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A 8 de mayo de 2017.
2
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN
Trascendencia y significado histórico ………………………. p. 4
Problemática de las Fuentes Clásicas ………………………. p. 4
Reconstrucciones y Bibliografía …………………………….. p. 5
La acción en la estrategia global ……………………………. p. 6
2. LAS FUERZAS ENFRENTADAS …………………………………. p. 7
Ejército romano
Ejército cartaginés
Valoración y balance
3. LOS ESTRATEGAS ………………………………………………. p. 12
Ejército romano
Ejército cartaginés
4. LA PREPARACIÓN ………………………………………………. p. 14
Ejército romano
Ejército cartaginés
5. LOS PLANES ENFRENTADOS …………………………………. p. 15
6. EL DESARROLLO …………………………………….………….. p. 16
7. CONSECUENCIAS DE LA BATALLA …………….…………… p. 19
8. VALORACIÓN CRÍTICA DE LA BATALLA …………………. p. 21
9. APÉNDICE ………………………………………………………… p. 23
10. BIBLIOGRAFÍA ……………………………...…………………… p. 27
3
1. INTRODUCCIÓN
La Batalla de Ilipa, llamada así por la ciudad que tenía más próxima
geográficamente, Ilipa Magna (actual Alcalá del Río, en Sevilla), fue un enfrentamiento
militar ocurrido en la primavera del año 206 a.C. Se trata de la última batalla perpetrada
entre romanos y cartagineses en la Península Ibérica, durante la Segunda Guerra Púnica
(218 – 201 a.C.). Pasó a la historia como la batalla definitiva que supondría la conquista
total de la Península Ibérica por parte de Roma y, a su vez, una de las más importantes
derrotas cartaginesas dentro del territorio hispano. A partir de este momento,
comenzaría el proceso de romanización de Hispania; la conquista de todo el territorio
peninsular fue una labor que acarreó dos siglos más1.
La batalla se conoce a través de los escritos de tres autores clásicos: Polibio, Tito
Livio y Apiano. El texto del primero está incompleto pero en él se basó el escrito por
Tito Livio, por lo tanto, ambas obras se complementan, además Livio también se basó
en la narración de una fuente griega. Aparentemente, donde acaba la de Polibio empieza
la de Livio. También hay que tener en cuenta que éste último escribía siempre a favor
de Roma, así que gracias a la parte de Polibio se pueden conocer los hechos de una
forma más verídica sin malinterpretaciones.
Por otro lado, Apiano utiliza una fuente antigua bastante verídica por lo que
parece y aunque su relato se resume en una serie de anécdotas del suceso, es decir, que
no contribuye a un extracto de gran comprensión, suele llevar a confusión en algunas
1
GOLDSWORTHY, A. (2008), p 290.
2
MILLÁN LEÓN, J. (1986), p. 283.
4
partes. De todas formas, detalles como la ubicación de la batalla parecen bastante
certeros al igual que otros términos en los que coincide con las otras fuentes cuyo punto
en común es Polibio, quien estuvo realmente en esta batalla y en otras muchas que
protagonizó la familia Escipión.
Reconstrucciones y Bibliografía
Las reconstrucciones que se han hecho de esta batalla parten, totalmente, de las
fuentes clásicas. De este modo, autores como Adrian Goldsworthy, en su monografía La
caída de Cartago (2008) y José Millán León, en La Batalla de Ilipa (1985) – de las que
se ha sacado la mayor parte de la información para este trabajo – se han servido de ellas
3
MILLÁN LEÓN, J. (1986), pp. 285 – 287.
4
FOTOS Y OTRAS PEREGRINAS CURIOSIDADES… [en línea]. “Ilipa Magna. La batalla decisiva”.
Publicado el 04/03/2012 por Fernando J. Ruiz. En:
http://fotosyotrasperegrinascuriosidades.blogspot.com.es/2012/03/ilipa-magna-la-batalla-decisiva.html
[Consulta: 01/05/2017]
5
MILLÁN LEÓN, J. (1986), pp. 290 – 292.
