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Los edificios precolombinos más antiguos estaban construidos en madera, juncos trenzados, esteras de fibra o paja, y otros

materiales perecederos. Las estructuras permanentes o monumentales construidas en piedra o adobe (ladrillos de barro secado al
sol) se desarrollaron principalmente en Mesoamérica y en la zona central andina.
Las técnicas de construcción precolombinas eran rudimentarias. La mayor parte de las estructuras se construían con el sistema de
pilastra y dintel o de vigas horizontales sin arcos, aunque la cultura chavín del Perú y la maya de Mesoamérica emplearon el arco
falso o bóveda de piedra salediza, que consiste en colocar una piedra sobre otra para conseguir una forma de arco. Utilizaban más
herramientas de piedra que de metal, y tanto el transporte como la construcción de edificios como las pirámides, palacios, tumbas y
templos sobre basamentos escalonados, se llevaban a cabo manualmente sin ayuda de ningún tipo de maquinaria.La pirámide
precolombina era considerada como algo diferente a su equivalente egipcia, ya que no estaba construida con fines funerarios sino
como residencia de una deidad. Sin embargo, excavaciones recientes confirman de modo reiterado que solían incorporarse tumbas a
las pirámides. Los pictogramas de los códices, (véase Paleografía) permiten suponer que las pirámides tenían gran importancia cívica
y cultural. El símbolo azteca para representar la conquista era una pirámide en llamas en la que el calli, o casa del dios (el templo
mayor), había sido derribado por el conquistador. Para hacerlas aún más monumentales e incrementar así el prestigio del
gobernante, muchas de las pirámides mesoamericanas se reconstruían periódicamente sobre una estructura ya existente si bien esta
práctica se relacionaba con cada cambio de era y se conmemoraba construyendo una pirámide nueva encima de las anteriores.

Las civilizaciones precolombinas eran principalmente agrícolas. El cultivo del maíz se convirtió en el
alimento principal en Mesoamérica, como lo fue la papa o patata en la zona andina de Perú y Bolivia. Hasta la
relativa secularización que se dio en el periodo posclásico, la religión fue primordial en la configuración y el
desarrollo de la cultura precolombina. Sin embargo, las creencias y ritos religiosos estaban muy
condicionados por preocupaciones relacionadas con la fertilidad de la tierra y la productividad de las cosechas
que suelen dominar las sociedades agrícolas. Por lo tanto, gran parte del arte y la arquitectura precolombinas
está relacionada con la astronomía, a través de la cual los indígenas americanos establecían las épocas más
apropiadas para plantar y recoger la cosecha.

Se desarrollaron dos tipologías urbanas. Una era el centro ceremonial, de estructura compleja constituida
principalmente por edificios religiosos y administrativos que se construían alrededor de plazas y que carecía
de viviendas y calles. Se cree que en estos centros solamente vivían los gobernantes seglares y religiosos con
sus cortes, mientras que la mayoría de la población residía en granjas pequeñas en una zona suburbana
circundante. La otra tipología, similar a lo que conocemos actualmente como ciudades, tenía calles que
separaban las residencias de las diferentes clases sociales, así como templos y edificios administrativos
orientados hacia la plaza central. Los proyectos arqueológicos recientes que estudian los trazados en
emplazamientos mesoamericanos ponen de manifiesto que lo que se creían centros ceremoniales albergaban
poblaciones de plebeyos, semejándose a verdaderas ciudades. Tanto los complejos ceremoniales como las
verdaderas ciudades servían como centros religiosos, gubernamentales y comerciales. El comercio no sólo era
importante para el suministro de bienes necesarios y superfluos, sino también como medio de transmisión de
ideas y técnicas, así como de formas y motivos artísticos.

Panorama de la América Precolombina [editar]


Piedra del Sol

Arquitectura cañari, una de las pocas ruinas que quedan

Durante su larga migración y especialmente después del descubrimiento de la agricultura,


los antiguos pobladores americanos fueron estableciéndose en las áreas y sectores que
consideraban propicias para su desarrollo y modos de vida. En situación de aislamiento
durante milenios con respecto a las sociedades del Viejo Mundo, los pueblos americanos
conformaron civilizaciones autónomas originales hasta el punto de producir dos
revoluciones neolíticas separadas, en Mesoamérica y los Andes que dieron origen a cientos
de civilizaciones agrocerámicas, entre ellas, algunas de las más destacadas son:

Norteamérica [editar]

Algonquinos, Anasazi, Indios Pueblo, Haudenosaunee (Confederación Iroquesa),


Mississipiano.

Aridoamérica [editar]

Chichimeca, Yaquis, Seris, Rarámuris.

Mesoamérica [editar]

Artículo principal: Mesoamérica

Mexica, Maya, Olmeca, Zapoteca, Cuicuilco, Tlatilco, Mixteca, Tarasco, Tolteca,


Tlapexcalneteca, Teotihuacán, Totonaca, Chupicuaro, Tlaxcalteca, Acolhuas, Cholulas,
Otomíes, Quauquecholtecas.

Centroamérica [editar]

Pipil
Sudamérica [editar]

Arachanes, Aymara, Caras, Cañaris, Caral, Chavín, Charrúas, Chincha, Chimú, Chibchas,
Diaguita, Guaraní, Inca, Mapuche, Moche, Muisca, Nasca,Quitus, Quimbayas,Shuar,
Imperio Tiwanaku-Wari, Tiahuanaco, Wari, Valdivia

En la América precolombina se desarrollaron cientos de civilizaciones originales a todo lo


largo del continente. Las consideradas "altas" culturas precolombinas surgieron en
Mesoamérica y los Andes. De norte a sur podemos nombrar las culturas azteca, mixteca,
tolteca, maya, chibcha , moche, nazca, tiahuanaco , cañaris e inca, entre otras. Todas ellas
elaboraron complejos sistemas de organización política y social y son notables por sus
tradiciones artísticas y sus elaborados sistemas de creencias.

Ciudadela Inca de Machu Picchu, ejemplo de la arquitectura Inca.

En el resto del continente el desarrollo cultural no fue menos importante, desarrollándose


avanzados sistemas de gestión ambiental como en el Amazonas, en Beni y en e incluso una
de las primeras sociedades democráticas constitucionales como Haudenosaunee.4

En los asentamientos humanos no alcanzaron un nivel cultural tan elevado como en las
civilizaciones antes señaladas, en parte por su menor densidad de población y, sobre todo,
por sus actividades seminómadas (caza del bisonte, etc.). Podemos citar entre los grupos
étnicos preponderantes de Norteamérica a los Seris, Apaches, Mohecanos, Navajos, Yakis,
Cheyennes, Esquimales, Iroqueses, etc.

Las civilizaciones americanas descubrieron e inventaron elementos culturales decisivos


para la humanidad como el número cero, avanzados calendarios, complejos sistemas de
manipulación genética como la que generó el maíz y el 75% de los alimentos actuales,
sistemas de construcción antisímicos, sistemas de gestión ambiental de amplias zonas
geográficas, avanzados sistemas de riego, nuevos sistemas de escritura, nuevos sistemas
políticos y sociales, una avanzada metalurgia y producción textil, etc.
Las civilizaciones precolombinas también descubrieron la rueda, que no resultó de utilidad
productiva debido en parte a que en las cordilleras y selvas ésta hubiera sido inútil, pero fue
utilizada para la fabricación de juguetes.

Otro de los elementos comunes de las culturas precolombinas que alcanzó un alto grado de
desarrollo fue la edificación de templos y sitios religiosos monumentales, siendo claros
ejemplos las zonas arqueológicas de Caral, Chavín, Moche, Pachacamac, Tiahuanaco,
Cuzco, Machu Picchu y Nazca, en los Andes Centrales y Teotihuacan, Templo Mayor en la
ciudad de México, Tajín, Palenque, Tulum, Tikal, Chichén-Itzá, Monte Albán, en
Mesoamérica.

Algonquino

Construcciones [editar]
Vivían en cabañas, o wigwam, hechas con árboles.,5 Primero, se clavaban en tierra unas
filas de estacas. Luego, las puntas eran inclinadas y atadas con una cuerda, dejando un
agujero en el medio para que escapara el humo del fuego, y no se abrían ventanas. La
estructura de la cabaña se cubría con largas piezas de corteza. No se necesitaban mesas,
sillas, o camas en un wigwam, se podía comer o dormir en muebles o anaqueles construidos
en los muros, o sobre pieles de animales en el suelo.

Anazasi

Los pueblos [editar]

Ruinas anasazi, Cañón de Chelly - Arizona


Gracias a la arqueología se conocen una gran variedad de casas y poblaciones anasazi. Las
viviendas más antiguas eran muy modestas, pequeñas casas primitivas lo suficientemente
grandes para alojar a una familia. Tenían cimientos poco profundos (casas-pozo2 ). El
tejado estaba hecho con tierra y ramas. El fogón se encontraba en el centro. Con el
crecimiento demográfico, las vivendas se reagrupan en aldeas. Este hecho manifiesta una
organización colectiva más o menos consciente del espacio. A partir del siglo X, estos
pueblos pueden alojar varias centenas de habitantes. Se sitúan en mesetas como en Cañón
Chaco (950-1100) o abrigándose bajo los acantilados de Mesa Verde (1100-1300).

Los anasazi escogían lugares excepcionales para instalarse. Varios pueblos se sitúan bajo
impresionantes acantilados en el siglo XIII. Ciertas excavaciones trogloditas se realizan en
las paredes de gigantescos cañones. La orientación de los pueblos protege de la lluvia y la
nieve en invierno y de los mayores calores del verano. Además presentan la ventaja de ser
una protección natural frente a los ataques enemigos. En cambio los alejaban de las
plantaciones, haciéndolas menos accesibles a los habitantes.

Materiales utilizados en las viviendas anasazi. Wupatki National Monument, Arizona

Los muros de las casas están hechas con una especie de adobe llamado jacal en México
aplicados a unas rejillas hechas de madera. Las construcciones mejor conservadas tenían
una estructura de piedra unida por mortero. También conocían el ladrillo cocido. En
distintos pueblos, ciertas casas guardan huellas de pintura decorativa3 sobre un
revestimiento de yeso, arcilla o directamente sobre el adobe.

El tejado estaba recubierto por capas de arcilla y ramas mantenidas por troncos. Las casas
inicialmente tenían un solo nivel, pero podían elevarse hasta en dos pisos suplementarios.
Varias habitaciones rectangulares en la planta baja estaban reservadas al almacenamiento
del alimento. La vida cotidiana se realizaba sobre todo en las terrazas de estas viviendas.

En estos pueblos los arqueólogos se han interesado sobre todo por las plazas y a las kivas.
Las kivas, inicialmente reservadas al reposo, acabarían usándose para ceremonias
religiosas.

Las kivas eran habitaciones circulares excavadas en el suelo y recubiertas de un techo. En


parte bajo el nivel del suelo, se descendía por una pequeña escalera para practicar el culto o
reunir al consejo del pueblo. En el centro se encendía una hoguera y el humo se sacaba por
un tubo de ventilación con deflector. Las kivas más grandes podían dar cobijo varias
centenas de personas sentadas en taburetes de piedra. Las grandes kivas de Cañón del
Chaco tenían un diámetro de 18 metros y estaban subdivididas en partes según los puntos
cardinales. Las fiestas religiosas relacionadas con los ciclos agrícolas se celebraban en estas
habitaciones y estaban reservadas a los hombres.

Civilización o pueblo prehistórico [editar]

Cañón Chaco

Para Jerry J. Brody, la cultura anasazi es «de la que tenemos mayor constancia de las
culturas prehistóricas del suroeste estadounidense».10 Parece probado que los anasazi no
tenían escritura, ni rueda, ni moneda. No conocían la metalurgia y no han aportado ninguna
novedad.

Sin embargo los conquistadores estimaban que un pueblo que tejía el algodón estaba
civilizado.11 Su dominio de la irrigación, de las construcciones en piedra y de varios pisos
(en Pueblo Bonito, por ejemplo, las había hasta de cinco) y sus conocimientos de
astronomía dan testimonio de una cultura rica y dinámica. Si se considera que se es una
civilización cuando existe cierto grado de urbanización, los anasazi lo eran, ya que ciertos
pueblos podrían haber contado hasta con seis mil habitantes. Los pueblos de Cañón del
Chaco estaban tan próximas que habrían formado una aglomeración de quince a treinta mil
habitantes.12

Los anasazi consiguieron la proeza de edificar en lugares inaccesibles sin fuerza animal ni
herramientas metálicas. Las grandes casas de Cañón del Chaco necesitaron para su
construcción de millones de bloques de gres y varias centenas de millares de vigas.13 Por
todo ello, cabe considerar que aún no se han revelado todos los misterios sobre la
civilización de los anasazi.

Yaqui

La vivienda tradicional es una estructura de carrizo y adobe, con piso de tierra y techo de
carrizo o palma. Actualmente son de material de cemento y lámina y cuentan con
electricidad, agua potable, correo, telégrafo, teléfono e Internet.

Tarahumara
Vivienda

Sus chozas de troncos de árbol, trabadas horizontalmente, salpican las laderas de las
montañas a los lados de los arroyos y en las altas mesetas. La parte superior se deja abierta
en un lado para que salga el humo del fuego que constantemente arde en la pieza de piso de
tierra apalanada. El techo es de tabletas o de troncos acanalados. En sus habitaciones, las
mismas desde tiempos precolombinos, no se acostumbran las sillas, las mesas o las camas

Mayas

Los mayas hicieron grandes e impresionantes construcciones desde el Preclásico medio y


grandes ciudades como Nakbé, El Mirador, San Bartolo, Cival, localizadas en la Cuenca
del Mirador, en el norte del Petén, y durante el Clásico, las conocidas ciudades de Tikal,
Quiriguá, (ambas las primeras en ser declacradas Patrimonio de la Humanidad por la
Unesco, en 1979 y 1981 respectivamente) Palenque, Copán, Río Azul, Calakmul, así como
Ceibal, Cancuén, Machaquilá, Dos Pilas, Uaxactún, Altún Ha, Piedras Negras, y muchos
otros sitios en el área. Se puede clasificar como un imperio, pero no se sabe si al momento
de colonizar impusieron su cultura o si fue un fruto de su organización en ciudades-estado
independientes cuya base eran la agricultura y el comercio. Los monumentos más notables
son las pirámides que construyeron en sus centros religiosos, junto a los palacios de sus
gobernantes y los palacios, lugares de gobierno y residencia de los nobles, siendo el mayor
encontrado hasta ahora el de Cancuén, en el sur del Petén, muchas de cuyas estructuras
estaban decoradas con pinturas murales y adornos de estuco. Otros restos arqueológicos
importantes incluyen las losas de piedra tallada usualmente llamadas estelas (los mayas las
llamaban Tetún, o “tres piedras”), que describen a los gobernantes junto a textos
logográficos que describen sus genealogías, victorias militares, y otros logros. La cerámica
maya está catalogada como de las más variadas, finas y elaboradas del mundo antiguo.

Arquitectura

Comalcalco.
Durante esta época de la cultura maya, los centros del poder religioso, comercial y
burocrático crecieron para convertirse en increíbles ciudades como la preclásica El
Mirador, la mayor del clásico Tikal y las post clásicas Chichén Itzá y Uxmal. Debido a sus
muchas semejanzas, así como a sus diferencias estilísticas, los restos de la arquitectura
maya son una clave importante para entender la evolución de su antigua civilización.

Diseño urbano

Tikal: templo ΙΙ, una pirámide de tres cuerpos.

Mientras las ciudades mayas se dispersaban por la diversa geografía de Yucatán y


Guatemala, el efecto de la planeación parecía ser mínimo; sus ciudades fueron construidas
de una manera orgánica (aparentemente descuidada), adaptándose a la topografía de cada
ubicación en particular. La arquitectura maya, como la del resto de Mesoamérica, tendía a
integrar un alto grado de características naturales. Por ejemplo, algunas ciudades existentes
en las planicies de piedra caliza en el norte de Yucatán se convirtieron en poblaciones muy
extensas, mientras que otras construidas en las colinas del río Usumacinta utilizaron los
altillos naturales de la topografía para elevar sus torres y templos a grandes alturas. Aun así
prevalecía algún orden, requerido por cualquier ciudad de grandes dimensiones. Un
elemento básico lo eran las cuevas ya sea naturales o artificiales, así como las pirámides
que hacían las veces del inframundo Xibalbá y el contacto con los dioses del supramundo.
Esto es muy notorio en una ciudad como Cancuén, la cual carece de pirámides importantes,
pero tiene el Palacio más grande de los mayas, la ciudad está rodeada de montañas
naturales witz con cuevas, por lo que no tuvieron que construirlas. Al comienzo de la
construcción a gran escala, generalmente se establecía un eje predeterminado en
congruencia con ciertos puntos notables de observación astronómica y dependiendo de la
ubicación y la disponibilidad de recursos naturales (pozos o cenotes). La ciudad crecía
conectando grandes plazas con las numerosas plataformas que formaban los cimientos de
casi todos los edificios mayas, por medio de calzadas sacbeob. Las principales ciudades
mayas como El Mirador y Tikal fueron más grandes que las del centro de México o el valle
de Oaxaca.

En el corazón de las ciudades mayas existían grandes plazas rodeadas por sus edificios
gubernamentales y religiosos más preciados, como la acrópolis real, grandes templos de
pirámides, y ocasionalmente canchas de juego de pelota. Inmediatamente afuera de este
centro de rituales estaban las estructuras de los menos nobles, templos más pequeños, y
santuarios individuales. Esencialmente, mientras menos sagrada e importante era una
construcción, mayor era el grado de privacidad. Mientras se añadían más estructuras, y las
existentes se reconstruían o remodelaban, las grandes ciudades mayas parecían tomar una
identidad casi aleatoria que contrasta profundamente con otras grandes ciudades
mesoamericanas, como Teotihuacan y su construcción rigurosamente regida por dos ejes
perpendiculares. Aun así, aunque la ciudad se disponía de la forma en que la naturaleza
dictara, se ponía cuidadosa atención en la orientación direccional de los templos y
observatorios para que fueran construidos de acuerdo a la interpretación maya de las órbitas
de las estrellas. Afuera del centro urbano constantemente en evolución, estaban los hogares
menos permanentes y más modestos de la gente común.

El diseño urbano maya podría describirse fácilmente como la división del espacio en
grandes monumentos y calzadas. En este caso, las plazas públicas al aire libre eran los
lugares de reunión para las personas, así como el enfoque del diseño urbano, mientras que
el espacio interior era completamente secundario. Sólo en el Posclásico Tardío las grandes
ciudades mayas se convirtieron en fortalezas que carecían, en su mayor parte, de las
grandes y numerosas plazas del clásico.

Materiales de construcción

Un aspecto sorprendente de las grandes estructuras mayas es su carencia de muchas


tecnologías avanzadas que podrían parecer necesarias para tales construcciones. Careciendo
de herramientas de metal, poleas, y quizá incluso la rueda, la arquitectura maya requería
una cosa en abundancia: fuerza humana. Los materiales restantes parecen haber estado
fácilmente disponibles. Toda la piedra para las estructuras mayas parece haber sido tomada
de canteras locales; con frecuencia era piedra caliza que, recientemente extraída,
permanecía suficientemente blanda como para ser trabajada con herramientas de piedra, y
sólo se endurecía pasado un tiempo, al perder su humedad natural. Además del uso
estructural de la piedra caliza, utilizaban piedra caliza aplastada, quemada y batida que
poseía propiedades similares al cemento, y era usado ampliamente tanto para acabados de
repello, como para unir piedras; sin embargo, futuras mejoras en sus técnicas de extracción
de piedra redujeron la necesidad de este acabado de piedra caliza, ya que sus piedras
comenzaron a encajar casi perfectamente, aun así, permaneció como un elemento crucial en
algunos techos adintelados (de columnas y vigas). En el caso de las casas comunes, los
materiales más utilizados eran los postes de madera, caña, adobes, y paja; sin embargo,
también se han descubierto lo que parece ser casas comunes de piedra caliza. También debe
notarse que en la ciudad de Comalcalco, se ha encontrado ladrillos de barro cocido como
sustituto de las piedras, debido a la falta de piedra en su entorno.

Proceso de construcción

Toda la evidencia parece sugerir que la mayoría de edificios se construyeron sobre una
plataforma pétrea que variaba en altura, de menos de un metro, en el caso de terrazas y
estructuras menores, a 45 metros en el caso de los grandes templos y pirámides. Un tramo
de empinados escalones de piedra partía las grandes plataformas escalonadas en al menos
uno de los lados, contribuyendo a la común apariencia disimétrica de la arquitectura maya.
Dependiendo de las tendencias estilísticas prevalecientes del área, estas plataformas eran
construidas de un corte y un exterior de estuco relleno de gravilla densamente compactada.
Como en el caso de muchos otros relieves mayas, aquellos en las plataformas a menudo se
relacionaban con el propósito de la estructura en la que residían. Después de que las
plataformas pétreas eran completadas, las grandes residencias y templos de los mayas eran
construidos encima. Mientras se construían todas las plataformas, parece haberse puesto
poca atención a su funcionalidad utilitaria, y mucha a su estética exterior; sin embargo, un
cierto aspecto repetido, el arco, que era utilizado a menudo para imitar la apariencia de la
cabaña simple maya, aunque no era una herramienta efectiva para incrementar el espacio
interior. Como requerían gruesas paredes de piedra para soportar el techo, algunos templos
utilizaban arcos repetidos, o una bóveda arqueada, para construir lo que los mayas se
referían como pinbal, o saunas, como los del Templo de la Cruz en Palenque. Mientras que
las estructuras eran completadas, se les añadía extensivos trabajos de relieve; a menudo
solamente al repello usado para alisar cualquier imperfección; sin embargo, muchos
tallados en dinteles han sido descubiertos, así como tallados en piedras usadas como
fachada. Comúnmente, esto se hacía en todo el derredor de una estructura entera,
conteniendo una variedad de obras de arte relativas a los habitantes o al propósito del
edificio. Aunque no en todas las ubicaciones mayas, también se ha descubierto un amplio
uso del repello pintado.

Se ha sugerido que, junto con el calendario maya de cuenta larga, cada 52 años, o un ciclo,
los templos y pirámides se remodelaban y reconstruían. Ahora parece que el proceso de
reconstrucción era a menudo instigado por un nuevo gobernante o por motivos políticos, en
vez de la coincidencia con el ciclo del calendario. Sin embargo, el proceso de
reconstrucción encima de estructuras viejas es de hecho algo común. Más notablemente, la
acrópolis norte en Tikal parece ser la suma total de 1500 años de modificaciones
arquitectónicas.

Estilos arquitectónicos regionales


Falso arco maya.

Palenque.

Uxmal.

Según Geoge F. Andrews existen diferentes estilos arquitectónicos definidos; a


continuación presentamos una síntesis de dichos estilos.
1.-Sudoriental: Con gran cantidad y calidad de monumentos labrados e inscripciones
jeroglíficas. Los edificios son de muros muy anchos, cuartos estrechos con falsos arcos
mayas escalonados y fachadas cubiertas en parte por esculturas en piedra y estuco.
Ejemplo: Copán, en Honduras; Tazumal y San Andrés, en El Salvador.

2.-Petén central: De pirámides muy inclinadas, templos con cresterías huecas y altas sobre
cuartos traseros, palacios de dos plantas con anchos muros, cuartos angostos y falsos arcos
mayas bajos. Ejemplo: Tikal, en Guatemala.

3.-Usumacinta: Edificios tipo templos en elevaciones naturales (no plataformas


piramidales) anchos muros, cuartos angostos, altos falsos arcos mayas y cresterías de doble
muro con nichos. Ejemplo: Yaxchilán, en México.

4.-Noroccidental: Edificios con elegantes esculturas en estuco y piedra labrada. Edificios


pequeños con grandes cuartos y altos falsos arcos mayas. Los vanos (espacios huecos en los
muros) son anchos, dando a los interiores luz y ventilación. Ejemplo: Palenque, en México.

5.-Río Bec: Edificios de torres paralelas, esquinas redondeadas y escaleras simbólicas (las
escaleras son casi verticales e imposibles de subir. El templo tiene como puerta una simple
hendidura). La decoración incluye máscaras de forma animal y diseños geométricos.
Ejemplos: Becán, Xpuhil y Chicanná, en México.

6.-Chenes: Aquí se encuentran elementos semejantes en los estilos Río Bec y Puuc. Sus
edificios tienen fachadas en tres partes y las decoraciones forman máscaras de animales en
las puertas. También utilizaban piedras salientes sobre las molduras para colocar estatuas,
cresterías de un muro, máscaras de Chaac. Ejemplos: Hochob y El Tabasqueño, en México.

