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EL SERVICIO

Mt 20, 26 – 28 – Mc.10,35-45
Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande, que sea
vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, que sea el servidor de todos, de
la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y dar su
vida por la liberación de todos.

Jn. 13, 4 ss.


Se levantó de la mesa, se quitó el manto, tomó una toalla y se la ciñó. Luego echó agua en
un barreño y cenzó a lavar los pies de sus discípulos y a enjuga´rselos con la toalla que se
había ceñido.
Al llegar a Simón Pedro, éste le dijo: “Señor ¿Tú lavarme a mi los pies?, Jesús le
respondió: Lo que yo hago tú ahora no lo entiendes, lo entenderás mas tarde. Pedro dijo:
“Jamás me lavarás los pies”, Jesús le replicó: “Si no te lavo no tendrás parte conmigo”……

Sal 99, 2.
Servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con gritos jubilosos.

Jeremías 1, 4-10
“Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo
te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones”. Yo respondí “¡Ha,
Señor! Mira que no se hablar, porque soy demasiado joven” el Señor me dijo: “No digas
soy demasiado joven porque tu iras a donde yo te envié y dirás todo lo que yo te ordene. No
temas delante de ellos, porque yo estoy contigo para liberarte-oráculo del señor”. El Señor
extendió su mano, toco mi boca y me dijo: “Yo pongo mis palabras en tu boca; yo te
establezco en este día sobre las naciones y sobre los reinos, para edificar y plantar”.

Mateo 28 – 18
Jesús se acercó y les hablo así: “Me ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”.

Mt. 28:19-20
Vayan, pues y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre
del padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he
encomendado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos"

1 Jn. 4:19; Rom. 8:37


Esta es la misión que el Señor Jesús nos ha encomendado; Es la orden que debemos de
atender todos aquellos que hemos sido bautizados, evangelizados y catequizados, no porque
hay que hacerlo así, sino que porque amamos a Dios, quien nos "amó primero"

1 Jn. 4:19-21
Para poder llevar acabo lo ordenado por el Señor, debemos de comprender que hay que
comenzar por despojarnos del mundo material amando al prójimo como a nosotros mismos,
pues de esa manera estamos amando a Dios.

"Ya no soy yo el que vive, sino que es Jesús el que vive en mi” Gal. 2:20

Mc. 8:34
"Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y sígame. Pues quien
quiera asegurar su vida la perderá, y quien sacrifique su vida por mí y el Evangelio, se
salvará."

Dios en su bondad, nos ha llamado desde siempre a que nos acerquemos a él. Nos ha
llamado de diferentes formas. A unos nos ha llamado desde que éramos niños
1 Sam 3:4- 11
4 Yavé lo llamó: «¡Samuel! ¡Samuel!» Respondió: «Aquí estoy». 5 Corrió donde Helí y le
dijo: «Aquí estoy ya que me llamaste». Helí le respondió: «Yo no te he llamado, vuelve a
acostarte». Y Samuel se fue a acostar. 6 Yavé lo llamó de nuevo: «¡Samuel! ¡Samuel!» Se
levantó y se presentó ante Helí: «Aquí estoy, le dijo, puesto que tú me llamaste». Helí le
respondió: «Yo no te he llamado, hijo mío, vuelve a acostarte».
7 Samuel no conocía todavía a Yavé: la palabra de Yavé no le había sido todavía
revelada. 8 Cuando Yavé llamó a Samuel por tercera vez, se levantó y fue a ver a Helí:
«Aquí estoy, le dijo, ya que me llamaste». Helí comprendió entonces que era Yavé quien
llamaba al muchacho, 9 y dijo a Samuel: «Anda a acostarte; si te llaman, responde: «Habla,
Yavé, que tu servidor escucha». Y Samuel volvió a acostarse.
10 Yavé entró, se detuvo y llamó igual que las veces anteriores: «¡Samuel! ¡Samuel!»
Samuel respondió: «Habla, que tu servidor escucha». 11 Yavé dijo entonces a Samuel:
«Voy a realizar en Israel una cosa tan tremenda que le zumbarán los oídos a quien lo oiga. 

