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Para que el TDAH tenga un impacto menos negativo en la vida de los niños que lo
padecen es fundamental que haya un control de la conducta del TDAH en el colegio
coherente con el que haya en casa. Que todas las personas que componen su entorno
estén alineados en cuanto a la estrategia que se va a llevar a cabo. El colegio y la
familia son los entornos principales en la vida del niño, y por ello es importante que
exista buena comunicación entre ambos, para acordar una metodología unificada que
le demuestre al niño que existe una comunicación entre profesores y padres, y que hay
acuerdo sobre las normas y expectativas principales.
Mantener la coherencia en el control de la conducta en el colegio puede resultar
complicado debido a que pueden intervenir varios profesores. Si a esto, le añadimos el
hecho de que los niños con TDAH necesitan unos límites claros, firmes y coherentes, la
dificultad es mayor.
Habilidades sociales
Con esta actividad, los niños aprenderán la importancia de ser amables unos con
otros, mientras que desarrollarán un vocabulario para expresar sus emociones.
Como clase o en pequeños grupos, pon a los niños en un círculo y dales
instrucciones para decir una cosa agradable sobre la persona sentada frente o junto
a ellos. Cuando sea necesario, auxíliales proveyendo palabras descriptivas que
expresen sentimientos y pensamientos, y desalienta los comentarios tontos. Los
comentarios negativos pueden ocurrir y deben ser seguidos por una discusión de
por qué un niño se siente de esa forma y cómo una amistad puede ser mejorada.
Juegos de atención
Una gran actividad para la transición entre las actividades de aprendizaje con niños
en edad preescolar con TDAH son los juegos de atención. Un ejemplo de un juego
que llame la atención es el de enviar a una cacería del tesoro a través del salón de
clases. Oculta platos de papel que los niños previamente hayan convertido en
monstruos a lo largo de la clase; cuando estés listo para la transición entre las
actividades, como la hora de contar cuentos, instruye a los niños que van a cazar
monstruos y que deben seguir sus pistas cuidadosamente para localizar a todos los
monstruos en el aula, antes de que puedan sentarse y leer la historia del día.