Solo con Alas de Plata
Estás vivo, en el mundo;
nuestro mundo está vivo, en el universo.
Ambas cosas son verdaderas.
Ambas cosas son temporales.
Para jugar, necesitas
- Un cuaderno, de un tamaño que puedes llevar contigo fácilmente a donde vayas.
- Algunos bolígrafos o lápices, de tamaño similar
- Una vida, un mundo, un universo
Mientras se juega el juego
lleva tu cuaderno y un bolígrafo contigo mientras
vives tu vida. A veces, se te pedirá que pienses en
cosas. Cuando lo haces, puedes pensar en ellas
tanto o tan poco. También se te pedirá que
escribas en tu cuaderno.
Si eliges escribir, ganas un punto. Si eliges no
escribir, pierdes un punto, aunque no por debajo
de cero. Anota tus puntos en la esquina superior
externa de cada página del cuaderno. Los puntos
no importan, pero regístralos de todas formas.
Si, al leer el juego, tienes problemas con las
reglas
ver las reglas opcionales en el apéndice.
Cuando en tu vida te sientes abrumado por la
culpa, la vergüenza o tus propias acciones
erróneas,
piensa en cómo tú, y otros afectados por ella, la
recordarán en los próximos años, a medida que su
edad y sus puntos de vista y prioridades cambien.
Si no importa, puedes parar.
Piensa en cómo, si acaso, será recordado después
de tu muerte. ¿Es algo que otras personas, que
están de luto por ti, podrían mencionar? ¿Es algo
que pensarán, pero que no dirán? ¿No lo
recordarán en absoluto? Si no importa, puedes
parar.
Una auto indulgencia por Ben Lehman
Piensa en el futuro de la humanidad después de
que estas personas hayan muerto, cuando todos los
que te han conocido hayan muerto. ¿Es algo que
recordarán? Si es así: ¿cómo y por qué? ¿Qué
significa esa historia para ellos, en todo caso? Si
no importa, puedes parar.
Piensa en un tiempo después del final de la vida
humana. Piensa en los animales y plantas que
viven después de nosotros, en medio o encima o
apáticos a nuestro propio mundo. ¿Todavía
importa, para ellos? Si no importa, puedes parar.
Piensa en un tiempo después del final de toda la
vida de nuestra biosfera. Piensa en un momento en
el que no quede vida en ningún lugar. Piensa en el
fin de la materia, cuando todo sea tragado por los
agujeros negros, y piensa en el momento en que
esos agujeros negros se hayan convertido en una
luz fría, tenue e interminable. No importa.
Detente.
Durante esto o después, puedes escribir algo sobre
tus pensamientos en tu cuaderno. Si lo haces, date
un punto. Si no lo haces, pierde un punto, pero no
por debajo de cero.
Cuando, en tu vida, te sientes abrumado por la
ira, la frustración, tus propias acciones justas o
las acciones malvadas de otros,
piensa en cómo tú, y otros afectados por ella, la
recordarán en los próximos años, a medida que su
edad y sus puntos de vista y prioridades cambien.
Si no importa, puedes parar.
Piensa en cómo, si acaso, será recordado después
de tu muerte. ¿Es algo que otras personas, que
están de luto por ti, podrían mencionar? ¿Es algo
que pensarán, pero que no dirán? ¿No lo
recordarán en absoluto? Si esto no importa,
puedes parar.
Piensa en el futuro de la humanidad después de
que estas personas hayan muerto, cuando todos los
que te han conocido hayan muerto. ¿Es algo que
recordarán? Si es así: ¿cómo y por qué? ¿Qué
significa esa historia para ellos, en todo caso? Si
no importa, puedes parar.
Piensa en un tiempo después del final de la vida
humana. Piensa en los animales y plantas que
viven después de nosotros, en medio o encima o
apáticos a nuestro propio mundo. ¿Todavía
importa, para ellos? Si no importa, puedes parar.
Piensa en un tiempo después del final de toda la
vida de nuestra biosfera. Piensa en un momento en
el que no quede vida en ningún lugar. Piensa en el
fin de la materia, cuando todo sea tragado por los
agujeros negros, y piensa en el momento en que
esos agujeros negros se hayan convertido en una
luz fría, tenue e interminable. No importa.
Detente.
Durante esto o después, puedes escribir algo sobre
tus pensamientos en tu cuaderno. Si lo haces, date
un punto. Si no lo haces, pierde un punto, pero no
por debajo de cero.
Cuando, en tu vida, te sientes abrumado por la
alegría, el amor o el orgullo de tus propias
labores, artes o capacidades,
piensa en cómo tú, y otros afectados por esto,
recordarán esto en los próximos años, a medida
que su edad y sus puntos de vista y prioridades
cambien. Si no importa, puedes parar.
