían a segunda, llenos de admiración por la mane-
robos, personalmente, y suministrando trucu- hacer ustedes aquí/.. , Ese joven parece con- ra. por el procedimiento, más que por la judi-
lentos detalles que hubieran parecido más que forme y respetuoso con la justicia.. , Pero in- catura del señor Procurador P. ..
oculares, y continuamos tratando sobre el mis- sisto .., ¿qué venían a hacer ustedes aquí/ ... y una vez en París, después de haber co-
mo tema. como si tal cosa, cuando surgieron Porque así, los dos, sin equipaje, ni nada .. Sí ... brado nuevo valor. y después de haber sacia-
Ya ve usted .. ," do el apetito con una comida, importante esta
• Paul Verfaine, Obros completas, vol, XlI, Mis hospi- Expliqué mi caso, diciendo que había tenido vez, y de haber bebido un poco mejor. salimos
tale$, mis prisiones, traducción de Guillermo de Torre, el capricho de pasear en compañía de un aquella misma noche para otra estación, en
Editorial Mundo Latino, Madrid. 1926, 244 pp. amigo -todo esto explicado con claridad y sin busca de aventuras más interesantes.

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Biblioteca de México
EL AMIGO Después, gracias a un descuido mío más
bien que de mi compañero, ante las conse-
Corta, pero buena. cuencias que aquello podía tener para vues-
Además, un puro preludio. tro servidor de la más circunstanciada delas
Helo aquí. En julio de 1873, en Bruselas, a sumarias (¿es ésta la verdadera expresión?),
causa de una disputa en la calle, consecutiva el magistrado soltó a Rimbaud, como era
de dos disparos de revólver. el primero de natural aunque, previniéndole que quedaba
los cuales hirió de gravedad a uno de los a su disposición, y decidió que yo fuera con-
interlocutores, a cuyo lado pasaron de largo ducido inmediatamente al "Amigo".
dos amigos en virtud de un perdón solicita- Este nombre cordial, vestigio de la ocupa-
do y concedido de intento, el que había teni- ción española durante los siglos XVI Y XVII, hace
do el lamentable gesto, bajo la influencia del muy nuestra la palabra francesa "violín" para
a ajenjo antes y después, pronunció una designar un puesto de policía. Como aquel RJmbaud enfenno en Bruselas, por Jef Rosman
palabra enérgica, y se registró el bolsillo Amigo se encontraba a algunos pasos del
derecho de la americana, donde el arma, car- Ayuntamiento, llegué bien pronto a él, escol- nales en Bruselas. Me pareció que pasaron
gada aún con cuatro balas y desprovista del tado por dos esbirros -aquella vez un brigada muchas horas. A todas mis preguntas sobre mi
seguro, se encontraba, por desgracia, y accio- y un subrigada-, cuyos galones me eran tan pronta liberación, los vagos carceleros, mitad
nó de una manera tan significativa, que el indiferentes en aquella época -¿necesitaré vestidos de "civiles", mitad de polidas, en zapa-
otro, invadido por el miedo, huyó a todo decirlo? - como me lo fueron luego. No era tillas, desconsiderados e indolentes. respondí-
correr por la vasta calzada (de Hall, si mi hermoso, por cierto, el Amigo. Aseado hasta an: "Sí; ahora mismo van a venir; ¿sabes?; estate
memoria es buena), perseguido por el furio- más no poder. constituía la gloria del país en tranquilo; ya verás ..."; si bien después, hacia la
so bajo el abrasador sol de la tarde. cuanto a aseo. Como yo llevaba dinero -y esto una, una vez engullidos sin apetito el puré de
Un agente de polida que deambulaba por era todo lo que se me había dejado, a más del patatas y no sé qué clase de carne, medio
