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Una zona de vida es una región biogeográfica que está delimitada por

parámetros climáticos como la temperatura y precipitaciones, por lo que se presume que dos


zonas de clima similar, desarrollarían formas de vida similares.
El concepto de zona de vida fue desarrollado por el naturalista estadounidense Clinton Hart
Merriam en 1889 como una forma de describir áreas con similares comunidades de plantas y
animales. Merriam observó que los cambios en estas comunidades con el aumento de la
latitud, para una elevación constante, eran similares a los cambios observados con un
aumento en la elevación, para una latitud constante.
Leslie Holdridge hizo uso primero de un «Sistema Simple para la Clasificación de las
Formaciones Vegetales del Mundo», que luego amplió para cambiar el concepto de
formaciones vegetales por el de zonas de vida, ya que sus unidades no solo afectaban a la
vegetación sino también a los animales y, en general, cada zona de vida representa un hábitat
distintivo desde el punto de vista ecológico y en consecuencia un estilo de vida diferente.

El sistema de zonas de vida Holdridge (en inglés, Holdridge life zones system) es un


esquema para la clasificación de las diferentes áreas terrestres según su comportamiento
global bioclimático. Fue desarrollado por el bótanico y climatólogo estadounidense Leslie
Holdridge (1907-99) y fue publicado por vez primera en 1947 (con el título de Determination of
World Plant Formations from Simple Climatic Data) y posteriormente actualizado en 1971 (Life
Zone Ecology).1
Las zonas de vida es una división mayor de la superficie terrestre, un antecedente de los
actuales biomas.
Esas asociaciones definen un ámbito de condiciones ambientales, que junto con los seres
vivientes, dan un conjunto único de fisonomía de las plantas y actividad de los animales;
aunque es posible establecer muchas combinaciones, las asociaciones se pueden agrupar en
cuatro clases básicas: climáticas, edáficas, atmosféricas e hídricas.

Un supuesto básico del sistema es que tanto los tipos de suelo como la vegetación


clímax pueden delimitarse una vez que se conoce el clima
Diseñado en principio para ser aplicado en áreas tropicales y subtropicales, el sistema se
aplica ahora globalmente y proporciona buenos resultados en zonas de
vegetación tropical, mediterránea y boreal, aunque es menos aplicable a zonas de climas
oceánicos fríos o áridos fríos, donde la humedad se convierte en un factor determinante. El
sistema ha encontrado un buen uso en valorar los posibles cambios en los patrones naturales
de la vegetación debidos al calentamiento global.4
El sistema de Holdridge hace uso de las biotemperaturas en lugar de los sesgos de las zonas
de vida en las latitudes templadas del sistema de Merriam y en principio no considera la
elevación. El sistema de Holdridge se considera más apropiado a las complejidades de la
vegetación tropical que el sistema de Merriam.
En este sistema las zonas biogeográficas se clasifican según los efectos biológicos de la
temperatura y las precipitaciones en la vegetación, en el supuesto de que estos dos
factores abióticos son los principales determinantes del tipo de vegetación que se encuentra
en una zona. Holdridge utiliza 4 ejes (biotemperatura, precipitación, piso altitudinal y región
latitudinal) para definir las llamadas 30 «provincias de humedad», que son claramente visibles
en el diagrama de Holdridge. Ya que su clasificación ignora en gran medida el suelo y la
exposición al sol, Holdridge reconoció que estos elementos, eran factores importantes, a
veces demasiado, en la determinación de los biomas.

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