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Relatos de Arquitectura PDF
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RELATOS DE ARQUITECTURA
ejemplo: “Febrero de 1966. Cuatro tipos fatigados estamos llegando al
planchón de nieve del Tronador. Objetivo, el refugio viejo. Guía, Osvaldo
Bidinost que un par de años atrás me admitió en su taller de La Plata, ense-
ñándome a enseñar, un año atrás en su estudio, enseñándome arquitectura
y ahora me enseña montañismo… Llegamos al planchón y muy rápidamente,
unas nubes feúchas que nos acompañaban desde la mañana se cerraron en
versión negro cuervo. Osvaldo mandó parar y esperar un rato, posaderas en
la piedra fría. Escueto informe: tenemos que marchar un par de horas sobre
el planchón, atentos a la huella y las grietas, si nieva y se tapa el piso sona-
mos. Lástima después de tanto esfuerzo, pero nos sentíamos demasiado
jóvenes para frizarnos”.
Relatos de arquitectura
Jorge José Cortiñas
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Relatos
de Arquitectur a
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diseño de tapa:
Eugenia Cortiñas
ilustración de tapa:
Óleo sobre tela de Ariel Pradelli
ISBN 978-987-584-445-2
Julio de 2012
Este libro fue impreso bajo demanda, mediante tecnología digital Xerox en
bibliográfika de Voros S.A. Bucarelli 1160, Ciudad de Buenos Aires.
info@bibliografika.com - www.bibliografika.com
En venta:
LIBRERÍA TÉCNICA CP67
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Tel: 54 11 4314-6303 - Fax: 4314-7135 - E-mail: cp67@cp67.com - www.cp67.com
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Jorge J. Cortiñas
Relatos de
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Índice
153 Módulo
155 Muerte
159 Nuevos pobres y nuevos ricos
165 Ochavas
171 Partido
173 Pensamientos incorrectos
175 Preservar no es suficiente
181 Progresión y ritmo
183 Proporciones
191 Proyectar la manzana
193 Puertas
197 Ramiro I y la Mezquita de Córdoba
203 Rascacielos
213 Reconstrucciones/Reproducciones
217 Renzo Piano e Italo Calvino
225 Sentidos
227 Simetría
231 Sugger y D’Honnencourt
235 Teatro
247 Tipología
251 Transformaciones
259 Utopía
263 Viajar
269 Villa Adriana, Tivoli
273 Villa Rotonda
279 Ville Saboya
283 Vitrubio, ese hombre sabio
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Nueva York
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INTRODUCCIÓN
“Históricamente ha existido siempre una competencia entre
las diversas formas de la comunicación. En la sustitución de la
exposición antigua, llamada relación, por la información, y de la
información por la noticia sensacional, se refleja la creciente atro-
fia de la experiencia. A su vez, todas estas formas se diferencian
del relato, que es una de las formas más antiguas de la comuni-
cación. El relato no se empeña en trasmitir el puro en-sí de lo
acontecido (como lo hace la información); lo estampa en la vida
del informante para darlo a los escuchas como experiencia. Así la
huella del narrador queda marcada en el relato como la huella de
la mano del alfarero en la vasija de barro.”
Walter Benjamin, El París de Baudelaire.
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1 Dantzig, Charles, Dictionnaire égoïste de la littérature française. Grasset (2005). Libro de enorme
erudición y a la vez lleno de desparpajo, a lo largo de sus 968 páginas comenta y critica escuelas,
autores y tópicos literarios con dos particularidades. No tiene ni una línea de introducción justifi-
catoria y da un nuevo sentido a la palabra egoísta: la utiliza como la visión personal, comprometida
y políticamente incorrecta.
2 Cortázar Julio, Rayuela. Sudamericana (1963). En pleno auge de cierto experimentalismo pro-
pone dos órdenes de lectura de los capítulos y por extensión con otros posibles. En el espíritu
de la época reconoce de esta manera al lector como parte activa. Ya no se trata del libro sino de
la lectura y sus infi nitas posibilidades. Es mismo espíritu epocal que encontramos en Alexander
(Chermayeff, Serge y Alexander, Christopher, Community and Privacy, Toward a new architecture
of humanism, Doubleday & Co., 1963) y en el plug-in del Archigram.
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Del título
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AGR ADECIMIENTOS
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Abducción
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La mímesis funcionaba por dos carriles, los tratados, cada vez más
precisos y complejos (Las láminas del Durand son tan didácticas que
hacen entender el concepto de verdad evidente) y la formación en el
taller, al lado de un maestro. Una enseñanza artesanal, boca a boca, sin
necesidad de protocolos externos ni tiempos pautados. La tecnología y
los modos de producción adecuada a los proyectos sin conflictos mayo-
res. Cuando empecé a estudiar historia de la arquitectura me llamó la
atención que los edificios sobrevivientes del Art Nouveau en todas sus
versiones (Liberty, Modernismo Catalán, etc.) estuvieran en mucho me-
jor estado que las piezas equivalentes del Movimiento Moderno (hoy ya
patrimonializadas y restauradas). La razón es sencilla: El Art Nouveau
fue un estilo más, original, divertido, un aire fresco, pero en los límites
del sistema, el Movimiento Moderno una revolución que abarcó hasta
los oficios de construir.
2. Se acabó el Método
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3. El Análisis
4 Esta extraña división de la facultad en campos enfrentados que abarcaban desde la política
hasta la forma lo trato en el libro Pensar la Arquitectura, compilado por José María Marchetti,
Ediciones de la FADU (2000).
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4. La Caja Negra
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6. La Abducción
Encontré esta palabra extraña por primera vez en Humberto Eco que
de hecho toca el tema en una multitud de ensayos, pero siempre referida
a Peirce.5 No es este el lugar (ni soy yo la persona adecuada) para explicar
el enorme trabajo de Peirce ni menos aun para desplegar el fascinante
mundo de la epistemología, una profesión en si misma. Simplemente
haré una enorme simplificación para introducir el tema.
Empecemos por la deducción. Es el mecanismo típico del silogismo:
O en otro formato:
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Ascensores
8 Haussman, Georges-Eugène, barón de (1809-91), fue como es muy sabido, el autor de la gran
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9 La aglomeración urbana colapsa los sistemas elementales de recolección de agua potable y dese-
cho de las aguas servidas. El cólera, la peste negra o la fiebre amarilla acompañaron desde siempre
a la cultura urbana. La peste que asoló Europa al fi n de la Edad Media o la fiebre amarilla de 1870
Buenos Aires están presentes en toda historia general o local. Los sistemas sanitarios cambiaron
para infi nitamente mejor la calidad de vida aunque sigan siendo una deuda horrible de la huma-
nidad con gran parte del mundo sub desarrollado, del que vive en la periferia del planeta o en el
interior de las grandes ciudades desarrolladas: villas, chabolas, favelas, etc.
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tamaño aunque se congestionen en horas pico (si por ejemplo todas las
oficinas cierran a la misma hora). Si es para un proyecto de facultad,
donde rara vez habrá un asesor disponible, buscar ejemplos equivalentes
pero actuales porque la dinámica del ascensor varía mucho en tiempos
cortos. Lo que nos lleva a la…
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Asimetría
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más allá sobre el que nunca tuvo ilusiones. La religión como la cocina,
cosa de mujeres, la poca que pudo tener la perdió en el barro de las
lejanas trincheras.
Su motivo fue algo más íntimo y oscuro: entender su falta de alegría.
Y así fue hilvanando ideas poco convincentes, la familia y la aldea
perdida, el olor de sus primeros veranos, la nieve… Fue durante la
quinta noche cuando recordó los cortiles y los claustros y entendió que
lo que había construido durante largos años de exitoso exilio, las que
muy luego llamarían casas chorizo, era pedazos amputados de algo más
perfecto pero a la vez más libres, objetos que también más luego, hom-
bres de saber libresco llamarían diferentes tipologías. Sonrió entonces
en la oscura soledad y se dejó ir… tranquilo.
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10 Ver en: Frank Whitford, Bauhaus, Cap. 7, “World of Art”, Thames and Hudson, London
(1984).
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Br asilia
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Digresión 1
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modernidad, otra diferencia con nosotros que hay que destacar. Lo más
parecido en Argentina podría ser el círculo de Victoria Ocampo, parte
de la elite, pero lejana al poder real y sus realizaciones. No da exten-
derse con el ministerio, material en si mismo para un capítulo, pero me
gusta comentar cosas que no figuran en los libros. El parasol móvil de
la fachada norte está resuelto con unas lamas de madera pintada que
se mueven por medio de unas palanquitas muy sencillas a la vez que
eficaces. Siguen funcionando. Auténtica mecánica nacional brasileña
con la que podemos identificarnos, ingenio de tercer mundo.
Perspectiva S. A.
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12 François Mitterrand, (1916-1996) político socialista, presidente de Francia desde 1981 a 1995,
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El Concurso
14 El jurado, si bien dominado por el Novocap, la entidad encargada de la nueva capital, distaba de
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Digresión 2
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Odio los tours por sobre todas las cosas, pero la vista del “espacio
verde” del hotel, tapizado de autos en las posiciones más inverosímiles
y la de los hoteles vecinos en iguales condiciones (si separamos funcio-
nes donde hay hotel hay solo hoteles) fue bastante convincente. Al día
siguiente subimos a un pequeño van y con otra media docena de per-
sonas hicimos un largo recorrido bien organizado. Simpatía brasileña
e información razonable, a que más. Olas de automóviles por todos los
carriles de todas las autovías, algún embotellamiento. Preguntas que se
van formando. ¿Qué pasó entre el viaje de Cabrera y el mío?
Digresión 3
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“Entre los aspectos positivos, la ciudad, en el ámbito del Plan Piloto, tras-
mite una imagen fuerte. La cualidad estética de los edificios emblemáticos
y de los espacios urbanos es ampliamente reconocida. La generosas áreas
verdes, asociadas al clima agradable del Planalto Central brasileño implican
óptimas condiciones bioclimáticas. La áreas no urbanizadas entre la ‘ciudad
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madre’ y los núcleos satélites contribuyen. Sin embargo son excesivas, vas-
tas ‘tierras de nadie’, lo que remite a los aspectos negativos. Hay serios
problemas en cuanto a la baja densidad edificada, a la alta dispersión de
la ocupación territorial, a la perversa relación entre la localización de los
empleos y la localización de las viviendas, con excepcional concentración
de comercios y servicios en el centro metropolitano. Las más altas densi-
dades habitacionales están en la periferia, contradiciendo la realidad de las
demás capitales brasileras –y de casi todo el resto del mundo– sobre las que
encontramos estudios de este género. La infraestructura urbana está sub
utilizada, el intenso movimiento pendular entre áreas periféricas y centro
metropolitano impone elevados costos socio económicos (sobre todos para
los pobres), el orden espacial no favorece el trasporte de masas.”15
“La densidad media del área urbana del DF es muy baja… estudios recientes
mediante imágenes satelitales indican… para la metrópolis 23 hab./ha…
variación entre regiones administrativas… las más pobres con 90 hab./ha,
las más ricas con menos de 5 hab./ha. La áreas residenciales del Plan Piloto
y entorno inmediato tienen 14 hab./ha pero la densidad líquida de una su-
percuadra está entre 400 y 600 hab./ha… Ellas no son las responsables de
la baja densidad media del plano… sino la inmensa superficie de un sistema
viario dimensionado para el automóvil.”16
(2010), pág. 47. La (mala) traducción de las citas es mía, así como las del libro de Bruand.
16 Ibid., pág. 54.
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Capricho
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Casa
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La casa. Tipología
17 Poco antes de la guerra de Malvinas, una fi rma que construía casas en countries hacía propa-
ganda en los diarios promocionando sus “casas inglesas”. En medio de la guerra el aviso con la
misma diagramación e imagen empezó a publicitar “casas normandas”.
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18 Es un tópico a esta altura reconocer que la casa chorizo es una ingeniosa adaptación a la angos-
tura de los lotes de Buenos Aires por partición de las fracciones iniciales del plano de Garay. Para
ver una casa de patios en estado original está disponible el Museo Mitre en la calle San Martín,
para ver una casa chorizo en clave de alta burguesía se puede recorrer una de dos plantas que está
en Defensa entre San Juan y la plaza Dorrego, donde cada habitación es un comercio diferente,
notar que el piso damero blanco y negro no es de mosaico sino de mármol.
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La casa más pobre, con jardín al frente pero que espera en un futuro
que no llegó agregar la sala al frente y el zaguán.
La casa tipológicamente pura, con sala (a veces dos) al frente, ha-
bitaciones alineadas sobre uno o dos patios y al fondo la cocina y el
baño.19 A veces la casa está preparada para crecer hacia lo alto, lo que
19 La tenacidad o conservadurismo tipológico expresa muy bien el carácter simbólico cultural del
hábitat. Mucho después de la extensión del servicio de Obras Sanitarias a casi todos lo barrios de
la capital el baño sigue estando “al fondo”, localización generada por el pozo negro y los malos
olores y negadora del nuevo caño colector que pasa por el frente del domicilio. Es probable que
en el momento de construir una casa chorizo la extensión del cloacal hasta el fondo fuera más
costosa que el baño mismo.
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21 Un estudio muy bueno sobre el tema en Orígenes del problema de la vivienda, de Diego Eugenio
presentados con el sistema anterior, pero la inversión inmobiliaria estaba muy desalentada, como
cualquier inversión productiva, por la especulación fi nanciera, tablita cambiaria, etc. El retorno
a la democracia fue acompañado por una larga crisis económica con deuda externa irresoluble,
infl ación desmesurada, desocupación, etc, por lo que los valores del suelo y la mano de obra eran
muy bajos, lo que permitió que algunos grupos de clase media más reparados de la tormenta
accedieran por muy poco dinero a refaccionar casas muy grandes como alternativa mejor a la de
un departamento. En 1983 hice una casa en Palermo para un cliente que pagó U$S 10.000 por
un terreno de generosas dimensiones, la Arq. Tona Astengo, que por entonces vivía en la Rosada
de Palermo, hoy devenida restaurant, me comentó entonces que no tenía lógica hacer una casa
nueva si por el mismo dinero se compraban más de 200 m 2 para reciclar.
23 La casas chorizo tienen siempre en el zaguán un par de escalones (de mármol de Carrara). Había
que desaguar los pluviales del fondo y levantar el piso (de pinotea) del suelo. Aunque era más raro,
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Los dos petit hoteles son casas que conozco aunque el relevamiento es desde
la memoria, ambas fueron en su origen casa de médico del barrio, que era el
que tenía auto. En un caso la cochera, minúscula, no tenía otro uso, en el otro
funcionaba de día como sala de espera.
ya entonces sabían que la ciudad se podía inundar y que un par de escalones resolvían más proble-
mas de los que creaban puesto que la accesibilidad total incluye la indeseable del agua desbordada.
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24 Alberto Belucci y Hugo Pontoriero. “Petit hôtel: hacia una defi nición tipológica”, en Bortha-
garay, Juan Manuel (comp.), Habitar Buenos Aires, SCA CPAU 2009.
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25 El plan otorgaba créditos blandos para construir en lote propio en base a una carpeta de planos
otorgada con el crédito mismo. Los tramos se hacían efectivos por etapas de obra, al terminar
cimientos, al llegar a los dinteles, etc.
