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EN BUSCA DE RELACIONES PURAS

Vivimos en una sociedad moralmente trastornada. Hemos visto cambios tremendos en


los valores de nuestro mundo. La gente se burla de los errores que se cometen en la
gramática como por ejemplo: dijistes, hablastes, avisastes, etc. Esto me recuerda el
alboroto que pasó en EU cuando hace unos años un vicepresidente intentó corregir a
un niño de primaria al escribir la palabra papa, pero el que realmente se equivocó fue
él. Pero cuando el presidente Clinton admitió haber tenido un comportamiento inmoral,
o cuando otros líderes están involucrados en actividad ilegal, o cuando el presidente
Fox se volvió a casar aunque no en la iglesia... la gente simplemente se encoge de
hombros. Como podemos ver, hoy, lo insignificante se convierte en algo grande y lo
grande se convierte en algo insignificante. El séptimo mandamiento es fácil de
recordar, pues consta de sólo tres palabras: NO COMETERÁS ADULTERIO.

Pero es interesante que la mayoría de nosotros conoce a alguien que de una u otra
forma ha estado involucrado en una relación de adulterio. Es casi una epidemia, y de
acuerdo con el estado actual del mundo donde vivimos, no es de sorprenderse. La
pureza sexual ha sido reemplazada por el sexo recreativo. El matrimonio ha sido
reemplazado por relaciones desechables. Así que el séptimo mandamiento tiene mucho
que decirle a nuestra sociedad contemporánea. En esta mañana quiero que veamos
este mandamiento explorando tres áreas: el mandamiento contra la infidelidad, el
mandamiento implícito para el matrimonio y algunas implicaciones prácticas para
nuestra vida diaria.

I. EL MANDAMIENTO PROHÍBE EL ADULTERIO

El adulterio se define técnicamente como una relación sexual entre una persona casada
y alguien diferente del cónyuge. Es una ruptura del pacto de fidelidad que dos
personas se han jurado. Otra definición: el adulterio ocurre cuando con una persona
que no es tu cónyuge, tienes un comportamiento tan cercano que no te gustaría que
tuviera tu cónyuge. Pero creo que el adulterio es mucho más que una relación física
impropia con alguien diferente de nuestra pareja. Pues el adulterio es cualquier cosa
que disminuye o contamina la exclusividad de los votos matrimoniales. Creo que el
adulterio es cualquier cosa que amenace la confianza de nuestra pareja en nosotros.
Es cualquier comportamiento que debilite la relación con él o con ella. Es cualquier
acción que nos acerque más con otra persona de lo que estamos con nuestro cónyuge.
Supe de un caso de un hermano que destruyó su hogar por tener una compañera de
oración con quien oraba regularmente por asuntos que no discutían con su esposa. Él
fue permitiendo que esta mujer fuera acercándose cada vez más en la intimidad de
oración más que con su esposa hasta que cayeron en adulterio. Es una ruptura del
pacto de fidelidad. Cuando una persona se ve envuelto en una relación adúltera ha
escogido buscar y satisfacer sus propios deseos rompiendo en pedazos las promesas
hechas al esposo. Pero no se da uno cuenta la etiqueta del precio. El precio es muy
alto.

A. El adulterio es una violación del orden de Dios. En el mismo primer libro de la


Biblia se nos dice que el plan de Dios es que el hombre y la mujer se unan en uno.
Desde los días de la creación podemos ver que el matrimonio fue diseñado para que
fuera algo permanente. El hogar ha sido diseñado para que sea el lugar donde los hijos
reciban una educación con valores que glorifiquen a Dios. Dios estableció que el lazo
de unión entre un hombre y una mujer sea el lazo más grande de todos. El sexo ha
sido diseñado para que dos personas lleguen a ser una sola. Es más, cuando se
describe la relación de Dios con su pueblo, la Biblia usa como comparación el adulterio.
De modo que el adulterio viola el diseño de Dios.

