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Importancia, preservación y aprovechamiento de la fauna silvestre en


explotaciones ganaderas (1994)

Conference Paper · October 1994

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Ernesto O. Boede
Fundación para el desarrollo de las ciencias físicas, matemáticas y naturales
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X CURSILLO
SOBRE BOVINOS DE CARNE

EDITORES
D. PLASSE, N. PEÑA DE BORSOTTI Y J. ARANGO

UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS

MARACAY
VENEZUELA
1994
235
IMPORTANCIA, PRESERVACIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LA
FAUNA SILVESTRE EN EXPLOTACIONES GANADERAS

Ernesto 0. Boede
Agropecuaria Puerto Miranda C.A.
San Fernando de Apure

I. INTRODUCCIÓN
En las décadas de los sesenta y los setenta se presentaron conflictos entre
aquellos que querían conservar la tierra y aquellos que la deseaban para suplir las
necesidades inmediatas. Los grandes intereses económicos no relacionaban la parte
conservacionista con la parte productiva. Con estas ideas, que todavía prevalecen
en parte hoy en día, la rica y variada fauna de los continentes tenía poca probabilidad
de sobrevivir, si se tomaban únicamente los esquemas de producción de los países
occidentales con animales domésticos convencionales (Hoogesteijn, 1978). Los
argumentos científicos y estéticos tenían poco peso en la actual situación de la
humanidad, al igual que las leyes protectoras. Los únicos argumentos respetados eran
los económicos.
La forma más fácil de producir más carne, sin duda era la explotación de los
animales domésticos en forma más amplia e intensiva. Las especies silvestres tenían
como única importancia ser una fuente gratuita de proteínas para los cazadores
rurales y deportivos, y un factor de ingresos económicos por la explotación
irracional de sus cueros, pieles, plumas, carne, cuernos y como animales de
compañía.
Abriéndose camino en este mar de conflictos venían trabajando la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales
(UICN), así como también el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). En 1973 se
firma en Washington, USA, la Convención sobre Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), que entró a regir en Venezuela, como
ley aprobatoria, a partir de 1976. En nuestro país, el ente gubernamental que regula
la utilización racional y sostenida del recurso fauna silvestre es el Servicio
Autónomo de Fauna (PROFAUNA), adscrito al Ministerio del Ambiente y los Recursos
Naturales Renovables (MARNR). El principal objetivo de la política actual,
236
definido por Quero de P. (1987), es asegurar la preservación de las poblaciones de
animales salvajes en el óptimo compatible con las necesidades de la nación
Venezolana del presente y del futuro. Este enunciado incluye, la preservación de los
animales silvestres aprovechables, por medio de un manejo racional, y la defensa
de aquellas especies, que aun no teniendo interés o valor como recurso económico,
son importantes como componentes del paisaje y la cultura del país, de sus ecosistemas
y como reservorios de la diversidad genética de la fauna mundial. Igualmente este
concepto implica, la preservación de hábitats adecuadamente distribuidos en el
territorio, y su protección contra la contaminación y otros factores de deterioro;
todo ello constituye la reiteración del hecho de que los objetivos de las políticas
ambientales especificas, forman parte inseparable de los objetivos de la política
ambiental global.
Es también un objetivo de la política de conservación de la fauna silvestre,
el aprovecharla racionalmente logrando rendimientos máximos sostenidos por medio de
su utilización como recurso alimenticio, recreativo y por tanto económico (Méndez
y Quero de P. 1991).
Constituye pues un objetivo lograr la valorización y el desarrollo económico
del recurso fauna silvestre, a fin de que se incorpore lo más pronto posible al
crecimiento económico nacional, tanto por la producción directa de bienes y
servicios, como por el fomento en el país de actividades comerciales e industriales
conexas y relacionadas, así como por la generación de empleos.
Raven (1992) resume en su publicación la estrategia global para la
biodiversidad, basada en las pautas de acción para salvar, estudiar y usar en forma
sostenible y equitativa la riqueza biótica de la tierra.
La biodiversidad puede dividirse en tres categorías: los genes, las especies
y los ecosistema. Por diversidad genética se entiende la variación de los genes
dentro de especies. Esto abarca poblaciones determinadas de la misma especie, como
ejemplo se pudiera nombrar las miles de variedades tradicionales de arroz de la
India, o la variación genética de una población, que es muy elevada entre los
rinocerontes de la India, y muy escasa entre los gorilas de montaña de Uganda y
Ruanda en África. Estas medidas se aplican hasta hace poco a las especies y
poblaciones domesticadas conservadas en zoológicos o jardines botánicos, pero las
técnicas se aplican cada vez más a las especies silvestres.
Por diversidad de especies se entiende la variedad de estas existentes en
237
una región, en otras palabras la riqueza en especies de una zona.
La diversidad de ecosistemas, podría definirse como la variedad de las
comunidades de plantas, animales, hongos, microorganismos y el medio ambiente no
viviente vinculado con ellos, que los transforma en una unidad ecológica.
Raven (1992) aconseja, tomar en cuenta muchas otras expresiones de la
biodiversidad, entre ellas figuran la abundancia relativa de las especies, la
estructura de edades de las poblaciones, la estructura de las comunidades en una
región, la variación de la composición y la estructura de las comunidades a lo largo
del tiempo, y hasta procesos ecológicos tales como la depredación, el parasitismo
y el mutual ismo. En forma más general, para alcanzar metas específicas de manejo
suele ser importante examinar no solo la diversidad de composición de genes,
especies y ecosistemas, sino también la diversidad de la estructura de los
ecosistemas.
En este trabajo se analizará las explotaciones ganaderas venezolanas, que
obligatoriamente están involucradas en toda esta problemática ya mencionada,
teniendo que tomar en cuenta no sólo la fauna sino también la flora silvestre que en
conjunto constituyen recursos naturales renovables imprescindibles para nuestro
país.
Es por lo tanto la obligación de un profesional pecuario, como yo, informar a
los ganaderos, profesionales y técnicos sobre la estrategia para el futuro de la
vida ubicado por la UICN, PNUMA y WWF (1991), en la cual se confirma la preocupación
generalizada a nivel mundial, de que la humanidad debe vivir dentro de los limites
de la capacidad de carga de la tierra. No existe otra posibilidad racional a largo
plazo, y si no aprovechamos los recursos de la tierra de manera sostenible y prudente,
le estamos arrebatando su futuro a la humanidad. Debemos adoptar estilos de vida
y pautas de desarrollo que respeten los limites de la naturaleza y se desenvuelvan
dentro de esos limites. Esto se puede lograr sin rechazar los numerosos beneficios
que ha traído consigo la tecnología moderna, a condición de que la propia tecnología
se atenga a dichos limites.
A causa de nuestro estilo de vida actual, la civilización está en peligro. Las
5 300 millones de personas que viven actualmente, y en especial los 1 000
millones que habitan en los países más opulentos, están utilizando los recursos
naturales de manera equivocada y ejerciendo presiones extremas sobre los
ecosistemas del globo terráqueo. La población mundial podría duplicarse en 60
238
años, y en tal caso la tierra no podrá sustentar a todos, a menos que se reduzca el
derroche y la extravagancia y se establezca una alianza más abierta y equitativa.
Aun asi, la probabilidad de una vida satisfactoria para todos seguirá siendo remota
si no bajan radicalmente las actuales tasas de crecimiento demográfico.
Nuestro nuevo enfoque deberá satisfacer dos requisitos fundamentales. Uno es
lograr un compromiso profundo y generalizado con una nueva ética, la ética para
vivir de una manera sostenible, y materializar sus principios en la práctica. El
otro consiste en integrar la conservación y el desarrollo que permite a todo el
mundo disfrutar de una vida prolongada, saludable y satisfactoria.
No podemos tapar el sol con un dedo o escondernos como el avestruz ante los
problemas que tenemos y los que se nos avecinan. Con el avance de nuestra
civilización ha nacido toda una gama de actividades científicas, técnicas,
comerciales y humanitarias para mantener con buena salud a los animales
domésticos. Los múltiples peligros y enfermedades a los cuales está expuesto este
recurso y los problemas y costos para contrarrestarlos, aumentan sensiblemente
cuando las condiciones generales del medio muestran penuria por el decaimiento de
los recursos naturales renovables: agua, suelo, vegetación y fauna. La escasez que
a menudo muestran algunas regiones llega a impedir totalmente la tenencia de
animales de cría, fuente de alimentación humana.