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26 En las novelas realistas de Emilio Zola, en La Montaña Mágica de Tomas Mann, en las óperas
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27 Wladimiro Acosta (1900-1967). Fue profesor de la FAU-UBA y escribió dos libros aun vigentes
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Ciudades imaginarias
28 Italo Calvino, escritor italiano (1923-1985) es un inspirador muy importante para la arqui-
tectura desde la literatura. Además de Las Ciudades Invisibles (1972) es extraordinaria la fuerza
teórica que se puede obtener de Seis propuestas para un nuevo milenio, su obra póstuma de 1985
(ver apartado sobre el tema).
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con diagonales por todo el ejido no pudo. Solo dos diagonalitas saliendo
de Plaza de Mayo para terminar ahí nomás. Mientras tanto, la ciudad
imaginaria se hizo en Adrogué, hija del ferrocarril y la especulación
del suelo como corresponde al paso hacia la realidad. También se hizo
La Plata, pero esa no fue imaginaria. Lástima que no pudo o no supo
preservar con un buen cinturón verde su trazado, que actualmente se
disuelve en la conurbación.
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Códigos
En uno de los apéndices del libro detallo el historial de los planes que
intentaron entender y ordenar la ciudad. En este apartado me remito
a los dos que tuvieron incidencia real, es decir que dejaron una huella
construida importante, más allá de los antecesores primeros, que fueron
Garay y su reparto de tierras según las leyes de Indias y Bernardino
Rivadavia con sus ochavas, veredas y avenidas cada cuatro cuadras.
Que los planes de Buenos Aires a lo largo del siglo XX fracasaron
todos en los intentos de planificación parcial o total de la ciudad, hayan
sido de embellecimiento como el Plan Noel, como de otras técnicas
urbanísticas y visiones como el Plan Regulador, es un dato.
Lo que no es tan claro es el porqué, aunque fenómenos similares se
registren en otras ciudades del mundo.
Es posible que esto refleje aspectos culturales muy profundamente
instalados tanto como una expansión explosiva de los fenómenos de
urbanización que desbordaron los marcos conceptuales disponibles.
Sin que esto excluya otros elementos ni siente un orden de prelación,
registro por lo menos algunas observaciones:
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29 “Una sola ley rige este crecimiento urbano… la especulación del suelo. Los intersticios dejados
por este crecimiento sin vacíos han sido colmados. A la especulación del suelo mal combatida
se añadió la especulación de pisos cuando estos eran objeto de copropiedad.” Henri Lefevre, El
derecho a la ciudad (1968).
30 Sigo en esta parte el documento base de las “primeras jornadas Buenos Aires, la ciudad que
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31 Ver este aspecto poco estudiado de una Buenos Aires contrafáctica en el capítulo “Normas
Formas: Regulación y Tipos en Buenos Aires”, de Fernando Diez, en Borthagaray, Juan Manuel
(comp.), Habitar en Buenos Aires, SCA CPAU (2009).
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europeas, basta con mirar fotos aéreas de cascos históricos, donde las
profundidad de los predios nace de la mano con una forma de cons-
truir, pero extraña y mal injertada en la manzana colonial española.
d. Es y sigue siendo un punto retórico, porque la introducción del
FOT como veremos tampoco regula la densidad.
e. Es un punto visionario. El parque automotor de 1944, sin nuevos
vehículos desde el comienzo de la guerra era, mirado desde hoy, casi
anecdótico.
f. Este resabio de los Códigos estéticos haussmanianos en clave de
cambio de escala y retórica mussoliniana es lo que mejor les salía,
ahí están las diagonales para demostrarlo.
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del Gran Buenos Aires o el crecimiento de las Villas de Emergencia, pero no se cruzan con el
código que es lo que trato aquí.
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precisamente preocupado por las formas pero si por el derecho a la propiedad, anuncia su vigencia
para seis meses más tarde de su promulgación, permitiendo la presentación de una catarata de
planos con el CE.
35 Prólogo del CPU 1977.
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36 D) Distritos industriales: han sido localizados en zonas marginales, que en gran parte revestían
estas características y de ellas se han excluido los usos residenciales. Prólogo del CPU.
37 Ver en Marshall Berman, Todo lo sólido se desvanece en el aire, la crítica a las autopistas urbanas,
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a tabula rasa sobre una manzana con parcelas típicas hubiera dado un
frente urbano escalonado, mínima altura en las esquinas, máximo en el
centro de la cuadra. Como control morfológico resulta amorfo.
En 1986 participé como asesor en un proyecto de reforma concep-
tualmente diferente.38 Se basaba en reconocer la realidad de la ciudad
consolidada y operar en ella con normas de ajuste, parecidas a las de en-
rase pero de mayor complejidad, resolviendo los centros de manzana caso
a caso, con un criterio más flexible, sin FOT ni centro de manzana para
las zonas de tejido de viviendas individuales. Era de gran complejidad
jurídica porque al legislar caso a caso violaba en cierto modo el principio
de igualdad frente a la ley, pero no fue por eso que no prosperó, sino
por falta de voluntad política y porque tocaba intereses complicados.
A pocos años de su implementación y sin cambiar su estructura
irreal aun en cosas elementales, como que las medidas que surgen de
parámetros analíticos no son módulo de medidas reglamentarias (por
ejemplo, alturas de fachada con alturas de locales), los parámetros fue-
ron aumentando en sucesivas modificaciones. Se repetía lo ocurrido con
el Código de Edificación.
El caso más notable es del FOT “ponderado” en los sectores R2A1 que
lleva en algunos casos (por ej., en la Avenida San Isidro, la Avenida Congre-
so, Bulnes, etc.) a ocupaciones y alturas mayores que las del CE. Una vez
más, la cultura mercantil de la ciudad real, fue derrotando a los reglamentos.
Una gran reforma del CPU se programó en los tramos finales de la
Ciudad como ámbito municipal. Colaboraron en este esfuerzo las so-
ciedades profesionales y la FADU y se le propuso al primer gobernador,
el Dr. De la Rúa, quien no se decidió a aprobarlo y lo envió a la novel
legislatura. Esta lo discutió durante años para promulgarlo finalmente
con nuevas contradicciones.
El CPU empezó a ser operativo en la realidad durante el período de
ficticia estabilidad monetaria de los 90, con la aparición de créditos muy
38 Secretaría de Obras Públicas Ing. Jacobo Fiterman, Subsecretaría de Desarrollo Urbano Arq.
Dardo Cúneo.
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limitados pero accesibles para algunos sectores. Las obras de ese período
muestran una mayor preocupación por la arquitectura que durante la
etapa del CE. Es característica de ese momento la preocupación por las
medianeras, resueltas muchas veces en ladrillo a la vista y una mayor
elaboración de frentes y remates. Las plantas registran las mayores res-
tricciones del CPU en cuanto a normas de habitabilidad y los primeros
avances sobre el proyecto de las escaleras.39
Este veranito colapsó con la crisis final del 1 a 1, pero la salida de
la crisis, a principios de este siglo, marcó un nuevo impulso renovador.
El crecimiento económico sostenido y la justificada desconfianza en los
instrumentos fi nancieros dieron un nuevo impulso a la construcción
de viviendas. En este tramo se nota claramente la presencia de los ar-
quitectos en el proyecto y la gestión y la presión del valor del suelo que
condiciona una vez más los proyectos al máximo volumen.
El ingenio puesto a prueba enfrenta la irracionalidad del FOT40
comprimiendo soluciones donde sobra (terrenos largos en el centro de
la manzana) y esponjando donde falta (terrenos cortos cerca de las es-
quinas) por medio de una variedad enorme del tema de los duplex que
trascienden con mucho el catálogo Corbusierano, que parecía hasta en-
tonces limitado a proyectos de facultad. A la restricción complicada para
39 Entre las sucesivas alteraciones de las normas, avanzando sobre detalles de los proyectos y el saber
de los proyectistas, una de las más notables es el de las normas de incendio. Estas, durante el Código
estaban a cargo de los Bomberos y regían solo para los edificios en torre. Con el CPU el tema incen-
dios pasa a la Municipalidad que comienza un largo proceso de modificaciones sucesivas que inciden
fundamentalmente en las escaleras. La inclusión de las normas de accesibilidad en los albores del siglo
hizo que en los procedimientos estas quedaran también en el dominio de las oficinas de incendios. Al
final del proceso, las escaleras de los edificios de vivienda son inútilmente más anchas, se han limitado
a tramos rectos, se han confinado a la oscuridad sin ventanas con un sistema de compuertas incómodas
y, ya fuera de todo interés habitable, condenadas al cemento alisado. Esto en una ciudad que por
sus formas de construir, no tiene registro histórico de ningún incendio en edificio de viviendas con
destrucción total. A eso nos lleva la copia sin reflexión de los derivados de otras culturas.
40 Es necesario clarificar que el FOT no mide nada útil. Se puede agotar en pisos de 500 m 2 donde
vive un matrimonio mayor con una empleada doméstica (3 duchas diarias) o en 10 departamentos
de dos ambientes donde se aprietan una pareja con un hijo, (total 30 duchas diarias).
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Comprensión
del Espacio
“Es imposible explicar a alguien que paso debe dar para que monte
equilibradamente en bicicleta. Podemos proporcionar al novato unas
cuantas leyes más o menos carentes de significado, pero la actividad
sordomudos, desarrolló un lenguaje de gestos propio, absolutamente diferente del lenguaje para
sordomudos Standard. Lo curioso es que este lenguaje pone el verbo al fi nal y entonces todas las
confi guraciones sintácticas responden a las lenguas de esas características. En efecto, la combina-
ción sujeto, verbo, objeto, admite tres combinaciones posibles, el verbo al fi nal, como en el latín,
sujeto-verbo-objeto como en los idiomas latinos o el inglés o verbo-sujeto-objeto en el árabe. Todas
las gramáticas, a partir de esta elección primaria se estructuran de manera semejante. Tomado de
“La sintassi e’uguale per tutte le lingue”, Palmarini, Corriere della Sera, 6/2/05.
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“En general la escuela no propone que el chico aprenda sino que se someta
a un sistema con docilidad. Desde el jardín de infantes en adelante los chi-
cos incorporan mecanismos para repetir, aceptar, memorizar indicaciones y
obedecer y no para aprender, descubrir, asociar y modificar. La revolución
de las últimas décadas fue lograr esto sin represión ni agresión evidente a
los alumnos. A través de juegos y materiales seductores los maestros hemos
logrado que el chico repita acepte y obedezca, que sea dócil pero alegremen-
te… La obediencia al maestro y a las instituciones no implica aprendizaje y
estimula conductas peligrosamente dependientes. Cuando el maestro engaña
al chico con una sonrisa o un jueguito para que se calle la boca… recurre
a una mentira didáctica porque no cree en el chico. No cree que ese ser
humano pueda aprender a compartir a través de su propia experiencia…
entonces se lo impone.” 43
42 Johnson, Mark, El cuerpo en la mente, Debate, Madrid (1991). The body in the mind, University
of Chicago (1987).
43 Vivanco, Pepa, La música está conmigo, una historia de amor y aprendizaje, Edit. Guadalupe
(1995).
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tienen idea de lo que esos dibujos representan. Han capturado todos los
manierismos del ambiente, hacen ruidos ordenados pero no entienden
de qué se trata la música.
¿Son parte de nuestro fracaso docente o la arquitectura, como tocar
el violín o practicar un deporte en alto nivel no es solo un tema de querer
ser? ¿Podemos seriamente encuadrar la adquisición de las habilidades de
un arquitecto en el corsé formal de una serie de cursos y años o tenemos
que aceptar que los tiempos de maduración personal son diferentes? Y
si esto es así ¿Cómo se genera una currícula que incluya esta variable?
Entiendo que estas preguntas, con total seriedad y desprejuicio pueden
y deben ser formuladas aunque nos lleven a una crisis; quizás necesaria.
El brutal mecanismo de selección por aptitud, que no le mueve un pelo
al entrenador de una división inferior de cualquier club de fútbol profe-
sional, toca fuertes convicciones (mías por lo menos) acerca del derecho
al acceso democrático a la cultura, de la inclusión y la nivelación social.
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Computador a
Del salto cualitativo
45 Estoy bastante peleado con la lengua llamada español, yo aprendí castellano, que se habla en
América y en algunas provincias de España. El cambio de nombre a la lengua vino de la mano del
renacimiento económico español y su imperio sobre las traducciones, incluido el gilipollas y otros
términos detestables. Entre sus imposiciones está el uso de ordenador (como en francés) en cambio
de computadora, que si no es una palabra bella por lo menos traduce literalmente la original ingle-
sa, hasta que aparezca algo mejor, porque si hay algo que la compu no hace es ordenar. Más bien
nos induce a perdernos en una información sin límites, en el jardín de los senderos que se bifurcan.
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Conservación
y destrucción
Paradojas de la Manzana de las Luces
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46 Los talleres de arquitectura ya funcionaban desde mediados de los sesenta en “los galpones”, un
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Corregir
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Derroche
1. Las tortugas. Las tortugas marinas ponen sus huevos en la playa y dejan
que el sol se encargue de empollarlas. El número de huevos con respecto
a la cantidad de tortugas resultante se calcula en 1:2000. Pájaros y peces
esperan el desove y la caminata de las tortuguitas hacia el mar para darse
una panzada. No parece que esta relación de supervivencia de los más aptos
tienda a una mejora intelectual de la especie sino más bien que llegar a
aguas seguras es una casualidad. También una necesidad de equilibrio para
que el mar no se convierta en una densa pasta de tortuga. La intervención
del hombre desequilibró las cosas y los quelonios llegaron al borde de la
extinción. Ahora hay sociedades que se encargan de protegerlas y entre
otras cosas hacen apagar las luces de las aldeas costeras en tiempo de desove
porque los bichos se desorientan y en cambio de ir para el mar van a tierra
firme y son aplastadas por los autos en las rutas vecinas.
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Detalle
Dios está en los detalles, Mies van der Rohe dixit y como todos sus
aforismos, reales o adjudicados, identificables por una extrema síntesis,
este encierra una gran parte de verdad.
Vitrubio hubiera preferido “la arquitectura tiene dioses en los deta-
lles”, porque la arquitectura es esencialmente poli-pan teísta.
Eso nos permite identificar dioses serios y profundos como los del
clasicismo. Los comparten la desmesura de la Madeleine, Schindler y
el mismo Mies.
Dioses juguetones como los del rococó que todavía habitan en los
techos de Vierzenhäiligen y en los trompe l’oeil de Tiepolo y por último,
pero no menos importantes los dioses malignos, los que inspiraron la
mayor parte de la arquitectura posmo y se infi ltran siempre en la ola de
la moda, eficaz vehículo del no pensar nada de nuevo ya que todo es
mero recambio.
También son dioses malignos los del aburrimiento, la repetición y
la banalidad.
Alguien del estudio Aslán y Escurra me contó el viaje que hicieron
hace unos años a Nueva York con Mario Roberto Álvarez. Negociaban el
proyecto de un hotel en Buenos Aires que no llegó a construirse. Luego
de jornadas terriblemente fatigosas, de reuniones de trabajo mechadas
con atragantarse de arquitectura, cuando todos estaban para el relax y
la cena, Mario Roberto, infatigable, sacaba una de sus famosas libretitas
donde había dibujado detalle tras detalle de lo que todos habían visto en
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el día, pero él mucho más y los comentaba para desesperación del resto
de la comitiva que quería una tregua. La buena arquitectura de Álvarez,
que no es poca, no se entiende si no es en la relación íntima entre su
extremado rigor conceptual con la coherencia y buena resolución del
detalle. La arquitectura de Álvarez es poco vistosa en planos y él nunca
practicó la docencia.