7.-Puuc: El estilo temprano muestra puertas múltiples formadas por columnas, vanos
estrechos y acabados burdos. Ejemplos:Kabah, México. En el estilo tardío los acabados son
mejores y muy refinados, la decoración en la parte superior del edificio incluye diseños
geométricos, máscaras de Chaac en esquinas y puertas Se caracteriza por preferir la
construcción de edificios alargados a los altos y por la construcción de palacios de muchos
cuartos. Ejemplos: Sayil y Uxmal, en México.

8.-Planicies noroccidentales; Con dos estilos arquitectónicos: el estilo Maya Chichén


muestra semejanzas con el estilo Puuc tardío. El Maya Tolteca incluye pirámides-templo,
patios con columnas, patios-galerías y plataformas de Venus. La decoración utiliza
serpientes, águilas, Chac Mool, jaguares y diseños florales. Ejemplo: Chichén Itzá, en
México.

9.-Costa oriental: Muestra sitios arqueológicos pequeños, figuras del Dios Descendente,
nichos y perfiles humanos entre las cornisas de las esquinas. Las esquinas de los edificios
muestran muros inclinados hacia fuera. Ejemplo: Tulum, en México.

Construcciones notables
Plataformas ceremoniales

Éstas eran comúnmente plataformas de piedra caliza de menos de cuatro metros de altura
donde se realizaban ceremonias públicas y ritos religiosos. Construidas en la forma de
plataforma de cimientos, eran a menudo realzadas con figuras talladas, y quizá tzompantli,
una estaca usada para exhibir las cabezas de las víctimas.

Palacios

Grandes y a menudo muy decorados, los palacios generalmente se encontraban cerca del
centro de una ciudad y hospedaban a la élite de la población. Cualquier palacio real
extremamente grande, o uno que consista de varias cámaras en diferentes niveles puede ser
llamado acrópolis. Sin embargo, a menudo éstos fueron una historia y consistieron de
varias cámaras pequeñas y al menos un patio interior; estas estructuras parecen tomar en
cuenta la funcionalidad requerida por una residencia, así como la decoración requerida por
la estatura de sus habitantes. Los arqueólogos parecen estar de acuerdo en que muchos
palacios son hogar de varias tumbas. En Copán, debajo de 400 años de remodelación
posterior, se ha descubierto una tumba de uno de los antiguos gobernantes, y la acrópolis
norte en Tikal parece haber sido el sitio de numerosos entierros durante finales del periodo
preclásico y principios del clásico.

Grupos E

Llamado así, por el primer observatorio descubierto en el Grupo E de Uaxactún. Situada


siempre en el lado occidental de la plaza hay una pirámide templo con una Estela,
encarando tres templos más pequeños al otro lado de la plaza. Se ha comprobado que estos
grupos E son observatorios debido al preciso posicionamiento del sol por los templos
pequeños cuando se los ve desde la pirámide durante los solsticios y equinoccios, usando la
Estela como referencia. Otras teorías parecen surgir de la posible historia de la creación
relatada por los relieves y figuras que adornan estas estructuras.

Pirá midales y templos


Templo de Palenque.

Con frecuencia los templos religiosos más importantes se encontraban en la cima de las
pirámides mayas, supuestamente por ser el lugar más cercano a los cielos. Mientras que
descubrimientos recientes apuntan al uso extensivo de pirámides como tumbas, los templos
en sí parecen raramente haber contenido entierros. La carencia de una cámara de entierros,
sin embargo, permitía a los mayas sagrados el acceso, a lo sumo, a tres cuartos pequeños
para ser usados para varios propósitos rituales. Situados en la cima de las pirámides, a más
de 60 metros de altura, como en El Mirador, los templos eran impresionantes estructuras
decoradas. Comúnmente tenían una cresta en el techo, o un gran muro superficial, estos
templos pudieron haber servido como hitos propagandísticos. Como eran ocasionalmente
las únicas estructuras que excedían la altura de la selva, las crestas sobre los templos eran a
menudo esculpidas con representaciones de los gobernantes que podían ser vistos desde
grandes distancias. Debajo de los orgullosos templos estaban las pirámides que eran, en
última instancia, una serie de plataformas surcadas por empinados escalones que
permitirían el acceso al templo.

Canchas de juego de pelota

Como un aspecto integral del estilo de vida mesoamericano, su juego de pelota ritual y sus
canchas fueron construidos por todo el imperio maya, a gran escala. Rodeada por dos lados
por rampas escalonadas que dirigían a las plataformas ceremoniales o a templos pequeños,
la cancha de juego de pelota tenía una forma de I mayúscula y se encontraba en todas las
ciudades mayas, excepto en las más pequeñas.

Éste se originó hacia el 2500 a. C. hasta el desarrollo del juego en el área maya en la región
de los olmecas del Golfo de México. Los olmecas habitaban un territorio llamado "Olman"
que significa "El País del Hule", en esta región existen unas esculturas que han sido
ubicadas históricamente en el periodo preclásico (1800-100 a. C.). Algunos especialistas
afirman que las colosales cabezas olmecas de piedra poseen una especie de casco en la
cabeza. El juego de Pelota tuvo un papel ritual, político y posiblemente económico. El
juego de Pelota simboliza la lucha entre las fuerzas opuestas del universo, es la lucha entre
el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, la pelota en constante movimiento representa al
movimiento de los astros y las fuerzas de la creación.

Olmeca

Se estima que los indicios más antiguos de la cultura olmeca son de alrededor de
1200 a. C., y los más recientes son aproximadamente del año 500 a. C. La civilización
Olmeca se constituyó principalmente alrededor de 3 centros ceremoniales: San Lorenzo, La
Venta y Tres Zapotes, además de manifestarse en otros sitios como Laguna de los Cerros.

El centro olmeca más antiguo registrado es el de San Lorenzo (1150 a. C. aprox.), situado
en la cuenca del río Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. El inicio del florecimiento de
la cultura olmeca en este sitio comenzó alrededor del año 1150 a. C., época de la que datan
la mayor parte de las esculturas y elementos arquitectónicos que caracterizan a la cultura
olmeca, muchos de los cuales se conservan en el sitio. San Lorenzo fue saqueado en el año
900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron un intento de destrucción; algunas se
enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial La Venta.

La Venta es el centro ceremonial más grande, está trazado sobre un eje Norte-Sur. Se han
encontrado un gran número de tumbas con ajuares muy ricos, con cerámica y figurillas de
piedra. También se han encontrado cabezas colosales y tronos. Se cree que pudo llegar a
albergar hasta a 18.000 habitantes. Sufrió una gran decadencia y fue abandonado y
destruido, aunque se desconocen los motivos.

El centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más conocido


porque fue el que sobrevivió hasta una época más cercana, pero la civilización olmeca que
se desarrolló aquí fue una cultura ya en decadencia, no el esplendor que vivió en los centros
ceremoniales anteriores.

Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron


edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han perdurado pocos restos. Se construyeron
montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un precursor
de las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios
centrales, característicos de las civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 a. C.
existen pruebas de bruscos cambios políticos como muestra el intento de destrucción de
algunas de las cabezas olmecas.

teotihuacan
Los monumentos [editar]
La Calzada de los Muertos [editar]

Conocida también por Calle de los Muertos o Calzada de los Muertos y llamada así por
investigadores posteriores que pensaron que en sus estructuras se alojaban tumbas de
dignatarios, fue el verdadero eje de la ciudad, así como su centro ceremonial. Estaba
flanqueada por las más vastas construcciones de toda Centroamérica. La organización
urbana de esta gran ciudad influyó grandemente en toda Centroamérica.

Comienza esta gran avenida en el recinto de la pirámide de la Luna y va a morir en el


recinto que los españoles del siglo XVI llamaron Ciudadela. Su longitud es de 2 km y tiene
una anchura de 40 m y está orientada 15º 30’ al este del norte astronómico, como ocurre
con casi todas las construcciones de este lugar. A lo largo de la calle se encuentran los
edificios más importantes destinados a templos, palacios y casas de personajes de altura.
Allí están además de las dos grandes pirámides, la Casa del Sacerdote, el palacio de
Quetzalpapalotl (Quetzalmariposa), el palacio de los Jaguares, la estructura de las caracolas
emplumadas, el templo de Quetzalcóatl, la ciudadela y muchas más edificaciones que en su
día fueron de gran belleza. En uno de los aposentos se descubrieron unos pisos construidos
con dos capas de láminas de mica de 6 cm de espesor que fueron cubiertas más tarde con un
piso de tezontle. El visitante puede contemplar esta curiosidad siempre que se lo pida al
guarda del recinto.

Los grandes basamentos [editar]

Tienen un núcleo hecho de adobe. Después fueron revestidos de estuco y de piedra y


añadieron un friso adornado con relieves geométricos se construyeron como basamento de
un templo que se hallaba en la plataforma. Los españoles que llegaron en el siglo XVI, los
conquistadores, todavía alcanzaron a ver los ídolos del Sol y de la Luna.

Panorámica de la Pirámide del Sol

Pirámide de la Luna

Cuentan que eran de piedra recubierta de oro y que el ídolo del Sol tenía un hueco en el
pecho y en ese hueco se hallaba la imagen del planeta hecha también de oro finísimo.
También cuentan que llegaron a ver la plataforma de más de 2.000 pirámides secundarias,
todas ellas alrededor de las dos importantes del Sol y de la Luna.

Pirámide del Sol [editar]

Artículo principal: Pirámide del Sol (Teotihuacan)

Construida: 50D.C a 200D.C


Es la mayor de las pirámides de la ciudad; su estructura es la de mayor volumen de todo el
recinto y es también la segunda en tamaño de todo el país de México con una altura de 63.5
metros, sólo superada por la de Cholula,la base ocupa 45000 metros cuadrados. No existe
prueba de que los teotihuacanos la hayan llamado de dicha forma, al igual que la de la
Luna. Aqui es donde se oculta el sol hasta el 13 de agosto

Pirámide de la Luna [editar]

Artículo principal: Pirámide de la Luna

Tiene un tamaño menor que el de la pirámide del Sol, pero se encuentra a la misma altura
por estar edificada sobre un terreno más elevado. Su altura es de 45 m. Junto a esta
pirámide se encontró una estatua llamada diosa de la Agricultura que los arqueólogos sitúan
en época tolteca primitiva.

Se encuentra esta pirámide situada muy cerca de la del Sol, cerrando por el norte el recinto
de la ciudad. Desde su explanada se inicia el recorrido del eje principal conocido como Vía
o Calzada de los Muertos.

La Ciudadela [editar]

Se encuentra situada al final de la calle de los Muertos, en la parte sur. Fue bautizado el
espacio rectangular con este nombre por los conquistadores españoles del siglo XVI, que
pensaron que se trataba de un lugar militar. Era un patio con habitaciones alrededor donde
se supone que vivían los sacerdotes y los gobernantes. En su lado este se encuentra el
templo de Quetzalcóatl.

Palacio de Quetzalpapálotl [editar]

Entrada al Palacio de Quetzalpapálotl


Llamado también Quetzalmariposa (quetzal, pluma, papálotl, mariposa), que es la
traducción de la palabra componente papálotl. Está en el oeste de la plaza de la pirámide de
la Luna. Es quizás el edificio más lujoso de la ciudad y uno de los más importantes. Fue la
residencia de un personaje notable e influyente. Está ampliamente decorado con murales
muy bien conservados, sobre todo el color rojo que era el preferido de aquella civilización.
Las partes bajas del edificio conservan el color original. Tiene un patio, llamado de los
Jaguares; éstos están decorados con bellos bajorrelieves. Hacia la mitad puede verse la
representación del dios Quetzalpapálotl con los símbolos que le relacionan con el agua.
Este palacio muestra un buen ejemplo de lo que debieron de ser los decorados
teotihuacanos.

Palacio de los Jaguares [editar]

Está situado también en el lado oeste de la plaza de la pirámide de la Luna. A ambos lados
de la puerta se muestran las imágenes de dos felinos bastante grandes; llevan sus cabezas
emplumadas: con sus patas sostienen una caracola en actitud de soplar por ella como si se
tratase de un instrumento musical. En el lomo y en la cola tienen incrustaciones de conchas
del mar. En la orilla de la parte superior del mural pueden verse unos símbolos
pertenecientes al dios de la lluvia y en un Glifo se ven como decoración unas plumas que
representan el año solar teotihuacano.

El templo de Quetzalcóatl [editar]

Busto en piedra de Quetzalcóatl, abundantemente repetido en el templo.


Estatua de Tláloc, actualmente a las afueras del Museo Nacional de Antropología.

Se halla a una cierta distancia de las dos pirámides, en la Calzada de los muertos. Fue un
descubrimiento arqueológico de 1920. Estaba soterrado por una pirámide de paredes lisas,
sin ningún tipo de ornamentación.

La civilización tolteca cuando conoció el sitio de Teotihuacan lo adoptó como suyo y como
ciudad santa. Su costumbre fue la de enterrar allí a sus grandes señores. Los toltecas
construyeron entonces este templo. Lo mandó levantar el rey Mitl, que vivió desde el 770 al
829. Cuando se descubrió debajo de la pirámide lisa salió a la luz toda su decoración de
mosaicos hechos con piedras, las cabezas y símbolos divinos del dios Tláloc (el dios de la
lluvia y señor del trueno y numen local del valle de México), y del dios Quetzalcóatl (la
estrella matutina, la serpiente emplumada, genio nacional). Este dios lo adoptaron después
los aztecas y creyeron verlo en la figura de Hernán Cortés). Tenía pues una doble
advocación.

También había en el templo un fetiche muy antiguo en forma de rana, por eso en tiempos
anteriores a la conquista fue conocido como templo de la rana. Se sabe de él gracias a la
descripción que hace en sus crónicas un personaje muy erudito de fines de los años 1600
llamado Ixtlilxochiltl, cultísimo descendiente de los reyes de Texcoco. Dice así La rana del
templo construido por el rey Mitl en Teotihuacan, era de esmeralda, la cual los españoles
que vinieron a esta tierra la alcanzaron y dieron buena cuenta de ella. Efectivamente, la
rana era un animal asociado a los dioses del agua; incluso algunos especialistas en el tema
aseguran que el mismo animal representa a Tláloc. Los toltecas la consideraban diosa del
agua. Las ranas anunciaban las lluvias. En algunas fiestas ofrecían este animalito a los
dioses, después de asarlos. Los mazatecas se tragaban las ranas y culebras vivas durante la
celebración de una fiesta llamada atamalcualiztli. En esta crónica Ixtlilxóchitl añade
también que en una montaña al este de Texcoco, llamada monte de Tláloc, había una gran
estatua de este dios, tallada en lava de color blanco. Se trata de la estatua que se descubrió
en el siglo XX y que actualmente se halla en la entrada del Museo Nacional de
Antropología; pesa 300 t.

El templo es de un gusto y una cultura muy diferente a los primitivos monumentos de


Teotihuacan.

Arquitectura [editar]
Artículo principal: Talud-tablero

Se les atribuye tres elementos arquitectónicos muy importantes:

1.Talud: parte inclinada de la pirámide

2.Tablero: parte plana de la pirámide

3.Alfarda: protección de las escalinatas para evitar derrumbes

Además, fueron los primeros en crear un sistema de drenaje y de anclaje, este último le
daba protección a las pirámides.

Arachanes

Se diferenciaron siempre de las demás tribus de la región, por su aspecto corpulento y alta
estatura. Siendo sedentarios, construyeron casas circulares de piedras con techos de madera
y paja, auténticos quinchos sobre túmulos artificiales, conocidos en la actualidad como
cerritos de indios. Los edificios comunitarios o públicos, poseían una estructura cuadrada o
rectangular doble.

Aimara

Una característica importante son las enormes piedras que se encontraron en el lugar; de
aproximadamente diez toneladas, las cuales ellos cortaban, le daban forma cuadrada o
rectangular y esculpían. Colapsó repentinamente aproximadamente en 950. La ciudad fue
abandonada y su estilo artístico se desvaneció.

Desaparecido el Imperio Tiwanaku, la región quedó fragmentada en varias etnias aimaras


que conviven con los Urus quienes en un momento tuvieron el dominio de la cuenca
lacustre. Estos aimaras se caracterizan por sus necrópolis compuestas por tumbas en forma
de torres-chullpas. Existen también algunas fortalezas denominadas pucaras.

Chavin de huatar
Arquitectura [editar]
El lanzón monolítico

Sólo una parte de su arquitectura se ha preservado debido a su monumentalidad. El centro


ceremonial tenía como núcleo este sector monumental.

Los templos tienen una serie de plataformas con un fuerte talud en sus muros, con un perfil
piramidal. Fueron construídos por etapas. El Castillo es una pirámide mayor y se le conoce
como el Viejo Templo, cuya característica más notable es que tiene un pasaje interior donde
se aloja un ídolo de piedra conocido como "el Lanzón".

El castillo tiene una extensa red de pasajes y cámaras interiores que conforman un
complejo íntegramente construido de piedra. En su interior de penumbra, hay inusitados
haces de luz que irrumpen por los estratégicos ductos que comunican con el mundo
exterior. Dentro, todo es objeto de maravilla o de pavor. Resulta posible escuchar
nítidamente la voz de una persona a muchos metros de distancia como si estuviera a nuestro
costado.

El Viejo Templo consta de una plaza circular en el atrio sirviendo de ingreso. El Templo
Nuevo, cuenta con una plaza cuadrada. Cada templo tenía un pórtico principal. El ingreso al
Templo Nuevo se llama Pórtico de las Falcónicas, con grabados en las piedras y es
precedido por un atrio y un conjunto de escalinatas que ascienden desde la plaza cuadrada,
donde también hay litoesculturas únicas ejerciendo las funciones de dinteles, columnas o
lápidas con grabados de personajes del estilo Chavín.

Casi la totalidad de sus edificios y anexos fueron laboriosamente construídos con columnas,
cornisas, dinteles, lápidas, obeliscos y esculturas que se agregaban a los muros o plazas,
convirtiendo los espacios ceremoniales en un hermoso escenario, adornado con las
imágenes de los dioses y demonios que poblaban el panteón chavinense. Sus materiales
eran constituidos por piedras de diversos colores, procedentes desde distintos lugares de los
Andes peruanos.

Chincha

Arquitectura [editar]
Los chinchas, al igual que otras culturas de la costa peruana, desarrollaron una arquitectura
de adobes y utilizaron la técnica del "adobon" o tapial. Las principales edificaciones se
encuentran en el valle de Chincha, Tambo de Mora, Lurinchincha y San Pedro, en donde
construyeron centros administrativos ceremoniales.

Uno de los más conocidos es "La Centinela" en Chincha Baja, cuya área es de 400.000 m2.
Dentro de esta área hay viviendas populares, monumentos residenciales, templos
piramidales, patios, calles, etc.cctret

Cultura chimu

Arquitectura [editar]

La arquitectura ha permitido definir que los gobernantes vivieron en los palacios y recintos
monumentales, mientras el pueblo residió en viviendas de quincha con habitaciones
pequeñas y fuera de la arquitectura monumental

Chibcha

Arquitectura [editar]

Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro para
hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas cónicas y
otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en círculo hecho de palos
enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se sostenía de lado y lado un doble
entre tejido de cañas cuyo intersticio era tupido de barro. El techo era cónico y cubierto de
pajas aseguradas sobre varas la profusión de tales construcciones en forma cónica en la
sabana de Bogotá, dio origen a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a esta altiplanicie
el nombre de Valles de los Alcázares. Las construcciones rectangulares consistían en
paredes paralelas también de bahareque, como las anteriores, con techo en dos alas en
forma rectangular.
Tanto las construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas
pequeñas. En el interior el moblaje era sencillo y consistía principalmente en camas hechas
también de cañas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tendía gran profusión de mantas;
los asientos eran escasos pues los indígenas solían descansar en cuclillas en el suelo.
Además de las casas comunes existían otras dos clases de construcciones: una para los
señores principales, probablemente jefe de tribu y de clan, y otras para los jefes de las
confederaciones chibchas, como los Zaque y los Zipas.

Inca

Arquitectura [editar]

Machu Picchu

Los Incas desarrollaron un estilo altamente funcional de arquitectura pública que se


distinguió principalmente por sus técnicas avanzadas de ingeniería y de trabajo fino de la
piedra. El plano de sus ciudades estaba basado en un sistema de avenidas que convergían en
una plaza abierta rodeada de edificios municipales y templos,también se usaban ladrillos de
adobe y paja en las regiones costeras, la construcción de grandes monumentos tales como la
gran fortaleza de Sacsayhuamán cerca de Cuzco.

Entre las expresiones artísticas más impresionantes de la civilización inca se hallan los
templos, los ‘‘‘palacios‘‘‘, las obras públicas y las fortalezas estratégicamente emplazadas,
como Machu Picchu. Enormes edificios con mampostería de piedra encajada
cuidadosamente sin argamasa (simulando una mazorca de maiz), como el Templo del Sol
en Cuzco, fueron edificados con un mínimo de equipamiento de ingeniería. Otros logros
destacables incluyen la construcción de puentes colgantes a base de sogas (algunos de casi
cien metros de longitud), de canales para regadío y de acueductos.

Mapuches
Como vivienda tradicional de los mapuches, contruían viviendas de gran tamaño
denominadas Rucas, con superficies que varían entre los 120 y 240 metros cuadrados; las
cuales estaban formadas por paredes de adobe o tablas o de varas de colihue, reforzadas por
dentro con postes de madera y se tapizan con totora. El techo es de junquillo o de algún
pasto semejante a paja brava. Usualmente no tienen ventanas.

Una estructura ritual importante son las estatuas de madera denominadas chemamüll o
chemamull (del mapudungun: che, persona y mamüll, madera, Persona de madera), las
cuales utilizaban en ritos funerarios.

El 2007 el arqueólogo Tom Dillehay identificó la existencia de alrededor de 300 túmulos


funerarios en las vecindades de Purén y Lumaco, llamados cuel. Estas colinas artificiales
cónicas, de piedra y barro, superan en algunos caso los 40 metros de altura. Según la
hipótesis del autor, en la "ciénaga de Purén" se habría desarrollado un núcleo altamente
poblado, que permitió la edificación de monumentos. Dillehay data los cuel a las dos
centurias anteriores a la llegada de los españoles: el siglo XIV y el siglo XV. Como
hipótesis, postula que las estructuras serían fruto de la influencia inca o de las culturas de
los Andes centrales en general.
Mochica

Arquitectura [editar]
Como elemento base para sus construcciones emplearon el adobe, que lo usaban en
pequeños bloques de tamaño mediano.

En las construcciones importantes como las huacas, se solía hacer cada cierto tiempo una
reedificación, en la cual en vez de remodelar una pared, la tapaban construyendo otra en su
delante, esto se puede apreciar en todas las huacas.

Las casas de los pobladores comunes (pueblo) eran erigidas en pequeñas comunidades, no
formaban grandes urbes. Los materiales que usaban ellos eran los mismos que se
empleaban para las huacas a excepción de las pinturas. Las casas tenían patio propio y
techo de dos aguas para las lluvias.

En su arquitectura destacan Huacas del Sol y de la Luna

Muiscas

Arquitectura [editar]

Los muiscas construían sus casas utilizando como principal material la caña y el barro para
hacer las tapias llamadas bahareque. Las casas comunes eran de dos formas: unas cónicas y
otras rectangulares. Las primeras consistían en una pared en círculo hecho de palos
enterrados como pilares más fuertes sobre los cuales se sostenía de lado y lado un doble
entre tejido de cañas cuyo intersticio era tupido de barro. El techo era cónico y cubierto de
pajas aseguradas sobre varas la profusión de tales construcciones en forma cónica en la
sabana de Bogotá, dio origen a que Gonzalo Jiménez de Quezada le diera a esta altiplanicie
el nombre de Valles de los Alcázares. Las construcciones rectangulares consistían en
paredes paralelas también de bahareque, como las anteriores, con techo en dos alas en
forma rectangular.

Tanto las construcciones cónicas como las rectangulares tenían puertas y ventanas
pequeñas. En el interior el moblaje era sencillo y consistía principalmente en camas hechas
también de cañas, llamadas barbacoas, sobre las cuales se tendía gran profusión de mantas;
los asientos eran escasos pues los indígenas solían descansar en cuclillas en el suelo.
Además de las casas comunes existían otras dos clases de construcciones: una para los
señores principales, probablemente jefe de tribu y de clan, y otras para los jefes de las
confederaciones chibchas, como los Zaque y los Zipas.