II. LA SUSTENTABILIDAD Y LA CONSERVACIÓN


La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo define los
siguientes términos como sigue:
- Desarrollo sostenible: Es un desarrollo que satisface las necesidades del
presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para
satisfacer las propias.
- Crecimiento sostenible: Es un término contradictorio, nada físico puede
crecer indefinidamente.
- Uso sostenible: Solo es aplicable a los recursos renovables, significa su
utilización a un ritmo que no supera su capacidad de renovación.
- Desarrollo sustentable: Significa mejorar la capacidad de carga de los
ecosistemas que la sustentan.
239
- Economía sostenible: Es el producto de un desarrollo sostenible, mantiene
su base de recursos naturales y puede continuar desarrollándose mediante
el aumento de los conocimientos, la organización, la eficiencia técnica y
la sabiduría.
El desarrollo ganadero debe basarse en la conservación, esto es, debe proteger
la estructura, las funciones y la diversidad de los sistemas naturales.
Aquí tomaremos en cuenta los siguientes puntos:
- Conservar los sistemas sustentadores de vida: Se trata de los procesos
ecológicos, estos modelan el clima, el aire, el agua, regulan el caudal de
aguas, reciclan elementos esenciales, crean y regeneran suelos y permiten
a los ecosistemas renovarse a si mismos.
- Conservar la biodiversidad: Esta comprende a todas las especies de plantas,
animales y otros organismos, a toda gama de poblaciones genéticas dentro
de cada especie, y a toda variedad de ecosistemas.
- Utilizar sosteniblemente los recursos renovables: Estos son el suelo, las
especies silvestres y domésticas, los bosques, las sabanas, las tierras
cultivadas y los ecosistemas de agua dulce que son, entre otras, las
fuentes de la pesca artesanal y comercial venezolana.

III. ACTUALIDADES DEL MANEJO DE LOS ECOSISTEMAS QUE


CONFORMAN LAS EXPLOTACIONES GANADERAS
1. Consideraciones Básicas
Para entender el manejo técnico y científico de la fauna silvestre, debemos
tener clara la influencia y la importancia de los ecosistemas y el manejo
conservacionista de los factores bióticos y abióticos.
Las tierras ganaderas y agrícolas padecen de una degradación resultante de
su utilización errónea. Gran parte de las tierras no aprovechadas tienen
escaso valor agrícola y pecuario y lo más adecuado es mantenerlas como
sistemas sustentadoras de vida y como fuente de madera, carne de caza, leña,
carne de fauna silvestre, semillas y otros recursos silvestres. En cambio
las mejores tierras para potreros y agricultura deben ser cuidadosamente
seleccionadas y utilizadas.
Aquí se debe controlar el empleo excesivo y empírico de fertilizantes,
plaguicidas y herbicidas químicos, cuyos efectos nocivos se conocen
y se
240
describen en la literatura del ramo.
Los cambios económicos mundiales y el uso racional de los recursos
renovables, obliga a las explotaciones ganaderas a manejar adecuadamente su
sustento básico que es la tierra y buscar alternativas de producción
complementarias para mantener y/o aumentar sus ingresos económicos sin degradar el
ecosistema, del cual dependen.

2. Sabanas
Estos ecosistemas conformados por estratos herbáceos y algunos elementos
leñosos y que predominan en los estados llaneros, son considerados por la mayoría de
los campesinos y productores como sitios de poca productividad. No se toma en cuenta
que los pastos naturales son aprovechados eficientemente por los herbívoros
silvestres como el venado caramerudo y el chigüire. Dependen también de estos
ecosistemas, especies animales como los pequeños carnívoros, el zorro común y el
cunaguaro, las aves de rapiña diurnas y nocturnas como los gavilanes, halcones,
lechuzas y mochuelos, depredadores por excelencia de los animales que causan
conflictos y problemas en el medio rural, como los pequeños roedores y serpientes
venenosas. Muchos pastizales naturales bien manejados, controlando la carga animal,
son excelentes, también para los bovinos.
Es importante resaltar el valor económico de los pastizales naturales como
recursos alimenticios de la ganadería de carne en Venezuela. Debemos distinguir
entre los pastizales cultivados o potreros de pastos artificiales y los
pastizales naturales.
Aunque los principios ecológicos generales y los sistemas o técnicas para el
manejo de las dos clases de cubierta herbácea son aplicables en ambos casos, se hace
necesario disponer de la información obtenida a través de la investigación y la
práctica, para el manejo específico de cada tipo de pastizal. Es necesario delimitar
los potreros o lotes de pastos con cercas, en forma que permita establecer sistemas
de pastoreo controlado. Distribuir adecuadamente los abrevaderos, implementar
manejos de quema controlada evitándose de esta manera sus efectos ecológicos
detrimentales para la vegetación y los suelos, las carencias minerales y de otros
nutrientes esenciales para la salud, la eficiencia reproductiva y el crecimiento de
los bovinos. Los tratamientos mecánicos a los pastizales también deben ser aplicables
con técnicas adecuadas, asimismo, se debe
241
conservar los excedentes forrajeros por medio del ensilaje o de la henificación de
los pastos. Con todos estos programas se mejoraría la utilización sostenida de las
sabanas con pastizales naturales (Huber, 1987).
Olvidemos la mentalidad anticuada de que nuestras sabanas son ecosistemas
degradados, casi inservibles en su estado natural y de querer transformarlas lo más
pronto posible en entidades más útiles y productivas para nuestros fines.
Huber (1987) también recuerda que más de 1/3 parte de la superficie
venezolana está cubierta con sabanas extensivas y otros tipos de vegetación herbácea
y que están disponibles principalmente en la región de los llanos como un recurso
alimenticio natural para la ganadería vacuna de carne.

3. Bosques y Selvas
Estos cobertizos forestales abiertos y cerrados, conocidos en los llanos como
matas y bosques de galería, y en las laderas de las cordilleras y galeras como bosques
del pie de monte, han sido deforestadas en gran escala entre lo años 60 y 70 (Perichi,
1990). También están involucradas aquí las selvas lluviosas de los estados Barinas,
Apure, Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro y Zulia.
La causa principal de la deforestación ha sido la conversión en potreros, a veces
con una corta fase intermedia de agricultura, a menudo precedida por la explotación
maderera. Asimismo ha sido un factor significativo de especulación para acaparar
tierras, lo que ha sido posible en gran parte debido a la construcción de caminos,
carreteras, y a la posibilidad de conseguir generosos créditos y otros incentivos.
No es el propósito de este trabajo, explicar detalladamente las funciones
ecológicas de estos ecosistemas, pero hay que señalar los efectos más destacados del
bosque como elemento protector de suelos, aguas, fauna silvestre, generador de
oxígeno, regulador del microclima de regiones circundantes y también del clima global.
Ahora bien, como opina Mondolfi (1980), el bosque por su sola existencia ya es
protector y por ello es deseable, para incrementar los beneficios que derivan de este
recurso natural, que este integrado por árboles que dentro de su ciclo vital aportan
bienes tangibles tales como: madera, frutos, semillas y látex. A medida que progresen
las investigaciones aportarán también otros alimentos, extractos para medicinas
y perfumes.
242
Mondolfi (1976) dice, "que los animales salvajes que habitan en él
perennemente o parcialmente son propensos para el aprovechamiento racional y
sostenido y que pudiéramos denominar "Explotación Ganadera de la Caza Mayor", y en
los cuales encontramos las especies como el báquiro de collar Tayassu pecari, la danta
Tapirus terrestris, los venados matacanes Mazama americana y N. gouazoubira, el
venado caramerudo Odocoileus virginianus, inclusive el chigüire Hydrochaeris
hydrochaeris".

