Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/315761513
CITATIONS READS
2 2,648
1 author:
Ernesto O. Boede
Fundación para el desarrollo de las ciencias físicas, matemáticas y naturales
136 PUBLICATIONS 137 CITATIONS
SEE PROFILE
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Ernesto O. Boede on 03 April 2017.
EDITORES
D. PLASSE, N. PEÑA DE BORSOTTI Y J. ARANGO
MARACAY
VENEZUELA
1994
235
IMPORTANCIA, PRESERVACIÓN Y APROVECHAMIENTO DE LA
FAUNA SILVESTRE EN EXPLOTACIONES GANADERAS
Ernesto 0. Boede
Agropecuaria Puerto Miranda C.A.
San Fernando de Apure
I. INTRODUCCIÓN
En las décadas de los sesenta y los setenta se presentaron conflictos entre
aquellos que querían conservar la tierra y aquellos que la deseaban para suplir las
necesidades inmediatas. Los grandes intereses económicos no relacionaban la parte
conservacionista con la parte productiva. Con estas ideas, que todavía prevalecen
en parte hoy en día, la rica y variada fauna de los continentes tenía poca probabilidad
de sobrevivir, si se tomaban únicamente los esquemas de producción de los países
occidentales con animales domésticos convencionales (Hoogesteijn, 1978). Los
argumentos científicos y estéticos tenían poco peso en la actual situación de la
humanidad, al igual que las leyes protectoras. Los únicos argumentos respetados eran
los económicos.
La forma más fácil de producir más carne, sin duda era la explotación de los
animales domésticos en forma más amplia e intensiva. Las especies silvestres tenían
como única importancia ser una fuente gratuita de proteínas para los cazadores
rurales y deportivos, y un factor de ingresos económicos por la explotación
irracional de sus cueros, pieles, plumas, carne, cuernos y como animales de
compañía.
Abriéndose camino en este mar de conflictos venían trabajando la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales
(UICN), así como también el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). En 1973 se
firma en Washington, USA, la Convención sobre Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), que entró a regir en Venezuela, como
ley aprobatoria, a partir de 1976. En nuestro país, el ente gubernamental que regula
la utilización racional y sostenida del recurso fauna silvestre es el Servicio
Autónomo de Fauna (PROFAUNA), adscrito al Ministerio del Ambiente y los Recursos
Naturales Renovables (MARNR). El principal objetivo de la política actual,
236
definido por Quero de P. (1987), es asegurar la preservación de las poblaciones de
animales salvajes en el óptimo compatible con las necesidades de la nación
Venezolana del presente y del futuro. Este enunciado incluye, la preservación de los
animales silvestres aprovechables, por medio de un manejo racional, y la defensa
de aquellas especies, que aun no teniendo interés o valor como recurso económico,
son importantes como componentes del paisaje y la cultura del país, de sus ecosistemas
y como reservorios de la diversidad genética de la fauna mundial. Igualmente este
concepto implica, la preservación de hábitats adecuadamente distribuidos en el
territorio, y su protección contra la contaminación y otros factores de deterioro;
todo ello constituye la reiteración del hecho de que los objetivos de las políticas
ambientales especificas, forman parte inseparable de los objetivos de la política
ambiental global.
Es también un objetivo de la política de conservación de la fauna silvestre,
el aprovecharla racionalmente logrando rendimientos máximos sostenidos por medio de
su utilización como recurso alimenticio, recreativo y por tanto económico (Méndez
y Quero de P. 1991).
Constituye pues un objetivo lograr la valorización y el desarrollo económico
del recurso fauna silvestre, a fin de que se incorpore lo más pronto posible al
crecimiento económico nacional, tanto por la producción directa de bienes y
servicios, como por el fomento en el país de actividades comerciales e industriales
conexas y relacionadas, así como por la generación de empleos.
Raven (1992) resume en su publicación la estrategia global para la
biodiversidad, basada en las pautas de acción para salvar, estudiar y usar en forma
sostenible y equitativa la riqueza biótica de la tierra.