Tiwanaku

Área cívico-ceremonial de Tiahuanaco [editar]

Vista parcial de Tiwanaku


Constituye la parte más importante de la cultura tiwanakota y de su principal urbe. Se
extiende por una superficie de 600 hectáreas aproximadamente. En esta ciudad se aprecia la
magnificencia de lo que fue su arquitectura; las distintas expresiones artísticas y
tecnológicas hablan por sí mismas de su elevado grado de perfección. Los grandes templos
tienen el cielo por bóveda, los muros que cierran los espacios sagrados se alzan en "tabla-
estacado", los segmentos de sillares se adosan a gigantescos pilares logrados con un solo
bloque de piedra. Acudiendo a la construcción de varias terrazas escalonadas se construyen
inmensas pirámides. Todos los templos de la urbe fueron orientados astronómicamente.

Destacan impresionantes estructuras: Kalasasaya, Templete Semisubterráneo, Kantatayita,


Pirámide de Akapana, Pumapunku, Kerikala, y Putuni. El "Museo Regional de Tiwanaku"
exhibe parte de una importante colección obtenida del mismo sitio, apreciándose hermosas
piezas de cerámica, líticas, metálicas, artefactos fabricados en hueso, restos humanos, etc.
que fueron rescatados a través de diferentes excavaciones científicas en el área.

Templo semisubterráneo [editar]

Templete semisubterráneo

Ésta es una de las más acabadas realizaciones arquitectónicas de la época de esplendor de


Tiwanaku. Se halla a más de 2 metros por debajo del nivel del área circundante, de planta
casi cuadrangular, está conformada por muros con 57 pilares sustentantes de arenisca roja y
sillares del mismo material. Estos muros están adornados interiormente por 175 cabezas
enclavadas, en su mayoría trabajadas en piedra caliza. Todas las cabezas son diferentes
entre sí, mostrando rasgos de diversas etnias.

Se debe destacar, en este templete, el sistema de drenaje, elaborado mediante canales


hechos en piedra, con un perfecto declive del 2 % que aún funciona en la actualidad, y que
desembocan en un recolector.

Empotrada en el piso del templete se hallaba la mayor pieza antropomorfa, conocida como
monolito "Pachamama" (o también Estela Benett), que fue llevada a La Paz y actualmente
puede ser apreciada en la plaza que está junto al estadio Hernando Siles. Esta pieza, mide
7,30 m y tiene un peso aproximado de 20 Tm.
Contrastando con la perfección del conjunto y detalles de la Estela Benett, se encuentra en
el Templete el "Monolito Barbado" o "KonTici Wiraqocha" (Señor de las Aguas, con
barbas, y vestido con una larga saya) esculpido en roca arenisca, que se halla acompañado
de otras dos estelas menores, todas excavadas en el mismo sitio.

Kantatayita (Luz del amanecer) [editar]

En esta estructura de planta rectangular se encuentra un dintel de arco rebajado –en dura
andesita gris– que es una de las piezas más extraordinarias en cuanto a sus detalles de
acabado, presentando un friso con depurado trabajo iconográfico. Por sus características, es
probable que esta pieza hubiera estado cubierta por planchas metálicas de oro, y que los
conquistadores causaran los graves daños que evidencia, cuando extrajeron el dorado
recubrimiento. Es importante señalar que esta pieza es la prueba del empleo de detalles
curvos en la arquitectura de Tiwanaku.

También en este sitio se encuentra una pieza sorprendente, es una "maqueta" de alguno de
los edificios de la urbe, hecha por arquitectos tiwanakotas en un enorme bloque de piedra
donde se ven reproducidas pequeñas escalerillas y patios diminutos, lo que nos demuestra
el altísimo grado tecnológico de esta civilización.

Pirámide de Akapana [editar]

Artículo principal: Pirámide de Akapana

Vestigios de la Pirámide de Akapana.

Dibujo de la Pirámide de Akapana.


"Akapana" es una imponente estructura piramidal, con 8.000 metros de perímetro, 7
terrazas escalonadas, 18 metros de altura. En su cima, de acuerdo a las crónicas, existían
bellas edificaciones. Los muros de sostén de la primera terraza fueron revestidos con piedra
almohadillada y los siguientes con sillares de litos canteados en perfecto corte; estas
diferencias en cuanto a técnica constructiva, hacen presumir que la obra fue completada en
mucho tiempo. En la cima existía un templete semisubterráneo que habría tenido una planta
cruciforme escalonada a la manera de una cruz andina.

En el siglo XVIII, el español Oyaldeburo excavó la pirámide -en busca de tesoros-


horadándola desde la cima y echando los escombros a los costados.

El acceso principal a este monumento se halla ubicado al oeste, donde existían –sobre
pedestales– piezas esculpidas en basalto negro del famoso "hombre puma" denominado
también "chachapuma".

Kalasasaya [editar]

Artículo principal: Kalasasaya

Muro exterior del Templo de Kalasasaya

Todos los templos de la urbe se orientan astronómicamente. Así en Kalasasaya (kala =


piedra; saya o sayasta = parado) o Templo de las Piedras Paradas, se verificaban con
exactitud los cambios de estaciones y el año solar de 365 días. En ambos equinoccios
(otoño: 21 de marzo y primavera: 21 de septiembre) el sol nacía por el centro de la puerta
principal de ingreso, a la que se accede por una magnífica escalinata. En el solsticio de
invierno (21 de junio) lo hacía en el ángulo murario N.E. y en el solsticio de verano (21 de
diciembre) se marcaba por el ascenso en el ángulo murario S.E. Este muro es conocido
como "pared balconera" o "chunchukala".

El Templo de las Piedras Paradas cubre aproximadamente dos hectáreas y su estructura


está basada en columnas de arenisca y sillares cortados, dispuestos entre éstos, sobresalen
gárgolas o goteros de desagüe para las aguas de lluvia.

En el interior pueden verse los restos de lo que habrían sido pequeñas habitaciones semi-
subterráneas dispuestas de manera que se localizaban siete a cada lado del patio. En el
recinto existe un muro cuya base es de sillares de arenisca que logra cerrar los sectores este,
norte y sur, dejando a ambos costados una especie de atrio que separa el recinto central o
"ceremonial". En este segundo muro, hacia el lado norte, se observan dos bloques en los
que, en su tercio superior, se practicó un orificio que imita, a escala, un aparato auditivo
humano, y mediante el cual se pueden escuchar ruidos o conversaciones que se producen en
sitios alejados. Estos "amplificadores de sonidos" nos permiten deducir que en el mundo
precolombino se conocía y aplicaba la acústica.

En Kalasasaya existen tres importantes esculturas: la Estela Ocho (Ponce), el monolito El


Fraile y la Puerta del Sol. En el monolito Ponce se aprecian finos grabados iconográficos
como hombres alados, peces, cabezas de puma o de camélidos, cóndores, águilas, símbolos
escalonados; en el más puro arte tiwanakota. La estela "El Fraile" no está adornada, es una
pieza labrada en arenisca veteada, mostrando un enigmático personaje que lleva un báculo
y un keru en las manos; porta una faja ventral donde se aprecian algunas huellas en relieve
de cangrejos.

La Puerta del Sol [editar]

Artículo principal: Puerta del Sol (Tiwanaku)

Puerta del Sol.

Este monumento de Tiwanaku es conocido a nivel mundial como la mayor muestra del
grado de perfección que alcanzó la cultura, tanto por el arte, como por la simbología que
atesoran sus bajorrelieves.

Este hermoso portal lítico –trabajado en un solo bloque de piedra andesita de


aproximadamente 10 Tn. de peso– no fue, en el pasado, una pieza aislada sino, más bien,
parte de una edificación mayor que pudo ubicarse en la cima de la Pirámide de Akapana o
en el mismo kalasasaya, donde existen varias piezas del mismo material que esta puerta.
La Puerta del Sol es con mucho el más importante y el de mayor interés para la historia del
arte. Algunos elementos de su iconografía se propagaron por todo el Perú y parte de
Bolivia; los relieves que decoran su entrada propiamente dicha simbolizan sin duda
fenómenos cósmicos, expresados plásticamente. Se ha dado innumerables interpretaciones
de la Puerta del Sol; muchas de ellas parten de la hipótesis de que se trata de un calendario.

Putuni [editar]

Llamada también "Putuputuni" = (donde hay huecos) se conoce como el "Palacio de los
Sarcófagos". Presenta una planta rectangular, con una plataforma de 1,20 m. de alto. En los
muros interiores se encuentran cámaras funerarias con acceso al patio central. Es notable en
estas cámaras, el sistema de cerramiento que consiste en una "puerta corrediza" de piedra,
que se desliza al ser humedecido el piso.

La entrada muestra rebajes escalonados que terminan en un pórtico (hoy desmantelado). En


la parte oeste de la plataforma y a una profundidad de unos dos metros existen canales
matrices que probablemente servían para evacuar aguas servidas y que conformaban uno de
los más perfectos sistemas de alcantarillado.

Pumapunku [editar]

Vista de las ruinas de Puma Punku

Pumapunku («Puerta del Puma») es un templo con extraordinaria calidad arquitectónica.


Cubre un área aproximada de dos hectáreas; se trata de una estructura piramidal a base de
tres plataformas conformadas mediante sillares labrados, la planta es rectangular con dos
aletas que se extienden de norte a sur en su sector este.

Esta edificación se erigió al finalizar el período clásico de Tiwanaku, ya que la técnica es


mucho más depurada y evolucionada que el de otras construcciones, destacando el
impecable manejo del material lítico.

En la parte superior de esta monumental edificación, se halla un pequeño templete con sus
respectivos canales de desagüe. Hacia el oeste se observan los restos de lo que fue una
escalinata de acceso. El recinto principal se halla en el sector noroeste, que aún tiene restos
de una estructura ciclópea probablemente conformada por cuatro habitaciones, cada una de
ellas con portadas talladas en andesita, similares a la Puerta del Sol.

Sobresale en este recinto ceremonial la presencia de grapas y anillos de cobre arsenical


utilizados para la unión de los elementos constructivos, tanto en el sistema de canales de
drenaje comno en el refuerzo de las plataformas. El piso circundante al templo fue hecho
con una capa de arcilla coloreada con ocre rojizo.

Este colosal monumento, fue objeto de un saqueo inmisericorde desde la época de los incas,
más acentuado en el tiempo de la colonia y la República.

Wari

La ciudad de Huari: sectores [editar]


La ciudad de Huari fue la capital del estado del mismo nombre, y para algunos arqueólogos
fue el centro del primer imperio andino (antes de los incas). El núcleo urbano tenía un área
de ocupación de unas 2000 hectáreas en donde se cree que había muchas callejuelas, con
templos amurallados, patios ocultos, tumbas reales y edificios de viviendas de hasta seis
plantas de altura; la mayoría de los edificios estaban cubiertos de yeso blanco, con lo cual
la ciudad resplandecía al sol de las montañas. Todo esto en su momento de mayor
esplendor.

El conjunto de construcciones huari permanece en su mayoría enterrado. Los trabajos de


excavación arqueológica realizados en el sitio son mínimos en relación con los múltiples
conjuntos arquitectónicos existentes. A medida que su población fue creciendo (algunos
arqueólogos creen que llegó a tener unos 70.000 habitantes),[cita  requerida] también creció en
importancia como ciudad sede del poder político. Inicialmente la ciudad debió reducirse a
un centro administrativo con funciones políticas y religiosas. Según la evidencia
arqueológica, huari declinó en importancia hacia el 1000 dc, desconociéndose a ciencia
cierta cómo y por qué fue finalmente abandonada.

Ante la baja productividad de la tierra se realizaron importantes obras de canalización y


drenaje y sobre todo se crearon terrazas agrícolas que ampliaron notablemente la superficie
cultivable. Estos andenes, construidos en las laderas de los cerros, suelen ubicarse cerca de
los complejos urbanos, principales y secundarios, ya que satisfacían las necesidades de
consumo de estos.

Sectores de la ciudad [editar]


Los investigadores han dividido la zona central del asentamiento (que abarca 18 kilómetros
cuadrados) en 13 diferentes sectores, a saber:

Monqachayoc [editar]
En este sector se encuentran galerías subterráneas con techos formados por grandes bloques
de piedra de una sola pieza y paredes recubiertas con lajas alargadas a manera de enchape,
además de unos tubos labrados en piedras que se sospecha fueron usados para el transporte
de agua a la ciudad.

Capillapata [editar]

Sector formado por grandes muros dobles de entre 8 y 12 metros de altura. En la base tiene
un ancho de 3 metros y en la cima entre 0,80 y 1,20 m, alcanzando 400 m de largo. Estos
muros forman grandes cercados o 'canchones'.

Turquesayoc [editar]

Llamado así por la presencia de restos de turquesa, sea en cuentas de collar o pequeñas
esculturas. Debido a la alta concentración de este material se cree que en este sector
estuvieron los talleres dedicados al trabajo de este material.

La casa de Blas [editar]

Por toda el área se encuentran desperdigados abundantes restos de artefactos líticos, como
puntas de proyectil, punzones y pedernales. La principal materia prima era la obsidiana, el
pedernal y la pelvis de cuy.

Canterón [editar]

Llamado así porque se presume que este sector fue usado como cantera

Ushpa Qoto [editar]

Edificios diversos cercanos a una plaza. Tres murallas grandes corren de forma paralela,
estructuras semicirculares y ambientes subterráneos.

Robles Moqo [editar]

Esta área presenta una fuerte presencia de tiestos de cerámica y artefactos líticos
fragmentados. Se supone que fue el barrio de los artesanos. Un estilo de cerámica
característico de huari toma el nombre de Robles Moqo, ya que fue aislado tomando en
cuenta los fragmentos hallados en este sector por un guía local de apellido Robles.

Campanayoq [editar]

Recintos circulares y trapezoidales. Están en mal estado de conservación, totalmente


derruidos, solo se pueden identificar los cimientos.

Trankaqasa [editar]
16 petroglifos grabados en piedra. Se labraron surcos sobre superficies planas que luego
fueron ligeramente pulimentadas. Se representan líneas concéntricas, volutas, serpientes,
círculos y figuras geométricas.

Ushpa [editar]

Allí se han encontrado figuras humanas moldeadas que delatarían áreas específicas de
servicios, talleres y almacenes

Gálvezchayoq [editar]

Cavidad circular de 11 metros de diámetro y 10 de profundidad, excavada


intencionalmente. En el interior dos túneles cuidadosamente excavados tienen orientación
norte y sur respectivamente.

Churucana [editar]

Muros similares a los de Capillapata forman recintos trapezoidales y rectangulares.

Valdivia

Estudios realizados sobre las especies de pescados y los artefactos sugieren que para pescar
se utilizaba sobre todo el anzuelo de concha más que redes u otros métodos. No es seguro
pero es más lógico pensar que los valdivianos que vivían tierra adentro hacían trueque para
el pescado y la concha con moradores de las playas. El intercambio de pescados y conchas
por productos agrícolas y carne hubiera sido lógico. La vivienda valdiviana es conocida
principalmente por el sitio de Real Alto. A principios de la cultura (Valdivia I) las chozas
tuvieron un plano elíptico con dimensiones de aproximadamente 3 x 4 metro [...]

[...] En la vivienda más tardía (Valdivia III VII) [...] las chozas conservaron la forma
elíptica poro fueron más grandes, con dimensiones de unos 8 x 12 metros. Estas chozas más
grandes tuvieron paredes de postes gruesos colocados verticalmente en trincheras de plano
elíptico. Se supone que huecos de postes mayores dentro de cada choza sirvieron para
sostener el techo, que probablemente fue de paja. También existen indicios de bahareque
sobre las paredes. Dentro de las chozas hubo acumulaciones de basura doméstica,
especialmente conchas, huesos, cerámica rota y utensilios de piedra. Análisis muy
detallados de la distribución de resto dentro de la choza indican que una parte se acumuló
durante la ocupación de la choza y el resto después cuando la choza abandonada se
convirtió en basural. También hubo un fogón en el piso de la choza y hasta indicios de
pantallas o muros internos para subdividir la choza [...]

[...] La forma de la aldea es conocida principalmente en Real Alto, donde se formó una
aldea grande con las chozas elípticas en hileras rectas. En la parte central del sitio, se
estableció el recinto ceremonial, con dos pequeños montículos y sus estructuras especiales
separados por una plaza pequeña. A pesar de estimaciones del tamaño y de la población de
Real Alto (hasta 1.500 habitantes durante Valdivia III), aún no existen análisis detallados
sobre la contemporaneidad de chozas dentro del período Valdivia III, que duró varios
siglos. Sin esta información, no se puede confiar mucho en ninguna estimación.

Esquimal

Iglus [editar]
Se trata de tradicionales viviendas de forma semiesférica, construídas con bloques de hielo
que los esquimales construyen para cumplir la función de casas de campamento cuando
salen de caza, aunque su uso es cada vez más raro debido al cada vez mayor sedentarismo,
al uso de tiendas de campaña y a que la introdución de vehículos a motor capaces de
moverse en el hielo a menudo permite a los inuit ir y volver en el día de sus partidas de
caza.

La conquista de América. Arquitectura colonial. Con el descubrimiento del Continente Americano, en 1492 surge la
arquitectura Colonial con un conjunto de manifestaciones arquitectónicas determinadas desde su inicio por la conquista de
América. Basada fundamentalmente en el arte religioso, y determinada a su vez por las órdenes religiosas las cuales
provenían del viejo continente. Este tipo de arquitectura tomo en cuenta el espacio urbano, usando así un sistema reticular
en el trazado de las ciudades, tomando como en ejemplo los esquemas Romanos propuesto por los españoles en aquella
época. Las plazas y monumentos funcionan como elementos capaces de referenciar el conjunto, como es el caso de la
construcción de las iglesias junto a algún tipo de plaza central la cual erige como punto de referencia. La construcción de
estos elementos arquitectónicos se realizan sobre la ruinas de grandes imperios, en ciudades como México y Perú,
preparando de esta manera los cimientos para lo que es la Arquitectura colonial o la Nueva civilización hispanoamericana.

La arquitectura colonial y su desarrollo:

 Diferenciarán tanto por los materiales utilizados para la construcción.


 La aplicación de nuevas Formas artísticas.

 Adaptando a las variaciones étnicas y geográficas.

 Se emplea una tipología en virtud de la función.

 El nacimiento de esta nueva civilización hispanoamericana surge paralelo a grandes estilos artísticos desarrollados
en Europa a finales del siglo XV.

 El gótico, renacimiento, barroco y neoclasicismo fueron los estilos que influenciaron en la topología arquitectónica
de la Arquitectura Colonial.

 Los ejemplos de traza gótica que encontramos en Latinoamérica son por ello escasos y muy directamente
emparentados con el primer renacimiento del siglo XVI.

 La catedral de Santo Domingo (1521-1537), como la iglesia de San Francisco y la de la Merced, así como algunas
portadas y edificios civiles en la República Dominicana.

 Los templos de las órdenes religiosas (franciscanos y agustinos principalmente) anteriores a 1570 son de trazas
góticas En México.

 En el renacimiento se implanta paulatinamente en tres etapas diferenciadas en una primera fase el renacimiento
aun se ve influenciado por el gótico, una segunda ligada con el plateresco, y una tercera fase, empeñada en la
construcción de las grandes catedrales, con elementos decorativos más geométricos.
 El barroco en Hispanoamérica es esencialmente decorativo. México y Perú son las dos ciudades en donde hubo
más intensidad de este estilo. Mientras que en México hubo un buen manejo de los materiales, como son la piedra
y el yeso creando con estos ricas policromías. El elemento de mayor importancia fue la cúpula, presente en todos
los templos.

 Neoclasicismo la vuelta a los modelos clásicos traídos por los arquitectos españoles de la Academia y la
consiguiente aparición del neoclasicismo.

 Columnas corintias que cubre la anchura de las tres naves del templo, con órdenes gigantes y frontón curvo de
remate en la fachada, que le otorgan una especial belleza. Visibles en Guatemala, Montevideo, Perú, etc.

 A comienzos del siglo XVI puede decirse que se termino la conquista de América en su mayor parte. Sobre ruinas
de grandes imperios precolombinos como México, se preparan los cimientos de la nueva civilización
hispanoamericana. El arte en Latinoamérica va a ser fundamentalmente religioso, marcado por el poder de las
principales órdenes religiosas llegadas del viejo continente. En el trazado reticular de las ciudades, a través de los
españoles que los proponen, aparecen las plazas y los monumentos. La iglesia edificada junto a la plaza central de
las poblaciones se encuentra como punto de referencia del espacio urbano. Pese a la uniformidad que las órdenes
religiosas van a intentar aportar, las nuevas formas artísticas van cambiando de acuerdo a la región étnica y
geográfica.

 En México, los templos de las órdenes religiosas anteriores a 1570 son de trazas góticas. El tipo de construcción es
el de iglesia fortificada de una nave, cabecera poligonal, bóvedas de crucería o de cañón en templos agustinos, y
un tratamiento exterior de gran sobriedad, muros desnudos y remates almenados. Como ejemplos de conventos
franciscanos podemos citar el de Huejotzingo o el de San Andrés de Calpan . La influencia indígena se hace notar
en lo decorativo, con un tipo de talla de superficies planas a bisel que encontramos en portadas como las de
Tlanalapa y Otumba. Avanzado el siglo XVI se construyen modelos platerescos, como la portada del templo
agustino de Acolman o la de la iglesia de Yuriria

 Barroco Podría decirse que el barroco adquirió mayor significación en América que en España. El
barroco en Hispanoamérica es esencialmente decorativo. Se aplica un lenguaje ornamental a
esquemas constructivos y estructurales inalterados desde los comienzos de la arquitectura
hispanoamericana. México es uno de los grandes focos donde con más intensidad iba a encontrar
eco el nuevo estilo así entendido.

 Uno de los rasgos característicos del barroco mexicano es el manejo privilegiado de materiales,
como la piedra de distintos colores (Zacatecas, Oaxaca, México) y el yeso, para crear ricas
policromías tanto en el interior de los templos como en las fachadas. Por otra parte, van a adquirir
especial desarrollo elementos como la cúpula, presente en casi todos los templos, elevada sobre un
tambor generalmente octogonal y recubierta con gran riqueza ornamental, y las torres, que se
alzarán esbeltas y osadas allí donde los temblores de tierra lo permitan.

 El siglo XVII será el de las iglesias conventuales y monasterios, construidos según el esquema hispánico de nave
única con fachada lateral siguiendo la dirección de la calle y con un ancho atrio.

 El siglo XVIII comienza con la construcción de la basílica de Guadalupe (1695-1709), emparentada en planta con
la del Pilar de Zaragoza: cúpula central, cuatro cúpulas menores y torres en los ángulos. En la iglesia jesuítica de
la Profesa (1714-1720) se observa la reiteración de formas poligonales lejos de los trazos curvos del barroco
europeo. La construcción más relevante es quizá la iglesia del Sagrario, con su impresionante fachada retablo
construida en 1749 por Lorenzo Rodríguez. Es una planta en cruz griega, cúpula central con cuatro menores y
novedosa en el tratamiento decorativo exterior, con acusada ornamentación central al modo de un tapiz tallado en
piedra de Chiluca y rodeada de muros de tezontle rojo recortados en formas mixtilíneas. Este modelo, muy
imitado en iglesias posteriores, será sustituido a finales de siglo por el de la capilla del Pocito, realizada por
Antonio Guerrero y Torres, con planta de trazos curvos y brillante cromatismo exterior.

 Puebla es uno de los grandes centros de exaltación de la policromía, con empleo de azulejos de colores, cerámicas
vidriadas y destacados trabajos de yeserías. Son ejemplos punteros la iglesia de San Francisco de Acatepec, o el
interior de la capilla del Rosario de la iglesia de Santo Domingo. La grandiosa fachada del santuario de Ocotlán,
construido en Tlaxcala a comienzos del siglo XVIII, es un impresionante retablo monumental enmarcado entre
sendas torres con un cuerpo superior de inconfundible silueta barroca. Otra de las fachadas más destacadas del
barroco mexicano la encontramos en la catedral de Oaxaca, donde también es interesante la iglesia de la Soledad,
en la que la ornamentación cubre incluso los contrafuertes que jalonan la portada. De mediados de siglo son
ejemplos interesantes la iglesia de la Compañía de Jesús, en Guanajuato, o la iglesia de San Sebastián y Santa
Prisca, en Taxco, una de las joyas del barroco hispanoamericano. El punto culminante de la exuberancia
decorativa lo encontramos en la fachada de la catedral de Zacatecas, un imponente tapiz ornamental, muestra del
arte barroco de influencia indígena.