4. Agua
UICN, PNUMA y WWF (1991) opinan que el agua dulce va a ser en los próximos años
el problema ambiental y político más decisivo con que se enfrentará la humanidad.
En comparación con los conflictos originados por el agua, los que hasta ahora hemos
conocido en torno a los territorios y al petróleo parecen de importancia secundaria.
La capacidad de resolver esos conflictos puede ser tan importante como la hidrología
y la ingeniería para garantizar el futuro abastecimiento de agua a los seres humanos.
Igual que ocurre con otros problemas del ambiente, el agua es solo un hilo de una
compleja trama, un hilo que no puede comprenderse ni manejarse aislado de los demás.
En Venezuela, tenemos agua en abundancia. En nuestras zonas clásicas ganaderas que
son todos los llanos al norte del río Orinoco, encontramos abundantes humedales
(cuerpos de agua), como lagunas, caños, morichales, esteros, bajíos, préstamos y ríos
que cruzan de norte a sur y de oeste a este las vastas llanuras. Está demás mencionar
el potencial de agua que encontramos en las sabanas del sur del Orinoco, como también
en la región del sur del Lago de Maracaibo.
Con excepción de algunos problemas locales restringidos, la ganadería en
Venezuela no sufre de sed en los meses de sequía o verano. Las mejoras en hidrología
y la ingeniería que se aplique ahora deben tener en cuenta las consecuencias del
futuro, para que no sean nefastas. Estamos a tiempo. Debemos tener claro que más
allá de los limites de la hidrología local o regional, hoy sabemos que el clima y
la situación metereológica guardan estrecha relación con los sistemas de utilización
del agua y del aprovechamiento de la tierra, y con las actividades humanas (Unesco,
citado por Lagoven, 1993).
En líneas generales, las explotaciones ganaderas de los llanos altos deben
tomar en cuenta lo siguiente. Sus recursos hídricos deben ser objeto de manejo,
243
utilizando como unidades a las cuencas hidrográficas, como son los manantiales,
quebradas y ríos de las galeras y cordilleras montañosas. Los bosques de galería,
bosques premontanos y las selvas nubladas son esenciales para estos acuiferos y no
deben ser talados.
En los llanos bajos e inundables el problema radica en la construcción de
tapas, diques y compuertas que interrumpen el flujo normal de los caños, también juegan
un papel negativo los terraplenes edificados en los sitios de inundaciones periódicas
de las sabanas. Con esto interrumpimos el ciclo biológico de la reproducción de la
mayoría de los peces, los cuales hacen sus migraciones anuales rio arriba entrando
a las sabanas inundables para el desove y el engorde de sus alevines. Esta práctica
impide también la fertilización natural de las sabanas por medio de los sedimentos
depositados durante las inundaciones periódicas de los grandes ríos, caños y
morichales (Huber, 1987). En la actualidad pareciera que no causa problema alguno,
pero a mediano y largo plazo si lo hará.
La conservación de especies acuáticas reviste importancia económica, ya que
además de ser un elemento esencial para conservar la diversidad biológica, es un factor
importante para el desarrollo sostenible de los ingresos económicos de las comunidades
rurales locales y de los hatos de la zona en cuestión.
Un problema que viene ganando en importancia en las zonas rurales y
agropecuarias del campo venezolano, es la contaminación de los humedales o
ecosistemas acuáticos por descargas de desechos industriales y domésticos. Se
recalca otra vez aquí la contaminación por el uso indiscriminado de los pesticidas,
herbicidas y fertilizantes que, además de originar efectos letales sobre la biota,
ocasionan la degradación de los hábitats.
Hay que enfatizar no únicamente la importancia económica de la ictiofauna o
población piscícola de nuestros acuiferos llaneros, sino también el gran
potencial para la utilización sostenida y las economías locales que representan en
la actualidad, la baba (Caiman crocodilus), el chigüire (Hydrochaeris
hydrochaeris), a mediano plazo las tortugas galápagos (Podocnemis vogli), y a largo
plazo la tortuga arrau (Podocnemis expansa) y el caimán del Orinoco (Crocodylus
intermedius).
Muchas de las ideas aqui plasmadas sobre los ecosistemas acuáticos pueden ser
revisadas y ampliadas en National Geographic (1993).
244
IV. ESPECIES DE LA FAUNA SILVESTRE SOMETIDAS AL
APROVECHAMIENTO EN VENEZUELA
1. Aspectos Generales
Es importante tener clara la definición de manejo de fauna silvestre, que es el
uso de la tierra para obtener cosechas sostenidas de animales salvajes.
Aquí se establecerían tres aspectos fundamentales, estrechamente
relacionados:
- Considerar la protección de las especies para poder asegurar su
recuperación y crecimiento.
- Proteger el habitat de las especies de modo que estas puedan desarrollar
su potencial biótico.
- Asegurar un aprovechamiento sostenido para satisfacción de las necesidades
que la sociedad ha establecido en relación al recurso.
Hace mucho tiempo que en Venezuela se viene utilizando los animales
salvajes por medio de la caza de subsistencia y la caza deportiva. En los últimos
diez años en cambio se viene utilizando también por medio del
aprovechamiento sostenido con una finalidad comercial y de ecoturismo.

2. Caza de Subsistencia
Esta actividad se caracteriza por ser una fuente de alimentación de la
población rural y los grupos aborígenes del país. La necesidad de utilizar los
animales montaraces como fuente de proteína, es el motivo de la tradicional caza de
subsistencia; frecuentemente practicada por los habitantes de regiones rurales de
escasos recursos económicos que necesitan abastecerse de carne para complementar
la deficiente dieta que les proporciona la muy poco diversificada producción agrícola
del conuco. Los animales más explotados son el venado caramerudo (Odocoileus
virginianus), el chigüire (Hydrochaeris hydrochaeris), la lapa (Agouti paca), el
picure (Dasyprocta sp.), el báquiro (Tayassu sp.), el venado matacán (Mazama sp.),
el cachicamo (Dasypus sp.), la danta (Tapirus terrestris), la pava de monte (Penelope
purpurascens), el paují de copete (Crax daubentoni), la poncha (Crypturellus sp.),
el morrocoy (Geochelone sp.), la iguana (Iguana iguana) y la tortuga galápago
(Podocnemis vogli) (Mondolfi, 1976).
Una alternativa para campesinos y cazadores de subsistencia, sería como lo
demuestran países que han tenido éxito en la conservación de sus especies
245
cinegéticas (aptas para la caceria) la necesidad que el poblador rural que deriva
beneficios de la caza de subsistencia y de la furtiva, obtenga iguales o mayores
ventajas de la sustitución de tales actividades, por la caceria deportiva. Esta
es una situación estrechamente asociada con la valorización de la fauna silvestre
y con la participación de los dueños de hacienda incluido el Estado {Profauna,
comunicación personal).

3. Caza Deportiva
La fauna silvestre es la base de la caza deportiva, importante actividad
recreativa que, correctamente practicada proporciona esparcimiento a numerosas
personas amantes de la naturaleza y de las actividades al aire libre. Además de
constituir una importante fuente de recreación para la ciudadanía, genera
sustanciales beneficios económicos al comercio turístico. Entre las especies más
importantes encontramos, la perdiz (Colinus cristatus), la paloma (Columbina sp.),
nuestras dos especies de báquiros (Tayassu sp.), la becazina (Gallinago sp.), el
pauji de copete (Crax daubentoni), el pato guiriri (Dendrocygna autumnalis), el
pato real (Cairina mochata), el conejo sabanero (Silvilagus floridianus), el venado
caramerudo (Odocoileus virginianus) y el venado matacán (Mazama sp.) entre otros
(FEA-MARNR, 1981; Mondolfi, 1976).