El detalle es el feed back del proyecto con la realidad, lo que lo
distingue de cualquier otra obra de la imaginación: el proyecto es la
anticipación de un objeto construido y habitado.
El taller, tal como funciona en las facultades, se desentiende del
detalle porque allí el proyecto es un fin en si mismo. Hace años, en la
etapa ingenua de la docencia, todas las “condiciones de entrega” incluían
“detalle constructivo 1:20”. Detalle que no había sido visto ni de cerca
en las prácticas. En algún rincón de la entrega aparecía el detalle de la
baveta copiado de los apuntes de construcciones. La única, la universal
e inefable posibilidad de terminar un techo. Esto habla de muchas cosas.
Del desinterés (legítimo) del alumno por un pedido sin sentido.
De la falta de integración tantas veces lamentada de los conocimientos
técnicos, entendiendo por integración algo bien distinto del copy paste.
De la esquizofrenia del mundo universitario.
Hace mucho que llegué a la conclusión de que el proyecto de taller,
por lo menos como se lo realiza en la FADU y por lo que he podido ver
en muchas facultades, no puede ser un proyecto “real”. Si no puede y a
lo mejor no debe, no se debe confundir con el proyecto de un estudio y
por lo tanto está obligado, honestamente, a explicitar sus propias metas
y reglas de juego. Desarrollo este punto en otro apartado.
El detalle es el ADN de la obra. En cualquier lámina de un tratado
clásico, cada parte se expresa como módulo, cantidad de módulos o frac-
ción de módulo (nunca en medidas). La más ínfima moldura en relación al
todo. En el proyecto moderno el detalle no se circunscribe a la proporción
del trabajo de la piedra. Relaciona proporciones, pero también brillos y
transparencias, reflejos y texturas. Acentúa el contraste o diluye los límites.
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Diferencia específica
de la Arquitectur a
(con respecto a las otras disciplinas
del diseño)
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Entre medianer as
y torres
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orden definitivo porque la transformación del tejido fue más lenta que
la de la letra. Así, su sueño original, nunca abandonado, parece a veces
un palimpsesto.
Las torres no estaban en su ADN original más bien francés, pero
resonancias de otras latitudes iban generando excepciones. El Comega,
el Safico, el Cavanagh, la torre de Douburg en Posadas y Cerrito, el
Aslán y Ezcurra a una cuadra sobre Carlos Pellegrini, algunos ejemplos
de vivienda colectiva de los años treinta en la avenida San Juan. Edi-
ficios muy diferentes pero nobles en su concepción urbana, generosos
de suelo. La incorporación de las torres al Código se venía y creo que
la última excepción, el multifallido proyecto 48 de reemplazo del Teatro
Politeama en Corrientes y Paraná fue definitorio. Las torres entraron
al sueño en la modalidad de pesadilla.
No es que la idea no estuviera bien, cierta interrupción al tejido
continuo al azar de algunos lotes anchos, la apertura del corazón de
manzana a la calle, el esponjamiento del tejido pueden ser síncopas
bienvenidas en un ritmo demasiado parejo. La desgracia es que el móvil
que primó fue el del mayor usufructo del suelo, puro y duro. La regla-
mentación estableció un parámetro de separación mínimo de 4 metros
del lateral para el que autorizaba 10 veces la altura (40 metros) más 7
m. constantes para resolver el remate. (Obvio que si se dejaba 5 m. de
lateral la torre trepaba a 57 m. y así sucesivamente.)
El problema es que una separación tan exigua, con vistas a una me-
dianera consolidada y chorreada de hollín era urbanamente horrenda
y para peor admitía en el juego a lotes bastante comunes de 17,32 m.
de ancho (la suma de dos 8,66). Si sumamos la autorización de basa-
mento (aunque parezca ridículo el modelo basamento-torre se inspiraba
en ideas de la arquitectura moderna muy conocidas como el edificio
48 Es probable que alguna maldición provenga del extinto Teatro. Al primer emprendimiento
de Aslán y Ezcurra de los 50’, le sucedió otro en los 70’ del mismo estudio asociado con Álvarez,
Foster y Raña en el que trabajé y que tampoco llegó a su fi n. Se retomó en los 90’ concluyendo los
subsuelos pero nunca se terminó el edificio de oficinas y menos el Teatro que debía reemplazarse.
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Lo que no se ve, se ve. Rafael Viñoly dio hace unos años una clase en
el aula magna de la FADU. Entre las muchas cosas interesantes que
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49 En los ’70 los arquitectos usamos desprejuiciadamente la chapa doblada dado que el aluminio
era inaccesible. Esta, en los tubos cerrados, a diferencia de los perfi les macizos se corroe desde
adentro hasta su destrucción total. Muchos edificios de la época sufrieron este enorme deterioro.
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Escala
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Ética y Éstetica
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Fachada
50 Es curioso que normal pueda usarse como sinónimo de perpendicular. Tiene que ver con la
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52 No todo es perfecto en base a una fórmula. Recomendado por un colega, hice unos cuantos
quilómetros en Sicilia para ver un pueblo medieval, Erice, donde prima la piedra gris. Efectiva-
mente, salvo las puertas, donde el gris era pintura, pavimento y paredes, escalones y molduras,
cornisas y nichos y algunas estatuas de la misma piedra gris, igual que el cielo, que ese día decidió
sumarse al monocromo. Por la hora o el día no había nadie por las calles y sospechando que los
habitantes se habían suicidado me fui tan rápido como pude.
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53 La revolución industrial tiene fama merecida de que las condiciones de trabajo y hacinamiento de
los nuevos obreros industriales eran horribles, pero objetivamente, en todo su horror, fueron mejores
que las de los campesinos. No hay otra explicación para el aumento exponencial de la población.
54 Desarrollo del Arq. François Mansart allá por el 1600 que resuelve varios problemas a la vez:
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56 No se si el nombre es adecuado pero no encuentro uno mejor. Cuando digo uno de los modelos
es porque creo que este fenómeno no ha producido un modelo exitoso como el del siglo XIX sino
una cantidad de ensayos desde las metrópolis chinas, Dubai hasta San Pablo. Algunos intentos de
abordar la comprensión de estas nuevas mega ciudades se pueden encontrar en Ciudad Hojaldre,
nuevas visiones urbanas del siglo XXI, de Carlos García Vázquez (Gustavo Gili , 2004) y en Ciudad
Pánico, el afuera comienza aquí, de Paul Virilio (El Zorzal, 2006), original Ville Panique, ailleurs
commence ici (Galilée, 2004).
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Historia
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Identificar
el problema
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Límite y medida
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albañiles.
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Magia
No hay una sola cosa en el mundo que no sea misteriosa,
pero ese misterio es más evidente en determinadas cosas
que en otras. En el mar, en el color amarillo, en los ojos de
los ancianos y en la Música.
Jorge Luis Borges, El Templo de Poseidón.
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59 Por si alguno no lo sabe es una cita del Martín Fierro de José Hernández.
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6. Ghery me puede, pero además algo pasa. Al año siguiente, por cir-
cunstancias de vida fui a Los Ángeles, ciudad que nunca pensé conocer,
y de golpe me encontré con el Gughenheim en construcción. Igual pero
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Materialidad
En primer lugar es una palabra fea, digo fea desde el gusto por el
idioma, suena terriblemente a jerga y lo es. Usada en una corrección o
en un jury el docente pregunta: ¿Cómo es la materialidad?, pregunta
casi inútil porque el alumno va a responder en el 90% de los casos
“de hormigón y vidrio”. Sería más de a pié preguntar ¿de que pensás
que estaría hecho tu proyecto en el caso de construirse? Aunque la
respuesta fuera la misma obviedad descenderíamos al tema central, el
proyecto es proyecto como prefiguración de algo destinado a construir-
se y construirse en la modalidad de hoy y aquí. Con limitaciones que
son, bien entendidas, auténticas oportunidades. Si queremos usar una
jerga digamos firmitas, que no solo es más elegante sino que tiene un
significado y evocaciones más profundas.
Algunas historias para entender mejor el tema:
Las autoridades florentinas adquirieron un enorme bloque de mármol
pero un poco raro de proporciones para hacer una escultura. El bloque
fue un desafío para todos los escultores durante muchos años hasta que
llegó un pibe de menos de treinta llamado Miguel Ángel Buonarotti que
no dijo “si me dan un bloque así o asá… si en realidad lo hacemos en
bronce…”, no, dijo yo puedo con el encargo. Debía ser un tipo muy con-
vincente, porque la gente grande y con responsabilidades tiende a des-
confiar de los jóvenes con ideas, pero los convenció. Allí está el David.
La pintura al fresco se llama así porque se pinta sobre el revoque
recién aplicado de manera que los colores al agua se mezclan con la
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Mecenas
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Módulo
Francesa. La medidas anteriores eran diferentes según los contenidos, una milla terrestre no mide
lo mismo que una milla marina, las medidas de líquidos no son iguales para la cerveza, el vino
o el aceite, etc.
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Muerte
Recuerde el alma dormida,
Avive el seso y despierte,
Contemplando,
Como se pasa la vida,
Como se viene la muerte
Tan callando.
“Un día hay vida. Un hombre, por ejemplo, en lo mejor de la salud, ni si-
quiera viejo, sin historia de enfermedades. Todo es como fue, como siempre
va a ser. El va de un día al siguiente, pensando en sus negocios, soñando
solo en la vida que dejó atrás. Y de repente, súbitamente ocurre que está
muerto. El hombre lanza un pequeño suspiro, se deja caer en su silla y está
muerto. Lo súbito no deja lugar para el pensamiento, no deja a la mente la
posibilidad de una palabra de consuelo. Nos quedamos nada más con la
muerte, el hecho irreductible de nuestra mortalidad. Podemos aceptar con
resignación la muerte luego de una larga enfermedad. Aun la muerte por
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Nuevos pobres
y nuevos ricos
Todo lo sólido se disuelve en el aire.
Marshall Berman
Nuevos pobres
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Nuevos ricos
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63 Para promocionar el consumo eléctrico domiciliario, las compañías ofrecían en los 30 y 40,
artefactos a pagar en cuotas con la factura del suministro pero en época del gobierno de Frondizi,
el desarrollo industrial de los 40 y 50, no acompañado por mejoras en la producción energética
(el proyecto de El Chocón es de esa época, pero los proyectos no generan energía) desembocó
en una situación penosa. La tensión caía permanentemente quemando heladeras y otros electro-
domésticos, que no eran tantos, la gente usaba prohibidísimos elevadores de voltaje y lo peor,
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se eliminaron los tranvías para los que Buenos Aires tenía más 500 km. de vías. Hoy sería muy
bueno contar con un transporte no contaminante y no dependiente de los hidrocarburos que en
esa época parecían un recurso inagotable.
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Ochavas
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La arquitectura de la ochava
64 Los loteos de Buenos Aires son llamativamente inexactos, la supuesta cuadrícula ortogonal
tiene cualquier ángulo entre 85° y 95° exceptuando 90° que casi no existe. Es asombroso el ma-
somenismo de los geómetras habilitados que aparentemente no conocieron el triángulo egipcio,
que domina cualquier capataz. Sospechando que un alumno que lea esto no conozca el triángulo
egipcio explico. Es un triángulo cuyos lados tienen la relación 3-4-5, que como es fácil de de-
mostrar por Pitágoras es rectángulo: 3²+ 4²= 5². Obviamente, como se trata de una proporción
pueden ser metros, varas o yardas o un pedazo de madera.
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En los edificios altos. Hasta mediados del siglo XX, antes de la pro-
piedad horizontal, tanto los edificios de porte clásico como los que
adoptan el racionalismo comercial de los 30, continúan utilizando a
veces la esquina como entrada. La esquina con su singularidad y la en-
trada, como lugar enfático del frente se llevan bien en la composición
clásica. Por otra parte, el cuerpo saliente de los pisos superiores, rara
vez vuela hasta el encuentro de los dos frentes. En parte por especula-
ción innecesaria en un código que permitía cuerpos salientes sobre las
otras fachadas y en parte porque la estructura volada era muy forzada
en la construcción de perfi les metálicos y hormigones de la época. En
muchos casos, sobre todo en los que adoptaron la modernidad como
estilo, 65 la austeridad del cuerpo saliente se resuelve curvo, lo que ge-
nera una continuidad del plano muy buena en cuanto a la ciudad. El
mejor ejemplo, que conozco y es proyecto del Arq. Eduardo Sacriste,
es la esquina de Callao y Quintana. La curva del cuerpo saliente se
corresponde con una entrada retrancada igualmente curva, 66 de bronce
y cristal curvo, que da acceso a un hall circular con una columna en el
centro. ¡Un alarde de maestría!
Con la propiedad horizontal se acaban las sutilezas y el cuerpo sa-
liente se llena. Frente al costo del voladizo, a poco los desconocidos de
65 Salvo contados casos como los Vilar, el despojo formal racionalista no fue un punto de llegada
sino una elección estilística más en el repertorio ecléctico. Sánchez, Lagos y de la Torre proyectaron
su edificio más “racionalista”, Lafi nur y Libertador en 1936, sus obras Art Decó, como Córdoba y
Libertad hacia el fi n de la década, simultáneamente con el Cavanagh de inspiración Neoyorkina
y volvieron a producir edificios de “estilo francés” en los primeros ’40.
66 Es muy difícil entrar contra la curva saliente de un edificio, los romanos lo resolvieron en el
Panteón con el pórtico, un poco pegoteado, solución que siguieron de alguna manera los templos
cristianos de planta central, el Tempietto de Bramante y la Villa Rotonda.
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Partido
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Pensamientos
incorrectos
Apolíneos y dionisíacos. La enseñanza de la arquitectura se mueve en
el campo de lo apolíneo. Solo podemos trasmitir el orden, la claridad
y el rigor.
Algunos alumnos tienden a lo dionisiaco. ¿Cómo diferenciar en la
materia prima basta aquellos capaces de encontrar un lenguaje propio
desarrollable de aquellos que solo tienen un mal gusto irredimible?
Si hubiera tenido de alumno/a a XXX (llénese con quien corres-
ponde) que hoy es tapa de las revistas de arquitectura más fashion
¿me pavonearía u ocultaría mi vergüenza? ¿Por qué me gusta casi todo
Ghery y detesto casi todo Zaha aunque considero a ambos igualmente
casi igualmente dañinos para lo urbano? 67
Venustas. ¡Es lo más importante de la tríada y lo único que nos
importa! No mintamos más con la racionalidad pero no nos abando-
nemos al simple gusto. La arquitectura es algo más sólido que la moda,
o debería serlo.
Reconozcamos nuestras contradicciones y vivamos con ellas.
67 Luego de escribir este párrafo conocí en Londres un shopping, proyecto de Ghery, que se en-
frenta al ábside de Saint Paul. Pavada de desafío. Es una lección magistral de arquitectura High
Tech e implantación contextual que corrige lo anterior: Ghery puede ser un mejorador urbano. En
cambio, en el patio del Mond Arab de París, Zaha Hadid depositó un pabellón en acero dedicado
a su propia obra que realmente interfiere con el espacio del patio de acceso. Nada hace sentirse
tan bien como la confi rmación de los propios prejuicios.