 Por arquitectura de España se entiende la existente en lo que actualmente es


territorio español y la realizada por arquitectos españoles en el mundo. Debido a la
amplitud temporal y geográfica que tiene la historia de España, la arquitectura
española ha tenido multitud de influencias y manifestaciones.

 Incluso desde antes de los poblados que pudieron describir las fuentes romanas
(como los de iberos, celtíberos, cántabros...), existen en la Península Ibérica
vestigios de formas arquitectónicas comparables a otros ejemplos de las culturas
mediterráneas y semejantes a los de Europa del norte.

 Un auténtico desarrollo vino con la llegada de los romanos, que dejaron atrás
algunos de sus monumentos más impresionantes en Hispania. La llegada de los
visigodos supuso una profunda decadencia en las técnicas romanas pero también el
aporte de técnicas constructivas más austeras de vinculación religiosa, al igual como
ocurrió en el resto del imperio. La invasión musulmana en el año 711 supuso un
cambio radical en los siguientes ocho siglos y llevó a grandes avances en la cultura,
incluyendo la arquitectura. Córdoba, capital de la dinastía Omeya y Granada, de la
nazarí, fueron centros culturales de extraordinaria importancia.

 En los reinos cristianos surgieron gradualmente y desarrollaron estilos propios,


inicialmente aislados de las influencias europeas y más tarde integrados en las
grandes corrientes arquitectónicas europeas románica y gótica, las cuales llegaron a
alcanzar un auge extraordinario, con numerosas muestras religiosas y civiles a lo
largo de todo el territorio. Simultáneamente se desarrolló el estilo mudéjar, del siglo
XII al XVII, que se caracterizó por una mezcla de corrientes culturales de herencia
estructural europea y decoración árabe.

 Hacia finales del siglo XV y antes de colonizar América hispana con la arquitectura
colonial y barroca, en España se experimentó con la arquitectura renacentista,
desarrollada principalmente por arquitectos locales (Pedro Machuca, Gaspar de
Vega, Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera, Andrés de Vandelvira...). El
barroco español se caracteriza sobre todo por el exuberante churrigueresco,
distinguiéndose de las influencias internacionales posteriores, y dando sus obras
más importantes en desarrollo en el Imperio Español americano, principalmente
misiones, catedrales y arquitectura pública. El estilo colonial, que se mantuvo
durante siglos, aun tiene una gran influencia en México, centroamérica y los países
del Pacífico sudamericano. El neoclasicismo tuvo su cumbre en el trabajo de Juan
de Villanueva y sus discípulos.

 El siglo XIX tuvo dos facetas: el esfuerzo en ingeniería para alcanzar un nuevo
lenguaje y mejoras estructurales con hierro y vidrio como principales materiales, y
la corriente académica que primero se enfocó en el historicismo y el eclecticismo y
más tarde en los regionalismos. La entrada del modernismo en las corrientes
académicas produjo figuras como Antonio Gaudí en la arquitectura del siglo XX. El
estilo internacional fue liderado por grupos como el GATEPAC.

 España está sufriendo una verdadera revolución técnica dentro de la arquitectura


contemporánea y los arquitectos españoles como Rafael Moneo, Santiago Calatrava
y Ricardo Bofill se han convertido en referentes internacionales.

 Por la relevancia artística de muchas de las estructuras arquitectónicas de España,


incluyendo partes enteras de ciudades, han sido designadas Patrimonio de la
Humanidad. El país posee el segundo puesto en número de lugares declarados
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, superado solamente por Italia.

Arquitectura megalítica [editar]

Naveta des Tudons en Menorca

Durante la Edad de Piedra el megalito más extendido en la Península Ibérica era el dolmen.
Los planos de estas cámaras funerarias solían ser seudocírculos o trapezoides, formados por
enormes piedras hincadas en el suelo y otras que las cubrían, formando un techo. Según iba
evolucionando la tipología, apareció una entrada en corredor llamada dromos, que
gradualmente fue tomando importancia hasta ser tan ancho como la cámara. En el estadio
más avanzado, eran comunes techos abovedados y falsas cúpulas. El complejo de
Antequera contiene los dólmenes más grandes de Europa. El mejor conservado, la Cueva
de Menga, tiene 25m de profundidad, cuatro metros de alto y fue construido con 32
megalitos. En la actualidad, en el interior se ha descubierto un pozo, cuyo origen es
desconocido. En la Edad de Bronce, los ejemplos mejor conservados están en las Islas
Baleares, donde aparecen tres tipos de construcciones: la taula, en forma de T, el talayot y
la naveta. Los talayots eran torres de defensa troncocónicas o troncopiramidales. Solían
tener un pilar central. Las navetas eran construcciones realizadas con grandes piedras y su
forma era similar a los cascos de los barcos.

Arquitectura íbera y céltica [editar]


Asentamiento celta en Galicia: Castro de Baroña

Las construcciones características de los celtas eran los castros, pueblos amurallados,
habitualmente situados en lo alto de una colina o un monte. Se desarrollaron en las áreas de
asentamiento celtas en el valle del Duero y en Galicia. Ejemplos incluyen Las Cogotas, en
Ávila, y el Castro de Santa Tecla, en Pontevedra.

Las casas en los «castros» tienen de unos 3,5 a 5 m de longitud y son generalmente
circulares, existiendo algunas rectangulares, de piedra y con techos de paja, con una
columna central. Sus calles eran generalmente regulares, sugiriendo algún tipo de
organización central.

Las ciudades construidas por los arévacos están relacionadas con la cultura íbera, cuyas
ciudades tuvieron un desarrollo urbano notable, como Numancia. Otras son más primitivas
y a menudo excavadas en la roca, como Termantia.

Época romana [editar]

Teatro romano en Mérida.

Desarrollo urbano [editar]

La conquista romana de Hispania, comenzada en el 218 a. C., supuso una romanización


casi completa del a Península Ibérica. La cultura romana fue asumida profundamente por la
población: antiguos campamentos militares y asentamientos iberos, fenicios y griegos
fueron transformados en grandes ciudades, como por ejemplo Emerita Augusta en la
Lusitania, Corduba, Itálica, Hispalis, Gades en la Bética, Tarraco, Caesar Augusta, Asturica
Augusta, Legio Septima Gemina y Lucus Augusti en la Tarraconensis, unidas por una
compleja red de carreteras. El desarrollo de la construcción incluye algunos monumentos
de calidad comparable a los de la capital, Roma.1

Construcciones [editar]

Puente de Alcántara.

La ingeniería civil está representada en imponentes construcciones como el Acueducto de


Segovia o el de Mérida (Acueducto de los Milagros), en puentes como los de Alcántara,
(Alcántara, Cáceres) sobre el Tajo o el de Córdoba sobre el Guadalquivir. También se
construyeron faros como el que aun está en uso en La Coruña, la Torre de Hércules. Las
construcciones civiles se vieron impulsadas sobre todo bajo el emperador Trajano (98 a. C.
– 117 a. C.).

La arquitectura lúdica está representada por edificios como los teatros de Mérida, Sagunto,
Tiermes o Cádiz, los anfiteatros de Mérida, Itálica, Tarraco y Segóbriga y los circos de
Mérida, Córdoba, Toledo, Sagunto y muchos otros.

La arquitectura religiosa también se extendió por la península como se puede ver en los
templos de Córdoba, Vic, Mérida (Diana y Marte) y Talavera la Vieja, entre otros. Los
principales monumentos funerarios son las torres de los Escipiones de Tarragona, el dístilo
de Zalamea de la Serena y los mausoleos de la familia Atilii en Sádaba y Fabara. Arcos de
triunfo se pueden encontrar en Caparra, Bará y Medinaceli.

Arquitectura prerrománica [editar]


El término prerrománico se refiere al arte cristiano tras la antigüedad clásica y antes del arte
románico. Cubre realizaciones artísticas muy diversas, puesto que fueron realizadas en
siglos distintos y por culturas diferentes. El territorio español tiene una gran variedad en
arquitectura prerrománica: alguna de sus ramas, como el arte asturiano, llegaron a un gran
nivel de refinamiento para su época y contexto cultural.

Véase también: Arte prerrománico


Arquitectura visigoda [editar]

San Pedro de la Nave, en Zamora

Del siglo VI cabe mencionar los restos de la basílica de Cabeza de Griego, en Cuenca y la
pequeña iglesia de San Cugat del Vallés, en Barcelona. Ésta, aunque muy deteriorada,
muestra claramente una planta de nave única que termina en un ábside. Del siglo siguiente
son las de San Pedro de la Nave, San Juan de Baños, Santa María de Quintanilla de las
Viñas, cuya traza se repetirá luego en otros templos posteriores pertenecientes al «estilo de
repoblación» (mal llamados «mozárabes»). Por lo demás, en esta época se sigue
básicamente la tradición paleocristiana en la arquitectura religiosa. Como edificios más
representativos pueden relacionarse los siguientes:

 Iglesia de San Pedro de la Nave en San Pedro de la Nave-Almendra (Zamora);


 Iglesia de Santa Comba de Bande (Orense);

 Iglesia de San Juan Baustista de Baños de Cerrato (Palencia);

 Cripta de San Antolín en la catedral de Palencia (Palencia);

 Iglesia de San Pedro de la Mata de Sonseca (Toledo);

 Ermita de Santa María de Quintanilla de las Viñas (Burgos).

Véase también: Arte visigodo


 Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Arquitectura visigoda en
España.

Arquitectura asturiana [editar]


Santa María del Naranco, Asturias

El Reino de Asturias aparece en 718, cuando las tribus astures, reunidas en asamblea,
deciden nombrar a Don Pelayo su jefe. Pelayo reunió a las tribus locales y a los refugiados
visigodos bajo sus órdenes con la intención de restaurar progresivamente el orden godo.

El prerrománico asturiano es un estilo singular, que, combinando elementos de otros


estilos, como el visigodo y las tradiciones locales, creó y desarrolló su propia personalidad
y características, alcanzando un notable nivel de refinamiento, no sólo en cuanto a la
construcción, sino también en cuanto a estética.

En cuanto a su evolución, el prerromano asturiano siguió una «evolución estilística


claramente asociada a la evolución política del reino, sus etapas marcadas con nitidez».
Fue principalmente una arquitectura de la corte y se distinguen cinco etapas: primer periodo
(737–791) desde el reino de Favila al de Bermudo I de Asturias. El segundo periodo
incluye los reinos de Alfonso II de Asturias (791–842), entrando en una etapa de definición
estilística. Estos dos periodos se incluyen dentro del llamado prerramirense. La iglesia más
importante es la de San Julián de los Prados, en Oviedo, con un sistema de volúmenes
interesante y un programa de frescos iconográficos interesantes, estrechamente
relacionados con las pinturas murales romanas. Las celosías y las ventanas trifoliadas en el
ábside aparecen por primera vez en esta etapa. La Cámara Santa de la Catedral de Oviedo,
San Pedro de Nora y Santa María de Bendones también pertenecen al prerramirense.

El tercer periodo comprende los reinos de Ramiro I (842–850) y Ordoño I (850–866). Es el


llamado ramirense y es considerado como la culminación de este estilo, debido al trabajo de
un arquitecto desconocido que trajo nuevos estilos ornamentales y estructuras, como la
bóveda de cañón y el uso consistente de arcos transversales y contrafuertes, acercando el
estilo a los logros obtenidos por la arquitectura románica dos siglos más tarde. Algunos
autores han señalado una inexplicable influencia siria en la ornamentación. En este periodo
florecieron la mayoría de las obras maestras de este estilo: los pabellones del palacio del
Monte Naranco (Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo) y la iglesia de Santa
Cristina de Lena.

Un cuarto periodo se extiende durante el reinado de Alfonso III (866–910), en la que se


detecta la llegada de una fuerte influencia mozárabe a la arquitectura asturiana,
expandiéndose el uso del arco de herradura. Una quinta y última etapa coincide con el
traslado de la corte a León, con lo que deja de hablarse propiamente de Reino de Asturias,
prefiriéndose el término Reino de León. El prerrománico entra en la fase que puede
denominarse arte de repoblación.

Véase también: Arte asturiano

 Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Arquitectura asturiana.

Arquitectura mozárabe [editar]

San Baudelio de Berlanga

La arquitectura mozárabe fue llevada a cabo por los mozárabes, cristianos que vivían en la
España musulmana desde la invasión árabe (711) hasta finales del siglo XI, y que
mantuvieron su personalidad diferenciada también frente a los cristianos de los reinos del
norte, a los que fueron emigrando en oleadas sucesivas o siendo incorporados por la
Reconquista. Un ejemplo de esta arquitectura es la iglesia de Bobastro, un templo rupestre
que se encuentra en el lugar conocido como Mesas de Villaverde, en Ardales (Málaga), de
la que sólo quedan algunas ruinas. Otro edificio representante de esta arquitectura es la
iglesia de Santa María de Melque, situada en las proximidades de La Puebla de Montalbán
(Toledo). Con respecto a este templo se duda en su filiación estilística, pues comparte
rasgos visigodos con otros más propiamente mozárabes, no estando tampoco clara su
datación. La ermita de San Baudelio de Berlanga presenta una tipología inédita, incluyendo
en su planta rectangular una tribuna sobre una pequeña sala hipóstila, a la manera de las
mezquitas, y siendo sustentada su cubierta por un único pilar central con forma de palmera.
Tanto dicho pilar como los muros interiores están profusamente decorados con frescos
representando escenas de caza y animales exóticos. Se puede establecer cierta conexión
tipológica como templo iniciático, ya en época románica, con la iglesia Santa María de
Eunate y las demás construcciones templarias de planta centralizada, como la de Torres del
Río o la Vera Cruz de Segovia.

Como ya se ha dicho, la identificación con lo mozárabe de construcciones en los reinos


cristianos del norte peninsular es problemática.

Véase también: Arte mozárabe  y Arte mozárabe en Cataluña

Arquitectura de repoblación [editar]

Entre finales del siglo IX y comienzos del siglo XI se desarrolla en los reinos cristianos del
norte una evolución del prerrománico que tradicionalmente se ha atribuido a la influencia
mozárabe,2 aunque en la actualidad ésta se han puesto en discusión y se prefiere
considerarla como una tercera fase del prerrománico, tras el visigodo y el asturiano.
Históricamente coincide con la repoblación de la Meseta del Duero y la cabecera del Ebro.
Ejemplos de estos templos son los de iglesia de San Cebrián de Mazote (Valladolid), el
monasterio de San Miguel de Escalada (León), la iglesia de Santiago de Peñalba de
Santiago (León), Iglesia de San Vicente del Valle (Burgos), Iglesia de Santa María de
Lebeña (Cantabria), Ermita San Baudelio de Berlanga de Caltojar (Soria), el Monasterio
de San Juan de la Peña de Jaca (Huesca), la iglesia prerrománica del Monasterio de Leyre
(Navarra), el Monasterio de San Millán de Suso (La Rioja) y algunos otros ejemplos
zamoranos o asturianos. Similar argumento podría hacerse para incluir algunas pequeñas
iglesias catalanas consideradas «mozárabes», como las de San Julián de Boada o la iglesia
de Santa María de Matadars.

Véase también: Arte de repoblación

Arquitectura de Al-Ándalus [editar]


El Califato de Córdoba [editar]

Maqsura de la Mezquita de Córdoba

La conquista musulmana de Hispania por las tropas de Musa ibn Nusair y Táriq ibn Ziyad y
la caída de la dinastía Omeya de Damasco, llevaron a la creación por Abderramán I, el
único príncipe sobreviviente que escapó de los abbasí, de un Emirato independiente con
capital en Córdoba. La ciudad se convertiría en la capital cultural de occidente de 750 a
1009.

La arquitectura construida en Al-Ándalus bajo los omeyas evolucionó a partir de la de


Damasco, con añadidos estéticos locales: el arco de herradura, distintivo de la arquitectura
hispano-árabe, fue tomada de los visigodos. Arquitectos, artistas y artesanos llegaron desde
oriente para construir ciudades como Medina Azahara, cuyo esplendor no podía ni
imaginarse en los reinos europeos contemporáneos.3

La construcción más importante de los Omeyas en Córdoba fue la Mezquita de Córdoba,


construida en etapas consecutivas por Abderramán I, Abderramán II, Alhakén II y
Almanzor.

Véase también: Arte emiral y califal

La Aljafería en Zaragoza.

Los reinos taifas [editar]

Con la desaparición del Califato, el territorio se vio dividido en pequeños reinos llamados
taifas. Su debilidad política fue acompañada de un conservadurismo cultural, que, junto con
el avance de los reinos cristianos, llevó a que los taifas se agarrasen al prestigio de las
estructuras y formas del estilo de Córdoba.

La recesión se manifestó en las técnicas de construcción y en los materiales empleados,


aunque no en la profusión de la ornamentación. Los arcos polilobulados fueron
multiplicados y adelgazados y todos los elementos califales fueron exagerados.

Algunos magníficos ejemplos de la arquitectura taifal han llegado hasta nuestros días, como
el Palacio de la Aljafería en Zaragoza o la pequeña mezquita de Bab-Mardum en Toledo,
más tarde convertida en uno de los primeros ejemplos de arquitectura mudéjar como la
Ermita del Cristo de la Luz.

Véase también: Arte taifa


Almorávides y almohades [editar]

Minarete almohade de La Giralda, Sevilla.

Los almorávides irrumpieron desde el norte de África en Al-Ándalus en 1086 y unificaron


los reinos taifas bajo su poder. Desarrollaron su propia arquitectura, pero es muy poco lo
que ha sobrevivido, ya que la siguiente invasión, la de los almohades, impuso un islamismo
ultraortodoxo y destruyó prácticamente todos los edificios almorávides importantes, junto
con Medina Azahara y otras construcciones califales.

La arquitectura almohade es extremadamente sobria y desnuda. Emplearon el ladrillo como


principal material de construcción. Prácticamente la única decoración empleada, la sebka,
eran rejillas de rombos realizados con ladrillo. También emplearon la palma como
decoración, pero no era más que una simplificación de la más ornamentada palma
almorávide. Con el paso del tiempo, el arte almohade se fue haciendo ligeramente más
decorativo.

El elemento mejor conocido de la arquitectura almohade es La Giralda, antiguo minarete de


la mezquita de Sevilla. Clasificada como mudéjar, pero inmersa en la estética almohade, la
sinagoga de Santa María la Blanca, en Toledo, es un raro ejemplo de colaboración
arquitectónica de las tres culturas medievales españolas.

Véase también: Arte almohade

Véase también: Arte almorávide

Arquitectura nazarí del reino de Granada [editar]

Tras la disolución del imperio almohade, los reinos musulmanes del sur de la Península se
reorganizaron y en 1237 se estableció el reino nazarí con capital en Granada.
La Alhambra, patio de los leones

La arquitectura producida por los nazarís iba a ser una de las más ricas del Islam. Fue
heredera de los otros estilos musulmanes de Al-Ándalus, que los nazarís combinaron, y del
estrecho contacto con los reinos cristianos del norte. Los elementos de la ornamentación y
estructurales fueron tomados de la arquitectura cordobesa (arcos de herradura), de los
almohades (sebka y palma), pero también de creación propia, como los capiteles
prismáticos y cilíndricos y arcos de mocárabe, en una alegre combinación de espacios
interiores y exteriores, de jardines y arquitectura, pensados para agradar a todos los
sentidos. Al contrario que la arquitectura omeya, que empleaba materiales caros e
importados para la construcción, los nazarís emplearon sólo materiales humildes: barro,
escayola y madera. Sin embargo el resultado estético está lleno de complejidad y es
desconcertante para el expectador: la multiplicación de la decoración, el uso sabio de la luz
y las sombras y la incorporación del agua a la arquitectura, son algunas de las claves del
estilo.4 También se integró la epigrafía en las paredes de las diferentes habitaciones, con
poemas alusivos a la belleza de los espacios.5 Los palacios de la Alhambra y el Generalife
son las construcciones más importantes del periodo.

Véase también: Arte nazarí

Arquitectura mudéjar [editar]


Iglesia mudéjar de Sahagún, León

La arquitectura realizada por los musulmanes que permanecieron en territorio cristiano y


que no se convirtieron es llamado estilo mudéjar. Se desarrolló principalmente del siglo XII
al XVI con fuertes influencias del gusto y arte árabe, pero adaptado al gusto de los señores
cristianos. Por ello, el mudéjar es apenas un estilo puro: se combina frecuentemente
técnicas y lenguaje artístico con otros estilos dependiendo del momento histórico. Así, nos
podemos referir al mudéjar, pero también al románico mudéjar, al gótico mudéjar o al
mudéjar renacentista.

El estilo mudéjar es una simbiosis de técnicas y formas de entender la arquitectura,


resultado de la convivencia de las culturas musulmana, judía y cristiana. Emergió como un
estilo arquitectónico en el siglo XII. Se suele aceptar que el estilo nace en Sahagún.6 Se
extendió al resto del Reino de León, Toledo, uno de los centros más antiguos e importantes,
Ávila, Segovia, y más tarde a Andalucía, especialmente a Sevilla y Granada. En Toledo hay
que destacar las sinagogas de Santa María la Blanca y El Tránsito, ambas mudéjares pero
no cristianas. En Sevilla, las habitaciones del Alcázar,7 a pesar de ser clasificadas como
mudéjar, están más relacionadas con el arte nazarí de la Alhambra que al resto del mudéjar,
puesto que fueron creados por arquitectos de Granada con poca influencia cristiana traídos
por Pedro I de Castilla. También en Sevilla hay que destacar la Casa de Pilatos.

Otros centros importantes del mudéjar se encuentran en ciudades como Toro, Cuéllar,
Arévalo y Madrigal de las Altas Torres, destacando el Monasterio de Las Claras, en
Tordesillas. Un desarrollo especial lo tuvo el mudéjar aragonés, especialmente en Zaragoza
y Teruel durante los siglos XIII, XIV y XV, destacándose las torres mudéjares de Teruel.

Se caracteriza por el uso del ladrillo como material principal. No creó estructuras propias,
al contrario que el gótico o el románico, sino que reinterpretó los estilos occidentales a
través de una perspectiva musulmana. El carácter geométrico, distintivo de Islam, aparece
en las artes accesorias, empleando materiales baratos —azulejo, ladrillo, madera, yeso,
metales— trabajados de forma elaborada, destacando el artesonado. Incluso después de que
los musulmanes ya no fueran empleados en la construcción, sus contribuciones se
mantuvieron como parte integral de la arquitectura española.

Véase también: Arte mudéjar

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Arquitectura románica [editar]

Vista del interior de la Catedral de Santiago de Compostela

Claustro de Santo Domingo de Silos, con el famoso ciprés que cantó Gerardo Diego

El románico de desarrolló inicialmente en los siglos X y XI, anterior a la influencia de


Cluny, en los Pirineos catalanes y aragoneses, simultáneamente con el norte de Italia, en lo
que se ha llamado «primer románico» o «románico lombardo». Es un estilo muy primitivo,
cuyas características son paredes gruesas, falta de escultura y la presencia de
ornamentación rítmica con arcos, tipificada en las iglesias del valle de Bohí (San Clemente
de Tahull) y los monasterios de San Pedro de Roda y Santa María de Ripoll.

La arquitectura románica plena llegó con la influencia de Cluny a través del Camino de
Santiago, que finaliza en la Catedral de Santiago de Compostela. El modelo de románico
español del siglo XII era la Catedral de Jaca, con su plano y ábsides característicos de la
planta de peregrinación basada en San Sernin de Toulouse y el «ajedrezado» o «taqueado
jaqués». Según avanzaban los reinos cristianos hacia el sur, este modelo se extendió por las
áreas reconquistadas con algunas variaciones. Los monasterios siguieron una estructura
similar (Santo Domingo de Silos, en Burgos).

De influencia francesa es la magnífica fachada de iglesia de Santo Domingo de Soria. La


fachada de Nuestra Señora de Poitiers sirvió posiblemente de modelo para la de Santo
Domingo y fueron maestros poitevinos los que intervinieron en su realización. Lo cierto es
que este frente representa uno de los mayores logros del románico español. Para Gaya
Nuño «...su distribución decorativa es la más rica, la más homogénea y armoniosa de la
Península, y no reconoce como más bella ni a la de Ripoll».

El románico español también muestra influencias de los estilos prerrománicos,


principalmente el asturiano y el mozárabe, pero también de la arquitectura árabe, tan
próxima, sobre todo de los techos de la Mezquita de Córdoba y los arcos polilobulados. Así
se advierte en San Juan de Duero (Soria), San Isidoro de León o en la peculiar iglesia
poligonal de Eunate en Navarra (con muy pocos ejemplos comparables, como la Vera Cruz
segoviana). El románico segoviano se caracteriza por sus torres solemnes y por el pórtico
de arquerías sobre columnas sencillas o pareadas, que cumplieron una importante función
en la vida urbana medieval (San Esteban). Las catedrales de Zamora, vieja de Salamanca,
vieja de Plasencia, así como la Colegiata de Toro, se caracterizan por sus peculiares
cimborrios y cúpulas, denominándose habitualmente como grupo de cimborrios del Duero.

