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En un sistema electro químico, si no tiene lugar el desplazamiento de iones en una determinada dirección, las
interfaces entre los electrodos y el electrólito se quedarían agotadas en los iones necesarios para alimentar las
reacciones de transferencia de carga que se producen en tales interfases. Por tanto, los movimientos y arrastres
de los iones son de vital importancia para que un sistema electro químico pueda funcionar con continuidad.
Un flujo de iones puede producirse de tres formas:
- Difusión: Fenómeno que se produce si en las distintas regiones de un electrólito hay diferencia de
concentración de iones, por lo que el gradiente de concentración resultante producirá un flujo de iones.
- Migración o conducción: Se produce cuando existen diferencias de potencial entre distintos puntos de
un electrólito, por lo que el campo eléctrico resultante es causa de un flujo de cargas en el sentido del
campo.
- Convección: Producido cuando existen diferencias de densidad o de temperatura entre distintos puntos
del electrólito, donde el líquido empieza a desplazarse como conjunto, o bien unas partes del mismo con
respecto a otras.
En el presente tema se considerarán el flujo de iones por difusión ya que las soluciones estudiadas son netamente
electrólitos y el flujo por conducción porque a estas soluciones a nivel industrial se les aplica una diferencia de
potencial entre dos electrodos sumergidos en ellas con la ayuda de una fuente externa y es precisamente la
conductividad de estas soluciones el objeto principal de este estudio. La convección, en cambio, se refiere a
todos los fluidos en general, ya sean gases o líquidos y no solo específicamente a electrólitos.
2. DIFUSIÓN EN ELECTRÓLITOS
Como ya se mencionó, uno de los mecanismos básicos del transporte iónico es la difusión, ésta aparece como
consecuencia de un desequilibrio químico. Este tipo de transporte se produce cuando la concentración de las
especies que se difunden es diferente en las distintas partes del electrólito. Si se asume estado estacionario, la
ecuación deducida es idéntica a la primera Ley de Fick, que relaciona el gradiente de concentración con el flujo.
dci
J i D
dx
Donde:
𝑚𝑜𝑙
Ji Flujo de difusión [
𝑐𝑚2 ∙𝑠
]
𝑚𝑜𝑙
ci Concentración de la especie 𝑖 [
𝑐𝑚3
]
𝑐𝑚2
D Coeficiente de difusión [
𝑠
]
Si la variación de los coeficientes de actividad no es significativa para la diferencia de concentración que es causa
de la difusión, entonces por fines prácticos, D es una constante.
El problema más importante de la primera ley de Fick es que sólo se limita a sistemas estacionarios en equilibrio,
por lo cual no es aplicable a procesos que no tengan lugar en estado estacionario, entonces debe recurrirse a la
c 2c
D 2
t x
Para simplificar la resolución de la ecuación anterior se hace uso de la transformada de Laplace que convierte la
ecuación diferencial parcial en una ecuación diferencial total fácil de integrar. Usando la transformada de
Laplace, la concentración de una especie que difunde se convierte en una función del tiempo y de la distancia al
sumidero causante de la difusión. En un medio donde la concentración inicial es c 0 , la solución analítica es:
1 1
2
2
2
2
1 2 t x x x 2
cc 1
0
exp 1 erfc
1 4 Dt D2 4 D t
D 2 2
La mayoría de los datos bibliográficos sobre coeficientes de difusividad de iones están dados para diluciones
infinitas en agua generalmente a 25 °C. Estos datos son escasos y son pocas las especies consideradas.
La siguiente tabla muestra una síntesis de las difusividades de los iones más relevantes en soluciones
consideradas ideales, es decir a dilución infinita.