La biodiversidad puede dividirse en tres categorías: los genes, las especies
y los ecosistema. Por diversidad genética se entiende la variación de los genes
dentro de especies. Esto abarca poblaciones determinadas de la misma especie, como
ejemplo se pudiera nombrar las miles de variedades tradicionales de arroz de la
India, o la variación genética de una población, que es muy elevada entre los
rinocerontes de la India, y muy escasa entre los gorilas de montaña de Uganda y
Ruanda en África. Estas medidas se aplican hasta hace poco a las especies y
poblaciones domesticadas conservadas en zoológicos o jardines botánicos, pero las
técnicas se aplican cada vez más a las especies silvestres.
Por diversidad de especies se entiende la variedad de estas existentes en
237
una región, en otras palabras la riqueza en especies de una zona.
La diversidad de ecosistemas, podría definirse como la variedad de las
comunidades de plantas, animales, hongos, microorganismos y el medio ambiente no
viviente vinculado con ellos, que los transforma en una unidad ecológica.
Raven (1992) aconseja, tomar en cuenta muchas otras expresiones de la
biodiversidad, entre ellas figuran la abundancia relativa de las especies, la
estructura de edades de las poblaciones, la estructura de las comunidades en una
región, la variación de la composición y la estructura de las comunidades a lo largo
del tiempo, y hasta procesos ecológicos tales como la depredación, el parasitismo
y el mutual ismo. En forma más general, para alcanzar metas específicas de manejo
suele ser importante examinar no solo la diversidad de composición de genes,
especies y ecosistemas, sino también la diversidad de la estructura de los
ecosistemas.
En este trabajo se analizará las explotaciones ganaderas venezolanas, que
obligatoriamente están involucradas en toda esta problemática ya mencionada,
teniendo que tomar en cuenta no sólo la fauna sino también la flora silvestre que en
conjunto constituyen recursos naturales renovables imprescindibles para nuestro
país.
Es por lo tanto la obligación de un profesional pecuario, como yo, informar a
los ganaderos, profesionales y técnicos sobre la estrategia para el futuro de la
vida ubicado por la UICN, PNUMA y WWF (1991), en la cual se confirma la preocupación
generalizada a nivel mundial, de que la humanidad debe vivir dentro de los limites
de la capacidad de carga de la tierra. No existe otra posibilidad racional a largo
plazo, y si no aprovechamos los recursos de la tierra de manera sostenible y prudente,
le estamos arrebatando su futuro a la humanidad. Debemos adoptar estilos de vida
y pautas de desarrollo que respeten los limites de la naturaleza y se desenvuelvan
dentro de esos limites. Esto se puede lograr sin rechazar los numerosos beneficios
que ha traído consigo la tecnología moderna, a condición de que la propia tecnología
se atenga a dichos limites.
A causa de nuestro estilo de vida actual, la civilización está en peligro. Las
5 300 millones de personas que viven actualmente, y en especial los 1 000
millones que habitan en los países más opulentos, están utilizando los recursos
naturales de manera equivocada y ejerciendo presiones extremas sobre los
ecosistemas del globo terráqueo. La población mundial podría duplicarse en 60
238
años, y en tal caso la tierra no podrá sustentar a todos, a menos que se reduzca el
derroche y la extravagancia y se establezca una alianza más abierta y equitativa.
Aun asi, la probabilidad de una vida satisfactoria para todos seguirá siendo remota
si no bajan radicalmente las actuales tasas de crecimiento demográfico.
Nuestro nuevo enfoque deberá satisfacer dos requisitos fundamentales. Uno es
lograr un compromiso profundo y generalizado con una nueva ética, la ética para
vivir de una manera sostenible, y materializar sus principios en la práctica. El
otro consiste en integrar la conservación y el desarrollo que permite a todo el
mundo disfrutar de una vida prolongada, saludable y satisfactoria.