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Preservar
no es suficiente
El borrador de este artículo apareció entre los papeles que
conservo de clases y otras intervenciones. Sé que lo escribí
para una revista a fines de los 90 por la mención a Susana
Rinaldi y porque el teatro Odeón no había sido
demolido todavía, pero no recuerdo cuál revista, no sé si
fue publicado y si lo fue no tengo ningún ejemplar.
Lo que sí sé es que conserva una espantosa actualidad
por lo que lo incluyo entre estos textos. Además me gusta
como está escrito. Las notas al pie, todas actuales, las he
agregado para mejor comprensión de la gente más joven.
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de Francia.
69 Tenía una cuadra entre Libertador y Arroyo, sucumbió a la extensión norte de la Av. 9 de Julio
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73 Se refiere al escándalo que acompañó la aprobación del proyecto de hotel, actualmente el Four Seasons
y la operación publicitaria de legitimación con el palacete del predio, una de las primeras casa FOA.
74 Obviamente no lo tuvo. Esto permite datar el artículo hacia 1988. Afortunadamente el proyecto
de reciente publicación del estudio Dujovne Hirsh incluye una sala teatral. Detalles del escándalo
están en Wikipedia bajo Teatro Odeón Buenos Aires.
75 Ver por ejemplo la ruina de la Confitería del Molino, en actividad cuando escribí estas líneas.
76 Muchas de estas construcciones fueron intervenidas en los 90, como se anticipaba, en clave de
shopping y gentryficación.
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77 Recuerdo que esto fue escrito alrededor de 1988, el inventario sigue en danza en 2011.
78 Durante la intendencia de Grosso no solo se autorizó la demolición del Teatro Odeón sino
que se aumentó muchísimo el FOT con la fi gura del FOT ponderado. Si hubiera hoy créditos
FONAVI igual sería difícil resolver la diferencia de superficie entre un edificio existente y la mayor
construibilidad autorizada por las normas frente al extraordinario incremento del valor del suelo.
79 Lo que efectivamente ocurrió: renovación parcial en clave de turismo y gentryficación, con
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80 Hay actualmente una ley dando vueltas por la legislatura que no termina de salir.
82 Efectivamente debo retractarme, nada es posible fuera de las normas, casi nada es posible dentro
de ellas, muchas obras ocurren que parecen no estar afectadas por ninguna norma.
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Progresión y ritmo
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Proporciones
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De los rectángulos 86
un bolígrafo, lápiz o lo que más guste y empezar a graficar lo que sigue en los márgenes blancos
del libro que para eso están.
86 Sigo en esta parte a Matyla Ghika, Estética de las proporciones en la naturaleza y en las artes,
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que estamos en un terreno opinable y que tiene mucho que ver con el
desarrollo de una cierta sensibilidad. Trabajos como los de Kandinsky87
pueden ser iluminadores en el proceso de formación de un alumno o
un artista o sonar a superchería mística.
Los rectángulos de proporción estática son los que se generan por
adición.
Responden a las relaciones 1×1, 1×2, 2×3, 3×4, etc.
De estos, el cuadrado (relación 1×1) tiene la particularidad de ini-
ciar la serie de los dinámicos. Estos se generan a partir de la diagonal y
son inconmensurables, 88 es decir que no tienen un número entero que
relacione sus lados.
Veamos el primero de ellos. Si abato la diagonal de un cuadrado y
construyo un rectángulo de esa proporción, se demuestra fácilmente que
la proporción va a ser 1–√2.89 Esta proporción tiene una característica
muy particular. Si duplicamos o dividimos en dos el rectángulo sucesiva-
mente, los módulos y submódulos serán siempre rectángulos en la misma
proporción. De allí los tradicionales formatos de papel 50×70, 70×100,
etc. y actualmente las medidas A0, A1, A2, etc. El sistema modular es el
mismo, la medida de base cambió. (El métrico decimal perdió frente a
las medidas americanas, ya volveremos sobre este aspecto). Como vemos
a veces la proporción tiene efectos prácticos. Si construimos una serie
de rectángulos adosados y creciente de la proporción √2, utilizando
un compás (¿Alguien sabe qué es un compás?) podemos construir una
libro que fue muy de texto entre los arquitectos y que desapareció con el desinterés por el tema
de la proporciones.
87 Wassili Kandinsky, Punto y línea frente al plano (1926), Editorial Nueva Visión. Lo editó en
castellano en 1956.
88 Inconmensurable es literalmente que no tienen una medida en común. Estos números pertur-
baron durante siglos a los seres humanos, empezando por los griegos, que no concebían un mundo
regido por una matemática compleja. De esta familia de irregularidades se destaca también π, la
“irracional” relación entre el radio y la circunferencia.
89 En efecto por Pitágoras d² = 1² + 1² de donde d = √1+1 = √2
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El número de oro
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El Modulor
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vivienda en bloques tomados a la ligera y sin desarrollo de los postulados arquitectónicos de entre-
guerras, que si resolvieron los problemas cuantitativos desmejoraron el hábitat de tal manera que
en su crítica llevó al descrédito, en parte inmerecido, al movimiento moderno. Algunos ejemplos
de reconstrucción como el Hansa de Berlín, desarrollado con mejores recursos para ser vidriera
de la guerra fría, son aun hoy sumamente apreciados y habitables. Entre nosotros, un caso muy
exitoso de bloques sobre espacio verde es el barrio Curapaligüe, sin rejas y muy bien mantenido
por sus habitantes.
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Derivada
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ven cosas que uno no ve. Tipos diferentes si los hay, como los grandes
ajedrecistas. Porque para mi el problema no es que intentaran demostrar
el postulado sino entender porqué no les resulta evidente algo que para
la mayoría si lo es. El asunto es que hasta el siglo XIX tuvieron que con-
vivir con la paradoja de algo que no era demostrable con los postulados
anteriores, y por lo tanto debía postularse, y que al mismo tiempo no
convencía, quizás por su falta de economía frente a los otros.
Fue por entonces que Rienmann, sintetizando estudios anteriores,
y variando el quinto postulado, llegó a la invención de geometrías del
espacio curvas, hiperbólicas, elípticas, etc. Juegos ingeniosos donde el
espacio Euclidiano resulta ser un caso particular, chiquitito. Algo así
como que los rieles, en algún trayecto más largo que el transiberiano
terminan juntándose o separándose. Lo incómodo para la sensación de
seguridad es que poco tiempo después vino la Relatividad a demostrar
que esos juegos estaban en lo cierto y que el espacio es mucho más
complicado, que puede haber más de tres dimensiones, etc.
¿Y a los arquitectos qué nos cambia?
Nos cambia el clima cultural. Así como el análisis matemático in-
fluyó, sin que fuera necesario, en la arquitectura barroca, que salió del
límite autoimpuesto del círculo y la esfera, hay una arquitectura que
se pliega y se arruga, no por ser necesario sino porque es posible. Que
a mi no me guste no significa nada. En ese mundo, las proporciones
tampoco tienen demasiada validez.
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Proyectar
la manzana
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Puertas
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“Puedo concebir a los otros como una abstracción…o bien como un grupo
social concreto al que nosotros no pertenecemos. Este grupo puede, a su
vez, estar en el interior de la sociedad…los ricos para los pobres, los locos
para los normales; o puede ser exterior a ella…otra sociedad… descono-
cidos, extranjeros cuya lengua y costumbres no entiendo, tan extranjeros,
que en el caso límite, dudo en reconocer nuestra pertenencia común a la
misma especie.”92
92 Tzvetan Todorov, La conquista de América, el problema del otro. Ed. Siglo XXI.
93 El portero eléctrico empezó a instalarse en los sesenta y obviamente abría la puerta de calle,
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Ramiro I y la
Mezquita de Córdoba,
flexibilidad y crecimiento
95 Las cortes trashumantes llegaron hasta el tiempo de los Reyes Católicos como describe Hugh
Thomas en el Imperio Español (primera parte, de Colón a Magallanes), de hecho, Carlos I también
mudó sede muchas veces. Francisco I de Francia fue uno de los últimos trashumantes y Leonardo
da Vinci, parte de a la corte, viajaba con él y la interminable/interminada Gioconda en el equipaje.
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96 Córdoba fue un importante asentamiento romano desde 150 AC, capital de una de las pro-
vincias de Hispania, fue destruida por los bárbaros en el siglo V y resurgió con el dominio árabe
desde el 711.
97 No deja de ser un uso racional de los recursos dado que el día de recogimiento musulmán es
el viernes.
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98 Es muy interesante la concepción de provisoriedad que guía la sede de las próximas olimpíadas
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Rascacielos
99 La Santa Biblia, versión de Cipriano Valera, “Génesis”, cap. 11. Sociedad Bíblica Británica y
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100 Llegué a una San Giminiano casi desierta por primera vez en una tarde fría de febrero de 1969.
Ni bien alojados subimos a la torre más alta para ver el paisaje. Fue una epifanía: comprendimos
de golpe que el fondo de los cuadros renacentistas no es una invención sino la visión pura y dura
de la Toscana y la Umbria. Esa noche nevó y a la mañana siguiente quisimos subir de nuevo a ver
el paisaje nevado. El guardián no quiso cobrarnos porque “ya habíamos estado el día anterior”.
La segunda y última veinte años después. Dejamos el auto en un parking y caminamos en medio
de la multitud. Cada nicho, portal, zaguán o agujero convertido en una tienda de leather goods
y aceto balsámico. El turismo poluciona como cualquier industria.
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Nueva York
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Empire State. En realidad esta derrota ya se veía venir, porque con 381
metros de alto y 102 pisos pisos de alto, el Empire State venía mordién-
dole los talones. Pensemos que solo la diferencia, 62 metros, es la altura
de las más altas torres de Belgrano. El Proyecto es de William Lamb
(Shreve, Lamb & Harmon) y más allá de la corona de los pesados, es
un edificio menos rico de imagen dentro del canon Art Decó. El estilo
de un pegador antes que el de Casius Clay. No hay nada muy notable
en sus bajos ni en el fuste, muy apegado a la fórmula de fajas verticales
aunque está muy bien resuelto el sucesivo achicamiento de las plantas
y solo arriesga en el coronamiento, por cierto esbelto y dominante de
la noche neoyorquina cuando compensa con luces de colores el acero
que nunca tuvo. Son edificios con más peso en el skyline que en el ha-
cer ciudad, a diferencia del Rockefeller Center que aporta y mucho al
espacio público. Los reales aportes en ese sentido llegarían después de
la guerra de la mano del Lever de SOM y el Seagram de Mies.
El cetro de la corona de los pesados le duró desde 1931 hasta 1972 y
la recuperó (a nivel local) en forma trágica el 11 de septiembre de 2001.
Por encima de su valor arquitectónico, es un hito cultural. Ningún
visitante de NY dejó de subir a su terraza si el tiempo lo permitía, salvo
en el interregno 1972/2001, período en que ganaban las gemelas y el cine
lo ha visitado repetidamente incorporándolo al imaginario mundial.
¿Quién puede olvidar a King Kong, en la versión blanco y negro, trepan-
do por la torre acosado por los biplanos? ¿Quién el desencuentro de Meg
Ryan con Tom Hank en Slepless in Seattle (que entre nosotros se llamó
Algo para recordar, en realidad recordar que era una remake de otra con
Deborah Kerr y Cary Grant, más en época). Menos recordado es que
también el Empire sufrió el impacto de un avión y resultó indemne.
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Chicago
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Sears Tower. Alcanzando los 443 metros de altura en 1973, la Sears despojó
al WTC y a Nueva York de la corona de los pesados y la retuvo hasta 1998,
cuando nuestro compatriota Pelli terminó las Petronas en Kuala Lampur.
La Sears nació como sede de la empresa de venta minorista más grande
de Estados Unidos y unió a esa necesidad, que se resolvía en la primera
parte de la torre, con plantas de gran tamaño, la idea de hacer por prestigio
101 Hay un caso equivalente en San Francisco pero que no logra incorporar el cuerpo de ascensores
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¿Y ahora qué?
102 Ver de mi autoría “BUENOS AIRES 2050, el diseño dentro de cincuenta años”, en Teoría de
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Reconstrucciones/
reproducciones
104 Cada tanto renace la polémica acerca de la propiedad y devolución de los frisos de Partenón,
“rescatados” por Lord Elgin y plato fuerte del Museo Británico. El mismo caso puede hacerse
con un sinnúmero de cuadros y piezas arqueológicas alojadas en distintos museos de Europa. Sin
defender ni por un instante el colonialismo que produjo estos traslados, debemos reconocer que
de no ser así, muchos de estos tesoros serían picadillo de piedra.
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Las Vegas, parques temáticos. Y las Vegas, ya que estamos, donde nunca
estuve ni estaré, tiene reproducciones de la tour Eiffel y un montón más
de íconos urbanos, en escala algo reducida pero seguramente más perfec-
tos que el original. El parque temático brinda la posibilidad de cultivarse
sin riesgos mientras se gastan unas monedas en las máquinas. Sospecho
que la idea de Tierra Santa en la Costanera obedece a principios similares
aunque sin Casino. Sería bueno conocer al funcionario que autorizó este
monumento al kitch para poder honrarlo en forma debida.
En cuanto honores, dos para el podio en íconos de la arquitectura
moderna.
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Renzo Piano,
Italo Calvino
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Sentidos
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Simetría
Mi amigo Bili me explicó hace muchos años que a los libreros del
Sena no se les discute el precio. Unas horas antes uno me había echado
a los gritos cuando, turista ignorante, quise aplicar el regateo de los
puestitos de atrás del Cabildo.
Muchos años después creí vengarme cuando encontré una gorda
carpeta cerrada, caratulada como dibujos de arquitectura y claramente
antigua con un precio ridículo en francos, algo así como cinco euros
105 Gregory Bateson, Espíritu y naturaleza, Amorrourtu editores (1982). Mind and nature, a
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Suger
y D’honnecourt
La invención del arquitecto
107 Shakespeare, The invention of the human, Riverhead Books, 1998. “Antes de Shakespeare el
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personaje literario cambia poco; se representa a los hombres y las mujeres envejeciendo y muriendo,
pero no cambiando porque su relación consigo mismos, más que con los dioses o con Dios, haya
cambiado. En Shakespeare los personajes se desarrollan más que se despliegan y se desarrollan
porque se conciben de nuevo a si mismos. A veces esto sucede porque se escuchan hablar, a si
mismos o mutuamente.”