allí no tardó en detener al delincuente y al tes- traje, en la comisaria-, se me recibió de offdo cocida y medio asada, de vaca o de cordero,
tigo. Después de un somero interrogatorio en en la pisto/a, lo que, en el fondo, está bien. fui llamado... hacia un coche celular bastante
el transcurso del cual el agresor se denunció Aquella pistola recibía el aire y la luz por un semejante a los de los presidiarios, afectos
más de lo que el otro le acusaba, ambos, por postigo situado demasiado atto, y tenia dentro entre nosotros a ciertos transportes femeni-
orden del representante de la fuerza armada, dos camas, dos mesas y dos sillas y otras nos hasta la Prefectura, esto es, coches metá-
se dirigieron en su compañía al Ayuntamiento, muchas comodidades, exceptuando una omi- licos pintados de amarillo y negro por el exte-
llevándole cogido del brazo el agente, pues ya sión que no me hizo soportable aquella paz: rior y que atraen las miradas de fuera. Así
es ocasión de decir que yo era el autor del un borracho es lo peor que hay. que no recoma una parte desconocida por mí, de
atentado y del intento de reincidencia, cuya hubiese tardado en participar de mi suerte, se Bruselas, con la mirada errante sobre las calles
víctima, esta vez, no era otra que Arthur le hubiera hecho insoportable de todos montuosas, llenas de gentío pobre, de merca-
Rimbaud, el extraño y gran poeta, muerto tan modos aquella noche. Y desde fuera llegaban dos mezquinos que trepan desde la ciudad
desdichadamente el 23 de noviembre último. cantos, gritos, alaridos hasta horas muy avan- central hasta la antigua prisión de los
Muy bien, el Ayuntamiento de Bruselas, en zadas. Sobre todo, unos aires de La Filie de /0 Carmelitas, donde me vi encarcelado, no sin
su gótico y un poco terrible Renacimiento. Mére Angot, entonces en la flor de su nove- brutalidad, y. por fin, libre de las esposas que al
Aunque no he vuetto -iqué diantre!- desde dad.,. belga me mattrataron los tímpanos hasta salir del desagradable carromato me había
aquella aventura. le rindo este homenaje el amanecer. Un litro de faro, queso y pan, con "colocado" en las muñecas un inspector; por lo
imparcial en el que no pensaba -podéis creer- la esperanza que se me dio o, más bien, se me menos tan galoneado de plata iba aquel...
lo- mientras iba conducido bajo su porche, o, vendía, además, de ser puesto pronto en liber- iasqueroso!, armado con un sable que no se
más bien, bajo uno de sus porches, al despacho tad dejaron, sin embargo, que me pareciera terminaba nunca; fui encarcelado, digo, por
de un comisario de polida de los más riguro- muy largo el tiempo. A eso de las siete de la orden que me fue transmitida en un papel,
sos, engreídos y ngidos, como lo son por lo mañana se abrió la puerta -icuántos cerrojos!- donde, a la cabeza, bajo una balanza con las
común las cinco sextas partes de estos fundo- y me hicieron que descendiese algunos esca- palabras pro justicia en exergo, aparecían las
nanos o de sus semejantes, por cierto un poco lones hasta llegar a un reducido patio enlosa- siguientes palabras, escritas por el gendarme
por fórmula en los casos ordinanos, siendo así do, donde me fueron llevados el café con que me habla entregado aquella orden de
que aquel caso era serio, y no un gmno de anís.
I,ch, y " ",",d"~ """"'t, ""did<> encarcelamientó: "Tentativa de asesinato".

RJmbaud dIbujado porVerlaine, len

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Biblioteca de MéxICO
JOSÉ LEZAMA LIMA