En algunas zonas, hubo una verdadera fiebre constructiva (del románico palentino hay más
de seiscientas iglesias catalogadas). También hay un románico civil (o más bien militar,
como las murallas de Ávila y castillos como los de Pedraza o Sepúlveda). Tal esfuerzo sólo
puede entenderse como consecuencia de la pujanza de la sociedad de los reinos cristianos,
capaces incluso de extraer recursos (pago de parias) de los divididos reinos taifas. La
oscilante frontera de la reconquista en los siglos XI y XII produce que el románico pueda
encontrarse fundamentalmente en la mitad septentrional de la Península Ibérica.

En el siglo XIII, algunas iglesias alternan el estilo románico con el naciente gótico.

Véase también: Arte románico

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España.

Arquitectura gótica [editar]


Artículo principal: Arquitectura gótica en España

Catedral de Burgos

El estilo gótico comenzó en España debido a la creciente comunicación e influencia de


Europa central y del norte durante el siglo XII, cuando el románico tardío alternaba con un
estilo de transición como es la arquitectura cisterciense y con algunas expresiones de gótico
puro, como la Catedral de Ávila; ésta y la de Cuenca son las más tempranas del estilo. El
gótico pleno llega con toda su fuerza a través del Camino de Santiago en el siglo XIII, con
la creación de algunas de las más puras catedrales góticas, de influencia francesa: las
catedrales de Burgos, León y Toledo.

Posteriormente al siglo XIII, el estilo se extiende con creativas variantes locales como el
gótico levantino y el gótico isabelino. El gótico levantino, que florece en el siglo XIV, está
caracterizado por sus logros estructurales y la unificación del espacio, siendo sus obras
maestras la Catedral de Palma de Mallorca, la Lonja de la Seda de Valencia y la Iglesia de
Santa María del Mar de Barcelona. Guillermo Bofill realizará en la catedral de Gerona un
extraordinario atrevimiento al unificar las tres naves de la cabecera en una sola de
extraordinaria amplitud.

En la Castilla del siglo XV la estrecha relación comercial y política con el norte de Europa
convoca a arquitectos como Juan y Simón de Colonia, Hanequín de Bruselas, Juan Guas y
Enrique Egas que crean escuela adaptándose a la sensibilidad local. Se sigue trabajando en
las últimas grandes catedrales góticas (Sevilla, nueva de Salamanca y Segovia). El gótico
isabelino, llamado así por coincidir con el reinado de los Reyes Católicos, supone una
transición al renacimiento, pero a la vez una férrea resistencia a dejar los principios góticos
tradicionales. Sus obras maestras son San Juan de los Reyes en Toledo, la Capilla Real de
Granada y la Cartuja de Miraflores en Burgos. Las fronteras cronológicas y formales con el
simultáneo plateresco son imprecisas.
Véase también: Arquitectura gótica

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España.

Arquitectura del Renacimiento [editar]

Palacio de Carlos V en Granada.

Monasterio de El Escorial.

En España, el Renacimiento comenzó unido a las formas góticas en las últimas décadas del
siglo XV. El estilo comenzó a extenderse sobre todo a manos de arquitectos locales: es la
razón de un estilo renacentista específicamente español, que reunió la influencia de la
arquitectura del sur de Italia, a veces proveniente de libros ilustrados y pinturas, con la
tradición gótica y la idiosincrasia local. El nuevo estilo se llama plateresco, debido a las
fachadas decoradas en exceso, que recuerdan a los intrincados trabajos de los plateros.
Órdenes clásicas y motivos de candeleros (candelieri) se combinan con libertad en
conjuntos simétricos.

En este contexto, el Palacio de Carlos V realizado por Pedro Machuca, en Granada, supuso
un logro inesperado dentro del renacimiento más avanzado de la época. El palacio puede
ser definido como una anticipación al manierismo, debido a su dominio del lenguaje clásico
y sus logros estéticos rupturistas. Fue construido antes de las principales obras de Miguel
Ángel y Palladio. Su influencia fue muy limitada y mal entendida, las formas platerescas se
imponían en el panorama general.
Según pasaban las décadas, la influencia gótica desaparece y la búsqueda de un clasicismo
ortodoxo alcanzó niveles muy altos. Aunque el plateresco es un término usado
habitualmente para definir a la mayoría de la producción arquitectónica de finales del siglo
XV y primera mitad del siglo XVI, algunos arquitectos adquirieron un gusto más sobrio,
como Diego de Siloé, Rodrigo Gil de Hontañón y Gaspar de Vega. Ejemplos de plateresco
son las fachadas de la Universidad de Salamanca y del Hostal San Marcos de León.

La cumbre del renacimiento español está representado por el Real Monasterio de El


Escorial, realizado por Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera, en el que una adherencia
excesiva al arte de la antigua Roma fue superado por el estilo extremadamente sobrio. La
influencia de los techos flamencos, el simbolismo de la escasa decoración y el preciso corte
del granito establecieron la base para un estilo nuevo, el herreriano.

Con un estilo más próximo al manierismo, el siglo se cierra con arquitectos como Andrés
de Vandelvira (Catedral de Jaén).

Véase también: Arquitectura del Renacimiento

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España.

Arquitectura barroca [editar]

Fachada del Obradoiro de la Catedral de Santiago de Compostela.

Cuando las influencias barrocas italianas llegaron a España, gradualmente sustituyeron en


el gusto popular al sobrio gusto clasicista que había estado de moda desde el siglo XVI.
Tan pronto como en 1667, las fachadas de la Catedral de Granada de Alonso Cano y la de
Jaén de Eufrasio López de Rojas indican la facilidad de su interpretación a la manera
barroca de los motivos tradicionales de las catedrales españolas.
El barroco local mantiene raíces en Herrera y en la construcción tradicional en ladrillo,
desarrollada en Madrid a lo largo del siglo XVII (Plaza Mayor y Ayuntamiento de Madrid).

En contraste al barroco de la Europa septentrional, el arte español de la época busca agradar


a los sentidos más que al intelecto. La familia Churriguera, que se especializó en altares y
retablos, se rebelaron contra la sobriedad del clasicismo herreriano y promocionaron un
estilo intrincado, exagerado y casi caprichoso de decoración superficial, conocido como
churrigueresco. En medio siglo, convirtieron Salamanca en una ciudad churrigueresca
ejemplar.

La evolución del estilo pasó por tres fases. Entre 1680 y 1720, los Churriguera
popularizaron la mezcla de columna salomónica de Guarini y el orden compuesto, conocido
como «orden suprema». Entre 1720 y 1760, la columna churrigueresca o estípite, en forma
de cono o obelisco invertido, se estableció como elemento principal de la decoración
ornamental. Los años 1760 a 1780 vieron un desplazamiento gradual del interés desde el
movimiento retorcido y excesivo de la ornamentación hacia el equilibrio y la sobriedad del
neoclásico.

Dos de las más espectaculares creaciones del barroco español son las fachadas de la
Universidad de Valladolid (Diego Tomé, 1719) y del Hospicio de San Fernando en Madrid
(Pedro de Ribera, 1722), cuya extravagancia curvilínea parece anunciar a Antonio Gaudí y
el modernismo. En este caso y en muchos otros, el diseño incluye el juego de techos y
elementos decorativos con poca relación con la estructura y función. sin embargo, el
barroco churrigueresco ofrece alguna de las combinaciones de luz y espacio más
espectaculares, como en la Cartuja de Granada, considerada la apoteosis del churrigueresco
aplicado a espacios interiores, y el «transparente» de la Catedral de Toledo de Narciso
Tomé, donde escultura y arquitectura se integran para conseguir un efecto dramático de la
luz.

Palacio Real de Madrid.

El Palacio Real de Madrid y las construcciones del Paseo del Prado (Salón del Prado y
Puerta de Alcalá) también en Madrid, merecen ser mencionados. Fueron construidos en el
sobrio barroco internacional, a menudo confundido con el neoclásico, por los reyes
borbones Felipe V y Carlos III. Los palacios reales de La Granja de San Ildefonso, en
Segovia, y el de Aranjuez, en Madrid, son buenos ejemplos de la integración de
arquitectura y jardines del barroco, con notable influencia francesa (La Granja es conocido
como el «Versalles español»), pero con concepción espacial local, que de alguna manera
muestra herencia de la ocupación musulmana.

El rococó se introdujo en España por primera vez en la Catedral de Murcia, en 1733, en su


fachada occidental. También en la zona levantina, se destaca la exuberante decoración de la
puerta del palacio del Marqués de Dos Aguas en Valencia, diseñada por el pintor y
grabador Hipólito Rovira (1740–1744). El mejor representante del estilo fue el maestro
español Ventura Rodríguez, responsable de la Santa Capilla de la Virgen del Pilar (1750)
en el interior del templo de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza.

Véase también: Arquitectura barroca

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España.

Arquitectura colonial [editar]

Iglesia de Santa Prisca en Taxco: churrigueresco mexicano.

La combinación de influencias decorativas nativas americanas y árabes, con una


interpretación extremadamente expresiva del churrigueresco, podría explicar la variedad y
intensidad del barroco en las colonias americanas de España. Aún más que en su
equivalente español, el barroco americano se desarrolló como un estilo de decoración del
estuco. Fachadas con torres gemelas de muchas catedrales americanas del siglo XVII tienen
raíces medievales. El barroco pleno no aparece hasta 1664, cuando los jesuitas
construyeron su santuario en la Plaza de Armas en Cuzco.

El barroco peruano es especialmente exuberante, como evidencia el monasterio de San


Francisco en Lima (1673), que muestra una fachada oscura y muy intrincada entre dos
torres gemelas de piedra local amarilla. Mientras que el barroco rural de las misiones
jesuíticas (estancias) en Córdoba (Argentina) siguieron el modelo de Il Gesù, estilos
provinciales «mestizos» aparecieron en Arequipa, Potosí y La Paz. En el siglo XVIII, los
arquitectos de la región se inspiraron en el arte mudéjar de la España medieval. El estilo de
fachada del barroco tardío surge por primera vez en la Iglesia de Nuestra Señora de La
Merced en Lima (1697–1704). De forma similar, en la Iglesia de La Compañía en Quito
(1722–1765), la fachada parece un retablo ricamente esculpido con un exceso de columnas
salomónicas.

Al norte, la provincia más rica del siglo XVIII, Nueva España, el actual México, produjo
una arquitectura fantásticamente extravagante y visualmente frenética que es el
churrigueresco mexicano. Este estilo ultrabarroco culmina en los trabajos de Lorenzo
Rodríguez, cuya obra maestra es el Sagrario Metropolitano en Ciudad de México (1749–
1769). Otros ejemplos notables se encuentran en remotos pueblos mineros. Por ejemplo el
santuario de Ocotlan (comenzado en 1745) es una catedral barroca de primer orden, cuya
superficie está cubierta de baldosas rojas brillantes, que contrastan con una plétora de
ornamentos comprimidos aplicados generosamente en la portada y los flancos de las torres.
La autentica capital del barroco mexicano es Puebla, donde la abundancia de baldosas
pintadas a mano y piedra local gris llevaron a una evolución muy personal y localizada del
estilo, con un pronunciado sabor indio.

Colonización y conquista de América


1. Consecuencias del Descubrimiento
2. Principales características de la conquista
3. Versiones acerca de la conquista
4. Las colonias de América. Áreas de colonización
5. Mestizaje o Mulataje
6. La conquista espiritual
7. La colonización española en América
8. La colonización inglesa en América
9. La economía de las colonias españolas
10. El trabajo indígena

Cristóbal Colón nació en Génova en 1451. Era hijo de un tejedor acomodado y desde los 15
años empezó a navegar y familiarizarse con el mar. En 1476 Colon se estableció en Lisboa
donde trabajaba en la elaboración de mapas marinos. Colon, convencido de que la tierra
era redonda, creía que podía llegar a Asia por el oeste, atravesando el océano atlántico.
Pero sus cálculos estaban equivocados porque imaginaba la tierra más pequeña de lo que
es y, por eso sus planes no convencieron al rey de Portugal ni a sus consejeros.
Colón se dirigió entonces a castila, donde los reyes católicos, estaban muy ocupados en la
conquista de granada, no le prestaron atención.
En 1492, Colon obtuvo el apoyo de los reyes para emprender su viaje.
En 1506 Colon murió convencido de que había llegado a Asia.

Consecuencias del Descubrimiento


La conquista y colonización de los pueblos de América y sus implicaciones devastadoras
para la población aborigen de América fueron las consecuencias inmediatas de este
trascendental acontecimiento.
Principales características de la conquista
A principio del siglo XVI, cuando solo las islas del caribe pertenecían a España, se
organizaron desde allí las expediciones de conquista. Fueron iniciativa de personas
particulares financiadas por comerciantes y banqueros. Los conquistadores debían obtener
la autorización de los reyes para reclutar un ejército y conquistar un territorio
determinado.
Los reyes legitimaban jurídicamente y reglamentaban la conquista y explotación de los
territorios y de los pueblos.
Pero a fines del siglo XV la Corona de Castilla aprueba el proyecto colombino de
navegación del Océano Atlántico hacia el Occidente como parte de la expansión en que se
encontraba empeñada España y que incluía la búsqueda de oro y especies y de una ruta
hacia las Indias Orientales. Las primeras tierras descubiertas fueron las de las Antillas y
confundidas por Colón con tierras asiáticas. A pesar de esta confusión geográfica que se
mantuvo hasta la primera década del siglo XVI, las Antillas fueron integradas como parte
de los territorios que constituían el área de explotación europea de fines del siglo XV.
El sometimiento de la población aborigen de la región del caribe se inicio en 1493 y se
prolongo hasta 1520. Marcó los países que comprenden las antillas mayores y las costas del
ismo de Panamá.
La primera fundación en las Antillas fue la ciudad de Santo Domingo, que se convirtió en el
núcleo de la primitiva ocupación española de América organizándose como factoría
comercial bajo la administración colombina. Conflictos originados por la lucha de intereses
privados y estatales promovieron el reemplazo de Colón y la transformación de la factoría
en colonia bajo la administración posterior. La experiencia de colonización en Santo
Domingo, del mismo modo que la realizada anteriormente por España a mediados del siglo
XV en las Canarias, resultó el primer ensayo de conquista y colonización española en
América. Allí surgieron los puntos de partida de la administración colonial (cabildos,
audiencias) que más tarde serían trasladadas al continente.
Versiones acerca de la conquista
Se han dado y se siguen dando muchas interpretaciones a la conquista española. Y es que
el descubrimiento y la conquista fueron acontecimientos de una tremenda magnitud
histórica. América había estado aislada del mundo durante miles de año, y la llegada de los
europeos dio un giro radical a su historia, con efectos que se sienten hasta la actualidad.
Además de desintegrarse los sistemas políticos y económicos que existían, los indígenas
sufrieron una perdida del sentido de sus vidas y de la existencia de sus comunidades. En
medio de ese desmoronamiento se introdujeron las bases de la cultura española. Hoy,
después de 500 años de interactuar somos un verdadero nuevo mundo, una nueva
realidad. Nuestro continente es culturalmente mestizo y en eso radica su enorme variedad
y riqueza.
Las colonias de América. Áreas de colonización
La colonización del continente americano se inició en el año 1493 y se extendió hasta que
los diversos pueblos americanos alcanzaron su independencia.
La colonización se inició en la isla Española, la que sirvió de centro de aprovisionamiento,
organización y punto de partida de las expediciones de conquista y colonización de otras
tierras americanas.
Los colonizadores, en pricipio, fijaron su atención en los territorios del área del caribe.
Después de la española, le siguió Puerto Rico, Cuba y luego tierra firme.
España conquisto y colonizo desde México, bajando por Centroamérica, tanto continental
como insular y siguiendo. Todo el bloque de América del sur, a excepción de brasil y
algunas islas del área del caribe.
Mestizaje o Mulataje
Los primitivos habitantes del continente americano, principalmente los del área del caribe,
fueron tan rápidamente exterminado que el número de los que pudieron llegar vivos a lo
largo del siglo XVI fue infinitamente pequeño como para que al unirse al español o negro
tuviese alguna significación étnica. Sin embargo, con la llegada de los negros africanos al
continente, se inicia un proceso acelerado mulataje.
En las instrucciones dadas al gobernador Nicolás de Ovando, se encuentra las primeras
informaciones de introducción de negros a América, en las que se decía ir ni judíos, ni
moros, ni nuevos convertidos, que si esclavos negros, con tal que hubieren sido criados
entre cristianos.
El hecho de que el hombre español era esclavista y rico, lo hacia sentir vergüenza de
contraer matrimonio con una negra esclava, lo que estimulo la unión libre,todavía hoy tan
vigente, sobre todo en la zona rural del área del caribe pero también estimulo el
crecimiento de una sociedad latino americana machista, ya que el hombre que siempre era
el esclavista y por consiguiente se sentía superior, el que manda, el que tiene todos los
derechos, frente a una mujer que aunque compartía el lecho, seguía siendo la esclava o la
descendiente de esclavas.
Es importante destacar que el mulataje y el mestizaje de los pueblos americanos han
contribuido a reducir los odiosos prejuicios raciales al crear un abanico de colores y
costumbre, que nos hace hoy muy parecidos.
El mestizaje y el mulataje crea una simbiosis no solo racial, sino también cultural, los que
nos hace plurales y abiertos.
LA CONQUISTA ESPIRITUAL
La conquista espiritual se refiere al proceso del cristianización de la población indígena
americana en el siglo XVI mediante la evangelización o enseñanza de la religión católica.
Los encargados de llevar a cabo esta labor, unas veces por convencimiento y otras por la
fuerza, fueron los misioneros de distintas órdenes religiosas (franciscanos, dominicos,
jesuitas, agustinos, carmelitas), algunos de los cuales acompañaron a los conquistadores
desde las primeras incursiones. Además de cristianizar a los indígenas, los misioneros le
trasmitían la cultura occidental, es decir, las costumbres, lenguajes y forma de trabajos
europeas.
Varios misioneros notables defendieron a los indígenas de los abusos de los conquistadores
del siglo XVI. Tal fue el caso de fray Bartolomé de las casas y de motolonia (fray Toribio de
Benavente, 1490-1569). Los jesuitas misioneros crearon asentamiento de indígena entre
paraguay y Uruguay, en donde enseñaron con éxito la vida sedentaria y autosuficiente de
los indios guaranis. Una vez consololidada la cristianización la iglesia cumplió una
importante función social en las colonias, pues administraba y atendía hospitales,
orfanatos, conventos y escuelas. Ademas de ser prestamista, era una prospera
terrateniente.
LA COLONIZACION ESPAÑOLA EN AMERICA
Durante el proceso de colonización cada una de las metrópolis colonizadoras implanto
nuevas formas de vida. Las actividades económicas, la religión y las condiciones políticas
cambiaron para los pueblos americanos. La vida en la colonia se centralizo en los intereses
económicos de la colonizadora, cuya finalidad principal fue acumular riquezas para la
madre patria y para si misma.
La administración de las colonias españolas, portuguesas y francesas reflejo, a través del
siglo XVI, las costumbres y la forma de vida de las monarquías mas centralizadas de
Europa. La organización política y administrativa, también, fue una copia de las
instituciones prevalecientes en estos paises.claro esta sufriendo los cambios y las
adaptaciones necesarias para obtener los resultados deseados.
El móvil principal de la colonización europea fue la extracción de riquezas naturales a
través de la minería y la agricultura fundamentalmente.
Los españoles impusieron forma de obtención riquezas a través de la explotación
organizada de la mano de obra indígena. Unas de las formas de imposición de trabajo a las
comunidades indígenas fue por medio del sistema de encomienda, una especie de sistema
feudal implantado en las colonias españolas de América, en donde encomendero era el
señor que protegía, cristianizaba y gozaba del trabajo casi gratuito de una comunidad
indígena.
Otros sistemas de explotación indígena fue la mita (turno en quechua), que se uso en Perú.
Esta consistía en la obligación que cada población indígena tenía de enviar a las empresas
españolas (minas, plantaciones agrícolas, obras públicas) un número determinado de
trabajadores durante una temporada del año.
La esclavitud de negros africanos fue otra forma de explotación colonial, institucionalizada
después de que la corona española la iglesia prohibiera la explotación de los indígenas
debido al rápido descenso de su población.
Terminada la conquista del vasto territorio americano, era necesario establecer la forma
como serian administradas las tierras conquistadas.
Los reyes de España, conocedores de que era una tarea difícil, decidieron establecer dos
grupos de organismos. Uno que funcionara en España; y otro, en las colonias.
Los organismos que funcionaban en España estaban presididos por el propio rey, y era los
siguientes:
 La casa de contratación

Este organismo controlaba toda la actividad comercial entre España y los territorios
conquistados. Todos los buques que salían para América debían obtener la aprobación de
este organismo en lo que se refería a pasajeros y tipos de mercancía que trasportaban.
De la de s misma manera, todo barco procedente de América vía entregar los metales y
mercancía que trajera.
Este organismo también tenía la responsabilidad el sistema de correos y la seguridad de las
embarcaciones entre España y las colonias.
Su sede fue en la ciudad de Sevilla.
 El consejo de indias

Este organismo jugo un papel muy importante en la organización de las colonias en


América.
Era el más alto organismo de dirección en asuntos referentes a la organización y
administración de colonias.
Proponían las personas que debían realizar las funciones de gobernadores, virreyes
y otros cargos importantes. Estas propuestas debían ser aprobadas por los reyes.
El consejo de indias también presentaba a la consideración de los reyes los
proyectos de leyes (cedulas reales) que debían ser observadas en las colonias y
emitían los juicios decisivos de los conflictos originados entre funcionarios de la
colonias.
La colonización inglesa en América
La colonización inglesa en América se realizo con característica muy diferente a la
española y portuguesa.
Varios factores contribuyeron a que así sucediera. Inglaterra, al igual que España y
Portugal estaba gobernada por reyes.
Los reyes españoles y portugueses ejercían el poder en forma absoluta, es decir, en
forma personal y sin límites.
En Inglaterra el rey gobernaba, pero sus acciones estaban reguladas por la carta
magna o constitución.
La carta magna aseguraba a los ciudadanos ciertos derechos que debían ser
respetados por los gobernantes.
El gobierno lo ejercía el rey en colaboración con el parlamento, que era una
asamblea integrada por representantes de las diferentes clases sociales y el clero.
Toda medida de importancia que el rey se proponía realizar, como creación de
impuestos, declaración de guerras en otras naciones, etc., debían ser aprobada por
el parlamento.
LA ECONOMIA DE LAS COLONIAS ESPAÑOLAS
La economía de las colonias americanas se baso en minería del oro y la plata, sobre todo en
el norte de México y en Potosí (Bolivia), la agricultura y la ganadería, trabajada por
indígena o por esclavos negros traídos de África.
El comercio con América era un monopolio real que se efectuaba a través de las flotas de
indias, que zarpaban anualmente con protección militar.
En 1543, se creo una flota de barco para proteger los cargamentos de oro y piedras
preciosas que se enviaban a España desde América. El comercio se realizaba a través de
unos puercos designados por la corona, lo que dio origen a un estricto sistema
mercantilista en todo el imperio. El monopolio comercial de los puertos de Sevilla y Cádiz,
en la península, y de Veracruz y puerto bello, en América, regulo la actividad comercial
indiana.
El idioma y las costumbres
El castellano, como lengua oficial, jugo un papel unificador en la sociedad colonial. Por
este motivo, después de la conquista se prohibió que los indígenas y los negros hablaran en
sus propias lenguas, por lo cual debieron aprender el castellano. Algo similar ocurrió con la
costumbre y formas de vestir. Era importante homogeneizar los comportamientos para que
la sociedad se unificara.
Hábitos alimenticios
De Europa a América se trasladaron todo tipo de formas de vida, desde bacterias y virus
que producían enfermedades, hasta plantas cultivadas y animales domesticos.la migración
de colonos dependió en gran medida de su habilidad para europeizar la flora y fauna del
nuevo continente. Las islas caribeñas fueron la base casi perfecta en América para los
horticultores europeos. Aunque allí el trigo, las uvas y los olivos fracasaron, muchos otros
cultivos como coliflores, coles, rabanitos, lechugas, melones, cítricos, manzanas y plátanos
prosperaron. Ademas los españoles produjeron trigo en casi en todas las regiones
colonizadas donde el clima lo permitió. Sin embargo, los antiguos pobladores americanos
no cambiaron radicalmente su dieta por la influencia de cultivos de origen europeo.en
cambio, hubo una entusiasta aceptación del ganado y otra animales domésticos. Los
indígenas recibieron las vacas, burros, cabras, caballos, buelles, ovejas, gansos, cerdo y
otras especies como recurso valioso para su dieta alimenticia, y para obtener de ellos
vestimenta o utilizarlos como medio de transporte.
EL TRABAJO INDIGENA
A partir de la llegada de los europeos a América, las condiciones de vida de los indígenas
americanos se deterioraron notablemente. Fueron obligados a realizar trabajos muy duros;
se les quitaron sus tierras (algunos pueblos fueron trasladados por la fuerza a otros
lugares); ya no pudieron trabajar en comunidad para asegurar la subsistencia de todo el
grupo. La mortalidad aumento por este deterioro general de las condiciones de vida y
porque muchos fueron exterminados murieron debido a epidemias de enfermedades
introducidas por los europeos, como la viruela.
Los que sobrevivieron y sus descendientes se fueron incorporando de diversas maneras a
las nuevas sociedades americanas, y en la mayoría de las veces realizando trabajo poco
calificados, en situación precaria y con baja remuneración. Desde entonces, la mayoría de
los descendientes de los aborígenes han vivido en condiciones de pobreza en áreas rurales
(como por ejemplo en Colombia, Guatemala, México, Perú, Paraguay, Ecuador o Bolivia) o
en reservas (este tipo de asentamientos se ha organizado sobre todo en los países
anglosajones). Hoy es cada vez mayor la cantidad de aborígenes que viven en ciudades. Su
objetivo es encontrar trabajo y mejorar sus ingresos; pero en la ciudad es mas difícil
mantener las propias costumbres y valores culturales. Por otra parte se han desarrollado
distintos movimientos y organizaciones que procuran reivindicar sus derechos y sus
culturaza algunos gobiernos se han preocupado por mejorar las condiones de vida de la
población aborigen y por reconocer algunos derechos, como el de aprender en las escuelas
en su propia lengua además de hacerlo en la lengua oficial.

