la bahía de Paracas es una reserva nacional, declarada y protegida como tal
desde 1975, por conservar uno de los ecosistemas más ricos del mundo en fauna marina, así como servir de refugio natural para una notable diversidad de especies y aves migratorias. Pelicanos, flamencos, cóndores y pingüinos son algunos de los asiduos visitantes a esta reserva. Lobos marinos, nutrias, bufeos, tortugas y ballenas coexisten también en este auténtico paraíso animal, junto a una variedad de reptiles y crustáceos que llenan de vida silvestre esta bahía, única en el Perú y en el mundo entero. • Empresas que actualmente tienen en concesión el puerto de San Martín que, irónicamente, se encuentra en la misma bahía de Paracas, en lo que se denomina su ¨zona de amortiguamiento¨. Esto significa que por su ubicación adyacente al área protegida, también requiere un tratamiento especial para garantizar la conservación del área que protege o amortigua, según lo dispone la Ley de Áreas Naturales Protegidas (Ley 26834). • No obstante, a pesar que ya tenían, extrañamente, un Estudio de Impacto Ambiental aprobado por el MTC (en el 2016) y actividades portuarias en curso, decidieron ir por más. Así, en el 2018, el TPP decidió solicitar la modificación de su Estudio de Impacto Ambiental, para transformar el puerto de Paracas en un megapuerto que pudiese competir con el mismo puerto del Callao • el TPP solicitó que se le autorice la construcción de un almacén de concentrado de minerales, cuya capacidad llegaría a casi medio millón de toneladas de concentrados tóxicos de cobre y zinc, que -en ocasiones- pueden contener otras sustancias químicas, como plomo o arsénico