5
para contar la trascendencia que tuvo, junto a las secuencias y sucesos que se dieron en
el 206 a.C. La primera obra, narra la historia del Imperio Cartaginés así como las dos
Guerras Púnicas. Detallada información que contrasta con las fuentes y con otros
trabajos de diferentes autores. Ha sido una obra muy útil para conocer el contexto
histórico de aquél momento, al igual que para conocer los detalles de cada ejército y las
trascendencias y sucesos de la batalla. El segundo, es un artículo escrito para la revista
Habis, por parte de José Millán León, que compara las fuentes con el objetivo de
localizar geográficamente el lugar donde dio lugar este suceso. Ha sido de gran ayuda
para comparar las fuentes y saber qué explica cada una sobre los hechos acontecidos, así
como para localizar en el mapa el lugar actual de la batalla, junto a información extra
sobre el contexto histórico e información de cada uno de los personajes relevantes que
tuvieron protagonismo en ella.
Otra forma de entender las batallas históricas son los vídeos que las recrean. De
hecho, en la plataforma Youtube existen numerosos vídeos sobre esta batalla, pero para
este trabajo se han elegido solamente tres, que a nuestro parecer son los más válidos: el
primero6 ha servido de manera eficaz para completar este trabajo. Explica de manera
sencilla la batalla y los objetivos de cada bando, a través de reproducciones, esquemas y
mapas. De igual modo, el segundo vídeo7, detalla lo mismo pero con nuevos detalles. El
tercero8 explica lo sucedido a través del videojuego llamado Total War II: Rome II,
gracias a la reconstrucción en 3D de la batalla. Visualizar vídeos de este género, es
producente, ya que es una buena forma de visualizar los hechos ya que ayuda a entender
mejor los acontecimientos.
6
YOUTUBE [en línea]. “La batalla de Ilipa”. Publicado el 04/10/2013 por Javitrin Vega. En:
https://www.youtube.com/watch?v=gWchE-URHDE&t=13s [Consulta: 05/05/2017]
7
YOUTUBE [en línea]. “Battle of Ilipa, 206 B.C.”. Publicado el 26/10/2010 por TheArtofBattle. En:
https://www.youtube.com/watch?v=1ro8vhlk_ow [Consulta: 05/05/2017]
8
YOUTUBE [en línea]. “Batalla de Ilipa – Cinemática Romell”. Publicado el 14/09/2016 por Juanki
Caese. En: https://www.youtube.com/watch?v=c4KUgC0MPgE [Consulta: 05/05/2017]
6
en cosechar relaciones con las tribus de la Península Ibérica que en intentar derrotar a
los romanos9. Pese a todo lo previsto, los cartagineses decidieron reunir a un enorme
ejército, a través de un gran esfuerzo, con la finalidad de derrotar de una vez por todas
al joven comandante romano. Por otro lado, el ejército de la Península Itálica tenía
como objetivo vencer a los cartagineses para asegurar el territorio y, finalmente,
marchar hacia el norte y volver a los cuarteles de invierno en Tarraco y sus
alrededores10.
Ejército romano
9
GOLDSWORTHY, A. (2008), pp. 328 – 329.
10
Ibíd., 330.
7
legión, se organizó de forma más formal y estricta; estaba financiada por la propia
República y el ejército se hizo profesional. Para entrar en el ejército había que jurar
fidelidad a los superiores y a no desertar; la falta de disciplina era algo que se castigaba
duramente. Durante esta época, además, solamente se reclutaban tres o cuatro legiones,
hasta la llegada de Escipión el Africano, momento en que la república de Roma contó
con hasta doce.
Las unidades con las que contaba el ejército romano durante la época
republicana eran tres: la caballería (equites), la infantería ligera (velites) y la infantería
pesada - su arma resolutoria -, a su vez organizadas en la legión. La legio (legión) se
agrupaba en diferentes manípulos, el cual organizaba a dos centurias (que podían no
estar constituidas por cien hombres exactamente, sino más bien por sesenta u ochenta).
En los flancos, llamados alae, se situaba, normalmente, la caballería (equites); los
velites estaban encabezando el ejército11.
