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Como se aprecia en el cuadro anterior las leches difieren ampliamente en su composición de acuerdo a
especie de la que proviene: la humana es una de las más pobres en proteínas; la de oveja, búfalo y rena, por
el contrario, son las más ricas en proteínas.
Proteínas de la leche de vaca: Entre el 3 y el 3,5% de la leche de vaca, está formado por proteínas. Estas
proteínas se distribuyen en seroproteínas o proteínas solubles, caseínas y otras sustancias nitrogenadas de
naturaleza no proteica. La leche de vaca es un alimento animal rico en proteínas completas, lo que significa
que puede cubrir las necesidades de aminoácidos de nuestro organismo.
Proteínas de la leche de cabra: En comparación con la leche de vaca, la leche de cabra tiene proteínas de
menor tamaño, lo que hace que esta leche sea más fácilmente digestiva por nuestro organismo. Por lo
tanto, esta leche puede tomarse por personas que tengan algunas alteraciones gástricas o úlceras para los
cuales, la leche de vaca podría ser más difícil de asimilar. La leche de cabra también es una alternativa para
quienes tengan alergia a las proteínas de la leche de vaca.
En la actualidad, el hombre utiliza para alimentarse en gran escala, un sucedáneo de la leche materna
de su propia especie, la leche de vaca. Las razas vacunas que hemos creado, más difundidas en el
mundo destinadas a la producción lechera principalmente de la raza Jersey, Brown Swiss y Holstein.
Lactosa Cenizas
Las sustancias nitrogenadas constituyen la parte más compleja de la leche. Dentro de estas sustancias están
las proteínas (las más importantes) y las sustancias no proteicas. Las sustancias proteicas de la leche pueden
clasificarse en tres grupos:
Se distinguen principalmente tres grupos: caseínas que se encuentran en la leche como micelas en
suspensión al contrario que las proteínas del suero con fase soluble, constituida por diferentes polímeros
proteicos hidrófillos que se denominan seroproteínas (lactoglobulinas alfa y beta, seroalbumina e
inmunoglobulinas). Por otra parte, las proteínas de la membrana del glóbulo de grasa se hallan adsorbidas
en la película que rodea a los glóbulos grasos, no se conocen muy bien la naturaleza de estas proteínas, pero
sí se sabe que la eliminación de esta película suele dar lugar a la aparición de “grasa libre” capaz de alterar
las características de solubilidad de la leche en polvo. Estas proteínas sólo se pueden separar por acción
mecánica, por ejemplo al batir la nata de la leche para elaborar mantequilla.
El suero lácteo es quien contiene en gran proporción estas proteínas hidrosolubles. Algunas de las
aplicaciones del suero lácteo tienen lugar en la industria de bebidas, el yogur, los quesos untables,
en la industria cárnica, en embutidos, la panificacion, la confiteria e, inclusive, en la industria
farmaceutica. Actualmente se está aprovechando las propiedades funcionales de sus proteínas,
como son: gelificación, retención de agua, solubilidad, emulsificación, espesado, espumado,
absorción y retención de lípidos, y ciertos aromas y sabores.
Caseína. La caseína representa cerca del 80% de las proteínas presentes en la leche y el 3.3 % en la
composición de la leche líquida.
especie
componente
humana bovina ovina caprina
proteínas (% del total lácteo) 1,3-1,5 3,2-3,5 5,4-6,0 3,1-4,0
caseínas (% del total proteico) 44,9 82,5 84,8 81,3
(De los datos de dicha tabla se deduce que la leche de la especie humana no sólo contiene menor
proporción de proteínas, sino que además, contiene menos cantidad de caseínas que las otras especies)
Físicamente la caseína es un sólido blanco-amarillento, sin sabor ni olor, insoluble en agua. Químicamente,
la caseína es una fosfoproteína presente en la leche y en algunos de sus derivados (productos fermentados
como el yogurt o el queso). En la leche, al pH d 6.6, la caseína se encuentra en su estado soluble asociada al
calcio formando el caseinato de calcio.
Cuando la acidez de la leche se incrementa, por acción de la adición de ácido o por acidificación natural, el
ácido remueve al calcio y al fosfato del caseinato de calcio, transformándolo en caseína. La caseína se
coagula y precipita cuando el pH desciende a 4.6 (punto isoeléctrico de la caseína, donde la caseína se
encuentra en su punto de menor solubilidad). La coagulación se reconoce por la formación de la cuajada,
que además de caseína, arrastra grasa, agua y algunas sales. Esta masa coagulada es la que después de
prensada, salada y madurada se convertirá en queso. Las leches de los camélidos sudamericanos son pobres
en caseína, por lo que de ellas no se puede obtener quesos. A pesar que la caseína no se coagula
comúnmente en el hervido, podrá haber coagulación, si la leche estuviera ligeramente ácida o si se emplean
temperaturas elevadas por encima de los 130°C por un cierto tiempo.
Obtención de la caseína:
La caseína se obtiene coagulando leche descremada (la mayor parte de las proteínas lácteas son retenidas
en la leche descremada tras la separación de los glóbulos grasos) con ácido clorhídrico diluido, así se imita la
acidificación espontánea. Los coágulos se decantan, se lavan con agua, se desecan y finalmente se muelen.
Aplicaciones de la caseína:
Otra deficiencia, para algunos niños, es su alimentación que se ha reemplazado de manera gradual la leche
de mujer por la leche de vaca. El principal problema que esto origina es la sensibilidad alérgica a las
proteínas de leche de vaca. En la composición proteica de la leche existen varias proteínas con potencial
alergénico. Entre ellas destacan la ß-lactoglobulina (proteína muy alergénica), las caseínas (c ausante de la
persistencia de la alergia) y la a-lactoalbúmina.
La leche en polvo descremada (exenta de agua y grasa) se utiliza en panadería y pastelería para mejorar la
capacidad de la harina de trigo de adsorber agua, a la vez que aumenta la viscosidad de la masa, con lo que
facilita la operación de amasado; a fin de incrementar las propiedades relacionadas con el horneado de las
harinas de trigo de baja calidad; reforzar la estructura y consistencia; retrasar la pérdida de humead
prolongando la tersura de la miga; mejorar el color de la corteza y el gusto y, retrasar los procesos de
deterioro (retrogradación del almidón que produce el envejecimiento). La leche en polvo destinada a
productos de panadería y pastelería debe de elaborarse calentando previamente la leche a 80-85º C durante
30 minutos antes de la deshidratación, de tal manera que se promueva la desnaturalización de las proteínas
del suero, promoviendo la interacción proteína-proteína, el empleo de leches en polvo en la elaboración del
pan de molde no sometidas a este pretatratamiento térmico provoca masas excesivamente blandas, que
crecen poco en las cámaras de dilatación produciendo un pan con poco volumen.
Las proteínas del suero (lactoalbúminas) poseen características ideales para la obtención de batidos,
utilizándolas para mantener y estabilizar espumas en pastelería, por ejemplo, en la formación y
estabilización de las burbujas de aire para mantener la consistencia en helados y cremas. Las proteínas de
suero se emplean en confitería (caramelos, dulces de chocolate, caramelos blandos, helados, etc.)
fortaleciendo la retención de agua y limitando el crecimiento de cristales.