LA CALLE DE
RIMBAUD*

Una calle de Charleville en la época de Rimbaud

El súbito de la obra de Rimbaud presupone la revisión de lo ponerse en marcha el remolino de la caballería, donde al fin la
que Worringer llama "la cultura de las altas empalizadas". La linealidad obstinada del jinete danza con voluptuosidad su
ciudad de barro que parece que gira con las ordenanzas sola- propia dispersión. Obstinación de la dispersión, como una
res, situada como fin momentáneo del desierto, con el júbilo descarga de pólvora extendida por toda la ciudad.
albar de la llegada insegura y de la despedida a hora indecli- Su imaginación parece mostrar incesantemente el nacimien-
nable. La ausencia del padre por la muerte, engendrando la to del que llega y el asombro alcanzado como su contrapun-
rigidez sustitutiva matriarcal, con el misterioso sentido de su to y su costumbre, es decir, en él el asombro no nace dedos
hermana Isabel para seguir, anotar, cuidar mágicamente el pro- naturalezas dispares unidas en un tumulto (oudroyant, sino de
digio cercano, exacerban la raíz tribal de Rimbaud, como fes- la adecuación de un mundo al que se acaba de arribar.
tival por la penetración en la ciudad y con el paso fuerte, sona- Cuando en las Iluminaciones se alboroza por el descubrimien-
do sobre el tambor de los conjuros, de una retirada que toda- to de una cascada, no corre a los otros para entregarle el
vía nos deja encandilados y como invadiéndonos de asom- secreto, sino es al gallo a quien le entrega esa ofrenda. " El alba
bros. Esa insistencia que aparece en las Iluminaciones como un y el niño -nos dice para subrayar el deslumbramiento del
árbol cuña que termina por destruir un paredón, por la ciudad nuevo surgir de aguas nuevas- cayeron a lo hondo del bos-
a la que se llega, por la ciudad que se fue deshaciendo sobre que." La magia del garzón se ha encontrado con el nacimien-
la arena de su imagen, nos deja como la sensación de los gri- to primitivo del alba para penetrar en el bosque. El bosque y
tos de asombro de los cuadrilleros, cuando sin poder anclar- el alba participan así en la leyenda del infante, que antes de
se en el sueño, tienen que llegar al cambiante paraíso del mer- penetrar en los mercados o en los fortines, en las grutas ela-
cado, donde su erotismo se evapora por los laberintos y las boradas o en los jardines boquirrubios, ha sido tocado por las
fuentes, para jugar a perderse y a reconstruirse . transmutaciones de la naturaleza. Sus paseos por la ciudad
La ciudad como punto de avanzada en el desierto repre- serán siempre la nostalgia primitiva, la salvaje desconfianza por
senta en Rimbaud un deslumbramiento ante la energía de su el escamoteo de los distintos trofeos naturales mostrados
marcha, más que una preocupación por la finalidad sin fin, durante el desenvolvimiento meteórico o vegetativo de cada
palomita kantiana, o con fin , desgarramiento místico por lo día, guardados en una imaginación como agazapada mientras
inmediato. En el mundo de los egipcios, donde la penetración se verifican aquellos retiramientos y después suelta de golpe
en el desierto estaba fijada en las pirámides, es decir, en la ciu- el júbilo de su estar de nuevo, de entregarnos una confianza
dad de los muertos, el alma comenzaba por apegarse a la que se hace fiesta en la sangre.
extensión, al límite de las nubes como cercanía o lejanía; en Ese tipo de imaginación instaura siempre la pequeña ciudad
Rimbaud, cuyo mundo carece de una preocupación teocrática africana, con la casa como finalidad del desierto. En la adoles-
de finalidad, la energía tan sólo por llegar a la ciudad del alba cencia, su obra con ese tipo de ciudad en la imaginación; en la
o del crepúsculo, el mero asombro ante las empalizadas, la ciu- madurez, lograda ya por su realidad esa ciudad que su imagi-
dad es para los pocos apoyos que necesita su imaginación al nación necesitaba como su ley de gravedad, constituye el cen-
tro de sus contradicciones de apetencias y rechazos. Su mismo
* José Lezama Lima, Obras completos, t omo 11, Editorial Agu i la~ México, silencio posterior parece, en su severidad inapelable, que al vivir
1977, 1292 pp. su imaginación sus propias exigencias mágicas, no necesitó de