No podemos tapar el sol con un dedo o escondernos como el avestruz ante los
problemas que tenemos y los que se nos avecinan. Con el avance de nuestra
civilización ha nacido toda una gama de actividades científicas, técnicas,
comerciales y humanitarias para mantener con buena salud a los animales
domésticos. Los múltiples peligros y enfermedades a los cuales está expuesto este
recurso y los problemas y costos para contrarrestarlos, aumentan sensiblemente
cuando las condiciones generales del medio muestran penuria por el decaimiento de
los recursos naturales renovables: agua, suelo, vegetación y fauna. La escasez que
a menudo muestran algunas regiones llega a impedir totalmente la tenencia de
animales de cría, fuente de alimentación humana.
2. Sabanas
Estos ecosistemas conformados por estratos herbáceos y algunos elementos
leñosos y que predominan en los estados llaneros, son considerados por la mayoría de
los campesinos y productores como sitios de poca productividad. No se toma en cuenta
que los pastos naturales son aprovechados eficientemente por los herbívoros
silvestres como el venado caramerudo y el chigüire. Dependen también de estos
ecosistemas, especies animales como los pequeños carnívoros, el zorro común y el
cunaguaro, las aves de rapiña diurnas y nocturnas como los gavilanes, halcones,
lechuzas y mochuelos, depredadores por excelencia de los animales que causan
conflictos y problemas en el medio rural, como los pequeños roedores y serpientes
venenosas. Muchos pastizales naturales bien manejados, controlando la carga animal,
son excelentes, también para los bovinos.
Es importante resaltar el valor económico de los pastizales naturales como
recursos alimenticios de la ganadería de carne en Venezuela. Debemos distinguir
entre los pastizales cultivados o potreros de pastos artificiales y los
pastizales naturales.
Aunque los principios ecológicos generales y los sistemas o técnicas para el
manejo de las dos clases de cubierta herbácea son aplicables en ambos casos, se hace
necesario disponer de la información obtenida a través de la investigación y la
práctica, para el manejo específico de cada tipo de pastizal. Es necesario delimitar
los potreros o lotes de pastos con cercas, en forma que permita establecer sistemas
de pastoreo controlado. Distribuir adecuadamente los abrevaderos, implementar
manejos de quema controlada evitándose de esta manera sus efectos ecológicos
detrimentales para la vegetación y los suelos, las carencias minerales y de otros
nutrientes esenciales para la salud, la eficiencia reproductiva y el crecimiento de
los bovinos. Los tratamientos mecánicos a los pastizales también deben ser aplicables
con técnicas adecuadas, asimismo, se debe
241
conservar los excedentes forrajeros por medio del ensilaje o de la henificación de
los pastos. Con todos estos programas se mejoraría la utilización sostenida de las
sabanas con pastizales naturales (Huber, 1987).
Olvidemos la mentalidad anticuada de que nuestras sabanas son ecosistemas
degradados, casi inservibles en su estado natural y de querer transformarlas lo más
pronto posible en entidades más útiles y productivas para nuestros fines.
Huber (1987) también recuerda que más de 1/3 parte de la superficie
venezolana está cubierta con sabanas extensivas y otros tipos de vegetación herbácea
y que están disponibles principalmente en la región de los llanos como un recurso
alimenticio natural para la ganadería vacuna de carne.
3. Bosques y Selvas
Estos cobertizos forestales abiertos y cerrados, conocidos en los llanos como
matas y bosques de galería, y en las laderas de las cordilleras y galeras como bosques
del pie de monte, han sido deforestadas en gran escala entre lo años 60 y 70 (Perichi,
1990). También están involucradas aquí las selvas lluviosas de los estados Barinas,
Apure, Amazonas, Bolívar, Delta Amacuro y Zulia.
La causa principal de la deforestación ha sido la conversión en potreros, a veces
con una corta fase intermedia de agricultura, a menudo precedida por la explotación
maderera. Asimismo ha sido un factor significativo de especulación para acaparar
tierras, lo que ha sido posible en gran parte debido a la construcción de caminos,
carreteras, y a la posibilidad de conseguir generosos créditos y otros incentivos.
No es el propósito de este trabajo, explicar detalladamente las funciones
ecológicas de estos ecosistemas, pero hay que señalar los efectos más destacados del
bosque como elemento protector de suelos, aguas, fauna silvestre, generador de
oxígeno, regulador del microclima de regiones circundantes y también del clima global.