La táctica militar predilecta del manípulo era la llamada triplex acies, que
consistía en tres líneas de soldados avanzando en columna, en disposición cuadrangular,
con los menos experimentados en vanguardia mientras que los soldados de primera y
los veteranos, iban detrás. El primer centurión marcaba la línea del frente y el segundo,
organizaba a la retaguardia. Los velites se organizan en vanguardia para unirse al resto
de velites del ejército de otros manípulos.
11
ADRIANAPOLIS [en línea]. “Armamento – Legión Romana Republicana”. Publicado el 13/09/2011.
En: http://adrianapolis.com/blog/la-legion-manipular-romana-parte-2%C2%AA/ [Consulta: 01/05/2017]
12
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 49.
8
grandiosa disciplina del ejército romano y a su gran preparación podían cambiar de
estrategia rápidamente, incluso durante la bruma de la batalla13.
13
ADRIANAPOLIS [en línea]. “Armamento – Legión Romana Republicana”. Publicado el 13/09/2011.
En: http://adrianapolis.com/blog/la-legion-manipular-romana-parte-2%C2%AA/ [Consulta: 01/05/2017]
14
Correa que cruzaba el pecho cuya función era sujetar las armas blancas. También podía usarse como
complemento del cinturón, cuya función era la misma.
15
ADRIANAPOLIS [en línea]. “Armamento – Legión Romana Republicana”. Publicado el 13/09/2011.
En: http://adrianapolis.com/blog/la-legion-manipular-romana-parte-2%C2%AA/ [Consulta: 01/05/2017]
9
En la batalla de Ilipa, según las fuentes, se estima que el ejército de Escipión el
Africano contó con aproximadamente 45.000 hombres de infantería y 3.000 equites.
Más de la mitad era latinos o romanos, quienes componían las dos legiones y las dos
alae, mientras que el resto lo componían tropas aliadas, como militantes de diferentes
tribus iberas que se habían unido a Roma16.
Ejército cartaginés
El ejército del Imperio cartaginés supuso una de las fuerzas militares más
grandes de la Antigüedad Clásica, sobre todo, en el periodo comprendido entre el siglo
VI a.C. y el siglo III a.C., comprendiendo su extensión sobre el norte de África y el sur
de la Península Ibérica.
16
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 330.
17
GÓMEZ DE CASO ZURIAGA, J. (2005), p. 75.
18
Ibíd., 81.
19
Ibíd., 82 – 83.
10
lado, estaban los helénicos y semihelénicos, con una doctrina militar de herencia
macedónica y que luchaban en falange. Por último, los libio-fenicios, hijos de
cartagineses; constituían los ciudadanos cartagineses del ejército.
Las fuerzas móviles, que fueron creadas por Amílcar Barca, las formaban los
elefantes y la caballería. Los elefantes21, que sustituyeron a los carros pesados, eran de
procedencia africana pues eran los más domesticables; a estas alturas de la guerra, no se
los consideraba un arma clave sino, más bien, una ayuda extra de la caballería, ya que
sólo eran útiles en ataque e inútiles en defensa22. La caballería, considerada su arma
resolutoria, estaba formada por una ligera y una pesada. La ligera la formaban los
númidas, quienes cabalgaban sin silla y corriendo en círculos, mientras arrojaban sus
lanzas - su misión era explorar y perseguir a las tropas enemigas para aumentar el
número de bajas -, mientras que la pesada la conformaban ciudadanos cartagineses,
soldados libio-fenicios - con yelmos, escudos blancos y corazas de hierro - y de tribus
20
Los ligures eran un pueblo de origen ibero que habitaba el sudeste francés y el noroeste italiano.
21
Los elefantes fueron capturados en el área del Sahara. Se trataba de una especie de menor tamaño al
asiático que hoy está extinta. Sus dimensiones permitían la colocación de una pequeña torre en la grupa
donde iban dos tripulantes y un arquero. Constituían un arma de doble filo, ya que al ser heridos o morir
su guía, podían volverse incontrolables y atacar a sus propias filas. Debido a esto, los guías poseían un
martillo y un cincel con el que matar al animal atravesando su espina dorsal.
22
GÓMEZ DE CASO ZURIAGA, J. (2005), pp. 85 – 91.
