Está en la página 1de 2

Somos lenguaje y desde ahí nos comunicamos

A propósito de las habilidades comunicativas


Carlos Gómez

“En toda la simpleza se debate la palabra

Como si temiese perder su silencio

En toda la simpleza se debate la vida

Como si temiese perder su palabra”

El mundo y sus cosas son textos en sí mismos, el hombre y sus actos también lo
son. Es muy atractivo percibir como los signos se confabulan para decir algo, los
significados están circulando permanentemente y se dejan leer, analizar e
interpretar. Somos lenguaje y desde ahí se establece una comunicación infinita.

Hemos de empezar aclarando que un texto no se limita a un escrito, se extiende a


todo, es así, que el texto (como variante de textil) es un tejido, una red una
urdimbre de significación y de sentido. Una ciudad es un texto, como lo es una
pintura, la cuadra de tu casa, el barrio como lugar de vida, la partitura, la sociedad
y la cultura.

Cada quien es un texto andante que se deja leer, que se deja escribir. Las
acciones humanas en tanto desarrollos y creaciones son también tejidos con
carga simbólica. Las epistemes, igualmente son narraciones dinámicas que han
ido evolucionando con el arte de la interpretación y el análisis.

Ahora bien, ¿cómo fortalecer las competencias comunicativas, entendidas estas


no como una pugna o competición sino más bien como habilidades sino más bien
como la adquisición de conocimientos (saber), habilidades ( saber hacer),
actitudes (querer hacer)?

Es un hecho que somos lenguaje y con esa condición y una adecuada


comunicación hemos conseguido unos desarrollos inimaginables en el mundo de
la vida…en el tiempo de la vida. Nos hemos organizado para hacer construcciones
magníficas, para hacer tratados de cooperación, para leer los astros, para escribir
la historia.

Recordando a Deleuze nuestra comunicación con el mundo se puede evidenciar


en tres categorías: los preceptos, los afectos y los conceptos, esto es, que los
sentidos son fundamentales al momento de comunicarnos con lo otro, es decir con
algo o con alguien. Las competencias comunicativas entonces, serán las que
definirán las interacciones con otras personas y con el entorno.

Con base en lo anterior, podemos inferir sin esfuerzo alguno que la formación en
competencias comunicativas es una tarea ineludible en los ámbitos educativos.
Daniel Cassany nos recuerda que las habilidades comunicativas básicas son
escuchar, hablar, leer y escribir. Por consiguiente, los currículos deben ajustarse a
este propósito ser competentes en comunicación, muy seguramente los actores
presentes en el proceso educativo tendrán otra relación con el conocimiento,
acaso más reflexiva, y más práctica.

No podemos afirmar que el bajo desarrollo de las habilidades comunicativas


básicas --escuchar, hablar, leer y escribir-- sea el común denominador de los
estudiantes en la universidad en general y en la facultad de ingeniería en
particular, pero si son muy notorias las deficiencias, en estos aspectos, en la
mayoría de ellos. Esta situación prevalece. a pesar de que en el transcurso de los
primeros semestres se incluyen asignaturas que en sus propósitos exigen una
adecuada competencia comunicativa para la comprensión oral y escrita, para la
redacción de informes, para la construcción de ensayos.

También podría gustarte