Tabla N° 1. Valores de coeficientes de difusión de iones selectos a dilución infinita en agua a 25 °C.
cm 2 cm 2
Ion zi Di 105 Ion zi Di 105
s s
H+ 1 9.312 𝑂𝐻 − –1 5.260
Li+ 1 1.030 𝐶𝑙− –1 2.032
Na+ 1 1.334 𝐵𝑟 − –1 2.084
K+ 1 1.957 𝐼− –1 2.044
𝑁𝐻4+ 1 1.954 𝑁𝑂3− –1 1.902
Ag+ 1 1.648 𝐻𝐶𝑂3− –1 1.105
Tl+ 1 1.989 𝐻𝐶𝑂2− –1 1.454
Mg2+ 2 0.706 𝐶𝐻3 𝐶𝑂2− –1 1.089
Ca2+ 2 0.792 𝑆𝑂42− –2 1.065
Sr2+ 2 0.791 𝐹𝑒(𝐶𝑁)3−6 –3 0.896
Ba2+ 2 0.847 𝐹𝑒(𝐶𝑁)4−6 –4 0.739
Cu2+ 2 0.714 𝐼𝑂4− –1 1.448
Fe2+ 2 0.719 𝑆𝑂32− –2 0.959
Ni2+ 2 0.661 𝑆2 𝑂42− –2 0.885
Zn2+ 2 0.703 𝐶𝑙𝑂4− –1 1.792
La3+ 3 0.617 𝐵𝑟𝑂3− –1 1.485
𝐶𝑜(𝑁𝐻3 )3+
6 3 0.908 𝐻𝑆𝑂42− –1 1.330
A falta de una teoría rigurosa para la difusión en líquidos, existen aproximaciones que resultan útiles para
conocer el orden de magnitud en los cálculos, una de estas teorías toma como punto de partida la ecuación de
Nernst – Einstein:
uA
D k T
FA
uA
en la que , es la movilidad de la partícula A (es decir, la velocidad en estado estacionario que alcanza la
FA
partícula cuando se somete a la acción de una unidad de fuerza).
La influencia de la fuerza viscosa que actúa sobre un ion en disolución, se muestra en la relación de Stokes, más
conocida como Ley de Stokes.
F 6 r v
𝐹 Fuerza de rozamiento
𝑚
𝑣 Velocidad [ ]
𝑠
𝑘𝑔
ɳ Viscosidad de la solución [ ]
𝑚∙𝑠
𝑟 Radio del ion [m]
Se puede definir la movilidad absoluta u abs de las partículas que se difunden dividiendo la velocidad de arrastre
por la fuerza motriz de la difusión o por la fuerza viscosa de Stokes igual o de signo contrario.
vd vd 1
u abs
d 6 r vd 6 r
dx
Ahora bien, la expresión fundamental que relaciona el coeficiente de difusión y la movilidad absoluta se puede
escribir así:
D
u abs
kT
Donde:
𝑚2 ∙𝑚𝑜𝑙
u abs Movilidad absoluta [ ]
𝐽∙𝑠
𝐽
𝑘 Constante de Boltzmann [ ]
𝐾
kT
D
6 r
𝑟 radio efectivo de la molécula más el disolvente unido [m].
radio del ion o de la molécula que se difunde [m].
que enlaza el proceso de difusión y de flujo viscoso. Se debe considerar que la relación de Stokes – Einstein
describe muy bien la difusión de partículas esféricas grandes o moléculas esféricas grandes, en cuyo caso el
disolvente es como si fuese un medio continuo para la especie que difunde. Esta ecuación sólo se aplica a
disoluciones líquidas, y se cumple tanto mejor cuanto mayor es la molécula que se difunde con respecto a las
moléculas del disolvente.
Además de depender de la temperatura, viscosidad y densidad, se debe considerar que la difusividad también
depende de las interacciones iónicas y moleculares en soluciones multi componentes.
5. VARIACIÓN DE LA DIFUSIVIDAD CON LA TEMPERATURA
Como ya se mostró anteriormente, la difusividad (𝐷𝑖 ) varía con la temperatura de acuerdo a la ecuación de
Stokes-Einstein
kT
Di
6 r
kT1
Di ,1 6 r 1
Di , 2 kT2
6 r 2
de manera que:
T2 1
Di , 2 Di ,1
T1 2
El primer modelo de las interacciones ion-solvente fue el de Max Born (1920), que considera un ion representado
como una esfera con carga y un solvente como un continuo sin estructura
Para deducir exactamente todas las interacciones ion – disolvente, se debe conocer la estructura del disolvente,
es decir las disposiciones de todas las partículas que constituyen el disolvente y las fuerzas entre el ion y estas
partículas. Pero el disolvente, por ejemplo, el agua, puede tener una estructura bastante compleja.