El arte arquitectónico en España

En épocas de la conquista y colonización, el arte arquitectónico en España había alcanzado


un grado sorprendente de madurez, aunque marchaba rezagado si lo comparamos con el
resto de Europa, respondiendo a una modalidad característica de la idiosincrasia hispana, de
ofrecer resistencia a los elementos artísticos foráneos .
Los largos años de convivencia entre cristianos y musulmanes en territorio español dieron
origen a la arquitectura mudéjar, cuyos comienzos se sitúan en el siglo XII para alcanzar su
esplendor en el siglo XV. A pesar de constituir un arte español se caracteriza por el
predominio de elementos árabes; los arcos (de herradura, medio punto, lobulados), las
columnas delgadas, la bóveda y la cúpula, como puede observarse en el Alcázar de Sevilla.
Hacia el siglo XIII se iniciaron en España manifestaciones artísticas de estilo románico, así
llamado por la similitud que algunas de sus formas presentaban con la arquitectura romana.
Fue un arte monástico que se aplicó a la construcción de iglesias. Se caracterizó por la
planta rectangular con forma de cruz latina, de tres o cinco naves, cubiertas con bóvedas de
cañón apoyadas en grandes pilares.
Los principales problemas técnicos no resueltos por la arquitectura románica, como la
iluminación abundante de las naves y el equilibrio de las bóvedas, los solucionó la
arquitectura gótica, que se inició en España hacia el siglo XIII. El término significa arte de
los godos, aunque más propiamente —nada debe a los bárbaros— se conoce con el nombre
de ojival. Lo caracteriza el arco quebrado en forma de ojiva (de aquí su nombre), muros
delgados y amplios ventanales. El peso de la bóveda no descansa totalmente sobre pilares,
sino que se trasmite en forma oblicua sobre los arbotantes o contrafuertes.
Una variedad del estilo fue el gótico flamígero, asi denominado por la forma de llama que
ofrecen algunos de sus elementos decorativos, inspirados en la flora (hojas de hiedra, de
roble, etcétera).
La arquitectura del Renacimiento, es decir, la basada en la asimilación de lo clásico, se
inicia en España sin bruscas transiciones, al unirse el gótico flamígero con elementos del
mudéjar; surge así el estilo isabelino, que se desarrolló durante el reinado de los Reyes
Católicos.
Cuando las influencias llegan de Italia y los edificios góticos imitan en su decoración
exterior los trabajos de los plateros, aparece el estilo plateresco, que se caracteriza por su
magnífica decoración, en la cual se advierten figuras en relieve, jarrones, follajes y variados
elementos.
En la segunda mitad del siglo XVI, el plateresco cedió ante la primacía del estilo clásico
puro, que imitó no tanto al griego sino las formas romanas. Este estilo recibió en España el
nombre de herreriano, porque su principal representante fue el arquitecto Juan de Herrera,
autor —junto con Juan M. Toledo— del monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
El estilo herreriano fue un simple tránsito hacia la arquitectura barroca, un arte
caracterizado por la profusión de adornos. Se inició en Italia a fines del siglo XVI con la
iglesia de Jesús, cuyos planos trazó el célebre Vignola.
El barroco español recargó todos los planos, retorció las columnas (columnas salomónicas)
y dio profusión a los elementos decorativos. Un buen representante fue el arquitecto José
Churriguera, por eso, también se lo conoce con el nombre de churrigueresco.
El barroco fue el estilo que más se trasplantó a los dominios en América, particularmente
en México y el Perú. A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, comenzó a declinar la
exuberancia del barroco para dar paso al neoclásico, que volvió a imponer mesura en la
ornamentación.

EL ESTILO COLONIAL

La influencia del barroco

El Renacimiento había proporcionado al arte arquitectónico una técnica y estilo propios,


pero en el trascurso del siglo XVII esta simplicidad de las formas clásicas se complicó, al
predominar el elemento decorativo sobre el constructivo, la línea curva sobre la recta.
Surgió en esta forma un estilo rebuscado, con profusión de detalles decorativos, que recibió
el nombre de barroco.
Se discute en cuanto al origen del término barroco, que —como sinónimo de mal gusto y
recargado— se difundió por Europa en el trascurso del siglo XVIII, aludiendo a un
movimiento artístico de la centuria anterior.
La opinión más aceptada es que proviene del vocablo portugués "barrueco" que se aplicaba
en joyeria a las perlas irregulares, que no eran perfectamente redondas. Otros afirman que
deriva de la italiana "parruca" o peluca, cuyas ondulaciones y ensortijamientos hacen
recordar los adornos del mencionado estilo.
En sentido amplio, barroco se aplica no sólo a la arquitectura sino también a la pintura y
escultura y a toda obra artística cargada de detalles. En la actualidad es evidente que el
barroquismo tiene para los estudiosos un valor simbólico y se lo considera una forma de
cultura, antes que una calidad de estilo.

Originario de Italia, se debió a los jesuitas su rápida propagación por Europa, en forma
simultánea con el movimiento antiprotestante, por eso también ha sido llamado "arte de la
Contrarreforma". Esta manifestación plástica de una época, que significó una oposición al
frío y correcto clasicismo, se conoció en España con el nombre de "churrigueresco".
El estilo barroco se extendió por toda América hasta trasformarse en el arte genuino de la
colonización. Se caracterizó por la extravagancia en los decorados, la grandiosidad y el
empleo de elementos utilizados por la arquitectura clásica, como la columna y la cúpula. En
tierras del Nuevo Mundo se adaptó al medio tropical y selvático y a las manifestaciones
coloridas y brillantes del temperamento indígena. Asi surgió la arquitectura colonial, que
también recibió el aporte de otras corrientes estilisticas europeas, entre ellas, el
renacimiento italiano.
Como sucedió con otros estilos arquitectónicos, el colonial americano no admite una
codificación rigurosa y no debe buscarse la uniformidad absoluta en construcciones
levantadas en territorios distantes. Si bien la unidad de sentido es la misma, sería absurdo
pretender que los edificios erigidos en México fueran exactamente iguales a los levantados
en Chile o en la Argentina. En tierras de los aztecas se aprecia la exuberancia en la
ornamentación, mientras que la sencillez de las formas distinguen los orígenes de nuestra
arquitectura.

Caracteres de nuestra arquitectura colonial

El panorama arquitectónico de la Argentina en tiempos de la dominación hispánica no


puede compararse, por su riqueza, con el de otras regiones de América, que sustentan una
verdadera tradición en ese aspecto del arte, como México y el Perú. Es sabido que los
aborígenes que habitaban nuestro territorio a la llegada de los españoles, no se destacaron
por su gran adelanto cultural y, en consecuencia, poco pudieron ofrecer en materia
constructiva. Otro factor negativo en el lento proceso de gestación de nuestra arquitectura
fueron razones de carácter económico y social.
Durante largos años, Buenos Aires no pudo comerciar directamente con la metrópoli,
aunque lo hacía con puertos de México, América Central y del Perú. Allí se realizaban
ferias, en las cuales los comerciantes vendían sus productos y compraban los artículos que
traían las bodegas de las naves españolas. Esas regiones se beneficiaron, pero no sucedió lo
mismo con los territorios situados al sur del continente, como el Río de la Plata. Las
mercancías destinadas a Buenos Aires, luego de cruzar el océano y llegar a la América
Central, tenían que atravesar por tierra el istmo de Panamá, embarcar nuevamente hacia El
Callao y desde allí partir en tropas de carretas o mulas hasta Potosí, para finalmente llegar a
destino, luego de pasar por Jujuy, Salta y Córdoba.
Las penurias que provocó el monopolio comercial, agravadas por la gran distancia que
separaba a los dominios del Río de la Plata de la metrópoli, moldearon una sociedad sin
grandes distinciones ni ostensibles privilegios. Si bien existía una diferencia de clases que
encabezaban los españoles de linaje, éstos ejercían su predominio argumentando una
aristocracia de sangre, más que en su fortuna.
Las consecuencias de este proceso económico y social fueron visibles en materia
arquitectónica. Puede afirmarse, en términos generales, que nuestro medio careció de
adinerados señores, capaces de ordenar la construcción de suntuosas residencias, ni
pudieron surgir ostentosos templos en medio de una sociedad humilde. Por otra parte,
fueron muy pocos los arquitectos de mérito que arribaron del Viejo Mundo y salvo
contadas excepciones, lo hicieron improvisados constructores que se dedicaron a una tarea
de trasplante artístico con el recuerdo de los edificios que habían observado en lejanas
tierras.
Tarea riesgosa es precisar en forma académica un estilo de finido dentro de nuestra
arquitectura colonial. Aunque como ya sabemos fue el barroco el que más se adaptó al
nuevo ambiente, debe admitirse que existió un eclecticismo estético bastante notorio, con
interpretaciones libres del renacimiento italiano, o bien aportes andaluces o lusitanos, sin
descontar la mano de obra indígena en las estilizaciones de la flora y la fauna autóctonas .
La arquitectura colonial de nuestro país presenta tres caracteres que la definen con bastante
precisión y que pueden agruparse de la forma siguiente:

a) Sencillez y espontaneidad. En este aspecto, cabe afirmar que se observan construcciones


de un primitivismo ingenuo y simplista, producto del operario aún no hábil, que con
tenacidad e imaginación hubo de vencer numerosas dificultades, entre ellas la falta de
herramientas y de materiales adecuados.

b) Barroquismo. Está presente en nuestro medio, aunque sus fantasías decorativas no


alcanzaron la exuberante suntuosidad y la profusión ornamental de las construcciones
levantadas en México o en el Perú. El barroco se advierte en los sobrios adornos de
fachadas, particularmente de edificios religiosos, en las molduras de los campanarios y
ornamentos de las cúpulas. La influencia del estilo churrigueresco se puede observar en los
altares de algunas iglesias, con decoración naturalista.

c) Clasicismo. Inspirado en las líneas más simples del estilo renacimiento italiano del siglo
XVI, está presente en los pórticos o galerías cubiertas, en las pilastras y en los frontispicios
triangulares que decoran las fachadas de las iglesias. Nuestra arquitectura colonial
respondió más que a una tradición en este aspecto del arte, a una necesidad del medio
social. Los edificios fueron obras de contenido estético propio, a veces con cierta imagen de
pesadez que estaba de acuerdo con el gusto de la época. No hubo lujo en las formas ni
excesos decorativos en las fachadas y, en conjunto, las construcciones tienen sabor local,
con líneas sencillas y elegantes que trasuntan sobriedad y exquisita nobleza.

Algunos términos empleados en arquitectura

Para facilitar la comprensión de nuestra arquitectura, es conveniente conocer el significado


de ciertos términos propios de esa rama del arte. Seguidamente figuran algunos de los más
comunes, relativos tanto al aspecto constructivo como al decorativo y que se citan en el
presente trabajo.
Abside: parte de una iglesia, generalmente de forma abovedada y semicircular, que
sobresale en la fachada posterior.
Adobe: masa de barro que puede tener forma de ladrillo.
Ala: parte lateral de un edificio, que se extiende a un costado del cuerpo principal.
Alarife: persona entendida en el arte de construir. Albañil.
Almena: especie de prisma situado en la parte superior de una muralla, con vanos o
espacios intermedios que se utilizaban para tirar contra el enemigo .
Antepecho: baranda protectora de una plataforma o balcón. Muro que se construye en
ciertos lugares —como azoteas— para evitar caídas.
Arbotante: arco que se apoya por su extremo inferior en un contrafuerte —destinado a
reforzar un muro— y por el superior contrarresta el empuje de algún arco o bóveda.
Arcada: serie de arcos sostenidos por columnas.
Arco: estructura que cubre la luz entre dos pilares.
Arco de medio punto: el que consta de un semicírculo entero.
Artesonado: techo adornado con variedad de tirantes o molduras.
Atrio: patio de entrada en las casas de la antigua Roma. Posteriormente también recibió este
nombre el espacio descubierto, cercado de pórticos, que figuran en la entrada de algunos
edificios.
Balaustrada: serie de columnas pequeñas (o balaustres) que descansan sobre un zócalo y
soportan una baranda horizontal.
Bóveda: techo de forma arqueada que cubre un espacio entre dos muros, o varios pilares.
Bóveda en cañón: la que tiene forma de medio cilindro hueco.
Campanario: torre de una iglesia, generalmente la parte más alta del edificio, en cuyo
interior se cuelgan las campanas.
Cancela: puerta de hierro labrada, en su mayoría sin vidrios, que separa el zaguán del patio
principal.
Capitel: parte superior de una columna.
Cimborrio: cuerpo cilíndrico que sirve de base a una cúpula y en el cual se abren ventanas
para la iluminación.
Cimbra: armazón de madera destinado a sostener un arco, bóveda o cúpula durante su
construcción.
Claustro: pasaje cubierto de un patio interior, en un monasterio, cuyo techo está sostenido
por columnas y arcadas.
Columna: apoyo vertical que consta de base, fuste y capitel.
Columna salomónica: es aquella en que el fuste tiene una decoración de forma helicoidal o
retorcida.
Columnata: serie de columnas de un edificio.
Coronamiento: adorno que se coloca en la parte superior de un edificio.
Crucería: nervios con forma de moldura que refuerzan y decoran el interior de las bóvedas.
Crucero: espacio en que se cruzan las dos naves perpendiculares de una iglesia.
Cúpula: bóveda semiesférica de planta circular, elíptica o poligonal.
Cupulino: remate superior de la cúpula. Es sinónimo de linterna.
Chapitel: terminación de una torre. Puede tener forma de cono o pirámide.
Dintel: parte superior de las puertas y ventanas. Es un elemento horizontal destinado a
soportar una carga.
Dórico: primer orden de la arquitectura griega, cuya columna tiene un sencillo capitel y el
friso adornado con triglifos y metopas.
Dovela: ladrillo o piedra labrada con que se construyen los arcos y bóvedas.
Entablamento: parte superior de un orden arquitectonico, formado —de abajo hacia arriba
— por el arquitrabe, el friso y la cornisa.
Espadaña: campanario formado por una sola pared, que tiene huecos donde se cuelgan las
campanas.
Estría: acanaladura hueca que se labra como decoración en las columnas o molduras.
Extradós: superficie exterior, convexa de una bóveda o de un arco.
Fachada: parte exterior y principal de un edificio. Es sinónimo del término " frente". Las
otras caras de la construcción también reciben aquel nombre, pero es conveniente
especificar. Ej.: "fachada lateral".
Frontón: remate triangular de una fachada o pórtico .
Fuste: cuerpo de una columna, comprendido entre la base y el capitel.
Hornacina: nicho. Concavidad practicada en la pared, generalmente de forma semicilíndrica
y que remata por un cuarto de esfera. Se utiliza para colocar elementos decorativos —
estatuas, jarrones— y romper la monotonia de grandes extensiones de pared.
Imafronte: en una iglesia, la fachada opuesta a la principal.
Intradós: superficie interior (cóncava) de una bóveda o de un arco.
Linterna: remate superior de una cúpula. Cupulino.
Ménsula: adorno que se utiliza para sostener alguna cosa, por ejemplo, el piso de un balcón.

Metopa: espacio entre dos triglifos, en el friso de estilo dórico.


Nave: parte de una iglesia limitada por muros o columnas.
Nave central: la nave principal de una iglesia.
Nave de crucero: la que corta perpendicularmente a la nave principal de una iglesia. La
intersección de ambas forma el
Pilastra: columna cuadrada que sobresale ligeramente de una pared.
Pináculo: pequeño adorno terminal de una fachada o de un muro cualquiera.
Planta: dibujo de la distribución que forman sobre el terreno, los cimientos de un edificio.
Pechina: cada uno de los cuatro triángulos curvilíneos que forma el anillo de la cúpula con
los arcos sustentantes de una nave.
Porche: atrio.
Pórtico: galería con arcadas o columnas a lo largo de una fachada o patio.
Retablo: obra de madera, piedra o mármol que compone la decoración de un altar.
Tambor: muro cilindrico que sirve de base a una cúpula.
Tímpano: espacio triangular comprendido entre las tres cornisas de un frontón.
Toscano: orden arquitectónico romano, que consistió en una forma simplificada del dórico.
Triglifo: adorno del friso del estilo dórico. Tiene forma de un rectángulo saliente que lleva
labrados tres canales verticales.

LA ARQUITECTURA Y LAS CORRIENTES POBLADORAS

Delimilación de las zonas artísticas

En el territorio que hoy es la Argentina, las primeras poblaciones surgieron a lo largo de las
rutas seguidas por los conquistadores, los cuales establecieron en esa forma centros de
carácter social, político, religioso y económico, para luego irradiar su influencia a regiones
más distantes. La Corona española reglamentó el trazado de las ciudades que habían de
erigirse en el Nuevo Mundo, el repartimiento de tierras entre los colonos y la ubicación de
casas y edificios públicos. Según lo dispuesto por las llamadas "Ordenanzas de
Poblaciones", correspondía al fundador elegir un sitio apto, delimitar un espacio abierto
para la plaza mayor, de donde saldrían en disposición de damero las calles principales, y
también indicar los solares donde se levantarían la sede gubernamental, la iglesia y el
cabildo.
Nuestro territorio fue conquistado y colonizado por tres corrientes pobladeras de origen
hispánico, que fueron las siguientes:

a) La del este. Procedió directamente de España a


través del Océano Atlántico y sus centros más
destacados fueron las ciudades de la Asunción y
Buenos Aires. Se extendió a lo largo de la
Mesopotamia, por las actuales provincias de Buenos
Aires, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y territorios
situados al este del río Uruguay, hasta el océano.

b) La del norte. Procedente del Perú, abarcó la región


conocida con el nombre genérico del Tucumán, que
comprendía las actuales provincias de Jujuy, Salta,
Catamarca, La Rioja, Tucumán, Chaco, Santiago del
Estero y Córdoba.

c) La del oeste. Salió de Chile y luego de cruzar la


cordillera se extendió por las actuales provincias de
Mendoza, San Juan y San Luis.

La arquitectura argentina en el período hispánico puede agruparse en regiones definidas,


con ciertas caracteristicas propias, de acuerdo con los itinerarios de penetración seguidos
por los conquistadores españoles, a través de las corrientes pobladoras. Sin aparente
vinculación con ellas, existió además un núcleo artístico de suma importancia en la zona
misionera, obra de los jesuitas, que irradió su influencia hacia el sur, a lo largo del litoral
del río Paraná.
En materia arquitectónica, existieron tres regiones bien determinadas: la noroeste y central
que tuvo en Córdoba su centro más importante; la bonaerense y litoral con Buenos Aires
como máxima expresión y la región de las misiones jesuíticas, al norte, en las cuencas de
los ríos Paraná y Uruguay.

LA ARQUITECTURA EN LA ZONA NOROESTE Y CENTRAL

La arquitectura en Jujuy y Salta

La corriente pobladora del norte se internó por el actual territorio argentino a través de la
quebrada de Humahuaca y de los valles calchaquíes.
Los caracteres artísticos derivados de esta corriente presentan una fusión de elementos
hispánicos renacentistas —clásico y barroco— con el arte mestizo de la llamada escuela
cuzqueña, que luego de difundirse en el Alto Perú, se internó en el norte argentino.
 

De las tres escuelas artísticas del virreinato del Perú, la limeña, quiteña y la cuzqueña —sus
centros fueron las ciudades de Lima, Quito y Cuzco—; la última se destacó por el
predominio del arte mestizo.
No debe olvidarse que el Cuzco había sido la antigua capital del Imperio de los Incas, los
cuales se destacaron por sus grandes realizaciones materiales.

En la zona del noroeste, las paredes de las primeras


viviendas levantadas por los españoles fueron —a
semejanza de las erigidas por los indígenas— de
piedras superpuestas (pirca) sin argamasa o cemento
alguno, recubiertas probablemente con barro, para
evitar que el frío
penetrara en el
interior. Se utilizó
la piedra bola
extraída con
facilidad de los
ríos, por cuanto —en una primera época— la falta de
herramientas impedía cortar la piedra de cantera.
Construyeron los techos con maderas de cardón, sobre
las cuales colocaban varillas o cañas y encima una capa de tierra amasada con agua y
pequeñas piedras. La planta de estas rústicas viviendas era generalmente rectangular,
aunque a veces se hacían redondas.
En el altiplano boliviano que se prolonga en nuestro territorio por la región jujeña, se
encuentra una serie de capillas muy antiguas, levantadas por religiosos o bien por
encomenderos, para favorecer la conquista espiritual de los pobladores de aquellos
desolados parajes.
Pueden citarse las iglesias de Yaví, Casabindo, Humahuaca, Uquía, Purmamarca y otras.

Iglesia de Yaví

Se encuentra muy próxima a la zona fronteriza con Bolivia. No se sabe cuándo se inició la
construcción del edificio, aunque se supone con fundamento que hacia el año 1690 ya
estaba concluido.
Consta de una sola nave y de una pequeña capilla lateral, todas con muros de adobe. El
retablo dcl altar mayor es una hermosa muestra de artesanía, al igual que el sagrario.
También merece destacarse el púlpito con las imágenes de los evangelistas, trabajo en el
cual.se advierte la mano de obra indígena.
La fachada tiene un campanario lateral, de base cuadrada, algo alejado de la iglesia, pero
unido a ella por un muro. El techo forma un porche sobre la puerta principal.

Iglesia de Casabindo

Se halla situada en el pueblo del mismo nombre, en el camino a Bolivia.


La construcción es muy antigua y es seguro que se concluyó a fines del siglo XVIII, por
cuanto en una campana tiene grabada la fecha de 1772.
El edificio consta de una sola nave, abovedada en cañón corrido, totalmente con piedra,
detalle éste que la diferencia de otras capillas levantadas en tierras jujeñas.
La bóveda del techo se prolonga hacia el frente y da origen a un porche sobre la puerta de
acceso. Esta última tiene un dintel de madera y está franqueada por pilastras laterales. La
fachada presenta dos campanarios que avanzan sobre la linea de edificación.
El altar mayor ocupa todo el muro del fondo y en su decoración se advierte la influencia del
arte cuzqueño .
Estas obras expresan en su sencillez un marcado aspecto regional y popular. En la
simplicidad de las formas, se advierte el esfuerzo del obrero —generalmente indígena—que
trabajó a las órdenes de constructores españoles.
En una primera época, la figura más destacada de la arquitectura jujeña fue Alonso de la
Plaza, albañil que dirigió las obras de la iglesia mayor y de varias casonas solariegas.
Aquella primera catedral iniciada en el año 1606, se derrumbó hacia 1630 y la actual se
considera que fue habilitada al culto por el año 1765. Se construyó con una fachada de
piedra que respondía al arte característico de la zona norteña, pero reformas posteriores
alteraron sus primitivos valores estéticos. En el interior de la catedral jujeña se puede
observar el famoso púlpito —de autor desconocido— que se atribuye a algún artesano de
escuela altoperuana. De estilo barroco el tallado representa diversos episodios bíblicos.