4. Aprovechamiento con Fines Comerciales


Para 1985 existieron propuestas de la FAO (Food and Agriculture Organization) para
el manejo de varias especies comunes en América Latina y el Caribe (Quero de P-,
1987) algunas de las cuales existen en Venezuela.
Actualmente Profauna concede licencias para el uso comercial del chigüire, de
la baba y el venado, especies que se describen a continuación.
Chigüire (Hydrochaeris hydrochaeris).- Primero que nada se debe hablar de las
bondades de este gran roedor. Es un animal muy eficiente para la producción de carne,
teniendo un peso corporal para la matanza de 35 a 40 kg a los 1.5 años y un rendimiento
en canal de 51 %, (Lander, 1991). Otros índices técnicos publicados por Taphorn
eí al. (1993) se observan en el Cuadro 1.
González J. y Parra (1971) opinan que estos roedores prefieren alimentarse de
gramíneas de bajo porte, las cuales son a menudo tan pequeñas que los vacunos no
las pueden arrancar. Con densidades bien balanceadas convive con el bovino,
246
Cuadro 1. Indices técnicos del Hydrochaeris hydrochaeris en condiciones de
granja
-------------------------------------------------------------------------------
Partos/año (n) 2
Crías por parto (n) 3.7
Destete (semanas) 6
Celo (días) 15-21
Intervalos entre partos (días) 176
Madurez sexual (años/kg) 1-2/30-40
Peso al nacer (kg) 1-2
Peso al año (kg) 20-30
Peso adulto (kg) 49
Peso al mercado (kg) 35
Rendimiento en canal (%) 50
Rendimiento en carne seca por animal de 30 a 35kg (salón) (kg) 7
Peso promedio de animal aprovechado (kg) 44
Peso promedio del salón (kg) 7.5
Ganancia diaria de peso (g) 80
Piel (pie cuadrado) 7
Mortalidad intrauterina (%) 16
Mortalidad crías (%) 15
Mortalidad adultos (%) ____________________________________ 3
---------------------------------------------------------------------------
Fuente: Taphorn et al. (1993).

complementando, en lugar de disminuir, la producción ganadera con la misma


producción vegetal. La eficiencia de utilización de los forrajes por el chigüire
o capibara, se debe esencialmente a su excelente masticación por su doble sistema
dentario. Estos mismos autores describen, con chigüires mantenidos en cautiverio,
que los incisivos aprehenden los forrajes más suculentos y pequeños en porte y los
sistemas molares permiten un grado de molienda extraordinario, así
exteriorizan los contenidos celulares, con lo que se crea una gran superficie de
247
ataque para las bacterias del ciego.
En el chigüire, el ciego contiene casi el 75 % de la digesta. Cuando los pesos
de su tracto digestivo se relacionan a los del animal vivo, dicha proporción es
similar al de la vaca, comparando el ciego con el rumen-retículo. Allí se debe
desarrollar un activo proceso de fermentación donde se utilizan los carbohidratos
estructurales, celulosa y hemicelulosa, que componen la mayor parte de su dieta. Esto
lo capacita para utilizar los forrajes toscos muy fibrosos, característicos de los
llanos, a ello se suman sus hábitos semiacuáticos, lo que le permite el
aprovechamiento de extensas zonas anegadizas. Tiene la cualidad, como todos los
animales silvestres, de ser muy resistente a las enfermedades de las zonas por él
habitadas (Ojasti, 1973).
El chigüire adquiere importancia económica cuando se le permite alcanzar
densidades productivas y se cosecha su producción, transformándose así en otra
alternativa económica sostenible de las explotaciones ganaderas llaneras.
Profauna-MARNR concede la licencia de caza comercial a un hato, previa
presentación del informe técnico, debiendo tener la explotación pecuaria
densidades de chigüires aptas para la cosecha anual. De la población estimada se
autoriza cazar máximo el 30 %, estableciéndose como plantel de cría del fundo el 70
% de la población calculada por primera vez a partir de 1985 (Gaceta oficial de la
República de Venezuela Nfi 34680).
El método de cacería o cosecha es el siguiente, en la época de sequía son
reunidas las manadas, las cuales se conducen a un espacio abierto, donde se matan
únicamente los machos adultos con más de 35 kg de peso, en una forma rápida y
efectiva, mediante un macetazo en la cabeza, de esta manera se puede seleccionar los
individuos a sacrificar.
La carne es comercializada en forma de salones, igualmente la piel. Esta
manera de explotación comercial se viene efectuando en Venezuela con sus altibajos
desde 1968, como puede verse en el Cuadro 2.
El aprovechamiento de la especie sólo podrá realizarse en tierras de
propiedad privada de los estados Apure, Barinas, Cojedes y Portuguesa, quedando
prohibido en los embalses construidos por el Ejecutivo Nacional y en los ríos del
territorio nacional (Gaceta oficial de la República de Venezuela Ns 34680).
En el estado Zulia se encuentra una especie diferente, más pequeña, que
pesa unos 25 kg, y la cual se conoce como piro-piro (Hydrochaeris isthmius), su
248
uso comercial no está permitido, ya que presenta densidades poblacionales bajas.
Hasta 1975, el aprovechamiento comercial era responsabilidad del Ministerio de
Agricultura y Cria, con todas las deficiencias para la época por la falta de
experiencia en el manejo de este recurso renovable. Entre 1976 y 1987 pasó a
depender del Servicio de Fauna adscrito al MARNR, y a partir de 1988 a ser
responsabilidad de Profauna. Apenas recientemente, a partir de 1991, es que se
comienza con los planes de manejo basado en los informes técnicos por hato.
Profauna (comunicación personal) explica la disminución de las licencias
(Cuadro 2) y por ende de la cosecha, de la siguiente manera. El número de solicitudes
por año consignadas ha disminuido considerablemente en las últimas temporadas,
debido probablemente a la implementación de un pago por contraprestación de
servicio, tanto para la elaboración del informe técnico anual, como para el plan
de manejo a tres años, montos éstos que fueron calculados en base a la superficie
de los hatos. Esto ha influido de manera significativa en el número de solicitudes
recibidas, ya que sólo solicitan la realización del informe técnico aquellos
propietarios que están conscientes de la población existente en sus predios capaz
de soportar extracción.
Pero lo que también es cierto, es que las poblaciones de chigüires han
disminuido, sobre todo en los hatos, por la alta presión existente de la cacería
furtiva sobre estos roedores, especialmente en los estados Apure y Barinas.
Otro aspecto que hay que tomar en cuenta, es que a partir de 1987 se
estabilizan las cosechas de chigüires por año, estando ausente el comportamiento
irregular de los años anteriores (Cuadro 2). Las exigencias de un manejo técnico y
científico son mayores, disminuyendo de tal forma el empirismo con el uso de este
recurso para garantizar su aprovechamiento sostenido.
Otra alternativa de producción se abrió camino hace 3 años en los estados Apure,
Barinas y Portuguesa, con la forma de cría en semicautiverio. Debemos saber
que este roedor tiene vocación para la cría provechosa en granjas. Es un animal de
gran tamaño, sus productos son de valor establecido, posee alta capacidad
reproductiva, crecimiento rápido, es herbívoro, pastador, apacible, sociable,
fácil de manejar y se acostumbra rápidamente al cautiverio. Con esta finalidad se
captura el pie de cría, previo otorgamiento de la licencia de Profauna.
Los animales son colocados en corrales, alimentados con pastos de la zona y
otros subproductos agrícolas. Las crías nacidas en estas condiciones son
249
Cuadro 2. Aprovechamiento comercial del chigüire (Hydrochaeris hydrochaeris)
Número de licencias
Año/cosecha Solicitudes otorgadas Cosecha
1968 22 18.250
1969 19 20.460
1970 15 22.750
1971 21 25.371
1972 40 57.594
1973 41 50.524
1974 26 20.300
1975 36 21 19.930
1976 28 27 22.100
1977 39 30 47.205
1978 52 41 54.368
1979 78 56 65.855
1980 83 61 60.433
1981 114 86 92.734
1982 102 80 81.478
1983 133 106 88.430
1984 121 72 60.876
1985 142 30 26.178
1986 119 15 14.282
1987 51 13 3.730
1988 72 13 2.520
1989 34 11 5.978
1990 37 14 9.118
1991 33 11 7.241
1992 7 4 2.272
1993 13 6 4.388
Fuente: Profauna-MARNR (Comunicación personal).
250
beneficiadas al alcanzar su peso de matanza. Los cueros obtenidos, son de mejor
calidad por presentar menos cicatrices que los de vida silvestre. Se están haciendo
esfuerzos para comercializar su carne fresca, enlatada y en forma de embutidos, la
cual tiene mejor sabor, mayor demanda y mejor precio que la salada.
La baba (Caiman crocodilus crocodilus).- El aprovechamiento de la baba fue
iniciado experimentalmente en 1983 (Cuadro 3) y actualmente comprende los estados
Cojedes, Portuguesa, Barinas y Apure. Su aprovechamiento sólo podrá realizarse en
tierras de propiedad privada, quedando prohibido en los embalses construidos por
el Ejecutivo Nacional y en los ríos del dominio público (Gaceta oficial de la
República de Venezuela N9 4525).
Únicamente se permite la comercialización de la subespecie crocodilus o en otras
palabras la baba de los estados llaneros, cuyo habitat es toda la cuenca hidrográfica
del rio Orinoco con sus respectivos ríos tributarios. Una subespecie, el fuscus,
cuyo habitat es la cuenca del Lago de Maracaibo y los ríos y lagunas de la costa del
Mar Caribe, es confundida con la baba llanera y no es comercializable, ya que es más
pequeña y sus densidades poblacionales menores.
Desde su comienzo, el programa baba, como todo programa de manejo, se ha
sustentado en dos objetivos fundamentales: (1) lograr la perpetuación del recurso y
la conservación de la especie y (2) obtener un rendimiento sostenido de la
producción. La estrategia de manejo por medio del rancheo, ha consistido en el
aprovechamiento de no más del 25 % de los machos adultos mayores de 1.8 m o
individuos clase 4, vedando el aprovechamiento de las crias y juveniles o clase 1
y 2, como también la de los machos y hembras adultas menores de 1.8 m de longitud
total o clase 3 (Gaceta oficial de la República de Venezuela No 4525).
Este programa también exigía, hasta la cosecha 1994, la presentación anual de
un informe técnico, para la obtención de la licencia de aprovechamiento. Actualmente
se plantea implementar un sistema de monitoreo de densidad poblacional de babas
por estado y región dentro de estado, que servirá de pauta para el otorgamiento de
licencia en los hatos respectivos (Profauna, comunicación personal).
De estos reptiles es utilizada su carne, también en forma de salones, y de su
cuero se aprovecha el chaleco del cuerpo, que constituye la piel de ambos costados
hasta la cloaca.
La cosecha de babas también ha disminuido en los últimos años (Cuadro 3).
251
Cuadro 3. Aprovechamiento comercial de la baba (Caiman crocodilus crocodilus)

