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Julio 9, 1918

Quien vive en el Divino Querer hace vida en


la fuente de Amor de Jesús.
Continuando mi habitual estado, mi dulce Jesús
ha venido y me ha dicho: “Hija mía, Yo soy
todo Amor, soy como una fuente que no
contiene otra cosa que amor, y todo lo que
podría entrar en esta fuente pierde sus
cualidades y se vuelve amor, así que en Mí la
Justicia, la Sabiduría, la Bondad, la Fortaleza,
etc., no son otra cosa que Amor, ¿pero quién
dirige esta fuente, este Amor y todo lo demás?
¡Mi Querer! Mi Querer domina, rige, ordena,
así que todas mis cualidades llevan el sello de
mi Querer, la Vida de mi Voluntad, y donde
encuentran mi Querer hacen fiesta, se besan
mutuamente; donde no, enfadadas se retiran.
Ahora hija mía, quien se deja dominar por mi
Voluntad y vive en mi Querer, hace vida en mi
misma fuente, siendo casi inseparable de Mí, y
todo en él se cambia en amor, así que amor son
los pensamientos, amor la palabra, el latido, la
acción, el paso, todo; para él es siempre día,
pero si se separa de mi Voluntad, para él es
siempre noche y todo lo humano, las miserias,
las pasiones, las debilidades, salen en campo y
hacen su trabajo, pero qué clase de trabajo,
trabajo para llorar”
Libro de Cielo. Julio 9, 1918 Volumen
12
“Hágase Tu Voluntad En La Tierra Como En El
Cielo”

“Hija mía, en el alma toda transformada en mi


Querer Yo encuentro un dulce reposo. El alma se
convierte para Mí como aquellos objetos suaves
que no dan ninguna molestia a quien quiere
reposarse en ellos, es más, aunque fueran personas
cansadas y adoloridas, es tanta la suavidad y el
placer que toman al reposarse sobre estos objetos,
que al despertarse se encuentran fuertes y sanos.
Así es para Mí el alma conformada a mi Querer, y
Yo en recompensa me hago atar por su voluntad y
en ella hago resplandecer el Sol divino como en el
pleno mediodía.”
Febrero 27, 1900 Vol. 3

“Así los actos hechos en mi Querer, como son hechos


en mi Voluntad se vuelven luz, pero luz atada,
fundida con la luz eterna, por eso no se mezclan con
los actos humanos, más bien tienen la virtud de
hacer cambiar los actos humanos en divinos, por
eso todo dejan atrás y son los primeros entre
todos.” Mayo 28, 1920 Vol. 12

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