Piensa en cómo, si es que se recordará después de
tu muerte. ¿Es algo que otras personas, que están
de luto por ti, podrían mencionar? ¿Es algo que
pensarán, pero que no dirán? ¿No lo recordarán en
absoluto? Si no importa, puedes parar.
Piensa en el futuro de la humanidad después de
que estas personas hayan muerto, cuando todos los
que te han conocido hayan muerto. ¿Es algo que
recordarán? Si es así: ¿cómo y por qué? ¿Qué
significa esa historia para ellos, en todo caso? Si
no importa, puedes parar.
Piensa en un tiempo después del final de la vida
humana. Piensa en los animales y plantas que
viven después de nosotros, en medio o encima o
apáticos a nuestro propio mundo. ¿Todavía
importa, para ellos? Si no importa, puedes parar.
Piensa en un tiempo después del final de toda la
vida de nuestra biosfera. Piensa en un momento en
el que no quede vida en ningún lugar. Piensa en el
fin de la materia, cuando todo sea tragado por los
agujeros negros, y piensa en el momento en que
esos agujeros negros se hayan convertido en una
luz fría, tenue e interminable. No importa.
Detente.
Durante esto o después, puedes escribir algo sobre
tus pensamientos en tu cuaderno. Si lo haces, date
un punto. Si no lo haces, pierde un punto, pero no
por debajo de cero.
Cuando, en el curso de tu vida, te sientes
abrumado por una necesidad biológica
- por ejemplo: el hambre, la sed, el cansancio, la
soledad
Satisfecha la necesidad si es posible Después,
puedes pensar en cómo funciona esta necesidad en
tu vida: cómo enfoca tu comportamiento, o no;
cómo proporciona ciclos regulares, o no; cómo la
incorporas y la manejas y la entiendes. Luego, si
quieres, piensa en cómo esta necesidad te
incorpora a tu propia sociedad, cómo es explotada
o satisfecha o burlada o integrada, cómo esta
necesidad es manejada en todas las sociedades de
todas las personas. Piensa en cómo,
eventualmente, ya no necesitarás esto, porque
habrás muerto; que esta cosa que te ha impulsado
y moldeado y definido habrá, de una manera
pequeña, terminado.
Luego, si quieres, piensa en cómo te conecta con
el resto de la especie humana, cómo todos tus
ancestros han incorporado igualmente esta
necesidad en sus vidas, cómo la han satisfecho o
no la han satisfecho, cómo sus sociedades la han
satisfecho o negado o han hecho uso de ella. Si no
lo sabe, puede, si lo desea, estudiar estos tópicos.
Luego, si quieres, piensa en cómo esta necesidad
se conecta, o no, con toda la vida, con nuestros
antepasados y nuestros primos de otras especies.
Si la conoces, cómo y por qué surgió, y sobre lo
que expresa, a nivel físico. Si no lo sabe, puede, si
lo desea, estudiar estos tópicos.
Luego, si quieres, piensa en cómo este continuo de
necesidad, esta expresión interminable, se alterará
o terminará. Tal vez sea con el fin de nuestra
especie humana, tal vez con el fin de los
mamíferos, o el fin de la biosfera, o el fin de toda
la vida, en todas partes. Piense en lo que estas
necesidades habrán significado, después de que
termine. Ahora detente.
Durante esto o después, puedes escribir algo sobre
tus pensamientos en tu cuaderno. Si lo haces, date
un punto. Si no lo haces, pierde un punto, pero no
por debajo de cero.
Cuando, en el curso de tu vida, te sientes
abrumado por un deseo - por ejemplo: sexo,
comida rica o dulce, estatus social, riqueza,
afecto, bienes materiales
cumplir ese deseo o no, según las circunstancias,
las inclinaciones personales y la voluntad.
Después, puedes pensar en cómo funciona este
deseo en tu vida: cómo enfoca tu comportamiento,
o te distrae; cómo proporciona ambiciones, o no;
cómo lo incorporas y lo manejas y lo entiendes.
Luego, si quieres, piensa en cómo este deseo te
incorpora a tu propia sociedad, cómo es explotado
o satisfecho o burlado o integrado, cómo este
deseo es entendido en todas las sociedades de
todas las personas. Piensa en cómo,
eventualmente, no desearás más esto, porque
habrás muerto; que esta cosa que te ha impulsado
y moldeado y definido habrá, de una manera
pequeña, terminado.
Luego, si quieres, piensa en cómo te conecta con
el resto de la especie humana, cómo tus
antepasados también han incorporado este deseo a
sus vidas, si es que lo hicieron, cómo lo han
cumplido o no lo han cumplido, cómo sus
sociedades lo han cumplido o lo han negado o han
hecho uso de él. Si no lo saben, pueden, si lo
desean, estudiar estos tópicos.