Según documentos de la época, a fines del siglo XVII, la ciudad de Salta contaba con un
edificio para cabildo y cinco iglesias; de ellas, sólo ha llegado hasta el presente la de San
Bernardo, la cual —escribe el historiador Furlong— "constituye una de las más preciosas
reliquias arquitectónicas existentes en el país".

En el año 1582 se construyó en las afueras de la ciudad la ermita de San Bernardo —al pie
del cerro del mismo nombre— y poco después, junto al mencionado santuario, un hospital
que llegó a tener hasta cinco dependencias.
Estos dos edificios primitivos, modificados a través de los años, dieron origen al actual
monasterio de San Bernardo, que desde el año 1846, pertenece a las religiosas de la orden
carmelita.

La antigua entrada del monasterio, de estilo barroco con cierta influencia mudéjar, fue
cerrada definitivamente con mampostería. Se abrió entonces una nueva portada, de inferior
calidad artística, aunque merece destacarse un hermoso marco tallado, con puerta de
algarrobo esculpida, que había pertenecido a la casa de don Bernardo de la Cámara. De
estilo también barroco, en este trabajo se advierte la mano de obra indígena.
Otras muestras destacadas de la arquitectura colonial salteña las constituyen varias casonas,
como las de Arias Rengel y de Otero.

La arquitectura en Santiago del Estero y Córdoba

Es seguro que en una primera época, Santiago del Estero —erigida sobre un terreno
arenoso y próxima a un río— fue un conjunto de precarias chozas, destruidas por periódicas
crecientes.
A fines del siglo XVI se había construido una ermita y —sobre la plaza principal— la
iglesia mayor, con paredes de adobe que no tardaron en perjudicarse por acción de la
humedad. El edificio hubo de derribarse y en el mismo lugar se levantó otro templo de
mayor tamaño, con tres naves y estructura de madera, pero a los pocos años se incendió y
aunque reedificado, no ofreció suficiente solidez. Por esta causa, a fines del siglo XVII se
levantó una nueva iglesia —de estilo barroco— bajo la dirección del arquitecto Melchor
Suárez. El edificio, aunque dañado por el terremoto de 1817, subsistió hasta el año 1852, en
que se inició la construcción de la actual catedral.
Una obra significativa de la arquitectura santiagueña es la capilla y celda de San Francisco
Solano, que pudo observarse hasta 1779, año en que fue reedificada y de cuya construcción
anterior sólo se conservan dos puertas de quebracho.
Córdoba fue el centro más destacado de la arquitectura colonial argentina y la zona de
frontera entre las corrientes pobladoras del norte y del este. Por su importancia deben
mencionarse en primer lugar la iglesia de la Compañia de Jesús, la imponente Catedral y
los establecimientos rurales jesuíticos, obras que se estudian más adelante.
En una primera época, se levantaron en Córdoba simples ranchos con paredes de barro y
techos de paja, que eran arrasados por las periódicas crecientes de los ríos.
Hacia el año 1586 se conoció la cal y como en la región abundaba la piedra bola o rodada,
con estos elementos, los alarifes pudieron construir —venciendo las dificultades que ofrecía
la piedra de superficie redonda— viviendas permanentes. Antes de concluir el siglo XVI,
ya funcionaba en Córdoba un horno destinado a la fabricación de tejas.
Puede afirmarse que desde la época de su fundación, en la ciudad residió algún alarife o
constructor, por cuanto en el año 1589 fue terminada la Ermita de los santos Tiburcio y
Valeriano, la cual, restaurada, ha llegado hasta el presente.
El recinto de este edificio —el único del siglo XVI que subsiste en nuestro país— mide
9,30 m de largo por 5,75 m de ancho y 5 m de alto. Sus gruesas paredes, algunas llegan al
metro y medio de ancho, están construidas con piedra bola o rodada, unida con un
argamasa de arena y cal, esta última en menor proporción .
Mientras se levantaba la Ermita, ya se construían los cimientos de la iglesia matriz y en
1610 estaba concluido el edificio del primitivo cabildo .
En los primeros años del siglo XVII, el panorama arquitectónico de la ciudad evidenció un
franco progreso. Comenzaron a techarse con tejas las primeras viviendas y las paredes a
construirse con ladrillos, mientras las puertas y ventanas de madera presentaban sencillas
molduras de adorno. De esta primera época, pueden mencionarse tres albañiles
constructores: Bernardo León, Alonso Encinas y Miguel Bidaurre.
Una vez establecidos los jesuitas, merece destacarse la empeñosa labor de estos sacerdotes
que dieron gran impulso al adelanto edilicio de Córdoba .

LA ARQUITECTURA EN LA ZONA BONAERENSE Y LITORAL

La corriente pobladora del este procedió directamente de España y recién adquirió


importancia arquitectónica en la segunda mitad del siglo XVIII y particularmente cuando
Buenos Aires fue designada capital del virreinato. La ciudad rioplatense, sede de las
autoridades politicas, eclesiásticas y militares, no tardó en desplazar a Córdoba, como
principal centro cultural del país. En forma paulatina ofreció edificios de interés, debido en
gran parte a la acción de arquitectos jesuitas. Los templos fueron las manifestaciones más
significativas, por cuanto la arquitectura privada no igualó en calidad a las obras de carácter
religioso.
En la zona del litoral y en la región pampeana, en principio se empleó el barro para levantar
el típico rancho o pequeña choza de una sola habitación, sin ventanas, con techo de paja o
juncos, algunas estacas de sostén y a modo de puerta, un tejido de ramas o un simple cuero
colgado. Generalmente el techo tenía una abertura —para dar escape al humo— y originaba
una especie de galería, al prolongarlo en forma de alero.

En el territorio de las misiones, los jesuitas dieron mayor solidez a las paredes con el
sistema de la tierra apisonada entre un armazón de maderas, procedimiento algo parecido al
empleado en la actualidad con el cemento armado.
Un dibujo del jesuita Florián Paucke (mediados del siglo XVIII) nos muestra el
mencionado procedimiento. En el espacio comprendido entre tablones colocados a regular
distancia y paralelos —sostenidos con estacas para mantener la vertical— se echaba la
tierra, previamente pasada por un cedazo y humedecida.
Una vez seco el barro, se retiraban las maderas, pero entonces era necesario romper trozos
de pared, con el objeto de poder colocar los marcos de las puertas.
A modo de revoque se utilizaba una mezcla de tierra, arena y estiércol vacuno.
La arquitectura que se levantó a lo largo del territorio surcado por el río Paraná sintió la
influencia del foco cultural de las misiones jesuíticas guaraníes. Su centro más destacado
fue la ciudad de Santa Fe y si bien la acción destructiva ha sido bastante intensa, se
conserva la iglesia de San Francisco, uno de los pocos edificios del siglo XVII que pueden
observarse en nuestro país.
Entre Córdoba y Buenos Aires, al término de las sierras y al comienzo de la región
pampeana, se extendía una amplia zona dominada por los aborígenes y —salvo contadas
excepciones— nada importante hallamos en materia arquitectónica.
Las misiones jesuíticas fueron verdaderas escuelas artísticas, aunque lamentablemente poco
es lo que ha llegado hasta nosotros de sus edificios, debido a los avances de la selva y a la
destrucción intencional.
La corriente pobladora del oeste salió de Chile y se extendió por las actuales provincias
cuyanas. De menor importancia que las ya mencionadas, ejerció una influencia muy
relativa, debido a las dificultades que provocaba el cruce del imponente macizo andino, a la
pobreza del medio y a la acción destructora de los periódicos terremotos .
El sur de nuestro país fue dominado por indígenas hostiles hasta buena parte del siglo XIX
y ninguna manifestación de arte arquitectónico se ha encontrado en las desoladas regiones
patagónicas.

La primera fundación de Buenos Aires

A comienzos de febrero de 1536, don Pedro de Mendoza —luego de explorar


detenidamente las bocas del Rio de la Plata— desembarcó con sus expedicionarios en la
margen occidental y allí fundó Buenos Aires.

En aquellas épocas, desde la boca del Riachuelo hasta la actual calle Humberto 1, emergía
de las aguas un banco de arena (llamado por los españoles "isla del Pozo") que formaba con
la costa, un canal de aguas profundas, apto para la navegación. Allí penetraron las
embarcaciones de Mendoza y anclaron en el extremo de la citada isla, media legua al norte
del Riachuelo.
Frente a ese lugar y sobre la tierra firme, en la parte superior de una barranca, en un lugar
denominado más tarde "alto de San Pedro" se fundó Buenos Aires. Aproximadamente en
ese sitio se encuentra hoy la iglesia de San Telmo y comprendía las actuales calles San
Juan, Humberto 1, Defensa y Balcarce.

La zona no brindó fáciles recursos a los recién llegados y muy escasos eran los materiales
aprovechables para levantar viviendas. Con excepción de las maderas de los árboles —que
surgían entre los espesos matorrales— y el barro, no se observaban otros elementos útiles.
En los primeros días que siguieron a la toma de posesión del territorio, se echaron los
cimientos del poblado que abarcaba algo más de una manzana y cuyo perímetro fue
defendido por una tapia de adobe de regular altura, bordeada de un foso, al cual luego se
agregó una empalizada hecha con troncos de espinillos. En el interior de este recinto, los
conquistadores construyeron las primeras viviendas, que fueron entre veinte y treinta
ranchos o casuchas de barro con techo de paja, destinadas a los oficiales y barracas o
cobertizos para los soldados.
En medio dejaron un espacio libre para la plaza, a uno de sus costados levantaron la iglesia
parroquial (una de las cuatro que construyeron entre febrero de 1536 y mayo de 1538) y la
"choza del Adelantado" según los términos con que aparece en los documentos de la época.
Es evidente que don Pedro de Mendoza, debido a su jerarquía, habitó más tarde en una casa
de regulares dimensiones —probablemente de madera— con varias salas y dormitorios. A
pesar de la amplitud de esta vivienda con relación a las otras, no igualó en lujo y tamaño a
la que ilustra, con bastante fantasía, el libro del cronista Ulrico Schmidel —que viajó en la
expedición— en la cual figura dicha casa con dos pisos altos y hasta chimenea.

En la primera fundación de Buenos Aires no trabajaron arquitectos ni alarifes profesionales,


sino aficionados, que hasta se valieron de lonas y sogas bajadas de los navíos, para
construir la abigarrada y pintoresca población. A pesar de esto, los documentos mencionan
tres nombres de conquistadores albañiles o algo entendidos en materia de edificación: el
alemán Hans Braunberger y los españoles Pedro Herrero y Juan Rodríguez Barcalero.

Buenos Aires fue destruida en 1541 por los españoles que respondían a las órdenes de
Domingo de Irala y los pobladores se concentraron con otro grupo de conquistadores en la
Asunción.

La segunda fundación de Buenos Aires

Buenos Aires fue nuevamente fundada por Juan de Garay —al frente de un centenar de
españoles y criollos— el sábado 11 de junio de 1580, en un lugar situado algo más al norte
de la primitiva ubicación. Para iniciar la traza de la ciudad, fue delimitado un rectángulo de
250 manzanas de 140 varas de lado y 11 de ancho las calles. Cuarenta y seis manzanas se
destinaron a solares urbanos, de éstos, seis correspondían a la Plaza Mayor y el Fuerte, tres
para conventos y una a hospital; el resto fueron chacras (de 300 a 500 varas frente al río).
Cada poblador recibió un cuarto de manzana, además de una entera para huerta.
Luego de limpiar las malezas del terreno se delinearon vagamente los límites de la Plaza
Mayor y allí Garay fundó —con el ceremonial reglamentario— la ciudad de la Trinidad,
mientras el puerto mantuvo su anterior nombre de Santa María de Buenos Aires.

El trazado en forma de damero, con sus ejes principales orientados a los cuatro puntos
cardinales, seguía a lo dispuesto por la legislación vigente y consideraba como centro
urbano a la Plaza Mayor, ubicada en este caso cerca del puerto natural y del río, y no en el
medio exacto del futuro poblado.

Hasta comienzos del siglo XVII, el poblado fue una aldea con categoría de ciudad. La
planta urbana la formaba un conjunto de chozas de gruesos muros de adobe con techos de
caña y paja a dos aguas y rústicas puertas de madera. Estas viviendas ofrecieron al principio
un aspecto desordenado en cuanto a su ubicación y eran frecuentes los problemas derivados
de los títulos de propiedad o errores de línea con respecto al trazado de las calles; por otra
parte, no todos los beneficiados ocuparon su parcela, y algunos prefirieron ausentarse. La
primitiva población creció paulatinamente en torno de la Plaza Mayor y se extendió a lo
largo de la costa, en dirección al sur, sobre la parte alta de la barranca que terminaba en las
turbias aguas del Río de la Plata. Los indígenas hostiles habían abandonado la región y la
virtual amenaza de un sorpresivo ataque parece no haber preocupado a los pobladores, por
cuanto la ciudad rioplatense careció de foso y empalizada defensiva.
En la ceremonia de la fundación estuvo presente el alarife Antonio Thomas cuya capacidad
debió de haber superado a la de simple albañil, pues se ocupó en levantar el primitivo
Fuerte de Buenos Aires. De igual profesión fueron Francisco Bernal y Juan Sánchez
Pombas, designados por el Cabildo, en el año 1590, para la tarea de controlar la estética de
la naciente ciudad. Debían fiscalizar la medida de los terrenos antes que los vecinos
iniciaran la construcción de sus viviendas y estaban autorizados a cobrar por su trabajo una
gallina a cada propietario. También por esa época, el alarife Francisco Álvarez reparó la
precaria casa en que funcionaba el hospital.
Como es de suponer, la técnica de la construcción era muy rudimentaria y el sistema más
utilizado para levantar paredes consistía en amasar barro, para luego apisonarlo entre
armazones de madera, procedimiento ya referido. El material debía estar libre de raíces y de
cualquier otro elemento extraño que pudiera resquebrajar el muro una vez seco.

Hernandarias y su acción edilicia

Entre los años 1590 y 1618, seis veces ejerció el mando de las provincias del Paraguay y
del Río de la Plata, el criollo —había nacido en la Asunción— Hernando Arias de Saavedra
o Hernandarias. Adquirió relieve por su capacidad de gobernante y en materia
arquitectónica puso gran empeño por mejorar el aspecto edilicio de Buenos Aires y
trasformar el villorrio en incipiente ciudad progresista.

Con el propósito de mejorar la planta urbana, aplicó varias ordenanzas relativas a la


distribución de solares y calles. Para esta labor comisionó a Francisco Bernal —ya había
actuado anteriormente— y a Martín Rodrigo.
Las calles fueron trazadas en línea recta a partir de un mojón de piedra colocado en la
esquina de la Iglesia Mayor (hoy Catedral) y debían cortarse formando ángulos de 90°. Este
trazado a cordel no fue tarea sencilla, a causa de los accidentes naturales del terreno, entre
ellos, pantanos y arroyos.

Las manzanas debian medir 140 varas de lado, y los lotes 10 varas por 70.

Según las constancias documentales, Hernandarias trabajó directamente —como


"maestro"— en las obras de la Iglesia Mayor y en los edificios destinados a la Aduana,
Contaduría, Cabildo y Cajas Reales.
Es muy meritoria su acción en favor del progreso edilicio, si tenemos en cuenta que nunca
se trasladó a Europa para observar contrucziones de categoría y que sus conocimientos de
la materia no excedían de los propios de un aficionado. En los primeros años del siglo
XVII, bajo el gobierno de Hernandarias se inició en Buenos Aires la fabricación de ladrillos
y tejas.

En 1606, el Cabildo de Buenos Aires autorizó la entrada en la ciudad de dos tejeros y dos
herreros procedentes del Brasil.
Dos años más tarde, concedió permiso a Hernando Alvarez para instalar "en el camino que
va al Riachuelo" un horno destinado a la fabricación de ladrillos y tejas. Por esa misma
época, abrieron un establecimiento similar los portugueses José de Acosta y Antonio
Franco.
Con el trascurso del tiempo, esta industria se desarrolló con rapidez debido a la constante
demanda de materiales para la construcción.
Hacia el año 1660, los jesuitas habían instalado un horno de ladrillos y tejas, en la esquina
sudeste de las actuales calles Bolívar y Moreno.

La cal fue introducida en Buenos Aires a principios del siglo XVII, procedente de Córdoba,
aunque más tarde también se trajo de Montevideo. El empleo del ladrillo, la teja y la cal
significó un marcado adelanto en el progreso de la ciudad y no sólo mejoró el aspecto tan
primitivo de las construcciones, sino que permitió levantar edificios de mayor solidez y
evitó el peligro que significaban los techos pajizos en caso de incendio.

La arquitectura en Santa Fe

Garay fundó la primitiva Santa Fe en las márgenes de un afluente del río Paraná,
emplazamiento más tarde abandonado. Pocos datos han llegado hasta el presente de este
período, aunque puede afirmarse que las viviendas eran ranchos con muros de tapia,
revocados con tierra, arena y estiércol. Existen constancias según las cuales se construyeron
varios edificios de cierta jerarquía, como una iglesia, un cabildo y tres conventos.
Correspondió al gobernador Hernandarias y a los sacerdotes franciscanos y jesuitas, el
haber impulsado el progreso edilicio. Hacia el año 1660 la ciudad de Santa Fe fue
trasladada a su actual ubicación, sobre el río Paraná. El cambio benefició la economía y
también la arquitectura.
El primitivo cabildo fue una modesta construcción que subsistió pocos años, pues fue
demolido. A comienzos del siglo XVIII se edificó otro cabildo más amplio que el anterior,
con planta baja y primer piso; sin embargo, con el trascurso del tiempo su estructura se
debilitó e hizo peligrar la estabilidad del recinto. Debido a un informe de los alarifes
Esteban Tast —el principal constructor de aquella época— y Francisco Loria, también fue
demolido. Hacia 1790 se inició la construcción de un tercer y último cabildo.

La trágica desaparición del alarife Tast —pereció ahogado— demoró los trabajos. Fue
remplazado por José Arretegui y Fernando Pereyra, los cuales concluyeron el edificio.
El cabildo fue demolido en el año 1909 y en el mismo lugar se levantó la actual casa de
gobierno.
Aunque la ciudad de Santa Fe no descolló por la importancia de su edificación, algunas
pocas viviendas son hermosas muestras de la arquitectura colonial. Basta citar las casonas
típicas de Aldao y de Pascual Echague y, en otro orden de edificio, la iglesia de San
Francisco.

LAS MISIONES JESUÍTICAS

Su obra civilizadora

La obra de evangelización y cultura artística que llevaron a cabo los jesuitas con los
indigenas en las misiones establecidas en las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay, en el
trascurso de los siglos XVII y XVIII, alcanzó merecida celebridad en su época. Los restos
arquitectónicos y los trabajos artísticos que han llegado hasta el presente, demuestran la
gran eficacia de aquella obra, que congregó a unos cien mil indígenas, en su mayor parte
guaraníes, bajo la dirección de un centenar de sacerdotes.

En las misiones jesuíticas los aborígenes aprendieron arquitectura, pintura, escultura,


música, arte tipográfico y variadas artesanías en madera y piedra, todo ello dedicado —en
su casi totalidad— al culto divino. La arquitectura evolucionó con bastante rapidez y
adquirió gran importancia en pocos años, aunque también desapareció totalmente en forma
gradual, después de la expulsión de los jesuitas en 1767. Hoy dia sólo se observan ruinas de
las construcciones en territorios pertenecientes a tres países: la Argentina, Paraguay y
Brasil.
Varias circunstancias favorecieron la sistemática destrucción de los edificios misioneros.
Los muros levantados con ladrillos y piedras debieron asentarse con arcilla, pues la región
carecía de cal común y de otros materiales adecuados para formar una argamasa
consistente. Además, armaron las estructuras con gruesas vigas de madera que no
ofrecieron mayor resistencia a la acción devastadora de los incendios intencionales. Por
otra parte, los bandeirantes paulistas —mestizos brasileños— atacaron las misiones en
asaltos denominados "malocas" y cuya finalidad era capturar indígenas para venderlos
como esclavos en los mercados del Brasil. También los territorios de las misiones fueron
escenarios de cruentas luchas entre españoles y portugueses, debido a los problemas
limítrofes que provocaron los lusitanos al fundar la Colonia del Sacramento, en las bocas
del Río de la Plata.
Luego de la expulsión de los jesuitas, los religiosos franciscanos se hicieron cargo de las
misiones, pero no pudieron impedir que el sistema entrara en rápida decadencia y que los
indios volvieran a la selva. Los edificios sufrieron depredaciones e incendios por parte de
efectivos brasileños y paraguayos.

En 1816, durante la ocupación portuguesa de la Banda Oriental, el brigadier Francisco


Chagas declaró: "Hemos destruido y saqueado los siete pueblos de la ribera occidental del
Uruguay y trasportado a la ribera izquierda del río 50 arrobas de plata, hermosos y buenos
ornamentos de iglesias. Hemos recogido excelentes campanas, 3.000 caballos y otras tantas
yeguas. . ."
Por su parte, el dictador del Paraguay, Rodríguez de Francia, ordenó el saqueo de cinco
misiones en territorio argentino y las obras de arte fueron llevadas a su país.
A la acción intencional se sumó la obra destructora del tiempo y de la selva, la cual
contribuyó a desplomar —bajo los tentáculos de la maleza y el peso de grandes troncos—
buena parte de los muros que aún permanecían en pie.

Ubicación y gobierno

A mediados del siglo XVI, la Corona española ordenó que los indios fuesen reducidos a
pueblos y no viviesen divididos. Cumpliendo con esta disposición, los aborígenes fueron
agrupados en poblaciones llamadas reducciones, que estaban a cargo —entre otros
funcionarios— de alcaldes y regidores, además de un cura doctrinero.
Estas reducciones se organizaron en el litoral argentino en el trascurso de la segunda década
del siglo XVII y fueron puestas bajo la jurisdicción de las autoridades de Buenos Aires,
Santa Fe y Corrientes. Los franciscanos se encargaron del aspecto espiritual, aunque el
sistema fracasó en la práctica. No sucedió lo mismo con las misiones fundadas por los
jesuitas a comienzos del siglo XVII en ambas márgenes del Alto Paraná, los cuales
apartaron a los dóciles indígenas guaraníes de todo contacto con los españoles y en esta
forma eliminaron uno de los problemas fundamentales que hubo de afrontar la conquista
hispana.
La obra de los jesuitas comenzó en el año 1609, cuando el padre Marcial de Lorenzana
fundó la primera misión de San Ignacio Guazú, al sur del actual Paraguay. En 1611, el
padre Roque González de Santa Cruz extendió la acción evangelizadora y erigió diez más,
dos de ellas en el actual territorio argentino.
A pesar de las dificultades que ofrecían la espesura de la selva, las pestes y los copiosos
aguaceros, las fundaciones prosiguieron hasta que se iniciaron los ataques de los
bandeirantes paulistas, los cuales recrudecieron con el trascurso del tiempo. La gravedad de
la situación los obligó a emprender —por el año 1631— un éxodo rumbo al sur, en busca
de tierras menos peligrosas. Finalmente las misiones se establecieron en ambas márgenes
de los ríos Paraná y Uruguay, en un total de treinta pueblos.
Las misiones en el actual territorio argentino fueron quince. En las proximidades del Paraná
se establecieron: Candelaria (que fue la capital y asiento de las autoridades), Corpus, San
Ignacio Miní, Loreto y Santa Ana.
Cerca del río Uruguay se ubicaron: San Carlos, San José, Mártires, San Javier, Apóstoles,
Santa María Mayor, Concepción, Santo Tomé, La Cruz y Yapeyú.

En total, las misiones guaraníes fueron treinta. A las quince del territorio argentino deben
sumarse ocho en el Paraguay: San Ignacio Guazú (la más antigua), Santa María de Fe,
Santa Rosa, San Cosme, Santiago, Itapúa, Trinidad y Jesús.
Siete más en el Brasil: San Borja, San Luis Gonzaga, San Nicolás, San Miguel Arcángel,
San Lorenzo, San Ángel y San Juan Bautista.