6.1. MODELO DE BORN: UNA ESFERA CARGADA EN UN MEDIO CONTINUO
Un ejemplo muy crudo y aproximado de las interacciones ion – disolvente, fue el sugerido por Born en 1920. En
el modelo de Born, un ion era considerado como una esfera rígida (de radio 𝑟𝑖 ), que posee una carga 𝑧𝑖 𝑒0 (𝑒0 es
la carga del electrón) y el disolvente se considera que es un continuo carente de estructura (Figura 1). Así, el
problema de la interacción ion – disolvente, asume la siguiente forma: ¿Cuál es el trabajo realizado al transferir
una esfera cargada desde el vacío a un medio continuo (Figura 2)?
Ion
Núcleo
ri
Nube electrónica
a)
Es equivalente a
Continuo
Disolvente con
estructura b)
Figura 1. El modelo de Born para las interacciones ion – disolvente considera: a) que un ion es equivalente a una esfera
cargada y b) que el disolvente, con una estructura, es equivalente a un continuo carente de estructura.
Vacío
Es equivalente a
Continuo
Figura 2. El modelo de Born considera la energía libre de las interacciones ion – disolvente, como igual al trabajo de
transferencia de una esfera cargada (de radio ri y carga zi e0 ) desde el vacío a un continuo (de constante eléctrica s ).
1) El ion (o esfera cargada) se considera primeramente en un vacío y se calcula el trabajo W1 necesario para
privarlo de su carga zi e0 .
2) Esta esfera descargada se introduce en el disolvente; este proceso no implica trabajo, es decir W2 0 a
causa de que el trabajo de intervención se supone que nace de la carga del ion.
3) Después se restablece la carga de la esfera hasta el valor que tenía, en el interior del disolvente, es decir,
como se dice, la esfera se carga hasta el valor zi e0 y se calcula el trabajo de carga W3 .
4) Finalmente se transfiere el ion desde el disolvente al vacío. Como este proceso de transferencia es el
opuesto al que participa en la definición de la variación de energía libre ∆𝐺𝐼−𝑆 de las interacciones ion –
disolvente, el trabajo asociado con este último paso del ciclo, es decir la transferencia de un ion desde el
disolvente al vacío produce –∆𝐺𝐼−𝑆 .
Si ahora se iguala a cero la suma de los trabajos parciales asociados con los pasos que forman el ciclo, se obtiene:
W1 W2 W3 W4 0
o sea
es decir
Esfera descargada
No se produce trabajo
electrostático
Disolvente
Esfera cargada
Figura 3. Método para calcular el trabajo de transferencia de una esfera cargada desde el vacío a un disolvente mediante
un ciclo termodinámico.
La teoría clásica de las interacciones ion – ion es la de Debye-Hückel, considera un ion de carga positiva (+1)
rodeado de una nube de carga negativa (-1)
Introduce tres conceptos:
- Nube de carga
- Fuerza iónica (I)
- Coeficiente de actividad iónico medio ()
7.1. ACTIVIDAD
0 0 0
𝜇𝑁𝑎𝐶𝑙 + 𝑅𝑇 ln 𝑎𝑁𝑎𝐶𝑙 = 𝜇𝑁𝑎 + + 𝑅𝑇 ln 𝑎𝑁𝑎 + + 𝜇𝐶𝑙 − + 𝑅𝑇 ln 𝑎𝐶𝑙 −
𝑎𝑁𝑎𝐶𝑙 = (𝑎± )2
𝑎 = 𝛾 ∙ [𝑀]
0 + − + −
𝜇𝑁𝑎𝐶𝑙 (𝑎𝑐) = 𝜇𝑁𝑎𝐶𝑙 (𝑎𝑐) + 𝑅𝑇 ln[𝑁𝑎 ][𝐶𝑙 ] + 𝑅𝑇 ln 𝛾 𝛾
1
𝛾 ± = (𝛾 + 𝛾 − )2
En 1923, el holandés, Peter Debye y el alemán, Erich Hückel, establecen los principios de una nueva teoría que
logra explicar el comportamiento de los electrolitos fuertes. A continuación, se detallan los elementos básicos
de esta teoría:
1. Los electrolitos fuertes se disocian por completo en iones.
2. Las desviaciones observadas respecto del comportamiento ideal de las soluciones se atribuyen a las
interacciones eléctricas entre los iones.
3. El postulado básico de la teoría es el concepto de que cada ion está rodeado por una atmósfera iónica
de carga opuesta.
4. La desviación del comportamiento ideal del ion 𝑖 se debe a sus interacciones eléctricas con otros iones.
5. La desviación se expresa como diferencia de potencial químico.
𝜇𝑖 (𝑖𝑑𝑒𝑎𝑙) = 𝜇𝑖0 + 𝑅𝑇 ln 𝑐𝑖
Donde 𝑐𝑖 representa la molalidad de la especie 𝑖 y 𝜇𝑖0 es el estado estándar para esta unidad de
concentración. Las especies que obedecen a esta ecuación se denominan ideales. Sin embargo, las
disoluciones iónicas distan mucho de este comportamiento, para ellas se tiene que:
𝜇𝑖 − 𝜇𝑖0 ≠ 𝑅𝑇 ln 𝑐𝑖
𝜇𝑖 (𝑟𝑒𝑎𝑙) − 𝜇𝑖 (𝑖𝑑𝑒𝑎𝑙) = 𝑅𝑇 ln 𝛾𝑖
Apuntes de Docencia PRQ-3212 Electroquímica Industrial Ing. Aleida García A.
∆𝜇𝑖 = 𝑅𝑇 ln 𝑎𝑖 − 𝑅𝑇 ln 𝑐𝑖 = 𝑅𝑇 ln 𝛾𝑖
ɸ ∙ 𝑧𝑖 ∙ 𝑒0 = 𝑅𝑇 ln 𝛾𝑖
𝑧𝑖 ∙ 𝑒0 − 𝑟
ɸ= 𝑒 𝑏
4𝜋𝜀0 𝜀𝑟 𝑟
La ecuación de Debye – Hückel permite calcular el trabajo eléctrico de introducir una carga eléctrica en el radio
de influencia del ion central 𝑖.
−𝑧𝑖2 ∙ 𝑒𝑐2
ln 𝛾± =
4𝜋𝜀0 𝜀𝑟 𝑘𝑇𝑏
|𝑧+ 𝑧− |𝐹 2
ln 𝛾± = −
8𝜋𝜀𝑁𝑅𝑇𝑏
log 𝛾± = − |𝑧+ 𝑧− | 𝐴 √𝐼
Ecuación que se conoce como Ley límite de Debye – Hückel, donde 𝐼 es la fuerza iónica, 𝐴 es una constante y
depende de la temperatura y de la constante dieléctrica del disolvente. Para soluciones acuosas a 25°C: 𝐴 =
1 3
0.51 [𝑚−2 𝑑𝑚−2 ] .
La ecuación de Debye – Hückel se aplica sólo a soluciones infinitamente diluidas. Pero da buenos resultados para
electrolitos univalentes de concentración aproximada a 0.1 mol dm -3 Para soluciones más concentradas tiene
que modificarse. La fuerza iónica de una solución está dada por la relación:
1
𝐼 = ∑ 𝑐𝑖 𝑧𝑖2
2
Siendo 𝑎 = 𝛾 ∙ 𝑐
Por tanto: 𝑎 = 𝑐, es decir que las concentraciones pueden usarse directamente en vez de las actividades.
La ecuación límite de Debye – Hückel permite calcular los límites de concentración debajo de los cuales se puede
justificablemente usar concentraciones en vez de actividades relativas. Es decir, si el valor de 𝛾 está entre 0.95 –
1.00.