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Derecho y jurisprudencia
«Derecho:
Etimológicamente, la palabra “derecho” deriva de la voz latina
“directus”, que significa lo derecho, lo recto, lo rígido. Sin
embargo, para mencionar la realidad que nosotros llamamos
derecho, los romanos empleaban la voz “ius”.
La palabra derecho puede tomarse en tres acepciones distintas.
En primer lugar, designa el conjunto de normas o reglas que
rigen la actividad humana en la sociedad, cuya inobservancia
está sancionada: Derecho objetivo. En segundo lugar, designa
esta palabra las facultades pertenecientes al individuo, un poder
del individuo: Derecho subjetivo. En tercer lugar, el derecho
como equivalente a justicia, como portador del valor justicia.
[...]
El objetivo de reglamentación de las normas jurídicas es el
comportamiento humano. Pero no es el derecho el único
conjunto de normas que regulan la vida del hombre. Junto a él
existen unas reglas morales que pretenden igualmente dirigir las
relaciones del hombre en la sociedad.
Existen diversos criterios para llegar a una adecuada distinción
entre derecho y moral. El derecho, sin ser esencialmente
coactivo, posee la característica de coercibilidad, mientras que
la moral no es coercitiva. Sin embargo, la diferencia más clara
entre ambos conceptos procede del carácter de individualidad
de la moral y de alteridad del derecho. El derecho regula los
actos del hombre en cuanto ser social, que vive en sociedad, y
cuyos actos trascienden a otros. En cuanto norma jurídica, el
derecho se caracteriza por su coercitividad y su alteridad.
El deber moral es un deber dirigido hacia mí, que soy libre de
cumplirlo o no; el deber jurídico es un deber dirigido hacia los
otros, que son libres de impedirme o no impedirme el
cumplimiento de mi deber; por ello, el derecho viene definido
como la coordinación objetiva de las acciones posibles entre
varios sujetos, según un principio ético que las determina,
excluyendo impedimento (Del Vecchio).
El dereho incorpora unos valores a la sociedad, valores que
fundamentalmente son dos: la justicia y la seguridad jurídica.»
[Diccionario jurídico. Madrid: Espasa-Calpe, 1997, p. 524]
●
«Jurisprudencia:
Conjunto de soluciones dadas por ciertos Tribunales,
requiriéndose dos al menos idénticas sustancialmente sobre una
cuestión controvertida para que exista doctrina legar o
jurisprudencia emanada del T. S.
Si la actividad de los órganos jurisdiccionales se limitara
a aplicar la ley en el sentido más literal del vocablo anterior,
apenas si la función judicial tendría otra importancia que la
derivada de ese mismo contenido; por lo que en materia tan
importante como es el tema de las fuentes del Derecho y sus
relevancia sería escasa. Pero ni el Derecho es sólo ley, ni
tampoco la norma legal puede prevenir todas las situaciones y
modalidades de conflictos en las relaciones humanas (menos
aún sus particularidades relevantes), debido, precisamente, a su
carácter posterior a una situación experimental previa, que
surge ex novo. Esta limitación de la ley, que surge de su propia
mecánica, obliga a prevenir otros instrumentos de adecuación
en la solución de conflictos. De ahí que, en trance de
subsidiariedad, el ordenamiento jurídico consigne otras fuentes,
que pone a disposición del juzgador, para que éste pueda hallar
a su alcance medios para emitir la sentencia, pero también para
alcanzar un mayor grado de realización práctica de la justicia.
Así, el intérprete no sólo aplica la ley (art. 1.6 C.C.), conforme
al sistema de fuentes (art. 1.7 C.C.), sino que con su labor
reiterada complementa el ordenamiento jurídico (art. 1.6 C.C.).
[...]
Cuando se alude a la jurisprudencia, concebida como doctrina
que se deduce de los fallos reiterados (art. 1.6.C.C.), el propio
concepto es diverso según sistemas, e incluso el valor que deba
dársele es discutido.