59
Biblioteca de México
esa lejanía que le comunicaba el golpe súbito, el nacimiento sin lado una figura vestida de blanco, con la vena de la mano dere-
causalidad de apoyo de su poesía. A veces, pensamos que si cha fluyendo una sangre lenta. Los demás en capas negras, con
Rimbaud hubiese hecho su infancia en una ciudad entera, en espadas. El visitador de la gruta está ahora en el cenador rodea-
Casablanca o en Dakar, que desde niño su imaginación hubie- do de lámparas, y el hombre del ataúd se acerca desfallecido.
se vivido en un fortín de avanzada de uno de aquellos desier- A los sones de la armónico, el hombre va reapareciendo en sus
tos, tal vez como hijo de un capitán aventurero, y hubiese des- preguntas. Fugado adolescente encuentra, lo suponemos si-
pués pasado a París o a Londres, su poesía se hubiese con - gu iendo ciertas leyes secretas de la gravitación imaginativa, un
servado en el acierto de esa ausencia, de su propia gravedad islote con su parasol, ensalmos para caminar por una tierra a
imaginativa, a lo largo de muchas estaciones. Pero así como es, la que se acerca el oído como para comprobar su propio des-
con ese fragmento que parece como si le faltase y que es su pertar. Luego visita a su profesor en rebe ldía, que no quiere
sostén y su prod igio más perdurable, el que se acerca a su distanciar lo real de su imagen. Lentamente ha llegado hasta el
poesía parece como si tocase la misma "fuente de seda". La extremo de la cal le, donde al nacer en él la conciencia de su
obsesión que muestra en la adolescencia por esas imágenes persecución, contempla la jau la de mimbre donde una ard illa
donde intervienen la seda, con su frío de serpiente rozando la penetra en una fragata danesa.
piel, con la irritación agradable de las dos pieles, como si avan- Ese asombro entre misterioso y enérgico del desembancado,
zasen entrelazadas hasta escaparse vo luptuosamente por la lleva a Rimbaud a esas alternancias que fij an bruscamente la poe-
punta de los dedos es del mismo t ipo mágico que sus cua- sía; si inte~ecciona: iPalmasl, parece que su barco embriagado
renta mil francos de oro cosidos a su cinturón de colono afri- raspa la arena por el índico o el arch ipiélago de la Reina. Si excla-
cano. En un momento de las Iluminaciones, después de trazar ma: "idiamantesl", nos da la sensación de haber obten ido de un
uno de esos paisajes que lo hacen parecer como el perenne bandazo las cristalizaciones de las filtraciones por las entrañas del
desembarcado en las islas, nos dice, como si hablase con el plutonismo. Sus temeridades, sus vertiginosos inicios apartados
t imonel de guardia nocturna: "tiene que ser el fin del mundo de cualquier adormecida causalidad, son hoy los primeros cami-
si avanzamos". O el principio, añadimos, de la poesía ¿y quién nos seguros de la poesía y las tierras a las que llegó están pobla-
podrá desplazar al joven cazador de ese lugar) das de colonos vigorosos. ¿El sostén durante los entrecruza-
La t ierra que erotiza su poesía necesita de esa calle que se mientas de la nueva visión en las nuevas islas) Alimentados del
extiende desde las empalizadas hasta el pintarrajeo portuario. vino de los cavemos, pues Rimbaud se abandona más al tiempo
y en esa calle, ofrecida como una secreta granada salvaje, la poético del descubrimiento del rezumo inaugural del pámpano
catedral, el colegio, la librería, la casa del profesor rebelde, el que a la era de la escritura del rostro en el espejo. ¿El sitio? En
placer, ferias, la jau la de mimbres, los sombreros turcos, las las posesiones de los aristocracias ultrarrenanas, japonesas, gua-
escarapelas. Y las bibliotecas convertidas en guarida, donde se raníes. Qué exultante para nosotros sería perseguir esa palabra
refugia como escolar fugado, y convierte las lecturas en paisa- guaraníes, hasta que se despliega como una cartografía del para-
jes, en islas movedizas ancladas en una fl ora de agua. Mientras íso en la imaginación de Rimbaud. ¿La fórmu la? El espíritu de los
leo las Iluminaciones, gusto de fingirme un Rimbaud leyendo pobres y un muy alto clero. De esa manera, Rimbaud en sus frag-
los éxtasis de algún ini ciado supercherista del siglo XVIII, las mentos totalizadores, no es tan solo el vigoroso empujón a la
Memorias del con de de Saint Germain, por ejemplo. El conde, metáfora y a la penetración en la región del incesante nacimien-
salido del sueño, conduce la armónico como un paraguas para to de las cascadas y de las casas arquetípicas, despertadas en esa
penetrar en lo desconocido. "El fastid io y el sueño comenza- nueva tierra de la poesía, al adquirir sus dom inios soterrados,
ban a apoderarse de mí, cuando me vi sorprendido con la lle- sino el hijo secreto del hechicero, que a hurtadillas pronuncia sila-
gada de algunas carrozas." Lo despierta un palafrenero mali- bas para las conseJas, superiores a las de su padre, y estructuras
cioso, que ahora es el que conduce la armónico. Las trompe- para que las enfermedades no se aposenten, con más brevedad
tas brotan de la gruta, como si quisieran romper la t ierra. y fortuna de toques, que la curación del jefe de la tribu por el
Penetra en la gruta rodeado de salmodias funerarias, y en el venerable y centenario hechicero.
centro un ataúd con un hombre muerto o adormecido. A su 7 de agosto, 1955.

