Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
I JUAN 4: 18:
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor,
porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido
perfeccionado en el amor. Y Romanos 8:28: Sabemos, además, que a los
que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados.
Hay muchas cosas en este mundo que nos dan razones de sobra para
temer: las guerras, el terrorismo, la violencia, el cáncer, los ladrones, hoy
en día la pandemia, etc. Más aún, si permitimos que el temor eche sus
raíces en nuestros corazones, nos encontraremos paralizados e
incapaces de hacer la voluntad de Dios .
2 Timoteo 1: 7
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y
de dominio propio. Con estas tres armas, podemos convertir y conquistar
todos los temores que se lanza hacia nosotros a la fe.
¿QUE ES EL TEMOR?
EJEMPLOS:
Muchos de nosotros recordamos cuando éramos niños, si decíamos una
mala palabra, nuestra mamá nos amenazaba con lavarnos la boca con
jabón.
¿No es bueno saber que Dios te ama, en medio del lugar en que te
encuentras? ¿Ese pensamiento no te levanta un poco la fe, y reduce unos
grados tu temor?
ROMANOS 8:35-39
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni
principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Mt: 22:36-40:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu
mente.” Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” De estos dos
mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.
Cuando amamos a Dios con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas
y amamos a las personas a nuestro alrededor, se produce en nosotros, por
diseño de Dios, una seguridad extraordinaria de que la gracia y el favor de Dios
nos acompaña siempre y por lo tanto no le tendremos temor a nada.
ORACIÓN
Amado Señor, yo no quiero seguir huyendo de mis temores. En lugar de esto
quiero enfrentarme a ellos con la fe en tu poder, amor y dominio propio para
destruir todas las fortalezas del mal en mi mente. En el nombre de Jesús.
Amén.