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Teatro
108 Lewis Carroll, Through the looking glass and what Alice found there. L.C. the complete illus-
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“En el teatro antiguo, el escenario fijo era el lugar ideal donde todas las tra-
gedias, así como las comedias podían representarse. Un lugar de la mente,
fuera del espacio y del tiempo, pero capaz de identificarse con los lugares y
los tiempos de cualquier acción dramática, Los teatros romanos que se han
conservado y las reconstrucciones del Renacimiento palladiano nos han
familiarizado con esa imagen del clasicismo como disponibilidad indiferente
al desencadenamiento de las pasiones humanas: la fachada marmórea de
un solemne palacio, con el pórtico en el centro y dos puertas laterales más
pequeñas y simétricas que podía ser cualquier edificio regio, cualquier tem-
plo, cualquier plaza de la ciudad. Bastaba que por el umbral de una de esas
puertas se asomase un rey, un adivino o un mensajero, y entonces, de entre
los numerosos actos potenciales uno se hacía actual, sin que la continuidad
con el resto de lo existente y de lo imaginable se interrumpiese.”109
109 Italo Calvino, Apéndice inédito de las Norton Lectures, “El arte de empezar y el arte de acabar”.
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110 Giancarlo Consonni, L’ internità dell’esterno, Scritti su l’abitare e il construire. CLUP, Milano
(1989), no hay edición castellana. Con respecto a la invención del individuo coincide con las
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opiniones más generalizadas aunque discrepa con la obra fundamental de Harold Bloom ya ci-
tada, Shakespeare, la invención de lo humano. Original, Shakespeare, The Invention of the Human.
Riverhead Books/Penguin (1998).
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Sala Martín Coronado. Es la sala más grande, con algo más de 1000
asientos y la caja escénica que a más de sesenta años de su inauguración
sigue siendo la más equipada técnicamente de la ciudad, con pisos mó-
viles, escenarios deslizantes en la capilla y los hombros, etc.
111 El lugar del comentario de entreacto, parte de la ceremonia del teatro burgués moderno, donde
se toma distancia crítica con el compromiso emocional y que marca otra diferencia fundamental
con el predecesor griego: “el hecho de que las representaciones dramáticas comenzaran en general
al salir el sol y que se verificase una sincronización de la situación dramática con los fenómenos
reales de la naturaleza es indicativo de la voluntad de no sustraer el tiempo y el espacio del evento
teatral al tiempo y el espacio de la naturaleza”. Consonni, op. cit.
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112 Ni del ruido y el olor de los comedores de pochoclo, pero esto es un problema cultural y más actual.
113 El costo de los proyectores era muy alto, por lo que se requería salas de gran tamaño para
optimizar el negocio. Estas se repartían por los barrios y las películas se daban con un cierto corri-
miento horario, lo que permitía que veloces motociclistas corrieran de una sala a otra llevando el
rollo de película. Como una película constaba de varios rollos, se requería una coordinación impor-
tante para que las proyecciones no se discontinuaran. El cambio tecnológico (proyectores y copias
baratas), generó los multicines que modificaron la forma y el uso del tiempo libre en la ciudad.
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platea, bien aprovechada como forma del hall de entrada, hace legible
con claridad el tema de los flujos de ingreso aunque algunos de los
movimientos posibles no se utilizan en la práctica.
En la platea de la sala Martín Coronado hay otra decisión proyectual
transgresora. En las salas tradicionales, como el Colón, la platea tiene
un pasillo de distribución central, consistente con el utilizar el eje de
simetría como elemento ceremonial. En un pensamiento racional como
el del San Martín, perder las localidades del centro, las de mejor visión,
es una tontería, pero eso nos pone frente al problema de evacuación
de la sala.114 Desde el Neufert, que recoge las normas DIN y nuestro
venerable Código de Edificación se establece una cantidad máxima de
butacas hasta llegar a un pasillo, alrededor de ocho, lo que indica un
ritmo de pasillos cada 16 butacas, algo más de 8 metros. Suprimir el
pasillo central apareja la aparición de dos pasillos laterales y, si la sala
no es muy ancha, dos fi las cortas hasta el casi inevitable pasillo lateral.
Otro lindo problema proyectual que obliga a experimentar alternativas,
porque la suma total de butacas puede ser menor si se usan los lugares
de visión privilegiada por efecto de la multiplicación de pasillos.
La solución del San Martín es la de hacer fi las más largas, violan-
do las normas de seguridad, pero eso sí, mucho más separadas de lo
habitual, lo que hace muy cómodo el acceso y complica el problema
de visuales ya mencionado (ver que pasa con la curva de visuales si
aumentamos el espacio relativo entre fi las).
114 Aunque estoy convencido que las prevenciones de incendio están generalmente sobreactuadas,
el caso de los teatros es bastante particular. Las historias de incendios de teatros son abundantes,
sobre todo en el pasado cuando las candilejas tenían fuego real y los telones y decorados eran
material muy combustible. Las instalaciones eléctricas modernas han mejorado la seguridad, sobre
todo con el cableado antifl ama y los disyuntores, pero el material combustible sigue abundando.
Los teatros de Buenos Aires tenían que tener (no se si corresponde el pasado) un telón cortafuego
levadizo, asegurado con una soga de cáñamo, que el bombero de turno debía cortar con un hacha
si se producía fuego en el escenario. Como ejemplo, el Teatro La Fenice de Venecia, inaugurado
en 1779 se incendió en 1790 y fue reconstruido. Se incendió por segunda vez en 1836, nueva re-
construcción y por tercera en 1996 y reinaugurado en 2003. El Argentino de La Plata se construyó
en 1890, se incendió en 1977 y se reinauguró en 1999. Hay más casos.
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115 El teatro se estratifica hacia lo alto en pisos de localidades (platea-palcos, cazuela, tertulia,
galería y paraíso) que se hacen más estrechas e incómodas, aunque algunos lugares como la ter-
tulia o cazuela al centro tienen la mejor visión y acústica. La diferenciación social, que se marca
por el precio de las entradas se acentúa. Porque se diferencian además las entradas y halles como
se entiende claramente estudiando las plantas. Históricamente, de cada espectáculo se daban
una serie de funciones a precio variado y existían funciones populares y abonos de estudiantes.
Desde su reinauguración en 2010, todas las funciones son muy costosas habiéndose por lo tanto
convertido en un teatro de elite y de turistas.
116 Los técnicos y arquitectos que conozco y que participaron en la remodelación estaban aterro-
rizados por la perspectiva de poder dañar la acústica por alguna decisión equivocada. La calidad
textil de las cortinas de los palcos o del tapizado de las butacas fueron reproducidos, las rejas de
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del escenario tiene una pendiente hacia la sala que es claramente visible
en el corte longitudinal. Es notable como esa pendiente ayuda a mejorar
las visuales que muchas puestas en escena acentúan mediante el uso de
tarimas y plataformas inclinadas. Un buen ejercicio es trabajar sobre el
corte del teatro con el gráfico de visuales ya explicado, variando la pen-
diente del escenario hacia el plano horizontal y verificando la pérdida
de visuales. Esta pendiente no se realiza sin costo. Si bien no dificulta
el desplazamiento lento de los cantantes molesta al cuerpo de baile
cuando no está adaptado a desenvolverse en él y complica las esceno-
grafías. Es una práctica corriente hoy, para bajar los altos costos de estos
espectáculos, compartir la producción. No es raro que en una tempo-
rada haya varias coproducciones con Santiago de Chile o Montevideo.
En esos casos, el bajo de las escenografías perpendiculares a la boca de
escena debe ser ajustado caso a caso lo que no ocurriría con un escenario
plano. La inclinación hace además dificultoso el funcionamiento del
piso giratorio o la incorporación de un piso móvil por partes como el
del Teatro San Martín. Complejos detalles de la proyectación que tienen
bibliotecas a favor y en contra y donde los arquitectos al proyectar tienen
que laudar caminando sobre la cuerda sin red.
Epílogo inglés
Sobre uno de los bordes del Támesis, cerquita de la New Tate Ga-
llery y enfrente de Saint Paul, se encuentra The Globe, inaugurado en
los 90 y que reproduce el teatro original de Shakespeare, inaugurado
en 1599, destruido, cuando no por un incendio, reconstruido en 1613
bronce de los difusores de aire que están en el piso de la platea bajo los asientos estuvieron en
cuestión, se contaba con difusores actuales más eficaces, pero la decisión fi nal fue reponerlos.
Esto revela que las decisiones técnicas no tienen resultados siempre mensurables y exactos como
las tablas numéricas parecen asegurar.
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Tipología
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“La palabra tipo no representa tanto la imagen de una cosa para copiar o imitar
perfectamente, como la idea de un elemento que él mismo debe servir de regla
al modelo… El Modelo, entendido según la ejecución práctica del arte, es un
objeto que debe repetirse tal cual es; el tipo es por el contrario, un objeto según
el cual cada uno puede concebir obras que no se parecerán nada entre sí. Todo
es preciso y está dado en el modelo; todo es más o menos vago en el tipo.”120
Hay que leerlo un par de veces porque la prosa siglo XVIII y quizás
la triple traducción lo oscurecen un poco, pero cuando se lo comprende
aparece en toda su fuerza clarificadora. Permítanme un ejemplo: Una
silla Thonet, con número de catálogo es un Modelo (todo es preciso y
dado). Susceptible de ser repetido tal cual es, susceptible para mayor
claridad de copyright y de plagio, La Silla es un Tipo, un elemento que
sirve de regla al modelo y que representa un objeto destinado a sentarse
de una manera particular, normal entre nosotros, desconocida en Japón
hasta el siglo pasado. Se parece, aunque no es lo mismo, a la idea plató-
nica, de hecho Platón merodea siempre que se trate de esencias.
118 Jorge Luis Borges, “Idioma analítico de John Wilkins”, en Obras completas, Tomo II, Emecé
119 1755- 1849. Político, ensayista, director del Diccionario de Arquitectura, vivió intensamente
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121 Obviamente la cita es aproximativa, pero se la oí muchas veces explicando en su lenguaje llano
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122 Ver mi capítulo en J. M. Marchetti (comp.), Pensar la arquitectura, Ediciones FADU (2000).
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Transformaciones
124 Ciudad Hojaldre, Visiones urbanas del siglo XXI, Gustavo Gili (2004).
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El Cine. Fue el gran espectáculo popular del siglo XX. Las salas eran
grandes porque los proyectores y las copias de los fi lms eran caras. Cada
película ocupaba varios rollos y se daba en distintos barrios con una
diferencia horaria que permitía que una misma copia se diera en varios
cines a la vez, apoyándose en la precaria logística de unos motociclistas
veloces. Si por alguna razón, el empalme sufría una demora la función
se interrumpía unos minutos para permitir el escándalo y el pataleo de
los espectadores, oportunidades de protesta que se aprovechaban bien
en épocas donde estas no eran muy toleradas.
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Utopía
Cómo voy a creer/ dijo el fulano
Que el mundo se quedó sin utopías
Cómo voy a creer
Que la esperanza es un olvido
O que el placer una tristeza
Como voy a creer / dijo el fulano
Que el universo es una ruina
Aunque lo sea
O que la muerte es el silencio
Aunque lo sea
Como voy a creer
Que el horizonte es la frontera
Que el mar es nadie
Que la noche es nada...
Mario Benedetti, Utopías en foco.
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125 Jane Jacobs, Muerte y vida de las grandes ciudades. (The death and life of great american cities,
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127 Ver Tzvetan Todorov, La conquista de América, el problema del Otro. Siglo XXI Edit. (1987),
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Viajar
1. Primero los exploradores. Son los que no tienen mapa, solo relatos
y leyendas, los que más arriesgan. Marco Polo, que trae la brújula,
la pólvora y los fideos termina preso, comparativamente mejor que
Magallanes, muerto en el camino o Solís que participa del banquete
indígena del lado equivocado. Los primeros inmigrantes de cualquier
grupo, son a su manera exploradores. No tienen mapas porque no los
hay para grupos marginales de diferente idioma y etnia, corren serios
riesgos como los negros que se ahogan hoy en las costas de Sicilia a la
vista de la Tierra Prometida.
Pese a los riesgos, los europeos desde el fin de la Edad Media em-
piezan a explorar, la vida valía menos y había un más allá asegurado.
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casa: Emilio Salgari y Julio Verne. Sus descendientes miran el canal del
Geographical munidos de un whisky o un termo y el mate.
128 Para esa cara oscura del romanticismo: “Me agrada un cementerio de muertos bien relleno,/
manando sangre y cieno que impida el respirar/ y allí un sepulturero de tétrica mirada/ con saña
despiadada los cráneos machacar/ “ Espronceda, el de la Canción del Pirata, primera mitad del
siglo XIX.
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7 bis. Del Tour proviene el turismo, actividad distinta del viajar, más
cercana a cualquier entretenimiento, el turismo junta el Vaticano y
Punta Cana en un mismo combo. El turismo es la industria sin chi-
meneas, pero como me dijo con amargura un urbanista romano, tam-
bién contamina. “Un urbanista romano, para comer comida romana
a precio romano tiene que irse a 100 km. de Roma, a un lugar que no
pienso revelar”.
10. Viajar era muy caro. La generación de mis profes viajaba en barco,
15 días de viaje y para amortizar unos cuantos meses de estadía. Existía
desde tiempo inmemorial el viaje del egresado, institución mediante la
cual los alumnos juntaban dinero durante sus últimos años de facultad
para financiar su viaje. A ese esquema se lo llevó el aluvión de alguna
hiper. Yo no pude participar en mis tiempos de estudiante, ni siquiera
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llegué al Uruguay, pero a poco de recibido nos fuimos dos meses con
mi mujer. Para la estadía vendimos el auto, para los pasajes dos años
de cuotas. Valió la pena, porque un primer viaje se hace en el período
desde que se están terminando estudios hasta que se tiene un hijo.
11. Viajar hoy es barato y fácil. Hay becas, hay intercambios, los pasajes
cuestan menos que una computadora, estar en hostels o en albergues
universitarios es posible. La diáspora argentina tiene su contracara posi-
tiva, en muchos lugares hay una habitación o el piso de un estudio don-
de tirar una bolsa de dormir. El principal problema es el miedo. Salvo
que se pertenezca a una tribu familiar acostumbrada, viajar da miedo.
Es normal, hay que enfrentarlo. Para ello conviene ser un grupo, al
menos dos. “Entre dos no digo a un pampa, a la tribu si se ofrece”, dice
Martín Fierro cuando se une a Cruz. Conviene planificar, no porque
sirva el plan, sino porque dedicar mucho tiempo a estudiar recorridos,
mapas, guías, libros de arquitectura, instala la idea, la hace familiar. Por
último el idioma. No hay cosa más limitante que estar encerrado en el
castellano rioplatense y nuestra educación formal, secundaria y univer-
sitaria ha hecho del estudio de otro idioma una inútil pantomima. Hay
que saber un poco de inglés que es un universal, más útil cuanto más
lejos está del inglés el país que visitamos porque entonces es neutral para
los dos. Salvo en Francia porque aunque se ablandaron un poco siguen
siendo chúcaros con los extranjeros, pero París bien vale una misa, lo
dijo Enrique IV en 1589. Por último, si tienen un abuelo inmigrante,
que les habló en italiano, idish o sueco, aunque no lo crean, están muy
cerca de ese idioma. Repásenlo un poco, hagan un cursito, hablen con
el abuelo si aun vive, porque aunque sea un idioma raro, saber tres abre
las puertas de la facilidad. No lo aseguro para vasco ni húngaro.