Luego, si quieres, piensa en cómo este deseo se
conecta, o no, con otra vida, con nuestros
antepasados y nuestros primos de otras especies.
Si lo conoces, cómo y por qué surgió, sobre lo que
expresa, a nivel físico. Si no lo sabes, puedes, si lo
deseas, estudiar estos tópicos.
Luego, si quieres, piensa en cómo comenzó este
continuo de deseo, esta expresión interminable, y
cómo se alterará o terminará. Tal vez sea con el
fin de su propia vida, tal vez su cultura, o nuestra
especie humana, tal vez con el fin de los
mamíferos, o el fin de la biosfera, o el fin de toda
la vida, en todas partes. Piensa en lo que estos
deseos habrán significado, después de que
termine. Ahora detente.
Durante esto o después, puedes escribir algo sobre
tus pensamientos en tu cuaderno. Si lo haces, date
un punto. Si no lo haces, pierde un punto, pero no
por debajo de cero.
Cuando, en el curso de tu vida, alguien te habla
de este juego
- ya sea porque lo han notado, o porque tú lo has
sacado a relucir con ellos
puedes, si quieres, ofrecerles la posibilidad de leer
tu cuaderno. Si aceptan y lo leen, cuando terminen
deben devolvérselo y pueden sumar o restar un
punto (pero no menos de cero.) No les pregunten
por qué lo han hecho, ni cuestionen su decisión.
Cuando hayas llenado tu cuaderno
date tres puntos. Puedes releer tu cuaderno,
considerando lo que has escrito. Después de hacer
esto, o no, puedes decidir dejar de jugar el juego.
Si decides dejar de jugar, destruye tu cuaderno
quemándolo, o por algún otro medio. Si decides
seguir jugando, empieza un nuevo cuaderno
copiando una entrada, y tus puntos, de tu cuaderno
anterior. Luego, destruye tu cuaderno anterior,
preferiblemente quemándolo.
Cuando dejes de jugar el juego
destruye tu cuaderno quemándolo, o por algún
otro medio.
Eventualmente
morir.
Solo con Alas de Plata
Por y Derechos de Autor 2015 Ben Lehman
este es nuestro juego
powered by the Apocalypse, gracias a D Vincent
Baker thanks to J Li and Dev Purkayastha for
Reading Este lanzamiento fue posible gracias a
mis patrocinadores: Josh Symonds, Veav, Andrew
Cain, Alissa Mortenson-Tyka, Charlton Wilbur,
Dev Purkayastha, Nick Golding, Matthew
Sullivan-Barrett, Jonas Richter, Alan Jackson,
Benjamin Haines, S. Ben Melhuish, Nathan Black,
Tim Jensen, Xavier Aubuchon-Mendoza, Adrian
Scott, Philip Espi, Rob Deobald, Carl Rigney,
Bastian Dornauf, Sean Nittner, Jacek
Gołebiowski, Josh T Jordan, Adre and Justin
Smith, James Stuart, Stephanie Bryant, Clay
Gardner, Jon Rosebaugh, Martino G., Brent P.
Newhall, Robert Rees, Herman Duyker, Evan
Silberman, Larry Lade, Jason Pitre, Stras
Acimovic, Julie Southworth, Lukas Myhan, Ben
Wray, Joe Beason, Guillaume Carré, Joshua
Crowe, Quinn Murphy, Jason Wodicka, Anders
Smith, Philippe Dapelo, Jeremy Zimmerman,
Astra Kim, J Li, Nathan Harrison, Kairam Ahmed
Hamdan, Matthew Klein, Chad Reiss, John Leen,
Brian Johnson, Eileen Koven, Tayler Stokes,
Mike Sugarbaker, Tony Dowler, Noah Iliinsky,
Edoardo Baruzzo, Cheryl Trooskin-Zoller,
Michael Fujita Wight, Jonathan Reiter, Boris Karl,
Sean Riedinger, Lapo Luchini, Flavio Mortarino,
Lester Ward, Jessica Hammer, Gregor Hutton,
Vincent Baker, Christoph Boeckle, Jonathan
Walton, Epidiah Ravachol, Jeremy Glick, Iacopo
Benigni, Darla Magdalene Shockley, Kirt
Dankmyer, Abi Nighthill, Raffaele Manzo, Adam
Kenney, James Mendez Hodes, Rachel Swirsky,
Ewen Cluney, Peter and Carolyn Lehman.
Regla Opcional
Puedes, si lo deseas, leer "sentir intensamente" en
lugar de "sentirse abrumado por".
Regla Opcional
Si lo desea, puede permitir que su cuaderno sea
destruido por eventuales procesos naturales, en
lugar de una destrucción física inmediata. Si eliges
hacer esto, pierdes un punto.