Año Licencias otorgadas (n) Cosecha (n)


1983 50 13.975
1984 55 85.233
1985 178 235.649
1986 *
1987 197 100.000
1988 304 152.045
1989 560 137.856
1990 466 87.121
1991 429 141.416
1992 224 21.165
1993 247 23.478
* Veda.
Fuente: Profauna-MARNR (Comunicación Personal)

La razón es la siguiente: a partir de 1991 hay excedentes en el stock de pieles de


los depósitos de las industrias de curtiembre europeas y asiáticas. Esto se originó
en gran parte por la comercialización de pieles de origen ilícito o de contrabando,
sobre todo de Colombia, y por una gran demanda con precios lucrativos en los años
anteriores. El contrabando se ha controlado en gran parte por la Comunidad Económica
Europea y por presiones del Grupo de Especialistas en Crocodilidos y por el CITES.
La recesión mundial también ha influido negativamente en la demanda de productos
de lujo hechos de piel de cocodrilos. Por lo tanto, para evitar una sobreoferta en
las tenerías y curtiembres, como también para evitar una cosecha excesiva de la baba
aquí en Venezuela, Profauna ha considerado mantener las cuotas de cacería en estos
años a niveles bajos.
La cacería furtiva también esta jugando un papel importante, mermando las
poblaciones en hatos particulares donde se mantienen poblaciones numerosas.
El otro uso que se le da al recurso se hace a través del programa de la cría
en zoocriaderos. Para ello también se debe presentar un censo de nidos, a partir
del cual Profauna otorga la cantidad a recoger. El programa consiste en
252
recoger huevos de nidades del campo que son incubados en el hato, criando luego de
su eclosión las crias y juveniles en tanquillas de cemento. De este lote de babas
debe ser liberado al medio ambiente 6 % del total de huevos recogidos anualmente
(Gaceta oficial de la República de Venezuela NB 34490). Este manejo, ejercido según
las disposiciones que rigen la materia, mantiene el recurso y permite su rendimiento
sostenido. Algunos Índices técnicos para esta especie, medidos en condiciones de
zoocriaderos, se muestran en el Cuadro 4.
El venado caramerudo o colablanca (Odocoileus virginianus).- Esta es una de
las especies de fauna silvestre venezolana con mayor valor económico, ecológico,
estético y cultural. Es también la especie de cacería más importante del país y de
otras partes de América. Esto se explica por su abundancia relativa, lo tradicional
de su caza y su alto peso corporal (machos hasta 60 kg), lo cual representa una
importante alternativa de ingresos económicos para las explotaciones ganaderas.
El venado caramerudo se adapta muy bien a la convivencia con el hombre, sobre
todo en las tierras intervenidas como las agropecuarias e inclusive algunas
industriales. En Venezuela, lo encontramos prácticamente en todos los habitat, desde
el páramo andino (Odocioleus virginianus lasiotis), hasta las regiones
semidesérticas y costeras e insulares (Odocoileus virginianus margaritae).
Danields (1991) considera que los hábitats más propicios para el venado
caramerudo, en Venezuela, se encuentran en la región de los llanos,
particularmente en el llano bajo, donde la vegetación consiste de bosque desiduos
entremezclados con llanuras abiertas, interrumpidas por parches de bosques,
estrechos bosques de galeria o grupos aislados de árboles; mientras que el llano alto
constituye un habitat más pobre debido a que es seco y deficiente en coberturas
y alimentos. Sin embargo, se encontró que los hábitats de sabana, cujizales, bosques
de galerías y áreas cultivadas, ofrecen condiciones propicias para mantener
poblaciones del venado caramerudo en densidades relativamente altas, ya que les
proporcionan alimentos esenciales, potencialmente durante todo el año; así como una
amplia cobertura para protección y disponibilidad de agua, aun en la época de sequía.
Considerando el valor económico y estético del venado caramerudo, Profauna
(comunicación personal y Gaceta Oficial de la República de Venezuela Ns 3509),
resuelve permitir y estimular a partir de 1993 el aprovechamiento sustentable por
253
Cuadro 4. Indices técnicos del (Caiman crocodilus crocodilus) en condiciones
de zoocriadero
---------------------------------------------------------------------------
Huevos promedios por nido (n) 28
Tiempo de incubación (días) 71
º
Temperatura de incubación ( C) 30.5
Humedad de incubación (%} 90
Nacimientos (meses) octubre-diciembre
Eclosión por incubación artificial (%) 85-90
Tamaño al nacer (cm) 22
Peso al nacer (g) 45
Indice de crecimiento promedio en los primeros 12 meses*
(cm/mes) 3.5
Indice de crecimiento promedio en los primeros 12 meses,
ganancia diaria de peso (g/mes) 72
Longitud promedio alcanzada a los 12 meses* (cm) 65
Peso promedio alcanzado a los 12 meses (g) 900
Mortalidad hasta los 4 días de nacidos (%) 0.4
Mortalidad a los 12 meses (%) 3.5
----------------------------------------------------------------------------
*En base a longitud total (hocico-cola).
Fuente: Datos propios (no publicados).