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“En las horas de insomnio andaba por los corredores de la Villa, errando de
sala en sala, turbando a veces a un artesano que trabajaba para colocar un
mosaico en su sitio. Estudiaba al pasar un sátiro de Praxíteles y me detenía
ante las efi gies del muerto. Cada habitación tenía la suya, así como cada
pórtico. Con la mano protegía la llama de mi lámpara mientras rozaba con
mi dedo aquel pecho de piedra. Las confrontaciones complicaban la tarea
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129 Marguerite Yourcemar, Memorias de Adriano. Entre las notas fi nales del libro rescato algunas,
bastante enigmáticas, que hacen a la magia del sitio: “El siglo II me interesa porque fue, durante
mucho tiempo el de los últimos hombres libres. En lo que a nosotros concierne, estamos ya bas-
tante lejos de aquel tiempo”. Y de Flaubert: “Cuando los dioses ya no existían y Cristo no había
aparecido aun, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio en que solo estuvo
el hombre”. “Ayer, en la Villa, pensé en la cantidad de vidas silenciosas, furtivas como las de los
animales, irreflexivas como las de las plantas que han vivido entre Adriano y nosotros, bohemios
del tiempo de Piranesi, saqueadores de ruinas, mendigos, cabreros, aldeanos refugiados entre los
escombros. Al borde de un olivar… nos encontramos ante el lecho de cañas de un campesino,
ante su portamantas colocado entre dos bloques de cemento romano, ante las cenizas de un fuego
recientemente apagado. Sensación de humilde antigüedad similar a la que se siente en el Louvre,
después del cierre, a la hora en que los catres tijera de los guardias aparecen entre las estatuas.”
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Villa Rotonda
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Villa Saboye
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132 Rex Martienssen, La idea del espacio en la arquitectura griega, Edit Nueva visión. Original
Johanesburg (1956).
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Vitrubio,
ese hombre sabio
Autor del primer tratado que se conserva, contemporáneo del co-
mienzo de nuestra era, definió, en el contexto de su época, al arquitecto
y a la arquitectura en forma no superada.
Quizás ya no nos interese estudiar los diez libros de su tratado ni
estemos de acuerdo con la seguridad con que finaliza el prólogo, digna
de la soberbia de muchos colegas:
Pero me interesa destacar como algo muy sólido lo que dice acerca
de la formación del arquitecto y la famosa tríada.
“Capítulo 1,
1 El arquitecto debe estar equipado con conocimientos en muchas ramas de
133 Utilizo para las citas una versión inglesa que traduzco lo mejor que puedo, dado que no tengo
una versión castellana y el original en latín está fuera de mis conocimientos. Se trata de la versión
de Thomas Gordon Smith, Vitruvius, on architecture, Monacelli Press, New York (2003).
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estudios y varias clases de aprendizajes, porque es por su juicio que los trabajos
hechos por otros artesanos es calificado. Este conocimiento nace del oficio y del
ejercicio de la razón. Oficio es la continua y repetida práctica donde se realice
trabajo manual, usando cualquier tipo de material requerido para el proyecto pro-
puesto. Razonamiento, por otro lado, es la habilidad para clarificar y explicar cosas
que deben ser construidas equilibrando ingeniosidad y pensamiento racional.
2 Sigue de esto que arquitectos que han logrado ser hábiles con sus manos
sin educación formal nunca llegarán a alcanzar una posición de autoridad en
retribución por sus trabajos, mientras que los que tengan solo razonamiento y
estudios estarán claramente persiguiendo las sombras, no la sustancia. Pero aque-
llos que tengan un adecuado conocimiento de los dos aspectos, como hombres
completamente armados, rápidamente alcanzarán sus objetivos con autoridad.
3 En todas las materias, pero particularmente en arquitectura están estos dos
aspectos: la cosa significada y lo que le da significado. La cosa significada
es el sujeto en discusión, lo que da significado es una demostración basada
en principios científicos. Surge entonces, que aquellos que profesen como
arquitectos tiene que estar versados en los dos aspectos. Tienen que estar
naturalmente dotados y dedicados al aprendizaje. Ni la habilidad natural
sin instrucción ni la instrucción sin habilidad natural pueden hacer un ar-
tista perfecto. Dejemos que sean educados, hábiles con el lápiz, instruidos
en geometría, que sepan mucha historia, que hayan seguido a los fi lósofos
con atención, que entiendan de música, tengan someros conocimientos de
medicina (¿higienismo?), sepan la opinión de los juristas, y que estén fami-
liarizados con la astronomía y la teoría de los cielos. (¿Asoleamiento?)”
134 No puedo evitar esta nota que tiene una relación relativa con la idea de formación integral del ar-
quitecto, porque se refiere más bien a un utópico ideal formativo para la humanidad. George Steiner,
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“Todo ello debe ser construido teniendo en cuenta la solidez, funcionalidad y be-
lleza. Tener en cuenta la fortaleza cuando las fundaciones se apoyen sobre el suelo
sólido y los materiales sean sabia y generosamente seleccionados, la función cuando
la disposición de las habitaciones de todo tipo no tenga defectos ni dificultades
para el uso y cuando cada elemento sea asignado a su adecuado propósito y la be-
lleza cuando la symmetriae haya sido calculada correctamente de manera que las
medidas relativas de las partes den a la obra una placentera y elegante apariencia.”
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que un arquitecto trata de hacer con su obra. Para demostrar que este ban-
co de tres patas tiene todas las necesarias pero a su vez las imprescindibles
basta con tratar de cortar una y ver como se cae.
Arquitectura sin firmitas, se cae literalmente. Aun las construcciones
efímeras de los stands deben tener una solidez acorde con su duración.
Arquitectura sin utilitas, deja de serlo para convertirse en otra cosa.
Aun los pabellones de la jardinería romántica reconocían un uso, por
ejemplo lugar de citas nocturnas. También debo señalar la paradoja,
siempre presente en la arquitectura, de que los buenos edificios tras-
cienden al uso en el tiempo y pueden ser re significados.
Arquitectura sin belleza, existe y es lo más terrible, porque la belleza es
a la vez necesaria y no tiene costo material. Conseguir que “la symmetriae
haya sido calculada correctamente de manera que las medidas relativas de las
partes den a la obra una placentera y elegante apariencia” es una cuestión de
talento y voluntad que puede lograrse en un galpón o en un Fonavi, simple-
mente por la sabia disposición de los volúmenes bajo la luz. No hay excusas.
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Se trata de una afi rmación perentoria que parece aprobar la mayoría de los
repatriados. De los futuros narradores posibles. Entonces intervengo para
decir lo que me parece una evidencia.
–Contar bien significa de manera que sea escuchado. No lo conseguiremos
sin algo de artificio. ¡El artificio suficiente para que se vuelva arte!
La materia prima, por rica o fuerte que sea, debe ser elaborada para
tener significado.
*******
Final
“El problema de no acabar una historia es éste. Como quiera que acabe, cual-
quiera que sea el momento en que decidimos que la historia se puede juzgar
acabada, reparamos en que no es hacia ese punto adonde conducía el acto de
narrar, que lo que importa está en otro lugar, en lo que ha pasado antes: está
en el sentido que adquiere ese segmento aislado de sucesos extraído de la con-
tinuidad de lo narrable. Por supuesto, las formas narrativas tradicionales dan
una impresión de consumación: la fábula termina cuando el héroe ha superado
las adversidades, la novela biográfica halla su final indiscutible en la muerte
del héroe, la novela de formación cuando el héroe ha alcanzado su madurez, la
novela policíaca cuando se descubre al culpable. Otras novelas y otros cuentos,
la mayoría, no pueden provocar su resultado final tan nítidamente: algunos
terminan cuando cualquier continuación no haría más que repetir lo que ya se
ha representado, o cuando la comunicación que querían trasmitir se ha redon-
deado: y esa transmisión puede ser una imagen del mundo, un sentimiento,
una apuesta de la imaginación, un ejercicio de coherencia del pensamiento”.
Italo Calvino, El Arte de Empezar y el Arte de Acabar.
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APÉNDICE 1
La Ciudad de Buenos Aires
Este texto se inició a partir de un curso sobre Tecnología y Urba-
nismo que dicté en el año 1996 en la Facultad de Derecho de la
Universidad de Mar del Plata, en el ámbito de una Maestría sobre
Derecho Urbano. Posteriormente, estos apuntes, con sus ajustes y
agregados fueron la base de muchas clases en el taller. Introductorias
en general al abordaje de proyectos urbanos sobre Buenos Aires.
Finalmente, adquiere ahora la forma de texto escrito aunque conserve
la textura de punteo de temas a desarrollar. Ninguno de los datos que
aporta son nuevos y de hecho están en numerosas publicaciones que
se detallan al final, su única virtud, más allá del valor de algunas ideas
y opiniones personales es la del resumen, no fácil de obtener.
Encuadre
Las ciudades son el escenario principal donde se desarrollan las
transformaciones económicas y sociales de la civilización. Estas trans-
formaciones, a partir de la Revolución Industrial, adquirieron una diná-
mica y dramatismo hasta ese momento insospechados: al extraordinario
aumento de la población y los recursos disponibles, no necesariamente
bien distribuidos (más bien injustamente), se agrega el vertiginoso pro-
ceso de urbanización de la población rural.
En esos procesos la ciudad cambia y complejiza sus funciones, su
extensión territorial, su forma, el uso y significado de espacios públicos
y privados. Grandes equipamientos, con nuevos programas producto de
una tecnología también en proceso de cambio continuo surgen verti-
ginosamente para volverse obsoletos poco tiempo después. Algunos de
estos equipamientos son reciclados y reincorporados a la vida urbana.
Otros quedan como ruinas imponentes, configurando una arqueología
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135 En realidad, el título de la obra de Berman, es una cita del manifiesto comunista de Carlos Marx.
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1ª etapa
La Ciudad Colonial,
del Virreinato a mediados del siglo XIX
El Virreinato. Buenos Aires fue desde su fundación (1536 Mendoza/
1580 Garay) una aldea poco importante en los confines del Imperio
Español. Perdida la esperanza de que los grandes ríos llevaran a El-
dorado, su valor era casi nulo, pero a fines del siglo XVIII la situa-
ción estratégica del Imperio había variado fundamentalmente. Los
casi ochenta años transcurridos desde la Armada Invencible vieron
el crecimiento inexorable de los competidores ingleses, insensibles a
los acuerdos y tratados papales que repartieron el nuevo mundo entre
portugueses y españoles sin consultar al nuevo jugador y menos aun a
los habitantes originarios. Los confines del imperio debían ser asegu-
rados y cobraron una nueva importancia estratégica. En 1780 se crea
el virreinato del Río de la Plata que duraría apenas treinta años: los
tiempos se iban acelerando.
Se defi ne entonces además un confl icto territorial: la relación de
competencia con Montevideo por el control del Río de la Plata fruto de
una paradoja geográfica: el puerto natural, de buen calado y posibili-
dades de defensa pero desconectado con el interior del territorio contra
la conexión natural con el interior y una posibilidad de puerto penosa.
Según la curiosa clasificación de Concolorcorvo137 la población de
Buenos Aires en 1773 era de 22.007 habitantes divididos en 3639 es-
pañoles (blancos), 4508 mujeres españolas (blancas), 3985 niños, 5712
entre oficiales, soldados, clérigos, frailes, monjas, presos, indios ,negros
y mulatos libres más 4163 esclavos negros y mulatos de ambos sexos.
Al momento de la creación del virreinato se supone que ya eran 25.000
habitantes. (Ver “Correlatos”, más adelante).
137 Concolorcorvo, El lazarillo de ciegos caminantes, de Buenos Aires a Lima. El primer libro de
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138 Algunos historiadores sostienen que el proceso comenzó antes de la gran epidemia, pero la
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140 La técnica del salado como método de la conservación de carne, conocida y practicada desde
la antigüedad, adquiere escala industrial en relación con la mano de obra esclava de Cuba (azúcar)
y EEUU (algodón). Posteriormente entrará en decadencia con la abolición de la esclavitud y será
reemplazada por el frigorífico y la exportación de ganado en pie.
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“Las ramas de duraznero se utilizan aquí como leña para quemar: se cortan
a los tres años de plantado el árbol y en esa sazón venden la leña. Pasados los
tres años más, vuelven a cortar las ramas y así sucesivamente. Se calcula que
este comercio produce el 25% de interés, pero sistema tan artificioso para
proveer combustible a una ciudad no durará mucho tiempo. Algunas islas
del Río Paraná están llenas de excelentes maderas y estos bosques podrían
abastecer a la ciudad si fueran objeto de explotación”141
“Las calles son rectas y angostas, pavimentadas con cantos rodados del ta-
maño de una pelota de fútbol, las veredas con ladrillos o lajas y tan angostas
que difícilmente admiten dos personas caminando juntas… Así como están
pavimentadas, deben ser las calles más ruidosas del mundo, teniendo en
cuenta la inmensa cantidad de carretas sin amortiguadores.”142
141 William Mc Cann. Viaje a caballo por las provincias Argentinas (1842), también en Conco-
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“Había carros aguateros yendo y viniendo por cientos, porque en ese tiempo
no había agua corriente para las casas y cada habitante tenía que comprar
agua barrosa por baldes en la puerta de su casa a esos aguateros.”143
Los desechos cloacales iban a pozos negros que fi ltraban por la napa
freática a los aljibes, con grave riesgo de contaminación a medida que
aumentaba la población. Las epidemias fueron características de los
procesos de urbanización y densificación de la población desde fines de
la Edad Media hasta fines del siglo XIX. Se iniciaron en Europa con
la Peste Negra, pero tan tarde como en 1832 una epidemia de cólera se
extendió por toda Europa.
Las instalaciones portuarias eran precarias por falta de tecnología dis-
ponible para resolver el problema de una costa muy baja y extendida y se
realizó por medio del trasbordo a chalupas y carretas, “Muchos grandes
barcos aparentemente pequeños por efecto de la distancia y numerosas
barcazas viniendo de ellos cargados de mercancías que descargaban en
carretas, estas entrando un cuarto de milla en las aguas poco profundas
para encontrarlas”.144 Al llegar tan tarde a la centralidad de los intereses
del Imperio Español, Buenos Aires careció de la infraestructura sofisti-
cada que este desarrolló en materia de puertos, diques secos y fortifica-
ciones para proteger sus líneas de comunicación y que tuvieron su mejor
ejemplo en las plazas ricas del Pacífico y el Caribe, pero paradójicamente,
los bajos del río fueron su mejor defensa frente a las invasiones, mucho
más que su Fuerte, de valor más simbólico que militar.
Correlatos
1º Las dimensiones urbanas en el paso del siglo XVIII al siglo XIX.
Impacto de la Revolución Industrial. Madrid comienza a adquirir im-
portancia a fines del 1500 cuando pasa de 20.000 a 60.000 habitantes
143 Ibid.
144 Ibid.
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2ª etapa
Del siglo XIX al siglo XX.
El espacio mundial, el espacio urbano
En 1869, durante la Presidencia de Sarmiento de realiza el primer
censo nacional. Buenos Aires tiene entonces 180.000 habitantes, llega-
rá a 600.000 en 1895 y a 1.500.000 en 1914. El período está marcado
económicamente por la vinculación con Inglaterra, tejidos contra lana,
productos industriales por productos primarios. Aunque el saladero
sigue existiendo al comienzo del período entra en decadencia por cie-
rre del destino final del producto; de 20 establecimientos pasa a tres.
147 La independencia de la Banda Oriental, con su puerto propio, es parte de esta realidad.
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148 Jorge F. Liernur y Graciela Silvestri. El Umbral de la Metrópolis, Ed. Sudamericana (1993).