Ahora bien, como opina Mondolfi (1980), el bosque por su sola existencia ya es
protector y por ello es deseable, para incrementar los beneficios que derivan de este
recurso natural, que este integrado por árboles que dentro de su ciclo vital aportan
bienes tangibles tales como: madera, frutos, semillas y látex. A medida que progresen
las investigaciones aportarán también otros alimentos, extractos para medicinas
y perfumes.
242
Mondolfi (1976) dice, "que los animales salvajes que habitan en él
perennemente o parcialmente son propensos para el aprovechamiento racional y
sostenido y que pudiéramos denominar "Explotación Ganadera de la Caza Mayor", y en
los cuales encontramos las especies como el báquiro de collar Tayassu pecari, la danta
Tapirus terrestris, los venados matacanes Mazama americana y N. gouazoubira, el
venado caramerudo Odocoileus virginianus, inclusive el chigüire Hydrochaeris
hydrochaeris".
4. Agua
UICN, PNUMA y WWF (1991) opinan que el agua dulce va a ser en los próximos años
el problema ambiental y político más decisivo con que se enfrentará la humanidad.
En comparación con los conflictos originados por el agua, los que hasta ahora hemos
conocido en torno a los territorios y al petróleo parecen de importancia secundaria.
La capacidad de resolver esos conflictos puede ser tan importante como la hidrología
y la ingeniería para garantizar el futuro abastecimiento de agua a los seres humanos.
Igual que ocurre con otros problemas del ambiente, el agua es solo un hilo de una
compleja trama, un hilo que no puede comprenderse ni manejarse aislado de los demás.
En Venezuela, tenemos agua en abundancia. En nuestras zonas clásicas ganaderas que
son todos los llanos al norte del río Orinoco, encontramos abundantes humedales
(cuerpos de agua), como lagunas, caños, morichales, esteros, bajíos, préstamos y ríos
que cruzan de norte a sur y de oeste a este las vastas llanuras. Está demás mencionar
el potencial de agua que encontramos en las sabanas del sur del Orinoco, como también
en la región del sur del Lago de Maracaibo.
Con excepción de algunos problemas locales restringidos, la ganadería en
Venezuela no sufre de sed en los meses de sequía o verano. Las mejoras en hidrología
y la ingeniería que se aplique ahora deben tener en cuenta las consecuencias del
futuro, para que no sean nefastas. Estamos a tiempo. Debemos tener claro que más
allá de los limites de la hidrología local o regional, hoy sabemos que el clima y
la situación metereológica guardan estrecha relación con los sistemas de utilización
del agua y del aprovechamiento de la tierra, y con las actividades humanas (Unesco,
citado por Lagoven, 1993).
En líneas generales, las explotaciones ganaderas de los llanos altos deben
tomar en cuenta lo siguiente. Sus recursos hídricos deben ser objeto de manejo,
243
utilizando como unidades a las cuencas hidrográficas, como son los manantiales,
quebradas y ríos de las galeras y cordilleras montañosas. Los bosques de galería,
bosques premontanos y las selvas nubladas son esenciales para estos acuiferos y no
deben ser talados.
En los llanos bajos e inundables el problema radica en la construcción de
tapas, diques y compuertas que interrumpen el flujo normal de los caños, también juegan
un papel negativo los terraplenes edificados en los sitios de inundaciones periódicas
de las sabanas. Con esto interrumpimos el ciclo biológico de la reproducción de la
mayoría de los peces, los cuales hacen sus migraciones anuales rio arriba entrando
a las sabanas inundables para el desove y el engorde de sus alevines. Esta práctica
impide también la fertilización natural de las sabanas por medio de los sedimentos
depositados durante las inundaciones periódicas de los grandes ríos, caños y
morichales (Huber, 1987). En la actualidad pareciera que no causa problema alguno,
pero a mediano y largo plazo si lo hará.