medio de la cacería deportiva del mismo, en predios, hatos y fundos particulares. Previa
evaluación técnica de las poblaciones silvestres en dichas tierras, el Ministerio
(MARNR) concede un permiso que tiene la figura de terrenos experimentales
de caza. De esta manera, el dueño de hato se beneficiará a través de un canon de
arrendamiento de su tierra y por el cobro de los servicios que brinde dentro
del mismo (alojamiento, alimentación, baqueano, caballo, vehículo, etc.)-
Según Teer (1991) el canon de arrendamiento en el estado de Texas es de 10 USA
$/ha, pero muchas fincas incluyen dentro de este precio la cacería del venado
caramerudo y otras especies cinegéticas permitidas. Los cazadores, que
quieran disfrutar de este servicio deben ser miembros de la Federación de
Cazadores Deportivos de Venezuela, o de otra sociedad o club deportivo
254
debidamente acreditado y deben contar con un permiso de caza.
Profauna ha clasificado el venado caramerudo en cuatro grupos de individuos
discriminados de acuerdo a su etapa de desarrollo. El animal permitido para la caza
es del grupo cuatro, formado por machos adultos con carameras de cuatro puntas como
mínimo.
Venados clasificados dentro del grupo tres, formados por hembras adultas y
machos adultos con carameras de menos de cuatro puntas, sólo podrán ser cazados cuando
las investigaciones que se adelanten asi lo determinen. No se permitirá la cacería
de animales del grupo dos que son venados inmaduros o juveniles ya separados de
la madre de 1 a 1.5 años sin carameras, como tampoco los del grupo uno formado por
crias menores de un año y con pintas en la piel.
Con la finalidad de garantizar el manejo científico de la especie, el dueño del
hato deberá elaborar informes técnicos anuales de las poblaciones existentes y de
sus hábitats en el predio. Las medidas que se recomiendan para la preservación
y el fomento de las poblaciones y su habitat son: una vigilancia preventiva contra
la caza furtiva, actividades para la restauración y ampliación del habitat,
mantenimiento e incremento de las fuentes de agua, así como el fomento de los
recursos alimentarios. Con estas medidas se espera mantener un equilibrio dentro
de las poblaciones y perpetuar el aprovechamiento sostenible, asegurándose
indefinidamente los beneficios económicos que se deriven de este recurso natural.

5. La Actividad del Ecoturlsmo o Turismo Ecológico


La fauna silvestre, sobre todo de nuestros ambientes llaneros, tiene un
elevado potencial para el fomento del turismo. Por consiguiente, se puede
aprovechar su valor estético y recreativo para el desarrollo del turismo
organizado. Como elementos del paisaje, los animales forman parte de las bellezas
escénicas y proporcionan satisfacción a los admiradores de la naturaleza. La
posibilidad de observar los animales en sus propios ambientes atrae hacia los
trópicos a personas que en vez de portar armas, van provistas de binoculares,
cámaras fotográficas y de video, con el propósito de observar en su ambiente natural
las aves y otros animales silvestres. Esta actividad recreativa se hace cada día
más popular y atrae a los amantes de la naturaleza provenientes de otros países.
Este tipo de turismo recreativo y científico tiene mucha demanda por
255
parte de los norteamericanos y europeos aficionados a la ornitología, conocidos como
"bird watchers" u observadores de pájaros.
Esta actividad tuvo como precursores en Venezuela al Hato El Frío en el estado
Apure y el Hato Pinero en el estado Cojedes; actualmente se ha sumado a esta actividad
económica otras explotaciones ganaderas ubicadas sobre todo en los estados Apure,
Guárico, Cojedes, Barinas, Bolívar y Amazonas.
La fauna llanera y selvática del neotrópico, aun siendo menos sobresaliente y
espectacular que aquella de las sabanas africanas con su muy diversificada fauna
de ungulados, es bastante variada y menos conocida. Por otra parte, nuestros
bosques tienen características únicas y sus paisajes son realmente grandiosos. Por
lo tanto, en la implementación del turismo se debe aprovechar este importante
componente del patrimonio natural del país y usarlo racionalmente como fuente de
ingresos económicos alternativos {Mondolfi, 1976).
Para utilizar este inmenso potencial, es preciso inventariar el estado de la
infraestructura ecológica del hato o fundo ganadero interesado. La
infraestructura ecológica de un sector consiste en los procesos ecológicos y la
diversidad biológica que sustente. Por ejemplo, un hato debe ofrecer diversidad en
cuanto a su flora y fauna, como también en cuanto a los biotopos que lo forman.
Nada hacemos si nuestras tierras tienen bellísimos paisajes, pero hay ausencia de
animales silvestres o estos, por otro lado, son tan ariscos que no se dejan ver
fácilmente. Su densidad y comportamiento será adecuado, siempre y cuando el ganadero
implemente medidas conservacionistas hacia ellos.
Otro recurso natural renovable, que es de interés para el ecoturista y que se
encuentra en nuestras explotaciones ganaderas, es el ganado doméstico tipo cebú
y Criollo, que sobre todo para el turista europeo, constituyen especies exóticas
e interesantes. Aquí tampoco escapa el manejo que se les hace durante las vaquerías
rutinarias; Igualmente la cria del caballo a utilizar en los trabajos de ganadería.
Podemos seguir enumerando actividades de interés, como la pesca artesanal, la
acuicultura (cultivo de cachamas) y la cría en zoocriaderos de chigüires, babas y
otras especies, que constituyen también infraestructuras ecológicas de una
explotación ganadera interesada en este tipo de desarrollo económico.
Como último aspecto lógico a tomar en cuenta, no se debe olvidar el
desarrollo de la infraestructura necesaria para que una hacienda ganadera pueda
256
ser ventajosamente aprovechada con fines de turismo ecológico.

V. PERSPECTIVAS EN EL APROVECHAMIENTO DE LA FAUNA


SILVESTRE EN VENEZUELA
1. Proyectos Existentes y por planificar
Como se ha mencionado anteriormente, el ente internacional que toma las
medidas apropiadas sobre el comercio de la fauna silvestre es el CITES
(Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestre) cuya autoridad científica en Venezuela, designada por este organismo,
es el Servicio Autónomo de Fauna (Profauna) del Ministerio del Ambiente y de los
Recursos Naturales Renovables.
Las normas para que una especie sea usada comercialmente, dependen de su
ubicación en los Apéndices del CITES (Fergunson, 1990): Apéndice I: especies que están
en peligro de extinción, Apéndice II: especies vulnerables y Apéndice III: las que
no estando en peligro deben ser supervisadas en cuanto a su uso racional.
Uno de los proyectos que actualmente adelanta Profauna (comunicación
personal), está dirigido a promover el aprovechamiento de animales silvestres de
interés cinegético. El mismo, considerando las otras especies de cacería, tiene como
meta conservar y desarrollar fauna en todas las regiones ecológicas de Venezuela,
para poder realizar un aprovechamiento sostenible de este recurso.
En el país existen otras especies de alto valor cinegético que podrían
aprovecharse a través de la cacería deportiva en los terrenos de caza
seleccionados para tal fin. Entre las más importantes cabe destacar los báquiros
(Tayassu tajacu y T. pecari), el pato real (Cairina moschata), la perdiz sabanera
(Colinus cristatus), los patos del género Dendrocyngna sp. y diversas especies de
palomas. En el proyecto también se intenta implementar en estas tierras el manejo
de poblaciones de especies de la fauna, creando un área destinada para el
aprovechamiento de las mismas mediante el ejercicio de la caza y donde el cazador tiene
la posibilidad de practicar su deporte, y además puede contar con los servicios
de alojamiento en el fundo. Los beneficios económicos para el ganadero serían los ya
discutidos anteriormente en relación al aprovechamiento del venado caramerudo.
Las tierras privadas, en donde sus dueños han tomado conciencia y se
preocupan por el mantenimiento y el fomento de la fauna silvestre y sus hábitats
257
asociados, invierten recursos y tiempo en esta actividad de manejo a veces de manera
empírica, lo que ha permitido que las poblaciones se hayan recuperado. En ocasiones
estos ganaderos tienen la posibilidad financiera para hacer labores de guardería y
manejo, sin esperar un beneficio económico per ser, pero la gran mayoría no cuenta
con recursos financieros para ello. Por esta razón, se esta proponiendo una
alternativa de valorización económica del recurso para que se establezca planes de
manejo, y de esta manera este procedimiento sea adoptado masivamente. Uno de los
aspectos más importantes es permitir obtener beneficios económicos adicionales a
las actividades propias del hato. Además, se lograría que el deporte de caza fuera
accesible al hombre común, sustituyendo gradualmente la caza furtiva por la deportiva,
alcanzando asi uno de los objetivos más importantes en el manejo, cuantificar el
valor de los componentes del recurso y satisfacer la demanda de muchos cazadores
urbanos por áreas de caza exclusivas.
Otra política actual de Profauna para lograr la valorización de recursos, es
estimular el fomento de las actividades de cría en cautiverio de especies con
carácter experimental, por lo que considera oportuna la instalación de criaderos de
otras especies silvestres, además de la baba y el chigüire. Ya sea de animales
silvestres aptos para su uso como fuente de carne, marroquineria (manufacturas en
piel de lujo) y adornos (plumas, pieles, cueros) o como animales de compañía o
mascotas, no olvidándose también de los fines ecoturísticos.
Cualquier explotación ganadera interesada en este tipo de desarrollo, puede
presentar ante el Ministerio (MARNR) un proyecto avalado por un profesional
especializado. También, si ya se cuenta con alguna actividad empírica de cría en
cautiverio, se puede legalizar y adquirir el permiso de tenencia y funcionalidad
experimental, y si resulta factible y rentable, se obtiene, a mediano plazo provecho
económico de tal actividad.
Las especies que se nombran en los capitules siguientes tienen buenas
perspectivas de ser criadas en zoocriaderos, inclusive pueden ser manejadas algún día
por medio de la silvicultura y el rancheo. Algunos nombres científicos de las especies
enumeradas fueron consultados en Gremone et al. (s.f.) y Phelps y Schavensee (1979).