149 Eugenio Lecuona. Orígenes del Problema de la Vivienda, Centro Editor de América Latina,
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150 Si alguien lo entiende, el título original es Städtebau nach seinen künstlerischen Grundsätzen
(1889), tomo las citas de una versión francesa de 1996. Fue uno de los textos favoritos de la relec-
tura de las ciudades por parte de la Tendenza.
151 Las inundaciones de las zonas bajas de Buenos Aires son conocidas de antiguo. De hecho, los
lagos del parque de Palermo, especialmente el cercano a Pampa (lago de regatas) fueron concebi-
dos como reservorios pluviales y diseñados junto con la red domiciliaria de OSN. El lago retenía
las aguas de lluvia excedentes y las descargaba con el río en bajante, río que hasta cerca de 1940
llegaba hasta las vías del Ferrocarril Belgrano. En la cercanía del cruce de Pampa con Figueroa
Alcorta podían verse hasta hace pocos años las compuertas originales que se abrían y cerraban de
acuerdo a las diferencias de nivel. El sistema, muy sencillo se basa en un conocimiento realista
de la hidráulica de la ciudad y el Río: Cuando sopla sudestada, el nivel del Río es más alto que el
de las zonas bajas de la ciudad, cosa muy simple de verificar en la costanera Norte donde el agua
llega casi al nivel del parapeto, dado que la avenida, construcción artificial, está por encima de la
cota de inundación. En esas condiciones, los desagües de los arroyos y canalizaciones quedan por
un tiempo por debajo de la cota del río y por lo tanto no pueden desaguar. Este problema se ha
agravado durante todo el siglo XX debido a la población del conurbano y la pavimentación que
aumenta fundamentalmente la velocidad de escorrentía.
El problema es de tiempo: si el agua se acumula más rápido que el despeje del desagüe obturado por
la creciente, la inundación es inevitable por más canales aliviadores que se construyan. Una política
realista debería partir por reconocer que partes de la ciudad son inundables y operar con ese dato.
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Correlatos
El problema de la forma urbana en el marco del crecimiento de las
urbanizaciones del siglo XIX.
La Revolución Industrial opera sobre el crecimiento de las ciudades
desde dos causas convergentes:
152 Las empresas ferroviarias tenían importantes franquicias de importación, que pueden haber
sido un negocio tanto o más importante que el ferrocarril en sí y por otra parte el volumen de
frutos del país exportado era mucho mayor que el importado, lo que aseguraba una gran cantidad
de navíos viniendo de Europa en lastre.
153 En 1898 se instala el primer ascensor en el edifi cio de La Prensa. Este recurso técnico, junto
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155 Además de Leonardo Benevolo, ya citado, ver Marchand, Bernard. Paris Histoire d’Une Ville.
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156 El transporte público es unificado y estatal en todas las ciudades importantes y bien organi-
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Ciudades derivadas
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3ª etapa
Hasta mediados y fines del siglo XX
157 Todavía hasta avanzado el siglo XX los urbanistas postulaban acerca de las medidas ideales de
ciudad, considerando ciertos crecimientos como enfermedades sociales. Uno de los esfuerzos más
consistentes e interesantes fue la del London County Council y la política de New Towns que si
algo no consiguió fue detener el crecimiento de Londres.
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158 Los alquileres fueron una fuente de renta típica de la época, tanto por parte de grandes so-
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1923. Plan Noel. El plan del intendente Nöel desarrollaba las ideas
del plan anterior con propuestas que apuntaban al refuerzo de la cen-
tralidad de la ciudad remodelando plazas, agregando diagonales, de-
sarrollando polos de atracción, espacios públicos, ensanche de calles,
planificación de nuevos barrios, etc.
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160 El fondo era función de la profundidad del lote (la mitad de lo que excediera los 20 m.) con
lo que producía un espacio en forma de serrucho homólogo del trazado del loteo.
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Plan del Barrio Sur, 1957. Plan de Kurchan y Bonet que proponía
hacer tabula rasa del barrio, salvo los muy pocos edificios históricos,
iglesias y algo más, remplazándolo por supermanzanas de inspiración
ville radieuse. A este plan, obviamente no ejecutado, siguió en 1971 el
plan de Estudio de Renovación Urbana, por concurso ganado por un
equipo muy extenso que dirigía el Estudio Aslan y Ezcurra. Tampoco
fue promulgado, pero congeló las acciones en el barrio hasta tanto
se tomara una decisión política, lo que nunca ocurrió hasta el nuevo
congelamiento de 1977.
Los sucesivos congelamientos del área, más de 20 años sin defini-
ciones incluida su calificación como zona de protección histórica U24
161 Para un desarrollo mayor del tema de planes y códigos ver Mi Buenos Aires herido, de Juan
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del CPU, hizo tan difícil cualquier operación que condujo al abandono
de muchas propiedades por parte de sus dueños que buscaron una ruina
deliberada que evitara la conservación. Una playa de estacionamiento,
como renta segura y sin inversión a la espera de otra oportunidad. Los
fenómenos de intrusión de la propiedades abandonadas y el deterioro
del ámbito social salvo el eje turístico y gentrificado de la calle Defensa
y adyacencias se sucedieron luego, configurando una imagen tan nega-
tiva de la planificación abstracta e ineficiente como para justificar los
ataques y renuncia a cualquier intento de ordenación de quienes ven la
ciudad simplemente como un objeto de mercado.
162 D) Distritos industriales: han sido localizados en zonas marginales, que en gran parte revestían
estas características y de ellas se han excluido los usos residenciales. Prólogo del CPU
163 Ver en Marshall Berman, Todo lo sólido se desvanece en el aire, la crítica a las autopistas urbanas,
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Correlatos
Esta etapa no contó con ejemplos en el mundo que sirvieran de
ejemplo para pensar modelos utilizables. El urbanismo del plan regu-
lador casi no dejó huellas en la realidad como las formalizaciones de la
época anterior salvo las autopistas que se impusieron cuando eran ya
una experiencia fracasada en otros lados. Solo una pocas ciudades se
construyeron ex novo durante este período como Brasilia o Chandigar,
basadas en teorías difíciles de extrapolar. En Europa, la reconstrucción
de la posguerra produjo muchas experiencias, desde las New Towns
inglesas a los infinitos planes de viviendas que se reflejaron como par-
cialidades en los planes locales. Si bien estos planes de vivienda deja-
ron muchas huellas importantes (Barrios del primer peronismo, planes
VEA, Fonavis, CMV, etc.) exceden el marco de este ensayo y merecen
un tratamiento particularizado.
Ciudades derivadas
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automóvil hacia las nuevas playas del sud, fenómeno urbano extraño,
pero que no difiere de lo que ocurre en las costas del sur de España. Los
medios y el teatro digestivo se trasladan al balneario durante la tempo-
rada, rebautizándolo “La Ciudad Feliz” y luego simplemente “La Feliz”.
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4ª etapa
La ciudad a fines del siglo XX y frente al siglo XXI
La población en el casco de la ciudad frena su crecimiento hacia los
60’, permaneciendo prácticamente estable hasta hoy, mientras crece
constantemente el Conurbano independientemente del agotamiento del
sistema de sustitución de importaciones y su remplazo hasta el nuevo
siglo por una fase de crisis recurrentes.
Este fenómeno se diferencia radicalmente de lo ocurrido en otros
países latinoamericanos donde el fenómeno de urbanización ha seguido
al ritmo vertiginoso del siglo. San Pablo o Méjico DF, ambas superando
holgadamente la decena de millones de habitantes son solo las primeras
de una larga lista. En este proceso de bajo crecimiento, basado en el
aumento vegetativo de la población y poca migración interna se pro-
ducen sin embargo zonas de importante densificación, principalmente
en el Barrio Norte, Belgrano y el eje de algunas avenidas principales.
Este aumento de las densidades se produce además por modificaciones
en el hábitat de unos grupos sociales que van reflejando los cambios
en las costumbres tomando como referencia lo que a fines del período
anterior empieza a llamarse sociedad de consumo. (En nuestro caso de
consumo de recursos que no han crecido en magnitud adecuada y fruto
por lo tanto de la transferencia entre sectores sociales y endeudamiento
público en el marco de regímenes políticos autoritarios y democracias
débiles o complacientes con la ideología neoliberal) Basta ver el plano
de los pisos ofrecidos en la década de del 50 al 60 sobre la Avda. Santa
Fe y compararlos con una torre actual para ver como se refleja el fenó-
meno. (Ver, por ejemplo, cantidad de baños, “amenities”, etc.).
Donde el fenómeno de obsolescencia es más evidente es en los gran-
des equipamientos.
El Puerto, ineficiente y costoso, se adapta como puede a las nuevas
técnicas del transporte marítimo con la aparición de grandes playas
de porta contenedores y el abandono de silos y galpones. El puerto
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La construcción de la ciudad
El estado, como ya se dijo, por crisis económica e ideología, aban-
donó prácticamente la obra pública salvo aquella de rentabilidad cierta
y concesionable como las autopistas. También sus políticas de vivien-
da, en lo que va más allá de operatorias de crédito. La construcción
en el ámbito privado hizo una rápida actualización tecnológica con la
incorporación de métodos y procedimientos muy variados de acuer-
do a distintos desarrollos, desde los sofi sticados edificios de oficinas
(aire acondicionado, estructuras, computación aplicada a conseguir
“edificios inteligentes”) hasta las tecnologías para abaratar costos de
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El siglo XXI
La versión inicial de este trabajo fue escrita en los noventa, en pleno
experimento neoliberal que terminó en la catástrofe del 2001 y cuando
se inauguraba la flamante autonomía de la ciudad. Desde entonces, vi-
vimos una nueva experiencia en la que, todavía inmersos, no podemos
saber si nos lleva a un cambio estructural profundo con un país de perfil
renovado o a un nuevo ciclo de tensiones.
Sin ser este el lugar para dilucidarlo, podemos apuntar grandes
paradojas. La novel autonomía, lejos de resolver más eficientemente los
problemas por ser una presencia más directa que el poder delegado de la
presidencia, ha demostrado una ineficacia notoria en las cuestiones ur-
banas. Ni el Código de Planeamiento ni los reglamentos han mejorado,
antes bien agregan modificación tras otra, contradicción tras otra. Sec-
tores de la construcción (desarrolladores, empresas) muy perjudicados
por el esquema neoliberal fi nanciero conocen desde hace varios años
un nivel de producción como hace muchos años (¿década del 50?) no
se daba, pero estos actores siguen siendo muy críticos del contexto. El
último censo sigue anotando que la población del casco no crece, pero
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Futuros posibles
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Cronología suscinta
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APÉNDICE 2
La pampa de agua
Advertencia:
Este trabajo es una auto traducción, con algunas libertades, del que presenté
en el Coloquio Ríos de Ciudades entre el 20 y 22 de marzo de 2003 en el
Auditórium de la Municipalidad de París. Este coloquio fue organizado por
la Municipalidad de París, el Puerto Autónomo de la ciudad de París y la
Escuela de Arquitectura de Versalles. Su organizador, Me. Claude Prelorenzo,
me contactó un año antes a través de un profesor de esa casa, amigo común
a quien había fatigado con mis charlas sobre el río, su paisaje y demás.
Cuando envié el resumen preliminar, Claude me sugirió el título, La Pampa
Aquatique. El francés, donde todas las palabras son agudas le da al título un
ritmo sincopado por lo que prefiero traducirlo la pampa de agua donde las
palabras graves resuenan a mi gusto con ese río lento e inconmensurable.
La traducción no puede evitar alguna información que es elemental para
cualquier argentino educado pero no puedo eliminarlas para no destripar
el texto. Por último, aclaro que escribir en francés me resultó enormemente
difícil, pero evalué que peor era escribirlo en castellano y luego traducirlo, o
sea que, valga la rareza, este texto es una traducción al castellano.
1. El Río de la Plata
Los primeros españoles que llegaron al territorio de la actual Re-
pública Argentina se encontraron con una imagen más allá de todas
sus experiencias anteriores, la imagen de una llanura tan vasta que
constituye un paisaje aterrador: La Pampa.164
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166 D’Orbigny, Alcides. Su monumental obra Viaje a la América Meridional (1841). Es probable
que el cardo también sea una exótica traida por los primeros españoles.
167 Estanislao del Campo, Fausto.
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171 Esta comparación como las que siguen fueron introducidas para marcar una relación de escala
visible entre Europa y América, me parece útil seguirla manteniendo porque también nos permite
visualizar la vastedad de nuestros territorios
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173 La base mayor es una línea imaginaria que se desplaza hasta 80 km. por efecto de las mareas.
174 Título otorgado por el reino de España a quienes avanzaban las fronteras del Imperio y que avanza-
ban también los fondos. Aparentemente Mendoza obtuvo su fortuna y su sífilis en el saqueo de Italia.
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175 En los tiempos coloniales hasta el siglo XIX había muchos yaguaretés en las islas del Delta
y las costas del Paraná pero no descendían a la llanura. Los pumas habitaban de preferencia las
zonas andinas.
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origen de innumerables conflictos con las provincias, así como los bene-
ficios del contrabando176 durante el virreinato. Luego de la Independen-
cia, no sin grandes luchas, Buenos Aires quedó finalmente como cabeza
de la mayor parte del territorio del Virreinato del Río de la Plata.177
Veamos ahora un poco más de cerca la Ciudad de Buenos Aires.
A diferencia de las ciudades europeas, de lento crecimiento por ani-
llos concéntricos acebollados, siempre respetuosas de los accidentes del
terreno, sin vacíos ni baldíos, las ciudades del Imperio español adop-
taron un modelo de crecimiento regular definido por tres elementos:
176 Las Leyes de Indias establecieron el monopolio del comercio a través de la Casa de Contra-
tación de Sevilla. Esta institución, de extremada irrealidad hizo florecer el contrabando en todas
las colonias.
177 El Virreinato fue fundado por la monarquía española en 1780 para controlar mejor el frente
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3. El puerto
Volvamos a la relación entre Buenos Aires y su río, especialmente
el problema del puerto.
La ciudad fue fundada180 sobre una pequeña meseta entre el arroyo
Maldonado y un pequeño río, el Riachuelo, apto para amarrar los pe-
queños navíos de la época pero desgraciadamente separada de la ciudad,
en aquella época, por un pantano.181
sentido absoluto de la propiedad del suelo, fuertemente ligado al sentimiento de los inmigrantes,
que le dan a la ciudad un aire de inestabilidad formal, de la posibilidad renovación absoluta. Un
ave fénix que renace permanentemente de sus cenizas.
179 3.636 españoles blancos, 4.508 españoles, 3.985 niños, 5.212 oficiales y soldados, clérigos,
monjes, prisioneros, indios, negros y mulatos libres, 4.163 esclavos negros y mulatos de ambos
sexos. Concolorcorvo (Calixto Bustamante Carlos Inca), El lazarillo de ciegos caminantes, de
Buenos Aires a Lima (1773). Una guía de turismo adelantada a su época.
180 Me refiero a la segunda fundación, la primera es de localización más incierta, posiblemente
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la Boca (por la boca del riachuelo) habitada por inmigrantes italianos, predominantemente ge-
noveses, carpinteros navales y pintores bohemios. El barrio, hoy meta turística aportó el primer
diputado socialista al parlamento a principios del siglo XX, Alfredo Palacios.