Roma, por ejemplo, dio valor reverencial a las sentencias de los
jueces. El edicto pretorio, como proyección normativa a que el
juez habría de ajustarse, unido al poder de imperium para llenar
lagunas legales mediante la aequitas, explican
la potestas reconocida a la jurisprudencia romana (tanto al fallo
judicial como sobre todo a la explicación razonada
del iurisprudens, que no es el iudex.
La Edad Media señala el comienzo de un periodo de crisis al
valor reconocido a la jurisprudencia en la etapa anterior, aunque
hubo países, como España, en que subsistió vigorosamente. La
crisis se agudizó en el tiempo por consecuencia del conjunto de
ideas absolutistas y centralizadoras del poder, que reservan a la
autoridad del monarca la facultad de interpretación.
La Revolución francesa no modificó el estado de la cuestión,
limitándose a cambiar al rey por la nación. No se autorizó la
interpretación del Codex, y sólo como consecuencia de la
disparidad surgida entre ley y vida, es que la jurisprudencia
inicia su reconocimiento como valor práctico y autorizado. No
obstante, con la excepción del Código suizo, que atribuye al juez
facultades para elaborar la norma en ausencia de disposición
legal concreta, en los sistemas legislativos modernos el valor de
la jurisdición es restringido, al menos formalmente.
Son, no obstante, varios los sistemas jurídicos en que la
jurisprudencia asume funciones y relevancia diversas, pudiendo
distinguir:
a) Sistema anglosajón o del precedente judicial.
b) Sistema continental europeo o de jurisprudencia
constante.
c) Sistema hispanoamericano o de jurisprudencia constante.
[...]
En nuestro Derecho, la pretensión de que la jurisprudencia sea
fuente del Derecho ha sido defendida y propugnada como
reacción contra la Escuela de la Exégesis, al resaltarse que el
sentido literal de la ley no logra efecto benéfico alguno,
debiendo siempre adecuarse dicho sentido a las exigencias del
momento y a las circunstancias en que se aplica.» [o. cit., p.
880]
Vocabulario
jurisprudencia. (Del lat. iuris prudentĭa).
1. f. Ciencia del derecho.
2. f. Conjunto de las sentencias de los tribunales, y doctrina
que contienen.
3. f. Criterio sobre un problema jurídico establecido por una
pluralidad de sentencias concordes.
doctrina. (Del lat. doctrīna).
1. f. Enseñanza que se da para instrucción de alguien.
2. f. Ciencia o sabiduría.
3. f. Conjunto de ideas u opiniones religiosas, filosóficas,
políticas, etc., sustentadas por una persona o
grupo. Doctrina cristiana, tomista, socialista.
4. f. Plática que se hace al pueblo, explicándole la doctrina
cristiana.
5. f. Concurso de gente que con los predicadores salía en
procesión por las calles hasta el lugar en que se había de
hacer la plática. Por esta calle pasa la doctrina.
6. f. En América, curato colativo servido por regulares.
7. f. En América, pueblo de indios recién convertidos, cuando
todavía no se había establecido en él parroquialidad o
curato.
doctrina común.
Opinión que comúnmente profesan la mayoría de los autores
que han escrito sobre una misma materia.
doctrina cristiana.
La que debe saber el cristiano por razón de sus creencias.
doctrina legal.
jurisprudencia (doctrina que se deduce del conjunto de las
sentencias de los tribunales).
teoría. (Del gr. θεωρία).
1. f. Conocimiento especulativo considerado con
independencia de toda aplicación.
2. f. Serie de las leyes que sirven para relacionar determinado
orden de fenómenos.
3. f. Hipótesis cuyas consecuencias se aplican a toda una
ciencia o a parte muy importante de ella.
4. f. Entre los antiguos griegos, procesión religiosa.
ideología. (Del gr. ἰδέα, idea, y -logía).
1. f. Doctrina filosófica centrada en el estudio del origen de las
ideas.
2. f. Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el
pensamiento de una persona, colectividad o época, de un
movimiento cultural, religioso o político, etc.
ideario.
1. m. Repertorio de las principales ideas de un autor, de una
escuela o de una colectividad.
2. m. ideología (conjunto de ideas fundamentales que
caracteriza una manera de pensar).
[DRAE]