2. Psittacidos
Loros, guacamayas y pericos tienen buena aceptación como animales mascotas
258
o de compañía, siendo un producto de exportación cotizado, las especies
recomendables serian:
Guacamaya bandera (Ara macao)
Guacamaya roja (Ara chloroptera)
Guacamaya azul y amarilla (Ara ararauna)
Guacamaya maracaná (Ara severa)
Loro real (Amazona ochrocephala)
Loro burrón (Amazona farinosa)
Loro guaro (Amazona amazónica)
Loro carazul (Amazona dufresniana)
Cotorra cabeziazul (Pionus menstruus)
Periquito (Forpus passerinus)
Periquito ojiazul (Forpus conspicillatus)
Periquito obscuro (Forpus sclateri)

3. Aves de Ornato y Canoras


El ave más cotizada para los canaricultores es nuestro cardenalito
(Carduelis cucullata), el cual está prácticamente extinto en su ambiente natural
(IUCN, 1988), existiendo en cambio varios criadores tanto aqui en el país, como en
el extranjero.
Otras aves que pudieran ser utilizadas racionalmente por medio del manejo
silvícola o ser criadas en cautiverio para su venta al detal, son entre las más
conocidas y cotizadas por su belleza fenotipica y su canto las siguientes.
Cardenal bandera alemana (Paroaria gularis)
Cardenal coriano (Cardinalis phoenicius)
Turpial (Icterus icterus)
Moriche (Icterus chrysocephalus)
Gonzalito real (Icterus auricapillus)
Arrendajo (Cacicus cela)
Querrequerre (Cyanocorax yncas)
Tucanes (Ramphastos sp.)
Tilingos (Pteroglossus sp.)
259
4. Serpientes
La tragavenado macaurel o boa (Boa constrictor), es relativamente
accesible para su cria en cautiverio, es un animal que se exporta como mascota. En
Colombia y Centro América existen varios zoocriaderos.
La anaconda o culebra de agua (Eunectes murinus) aparentemente tiene buenas
perspectivas para ser criada en cautividad como producto de mascota y
aprovechamiento de su piel para la marroquineria y la industria de tenería.
Actualmente Profauna mantiene un zoocriadero experimental en el estado Guárico.

5. Tortugas
Un animal cuya cria en cautiverio resulta muy interesante es el morrocoy, el
sabanero (Geochelone carbonaria) y el montañero (Geochelone denticulata), son
reptiles muy cotizados en el exterior como mascotas. Son animales prolíferos, si se
toma en cuenta que la hembra pone un promedio de cuatro huevos hasta tres veces al
año, con un tiempo de incubación de 5 y 7 meses (Castaño y Lugo, 1981).
El galápago llanero (Podocnemis vogli) es una tortuga de agua que pudiera ser
utilizada a mediano plazo por medio del rancheo, para el consumo de su carne
exclusivamente, el manejo pudiera ser parecido al de la baba.
La tortuga arrau (Podocnemis expansa) conocida también como tortuga del
Orinoco, a largo plazo pudiera ser cosechada también por medio del rancheo. Pero
primero hay que aumentar sus poblaciones silvestres, ya que es una especie en peligro
de extinción (IUCN, 1982). Actualmente Profauna y FUDECI (Fundación para el Desarrollo
de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales), llevan proyectos de investigación
de cria en cautiverio, liberan los juveniles a su medio ambiente natural, que es el
río Orinoco y sus afluyentes, después de un año de ser mantenidos en zoocriaderos.

6. Cocodrilos
Nuestro famoso caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius), que fue
prácticamente borrado de los ríos llaneros, por su explotación irracional entre
1930 y 1960 por parte de empresas y tenerías francesas. Es un animal que está en el
Apéndice I del CITES y en peligro de extinción (IUCN, 1982). Por lo tanto, su
utilización racional no está permitida actualmente. Pero a largo plazo es una
especie que tiene buenas probabilidades de tomarse en cuenta para el uso
260
comercial de sus cueros y carne, siempre y cuando se. logre un resultado positivo de
los esfuerzos conservacionistas que se hacen en los actuales momentos. Su piel está
catalogada como una de las de mejor calidad para la curtiembre de artículos de "lujo.
El caimán de la costa (Crocodylus acutus), lo encontramos en Venezuela en las
zonas del Lago de Maracaibo y algunos rios y lagunas a lo largo de las costas
venezolanas. Para esta especie se pueden utilizar los mismos términos que para el
caimán del Orinoco, siendo también un recurso con buenas perspectivas, a largo plazo,
para ser utilizada comercialmente por medio de la cría en cautiverio.

7. Lagartos
La iguana (Iguana iguana) es el lacertilio más grande de Venezuela, ya que un
adulto alcanza a medir más de un metro y medio de longitud con pesos mayores a los
4 kg (Allen y Oftedal, 1990). Los huevos son muy cotizados en el país, como también
su carne, la cual es exquisita y de valor nutritivo superior al de la gallina, el
cerdo y la res, ya que presenta poca grasa y contiene proteínas de alta calidad.
Internacionalmente son cotizadas las crías de 7 cm de tamaño, como mascotas. En
Colombia y Centroamérica hay zoocriaderos con estos fines, también aqui en Venezuela
se está comenzando con tal actividad.
En cautiverio una hembra pone una vez al año entre 30 y 40 huevos, que son
incubados durante 75 días (Pabón 1993).
Otra opción sería su aprovechamiento para el consumo de la carne por medio del
manejo silvícola, que racionalmente sería lo mejor ambiental, económica y
socialmente. Ecológicamente, la cría en cautiverio disminuye la presión de la
población sobre las iguanas, facilitándoles la reproducción en su ambiente, y de paso
permitiéndose que puedan repoblarse con ejemplares del zoocriadero.
El otro lagarto cuya piel es de una excelente calidad para la curtiembre y
para utilizarse en los utensilios de la marroquineria de lujo es el mato de agua
(Tupinambís nigropunctatus). Su uso debería manejarse por medio de la cría en
cautiverio, ya que sus densidades en el ambiente no son muy altas.