La conservación de especies acuáticas reviste importancia económica, ya que
además de ser un elemento esencial para conservar la diversidad biológica, es un factor
importante para el desarrollo sostenible de los ingresos económicos de las comunidades
rurales locales y de los hatos de la zona en cuestión.
Un problema que viene ganando en importancia en las zonas rurales y
agropecuarias del campo venezolano, es la contaminación de los humedales o
ecosistemas acuáticos por descargas de desechos industriales y domésticos. Se
recalca otra vez aquí la contaminación por el uso indiscriminado de los pesticidas,
herbicidas y fertilizantes que, además de originar efectos letales sobre la biota,
ocasionan la degradación de los hábitats.
Hay que enfatizar no únicamente la importancia económica de la ictiofauna o
población piscícola de nuestros acuiferos llaneros, sino también el gran
potencial para la utilización sostenida y las economías locales que representan en
la actualidad, la baba (Caiman crocodilus), el chigüire (Hydrochaeris
hydrochaeris), a mediano plazo las tortugas galápagos (Podocnemis vogli), y a largo
plazo la tortuga arrau (Podocnemis expansa) y el caimán del Orinoco (Crocodylus
intermedius).
Muchas de las ideas aqui plasmadas sobre los ecosistemas acuáticos pueden ser
revisadas y ampliadas en National Geographic (1993).
244
IV. ESPECIES DE LA FAUNA SILVESTRE SOMETIDAS AL
APROVECHAMIENTO EN VENEZUELA
1. Aspectos Generales
Es importante tener clara la definición de manejo de fauna silvestre, que es el
uso de la tierra para obtener cosechas sostenidas de animales salvajes.
Aquí se establecerían tres aspectos fundamentales, estrechamente
relacionados:
- Considerar la protección de las especies para poder asegurar su
recuperación y crecimiento.
- Proteger el habitat de las especies de modo que estas puedan desarrollar
su potencial biótico.
- Asegurar un aprovechamiento sostenido para satisfacción de las necesidades
que la sociedad ha establecido en relación al recurso.
Hace mucho tiempo que en Venezuela se viene utilizando los animales
salvajes por medio de la caza de subsistencia y la caza deportiva. En los últimos
diez años en cambio se viene utilizando también por medio del
aprovechamiento sostenido con una finalidad comercial y de ecoturismo.
2. Caza de Subsistencia
Esta actividad se caracteriza por ser una fuente de alimentación de la
población rural y los grupos aborígenes del país. La necesidad de utilizar los
animales montaraces como fuente de proteína, es el motivo de la tradicional caza de
subsistencia; frecuentemente practicada por los habitantes de regiones rurales de
escasos recursos económicos que necesitan abastecerse de carne para complementar
la deficiente dieta que les proporciona la muy poco diversificada producción agrícola
del conuco. Los animales más explotados son el venado caramerudo (Odocoileus
virginianus), el chigüire (Hydrochaeris hydrochaeris), la lapa (Agouti paca), el
picure (Dasyprocta sp.), el báquiro (Tayassu sp.), el venado matacán (Mazama sp.),
el cachicamo (Dasypus sp.), la danta (Tapirus terrestris), la pava de monte (Penelope
purpurascens), el paují de copete (Crax daubentoni), la poncha (Crypturellus sp.),
el morrocoy (Geochelone sp.), la iguana (Iguana iguana) y la tortuga galápago
(Podocnemis vogli) (Mondolfi, 1976).
Una alternativa para campesinos y cazadores de subsistencia, sería como lo
demuestran países que han tenido éxito en la conservación de sus especies
245
cinegéticas (aptas para la caceria) la necesidad que el poblador rural que deriva
beneficios de la caza de subsistencia y de la furtiva, obtenga iguales o mayores
ventajas de la sustitución de tales actividades, por la caceria deportiva. Esta
es una situación estrechamente asociada con la valorización de la fauna silvestre
y con la participación de los dueños de hacienda incluido el Estado {Profauna,
comunicación personal).