Págma manuscnta de Uno tEmporado en el Infierno

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Biblioteca de MéXICO
RENÉ CHAR

¡Hiciste bien en irte~


Arthur Rimbaud!
Traducción de Mario Bojórquez

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Tus dieciocho años refractarios a la amistad,
a la malevolencia, a la estupidez de los poetas de París, así como al ronroneo de
abeja estéri l de tu familia ardenesa un poco loca; hiciste bien en lanzarlos lejos de ti,
meterlos bajo la cuchilla de tu guillotina precoz. Tuviste razón de cambiar el boule-
vard de los holgazanes, el cafetín de los mea-liras, por el infierno de las bestias, el
comercio de los astutos y los buenos días de los simples.

Este impulso absurdo del cuerpo y del alma, esta bala de cañón que da en su blan-
co haciéndolo estallar ¡Sí, la vida de un hombre, está bien por allá! No se puede, al
dejar la infancia, indefinidamente estrangular al prójimo. Si los volcanes cambian poco
de lugar. su lava recorre el gran vacío del mundo y le otorga las virtudes que cantan
en sus heridas.

¡Hiciste bien en irte, Arthur Rimbaud! Nosotros somos algunos que creemos, sin
pruebas, que la felicidad es posible contigo.

De Fureur et Mystere, 1948

Verlaine y Rimbaud en Londres. por Regamey

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Biblioteca de México
[Venecia, 24 de mayo de I 834.Timbres:
Venecia, 24 de mayo; Paris, 2 de junio de 1834]