Posiblemente nos ha llamado desde que éramos jóvenes, como caso de Jeremías
1 Jer. 1:4-10
 Me llegó una palabra de Yavé:
5 «Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te
consagré, y te destiné a ser profeta de las naciones.»
6 Yo exclamé: «Ay, Señor, Yavé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!»
7 Y Yavé me contestó: «No me digas que eres un muchacho. Irás adondequiera que te
envíe, y proclamarás todo lo que yo te mande. 8 No les tengas miedo, porque estaré contigo
para protegerte, palabra de Yavé.»
9 Entonces Yavé extendió su mano y me tocó la boca, diciéndome: «En este momento
pongo mis palabras en tu boca. 10 En este día te encargo los pueblos y las naciones:
10 Arrancarás y derribarás,
10 perderás y destruirás,
10 edificarás y plantarás.»

O como el llamado que le hizo a Moisés, siendo él ya un viejo


Ex. 3:1-6
1 Moisés cuidaba las ovejas de Jetró, su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las
ovejas muy lejos en el desierto y llegó al Horeb, el Cerro de Dios. 2 Entonces fue cuando el
Angel de Yavé se presentó a él, como una llama ardiente en medio de una zarza. Moisés
estuvo observando: la zarza ardía, pero no se consumía. 3 Y se dijo: «Voy a dar una vuelta
para mirar este fenómeno tan extraordinario: ¿ por qué la zarza no se consume?»
4 Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza:
«¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.» 5 Yavé le dijo: «No te acerques más.
Sácate tus sandalias porque el lugar que pisas es tierra sagrada.»
6 Luego le dijo: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob.» Al instante Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de que su mirada se
fijara sobre Dios.

Lc. 10:25-37
"Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levantó y le dijo: «Maestro, ¿qué
debo hacer para conseguir la vida eterna?» Jesús le dijo: « ¿Qué está escrito en la Escritura?
¿Qué lees en ella?» El hombre contestó: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a
ti mismo» Jesús le dijo: « ¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás» El otro, que quería
justificar su pregunta, replicó: « ¿Y quién es mi prójimo?» Jesús empezó a decir: «Bajaba
un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo
despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto. Por
casualidad bajaba por ese camino un sacerdote; lo vio, tomó el otro lado y siguió. Lo
mismo hizo un levita que llegó a ese lugar: lo vio, tomó el otro lado y pasó de largo. Un
samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él. Se
acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal
que él traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente sacó dos
monedas y se las dio al posadero diciéndole: «Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi
vuelta» Jesús entonces le preguntó: «Según tu parecer, ¿cuál de estos tres fue el prójimo del
hombre que cayó en manos de los salteadores?» El maestro de la Ley contestó: «El que se
mostró compasivo con él» Y Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo»"
Hc. 9:1-9
"Saulo no desistía de su rabia, proyectando violencias y muerte contra los discípulos del
Señor. Se presentó al sumo sacerdote y le pidió poderes escritos para las sinagogas de
Damasco, pues quería detener a cuantos seguidores del Camino encontrara, hombres y
mujeres, y llevarlos presos a Jerusalén. Mientras iba de camino, ya cerca de Damasco, le
envolvió de repente una luz que venía del cielo. Cayó al suelo y oyó una voz que le decía:
«Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» Preguntó él: « ¿Quién eres tú, Señor?» Y él
respondió: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se
te dirá lo que tienes que hacer» Los hombres que lo acompañaban se habían quedado
atónitos, pues oían hablar, pero no veían a nadie, y Saulo, al levantarse del suelo, no veía
nada por más que abría los ojos. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. Allí
permaneció tres días sin comer ni beber, y estaba ciego".

Obedeciendo la voz del Señor (La Virgen María)

María, la llena de gracia, la bendita entre las mujeres, Tabernáculo Santo. La Virgen María
realiza de la manera más perfecta la obediencia de la fe. En la fe, María acogió el anuncio y
la promesa que le traía el ángel Gabriel, creyendo que «nada es imposible para Dios» (Lc
1:37) y dando su asentimiento: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra» (Lc 1:38) Isabel la saludó: « ¡Dichosa la que ha creído que se cumplirían las cosas
que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1:45) Por esta fe todas las generaciones la
proclamarán bienaventurada

María, dice la Palabra, tan pronto se enteró que su prima estaba embarazada, corrió a
ayudarle, a tenderle la mano y fue entonces cuando supo verdaderamente que Dios había
hecho el milagro en su vida. (Lc 1:39-40)

Que bello ejemplo de santidad y humildad la de nuestra Virgen Santa. Dice la Escritura que
ella guardaba en su corazón todo lo que le decían y lo que presenciaba en la vida de su Hijo
Jesús. Su única respuesta fue la de ser transparente, apoyando y sirviendo en el ministerio
de su Hijo desde su anunciación, hasta su resurrección. Eso debe de ser nuestro servicio. Si
escuchamos la voz de Dios tenemos que ser transparentes, dejando que sea Jesús el que se
muestre.

