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Una vez que el docente elabora la ficha de detección escolar, acude al Departamento de
Consejería Estudiantil (DECE) para informar al profesional a cargo del estudiante
acerca de las dificultades que presenta, de esta manera el profesional solicita una
entrevista con el estudiante y posteriormente con el padre de familia o representante, lo
cual forma parte del eje de acción de intervención, permitiendo una valoración
psicopedagógica, pronostico y seguimiento de aquellos casos que se vinculen con
Necesidades educativas especiales asociadas o no a la discapacidad, determinando si
amerita una derivación para la atención externa a las instancias correspondientes en
coordinación con la UDAI.
Cuando la dificultad detectada requiere una derivación a una instancia externa, se hace
un informe para que el estudiante pueda ser evaluado pues como lo establece el modelo
de funcionamiento del DECE dentro de su directriz 4 “Ante dificultades en el proceso
de aprendizaje de los estudiantes, los profesionales del DECE no emitirán un
diagnóstico clínico de los mismos, aunque sí deberán identificar fortalezas y debilidades
de los estudiantes hacia el aprendizaje, desarrollando el plan integral de intervención.
Una vez que el estudiante ha sido derivado a la UDAI, se solicita el informe que
establece el posible trastorno o problema que el estudiante presente, pues solamente
dicha instancia publica es la única autorizada para realizar la evaluación
psicopedagógica, ya que cuenta con un equipo de profesionales capacitados para aplicar
los distintos instrumentos que son necesarios para determinar una NEE, posteriormente
se hace una reunión con los docentes del alumno que presenta la NEE y se solicita que
de acuerdo a las recomendaciones que se redacta en el informe de UDAI se hagan las
adaptaciones correspondientes al nivel que cada estudiante necesita en caso de que sean
requeridas, todo esto se da en el ámbito académico en el caso de requerir apoyo se
trabaja multidisciplinariamente con instituciones de salud para solicitar atención en las
áreas de psicología general, terapia del lenguaje, terapia ocupacional, terapia física,
entre otras conforme a cada caso.
Finalmente se hace un seguimiento del caso donde se mantiene contacto frecuente con
el estudiante para analizar los avances, observaciones o rectificaciones que sean
requeridas a fin de contar con propuestas educacionales flexibles y alternativas que
permitan la inclusión y permanencia de aquellas personas que requieran atención
prioritaria, de manera particular personas con discapacidades, personas con NEE no
asociadas a la discapacidad, adolescentes y personas en situaciones de vulnerabilidad.