B. El adulterio produce dolor. Sólo pregúntele a alguien que haya sido víctima de
una relación adúltera y enseguida podrá percibir la profundidad del dolor, y de la
tristeza que se ha vivido. Alguien describió el sexo como un gran río que es bueno,
muy largo, hondo y en el que no hay ningún peligro mientras se mantenga en su nivel
correcto. Pero en el momento en que el río se salga de su cauce se vuelve destructivo.
De igual manera, cuando el sexo se sale de los limites puestos por Dios, se vuelve
completamente destructivo. Las personas que han caído en este pecado con frecuencia
salen con que "Es que no sabes lo que viví". ¿Y qué? Las circunstancias difíciles no
justifican un comportamiento equivocado y pecaminoso. El adulterio NUNCA es la
opción correcta. No es un paso hacia adelante en busca de una mejor relación. Es un
paso hacia atrás que nos aleja más de esa relación. El adulterio afecta a más que a las
dos personas involucradas. Para el cónyuge abandonado por adulterio:

Se destruye la confianza, sentimiento de haber sido usado, un sentimiento de


abandono, de traición, de fracaso, ira, humillación (si otros se enteraron) Para los
hijos, la pérdida del sentido de armonía en el hogar y tensión que los desgasta cuando
pelean los esposos, falta de respeto por al padre ofensor, la pena que viene por no ver
a sus padres juntos. Como podemos ver, el pecado sexual echa a perder muchas vidas
además de la nuestra.

C. El adulterio tiene incluye más que el sexo. Oigamos las palabras de Jesús. Mat.
5:27-32. El Señor nos está recordando que el adulterio comienza en la mente y el
corazón. De la misma manera que el homicidio comienza con pensamientos, así
también sucede con la inmoralidad. Poner nuestros pensamientos en otra mujer
diferente de nuestra esposa es estar alejándonos de ella. Es el primer paso hacia la
infidelidad. Al darle una repetición en cámara lenta y disfrutar de un encuentro
placentero a nuestros pensamientos es prender la mecha de nuestros deseos y
pasiones. Pero no sólo se trata de pensamientos sensuales. También incluye el dar lo
mejor de nosotros a otra persona. Cuando le damos lo mejor de nuestras atenciones,
de nuestros esfuerzos, de nuestras palabras, le estamos robando a nuestra pareja.
Generalmente, llegamos a desarrollar una relación con otra persona mucho antes que
el sexo entre en escena. Cualquier paso que nos aleje de nuestra esposa, es un paso
que nos acerca al adulterio.

II. EL MANDAMIENTO HONRA EL MATRIMONIO

Es importante que no sólo nos enfoquemos en los aspectos negativos del


mandamiento. Como en todos los mandamientos, existe una prohibición, pero también
hay un lado positivo. Por ejemplo, el mandato de no cometer
homicidio es un mandato para honrar y valorar la vida. El mandamiento de no cometer
adulterio es también un mandato para apreciar y dignificar el matrimonio. Hebreos
13:8 dice... Honroso sea en todo el matrimonio y el lecho sin mancilla... Notemos tres
características del matrimonio:
A. Es un asunto muy serio e importante. El matrimonio es grandioso porque el
nivel de intimidad, compañerismo y plenitud que se encuentra en él no se puede
encontrar en ninguna otra relación entre personas. De las cosas que más llaman mi
atención es ver a dos esposos con más 40, 50 ó 60 años de casados que llevan una
buena relación. Ese tipo de gente puede comunicarse hasta sin palabras, se cuidan sin
ninguna queja y sin ningún pensamiento egoísta, porque viven en una profunda
relación. Esa clase de relación sólo puede venir a través del compromiso del
matrimonio. Ni el sexo ocasional, ni la unión libre pueden ofrecer una relación tan
sólida, tan satisfactoria y como un matrimonio que glorifica a Dios.

B. Es un compromiso duradero. Jesús enseñó que el divorcio es algo de lo que los


cristianos debemos estar alejados. El matrimonio fue diseñado para que fuera una
relación que sólo la muerte la pudiera disolver. Debemos reconocer que esto es el
ideal, y muchas veces este ideal no es alcanzado. Pero eso no significa que la meta sea
la permanencia. Algunos novios han dicho: "Bueno, si nuestro matrimonio fracasa, al
menos queremos quedar como buenos amigos" Pero esa idea no sólo es demasiado
ingenua, sino que también es una amenaza al matrimonio. No podemos entrar o vivir
en un matrimonio buscando una salida de emergencia.