3. Caza Deportiva
La fauna silvestre es la base de la caza deportiva, importante actividad
recreativa que, correctamente practicada proporciona esparcimiento a numerosas
personas amantes de la naturaleza y de las actividades al aire libre. Además de
constituir una importante fuente de recreación para la ciudadanía, genera
sustanciales beneficios económicos al comercio turístico. Entre las especies más
importantes encontramos, la perdiz (Colinus cristatus), la paloma (Columbina sp.),
nuestras dos especies de báquiros (Tayassu sp.), la becazina (Gallinago sp.), el
pauji de copete (Crax daubentoni), el pato guiriri (Dendrocygna autumnalis), el
pato real (Cairina mochata), el conejo sabanero (Silvilagus floridianus), el venado
caramerudo (Odocoileus virginianus) y el venado matacán (Mazama sp.) entre otros
(FEA-MARNR, 1981; Mondolfi, 1976).
medio de la cacería deportiva del mismo, en predios, hatos y fundos particulares. Previa
evaluación técnica de las poblaciones silvestres en dichas tierras, el Ministerio
(MARNR) concede un permiso que tiene la figura de terrenos experimentales
de caza. De esta manera, el dueño de hato se beneficiará a través de un canon de
arrendamiento de su tierra y por el cobro de los servicios que brinde dentro
del mismo (alojamiento, alimentación, baqueano, caballo, vehículo, etc.)-
Según Teer (1991) el canon de arrendamiento en el estado de Texas es de 10 USA
$/ha, pero muchas fincas incluyen dentro de este precio la cacería del venado
caramerudo y otras especies cinegéticas permitidas. Los cazadores, que
quieran disfrutar de este servicio deben ser miembros de la Federación de
Cazadores Deportivos de Venezuela, o de otra sociedad o club deportivo
254
debidamente acreditado y deben contar con un permiso de caza.
Profauna ha clasificado el venado caramerudo en cuatro grupos de individuos
discriminados de acuerdo a su etapa de desarrollo. El animal permitido para la caza
es del grupo cuatro, formado por machos adultos con carameras de cuatro puntas como
mínimo.
Venados clasificados dentro del grupo tres, formados por hembras adultas y
machos adultos con carameras de menos de cuatro puntas, sólo podrán ser cazados cuando
las investigaciones que se adelanten asi lo determinen. No se permitirá la cacería
de animales del grupo dos que son venados inmaduros o juveniles ya separados de
la madre de 1 a 1.5 años sin carameras, como tampoco los del grupo uno formado por
crias menores de un año y con pintas en la piel.
Con la finalidad de garantizar el manejo científico de la especie, el dueño del
hato deberá elaborar informes técnicos anuales de las poblaciones existentes y de
sus hábitats en el predio. Las medidas que se recomiendan para la preservación
y el fomento de las poblaciones y su habitat son: una vigilancia preventiva contra
la caza furtiva, actividades para la restauración y ampliación del habitat,
mantenimiento e incremento de las fuentes de agua, así como el fomento de los
recursos alimentarios. Con estas medidas se espera mantener un equilibrio dentro
de las poblaciones y perpetuar el aprovechamiento sostenible, asegurándose
indefinidamente los beneficios económicos que se deriven de este recurso natural.
2. Psittacidos
Loros, guacamayas y pericos tienen buena aceptación como animales mascotas
258
o de compañía, siendo un producto de exportación cotizado, las especies
recomendables serian:
Guacamaya bandera (Ara macao)
Guacamaya roja (Ara chloroptera)
Guacamaya azul y amarilla (Ara ararauna)
Guacamaya maracaná (Ara severa)
Loro real (Amazona ochrocephala)
Loro burrón (Amazona farinosa)
Loro guaro (Amazona amazónica)
Loro carazul (Amazona dufresniana)
Cotorra cabeziazul (Pionus menstruus)
Periquito (Forpus passerinus)
Periquito ojiazul (Forpus conspicillatus)
Periquito obscuro (Forpus sclateri)
5. Tortugas
Un animal cuya cria en cautiverio resulta muy interesante es el morrocoy, el
sabanero (Geochelone carbonaria) y el montañero (Geochelone denticulata), son
reptiles muy cotizados en el exterior como mascotas. Son animales prolíferos, si se
toma en cuenta que la hembra pone un promedio de cuatro huevos hasta tres veces al
año, con un tiempo de incubación de 5 y 7 meses (Castaño y Lugo, 1981).