11
celtíberas23. Como fuerzas complementarias, el ejército cartaginés también poseía armas
de artillería, arqueros y honderos.
Valoración y balance
El ejército romano poseía una disciplina ejemplar cuya acción daba buenos
resultados, mientras que el ejército cartaginés contaba con un número superior de
hombres pero con doctrinas y disciplinas diferentes, además de los elefantes que
suponían un arma visual bastante potente. Pese a que los cartagineses ganaban en
número, Escipión, consciente de eso, sabía que sólo podría ganar la batalla con una
maniobra a modo de factor sorpresa. Por otro lado, a pesar de que ninguna de las dos
partes contaba con una gran superioridad en caballería, ésta suponía una parte menor del
total del ejército y el arma más potente. En la Batalla de Ilipa la maniobra clave y la
decisión final la tendría la infantería en orden cerrado25.
3. LOS ESTRATEGAS
Ejército romano
23
ARRE CABALLO! [en línea]. “El ejército cartaginés o púnico”. En: https://arrecaballo.es/edad-
antigua/cartago-y-las-guerras-punicas/el-ejercito-cartagines-o-punico/ [Consulta: 03/05/2017]
24
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 330.
25
Existían dos posibilidades a la hora de establecer la formación de las huestes en una batalla: orden
abierto y orden cerrado. El orden abierto colocaba a los soldados de forma dispersa, con una distancia
entre cada uno de ellos de metro y medio, lo que les ayudaba a utilizar ciertas maniobras que requerían un
gran espacio. Por otro lado, el orden cerrado eliminaba el espacio entre ellos, en el momento del ataque.
Para moverse por el campo de batalla se utilizaba el abierto, mientras que para atacar, el cerrado.
12
encontraba en retaguardia de la formación. Por otro lado, otros cargos oficiales del
manípulo eran los signifer, quienes portaban los estandartes, y los tesserarius, que
supervisaban a los centinelas durante la noche26.
Como figura dirigente del ejército romano hay que destacar a Publio Cornelio
Escipión, más conocido como Escipión el Africano, apodado así tras derrotar a Aníbal
en Zama, África, en el 202 a.C. Fue un importante político que se convirtió en general
durante la Segunda Guerra Púnica27. Su llegada a Hispania en el 210 supuso el cambio
favorable que el ejército de la Península necesitaba. En tan sólo cuatro campañas, dio la
vuelta totalmente a la guerra a favor de Roma y consiguió expulsar al enemigo del
territorio, lo que le aseguró fácilmente la elección al consulado en 205, pese a que no
llegaba a la edad mínima exigida para el cargo. Su victoria en el campo de batalla se
logró gracias a una gran preparación, planificación y un adiestramiento impecable, que
consiguió convertir a Roma en la potencia militar dominante durante, prácticamente,
los cinco siglos siguientes28.
Ejército cartaginés
26
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 49.
27
MILLÁN LEÓN, J. (1986), p. 283.
28
GOLDSWORTHY, A. (2008), pp. 335 – 336.
29
Este cargo siempre recaía sobre una persona de gran influencia dentro de las altas esferas políticas
cartaginesas.
30
Dentro del mismo Senado, el Consejo Sagrado constituía una de las instituciones fundamentales de la
antigua Cartago. Estaba formado por treinta senadores, quienes decidían dónde iban a estar los frentes,
quiénes los capitanearían, la administración del escenario de combate…
31
GÓMEZ DE CASO ZURIAGA, J. (2005), pp. 92 – 100; 125.
13
Destacaremos las figuras de los comandantes en jefe: Asdrúbal Giscón y Magón
Barca. El primero fue un general cartaginés que cooperó con los hijos de Amílcar Barca,
siendo mencionado por primera vez por las fuentes en Hispania en 214 a.C., y fue el
encargado de defender la Lusitania en la Península Ibérica. Magón Barca era el tercer
hijo de Amílcar Barca, hermano de Aníbal y Asdrúbal, que desempeñó un papel
importante como dirigente de las fuerzas de Cartago contra Roma en Iberia, la Galia e
Italia32.