Se inició entonces la época de mayor esplendor debido al desarrollo de las obras


arquitectónicas, a la enseñanza de variadas artesanías y de otras manifestaciones culturales,
como también a la explotación de la tierra. El comienzo de este período puede ubicarse
hacia el año 1632 y termina con la expulsión de 1767.
En cuanto al gobierno de las misiones, fue un sistema propio basado en la experiencia y
habilidad de los sacerdotes en su trato con los indígenas, una especie de fusión entre lo que
ordenaba la legislación vigente para las Indias y las medidas dispuestas por el superior de la
Orden.
Cada pueblo contó generalmente como únicas autoridades con un sacerdote misionero y
algunos Hermanos coadjutores, que controlaban la vida diaria, la construcción de edificios,
las finanzas y las tareas agrícolas y ganaderas. Estos religiosos dependían del superior
residente en Candelaria. Para el gobierno interno municipal, los indígenas integraron su
propio cabildo, con sus corregidores y alcaldes de hermandad. Las familias constituían el
núcleo social y de ellas estaban excluidas las viudas o las indias huérfanas, las cuales
debían habitar en casas apartadas denominadas cotiguazú. La comunidad alimentaba y
vestía a esas mujeres. En materia económica, cada familia recibía una parcela de tierra que
debía cultivar, aunque sólo una parte de lo obtenido quedaba en poder del indio, pues el
resto pertenecía a la comunidad. De esto último, se distribuía entre la venta y el sustento de
la propia misión.

Aspecto de un pueblo misionero

Una vez elegido por los jesuitas el terreno que reuniera las condiciones requeridas para
edificar un poblado, con provisión de agua y tierras aptas para el cultivo, se iniciaba el
trazado de la futura misión que podía albergar hasta cinco mil indígenas.
En el centro se disponía el espacio para una amplia plaza de forma cuadrada —de más de
cien metros por lado— que sería escenario de las grandes procesiones y fiestas religiosas.
En medio se levantaba generalmente una gran cruz, sobre un pedestal de piedra. De aquella
área partían las calles, siempre en línea recta, cuyo ancho oscilaba entre dieciséis y veinte
varas. Sobre uno de los costados de la plaza se construían los edificios más importantes de
la misión. En el solar principal, la iglesia y a uno de sus lados la residencia o viviendas para
los sacerdotes —también llamada colegio— con oficinas, talleres y almacenes. Al otro lado
del templo, el cementerio y el cotiguazú, que también era hospital. Más distante, la granja y
huerta. Los tres costados restantes de la plaza los ocupaban las viviendas para los indígenas.
De contar la misión con edificio destinado a cabildo, éste también se levantaba próximo a la
plaza, pero las casas para huéspedes —viajeros que sólo permanecían pocos días— se
construían bastante alejadas del núcleo urbano.

LA ARQUITECTURA MISIONERA

Sus períodos

En el estudio de la arquitectura de las misiones jesuíticas guaraníes pueden distinguirse tres


épocas o períodos:

a) Primera época. — Comprende desde las primitivas fundaciones y concluye con el éxodo
hacia el sur provocado por la hostilidad de los bandeirantes. Es la más rudimentaria y de
poco valor. Sólo se levantaron edificios con muros de tierra apisonada y adobe, con
techumbres de troncos de madera y paja.

b) Segunda época. — Se extiende desde el establecimiento definitivo de las misiones hasta


el primer cuarto del siglo XVIII. En este período se definen con mayor precisión los
caracteres de la arquitectura misionero-guaraní.
La llegada de arquitectos de mérito permitió el empleo de la piedra en las construcciones y
el mejoramiento de las fachadas, aunque las estructuras fueron siempre de madera. Las
iglesias ofrecieron mayor amplitud y fueron decoradas con pilastras y bajorrelieves;
también se empleó la teja para cubrir los techos. En general, se advierte con nitidez la
influencia del barroco americano.

c) Tercera época. — Abarca los últimos años previos a la expulsión de 1767 y es el período
de mayor influencia europea, mientras es visible la disminución del aporte indígena; por
tanto, las obras arquitectónicas si bien ganan en magnificencia, pierden originalidad
americana. Se emplea el llamado estilo jesuítico que se utilizaba en España a imitación de
la iglesia de Jesús, en Roma, creación del famoso Vignola. Este período fue una época de
esplendor, interrumpido por la expulsión de los religiosos.

El principal elemento empleado en la construcción fue la madera, que se ofrecía en buena


cantidad por los bosques cercanos. De preferencia se utilizaron el lapacho y el quebracho y
entre las maderas blandas, el cedro. En cuanto a la piedra, los jesuitas emplearon un
asperón o roca eruptiva de color rosado o amarillo, muy apta para el tallado. Tenían hornos
para el cocimiento de ladrillos y tejas, que moldeaban previamente con tablillas. Aunque
faltaba la cal común para las construcciones, los arquitectos obtuvieron un buen
remplazante calcinando grandes caracoles. También utilizaron en pequeña escala el hierro,
en principio importado de Europa y más tarde —según afirma el P. Sepp— obtenido en las
proximidades de la misión de San Juan Bautista.

San Ignacio Miní

Las ruinas de la misión de San ignacio Miní —este último término significa "menor" en
idioma indígena— que se encuentran en la provincia de Misiones, son las más importantes
de las que se conservan en nuestro país. Han sido restauradas en gran parte y ellas permiten
apreciar el alto grado de desarrollo alcanzado en materia arquitectónica. Los jesuitas se
establecieron en ese lugar en el año 1695 y se calcula que hacia 1724 ya estaban todos sus
edificios levantados.

La iglesia de San Ignacio Miní es uno de los ejemplos más


interesantes de arquitectura misionera. Fueron sus
constructores los arquitectos Angel Petragrasa y José
Brasanelli. El templo se edificó sobre el costado sur,
centrado con el eje de la plaza y sus dimensiones indican la
gran cantidad de indígenas que habitaban en la misión.
Medía veinticuatro metros de ancho por setenta y cuatro de
largo y constaba de tres naves, una central y dos laterales. El
techo con cielo raso y arcos de madera, decorado con gran
variedad de colores, se apoyaba sobre gruesos muros de seis
metros de altura, cuyo espesor era de un metro y ochenta
centímetros. La fachada de piedra rojiza era de estilo barroco
y en sus variados adornos —capiteles, molduras— se advierte el trabajo de los artesanos
indígenas. Actualmente sólo se conserva la parte inferior. Tres puertas permitían el acceso a
la iglesia. La principal tiene a sus costados un doble juego de columnas con capiteles
corintios y es probable que en la parte superior se construyera un arco de medio punto. Las
puertas laterales están flanqueadas por columnas de menor altura y sus adornos son
semejantes a los que decoran la central. Un detalle importante de la fachada lo constituyen
dos lápidas, en las cuales se grabaron las iniciales de Jesús y de María. Una de estas piedras
fue llevada a Buenos Aires. La portada lateral del templo tiene un doble juego de columnas,
las exteriores con fuste estriado y las próximas a la abertura, una curiosa estilización
indígena inspirada en motivos de la naturaleza, al igual de la losa que hace de dintel
superior.
Otra muestra característica del arte jesuítico guaraní lo constituye la portada que daba
acceso a la sacristía, de gran riqueza en la decoración. Se destacan en ella dos columnas con
fustes estriados cuyas bases semejan capiteles invertidos con forma de canastos, mientras
en la parte superior, los verdaderos capiteles presentan un friso estriado. A la derecha de la
iglesia, se hallaban en San Ignacio Miní, la residencia o colegio de los jesuitas y los
talleres; al otro costado del templo, el cementerio y el cotiguazú o asilohospital. Las
habitaciones y dependencias del colegio se construyeron alrededor de un gran patio
rectangular, rodeado de galerías con techumbre de tejas sostenidas por columnas de piedra.
Es curioso, en las viviendas de los misioneros, un desván o entrepiso superior, que
utilizaban como depósito y además mitigaba el calor de los fuertes rayos solares. El
cementerio estaba dividido en especie de calles por filas de naranjos y cipreses. Los
sacerdotes se reservaban un lugar determinado y todo lo restante era destinado para sepultar
los restos de los indígenas, pero separados según el sexo y edad.
Las casas de los indios ocupaban los tres lados restantes de la plaza. Se construían de piedra
en hileras paralelas, lo cual permitía aumentarlas según las exigencias del poblado.
Constaban de una única y simple habitación, no comunicada con la siguiente —en que
habitaba otra familia— pero con puerta y ventana a una galería que rodeaba el grupo.
El conjunto de viviendas constituía largos pabellones con techo de tejas a dos aguas, que
formaban manzanas, con calles paralelas a los costados de la plaza.

El jesuita José Cardiel hace la siguiente descripción: "Todas las casas de los indios son
uniformes, no hay una más alta que otra ni más ancha o larga y cada casa consiste en un
aposento de siete varas en cuadro, como la de nuestros colegios, sin más alcoba, cocina ni
retrete.
Todos duermen en hamacas, no en la cama o en el suelo. Hamaca es una red de algodón de
cuatro a cinco varas de largo, que cuelga por las puntas de dos largas estacas o pilares, o de
los ángulos de la pared, levantada como tres cuartas de la tierra, y les sirve también en lugar
de silla, para sentarse y conversar. Y es cosa tan cómoda que muchos españoles, aun por
conveniencia la usan. Los indios nunca se pasean por el aposento, siempre están sentados o
en su hamaca o en su sillita o en el suelo, que es lo más ordinario, o en cuclillas".

Colonización y conquista de América


1. Consecuencias del Descubrimiento
2. Principales características de la conquista
3. Versiones acerca de la conquista
4. Las colonias de América. Áreas de colonización
5. Mestizaje o Mulataje
6. La conquista espiritual
7. La colonización española en América
8. La colonización inglesa en América
9. La economía de las colonias españolas
10. El trabajo indígena

Cristóbal Colón nació en Génova en 1451. Era hijo de un tejedor acomodado y desde los 15
años empezó a navegar y familiarizarse con el mar. En 1476 Colon se estableció en Lisboa
donde trabajaba en la elaboración de mapas marinos. Colon, convencido de que la tierra
era redonda, creía que podía llegar a Asia por el oeste, atravesando el océano atlántico.
Pero sus cálculos estaban equivocados porque imaginaba la tierra más pequeña de lo que
es y, por eso sus planes no convencieron al rey de Portugal ni a sus consejeros.
Colón se dirigió entonces a castila, donde los reyes católicos, estaban muy ocupados en la
conquista de granada, no le prestaron atención.
En 1492, Colon obtuvo el apoyo de los reyes para emprender su viaje.
En 1506 Colon murió convencido de que había llegado a Asia.

Consecuencias del Descubrimiento


La conquista y colonización de los pueblos de América y sus implicaciones devastadoras
para la población aborigen de América fueron las consecuencias inmediatas de este
trascendental acontecimiento.
Principales características de la conquista
A principio del siglo XVI, cuando solo las islas del caribe pertenecían a España, se
organizaron desde allí las expediciones de conquista. Fueron iniciativa de personas
particulares financiadas por comerciantes y banqueros. Los conquistadores debían obtener
la autorización de los reyes para reclutar un ejército y conquistar un territorio
determinado.
Los reyes legitimaban jurídicamente y reglamentaban la conquista y explotación de los
territorios y de los pueblos.
Pero a fines del siglo XV la Corona de Castilla aprueba el proyecto colombino de
navegación del Océano Atlántico hacia el Occidente como parte de la expansión en que se
encontraba empeñada España y que incluía la búsqueda de oro y especies y de una ruta
hacia las Indias Orientales. Las primeras tierras descubiertas fueron las de las Antillas y
confundidas por Colón con tierras asiáticas. A pesar de esta confusión geográfica que se
mantuvo hasta la primera década del siglo XVI, las Antillas fueron integradas como parte
de los territorios que constituían el área de explotación europea de fines del siglo XV.
El sometimiento de la población aborigen de la región del caribe se inicio en 1493 y se
prolongo hasta 1520. Marcó los países que comprenden las antillas mayores y las costas del
ismo de Panamá.
La primera fundación en las Antillas fue la ciudad de Santo Domingo, que se convirtió en el
núcleo de la primitiva ocupación española de América organizándose como factoría
comercial bajo la administración colombina. Conflictos originados por la lucha de intereses
privados y estatales promovieron el reemplazo de Colón y la transformación de la factoría
en colonia bajo la administración posterior. La experiencia de colonización en Santo
Domingo, del mismo modo que la realizada anteriormente por España a mediados del siglo
XV en las Canarias, resultó el primer ensayo de conquista y colonización española en
América. Allí surgieron los puntos de partida de la administración colonial (cabildos,
audiencias) que más tarde serían trasladadas al continente.
Versiones acerca de la conquista
Se han dado y se siguen dando muchas interpretaciones a la conquista española. Y es que
el descubrimiento y la conquista fueron acontecimientos de una tremenda magnitud
histórica. América había estado aislada del mundo durante miles de año, y la llegada de los
europeos dio un giro radical a su historia, con efectos que se sienten hasta la actualidad.
Además de desintegrarse los sistemas políticos y económicos que existían, los indígenas
sufrieron una perdida del sentido de sus vidas y de la existencia de sus comunidades. En
medio de ese desmoronamiento se introdujeron las bases de la cultura española. Hoy,
después de 500 años de interactuar somos un verdadero nuevo mundo, una nueva
realidad. Nuestro continente es culturalmente mestizo y en eso radica su enorme variedad
y riqueza.
Las colonias de América. Áreas de colonización
La colonización del continente americano se inició en el año 1493 y se extendió hasta que
los diversos pueblos americanos alcanzaron su independencia.
La colonización se inició en la isla Española, la que sirvió de centro de aprovisionamiento,
organización y punto de partida de las expediciones de conquista y colonización de otras
tierras americanas.
Los colonizadores, en pricipio, fijaron su atención en los territorios del área del caribe.
Después de la española, le siguió Puerto Rico, Cuba y luego tierra firme.
España conquisto y colonizo desde México, bajando por Centroamérica, tanto continental
como insular y siguiendo. Todo el bloque de América del sur, a excepción de brasil y
algunas islas del área del caribe.
Mestizaje o Mulataje
Los primitivos habitantes del continente americano, principalmente los del área del caribe,
fueron tan rápidamente exterminado que el número de los que pudieron llegar vivos a lo
largo del siglo XVI fue infinitamente pequeño como para que al unirse al español o negro
tuviese alguna significación étnica. Sin embargo, con la llegada de los negros africanos al
continente, se inicia un proceso acelerado mulataje.
En las instrucciones dadas al gobernador Nicolás de Ovando, se encuentra las primeras
informaciones de introducción de negros a América, en las que se decía ir ni judíos, ni
moros, ni nuevos convertidos, que si esclavos negros, con tal que hubieren sido criados
entre cristianos.
El hecho de que el hombre español era esclavista y rico, lo hacia sentir vergüenza de
contraer matrimonio con una negra esclava, lo que estimulo la unión libre,todavía hoy tan
vigente, sobre todo en la zona rural del área del caribe pero también estimulo el
crecimiento de una sociedad latino americana machista, ya que el hombre que siempre era
el esclavista y por consiguiente se sentía superior, el que manda, el que tiene todos los
derechos, frente a una mujer que aunque compartía el lecho, seguía siendo la esclava o la
descendiente de esclavas.
Es importante destacar que el mulataje y el mestizaje de los pueblos americanos han
contribuido a reducir los odiosos prejuicios raciales al crear un abanico de colores y
costumbre, que nos hace hoy muy parecidos.
El mestizaje y el mulataje crea una simbiosis no solo racial, sino también cultural, los que
nos hace plurales y abiertos.
LA CONQUISTA ESPIRITUAL
La conquista espiritual se refiere al proceso del cristianización de la población indígena
americana en el siglo XVI mediante la evangelización o enseñanza de la religión católica.
Los encargados de llevar a cabo esta labor, unas veces por convencimiento y otras por la
fuerza, fueron los misioneros de distintas órdenes religiosas (franciscanos, dominicos,
jesuitas, agustinos, carmelitas), algunos de los cuales acompañaron a los conquistadores
desde las primeras incursiones. Además de cristianizar a los indígenas, los misioneros le
trasmitían la cultura occidental, es decir, las costumbres, lenguajes y forma de trabajos
europeas.
Varios misioneros notables defendieron a los indígenas de los abusos de los conquistadores
del siglo XVI. Tal fue el caso de fray Bartolomé de las casas y de motolonia (fray Toribio de
Benavente, 1490-1569). Los jesuitas misioneros crearon asentamiento de indígena entre
paraguay y Uruguay, en donde enseñaron con éxito la vida sedentaria y autosuficiente de
los indios guaranis. Una vez consololidada la cristianización la iglesia cumplió una
importante función social en las colonias, pues administraba y atendía hospitales,
orfanatos, conventos y escuelas. Ademas de ser prestamista, era una prospera
terrateniente.
LA COLONIZACION ESPAÑOLA EN AMERICA
Durante el proceso de colonización cada una de las metrópolis colonizadoras implanto
nuevas formas de vida. Las actividades económicas, la religión y las condiciones políticas
cambiaron para los pueblos americanos. La vida en la colonia se centralizo en los intereses
económicos de la colonizadora, cuya finalidad principal fue acumular riquezas para la
madre patria y para si misma.
La administración de las colonias españolas, portuguesas y francesas reflejo, a través del
siglo XVI, las costumbres y la forma de vida de las monarquías mas centralizadas de
Europa. La organización política y administrativa, también, fue una copia de las
instituciones prevalecientes en estos paises.claro esta sufriendo los cambios y las
adaptaciones necesarias para obtener los resultados deseados.
El móvil principal de la colonización europea fue la extracción de riquezas naturales a
través de la minería y la agricultura fundamentalmente.
Los españoles impusieron forma de obtención riquezas a través de la explotación
organizada de la mano de obra indígena. Unas de las formas de imposición de trabajo a las
comunidades indígenas fue por medio del sistema de encomienda, una especie de sistema
feudal implantado en las colonias españolas de América, en donde encomendero era el
señor que protegía, cristianizaba y gozaba del trabajo casi gratuito de una comunidad
indígena.
Otros sistemas de explotación indígena fue la mita (turno en quechua), que se uso en Perú.
Esta consistía en la obligación que cada población indígena tenía de enviar a las empresas
españolas (minas, plantaciones agrícolas, obras públicas) un número determinado de
trabajadores durante una temporada del año.
La esclavitud de negros africanos fue otra forma de explotación colonial, institucionalizada
después de que la corona española la iglesia prohibiera la explotación de los indígenas
debido al rápido descenso de su población.
Terminada la conquista del vasto territorio americano, era necesario establecer la forma
como serian administradas las tierras conquistadas.
Los reyes de España, conocedores de que era una tarea difícil, decidieron establecer dos
grupos de organismos. Uno que funcionara en España; y otro, en las colonias.
Los organismos que funcionaban en España estaban presididos por el propio rey, y era los
siguientes:
 La casa de contratación

Este organismo controlaba toda la actividad comercial entre España y los territorios
conquistados. Todos los buques que salían para América debían obtener la aprobación de
este organismo en lo que se refería a pasajeros y tipos de mercancía que trasportaban.
De la de s misma manera, todo barco procedente de América vía entregar los metales y
mercancía que trajera.
Este organismo también tenía la responsabilidad el sistema de correos y la seguridad de las
embarcaciones entre España y las colonias.
Su sede fue en la ciudad de Sevilla.
 El consejo de indias

Este organismo jugo un papel muy importante en la organización de las colonias en


América.
Era el más alto organismo de dirección en asuntos referentes a la organización y
administración de colonias.
Proponían las personas que debían realizar las funciones de gobernadores, virreyes
y otros cargos importantes. Estas propuestas debían ser aprobadas por los reyes.
El consejo de indias también presentaba a la consideración de los reyes los
proyectos de leyes (cedulas reales) que debían ser observadas en las colonias y
emitían los juicios decisivos de los conflictos originados entre funcionarios de la
colonias.
La colonización inglesa en América
La colonización inglesa en América se realizo con característica muy diferente a la
española y portuguesa.
Varios factores contribuyeron a que así sucediera. Inglaterra, al igual que España y
Portugal estaba gobernada por reyes.
Los reyes españoles y portugueses ejercían el poder en forma absoluta, es decir, en
forma personal y sin límites.
En Inglaterra el rey gobernaba, pero sus acciones estaban reguladas por la carta
magna o constitución.
La carta magna aseguraba a los ciudadanos ciertos derechos que debían ser
respetados por los gobernantes.
El gobierno lo ejercía el rey en colaboración con el parlamento, que era una
asamblea integrada por representantes de las diferentes clases sociales y el clero.
Toda medida de importancia que el rey se proponía realizar, como creación de
impuestos, declaración de guerras en otras naciones, etc., debían ser aprobada por
el parlamento.
LA ECONOMIA DE LAS COLONIAS ESPAÑOLAS
La economía de las colonias americanas se baso en minería del oro y la plata, sobre todo en
el norte de México y en Potosí (Bolivia), la agricultura y la ganadería, trabajada por
indígena o por esclavos negros traídos de África.
El comercio con América era un monopolio real que se efectuaba a través de las flotas de
indias, que zarpaban anualmente con protección militar.
En 1543, se creo una flota de barco para proteger los cargamentos de oro y piedras
preciosas que se enviaban a España desde América. El comercio se realizaba a través de
unos puercos designados por la corona, lo que dio origen a un estricto sistema
mercantilista en todo el imperio. El monopolio comercial de los puertos de Sevilla y Cádiz,
en la península, y de Veracruz y puerto bello, en América, regulo la actividad comercial
indiana.
El idioma y las costumbres
El castellano, como lengua oficial, jugo un papel unificador en la sociedad colonial. Por
este motivo, después de la conquista se prohibió que los indígenas y los negros hablaran en
sus propias lenguas, por lo cual debieron aprender el castellano. Algo similar ocurrió con la
costumbre y formas de vestir. Era importante homogeneizar los comportamientos para que
la sociedad se unificara.
Hábitos alimenticios
De Europa a América se trasladaron todo tipo de formas de vida, desde bacterias y virus
que producían enfermedades, hasta plantas cultivadas y animales domesticos.la migración
de colonos dependió en gran medida de su habilidad para europeizar la flora y fauna del
nuevo continente. Las islas caribeñas fueron la base casi perfecta en América para los
horticultores europeos. Aunque allí el trigo, las uvas y los olivos fracasaron, muchos otros
cultivos como coliflores, coles, rabanitos, lechugas, melones, cítricos, manzanas y plátanos
prosperaron. Ademas los españoles produjeron trigo en casi en todas las regiones
colonizadas donde el clima lo permitió. Sin embargo, los antiguos pobladores americanos
no cambiaron radicalmente su dieta por la influencia de cultivos de origen europeo.en
cambio, hubo una entusiasta aceptación del ganado y otra animales domésticos. Los
indígenas recibieron las vacas, burros, cabras, caballos, buelles, ovejas, gansos, cerdo y
otras especies como recurso valioso para su dieta alimenticia, y para obtener de ellos
vestimenta o utilizarlos como medio de transporte.
EL TRABAJO INDIGENA
A partir de la llegada de los europeos a América, las condiciones de vida de los indígenas
americanos se deterioraron notablemente. Fueron obligados a realizar trabajos muy duros;
se les quitaron sus tierras (algunos pueblos fueron trasladados por la fuerza a otros
lugares); ya no pudieron trabajar en comunidad para asegurar la subsistencia de todo el
grupo. La mortalidad aumento por este deterioro general de las condiciones de vida y
porque muchos fueron exterminados murieron debido a epidemias de enfermedades
introducidas por los europeos, como la viruela.
Los que sobrevivieron y sus descendientes se fueron incorporando de diversas maneras a
las nuevas sociedades americanas, y en la mayoría de las veces realizando trabajo poco
calificados, en situación precaria y con baja remuneración. Desde entonces, la mayoría de
los descendientes de los aborígenes han vivido en condiciones de pobreza en áreas rurales
(como por ejemplo en Colombia, Guatemala, México, Perú, Paraguay, Ecuador o Bolivia) o
en reservas (este tipo de asentamientos se ha organizado sobre todo en los países
anglosajones). Hoy es cada vez mayor la cantidad de aborígenes que viven en ciudades. Su
objetivo es encontrar trabajo y mejorar sus ingresos; pero en la ciudad es mas difícil
mantener las propias costumbres y valores culturales. Por otra parte se han desarrollado
distintos movimientos y organizaciones que procuran reivindicar sus derechos y sus
culturaza algunos gobiernos se han preocupado por mejorar las condiones de vida de la
población aborigen y por reconocer algunos derechos, como el de aprender en las escuelas
en su propia lengua además de hacerlo en la lengua oficial.

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