8. Artiodactilos
El venado caramerudo o colablanca (Odocoileus virginianus) tiene muchos
beneficios cuando se cría en corrales. Se adapta muy bien a las condiciones de
261
cautiverio, siempre y cuando se cumplan las técnicas de manejo de esta especie. Es
herbivoro, su tasa reproductiva es de 1.5 crias/año, el rendimiento en canal está
entre 50 y 60 %, y a los 2 años puede alcanzar un peso de 40 kg apto para el beneficio,
su carne es magra y muy cotizada en los restaurantes (Lander, 1991). Su cuero es
de buena calidad y es buscado para artículos de artesanía. Su caramera es un articulo
de adorno, pero también tienen otra utilidad. En los países asiáticos, las hormonas
masculinas que se encuentran concentradas en el vello (cacho peludo) de las
carameras son muy cotizadas, ya que sirven como medicina fortificante y
afrodisíaca. Halternorth (1979) describe que en siglos pasados los campesinos rusos
de Siberia y Kasachstan, cazaban e inclusive criaban en corrales al ciervo Sika y
Dybowski, vendiendo a los chinos bultos de carameras no maduradas o peludas como
remedios estimulantes. Hoy en día en cambio, en granjas de Nueva Zelandia y China
con ciervos de géneros Cervus sp., obtienen del vello su sangre que se usa seca con
fines medicinales (Trebbau, 1991).
El manejo en cautiverio o en granjas del venado caramerudo, necesita de un
buen plan sanitario, ya que es susceptible a todas las enfermedades del ganado vacuno,
caprino y ovino.
El báquiro de collar, cinchado o chácharo (Tayassu tajacu) también es una
especie sumamente interesante a considerar a corto plazo para su cría, ya que se
mantiene fácilmente en cautiverio. Según podemos extraer de las investigaciones de
Bodmer et al. (1987) realizadas en el Perú, también es una especie eficiente.
Beneficiado y eviscerado, rinde un 60 % de su peso total, con un promedio de 15
kg/canal. Perú es uno de los pocos países que tiene permiso de exportación de cueros
de báquiros. Según el autor, el comercio internacional de pieles de pécaris es
considerable, tiene un valor alto en este mercado, son utilizadas en la confección
de guantes, zapatos y bolsas de mano. Su carne es muy cotizada en los restaurantes.
Son muy fáciles de criar. Después de una preñez de 5 meses paren de 2 a 4 crías,
su alimentación se basa en alimento concentrado, yuca, maíz, cambur, pasto y
suplementos minerales. El éxito económico del sistema depende fuertemente de los
costos de alimentación, de mantenimiento y del plan sanitario.

9. Roedores
La lapa (Agouti paca), cuya carne se consume clandestinamente en Venezuela
262
se considera una gran exquisitez. En Costa Rica hay varios zoocriaderos
experimentales con fines de consumo humano. Esta especie tiene una desventaja para
su cria en cautiverio con fines comerciales, ya que su tasa reproductiva es baja.
Después de una preñez de 114 días pare una sola cría y en algunas pocas ocasiones
hasta dos. Una lapa adulta pesa de 6 a 12 kg y puede rendir por canal hasta 6 kg de
carne, la cual también es muy cotizada en los restaurantes, siendo esto una ventaja
a tomar en cuenta para cualquier proyecto de zoocria (Pashow y Matamoros, 1990).
No se nos debe olvidar el picure o acure (Dasyprocta sp.), que tiene las mismas
cualidades culinarias y de palatabilidad que la carne de lapa. Pashow y Matamoros
(1990) describen de este animal, criado en cautiverio, lo siguiente: a pesar de
tener un peso corporal menor de 5 kg pare entre 2 a 4 crías, después de una gestación
de 103 días. El picure es más fácil de criar en cautiverio que la lapa, es diurno,
menos exigente en cuanto al territorio o habitat y en su alimentación.
Ambas especies necesitan un buen plan sanitario, ya que son muy sensibles a
parásitos intestinales, que pueden acabar con una población cautiva en pocos días.
El piro-piro (Hydrochaeris isthmius) o chigüire de la región del Lago de
Maracaibo, a pesar de ser de menor peso que el chigüire llanero, presenta las mismas
bondades zootécnicas. Sería conveniente por lo tanto, considerarlo para su
producción en condiciones de cría en cautiverio en el estado Zulia. Se cuenta con el
pié de cria en el ambiente natural en algunas haciendas ganaderas de la región.

VI. REFLEXIONES FINALES


Los animales domésticos no constituyen una clasificación aparte de la fauna.
Son todos aquellos extraídos de sus ambientes primarios o silvestres y que en mutua
dependencia con el hombre le acompañan resolviendo innumerables problemas de
supervivencia. El ser humano ha adaptado a estos animales a sus propios
fines: alimentación, vestido, transporte, trabajo, materia prima, comercio,
protección y entretenimiento. Ellos representan un número sorprendentemente
pequeño de las especies que integran la naturaleza, ya que casi la totalidad
permanece fuera de nuestra esfera doméstica.
263
Las especies que por su utilidad económica y como compañia, están sometidas al
hombre, comprenden: ganado vacuno, ovino, caprino, caballar y asnal, porcinos,
camélidos, elefante de la india, búfalo y yack, reno, conejo, zorro, perro, gato, cuy,
ratas y ratones como animales de laboratorio, a veces también monos y ranas.
Entre las aves se incluyen: gallinas, pavos, patos, gansos, canarios y
palomas. De los insectos: abejas, gusanos de seda, cochinilla (usos de medicina), otros
insectos como la mosca del roció o Drosophila y la polilla de la harina, son utilizados
para investigaciones genéticas. En Europa se criaban anteriormente las sanguijuelas
de uso terapéutico.
Como publica Maraven (sin fecha), todo esto quiere decir que de más de
6000 clases de mamiferos, sólo una veintena ha sido domesticada, seis de las
aproximadamente 8600 especies de aves y tres de unas 850 000 especies de insectos.
Conocemos de muchas de ellas la utilidad económica, terapéutica y estética que nos
puedan brindar en un futuro cercano.
Venezuela como país tropical tiene un gran potencial genético sobre todo en
especies de aves, reptiles e insectos. No debemos desperdiciar la ocasión de
protegerlas para que nos brinden todos los beneficios que necesitamos para nuestro
bienestar. Por otra parte, la fauna y flora silvestres de Venezuela se caracteriza
por una gran biodiversidad y también por la existencia de especies en vía de extinción
y otras que existen solamente en este país. Gran parte de estos animales silvestres
viven en las tierras dedicadas a la ganadería y agricultura. No se disputa al
productor el derecho que tienen de vivir de sus tierras, pero él también tiene
responsabilidad moral frente a la humanidad en general y su país en particular, de
conservar la biodiversidad dentro de sistemas agropecuarios racionales que no dañen
demasiado el ecosistema.
Estas reflexiones nos llevan a una importante opinión de Batalla C. (1991)
poniendo en claro que nuestra mayor riqueza se encuentra en los recursos naturales
renovables de nuestro territorio. No son nuestros ganados ni nuestras cosechas la
mayor riqueza de nuestros hatos. Son el ambiente natural, la flora y la fauna
autóctona los elementos que les confieren ese gran valor que se prolonga y se
incrementa continuamente. Es por esta razón que los ganaderos y agricultores tienen
una gran responsabilidad en materia de conservación.
El camino debe ser el trabajo conjunto de los productores pecuarios, con
los comerciantes, los industriales y los profesionales de la conservación,
264
creando incentivos económicos y otras alternativas de producción en las
explotaciones ganaderas, buscando fuente de ingresos económicos tan necesarios en
estos tiempos de crisis.
Venezuela es un país que conserva todavía grandes extensiones vírgenes, las zonas
intervenidas en cambio, como los hatos que manejan su ganadería en forma extensiva
y/o semiextensiva, cuentan con hábitats y poblaciones de animales silvestres.
Promoviendo el uso sustentable de estas especies salvajes, se lograría una
herramienta para conservarlas a ellas y a los ecosistemas, de los cuales son parte,
igual que a nosotros el Homo sapiens.
265
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