El galápago llanero (Podocnemis vogli) es una tortuga de agua que pudiera ser
utilizada a mediano plazo por medio del rancheo, para el consumo de su carne
exclusivamente, el manejo pudiera ser parecido al de la baba.
La tortuga arrau (Podocnemis expansa) conocida también como tortuga del
Orinoco, a largo plazo pudiera ser cosechada también por medio del rancheo. Pero
primero hay que aumentar sus poblaciones silvestres, ya que es una especie en peligro
de extinción (IUCN, 1982). Actualmente Profauna y FUDECI (Fundación para el Desarrollo
de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales), llevan proyectos de investigación
de cria en cautiverio, liberan los juveniles a su medio ambiente natural, que es el
río Orinoco y sus afluyentes, después de un año de ser mantenidos en zoocriaderos.
6. Cocodrilos
Nuestro famoso caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius), que fue
prácticamente borrado de los ríos llaneros, por su explotación irracional entre
1930 y 1960 por parte de empresas y tenerías francesas. Es un animal que está en el
Apéndice I del CITES y en peligro de extinción (IUCN, 1982). Por lo tanto, su
utilización racional no está permitida actualmente. Pero a largo plazo es una
especie que tiene buenas probabilidades de tomarse en cuenta para el uso
260
comercial de sus cueros y carne, siempre y cuando se. logre un resultado positivo de
los esfuerzos conservacionistas que se hacen en los actuales momentos. Su piel está
catalogada como una de las de mejor calidad para la curtiembre de artículos de "lujo.
El caimán de la costa (Crocodylus acutus), lo encontramos en Venezuela en las
zonas del Lago de Maracaibo y algunos rios y lagunas a lo largo de las costas
venezolanas. Para esta especie se pueden utilizar los mismos términos que para el
caimán del Orinoco, siendo también un recurso con buenas perspectivas, a largo plazo,
para ser utilizada comercialmente por medio de la cría en cautiverio.
7. Lagartos
La iguana (Iguana iguana) es el lacertilio más grande de Venezuela, ya que un
adulto alcanza a medir más de un metro y medio de longitud con pesos mayores a los
4 kg (Allen y Oftedal, 1990). Los huevos son muy cotizados en el país, como también
su carne, la cual es exquisita y de valor nutritivo superior al de la gallina, el
cerdo y la res, ya que presenta poca grasa y contiene proteínas de alta calidad.
Internacionalmente son cotizadas las crías de 7 cm de tamaño, como mascotas. En
Colombia y Centroamérica hay zoocriaderos con estos fines, también aqui en Venezuela
se está comenzando con tal actividad.
En cautiverio una hembra pone una vez al año entre 30 y 40 huevos, que son
incubados durante 75 días (Pabón 1993).
Otra opción sería su aprovechamiento para el consumo de la carne por medio del
manejo silvícola, que racionalmente sería lo mejor ambiental, económica y
socialmente. Ecológicamente, la cría en cautiverio disminuye la presión de la
población sobre las iguanas, facilitándoles la reproducción en su ambiente, y de paso
permitiéndose que puedan repoblarse con ejemplares del zoocriadero.
El otro lagarto cuya piel es de una excelente calidad para la curtiembre y
para utilizarse en los utensilios de la marroquineria de lujo es el mato de agua
(Tupinambís nigropunctatus). Su uso debería manejarse por medio de la cría en
cautiverio, ya que sus densidades en el ambiente no son muy altas.
