Introducción

Uno de los principales inconvenientes que presentan nuestras comunidades en la

decreciente en los valores de nuestros jóvenes, lo que culmina en un mal manejo
administrativo del país, el aislamiento de sus individuos. Es por tal razón, inculcarle a
nuestros nuevos jóvenes un comportamiento ético frentes a las dolencias de nuestras
comunidades,
Conocer la manera en la que influye, el proceder del docente sobre el alumno, es
de suma importancia, en el desarrollo del proceso educativo.  Puesto que de esta
manera, el maestro, puede medirse en la manera en la que se desenvuelve en aquellos
lugares en los que pueden frecuentar los estudiantes.
          El objetivo principal de este informe es resaltar la diferencia entre la práctica
docente versus ética docente.
1-¿A qué hacemos referencia cuando aludimos a la ética profesional del docente?,
¿Cómo se forma éticamente a un profesor?, ¿Qué se debe tener en cuenta?

          Al hablar de la ética profesional del docente, aludimos a la parte humana de las
personas que formamos, porque bien dice el artículo, nacemos humanos, más no
humanizados. Por lo tanto, el docente toma las bases morales sobre las cuales se han
forjado sus alumnos, y les infunde razonamiento crítico, para que éste pueda discernir, a
partir del mismo, entre lo que le favorece o no tanto al alumno en sí como en la
sociedad en la que se desenvuelve. Las universidades no forman profesionales porque
sí, sino para cumplir una función en la sociedad.
Para un docente ser formado éticamente, debe pasar por un proceso de
preparación tanto teórico, como práctica. Aunque la universidad funge de capacitador,
el buen docente hace de investigador y está dispuesto a dar cuenta de sí mismo.
Es decir, que aunque la universidad da las bases para que el docente pueda
encaminarse, por el sendero del razonamiento crítico y ético; es de forma intrínseca que
nace este sentimiento de responsabilidad hacia los alumnos.

Para esto se debe de considerar la influencia que ejerce el maestro sobre sus
alumnos, del profesional que será en el mañana. Y además resaltar el hecho de que
como dice la lectura,  educar no es una tarea fácil, pero no solo por los conflictos que se
han presentado a lo largo de la historia en el desarrollo de la misma, sino porque,
citándole nuevamente; se enseña a través del ejemplo, de la relación con el discente, es
decir que el docente se encuentra en una constante labor. El docente tiene que cuidar de
su proceder tanto en el centro, como fuera de este.

2- Elige 5 de los atributos  que según Jaume Carbonell, (2008, 9)  todo profesional
docente debe poseer. Coloca un ejemplo comentado en relación al maestro
dominicano.

De los atributos que debe poseer el docente, los cinco que más llamaron mi
atención, fueron:
1- El primero, Conocimiento de la persona a la que va dirigida su intervención.
Esta en particular, llama mi atención porque diversos autores incluyendo a Freire,
recalcan la importancia de conocer nuestro punto de partida antes de iniciar nuestra
labor.  En nuestras comunidades, lamentablemente, no es la mayoría de los docentes que
se integran al núcleo familiar del alumno, para conocerle y entenderle. Entiendo que ese
punto es una de las ventajas que trae consigo la escuela tradicional al menos en nuestro
país, porque antes el maestro si visitaba las casas de sus alumnos.
2- El segundo, relación empática. Este es de suma importancia, porque sin
darnos cuentas, muchas veces por ser duros de palabras en algunas circunstancias,
frustramos las metas de nuestros alumnos por no comprender una situación. Fuimos
alumnos, debemos comprenderles. Lamentablemente, este es otro peldaño que la
sociedad dominicana debe escalar, porque no estamos educando con amor en nuestras
escuelas. Maestros que les ponen sobrenombres a los alumnos, en estos días vi un video
deplorable que actualmente circula en las redes sociales, donde se ve una maestra
incentivando a los alumnos a pelear. Aunque no son los más, los que cometen esta clase
de fechoría, desafortunadamente, hay una gran parte que aunque no lo repiten, se
quedan nulos ante tal atrocidad.
3- El sexto, Compromiso social, político. Este es un punto que los maestros de
nuestras escuelas debemos tomar en consideración; porque estamos formando,
dirigentes que no se duelen por las comunidades.   Líderes faltos de valores, que ven los
cargos políticos como grandes oportunidades para obtener riquezas para sí mismos.

4- el noveno, La cooperación y las redes sociales.  Aunque en las universidades

se utiliza este método con mucha frecuencia, en las escuelas aún nos quedamos con la
tiza y el pizarrón. Y no aprovechamos el amor que le tienen los niños y jóvenes a las
redes sociales, para utilizarlas como herramientas de enseñanzas.
5- Y por último, el décimo: esperanza por la satisfacción de ver crecer nuestra
sociedad. En esta descansan las demás. Porque la educación es un proceso, justamente
humano, social.

3- Expón tus reflexiones a partir de los planteamiento del autor del artículo en
función a estas preguntas ¿Influye el perfil e identidad ética del docente  en los
estudiantes?, y si es así ¿De qué manera influye sobre éstos?
Definitivamente, influye. La manera de transmitir de forma más eficaz y duradera es a
través del ejemplo. Y ese perfil que muestra el maestro, es la línea, a través de la cual se
guían los estudiantes. Y aun aquellos que no siguen el ejemplo, lo toman más fácil de
una persona que muestra un perfil decoroso que de aquella que no.
Recuerde que el análisis, la reflexión y la valoración personal son de vital importancia.
Incluya hoja de presentación, introducción y conclusión
Conclusión

El docente así tiene obligación de educar al alumnado con los valores esenciales de la
nacionalidad, pero sin tomar posiciones extremistas con la tradición y la herencia
cultural, pero sin cerrarse en los adelantos modernos; con el legado de nuestras gestas
históricas, de la cosmovisión occidental y cristiana que nos legaron nuestros mayores,
ellos deben inculcar en sus alumnos un acendrado patriotismo, ese patriotismo que
consiste sobre todo en defender a la patria no sólo de enemigos exteriores, sino también
de los enemigos interiores que amenazan su libertad, socavan su economía y corrompen
el ejercicio de la función publica