Rom.8:31-37
"¿Qué más podemos decir? Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? Si ni
siquiera perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por cada uno de nosotros, ¿cómo no
nos va a dar con él todo lo demás? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios mismo los
declara justos. ¿Quién los condenará? ¿Acaso será Cristo, el que murió y, más aún, resucitó
y está a la derecha de Dios intercediendo por nosotros? ¿Quién nos separará del amor de
Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la persecución, el hambre, la falta de todo, los
peligros o la espada? Como dice la Escritura: Por tu causa nos arrastran continuamente a la
muerte, nos tratan como ovejas destinadas al matadero. Pero no; en todo eso saldremos
triunfadores gracias a Aquel que nos amó" Rom. 8:31-37

EL PRIVILEGIO DE SERVIR.

Que es servir?
Es estar empleado en la ejecución de una cosa por mandato de otro. Es estar al servicio de
otro.
Porque debemos servir?
Porque es un mandato. Exodo 23:25. Este pasaje nos muestra que uno de los mandatos de
Dios dado a su pueblo redimido de Egipto fue que este debía servirlo.
Porque Jesucristo nos dio el ejemplo. Marcos 10, 45.

Como debemos servir?


1. De forma consciente Salmo 2. 11 La biblia enseña que debemos tener plena
conciencia y certidumbre; de que nuestro servicio sea un acto de reverencia a Dios,
de honra a dios. No servimos a los hombres sino a Dios.
2. Con alegría: Salmo 100:2. El servicio que efectuemos debe causar gozo en nuestro
corazón. No debe ser motivo de carga u obligación.
3. Con humildad. Hechos 20:19 No debe ser motivo de vanagloria.
4. Fervientes. Romanos 12:11. Nuestro servicio debe estar acompañado de nuestro
ánimo debe reflejar nuestra comunión con dios.
5. En el espíritu: Romanos 7:6 la biblia enseña que estamos bajo el régimen del
espíritu y no de la carne. Nuestro servicio debe ser motivado, guiado, ungido por el
espíritu de Dios.

VERSICULOS

1 Corintios 15:58 
Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando
siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.

Romanos 12:11 
Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.

Juan 12:26
Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A
quien me sirva, mi Padre lo honrará. 

Marcos 9:35
Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el primero, que
sea el último de todos y el servidor de todos.

Marcos 10:45
Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida
en rescate por muchos. 

Mateo 25:21 
Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te
pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!

2 Timoteo 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y
para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para
toda buena obra. 

Gálatas 5:13 
Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan
de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con
amor.

Deuteronomio 13:4
Solamente al Señor tu Dios debes seguir y rendir culto. Cumple sus mandamientos y
obedécelo; sírvele y permanece fiel a él. 

Deuteronomio 10:12-13 
Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos
sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas
los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien.

Juan 13:14
Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los
pies los unos a los otros. 

Mateo 20:28
Así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida
en rescate por muchos. 

Josué 24:15 
Pero, si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a
servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses
de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo
serviremos al Señor.

Josué 22:5 
Y esfuércense por cumplir fielmente el mandamiento y la ley que les ordenó Moisés, siervo
del Señor: amen al Señor su Dios, condúzcanse de acuerdo con su voluntad, obedezcan sus
mandamientos, manténganse unidos firmemente a él y sírvanle de todo corazón y con todo
su ser.

Mateo 20:26-27 
Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, entre ustedes deberá ser su servidor, y el
que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás.

1 Pedro 2:16 
Eso es actuar como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad,
sino que viven como siervos de Dios.

Mateo 6:24 
Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá
mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.

Salmos 34:22
El Señor libra a sus siervos; no serán condenados los que en él confían.

Romanos 6:13
No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al
contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida,
presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.

Hebreos 9:14
Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu eterno se
ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la
muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente!
1 Corintios 3:9
Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria,
ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo. Hebreos 6:10 
En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de
cultivo de Dios, son el edificio de Dios. 

1 Pedro 4:10-11; compárese con Efesios 4:11-16


"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en
todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén"

Gálatas 5:13
"Servíos por amor los unos a los otros"

Filipenses 2:1-4
Mientras servimos a Dios y a los demás, hagámoslo con un espíritu de humildad y amor
fraternal.

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