4. LA PREPARACIÓN
Ejército romano
Escipión, pese a su juventud, fue un gran estratega militar. Dotó a sus soldados
de una gran preparación y disciplina en el campo de batalla a través de una serie de
entrenamientos y otras formas de adiestramiento que sabemos gracias a Polibio. El
historiador griego cuenta cómo los soldados romanos aprendieron a hacer tornar sus
caballos de izquierda a derecha y, viceversa, y a retroceder. También, los escuadrones
enteros aprendían a dar un cuarto de vuelta, a recuperar su puesto anterior, a dar media
vuelta en dos tiempos, a darla entera en tres, a partir repentinamente de las alae o del
centro de la formación en una o dos columnas, y a volverse a reunir sin perder el orden.
Además, los enseñaba a formar sobre una u otra alae, unas veces por vanguardia y otras
por retaguardia; aprendían a ser versátiles en el campo de batalla. (Plb., X, IV)33.
Ejército cartaginés
14
prestaban servicio durante largo tiempo, lo que garantiza que estarían entrenados de
forma efectiva y homogénea34.
Para Roma, la Primera Guerra Púnica (262 – 241 a.C.), significó la salida de la
Península Itálica, con el dominio de las tres islas próximas. El Imperio Cartaginés al
perder esos territorios, se quiso compensar con una política expansionista sobre el
territorio de la Península Ibérica, aprovechando las fuentes de metales de Andalucía de
la Ruta de la Plata, consideradas las más ricas de la zona del Mediterráneo en la
antigüedad. En estos momentos, las relaciones entre los dos bandos no eran del todo
hostiles. De hecho, se reemprendieron los contactos comerciales, por lo que era muy
común ver a comerciantes cartagineses trabajar en Roma y viceversa. La paz se firmó
en 241 a.C. y duró veintitrés años, si no se tiene en cuenta las hostilidades romanas en
Cerdeña en el 238, cosa que incrementó el resentimiento contra Roma por parte de toda
la población púnica35.
Tras las batallas en Sicilia, entre el 215 – 210 a.C., y el desastre romano del 211,
las huestes romanas consiguieron permanecer en un pequeño enclave al norte del
Ebro36. Fue enviado Escipión el Africano en 210 para salvar la situación y en la Batalla
de Baecula, del 208, se enfrentó por primera vez a los cartagineses tras la toma por
34
GOLDSWORTHY, A. (2008), pp. 35 – 36.
35
V. Fig. 1.
36
GOLDSWORTHY, A. (2008), pp. 169 – 172.
15
sorpresa de Qart Hadasht (la bautizada Cartago Nova, actual Cartagena) en 20937, cuyo
objetivo era frenar la marcha de Asdrúbal Barca hacia Italia, teniendo como resultado la
victoria para los latinos38. De esta forma, llegamos a la Batalla de Ilipa en 206 a.C., en
la que Escipión buscaba librar una batalla en campo abierto con la que finalizar la
guerra en Hispania de un solo golpe39, y, de hecho, lo logró.
6. EL DESARROLLO
1. Escaramuzas de tanteo
37
V. Fig. 2.
38
MILLÁN LEÓN, J. (1986), pp. 283.
39
GOLDSWORTHY, A. (2008), pp. 326 – 329.
40
MILLÁN LEÓN, J. (1986), p. 290.
41
Ibíd., 297.
42
V. Fig. 6. Representa tres fases, sin contar las escaramuzas de tanteo, el proceso de retirada y huida
final.
43
Masinisa (238 – 148 a.C.) fue el primer rey de Numidia, actual Argelia. Fue aliado de Cartago junto al
general Asdrúbal Giscón, para quien dirigía a sus jinetes númidas. Gracias a su participación consiguieron
liderar una exitosa campaña contra los romanos.
16
retroceder, viéndose presionados, hasta que este hecho se convirtió en desbandada, fruto
del pánico. Fueron perseguidos hasta sus propias líneas, con bajas incluidas (Plb. XI,
21, 1- 6; Livio XXVIII, 13, 6 – 10)44. Esta pequeña victoria levantó el ánimo del
ejército romano.