Monsieur Alfred de Musset


Rue de Grenelle St Germain, 59
Paris

Mi niño querido. me preocupo muy poco por lo que digan de vertido en un enemigo peligroso. iMira cómo me trata
mí. Que [palabra tachada. ilegible; quizá Mérimée] diga alguna Mérimée! Ciertamente Planche habria contado con mejores
porqueria para divertirse a su manera me es completamente historias para extender alguna mentira infame. Yo sabía que
igual. que [tachado: Mme. Dorval] no sienta la amistad y el celo Planche era incapaz de eso y se lo dije al dejarlo: "Espero que
que yo siento por ella. me sorprende a medias. Pero que Planche llegará el día en el que las circunstancias que nos separan ya
diga o qé a entender que te acuso. que te calumnio. y que él no serán tan imperiosas y podré verlo." Me parece que debo
tiene una carta mía que lo autoriza a decirlo. cuando en ella pre- sostener mi palabra si Planche no ha desmerecido ante mí. Es
cisamente te justifico, es lo que más hace que me revele al punto lo que me importa profundizar y lo que sabré con seguridad
que no quiéro creerlo. Antes que una palabra salga de la boca [tachado posteriormente por George $and: por Boucoiran, que
de uno al oído de otro. hay intermediarios, malintencionados o es más fino de lo que se piensa] antes de mi regreso a Paris.
estúpidos. que la tergiversan. Así. cuando se trata de mí levanto Si es cierto que habló de mí con insolencia. y con bajeza de ti
los hombros y espero pruebas mejores. sé que por tu parte puedes estar seguro de que no volveré a verlo en toda mi vida
haces lo mismo, pero no puedo oír que te calumnien sin agitar- y ~I sabrá por qué. Te envío una carta para él que te ruego
me. Lo que me indigna es que me adjljdiquen una tr:ase. una línea pongas en el correo cuando la hayas leído.Verás que le hablo
o una palabra contra ti. Quiero que Boucoiran te muestre la de ti en términos positivos. Si él traiciona mis intenciones y mis
carta de la que se habla. la única que le dije que mostrara a palabr:as. o lo ha hecho ya. te juro que es el último testimonio
Planche, la única que le mostró seguramente. Tengo tanta con- de amistad que recibirá de mí. [Corte de diez líneas). ... ... .......
fianza en la discreción de Boucoiran como en un bloque de már- vasto que el mundo? Y Dios mismo. lo que tú llamas mi qui-
mol; por otra parte no recuerdo haberle hablado [Diez lírteas mera. y yo llamo mi etemidad. ¿no es un amor que estreché
cortadas con tijeros). .. ..... .. .... Lo hice precisamente previendo en tus brazos con más fuerza que en ningún otro momento
que dijeran eso.Así. o Planche es un miserable o lo calumniaron de mi vida? Tengo cerca de mí a mi amigo, mi apoyo; él no
miserablemente atribuyéndole esas palabras. No puedo creer la sufre. no es débil. ni receloso, nunca ha conoci~o las amargu-
primera hipótesis, he sentido afecto por él y amistad, a pesar de ras que te han carcomido el corazón. no necesita mi fuerza.
lo que me hayan dicho para impedirlo. Se portaba bien conmi- tiene su tranquilidad y su virtud, me ama en paz, es feliz sin
go. y ante mí. ya conoces mi carácter. Crédula. absurda o leal. que yo sufra. sin que yo colabore en su felicidad. Y bien. yo
poco importa, mi corazón se niega a rechazar a los que ha aco- tengo necesidad de sufrir por alguien. Necesito emplear ese
gido sin pruebas flagrantes. Esas pruebas no las tengo. y estoy exceso de energía y sensibilidad que están en mí.Tengo nece-
con respecto a Planche en la situación más penosa del mundo sidad de alimentar esa solicitud matemal que se ha acostum-
entre la sospecha y la confianza. Quisiera que se justificara. qui- brado a velar a un ser enfermo y cansado. ¡Oh, por qué no
siera poder darle un apretón de manos a mi regreso a Paris. puedo vivir con los dos y hacerlos felices sin pertenecer ni a
Gertamente, ya no podria recibirlo todos los días. ni salir con él uno ni a otro! Bien podria haber vivido así diez años; es cier-
como antes. Tengo muchas razones para abstenerme. como la to que necesitaba un padre, ¿pero por qué no puedo conser-
de no exponerte a encontrar un rostro que te molesta (porque var a mi hijo cerca de mí? Lástima. las cosas de este mundo
espel'Q que nos veremos todos los días nosotros dos, como en son vanas y mentirosas. ¡Cuánto cambiaría el corazón del
el tiempo en el que éramos camaradas). hombre s¡ escuchara la voz de Dios! Yo la escucl:lo y me pare-
Pero en verdad me daria gusto ver a ese pobre diablo justi- ce oírlo y durante ese tiempo los hombres me gritan. ¡horror.
ficando las vilezas que le atribuyen contra mí. Lo alejé de mi locura. escándalo, mentira! ¿Qué es entonces, qué es? ¿Y por
intimidad de tal manera que cualquier otro se hubiera con- qué esas maldiciones? ¿De qué más me van a acusar? Me
acuerdo de la época en la que estaba en el convento. La calle
S[ain]t Marceau pasaba atrás de nuestra capilla. Cuando los
cargadores del mercado y los marchantes elevaban la voz. se
* Sand y Musset, Cortas de amor. presentáción de Frant;oise Sagan. tr. de escuchaban sus blasfemias hasta el fondo del santuario. Pero
Maná del Pil.ar Ortiz, Fondo de Cultura Económica. México. 1989.

