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En este preciso momento, los patronos nacionales e imperialistas están ultimando las reglas para la

ejecución de un repugnante crimen social contra la clase trabajadora en Brasil.

A través de la llamada "reforma laboral", ya en etapa final de legalización por el parlamento nacional,
están cambiando profundamente las reglas constitucionales que establecen los derechos laborales
básicos en el país.

Estas modificaciones no alteran simplemente los términos de uno o más contratos de trabajo entre uno
u otro capitalista de las más diferentes esferas económicas con uno o dos trabajadores aislados.

Con esa reforma liberal y totalitaria los capitalistas y demás parásitos propietarios del capital preparan
las condiciones de libre reducción de los salarios y, al mismo tiempo, la reestructuración sanguinaria de
las condiciones de trabajo de toda la clase productiva hacinada en el ejército industrial de reserva en el
país. Buscan, además, reducir libremente el costo unitario del trabajo en las líneas de producción e
igualarlas a las condiciones salariales y de trabajo mucho más degradadas de los trabajadores indios,
filipinos, mexicanos, haitianos, vietnamitas, chinos, egipcios, griegos y otro ingente ejército de parias
de la periferia del sistema imperialista mundial.

El objetivo es transformar a la clase productiva de Brasil, pasando de ser simples esclavos asalariados
para convertirse en parias controlados a través de unos pocos derechos sin importancia. El objetivo es
afianzar todavía más la integración de la economía nacional en las miserables cadenas productivas
globales del capital. Esto no es nada abstracto: no sólo produce una profunda reducción de los salarios,
sino que además aumenta la ya insoportable miseria nacional y alcanza más eficientemente el cuerpo
de cada trabajador en las líneas de producción y en todos los puestos de trabajo: el comercio, los
servicios y demás esferas de la economía.

La "reforma laboral" es una bala certera, concreta, dirigida a la vida de cada trabajador productivo,
como ya resulta evidente en todas las economías que están en una avanzada etapa de integración en las
cadenas productivas globales de capital. En este sentido, l a "reforma laboral" brasileña prepara la
agresión física y mental sobre las condiciones vitales de los trabajadores: sobre sus músculos, sus
órganos vitales, pulmones, hígado, riñones, corazón, venas y arterias, alcanzando más profundamente
su cerebro, su mente y su alma. Antes de matar físicamente a los trabajadores, los capitalistas los
enloquecen.
Los términos de la "reforma laboral" en Brasil eliminan cualquier derecho de defensa de la clase
trabajadora frente al genocidio social planificado por los "empresarios" y demás parásitos del sistema.
Por eso es fundamental que todos los trabajadores conozcan en sus mínimos detalles el contenido de
esta "reforma", divulgados recientemente por el Departamento Intersindical de Estadística y Estudios
Socio-Económicos (DIEESE) mediante la Nota Técnica nº 179. Este informe, del valiente DIEESE y
sus esforzados técnicos, de largo y tradicional trabajo de apoyo a los sindicatos de trabajadores en
Brasil, constituye, para nosotros, el más detallado y esclarecedor análisis de la forma jurídica de este
nuevo atentado a la vida de la clase proletaria en Brasil.

Todos los trabajadores y luchadores deben leer pacientemente cada uno de los apartado de ese informe,
titulado Relaciones de trabajo sin protección: ¿de regreso al período anterior a 1930?, y, una vez leído,
actuar para evitar la ejecución del crimen. No sólo evitado. Que la bala que está siendo disparada
contra el corazón de los trabajadores sea redirigida hacia el corazón de quien la inventó.

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