Durante los días siguientes, los dos ejércitos se vieron envueltos en pequeñas
escaramuzas que protagonizaban la caballería y las tropas ligeras, sin llegar a avanzar lo
suficiente como para entrar en combate. Con estas pequeñas avanzadillas seguían
simulando su coraje y su destreza, pese a que ninguno de los bandos salía a formar
demasiado pronto, lo que significa que ninguno de los dos quería comenzar el combate
inmediatamente. El bando cartaginés siempre era el primero en sacar sus tropas del
campamento y avanzar y, acto seguido Escipión sacaba a su propia columna a avanzar y
salir a las puertas del campamento, como respuesta.
Pronto Escipión, daría el primer paso, confundiendo al enemigo. Dio orden a sus
soldados para que estuvieran preparados en orden de batalla al amanecer del día
siguiente, no sin antes convocar a los tribunos en su consilium para dar nuevas órdenes
y explicar la maniobra que pensaba realizar al día siguiente, cuya acción alteraba el
orden de batalla establecido. Antes del alba, hizo salir a la caballería romana y a los
velites con orden de aproximarse al campamento enemigo lo más cercanamente posible.
Tras ellos, salió el resto del ejército formado en columnas45, las cuales se fusionaron
hasta formar una línea de combate: en el centro se situaron los guerreros iberos y en los
flacos, los romanos y latinos, cambiando el orden que utilizaba habitualmente. Fueron
avanzando hasta llegar al interior del campamento cartaginés, a quienes pillaron sin
haber tomado el desayuno aún. Asdrúbal respondió con su caballería y las tropas
ligeras, que lograron hacer retroceder a las romanas; se dio cuenta de que Escipión
había cambiado de estrategia y que era demasiado tarde para cambiar la suya46. Ambas
formaciones estuvieron una enfrente de la otra durante mucho tiempo (quizás durante
horas), mientras sus respectivas tropas ligeras continuaban luchando.
44
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 330.
45
Una columna es un modo de formación militar constituida por una sucesión de hileras de soldados,
colocadas una detrás de otra, ordenadamente.
46
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 331.
17
3. El despliegue
4. El choque
El ejército de Asdrúbal se quedó atónito ante esta maniobra, viendo cómo las
columnas romanas avanzaban de una forma tan arrogante hacia ellos. Asdrúbal se quedó
paralizado. No daba crédito a que el ejército de Escipión pudiera cambiar de maniobra
tan rápido. Sólo podía pensar en dos posibilidades, pero todas sin salida: si hacía
avanzar a los libios de la infantería para que se interpusieran a las alae romanas, sus
propios flancos iberos quedarían expuestos50. Por otro lado, si se decidía a cambiar de
47
No hay referencias sobre este personaje.
48
Cayo Lucio Marcio Séptimo era un miembro de la orden ecuestre que salvó la situación en el 211 a.C.,
por lo que Escipión lo trató con honores en próximas batallas, poniéndole al frente de una de las alae. De
hecho, fue muy popular entre las tropas, por lo que fue aclamado jefe del ejército y procónsul, cosa que el
Senado denegó, posteriormente.
49
Cfr. GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 332.
50
Ibíd., 332.
18
maniobra se arriesgaba a destrozar su ejército: lo único que lograría sería confundir a su
línea de combate, con pocas posibilidades de victoria. En definitiva, la maniobra
romana se calcula pudo durar alrededor de una hora, teniendo en cuenta el poco tiempo
de respuesta cartaginés.
Todas las alae romanas atacaron con ímpetu: los velites lanzaban armas
arrojadizas a los elefantes, desde ambos frentes, provocando la estampida de la gran
mayoría de ellos, dañando del mismo modo a romanos y cartagineses. Los soldados del
centro del ejército púnico siguieron sin implicarse durante algún tiempo hasta que
fueron atacados por los aliados indígenas de los romanos, con un ataque cuerpo a
cuerpo51.