C. Es una responsabilidad que requiere trabajo. En Proverbios encontramos un


montón de sabiduría. En los cpas. 5 y 6 encontramos advertencias muy claras en
contra del adulterio. Pero en el cap. 5 podemos leer algunas órdenes específicas: Prov.
5.15-21... El consejo de Salomón es muy simple: Pongamos toda la energía que
alimenta nuestros deseos en el matrimonio y podremos disfrutar una relación mucho
más intensa de la que podamos encontrar en una relación adúltera. Si se pone tanta
energía buscando momentos románticos como la que se pone en las fantasías, las
cosas serían muchísimo mejor. Así que el consejo pastoral es:

Tengan una aventura con su pareja

1. Enfóquense en las virtudes y fortalezas de sus esposos y hagan alarde frente a otras
personas
2. Aparten, sacrifiquen, panifiquen y pasen tiempo juntos
3. Busquen formas creativas para mantener vivo el romance

A veces, la relación se enfría porque apagamos el termostato. Y si dejamos de trabajar


en nuestra relación la relación se enfriará, sin importar con quién se esté casado.

III. EL MANDAMIENTO EXIGE UN CAMBIO REAL

Espero que hayan entendido que para lograr obedecer este mandamiento debemos
tomar una actitud radicalmente opuesta a lo que escuchamos en nuestros días. No
podemos hacer lo que todo el mundo hace, o hacer todo lo que nos haga feliz.
Debemos vivir un matrimonio totalmente intencionado a hacer lo necesario.

A. Debemos guardar nuestras mentes.

Estamos metiendo mucha basura a nuestra mente. Estar expuestos constantemente a


la inmoralidad conduce al debilitamiento espiritual.

1. 90% de relaciones sexuales en la TV ocurre entre personas que no están casadas


2. Antes de llegar a los 18 años un joven ha visto muchos miles de escenas de sexo o
escenas sugestivas de gente no casada.

3. Atención con: pornografía, quedar atontados con sexo en tv o cine, letras sugestivas
de canciones, charlas en las que se cuentan aventuras sexuales de amigos fuera del
matrimonio.

4. No sólo hay que evitar lo malo: hay que llenar nuestra mente de cosas santas.
Nuestros momentos de adoración, estudio bíblico y oración son excelentes antídotos
contra la contaminación de nuestra sociedad.

B. Debemos abstenernos del comportamiento provocativo

Coqueteo. Puede ser de broma o cotorreo; nos hace sentir que todavía nos queda
algo, pero es una práctica muy peligrosa. Reservemos el coqueteo sólo para nuestra
pareja.

Ropa provocativa. Cada vez más, la tendencia en la moda parece ser no dejar nada
oculto. La ropa provocativa está diseñada para despertar el deseo. Las mujeres parece
que no han entendido una sencilla lección de biología: los hombres respondemos
rápida y fácilmente a los estímulos visuales. Ningún hombre me dejará mentir. Así que
es sumamente difícil pensar en cosas puras cuando frente a nosotros tenemos un
atuendo provocativo. Los varones debemos apartar esas miradas sólo para nuestras
esposas. Además, la belleza que deben procurar debe ser la interna. 1 Pedro 3:3,4

Comentarios sugestivos, toques, besos y abrazos inapropiados. Esto es coqueteo


elevado a un nivel más alto. De niños nos enseñaron a no jugar con fuego, y esto es
también cierto con la tentación. Ante la tentación no hay que enfrentarla, hay que huir
de ella. Si Ud. siente cerca los pasos de la seducción, aléjese de estas prácticas.

C. Debemos estar alertas a situaciones peligrosas.

Es muy fácil meterse en problemas si no somos cuidadosos. Hombres y mujeres deben


ser MUY cuidadosos en cuanto al tiempo que pasan juntos. No estoy diciendo que
SIEMPRE está mal que un hombre y una mujer estén juntos para comer en el trabajo,
sino que se trata de una situación de la que debemos tener MUCHO cuidado. (Un
ejemplo de consejería... le puede pasar a CUALQUIERA.)

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