63
Biblioteca de México
para mí no era más que un sonido que golpeaba los muros. se sentirá celosa y te dirá: no me hables nunca de Mme. Sam1
Me sacaba alguna vez de mi oración en el silencio de la noche. es una mujer infame. Ah. al menos. )'O puedo hablar de ti a
Escuchaba el ruido pero no comprendía el sentido de las pala- todas horas sin ver jamás una frente ensombrecida, sin ofr
bras groseras. Volvía a mi oración sin que mi oído ni mi cora- nunca una palabra amarga. Tu recuerdo es una reliquia sagnr
zón se hubieran preocupado por oírlas. Después viví retirada da. tu nombre es una palabra solemne que pronuncio en la
en el amor como en un santuario y algunas veces las sucias noche en el silencio de las lagunas y a la que responde una voz
injurias de afuera me han hecho levantar la cabeza. pero no emocionada y una dulce palabra simple y lacónica. ¡pero que
han interrumpido el himno que dirigía al cielo. y me dije como me parece tan hennosa entonces! -jo ramo-o poco importa mi
en el convento: son carreteros que pasan. niño. ama. sé amado. sé feliz y que mi recuerdo no envenene
Es demasiado tarde para que vaya a Constantinopla. Los ca- ninguna de tus alegrías. ¡SacrifTcalo si es necesario! Sin embar-
lores llegaron antes que mi dinero. Iré en otra estación con go. Dios es testigo de que despreciaré a aquel que me pida no
Pagello que basa quizá con razón algunas esperanzas de for- só/o que te maldiga. sino que te olvide.
tuna en ese viaje. Un barco de vapor se organiza para llevar a Adiós mi pequeño ángel. si te reúnes con Dios antes que ~
los pasajeros de Venecia y de Trieste a todas las islas del archi- guárdame un lugarcito allá arriba cerca de ti. Si s"1 )'O quien
piélago. Puedes estar tranquilo por el momento. estoy en se va primero. puedes estar seguro de que lo guardaré. PageIlo
Venecia y me cuido porque no me siento muy bien. Como me pide que te diga qUe no escribe por temor a causarte
sabes soy siempre enfenniza, pero tú, ¿cómo estás? Espero daño. pero que te abraza con toda su alma. Yo. mi niño. te
que no viajes solo y te lleves a Antonio. ¿Todavía /o tienes? aprieto contra mi corazón y te bendigo.
¿Estás contento con él? El tonto no sabía lo que significaba Te estoy escribiendo otra carta para la Revista. Dime a quién
para mí al dejar Venecia. ese peluquero que me remplazaba. hay que dirigirla. Quisiera que leyeras el manuscrito antes que
¡lástima! ¡Lástima! ¡Quizá fue el sollozo más profundo y el más los demás. Pero si estás en Suiza. todos esos viajes compro-
amargo de mi vida. el ruido de esa ola que me separó de la meterán mucho su existencia. Si vas a Aix escri>eme y te la
ribera de Fusine! enviaré allá. enseguida tú se la enviarás a Buloz. Envfame junto
sr. nos veremos en el mes de agosto. pase lo que pase. ¿no con los objetos que te pedí, papeles para puros, mis sinfonfas
es cierto? Quizá entonces estés comprometido con un nuevo de Beethoven. el vals sentimental de Weber Y la julieta de
amor. Lo deseo y lo temo. mi niño. No sé qué es lo que pasa Vaccai. ¿Podrias llevarte esa caja contigo y enviármela de Lyon
en m( cuando preveo eso. ¡Si pudiera darle un apretón de o de Ginebra? Me costaría la mitad del porte. ¿Todavía tienes
manos a ésa! ¡Y decirle cómo puede amarte y cuidarte! Pero a nuestros pajaritos?

" CTO R LECOr. ~D 'UIR . . .lIe dll Bollloi , 10.

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:...,¡...o-&.!.'-I!.. ~

GEORGE SAND
Format in-So. - Prix : , fr. 50 c. le \'01.

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Cartel de la poeseiltai6n de HIIOIrirJ • mr. (1855)


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