5. La retirada cartaginesa
Pronto comenzarían a retroceder sobre sus pasos hasta que todo el ejército
cartaginés retrocedió, manteniendo sus filas. De esta forma, la presión comenzó a
aumentar cuando los romanos se lanzaron hacia delante logrando que su adversario
cayera y huyera hacia unas colinas próximas. Entonces, por un momento, parecía que se
comenzaban a organizar de nuevo para luchar pero cuando los romanos retomaron el
ataque, emprendieron de nuevo la desbandada total hacia su campamento52. Una fuerte
y repentina lluvia torrencial impidió que los romanos arrasaran el campamento
cartaginés. El mal tiempo lo único que simbolizó fue el fin de la batalla (Plb., XI, 24;
Livio, XXVIII, 12, 15; detalle omitido, en cambio, por Apiano) 53.
7. CONSECUENCIAS DE LA BATALLA
Inmediatas
Tras pasar toda la noche bajo la inmensa lluvia, Asdrúbal Giscón se dio cuenta
de que los contingentes iberos estaban abandonando a su ejército. De hecho, Escipión
entabló amistad con los caudillos de dos de las tribus: Edetón, líder de los edetanos e
Indíbil, líder de los ilergetes, quienes se unieron fielmente al ejército vencedor para que
51
V. Fig. 5.
52
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 333.
53
MILLÁN LEÓN, J. (1986), p. 294.
19
sus prisioneros indígenas fueran liberados. El resto de las tribus iberas se reunieron con
los romanos con el objetivo de crear una alianza con Escipión54.
54
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 334.
55
MILLÁN LEÓN, J. (1986), p. 297.
56
Ibíd., 296.
57
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 334.
20
Escipión se encontraba ya en la Península58, sino que había regresado a Italia a presentar
su informe59.
A largo plazo
De los dos estrategas, Escipión fue el más astuto y previsor. Primeramente, forzó
a los cartagineses a salir al campo de batalla precipitadamente antes de desayunar,
esperando a que el cansancio, el calor del medio día - que según las fuentes era
asfixiante –, el hambre y la sed agotaran sus fuerzas. Por otro lado, siendo consciente de
su inferioridad numérica, el Africano, utilizó el factor sorpresa como estrategia para
conseguir la victoria. De igual modo, aplicó cambios en la formación para conseguir
ganar una batalla que a todas luces parecía perdida. Colocó a sus aliados iberos en el
centro de la formación, mientras que en las alae colocó a las huestes latinas,
absolutamente al revés. La formación clásica romana de época republicana se establecía
de la siguiente manera: en un sistema de relevos, primero se situaba la infantería ligera
58
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 335.
59
Tras la guerra, Escipión tuvo que redactar un informe oficial sobre la batalla, indicando los
presupuestos, las bajas humanas y otros detalles militares, que fue presentado ante el Senado en Roma.
60
GOLDSWORTHY, A. (2008), p. 336.
61
Ibíd., 290.
21
(velites), seguidos de la infantería media (hastatii) y custodiados éstos por los veteranos
del ejército (triarii), y a su vez, por la caballería.
22
9. APÉNDICE
Fig. 1. Mapa que muestra las principales operaciones realizadas durante la Segunda Guerra
Púnica.
Fig. 2. Estado y territorios dominados por ambos bandos en Hispania durante el conflicto.
23
Fig. 3. El avance de Escipión por la orilla norte del Alto Guadalquivir obliga a Asdrúbal a
cambiar de táctica y atravesar el río.
Fig. 4. Zona geográfica del conflicto, en las cercanías de Ilipa. Planteamiento e hipotética
ubicación de los campamentos militares.
24
Fig. 5. Reconstrucción esquemática de la Batalla de Ilipa (206 a.C.).
Fig. 6:
Reconstrucción
por fases de la
batalla.
25
Fig. 7. Bloqueado el paso del Guadalquivir, Asdrúbal tiene que huir a Gades por la orilla
derecha del río.
26
10. BIBLIOGRAFÍA
Enlaces web
27
YOUTUBE [en línea]. “Battle of Ilipa, 206 B.C.”. Publicado el 26/10/2010
por TheArtofBattle. En: https://www.youtube.com/watch?v=1ro8vhlk_ow
[Consulta: 05/05/2017]
YOUTUBE [en línea]. “La batalla de Ilipa”. Publicado el 04/10/2013 por
Javitrin Vega. En: https://www.youtube.com/watch?v=gWchE-
URHDE&t=13s [Consulta: 05/05/2017]
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