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UNIVERSIDAD DE

GUAYAQUIL
FACULTAD DE CIENCIAS
MÉDICAS
CARRERA DE MEDICINA

ROTACIÓN DE CIRUGIA
TEMA: LAVADO PERITONEAL
DIAGNOSTICO

DOCENTE: DRA. CARMEN MONCAYO

ESTUDIANTE:
SANTANA CRUZ INGRID KATIHUSKA
2020

LAVADO PERITONEAL
DIAGNOSTICO
La Academia Americana de Cirugía (ACS) en su Manual ATLS describe que "la meta del médico
es determinar rápidamente si existe una lesión abdominal y si esta es o no la causa de la
hipotensión".

El lavado peritoneal es un método de alto valor diagnóstico en el trauma abdominal, sobre


todo en el cerrado, con un índice de sensibilidad de 98% para sangrado peritoneal; es el
procedimiento diagnóstico más usado en el manejo del trauma abdominal en las salas de
urgencias de los hospitales donde no se cuenta con tomografía ni con ultrasonido. Sin
embargo, su realización es cada vez menos frecuente dada la disponibilidad, tanto del equipo
como de personal entrenado en FAST; así como también las claras ventajas de éste ultimo con
respecto al LPD.

Objetivos

 Diagnóstico o exclusión de hemoperitoneo.


 Diagnóstico o exclusión de lesión intestinal.

Indicaciones

 En los casos de detección de líquido libre por tomografía, sin evidencia de lesión de
víscera maciza.
 Politraumatismo con hipotensión persistente no explicada por hemorragia externa,
intratorácica o esquelética.
 Politraumatismo con lesión craneoencefálica y alteraciones de conciencia.
 Traumatismo abdominal no penetrante con signos de lesión grave en la pared
abdominal.
 Estado comatoso, de embriaguez o bajo acción de drogas de efecto neurológico y con
huellas de traumatismo múltiple, lesión de médula espinal y alteraciones de la
sensibilidad secundarias al traumatismo raquimedular.
 Herida penetrante de un hemitórax por debajo del quinto espacio intercostal, con
sospecha de lesión diafragmática o visceral.

Contraindicaciones

Su única contraindicación absoluta es la necesidad de cirugía de emergencia.

Las contraindicaciones relativas son:


 Obesidad extrema.
 Embarazo.
 Cirrosis avanzada.
 Coagulopatia preexistente.

PROCEDIMIENTO

1. Introduzca una sonda nasogástrica y una


sonda vesical conectada a drenaje para
vaciar estómago y vejiga, respectivamente.

2. En un punto situado en la línea media, 2


cm a 3 cm por debajo del ombligo infiltre
anestesia local. El tamaño de la incisión es
de 2 cm a 3 cm; en pacientes obesos puede
ser de 6 cm; en algunos casos
supraumbilical (por ejemplo en cirugías
infraumbilicales previas).

3. Diseque los planos avanzando a través del tejido subcutáneo y aponeurosis de tejido
muscular hasta el peritoneo, haciendo meticulosa hemostasia (para evitar resultados falsos
positivos por contaminación de la cavidad peritoneal con sangre de la pared).

4. Al llegar al peritoneo, tracciónelo hacia arriba con dos pinzas de Crille, ábralo e introduzca
suavemente un catéter de diálisis peritoneal tratando de llevarlo hacia la pelvis, en la dirección
del fondo del saco de Douglas. Si no se dispone de este tipo de catéter, se puede emplear el
tubo de un equipo de venoclisis o una sonda de Nelaton a la cual se le realizan orificios de
aproximadamente un cuarto de la luz del tubo.

5. Conecte el catéter a una inyectadora y aspire. Si obtiene sangre, bilis, liquido intestinal,
orina o materia fecal, el procedimiento es considerado positivo; proceda con la laparotomía. Si
la aspiración es negativa, continúe con los pasos siguientes.
6. Coloque una sutura en jareta para asegurar que no haya escape de líquido alrededor del
catéter e instile ringer lactato o solución salina tibias, hasta un total de un litro, en un lapso de
10 a 15 minutos. Una vez que el líquido se encuentre en el abdomen, se moviliza al paciente (o
a la camilla) para lograr su distribución en toda la cavidad. La movilización idónea es mediante
la colocación en Trendelenburg, Fowler y lateralización derecha e izquierda.

7. Luego de 5 a 10 minutos, proceda a drenar el líquido a un recipiente colocado en el piso (a


no menos de un metro por debajo del abdomen del paciente). El drenaje es por sifonaje y
gravedad, por lo cual el recipiente debe tener escape de aire (no puede ser un sistema
cerrado). Si es posible, cambie la posición del paciente y comprima suavemente el abdomen
con la mano.
8. Se considera positivo el lavado cuando está presente por lo menos uno de los criterios
estándar.

ERRORES DIAGNÓSTICOS EN EL RECUENTO DE CÉLULAS BLANCAS

 Falsos negativos dentro de las primeras tres horas posteriores al trauma.


 Falsos positivos, luego de transcurridas 18 horas del trauma.

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