8. Artiodactilos
El venado caramerudo o colablanca (Odocoileus virginianus) tiene muchos
beneficios cuando se cría en corrales. Se adapta muy bien a las condiciones de
261
cautiverio, siempre y cuando se cumplan las técnicas de manejo de esta especie. Es
herbivoro, su tasa reproductiva es de 1.5 crias/año, el rendimiento en canal está
entre 50 y 60 %, y a los 2 años puede alcanzar un peso de 40 kg apto para el beneficio,
su carne es magra y muy cotizada en los restaurantes (Lander, 1991). Su cuero es
de buena calidad y es buscado para artículos de artesanía. Su caramera es un articulo
de adorno, pero también tienen otra utilidad. En los países asiáticos, las hormonas
masculinas que se encuentran concentradas en el vello (cacho peludo) de las
carameras son muy cotizadas, ya que sirven como medicina fortificante y
afrodisíaca. Halternorth (1979) describe que en siglos pasados los campesinos rusos
de Siberia y Kasachstan, cazaban e inclusive criaban en corrales al ciervo Sika y
Dybowski, vendiendo a los chinos bultos de carameras no maduradas o peludas como
remedios estimulantes. Hoy en día en cambio, en granjas de Nueva Zelandia y China
con ciervos de géneros Cervus sp., obtienen del vello su sangre que se usa seca con
fines medicinales (Trebbau, 1991).
El manejo en cautiverio o en granjas del venado caramerudo, necesita de un
buen plan sanitario, ya que es susceptible a todas las enfermedades del ganado vacuno,
caprino y ovino.
El báquiro de collar, cinchado o chácharo (Tayassu tajacu) también es una
especie sumamente interesante a considerar a corto plazo para su cría, ya que se
mantiene fácilmente en cautiverio. Según podemos extraer de las investigaciones de
Bodmer et al. (1987) realizadas en el Perú, también es una especie eficiente.
Beneficiado y eviscerado, rinde un 60 % de su peso total, con un promedio de 15
kg/canal. Perú es uno de los pocos países que tiene permiso de exportación de cueros
de báquiros. Según el autor, el comercio internacional de pieles de pécaris es
considerable, tiene un valor alto en este mercado, son utilizadas en la confección
de guantes, zapatos y bolsas de mano. Su carne es muy cotizada en los restaurantes.
Son muy fáciles de criar. Después de una preñez de 5 meses paren de 2 a 4 crías,
su alimentación se basa en alimento concentrado, yuca, maíz, cambur, pasto y
suplementos minerales. El éxito económico del sistema depende fuertemente de los
costos de alimentación, de mantenimiento y del plan sanitario.
9. Roedores
La lapa (Agouti paca), cuya carne se consume clandestinamente en Venezuela
262
se considera una gran exquisitez. En Costa Rica hay varios zoocriaderos
experimentales con fines de consumo humano. Esta especie tiene una desventaja para
su cria en cautiverio con fines comerciales, ya que su tasa reproductiva es baja.
Después de una preñez de 114 días pare una sola cría y en algunas pocas ocasiones
hasta dos. Una lapa adulta pesa de 6 a 12 kg y puede rendir por canal hasta 6 kg de
carne, la cual también es muy cotizada en los restaurantes, siendo esto una ventaja
a tomar en cuenta para cualquier proyecto de zoocria (Pashow y Matamoros, 1990).
No se nos debe olvidar el picure o acure (Dasyprocta sp.), que tiene las mismas
cualidades culinarias y de palatabilidad que la carne de lapa. Pashow y Matamoros
(1990) describen de este animal, criado en cautiverio, lo siguiente: a pesar de
tener un peso corporal menor de 5 kg pare entre 2 a 4 crías, después de una gestación
de 103 días. El picure es más fácil de criar en cautiverio que la lapa, es diurno,
menos exigente en cuanto al territorio o habitat y en su alimentación.
Ambas especies necesitan un buen plan sanitario, ya que son muy sensibles a
parásitos intestinales, que pueden acabar con una población cautiva en pocos días.
El piro-piro (Hydrochaeris isthmius) o chigüire de la región del Lago de
Maracaibo, a pesar de ser de menor peso que el chigüire llanero, presenta las mismas
bondades zootécnicas. Sería conveniente por lo tanto, considerarlo para su
producción en condiciones de cría en cautiverio en el estado Zulia. Se cuenta con el
pié de cria en el ambiente natural en algunas haciendas ganaderas de la región.