182 Entre los pintores, Emeric Essex Vidal realizó 50 guaches, publicadas como “Buenos Aires
la ciudad con el río. Desde el comienzo de la ciudad hasta 1870 el sistema de carretas de agua
(aguateros) con el complemento de las aguas pluviales recogida en aljibes de los patios de las casas
fue la única posibilidad, de más en más insuficiente y de más en más peligrosa a medida del creci-
miento de la población. Epidemias de cólera y fiebre amarilla, la más grande de las cuales en 1871
diezmó la población, determinaron la decisión de acelerar el proyecto de dotar a la ciudad de un
sistema, el más moderno posible, de aguas corrientes (ley nacional de 1870). El sistema construido
comprendía fi ltrar las aguas del río tomadas lejos de la costa y distribuirla por cañerías, así como
la evacuación de las aguas pluviales y cloacas. Este sistema funciona con sus extensiones hasta el
día de hoy. Al mismo tiempo, la extensión de la provisión de electricidad domiciliaria facilitó a
partir del siglo XX tener agua en los sitios más alejados porque en el subsuelo hay tres napas de
aguas subterráneas. La primera, freática, muy contaminada, pero la segunda (Pampeana, alrededor
de 30 m.) y la tercera (Puelche, entre 40 y 120 m.) con abundante agua de buena calidad. Hoy
en día, desgraciadamente, la situación está en tren de volver a ser problemática, con la empresa
de aguas corrientes más interesada en extender los servicios de aguas que los de cloacas, provo-
cando de esta manera la elevación de las napas freáticas e inundaciones y la polución creciente de
los ríos subterráneos a causa de perforaciones mal aisladas y mal hechas. Perforaciones no solo
domiciliarias sino industriales. El problema del agua, resuelto en 1870 en relación a la escala de
su tiempo pero hoy desbordado y las inundaciones, hijas también de la urbanización de tierras
inapropiadas, la improvisación y los cambios climatológicos, son los desafíos que la ciudad debe
afrontar a comienzos del nuevo siglo.
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186 Expresión notable y vigente a lo largo de mucho tiempo y variados operadores que no se
cuestionan sobre su necesidad en un país inmenso y parcialmente vacío ni menos sobre las
consecuencias naturales de estas acciones.
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J O R G E C O R T I Ñ A S
4. Un negocio inmobiliario
Durante los años 70, con el puerto cerrado como paseo público so
pretexto de la seguridad y protección de objetivos militares, se desa-
rrolla la operación especulativa que terminará generando la Reserva
Ecológica.
El disimulo de los trabajos fue favorecido también por la decaden-
cia de los balnearios, abandonados por la contaminación de las aguas
cercanas a la costa a causa de los residuos industriales, muy evidente a
partir de los años 60.
Aprovechando materiales provenientes de las demoliciones prove-
nientes del malhadado y faraónico proyecto de abrir en el tejido urbano
numerosas autopistas urbanas se construyeron unos diques en cuyo
interior las dragas de mantenimiento de los canales de acceso al puerto
comenzaron los trabajos de relleno.
Esta operación, como toda nuestra historia cercana no está bien
investigada, pero hay relaciones sospechosas entre los intereses em-
presarios, no solo de las autopistas sino también de los dragados, que
obtuvieron el beneficio suplementario de encontrar un lugar próximo
para deshacerse de los detritus y quizás venderlos a la ciudad y aquellos
que también especularon con la creación de un inmenso baldío al borde
del centro de la ciudad. ¡Se trata de 400 ha.!
Pero, una vez más, la indeterminación de los procesos históricos
jugó un rol inesperado.
El siniestro régimen militar, que tuvo su cenit en 1978 con el triun-
fo argentino en el mundial de fútbol, sufrió poco después la crisis del
modelo económico neoliberal impuesto por la fuerza. Crisis del empleo,
crisis de la deuda pública y por fin, en la búsqueda catastrófica de un
éxito imposible la guerra de Malvinas y su disolución final.
Entretanto, abandonado el proyecto de las autopistas y el relleno de
los bajos, la naturaleza comenzó su trabajo en una región caracterizada
por su fertilidad.
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5. El nacimiento de un territorio
El barro del río refulado de los canales no es inerte. Arcillas de la
misma composición del Delta, portadoras de numerosas semillas esta-
llaron en una fiesta de crecimiento.
Se trata de un extraño proceso de naturalización de lo artificial.
Este retorno de la naturaleza es una paradoja como todo el proceso.
El territorio pampeano como ya se ha dicho, es de origen una llanura
sin árboles naturales. Todos ellos son de origen antrópico y por conse-
cuencia un poco exóticos. Buenos Aires es un ejemplo de arquitectura
ecléctica, pero también lo son sus parques con especies adaptadas de
todas las latitudes. En su apropiación de un territorio artificial, la na-
turaleza no se limitó a las especies del delta o de la selva de galería de
los ríos pampeanos sino que adoptó también especies cuya adaptación
es muy “natural”.
Pequeños bosques de alisos,187 árbol que comienza la colonización,
seguidos por ceibos con sus flores rojo fuego, variedades de palmeras,
sauces y tipas entre las nativas y especies exóticas y muy bien adaptadas
como los paraísos.
Sobre los bajos pantanosos, extensiones de cortaderas, totoras,
mburucuyás, juncos y plantas acuáticas, árboles, arbustos y hierbas
que constituyen el hábitat de más de 200 especies de aves, entre las
cuales garzas moras, patos capuchinos y sirirí, cisnes de cuello negro,
caraos, gallaretas, carpinteros, tordos, tijeretas y el aporteñado gorrión,
Mamíferos como coipos, cuises, comadrejas y murciélagos.
Reptiles, como tortugas, lagartos, ranas, culebras y serpientes, muy
venenosas pero felizmente poco amigas de los senderos y fi nalmente
numerosos insectos han creado un nuevo ecosistema al borde mismo
de la ciudad, en su parte más densificada.
187 En la versión francesa, para evitar las ambigüedades de la traducción, se agregan los nombres
científicos de todas las especies vegetales y animales que se citan en los próximos párrafos. Lo he
suprimido en la versión castellana porque la índole del trabajo solo requiere mostrar en nombres
corrientes para nosotros, parte de la variedad asombrosa de especies.
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188 Ver Ana de Brea y Tomás Castagnino, Señores arquitectos, diálogos con Clorindo Testa y Mario
Roberto Álvarez.
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6. Futuro
La Reserva Ecológica es más grande que la city porteña, tres veces
más grande que el plano que soñó Garay en 1580 y está situada a pocos
metros de la zona de negocios y administrativa más importantes de una
de las más grandes metrópolis del mundo.
¿Es posible que luego de la actual crisis económica189 resista la pre-
sión del valor del suelo?
¿Es posible encontrar un modelo de utilización sustentable que,
manteniendo sus valores, pueda satisfacer la necesidad de espacio de
miles de habitantes?
Puede ser que la tradición cultural de renovación y destrucción
triunfe nuevamente y que pronto la reserva, como tantos fragmentos de
la ciudad, no quede más que como recuerdo. Puede ser también que la
creciente fuerza de la ideas de respeto por el ambiente logren preservar
este extraño caso de vuelta a la naturaleza sin otro objetivo que la simple
belleza. Como escribió Keats:
190 “‘Belleza es verdad, verdad es belleza’, es todo/lo que sabemos en la tierra y todo lo que nece-
sitamos saber.” John Keats, Oda a una urna griega, mayo 1819. Ver también Keats de J. Cortázar.
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Bibliografía
• Historia general
Halperín Dongui, Tulio, et al. Historia de la Argentina, Paidós (1972)
López, Vicente Fidel. Historia de la República Argentina. El punto de
vista liberal-unitario (1880).
Saldías, Adolfo. Historia de la confederación Argentina. El punto de
vista federal (1881)
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• Naturalistas
Darwin, Charles. Viaje del Beagle, Londres (1839)
D’Orbigny, Alcide. Viaje por la América Meridional. Pitois-Levrault,
París (1835-47)
• Viajeros
Concolorcorvo (Calixto Bustamante Carlos Inca). El lazarillo de
ciegos caminantes, desde Buenos Aires hasta Lima. Gijón (1773)
Mac Cann, William. Cabalgata de dos mil millas a través de las provin-
cias argentinas. Smith, Elder & Cº, Londres (1853)
Brackenridge, Henry M. Viaje a Sud América. Baltimore (1819)
Essex Vidal, Emeric (aguadas). Londres (1820)
• Testimonios
Hudson, William Henry, Allá lejos y hace tiempo, historia de mi vida
temprana. Londres (1918)
Fodebrider, Jorge (comp.), La Buenos Aires ajena, testimonios de ex-
tranjeros de 1536 hasta hoy. Emecé, Buenos Aires (2001)
348
R E L A T O S D E A R Q U I T E C T U R A
• Poetas
Borges, Jorge Luis. Obras Completas. Emecé, Buenos Aires (1974)
Del Campo, Estanislao. Fausto.
Keats, John. Oda a una urna griega.
• Arquitectura y Urbanismo
“Evolución del Gran Buenos Aires en el tiempo y en el espacio”. Revista
de Arquitectura, SCA Nº 375, 376 y 377 (1955/56)
Lefevre, Henri. El derecho a la ciudad. Anthropos, París (1968)
Rossi, Aldo. La arquitectura de la ciudad. Padua (1966)
Benevolo, Leonardo. Historia de la arquitectura del Renacimiento. Ha-
cia la ciudad ideal. Laterza, Bari (1968)
Municipalidad de Buenos Aires, Ideas urbano-arquitectónicas para
Buenos Aires (1986)
“20 ideas para Buenos Aires, ensanche del área central”. Summarios Nº
119, Buenos Aires (1987)
Liernur Jorge y Silvestri, Graciela. El umbral de la Metrópolis. La
ciudad y el río. Sudamericana Buenos Aires (1993)
Jornadas sobre el puente Buenos Aires Colonia, FADU-UBA (2000)
349
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APÉNDICE 3
Notas sobre un pasado cercano
191 Composición se dictaba dos días por semana para los alumnos de C1 y C2 y tres días para
los niveles superiores ocupando el tiempo de Visión que era más corta. Este hecho marca la real
preponderancia del taller como materia troncal en ese período y significó que como JTP de C2
del taller Borthagaray me salvara de la golpiza.
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segunda oportunidad. Creo que son sus actores los que mejor pueden
testimoniarla.
192 En 1984 integré el grupo de coordinadores que el Decano Normalizador, Arq. Dujovne,
designó para reorientar ese curso en marcha que al año siguiente fue reemplazado por el CBC. El
grupo estaba integrado además por los Arqs. Aída Daitch, Lorenzo Gigli, Emilio Gómez Luengo,
Pepe Jaime y Marisa Segre.
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193 Los alumnos inscribían opciones y eran distribuidos en cupos iguales empezando por las
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años para pasar luego a una serie de orientaciones que sin menguar las
capacidades del título fueran introductorias al incipiente posgrado.194
El dibujo de un árbol era recurrente como figura explicatoria.
194 La FAU nació con un único posgrado, Urbanismo al que se unieron unas pocas posibilidades
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195 En el último año del decanato de Carmen Córdova representé a la FADU en un encuentro
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lo que el encuentro pretendía legitimar, pero a poco de comenzar las discusiones se empezaron a
delinear las posibles formas de organizar esa habilitación supra universitaria y los lobbys y extraños
acuerdos que se podrían generar. Dos días más tarde la idea del título no habilitante había sido
defenestrada por los representantes de todas las facultades de diferentes profesiones y universidades.
196 Un recuerdo personal. Diciembre de 1983, Delich nombra a Dujovne Decano Normalizador
y a poco recibo una invitación para una reunión en el Decanato, en un edificio que nunca había
pisado. Se entraba por una escalera de madera puesto que la escalinata nunca se había terminado.
Esto facilitaba el control. Los alumnos tenían una credencial que debían exhibir a la entrada y
dejar en la entrada de los cursos para verificar la asistencia. No había un solo cartel, no había
más color que el hormigón y la madera de los pasamanos. Uno de los ascensores del lado del río
estaba reservado para profesores. La atmósfera era más que deprimente, opresiva. Había que tener
estómago para soportarlo, estuve a punto de volverme. No lo hice. Una hora después integraba
un grupo de intervención sobre el curso de ingreso y poco después era uno de los titulares de
Introducción a la Arquitectura del Turno Noche.
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temas lo que aceptaron no sin cierta resistencia. Esta historia (y otros as-
pectos que se podrían enumerar) ponen de manifiesto que el único afán
era limitar, pero en forma tan arbitraria que aspectos fundamentales
de una posible vocación no eran tenidos en cuenta. El curso (supongo
que todos los de la UBA) era tan penoso que no solo dejaba afuera a
gente con posibilidades, sino que admitía a gente muy estudiosa, con
suerte y buena memoria, que podía al cabo de un tiempo descubrir que
se había equivocado, pero el costo del cambio era casi imposible. Este
estado de cosas está en el origen del CBC, implementado desde 1985.
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con la que tuve que lidiar fue la de Morfología con personajes como
Breyer y Doberti.
El esquema quería conseguir que Arquitectura fuera la única materia
anual y el resto cuatrimestrales. Para restituir la carga horaria de pro-
yectos y mantener la carrera dentro de los parámetros lógicos y formales
de la Universidad había que discutir materia por materia, cuatrimestre
por cuatrimestre, lo que fue parte de mi tarea. Pasábamos horas con
Javier haciendo sumas y restas y viendo de donde cortar, sobre todo para
incorporar algunas materias nuevas como Representación Arquitectó-
nica, que nos parecía importante porque Morfología se había alejado
mucho de las necesidades prácticas de los talleres e Introducción a la
Arquitectura Contemporánea que también obedecía a razones estraté-
gicas. Los cursos de Historia no se resignaban a perder el orden crono-
lógico, por lo que Historia III llegaba tarde en la carrera para aportar
al proyecto, por lo que creamos esta materia de resultado dudoso en
la práctica. Es un hecho, y IAC lo demuestra, que los departamentos
son débiles en nuestra Facultad y los titulares retuercen los contenidos
a su placer, sobre todo cuando hay temas ideológicos gordos que en su
momento no contemplamos, como que la IAC puede ser el Movimiento
Moderno, como pretendíamos, pero también la arquitectura de Buenos
Aires y el Barrio Los Andes. Distinto era lidiar con las materias téc-
nicas escudadas en las incumbencias profesionales, que se pierden, es
cierto, pero no justificaban cosas tan costosas en tiempo de los alumnos
como los “proyectos integradores” que desarrollaban las materas téc-
nicas rapidito (todos proyectaban en todas las materias) para hacer las
instalaciones de una casita, al año siguiente de un edificio mediano al
siguiente de uno más grande. Convencerlos de que la descarga de un
inodoro es siempre la misma era hacerles perder espacio de poder. Una
enseñanza recogí que es válida para la pedagogía universal: el profesor
de una materia cuatrimestral piensa que debería ser anual, el de una
anual de varios niveles, el de varios niveles una carrera en si misma.
Por fi n a trancas y barrancas el plan salió y con infi nitos parches
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ciedad Bíblica Británica y Extranjera de Londres (1921)
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L.C. The complete illustrated Works. Gramercy Books (1982)
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Ltd. London (1951)
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celona (1967). The death and life of great american cities. Random
House (1961).
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Sitte, Camilo. L’art de bâtir les villes. L’urbanisme selon ses fondements
artistiques, Editions du Seuil (1996)
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J O R G E C O R T I Ñ A S
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